1 RECURSOS DIDÁCTICOS∗ Los recursos didácticos de que
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1 RECURSOS DIDÁCTICOS∗ Los recursos didácticos de que
RECURSOS DIDÁCTICOS∗ Los recursos didácticos de que dispone un maestro influyen no sólo en la índole de la enseñanza, sino también en los resultados del aprendizaje. Dentro de este contexto, el término recursos se emplea en su sentido más amplio y abarca los suministros, el equipo, el espacio, los ayudantes o voluntarios, los libros y el tiempo. Todos ellos inciden en la naturaleza de la enseñanza y, por lo mismo, en el aprovechamiento que puede lograr el grupo. Un maestro de biología querrá que sus alumnos conozcan los órganos internos de una rana, y para ello le gustaría que hicieran la disección correspondiente. Pero si la escuela carece de laboratorio de biología y del equipo de disección, se verá obligado a suprimir este objetivo. Los ayudantes o voluntarios que les leen a los alumnos, que trabajan con grupos pequeños o que sirven de asistentes de microscopio durante una unidad en este aparato, permiten al maestro disponer de más tiempo para planear y realizar actividades de enriquecimiento que, de lo contrario, no hubiera podido incluir. Cuando se planea la instrucción hay que tener presente todo tipo de recursos. El tiempo constituye otro recurso importante, a menudo olvidado, que influye de modo determinante en la planeación. Implícitamente en él se basan las decisiones de los maestros sobre el contenido que se recalcará o se omitirá. Todos los días toman decisiones concernientes a la asignación del tiempo de enseñanza; pero es en las últimas semanas del año lectivo cuando éstas se hacen más evidentes: "Debemos terminar la sustracción de fracciones antes que termine el año, pero podemos omitir los problemas relacionados con la velocidad, el tiempo y la distancia", "si este año no terminamos las categorías gramaticales, el maestro del siguiente grado se molestará y por eso vamos a dedicarle parte del tiempo de la unidad de poesía". El tiempo es un recurso limitado y, por tanto, afecta mucho a la planeación de la enseñanza. Un último recurso de gran repercusión en lo que se planea, se enseña y se aprende en el aula es el libro de texto. Más que cualquier otro, determina los planes de enseñanza en muchos salones de clase. En su utilización se centra gran parte del tiempo que tanto los alumnos dedican al aprendizaje como el que los maestros destinan a la enseñanza (Woodward y Elliott, 1990) . En general, la edición destinada al maestro contiene muchos recursos que le ayudan a planear la enseñanza, impartirla y evaluarla. No obstante, los maestros no deberían abdicar a su responsabilidad de planear, enseñar y tomar decisiones en la evaluación en favor del libro de texto. Si lo hacen, dejan de ser profesionales de la docencia y se convierten en meros técnicos que ponen en práctica un programa escolar y los planes elaborados por otros. A ellos les toca evaluar la situación y las necesidades de sus alumnos, los contenidos del programa de su estado o comunidad y los recursos ∗ Airasian, Peter W. (2002) La evaluación en el salón de clases, Biblioteca para la actualización del maestro, México, SEP/McGraw-Hill Interamericana, pp. 48-50. 1 disponibles en su aula cuando planean la instrucción para su grupo. En último término, las decisiones sobre lo que se resaltará en el año lectivo están en manos del maestro, pues no hay quien conozca mejor a los alumnos ni esté en mejores condiciones de planear e impartir una enseñanza adecuada a sus necesidades. PLANES DE LECCIÓN Una vez recabada la información relevante acerca de los alumnos, del maestro y de los recursos didácticos, la siguiente tarea consiste en sintetizarla e integrarla en una serie de planes de enseñanza. El que planea intenta visualizarse enseñando, revisando y repasando mentalmente las actividades de aprendizaje que se proyecta utilizar en el aula. Este repaso mental orienta la instrucción tanto para los alumnos como para su maestro. Hay muchas técnicas didácticas que pueden utilizarse cuando se planea la enseñanza: el modelo de ciclo en el diseño de la clase, propuesto por Madeline Hunter (Hunter, 1982); los modelos inspirados en el aprendizaje cooperativo (Slavin, 1995); y más recientemente, el trabajo de Howard Gardner sobre la inteligencia múltiple (Gardner, 1995). El modelo de Gardner divide las habilidades intelectuales o del pensamiento en siete tipos de inteligencia: lingüística (uso de palabras), lógica/ matemática (uso del razonamiento), espacial (uso de imágenes y fotografías), musical (uso de ritmos), interpersonal (uso de interacciones interpersonales), intrapersonal (uso de meditación o planeación) y corporal/cinestésica (uso de actividades físicas). El uso del método de Gardner -o cualquier otro- en el aprendizaje influye en la instrucción