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Ing. Agr. Pablo Cattani
E mail: [email protected]
Cel 351 6 854707
Henificación:
Actualización de tecnologías
La henificación es quizás uno de los sistemas de conservación mas antiguos que se conocen en la ganadería ,
y en nuestro país (Argentina) es sin duda el mas difundido, utilizado y antiguo, aunque no por ello el mas
eficiente debido principalmente a que no se fueron ajustando las tecnologías y `procesos a nivel campo, a
los cambios tecnológicos que hoy demanda y ofrece el marcado pecuario.
A lo largo de los últimos años, nos hemos encontrado con diferentes situaciones y marcos productivos que
nos llevaron a pensar en la henificación como un recurso de subsistencia, de reserva, de desahogo de la
cadena forrajera, o un negocio marginal de venta de forrajes en los años que teníamos una sobre oferta
forrajera, pero nunca hemos pensado en la henificación como un recurso versátil que permite bajar costos,
hacer un uso mas eficiente del recurso tierra y pastura o bien una fuente proteica de alta calidad y costo
reducido (según los sistemas y procesos utilizados).
Es por ello que bien vale la pena poder agregar algunos conceptos propios y ajenos, a los fines de ordenar
los parámetros que nos ayuden a intensificar la eficiencia de producción de heno en todos sus aspectos:
Productivos, nutricionales y económicos, sin importar el ambiente o zona productiva de que se trate.
Cultivo:
Tal como lo marca y demanda la situación actual, antes del inicio de un cultivo, es fundamental, primordial y
mandatorio realizar un diagnóstico de los niveles de fertilidad y aptitud de suelo para poder estimar el
potencial de producción de un lote.
A partir de allí se deberán buscar las mejores recomendaciones para un plan de fertilización, a los fines que
cada cultivo, exprese su mas alto nivel productivo.
A partir de allí hay un punto que aunque se maneje en la vida diaria de las explotaciones debe ser observado
de ahora en adelante con mayor atención debido a que tiene cada día una influencia mayor en la
receptividad de los campos y los costos productivos.
“Es importante contar con lotes destinados específicamente para conservación de forrajes, lo cuál mejorará
el nivel nutricional del heno producido y bajará considerablemente los costos de producción”.
Este último principio igual que cualquier otro pierde su dimensión si no es ampliado, por lo que a
continuación se detallan algunos puntos a considerar.
Siembra:
Para la siembra de nuevos cultivos destinados a la conservación de forrajes en forma de henos, se deben
elegir lotes con alto potencial de producción, teniendo en cuenta que lo que mayor impacto tiene sobre la
calidad del forraje y su costo de heno producido es el volumen de forraje producido por ha.
Elección de los lotes:
Los lotes destinados a henificación deben tener un alto potencial de rendimiento y además ubicarse
estratégicamente en forma equidistante del resto de los potreros del campo, a los fines de bajar el “nivel de
inversión” (tiempo y recursos económicos) para la re distribución del forraje producido en forma de heno.
Aunque a veces el tema del traslado no es considerado, cabe destacar que cuando no se toma el cuenta este
factor el costo de henificación puede crecer significativamente sobre todo en campos de grandes
dimensiones, llegando a veces casi a ser imposible la distribución del heno debido a cuestiones operativas
por lo cual, se sacrifican requerimientos nutricionales de algunas categorías.
Por otra parte es fundamental lograr una muy buena implantación a los fines de bajar el costo operativo por
ha trabajada.
Si bien puede haber algunas variaciones, si hoy se considera un lote de producción promedio de alfalfa, en el
costo total de un rollo de esa especie la pastura puede significar entre el 40 y el 50% del costo total del heno
producido, dependiendo principalmente del volumen de materia seca logrado por ha.
Esa variación de 10 puntos porcentuales en el costo, puede ser mantenida en el nivel mas bajo si se busca
volumen de forraje con una muy buena implantación y un alto logro de plantas por metro cuadrado.
