Programa REU Program - Organization for Tropical Studies
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Programa REU Program - Organization for Tropical Studies
Indice / Index Lista de Participantes / List of Participants 3 Foto de Grupo/ Group Picture 4 Descripción del Programa / Program Description 5 Lineamientos técnicos para la Educación Ambiental en la Estación Biológica La Selva 6 The effects of queen removal on nest growth of the social wasp, Polistes erythrocephalus: Hymenoptera, Vespidae 27 Vegetative reproduction in Thelypteris kurtii: a survey of costs and benefits in plantlet formation 32 Lluvia de semillas y sus agentes dispersores en tres plantaciones forestales de especies nativas, parcelas puras y mixta 40 Vegetative structure of a neotropical forest canopy: quantitative analysis of leaf angle and azimuth through different canopy strata 55 Efecto de depredadores acuáticos sobre la morfología de los renacuajos de dos especies del género Agalychnis 60 Determinación de Biomasa y Desarrollo de Modelos Alométricos, en una Plantación Experimental de Vochysia guatemalensis 75 The legacy of remnant pasture trees on floristic composition and structure in regenerating forests, 23 years after abandonment 92 An estimate of nitrogen fixation by the lichen genera Cococarpia and Leptogium in a tropical lowland forest 104 Distribution patterns, herbivory, and chemical ecology of Piper imperiale: Testing the resource concentration hypothesis 110 Aspectos sobre la dinámica poblacional de Euterpe precatoria (Arecaceae) e implicaciones 117 para su conservación Mutualism Dynamics of the Piper Urostachyum System 133 Diurnal patterns of stomatal conductance of four species of Calathea (Maranthaceae) in two light regimes in a tropical rainforest 148 Mecanismos de regulación de herbívoros por parte de la hormiga depredadora Pheidole bicornis en la especie Piper cenocladum 155 Habitat and Prey Selection in two Species of Imantodes (Serpentes: Colubridae) 167 A comparison of structure and function in Neotropical forest and pasture streams 176 Fotografías / Pictures 189 -1- Lista de Participantes / List of Participants Alumnos / Students Tutores / Mentors Alejandra Marín Adriana Quirós Andrea Romero Elizabeth Arévalo Bryan Choi Eddie Watkins Carolina Orozco Florencia Montagnini Christian J. Caruso Steve Oberbauer Fernando Soley Mahmood Sasa Johan Montero Ann Rusell Jim Raich Justin Schlawin Zak Zahawi Leigh Seeleman Catherine Cardelús Leslie A. McGinnis Lee A. Dyer Mauricio Fernández-Otárola Gerardo Ávalos-Rodríguez Michael Whalen Karin Gastreich Piero Protti Jennifer Sun Philip W. Rundel Rebeca Brenes-Roldán Robert Matlock Ryan A. Adasme Matthew Williams Craig Guyer Maureen Donnelly Suzanne Alvarez Elizabeth Anderson Liabeth Yohannes Marcelo Árdon Elizabeth Anderson Olivas Coordinadora Programa REU-2004 Program Coordinator Julio Barrantes-Morales Coordinador Asistente / Assistant Coordinator -2- Foto de Grupo / Group Picture 3 Programa REU Program The Organization for Tropical Studies (OTS) is a nonprofit consortium of 64 universities and research institutions from the United States, Costa Rica, Australia, Canada, México, Perú, and South Africa. Founded in 1963, OTS has a mission to provide leadership in education, research, and the responsible use of natural resources in the tropics. The OTS Research Experiences for Undergraduates Program (REU) is designed for advanced biology students interested in conducting field research under the supervision of an experienced tropical ecologist. With funding from the National Science Foundation and the CRUSA Foundation, twenty highly competitive undergraduate students from the United States and Costa Rica spend a field season at La Selva Biological Station in northeastern Costa Rica, one of the world’s most important sites for research in tropical biology. In collaboration with a research mentor, students design, conduct, and present field research projects at La Selva. The REU program provides students with a first-hand look at the challenges and rewards of tropical field research. Students also participate in a rich academic field environment, including research presentations, discussions, and an ethics component focusing on issues in tropical biology and conservation. In addition, REU participants have access to the social, cultural, and recreational activities of the rural communities surrounding La Selva. . La Organización para Estudios Tropicales (OET) es un consorcio sin fines de lucro de 64 universidades e instituciones de investigación de los Estados Unidos de América, Costa Rica, Australia, Canada, México, Perú y Sudáfrica. La OET, fundada en 1963, tiene la misión de proveer liderazgo en educación, investigación y el uso responsable de los recursos naturales tropicales El Programa de Experiencia en Investigación para estudiantes de Pre-grado (REU, por sus siglas en inglés) esta diseñado para estudiantes avazados de biología interesados en realizar investigación de campo bajo la supervisión de un ecologista tropical experimentado. Con fondos de la Fundación Nacional de Ciencias (USA) y la Fundación CRUSA, veinte altamente competitivos estudiantes de pre-grado de los Estados Unidos y Costa Rica pasan una temporada en la Estación Biológica La Selva, en el noreste de Costa Rica, uno de los sitios más importantes en el mundo para la investigación en biología tropical. En colaboración con un tutor de investigación, cada estudiante diseña, ejecuta y presenta un proyecto de investigación de campo en La Selva. El Programa REU provee a los estudiantes con una experiencia de primera mano sobre los retos y recompensas de hacer investigación de campo en el trópico. Los estudiantes también participan en un ambiente académicamente muy rico, incluyendo presentaciones de investigaciones, discusiones y un componente ético enfocado en temas de biología tropical y conservación.Además, los participantes del Programa REU tienen acceso a las actividades sociales, culturales y recreativas de las comunidades rurales alrededor de La Selvah 4 Lineamientos técnicos para la Educación Ambiental en la Estación Biológica La Selva, Puerto Viejo de Sarapiquí, Heredia, Costa Rica Alejandra Marín(1) y Adriana Quirós(2) (tutora) (1) Universidad Nacional; (2)Estación Biológica La Selva, OET Resumen El presente estudio muestra los lineamientos técnicos para la educación ambiental en la Estación Biológica La Selva (EBLS); ya que dentro del Plan Estratégico de la OET se incluye como una de sus metas el aumentar la concientización acerca del trópico por medio de la realización de actividades de educación informal a las comunidades vecinas, el desarrollo de publicaciones y programas de concientización para audiencias específicas; así como capacitar a los guías naturalistas para que comuniquen los logros de investigación al público general. Sin embargo actualmente no se esta desarrollando ningún programa en este sentido. Por lo tanto, en este estudio se muestra una breve sistematización de lo que ha sido la educación ambiental en la EBLS, así como las recomendaciones para próximos programas basados en entrevistas formales e informales realizadas a guías e investigadores de la estación; a educadores de la zona de Sarapiquí y a funcionarios de otras instituciones relacionadas con esta temática. Por otra parte se puede observar una lista con potenciales fuentes de financiamiento, así como las ideas preliminares para el diseño de un centro de visitantes. Abstract The present study shows the technical layout for environmental education at La Selva (EBLS) Biological Station, since the Strategic Plan of the OTS includes as one of its goals to increase the awareness of the tropics thru the realization of informal educational activities in the neighboring communities, the development publications and awareness programs for specific audiences; also to train their nature guides to communicate the accomplishments of its investigations to the public at large however , there is no program in this since currently being developed. Consequently, this study will shows a brief structuring of what has been the environmental education at EBLS, as well as recommendations for up coming programs based on formal and informal interviews of guides and researches at the station, educators in the region of Sarapiquí and others related functionaries. You will also find included a list of potential sources of financing as well as preliminary concept for the design of a visitors center. Introducción La Educación Ambiental en Costa Rica tuvo como marco de referencia actividades paralelas que se estaban dando a nivel mundial; iniciadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). A partir de 1972 en Estocolmo, Suecia, se organizan e impulsan una serie de reuniones, con el fin de conformar una línea definida en este campo. Desde este momento la educación ambiental empieza a tomar importancia; se deja claro que ésta contribuye al bienestar del ser humano, sin 5 detrimento de la base de recursos necesarios para su vida y para las futuras generaciones. Para lo cual debe ser integradora, dinámica, interdisciplinaria y ajustada a la realidad y el entorno donde se aplica; contemplando el ambiente como el entorno social, cultural, económico, natural y espiritual en el que se esta inmerso. La educación ambiental es vista entonces como un proceso cuyo propósito es lograr que el ser humano conozca y tome conciencia de su papel como parte integrante del medio ambiente. La Organización para Estudios Tropicales (OET), fue fundada en 1963 con el fin de promover la educación, investigación y el uso de los recursos naturales del trópico. La OET cuenta con tres estaciones biológicas; en Sarapiquí se encuentra una de ellas, la Estación Biológica La Selva (EBLS), la cual desde 1984 participa en Programas de Educación Ambiental; dirigidos a miembros de la comunidad, estudiantes de escuelas y colegios, profesores, guías naturalistas, decisores políticos; entre otros. El Plan Estratégico de la OET; incluye como una de sus metas el aumentar la concientización acerca del trópico con una visión al año 2020; teniendo como objetivos, el extender actividades de educación informal a las comunidades vecinas para brindar conocimientos y habilidades para la comprensión, protección y rehabilitación de los ecosistemas; de modo que las comunidades locales puedan implementar proyectos que les permita prevenir y solucionar problemas ambientales. Otro de sus objetivos es lograr comunicar los logros de investigación que ahí se realiza al público general y desarrollar un reporte conciso acerca de los temas ambientales tropicales actualmente prioritarios, a nivel global, nacional y de cada estación que deban ser tratados en la educación pública. Siguiendo esa política desde 1994 la EBLS ha desarrollado varios Programas de Educación Ambiental, dentro de los que se incluyen: Agua para la Vida, Adopte una Quebrada, Manual para asistir al educador ambiental y al maestro de Puerto Viejo de Sarapiquí, el Programa para la Educación y la Conservación de La Selva; entre otros. Sin embargo, a pesar de la importancia que esta serie de programas representa para la región y para el país, actualmente no se esta llevando a cabo ninguno, por el contrario los esfuerzos en este campo han sido acciones puntuales y eventuales que suelen ser ajenas a los objetivos programáticos. Además cabe destacar que la Estación Biológica La Selva es visitada anualmente por más de 250 científicos provenientes de 200 instituciones y 26 países, así como por 200 grupos de estudiantes y 5000 turistas. Desde sus inicios hasta la actualidad, La Selva ha acogido más de 3000 proyectos de investigación que han dado como resultado 2237 publicaciones (Bosch, et.al., 2002). Lo anterior evidencia, el potencial de este sitio para desarrollar Programas de Educación Ambiental dirigidos tanto a visitantes como a la comunidad cercana; de modo que se logre compatibilizar la actividad científica con la educación ambiental y el ecoturismo. Por lo tanto, el objetivo general de este estudio, es aportar al currículo de Educación Ambiental en la Estación Biológica La Selva, enfatizando el acercamiento de la investigación científica al público en general; a través del. Diseño de un plan teórico con los lineamientos de Educación Ambiental para La Selva, así como construir una base de datos acerca de los proyectos científicos que se desarrollan en la EBLS y otras instituciones en Sarapiquí, recolectar ideas para incorporar un diseño preliminar de un Centro de Visitantes y preparar una base de datos con potenciales fuentes de financiamiento para las actividades definidas en el plan de Educación Ambiental. 6 Metodología Con el fin de establecer los lineamientos teóricos que ayuden a la implementación de un Programa de Educación Ambiental en la EBLS se realizaron varias actividades; tanto dentro como fuera de la Estación. Para obtener información sobre los programas que se han desarrollado en la EBLS; se realizó una revisión bibliográfica y se contacto con informantes claves; como el encargado de la coordinación de grupos de la EBLS, y encargados de proyectos anteriores con los cuales se establecieron entrevistas no estructuradas. También fue necesario conocer la opinión de los directores y profesores de la Regional O6 de Heredia, del MEP; para esto se elaboraron dos instrumentos; el primero dirigido a los directores; el cual consistió de 16 preguntas; de las cuales 10 fueron cerradas y 6 abiertas. El segundo instrumento fue dirigido a los educadores y contó con 18 preguntas, de las cuales 12 fueron cerradas y 6 abiertas. La selección de la muestra se hizo a través de un muestreo de juicio, obedeciendo a dos factores: ubicación geográfica de las instituciones educativas a la EBLS y que fueran instituciones que de una u otra forma hubieran participado en alguna actividad o programa de la EBLS. Los cuestionarios fueron aplicados a un educador y al director en las 10 instituciones educativas seleccionadas (Anexo 1). Estos cuestionarios permitieron conocer la opinión de los directores y educadores acerca de la EBLS, determinar su conocimiento acerca de procesos de educación ambiental así como determinar su interés y limitaciones para participar de programas educativos que desarrolle la Estación. Las respuestas obtenidas por medio de los instrumentos de investigación aplicados a directores y docentes, se codificaron en categorías, para posteriormente analizarlas utilizando el paquete estadístico para ciencias sociales SPSS 10.0; lo cual permitió resumir las variables en frecuencias y porcentajes. Para la elaboración de la base de datos sobre los proyectos de investigación a largo plazo que se realizan en la EBLS, se elaboró una ficha perfil (Anexo 2); la cual fue entregada a los actuales encargados de cada proyecto; esta ficha cuenta con tres preguntas que permiten conocer la opinión de los investigadores o encargados acerca del interés de que su proyecto cuente con un componente de educación ambiental. Por otra parte se realizó una consulta a las páginas Web de cada proyecto con el fin de complementar la información suministrada; la cual fue procesada y compilada mediante el programa Word de Microsoft. Además se participó de caminatas guiadas por la Estación con diferentes grupos de visitantes de modo que se pudiera observar las debilidades y fortalezas de los guías naturalistas. También se realizaron entrevistas informales con encargados (as) de otras instituciones tanto fuera como dentro de Sarapiquí con el fin de conocer sus experiencias y su opinión acerca de la implementación de un Programa de educación Ambiental en la EBLS. En cuanto a las ideas para realizar un diseño preliminar de un centro de visitantes, se realizó una búsqueda por Internet, con el objetivo de conocer experiencias de otros países de vanguardia en este tipo de equipamientos de educación ambiental. Además se realizaron visitas al Jardín Botánico 7 Lankaster, al Zoológico Simón Bolívar, a la Tirimbina y al INBioparque, con el fin de observar sus centros de visitantes y conocer ideas que puedan ser implementadas en la EBLS. Además se tomaron las medidas del actual centro de visitantes con el fin de elaborar un bosquejo del mismo utilizando el programa de computo Auto CAD, 2004 y en base a este proponer los cambios que se considerarían necesarios y dar las recomendaciones pertinentes. Por otra parte se elaboró una base de datos con potenciales fuentes de financiamiento para educación ambiental, así como para obras de infraestructura, lo cual se obtuvo mediante una exhaustiva búsqueda por Internet y con ayuda del Programa Interdiscipliario de Investigación y Gestión del Agua (PRIGA) de la Universidad Nacional. Esta base de datos fue procesada utilizando el programa Word de Microsoft. Por último se realizó una actividad educativa con un grupo de 22 estudiantes de cuarto, quinto y sexto grado de la Escuela La Trinidad; esta actividad consistió de un minitaller sobre la importancia de los árboles en la mitigación del calentamiento global, para cual se dio una charla y se realizaron técnicas participativas como el árbol del problemas donde los niños tuvieron la oportunidad de establecer las causas y consecuencias del calentamiento global; el mar del éxito, donde establecieron las acciones que desde su cotidianeidad podrían contribuir a minimizar esta problemática, posteriormente se sembraron seis árboles en la reserva de la escuela y finalmente se realizó una gira a la EBLS donde recibieron un tour de historia natural (Anexo 3). Resultados 1. Sistematización sobre la educación ambiental en la Estación Biológica La Selva La Organización para Estudios Tropicales (OET), es un consorcio sin fines de lucro al cual pertenecen 52 universidades e instituciones de investigación de los Estados Unidos y América Latina. Fue fundada en 1963 con el fin de promover la educación, investigación y el uso de los recursos naturales del trópico. Para lograr esta misión la OET ofrece cursos de posgrado y pregrado en áreas puras y aplicadas de las ciencias naturales; además desarrolla cursos cortos, talleres y otras actividades para tomadores de decisiones que formulan y administran políticas que afectan a los recursos naturales tropicales, pero que con frecuencia tienen una capacitación mínima en ciencias ambientales. Desde 1984 la OET participa en Programas de Educación Ambiental, en este año el programa estuvo dirigido a la comunidad de Puerto Viejo de Sarapiquí, donde se ubica una de sus estaciones biológicas (EBLS); posteriormente en 1987 formó parte de la Comisión establecida a partir del Taller: La Educación Ambiental en Costa Rica (Arguedas et. al, 1996). Posteriormente en el año 1989 se realizo el curso de entrenamiento para naturalistas de la zona de Sarapiquí con el fin de fomentar el ecoturismo y la conservación rural; esta capacitación estuvo a cargo de Pia Paaby y fue financiado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y la OET; consistió en una introducción sobre la OET, fundamentos de ecología, introducción al sistema de protección de áreas naturales en Costa Rica, introducción al sistema binomial y un laboratorio de plantas. 8 En 1994 se elaboró el Programa Agua para la Vida, el cual dio énfasis en la conservación de los recursos acuáticos de la región de Sarapiquí, fue dirigido a la gente que vivía en los alrededores del Braulio Carrillo y las áreas protegidas cercanas (EBLS, Rara Avis, etc.). Este programa partió al considerar que la investigación científica es indispensable para nutrir de información a la educación ambiental, la cual luego ayudará a controlar el impacto ambiental y el uso adecuado de los recursos naturales (Vargas, 1995). Para el año 1995 mediante el Proyecto STREAM, surge el Programa Adopte una Quebrada, mediante el cual se publicó un manual dividido en dos secciones, la primera provee a los estudiantes y profesores información y detalles del programa y la segunda un caso específico donde el programa fue aplicado en clases. Este programa se justificó debido a que los seres humanos hemos contaminado los ríos y quebradas por décadas y éste ofrecía una oportunidad para promover su conservación y protección (Laidlaw, 1995). El Programa consistía en organizar un grupo interesado en estudiar una quebrada (estudiantes o vecinos interesados), luego se determinaba cual seria el sitio de estudio y por medio del manual se proveía la información necesaria para interpretar la salud de la quebrada de acuerdo a los datos obtenidos por el grupo, posteriormente se escogía una fecha para limpiar la quebrada y se invitaba a los vecinos para enseñarles que se debe trabajar juntos para lograr proteger nuestros recursos hídricos (Laidlaw, 1995). El primer grupo que formo parte de este programa fue la clase de cuarto año de Agroecología del colegio de Puerto Viejo en 1995. El programa fue administrado por el personal de la EBLS quienes se encargaron del apoyo técnico y logístico; los estudiantes trabajaron en dos talleres de entrenamiento, uno sobre técnicas de muestreo químico y otro sobre identificación de macroinvertebrados acuáticos, luego iniciaron muestreos mensuales sobre las condiciones químicas, de hábitat y físicas de la quebrada y cada tres meses realizaron el monitoreo biológico y los registros fueron guardados en La Selva. Esto motivo que el grupo muestreará dos sitios más y en diciembre del mismo año muestrearon una quebrada en la localidad de Río Frío. Basado en los logros obtenidos por el Programa, en enero de 1996 el comité asesor de La Selva, recomendó a la OET continuar su apoyo y proveer fondos a largo plazo para el Programa (Laidlaw, 1995). De igual forma en 1995, se trabajo con el Colegio de Río Frío a través del Programa de Servicios Educativos y Relaciones Comunales de La Selva, donde se plantearon las sugerencias para el manejo y uso del bosque de dicha institución. En el mismo año en coordinación con el periódico La Nación, se premia con una visita a la Estación, a dos niñas por el cuento ecológico ¨La Niña Flor¨ del suplemento Leamos con Zurquí. Para marzo de 1999 se aprueba el Plan Estratégico de la OET; el cual incluye como una de sus metas el aumentar la concientización acerca del trópico con una visión al año 2020. Dentro de esta meta se tiene como objetivos: • • Extender actividades de educación informal a las comunidades vecinas de las estaciones biológicas para brindar conocimientos y habilidades para la comprensión, protección y rehabilitación de los ecosistemas. Desarrollar publicaciones y programas de concientización para audiencias específicas que se puedan beneficiar del conocimiento en biología tropical y de la relación con la OET. 9 Para lograr dichos objetivos la OET propone como estrategia: • Colaborar con las comunidades locales para implementar proyectos que les den poder con conocimiento, métodos y técnicas para identificar, prevenir y solucionar problemas ambientales. • Promover la participación de investigadores en actividades de proyección a la comunidad que les ayuden a conocer sus similitudes y diferencias culturales. • Estimular a los científicos a producir guías de campo y otro tipo de literatura para el público general. • Desarrollar un reporte conciso acerca de los temas ambientales tropicales prioritarios actualmente, a nivel global, nacional y de cada estación que deban ser tratados en la educación pública. • Continuar entrenando a los naturalistas de las estaciones para que comuniquen los logros de investigación al público general. (www.ots.ac.cr) Debido a lo anterior en 1999 la OET estableció, el Programa para la Educación y al Conservación de La Selva, un programa de educación ambiental, enfocado en los problemas asociados a la conservación del bosque tropical. Este programa fue dirigido a estudiantes de escuelas de la región de Sarapiquí, desde cuarto a sexto grado. (OET, 1999) Los objetivos de este programa fueron enseñar a los estudiantes aspectos de conservación y proveer simultáneamente experiencia biológica para que tengan una mayor comprensión de los problemas de conservación, apoyados en mas de 45 años de experiencia de la OET enseñando curso de pre y posgrado (OET, 1999). Mediante este programa se trabajo con las 10 escuelas más cercanas a la estación, cada clase recibió de tres a cuatro módulos temáticos al año, en su primer año los alumnos aprendieron sobre historia natural y biología tropical básica. En el segundo año (febrero del 2000), los estudiantes aprendieron sobre ecología y por último se concentraron en el impacto ambiental de las actividades humanas en ecosistemas de bosque tropical (OET, 1999). También en 1999, Scott Pohlman diseña un manual para asistir al educador ambiental y al maestro de Puerto Viejo de Sarapiquí, este manual cuenta con cuatro lecciones temáticas y puede usarse solo o como complemento del Manual Adopte una Quebrada. Posteriormente en el año 2003 Karla Sanabria y Estrella Guier elaboran una propuesta de desarrollo de actividades de educación ambiental complementarias al tour familiar de la EBLS, el cual consta de 4 actividades dirigidas a niños. (Guier y Sanabria, 2003). 2. Opinión de los directores y educadores entrevistados en Sarapiquí El 100% de los directores considera importante que docentes y alumnos visiten áreas naturales y consideran que el maestro debe utilizar las excursiones y el trabajo en grupo como un método para desarrollar temas ambientales. Del 100% de los entrevistados (10 directores), un 40% considera que además se deben apoyar en lecturas relacionadas; mientras un 20% considera necesario las herramientas audiovisuales. Por su parte los 10 educadores afirman que la metodología mas utilizada para desarrollar temas ambientales son las lecciones expositivas, el 80% también utiliza el trabajo en grupo y un 60% da clases fuera del aula si las condiciones lo permiten. 10 Para complementar la metodología el 80% de los directores considera que los docentes deben incentivar los juegos en el aula, el 60% que deben realizar prácticas de laboratorio y observar programas de televisión, mientras un 50% considera necesario el asignar tareas para su realización en el hogar. Por su parte el 60% de los docentes opinan que se debe complementar con juegos en el aula y programas de televisión; un 30% realizar excursiones y solamente un 10% considera importante el realizar proyectos ambientales o hacer recorridos de observación en la comunidad. A la pregunta ¿ha visitado la institución áreas naturales?, estas fueron las respuestas: ¿Ha visitado la institución áreas naturales? 10 Sí No 8 6 4 2 0 Docentes Directores Grafico 1. Número de respuestas afirmativas y negativas sobre visitación de áreas naturales por las instituciones encuestadas, Sarapiquí, 2004. De los 10 directores entrevistados solamente uno afirma que su escuela nunca ha visitado un área natural (Escuela La Tigra) mientras 9 afirman que sus escuelas han visitado en algún momento un área natural. Por otro lado 7 maestros dicen haber visitado en algún momento áreas naturales con sus alumnos; pero tan solo seis afirman que lo han hecho con el propósito de desarrollar el currículo ambiental de la institución. Entre las áreas naturales que han visitado las instituciones están: 11 45 Directores Docentes 40 35 Porcentaje 30 25 20 15 10 5 La Ti ri iri N in gu na Te le fé r ic o N ac io na le s O ET ,T Pa rq ue s m bi na y co m un id ad La Ti rim bi na m bi na y el rí o O E de T y la La O ET Ti ri La m bi na Se lv a 0 Áreas visitadas Gráfico 2. Áreas naturales visitadas por las instituciones educativas encuestadas, Sarapiquí, 2004. Asimismo el 40% de los directores piensa que la principal limitación para visitar las áreas naturales es la falta de recursos económicos para costear el transporte hasta la estación, un 30% opina que es el trámite de permisos por parte del MEP para que los niños puedan salir del centro educativo, un 20% cree que es la falta de transporte y alimentación lo que limitaría la visita; mientras un 10% opina que es la falta de presupuesto para pagar el ingreso de los estudiantes; al igual que los directores, los docentes dicen no realizar visitas debido falta de recursos económicos y permisos por parte del Director Regional del MEP y además porque nadie los ha invitado y no cuentan con información sobre charlas, tours, etc. Por otra parte los directores consideran que los maestros deben cumplir ciertas condiciones como solicitar permiso del hogar (90%), plan de trabajo (80%) y presentar la sistematización de la experiencia vivida por sus estudiantes (10%). Además el 100% opina que el maestro debe instruir a los niños previamente sobre el lugar; así como solicitar la ayuda de especialistas (80%). Además, el 70% de los directores y el 60% de los docentes han tenido la oportunidad de conocer la EBLS y el 100% considera beneficiosa su existencia para la institución por las siguientes razones: opinan que se puede tener acceso a un lugar para investigar y experimentar (30%), debido a la conservación de la biodiversidad y el empleo que genera (20%), debido a que es lugar de fácil acceso (10%), donde se brinda información y asesoría en temas ambientales (10%), por la investigación científica que se genera (10%); sin embargo un 20 % opina que hace falta mayor proyección hacia la comunidad como se daba en el pasado. También el 100% de los directores y el 90% de los docentes considera beneficiosa la existencia de la EBLS como fuente de empleo, ya que realizan proyectos que benefician al medio ambiente, por el conocimiento e información científica que se genera, por la fijación de carbono y 12 conservación de fuentes de agua y por los proyectos de educación ambiental que ahí se realizan. Sin embargo un docente opina que realmente no se involucra a la comunidad. El 100% de los directores encuestados considera que la EBLS puede ser instrumento de educación ambiental; ya que cuenta con los recursos para la educación (30%); lo que permite pasar de la teoría a la experiencia práctica (20%), se cuenta con acceso a especialistas en diferentes áreas de las ciencias ambientales (10%), a través de ella se pueden llevar a cabo proyectos escolares y comunales (20%); ya que es un gran laboratorio para este tipo de educación (20%). De la misma forma el 100% de los educadores cree que la EBLS sirve como instrumento de EA, las razones se muestran en el siguiente gráfico: Ejemplo real 10% 20% Preservación del medio 10% Información de la importancia del medio ambiente 20% 20% Experiencia: llevar la teoría a la práctica Misión y visión relacionadas a la EA 20% Estructura natural y científica Gráfico 3. Razones por las cuales la EBLS puede servir como instrumento de Educación Ambiental en Sarapiquí, 2004. Por lo tanto el 100% de los entrevistados se encuentra interesado en participar de un Programa de Educación Ambiental promovido por la EBLS. Los docentes opinan que se podría educar sobre la importancia de nuestros recursos naturales (50%), se promovería la educación constructivista (10%), sería una experiencia de aprendizaje para docentes y alumnos (20%) y debido al fácil acceso (20%). Mientras los directores creen que se lograría concienciar a las futuras generaciones sobre la protección del ambiente (40%), ayudaría en el proceso enseñanza-aprendizaje (10%), favoreciendo el aprendizaje por la experiencia (30%); sin embargo para que tenga éxito debe ser bien programado y lograr el financiamiento para el transporte y la alimentación de los participantes (20%). 