Catequesis de - Seminario de Zacatecas
Transcripción
Catequesis de - Seminario de Zacatecas
a Semana Santa es siempre un acontecimiento esperado por todos, pues es la oportunidad para que, todos los agentes de pastoral, vayamos a las comunidades de la Diócesis a compartir nuestra fe, a celebrar con los fieles el Misterio Pascual de Cristo nuestro Señor. Es una misión que hemos de cumplir con el mayor de los cuidados, pues se confía a nuestras débiles manos la fe de una comunidad, por eso se hace necesaria y urgente una buena preparación. En primer lugar una preparación espiritual, de tal manera que llenos de Dios, simplemente vayamos a compartirlo con quienes nos reciben. Esta visión de fe nos compromete con toda comunidad cristiana. Pero es también necesaria una preparación técnica, de modo que con las herramientas necesarias contribuyamos a que la celebración de los Misterio de la fe se vivan y celebren de una manera más consciente, activa y devota. Se hace, entonces, necesario contar con un material de temas, dinámicas, cantos, etc., que nos faciliten el desempeño de nuestra labor misionera. Este es el propósito del material que tienes en tus manos y que el grupo de misiones, de nuestro Seminario, ha elaborado para ti. Esperamos que te sea de gran ayuda y contribuya a una celebración más plena y consciente de nuestra fe. «El Evangelio, donde deslumbra gloriosa la Cruz de Cristo, invita insistentemente a la Alegría» EG 5 1 2 Catequesis de Niños LUNES SANTO 1 «EL EVANGELIO DEL NIÑO» Objetivo: Que el niño pueda conocer la alegría y las buenas noticias que el Evangelio nos transmite, y que pueda comprender por qué creemos en Él. 1. Oración inicial Señor Jesús, quiero vivir alegre. Vivir la alegría como signo de plenitud para que mi vida ayude a otros, para que el deseo de ser alegres contagie a muchas personas y no cansarnos de hacer el bien con corazón alegre, renuévame con el gozo que das Tú y que nadie nos puede arrebatar. Amén. 2. Experiencia Humana El Evangelio como Buena Noticia, dinámica Se pueden organizar dos equipos, cada uno debe de elegir un mensajero, preferentemente de los mayores de cada equipo. Se tendrán ya preparadas una papeletas con algunas noticias, buenas y malas, por ejemplo: mi mamá está enferma, mi abuelita murió, me encontré diez pesos, me visitó mi abuelo, mi hermano se alivió… Los mensajeros por medio de señas deberán comunicar la noticia a su equipo y éste deberá adivinar lo que el mensajero les comunica. Ganará el equipo con más aciertos. ¿Ustedes han escuchado la palabra Evangelio? ¿Alguien sabe qué significa? Pues bien, la palabra evangelio significa “Buena Noticia” ¿Pero cómo es esto? ¿Qué significa esto? Hoy todos nosotros recibimos noticias ¿Cierto? Algunas malas y otras buenas Por ejemplo: Cuando el Niño Dios nos trae el juguete que queríamos, cuando nuestra abuelita enferma se mejoró, o quizá cuando nació nuestro hermanito, o cuando sacamos un 10 en la escuela, o cuando nos dijeron que iríamos de paseo a un lugar muy divertido, o cuando nuestro mejor amigo nos mandó una cartita o nos habló por teléfono, todas éstas son buenas noticias… Nosotros mismos al nacer fuimos una buena noticia para nuestros papás. Ahora nos podemos dar cuenta de que todos hemos recibido buenas noticias. ¿Pero qué pasa cuando recibimos una buena noticia? Se pide la participación de los niños. Las buenas noticias siempre traen alegría, nos hacen sentirnos felices y contentos, nos emocionan y dibujan una sonrisa en nuestro rostro, por eso andamos ahí brincando y bailando, platicándole a todo el mundo sobre la buena noticia que escuchamos. Esto es maravilloso porque las buenas noticias siempre son para compartirse y contagiar nuestra alegría a las personas que nos rodean. Sin embargo también existen las malas noticias, que nos entristecen y nos hacen llorar. ¿Qué malas noticias se les ocurren? Todas estas malas noticias se pueden curar con buenas noticias para sentirnos mejor, y en el Evangelio podemos encontrarlas. 1 Carta a los niños en el año de la Familia, de Juan Pablo II del 13 de diciembre de 1994. 3 Catequesis de Niños 3. Iluminación Siempre que vamos a Misa, el padrecito nos lee una lectura y dice «Del santo Evangelio según San…» y hace una señal en el libro, y cuando termina dice Palabra del Señor y le da un beso. ¿Te has dado cuenta de eso? Pues bien, para entenderlo hablemos un poco sobre la historia del Evangelio, te contaré un poco: Hace mucho, pero mucho tiempo vivían cuatro hombres que eran muy inteligentes y les gustaba escribir. Uno de ellos vivía en Roma y se llamaba Marcos; otro de ellos tenía por nombre Lucas, era médico y vivía en Corinto; Mateo era un cobrador de impuestos y vivía en Antioquía; el último de ellos se llamaba Juan. De estos cuatro hombres, dos escuchaban mucho que la gente hablaba sobre un personaje, que hacía milagros, ayudaba a los pobres y a los tristes, y los otros dos fueron sus apóstoles ¿Sabes cómo se llamaba ese hombre? Pues su nombre era Jesús de Nazaret. Seguramente tú también lo conoces. Él es el Hijo de Dios; de Jesús y compartieron su vida. Estos cuatro hombres investigaron todo acerca de Jesús, todo lo que había hecho y lo que decía, y entonces ¿Qué crees que sucedió?... Dios los iluminó y cada uno escribió un libro sobre la vida de Jesús, para que todos lo leyeran y conocieran su historia. Pero antes de todo, debemos saber que estos libros tenían escrita una buena noticia, ¿Sabes quién era la buena noticia? Jesús, el Hijo de Dios, porque él vino a salvarnos y mostrarnos a Dios, nos impulsó a decirle Papá. Gracias a Mateo, a Marcos, a Lucas y a Juan, nosotros conocemos a Jesús y sabemos cómo fue su vida, y por eso en la Misa el Padrecito lee el Evangelio y cuando termina le da un beso, porque es muy importante para nosotros los cristianos. ¿Pero por qué creer en lo que estos cuatro hombres escribieron hace mucho tiempo? La Iglesia, que somos nosotros, cree en Jesús, en el Evangelio, en lo que escribieron Mateo, Marcos, Lucas y Juan, porque Dios fue quien los inspiró y los iluminó por medio del Espíritu Santo para que pudieran escribir. Sabemos que lo que nos narran es verdad, porque Dios es la verdad, Él nunca nos engaña ni nos dice mentiras. ¿Ustedes creerían en alguien que dice mentiras y malas noticias? Por eso nosotros tenemos nuestra fe puesta en el Evangelio, porque siempre nos dice la verdad y transmite buenas noticias y alegría. Además, en los relatos de los evangelistas, encontramos cómo Jesús anuncia la Buena Noticia, más aún debemos de reconocerlo a Él como la Buena Noticia, Él es nuestro Evangelio porque nos muestra a Dios y hace presente la salvación para el hombre. (Se pueden hacer equipos y repartir estas citas bíblicas en una papeleta para que los niños hagan un cartel con dibujos y color). - Jesús mismo se encargaba de transmitir a las personas las buenas noticias: “Jesús recorría todas las ciudades y pueblos enseñaba en sus sinagogas, proclamaba la Buena Nueva del Reino y curaba todas las dolencias y enfermedades” (Mt 9, 35) - Jesús realiza signos que para anunciar la Buena Noticia de la salvación: “En cierto día dos ciegos le gritaron a Jesús, ten compasión de nosotros, entonces Jesús les preguntó ¿creen que puedo hacer esto? Contestaron: “Sí, Señor”. Entonces Jesús les toco los ojos, diciendo: “hágase así tal como han querido.” Y sus ojos vieron.” (Mt 9, 27) 4 Catequesis de Niños - El Señor también tiene comunica la Buena Noticia para los niños, Él que es el amigo que nunca falla nos invita a estar cerca de Él: “Entonces trajeron a Jesús algunos niños paraqué les impusiera las manos y rezara por ellos. Pero los discípulos los recibían muy mal. Jesús entonces les dijo: dejen a esos niños que se acerquen a mí: el Reino de los cielos pertenece a los que son como ellos. Jesús les impuso las manos y continuó su camino.” Mt 19, 13-14. ¡Qué importante es el niño para Jesús! Podemos decir que el Evangelio está lleno de la verdad sobre el niño, a todo esto en conjunto podemos llamarle el «Evangelio del niño». Este año jubilar, año de fiesta en que nuestra diócesis cumple 150 años estamos llamados con más fuerza a creer el «Evangelio del niño» 1. Jesús nos lo muestra primero por un afecto extraordinario por ustedes tanto que hasta los puso de ejemplo para sus apóstoles, que discutían sobre quién era el más grande, pone en medio de ellos a un niño y dice: « Si no cambian y se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los Cielos » Mt 18, 3. 2. Nos invita con toda su vida y palabra que seamos no sólo hijos de nuestros papás, sino hijos adoptivos de Dios por nuestro Bautismo y que vivíamos como tales. 3. Nos pide que seamos valientes testigos como Santa Inés, que vivió en Roma; santa Agueda, martirizada en Sicilia; san Tarsicio, un muchacho llamado con razón el mártir de la Eucaristía, porque prefirió morir antes que entregar a Jesús sacramentado, a quien llevaba consigo. 4. Que respondamos al amor que Jesús nos tiene haciendo oración. ¡Qué enorme fuerza tiene la oración de un niño! Llega a ser un modelo para los mismos adultos: rezar con confianza sencilla y total quiere decir rezar como los niños saben hacerlo. El «Evangelio del niño», nos dice el Papa Juan Pablo II, consiste en que «el Hijo predilecto de Dios se presenta entre nosotros como un recién nacido; en torno a Él los niños de todas las Naciones de la tierra sienten sobre sí mismos la mirada amorosa del Padre celestial y se alegran porque Dios los ama. El hombre no puede vivir sin amor. Está llamado a amar a Dios y al prójimo, pero para amar verdaderamente debe tener la certeza de que Dios lo quiere. ¡Dios los ama, queridos muchachos! … Que este amor se extienda después a toda vuestra comunidad, mejor aún, a todo el mundo gracias a ustedes, queridos muchachos y niños. Así el amor llegará a quienes más lo necesitan, en especial a los que sufren y a los abandonados. ¿Qué alegría es mayor que el amor? ¿Qué alegría es más grande que la que tú, Jesús, pones en el corazón de los hombres, y particularmente de los niños…?» 4. Actividad Se propone el dibujo anexo 5. Compromiso Todo lo que hemos visto que hacía Jesús es lo que hemos de intentar hacer nosotros... Es por eso que debemos conocer el Evangelio para así poder amar mucho mas a Jesús y después ayudar a transmitir esta buena noticia a todo el mundo, especialmente a tu familia y amigos… Si 5 Catequesis de Niños abrazamos el «Evangelio del niño» y llevamos a la práctica todo lo que Jesús nos enseñó… ¡¡¡SEREMOS FELICES!!! 6. Oración final Oh Corazón de Jesús, Dios de mi vida, gracias por todo lo que siempre recibo de ti. Bendito sea tu nombre hoy y siempre, gracias por el amanecer, por el atardecer, por los días radiantes, por los días lluviosos, también te doy gracias por las noches iluminadas con infinidad de estrellas y por el resplandor de la luna. En toda la creación se manifiesta tu grandeza y siento como todo está lleno de tu poder y tu fuerza, te doy gracias mi Señor por tu gran amor. Amén. MARTES SANTO «EL EVENGELIO QUE PROCLAMAMOS» 1. Objetivo Que el niño una vez que ha conocido el Evangelio que cree, se dé cuenta de la forma en que lo proclama para que después sea capaz de celebrarlo y vivirlo. 2. Oración inicial: Amigo Jesús tu que fuiste niño como nosotros y a lo largo de tu vida fuste aprendiendo tantas cosas a cerca de tu Padre, hoy ayúdanos a conocerte y poder decir a los demás que creemos en Ti que nos has salvado. Amén. 3. Experiencia de vida. Había una vez un niño llamado Juan, vivía en un pueblo llamado el Cerro, que estaba muy lejano de los demás pueblos. Juan no conocía nada sobre los caballos, porque en ese pueblo no había de estos animales. En una ocasión su mamá, doña Margarita le comenzó a platicar que ella cuando era niña, vivía en otro pueblo y sus padres tenían un caballo blanco muy hermoso con el que jugaba y se iba de paseo. Aunque su mamá le platicaba todo muy emocionada, Juanito que nunca había visto uno se quedó en blanco y le preguntó a su mamá ¿qué es un caballo? Su madre muy amable comienza a describirle un caballo, mira hijo un caballo es un animal que tiene cuatro patas, es muy grande, sirve para montarlo, etc. Juan se durmió con una sonrisa en su cara porque había aprendido algo nuevo, no podía esperar comentarles a todos cómo eran los caballos. Al día siguiente el Juanito asistió a la escuela de su pueblo e iba muy emocionado porque había conocido los caballos y comenzó a decirle a sus amiguitos lo que era un caballo, que eran animales de cuatro patas, que eran grandes y que servían para montar. Ciertamente que Juan no veía todavía un caballo ni lo tocaba, pero ya conocía sus características, y cada vez que lo describía alimentaba la esperanza de tener un caballo frente a él algún día. 6 Catequesis de Niños ¿Ustedes conocen los caballos? ¿Para qué los tenemos cerca? ¿Se han subido a alguno? Lo que observamos en esta pequeña historia es cómo Juan, sin conocer directamente los caballos, los descubre por medio de su madre y esto no por una imagen sino por lo que le describió. Juan le creyó a su mamá, como cualquiera de nosotros lo hacemos. Así nosotros, creemos en el evangelio no porque hayamos visto todo lo que él nos cuenta, no porque hayamos visto en vida al mismo Cristo y todo lo que Él hizo, sino como ya se veía el día de ayer, porque creemos en el evangelio que nos ha sido presentado por muchos hombres que lo han puesto por escrito y ellos nos hablan de Jesús y de la historia de la salvación que Dios nos ofrece a través de su Único Hijo y así como Juan que no conocía los caballos, creyó lo que le dijo su mamá; de igual manera nosotros aunque no hayamos visto a Jesús creemos en Él, y no solo nos quedamos para nosotros aquellos que escuchamos de Él sino que lo proclamamos, es decir, que lo decimos, lo anunciamos a los demás como Juan fue a compartir con sus amigos cómo eran los caballos. 4. Iluminación Lc 9, 18-22 «Un día en que Jesús oraba a solas y sus discípulos estaban con él, les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?". Ellos le respondieron: "Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los antiguos profetas que ha resucitado". "Pero ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy yo?". Pedro, tomando la palabra, respondió: "Tú eres el Mesías de Dios". Y él les ordenó terminantemente que no lo dijeran a nadie. "El Hijo del hombre, les dijo, debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día"». (Se pueden preparar en papeletas grandes las diferentes respuestas que dan los apóstoles) Jesús plantea una interrogante difícil a sus apóstoles y si fuera un examen no todos pasarían con diez, quizá solo uno. ¿Quién recuerda lo que les pregunta Jesús a sus apóstoles? « ¿Quién dice la gente que soy yo?» Muy bien vamos a conocer las respuestas que dan, se van mostrando las papeletas: - Dicen… que eres Juan el Bautista: ¿Quién es este señor? ¿Quién es Juan el bautista? Era primo de Jesús y le decían el Bautista porque bautizaba en el río Jordán. ¿Se acuerdan que también bautizó a Jesús? ¿Entonces Juan el Bautista era Jesús? No. - Dicen… que eres Elías: ¿Quién sabe quién era Elías? Fue un profeta que vivió mucho tiempo antes que Jesús cuando Israel tenía reyes. Por su medio, Dios se manifestó con grandes prodigios, pero no fue bien recibido por todos debido a que denunciaba los actos malos del pueblo. Los judíos esperaban la venida de Elías porque Dios había prometido que volvería antes que el Mesías para preparar el camino. ¿Entonces Jesús era Elías? No, porque Jesús es el Mesías. - Dicen… que eres alguno de los antiguos profetas que ha resucitado: ¿Quiénes eran los profetas? Eran hombres escogidos por Dios para dar a conocer sus designios y promesas a su pueblo, también muchas veces, cuando los israelitas se desviaban del camino, los 7 Catequesis de Niños profetas llamaban la atención para que volvieran al camino del Señor, también alimentaban la esperanza cuando pensaban que todo estaba perdido, porque el amor de Dios siempre ha sido más grande que las faltas que se comenten. Eran muy amigos de Dios y tuvieron mucho contacto con Él. ¿Jesús era un profeta? Pues no era un profeta de antes que había resucitado como dijo la gente es más grande que ellos. A Jesús no le convencieron esas respuestas, porque era lo que la gente decía, y como sus apóstoles lo conocían más y lo trataban diario, volvió a insistir ¿ustedes quién dicen que soy? Ya no quiere saber lo que se cuenta de Él, sino que quiere saber lo que sus amigos piensan de Él, y san Pedro fue el valiente que contestó: «Tú eres el Mesías de Dios». Se sacó el 10, él supo responder pero no fue porque el haya estudiado mucho y se haya aprendido el catecismo, sino porque ha estado cerca de Jesús, lo ha ido conociendo, lo ha tratado, ha creído en sus obras y palabras, y porque el Espíritu Santo lo ilumina. Pedro profesa quién es Jesús, y el Señor le completa su respuesta con su Pasión, porque es el mayor acto de amor que hará: dar su vida. Como Juan, el niño del cuento y como Pedro, debemos estar cerca de Jesús, tratarlo y creer en Él para poder proclamar nuestra fe en Él, para no creer en mentiras como la gente de su tiempo. Es muy importante que nos llenemos de valentía para poder proclamar nuestra, pero ¿qué es eso de proclamar? Significa publicar en alta voz algo para que se haga notorio a todos, para que todos se den cuenta. ¿Cómo podemos hacerlo? Por dos caminos con nuestra voz, como Juan, platicando a los demás sobre la vida de Jesús, sobre el amor de Dios, su obra salvadora; y con nuestras obras porque si seguimos el ejemplo de Jesús haciendo el bien, eso hará que muchos también crean en Él. Nuestros papás, nuestros catequistas, el padre proclama su fe hacia nosotros enseñándonos lo que conocen de Jesús, nosotros también estamos llamados a hacerlo. 5. Actividad: Se forman cuatro equipos y se les invita a que compartan su conocimiento que tienen acerca de Jesús, aquello que sus padres, sus hermanos, catequista o sacerdote les ha compartido acerca del Señor. Se pide a cada niño que contesten dos preguntas ¿Qué conoces acerca de Jesús? ¿Quién es Jesús para ti?, estas preguntas las contestarán dentro del equipo que les corresponde en las hojas del dibujo 2 en el espacio inferior de la hoja. Después de que compartieron aquello que conocen sobre Jesús, se invita a tres niños de cada equipo para que compartan con todos sus respuestas. Se dará oportunidad aquellos niños (a parte de los que se han elegido) que espontáneamente quieran participar. Se explica el sentido de la actividad. Nosotros no conocemos del todo al Señor Jesús. Conocemos lo que nos han compartido muchas personas que conocen un poquito más, ustedes lo irán conociendo mientras van creciendo, han de saber que la misión de Jesús ha sido el salvar a todos los hombres y mujeres, y por lo tanto también a ustedes niños, Jesús los ama y Él quiere que ustedes estén bien, que sean felices, que vivan esta etapa de la niñez con alegría, pero saben algo, el Señor Jesús también quiere que ustedes se porten bien, que sean obedientes a sus padres, que hagan sus tareas, que cuando les pidan un favor lo hagan con disponibilidad y con amor. Niños, nuestro Señor Jesús quiere que sigamos sus pasos, que imitemos su ejemplo, porque si así lo hacemos podremos ser verdaderamente felices aquí y en la vida futura. Porque ahí también proclamamos nuestra la fe en nuestro Evangelio. 8 Catequesis de Niños 6. Compromiso: Voy a tratar de conocer primero a Jesús para después darlo a conocer a mis compañeritos de la escuela y a todos los niños con los que me relaciono en la calle o en el catecismo y sobre todo voy a tratar de que mis padres me enseñen más sobre lo que creemos. 7. Oración final: Te damos gracias Señor porque por medio de tu Hijo Jesús te has dado a conocer y porque por medio del Evangelio que nos han dado muchos hombres podemos conocer a tu Hijo y esa salvación que nos das por su medio. Amén. MIÉRCOLES SANTO « EL EVANGELIO QUE CELEBRAMOS Y VIVIMOS.» 1. Objetivo: Enseñar a los niños que en los sacramentos, concretamente, en cada Eucaristía celebramos y vivimos el mensaje de Dios a los hombres a través de su palabra. 2. Oración inicial: Padre bueno, te damos gracias por todas las cosas que nos rodean, que a través de ellas podamos conocerte más, por medio de tu palabra, y vivir como ella dice para amarte más. Amen. 3. Canto: A edificar la Iglesia, a edificar la Iglesia, a edificar la Iglesia del Señor, hermano ven ayúdame, hermano van ayúdame a edificar la Iglesia del Señor. Tú eres la Iglesia, yo soy la Iglesia somos la Iglesia del Señor, hermano ven ayúdame, hermano van ayúdame a edificar la Iglesia del Señor. El Papa es la Iglesia, el obispo es la Iglesia, somos la Iglesia del Señor, hermano ven ayúdame, hermano ven ayúdame a edificar la Iglesia del Señor. 9 Catequesis de Niños 4. Experiencia de vida A ver niños ¿A quién le gustan las fiestas? Creo que la pregunta está mal empleada más bien ¿a quién no le gustan las fiestas? Por lo visto a todos, incluso a mí, así como me ven también a todos grandes y pequeños nos gustan las fiestas, a pero ojo niños hay de fiestas a fiestas, hoy quiero hablarles de una fiesta muy importante para nosotros, la Misa. Pero ¿cómo debe ser una fiesta? Menciónenme algunas fiestas que celebramos. Jesús también celebraba fiestas, acudía y participaba en ellas. Conozcamos un poco una de las fiestas del pueblo de Jesús. Se llama la Pascua, y el evangelista Lucas nos platica cómo celebró Jesús la última pascua con sus apóstoles 5. Iluminación: Leer la cita bíblica: Lc 22, 7-20 (se puede apoyar la cita con algunos dibujos) Llegó el día de los Ázimos, en el que se había de sacrificar el cordero de Pascua; y Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: «vayan y preparen la Pascua para que la comamos.» Ellos le dijeron: « ¿Dónde quieres que la preparemos?» Les dijo: «Cuando entren en la ciudad, les saldrá al paso un hombre llevando un cántaro de agua; síganle hasta la casa en que entre, y dirán al dueño de la casa: “El Maestro te dice: ¿Dónde está la sala donde pueda comer la Pascua con mis discípulos?” Él les enseñará en el piso superior una sala grande, ya dispuesta; hagan allí los preparativos.» Fueron y lo encontraron tal como les había dicho, y prepararon la Pascua. Cuando llegó la hora, se puso a la mesa con los apóstoles, y les dijo: «Con ansia he deseado comer esta Pascua con ustedes antes de padecer; porque les digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios.» Y recibiendo una copa, dadas las gracias, dijo: «Tomen esto y repártanlo entre ustedes; porque les digo que, a partir de este momento, no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios.» Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por ustedes; hagan esto en recuerdo mío.» De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por ustedes». ¿Cómo se llama la fiesta que Jesús celebró con sus apóstoles? ¿Dónde la celebró? ¿Quién preparó la comida? ¿Qué comieron? ¿Qué tomaron? ¿Nosotros hacemos esta fiesta? ¿Por qué celebramos esta fiesta? ¿Qué nombre recibe? Aquí, encontramos el fundamento de la celebración de la Eucaristía, o de la Misa y para nosotros sigue siendo una fiesta. ¿Cómo puede ser una fiesta? Conozcamos algunos elementos. 10 Catequesis de Niños Características de la fiesta de la Misa: A ver niños ¿Cuál es lo primero para ir a una fiesta? Obviamente que nos inviten verdad, porque si no es así no podemos asistir, no hay que gorrear niños, bueno de igual manera la Misa, la invitación que nos envía Dios Padre es el bautismo. Esta invitación es para todos, sin excluir a nadie. Al igual que en las fiestas tiene que haber música para que haga ambiente, y no estar aburridos, a pues también en la Misa hay música que nos anima y nos motiva a participar. Si se han dado cuenta de ello, pues está el coro. A la fiesta van muchas personas, todas con un objetivo estar alegres, porque una fiesta no debe ser triste, de hecho todos debemos ser alegres... en la Misa esta una persona que nos anima a vivir más plenamente esta alegría y nos prepara para recibir al anfitrión es decir al más importante de todos los invitados, bueno más bien es el que nos invita, nuestro amigo Jesús. La persona que nos invita es el sacerdote, ¿si lo han notado?, a ver ¿Cómo es? Él ayuda al buen amigo Jesús para que todos sus amiguitos estén listos para recibirle, imaginen esto: En cada Eucaristía, en cada fiesta, en cada celebración tenemos la presencia de un amigo que cada día nos escribe cartas, que nos despierta por la mañana, que no se cansa de andar con nosotros, andemos donde andemos Él está para cuidarnos, lo único que nos pide es que vivamos más unidos a Él y que participemos de esa invitación que nos ha hecho desde que fuimos bautizados pues ahora somos participes de esa fiesta pero: ¡Verdad que las fiestas son geniales! hay globos, hay alegría y lo más importante, estamos contentos, alegres. Somos felices, porque en una fiesta encontramos lo que en verdad necesitamos. Pero, hay algo que no les he dicho sobre la Misa, que es nuestra fiesta. Todos, todos, la celebramos y formamos parte en ella, ahí estamos viviendo de lo que nos enseña el evangelio pues en él nos da una muestra de cómo debemos de vivirlo contentos, alegres, ser sal de la tierra luz de cuantos nos rodean pues como cristianos no debemos ser desabridos sino con un sabor único que nos identifique como tal. En la Eucaristía, venimos a escuchar a Dios que nos habla por medio de su palabra, por eso es muy importante tener todos nuestros sentidos atentos de lo contrario no escucharemos nada. Guarden un momento de silencio todos, a las tres, 1, 2 y 3… Así debemos estar para escuchar a Dios. Toda la Eucaristía es la fiesta de nuestra salvación, del amor de Jesús hacia nosotros que se entregó por amor a la muerte de Cruz. Acuérdense que Jesús es nuestro Evangelio, y en la Eucaristía celebramos, hacemos fiesta nuestro Evangelio, para que cuando estemos en casa lo vivamos. Esta es nuestra tarea y para eso venimos al templo a celebrar y a hacer vida a nuestro Evangelio. 6. Actividad: Colorear el dibujo y recuerda, “que cuando vamos a Misa participamos y vivimos nuestro Evangelio”. 11 Catequesis de Niños 12 Catequesis de Niños 13 Catequesis de Niños 14 Catequesis de Jóvenes LUNES SANTO EL EVANGELIO QUE CREEMOS 1. Oración inicial. Padre Dios, queremos pedirte que envíes tu Santo Espíritu para que nos guie, ilumine y nos ayude a comprender el camino de salvación que has manifestado en tu Hijo Jesús. Y que en este año Jubilar que está viviendo la Diócesis de Zacatecas, podamos vivificar y aumentar nuestra fe. Que en este día podamos ver y comprender tu Santa voluntad, así ser mejores hijos tuyos. 2. Bienvenida. Se invita los jóvenes a que reconozcan la importancia de que ellos participen activamente en la Iglesia y se propone una dinámica de presentación que ayude a crear un ambiente propicio para el desarrollo de los temas. Sugerencia: Yo soy Juan él es Luís. En círculo se hace una presentación de la siguiente manera primero una ronda general en la que todos dicen su nombre. A continuación el que coordina inicia diciendo el nombre del compañero que se encuentra su izquierda, luego su nombre y después el de la derecha (ejemplo él es Pedro, yo soy Juan, él es Luís). Una vez que todos se hayan presentado se marca “CAMBIO”, se acomodan de diferente manera y en vez de presentarse por el nombre puede ser por colores, frutas, canciones, etc. repitiendo el proceso anterior. 3. Desarrollo del tema Quiero que recuerden ahora un poco de su niñez, cuando éramos más pequeños ¿a quién de ustedes le gustaban los cuentos, súper héroes, viajes espaciales y las historias? ¿Por qué? A muchos de nosotros, nos gustaba imaginar lugares, personajes o diferentes situaciones que en cierto modo pensábamos que eran realidad. Pero fuimos creciendo y comprendimos que solo eran algo imaginario. Pero saben algo nosotros estamos en una historia que no es cualquier historia, es la Historia de la Salvación, y esta sí que es verdadera y es una realidad en nuestra vida. Dios Padre ha enviado a su Hijo para salvarnos a cada uno, porque nos ama, porque somos importantes para El. El Señor Jesús ha dado su vida por nosotros, nos ha mostrado la grandeza del amor de Dios y eso es el motivo de estas preparaciones y de nuestra alegría en esta Semana Santa. Nuestro Señor Jesucristo dio una misión a sus discípulos, el ir a evangelizar y compartir con todos los hombres el Evangelio. Pero, ¿Saben que significa la palabra Evangelio? significa Buena Noticia, una alegre noticia que nos ha de ayudar a cambiar nuestra manera de ver la vida y convertirnos a Dios. A los discípulos se les dio la tarea de anunciar la Buena Noticia. Este Evangelio ha llegado a nosotros gracias a hombres y mujeres que se comprometieron con la difusión del mismo. Hace muchos años a nuestro país llegaron los primeros evangelizadores y estos comenzaron a anunciar a nuestros antepasados que fueron aceptando poco a poco el Evangelio. ¿Conoces a alguien que haya venido con esa misión a tu parroquia?, esperar respuesta, exactamente, como son sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos (catequistas, coros, grupos), que de una u otra manera han hecho posible que nos acerquemos más a Dios y quizá esa invitación se nos esté lanzando a cada uno de nosotros. Pero saben, les tengo una gran noticia, ¡estamos de fiesta!, todos los que pertenecemos a la Diócesis de Zacatecas, y ¿Por qué estamos de fiesta? Por la celebración de los 150 años de la 15 Catequesis de Jóvenes fundación de nuestra Diócesis, y esto es un motivo de gran alegría y de gozo, ya que la Iglesia particular de Zacatecas ha caminado fielmente durante estos años, muchos hombres y mujeres han peregrinado, creído y profesado su fe en el Evangelio del Señor Jesucristo. Este año jubilar es tiempo de gracia para valorar y anunciar con entusiasmo la fe y Evangelio que se nos ha compartido. Como jóvenes católicos estamos llamados a valorar el anuncio del Evangelio, pero antes de anunciarlo tenemos que creerlo, para así profesarlo con un espíritu de fe y confianza plena. 4. Iluminación: Mt 28,19-20 «Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he andado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”». En este texto nuestro Señor Jesús nos da el mandato misionero, el ir haced discípulos a todas las gentes. La misión de ir a anunciar el Evangelio no se la dio solo a los discípulos de los primeros siglos, si no que sigue hablándonos en nuestro aquí y ahora, es su voluntad que sigamos proclamando el Evangelio al mundo actual, en las diversas situaciones que vivimos y los medios que están a nuestro alcance. Los discípulos fueron presurosos en ir a evangelizar, fundaron muchas comunidades en las cuales se manifestó una fe profunda, ya se nos relata en el Nuevo Testamento la vida de las primeras comunidades, que a pesar de las dificultades que tenían se mantuvieron fieles al Señor. El Papa Francisco nos dice en Evengelii Gaudium N.167: “Anunciar a Cristo significa mostrar que creer en Él y seguirlo no es sólo algo verdadero y justo, sino también bello, capaz de colmar la vida de un nuevo resplandor y de un gozo profundo, aun en medio de las pruebas”. Con esto nos quiere decir que todos los bautizados somos o debemos ser anunciadores del Evangelio. Pero para anunciarlo no solo han de decirse palabras bonitas sino que se ha de creer y dar testimonio con la vida de lo que se anuncia, para que el mensaje sea veraz y tenga la profundidad necesaria para ayudar en la conversión de los demás. La gracia del Señor actúa en nosotros si realmente tenemos fe y creemos en su palabra. En Evangelii Gaudium 278, el Papa Francisco nos dice :”La fe es también creerle a Él, creer que es verdad que nos ama, que vive, que es capaz de intervenir misteriosamente, que no nos abandona, que saca bien del mal con su poder y con su infinita creatividad. Es creer que Él marcha victorioso en la historia «en unión con los suyos, los llamados, los elegidos y los fieles» (Ap 17,14). Creámosle al Evangelio que dice que el Reino de Dios ya está presente en el mundo, y está desarrollándose aquí y allá, de diversas maneras: como la semilla pequeña que puede llegar a convertirse en un gran árbol (cf. Mt 13,31-32). Hemos de mantener en todo momento y circunstancia una actitud de esperanza, imagínese a los primeros discípulos que iban de dos en dos a evangelizar a los pueblos de Jerusalén, ellos iban a compartir su experiencia de fe, iban a anunciar la Buena Nueva. Así nosotros hemos de valorar su ejemplo y empezar a anunciar el evangelio en nuestra familia, a nuestros amigos, a nuestra comunidad y después a otras comunidades. Hermanos demos testimonio de aquello que 16 Catequesis de Jóvenes hemos creído, seamos una imagen de Dios en el mundo, pero para eso no olviden que han de meditar la Palabra de Dios, han de alimentarse de la Eucaristía, fuente de vida eterna, han de orar al Señor cada día y pedirle que les de los medios y las gracias necesarias para que sean testigos fieles del Evangelio. Evangelicemos, anunciemos a aquellas personas a las que veamos que su vida no tiene sentido, que viven tristes, fracasados, aburridos. No tengan miedo, sean valientes, acérquese al pobre, imiten a Jesús que siempre fue cercano a los que sufrían por un problema o una enfermedad. Tómennos en cuenta las palabras del Papa Francisco en Evangelii Gaudium 23 : “Es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo. 5. Actividad En grupos pequeños se hace un cartel respecto al tema, en el que se anuncie el Evangelio, al exponerlo se les pedirá que lo hagan para un sector especial (niños, jóvenes, adultos, enfermos, familia, etc.). Llevar material necesario (revistas, pegamento, cartulinas, marcadores, etc.). 6. Compromiso Reflexionar ¿Quién y cómo es el Dios en el que creo?, ¿Cómo actúa Dios en mi vida? ¿A qué me compromete el creer en Dios que profeso? 7. Oración final Gracias Padre Dios, porque hoy pudimos aprender algo nuevo para nuestra vida cristiana. Que todo lo que nos has compartido lo podamos hacer vida, que no tengamos miedo a anunciar el Evangelio a todos los hombres y mujeres de estos tiempos. Que el Espíritu Santo guie nuestros pasos y nuestras, y que seamos fieles en el seguimiento de tu Hijo Jesús. Amen. MARTES SANTO EL EVANGELIO QUE CELEBRAMOS 1. Oración inicial Dios Padre, Creador nuestro, en este día te pedimos que nos ayudes a conocer y amar tu voluntad amorosa. Que a través de este tema podamos aprender aquello que nos permita ser mejores hijos tuyos, que nos permita aumentar nuestra fe y nuestro compromiso con la difusión del Evangelio y con tu Iglesia. 17 Catequesis de Jóvenes 2. Bienvenida Se realiza la dinámica llamada “A edificar la Iglesia". Nosotros como Iglesia estamos llamados a edificarla y, a manifestar nuestra fe. Y una de las formas para edificar nuestra Iglesia es celebrando el Evangelio, y ¿cómo lo celebramos el Evangelio? Valorando las celebraciones sacramentales, especialmente la Eucaristía, también escuchando la palabra de Dios y ponerla en práctica. 