escolar. Por ejemplo, Gardner diría que su método exige a los maestros enseñar una gama más extensa de resultados usando mayor variedad de estilos que permiten a los alumnos aplicar los diversos tipos de inteligencia. Quizá resulte difícil en extremo ponerlos todos en práctica en el aula; sin embargo, la teoría de Gardner nos recuerda que a los alumnos se les puede enseñar y evaluar en más de una forma. ¿De qué manera la instrucción y la evaluación basadas en el aprendizaje cooperativo se distinguen de las que se basan en la inteligencia múltiple? La diversidad de métodos a menudo origina estrategias y resultados también distintos (Wiggins y McTighe, 1998). Consideremos, por ejemplo, tres métodos de planear la clase que suelen impartir los maestros principiantes: instrucción directa, presentación informal y descubrimiento estructurado (Price y Nelson, 1999). El maestro dirige el primer método, llamado también práctica supervisada. En esencia, puede caracterizarse con tres frases: "Yo lo hago, nosotros lo hacemos y tú lo haces", es decir, el maestro demuestra, los alumnos y él lo hacen juntos, después ellos lo hacen solos. Es un procedimiento útil si los resultados se centran en hechos o en procedimientos. En la presentación informal el maestro transmite información a sus alumnos. Es un clásico esquema de clase en el cual los estudiantes escuchan lo que les dice y luego lo escuchan comunicarles lo que debieron aprender. A diferencia de la instrucción directa que se centra en hacer, la presentación informal se centra en conocer. El descubrimiento estructurado consiste en que los alumnos descubren la información o los conceptos planeados por su maestro. Él sabe de antemano lo que van a descubrir y estructura las actividades, las 2 exploraciones y los ejemplos en forma tal que lo logren. Es un esquema que puede realizarse con los alumnos de manera cooperativa o individual. Hay muchas otras técnicas para planear e impartir la clase (Arends, 1977; Borich, 1996). He aquí lo que debe recordarse siempre: los métodos didácticos producen una enseñanza y evaluación especial y ningún maestro logrará sobrevivir si aplica sólo uno. Aunque varían los pasos y actividades recomendados por los modelos de enseñanza, casi todos suelen incluir cuatro elementos básicos de la planeación de la lección: objetivos educacionales, materiales, estrategias de enseñanza/ aprendizaje y métodos de evaluación. En la tabla 3.1 se describe lo que suele incluirse en cada uno de los elementos. Los planes elaborados por maestros con experiencia son menos detallados que el modelo general de la tabla 3.1. Casi siempre constan de una lista de actividades que se realizarán durante la instrucción, una lista que les indica a ellos ya sus alumnos cómo hacer algo, decir algo, escribir algo, preguntar o mostrar algo. Estos maestros tienen una ventaja sobre sus colegas principiantes: un cuaderno mental de notas lleno con experiencias que pueden traer a la memoria partiendo de una breve lista de frases y de actividades (Leinhardt, 1989). Cuando preparan un plan de clase, se concentran en lo que ellos y sus alumnos realizarán durante la enseñanza. Los planes describen las actividades de unos y otros; pero rara vez indican lo que prenderán los alumnos al efectuarlas (objetivos educacionales) ni cómo determinarán los maestros el éxito de su enseñanza (evaluación). Es desafortunado, pues, que la planeación se centre en las actividades, que son simples medios, no en los fines de la enseñanza. Para tener presente su verdadero propósito se recomienda incluir la formulación de objetivos en los planes de lección, a fin de indicar lo que se quiere que el alumno aprenda. Tabla 3.1 COMPONENTES DE UN PLAN DE LECCIÒN Objetivos educacionales. Se describe lo que los estudiantes deben aprender de la enseñanza; lo que deben ser capaces de hacer una vez terminada (por ejemplo, resumir por escrito una historia; distinguir los adverbios y los adjetivos en un pasaje). Materiales. Se describen los recursos, los materiales y aparatos necesarios para impartir la lección (proyector de acetatos, barro, mapa de Estados Unidos, mecheros de Bunsen, video del Movimiento de Derechos Humanos, etcétera). Actividades y estrategias de enseñanza. Se describe lo que tendrá lugar durante la instrucción; a menudo se incluyen factores como determinar la madurez de los alumnos, decidir cómo iniciar la lección, repasar las lecciones anteriores, ofrecer organizadores anticipados, especificar las técnicas didácticas a utilizar (discusión, exposición, lectura en silencio, demostración, trabajo en el pupitre, juegos, actividades cooperativas), fijar la secuencia de los métodos, ofrecer prácticas y terminar la lección. Evaluación. Se describe cómo se evaluará el aprendizaje de la lección (asignación de tareas, preguntas orales, redacción de un ensayo, etcétera). 3