13 3. Actualización de proyectos de investigación que se realizan en la EBLS Cuadro 1. Actualización de proyectos de investigación a largo plazo realizados en la EBLS, Sarapiquí, Heredia, 2004. Nombre del Encargados ¿En qué consiste? Proyecto El objetivos del proyecto es estudiar la ecología y la bioquímica de las quebradas de bajura, este engloba tres áreas: -Interacciones entre la ecología y la bioquímica de las Catherine Pringle quebradas -Ecología e historia natural de las comunidades de las Marcelo Ardón quebradas Stream -Conservación de los recursos acuáticos y extensión sobre Minor Hidalgo temas de calidad y cantidad del agua Este proyecto cuenta con 13 puntos de colecta por toda la EBLS, es financiado por la NSF y continuará hasta Junio del 2005 Los objetivos del proyecto son: Continuar con el inventario de los artrópodos del bosque lluviosos de la EBLS Robert Colwell Llegar a tener un inventario a nivel de especies para varios grupos focales de insectos, arañas y ácaros. Henry Integrar el material colectado al inventario nacional de Hespenheide biodiversidad que esta realizando el INBio. Alas Explorar métodos para estimar la riqueza de la fauna de Jorge Jiménez artrópodos y su composición basado en muestras uniformes, ecológicamente estructuradas, para evaluar y calibrar estos John Longino métodos utilizando los datos del inventario total para los datos de los grupos focales de estudio. Desarrollar el uso de computadoras e imágenes digitadas para la producción rápida de guías de identificación. Steve Oberbauer David Clark Deborah Clark Torres Mike Ryan Ed Rastetter Paulo Olivas El objetivo de este proyecto es construir una base de datos sobre la distribución vertical del área foliar, así como la fotosíntesis y la respiración. Se desarrolla unicamente en el bosque primario de La Selva. En esta área se escogieron 45 sitios de muestreo al azar, basados en variables como fósforo y pendiente. En cada uno de los sitios se realiza una colecta vertical de toda la biomasa que se encuentra sobre la torre. Es decir, se colecta a medida que se construye. Toda la biomasa es cuidadosamente medida en el laboratorio. Tiene un plazo de 2 años y es financiado por la NSF Harlyn Ordoñez 14 El objetivo de este proyecto es Fomentar el desarrollo de investigaciones biológicas y ecológicas en Costa Rica a través de la construcción de ¨La Flora Digital de las plantas vasculares de la EBLS¨, un sistema digital de referencia Flora botánica disponible al público por medio de Internet. Lo que digital de Luis Diego busca construir un sistema para almacenar, manejar y las plantas Gómez diseminar la información a una amplia comunidad de vasculares Nelson Zamora ususarios. Esté sistema no solo permitirá un acceso más Charlotte Taylor de la inmediato a la información, sino será esencialmente una EBLS herramienta educativa sobre la flora y biología del bosque muy húmedo tropical. Tiene un costo aproximado de $450.000, por un plazo de tres años y es financiado por NSF, CR-USA, OET El objetivos del proyecto es la integración de los efectos de las especies arbóreas en un modelo basado en procesos biológicos James W. Raich observado a nivel de biomas. Para alcanzar este objetivo, se Ann E Russell evaluará la importancia de características específicas de las ECOS Eugenio Gonzáles especies en relación a las propiedades y a los procesos del Gary Hartshorn ecosistema, con un enfoque en carbono. Este proyecto tiene un plazo de 3 años a partir del 2003 y es financiado por la NSF David Clark Jack Longino Los objetivos de este proyecto son Implementing standard Robert Colwell biodiversity monitoring protocols for gathering biodiversity data, Establishing a global network of field stations Identifying Investigadores global biodiversity trends through analysis tiene un plazo 5 principales Team años desde el 2003 al 2008 y cuenta con el financiamiento de Alexandra Gordon and Betty Moore Foundation.-Conservación Aparicio Internacional Coordinadora Este proyecto se ubica en la Estación Biológica La Selva y Robin L. áreas alrededores (La Virgen) El objetivo general es establecer Chazdon (U.of bases y criterios para el seguimiento a largo plazo de la Connecticut) regeneración de especies leñosas en bosques secundarios tropicales. El proyecto se centra en las interacciones entre factores ambientales y us efectos sobre la dinámica de Associados: Bosques Braulio Vilchez regeneración; tanto a corto como a largo plazo de árboles y (ITCR) arbustos en el sotobosque. Deborah Tienen un costo aproximado de Vegetation dynamics: $25,000 Lawrence (U. of (plazo de 1 año) financiado por University of Connecticut Virginia) Research Foundation y Colonization: $150,000 (3 años) financiados por la NSF Catherine El objetivo general de este proyecto es contribuir al estudio de Lovelock (SERC, la estimacion del flujo de Carbono al suelo por medio de la Smithsonian estimacion de la productividad de las raices finas y las Environmental micorrizas (hongos mutualistas que se asocian con las raices). Micorrizas Research Center) En este sentido, el proyecto podria considerarse como complementario al proyecto CARBONO que es mas general. Deborah Clark Los estudios a nivel de la productividad radical se centran en (University of el muestreo periodico de raices y en la observacion secuencial 15 Missouri – St. Louis) Sara Wright (USDA) Roger Ruess (U of Alaska – Fairbanks) Javier Espeleta (SERC) David Clark Trees Deborah Clark Steve Oberbauer (Florida Int. Univ) Carbono David & Deborah Clark (U. of Missouri-St Louis) Edzo Veldkamp (U. of Gottingen) de raices en minirrizotrones (tubos subterraneos de observacion radical) por medio de camaras de video miniatura. Los estudios de productividad de micorrizas se basan en la exploracion de una tecnica piloto que estima la produccion de una proteina indicadora (glomalina, descubierta por Sara Wright, investigadora del proyecto) que es secretada al suelo en grandes cantidades por las micorrizas. La investigacion tuvo un aporte inicial de la National Science Foundation y se ha completado con fondos de la Fundacion CR-USA. Actualmente el proyecto esta vinculando la parte de estudios radicales con un nuevo Megaproyecto en La Selva, y desarrolla numerosas colaboraciones sobre el estudio de la glomalina dentro y fuera de La Selva. Este proyecto genera datos para el estudio de la naturaleza y diversidad de los patrones de vida de los árboles tropicales, la relación en la cantidad de micrositios, crecimiento y sobrevivencia, los efectos del daño físico en la regeneración de la ecofisiología joven, el rol ecológico de los árboles grandes en el bosque de lento crecimiento y las variaciones interanuales en el crecimiento de los árboles. A través de este proyecto se investiga sobre el intercambio de C del bosque; la productividad Primaria Neta y su variación espacio-temporal; la respuesta de especies del bosque a variación climática y respuesta de la productividad del bosque a cambios en biodiversidad, los depósitos de carbono en el suelo y su dinámica y la biomasa radical y su productividad. Cuentan con 12 parcelas de medición y una torre de Carbono en la EBLS. y otros. Para los Proyectos Hongo, Mundo, Plántulas y Orugas no fue posible obtener información a través de los encargados o a través de sus páginas Web. 4. Instituciones que realizan educación ambiental dentro y fuera de Sarapiquí Cuadro 2. Ejemplos de experiencias de educación ambiental que se realizan tanto dentro como fuera de Sarapiquí, 2004. Institución Reserva Biológica La Tirimbina Actividades que realiza Se dedica a destacar la biodiversidad, el estudio del ecosistema, la conservación y la cultura humana ligada al bosque. Ofrece al visitante alojamiento en el Centro Neotrópico Sarapiquís y la Reserva, así como programas educativos y de investigación, talleres y currículo ambiental tanto en Wisconsin como en 16 Costa Rica. Las organizaciones patrocinadoras de RBT, son el Museo Público de Milwaukee y Riveredge Nature Center. Lo que pretende es ligar el Plan de Estudios del MEP con estudios sobre el bosque, Así se tiene: Escuela Primaria • ¿Por qué hay diferentes tipos de bosque? • ¿Puedes encontrar los estratos del bosque? • La diversidad en el bosque tropical o templado • ¿Cómo se adaptan las plantas para obtener luz? • La temperatura como agente descomponedor de la hojarasca Escuela Media • Adopta un árbol • Mirando de cerca la hojarasca en el bosque • Comparando la temperatura, precipitación y duración del día entre el bosque templado y tropical. • Aprendamos acerca de las aves de nuestra comunidad • Midamos el suelo La Fundación de Enseñanza para la Conservación de Sarapiquí es una organización sin fines de lucro fundada en 1993 para mejorar y preservar la integridad cultural de la comunidad rural de Chilamate. La Fundación se encuentra al lado del Selva Verde Lodge, un hotel privado dedicado a preservar 500 acres de bosque primario. Sarapiquí Conservation Learning Center ASEPALECO La Fundación ha sido constituida como un centro permanente para alojar programas que fomentan educación, conservación ambiental, expresión artística y turismo responsable. Estas actividades estimulan a los individuos a desarrollar sus propias potencialidades y lograr cambios positivos para la comunidad. Los objetivos de la Fundación son: Proveer soporte académico, proveer actividades de educación vocacional y funcionar como un centro cultural y comunal Actualmente cuenta con programas como: • Biblioteca comunal con libros en español e inglés y computadoras. • Curso de ingles para adultos y jóvenes • Talleres de arte vocacional • Una galería de arte y exhibición de artesanías elaboradas por mujeres de la región. • Programas de educación ambiental, Club Ecológico para niños y jóvenes. • Grupo de teatro para jóvenes • Intercambios interculturales y educacionales • Actividades recreacionales Además a través del financiamiento obtenido por membresías y el turismo proveniente del Selva Verde Lodge, planean en corto plazo construir un rancho dedicado a la Educación Ambiental y un vivero para la prodyucción de árboles nativos para donar a la comunidad. Esta Fundación se encuentra interesada en establecer convenios de cooperación mutua con la EBLS, especialmente para trabajar el monitoreo del agua en los ríos cercanos. La Asociación Ecológica Paquera, Lepanto y Cóbano, ASEPALECO, es una 17 Grupo Surá Fundación SACRO organización sin fines de lucro, apolítica, que nació 1991, por el impulso del Proyecto de Desarrollo Rural Integral Peninsular (DRIP) .Es organización promueve la protección y el uso adecuado de los recursos naturales, con el fin de mejorar las condiciones socioambientales y la calidad de vida de los y las habitantes de los distritos de Paquera, Lepanto y Cóbano; mediante la educación, capacitación, participación y organización de las comunidades y el desarrollo de proyectos enfocados a su sostenibilidad. ASEPALECO promueve iniciativas de conservación de la biodiversidad, educación ambiental y manejo de desechos a través de sus programas de: 1. MANEJO ADECUADO Y RECICLAJE DE DESECHOS 2.EDUCACION Y EXTENSION AMBIENTAL 3. BIODIVERSIDAD 4. ECOTURISMO Su objetivo es impulsar procesos de capacitación y educación, dirigidas a conocer, conservar y manejar la biodiversidad de forma sostenible, con la participación de la sociedad. Bajo un convenio con el MEP, este Programa llega a las escuelas peninsulares. Se promueven ecoproyectos, concursos y campamentos. Se facilita materiales didácticos y acciones de capacitación e información a educadores y población en general en los temas acerca del reciclaje y manejo de desechos, producción orgánica, conservación de la biodiversidad, incendios forestales y corredores biológicos. Este grupo se encarga de organizar giras educativas a diferentes áreas naturales del país; estas giras se realizan con colegios del área metropolitana; están basadas en los contenidos prográmaticos del MEP y van desde culturas precolombinas hasta geografía del paisaje. Este grupo es una opción para que la EBLS establezca una alianza estratégica de modo que ingresen mas grupos que generen recursos para financiar el proyectos con la comunidad y con las instituciones educativas de la zona. Esta Fundación fomenta la educación para lograr concienciar a niños y adultos sobre la importancia que se le debe dar a los esfuerzos conservacionistas, enseñando la necesaria relación de un equilibrio entre el desarrollo humano y la conservación del medio ambiente. Para este fin ha producido material didáctico y ha negociado con empresarios privados para obtener financiamiento para los distintos programas educativos. Actualmente su presidenta se ha contactado con la cámara de empresarios de Sarapiquí. 5. Ideas preliminares para el diseño de un centro de visitantes en la EBLS La EBLS dispone de excelentes instalaciones, laboratorios, alojamiento y comedor; desde allí se puede acceder al bosque a través de una red de 57 kilómetros de caminos que recorren las 1617 hectáreas que pertenecen a la estación. Un 73% de este territorio esta ocupado por el bosque viejo, atravesado por multitud de cauces que nacen en el Parque Nacional Braulio Carrillo y desembocan en los ríos Puerto Viejo y Sarapiquí. El bosque adyacente a las instalaciones de la estación constituye una reserva biológica de 23 Ha. en la cual no esta permitido manipular la flora ni la fauna, ni siquiera para la investigación. Dentro de esta zona se incluye un arboreto en el que pueden observarse 1.040 árboles de 262 especies (Bosch, 2002). 18 Todo lo anterior demuestra que es un área con potencial para realizar programas educativos que integren como herramienta la interpretación ambiental; entendida esta como un enfoque de la comunicación; que involucra la traducción del lenguaje técnico de una ciencia natural o área relacionada en términos e ideas que las personas en general, que no son científicos, puedan entender fácilmente, e implica hacerlo de forma que sea interesante para ellos (Ham, S., 1992). Los centros de visitantes son instalaciones fijas en las que se lleva a cabo actividades informativas, educativas y recreativas de forma estable. La EBLS cuenta con un centro de visitantes el cual no se encuentra desarrollado, por lo que se proponen ideas prelimares, que permitan hacer uso de la instalación ya construida para este fin. 1. Eliminar las sillas y escritorios del centro de visitantes, ya que se cuenta con dos aulas (Jaguar y Almendro), las cuales pueden ser utilizadas para actividades que requieran este tipo de infraestructura. 2. Es necesario contar con información de todos los proyectos de investigación que se realizan en la EBLS, por lo tanto es necesario tener una o más computadoras con acceso a la página Web de la estación la cual debe ser actualizada constantemente. Para que las computadoras no se dañen es necesario remover las ventanas de cedazo y hacerlas de vidrio y colocar aire acondicionado para mantener el sitio fresco y confortable para los visitantes. 3. En cuanto a los proyectos a largo plazo, es necesario contar con afiches de montaje bajo, debido al diseño actual del centro de visitantes; el cual cuenta con ventanales por todo su perímetro; asimismo se debe investigar sobre materiales resistentes al sol; con el fin de que su vida útil sea alta. 4. Al lado de cada afiche se puede colocar algún instrumento ya sin uso pero que haga referencia al proyecto, con una breve nota informativa sobre su utilidad. 5. Se puede contar con una maqueta de la EBLS donde se establezcan los principales proyectos. 6. Se puede colocar instrumentos que puedan ser manipulados por el visitante, tal es el caso de microscopios u objetos como huellas elaboradas a base de yeso, de los animales que se pueden observar en la EBLS. 7. Cada proyecto mostrado podrá contar con un desplegable que le informe al visitante con más detalle la investigación que se realiza. (Anexo 3) 8. Unido al centro de visitantes se debe dar mantenimiento y volver a interpretar el sendero a la Arboleda Leslie R. Holdridge, aprovechando que se cuenta con la identificación de sus 1.040 árboles y la existencia de un desplegable para su recorrido autoguiado. Además este sitio cuenta con la infraestructura que lo convierte en un lugar potencial para actividades educativas. 6. Potenciales fuentes de financiamiento Se realizó una base de datos con el nombre de las organizaciones que financian propuestas enviadas por individuos o instituciones del neotrópico, si éstas se ajustan a los intereses y cumplen los requisitos de cada institución. Dicha base de datos cuenta con el nombre de la organización, el área de financiamiento, las restricciones, el monto de financiamiento, los requisitos, los documentos a presentar, el idioma de la solicitud, la dirección y contacto. En total se encontraron 27 organizaciones potenciales de financiamiento para actividades de educación ambiental, dentro de las cuales se financian investigaciones, programas, establecimiento de áreas educativas, equipos e infraestructura, entre otros. 19 1. World Nature Association, Inc. 2. World Wildlife Fund 3. Wildlife Preservation Trust International 4. Threshold Foundation 5. Tides Foundation 6. PADI Foundation 7. Norcross Wildlife Foundation, Inc. 8. Oro Verde 9. National Fish and Wildlife Foundation 10. Manomet Observatory, MBO Birder's Exchange 11. MacArthur, The John D. and Catherine T., Foundation 12. Lindbergh, Charles A. and Anne Morrow Foundation. 13. Lincoln Park Zoo, Scott Neotropic Fund 14. Kellogg, W.K. Foundation 15. Jones, W. Alton Foundation 16. Inter-American Foundation 17. American Bird Conservancy 18. American Wildlife Research Foundation 19. Ashoka 20. The Bay Foundation 21. Claiborne, Liz & Art Ortenberg Foundation 22. Compton Foundation, Inc. 23. Danforth, Sophie Conservation Biology Fund 24. Echoing Green Foundation 25. Entre Pueblos 26. Moriah Fundation 27. Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) 7. Actividad educativa con la Escuela La Trinidad La actividad se realizó el jueves 4 de Noviembre a las 7:30 a.m. y participaron un total de 22 niños; 8 de cuarto grado, 6 de quinto grado y 8 de sexto grado, los cuales oscilan entre los 10 y 16 años. Los niños participaron entusiastamente al escuchar la charla y realizar actividades como el árbol de problemas y el mar del éxito, pusieron empeño en la siembra de los árboles y disfrutaron de la gira realizada a la EBLS, donde tuvieron la oportunidad de observaron los laboratorios y hacer un recorrido de historia natural (Anexo 2). Discusión En nuestro país la educación ambiental tuvo como marco de referencia actividades paralelas que se estaban dando en el nivel mundial, iniciadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la Conferencia sobre el Medio Humano celebrada en Estocolmo, Suecia en 1972. Por su parte la EBLS desde el año 1984 empieza con iniciativas relacionadas a esta temática, las cuales fueron dirigidas tanto a la comunidad y a los estudiantes de escuelas y colegios de Sarapiquí como hacia la capacitación de sus guías naturalistas. Sin embargo el último programa concluye en el año 2000 debido a la falta de presupuesto para este tipo de actividades; a pesar de estar contemplado 20 dentro del Plan Estratégico de la OET. Dadas estas deficiencias la EBLS ha sido considerada como una isla de conocimiento, el cual no se proyecta a la comunidad vecina y muchas veces tampoco al publico general que la visita. Sin embargo; no se debe despreciar la experiencia acumulada a través de los diferentes programas de educación ambiental que se han desarrollado; por el contrario, esta experiencia debe ser tomada en cuenta en la implementación de un nuevo programa de modo que se obtenga provecho de las lecciones aprendidas. Con base en los resultados obtenidos se pueden establecer una serie de lineamientos para la puesta en marcha de un programa de educación ambiental en la EBLS, con el fin de que este logre mantenerse con éxito en el tiempo: Capacitación del personal Una de las principales necesidades es la capacitación del personal interno de la EBLS con el fin de que los investigadores y los encargados de proyectos interioricen la importancia de la educación ambiental en la conservación de los recursos naturales con los cuales trabajan día a día; de manera que se pueda proyectar la investigación que la estación biológica realiza hacia la comunidad cercana y hacia público en general. Además es necesario que todos los involucrados en el proceso investigativo reflexionen ¿Para qué están haciendo ciencia? Además es meritorio que los encargados y técnicos que participan de los diferentes proyectos se informen sobre los objetivos, plazos y actividades que se desarrollan dentro de estos con el fin de que exista un mayor compromiso hacia la investigación que realizan. Los encargados e investigadores que colaboraron con la actualización de proyectos se muestran muy anuentes a contribuir con este tipo de programas por ejemplo el Proyecto Team cuenta con parte de su presupuesto para educación ambiental, sin embargo este no ha sido usado debido a la falta de una persona encargada de dicha actividad; por su parte el Proyecto Bosques ha contribuido con actividades focales y se encuentran dispuestos a enriquecer este programa, al igual Stream con su valioso programa Adopte una Quebrada podría volver a realizarse de conseguirse los fondos necesarios. Cabe destacar que la mayoría de los proyectos de investigación que se realizan en la EBLS a largo plazo son potenciales para el programa de educación ambiental, por ejemplo el proyecto Alas. Capacitación de guías Los guías necesitan información actualizada acerca de los proyectos de investigación que se están llevando a cabo, para lo cual la información debe estar disponible a través de la pagina web de la OET; por lo tanto esta debe ser actualizada constantemente; ya que en la actualidad esta página solo muestra 7 proyectos en la categoría de proyectos a largo plazo incluyendo Huertos y Trails, los cuales han concluido. Según los proyectos tomados en cuenta en este documento para la misma categoría son 14 (Hongo, Micorrizas, Carbono, Torres, Plántulas, Team, Trees, Bosques, Mundo, ECOS, Flora Digital, Alas, Stream y Orugas). También es necesaria la colaboración a encargados del proyecto o investigadores principales para concluir el documento de actualización de proyectos; lo cual será una herramienta que los guías podrán utilizar a la hora de hacer sus recorridos de modo que se proyecte la investigación hacia los visitantes. Los guías deben identificar la población meta con la cual trabajaran de modo que puedan determinar cuales serían los recorridos que llamarían mas su atención y la información que estos considerarían mas 21 importante; de modo que se pueda explotar todo el potencial que ofrece esta estación biológica; debido que existen grupos que prefieren conocer sobre la investigación que la estación realiza, mientras otros grupos prefieren recorridos de historia natural; es decir “los grupos de visitantes que ingresan a la EBLS no pueden considerarse como iguales”. Semanalmente en la EBLS se realizan charlas sobre resultados de algunos proyectos, estas charlas podrían realizarse en horarios alternativos de modo que los guías puedan participar y mantenerse actualizados sobre las actividades investigativas que en la estación se realizan. Educación Comunitaria Educar es motivar la búsqueda de nuevas respuestas, problematizando comportamientos anteriores que no resuelven las situaciones y de esta manera iniciando nuevos conocimientos y nuevas prácticas a partir de este desequilibrio interno causado por la necesidad de una nueva forma de acción. Por lo tanto la EBLS podría insertarse en la educación comunitaria a través de grupos ya organizados; como por ejemplo, la Asociación de Mujeres Unidas de Sarapiquí (AMUS). Implementando en la zona alternativas productivas como es el caso de ASEPALECO que promueve el aprovechamiento de desechos orgánicos para la producción de abono y el cultivo de productos orgánicos en la Península de Nicoya. Educación a estudiantes de escuelas y colegios Tanto educadores como estudiantes de la zona se encuentran interesados de participar de programas de educación ambiental desarrollados por la EBLS; sin embargo es necesario buscar el financiamiento que cubra los costos de transporte, seguros y alimentación de los participantes. La sociedad necesita la formación de estudiantes respetuosos de toda forma de vida y cultura, donde adquieran conocimientos sobre aspectos sociales y naturales. Es primordial que tome conciencia de la relación estrecha con su medio y que lo exprese por medio de comportamientos y acciones acordes con el buen manejo del medio, como también de protección y conservación del mismo para de este modo alcanzar una mejor calidad de vida. Los niños aprenden lo que viven, por lo tanto se requiere que exista congruencia entre lo que la escuela prescribe y lo que ellos y ellas hacen, piensan, sienten y aprenden; por lo tanto debemos dejar de realizar acciones puntuales que muchas veces no responden a los contenidos programáticos y lograr una formación ciudadana basada en el respeto al medio del cual forman parte. Por lo tanto la planificación curricular para la elaboración de los módulos a implementar en el programa de educación ambiental de la EBLS debe esta basada en un enfoque construccionista bajo el lema ¨si me lo dice, lo olvido; si lo veo, lo recuerdo; si lo hago lo entiendo¨. Por lo tanto se puede tomar la experiencia de ASEPALECO con respecto a las mini-reservas escolares, que son pequeñas áreas de bosque de fincas cercanas a las escuelas, las cuales son utilizadas para fines didácticos. Se pueden realizar prácticas de laboratorio con colegios de la zona, en las instalaciones de la EBLS con el fin de que los estudiantes tengan la oportunidad de realizar actividades científicas que les genere un conocimiento significativo. Se debe coordinar con otras instituciones de la zona como La Tirimbina y la Fundación de enseñanza para la Conservación de Sarapiquí; de modo que se evite duplicar de esfuerzos y se establezca claramente la población meta con la que va a trabajar cada institución de manera que haya una mayor cobertura en la región. 22 - Además se debe coordinar con personas e instituciones de gran experiencia en lo que a educación ambiental a fin de considerar su opinión y experiencias en el desarrollo de un nuevo programa educativo para la EBLS. Se debe coordinar con el Director Regional del Circuito 06 de Heredia del MEP para gestionar los permisos así como lograr que el programa sea reconocido por este ministerio a través de la Oficina de Educación Ambiental, para lo cual es necesario redactar una propuesta seria e interesante, que en la medida de lo posible responda a los contenidos programáticos del MEP. Se debe coordinar con grupos como Surá, Cedrela y FUNDECOR, los cuales realizan giras educativas con instituciones de la zona metropolitana basadas en los programas del MEP. Estos grupos podrían visitar la EBLS principalmente en la época de menor visitación que según datos del 2003 corresponde a los meses de setiembre y octubre. Para lo cual se debe negociar con la administración de la OET el crear tarifas especiales para estos grupos y además negociar que parte del dinero generado por los grupos que ingresen para las actividades de educación ambiental sea incorporado al programa de manera que se pueda subsidiar a la población meta que la EBLS considere como beneficiada (Anexo 4). Infraestructura Según los datos de visitación del año 2003 a la EBLS ingresaron 10.612 visitantes de los cuales el 51.3% fueron turistas (5.444), 3.019 visitaron la estación con motivos educativos, 1.608 fueron investigadores y 541 corresponden a otras categorías; la duración promedio de visita es de dos días y medio; lo cual indica la potencialidad que existe para difundir entre los visitantes el conocimiento que se genera en la estación basados en el concepto de que las personas protegen lo que conocen; por lo tanto el rediseño del centro de visitantes brindaría las facilidades para que los visitantes obtengan información sobre las actividades de investigación que se realizan en este sitio. Además es necesario invertir en el mantenimiento y colocar herramientas de interpretación ambiental en el sendero hacia al arboleda; así como reparar el kiosko de modo que se puedan realizar actividades educativas en dicho sitio. Financiamiento Se deben escribir propuestas innovadoras que se ajusten a los intereses y cumplan los requisitos de cada institución donante. Por lo tanto se deben escribir propuestas relacionadas a infraestructura, a capacitación, para proyectos comunales, escolares, etc. Se deben buscar pequeñas donaciones con instituciones como SACRO, en hoteles, restaurantes y empresarios de la zona (principalmente turísticos), los cuales se benefician de la conservación de los recursos naturales, para esto se puede contactar con la Cámara de Turismo de Sarapiquí. Coordinar con instituciones como la Compañía Nacional de Fuerza y Luz, las cuales cuentan con oficinas de educación ambiental, que a su vez cuenta una población meta definida con la cual realizan giras educativas. Estas giras son compradas con un año de anticipación, lo cual significaría un mercado para el programa de educación ambiental. Al igual sucedería con las giras educativas realizadas por los grupos Cederla, Surá y por FUNDECOR, lo cual significaría un ingreso para subsidiar la población meta de la zona. 23 Se debe mejorar el mercadeo a través de la página web ofreciendo talleres, charlas e información general sobre las actividades que el programa de educación ambiental realice, para esto se puede contar con el apoyo de La Tirimbina la cual tiene amplia experiencia en este campo. Agradecimientos Agradezco a la OET, a Elizabeth Anderson coordinadora del Programa REU así como a mi tutora Adriana Quirós y mi co-tutor Javier Espeleta por los consejos y la oportunidad brindada para poder vivir esta experiencia de investigación. Al igual agradezco a todos los que de una u otra forma contribuyeron en la realización de este trabajo. Literatura citada Arguedas, M. y Artavia, E. 1996. Propuesta de un Programa de Educación Ambiental, como acción del Jardín Botánico Lankaster. Tesis Licenciatura en Biología. San José, Costa Rica. Universidad de Costa Rica. 296 p. Bosch, J. Boyero, L y Matlock, R.. 2002. La Selva un modelo de investigación y ecoturismo. Revista Quercus (191): 43-47 González-Gaudino, E., 2003. Por una Escuela no con Medio Ambiente, sino con Ambiente Completo. Mimeografiado 4 pp. Guier, E. y Sanabria, K. 2003. Propuesta de desarrollo de actividades de educación ambiental complementarias al tour familiar de la Estación Biológica La Selva. San josé, Costa Rica. Mimegrafiado 15 p. Ham, S. 1992. Interpretación Ambiental: guía práctica para gente con grandes ideas y presupuestos pequeños. EEUU. 437 pp. Laidlaw, T. 1995. Adopte una Quebrada.Trad. Ramírez, A. y Juarez, J. Heredia, Costa Rica. 60 p. Organización para Estudios Tropicales (OET). 