LA URBANIZACIÓN DE LA CONCIENCIA CHICANA by Crescencio

Transcripción

LA URBANIZACIÓN DE LA CONCIENCIA CHICANA by Crescencio
LA URBANIZACIÓN DE LA CONCIENCIA CHICANA
by
Crescencio López González
____________________________
Copyright © Crescencio López González 2011
A Dissertation Submitted to the Faculty of the
DEPARTMENT OF SPANISH AND PORTUGUESE
In Partial Fulfillment of the Requirements
For the Degree of
DOCTOR OF PHILOSOPHY
WITH A MAJOR IN SPANISH
In the Graduate College
THE UNIVERSITY OF ARIZONA
2011
2
THE UNIVERSITY OF ARIZONA
GRADUATE COLLEGE
As members of the Dissertation Committee, we certify that we have read the Dissertation
prepared by Crescencio López González
entitled La urbanización de la conciencia chicana
and recommend that it be accepted as fulfilling the dissertation requirement for the
Degree of Doctor of Philosophy
________________________________________________ Date: June 20, 2011
Dr. Charles M. Tatum
________________________________________________ Date: June 20, 2011
Dr. Malcolm A. Compitello
________________________________________________ Date: June 20, 2011
Dr. Laura G. Gutiérrez
Final approval and acceptance of this dissertation is contingent upon the candidate’s
submission of the final copies of the dissertation to the Graduate College.
I hereby certify that I have read this dissertation prepared under my direction and
recommend that it be accepted as fulfilling the dissertation requirement.
________________________________________________ Date: June 20, 2011
Dissertation Director : Dr. Charles M. Tatum
________________________________________________ Date: June 20, 2011
Dissertation Director: Dr. Malcolm A. Compitello
3
STATEMENT BY AUTHOR
This dissertation has been submitted in partial fulfillment of requirements for an
advanced degree at the University of Arizona and is deposited in the University Library
to be made available to borrowers under rules of the Library.
Brief quotations from this dissertation are allowable without special permission, provided
that accurate acknowledgment of source is made. Requests for permission for extended
quotation from or reproduction of this manuscript in whole or in part may be granted by
the copyright holder.
SIGNED:
Crescencio López González
4
AGRADECIMIENTOS
Principalmente agradezco al Departamento de Español y Portugués por haberme
dado la oportunidad de hacer mis estudios de doctorado en esta universidad. Asimismo,
agradezco al Dr. Charles Tatum y al Dr. Malcolm Compitello por todo lo que he
aprendido de ellos, pero particularmente por su paciencia, experiencia y seguridad. De
igual forma, doy gracias a la profesora Laura Gutiérrez porque en sus clases aprendí a
apreciar el valor académico de los estudios culturales.
Igualmente agradezco a todos los profesores de esta institución de quienes aprendí
diferentes modos de acercarse al texto, particularmente al Dr. José Promis quien influyó a
toda una generación por su particular manera de impartir cursos. A la Dra. Eliana Rivero
por trasmitirnos su pasión a la poesía y al Dr. Robert Fiore por su forma de estudiar el
marginado. De esta misma forma doy las gracias al defensor de ‘los de abajo’, al Dr.
Lanin Gyurko, quien ha sido un pilar de conocimiento, apoyo y confianza. Estoy muy
agradecido con la Dra. Sara Beaudrie por permitirme impartir cursos en el programa de
Lengua Heredada y asimismo, agradezco al Dr. Eliud Chuffe por todos estos años de
continuo apoyo. También, agradezco la amabilidad y confianza de la Dra. Ana Perches.
Doy gracias al Dr. Harry Dennis, al Dr. Fausto Avendaño y al Dr. Cosme
Zaragoza, quienes escribieron cartas de recomendación para que yo asistiera a esta
institución. De igual manera, agradezco a mis profesores de la Universidad de Davis del
Departamento de Español, quienes sembraron en mí la pasión por las letras como al
profesor Francisco X. Alarcón, la profesora Linda Egan y la profesora Marta Altisent. A
toda la comunidad de profesores que han sido parte de mi formación académica, les
agradezco y les doy mil gracias por compartir conmigo su entusiasmo por la enseñanza.
Agradezco la disponibilidad de las secretarias del departamento: Gracias a Olga,
Isela, Mary, Mercy, y Nicole. También, quiero reconocer la amistad de todos mis amigos
y amigas, pero en particular a José, Edgar, Sohyun, Olivia, Erika, Mark, Kristin, Maribel,
maestro Carlos y la Dra. Bahti. Además, doy las gracias al personal del laboratorio: a
Mark, Justin y la Computadora P1 de Lenguas Modernas 512.
5
DEDICATORIA
Dedico este esfuerzo al pueblo de Tanganhuato, Guerrero que siempre llevaré
conmigo. En particular, a las personas que a través de los años han emigrado a los
Estados Unidos y sus familiares que se han quedado atrás a esperarlos. De esta manera,
le dedico este trabajo a la señora Edilia Jiménez, quien pagó al coyote y me dio alojo en
su casa, al igual que Luis Pérez y la familia Pinedo.
Quiero dedicar este trabajo a mis padres, Ascensión López Hernández y Juana
González Pérez, quienes me enseñaron desde muy pequeño la disciplina del trabajo. En
particular para mi madre, quien me enseñó a caminar por las calles de Tanganhuato. Para
mis hermanos y hermanas que, al igual que yo, soñaron con tener una carrera: a Edith,
Estela, Cruz, Olga, Noemí, Martín y Celia. En particular, a mi hermano Cruz quien ha
sido un pilar económico para mis estudios.
Ofrezco este regalo de sacrificio a mi querida esposa, Christina Ledesma, quien
ha sacrificado su carrera para que podamos tener una familia. También, quiero dedicarle
este trabajo a su familia, especialmente a Yolanda y Brian Miller, a Samuel Ledesma y a
mi suegra, Rebeca Ledesma.
Celebro este trabajo de amor con mi tercia de reinas, mis tres hijas: Natalia,
Daniella y Julianna, a quienes prometo y debo un amor incondicional.
6
ÍNDICE
RESUMEN (ABSTRACT)………………………………………………………..………8
CAPÍTULO I: LA EXPERIENCIA DE LA COMUNIDAD CHICANA EN EL
SUDOESTE DE LOS ESTADOS UNIDOS…………………………………………….10
1.1 Introducción…………………………….……………….………………………….10
1.2 La conceptualización del espacio urbano en el área de Los Ángeles, California......15
1.3 Michel de Certeau y las prácticas cotidianas……………………………………….31
1.4 Henri Lefebvre y la producción del espacio………………………………..………33
1.5 David Harvey y la urbanización de la conciencia……………………………..……35
1.6 Metodología y esquema de los capítulos………………………………..………….39
CAPÍTULO II: ACUMULACIÓN POR DESPOSESIÓN: ANÁLISIS DEL TEXTO,
THEIR DOGS CAME WITH THEM DE ELENA MARÍA VIRAMONTES……………43
2.1 Intersecciones y perspectivas en el tejido cultural y humano de la comunidad….…49
2.2 La familia urbana……………………………………...……………………..……..51
2.3 El individualismo…………………………………………………………...………56
2.4 El Estado y el control del espacio urbano…………………………………..………63
2.5 Clase social y diferenciación residencial……………………………………...……68
2.6 El tejido de la comunidad urbana……………………………………………...……71
CAPITULO III: LA URBANIZACIÓN DE LA CONCIENCIA: ANÁLISIS DEL
TEXTO, ALWAYS RUNNING, LA VIDA LOCA: GANG DAYS IN L.A. DE LUIS J.
RODRÍGUEZ………………………………..…………………………………………..74
3.1 Individualismo…………………………………………...…………………………81
7
3.2 Las clases sociales………………………………………………………………..…88
3.3 La comunidad……………………………………………………………………….92
3.4 La familia urbana……………………..…………………………………………….99
3.5 El Estado……………………………….………………………………………….103
CAPÍTULO IV: LA ARQUITECTURA DEL IMAGINARIO URBANO: ANÁLISIS
DEL TEXTO, CARAS VIEJAS Y VINO NUEVO DE ALEJANDRO MORALES…….107
4.1 La desintegración del núcleo familiar…………………………………….……….115
4.2 El destino inevitable del individuo urbano………………………………….…….121
4.3 La ideología represiva de los aparatos del Estado……………………………..….125
4.4 El mapa cartográfico de la comunidad del barrio………………………..………..128
4.5 La internalización del espacio y clase social……………………….……………..131
CAPÍTULO V: LA URBANIZACIÓN DE LA VIOLENCIA: ANALISIS DEL TEXTO,
LOCAS DE YXTA MAYA MURRAY……………………………………...…………134
5.1 Contexto social en Echo Park………………………………………...……………137
5.2 La mujer pandillera en el contexto social………………………………………….141
5.3 Las realidades urbanas de las familias de Cecilia Silva y Lucía….………………..144
5.4 El individualismo urbano y los procesos alternativos……………………………..155
5.5 La presencia y ausencia del Estado en Echo Park…………………………………162
5.6 Subclase social o animales urbanos en Echo Park…………………………………165
5.7 La comunidad y el exceso laboral…………………….………………..…………..169
CONCLUSIONES: LA INTERNALIZACIÓN DE LA MARGINALIDAD……....….173
BILIOGRAFÍA…………………………………………………………………………186
8
RESUMEN (ABSTRACT)
This dissertation examines the works of four Chicana/o writers who write about
Los Angeles, California urban spaces, and how the literary protagonist experiences the
material realities of everyday life. The objective of this dissertation is to look at the
mechanisms used by the narrator and the meaning they transmit through the description
of urban space. David Harvey’s theory on the Urbanization of Consciousness is used to
analyze the spatial transformation taking place in Los Angeles from the 1960’s to the
1980’s. Moreover, I utilize Michael de Certeau’s explanations of how the practices of
everyday life influence the author’s cartographic imaginary.
These practices are
manifested in the narrator’s description of the physical and social space and they convey
an ideological message that points to the process of urbanization of consciousness in a
capitalist society. Additionally, it draws together the work of important theorists such as
Henri Lefebvre, Rodolfo Acuña, Mario Barrera, and James Diego Vigil.
Chapter one introduces the theoretical framework that is used throughout this
study. It establishes a definition of the urbanization of consciousness and how the main
characters' interact with money, family, community, class, and the State. Chapter two
explains how the rapid urban development in East Los Angeles during the 1960’s shaped
the characters’ upbringings in the novel Their Dogs Came With Them (2007) by Helena
María Viramontes. Chapter three analyzes how urban space molds the consciousness of
the individual in Always Running, La Vida Loca: Gang Days in L.A. (1993) by Luis J.
Rodríguez. Chapter four examines the architectural imagination in the novel of
Alejandro Morales' Caras viejas y vino nuevo (1975). Chapter five studies the
9
urbanization of gang violence among Chicana/o youth in the work of Yxta Maya Murray,
Locas (1997). My investigation leads me to conclude that the Chicana/o community
became urbanized when its members began to mirror its fragmented environment and
when they began to see themselves as wage workers.
10
CAPÍTULO I: LA EXPERIENCIA DE LA COMUNIDAD CHICANA EN EL
SUDOESTE DE LOS ESTADOS UNIDOS
1.1 Introducción
La experiencia de la comunidad chicana
1
en los barrios de las ciudades
estadounidenses ha sido un marcador pronunciado en el arte chicano como la literatura, el
cine, el teatro, la música, los murales, entre otros. No es una coincidencia que este
espacio sea el principal objeto de estudio para investigadores académicos que están
interesados en conocer las circunstancias socio-económicas y políticas de sus habitantes.
La comunidad chicana, históricamente, pasó a ser una minoría étnica en 1848 con el
Tratado de Guadalupe Hidalgo; en el tratado, México cedía más de la mitad de su
territorio que incluía los estados de California, Nevada, Texas, Arizona, Utah, Wyoming,
Colorado y Nuevo México. A las personas que vivían en las zonas de transmisión
tuvieron hasta un año para abandonar este espacio, no obstante, aquellas familias que
decidieron quedarse, el artículo VIII del tratado les amparaba sus propiedades vigentes y
consecuentemente su ciudadanía. Estos derechos gradualmente los fueron perdiendo
debido a procesos legales que cuestionaban sus derechos de tenencia de tierras. Según el
historiador Richard Griswold del Castillo2, estas familias progresivamente pasaron a ser
ciudadanos de segunda categoría al formar parte de la estructura social anglosajona. En
1
Comunidad chicana es formada por aquellas personas que se autodenominaron chicanas/os durante la
década de los años sesenta con el propósito de ideológicamente solidarizarse con todo norteamericano de
descendencia mexicana. Aquí seguimos la definición que utiliza Tito Villanueva en la introducción al
texto, Chicanos: antología histórica y literaria (1994).
2
En el texto, La Familia: Chicano Families in the Urban Southwest, 1848 to the Present (1984), Richard
Griswold del Castillo investiga cómo fueron colonizadas y afectadas por la industrialización y urbanización
las familias de herencia mexicana. El estudio se enfoca en 4 centros urbanos; San Antonio, Santa Fe,
Tucsón y Los Ángeles.
11
cada uno de los centros urbanos del suroeste de los Estados Unidos, los nuevos
mexicoamericanos 3 se enfrentaron a nuevas realidades políticas, sociales y económicas.
El proceso de re-estructuración social fue dinámico y diferente para cada uno de estos
espacios urbanos de acuerdo con las aserciones hechas por el sociólogo Albert Camarillo
en su texto, Chicanos in a Changing Society (1979). Camarillo documenta cómo los
mexicoamericanos llegaron a ser trabajadores subordinados laborales del sistema
capitalista de los Estados Unidos.
Otros estudios como el de Rodolfo Acuña, Occupied America: A History of
Chicanos (1972) y el de Mario Barrera, Race and Class in the Southwest: A Theory of
Racial Inequality (1979), han investigado y argumentado cómo la comunidad chicana fue
integrada y subordinada a un sistema laboral colonial. Mientras que Acuña documenta
cómo la cultura dominante anglosajona ha distorsionado la experiencia de resistencia del
chicano, Barrera formula su teoría de la desigualdad racial 4 , proponiendo que los
chicanos han sido “incorporated into the United States’ political economy as subordinate
ascriptive class segments, and that they have historically been found occupying such a
structural position at all class levels” (212). Ambos, Acuña y Barrera proponen que los
auto-determinados chicanos han sido explotados y oprimidos por los anglosajones desde
que las tierras del Suroeste fueron anexadas, específicamente establecen que
3
Utilizamos la palabra mexicoamericano para distinguir de la palabra chicana/o que para nosotros significa
autodeterminación cultural. Asimismo, creemos que en los vecindarios coexisten ambos grupos debido a la
continua llegada de inmigrantes y por consiguiente, fluctuaremos entre ambas palabras para referirnos a
esta comunidad.
4
En el capítulo 6, “The Role of the State”, Barrera explica cómo el estado perpetúa la subordinación de la
comunidad chicana y en el capítulo 7, “A Theory of Racial Inequality”, propone la teoría de la desigualdad
racial basada en el modelo de la colonia interna y argumentos marxistas.
12
presentemente los chicanos continúan siendo una colonia interna de los Estados Unidos.
Para Acuña y Barrera es importante que se investigue esta posición subyugada para que
la comunidad chicana pueda auto-afirmarse y de esta manera, poder crecer y empoderarse
dentro de los Estados Unidos.
Un estudio inicial que emplea el concepto del colonialismo interno en la literatura
es, El colonialismo interno en la narrativa chicana (1994) de Jesús Hernández-Gutiérrez,
basado en las aportaciones teóricas de Tomás Almaguer y Mario Barrera.
Según
Hernández-Gutiérrez, el propósito de estos escritores 5 era autodefinirse ideológicamente,
concientizar históricamente a la sociedad y exponer las conjeturas racistas de los
anglosajones. En su análisis del espacio novelesco, expone cómo el barrio es parte de
una comunidad segregada y por consiguiente de una colonia interna.
Hernández-
Gutiérrez explica que el narrador chicano de los años setenta “rememora la conquista del
sudoeste y está consciente de su posición subordinada en la estructura de clases” (6).
Además, declara que los narradores chicanos de los años setenta narran para las personas
de su comunidad y para sí mismos con el propósito de establecer y reformular su propia
identidad desde una posición interna. Hernández-Gutiérrez concluye que efectivamente
las obras muestran un narrador urbano que refleja en su narrativa la condición de un
sujeto subordinado.
Otro académico que analiza la producción creativa de la comunidad chicana en el
área de Los Ángeles, durante y después de la década de los sesenta, es Raúl Homero Villa
5
Las obras que analiza son: Pocho (1959) de José Antonio Villareal; The Plum Plum Pickers (1969) de
Raymond Barrio; Y no se lo trago la tierra (1971) de Tomás Rivera; Peregrinos de Aztlán (1974) de
Miguel Méndez; Memories of the Alhambra (1977) de Nash Candelaria.
13
en su texto, Barrio Logos: Space and Place in Urban Chicano Literature and Culture
(2000). Villa argumenta que los mexicanoamericanos, desde 1848 hasta el presente, han
conscientemente e inconscientemente resistido la asimilación cultural y han creado
mecanismos culturales para mantener una identidad dentro de la constante regularización
y urbanización del espacio (5). Para Villa, la continuidad de las prácticas culturales y
sociales de los habitantes del barrio “reveal multiple possibilities for re-creating and reimagining dominant urban space as community-enabling place” (6). La tesis principal
del texto está basada en el argumento que Ramón Saldívar propone en su ensayo, “La
dialéctica de la diferencia”, en el cual explica que los barrios deben de interpretarse como
espacios de ‘literal diferencia’ y las producciones artísticas que surgen y se producen en
el barrio deben considerarse revelaciones discursivas de una comunidad (16).
Las investigaciones hechas por académicos hasta el presente han reiterativamente
señalado que la reproducción y representación de las realidades habituales del artista
chicano son inherentemente una consecuencia de haber vivido y continuar viviendo una
realidad marginada.
Además, las semejanzas de experiencias comunes no son una
supuesta coincidencia, sino una creación discursiva que denota una ideología de
resistencia cultural, económica y social. Es decir, la marginalización de los barrios y por
ende, la marginalización de sus habitantes, son el resultado de los procesos económicos
del capitalismo urbano como el descrito por David Harvey en sus estudios sobre la
experiencia urbana. El propósito del presente estudio académico es investigar cómo en la
narrativa los personajes urbanos experimentan las realidades materiales de todos los días,
durante y después de los años sesenta en el área de Los Ángeles, California. Utilizando
14
las teorías del pensador británico David Harvey, sobre la urbanización de la conciencia,
creemos que se pueden analizar las descripciones del narrador y las acciones de los/as
protagonistas para comprender la función dialéctica del espacio y el proceso de
urbanización de la conciencia.
Antes de proceder y explicar el marco teórico que se utilizará para estudiar cómo
la literatura, el espacio y el individuo se complementan para enunciar una conciencia
urbanizada, es imprescindible mencionar la producción teórica de los estudios urbanos
sobre la ciudad de Los Ángeles, California. Los académicos de las universidades locales,
desde los años ochenta, han venido proponiendo un discurso ideológico diferente al que
propone David Harvey, por consiguiente, se mencionarán sus contribuciones académicas
porque consideramos que complementan la presente investigación. Si bien es cierto que
muchos críticos académicos en los Estados Unidos han sido influenciados por las
aportaciones teóricas de Henri Lefebvre, cada uno de ellos ha evolucionado
diferentemente. Por ejemplo, mientras que David Harvey ha desarrollado y mantenido
una posición ideológica basada en la lucha de clases sociales, algunos teóricos del área de
Los Ángeles han decidido alejarse de esta posición marxista. No obstante, recientemente
otros académicos como David R. Díaz, Víctor M. Valle y Rodolfo D. Torres proponen
que se debería incluir el concepto de lucha de clases sociales como se argumentará esta
polémica en los subsiguientes párrafos.
15
1.2 La conceptualización del espacio urbano en el área de Los Ángeles, California.
A principios de la década de los ochenta, los académicos en las universidades del
área de Los Ángeles comenzaron a interesarse y a escribir sobre los procesos urbanos
locales.
Previo a esta década, los estudios urbanos habían sido dominados por los
conceptos de los académicos modernistas de la Escuela de Chicago, los cuales estudiaban
a la ciudad como un espacio centralizado. Frente a los cambios socio-económicos,
estructurales y espaciales que estaban produciéndose en el área de Los Ángeles, algunos
investigadores optaron por buscar nuevos modelos teóricos que explicaran estos procesos
urbanos. Dos colaboradores interesados en desarrollar nuevas teorías sobre los procesos
urbanos en conexión con los distintos modos de producción del sistema capitalista fueron
Michael Dear y Allen J. Scott en su texto, Urbanization and Urban Planning in
Capitalist Society (1981). El propósito central del libro era incluir diferentes artículos
con diferentes puntos de vista, los cuales estaban organizados bajo temas centrales para
poder generar “nuevas teorías urbanas” desde una perspectiva multidisciplinaria.
El texto también tenía el propósito de mostrar cómo los procesos de urbanización
y planeamiento estaban inscritos y deducidos de la formación social del capitalismo: “the
processes of urbanization and planning are embedded in and derived out the overarching
capitalist social formation” (xiv).
Tomando en cuenta que la vida urbana es
inherentemente complicada, Dear and Scott estaban interesados en comprender cómo la
estructura y organización del espacio eran producciones particulares del sector privado y
de las compañías privadas. Con ello querían averiguar sobre la intervención del Estado
en los procesos urbanos de la ciudad (3). Uno de los críticos que colabora con este nuevo
16
proyecto es David Harvey con su artículo, “The urban process under capitalism: a
framework for analysis” en el cual trata los temas de “acumulation and class struggle”
dentro del proceso urbano capitalista (91).
La colección interdisciplinaria de estos
ensayos genera un discurso polifónico de argumentos que sirven para promover un
diálogo multifacético sobre los nuevos procesos urbanos.
Cuatro años después de la publicación de esta colección de ensayos, el sociólogo
de la Universidad de California de Riverside, Mark Gottdiener publica su texto, The
Social Production of Urban Space (1985).
Influenciado primordialmente por las
aportaciones de Henri Lefebvre y su obra The Production of Space (1974), Gottdiener
intenta distinguirse de las propuestas teóricas de la obra de Manuel Castells, La Question
Urbaine (1972) y de la obra de David Harvey, Social Justice and the City (1973). En el
prólogo a la segunda edición de este texto, Gottdiener explica que su búsqueda por un
nuevo modelo teórico tomó lugar durante los años setenta mientras cursaba sus estudios
graduados. Sus nuevos conceptos no se concretaron hasta que consiguió la financiación
adecuada y le pudo dedicar el tiempo y el esfuerzo necesario a este proyecto. El plan de
Gottdiener era presentar, evaluar y comparar los distintos modelos de desarrollo urbano
que toman lugar en distintas ciudades de los Estados Unidos como Levittown, New
Jersey, Cedar-Riverside, Minneapolis y regiones urbanas al sur y norte de la ciudad de
Los Ángeles, California.
Partiendo del análisis y comparación de estos espacios urbanos, Gottdiener se
propone avanzar un nuevo modelo teórico que explicara los recientes cambios urbanos.
17
En este sentido, Gottdiener llega a la conclusión que es necesario completamente reemplazar el presente paradigma de los estudios urbanos: “it is necessary to completely
replace the existing mainstream paradigm of urban science” (8). De ahí que el propósito
principal de Gottdiener era desarrollar un marco teórico proveniente del marxismo, el
cual lo denomina “the production of space perspective” (8). No obstante, manifiesta que
el capitalismo y la tecnología no eran los principales agentes que producían cambios en la
estructura social del espacio, sino algo diferente que el nombra “the new form of
metropolitan polynucleation”. Un concepto basado en una multiplicidad de fenómenos
de restructuración espacial y social que convergen en un mismo espacio.
En la
conclusión del texto, Gottdiener presenta diversas aserciones como resultado de un
proyecto amplio, general y visionario. En todo caso, creemos que su trabajo es germinal
en el entendimiento de la descentralización y reestructuración urbana del área de Los
Ángeles.
En consonancia con las aserciones de Mark Gottdiener, Edward W. Soja publica
su primer texto, Postmodern Geographies: The Reassertion of Space in Critical Social
Theory (1989), con el mismo propósito de evolucionar hacia un nuevo esquema analítico
que explicara las circunstancias urbanas del área de Los Ángeles de los años ochenta.
Dicho proyecto consiste de una colección ecléctica de nueve ensayos, en los cuales
entreteje prominentes conceptos de críticos europeos 6 sobre la producción social del
espacio; la geografía, la historia, la urbanización y el capitalismo. En cada uno de los
6
Algunos de los críticos europeos son Henri Lefebvre, Manuel Castells, Michel Foucault, Antonio
Gramsci, John Berger y Ernest Mandel.
18
ensayos, el tema central que se desarrolla es la reafirmación de la perspectiva crítica del
espacio en el análisis teórico contemporáneo: “Each essay in this volume is a different
evocation of the same central theme: the reassertion of a critical spatial perspective in
contemporary social theory and analysis” (1). Según Soja, el ensayo más significativo de
esta colección es el último, “Taking Los Ángeles Apart: Towards a Postmodern
Geography”, porque en dicho ensayo explica cómo se “integrates and desintegrates… a
decidedly postmodern lanscapes” (2). La conceptualización del espacio de Los Ángeles
es inspirada en el cuento de Jorge Luis Borges, “El aleph”; en este sentido, la ciudad de
Los Ángeles es cristalizada como “the only place on earth where all places are, a limitless
space of simultaneity and paradox, imposible to describe in less than extraordinary
language” (2). De esta forma, para Soja, Los Ángeles es el centro del universo, imposible
de encapsular en palabras, indeterminado, fragmentado, irracional, incompleto e
indescifrable, entre otros. A partir de estas características Soja postula que la ciudad de
Los Ángeles es, posiblemente, imposible de comprender (248).
Lo que tienen en común Dear, Scott, Gottdiener y Soja durante la década de los
ochenta es la necesidad de buscar un nuevo paradigma que difiriera del presentado por la
escuela de Chicago.
Además, es importante subrayar que sus formaciones teóricas
estaban relacionadas a las teorías contemporáneas de Europa, particularmente a aquellas
desarrolladas por Henri Lefebvre. Frente al desarrollo urbano que estaba extendiéndose
en el área de Los Ángeles y con la actitud de desarrollar un nuevo marco teórico, la
década de los noventa auguraba un futuro prolífico para los estudios urbanos. Por
consiguiente, en la década de los noventa se publicaron nuevos textos como el de Mike
19
Davis, City of Quartz: Excavating the Future in Los Ángeles (1990), que explicaba
crudamente las contradicciones del capitalismo urbano.
Algunos de los argumentos principales del texto eran cuestionar el derecho a la
ciudad, presentar la segregación del espacio y re-evaluar el materialismo histórico
geográfico de la ciudad. De hecho, la metáfora para describir la imagen mediatizada de
Los Ángeles es, según el título del texto, un conjunto de cuarzos que podrían representar
una imagen transparente y glaseada de la realidad urbana de la ciudad. En las propias
palabras de Mike Davis, “Los Angeles… has come to play the double role of utopia and
dystopia for advanced capitalism” y consecuentemente “symbolized both heaven and hell”
(18). Esta visión contradictoria de Los Ángeles es manifestada en el capítulo cuatro,
“Fortress L.A.”, en donde Davis explica que sus observaciones sobre el espacio están
fundamentadas en la existencia de la lucha de clases sociales: “The observations that
follow take as their thesis the existence of this class war (sometimes a continuation of the
race war of the 1960’s) at the level of the built environment” (228). Para Davis, la ciudad
había sido construida con sistemas sofisticados de seguridad, con una arquitectura
fortificada a propósito para prohibir el acceso a las personas de bajos recursos
económicos, con cámaras panópticas para observar al consumidor y con un departamento
de policía que funcionaba para controlar la ciudad, manteniendo a los grupos étnicos en
sus respectivas comunidades mientras que la clase acomodada gozaba de la movilidad
espacial. Este discurso sobre las circunstancias contradictorias de la ciudad de Los
Ángeles se completará con la publicación de los textos Ecology of Fear: Los Ángeles and
20
the Imagination of Disaster (1998) y Magical Urbanism: Latinos Reinvent the US City
(2000).
Los subsiguientes textos de Davis no tendría el mismo impacto que City of Quartz
tuvo, debido a que, durante la década de los noventa, otros textos con diferentes puntos
de vista fueron publicados que avanzaron la crítica sobre el espacio. Por ejemplo, el
neoyorquino David Rieff publicó Los Ángeles: Capital of the Third World (1991), en el
cual describe a la ciudad desde la perspectiva de un foráneo. Rieff proviene de la ciudad
de Nueva York e inicialmente utiliza a esta ciudad como un referente espacial para
comparar y criticar a la ciudad de Los Ángeles. Sus observaciones, en primera persona,
no tienen las descripciones puntualizadas que hace Mike Davis, no obstante, poco a poco
descubre que hay “dos ciudades”; la ciudad que habita la gente acomodada y la ciudad
habitada y vivida por los grupos étnicos. En el capítulo “Alien Nation”, el autor describe
la vida segregada que se vive en los barrios como vecindades extranjeras que pertenecen
al “new Third World melting pot that L.A. had become” (124). Dicho de otro modo, la
ciudad de Los Ángeles estaba rodeada de espacios segregados de donde provenían los
trabajadores laborales que sostenían a la ciudad y a la sociedad. Además, estos lugares
brindaban residencia a los nuevos inmigrantes que provenían de Latinoamérica. Desde el
punto de vista de Rieff, la realidad urbana que vivían los ‘otros angelinos’ era una
realidad similar a la vivida en un país tercermundista.
Frente a las observaciones radicales que hacen los críticos anteriores, la posición
teórica que adopta Celeste Olalquiaga, en su texto Megalopolis: Contemporary Cultural
21
Sensibilities (1992), es posmodernista, destacando una postura de descentralización y
fragmentación que desafían los valores centrales del capitalismo. Olalquiaga admite que
el posmodernismo es “profanely ambivalent and ambiguous, rejoicing in consumption
and celebrating obsessions, ignoring consistency and avoiding stability, favoring illusions
and pleasure” (xi).
Se explica que el propósito del texto es comprender cómo la
glorificación del consumo produce experiencias contradictorias, enfocándose en la
desaparición de las fronteras, en la desaparición del referente, en las simulaciones y en las
percepciones de la realidad (xviii-xix). Para Olalquiaga, el propósito de la modernización
era crear un nuevo mundo, pero estas creencias las considera agotadas y lo que queda es
simplemente un mecanismo formal: “Modernization strove to create a better world, but
belief in a better world is now exhausted, and only its formal mechanisms remain” (xx).
El discurso analítico del contenido está fundamentado en las propuestas teóricas de los
europeos Jean-François Lyotard y Jean Baudrillard. No es una coincidencia que en los
capítulos del texto se analicen principalmente las diferentes producciones mediáticas de
la cultura popular que según la autora están reproduciéndose infinitamente (93).
Las observaciones de Celeste Olalquiaga abandonan por completo el marco
teórico marxista tradicional para abrir paso a una discusión heterogénea del ser humano y
su relación con la ciudad. En el epílogo del texto, Olalquiaga enuncia que los cuerpos
“are becoming like cities…” y por consiguiente, “Like the vanishing city, the body
remains as the only concrete proof of existence. Yet, scattered and fragmented under the
weight of technology, body and city can’t be recovered by means other than those that
displace them: they must be recorded or registered anew” (93). La interpretación del
22
cuerpo y la ciudad como un simulacro o como referentes vacíos sirven para desestabilizar
y cuestionar los valores económicos del capitalismo. Además, el discurso nihilista del
texto desestima los intereses de clase social y consecuentemente, termina con las
esperanzas del individuo de poder mediar y negociar la información mediática recibida 7.
En el artículo de María Herrera-Sobek, “Geography of Despair: The Mean Streets of L.A.
of Luis Rodríguez’s Always Running”, se ponen en práctica los conceptos posmodernistas
de Celeste Olalquiaga. En este ensayo, Herrera-Sobek postula que la violencia está
interconectada con el capitalismo urbano y sus habitantes. Esta aserción de cómo la
ciudad está conectada al individuo y su subjetividad queda explicada en la siguiente cita:
The savaged, scarred urban landscape is connected psychologically and
physically to the violence inflicted on the body by self and others. This
violence in turn produces a fragmentation of and alienation of subjectivity
(Olalquiaga, 1992: xvii). Loss of a nurturing geographic space can be said
to lead to the loss of a sense of self. A loss of sense of self leads to
violence since the subject in attempting to reconstitute itself may find pain
as the only affirmation of being alive. On the other hand, when one feels a
complete loss of self and no hope of reconstituting that self the only
alternative is death; death through suicide or through actions that invite
others to execute the deed for you. (57)
7
Léase la posición teórica de Michael de Certeau, The practice of Everyday Life (1984), en donde
argumenta cómo el lector/consumidor/espectador tiene la capacidad de mediar la información recibida.
También léase las aportaciones de Jesús Martín Barbero, De los medios a las mediaciones (1987), en donde
argumenta cómo el consumidor se apropia del contenido de los medios de comunicación.
23
Para Olalquiaga y consecuentemente para Herrera-Sobek, la autodestrucción del
individuo es una consecuencia del proceso capitalista de las grandes ciudades.
Ahora bien, la posición teórica presentada por Olalquiaga concuerda, inicialmente,
con la presentada por Marco Cenzatti, Los Angeles and the L.A. School: Postmodernism
and Urban Studies (1993), en donde señala cómo algunos investigadores locales
(Michael Dear, Allen Scott, Edward Soja, Mike Davis, Susan Christopherson y otros)
habían venido proponiendo un esquema teórico diferente del propuesto por La Escuela de
Chicago. Cenzatti argumenta que La Escuela de Chicago venía estudiando a la ciudad
“as both point of departure and arrival” y sus investigaciones “created the foundations for
an autonomous discipline (urban sociology) whose only goal and horizon was to analyze
and understand the city as an autonomous organism” (6). Según Cenzatti, esta posición
filosófica difiere de la presentada por La Escuela de Los Ángeles, la cual se enfoca en el
concepto múltiple de restructuración en varios niveles; sociales, económicos, industriales,
etc. Consecuentemente, la ciudad de Los Ángeles emerge como modelo policéntrico de
estudio: “based on the center’s loss of hierarchical importance in relation to the growth of
“edge cities” (10). Marco Cenzatti explica del siguiente modo los orígenes de esta nueva
escuela:
If we were to name a birth place for these ideas, we should talk perhaps of
a French School, given the influence that such theoreticians as Foucault,
Baudrillard, and Derrida have had on theoretical restructuring and Aglietta,
Boyer, Lipietz etc. have had on industrial restructuring.
24
The definition of the Los Angeles School therefore cannot be
exclusively based on either the empirical object of its studies or on the
development of an ‘original’ theoretical framework. Rather, the School’s
strength lies in its location at the intersection between theoretical and
empirical specificity. On the one hand, its strong theoretical orientation
prevents interpretations of Los Angeles based simply on the empirical
observation of one urban region, which would unproblematically accept
Los Angeles as a universal template for a new urban form replacing the
old (or, alternatively, which would portray Los Angeles as a marginal or
exceptional case). (7)
Sin duda alguna, proponer el surgimiento colectivo de una nueva escuela, implicaba
defender esta nueva posición paradigmática en el ámbito académico. Consecuentemente,
a mediados de la década de los noventa se publicaron una serie de artículos y textos de
estudios urbanos defendiendo esta posición.
