Latomia 5 - Gran Logia de España

Transcripción

Latomia 5 - Gran Logia de España
NUMERO 5 - OCTUBRE 2012
LA EXPERIENCIA INICIÁTICA
SUPERVIVENCIAS OPERATIVAS
UNIDAD TRASCENDENTE
SUMARIO
ESCULTISMO Y MASONERIA (entrevista) .................... 2
LA EXPERIENCIA INICIÁTICA ...............................................7
SUPERVIVENCIAS OPERATIVAS........................................ 12
TECNOLOGÍA MASÓNICA................................................ 30
CRUZ CÚBICA Y EL OCTAEDRO.................................... 33
TRES DOCUMENTOS MASÓNICOS................................. 38
UNIDAD TRASCENDENTE.................................................. 46
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 1
ESCULTISMO Y MASONERÍA.
ENTREVISTA A TONY HARVEY,
PRESTONIANLECTURER 2012.
Por Raphus Cucullatus e Ibeanyi Mora
INTRODUCCIÓN
"Dejad al mundo mejor de
como lo encontrasteis".
Baden Powell
El escultismo en España, de
la creación a la prohibición
y su recuperación
Durante el año 2012 se está
celebrando en España el primer
centenario de la creación ofi­
cial del escultismo español.
El 30 de julio de 1912, fue­
ron aprobados los estatutos y
reglamentos de la Asociación
de Exploradores de España,
promovida por el capitán de
caballería Teodoro Iradier y
Herrero, sobrino del explora­
dor y masón alavés Manuel
Iradier, y por el escritor Artu­
ro Cuyás. El 11 de agosto de
ese mismo año, se creaba en
Vitoria la primera tropa de
exploradores. Los comienzos
no fueron fáciles, acusados
por la prensa conservadora
católica de contar con nota­
ble un carácter masónico,
protestante y britanófilo.
A pesar de ello, el escultismo
español pronto consiguió el
favor real. A partir de 1917,
El Rey Alfonso XIII, fue pro­
tector y Presidente de Honor
de los Exploradores de Es­
paña y, al ver en aquel movi­
miento un medio para “la
formación de excelentes ciu­
dadanos”, inscribió en la insti­
tución a sus cuatro hijos varo­
nes. Antes, en 1915, Alfonso
XIII, cedió a los explorado­
res, una parcela en el monte
de El Pardo, para campa­
mento permanente.
Durante la II República, el
presidente Alcalá­Zamora fue
también Presidente de Honor
de la asociación.
La Guerra Civil y el posterior
régimen franquista marcan
una segunda etapa en el ca­
minar del escultismo en Es­
paña: prohibición y paso a la
clandestinidad. El 22 de abril
de 1940, la Orden Circular
número 9 del Ministerio de
la Gobernación, enviada a
todos los gobernadores civi­
les, dispone: “la suspensión
de actividades de la Asocia­
ción Nacional de los Explo­
radores de España”. El moti­
vo: la política juvenil del
régimen estaba monopoliza­
da por la Falange española.
Dicha orden fue recurrida sin
éxito. El escultismo en Es­
paña quedó así prohibido y
con la consiguiente incauta­
ción de sus locales y bienes.
En los años 40, sin amparo
legal, muchos grupos desa­
parecen, pero otros se reor­
ganizan, surge el llamado
“escultismo de espera”. Los
años 50 traen cierta tolerancia
por parte del régimen fran­
quista. Aún estando prohibida
la práctica, España, como tal,
acude a Conferencias y activi­
dades internacionales. Y será
en esos años cuando un grupo
llamado “Clan Lobo Gris”,
impulsa la creación de la
Asociación de Scouts de Es­
paña (ASDE), con reuniones
en la clandestinidad para po­
ner al día los conocimientos
escultistas y la toma de con­
tacto con antiguos explora­
dores.
Asimismo, la Iglesia recupera
su protagonismo en la educa­
ción infantil y en el escultismo.
La diócesis de Barcelona
funda en 1956 una sección
scout llamada DDE (Delega­
ción Diocesana de Escultis­
mo). Así, aparecen en todo el
país otras DDE que terminan
por organizarse en 1961 en la
Oficina de Información y
Coordinación del Escultismo
Católico (OICEC). En ese
mismo año, se intenta el en­
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lace entre ASDE y la OICEC,
pero sin éxito por razones de
confesionalidad, con lo que el
escultismo español y ASDE
continuarán sus actividades
en la clandestinidad, aunque
en 1962 se organiza la Ofici­
na Nacional sin legitimidad.
En los años 60, desaparece
el Frente de Juventudes y se
crea la Delegación Nacional
de la Juventud lo que abre un
cauce legislativo para buscar
la legalidad.
El 2 de diciembre de 1973 la
iglesia reconoce a ASDE, a
pesar de que aún el escultis­
mo organizado no está lega­
lizado por el Gobierno. En
octubre de 1974, la Delega­
ción Nacional de la Juventud
aprueba la Asociación Na­
cional de Exploradores de
España (ANEDE) como en­
tidad colaboradora, otorgan­
do una cierta legalidad al
movimiento Scout.
El 31 de enero de 1977, la
Asociación de Scouts de Es­
paña, consigue la legaliza­
ción, y el 1 de diciembre de
ese mismo año, ASDE reci­
be la calificación de “utili­
dad pública” y se aprueban
los primeros estatutos. En
1978 España reingresa como
país miembro, con el número
113, en la Conferencia Scout
Mundial, a través de la Fede­
ración de Escultismo de Es­
paña, compuesta por ASDE,
por el Movimiento Scout
Católico y la Federació Cata­
lana d´Escultisme i Guiatge.
Escultismo y Masonería
Escultismo y masonería han
sido vistos por muchos, co­
mo dos organizaciones para­
lelas. Preocupada una por la
formación de los niños y jó­
venes, y la otra por el desa­
rrollo espiritual de los adul­
tos, ambas cuentan con
numerosos elementos comu­
nes, pero también con nota­
bles diferencias.
El conferenciante de la
“Prestonian Lectures” de es­
te año, el VH Tony Harvey,
es masón y scout activo.
Masónicamente, el Hno Har­
vey fue iniciado en la Logia
Pioneer 9065, la Logia scout
de la provincial de Derby, a
la edad de 31. Fundador y
Pasado Maestro de la Logia
Walesby Forest Lodge №
9674, la Logia scout de Not­
tinghamshire, es también miem­
bro de la Logia scout de Essex
Venturer № 7897, entre
otras.
En 2009 fue el Venerable
Maestro fundador de la Lo­
gia Scout de Maestros Maso­
nes de Marca nº1907.
En Derbyshire, el Hno Tony
es Secretario Provincial de la
Marca y Mentor Provincial
en la Gran Logia.
La Conferencia Preston
(Prestonian Lecture) es la
única conferencia oficial­
mente patrocinada por la Gran
Logia Unida de Inglaterra, y
recuerda la figura de William
Preston (1742­1818), una de
las figuras más importantes
en lo relativo a la formación
masónica gracias a su impulso
dado al sistema de lecturas o
catecismos (La GLE ha edi­
tado una versión traducida al
español bajo el título de
Lecturas de Emulación).
Las conferencias dejaron de
realizarse en 1856, pero en
1924 fueron recuperadas con
el formato actual. El objeto
de la conferencia debe versar
sobre algún aspecto de la ma­
sonería que no sea contro­
vertido pero que sirva para
formar e ilustrar a los miem­
bros de las Logias. Cada
año, en la reunión de la
GLUI de junio, se hace pú­
blico el tema y el conferen­
ciante escogido para el año
siguiente
Entrevista para LATOMIA,
la revista de la Gran Logia
de España.
Revista Latomia. QH.∙. Tony,
habéis sido un scout activo
desde la edad de 8 años y
masón activo desde los 31,
aunque no hay un nexo ofi­
cial entre ambas organiza­
ciones, ¿cuáles son sus simi­
litudes y diferencias?
Toni Harvey. Si pudiera solo
enfocarme en lo que consi­
dero son las tres similitudes
más importantes. La primera
sería que son organizaciones
basadas en unos valores.
Tanto los scouts como la
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francmasonería piden a sus
miembros ajustarse a un códi­
go, reflejado en la ley scout
en el caso de los scouts, y en
el caso de la masonería co­
municado a través de su ri­
tual. Sin duda, si se compa­
ran los valores de ambas
organizaciones, son sorpren­
dentemente parecidos puesto
que ambas organizaciones se
centran en la relación con
nuestro Creador, con el pró­
jimo y con nosotros mismos.
La segunda similitud sería
que ambas son organizacio­
nes seculares cuyos miem­
bros han de creer en un Ser
superior, y ni siquiera definir
o imponer un credo al que el
miembro deba pertenecer.
De hecho, ambas están
abiertas a personas de todas
las creencias. Esto aparejado
a otra similitud, el requisito
de no discutir sobre doctrina
política como miembro, hace
que ambas organizaciones
estén abiertas a convertirse
en fuerzas unificadoras a ni­
vel mundial para hacer el
bien. La tercera principal si­
militud, sería que ambas or­
ganizaciones solicitan a sus
candidatos que formulen un
juramento en presencia de
otros miembros. De hecho,
así como los scouts al pres­
tar juramento con su “pro­
mesa scout”, se convierten en
scouts; de la misma manera,
el candidato a francmasonería
al prestar su juramento, se
convierte en masón.
Podría tocar otras similitu­
des como el uniforme que
llevan, su extensión por el
mundo, símbolos y signos, y
extenderme más. De todo
ello se habla en mi libro,
“Escultismo y Francmaso­
nería: ¿dos organizaciones
paralelas?”.
Así mismo hay diferencias,
en algunos países el escultis­
mo es ahora co­educativo,
con niñas siendo admitidas
desde edades tempranas com­
partiendo igual membresía y
derechos que los chicos.
Mientras que en las obediencias
reconocidas por la GLUE
solo se admite a hombres,
así como las obediencias fe­
meninas o las obediencias
mixtas solo existen en algu­
nos lugares del mundo. La
segunda diferencia es que el
escultismo está creciendo en
muchos sitios del mundo,
mientras que la francmaso­
nería occidental está experi­
mentando un declive en su
número de miembros. En el
Reino Unido hemos revitali­
zado el escultismo después
de una revisión de principios
en la que confirmamos nues­
tros valores clave, pero mo­
dernizando y actualizando el
programa y la organización.
Como consecuencia, desde
el año 2004 hemos obtenido
un crecimiento afiliaciones
de entre el 4­5% anual. La
última diferencia podría ser
la más obvia. El escultismo
existe como una organiza­
ción en la que se ofrece a la
gente joven una forma de vi­
vir la vida, sostenida por un
modelo de conducta adulto
instruido y apropiado. La
francmasonería es para hom­
bres maduros que ya han es­
cogido su camino en la vida.
No ofrece rehabilitación, pe­
ro si persigue hacer de hom­
bres buenos, hombres mejores.
R.L. Cuando te afiliaste a la
masonería, ¿jugó un papel im­
portante en tu vida tu expe­
riencia scout previa?, ¿Qué
utilidades encontró en la vi­
da scout para la vida masó­
nica y vice versa?
T.H. Me afilié a la maso­
nería como consecuencia di­
recta de mi experiencia scout.
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De hecho me afilié en una de
las logias formada por Her­
manos que eran scouts acti­
vos y pasados. Fui propuesto
y secundado por dos colegas
scouts, iniciado en uniforme
scout, bajo premisas scout en
una ceremonia especial para
la que mi logia se reunió en
un centro de entrenamiento
scout.
El escultismo me dio mi có­
digo moral para la vida, y me
he dado cuenta que la maso­
nería ha extendido y amplia­
do ese código en términos
adultos. Los valores, autodis­
ciplina y acercamiento a la
vida del escultismo me han
ayudado a abrazar la maso­
nería y crecer como masón.
Estoy convencido de que mi
propio servicio en el escul­
tismo, se ha beneficiado mu­
cho de mi experiencia masó­
nica. Aunque entregaría mucho
más tiempo al escultismo si
no estuviese involucrado en
la masonería, el tiempo que
le dedico es desde la base
para ser ­y así lo siento­ una
mejor persona. También he
sido capaz de desarrollar un
apoyo más amplio desde la
masonería al escultismo, por
lo que pienso que el efecto
neto sobre el escultismo es
mayor como resultado.
R.L. Se ha mencionado va­
rias veces que Baden Powell
ha sido francmasón, y tradi­
cionalmente ha existido una
gran discusión sobre su filia­
ción, ¿qué podría decir acerca
de eso? ¿Fue Baden Powell
francmasón? ¿Qué opinión
tuvo Baden Powell, si acaso
se conoce, acerca de la ma­
sonería?
T.H. Baden Powell no fue
francmasón. Aunque aún hay
gente que reivindica que si lo
fue, nadie ha logrado dar al­
guna prueba de su iniciación
o de su pertenencia a Logia
alguna. Las Grandes Logias
de Inglaterra, Escocia e Ir­
landa, han confirmado que
no fue nunca iniciado en sus
jurisdicciones, y miembros de
su familia han confirmado
que nunca fue masón, tres de
ellos a mí personalmente.
De todas maneras, hay una
clara evidencia de que tenía
una buena opinión de la ma­
sonería. Durante el asedio de
Mafeking, en las guerras an­
glo­boers, permitió que la lo­
gia local Austral Nº2534 pu­
diera seguir reuniéndose.
Igualmente, autorizó que en
Melbourne (Australia) se fun­
dase una Logia con su nom­
bre, la Logia Baden Powell
Nº488.
Escribió a todas las logias de
la Gran Logia Unida de In­
glaterra solicitando fondos
para su proyecto, y enfati­
zando las similitudes de her­
mandad y servicio entre las
dos organizaciones. Sabemos
que tuvo amistad con muchos
masones. Rechazó ser iniciado
ya siendo Jefe Scout, pues le
preocupaba que si llegaba a
serlo en ese momento podría
ser un elemento de división.
Pero no sabemos por qué no
llegó a ser masón durante su
vida temprana. Especulo so­
bre ello en mi libro.
R.L. ¿Entiende el escultismo
actual la francmasonería?, ¿Có­
mo se ve la masonería desde
dentro del movimiento scout
en el Reino Unido y en el
resto del mundo?
T.H. Creo que a lo largo de
muchos años el escultismo
pensó muy poco acerca de la
masonería. La asociación
scout en el Reino Unido
tenía constancia de que mu­
chos de sus miembros eran
también masones, y siempre
mantuvieron que fue por
elección personal. Por lo que
el escultismo como tal no
tiene una visión de la misma,
ni un entendimiento colecti­
vo acerca de la masonería.
Cada miembro del escultis­
mo por si mismo tendrá sus
ideas personales sobre la
masonería.
Ha sido solo en los últimos
años que los líderes de am­
bas organizaciones se han
reunido, aprendido mutua­
mente acerca de la organiza­
ción del otro y empezado a
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construir una relación. La
asociación scout del Reino
Unido aprecia el apoyo de la
masonería, y su apertura, y la
ve como un socio colabora­
dor obvio con el que com­
parte valores. Es receptiva a
nuevas ideas y valores que la
masonería pueda dirigir, a
nivel local y nacional.
Sé que en campos más leja­
nos, en otros países, las rela­
ciones se están estableciendo
entre las autoridades scout y
las masónicas. Mis investi­
gaciones indican que se están
llevando a cabo de un modo
muy positivo.
R.L. Eres miembro y unos de
los promotores de la Kindred
Lodge Association, ¿podrías
explicarnos que es esta aso­
ciación y qué papel juega
dentro de la Gran Logia Uni­
da de Inglaterra?
T.H. La Kindred Lodge As­
sociation existe desde 1952,
y es una asociación de Lo­
gias cuyos miembros tienen
un interés común en el traba­
jo con los jóvenes. La ma­
yoría de las 39 Logias inte­
grantes fueron fundadas
específicamente por masones
que fueron o son Scouts, y
tienden a mantener una co­
nexión con el movimiento
scout en su provincia o loca­
lidad. Algunas de ellas fue­
ron fundadas de una manera
similar por hermanos con
experiencia en otras organi­
zaciones juveniles como las
Boys’ brigada.
Hace algunos años la KLA
me pidió ser su contacto con la
Asociación asociación Scout
scout del Reino Unido. En
calidad de tal me reuní con
veteranos colegas veteranos
Scout scout y comencé un
diálogo sobre masonería, pa­
ra generar un mejor entendi­
miento e identificar y desa­
rrollar cualquier oportunidad
de trabajar conjuntamente.
Me pareció una progresión
natural extender ese modelo
dentro de la GLUE, para mos­
trarles el potencial de ayudar
al escultismo y coómo noso­
tros, como masones, podría­
mos aprender sus recientes
experiencias de crecimiento
de membresíamiembros.
Así que ahora trabajo como
enlace entre el Escultismo y
la Masonería, con reuniones
regulares con veteranos de am­
bas organizaciones y en oca­
siones facilitando encuentros
entre ellos.
Mi papel es por supuesto ex­
traoficial y te pediría que en­
tendieses que las opiniones
que he expresado aquí son
las mías personales. No ha­
blo de parte ni de la asocia­
ción scout del Reino Unido
ni de la GLUE.
R.L. ¿Qué pasará próxima­
mente? ¿Cómo ve a las dos
organizaciones trabajando jun­
tas en el futuro?
T.H. Me gustaría ver una
iniciativa específica en la
que el escultismo y la maso­
nería puedan verse pública­
mente como colaboradores
para el bien de las comunida­
des locales. Me gustaría ver
además a la masonería tra­
bando localmente y colabo­
rando con los grupos scout
de sus ciudades y pueblos, y
creando enlaces locales que
hagan lo mismo que hago,
pero a su nivel.
Espero que como resultado
de esta relación, la maso­
nería pueda aprender del es­
cultismo como ha hecho para
reactivarse, y el escultismo
podría beneficiarse de la ex­
periencia y capacidades de la
masonería, así como de sus
donaciones económicas.
R.L. ¿Quisiera añadir algo
más?
T.H. Solo quisiera agradece­
ros el darme esta oportuni­
dad, y desear tanto a la ma­
sonería como al escultismo
en España lo mejor para el
futuro.
Referencias:
Havervey, A.D.G. (2012), “Scou­
ting and Freemasonry: ¿dos orga­
nizaciones paralelas?”, Carrfields
publications, Londres. Disponible
a través de :
www.prestonian2012.org.uk
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LA EXPERIENCIA INICIATICA
Por Robert Herd
El VH Robert Herd, editor de la revista Living Stones (www.livingstonesmagazine.com), es
también Gran Orador de la Gran Logia de Colorado. Fundador de “The Sancta Sanctorum”,
uno de los mayores foros de discusión sobre masonería en Internet, es Pasado Maestro y fun­
dador de la Logia Enlightenment 198, al oriente de Colorado Springs. Esta Logia pertenece a
una corriente que desde 2001 ha surgido dentro de la masonería de los EE.UU. y que ellos
llaman de “observancia tradicional”, y que pretende la puesta en práctica de usos y costum­
bres cercanos a la masonería europea actual, frente a los existentes en la masonería nortea­
mericana: exigencia en las prácticas de los rituales, cuidado de ciertos detalles en cuanto a la
formación de los hermanos, progresión en los oficios, atención en la vestimenta, etc., que
según ciertos hermanos se han ido dejando de lado en la masonería de los EE.UU. Al mismo
tiempo, esta corriente busca profundizar en el contenido iniciático y espiritual de la Orden.
Puestos en contacto con el Hno Herd, nos ha hecho llegar este artículo que fue el primero que
se presentó a un grupo de HH, previos a la creación del llamado Club Enlightenment de ob­
servancia tradicional, antes de que llegase a dar lugar al nacimiento de la hoy Logia Enlight­
nement nº 198 de la Gran Logia de Colorado.
Traducción del artículo por Ibeanyi Mora y Raphus Cucullatus
Empezaré con una simple
definición de “iniciación” de
la Enciclopedia Columbia
para poder ir centrando nues­
tro tema: “proveniente del
latín, la iniciación implica un
comienzo. El verbo mencio­
nado iniciar, significa co­
menzar o empezar una ac­
ción determinada, evento,
circunstancia o suceso”. El
proceso iniciático a menudo
se compara con una muerte y
una resurrección simultá­
neas, puesto que al mismo
tiempo que indica un inicio
supone el fin de una existen­
cia, pues el caer de un nivel
conlleva la ascensión al pró­
ximo.
Desde tiempos inmemoriales
la mayoría de culturas, razas,
religiones y órdenes filosófi­
cas han realizado iniciacio­
nes. El objetivo debió ser al­
go tan sencillo como el de
marcar el paso de un mu­
chacho de la infancia a la
madurez, o algo tan comple­
jo como iniciar a un sacerdo­
te en el sacerdocio. La hu­
manidad ha llevado a cabo
estas prácticas a lo largo de
los tiempos para ayudar a
encontrar respuestas a las
cuestiones eternas.
¿De dónde viene todo esto,
esta búsqueda, esta necesi­
dad de entender los misterios
de la vida cuando no se haya
respuesta a la más simple de
las preguntas? ¿Por qué esta­
mos aquí? ¿Qué es el alma?
Ordenes iniciáticas muy dis­
tintas se han creado a lo lar­
go de los tiempos para ayu­
darnos en la búsqueda de
más luz. Son demasiado nu­
merosas para mencionarlas
todas, pero igualmente me
gustaría enumerar algunas de
ellas, que son de gran impor­
tancia para entender los orí­
genes de la masonería y su
filosofía con respecto al pro­
ceso iniciático. No me es po­
sible ni práctico examinarlas
en
profundidad en este
artículo, pero con suerte esto
animará a que el lector se
arriesgue a expandir su co­
nocimiento estudiando estos
conceptos en profundidad, y
así poder encontrar sus pro­
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pios vínculos con nuestra
fraternidad:
Sacerdocio egipcio: en el
antiguo Egipto hubo diferen­
tes órdenes sacerdotales que
podrían haber realizado tan­
to enseñanzas prácticas so­
bre ciencia así como sobre
religión, espiritualidad y fi­
losofía.