1999. Programa para la Educación y la Conservación. Mimeografiado. 5 p. Organización para Estudios Tropicales, CR. 2004. Plan Estratégico de la OET (en línea). San José, CR. Consultado 9 jul. 2004. Disponible en http://www.ots.ac.cr Pohlman, S. 1999. Manual para asistir al educador ambiental y al maestro de Puerto Viejo de Sarapiquí. 60 p. Vargas, R. 1995 History of Municipal Water Resources in Puerto Viejo, Sarapiquí, Costa Rica: a sociopolitical perspective. Tesis MSc. Georgia, United States. University of Georgia in Partial Fulfillment.140 p. 24 Anexos Escuela o Colegio La Flaminia Ubicación Teléfono Costado Este de la plaza de fútbol, 766-6645 Horquetas de Sarapiquí La Trinidad Bo. La Trinidad, frente al comando 766-6760 Puerto Viejo Puerto Viejo centro 766-6267 Excelencia La Guaria La Guaria, Puerto Viejo 766-6558 / 766-6148 La Tigra El Tigre, Horquetas 766-6283 Cristo Rey Bo. El progreso, Puerto Viejo 761-1126 El Muelle Puerto Viejo, 3Km al norte del Banco Nacional de Costa Rica La Paz El Mortero, Horquetas de Sarapiquí Chilamate Chilamate 150m Norte de Selva Verde, Puerto Viejo Colegio Técnico Profesional de 500 m Norte del Palí, Puerto Viejo 766-6172 Puerto Viejo Anexo 1. Selección de la muestra para la aplicación de instrumentos, Sarapiquí, Heredia, 2004 Actualización de proyectos de investigación que se realizan en la Estación Biológica La Selva Nombre del Proyecto: Ubicación: Encargados: Objetivos del proyecto: Breve descripción del proyecto: Costo aproximado: Plazo: Financiamiento: Estado del Proyecto: Requerimientos: ¿Actualmente el proyecto cuenta con el componente de educación ambiental? ¿Qué actividades realiza? Esta interesado (a) en incluir la educación ambiental dentro de su proyecto de investigación? ¿Cómo lo incluiría? ¿Cree que la educación ambiental contribuiría dentro de su proyecto? Anexo 2. Ficha para la actualización de la información sobre los proyectos que se realizan en la Estación Biológica La Selva, Sarapiquí, Heredia, 2004. 25 Anexo 3. Fotografías de las actividades realizadas con los estudiantes de la escuela la Trinidad, Sarapiquí, Heredia, 2004 Anexo 4. Esbozo preliminar para el diseño del Centro de Visitantes en la EBLS, Heredia, 2004 Hospedaje Tarifa ($) Hotel 35 Estación Biológica 25 Casa de investigadores 25 Acampar 10 Anexo 7. Tarifas para nacionales de Tirimbina Rainforest Center, Sarapiquí, 2004 26 The effects of queen removal on nest growth of the social wasp, Polistes erythrocephalus: Hymenoptera, Vespidae Andrea Romero, Elizabeth Arévalo (Mentor) Resumen Las jerarquías lineales de avispas del genero Polistes determinan cual hembra va a asumir la posición de reina en un panal. La reina tiene varias tareas en el nido, una de las cuales puede ser promover y organizar la actividad de las obreras. Nos propusimos determinar si la remoción de la reina en Polistes erythrocephalus afecta las actividades de las obreras en términos del crecimiento del nido. Utilizamos 13 nidos control y 7 experimentales, en los cuales se removió la reina. Hicimos un censo de cada nido una vez por semana por cinco semanas y contamos el número de celdas presentes por semana. Un análisis de mediciones repetidas indicó que, en general, los controles tuvieron una tasa de crecimiento significativamente mayor que los experimentales (df=1, F=12.878, p=0.002). Sin embargo, no hubo un efecto significativo del tiempo sobre el crecimiento (df=3, F=2.097, p=0.111), ni en el tiempo por el tratamiento (df=3, F=1.686, p=0.181). Aunque el tiempo no tuvo un efecto significativo sobre el crecimiento, logramos observar gráficamente que en las primeras dos semanas después de la remoción de la reina hubo un crecimiento por día por obrera menor que en las semanas siguientes. Por lo tanto, este estudio apoya la hipótesis de que la remoción de la reina afecta la actividad de las obreras por lo menos en términos de construcción del nido. Abstract Linear hierarchies in Polistine wasps determine which female becomes the reproductively dominant wasp (the queen) in a nest. The queen has various tasks in the nest, one of which could be to promote and organize worker activity. We set out to test if queen removal in Polistes erythrocephalus did affect worker activities in terms of nest building. We had 13 control nests and 7 experimental nests, from which the queen had been removed. We took a census of each nest once a week for five weeks and counted the number of cells present per week. A repeated measures ANOVA showed that overall, the control treatment had significantly higher nest growth than the experimental removal treatment (df=1, F=12.878, p=0.002). However, there was no significant effect of time on growth (df=3, F=2.097, p=0.111), nor on time by treatment (df=3, F=1.686, p=0.181). Even though time did not have a significant effect on nest growth, we were able to see graphically that the first two weeks after queen removal appeared to have a much lower nest growth rate per day per worker than the following weeks. Therefore, this study supports the hypothesis that queen removal does affect worker activity, at least in terms of nest building. Introduction Eusocial Polistine wasps live in linearly structured hierarchies, with one female (the queen) being the most dominant individual and principal egg layer. Although most females at the time of adult emergence are potential egg layers, dominance interactions result in caste differentiation, where the winners become queens and the losers become workers (Wheeler 1986). Dominance status is first 27 established among foundresses during the founding phase, the initiation of the nest cycle, to establish a hierarchy within the colony (Pardi 1948). In the case of Polistes erythrocephalus, the founding phase is longer than in other Polistine wasps due to prolonged conflicts among foundresses (Ito 1993). Dominance hierarchies are maintained by physical aggression toward other foundresses (Ito 1993) and emerging daughters are also potential egg layers and forced into subordinate positions through aggression (Wheeler 1986). Linear hierarchies are set early on during the colony cycle, but a central question lies at the heart of this issue: what happens when the hierarchy is disturbed, specifically, when the queen is removed? The answer to this question will depend if the species studied is temperate or tropical. In temperate species climatic conditions will dictate whether or not queen succession will occur. If the queen disappears a foundress or dominant worker can become queen (Hughes et al. 1987). Foundresses can lay fertilized (diploid) eggs which develop into females, while dominant workers that have not been inseminated are restricted to the production of unfertilized (haploid) eggs, which develop into males. However, before egg-laying can begin, the new queen must develop fully functional ovaries and eggs (Keeping 2002), a process which is lengthy. Succession of a functional queen in temperate species will only occur if there is enough time before the end of the colony cycle (dictated by climatic conditions) for a female to develop mature ovaries and begin laying eggs. These climatic constraints are not a factor in tropical regions. In the tropics, high and constant air temperatures enable colonies to be founded throughout the year (Yamane 1996). Therefore, the colony cycle of tropical species is not under the control of climatic conditions. Thus, nest life and structure after the disappearance of the queen will vary depending on climatic and temporal factors. Besides the obvious importance of the queen in regards to reproduction, this dominant female has also been proposed to be the colony pacemaker, in other words, she stimulates and coordinates worker activity (Hughes et al. 1987). This experiment was undertaken to study the effects of queen removal in the tropical species P. erythrocephalus in terms of nest growth. Queen succession occurs frequently in P. erythrocephalus when the original queen has disappeared (West-Eberhard 1969). We hypothesize that there will be a decrease in nest growth while the hierarchy is reestablished. We expect a decrease in nest growth after queen removal if, in fact, the queen is the pacemaker of the colony and stimulates worker activity. Materials and Methods We studied P. erythrocephalus in La Selva Biological Station, Sarapiquí, Costa Rica. Twenty nests located on man made structures (under the roof of the old lab, laundry room, and hallway) were used for this experiment. We painted all the wasps on each nest. To ensure that the majority of the wasps were marked we painted them at night, freehand on the thorax, abdomen, and wings using the Apple Barrel Colors nontoxic water-based set. All wasps in one nest were painted the same color, but different colors were employed for different nests. We recorded each nest for approximately eight minutes the day after marking them. We used this footage to observe behavioral interactions and identify the queen. At night eight wasps from the eight experimental nests were removed. Dissections were performed on these eight wasps to determine age, ovarian development, and fecundity. Age was determined by observing the thickness of bands between the segmented abdomen. Dissection were performed to observe ovarian development and the spermatheca was used to determine the state of insemination . Seven out of the eight wasps had ovarian development and were believed to be either queens or foundresses. After queen removal all control and 28 experimental nests were videotaped approximately once a week. We watched the videotapes and counted the number of cells in each nest for 5 weeks. Dissections: Two control and two experimental nests were collected at night with ziplock ® bags five weeks after queen removal. The bags with collected nests and wasps were placed in a -70 0C freezer overnight. Dissections were performed to determine the age, stage of ovarian development, and fecundity for each wasp. Results To analyze the nest growth data we ran a repeated measures ANOVA to look at the differences among treatments over time. We found that in the course of five weeks the control treatment had significantly higher nest growth than the experimental removal treatment (df=1, F=12.878, p=0.002). However, time on growth did not have a significant effect (df=3, F=2.097, p=0.111), nor did time by treatment (df=3, F=1.686, p=0.181) (Table 1). Though there was no significant effect of time, we were able to observe graphically that the removal treatments tended to have lower nest growth rate in the first two weeks after queen removal, but due to the large amounts of variation within nests the overall result was not significantly different (Figure 1). Source of variation SS 0.007 Treatment 0.010 Subject x Treatment 0.005 Time 0.004 Time x Treatment 0.045 Subject x Time 0.071 Total Table 1. Repeated measures ANOVA. Df 1 18 3 3 54 79 Ms 0.007 0.001 0.002 0.001 0.001 F 12.878 Sig 0.002 * 2.097 1.686 0.111 0.181 Number of Individuals with Nest # large, rigid some small reabsorbing no ovarian eggs eggs eggs development 1 13 0 7 3 Control 0 8 3 3 20 0 10 0 1 24 Exp 2 5 1 3 12 Table 2. Results of dissections performed for 2 experimental and 2 control nests. 29 0.07 experimental control New cells per day per worker 0.06 0.05 0.04 0.03 0.02 0.01 0 1- 2 2- 3 3-4 4-5 Figure 1. New cells per day per worker vs. week intervals. Week intervals represent time elapsed between two consecutive weeks (i.e., 1-2 is the number of days between week 1 and week 2). Values for cell growth were calculated by using the rate change ((cells week B- cells week A)/total number of days between week A and B)/ cells week A; where week A precedes weeks B. This calculation was done to take into account the fact that larger nests grow at a faster rate. Error bars represent standard error values. Week intervals (between weeks indicated) Discussion Nest care, in particular rearing brood, tends to stop in certain Polistes species when the queen disappears (Strassmann 1996). This is a possible consequence of low relatedness among colony members, increased conflict levels, or individual’s decisions to become reproductively active instead of workers (Strassmann 1996). Our results support this expectation of lowered nest care tasks, particularly on cell building activities that would lead to nest growth. Overall the control group did have a significantly higher nest growth than the experimental removal group, yet time did not significantly affect growth during the five weeks in which data were collected. Though statistically not significant, we noted that the first two weeks after queen removal had lower nest growth rate per day per worker than in the last three weeks of the experiment. Increase in nest growth could be attributed to the establishment of a new queen. Reeve and Gamboa (1983) found that after queen removal in Polistes fuscatus worker activity decreased and became less synchronized, concluding that the queen was the pacemaker of the colony who stimulated and coordinated worker activity. Hughes et al. (1987) found that there was no decrease in nest productivity after queen removal in Polistes annularis, though they determined that new very active queens were established within three hours of queen removal and may have stimulated colony activity early on. If worker activity does in fact decrease with the lack of a pacemaker queen we can hypothesize where during the course of our study a new queen took over. It is probable that between weeks two and three the queen was replaced as there seems to be an increase in the number of cells constructed per day per worker. Dissections performed of two experimental nests show that one of the nests did indeed have a principle egg layer (Table 2). The other experimental nest that was dissected did not have one dominant queen. The absence of a queen in this nest could be due to the lack of one dominant female being present, or to the fact that a queen was never collected since some wasps did escape when we collected the nests. 30 Therefore, nest growth does decrease after queen removal in the species P. erythrocephalus. Most likely a foundress takes over when the queen disappears, and when no foundress is available, the highest ranked worker will become the new queen (O'Donnel 1998). Though P. erythrocephalus is not under the same climatic constraints as temperate species, it still must be imperative to replace the missing queen as quickly as possible. However, our data suggest that queen replacement occurs two to three weeks after the queen has been removed, and not three hours as was the case for P. annularis (Hughes et al. 1987). Thus, it is possible that the species P. erythrocephalus takes a relatively long time to establish a new queen even though queen replacement must be done quickly to ensure that the colony continues to develop. It would be interesting to investigate if P. erythrocephalus follows the queen succession models of other Polistine wasps. It appears that in most other Polistine species the most dominant female replaces the queen. These are temperate species and replace the queen very quickly however. It would also be beneficial to study the relatedness of individuals in a nest, as well as how and when new reproductives ‘decide’ to leave the maternal nest and found a new colony, as this is not limited by climatic changes. Literature cited: Hughes, C.R, M. O. Beck, and J. E. Strassmann. 1987. Queen succession in the social wasp, Polistes annularis. Ethology 76: 124-132. Ito, Y. 1993. Behavior and social evolution of wasps. Oxford University Press, Oxford. Keeping, M. G. 2002. Reproductive and worker castes in the primitively eusocial wasp Belonogaster petiolata (DeGeer) (Hymenoptera: Vespidae): evidence for pre-imaginal differentiation. Journal Of Insect Physiology 48:867-879. O´Donnel, S. 1998. Reproductive caste determination in eusocial wasps (Hymenoptera: Vespidae). Annual Review of Entomology 43: 323-346. Pardi, L. 1948. Dominance order in Polistes wasps. Physiological Zoology 21:1-13. Reeve, H. K. 1991. Polistes. Pages 99-148 in K. G. Ross and R. W. Matthews, editors. The social biology of wasps. Comstock Publishing Associates, Ithaca. Reeve, H. K., and G. J. Gamboa. 1983. Queen regulation of worker foraging in paper wasps: a social feedback control system (Polistes fuscatus, Hymenoptera: Vespidae). Behavioral Ecology and Sociobiology 13: 63-74. Seppa, P., D. C. Queller, and J. E. Strassmann. 2002. Reproduction in foundress associations of the social wasp, Polistes carolina: conventions, competition, and skew. International Society for Behavioral Ecology 13: 531-542. Strassmann, J. E. 1981. Evolutionary implications of early male and satellite nest production in Polistes exclamans colony cycle. Behavioral Ecology and Sociobiology 8: 55-64. Strassmann, J. E. 1996. Selective altruism towards closer over more distant relatives in colonies of the primitively eusocial wasp, Polistes. Page 400 in S. Turillazzi and M. J. West-Eberhard, editors. Natural History and Evolution of Paper-Wasps. Oxford University Press, Oxford. Wheeler, D. E. 1986. Developmental and physiological determinants of caste in social Hymenoptera evolutionary implications. American Naturalist 128:13-34. West-Eberhard, M. J. 1969. Social biology of Polistine wasps. University of Michigan of Zoology Miscellaneous Publications 140: 1-101. Yamane, S. 1996. Ecological factors influencing the colony cycle of Polistes wasps. Pages 58-75 in S. Turillazzi and M. J. West-Eberhard, editors. Natural history and evolution of paper-wasps. Oxford University Press, Oxford. 31 Vegetative reproduction in Thelypteris kurtii: a survey of costs and benefits in plantlet formation Bryan Choi(1), Eddie Watkins (Mentor)(2) (1) Harvard University, (2)University of Florida Resumen Las plantas han desarrollado una variedad de métodos para la reproducción. Los helechos, por ejemplo, son conocidos por reproducirse sexualmente por esporas y vegetativamente por expansión de rizomas o proliferación epifílica de yemas. Este estudio fue diseñado para descubrir los costos y beneficios en la producción de plántulas en Thelypteris kurtii una especie de helecho comúnmente encontrado en el sotobosque de la Estación Biológica La Selva en Costa Rica. Las plántulas del estudio se desarrollaron de pequeñas llamas aéreas adyacentes al raquis de frondas maduras. Se estudio el efecto tanto de la masa de la planta madre como del ambiente nutritivo en la producción de plántulas. Las masas secas de plantas madre mostraron que la masa de las plántulas aumento exponencialmente con la de la planta madre. Se encontraron limites mínimos de la masa de la planta madre para la producción de plántulas y frondas fértiles. Se encontró un crecimiento significativo en las plantas tratadas con fertilizante, lo cual sugiere algún nivel de autonomía de las plántulas. Sin embargo, de doce plántulas separadas artificialmente, ninguna sobrevivió. Los resultados muestran que, aunque las raíces aéreas están absorbiendo activamente, las plántulas dependen de la deposición de nutrientes de parte de la planta madre. También, un límite inferior en la masa para la producción de plántulas que la de la producción de frondas fértiles implica una dependencia al tamaño en la forma de reproducción, que haría de la plántulas, la forma mas factible de reproducción. Abstract Plants have developed a variety of methods for reproduction. Ferns, for example, are known to reproduce sexually by spore dispersal and vegetatively via rhizome expansion or epiphyllic bud proliferation. This study was designed to reveal the costs and benefits involved in plantlet production in Thelypteris kurtii, a species of fern commonly found in the understory at La Selva Biological Station in Costa Rica. The plantlets in this study developed from small aerial buds adjacent to the rachis on mature fronds. The influence of both parent plant mass and nutrient environments on plantlet production was studied. Dry masses of parent plants indicated that plantlet mass increased exponentially with mass of the parent plant. Minimum parent plant mass thresholds were found for the production of plantlets and fertile fronds. Significant growth was found in plantlets treated with fertilizer, suggesting some level of plantlet autonomy. However, out of twelve artificially extricated plantlets, none survived. Results show that although aerial roots are active in uptake, plantlets act as active nutrient sinks for the parent plant. A lower mass threshold for the production of plantlets than for fertile fronds implies size dependent reproductive allocation that would make plantlets the most facile form of reproduction. 32 Introduction The general fern reproductive cycle has been studied and is well understood to date. In the sexual cycle, ferns reproduce via the dispersion of spores which then germinate to produce haploid gametophytes. Ferns are also known to reproduce vegetatively via rhizome expansion and successive extrication of independent plantlets. The resultant tissue is both morphologically and genetically identical to the parent plant (Koptur 1993). Proliferation via laminar and epiphyllic buds has been found to contribute to the growth of the parent plant as well as to the formation of entirely independent daughter plants (McVeigh 1937, White 1969). A vascular connection between the plantlet and the parent frond may or may not exist, depending on the genus (Lucansky and White 1969). However, the relatively small number of studies done on this relationship does not suffice in forming a general rule for the presence and utility of this vascular connection. Thelypteris kurtii is a terrestrial epiphyllic plantlet producing species commonly found in discreet populations throughout the Atlantic Lowland wet forest. Plantlet formation generally occurs at the intersection of the rachis and pinna once on any given sporophyte frond. Development begins with the appearance of adventitious roots, followed by dorsal fiddlehead formation. The plantlets reach various stages of development prior to detachment from the parent plant. Consequently, advanced development such as multiple fiddlehead formation and complex root structure occurs despite the aerial nature of the maturing plantlet. In a general pilot survey of T. kurtii populations, it was found that in some cases the adventitious roots were highly developed even though the plantlet lacked further growth or even initial development of a fiddlehead (Choi, unpublished data). The apparent deficiency in photosynthetic surface area on the plantlet suggested a net flow of nutrients from the parent plant to plantlet. As the number of plantlets increased, the number of apparent nutrient sinks potentially increased, incurring cost on the parent plant resources. When and if the plantlet became autonomous of the parent plant was a question overlooked until now. This study was designed to reveal the costs and benefits involved in plantlet production in T. kurtii. Observations have led me to make the following hypothesis: 1) I predict that parent plant size and percent light transmittance to the plantlet will have a positive relationship with the proportion of resources allocated to plantlet production. Larger, healthier plants can afford, or recover from, the cost of production more efficiently. 2) I predict that nutrients taken up by well developed aerial roots will not have a significant impact on the growth of the plantlet until separation from the parent plant. Absorbed nutrients should be able to disperse throughout the entire plant via an open vascular connection to help compensate the parent for the hypothetical cost of plantlet production. 3) I predict that plantlets should become capable of independence after foliar area is established. After this point in development the plantlet is then morphologically congruent with the parent plant. Methods Study site La Selva Biological Station in Costa Rica (10º26’N, 84º01’W) consists of a small portion of a protected land corridor known as Braulio Carrillo National Park. This tropical, premontane wet forest receives approximately 4500 mm of rainfall every year, which contributes to the diversity of more than 6500 species of plants and animals. The bulk of the area consists of primary forest where Pentaclethra macroloba is the dominant canopy species. The subcanopy is made up of various dicots and palms while the diverse understory consists of smaller trees and palms. 33 Dependence on parent plant fitness Fifty individual ferns were chosen at random and marked in mid June of 2004. The ferns came from three discreet populations along the Sura path in La Selva anywhere from 10 to 50 meters from the trail. Samples were chosen at least two meters apart. Canopy openness above each individual was measured using fish eye lens photography and subsequent GAP analysis. Over the course of the next eight weeks, the ferns were uprooted and analyzed. Frond type (sterile or fertile) and number of buds present were recorded upon collection of the individual. Frond area was measured using a LICOR leaf area meter. All samples were dried at 65˚ C for at least 48 hours, depending on how wet conditions were at the time of collection. Above and belowground biomass, frond mass, and bud mass were then measured and recorded from dried samples. Individual ferns generally displayed three cohorts, or generations, of fronds. Fronds from the same cohort within a population have approximately the same age (Watkins, unpublished data). In order to keep the age of the fronds measured constant, only fronds and plantlets from the second cohort of each fern were chosen for analysis. Distinguishing the second cohort of each individual proved to be facile. Cohort one consisted of developing fiddleheads and juvenile fronds of a characteristic light shade of green. Cohort three consisted of fully mature or rotting leaves that commonly encompassed the outermost whorl of the individual. Cohort two consisted of intermediate, fully developed fronds that did not contribute to the outermost whorl. Choosing samples from cohort two standardized for the age and number of fronds taken from each individual. Dependence on nutrient presence An experiment was done to ascertain the function of aerial roots in bud development. Twelve additional ferns were chosen at least two meters apart from a single population off the Sura path. On each fern, one aerial bud with foliar area and relatively well developed roots was marked for analysis. Approximate size of parent plant and bud were kept constant in the selection process. Six buds were set aside as a control set. The remaining six buds underwent a series of fertilizer applications for four weeks beginning in early July. 20-20-20 Evergreen© fertilizer was prepared according to instructions on the package. Three to four roots of each plantlet were placed in glass vials mounted on wire stilts for application. Plantlet roots were given 10 mL of fertilizer solution for four weeks for a total of seven applications. Modeling clay was used to seal the vial openings surrounding the roots in order to control for evaporation and additional rainfall between applications. Plantlet frond length and width measurements were made at every application using a standard caliper. Length was measured from frond tip to the base of the last leaflet. Width was measured at the widest point of the frond. Rough area was calculated by (length*width)/2 for both the fertilized and constant sample sets. Area of any additional fronds that developed from the plantlet was also measured and recorded. This area was added to the calculation for the total amount of foliar area established during the experimental period. Because net growth of highly branched roots proved difficult to measure, the experiment was duplicated with a set of ten additional individuals. Plantlets with only one to two roots and no fiddlehead were chosen. Five individuals were set aside as the control set. The remaining five buds underwent the same series of fertilizer applications as stated above. Methodology remained unchanged except for a reduction in the amount of fertilizer solution from 10 to 5 mL. Root and fiddlehead growth was then measured with a standard caliper every four days for the duration of the experiment. To assess autonomy of aerial plantlets, fifteen additional ferns with plantlets in varying stages of development were chosen. Three categories were defined for plantlet development in the following numbers: three buds with roots only, three buds with fiddlehead and roots, and nine plantlets with foliar 34 area and roots. Total root length for all samples was recorded by summing all lengths of adventitious roots. After implanting the adventitious roots in surrounding soil, the rachis was cut 1 cm from the bud to sever the vascular connection between the parent plant and plantlet. Growth was then recorded after four weeks. Data analysis Bivariate analyses were performed to compare the number of plantlets and fertile fronds present in cohort two to total plant mass. Plantlet number as a function of total plant mass was fit to the reciprocal. Plantlet mass as a function of total plant mass was fit to the exponential. The number of fertile fronds present in cohort two as function of mass was fit to the exponential. A linear regression was performed on plantlet presence as a function of percent light transmittance to the parent plant. A t-test was performed on the one way analysis for final foliar area growth between fertilized and non-fertilized plantlets. All data analyses were performed using JMPIN software version 4.0.4. Results Dependence on parent plant fitness Plantlets were not found in cohort two fronds of individuals <8.94 grams in total mass. Multiple plantlet formation on a single frond was observed on six fronds in the entire sample set. In two instances, additional plantlets formed on the rachis in locations closer to the frond base than the typical locus. The other four instances were observed on the laminar surface of leaflets without apparent preference for location on the frond. There was a steady increase in plantlet density in cohort two as a function of total plant mass after the initial lower mass limit was surpassed (Figure 1). One cohort three frond was found to have eleven actively developing plantlets. Total plantlet mass in cohort 2 showed a positive exponential relationship with an increase in total plant mass (Figure 2). This shows that larger individuals on average have larger, more developed plantlets in cohort two. None of the plantlets in cohort two had contact with the forest floor. Fertile fronds were not found in the second cohort of individuals <38.978 grams in total mass (Figure 5). No statistically significant relationship was found between bud and light transmittance to each individual Dependence on nutrient presence Plantlet roots actively absorbed nutrients from the fertilizer solution. These nutrients had a statistically significant affect on the growth in foliar area of the plantlet (Figure 4). During the experimental period, two of the buds being monitored for foliar area growth suffered heavy damage and were removed from the final data set. Aerial roots did not display a significant increase in growth when treated with fertilizer solution. All initial roots lost function while they were still reduced in length. However, among the five buds treated with fertilizer, four new roots and three fiddleheads were produced (Table 1). New roots were visually larger in diameter than the original roots. Fiddlehead and new root growth continued even after the death of the initial root. Death was determined when roots no longer showed uptake of solution, which was usually accompanied by a reduction in size, as well as root fracture. None of the artificially detached plantlets underwent any significant growth after the four week period. Plantlets with foliar area wilted after approximately 72 hours and showed no evidence of recuperation. 