Entre los principales proponentes y
defensores de esta nueva escuela se encuentran Michael Dear, Allen J. Scott, Mike Davis,
Edward Soja y Michael Storper.
Michael Dear, por ejemplo, se ha mantenido constante desde la publicación de
Urbanization and Urban Planning in Capitalist Society (1981) en buscar un esquema
paradigmático que describiera la realidad y desarrollo multicultural de la ciudad de Los
Ángeles. No es una coincidencia que surja como uno de los máximos defensores de la
existencia de La Escuela de Estudios Urbanos de Los Ángeles y por ende, toda su obra
25
académica la ha dedicado a desarrollar dicho discurso. En los ensayos “Postmodernism
and Planning” y “The Postmodern Challenge: Reconstructing Human Geography”
publicados en 1986 y 1988 respectivamente, se perciben ya los conceptos del espacio
posmoderno que más tarde forjará en los textos Rethinking Los Ángeles (1996), Urban
Latino Cultures: La Vida Latina en L.A. (1999), The Postmodern Urban Condition
(2000), From Chicago to L.A. (2002) y Postborder City: Cultural Spaces of Bajalta
California (2003). El objetivo principal del desarrollo de su trabajo académico ha sido
proponer y concretar las coordenadas teóricas de La Escuela de Los Ángeles. Dear lo
explica del siguiente modo en el prefacio al texto From Chicago to L.A.:
The present volume is the final part of a trilogy (all published by Sage)
that has attempted to shift the axis in urban thought away from the
Chicago School and toward an L.A. School. The first in this series,
Rethinking Los Angeles (1996), defined many of the changing conditions
that created the imperative for an L.A. School. The second volume, Urban
Latino Cultures: La Vida Latina en L.A. (1999), focused on the rising
Latino majority as the principal demographic and cultural dynamic in the
new city. This third volume, From Chicago to L.A., critically examines
some of the major precepts of the L.A. School. All three volumes could
usefully be read alongside my monograph The Postmodern Urban
Condition, which provides a more personal interpretation of current urban
tendencies in Southern California. (vii-viii)
26
Algunos de los puntos claves que Michael Dear defiende han sido publicados y
resumidos en el artículo “The Los Ángeles School of Urbanism: An Intelectual History”
(2003), en donde explica cómo se desarrolló el movimiento intelectual de La Escuela de
Los Ángeles, las críticas académicas que ha recibido, las obras académicas
fundamentales que forjaron este proyecto, cómo sus integrantes han contribuido a este
proyecto y cómo dista de La Escuela de Chicago. Los puntos de diferencia son los
siguientes:
• Traditional concepts of urban form imagine the city organized around a
central core; in a revised theory, the urban peripheries are organizing what
remains of the center.
• A global, corporate-dominated connectivity is balancing, even offsetting,
individual-centered agency in urban processes.
• A linear evolutionist urban paradigm has been usurped by a nonlinear,
chaotic process that includes pathological forms such as common-interest
developments (CIDs), and life-threatening environmental degradation (e.g.
global warming). (503)
Dear explica que estos conceptos deberían tomarse en cuenta cuando se analicen los
espacios urbanos de las ciudades globales, las ciudades gemelas, las ciudades hibridas y
las ciudades cibernéticas, desde una perspectiva posmodernista, la cual considera una
discontinuidad o rompimiento entre el pasado y el presente político, sociocultural y
económico (504).
Según Dear, las propuestas de La Escuela de Los Ángeles han
27
promovido el surgimiento de otras escuelas como lo son: La Escuela de Miami, La
Escuela de Las Vegas y La Escuela del Condado de Orange (505). Cada una de estas
escuelas promueve a su ciudad como el arquetipo de la futurística ciudad del siglo XXI,
creando, desde nuestro punto de vista, una competitividad entre sí mismas.
Entre los académicos más prolíficos que han defendido y apoyado el surgimiento
de este nuevo paradigma se encuentran Mike Davis y Edward Soja, cuyas obras
inaugurales, City of Quartz (1990) y Postmodern Geographies (1989) respectivamente,
fueron principalmente influenciadas por teóricos europeos como Henri Lefebvre y
Manuel Castells, no obstante, sus subsiguientes obras presentan una evolución intelectual
localizada en el espacio urbano de Los Ángeles e incluyen las aportaciones literarias de
los escritores chicanos y afroamericanos del sudoeste de los Estados Unidos. Edward
Soja, por ejemplo, publicó Thirdspace: Journeys to Los Ángeles and Other Real-andImagined Places (1996), Postmetropolis: Critical Studies of Cities and Regions (2000) y
junto con Allen J. Scott publicó, The City: Los Ángeles and Urban Theory at the End of
the Twentieth Century (1996). Mientras que Mike Davis publicó Ecology of Fear: Los
Angeles and the Imagination of Disaster (1998) y Magical Urbanism: Latinos Reinvent
the US City (2000). Ambos académicos, en conjunto con Michael Dear, Ellen J. Scott y
otros, han liderado esta propuesta posmodernista con el propósito de separarse de los
estudios modernos de La Escuela de Chicago y de las teorías desarrolladas por los
marxistas del siglo XX.
28
Si bien es cierto que La Escuela de Estudios Urbanos de Los Ángeles ha tenido
como propósito principal, el proponer un esquema teórico que explicase las realidades
urbanas de la ciudad de Los Ángeles, sin duda alguna, ha habido otros que han optado
por analizar el mismo espacio urbano, utilizando las teorías marxistas desarrolladas por
Henri Lefebvre en Europa y David Harvey en los Estados Unidos. Algunos de estos
académicos y sus respectivas obras son: Dolores Hayden, The Power of Place: Urban
Landscapes as Public History (1995); Roger Keil, Los Angeles: Globalization,
Urbanization and Social Struggles (1998); Víctor M. Valle y Rodolfo D. Torres: Latino
Metropolis (2000); Julian Murphet, Literature and Race in Los Ángeles (2001); David R.
Díaz: Barrio Urbanism: Chicanos, Planning and American Cities (2005).
Con el objeto de presentar los argumentos esenciales de algunos de estos
académicos, se ha optado por escoger las obras, Latino Metropolis (2000) y Barrio
Urbanism (2005), para mostrar cómo sus respectivos investigadores promueven un
discurso diferente al que promueve la Escuela de Estudios Urbanos de Los Ángeles. Por
ejemplo, Víctor del Valle y Rodolfo Torres, autores de Metropolis, combinan conceptos
del marxismo clásico con la teoría social posmoderna, al rechazar la aserción que la
política de clase sea un anacronismo como lo promueven los estudios posmodernos.
Valle y Torres argumentan que “a political economy approach informed by both a
Marxist and a critical "postmodern" social theory offers the best way to theorize about
Latinos in Los Angeles in the context of demographic shifts, changing class formations,
and new forms of "global" capitalism” (10). Por otra parte, David R. Díaz, autor de
Barrio Urbanism, cuestiona agudamente la conceptualización del espacio que Michael
29
Dear y Edward Soja han desarrollado. Las siguientes citas ponen en perspectiva la lógica
ideológica de estos críticos:
In creating an intellectual Trojan horse, Dear, rather than presenting a
critique of the Chicago School, seems mesmerized with developing an
incestuous intellectual affair, with a dated, tired, debunked logic. Why the
admiration? Does L.A. need a relationship with concentric circles to
elevate itself into a theoretical stratosphere? How has either a relationship
with 1920s Chicago or a claim of a fundamentally new urban form either
accurately explained L.A. or provided planning with a different set of
social, political, urban, or economic phenomena that has yet to appear in
the literature? (10)
The other leading advocate for L.A., Ed Soja, has led an effort to
intellectually defend the construction of the postmodern city. In addressing
a range of urban contradictions and irrationalities, economic restructuring
and the underclass, and how capital controls land, rents, and reproduction,
he argues that the city has become postmodern. Ironically, the terrain that
is addressed only serves to reaffirm the pioneering work of David Harvey
and Mark Gottdiener. Harvey pioneered a substantial arena of urban
analysis, contained in Soja's work, in the late 1960s and early 1970s.
Gottdiener, in developing the theoretical explanation for Southern
30
California-style sprawl, the polynucleated urban form, prepared the field
for the decentralization Soja has revisited. (11)
En un intento por demostrar las incongruencias conceptuales de Michael Dear y Edward
Soja, David Díaz cuestiona el supuesto rompimiento o discontinuidad entre el pasado y el
presente de las comunidades marginadas. Para Díaz, las desigualdades económicas, la
pobreza, los abusos del Departamento de Policía, el incremento en rentas, la continuidad
de mano de obra barata, la injusticia social, y el deterioro urbano no han cambiado. Sino
todo lo contrario, la segregación económica y política ha hecho de los barrios “a
polynucleated system of working class” (13), refiriéndose al concepto desarrollado por
Mark Gottdiener.
Como bien apunta David Díaz, La Escuela de Estudios Urbanos de Los Ángeles
excluyó las aportaciones teóricas de Mark Gottdiener y David Harvey con el propósito de
silenciar argumentos válidos que aplicaban al análisis del espacio urbano. Por otra parte,
hay que destacar que La Escuela de Estudios Urbanos de Los Ángeles siempre ha
mantenido que la disyuntiva paradigmática que proponen, parte de un modelo de análisis
posmoderno debido al desarrollo económico que se da, en la ciudad de Los Ángeles, en
los años setenta. De lo anterior, se puede deducir que a partir de la década de los ochenta
se han venido cultivando dos vertientes ideológicas: una creada en base a los estudios
posmodernos y consecuentemente postmarxistas, y la otra, en base a la lucha de clases
sociales desde una perspectiva marxista clásica. Ambos lados han publicado y defendido
sus propuestas con el propósito de convencer al campo académico que su esquema de
31
análisis es la opción a seguir. En todo caso, no es parte de esta investigación presentar
más detalles de esta polémica académica porque creemos que el investigador (al igual
que el lector, el consumidor y el espectador) tiene el derecho de apropiarse del discurso
ideológico que mejor le convenga y consecuentemente, creemos en la diversidad de
opiniones y aportaciones al campo de estudios urbanos.
Es importante recordar al lector que nuestra posición era presentar el surgimiento
y desarrollo de la Escuela de Los Ángeles con el propósito de contextualizar la presente
investigación, “La urbanización de la conciencia chicana” a través de la literatura chicana.
Sin duda alguna, consideramos que los procesos urbanos deberían analizarse bajo un
tiempo y un espacio para ver cuáles son las funciones del estado, la comunidad, la familia,
el individuo y la clase social en un espacio capitalista urbano como lo propone David
Harvey en sus estudios sobre la experiencia urbana. Para esta investigación, se ha optado
seguir los argumentos teóricos desarrollados por Michael de Certeau, Henri Lefebvre y
David Harvey, como tendremos ocasión de demostrar en los subsiguientes párrafos.
1.3 Michel de Certeau y las prácticas cotidianas
De lo anterior, se puede concluir que los teóricos de La Escuela de Estudios
Urbanos de Los Ángeles empezaron a teorizar sobre el espacio en la década de los
ochenta porque observaron que desde la década de los setenta venían ocurriendo una
multitud de cambios socio-espaciales, económicos, culturales, entre otros. En el presente
estudio, el contexto histórico de dos de las obras a analizar toma lugar en la década de los
sesenta; Always Running, La Vida Loca: Gang Days in L.A. (1993) de Luis J. Rodríguez
32
y Their Dogs Came With Them (2007) de Helena María Viramontes, las cuales tendremos
ocasión de analizar en esta disertación. Por consiguiente, se ha optado por considerar las
aportaciones a los estudios culturales y urbanos de Michel de Certeau con su obra, The
Practice of Everyday Life 8 (1984), en la cual analiza la función del productor (escritor,
planeador, etc.), del producto (libro, calles, etc.) y particularmente del consumidor (lector,
peatón, etc.). Para Michel de Certeau, el usuario tiene una función activa en el modo de
operar o de hacer las cosas, conceptualizando al consumo como un proceso activo de
producción, el cual generalmente pasa por desapercibido. Para ilustrar esta aserción,
Michel de Certeau explica cómo los indígenas, en lugar de desafiar el orden impuesto por
la cultura española, lo evadieron sin negarlo (xiii). Es decir, los consumidores como los
indios, apropian lo impuesto según sus circunstancias, lo cual es considerado como una
forma de resistencia activa.
Según Michel de Certeau existe una diferencia entre el comportamiento
estratégico y el comportamiento táctico en el modo de hacer las cosas durante las
prácticas cotidianas. Por ejemplo, la lectura normalmente es considerada como una
actividad pasiva, no obstante, el comportamiento táctico del lector convierte lo escrito en
una producción activa porque involucra el uso de la memoria cuando éste transforma lo
leído en recuerdos, rellenando lo leído con su imaginación y apropiándose del mundo
creado por el autor (xxi). De esta manera, el espectador que camina por las calles se
mueve tácticamente por la ciudad, adaptándose a los espacios, apropiándose del
panorama pictórico, organizando las imágenes en su memoria y produciendo su propia
8
Michel de Certeau publicó The Practice of Everyday life en francés en 1980 bajo el título L'invention du
quotidien. Vol. 1, Arts de faire'. La obra fue traducida al inglés por Steven Rendall en 1984.
33
versión de la ciudad. En este sentido, Michel de Certeau explica del siguiente modo, la
función que desempeña el espacio: “In short, space is a practiced place. Thus the street
geometrically defined by urban planning is transformed into a space by walkers. In the
same way, an act of reading is the space produced by the practice of a particular place: a
written text, i.e., a place constituted by a system of signs (117). En todo caso, la ciudad y
el texto son un sistema de significantes que son producidos de acuerdo a las tácticas del
espectador o del lector.
Como bien apunta Michel de Certeau, es importante reconocer el valor teórico
asignado a las narraciones como depósito de las prácticas cotidianas frente al
establecimiento de la ciencias modernas (78). Para de Certeau, en las narraciones se
encuentran representaciones de espacios ficticios que no son otra cosa que metáforas del
modo de hacer las cosas, como resultado, la literatura es transformada en una colección
de prácticas cotidianas (70). Sin duda alguna, se puede deducir que el ordenamiento de
los hechos narrados en la historia, en conjunto con la interpretación del significado de las
prácticas cotidianas, son reproducciones tácticas del lector.
1.4 Henri Lefebvre y la producción del espacio
En consonancia con las observaciones de Michel de Certeau sobre el rol activo y
táctico del espectador en la ciudad, Henri Lefebvre teoriza sobre la conceptualización del
espacio social en su texto, The production of Space 9 (1991). Para Lefebvre, la sociedad y
el espacio social se interrelacionan de modo que “the space thus produced also serves as a
9
Henri Lefebvre publicó The production of Space en francés en 1974 bajo el título, La production de
l'espace. La obra fue traducida al inglés por Donald Nicholson-Smith en 1991. Algunos de los críticos
estadounidenses que han estudiado sus conceptos son David Harvey, Mark Gottdiener y Edward Soja.
34
tool of thought and of action; that in addition to being a means of production it is also a
means of control, and hence of domination, of power (26). En este sentido, el espacio
producido es un set de relaciones dialógicas que están interconectadas con el individuo y
el espacio físico y como resultado se triangulan recíprocamente.
De esta manera,
Lefebvre desarrolla tres categorías claves para avanzar este argumento: primero, explica
que el espacio percibido es el espacio práctico que se produce y reproduce en las
prácticas cotidianas; segundo, el espacio concebido es el espacio conceptualizado y
producido por urbanistas, ingenieros, científicos, etc.; y tercero, el espacio vivido es el
espacio de símbolos e imágenes que la imaginación intenta alterar y apropiar (38-39).
Para Lefebvre, la producción del espacio y la producción de la sociedad son dos
aspectos recíprocos que forman parte importante del desarrollo capitalista de la ciudad.
Por consiguiente, la producción del espacio depende de las motivaciones o preferencias
de la hegemonía de cierta clase social. En este sentido, Lefebvre explica el rol de la
hegemonía de clase del siguiente modo:
Hegemony implies more than an influence, more even than the permanent
use of repressive violence. It is exercised over society as a whole, culture
and knowledge included, and generally via human mediation: policies,
political leader, parties, as also a good many intellectuals and experts. It is
exercised, therefore, over both institutions and ideas. The ruling class seeks
to maintain its hegemony by all available means, and knowledge is one such
means. (10)
35
Debido principalmente a que la lucha de clase es emprendida bajo la hegemonía de la
burguesía; “class struggle is waged under the hegemony of the bourgeoisie” (59), es
importante señalar que la ciudad, como reproductora de riqueza, es un sistema de
producción para el beneficio de la clase dominante.
1.5 David Harvey y la urbanización de la conciencia
Por todo lo expuesto hasta ahora, creemos que las aserciones teóricas de Michel
de Certeau y Henri Lefebvre complementan la teoría sobre la urbanización de la
conciencia elaborada por el pensador británico, David Harvey. En el texto The Urban
Experience (1989), Harvey argumenta que la urbanización de la conciencia debe de
estudiarse en relación a la urbanización del capital (231). Basándose en los conceptos
que Henry Lefebvre desarrolla en La production de l’espace (1974), Harvey explica
cómo el capitalismo ha sobrevivido a través de la producción de un espacio urbanizado.
De ahí que la urbanización ocurre cuando el individuo comienza a identificarse con los
objetos urbanos de la ciudad, con las interacciones sociales y con los objetos de consumo
y producción. En este sentido, el objetivo fundamental de esta disertación es estudiar
cómo el espacio urbano, la literatura y el individuo se interrelacionan para enunciar una
conciencia urbanizada.
Como bien apunta Harvey, la ciudad es clave en el entendimiento de la
urbanización de la conciencia porque su producción es una manifestación del sistema
capitalista económico. Harvey define a la ciudad como una contradicción del capitalismo
porque produce riqueza y pobreza al mismo tiempo. Harvey define a la ciudad del
siguiente modo:
36
A city is an agglomeration of productive forces built by labor employed
within a temporal process of circulation of capital. …is populated by
individuals who reproduce themselves using money incomes earned off
the circulation of capital. …is ruled by a particular coalition of class forces,
segmented into distinctive communities of social reproduction, an
organized as a discontinuous but spatially contiguous labor market…is the
high point of human achievement… But it is also the site of squalid
human failure, the lightning rod of the profoundest human discontents, and
the arena of social and political conflict. (The Urban 229)
De lo anterior, se puede deducir que la ciudad es una acumulación de los procesos
económicos del capital, en la cual geográficamente están localizadas las diferentes clases
sociales. En este sentido, Harvey ha insistido que la construcción de la ciudad es un
reflejo del capitalismo y de su estructura social: “I have long argued that capitalism
builds a physical and social landscape in its own image…” (162).
Considerando la evolución y sobrevivencia del capitalismo, Harvey ha teorizado
sobre “La estructura de clase y la diferenciación residencial” en la geografía del espacio
urbanizado y ha explicado cómo los afroamericanos, los puertorriqueños y los chicanos
han sido integrados al sistema económico neocolonial, en el cual presentemente viven “as
a Third World colony in the heart of the American city…” (120). Ahora bien,
considerando que existe un andamiaje de las clases sociales inscrito en la estructura física
de la ciudad, éste podría estar incrustado en las narraciones de escritores chicanos que
crecieron y vivieron en este espacio.
37
En este sentido, Harvey utiliza la metáfora del arquitecto para puntualizar y
explicar cómo éste produce una estructura en miniatura antes de construir un edificio en
el espacio real. Al igual que Henri Lefebvre, Harvey considera que el espacio urbano
permea de modo bidireccional la imaginación del escritor. De esta manera, “[T]he
architectural imagination provides a space in which alternative urban possibilities can be
formulated and, perhaps, acted upon” (24). Harvey pone en práctica este concepto al
analizar la obra del escritor francés Honoré de Balzac, consecuentemente, en su análisis
demuestra cómo el proceso urbano está inscrito en la visión cartográfica del autor.
Es preciso indicar que Raymond Williams en su texto, Marxism and Literature
(1977), ya había teorizado sobre cómo algunas narraciones podrían ser expresiones
culturales de un determinado grupo social.
Para Williams, en el arte existe una
“estructura de sentimientos” que podrían reflejar la formación de una nueva ideología
(128-135). En relación a este tema, Harvey advierte que se debe tomar en cuenta la
educación pública que el residente urbano recibe porque éste es expuesto a la ideología
de la clase dominante, la cual consiste en perpetuar el orden capitalista: “Mass literacy
and mass education have the effect of exposing the masses to a dominant bourgeois
ideology, which seeks to produce states of consciousness consistent with the perpetuation
of the capitalist order” (115). Para ambos teóricos, no hay duda que existe un andamiaje
ideológico incrustado en la literatura y por consiguiente, indican que se debe hacer una
lectura cuidadosa del texto de estudio.
Como se ha mencionado con anterioridad, el sistema capitalista moldea a la
ciudad y consecuentemente, el espacio capitalista urbano moldea las prácticas cotidianas
38
del individuo. Si bien es cierto que la narrativa urbana funciona como un depósito de las
prácticas cotidianas, Harvey propone que para entender todas las complejidades del
proceso urbano es necesario examinar minuciosamente la formación de la conciencia en
las realidades materiales de la vida cotidiana analizando las obras literarias escritas por
escritores urbanos (230). La siguiente cita, aunque extensa, pone en perspectiva el
discurso ideológico de Harvey y además explica cómo se puede inferir en lo que él
considera una conciencia urbanizada:
The spaces of the city are constructed through the mobilization of the
sources of power in particular configurations. Once constructed, the
spatial organization of the city assumes the qualities of a text that we have
to learn to read and interpret correctly, not simply according to our own
needs, wants and desires. The labyrinthine qualities of the city's spaces,
their hierarchical orderings and often hidden significations, form a
symbolic world which is as imposing as it is imponderable. We can, in
turn, fetishise the text and its spaces, treat the symbolic world of the city
as a thing in itself to which we must perforce respond. It is sometimes
enough to enter the space of the factory, the state, or the community to
conform to its supposed requirements in ways that are both predictable
and unthinking. Thus does the symbolic order of a city’s spaces impose
upon us ways of thinking and doing which reinforce existing patterns of
social life. A study of the hierarchy of spatialities within an urban form
helps reveal how individualism, class relations, community and family
39
obligations and state action relate. The urbanization of capital, by virtue
of its powers to create space thereby finds a tacit means to entrain an
urbanized consciousness. (The Urban 250)
Incidiendo en lo que Harvey denomina urbanización de la conciencia, es importante
considerar el contexto histórico, económico y social que se describen en la narración para
comprender cómo se interrelacionan las funciones del estado, la comunidad, la familia, el
individuo y la clase social. En cada una de las obras a analizar se considerarán las
interrelaciones de cada uno de estos centros de poder para deshilvanar y tejer la
urbanización de la conciencia chicana.
1.6 Metodología y esquema de los capítulos
En cada uno de los capítulos se analiza el espacio urbano en la literatura
producida por escritores chicanos utilizando herramientas de los estudios culturales, la
geografía cultural, la política, el urbanismo, la historia y los estudios sociales. Se analiza
cómo los procesos urbanos afectan las prácticas cotidianas de los personajes, se examina
la función del estado, la comunidad, la familia, el individualismo, la clase social y cómo
se interrelacionan para enunciar una conciencia urbanizada. El objetivo es analizar las
descripciones del espacio físico y social para entender cómo comunica un mensaje
ideológico que ayude a comprender los procesos de urbanización de la conciencia. De
ahí que la urbanización ocurre cuando el individuo comienza a identificarse con los
procesos urbanos de la ciudad, con las interacciones sociales y con los objetos de
consumo y producción. El espacio geográfico en consideración es la ciudad de Los
Ángeles, California, durante y después de los años sesenta hasta la década de los ochenta.
40
En cada uno de los capítulos se analiza una novela y en cada novela se estudia la
función del Estado, la función de la familia, la función del individualismo, la función de
la comunidad, la función de la clase social y cómo se interrelacionan.
En las
conclusiones se analiza en conjunto cada uno de los centros de reproducción del
capitalismo y esto ayuda a formular conclusiones relacionadas a la urbanización de la
conciencia. Consecuentemente, se establece cómo la urbanización del espacio afecta y
moldea las realidades urbanas de la comunidad.
Asimismo, se pueden hacer otras
inferencias y aserciones sobre la urbanización de la conciencia.
En el primer capítulo se presentan una síntesis del corpus académico que ha
estudiado y analizado el espacio urbano del área de Los Ángeles, California con el
propósito de contextualizar esta investigación. Asimismo, se desarrolla el marco teórico
que es utilizado para analizar cada una de las obras. El marco teórico es liderado por los
argumentos que David Harvey desarrolla en el texto, The Urban Experience (1989).
Asimismo, reúne el trabajo de teórico de importantes investigadores como Michael de
Certeau, Henri Lefebvre, Rodolfo Acuña, Mario Barrera y James Diego Vigil.
En el segundo capítulo se analiza la obra de María Elena Viramontes, Their Dog
Came With Them (2007), en la cual se narra la historia de la comunidad chicana durante
la década de los sesenta mientras se construían un sistema de autopistas. El espacio
urbano es el vecindario de Boyle Heights y el este de Los Ángeles, los cuales fueron
fracturados para construir carreteras, despojando a muchos residentes de sus casas. A los
residentes les toca vivir un proceso de urbanización por un periodo de 10 años, el cual
41
incluye el aislamiento y marginalización por parte de las autoridades de la ciudad. En
este sentido, el análisis ayuda a reconstruir la experiencia urbana que a estos habitantes
les tocó vivir.
En el tercer capítulo se analiza la obra de Luis J. Rodríguez, Always Running, La
Vida Loca: Gang Days in L.A. (1993), en la cual está descrito un espacio urbano
capitalista que privilegia a personas que lo controlan y que aliena a otras, como es el caso
del personaje principal. En esta novela de carácter autobiográfico se narra la vida desde
el punto de vista de Louie y muestra cómo las prácticas cotidianas moldearon su modo de
pensar, su familia y su futuro. Existe un énfasis en cómo el sistema de educación y las
autoridades influyeron en la vida de él y de su comunidad.
El análisis ayuda a
comprender cómo el entorno urbano es parte importante del crecimiento y desarrollo del
individuo.
En el cuarto capítulo se analiza el mapa cartográfico del imaginario urbano
producido en la obra Caras viejas y vino nuevo (1975) de Alejandro Morales. En la obra
se narra un espacio geográfico que representa las prácticas cotidianas de una comunidad
chicana que está al margen del desarrollo urbano. En esta narrativa se muestran las
similitudes y diferencias entre dos personas que crecieron en el mismo vecindario,
enfocándose en la influencia que tiene el núcleo familiar en el individuo.
En el quinto capítulo se estudia la ciudad de Los Ángeles durante la década de los
ochenta en la obra de Ixta Maya Murray, Locas (1997). En esta obra se narra la historia
de dos chicanas, Lucía y Cecilia, que crecen en el barrio de Echo Park, un lugar saturado
42
de jóvenes pandilleros. El dinero es el principal motor que moldea el devenir de estas
jóvenes y por consiguiente, se prestará particular atención al individualismo y las
comunidades del dinero, para comprender los procesos de la urbanización de la violencia.
La condición económica de los habitantes del barrio está aunada multilógicamente a las
circunstancias que se viven en el espacio.
43
CAPÍTULO II: ACUMULACIÓN POR DESPOSESIÓN: ANÁLISIS DEL TEXTO,
THEIR DOGS CAME WITH THEM DE ELENA MARÍA VIRAMONTES
El desplazamiento geográfico de la comunidad chicana en los años sesenta, en el
este de los Ángeles, es el telón de fondo de la obra de Elena María Viramontes, Their
Dogs Came With Them (2007). En la obra, se narra, de modo entretejido y en forma de
mural, la historia de una comunidad chicana que se ve afectada por la construcción de un
sistema de autopistas. La narración es detallada desde el punto de vista de sus habitantes
quienes se ven afectados por la desposesión de sus derechos de propiedad, por el
aislamiento y vigilancia de la comunidad y por el caos visual del derrumbe de casas. La
historia de cada uno de los personajes está entrelazada a la transformación física del
espacio, de ahí que uno de los objetivos fundamentales de esta investigación es identificar
cómo el proceso de desposesión y producción del espacio afecta la urbanización de la
conciencia del individuo como lo propone David Harvey en sus estudios sobre la
experiencia urbana.
Antes de proceder y analizar el contenido y estructura del texto, es importante
mencionar algunos de los cambios espaciales, sociopolíticos y económicos que estaban
ocurriendo en los años sesenta, en el este de Los Ángeles y Boyle Heights. Como bien
apunta Rodolfo Acuña, en su texto Occupied America: A History of Chicanos (1972), el
60% de los inmigrantes mexicoamericanos, entre 1940 a 1960, habían inmigrado a la
ciudad de Los Ángeles, haciendo de la ciudad, el espacio más urbanizado con residentes
chicanos. A pesar de conformar el 10% de la población angelina y de votar mayormente
44
por el partido demócrata, éstos no tenían el poder político para ejercer sus propias
demandas. Además, no había una organización comunitaria que abogara por las
necesidades de la comunidad y consecuentemente, los distritos continuamente eran
reorganizados para mantener a ciertos políticos en el poder. Cuando se decidió construir
el sistema de autopistas y renovar el centro de la ciudad, no se tomó en cuenta la opinión
de los grupos minoritarios, debido a que las decisiones eran hechas por la élite del partido
republicano y por los propietarios e inversionistas de negocios (284-285).
Cuando se firmó, en 1947, el Acto Collier Burns, la ciudad de Los Ángeles
recibió fondos estatales para iniciar la construcción del sistema de carreteras con el
propósito de modernizar la ciudad. En 1949, el Congreso pasó el Acto de Vivienda, con
el propósito de proveer fondos para el desarrollo económico de las ciudades (Acuña 295).
Según Allen J. Scott y Edward W. Soja, The City: Los Angeles and Urban Theory at the
End of the Twentieth Century (1996), estos proyectos recibieron más fondos nacionales
en 1956 cuando se aprobó el Sistema de Defensa Nacional e Interestatal de Carreteras:
“The National System of Interstate and Defense Highways” (94). Estas estimulaciones
económicas aceleraron la planeación y construcción de las carreteras, haciendo de los
barrios, espacios designados para la demolición. En este sentido, las comunidades
chicanas fueron fracturadas para el beneficio y desarrollo de la ciudad. David Díaz
explica, en Barrio Urbanism (2005), que los “barrios were effectively attacked by state
transportation departments, who had the support from the federal highway administration.
East Los Angeles (East L.A.) would suffer the worst from this bureaucratic logic. This
barrio had numerous vibrant and cohesive neighborhoods that were either eradicated or
45
radically reconstructed with the imposition of five distinct freeway routes” (45). En todo
caso, los estudios de Acuña y Díaz revelan que la hegemonía de la clase dominante
manipuló el poder político local para su propio beneficio económico, instaurando un
sistema vial de carreteras que fracturaba y segregaba a la comunidad chicana.
Las necesidades de los habitantes de los barrios, explica Acuña, fueron
consideradas en un inicio como pretexto para obtener los fondos federales, argumentando
que las personas de bajos recursos económicos se beneficiarían, no obstante, fueron los
más afectados (295). Bajo esta política, la construcción de carreteras tomó lugar a través
de todo el sudoeste de los Estados Unidos, principalmente en donde estaban localizados
los barrios, con el supuesto propósito de generar empleos y estimular a la economía.
Según Eric R. Ávila, en su ensayo “The Folklore of the Freeway: Space, Culture, and
Identity in Postwar Los Angeles” (2001), en el barrio de Boyle Heights “the freeways
displaced one-tenth of the local population, an especially devastating statistic in light of
the vast influx of new residents to the Eastside and the desperate shortage of the housing
in the area” (568). Algunos de los residentes de Boyle Heights protestaron en contra de
las drásticas medidas de desalojo y apropiación por parte del gobierno, sin embargo, el
gobierno montó una campaña publicitaria argumentado que la mayoría de las personas
apoyaban la construcción de las carreteras a favor del progreso de modernización (570).
En última instancia, el estado, utilizando el poder de “eminent domain”, se apropió de los
terrenos, condenándolos para el beneficio de la sociedad.
En consonancia con los argumentos de Rodolfo Acuña, David Díaz y Eric R.
Dávila, parte del estudio de Raúl Homero Villa, Barrio Logos (2000), se enfoca en el
46
discurso mediático publicado en los periódicos Eastside Sun y Los Ángeles Times.
Mientras que el enfoque de las historias publicadas en Los Ángeles Times era la violencia
perpetrada por los pandilleros, el periódico Eastside Sun contrarrestaba dicho discurso,
publicando cartas y editoriales que cuestionaban las prácticas de expropiación de tierras
urbanas. Villa explica cómo el periódico Eastside Sun criticó y expuso la complicidad
corrupta de los políticos con el sector privado, no obstante, el esfuerzo fue insuficiente
para detener el avance del proceso capitalista urbano (90-96).
En todo caso, la
construcción de las carreteras permitió que los habitantes anglosajones de clase media
salieran de los centros urbanos y se fueran a vivir a suburbios económicamente
segregados.
Como bien apunta Eric R. Dávila, algunos suburbios, después de la
construcción de las carreteras, se independizaron de la ciudad para crear sus propias
comunidades, esto llevó a la formación de nuevas comunidades homogéneas como lo son
el Condado de Orange y el Valle de San Fernando (269). De lo anterior, se puede
deducir que la construcción del sistema de carreteras aceleró la descentralización de la
ciudad de Los Ángeles, segregando el espacio urbano en lugares afluentes y vecindarios
pobres.
En todo caso, para esta investigación, nos interesa estudiar cómo el proceso de
desalojo y fracturación de la comunidad afectó las prácticas cotidianas de sus habitantes.
En primera instancia, sabemos que el telón de fondo narrado en la obra de Elena María
Viramontes, Their Dogs Came With Them (2007), toma lugar en Boyle Heights y en el
este de Los Ángeles, durante la década de los sesenta. Y en segunda instancia, la autora
47
ha declarado en diferentes entrevistas 10 que ella nació y creció en el este de Los Ángeles,
específicamente en la calle First, cerca a la Autopista 710; lugar donde crecen dos de los
personajes principales, Ermila y Turtle. En la entrevista realizada por Michael Silverblatt,
Viramontes dice lo siguiente, recordando el lugar donde creció:
As a child I remember there being no freeways and then I remember going
through these empty houses, not really understanding what was going on
and then the gracing of all these houses, the bulldozers coming and
digging, and digging, and digging, so you could see the roots of the trees,
that’s how far they dug, to make room for the 710 freeway…. Now when I
look from the porch, and this is what I firmly see, from the porch of my
mother’s house, and I see the interchanges, there’s four or five of them,
right across from us, I not only see the freeways upheld by cement and
steel, but also by the bones of the forgotten, and this is what I wanted to do,
this was mine main commitment. What happened to this neighborhood?