Hermetismo: El Hermetismo
es un movimiento mágico y
religioso que proviene de las
enseñanzas de Hermes Tris­
megisto. Está conformada
por algunas de las más anti­
guas y filosofías más am­
pliamente adoptadas.
Alquimia: La Alquimia
es un sistema de desa­
rrollo esotérico, iniciá­
tico y espiritual. Es uno
de los pocos sistemas
iniciáticos que hace igual
hincapié en el trabajo
externo y físico, así co­
mo en el interno y es­
piritual del alma.
Rosicrucismo: La Or­
den Rosacruz estaba
dedicada al estudio de
las antiguas doctrinas
místicas, filosóficas y
religiosas, y se preo­
cupaba por la aplica­
ción de estas doctrinas
a la vida moderna.
Pitagorismo: Esta or­
den sostenía que la rea­
lidad, a su nivel más
profundo, es matemá­
tica, y que la filosofía
puede ser usada para la
purificación espiritual,
que el alma puede al­
zarse para su unión
con lo divino, y que
ciertos símbolos tienen un
significado místico.
Gnosticismo: Ciertas doctri­
nas pre­cristianas, judías, y
de las primitivas sectas del
cristianismo, valoraban que
el conocimiento revelado de
Dios y del origen y fin de la
raza humana eran medios de
conseguir la redención espi­
ritual.
Estos son solo ejemplos de
algunas órdenes iniciáticas
con lazos con la masonería,
a través de un sistema ini­
ciático de varios procesos,
de transmisión y de mezcla
de filosofías. Todo esto nos
lleva a la verdadera pregunta
importante...
¿Cuál es o cuál debería ser
la experiencia iniciática
en la masonería?
Quiero remarcar que estas
son solo mis opiniones per­
sonales y creencias. Creo fir­
memente que ningún hom­
bre puede hablar en nombre
de toda la masonería. Os las
ofrezco solo como producto
de mis reflexiones y estu­
dios, Y continuaré con los
mismos con el límite de no
violar los principios básicos
de mis juramentos de no
mostrar nuestro tra­
bajo a quienes no
son masones.
Los hermanos que
llevan a cabo la ini­
ciación, que están en
posesión de un cier­
to conocimiento y es­
tado con respecto a
cada uno de los gra­
dos, transmiten este
conocimiento o es­
tado al candidato que
está siendo inicia­
do. La energía de
esta transmisión, es
de relevancia seña­
lar, es tan importan­
te como el conoci­
miento mismo.
Pensad en cuan im­
portantes son nues­
tras ceremonias pa­
ra el iniciado cuando
son celebradas por
hermanos que ver­
daderamente saben y
comprenden el traba­
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jo, y no solo comunican pa­
labras, sino también “energía”
al candidato. Esta es una par­
te de la energía iniciática de
la que estoy hablando. La trans­
misión de esta “energía”, a
través de la experiencia ini­
ciática, pretende causar un
bre, y se transmiten al candi­
dato las reflexiones del eter­
no ciclo del espíritu humano.
Nacimiento, vida, muerte y
renacimiento.
proceso de cambio funda­
mental en el candidato, sea
este físico, mental, espiritual
o una combinación de los
tres.
para entender lo que yo lla­
mo el Misterio, porque el
Misterio es aquello que no
puede ser diferenciado de lo
físico a través de los senti­
dos, o por la parte mental a
través del intelecto, sino que
más bien se percibe directa­
mente por el espíritu, …ese
elemento del ser humano que
es uno con lo que algunos
denominan el Gran Arqui­
tecto del Universo, Verdad
Universal o simplemente con­
firma nuestra inconsciente
conexión con lo divino. Tra­
taré de articular mejor esta
idea más adelante en este
mismo artículo, pero permi­
tidme decir antes que mi de­
finición de Misterio yace ba­
jo la premisa de que hay una
realidad más allá del plano
material.
La masonería moderna trata
de la naturaleza trina del
hombre (física, mental y es­
piritual) en ese orden y por
medio de los tres grados.
Primero se instruye al candi­
dato acerca de la parte física
de su entorno en logia, y del
necesario control de sus ac­
ciones físicas externas en el
primer grado. Después, se
toca brevemente el estado
mental, y se alienta a estu­
diar y perfeccionar la mente
y expandir su conocimiento
mediante una educación bá­
sica en las ciencias, para
acrecentar su intelecto en el
segundo grado. Finalmente,
en el tercer grado, se expone
la parte espiritual del hom­
Reconocer esa naturaleza
trina del hombre es esencial
La masonería está compuesta
por hombres con muy dife­
rentes credos, pero un común
entendimiento y creencia en
un supremo creador. No
obstante, no sería razonable
esperar que un lector que no
se siente capaz de compartir
esta creencia en una realidad
no física, acepte esta premi­
sa sin cuestionarla. De he­
cho, pido a todo lector que
no sea masón que se pre­
gunte a que me refiero con
existencia “espiritual” o “no
material”, pues aquello que
él cree es incomprensible
para los sentidos, lo es sin
embargo para una realidad
que trasciende a su mera
persona. Para algunos hom­
bres esto podría ser una Dei­
dad; para otros la esencia vi­
tal que anima todo ser
viviente; y para otros aun,
ésta podría ser una simple y
misteriosa fuerza eléctrica
que está presente en todo el
universo. Mi creencia es que
es una forma de conexión
entre nosotros y la Deidad.
¿Cómo explicamos lo que
no es físico o mental? ¿Có­
mo podría explicarse, y mu­
cho menos, cómo podríamos
comunicar con menos este
concepto a un iniciado? Para
ello os pediría que recorda­
seis esa “energía” que men­
cionaba anteriormente.
Energía que nosotros como
“iniciadores” tratamos de co­
municar o transmitir al can­
didato a nuestra orden ini­
ciática, llevando a cabo
nuestra meta de ofrecer una
experiencia iniciática com­
pleta al candidato.
Un determinado número de
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 9
experiencias podría provocar
en el hombre considerar la
existencia de una realidad no
visible. Es posible que re­
pentinamente sea poseído
por la misteriosa y poderosa
emoción del Amor; que se
sienta conmovido por un
abrumador espíritu de her­
mandad; o que pueda sentir
la penetrante presencia del
Ojo que todo lo ve mientras
escruta su alma en la cámara
de reflexión; o quizá su espí­
ritu se sienta emocionado
por una inspiradora pieza
musical. Cualquiera que sea
la circunstancia, las expe­
riencias elevadas a tal punto
tienen como resultado un
despertar de la conciencia.
Éste es el fin de la experien­
cia iniciática en la masonería
hermanos míos, el despertar
de un individuo con su cone­
xión hacia un plano espiri­
tual. El individuo no es feliz
ignorando una existencia
“no material”, está sediento
de una comunión directa con
la realidad espiritual que él
siente. En esencia, una parte
de él ha dejado de existir, y
una nueva ha empezado un
recorrido, completando la
definición de iniciación que
di previamente. Con el fin de
saciar su deseo de explorar
tan alto nivel de conciencia,
debe ahora profundizar en la
música, la poesía, la filo­
sofía, y otras artes intangi­
bles que inspiren sus senti­
mientos más allá de las
limitaciones de su cuerpo y
la mente.
El mito griego de Orfeo,
poeta y músico, representa
esa idea de que la trascen­
dencia del Misterio se puede
que podría despertar su pro­
pio espíritu, o el de los otros,
como forma de reconoci­
representar a través de las
artes. Desde tiempos anti­
guos, el arte y la música han
sido los dos medios princi­
pales con los que el hombre
ha alcanzado esa Misteriosa
iluminación. El segundo gra­
do es quizá el que mejor de­
linea esta idea al iniciado.
Ha pasado ya por su primera
iniciación y aprendido a
controlar sus vicios, para
abrir mejor su mente a las
enseñanzas de las artes libe­
rales y las ciencias. La músi­
ca será, de entre ellas, la que
usaré como ejemplo. Así
atrapado en esta “carcel cor­
poral”, el hombre aun lucha
por intentar expresarse en
ese lenguaje espiritual, e in­
tentar comunicarlo a otros.
Inspirado por la música can­
ta e interpreta con tal pasión
miento del Misterio. De este
modo, la música y las otras
artes y ciencias, como for­
mas de expresión humanas,
no son algo fortuito en la ci­
vilización humana, sino
intrínseco y esencial a ella.
Platón nos enseñó que, a
través de la música, el alma
sufre una purificación com­
pleta, y así se avanza en la
regeneración del ser huma­
no.
El Amor y la Fraternidad son
otros ejemplos de esta fuerza
intangible. Cuando despierta
en el iniciado el poder de
esas “energías” el tono mo­
ral y ético de su vida progre­
sa completamente. Porque
ahora entiende que existe un
Misterio universal del que él
y cada ser humano forman
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 10
parte, y ya no se percibe a sí
mismo como un individuo,
sino como un elemento de
una conciencia superior. Ya
no se identifica a sí mismo
con un cuerpo o mente, que
enfatizan su individualidad,
sino con el espíritu, que afir­
ma su universalidad. Con es­
ta elevación de la conciencia
llega el entendimiento de
que la “fraternidad” no solo
se refiere a la masonería, si­
no a la hermandad del hom­
bre. Se vive tanto en los en­
cuentros
informales
en
sociedad, como en la Logia.
Se encuentra en los trabajos
de cada grado, tal y como se
enseña a través de los ritua­
les. Un poderoso ejemplo
del Misterio de la fraternidad
y la hermandad se da a cono­
cer a través del toque, uno
de los secretos de la Orden.
Nuestras venas se estreme­
cen cuando un extraño nos
da la mano, y se convierte en
el toque de un hermano. Y
allí mismo se produce un he­
cho sorprendente. No pode­
mos comprenderlo o expli­
carlo por entero; no se puede
contar, pesar o mostrar. Lo
podemos solamente sentir en
nuestro espíritu. Esas pala­
bras nos dan el mensaje de
que el Misterio, no es menos
real que el que percibimos
por medio de los sentidos fí­
sicos o el intelecto. Es una
clara lección de fe, y de
aceptar aquella realidad que
no podemos ver, elevándo­
nos a ese sublime grado que
ejemplifica las virtudes y be­
neficios de la fe.
Estas son pues las energías
que yo creo perseguimos
transformar durante la expe­
riencia iniciática de nuestros
candidatos. Sin una adecua­
da atención a los detalles, el
estudio, la práctica y espe­
cial atención a nuestros ri­
tuales, esta transmisión no
se puede conseguir o peor
aún, puede llegar a transmi­
tir una energía opuesta. Pen­
sad en los momentos en que
en nuestras logias, hermanos
poco instruidos han protago­
nizado lecturas pobres o un
trabajo descuidado. No solo
no se ha comunicado una
energía positiva al candida­
to, sino más bien una negati­
va y muy fuerte. Se le alien­
ta así un desinterés por el
arte y el trabajo ritual. Es
una pena por el hermano que
hizo el oficio tan pobremen­
te que, al descuidar lo que
debería haber comunicado
de una manera adecuada, re­
sulta una presentación in­
completa y arroja al candi­
dato por una vía no
deseable. Usando nueva­
mente la analogía de la mú­
sica, es como si un músico
tocase una bella pieza com­
puesta para piano desafinan­
do. La disonancia y desar­
monía que sentiría su
espíritu podría resultar in­
cluso físicamente dañina.
Para finalizar, permitidme
decir que me siento entu­
siasmado con que el concep­
to de esoterismo se haya po­
pularizado en la masonería
de nuevo, y que su objetivo
sea el de devolver la maso­
nería al plano de practicar y
conferir conocimiento en lo
concerniente a la trascen­
dencia espiritual del hombre,
tal y como lo creía Wilm­
hurst y así como el Venera­
ble Hermano Kirk Mac
Naulty lo ha descrito con
frecuencia recientemente. Al
practicar este nuevo concep­
to me da la sensación de es­
tar siendo iniciado en una
nueva orden, de hecho esta­
mos comenzando un nuevo
camino, una nueva búsque­
da. Sé que con una educa­
ción continua y prestando
atención a conferir una ex­
periencia iniciática completa
y positiva a nuestros candi­
datos, podemos transmitir
una energía positiva e inspi­
radora, y propiciar en ellos y
en nosotros mismos, esa co­
munión con lo divino, capa­
citándolos para abrirse al
Misterio que hay dentro de
ellos y que creo, ha sido
siempre el verdadero fin de
la experiencia iniciática de la
masonería.
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 11
LAS SUPERVIVENCIAS OPERATIVAS
ENINGLATERRA Y ENESCOCIA*
Por Pierre Girard-Augry
* Traducción del artículo aparecido en el nº 3 de la revista Traveaux de la Loge Nationale
de Recherches Villard de Honnecourt. El texto constituye la transcripción de la conferencia
pronunciada el 29 de octubre de 1981 por el M.∙. V.∙. H.∙. Pierre Girard­Augry en el Gran
Templo de la G. L. N. F., en presencia del M.∙.R.∙.G.∙.M.∙. Jean Mons, sosteniendo la
Escuadra el R.∙.H.∙.V.∙. Yves Trestournel.
Artículo cedido por el autor para Latomia, revista de la G.L.E.
dicativo «The London Com­
pany of Masons» de Lon­
dres, que no parece haber
conservado rituales de aper­
tura y cierre de los trabajos,
en el sentido en que se en­
tienden comúnmente, y en
Aberdeen, Escocia, una lo­
gia estrictamente operativa,
es decir, reservada a maso­
nes de oficio y sobre la que
las informaciones son esca­
sas.
The Worshipful
Society of Free Masons
Por supervivencias operati­
vas entendemos la existencia,
en Inglaterra y en Escocia de
cofradías operativas represen­
tadas respectivamente por
«The Worshipful Society of
Freemasons» y «The Corpo­
ration of Squaremen», que
pretenden practicar los anti­
guos rituales de la masonería
operativa de antes de 1717, o,
como mínimo, de costumbres
anteriores a la fundación de
la Gran Logia de Londres.
Trataremos más particular­
mente de la «Worshipful So­
ciety of Free Masons», o
«Venerable Sociedad de los
Franc­Masones», respecto a
la cual existe una documen­
tación relativamente abun­
dante; la «Corporation of
Squaremen» será objeto de
un capítulo mucho más cor­
to, siendo la bibliografía que
le concierne de lo más redu­
cido.
Sólo señalaremos a título in­
Su título exacto y completo
es «The Worshipful Society
of Free Masons, Rough Ma­
sons, Wallers, Slaters, Paviors,
Plaisterers and Bricklayers»,
o «Venerable Sociedad de
los Franc­Masones, Masones
de paredes maestras, Edifi­
cadores de muros, Pizarreros,
Empedradores, Yeseros y En­
ladrilladores», más común­
mente llamada «The Opera­
tives» (los Operativos).
Con el fin de aclarar lo que
vendrá a continuación, pre­
cisaremos de entrada que es­
ta Sociedad practica un rito
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 12
en siete grados que son:
Iº Apprentice to the Craft of
Free Mason.
esta logia en 1870­1871, fue
miembro de la misma hasta
su muerte, el 20 de febrero
IIº Fellow of the Craft of
Free Mason.
sistía en trabajar durante un
mes con los talladores de
piedra (stone masons) en
una cantera. Las etapas de
su progresión son las si­
guientes:
IIIº Super Fellow of the
Craft of Free Mason.
Ier grado mayo 1867 Apren­
diz y ligado por 7 años.
Vº Intendant and Super­In­
tendant of the Craft of Free
Mason.
IIIer grado mayo 1875 Su­
per Fellow of the Craft.
IIº grado mayo 1874 Fellow
of the Craft.
IVº Super Fellow Erector of
the Craft of Free Mason.
VIº Certified Master or Pas­
sed Master of the Craft of
Free Mason.
VIIº Master Mason of the
Craft of Free Mason or The
Grand Master, First, Second
and Third.
Las primeras divulgaciones
concernientes a la existencia
de esta Sociedad fueron
obra, entre 1909 y 1912, de
tres masones ingleses: Cle­
ment E. Stretton, Thomas
Carr y John Yarker, de los
que vamos a rastrear breve­
mente sus carreras masóni­
cas en la masonería espe­
culativa y la masonería
«operativa»1
Clement Edwin Stretton, na­
cido el 3 de noviembre de
1850, fue Ingeniero de Tra­
bajos Públicos. Iniciado el 4
de octubre de 1871 en la lo­
gia St. John's nº 279 (Gran
Logia Unida de Inglaterra)
en Leicester, por su padre
Alderman Clement Stretton,
J. P., quien fue Venerable de
de 1915, y Venerable en
1877 y 1887. Sabemos que
fue exaltado al Chapter of
Fortitude, nº 279, en Leices­
ter, y que devino su Primer
Principal en 1883; que fue
pasado en la logia de Marca
Fowke Mark Lodge, nº 19,
en Leicester, y que en 1876
fue miembro fundador de la
logia Simon de Monfort
Mark Lodge, nº 194, en Lei­
cester, que dirigió en 1884.
Fue instalado caballero en
el grado de la Red Cross
of Constantine en el seno
del Byzantine Conclave nº
44, en Leicester, del cual de­
vino Soberano en 1887.
Él mismo repasa su carrera
en el seno de los Operativos
en «Why I became a Mem­
ber of the Worshipful So­
ciety of Free Masons» (Por
qué me he convertido en
miembro de la Venerable
Sociedad de Franc­Masones).
Fue puesto en aprendizaje,
en octubre de 1866, a los 16
años, en casa de un Ingeniero
de Trabajos Públicos. Una
parte de la enseñanza con­
IVº grado mayo 1876 Erec­
tor on the site of the Temple.
Vº grado mayo 1877 Inten­
dant and Super­Intendant of
the Works.
VIº grado mayo 1878 pasa
el examen de Maestro y es
nombrado «Junior Passed
Master». En octubre de 1890,
es nombrado diputado de
los Maestros Masones. En
octubre de 1897, nombrado
2º diputado de los Maestros
Masones. En octubre de
1901, nombrado «Senior
Passed Master» y «Grand
Deputy Passed Master».
VIIº grado octubre 1908
Instalado como 3er Maestro
Masón de la División de
York y saludado como Hi­
ram Abi Príncipe de los
Franc­Masones. El 2 de
octubre de 1908, «asesina­
do» ritualmente tras 42 años
y medio de carrera en la
Worshipful Society.
La carrera masónica de
Thomas Carr fue, parece ser,
todavía más completa que la
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 13
de Cl. Stretton.
Doctor en medicina, es el 28
de noviembre de 1888 que
fue iniciado en la Lodge of
Integrity nº 183 (hoy nº
163), en Manchester, a la
edad de 29 años. A lo largo
de su vida formó parte de
otras siete logias hasta su
muerte el 25 de julio de
1924.
Exaltado en el Capítulo Fly­
de Chapter nº 2758, en
Blackpool, el 2 de abril de
1908, ocupó el cargo de Pri­
mer Principal en 1912.
Formó parte de la Marca, los
Knight Templar, del Rito Es­
cocés Antiguo y Aceptado
(30º), de los Allied Masonic
Degrees, de los Royal and
Select Masters.
Introducido por Cl. Stretton
en los Operativos,
fue
miembro de dos logias ope­
rativas, ambas dependientes
de la división de York: una,
con el nº 91, se dice haber
sido fundada, como logia
distinta, en 1761, en Leices­
ter, bajo la autoridad de la
Worshipful Society of Free
Masons de la Ciudad y la
División de York; esta logia
habría estado en una situa­
ción languideciente de 1883
a 1909, reuniéndose sola­
mente una vez al año, pero
más allá de 1909, Thomas
Carr afirma que el ritmo de
sus reuniones devino men­
sual. La otra logia llevaba el
nº 110 y el nombre de
Mount Bardon Lodge: esta­
blecida en 1831, mantenía
sus reuniones en las can­
teras de Bardon Hill, cerca
de Leicester, y dependía
también de la División de
York. Según Th. Carr, esta
logia comprendía más de
300 miembros en 1910­
1911.
Siempre según él, tres ma­
sones especulativos ostenta­
ban oficios en estas dos lo­
gias y 21 eran miembros
correspondientes, además de
Cl. Stretton. Es a título de
Médico que pertenecía a es­
tas logias. Alcanzó, al igual
que Stretton, el VIIº grado y
fue Pasado 3º Gran Maestro.
En cuanto a John Yarker, na­
ció el 17 de abril de 1833 en
Swindale Sharp, en el Cum­
berland, y murió el 20 de
marzo de 1913 en West Dis­
bury. Fue iniciado el 25 de
octubre de 1854 en la Lodge
of Integrity nº 183, en Man­
chester. Tomó parte en nu­
merosos grados y ritos: Arco
Real, Knight Templar Priests,
Rito Escocés Antiguo y
Aceptado (33º), Rito Cer­
neau, Royal Grand Council
of Rites, Rito Antiguo y Pri­
mitivo (del que llegó a ser
Gran Maestro General el 8
de octubre de 1872), Rito de
Swedenborg, Rito de Ismael,
Societas Rosicruciana in
Anglia, Order of Red Branch
of Eri, Royal Oriental Order
and Sat B'hai, Order of Light.
Sus asuntos comerciales de
importación­exportación lo
llevaron a viajar regularmen­
te al extranjero. Escritor
prolífico en el plano masó­
nico, escribió particularmente
en «The Co­Mason» y en
«Ars Quator Coronatorum».
Sus trabajos tratan sobre te­
mas que, en la época, apa­
recían como inéditos pero
que han dejado de ser sor­
prendentes, de modo que J.
Yarker ya apenas es conoci­
do fuera de Gran Bretaña.
Mantuvo una voluminosa co­
rrespondencia con Cl. Stretton,
pues parece haber alcanzado
el VIIº grado operativo, pe­
ro se contradice a sí mismo
de tal manera a veces que es
difícil deducir de sus infor­
maciones una lógica históri­
ca cualquiera.
Estas biografías nos revelan
que Cl. Stretton y Th. Carr
fueron masones conocidos y
estimados, que siguieron la
carrera masónica que todo
masón honora­ ble tiene de­
recho de alcanzar en Ingla­
terra. J. Yarker parece haber
tocado numerosos ritos masó­
nicos que presentan algunos
problemas en cuanto a su
autenticidad. Veremos en lo
que sigue lo que hay que
pensar de sus afirmaciones
concernientes a esta maso­
nería «operativa» a la cual
unos y otros pertenecieron.