De acuerdo a algunos especialistas, lo ideal sería trabajar con una densidad de siembra de no menos de
18kg/ha en alfalfa para poder lograr una excelente cobertura y aprovechamiento del recurso tierra.
Por otro lado, se recomienda tener especial cuidado, con los cultivos antecesores, ya que cultivos con altos
residuos de rastrojos, pueden generar fallos en la siembra además de riesgos de “contaminación” del heno
con el rastrojo producido por el cultivo antecesor.
Otra de las prácticas que aunque incómoda favorece el logro y persistencia de un cultivo de alfalfa, es poder
bajar la densidad de semillas en la línea, y trabajar con doble pasada disminuyendo el efecto de “autoraleo”
de las especies sembradas teniendo mayor cantidad de plantas productivas y estables al momento del corte.
Un objetivo, lograble es poder llegar con 250 plantas por metro cuadrado, en estado productivo, para que
de esa manera el costo total del heno producido pueda también mantenerse en los niveles mas bajos
posibles.
Variedad
La elección de variedad de alfalfa, cobra importancia cuando se eligen variedades específicas para la
confección de heno.
Haciendo mención a diversas características perseguidas por los genetistas destacaremos las mas buscadas
para la producción de heno.
Plantas con tallos finos para poder tener mayor influencia de las hojas en la materia seca total aportada,
bajando el nivel de fibra, incrementando digestibilidad de Materia Seca y consumo (relacionado a la FDN) y
un mayor contenido proteico, por tener mayor influencia el porcentaje de hojas.
La mayor cantidad de hojas, tiene además un efecto beneficioso, en el secado del forraje, ya que especies
con altas proporciones de tallos demoran mas tiempo para eliminar el remanente de humedad y llegar al
20% mínimo, adecuado para la elaboración de un buen heno
Por otra parte otra de las características buscadas es que las coronas se hallen alojadas sub superficialmente
para evitar o disminuir el daño mecánico de las cortadoras o segadoras, aumentando considerablemente la
muerte o pérdida de plantas y retrasando la invasión de malezas.
La siembra de pasturas puras o especies únicas favorece no solamente el momento de corte del lote y la
estimación del porcentaje de humedad cuando se confeccionan los fardos o rollos, sino que además, cuando
las pastura acompañante se pierde, deja un espacio libre para la invasión de malezas (lo cual aumenta el
costo y el trabajo necesario) y disminuye el stand de plantas que queremos conservar en forma de heno,
sabiendo que a menor volumen, mayor costo de producción de heno.
El último punto a considerar en las variedades a elegir, es que tengan una latencia invernal considerable.
Esto nos ayuda concentrar producción de materia seca, lo cuál diremos una vez mas que facilita los procesos
mecánicos y baja los costos de producción de heno y sino que además nos ayuda a escapar de las etapas
invernales las cuales además de ser pobres en producción de materia seca presentan una dificultad
importante en el secado del forraje, sabiendo que la pérdida de humedad del mismo por debajo de los 15º C
se hace complicada y hasta casi nulo, en algunos ambientes productivos.
Momento de corte
Una de las características de las variedades modernas de alfalfa, es demorar el rebrote, hasta el momento
de la floración, lo cuál facilita muchísimo la elección de este momento.
Si bien antes se hablaba de la importancia de cortar las alfalfas cuando producen un buen volumen de
forrajes con buena calidad, hoy sabemos que las alfalfas tienen su “sistema de reservas lleno” cuando inician
su rebrote, y este sería el momento ideal para tener calidad de forraje, con una cantidad aceptable por
corte, pero teniendo como certeza, que la cantidad de cortes a realizar en el año se incrementará, ya que se
estará respetando la dinámica de crecimiento de la especie logrando mayor cantidad de cortes a lo largo de
la temporada productiva del cultivo.