What happened to all the people? This is what I wanted to do. I wanted to
be able to recreate them, so that I would understand somehow, because all
these people have stories, all these people have histories and basically they
have been forgotten and invisible. (Entrevista con Michael Silverblatt, 16
de agosto de 2007)
10
Las entrevistas que se utilizaron para esta investigación son las siguientes:
Carmen Flys-Junquera, “Helena María Viramontes: Social and Political Perspectives of a Chicana Writer”
(2001); Daniel Olivas de La Bloga, 2 de abril de 2007; Michael Silverblatt de la radio KCRW, 16 de agosto
de 2007.
48
En estas líneas, no se transmiten los tonos agudos de su voz cuando empieza a recordar la
comunidad de su infancia, pero es muy claro el propósito de Viramontes al escribir este
texto. En este sentido, Michael de Certeau concuerda con la autora, al asignar una
función dinámica a la literatura; el servir como un depósito de las realidades cotidianas de
la experiencia humana (78).
Si bien es cierto que existe una realidad simbólica incrustada en la obra de
Viramontes como lo proponen de Certeau y Harvey, ésta podría ayudarnos a comprender
las realidades cotidianas de las personas que vivieron el desalojo y desposesión de sus
casas en el este de Los Ángeles. Incidiendo en lo que Harvey denomina acumulación por
desposesión como una alternativa a lo que Marx denominaba acumulación primitiva
(Imperialism 144), se puede argumentar que el proceso de re-estructuración y
planeamiento, por parte de la ciudad, sirvió para desposeer a sus habitantes de sus
propiedades privadas. En el texto, The New Imperialism (2003) Harvey desarrolla este
concepto de acumulación por desposesión en conexión con la expansión económica
global de los Estados Unidos. En este sentido, se ha decidido utilizar este argumento
para explicar el proceso de expansión económica doméstica, tomando en cuenta que la
acumulación primitiva vis a vis acumulación por desposesión es “taking land, say,
enclosing it, and expelling a resident population to create a landless proletariat, and then
releasing the land into the privatized mainstream of capital accumulation” (149). Como
bien advierte Harvey, estos procesos de acumulación por desposesión están
dialécticamente interrelacionados (176) y el Estado “with its monopoly of violence and
49
definitions of legality, plays a crucial role in both backing and promoting these processes”
(145).
La marginalización de los barrios y por ende, la marginalización de sus habitantes
han sido los resultados de los procesos de re-estructuración espacial, planeado
deliberadamente por representantes públicos, oficiales del gobierno, dueños de negocios,
arquitectos, arrendadores, agentes de bienes y raíces, etc.
En todo caso, la
institucionalización de una política económica doméstica que desposee de los derechos
de propiedad a aquellas personas de bajos recursos económicos es, sin duda alguna, un
acto de violencia que ha quedado registrado en la literatura producida por aquellos
escritores y escritoras que vivieron esta experiencia. De ahí que el propósito esencial de
esta investigación sea interpretar las realidades simbólicas inscritas en el texto de Elena
María Viramontes, The Dogs Came With Them, para comprender cómo funcionan los
procesos de urbanización de la conciencia.
2.1 Intersecciones y perspectivas en el tejido cultural y humano de la comunidad
El tejido cultural y humano de la comunidad chicana, narrado en el texto de Elena
María Viramontes, está aunado a la destrucción del espacio, a la construcción de las
carreteras, a la búsqueda de la identidad, a la vigilancia de seguridad, a la sobrevivencia
individual, al pasado, al presente y al futuro. Consideramos esta narración como un
mural comunitario, en donde interceptan una multiplicidad de perspectivas que están
fusionadas en un tiempo, entre 1960 y 1970, y un espacio, entre Boyle Heights y el este
de Los Ángeles.
La participación activa del lector es crucial para deshilvanar la
temporalidad fracturada de las realidades cotidianas de los personajes, a quienes
50
conocemos de modo intermitente por un periodo de 10 años, desde que eran niños hasta
la edad de la adolescencia. Los antagonistas principales del texto son las autoridades
locales y el proceso de desarrollo urbano, los cuales moldean las motivaciones de los
personajes y la amputada comunidad.
Ermila, Turtle, Tranquilina y Ben son los personajes más desarrollados en el texto
y sus historias individuales están entrelazadas a los recuerdos de su niñez, al espacio
urbano y a su adolescencia. Existen otros personajes secundarios que revelan aspectos
diferentes de la comunidad, pero que de igual manera son importantes para entender el
tejido urbano de esta comunidad. Las calles que transitan son, First Street, Hastings
Street, Rowan Street, Mcbride Street, Boyle Street, Soto Street, Whittier Boulevard,
Pacific Boulevard y Brooklyn Avenue y las autopistas que enmarcan el espacio y son
mencionadas en el texto son: Interstate 710 Long Beach, Pomona 60 Freeway, Interstate
5, Interstate 10 y Hollywood 101 Freeway. El desarrollo de cada uno de los personajes es
paralelo a la construcción de las carreteras, las cuales tomó aproximadamente diez años
para construirlas. Infiriendo en lo que Harvey denomina urbanización de la conciencia,
se puede analizar las funciones del estado, la comunidad, la familia, el individuo, y la
clase social para comprender cómo los procesos de desarrollo urbano afectan de cierto
modo la conciencia urbana de la comunidad chicana.
En este análisis se abordará
individualmente la historia de cada uno de los personajes que han sido escogidos,
teniendo en cuenta que en este mural narrativo se entrelazan las historias de varios
personajes considerados secundarios que de igual forma son parte del tejido cultural de la
comunidad.
51
2.2 La familia urbana
Richard Griswold del Castillo, en el texto La Familia: Chicano Families in the
Urban Southwest, 1848 to the Present (1984), explica que las familias chicanas, después
de la Guerra Mundial, eran “like all American families, affected by the images
propagated by the American consumer-media culture. Nevertheless, Mexican-American
families are ethnically identifiable and maintain important links with the past” (132). En
este sentido, Griswold del Castillo considera que la familia chicana ha tenido que ser
flexible para adaptarse al sistema capitalista de la ciudad (132). Para Harvey, la familia
urbana funciona como un centro de poder, como un núcleo de apoyo social, como una
economía local y como una institución que contribuye a la formación de la conciencia
individual.
Incluso, la familia urbana altera sus acciones económicas, sociales y
culturales según los cambios que se dan en la urbanización del capital (The Urban 236).
Ambos críticos coinciden que la familia chicana urbana ha tenido que ser flexible para
adaptarse a los procesos del capitalismo y la cultura urbana. En este sentido, las familias
de Ermila, Turtle, Tranquilina y Ben son representativas de aquellas familias que vivieron
los procesos de urbanización.
En primera instancia se narra la historia de Ermila Zumaya quien de niña fue
abandonada por sus padres y vivió en diferentes hogares de crianza hasta que sus abuelos
maternos decidieron adoptarla. Ermila solamente tiene una fotografía de sus padres, la
cual mantiene en su cuarto hasta la edad de la adolescencia y se utiliza en la lectura como
un marcador de ausencia. La relación con sus abuelos es condicionada no solamente
porque Ermila, al ir creciendo les recuerda a su propia hija (Inez), sino porque los abuelos
52
representan un anticuado código de valores frente a la libertad moderna de los años
sesenta que los jóvenes empiezan a ser influenciados. Esta relación se deteriora a medida
que Ermila va creciendo y adquiriendo independencia por medio del trabajo, de las
amigas escolares—con quien toma bebidas alcohólicas y del primer novio, Alfonso—con
quien tiene relaciones sexuales. En este sentido, el núcleo familiar de Ermila funciona
como un pilar de seguridad, tomando en cuenta que sus abuelos, por más que le restrinjan
las salidas nocturnas, siempre le permiten entrar a la casa por temor a perpetuar el mismo
error que cometieron con su hija Inez. Además, se puede argumentar que Ermila está
siendo influenciada por las amigas de la escuela (con quienes se sale de clase para robar
bebidas alcohólicas) y por los procesos culturales y sociales de la década de los sesenta.
En segunda instancia se presenta la historia de Antonia María Gamboa, mejor
conocida a través de la lectura como Turtle, una persona andrógina que encuentra refugio
en la pandilla de su hermano, los McBride Boys, pero que es rechazada por el hecho de
haber nacido con rasgos externos que no corresponden con los de su propio ser. La
familia de Turtle era vecina de la familia de Ermila, quienes vivían en First Street, en el
este de Los Ángeles, cerca a la Autopista 710. El espacio del hogar de Turtle es descrito
del siguiente modo:
The nopal cactus was the only thing that thrived in their small rented
house on First Street. The walls had absorbed so many years of
disappointments, bad plumbing, strife, arguments, electrical shorts and
temper outages that the wallpaper became unglued, the tiles fell from their
grouting, the toilet chain in the water tank busted. Amá was part of the
53
house, carelessly repaired with cardboard and duct tape like her cracked
windows. Frank was part of the house, a loose, exposed wire ready to
electrocute anyone who touched him. And Tío Angel was Frank's younger
brother and a part of no house. (161-162)
El padre de Turtle, Francisco Gamboa, abandona a la familia a una temprana edad,
debido a la continua violencia intrafamiliar.
El abandono del padre y después el
abandono por parte de la madre, marcará la vida de Turtle, quien decide aferrarse al
espacio y a los amigos de la vecindad. El hogar familiar para Turtle es simplemente un
recuerdo fracturado en medio de la pobreza, al cual prefiere pocas veces recordar. A
través de los años, se le observa transitar perennemente por las calles y cementerios,
anhelando la aprobación de su hermano Luis, quien ha sido reclutado para ir a pelear a la
Guerra en Vietnam.
La tercera familia que prevalece en esta narrativa es la de los hermanos Ana y
Ben Brady, cuya madre era de origen mexicano y el padre, un estadounidense de
Oklahoma, que había servido en las fuerzas armadas del gobierno militar y con quien
posteriormente tendría dos hijos. Desde la perspectiva de Ben, el hijo, se sabe que la
mamá había emigrado de México, huyendo de la pobreza y del maltrato de su padre y se
había casado con el propósito de conseguir documentos legales para conseguir empleo,
no obstante, el matrimonio no había funcionado como lo habría pensado. Entre líneas y
desde el punto de vista de Ben, se puede inferir que los problemas económicos y el abuso
verbal en la familia fueron los motivos principales que la llevaron a abandonar a sus hijos.
54
En la siguiente cita, se puede entrever algunas de las circunstancias que se vivían en la
familia:
God's little eyes not guarding his mother when she had asked for extended
credit at the Friendly Shop and the Japanese owner studied her face. Or
when she went into the dry cleaner's to pick up Father's Sunday suit
without the whole amount, the clerk had threatened to call the police. Like
God, they all remained unkind and undeserving of her. And his father was
no different. Before his cheeks turned the color of rage and he informed
them of her disappearance, before he resumed watching television again,
Ben's father had referred to her as a slut. (106)
A Ben lo afectó mucho el abandono de su madre, especialmente porque tenía el mismo
perfil mexicano que su mamá, lo cual lo afectaba cuando asistía a la escuela y los niños
se burlaban de él porque su nombre y apellido anglosajón no coincidían con su apariencia.
Además, el padre insistía en imponer individualismo a su hijo, de una forma
reglamentaria para que perdiera lo introvertido.
En última instancia, la familia de Tranquila es una de sacrificio y de servicio
social a la comunidad, que por medio de la fe en la religión cristiana logran ubicarse en el
este de Los Ángeles. La familia la conforman Tranquilina, su Papa Tomás y su Mamá, a
quien simplemente le llama Mama, sin acentuar las palabras mamá y papá en la última
sílaba tónica para ambos géneros. Tranquilina había nacido en el este de los Ángeles,
pero de cierto modo habían emigrado cuando ella era pequeña a Horseback's Rancho
Paradiso, que estaba ubicado en las afueras de Cuero, Texas. No obstante, tuvieron que
55
regresar después que Tranquilina había sido atacada sexualmente por el yerno del
ranchero, Stafford. La agresión se describe del siguiente modo:
In a cluster of trees, as she had sought to squat and pee, he slammed her so
hard with a shovel, the impact sent her flying arms forward. Her face
thudded into the muddy damp manure and for a few moments she had no
idea what was happening. Rot in her mouth, muck in her nostrils, she
couldn't breathe, and he dragged her facedown by the ankles deeper into
the innocence of pecan trees. She tried not to feel terror and tried to recite
Psalm 31:19… She lay in still wait as if the slightest gesture exasperated
the pain, as if the terror would repeat itself if she called out to Mama's
searching voice. Through the canopy rustle of the trees, Tranquilina tried
to find her underwear (it was imperative she find her underwear), and her
fingers blindly discovered the hem of her skirt and she struggled to pull it
down. (213-215)
El núcleo familiar es dañado por este incidente que marca a toda la familia y procesan el
trauma a través de historias sub-reales que la madre constantemente cuenta a Tranquilina.
Es por medio del mundo simbólico, entremezclado con la religión cristiana que la familia
puede sobrevivir estas emociones incomprensibles en el caos urbano, el cual está siendo
alterado por las construcción de las autopistas.
De estas cuatro familias, se puede deducir que efectivamente muchas de las
personas que compartían y habitaban este espacio urbano eran personas de bajos recursos
económicos, con problemas de violencia intrafamiliar y abandono de hogar. En este
56
sentido, el despojo de propiedad fue realizable debido a que muchas de estas personas no
tenían los recursos financieros para luchar contra un sistema capitalista que había
institucionalizado la expropiación para beneficio público.
En segunda instancia, la
violencia intrafamiliar es un reflejo del individualismo personal, del caos urbano y de la
violencia misma que había implementado el estado. De este modo, las circunstancias
inestables del núcleo familiar fueron agravadas por las acciones del estado y
consecuentemente, forman parte de los procesos de urbanización de la conciencia, en los
cuales hay ganadores y perdedores. Una de esas personas que lo perdió todo y que viene
a representar la invisibilidad de aquellas personas que fueron despojadas de sus terrenos
es Chavela Luz Ybarra de Cortez. El personaje de Chavela, quien vivía en East First
Street y era vecina con los abuelos de Ermila y la familia de Turtle, se presenta
brevemente al inicio de la narración, pero después, solamente aparece en el texto como
un recuerdo de Ermila y Turtle, de modo que viene a representar un símbolo de los
invisibles.
2.3 El individualismo
Cuando Richard Griswold del Castillo y David Harvey teorizan sobre la
flexibilidad de la familia urbana y su adaptación a los cambios del capitalismo, no
especifican sobre los detalles y las variantes que se dan en cada familia. Incluso, no se
menciona concisamente sobre el hecho que el núcleo familiar está compuesto de
individualismos que actúan de acuerdo a su propio criterio, es por esta razón, que el
abandono a los hijos es un marcador que figura en tres de estas familias. Para Harvey, el
individualismo está aunado al dinero en mercados que funcionan libremente (The Urban
57
231) y éste confronta el dinero y al capital del siguiente modo: mientras que el dinero le
provee al individuo un sentido mínimo de libertad, el capital (representado por los
edificios, las calles, el espacio urbano, etc.) le provee un sentido de alienación personal
(232). De este modo, los personajes como Ermila, Turtle, Tranquilina y Ben enfrentan el
espacio que habitan de manera indiferente, mientras que el dinero lo asocian con una
libertad delimitada, como tendremos ocasión de explicar.
A la edad de 15 años, Ermila logra obtener empleo de medio tiempo en Salas
Used Cars por medio del programa Neighborhood Youth Corps. Para la abuela, esta
acción la considera positiva por todos los beneficios que esto implica, además, el trabajo
le permitía actuar como una persona adulta al comprar los materiales de uso personal.
Por este motivo, decide no quejarse de los comentarios obscenos que hacen los
trabajadores sobre mujeres semi-desnudadas que están plasmadas en calendarios (64-65).
Asimismo, utiliza el trabajo como una excusa para llegar tarde a la casa, mientras disfruta
de la compañía de sus amigas, con quienes en ocasiones se emborrachaba. El trabajo y el
dinero son un escape, una excusa y un modo de liberarse de las reglas establecidas en
casa y en la zona restringida. Por ejemplo, cuando en cierta ocasión viola las reglas del
cierre nocturno, explica mintiendo que no fue su intensión violarlas, sino que había
tenido que trabajar horas extras, lo cual le permitió salir de la línea de espera y pasar el
punto de revisión (290-291). De este modo, el espacio se presenta como un obstáculo
innecesario para Ermila porque es resguardado por los guardias de seguridad y además,
necesita siempre traer un permiso para entrar y salir. Para obtener este permiso, necesitan
comprobar, por medio del recibo de la luz que son residentes de este lugar. Sin duda
58
alguna, la monotonía de las máquinas excavadoras y el constante ruido de los
helicópteros que vigilan el lugar por la noche son posiblemente los otros aspectos que de
igual forma molestan y afectan las realidades cotidianas de los miembros de esta
comunidad.
Para Turtle, el espacio es más fluido y siente una afinidad especial por los
espacios restringidos, como los cementerios y lugares recónditos, ya que le han servido
como refugio por los últimos diez años. Este lugar es lo único que conoce y en él ha
decido vivir al margen de la comunidad, que de cierto modo es parte de sus memorias y
de su identidad. A los retenes de seguridad decide evadirlos por el hecho de conocer
bastante bien las entradas y salidas del vecindario. Su reacción ante la destrucción del
espacio y la construcción de las autopistas es descrita del siguiente modo:
The big men thumped their cold reptile chests and tangled their arms and
stomped on the nopales like two huge dinosaurs destroying a city.
(162) …But tonight, on the porch steps, Turtle stared at the incomplete
onramp bridge being constructed above the boundary of the Chinese
cemetery. It resembled a mangled limb, as if a monster dinosaur had bitten
into it, and a mesh of electrical wires hung out of broken cement like
arteries dripping mounds of heaved-up rubble. (169)
La imagen del dinosaurio devorando la ciudad es una metáfora para describir una
sensación de asombro e impotencia, la cual definitivamente enajena al individuo que se
encuentra viviendo día tras día este proceso de urbanización.
59
Frente a la perenne indiferencia provocada por la urbanización del espacio, existe
la preocupación insistente del hambre, la cual está asociada a la falta de dinero. A
diferencia de Ermila, quien había conseguido un empleo para poder comprarse sus
propios materiales, Turtle a sus dieciocho años, ya había sido detenida por la
Correccional de Menores de California por haber marcado con grafiti las paredes, había
sido abandonada por sus padres y hermano y posteriormente por su pandilla, Los
McBride Boys. Es decir, se había quedado completamente sola, transitando por las calles
del vecindario, hurgando comida del suelo, comiendo en refugios para desamparados y
pidiendo dinero en la calle. Su perfil híbrido, con vestimenta de pandillero urbano era
parte de una identidad sancionada por los negocios de la comunidad que se abstenían de
ofrecerle un empleo. Cuando finalmente Ray, un comerciante japonés que vivía fuera del
vecindario, le ofrece un empleo por razones que él mismo desconoce, Turtle se
desconcierta ante esta oferta. La siguiente cita ilustra este intercambio:
--You looking for a job? Ray blurted out and then regretted the offer
immediately. Ray hadn't the slightest idea why he entertained the notion.
Offering this hoodlum a job? The wife would give him hell and would tell
him, Go ahead and kill yourself. Why should I care!
--Come tomorrow in the morning, Ray said. Maybe I give you a job.
--Turtle wiped her nose with her leather sleeve. She heard the crisp of
Ray's windbreaker against the chinking chain. They both stepped through
the doorway and stood under the store sign. Turtle said:
--What time you want me here?
60
--Turtle caught Ray by surprise. Ray lowered the chain because of the dull
ache of his forearms.
--No joke.
--No joke, what time? Turtle waited for an answer.
--Seven a.m. Exactly. Ray was a man who went by the clock and everyone
knew it, including Turtle. He bolted the double doors and needled the
chain in and out of the door handles and repeated:
--Seven a.m. If not, Ray said, don't count on me.
Al día siguiente, no se presentó a trabajar porque había muerto mientras transitaban las
avenidas del vecindario. Es en esta cita que Harvey nos recuerda cómo la ciudad “is the
high point of human achievement, objectifying the most sophisticated knowledge in a
physical landscape of extraordinary complexity, power, and splendor… But it is also the
site of squalid human failure… (The Urban 229).
Sin duda alguna, la ciudad
deshumaniza a los desposeídos, los convierte en seres invisibles o monstruos para
después ser percibidos como una amenaza para el progreso de la ciudad. Además, el
texto está cuestionando las responsabilidades que los dueños de negocios deberían tener
con la comunidad, porque su devenir y ganancias dependen de estos lugares.
Frente a la deshumanizadora visión del individualismo urbano, teorizado por
David Harvey, se relata la historia de compasión de Tranquilina, a quien sus padres le
han inculcado una vida de indulgencia, sacrificio y humildad, a través del ministerio del
evangelio e historias sub-reales. Después de haber sobrepasado una agresión en el Cuero
Texas, la familia regresa al este de Los Ángeles para inaugurar una iglesia y un comedor
61
público para ofrecer comida a las personas desamparadas, por medio de alimentos que
reciben de los negocios locales. En medio del caos urbano y la pobreza, Tranquilina
logra procurar la confianza de los desamparados quienes empiezan a no solamente tenerle
confianza, sino a verla como un ser angelical. Por ejemplo, cuando visita los espacios
que habitan los necesitados, estos le permiten caminar libremente entre sus casas de
cartón debido a que ella los trata con amabilidad y respeto. Particularmente las mujeres,
quienes se acercan para tocarle la falda con la esperanza de recibir un milagro (283).
Tranquilina es la proveedora del pueblo y su vida de sacrificio se opone al individualismo
coligado al dinero que regularmente marca al individuo en un espacio urbano.
Otro claro ejemplo de su práctica generosidad puede observarse cuando decide
ayudar a Ana Brady con el bienestar de su hermano, Ben Brady, a quien paulatinamente
lo va consumiendo una enfermedad física y sicológica. Ben Brady visita el comedor para
desamparados y es de este modo que Tranquilina llega a conocer de sus adversidades.
No hay duda que el motor principal de los padres de Tranquilina es la fe, no obstante,
Tranquilina, a través del texto, gradualmente va cuestionando este sistema ideológico y
sus acciones en conjunto con su actitud evolucionan hacia la praxis. David Harvey
teoriza que todas las acciones que se producen en la ciudad adquieren un valor
adquisitivo expresado en dinero, sin importar lo insignificante que parezcan (The Urban
232), no obstante, las obras de Tranquilina tienen un valor humano que va más allá del
valor del dinero. Ahora bien, sus acciones dependen de los negocios que le proveen
alimentos gratuitos para beneficio de la comunidad y estos negocios están vinculados al
sistema capitalista de la ciudad. En este sentido, la interacción que Tranquilina tiene con
62
su comunidad está condicionada por los procesos del sistema capitalista. No obstante, las
acciones de Tranquilina creemos que son de un sacrificio individual, frente a las
necesidades de su comunidad.
En consonancia con las acciones de sacrificio de Tranquilina, se narra la historia
de los hermanos Ana y Benjamín Brady, quienes fueron abandonados por su mamá y
ellos se quedaron a vivir con su exigente padre. En esta relación de hermanos, la persona
que se hace cargo de Ben es Ana, debido a los problemas sicológicos y físicos que
lentamente van succionándole la vida. Si bien es cierto que Benjamín Brady graduó
como el mejor alumno de James A. Garfield High School y logró conseguir una
subvención para asistir a la Universidad de Southern California, éste comienza a
deteriorarse físicamente y sicológicamente que necesita de la supervisión de su hermana
Ana. Su padecimiento físico se debía a un accidente que había sufrido a la edad de 11
años y su condición sicológica correspondía, en parte, al abandono de la mamá, al
maltrato del padre y a los dolores de cabeza que empezó a tener después del accidente.
La responsabilidad que adopta Ana es una de compasión y protección que, hasta cierto
punto, viene a llenar el vacío que dejaron los padres. David Harvey explica que la
familia “exists as an island of relative autonomy within a sea of objective bondage,
perpetually adapting to the shifting currents of capitalist urbanization through its relations
to individualism, community, class, and the state” (The Urban 238). En este sentido, la
unidad de la familia se vio interrumpida por el abandono de la madre y Ana asimiló el rol
de madre a muy temprana edad.
El individualismo de Ana en conexión con su
consanguíneo se muestra neutralizado frente las circunstancias que se viven en la
63
comunidad. Las acciones humanas de Ana Brady no son simplemente un sacrificio, sino
también una responsabilidad.
2.4 El Estado y el control del espacio urbano
Según Harvey, el Estado es un aparato importante en la formación de la
urbanización de la conciencia porque funciona como un centro de autoridad ejerciendo
sus poderes políticos y económicos sobre un determinado territorio con cierto grado de
legitimidad (The Urban 231). En consonancia con los argumentos marxistas de Harvey,
Mario Barrera explica que el Estado es una institución que históricamente ha venido
afirmando el dominio de una clase sobre otras, a través de distintos modos de apropiación,
incluyendo la violencia (Race and Class 157). En este sentido, la legitimidad del estado
está anclada en la habilidad de definir, defender y resolver ciertos intereses urbanos por
medio de instituciones sociales que manejan, por medio de un sistema burocrático, los
problemas de la ciudad (The Urban 238).
Uno de los modos que el Estado decide implementar orden en la comunidad de
Ermila, Turtle, Tranquilina, y los hermanos Brady es poniendo en cuarentena a los
residentes de la comunidad, argumentando que la ciudad estaba obligada a proteger a sus
residentes de un brote de perros con rabia y por consiguiente, era obligatorio implementar
un plan de emergencia para contener esta enfermedad. En la siguiente cita se pone en
perspectiva las acciones del estado y la reacción de los abuelos de Ermila, quienes son
residentes del vecindario:
The girlfriends lived within the shaded boundaries of the map printed in
English only and distributed by the city. From First Street to Boyle to
64
Whittier and back to Pacific Boulevard, the roadblocks enforced a
quarantine to contain a potential outbreak of rabies. Back in early
February, a pamphlet delivered by the postman read: Rising cases of
rabies reported in the neighborhood (see shaded area) have forced Health
officials to approve, for limited time only, the aerial observation and
shooting of undomesticated mammals. Unchained and/or unlicensed
mammals will not be exempt. A quarter of the pamphlet described rabies
symptoms, untimely deaths, rabid squirrels and other urban rodents, city
fines. For limited time only, a curfew enforced. The mayor had signed the
brochure with such a spectacle of a signature, Grandfather Zumaya had
judged the man incapable of ignorance or wrongdoing. Let's work together
to keep our families and our city safe, the end of the message urged. (54)
Desde la perspectiva de Ermila, se sabe que sus abuelos habían aceptado las imposiciones
de la ciudad, y por consiguiente, se podría asumir que los abuelos formaban parte de una
generación que había aprendido a evadir el sistema, sin negarlo, como lo explica Michael
de Certeau en The Practice of Everyday Life, cuando infiere que los indígenas habían
sobrevivido culturalmente, evadiendo el orden impuesto por la cultura española (xiii).
Además, se podría deducir que los abuelos, hasta cierto punto, consideraban esta medida
tolerante debido a que su casa se había salvado de la demolición. En todo caso y como
ya se mencionó, los dirigentes de la ciudad habían planeado la construcción de las
autopistas, sin la consideración de los habitantes de la comunidad, de modo que el
proceso de urbanización avanzaba sistemáticamente.
65
El espacio urbano de la localidad se describe en estado de sitio, completamente
desordenado, plasmado de máquinas excavadoras, casas abandonadas, zanjas, ruidos
agudos y aire contaminado por el humo quemado. Por la noche, se escucha el ruido de
los helicópteros, los cuales perseguían a los perros callejeros para matarlos y al mismo
tiempo resguardaban el lugar, en conjunto con los guardias de seguridad, quienes
restringían la entrada y salida a los residentes; desde las ocho de la noche hasta las seis de
la mañana. La monotonía de la construcción del espacio forma parte de las prácticas
cotidianas de los residentes de este espacio y esta experiencia se pone en perspectiva en
la siguiente cita:
By Monday, the earthmovers would be running again, biting trenches
wider than rivers; the groan, thump and burr noise of the constant motors
would weave into the sound of her own breath whistling the blackened
fumes of dust and crumble in her nasal cavities. And this sound would
only disappear at night when she held her breath or when she looked out
from her porch steps as she was doing now to see the blue house like all
the other houses disappearing inch by inch just like Chavela and all the
other neighbors. In its place, the four-freeway interchange would be
constructed in order to reroute 547,300 cars a day through the Eastside and
would become the busiest in the city. (169)
Desde el punto de vista de Turtle, la urbanización del espacio urbano forma parte de su
propia transformación; un proceso diacrónico, en el cual las máquinas de construcción
derriban las casas de los vecinos, las cuales forman parte su memoria y de su identidad.
66
La urbanización de la conciencia en este sentido es un sentir de impotencia, es sentirse
amputado e insultado, es pues, un acto de violencia y cómo entender la violencia cuando
ésta siendo perpetrada sistemáticamente por el Estado para el supuesto beneficio de la
ciudad. En este sentido, David Harvey nos recuerda que el Estado “with its monopoly of
violence and definitions of legality, plays a crucial role in both backing and promoting
these processes” (Imperialism 145).
Frente a la violencia perpetrada por el Estado, Ermila es posiblemente la persona
que tácticamente decide cuestionar la autoridad cuando en cierta ocasión regresa tarde a
la casa. Enfrente de ella, se encuentran 48 personas, esperando en línea para que los
oficiales revisaran los documentos y permitirles el paso a la zona restringida.
Por
impulso, decide cuestionar el avance lento del proceso y esta acción hizo que las demás
personas, compartieran en voz baja los mismos sentimientos de frustración. Cuando el
oficial se acerca a Ermila, ésta responde temerosa, explicando que quiere llegar lo más
pronto posible a casa. La confrontación se describe del siguiente modo:
--You think I like to do this? Rodriguez asked.
--I don't know, Ermila replied.
--You think I like this job?
--You don't look miserable, whispered one of the neighbors, and another
guffawed and then cleared his voice….
--You think you're doing me a favor? he continued, eyeballing her in a
straightforward, you-can't-get-away-from-me-now glare. You think rabies
is a good thing?
67
--Ermila responded with absolute silence. Rodriguez scratched his chest as
if he debated what to do next and the leather of his belt whined. He
glanced at his watch.
--You're in violation of curfew.
Ermila was about to respond when Rodriguez raised his palm as if to halt
her from speaking. Now, before you talk-he paused and inhaled- think
about it.
--I had to work overtime.
--Come on, Rodriguez said, holding the corners of the ID with his thumbs.
Give me something better than that….
--Now, come on, honey, I don't want to hear lies.
Why would I lie? Ermila continued. And in sheer boldness, she blurted,
call the Salas Used Cars dealership if you want.
Who, now?
Ermila felt dizzy with the exactitude of his pinpoint starch-ironed white
shirt. She bowed her head hoping Rodriguez wouldn't notice her deceit.
Why did they have the need to fuck with people? she thought. Why can't
they leave us alone? Rodriguez flapped his ear with a finger.
Who did you say?
Salas.
By God, that crook still in business?
(290-291)
68
David Harvey explica que el Estado es un aparato que propaga modos específicos de
pensar y actuar (239) y mantiene dominio total dentro de todas las facetas del proceso de
circulación del capital (The Urban 246). En este sentido, se puede deducir que las
acciones de Ermila y de la comunidad, en general han sido manipuladas por el Estado,
cual ha establecido un perímetro de control totalitario en el vecindario, no obstante, esta
actitud inactiva puede ser accionada por sentimientos reprimidos que se manifiestan en
circunstancias de confrontación, como en la situación de Ermila. El incidente empoderó,
brevemente, a las personas que esperaban en la línea de espera, lo cual permitió que no
solamente saliera Ermila de la línea, sino también a otra mujer que traía a su bebé
enfermo. Por ende, la omnipresencia del control del Estado puede ser confrontada y
resistida como lo demuestra el ejemplo.
2.5 Clase social y diferenciación residencial
Los estudios de Mario Barrera, Race and Class in the Southwest: A Theory of
Racial Inequality (1979) y Rodolfo Acuña, Occupied America: A History of Chicanos
(1972), han demostrado cómo la comunidad chicana fue integrada y subordinada al
sistema laboral de los Estados Unidos desde que las tierras del Suroeste fueron anexadas.
En concordancia con estas investigaciones, los estudios de David Harvey sobre
diferenciación residencial y conciencia de clase social arguyen que el capitalismo ha
construido un espacio físico y social en su propia imagen (The Urban 162). De este
modo, la ciudad es una producción social que está poblada de personas que viven de
acuerdo a su valor laboral, el sueldo que ganan y el trabajo que desempeñan (229), por
consiguiente, explica que la ciudad es dirigida “by a particular coalition of class forces,
69
segmented into distinctive communities of social reproduction, and organized as a
discontinuous but spatially contiguous labor market within which certain distinctive
quantities and qualities of labor power may be found” (229). Es decir, en la geografía de
la ciudad están estructuradas las diferentes clases sociales como es el caso de la ciudad de
Los Ángeles, durante la década de los sesenta.
En la comunidad que se ha venido analizando se encuentran segregados
físicamente por la construcción de las autopistas y por los guardias de seguridad que han
implementado un toque de queda. Si bien es cierto que los vecindarios proveen entornos
en los cuales sus habitantes adquieren sus valores, expectativas, hábitos de consumo, la
capacidad de comprar y su estado de conciencia (The Urban 118), entonces, los
habitantes de esta comunidad, por un periodo de diez años, han adquirido todo lo
mencionado y además, han sido segregados, desposeídos y subyugados a trabajar en
empleos de mano de obra barata. Por ejemplo, desde el punto de vista de Ermila, se sabe
que ella y sus amigas se transportan a través del vecindario por medio del sistema de
autobuses. Además, observaba que todas las mañanas pasaban por su casa los residentes
del vecindario para tomar el autobús y salir a trabajar. En la siguiente cita, se describe a
las mujeres que salen del vecindario a trabajar:
The five-thirty bus took the first set of female passengers to the Westside
where, if they spoke English, they worked as nannies for hire (and did the
ironing) or, if they didn't speak the language, they worked as housekeepers
(ditto with the ironing). The second set of women took the six ó clocker
and traveled downtown, where they operated speedy sewing machines in
70
the garment district or worked as hotel maids or worked as nurses' aides in
nursing homes. But all of them journeyed out of the neighborhood and
outward into the massive unknown to become a part of the city's working
migration. It might have strained lesser believers, might have broken their
profound belief in hard work, were these women not made of gut and grist
and a gleam of determination as blinding as a California sun. (176)
Desde el punto de vista de Ermila, se observa que la comunidad funciona como un
espacio de reserva laboral y en este sentido, los residentes participan en la producción de
la ciudad, la cual los ha despojado y segregado. Es decir, en este proceso capitalista, la
comunidad de Ermila participa de modo pasivo en su propio aislamiento (trabajan para
mantener la ciudad y pagan impuestos, los cuales son utilizados para la construcción de
las autopistas). Por ende, la urbanización de la conciencia de clase social es un proceso
circular que está aunado a la diferenciación residencial.