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 14
1. Ceremonias y Rituales
operativos
Todo lo que vamos a decir
en este capítulo se apoya
principalmente sobre los tra­
bajos de Cl. Stretton y Th.
Carr, y en un menor grado
en los de J. Yarker que, en lo
esencial, no hace más que
retomar las afirmaciones de
los dos primeros.
Tras haber recordado en qué
consisten los grados operativos,
insistiremos más particular­
mente sobre tres puntos
que nos parecen espe­
cialmente interesantes: la
disposición de la logia, las
ceremonias anuales y el
uso de la svastika.
curvos, de escultura o de
grabado.
Cada una de estas clases es­
taba dividida en 7 grados en
referencia a lo que se ha di­
cho a propósito de la cons­
trucción del Templo de Sa­
lomón: «No se empleron en
la construcción más que pie­
dras intactas de la cantera; ni
martillo, ni hacha, ni otro
instrumento de hierro fue es­
cuchado en el Templo du­
rante su construcción» (I Re­
yes, VI, 7). Ello significa
que las piedras debían estar
En cuanto al 6º grado, co­
rresponde a los Jefes de los
Oficiales de Salomón o
Harodim, es decir, gober­
nadores.
1º Los grados operativos
Los masones operativos
siempre han dividido sus
trabajos en dos clases dis­
tintas: los «Square Ma­
sons» o Masones de la
Escuadra, de simbolismo
puramente rectilíneo y cu­
yos símbolos son el án­
gulo recto o la escuadra
(a los cuales los 9 Squa­
remen escoceses parecen
poder compararse) y el
color azul, y los «Arch
Masons» o Masones del
Arco, de simbolismo curvilí­
neo, cuyos símbolos son el
compás y el color rojo.2 Esta
división se había hecho ne­
cesaria dado que el arte de
trazar recto y en ángulo rec­
to requiere menos destreza
que el de hacer arcos, puen­
tes y todo tipo de trabajos
son perfectamente calibra­
das, lo que es obra de los
Compañeros;
­ en el 3er taller, las piedras
son ajustadas y marcadas por
los «Super Fellows» de ma­
nera que:
­ en el 4º taller, los «Super
Fellow Erector» las colocan
sin la ayuda de ningún ins­
trumento de hierro (la pala­
bra hebrea de este grado es
«Bonaï» que significa cons­
tructor);
­ en el 5º taller, los «Super­
Intendants of the Works» o
Menatzchim son capaces, gra­
cias a las marcas, de dis­
poner las piedras en todas
las direcciones.
El 7º y último grado del
sistema operativo está re­
servado a los Tres Grandes
Maestros que dirigen una
logia: Salomón, Rey de
Israel, Hiram, Rey de Ty­
ro, e Hiram Abi, Príncipe
de los Masones, asesinado
ritualmente todos los años,
el 2 de octubre.
preparadas para ser coloca­
das; de ahí la división en 7
grados (Iº a VIIº), de los
cuales los 5 primeros corres­
ponden a otros tantos de ta­
lleres:
­ en el 1er taller, el Aprendiz
desbasta la piedra bruta;
­ en el 2º taller, las piedras
El Aprendiz debía servir 7
años y no era, en el antiguo
sistema operativo, un Masón li­
bre por la simple razón de que
estaba ligado a la vez por su
juramento y por la «cuerda»:
en efecto, alrededor del
cuello lleva una cuerda que
le es retirada al final de su
aprendizaje, momento en el
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 15
que su contrato es roto. Al
cabo de los 7 años, era pasa­
do a Compañero: así el se­
gundo grado era el más bajo
en el Oficio.
Cl. Stretton da el texto de la
fórmula a cumplir por todo
aspirante al Aprendizaje:
«Petición al Super­Intendente
de la Venerable Sociedad de
los Franc­ Masones, Maso­
nes de paredes maestras,
Edificadores de muros, Piza­
rreros, Empedradores, Yese­
ros y Enladrilladores.
Yo, C(lement) E(dwin)
S(tretton), hijo de C(lement)
S(tretton), hombre libre de la
ciudad de Leicester, y de die­
ciséis años de edad, solicito
humildemente ser hecho
Aprendiz del Antiguo y Ho­
norable Oficio.
Soy impulsado a ello por
una opinión preconcebida
favorable a la Fraternidad,
y el deseo de conocer para
hacerme capaz de trabajar
en el Oficio.
Prometo además y juro que
me conformaré a todos los
antiguos usos y costumbres
establecidos en la Orden.
Firmado de mi mano este...
día de... 1867.»
En el 1er grado, el «jura­
mento de Nemrod» es pres­
tado en el nombre de El
Schaddaï,3 y se termina con
esta frase: «Que El Schaddaï
venga en mi ayuda, así como
el Santo Contenido de este
Libro». La referencia a este
nombre divino se vuelve a
encontrar en los Antiguos
Deberes que comprenden X
artículos:
«I. Honraréis fielmente a El
Schaddaï y Su Santa Iglesia.
...................
III. No cometeréis adulterio
o fornicación en la casa de
vuestro Maestro, con su mu­
está bien hecho, se le da un
nombre que significa masón­
experto, o «expert stone­
squarer» o experto en piedra
cúbica, y un signo:
Signo que representa las tres
herramientas: la Escuadra,
por el ángulo de 90º formado
por los dos brazos; la Plo­
mada simbolizada por el
brazo izquierdo, y el Nivel
por el brazo derecho.
En los Antiguos Deberes de
Compañero, se vuelven a
encontrar los elementos de
los Deberes del Aprendiz,
particularmente:
jer, su hija o su sirvienta.
..................
VII. No frecuentaréis las Ta­
bernas o "Ale­houses", si no
es con el consentimiento de
vuestro Maestro o vuestro
Vigilante.
...................
IX. No os casaréis ni os
uniréis a ninguna mujer du­
rante vuestro aprendizaje.
...................»
«I. Honraréis a El Schaddaï
y a Su Santa Iglesia; no co­
meteréis Herejía, Cisma o
Error en vuestros compro­
misos.
...................
III. No cometeréis el pecado
de la carne con ninguna mu­
jer allí donde os sentéis a la
mesa.
...................»
En cuanto al IIIer grado, es
muy próximo a la primera
parte del grado de la Marca
moderno, y el IVº a la se­
gunda parte del mismo gra­
do.
Estos deberes se terminan
con la fórmula: «Que El
Schaddaï venga en mi ayuda
así como el Verdadero y
Santo Contenido de este Li­
bro».
El Vº grado no tiene corres­
pondencia exacta en la ma­
sonería especulativa, y el VIº
requiere, en relación a gra­
dos precedentes, más cono­
cimientos.
El Compañero debe pulir su
piedra bruta y, si el trabajo
El VIIº es el de Gran Maes­
tro que en realidad, como ya
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 16
hemos visto, son tres: Sa­
lomón, Rey de Israel, Hi­
ram, Rey de Tyro e Hiram
Abí, Príncipe de los Maso­
nes.
2º La disposición de la Logia.
La característica esencial de
una logia operativa es que
los Tres Maestros que la di­
rigen se sientan en el Oeste,
sobre el Monte Moriah, para
observar la salida del Sol, y
representan respectivamente
al Rey Salomón, que tiene a
su derecha a Hiram, Rey de
Tyro, y a su izquierda a Hi­
ram Abí. Cuando se trata de
una logia de los grados VIº
y VIIº, en el sureste, frente a
ellos, está el Capellán, re­
presentando a Jakin, sentado
sobre el Monte Sinaí; en el
noreste, también frente a
ellos, está Boaz sobre el
Monte Thabor. El Diputado­
Maestro, que representa a
Adon­Hiram,
tiene un
asiento al pie de los tres
Maestros.
Jakin, que era Sumo Pontífi­
ce en el tiempo de la Dedi­
cación del Templo, repre­
senta a la Iglesia, y Boaz,
fundador de la Casa Real de
David, representa al Estado.
grado lo es por ellos también
de la misma manera; des­
pués la puerta, o pantalla, o
cortina entre estas dos logias
se abre y el trabajo continúa.
Pero cuando se celebra la
Asamblea anual, o se ha de
llevar a cabo una de las dos
ceremonias anuales, los ma­
sones de los grados VIº y
VIIº abren los trabajos sepa­
radamente, y después for­
man conjuntamente el Sa­
nedrín.
En la apertura del Sanedrín,
el Diputado­Maestro tiende
una cuerda azul al Rey Sa­
lomón que la fija en el pilar
hexagonal que tiene frente a
él y ordena que sea llevada a
lo mismo; finalmente la
cuerda vuelve al Rey Sa­
lomón. Los ángulos forma­
dos por esta cuerda deben
totalizar 180º; ésta es vista
como la gran línea de comu­
nicación entre los tres Mon­
tes o Altos Lugares. Las ve­
las sobre los tres pilares
representan los fuegos que
en otro tiempo ardían sobre
las tres montañas.
Es esta ceremonia de aper­
tura del Sanedrín la que es­
taría en el origen del ritual
de apertura de una Gran Lo­
gia y de una Gran Logia
Provincial.
La disposición de la logia en
Esquema de la disposición de una Logia operativa
Boaz, que la fija en el pilar
hexagonal que tiene igual­
mente frente a él, después
es llevada a Jakin que hace
el Ier grado difiere un poco
de la del Sanedrín: si los tres
Maestros residen siempre en
el oeste, el 1er vigilante se
El altar está en el centro de
la logia, la G y la piedra cú­
bica se encuentran deposita­
das en lado este del altar.
En las ocasiones ordinarias,
la logia del VIIº grado es
abierta por los tres Maestros
en privado, y la logia en VIº
Logia operativa en primer grado
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 17
sienta en el este y hace fren­
te a los tres Maestros, mien­
tras que el 2º vigilante está
al norte; la piedra cúbica
está al pie del altar al este.
guos, «un hombre era sacri­
ficado, dado que la creencia
era que un hombre debe ser
situado bajo el centro y las
cuatro esquinas del edificio,
a falta de lo cual éste no se
mantendrá en pie...».
3º Las Grandes Fiestas Anuales
Para ilustrar la ceremonia, se
viste de blanco una mesa de
seis pies de largo,
para que se parezca exacta­
mente a un gran bloque de
piedra blanca, y, en el mo­
mento de asentar la piedra,
seis hombres levantan el
bloque y lo bajan sobre el
«sacrificado», tras lo cual la
ceremonia, que consiste en
examinar la piedra con la es­
cuadra, el nivel y la ploma­
da, se prosigue del modo ha­
bitual. Es extremadamente
interesan­ te para el «sacrifi­
cado», permanecer inmóvil
bajo la piedra, y escuchar
decir que la pérdida de su vi­
da ha hecho sólida la cons­
trucción, de manera que se
mantendrá firme para siem­
pre.
Los Operativos conocían
tres grandes fiestas anuales:
­ La conmemoración de la
Fundación del Templo de
Salomón, en abril;
­ La conmemoración de la
muerte de Hiram, el 2 de oc­
tubre;
­ La ceremonia de la Dedica­
ción del Templo, el 30 de oc­
tubre.
3a. Conmemoración de la Fun­
dación del Templo de Jerusalén.
Una vez al año, en la época
de la Pascua judía, el Ca­
pellán leía I Reyes VI,
1: «Fue cuatrocientos ochen­
ta años después de la partida
de los Israelitas del país de
Egipto, ­en el mes de ziv, es
decir, el segundo mes­, en el
cuarto año del reinado de
Salomón, que éste edificó el
Templo en honor del Eter­
no».
Los masones de los grados
VIº y VIIº forman entonces
el Sanedrín, tal como ya ha
sido explicado, sentándose
en el oeste los tres Maestros.
En el curso de la ceremonia,
un Hermano es escogido pa­
ra ser la «víctima humana»,
pues, en los tiempos anti­
Al final de la ceremonia, en
el momento en que los ma­
sones dejan el traba­ jo y
van a refrescarse, el «sacri­
ficado» se libera y vuelve a
su casa, sin que nadie pueda
verlo ya ese día.4
3b. Conmemoración
muerte de Hiram.
Rey Salomón e Hiram, Rey
de Tyro, a menos que no se
retiren ellos mismos; el ter­
cero, Hiram Abí, Príncipe de
los Masones, es Maestro por
un año que comienza el 2 de
octubre, y su acceso a la
Maestría corresponde al
Gran Drama Anual (Ancient
Drama).
Los tres Maestros poseen
tres varitas:
­ el 1er Maestro una varita
de longitud 5;
­ el 2º Maestro una varita de
longitud 4;
­ el 3er Maestro una varita
de longitud 3.
Para abrir la logia los tres
Maestros deben reunir estas
varitas de manera que se
forme un triángulo con un
ángulo recto (figura 1).
Además, cada uno de ellos
tiene una escuadra, de la­
dos 3 y 4 (figura 2). Hay
una cuarta escuadra sobre el
de la
De los tres Maestros que di­
rigen una logia operativa y
cuya presencia es necesaria
para que pueda ser abierta,
dos lo son de por vida: el
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 18
Volumen de la Santa Ley.
Estas 4 escuadras reunidas
correctamente pueden for­
mar, o bien un cuadrado (fi­
gura 3) o bien un cuadrado
largo (figura 4).
Estas figuras juegan un gran
papel en la construcción de
los edificios.
El orden de los trabajos es el
siguiente:
­ a las 11h 45', comienzo de
la apertura en el VIIº grado;
­ a las 12h, los Grandes
Maestros saludan a El
Schaddaï;
­ a las 12h 01', apertura del
VIº grado sobre el emplaza­
miento del Templo;
­ a las 12h 30' aproximada­
mente, el tercer Maestro es
asesinado;
­ a las 12h 45', el tercer
Maestro todavía no ha sido
encontrado;
­ a las 13h 05', llamada a
reunión de todos los obre­
ros;
­ a las 13h 30' aproximada­
mente, el tercer Maestro es
vuelto a encontrar, asesina­
do;
­ a las 15h, comienzo de la
instalación del nuevo tercer
Gran Maestro;
­ a las 21h, inicio de la clau­
sura en los siete grados;
­ a las 22h, canto del Teja­
dor.
Se dice que el escudo de
la sociedad representa la
tumba que el Rey Sa­
lomón encargó para su ter­
cer Maestro y en la que este
último es situado cada año
el 2 de octubre.
El nuevo Maestro elegido
debe ascender de rodillas los
siete escalones que condu­
cen al Trono y responder a
las preguntas sobre cada una
de las ciencias, repre­ sen­
tando cada escalón a una de
ellas, el primero
a la
Gramática, el segundo a la
Retórica, el tercero a la Ló­
gica, el cuarto a la Aritméti­
ca, el quinto a la Geometría,
el sexto a la Música, y el
séptimo a la Astronomía.
Para ayudarlo a ascender es­
tos siete escalones, tiene la
asistencia de la doble «ga­
rra» del Maestro Masón sin
la cual no podría subir los
escalones hasta la «sede del
poder».
3c. Ceremonia de la Dedicación
del Templo.
Esta ceremonia tiene su ori­
gen en los siguientes pasajes
de la Escritura: I Reyes,
VIII, 22 etc. ­ II Chr., VI, 2 ­
La fiesta, I Reyes, VIII, 65.
Se desarrolla desde las 5h
45' de la mañana hasta las
10h de la tarde:
­ a las 5h 45', inicio de la
apertura en el VIIº grado;
­ a las 6h, los Grandes
Maestros ven la salida del
sol al este y saludan a El
Schaddaï;
­ a las 6h 10', inicio de la
colocación de la piedra en el
ángulo noreste, inicio de la
colocación de la clave de
bóveda del Arco Sagrado;
­ a las 10h 45', el trabajo es
acabado;
­ a las 12h, saludo de los
Grandes Maestros a El
Schaddaï;
­ a las 12h 01', inicio de la
Dedicación del Templo;
­ a las 16h, suspensión de
los trabajos durante 30 mi­
nutos;
­ a las 16h 30', reinicio de la
Dedicación;
­ a las 18h, inicio de la clau­
sura en los siete grados;
­ a las 18h 30', fiesta;
­ a las 22h, canto del Tejador.
Al final de la Ceremonia
de la Dedicación, el primer
Maestro eleva las manos y
los ojos hacia el Cielo y, di­
rigiéndose a El Schaddaï,
dice: «He acabado el trabajo
que mi padre me encomendó
cumplir». Entoces, se diri­
ge 21 veces a El Schaddaï el
Gran Séxtuple Saludo de los
Grandes Maestros del si­
guiente modo: 7 veces, des­
pués una pausa, de nuevo 7
veces, otra pausa, y 7 veces
más.
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 19
4º La Svástika.
Su simbolismo es explica­
do en el momento de la
instalación del tercer Maes­
tro el 2 de octubre y esta ex­
plicación exige 70 minutos.
La svástika es el símbolo
más antiguo conocido del
Gran Arquitecto del Univer­
so, en relación con la Estre­
lla Polar, centro de todas las
cosas, sede o casa del mis­
mo Dios. El Gran Arquitecto
del Universo está estableci­
do en la Estrella Polar,
mientras que el resto del
Universo se mueve a su alre­
dedor. Es por lo que la svás­
tika es el símbolo de la Es­
trella Polar y representa a El
Schaddaï, el Altísimo.
Las lecturas operativas de la
Estrella Polar dicen que una
plomada descien­ de al cen­
tro de la logia, y bajo este
centro se forma la svástika.
En efecto, cuando los tres
Maestros se reúnen, cada
uno de ellos sostiene una es­
cuadra, mientras que una
cuarta es depositada sobre el
Volumen de la Santa Ley.
Durante la apertura de una
logia en VIIº grado, estas
cuatro escuadras son reuni­
das de manera que se forma
una svástika:
A continuación El Schad­
daï, el Altísimo, es saludado
de entrada, desde la
Estrella Polar.
Los Operativos afirman
que la Estrella Flamígera
es el símbolo de la
Estrella Polar y no del sol.
(2) Westminster
(3) Southern
(4) Bristol
(5) Chester
(6) Ile d'Anglesey
(7) Lancaster
(8) York
En 1867, según Th. Carr,
2. Pretensiones de los
Operativos
La Sociedad de la cual se re­
claman Cl. Stretton, Th.
Carr y J. Yarker era bien an­
terior, afirman ellos, a la
fundación de la Gran Logia
de Londres. El obispo Mor­
ton dio, el 16 de abril de
1638, una carta a «The
Company Societee and Fe­
llowshipp of Free Masons,
Rough Masons, Wallers,
Slayters, Paviors, Plaisterers
and Bricklayers», y se vuel­
ve a encontrar una Sociedad
con el mismo nombre en
1594. Es en 1663 que una
Asamblea General celebrada
en Wakefield adoptó la anti­
gua plegaria todavía en uso
entre los Operativos y que
Robert Padgett, Secretario
(Clerk) de la Worshipful So­
ciety of Free Masons de la
ciudad de Londres, rescribió
los rituales que él revivificó
en parte en 1686, en par­
ticular la Ceremonia de la
Dedicación del Templo, y
las Obligaciones de Com­
pañero, al uso de las ocho
divisiones de la Sociedad
que eran, según una carta de
1677:
(1) Ciudad de Londres
sólo en el Condado de Lei­
cester (Leicestershire), más
de 2300 operativos perte­
necían a la Worshipful So­
ciety, pero en 1910 ya no
que­ daban más que entre
500 y 600. Teniendo en
cuenta los números que lle­
vaban las logias operativas
(nº 110 para Mount Bardon
Lodge), es necesario admi­
tir que la Sociedad estaba
ampliamente extendida no
solamente en Leicestershire,
sino también en toda Ingla­
terra, y ello hasta 1912,
puesto que en esta fecha Th.
Carr se inquietaba, como
consecuencia del sindicalis­
mo y de las condiciones
modernas del oficio, por la
posible desaparición de la
Cofradía Operativa.
Las críticas que los Operati­
vos de los tiempos de Cl.
Stretton dirigían a la Gran
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 20
Logia de Londres, así pues
a la masonería especulativa
moderna, son muy severas.
Afirmaban, en efecto, que
Anderson había alterado
profundamente el sistema
entonces en uso entre los
Operativos y que la maso­
nería especulativa que había
tomado nacimiento en 1717
era un aminoramiento de la
antigua masonería operativa
de la cual ellos pretendían
continuar con sus usos y ri­
tuales. Es Cl. Stretton quien,
en el artículo ya citado:
«Why I became a Member
of the Worshipful Society of
Free Masons...», ha resumi­
do mejor las críticas, reto­
madas ulteriormente por los
pocos autores que han trata­
do sobre este tema.5
El Libro de las Constitucio­
nes de 1723 nos dice que
Anderson hizo un resumen
de los antiguos usos y cos­
tumbres de la Fraternidad.
Para comprender de qué se
trata, es necesario recordar
que fue Capellán de logia en
Escocia, en 1709, y que al
año siguiente estaba en Lon­
dres, donde devino Capellán
de la logia operativa St.
Paul, fundada en 1675 para
la construcción de la catedral
de St. Paul. Ahora bien, en el
sistema operativo entonces
en vigor, ni el médico vin­
culado a la logia, ni el ca­
pellán tenían que pasar por
las ceremonias habituales,
sino que eran autorizados a
asistir a las reuniones pres­
tando algunos juramentos.
En septiembre de 1714, An­
derson se puso a celebrar,
por la tarde, reuniones para
«caballeros» en las que no
quería admitir ningún masón
operativo. Es durante el
transcurso de estas reunio­
nes que comenzó a crear
masones no­operativos de
manera que, al final del año,
eran ya siete:
­ George Payne, que llegó a
Gran Maestro en 1720,
­ el Reverendo Désaguliers,
­ Johnson, médico, que re­
cibía honorarios por exami­
nar a los aprendices,
­ Stuart, hombre de leyes,
que preparaba los contratos,
­ Sayers, que trazaba los pla­
nos bajo la dirección de Sir
Christopher Wren,
­ Entick, caballero,
­ Montagu, que devino Gran
Maestro en 1721.