35 General Observations In the absence of a developing bud, all cohort two fronds observed retained a single node 1-2 mm in diameter in the location where the developing bud was most generally found. Gross observation suggested that nodes increased proportionally in size to frond size. Uninitiated and arrested development was found in all cohorts. Arrested development was determined by the presence of brittle, reduced roots. Plantlets that had developed foliar area never displayed characteristics of arrested development. In larger plants, additional reduced nodes were occasionally found on the laminar surface of leaflets and along the rachis. In dense populations, adult individuals were occasionally found in complex networks of vegetative reproduction. These individuals displayed various stages of development; however many adult plants remained connected by living frond vasculature. Discussion Mass dependent resource allocation These results support the hypothesis that the proportion of resources allocated to plantlet production increases with total plant mass (Figure 1). Data also show that as parent plant mass increases, plantlets either grow at a higher rate or are simply more robust (Figure 2). Once an individual surpasses a particular size threshold, it acquires the ability to invest its resources in plantlet production. The individual is then potentially able to produce one or more plantlets per frond. My results also suggest that fertile frond production outlays parent plant resources to a greater extent than plantlet production. The size threshold for the presence of fertile fronds is notably higher than that for plantlets. This, when combined with the linear nature of the relationship and the presence of individuals of relatively high mass lacking fertile fronds, is convincing evidence that fertile fronds are more difficult to produce than plantlets. Past literature describes size-dependent allocation in sexual reproduction fairly thoroughly (Willson 1983, Weiner 1988, Lovett Doust 1989). A study of flowering perennials revealed that individuals would not reproduce under a minimum size threshold. Plants that had not yet reached this threshold invested the majority of their resources in survival rather than reproduction (Zhang and Jiang 2002). The presence of thresholds in the production of buds and fertile fronds of T. kurtii support these conclusions. All individuals analyzed in this study displayed evidence of size dependent resource allocation in a particular order: first survival, followed by bud production, and then fertile frond reproduction. The finding of additional auxiliary nodes on the laminar surface of leaflets also supports size dependent allocation of resources to bud development. These nodes also seemed to appear after a certain size threshold, though the number of individuals collected above this threshold was too limited to make a definitive statement. Nutrient dependent resource allocation Our data do not support the hypothesis that nutrients taken up by aerial roots have no effect on the growth of buds (Figure 4). However, no conclusion can be made as to what role the fertilizer solution had in growth. The fertilizer solution may have been dispersed throughout the individual, in which case it may have served as a signal to the parent plant to begin allocating resources into bud development. The nutrient rich environment for the plantlet may help guarantee survival, and therefore maximize the cost in plantlet development for the parent plant. Conversely, the nutrients absorbed by 36 the roots may have contributed directly to the fitness of the plantlet, without heavy involvement of the parent plant. Root growth during fertilizer treatment suggests that nutrients did not directly contribute to the fitness of the plantlet. Normal plantlet growth observed after the removal of fertilizer from the system (root death and fracture) supports the idea that the detection of a high nutrient environment by the initial “pilot root” is a likely signal for the parent plant to continue to invest resources into plantlet production at that particular site. These data support the idea that plantlets act as active nutrient sinks for the parent plant even after foliar area is established. Further evidence of this is the lack of growth or survival of plantlets artificially detached from the parent plant. The existence of persistent vascular connections between adult plants is further evidence of complex relationships in resource allocation within populations created by vegetative reproduction. Further study into the vascular relationships between vegetatively reproducing plants within a population is needed. At what age these connections abort and for what reason are still unknown. There may be a point in time where the relationship is beneficial to both parties and the exchange of nutrients may continue for extended amounts of time. These questions, among many others, need to be studied before a full understanding of the process of plantlet formation can be reached. Literature Cited Koptur, S, and Lee M. A. B. 1993. Plantlet formation in tropical montane ferns. American Fern Journal. 83 (2):60-66. Lovett Doust, J. 1989. Plant reproductive strategies and resource allocation. Trends in Ecology and Evolution. 4:230-234. Lucansky, T. W., and R. A. White. 1969. Vegetative reproduction in ferns. III. leaf buds of Athyrium macraei (H. and G.) Copel. Bulletin of the Torrey Botanical Club 96 (6):615-622. McVeigh, I. 1937. Vegetative reproduction of the fern sporophyte. Botanical Review 3:457-497. White, R. A. 1969. Vegetative reproduction in the ferns. II. root buds in Amphoradenium. Bulletin of the Torrey Botanical Club 96(1):10-19. Weiner, J. 1988. The influence of competition on plant reproduction. Pages 228-245 in R. Dirzo and J. Sarukhan, editors. Perspectives on Plant Population Ecology. Sinauer Associates, Sunderland. Willson, M. F. 1983. Plant Reproductive Ecology. Wiley, New York. Zhang, D. Y., and X. H. Jiang. 2002. Size-dependent resource allocation and sex allocation in herbaceous perennial plants. Journal of Evolutionary Biology 15:7483. 37 Appendix Plant New Roots Fiddlehead Development 1 1 0 2 0 1 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 Fertilized Bud 1 FB2 FB3 FB4 FB5 Constant 1 C2 C3 C4 Table 1: Growth in fertilized and constant plantlets shows development in fertilized plantlets. All original roots died before experimental period ended. Fertilized plantlets continued to develop, suggesting that growth was mainly due to parent plant resource allocation . 2.5 Total bud mass (g) 2 1.5 Figure 2: Bivariate fit of total bud mass in cohort two by total plant mass suggests that plantlets on larger plants can grow at a higher rate (P<.0001; R2 0.657). Exponential relationship shows that plantlet mass is not allometrically proportional to plant size. 1 0.5 0 0 20 40 60 80 100 120 140 cm 2 Total mass (g) 35 fert ave 30 constant ave 25 Figure 3: Overlay plot of total foliar area monitored for fertilized and constant plantlets shows a greater rate of growth in fertilized plantlets. Points represent the average foliar area on the given day. 20 15 10 5 0 4 8 12 16 20 24 28 day 38 total growth in foliar area (sq cm) 80 60 40 20 Figure 4: Oneway analysis of total growth in foliar area by plant type shows a statistically significant greater total growth in fertilized plantlets (R2 .418; Prob > 04). 0 -20 Control Fertilized plant 1.2 1 #FF/#cohort2 0.8 0.6 Figure 5: Bivariate fit of fertile fronds in cohort two versus total mass shows a positive linear relationship after threshold is passed. Threshold mass for the production of fertile fronds is 38.97 g (R2 0.304; P <.004). 0.4 0.2 0 -0.2 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 130 Total mass (g) 39 Lluvia de semillas y sus agentes dispersores en tres plantaciones forestales de especies nativas, parcelas puras y mixtas, en la Estación Biológica la Selva, Puerto Viejo de Sarapiquí, Heredia, Costa Rica Carolina Orozco Z(1), Florencia Montagnini(2) (Tutor) (1) Universidad Nacional Autónoma; (2) Organización de Estudios Tropicales Resumen Las plantaciones forestales de especies nativas y exóticas juegan un papel importante en la recuperación de áreas degradadas por la agricultura y la ganadería. Las plantaciones proporcionan condiciones para que se de la regeneración natural de especies arbóreas y la ausencia de semillas en los ambientes intervenidos influyen en el establecimiento de ecosistemas para la flora y la fauna. De esta forma se realizó un estudio de lluvia de semillas y sus agentes dispersores en tres plantaciones forestales de especies nativas en parcelas puras y mixtas con el fin de evaluar distintos tratamientos que se establecieron las tres plantaciones. El estudio se realizo en la Estación Biológica la Selva, Costa Rica, en el sector de la Guaria. El trabajo duro 4 meses desde julio hasta octubre y se colocaron trampas de semillas en los tratamientos de Vochysia guatemalensis, Jacaranda copaia, Calophyllum brasiliense, Dipteryx panamensis, Terminalia amazonia, Virola koschnyi, Balizia elegans, Hieronyma alchornoides, Vochysia ferruginea, mixtas y regeneración natural. Las variables que se midieron son: número de semillas por plantación y tratamiento, riqueza de especies de semillas por plantación y tratamiento y los agentes dispersores por plantación y tratamiento. Para las variables número y la riqueza de semillas para las tres plantaciones no mostraron diferencias significativas. Para los tratamientos con respecto al numero semillas no hay diferencias significativas, en cuanto a riqueza de especies de semillas si mostraron diferencias significativas entre tratamientos. Los agentes dispersores por orden de importancia para todas las Summary The forest plantations of native and exotic species play an important role in the recovery of areas degraded by agriculture and the cattle ranch. The plantations provide conditions so that of the natural regeneration of arboreal species and the absence of seeds in taken part atmospheres the flora and the fauna are influenced in the establishment of ecosystems for. Of this form it was made a rain study of seeds and its agents scatterers in three forest plantations of native species in pure and mixed parcels with the purpose of evaluating different treatments that settled down the three plantations. The study I am made in the Biological Station the Forest, Costa Rica, in the sector of the Guaria. The hard work 4 months from July to October and traps of seeds in the treatments of were placed Vochysia guatemalensis, Jacaranda copaia, Calophyllum brasiliense, Dipteryx panamensis, Terminalia amazonia, Virola koschnyi, Balizia elegans, Hieronyma alchornoides, Vochysia ferruginea, and natural regeneration. The variables that were moderate are: number of seeds by plantation and treatment, wealth of species of seeds by plantation and treatment and the agents scatterers by plantation and treatment. The variables that were moderate are: number of seeds by plantation and treatment, wealth of species of seeds by plantation and treatment and the agents scatterers by plantation and treatment. For the variables number and the wealth of seeds for the three plantations they did not show significant differences. For the treatments with respect to I number seeds are no significant differences, as far as wealth of species of seeds if they showed significant differences between treatments. 40 semillas encontradas en las trampas se tiene que son las aves, seguido por las aves_mamíferos donde son semillas que posee más de un agente dispersor, le sigue el viento y por ultimo los mamíferos. Se rechaza la hipótesis donde las parcelas mixtas tienen mayor riqueza de especies de semillas ya que el tratamiento Jacaranda copaia fue el que obtuvo mayor riqueza. Los tratamientos de regeneración se encontraron mas semillas que son dispersadas por viento y fue la que obtuvo menor cantidad de riqueza de especies de semillas. The agents scatterers by order of importance for all the found seeds in the traps have themselves are the birds, followed by the aves_mamíferos where they are seeds that scatterer has more of an agent, follows the wind to him and by I complete the mammals. The hypothesis is rejected where the mixed parcels have greater wealth of species of seeds since the treatment Jacaranda copaia was the one that obtained greater wealth. The regeneration treatments were but seeds that are dispersed by wind and was the one that obtained minor amount of wealth of species of seeds. Introducción Las plantaciones forestales de especies nativas juegan un papel importante ya que ayudan a mejorar tierras degradadas por la agricultura y la ganadería, reduciendo la erosión y aumentando la fertilidad de los suelos. En estudios realizados en plantaciones de especies nativas y exóticas se ha demostrado que incrementa la diversidad de especies de flora y fauna que son importantes para la regeneración de especies (D. Cusack, F. Montagnini, 2004; Ashtonet al., 2001; Carnevale and Montagnini, 2002; Guariguata et al., 1995; Haggar et al., 1997; Keenan et al., 1997, 1999; Kuusipalo et al., 1995; Lugo, 1997; Parrotta et al., 1997; Powers et al., 1997); por ejemplo, en el sudeste asiático informaron sobre la emergencia espontánea y rápida sobre especies arbóreas indígenas bajo plantaciones exóticas (Carnevale N, y Montagnini F, 2000; Jussi et al., 1995), en el norte de Queensland, Australia se encontró mayor diversidad de especies en el sotobosque en las plantaciones de especies nativas que en las de especies exóticas (Carnevale N, y Montagnini F, 2000; Keenan et al., 1999). Otra función de las plantaciones es que se desempeñan como corredores biológicos entre bosques fragmentados, dando paso al transporte de material genético por medio de animales, el cual es una fuente importante en la sostenibilidad de los ecosistemas. Se ha comprobado que las plantaciones forestales mixtas da una mayor regeneración y diversidad de especies en el sotobosque que en las plantaciones puras, al crear una mayor variabilidad de condiciones de hábitat y de microclima, que favorecen a los dispersores y a la adaptabilidad de especies para la germinación y crecimiento (Nélida. J. Carnevale y Florencia Montagnini 2002.; Guariguata et al., 1995; Montagnini et al., 1999). En la estación biológica la selva un trabajo realizado en las plantaciones de especies nativas demostró que la regeneración arbórea de especies nativas fue más abundante bajo las plantaciones que el control de regeneración natural y además bajo la plantación mixta se registró mayor abundancia de individuos y diversidad de especies que bajo las plantaciones puras (Nélida. J. Carnevale y Florencia Montagnini 2000). La regeneración de especies arbóreas esta relacionada directamente por la lluvia de semillas (caída libre) y la dispersión de semillas por vertebrados y viento. La reproducción de las plantas es un proceso complejo en el cual la mayoría de los pasos (polinización, producción de frutos y semillas, dispersión y depredación de semillas, germinación y reclutamiento) involucra directamente interacciones con animales (Murcia 1996, Arias 2000). 41 La mayoría de las especies forestales neotropicales con semillas livianas dispersadas por el viento dependen casi exclusivamente de claros del dosel o de grandes perturbaciones para el crecimiento sostenido (Snook 1993, Guariguata 1998). Las semillas dispersadas por el viento tienden a caer en mayores cantidades en claros que bajo dosel cerrado por las turbulencias de aire que se crean en los mismos (Loiselle et al. 1996, Guariguata 1998). La dispersión de semillas por medio de animales puede ser cuantificada en términos de efectividad de dispersión (la contribución que un dispersador hace a la futura reproducción de una planta) y la define como el producto de componentes cualitativos (número de visitas del dispersador y / o el numero de semillas dispersadas por visita y cualitativos (calidad del procesamiento de la semilla y / o calidad de los patrones de deposición de semillas (Schupp 1993, Guariguata 2000). La presente investigación tiene como objetivo conocer cuales son los principales agentes dispersores de semillas y estimar la cantidad de semilla que cae por vía aérea en las tres plantaciones con especies nativas cada una con un área de 2.45 ha, con tratamientos de parcelas puras, mixtas y de regeneración con especies como Vochysia guatemalensis, Jacaranda copaia, Calophyllum brasiliense, Dipteryx panamensis, Terminalia amazonia, Virola koschnyi, Balizia elegans, Hieronyma alchornoides y Vochysia ferruginea. En este articulo se plantearon las siguientes hipótesis: 1) En los tratamientos de parcelas puras (P.P) existe mayor diversidad y abundancia de semillas que en las parcelas de regeneración (P.R) natural debido a que estas parcelas ofrece un hábitat y las condiciones más favorables para los dispersores de semillas. 2) En el sotobosque de las parcelas mixtas (P.M) exista mayor diversidad de semillas que en las P.P y las P.R natural debido a que las P.M son mas heterogéneas y ofrece mayor variabilidad de habitad para los agentes dispersores de semillas. 3) En cuanto a los agentes dispersores de semillas se espera encontrar que la mayoría de los tratamientos la dispersión se da por medio de vertebrados como murciélagos y aves, seguidamente por el viento y por último por otros mamíferos. 4) En las P.P y P.M se espera encontrar que los agentes dispersores por grado de importancia son las aves, mamíferos como los murciélagos y otros, y en las P.R natural sería por medio del viento. Materiales y métodos Descripción del área de estudio Este trabajo se realizó en la Estación Biológica La Selva, ubicada en la vertiente Atlántica de Costa Rica (10º26’N, 86º59’O). La temperatura media anual es de 24º C con una precipitación media anual es de 4000 mm. La elevación promedio es de 50 m, los suelos son Fluventic Dystropepts derivados de aluviones volcánicos, y son profundos, bien drenados, libres de rocosidad, ácidos, con materia orgánica media o baja, bajo contenido de nutrientes y textura moderadamente pesada (Sancho y Mata,1987; Alice, 2003). En la década de los años 1950 los terrenos del área experimental1 utilizada para este estudio fueron deforestados y posteriormente utilizados para la producción de arroz por un periodo de 5 años. Seguidamente el área fue quemada para dar paso a la siembra de pasto con fines de producción ganadera que fue mantenida hasta 1981. La Estación Biológica La Selva compra los terrenos donde estuvieron abandonados hasta 1991, en esta fecha se cortó manualmente la vegetación para el establecimiento de una variedad de plantaciones experimentales con el objetivo principal de desarrollar 42 modelos, que pudieran ayudar a pequeños agricultores en el diseño de sistemas de aprovechamiento forestal de la tierra (Montagnini 1994, Montagnini y Sancho 1990, 1994, Mariscal 1998). El establecimiento de las tres plantaciones se hizo una combinación de 4 especies arbóreas del cual al menos una era fijadora de nitrógeno y se combinaron especies de crecimiento rápido y especies de crecimiento relativamente lento en cada una de las tres plantaciones. Además las especies fueron combinadas para obtener diferentes patrones de ramificación, tamaño y forma de la corona (Montagnini 1994). Los criterios de selección de las especies arbóreas de este estudio fueron: la tasa de crecimiento, el valor económico y la preferencia de los agricultores, los impactos sobre la fertilidad del suelo, el reciclaje de nutrimentos y la disponibilidad de las plantas (Montagnini 1994). En estas plantaciones experimentales se han realizado una serie de estudios como; estimaciones de costos de establecimiento, daños por plagas, recuperación de suelos, captura de anhídrido carbónico, reciclaje de nutrientes, crecimiento, productividad de madera, dispersión de semillas y regeneración de especies arbóreas, (Ribeiro 1998, Mariscal 1998, Carnevale y Montagnini 2000, Cusack y Montagnini 2003). Al tercer año después del establecimiento se realizó un estudio de regeneración arbórea en el sotobosque, (Guariguata et al, 1995), seguidamente se dieron estudios cuando las plantaciones tenían entre 7 y 12 años, uno de los estudios fue la evaluación de la regeneración natural de especies arbóreas donde se obtuvo que la regeneración puede que no dependa exactamente del mejoramiento del suelo, pero sí de otros factores como la dispersión de semillas y creación de condiciones microclimáticas apropiadas (Ribeiro, 1999; Carnevale y Montagnini, 2000; Cusack y Montagnini, 2004). En los estudio de regeneración no se efectuaron investigaciones (lluvia de semillas y agentes dispersores) a excepción de un estudio en la plantación 1, el cual se encontró mayor proporción de semillas dispersadas por viento en la época seca y en la mayoría de los tratamientos el tipo de dispersión más frecuente fue por vertebrados. (Mariscal 1998). El sitio de investigación son tres plantaciones experimentales de especies nativas, mixtas y puras, que fueron establecidas entre 1991-1992 con el fin de realizar estudios de crecimiento, productividad y circulación de nutrientes (Guariguata et al. 1995; Montagnini et al. 1999, Alice 2003). Diseño de las plantaciones Las tres plantaciones de estudio estaban diseñadas al azar, cada parcela tiene un área de 2.45 ha y están divididas en 5 bloques con un área de 64 metros por 76 metros y estos bloques se dividen en parcelas de 32 metros x 32 metros con 256 árboles al inicio del establecimiento y posteriormente fueron raleadas. Cada parcela esta compuesta por 6 tratamientos con 4 repeticiones cada una. (Figura 1). El trabajo se desarrolló en las tres plantaciones pero solo en 5 tratamientos de cada una de las plantaciones, debido a que los otros tratamientos no sobrevivieron. Los tratamientos evaluados en la plantación 1 son, Vochysia guatemalensis, Calophyllum brasiliense, Jacaranda copaia, P.M, P.R natural, en la plantación 2 corresponden a Dipteryx panamensis, Terminalia amazonia, Virola koschnyi, P.M, P.R natural y la tercer plantación los tratamientos son Balizia elegans, Hieronyma alchorneoides y Vochysia ferruginea P.M, P.R natural. En total los tratamientos a evaluar son 15 y cada uno con 4 repeticiones para un total de 60 subparcelas a muestrear. 43 Evaluación de la lluvia de semillas Para la estimación de la lluvia de semillas en cada tratamiento y repetición se colocó una trampa de 1 metro cuadrado y un metro de altura en el centro de cada parcela (Figura 2). Los materiales utilizados para la construcción de las trampas son: • Madera para las patas • Alambre de construcción para las orillas • Cedazo de 2 mm x 2 mm • Clavos La recolección de las semillas se realizó cada 15 y finales de mes, comenzando en julio y finalizando la recolección en octubre para un total de 4 meses a muestreados. Las muestras se depositaron en bolsas de papel identificadas con el número de parcela, código del tratamiento y la fecha de recolección y se llevaron a un horno de secado a una temperatura de 65°C. por tres días. Después de que las muestras estaban secas con el uso de tamices de diferentes tamaños se colocaron hasta conseguir la separación final de las semillas de cada muestra. Por último se procedió a separar las semillas por especie y a contabilizar el número de cada una de ellas por tratamiento. Seguidamente se identificaron en la Estación Biológica la Selva con la ayuda de José González y Orlando Vargas además se revisó la colección de semillas que existe en el herbario de la Selva. Aquellas semillas que no pudieron ser identificadas se les puso un código que las diferencian de las otras semillas sin identificación. Evaluación de los agentes dispersores de semillas Los agentes dispersores potenciales se identificaron en tres grupos de la siguiente manera: Con la lista de especies de semillas obtenidas en las tres plantaciones se procedió a buscar su síndrome de dispersión en la literatura existente y bases de datos de la Estación Biológica la Selva. 1. aves Vertebrados 2. mamíferos murciélagos Otros mamíferos (monos, roedores) 3. viento Además se realizaron otros trabajos dentro de las plantaciones para observar cuales especies de vertebrados se encuentran dentro de las parcelas que podrían ser dispersores de algunas de las especies de semillas. Para esto se utilizaron los siguientes métodos: Para los animales se escogieron al azar en cada una de las plantaciones 5 tratamientos diferentes, donde se colocaron trampas de lodo sobre el suelo, cada una de 1 m2 y se colocó un señuelo para atraer a los animales y conseguir una muestra de su huella. En total se colocaron 30 trampas en las tres plantaciones. Además se hicieron observaciones directas y indirectas (huellas y heces) sobre cualquier especie de vertebrados que se encontrara en las tres plantaciones. 44 Los murciélagos son grandes dispersores de semillas con la ayuda de la investigadora Britta Lammers se llevó a cabo un solo muestreo en cual consistió en una noche de captura y este se realizó en la plantación 1. Se utilizó una malla de niebla de 14 metros de largo por 3 metros de altura. A los ejemplares capturados en la malla de niebla se le determinó la especie. En el caso de las aves se realizó por medio de observación en cada uno de los tratamientos, este se realizó constantemente en la recolección de las muestras de semillas. También se trabajo con la base de datos que existe en la Estación Biológica la Selva sobre el conteo de aves que se realiza cada año, en este se tienen los registros de las aves que se encuentran en el sector de la Guaria donde esta el área de estudio. Las heces que se encontraron en los tratamientos se llevaron al laboratorio para identificar a cual especie de animal le pertenece y a lavarla con suficiente agua y jabón dentro de un colador, para encontrar alguna semilla dentro de esta. Análisis de datos Las variables que se evaluaron con los datos obtenidos están: • Número de semillas / tratamiento • Riqueza de especies de semillas / tratamiento • Especies de semillas / síndrome de dispersión • Síndrome de dispersión / tratamiento Con el fin de obtener datos de abundancia de semillas , riqueza de semillas y los agentes dispersores se procesó la información de campo en el programas de Excel. El análisis estadístico se llevó a cabo en el programo Minitap, Jump y Statgrafics Plus. Se realizo un análisis de varianza (ANDEVA) con el objetivo de comparar las diferentes plantaciones y sus tratamientos considerando a cada especie de semilla como una variable de cada uno de los parámetros. Resultados Abundancia de semillas La abundancia total de semillas colectadas durante 4 meses de muestreo en cada una de las trampas establecidas en las tres plantaciones fue de 13.339 semillas. La plantación que presentó mayor cantidad de semillas fue la plantación 3 con 6460 semillas, seguidamente por la plantación 1 con 3.480 semillas y por último la plantación 2 con 3399 semillas (Ver tabla 1). El tratamiento con mayor cantidad de semillas es BE con 2275, de las cuales 2242 semillas corresponden al genero de Miconia, de manera similar el tratamiento de DP que es el segundo con mayor cantidad de semillas con 1857 donde 1770 son también del genero Miconia; el tratamiento de JC obtuvo el tercer lugar con 1614 semillas y de la misma forma la mayoría corresponden al mismo género de los dos tratamientos anteriores con 1170 semillas de Miconia. En las tres plantaciones se encontraron 46 especies de semillas diferentes de las cuales 16 no se pudieron identificar y 6 solo se identifico la familia, 7 especies con genero y 17 semillas diferentes se obtuvo el genero y la especie. (Ver tabla 2). El gráfico anterior muestra el análisis de varianza de una vía para la variable numero de semillas, se comparan las tres plantaciones y se observa que las medias del numero de semillas no son 45 estadísticamente significativas entre ellas con un (P-value 0.3291) a un nivel de significancia de 95,0%. (Grafico 1). En el análisis de varianza de una via realizado para todos los tratamientos se obtuvo que la variable numero de semillas no es estadísticamente significativo (P-value 0.4676) para las medias de los tratamientos a un nivel de significancia de 95.0%. Lo anterior nos dice que las medias de todos los tratamientos son iguales (Gráfico2). Riqueza de semillas En cuanto a la riqueza de semillas en los tres sitios se obtuvieron 46 semillas diferentes De las tres plantaciones la obtuvo mayor riqueza de semillas fue la plantación 1 con 31 semillas diferentes, la plantación 2 con 27 semillas distintas y por ultimo la plantación 3 con 23 semillas diferentes. El análisis de varianza de una vía para la variable riqueza especies de semillas por plantación en se obtuvo que no es estadísticamente significativo para las medias (P-value 0.2898) de las tres plantaciones a un nivel de significancia de 95.0% (Gráfico 3). La riqueza de especies de semillas para los tratamientos resulto que, el tratamiento con mayor riqueza de especies fue el de Jacaranda copaia seguidamente, Hieronyma alchorneoides y con menor riqueza de especies fueron los tratamientos de regeneración para las tres plantaciones. Con el resto de los tratamiento obtuvieron un número similar de riqueza de semillas. El análisis de varianza para la riqueza de semillas por tratamiento es estadísticamente significativo (P_value 0.0000) para las medias de los tratamientos de las tres plantaciones a un nivel de significancia de 95.0%. Lo anterior quiere decir que las medias para los tratamientos son diferentes (Gráfico 4). Se realizo un análisis de correlación de Tukey para conocer cuales tratamientos son diferentes entre si y se obtuvo que el tratamiento de JC es diferente de los tratamientos de CB, Mixta, Reg, VF, VK. Comparando el tratamiento de regeneración es diferente