David Harvey define a la diferenciación residencial como “differential access to
the scarce resources required to acquire market capacity” (The Urban 118). Harvey
utiliza el ejemplo del acceso a los recursos de educación, para explicar cómo éstos
pueden ser utilizados para adquirir múltiples habilidades y poder desempeñar varios
trabajos en un área laboral (118). En este sentido, las comunidades podrían producir
poder laboral especializado, no obstante, los vecindarios chicanos muchas de las veces
son marginados dentro del sistema de educación, como se explica en el análisis de la obra
de Luis J. Rodríguez, Always Running. A lo dicho, se suma la experiencia de Ermila,
quien es inscrita en la escuela primaria en un salón de treinta uno estudiantes, lugar donde
71
conocerá a su amiga Lollie. Después, ambas participarán en las protestas de la década de
los sesenta de modo pasivo. En todo caso, es importante mencionar que Harvey indica
que los patrones de diferenciación residencial reflejan e incorporan muchas de las
contradicciones de una sociedad capitalista, por consiguiente, es crucial considerar las
múltiples posibilidades que surgen en estos procesos para poder deshilvanar el tejido
urbano social (119).
En el amplio estudio de Mario Barrera se ha demostrado cómo los grupos étnicos
han formado parte de las reservas laborales para el desarrollo económico industrial, no
solamente en las ciudades, pero también en el trabajo laboral de la agricultura (Race and
Class 232). David Harvey manifiesta que la incorporación de los grupos étnicos a una
posición permanente de marginalización debería estudiarse en términos de estructura de
clase (113) y por consiguiente, “it is broadly true that the underclass in American society
is identified with neocolonial repression based in racism” (120). Sin duda alguna, los
estudios académicos concuerdan con la situación que se vive en el vecindario de Ermila,
una condición desfavorecida que está coligada a la clase social y a la diferenciación
residencial.
2.6 El tejido de la comunidad urbana
El tejido de la comunidad es enmarcado por las siguientes carreteras y autopistas:
Al Este por la Autopista Interestatal 710 Long Beach; al Oeste por la Autopista
Interestatal 5; al Norte por la Autopista Interestatal 10; y al Sur por la Carretera Pomona
60. En este sentido, el espacio ha sido aislado de la ciudad con el propósito, según la
ciudad, de contener un brote de perros con rabia, no obstante, el propósito es controlar la
72
entrada y salida de los residentes. La comunidad está integrada por Ermila y sus abuelos,
la familia Brady, la familia de Tranquilina, la familia de Turtle, las amigas de Ermila, los
vagabundos, los/las trabajadores/ras que salen temprano del vecindario a trabajar, los
pequeños negocios, los cementerios, las calles, etc. Harvey explica que desde el punto de
vista del capital y el dinero, estos lugares “are no more than relative spaces to be built up,
torn down, or abandoned as profitability dictates. But from the standpoint of the people
who live there, such places may be the focus of particular loyalties” (The Urban, 233).
Según Harvey, es en este punto de tensión de intereses, donde se puede generar la
formación de la conciencia.
Con respecto a la comunidad que está siendo analizada, se puede observar que el
Estado funciona para controlar al vecindario, imponiendo un toque de queda y vigilando
el lugar para mantener el orden. Es decir, la tensión es controlada y manejada por el
Estado con el propósito de proteger los intereses de un grupo de personas que no se
mencionan en el texto, simplemente se lee un folleto que había enviado la ciudad para
comunicarles del toque de queda y del área que iba a ser controlada (54) y además, se
menciona la llegada de planificares urbanos (17). Para Harvey, las comunidades de bajos
recursos económicos muchas de las veces se quedan atrapadas en el mismo espacio,
debido a la imposibilidad de apropiarse de él (The Urban 265). En todo caso, la agencia
de la comunidad es fragmentada en pequeños grupos como las tres amigas de Ermila, la
pandilla los McBride Boys y el comedor para desamparados de los padres de Tranquilina.
En conjunto, se observa que se dedican a sobrevivir en el espacio e inclusive forman
amistades más por necesidad, que por voluntad. De telón de fondo, se menciona la
73
organización para las protestas escolares, en las cuales Ermila y sus amigas participan de
modo pasivo.
74
CAPÍTULO III: LA URBANIZACIÓN DE LA CONCIENCIA CHICANA,
ANÁLISIS DEL TEXTO, ALWAYS RUNNING, LA VIDA LOCA: GANG DAYS IN
L.A. DE LUIS J. RODRÍGUEZ
I reiterate that the urban is not a thing but a
process and that the process is a particular
exemplar of capital accumulation in real
space and time. (Harvey, The Urban 247)
Henri Lefebvre argumentó en el texto The Production of Space que el individuo
urbano no puede separar sus experiencias sociales y mentales de la ciudad, debido a que
están interconectadas para formar una estructura simbólica de la ciudad. En este sentido,
individuos que han vivido y crecido en un lugar, llevan consigo mismos un imaginario
cartográfico del espacio vivido y percibido, el cual ha afectado y moldeado sus vidas.
David Harvey coincide con Lefebvre y argumenta que los espacios que son reproducidos
a través de la escritura podrían ser analizados para entender cómo el proceso de
urbanización funciona. En la obra de Luis J. Rodríguez, Always Running, La Vida Loca:
Gang Days in L.A. (1993), el narrador revela cómo las actividades diarias de la vida
urbana moldearon su vida, su modo de pensar y el devenir de su familia. La meta
principal del narrador no solamente es revelar su propia verdad testimonial, sino
argumentar por la reorganización de la sociedad americana (10) y cuestionar el sistema
socio-político y económico del estado (248).
El propósito de esta investigación es
analizar el imaginario simbólico producido en el texto utilizando argumentos teóricos que
75
David Harvey expone en, The Urban Experience (1989) para comprender cómo los
procesos urbanos forman parte de la urbanización de la conciencia chicana.
Basándose en los conceptos que Henry Lefebvre desarrolla en The Production of
Space (1974), Harvey argumenta que el capitalismo ha sobrevivido a través de la
producción de un espacio urbanizado y por lo tanto, la urbanización de la conciencia
debería estudiarse en relación a la urbanización del capital (231). El desarrollo urbano
está aunado a los procesos sociales, políticos, económicos y culturales que se viven en la
ciudad y de esta manera, moldean y afectan de modo multiléctico las prácticas cotidianas
del individuo urbano.
En este sentido, Harvey teoriza que la urbanización de la
consciencia ocurre cuando el individuo comienza a identificarse con los procesos urbanos
de la ciudad, con las interacciones sociales y con los objetos de consumo y producción.
Asimismo, Harvey argumenta que los procesos urbanos permean la conciencia del
narrador urbano y consecuentemente las narraciones pueden hasta llegar a crear un
espacio de posibilidades y deseos. Como ya expliqué anteriormente, en 1977 Raymond
Williams en su texto, Marxism and Literature (1977), ya había teorizado sobre cómo
algunas narraciones podrían ser expresiones culturales de un determinado grupo social.
Para Williams, en el arte narrativo existe una “estructura del sentimientos” que funcionan
como lecturas activas en el imaginario del lector (128-135). De esta misma forma,
Harvey considera que el texto narrativo provee un espacio en el cual múltiples
posibilidades y alternativas se podrían formular, incluyendo la posibilidad de influir en
los procesos urbanos de la ciudad (City 24). Para ambos teóricos, no hay duda que existe
76
una realidad simbólica incrustada en la literatura y por consiguiente, consideran el arte
narrativo como espacios de posibilidades que pudieran inmiscuirse de un modo
bidireccional en los procesos de urbanización.
Harvey utiliza la metáfora del arquitecto para explicar cómo éste crea un diseño
imaginario, lo reproduce en miniatura, y después lo construye en el espacio físico.
Similarmente, el escritor urbano imagina y produce una narrativa simbólica basada en
una realidad vivida o percibida, la cual podría ayudar a comprender las prácticas
cotidianas del individuo urbano y los procesos de urbanización.
En este sentido,
consideramos la obra de Luis J. Rodríguez, Always Running, como un mapa cognitivo
que describe el espacio desde una perspectiva personal.
En la arquitectura de esta
narrativa, se puede analizar cómo se percibe el individuo dentro de este entorno vivido,
cómo se relaciona con su familia, con su comunidad y con el Estado. Al analizar estas
interconexiones, se espera encontrar huellas que ayuden a comprender cómo los procesos
urbanos, políticos, económicos, sociales y sicológicos afectan y moldean la subjetividad
del individuo que habita en la ciudad.
Para Harvey, la ciudad es un espacio de contradicciones que produce riqueza y
pobreza a la misma vez. De ahí que el capitalismo produzca espacios y oportunidades
desiguales según las circunstancias del individuo urbano. Harvey describe la ciudad de la
siguiente manera:
The city is the high point of human achievement, objectifying the most
sophisticated knowledge in a physical landscape of extraordinary
77
complexity, power, and splendor at the same time as it brings together
social forces capable of the most amazing socio technical and political
innovation. But it is also the site of squalid human failure, the lightning
rod of the profoundest human discontents, and the arena of social and
political conflict. (229)
La ciudad es pues un espacio de desarrollo disparejo que beneficia a las personas o
grupos sociales que controlan y manejan su crecimiento. Consecuentemente, el
crecimiento de la ciudad está interconectado a la demanda de espacios construidos, a la
fuerza laboral y a los sueldos de los trabajadores, entre otros. La ciudad es pues una
acumulación de capital que produce una plusvalía. Harvey explica la importancia de la
ciudad del siguiente modo:
From their inception, cities have arisen through geographical and social
concentrations of a surplus product. Urbanization has always been,
therefore, a class phenomenon, since surpluses are extracted from
somewhere and from somebody, while the control over their disbursement
typically lies in a few hands…. Capitalists have to produce a surplus
product in order to produce surplus value; this in turn must be reinvested
in order to generate more surplus value. (“The Right to the City”, 24)
Es evidente subrayar que la rentabilidad de la ciudad depende de las personas que
controlan su crecimiento, de la habilidad de administrar la mano de obra barata y de las
nuevas tecnologías. Este continuo proceso de cambio y trasformación del espacio es el
78
motor que mantiene la urbanización de la ciudad. Por ende, la subjetividad del individuo
que habita en la ciudad depende del tiempo y el espacio, de su experiencia vivida y
percibida, de su género, etnia y estatus social, entre otros.
No hay duda que son múltiples las circunstancias que el individuo urbano vive en
la ciudad y todas forman parte de los procesos de urbanización. Uno de los aspectos que
más impactó y causó un rápido crecimiento de la ciudad fue la llegada de muchos
inmigrantes a la ciudad de Los Ángeles. Previo a los años sesenta, habían llegado un sin
número de inmigrantes de diferentes regiones de los Estados Unidos y de otros países a la
ciudad de Los Ángeles. Albert Camarillo explica, en Chicanos in a changing society:
From Mexican Pueblos to American Barrios in Santa Barbara and Southern California,
1848-1930, que la ciudad había crecido rápidamente desde principios del siglo XX. Por
ejemplo, en la primera década del siglo la población se triplicó, pasando de 102, 479 a
319, 198 habitantes.
Consecuentemente, para los años treinta, la población había
sobrepasado el millón de habitantes (119). Asimismo, la Depresión Económica causó
que muchas familias de descendencia mexicana fueran deportadas debido a la escasez de
empleos y debido a políticas racistas promovidas por el Estado.
En la década de los cuarentas, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial,
volvieron muchos trabajadores mexicanos a inmigrar a los Estados Unidos, sustituyendo
al trabajador estadounidense que se había enlistado en el gobierno militar. Esta vez,
muchos volvieron con documentación legal debido a la institución del Programa Bracero,
el cual duró hasta 1964. Manuel Martín Rodríguez explica cómo las economías de los
79
estados del sudoeste de los Estados Unidos se beneficiaron con el incremento de mano de
obra barata y con los acuerdos salariales que hizo el gobierno mexicano con las empresas
estadounidenses (La voz urgente 20). Además, considera “que la política de los Estados
Unidos con respecto a la inmigración de mexicanos ha sido radicalmente hipócrita,
importando y deportando trabajadores según las conveniencias del mercado laboral”
(Ibíd.). Desde principios del siglo hasta la década de los sesenta, la población de herencia
cultural mexicana aumentó en las principales ciudades del sudoeste de los Estados
Unidos, particularmente en la ciudad de Los Ángeles.
Según Mike Davis, en City of Quartz: Excavating the Future in Los Ángeles
(1990) explica que durante la década de los cincuenta, el alcalde de la ciudad C. Norris
Poulson (de 1953 a 1961) accedió a que se desalojaran a 12, 000 residentes del área de
Chávez Ravine y Bunker Hill para que se construyera el estadio de los Dodgers y se reconstruyera Bunker Hill (123). Davis argumenta que el alcalde estaba al servicio de la
clase élite, quienes manejaban el discurso ideológico del periódico L.A. Times y
consecuentemente, del discurso y reorganización de la ciudad (Ibíd.). El mandato de
Poulson culminó en 1961 con la elección del nuevo alcalde, Samuel William Yorty,
quien gobernó hasta 1973. El nuevo alcalde apoyó con recursos económicos al
Departamento de Policía, el cual reprimió aún más los derechos de las minorías étnicas,
lo cual causó fuertes protestas por parte de los afroamericanos en la ciudad de Watts, en
1965, y consecuentemente, por los estudiantes mexicoamericanos en el este de Los
Ángeles en 1968 (120-130).
80
Raúl Homero Villa argumenta, en Barrio-Logos: Space and Place in Urban
Chicano Literature and Culture (2000), que las protestas de los años sesentas fueron
expresiones de inconformidad e indignación debido a la falta de vivienda, la represión del
estado y del temor de perder sus propiedades a través de la apropiación (96). Según
Víctor M. Valle y Rodolfo D. Torres, en Latino Metrópolis (2000), después de los
disturbios de los años sesenta, los anglosajones de clase media y clase alta emigraron
hacia las afueras de la ciudad en donde establecieron sus propias comunidades privadas.
Durante esta época de desarrollo y urbanización, la ciudad creció, creando otros centros
urbanos que igualmente competirían con el poder centralizado de la ciudad. En síntesis,
éste es el telón social que a la familia de Luis J. Rodríguez le tocó vivir a su llegada a la
ciudad de Watts, California.
Luis. J. Rodríguez nació en El Paso, Texas en 1954. Dos años después, sus
padres emigraron a Los Ángeles, California; un barrio pobre cercano a las fábricas
industriales, habitado primordialmente por afroamericanos, mexicano-americanos y
personas pobres que llegaban de distintas partes del país en busca de trabajo. Michael
Schwartz narra, en Luis Rodríguez (1997), que el padre de Luis, al llegar a Los Ángeles,
“worked in a paint factory, in a dog-food factory, as a construction worker, and as a doorto-door salesman selling insurance, Bibles, and kitchenware” (16). Asimismo, la madre
“worked long hours as a housecleaner and later as a seamstress in garment factories” (15).
En ambos casos, los padres de Luis J. Rodríguez llegaron a la ciudad convirtiéndose en
trabajadores de mano de obra barata, lo cual contrasta con el tipo de vida que ambos
tenían en Ciudad, Juárez.
81
En el texto narrativo que se va analizar, Luis J. Rodríguez utilizará el seudónimo
Louie para narrar una experiencia autorreferencial, recordando los primeros años de su
infancia y juventud, en Watts y Las Lomas del Sur de San Gabriel, California—durante la
década de los años sesenta y principios de los años setenta. En la obra, se narra el
espacio de la ciudad de Los Ángeles durante la década de los sesenta, una etapa de
conflictos raciales, de transformación y crecimiento económico y de expansión
geográfica. Es nuestro propósito analizar la realidad simbólica incrustada en la obra
Always Running, la cual nos podría ayudar a comprender la urbanización de la conciencia,
utilizando las teorías desarrolladas por David Harvey en The Urban Experience (1989).
Considerando las descripciones del entorno, los anhelos de la voz narrativa y las
circunstancias que vive el protagonista, se puede deshilvanar y comprender cómo se
interrelacionan las funciones de la familia, el individuo, el Estado, la clase social y la
comunidad.
3.1 El individualismo
El individualismo es un concepto elemental para la formación de la conciencia
urbana, consecuentemente, Harvey postula que el individualismo se aferra al uso del
dinero en mercados que funcionan libremente (The Urban 231). El individuo urbano
confronta el dinero y el capital como una doble alienación; es decir, todos los aspectos de
la vida humana que se viven en la ciudad adquieren un valor expresado en dinero, sin
importar lo insignificante que parezcan. La alienación del individuo surge cuando las
interacciones humanas son reducidas al denominador común que es el dinero (232). El
82
individualismo en la ciudad está interpolado con la experiencia de pertenecer al mismo
grupo étnico y al espacio que dicho grupo étnico ocupa.
Para el narrador de Always Running, el espacio y la identidad están íntegramente
adheridos a sus recuerdos. En los primeros años de su infancia, Louie rememora el
espacio donde creció como una pesadilla inscrita en su memoria. El narrador lo recuerda
de este modo:
I'm small and all I remember are dreams of blood, me drowning in a red
sea, blood on sheets, on the walls, splashing against the white pail in
streams out of my mother's ankle. But they aren't dreams. It is Mama
bleeding - into day, into night. Bleeding a birth of memory: my mother,
my blood, by the side of the bed, me on the covers, and her slicing into a
black vein and filling the pail into some dark, forbidden red nightmare
which never stops coming, never stops pouring, this memory of Mama and
blood and Watts. (34)
Los recuerdos están enlazados con un espacio (Watts) y con su mamá (María Estela)
quien suele periódicamente cortarse las venas de las piernas para atenuar la presión de las
várices.
La madre trabajaba de costurera, de niñera y limpiando casas.
El estado
económico de la familia no les permite tener acceso a un doctor y la mamá sufre de
diabetes, la presión alta, los nervios, la tiroides, sobrepeso y ha perdido su dentadura (23).
De esta manera, la experiencia de la vida cotidiana está coligada al espacio, a la identidad
y a la memoria del narrador.
83
En los años cuarenta, Watts era una comunidad de inmigrantes que habían llegado
buscando empleos en las fábricas industriales que manufacturaban productos bélicos o
relacionados a la industria automotriz. Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad
construyó viviendas para familias de bajos recursos económicos y para mantener
controlado el flujo de mano de obra barata. En el texto Crisis urbana y cambio social
(1981), Manuel Castells explica cómo el gobierno federal reestructuró el sistema
hipotecario y bancario después de la crisis económica de los años treinta, permitiendo de
este modo que los gobiernos estatales pidieran préstamos para construir viviendas para
familias de bajos recursos económicos (23). Después de la guerra, muchos inmigrantes
afroamericanos provenientes de Luisiana, Mississippi y Texas llegaron y se quedaron en
estas comunidades—mejor conocidas como “housing projects”. A principios de los años
sesenta, Watts era una ciudad con vecindarios económicamente segregados, en los cuales
los anglosajones vivían en comunidades más afluentes.
El vecindario rural-urbano residido por el narrador estaba localizado en las orillas
de la ciudad. Según el narrador, “[i]f you moved there it was because the real estate
concerns pushed you in this direction. For decades, L.A. was notorious for restrictive
covenants - where some areas were off limits to "undesirables" (17). En el texto crítico
Social Justice and the City (1973), Harvey analiza la formación de “Ghetos” en las
ciudades de los Estados Unidos a finales de los años sesenta y principios de los años
setenta y explica que el control de rentas era una herramienta que se utilizaba para
restringir y delimitar el crecimiento de las ciudades (137-140).
Según Harvey, las
personas de altos recursos económicos fácilmente podían escoger los espacios más
84
codiciados para vivir, mientras que los pobres eran relegados a los espacios indeseables
(135).
Para Harvey, “[t]his is the natural consequence derived from applying
marginalistic economic principles—the bid rent curve being a typical marginalist
device—to a situation in which income differences are substantial” (135). El aislamiento
del narrador no solamente era físico, sino también reglamentado por un sistema
institucionalizado.
El vecindario del narrador estaba segregado por las vías del tren. Al otro lado se
encuentraba la comunidad South Gate, habitado por familias anglosajonas que trabajaban
en la industria automovilística (24). Cuando iban a comprar comestibles a South Gate,
normalmente eran insultados verbalmente o atacados físicamente. En cierta ocasión,
Louie recuerda cómo él y su hermano fueron agredidos por cinco jóvenes anglosajones:
“I watched the others take turns on my brother, this terror of a brother, and he doubled
over, had blood and spew on his shirt, and tears down his face. I wanted to do something,
but they held me and I just looked on, as every strike against Rano opened me up inside”
(25). La desesperación y la incapacidad fueron sentimientos indiferentes y reiterativos
que Louie tuvo que afrontar durante su niñez, adolescencia y juventud.
Los espacios públicos para Louie se convirtieron en lugares de confrontación
cultural porque no conformaba con las normas sociales, culturales o institucionales. Por
ejemplo, Louie recuerda las indiferencias que sintió en su primer año escolar por no saber
hablar el idioma inglés. Su hermano mayor (José) había sido asignado a clases para niños
con discapacidad intelectual y Louie había sido relegado a la esquina del salón de clases
85
por el resto del año escolar. El sistema de educación no estaba diseñado para integrar a
estudiantes con obstáculos lingüísticos, sino lo contrario. Timothy A. Hacsi explica
cómo muchos estados para 1923 ya habían pasado leyes que promovían la enseñanza
solamente del inglés, inclusive Texas “had made it a crime to teach in any language, but
English” (67).
Para 1950, muchos distritos escolares continuaban prohibiendo y
criminalizando la enseñanza del español hasta en los espacios de recreaciones escolares a
pesar que el español era el segundo idioma más hablado en los Estados Unidos.
El sistema de educación hasta 1965 era una situación de “sink or swim” y
mayormente los estudiantes terminaban ahogándose en el sistema. Manuel de Jesús
Hernández-Gutiérrez argumenta que este sistema estaba basado en una “ideología
asimilacionista tradicional” porque
“era eurocéntrico y contribuía a excluir a los
estadounidenses de ascendencia mexicana, así como a otras minorías raciales, de los
beneficios del desarrollo” (1). En la década de los sesenta, el movimiento social por los
derechos civiles de los afroamericanos, los chicanos y de otras minorías ayudó a que en
1968 se renovara el Acto de Educación Bilingüe para que los distritos escolares
recibieran fondos federales e implementaran programas que ayudaran a los estudiantes a
navegar el sistema de educación (Hacsi 69-70). Los programas de educación bilingüe se
institucionalizaron en 1975 cuando el Comisionado de Educación, Terrel Bell, anunció la
decisión a favor y proveyó pautas de cómo los distritos deberían implementar dicho
programa.
86
Louie asistió a clases durante este proceso de transición y narra cómo muchos de
sus amigos no lograron escapar “the barrio gang experience” o mejor conocida como “La
Vida Loca or The Crazy Life” (4). A la edad de 10 años, él y su amigo (Tino) se meten a
jugar basquetbol a una cancha escolar. El lugar está cercado y con un letrero prohibiendo
el acceso. Mientras juegan, llegan los policías y les piden que salgan del lugar, ellos
deciden correr porque tienen temor. El narrador describe por qué deciden correr:
We were constant prey, and the hunters soon became big blurs: the police,
the gangs, the junkies, the dudes on Garvey Boulevard who took our
money, all smudged into one. Sometimes they were teachers who jumped
on us Mexicans as if we were born with a hideous stain. We were always
afraid. Always running. (36)
La mancha oculta funciona como una metáfora del color de la piel que fácilmente los
identificaba de pertenecer a un cierto grupo étnico. La decisión de echarse a correr fue
instintiva, pero también fatal porque Tino resbaló al brincar un edificio y cayó al
precipicio causándole la muerte. Después de este incidente, Louie y cinco de sus amigos
decidieron formar un club.
En la escuela no pertenecían a ningún club escolar,
participaban poco en los deportes y la enajenación institucional los aislaba y los
empujaba a crear sus propios grupos sociales.
En la escuela secundaria, el narrador desarrolla una actitud auto destructiva; causa
problemas en la escuela, se escapa por las noches de su casa, se droga y se emborracha
87
con sus amigos, se mete a negocios a robar y se inicia en el crimen organizado. Louie
explica cómo un comerciante de clase media les pedía que robaran autos para su negocio:
Yuk Yuk introduced us to two key figures in the stealing business. One
was Jandro Mares, a 30-year-old budding entrepreneur. Jandro owned a
large Victorian-style home in Alhambra. He had a large driveway and a
huge garage. He "commissioned" teenagers like us to steal certain cars he
needed, on order, then drive them to his garage. He taught us how to strip
them down in a matter of minutes. With un chingo of dudes, this was easy
to do. (75)
A los jóvenes les pagaban en efectivo y muy poco dinero por cualquier objeto robado
como bicicletas, estéreos, televisiones, armas, cámaras, entre otros. Como ya se explicó
anteriormente, David Harvey indica que las personas de bajos recursos económicos
disfrutan de la mínima libertad que el poco dinero les provee (Urban 232). El crimen
organizado aunado al dinero cultiva en Louie y en sus amigos una actitud exhilarante que
dura hasta que se agota el dinero.
Además, los actos delictivos incrementaron en
violencia al igual que acrecentaron sus detenimientos en los tribunales para menores.
En casa, los padres lo echaron de su habitación, pero le permitieron vivir en la
cochera. En este espacio aislado de la familia encuentra la suficiente independencia
familiar para continuar su actitud autodestructiva y al mismo tiempo, creativa. El espacio
le permite escapar de la sombra del hermano mayor (Joe) y comienza a experimentar con
la música, el arte visual (el grafiti) y la poesía. El arte le permite experimentar con sus
88
emociones personales al crear un espacio alternativo. Bruce-Novoa argumenta, en su
ensayo “El deslinde del espacio literario chicano” (1981), que los narradores de la
literatura chicana imaginan sus propios espacios para perpetuar el núcleo cultural de su
comunidad.
Cada uno de los textos topografía el espacio y conocimiento de la
comunidad chicana y esto permite ampliar y perpetuar el imaginario cultural. Según
Bruce-Novoa, en la literatura chicana se narran espacios de confrontación (escuelas,
lugares públicos) que retan la identidad del protagonista y éste responde retirándose a
lugares más seguros como su barrio o la literatura. En otras ocasiones se enlista en el
servicio militar o cae preso en la cárcel. El arte le permite a Louie retirarse de estos
espacios de confrontación y lo ayuda a reflexionar sobre su posición en la sociedad.
3.2 Las clases sociales
David Harvey explica cómo se puede descifrar la urbanización de la conciencia
urbana estudiando las interrelaciones dinámicas que el individuo tiene con el espacio, el
dinero, el tiempo y su estatus social. Harvey dice esto al respecto:
The analysis of money, space, and time in the context of capital
accumulation with its dominant class relations reveals much about the
dynamics of the urban process, its inner tensions, and the significance of
urbanization to capitalism's evolution. It also helps us understand the
dilemmas and confusions that the urban experience produces for political
and intellectual consciousness. (198)
89
En una ciudad capitalista, la estructuración de clases sociales está claramente establecida
debido a la protección de intereses económicos. La clase dominante está compuesta por
una comunidad que protege sus propios intereses sociales y consecuentemente adoptan
medidas para perpetuarse en el poder.
Según Harvey, estas comunidades afluentes
forman alianzas “to attract capitalist development and to defend a local economy against
unemployment and the devaluation of assets” (233).
El propósito fundamental de estas comunidades es mantenerse firmes en una
posición de control.
En Always Running, el narrador revela varias instancias que
demuestran cómo interactúan las distintas clases sociales y cómo ciertas divisiones están
en todos los sectores. En el prólogo, el narrador desea que su testimonio sirva para
argumentar por la reorganización de las clases sociales para que las personas necesitadas
puedan tener acceso a los beneficios sociales y a recursos básicos como salud pública,
vivienda y comida (10). La declaración abierta y directa del narrador enuncia una clara
conciencia de clase social y además, informa al lector su posición política con respecto a
la organización de las clases sociales. Por ejemplo, en un momento de reflexión de
conciencia de clase social, Louie revela un sentido de alienación institucional:
I recalled when I first entered school in Watts, how I had been virtually
written off, pushed into a corner with building blocks and treated like a
pariah; how in Garvey I had been heaved out of classes and, later in high
school, forced to drop out and labeled a failure! (218).
90
En las tres instituciones escolares a las cuales Louie había asistido, no solamente había
sido rechazado, sino clasificado como un fracasado.
El estigma negativo que las
instituciones habían inscrito en Louie es representativo de cómo muchas personas que
pertenecían a la misma clase social eran tratadas.
Harvey argumenta que estas
comunidades pueden funcionar como “breeding grounds for different types of labor
power and hence as sites of basic processes of class reproduction (234). Dicho de otro
modo, las escuelas públicas funcionaban como reproductores de mano de obra barata.
La segregación de clases sociales en estas instituciones funcionaba para establecer
las futuras divisiones laborales y para estructurar una sociedad basada en habilidades.
Louie describe cómo en la escuela preparatoria se implementaba dicha segregación:
Mark Keppel High School was a Depression-era structure with a brick
and art-deco facade and small, army-type bungalows in back. Friction
filled its hallways. The Anglo and Asian upper-class students from
Monterey Park and Alhambra attended the school. They were tracked into
the "A" classes; they were in the school clubs; they were the varsity team
members and letter men. They were the pep squads and cheerleaders.
But the school also took in the people from the Hills and surrounding
community who somehow made it past junior high. They were mostly
Mexican, in the "C" track (what were called the "stupid" classes), and who
made up the rosters of the wood, print and auto shops. Only a few of these
91
students participated in school government, in sports, or in the various
clubs. (83)
Las pocas personas que lograban interactuar con los jóvenes de la clase acomodada
servían para justificar que el sistema funcionaba y eran utilizados como prototipos de
superación para las otras minorías. La división social se hacía evidente en la estructura
física de cómo se impartían las clases y esta división estaba en todos los sectores
escolares; los cursos para los anglosajones eran impartidos en el segundo piso mientras
que las clases para los grupos minoritarios tomaban lugar en el primer piso. Durante el
receso escolar, los estudiantes automáticamente se dividían en sus respectivos grupos
sociales y existía poca interacción entre los estudiantes de familias afluentes y los
alumnos de familias pobres.
La experiencia de vivir segregado creó en Louie una
conciencia urbana de diferencia étnica y una conciencia de inferioridad.
Fuera del espacio escolar, las divisiones sociales se extendían a la comunidad. El
control y protección de los espacios públicos lo ejercía el estado a través de la policía
local, quienes resguardaban el orden, obviamente estaban a favor de la clase acomodada.
Louie recuerda que los chicanos y mexicanos durante el verano asistían a las mismas
playas públicas mientras que los anglosajones tenían sus propias playas. La primera vez
que Louie y sus amigos decidieron a asistir a una costa diferente, rápidamente fueron
arrestados y llevados a prisión (66). La policía utilizó un método de provocación y
engaño; es decir, los policías vestidos de civiles provocaban a los jóvenes y cuando
estaban a punto de enfrentarse, éstos sacaban sus identificaciones y sus armas para
92
efectuar el arresto. El dominio del espacio dentro y fuera de las instituciones formó en
Louie una conciencia urbana llena de frustración, de injusticia y de separación. La
segregación de las clases sociales en las instituciones y espacios públicos hizo que Louie
desarrollara un sentido de alienación social.
3.3 La comunidad
Para Harvey, en los espacios urbanos las diferentes clases sociales construyen sus
propios modos de comunidad; es decir, la clase acomodada construye su comunidad
conforme a sus necesidades y éstas difieren de las necesidades de los vecindarios pobres
los cuales usualmente están localizados en los márgenes de la ciudad. Harvey explica la
relación que una comunidad marginada tiene con el espacio que habita:
Low income populations, usually lacking the means to overcome and
hence command space, find themselves for the most part trapped in space.
Since ownership of even basic means of reproduction (such as housing) is
restricted, the main way to dominate space is through continuous
appropriation. Exchange values are scarce, and so the pursuit of use
values for daily survival is central to social action. (265)
El concepto de apropiación del espacio es crucial en los vecindarios pobres porque en
estos lugares se desarrollan una continuidad de relaciones personales, sociales y
culturales. Harvey dice que los habitantes desarrollan vínculos emocionales con dicho
espacio y adquieren un sentido de territorialidad. Los aspectos culturales de un barrio
marginado normalmente ofrecen al individuo un orgullo cultural y las organizaciones
93
políticas de dichos vecindarios toman el rol de responsabilidad social, formando de cierto
modo, una coalición de resistencia cultural. (266)
Harvey aduce que la relación que existe entre el estado y estos vecindarios
marginados es crucial para la formación de la conciencia urbana debido a la desconfianza
que los habitantes tienen hacia el estado.
Desde el punto de vista del estado, los
vecindarios pobres son percibidos como reservas de mano de obra barata y los espacios
son vistos como lugares que fácilmente pueden ser reconstruidos o abandonados según la
rentabilidad o ganancia. No obstante, estos espacios tienen un valor cultural y emocional
para sus habitantes como ya fue explicado. Desde el punto de vista de la comunidad
marginada, el estado "is largely experienced as an agency of repressive control (in police,
education, etc.) rather than as an agency that can be controlled by and bring benefits to
them" (The Urban 266). La relación que existe entre el estado y las comunidades
marginadas es mayormente una relación basada en la desconfianza.
De esta
incertidumbre nacen, según Harvey, los elementos básicos de la formación de la
conciencia.
Ahora bien, las necesidades de las comunidades afluentes contrastan radicalmente
con las necesidades de las comunidades pobres debido a los siguientes factores. En
primera instancia, la clase acomodada usualmente es propietaria del espacio que habita y
además, tiene el valor adquisitivo para abastecer sus necesidades.
siguiente al respecto:
Harvey dice lo
94
The construction of community is then mainly geared to the preservation
or enhancement of exchange values.
Use values relate to matters of
accessibility, taste, tone, aesthetic appreciation, and the symbolic and
cultural capital that goes with possession of a certain kind of "valued"
built environment. (266)
La clase acomodada utiliza el dinero para obtener acceso a la comunidad, para
transportarse a diferentes lugares borrando de cierto modo las barreras del espacio y para
ejercer su poder en la comunidad a través de organizaciones que apoyen sus intereses. El
propósito principal de la clase acomodada es abogar por todas las acciones que le permita
perpetuarse en su posición social. Por consiguiente, la formación de la conciencia para
las comunidades acomodadas es diferente a las comunidades marginadas, según las
diferencias económicas, el capital cultural de clase social, el valor adquisitivo, el nivel de
preparación escolar y otros factores culturales, políticos y sociales.
En Always Running, la comunidad afluente está completamente ausente en el
texto, no obstante, el barrio es descrito como una comunidad marginada que depende
económicamente del estado para resolver los problemas que enfrenta la comunidad. En el
texto, Louie describe cómo el alto nivel de criminalidad causó que el estado interviniera
proveyendo fondos para la implementación de programas comunitarios. El narrador
describe cómo se organiza la comunidad con el dinero que el estado provee:
Committees, task forces, community centers, born-again storefront
churches and behavior guidance counselors proliferated in response.
95
Rosemead's South Side, South San Gabriel and San Gabriel's barrio
became targets of programs, monies and studies. Local reporters drove
along with law enforcement officers through Lomas and Sangra to get "the
feel" of these misaligned and misunderstood communities. Gang members
were interviewed and news photographers worked the Hills to depict the
poverty - usually of children playing in mud next to rusted cars, trash cans
and pregnant mothers peering out of makeshift sheds. (112)
De acuerdo al narrador, el estado creó programas de servicios de prevención para
incentivar a los jóvenes a dejar el pandillerismo. El dinero que proveyó el gobierno
generó empleos para activistas, consejeros, asesores y personal en la comunidad. Centros
de rehabilitación y de deportes comenzaron a trabajar para empoderar a la comunidad.