3. Desarrollo del tema ¿A quién le gustan las fiestas? ¿Por qué? En nuestra experiencia de vida hemos participado en alguna o en muchas fiestas (cumpleaños, matrimonio, graduaciones, algún logro, etc…) de amigos o familiares. ¿Cómo es su actitud cuando van a una fiesta es positiva o negativa? Es positiva. En el ambiente de una fiesta se tiene una actitud alegre porque se comparten momentos importantes. También en una fiesta nuestro aspecto exterior dice mucho, es un signo de nuestro alegría, el ir vestidos de manera diferente a como acostumbramos habitualmente. A través de nuestra persona se manifiesta una alegría, sonreímos más, nuestra expresiones son positivas, nuestro andar es más relajado. Y bien si la fiesta es por algún logro que hemos tenido, con mayor razón manifestamos felicidad. EL EVANGELIO ES UNA CELEBRACIÓN Todos los católicos que pertenecemos a la Diócesis de Zacatecas estamos de fiesta, y ¿Por qué estamos de fiesta? Porque estamos en el año jubilar, y el motivo es la celebración de los 150 años de la Diócesis de Zacatecas. ¿Qué es el jubileo? “Es una gran experiencia de conversión y de gozo, de perdón y de amor, de alegría de la verdadera salvación” es la gran oportunidad de renovar nuestra fe, fortalecer nuestra esperanza y reactivar nuestra caridad cristiana. Este tiempo de fiesta o Jubileo, es un momento muy importante que como comunidad de cristianos hemos de valorar principalmente nuestra relación personal con Dios y con nuestros hermanos. También es un tiempo en que hemos de madurar más nuestra fe y valorando los sacramentos, como es el bautismo, la confirmación, el matrimonio, el orden sacerdotal, la unción de enfermos y la penitencia, pero principalmente la celebración de la Eucaristía. En nuestra comunidad nos reunimos cada domingo para recibir, alabar, adorar, pedir, dar gracias y recibir el Pan de su Palabra y el Pan de Vida. El Papa francisco nos dice la importancia que tiene la palabra de Dios en la vida del cristiano, en Evangelium Gaudium 22: “La Palabra tiene en sí una potencialidad que no podemos predecir. El Evangelio habla de una semilla que, una vez sembrada, crece por sí sola también cuando el agricultor duerme (cf. Mc 4,26-29). La Iglesia debe aceptar esa libertad inaferrable de la Palabra, que es eficaz a su manera, y de formas muy diversas que suelen superar nuestras previsiones y romper nuestros esquemas”. En este tiempo de jubileo, que es tiempo de gracia, hemos de valorar el sacramento de la reconciliación, recordemos que el Amor del Señor es misericordioso, que él nos espera con los brazos abiertos en persona del Sacerdote, para perdonar los pecados que hemos cometido contra él y contra nuestro prójimo. . Este año jubilar es una gran oportunidad de celebrar el Evangelio que profesamos y creemos, pero estamos llamados a valorar aún más la vivencia del Evangelio. 18 Catequesis de Jóvenes Hermanos y hermanas este tiempo es propicio para renovar nuestras promesas bautismales, es un buen momento para asumir con mayor compromiso nuestra fe como católicos, por lo que la Semana Santa, que estamos viviendo, es un momento propicio, para meditar el misterio de nuestra salvación, por lo que debemos tomar en cuenta que no es un momento cualquiera, es un momento en que el que se tienen celebraciones importantes para nuestra Iglesia, por lo que hemos de estar disponibles para vivir con respeto y devoción el misterio de nuestra fe. En el tema que compartimos el primer dia, “El Evangelio que creemos y profesamos” dijimos que el evangelio ha de ser anunciado a todos los hombres y una forma en que el Evangelio se anuncia es a través de la liturgia. El Catecismo de la Iglesia Católica en el N. 1071:” La Liturgia, obra de Cristo, es también una acción de su Iglesia. Realiza y manifiesta la Iglesia como signo visible de la comunión entre Dios y de los hombres por Cristo. Introduce a los fieles en la Vida nueva de la comunidad. Implica una participación "consciente, activa y fructífera" de todos (SC 11)”. El catecismo nos aconseja muy bien, sobre cómo ha de ser nuestra participación en las celebraciones litúrgicas, ya que si en verdad somos conscientes de que lo que vivimos en la liturgia, podremos valorar los signos que en ella se realizan. Para vivir mejor el Evangelio, estamos llamados a celebrarlo y manifestarlo a través de la liturgia. En el N.24 de la Evangelii Gaudium el Papa Francisco nos dice que: “La comunidad evangelizadora gozosa siempre sabe «festejar». Celebra y festeja cada pequeña victoria, cada paso adelante en la evangelización. La evangelización gozosa se vuelve belleza en la liturgia en medio de la exigencia diaria de extender el bien. La Iglesia evangeliza y se evangeliza a sí misma con la belleza de la liturgia”. 4. Iluminación: Hc 2,42-46 Este texto ilumina muy bien el tema que hoy estamos tratando, nosotros como bautizados, hemos sido participes de la celebración de nuestra fe. En el texto se manifiestan muchos verbos (escuchar, enseñar, fracción, posesión, compartir, sinceridad etc…) que nos invitan a valorar la celebración de nuestra fe y del Evangelio, son acciones que también hemos de vivir en nuestra familia y en nuestra comunidad. Más en concreto debemos escuchar las palabras del sacerdote, escuchar sus enseñanzas para mejorar nuestra vida. Ustedes como católicos han sido participes de las celebraciones y oraciones, pero es a través de la participación de la Eucaristía donde manifestamos unidad como comunidad de hijos de Dios y nuestra fe en el Señor Jesús. El Papa Francisco nos dice en Evangelii Gaudim n.47, algo que en verdad hemos de tomar en cuenta para nuestra vida cristiana: “La Eucaristía, si bien constituye la plenitud de la vida sacramental, no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles”. El texto de Hechos de los apóstoles (Hc 2,42-46) es una clara invitación para seguir siendo fieles al Señor y estar unidos a Él. Ustedes jóvenes pertenecen a una comunidad y como miembros de una comunidad, están llamados a ayudarse los unos a los otros, tiene muchas cosas en común, ustedes son hijos de Dios desde el bautismo y en cada celebración Eucarística o de otro sacramento participan en comunidad. Son hermanos en la fe, y tiene algo en común, es Nuestro Señor Jesucristo quien los une. Ahora que estamos en esta Semana Santa, unámonos y valoremos más la celebración de nuestra fe, porque si la valoran verdaderamente podrán vivir su fe y aclamar el Evangelio a todos nuestros hermanos, empezando por nuestra familia. 19 Catequesis de Jóvenes Nuestra participación en las celebraciones litúrgicas no ha de ser con una actitud negativa, un verdadero cristiano no es aburrido, por lo tanto participen con paz y alegría de las celebraciones de la Iglesia. Recordemos que el evangelio es una Buena Noticia y como buena noticia la hemos acoger con gran alegría. ¿Qué podemos hacer para ayudar a otros a que valoren el Evangelio? Pues bien, hemos de empezar por nosotros mismos, hemos de verdaderamente valorar la grandeza de nuestra fe, y seguir fielmente los pasos del Señor, hemos de dejarnos guiar por El, para después compartir con otros la experiencia de vivir el Evangelio y así celebrar con alegría la Buena Noticia de Dios. 5. Actividad: Valorando la celebración del Evangelio Para esta actividad vamos a formar cuatro equipos. A dos equipos se les dará una cartulina donde este escrita la siguiente pregunta; ¿Cuál es tu actitud cuando vas a una fiesta o a un baile? ¿Cómo te preparas para ese evento? Cada uno de los integrantes comentara sus respuestas con los miembros de su equipo. A los dos equipos restantes se les dará una cartulina en la cual estarán escritas las siguientes preguntas: ¿Cuál es tu actitud cuando vas a ir a la celebración Eucarística? ¿Cómo te preparas? Cada uno de los miembros escribirá en las cartulinas una breve respuesta. Después de eso se pide a un miembro del equipo, un representante, que exponga las respuestas a las preguntas. Después se explica a los jóvenes la importancia de valorar las celebraciones de la Iglesia, especialmente la Semana Santa. El sentido de esta actividad es que los jóvenes puedan valorar más las celebraciones y fiestas de la Iglesia, especialmente la Eucaristía. 6. Compromiso A cada uno de los jóvenes presentes se les entregara una hoja que tendrá escritas las siguientes preguntas: ¿Son importantes las celebraciones de la Iglesia? ¿Qué tengo que hacer para valorar más la celebración de la Eucaristía? ¿Estoy dispuesto (a) a valorar más mi fe y vivir el evangelio que se me ha compartido? No debemos olvidar que los que celebramos en la liturgia, hemos de hacerlo vida en nuestra comunidad. 7. Oración final: Dios Padre, te damos gracias porque hoy nos has permitido conocer y valorar más tu Santo voluntad. Tú, nos invitas a valorar el Evangelio, nos invitas a celebrarlo y vivirlo. Que en este año jubilar, de la Diócesis de Zacatecas, seamos tus testigos del Evangelio ante los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amen. 20 Catequesis de Jóvenes MIERCOLES SANTO EL EVANGELIO QUE VIVIMOS 1. Oración inicial Padre Tú conoces y sondeas cada uno de nuestros corazones, conoces las necesidades de cada uno de los que estamos aquí reunidos, me conoces, sabes lo que tengo y lo que en verdad necesito; te pido de la única manera que soy capaz de hacerlo desde mi juventud, con mis caídas, y con mis fortalezas. A mis padres y a cada uno de nosotros danos paciencia para sufrir, fuerzas para trabajar, valor para recibir las penas que han de venir y nos han de mortificar, te pedimos sabiduría para elegir en la vida, te pedimos amor para soportar el dolor y te pedimos felicidad en todas nuestras actividades Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. 2. Bienvenida Todos nosotros hemos experimentado y hemos vivido el evangelio, es decir, nuestra fe. - ¿Quién me quiere decir en qué momentos de su vida han dado testimonio de su fe, del Evangelio? ¿Qué acontecimientos son más favorables para dar testimonio de nuestra fe? ¿Con qué actitudes no damos testimonio del evangelio? Sin duda el momento en que hemos dado testimonio es cuando participamos de los sacramentos: ¿Quién de ustedes no recuerda su primera comunión o su confirmación? ¿Cuántas veces no han ido a un bautismo o a una misa al aire libre? Estos acontecimientos son formas muy concretas de vivir nuestra fe, de vivir de acuerdo al evangelio. 3. Ejemplo de vida: Un hombre se encontraba preso en un país en el que estaba prohibido el catolicismo. Ya tenía hay mucho tiempo. En una ocasión, llegó un general a esa prisión y pidió entrevistar a cada uno de los presos. Fueron pasando ante el general uno a uno: Él les preguntaba - ¿Qué religión profesas? A lo que los acusados respondían: - Ninguna, porque somos comunistas. Llegó el turno a aquel hombre. La pregunta fue la misma: - ¿Qué religión profesas? Con voz serena, pero bien firme respondió: - Soy católico 21 Catequesis de Jóvenes El general, que lo estaba interrogando le dijo: - Tú sabes que el catolicismo está prohibido en este país. Que eso es razón suficiente para ejecutarte en este mismo instante. ¿No te da miedo decir que eres católico? Al instante el general sacaba su revólver y le apuntaba en la cabeza. Esperando la respuesta del hombre. El hombre respondió sin dudar: - Sé que está prohibido, pero eso no me asusta, porque esta vida es pasajera, la vida eterna es la que está reservada para los que creemos en Cristo. A la muerte no le temo, siguió diciendo, pues la muerte es el paso necesario para entrar en la verdadera vida. Al escuchar esta repuesta el general, enfundó su arma, abrazo al hombre y le dijo: - Yo también soy católico. Hombres como usted son los que necesitamos en este país, hombres que estén dispuestos a morir por la fe. Hombres que realmente vivan el evangelio. Actualmente todos padecemos la enfermedad de la indiferencia, el problema es ante quiénes o ante qué presentamos tal problema. Para hacer frente a la indiferencia, la sociedad nos presenta diferentes formas morales. Tales formas para unos son buenas, pero para otros son problemas. Simplemente vivimos, pero sin vivir participando con el prójimo que tenemos a unos metros, a diario los encontramos en nuestro camino, pero en ocasiones ni el saludo dirigimos. Quienes están al frente de la sociedad se encargan de otorgar al pueblo lo que pida con la finalidad de mantenerlos tranquilos, son diferentes leyes las que nos otorgan. 4. Iluminación. St. 2,18 «Al contrario, alguno podrá decir: «¿Tú tienes fe?; pues yo tengo obras. Pruébame tu fe sin obras y yo te probaré por las obras mi fe». «No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una persona que da un nuevo horizonte a la vida, y con ello, una orientación decisiva» Deus Caritas est 1 5. Desarrollo del tema Mi fe y mis obras Desde nuestro nacimiento nos hemos desenvuelto en una cultura atendiendo a la formación que nos ha dado nuestra familia, como nuestra primera fuente de educación, luego nos hemos encontrado ante diferentes retos como la graduación de preescolar, el primer examen, aprobar el año… y solo ante los diferentes sucesos de nuestra vida y el encuentro con el amor de Dios, que se convierte en feliz amistad, somos rescatados de nuestra conciencia aislada y participamos con nuestras obras del evangelio. Cuando tratamos de buscar respuestas nos decepcionamos, por las respuestas que observamos en la sociedad, que nos dice que hagamos tal cosa, pero ellos hacen otra. No encontrando una coherencia entre lo que se dice y hace. En ocasiones, no es necesario preguntar solo observamos sus obras. 22 Catequesis de Jóvenes Una de las cuestiones más frecuentes que encontramos es ¿qué es la fe? Y La fe es un saber, puesto que la confundimos con un sentimiento o una emoción, implica confiar y no confiar en cosas que sabemos tiene un límite, sino en lo que trasciende y nos sacia en nuestras dudas. La fe es un don2 que recibimos, implica vivirlo, pues una fe sin obras está vacía. De este modo «la fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por Él.» Le podemos sacar un mayor fruto si le encontramos sentido aplicándolo a nuestra vida, ya que, «la fe es ante todo una adhesión personal del hombre a Dios» y encontramos la mayor respuesta cuando nuestra fe se ve en un amigo y es contagiada, para ello tenemos ejemplo de santos, grandes hombres que nos dan ejemplo de vida. Como humanos gozamos de cualidades: entre ellas la voluntad que nos concede libertad y un entendimiento para una mayor vivencia como respuesta a la invitación divina. Al momento que surge la cuestión de si la fe es verdadera, nos concede como respuesta la máxima garantía que es: Jesús, pero la fe no es aislada, pues al mencionar las virtudes teologales no podemos hablar de una sin la necesidad de la otra y lo vemos que para tener la fe es necesario el amor para complementarla y se verá reflejado en el trato con el prójimo, pues si decimos amar a Dios a quien no vemos pero no amamos al hermano al que vemos estamos en una total mentira. La fe continuamente aumenta, crece y llega a expresarse mediante la oración; y a la vez estamos en un diálogo con El que siempre nos escucha y nos responde cuando nos concedemos los momentos de estar en silencio. La fe, pues, es don de Dios dinámico, que no está estático. «para vivir, crecer y perseverar hasta el fin en la fe debemos alimentarla con la palabra de Dios; debemos pedir al Señor que nos la aumente; debemos actuar por la caridad, ser sostenidos por la esperanza y estar enraizada en la fe de la Iglesia» (CEC 162). Por tanto, la fe nos permitirá gozar ya desde ahora de los beneficios del reino, un reino que es novedad siendo así siempre joven, y con una riqueza y hermosura inagotables, además es una verdad que aunque conozcamos más de ella más queremos adentrarnos pues Cristo trajo consigo toda novedad inagotable. El evangelio que vivimos en Nuestra Diócesis Nos encontramos en la vivencia del 150 aniversario de la Diócesis y debería ser algo que nos distinga como discípulos misioneros de Jesucristo nuestro señor y salvador. Por tanto, celebremos y testimoniemos nuestra fe llevándola a la práctica en la iglesia, familia, escuela, grupo, comunidad… manifestándola con nuestras obras realizadas con amor. Uno de los objetivos de nuestra Diócesis en este año jubilar nos invita a renovar nuestra vida cristiana. En este mismo sentido, nos encontramos con las palabras de nuestro actual Papa que nos dice: Jesucristo también puede romper los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina. Nos muestra que no todo debe hacerse como solemos decirlo es que así se hacía sino que actualicemos cada una de nuestras actividades pero dándoles el uso renovando y empleando en su uso adecuado las diferentes tecnologías. A la vivencia del evangelio se le llama testimonio. El testimonio es hacer obras todo lo que decimos, ser coherentes. Pues hoy más que palabras, se necesitan acciones. 2 Youcat núm. 21 23 Catequesis de Jóvenes La invitación es a vivir el evangelio en nuestra vida diaria. En nuestro ambiente: familia, escuela, trabajo, noviazgo, fiestas… 6. Dinámica. Materiales: Lápices y hojas de papel. El coordinador dice lentamente y haciendo resaltar mucho sus palabras: “Soy un mago, y con mi magia les voy a arrebatar todas las palabras. Pero como me siento generoso puedo devolverles cuatro palabras a cada uno; pueden elegir esas cuatro palabras, que serán las únicas que podrán utilizar de ahora en adelante. Búsquenlas con esmero”. A continuación reparte papeles y lápices para que todo el mundo escriba sus palabras. El mago continúa diciendo: “Busquen un compañero. Pueden comunicarse con él utilizando sólo las cuatro palabras, y gestos.” Aquí se deja un buen rato para que los participantes se comuniquen. “A partir de ahora, como sigo sintiéndome generoso pueden utilizar sus cuatro palabras y las cuatro de su compañero”. “Ahora busquen otro compañero y comuníquense con esas ocho palabras”. Los participantes irán anotando las nuevas palabras en su papel. Se comunicarán con ellas. El mago repetirá la operación hasta que todo el grupo haya hablado entre sí (si son muchos, basta con repetirlo cuatro o cinco veces). Una forma interesante de finalizar es que cada participante escriba un poema con todas sus palabras. Este poema puede recitarse en grupo, aplaudiendo entre todos y haciendo mucho jolgorio tras cada intervención. 7. Compromiso ¿Qué es para mí la fe? ¿Cómo vivo yo mi fe? ¿Qué papel juego dentro de la parroquia? ¿Qué tengo que ver yo con el 150 aniversario de la Diócesis? ¿Cómo influye el 150 aniversario de las Diócesis en mi parroquia? Si mi fe me hace partícipe del 150 aniversario de mi parroquia ¿Cómo lo puedo emplear en mi vida ordinaria? 8. Oración final Padre Dios que nos has permitido reunirnos en tu nombre, concédenos poder ser fieles testigos de Tú palabra y así podamos mostrarlo en nuestras obras cotidianas. Si es tu voluntad no permitas que nos dejemos llevar por las tentaciones que nos ofrece el mundo sino levantar la vista a Ti y llevar como estandarte tu cruz. 24 Catequesis de Adultos LUNES SANTO EL EVANGELIO QUE ANUNCIAMOS 1. Objetivo general: Hacer presente a Cristo a través del anuncio, celebración y vivencia del Evangelio para la salvación de los hombres en esta porción del pueblo de Dios 2. Texto bíblico LC 4, 14-20 «Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu, y su fama se extendió por toda la región. Él iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos. Vino a Nazaret, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito: El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor. Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él. Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy». 3. Lectura creyente Nuestra sociedad tiene sed de buenas noticias en medio de una realidad que es bombardeada por acontecimiento de violencia, de lucha, de discordia, de crisis, de pobreza… Nosotros estamos cansados de escuchar problemas y dificultades que nos oprimen, parece que no tenemos dónde apoyarnos, dónde descansar y tomar un respiro para seguir viviendo, quizá sobreviviendo ¿Cuántas veces ha sido éste nuestro sentir? Tal vez, nos quedamos con esta perspectiva por que no descubrimos las buenas noticias, y no es porque no sucedan, sino porque en virtud de su naturaleza, la bondad crece en el silencio, como la levadura, que sin estruendo hace que la masa fermente y alcance su punto. Sin embargo, aun así, no es posible que la luz se opaque por la oscuridad, puesto que le corresponde disiparla, más bien necesitamos ponerla en el candelabro para que su alcance sea mayor y más personas se iluminen, es decir, las buenas noticias requerimos ponerlas en el «candelabro», propagarlas y gritarlas para que lleguen a más personas, pero necesitamos una noticia siempre actual, imperecedera, capaz de fortalecer al hombre desanimado y que impulse a enfrentar las noticias negativas, sólo ésta merece que le llamemos estrictamente la Buena Noticia. A. Ubicándonos en el contexto Se insiste que Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu, y cuando lee el texto de Isaías, proclama que el Espíritu está sobre Él. Esto nos permite reconocer que el Espíritu Santo está íntimamente relacionado con el compromiso y la misión de Jesús y de sus discípulos a quienes después envía. Es el Espíritu quien guía la misión de la Iglesia por caminos de transformación. 25 Catequesis de Adultos En lo que se refiere al lugar, se sitúa en una sinagoga, palabra que significa reunión, asamblea y que designa también el espacio físico. Para Lucas, la sinagoga es un lugar privilegiado en el que el pueblo de Israel escuchará el mensaje del nuevo tiempo inaugurado por Jesús. ¿Cómo llegó el texto de Isaías a las manos de Jesús? Algunos pueden pensar que fue azar, otros que era la lectura del día comparándolo con el ciclo de lectura que llevamos nosotros, sin embargo, el argumento que tiene más peso es que Jesús fue invitado por el presidente de la sinagoga a que leyera y comentar un texto de la Escritura, como lo hicieron Pablo y Bernabé en Antioquía (Hech 3, 15) y por ello Él escogió el texto. ¿Cuáles son las encomiendas que Jesús tiene como ungido del Espíritu Santo? - Anunciar la Buena Nueva a los pobres: la mejor noticia que se le puede dar a un pobre es precisamente que dejará de vivir en su pobreza, con esto no hablamos del ámbito material, sería reducir demasiado la perspectiva sino que, se señalan a todos aquellos que están en las periferias existenciales: los excluidos, los apartados, los rezagados, los olvidados, los no-queridos. - Proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos: el verbo proclamar nos hace situarnos delante de una tarea que se quiere hacer pública, se busca que todos se enteren. La liberación a los cautivos probablemente se refiere a aquellos que han sido prisioneros por las deudas, situación que se quebranta por el año jubilar, el año del perdón de la deuda. Por su parte, el proclamar la vista a los ciegos indica no el hecho de ver, sino de vivir con dignidad ante toda situación inhumana. - Dar libertad a los oprimidos: la palabra oprimido en su contexto griego significa «estar duramente golpeado» o «estar hecho pedazos como un jarro», Lucas le antepone la libertad, ya que, la opresión afecta tanto el aspecto externo como el interno y Jesús viene a liberar de ambos. - Proclamar un año de gracia: se presente con esta expresión el tiempo de Jesús y la nueva manera en que llegará la salvación. Este tiempo se caracteriza precisamente por el anuncio de las buenas noticias. Jesús termina diciendo que el texto se cumple hoy, el cual no se identifica sólo con el instante en que Jesús pronunció estas palabras sino que los apóstoles lo actualizaron y al llegar a la actualidad, se extiende a nuestro hoy. 4. Lectura orante A. Oración antes de la Lectio Divina Gran Dios, que con tu inmensidad llenas cielos y tierra, yo me humillo delante de Ti y te adoro aquí presente. Te pido humildemente perdón por todos los pecados que me hacen indigno de estar en tu presencia. Señor, no sé orar, sé que no se orar ¿quién hay capaz de penetrar con su mente una sola de tus frases? Dígnate, pues Señor, iluminar mi inteligencia para conocer, la memoria para recordar y la voluntad de gustar las verdades que voy a meditar. 26 Catequesis de Adultos Virgen Inmaculada alcánzame de tu Hijo, las gracias que tú sabes necesito para hacer con provecho esta meditación. Amén. B. Proclamación del Pasaje: Lc 4, 14-20 C. Lectura ¿Qué dice el texto? Podemos profundizar más en lo que el texto nos dice respondiendo a estas preguntas: - ¿Qué palabras se repiten? - ¿Quiénes son los personajes? - ¿Cuáles son los diálogos que se intercambian? - ¿Qué dice el texto que está anterior y posterior a nuestra cita? Es importante volver a leer el texto personalmente en silencio las veces necesarias. - Nos imaginamos el entorno: la sinagoga, la asamblea reunida, Jesús que pasa y toma el rollo, lo desenvuelve y lo lee. Todos lo miran y escuchan atentamente. - Lo entrega y se sienta. - Jesús habla nuevamente y los demás lo miran. Comentemos la escena con un compañero de nuestro lado y complementemos la escena. 5. Meditación ¿Qué dice de mí, de nosotros el texto? Lee si es necesario nuevamente el texto pausadamente, dejémonos decir aquello que quizá no esperamos. Introduzcámonos al diálogo del texto con nuestra vida con estas preguntas: - ¿Qué diferencias y qué semejanzas encontramos entre la situación del texto y nuestra vida? - ¿Qué dice el texto para nuestra situación actual? La comunidad cristiana considera a este texto como «programático» en cuanto en él Jesús presenta su misión. El Señor mismo encomendó a la Iglesia continuar su obra y con esto, ella también se hace portadora de la Buena Noticia, la cual no es un acontecimiento o una doctrina, sino una Persona, Jesucristo, el Hijo de Dios que se hizo hombre para hacernos partícipes de su naturaleza divina. Es Él nuestra Buena Noticia, toda su vida es una invitación a ser como Él y a invitar a otros a seguirlo. En consecuencia, todos los bautizados estamos llamados a abrazar esta Buena Noticia y proclamarla, buscar la liberación de los cautivos y oprimidos, devolver la vista a los ciegos y anunciar el año de gracia del Señor, pero siempre en el horizonte que Jesús lo hizo, claro está, con métodos y expresiones actuales. Esta conciencia de ser anunciadores de la Buena Noticia nos hace preguntarnos: - ¿Qué me hace pensar que Jesús se deja conducir por el Espíritu? - ¿Cómo podemos continuar el tiempo que Jesús ha iniciado? - ¿Creo que Jesús es Buena Noticia para mi vida? ¿Cómo lo vivo? - ¿Qué considero yo que es la Buena Noticia? - ¿Quiénes son los pobres hoy? 27 Catequesis de Adultos - ¿Cómo puedo ser mensajero de la Buena Noticia entre mi ambiente: familia, trabajo, escuela, comunidad…? ¿A quiénes debo dirigir mi proclamación? 6. Oración: ¿Qué me hace decirle a Dios este texto? Jesús se presenta a nosotros como la Buena Noticia, es nuestra Buena Noticia y nos promete una transformación nuestra existencia y en nuestro alrededor si de verdad abrazamos su mensaje y su persona. Nosotros, continuadores de esta obra, ¿Qué le decimos a Dios ante tan grave responsabilidad? En un momento de silencio, cada uno: - De gracias por el tiempo de gracia que Dios nos concede a través de la presencia de su Hijo. - Pidámosle perdón por las ocasiones en que no hemos creído en Él como nuestra Buena Noticia y por nuestra cobardía de ser sus mensajeros. - Roguémosle para que hagamos de nuestro vida una buena noticia para los pobres y oprimidos de hoy. - Pidamos que el hoy se cumpla también en nuestra vida personal, familiar y social. Este himno nos puede ayudar: Señor, tú me llamaste para ser instrumento de tu gracia, para anunciar la Buena Nueva, para sanar las almas. para sacar del sueño a los que duermen y liberar al cautivo. Soy cera blanda entre tus dedos, haz lo que quieras conmigo. Instrumento de paz y de justicia, pregonero de todas tus palabras, agua para calmar la sed hiriente, mano que bendice y que ama. Señor, tú me llamaste para salvar al mundo ya cansado, para amar a los hombres que tú, Padre, me diste como hermanos. Señor, me quieres para abolir las guerras y aliviar la miseria y el pecado; hacer temblar las piedras y ahuyentar a los lobos del rebaño. Amén. Señor, tú me llamaste para curar los corazones heridos, para gritar, en medio de las plazas, que el Amor está vivo, 7. Compromiso ¿Qué hace surgir en nosotros este texto? - ¿Cómo voy a transmitir el Evangelio que he recibido? ¿Cómo motivare a los demás a dar testimonio del Evangelio? ¿Qué actitudes o virtudes debo trabajar para transmitir mejor el Evangelio? ¿Los sacramentos de iniciación cristiana me ayudan a anunciar el Evangelio? ¿Cómo? ¿Qué medios estoy utilizando para hacer un buen anuncio del Evangelio? Iluminados por la Palabra de Dios ¿qué valores necesito para una mejor vivencia del Evangelio? Compartamos nuestro compromiso con los demás y dejémonos enriquecer de ellos. 28 Catequesis de Adultos Oración final Agradecidos por este encuentro con Jesús y por el recordatorio que nos hace cantemos juntos: Señor, toma mi vida nueva antes de que la espera desgaste años en mi estoy dispuesta a lo que quieras no importa lo que sea tu llámame a servir Te doy mi corazón sincero para gritar sin miedo Tu grandeza, Señor Tendré mis manos sin cansancio tu historia entre los labios y fuerza en la oración Llévame donde los hombres necesiten tus palabras necesiten mis ganas de vivir donde falte la esperanza donde falte la alegría simplemente por no saber de ti Y así en marcha iré cantando por calles predicando lo bello que es tu amor Señor tengo alma misionera condúceme a la tierra que tenga sed de ti. MARTES SANTO EL EVANGELIO QUE CELEBRAMOS 1. Objetivo general: Hacer presente a Cristo a través del anuncio, celebración y vivencia del Evangelio para la salvación de los hombres en esta porción del pueblo de Dios. 2. Texto bíblico: Hch 2, 44-47 «Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común; vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno. Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El Señor agregaba cada día a la comunidad a los que se habían de salvar.» 3. Lectura creyente En la vida tenemos muchos motivos para celebrar un cumpleaños, una boda, un bautismo, una graduación, etc. Siempre que escuchamos la palabra “fiesta” nos preparamos para ese acontecimiento desde lo más importante hasta el mínimo detalle, queremos que todo salga de acuerdo a lo planeado. Celebrar es bueno pues indica una alegría profunda, 29 Catequesis de Adultos significa agradecer por algo que se recibe y es un querer compartir con los demás ese hecho que te alegra el alma. Echemos un vistazo a las celebraciones en la sociedad actual. Lo que salta primero a la vista son los adornos, la música, la comida, la bebida, los regalos todos ellos signos externos que atraen nuestra atención, haciendo que dejemos de lado la motivación interna y que la celebración se quede en algo meramente superficial. Al cuidar los signos externos invertimos tiempo, esfuerzo y recursos, al final de cuentas los que organizan la celebración son los que terminan más cansados, gastados y sin haber podido festejar ese hecho tan importante por cuidar los pormenores. Detengámonos un momento en esta realidad y reflexionemos ¿Alguna vez has tenido un motivo para celebrar? ¿Te gusta la manera en como celebras los acontecimientos importantes de la vida? ¿Cómo te gustaría que fueran tus celebraciones? Si comparamos las fiestas que comúnmente hacemos con la celebración del misterio de la fe por los 150 años de nuestra iglesia particular de Zacatecas, cabría preguntarnos ¿nos hemos preparado con dedicación y esmero para esta celebración? La misión como celebración del misterio de la fe El pueblo de Israel vive la experiencia de la libertad, pasa de ser servidumbre a servir a Dios, la relación con su Señor le constituye como pueblo y le da la posibilidad entrar en la tierra prometida. El memorial de las maravillas divinas y el agradecimiento del pueblo se concretaran en vivir de una manera distinta, estando abiertos a la novedad que Dios quiera realizar. El bendecir a Dios, el darle gracias, será una característica del creyente (Ex 7,16). La obra que Cristo ha realizado en su humanidad – glorificando perfectamente al Padre y entregándose para la santificación de los hombres- es llamada liturgia, que es la cumbre hacia la que tiende la acción de la iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de la que emana su fuerza vital. Por medio de palabras y cosas en las acciones litúrgicas y especialmente en los siete sacramentos se nos comunica la gracia, los frutos de la Redención del Señor y son prenda de la vida eterna “hasta que el vuelva”. Por tanto no podemos guardar para nosotros el amor que celebramos. Éste exige por su naturaleza que sea comunicado a todos. Lo que el mundo necesita es el amor de Dios, encontrar a Cristo y creer en Él. Por eso la Eucaristía no sólo es fuente y culmen de la vida de la iglesia; lo es también de su misión (Sacramentum caritatis n. 84). Las cuatro dimensiones básicas de la primera comunidad La lectura del libro de los Hechos nos habla sobre la caridad y fraternidad entre los discípulos y creyentes en la Resurrección, esto debería ser un ejemplo para nuestras comunidades cristianas actuales, nos dice que: «Se entregaban a la enseñanza de los apóstoles y a la vida común, a la participación del Pan y a la oración», he aquí cuatro dimensiones que podemos imitar: la doctrina apostólica, la comunión de bienes, la celebración de la Eucaristía y la plegaria común. 30 Catequesis de Adultos Llama la atención la vitalidad que tiene la primitiva comunidad cristiana, todo es acción: la reunión gozosa, la celebración, el poder de los apóstoles, la puesta en común de los bienes, la bondad irradiada en medio de los fieles y la acción desplegada para agregar nuevos miembros a la comunidad. Estas acciones tienen como centro el acontecimiento de la Resurrección, se celebra la Vida y ésta se encuentra impregnada en cada uno de los miembros de la comunidad. Nosotros también nos reunimos aquí para celebrar la Eucaristía, escuchar la Palabra de Dios, hacer oración juntos y manifestar públicamente nuestra fe cristiana como lo hacía aquella comunidad, sin embargo hay que preguntarnos si nuestra actitud, nuestro espíritu cristiano y nuestro compromiso de fe coincide con el de aquellas comunidades cristianas. Al escuchar esta lectura, debemos acoger lo que nos dice y contrastarla con nuestra fidelidad, personal y comunitaria a la fe en Cristo Resucitado. ¿Vivo realmente como una comunidad cristiana, empezando desde mi familia, trabajo y comunidad eclesial? ¿Estoy cumpliendo con mi misión de cristiano? ¿Estoy atento a las necesidades de mi prójimo? Quién celebra y cómo celebrar en la Iglesia. “Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón”, se nos presenta un resumen de la actividad que desarrollaba la comunidad de Jerusalén, sin duda que el marco está idealizado, pero refleja una realidad y el anhelo de la comunidad para llegar a ser lo más perfecta posible. Recordemos algunas cualidades que se nos mencionan en este versículo: la perseverancia y la unidad que mucha veces nos hace falta, perseverancia en cuanto al conocimiento de Cristo, en cuanto a profundizar en su mensaje y dejarnos interrogar por su palabra, ya que nadie puede amar aquello que no conoce. La unidad hace referencia a estar ligados al Resucitado, pero también con todo el cuerpo que es la Iglesia, hay que recordar que en cuanto Sumo Sacerdote Cristo es quien celebra la liturgia con su cuerpo que es la Iglesia del cielo y de la tierra, el auténtico celebrante, es “Cristo total”, cabeza y cuerpo (Cfr CCE 1135-1137.1187) por lo que es necesario que participemos activamente, cada uno según su carisma y su propia función. Y ahora, ¿Cómo celebrar? la respuesta la encontramos en este mismo versículo “con alegría y sencillez de corazón”, como nos lo recuerda el Papa Francisco tenemos que emprender una conversión pastoral y misionera, tener una actitud personal y comunitaria que transforme en lo profundo las costumbres, estilos, lenguajes, estructuras, en pocas palabras es llevar a todos la alegría de la fe y del amor de Dios, es decir anunciar la alegría del Evangelio a todo el mundo. ¿Cómo estás celebrando tú el regalo de la fe? ¿Tu forma de celebrar atrae a más personas hacia Cristo? ¿Qué nos hace falta como Iglesia para celebrar de mejor manera? 