Nuevo rifle Remington R-25: Mucho más que imagen
Transcripción
Nuevo rifle Remington R-25: Mucho más que imagen
Nuevo rifle Remington R-25: Mucho más que imagen Remington presenta un nuevo modelo de rifle para caza mayor. Era una opción semiautomática que complementaba en ese segmento a su clásico renovado 750, pero con un estilo y concepción mecánica sin duda muy diferentes. Texto: Luis Pérez de León / Fotos: A. F. Pérez de León S.L. * Este artículo incluye 21 imágenes con sus correspondientes comentarios el 17 de mayo del pasado año, durante la reunión anual que la National Rifle Association celebró en la ciudad de Louisville (KY), cuando Remington presentaba este nuevo rifle que venía a engrosar su ya más que extenso catálogo. Sin embargo, es lógico aclarar que la importante y mundialmente famosa fábrica de armas norteamericana no había desarrollado expresamente una versión propia basada en el esquema del ya mítico M-16, sino que en este hecho influía directamente que la multinacional inversora Cerberus Capital Management hubiera adquirido Remington en 2007 y un año antes hubiese comprado también la compañía Bushmaster Firearms, sin duda una de las más destacadas en la elaboración de modelos de este diseño AR, decidiendo que estas armas pasaran a comercializarse bajo el logotipo de Remington. Este comentario implica, y al margen de toda la experiencia y calidad demostrada por Remington a lo largo de ya casi dos siglos de existencia, que el R-25 realmente no se trata de un arma nueva, sino que es un “maduro” y contrastado representante en una categoría de rifles que ha venido produciéndose durante años, aunque ahora se ofrezca remodelado, con otro nombre, en otros calibres y hasta con diferente acabado para hacerlo más interesante, novedoso o atractivo a los potenciales clientes. Una imagen con mucho peso A lo largo de la historia de las armas se han producido modelos verdaderamente emblemáticos, ya hablemos del Mauser-98, la Luger-Parabellum, o el AK-47, pero también cuando Eugene Stoner diseñó el rifle Armalite que acabaría haciéndose mundialmente famoso como M-16, seguramente ni él mismo supondría la repercusión que su arma iba a conocer. No sólo sería el fusil reglamentario del ejército más importante del mundo, sino que equiparía a los de otros muchos destacados países, dando lugar a diferentes evoluciones que hoy, casi 1/2 siglo después de su aparición, lo siguen señalando como uno de los fusiles principales internacionalmente, sin olvidar que han sido numerosas e importantes las empresas que no han dudado en basar en ese modelo sus nuevas propuestas en cuanto los derechos de la patente original expiraron. El M-16, y la mayoría de sus derivados, se han producido para el cartucho .223 Rem (5,56×45 mm), y no puede olvidarse que una de las ventajas principales que planteaba este arma eran su reducido peso y dimensiones, y con ello los beneficios en cuanto a manejabilidad, al margen de los relativos a su moderno diseño y materiales, ergonomía, control en el disparo, etc. pero también en sus orígenes existió una versión de mayor tamaño creada para el calibre 7,62×51 (.308 Win), que recibió la denominación de AR-10 y con la que por ese mismo motivo está directamente relacionado el Remington R-25, pues éste se fabrica para los cartuchos .243 Win (la versión de la que hemos dispuesto), 7-08 mm y .308 Win, todos compartiendo la misma vaina, aunque el último queda fuera de nuestro alcance, ya que -como seguro recuerdan-, el Reglamento de Armas español considera “de Guerra” a las armas de dicho calibre por el hecho de que su funcionamiento sea semiautomático. No obstante, el propio fabricante no renuncia a la idea de ampliar los calibres, incluyendo incluso alguno de los magnum cortos en el futuro. Mencionaremos también que Remington ofrece asimismo el modelo R-15, precisamente para el .223 Rem, a la vez que para el .204 Ruger y el .30 Remington AR, y análogo en cuanto a diseño a nuestro protagonista de hoy. ¿Cómo es el Remington R-25? Tal como ya hemos comentado, no se trata de hablar de un arma nueva en sí misma, sino más bien de apreciar en lo que vale la experiencia obtenida durante décadas, tanto desde una creación excepcional como desde un fabricante que adquirió renombre internacional por sus realizaciones, y sin olvidar que ahora se nos ofrece con la garantía que supone el nombre Remington. Para hacer una descripción general del R-25, podemos comenzar por la culata, cuya silueta se ha hecho ya todo un clásico, totalmente recta, casi como una prolongación del cañón y fabricada en material sintético de gran resistencia. En su interior se oculta un largo tubo metálico donde se aloja el largo muelle recuperador, que produce tanto un peculiar sonido al comprimirse y expandirse (con el oído del tirador situado prácticamente sobre él), como una muy personal reacción o característica en las armas de este diseño. La parte central del rifle se divide en dos estructuras independientes mecanizadas desde aluminio forjado de alta resistencia. La inferior (a la que se une el tubo del recuperador que comentamos y la culata que lo recubre), integra el cajón de los mecanismos, el pistolete y el