En los centros comunitarios se reunían para hablar de los problemas que afectaban
a sus respectivas familias y a la comunidad. El narrador del texto recuerda que en estas
reuniones no solamente se hablaba de política, filosofía y economía a nivel local, sino
también de los problemas sociales a nivel internacional. Las personas que asistían a estas
reuniones eran “activists and students. They were sons and daughters of factory hands,
mechanics and truck drivers who lived in and around East Los Ángeles” (157). Al grupo
particular que asistía el narrador lo llamaban “the collective” y sus miembros evitaban
utilizar sus nombres propios cuando se comunicaban por teléfono por temor a represalias
del gobierno. El narrador concede que fue en este espacio durante estas reuniones que
fue adquiriendo conciencia de su situación personal. En el texto aparecen frases escritas
96
en letra cursiva para representar un hablante poético que implica un cambio en la
conciencia del narrador. Una de las advertencias que le provee un consejero al narrador
es: “There are a lot people involved in your life now. When you win, we win; but when
you go down, you go down alone” (159). En este consejo hay que resaltar el énfasis
puesto en la palabra ‘nosotros’ en comparación y en oposición a las acciones del
individuo.
La urbanización de la conciencia es un proceso durante el cual una serie de
elementos marcan al individuo para después moldearlo en un agente consciente de su
comunidad. Louie narra algunos eventos que afectaron este proceso de transformación,
por ejemplo, menciona cómo los disturbios en Watts de 1965 trajeron cambios a su vida y
a su vecindario. Tres años después, durante las protestas estudiantiles de 1968, participó
en su propia escuela Garvey School liderando un grupo de jóvenes en las protestas. En
las marchas de 1970, en contra de la Guerra en Vietnam, participó y terminó siendo
arrestado y llevado a la cárcel. Cada uno de estos eventos políticos y sociales forman
parte de la concientización del individuo y es a través de la perspectiva del narrador que
se observa cómo las diferentes comunidades convergen para contrarrestar la opresión del
estado. De las circunstancias de la época emergieron músicos, pintores, escritores y
artistas con una agenda activista basada en la re-organización de la sociedad. El narrador
lo describe de este modo,
Art centers sprouted up such as Mechicano, Goez Studios, Self-Help
Graphics and Plaza de La Raza. East L.A. boasted more murals per square
97
mile than any other place in the world. Residents of federally-subsidized
housing projects—once designated as havens of crime, drugs and gang
warfare—covered up the bland pastel walls with bold-colored, messageladen works of art. (165)
La imagen de las comunidades urbanas comenzó a cambiar para abrir paso al
empoderamiento cultural de la comunidad chicana a nivel local y poco a poco a nivel
nacional. El florecimiento de grupos musicales en conjunto con nuevas publicaciones de
revista y otros aspectos culturales encaminaron al movimiento chicano por un camino
nacionalista. No obstante, el peligro dentro de cada una de las comunidades continuaba
siendo la criminalidad perpetuada entre individuos de la misma comunidad.
Los activistas y consejeros comunitarios se dedicaron a rehabilitar a los jóvenes
urbanos ofreciéndoles empleo en la comunidad utilizando los fondos proveídos por el
estado.
El propósito de las organizaciones era concientizar a los jóvenes de las
circunstancias particulares en las que vivían por medio de obras de teatro y eventos
culturales.
David Harvey arguye que las comunidades urbanas capitalistas pueden
organizarse para luchar contra los peores aspectos de la dominación de clase y de la
alienación del individuo, pero al hacer esto, lo que están perpetuando es la aceptación del
dominio del dinero y el capital (236). El propósito del estado al proveer el dinero no
solamente era pacificar a la comunidad, sino re-insertar al individuo urbano en el proceso
capitalista para minar beneficios de la capacitación recibida.
98
Los centros comunitarios tenían que responder a las exigencias del estado con
respecto al dinero recibido y al mismo tiempo, tenían que concientizar a los jóvenes de
las circunstancias en las que vivían. Un modo de concientización social fueron las obras
de teatro escritas y actuadas por los miembros de la comunidad. Louie narra cómo él y
Esmeralda, una compañera de escuela, empezaron su propio teatro urbano siguiendo el
ejemplo del Teatro Campesino. El narrador describe una particular obra de teatro:
This play began with someone from Sangra crossing out Lomas on a huge,
piece of white paper pasted on a wall. Then the action moved toward a
point when the dudes from both neighborhoods go at each other. The
upshot is as the two barrios fight, local government officials are on the
side determining the site of a new mall or where the next freeway will go
while making plans to uproot the very land the dudes were killing each
other for. (177)
En la obra de teatro se exhibía un proceso de desarrollo urbano que beneficiaba a las
personas que tenían acceso y control de dicho espacio. Los habitantes eran simplemente
una comunidad enajenada e inconsciente de su situación social. Durante la puesta en
escena de la obra, algunos asistentes salieron indignados ante las acciones cometidas por
el personaje que rayó el espacio. El propósito de la representación teatral era instruir a la
comunidad sobre el rol que desempeña dentro del proceso urbano en la ciudad. Las obras
de teatro resultaron ineficientes, hasta cierto punto, en la enseñanza y concientización de
la comunidad.
Los activistas, consejeros y coordinadores optaron por soluciones
99
prácticas para resolver los problemas internos. Una de las soluciones a la lucha interna
fue firmar acuerdos de paz y conseguir empleos para los pandilleros en los centros
comunitarios. Los jóvenes respondieron positivamente a esta solución porque el dinero
los empoderaba individualmente, porque era el sistema capitalista que mejor conocían y
porque obtenían una satisfacción inmediata.
La comunidad urbana creada con el dinero que proveyó el estado desapareció.
Los centros comunitarios cerraron y solamente algunas cooperativas lograron prolongar
temporalmente su presencia. El crecimiento de la ciudad echó abajo los vecindarios para
construir nuevas carreteras y condominios. Harvey indica que las comunidades basadas
en el dinero habitan espacios temporales ya que los procesos urbanos las absorben sin
tomar en cuenta los valores emocionales. La urbanización de la comunidad chicana es un
proceso aprendido a través de un tiempo y un espacio del cual el individuo no puede
escapar. El apoyo financiero del gobierno tiene el propósito de recapacitar al individuo
para que este pueda funcionar a beneficio del estado.
Los centros de capacitación
fracasan en su intento de concientizar a la comunidad cuando el gobierno retira los
fondos y cuando se dan cuenta que la solución está en los empleos; es decir, en el sistema
capitalista.
3.4 La familia urbana
Para Harvey, la familia urbana funciona como un centro de poder, como un
núcleo de apoyo social, como una economía local y como una institución que contribuye
a la formación de la conciencia (The Urban 236). La familia urbana altera sus acciones
100
económicas, sociales y culturales según los cambios que se dan en la urbanización del
capital. Harvey lo describe de este modo:
The family therefore exists as an island of relative autonomy within a sea
of objective bondage, perpetually adapting to the shifting currents of
capitalist urbanization through its relations to individualism, community,
class, and the state. It provides a haven to which individuals can withdraw
from the complexities and dangers of urban life or from which they can
selectively sample its pleasures and opportunities. (238)
La familia urbana es pues una entidad activa que funciona como espacio de refugio y
escape, como una unidad que protege al individuo de los peligros de la vida urbana. En
la ciudad, las familias urbanas desarrollan un instinto de sobrevivencia; es decir,
aprenden a vivir al ritmo que dicta el capitalismo, se acostumbran a las necesidades
diarias de la vida y se amoldan a las costumbres urbanas.
En Always Running, la familia de Louie llega a las afueras de la ciudad, se instala
en la casa de un familiar y comienzan un proceso de adaptación e identificación con las
prácticas diarias de la ciudad. El padre que había sido director de una escuela en México,
ahora no posee los documentos necesarios para ejercer su carrera como maestro en los
Estados Unidos, particularmente en la ciudad de Los Ángeles. La madre que había sido
secretaria en México, enfrenta los mismos obstáculos que el esposo. Ambos se ven
obligados a conseguir empleos básicos; es decir, que requiere el mínimo de habilidades.
101
Las barreras del idioma, la segregación espacial definida por su clase y color, en conjunto
con el estatus legal de la familia forman parte del proceso de adaptación.
Debido a la inhabilidad de trabajar en un empleo estable, la familia tuvo que
cambiar de residencia en varias ocasiones porque no ganaban suficiente dinero para pagar
la renta. Louie recuerda que en varias ocasiones recibieron órdenes de desalojo, inclusive
cuando por primera vez el papá encontró temporalmente empleo en Taft High School
como maestro substituto. El padre había adquirido empleo con mejor salario y mudó a la
familia a una comunidad de clase media. La familia se endeudó comprando a crédito
muebles, una televisión y un automóvil. Cuando se quejaron los padres de familia que el
instructor no sabía inglés y por otra parte el no pudo comprobar que tenía los documentos
necesarios para enseñar clases, el distrito escolar lo despidió. La familia rápidamente lo
perdió todo y se vieron en la necesidad de regresar a vivir a las afueras del este de Los
Ángeles. Una agencia de ayuda social les ayudó a conseguir vivienda en el condado
South San Gabriel. La casa consistía de un cuarto y una sala para una familia de 6
personas. En esta primera etapa, la familia pasa por una transición de inestabilidad
emocional debido a la vivienda atemporal y a las discusiones en familia.
Estas
inconsistencias forman parte de los procesos de adaptación y urbanización de la familia
del narrador.
Cuando la familia logró estabilizarse, otros parientes llegaron a vivir con la
familia hasta que conseguían empleo o emigraban a otras partes. La casa de Louie
funcionaba como un espacio transitorio para otros parientes de la familia, pero para la
102
familia la casa era un lugar de respeto. Por ejemplo, en el momento que Louie comienza
a salir con sus amigos, a drogarse y a llegar tarde, la mamá le prohíbe entrar a la casa.
Louie lo describe de este modo: “She laid down the rules: I couldn’t set foot in the house
unless I had the permission. And I could stay in the garage room, which barely held
blankets, some drawers and a card table. It had no toilet, no closet space, no heating”
(83). La restricción al espacio del hogar es un castigo, pero también es un espacio de
negociación entre los peligros de la vida urbana y el espacio del hogar. Para David
Harvey, la familia es una unidad que tiene modos de cómo afectar las acciones y
pensamientos del individuo. En cierto modo, las reglas de la casa condicionaron la
mentalidad urbana de Louie.
La familia de Louie difícilmente logra mantenerse unida ante las adversidades que
se presentan y se podría deducir en este caso que en el espacio capitalista urbano, el
núcleo central de la familia pierde fuerza con el transcurrir de los años. Al inicio del
texto, el narrador revela que vive con su tercer esposa en la ciudad de Chicago y el motor
principal detrás de su narrativa es su preocupación por su hijo; Ramiro, quien está
involucrado con las pandillas del área. Los deseos del narrador es revelar un collage de
experiencias personales para que a través de éstas su hijo aprenda que la vida urbana está
llena de peligros. De los dos primeros matrimonios, el narrador revela muy poco, del por
qué no funcionaron estas relaciones. Harvey argumenta que la urbanización de las
familias es un proceso que implica cambios y que las familias se adaptan a las
necesidades de la urbanización del capitalismo.
103
3.5 El Estado
Según Harvey, el Estado es un aparato importante en la formación de la
urbanización de la conciencia porque funciona como un centro de autoridad ejerciendo
sus poderes políticos y económicos sobre un determinado territorio con cierto grado de
legitimidad (The Urban 231). Para Harvey, la legitimidad del estado está anclada en la
habilidad de definir, defender y resolver ciertos intereses urbanos por medio de
instituciones sociales que manejan, por medio de un sistema burocrático, los problemas
de la ciudad. Harvey explica el rol de las instituciones del estado de la siguiente manera:
It has to provide a basic framework of institutions backed by sufficient
authority to resolve conflicts, impose collective judgments, pursue
collective courses of action, and defend civil society as a whole from
external assault and internal disintegration. The gains from its
interventions are real enough - all the way from mundane matters of
sewage disposal and the regulation of traffic flow to more general
procedures for countering market failure, articulating collective class
interests, protecting against abuses (community intolerance, excessive
exploitation, the abuse of family authority), and arbitrating between
warring factions. (238)
El aparato del estado está presente en sus distintas instituciones como el departamento de
justicia, el departamento de salud pública, el departamento de educación, el departamento
de recursos naturales, el departamento de transporte, el departamento de seguridad social,
y otros departamentos. En la ciudad, cada una de estas instituciones funciona bajo ciertas
104
ideologías y prácticas que promueven modos específicos de pensar y actuar: “The state,
therefore, is not only a focus of place-bound loyalties but also an apparatus that
propagates specific ways of thinking and acting” (239).
En Always Running, la presencia del estado es evidente en varios aspectos de la
vida del protagonista, de su familia y de su comunidad. En el prólogo del texto, el
narrador acusa directamente al estado de terrorismo institucional: “It’s an indictment
against the use of deadly force which has been the principal means this society uses
against those it cannot accommodate” (10). El narrador explica cómo ‘los indeseables’
vivían en zonas restringidas que el gobierno había denominado áreas ingobernables por el
alto número de criminalidad: “Police in L.A. have practically instituted martial law in the
inner city” (6). La narración es presentada como un testamento denunciatorio que tiene
el propósito de instruir y concientizar al lector para que de cierto modo se puedan alterar
las circunstancias de los jóvenes marginados. La descripción del estado es caracterizada
como una institución radicalmente negativa la cual oprime al individuo urbano que no
conforma con la imposición de las normas ideológicas del estado. El departamento de
justicia como representante del estado es definitivamente el antagonista principal de los
marginados en esta narrativa.
La legitimización del estado se cuestiona porque el sistema de justicia puede ser
comprado por aquellas personas que tienen acceso al poder adquisitivo. El narrador
explica su argumento en la siguiente cita:
105
Criminality in this country is a class issue. Many of those warehoused in
overcrowded prisons can be properly called “criminals of want,” those
who’ve been deprived of the basic necessities of life and therefore forced
into so-called criminal acts to survive. Many of them just don’t have the
means to buy their “justice.” They are members of a social stratum which
includes welfare mothers, housing project residents, immigrant families,
the homeless and unemployed. This book is part of their story.” (10)
Para el narrador, el sistema capitalista urbano priva al individuo de las
necesidades básicas que son comer, trabajar, vivir,...etc. y por consiguiente,
comete crímenes para subsistir. Según el discurso del narrador, los problemas que
se producen en la ciudad son un síntoma del aparato estatal porque éste perpetúa
la violencia en el espacio que gobierna. Los ejemplos propios que provee sirven
para ilustrar y justificar las severas críticas que lanza contra el sistema. Además,
cita fuentes de textos académicos, estadísticas del gobierno y reportajes de
periódicos para argumentar que el gobierno ha instituido y mantenido un sistema
de corrupción.
En el epílogo, el protagonista reitera su argumento anti-establecimiento acusando
al estado de intervenir, descarrilar y destruir la unidad popular que surge de la opresión:
“This is not the first time the federal goverment has intervened. It has derailed and,
whenever possible, destroyed the unity which emerged out of the Watts Rebellion, out
the Chicano Moratorium, out of the Wounded Knee protests” (249). Para el narrador, la
106
violencia ha sido un aspecto que ha perdurado con la ayuda del estado y por ende, la
urbanización del capitalismo se ha valido de esta relación para perpetuarse a través del
tiempo y el espacio. La urbanización de la conciencia urbana es dictaminada por las
reglas que establece el aparato institucional y cuando estas condiciones son infringidas
por ciudadanos marginados, el estado las reprime para resguardar el orden.
107
CAPÍTULO IV: LA ARQUITECTURA DEL IMAGINARIO URBANO:
ANÁLISIS DEL TEXTO, CARAS VIEJAS Y VINO NUEVO DE ALEJANDRO
MORALES
El mapa cartográfico del imaginario urbano producido en la obra, Caras Viejas y
vino nuevo (1975) es el principal objeto de estudio del presente análisis. En la obra se
narra un espacio geográfico social que representa las prácticas cotidianas de una
comunidad chicana que está al margen del desarrollo urbano y al filo de la desintegración
de la familia, del individuo y de la comunidad. El barrio está geográficamente localizado
en las afueras de la ciudad, habitado por familias desempleadas, por jóvenes atrapados en
la violencia, las drogas, la pornografía, el alcohol, el pandillerismo, la experimentación
sexual y el estigma de inferioridad. La historia de cada uno de los personajes está
adherida a la función geográfica del espacio, de ahí que uno de los objetivos
fundamentales de esta investigación sea analizar el imaginario simbólico producido en el
texto, utilizando argumentos teóricos que David Harvey expone en el texto, The Urban
Experience (1989).
Antes de proceder y analizar el mapa cognitivo del imaginario urbano, es
importante establecer cómo el orden inverso del texto narrativo exige que el lector tome
un rol activo para lograr deshilvanar y concatenar el hilo informativo de la historia. Aquí
seguimos lo que propone Michel de Certeau en el texto The Practice of Everyday Life
cuando explica la función activa del lector al interpretar y organizar lo leído en la
imaginación, apropiándose del mundo creado por el autor (xxi). En este sentido, la
108
estructura narrativa, el juego de palabras, el léxico despectivo y metafórico y el caos
lingüístico de Caras Viejas y vino nuevo forman parte de las herramientas utilizadas por
el autor para organizar un imaginario ideológico que impone en el lector modos de pensar
e interpretar lo narrado. Para Erlinda Gonzalez-Berry, lo narrado por Alejandro Morales
revela a un escritor “who has given a great deal of thought to the cómo [how] of
writing…” (63). Es, pues, lógico de subrayar que la arquitectura del texto narrativo
organiza y enuncia, a propósito, una imaginación urbana que está consciente de las
circunstancias interiores del barrio y de las personas que lo habitan.
Asimismo, hay que tener presente que en el epígrafe del texto, Alejandro Morales
dedica lo narrado a su comunidad diciendo: “Para mi barrio, que estará conmigo siempre”
(vi). Como quiera que se examine el hecho, se puede deducir que la inscripción funciona
como una pista y por consiguiente, puede afirmarse que existe una conexión entre el
autor y el espacio narrado en el texto. David R. Díaz, en Barrio Urbanism: Chicanos,
Planning and American Cities (2005), explica que el barrio ha formado parte y
continuará siendo parte de la memoria cultural e identidad de la comunidad chicana, lo
que él denomina repetidas veces como “a state of mind” (17, 44, 48). Con respecto a esto,
Henri Lefebvre explica en su texto, The Production of Space que no se pueden separar,
característicamente, las experiencias sociales, mentales y físicas que se viven en la ciudad
debido a que están interrelacionadas para formar una estructura—un set de relaciones
dialógicas que están interconectadas con el individuo y el espacio físico (38-39). De esta
manera, las personas que han vivido y han crecido en un entorno social, llevan consigo
109
mismo una cartografía imaginaria del espacio vivido, el cual ha afectado y moldeado sus
vidas, tal y como se infiere en el epígrafe del texto.
Partiendo de los conceptos desarrollados por Henri Lefebvre, David Harvey
argumenta que los espacios que han sido reproducidos a través de una forma literaria
podrían ser analizados como posibles representaciones de la realidad, los cuales
ayudarían a comprender cómo funcionan los procesos de urbanización. Harvey explica el
rol de la novela del siguiente modo:
Novels have had a particularly important role in this regard. They
are, it is said, "possible worlds" (Ronan). They have inspired the
imagination, influenced conceptions of, for example, the city, and thereby
affected material processes of urbanization.
The architectural imagination provides a space in which alternative
urban possibilities can be formulated and, perhaps, acted upon. The
architect creates spaces so as to give them social utility as well as human
and aesthetic/symbolic meanings; shapes and preserves long-term social
memories and strives to give material form to the longings and desires of
individuals and collectivities; and struggles to open spaces for new
possibilities, for future forms of social life. (City 24)
Incidiendo en lo que Harvey denomina “la arquitectura de la imaginación”, se puede
considerar la obra de Alejandro Morales, Caras Viejas y vino nuevo, como un imaginario
urbano que narra las prácticas cotidianas de una comunidad imaginada; una comunidad
chicana que desea y lucha por nuevas posibilidades y que se percibe en el texto como una
110
comunidad encajonada que está a la deriva en una vorágine urbana—esta aserción será
examinada a fondo cuando se analice la representación de la comunidad.
En el texto, Imagined Communities (1993), Benedict Anderson plantea que una
nación es una comunidad que ha sido socialmente construida e imaginada por sus
habitantes a través de objetos culturales. Para Anderson, la nación es delimitada porque
tiene fronteras, es soberana porque no depende de la voluntad de Dios, sino de sus
habitantes y es una comunidad porque cuando las personas se imaginan a la nación, se
ven todos como miembros de la nación en un mismo nivel horizontal de igualdad (24-25).
No obstante, el discurso de Alejandro Morales en Caras viejas y vino nuevo objeta la
argumentación de Anderson ya que la voz narrativa del texto reflexiona sobre los
desequilibrios y las desigualdades que existen en la sociedad y por consiguiente, la
comunidad chicana que se describe en el texto es una colectividad étnica que no encaja
en el imaginario horizontal de igualdad que propone Anderson.
En todo caso, la
comunidad chicana que se representa en la narrativa es una población étnica que es
descrita de una manera diferente cuando se contrapone con “los otros”; en este caso, los
otros en ocasiones son los inmigrantes de México y en otros son los angloamericanos y
su sistema de gobernación
Ahora bien, si consideramos que la nación es la construcción social de múltiples
comunidades o múltiples narrativas, se podría considerar lo que propone Timothy
Brennan en su artículo “The Nacional Longing for Form”. Para Brennan, el concepto de
nación se forma gracias a una suerte de objetos culturales que colaboran a esta
construcción y por consiguiente, la nación es una construcción imaginada, creada por
111
medio del lenguaje, particularmente a través de la literatura. En Caras viejas y vino
nuevo la voz narrativa expresa un deseo de liberación y de justicia social.
En las
siguientes frases se pueden constatar los anhelos y consciencia del narrador colectivo:
Claro, ellos han sido los perfectos conquistadores, nos han marcado y
nos han acondicionado a creer que no valemos mierda. (125)
Espera, déjame decirte otra cosa nada más; cuanto más vivo, más
entiendo la lucha de la estirpe. Tú sabes lo que necesita esta gente, lo que
necesitan es saber la historia de los antepasados, pero esa historia de los
antepasados, pero esa historia tiene que venir de los padres, los de aquí y
también los de allá. (125)
En mí vive algo, es como un río que ha corrido por millones antes de
mí a través de centenares de años y ahora corre en mí, pero con una fuerza
colectiva; este turbulento río empieza a desbordarse, quisiera que rompiera
el dique para inundar y mojar a toda la estirpe para que se hiciera más
poderosa y creadora. (127)
La voz narrativa se auto define como ‘una fuerza colectiva’ que expresa el sentir de una
comunidad que ha sido conquistada, marcada y acondicionada a no valorarse. Asimismo,
explica que la comunidad necesita aprender la historia de sus antepasados, la cual se
encuentra inscrita en su propio ser. En esta construcción imaginaria se expresa una
conciencia de comunidad que se esfuerza por dar forma a los sentimientos de una
colectividad urbana.
112
De acuerdo a lo narrado, esta colectividad urbana no está necesariamente anclada
a un espacio geográfico en particular y en este sentido, no se puede estudiar
paralelamente la urbanización del capital de dicho lugar. Asimismo, a través de lo
narrado, se buscan pistas para identificar el tiempo narrado, pero solamente se menciona
un calendario de 1965 y una revista con el año de 1968 como referente de tiempo (87).
En ambos casos, no se podría aseverar que la región representada es particularmente el
espacio físico de las afueras de Los Ángeles, sino un espacio geográfico que podría
representar cualquier comunidad chicana marginada en el Sudoeste de los Estados
Unidos. Sobre este aspecto, es importante señalar que Luis Leal, en “Historia y ficción
en la narrativa de Alejandro Morales” explica que el espacio ficticio narrado en la novela
es Montebello, California, el cual está situado a 8 millas al este Los Ángeles y es la
ciudad en donde nació y creció el autor (32).
Consecuentemente, este lugar es el
escenario geográfico de la siguiente novela de Alejandro Morales, The Brick People
(1988) (ibíd.). Considerando que el autor no incluyó específicamente un referente del
lugar, creemos que existe implícitamente el propósito de crear un sentido de
universalidad para que de este modo, el lector urbano-chicano pueda identificarse con las
circunstancias de los personajes. Además, hay una fragmentación temporal que narra de
modo inverso los hechos, lo cual requiere de un lector activo que quiera concatenar el
reverso cronológico de la historia. De esta manera, está sobrentendida la participación
activa del lector y narrador para que juntos descubran y analicen las circunstancias que
vive la comunidad chicana.
113
Es importante subrayar que los personajes principales, Julián y Mateo, confrontan
una multiplicidad de obstáculos en el barrio, desde sus primeros años en el sistema de
educación hasta culminar sus estudios en la escuela preparatoria. Con respecto a esto,
Mark Gottdiener observa, en su texto The social Production of Urban Space (1985) que
la mayoría de los estadounidenses habían estado viviendo, desde los años setenta, en
áreas que él conceptualiza como “polynucleated spaces” (5). Es decir, el espacio urbano
había dejado de ser organizado por el centro histórico de la ciudad y ahora, se había
descentralizado para formar su propio centro marginal. Además, Gottdiener argumenta
que el capitalismo y la tecnología no eran los principales agentes que producían cambios
en la estructura social del espacio, sino algo diferente que el nombra “the new form of
metropolitan polynucleation” (8).
Un concepto basado en una multiplicidad de
fenómenos de restructuración espacial y social que convergen en un mismo espacio.
Asimismo, el sociólogo James Diego Vigil, en su texto Gang and Non-Gang Families in
East Los Ángeles (2007) había llegado a una conclusión similar, al proponer el concepto
de ‘múltiples marginalidades’ para explicar la complejidad de las circunstancias que
viven las familias de los barrios de Los Ángeles (8). Infiriendo en lo que ambos teóricos
proponen, se puede argumentar que las circunstancias que Julián y Mateo enfrentan en su
comunidad describen cómo la vida urbana es vivida, concebida y practicada en los
márgenes de la ciudad.
Por todo lo expuesto hasta ahora sobre el espacio geográfico social narrado en
Caras viejas y vino nuevo, se puede argumentar que el imaginario simbólico producido
en el texto nos puede ayudar a comprender la urbanización de la conciencia, utilizando
114
las teorías desarrolladas por David Harvey en The Urban Experience (1989).
Considerando las circunstancias que viven los personajes, las descripciones del entorno y
los anhelos de la voz narrativa, se puede deshilvanar y comprender cómo se
interrelacionan las funciones de la familia, el individualismo, el Estado, la clase social y
la comunidad. Es pues nuestro propósito analizar el espacio simbólico que se reproduce
en el texto para comprender cómo las circunstancias que viven los personajes les impone
maneras de pensar y de hacer las cosas, tal y como lo propone David Harvey (The Urban
250).
El barrio como mano de obra barata
El barrio estaba geográficamente localizado en las afueras de la ciudad. Desde el
techo de la casa, Mateo, el narrador colectivo, puede observar a lo lejos la construcción
de los edificios, los postes eléctricos, los almacenes, los apartamentos y los coches (35).
Cerca al vecindario, describe la pobreza de los jóvenes, la falta de luz, el basurero, el
polvo y la publicidad de alcohol en los carteles (Ibíd.). Asimismo, recuerda que el barrio
había estado “situado en el hoyo”, cerca de una “fábrica de ladrillos” en la cual muchas
de las personas trabajaban para sostener a sus familias (205). Cuando el dueño de la
fábrica decidió venderla para que se construyeran otros almacenes, muchas de las
personas perdieron sus trabajos y se produjo un exceso de personas desempleadas,
esperando conseguir trabajo en la ciudad. Valle y Torres denominan la función del barrio
como “bedroom communities for the various neighboring cities” (Metrópolis ix-x). Es
decir, los barrios funcionan como espacios para almacenar la mano de obra barata y de
115
este modo, los negocios puedan absorber el máximo beneficio con el mínimo de
responsabilidad.
Conjuntamente, los barrios funcionan como espacios de transición debido a que
constantemente están siendo regenerados por nuevos trabajadores. Con respecto a esto,
David R. Díaz explica lo siguiente: “The three main factors leading directly to this
polynucleated system of barrios are native births, constant (historic) migration from
Mexico, and the influx of economic and political refugees from Central America (Gang
73). Como quiera que se examine la posición del barrio, uno puede aseverar que los
barrios cumplen una función importante en el crecimiento y desarrollo de la ciudad. Por
ejemplo, el narrador revela que en el barrio se celebran fiestas, se consume mucho
alcohol y productos que produce la ciudad, se vende comida barata, los jóvenes se
inscriben en el ejército, se proveen votos sin valor político, el mantenimiento a la
infraestructura es poco o nada, existe un alto nivel de criminalidad para beneficio de los
departamentos de policía, los cuales se dedican a proteger las zonas cercadas, etc. En
todo caso, la función del barrio es proveer servicios a bajos precios para beneficio de la
urbanización de la ciudad.
4.1 La desintegración del núcleo familiar
La investigación de cómo se desintegra el núcleo tradicional de la familia en el
espacio urbano es uno de los temas principales de Caras viejas y vino nuevo. De hecho,
es el primer asunto que se presenta en la narración cuando el narrador expone en el
segundo párrafo que “había algo en la vida o en ellos que les prohibía expresar libre y
exteriormente un amor cariñoso” (25). En esta frase está implícita una búsqueda racional,
116
por parte del narrador, al proponer que había una razón o razones por la cual la familia no
había logrado convivir amorosamente. La familia estaba constituida, inicialmente, por
los hermanos Julián y Román y sus padres, Margo y su esposo don Edmundo. Al morir
la madre de un ataque al corazón, el padre decide juntarse y traerse a vivir a la casa a
doña Matilde, una mujer que había inmigrado de México. La llegada de doña Matilde a
la casa-hogar fue lo que complicó aún más la relación entre padre e hijo. De modo
inverso y cronológicamente, la voz narrativa rememora las circunstancias que llevaron a
esta familia a la desintegración del núcleo tradicional de la familia.
Antes de proceder con el análisis, es importante recordar lo que David Harvey ha
teorizado sobre el rol de la familia en el espacio urbano. Para David Harvey, el núcleo
familiar urbano funciona como un centro de refugio, como un eje de apoyo moral y como
un organismo flexible que se va adaptando a las necesidades que dictamina el capitalismo
(The Urban 238). En esta manera, el hogar funciona como un espacio autónomo en
medio de la pluralidad de acontecimientos que continuamente están ocurriendo en el
espacio público. Para el sociólogo James Diego Vigil, los múltiples sucesos que enfrenta
el individuo urbano que vive en los vecindarios marginados pueden tener un efecto
negativo, especialmente cuando el núcleo familiar es violentado por los problemas
intrafamiliares (Gang 8-9). Dentro de este ambiente urbano, el sistema económico de la
familia funciona como un pequeño reproductor del sistema capitalista, lo cual asiste en la
internalización de la urbanización de la conciencia. De ahí que la urbanización de la
conciencia ocurre cuando la familia comienza a identificarse con un entorno violentado
por las pandillas y marginado por los procesos económicos del capitalismo. En los
117
subsiguientes párrafos se analizarán las múltiples circunstancias que llevan a la familia de
Julián a la inestabilidad y finalmente a la desunión.
Durante una conversación que Mateo, el narrador, tuvo con su mamá, la mamá
argumenta que es la voluntad de Dios y el ambiente del vecindario, lo cual ha causado
que éste reaccione violentamente contra sus padres. Mateo, por otra parte, responsabiliza
a Julián de sus propias acciones, explicando que él tiene la opción de escoger su propio
destino. En la siguiente cita, se expone el argumento central que investiga el narrador a
través del texto.
Qué voluntad de Dios ni qué voluntad de Dios, por favor, mamá; si fuera
la voluntad de Dios, Julián no estaría donde está ahora. Es su propia culpa;
él sabe las consecuencias de lo que hace. Voluntad de Dios... A Julián le
gusta hacer lo que hace, le gusta más que nada. Tenía buena oportunidad
en la escuela, querían que jugara béisbol y que corriera, es un atleta
fantástico, sin duda le hubieran dado beca, pero él prefirió fumar, tomar
píldoras y beber. No es la voluntad de Dios, él tiene la culpa. Pero sus
padres lo tratan como un animal, todo lo que oye el muchacho son
maldiciones y gritos. Don Edmundo lo golpea mucho también. El
muchacho tiene que escapar de eso, tiene que reaccionar de una manera
brusca... negativa. Mamá, tú deberías haber sido una psicóloga. Bueno, es
verdad, tiene que reaccionar así hacia su padre. Ahora me vas a decir que
es el ambiente en donde vive, que viene de una vecindad mala, que viene
de un barrio; eso también ya no vale, señora. Eso sí que no acepto, Mateo,
118
tú todavía tienes mucho que aprender, hijito de mi corazón. No, mamá, es
su culpa, él tiene la culpa. (151)
Mateo se opone a una explicación religiosa, optando por una explicación lógica que
explique el comportamiento irreflexivo de Julián.
Además, no considera que el
vecindario sea el causante del comportamiento negativo de Julián, pero si concede que la
actitud violenta sea una manera de responder al tratamiento negativo que recibió de parte
de su padre desde que era niño. En este sentido, el núcleo familiar es representado como
una institución que puede afectar directamente en el comportamiento del individuo.
Como bien apunta Harvey, la problematización del núcleo familiar está adherida a
los problemas económicos que las familias confrontan en el espacio urbano,
acostumbrándose a las necesidades de las prácticas cotidianas de la ciudad (The Urban
238). En este sentido, el bienestar económico de la familia dependía de la comida que la
madre cocinaba en casa para que el padre la vendiera en la ciudad. La responsabilidad de
Julián era conducir el coche y llevar a su hermano a la escuela y a su papá a la ciudad
(119). En todo caso, Julián siempre llegaba ya noche a la casa, causando que sus padres
se desvelaran y se preocuparan por él (97). Esta situación agravaba la condición del
corazón de la mamá, puesto que no guardaba el reposo necesario que le había
recomendado el doctor. Doña Margo se levantaba a las cinco y media todos los días y se
acostaba ya noche esperando que llegara Julián (97). Desde una perspectiva capitalista e
infiriendo en los argumentos de Harvey, se puede deducir que el estado económico de la
familia definitivamente influyó y puso presión en la relación que desarrollaron como
119
familia.
En esta instancia, la situación económica es una perspectiva que ayuda a
comprender las complejidades de la familia urbana.
En el texto de Morales se presentan una multiplicidad de eventos que podrían
afectar al núcleo de la familia tradicional, por ejemplo, se exhibe que el sistema de
valores de cada padre de familia puede afectar en la formación y urbanización del
individuo. En el caso del padre, don Edmundo, se menciona el efecto que había tenido en
él, las reglas de la revolución:
Su corazón que conocía el amor tierno, su corazón que fue formado y
deformado por la revolución cuya realidad persistía en su vida actual. Las
lecciones brutales de la guerra se manifestaban en la manera de hablar, en
las actitudes hacia su esposa e hijos y en la manera de amar. Las reglas de
la revolución influían lo que él creía que era el papel del buen padre:
proveer un techo, ropa, comida para la familia; él como padre tenía el
respeto completo de la familia, y podía decidir entre la vida y la muerte
para un hijo desobediente o que había avergonzado al nombre de la familia.