31 Catequesis de Adultos A. Herramientas para profundizar de Evangelii Gaudium 1 «La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría». 126. «En la piedad popular, por ser fruto del Evangelio inculturado, subyace una fuerza activamente evangelizadora que no podemos menospreciar: sería desconocer la obra del Espíritu Santo. Más bien estamos llamados a alentarla y fortalecerla para profundizar el proceso de inculturación que es una realidad nunca acabada. Las expresiones de la piedad popular tienen mucho que enseñarnos y, para quien sabe leerlas, son un lugar teológico al que debemos prestar atención, particularmente a la hora de pensar la nueva evangelización». 278. «Creámosle al Evangelio que dice que el Reino de Dios ya está presente en el mundo, y está desarrollándose aquí y allá, de diversas maneras: como la semilla pequeña que puede llegar a convertirse en un gran árbol (cf. Mt 13,31-32), como el puñado de levadura, que fermenta una gran masa (cf. Mt 13,33), y como la buena semilla que crece en medio de la cizaña (cf. Mt 13,24-30), y siempre puede sorprendernos gratamente». 4. Lectura orante Nos disponemos ahora para hacer nuestra la Palabra de Dios que hemos profundizado. Guardemos silencio. Apartemos de nuestra mente toda preocupación, callemos los ruidos externos e internos. Invoquemos al Espíritu Santo para que nos disponga a la escucha y al encuentro con Cristo. Oración al Espíritu Santo Oh Espíritu Santo, amor del Padre, y del Hijo, inspírame siempre lo que debo pensar, lo que debo decir, cómo debo decirlo, lo que debo callar, cómo debo actuar, lo que debo hacer, para gloria de Dios, bien de las almas y mi propia Santificación. Amen. A. Proclamación del pasaje: Hch 2, 44-47 B. Lectura. ¿Qué dice el texto? Después de proclamar el mensaje de manera comunitaria, lo leemos cada uno en silencio para profundizar en el contenido. Nos situamos frente al texto, escuchamos con atención sus palabras y nos adentramos en el sentido de sus afirmaciones. El primer fruto de la Pascua de Cristo y de su envío del Espíritu fue su comunidad, la cual permanece fiel a cuatro aspectos de su vida: la doctrina de los apóstoles, la comunión fraterna, la fracción del pan y la oración. Podríamos decir que estos cuatro pilares de la comunidad son la evangelización, la oración, la Eucaristía y la comunión fraterna. 32 Catequesis de Adultos Es una comunidad de creyentes, los que la forman son los que han sido agraciados con el don de la fe, los que han creído «que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios» y que en su nombre se nos da la Vida. La Resurrección del Señor impulsaba a las comunidades cristianas a reunirse para vivir en comunidad su fe, les hacía cambiar su forma de vida y la alegría que llevaban dentro de ellas las estimulaba a dar testimonio claro de ella; de tal modo que la gente queda admirada y sorprendida del modo de proceder de los cristianos. Es una comunidad fraterna y solidaria. Atestigua el libro de los Hechos que «Lo tenían todo en común: vendían posesiones y bienes y lo repartían entre todos». Los creyentes no comparten sólo su fe, sino también se muestran solidarios y van trabajando para que crezca la fraternidad entre ellos. Es una comunidad misionera que crece. «Yo los envío» dice Jesús a sus apóstoles, y en los Hechos nos enteramos que "eran bien vistos por todo el pueblo", y por eso «día tras día el Señor iba agregando al grupo los que se iban salvando». No es una comunidad cerrada, sino abierta y enviada a una misión. Están en el mundo, aunque son distintos y dan testimonio de valores nuevos. 5. Meditación: ¿Qué dice de mí o de nosotros el texto? Debemos de regresar a los orígenes de la Iglesia, a aquellos que estuvieron más cerca del acontecimiento de la Resurrección para redescubrir ese motor que les impulsaba a dar testimonio de lo que creían y esperaban. Dejemos que la palabra interpele nuestras vidas. Si hubiéramos tenido la oportunidad de vivir en la comunidad de la Iglesia primitiva cómo sería nuestro actuar y cuál sería el motor para donarnos completamente al servicio de los demás. ¿Qué valores puedo imitar de la primera comunidad cristiana en el mundo actual? ¿Experimento en mí la alegría del Evangelio? y dejo que mi testimonio interrogue a los demás miembros de la sociedad. ¿Cómo celebro el sentirme amado y perdonado por Dios? 6. Oración ¿Qué le decimos a Dios a partir del texto? El ejemplo del pasaje de hechos de los apóstoles es una invitación a ser una comunidad pascual, que celebra en el amor, la unidad, la perseverancia y la alegría ese encuentro con Cristo Resucitado que nos invita a celebrar la Vida. Elevemos a Dios nuestra oración, después de unos momentos de silencio expresemos en voz alta nuestra petición, agradecimiento o perdón, según lo que el Espíritu Santo nos haya sugerido 7. Compromiso Después de haber meditado debemos llevarnos un compromiso. Busca un aspecto que creas que es necesario cambiar en tu persona o comunidad para ayudar a celebrar en la Iglesia de Zacatecas estos 150 años de vivir en la fe. Algunas preguntas que nos pueden ayudar. 33 Catequesis de Adultos ¿Cómo celebras tu fe durante todo el tiempo litúrgico?, ¿Las fiestas patronales y parroquiales te ayudan a fortalecer la fe? ¿Por qué?, ¿Vivimos el aspecto celebrativo de los sacramentos?, ¿Te gusta la misa dominical? ¿Qué no te gusta? Compartimos nuestros compromisos. 8. Oración final Para terminar hagamos juntos esta oración que nos invita a unirnos cada día más al Señor y a reconocer que Él es la fuente de alegría de nuestras celebraciones: «Míranos, Señor, escúchanos, ilumínanos, muéstrate a nosotros. Colma nuestros deseos y seremos felices; sin Ti todo es hastío y tristeza. Ten piedad de nuestros trabajos y de los esfuerzos que hacemos para llegar hasta Ti, ya que sin Ti nada podemos. Enséñanos a buscarte, muéstranos tu rostro, porque si Tú no nos lo enseñas no podemos buscarte. No podemos encontrarte si Tú no te haces presente. Te buscaremos deseándote, te desearemos buscándote; amándote te encontraremos, encontrándote te amaremos» San Anselmo. MIERCOLES SANTO EL EVANGELIO QUE VIVIMOS 1. Objetivo general: Hacer presente a Cristo a través del anuncio, celebración y vivencia del Evangelio para la salvación de los hombres en esta porción del pueblo de Dios. 2. Texto bíblico: Lc 19,1-10 «Entro en Jericó y cruzaba la ciudad. Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos y rico. Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura. Se adelantó a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. Y cuando Jesús llego a aquel sitio, alzando la vista le dijo: Zaqueo baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa. Se apresuró a bajar y le recibió con alegría. Al verlo, todos murmuraban diciendo: ha ido a hospedarse a casa de un pecador. Zaqueo puesto en pie, dijo al señor: Daré Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraude a alguien, le devolveré cuatro veces más. Jesús le dijo: hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también este es hijo de Abrahán, pues el hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido». 34 Catequesis de Adultos 3. Lectura creyente Zaqueo trataba de ver, quién era Jesús, quizá porque había oído hablar de él, o solo la curiosidad, eso lo movió, a Zaqueo a subirse al árbol, cuál sería su sorpresa que Jesús, alzando la vista lo miró, él es quien toma la incitativa, diciéndole, “Zaqueo baja pronto porque hoy voy a hospedarme en tu casa” Zaqueo se baja y lo recibe con alegría, ya estando en casa Zaqueo le dice a Jesús “daré la mitad de mis bienes a los pobres, y si he defraudado a alguien, le devolveré cuatro veces más”, vemos, el encuentro de Zaqueo con Jesús lo mueve a una completa transformación, a un cambio de vida, es decir a tener una conversión profunda. Al recibirlo no solo lo recibe en su casa sino en el corazón, las riquezas que él tenía a base de injusticas, le eran un obstáculo para su salvación, pero las usa correctamente para alcanzar su salvación. Vivir el evangelio, es recibir el mensaje de salvación con un corazón abierto, disponible, sin ponerle trabas ni obstáculos, es comprometerse, que nos lleva a una conversión. Jesús nos hace ver la vida una manera diferente a la que estábamos acostumbrados, el darle sentido, el dar frutos abundantes a cuantos nos rodean, en donarnos a los demás, en el servicio y en el amor, tal y como lo hacía la primera comunidad cristiana (Hch 2, 44-45). “todos los creyentes estaban de acuerdo y tenían todo en común, vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el importe de ventas entre todos”. es decir creer en Jesucristo implicaba salir de sí mismos, el darse a los demás, no solo lo material sino en el amor, la estima, la aceptación , el sacrificarse, el escucharse mutuamente, el interesarme por los demás. Cumplían lo que Jesús dijo: (Jn 15, 12). “este es mi mandamiento que os améis los unos a los otros como yo los he amado”. Para ellos no les bastaba dar sus bienes, ya que muchas de las veces pensamos que podríamos a ayudar a los demás solo monetariamente, también con un gesto de amor, sea un saludo, le podrías cambiar a esa persona su vida, al igual que Jesús a Zaqueo tan solo con un mirada, lo transformó. La primera comunidad así expresaba el evangelio que habían recibido de los apóstoles, también a nosotros siempre el Señor nos está hablando, pero somos cabezones, no nos queremos bajar del árbol, por nuestro egoísmo y si lo hacemos solo recibimos a Jesús físicamente y no en el corazón. Hoy en día el evangelio lo expresamos mediante gestos, por ejemplo el simple hecho de que estén aquí, habla en ustedes que creen en Cristo, el venir a misa, el participar en peregrinaciones, te vas a cansar y todo pero te sirve para fortalecer tu fe, aunque para muchas personas, es algo tonto y solo pérdida de tiempo, pero para ti es un fortalecimiento espiritual que lo ayuda a su conversión. 4. Lectura orante Es momento de disponer nuestro corazón para acoger la Palabra de Dios en un instante de silencio. Apartemos nuestra mente de toda distracción, dejemos de lado todos los ruidos tanto externos como internos. Una vez que hemos dispuesto nuestro corazón invoquemos al Espíritu Santo para que nos disponga a la escucha y al encuentro con Cristo. Espíritu Santo entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos. Mira el vacío del hombre, 35 Catequesis de Adultos si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén. A. Proclamación del pasaje: Lc. 19, 1-10 B. Lectura ¿Qué dice el texto? ¿Qué significa vivir el evangelio? Es vivir como Jesús nos enseña a lo largo de su vida, es decir: Primeramente debe de haber una aceptación del mensaje de Jesús que nos llevará a una conversión. Amar a Dios sobre todas las cosas Amar mi hermano. Amarme a mí mismo. Perdonar las ofensas. En una palabra, vivir el evangelio es cumplir los mandamientos de Dios. 5. Meditación: ¿Qué me dice la Palabra de Dios? ¿En qué se refleja que vivo el evangelio? (Esperar a que las personas den una lluvia de ideas). Por medio del ejemplo de vida que damos a los demás, a partir de nuestros principios y valores. Cada uno de los cristianos estamos llamados a dar testimonio, de la fe recibida en Jesucristo. Ya sea por medio de palabras, acciones o gestos y nuestra coherencia de lo que decimos y hacemos. Por ejemplo: Esto de tener coherencia a todos nos cuesta, ya que si una persona nos corrige, por una acción que hemos hecho y sabemos que hicimos mal, pero rápidamente nos ponemos a la defensiva y decimos; tú qué me dices si eres peor, y no debe de ser así hay que dejarse corregir(puedes añadir que debe de ser con caridad y fraternidad), por cualquier persona, por más mala reputación que tenga, ya que nos sirve para crecer, si él no lo vive, eso no nos debe de importar, al contrario hasta le debemos de dar las gracias. 6. Oración ¿Cómo podemos dar testimonio del evangelio que hemos recibido? 36 Catequesis de Adultos Podríamos pensar: “eso es difícil, tendría que dejar mi casa, mi familia, e irme a la comunidad más cerca a predicar el evangelio”. Ciertamente no lo podríamos hacer todos, ya que algunos tienen: su familia, trabajo, etc. ¿En dónde pueden anunciar el evangelio? (Lluvia de ideas). En la familia, ahí es donde debemos de trabajar día a día, para el día de mañana que sus hijos se enfrenten a al mundo tengan herramientas para que puedan salir adelante, sin dejarse corromper, librándose del camino del mal, y no que el día de mañana uno de sus hijo o nieto sea un dolor de cabeza para la sociedad. Como nos dice el Papa francisco: “la familia es la célula básica de la sociedad, que atraviesa una crisis profunda, afectados por una cultura globalizada. Dice el Catecismo de la Iglesia católica: 1632. El ejemplo y la enseñanzas dada por los padres, es indispensables para la trasmisión de los valores humanos y cristianos. Si los papás no le enseñan valores quién lo va hacer, sino solo ellos. 1656. En nuestros días, en un mundo frecuentemente con cambios, las familias tienen gran importancia. Porque La familia es factor decisivo para que las grandes instituciones burócratas cobren sentido, horarios duros de trabajo (libro sociología de la familia). Ya que es ahí donde se forman a los futuros ciudadanos. Hoy el mundo necesita ejemplos de vida, que conlleven a un cambio de vida radical, que muevan a las personas, ya sean los padres de familia, los hijos, los gobernantes, los maestros y toda persona que anhela un mundo mejor. En ocasiones nos preguntamos: ¿Por qué existe en el mundo tanta injusticia, guerras, miseria y dolor? ¿Qué podemos hacer para cambiar este mundo de dolor por uno de paz? Vivir la fe y proclamar sus enseñanzas, es lo que nos pide Jesús, buscando las ocasiones para hablar, no desaprovechando ni una sola ocasión, para dar a conocer al Señor, si actuamos así, muchos se animaran a seguirlo, de llevar la alegría y la paz a otros hombres. Dice san Francisco de Asís “Sus actos pueden ser el único sermón que algunas personas escuchan hoy en día”. ”Predica el evangelio en todo momento, y cuando sea necesario, utiliza las palabras”. Dice el Papa Francisco. “A los cristianos de todas las comunidades del mundo, quiero pedirles especialmente un testimonio de comunión fraterna; estamos en la misma barca y vamos hacia el mismo puerto”. 7. Compromiso ¿Qué nos pide Dios a través de esta reflexión que hemos hecho? ¿Qué vamos hacer de hoy en adelante? 37 Catequesis de Adultos 8. Oración final Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber y mi poseer. Vos me disteis, a Vos, Señor, lo torno. Todo es Vuestro: disponed de ello según Vuestra Voluntad. Dadme Vuestro Amor y Gracia, que éstas me bastan. Amén. 38 Reflexiones 39 Reflexiones DOMINGO DE RAMOS 13 DE ABRIL Pbro. José Luis Carrillo Prefecto del Curso Introductorio Evangelio Mt 26, 14- 27,66 Con la celebración del Domingo de Ramos iniciamos hoy la Semana Santa. En este día la Iglesia recuerda la entrada de Cristo nuestro Señor a Jerusalén para consumar su Misterio Pascual. Los invito, pues, a reflexionar juntos la palabra de Dios que ilumina este grande Misterio que celebramos. En la primera lectura estamos ubicados en lo que se conoce como el tercer cántico del Siervo del Señor, donde se acentúa su ser de discípulo fiel a Dios, formado en la escuela de la Palabra, para consolar. Su misión es enseñar a todos los que temen al Señor y a todos los que anden extraviados. Esta misión no será fácil; aquí se explica el aspecto doloroso de la misión: tendrá que enfrentar incluso la hostilidad y la agresión física; sin embargo, él soportará fielmente, pues espera el triunfo definitivo que Dios le concederá. Para exhortar a vivir en el amor cristiano, Pablo presenta a los filipenses el ejemplo del Señor, a través de un himno con el cual las comunidades cristianas expresaban su culto de adoración a Jesucristo. Su contenido y forma externa está regido por el esquema “humillación/exaltación”, de tantas resonancias bíblicas: “delante de la gloria va la humildad” (Prov. 15, 33; cfr. Sal. 113, 7), y que en el Antiguo Testamento encuentra su máxima expresión en el canto del Siervo del Señor (cfr. Is. 53). El apóstol expresa esta humillación/exaltación de Jesús a través de un proceso de descenso/ascenso, que lo llevó desde una preexistencia en estado de igualdad con el Padre a encarnarse y tomar la condición humana sin diferenciarse de ningún otro hombre. La expresión utilizada es audaz y vigorosa “se vació de sí”. Este paso de la preexistencia a la historia lo describe el apóstol lacónicamente en 2 Cor. 8, 9: “siendo rico se hizo pobre”. De esta vida encarnada en nuestra pobre condición humana destaca la obediencia de un Jesús cumpliendo siempre la voluntad del Padre. La obediencia al Padre define toda su existencia hasta el extremo de la cruz. A esta humillación total sucede su exaltación por la acción soberana de Dios, es decir, la resurrección y la glorificación de Cristo. Y esta exaltación queda todavía más acentuada por el título que el Padre otorga a Jesús “Señor” –en griego “Kyrios”-, palabra que traduce el nombre de Yahvé, Dios, en la versión griega del Antiguo Testamento; “para que…toda rodilla se doble…y toda lengua confiese: ¡Jesucristo es Señor!”. La pasión de Jesús es paradójicamente –en la narración de Mateo- la pasión del Hijo del hombre, del Señor de la gloria, del juez universal destinado a dar cumplimiento a la historia de la humanidad. El evangelista refleja esta condición en una narración de intensa dramaticidad, manifestada en los detalles propios de su evangelio y en la tención continua entre poder y servidumbre. El que podía haber recurrido a más de doce legiones de ángeles para librarse de las manos de los hombres se deja capturar inerme, calla ante los “grandes” sin utilizar manifestaciones sobrenaturales. Su muerte rubrica el paso a una condición totalmente nueva desde el punto de vista religioso, humano y cósmico. Mateo subraya particularmente su soledad en Getsemaní, la humildad de su oración al Padre (“si es 40 Reflexiones posible…”) y su confesión a los discípulos, a los que confía no sólo su tristeza mortal, sino también la debilidad de su carne. El evangelista insiste también en el cumplimiento de las Escrituras para indicar que la pasión entra de lleno en el plan salvífico de Dios. A pesar de todo el pueblo elegido no ha comprendido y se hace culpable de la sangre del Inocente, esa sangre que sanciona “la nueva y eterna alianza”, la única que puede redimir de todo pecado. La pasión del Señor nos pone en silencio. Un silencio más profundo que las múltiples voces que nos rodean y que habitualmente nos invaden. De lo hondo del corazón brota una pregunta que no podemos evitar: ¿por qué? La respuesta nos la da el mismo Jesús, que dice: “esta es mi sangre derramada por todos, para el perdón de los pecados”. Contemplemos al Hijo del hombre, al Señor glorioso, humillado por nosotros, injuriado, perseguido. Miremos al Hijo de Dios, que no queda crucificado para salvarse a sí mismo, sino para salvarnos a todos nosotros. Fiel al designio del Padre, fiel al amor del hombre, ha asumido el abandono extremo debido al pecado, para que nosotros, libres, pudiésemos gustar la alegría de la comunión con Dios. Que se conmueva la tierra por nuestra habitual indiferencia, que se despedacen las rocas de los corazones empedernidos. Hoy se nos brinda la gracia de la pasión de Cristo. Al nombre de Jesús, también nosotros doblamos las rodillas y, en silencio, humildemente, dejamos nuestros pecado a los pies de su cruz gloriosa, de su cruz de amor. LUNES SANTO 14 DE ABRIL Pbro. Juan Diego Chávez García Prefecto del Seminario Menor Evangelio de Juan 12, 1-11 En este día vemos que Jesús nuevamente visita a sus amigos de Betania: Lázaro, Marta y María. El domingo V de Cuaresma escuchamos el relato de la resurrección de Lázaro, ante cuya muerte Jesús se conmovió profundamente, porque era su amigo y su pérdida lo llenó de tristeza. Sin embargo, la muerte de Lázaro fue ocasión de mostrar con un gran milagro que Él es el Mesías, el Hijo de Dios. Se nota que para Jesús la amistad con los tres hermanos de Betania era motivo de gran alegría. Es lo primero que aprendemos en las lecturas de este día. Jesús disfruta estar con ellos, y parece que le gusta visitarlos después de tantas idas y venidas como implicaba la misión de anunciar el Reino de Dios. Ahí Jesús encuentra descanso, atenciones y cariño. Nosotros también estamos invitados a tener una amistad grande con Jesús. Él quiere que también nosotros lo recibamos en nuestras vidas y le abramos las puertas de nuestro corazón, de nuestras familias. Quiere ser parte de nuestro quehacer diario. Que lo tengamos presente durante nuestras comidas con la bendición de los alimentos, porque también ahí nos acompaña como a Lázaro, Marta y María. En definitiva, quiere acompañarnos en todo lo que hagamos. Y la manera de estar cerca de Jesús es a través de la oración, de los sacramentos, sobre todo la Confesión y la Eucaristía, y del amor a los demás. Así Jesús también nos visita. 41 Reflexiones Después vemos a María que unge los pies de Jesús y se los enjuga con su cabellera. Es una muestra de cariño grande al Señor. No le importa hacer ese gasto, porque sabe que Jesús lo vale, y sin haberlo pretendido, anticipa la unción que Jesús recibirá pocos días después antes de ser sepultado. Preguntémonos, ¿cuánto estamos dispuestos nosotros a gastar en el culto a Dios? ¿En tener dignas y limpias nuestras capillas? ¿En cooperar para que las celebraciones litúrgicas se lleven a cabo con todo el honor que merece Dios Nuestro Señor? ¿Con cuánto ayudo a mi parroquia para los gastos de la pastoral? ¿Con cuánto ayudo a los que más lo necesitan? Y por último tenemos la actitud de Judas Iscariote. Se nota sorprendido, escandalizado. Le parece un despilfarro lo que ha hecho María. ¿Acaso Jesús no lo vale? ¿Acaso no merece Dios que le demos lo mejor que tenemos? ¿Cuánto gastamos a veces en cosas superficiales, y no somos capaces de ayudar a los más pobres, con quienes Jesús se ha identificado? A Judas no le importan los pobres, ni los demás. Lo que quiere es robar dinero que no le ha costado. Muchas cuentas tendrá que dar Judas de un dinero que se le pidió administrar y que sin embargo, utiliza para cosas personales. ¿Cuántas cuentas nos pedirá el Señor sobre aquello que nos ha dado y nos pide administrar para hacer el bien a los demás y no solo para que saquemos provecho personal? Hoy, en estos primeros días de la Semana Santa tenemos que definir de cuál grupo de personajes del Evangelio queremos ser. De los amigos de Jesús, como Lázaro, Marta y María, que reciben a Jesús con gusto y que procuran su amistad. O de aquellos que ven en su amistad una oportunidad de aprovecharse, como Judas Iscariote que hacía negocio con lo que recibían para la misión. Quizá somos de aquellos que hacemos finta de interesarnos por los demás, pero en el fondo nos mueven intereses poco evangélicos. Hoy todavía vemos a Jesús con prestigio ante los demás. Dice el Evangelio que muchos judíos acudían a Betania, no solo para ver a Jesús, sino por curiosidad para ver a Lázaro a quien había resucitado. En los próximos días, Jesús se irá quedando solo poco a poco. Solo su Madre Santa María, el Apóstol más joven San Juan y unas cuantas mujeres estarán junto a Jesús en el momento de la prueba más grande. Estar junto a Jesús cuando las muchedumbres lo aclaman es fácil. Estar junto a Él cuando es humillado y castigado con el suplicio más vergonzoso, la Cruz, no es tan fácil. Decidamos cómo queremos acompañar a Jesús durante esta Semana, pero sobre todo después, en nuestra vida diaria, cuando volvamos a nuestros quehaceres de todos los días. Pidámosle a Santa María que nos dé fortaleza para estar con Jesús siempre, en las buenas y en las malas, y que vivamos nuestra vida de tal manera, que se pueda decir que creemos en Jesús y que procuramos imitar su vida de amor a Dios Padre y a los demás. Así sea. 42 Reflexiones MARTES SANTO 15 DE ABRIL Pbro. Eduardo Huerta Muro Director espiritual de Teología Evangelio Jn 13, 21-33. 36-38 “El que no es tranza no avanza” esta es una frase que hemos escuchado muchas veces o que incluso nosotros mismos en más de una ocasión la hemos dicho, pero ¿Qué significado encierra esta frase? En realidad dentro de estas palabras se esconden intenciones no muy buenas, pues se trata de no actuar correctamente, de hacer trampa (tranza) para salirse con la suya, e incluso se puede llegar a eliminar tanto a personas como cosas que estén estorbando para alcanzar los intereses egoístas, sin importarme la verdad o la bondad. Esto es lo que vivimos a diario en nuestra sociedad, cuantas veces en el trabajo se calumnia a una persona para tumbarlo de su puesto y ponerse en su lugar, todos los días escuchamos en las noticias muchos desprestigios y ataques entre empresarios y políticos, incluso los enemigos de la Iglesia la desprestigian y atacan al Papa, tal parece pues que vivimos en la ley de la selva, donde el más fuerte se come al más débil. Hoy el evangelio nos relata cómo Jesús nuestro Señor, sabía que iba a ser traicionado por uno de los suyos, relata el evangelio que Jesús se “conmovió profundamente” y declaró: “Yo les aseguro que uno de ustedes me va a entregar”, esta afirmación de Jesús provoca perplejidad y consternación entre sus discípulos, surgen las preguntas entre ellos de ¿A quién se refiere? Ignoran a quien se está refiriendo Jesús al decir esas palabras, sin embargo, Pedro le pide a Juan que le pregunte a quien se refiere, y cuando Juan le pregunta, Jesús contesta con un gesto ritual diciendo: “Aquel a quien yo le dé este trozo de pan, que voy a mojar. Mojo el pan y se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote; y tras el bocado, entró en él satanás”. En tiempos y la cultura de Jesús, era costumbre que el huésped o el anfitrión, o uno de los amigos más íntimos, tomara un trozo de pan o carne, lo untara en aceite o vino y lo diera al otro como signo de cercanía y de parentesco, y el hecho de que compartiera comida con la persona dicha persona, ya quedaba vinculada por lazos más fuertes que los de la sangre, sin embargo, a pesar de la vinculación tan estrecha de Judas hacia Jesús, no le importó traicionarlo. Y el maestro le dice: “Lo que tienes que hacer, hazlo pronto”, esta es una orden, que los demás comensales no entienden. Judas después de tomar el vacado, dice el evangelio “salió inmediatamente. Era de noche”. Así pues, este discípulo del Señor, después de tomar parte en la familia de Jesús, movido por la envidia y avaricia del dinero, niega totalmente el vínculo que le unía a Jesús y sale por libre elección del grupo de discípulos de Cristo, iba siguiendo sus intereses, no le importaron los del maestro que lo había llamado. El evangelio nos da otro dato importante, dice que cuando Judas abandonó a Jesús era de noche, es decir, este discípulo se adentra en las tinieblas pues en su corazón ya no hubo lugar para el día, se aleja de la luz que es Cristo, prefirió las penumbras a la claridad de la luz. Pasa de la vida a la muerte, pues Judas al traicionar a Cristo, dejó que entrara en su vida satanás, que es el padre de la mentira, y una vez que se fue el traidor Jesús dijo: “Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él”. Con estas 43 Reflexiones palabras el Señor está diciendo que ha llegado la hora del juicio, la ora de la gloria, de la crucifixión, la ora de sufrir y morir por la salvación de todos los hombres. Ante las palabras del maestro, los discípulos no entienden el motivo de las mismas, Pedro le interroga diciendo: “Señor, ¿A dónde vas?” lo que contesta Jesús “A donde yo voy ustedes no pueden ir”, Jesús va a la cruz, pero también va a su Padre, regresando a Él a través de una brecha abierta en su propia carne, un desgarre que rasgará en el templo el velo y abrirá en el tiempo de la historia humana, una puerta que transformará todo lo que hubo antes y que vendrá después. Pedro Sigue insistiendo ¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti. Jesús le dice: “Yo te aseguro que no cantará el gallo, antes de que me hayas negado tres veces”, vemos pues como Pedro, con ese amor a su Señor que lo impulsa a afirmar eso, muestra a su ves que no es consciente de su propia debilidad y desconoce el poder del mal con el que está luchando Jesús, y por lo tanto la actitud presuntuosa de Padre se ve sacudida por la afirmación de traición total, pues en realidad lo que hay en el corazón de Pedro es pérdida de coraje, mentira y miedo y el Señor Jesús se lo hace saber. Qué aplicación tiene la Palabra de Dios en nuestra vida, lo que acabamos de escuchar nos invita a fijar nuestras miradas en nuestra vida, en nuestra comunidad, y ver los Judas y los Pedros. Esos judas que ven más en sus propios intereses individualistas y egoístas que los de la comunidad, que los del grupo, que prefiere vivir en las tinieblas de la mentira que en la luz de la verdad. ¿Cuántas veces hemos actuado en nuestra vida como Judas? ¿Cuántas veces hemos traicionado la verdad, justificándonos en la falsa frase del que no tranza no avanza? Y efectivamente haciendo tranza no se avanza, sino que se estanca, se queda ahí fijo, esclavizado y atado. O bien, cuántos Pedros entrones, valientes y con un ego animoso y confiando más en sí mismo que en Dios, en lugar de escuchar con una actitud humilde la Palabra de Dios que le dice: “¿Con qué darás la vida por mí? Antes de que cante el gallo me habrás negado tres veces. Vemos como Jesús advierte tanto a Judas como a Pedro de todo lo que se avecina sobre su persona, pues el mal actúa con rapidez y violencia, en cambio el bien de forma más íntima. Jesús nos ve y conoce a cada uno de nosotros, sin duda alguna todos hemos sido judas, pues hemos traicionado nuestras promesas bautismales, nuestra fe, nos hemos traicionado unos a otros y hemos traicionado la buena noticia al negar el perdón a otros; o bien hemos sido pedros, es decir presuntuosos y ciegos, que hemos confiado en nuestras propias fuerzas, talentos, dones o bienes materiales, que escuchamos la verdad, pero nos negamos a darle cabida en nuestro corazón. O también, somos discípulos, que como los demás que estaban ahí sentados a la mesa del Señor y que solo contemplaban y no hablaban, que estaban contentos de la relación con Jesús, pero que no querían escuchar por miedo. Jesús empezó a cargar la cruz, no desde el momento en que los soldados se le echaron encima, sino desde antes, llevó la cruz de las traiciones, mentiras, y superficialidad de sus discípulos y amigos. ¿En qué lugar estoy yo? ¿A qué me invita hoy el Señor? 44 Reflexiones MIÉRCOLES SANTO 16 DE ABRIL Evangelio Mt 26, 14-25 «El que no está conmigo está contra mí» ¿Traición o fidelidad? ¿Preparar la cena o programar la entrega del Señor? Son dos acciones que se encuentran opuestas. No hay reconciliación entre ellas. El evangelio de Mateo, hoy nos presenta esas dos opciones, debemos de elegir una. Traición Es tal vez el episodio más desconcertante que nos narran los evangelios, ya que, nos cuesta mucho pensar que Jesús haya sido traicionado por uno de sus seguidores más íntimos. Pero esa fue la realidad. Muchas veces nosotros mismos nos escandalizamos de la acción realizada por Judas, pero estamos igual. Las ocasiones en que le damos la espalda al Señor lo estamos traicionando, defraudamos su confianza y lo entregamos para que lo maten. Traición es cuando le prometemos al Señor ser mejores personas, pero no lo somos, a la primera dificultad de cambiar, olvidamos nuestra promesa de fidelidad; quizá cuando vemos un poco de dinero como Judas; o una mejor oportunidad de trabajo, aunque implique pisotear al prójimo; o una manera fácil de tener dinero, sin importar que estemos violando la justicia; o una situación sentimental, dejando de lado el compromiso conyugal adquirido en el matrimonio. Ciertamente, la traición hiere el interior del hombre y hace que pierda toda la confianza y credibilidad de las personas a las que ha entregado. La traición a otra persona es fruto de la traición a sí mismo, pues cuando uno es fiel a sus ideales, a sus convicciones y esto lo ratifica con su manera de vivir, la traición es muy difícil que se lleve a cabo. Sin embargo si se traiciona a sí mismo, podrá traicionar a cualquiera. Nosotros ¿Somos fieles a nosotros mismos o nos traicionamos? Luchemos por ser fieles a nosotros mismos, solo así seremos fieles a Cristo y a las personas con las que hacemos nuestra vida a diario. Fidelidad La contraparte de la traición es la fidelidad, que significa ser sólido a las personas que depositan la confianza en nosotros. En el evangelio, paradójicamente, encontramos estas dos actitudes juntas, eso lo hace el autor para que nosotros nos demos cuenta que el seguir a Jesús exige radicalidad. La actitud de los demás discípulos es de estar a la orden de Jesús, preocupados porque la pascua se celebrara conforme la tradición. Ellos se concentraban en no defraudar a Jesús, pensando en otras cosas, es decir, que sus motivaciones, ilusiones y convicciones personales no se perdieran de rumbo. 45 Reflexiones Por eso, cuando Jesús les anuncia que será traicionado, ellos se ponen tristes, ya que, ese anuncio revela que se han traicionado a sí mismos. Debido a ello inician a preguntar, para saber quién se perdió del camino, quién puso su mente y su corazón en cosas pasajeras y no en Jesús. La persona fiel no busca otros intereses que colmen sus ansias de poder, de fama, o de placer, sino que busca ser feliz con lo que es y con lo que tiene. Nosotros estamos llamados a la fidelidad. Hoy en día se vive una crisis de fidelidad, no vemos confianza en nuestro entorno, todo nos inspira miedo, por lo tanto, desconfianza y temor. En la sociedad, que estamos viviendo al parecer estamos llenos de «Judas», incluso, si alguno de nuestros amigos cercanos nos traiciona no dudamos en decir; «es un Judas», nos duele, nos cuestiona y a veces hasta nos hace dudar de la amistad, pero nos hemos puesto a pensar: que nosotros también ocasionamos esos sentimientos a las personas que de alguna u otra manera traicionamos. Fidelidad o traición no hay punto medio. Son actitudes que se manifiestan en nuestra vida. Luchemos por ser fieles siempre y con todas las personas a ejemplo de Cristo, que fue fiel a Dios incluso en los momentos más adversos de su vida. JUEVES SANTO 17 DE ABRIL Pbro. Aurelio Ponce Esparza Prefecto de Teología Evangelio Jn 13, 1-5 Les he dado ejemplo, para que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan Con esta hermosa celebración eucarística iniciamos el Triduo Pascual, días de gracia para contemplar, vivir y celebrar el Misterio de Cristo, que nos dio vida nueva. Es esta una celebración muy especial, Jesús está en la víspera de su muerte, casi en la cima de su éxodo personal y definitivo, terminando su camino hacia el Padre; y como un acto de predilección hacia los suyos, celebra en medio de una gran confianza e intimidad, la última cena. El amor de Jesús al hombre se ha demostrado en su vida, pero va a resplandecer en su muerte, es un amor que no cesa, que no se desmiente ni se escatima. Y sólo el amor explica el gesto maravilloso y desconcertante, que realiza Jesús: lavar los pies a sus discípulos. Jesús tiene plena conciencia de la misión que el Padre le ha confiado, sabe que de él depende la salvación de la humanidad, el éxito del designio creador de Dios. Con el lavado de los pies va a mostrar cómo se lleva a término la obra del Padre. Jesús vive ya “su hora”, y es precisamente esta conciencia lo que lo lleva a significar su muerte con el lavado de los pies y a aceptarla con la traición de Judas. Quiere salvar al hombre y el deseo de darle vida lo lleva a entregarse. 