El momento de corte óptimo para la alfalfa, es cuando la misma comienza a rebrotar tratando que el
rebrote, no supere los 3 cm de altura, a los fines de poder cortar a los 5 cm sin dañarlo
Altura de Corte:
Si bien hace tiempo que venimos manejando la técnica de cortar a la altura del puño, en los lotes que son
destinados a la cosecha de forrajes en forma de heno, deberíamos tener en cuenta los últimos datos
investigativos, que nos demuestran que en variedades de alfalfa en donde se bajó la altura de corte de 10
cm a 5 cm, en una secuencia de tres cortes, se logró mayor desarrollo de las plantas logrando un incremente
en la producción de materia seca de mas de 1 ton por ha.
Dado este punto, es importante bajar la altura de corte a 5 cm, cuando se trabaja con alfalfas en estado
puro, teniendo en cuenta que la nivelación del terreno y la ausencia de huellas ocasionadas, por ejemplo por
pastoreo en días de lluvia, es parte del paquete estratégico que potencia y facilita la obtención de heno de
calidad al menor costo posible.
Producción de Alfalfa cosechada a 5 y 10 cm de altura de corte
Ton MS/Ha 5 cm
Ton MS/Ha 10 cm
Primero
4.5
3.8
Segundo
1.8
1.6
Tercero
3.1
2.9
Total
9.4
8.3
Elección de los lotes:
Por último y si bien este punto ya mencionó anteriormente, es importante tener en cuenta el impacto que
tiene sobre la calidad y el costo del forraje, la elección de lotes que serán solo destinados a conservación de
forrajes.
La higiene del cultivo, el stand de plantas, la falta de rastrojos voluminosos y la posibilidad de trabajar con la
maquinaria de forma adecuada priorizando el mantenimiento de las herramientas, las persistencia de la
pastura y el alto rendimiento de materia seca por ha, es lo que nos lleva a poder “clausurar” parat del
establecimiento para la producción de heno:
Si bien analizado en el día a día, este aspecto parece poco práctico, todos sabemos que la fibra, cada dñia
mas juega un papel preponderante en las dietas y la importancia de calidad de esta fibra, tanto en Proteína
como en digestibilidad de fibra, además de su costo de producción, tiene un impacto mas que importante en
el costo de la ración y en los niveles productivos de los rodeos alimentados.
Es por ello que la clausura de lotes “para la producción de forrajes conservados” mejora el costo t la calidad
del forraje producido y además colabora con el ordenamiento de los lotes dentro de cada establecimiento.
Maquinaria:
Si bien hoy la maquinaria no presenta grandes revoluciones en materia de henificación, aún se está
trabajando y puliendo detalles para poder bajar los costos operativos y aumentar la calidad del forrajes.
Ante el advenimiento, de la incipiente masificación de los “megafardos”, cabe la pena destacar que estas
máquinas vinieron por `primera vez al país hace ya 15 años y que no se masificaron por algunas condiciones
coyunturales, lo que sin duda demoró la adopción de la “fibra de calidad” en las dietas, pero hoy ya tenemos
ofertas de este producto para poder comercializar proteína en forma de heno.
Lo que si se observa, son modificaciones en algunas máquinas para poder acelerar el proceso de atado, ya
sea con sistemas de red o bien con la posibilidad de aumentar la cantidad de hilo en el proceso de atado,
para que este se realice en menos tiempo. Este último punto redunda en la disminución de los tiempos
operativos, disminución de costos, disminución de pérdidas y aumento del forraje recolectado en su
momento óptimo, incrementando la calidad total del heno producido.
Almacenaje
Teniendo en cuenta el esfuerzo de logísticas y económico que se pone en la confección de henos de
calidad, es fundamental poder transferir esa calidad en el tiempo, con el menor nivel de pérdidas posible y
es por ello que es importante poner especial cuidado, en el método y estrategia de almacenaje, para
minimizar los riesgos de pérdidas tanto en calidad como en cantidad del heno producido.
A tal efecto, se citan a continuación los puntos mas relevantes a considerar en el almacenaje de lo
rollos producidos.
Momento de almacenaje
Lugar de almacenaje y ubicación de los rollos
Superficie de almacenaje
Cobertura del heno.
Categorización de los rollos
Momento de almacenaje
El momento de almacenar los rollos es inmediatamente después de hechos.