Y los azotes eran el castigo y el tratamiento para los malvados. (153-155)
A través del texto se enfatiza el modo estricto y violento del padre, particularmente el
castigo corporal que impartía a su hijo desde que era pequeño, calificándolo verbalmente
como “una mala astilla”. A medida que el hijo fue creciendo, poco a poco se fue
revelando contra el castigo del padre, hasta llegar a la confrontación física. Con respecto
a la madre, el narrador la describe como una mujer “de la filosofía moderna” quien lo
guiaba con mucho amor para tratar de ayudarlo e indicarle “el camino de la buena astilla”
120
(25). En todo caso, el espacio-hogar de la familia de Julián no proveyó el refugio
amoroso de los peligros de la vida urbana. De hecho, Julián prefería pasar más tiempo
fuera de la casa para tratar de evitar el control autoritario del padre.
A medida que va creciendo Julián, se presenta la relación entre él y sus padres
como fuera de control. Julián empieza a compartir más tiempo con sus amigos y a
drogarse con píldoras y alcohol como un modo de escapar de la realidad. La mujer joven
de la ciudad es descrita como una prostituta que está al servicio de las necesidades
sexuales del hombre y los hombres son presentados como drogadictos, sin dinero, e
irresponsables. Cuando decide casarse con Virgy, no lo hace porque la quiere, sino
porque le provee satisfacción sexual y en este sentido no solamente representa la antítesis
a la familia tradicional, sino que simboliza lo distorsionado de una relación. Lo único
que prevale humano y virginal es la imagen de la madre, la cual sufre y se preocupa por
el bienestar de los hijos. Como consecuencia de vivir en la ciudad, la relación de la
unidad familiar tradicional desaparece en una generación. En este caso, la nueva familia
urbana no solamente se adapta a las necesidades del capitalismo urbano, sino que
empiezan a acostumbrarse a la violencia y al cómodo acceso a las drogas.
A diferencia de lo que representa el hogar, el espacio público urbano se presenta
en el texto como un espacio patético, decadente, violentado por las pandillas, el consumo
de las drogas y la prostitución. En este espacio urbano, Julián va a experimentar con las
drogas, el alcohol, la sexualidad y el descontrol. Asimismo, va a encontrar la amistad de
los compañeros del barrio, como sus amigos los Buenasuerte, Miguelito, Melón, Benny,
Lucio y Mateo. Sin querer ser excesivamente simplistas, el barrio es descrito como un
121
microcosmos de violencia y desintegración, pero también como un espacio de fiestas,
bodas, bautismos, misas, primeras comuniones, confirmaciones y fiestas decembrinas.
En este sentido, la vida urbana del barrio es presentada no solamente como una matriz
cultural, pero también como un espacio complejo, peligroso y saturado de placeres y
múltiples posibilidades.
4.2 El destino inevitable del individuo urbano
En Caras viejas y vino nuevo se narra la historia de dos amigos, Mateo y Julián,
quienes crecieron en el mismo vecindario, fueron a la misma escuela, tuvieron
oportunidades de triunfar, vivieron de modos diferentes, pero murieron de una manera
inevitable. La narración es contada desde múltiples puntos de vista, pero principalmente
desde el punto de vista de Mateo, quien es vecino de Julián y vive al otro lado de la calle.
A través de la historia, Mateo revela el interior personal de sí mismo, cuenta cosas
particulares de su amigo y su familia, y revela el interior del vecindario con el propósito
de mostrar que dos individuos pueden vivir en el mismo espacio, vivir sus vidas de
modos diferentes, pero tener el mismo destino ineludible. Asimismo, es importante
mencionar que Mateo narra la historia de Julián desde su lecho de muerte, en un hospital,
anhelando una mejor vida para su comunidad. En este sentido, el mapa cartográfico del
imaginario urbano producido en la novela, nos ayuda a comprender las multiplicidades y
complejidades que el individuo urbano vive en el vecindario. Es nuestro propósito
mostrar cómo Mateo y Julián enfrentan el entorno que habitan de manera diferente,
causando en ellos enajenaciones desiguales.
122
La enajenación, según Harvey, puede ser causada por las limitaciones que impone
el dinero (The Urban 232); es decir, una persona aprende a vivir de acuerdo al dinero que
gane, según el nivel de educación que haya obtenido y del tipo de trabajo que sepa
desempeñar. En segunda instancia, la enajenación puede ser causada por el capital, el
cual es representado por los edificios, las calles, el espacio urbano y los espacios privados,
entre otros (232). En este sentido, el individuo confronta el dinero y el capital como una
doble alienación, lo cual forma parte importante de las experiencias vividas en la ciudad.
Ahora bien, Mateo y Julián confrontan el espacio de un modo diferente debido a muchos
factores, pero principalmente debido al nivel económico de cada una de sus familias.
Mateo recuerda que cuando iba a la iglesia, el sacerdote decidía no darle pan
porque era considerado como “hijo de una de las familias más afortunadas del barrio”
(201). Esta diferencia económica contrarrestaba con la situación económica de Julián,
cuyos padres tenían que vender comida en la ciudad, la cual la madre cocinaba en casa.
Además, la situación se amplificaba debido a la violencia intrafamiliar, lo cual causaba
que Julián se saliera de la casa para drogarse y tomar alcohol con sus amigos. Cuando
llegaba a la casa, tiraba la comida al suelo y se peleaba con sus padres. En la siguiente
escena se describe el ambiente autodestructivo de Julián:
Don Edmundo, ¿dígame lo que pasó con Julián? Tú sabes lo que pasó,
todos lo saben. El cabrón se volvió loco de lo místico que andaba. Quiero
entender lo que pasó, don Edmundo. Quería las llaves del carro y yo no
quise dárselas. Se enloqueció y comenzó a tirar chingadera y media. El
mal astilla le echó comida a su madre, me pegó a mí, y a su cabrona tía
123
también. Me echó muchas carnes, quebró las ventanas de la casa y los
vidrios del carro. Asustó a su pobre hermanito cuando se quiso matar. (155,
157)
En esta escena, Mateo narra cómo ha incrementado la violencia intrafamiliar y asimismo,
enuncia que Julián se encamina hacia la autodestrucción. En el primer capítulo del texto,
se narra la confrontación final entre Julián y su padre, lo cual causa que Julián, junto con
sus amigos y su hermano Román, salgan de la casa a toda velocidad en un carro
conducido por uno de los hermanos Buenasuerte, quien va drogado. Según la descripción,
los cuerpos quedaron prensados entre el hierro y el vidrio del carro, formando un collage
de colores intensos (33). El suicidio es el escape final o una extrema enajenación del
individuo urbano quien en definitiva, decide mejor morir que continuar viviendo.
El extremo aislamiento que llevó a Julián al suicidio contrasta con la
internalización del espacio que vive Mateo, la voz narrativa del texto y al mismo tiempo,
la conciencia de la comunidad. En ciertos pasajes, se observa que el hablante narrativo
va expresar una preocupación por las circunstancias en las que vive la comunidad y este
sentimiento es internalizado como una libertad delimitada.
En la siguiente cita se
describe una conversación que Mateo tiene con su amiga Emily:
Claro, ellos han sido los perfectos conquistadores, nos han marcado y nos
han acondicionado a creer que no valemos mierda. Por el método de la
mentira y el silencio, y nosotros por estúpidos, nos hemos chingado. Pero
todo eso a mí ya no me molesta porque yo conozco la historia del filo de la
estirpe. …Espera, déjame decirte otra cosa nada más; cuanto más vivo,
124
más entiendo la lucha de la estirpe. Tú sabes lo que necesita esta gente, lo
que necesitan es saber la historia de los antepasados, pero esa historia de
los antepasados, pero esa historia tiene que venir de los padres, los de aquí
y también los de allá. (125)
A través de estas descripciones, se puede argumentar que el narrador está consciente de la
lucha y sufrimientos de la comunidad al declarar que viven como personas conquistadas
y acondicionadas a vivir en una situación de opresión. En esta instancia, el hablante
expresa que el entorno no cambiará hasta que las personas desarrollen un “espíritu
ecuménico” (125). Consecuentemente, Mateo declara que nadie puede entender sus
emociones y su lucha, lo cual representa una internalización de la situación social de la
comunidad.
Mateo lo explica del siguiente modo: “…ni tú ni ellos entenderán mi
emoción, mi lucha para tratar de expresar esta emoción, este amor, este sentimiento
inexplicable de potencial” (125). Desde la perspectiva de Mateo, se puede observar un
elemento de enajenación y de incapacidad ante las circunstancias de la comunidad.
En el epílogo, la voz narrativa revela que Mateo había muerto “de leucemia, joven
y llorando en los brazos de una muchacha a la que llamaba la tenista. [Había dejado] a su
mujer y a dos hijos” (207). Su amigo de la infancia, Julián, también había muerto a la
misma edad, dejando a su mujer y a un hijo. En cierto modo, el espacio creó en ellos
enajenaciones desiguales, debido principalmente a la economía de cada una de las
familias y al hecho que ambos vivían en un entorno principalmente chicano. Se puede
argumentar que el propósito del narrador es mostrar cómo dos amigos vivieron vidas
diferentes en el mismo barrio, teniendo diferentes impactos en la comunidad. En este
125
sentido, el dinero, la estabilidad económica y la educación ayudaron a Mateo a estar
consciente de su comunidad y por consiguiente, a vivir una mejor vida. Es decir, Mateo
personifica muchos de los valores y deseos de la comunidad, mientras que Julián
representa el extremo al cual el individuo puede llegar.
4.3 La ideología represiva de los aparatos del Estado
El sistema de educación y el Departamento de Policía son los aparatos ideológicos
que mayor influencia tienen en el vecindario que habitan Julián y Mateo. Para David
Harvey, la función del Estado es fundamental en la formación de la urbanización de la
conciencia debido a que ejercen sus poderes ideológicos con cierto grado de legitimidad,
la cual está anclada en la habilidad de definir, defender y resolver los intereses de la
sociedad. Harvey explica el rol de los aparatos ideológicos del Estado del siguiente
modo:
It has to provide a basic framework of institutions backed by sufficient
authority to resolve conflicts, impose collective judgments, pursue
collective courses of action, and defend civil society as a whole from
external assault and internal disintegration. The gains from its
interventions are real enough - all the way from mundane matters of
sewage disposal and the regulation of traffic flow to more general
procedures for countering market failure, articulating collective class
interests, protecting against abuses (community intolerance, excessive
exploitation, the abuse of family authority), and arbitrating between
warring factions. (The Urban 238)
126
En la ciudad, el aparato del Estado está presente en sus distintas instituciones y cada una
de estas instituciones funciona bajo ciertas ideologías y prácticas que promueven modos
específicos de pensar y actuar (239). Louis Althusser, en “Ideology and Ideological State
Apparatuses”, argumenta que existe una interconexión dialógica entre el individuo y la
ideología que los aparatos del Estado le imponen.
Asimismo, Althusser hace una
distinción entre Repressive State Apparatuses (RSA) y Ideological State Apparatuses
(ISA), asignando al RSA la habilidad de ejercer el poder por medio de la fuerza física y
los ISA tienen la habilidad de generar ideologías que el individuo internaliza cuando éste
asiste a la escuela, a la iglesia, y a los diferentes departamentos que representan el Estado.
En este caso, Althusser define a ideología como un sistema de ideas y representaciones
que domina el espíritu del individuo o un grupo social: “ideology is the system of ideas
and representations which dominate the mind of a man or a social group” (Ibíd.).
En Caras viejas y vino nuevo se describe cómo el sistema de educación influye en
el individuo étnico cuando éste entra en contacto con esta institución. En la siguiente
descripción, se rememora cómo fueron tratados Mateo y Julián cuando ingresaron al
tercer año escolar: “El primer día de la escuela no fue tan mal para mí; me junté con
Julián y nos paseábamos solos. También Julián pertenecía al tercer grado pero le dijeron
a su madre que porque no había bastantes sillas en las aulas del tercer grado no lo podían
avanzar: ella lo creyó. Nos pusieron en la misma clase, con una maestra muy amable”
(203). En esta instancia, la escuela funciona como un espacio de retención y separación,
segregando a los jóvenes en su propio grupo étnico y proveyéndoles una maestra joven
que les ayudara con el estigma de inferioridad. Asimismo, se narra que eran tratados
127
como indeseables y cuando se suscitaban altercados físicos, los expulsaban de la escuela.
La siguiente cita pone en perspectiva la situación que enfrentaba el estudiante chicano en
las instituciones escolares:
También en la escuela chingan a los de la estirpe, los tratan mal, les
llaman nombres, y se chupan los culitos a escondidas; hay muchos pleitos,
se pegan, se lastiman pero siempre gana el del otro lado. Por lo general lo
perdonan y nos corren a nosotros. La razón es obvia para los
administradores: nosotros sufrimos un estigma, por lo tanto tenemos que
defendemos y así causamos todos los problemas en la escuela. (191)
En este sentido, el sistema de educación está en una posición dominante, imponiendo
reglas para fomentar y modificar el comportamiento de los jóvenes chicanos. En efecto,
la función del sistema de educación es implementar un sistema ideológico que mejor
conviene al grupo social (o comité de padres de familia) que está en el poder. Dentro de
este sistema los jóvenes chicanos son los que generalmente son expulsados de la escuela
cada vez que se meten en problemas.
La presencia del aparato del estado no solamente se encuentra en las instituciones
educativas pero también en la vigilancia del departamento de policía. El narrador utiliza
la metáfora de la llorona para referirse a las patrullas que vigilaban el barrio o respondía a
llamadas del público. El hecho que las patrullas fueran llamadas lloronas responde a la
leyenda tradicional de “La llorona”, la cual es contada a los niños con el propósito de
asustarlos.
En este sentido, la historia de la llorona es utilizada para asustar a la
comunidad. En la historia, la llorona vis a vis la policía, se encuentra enunciada a través
128
de todo el texto, cumpliendo el propósito de arrestar y asustar a la gente. En cierto modo,
la función ideológica del departamento de policía era resguardar el orden y motivar que
las personas se comportaran según las reglas que imponía el Estado. En este sentido, la
escuela y el departamento de policía funcionan como un andamiaje colectivo que
sistematizan los aspectos cotidianos del individuo urbano.
4.4 El mapa cartográfico de la comunidad del barrio
El barrio está localizado en las afueras de la ciudad y sus habitantes comparten
realidades urbanas como el desempleo, el estigma de inferioridad, la segregación social,
el pandillerismo, la violencia, el alcoholismo y la represión del aparato del Estado.
Además, se describen las misas, las bodas, los bautismos, las primeras comuniones y los
días festivos. En este sentido, el interior del barrio es descrito como una comunidad de
consumo que depende de los trabajos de la ciudad, y por consiguiente, los miembros de la
comunidad funcionan no solamente como consumidores, sino también como mano de
obra barata y reserva laboral. En gran parte, el sentido y consciencia de comunidad es
desarrollado a través de similares experiencias vividas, las cuales moldean el porvenir de
cada uno de los miembros de la comunidad. En Caras viejas y vino nuevo se narra un set
de acontecimientos en un espacio en particular que provee un mapa cartográfico de la
comunidad, y por consiguiente, se puede argumentar que la descripción narrada funciona
como una representación simbólica de la comunidad chicana.
Con respecto al sentido de comunidad, David Harvey argumenta que cada grupo
social construye su modo de comunidad dependiendo de su clase social y del estatus
económico de sus miembros. De ahí que los individuos que viven en comunidades de
129
bajos recursos económicos se sientan atrapados porque no pueden comprar sus propias
casas y por consiguiente, dominar el espacio que habitan (The Urban 265). Asimismo,
las personas que conviven juntas, explica Harvey, desarrollan enlaces interpersonales y
un intenso afecto por el lugar (266). En Caras viejas y vino nuevo, el narrador describe a
la congregación que asistía a la iglesia del siguiente modo:
Todo el barrio iba a misa en aquellos tiempos, aun los místicos más bajos,
se sentaban atrás, unos lloraban penitentes; otros se dormían; el padre
Carlos hablaba más alto para despertarlos; los místicos viejos brincaban
persignándose como si escucharan atentamente. Dentro de ellos había un
dolor, tal vez causado por la cruda o, más profundo, una etapa de la vida
se les había hecho amarga. Había una lacra en ellos que los traía allí, que
los hacía vivir así matándose gradualmente. (195)
Después de misa, el sacerdote repartía pan a los jóvenes y los llama del siguiente modo:
“¡Salvajes, párense, salvajes! ¡Parece que nunca han comido pan! ¡Alto!
¡Hagan cola! ¡Animales salvajes! No importaba qué tanto gritara el padre,
o qué los llamara, los mocosos no oían ni obedecían…” (201)
En estas descripciones, la imagen que exterioriza el narrador es la de una comunidad que
asiste a la iglesia para recibir beneficios espirituales y a la misma vez, alimentos básicos.
Además, el espacio de la iglesia funciona como lugar de celebración cultural, lo cual
implica que los integrantes del vecindario comparten una experiencia homogénea. David
Harvey, en este sentido, explica que en este tipo de vecindarios, las personas desarrollan
130
y comparten los mismos valores sociales y culturales, los cuales están inscritos en el
código cognitivo, lingüístico y moral de la comunidad (The Urban 119).
Los valores sociales que muchos de los jóvenes desarrollan en este barrio es la
preocupación principal de Mateo, quien reflexiona sobre el desempleo, el ocio y el alto
número de personas que pasan los días ingiriendo alcohol. Mateo se pregunta:
¿Por qué tiene este barrio tantos jóvenes y viejos que están matándose con
la botella? Hay tantos místicos por aquí, tantos viejos como el Tío Tony,
Salcedo, Atilano, El Culebro, Juan Borracho y más viejos y jóvenes
místicos que se sientan, beben, mueren, se pudren y ya. He visto a dos
morir, otros los encuentran en la calle o en un automóvil abandonado,
algunos tienen suerte, mueren en un rincón, olvidados en el condado. (139)
Mateo se da cuenta que los jóvenes de la comunidad se encuentran en una vorágine
urbana que puede llevar al individuo a la desesperanza fatal. De ahí que los vicios sean
presentados como elementos que llevan a la contaminación y a la autodestrucción del
individuo. La violencia entre los jóvenes se ha normalizado, es decir, forma parte de las
prácticas cotidianas y por consiguiente, la violencia pasa a formar parte de su estructura
cognitiva. Las reflexiones del narrador podrían interpretarse como una advertencia social
con el propósito de crear consciencia en el lector. Respecto a esto, es importante recordar
que la estructura del texto requiere de un lector activo que concatene los hilos de la
narración y en este sentido, las observaciones del narrador funcionan como una invitación
a recapacitar.
131
4.5 La internalización del espacio y clase social
En Caras viejas y vino nuevo se describe al vecindario como un espacio habitado
por personas de bajos recursos económicos, que sufren del estigma de inferioridad y de la
desesperanza de sentirse atrapados simbólicamente en “cajitas de vidrio” (81, 203).
Además, los jóvenes del vecindario son descritos como personas que pasan los días de
ocio tomando alcohol, consumiendo drogas y sobreviviendo a la deriva en situaciones
precarias. De ahí que la situación urbana de los habitantes de la comunidad está adherida
a la condición económica del barrio, lo cual determina sus oportunidades. En efecto, el
sentido de clase es derivado de la experiencia de vivir segregado en este lugar, de la
experiencia de ganar dinero y de la experiencia de gastar el poco dinero que ganan
(Harvey, The Urban 232).
La experiencia de clase social se acentúa cuando los habitantes del barrio entran
en contacto con la clase dominante, particularmente en espacios públicos. Por ejemplo,
se narra en el texto la siguiente confrontación:
Bueno pues, caminaba por la calle cuando me fijé que venía un muchacho
hacia mí. Era más grande que yo; yo lo conocía porque estaba en una
clase conmigo. Sabía que los de la estirpe le caían mal a este tipo, y me
preparé para lo peor…. El caminaba derecho a mí; yo sabía que iba a ver
chingadazos pero no iba a correr aunque le tenía un miedo bruto al tipo….
¡Ustedes hijos de puta, no se les permite andar en la acera! Los ojos se le
hicieron agua, el corazón le palpitaba,… ¡Chíngate cabrón salado, puto,
bastardo, chinga tu puta maadreee! (191, 193)
132
La confrontación violenta entre jóvenes que asisten a la misma institución es una
representación física de la lucha de clases sociales. El joven que representa a la clase
dominante se siente con la libertad de ejercer un derecho de espacio, mientras que el
joven del barrio va a resistir esta afirmación. Como consecuencia, en este incidente el
joven de la clase dominante es suspendido por dos semanas, mientras que el joven del
barrio es arrestado por la policía y después es expulsado. Es pues, a través de estas
confrontaciones que el individuo del barrio puede adquirir conciencia de clase,
particularmente si las confrontaciones se llevan a cabo en los espacios públicos.
La conciencia de clase también puede suscitarse en espacios privados, como por
ejemplo, la negación de servicios, basado simplemente en la apariencia étnica. En el
texto se narra cómo por generaciones se venía reproduciendo este suceso:
Todos estuvieron allí, mi abuelo, mi padre, mis hermanos, todos, y todavía
existe, ahora tal vez más intenso porque nos damos cuenta de lo actual y
del pasado. Mi padre ni podía ir al otro lado para hacerse cortar el pelo, se
podía quedar allí sentado por horas y siempre lo ignoraban, si él insistía en
su turno llamaban a las lloronas y lo echaban. (191)
Así pues, la condición de clase social no solamente era determinada por el espacio o lugar
de nacimiento, sino también por herencia familiar. Además, se utilizaba el aparato del
Estado para beneficio de la clase dominante, lo cual garantizaba la permanencia de las
posiciones de clases sociales. Respecto a esto, David Harvey señala que en una ciudad
capitalista, la estructuración de clases sociales está claramente establecida debido a la
protección de intereses económicos (The Urban 231). En este sentido, la clase social
133
dominante protege sus propios intereses formando alianzas e involucrándose en el
desarrollo de la ciudad con el propósito de apoyar medidas que los perpetúe en el poder
(Ibíd. 233).
La condición económica de los habitantes del vecindario está aunada
dialógicamente a las circunstancias del espacio y en este sentido, los habitantes del
vecindario se sienten estigmatizados porque han internalizado el espacio. Es decir, las
prácticas cotidianas que se viven en el espacio se internalizan y consecuentemente, la
condición marginal del espacio es sinónimo con la condición social de la comunidad
chicana. Sobre esto, el narrador utiliza, a través del texto, la metáfora “al filo de la
estirpe” (51, 95, 125, 157) para enfatizar la condición marginal de la comunidad, la cual
está determinada por el proceso de urbanización y por la condición histórica de
colonización.
134
CAPÍTULO V: LA URBANIZACIÓN DE LA VIOLENCIA: ANÁLISIS DEL
TEXTO, LOCAS DE YXTA MAYA MURRAY
La violencia urbana entre jóvenes chicanos es el tema principal de la obra Locas
(1997) de Yxta Maya Murray. Los hechos toman lugar en la comunidad de Echo Park de
Los Ángeles, California durante la década de los ochenta, en la cual los jóvenes se
dedican a vender armas y drogas en su comunidad y en otras zonas residenciales como
Boyle Heights, Long Beach, Silver Lake, Lincoln Heights, El Sereno, East L.A. y
Cypress Park. Las protagonistas principales son Cecilia Silva y Lucía, quienes narran en
primera persona su participación en la pandilla 11 Lobos, liderada inicialmente por Manny
Silva. La historia de las protagonistas está entrelazada al incremento en la violencia
urbana, a la organización jerárquica de la pandilla y al dominio y apropiación de la
comunidad de Echo Park. Utilizando argumentos teóricos que David Harvey expone en
The Urban Experience (1989), se explicará cómo la urbanización de la violencia es parte
integral del sistema capitalista de la ciudad.
Refiriéndose a la estructura de la ciudad, David Harvey la define como una
contradicción del capitalismo porque produce riqueza y pobreza a la misma vez. En este
sentido, Harvey explica que la ciudad es un espacio que representa los máximos logros de
la sociedad, pero también es un espacio en donde se reproduce el fracaso humano, los
11
Una pandilla es formada por un grupo de jóvenes que crecieron juntos en comunidades marginadas, los
une las realidades cotidianas de la experiencia urbana, está estructurada de modo jerárquico y sus valores
no concuerdan con los de la corriente popular. Aquí seguimos la definición que utiliza el experto James
Diego Vigil, en su texto, Projects: Gang and Non-Gang Families in East Los Ángeles (2007). Pg. 37
135
conflictos políticos y los desencantos (The Urban 229). Considerando el orden social y
la diferenciación residencial, Harvey teoriza sobre cómo diferentes grupos étnicos han
sido integrados a un espacio, no solamente urbanizado, sino también a un espacio
estructurado de acuerdo a clase social (Ibid 117). Como consecuencia, los vecindarios
habitados por los grupos marginados son una producción del capitalismo, debido a que
sus habitantes funcionan como consumidores de los productos del capitalismo, lo cual
favorece a la acumulación del capital (Ibid 122). Ahora bien, Harvey plantea que los
individuos que viven en los vecindarios marginados comparten valores y actitudes
sociales que conlleva, hasta cierto punto, a la homogenización de una experiencia urbana.
Harvey lo explica del siguiente modo: “Working-class neighborhoods, for example,
typically produce individuals with values conducive to being in the working class; and
these values, deeply embedded as they are in the cognitive, linguistic, and moral codes of
the community, become an integral part of the conceptual equipment that individuals use
to deal with the world” (Ibid 119). Considerando estas aserciones, se puede deducir que
la estructura de la ciudad está fragmentada según el estatus económico de las personas; es
decir, una persona pobre no podría vivir en un espacio afluente porque su sueldo no sería
suficiente para mantener ese estilo de vida. En todo caso, la interrelación que existe entre
el espacio, el tiempo y el dinero es resultado de un sistema capitalista urbano que moldea
los devenires de los individuos.
Frente a estos aspectos interdependientes, Harvey explica que se debe de pensar
en cómo el dinero, el tiempo y el espacio ayudan a comprender las fuerzas que enmarcan
estos procesos urbanos, los cuales están inscritos en la experiencia urbana del individuo
136
(The Urban 165).
Para Harvey “the very experience of money as a mediator of
commodity exchange radically transforms and fixes the meanings of space and time in
social life and defines limits and imposes necessities upon the shape and form of
urbanization” (Ibid 165). Es decir, la experiencia del dinero afecta al individuo en todos
los aspectos sociales de su vida, incluyendo el espacio en el que se mueve, no obstante,
los individuos que carecen del poder del dinero, se ven en la necesidad de establecer su
territorio a través de la violencia. Con respecto a esto, Harvey explica cómo “[t]he urban
gang protects its turf through violence, and low income and minority populations seek to
define collective spaces within which they can exercise the strictest social control” (197).
Por ende, cuando el espacio es controlado por pandilleros, la experiencia de la violencia
está interrelacionada al dinero, al tiempo y al espacio, lo cual forma parte de las
realidades cotidianas de las personas que habitan este espacio.
Si bien es cierto que existe una realidad simbólica incrustada en la obra de Yxta
Maya Murray como lo propone de Certeau y Harvey, ésta podría ayudarnos a comprender
las realidades cotidianas de los pandilleros y de las personas que vivieron la violencia en
Echo Park, lugar ficticio del texto narrativo, Locas. Los hechos toman lugar durante la
década de los ochenta y el espacio producido por los delincuentes funciona como lugar de
organización y confrontación, debido a la jerarquización de la pandilla y a las divisiones
internas que produce el dinero. En este sentido y de modo bidireccional y dialéctico, el
espacio de violencia producido por los jóvenes forma parte de sus realidades cotidianas y
consecuentemente de su identidad.
Infiriendo en los conceptos que David Harvey
propone sobre la urbanización de la conciencia, se puede argumentar que la urbanización
137
de la violencia forma parte de los procesos económicos y de las interacciones sociales de
los individuos que habitan dicho espacio, por consiguiente, la urbanización de la
violencia ocurre cuando estos individuos empiezan a identificarse y a ser identificados
con actos de violencia.
5.1 Contexto social en Echo Park
El mundo ficticio descrito en Locas está anclado en la comunidad de Echo Park,
localizado a dos millas al noroeste del centro de Los Ángeles y los hechos toman lugar
durante la década de los ochenta. Al inicio del texto, se narra brevemente cómo el
vecindario, en la década de los setenta, estaba segregado en términos económicos,
particularmente la comunidad chicana vivía aglomerada en espacios reducidos, mientras
que las familias anglosajonas vivían con suficiente espacio en la comodidad (5). En
concordancia con esta descripción, un extenso artículo publicado en el periódico Los
Ángeles Times en 1971, "Which Way for Echo Park---Inner City Oasis or Slum?",
explica cómo el espacio estaba segregado y cómo la comunidad latina era victimizada por
arrendatarios que decidían no dar mantenimiento a las casas o apartamentos que rentaban.
Además, había una escasez de vivienda, un incremento en pandillas y una falta de
programas sociales para jóvenes. Echo Park se describe del siguiente modo en 1970:
Echo Park is becoming a near slum and a much-in-demand middle-class
community at the same time. It is going up and down simultaneously. The
population is now 70% Spanish surname: Chicanos, Cubans, Mexican
immigrants, Central and South Americans. Most are shopkeepers,
municipal workers, nurses, seamstresses, mechanics. But new comers
138
from poorer areas are crowding into substandard housing, and youth gangs
have become active. (L.A. Times 1971)
El propósito del artículo era argumentar que Echo Park tenía espacios de mucho valor
capital, pero que lentamente estos espacios estaban siendo invadidos y deteriorados por
latinos, quienes constituían el porcentaje más alto en crecimiento.
El deterioro del espacio no solamente había sido causado por “absentee owners”,
sino también por el Estado, el cual había desposeído a muchas familias durante la
construcción de la Autopista Hollywood 101, entre 1944 y 1950. Años después, entre
1968 y 1970, el Departamento de Trasporte de California (Caltrans) había desalojado a
más de 500 familias para construir una extensión a la Autopista Glendale, ambos hechos
fracturaron a Echo Park. En otro artículo publicado en el periódico Los Ángeles Times en
1982, “500 Families, Success Story: Renters Are Now Owners”, se explica cómo estas
viviendas, por un periodo de 14 años, no habían recibido mantenimiento debido a que el
Estado esperaba destruirlas, no obstante, las viviendas las rentaban a personas que habían
decidido vivir en ellas, aún con la amenaza del desalojo. Cuando finalmente Caltrans
decidió no construir la extensión de carretera, debido al alto costo y a la presión pública,
resolvieron vender las 124 casas, 350 apartamentos y 90 edificios al público. La mayoría
de los residentes que compraron estas viviendas eran familias latinas, quienes las habían
rentado durante el periodo de deterioro y de incertidumbre. En este sentido, el Estado
había tenido un rol importante en la destrucción, apropiación y producción del espacio,
particularmente en espacios que después terminaron siendo comunidades chicanas.
139
Al principio de la década de los ochenta, la comunidad de Echo Park estaba
saturada de pandilleros, quienes competían principalmente por el control del espacio. La
organización de la comunidad que ofrecía servicios de intervención y prevención a estos
jóvenes era El Centro del Pueblo, fundada en 1974 por residentes del área (L.A. Times
1981). El Centro recibía fondos federales, estatales y locales con el propósito de ofrecer
consejería, programar actividades, crear proyectos multiculturales, organizar programas
educativos y principalmente enfocarse en la prevención de la delincuencia.
La
frustración que al parecer tenían los coordinadores era la inhabilidad de ofrecer un escape
concreto a estos jóvenes, quienes vivían desempleados, con un nivel bajo en educación y
sin habilidades para formar parte de la fuerza laboral. Cuando se reportaban muertos
relacionados a las pandillas, los coordinadores eran los primeros en recibir culpabilidad y
esto los ponía en peligro de no recibir fondos del gobierno, lo cual creaba un entorno de
frustración. Cuando se decidió en 1981 construir un Boys and Girls Club en Echo Park
para ofrecer un espacio de recreación, éste tomó varios años en ser construido, debido a
inconvenientes no previstos en el presupuesto. Consecuentemente, los negocios locales
se mostraban reticentes y se negaban a proveer apoyo financiero hasta que el edificio
fuera construido. En todo caso, la comunidad de Echo Park estaba más que necesitada de
los recursos sociales de ambos centros de apoyo social (L.A. Times 1985).
Durante la década de los ochenta, los jóvenes latinos de Echo Park vivían en un
espacio segregado, marginalizado y empobrecido por un proceso económico capitalista
que los urbanizaba en ciudadanos de segunda categoría. David R. Díaz explica que
durante la década de los setenta los programas sociales para los jóvenes fueron los
140
primeros en ser eliminados y consecuentemente, en la década de los ochenta, hubo un
incremento en el número de pandillas y en el crimen organizado. Durante este mismo
periodo se vino abajo el valor de las propiedades en los vecindarios marginados, al
mismo tiempo que subió la construcción de las cárceles en el estado de California (Barrio
Urbanism 56-57). Además, el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) había
establecido el programa antipandillas, Community Resources Against Street Hoodlums
(CRASH), para controlar las zonas con un alto número de criminalidad. Según Robert
Gottlieb, durante la implementación de este programa los policías abusaron del poder,
ocultando información y en otras ocasiones fabricándola (Next Los Ángeles 123). Esto
dio como resultado un alto número de jóvenes encarcelados por delitos que no habían
cometido, mientras que los oficiales eran galardonados por el Departamento de Policía y
por los políticos locales (Ibid 123).
Raúl Homero Villa concuerda con David R. Díaz y Robert Gottlieb al explicar
que a finales de la década de los setenta y durante la década de los ochenta, llegó a Los
Ángeles una ola de inmigrantes de Centro América, debido a las guerras civiles en sus
respectivos países y esto redujo y agravó las oportunidades de trabajo para los jóvenes
chicanos (Barrio Logos 120). Asimismo, Joan Moore puntualiza que el periódico Los
Ángeles Times había publicado 36 historias relacionadas a las pandillas en 1977, pero
diez años después el número había incrementado a 267 (Going Down 3).
Estás
estadísticas no especifican algún espacio en particular, pero el número tan alto implica
que los jóvenes estaban viviendo una realidad de violencia, similar a la realidad ficticia
descrita en Locas. En este sentido, el proceso de urbanización y marginalización estaba
141
interrelacionado a la restructuración de la economía, a la ola de inmigrantes de México y
Centroamérica y a la escasez de fondos para financiar los programas sociales.
5.2 La mujer pandillera en el contexto social
De lo anterior, se puede concluir que en la década de los ochenta existía un
crecimiento y aglomeración de jóvenes latinos en el vecindario de Echo Park, no obstante,
los expertos en las pandillas de Los Ángeles, James Diego Vigil y Joan Moore, coinciden
que hace falta investigación relacionada a la participación de las mujeres en las pandillas.