46 Reflexiones Jesús es consciente de tenerlo todo en su mano, empezando por su propia vida; al estar en relación son “la hora” la acción que realiza es expresión de su última voluntad y adquiere por ello carácter fundacional, es decir, Jesús está fundando su nueva comunidad, el nuevo Israel, el nuevo pueblo elegido, que brota de la nueva y definitiva alianza y que encuentra su origen en el amor “hasta el extremo” de Jesús. Jesús es plenamente libre y sabe que con cada palabra y gesto suyo se está cumpliendo el plan amoroso del Padre. Al lavar los pies a sus discípulos Jesús deja un legado, una herencia, que debe quedar para siempre en la mente y en el corazón, esta última acción de Jesús, es la norma de la nueva comunidad, es el signo del amor. Jesús se despoja del manto, se despoja de su vida, y se ciñe un paño o delantal, propio del que sirve. Con esta acción Jesús nos está enseñando cuál debe ser nuestra actitud, pues no se trata de un gesto cualquiera. Jesús no pide ayuda, Él mismo va ejecutando cada una de las acciones preparatorias al trabajo servil. Se pone a lavar los pies de los discípulos, no se indica quien es el primero ni cuál va a ser el último, pues en esta nueva comunidad no hay orden de precedencia, la igualdad y la libertad, fruto del amor, serán la norma de vida. El delantal ceñido es signo de que esta actitud de servicio es definitiva, de hecho el evangelio no dice que lo deje al final del lavatorio, sino que simplemente volvió a tomar su manto. El servicio se convierte en un atributo permanente de Jesús, su amor-servicio no cesará con su muerte, por eso su costado, del que brota el Espíritu, quedará abierto. Este es el testamento de Jesús, pero no es legado casi inconsciente de un moribundo, sino la enseñanza de un hombre, que libre y amorosamente cumple la voluntad del Padre. Este amor-servicio es el fundamento de la nueva comunidad de discípulos, de los “suyos”, los que le pertenecen. Nosotros tenemos que imitarlo, pues lo que acaba de hacer no es un gesto transitorio, sino una norma válida para todo tiempo. Es un servicio que nadie impone, no nace del sentido del deber, sino de la espontaneidad del amor, comunicado por el Espíritu. VIERNES SANTO -UN SILENCIO EXPECTANTE18 DE ABRIL Pbro. Vicente Haro Campos Vicario de la parroquia de san Cosme y san Damián Sólo Dios es Santo, es Él quien llena con su perfección esta palabra. ¿Qué paradoja? El autor de la vida encarnado en Jesús, quiso experimentar el silencio de la muerte. Sin embargo, no es cualquier silencio, ya que, éste viene lleno de asombro y de curiosidad, algo novedoso está por ocurrir…sólo queda esperar… Cristo padeció por nosotros, dejándonos un ejemplo para que sigamos sus huellas…Dios que es amor sigue hablando a la humanidad, recordamos con gran alegría a Cristo, el Ungido, el Elegido, el cual con toda su voluntad como hombre y Dios quiso entrar en el silencio de la humanidad. Este entrar en la humanidad implica hacerse uno como nosotros, menos en el pecado, es decir, sufrió, padeció junto con el hombre, fue capaz 47 Reflexiones de sentir alegría, cariño, amor, pero también tristeza y sufrimiento, todo por amor al hombre. Todo esto, sin duda, es el ejemplo más grandioso que podemos tener, sólo nos queda a todos sin excepción alguna seguir sus huellas y sus pasos. Él no cometió pecado, ni encontraron engaño en su boca…Dios que es amor, no puede tener imperfecciones. Estos cinco domingos de cuaresma nos lo dejaron muy claro. En las tentaciones, se notó visiblemente que como hombre también las padeció, pero las supo afrontar con mucha fuerza y voluntad. La transfiguración, es signo de la pureza que sólo puede caber en su totalidad en la persona de Jesús. A la Samaritana le promete un agua viva, con la cual ya no tendrá sed, ésta sólo puede venir de Jesús el Hijo de Dios que brota su costado abierto y no de nadie más. En el ciego de nacimiento, los judíos no creyeron en Jesús, sin embargo, no encontraron argumento fuerte para decir que estaba mal. En la resurrección de Lázaro, Jesús no se esconde, Él sabe que al ir a Betania le espera la muerte, pero Él no tiene nada que temer, con la frente en alto avanza a dar vida y luz, a Lázaro en Betania y a la humanidad en Jerusalén. Nunca encontraron engaño en su boca… Cuando lo insultaban no devolvía el insulto…Cuando realmente se ama, el amor se convierte en un antídoto, que supera todo insulto, toda violencia, todo escupitajo. ¿Acaso alguna vez Jesús insultó a la mujer que encontraron en adulterio…le pagó con la misma moneda a Pedro cuando él le negó…ofendió a Judas cuando lo entregó con un beso? A pesar que Jesús era hombre, nos enseñó a poner las dos mejillas. Él lo hizo con su ejemplo. En su pasión no profería amenazas; al contrario, se ponía en manos del que juzga justamente…El amor de Dios siempre será desbordante y no se podrá comprender con términos humanos. Jesús estaba profundamente convencido de su inocencia, a pesar de esto, en ese momento tan doloroso, sólo encontramos palabras de comprensión y amor para la humanidad: -Padre perdónales porque no saben lo que hacen… ¿Sabes por qué actuó así Jesús? Porque confiaba de una manera extrema en su Padre, su vida estaba en sus manos y Él sabe que nunca lo abandonaría. Cargado con nuestros pecados subió al leño, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia…Es el amor el que nos ayuda a comprender la profundidad de esto. Sólo cuando se ama, se es capaz de darlo todo por aquél o aquéllos que se aman. El amor de Jesús fue tan grande que no sólo le bastó cargar el madero, sino que fue más allá, hasta el Calvario-altar de la humanidad, donde se realizó el acto de entrega que sobrepasa toda palabra, tan es así que la humanidad guardó silencio, un silencio expectante. Todo… ¿para qué? Para que muertos al pecado, vivamos…sí vivamos, no sólo en esta vida, sino en la verdadera vida: la Eterna. Sus heridas nos han curado…El amor quedó patentado en sus cinco heridas. Tan es así que a pesar de nuestras fallas e ingratitudes, de nuestras rebeldías y desprecios, a veces sin darnos cuenta otras tantas veces sí…pero recuerda… ¡oh hombre! Tienes que levantarte de donde estás, hay unas heridas que nos dieron vida y nos han curado no sólo externamente, sino que han ido hasta la más profundo, donde estaba anidado el pecado. Ahora entiendes… ¿por qué es un silencio expectante?...Sus heridas nos han curado. 48 Reflexiones VIGILIA PASCUAL 19 DE ABRIL Pbro. Marco Antonio Castañeda Haro Rector "Sé que buscan a Jesús, el Crucificado; no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho". En esta hermosa noche estamos celebrando el misterio esencial de nuestra vida cristiana, el acontecimiento histórico más importante para la humanidad entera: la resurrección de Cristo, el Hijo de Dios. Ésta es la "noche de vela en honor del Señor" (Ex 12,42), como aquella noche en que los israelitas salieron de Egipto. En aquella noche, el Señor "pasó" para salvar y liberar a su pueblo oprimido en la esclavitud. En una noche semejante, Cristo pasó de la muerte a la vida, liberando así al ser humano de su gran enemigo, que es la muerte. El evangelio según san Mateo que acabamos de escuchar nos anuncia la resurrección de Jesús. El evangelista imprime al anuncio de la resurrección un carácter teofánico, es decir, la presenta como una solemne aparición divina en la que el terremoto, el relámpago, el vestido blanco del ángel, la piedra del sepulcro retirada indican que el Señor se está manifestando. El centro del relato evangélico es el sepulcro vacío, interpretado por las palabras del ángel: "No está aquí; ha resucitado como lo había dicho". Sin duda, y con toda seguridad este es el anuncio más importante que el ser humano ha recibido de parte de Dios. Fueron María de Magdala y la otra María ("madre de Santiago y de José"), las primeras que escucharon y recibieron esta buena noticia (evangelio). Ellas que habían estado presentes en el momento de la crucifixión y de la muerte de Jesús, ahora son también testigos y misioneras de este anuncio. A veces trato de imaginarme ese momento cuando aquellas mujeres escucharon el anuncio del ángel: "No está aquí; ha resucitado como lo había dicho". Sin duda, su rostro se iluminó, se dibujó una sonrisa en sus labios, su corazón palpitó con mayor fuerza y su alma se llenó de consuelo, de fe y de esperanza. Su Señor, a quien habían visto crucificado y habían visto morir, ahora vive, ha resucitado, es decir, ha vencido a la muerte para siempre. Aquella tristeza que embargaba su mente y su alma, ahora se convierte en una inmensa alegría. Aún no han visto al Señor resucitado, solamente reciben la buena nueva de parte del ángel, el cual las invita a constatar que Jesús no está allí, "vengan a ver el lugar donde estaba". Es decir, el sepulcro está vacío. Inmediatamente después el ángel da a las mujeres una misión: "Pronto, vayan a decir a sus discípulos: ha resucitado de entre los muertos e irá delante de ustedes a Galilea; allí lo verán". Ellas partieron a toda prisa del sepulcro, con miedo y gran gozo, y corrieron a dar la noticia a sus discípulos. Verdaderamente este acontecimiento les estremece y al mismo tiempo les llena de una gran alegría, porque es la victoria definitiva de Jesús sobre el mal y sobre la muerte. 49 Reflexiones El evangelista Mateo señala que Jesús mismo sale al encuentro de ellas. La primera aparición del Resucitado está reservado para las mujeres. Jesús ha sido amado con una fidelidad maravillosa por parte de sus discípulas, que han estado cercanas incluso en el momento de la sepultura. Esta generosidad, que se manifiesta también en el hecho que por la mañana, después del sábado ellas van a visitar el sepulcro, es recompensada por un aparición de Jesús mismo. Jesús las saluda, "alégrense". En efecto la resurrección es la fuente de nuestra alegría, da a nuestra vida una seguridad y una esperanza que nos conceden superar todas las pruebas y las dificultades. Las mujeres se acercaron a Jesús, lo agarraron con fuerza de los pies y lo adoraron, porque con su resurrección Él manifiesta su divinidad. Entonces Jesús les dice: "No teman. De prisa, avisen a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán". El privilegio de la primera aparición tenido por las mujeres no es una invitación a permanecer contemplando a Jesús resucitado, sino es la oportunidad de una misión: quien ha visto ha Jesús resucitado, lo debe anunciar a los demás. La resurrección de Jesús, por lo tanto, tiene un aspecto muy dinámico. No es solamente una consolación después de una gran prueba de dolor, sino que es el inicio de un cambio para todo el mundo. Jesús resucitado ahora quiere comunicar su amor a toda la creación, vencer el mal en todos los corazones y dar a todos la inmensa alegría de estar en una relación de alianza con Dios y de comunión con los hermanos. Que en esta noche Jesús resucitado nos conceda su Espíritu para que, también nuestra alma y nuestro cuerpo se vean libres de todo mal y llenos de esa inmensa alegría podamos adorarlo como lo hicieron aquellas santas mujeres. Que Dios nos conceda la capacidad de reconocer a su Hijo resucitado en la persona de nuestros hermanos, especialmente en los enfermos, en los pobres, en los niños, en los ancianos, en los desamparados, en los alejados, en los tristes, etc. De esta manera nosotros podremos algún día contemplar cara a cara a Jesús resucitado. ¡ÁNIMO¡ "JESÚS RESUCITÓ" 50 Devocionario 51 Devocionario ROSARIO Por la señal de la santa Cruz… Señor mío Jesucristo Dios y Hombre verdadero, me arrepiento de haberte ofendido por ser Tú infinitamente bueno, te prometo, con tu gracia no volver a ofenderte. Amén. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo… Los misterios que vamos a meditar son: Lunes y sábado Misterios Gozosos 1. La Encarnación del Señor 2. La Virgen María visita a su prima santa Isabel. 3. El nacimiento del Hijo de Dios 4. La presentación en el templo 5. El Niño perdido y hallado en el templo. Martes y viernes Misterios Dolorosos 1. La oración en el huerto. 2. La coronación de espinas 3. Los azotes que recibió atado a la columna. 4. Jesús con la cruz a cuestas 5. Crucifixión y muerte del Señor. Jueves Misterios luminosos 1. El bautismo del Señor 2. Las bodas de Caná 3. Jesús predica el Reino e invita a la conversión 4. La transfiguración 5. La institución de la Eucaristía Miércoles y domingo Misterios gloriosos 1. La resurrección del Señor 2. La Ascensión del Señor 3. La venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles 4. María asunta al cielo. 5. La coronación de María Santísima como Reina de todo lo creado Al término de las cinco decenas: G- Oh Soberano Santuario, Sagrario del Verbo Eterno T- Libra, Virgen, del infierno a quienes rezamos tu santo rosario G- Emperatriz poderosa, de los mortales consuelo T- Ábrenos Virgen el cielo con una muerte dichosa, y danos pureza de alma, tú que eres tan poderosa. Dios te salve María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen purísima antes del parto llena eres de gracia… Dios te salve María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen purísima, en el parto, llena eres de gracia… Dios te salve María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen purísima, después del parto, llena eres de gracia… Dios te salve María Santísima, Templo, Trono y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin la culpa del pecado original. 52 Devocionario Dios te salve Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros, esos tus ojos misericordiosos. Y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén. Letanía Señor, ten piedad Cristo, ten piedad Señor, ten piedad. Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos. Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros. Dios, Hijo, Redentor del mundo, Dios, Espíritu Santo, Santísima Trinidad, un solo Dios, Santa María, ruega por nosotros. Santa Madre de Dios, Santa Virgen de las Vírgenes, Madre de Cristo, Madre de la Iglesia, Madre de la divina gracia, Madre purísima, Madre castísima, Madre siempre virgen, Madre inmaculada, Madre amable, Madre admirable, Madre del buen consejo, Madre del Creador, Madre del Salvador, Madre de misericordia, Virgen prudentísima, Virgen digna de veneración, Virgen digna de alabanza, Virgen poderosa, Virgen clemente, Virgen fiel, Espejo de justicia, Trono de la sabiduría, Causa de nuestra alegría, Vaso espiritual, Vaso digno de honor, Vaso de insigne devoción, Rosa mística, Torre de David, Torre de marfil, Casa de oro, Arca de la Alianza, Puerta del cielo, Estrella de la mañana, Salud de los enfermos, Refugio de los pecadores, Consoladora de los afligidos, Auxilio de los cristianos, Reina de los Ángeles, Reina de los Patriarcas, Reina de los Profetas, Reina de los Apóstoles, Reina de los Mártires, Reina de los Confesores, Reina de las Vírgenes, Reina de todos los Santos, Reina concebida sin pecado original, Reina asunta a los Cielos, Reina del Santísimo Rosario, Reina de la familia, Reina de la paz Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de nosotros. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo. 53 Devocionario ORACIÓN. Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro Señor. Amén. POR LOS SACERDOTES DE NUESTRA DIÓCESIS Este día el rosario lo vamos a ofrecer por todos los sacerdotes de nuestra Diócesis. Tengamos en cuanta, especialmente, a los sacerdotes que han estado en nuestra parroquia, a aquellos que nos han administrado algún sacramento, a aquellos que son nuestros amigos, conocidos o que han estado con nosotros en las diversas circunstancias de nuestra vida. También pidamos por los sacerdotes difuntos, para que ya estén celebrando la pascua eterna en compañía del Señor. Se comienza como el anterior 1º Misterio: Los sacerdotes: amor del corazón de Jesús «El Sacerdocio es el amor del corazón de Jesús», repetía con frecuencia el Santo Cura de Ars. Esta conmovedora expresión nos da pie para reconocer con devoción y admiración el inmenso don que suponen los sacerdotes, no sólo para la Iglesia, sino también para la humanidad misma. Tengo presente a todos los presbíteros que con humildad repiten cada día las palabras y los gestos de Cristo a los fieles cristianos y al mundo entero, identificándose con sus pensamientos, deseos y sentimientos, así como con su estilo de vida. ¿Cómo no destacar sus esfuerzos apostólicos, su servicio infatigable y oculto, su caridad que no excluye a nadie? Y ¿qué decir de la fidelidad entusiasta de tantos sacerdotes que, a pesar de las dificultades e incomprensiones, perseveran en su vocación de «amigos de Cristo», llamados personalmente, elegidos y enviados por Él?”. (De la Carta del Papa Benedicto XVI a los sacerdotes del mundo). 2º Misterio: La grandeza del sacerdote es Cristo. « ¡Oh, qué grande es el sacerdote! Si se diese cuenta, moriría... Dios le obedece: pronuncia dos palabras y Nuestro Señor baja del cielo al oír su voz y se encierra en una pequeña hostia...» «Si desapareciese el sacramento del Orden, no tendríamos al Señor. ¿Quién lo ha puesto en el sagrario? El sacerdote. ¿Quién ha recibido vuestra alma apenas nacidos? El sacerdote. ¿Quién la nutre para que pueda terminar su peregrinación? El sacerdote. ¿Quién la preparará para comparecer ante Dios, lavándola por última vez en la sangre de Jesucristo? El sacerdote, siempre el sacerdote. ¡Después de Dios, el sacerdote lo es todo!... Él mismo sólo lo entenderá en el cielo». «Si comprendiéramos bien lo que representa un sacerdote sobre la tierra, moriríamos: no de pavor, sino de amor... Sin el sacerdote, la muerte y la pasión de Nuestro Señor no servirían de nada». (De la Carta del Papa Benedicto XVI a los sacerdotes del mundo) 3º Misterio Sacerdote hombre de la Eucaristía El milagro de la consagración será para todo sacerdote ocasión de asombro y gratitud. Para poder descubrir que toda la existencia del sacerdote es existencia eucarística. Cuando el 54 Devocionario sacerdote pronuncia las palabras: «Esto es mi cuerpo… esta es mi sangre», hade asumir también en su propia persona la actitud de Jesús como existencia para Dios y para los otros. Justamente por ello ha de hacer de su vida una ofrenda para Dios y para los otros. Deberá vivir y practicar lo que dice y ser aquello que hace. No solo ha de celebrar la eucaristía, sino también vivirla. Ha de vivirla en solidaridad con todos lo que portan cargas y cruces en su comunidad y en el mundo entero. (El sacerdote Servidor de la Alegría p. 133) 4º Misterio Sacerdote, testigo del Evangelio El sacerdote no debe proclamar solo aquello que les está prohibido al cristiano y a la sociedad. Las restricciones, los preceptos y las prohibiciones intimidas y deprimen; la ley, sin la gracia de Cristo, agobia a las personas; únicamente el evangelio libera para el amor y las obras del amor. Por eso, la predicación ha de poner de relieve, primero y sobre todo, la opción positiva de la fe, incluso la belleza interior de la fe y de la vida de fe; pues la fe no es un sentimiento difuso, ni una praxis rutinaria, posee un contenido concreto que se puede y se debe conocer, ya que, solo es posible amar lo que se conoce, y aquello que se ama se desea conocer más a fondo. (El sacerdote Servidor de la Alegría p. 96) 5º Misterio Sacerdote hombre de la Misericordia ¿Qué significa misericordia para los sacerdotes? Preguntémonos qué significa misericordia para un sacerdote. Los sacerdotes se conmueven delante de las ovejas, como Jesús, que veía a la gente cansada y agotada como ovejas sin pastor. Jesús tiene las “vísceras” de Dios. Isaías lo dice mucho, está lleno de ternura hacia la gente, especialmente hacia las personas excluidas, hacia los pecadores, hacia los enfermos que nadie cuida… Así a imagen del Buen Pastor, el sacerdote es un hombre de misericordia y de compasión, cerca de su gente y servidor de todos. La verdadera misericordia se hace cargo de la persona, la escucha atentamente, lo enfoca con respeto y con verdad a la situación, y la acompaña en el camino de la reconciliación. El sacerdote realmente misericordioso se comporta como el Buen Samaritano… pero ¿por qué lo hace? Porque su corazón es capaz de compasión, ¡es el corazón de Cristo! (Del Discurso del Papa Francisco a los sacerdotes de Roma) Oh soberano santuario… Letanías por los sacerdotes A cada invocación vamos a responder: Jesús, Buen Pastor, Bendícelos. - Te pedimos Señor, que bendigas nuestro Obispo Sigifredo Noriega. - Te pedimos Señor, que bendigas a los Obispos eméritos, en especial al nuestro: Fernando Mario Chávez. - Te pedimos Señor, que purifiques el alma de los Obispos que ya han partido de esta vida, de manera particular por los que estuvieron en nuestras Diócesis para que puedan entrar en el Reino de los cielos. - Te pedimos Señor, que bendigas a los Obispos con los dones de Sabiduría y discernimiento, y con la docilidad a tu Santo Espíritu. - Te pedimos Señor, que bendigas a los Obispos con el don de la Misericordia. - Te pedimos Señor, que bendigas a los Obispos con el don de la Fortaleza. 55 Devocionario - - Te pedimos Señor, que bendigas a los párrocos de nuestra Diócesis. Te pedimos Señor, que bendigas a los vicarios parroquiales. Te pedimos Señor, que bendigas a los misioneros. Te pedimos Señor, que bendigas a los Sacerdotes y Diáconos, asesores de los diversos movimientos eclesiales. Te pedimos Señor, que purifiques el alma de los Sacerdotes de nuestra Diócesis, que ya han partido de esta vida, para que puedan entrar en el Reino de los cielos. Te pedimos Señor, que bendigas a tus Sacerdotes y Diáconos que estén atravesando alguna crisis profunda y que les concedas una renovada fidelidad. Te pedimos Señor, que bendigas a tus Sacerdotes y Diáconos, concediéndoles la docilidad a tu Santo Espíritu, junto con el fervor y la alegría. Te pedimos Señor, que bendigas a tus Sacerdotes y Diáconos que se encuentran sirviendo en zonas de riesgo. Te pedimos Señor, que bendigas a tus Sacerdotes y Diáconos, concediéndoles la creatividad y la intrepidez espiritual, para ganar la mayor cantidad de corazones para tu Reino. Te pedimos Señor, que infundas tu Espíritu a quienes se han consagrado a ti, en obediencia. Te pedimos Señor, que infundas tu Espíritu a quienes se han consagrado a ti, en pobreza. Te pedimos Señor, Te pedimos Señor, que infundas tu Espíritu a quienes se han consagrado a ti, en castidad. Te pedimos Señor, que infundas tu Espíritu a quienes se han consagrado a ti, sirviéndote en el campo de la salud. Te pedimos Señor, que infundas tu Espíritu a quienes se han consagrado a ti, en la Evangelización a tiempo completo. Te pedimos Señor, que infundas tu Espíritu a quienes se han consagrado a ti, en la vida fraterna y comunitaria. Te pedimos Señor, que infundas tu Espíritu a quienes se han consagrado a ti, como almas reparadoras. Te pedimos Señor, que infundas tu Espíritu a quienes se han consagrado a ti, para servirte en los más pobres. Te pedimos Señor, que bendigas a los seminaristas de nuestra Diócesis y de todas las diócesis del mundo. Te pedimos Señor, que les concedas un corazón recto para buscar en todas las cosas y en todo momento tu bendita voluntad. Te pedimos Señor, que sanes sus corazones de todas las heridas recibidas a lo largo de la vida. Te pedimos Señor, que transformes sus corazones, a semejanza de tu Divino Corazón y del Inmaculado Corazón de María. Te pedimos Señor, que bendigas a tus seminaristas, concediéndoles la docilidad a tu Santo Espíritu, el fervor y la alegría. Te pedimos Señor, que transformes su personalidad, según tu Divina Voluntad. Te pedimos Señor, que les concedas los nuevos comportamientos que necesitan para llegar a ser testigos de la presencia de tu Reino en el mundo. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo (3) 56 Devocionario Bajo tu amparo… Oración final Jesús, Buen Pastor: en tus manos ponemos a todos tus Pastores, para que llenos de tu Espíritu Santo, sepan interpretar los signos de los tiempos actuales y guíen al rebaño, a ellos encomendado, hacía pastos verdes y aguas de vida. Amén. POR LOS 150 AÑOS DE LA DIÓCESIS Este año estamos celebrando nuestro año jubilar, es decir, es un tiempo de alegría porque durante estos 150 años, el Señor nos ha concedido peregrinar como familia a la casa del Padre. Es un periodo de dar gracias por las bendiciones recibidas, de pedir perdón por las fallas cometidas y de pedir su luz para crecer como discípulos-misioneros de Jesús. En todo este tiempo, la Virgen María, ha tenido un lugar importante, puesto que es en su regazo maternal donde hemos crecido todos nosotros en la fe. Por esta razón, recemos nuestro rosario para pedirle a Dios, por intercesión de María por nuestra querida diócesis de Zacatecas. Les comparto unas líneas del pregón que se leyó el 1 de Diciembre, y que hoy nos sigue invitando a vibrar llenos de alegría en este año jubilar: «Una gran alegría nos invade que nos hace expresar sentimientos de gratitud a Dios, nuestro Padre, que nos ha acompañado por medio de su Hijo en este caminar en la fe durante este período. Pidamos al Señor que con este motivo podamos contagiar a todo el Pueblo de Dios, que peregrina en esta Iglesia particular de Zacatecas, con expresiones de alegría por todas las gracias y bendiciones que a lo largo de estos 150 años ha derramado en nuestra Iglesia.… nos estremecemos ante los sentimientos de gratitud y gozo que brotan ante el amor generoso y desbordante que Dios, nuestro Padre, nos ha comunicado por medio de su muy amado Hijo, Jesucristo, en el Espíritu Santo». Se inicia como de ordinario. Los misterios se tomarán de acuerdo al día correspondiente, aquí se proponen algunas intenciones para cada uno. 1. Pidamos en este primer misterio por nuestra Diócesis de Zacatecas para que no se canse de ser sacramento de salvación, y por nuestros quince obispos que se han entregado al servicio de esta iglesia local. 2. Ofrezcamos este misterio por los sacerdotes y por los religiosos que han desgastado su vida por amor a nuestra Diócesis. Que quienes ya fallecieron, gocen de la presencia del Señor y quienes aún viven no se cansen de encaminarnos a todos hacia Dios. 3. En esta decena, imploremos al Señor que les conceda a todos los laicos, niños, jóvenes y adultos, en sus diferentes servicios y condición de vida, un corazón generoso y valiente para ser testigos del Señor en todo lugar y siempre. 57 Devocionario 4. Pidamos al Señor, por las familias de nuestra diócesis, para que sean verdadera Iglesia doméstica, lugar donde se aprenda de Dios, se viva el respeto, la responsabilidad, el amor hasta el extremo, como nos enseñó Jesús. 5. Pongamos en las manos del Señor por mediación de María, el plan que se está elaborando en nuestra Diócesis para que sea reflejo de una búsqueda emprendida por todos de ser auténticos cristianos que testifiquen a Cristo Muerto y Resucitado hoy. Oh soberano Santuario… Al finalizar la letanía se hace esta acción de gracias. Como una fuerte cascada de música y vítores, los invito hermanos, a que proclamemos juntos: - R/Bendito seas Señor y Dios nuestro, porque es eterna tu misericordia. Gracias Padre Dios, fuente de todas las gracias, porque has estado siempre con nosotros, porque has sido providente. R/ Gracias Dios Hijo, nuestro Señor Jesucristo, nuestro hermano, porque has dado tu vida por cada uno de nosotros, porque eres el Camino a seguir en nuestro peregrinar hacia Dios Padre. R/ Gracias Dios, Espíritu Santo, porque has infundido valor, especialmente a nuestros mártires para dar testimonio de Cristo con su sangre, y has suscitado dones y carismas para la edificación de nuestra diócesis. R/ Gracias Virgen María porque nos has dado a Jesús y has estado presente como fiel intercesora y madre en nuestra familia diocesana. R/ Te Pedimos, Señor, nos des las gracias necesarias para bien prepararnos a celebrar nuestro gran jubileo diocesano. Amén. ¡VIVA DIOS NUESTRO PADRE! ¡VIVA CRISTO, SU HIJO, NUESTRO REY! ¡VIVA EL ESPIRITU SANTO CONSOLADOR! ¡VIVA LA VIRGEN MARIA NUESTRA MADRE! ¡VIVAN NUESTROS MARTIRES ZACATECANOS! ¡VIVA NUESTRA DIOCESIS DE ZACATECAS! Oración por el Año Jubilar Señor Jesús, te agradecemos que nos concedas a nuestra Iglesia Diocesana de Zacatecas celebrar 150 años de caminar en la Fe. Gracias por los pastores que nos han conducido durante este tiempo. Gracias por los Sacerdotes que nos has dado y nos han servido con entrega y fidelidad. Gracias por los Religiosos y Religiosas que nos han dado testimonio del Evangelio. Gracias por la perseverancia y dedicación de nuestros laicos. Te suplicamos que en este año jubilar trabajemos por avanzar en nuestra Conversión y Renovación de nuestra Vida Cristiana. Concédenos por intercesión de Nuestra Señora de los Zacatecas que logremos ser una Iglesia Evangelizada y Evangelizadora y que seamos capaces de anunciar tu Evangelio en nuestra cultural actual. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas, con el Padre, en la Unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos, Amén. 58 Devocionario HORA SANTA PARA NIÑOS Puede iniciarse en la puerta del templo Canto Vamos niños, al Sagrario, que Jesús llorando está Pero viendo tantos niños muy contento se pondrá. (Se motiva a los niños a cantarlo) En este pequeño momento vamos a reflexionar que Jesús murió por nosotros, porque nos quiere y porque quiso que nos salvemos. Entramos en el Oratorio, nos arrodillamos y hacemos silencio. Guía: vamos a preparar nuestro corazón para hablar con Jesús Eucaristía, que está escondido en algo que es un poco de pan ahí está Jesús, el Hijo de Dios en Persona. Preguntarles ¿Lo pueden ver? Él sí nos ve y nos oye. Junto a Él, se encuentran también invisibles, pero presentes de verdad, su Mamá, la Virgen, y millones y millones de ángeles del cielo que lo adoran de rodillas. También nosotros hemos venido a adorar a Jesús Eucaristía, y por eso nos arrodillamos y hacemos silencio ante su presencia sacramental. Oración inicial: Dios mío, yo creo, espero, te adoro y te amo. Te pido perdón por los que no creen, ni esperan, ni te adoran, ni te aman. Acto de adoración Guía: Querido Jesús Eucaristía, venimos ante Ti, para darte el regalo de nuestra humilde adoración. Como niños te ofrecemos nuestra compañía en este rato de adoración, y nuestros corazones para que descanses en ellos. Vamos a decir todos con nuestras manos juntas y viendo al Sagrario: Niñito Jesús que en la Hostia estás, para mí te quiero, para mí serás, tres veces. Ahora vamos a cantarle a Jesús: Amén, amén, amén… y J, y E, y S, y U, y S, ¿qué dice? ¿No se oye? ¡Más fuerte! ¡Tres veces!... Acto de perdón Guía: Dios nos quiere mucho y está siempre dispuesto a perdonarnos, pero quiere que se lo pidamos. Después de cada petición diremos: Pero Tú nos amas y Tú nos buscas. (Las siguientes peticiones pueden ser dichas por el guía o por uno o varios niños). - Señor y Padre nuestro, muchas veces no nos hemos portado como deben portarse los hijos de Dios. R/ Pero Tú nos amas y Tú nos buscas. Hemos hecho enojar a nuestros papás y maestros. R/ Pero Tú nos amas y Tú nos buscas. nos hemos peleado unos con otros y nos hemos dicho malas palabras. R/ Pero Tú nos amas y Tú nos buscas. 59 Devocionario - Hemos sido flojos en la casa y en la escuela y no ayudamos a nuestros papás ni a nuestros hermanos ni amigos. R/ Pero Tú nos amas y Tú nos buscas. Hemos sido presumidos y mentirosos. R/ Pero Tú nos amas y Tú nos buscas. Hemos dejado de hacer el bien cuando se nos presenta la ocasión. R/ Pero Tú nos amas y Tú nos buscas. Guía: ahora como nos enseñó Jesús nuestro Hermano mayor vamos a pedirle a Dios, nuestro Padre, que perdone nuestros pecados diciéndole tomados de nuestras manos: Padrenuestro. Acto de intercesión Guía: el Papa Juan Pablo II escribió una carta dirigida a todos los niños del mundo, en ella nos deja una tarea, nos dice que oremos por «los problemas de nuestra familia y de todas las familias del mundo… Debemos rezar juntos y mucho para que la humanidad, formada por varios miles de millones de seres humanos, sea cada vez más la familia de Dios, y pueda vivir en paz… he decidido pedirles, queridos niños y muchachos, que se encarguen de la oración por la paz. Ustedes saben bien: el amor y la concordia construyen la paz, el odio y la violencia la destruyen… por esto el Papa está seguro de que no rechazarán su petición, sino que nos uniremos a su oración por la paz en el mundo». Vamos a responder diciendo Jesús, Amigo, escucha nuestra oración. - Venimos a pedirte por todos los niños del mundo, para que nunca nos apartemos de Ti, porque solo cerca Ti obtendremos la paz y la alegría para nosotros y para nuestras familias. Con nuestras manos juntas vamos a decirle a Jesús, Jesús, Amigo, escucha nuestra oración. - Te pedimos por nuestros padres, por nuestros hermanos, por nuestros abuelos, por todos nuestros familiares, para que a todos los ilumines y les des la gracia de creer en Ti, única fuente de dicha y de gozo. R/ Jesús, Amigo, escucha nuestra oración. - Queremos pedirte para que todos, pero especialmente los niños, encuentren en Ti, Jesús Eucaristía, lo más importante de su vida. Que todos sepan que sólo recibiéndote a Ti en la comunión, podrán cumplir la voluntad de Dios en sus vidas. R/ Jesús, Amigo, escucha nuestra oración. - Te pedimos, Jesús, Amigo que sigas guiando a nuestra Diócesis de Zacatecas, que cumple 150 años, bendice a nuestro Obispo, a nuestros sacerdotes y religiosos, a nuestras familias para que todos seamos buenos amigos tuyos. R/ Jesús, Amigo, escucha nuestra oración. - Que todos deseen vivir el primer mandamiento, el más importante de todos: “Amarás a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a Ti mismo”. R/ Jesús, Amigo, escucha nuestra oración. - Te pedimos la luz que viene de Tu Sagrado Corazón, para que seamos capaces de entender y de vivir el cuarto mandamiento: “Honrarás padre y madre”, siendo para con ellos amables, obedientes, serviciales, y buscando de evitar, a toda costa, cualquier cosa que pueda entristecerlos. R/ Jesús, Amigo, escucha nuestra oración. 