Por lo general cuando se está confeccionando heno se juega una carrera contra los fenómenos
climáticos y si ocurriese una lluvia después de confeccionados, esto impediría la extracción de los rollos o
bien se estaría dañando la superficie del suelo al transitar por el lote, con malas condiciones de piso.
Cuando se espera que el suelo mejore sus condiciones, crece el rebrote de la pastura sobre todo en
épocas de alta temperatura y cuando se entra al lote para sacar los rollos, se corre el riesgo de pisotear ese
rebrote, con la consiguiente pérdida de materia seca y producción (Figura 4.93).
Figura 4.93. Rollos en un lote en el que se demoró la extracción.
Otras de los aspectos a considerar es que las plantas que deberían rebrotar y que están debajo de los
rollos, no lo hacen, generando manchones en el lote que pueden ser reemplazados o invadidos por malezas
en detrimento de la densidad de plantas y la amortización de todo el sistema de producción (Figura 4.94).
Figura 4.94. Manchón producido por demora en la extracción de los rollos del lote.
En el caso de contar con gran cantidad de rollos para sacar del lote y tener poco tiempo operativo,
conviene sacarlos hasta la cabecera del potrero, para prevenir que llueva con los rollos dentro del mismo y
luego trasladarlos a su lugar definitivo de almacenamiento.
Lugar de almacenaje y ubicación
El predio donde se depositen los rollos confeccionados, debe ser alto y que permita el escurrimiento
del agua para evitar los encharcamientos que puedan producir pérdidas del material almacenado.
También se debe tener en cuenta que los rollos no queden al reparo de árboles, para permitir el flujo
de aire después que ocurran precipitaciones, acelerando de esta forma el secado del material conservado.
Lo rollos se deben ubicar pegados por sus caras planas (que son las mas susceptibles al agua),
formando hileras en dirección Norte Sur, para que el sol que corre de Este a Oeste, pueda secar los rollos en
ambos flancos luego de la ocurrencia de lluvias (Figura 4.95).
Figura 4.95. Se observa el mayor deterioro de la “cara sur” que fue ubicado en la dirección
equivocada.
La distancia entre hileras debe ser de por lo menos un metro, teniendo en cuenta de dejar cada 4 ó 5
hileras, un espacio suficiente para hacer un contrafuego en el caso que sea necesario (Figura 4.96).
Figura 4.96. Correcto almacenaje de los rollos, en filas y lejos de los árboles.
Superficie
El heno almacenado sufre pérdidas tanto por su parte superior como por la inferior, por lo que
resulta importante que no exista un contacto directo entre el material almacenado y suelo, para evitar que
éste le ceda humedad que pueda deteriorarlo.
Por ello es conveniente aislar los rollos con algún tipo de cobertura como palos, gomas, ripio, etc.
A continuación se presenta la Tabla 4.6, donde se establecen los porcentajes teóricos de pérdida de
cantidad de materia seca en rollos de heno según el espesor de la capa de pérdida de la periferia.
Tabla 4.6. Porcentaje de pérdidas en la periferia de rollos de heno de alfalfa pura. Está considerado
un rollo de 1.80 m de diámetro, 1,5 m de ancho, 608 kg y una densidad de compactación de 160 kg/cm .
3
Volumen rollo
3
(m )
Peso aprovechable del
rollo (kg)
Espesor pérdida de
periferia (cm)
% de
pérdidas
3,40
544
5
10%
3,01
496
10
20%
2,64
422
15
30%
2,30
368
20
39%
1,98
316
25
47%
1,69
270
30
55%
Cobertura
rollos
La cobertura de la superficie de los rollos es esencial para evitar que el agua se filtre dentro de los
La misma debe cubrir la mitad del diámetro del rollo de modo tal que el agua escurra al costado de la
base de los mismos
Un punto a tener en cuenta es que esta cobertura no llegue hasta la base de los rollos, para que la
humedad que evapotranspira el suelo lo haga hacia fuera y no adentro de la cobertura, preservando de esta
manera la correcta humedad durante el período de almacenaje del heno producido.