Vigil documenta, en The Projects: Gang and Non-Gang Families in East Los Ángeles
(2007), que existe entre el 4% al 15% de mujeres que son miembros de pandillas y Joan
Moore explica en “Female Gangs: A Focus on Research” (2001), que es difícil averiguar
el porcentaje de mujeres participantes en las pandillas debido a que las agencias
gubernamentales no mantenían este tipo de información y además, las estadísticas
muestran una inconsistencia en el número de participantes (2). Asimismo, Moore dice
que “[i]n some cities, females constitute up to one-third of the members in some gang
cliques but are completely absent in others” y por consiguiente, es más probable localizar
más pandilleras en pequeñas ciudades que en las grandes ciudades (2). En todo caso,
ambos investigadores concuerdan que las estadísticas muestran una necesidad por
continuar estudiando la participación de la mujer en las pandillas.
Moore explica que por mucho tiempo hubo una falta de investigación sobre la
mujer pandillera, debido a que se suponía que las mujeres participaban de manera
marginal o pasiva en las pandillas y además, eran estereotipadas como objetos sexuales o
marimachos (1).
Esta información, mayormente, era propagada por los medios de
142
comunicación que de modo sensacionalista exaltaban la historia personal, lo cual
popularizó el estereotipo de la pandillera como una “bad girl” (Ibíd. 2). En Locas, por
ejemplo, el estereotipo de la mujer pandillera como objeto sexual, marimacha y “bad girl”
es prevalente a través del texto como Celeste Fremon y David Manuel Hernández lo han
argumentado en sus respectivas reseñas 12, sin embargo, Yxta Maya Murray refuta, en una
carta escrita al periódico Los Ángeles Times, que “the novel tries to do is grapple with
stereotypes, then turn them on their heads” (3 de agosto de 1997). Asimismo, Murray
explica que Lucía es una pandillera “who thrives on capitalism” y consecuentemente es
un producto de su propio entorno (Ibíd.).
Lo que estos críticos cuestionan es la
autenticidad de los personajes y la responsabilidad social que la escritora tiene al crear
una representación ficticia del estereotipo de la mujer pandillera. Murray se defiende,
argumentando que como escritora no siempre tiene que escribir sobre narraciones que
favorezcan a los latinos, no obstante, admite que sus representaciones podrían
malinterpretarse (Ibíd.). En este sentido, existe un entendimiento, entre los críticos y la
autora, que la función dialéctica de la narración es un proceso activo de producción como
lo conceptualiza Michel de Certeau en The Practices of Everyday Life.
Una de las primeras investigadoras en analizar a las protagonistas de Locas fue
Mónica Brown en Gang nation: Delinquent Citizens in Puerto Rican, Chicano, and
Chicana Narratives (2002). Brown analiza las acciones y decisiones que hacen las
protagonistas, Cecilia y Lucía, y llega a la conclusión que en este entorno las opciones
12
Léase la reseña que escribe Celeste Fremon en el periódico Los Ángeles Times (15 de junio de 1997).
También léase la reseña que escribe David Manuel Hernández en la Revista Aztlán (Spring 1998, Vol. 23
Issue 1, p 153). Ambos críticos concuerdan que los personajes son estereotipos negativos de la mujer
pandillera.
143
para ellas son limitadas (123), no obstante, considera que poco a poco adquieren agencia
en el espacio público (106), en el cual “are able to transcend some of the limitations
placed upon them culturally” (105). Brown admite que el empoderamiento público que
adquieren estas jóvenes se debe a la venta de drogas dentro de una congregación de
pandilleros y además, la evolución sexual de las protagonistas podría considerarse
ambivalente o contradictoria (105).
comprender
Estas aserciones y conclusiones ayudan a
la complejidad de los personajes, particularmente el estatus social y
económico de Cecilia y Lucía, quienes viven excluidas en una comunidad marginada
como ciudadanas de tercera categoría. De ahí que el propósito de Mónica Brown fuera
investigar cómo estos personajes son excluidos y cómo se imaginan dentro de una cultura,
de una comunidad y de una nación que las estereotipa y las marginaliza.
Por todo lo expuesto hasta ahora sobre la marginalización de la comunidad
chicana de Echo Park y sobre la contextualización de las pandillas, se puede argumentar
que la pobreza aunada a los procesos económicos del capitalismo han sido claves en la
urbanización de la conciencia como el descrito por David Harvey en The Urban
Experience (1989).
Utilizando sus teorías sobre la urbanización de la conciencia,
creemos que se pueden analizar las descripciones del narrador y las acciones de los/as
protagonistas para comprender cómo los personajes urbanos experimentan las realidades
materiales de todos los días. De ahí que el propósito principal de esta investigación sea
deshilvanar y comprender cómo se interrelacionan las funciones de la familia, el
individualismo, el Estado, la clase social y la comunidad. Considerando el entorno que
habitan los personajes, se pueden desarticular las realidades simbólicas inscritas en el
144
texto Locas (1997) de Yxta Maya Murray para comprender cómo la urbanización de la
conciencia vis a vis urbanización de la violencia está enunciada en las prácticas
cotidianas de los personajes. Infiriendo en los argumentos de David Harvey sobre la
urbanización de la conciencia, se analizarán en los subsiguientes párrafos cada uno de los
centros de poder, que Harvey considera claves para el entendimiento de la urbanización
de la conciencia.
5.3 Las realidades urbanas de las familias de Cecilia Silva y Lucía
David Harvey argumenta que las familias que habitan en la ciudad desarrollan un
instinto de sobrevivencia y consecuentemente, aprenden a vivir en relación con las
necesidades que dictamina el capitalismo, se acostumbran a las necesidades prácticas de
la vida cotidiana y periódicamente se van amoldando al entorno de la ciudad (The Urban
238). Harvey lo explica del siguiente modo:
The family therefore exists as an island of relative autonomy within a sea
of objective bondage, perpetually adapting to the shifting currents of
capitalist urbanization through its relations to individualism, community,
class, and the state. It provides a haven to which individuals can withdraw
from the complexities and dangers of urban life or from which they can
selectively sample its pleasures and opportunities. (238)
En esta manera, el núcleo familiar funciona como un centro de refugio, como un centro
de apoyo moral y como una institución aislada que asiste en la internalización de la
urbanización de la conciencia. De ahí que la urbanización de la conciencia ocurre cuando
145
la familia comienza a identificarse con un entorno violentado por las pandillas y
marginado por los procesos económicos del capitalismo.
En consonancia con las aserciones teóricas de David Harvey, James Diego Vigil
en Gang and Non-Gang Families in East Los Ángeles (2007) propone el concepto de
‘múltiples marginalidades’ para explicar la complejidad de las circunstancias que viven
las familias de los barrios de Los Ángeles (8). Para Vigil, este concepto implica que las
familias marginalizadas enfrentan una multitud de obstáculos como la negación a los
beneficios económicos de la ciudad, la discriminación de las instituciones sociales, el
menosprecio cultural, la negación al derecho de representación, represión de la policía,
socialización callejera, la pobreza,
etc. (9).
En este sentido, Vigil explica que la
marginalidad múltiple “refers to being outside the mainstream of the dominant middleclass population of Los Angeles…with limited access to wealth and power” (57). Ambos,
Vigil and Harvey, coinciden en que las familias urbanas desarrollan un instinto de
sobrevivencia que se va adaptando a las necesidades cotidianas de la marginalización. En
este caso, las familias de Cecilia Silva y Lucía residen en Echo Park durante la década de
los ochenta, un lugar deteriorado físicamente y aglomerado de jóvenes chicanos.
A principios de 1970, la mamá de Cecilia había emigrado de un pueblo de Oaxaca,
con su hijo Manuel Silva de 5 años. Había dejado a su esposo debido a la violencia
intrafamiliar y venía embarazada con su hija Cecilia, a quien dio a luz en los Estados
Unidos. Como madre soltera, había trabajado arduamente limpiando casas para mantener
a su familia, la cual gradualmente fue desintegrándose, debido a las circunstancias que se
fueron presentando. Por ejemplo, Manuel abandonó los estudios en el primer año de
146
preparatoria para salir con los amigos y dedicarse a robar estéreos y pequeños objetos de
valor para después revenderlos.
En casa, Manuel era reprendido por sus acciones
reprochables, lo cual causó que se rompiera la comunicación entre madre e hijo y esto
causó que la mamá no se enterara cuando éste decidió dejar de asistir a la escuela. El
trabajo la mantenía ocupada fuera de la casa que resultaba imposible involucrarse
directamente en los estudios o tareas escolares de sus hijos. Al igual que Manuel, Cecilia
también dejó los estudios para pasar más tiempo con su hermano, quien había empezado
a organizar a sus amigos para formar una pandilla. Las razones por las cuales los hijos
abandonaron sus estudios son múltiples, no obstante, se puede enumerar el hecho que
como madre soltera y con un trabajo de limpiadora de casas, no tenía el tiempo necesario
para estar al pendiente de sus hijos. En casa, la comunicación que existía entre madre e
hijos era para discutir o para reprender a sus hijos de los problemas que ocurrían en la
escuela. La madre al igual que los hijos son víctimas de las múltiples circunstancias que
viven en Echo Park y a través de la lectura se puede observar cómo el núcleo familiar
paulatinamente se va deteriorando.
Cuando Manuel empezó a contribuir dinero para pagar la renta de la casa, la
mamá titubeo al tomar el dinero: “The first few times she didn't say nothing. She puts it
in her pocket, quiet like, and figures when things ease up she'll ask what he did to get that
money” (6). El impulso involuntario que siente la madre al tomar el dinero es pues un
doble sentimiento; por una parte siente la libertad que provee el dinero y por otra, siente
la enajenación, la cual decide posponerla para otra ocasión. Ahora bien, Si bien es cierto
que de manera pasiva acepta y continúa aceptando el dinero de su hijo, quien
147
progresivamente se va involucrando a la subcultura de las pandillas, esto alude a la
complicidad de los padres de familia. James Diego Vigil explica que estadísticamente
muchos de los pandilleros provienen de familias pobres, formadas por padres solteros:
“As might be expected, most gang members come from the more impoverished families,
which are often mother-centered and have either no father figure or one whose
attachment to the family is tenuous” (Rainbow of Gangs 38). Asimismo, Vigil argumenta
que el padre soltero o la madre soltera viven momentos sicológicos y emocionales al
enfrentarse solos a las dificultades familiares, debido a la falta de apoyo familiar o social
(38). En este sentido, la ausencia del padre puso más en riesgo la estabilidad de Manuel
y de Cecilia, particularmente en el momento cuando empezaban a buscar modos de
independizarse, revelarse o identificarse.
El núcleo familiar se va adaptando y transformando, a medida que ambos jóvenes
progresan en el ámbito de Echo Park. Por ejemplo, cuando Manny es arrestado por
posesión de armas y encarcelado por 7 meses, su hermana, su novia Lucía y su madre van
a visitarlo a prisión. En la prisión, la novia recibe instrucciones para continuar el negocio
de venta de armas en el mercado negro y la mamá es ignorada, lo cual causa que salga
malhumorada, quejándose de la actitud y gestos agresivos de su hijo. En este sentido, la
madre se da cuenta que ha sido re-emplazada, que ha perdido el control de su hijo y que
éste ahora viene a representar la figura del padre, a quien no volvieron a ver desde que
salieron de Oaxaca. James Diego Vigil explica del siguiente modo la ausencia de la
figura del padre y sus efectos en el adolescente:
148
Lack of a father figure may be particularly detrimental during a male
youth’s adolescent period, as he begins to form his sexual identity. Gang
members from mother-centered households have to adjust to a male
dominated street gang and may experience some role confusion as they try
to mediate their self-identity. Some youths might attempt to resolve this
conflict by overemphasizing their male qualities, acting aggressively, and
modeling themselves after “street warrior” role models. (Rainbow of
Gangs 39)
La actitud agresiva de Manuel se debe a múltiples factores como la ausencia del padre, el
entorno que habitan, la ausencia de la madre (debido al exceso de trabajo), la pobreza, el
apoyo de otros familiares, etc. En esta observación, el núcleo familiar ha cambiado, en el
sentido que el hijo ha decidido abiertamente independizarse de la madre y
consecuentemente, comienza a gesticular una actitud agresiva y a establecerse como un
líder de su pandilla, a la cual decide organizarla siguiendo los modelos existentes como
los Crips, los White Fence locos y los Bloods (6). De este modo, el núcleo familiar
cambia y se adapta según las necesidades de los miembros de la familia.
La segunda persona en temporalmente independizarse es Cecilia, quien observa y
admira las acciones de su hermano Manuel, anhelando ser igual que él: “I saw with my
brother what it is to become a man. And I wanted to be a man like that” (7). A Cecilia le
atrae particularmente el poder que su hermano adquiere al convertirse en líder de la
pandilla. De esta manera, a la edad de 15 años, Cecilia empieza a involucrarse más con
la pandilla, lo cual implicaba dejar la escuela y pasar más tiempo fuera de la casa,
149
mientras trabajaba como vigía o señuelo en las esquinas de Echo Park. Asimismo, decide
empezar a tener relaciones sexuales con Beto, amigo de su hermano, con el propósito de
quedar embarazada y tener un bebé. Cecilia explica su modo de pensar del siguiente
modo:
This is what I thought: babies are what make you a woman. Better than
being Princess, better than being Manny’s. A baby makes you Somebody.
And now that’s what I was going to be, a mamacita. In Echo Park I see
them, all the ladies with their niños, talking to them in those low, happy
voices, spending their days feeding, laughing, singing to them, and the
men, I thought, would look at them and think: There, I’ve made it. (69)
En este sentido, Cecilia está enfocada en la aceptación y la búsqueda de la identidad en la
maternidad, no obstante, estas consideraciones resultan contradictorias e incongruentes
para escapar de la subordinación de la madre. Conjuntamente, Cecilia está enfocada en
sus necesidades inmediatas o temporales, con el propósito de ser aceptada dentro del
grupo de madres jóvenes, quienes viven de los beneficios sociales del Estado. Joan
Moore argumenta que las pandillas funcionan como una asociación, en la cual las
mujeres que provienen de familias victimizadas encuentran refugio y por consiguiente,
“[j]oining a gang can be an assertion of independence not only from family, but also from
cultural and class constraints” (1). En todo caso, para Cecilia es crucial este momento de
transición e independencia, vulnerando de este modo la particularidad del núcleo familiar.
A mediados de la década de los ochenta y después de haber vivido por quince
años en Echo Park, la familia es fracturada por la independencia de Manuel y por la
150
rebeldía de Cecilia. Por ejemplo, Manuel logra salirse de la casa y rentar un apartamento,
el cual paga renta con el dinero que gana vendiendo armas y drogas. Sin embargo,
retorna a la casa cuando resulta herido en un enfrentamiento entre pandillas, pero cuando
se recupera, se vuelve a la calle a vivir como un vagabundo. Por otra parte, Cecilia nunca
abandona la casa, a pesar de escaparse por las noches para tener relaciones sexuales con
Beto, de quien sale embazada. Cuando Cecilia aborta el bebé, por el abuso físico y
sicológico perpetrado por Beto, ésta decide alejarse de las pandillas y empieza a seguir
los consejos de su madre. En ambos casos, el espacio a la casa nunca les fue negado y
ambos siempre encontraron refugio y apoyo en la casa de su mamá. Asimismo, la
multiplicidad de obstáculos que como familia enfrentaron produjo cambios en la unidad
familiar, los cuales enajenaron a Manuel, convirtiéndolo en un irreconocible indigente en
las calles de Los Ángeles. Por otra parte, Cecilia se adaptó a las circunstancias de su
madre, convirtiéndose en mano de obra barata—limpiando casas para las familias
acomodadas. En este sentido, la urbanización de la familia está ligada a la multiplicidad
de obstáculos que tuvieron que enfrentar, perpetuando la función de los barrios como
depósitos de reservas laborales.
La transición y adaptación al sistema económico urbano para la familia de Cecilia
resultó en la transformación del núcleo familiar y de modo similar, pero con diferentes
resultados, se narra la adaptación de la familia de Lucía, la cual se desintegró totalmente
cuando el padre decidió abandonar a la familia y consecuentemente, la madre se dedicó a
consumir alcohol y a la prostitución.
La familia había emigrado de Tecate, Baja
California, para mejorar su estatus económico, pero la falta de documentación para
151
trabajar legalmente y la escasez de trabajos causó una constante presión en la familia. El
padre, viéndose desempleado e incapacitado de proveer alimentos para su familia, cayó
en el alcoholismo y en un constante abuso intrafamiliar, lo cual enajenó a Lucía del
núcleo familiar. En la siguiente cita, Lucía explica la situación económica de la mamá
después de la separación:
Even a drunk still needs to make a living. You might say, Hey,
Mexicans clean houses. You can make good money there under the table,
tax free. But my mami wasn't cut out to be no cleaner lady. She couldn't
even wipe up her own floor. Can't write her name, neither. Can't add two
and two. She's dumbed down with drink and too scared of immigration to
ask a gabacho for work. We was illegals, so what? "Illegal" don't mean
nothing but a fucked-up life. Baby gets sick? Don't got no food? Hard to
get those food stamps, man. Can't find a job? Who are you gonna talk to?
Nobody. They always ask you for the papers and you're scared out of your
head Mr. INS will come and get you. Well, check me out, Mr. INS. Get
real close. Don't like what you see, eh?
So. Mami started making money the old-fashioned way. When a lady
looks around and sees that end-of-the-month train flying up to her, she'll
do what it takes. Scratch a hungry woman and you'll find a whore, it's that
simple. (146)
El fracaso de la familia de Lucía se debe a múltiples circunstancias que enfrentan como
inmigrantes, los cuales incluye la imposibilidad de conseguir empleo según sus
152
habilidades, la escasez de trabajos, el estatus legal, el entorno que habitan, el nivel de
educación, el acceso barato a las drogas, la falta de apoyo social, los procesos
económicos, la discriminación social, etc. En sí, las vivencias diarias que enfrenta la
familia de Lucía rompen con la fragilidad estructural de la unidad familiar y como
consecuencia, Lucía abandona los estudios y a su mamá a los quince años de edad,
yéndose a vivir con su novio, Manuel Silva, quien le provee un modo de vivir estable con
el dinero que consigue vendiendo armas y drogas.
La unidad familiar formada por Lucía y Manuel no necesariamente sigue los
valores tradicionales de la corriente popular, puesto que surge del fracaso de sus
respectivas familias y como nueva familia urbana forman sus propias vivencias que son
parte de su identidad y de sus experiencias cotidianas. Ambos tratan de compensar las
familias que habían perdido, intentando formar una familia alternativa y basándose en las
oportunidades de una sub-economía, como lo era la venta de armas y drogas en el
vecindario de Echo Park.
En este sentido, Harvey explica que la familia urbana
desarrolla un instinto de sobrevivencia y que aprenden a vivir en relación con las
necesidades que dictamina el capitalismo (The Urban 238). Del mismo modo, James
Diego Vigil argumenta que surgen nuevos modos de subsistir cuando las fuerzas sociales
dejan de funcionar, particularmente cuando la unidad familiar entra en crisis. Vigil lo
explica del siguiente modo:
It is when social forces and influences do not function as they should that
street subcultures arise to fill the void.... The structure and form of the
family and other institutions of social control vary from society to society,
153
and in the case of immigrant families the disruptions and marginalization
they face in moving from one society to another greatly affect how
successfully the family can function as an agent of social control.
(Rainbow of Gangs 20)
De las circunstancias extremas de ambas familias de emigrantes surge la unidad familiar
de Manuel y Lucía, quienes reconocen el potencial económico en la organización de las
reservas laborales que son los jóvenes del vecindario. La nueva pareja se transforma
progresivamente en una organización jerarquizada y delictiva que funciona para proveer
empleo alternativo a los jóvenes del barrio. Consecuentemente, la violencia vivida en sus
respectivas familias fácilmente es adoptada como la herramienta principal para mantener
y controlar el negocio de venta de armas y drogas.
Movidos por la ambición de poder adquirir las comodidades que produce el
dinero, Lucía y Manuel desarrollan una relación dinámica, basada inicialmente en la
confianza de la relación. Esto promueve a Lucía a ser la administradora del negocio,
mientras que Manuel se desenvuelve como el dirigente de los trabajadores y protector de
la asociación. Lucía describe cómo, progresivamente, adquiere la confianza de Manuel
para que éste le permita administrar el dinero de la venta de armas y drogas:
“…Manny started letting me do the books with no trouble. He just didn't
let any of his vatos find out that a woman's doing Lobos money business. I
didn't care, though. Let him talk big now, I thought. All I knew is that my
sheep days was over after I picked up the numbers, making it all go round
with my little calculator head. (39)
154
De esta situación, Lucía no solamente aprende a manejar el dinero, sino a comprarse
objetos de valor como su propio carro y a rentar su propio apartamento. Asimismo,
aprende a empoderarse y con ello a planear su propia organización de mujeres, paralela a
la agrupación de Manuel.
Manuel, por su parte, se encargaba de controlar a sus
trabajadores más allegados (Chico, Beto, Paco, Rafa y Chevy), quienes a su vez vigilaban
al resto de los integrantes, mostrando toda disponibilidad de poner en riesgo sus vidas,
con tal de tener acceso a la libertad momentánea que produce el dinero.
El rompimiento de la relación y consecuentemente de la asociación entre Manuel
y Lucía, se debe en parte a la autodeterminación de Lucía de formar su propia pandilla y
consecuentemente del deseo y ambición de tomar el control del negocio. En primera
instancia, la relación de pareja cambia cuando Lucía empieza a administrar el negocio y
comienza a ahorrar dinero para dejar de depender de Manuel. Y en segunda instancia, la
posibilidad de formar tradicionalmente una familia se desvanece cuando Lucía opta por
empezar a tomar las pastillas anticonceptivas. En este sentido, Lucía no sale embarazada
como lo había hecho su madre a los 14 años de edad y por consiguiente, puede moldearse
su propio destino e independizarse en un entorno plagado por la violencia, la pobreza y la
marginalización. Los factores que produjeron que Lucía y Manuel se separaran fueron
múltiples, no obstante, el individualismo provocado por el dinero y las oportunidades de
liderar su propia asociación en una economía alternativa fueron quizás los factores más
substanciales.
De las dos familias de inmigrantes que llegaron a vivir a Echo Park a principios
de la década de los setentas, una familia alternativa surgió, aquella compuesta por
155
Manuel y Lucía, quienes logran mantenerse unidos hasta que Manuel pierde el liderazgo
de la organización y Lucía logra independizarse, formando su propia agrupación. Las
realidades urbanas que vivieron cada una de las familias perjudicaron el núcleo familiar,
no obstante, se adaptaron a los cambios dictaminados por el capitalismo urbano,
particularmente por el surgimiento de economías alternativas como la prostitución, la
venta de armas y drogas. De ahí que la urbanización de estas tres familias está adherida a
las múltiples marginalidades que tuvieron que enfrentar, de manera que resulta casi
imposible de emerger de la marginalización.
5.4 El individualismo urbano y los procesos alternativos
El denominador común que causa que las dos familias de emigrantes fracasen es
el dinero y por consiguiente, existe una correlación directa entre los múltiples obstáculos
que enfrentan las familias marginadas y las necesidades que el dinero le impone a cada
uno de los miembros de la familia.
En este sentido, Harvey argumenta que el
individualismo urbano se aferra al uso del dinero en mercados que funcionan libremente
(The Urban 231) y consecuentemente, el individuo confronta el dinero y el capital como
una doble alienación; es decir, todos los aspectos de la vida cotidiana que se viven en la
ciudad son reducidos al denominador común que es el dinero, sin importar lo
insignificante que parezcan (232). Asimismo, el capital (representado por los edificios,
las calles, el espacio urbano, etc.) le causa un sentido de alienación personal al individuo
urbano (232). De este modo, los personajes marginalizados como Manuel, Lucía y
Cecilia enfrentan el entorno que habitan de manera indiferente, mientras que el dinero
que obtienen de la venta de armas y drogas lo asocian con una libertad delimitada.
156
A lo dicho anteriormente, el proceso de enajenación que viven Manuel, Lucía y
Cecilia está adherido al entorno marginado que habitan y a sus necesidades individuales,
las cuales incluye el recibir apoyo de la familia, de la comunidad y de los programas
sociales que provee el Estado.
La falta de ayuda de estas instituciones influyó
progresivamente en el aislamiento de los personajes, quienes buscan modos alternativos
para satisfacer sus necesidades. Manuel, por ejemplo, encuentra apoyo en sus amigos,
quienes han estado viviendo las mismas realidades que él, como la fracturación de sus
respectivas familias y el abandono escolar.
La agrupación que deciden formar les
permite disfrutar más tiempo juntos para establecer confianza en sus relaciones sociales y
de este modo, poder planear sus primeras transgresiones. Por ejemplo, Cecilia narra
cómo Manuel, a la edad de 16 años, “got our streets in a row and made his connections,
starting small with a few boys pulling purses off viejas or knocking down liquor stores”
(6). Progresivamente Manuel pasa “from picking pockets to stealing cars” (7) y además,
adquiere confianza y respeto entre los amigos del vecindario. De ahí que el dinero
robado le provea una libertad definida, debido a que el dinero se agota y
consecuentemente, tienen que cometer más delitos, incrementando el número y la
severidad.
La transformación de Manuel se debió a múltiples factores que gradualmente
influyeron en el abandono del hogar, en el abandono de la escuela y consecuentemente,
en la formación de su propia pandilla, constituida por sus amigos del vecindario; Chico,
Beto y Paco. Dentro de este ambiente, Manuel es descrito como un líder, como el
protector y proveedor de la familia, como una persona de respeto y especialmente como
157
un hombre de negocios que organiza a los jóvenes para que estos trabajen para él.
Cecilia explica cómo su organización rápidamente incrementó: “Pretty soon he had
fifteen, twenty, twenty-five boys working under him” (11). Para 1983 la asociación había
crecido a 44 miembros (30), sin incluir la participación pasiva de las mujeres, quienes
proveían una variedad de servicios a la organización, como vigías y señuelos. Estos
números pronto los sobrepasó, debido a la popularidad y éxito del negocio, del cual todos
los jóvenes de Echo Park querían formar parte. Cecilia explica el éxito de la asociación
de este modo:
By that time Manny'd grouped himself more than a hundred vatos together
and they were running a mean stream of cocaine all the way from Echo
Park to the far end of Long Beach. We had ourselves some boom times,
Manny fixing himself up all handsome with these fedora hats and leather
jackets, and he was buying up ranflas for his boys like they were penny
candy. (77)
A través de estas descripciones, se puede argumentar que las ganancias que obtiene
Manuel, provienen mayormente de la organización de la mano de obra barata; es decir,
los jóvenes desempleados son organizados de manera que producen para el beneficio del
empleador. De esta manera, entre más jóvenes se incorporan a la organización, ésta
produce más, y los organizadores como Manuel y su círculo de amigos pueden disfrutar
de las ganancias, comprándose carros y nueva vestimenta.
Por ende, Harvey nos
recuerda que los jóvenes marginados están dispuestos a trabajar por el mínimo del dinero
con tal de disfrutar de cualquier libertad que el dinero les provea (The Urban 232).
158
A medida que la pandilla fue creciendo, Manuel fue adquiriendo más dinero, el
cual le resultaba difícil administrar, debido a que había incrementado el trabajo y porque
carecía de preparación escolar. De esta manera, Lucía empezó a adquirir una posición
más prominente en la organización hasta el punto de manejar completamente el negocio.
Lucía describe su participación de la siguiente manera:
I was the first boss woman in this town. After a couple of months of doing
the books, I knew more about the business than anybody else. I wrote
every penny down, kept receipts, businessman balance sheets. Figured out
prices, even, then told Manny what to charge and how to bargain down
suppliers. Told him nice, of course. Said baby and smiled so my teeth
showed. But I could tell you what we was owed down to the last dime. (39)
Si bien es cierto que Lucía gestionaba las finanzas del negocio, su posición estaba
subyugada a las órdenes de Manuel. De ahí que Lucía no se resignó a esta posición de
administradora, a pesar de recibir su paga semanal y de robar un poco del negocio. Su
inconformidad con esta situación la llevó a organizar su propia asociación, al observar
que había “big-eyed sheep….hanging around the Lobos…” (40); es decir, observó que las
novias y amigas de los pandilleros podrían ser parte de su propia organización.
Joan Moore explica que muchas mujeres ingresan a una pandilla “for friendship
and self-affirmation” y también por “economic and family pressures,” entre otros (2). En
este sentido, los motivos que encaminan a una joven marginada a formar parte de una
pandilla son múltiples, no obstante, cuando se integran a una pandilla dominada por
hombres, regularmente son tratadas como objetos de placer, tratándolas como personas
159
de tercera categoría. Lucía explica la situación de la mujer en la pandilla del siguiente
modo:
With all those boys came the women. Hustler girls like me with our
sprayed-out hair and our faces painted up glamour shiny, dark red and
frosty brown on the eyes and cheeks, mouths like stoplights. The deal we
made was to sex the boys hard, any time they wanted, and in return they'd
take good care of us on the money end. They called us sheep, "good for
fucking," was what they said. (31)
A través de estas descripciones que presentan a la mujer como objetos de placer se puede
deducir que las mujeres también estaban dispuestas a trabajar, inclusive a ofrecer sexo, a
cambio de dinero, con tal de disfrutar cualquier libertad que el dinero les proveyese
(Harvey, The Urban 232). Ahora bien, no era una situación de la cual fácilmente podrían
escapar, sino una multitud de circunstancias que paulatinamente habían influido en su
marginalización. Por ende, Lucía, al igual que Manuel, aprovecha de estas condiciones
extremas para organizar a las mujeres y de este modo, ofrecerles otra alternativa de ganar
dinero.
Asimismo, la transformación de Lucía como líder de su propia pandilla fue
cambiando gradualmente, utilizando las estrategias de liderazgo y administración que
había aprendido y desarrollado al lado de Manuel. Su adaptación empezó en las oficinas
de planeación familiar, en donde adquirió, ella y sus amigas, la píldora anticonceptiva
para no quedar embazadas (41). Además, hicieron su propia iniciación (49), comenzaron
a vender drogas, hicieron sus primeros robos (51), empezaron a cambiar su modo de
160
vestir y su modo de maquillarse la cara (94), hasta que Lucía se independizó parcialmente
de Manuel, quien venía perdiendo el control de su propio grupo (94). A través de esta
descripción, se pueden observar dos historias bidireccionales en el texto; es decir, a
medida que Lucía empieza a independizarse y a dirigir su propia asociación, Manuel
empieza a perder el liderazgo de la suya. En ambas situaciones, el nexo es el dinero, el
cual los aliena aún más de sus familias, de sí mismos, de la sociedad, y de sus propios
compañeros/as. En esta instancia, se puede deducir que el dinero, adquirido en la venta
de armas y droga, no necesariamente es una de las soluciones para el individuo
marginado como Lucía y Manuel, debido a que en ambos produjo una multitud de
dificultades que resultó difícil de manejar, entre ellas está la alienación personal, social y
cultural. Con respecto a esta situación, existe una correlación directa entre los múltiples
obstáculos que enfrentan los individuos marginados y las necesidades que el
individualismo del dinero les impone.
Posiblemente sorprenda al lector, enterarse que Manuel pierde completamente el
control de su pandilla y termina como un indigente pidiendo limosna en las calles de Los
Ángeles, mientras que Lucía controla, junto con Beto, la pandilla de mujeres y la ex –
pandilla de Manuel. Hacia 1997, la preocupación principal de Lucía en Echo Park es la
gentrificación, debido a que nuevas familias anglosajonas de clase media habían
empezado a comprar casas y, asimismo, la policía había empezado a vigilar más el
vecindario (245). En este sentido, la comunidad de Echo Park comienza a adquirir valor
capital y por consiguiente, las familias pobres se comienzan a desplazar a otras partes de
la ciudad. Este espacio, que por varios años había sido relegado por la ciudad, dominado
161
por pandillas y por lo que Harvey denomina el individualismo del dinero, ahora comienza
a ser controlado por las fuerzas del estado, debido a que las condiciones del desarrollo
urbano habían cambiado. Harvey lo manifiesta del siguiente modo: “When the paths of
capital circulation are dominated by the pure individualism of money and the traditional
solidarity of communities almost totally dissolves, then a powerful state apparatus
becomes essential to the proper management of capitalist urbanization” (239). De esta
manera, los intereses del Estado están asociados al desarrollo del espacio según su
incremento en valor capital. Por consiguiente, la gentrificación de Echo Park viene a
representar un obstáculo y una amenaza para la asociación delictiva de Lucía, debido al
incremento en vigilancia por parte del Estado.
Hacía finales del texto, Lucía comienza a percibir los cambios que se aproximan y
al mismo tiempo, se da cuenta de cómo ha cambiado su relación con esta comunidad. A
principios de los años ochenta, cuando apenas tenía 15 años, su vida en ese entonces,
dependía del dinero que semanalmente le proveía Manuel, pero ahora, a los 32 años de
edad, era la máxima líder de ambas pandillas. En este sentido, tuvieron que pasar 17
años para que Lucía alcanzara este estatus social, en el cual ella decide el precio de cada
pandillero/a en su comunidad. La experiencia del dinero y de su marginalidad, la afectó
en todos los aspectos de su vida, convirtiéndola en una persona violenta, autómata y
antisocial. Además, es importante notar que Lucía está consciente de la posibilidad de
perderlo todo como le ocurrió a Manuel y por lo tanto, cautelosamente siempre está
observando sobre quién podría ser el/la próximo/a líder que tomará esta posición, para
que de este modo, ella pueda posicionarse y mantenerse en el poder. En esta instancia,
162
Lucía participa de modo consciente en la subsistencia de la pandilla, lo cual indica que
existe una responsabilidad social de parte de los líderes/pandilleros para que el círculo de
la violencia se pueda parar.
De lo anterior, se puede deducir y argumentar que la urbanización de la violencia
ocurre cuando el/la pandillero/a está consciente de sus acciones violentas y las utiliza,
conscientemente, para mantenerse en el poder y además, puede identificarse o
reconocerse en otros/as jóvenes.
Lucía, por ejemplo, hacía el final empieza a
identificarse con una “cholita” de 14 años de edad, que había emigrado de Tijuana y
ahora se encuentra pidiendo dinero en las calles de Echo Park (241). En varias ocasiones,
Lucía narra las siguientes frases: “Yah, she reminds me of something…. (241). She
reminds me of something, but I don't know what. And I ain't gonna try too hard to find
out…. (244). She was skinny as a winter tree begging on my corner and wouldn't run,
reminds me of something….” (246). Estas frases indican que Lucía empieza a recordarse
y a identificarse con ella misma. Subsecuentemente, en las últimas frases del texto, Lucía
manifiesta observar un monstruo que simbólicamente podría representar su propio ser.
5.5 La presencia y ausencia del Estado en Echo Park
La presencia y ausencia del aparato del Estado es evidente en varios aspectos de
la vida de los protagonistas de Locas, particularmente en el aspecto económico de la
familia y de la comunidad. Según Harvey, la función del Estado es fundamental en la
formación de la urbanización de la conciencia debido a que funciona como un centro de
autoridad que ejerce sus poderes ideológicos con cierto grado de legitimidad, la cual está
anclada en la habilidad de definir, defender y resolver los intereses de la sociedad a través
163
de instituciones burocráticas, las cuales administran los conflictos que se presentan en la
ciudad (The Urban 238). En este sentido, las instituciones forman parte de un andamiaje
colectivo que regulan varios aspectos cotidianos del individuo urbano, hasta el punto de
influir en su modo de pensar y actuar (Ibíd. 239). Asimismo, las pautas ideológicas que
promueve el estado dependen del grupo político que se encuentre en el poder, lo cual
resulta en una constante lucha por controlar la dirección y el tipo de política que el Estado
debe proyectar (Ibíd. 246). En el texto Locas, se proyectan aspectos diferentes del Estado,
como por ejemplo, un Estado débil, un Estado inhumano, o un Estado ausente.