La Sociedad operativa de la
Ciudad de Londres ignoraba
lo que se estaba tramando
hasta septiembre de 1715,
fecha en la que Sir Christop­
her Wren era Gran Maestro
en la 1ª cátedra y Thomas
Strong en la 2ª. Los operati­
vos se quejaron entonces de
no tener la «palabra de pa­
so» que les permitía ir al
«Goose and Gridiron» (a la
taberna de «el Ganso y la
Parrilla» donde se alojaba la
logia devenida célebre bajo
este nombre) los miércoles
por la tarde. «¿Por qué este
comportamiento? ­escribía
Clement Stretton­. ¿Qué
hacían Anderson y sus ami­
gos? Evidentemente, estaban
en camino de trabajar a la
nueva manera moderna de la
Masonería».6
En septiembre de 1715, la
Sociedad de Londres ex­
pulsó a Anderson y sus siete
«caballeros» que fundaron
una nueva logia que llama­
ron «Lodge of Antiquity»,
así como otras logias en di­
ferentes barrios de Londres.
En 1716, viéndose despre­
ciados por Sir Christopher
Wren, estos Hermanos deci­
dieron darse un Gran Maes­
tro y crear la Gran Logia de
Londres.
Cl. Stretton afirmaba que es­
tos acontecimientos habían
sido consignados en el
«Guild Minute Book» de la
logia St. Paul, depositado en
una cámara subterránea a la
cual no podía acceder ningún
masón operativo que no tu­
viera el VIIº grado y de la
cual este libro no podía ser
retirado.
No es esta la única crítica
que los Operativos dirigían a
Anderson: le reprochan además
el haber hecho sufrir graves
alteraciones a las antiguas
Constituciones y a los anti­
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 21
guos usos:
­ los 7 grados operativos re­
ducidos a dos, los de Apren­
diz y Compañero, basados
en los rituales de la antigua
Fraternidad, haciéndose al
Aprendiz en una noche, en
lugar de siete años, y al
Compañero un mes después;
­ la supresión de dos Maes­
tros de los tres que dirigen la
logia;
­ la situación de los oficia­
les principales: el Maestro
de la logia se había transferi­
do
al este, alterándose
también en consecuencia
la posición de los Vigilan­
tes;
­ la introducción ulterior del
grado de Maestro­Masón,
inspirado por la ceremonia
anual del 2 de octubre que
conmemoraba el asesinato
de Hiram Abí;
­ la introducción del
Compás de la «Arch Guild»
en la «Square Guild»;
una ruptura con la Tradi­
ción, sin poder proporcionar
otras pruebas que no fueran
tradicionales, rituales o
simbólicas. Pero, ¿qué cré­
dito acordar a las afirmacio­
nes de los Operativos en
general, y de Cl. Stretton en
particular?
3. Críticas
En primer lugar, podemos
plantear la cuestión de saber
si todos los documentos so­
bre los que nos hemos apo­
yado son «fiables». Nuestras
principales fuentes son los
artículos aparecidos en las
«Transactions (Trabajos) of
the Lodge of Research, Nº
2429, Leicester» y «The
Co­Mason», convertido en
1925 en «The Speculative
Mason», que fue publicado
por la rama inglesa de la Or­
den Masónica Mixta Inter­
nacional «El Derecho Hu­
mano».
­ la creación de un nuevo
grado para los Maestros reti­
rados de su oficio, a los que
Anderson dio el nombre de
Past Masters.
Si estas afirmaciones se re­
velaran como exactas, acla­
rarían de forma evidente con
una luz completamente nue­
va los orígenes de la maso­
nería especulativa de la que
algunos autores, como R.
Guénon, afirman que fue
Las primeras divulgaciones
de Cl. Stretton han apareci­
do en los muy serios Traba­
jos de la Logia de Investiga­
ciones Nº 2429 (Gran Logia
Unida de Inglaterra) y no te­
nemos ninguna razón para
poner en duda la autentici­
dad de los artículos que esta
Logia ha verificado. Con
mayor razón por el hecho de
que, tal como hemos indi­
cado precedentemente, Cl.
Stretton era un masón cono­
cido y que su carrera masó­
nica especulativa es com­
pletamente normal para un
masón inglés. Es difícil ad­
mitir que la Logia Nº 2429
haya podido aceptar trabajos
de un masón que no hubiera
presentado todas las ga­
rantías de seriedad y hono­
rabilidad, y cuya afirmación
de la existencia de logias
operativas que dependían de
la Worshipful Society habría
podido ser derrumbada por
la primera crítica que hubie­
se llegado.
En lo que concierne a los
artículos aparecidos en «The
Co­Mason», seremos menos
tajantes: en dos ocasiones, al
menos, tenemos prueba de
que las informaciones dadas
son erróneas, lo que puede
sembrar alguna duda acerca
de la veracidad de las afir­
maciones de los autores de
los artículos involucrados.
Para empezar, un artículo
aparecido en el Vol. II, de
1910, firmado por George
W. Anson, y titulado: «How
I became a member of the
Ancient Operative Guild of
Free Masons» retoma casi
palabra por palabra el mis­
mo artículo de Cl. Stretton:
«Why I became a Member
of the Worshipful Society of
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 22
Free Masons, etc.». Podría­
mos llegar a decir incluso
que se trata pura y simple­
mente de un plagio, tan
idénticos son los términos,
y, para probarlo, pondremos
en paralelo los dos parágra­
fos, contentándonos con dar
solamente la traducción del
comienzo del artículo de Cl.
Stretton a causa de la simili­
tud de los dos textos:
Cl. Stretton
In October 1866, when
sixteen years age, I was
articled, at my own re­
quest, to a Civil Engineer,
a premium being paid for
my training. Part of the ins­
truction was to have a
month's practical work with
stone masons in a stone­­
yard.
In the following May, the
writer and five other "pre­
mium pupils" were sent to a
stone­mason's quarry and
yard. The owner of the
works shewed us around,
introduced us to most of the
men and then left us in the
yard. It soon became evident
that the men did not approve
of our presence there. There
were remarks made about
"Cowans", "Lo­men", and
"Scrabblers", with a hint that
we ought to be heaved out
on to the scrap­heap as so
much human rubbish.
G. Anson
In October, 1866, I was arti­
cled to a Civil Engineer at
Derby, England, a pre­
mium of LS 300 being paid
by my father for my trai­
ning. Part of the instruction
was to have a month's
practical work with stone
masons in a stone quarry
and a stone yard. In May,
1867, the writer and five ot­
her "premium pupils" were
sent to a stone masons'
yard in Derbyshire. The
owner of the works sho­
wed us around, introduced
us to the men, and then left
us in the yard. Immediately
it became clear that the men
did not like our being pre­
sent. There were remarks
made as "Cowans", "Lo­
men" ans "scabblers".
Traducción del texto de Cl.
Stretton:
«En octubre de 1866, a la
edad de dieciséis años, se
me colocó, tal como era mi
deseo ya expresado, en casa
de un Ingeniero de Obras
Públicas, como aprendiz pa­
gando. Mi formación com­
portaba una estancia prácti­
ca de un mes con los
talladores de piedra.
rros”, insinuando que no
éramos buenos más que pa­
ra ser arrojados a las letri­
nas como el resto de des­
hechos humanos».
Esta comparación muestra
que los dos textos son idén­
ticos casi palabra por pala­
bra, tanto más considerando
que uno y otro continúan
por la copia de las fórmulas
de candidatura A y B (co­
rrespondiendo
respectiva­
mente a las demandas para
ser pasado Aprendiz
y
Compañero),
la historia
tradicional de la Orden y
las Obligaciones de Nem­
rod. La única diferencia re­
side en el hecho de que G.
Anson, contrariamente a Cl.
Stretton, no llegó más que al
IVº grado operativo como
consecuencia de la declara­
ción de una huelga que llevó
a los Maestros a contratar
obreros que no eran Franc­
Masones; la logia a la que
pertenecía G. Anson desapa­
reció entonces definitiva­
mente.
En el mes de mayo si­
guiente, el que escribe y
cinco “alumnos” fueron
enviados a una cantera para
trabajar en la extracción y
en la talla de la piedra. El
propietario nos hizo visitar
el taller, nos presentó a la
mayoría de los hombres, y
después nos abandonó. Se
vio bien pronto que los hom­
bres apenas apreciaban
nuestra presencia. Se nos
trató de “cobardes”, “cala­
mitosos”,
“rasca­guija­
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 23
El artículo de Cl. Stretton
fue leído en Logia de Inves­
tigación el lunes 24 de enero
de 1910, estando el autor en­
fermo ese día. ¿Puede ser
considerado como ante­ rior
por un poco al de G. Anson?
¿Se trata de un plagio hecho
por un autor que, no
acordándose muy bien de
una carrera operativa que re­
montaba cuarenta años atrás,
se contentó con copiar la de
Cl. Stretton? ¿O fue G. An­
son un pseudónimo para Cl.
Stretton? Sea como fuere, lo
menos que se puede decir es
que el documento de «The
Co­Mason» es dudoso.
al Delfín" donde formaron
la logia no­operativa St.­
John, de la que el autor está
informado de que ahora lle­
va el Nº 279 en el Registro
de la Gran Logia de Inglate­
rra. La Operativa 91, no
obstante continuó en el
"León Blanco" durante más
de cien años y en 1867 cele­
braba sus reuniones en el
"Escudo de Brighton" en
Leicester. En 1883, hubo
otra escisión y un cierto nú­
mero de miembros de la
"vieja 91" se unió al Sindi­
cato moderno de los Maso­
nes».
Una segunda prueba de la
falta de «fiabilidad» de los
artículos de la misma revista
tiene relación con lo que se
dice de una logia Nº 91 de la
que Robert B. Grant, que en
1911 era el Secretario y el
1er Maestro Pasado de la lo­
gia operativa Mount Bardon
Lodge nº110, afirma haber
sido una logia operativa en
«The arms of the Worshipful
Society of Free Masons»:
«En 1761, una Logia opera­
tiva, Nº91, bajo la autoridad
de la "Worshipful Society of
the City of York" fue forma­
da en el "León Blanco", en
Leicester, y continuó traba­
jando sin novedad hasta
1790. Pero, ese año, se pro­
dujo allí una escisión. M.
Charles Horton, el Primero
de los Tres Maestros Maso­
nes, así como los Maestros
operativos y los Maestros
Pasados, fueron al "León y
Ahora bien, resulta que esta
logia Nº 91 fue una logia de
los «Ancients» y que reci­
bió sus constituciones el 26
de septiembre de 1761. Hu­
bo reuniones de 1761 a
1764 y después cayó en
sueños. Fue despertada en
1775 y recibió una nueva
Patente el 2 de Noviembre
de 1775. En 1814, le fue
atribuido el Nº 114, pero co­
mo no se adhirió a la Gran
Logia Unida de Inglaterra,
fue rayada de las listas en
1821.
En cuanto a la logia St.­
John,7 que recibió su carta el
31 de agosto de 1790, siendo
entonces el Duque de Cum­
berland Gran Maestro de
los «Moderns», tuvo como
primer Maestro de Logia al
Hermano Charles Horton, y
bien parece que al menos la
mayoría de sus fundadores
hayan sido miembros de la
logia Nº 91.
Th. Carr dice claramente que
una logia operativa con el Nº
91 fue fundada como logia
distinta en 1761, en Leices­
ter: ¿se trata realmente de
una logia dependiente de la
Worshipful
Society que
llevaba el mismo número
que la de los «Antients»?
¿O hay ahí confusión, vo­
luntaria o no, habiendo to­
mado Th. Carr y R. Grant
sus deseos por realidades?
Por el contrario, es cierto
que jamás hubo una «Mount
Bardon Lodge nº110» en las
listas de los «Antients», de
los «Moderns» o de la Gran
Logia Unida de Inglaterra.
Se puede suponer pues que,
si esta logia ha existido real­
mente, no podía depender
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 24
más que de la Worshipful
Society. Las logias que lle­
van el Nº 110 y que depen­
den de la Gran Logia de In­
glaterra han sido: de 1814 a
1832 «The Lodge of Love
and Honour» (hoy Nº 75),
en Falmouth; de 1833 a
1863 «The Social Lodge»
(hoy Nº 93), en Norwich; y
de 1863 hasta nuestros días
«Loyal Cambrian Lodge»,
en Merthyr Tydfil (South
Wales).
Precedentemente hemos di­
cho que los rituales operati­
vos habrían sido reescritos
en 1663 y 1686 para el con­
junto de las logias de la
Worshipful Society. Es ne­
cesario admitir entonces que
en la época existía un orga­
nismo director que llevaba
justamente el nombre de
Worshipful Society of Free
Masons y que habría jugado
el papel de nuestras Grandes
Logias actuales. La existen­
cia de un organismo centra­
lizador semejante, regentan­
do el conjunto de las logias
operativas está en contradic­
ción con lo que conocemos
del funcionamiento de las
logias de la época y así pues
difícilmente admisible. Todo
lleva a creer que al final del
siglo XVII no ha podido
existir una Gran Logia ope­
rativa y que, si bien hubo un
Secretario de nombre Ro­
bert Padgett, no ha sido más
que secretario de un orga­
nismo local.
J. Yarker la redacción de los
rituales operativos y les han
acusado de haberse inventa­
do completamen­ te a la
Worshipful Society. La lec­
tura atenta de los artículos
de Cl. Stretton y Th. Carr da
bien la impresión de que
existían, a finales del siglo
XIX y a principios del XX
logias operativas totalmente
independientes de la Gran
Logia Unida de Inglaterra.
Ya hemos señalado por qué
los artículos de Cl. Stretton
debían merecer crédito, a di­
ferencia de los de «The Co­
Mason».
Otros autores afirman que la
actual Worshipful Society of
Free Masons no remontaría
más que a la creación de
«Chanel Row Assemblage»8
en Londres, en 1913 (en
realidad este «Assemblage»
es el único que fue «recons­
tituido» el 21 de mayo de
1913,9 pues el resto de
«Assemblages» fundados ul­
teriormente fueron «consti­
tuidos»). La actual Sociedad
declara, en sus estatutos, ha­
ber sido fundada en 1913 y
exige de sus miembros que
sean Maestros Masones de
una logia de la Gran Logia
Unida de Inglaterra, o de
una obediencia reconocida,
y que sean masones del Ar­
co Real y de la Marca.
Señalaremos que las últimas
divulgaciones de Cl. Stret­
ton han aparecido en los
Trabajos de la Logia de In­
vestigación nº 2429 del año
1911­1912, y que es en
1912 que Th. Carr se in­
Algunos autores han atribui­
do a Cl. Stretton, Th. Carr y
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 25
quietaba por la posible desa­
parición de la Cofradía ope­
rativa. Igualmente es nece­
sario subrayar que el primer
artículo de Cl. Stretton data
de 1909 y que su carrera
operativa, según sus propias
palabras, comenzó en 1867,
más de cuarenta años antes
de la fecha atribuida por al­
gunos a la creación «ex nihi­
lo» de la Worshipful Society.
La reformulación de los
nuevos estatutos de la Socie­
dad en 1913, ¿fue debida a
un agotamiento en el recluta­
po que la de practicar, única­
mente, los auténticos rituales
operativos de antes de 1717?
miento de candidatos al Ofi­
cio y no fue más que la últi­
ma solución que le permitió
continuar existiendo? ¿A
condición, en todo caso, de
que se convirtiera en su mo­
mento en casi exclusivamen­
te especulativa y abandonara
todas sus pretensiones y par­
ticularmente aquellas que
eran inaceptables a ojos de
la Gran Logia Unida de In­
glaterra? Pues, en adelante,
para formar parte de ella,
haría falta ser masón recono­
cido por la Gran Logia
Unida que, indirectamente,
la supervisaría y aseguraría
su perennidad. ¿Se trata en­
tonces de una medida «con­
servadora», acompañada de
la exigencia del abandono
por parte de la Worshipful
Society de toda pretensión
de autoridad, al mismo tiem­
R. Guénon, que parece haber
estado particularmente bien
informado de la existencia y
del simbolismo de la maso­
nería operativa, piensa que
Cl. Stretton fue «el principal
autor de una “restauración”
de los rituales operativos en
la cual algunos elementos,
perdidos como consecuencia
de circunstancias que nunca
han sido completamente acla­
radas, habrían sido reempla­
zados por préstamos tomados
a los rituales especulativos y
de los que nada garantiza su
conformidad con lo que existía
antiguamente».10 Esta hipó­
tesis de un Cl. Stretton «res­
taurador» de los rituales
operativos no carece de in­
terés y permitiría, quizás,
conciliar opiniones solamen­
te en apariencia contradicto­
rias.
Nos inclinaríamos, en lo
que a nosotros se refiere, por
esta última hipótesis, aunque
actualmente nos falten docu­
mentos para sostenerla de
modo formal.
En todo caso la primera reu­
nión mencionada en el Re­
gistro de la actual Worship­
ful Society se mantuvo el 27
de mayo de 1914 y que en la
segunda reunión, el 17 de ju­
nio de 1914, se trató de una
correspondencia con Cl.
Stretton acerca de un borra­
dor de ritual que había de­
vuelto.
Mucho más difícil de ad­
mitir es la crítica dirigida
por los Operativos a An­
derson de haber transferido
al este la posición del Maes­
tro de Logia y de haber alte­
rado la de los Vigilantes. Es­
ta afirmación es contradicha
absolutamente por todo lo
que sabemos de la posición
de los Oficiales principales
en las logias antes de 1717,
y todos los antiguos catecis­
mos dan testimonio de la si­
tuación del Maestro de Lo­
gia en el este. Puede
admitirse que Anderson, no
habiendo llegado al VIIº
grado, no hubiera tenido co­
nocimiento de la existencia
de los tres Grandes Maestros
que dirigen una logia opera­
tiva; que, al no conocer to­
dos los rituales practicados
hasta el VIIº grado, hubiera
reducido de siete a dos, des­
pués tres, el número de gra­
dos operativos. Pero, ¿cómo
justificar la transferencia del
Maestro de Logia único al
este, admitiendo que los ri­
tuales practicados por la
Worshipful Society sean los
que estaban en uso en todas
las logias operativas antes de
1717?
Th. Carr afirma que, si tres
Maestros dirigen una logia
de Maestros Masones (VIIº
grado), puede suceder que
los Aprendices tengan, para
dirigirlos, un masón del IIº
grado, o del IIIer grado, ac­
tuando como Maestro, y, pa­
ra las logias que trabajan en
los grados IIº y IIIº, un
Maestro que posea el Vº o el
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 26
VIº grado. ¿Es necesario ver
ahí el origen del Maestro de
Logia único en la Masonería
especulativa, suponiendo en­
tonces que este Maestro ha­
ya tomado asiento en el
Oriente en lugar del Occi­
dente, es decir, para mirar de
frente, simbólicamente, a
los tres Grandes Maestros?
¿Hay que admitir también
que, si ninguno de los anti­
guos documentos menciona
más que dos grados, los de
Aprendiz y Compañero, es
porque todos los grados su­
periores estaban sometidos a
la «regla del secreto» e igno­
rados por los masones de los
grados Iº y IIº? Suposiciones
todas evidentemente gratui­
tas, que ciertamente no son
más que una impresión y
que no resuelven en nada un
problema irritante frente a
las afirmaciones constantes
de los Operativos sobre esta
cuestión.
Finalmente, si las logias
operativas fueran tan nume­
rosas como lo pretenden
nuestros tres autores, y si,
con la Worshipful Society,
nos encontramos ante una
corriente masónica paralela
a la de la masonería espe­
culativa y totalmente distinta
a la de la Gran Logia Unida
de Inglaterra, ¿cómo expli­
car que los documentos con­
cernientes a las logias opera­
tivas, para el período que va
de 1717 a 1912, falten para­
lelamente y que sea extre­
madamente difícil reencon­
trar el rastro de las logias
bajo la jurisdicción de la
Worshipful Society en aquel
tiempo? Si las pretensiones
de los Operativos se revela­
sen exactas, sería necesario
concluir que la verdadera
historia de la Franc­Maso­
nería está por escribir.
The Corporation of
Squaremen
Mientras que la Worshipful
Society of Free Masons
sólo ha existido en Ingla­
terra, la Corporation
of
11
Squaremen
es específica­
mente escocesa.
La Corporación fue resuci­
tada el 27 de febrero de
1903, en la capilla St. John
de Canongate, en Edimbur­
go, por William Murray,
de Ayr, actuando como Diá­
cono (Deacon), asistido por
Philippe Murray, igualmente
de Ayr, actuando como
«Conductor»; en el transcur­
so de la ceremonia, fueron
admitidos 14 miembros. Pue­
de presumirse que uno y
otro tenían la experiencia de
la ceremonia de admisión y
que esta reunión de hecho
fue una reunión de la Corpo­
ración de Squaremen de Ayr,
aunque en las Minutas no
haya ninguna referencia a
Ayr. Así pues es legítimo
pensar que la Corporación de
los Squaremen de Edimburgo
desciende de la de Ayr cuyo
«Diácono» era parte partici­
pante en la Charte St.­Clair
de 1628, aunque no exista
ninguna prueba formal; y
con más razón sabiendo que
los archivos anteriores a
1903 han desaparecido. En
esta fecha fue creado un
subcomité cuyos miembros
se diri­ gieron al historiador
de la Logia de Edimburgo
(Mary's Chapel) nº 1, David
Murray Lyon12 para recla­
mar los libros y los papeles
de la Corporation que pre­
tendían tener en su posesión
para escribir la historia de
esta logia. La totalidad de
los antiguos manuscritos
que había utilizado, y parti­
cularmente los archivos de
la Corporation, fueron redu­
cidos a pedazos junto con
otros documentos.
La Corporation declara no
practicar ningún grado, rito
o ceremonia en relación con
la Gran Logia de Escocia.
En efecto, los Squaremen,
en tanto que Corporación
distinta de los Masones,
existía bastante antes de la
formación de la Gran Logia
de Escocia. Pero la diferen­
cia entre las dos es difícil de
precisar, aunque se algo ad­
mitido que una y otra re­
cibían a no­operativos.