de los tratamientos de HA, JC, Mixta. Estas diferencias se deben a que el tratamiento de JC posee mejores condiciones de hábitat para los agentes dispersores como las aves y los mamíferos y los tratamientos de regeneración son sitios abiertos donde la dispersión se da por viento y no posee especies arbóreas que brinden frutos para sustentar sus necesidades de los animales. Agentes dispersores La dispersión de las semillas se clasifico en 4 categorías de síndrome de dispersión (aves, mamíferos, viento, aves y mamíferos y otros tipos de dispersión). Los resultados obtenidos para el total de semillas de las tres plantaciones se obtuvo que 10833 semillas son dispersadas por aves, es importante tener en cuenta que muchas semillas poseen mas de un agente dispersor como por aves y mamíferos en el caso de semillas de las especies de Dendropanax arbóreos, Cecropia obstusifolia, las cucurbitaceae, Rollinia pittieri entre otras. En las tres plantaciones su agente dispersor mas importante son las aves, seguidamente aves y mamíferos, el viento, mamíferos y el último grupo, se desconoce el síndrome de dispersión (Ver tabla 3). Al obtener los resultados del número de semillas y sus agentes dispersores para los tratamientos de la plantación 1, se observa en el grafico 5 que las aves son las que dispersan mayor cantidad de 46 semillas en los 5 tratamientos, pero en el tratamiento de Jacaranda copaia es donde tiene mayor cantidad de semillas dispersadas por este agente con 1247 semillas, además presenta mayor dispersión por los mamíferos, viento y otros en comparación con los otros tratamientos. En la plantación 2 se observa que el tratamiento de regeneración natural la mayoría de sus semillas se desconoce su agente dispersor y la vez las otras semillas presentes son dispersadas por viento como la especie de Aristolochia sprecia. Se observa que el tratamiento de DP presenta mayor dispersión por aves y el tratamiento TA es la que presenta mayor cantidad de semillas que es dispersada por dos agentes dispersores en este caso las aves y los mamíferos (Ver gráfico 6). En la plantación 3 el numero de semillas fue mayor que en las plantaciones anteriores y a la vez se observa que en todos los tratamientos a excepción, el de regeneración su agente dispersor mas importante son las aves, de la misma manera que en la plantación 2 el tratamiento de regeneración presenta que la mayoría de sus semillas no se pidieron identificar y las que si se identificaron corresponden a semillas de Aristolochia sprecia que es dispersada por viento (Ver gráfico 7). Al analizar los agentes dispersores para las tres plantaciones se pudo determinar el predominio de la dispersión por aves y semillas que poseen dos agentes dispersores como las aves y los mamíferos, seguidamente semillas dispersadas por viento y por ultimo mamíferos. La mayoría de las semillas colectadas en este periodo de 4 meses corresponden a semillas heliófitas o que pertenecen a bosques secundarios tempranos, otros en avanzados y otras especies de semillas pertenecen a sitios de pastizales. También al comparar literatura existente sobre los agentes dispersores coincide mucha con la obtenida por Mariscal (1998) y Parrott (1993) donde se indica que las especies encontradas presentan una estrecha relación con aves y murciélagos. Discusión En las tres plantaciones los resultados generales respecto a cantidad de semillas y riqueza de semillas presentaron que no existe diferencias significativas entre ellas. La cantidad total de semillas en los tratamientos de parcelas puras y mixtas fueron mayores que los tratamientos de regeneración natural, lo mismo para la variable riqueza de semillas fue mayor en parcelas puras y mixtas que las de regeneración. Los resultados en cantidad de semillas en todos los tratamientos presentaron que no hay diferencias significativas entre las medias por lo que son muy semejantes. En cuanto a la riqueza de semillas para todos los tratamientos se mostraron grandes diferencias, los tratamientos de Jacaranda copaia , Hieronyma alchorneoides y los tratamientos de parcelas mixtas presentaron mayor riqueza de semillas. Por otro lado los tratamiento que presentaron menor riqueza de semillas son los de regeneración y Virola Koschnyi . Los agentes dispersores para las tres plantaciones por grado de importancia se tiene que son los las aves, seguidamente por los mamíferos_aves, viento y por ultimo los mamíferos. Algunas de las especies de semillas no se pudieron identificar su especie, por ende se desconoce su agente dispersor. Es importante también que de la totalidad de las semillas colectadas en las trampas de todos los tratamientos si existen diferencias en cuanto a su agente dispersor. 47 Es importante recalcar que los tratamientos Jacaranda copaia con 1614 semillas, Diteryx panamensis con 1857 y Balizia elegans con 2286 son los tratamientos que presento mayor cantidad de semillas y riqueza. El tratamiento Jacaranda copaia es el sitio más visitado por los vertebrados, este tratamiento proporciona mejores condiciones para que los animales encuentren un sitio favorables para su hábitat. Las plantaciones de especies nativas ya sea en parcelas mixtas y puras contribuyen de buena forma a la recuperación de la diversidad de plantas y animales en condiciones favorables. Agradecimientos A Dios por darme sabiduría y fuerza para realizar este trabajo de investigación, Fundación CRUSA, al programa REU por darme la oportunidad de participar en él, a Enrique Orozco, Federico Orozco, Federico Alice, Johan Montero, Julio asistente de REU, por ayudarme en el establecimiento de las trampas, también a Ángel trabajador de la Selva y a Victor Sojo por ayudarme a recolectar semillas. Muchas gracias a Elizabeth Anderson (La Macha) coordinadora del programa por ser tan servicial. Gracias a José González y Orlando Vargas por toda su ayuda en la identificación de las semillas y a Pablo Sánchez y Luis Poveda por ayudarme también en el herbario Juvenal Valerio. Por último a todas aquellas personas que estuvieron conmigo dándome apoyo en este trabajo Pablo Arroyo. Literatura Citada Arias H. 2000. Dispersión de semillas de dos especies arbóreas comerciales diseminadas por vertebrados en bosques fragmentados de Sarapiquí, Costa Rica. CATIE, Turrialba. Alice F, Montagnini F y Montero M, 2004. Productividad en Plantaciones de Especies Nativas en La Estación Biológica La Selva, Sarapiquí, Heredia, Costa Rica. Orlando V. Bases de datos, Árboles dispersados por pájaros; Datos de campo CbC 1995_2001; Lista de árboles_frut_carn_agua. Estación Biológica la Selva, Puerto Viejo de Sarapiquí, Heredia. Carnevale N, y Montagnini F., 2000. Facilitamiento de la regeneración de bosques secundarios por plantaciones de especies nativas. Yvyraretá (Argentina) 10:21-26 Cusack D. Montagnini F. 2003. The role of native species plantations in recovery of understory woody diversity in degraded pastureland of Costa Rica. Yale University Guariguata M. 1998. Consideraciones ecológicas sobre la regeneración natural aplicada al manejo forestal. CATIE, Unidad de Manejo de Bosques Naturales. Turrialba, Costa Rica. Serie técnica N°304. Leroy J. Procedimientos para el análisis de los hábitos alimentarios. Wildlife Research Biologist, Missouri Department of Conservation Columbia Missouri. Pag. 119-134 Mariscal A, et al 1998 Efecto de plantaciones forestales sobre la dispersión de semilla en la Estación Biológica La Selva, Costa Rica. Murcia, C. 1996. Forests fragmentation and the pollination of neotropical plants. In: Schelhas J.; berg, R. Eds. Forest patches in tropical landscapes. US. Lsland. p 19-36. Ribeiro N, 1998. Evaluación de la regeneración natural de especies arbóreas de plantaciones puras y mixtas en áreas en recuperación, en la Selva, Costa Rica. Documento del CATIE. 14 paginas. Smythe N. 1970. Relationships between fruiting seasons and seed dispersal methods in a Neotropical Forest. Department of Zoology, University of Maryland, College Park, Maryland. Vol 104, N°935. 48 Figura 2. Diseño de las trampas utilizadas en la recolección de semillas. Plantación Tratamiento Regeneración Número de semillas 178 1002 1614 44 642 Subtotal 3480 Regeneración 346 Mixta 295 P2 DP 1857 VK 140 TA 761 Subtotal 3399 Regeneración 998 Mixta 1255 P3 VF 1071 BE 2275 HA 861 Subtotal 6460 Total 13339 Tabla 1. Numero de semillas colectadas en 4 meses de muestreo para cada tratamiento de las tres plantaciones de especies nativas. P1 Mixta JC CB VG 49 Semillas Cantidad 1 Acalypha 24 Adelia triloba 1 Araceae 69 Aristolochia sprecia 8 Byrsonima cryspa 372 Cecropia obtusifolia 1 Cissampelos 22 Cissus verticillata 2 Clusia stenophylla ? 81 Costus spp 1 Cucurbitaceae 5 Cucurbitaceae sp1 1 Cucurbitaceae sp2 6 Cucurbitaceae sp3 117 Dendropanax arboreus 66 Ficus insipida ? 258 Ficus sp. 4 Gouania polygama 5 Guateria diospiroides 9 Inga sp 1 Manettia sp. 8062 Miconia sp 2 Ocotea endresiana(meziana) 980 Palicourea guianensis 5 Plukenetia espipitata 1344 Poacea 1725 Pshycotria bracheata 15 Renealmia alpinia 29 Rollinia pittieri 5 Teramnus Tabla 2. Cantidad y especies de semillas encontradas en 4 meses de muestreo, se debe agregar 16 especies no identificadas con un total de 116 semillas. 50 P3 P2 P1 Plantaciones 1800 1650 1500 1350 1200 1050 900 750 600 450 300 150 0 # de semillas Gráfico 1. Medias y distribuciones estándar del número de semillas colectadas en cada una de las plantaciones. 1800 # de semillas 1500 1200 900 600 300 VK VG VF TA Reg Mixta JC HA DP CB BE 0 Tratamientos Gráfico 2. Abundancia de semillas por tratamientos. 51 Riqueza de semillas 12 10 8 6 4 2 P3 P2 P1 0 Tratamientos Grafico 3. Riqueza de semillas por plantación. Riqueza de semillas 12 10 8 6 4 2 VK VG VF TA Reg Mixta JC HA DP CB BE 0 Tratamientos Gráfico 4. Riqueza de semillas por tratamientos. 52 Nº de semillas Agentes P1 P2 P3 Total dispersores Aves 2933 2701 5199 10833 Mamíferos 40 2 2 44 Viento 36 17 18 71 Aves y Mamíferos 427 321 163 911 Otros 44 358 1078 1480 Total 3480 3399 6460 13339 Tabla 3. Agentes dispersores para la cantidad de semillas de las tres plantaciones de especies nativas. 1300 1150 1000 850 700 550 400 250 100 -50 Mixta CB Reg JC VG Tratamientos aves mamíferos viento aves y mamíferos otros Grafico 5. Total de semillas para los tratamientos de la plantación 1 con sus agentes dispersores. Agentes DP TA VK Mixta Reg Total dispersores Aves 1806 512 123 260 0 2701 Mamíferos 1 0 0 1 0 2 Viento 0 2 2 6 7 17 Aves y Mamíferos 42 241 13 22 3 321 Otros 8 6 2 6 336 358 Total 1857 761 140 295 346 3399 Grafico 6. Total de semillas para los tratamientos de la plantación 2 con sus agentes dispersores. 53 Vegetative structure of a neotropical forest canopy: quantitative analysis of leaf angle and azimuth through different canopy strata. Christian J. Caruso1 and Steve Oberbauer2 1 Montana State University, 2 Florida International University Resumen Se ha estimado que Los bosques tropicales son responsables por la fijacion de un tercio del carbono a nivel global. Dada la reciente actividad humana las tendencias del calentamiento global se ha convertido en una prioridad de investigacion para el adecuado entendimiento de los procesos ecologicos que estan envueltos en la dinamica global del carbono atmosferico. Los modelos de productividad primaria neta (NPP) han sido desarrollados en todo el mundo. Ellos enfocan en el uso de datos de fisiologia para inferir la captura de carbono a traves del de los paisajes. Datos directos de campo aplicados a estos modelos aumentaran la precision y, por consiguiente, aumentaran la comprension cientifica del cambio climatico global. El objetivo de este estudio es proveer datos de la estructura del dosel de la Estacion Biologica La Selva en Costa Rica. Muestreamos desde cinco torres moviles de dosel para inferir el angulo de las hojas como funcion de la altura en el dosel. Es bien sabido que las plantas son producto de sus ambientes pasados. Se espera una mayor exposicion a la luz con mayores alturas en el dosel. Como resultado de esto, las hojas en las capas superiores del dosel deberian presentar orientaciones diferentes que las de niveles inferiores. Probamos el efecto de la altura en el dosel sobre el angulo de las hojas, esperando encontrar una correlacion positiva entre las dos variables. Nuestros resultados muestran una relacion significativamente positiva entre la altura en el dosel y el angulo de las hojas en todos los grupos funcionales. Estos datos seran muy utiles para cualquier proyecto interesado en la estructura del dosel, especialmente en la productividad primaria neta Abstract Given the recent anthropogenic induced global warming trend, a critical research priority is to accurately understand the ecological processes involved in the global atmospheric carbon budget. Tropical forests are thought to be responsible for one-third of global carbon sequestration and therefore are a major component of the global carbon cycle. Global Net Primary Productivity (NPP) models are being developed to infer the role of ecosystems in the global carbon balance, but the data from tropical regions needed to parameterize these models is lacking. Particularly important is information on forest canopy structure and leaf arrangement. The objective of this study was to evaluate aspects of canopy structure for a neotropical forest at the La Selva Biological Station, Costa Rica. We sampled off of a mobile canopy tower in order to determine leaf angle and azimuth as a function of canopy height. We hypothesized that with more light exposure at greater canopy height, leaves in the upper canopy should have steeper leaf orientations than those in the lower levels. Our results showed a significant positive relationship between canopy height and leaf angle across all plant functional groups. However, the response of different functional groups was not equivalent, with trees having the strongest relationship. We found no relationship between leaf azimuth and canopy height. These data will be useful to any projects interested in canopy structure, especially NPP modelers. 54 Introduction Temperature reconstructions from multi-proxy data (i.e., tree rings, ice cores, lake sediment samples, and instrumental recordings) have shown that global temperatures have increased with the extensive human input of CO2 into the atmosphere (Mann et al. 1998, 1999; Karl and Trenberth 2003). Temperatures in tropical regions across the Earth have been estimated to be increasing by 0.26°C per decade since the 1970’s (Clark 2004a). Sustained human inhabitation of Earth is and will be a result of atmospheric chemistry (i.e. providing oxygen and optimal temperatures) (Karl and Trenberth 2003). Thus, it is crucial to understand the local and global ecological processes that regulate CO2 flux into and out of the atmosphere, and ultimately an idealized, inhabitable climate (Clark et al. 2003, Malhi et al. 2004). It is estimated that tropical regions are responsible for one third of terrestrial carbon sequestration (Malhi et al. 2004). Depending on the ratio between photosynthesis and respiration, tropical forests may vary greatly in their ability to uptake carbon (Clark et al. 2003). In general, there are large gaps in field data regarding this relationship between photosynthesis and respiration and thus CO2 flux in tropical regions (Clark 2004b). Net Primary Productivity (NPP) is defined as the net amount of carbon that is fixed from the atmosphere into organic matter over a certain unit of time (Malhi et al. 2004). To accurately model NPP across landscapes parameters acquired from a multitude of physiological and morphological characteristics of the local flora are required (Caylor and Shugart 2004). A high research priority is to acquire ground-based plant productivity data in order to accurately calibrate NPP models. The main objectives of this study were: 1) to determine the relationship between canopy height and leaf orientation, and 2) to provide field-based canopy structure data that can be directly applied to NPP models. Canopy structure (the physical orientation of above ground biomass) can not only influence NPP, but also divulge evolutionary processes of plants in dealing with environmental conditions (Norman and Campbell 1989). On a coarse scale, less than 2% of light radiation useful for photosynthesis reaches the forest floor (Valladares et al. 2002). The intricate spatial orientations of leaves are crucial in determining how light is transmitted through tropical forests (Schulze and Caldwell 1994). It is well established that plants can and do adjust to the environmental conditions they are subject to (Norman and Campbell 1989, Crawley 1997, Valladares et al. 2002). For example, leaves in low radiation environments, where photosynthesis is light limited, tend to be perpendicular to direct sunlight while leaves in high radiation environments, where photosynthesis is often light saturated, tend to be parallel to direct sunlight (Norman and Campbell 1989, Pearcy and Yang 1996, Niinemets and Fleck 2002). With increased canopy height leaves tend to be exposed to higher levels of solar radiation. Due to the plethora of evidence supporting the theory that leaves morphologically adapt to their environments as they develop, we expected leaf angles to increase as a function of canopy height. To our knowledge, no study has sampled leaf angle through a complete vertical transect (from forest floor to ~40m canopy) of a neotropical forest. Given that real world plants likely do not follow a simple linear trend of more sunlight, increased leaf angle and visa versa; we expected a positive relationship to exist, but could not predict as to the shape of line (Castro, pers. comm.). In conjunction with leaf angle hypothesis testing we observed leaf azimuth. By providing on the ground canopy structure measurements, we expect that these data will increase the accuracy of NPP models. 55 Methods Study area This research was conducted at La Selva Biological Station of the Organization of Tropical Studies, in Costa Rica (10˚26’N, 84˚00’W; elevation 37 to 150 m) between June 8th, 2004 and August 12, 2004. The area at La Selva is classified in the Holdridge life zone system as tropical wet forest (McDade et al. 1994). The mean annual rainfall (35 year record) is 3962 mm, with every month averaging more than 100 mm (McDade et al. 1994). The objective of this study was to sample leaf angle as a function of canopy height in the oldgrowth forest at the La Selva Reserve. To account for the dominant growth-limiting nutrient at La Selva, we used a sampling strategy that considered the range of phosphorus fertility and slope types in the Reserve. We used the La Selva GIS database to stratify the Reserve into 10 x 10 m grid of three slope types and three phosphorus fertility levels, resulting in a nine cell matrix of ca. 60,000 cells with equal numbers of cells in each matrix position. We then randomly sampled from within each matrix cell to obtain approximately 100 tower positions with the assumption that a large fraction of sites would not be suitable. After evaluating these sites in the field for sampling practicality, it was determined that 51 of the sites were suitable for sampling. This study sampled leaf orientation within 5 of these sampling sites. A total of five towers were sampled over the study period. Three of which represented full canopy height (tall towers) and two that were in light gaps (short towers). Azimuth measurements We sampled vertical canopy transects that extended from the forest floor to the upper limits of the canopy. A portable, aluminum scaffolding tower, made of 1.3X1.8X2m sections, was erected at the predetermined sites mentioned above. The sections represented subplots of the vertical transect sites. Following Norman and Campbell (1989), a compass protractor instrument was used to determine azimuth and leaf angle (orientation) (Figure 1). To determine orientation, the instrument was applied to the adaxial side of the each individual leaf that could be safely reached from the tower. It is important to note that for species that had a high densities of small leaves, approximately 100 leaves were subsampled in each subplot due to impracticality of measuring all the leaves. Plant functional groups There are at least 1,678 species of naturally occurring vascular plants at La Selva Biological Reserve (McDade et al. 1994). Given the complexity of this amount of diversity, studies seeking to infer landscape scale patterns need to group plants into broad categories based on their similar responses to abiotic and biotic conditions (Smith et al. 1997, Wright et al. 2004). Past studies have shown plants sharing these similar responses tend to have similar physiological traits. Thus, species with analogous responses to environmental conditions can be put into the same functional group (Smith et al. 1997, Wright et al. 2004). Given this knowledge and logistical constraints of identifying each plant sampled to species, we separated plants into functional groups: epiphytes, tree, liana, herb, fern, palm, and Pentaclethera macroloba (Table 1). P. macroloba was given its own category because it is the dominant tree species at La Selva (McDade et al. 1994) and its tendency of diurnal leaf movements (Caruso unpublished data). Statistical analysis A Shapiro-Wilk test (Zar 1999) was conducted to assess normality. Our data proved to be nonnormally distributed and thus we proceeded with Spearman’s Rank Correlation analysis (Zar 1999). Since three towers represented full canopy height and two represented light gaps, we treated the data by analyzing all towers together and then short and tall towers separately. Here we report the effect of 56 canopy height across all functional groups and note if the input of one functional group might have drastically affected a given value. We assessed correlations between canopy height and leaf angle and azimuth two separate ways: 1) by relative canopy height and 2) by actual canopy height. Relative canopy height is a calculation that quantifies where the measurement was taken in reference to total tower height. Actual height is simply the raw height of each section of the tower. Results Leaf azimuth and angle For all leaf samples pooled, azimuth showed no significant relationship to relative height, actual canopy height, to leaf angle, or toward any particular direction. Leaf angle did have a significant relationship to relative height and actual height across all towers (Figure 2, Table 2, 3). Actual height, in general, was a better predictor of leaf angle than relative height (Table 2, 3). This pattern was consistent with all functional groups sampled. When the towers are analyzed individually, the short towers show no significant relationships of canopy height by leaf angle (Table 4). The individual tall towers maintained a similar correlation to what was found across all towers (Table 2, 4). There is no change in the P statistic when tall towers are analyzed without the short towers and only a slight increase in the R statistic. When only the two short towers are combined, they show no significant relationship of leaf angle with canopy height (Table 4). Functional groups P. macroloba was only present at two of the tall towers, numbers 28 and 30, but there were ample points taken to proceed with statistical analysis (Table 1). Interestingly, of all the functional groups, P. macroloba had the strongest relationship to canopy height (Table 2, 3). Tree functional group was the most commonly sampled at 54% of the time across all towers and showed the next strongest relationship (Table 2, 3). The analysis of only the tall towers showed a significant correlation between actual canopy height to vine and epiphyte leaf angle, but not with relative height. Herb had a significant negative correlation when only analyzing only the tall towers (Table 5). Discussion The results of no directional bias in leaf azimuth nor influence of canopy height or angle on leaf azimuth was expected. At La Selva there is only a slight change in solar radiation from the change in seasonal declination of the sun and daily solar radiation change can be more variable than monthly change (McDade et al. 1994). Given this daily variability in solar radiation and seasonal movements of the sun, there should be no photosynthetic advantage to a directional bias in leaf azimuth. Leaf angle Across all five towers and plant functional groups sampled, we found significant relationships between actual canopy height and leaf angle (Table 2,3,4; Figure 2). Although much of the variance in leaf angle remains unexplained, the relationship was highly significant (R=0.21, P<0.0001) and indicates a strong pattern of canopy structure. The R-value was substantially higher when using actual height as compared to relative height to predict leaf angle (Table 2,3). Actual height is simply the height of each section of tower. One section has a height of 1.8m; this value is then multiplied by the section number to get an actual height value. Relative height is a calculation of where each section is relative the tallest section at each tower site. A higher correlation of leaf angle to actual height might indicate that actual height more accurately represents canopy variations across tower sites. Relative height is 57 more or less a calculation that attempts to equalize section location across tower sites, which could diminish the influence of inter-site variability. The tall towers were representative of cubic vertical transects of primary Neotropical forests. None of the areas where tall towers were located had experienced a recent substantial disturbance (i.e. tree fall); thus leaves would theoretically have had ample time to develop in a way that maximizes photosynthesis. Variation in plant morphological response to disturbance linked light gaps is the likely reason that the two short towers did not show a significant relationship across all functional groups. It is expected that different functional groups would morphologically respond to the abrupt change (i.e. tree fall) in environmental conditions in different ways and at different rates (Smith et al. 1997). It is this variation that could create no foreseeable pattern in leaf angle at the short towers. Also, it is probable that the low sample size and small range of orientation values at the short towers masked any notable pattern. Angle and functional groups P. macroloba has been observed to have substantial diurnal movements of the secondary leaflets (the actual light absorbing surface, Caruso unpublished data) thus the strong relationship of whole leaf angle to canopy height was unexpected for this species. Leaf movements seem to only occur at the leaflet level and were not observed at the pulvinus of the entire leaf. At the same time, the presence of pulvinus at the stem connection point could facilitate easy whole-leaf orientation and thus enhanced adaptation to a high light or stressful environment (Salisbury and Ross 1985). We observed no other individual species within a functional group that had obvious pulvini at the leaf/stem connection point. Clark and Clark (2000) found results consistent with past studies (McDade et al. 1994) that P. macroloba is the predominant tree species at La Selva, making up 13% of all stems and 36-38% of forest total above ground biomass. Hartshorn (1983) had four theories for this pattern of abundance: 1) lack of seed predation, thus high seedling establishment rates 2) ability to thrive on low quality soils, increasing advantage over competitors 3) P. macroloba thrives in swamp-like areas, thus the precipitation patterns at La Selva would facilitate P. macroloba growth in areas not classified as swamps 4) P. macroloba exhibits tolerance to shade allowing it to grow in multiple types of habitat. A later study by Barton (1984) concerning light gaps showed P. macroloba to occur in both large and small gaps with proportionately more presence in larger gaps. Our P. macroloba leaf angle result is likely supporting Hartshorn’s fourth theory of shade tolerance combined with Barton’s observation of increased presence in light gaps. The movement capacity of P. macroloba via pulivini hydrostatic mechanics is the probable driving factor for this species’ ability to maximize photosynthesis in markedly different environmental conditions. Future studies concerning the distribution of P. macroloba should consider how its diurnal leaf movements, coupled with its other ecological traits contribute to its life history success. Trees represented 54% of our sample, were consistently present at all towers (Table 3) and showed the second highest correlation of actual canopy height to leaf angle (Table 1). Epiphytes were only present at one of the tall towers, 31 (Table 3). The remaining epiphyte measurements came from the two short towers and approximately half of these remaining measurements were from Bromeliads, which tend to have relatively steep leaf angles oriented in a rosette pattern (Janzen 1983). Given this typical rosette pattern it was not a surprise that this functional group was not significantly associated with actual canopy height. Vines were more consistently present than epiphytes and the analysis of only the tall towers strongly increases the R and P statistic for the relationship of actual height to leaf angle for both functional groups. This is likely due to the influence of the small towers in heavily weighting the lower 58 sections, rosette patterning of epiphytes and the complicated irradiance history that is associated with tree fall gaps. Future research, limitations, and NPP modeling NPP models are usually built on the basis of two submodels, photosynthetic capacity and microclimate (Schulze and Caldwell 1994). The data from this project can be primarily applied to the photosynthetic capacity submodel. Leaf angle would have the greatest influence on light absorption and leaf temperature; the main driving factors of photosynthetic capacity. The penetration of solar irradiance into the layers of forest canopies is strongly controlled by the surface areas and orientations of leaves (Schulze and Caldwell 1994). Thus, field-based information concerning foliage structure is crucial to accurately set parameters in NPP models. Tropical forest canopies are dynamic, complex entities and care must be taken when attempting to infer broad landscape patterns. Our data represent five randomly chosen plots and classifies plants into functional groups. Depending on the goal of future investigations, our sampling scheme may be too coarse or too fine for parameterization inputs. A continued study of leaf angle as a function of canopy height would be invaluable and further the scientific understanding of tropical forest structure and ultimately, global climate change. Literature cited Caylor, K. K., and H. H. Shugart. 