Romeu, Héroe de la Independencia
Transcripción
Romeu, Héroe de la Independencia
Romeu, Héroe de la Independencia José Romeu y Parras nació Sagunto el 26 de enero de 1778 Hijo de José Romeu y Francisca Parrasen un caserón ubidado en la calle Tintoreros, actualmente calle José Romeu. De elevada posición familar, recibió una excelente educación. Su carácter abierto y amable le granjeó el aprecio de sus conciudadanos. Poco después de contraer matrimonio con María Correa y Navarro fallece su padre, obligándole a hacerse cargo de su empresa de comercio Romeu y Compañía, que se dedicaba al suministro de vinos y licores y de abastecer al ejército y a la armada. Por orden expedida por la Junta de Valencia que obligaba al alistamiento de todos los hombres útiles desde los 16 a los 40 años en mayo de 1808 se alista en el ejército. Se crea en Sagunto una Junta para activar la organización y el armamento de las milicias, según las órdenes que llegaban desde Valencia, de la cual formaba parte Romeu. En junio del mismo año fue nombrado comandante de las milicias de Murviedro por la Junta. Recorrió los pueblos cercanos a Sagunto con el fin de captar gente, reuniendo alrededor de 2000 hombres. Ese mismo mes se presentaron en Sagunto todos los hombres reclutados, frente a la explanada de San Francisco. Allí formados, Romeu los arengó con las siguientes palabras: “Volemos, hijos de Sagunto, volemos al campo del honor. Preso nuestro rey, vilmente hollada nuestra patria, juremos no doblar jamás la cerviz al yugo afrentoso de esos advenedizos engañadores que, so color de amistad, pretenden tiranizarnos: Vencer ó Morir sea el juramento irrevocable de la división saguntina” Romeu partió al frente de la división en dirección a Valencia donde combatió a las órdenes de Saint-Marcq. Después de vencer a los franceses en Valencia, regresó a Sagunto y allí estudió táctica militar. En septiembre de 1808 viaja a Madrid para atender asuntos de familia en las oficinas del Estado y permanece hasta diciembre de ese mismo año, cuando el ejército francés entra en Madrid, defendiendo las puertas de Recoletos y Veterinaria. Al rendirse la Villa, Romeu consigue escapar y , aunque con un brazo herido, vuelve a su ciudad. En 1809 es nombrado Capitán de la Compañía de Granaderos que se organizó en Murviedro. Al frente de esta compañía marcha a Morella, que se encontraba sitiada, a combatir y posteriormente a Albentosa, ya en Teruel, donde hostigó a los franceses, arrebatándoles varios convoyes. Cuando en 1810 el Mariscal Suchet avanzaba hacia Valencia, Romeu atacó incesantemente su retaguardia por lo que a su paso por Murviedro los franceses se vengaron y destrozaron sus pertenencias, apoderandose también de su dinero. Seguidamente fue nombrado comandante de los dos batallones de Milicias Honradas de Chiva y Cheste. El 25 de octubre de 1811 los españoles son derrotados en la llamada batalla de Sagunto. A pesar de la derrota, Romeu mereció el reconocimiento del General Blake por la defensa del puente de Ribarroja del Turia. Cuando se rindió Valencia a los franceses, se disolvieron casi todas las milicias organizadas en el Reino. Romeu se dirigió entonces a Alicante a ofrecer sus servicios a la Junta de Guerra de aquella ciudad, formando un completo grupo de guerrilleros. Mientras tanto, su mujer se escondía en las montañas con sus 3 hijos. Pronto los franceses se dieron cuenta de los conocimientos militares que tenía y comenzaron a perseguirle activamente. Los resultados obtenidos fueron que cada ataque era un fracaso y un nuevo motivo de orgullo para Romeu y los suyos. No pudiendo los franceses capturarlo, intentaron atraerle por medio de la persuasión, remitiéndole un pliego en el que se le ofrecía todas las consideraciones y todo tipo de protección si abandonaba la lucha. Romeu rechazó la