La Corporation está go­
bernada por un Diácono,
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 27
un Sub­Diácono, un «Box­
maister» o Secretario y do­
ce Asistentes.
A diferencia de lo que suce­
dió en la Worshipful Society
of Free Masons, los rituales
no han sido divulgados. To­
do lo que se sabe es que los
Squaremen se reunían no en
una logia sino en un taller
(«shed») y que declaraban
practicar una antigua cere­
monia en el curso de la cual
se comunican antiguos se­
cretos operativos en otro
tiempo reservados a las gen­
tes del oficio.
misión, se presentan al can­
didato diferentes herramien­
tas y hay también un
«cuadro de logia».
De 1903 a 1910, la ceremo­
nia fue de muy corta dura­
ción. En una Asamblea que
comenzó a las 10h 30' y
acabó a las 11h 30', 21 can­
didatos fueron admitidos y
se compartió un almuerzo,
todo ello en una hora. Ahora
la ceremonia está más desa­
rrollada a fin de que los Her­
David Murray Lyon, en su
Historia de la Logia de
Edimburgo, dice a propósi­
to de los Squaremen:
«La "palabra de los Square­
men" era dada en las Asam­
bleas de Compañeros13 y de
Aprendices obreros,14 techa­
dores, etc., en el transcurso
de una ceremonia durante la
cual el aspirante tenía los
ojos vendados y era "prepa­
rado" de otra manera; se le
hacía jurar guardar el se­
creto, se le comunicaba una
pala­ bra, un toque y un sig­
no, y a continuación debía
revestir un mandil de cuero.
La entrada en la estancia,
normalmente una taberna,
donde se reunía la "fraterni­
dad", estaba guardada y to­
dos los que entraban debían
de dar el toque».
Parece además que cada
miembro tenía su marca.
Durante la ceremonia de ad­
de la Corporación de antes
de 1920, que un miembro
presentó:
1) el tubo cónico que con­
tenía la voz de la burra de
Balaam;
2) la botella de piedra pro­
veniente del Mar Muerto
conteniendo el Agua de Vi­
da;
3) un dibujo o una fotografía
de la plaza Shakespeare de
Edimburgo antes de que no
se hubiera construido la Ofi­
cina Postal Central.
Conclusión
manos admitidos tengan la
impresión de haber recibido
algo de valor. Después de que
un trabajo intelectual haya
sido presentado y que los
Hermanos se hayan pronun­
ciado en favor de la admisión,
la ceremonia se desarrolla
con juramento, secretos co­
municados y palabras de
bienvenida.
En otro tiempo, para entrar
en la Corporation, era nece­
sario elaborar un dintel a
partir de una piedra bruta,
pero hoy, aunque la cosa sea
siempre posible, se pide un
trabajo intelectual.
El humor no está ausente
de las reuniones: por ejem­
plo, se dice, en las Minutas
Al término de este estudio,
somos perfectamente cons­
cientes de haber descubierto
más problemas de los que se
han resuelto. ¿Es esto decir
que la existencia de la
Worshipful Society of Free
Masons y de la Corporation
of Squaremen haya sido to­
talmente ignorada por los au­
tores masónicos? No es esto lo
que pensamos: baste citar a
R. Guénon quien, particular­
mente en sus «Études sur
la Franc­Maçonnerie et le
Compagnonnage», y, en par­
ticular en el capítulo «Pala­
bra perdida y palabras subs­
titutivas», ha subrayado todo
el interés de los rituales ope­
rativos de los cuales parece
haber tenido un conocimien­
to profundo. No podríamos
insistir bastante, para una
mejor comprensión de la
verdadera naturaleza de la
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 28
iniciación masónica, sobre la
necesidad de inclinarnos so­
bre nuestros orígenes operati­
vos. Que el estudio de la
Worshipful Society of Free
Masons y de la Corporation
of Squaremen haya permitido
arrojar una nueva luz sobre los
orígenes de la masonería es­
peculativa, es el deseo que
osamos formular a modo de
conclusión, con la secreta es­
peranza de que otros, mejor
armados que nosotros en el pla­
no histórico, sabrán completar
nuestro trabajo. Quizás enton­
ces se nos haría evidente lo
que Joseph de Maistre, Eques
a Floribus, afirmaba en su «Ma­
nifiesto al Duque Fernando de
Brunswick» (1782):
«Ciertamente, uno osa decirlo,
la orden no ha podido comenzar
por lo que vemos. Todo apunta
a que la Franc­Masonería
vulgar es una rama separada
y quizás corrompida de un ta­
llo antiguo y respetable.»
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LATOMIA - Octubre 2012 - Página 29
LA TECNOLOGÍA MASÓNICA
Por Florencio Serrano
dia y extraordinaria sabi­
duría con la que pretendemos
manejarnos cuando decimos
practicar la masonería.
Y más cuando, reconocién­
dolo o no, nuestra formación
e instrucción masónicas han
sido pobres o deficientes.
Y es que aunque nunca antes
hubiéramos caído en ello, la
masonería es una tecnología
en sí misma. Está constitui­
da por una serie de procedi­
mientos y sistemas estructu­
rados que en sí mismos la
construye y la constituye.
Cuando
en un contexto
masónico se plantea algo co­
mo la tecnología y encima
se escribe un libro con se­
mejante título, normalmente
más de uno se puede sor­
prender e incluso sospechar,
que es más una simple for­
ma de llamar la atención que
algo que pueda responder a
un contenido verídico y ob­
jetivo sobre la masonería.
Al fin y al cabo, solemos
pensar e incluso a veces ver­
balizar, que ya sabemos mu­
cho sobre esta orden iniciática.
No nos damos cuenta cómo
ciertos patrones preestable­
cidos, prejuicios y tenden­
cias construidas por nuestro
entorno socio cultural y en
especial, formación profe­
sional profana y por nuestra
propia experiencia e instruc­
ción masónicas, nos han ale­
jado o nos encorsetan en una
visión ya anticuada y en mu­
chos casos, alejada tanto de
la realidad cotidiana y el si­
glo en el que vivimos, como
de la profundidad, vanguar­
Claro está que esa tecno­
logía tiene un “hardware”,
los diferentes ritos nacidos
en una época determinada y
que aquellos que han sobre­
vivido, han sido consolida­
dos a lo largo de los siglos y
un “software”, el método
sistemático que en interac­
ción con la consciencia del
practicante masón, origina
una serie de experiencias y
vivencias que hacen de la
masonería una tecnología al
mismo tiempo viva por una
lado y por el otro, asentada
en la tradición.
En otras palabras, esa tecno­
logía es el conjunto de ritos
con sus ceremonias, el ritual,
el uso de los diferentes estados
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 30
conscientes de percepción,
vivencia espiritual, integración
emocional, entendimiento ra­
cional de todo ello y la im­
plementación de los resultados
obtenidos, en un constante
intento de perfeccionamiento
y mejora tanto individual co­
mo colectiva y social. Aquí
sí tiene sentido entonces, ha­
blar al mismo tiempo de la
masonería como un método,
pues la aplicación sistemáti­
ca de todo ello, de esa tecno­
logía, lo requiere.
Y como todo método iniciá­
tico, no te subyuga o subor­
dina al propio método, con­
virtiéndolo en un fin en sí
mismo, sino que te lleva a la
genuina libertad incluso, del
propio método y su posible
dependencia de él.
Y cuando se habla de un mé­
todo iniciático, muchos pue­
den pensar que es algo poco
concreto o algo sometido a
la nebulosa de un pseudo­
ocultismo alejado de la tradi­
ción masónica, cayendo en
la fácil confusión entre eso­
terismo y ocultismo.
Para colmo, los hay que con­
funden la tradición iniciática
con la tradición histórica.
Desde luego que el recorrido
histórico de los diversos ri­
tos, marcan la personalidad
y perfilan las características
concretas de cada rito solo
hasta cierto punto, pero al
mismo tiempo eso mismo,
sin la existencia y vivencia
de la tradición iniciática im­
plementada por el propio
método singular y único de
la masonería, puede conver­
tir al propio rito en una car­
casa vacía de ceremonias,
normas y jurisprudencia sin
sentido, sobre todo en pleno
siglo XXI y en nuestra vida
social cotidiana.
Para evitar esto, es impor­
tante entender como la pree­
minencia de la tradición ini­
ciática sobre la historia de
un rito, debe ser un punto de
referencia que deberíamos
cuidar mucho más de lo que
aparentemente estamos ha­
ciendo hasta ahora.
En el libro recientemente
publicado en la Editorial
Nous “La Tecnología Masó­
nica”, “su verdadero poder”,
se intenta plasmar con mucho
más detalle todos los plan­
teamientos expuestos hasta
aquí, añadiendo temas tan
fundamentales como la cons­
ciente o inconsciente confu­
sión entre religiosidad y es­
piritualidad o entre religión
y masonería.
Marca ciertos importantes
paralelismos entre la maso­
nería y la ciencia más punte­
ra actual como la física
cuántica, alejándose del típi­
co determinismo cartesiano
de la ciencia positivista.
Entra en una descripción
sistemática de grandes ritos
de ámbito mundial nunca
descritos así en lengua es­
pañola y especifica con ma­
yor exactitud, la importancia
de la transmisión oral, la
transmisión ritual y en espe­
cial, la transmisión del mé­
todo de asimilación que per­
mite a un buen practicante
masón, una verdadera trans­
formación personal apuntan­
do incluso aspectos sobre
ciertos cambios fisiológicos,
prácticamente desconocidos
o no descritos en el ámbito
masónico.
Como no podía ser otra ma­
nera, éste libro realiza una
serie de reflexiones sobre las
órdenes masónicas en el si­
glo XXI, donde se desgranan
las dificultades y peligros
que hoy en día sufren nume­
rosas Obediencias masónicas,
sus problemas estructurales,
el peligro de perder la esen­
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 31
cia iniciática que nos singu­
lariza respecto a cualquier otra
institución u organización pro­
fana o la incursión de nume­
rosos patrones e influencias
no masónicas que acaban
mediatizando excesivamen­
te, muchas de las decisiones
que a nivel mundial y orga­
nizativo se suelen tomar.
Lo más importante por últi­
mo es que acaba describien­
do al mismo tiempo, qué
ofrece la masonería hoy en
día, más allá de los tópicos y
típicos argumentos sobre su
influencia en la educación o
hacer de “hombres buenos
hombres mejores”.
Se han escrito innumerables
libros sobre la historia de la
masonería, tanto por parte
de historiadores profanos
como de historiadores maso­
nes y muy pocos, se han es­
crito con un enfoque y con­
tenidos que tengan que ver
más con lo profundo y esen­
cial de la Orden.
Y éste libro incide precisa­
mente en esos contenidos
que, muchos masones e in­
cluso profanos, anhelan bus­
car y encontrar en esa ingen­
te montaña escrita sobre la
historia masónica.
No construye un “artefacto”
lleno de notas a pié de pági­
na e interminables citas pre­
feridas que argumenten una
posición determinada. Se
aleja expresamente de ello y
ofrece una bibliografía para
todo aquel que intente inves­
tigar más profundamente so­
bre los contenidos y las re­
flexiones lanzadas.
Demasiadas veces acabamos
tratando a la masonería desde
una óptica profana o dema­
siado cercana a los patrones
profanos y ninguneándola,
perdemos de vista la increí­
ble cantidad y riquísimos
matices de sutiles y sofisti­
cados equilibrios, sabiduría
y niveles interdependientes
y complementarios que ésta
posee.
Ojalá muchos otros masones
puedan escribir y publicar
más libros con éste tipo de
contenidos y enfoques pues
es precisamente, lo que pue­
de contribuir definitivamen­
te a que la sociedad en gene­
ral nos conozca mucho
mejor y acabe abandonando,
esos clichés y prejuicios
es que la sociedad en gene­
ral, perciba a la masonería y
a los masones con verdadero
y consistente conocimiento
libre de prejuicios, y como
puntos de referencia de su­
ma importancia por su con­
tribución a la mejora de esa
misma sociedad, aportando
una serie de principios, va­
lores y en especial una sabi­
duría que en el futuro y so­
bre todo hoy en día, es
realmente útil y más que ne­
cesaria.
¿Lo sabremos hacer? .
que todavía hoy en día si­
guen pesando en exceso so­
bre la masonería y lo que és­
ta es, hace y propone para el
futuro.
Después de todo, algo real­
mente relevante y significa­
tivo a tener muy en cuenta
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 32
LA CRUZCÚBICA Y ELOCTAEDRO
Por Honorio Gimeno y Xavier Martínez Robles
La Geometría espacial es
un medio muy utilizado por
las Tradiciones Sagradas,
sobre todo en las lecturas
que, de ellas, hacen los gran­
des Maestros. El I­Ching, en
la Tradición Extremo Orien­
tal, y el Vedanta, en el Hin­
duismo, dan prueba de ello.
Quizás la teoría de que “una
imagen vale más que mil pa­
labras”, fuera aplicable al
caso, pero lo que sí es cierto
es que las palabras, por sí
solas, no pueden abarcar la
comprensión de la Verdad
revelada; pues, como todos
sabemos, muchas veces una
sola mirada, es suficiente
para la comprensión de una
verdad inmutable.
Siguiendo el caso del I­Ching
­que se originó por la teoría
de que a Dios no se le puede
nombrar, pero se le puede
dibujar, lo que dio lugar a
los trigramas y los hexagra­
mas­, intentaremos exponer,
mediante la Geometría espa­
cial, la representación de la
Manifestación divina, basán­
donos en la Cruz Cúbica y
en los Cuerpos Platónicos,
concretamente: el Octaedro.
Para iniciar la representa­
ción Geométrica, es intere­
sante empezar por la Onto­
logía de la Zarza Ardiendo
(Ahí, acudimos al Judeo­
Cristianismo). En este pasa­
je bíblico Dios se da a cono­
cer a Moisés diciéndole:
“Yo Soy el que Soy”. Ex­
presión bastante taxativa de
su correspondencia con la
hindú: “El Ser Es”. Lo que
nos lleva a representarlo
geométricamente como el
punto origen de todo el Uni­
verso, del cual todo emana
en la formación de su Mani­
festación, que constituye lo
que en Cristianismo deno­
minamos como “Creación”.1
Geométricamente, de ese
punto Original emana el haz
de indefinidos radios de lon­
gitud indefinida, que colman
la totalidad del Universo;
por lo que, obviamente, su
forma espacial sería la de
una esfera. Y, para facilitar
la comprensión, haremos
que su representación venga
dada por los tres diámetros:
Zénit­Nadir, Este­Oeste,
Sur­Norte, de los que, el pri­
mero, unirá los dos polos y,
los segundos, los ejes per­
pendiculares del ecuador;
representado así, esos tres
diámetros, los ejes de los
que puede partir el Universo
en cada uno de los Grados
de Existencia (Este­Oeste,
Sur­Norte), como en el con­
junto de todos ellos (Zénit­
Nadir). Este cruce de ejes,
geométricamente, sería, a
todas luces, una cruz cúbica.
(Ver Figuras 1 y 2)
Fig. 1
Si partiéramos de un punto
cualquiera (el 10, por ejem­
plo) del radio que va del
Centro de la cruz al Zénit, y
trazásemos una línea recta
hasta el punto 10 del radio
Fig. 2
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 33
que va del Centro al Este y,
partiendo de ahí, trazásemos
otra recta hacia el punto 10
del radio que va del Centro
al Sur; y, finalmente, uniéra­
mos ese punto del radio Sur,
con el punto original del ra­
dio Zénit, habríamos trazado
un triángulo equilátero, cu­
yos vértices estarían situados
en los puntos 10 de los ra­
dios: Zénit, Este y Sur. Y es­
te triángulo equilátero sería
la base de un tetraedro, cuyo
vértice sería el centro de la
cruz cúbica.
Obviamente, este tetraedro
nada tendía que ver con el
primero de los cuerpos
platónicos, ya que, en éste,
al ser regular, sus caras son
todas triángulos equiláteros
y, en el formado por la unión
de los puntos 10 de los ra­
dios Zénit­Este­Sur de la
cruz cúbica, los ángulos pro­
cedentes del centro (vértice
del tetraedro) son todos ellos
rectos, lo que impide que el
tetraedro que hemos formado
sea regular, por lo que nada
tendría que ver con el prime­
ro de los cuerpos platónicos.
Pero sigamos adelante. Si
ese punto 10 del radio Zénit,
lo unimos, mediante una rec­
ta, al punto 10 del radio
Norte y, desde éste, traza­
mos otra recta hasta el punto
10 del radio Este, obtendre­
mos otro triángulo equiláte­
ro, cuyo lado Zénit­Este,
será común con el primer
triángulo trazado anterior­
mente; y, en consecuencia,
la cara:
Centro­Zénit­Este, del segun­
do tetraedro que se habrá
formado desde el vértice
centro hacia los puntos 10
de los radios Zénit­Este­
Norte, será común con la del
primer tetraedro formado
desde el centro hacia los
puntos 10 de los radios Zé­
nit­Este­Sur.
Con esto, dentro la esfera
que supondría el Universo,
tendríamos que, en el cua­
drante formado por los ra­
dios Centro­Zénit, Centro­
Este y por el diámetro Sur­
Norte, habrían dos tetraedros
tri­rectángulos unidos por su
cara Centro­Zénit­Este. Par­
tiendo de esto y para no se­
guir la explicación de cada
uno de los tetraedros que se
pueden formar uniendo, por
rectas, los puntos 10 de cada
unos de los radios que par­
ten del Centro hacia cada
uno de los extremos de la
cruz cúbica, podemos ver
que hemos formado ocho te­
traedros, cuyo vértice es el
Centro de la misma; por lo
tanto, el vértice de la esfera,
de donde emana toda la Ma­
nifestación divina para la
Creación del Universo. (Ver
Fig. 3).
Estos ocho tetraedros men­
cionados, no hacen más que
formar un octaedro que, en
este caso, sí sería regular,
pues todas sus caras serían
iguales, por lo que se podría
identificar perfectamente con
el Octaedro platónico, por el
simple hecho de constituir
propio Octaedro platónico.
Si trazásemos ahora desde el
Centro, los radios equidis­
tantes a los propios de la de
la cruz cúbica, que pasarían
forzosamente por el punto
centro de cada una de las caras
del octaedro, obtendríamos
ocho radios más, y si unié­
semos, por rectas, los puntos
10 (o cualesquiera otros) de
cada uno de ellos, obtendría­
mos un cubo, que también
sería uno de los cuerpos
platónicos. (Ver fig. 4).2
Haciendo extensiva dicha
acción, podemos afirmar que
uniendo los puntos 10 (o
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 34
cualesquiera otros) de radios
equidistantes que pudieran
emanar del centro, se ob­
tendrían también el dodecae­
dro y el icosaedro; lo que
vendría a confirmar que, al
igual que el polígono de in­
definidos lados, es la circun­
ferencia, el poliedro de in­
definidas caras, es la esfera.
Lo que indica claramente
que la auténtica realidad de
lo recto, es que es realmente
curvo; y esto es algo que ya
nos ha enseñado, en su tiem­
po, el Grado de Maestro en
la Masonería, pasando de la
Escuadra al Compás o, lo
que es lo mismo, de la cua­
dratura del círculo a la cir­
culatura del cuadrado.
dio: Centro­Zénit, la caracte­
riza de Yang, mientras que a
su opuesta, la del radio:
Centro­Nadir, lo hace de Yin.
La propia del Centro­Este,
también es Yang, por lo que
su opuesta: Centro­Oeste,
sería Yin; y siendo la acción
del radio: Centro­Sur, Yang,
su opuesta: Centro­Norte,
sería Yin. (Ver Fig. 5).
Es interesante observar co­
mo los opuestos son aquellos
cuyo único punto en común,
es el Centro (Ver fig. 5). El
ejemplo más claro lo tene­
mos en el tetraedro: Centro­
Zénit­Este­Sur, que es Yang,
Yang, Yang; con su opuesto:
Centro Nadir­Norte­Oeste,
que es Yin, Yin, Yin. Y eso
mismo ocurre con todos los
Pero centrémonos de nuevo
en el Octaedro, pues, a dife­
rencia de los demás, es el
que se forma con la Cruz
Cúbica, y ahí nace una rela­
ción interesante con la Tradi­
ción Extremo Oriental.
Partiendo de esto, el tetrae­
dro formado por los radios:
Zénit­Este­Sur, sería Yang,
Yang, Yang; el formado por
los radios: Zénit­Este­Norte,
sería: Yang, Yang, Yin; el
formado por los radios: Zé­
nit­Norte­Oeste, sería Yang,
Yin, Yin; y el formado por
los radios: Zénit­Oeste­Sur,
sería Yang, Yin, Yang. Con
esto tendríamos calificada la
mitad superior del Octaedro.
Si acudimos a la mitad infe­
rior, veremos que el tetrae­
dro formado por los radios:
Nadir­Este­Sur, sería Yin,
Yang, Yang; el formado por
los radios: Nadir­Este­Norte,
sería Yin, Yang, Yin; el for­
mado por los radios: Nadir­
Norte­Oeste, sería Yin, Yin,
Yin; y el formado por los ra­
dios: Nadir­Oeste­Sur, sería
Yin, Yin, Yang.
tetraedros opuestos que for­
man el Octaedro. Mientras
que entre los “no opuestos”,
siempre está la cara común a
los co­lindantes.
Como sabemos, la “coinci­
dentia opositorum” es uno
de los trabajos que hay que
realizar en toda Vía iniciáti­
ca ­el primer Grado de la
Masonería ya nos lo indica
con el “Pavimento Mosai­
co”­, pues el paso de la dua­
lidad a la Unidad, así lo exi­
ge. Partiendo de esto, a la
manifestación dual propia
del ser creado, la Tradición
Extremo Oriental la expresa
por las figuras del Yin y el
Yang, a las que atribuye los
caracteres propios de los
opuestos en la Manifesta­
ción. Así, a la acción del ra­
Como sabemos, el dibujo en
el que representó la Tradi­
ción Extremo­Oriental a la
Divinidad, no consistía más
que el líneas rectas, conti­
nuas y quebradas (conocidas
como los famosos trazos del
I­Ching), que se manifestaban
por grupos de tres trazos,
formando los trigramas y, de
seis trazos, formando los he­
xagramas. Las combinaciones
de los trigramas, al constar
sólo de tres trazos, com­
binándose entre continuos y
quebrados, sólo pueden ser
ocho; mientras que, en el
caso de los hexagramas, al
constar de combinaciones de
seis trazos, alcanzan la tota­
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 35
lidad de sesenta y cuatro.