2004. Simulated productivity of heterogeneous patches in Southern African savanna landscapes using a canopy productivity model. Landscape Ecology 19: 401-415. Clark, D. A. 2004a. Sources or sinks? The responses of tropical forests to current and future climate and atmospheric composition. Philosophical Transactions of The Royal Society of London 359: 477491. Clark, D. A. 2004b. Tropical forests and global warming: slowing it down or speeding it up? Frontiers in Ecology and the Environment 2 (2): 73-80. Clark, D. A., S. C. Piper, and D. B. Clark. 2003. Tropical rain forest tree growth and atmospheric carbon dynamics linked to interannual temperature variation during 1984-2000. Proceedings of the National Academy of the Sciences 100 (10): 5852-5857. Crawely, M.J. 1997. [Ed] Plant Ecology. 2nd Edition. Blackwell Science, Oxford. McDade, L. A., K. S. Bawa, H.A. Hespenheide, and G. S. Hartshorn, 1984. La Selva: ecology and natural history of a neotropical rain forest. University of Chicago Press, Chicago Illinos, USA. Janzen D.H. 1983. Costa Rican Natural History. The University of Chicago Press. Karl, T. R. and K. E. Trenberth. 2003. Modern global climate change. Science 302: 1719- 1723. Mann, M. E., R. S. Bradley and M. K. Hughes. 1999. Northern hemisphere temperatures during the past millennium: inferences, uncertainties, and limitations. Geophysical Research Letters 26: 759-762. Mann, M. E., R. S. Bradley and M. K. Hughes. 1998. Global-scale temperature patterns and climate forcing over the past six centuries. Nature 392: 779-787. Malhi, Y., T. R. Baker, O. L. Philips, S. Almeidas, E. Alvarez, L. Arroyo, J. Chave, C. I. Czimczik, A. Difiore, N. Higuchi, T. J. Killeen, S. Laurance, W. F. Laurance, S. L. Lewis, L. M. A Mercado Montoya, A. Monteagudo, D. A. Neill, P. Nunez Vargas, S. Patino, N. C. A. Pitman, C. Alberto Quesada, R. Salomao, J. Natalino Macedo Silva, A. Torres Lezama, R. Vasquez Martinez, J. Terborgh, B. Vinceti, and J. Lloyd. 2004. 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Wright, I. J., P. B. Reich, M. Westoby, D. D. Ackerly, Z. Baruch, F. Bangers, J. Cavender-Bares, T. Chapin, J. H. C. Cornelissen, M. Diemer, J. Flexas, E. Garnier, P. K. Groom, J. Gulias, K. Hikosaka, B. B. Lamont, T. Lee, W. Lee, G. Lusk, J. J. Midgley, M. L. Navas, U. Niinemets, J. Oleksyn, N. Osada, H. Poorter, P. Poot, L. Prior, V. I. Pyankov, C. Roumet, S. C. Thomas, M. G. Tjoelker, E. J. Veneklaas, and R. Villar. 2004. The worldwide leaf economics spectrum. Nature 428: 821-827. Zar, J. H. 1996. Biostatistical Analysis. Prentice Hall, Upper Saddle River, NJ. 60 Apendix Count of angle measurements, separated by functional group and tower site Group Tree Herb Liana Vine Epiphyte Palm P. macroloba Fern 28 593 48 40 50 Total 869 29 81 28 29* 104 19 58 14 26 Tower site 30 305 47 24 4 32 181 2 225 591 31 32 14 Total 1404 188 239 205 120 113 262 80 742 184 2611 294 33 199 73 89 22 32* 108 41 17 4 TABLE 1. Count of angle measurements, separated by functional group and tower site. Reference this table with two and three to observe the variations between functional groups. Actual height by leaf angle, all towers included: Spearman’s Rank Correlation Functional group Across all Tree Herb Liana Vine Epiphyte Palm P. macroloba Fern R 0.2055 0.2540 0.2094 -0.0205 0.1670 0.0048 0.1112 0.3650 * P< 0.0001 0.0001 0.0039 0.7537 0.0167 0.9587 0.2411 0.0001 TABLE 2. Spearman’s Rank Correlation. Results shown for tests across functional groups and within each functional group. Bold indicates a significant relationship. * Means the sample size of the functional group was to small or the functional group did not span at least three sections. 61 Relative height by leaf angle, all towers included: Spearman’s Rank Correlation Functional group R P< Across all 0.1166 0.0001 Tree 0.112 0.001 Herb -0.192 0.0084 Liana -0.252 0.6987 Vine -0.067 0.3375 Epiphyte 0.0825 0.3705 Palm 0.0359 0.7056 P. macroloba 0.3105 0.0001 Fern 0.1058 0.3501 TABLE 3. Spearman’s Rank Correlation. Results shown for tests across functional groups and within each functional group. Bold indicates a significant linear relationship. Actual height by leaf angle, individual towers, across all groups: Spearman’s Rank Correlation Functional group 28 29* 30 31 32* R 0.2505 -0.1185 0.1996 0.1848 -0.1063 P< 0.0001 0.0760 0.0001 0.0001 0.151 TABLE 4. Spearman’s Rank Correlation across individual towers. * Are the short towers, note how they statistically insignificant. Bold means results are significant. 62 FIGURE 1. The compass protractor instrument constructed to sample leaf angle as azimuth. Note that angles were separated into classes. (Figure from Norman and Campbell 1989). 14 12 10 8 6 4 2 0 0 5 10 15 20 25 30 35 Canopy height (m) FIGURE 2. Leaf by actual canopy height across all towers. R=0.2055, P<0.0001 63 Efecto de depredadores acuáticos sobre la morfología de los renacuajos de dos especies del género Agalychnis Fernando Soley G(1) y Mahmood Sasa(1,2) (tutor) (1) Universidad de Costa Rica, (2)Estación Biológica La Selva, Organización de Estudios Tropicales. Resumen Se conoce que existe una plasticidad fenotípica en características morfológicas de los renacuajos de varias especies de anfibios. Estas características morfológicas responden a la presencia de depredadores acuáticos y a la alta competencia por alimento. Este estudio se realizó para reportar si se da ésta plasticidad fenotípica en dos especies de Agalychnis. El objetivo principal del estudio es dar el primer paso en relacionar la ecología con el diseño fenotípico en estas dos especies que presentan estrategias reproductivas distintas. Se colocaron ambas especies de renacuajos a altas y bajas densidades en presencia o ausencia de depredadores odonatos o ditíscidos. El efecto de la densidad sobre el fenotipo solamente se midió para A. callidryas y no se observó una diferencia, probablemente porque la densidad considerada como alta no fue lo suficientemente alta. Como se esperaba, no se observa un cambio del fenotipo morfológico en respuesta a los depredadores para las variables medidas en A. saltator que presenta una reproducción explosiva y por lo tanto un menor riesgo per capita a la depredación. Contrario a lo esperado, tampoco se observa un cambio en el fenotipo morfológico en presencia de depredadores en A. callidryas que presenta menores densidades de renacuajos en condiciones naturales y por ende un mayor riesgo per capita. Se comentan varias razones por las cuales se observan estos resultados. Abstract The existence of phenotypic plasticity in the morphology of tadpoles is well known in many amphibian species. These morphological characteristics respond to the presence of acuatic predators and to a high competition for food. The purpose of this study is to report if this phenotypic plasticity exists in two species of the genus Agalychnis. The main purpose of this study is to present the first data on the relationship between ecology and phenotypic design in these two species which present different reproductive strategies. Both tadpole species were exposed to different conspecific densities and to the presence of dragonfly larvae and ditycid predators. The effect of tadpole density in phenotypic design was only measured in A. callidryas and no difference was observed, pobably because the density considered as high was not high enough. As expected, no difference was observed in the morphological phenotype in A. saltator in the presence or absence of either predator. A. saltator presents an explosive breeding pattern, therefore a lower per capita risk of predation. Contrary to expected, no difference was observed in the morphological phenotype in the presence of predators in A. callidryas which presents lower densities of tadpoles in natural conditions and therefore a higher per capita risk. Possible reasons for these results are commented. 64 Introducción El hábitat acuático tiene pistas químicas generalmente que indican la presencia de depredadores y la fuerza de la competencia por alimento (Smith y Van Buskirk 1995). En la mayoría de especies de anfibios, en que se ha puesto a prueba hasta la fecha, se observa que la presencia de depredadores acuáticos induce un cambio morfológico en su etapa larvaria. (Laurila et al 2002, Smith y Van Buskirk 1995, Relyea 2002, 2003a y b, 2004, Van Buskirk 2002). Esta respuesta morfológica a depredadores se ha observado es sumamente adaptativa para los contextos ambientales en que se encuentran presentes estos depredadores (McCollum y Van Buskirk 1996). La respuesta se observa principalmente en un aumento en el alto de la cola y una reducción en el largo de ésta, mientras que en el cuerpo se observa una disminución en el tamaño (Laurila et al 2002, Relyea 2002). Aún se desconocen las razones por la que este fenotipo presenta una ventaja en presencia de depredadores (Laurila et al 2001, Van Buskirk et al 2004). Los cambios fenotipicos que los hacen menos vulnerables a la depredacion, generalmente presentan desventajas en contextos ambientales en que no hay depredadores, produciendo una baja tasa de crecimiento. Esto se debe a que en los renacuajos filtradores, la capacidad de succionar y filtrar el agua para alimentarse se ve reducida por un tamaño menor del cuerpo, y un desarrollo tardío muchas veces compromete el llegar al estadío final de la metamorfosis (Relyea 2004). De esta manera, se puede decir, que el fenotipo inducido por depredadores no funciona bien en contextos en que hay una alta competencia por el alimento y viceversa, que los organismos que crecen más rápido en condiciones de poco alimento son más vulnerables a la depredación (Smith y Van Buskirk 1995, Relyea 2003a y b, Relyea 2004). Por esta razón, generalmente los renacuajos presentan una plasticidad fenotípica, y el grado de plasticidad depende de qué tan variable es el ambiente en que viven en términos de la presencia de depredadores (Van Buskirk 2002). Así, los renacuajos van a presentar un fenotipo morfológico que va a depender del ambiente en que se encuentren en términos de variabilidad y presencia de depredadores (Van Buskirk 2002, Smith y Van Buskirk 1995), y las respuestas a depredadores son más fuertes cuando no hay competencia intraespecifica (Relyea 2004). Las especies Agalychnis callidryas y A. saltator son especies que se reproducen en la época lluviosa, colocando las puestas de huevos en hojas de la vegetación que crece encima de las pozas que se forman con estas lluvias, y de esta manera los renacuajos caen al agua al eclosionar (Savage 2002, Warkentin 2000).La especie Agalychnis callidryas presenta una reproducción contínua durante la época seca, con picos muy poco marcados de reproducción, mientras que A. saltator es una especie explosiva con picos marcados de reproducción en que los individuos bajan a reproducirse a las pozas sólo en ciertos días de la época lluviosa (Savage 2002, obs. pers.) Por esta razón, es de esperar, que los renacuajos de A. callidryas generalmente crezcan en condiciones de baja densidad, mientras que los de A. saltator crezcan en condiciones de alta densidad. Entonces, se podría esperar que A. callidryas presente una menor competencia intraespecífica que A. saltator, y a la vez un mayor riesgo per capita hacia depredadores. Como el fenotipo “antidepredador” es generalmente contrario al fenotipo que se favorece cuando hay alta competencia (Relyea 2004), entonces es de esperar que los individuos de A. saltator presenten una menor tendencia a presentar el fenotipo antidepredador que los individuos de A. callidryas. Además, la presión de depredadores sobre A. saltator se espera sea menor debido al alto 65 número de renacuajos de esta especie, lo cual representa un menor riesgo per capita y una alta competencia intraespecífica. Es de suma importancia comprender como se comporta el fenotipo y además entender su plasticidad en distintos contextos porque de esta manera, estaríamos uniendo evolución y ecología, y así podríamos comprender los cambios pequeños que dan origen a la microevolución y van separando poblaciones en especies. Esto nos permitiría hasta cierto nivel trazar y predecir trayectorias evolutivas (Smith y Van Buskirk 1995). De esta manera, el presente trabajo pretende vincular la historia natural y estrategia reproductiva de ambas especies de ranas con sus estrategias morfológicas y la plasticidad fenotípica de esas estrategias, para entender las ventajas y consecuencias de dichas estrategias. Metodología El presente trabajo se realizó en La Estación Biológica La Selva, Heredia, Costa Rica (Savage 2002) del 2 de noviembre al 1 de diciembre del 2004. Las puestas de huevos de ambas especies se colectaron en el Suampo 4000 del sendero STR. Sin embargo las puestas de A. callidryas se colectaron una semana después de que eclosionaran las de A. saltator, así que la edad de los renacuajos difería aproximadamente diez días. Las puestas de ambas especies fueron llevadas a un laboratorio de la estación que se encuentra a temperatura ambiente y se esperó a que los renacuajos eclosionaran y cayeran en tarros plásticos de 1 L (aprox.) llenos con agua de suampo. Para A. saltator se colectaron 10 puestas y de A. callidryas se colectaron 9 puestas. Los renacuajos de ambas especies se mantuvieron en distintos contenedores durante todo el experimento, pero para cada especie antes de iniciar cada tratamiento se colocó a todos los renacuajos de distintas puestas en un mismo contenedor para evitar sesgos genéticos o ambientales a los que estuviera expuesta una puesta en particular. Para determinar que efecto ejerce la presencia de depredadores y la competencia intraespecífica sobre la morfología de los renacuajos de ambas especies se utilizó un diseño factorial de 2 factores (presencia o ausencia de depredadores y alta o baja densidad) para cada especie. Originalmente se planeaba un diseño factorial de 3 factores (o sea, incluir el factor especie), pero debido a la diferencia de edades entre los renacuajos de las dos especies, se imposibilitó una comparación. Los renacuajos de A. callidryas tenían 5 días de haber eclosionado cuando se sometieron al tratamiento, y los de A. saltator tenian 15 días. Los depredadores utilizados fueron colectados en la Estación Biológica La Tirimbina, La Virgen, a 16 km de la Estación La Selva debido a que La Selva se encontraba en período de inundación de manera que encontrar depredadores acuáticos en los ríos era muy difícil. Los depredadores que se utilizaron fueron larvas de Odonatos del suborden Anisoptera y coleópteros adultos de la familia Dytiscidae colectados ambos en ríos de alta corriente. Este tipo de depredadores se ha utilizado en varios experimentos que demuestran la existencia de plasticidad fenotípica en renacuajos de otras especies (Smith y van Buskirk 1995, Relyea 2003a). Las densidades de los renacuajos consideradas como alta y baja se estimaron a partir de un censo en el suampo Cantarrana de la Estación La Selva utilizando un balde sin fondo con volumen conocido y se calculó el número de individuos presentes por unidad de volumen. En este suampo se 66 encontraban individuos de A. saltator que habían eclosionado recientemente, y el nivel del suampo estaba bajo. Cada tratamiento consistía en un recipiente plástico de forma cilíndrica de 1L (aprox.) y sin tapa. Los depredadores se colocaron dentro de este recipiente en recipientes plásticos de 150 ml (aprox.) y para evitar que salieran de éstos recipientes abiertos, se colocó una malla fina ajustada con una liga. De ésta manera el agua circulaba libremente por el recipiente y las pistas químicas de los depredadores se supone pueden llegar a los renacuajos pero el depredador no puede cazar a los renacuajos. Debido a que la densidad de renacuajos de A. saltator encontrada en el suampo Cantarrana fue de aproximadamente 4 renacuajos por litro, se colocaron 9 renacuajos en cada recipiente para el tratamiento de alta densidad y 3 renacuajos por recipiente en el tratamiento de baja densidad. De esta manera, para cada especie se utilizaron tratamientos que combinaran la densidad, y la presencia o ausencia de depredadores distintos. Los tratamientos se distribuyeron en el laboratorio en bloques al azar y el número de recipientes por tratamiento se resume para cada especie en el Cuadro 1. Originalmente se pensó utilizar como réplica de cada medida morfológica el promedio de esa medida en cada recipiente, pero luego se decidió omitir el efecto del tarro debido a un bajo número de estas réplicas. De esta manera, se consideró que cada renacuajo representaba una réplica independiente, ignorando el hecho de que se encontraran en un mismo recipiente o no. Los renacuajos fueron alimentados cada dos días con un polvo fino de alfalfa molida obtenido a partir de pastillas de alfalfa comerciales. Los depredadores fueron alimentados dos veces en el transcurso del experimento con renacuajos de la especie con que se encontraban. Esto porque se ha observado que la respuesta morfológica de los renacuajos hacia los depredadores es mayor cuando los depredadores depredan sobre conespecíficos que liberan señales de alarma (Gómez, coms. pers.). El agua que se utilizó para llenar cada recipiente provenía del suampo Experimental, pero se dejó reposar más de 48 horas para permitir que se diluyeran las posibles pistas químicas de depredadores que se encontraran en este suampo. El agua se cambió únicamente una vez a los 5 días de trancurrido el experimento. A los 11 días de exposición a los tratamientos respectivos (28 de noviembre), se colectaron 3 renacuajos de cada recipiente y se preservaron en formalina al 5% para luego realizar las mediciones morfológicas respectivas. Es importante resaltar que los renacuajos utilizados en este experimento muy probablemente hubieran muerto en condiciones naturales, pues el charco de donde se colectaron las puestas se secó por varios días en este período. En el caso de A. saltator, a veces sólo se logró colectar uno o dos renacuajos en los recipientes debido a una alta mortalidad generalizada en los tratamientos de esta especie. Para medir los renacuajos, se tomaron fotos digitales utilizando una cámara montada a un estereoscopio Leica, al 0.8X de aumento. Las medidas fueron hechas posteriormente sobre estas imágenes con el programa ImageJ que permite hacer una relación entre el número de pixeles en una línea y la distancia real, a partir de una medida conocida. Las medidas que se tomaron para cada renacuajo fueron: alto máximo de la cola, alto de la banda muscular de la cola en el punto de máxima altura de la cola, largo de la cola, largo total, largo del cuerpo, ancho del cuerpo, y alto del cuerpo (Figura 1, Smith y Van Buskirk 1995). El análisis estadístico se realizó para cada especie por separado debido a la diferencia de edades que presentaban, puesto que la respuesta a depredadores se ve afectada a lo largo del desarrollo 67 ontogenético (Relyea 2003), lo cual imposibilita una comparación. Para que las medidas se comportaran de una manera más lineal, se les aplicó una transformación logarítmica. Con estas medidas transformadas se hizo una regresión con la longitud total de cada renacuajo y se utilizaron los residuos de esta regresión para hacer el análisis estadístico para así controlar por el tamaño del renacuajo. Debido a que todas las variables morfológicas se encuentran relacionadas, se hizo un MANOVA con estos residuos. Las variables independientes de este análisis fueron densidad y tipo de depredador. Resultados La mortalidad de renacuajos de A. saltator fue mucho mayor que la de los renacuajos de A. callidryas (78% y 16% respectivamente). Debido a la alta mortalidad de A. saltator a lo largo del experimento, los tratamientos inicialmente considerados de alta densidad muchas veces quedaron con la misma densidad que los tratamientos de baja densidad al finalizar el experimento. Por esta razón, en el caso de esta especie, no se pudo determinar si el efecto de la densidad tiene un efecto sobre las variables morfológicas medidas. Los ditíscidos utilizados no consumieron ningún renacuajo en el transcurso del experimento probablemente por su tamaño pequeño (eran aproximadamente del tamaño de los renacuajos o un poco más pequeños), pero aún así se espera que los químicos que estos producen fueran percibidos por los renacuajos. Con respecto a las larvas de odonatos hubo variabilidad en el número de renacuajos que cazaron, de manera que algunas no cazaron, otras cazaron uno, y otras cazaron dos. Debido al pequeño tamaño de la muestra esto no se tomó en cuenta en el análisis estadístico. Los renacuajos de Agalychnis saltator no presentan diferencias significativas para ninguna de las variables morfológicas medidas en presencia o ausencia de depredador odonato o ditíscido (F= 0.64, gl=10/64, p=0.77; Figura 2). No se pudo determinar el efecto de la densidad en estas variables debido a la variación de las densidades finales producto de una mortalidad muy alta. Lo mismo sucede en los renacuajos de A. callidryas, los cuales no presentan diferencias significativas en ninguna de las variables morfológicas medidas en presencia o ausencia de depredadores (F=1.43, gl=10/206, p=0.17; Figura 3) a altas y a bajas densidades (F=0.78, gl=5/103, p=0.57; Figura 3) ni en la interacción de estas dos variables (F=0.93, gl= 10/206, p= 0.51). Discusión Para ambas especies, no se observa un cambio morfológico de los renacuajos en presencia o ausencia de los depredadores utilizados, o sea, que no hay una plasticidad fenotípica en que se produzcan fenotipos diferentes para cuando hay o no depredadores (Figura 1 y 2). Esto se esperaba para A. saltator, sin embargo es lo contrario de lo que se esperaba para A. callidryas. Sin embargo, esto no quiere decir que estos renacuajos posean plasticidad en otras variables del fenotipo que afecten su riesgo de depredación. Es claro que en etapas tempranas de la ontogenia, renacuajos de otras especies reducen su actividad y pasan más tiempo en refugios y se alimentan menos cuando se encuentran en presencia de depredadores, para así tener menos probabilidad de ser atacados (Relyea 2003b, Smith y Van Buskirk 1995). El comportamiento de actividad y refugio de estos renacuajos no se midió en este experimento, y existe la posibilidad de que sí haya una respuesta en este sentido hacia los depredadores. 68 Sin embargo, en las especies en que se ha observado un cambio en el comportamiento inducido por los depredadores, se observa que más tarde este comportamiento es sustituido por cambios morfológicos. Esto se debe a que al reducir el comportamiento activo, los renacuajos reducen su tasa de alimentación y de crecimiento y esto puede representar un sacrificio muy alto, mientras que un fenotipo “antidepredador” permite a los renacuajos estar activos por más tiempo y no reducir tan drásticamente su alimentación (Relyea 2003b, Smith y Van Buskirk 1995). Es por esto que se esperaría que si existe un cambio en el comportamiento, entonces también exista un cambio morfológico, y esto no fue lo que se observó. Una posibilidad es que la respuesta morfológica de estas especies hacia depredadores sea específica y que no se observó un cambio morfológico simplemente porque los depredadores a los que estuvieron expuestos se colectaron en otro lugar diferente a donde se colectaron las masas de huevos de estos renacuajos. En el caso de la especie de escarabajos ditíscidos utilizados es muy probable que esta no presente un peligro real a estos renacuajos debido a que ninguno se alimentó de ellos.Se ha observado en algunas especies que los renacuajos pueden presentar una respuesta variada en cambio morfológico dependiendo a cual depredador está expuesto y el peligro que este depredador en particular representa, de manera que esta plasticidad fenotípica es muy fina y puede reconocer especies específicas (Relyea 2004). Pero por otro lado, también se ha observado que algunas especies responden a señales químicas producidas por depredadores a los que no están expuestos en contextos naturales, de manera que la respueta antidepredadora puede ser generalizada (Laurila et al 2002). No se pudo determinar si los depredadores utilizados en este experimento están presentes en el suampo donde se colectaron las masas de huevos debido que el suampo se encontraba sin agua. Así que esta duda solamente se podrá esclarecer hasta que se determine si estos depredadores realmente están presentes en este suampo. Además, se ha visto que en algunas especies existen variaciones considerables en la plasticidad fenotípica entre distintas poblaciones dependiendo de su grado de exposición a depredadores (Relyea 2002, Relyea 2003a y b, Van Buskirk 2002). Por esta razón, las conclusiones de este experimento son confiables para este suampo en particular, y habría que determinar si estas especies presentan cambios morfológicos en presencia de depredadores que se encuentren en ese mismo suampo. Otro aspecto a discutir es que el hecho de que no se observe una plasticidad fenotípica en respuesta a depredadores en ninguna de las dos especies utilizadas no quiere decir que estas especies no presenten un fenotipo “antidepredador”. Se ha observado que existe una relación positiva entre la heterogeneidad del hábitat y la plasticidad fenotípica (Van Buskirk 2002). Entonces, si la presión de depredadores es grande y constante, es posible que los renacuajos estén adaptados morfológicamente a evadir depredadores y que no puedan cambiar este fenotipo cuando no hay depredadores. Esto se ha observado en cierto grado en al menos una especie que esta expuesta constantemente a una presión fuerte por depredadores odonatos (Smith y Van Buskirk 1995). Esto se hubiera podido aclarar al comparar ambas especies para ver si alguna tiene un fenotipo antidepredador y otra no, sin embargo, esto no se pudo hacer por la razón ya explicada anteriormente de que los renacuajos diferían en edad. Por último, es posible que exista plasticidad fenotípica en presencia de depredadores en otras características morfológicas no medidas. Se observó que existe una variación en la coloración y patrón de puntos en la cola de ambas especies, sin embargo, esto aún no se ha cuantificado pero es posible que ciertos patrones funcionen para evadir depredadores. Se ha visto que la sobrevivencia a los ataques de depredadores puede estar fuertemente relacionada al color de la cola y el cuerpo del renacuajo (Van 69 Buskirk et al 2004) y queda por evaluar si esta coloración ejerce algún papel antidepredador en alguna de estas dos especies. Es difícil explicar por qué para el caso de A. callidryas, que fue en la única de las dos especies que se midió, no existe un efecto de la densidad sobre ninguna de las variables morfológicas medidas. Cabe la posibilidad de que las densidades altas en realidad no sean tan altas como para que realmente haya una competencia intraespecífica. Para otros renacuajos se han reportado densidades de hasta 450 renacuajos por metro cuadrado (Relyea 2004). En conclusión, se puede decir que los renacuajos de A. callidryas y A. saltator no presentan una plasticidad fenotípica de las variables morfológicas medidas cuando se encuentran expuestos o no a los depredadores de este experimento. Todavía existe la posibilidad de que sí presenten un fenotipo “antidepredador” pero no una plasticidad fenotípica, y esto se podrá aclarar cuando se comparen ambas especies en el mismo estadío de desarrollo. Tampoco existe un cambio morfológico en respuesta a variaciones en la densidad en A. callidryas, y en A. saltator no se pudo medir. Estas conclusiones son para esta charca, para las densidades estudiadas, para el estadío de desarrollo en particular y para los depredadores utilizados en este experimento.De manera que es un primer paso para ir esclareciendo las interacciones de estas especies con los posibles depredadores en estos hábitats. Es posible que estas especies presenten características antidepredadoras no medidas en este experimento o que no estén expuestas fuertemente a presiones de depredadores, o al menos de los depredadores utilizados en este experimento. Agradecimientos. Este trabajo se realizó gracias al programa REU de la OET para el 2004 y a la Fundación CRUSA. Le agradezco mucho la colaboración durante todo el período a la coordinadora del programa Elizabeth Anderson y a mi tutor Mahmood Sasa. Una persona a quien agradezco muchísimo su colaboración en el diseño del experimento y en el aporte de ideas y bibliografía es Iván Gómez de la Universidad de Boston. También quisiera agradecer a Minor Calvo de La Selva por el préstamo de equipo y a María Amalia y Mariano Soley de La Tirimbina por permitirme capturar los depredadores en la estación y el hospedaje. Gracias a todos los integrantes del REU y en especial a Dorian el herpetólogo forestal, a Piero, Mauricio, Carolina y Johan por la ayuda en el campo. Muchas gracias a los del laboratorio ALAS por la ayuda con el equipo fotográfico (Mayleen, Danilo, Carolina y Rolando). De la Universidad de Costa Rica gracias a Gilbert Barrantes, Federico Bolaños y Daniel Briceño por la colaboración en ideas y consejos a lo largo del programa. Finalmente a todo el personal de La Selva por hacer siempre las cosas más fáciles. 70 Literatura Citada Laurila A., P.A. Crochet, y J. Merilä. 2001. Predation-induced effects on hatchling morphology in the common frog (Rana temporaria). Can. J. Zool. 79:926-930 Laurila A., S. Pakkasmaa, P.A. Crochet, y J. Merilä. 2002 Predator-induced plasticity in early life history and morphology in two anuran amphibians. Oecología 132:524-530 McCollum, S.A., y J. Van Buskirk. 1996. Costs and benefits of a predator-induced polyphenism in the gray treefrog Hyla chrysoscelis. Evolution 50:583-593 Relyea R.A. 2002. Local population differences in phenotypic plasticity: predator-induced changes in wood frog tadpoles. Ecological Monographs 72(1):77-93 Relyea R.A. 2003a. How prey respond to combined predators: a review and an empirical test. Ecology 84(7):1827-1839 Relyea, R.A. 2003b. Predators come and predators go: the reversibility of predator-induced traits. Ecology: 84(7):1840-1848 Relyea R.A. 2004. Fine-tuned phenotypes: tadpole plasticity under 16 combinations of predators and competitors. Ecology 85(1):172-179 Savage, J. 2002. The amphibians and reptiles of Costa Rica: a herpetofauna between two continents, between two seas. The University of Chicago Press.USA. 934 p. Smith D.C., J. Van Buskirk. 1995. Phenotypic design, plasticity, and ecological performance in two tadpole species. The American Naturalist 145(2):211-233 Van Buskirk J. 2002. A comparative test of the adaptive plasticity hypothesis: relationships between habitat and phenotype in anuran larvae. The American Naturalist 160(1):87-102 Van Buskirk J., J. Aschwanden, I. Buckelmüller, S. Reolon, y S. Rüttman. 