60 Devocionario - Danos también tu ayuda para que seamos capaces de vivir la pureza de cuerpo y alma desde ahora, te consagramos nuestros corazones y nuestros cuerpos, para que Tú nos ayudes a conservarlos puros y sin mancha, de modo que esté siempre en nosotros el Espíritu Santo. R/ Jesús, Amigo, escucha nuestra oración. - Ayúdanos, Jesús, a comprender que las obras de misericordia no son lecciones para saberlas de memoria, sino obras de amor que tenemos que hacer, todos los días, para poder entrar al cielo. R/ Jesús, Amigo, escucha nuestra oración. - Ayúdanos a entender que si no ayudamos a nuestros prójimos, sobre todo los más necesitados, nunca entraremos en el Cielo. Por eso te prometemos, desde ahora, que trataremos de ser lo más buenos posibles, brindando a todos nuestra ayuda. R/ Jesús, Amigo, escucha nuestra oración. Guía: ahora confiados de que el Señor escucha nuestra oración, vamos a cantarle al amor de Dios: El amor de Dios es maravilloso… Guía: Juntemos nuestras manos y fijemos nuestra mirada en la casita, el Sagrario, porque ahí está Jesús. Vamos a rezar para finalizar: Padrenuestro, Ave María y Gloria. Oración de despedida: Querido Jesús Eucaristía, debemos ya retirarnos, pero antes, te dejamos nuestros corazones al pie tu presencia Eucarística, para que no permitas que nunca dejemos de pensar en Ti y en todo lo que sufriste por nuestro amor. Y si nos distraemos, llámanos con tu dulce voz, para que siempre y en todo momento estemos alabándote, adorándote y dándote gracias. Haz que tu Mamá, la Virgen, que es también nuestra Madre, nos acompañe y nos guíe en nuestro caminar hacia el encuentro contigo, en la eternidad Todos: Niñito Jesús, que en la Hostia estás, para mí te quiero, para mí ser. Niñito Jesús, haz que mis obras sean como lirios y rosas delante. Niñito Jesús, yo me voy, Tú te quedas en el sagrario, Pero el ángel de mi guarda te va a velar por mí. Dame tu bendición (Hacemos la señal de la cruz) Por la señal de la santa Cruz… HORA SANTA PARA JÓVENES ORACION: Todos: Señor, ante tu presencia amorosa, los jóvenes aquí reunidos te pedimos bendigas nuestra juventud; di de ella palabras buenas que día a día se nos vuelvan vida. 61 Devocionario Queremos ser jóvenes nuevos. Estrenar nuestra vida recibida de ti y por ti hecha buena. Déjanos matar al joven viejo que vive en nosotros y que a nosotros se aferra. Déjanos enterrarlo muy hondo, bajo tierra, y que de ti nazca en nosotros el joven nuevo. Danos un recto pensar y un actuar acorde. Queremos Vivir en paz, con la conciencia limpia de mancha, aceptamos las penas, nada queremos hacer para evitarlas. Nos hiciste de lodo amasado con lágrimas divinas, llanto divino de divinos ojos que miraban el futuro. Aceptamos las penas... danos en cambio, fortaleza para vencerlas, danos una vida nueva cargada de amor y amistad. Concédenos ser tus amigos y amarte también en maestros amigos. Queremos sembrar cosas nuevas, pero danos también el consuelo de cosechar el futuro y gozar lo sembrado. Danos el ser felices con lo que somos, sin dejar nunca el sino intento de hoy, ser mejores que como fuimos el día de ayer. Déjanos sentimos hijos tuyos, confiados entre tus brazos y recibir el sustento. Danos, Jesús, te lo pedimos, el sentimos por ti siempre llamados a vivir contentos nuestro destino y nuestra juventud, sabiendo que al final de nuestro camino te encontramos a ti con los brazos abiertos; danos paternal cariño. (AMEN) CANTO: Dios está aquí, Tan cierto como el aire que respiro, Tan cierto como la mañana se levanta, Tan cierto que cuando le hablo y me puedes oír. 1. JESUCRISTO: CAMINO. VERDAD Y VIDA LECTOR: En la vida hay tantas cosas que nos entristecen. Vivir es un enfrentarnos continuamente a aquello que nos causa pena, dolor y sufrimiento. TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la das Señor LECTOR: Algunos jóvenes luchan y vencen, otros se dejan llevar por la tristeza y viven sumidos en la oscuridad, están enfermos del ALMA. TODOS: Que la alegría y la juventud sólo tú la des Señor LECTOR: Algunos jóvenes buscan la alegría desesperadamente en fuentes falsas que sólo producen falsa alegría, quisiera comprar alegría embotellada bajo prestigiosas etiquetas y sólo adquieren vacío. TODOS: La alegría y la juventud sólo tú la das Señor LECTOR: El tener no remedia la soledad; los cachivaches no pueden sustituir la compañía humana; el consumismo que nos aqueja es el signo de una juventud que busca la alegría por caminos equivocados. TODOS: Danos juventud y alegría Señor Jesús LECTOR: La alegría no se puede fingir por mucho tiempo; es un estado, una actitud de vida permanente y responsable, una situación de ánimo; la alegría no se pierde ante la adversidad, sino que nos ayuda a superarla. 62 Devocionario TODOS: Danos juventud y alegría Señor Jesús LECTOR: Una alegría natural la encontramos en los niños, ellos no pueden estar mucho tiempo tristes a no ser que ya estén enfermos de] alma. TODOS: Danos la alegría natural de los niños, Jesús. LECTOR: La alegría de los niños viene de la seguridad que les da el tener en quien confiar, viene de la capacidad de asombro ante un mundo que todavía no conocen. TODOS: Los jóvenes queremos confiar ciegamente en ti Jesús LECTOR: Esa alegría de los niños viene de que mantienen abierta la puerta de la fantasía, viene de su gozo y de su inmenso deseo de vivir. TODOS: Los jóvenes tenemos deseos de seguir viviendo a pesar de las adversidades, por eso queremos confiar ciegamente en ti Jesús. LECTOR: Pero ante todo viven de la paz que existe en sus almas, ajenas todavía del conflicto que causa el actuar en contra de la conciencia Esa tan mencionada inocencia que los adultos lamentamos haber perdido, se llama paz interior. TODOS: Los jóvenes queremos encontrar paz y sentido a nuestra vidas por eso nos acercamos a ti JESUS, ya que sólo tu das sentido a nuestras vidas. LECTOR: Dios es la fuente de la alegría porque es la causa de la felicidad del hombre, sólo en Dios podremos encontrar una alegría auténtica y fa sobre la adversidad y los fracasos permanentes. TODOS: Los jóvenes queremos tener un encuentro real y definitivo con CRISTO porque Él es, la causa de la felicidad del hombre. LECTOR: La prueba más real que Dios es la alegría del hombre, se ha manifestado a través de la historia, por medio de cada mártir y en cada auténtico cristiano que en momentos de tribulación y a la hora de la muerte respondieron sólo con una tierna y agradable sonrisa, esperando siempre en Dios como único consuelo. TODOS. Danos valentía y fortaleza en las tribulaciones; que los jóvenes no perdamos de nuestra mente que tú eres nuestro único fin y que siempre nos esperas con los brazos abiertos por medio de la reconciliación, aunque nuestro pecado haya sido muy grande. LECTOR: Cuando Dios nos perdona volvemos a ser como niños recién nacidos, somos hombres nuevos. ¡Qué sensación de paz nos embarga cuando salimos del confesionario, nos sentimos libres, limpios y alegres! TODOS: JESUS concede a los jóvenes la valentía necesaria para que se acerquen al sacramento de reconciliación y que hagamos el propósito firme de no volver a faltar nunca jamás. LECTOR: Después de confesarnos de nosotros depende siempre, con la ayuda de Dios, el continuar viviendo esa alegría todo el tiempo que queramos, siempre y cuando no volvamos a entrar en guerra contra nuestra conciencia y contra la voluntad de Dios; esa es la alegría de los niños y de los que son como ellos, la alegría de los santos que siempre es una participación del amor de Dios. 63 Devocionario TODOS: Los jóvenes queremos afirmar que únicamente Dios hace hombre feliz, porque «sólo Dios basta» y proclamaremos a cuantos encontremos en nuestra vida y no nos cansaremos de ser camino de acogida, de fiesta y de amistad, para cuantos encontremos sentados en el aburrimiento y la soledad. 2. LOS JOVENES CONSTRUYEN LA CIVILIZACION DEL AMOR: LECTURA Ef 4, 1-22. 32 Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido, siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor. Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz. Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo; un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por medio de todos y en todos. Pero a cada uno de nosotros se nos ha dado gracia en la medida en que Cristo ha repartido los dones. Por esto dice: «Cuando ascendió a lo alto, se llevó consigo a los cautivos y dio dones a los hombres.» ¿Qué quiere decir eso de que «ascendió», sino que también descendió a las partes bajas, o sea, a la tierra? El que descendió es el mismo que ascendió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo. Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo. De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo. Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas. Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo. Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro. Así que les digo esto y les insisto en el Señor: no vivan más con pensamientos frívolos como los paganos. A causa de la ignorancia que los domina y por la dureza de su corazón, éstos tienen oscurecido el entendimiento y están alejados de la vida que proviene de Dios. Han perdido toda vergüenza, se han entregado a la inmoralidad, y no se sacian de cometer toda clase de actos indecentes. No fue ésta la enseñanza que ustedes recibieron acerca de Cristo, si de veras se les habló y enseñó de Jesús según la verdad que está en él. Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo. 64 Devocionario LECTOR: Los jóvenes debemos formar una sociedad nueva, en la que se respete la vida, protegiéndola desde su concepción hasta una muerte digna y humana. TODOS: Jesús necesitamos jóvenes dispuestos a respetar la vida; que digan no al aborto y que respeten a los ancianos. LECTOR: Los jóvenes debemos formar una sociedad en la que se camine por rutas de valores y que declare que la felicidad es un derecho de la persona humana y está en el orden del ser, no del poder, ni del tener, ni del consumismo. TODOS: Jesús, necesitamos jóvenes que se cultiven con valores, que digan no al poder, al tener y al consumismo como único fin y única meta. LECTOR: Necesitamos una sociedad que rechace todo lenguaje de terrorismo, revancha y venganza, por eso le pedimos a Jesús... TODOS: Danos jóvenes que rechacen la cultura de la muerte y promuevan una cultura de vida y amor LECTOR: Necesitamos una sociedad nueva con jóvenes que no vivan en el mundo de la droga, del alcohol ni del sexo-objeto como caminos de felicidad, por eso le decimos a Jesús. TODOS: Danos jóvenes que digan no a las drogas y a los vicios, pidiéndote al mismo tiempo por aquellos jóvenes que de alguna manera han caído en las drogas y el alcoholismo, para que descubran que la verdadera libertad la das tú, JESUS. LECTOR: No podemos esperar que haya justicia y honestidad, si nosotros no empezamos a luchar por ejercer la justicia y a vivir como hombres honestos; por eso le decimos a Jesús... TODOS: Los jóvenes queremos un México mejor, por eso te pedimos nos ayudes para que desde ahora comencemos a ser más justos y honestos con todos los que nos rodean. LECTOR: México es un país que vive una espantosa crisis. Buscamos muchas razones y pretextos de esa crisis, pero la verdadera razón de la crisis es la falta de valores auténticos en todos los hombres que formamos la nación. TODOS: Los jóvenes no queremos estar como paralíticos ante esta situación, por eso le pedimos a Jesús que nos dé jóvenes comprometidos en los campos de la política, en los grupos juveniles, promoviendo siempre los valores auténticos en la sociedad que nos rodea. Canto: Cantemos al amor de los amores… 3.- APOSTOLES CON LA FUERZA DEL ESPIRITU: 1. Sam 18,32-33.37.40-51 Dijo David a Saúl: «Que nadie se acobarde por ese. Tu siervo irá a combatir con ese filisteo»: Dijo Saúl a David: «No puedes ir contra ese filisteo para luchar con él, porque tú eres un niño y él es un hombre de guerra desde su juventud». Añadió David: «Yahvé, que me ha librado de las garras del león y del oso, me librará de la mano de ese filisteo». Dijo Saúl a David: «Vete, y que Yahvé sea contigo». Tomó su cayado en la mano, escogió en el torrente cinco piedras lisas y las puso en su zurrón de pastor, en su morral y con su honda 65 Devocionario en la mano se acercó al filisteo. El filisteo fue avanzando y acercándose a David, precedido de su escudero. Volvió los ojos el filisteo y viendo a David, los despreció porque era un muchacho rubio y apuesto. Dijo el filisteo a David: « ¿Acaso soy un perro, pues vienes contra mí con palos?» Y maldijo a David el filisteo por sus dioses, y dijo el filisteo a David: «Ven hacia mí y daré tu carne a las aves del cielo y a las fieras del campo». Dijo David al filisteo: «Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero Yo voy contra ti en nombre de Yahvé Sebaot, Dios de los ejércitos de Israel, a los que has desafiado. Hoy mismo te entregará Yahvé en mis manos, te mataré y te cortaré la cabeza y entregaré hoy mismo tu cadáver y los cadáveres del ejercito filisteo a las aves del cielo y a las fieras de la tierra, y sabrá toda la tierra que hay Dios-para Israel. Y toda esta asamblea sabrá que no por la espada ni por la lanza salva Yahvé, porque de Yahvé es el combate y os entrega en nuestras manos. Se levantó el filisteo y fue acercándose a David; se apresuró David, salió de las filas y corrió al encuentro del filisteo. Metió su mano David en su zurrón, sacó de él una piedra, la lanzó con la honda e hirió al filisteo en la frente, la piedra se clavó en su frente y cayó de bruces en tierra. Y venció David al filisteo con la honda y la piedra; hirió al filisteo y le mató sin tener espada en su mano. Corrió David, se detuvo sobre el filisteo y tomando la espada de este la sacó de su vaina, le mató y le cortó la cabeza. Viendo los filisteos que había muerto su campeón, huyeron. Palabra de Dios. (Breve silencio) LECTOR: Los jóvenes necesitamos comprometemos a dar testimonio de nuestra fe ante nuestros padres, hermanos, compañeros y vecinos. TODOS: Jesús, danos jóvenes valientes que quieran comprometerse de verdad a dar testimonio de nuestra fe cristiana. LECTOR: Necesitamos jóvenes comprometidos a ayudarse como amigos, a amarse como hermanos y ha trabajar por la paz y la justicia. TODOS: Danos jóvenes comprometidos con el amor fraternal LECTOR: El joven, pues, debe sentirse un miembro responsable en la Iglesia, con derechos y obligaciones, dispuesto a ofrecer su persona, su tiempo y sus habilidades para construir una comunidad cristiana más alegre, dinámica y comprometida en el servicio del Reino de Dios. TODOS: Danos jóvenes comprometidos en los grupos juveniles, que estén dispuestos a entregar un poco de su tiempo al servicio de Dios y de otros jóvenes con problemas. LECTOR: Las áreas donde los jóvenes pueden aportar su dinamismo juvenil son muchas y diferenciadas... TODOS: Queremos jóvenes que se integren a los planes y programas pastorales de su comunidad Parroquial LECTOR: Ante tanta ignorancia religiosa ¿quiénes les dirán a los demás jóvenes que llevan un alma inmortal por la sangre de Cristo? TODOS: Necesitamos Apóstoles jóvenes, que por medio de su palabra y testimonio les digan a otros jóvenes que «DIOS EXISTE». 66 Devocionario LECTOR: Ante tanto conflicto de relaciones personales en que se pierde la paz por fricciones ridículas, ¿quién recordará el mensaje insistente de Cristo: «Amaos los unos a los otros como yo os he amado». TODOS: Necesitamos Apóstoles, jóvenes, que hablen de Cristo a los hombres y lo den a conocer. LECTOR: Joven, que estas en la flor de la edad, en la primavera de los años, ¿para que dejar que tu corazón se llene de hastío al no encontrar la felicidad que anhelabas? Mira el ancho mundo donde tú puedes llevar el mensaje de salvación, "Si tu corazón no arde muchos se morirán de frío". 4. ORACION FINAL: Señor, te damos gracias por nuestra juventud, el más grande de los regalos. Tu palabra sigue viva en muchos hombres y mujeres, entre pueblos oprimidos y hombres sin esperanza. Señor, queremos jóvenes que se comprometan a fondo con el hombre, hasta arriesgar su vida y su dinero; que amen con algo más que con palabras, al hombre solo, triste y abatido. Señor, haznos jóvenes de tu Reino ante los descreídos poderosos y arrogantes; jóvenes de la civilización del amor, en las calles de nuestros pueblos, en la tiendas, en las fábricas, sobre el asfalto de nuestras ciudades, en las playas y los montes. Jóvenes que lleven la justicia y paz a todos; en fin, Señor, que llevemos el amor más que con palabras, con obras. Amén. (Canto final) HORA SANTA PARA ADULTOS Canto 1. ORACIÓN DE OFRECIMIENTO ¡Oh Señor nuestro Sacramentado! Míranos aquí en tu adorable presencia. Venimos a bendecirte y alabarte en unión de los ángeles que invisiblemente rodean esa Hostia Divina. Venimos a consagrarte esta Hora, gozándonos de estar aquí, en tu acatamiento, a gustar de tu compañía y a conversar contigo, que tienes palabras de vida eterna. Sí, Dios nuestro. Quisiéramos contemplarte en esta Hostia Santa con el tiernísimo afecto con que te miraba tu Madre, con aquella devoción con que te seguían tus discípulos, y muy 67 Devocionario singularmente el Discípulo Amado, cuando la noche de la Cena reclinó su cabeza sobre tu ardiente Corazón. Nos sentimos felices de hallarnos junto a Ti, y queremos aprovechar todos los momentos de esta Hora Santa para hacerte compañía, que tu presencia nos hace tan agradable. Concédenos, oh Jesús, no dormirnos, como se durmieron tus apóstoles la noche tristísima de tu agonía en el Huerto de los Olivos. ¡Señor! Vuelve hacia nosotros tus ojos misericordiosos; pon en nuestros pensamientos una ráfaga de la luz de tu Rostro, y en nuestros corazones una centella siquiera del fuego que abrasa tu dulcísimo Corazón. Responsorio L.- Señor, queremos permanecer fieles en la oración. T.- Para no dejarnos vencer por las tentaciones. L. Ahora meditemos los momentos más difíciles de Jesús antes de su pasión dolorosa, mediante la cual fuimos salvados. Por eso, unámonos al dolor de Jesús en esta hora, la que dedicaremos a contemplar y a meditar el precio de nuestra redención. 2. TEXTO BÍBLICO PARA MEDITAR Mc 14, 32-42 Van a una propiedad, cuyo nombre es Getsemaní, y dice a sus discípulos: «Sentaos aquí, mientras yo hago oración.» Toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir pavor y angustia. Y les dice: «Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad.» Y adelantándose un poco, caía en tierra y suplicaba que a ser posible pasara de él aquella hora. Y decía: «¡Abbá, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras tú.» Viene entonces y los encuentra dormidos; y dice a Pedro: «Simón, ¿duermes?, ¿ni una hora has podido velar? Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil.» Y alejándose de nuevo, oró diciendo las mismas palabras. Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban cargados; ellos no sabían qué contestarle. Viene por tercera vez y les dice: «Ahora ya podéis dormir y descansar. Basta ya. Llegó la hora. Mirad que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levantaos! ¡vámonos! Mirad, el que me va a entregar está cerca.» 3. MEDITACIONES I. Tú me llamas, ¡oh Jesús!, para ser testigo de tu agonía; yo lo deseo con ardor. Tú me mandas que vele y ore contigo durante esta hora, yo lo deseo de todo corazón, pero ¡ay!, conocida es mi debilidad. Sostenme. Sin Ti sería más débil aún de lo que fueron tus 68 Devocionario Apóstoles. ¡Oh alma mía, no pierdas un momento de hora tan preciosa y santa! Con el Corazón de Jesús, adora al Eterno Padre. Yo vengo, ¡Dios eterno e infinitamente Santo!, a postrarme en compañía de tu querido Hijo delante de tu suprema Majestad, y anonadarme en presencia de tu grandeza; te ofrezco su agonía, y los intensos dolores de su Corazón para satisfacer a tu justicia y llorar mis pecados y los de todos los hombres, y, a fin de que te sea mi oración más agradable, la uno a la que hizo Jesús en el huerto. (Momento de meditación) Canto II. Para comprender el dolor que sintió Jesucristo en el huerto de Getsemaní, sería necesario penetrar la grandeza de su amor. Amaba infinitamente a su Eterno Padre, y le veía ultrajado cruelmente por los hombres. Amaba profundamente a los hombres y los veía criminales y destinados a suplicios eternos. ¡Qué desconsolador para el más sensible de los corazones! ¿Qué le sugirió su infinito amor? Reparar los ultrajes hechos a su Padre, redimir y librar a los hombres de los castigos merecidos, poniéndose en lugar de ellos para sobrellevar el rigor de los suplicios que merecían. «Todos los hombres juntos no son capaces, ¡oh Padre mío!, de satisfacer a tu justicia, e indignas son de Ti las víctimas que podrán ofrecerte; aquí me tienes, pues, dice Jesús: «Tú no rechazarás este holocausto. Hiere, omnipotente Dios; tu justicia ultrajada sea satisfecha y el pecado del hombre expiado.» El Padre acepta la ofrenda de su Hijo; le carga con todas las iniquidades de los hombres, y desde entonces ya no le mira como el objeto de sus complacencias, sino como víctima cargada con todos los pecados del mundo. En ese mismo instante se siente Jesucristo como oprimido por el peso formidable de nuestras iniquidades. ¡Qué horrible y qué amargo cáliz para el Santo de los Santos! ¿Lo beberá? En cuanto le acerca a sus labios, su alma siente dolor, cae en mortal tristeza, le abruman la angustia y el tedio, y de él se apodera el terror. «Padre mío, exclama, aparta de mí este cáliz»; sin embargo de ello, Jesús bebe el cáliz de la amargura. Crece el dolor y quiere compartirlo con tres de sus Apóstoles: «Mi alma, les dice, está mortalmente triste; velad, pues, y orad conmigo.» (Momento de meditación) Canto III. ¡Oh Jesús mío, crucificado por mis culpas en ese madero de ignominia! Perdóname, porque, arrepentido, me postro a tus plantas llorando mis pecados. Cuando contemplo tu Corazón derramando sangre divina, tiembla mi alma pecadora; cuando veo tus pies y tus manos clavadas y tu sagrada cabeza cubierta de espinas, me confundo y anonado, porque yo fui la causa de tu dolor. (Momento de meditación) Canto IV. Considera, alma mía, que un Dios adorado en el cielo por los Ángeles es ultrajado en la tierra por los pecadores; un Dios de infinita grandeza, es clavado en una cruz; en el cielo, 69 Devocionario delicias; aquí, sudor de sangre. ¡Oh Jesús, tanto como has amado a los hombres, y los hombres no se compadecen de Ti! Tu amor a nosotros fue tanto, que quisiste quedarte en la Sagrada Eucaristía para consolarnos y fortalecernos. Haz, Señor, que todos te amemos con amor puro y santo para que tu Corazón reine en el nuestro y seamos tu digna morada. Bendito sea tu santo nombre en todo el universo; sea tu Sagrado Corazón amado y adorado de todos los hombres; sea tu Iglesia honrada, respetada y salga siempre victoriosa de tus enemigos; no se extinga jamás entre nosotros la antorcha de la fe, antes resplandezca con nuevo brillo; todos nuestros hermanos permanezcan unidos a la Iglesia Católica; los separados de ella se conviertan a la verdad, todos los hombres respeten tu Evangelio, tus misterios, tus altares; y que nos sea, en fin, provechosa la sangre derramada en el Huerto y en el Calvario. ¡Oh, Salvador y Redentor mío! renazca la fe en las almas. No cese tu luz de iluminar los pueblos donde tu Ley ha brillado con tanto esplendor. Envíanos el ángel que tu discípulo amado vio atravesando el cielo con el Evangelio en la mano para evangelizar a los habitantes de la tierra y decirles: «Teman al Señor y tribútenle los homenajes que le son debidos.» Danos Santos y haz que nuestro corazón sea semejante al tuyo. (Momento de meditación) Canto ¡Oh María! Hijos tuyos somos: muestra que eres nuestra Madre, reconciliándonos con tu Hijo Jesús. Ángeles tutelares de esta nación, Santos protectores de nuestra amada Patria: ven en nuestro socorro, preservados del naufragio, sean nuestros intercesores para con Dios y suplíquenle nos conceda sus misericordias y su amor. Sea el Corazón de Jesús conocido, amado y adorado en todo el universo. Amén. (Momento de meditación) Canto 4. PRECES DE ACCIÓN DE GRACIAS L.- Elevemos al Señor nuestras oraciones de acción de gracias, por habernos permitido pasar estos momentos en su presencia, contemplando su presencia eucarística entre nosotros. A cada petición responderemos: ¡Gracias, Señor, por tu presencia entre nosotros! L.- Tú presencia nos da la fuerza para no desfallecer en el camino, de la fe, de la vida. R.- ¡Gracias, Señor, por tu presencia entre nosotros! L.- Tú, Señor, te quedas presente sacramentalmente en las especies de pan y de vino para estar cerca de nosotros siempre. R.- ¡Gracias, Señor, por tu presencia entre nosotros! L.- Señor nos invitas a forjar un nuevo mundo, por eso, nos das tu cuerpo y tu sangre en manjar. 70 Devocionario R.- ¡Gracias, Señor, por tu presencia entre nosotros! L.- Te agradecemos por tanto amor mostrado a los hombres entregando tu vida misma por su salvación. R.- ¡Gracias, Señor, por tu presencia entre nosotros! Se pueden hacer peticiones libres L.- Terminemos con la oración que nos enseñó el mismo Cristo, para dejarnos un testimonio de fraternidad universal. T.- Padrenuestro… 5. CANTO DE DESPEDIDA HORA SANTA LA PRESENCIA DE CRISTO EN LA EUCARISTÍA La pascua es el memorial de la acción salvadora de Dios obrada en beneficio del pueblo de Israel. No era el simple recuerdo de la liberación de la esclavitud en Egipto sino un verdadero memorial mediante el cual se actualizaba lo realizado en el éxodo. Se celebraba la salvación, el paso de la muerte y la esclavitud a la libertad y a la tierra prometida. Contaba con un significado sacrificial donde el elemento característico de la cena era el cordero pascual, de un año, el primogénito sin defecto ni mancha, era inmolado y debía de ser consumido por una familia sin desperdiciar nada ni quebrar sus huesos. Esto debía realizarse con prisa en recuerdo del Paso del Señor que los libera de la esclavitud. La pascua era una acción de gracias muy solemne y tenía también un significado escatológico, es decir, mira hacía la consumación final del mundo: la liberación realizada en Egipto se celebraba en la pascua con la esperanza de la futura liberación. Era una pascua comunitaria. Se celebraba en familia con la conciencia de ser el pueblo elegido de Dios. Después, el rey Josías la reformó y decretó «no podéis inmolar la pascua en cualquier lugar» por mandato real desde entonces sólo se podía celebrar en Jerusalén, la ciudad del rey David. En consecuencia, la fiesta de la pascua era el centro de la vida religiosa del pueblo de Israel. De los elementos de la cena pascual, resaltamos dos elementos: el pan ázimo sin levadura era recuerdo simbólico de la aflicción, de la esclavitud, de la pobreza de vida y de 71 Devocionario la prisa de la precipitación en la salida de Egipto; y el vino que era parte esencial como símbolo de la alegría festiva escatológica. Oremos con este salmo que se recita en esta fiesta y que proclama al Señor como el Dios único y libertador de Israel, como el escudo que lo hace salir victorioso de los momentos difíciles: SALMO 113B Coro 1: No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria, por tu bondad, por tu lealtad. ¿Por qué ha de decir las naciones: "Dónde está su Dios?" La casa de Aarón confía en el Señor: Él es su auxilio y su escudo. Los fieles del Señor confían en el Señor: El su auxilio y su escudo. Coro 2: Que el Señor se acuerde de nosotros y nos bendiga, bendiga a la casa de Israel, bendiga a la casa de Aarón; bendiga a los fieles del Señor, pequeños y grandes. Coro 2: Nuestro Dios está en el cielo, lo que quiere lo hace. Sus ídolos, en cambio, son plata y oro, hechura de manos humanas: Coro 1: Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; tienen orejas, y no oyen; tienen nariz, y no huelen; Coro 1: Que el Señor nos acreciente, a nosotros y a nuestros hijos; benditos sean del Señor, que hizo el cielo y la tierra. El cielo pertenece al Señor, la tierra se la ha dado a los hombres. Coro 2: Tienen manos, y no tocan; tienen pies, y no andan; no tiene voz su garganta: que sean igual los que los hacen, cuantos confían en ellos. Coro 2: Los muertos ya no alaban al Señor, ni los que bajan al silencio. Nosotros, sí, bendeciremos al Señor ahora y por siempre Coro 1: Israel confía en el Señor: Él es su auxilio y su escudo. . Gloria al Padre… Guía: meditemos ahora, en algún versículo que nos llame la atención de este salmo. Silencio, Canto La cena Pascual del Señor Del evangelio según san Mateo 26, 17-19 El primer día de los Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: « ¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua?» Él les dijo: «Vayan a la ciudad, a casa de fulano, y díganle: “El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos”». Los discípulos hicieron lo que Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua. 72 Devocionario Guía: Jesús celebró en compañía de sus discípulos la pascua. Adquiere especial importancia la que llamamos «Última Cena» debido a que todos los elementos que integran la cena pascual con Cristo, el Cordero de Dios, no sólo recuerdan la liberación de Egipto sino que ahora son transformados para ser signos de su presencia real y amorosa entre nosotros. Nos acercaremos ahora a conocerlos para ser cada día más conscientes del milagro de amor que se vive en la Eucaristía. A. El pan Del evangelio según san Lucas 22, 19 «Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se los dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por ustedes; hagan esto en memoria mía». Lector: Jesús tomó el pan y lo partió… Este gesto es tomado de la tradición judía en la que el encargado de partirlo era el padre de familia. Partir el pan no significaba simplemente comer juntos, tenía un sentido simbólico religioso muy profundo indicaba la formación de la comunidad. Jesús es quien lo toma, lo parte y lo distribuye. Él es quien hace el papel de padre de familia para que ellos lo compartan como hermanos. Todos: Gracias, Señor, por darte como un Pan para ser comido por la vida del mundo. - Cuerpo ¿Qué significa cuerpo? No sólo significa la parte material, sino que es la persona completa, el cuerpo viviente inserto en sus relaciones con Dios y con el mundo. Cuerpo en hebreo hace referencia a toda la persona, no se tiene un cuerpo, se es cuerpo. Por eso «esto es mi Cuerpo» equivale a decir «estoy soy yo». Todos: Gracias, Señor, por darte como un Pan para ser comido por la vida del mundo. - Entregado El gesto es una invitación a comerlo, a formar en torno a él una comunión de hermanos. Cristo al entregar su Cuerpo separado de su Sangre significa el estado sacrificial de su ser humano que está encaminado a la muerte por amor. Todos: Jesús es mi primer ejemplo del radicalismo en el amor al Padre y a los hombres. Jesús ha dado todo: «los amó hasta el extremo» Jn 13, 1, hasta el «todo está cumplido» Jn 9, 30. Y el Padre amó tanto al mundo «que dio a su Hijo único» Jn 3, 16. Gracias, Señor, por darte todo como un pan para ser comido «por la vida del mundo» Jn 6, 51. Canto, Silencio B. El vino Del evangelio según san Lucas 22, 20 «Igualmente tomó la copa después de cenar y dijo: “esta es la copa de la Nueva Alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes”». 73 Devocionario - Mi sangre La mayor parte de las religiones le dan un significado religioso muy hondo a la sangre porque pensaban que en ella radicaba la vida. La sangre era el elemento básico para todo tipo de sacrificio cruento en Israel, especialmente para el sacrificio expiatorio. Todos: Te adoro Presencia siempre oculta y siempre clara, Misterio fascinante al cual convergen todas las aspiraciones. Mi ser entero tiene sed de Ti, Vino embriagador que satisfaces todos los deseos. - Sangre No se refiere al elemento material como lo podemos pensar hoy sino que la Sangre significa el elemento más íntimo y sagrado de la vida. Significa pues «mi vida». Todos: Te adoro Presencia siempre oculta y siempre clara, Misterio fascinante al cual convergen todas las aspiraciones. Mi ser entero tiene sed de Ti, Vino embriagador que satisfaces todos los deseos. - De la alianza La alianza del Antiguo Testamento se selló con sangre de animales, ahora Cristo indica que su Sangre va a sellar la Nueva Alianza entre Dios y la humanidad. Hay un parentesco de lo que dice Cristo en la Última Cena con la escena del Sinaí en la que la sangre de animales sella la primera alianza rociando al altar y al pueblo, Cristo aplica esa frase a su persona, pues con su sangre ratifica la Nueva Alianza. Todos: Te adoro Presencia siempre oculta y siempre clara, Misterio fascinante al cual convergen todas las aspiraciones. Mi ser entero tiene sed de Ti, Vino embriagador que satisfaces todos los deseos. - Bebed San Mateo en su evangelio añade que todos bebieron del mismo cáliz para significar la unión de todos y la permanencia de Jesús en la comunidad. Todos: Te adoro Presencia siempre oculta y siempre clara, Misterio fascinante al cual convergen todas las aspiraciones. Mi ser entero tiene sed de Ti, Vino embriagador que satisfaces todos los deseos. Canto, Silencio Guía: juntos elevemos a Dios nuestra voz y hagamos nuestras las palabras de santo Tomás de Aquino con esta obra poética que sintetiza la doctrina sobre la presencia real de Cristo en la Eucaristía: Al Salvador alabemos, Gustosos hoy aclamamos a Cristo, que es nuestro Pastor y Guía. que es nuestro Pan. Alabémoslo con himnos pues Él es el Pan de Vida y canciones de alegría. que nos da vida inmortal. Alabémoslo sin límites y con nuestras fuerzas todas; pues tan grande es él Señor, que nuestra alabanza es poca. Doce eran los que cenaban y les dio pan a los doce. Doce entonces lo comieron, y, después, todos los hombres. 74 Devocionario Sea plena la alabanza y llena de alegres cantos; que nuestra alma se desborde en todo un concierto santo. Hoy celebramos con gozo la gloriosa institución de este banquete divino, el banquete del Señor. Esta es la nueva Pascua, Pascua del único Rey, que termina con la alianza tan pesada de la ley. Esto nuevo, siempre nuevo, es la luz de la verdad. que sustituye a lo viejo con reciente claridad. En aquella última cena Cristo hizo la maravilla de dejar a sus amigos el memorial de su vida. Enseñados por la Iglesia, consagramos pan y vino, que a los hombres nos redimen, y dan fuerza en el camino. Es un dogma del cristiano que el pan se convierte en Carne, y lo que antes era vino queda convertido en Sangre. Hay cosas que no entendemos, pues no alcanza la razón; mas si las vemos con fe, entrarán al corazón Bajo símbolos diversos y en diferentes figuras, se esconden ciertas verdades maravillosas y profundas. Su Sangre es nuestra bebida; su Carne, nuestro alimento; pero en el pan o en el vino Cristo está todo completo Quien lo come, no lo rompe, no lo parte ni divide; Él es el todo y la parte; vivo está en quien lo recibe. Puede ser tan solo uno el que se acerca al altar, o pueden ser multitudes: Cristo no se acabará. Lo comen buenos y malos, con provecho diferente; no es lo mismo tener vida que ser condenado a muerte. A los malos les da muerte, a los buenos les da vida. ¡Qué efecto tan diferente tiene la misma comida! Si lo parten, no te apures sólo parten lo exterior; en el mínimo fragmento entero late el Señor. Cuando parten lo exterior, sólo parten lo que has visto; no es una disminución de la persona de Cristo. El Pan que del cielo baja es comida de viajeros. Es un pan para los hijos. ¡No hay que tirarlo a los perros! Isaac, el inocente, es figura de este Pan, con el cordero de Pascua y el misterioso maná. Ten compasión de nosotros, Buen Pastor, Pan verdadero. Apaciéntanos y cuídanos 75 Devocionario y condúcenos al cielo. Todo lo puedes y sabes, Pastor de ovejas divino. Concédenos en el cielo gozar la herencia contigo . Amén . Guía: Para dar por terminada nuestro momento de encuentro con Jesús Eucaristía, démosle gracias haciendo una oración. (Se recomienda rezar una estación menor). Todos: «La Eucaristía nos hace descubrir que Cristo muerto y resucitado, se hace contemporáneo nuestro en el misterio de la Iglesia, su Cuerpo. Hemos sido hechos testigos de este misterio de amor. Deseemos ir llenos de alegría y admiración al encuentro de la santa Eucaristía, para experimentar y anunciar a los demás la verdad de la palabra con la que Jesús se despidió de sus discípulos: «Yo estoy con ustedes todos los días, hasta al fin del mundo » (Mt 28,20)» SCa 91. VÍA CRUCIS MEDITACIONES POR CARD. JOSEPH RATZINGER PRIMERA ESTACIÓN Jesús es condenado a muerte V /. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R /. Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén. Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 22-23.26 Pilato les preguntó: « ¿y qué hago con Jesús, llamado el Mesías?» Contestaron todos: « ¡que lo crucifiquen!» Pilato insistió: «pues ¿qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaban más fuerte: « ¡que lo crucifiquen!» Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. MEDITACIÓN El Juez del mundo, que un día volverá a juzgarnos, está allí, humillado, deshonrado e indefenso delante del juez terreno. Pilato no es un monstruo de maldad. Sabe que este condenado es inocente; busca el modo de liberarlo. Pero su corazón está dividido. Y al final prefiere su posición personal, su propio interés, al derecho. También los hombres que gritan 76 Devocionario y piden la muerte de Jesús no son monstruos de maldad. Muchos de ellos, el día de Pentecostés, sentirán «el corazón compungido» (Hch 2, 37), cuando Pedro les dirá: «Jesús Nazareno, que Dios acreditó ante vosotros [...], lo matasteis en una cruz...» (Hch 2, 22 ss). Pero en aquel momento están sometidos a la influencia de la muchedumbre. Gritan porque gritan los demás y como gritan los demás. Y así, la justicia es pisoteada por la bellaquería, por la cobardía, por miedo a la prepotencia de la mentalidad dominante. La sutil voz de la conciencia es sofocada por el grito de la muchedumbre. La indecisión, el respeto humano dan fuerza al mal. ORACIÓN Señor, has sido condenado a muerte porque el miedo al «qué dirán» ha sofocado la voz de la conciencia. Sucede siempre así a lo largo de la historia; los inocentes son maltratados, condenados y asesinados. Cuántas veces hemos preferido también nosotros el éxito a la verdad, nuestra reputación a la justicia. Da fuerza en nuestra vida a la sutil voz de la conciencia, a tu voz. Mírame como lo hiciste con Pedro después de la negación. Que tu mirada penetre en nuestras almas y nos indique el camino en nuestra vida. El día de Pentecostés has conmovido en corazón e infundido el don de la conversión a los que el Viernes Santo gritaron contra ti. De este modo nos has dado esperanza a todos. Danos también a nosotros de nuevo la gracia de la conversión. V /. Señor, pequé ten misericordia de mí R /. Pecamos y nos pesa, ten misericordia de nosotros que por nosotros padeciste. Padre nuestro, Ave María, Gloria SEGUNDA ESTACIÓN JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS V /. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R /. Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén. Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 27-31 Los soldados del gobernador se llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la compañía: lo desnudaron y le pusieron un manto de color púrpura y trenzando una corona de espinas se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha. Y doblando ante él la rodilla, se burlaban de él diciendo: «¡Salve, Rey de los judíos!». Luego lo escupían, le quitaban la caña y le golpeaban con ella en la cabeza. Y terminada la burla, le quitaron el manto, le pusieron su ropa y lo llevaron a crucificar. MEDITACIÓN Jesús, condenado por declararse rey, es escarnecido, pero precisamente en la burla emerge cruelmente la verdad. ¡Cuántas veces los signos de poder ostentados por los 77 Devocionario potentes de este mundo son un insulto a la verdad, a la justicia y a la dignidad del hombre! Cuántas veces sus ceremonias y sus palabras grandilocuentes, en realidad, no son más que mentiras pomposas, una caricatura de la tarea a la que se deben por su oficio, el de ponerse al servicio del bien. Jesús, precisamente por ser escarnecido y llevar la corona del sufrimiento, es el verdadero rey. Su cetro es la justicia (Sal 44, 7). El precio de la justicia es el sufrimiento en este mundo: él, el verdadero rey, no reina por medio de la violencia, sino a través del amor que sufre por nosotros y con nosotros. Lleva sobre sí la cruz, nuestra cruz, el peso de ser hombres, el peso del mundo. Así es como nos precede y nos muestra cómo encontrar el camino para la vida eterna. ORACIÓN Señor, te has dejado escarnecer y ultrajar. Ayúdanos a no unirnos a los que se burlan de quienes sufren o son débiles. Ayúdanos a reconocer tu rostro en los humillados y marginados. Ayúdanos a no desanimarnos ante las burlas del mundo cuando se ridiculiza la obediencia a tu voluntad. Tú has llevado la cruz y nos has invitado a seguirte por ese camino (Mt 10, 38). Danos fuerza para aceptar la cruz, sin rechazarla; para no lamentarnos ni dejar que nuestros corazones se abatan ante las dificultades de la vida. Anímanos a recorrer el camino del amor y, aceptando sus exigencias, alcanzar la verdadera alegría. V /. Señor, pequé ten misericordia de mí R /. Pecamos y nos pesa, ten misericordia de nosotros que por nosotros padeciste. Padre nuestro, Ave María, Gloria TERCERA ESTACIÓN JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ V /. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R /. Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén. Lectura del libro del profeta Isaías 53, 4-6 Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado, traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable vino sobre él, sus cicatrices nos curaron. Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes. MEDITACIÓN El hombre ha caído y cae siempre de nuevo: cuántas veces se convierte en una caricatura de sí mismo y, en vez de ser imagen de Dios, ridiculiza al Creador. ¿No es acaso la imagen por excelencia del hombre la de aquel que, bajando de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de los salteadores que lo despojaron dejándolo medio muerto, sangrando al borde 78 Devocionario del camino? Jesús que cae bajo la cruz no es sólo un hombre extenuado por la flagelación. El episodio resalta algo más profundo, como dice Pablo en la carta a los Filipenses: «Él, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz» (Flp 2, 6-8). En su caída bajo el peso de la cruz aparece todo el itinerario de Jesús: su humillación voluntaria para liberarnos de nuestro orgullo. Subraya a la vez la naturaleza de nuestro orgullo: la soberbia que nos induce a querer emanciparnos de Dios, a ser sólo nosotros mismos, sin necesidad del amor eterno y aspirando a ser los únicos artífices de nuestra vida. En esta rebelión contra la verdad, en este intento de hacernos dioses, nuestros propios creadores y jueces, nos hundimos y terminamos por autodestruirnos. La humillación de Jesús es la superación de nuestra soberbia: con su humillación nos ensalza. Dejemos que nos ensalce. Despojémonos de nuestra autosuficiencia, de nuestro engañoso afán de autonomía y aprendamos de él, del que se ha humillado, a encontrar nuestra verdadera grandeza, humillándonos y dirigiéndonos hacia Dios y los hermanos oprimidos. ORACIÓN Señor Jesús, el peso de la cruz te ha hecho caer. El peso de nuestro pecado, el peso de nuestra soberbia, te derriba. Pero tu caída no es signo de un destino adverso, no es la pura y simple debilidad de quien es despreciado. Has querido venir a socorrernos porque a causa de nuestra soberbia yacemos en tierra. La soberbia de pensar que podemos forjarnos a nosotros mismos lleva a transformar al hombre en una especie de mercancía, que puede ser comprada y vendida, una reserva de material para nuestros experimentos, con los cuales esperamos superar por nosotros mismos la muerte, mientras que, en realidad, no hacemos más que mancillar cada vez más profundamente la dignidad humana. Señor, ayúdanos porque hemos caído. Ayúdanos a renunciar a nuestra soberbia destructiva y, aprendiendo de tu humildad, a levantarnos de nuevo. V /. Señor, pequé ten misericordia de mí R /. Pecamos y nos pesa, ten misericordia de nosotros que por nosotros padeciste. Padre nuestro, Ave María, Gloria CUARTA ESTACIÓN JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE V /. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R /. Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén. Lectura del Evangelio según San Lucas 2, 34-35.51 Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será una bandera discutida: así quedará clara la actitud de 79 Devocionario muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma». Su madre conservaba todo esto en su corazón. MEDITACIÓN En el Vía crucis de Jesús está también María, su Madre. Durante su vida pública debía retirarse para dejar que naciera la nueva familia de Jesús, la familia de sus discípulos. También hubo de oír estas palabras: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?... El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre» (Mt 12, 48-50). Y esto muestra que ella es la Madre de Jesús no solamente en el cuerpo, sino también en el corazón. Porque incluso antes de haberlo concebido en el vientre, con su obediencia lo había concebido en el corazón. Se le había dicho: «Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo... Será grande..., el Señor Dios le dará el trono de David su padre» (Lc 1, 31 ss). Pero poco más tarde el viejo Simeón le diría también: «y a ti, una espada te traspasará el alma» (Lc 2, 35). Esto le haría recordar palabras de los profetas como éstas: «Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría boca; como un cordero llevado al matadero» (Is 53, 7). Ahora se hace realidad. En su corazón habrá guardado siempre la palabra que el ángel le había dicho cuando todo comenzó: «No temas, María» (Lc 1, 30). Los discípulos han huido, ella no. Está allí, con el valor de la madre, con la fidelidad de la madre, con la bondad de la madre, y con su fe, que resiste en la oscuridad: «Bendita tú que has creído» (Lc 1, 45). «Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?» (Lc18, 8). Sí, ahora ya lo sabe: encontrará fe. Éste es su gran consuelo en aquellos momentos. ORACIÓN Santa María, Madre del Señor, has permanecido fiel cuando los discípulos huyeron. Al igual que creíste cuando el ángel te anunció lo que parecía increíble –que serías la madre del Altísimo– también has creído en el momento de su mayor humillación. Por eso, en la hora de la cruz, en la hora de la noche más oscura del mundo, te han convertido en la Madre de los creyentes, Madre de la Iglesia. Te rogamos que nos enseñes a creer y nos ayudes para que la fe nos impulse a servir y dar muestras de un amor que socorre y sabe compartir el sufrimiento. V /. Señor, pequé ten misericordia de mí R /. Pecamos y nos pesa, ten misericordia de nosotros que por nosotros padeciste. Padre nuestro, Ave María, Gloria QUINTA ESTACIÓN EL CIRENEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ V /. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R /. Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén. 80 Devocionario Lectura Evangelio según San Mateo 27, 32; 16, 24 Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo forzaron a que llevara la cruz… Jesús había dicho a sus discípulos: «El que quiera venir conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga». MEDITACIÓN Simón de Cirene, de camino hacia casa volviendo del trabajo, se encuentra casualmente con aquella triste comitiva de condenados, un espectáculo quizás habitual para él. Los soldados usan su derecho de coacción y cargan al robusto campesino con la cruz. ¡Qué enojo debe haber sentido al verse improvisamente implicado en el destino de aquellos condenados! Hace lo que debe hacer, ciertamente con mucha repugnancia. El evangelista Marcos menciona también a sus hijos, seguramente conocidos como cristianos, como miembros de aquella comunidad (Mc 15, 21). Del encuentro involuntario ha brotado la fe. Acompañando a Jesús y compartiendo el peso de la cruz, el Cireneo comprendió que era una gracia poder caminar junto a este Crucificado y socorrerlo. El misterio de Jesús sufriente y mudo le llegado al corazón. Jesús, cuyo amor divino es lo único que podía y puede redimir a toda la humanidad, quiere que compartamos su cruz para completar lo que aún falta a sus padecimientos (Col 1, 24). Cada vez que nos acercamos con bondad a quien sufre, a quien es perseguido o está indefenso, compartiendo su sufrimiento, ayudamos a llevar la misma cruz de Jesús. Y así alcanzamos la salvación y podemos contribuir a la salvación del mundo. ORACIÓN Señor, a Simón de Cirene le has abierto los ojos y el corazón, dándole, al compartir la cruz, la gracia de la fe. Ayúdanos a socorrer a nuestro prójimo que sufre, aunque esto contraste con nuestros proyectos y nuestras simpatías. Danos la gracia de reconocer como un don el poder compartir la cruz de los otros y experimentar que así caminamos contigo. Danos la gracia de reconocer con gozo que, precisamente compartiendo tu sufrimiento y los sufrimientos de este mundo, nos hacemos servidores de la salvación, y que así podemos ayudar a construir tu cuerpo, la Iglesia. V /. Señor, pequé ten misericordia de mí R /. Pecamos y nos pesa, ten misericordia de nosotros que por nosotros padeciste. Padre nuestro, Ave María, Gloria SEXTA ESTACIÓN LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS V /. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R /. Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén. 81 Devocionario Lectura del libro del profeta Isaías 53, 2-3 No tenía figura ni belleza. Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado por los hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultan los rostros; despreciado y desestimado. MEDITACIÓN «Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro » (Sal 26, 8-9). Verónica – Berenice, según la tradición griega– encarna este anhelo que acomuna a todos los hombres píos del Antiguo Testamento, el anhelo de todos los creyentes de ver el rostro de Dios. Ella, en principio, en el Vía crucis de Jesús no hace más que prestar un servicio de bondad femenina: ofrece un paño a Jesús. No se deja contagiar ni por la brutalidad de los soldados, ni inmovilizar por el miedo de los discípulos. Es la imagen de la mujer buena que, en la turbación y en la oscuridad del corazón, mantiene el brío de la bondad, sin permitir que su corazón se oscurezca. «Bienaventurados los limpios de corazón –había dicho el Señor en el Sermón de la montaña–, porque verán a Dios» (Mt5, 8). Inicialmente, Verónica ve solamente un rostro maltratado y marcado por el dolor. Pero el acto de amor imprime en su corazón la verdadera imagen de Jesús: en el rostro humano, lleno de sangre y heridas, ella ve el rostro de Dios y de su bondad, que nos acompaña también en el dolor más profundo. Únicamente podemos ver a Jesús con el corazón. Solamente el amor nos deja ver y nos hace puros. Sólo el amor nos permite reconocer a Dios, que es el amor mismo. ORACIÓN Danos, Señor, la inquietud del corazón que busca tu rostro. Protégenos de la oscuridad del corazón que ve solamente la superficie de las cosas. Danos la sencillez y la pureza que nos permiten ver tu presencia en el mundo. Cuando no seamos capaces de cumplir grandes cosas, danos la fuerza de una bondad humilde. Graba tu rostro en nuestros corazones, para que así podamos encontrarte y mostrar al mundo tu imagen. V /. Señor, pequé ten misericordia de mí R /. Pecamos y nos pesa, ten misericordia de nosotros que por nosotros padeciste. Padre nuestro, Ave María, Gloria SÉPTIMA ESTACIÓN JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ V /. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R /. Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén. Lectura del libro de las Lamentaciones 3, 1-2.9.16 82 Devocionario Yo soy el hombre que ha visto la miseria bajo el látigo de su furor. El me ha llevado y me ha hecho caminar en tinieblas y sin luz. Ha cercado mis caminos con piedras sillares, ha torcido mis senderos. Ha quebrado mis dientes con guijarro, me ha revolcado en la ceniza. MEDITACIÓN La tradición de las tres caídas de Jesús y del peso de la cruz hace pensar en la caída de Adán –en nuestra condición de seres caídos– y en el misterio de la participación de Jesús en nuestra caída. Ésta adquiere en la historia for-mas siempre nuevas. En su primera carta, san Juan habla de tres obstáculos para el hombre: la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la soberbia de la vida. Interpreta de este modo, desde la perspectiva de los vicios de su tiempo, con todos sus excesos y perversiones, la caída del hombre y de la humanidad. Pero podemos pensar también en cómo la cristiandad, en la historia reciente, como cansándose de tener fe, ha abandonado al Señor: las grandes ideologías y la superficialidad del hombre que ya no cree en nada y se deja llevar simplemente por la corriente, han creado un nuevo paganismo, un paganismo peor que, queriendo olvidar definitivamente a Dios, ha terminado por desentenderse del hombre. El hombre, pues, está sumido en la tierra. El Señor lleva este peso y cae y cae, para poder venir a nuestro encuentro; él nos mira para que despierte nuestro corazón; cae para levantarnos. ORACIÓN Señor Jesucristo, has llevado nuestro peso y continúas llevándolo. Es nuestra carga la que te hace caer. Pero levántanos tú, porque solos no podemos reincorporarnos. Líbranos del poder de la concupiscencia. En lugar de un corazón de piedra danos de nuevo un corazón de carne, un corazón capaz de ver. Destruye el poder de las ideologías, para que los hombres puedan reconocer que están entretejidas de mentiras. No permitas que el muro del materialismo llegue a ser insuperable. Haz que te reconozcamos de nuevo. Haznos sobrios y vigilantes para poder resistir a las fuerzas del mal y ayúdanos a reconocer las necesidades interiores y exteriores de los demás, a socorrerlos. Levántanos para poder levantar a los demás. Danos esperanza en medio de toda esta oscuridad, para que seamos portadores de esperanza para el mundo. V /. Señor, pequé ten misericordia de mí R /. Pecamos y nos pesa, ten misericordia de nosotros que por nosotros padeciste. Padre nuestro, Ave María, Gloria OCTAVA ESTACIÓN JESÚS ENCUENTRA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN V /. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R /. Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén. 83 Devocionario Lectura del Evangelio según San Lucas 23, 28-31 Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque mirad que llegará el día en que dirán: «dichosas las estériles y los vientres que no han dado a luz y los pechos que no han criado». Entonces empezarán a decirles a los montes: «Desplomaos sobre nosotros»; y a las colinas: «Sepultadnos»; porque si así tratan al leño verde, ¿qué pasará con el seco? MEDITACIÓN Oír a Jesús cuando exhorta a las mujeres de Jerusalén que lo siguen y lloran por él, nos hace reflexionar. ¿Cómo entenderlo? ¿Se tratará quizás de una advertencia ante una piedad puramente sentimental, que no llega a ser conversión y fe vivida? De nada sirve compadecer con palabras y sentimientos los sufrimientos de este mundo, si nuestra vida continúa como siempre. Por esto el Señor nos advierte del riesgo que corremos nosotros mismos. Nos muestra la gravedad del pecado y la seriedad del juicio. No obstante todas nuestras palabras de preocupación por el mal y los sufrimientos de los inocentes, ¿no estamos tal vez demasiado inclinados a dar escasa importancia al misterio del mal? En la imagen de Dios y de Jesús al final de los tiempos, ¿no vemos quizás únicamente el aspecto dulce y amoroso, mientras descuidamos tranquilamente el aspecto del juicio? ¿Cómo podrá Dios –pensamos– hacer de nuestra debilidad un drama? ¡Somos solamente hombres! Pero ante los sufrimientos del Hijo vemos toda la gravedad del pecado y cómo debe ser expiado del todo para poder superarlo. No se puede seguir quitando importancia al mal contemplando la imagen del Señor que sufre. También él nos dice: «No lloréis por mí; llorad más bien por vosotros... porque si así tratan al leño verde, ¿qué pasará con el seco?» ORACIÓN Señor, a las mujeres que lloran les has hablado de penitencia, del día del Juicio cuando nos encontremos en tu presencia, en presencia del Juez del mundo. Nos llamas a superar un concepción del mal como algo banal, con la cual nos tranquilizamos para poder continuar nuestra vida de siempre. Nos muestras la gravedad de nuestra responsabilidad, el peligro de encontrarnos culpables y estériles en el Juicio. Haz que caminemos junto a ti sin limitarnos a ofrecerte sólo palabras de compasión. Conviértenos y danos una vida nueva; no permitas que, al final, nos quedemos como el leño seco, sino que lleguemos a ser sarmientos vivos en ti, la vid verdadera, y que produzcamos frutos para la vida eterna (cf. Jn 15, 1-10). V /. Señor, pequé ten misericordia de mí R /. Pecamos y nos pesa, ten misericordia de nosotros que por nosotros padeciste. Padre nuestro, Ave María, Gloria 84 Devocionario NOVENA ESTACIÓN JESÚS CAE POR TERCERA VEZ V /. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R /. Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén. Lectura del libro de las Lamentaciones 3, 27-32 Bueno es para el hombre soportar el yugo desde su juventud. Que se sienta solitario y silencioso, cuando el Señor se lo impone; que ponga su boca en el polvo: quizá haya esperanza; que tienda la mejilla a quien lo hiere, que se harte de oprobios. Porque el Señor no desecha para siempre a los humanos: si llega a afligir, se apiada luego según su inmenso amor. MEDITACIÓN ¿Qué puede decirnos la tercera caída de Jesús bajo el peso de la cruz? Quizás nos hace pensar en la caída de los hombres, en que muchos se alejan de Cristo, en la tendencia a un secularismo sin Dios. Pero, ¿no deberíamos pensar también en lo que debe sufrir Cristo en su propia Iglesia? En cuántas veces se abusa del sacramento de su presencia, y en el vacío y maldad de corazón donde entra a menudo. ¡Cuántas veces celebramos sólo nosotros sin darnos cuenta de él! ¡Cuántas veces se deforma y se abusa de su Palabra! ¡Qué poca fe hay en muchas teorías, cuántas palabras vacías! ¡Cuánta suciedad en la Iglesia y entre los que, por su sacerdocio, deberían estar completamente entregados a él! ¡Cuánta soberbia, cuánta autosuficiencia! ¡Qué poco respetamos el sacramento de la Reconciliación, en el cual él nos espera para levantarnos de nuestras caídas! También esto está presente en su pasión. La traición de los discípulos, la recepción indigna de su Cuerpo y de su Sangre, es ciertamente el mayor dolor del Redentor, el que le traspasa el corazón. No nos queda más que gritarle desde lo profundo del alma: Kyrie, eleison – Señor, sálvanos (cf Mt 8,25). ORACIÓN Señor, frecuentemente tu Iglesia nos parece una barca a punto de hundirse, que hace aguas por todas partes. Y también en tu campo vemos más cizaña que trigo. Nos abruman su atuendo y su rostro tan sucios. Pero los empañamos nosotros mismos. Nosotros quienes te traicionamos, no obstante los gestos ampulosos y las palabras altisonantes. Ten piedad de tu Iglesia: también en ella Adán, el hombre, cae una y otra vez. Al caer, quedamos en tierra y Satanás se alegra, porque espera que ya nunca podremos levantarnos; espera que tú, siendo arrastrado en la caída de tu Iglesia, quedes abatido para siempre. Pero tú te levantarás. Tú te has reincorporado, has resucitado y puedes levantarnos. Salva y santifica a tu Iglesia. Sálvanos y santifícanos a todos. V /. Señor, pequé ten misericordia de mí R /. Pecamos y nos pesa, ten misericordia de nosotros que por nosotros padeciste. 85 Devocionario Padre nuestro, Ave María, Gloria DÉCIMA ESTACIÓN JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS V /. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R /. Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén. Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 33 -36 Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota (que quiere decir «La Calavera»), le dieron a beber vino mezclado con hiel; él lo probó, pero no quiso beberlo. Después de crucificarlo, se repartieron su ropa echándola a suertes y luego se sentaron a custodiarlo. MEDITACIÓN Jesús es despojado de sus vestiduras. El vestido confiere al hombre una posición social; indica su lugar en la sociedad, le hace ser alguien. Ser desnudado en público significa que Jesús no es nadie, no es más que un marginado, despreciado por todos. El momento de despojarlo nos recuerda también la expulsión del paraíso: ha desaparecido en el hombre el esplendor de Dios y ahora se encuentra en mundo desnudo y al descubierto, y se avergüenza. Jesús asume una vez más la situación del hombre caído. Jesús despojado nos recuerda que todos nosotros hemos perdido la «primera vestidura» y, por tanto, el esplendor de Dios. Al pie de la cruz los soldados echan a suerte sus míseras pertenencias, sus vestidos. Los evangelistas lo relatan con palabras tomadas del Salmo 21, 19 y nos indican así lo que Jesús dirá a los discípulos de Emaús: todo se cumplió «según las Escrituras». Nada es pura coincidencia, todo lo que sucede está dicho en la Palabra de Dios, confirmado por su designio divino. El Señor experimenta todas las fases y grados de la perdición de los hombres, y cada uno de ellos, no obstante su amargura, son un paso de la redención: así devuelve él a casa la oveja perdida. Recordemos también que Juan precisa el objeto del sorteo: la túnica de Jesús, «tejida de una pieza de arriba abajo» (Jn 19, 23). Podemos considerarlo una referencia a la vestidura del sumo sacerdote, que era «de una sola pieza», sin costuras (Flavio Josefo, Ant. jud., III, 161). Éste, el Crucificado, es de hecho el verdadero sumo sacerdote. ORACIÓN Señor Jesús, has sido despojado de tus vestiduras, expuesto a la deshonra, expulsado de la sociedad. Te has cargado de la deshonra de Adán, sanándolo. Te has cargado con los sufrimientos y necesidades de los pobres, aquellos que están excluidos del mundo. Pero es exactamente así como cumples la palabra de los profetas. Es así como das significado a lo que aparece privado de significado. Es así como nos haces reconocer que tu Padre te tiene en sus manos, a ti, a nosotros y al mundo. Concédenos un profundo respeto hacia el hombre en todas las fases de su existencia y en todas las situaciones en las cuales lo encontramos. Danos el traje de la luz de tu gracia. 86 Devocionario V /. Señor, pequé ten misericordia de mí R /. Pecamos y nos pesa, ten misericordia de nosotros que por nosotros padeciste. Padre nuestro, Ave María, Gloria UNDÉCIMA ESTACIÓN JESÚS CLAVADO EN LA CRUZ V /. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R /. Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén. Lectura del Evangelio según San Mateo 7, 37-42 Encima de la cabeza colocaron un letrero con la acusación: «Este es Jesús, el Rey de los judíos». Crucificaron con él a dos bandidos, uno a la derecha y otro a la izquierda. Los que pasaban, lo injuriaban y decían meneando la cabeza: «Tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, baja de la cruz». Los sumos sacerdotes con los letrados y los senadores se burlaban también diciendo: «A otros ha salvado y él no se puede salvar. ¿No es el Rey de Israel? Que baje ahora de la cruz y le creeremos». MEDITACIÓN Jesús es clavado en la cruz. La Sábana Santa de Turín nos permite hacernos una idea de la increíble crueldad de este procedimiento. Jesús no bebió el calmante que le ofrecieron: asume conscientemente todo el dolor de la crucifixión. Su cuerpo está martirizado; se han cumplido las palabras del Salmo: «Yo soy un gusano, no un hombre, vergüenza de la gente, desprecio del pueblo» (Sal 21, 27). «Como uno ante quien se oculta el rostro, era despreciado... Y con todo eran nuestros sufrimientos los que él llevaba y nuestros dolores los que soportaba» (Is 53, 3 ss). Detengámonos ante esta imagen de dolor, ante el Hijo de Dios sufriente. Mirémosle en los momentos de satisfacción y gozo, para aprender a respetar sus límites y a ver la superficialidad de todos los bienes puramente materiales. Mirémosle en los momentos de adversidad y angustia, para reconocer que precisamente así estamos cerca de Dios. Tratemos de descubrir su rostro en aquellos que tendemos a despreciar. Ante el Señor condenado, que no quiere usar su poder para descender de la cruz, sino que más bien soportó el sufrimiento de la cruz hasta el final, podemos hacer aún otra reflexión. Ignacio de Antioquia, encadenado por su fe en el Señor, elogió a los cristianos de Esmirna por su fe inamovible: dice que estaban, por así decir, clavados con la carne y la sangre a la cruz del Señor Jesucristo (1,1). Dejémonos clavar a él, no cediendo a ninguna tentación de apartarnos, ni a las burlas que nos inducen a darle la espalda. 87 Devocionario ORACIÓN Señor Jesucristo, te has dejado clavar en la cruz, aceptando la terrible crueldad de este dolor, la destrucción de tu cuerpo y de tu dignidad. Te has dejado clavar, has sufrido sin evasivas ni compromisos. Ayúdanos a no desertar ante lo que debemos hacer. A unirnos estrechamente a ti. A desenmascarar la falsa libertad que nos quiere alejar de ti. Ayúdanos a aceptar tu libertad «comprometida» y a encontrar en la estrecha unión contigo la verdadera libertad. V /. Señor, pequé ten misericordia de mí R /. Pecamos y nos pesa, ten misericordia de nosotros que por nosotros padeciste. Padre nuestro, Ave María, Gloria DÉCIMA SEGUNDA ESTACIÓN JESÚS MUERE EN LA CRUZ V /. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R /. Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén. Lectura del Evangelio según San Juan 19, 19-20 Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito: «Jesús el Nazareno, el Rey de los judíos». Leyeron el letrero muchos judíos, estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús y estaba escrito en hebreo, latín y griego. MEDITACIÓN Sobre la cruz –en las dos lenguas del mundo de entonces, el griego y el latín, y en la lengua del pueblo elegido, el hebreo– está escrito quien es Jesús: el Rey de los judíos, el Hijo prometido de David. Pilato, el juez injusto, ha sido profeta a su pesar. Ante la opinión pública mundial se proclama la realeza de Jesús. Él mismo había declinado el título de Mesías porque habría dado a entender una idea errónea, humana, de poder y salvación. Pero ahora el título puede aparecer escrito públicamente encima del Crucificado. Efectivamente, él es verdaderamente el rey del mundo. Ahora ha sido realmente «ensalzado». En su descendimiento, ascendió. Ahora ha cumplido radicalmente el mandamiento del amor, ha cumplido el ofrecimiento de sí mismo y, de este modo, manifiesta al verdadero Dios, al Dios que es amor. Ahora sabemos que es Dios. Sabemos cómo es la verdadera realeza. Jesús recita el Salmo 21, que comienza con estas palabras: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Sal 21, 2). Asume en sí a todo el Israel sufriente, a toda la humanidad que padece, el drama de la oscuridad de Dios, manifestando de este modo a Dios justamente donde parece estar definitivamente vencido y ausente. La cruz de Jesús es un acontecimiento cósmico. El mundo se oscurece cuando el Hijo de Dios padece la muerte. La tierra tiembla. Y junto a la cruz nace la Iglesia en el ámbito de los paganos. El 88 Devocionario centurión romano reconoce y entiende que Jesús es el Hijo de Dios. Desde la cruz, él triunfa siempre de nuevo. ORACIÓN Señor Jesucristo, en la hora de tu muerte se oscureció el sol. Constantemente estás siendo clavado en la cruz. En este momento histórico vivimos en la oscuridad de Dios. Por el gran sufrimiento, y por la maldad de los hombres, el rostro de Dios, tu rostro, aparece difuminado, irreconocible. Pero en la cruz te has hecho reconocer. Porque eres el que sufre y el que ama, eres el que ha sido ensalzado. Precisamente desde allí has triunfado. En esta hora de oscuridad y turbación, ayúdanos a reconocer tu rostro. A creer en ti y a seguirte en el momento de la necesidad y de las tinieblas. Muéstrate de nuevo al mundo en esta hora. Haz que se manifieste tu salvación. V /. Señor, pequé ten misericordia de mí R /. Pecamos y nos pesa, ten misericordia de nosotros que por nosotros padeciste. Padre nuestro, Ave María, Gloria DECIMOTERCERA ESTACIÓN JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Y ENTREGADO A SU MADRE V /. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R /. Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén. Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 54-55 El centurión y sus hombres, que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba dijeron aterrorizados: «Realmente éste era Hijo de Dios». Había allí muchas mujeres que miraban desde lejos, aquellas que habían seguido a Jesús desde Galilea para atenderle. MEDITACIÓN Jesús está muerto, de su corazón traspasado por la lanza del soldado romano mana sangre y agua: misteriosa imagen del caudal de los sacramentos, del Bautismo y de la Eucaristía, de los cuales, por la fuerza del corazón traspasado del Señor, renace siempre la Iglesia. A él no le quiebran las piernas como a los otros dos crucificados; así se manifiesta como el verdadero cordero pascual, al cual no se le debe quebrantar ningún hueso (cf Ex 12, 46). Y ahora que ha soportado todo, se ve que, a pesar de toda la turbación del corazón, a pesar del poder del odio y de la ruindad, él no está solo. Están los fieles. Al pie de la cruz estaba María, su Madre, la hermana de su Madre, María, María Magdalena y el discípulo que él amaba. Llega también un hombre rico, José de Arimatea: el rico logra pasar por el ojo de la aguja, porque Dios le da la gracia. Entierra a Jesús en su tumba aún sin estrenar, en un jardín: donde Jesús es enterrado, el cementerio se transforma en un 89 Devocionario vergel, el jardín del que había sido expulsado Adán cuando se alejó de la plenitud de la vida, de su Creador. El sepulcro en el jardín manifiesta que el dominio de la muerte está a punto de terminar. Y llega también un miembro del Sanedrín, Nicodemo, al que Jesús había anunciado el misterio del renacer por el agua y el Espíritu. También en el sanedrín, que había decidido su muerte, hay alguien que cree, que conoce y reconoce a Jesús después de su muerte. En la hora del gran luto, de la gran oscuridad y de la desesperación, surge misteriosamente la luz de la esperanza. El Dios escondido permanece siempre como Dios vivo y cercano. También en la noche de la muerte, el Señor muerto sigue siendo nuestro Señor y Salvador. La Iglesia de Jesucristo, su nueva familia, comienza a formarse. ORACIÓN Señor, has bajado hasta la oscuridad de la muerte. Pero tu cuerpo es recibido por manos piadosas y envuelto en una sábana limpia (Mt 27, 59). La fe no ha muerto del todo, el sol no se ha puesto totalmente. Cuántas veces parece que estés durmiendo. Qué fácil es que nosotros, los hombres, nos alejemos y nos digamos a nosotros mismos: Dios ha muerto. Haz que en la hora de la oscuridad reconozcamos que tú estás presente. No nos dejes solos cuando nos aceche el desánimo. Y ayúdanos a no dejarte solo. Danos una fidelidad que resista en el extravío y un amor que te acoja en el momento de tu necesidad más extrema, como tu Madre, que te arropa de nuevo en su seno. Ayúdanos, ayuda a los pobres y a los ricos, a los sencillos y a los sabios, para poder ver por encima de los miedos y prejuicios, y te ofrezcamos nuestros talentos, nuestro corazón, nuestro tiempo, preparando así el jardín en el cual puede tener lugar la resurrección. V /. Señor, pequé ten misericordia de mí R /. Pecamos y nos pesa, ten misericordia de nosotros que por nosotros padeciste. Padre nuestro, Ave María, Gloria DECIMOCUARTA ESTACIÓN JESÚS ES PUESTO EN EL SEPULCRO V /. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R /. Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador. Amén. Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 59-61 José, tomando el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia, lo puso en el sepulcro nuevo que se había excavado en una roca, rodó una piedra grande a la entrada del sepulcro y se marchó. María Magdalena y la otra María se quedaron allí sentadas enfrente del sepulcro. MEDITACIÓN 90 Devocionario Jesús, deshonrado y ultrajado, es puesto en un sepulcro nuevo con todos los honores. Nicodemo lleva una mezcla de mirra y áloe de cien libras para difundir un fragante perfume. Ahora, en la entrega del Hijo, como ocurriera en la unción de Betania, se manifiesta una desmesura que nos recuerda el amor generoso de Dios, la «sobreabundancia» de su amor. Dios se ofrece generosamente a sí mismo. Si la medida de Dios es la sobreabundancia, también para nosotros nada debe ser demasiado para Dios. Es lo que Jesús nos ha enseñado en el Sermón de la montaña (Mt 5, 20). Pero es necesario recordar también lo que san Pablo dice de Dios, el cual «por nuestro medio difunde en todas partes el olor de su conocimiento. Pues nosotros somos [...] el buen olor de Cristo» (2 Co 2, 14-15). En la descomposición de las ideologías, nuestra fe debería ser una vez más el perfume que conduce a las sendas de la vida. En el momento de su sepultura, comienza a realizarse la palabra de Jesús: « Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, dará mucho fruto» (Jn 12, 24). Jesús es el grano de trigo que muere. Del grano de trigo enterrado comienza la gran multiplicación del pan que dura hasta el fin de los tiempos: él es el pan de vida capaz de saciar sobreabundantemente a toda la humanidad y de darle el sustento vital: el Verbo de Dios, que es carne y también pan para nosotros, a través de la cruz y la resurrección. Sobre el sepulcro de Jesús resplandece el misterio de la Eucaristía. ORACIÓN Señor Jesucristo, al ser puesto en el sepulcro has hecho tuya la muerte del grano de trigo, te has hecho el grano de trigo que muere y produce fruto con el paso del tiempo hasta la eternidad. Desde el sepulcro iluminas para siempre la promesa del grano de trigo del que procede el verdadero maná, el pan de vida en el cual te ofreces a ti mismo. La Palabra eterna, a través de la encarnación y la muerte, se ha hecho Palabra cercana; te pones en nuestras manos y entras en nuestros corazones para que tu Palabra crezca en nosotros y produzca fruto. Te das a ti mismo a través de la muerte del grano de trigo, para que también nosotros tengamos el valor de perder nuestra vida para encontrarla; a fin de que también nosotros confiemos en la promesa del grano de trigo. Ayúdanos a amar cada vez más tu misterio eucarístico y a venerarlo, a vivir verdaderamente de ti, Pan del cielo. Auxílianos para que seamos tu perfume y hagamos visible la huella de tu vida en este mundo. Como el grano de trigo crece de la tierra como retoño y espiga, tampoco tú podías permanecer en el sepulcro: el sepulcro está vacío porque él –el Padre– no te «entregó a la muerte, ni tu carne conoció la corrupción» (Hch 2, 31; Sal 15, 10). No, tú no has conocido la corrupción. Has resucitado y has abierto el corazón de Dios a la carne transformada. Haz que podamos alegrarnos de esta esperanza y llevarla gozosamente al mundo, para ser de este modo testigos de tu resurrección. V /. Señor, pequé ten misericordia de mí R /. Pecamos y nos pesa, ten misericordia de nosotros que por nosotros padeciste. Padre nuestro, Ave María, Gloria 91 Devocionario ORACIÓN FINAL Te suplico, Señor, que me concedas, por intercesión de tu Madre la Virgen, que cada vez que medite tu Pasión, quede grabado en mí con marca de actualidad constante, lo que Tú has hecho por mí y tus constantes beneficios. Haz, Señor, que me acompañe, durante toda mi vida, un agradecimiento inmenso a tu Bondad. Amén LAS SIETE PALABRAS DEL SEÑOR EN LA CRUZ 1. Primera Palabra "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lc 23,34) Señor y Dios mío, que por mi amor agonizaste en la cruz para pagar con tu sacrificio la deuda de mis pecados, y abriste tus divinos labios para alcanzarme el perdón de la divina justicia: ten misericordia de todos los hombres que están agonizando y de mí cuando me halle en igual caso: y por los méritos de tu preciosísima Sangre derramada para mi salvación, dame un dolor tan intenso de mis pecados, que expire con él en el regazo de tu infinita misericordia. G. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. T. Pecamos y nos pesa ten misericordia de nosotros padeciste. 2. Segunda Palabra "Hoy estarás conmigo en el Paraíso" (Lc 23, 43) Señor y Dios mío, que por mi amor agonizaste en la Cruz y con tanta generosidad correspondiste a la fe del buen ladrón, cuando en medio de tu humillación redentora te reconoció por Hijo de Dios, hasta llegar a asegurarle que aquel mismo día estaría contigo en el Paraíso: ten piedad de todos los hombres que están para morir, y de mí cuando me encuentre en el mismo trance: y por los méritos de tu sangre preciosísima, aviva en mí un espíritu de fe tan firme y tan constante que no vacile ante las sugestiones del enemigo, me entregue a tu empresa redentora del mundo y pueda alcanzar lleno de méritos el premio de tu eterna compañía. G. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. T. Pecamos y nos pesa ten misericordia de nosotros padeciste. 3. Tercera Palabra "He aquí a tu hijo: he aquí a tu Madre" (Jn 19, 26) Señor y Dios mío, que por mi amor agonizaste en la Cruz y , olvidándome de tus tormentos, me dejaste con amor y comprensión a tu Madre dolorosa, para que en su compañía acudiera yo siempre a Ti con mayor confianza: ten misericordia de todos los hombres que luchan con las agonías y congojas de la muerte, y de mí cuando me vea en 92 Devocionario igual momento; y por el eterno martirio de tu madre amantísima, aviva en mi corazón una firme esperanza en los méritos infinitos de tu preciosísima sangre, hasta superar así los riesgos de la eterna condenación, tantas veces merecida por mis pecados. G. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. T. Pecamos y nos pesa ten misericordia de nosotros padeciste. 4. Cuarta Palabra "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" (Mt 27, 46) Señor y Dios mío, que por mi amor agonizaste en la Cruz y tormento tras tormento, además de tantos dolores en el cuerpo, sufriste con invencible paciencia la más profunda aflicción interior, el abandono de tu eterno Padre; ten piedad de todos los hombres que están agonizando, y de mí cuando me encuentre también en la agonía; y por los méritos de tu preciosísima sangre, concédeme que sufra con paciencia todos los sufrimientos, soledades y contradicciones de una vida en tu servicio, entre mis hermanos de todo el mundo, para que siempre unido a Ti en mi combate hasta el fin, comparta contigo lo más cerca de Ti tu triunfo eterno. G. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. T. Pecamos y nos pesa ten misericordia de nosotros padeciste. 5. Quinta Palabra "Tengo sed" (Jn 19, 28) Señor y Dios mío, que por mi amor agonizaste en la Cruz, y no contento con tantos oprobios y tormentos, deseaste padecer más para que todos los hombres se salven, ya que sólo así quedará saciada en tu divino Corazón la sed de almas; ten piedad de todos los hombres que están agonizando y de mí cuando llegue a esa misma hora; y por los méritos de tu preciosísima sangre, concédeme tal fuego de caridad para contigo y para con tu obra redentora universal, que sólo llegue a desfallecer con el deseo de unirme a Ti por toda la eternidad. G. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. T. Pecamos y nos pesa ten misericordia de nosotros padeciste. 6. Sexta Palabra "Todo está consumado" (Jn 19,30) Señor y Dios mío, que por mi amor agonizaste en la Cruz, y desde su altura de amor y de verdad proclamaste que ya estaba concluida la obra de la redención, para que el hombre, hijo de ira y perdición, venga a ser hijo y heredero de Dios; ten piedad de todos los hombres que están agonizando, y de mí cuando me halle en esos instantes; y por los méritos de tu preciosísima sangre, haz que en mi entrega a la obra salvadora de Dios en el mundo, cumpla mi misión sobre la tierra, y al final de mi vida, pueda hacer realidad en mí el diálogo de esta correspondencia amorosa: Tú no pudiste haber hecho más por mí; yo, aunque a distancia infinita, tampoco puede haber hecho más por Ti. Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí. 93 Devocionario 7. Séptima Palabra "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" (Lc 23, 46) Señor y Dios mío, que por mi amor agonizaste en la Cruz, y aceptaste la voluntad de tu eterno Padre, resignando en sus manos tu espíritu, para inclinar después la cabeza y morir ; ten piedad de todos los hombres que sufren los dolores de la agonía, y de mí cuando llegue esa tu llamada; y por los méritos de tu preciosísima sangre concédeme que te ofrezca con amor el sacrificio de mi vida en reparación de mis pecados y faltas y una perfecta conformidad con tu divina voluntad para vivir y morir como mejor te agrade, siempre mi alma en tus manos. G. Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí. T. Pecamos y nos pesa ten misericordia de nosotros padeciste. ROSARIO DEL PÉSAME A LA VIRGEN MARÍA Por la señal de la santa Cruz… INTRODUCCION: Virgen Santísima, Madre de Dios y madre nuestra, María. En este Viernes Santo estamos aquí para acompañante en tu dolor. Te damos el pésame por la muerte de tu Hijo, tu único apoyo; pero no te has quedado sola. Estamos contigo, María. Un día lo aceptaste en tus entrañas y lo llevaste nueve meses; hoy lo aceptas muerto y lo llevas al sepulcro. En Belén lo acariciaste niño, y su ternura te embelesaba; hoy lo acaricias muerto, hinchado por los golpes, sucio por el sudor, el polvo, la sangre y los escupitajos, y con el hedor de sangre en descomposición. Un día, en la pobreza del sepulcro, lo envolviste en pañales y lo acostaste en un pesebre para la adoración de los ángeles y los pastores; hoy lo envuelves en la sábana y las vendas y lo llevas a la fría loza del sepulcro prestado custodiado por soldados ante el terror de sus amigos. ¡Qué contraste! No murió de muerte natural, a larga edad, como era la promesa para los justos; sino que te lo mataron, en una vergonzosa ejecución de esclavo o criminal político, que no tenía nada que lo hiciera aparecer como héroe o como mártir. Ese vulgar asesinato había sido proyectado desde hacía tiempo, precisamente por las autoridades religiosas y políticas. Será de esos crímenes que nunca se esclarezcan, porque se hacen para acallar tanta corrupción. Madre, no pudiste cerrarle los ojos, ni limpiarle el sudor de la agonía, ni darle de beber un trago de agua, ni decirle al oído la última oración. Entre los gritos e insultos de la plebe morbosa, hambrienta de sangre, te llamaron «la madre del condenado». Con 94 Devocionario dificultades y entre controversias, estuviste cerca de la Cruz, frente a frente, en diálogo. Cuánto sufrías, Madre tierna e inocente. Aunque toda tu vida estuviste preparada, esperando la espada de dolor que traspasaría tu alma, eso no menguaba tu dolor moral. Pero sufrías con gran esperanza, valerosamente, pues estabas de pie, uniendo tu dolor a su dolor redentor en favor del mundo. Estuviste de pie, postura sacerdotal, del hombre libre, que se ha levantado de la postración. Ahora entregas también a Jesús al Dios de los vivientes, y su Cuerpo al polvo del cual salimos, en castigo del pecado. Madre: ni modo, es imposible callarlo: somos los asesinos. Nosotros matamos a tu Hijo. Nuestros pecados lo llevaron a la Cruz. El que no ama, es un asesino. Han pasado los años y los siglos; sabemos que es el Salvador que murió por nosotros, pero no nos tentamos el corazón para seguir pecando. Y con el pecado, volvemos a crucificar al Señor de la gloria. Sabemos que tú nos recibes, pues eres nuestra Madre. Jesús te confió esa nueva misión en la Cruz. En realidad no estás sola, pues somos tus hijos y estamos contigo, tú nos aceptaste como tus hijos, y nos cuidarás como lo hiciste con Jesús. Por eso venimos a hundirnos en tu regazo. Somos nosotros los que nos hemos quedado solos. Somos nosotros los que sufrimos sin esperanza. Somos nosotros los que necesitamos consuelo y compañía, porque el mal nos hunde en el aislamiento y la más cruel soledad. Madre de amplio regazo que abarca a toda la humanidad, Virgen Santísima, Madre de Dios y madre nuestra, María. En este Viernes Santo estamos aquí para acompañante en tu dolor. Te damos el pésame por la muerte de tu Hijo. Y no queremos que sigas llorando por tus hijos perdidos, muertos sin ilusión ni esperanza. Perdiste un Hijo muy bueno, adquiriste unos hijos que te causan preocupación. Pero los quieres como tu hijo único, como tu único apoyo; y los acompañas en su vía dolorosa. Estamos contigo, María. Te acompañamos en tu pesar. Te acompañamos en tus cuidados. Cuenta con nosotros. A. PRIMER MISTERIO: MARÍA LLORA POR AMOR Del libro de las Lamentaciones (1,8-12): Mucho ha pecado Jerusalén, por eso ha quedado impura. Todos los que la honraban la desprecian, porque han visto su desnudez; y ella misma gime vuelta de espaldas. Su inmundicia se pega a su ropa, no pensó ella en este fin. Su caída ha sorprendido, no hay quien la consuele. Mira, Señor, mi miseria, que el enemigo se crece. Echó mano el enemigo a todos sus tesoros; ha visto ella a los paganos penetrar en su santuario, aquellos de quienes ordenaste: no entrarán en tu asamblea. Su pueblo entero gime y anda en busca de pan; cambian sus tesoros por comida, por ver de recobrar la vida. Mira, oh Dios, y contempla qué envilecida estoy. Ustedes, los que pasan por el camino, miren, fíjense bien si hay dolor parecido al dolor que me atormenta, con el que el Señor me castigó el día de su ardiente cólera. Palabra de Dios. 95 Devocionario Jeremías lloraba el esplendor caído: el templo, las murallas y palacios, quedó arrasado y saqueado. Tú, Madre, lloras el derrumbamiento del plan de salvación, por el cual tu Hijo murió en la Cruz. Lo lloras con amor de virgen y de madre. Porque tú eres madre virgen, y tu amor es de virgen madre. Tú tienes amor de virgen, "solícita de las cosas del Señor" (1 Corintios 7,32), que sirve con corazón indiviso. Como dice el Salmo: "Si te tengo a tí en el cielo ¿qué me importa la tierra?" (Sal 72,25). Tú amas con amor de madre, como aquella madre del Libro de los Macabeos que animaba a sus hijos a dar la vida por la causa del Señor superando el dolor de las torturas. Madre, tú ahora estás llorando, llena de amor, por la ruina de nuestra población. Se ha apoderado de nuestras nuevas generaciones el consumismo, erotismo y secularismo. Se siente un gran vacío de Dios; aumenta el clima de tensiones, de violencia. Las ambiciones nos dividen y oponen. Se intenta llenar el vacío con una cultura de la muerte: droga, prostitución, delincuencia, adivinación, magia, pleitos. Y nosotros, Madre, no tenemos ganas de llorar. No nos duele ni nuestra situación de ruina, ni tu dolor. Como tú, quisiéramos ser un espejo en el cual se dibuje la Pasión. Quisiéramos escuchar la voz del Espíritu Santo que nos dice: «Con todo corazón honra a tu padre, y no olvides los dolores de tu madre» (Sir 7,27). Padre nuestro, diez Ave María, Gloria al Padre… Madre llena de dolor, haz que cuando expiremos - Nuestras almas entreguemos por tus manos al Señor. B. SEGUNDO MISTERIO: MARÍA LLORA LLENA DE ESPERANZA Del Evangelio de San Juan (12,24-28): Jesús dijo: "En verdad, en verdad les digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, produce mucho fruto. El que ama su vida la pierde; y el que desprecia su vida en este mundo, la conservará para la vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, ahí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará. Ahora que mi alma está turbada voy a decir: Padre, líbrame de esta hora? Precisamente para eso he llegado a esta hora: Padre, glorifica tu Nombre". Palabra del Señor. Murió el Señor. Está yerto, sin vida. Lo mataron en una ejecución injusta, por odio, por envidia, por nuestros pecados. Desapareció de este mundo, y de nuestra vista. Se acabaron los proyectos del Reino nuevo, de la Buena Noticia, de la fraternidad universal, y tú lloras su desaparición, como dice la Escritura: «Llora sobre el difunto, porque faltó la luz de su vida» (Sir 30,4). Jesús desapareció para el mundo. Se acabaron sus amistades, sus afectos, sus favores. Jesús desapareció para los pobres, los marginados, los olvidados, los enfermos. Jesús desapareció para ti y para los apóstoles, dejando un vacío que nada puede llenar. Madre, pero Jesús desapareció para dar mucho fruto. Su obra de salvación perdura a través 96 Devocionario de los siglos y por todas las regiones del mundo. Nosotros somos su obra. Con razón dijo: «Si tuvieran fe, harían las obras que yo hago, y las haría todavía mayores». Pero lo cierto es que Cristo, tu Hijo, desapareció. El mundo está lleno de idolatrías y falsas imágenes de Dios. No vivimos como hermanos, a muchos no les importa vivir en pecado. Hemos expulsado de entre los vivos a tu Hijo, a quien tú lloras desconsolada. Madre, nosotros queremos llorar contigo lágrimas de amor y esperanza también para nuestro mundo. «Si el grano de tierra muere, producirá mucho fruto», de este modo, queremos llenar el vacío que dejó tu Hijo. Nosotros queremos ser una prolongación de tu presencia para los profesionistas que no creen, para los universitarios que se quedan en sus dudas de fe, para los drogadictos que no se deciden a pedir ayuda, para las familias que han callado por mucho tiempo una situación que las hundía, para los enfermos mentales y los inválidos. Padre nuestro, diez Ave María, Gloria al Padre… Madre llena de dolor, haz que cuando expiremos - Nuestras almas entreguemos por tus manos al Señor. C. TERCER MISTERIO: MARÍA NOS ADVIERTE PARA QUE CAMBIEMOS Del libro de los Proverbios (3,1-12): Hijo mío, no olvides mi instrucción, guarda en tu memoria mis mandatos, pues te proporcionarán bienestar, y muchos días y años de vida. Que no te abandonen el amor y la lealtad, átalas a tu cuello, grábalas en la tablilla de tu corazón; así obtendrás estima y aceptación ante Dios y ante los hombres. Confía en el Señor de todo corazón y no te fíes de tu inteligencia; reconócelo en todos tus caminos y El enderezará tus sendas. No presumas de sabio, teme a tu Dios, y evita todo mal; será salud para tu carne y alivio para tus huesos. Honra al Señor con tus riquezas, con las primicias de todas tus ganancias: tus graneros se colmarán de grano y tus lagares rebosarán de mosto. No desprecies, hijo mío, la instrucción del Señor, que no te enfade su reprensión, porque Yahveh reprende a los que ama, como un padre a su hijo amado. Palabra de Dios. Las heridas en el cuerpo de Jesús eran lesiones en tu corazón de Madre tierna. Haz sido una Madre tan cariñosa, tan afectuosa. Cuando limpiabas la sangre de su cuerpo yerto, sin duda que resonaban en tus oídos sus palabras: «Mujer, ahí tienes a tu hijo» (Juan 19,2627). En la Cruz recibiste al traidor a cambio de Jesús; al siervo a cambio del Señor; al discípulo a cambio del Maestro; al pecador a cambio del Justo. Pero el Señor todo lo hace concurrir en favor de los que creen. Los males son correcciones de Dios, advertencias para cambiar. Madre, vivimos en medio de la crisis, que nos afecta por todos lados: económica, social, política, religiosa. Pero todo esto constituye un aviso para nosotros. No son desgracias, sino lecciones, para que aprendamos de la vida, 97 Devocionario como tú lo hiciste. Como un padre instruye y corrige a su hijo para que mejore, así Dios ha querido hacerlo con nosotros: «Si esto pasa con el leño verde ¿qué pasará con el seco?». Cierto que ninguna corrección es a su tiempo agradable, sino penosa, pero luego produce fruto apacible de justicia. Es un aviso de misericordia. Como el Señor dijo: «Vuélvete a mí, tu Redentor» (Isaías 44,22); «invócame en la tribulación, te escucharé y me glorificarás» (Salmo 49,15). Nosotros estamos aquí por lo que justamente hicimos (Lc 23,41), pero tú, Madre, nada debes. Sufres ahora por tus hijos. Madre: nos humillamos bajo la poderosa mano de Dios (1 Pedro 5,6), y gritamos llenos de confianza, como Pedro: « ¡Sálvanos, Señor, que perecemos!». Padre nuestro, diez Ave María, Gloria al Padre… Madre llena de dolor, haz que cuando expiremos - Nuestras almas entreguemos por tus manos al Señor. D. CUARTO MISTERIO: MARÍA, REINA DE LOS MÁRTIRES Del Evangelio de San Juan (15,13-21): Jesús dijo: "Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. No los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su patrón; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que he oído a mi Padre. No me eligieron ustedes a mí, sino que yo los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que todo lo que pidan al Padre se los conceda. Si el mundo los odia, sepan que primero me odió a mí. Si ustedes fueran del mundo, el mundo amaría lo suyo, pero el mundo los odia porque yo los elegí para sacarlos del mundo. El siervo no es más que su patrón. Si a mí me persiguieron, también a ustedes los perseguirán; si han guardado mis palabras, también guardarán las de ustedes. Palabra del Señor. Madre: cuántos motivos tienes para llorar de pena con tu Hijo muerto en los brazos. Es más cruel y temido el martirio de las burlas, la incomprensión, la oposición, la soledad y la traición, que la misma muerte violenta. Sufrir sin quejas, reconociendo la gloria de Dios, amando y perdonando a los verdugos, sólo puede hacerse por una gracia de tu Hijo. Con entereza, sin lenitivos, sin escaparse. Eres Reina de los mártires, haciendo una nueva versión del martirio. Sufres al ver a tu Hijo, que es personalmente Dios, sufriendo, por la maldad de la humanidad llevada hasta el extremo. Y tu sufrimiento no fue sólo cosa de tres horas, sino de toda la vida. Como tú, Madre, nosotros queremos permanecer junto a la Cruz, de pie, valientemente, sin culpar a nadie, sin desesperación ni victimismos, sin desmayar ni querer huir. Mientras los apóstoles corrieron y los demás callaron de miedo, tú estabas al pie de la Cruz, fija en tu puesto. Nosotros te acompañamos, María, aceptando nuestro martirio. Queremos tener tu mismo valor, para estar de pie frente a la Cruz. Queremos, como tu Jesús, salir al encuentro 98 Devocionario de la Cruz, y abrazarla para la salvación de nuestros hermanos. Queremos, como tú, esperar contra toda esperanza. Que contigo, seamos los nuevos mártires de Cristo, en virtud de nuestra confirmación sacramental. Padre nuestro, diez Ave María, Gloria al Padre… Madre llena de dolor, haz que cuando expiremos - Nuestras almas entreguemos por tus manos al Señor. E. QUINTO MISTERIO: EL MISTERIO DEL DOLOR Del Evangelio de San Juan (19,16-19): Entonces Pilato les entregó a Jesús para que lo crucificaran. Tomaron, pues, a Jesús, y Él, cargando con la cruz, salió hacia el lugar llamado calvario, que en hebreo se dice Gólgota, y ahí le crucificaron, y con Él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio. Pilato puso también esta inscripción sobre la cruz: "Jesús de Nazaret el rey de los judíos". Palabra del Señor. Madre, cuánto sufres al pie de la Cruz. Cuánto dolor siente el Padre celestial al entregar a su Hijo único, el amado. Con un corazón de madre, sufres el Sacrificio del Calvario, del Hijo único, el Hijo amado del Padre. Acaricias las llagas de tu Hijo, causadas por los azotes, las espinas, las caídas, los clavos, la cruz, la lanzada, y guardas como recuerdo los instrumentos de crueldad y odio que se tornan en signos de amor hasta el extremo: la corona de espinas, los clavos, la esponja, el estipes, la lanza, el madero. Madre, ahora, en la calle de la amargura por donde nosotros, tus hijos, caminamos porque nosotros sufrimos por dinero, puestos, amistades, cosas, atenciones, no por la causa de tu Hijo. No sabemos acompañar el dolor de Dios en la cruz de los demás, como tú lo haces. Hoy quieres limpiar las nuevas llagas de miseria, hambre, enfermedad, frustración, venganzas, vicios, resentimientos, vidas amargadas, explotación. Hoy los instrumentos de muerto no solamente son armas de alto poder, misiles, o fuertes organizaciones de crimen, sino también sobornos, presiones, leyes injustas, patadas, agresiones en masa, navajas, manos empuñadas, pastillas, venenos, gas. No queremos ofrecerte demostraciones inútiles, sino que te demostraremos nuestra compañía cargando la cruz diaria. Sin cobardía, sin respetos humanos, como verdaderos apóstoles. Con decisión, como lo hiciste tú: no de lejos. Jesús dijo: «El Reino de Dios sufre violencia y los violentos lo conquistarán». Queremos sufrir en compañía. Estamos contigo, María. Padre nuestro, diez Ave María, Gloria al Padre… Madre llena de dolor, haz que cuando expiremos - Nuestras almas entreguemos por tus manos al Señor. Oh Soberano Santuario, Sagrario del Verbo Eterno… 99 Devocionario F. Letanía Señor ten piedad Cristo, ten piedad Señor, ten piedad Santa María Santa Madre de Dios Santa Virgen de las vírgenes Mujer llena de Gracia Virgen siempre orante Primicia de la redención Colaboradora de Cristo Redentor Madre de la Iglesia Madre de los sacerdotes Madre de la vida consagrada Madre de familia Madre de todos los hombres Madre dolorosa Madre de misericordia Mediadora de todas las gracias Salud de los enfermos Consuelo de los afligidos Auxiliadora de los cristianos Socorro de los moribundos Alivio de los difuntos Reina y Señora nuestra Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo Perdónanos, Señor Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo Escúchanos, Señor Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo Ten piedad y misericordia de nosotros Bajo tu amparo… G. Oración final Del Evangelio de San Juan (16,20-22): Jesús dijo: "En verdad, en verdad les digo que llorarán y se entristecerán, y el mundo se alegrará de sus lamentos. Estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en gozo. La mujer, cuando va a dar a luz, sufre porque le ha llegado su hora; pero cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo. También ustedes están tristes ahora, pero volveré a verlos y se alegrará su corazón, con una alegría inmensa que nadie podrá quitarles". Palabra del Señor. Madre. Te hemos acompañado en este rosario de pésame, y después te acompañaremos en tu camino de recuerdos por la vía dolorosa. No queremos dejarte sola en esta noche de espera, larga y cruel. Se traspuso el sol en el poniente, y también a la esperanza se le ocultan las estrellas. Humanamente no hay respuesta. Jesús nos dijo que no hay mayor amor que dar la vida, y que el que ama ha pasado ya de la muerte a la vida. Tú estás segura de que tu Hijo resucitará. Sabes que tu dolor es un dolor de parto. Que la vida no termina con la muerte terrena; que la muerte es el inicio de la vida definitiva. Pero, Madre, nosotros muchas veces vivimos como si la vida deba terminarse con la muerte. Como si estuviéramos destinados a permanecer para siempre en esta tierra, atados a los bienes terrenos, esclavizados por nuestras pasiones, adictos a nuestros actos. No tememos caer en el vicio ni en el infierno. No nos importa que se pisotee la inocencia de las nuevas generaciones. Necesitamos tus lágrimas, María. Que comprendamos que tú lloras por lo que verdaderamente vale la pena llorar. 100 Devocionario Madre: que no busquemos entre los muertos a Cristo, que es la vida. Que nuestra fe no sea sólo un archivo de recuerdos que se empolva. Que nos animemos a dar el paso hoy. Y en nuestra vida de amor, de servicio y de solidaridad fraterna, encontrarás a tu Hijo resucitado. VÍA MATRIS El Vía Matris es el camino que recorrió María de regreso, desde el Santo Sepulcro hasta su casa. Es un camino en el que recuerda y revive el Vía Crucis, el Camino de la Cruz. Por lo tanto, lo rezamos acompañando a la Madre Dolorosa de vuelta a su hogar. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo Dedicatoria a María Déjanos seguir contigo desde el sepulcro al cenáculo el camino doloroso de tu soledad y llanto. Desahoga, Madre nuestra, tu corazón angustiado, rosa de siete puñales por nuestros siete pecados. Repite el diálogo interno con tu hijo bien amado, muerto a los ojos del mundo y, para ti, descansando. De tu voz aprenderemos la fe, la esperanza, el cántico triunfal de amor renacido tras las tinieblas del sábado. XIV Estación: Jesús fue colocado en el sepulcro Detrás de la losa, queda tu corazón destrozado semilla de amor eterno, dormido y siempre velando. Cómo me duele dejarte. Te quisiera en mi regazo y estar contigo en tu sueño, que mi ansiedad hace largo. Sé que pronto te veré glorioso resucitado, y mi fe es el arco iris en la lluvia de mi llanto. Para aquellos, Hijo Mío, que el dolor embarcó, tu sepulcro sea la estrella que los lleve a puerto seguro. Dios te salve, María, Gloria… G/ Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz T/ Te nombró Jesús Madre de los pecadores. XIII Estación: Jesús fue descendido de la Cruz Aquí estuviste, Hijo mío, como la flor de su tallo. Flor deshojada, sangrienta en el dolor de mis brazos. Aquí cubrieron de mirra -¡ay, recuerdo de los Magos!-, la púrpura de tus llagas, llagas que en mí se han quedado. Fina sábana de nieve veló tu cuerpo adorado, y tu faz, mi sol, mi espejo se ocultó tras un sudario. Benditos los que adivinan, tras la llaga del hermano, tu divino rostro vivo que espera amor y cuidado. Dios te salve, María, Gloria… G/ Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz T/ Te nombró Jesús Madre de los pecadores. XII Estación: Jesús murió en la Cruz Aquí, la Cruz… Aquí el grito: - “¡Todo está consumado…!” la tiniebla, el terremoto y la lanza perforando tu corazón y mi pecho con el mismo hierro insano. Aquí me entregaste al hombre - verdugo por el pecado -, como hijo pequeñito nacido de sangre y 101 Devocionario llanto, Hijo tan distinto a ti, pero, en mi carne, tu hermano. Que las penas de su cruz - ¡hay tantos hombres ingratos!- no olviden que soy su Madre y que mucho me costaron. Dios te salve, María, Gloria… G/ Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz T/ Te nombró Jesús Madre de los pecadores. XI Estación: Mi recuerdo de los clavos Sobre la roca tendieron la cruz para desclavarlo. Yo les rogaba: -¡Por Dios, no le lastimen las manos! … Y estaban duras y frías, ellas que hicieron milagros y, tantas veces, filiales, con amor me acariciaron. Manos de mi Dios, heridas y, como sus pies, de mármol. Manos y pies de mi Niño, por obediencia entregados. Que si dejaron la cruz es por ir apresurados a quitarte, pecador, de tus miserias los clavos. Dios te salve, María, Gloria… G/ Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz T/ Te nombró Jesús Madre de los pecadores. X Estación: Cuando despojaron a Jesús de sus vestiduras Sobre esta Piedra, a los dados, la militar compañía se jugó la blanca túnica por mis desvelos tejida. Del lino de mis amores virginales parecía, pero quedó con su sangre lumbre de azotes, teñida. Lo vi desnudo, inocente, mientras la turba reía. Total entrega de Dios por su criatura caída. ¡Ay, si el pecado del mundo despojado, en carne viva, penitente se cubriera con la vergüenza divina…! Dios te salve, María, Gloria… G/ Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz T/ Te nombró Jesús Madre de los pecadores. IX Estación: Cuando vi caer a Jesús por tercera vez Dejadme besar la tierra, porque, al llegar al Calvario, también besó mi Niño tercera vez derribado. ¡Era tan dura la carga y tan cruel el populacho! Era llevar en los hombros lo más terrible: el pecado. Y cayó, cayó de bruces… Yo vi sus divinos labios, en un beso doloroso, de polvo y sangre manchados. Polvo del hombre, miseria y sangre de Dios, juntando en ósculo de perdón el cielo y el mundo ingrato. Dios te salve, María, Gloria… G/ Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz T/ Te nombró Jesús Madre de los pecadores. VIII Estación: Cuando Jesús consoló a las mujeres de Jerusalén Y se fueron las mujeres que por mi Jesús lloraron. Las calles huelen a miedo bajo el cielo encapotado. Si en el leño verde el fuego del furor rompió en estragos, ¿qué será en el leño seco por la plaga del pecado? ¿Mujeres que lloren? ¡No! Faltan en el mundo llantos viriles que reconozcan las voces que claudicaron. ¡Hombres del mundo, llorad mientras dura el Viernes santo, porque sintáis el consuelo de Cristo resucitado! Dios te salve, María, Gloria… G/ Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz T/ Te nombró Jesús Madre de los pecadores. VII Estación: Donde Jesús cayó por segunda vez El crepúsculo se apaga y, en la callejuela angosta, como en conciencia culpable, se han dado cita las sombras. Aquí tropezó Jesús - ¡ las almas son tan tortuosas ! - y, segunda vez, la tierra probó el sabor de las rosas. Que el Amor es insistente cuando en verdad se 102 Devocionario enamora y dos veces, traicionado una y otra vez perdona. Por alzar a los caídos, Jesús probó la derrota y a mí me nombró refugio de los que, caídos, lloran. Dios te salve, María, Gloria… G/ Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz T/ Te nombró Jesús Madre de los pecadores. VI Estación: Cuando una mujer piadosa enjugó el rostro de Jesús En esta tarde de llanto, en mi soledad más sola, es una luz de esperanza recordar a la Verónica. El rostro que fue mi espejo, mi sol, se ocultaba en sombras de sangre, sudor, salivas, polvo y divina congoja. Una mujer, como yo, valiente rompió la tropa y enjugó la faz amada con la nieve de su toca. Pintado en sangre quedó el rostro que me enamora y, pintado en mis pupilas, el llanto no me lo borra. Hacia cualquiera que miro, la semejanza me asombra: todos los rostros del mundo se le parecen ahora. Dios te salve, María, Gloria… G/ Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz T/ Te nombró Jesús Madre de los pecadores. V Estación: Mi gratitud al Cirineo A Simón el Cirineo detuvieron los soldados. Sudor y polvo traía como ofrenda de los campos. Mi Jesús era gavilla redentora de cansancio, y del peso de su cruz tuvo a bien participarnos. Simón recibió el madero, primeramente con asco. Poquito a poco, el camino le floreció de entusiasmo. Porque ir junto a mi Hijo en el sufrimiento humano, es hallar al fin la gloria, es a Él y a mí encontrarnos. Dios te salve, María, Gloria… G/ Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz T/ Te nombró Jesús Madre de los pecadores. IV Estación: Cuando me encontré con Él Era difícil seguir de cerca a Jesús atado. Unidos al dolor, lejos en el cuerpo estábamos. Pero mi amor maternal se atrevió entre el populacho y pude mirar…, mirarme en los ojos de mi amado. Vivo aún de esa mirada, que retuvo el viril llanto por no doblar la agonía deshojada en mi regazo. Mirada firme de amor, que sellara el holocausto de nuestros dos corazones por ti, que estás escuchando. Dios te salve, María, Gloria… G/ Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz T/ Te nombró Jesús Madre de los pecadores. III Estación: Cuando mi Jesús cayó por primera vez ¡Mirad si queda en el suelo alguna gota de sangre! La recogerá la copa de mis besos maternales. Porque, al salir del Pretorio alguien se atrevió a empujarle y cayó, Varón de burlas, absolviendo a los culpables. ¡Mirad si quedó en el suelo alguna gota de sangre! ¡Estaba tan malherido…! ¡El madero era tan grande…! ¡Que nadie ponga tropiezos a quien su miseria cargue por este mundo de cruces dolorosas y ambulantes! Dios te salve, María, Gloria… G/ Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz T/ Te nombró Jesús Madre de los pecadores. 103 Devocionario II Estación: Cuando Jesús recibió la cruz Sobre sus hombros pusieron el leño de la victoria. Él, carpintero, sabía de maderas olorosas. Y la levantó triunfante, como levanta a su esposa el amante enamorado en la noche de sus bodas. ¡Aborrecerla o amarla? En esta vía dolorosa, la cruz se clavó por siempre en mi corazón, muy honda. Cruz de Jesús y del hombre, divina cruz redentora, ligero yugo amoroso, ¡puente que lleva a la Gloria! Dios te salve, María, Gloria… G/ Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz T/ Te nombró Jesús Madre de los pecadores. I Estación: Cuando condenaron a muerte a Jesús Anda suelto en la ciudad un silencioso homicida. Mi hijo pagó el rescate con su corona de espinas y, por que nada faltara, ofreció vida por vida. Pilato quiso lavar con agua su cobardía y su nombre, para siempre, se quedará como estigma de quien, por temor al mundo, al mismo Dios crucifica. Ahora, frente al Pretorio, la plaza duerme vacía. Un agrio remordimiento en las conciencias vigila. - ¿Resucitará? …Preguntan. Sólo yo sufro tranquila. Sólo yo… Mis compañeras, las dulces, fieles Marías, quieren llevar al sepulcro, el domingo, aceite y mirra. Yo seré, en el mundo a oscuras, la sola luz encendida. Dios te salve, María, Gloria… G/ Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz T/ Te nombró Jesús Madre de los pecadores. Último Deseo Déjanos seguir contigo por el Vía Crucis, Señora, de nuestra vida doliente, sin tu amor más angustioso. Podemos ser los Pilatos; los Cirineos, las Verónicas, los ladrones, los soldados, los fariseos, las llorosas, mujeres, el populacho voluble como las olas; podremos ser Judas, Pedro… Tú sabes bien nuestra historia. Mas, eres dulce refugio, Madre de Misericordia. Déjanos seguir contigo fieles hoy y hasta la hora sorpresiva de la muerte. ¡Amén Madre Dolorosa! ¡Amén por esa alegría que ya te anuncia la aurora! Dios te salve, María, Gloria… G/ Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz T/ Te nombró Jesús Madre de los pecadores. Dios te salve, Reina y Madre, de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra… 104 Cantos y Dinámicas 105 Cantos y Dinámicas DINAMICAS GENERAL 1. La Ola Se colocan sillas en círculo según el número de participantes y él que dirige al grupo ordena diciendo: Ola a la izquierda y el grupo obedece cambiándose de silla a la izquierda y se es a la derecha igualmente y cuando se dice tormenta todos se cambian de silla. Quien se queda sin silla, es quien coordina el juego, quien se quede sin silla tres veces se le pone un castigo. 