En el caso del Octaedro, es
obvio que al constar, cada
una de su caras, de tres ra­
dios que las definen, entran
en juego los trigramas; que,
siendo ocho, vemos que ca­
da uno de ellos debe coinci­
dir forzosamente con cada
una de las caras del mismo.
Y sabiendo que, mediante los
ocho los trigramas, el I­Ching
define al Universo, es intere­
sante apreciar la importancia
simbólica del Octaedro como
figura que, partiendo de la
Cruz Cúbica, viene a definir
cada una de las característi­
cas de la Manifestación divi­
na, mediante su aplicación a
los trigramas de la Tradición
Extremo­Oriental.3
Características, que, según el
I­Ching, serían las siguientes:
La cara Zénit­Este­Sur:
Yang, Yang, Yang.
Sería lo Creativo. La Cuali­
dad sería: Fuerte; la Imagen
sería: Cielo; y la Familia
sería: el Padre.
La cara Zénit­Este­Norte:
Yang, Yang, Yin.
Sería lo Suave. La Cualidad
sería: Penetrante; la Imagen:
Viento, Madera; y la Familia
sería: la 1ª hija.
La cara Zénit­Norte­Oeste:
Yang, Yin, Yin.
Sería lo que el I­Ching defi­
ne como el Aquietamiento.
La Cualidad sería: Quieto; la
Imagen sería: Montaña; y la
Familia, sería: el 3º hijo.
La cara Zénit­Oeste­Sur:
Yang, Yin, Yang.
Sería lo Adherente. La Cua­
lidad sería: Luminoso; la
Imagen sería: Fuego; y, la
Familia sería: la 2ª hija.
La cara Nadir­Este­Sur:
Yin, Yang, Yang.
Sería lo Sereno. La cualidad
sería: Regocijante; la Ima­
gen sería: Lago; y la Familia
sería: la 3ª hija.
La cara Nadir­Este­Norte:
Yin, Yang, Yin.
Sería lo Abismal. La Cuali­
dad sería: Peligroso; la Ima­
gen sería: Agua; y la Familia
sería: el 2º hijo.
La cara Nadir­Norte­Oeste:
Yin, Yin, Yin.
Sería lo Receptivo. La Cua­
lidad sería: Abnegado; la
imagen sería: Tierra; y la Fa­
milia sería: la Madre.
La cara Nadir­Oeste­Sur:
Yin, Yin, Yang.
Sería lo Suscitativo. La Cua­
lidad sería: Movilizante; la
Imagen sería: Trueno; y la
Familia sería: el 1º hijo.
Hemos querido citar estos
datos extraídos del I­Ching o
“Libro de las Mutaciones”,
expuestos lo más escueta­
mente posible ­según un
cuadro del propio Libro­,
para no hacer este Trabajo
más extenso en temas más
propios del Taoísmo. Y si
algún C. desea profundizar­
los, no tiene más que aden­
trarse en las explicaciones
expuestas en dicho Libro.
Consideramos también inte­
resante exponer la posibili­
dad de que, en una de las
cúpulas de la Basílica del
Pilar, en cada una de sus caras
inmediatamente inferiores a la
cúpula, aparecen una serie
de trazos continuos y que­
brados, que, a simple vista,
diríase que son los hexagramas
de Fo­hi. Hay opiniones que
afirman que se deben a la in­
fluencia de la Compañía de
Jesús en China, y sus intentos
de traducción de los conceptos
Metafísicos; pero no podemos
aseverar la certeza del hecho,
por carecer de más datos al
respecto y, por parecer que,
según la fotografía adjunta,
se trata del mismo hexagra­
ma en las tres caras que apa­
recen en la misma.
Es interesante también tener
en cuenta que, según el “Li­
bro de las Mutaciones”, la
Cruz siempre es cúbica, es
decir más adecuadamente,
siempre es de tres dimensio­
nesiv, ya que, según refleja
este Libro, la manifestación
plana de dos dimensiones,
sólo es un planteamiento
ilusorio propio del ser crea­
do (recordemos la entrada,
en Logia, del Maestro, en
Masonería); pero este es un
tema que creemos escapa del
presente Trabajo, por lo que
puede ser tratado en otras
ocasiones.
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 36
NOTAS
Bajo el punto de vista de lo universal a lo particular,
de lo general a lo concreto, tenemos un "vasto espacio
vacío", infinitud, in­manifestación. Brahman sin atributos,
donde ni siquiera asoma el Uno. En el principio fue el
Logos... De pronto, súbitamente, aparece la Unidad,
(Ishvara), el punto, separando el espacio, desgarrándolo,
centro y fuente de toda dicotomía, dividiendo el espa­
cio en una indefinidad de direcciones, indefinidos ra­
dios de la esfera. Así el centro se proyecta, se expan­
de, en la esfera, la Unidad en la multiplicidad, lo
Infinito en lo indefinido. Entre toda la indefinidad de
direcciones que surgen del centro, hay 6 direcciones bá­
sicas: Norte­Sur, Este­Oeste, Zenit­Nadir; constituyen
3 rectas perpendiculares entre sí, cada una apunta a
dos extremos o direcciones opuestas y complementa­
rias. Aquí tenemos la primera crucifixión, el desgarro
primordial, la divinidad asumiendo las dimensiones
finitas. Jesucristo crucificado es una representación
humana de esta primera crucifixión cósmica. Parece
ser que fue Clemente de Alejandría el que relacionaba
las 6 direcciones del espacio, con los 7 días de la
creación. "Y al séptimo Dios descansó". Este séptimo
se corresponde con el retorno al Centro. Simbolizando
que esa división, desgarro, Creación, sólo es temporal,
aparente, la Realidad nunca pierde su Unidad, sólo es
aparentemente. El Uno puede jugar a Ser muchos, pero
nunca perdiéndose a sí mismo. Como lo muestra el
juego de divinidades del Hinduismo: Brahmán, el ab­
soluto, la Realidad sin atributos. Cuando aparece un
atributo surge Ishvara, el Uno. Todos los dioses son
aspectos y representaciones de Ishvara. El Dios monoteísta
de las religiones Abrahámicas corresponde a Ishvara,
no a Brahmán. De Brahmán nada se puede decir, es el
Tao sin nombre. Es Ishvara el creador (Brahma), el
conservador es Vishnu y el transformador es Shiva.
"El Tao con nombre es la madre de los 10.000 seres".
1
Esta cruz tridimensional de 6 direcciones, es el Lo­
gos hecho Símbolo. El Logos creador. Dios crea el
Mundo a través y por el Logos, toda la Creación es
representación del Logos. Es a través de los radios por
los que el Uno, el Centro, se transforma en esfera. La
cruz es el Logos, la Cruz es Cristo. Así mismo, sólo a
través de Cristo todas las creaturas retornan al Padre,
la Creación al Creador, la esfera a través de los radios
retorna al Centro. Expansión y Contracción, lo centrí­
fugo y lo centrípeto, exhalación e inhalación, se resu­
men en: “el Logos estaba en Dios, y el logos era
Dios”. Es importante entender que esta figura surge
espontáneamente, lejos de ser un artificio intelectual.
Todo surge en el momento en que aparece el Uno, el
Centro. Al surgir un primer punto, éste divide el es­
pacio en 6 direcciones; al surgir las 6 direcciones,
aparecen 12 aristas que las une y las relaciona, lo que
da lugar al octaedro de 8 caras triangulares y 12 aris­
tas. La génesis de la figura es simultánea: El Centro,
Unidad, la cruz de 6 direcciones, el octaedro y la esfe­
ra que lo circunscribe son simultáneos. Toda la figura
está implícita en el centro, como la multiplicidad en la
Unidad. También es de interés dibujar el octaedro como
2
dos pirámides invertidas y la cruz en su interior, siendo
sus aristas las de máxima longitud, es decir, coinci­
diendo sus vértices con Zénit y Nadir, Este y Oeste, y
Sur y Norte; lo que representaría la máxima expresión
del octaedro inscrita en la esfera, y visualmente la fi­
gura aparece muy clara. Primero hay que entender el
octaedro en su totalidad en relación con la cruz antes
de estudiar los 8 tetraedros que están en su interior.
Las 8 caras triangulares del octaedro corresponden
matemáticamente con los 8 trigramas del I­Ching. La
primera correspondencia la encontramos sorprendente
en la cruz cósmica, que aúna, en sí, el ternario (la
Gran Triada) y la dualidad (Yin y Yang). Las tres rec­
tas perpendiculares entre sí mostrando la 3 dimensio­
nes del espacio: alto, largo y ancho, y las 2 direccio­
nes o 2 extremos (Yin y Yang) de cada recta. En el
I­Ching, los 8 trigramas surgen de la combinación del
ternario y la dualidad, posibilitando los 8 signos Pa
Kua [23 = 8 (2 elevado al cubo igual a 8)]. De estas 3
dualidades, las 6 direcciones de la cruz tridimensio­
nal, 3 yin y 3 yang, surgen las 8 caras del octaedro. En
el I­Ching no hay uno, porque el Uno es anterior a to­
da división: el Ying es 2 y el Yang es 3. Así en la cruz
el Uno es el centro, el 2 y 3 apuntan a la periferia. El
Centro es anterior a toda división.
3
En relación con el simbolismo del templo, la planta
del templo cristiano es una cruz; en el centro se en­
cuentra el altar, cuadrado o rectangular, símbolo de la
tierra; y arriba, en la vertical, esta la cúpula circular,
símbolo del Cielo. Las 4 coordenadas terrestres están
en relación con el Centro y el Zénit. Eso es precisa­
mente lo que es la pirámide de base cuadrada: las 4
coordenadas terrestres en relación con el Zénit. La
pirámide es la mitad del octaedro; si le añadimos el
Nadir tendremos el octaedro al completo. En las pirá­
mides egipcias encontramos la cúspide, símbolo de
unidad; el cuadrado, símbolo de manifestación y mul­
tiplicidad, que es el soporte del edificio; y el ternario,
las 4 caras triangulares (de ahí el ternario) que rela­
cionan la cúspide con la base. La pirámide es un
Mandala geométrico arquitectónico que conjuga la
Unidad, el ternario y cuaternario para representar el
juego de la Creación. Volviendo al templo cristiano,
mediante el simbolismo arquitectónico el espacio
queda ordenado y sacralizado, y, mediante el Rito, es
el tiempo el que queda ordenado y sacralizado; Rito
que se oficia el Altar, centro de la cruz. Es en este Al­
tar donde el vino y el pan se transubstancian en la
sangre y el cuerpo de Cristo. Es hasta este Altar donde
los feligreses vienen, desde la periferia, a ingerir este
manjar divino, canibalismo espiritual, comer y beber
el cuerpo y la sangre de Cristo, el Hijo. El logos se
hace símbolo, se hace carne en Jesús, se hace templo,
se hace Rito. El Logos es Cruz y crucifixión, la divi­
nidad desgarrada, el Uno dividido en muchos; es el
Hijo crucificado, sacrificado y hecho manjar para que,
al ser ingerido, los muchos recobren la Unidad. Sien­
do esta sangre y este cuerpo símbolo de los dos as­
pectos de la doctrina: esotérico y exotérico, sutil y
formal.
4
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 37
« LOS TRES DOCUMENTOS MÁS ANTIGUOS DE LA
HERMANDAD MASÓNICA » DE KRAUSE
Por Enrique M. Ureña
Instituto de Estudios sobre la Masonería y el Krausismo. Universidad de Comillas.
Artículo cedido para la re­
vista Latomia.
INTRODUCCIÓN
En mi ponencia « Maso­
nería y Pensamiento: Krau­
se », leída en Salamanca en
el II Symposium de Historia
de la Masonería Española,1
presenté una concentrada vi­
sión de la biografía masóni­
ca de Kart Christian Friedrich
Krause, fijándome especial­
mente en el proceso que cul­
minó en su expulsión de la
logia de Las tres espadas y
verdaderos amigos de Dres­
den el 17 de diciembre de
1810. En un estudio poste­
rior2 he tratado la génesis, y
lugar en el conjunto de la
obra de Krause, de ese libro
fundamental que lleva por
título El ideal de la Humani­
dad (1811) y que como ya
había señalado en Salaman­
ca, fue escrito « preferente­
mente para masones »3. En
este último artículo, y alre­
dedor del Ideal de la Huma­
nidad mostré la indisolubili­
dad
del
pensamiento
filosófico­histórico, filosófi­
co­social y político de Krau­
se con sus impresionantes
investigaciones en el terreno
de la filosofía, la historia y
la liturgia masónicas.
Los tres documentos más
antiguos de la Hermandad
Masónica constituyen preci­
samente la obra masonológi­
ca monumental de Krause,
cuya publicación le costó la
expulsión por tiempo indefi­
nido de su logia, y cuyo con­
tenido fundamenta, más que
ninguna otra obra suya, eso
que ha de ser considerado
como una de las característi­
cas centrales del pensamien­
to del padre del Krausismo:
la imbricación inextricable
de masonería/sociedad/polí­
tica/ideal de la Humanidad.
Remitiendo entonces al lec­
tor a mis dos trabajos ante­
riores4 como complementa­
rios de esta Comunicación,
con el fin de evitar repeticio­
nes innecesarias, me voy a
centrar ahora en dos aspec­
tos que dejé fuera de la Po­
nencia de Salamanca y del
artículo de Pensamiento: en
primer lugar, en una apreta­
da presentación del contexto
histórico­masónico alemán en
el que Krause, con la publi­
cación de su gran obra, pasó
a ocupar un primer puesto
en la historiografía crítica
masónica; y, en segundo lugar,
en una indicación somera de
los contenidos de la obra que
estamos comentando.
Contexto Histórico: La
Masonería Alemana entre
1760 Y 1810
La historia de la masonería
alemana entre 1760 y la pu­
blicación de Los tres docu­
mentos más antiguos de
Krause (1810) puede divi­
dirse de la manera más ade­
cuada, a mi modo de ver, en
tres períodos. El primero
abarca desde 1760 hasta
1782/1783; el segundo, des­
de 1782/1783 hasta el cam­
bio de siglo; el tercero, des­
de el cambio de siglo hasta
1810. El primer período está
caracterizado por el dominio
de los grados superiores, de
proveniencia francesa, sobre
los grados simbólicos, así
como por una situación ge­
neralizada de caos y de divi­
siones internas. El segundo
período destaca por el surgi­
miento de movimientos re­
formistas –unos más locales,
otros más regionales­ orien­
tados a sacar a la Herman­
dad del caos en el que se ha­
llaba sumida, volviendo los
ojos hacia la pureza de la
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 38
masonería inglesa simbólica,
con toda buena voluntad pe­
ro con escaso empuje. Final­
mente, el tercer período, está
marcado por el nacimiento
de fuertes corrientes refor­
mistas con la misma finali­
dad que sus predecesores in­
mediatos, pero con el apoyo
de una auténtica investiga­
ción histórica crítica sobre
los orígenes de la Herman­
dad y sobre su verdadera na­
turaleza. Krause va a consti­
tuir la coronación de este
tercer período, la cresta de la
ola. Vamos a detenernos bre­
vemente en cada una de es­
tas etapas, concretando más
las caracterizaciones generales
que acabamos de delinear.
Entre 1760 y 1782 domina­
ron la escena masónica en
Alemania fundamentalmente
tres Sistemas: el de la llama­
da Estricta Observancia,
propagada sobre todo por
Kart Gotthelf von Hund; el
Sistema Clerical, fundado
por Joh. Aug. Stara; y el Sis­
tema Sueco, introducido en
Alemania por Joh. Wilh.
Kellner Zinnendor y conoci­
do también allí como « Sis­
tema de Zinnendorf ». Los
tres Sistemas eran en reali­
dad derivaciones del Siste­
ma Templario constituido
formalmente en Francia ha­
cia el año 1742, sistema este
último que a su vez derivó
de la introducción de los lla­
mados grados escoceses. A
estos tres sistemas se unían
además entrecruzamientos no
siempre controlados con otras
sociedades secretas propia­
mente no masónicas, como
los Rosacruces alemanes, los
Iluminados o los Hermanos
Asiáticos. Las características
principales que perfilan la fi­
gura de una masonería ale­
mana dominada por estos
sistemas son, junto a la ya
indicada del sojuzgamiento
de los grados simbólicos por
los grados superiores, las de
un recrudecimiento del se­
cretismo, de una propaga­
ción de la fábula de los su­
periores desconocidos, de la
disgregación que conllevaba
la multiplicidad de los gru­
pos, y la de una difumina­
ción de las fronteras entre
grupos genuinamente masó­
nicos y los otros grupos
pseudomasónicos.5
Georg Kloss señala como
fenómeno englobante de to­
das las características que
acabo de enumerar, la sepa­
ración casi total de la maso­
nería alemana de aquella
época de la masonería ingle­
sa, separación que no consti­
tuía sino la otra cara de la
moneda del intento de trans­
formación de la Hermandad
en la línea de una reedición
de la Orden de los Templa­
rios. Según Kloss las
« Constituciones Antiguas, a
las que Anderson se había
referido de una manera tan
explícita en su libro de las
Constituciones, y que ya
habían sido impresas en In­
glaterra el año 1725 »,
habían permanecido en Ale­
mania totalmente ignoradas;
aun más, continúa Kloss,
« desde la llegada de la Es­
tricta Observancia (1763) se
habían abandonado total­
mente, y finalmente olvida­
do, las constituciones de
Anderson en sus ediciones
de 1723 y 1738, que ya en
1741 habían sido traducidas
al alemán y que, hasta en­
tonces, habían sido más o
menos altamente estimadas
por las logias alemanas y, en
la medida de lo posible, se­
guidas con precisión ».6
Toda esta situación caótica
es resumida sustanciosa­
mente por un masón alemán,
el Hermano Cramer, editor
de una de las revistas masó­
nicas más conocidas, en un
editorial dedicado precisa­
mente al recuerdo de Krause
en el primer centenario de su
nacimiento. Allí leemos:
« En las décadas de los años
sesenta y setenta del siglo
pasado se originó en nuestra
Alianza, como es sabido, un
desconcierto general. El fir­
me terreno histórico se había
evaporado bajo nuestros
pies, y así se había precipi­
tado la Alianza en el abismo
de una mezcolanza devasta­
dora de Sistemas, Rituales y
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 39
Grados, en cuyo remolino
caótico corría peligro de
ahogarse y perecer la anti­
gua y sencilla masonería. En
la mayoría de las logias no
dominaban los esfuerzos y
las orientaciones verdadera­
mente ilustradas, sino un
espíritu mezquino y fantásti­
co que degeneraba en la dro­
gadicción del secretismo. Y
estas debilidades fueron ex­
plotadas astutamente por es­
tafadores».
La segunda etapa de nuestra
división de la masonería ale­
mana entre 1760 y 1810 se
inicia en el año 1782 con la
convocación del Convento de
Wilhelmsbad. Este Convento
fue convocado por el Duque
Ferdinand von Braunschweig.
Su objetivo era doble. Se
trataba de intentar reunificar
a la dividida masonería ale­
mana.8 Y para ello se pro­
ponía estudiar y dar una res­
puesta a la pregunta acerca
de «si la opinión dominante
en la Estricta Observancia,
de que la Masonería era una
continuación de la Orden de
los Templarios, estaba basa­
da en la verdad y podía ser
demostrada históricamente».9
El Convento no consiguió el
objetivo de la reunificación,
antes bien terminó produ­
ciendo un sistema más.10 Pe­
ro la Estricta Observancia
recibió al menos «un golpe
de muerte»,11 por cuanto la
pregunta planteada fue resuel­
ta de una manera más bien
negativa y, como consecuen­
cia, se abandonó la idea de
una Masonería continuadora
de la Orden templaria.12
El Convento de Wilhelmsbad
abrió así la puerta al surgi­
miento de movimientos re­
formadores. Al año siguiente,
en 1783, nació en Frankfurt
am Main el primer fruto re­
formista: la Alianza Eclécti­
ca. La finalidad de esta
Alianza consistía en «vivifi­
car nuevamente a la Maso­
nería, y en liberarla de todo
lo que oliese a «Sistemas»
así como de los grados supe­
riores».13 O dicho de una
manera constructiva: su fi­
nalidad era la «restituir el ar­
te real de la antigua Maso­
nería».14 Sin embargo, como
ya indicamos antes, estos in­
tentos tuvieron resultados
muy pobres. La reforma alen­
tada por la Alianza Ecléctica
sólo pudo avanzar muy lenta
y muy inseguramente, «ya
que todavía no se disponía
del más mínimo fundamento
científico (para esa reforma),
y se consideraban todavía
los Rituales como el centro
de toda la atención».15 En for­
mulación acertada de Kloss:
no era suficiente aportar «la
más celosa buena voluntad»;
esta última necesitaba ser
unida al «conocimiento de
experto» para conseguir re­
sultados satisfactorios en la
transformación práctica de
la Hermandad.16
formadora de un reducido
número de masones, actividad
que alcanzó un punto culminan­
te alrededor del nacimiento
del nuevo siglo diecinueve.
Johan August Schneider en
Altenburg, Friedrich Ludwig
Schröder en Hamburgo, Ig­
naz Aurelius Fesslerxvii en
Berlín y Friedrich Mossdorf
en Dresden son los cuatro
grandes nombres que inician
nuestro tercer período. Si la
masonería alemana había
perdido su norte histórico,
Precisamente esta conjun­
ción de buena voluntad y de
conocimiento crítico de la
Historia de la Hermandad
Masónica, y de la naturaleza
de la Masonería, fue la que
se dio cita en la actividad re­
Las líneas generales que se
derivaban lógicamente de
ese resultado para una refor­
ma de la masonería alemana
coincidían con las alentadas
por la Alianza Ecléctica, con
la diferencia de que esas lí­
los esfuerzos de estos cuatro
Hermanos se dirigieron a
recuperarlo a través de una
seria dedicación a la investi­
gación histórica. Por cami­
nos independientes, los cua­
tro llegaron a un resultado
común: el de que la maso­
nería «no surgió de ninguna
Orden de Caballeros, sino de
los gremios medievales de
constructores».18
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 40
neas estaban ahora funda­
mentadas sobre terreno firme.