2004. Bold tail coloration protects tadpoles from dragonfly strikes. Copeia 3:599-602 Warkentin K.M. 2000. Wasp predation and wasp-induced hatching of red-eyed treefrog eggs. Animal Behaviour 60:503-510 71 Anexos Con Con Sin Total ditíscido odonato depredador alta 7 5 7 19 A. callidryas baja 7 5 7 19 A. callidryas alta 4 5 7 16 A. saltator baja 4 0 7 11 A. saltator 22 15 28 65 Total Cuadro 1. Número de réplicas de cada tratamiento a los que fueron sometidos los renacuajos de dos especies de Agalychnis. Especie Densidad 14 longitud (mm) 12 ancho banda 10 largo cola 8 alto cuerpo 6 largo cuerpo ancho cuerpo 4 ancho cola 2 0 S C O tratamiento Figura 2. Promedios y desviaciones estándar del tamaño de las distintas variables morfológicas medidas en renacuajos de Agalychnis saltator en tres tratamientos distintos. S= sin depredador C= con depredador ditíscido O= con depredador odonato 72 14 longitud (mm) 12 10 8 ancho cola ancho banda 6 largo cola alto cuerpo 4 largo cuerpo ancho cuerpo 2 0 AO BO BD AD BS AS tratamiento Figura 3. Promedios y desviaciones estándar del tamaño de las distintas variables morfológicas medidas en renacuajos de Agalychnis callidryas en 6 tratamientos distintos. AO= alta densidad con depredador odonato BO= baja densidad con depredador odonato BD= baja densidad con depredador ditíscido AD= alta densidad con depredador ditíscido BS = baja densidad sin depredador AS = alta densidad sin depredador a) b) Figura 1. Diagrama de las medidas morfológicas que se realizaron en los renacuajos de Agalychnis. a) De izquierda a derecha: largo del cuerpo, alto del cuerpo, alto de la banda muscular en el punto de máxima altura de la cola, altura máxima de la cola, largo del cuerpo. b) Ancho del cuerpo. 73 Determinación de Biomasa y Desarrollo de Modelos Alométricos, en una Plantación Experimental de Vochysia guatemalensis, Estación Biológica La Selva, Puerto Viejo de Sarapiquí, Costa Rica. Johan Montero(1), Ann Rusell(2) (tutor) y Jim Raich(2) (tutor) (1) Universidad Nacional Autónoma de Costa Rica; (2)Estación Biológica La Selva, Organización de Estudios Tropicales Resumen Este trabajo se realizo en una plantación experimental, bajo el cargo del Proyecto ECOS que trabaja en la Estación Biológica La Selva. Todo por medio de una experiencia de investigación para estudiantes de pregrado patrocinado por el programa CRUSA. El objetivo fue estimar la biomasa sobre el suelo de las parcelas experimentales y generar una serie de ecuaciones alométricas para la estimación de la biomasa, todo en función del volumen, área basal y el diámetro por árbol. Se destaca que las ecuaciones con el menor error en la estimación de biomasa son las basadas en función del volumen por árbol, ya que presentaron valores mas similares a los valores reales en los árboles cosechados, además de que estadísticamente presentan menor error. Del mismo modo se realizo una comparación con otras ecuaciones utilizadas en América, aquí se obtuvo que las ecuaciones resultaron con una sobreestimación en la biomasa, debido a ser ecuaciones utilizadas únicamente en bosques, en lugares que climáticamente son diferentes al área de estudio, y por ser solo utilizadas en la estimación de biomasa en bosques. Abstract This work I am made in an experimental plantation, under the position of the Project ECOS in the Biological Station La Selva. Everything by means of a experience of investigation for students of pregrade sponsored by program CR-USA. The objective was to consider the biomass on the ground of the experimental parcels and to generate a series of alométricas equations for the estimation of the biomass, everything based on the volume, basal area and the diameter by tree. One stands out that the equations with the smaller error in the biomass estimation are the cradles based on the volume by tree, since they presented/displayed values but similar to the real values in the harvested trees, in addition to which statistically they present/display minor error. In the same way I am made a comparison with other used equations in America, here it was obtained that the equations were with an sobreestimation in the biomass, due to be equations used solely in forests, in places that climatically are different from the study area, and by single being used in the estimation of biomass in forests. Introducción El desarrollo alcanzado por los países y el uso inadecuado en los últimos años de los recursos naturales, ha causado un desequilibrio con la naturaleza, como lo es el desbalance del sistema climático mundial. (Paniagua, B. 1996) Según Raich et al, la acumulación de carbono en la atmósfera es responsable del 50% del efecto de invernadero, cuyas consecuencias pueden incluir cambios substanciales en el clima, variación en las temporadas de lluvia, efectos negativos en la sobrevivencia de especies animales y vegetales, así como también efecto sobre la producción y suministro de alimentos para la población mundial. El almacenamiento de carbono que seda en bosques y plantaciones, son de suma importancia ya que con estos se fija carbono y se puede evitar la acumulación de CO2 en la atmósfera. 74 El inventario de biomasa es un punto clave en la investigación científica, debido a que brinda información sobre el potencial de la madera como recurso y su relación con la fijación de carbono en un determinado lugar. En el transcurso del tiempo, han sido desarrolladas e implementadas diferentes técnicas para estimar la biomasa en estudios ecológicos, agrícolas y de investigación forestal. La medición de biomasa total (sin raíces) es fundamental para hacer más preciso el calculo posterior de cuanto carbono están fijando los bosques (o plantaciones) correspondientes a esta zona de vida del país, y desde de luego el hecho de poder utilizar varias especies que comercialmente son aprovechadas actualmente, para así pode determinar la cantidad de carbono que no se emitirá si estos se dejaran en pie. (Molina, S. 1999) Es muy importante, para un país con políticas innovadoras en el campo forestal como Costa Rica, que profundice cada día mas sobre la necesidad de llevar a la práctica lo que los papeles llevan impreso, para poder hacer mas real la idea de una internalización de recursos que beneficien los bosques, y como consecuencia sus propietarios y todo el sector forestal nacional. Las estimaciones de biomasa como peso seco de materia viva, es un parámetro con el cual analiza el estado de los recursos en el presente y para el futuro de una región. (Chávez, M. 2000) Objetivos • Determinar la biomasa sobre el suelo de 8 árboles, en una plantación experimental de “Vochysia guatemalensis”, en la Estación Biológica La Selva, en Puerto Viejo de Sarapiquí. • Generar modelos alométricos para la determinación de biomasa por medio de regresiones con las variables volumen y área basal. • Ayudar en la generación de una base de datos que serán de suma importancia en futuras investigaciones, para estudios relacionados al tema. • Realizar una comparación entre las ecuaciones obtenidas con otras ya establecidas y precisar la exactitud de las mismas. El Proyecto ECOS a estado desde unos años realizando experimentos y exploraciones de cómo las especies tropicales influyen en los ecosistemas, principalmente con enfoque en el ciclo de carbono y la restauración de áreas degradadas. Las plantaciones experimentales fueron establecidas en el año de 1988, en parcelas de 50 x 50 metros, bajo un diseño aleatorio en bloques. Actualmente existen solamente un total de 6 especies sobrevivientes, entre estas Pinus patula, Vochysia guatemalensis, Virola koschnyi, Hyeronima alchorneoides, Pentaclethra macroloba y Vochysia ferruginea. Para el presente trabajo, se decidió hacer el análisis de biomasa únicamente para la especies de Vochysia guatemalensis, esto por que aunque es una de las especies que presenta menor área plantada en Costa Rica (cerca de 947 hectáreas), en los últimos años, esta especie ha ganado popularidad en la reforestación comercial ya que se adapta a sitios de media y baja productividad, donde algunas especies exóticas tienen problemas de rendimiento. Además es una especie característica de toda la zona centroamericana, y de importancia económica para muchas personas, considerando la madera y los servicios ambientales que brindan los bosques y las plantaciones. 75 Schlegel (2002) define la biomasa forestal como el peso (o estimación equivalente) de materia orgánica que existe en un determinado ecosistema forestal por encima y por debajo del suelo. Normalmente es cuantificada en toneladas por hectárea de peso verde o seco. De la misma forma Brown (1997), define la biomasa como la cantidad total de materia orgánica viva sobre tierra en árboles. Se refiere como la densidad de la biomasa cuando está expresado como masa por área de unidad, ejemplo toneladas por hectárea La determinación adecuada de la biomasa de un bosque, es un elemento de gran importancia debido a que ésta permite determinar los montos de carbono y otros elementos químicos existentes en cada uno de sus componentes. (Schlegel, 2002) Esta información es de especial importancia en la actualidad, debido a la necesidad de conocer los montos de carbono capturados por los bosques naturales y plantaciones, como un medio para mitigar los cambios climáticos generados por el consumo de combustibles fósiles, entre otros, que liberan una gran cantidad de dióxido de carbono a la atmósfera. (Schlegel, 2002) Para realizar una determinación adecuada de la cantidad de biomasa tanto en bosques como en plantaciones, los inventarios han sido punto de partida para los estudios de estimación de biomasa ya sea para estimar la biomasa o generar ecuaciones que la estimen. Sin embargo, la información de los inventarios introduce errores grandes en las estimaciones, errores en la medición del volumen por árboles huecos, el uso de gravedad especifica y la conversión final de biomasa de madera de fustes a biomasa total. (Segura, M. 1999). Los primeros trabajos en las regiones templadas acerca de la estimación de biomasa de árboles y bosques aparecieron al inicio del siglo xx, sin embargo, para las regiones tropicales los trabajos son escasos y por ello la información para estimar la cantidad de biomasa es muy pobre (Brown y Lugo, 1982, citado por Segura 1999). La biomasa de un árbol y de un bosque puede ser estimado por medio de métodos directos o indirectos. Los métodos directos son destructivos, ya que consisten en medir las dimensiones básicas de un árbol, cortarlo y determinar la biomasa a través del peso directo de cada uno de sus componentes (fuste, hojas, ramas, frutos, flores, etc). (Segura, 1999). El método indirecto, es utilizado cuando el árbol es de dimensiones muy grandes, que es lo usual en bosques naturales, se utilizan métodos de cubicación y estimando el volumen de las trozas con las formulas de Smallian, Huber,entre otros; al final se suman estos volúmenes para obtener el volumen total del fuste o de las ramas gruesas. Se toman muestras de madera del componente del árbol (ej, fuste y/o ramas) y se pesan en el campo, luego se calcula en el laboratorio los factores de conversión de volumen a peso seco, es decir la gravedad especifica verde y la gravedad especifica seca. (Segura, 1999). Otra formula de estimar biomasa es a través de modelos matemáticos, en donde se realizan análisis de regresión entre las variables colectadas en el campo y de inventarios forestales (dap, altura comercial y total, crecimiento diamétrico, etc). (Segura, 1999). 76 Los estudios de calculo de biomasa de los ecosistemas forestales son esenciales para obtener un aproximado de la cantidad de carbono almacenado, ya que la relación de la biomasa seca total con el carbono es de aproximadamente 2:1 (Ciesla 1996, citado por Segura, M. 1999). Hay ciertos factores como la densidad y la gravedad especifica de la madera, los cuales se deben tomar en cuenta en las estimaciones de biomasa, ejemplo de esto esta el estudio realizado por Gonzáles y Fisher (1998) donde se reflejo, que existían diferencias significativas entre muestras de madera de Vochysia guatemalensis para cuatro sitios de Costa Rica cuyos patrones climáticos variaban ampliamente (temperatura y precipitación) y entre los componentes de un árbol individual. Metodología Las parcelas de estudio, llamadas parcelas del Peje, están situadas a 5.3 km de las instalaciones principales de Estación Biológica La Selva. El acceso a las parcelas es en bicicleta, utilizando un sendero cementado. Los vehículos motorizados no son permitidos en la estación. La topografía en la zona de estudio es irregular, con elevaciones entre los 44 y 87 msnm. Los suelos son descritos como suelos residuales derivados de granito, sin evidencias de deposiciones de ceniza volcánica (Fisher 1995) Las parcelas poseen un Diseño de bloques completos al azar, originalmente con 12 tratamientos y cuatro bloques. Desde el 2003, el experimento se redujo a 6 especies x 4 bloques = 24 parcelas. Ademas estas cuentan con un area de 50 x 50m. En 2004, cuatro transeptos en pastizales abandonados fueron agregados como referencia también. 77 Figura 1. Diseño de las parcelas experimentales, proyecto ECOS, Puerto Viejo de Sarapiquí. Estación Biológica la Selva. Noviembre del 2004. Etapa de Campo El trabajo de campo fue elaborado según la metodología establecida en el protocolo de cosecha de biomasa del programa ECOS, diseñado por Eugenio Gonzáles, Jim Raich y Ann Rusell. Para este se contó con la ayuda de una cuadrilla de 3 personas, además de 2 personas mas y toda la cosecha tuvo una duración de mes y medio. Dentro de cada una de las parcelas de las especies anteriormente mencionadas, se seleccionaron 2 árboles representativos de acuerdo a los datos del inventario (ya establecido) de las parcelas. Los árboles a cosechar fueron determinados según su distribución diamétrica, en un rango de 8 categorías (según máximo y mínimo) realizada en todos los árboles por especie, con el objetivo de tener una muestra representativa de diferentes árboles (en diámetro y altura). Al final se tuvieron 8 árboles por especie, 1 por cada clase diamétrica establecida. La forma en que determinó la representatividad de los árboles a cosechar se realizo de la siguiente forma: de los datos del inventario para cada una de las especies se determino los extremos reportados (dap menor y dap mayor); se dividió este rango en 8 categorías diamétricas, se seleccionaron 2 árboles (1 de cada clase diamétrica) en cada parcela, de forma que ninguna clase se repita, al final se tuvieron 8 árboles cosechados, 1 de cada clase diamétrica. Los árboles seleccionados deberán poseer una adecuada forma a nivel fenotípico, para no subestimar la biomasa de cada parte del árbol a muestrear. Del mismo modo para los árboles que se tengan que cortar, deberán estar dirigidos a las áreas de borde para no crear un fuerte impacto a las parcelas de investigación. Además a cada uno de los árboles cosechados se estableció en el campo su numero, dap, altura, el diámetro cada 2 metros en el fuste y el peso fresco de cada una de las muestras de cada una de las partes (hojas, rama, tallo) a ocupar. Etapa de oficina Para la determinación del área foliar, las muestras de hojas antes de ser secadas, se debieron pesar (peso fresco de la muestra en gramos) y posteriormente determinar el índice de área Foliar. Para lograr un valor adecuado de el área foliar, la muestra debió ser analizada lo antes posible para evitar marchitamientos. Mucho del material se tuvo que refrigerar para que se marchitara. El resto de material vegetal (tallo y ramas de diferentes grosores), fue pesado (peso fresco de la muestra) y posteriormente secada al horno a 105º C por un periodo de 48 horas y luego de obtener su peso, se desecharon. El calculo de la biomasa se realizara por medio de la siguiente formula: BST= (PTF * PSS)/PSH BST= Biomasa seca total (kg) PTF= Peso total fresco (kg) PSS= Peso submuestra seca (kg) 78 PSH= Peso submuestra húmeda(kg)En cuanto a los modelos alométricos se tomo en consideración los datos calculados de la biomasa real de cada uno de los árboles cosechados. Entre las variables independientes se consideraron el área basal y el volumen de cada árbol, para este ultimo se utilizo la formula del volumen de un cilindro para estimar el volumen de cada árbol utilizando la siguiente formula: Vol t = G * Ht Vol t: volumen teórico (m3). G: Area basal (m2). Ht: altura total de cada árbol (m Cada una de las ecuaciones fue realizada por medio del programa de Excel, con el cual se obtuvieron los cálculos estadísticos; estos se realizaron con un nivel de confianza del 95% y se seleccionaron las ecuaciones con mejor ajuste (con un r2 cercano a 1), y así asegurar la precisión de los resultados, según las variables analizadas. Con cada una de las ecuaciones obtenidas, se realizo una estimación de la biomasa total y por partes de cada una de las parcelas trabajas, con valores de toneladas por hectárea. Comparaciones Como en mucha de la bibliografía consultada, la gran mayoría de las formas en que se estimaba la biomasa de los bosques, se realizaba por medio de ecuaciones las cuales la única variable que se utilizaba era el diámetro (cm). Por tal motivo, se generaron una serie de ecuaciones en la que el dap era la única variable. Con estas ecuaciones se procedió a estimar la biomasa para uno de los árboles cosechados. Teniendo el valor real de la biomasa de cada árbol, la biomasa estimada por la variable dap, y tomando en cuenta 4 ecuaciones de las ecuaciones que se utilizan a nivel internacional, se realizo una comparación, para verificar la precisión delas ecuaciones generadas en este trabajo. Las ecuaciones utilizadas para la comparación fueron: La elaborada por Arreaga (2002), para estimar la biomasa de una serie de árboles muestreados en un bosque natural de Guatemala, tomando en cuenta únicamente el dap como variable preeditora. BT= 1000*(0,0018*((dap)^2)-0,0807*dap+1,1748) BT: biomasa total (Kg) Dap: diámetro a la altura de pecho (cm). De la misma forma se tomo en cuenta la ecuación creada por Chambers et al, (2000), para determinar las relaciones alométricas, en un bosque de la amazonia central: BT= EXP(-1,335+(1,551*LN(dap))+(0,415*(LN(dap))^2)-0,053*(LN(dap))^3) BT: biomasa total (Kg) Dap: diámetro a la altura de pecho (cm). Exp: exponente del valor entre paréntesis. LN: logaritmo natural del valor entre paréntesis. 79 También se tomo en cuenta la ecuación utilizada por Ketterings et al (1999) en la estimación de biomasa para árboles individuales y en bosque secundario en Indonesia: BT= EXP(2,54*LN(dap)-2,15) BT: biomasa total (kg) Dap: diámetro a la altura de pecho (cm). Exp: exponente del valor entre paréntesis. LN: logaritmo natural del valor entre paréntesis. La ultima consideración fue la ecuación utilizada por Brown (1997), en uno de los artículos de la FAO, para la determinación de biomasa en los bosques tropicales del mundo: BT = 21,297-6,953*(dap)+0,74*(dap)^2 Resultados y Discusión Cuadro 1. Biomasa real en kilogramos, para los 8 árboles de Vochysia guatemalensis cortados y pesados. Puerto viejo de Sarapiquí, noviembre del 2004. DAP (cm) 13,5 20,4 31,2 32,3 35,4 40,4 46,7 62,5 Biomasa Biomasa Biomasa Biomasa Biomasa Area foliar Hoja rama < 1 cm rama 1-10 rama >10 total de árbol Total (kg) (kg) (kg) (kg) Kg (cm2) 1,54 1,07 10,99 25,76 39,36 178878,71 5,15 2,87 24,02 78,47 110,51 591343,21 2,10 3,14 31,41 300,91 337,56 256891,17 3,27 2,51 32,32 262,44 300,54 397553,67 4,99 3,54 40,14 333,51 382,17 710544,29 12,86 7,06 55,83 613,52 689,26 776884,50 12,52 14,11 100,34 727,77 854,73 1232617,56 29,21 28,85 177,91 1333,89 1569,86 2995865,00 Para los 8 árboles cosechados, se puede observar en el cuadro anterior, la tendencia de la biomasa, como se esperaría, es la de aumentar según aumenta el diámetro de los árboles. Esto indica que la muestra resulta representativa para la generación de información, ya que árboles pequeños poseen menos biomasa y según se aumente en diámetro hay mayor biomasa (mayor cantidad de hojas, ramas, etc). Esta misma tendencia poseen el resto de los datos de la biomasa de ramas, de hojas y fuste, Excepto la biomasa total de hojas en la que el árbol de la clase de 16 a 22 cm que posee 5,15 kg y el de la clase de 28 a 34 cm tiene 3,27 kg, mismo problema se presenta en la biomasa total de ramas < 1 cm, en donde el árbol de la clase de 28 a 34 cm tiene una biomasa de 2,51 kg y el de la clase de 16 a 22 cm tiene 2,87 kg. Hay que considerar que los 8 árboles fueron escogidos en diferentes bloques, bajo criterios fenotípicos, además de que fueran árboles de borde y además que muchos de estos árboles estaban en pendientes, pudo afectar su crecimiento; tales características (principalmente que fueran de borde) pueden generar que estos árboles se desarrollaran de una mejor o peor manera, dependiendo de su lugar de crecimiento. Lo que conllevaría a una sobre o subestimación de datos futuros. 80 Con respecto al área foliar, los datos presentan el mismo comportamiento anterior, en donde según se aumenta en la clase diamétrica mayor será el área del follaje que posean los árboles, ejemplo de esto es que el árbol de la clase de 10 a 16 cm tiene 178878,71cm2, árboles de las clases medias (3440 cm) tienen 710544,29cm2 y el árbol de la clase mayor (> 52 cm) tiene 2995865,0 cm2. Con tal situación ocurre la mismo que con la biomasa ya que con los datos obtenidos se pueden realizar estimaciones y predicciones sobre el comportamiento y cantidad de follaje y biomasa de los árboles de la plantación y por que no de otros lugares. Además se muestra la existencia que tanto hojas como ramas menores a 1cm están relacionadas con el área de la copa. Ecuaciones de Regresión 1800 biomasa total (kg) 1600 1400 y = 129,63x + 5,9026 2 R = 0,9946 1200 1000 800 600 400 200 0 0,0 2,0 4,0 6,0 8,0 10,0 12,0 14,0 vol teorico (m3) Gráficos 1. Análisis al biomasa total, de los árboles cosechados, en función del volumen teórico de cada uno de los árboles. Puerto Viejo de Sarapiquí, noviembre 2004. Biomasa Ecuación de Regresión Total Y= 129.63x +5.9026 Y= 2.3813x -1.8358 Ramas < 1cm Ramas >1-10 cm Y= 14.141x +1.3469 Y= 110.8x +6.8681 Ramas >10 cm Hojas Y= 2.3085x -0.4766 Área foliar Y= 225661x -29380 R2 0.9946 0.9409 0.9708 0.993 0.911 0.8989 Cuadro 2. Modelos de regresión obtenidos para las variables por partes de la biomasa, en función del volumen. Puerto Viejo de Sarapiquí, noviembre 2004. La generación de modelos alométricos (ecuaciones) en función al volumen de los árboles cosechados, para todas las variables (biomasa total, de ramas, de hojas, de fuste y área foliar) los modelos lineales estadísticamente fueron los mas adecuados. Por lo que tomando cada variable, se tiene que todas presentan una fuerte relación con la biomasa real calculada para los árboles cosechados, lo que indica que las ecuaciones resultantes para la estimación de 81 biomasa son adecuadas para su aplicación en la plantación y por que no en otras plantaciones y por que no hasta en bosques. 1800 y = 5364,8x - 74,81 R2 = 0,9904 1600 biomasa total (kg) 1400 1200 1000 800 600 400 200 0 0,0 0,1 0,1 0,2 0,2 0,3 0,3 0,4 Gráficos 2. Análisis alométrico para biomasa total, de los árboles cosechados, todos en función del área basal de cada uno. Puerto Viejo de Sarapiquí, noviembre 2004. area basal (m2) Biomasa Ecuación de Regresión R2 Total Y= 5364.8x -7481 0.9904 Y= 98.39x –3.2998 0.9338 Ramas < 1cm 0.9678 Ramas >1-10 cm Y= 585.57x –7.4957 Y= 4585.5x –62.115 0.9888 Ramas >10 cm Hojas Y= 95.42x 1.9002 0.9049 Área foliar Y= 9E+06x -174238 0.9025 Cuadro 3. Modelos de regresión obtenidos para las variables por partes de la biomasa, en función del área basal. Puerto Viejo de Sarapiquí, noviembre 2004. En cuanto a los modelos alométricos generados en función del área basal de los árboles cosechados, igualmente al volumen; se tiene que los modelos lineales, tuvieron resultados estadísticos muy apropiados a lo que se quería (valores cercanos a 1). Con estos resultados se tiene que de igual manera que con los modelos en función al volumen, la existencia de una alta relación entre las variables, hace que las ecuaciones logradas tengan un alto grado de validez y de confianza, para la estimación de biomasa dentro del resto de la plantación para esta especie y por que no para otras especies y hasta en bosques y otras plantaciones. 82 Estimación de Biomasa árbol Biomasa Biomasa Biomasa Biomasa Biomasa Biomasa Σ total de total de Número Hoja rama < 1 cm rama 1-10 rama >10 árbol árbol 1 337,77 5,43 4,26 37,55 290,53 337,78 2 33,19 0,01 -1,33 4,32 30,19 33,19 3 84,66 0,93 -0,39 9,94 74,19 84,67 4 362,94 5,88 4,72 40,30 312,04 362,94 5 852,62 14,60 13,72 93,71 730,59 852,62 6 626,88 10,58 9,57 69,09 537,64 626,88 7 1575,64 27,48 27,00 172,59 1348,59 1575,65 8 410,40 6,73 5,59 45,47 352,60 410,40 Cuadro 4. Biomasa estimada (kg) para los 8 árboles de Vochysia guatemalensis cortados y pesado, mediante las formulas obtenidas con la variable volumen (m3). Puerto viejo de Sarapiquí, noviembre del 2004 Árbol Biomasa Biomasa Biomasa Biomasa Biomasa Biomasa Σ total de rama < 1 total de Numero Hoja rama 1-10 rama >10 árbol cm árbol 1 335,35 5,40 4,22 37,27 288,46 335,35 2 1,98 -0,53 -1,89 0,89 3,52 1,98 3 100,54 1,22 -0,08 11,64 87,76 100,54 4 364,78 5,92 4,76 40,49 313,62 364,79 5 844,11 14,44 13,55 92,80 723,32 844,12 6 612,90 10,33 9,31 67,57 525,70 612,91 7 1571,09 27,37 26,89 172,15 1344,70 1571,11 8 453,21 7,49 6,38 50,14 389,20 453,22 Cuadro 5. Biomasa estimada (kg) para los 8 árboles de Vochysia guatemalensis cortados y pesado, mediante las formulas obtenidas con la variable área basal (m2). Puerto viejo de Sarapiquí, noviembre del 2004. 83 1800 1600 1400 Biomasa (kg) 1200 Biomasa vol Kg 1000 800 Biomasa area basal Kg 600 400 200 0 0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600 1800 biomasa real (kg) Grafico 3. Comparación entre la biomasa total estimada para las diferentes variables (volumen y área basal), tomando en cuenta el valor de la biomasa real. Sarapiquí noviembre 2004. Teniendo ya establecidas las ecuaciones para la estimación de la biomasa de la plantación, se considero utilizar las ecuaciones solo de la biomasa total y de la biomasa total por partes (ramas, hojas, fuste). Utilizando los datos de los 8 árboles cosechados para luego compararlos con los datos reales. En este caso se obtuvo que utilizando las ecuaciones en función al volumen, los valores para la biomasa total para los árboles cosechados poseen un gran similitud si se utilizan los valores de las ecuaciones de biomasa por partes y luego se suman. (cuadro 5) Lo mismo ocurre con las estimaciones obtenidas con las ecuaciones basadas en el área basal, en donde la biomasa total estimada es muy similar a la biomasa sumada por partes. (ver cuadro 5) Del mismo modo se tiene, que al no existir una diferencia en los resultados, al utiliza los modelos generados por partes (hojas, ramas, fuste) y los de la biomasa total, no importa cual sea los que se utilice en la estimación de la biomasa de la plantación. El grafico 3, se ve que comparando los resultados obtenidos de las estimaciones de biomasa total de los 8 árboles, y los diferentes modelos generados, existe un pequeña diferencia entre los datos con las ecuaciones en función al volumen y las ecuaciones en función al área basal; a pesar de esto estadísticamente hay un menor error si se utilizan las ecuaciones en base al volumen. 84 Biomasa estimada de la Plantación Biomasa Biomasa biomasa biomasa Biomasa biomasa rama 1Total Hoja rama <1 >10 total Σ 10 Bloque (kg) (kg) (kg) (kg) (kg) (kg) 213,06 3,21 1,97 23,95 183,94 213,07 1 263,09 4,10 2,89 29,40 226,69 263,09 2 205,71 3,08 1,83 23,14 177,65 205,71 3 279,53 4,40 3,19 31,20 240,75 279,54 4 Cuadro 6. Biomasa estimada para el árbol promedio de cada bloque, en función al volumen, por bloque para las parcelas experimentales . La Selva, Puerto Viejo de Sarapiquí, noviembre 2004. 