2. El correo Se colon sillas en círculo según el número de participantes, él que dirige el grupo ordena “el correo llegó para todos los que tengas (por ejemplo: pantalón) y estos se deben cambiar de lugar, quien dirige busca también lugar y quien se queda parado coordina el juego y así…se va mencionando (cabello, zapatos, chamarra, etc.). 3. Conejos y conejeras Se forman grupos de tres personas: dos tomados de las manos y uno adentro. Los dos que están tomados de las manos son conejeras y el que está dentro es el conejo, quien coordina el juego da la orden: cambio de conejos y quien son conejos son quienes cambian de conejeras: si quien coordina dice cambio de conejeras sin soltarse van a buscar a otro conejo, y si dice quien coordina cambio de todo se deshacen las conejeras y se integran nuevos equipos formando las conejeras y conejos. Quien coordina busca un lugar y quien se queda sin equipo tres veces da prenda o es castigado. 4. El barco se hunde Todos juntos en un lugar oyen las indicaciones del coordinador que será el capitán; que a su vez ordenará que el barco se hunde y también ordenará que se formen luchas (por ejemplo de 5) y así forman grupos de cinco personas y se van diciendo otros números y se van formando los grupos de lancha y quienes no alcancen a formar los grupos de lanchas se van ahogando y saliendo del juego. 5. La doble rueda Se forman dos ruedas de igual número de personas y se hacen parejas una persona de la rueda afuera y una de la rueda del centro cuando ya identificaron a sus parejas se toman de la mano las de la rueda de afuera van hacia la derecha están viendo hacia afuera, y las de adentro del circulo lo hacen igual hacia la derecha, pero ellos están viendo hacia adentro del círculo van girando al ritmo de la música cuando esta deje de sonar todos buscan a sus parejas y se van sentando, (solo se pueden sentar cuando encontraron a sus parejas), los que no la encuentran se van saliendo, se hace lo mismo hasta que queda una sola pareja, que es la que gana. 6. Mar adentro Se ponen todos en filas formados y el capitán les va a indicar movimientos con la frase “MAR ADENTRO” significa “hacia adelante”, “MAR AFUERA” es “hacia atrás”, “MAR A LA IZQUIERDA” van todos a la izquierda y así, hasta que se equivoquen, para ir eliminándolos. 106 Cantos y Dinámicas 7. El director de la orquesta Se forma una rueda con todos los participantes se le pide a uno de ellos que salga porque él va a adivinar quién es el DIRECTOR DE LA ORQUESTA, a otro integrante se le pode que él lo sea, las indicaciones son las siguientes: quien quedo como director va a hacer algún movimiento (levantar un brazo o los dos, brincar, mover una pierna, etc.). Y todos lo van a imitar, quien va a adivinar, va a estar en el centro de la rueda, cuando adivine quien es el DIRECTOR DE LA ORQUESTA cambian y así sucesivamente, de ti depende hace este juego dinámico y participativo. 8. Caras y gestos Se forman dos grupos con todos los participantes, se pide a cada equipo tenga su coordinador, en seguida a los coordinadores de cada equipo se les llama aparte y se les entrega una hija con diferentes temas, por ejemplo: unas líneas de una canción, etc. Se les pide que vayan con sus equipos y se pongan de acuerdo para que pasen y con mímica expresen lo que se les está pidiendo en su hoja, se dan unos minutos para que cada equipó adivine. Quien adivine más gana. 9. El pueblo Manda Se reúnen todos en algún lugar, y el coordinador les tiene que dar órdenes sobre alguna cosa, solo que siempre debe utilizar la frase “EL PUEBLO MANDA”, si dice otra no se le debe obedecer y quien lo haga, pierde, por ejemplo si dice: “EL PUEBLO PIDE O DICE, etc. 10. Jirafas y elefantes Se reúnen todos y el coordinador les explica que cuando él diga “JIRAFAS” todos estiran el cuello alzan las manos y caminan de puntillas, y cuando diga “ELEFANTES” todos con sus manos hacen como elefante y moviéndolas como si fueran el moco.- el coordinador tiene que hacer los cambios rápidos y el que se equivoque pierde y se va saliendo del juego. 11. Maratón de parejas Se forma una rueda con los participantes todos tomados de las manos, se elige a una pareja para que camine alrededor de la rueda y en algún momento alguno de los dos invita a dos que estén tomados de las manos y estos dejan el hueco tienen que dar toda la vuelta a la rueda para volver al mismo lugar tratando de ganarle a la otra pareja que busca el mismo lugar, y el que llegue primero ocupa el lugar vacío, los que llegaron al final, hacen lo mismo para continuar jugando. 12. Caricaturas Se sientan en sillas los participantes, formando un círculo y se hace la dinámica de la siguiente manera: con las manos pegándose en las rodillas y tronando los dedos en el aire, el ritmo es…CARICATURAS, PRESENTAN, NOMBRES DE animales por ejemplo y cada uno va diciendo el nombre de un animal. Siguiendo el ritmo equivocándose, quien se equivoque pierde y sale del juego. Se puede cambiar a nombres de PAISES, FLORES, PERSONAS, etc. 107 Cantos y Dinámicas 13. El Rey caprichoso Se forman dos equipos de igual número de personas y nombra a “UN REY CAPRICHOSO”, que se colocará a una distancia de los dos equipos, cada equipo nombrará a un mensajero para que vaya con el REY y les indique que es lo que necesita. Puede pedir lapiceros, relojes, ropa, etc…. y aquél mensajero que vaya con su grupo y le traiga más rápido lo que pide, se gana un punto, al final el equipo que más puntos tenga gana el juego. 14. La papa caliente Se forma una rueda con todos los participantes y se consigue una papa (pelota, etc.) que será la “PAPA CALIENTE”, el coordinador se pondrá de espaldas al grupo, mientras va diciendo: “LA PAPA SE QUEMA” repetidas veces, mientras los participantes se van pasando la papa entre sus manos de forma rápida, cuando el coordinador dice: “SE QUEMÓ LA PAPA”, a quien se le haya quemado (se quedó en sus manos), pierde y se le pondrá un castigo y así repite varias veces. 15. Canasta revuelta Los participantes sentados en sillas haciendo un círculo se ponen un nombre de fruta, sin repetirse los nombres, el coordinador gira alrededor de ellos y va diciendo los nombres de algunas frutas, quienes tienen ese nombre se ponen de píe y lo van siguiendo, cuando ya hay un buen número de personas girando con él, él dice: “CANASTA REVUELTA” y todos buscan un lugar para sentarse, él también, quien quede de pie inicia nuevamente el juego. 16. El Rey pasa lista Los participantes se ponen de pie forman una rueda y cada quien se va poniendo el nombre de un animal, sin repetir los nombres, el coordinador lleva el nombre del “REY LEÓN” y cuando pasa lista dice el nombre de algún animal, por ejemplo: EL RATÓN y este contesta “EL RATON SI ESTA” y el REY LEÓN dice: entonces ¿Quién falta?; y el RATÓN dice otro nombre (la respuesta es rápida). Si alguien se equivoca el REY LEÓN tendrá una macana de cartón o trapo y les pegará sobre la cabeza. 17. Al gato y al ratón Se forma una rueda con todos los participantes, se toman de las manos, antes se les pidió a dos integrantes que sea UNO EL GATO Y EL OTRO EL RATÓN. Dentro de la rueda estará el RATÓN y afuera el GATO quien intentará entrar para agarrar al RATÓN, mientras quienes forman la rueda no lo dejarán entrar, cuando por fin el GATO agarra al RATÓN, otros ocupan su lugar y continúan el juego. 18. Tengo un dolor Todos formando una rueda de pie, se ponen nombre de un color, sin repetirlo. El coordinador inicia con la siguiente frase: “hay hay, hay, hay”. Tocándose algunas partes del cuerpo, quien está a la derecha, le pregunta: “¿Qué te pasa mi amor? Y le contesta: “TENGO UN DOLOR” y le pregunta “¿DE QUÉ COLOR?” y responde quien tenga el color que este respondió y así sucesivamente. 19. El duelo (pum) 108 Cantos y Dinámicas Se hace una rueda, todos de pie, el coordinador es quien dirige, con su mano como si tuviera una pistolita en la mano, apuntándole a alguno de los participantes diciéndole “PUM” al momento, este se agacha y los dos que están a su lado se disparan y quien lo haga primero elimina al otro, quien pierde, pasa al frente para coordinar el juego. (Si alguien se le dispara primero y no se agacha pierde y coordina el juego). 20. Tengo un tic Todos reunidos en algún lugar escuchan las indicaciones del coordinador, quien con ritmo dice: “TENGO UN TIC, TIC, TIC, TENGO UN TIC, TIC, TIC, y les pide que todos repitan después de él, FUI A VER AL MÉDICO…Y ME HA DICHO: QUE MUEVA LA MANO DERECHA…y continua con el ritmo: TENGO UN TIC…luego mano izquierda…pie derecho…pie izquierdo…la cabeza…la cadera…brincando, etc. y al final se dice: Y ME HA DICHO…QUE YA NO TENGO REMEDIO. 21. Paren Material: una pelota. Formación: los jugadores son numerados y se quedan en el círculo. El que tiene la pelota estará en el centro. Desarrollo: El jugador del centro grita un número correspondiente a un jugador y lanza la pelota bien alta. El jugador llamado toma la pelota y todos los demás, inclusive el del centro, correrán, procurando distanciarse lo más posible. Al grito de “paren”, dado por el jugador que aseguró la pelota, todos se quedan quietos donde están. Este tirará la pelota contra las piernas de cualquiera de los jugadores, que no podrá defenderse. El que sea alcanzado quedará como dueño de la pelota e irá al centro. Si no es alcanzado ningún jugador, irá al centro el jugador que lanzó la pelota. 22. Salta uno Material: una pelota. Formación: los jugadores con numerados y forman una fila delante de la pared. Desarrollo: uno de los jugadores se separa del grupo y lanza la pelota contra la pared al mismo tiempo que grita un número. El jugador cuyo número fue gritado, recoge la pelota cuando ésta bote en el suelo por primera vez. Lanzará la pelota contra la pared y gritará otro número. Así continúa el juego. Falta: el jugador que sea llamado y no logre asegurar la pelota, volverá a su lugar en la fila y su antecesor tendrá derecho a un tiro más. 23. Gato y ratones en parejas Formación: los jugadores están dispuestos en dos grupos paralelos y vueltos en direcciones opuestas. Un grupo es el de los gatos y otro el de los ratones. Cada gato tiene su ratón. Desarrollo: dada la señal, los grupos caminan hacia delante, yendo uno al contrario del otro, separándose cada vez más. Después de una segunda señal, corren todos. Cada gato procura atrapar su ratón. Cuando un gato consigue prender su ratón, éstos vuelven a la posición inicial, hasta que llegue el último. Cuando lleguen todos, se inicia de nuevo el juego, cambiando los papeles: los gatos serán los ratones y los ratones gatos. 109 Cantos y Dinámicas 24. Piedrecita oculta Material: una piedrecita. Formación: los jugadores están en semicírculo y con las manos juntas y abiertas en actitud de recibir algo. Uno se separa del círculo con una piedrecita entre las manos para pasársela a otro jugador. Desarrollo: el jugador que tiene la piedrecita para sus manos por entre las manos de los demás jugadores, dejándosela caer en las manos de uno de ellos, sin que los otros se den cuenta. Cuando haya pasado por todos el que tenga la piedrecita sale corriendo en dirección a la línea, y los otros en persecución. Si logra tocar la línea sin ser alcanzado pasará la piedrecita. Si lo apresan, se la entregará al que lo capturó, y éste pasará la piedrecita. 25. Conejito va a su madriguera Formación: los jugadores, de dos en dos, unen sus manos formando madrigueras. En cada una de ellas hay un conejito. Fuera quedan un conejito y un perro, los dos sin madriguera. Desarrollo: el perro empieza a perseguir al conejito, que se resguarda en una de las madrigueras. El ocupante de la madriguera sale inmediatamente corriendo y va a esconderse en otra madriguera, perseguido por el perro. Así prosigue el juego hasta que el perro se apodera de uno de los conejitos. En este momento se invierten los papeles. El perro pasa a ser conejito y el conejito pasa a ser perro, continuando el juego. 26. Blanco y negro Material: un cubo con tres caras negras y tres blancas. Formación: se trazan dos líneas paralelas, distantes 10 m. una de otra. Los jugadores divididos en dos grupos, blancos y negros, se colocan en dos filas, cerca del centro. Desarrollo: se lanza el cubo y se observa el color que queda hacia arriba en el momento de caer. El grupo de este color, blanco o negro, huye hacia la línea perseguido por los jugadores del otro grupo, que intentan agarrar el mayor número posible de adversarios. Los que sean capturados se incorporan al grupo perseguidor. Se lanza el cubo otra vez y el juego continúa. Gana el equipo que, al final del tiempo previsto, tenga mayor número de miembros. 27. Carrera por parejas Formación: jugadores en círculo, tomados de las manos, de dos en dos, formando parejas. Una pareja queda fuera del círculo. Desarrollo: la pareja que está fuera da vueltas alrededor del círculo, y al tocar los hombros de otra pareja cualquiera, sale corriendo por la izquierda del círculo. Las dos parejas tratan de alcanzar el lugar vacío. La que llegue primero lo ocupa. La otra, a su vez, tocará el hombro de otra pareja, y continuando el juego sin interrupción. Durante todo el tiempo de la carrera, las parejas permanecen con las manos unidas. 28. Salto en línea Material: dos sillas o bancos. Formación: dos grupos con el mismo número de participantes. Los jugadores forman dos columnas. Ponen la mano izquierda sobre el hombro izquierdo del compañero que tiene delante y con la mano derecha le aseguran el pie derecho. En frente, a tres metros de cada columna, hay una silla. 110 Cantos y Dinámicas Desarrollo: dada la señal, las columnas se ponen en movimiento, saltando sobre un solo pie y dan la vuelta por detrás de la silla respectiva, volviendo a su lugar. Será ganador el grupo que llegue primero, sin haber cometido ninguna falta. Es falta soltar el hombro o el pie del compañero. 29. Fortaleza Formación: jugadores divididos en dos grupos iguales. En uno de ellos (la fortaleza), los jugadores, tomados de las manos forman un círculo. En el otro (los atacantes), los jugadores están dispersos por el campo. Desarrollo: los jugadores dispersos por el campo (atacantes) intentan penetrar en la fortaleza, la cual, a su vez, hace todo lo posible para impedirlo: levanta y baja los brazos, cerrar y ampliar el círculo, cambiar de lugar. Si uno de los atacantes consigue invadir la fortaleza, desde dentro puede ayudar a sus compañeros. La victoria será de los atacantes si, al finalizar el tiempo establecido, tiene más de la mitad de sus jugadores en el interior de la fortaleza. En caso contrario, la victoria será de la fortaleza. A la mitad del conteo del tiempo, se cambian las posiciones. Los atacantes serán fortaleza y la fortaleza atacantes. 30. Colores Formación: jugadores cómodamente sentados en la sala. Desarrollo: se escoge un color, por ejemplo, el verde. El dirigente pide a cada jugador que diga el nombre de un objeto existente en la sala que sea verde. Se concede un tiempo de veinte segundos para que responda cada jugador. La respuesta será así “verde es la pluma de A”, o “verde es la blusa de B”. Sigue el juego hasta que pierda interés. 31. El automóvil Material: sillas. Formación: sillas en círculo, dejando un espacio entre una y otra. Todos los jugadores están sentados, menos el dirigente que está de pie en el centro. Desarrollo: cada participante recibe el nombre de una pieza de automóvil. Si hay muchos participantes, puede darse el mismo nombre a diversas personas. El dirigente circula entre las sillas mientras cuenta una historia de su automóvil. Cada vez que pronuncia el nombre de una pieza, la persona o personas que recibieron aquel nombre se levantan y forman una cadena detrás del dirigente, asegurándose por la cintura. El automóvil va circulando por entre las sillas y aumentando la velocidad. Cuando suene la bocina, el automóvil se desarma por completo y cada pieza intenta retomar su lugar en las sillas. Como no hay silla para el dirigente, alguien se quedará sin lugar. Este será el dirigente. El que sea dirigente dos veces, para una prenda. 32. Pesca Material: sillas. Formación: todos sentados en círculo. El pez animador está de pie en el centro. Tiene que haber un espacio entre una y otra silla. Desarrollo: cada participante recibe el nombre de un pez. El pez animador empieza a circular por entre las sillas y dice: “el pescador atrapó en su red al pez…” (Dice el nombre de uno de los peces). 111 Cantos y Dinámicas El jugador que tiene el nombre indicado se levanta y sigue al pez animador. Y continúa así. La fila de los peces se mueve a través de las sillas. En determinado momento, el pez animador dice: “Se rompió la red”. Entonces, todos los peces procuran sentarse en una de las sillas, y lo mismo hace el pez animador. Ganará el participante nunca quede como pez animador. DOMINGO DE RAMOS QUE VIVA MI CRISTO Re la ¡Que viva mi Cristo! ¡Que viva mi Rey! Sol re 2ª re re Que impere doquiera triunfante su ley (2) La re ¡Viva Cristo rey!¡Viva Cristo rey! la Mexicanos un padre tenemos, Sol la re Que nos dio de la patria la unión, sol A ese padre gozos cantemos, Re la re Empeñando con fe su perdón. Cuanto existe debajo del sol, De la inercia de la nada incolora, Formo luz en candente arrebol, Nuestra patria, la patria querida, Que arrulló nuestra cuna al nacer, A Él le debe cuánto es en la vida Sobre todo que sepa crecer. Es en vano que el cruel enemigo, Nuestro Cristo pretenda humillar, De este Rey llevarán el castigo Los que intenten su nombre ultrajar. TÚ REINARAS Dios le dio el poder la victoria Pueblos todos venid a alabad, A este Rey de los cielos y tierra En quién solo tenemos la paz. Re la re re7 Tú reinaras, este es el grito Sol la Que ardiente exhala nuestra fe Re la re Tú reinarás ¡Oh! Rey bendito Mi la Pues tú dijiste reinaré. Re La re re7 Reine Jesús por siempre, reine su corazón Sol re siEn nuestra patria, en nuestro suelo mi- la7 re Que es de María la nación (2). El formó con su voz hacedora, Tú reinaras dulce esperanza Demos gracias al padre que ha hecho Que tengamos de herencia la luz, Y dejarnos vivir en el reino Que su hijo nos dio por la cruz. Rey eterno, rey universal, Por quién todo ya se restauró, Te rogamos que todos los pueblos, Sean unidos en un solo amor. 112 Cantos y Dinámicas Que el alma llena de placer, Habrá por fin paz y bonanza, Felicidad habrá doquier. En este valle de dolor. Tú reinaras, Reina y ahora En esta casa y población Ten compasión del que te implora Y acude a ti en su aflicción. Tú reinaras dichosa era, Dichoso pueblo con tal Rey, Será tu cruz nuestra bandera, Y nuestra ley tu amor será. Tú reinaras toda la vida Trabajaremos con gran fe, En realizar y ver cumplida La gran promesa: ¡Reinaré! Tú reinaras en este suelo, Te prometemos nuestro amor, ¡Oh! Buen Jesús danos consuelo LUNES A MIERCOLES ENTRADA La- Re7 Sol A ti levanto mis ojos Si7 Mi- Mi7 A ti que habitas en el cielo La- Re7 Sol A ti levanto mis ojos Si7 MiPor que espero tu misericordia. LaSi7 MiDe nosotros Señor ten piedad Sol Re Sol Cristo ten piedad de nosotros Do Si7 MiCristo ten piedad de nosotros De nosotros Señor ten piedad De nosotros Señor ten piedad HONOR Y GLORIA MiRe Como están los ojos de los esclavos Si7 MiFijos a las manos de señores MiSi7 Así están nuestros ojos en el Señor Fa#7 Si7 MiEsperando su misericordia. Como están los ojos de la esclava Fijos en las manos de su señora, Así están nuestros ojos en el Señor Esperando su misericordia. SEÑOR TEN PIEDAD MiSi7 MiSeñor ten piedad de nosotros Señor ten piedad de nosotros La- Re Sol Do De nosotros Señor ten piedad Mi la mi si7 mi Honor y gloria a ti, Señor Jesús Mi la mi si7 mi Honor y gloria a ti, Señor Jesús PRESENTACIÓN DE DONES Te ofrecemos Padre eterno gran Señor Las ofrendas que hoy ponemos en tu altar. Y con ellas nuestra vida y todo lo que somos. Por los campos dispersos en espigas Hecho pan te ofrecemos sus granos Como signo de unión y de fe. Este pan memorial de tu muerte 113 Cantos y Dinámicas Te ofrecemos Señor y oramos Se propicio a tu pueblo Señor. De su Sangre es figura este Cáliz Por la nueva alianza vertida Para dar del pecado el perdón. Re SiMiCordero de Dios que quitas La7 Re el pecado del mundo SiMi- La7 Re Danos la paz, dánosla. SANTO COMUNIÓN Si- Mi- La7 Re Santo, Santo, SiMiSanto es el Señor Fa#- SiDios del universo SiMiLa7 Re Llenos están el cielo y la tierra SiMi- Fa#- Side tu Gloria Hosanna Si7 Mi- La7 Re HOSANNA, HOSANNA SiMi- Fa#SiHOSANNA, EN EL CIELO. (2) Bendito el que viene En el nombre del Señor Hosanna, en el cielo Hosanna. HOSANNA, HOSANNA HOSANNA, EN EL CIELO. (2) CORDERO DE DIOS Popular Re SiMiCordero de Dios que quitas La7 Re el pecado del mundo SiMi- La7 Re Ten piedad de nosotros, ten piedad. Cordero de Dios Que quitas el pecado del mundo Ten piedad de nosotros, ten piedad SALMO 40 Sol SiEn Jesús puse toda mi esperanza Do Re7 Sol Él se inclinó hacia mí Do Re7 Sol MiY escuchó mi clamor Do Sol Y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa fatal, Del fango cenagoso; Puso pies sobre la roca, Y mis pasos consolido. Puso en mi boca un canto nuevo, Una alabanza a Nuestro Dios. Muchos verán y creerán, Y en Jesús confiarán. En ti se gozan y se alegran, Todos los que te buscan; Repitan sin cesar: ¡Que grande es Nuestro Dios! SALIDA Amante Jesús mío, Oh cuanto te ofendí, Perdona mi extravió Y ten piedad de mí. Y ten piedad de mí. Quien al mirarte exánime Pendiente de una Cruz, Por nuestras culpas victima Expirar, buen Jesús: 114 Cantos y Dinámicas -De compasión y lastima, No siente el pecho herido, Habiéndote ofendido, Con negra ingratitud. (2) ENTRADA MiLaMi- Si7 MiCAMINARÉ EN PRESENSCIA DEL SEÑOR. (2) MiRe Amo al Señor por que escucha MiMi voz suplicante Re Sol Por que inclina su oído hacia mí Do Si7 El día que lo invoco. MiRe Me envolvían redes de muerte, MiCaí en tristeza y en angustia Re Sol Invoqué el nombre del Señor Do Si7 “¡Señor salva mi vida!” HONOR Y GLORIA PRESENTACIÓN DE DONES Mi Fa#- Si7 Entre tus manos mi Esta mi vida SeÑor Fa#- si7 Entre tus manos Mi pongo mi existir la Si7 Hay que morir para vivir Do#. Fa# si7 Entre tus manos mi Confió mi ser. Mi Si el grano, de trigo no muere, Si no muere, solo quedará Pero si muere, en abundancia dará, Un fruto eterno que no morirá. Es mi anhelo, mi anhelo creciente, En el surco, contigo morir. Y así fecunda, será la simiente Señor, Revestida de eterno vivir. SANTO Círculo de Re SEÑOR TEN PIEDAD LaLa7 ReSeñor ten piedad de nosotros, Sol Do Mi Señor ten piedad. (2) LaSol Cristo ten piedad de nosotros Fa Mi Cristo ten piedad. (2) LaLa7 ReSeñor ten piedad de nosotros, Sol Do Mi Señor ten piedad. (2) to, Santo, Santo es el Señor Dios poderoso del universo Los cielos y la tierra Están llenos de tu gloria. Hosanna, Hosanna, Hosanna En el cielo. (2) Bendito el que viene En el nombre del Señor Hosanna, Hosanna, Hosanna En el cielo. (2) 115 Cantos y Dinámicas Si7 Mi Como nadie nos lo dio Él nos guía como estrella Si7 En la inmensa oscuridad. Mi Al partir juntos el pan, Si7 La Él nos llena de su amor Mi Pan de Dios Si7 Mi El pan comamos de amistad. CORDERO DE DIOS MiLa Cordero de Dios que quitas Do Re MiEl pecado del mundo La- Re Sol Do Ten piedad de nosotros, La- Si7 MiTen piedad de nosotros. (2) Cordero de Dios que quitas El pecado del mundo Do LaRe Sol Danos la paz, danos la paz, Do Re Sol Do La- Si7 MiDanos, danos, danos la paz La- Re Sol Do La- Si7 Mi Danos, danos, danos la paz. El Señor nos da su amor Como nadie nos lo dio Como todos sus amigos Trabajaba en Nazaret Carpintero se alegró Trabajando en su taller Con sus manos Cristo obrero trabajó. COMUNIÓN Mi Si7 ES MI CUERPO TOMAD Y COMED Mi Si7 ES MI SANGRE TOMAD Y BEBED Mi Sol#La Mi PORQUE YO SOY VIDA, YO SOY AMOR Si7 Mi OH SEÑOR NOS REUNIREMOS EN TU AMOR Mi El Señor nos da su amor El Señor nos da su amor Como nadie nos lo dio Era tan grande y tan hondo Que murió sobre la Cruz. Era tan fuerte su amor Que de la muerte triunfó De la tumba sale libre y vencedor. SALIDA Load al Dios clemente porque es bueno y su misericordia es eterna. (2) O padre santo mira a tu familia ante tu altar unido en santo anhelo. JUEVES SANTO UN MANDAMIENTO NUEVO Re la Un mandamiento nuevo, nos da el Señor Sol re la re Que nos amemos todos, como Él nos amó. La señal de los cristianos, La re Es amarnos como hermanos. Quien a sus hermanos no ama Miente si ha Dios dice que ama. Cristo, luz, verdad y vida, 116 Cantos y Dinámicas Al perdón y amor invitan. Al que vive a tu lado, dale amor. (2) Perdonemos al hermano, Como Cristo ha ordenado. Al que habla otra lengua dale amor, dale amor. Al que piensa distinto dale amor. (2) En la vida y en la muerte, Dios nos ama para siempre. Somos de Cristo hermanos, Si de veras perdonamos. En trabajos y fatigas, Cristo a todos nos anima. Comulguemos con frecuencia, Para amarnos a conciencia. Nuestra Fe no desfallezca, Que el Señor es nuestra fuerza. Todos coman de esta cena, Y a su mesa nos invita. Nuestra unión en esta tierra, A Dios mismos consolamos. Gloria al Padre, Gloria al hijo, Y al Espíritu divino. CRISTO TE NECESITA Dm F Cristo te necesita para amar, para amar, A# A7 Dm Cristo te necesita para amar. (2) F No te importe la raza ni el color de la piel, A# A7 Dm ama a todos como hermanos y haz el bien. (2) Al que sufre y al triste dale amor, dale amor. Al humilde y al pobre dale amor. (2) Al que viene de lejos dale amor, dale amor. AMÉMONOS DE CORAZÓN Dm A7 Amémonos de corazón, Dm D7 no de labios ni de oídos, (2) G#m C7 F -para cuando Cristo venga, Dm G#m para cuando Cristo venga, A7 Dm nos encuentre preparados. (bis) ¿Cómo puedes tu orar enojado con tu hermano?(2) Dios no escucha la oración,(2) si no te has reconciliado. (bis) ¿Qué recompensa tendrás -Cristo nos ha preguntado- (2) Si te dispones a amar (2) Sólo para ser amado? (bis) ALTÍSIMO SEÑOR Re la Altísimo Señor, que supiste juntar mila Re A un tiempo en el altar, ser cordero y pastor 2ª sol sol Quisiera con fervor amar y recibir Re si- mi- la7 re A quién por mí quiso m o r i r. Cordero divinal, por nuestro sumo bien, Inmolado en Salén, en tu puro raudal, De gracia celestial, lava mi corazón, Que fiel te rinde adoración. 117 Cantos y Dinámicas Suavísimo maná, que sabe a dulce miel, Ven y del mundo vil nada me gustará, Ven y se trocará del destierro cruel, Con tu dulzura, la amarga hiel. ¡Oh! cielos ¡Oh! tierra cantad a una voz Bendito, bendito, bendito sea Dios. HAZME UN INSTRUMENTO Oh convierte en real, lo sirve el redentor, Al siervo del Señor, comida sin igual, Pan de vida inmortal, ven a entrañarte en mí, Y quede yo trocado en ti. Si osare a ti venir, das muerte al pecador, Y del celeste ador das justo al vivir, Ay que triste morir, de vida en el manjar, De tal veneno y muerte hallar. BENDITO SEA DIOS Mi la mi Bendito, bendito, bendito sea Dios, La mi 2ª.mi mi Los Ángeles cantan y alaban a Dios Yo creo, Jesús mío, que estas en el altar, Oculto en la Ostia te vengo a adorar. Espero Jesús mío, en tu suma bondad, Poder recibirte con fe y caridad. Por amor al hombre moriste en una cruz Y al Cáliz bajaste por nuestra salud. Do du do Hazme un instrumento de tu paz, Do la reDonde haya odio, lleve yo tu amor, 2ª.do reDonde haya injuria, tu perdón Señor, 2.do do fa Donde haya duda, fe en ti. Fa do Maestro ayúdame a nunca buscar, Sol do 2ª.fa Querer ser consolado sino consolar, Fa do Ser entendido sino entender, La- re7 sol Ser amado, sino yo amar. Hazme un instrumento de tu paz, Que lleve tu esperanza por doquier, Donde haya obscuridad lleve tu luz, Donde haya pena tu gozo Señor. Maestro… Jesús rey del cielo está en el altar, Su cuerpo y su sangre nos da sin cesar. Entre sus ovejas esta el buen pastor, En vela continua lo tiene el amor. Hazme un instrumento de tu paz, Es perdonando que nos das perdón, Es dando a todos como tu nos das, Muriendo es que volvemos a nacer VIERNES SANTO ¡OH! BUEN JESÚS Resol2ª re ¡Oh! Buen Jesús, yo creo firmemente resolreQue por mi amor estas en el altar sol2ª re Que das tu cuerpo y sangre juntamente resolre2ª re Al alma fiel en celestial manjar, resolre- la reAl alma fiel en celestial manjar. Indigno soy, confieso avergonzado 118 Cantos y Dinámicas De recibir la santa comunión; Jesús que ves mi nada y mi pecado, Prepara tú mi pobre corazón.(2) Y yo en recompensa, pecado a pecado, la copa he llenado de iniquidad. Mas ya arrepentido, te busco lloroso, ¡oh Padre amoroso, oh Dios de bondad! Pequé Señor, ingrato te he vendido, Infiel te fui, confieso mi maldad, Contrito ya, perdón Señor te pido, Eres mi Dios, apelo tu bondad (2) PERDONA A TU PUEBLO SEÑOR Espero en ti piadoso Jesús mío, Oigo tu voz que me dice: “ven a mi”, Por que eres fiel, por eso en ti confío. Todo Señor, espérolo de ti. (2) ¡OH! Buen Jesús, pastor fino y amante, Mi corazón se abraza en santo ardor Si te olvidé, hoy juro que constante, He de vivir tan solo de tu amor. (2) Dulce maná de celestial comida, Gozo y salud del que te coma bien, Ven sin tardar, mi Dios, mi luz, mi vida; Desciende a mí, hasta mi pecho ven. (2) PERDÓN, OH DIOS MÍO Mim Si7 PERDONA A TU PUEBLO SEÑOR Lam Mim PERDONA A TU PUEBLO Si7 Mim PERDONALE SEÑOR Mim Si7 No estés eternamente enojado Mim No estés eternamente enojado Si7 Mim Perdónale Señor Por tus profundas llagas crueles Por tus salivas y por tus hieles Perdónale Señor Perdón, oh Dios mío, perdón e indulgencia, perdón y clemencia, perdón y piedad. ( 2 ) Por tus heridas de pies y manos Por los azotes tan inhumanos Perdónale Señor Pequé, ya mi alma su culpa confiesa: Mil veces me pesa de tanta maldad. Por los tres clavos que te clavaron Por las espinas que te punzaron Perdónale Señor Mil veces me pesa de haber, obstinado tu pecho rasgado, oh Sumo Bondad. Yo fui quien del duro madero inclemente te puso pendiente con vil impiedad. Por mí en el tormento tu sangre vertiste y prenda me diste de amor y humildad. Por las tres horas de agonía En que por madre diste a María Perdónale Señor Por la abertura de tu costado No estés eternamente enojado Perdónale Señor PUES PADECISTE Pues padeciste, por amor nuestro. Jesús bendito, sed mi remedio. Orando al Padre, 119 Cantos y Dinámicas Te veo en el huerto, sudando sangre, regando el suelo, Sangrientos lobos, le llevan preso, y a Anás presentan aquel Cordero. Cruel bofetada, da un hombre fiero, con que lastima su rostro bello. En dura cárcel, ¡Ay! Dios eterno, sufres humilde, crueles tormentos. Túnica blanca, Herodes terco, a Jesús viste, cual hombre necio. A una columna, atado a tiento, lleno de llagas, su santo cuerpo. De agudos juncos, corona han hecho, y de vil caña le dan el cetro. Ecce Homo, dice, el juez al pueblo, mas éste pide, que muera luego. Pilatos firma, contra mi dueño, que muera infame, en un madero . Ya. la cruz carga, mi Nazareno, ¡Ay! Que mis culpas, son aquel peso. Tres veces postra el duro leño, en tierra el Hijo, del Padre Eterno. Su amante Madre, lo encuentra tierno y queda herido de ambos el pecho. Mujer piadosa, le ofrece un lienzo, y el rostro santo, recibe en premio . A los que lloran, por sus tormentos, que lloren manda por sí y sus deudos. Con crueles clavos, en tronco acervo, clavan verdugos, al rey del cielo. De la cruz hace, cátedra da el Verbo, dando doctrina al Universo. En la primera, Ruega por esos, que te atormentan con raro ejemplo. La gloria ofrece, a un ladrón recto, y en confesarle a Juan, su primo Luego encomienda. de amores llenos, a Juan su madre, desde aquel tiempo. Desamparada, de Dios Inmenso, se queja triste, de sentimiento. Siguen sus penas, y ya sediento, dice que se halla, de más tormento. Que está acabando, clama el misterio, de redimirnos que era su intento. En santas manos, del Padre Eterno, entrega su alma, el último aliento. Llega el soldado Con cruel acero, Su costado abre, Que es feliz puerto. De aquel cadalso Y trono regio Su cuerpo bajan Todo deshecho. La tierna Madre Prepara lecho En su regazo Para su centro. En su sepulcro De todo nuevo Aquel santuario Quedó cubierto. Pues penas tantas, Son de amor eco Jesús bendito, Sed mi remedio. 120 Cantos y Dinámicas A LA VIRGEN DE LA SOLEDAD Ayudemos almas en tanto penar A la Virgen Pura de la Soledad (2). Al pie de la cruz, la vemos que está La madre sin Hijo, porque ha muerto ya (2). Se aumenta su pena al ver que a Jesús No hay quien lo baje de la santa cruz (2). Tan grande es su pena que no haya un sepulcro Para sepultar a su Hijo difunto (2). Crece su dolor pues no hay un sudario Para recibir el cuerpo sagrado (2). Tres necesidades tiene esta señora Pero Dios le envía quien se los socorra (2). José y Nicodemo el de Arimatea Bajan a Jesús y a María lo entregan (2). En sus dulces brazos, tierna lo estrechaba Con amargo llanto sus llagas regaba (2). ¡Hay Hijo de mi alma! dice adolorida Todito su cuerpo es una sola herida (2). Por culpas ajenas es esta su suerte, Por librar al hombre de la eterna muerte (2). SALVE CRUZ BENDITA | re Que cargo en sus hombros mi Jesús amado (2). Bajó hasta la Cruz, vino a padecer, Los primeros pasos dio en Jerusalén. Bajó ha este mundo con crecido amor Padeció en la Cruz por el pecador, Con crueles cadenas lo van estirando, Con crueles cordeles lo van azotando. Mírenle el cabello con sangre mezclado, Mírenle su cuello como está rozado. Mírenle sus sienes, muy ensangrentadas, Con crueles espinas las tiene clavadas. Mírenle su boca seca y renegrida Está pidiendo agua por la eterna vida. Prisioneros se haya en la cruz de madera, Con los pies clavados, su sangre esta afuera. En el viernes santo que el señor murió, Su divino cuerpo se le sepulto. Salve Cruz y nombre que el Señor cargó, Por amor al hombre en ella murió. Estos versos Madre, que aquí hemos cantado Que sean alabanza que al cielo han llegado Re 2ª re Salve cruz bendita madero sagrado, SÁBADO SANTO DOMINGO DE RESURRECCIÓN ALELUYA “PANAMERICANO” Sol mi- la- 2ª.sol. Aleluya, aleluya, aleluya ( 2 ) La diestra del Señor ha hecho prodigios La diestra del Señor nos ha salvado. 121 Cantos y Dinámicas Beberemos tu sangre, Tu fe nos salvará. Domina Cristo todo el universo, Cristo Señor reina en su trono. Jesús resucito de entre los muertos, La muerte no tendrá sobre Él dominio Somos tu pueblo santo, que hoy camina unido, Tú vas entre nosotros, tu amor nos guiará. Tu eres el camino, tú eres la esperanza, Hermano de los pobres, amén, aleluya RESUCITÓ MiRe Do Si7 Resucitó, resucitó, resucitó, aleluya; MiRe Do Si7 Aleluya, resucitó, resucitó, aleluya. MiLa muerte, Re ¿Dónde está mi muerte, Do Donde está la muerte Si7 Donde su victoria? Gracias, sean dadas al padre Que nos pasó a su reino Donde se vive de amor. Alegría, Alegría hermanos Que si hoy nos queremos Es que resucitó. HACIA TI MORADA SANTA Misi7 Hacia ti, morada santa, Lasi7 miHacia ti, tierra de salvador, re do si7 Peregrinos, caminantes, vamos hacia ti. Mire Venimos a tu mesa, sellaremos tu pacto, do si7 Comeremos tu carne, tu sangre nos limpiará. Reinaremos contigo, en tu morada santa, 122