La supresión de los grados
superiores y la reconducción
de los Rituales de los tres
grados simbólicos hacia la
antigua tradición masónica
inglesa, fueron los objetivos
comunes de Schneider y de
Mossdorf, de Schröder y de
Fesslerxix. A estos dos obje­
tivos se añadió el del fomen­
to de la investigación crítica
de la historia de la maso­
nería, así como el de la exi­
gencia, más o menos radica­
lizada, de la impresión de
sus resultados en libros o fo­
lletos dedicados a la instruc­
ción de los Hermanos.
Los logros prácticos de estas
cuatro grandes figuras de la
masonería alemana encon­
traron una interesante con­
densación entre los años
1800 y 1805. El influjo prác­
tico de estos hombres estuvo
posibilitado, junto a su saber
teórico­crítico, por el hecho
de que todos ellos ocupaban
en esos momentos importan­
tes cargos y/o gozaban desde
tiempo atrás de un reconoci­
do prestigio dentro de la
Hermandad alemana. Moss­
dorf, iniciado en 1777, había
desempeñado el cargo de
Secretario de la logia inde­
pendiente de Las Tres espa­
das de Dresden, desde el año
1789, cargo que se le había
confiado el mismo año de su
afiliación a esa logia preci­
samente en reconocimiento
de su extraordinaria cultura
masónica.20 Schneider fue
nombrado en 1801 Venera­
ble Diputado de la logia in­
dependiente Arquímedes de
los tres tableros de Alten­
burg, una de las logias con
más prestigio en Alemania.21
Fessler había sido nombrado en
1798 Diputado Gran Maestre
de la Gran Logia Royal York
de la Amistad de Berlín, que
se había constituido como
Gran Logia precisamente gra­
cias a sus esfuerzos. Schröder,
finalmente, había sido nom­
brado en 1799 Diputado
Gran Maestre de la Logia
Provincial de Niedersachsen
y Bremen en Hamburgo.
Los resultados prácticos más
relevantes del esfuerzo re­
formador de estos hombres
fueron los siguientes.22 «En
la noche que dividió el siglo
XVIII del XIX» fueron in­
troducidos oficialmente, en
todos los grupos de logias
sujetos a la Gran Logia Ro­
yal York de Berlín, «los Ri­
tuales (de los tres grados
simbólicos) rectificados por
Fessler de acuerdo a la tra­
dición masónica antigua,
original».23 Un mes más tar­
de, el 29 de enero de 1801,
la Gran Logia Provincial de
Schröder aceptaba oficialmen­
te el ritual de iniciación inglés
antiguo, traducido y moldea­
do por el mismo Schröder.24
El 24 de junio de 1803 la lo­
gia de Altenburg sancionaba
su nuevo libro de Constitu­
ciones, que había sido remo­
delado fundamentalmente por
Schneider conforme al nue­
vo espíritu reformista.25 En
agosto y septiembre de 1801
se constituyó la «Gran Aso­
ciación de Masones» formada
por las tres Grandes Logias
reconocidas por Inglaterra
(las dos Logias Provinciales
de Hamburgo y Hannover y
la Gran Logia Royal York de
Berlín), asociación que fue
gestada por el esfuerzo con­
junto de Schröder y Fessler,
y cuyo documento constitu­
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 41
cional había sido confeccio­
nado por Fessler en la mis­
ma línea reformista.26 En
1802 Schröeder fundó en
Hamburgo el «historischen
Engbund» (la «Alianza histó­
rica selecta», sería quizás la
mejor traducción) y Fessler,
en Berlín, la «Gran Alianza
de masones científicos». Am­
bas Alianzas tenían como fi­
nalidad la investigación crí­
tica de la historia de la
Hermandad, y ambas encon­
traron un compromiso entre
la abolición total de los gra­
dos superiores (inviable por
el momento) y su continua­
ción, creando los llamados
«niveles de conocimiento»
(Erkenntnisstufen).27 Final­
mente aparecieron también
en esto años de comienzo de
siglo varios importantes es­
critos con el talante refor­
mista indicado, entre los que
se pueden destacar: el segun­
do tomo, en dos partes, de
las obras de Fessler, editado
con un prefacio propio por
Mossdorf en 1804; el Alten­
burger Journal für Freimau­
rer, editado por Schneider en
1804 y 1805, con varios
artículos de él mismo; y el
« Ensayo de una historia crí­
tica de la masonería y de la
Hermandad masónica desde
sus comienzos hasta el año
1802 » de Fessler, existente
solo en la forma de manus­
crito.
Cuando Krause se inicia en
Altenburg de la mano de
Schneider, el 4 de abril de
1805, y luego se afilia a la
logia de Las tres espadas de
Dresden el 31 de octubre de
ese mismo año, encontrán­
dose allí con Mossdorf, va a
serle entonces muy fácil si­
tuarse de lleno dentro de la co­
rriente reformista más avan­
zada de la masonería alemana
de aquel tiempo.
Los tres documentos más
antiguos de la
Hermandad Masónica
Krause se inició en la maso­
nería llevado por la sospecha
de que la Hermandad masó­
nica constituía el único ger­
men histórico de una institu­
ción dedicada «a la pura y
completa humanidad».28 Sus
primeras experiencias no fue­
ron sin embargo buenas, co­
mo él mismo señala en el
prefacio a la obra objeto de
esta Comunicación: «Cierta­
mente he de confesar que los
rituales y el estado general
de las pocas logias que visité,
leer sin comentario el acta
de recepción inglesa anti­
gua». Krause describe la
huella que esa lectura dejó
en su espíritu: «Ya en la pri­
mera lectura se apoderó de
mí el espíritu de lo pura­
mente humano que allí so­
plaba, el espíritu de íntima
religiosidad y de amor fra­
terno, así como el carácter
litúrgico específico de ese
documento. Encontré que
esa Lección de Aprendiz era
sin comparación mucho me­
jor que todo lo que yo había
visto hasta entonces en las
logias; me di cuenta que esa
lección, pese a lo anticuado
de sus formas, contenía sin
embargo muchas cosas im­
perecederas, válidas para to­
dos los tiempos. Desde ese
instante se me hizo más
querida la Hermandad en to­
do su ser, por tanto también
en su historia; puse todo mi
esfuerzo en conocerla con
más precisión, estudié todo
lo que cayó en mis manos, y
tomé parte más cálidamente
en los trabajos de la logia a
la que pertenezco».30
El trabajo masonológico de
Krause entre 1808 y 1812
fue en realidad febril. En
1809 imprimió su primera
obrita: Cuatro discursos masó­
nicos, en donde recogía cua­
tro discursos que, como
Orador de ella, había leído
en su logia.31 El título del
primer discurso, tenido el 12
de noviembre de 1808, indi­
ca ya su carácter predecesor
de lo que sería su gran obra:
«Breve presentación de la
así como el estado general
de toda la Hermandad, no
sólo no me agradaron en su
conjunto, sino en un comien­
zo, sobre todo en la inicia­
ción, hirieron mis sentimien­
tos en lo más profundo».29
Pero un buen día, probable­
mente a principios del año
1808, Mossdorf le dio «a
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 42
esencia y de la finalidad de
la masonería y de la Her­
mandad masónica a partir de
sus dos documentos más an­
tiguos».32 En 1810 publicó,
con prefacio propio y nume­
rosos comentarios y anota­
ciones también suyas, la tra­
ducción alemana de la
History of Free­Masonry de
Lawrie, para la que había
«tenido que consultar unos
200 libros».33 Esta historia
salió alrededor de marzo. En
junio de ese mismo año re­
cibía ya Krause los 850
ejemplares de Los tres docu­
mentos más antiguos,34 que
comenzó a enviar a los pre­
numerantes en julio.35 La
obra se vendía estrictamente
sólo a los masones que acre­
ditasen su condición de ta­
les, estando todos los ejem­
plares numerados y firmados
por Krause.36
Entre los prenumerantes que
aparecen nombrados al co­
mienzo del libro figuran Joh.
Aug. Schneider, I.A. Fessler
y Friedr. Nicolai, este último
otro de los masones más fa­
mosos de aquella época en
Alemania.37 Según carta de
su padre (aún no publicada)
del 26 de junio de 1810, en­
vió Krause también ejempla­
res a «Göthe, Wieland, Fich­
te, Reinhold (y) Schröder».38
A pesar de la prohibición de
compra dictada por alguna
de las más poderosas Gran­
des Logias, el libro llegó a
conocerse en toda Alemania.
Los tres documentos más an­
tiguos de la Hermandad
masónica se publicó en 1810
sin indicación alguna de que
se tratase de un «primer» to­
mo. La idea de Krause era
simplemente la de publicar
inmediatamente después unos
«Apéndices» (Beilagen) do­
cumentales. Pero en la pre­
paración de estos últimos
Krause fue ampliando tanto
el material documental, y
acumulando tantos pequeños
tratados suyos sobre diver­
sos temas masónicos, que en
1813 publicó un nuevo to­
mo, casi tan voluminoso co­
mo el anterior, bajo el mis­
mo título y con la indicación
de «segundo tomo». En
1819 salió la 2ª ed. del pri­
mer libro, que ya aparecía
ahora como «primer tomo en
dos partes» y, en 1821, la 2ª
ed. estaba en ambos tomos
corregida y aumentada. A di­
ferencia de la 1ª ed. se en­
tregó esta 2ª a la venta gene­
ral en librerías. En 1849
salió la 3ª edición de la
obra.39
Es evidente que en esta Co­
municación no puedo entrar
ni en un análisis detallado, ni
siquiera en una síntesis de
los contenidos de esta obra
gigante de Krause. Voy a li­
mitarme a enumerar los epí­
grafes más interesantes y a
indicar algunos de los juicios
más autorizados que colocan
a Krause, en virtud de esta
obra y como anuncié antes,
en la cresta de la ola de
aquella efervescencia refor­
mista ilustrada de la maso­
nería alemana de comienzos
del siglo XIX.
El tomo primero de la 2ª
ed.40 comienza con un largo
prefacio de sesenta y dos
páginas, en el que Krause
desarrolla sucintamente la
idea de la Alianza de la Hu­
manidad en su relación con
la idea y la historia de la
masonería y de la Herman­
dad masónica, y comenta sus
propias relaciones con esta
última. Le sigue un Catecis­
mo sobre la esencia y finali­
dad de la masonería y de la
Hermandad, elaborado por el
mismo Krause. Después vie­
nen varios trataditos sobre el
secreto masónico, los sím­
bolos fundamentales de la
masonería, los símbolos se­
cundarios, la liturgia y la
Constitución de la Herman­
dad. A continuación viene el
tratamiento de los dos pri­
meros «documentos más an­
tiguos», cuyos largos títulos
recojo.
Primer documento: «El ca­
tecismo más antiguo sobre
origen, esencia y finalidad
de la Hermandad masónica,
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 43
que se conserva en el año
1696 en la Biblioteca Bod­
leiana de Oxford según una
copia manuscrita del Rey
Enrique VI, y que también
se le llama corrientemente el
“juicio masónico” o el “exa­
men masónico”». Segundo
documento: «La Lección del
aprendiz o Lección de re­
cepción más antigua y origi­
nal, transmitida por un uso
ininterrumpido de las logias
y todavía ahora usada en
gran parte en las logias in­
glesas del sistema antiguo,
que corrientemente se llama
“el acta más antigua de re­
cepción a la masonería” o
también “el catecismo más
antiguo de aprendiz”».
Krause reúne en torno a es­
tos dos «documentos más
antiguos» infinidad de mate­
rial documental auxiliar, así
como nuevos trataditos su­
yos, imposibles de reseñar
aquí. Sólo haré mención de
un corto tratado sobre el ju­
ramento masónico relativo
al secreto.
El segundo tomo de la 2ª
ed.41 se abre con un tratadi­
to nuevo sobre el secreto, y,
tras otras cosas, comienza el
tratamiento del Tercer Docu­
mento: «La Constitución de
York del año 926». Alrede­
dor de este tercer documento
vuelve Krause a acumular
nueva documentación. Des­
pués recoge una verdadera
colección de diversas Cons­
tituciones masónicas, para
continuar con nuevos y nue­
vos materiales documentales
y comentarios suyos. Los
materiales recogidos y co­
mentados por Krause no só­
lo se refieren a documenta­
ción estrictamente masónica,
sino también se encuentra
entre ellos abundante mate­
rial relativo a las corporaciones
y colegios romanos, a escri­
tores latinos, a los culdeos, a
los orígenes de la Arquitec­
tura gótica, etc. El conjunto
de la documentación conte­
nida y/o comentada a lo lar­
go de los dos tomos es real­
mente impresionante.
Kloss veia en 1846 en Krau­
se, con esta obra, al corona­
dor de Fessler, Schneider y
Schröder en la demostración
histórica crítica de la deriva­
ción de la masonería de los
gremios medievales de cons­
tructores.42 Schauberg es­
cribía en 1865: «los docu­
mentos de Krause junto con
la Enciclopedia de Mossdorf
pueden, en caso de necesi­
dad, sustituir a toda una bi­
blioteca entera. Así como
Herodoto es llamado el pa­
dre de la historia general,
con el mismo derecho ha de
ser llamado Krause el padre
de la historia masónica».43
Juicios semejantes podrían
multiplicarse. La rehabilita­
ción póstuma de Krause por
la Hermandad está literal­
mente plagada de reconoci­
mientos sin reticencias.44
el ímpetu reformista que ca­
racterizaba a la tercera épo­
ca que imputamos antes a la
masonería alemana entre
1760 y 1810. Krause fue el
mayor historiador de esa
época. Y por eso pudo ser a
la ver el reformador más
ambicioso. Krause quiso
abrir con su obra escrita, y
con su actitud personal co­
mo masón, la tercera gran
etapa de la historia universal
de la masonería, que coin­
cidía según él con la tercera
gran etapa del desarrollo de
la Humanidad entera. Tras la
masonería operativa y la
masonería especulativa, de­
bería iniciarse la etapa defi­
nitiva que llevaría el nombre
de « Alianza de la Humani­
dad ». Por eso Krause reco­
mendó a los masones que
leyesen su obra inmediata­
mente posterior El ideal de
la Humanidad (1811), en la
que él había plasmado el
ideal masónico puro. El que
ese ideal puro allí delineado
fuera realmente el que hu­
biera dado vida a la institu­
ción masónica histórica, es
algo que Krause pensó haber
demostrado científicamente
en su monumental obra Los
tres documentos más anti­
guos de la Hermandad
masónica.
Pero seria un error pensar
que Krause hizo solamente
historia positiva de la Her­
mandad. Esa historia tenía
una intención determinada:
fundamentar científicamente
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 44
NOTAS
La masonería en la España del siglo XIX, II Symposium de Metodología Aplicada a la Historia de la Maso­
nería Española, Ed. Junta de Castilla y León, Valladolid, 1987, p. 589­606.
2 ENRIQUE M. UREÑA, El Ideal de la Humanidad de Krause 175 años después : contexto y génesis de una
obra desconocida, en Pensamiento 42 (1986) pp. 413­431.
3 Sobre el tema de la relación del Ideal de la Humanidad de Sanz del Río con el de Krause, cfr. mi artículo El
fraude de Sanz del Río, Pensamiento (1988) 25­48.
4 Una versión divulgadora de las ideas generales de estos dos artículos puede verse en mi El Ideal de la Huma­
nidad de Krause. Un aniversario olvidado, en Historia 16, Año XI, nº 124 (agosto 1986), pp. 111­119. En este
artículo he incluido material gráfico.
5 Me he orientado por : R. FISCHER, Historisch­dogmatische Darstellung der hauptsächlichsten freimr. Systè­
me, 4te. Veränderte Auflage, Leipzig, 1886.
6 G. KLOSS, Die Freimaurerei in ihrer wahrer Bedeutung, Graz, 1970 (reproducción de la ed. de 1846), p. 2.
7 B. CRAMER, Zur Erinnerung an Karl Christian Friedrich Krause, en : Latomía, nº 10, 1881, p. 73.
8 Ibidem.
9 R. FISCHER, op. cit., en nota 5, p. 33.
10 R. FISCHER, op. cit., en nota 5, p. 14.
11 R. TAUTE, Der Wilhelmsbader Konvent und der Zusammenbruch der Strikten Observanz, Berlín (s.a.), p. 32.
Un estudio más reciente de este Convento : L. Hammermayer, Der Wilhelmsbader Freimaurer­Konvent von
1782, Heidelberg, 1980.
12 R. FISCHER, op. cit., en nota 5, p. 33.
13 R. FISCHER, op. cit., en nota 5, p. 14.
14 R. FISCHER, op. cit., en nota 5, p. 15.
15 E. CRAMER, op. cit., en nota 7, p. 74.
16 C. KLOSS, op. cit., en nota 6, p. 3.
17 Véase su retrato en la p. 112 de mi artículo citado en nota 4.
18 C. KLOSS, op. cit., en nota 6, p. 3.
19 No podemos entrar aquí en las diferencias existentes entre estas cuatro figuras.
20 Cfr. KLÖTZER, Die Ausschiliessung der Br. Mossdorf und Krause, Leiozugm 1881, p. 8.
21 Esta es la misma logia en la que Krause se inició en 1805.
22 Evidentemente sólo pretendo señalar algunos.
23 F. MOSSDORF (Hrsg.), Fessler´s Rückblicke auf die letzten sechs Jahre seiner Logentätigkeit, Dresden,
1804, Erste Abteilung, p. 356.
24 J.G.FINDEL, Geschichte der Freimaurerei, 2te. Auflage, Lepizig, 1866, p. 549.
25 F. MOSSDORF (Hrsg.), op. cit., en nota 23 Zweite Abteilung, p.VIII.
26 F. MOSSDORF (Hrsg.), op. cit., en nota 23, pp. 367 s. ; F. RUNKEL, Geschichte der Freimaurerei in
Deutschland, 2ter. Band, Berlín 1932, pp. 294­299.
27 J.G.FINDEL, op. cit.,en nota 24, pp. 536 s, 549­551.
28 Puede verse mi artículo citado en la nota 1, pp. 592­594 (correspondiente a las Actas del II Symposium), 77s.
(correspondientes a la Revista Historia de la Educación) y 73 s. (correspondientes a la traducción catalana).
29 K.C.F. Krause, Die drei ältesten Kunsturkunden der Freimaurer­brüderschaft, Dresden 1810, Vorbericht, p.
XLIV.
30 K.C.F. Krause, op. cit., en nota 29, pp. XLIV s.
31 K.C.F. Krause, Vier Freimaurerreden, Dresden 1809.
32 K.C.F. Krause, Höhere Vergeistigung der echt überlieferten Grunsymbole der Freimaurerei in zwölf Logen­
vorträgen, 3te. Auflage, Dresden 1820, p. 1.
33 K.C.F. Krause, Der Briefwechsel, Band 1, Leipzig 1903, p. 216 (Carta al padre de 3.2.1810).
34 Chr. KLÖTZER, op. cit. en nota 20, pp. 11 y 37.
35 F. MOSSDORF, (Hrsg), Johan Stuvens Abandlüng über den Einfluss geheimer Gesellschaften auf das Wohl
der Menschheit, Freiberg 1811, p. 222.
36 Así, p. ej. el ejemplar que se conserva en el Museo masónico de Bayreuth tiene el nº 553.
37 K.C.F. Krause, op. cit., en nota 29, pp. III s.
38 Manuscritos Dresden, ele 35, IV, 529 (Carta al padre de 26.7.1810).
39 No he podido encontrar hasta ahora ningún ejemplar de esta tercera edición.
40 En el contexto de esta Comunicación es más interesante referirse a los materiales de la 2ª ed. ampliada que a
los de la 1ª ed.
41 Véase la nota anterior.
42 Cfr. G. KLOSS, op. cit., en nota 6, pp. 3s.
43 J. SHAUNBERG, Das Denkmal für Br Krause, en : Die Bauhütte, nº 16, VIII Jahrgang
44 Veánse algunos ejemplos más en mi artículo citado en la nota 1 pp. 605 s. (correspondientes a las Actas del II
Symposium), 89­91 (correspondientes a la Revista Historia de la Educación) y 87­89 (correspondientes a la tra­
ducción catalana).
1
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 45
LA UNIDAD TRASCENDENTE DE LAS RELIGIONES,
¿UNCONOCIMIENTO METAFÍSICO?
Por Jean Al-Quds
“Hubo un tiempo en que yo rechazaba a mi prójimo si su religión no era como la mía.
Ahora, mi corazón se ha convertido en el receptáculo de todas las formas religiosas: es
pradera de las gacelas y claustro de monjes cristianos, templo de ídolos y kaaba de peregri­
nos, Tablas de la Ley y Pliegos del Qorán, porque profeso la religión del Amor y voy a donde
quiera que vaya su cabalgadura, pues el Amor es mi credo y mi fe”. Ibn Arabí.