En el caso que la humedad se filtre hacia adentro de la cobertura, estaría generando condensación y
“lluvia interna” con el consiguiente deterioro de la calidad del forraje conservado (Figura 4.97).
Figura 4.97. Modo correcto de cubrir lo rollos almacenados.
Una forma de sujetar la cobertura es con riendas del mismo hilo de atar con pesos en las puntas y
con una vuelta de alambre ajustada mediante un torniquete para evitar que el viento vuele la cobertura.
Heslop y Bilansky (1986), compararon rollos almacenados a la intemperie con clima seco y húmedo,
hallando pérdidas que varían del 4% al 6% y del 5% al 100% respectivamente.
En cuanto al piso, Lechtenberg (1978), realizó una experiencia comparando rollos de un año a la
intemperie sobre piso de tierra versus pedregullo, midiendo pérdidas del 30 % y del 15 % para cada caso
considerado.
En experiencias realizadas en INTA Rafaela (Bruno, Romero y Gagiotti, 1989), se evaluaron las
pérdidas de peso y calidad de rollos de alfalfa Cuf-101, confeccionados en enero y almacenados de la
siguiente forma:
1-
Sin tapar sobre el suelo.
3-
Sin tapar sobre postes.
2-
Tapados sobre el suelo (cubierta plástica de 200 micrones).
4-
Tapados sobre postes (cubierta plástica de 200 micrones).
Los rollos fueron almacenados durante 176 días con una precipitación de 386 mm. (Siendo el
promedio para la zona 548 mm).
Los porcentajes promedios de pérdidas totales (periferia, enmohecida y contacto con el suelo), para
los tratamientos sobre postes fueron de 7,1 % y para los que estaban sobre el suelo 8,1 %.
La comparación entre los tratamientos con y sin tapado fue 5,5 % y 8,6 % respectivamente.
En experiencias similares, realizadas en enero de 1991 y después de 541 días de almacenaje, la mayor
diferencia de peso (peso inicial menos peso final), correspondió al tratamiento que permaneció sin tapar y
en contacto con el suelo (más del 20 %) y la menor al tapado sobre postes (6 %).
El análisis por sector indicó que, en el tratamiento con mayor pérdida, el que más contribuyó a la
misma fue la zona enmohecida (con el 9,4 % del peso final de los rollos) y en forma similar las otras dos
(parte inferior y periferia), con alrededor del 5 %.
En todos los tratamientos la mejor calidad se mantuvo en el núcleo, disminuyendo marcadamente en
los rollos que se mantuvieron sin tapar en contacto con el suelo y en las zonas enmohecidas (Romero 1992).
Categorización del heno durante el almacenaje
Cuando se realiza el almacenaje, es muy importante categorizar los rollos o fardos según su calidad,
en por lo menos cuatro categorías.
Esto significa guardar los mejores rollos separados de los que presentan calidad inferior.
Es sabido que muchas veces, a pesar del esfuerzo realizado, alguna lluvia puede caer sobre el
material cortado y otras veces la calidad se puede ver afectada por el estado fenológico o por presencia de
malezas al momento del corte.
En cualquiera de estos casos conviene separar los rollos para hacer mas eficiente el aprovechamiento
del forraje conservado, de modo tal que los animales de altos requerimientos reciban la calidad que
demanda su nivel de producción y se pueda identificar fácilmente el heno de inferior calidad para los
animales de menor demanda proteica (Figura 4.98).
Figura 4.98. Rollos marcados por calidad, para ser almacenados en forma separada.
Diagnostico durante el almacenaje de las condiciones de confección
El color que presenta un rollo es un elemento que puede servir para establecer bajo que condiciones
fue confeccionado.
heno.
Así por ejemplo, un rollo color verde, lo más parecido a la planta viva muestra una buena calidad de
Un color amarillento, indica que el heno ha sido expuesto durante demasiado tiempo al sol, llegando
al extremo del color blanquecino, donde ha ocurrido la destrucción de carotenos y provitamina A,
produciéndose las mayores pérdidas por respiración.
