Homilía de Mons. Juan Carlos Romanín, Obispo de Río Gallegos

Transcripción

Homilía de Mons. Juan Carlos Romanín, Obispo de Río Gallegos
Obispado de Río Gallegos
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9400 – Río Gallegos – Provincia de Santa Cruz - Argentina
Una prioridad, una urgencia, un estilo de vida
Consideraciones del Padre Obispo
Pascua 2006
Una prioridad: LOS JÓVENES
“Jóvenes, les escribo porque ustedes son fuertes, y la Palabra de Dios permanece en ustedes,
y ustedes vencieron al Maligno.” (1 Jn 2,13-14)
Es necesario tener una mirada de predilección hacia los jóvenes, ser sensibles a sus
necesidades y angustias, sufrimientos y dolores, alegrías y esperanzas.
Estamos llamados a acompañarlos a descubrir, seguir y comprometerse con Jesús y su
mensaje, para que puedan integrar su fe y su vida, y se conviertan en protagonistas de la
construcción de la Iglesia en la Patagonia.
Para esto es necesario hacer, en cada comunidad parroquial y escolar, opciones en personas,
tiempos y lugares por y para ellos. Necesitan espacios donde encontrarse y sentirse “en su
casa”, personas que los reciban bien, iglesia “de puertas abiertas”.
Para esto, nos proponemos evangelizarlos con la pedagogía de Jesús: enseñar, escuchar,
aprender, respetar, hacer crecer, acompañar, corregir, denunciar. Favorecerles una formación
integral, donde puedan crecer en lo personal, en lo comunitario, en lo social y político, en la
fe. Ayudarles a optar por los pobres, los débiles, los que sufren, los excluidos, los marginados,
en actividades e iniciativas concretas y solidarias (apostolado, campañas, misiones, visitas …)
Un buen acompañamiento espiritual les ayudará a tener un claro discernimiento vocacional.
No tener miedo de hacerles la propuesta a la vocación a la santidad. “Es el momento de
proponer de nuevo a todos, con convicción, este alto grado de la vida cristiana ordinaria.”
(NM, 31). “Jóvenes de todos los continentes, ¡no tengan miedo de ser los santos del nuevo
milenio! Sean contemplativos y amantes de la oración; coherentes con la fe en Jesús y
generosos en el servicio a los hermanos, miembros activos de la Iglesia y constructores de
paz.” (XV Jornada Mundial de la Juventud, Juan Pablo II). Desde esta intimidad con Cristo
debe nacer una seria y organizada pastoral vocacional.
La variedad de propuestas, todas incluidas en la pastoral de conjunto, hará que ellos tengan la
posibilidad de integrarse en diversos grupos, instituciones, movimientos, que les ayuden a
realizar un camino de fe y de compromiso cristiano. Que nadie quede excluido.
Nuestra mirada debe ser primero y siempre, de prevención. No dejemos que nos ganen los
problemas juveniles. Debemos adelantarnos para poder ayudarlos a no caer en la tentación de
la droga, del alcohol, del suicidio, de la prostitución.
Padre Obispo Juan Carlos Romanín, sdb
Pascua 2006
Una urgencia: la PASTORAL SOCIAL
“porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba
de paso, y me alojaron; desnudo y me vistieron; enfermo y me visitaron; preso, y me vinieron
a ver.” (Mt 25,35-36)
Ante los hechos que se han vivido últimamente y algunos que vienen de más lejos, se hace
necesaria la creación de los Equipos Diocesano y Parroquiales de Pastoral Social, como un
espacio de reflexión y trabajo en el conocimiento y la defensa de los Derechos Humanos.
Somos concientes que los problemas sociales de una localidad, son los problemas de toda la
Diócesis. Nadie puede quedar marginado, olvidado o sentirse solo. Nuestra propuesta es
“estar” y acompañar, iluminar y llevar contención, siempre y en todas partes de la Diócesis.
Ser Iglesia profética significará estudiar y dar a conocer la Doctrina Social de la Iglesia para
poder iluminar y descubrir el paso de Dios en nuestra historia, en la vida de nuestro pueblo.
En este sentido, los laicos tienen que ser verdaderos protagonistas y agentes de la pastoral
social.
Para esto, será necesaria una tarea en conjunto con las demás pastorales, especialmente con la
de migraciones y la de comunicación.
El Evangelio no es una utopía, “tiene lugar” en nosotros y entre nosotros. Nuestra solidaridad
no puede ser frágil ni ocasional. Necesitamos perfeccionar nuestra propuesta evangelizadora
consolidando nuestros gestos e iniciativas de caridad, de justicia y de fraternidad.
Un estilo de vida: ESPIRITUALIDAD DE COMUNIÓN
“Todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo…” (1Cor
12,13)
Nuestro gran desafío es consensuar y unificar criterios y acciones pastorales, que hablen de
una Iglesia unida, en comunión y participación.
Será necesario dar pasos concretos para hacer realidad una pastoral de conjunto, donde todos
y cada uno se sientan protagonistas y responsables.
Frente a la tentación del individualismo, proponemos reforzar una “espiritualidad de
comunión”.
Esta opción significa, ante todo, una mirada del corazón dirigido hacia el misterio de la
Trinidad que habita en nosotros, y cuya luz ha de ser reconocida también en el rostro de los
hermanos que están a nuestro lado.
Significa también, capacidad de sentir al hermano de fe en la unidad profunda del Cuerpo
místico y, por tanto, como “uno que me pertenece”, para saber compartir sus alegrías y sus
sufrimientos, para intuir sus deseos y atender sus necesidades, para ofrecerle una verdadera y
profunda amistad. Ver primero lo que hay de positivo en el otro, para recibirlo y valorarlo
como un regalo de Dios: “un don para mí”. (Juan Pablo II).
Saber “dar espacio” al hermano llevando mutuamente la carga de los otros (Gál 6,2),
rechazando las tentaciones egoístas que comúnmente nos separan y engendran
competitividad, ganas de hacer carrera, desconfianzas y envidias.
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Padre Obispo Juan Carlos Romanín, sdb
Pascua 2006
Para lograr esto, daremos importancia a todos los momentos fuertes de formación, reflexión,
encuentros fraternos y oración.
Saber “dar espacio” al hermano llevando mutuamente la carga de los otros (Gál 6,2),
rechazando las tentaciones egoístas que comúnmente nos separan y engendran
competitividad, ganas de hacer carrera, desconfianzas y envidias.
Para lograr esto, daremos importancia a todos los momentos fuertes de formación, reflexión,
encuentros fraternos y oración.
Pascua 2006.
+ Juan Carlos Romanín, sdb.
Padre Obispo .
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