A principios de la narración, se describe cómo las autoridades son intimidades por
la pandilla de Manuel, Lobos, la cual empieza a incrementar en números y en actividades
ilícitas. Lucía narra del siguiente modo:
It was a big crew doing good business dealing out Manny's guns, and there
was so much fire in the Park that I saw police driving down the streets
looking different, looking almost nervous. The Lobos were getting tough
enough to maddog the cops, howling cusses and sticking out their bony
boy chests and making macho faces at the big blue suits. "Que RIFA,
homes!" they'd be screaming even then, and throw up that Lobos hand
sign. (31)
El hecho que los policías mostrarán temor por la aglomeración de pandilleros en Echo
Park expone al Estado no solamente en una condición debilitada, sino también en una
posición desfavorecida.
Asimismo, se podría argumentar que existía una falta de
164
recursos económicos, de modo que ambos grupos habían sido afectados. No obstante,
esta situación cambió.
La reacción del Estado fue incrementar los fondos económicos al Departamento
de Policía, lo cual causó que se intensificaran los arrestos y asimismo la violencia. La
descripción impersonal del arresto de Paco, amigo de Manuel, cuestiona las acciones de
ambos grupos, haciendo preguntas como: “I’m asking you, who’s better, them or us?”
(92). En este sentido, la narradora contrapone las acciones de los pandilleros y los
policías del siguiente modo:
I know all the people, they're down on us rebels. They talk about how
we're killing with our business here, feeding it to babies and shit. And OK,
you ain't gonna find no angels down here in the Echo Park Lobos.
But then. One meaty cop, a paper-white no-neck with thick beefsteak
arms, bends down and looks at him with those blue blue eyes. Our man's
keeping his eyes staring at the floor. "How you like this, hey Mexican?"
The heavyweight starts kicking Paco there in the side, in the ribs, his big
black boot toe swinging up and digging into the bones, hard, so things
start cracking. "Fucking wetback" Another cop hits him hard with those
black batons, on his shoulders, his arms, his cheeks, making deep black
and blue and red marks the same colors as his Echo Park tattoos streaking
up his arms, down his face, splitting his lips in half, but the blue suits keep
slamming on him like he's a dog, like he ain't nothing but a dog. (92)
165
La contraposición de las acciones de ambos grupos, en una misma escena, funciona como
un justificante de las acciones de los policías y en este sentido, contrarresta el impacto de
la violencia. En todo caso, los jóvenes son descritos como animales al nominar a la
pandilla “Lobos”, y asimismo, cuando éstos son golpeados, se les vuelve a describir
como ‘perros’. En los sucesivos encuentros, entre policías y pandilleros, la violencia de
los policías se sistematiza de manera que su presencia en la comunidad es más agresiva,
hasta el punto de confrontar “anything that wore a bandanna or had a swagger walk”
(182).
Las otras instituciones de ayuda social muy pocas veces son mencionas o están
completamente omitidas en el texto, por ejemplo, se señala el momento que Lucía y su
mamá reciben welfare ya que se independiza económicamente y por consiguiente, deja de
contribuir a la unidad familiar. Cecilia lo recuerda del siguiente modo: “We were on
welfare then because Manny wasn't bringing home his money and Mama's cleaning didn't
cover the bills.”You’re floja, no GOOD!" she started screaming at me every time the
government check came in because she was shamed that we can't make our ends” (189).
En esta breve descripción se menciona el trabajo que desempeña la madre y el estigma
que siente al recibir el cheque de ayuda social. De la misma forma es mencionado el
sistema escolar cuando los protagonistas dejan de asistir a la escuela, con el propósito de
restarle importancia. En ambos casos, la ayuda social es mínima.
5.6 Subclase social o animales urbanos en Echo Park
Para comenzar, la imagen que se presenta de los jóvenes de Echo Park es la de
una manada de lobos salvajes que destruyen su propio hábitat urbano y por lo tanto, los
166
representantes del orden civil los persiguen, los golpean y los encarcelan, con el objetivo
de contener sus actividades sociales. A esta representación de subclase social, se le
debería agregar el proceso económico capitalista de la ciudad, el cual produce múltiples
restricciones para personas empobrecidas que no tienen otra opción que buscar modos
alternativos para sobrevivir sus necesidades. En este sentido, los protagonistas del texto
Locas enfrentan un sin número de limitaciones procedidas de la falta de dinero, del cual,
según Harvey, deriva el sentido de clase social (The Urban 232).
A lo dicho anteriormente, se puede argumentar que las precariedades de los
jóvenes de Echo Park están intrínsecamente relacionadas a la economía de la ciudad, la
cual, según Harvey, “is ruled by a particular coalition of class forces, segmented into
distinctive communities of social reproduction…” (The Urban 229). En Locas, por
ejemplo, los residentes de comunidades afluentes brevemente son mencionados, lo cual
sucede cuando entran y salen del vecindario a comprar armas y drogas. De hecho, la
comunidad afluente, como representante de una clase social, brevemente es mencionada
en la última parte del texto, cuando Cecilia describe el tipo de trabajo que hace ella y su
madre:
I ride to the rich neighborhoods on the RTD and sit with the other
cleanerladies, some of them so tired they're sleeping with their heads
thrown back or butting up against the dirty window glass. But I don't sleep.
I wash them fancy houses and smile at the rich rubias who can't say my
name, they break it ugly in their mouths and then talk too loud like I'm
half deaf. Even if I want to smack them across the teeth I just smile and
167
get down on the floor to scrub and sweat and wash all that dirt off,
bending my head modest just like a woman should. I work till I can't think
no more, till my arms hurt, my neck stiffs up, till I see my red hands and
my red knees and my eyes sting. That's when I get my peace. (226)
Cecilia describe el trabajo como un castigo corporal, al cual poco a poco somete a su
cuerpo y a su espíritu. Además, narra cómo sus colegas parecen autómatas, durmiendo
en el autobús, mientras viajan hacia la parte afluente de la ciudad. En este sentido, la
ciudad está estructurada según el estatus económico de sus residentes, quienes forman
alianzas para proteger sus intereses económicos y su posición social, utilizando la mano
de obra barata que reside en los vecindarios pobres. Por ejemplo, a través de texto, se
narra como la mamá de Manuel y Cecilia se dedica a limpiar casas para mantener a sus
hijos.
Este es el mismo tipo de trabajo que ahora desempeña la hija, quien se ha
convertido en una trabajadora más de la comunidad; asistiendo a la iglesia y trabajando
en las zonas residenciales afluentes con otras mujeres.
La aptitud de Cecilia ante este nuevo modo de ganar dinero es de orgullo,
resignación y dignidad. De tal manera que empieza a adquirir un sentido de clase social,
al comparar su nueva situación social con el estilo de vida de los pandilleros, quienes
quieren subir la escalera de clase social comprándose ropa elegante y adornando sus
carros nuevos. Cecilia reflexiona sobre esta situación del siguiente modo:
I made my best choice, so I get to live just fine. Better than most. Better
than an old kingpin even. See, because Manny, he was burning too bright.
You've got to stick with the kind of life you're meant for, here with Mama,
168
here with the other Parkers on the bus. A person can't reach too high, or
else they get burned. (232)
Cecilia ha llegado a la conclusión que no puede escalar la escalera social y por
consiguiente, se ha resignado a vivir con dignidad el modo de vida que le ha enseñado su
madre; asistir a la iglesia y trabajar para familias afluentes. Parafraseando a Harvey, se
puede argumentar que los individuos que viven en los vecindarios marginados empiezan
a compartir valores y actitudes sociales que conlleva a la homogenización de una clase
social (The Urban 119). En este sentido, la aptitud de Cecilia es conciliatoria hacia el
final del texto, enfatizando la paciencia y los valores morales que ha encontrado en la
humildad.
Ahora bien, la descripción de la comunidad que se acaba de analizar, contrasta y
difiere con la imagen que predomina a través del texto, la cual consideramos una subclase
social. La imagen que prevalece es la de jóvenes marginados, que están conscientes de
su situación social y por lo tanto, no tienen temor de perder su libertad al participar
vendiendo armas y drogas. Esta colectividad de jóvenes no tuvo las oportunidades
sociales o recursos económicos para progresar en un entorno marginado, por lo tanto, el
único modo de participar en el proceso económico es uniéndose a una pandilla y
participando en actividades ilícitas.
Por ejemplo, cuando Manuel empieza a ganar
suficiente dinero, decide independizarse de su madre, rentar un apartamento y amueblarlo
con objetos de valor. Cecilia, su hermana, describe el cambio del siguiente modo:
I was over at Manny's new place after school one day, sitting in a corner
watching his new color TV. He'd got so tired of me and Mama that he
169
moved out and into a house a few miles away, but he couldn't get too far
since Echo Park's no big city. The guns had brought in good money, and it
showed. He had fancy striped wallpaper up and this black leather couch, a
new beige plushy carpet, piles of take-out enchiladas and stacks of beer in
the refrigerator. Just being there made me feel rich. (56)
La experiencia de poder adquirir objetos de valor por medio del crimen organizado es una
posibilidad que constantemente tiene que repetirse para mantener este estilo de vida. Este
modo de vivir les provee un sentido temporal de libertad y de riqueza, de ahí que Harvey
puntualice que el sentido de clase social se deriva de la experiencia limitada de ganar
dinero y de la libertad que se siente al gastar ese dinero (The Urban 232).
A través del texto, se describen varios momentos en los cuales la experiencia del
dinero resulta ser un afrodisiaco para el individuo urbano que no tiene temor de exponer
su libertad. Estas acciones proveen al lector una imagen incompleta debido a que no
consideran los procesos económicos de la ciudad que condujeron a estos individuos a la
marginalidad. Asimismo, es importante agregar que el cuadro de lobos urbanos atacando
a su propia comunidad es el resultado de un discurso erróneo que estigmatiza a una
comunidad.
Este mismo discurso es utilizado por Departamentos de Policías para
demandar ayuda económica y de este modo, fortalecer sus programas con el fin de
perseguir y encarcelar a los jóvenes de la comunidad.
5.7 La comunidad y el exceso laboral
A través del texto se observa que la comunidad de Echo Park funciona como
reproductora de mano de obra barata, la cual es absorbida por los trabajos que produce la
170
ciudad, según la demanda laboral. Asimismo, se nota que existe un exceso de jóvenes sin
empleo, lo cual podría considerarse como un síntoma de que la economía de la ciudad ha
disminuido o cambiado y por consiguiente, muchos de estos jóvenes pasan mucho tiempo
en la calle, delinquiendo y socializando con los amigos del vecindario. En este sentido,
David Harvey arguye que la formación de la conciencia de comunidad ocurre cuando un
grupo social establece un sentido de lugar y comunidad según sus circunstancias políticas
y económicas, de tal manera que al trascurrir el tiempo empiezan a adquirir un sentido de
lealtad por el lugar (The Urban 235, 265). Además, Harvey indica que las comunidades
de bajos recursos económicos regularmente se sienten atrapadas en sus propios
vecindarios y por consiguiente, empiezan a interactuar y a formar relaciones personales,
tanto en lugares públicos como en privados (The Urban 265-266). De lo anterior, se
puede deducir que los jóvenes de Echo Park forman una conciencia de comunidad no
solamente basada en dinero, pero también en su estatus social.
La comunidad de personas adultas en Echo Park no se menciona en el texto, lo
cual indica que no existe un sentido de comunidad y hasta cierto punto, un sentido de
unión familiar. No obstante, los jóvenes desempleados pasan mucho tiempo juntos,
socializándose en la calle y de esta manera, deciden formar una pandilla local que hasta
cierto punto parece una comunidad alternativa, basada en la necesidad de conseguir
dinero. Dentro de esta asociación, los jóvenes tienen pautas sociales que obedecer, las
cuales son descritas del siguiente modo:
So you've got to learn the rules. The locos have more rules than any
whitefolks. Stick to your own. Fight man to man. Don't mess with the
171
babies or the women. Respect your neighborhood. One of the biggest rules
is that you do your bad jobs outside. Drug store, car jack, throw down.
"Not here, homes," that's what Manny would tell his boys. "Save it for
somebody else." (84)
De estas pautas, se puede rescatar la aptitud positiva que tienen hacia sí mismos y hacia
el entorno que habitan. Además, controlan y vigilan el lugar, a través de la violencia, con
el propósito de vender armas y drogas a cualquier persona que quiera comprar. Son una
asociación que pasan socializándose mucho tiempo juntos y se reúnen para hacer
decisiones que afectan, no solamente a la agrupación, sino a todos los residentes del lugar.
En este sentido, crean un sentido de comunidad que no necesariamente sigue las normas
tradicionales de la sociedad.
El sentido de comunidad se rompe cuando el líder empieza a perder el control de
la agrupación y consecuentemente es destituido violentamente de su posición. En todo
caso, el principal motivo de la desintegración fue el dinero, dividiendo a la comunidad en
dos grupos que vehemente disputarán el lugar. Lucía describe el vecindario y lo que
significaba pertenecer a un solo vecindario de la siguiente manera:
It used to be that Echo Park was one big neighborhood. You got the park
in the middle, with the trees and the grass and that big lake, and then all
the streets on either side. East streets and west streets. Time was, we'd say
there wasn't nothing different about east or west. Alvarado, Mountainview,
and Ross on the west, Edgeware, Bellvue and Laveta on the east, it wasn't
172
a problem. Maybe west's better, but it don't really matter. Everybody was
in the same crew. They was all one hundred percent Lobo. (101)
A esta comunidad de pandilleros, los une las experiencias cotidianas de la marginalidad,
de la violencia, del control del espacio social y de la adquisición ilícita del dinero. Su
rompimiento revela que los vecindarios marginados no solamente son vulnerables a las
represiones del Estado, sino también a las diferencias de sus propios habitantes,
particularmente cuando hay dinero de por medio. En todo caso, la comunidad de jóvenes
es una situación temporal.
Al final del texto, se observa que Manuel, Lucía y Cecilia no lograron escapar las
realidades cotidianas de Echo Park, particularmente la violencia producida por la
ausencia y presencia del dinero. Por ejemplo, Manuel termina como indigente, pidiendo
limosna en las calles de Los Ángeles. Cecilia, la única persona nacida en Los Ángeles,
termina como limpiadora de casas, al igual que su mamá.
Y Lucía, se convierte,
simbólicamente, en un siniestro monstruo que carece de sentimientos humanos y además,
es la líder de la pandilla de hombres y mujeres. La violencia que los jóvenes vivieron en
sus respectivas familias fue reproducida y amplificada en las pandillas. Asimismo, a
través del texto se presenta la imagen de jóvenes urbanos que continuamente están
reclutando a otros jóvenes, quienes terminan re-emplazando a los pandilleros que
terminan en la cárcel. De esta manera, la violencia urbana continuamente se regenera con
jóvenes urbanos que nacen, crecen y mueren en las marginalidades de la ciudad.
173
CONCLUSIONES: LA INTERNALIZACIÓN DE LA MARGINALIDAD
La experiencia de la comunidad chicana ha quedado incrustada en las obras
literarias de escritores chicanos que crecieron y vivieron en los barrios de la ciudad de
Los Ángeles. El espacio narrado, en las cuatro obras estudiadas y analizadas en esta
investigación, data de los años sesenta hasta la década de los ochenta y el mapa
cartográfico del imaginario urbano producido en estas obras es una representación
simbólica de las realidades cotidianas de una comunidad chicana que continúa siendo
explotada por los procesos económicos del capitalismo urbano. Utilizando las teorías
urbanas del pensador británico David Harvey, se estudió, en cada uno de los textos, la
reproducción del sistema capitalista en los cinco centros de poder y formación de
conciencia que son: la familia, el individuo, la comunidad, el Estado y clase social. En
los subsiguientes párrafos, se analizarán paralelamente estos cinco centros de poder para
establecer una correlación crítica que ayude a comprender la enunciación de una
conciencia urbanizada.
Es importante subrayar que los vecindarios narrados en las cuatro narraciones son
descritos como lugares marginados, degradados, violentados por pandillas y habitados
mayormente por jóvenes chicanos.
En estos espacios perdura la delincuencia, el
desempleo y la inestabilidad familiar debido a las múltiples circunstancias que causan los
procesos de desarrollo urbano. Para David Harvey, es en este espacio de desintegración
social que la unidad familiar desarrolla un instinto de flexibilidad, al adaptarse a las
realidades cotidianas que dictamina el sistema capitalista. Asimismo, Harvey teoriza que
174
en la ciudad, el hogar provee un espacio de refugio y escape para los miembros de la
familia. Es decir, en el hogar los miembros de la familia encuentran protección de los
múltiples peligros de la vida urbana. No obstante, hemos encontrado en esta investigación
que el núcleo de la unidad familiar se deteriora y evoluciona con el transcurrir de los años.
En la novela Their Dogs Came With Them, el vecindario es transformado por la
construcción de un sistema de carreteras, por el caos visual del derrumbe de casas, por la
desposesión de tierras y por la invariable vigilancia del estado. Por un periodo de diez
años, se observa que las familias, involuntariamente, empiezan a adaptarse y a imitar la
transformación del espacio público. Del mismo modo, los interiores de las casas son
descritos como desorganizados o en continua construcción, lo cual agrega incertidumbre
a las prácticas cotidianas de la unidad familiar. En las cuatro familias que prevalecen en
esta narrativa, la violencia intrafamiliar y el abandono de hogar son dos aspectos que
funcionan como marcadores en las vidas de los jóvenes.
De ahí, que se puede
argumentar que la unidad familiar es flexible al adaptarse al espacio debido a que
reproduce su transformación. En este sentido, se puede deducir que el núcleo familiar se
deteriora y evoluciona con el transcurrir de los años. Por otra parte, planteamos que el
hogar no necesariamente es siempre un espacio de refugio ya que en muchos de los casos
el individuo tiene que soportar la violencia intrafamiliar y ésta puede producirle
alienación familiar. Consecuentemente argumentamos que la unidad familiar reproduce
inconscientemente la trasformación física del espacio, particularmente cuando el espacio
es urbanizado y violentado por el Estado.
175
En Always Running por ejemplo, la inestabilidad económica de la unidad familiar,
la ausencia de ambos padres debido al trabajo laboral y las adversidades e incertidumbre
que se viven en el hogar crea en Louie alienación personal. Louie encuentra en sus
amigos del barrio la unidad familiar que le es negada en casa y consecuentemente,
empieza a involucrarse en la delincuencia, de la cual difícilmente logra escapar. De un
modo u otro, Louie logra eludir la violencia del barrio, viajando a un barrio de la ciudad
de Chicago, en donde revela que vive con su tercer esposa. Conjuntamente, Louie
manifiesta preocupación por el bienestar de su hijo mayor, Ramiro, quien está
involucrado con las pandillas del área, repitiendo el patrón del padre. En todo caso, la
unidad de la familia chicana evolucionó debido a las múltiples circunstancias que la
familia vivió en la marginalidad.
En el texto, Caras viejas y vino nuevo, el narrador argumenta que los padres son
los principales responsables de moldear la conducta y el futuro de los hijos. Asimismo
expone que él reside en el mismo barrio, en una familia que está económicamente estable
en comparación con el resto de los habitantes del vecindario. Para el narrador, todos
comparten el mismo espacio y por consiguiente, todos están expuestos a las mismas
circunstancias, no obstante, las personas que crecen dentro de la inestabilidad de la
familia son más propensos a la fatalidad. El narrador se enfoca en las particularidades de
su vecino, Mateo, quien tuvo las mismas oportunidades que él, pero no las aprovechó
porque reaccionó negativamente al maltrato inhumano que recibió del padre. Para el
narrador, es muy importante la estabilidad económica, al igual que los valores aprendidos
en la familia, para que de esta manera, el individuo urbano pueda subsistir en la
176
marginalidad. En este sentido, el espacio del hogar podría funcionar como un espacio de
refugio o como un espacio de alienación personal, dependiendo del estado económico de
la familia y de los valores aprendidos en el hogar.
El fracaso de las familias descritas en Locas no solamente está adherido a su
condición de inmigrantes, pero también a las circunstancias que se viven en la
marginalidad. El hecho que ambas familias hayan inmigrado de México indica que estas
familias llegan con la desventaja de no conocer el idioma y de no saber cómo funciona el
sistema económico y social de los Estados Unidos y consecuentemente, presupone que
las familias que inmigran de México son las que perpetúan la pobreza en los vecindarios
pobres. En ambas familias está ausente el padre de familia y la mamá es la que trabaja
para mantener a los hijos y en este sentido, la madre siempre está fuera de la casa porque
tiene que trabajar.
socializándose
Los hijos crecen con poca ayuda social y pasan mucho tiempo
en la calle con los amigos, con quienes desarrollan un sentido de
comunidad. Los hijos se involucran en las pandillas por múltiples razones, en las cuales
incluye la pérdida de la unidad familiar. Las nuevas familias que los hijos crean no son
familias de un patrón tradicional, sino familias alternativas que se han adaptado a las
exigencias de la marginalidad.
A través de estas cuatro novelas se describen múltiples perspectivas de cómo la
familia chicana desarrolla un instinto de sobrevivencia en la marginalidad y con esto
podemos argumentar que en el hogar las familias no solamente encuentran el espacio
como refugio, pero también como un espacio de alienación personal.
En segunda
instancia, la ausencia de un padre regularmente está aunada a la violencia intrafamiliar y
177
definitivamente a los problemas económicos que las familias enfrentan. En todo caso,
creemos que las familias chicanas internalizan la marginalidad a través de una multitud
de factores que están aunados a los procesos económicos de la urbanización.
El individuo urbano
El individuo que habita en los barrios de la ciudad de Los Ángeles enfrenta
múltiples circunstancias que moldean su personalidad como la violencia intrafamiliar, la
falta de un padre de familia, el sistema escolar, el sistema judicial, la pobreza económica,
la presión de los amigos, el estigma y la marginalidad, entre otros. David Harvey teoriza
que el individuo urbano se aferra al uso del dinero en mercados que funcionan libremente
y por consiguiente, confronta el dinero y el espacio urbano como una doble alienación.
Asimismo, Harvey explica que en el espacio urbano, todo se reduce al denominador
común que es el dinero. Estas aserciones sirvieron como guía para analizar al individuo
urbano en las cuatro novelas y en los subsiguientes párrafos se resumirá la experiencia
urbana de la individualidad chicana.
En la obra, Their Dogs Came With Them, el individualismo de cada uno de los
personajes está adherido principalmente a la pobreza y a la urbanización del vecindario.
En la novela, se muestra cómo los jóvenes que crecieron juntos en el mismo barrio fueron
afectados por la construcción de un sistema de carreteras. La transformación del espacio
duró un periodo de 10 años y durante este tiempo, los jóvenes se adaptaron y se
acostumbraron a la vigilancia del gobierno, a los ruidos de las máquinas de construcción
y a la incertidumbre de sus hogares. Las vidas de los jóvenes cambiaron paralelamente
con la urbanización del espacio, de modo que el caos urbano se reproducía similarmente
178
en las realidades urbanas de la población. De ahí que la urbanización del espacio haya
producido enajenación, incertidumbre y marginalización. La internalización del espacio
es normalizada cuando los residentes del barrio empiezan aceptar su alterada realidad
como parte de las prácticas cotidianas que se viven en la marginalidad. Algunas de las
características que adquiere el individuo en la marginalización son la invisibilidad, la
deshumanización y la inseguridad personal.
En las obras analizadas en esta investigación, el individuo urbano que habita en la
marginalidad vive una experiencia contextualizada, según las múltiples circunstancias
que hayan afectado su vida. El protagonista de Always Running desarrolla una actitud
destructiva debido a una combinación de sucesos como los problemas que enfrenta en el
sistema escolar, la incertidumbre familiar y la asociación delictiva. Además, el individuo
siente presión de los amigos, tiene fácil acceso a las drogas, a la vida nocturna, y a la
continuidad del ritmo social. En cierto modo, el individuo del barrio se encuentra en el
centro de una pluralidad de factores que crónicamente están moldeando su experiencia de
la ciudad, su identidad y su estado mental. Louie, el protagonista de esta novela, explica
que se siente como un veterano de la ciudad porque no solamente resiste la
marginalización, sino que sobrevive la alienación del dinero, del espacio urbano y la
incertidumbre del hogar.
El extremo aislamiento conduce a la autodestrucción es una de las propuestas que
se presentan en la obra Caras viejas y vino nuevo. La enajenación se produce porque
Julián vive una multiplicidad de circunstancias sociales, económicas, escolares y
familiares que lo encajonan y conducen por un laberinto ineludible.
Es decir, las
179
adversidades son tantas que resulta difícil para Julián sobrellevar una situación de
incertidumbre personal, familiar y social. La segunda propuesta es representada por el
personaje de Mateo, quien vive en una familia económicamente estable, es respetado en
la comunidad, tiene la oportunidad de asistir a la universidad y está consciente del
estigma que sufre la comunidad. Al final del texto, se revela que Mateo muere de
leucemia en un hospital, terminando de cierto modo con las esperanzas de una comunidad.
En cierto modo, el mensaje es la fatalidad inevitable, la cual está asociada a la
marginalidad y a los procesos económicos del capitalismo. De un modo u otro, el
individuo del barrio no puede escapar.
En la obra Locas, las protagonistas del texto son don jóvenes chicanas, Lucía y
Cecilia, quienes no logran escapar las realidades cotidianas de la marginalidad,
particularmente por crecer en la pobreza en una familia mono parental, por involucrarse
en las pandillas, por salirse del sistema escolar y por una multitud de circunstancias
asociadas con la falta de dinero. El proceso de alienación que viven los jóvenes de Echo
Park está asociado al entorno que habitan, a una pluralidad de necesidades económicas,
emocionales, sociales y culturales. Al transcurrir de los años, los jóvenes crean en Echo
Park un sistema de sobrevivencia asociado a la delincuencia y a la organización social
basada en el dinero que adquirían de la venta de armas y drogas. Hacia el final del texto,
Cecilia termina como empleada doméstica, al igual que su mamá, mientras que Lucía se
convierte, simbólicamente, en un siniestro monstruo que controla el dinero de la pandilla
más grande de Echo Park.
180
Las múltiples circunstancias que viven los jóvenes en la marginalidad son
realidades contextualizadas que forman parte de los procesos económicos de la ciudad.
Los jóvenes internalizan la marginalidad porque son participes de una pluralidad de
circunstancias que se producen en esa marginalidad y esas experiencias se normalizan
cuando el individuo urbano empieza a identificarse con las realidades de su comunidad.
De ahí que el individuo urbano desarrolle lealtad y orgullo por un espacio
contextualizado que está aunado a su identidad.
En las cuatro obras, se narra la
experiencia de jóvenes chicanos que no logran eludir las múltiples adversidades del
vecindario y consecuentemente, son descritos como personas deshumanizadas, invisibles,
inseguros/as, desposeídos/as, que se autodestruyen o se convierten en mano de obra
barata para la ciudad.
La función del Estado
El sistema de educación y el departamento de policía son las instituciones que
prevalecen en las cuatro narrativas estudiadas en esta investigación. Por un lado, el
sistema escolar retiene, impone y segrega al estudiante del barrio y por otro, el
departamento de policía resguarda, defiende y controla las comunidades marginadas. Es
de este modo que el Estado impone orden en la comunidad, argumentando que la ciudad
está obligada a proteger los derechos de la sociedad a través de un sistema legal. El
andamiaje colectivo que sistematiza los aspectos cotidianos de la comunidad responde a
ideologías y prácticas que promueven modos específicos de pensar y actuar.
En el texto, Their Dogs Came With Them, el Estado implementa el orden
poniendo en cuarentena o en estado de sitio a la comunidad. El Estado emplea a guardias
181
de seguridad para que vigilen y restrinjan la entrada y salida de los residentes de su
propia comunidad. Los habitantes solamente pueden salir del lugar a las seis de la
mañana y regresar a las ocho de la noche. En este sentido, el Estado previene y suprime
cualquier inconformidad. Por otra parte, en Locas, inicialmente el Departamento de
Policía deja que incremente la criminalidad en Echo Park, para poder argumentar por un
incremento de fondos económicos lo cual le permite legitimar la violencia en contra de la
comunidad. En ambos casos, el Departamento de policías, utiliza el medio legal para
sistematizar la violencia y promover maneras de actuar y pensar.
Los propósitos del Departamento de Policía estaban aunados a los propósitos del
Sistema de Educación, los cuales funcionaban para implementar un sistema de
asimilación e integración social. Es decir, mientras que el departamento de policía
utilizaba la violencia para generar fondos monetarios, el Departamento de Educación se
encargaba de preparar a los jóvenes chicanos para posiciones de trabajo en el área laboral.
Esta preparación servía para mantener capacitados a los jóvenes del vecindario en una
fuerza laboral y esto concordaba con la ideología dominante que era perpetuarse en una
dominante posición social. En Always Running, Louie explica cómo él y su hermano
fueron relegados a la esquina del salón de clases el primer año escolar. Asimismo, en las
otras obras, el sistema de educación es descrito como un obstáculo para la superación
personal, no obstante, se encuentra implícita la idea que el sistema de educación traerá
movilidad social.
Los jóvenes en las cuatro narrativas han aprendido a evadir el aparato del Estado,
organizándose en grupos sociales que se dedican a vender ilegalmente armas y drogas
182
para las comunidades afluentes de la ciudad. Asimismo, desarrollan lazos fuertes con el
espacio y entre sí mismos con el propósito de rechazar la vigilancia, el acoso y la
violencia del Estado. Además, es una realidad que el discurso negativo sobre estas
asociaciones delictivas forma parte de la ideología popular dominante y pocas veces se
explican las condiciones urbanas que las produjeron. De la misma forma, los medios de
comunicación perpetúan el estereotipo negativo del pandillero urbano, al sensacionalizar
la violencia producida en la marginalidad.
En este sentido, la realidad urbana del
individuo marginado no solamente resulta rentable para los Departamentos de Policías y
para los Departamentos de Educación, sino también para los medios de comunicación.
La clase social
En las cuatro narrativas analizadas en esta investigación, la condición de clase
social está adherida a la marginalidad del espacio, a las condiciones de la unidad familiar,
a la experiencia limitada de ganar dinero y a la experiencia de interactuar con la clase
dominante. Asimismo, se describen a las personas que habitan en los barrios como
individuos que salen en grupos a trabajar, personas que viven en espacios reducidos y que
están acostumbradas a vivir en espacios donde perdura la violencia. Frecuentemente,
estos espacios se encuentran situados en el camino de la restructuración urbana debido a
que son percibidos por el aparato de la ciudad como espacios de poca resistencia social.
En sí, la experiencia de vivir en la comunidad está aunada a una multiplicidad de factores
que en conjunto funcionan en la internalización de clase social.
La condición de marginalidad se perpetúa en el sistema escolar en donde los
jóvenes son capacitados para elaborar como mano de obra barata para empleos que
183
producen los negocios de la ciudad. La escalera social para el marginalizado consiste en
asimilar la ideología del aparato del Estado que se basa inicialmente en aprender inglés
(estructura ideológica) y consecuentemente convertirse en un modelo de superación
social.
La rentabilidad del individuo modelo depende de las oportunidades que se
presenten, de la política del Estado y de la demanda laboral. En las obras, Their Dogs
Came With Them y Caras viejas y vino nuevo, se narra la historia de dos chicanos que
sobresalen en los estudios, ambos asisten a la universidad, pero no logran subir la
escalera social porque terminan muriendo de enfermedades irremediables. El hecho que
los dos candidatos con mejores perspectivas mueran de esta manera, alude a la
contaminación interna del individuo urbano y a las imposibilidades que el individuo tiene
que sobrepasar.
En este sentido, el sistema de educación no es necesariamente el
vehículo para salir de la marginalidad y de su clase social.
Las cuatro narrativas se enfocan en describir las precariedades de los vecindarios
marginados y pocas veces describen a la comunidad afluente. Esto no implica que no
existan, sino que el contacto ocurre cuando los marginados van a trabajar a restringidas
zonas residenciales. También se describe cómo los trabajadores que viajan diariamente,
por medio del trasporte público, al centro de la ciudad para trabajar en restaurantes, en
hoteles, en guarderías, y en todo tipo de trabajo que requiera de pocas habilidades. Los
barrios en este sentido funcionan como reproductores de trabajadores laborales y
consecuentemente, de una clase social.
184
La comunidad
El espacio y el sentido de comunidad son dos aspectos que están vinculados e
inscritos en la conciencia cognitiva de los habitantes, especialmente cuando estos
residentes comparten similares valores sociales, culturales y emocionales. Además, los
habitantes de estos vecindarios pobres llevan consigo mismos, en la memoria, la huella
perdurable de la marginalidad cultural, sicológica, social, política y económica.
La
comunidad es descrita utilizando las siguientes metáforas: un mural comunitario, un área
segregada, una vorágine urbana, un lugar habitado por individuos irracionales y como un
espacio vulnerable. En estas comunidades acontecen diferentes actos de violencia, venta
de armas y drogas, personas que salen temprano a trabajar, desconfianza del Estado y
diferentes representaciones de pobreza. También se describen celebraciones sociales
como bautismos, bodas, misas, primeras comuniones, confirmaciones y fiestas culturales.
De ahí que los residentes de estas comunidades vivan una multiplicidad de factores que
influyen en la urbanización de la comunidad.
El proceso de urbanización es una conjunción continua de una pluralidad de
factores sociales, políticos y económicos que afectan y moldean las motivaciones de los
residentes de la comunidad. La falta de dinero y el alto índice de criminalidad causan en
el individuo desconfianza, enajenación y un sentimiento de sentirse atrapado.
Los
vínculos interpersonales se desarrollan en base a una necesidad económica y para
proteger la rentabilidad del espacio compartido según el fin que tengan las asociaciones o
congregaciones. Por ejemplo, entre asociaciones delictivas, el sentido de comunidad
responde a la falta o ausencia de una comunidad local. Esta forma de comunidad se
185
opone al sentido de comunidad creado por las iglesias y al creado por las fiestas
culturales y sociales que requiere de la cooperación de familiares y amistades.
Las similitudes de experiencias comunes narradas en los textos no son una
supuesta coincidencia, sino una creación discursiva que denota una ideología de
resistencia cultural, económica y social. El espacio narrado, en las cuatro obras data de
los años sesenta hasta la década de los ochenta y el mapa cartográfico del imaginario
urbano producido en estas obras es una representación simbólica de las realidades
cotidianas de una comunidad chicana que ha internalizado la marginalidad del espacio
vivido como parte de su identidad. Una identidad fragmentada no solamente por los
procesos de urbanización, sino también por los procesos políticos, económicos y sociales.
La urbanización de la conciencia es cuando los residentes de la comunidad
internalizan la marginalidad; es decir, internalizan el espacio vivido/percibido y
reproducen su fragmentación.
Además, la urbanización ocurre cuando empiezan a
identificarse a sí mismos como trabajadores de bajos ingresos, cuando empiezan a
acostumbrarse a la violencia y cuando empiezan a acostumbrarse y a normalizar las
experiencias vividas.
186
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