brocal del cargador. En ella se encuentra también la palanca del seguro (la que es selector de tiro en el diseño original), y la de retenida del cierre. Por su parte, la superior acoge al cerrojo con la palanca de montar, y en ella se instala el cañón, que en este modelo tiene 20″ de largo (50,8 cm), y con un paso de estría de una vuelta cada 10″. Destacar que toda la parte superior de este “upper receiver” integra un largo raíl Piccatiny donde se pueden instalar diferentes tipos de elementos de puntería, o incluso la tradicional asa de transporte con su correspondiente alza regulable, fabricada expresamente para estas versiones por varias empresas en EE.UU. El rifle nos llegó de la empresa Borchers S.A. (el importador de Remington y otras muchas marcas en España), con el Bushnell Holo Sight que pueden ver en las fotos, un aparato bien compacto y verdaderamente práctico que permite una rapidísima puntería, con la ventaja añadida de no limitar el campo de visión al poder mantener ambos ojos abiertos al tomar la referencia, y cuya retícula circular con punto central se ilumina en un amplio rango de intensidades con rapidez y comodidad actuando sobre sendos botones muy accesibles. Volviendo al rifle, se mantiene también el esquema de funcionamiento original, con lo que el R-25 lo hace mediante una toma de gases situada bajo la pieza que integra otra pequeña base Piccatyni por delante del guardamanos, desde donde un tubo de acero inoxidable comunica directamente el flujo de gas hasta una “tobera” solidaria al porta cierre, de forma que éste es impulsado hacia atrás con cada disparo y vuelto a su posición por efecto del muelle recuperador que antes comentamos. El sistema es desde luego sencillo y fiable, y se corresponde con una cabeza de cierre giratoria orlada por 7 robustos tetones para formalizar el acerrojado, aunque de hecho son 8 los puntos de anclaje, ya que el extractor cumple también por su diseño esa función. Los mecanismos de disparo son asimismo notablemente robustos y sencillos, aunque -como ya casi es norma en muchas armas norteamericanas con la intención de evitar disparos accidentales-, el gatillo se muestra un tanto más duro de lo deseable, casi 2.4 kilos en este caso, si bien lo que más podríamos criticarle es una cierta “aspereza” y leves enganches, que por otra parte es casi seguro desaparezcan tras unos cientos de disparos. El cargador está realizado en chapa de acero estampada y tiene capacidad para cuatro cartuchos, a los que hay que sumar el que puede situarse directamente en la recámara, siempre y cuando vaya a utilizarse el rifle en un polígono de tiro, pues la capacidad de las armas de caza semiautomáticas está legalmente limitada a 2+1 en España. Es importante señalar que alojar ese cartucho en la recámara debe hacerse siempre desde el cargador y no directamente en ella. En varias famosas armas norteamericanas (como el Garand, la 30 M1 Carbine), la aguja percutora carece también de cualquier tipo de retención que pudiera evitar que por inercia se desplazara hasta asomar por el grano de fogón antes de haberse completado el acerrojado, existiendo el riesgo de producirse el disparo con muy desagradables consecuencias. Es lo que allí llaman “slam fire”, y aunque esta posibilidad es mucho más remota en el M-16 (o en el R-25), por el menor peso y configuración de la propia aguja, no está de más tenerla en cuenta. La prueba En cuanto a manejabilidad y encare pocas pegas se le pueden plantear, aunque debemos recordar que hablamos de un Rifle bastante compacto pero de casi 4 Kg de peso (sin visor ni munición), algo que, de todas formas ofrece por otra parte la ventaja de una mayor estabilidad durante el tiro. No hay tampoco mayor problema a la hora de alimentar el cargador ni a éste el brocal del rifle, aunque la palanca de montar exige una cierta fuerza, por la tensión del muelle ejercida por el muelle recuperador. Para la prueba utilizamos 100 cartuchos Remington Premier Accu Tip de 95 grains, realizando varias series para comprobar el funcionamiento en distintas posiciones y secuencias, que fue en todo caso ejemplar, con una expulsión enérgica y regular de las vainas. También realizamos disparos sobre blancos de precisión a 100 m. obteniendo excelentes agrupaciones, tal como se muestra en una de las imágenes que acompañan a estas líneas. En suma, puede afirmarse que el R-25 es un destacable representante entre lo que hoy puede considerarse más evolucionado (y contrastado), en las armas largas. Su construcción es mucho más que notable, lo mismo que su funcionalidad, sin olvidar que su concepto modular permite interesantes “customizaciones” desde las muchas que se ofrecen para este tipo de rifles. Además, funciona y dispara magníficamente. Sólo un gatillo, un tanto áspero y duro merecería ser revisado, aunque no antes de unos cientos de disparos, y sin que éste sea un problema de difícil solución para un buen armero. • •FICHA TÉCNICA • Origen: EE.UU. • Designación: Rifle semiautomático R-25. • Fabricante: Remington Arms. Illion. New York. • Calibre probado: .243 Win • Capacidad: 4+1 cartuchos. • Largo total: 100 cm. • Largo del cañón: 50,8 cm. • Peso en vacío: 3.96 Kg.