Estas son pérdidas fáciles de ser controladas, ya que este fenómeno ocurre por lo general cuando se
corta más pasto del que se tiene capacidad de enrollar, por lo tanto se debe tener en cuenta el
dimensionamiento de los equipos y la capacidad de trabajo de cada máquina a los efectos de no perder
calidad por falta de eficiencia.
El color castaño indica la acción de lluvias durante el período de secado, o que el forraje ha sido
cortado en un estado de madurez avanzada.
El color oscuro o negro muestra un exceso de fermentación y elevada temperatura del heno, por
haber sido confeccionado con demasiada humedad.
Además, estos rollos pueden presentar manchas blanquecinas debidas a proliferación de mohos.
En tal caso se debe tener especial cuidado a que categoría de animales suministrar este forraje
debido a que estos hongos en dosis elevadas producen abortos.
Suministro
Otro aspecto a tener en cuenta es la eficiencia con que se realice el suministro, ya que una mala
implementación del mismo puede dar por tierra con todo el esfuerzo realizado en minimizar las pérdidas
durante la confección y el almacenaje.
Dentro de los factores que afectan la eficiencia en el suministro, se encuentran:
Forma de suministro.
Hambre del animal.
Calidad del heno.
Desde ya que cuando el animal tiene hambre, el desperdicio es mínimo.
Pero a medida que este factor no es limitante, la forma de suministro y la calidad comienzan a ser
importantes.
Los rollos deben suministrarse parados, apoyados sobre sus caras planas dentro de aros metálicos,
calculando una cantidad de 40 a 50 animales por rollo (Figura 4.99).
Con respecto a los aros comederos, existen diferentes diseños que apuntan a evitar que el animal
saque la cabeza del porta rollo para comer fuera de él.
Experiencias prácticas demuestran una considerable disminución del desperdicio, cuando el aro
posee barras paralelas pero inclinadas, en lugar de las verticales convencionales, haciendo que cuando el
animal intenta retirar la cabeza "tirando" del rollo, golpea con las barras, obligándolo a comer en el interior
del corralito.
Figura 4.99. Aros porta rollo con barras inclinadas.
También se puede recurrir al desmenuzado o molido, en este caso, para una adecuada distribución
de rollos y raciones, es necesario disponer de equipos desmenuzadores de rollos y sistema de mezclado.
A tal efecto siempre es mejor considerar los desmenuzadores antes que los moledores de rollos,
porque mantienen las propiedades de la fibra como fibra efectiva (mas de 2,5 cm), en el caso que esta sea
necesaria y porque al ser menor agresivos con el material no provocan tanta “voladura” de hojas con la
consiguiente pérdida de proteínas.
Se debe tener presente que a mayor calidad del rollo, mayor digestibilidad, mayor consumo y por
consiguiente mayor producción. Mientras que con la implementación del molido no se mejora la calidad del
heno; lo que se logra es incrementar el consumo ya que al tener menor tamaño las partículas, se mejora la
tasa de pasaje a nivel ruminal, pero no la digestibilidad del forraje.
Estrategia:
Por último, diremos que el éxito en la henificación no depende solamente de una variedad de pastura, o de
una excelente máquina adquirida a buen precio.
La estrategia productiva y el conglomerado de acciones y recursos (contando como el mas importante el
recurso humano, debidamente capacitado para identificar los procesos agronómicos mas correctos) es lo
que dará como resultado, el logro de un heno acorde a los niveles nutricionales hoy demandados por el
mercado y la nutrición actual.
La ganadería debe ser competitiva no solamente por una cuestión de precios sino porque podemos manejar
nuestros costos productivos, los cuales están íntimamente ligados a los procesos de elaboración de forrajes
conservados (como en este caso) y los parámetros nutricionales que se puedan alcanzar y sostener en el
tiempo, con un equipo de personas que estén informadas, formadas y comprometidas con la obtención de
un forraje conservado de alta calidad

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