La decadencia moderna de
la metafísica, y el descono­
cimiento de su objeto, ha ve­
nido a menudo acompañada
de un similar desconoci­
miento de los límites de la
filosofía y de sus procesos
inductivos y deductivos. La
formación de esta peculiar
“doctrina” que cree tener ba­
jo su imperio la naturaleza y
toda la creación, ciertamente
ha socavado la percepción
general del carácter trascen­
dente e independiente de to­
da doctrina metafísica, así
como ha afianzado su de­
pendencia del pensamiento
puramente humano. De esta
forma la razón como facul­
tad individual ha extrañado
al Intelecto, en cuanto “in­ viduo, sino en su identidad
creado e increable”, así co­ con el Principio divino; y en
mo el hombre exterior ha re­ razón no de la participación
nunciado al verdadero ser indirecta y pasiva de la fe, o
humano sumiéndose en las la experiencia mística, sino
cuantificaciones del ámbito de la identidad entre el cog­
de lo material.
noscente y lo conocido en el
Hasta ese momento, los si­ Intelecto. No se halla este
glos y las edades entendían punto muy lejano del ritual
de un conocimiento pura­ masónico:
mente intelectual que sobre­
pasando por definición al in­ ¿Dónde se halla el Maestro?
dividuo, comprendía una En el Centro del Círculo,
esencia supraindividual, uni­ donde no puede errar.
versal, directa y no discursiva
procedente de la Inteligencia Y del críptico enunciado que
pura. Un conocimiento, «cien­ hizo suyo la poderosa Bauhütte,
cia» de lo «general», no solo que agrupaba a las corpora­
más allá del razonamiento, ciones de masones alemanes
de las profundidades de la del siglo XV:
personalidad, y el devenir de
las sociedades humanas, si­ «Un punto hay en el círculo
no inclusive más lejos que la que en el cuadrado y trián­
fe en el sentido ordinario de gulo se coloca. ¿Conoces tú
este término. Un ámbito que este punto? ¡Todo irá bien!
no se agota pues en los pun­ ¿No lo conoces? ¡Todo será
tos de vista filosófico y reli­ en vano!»
gioso, sino que apoyándose
en la intuición intelectual, Constituir este «centro» en
participa de forma activa de el corazón del hombre, es
la «Revelación» y el «Cono­ reedificar el templo como
cimiento divino».
asiento de la divinidad. El
Tal certidumbre absoluta, no centro del círculo es el fiat
emana sino de la misma lux desde el que se expande
esencia profunda del ser hu­ la línea, la superficie, y el
mano. No en cuanto a indi­ espacio, y que establece el
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 46
eje vertical de lo superior e
inferior, así como las mani­
festaciones universales de la
horizontal y los radios de la
circunferencia. Pero es tam­
bién el nudo que reúne legí­
timamente los lazos sutiles
de los planos de la existencia
hacia el Principio, así como la
totalidad de los «centros in­
dividuales» en el «centro
primordial». Por este movi­
miento de «atracción»,
de «Amor», el Logos­
Intelecto origina la «edi­
ficación» de «puen­
tes», el derribo de las
murallas de la exclu­
sión, y una «libertad de
pasaje» para la realiza­
ción de la totalidad de
las facultades del ser
humano: físicas, psí­
quicas, ético­morales,
y espirituales.
Por todo ello es posible
expresar, con convic­
ción y bajo el amparo de todas
las tradiciones espirituales,
que existe una «operación»,
una «acción» del Intelecto
que se basa en los principios
eternos de la metafísica, y
que crea lazos de unión entre
la singularidad sobrenatural
de la revelación y la univer­
salidad natural de una inteli­
gencia hermenéutica. No
son pocos los que han seña­
lado la idea tradicional de
que el hombre podría for­
marse una intuición intelec­
tual de las esencias, pues en
su semejanza él mismo par­
ticipa de ellas. Así como de­
sarrollar una aspiración a la
realización de la totalidad de
las posibilidades del Ser, y
de una unión aun más allá,
hacia el Ser supra esencial
que reposa impasible en sí
mismo.
Este principio trascendente
es la piedra de fundación y
la piedra angular del «esote­
rismo», y por extensión de
las organizaciones iniciáti­
cas. Por ello en toda doctri­
na metafísica existe algo
que siempre será «esotéri­
co», y que es la parte inex­
presable que conlleva toda
concepción verdaderamente
metafísica. La ley funda­
mental de este «esoterismo»
­como vía de conocimiento­
será el hacer visible la exis­
tencia de lo invisible, reve­
lar que existe un cubrimien­
to. Este «mysterion» que se
oculta en el silencio de los
siglos eternos, es decir en
Dios mismo, es el corazón
de su Esencia; y se halla en­
vuelto en el silencio porque
es el mismo abismo de la
esencia divina, el velo que
ha de ser rasgado.
Difícilmente las doctrinas
teológicas admiten la inma­
nencia del Intelecto en todo
ser. Ese Intelecto que el
Maestro Eckhart definió co­
mo «increado e increable» y
le valió la condena de Juan
XXII. Tal reconocimiento
de la identidad esencial del
hombre con el Principio Di­
vino, desestabiliza la obli­
gatoria «mediación» sacra­
mental y eclesiástica, y
señala la realidad de su dig­
nidad para reconocer la obra
divina en todas las
formas y tradiciones.
Así pues no es de ex­
trañar las terribles
confusiones sembradas
entre «esencia» y
«substancia», deriva­
das de infundadas y
recurrentes acusacio­
nes de «panteísmo» y
«naturalismo», así co­
mo otras lamentables
e intencionadas eti­
quetas al uso: «sincre­
tismo», «relativismo»,
«ateísmo», «materialismo»,
etc. Con todo, el conoci­
miento metafísico se ha
mantenido como una reali­
dad «suprapersonal» que no
está limitada ni determinada
sino por el Principio Supre­
mo. Por ello, en el seno de
las propias tradiciones, siem­
pre se ha encontrado una
«autoridad» más profunda,
Órdenes iniciáticas, e inclu­
so a aquellos que estaban en
cierta forma «más allá» de
las prescripciones de las for­
mas tradicionales; un miste­
rio sobre el que no podría­
mos hablar mucho más.
Muchas doctrinas ­escritas y
orales­ han recogido gran
cantidad de enseñanzas, tra­
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 47
diciones exegéticas, que han
llegado a ser en cierta forma
modos más o menos canóni­
cos de interpretación propios
para aclarar los misterios de
la Escritura. De igual forma
han desarrollado, o habitual­
mente han sido acompañadas,
de una hermenéutica sagra­
da, que sin ser propiamente
una Revelación y sin el valor
y la autoridad de una verdad
real, han devenido en un
modo de conocimiento, de
una «gnosis» preexistente a
la propia Revelación. Sím­
bolos precisos y técnicos, ta­
les como los números, la
cosmología, formaban parte
de un lenguaje para la inter­
pretación de esta Revela­
ción. Pero el «esoterismo»
como tal, no sería únicamente
la parte interior de una reli­
gión, o marco formal y de
culto de una doctrina «exoté­
rica», incluso cuando tome a
ésta como base y punto de
apoyo. El «esoterismo», si
bien toma su base y no pue­
de ser independiente de las
formas religiosas tradiciona­
les, pertenece a una realidad
de orden diferente. Su esen­
cia no se halla sometida a la
forma exotérica, en cuanto
que esta «dependencia» no
es una relación de nivel
jerárquico, sino de ámbitos
complementarios. Con lo
que, toda pretensión de «au­
toridad» entre las funciones
de orden exotérico y esotéri­
co debería situarse en este
plano, si queremos evitar
pretensiones e inversiones de
las relaciones jerárquicas nor­
males, e incurrir en una nuli­
dad del valor espiritual a
transmitir.
Si toda perspectiva esotérica
es relativa al revelatum que
la funda, y, como consecuen­
cia, a la perspectiva exotérica
de la que se distingue, algu­
nos autores y sectores ecle­
siásticos han deducido, que
más allá de este esoterismo
relativo, no podría concebir­
se un esoterismo pretendida­
mente absoluto o total, que
se querría independiente de
tradiciones religiosas, y por
tanto a la reducción de su
propia esencia hasta confun­
dirse al ámbito exotérico.
Lo contingente, y su vin­
culación a la salvación indi­
vidual, haría de esta par­
ticular visión del esoterismo
dependiente del ser humano
individual, plegándolo a las
categorías propias de la teo­
logía, e identificando la gno­
sis de una metafísica inte­
gral con la propia teología,
para la cual el ser humano
nace desnudo, despojado de
todas sus potencias ­inclu­
yendo la intelectiva­, y de la
posibilidad de una unión con
la Divinidad sin intermedia­
ción. Para un ser singular y
contingente tal, ciertamente
no parece existir otra vía que
toda forma religiosa deter­
minada. Sin embargo, esto
sería olvidar la esencia del
esoterismo que, precisamen­
te, tiene por objeto una esen­
cia indeterminada, por enci­
ma de toda determinación.
Por ello, esta pretensión de
una sujeción absoluta de la
esencia de todo esoterismo a
una forma religiosa, ha evolu­
cionado en numerosas oca­
siones hacia concepciones
excluyentes frente a otras
la que se funda en la especi­
ficidad de un revelatum. Pe­
ro es que la Tradición siem­
pre ha admitido que el
revelatum tiene su perfecta
necesidad sobre un cierto
orden. Solo que requiere pa­
ra ser comprendido, para
devenir espíritu y vida en
aquellos que lo reciben y lo
hablan, una hermenéutica
especulativa que posibilite
una escala de grados de co­
nocimiento; y en cuya cúspide
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 48
se halla la doctrina metafísi­
ca, la cual por su naturaleza
puede acceder al conoci­
miento profundo e integral
–esotérico­ de todas las doc­
trinas. Pues si es posible de­
cir que la Divinidad está
más allá de todo concepto de
Dios, el esoterismo procede
igualmente de una suprae­
sencialidad más allá de la
ontología común de lo revela­
do, y que bajo cierto aspec­
to, lo sobrepasa sin negarlo
como expresó poéticamente
Ibn Arabí:
propia tradición con la Ver­
dad supraformal, oscilando
en el decurso temporal entre
la conservación de la esen­
cia de su doctrina y una pro­
gresiva «exteriorización» o
«exoterización». La metafí­
sica por su parte, al no estar
asimilada a un «punto de
vista» más que de una ma­
nera enteramente provisio­
nal, se sirve del mismo sím­
“Dios, el Omnipresente y el
Omnipotente, no está ence­
rrado en ningún credo ni re­
ligión, porque dondequiera
que os volváis, allí está el
rostro de Dios”.
Este conocimiento metafísi­
co como tal, se distinguiría
entonces del “revelatum”
por el hecho de que no tiene
como finalidad un alcance
teológico. Su intención pro­
pia es específica, la de una
aproximación cognitiva, que
persigue un objetivo de co­
nocimiento, de "gnosis". Sien­
do el objeto asignado a esta
"gnosis" el de una cierta "re­
velación de la Revelación".
Con todo, el conocimiento
metafísico y el teológico no
se hallan en una total oposi­
ción. El ámbito teológico o
«dogmático» se funda en el
espíritu de los creyentes, so­
bre una Revelación. Pero al
tender hacia un conocimien­
to accesible a cada indivi­
duo, identifica los símbolos
o formas particulares de su
bolo o de la misma forma a
título de medio de expre­
sión, pero sin ignorar su re­
latividad o la naturaleza
contingente de su envoltura
formal. Es por esto por lo
que cada una de las grandes
religiones intrínsecamente
ortodoxas, por sus dogmas,
sus ritos y sus demás símbo­
los, puede servir de medio
de expresión a toda verdad
conocida directamente por
el Intelecto Supremo.
En función del grado de
«exteriorización» de cada
tradición religiosa, y su
adaptación de las verdades
metafísicas o universales al
lenguaje dogmático, ya to­
talmente exotérico, entende­
remos que la verdad intrín­
seca del dogma no es
accesible a todos, y menos
por la mera creencia o la fe
nacida del sentimentalismo;
único modo de participación
posible en las verdades divi­
nas para la gran mayoría de
los hombres tal como dice
Orígenes: «Hay diversas for­
mas del Verbo bajo las cua­
les El se revela a sus discí­
pulos, conformándose al grado
de luz de cada uno, según el
grado de sus progresos en la
santidad.»1 Las propias lí­
neas de transmisión de la
doctrina, a veces han tenido
varias líneas simultáneas que,
remontándose a la misma
fuente, pretendían fijar tanto
un dogma o la observancia
de una ley común, como
asegurar una transmisión
correcta de su dimensión
metafísica ­o esotérica­. Por
ello no es sorprendente la
convivencia de diversas ma­
nifestaciones de naturaleza
exotérica y esotérica, la exo­
terización progresiva de al­
gunas de ellas, así como la
continuidad de una enseñan­
za reservada, interior a la
comunidad, ya fuera bajo la
forma corporativa de una
Orden específica o no. En
cualquier caso, la perdurabi­
lidad de estos velos del
Templo, que separan lo visi­
ble de lo invisible, lo externo
de lo interno, y su rasgado o
exposición a la multitud,
pretende expresar la perma­
nente separación entre el
dominio religioso­teológico,
y el iniciático­esotérico­me­
tafísico.
Únicamente el Intelecto, la
dimensión metafísica o “esoté­
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 49
rica”, al no proceder de una
creencia ni de un razona­
miento, puede entonces so­
brepasar al dogma en el senti­
do de que, sin contradecirlo
jamás en su forma, lo pene­
tra en su «dimensión inter­
na», que es la verdad infinita
que domina todas las for­
mas. El conocimiento me­
tafísico que deriva de
su acción, no limitado
en absoluto a una
«teoría», está llamado
a la aprehensión de
las verdades trascen­
dentes. Sin embargo,
no estamos tratando
aquí de darle una
nueva forma filosófi­
ca. Ni siquiera de
darle una definición
mediante los modos
de expresión filosófi­
cos, pues ello única­
mente
comportaría
una nueva vestidura
racional y dialéctica
de una concepción
con las limitaciones
marcadas por su pro­
pia expresión. Por
ello, el vehículo natu­
ral de la proposición
metafísica, se vuelve hacia
el símbolo como resumen y
nexo entre lo visible y lo in­
visible, el mundo y el supra­
mundo, la evidencia y la
certidumbre. Su comunica­
ción, de carácter vertical, as­
ciende y desciende en aque­
llos capaces de recibirla por
estos medios simbólicos, ac­
tualizando en ellos el cono­
cimiento latente que portan
«eternamente» en sí mis­
mos.
Quizás nuestra era, pese a
las ilusiones del progreso
moral y social indefinido,
sea la menos proclive a la
comprensión de determina­
das verdades, y a que este
ámbito metafísico o «esoté­
rico» sea expuesto clara­
mente sin la sujeción apa­
rente de formas religiosas e
ideológicas. No obstante,
tampoco sea superfluo exa­
minar el estado actual de to­
das las formas religiosas que
conforman el «exoterismo»
o vehículo de la doctrina, y
su capacidad real para con­
ducir al ser humano a un es­
tado de realización plena, si
entendemos por ello todas
sus dimensiones espiritua­
les. La confusión espiritual
de nuestra época ha alcanza­
do un grado tal que el cono­
cimiento metafísico ha de­
venido en «inconveniente»,
cuando no usurpado, para
enmascarar ideas tan poco
espirituales y tan peligrosas
como solo hoy es posible
concebir. El «esoterismo» co­
mo doctrina metafísica, es
tan a menudo plagiado y de­
formado sin ningún escrúpulo,
que parece respon­
der a una voluntad
babélica de mante­
ner las formas tradi­
cionales en estado de
agonía, confundidas
y desprovistas de su
esencia, mantenidas
en una separación y
aparente incompati­
bilidad exterior vo­
luntariamente ampli­
ficada. No son pocos
los espíritus contem­
poráneos que tienen
en gran descrédito
toda tradición, sea
religiosa o de índole
iniciática. Por ello,
quizás sea una obli­
gación en esta época
de proliferación de
plataformas interna­
cionales para el en­
tendimiento de culturas y el
entendimiento de civiliza­
ciones, hacer entrever de
una parte, qué es el esoteris­
mo verdadero como conoci­
miento metafísico, y lo que
no lo es; y de otra parte, lo
que podría constituir la soli­
daridad profunda y eterna de
todas las formas del espíritu.
La unidad de las religiones
que puede ser concebida por
el conocimiento metafísico
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 50
no tiene lugar como tal en el
plano exterior, en el plano
de las formas, donde puede
tener lugar la tolerancia, la
camaradería, el intercambio
de experiencias y pensa­
mientos; todo lo cual es no
obstante deseable y saludable
para los marcos internacio­
nales de convivencia. Sobre
una base tal, las formas re­
veladas, aumentarían su «ais­
lamiento» real, o desprovis­
tas de una razón suficiente,
tenderían a un sincretismo
suprarreligioso totalmente vin­
culado a los aspectos exter­
nos –exotéricos­. Por ello,
no puede causar sino ex­
trañeza las acciones de algu­
nas Iglesias tendentes por un
lado, al exclusivismo exclu­
yente frente a otras tradicio­
nes, y por otro, a la mezcla y
atenuación de sus elementos
rituales, así como la insisten­
cia de algunos sectores en
atribuir a la masonería la va­
na pretensión, tan vacía de
fondo como de forma, de ser
una nueva «metarreligión»
por encima de las demás, y
destinada a suplantarlas. Cier­
tamente la indefinición doc­
trinal de la masonería, o me­
jor dicho, la no sujeción a
una forma doctrinal específi­
ca, ha alimentado este te­
mor. Y su visión de un «eso­
terismo» global no ha sido
muy bien comprendida. Pero
también es verdad que tampo­
co ha ayudado la proliferación
de masones reactivos –en
fondo y forma­ a toda tradi­
ción espiritual ortodoxa, y
con concepciones del «eso­
terismo» tendentes a la for­
mación de meta religiones e
implantación de un «nuevo
orden mundial» como fuera
en su día Albert Pike. Estas
manifestaciones vendrían a
constituir en realidad nuevas
«exoterizaciones» ideológi­
cas, que se hallan lejanas de
las tradiciones regulares y
fundacionales de la francma­
sonería, y que lamentable­
mente han servido en varias
ocasiones para justificar con­
denas contra la Orden masó­
nica.
La unidad de las religiones,
en su dimensión interna, de­
be fundamentarse por tanto
sobre el conocimiento de na­
turaleza «trascendente». Es
decir en la compresión «ab­
soluta», más allá de interpre­
taciones y opiniones, del co­
nocimiento metafísico; el
cual constituye, como he­
mos puesto de manifiesto,
un conocimiento espiritual
de naturaleza profunda y
esencial ­esotérico­, que no
hallándose vinculado de ma­
nera exclusiva a ninguna
forma particular, participa
realmente de la esencia del
Principio Primero. De esta
manera, todo antagonismo
aparente entre las opacidades
de las formas, únicamente se
situaría en las convenciones
externas de su doctrina, sin
afectar a la verdad una y
universal que subyace bajo
sus dogmas y símbolos, pues
todas se remontan a la mis­
ma fuente y manantial.
Por ello, pese a la creencia
particular en las bondades
de una vía en particular, y la
adopción de una Revelación
como superior o de «centra­
lidad» relativa sobre las
demás, no existe contradic­
ción al asumir un conoci­
miento metafísico profundo
de cada una y el consecuente
universalismo de todas ellas.
El conocimiento metafísico
comprende y ama la verdad
que fluye en el interior de
cada forma tradicional, aun­
que cada cual elija su desti­
no particular. Humilde ante
la verdad, y bañado en esta
Gracia que proviene de lo
Alto, asume e ilumina la
unidad que se encuentra bajo
la multiplicidad. Religa toda
cosa al principio del que
procede, así como los planos
de la manifestación en la
Realidad Suprema. Pues al
igual que más allá del Ser se
halla el No­Ser, lo inmani­
festado, más allá de las for­
mas particulares se halla la
unidad de la Palabra divina,
la Palabra Perdida que reu­
nifica el Ser a partir de sus
nombres sustitutivos, todas
ellas formas de expresión
que vehiculan la Palabra
hasta los hombres.
La francmasonería busca esa
Palabra Perdida, esa clave
universal, pero como revela­
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 51
ción íntima en el corazón del
hombre. El propio Rito de la
francmasonería es un «cable
de transmisión» que arrastra
una influencia espiritual,
una vía iniciática abierta a
los hombres de todas las
Tradiciones, que hunde sus
raíces en la «Tradición Pri­
mordial», a su vez madre y
maestra de todas las tradi­
ciones ortodoxas sin excep­
ción. No es la única organi­
zación iniciática, ni pretende
una exclusividad sobre el
«esoterismo» que hemos ex­
puesto aquí. Sin embargo,
por su filiación regular, y su
devenir histórico hasta eri­
girse en «Arca» de todo lo
que ha habido de verdadera­
mente iniciático en el mundo
occidental, la francmaso­
nería ha permitido permane­
cer con vida, a los relevantes
responde sin lugar a dudas a
la trascendente misión de su
patrono, San Juan:
LATOMIA
Pedro, volviéndose, vio si­
guiéndoles, al discípulo que
Jesús amaba, el que durante Gran Maestro de la G.L.E.
Oscar de Alfonso
la Cena había reposado so­
bre el pecho de Jesús... Pe­
dro entonces al verlo dijo a
Jesús: " ¿Y éste, Señor, que
será de él?", Jesús le dijo:
"Si quiero que permanezca Director de la publicación
Jorge Ceballos
hasta que yo venga, ¿qué te
importa?” (Jn. XXI, 20­23).
Que no es más que lo que
quiere expresar simbólica­
mente la fórmula ritual,
según la cual, la Logia de
San Juan se tiene en el «Va­
lle de Josafat», asistiendo al
desvelamiento de la Provi­
dencia en las diferentes Tra­
diciones.
BIBLIOGRAFIA
Orígenes, Contra Celso., IV, 16.
Denys Roman, Los destinos de
la Francmasonería.
1
Editor de la publicación
Galo Sánchez
Comité de Redacción
Pere Sánchez
Florencio Serrano
José Luis M. Garcia
Alberto Gallardo
2
elementos de civilizaciones
muertas, y de constituirse
así, no únicamente en los
vestigios del pasado, sino en
los gérmenes del futuro,
siempre susceptibles a ser
«reanimados», e «incorpora­
dos» en el «ciclo venidero»,
cuando «todo sea nuevo».2
Este papel escatológico de la
francmasonería, el de per­
manecer viva durante todo
el devenir de la humanidad,
Correspondencia
Gran Logia de España
Gran Vía de las Corts
Catalanes, 617
[email protected]
LATOMIA - Octubre 2012 - Página 52
Latomia es una publicación plural y abierta que no
comparte necesariamente las opiniones expresadas
por sus colaboradores.
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08007 Barcelona

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