oferta por escrito. El mariscal Suchet da órdenes de que varias facciones de su ejército recorran el ala izquierda de la provincia de Alicante que era el lugar donde operaba Romeu obteniendo varios descalabros y derrotas Debido a los continuos ataques de Romeu contra los convoyes franceses, Suchet se vio obligado a formar numerosas columnas para que estuvieran en su continua persecución y evitar así que les interceptasen víveres y correspondencia. Así, en junio de 1812, lo que no pudieron conseguir las tropas francesas, lo consiguió la traición de un español que lo traicionó avisando a Suchet de que Romeu se dirigía con solo 40 caballos en dirección a Sot de Chera donde solía pernoctar Esa noche del 6 de junio, 4 divisiones francesas con unos 1.800 soldados cayeron sobre Sot de Chera hacia la madrugada. Romeu se vio sorprendido y no tuvo ni tiempo de empuñar un arma y vender cara su vida. Romeu fue conducido a Valencia, donde Suchet esperaba que se convirtiera a la causa gala, influyendo en sus conciudadanos y alcanzar así la pacificación de la provincia. En vano el gobernador superior de Valencia, envió emisarios a convencerlo de que se uniera a la causa francesa. Romeu, indignado les contestó: “Diga Ud. a su general que Romeu es un español, y un español que nació en Sagunto”. Los franceses quedan admirados de su honradez pero intentan convencerlo a través de sus amigos haciéndole saber que si reconocía a José I como rey, lo declararían prisionero de guerra, y en caso contrario lo condenarían a muerte. Romeu recibe la carta de sus amigos pero les contesta con una nueva negativa en una carta escrita. Durante el consejo de guerra continuó con la misma actitud heroica. A pesar de todo, la comisión de guerra no se atrevió a fallar en un proceso que el acusado debía considerarse como un prisionero de guerra. Pese a ello, Suchet preguntó cuando se le informó si Romeu se había retractado en su declaración y si se había sometido al gobierno de S.M. Al informarle que no, Suchet dijo: “Pues tampoco se retracta el Mariscal del Imperio” y tomó la pluma y escribió: D. José Romeu morirá precisamente ahorcado dentro de doce horas, y sus bienes serán prontamente confiscados.” Suchet le ofreció nuevamente perdonarle la vida a cambio de que se retractara. Nuevamente se negó. Así, la mañana del 12 de junio de 1812, entró Romeu a la plaza del Mercado, donde se había levantado un cadalso y situado frente al patíbulo exclamó: “Oh patíbulo ignominioso… hoy va Romeu a honrarte con su sangre!” Romeu fue ahorcado con 34 años de edad, dejando en el mayor abandono y miseria mujer y 3 hijos. Sus restos fueron acompañados por los cofrades de la Cofradía de la Virgen de los Desamparados hasta el cementerio de Carraixet, en Tabernes Blanques, dedicado exclusivamente para los ajusticiados. Toda la nación se indignó al conocer el asesinato del Mariscal Suchet. También se decretó que se levantara un monumento que perpetuase su memoria en el mismo lugar donde fue ahorcado. Más tarde Fernando VII concedió a la viuda del héroe saguntino la pensión correspondiente a Teniente Coronel. En 1888 en la glorieta de su ciudad natal se levantó un monumento. Consiste en un zócalo de caliza, una columna de 2,20 m de mármol y coronada por un busto de Romeu. Después de varias ubicaciones, en la década del año 2000 se reubicó junto a la casa natal del héroe. También se cambió el nombre de la calle donde vivió, la calle Tintoreros, pasándose a llamar Calle Romeu, donde se colocó una placa de mármol que así lo recuerda. En 1888, la regente María Cristina otorgó a su primer nieto varón, José Romeu Crespo, el título de Conde de Sagunto. En1912 se descubre una lápida conmemorativa en la Lonja de Valencia, en el mismo lugar donde fue ejecutado, tal y como decretó la Junta Superior de Valencia en 1812.