1800 1600 biomasa estimada/ arb (kg) 1400 1200 1000 800 biomasa total estimada con vol 600 biomasa total estimada con G 400 biomasa total estimada por dap 200 0 0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600 1800 biomasa real/ arb(kg) Grafico 4. Comparación entre la biomasa total estimada para las diferentes variables (volumen, área basal y dap), tomando en cuenta el valor de la biomasa real. Sarapiquí noviembre 2004. Considerando el inventario del año 2003 de las plantaciones, se estimo la biomasa para cada uno de los bloques. Los resultados fueron que en el bloque de mayor biomasa fue el bloque 4 con 29074,73 kg, lo que en hectáreas equivale a 224,34 toneladas de biomasa, contrario el bloque que tuvo menor cantidad de biomasa total fue el bloque 3 con un total de 18675,68 kg, lo que equivale a 144,10 toneladas de biomasa por hectárea. Esta diferencia en la biomasa entre los bloques, pueda deberse a que si tomamos en cuenta el numero de árboles de cada bloque, se tiene que el bloque 1 tiene 67 árboles, el bloque 2 y 3 tienen 55 y 69 árboles respectivamente, y el bloque 4 tiene 73 árboles, esto puede explicar por que el bloque 4 posee mayor biomasa, pero si se observa el bloque 1 y 3 tiene casi la misma cantidad de árboles y una 85 diferencia en biomasa, aquí se podría considerar que en estas plantaciones no ha existido un manejo silvicultural alguno con el que se pueda decir que existe una cantidad de madera similar para todos los bloques. De la misma forma hay que considerar las condiciones presentes del sitio, ya que se sabe lo irregular del terreno, por ejemplo se tiene que los bloques 1 y 3 se encuentran en lugares de pendientes mayores a los bloques 2 y 4, por lo que sitios con alta pendiente no favorecen a la generación de biomasa. En este caso se presenta una situación particular ya que si comparamos los datos de biomasa total estimada basada en el área basal y la biomasa total sumada (biomasa de ramas, hojas y fuste), se observa una significativa diferencia en los datos, lo que confirma lo resaltado anteriormente, de que la ecuaciones con menor error para la estimación de biomasa son las que están en función de volumen de los árboles. Comparación entre Ecuaciones: Para realizar un mejor análisis, sobre la exactitud de los datos y comparar las ecuaciones obtenidas, se determino la biomasa con otras ecuaciones utilizadas(en bosques) en otros lugares por medio de inventarios y tomando en cuenta solo el diámetro a la altura de pecho de los árboles. Numero dap biomasa ecuación ecuación ecuación ecuación Arreaga Ketterings et De árbol (cm) total real (kg) chambers et al Fao (kg) al 1 31,2 337,56 409 858 727 524,71 2 13,5 39,36 413 97 87 62,30 3 20,4 110,51 278 288 247 187,41 4 32,3 300,54 446 937 794 568,75 5 46,7 854,73 1332 2317 2025 1310,45 6 40,4 689,26 852 1632 1401 948,19 7 62,5 1569,86 3162 4570 4244 2477,36 8 35,4 382,17 574 1178 1002 702,50 Cuadro 7. Comparación de la biomasa real total de los 8 árboles cosechados y la biomasa estimada total con las 4 ecuaciones utilizadas en otros lugares. La Selva, Puerto Viejo de Sarapiquí, noviembre 2004. Cuando se observa el cuadro 7, se tiene que todas las ecuaciones sobre estiman el valor real de la biomasa para los 8 árboles cosechados. Pero se tiene que la ecuación de Arreaga da los resultados más cercanos a los de la biomasa real de los 8 árboles cosechados. Esta situación de diferencias entre resultados puede deberse entre varias cosas, en que las ecuaciones elaboradas para este trabajo están diseñadas para árboles de plantación, cosa distinta aplica para las otras ecuaciones en donde su objetivo principal era la estimación de biomasa en bosques. Otra expiación puede estar en que las ecuaciones tomadas para la comparación, han sido utilizadas en lugares en donde la características climáticas no se parecen a las que presenta nuestro país. Ejemplo de eso esta en que la ecuación que tuvo resultados mas similares a las reales es la de Arreaga, el cual aplico estas ecuaciones para los bosques de Guatemala; todas las demás fueron para áreas 86 tropicales bastante lejanas. De igual manera hay que considerar que los rangos diametricos y la composición florística presentes en los bosques son mucho mas altos y variables que en una plantación. Además hay que considerar que como las ecuaciones utilizadas fueron elaboradas para la estimación en bosques, por lo cual el tipo de madera presente en estos son maderas duras o semiduras, contrario en este trabajo en donde se utilizaron plantaciones experimentales y se uso una especie en la que su densidad varia según el lugar de crecimiento, pero que aun así es de una madera liviana, lo que daría ciertas variaciones en los resultados. Esto se puede ver en la ficha técnica elaborada por FUNDECOR en donde se establece que la madera de Vochysia para árboles jóvenes presenta un peso específico básico de 0.33, mientras que este peso en árboles adultos es de 0.35. Su densidad es de 0.40 a 0.47 g / cm3 secado al aire. También hay que considerar que las ecuaciones basadas únicamente en función del diámetro para la estimación de biomasa son de limitada aplicación, ya que se puede dar como resultado una sobre o subestimación de la biomasa; una mejor alternativa es el uso de dos variables predictoras, ejemplo altura y diámetro (volumen) ya que con estas se tiene una mayor definición de la forma de los árboles. ( Brown,1997) Una limitación en la aplicación de esta estrategia en un bosque húmedo tropical es la alta diversidad de especies. Si la relación alométrica entre altura y diámetro es específica para cada especie, sería recomendable desarrollar una ecuación de altura frente al diámetro para cada una de ellas. ( Brown,1997) Conclusiones y Recomendaciones. Al final se puede decir que la técnica utilizada para la determinación (destructiva) de biomasa posee ciertas ventajas, como que se tiene valores mas exactos dela biomasa total y por partes del árbol. Con esta técnica se pueden elaborar ecuaciones mas precisas para estimar biomasa en un lugar basándose en datos de inventarios forestales por ejemplo. La desventaja que posee, es que las ecuaciones son basadas en un mínimo grupo de individuos y a una sola especie, lo que implica que su aplicación para otro tipo de vegetación (sea bosque primario o secundario) no se puede generalizar. Se debería realizar este mismo trabajo con un mayor numero de árboles para ver si la precisión en los resultados se mantiene. Se tiene que las ecuaciones elaboradas tanto con la variable volumen, como la variable área basa, poseen un alto grado de confianza, por lo que si pueden ser utilizadas para realizar estimaciones de biomasa en otros lugares, claro que con características similares a las plantaciones trabajadas. Con respecto a los resultados obtenidos se puedo observar que no existieron diferencias significativas, entre la biomasa real de cada árbol cosechado y la biomasa estimada para estos mismos basados en el volumen y el área basal, pero se destaca que el calculo en función al volumen es mas preciso. Para la biomasa de cada bloque, se presentan diferencias, ya que existe una cantidad en el numero de árboles entre bloques, y también se puede considerar el hecho de que la plantación no ha tenido un manejo como cualquier otra plantación, por lo que aunque existan menos árboles en un bloque 87 estos pueden tener mayor tamaño (en dap y altura) que en bloques que allá mas árboles pero con menores dimensiones. Se puede considerar que las diferencias en crecimiento y productividad de la especie, según los diferentes sitios de la plantación, no obedecen a condiciones de fertilidad de suelo y sitio exclusivamente. El manejo y mantenimiento de las plantaciones, no tenido juega un papel muy importante y determinante en muchas ocasiones, para el comportamiento particular de la especie. A la hora de realizar comparaciones entre diferentes ecuaciones, hay que tomar en cuenta, que las ecuaciones han sido elaboradas para sitios específicos en los que las características del lugar son únicas para ese lugar, de la misma forma las especies forestales también las presentan características unicas, por lo que generalizar el uso de las mismas puede terminar en la sobre o subestimación de los resultados. Este tipo de investigaciones, son recientes en nuestro medio, por lo cual podría cada día mejorarse y aumentarse. Para esto hay que realizar mas estudios en lo que se involucren mas especies y plantaciones forestales importantes y también realizar estudios en bosques. Seria interesante aplicar las ecuaciones obtenidas en otros lugares del país y en el extranjero, y poder tener mejores conclusiones para el trabajo. Agradecimientos Para este trabajo agradezco primero que todo a la fundación CR-USA por la ayuda económica suministrada, al proyecto ECOS por permitirme ser parte de u equipo de trabajo, A Jim Raich, Ann Rusell y Eugenio Gonzales por los consejos y ayuda suministrada. A Ricardo Bedoya por la ayuda y regañadas. Tambien a todas las personas que ayudaron en la cosecha de biomasa, Guicho, Marlon, Familia, Oscar, Dennis y Bernal. Y por supuesto a Elizabet Anderson (La Macha morada)por toda la ayuda que me dio durante todos los meses de trabajo. Literatura Citada Arreaga Gramajo, W.E. 2002. Almacenamiento del carbono en bosques con manejo forestal sostenible en la Reserva de Biosfera Maya, Petén. Tesis (Mag. Sc.), CATIE, Turrialba (Costa Rica). 73 p. Brown Sandra. 1997. 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Para entender como el metodología de reestablecimiento y la variedad de vegetación pre-abandonada puede afectar a la recuperación del bosque después de varios años de abandono, he estudiado el caso de cómo los árboles que quedan aislados en el pasto tienen una recuperación en un pasto neotropical de ~23 años después del abandono. Cuatro parcelas a tres distancias, 0 – 10 m (interno), 20 – 30 m (cercana), y centradas a 50 m (distante), fueron contrastadas para cada árbol. La densidad forestal, área base, riqueza de especies y la relativa abundancia de las especies más comunes fueron cuantificadas. Un total de 15 árboles restantes fueron examinados, de 7 especies diferentes. La densidad forestal fue mayor en la zona interna que la cercana y la distante (p < 0.05), pero la riqueza de especies y el área base, para cada árbol > 5 cm en diámetro, era mayor en las zonas interna y cercana que en la zona distante (p < 0.05), y no fue diferente entre la zona interna y cercana (p > 0.05). La especie de mayor abundancia, Pentaclethra macroloba (n = 59), que no está dispersada por animales, ocurrió de manera regular en todos los sitios (F = 0.05, df = 2, p = 0.955). Virola sebifera (n = 54), que tiene semillas esparcidas por aves, fue más abundante en la zona cercana que en las todas dos zonas (F = 8.3, df = 2, p = 0.001). Aún 20+ años después del abandono, los árboles restantes tienten un importante efecto en la recuperación forestal debajo de sus copas, tanto como sobre el entorno cercano. Abstract As tropical forests continues to decrease in size as a result of human activity, it is important to evaluate how forests regenerate from degraded landscapes to offset the negative effects of deforestation. To understand the long-term effects of restoration methodologies and preabandonment vegetation on forest recovery, I examined the effects of remnant pasture trees on secondary forest structure and composition in a neotropical pasture ~23 years after pasture abandonment. Four transects at three different distances, 0 – 10 m (inner) , 20 – 30 m (outer) , and centered at 50 m (distal), were sampled for each remnant tree. Tree density, basal area, species richness, and relative abundance for the most common species were quantified. A total of 15 remnant trees were sampled, from 7 different species. Tree density was greater in the inner than the outer and distal zones (p < 0.05), but species richness and basal area of individuals > 5 cm DBH was greater in the inner and outer zones than the distal zone (p < 0.05), but was not different between the inner and outer zones (p > 0.05). The most abundant species Pentaclethra macroloba (n = 59), a species with seeds dispersed explosively, occurred evenly across all sites (F = 0.05, df = 2, p = 0.955). Virola sebifera (n = 54), which is bird dispersed, was significantly more abundant in the inner zone than the other two zones (F = 8.3, df = 2, p = 0.001). Even 20+ years after abandonment, remnant trees have an important effect on forest recovery beneath their canopies, as well as over a broad spatial range. 90 Introduction During the last fifty years, deforestation in the neotropics has occurred at an unprecedented rate. Ninety-five percent of neotropical forests along the Atlantic coasts of Central and South America have been cleared, with a large percentage of this area being converted to cattle pasture (Whitmore 1991). In Costa Rica, deforestation during this period resulted in the destruction of over 70% of the country’s remaining primary forests (Whitmore 1991), again, with most conversion to cattle pasture. For a country that is often cited as a beacon for conservation efforts, 46% of Costa Rica is now covered by cattle pasture (WRI 1998). Conservation of remaining forests has been a priority for offsetting the negative impacts of deforestation on plant and animal populations. However, as neotropical forests continue to be fragmented, efforts are being placed on restoring forests and building corridors between forest fragments. Restoration projects are varied, but focus on ameliorating the harsh growing conditions present in pastures, which include decreased soil quality, soil compaction, competition with exotic pasture grasses, extreme temperature fluctuations as well as decreased seed dispersal (e.g. Guevara et al. 1986, Beltsky et al. 1989, Reiners et al. 1994, Fernandes et al 1995, Holl et al. 2000, and Zimmerman et al. 2000). Projects have involved planting of tree seedlings (e.g. Parrotta 1992, Holl 2002, Janzen 2002); planting islands of living fence species (Zahawi 2005); and fertilization of soil (e.g. Janzen 2002). Though there have been extensive studies on the effects these processes may have on the immediate area impacted, little is known about the impacts of these restoration techniques many years after abandonment, especially for areas adjacent to the immediate umbrella of a restored area. As more emphasis has been placed on forest restoration in the neotropics to rebuild animal habitat and to preserve biological diversity of rare plant species, it is important to consider how complex landscapes of remnant trees, living fences, and other pre-abandonment vegetation mosaics may affect forest recovery. Remnant trees may serve as ideal natural models for developing methodologies to accelerate forest recovery. They have been shown to ameliorate many of the conditions that limit tree germination and establishment in pastures by stabilizing and improving soil nutrient availability (Rhoades et al. 1998), improving microclimate conditions, maintaining a moist and cool environment (Belsky et al. 1989), and by increasing seed dispersal from visitations by frugivores (e.g. Guevara et al. 1986, Guevara and Laborde 1993, Holl et al. 2000, Guevara et al. 2004). The long-term effects of remnant trees on regeneration processes and forest composition, however, are poorly studied, and could serve as both 1. a proxy for understanding the sustained effect of anthropogenic forest restoration projects on forest recovery, and 2. to understand how structural complexity in pastoral landscapes may influence forest recovery. In this study, I quantify the composition and structure of woody species, excluding lianas, beneath remnant trees in a lowland neotropical pasture, many years after abandonment. Regeneration beneath remnants is compared to abandoned pasture areas without remnant trees. I predict that remnant trees will still be an important influence on regeneration many years after abandonment, with tree density, basal area, seedling recruitment, and tree species richness highest beneath the canopy of a remnant tree, and decreasing with distance. I also predict that the relative abundance of different tree species will reflect their dispersal strategy, with ornithochorous dispersed tree species being more common beneath remnant trees than in previously open abandoned areas. 91 Methods Site history This study was done from June – August, 2004 at the Organization for Tropical Studies (OTS) La Selva Biological Station in Heredia Province, Costa Rica. La Selva is classified as a wet forest under Holdridge’s neotropical life zone (McDade et al. 1994), and receives about 4m of rainfall annually and mean monthly temperature is 25.8° C (McDade et al 1994). In 1981, OTS more than doubled the size of La Selva by purchasing 631 ha of adjoining land, a large portion of which was under active pasture use. Prior to abandonment, the pastures varied between 10-15 years in land use tenure (Pierce 1992). Prior to use as castle pastures, some areas were used as rice fields and banana plantations, while others were used less intensively, and for shorter time periods (Pierce 1992). Pasture grasses that were planted and used for cattle feed included Panicum purpurescens, Estrella africans, Cynodon nlemfuensis, and Panicum maximum (Pierce 1992). There is extensive historical aerial photography for the site, and the land use history has been well studied (see Pierce 1992). Methodology To select remnant trees, an aerial photo from 1976 was used that clearly shows trees present in the pastures. Trees were selected only from sites purchased in 1981, in the La Guaria and Sarapiqui annexes (Fig. 1). Trees were not included if they were less than 60 m from remnant forest, or less than 80 cm DBH. At each remnant tree, 4 x 30 m transects were established in the cardinal directions extending from the bole of the tree. All trees > 5 cm DBH were quantified, identified to species level, and DBH of each was measured. Individuals < 5 cm DBH were classified as seedlings and were quantified. Distance from remnant tree for all individuals was recorded. Control transects (each 4 x 10 m), were centered in a random direction 50 m away from a remnant tree. Control transects began 1 meter from the center point, and extended outward in the cardinal directions. Tree DBH, species richness and number of seedlings were quantified as described above. A laser rangefinder was used to measure the height of a remnant, and canopy radius was roughly determined by measurement from the ground. Data Analysis Remnant tree transects were split into two 10 m segments, at 0 - 10 m (inner zone) and 20 – 30 m (outer zone) from the remnant tree. Due to variable canopy size (Table 1), the 10 – 20 m segment was considered a transitional zone and was not included in analyses. Inner and outer zones were compared to control (distal zone) transects for all tests. Means and standard deviations were reported for remnant tree height, and for remnant tree canopy radius. Basal area (m2/ha), tree density and seedling density were compared using one-tailed paired t-test analyses. To distinguish trends in early age-classes, basal area was compared for all stems > 5 cm, for small stems > 5 < 10 cm, and for large stems > 10 cm. Species richness for all individuals and for ornithochorous dispersed individuals only was compared using an ANOVA with a Tukey post-hoc test,. Three of the most commonly occurring species were examined more closely, to determine trends based on their dispersal mechanism. For relative abundance of Virola sebifera and Pentaclethra macroloba, an ANOVA was used to compare differences between inner, outer, and distal zones. Data was analyzed using Minitab, release 14.1 (2003). 92 Results A total of 15 remnant trees belonging to seven species were sampled, with a x height of 34.5 +/- 4.5 m, and x canopy radius of 12.5 +/- 3 m (Table 1). A combined total of 619 individual trees and 116 species were quantified in the three zones (Table 2). Tree density and Basal Area Paired analysis showed that for both size classes, there is a gradient in tree density extending from the bole of a remnant tree outward (Table 3). Two-tailed paired analysis showed that for stems > 5 but < 10 cm DBH, basal area was greater in the inner zone than in the outer zone, but there was no difference between inner and distal zones, or between the outer and distal zones (Table 3). However, basal area was greater in the inner and outer zones than in the distal zone, for individuals > 5 cm and individuals >10 cm. There was no difference in basal area between inner and outer zones. Species Richness Total species richness for stems > 5 cm DBH was in the inner and outer zones than the distal zone, but there was no statistical difference in species richness for transects sampled beneath the canopy to those sampled outside of the canopy (F = 9.6, df = 2, p < 0.001; Fig. 2). The same trend was also found when only comparing ornithochorous dispersed tree species (F= 9.75, df = 2 p = < 0.001). Species Composition As a whole, the inner zone had a higher percentage of individuals with ornithochorous dispersed seeds > 1 cm diameter, than both the outer and distal zones (50.6%, 32.1% and 31.0%, respectively), but had a lower percentage of ornithochorous dispersed species with seeds < 1 cm in diameter, and had a lower percentage of non-ornithochorous dispersed species (Fig. 3). Three species will be discussed in more detail: Pentaclethra macroloba (Fabaceae), Virola sebifera (Myristicaceae), and Dipteryx panamensis (Fabaceae). P. macroloba was the most abundant species overall, with a total of 59 individuals represented (see Appendix 1 for complete list of species). Distribution of P. macroloba did not vary among zones (F = .05, df = 2, p = 0.955). V. sebifera was the second most abundant species (n = 54 individuals). There were more V. sebifera individuals in the inner zone than either the outer zone or the distal zone (ANOVA, F = 8.3, df = 2, p = 0.001, Tukey post-hoc, p < 0.05). However, there was no difference in mean number of V. sebifera between the outer and the distal zone (Tukey post-hoc, p > 0.05). Although there were only 23 individual D. panamensis trees > 5 cm DBH sampled, all but two occurred in the inner zone. All of the D. panamensis individuals in the inner zone were found beneath the canopy of conspecific remnant trees. Discussion Even many years after abandonment, the effect of remnant trees on regenerating forest structure and composition may be dramatic. Remnant trees may both increase rates of forest recovery beneath their canopies, as well as immediately outside of their canopies. Additionally, remnant trees may be increasing tree recruitment, even after a canopy of secondary forest has developed. I propose that remnant trees may influence forest recovery in ways: 1. Immediately after pasture abandonment, through effects of improving conditions for seedling establishment and growth, remnant trees will accelerate forest recovery for the first sere of trees to colonize the site. Likewise, by effectively extending the canopy of a remnant tree, the effects of increased seed dispersal, tree establishment, and growth rates are extended to a wider area. 2. Dispersal of seeds by frugivores, particularly large seeded 93 species, may continue to be greater beneath the canopy of large remnant trees than outside of the canopy many years after abandonment, with important effects on tree species recruitment and composition beneath remnants. Influence of remnant trees immediately following abandonment The ability of remnant trees to accelerate forest regeneration in these sites may be observationally evident. For two of the trees sampled (remnants 5 and 7), control sites were still in extremely early stages of recovery. The control site sampled in conjunction with remnant tree # 5 was still dominated by non-native pasture grasses (mostly Panicum maximum), and the control site associated with remnant tree # 7 was dominated by vines (Piptocarpha poeppigiana). There have been numerous studies indicating that remnant trees may play a role in forest recovery, showing that remnant trees attract seed dispersing birds, increasing seed rain beneath their canopies (e.g. Guevara and Laborde 1993, Galindo-Gonzalez et al. 2000, Holl et al. 2000). Additionally, favorable microclimate conditions (Beltsky et al. 1989) such as intermediate light levels and higher air moisture levels, as well as improved soil conditions (Rhoades et al. 1998) may contribute to increased growth rates of seedlings beneath remnant trees (Loik and Holl 1999). The effects of these factors on the first cohorts of regenerating trees may account for the greater basal area found beneath the canopy of remnant trees as compared to sites sampled distally. Because of the numerous factors contributing to seedling growth beneath the canopy of the remnant tree, the similarity between transects sampled beneath the canopy (inner zone) and those sampled just outside of the canopy (outer zone) for basal area of individuals > 10 cm DBH and species richness is notable. Previous work has suggested that regeneration is slower outside the canopy than beneath the canopy of a remnant tree (e.g. Guevara et al. 1992). However, the study was primarily focused on recovery in the first few years following abandonment. In this study, trees were sampled ~23 years following abandonment, which may have been enough time for the recruitment effect of remnant trees to spread to a greater area. There are several mechanisms by which remnant trees may act as ‘nuclei’ (Yarranton 1974) for forest recovery, including 1. Increased seed dispersal, 2. microclimate and 3. soil quality beneath the remnant trees that may cause the remnant tree to act as the center of a rapidly expanding canopy island, which extends its restorative effects outward as the canopy island grows. Although the relationship between 4. mycorrhizae and remnant trees is poorly understood, it is possible that remnant trees may act as a soil mycorrhizae repository (Holl 2000). Previous shown that there are mixed effects of pasture conversion on soil mycorrhizae, with pasture grasses actually increasing soil mycorrhizae (Fischer et al. 1994) compared to secondary forest. Previous work has suggested that mycorrhizal infection under pasture trees is greater than in open pasture sites (Lin 1999, as cited in Holl 2000), however more study is necessary to understand the role of remnant trees in protecting primary forest mycorrhizae. Continuous influence of remnant trees on regeneration The influence of remnant trees as foci for seed dispersal may be more extensive than previously thought. Several studies have shown there to be greater ornithochorous seed dispersal beneath remnant trees than to open pasture sites (cited above), but few have examined the role that large remnant trees may still play as dispersal foci after a canopy of secondary growth has developed. The high density of tree seedlings (< 5 cm DBH) indicates that dispersal to large remnant trees may still be greater than the recruitment beneath the surrounding secondary forest. The cause of such a gradient, extending outward from a remnant tree, may be related to patterns of seed dispersal. Because large remnant trees still tower above the surrounding secondary forest canopy ( x height remnant tree 34.5m, vs. estimated ~ 20 m 94 height of regenerating canopy), remnants are more notable to seed dispersing bats and birds. The inner zone also has a higher basal area of trees in the intermediate size class (> 5 < 10 cm DBH) than the outer zone for this reason. However, the similarity in basal area for the intermediate size class between the inner and distal zones (Table 2) may have occurred for a different reason. Because the distal zone is at an earlier successional stage, a greater percentage of young trees smaller than 10 cm DBH are present in this zone. Recruitment of the intermediate size class in the distal zone is a function of the rate of regeneration in this area, not necessarily of increased recruitment. The dispersal mechanisms for the most common tree species found in the study are particularly important in illustrating the continued effect of remnant trees on regeneration. Pentaclethra macroloba, the dominant tree species at La Selva (Hartshorn 1983), was the most common species found in the study. Because P. macroloba is such a dominant species in this forest and it is dispersed explosively, it is not surprising that there was no difference in the number of individuals among zones. In contrast, Virola sebifera, was far more common directly beneath a remnant tree’s canopy than in any other zones. V. sebifera is dispersed primarily by toucans, which are attracted to the fatty aril that surrounds the seed; after digesting the aril, toucans regurgitate the seed (Howe 1981). Thus, is also not surprising that V. sebifera was found more commonly beneath the canopy of remnant trees. However, because 51% of V. sebifera individuals sampled were young trees between 5 -10 cm DBH, recruitment of many V. sebifera may have occurred very recently. Dispersal of V. sebifera may still be higher beneath the canopy of large remnant trees. Although the perching height of large birds is not well described in the literature, ornithologists report that most avoid perches close to the ground (Alice Boyle, personal communication). Skutch (1971) further suggests that toucans may perch in pastures and other disturbed landscapes if tall remnant trees are present, both to feed and to nest. Accordingly, the distribution of V. sebifera on the sites studied may be related to the preferential use of large remnant trees by toucans. Although this trend may exist for a number of large seeded neotropical species, some large seeded species do not follow the same trend. Dipteryx panamensis, for example, shows of similar pattern of distribution beneath remnant trees to V. sebifera. However, because D. panamensis is only found beneath conspecific remnant trees, it is unlikely that D. panamensis is being dispersed to the site. Remnant trees play an important role as foci for bird dispersed species and likely play an important role in the recruitment of many large-seeded species, whose presence may be otherwise hindered by dispersal limitation, even many years after abandonment. In addition, the role that remnant trees play in forest recovery is highly complex, and thus the preservation of large remnant trees may be important for future forest recovery. As new methodologies are developed to reduce the cost of forest restoration (see Holl and Howarth 2000), the role of remnant trees on forest recovery may be used to model how nucleated forest recovery may take place. Literature Cited Belsky, A.J., R.G. Amundson, J.M. Duxbury, S.K. Riha, A.R. Ali and S. M. Mwonga. 1989. 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Hampea 2 180* 32.2 appendiculata 3 35.8 13.1 Dipteryx panamensis 148 4 200* 28.8 11.2 Ficus colubrinae 5 200* 32.6 12.3 Ficus colubrinae 6 40.1 17.0 Dipteryx panamensis 137 7 41.7 14.5 Dipteryx panamensis 125 8 38.5 11.3 Terminalia oblonga 120* 9 121 32.1 10.6 Vitex cooperi 10 36.5 12.6 Dipteryx panamensis 155 11 95 34 12.0 Dipteryx panamensis 12 34.4 11.3 Dipteryx panamensis 190 13 38.5 10.1 Dipteryx panamensis 101 14 32 11.4 Dipteryx panamensis 128 15 88 23.6 9.4 Apeiba membranacea Table 1. Species, DBH, height, and mean canopy radius for each remnant tree sampled.* indicates DBH estimated, due to structural irregularities that exaggerated tree DBH values Distance from 20remnant 0-10m 30m Distal Total sampled Total # of species 74 68 53 116 Total # of individuals 268 208 142 618 Table 2. Sum total for number of species and number of individuals sampled with stems > 5cm DBH. Mean density (individuals/ha) < 5 cm DBH Mean basal area (m2/ha) > 5 cm DBH 1117 +/- 377 a > 5 cm < 10 cm DBH Inner zone 2250 +/- 1127 a 2.5 +/- 1.1 a Outer zone 1629 +/- 797 b 850 +/- 273 b 1.6 +/- 0.9 b Distal zone 1246 +/- 799 c 592 +/- 282 c 2.0 +/- 2.0 ab > 10 cm DBH 23.1 +/- 12.1 a 26.6 +/- 15.9 a > 5 cm DBH 25.6 +/- 12.0 a 28.3 +/- 15.6 a 12.9 +/- 7.0 b 14.7 +/- 7.2 b Table 3. Mean (+/- 1 SD) stem density, and basal area (+/- 1 SD) for transects sampled at 0 -10 m (inner zone), 20 - 30m (outer zone) and in control transects (distal zone) from the bole of a remnant tree. Lowercase lettering denotes statistical difference using paired one-tailed t-test analysis (p < 0.05). 97 Figure 1. Location of remnant trees, La Selva Biological Station, Costa Rica. 14 Mean Species Richess/160m 2 a 12 a 10 b 8 6 4 2 0 Inner (0 - 10 m) Outer (20 - 30 m) Distal Distance from Tree Figure 2. Mean tree species richness, (+/- 1 SD), per transect set (160m2), for all trees in the three different zones sampled. Lowercase lettering denotes significant difference (ANOVA, F = 9.6, df = 2 p = < 0.001, Tukey post-hoc p < 0.05) 98 100% 90% 80% seeds wind dispersed 70% Seeds bird and/or bat dispersed 60% unknown seed size 50% Dipteryx panamensis 40% 30% seeds < 1 cm diameter 20% seeds > 1 cm diameter 10% 0% inner zone outer zone distal zone Figure 3. Percentage of tree individuals with wind dispersed vs. bird/bat dispersed seeds of different sizes for the inner (0 – 10 m), outer (20 – 30 m) and distal zones. Dipteryx panamensis was treated separately due to the high number of D. panamensis remnant trees, and their effects as a potential seed source. Appendix 1. Number of each species present in each zone sampled. Abbreviations for dispersal methods are d = explosively dehiscent, a = animal dispersed, and w = wind dispersed. Method Inner Outer Distal Family Species Total for zone zone zone dispersal Acanthaceae 2 2 d Bravaisia integerrima Anacardiaceae 2 1 3 6 a Spondias mombin 1 1 a Annona montana 2 2 a Guatteria aeruginosa 5 5 4 14 a Guatteria diospyroides Annonaceae 2 2 4 a Guatteria recurrisepala 4 1 5 a Rollinia pittieri 1 1 a Sapranthus viridiflorus Araliaceae 2 2 3 7 a Dendropanax arboreus 1 1 a Chamaedorea tepejilote 1 1 2 a Crysophila warscewiczii Arecaceae 2 2 a Iriartea deltoidea 2 2 a Prestoea decurrens 5 3 2 10 a Socratea exorrhiza Boraginaceae 1 1 2 w Cordia alliodora 1 1 a Protium costaricense 5 1 3 9 a Protium pittieri Burseraceae 2 2 4 a Protium ravenii 2 2 a Protium sp. Capparidaceae 1 1 2 a Capparis pittieri 99 Cecropiaceae Clusiaceae Combretaceae Erythroxylaceae Euphorbiaceae Fabaceae Flacourtiaceae Hernandiaceae Lauraceae Malpigaceae Cecropia obtusifolia Calophyllum brasiliense Chrysochlamys nicaraguensis Vismia billbergiana Vismia macrophylla Terminalia amazonia Erythroxylon macrophyllum Alchornea costaricensis Conceveiba pleiostemona Croton schiedeanus Hura crepitan Andira inermis Dipteryx panamensis Inga densiflora Inga leiocalycina Inga mortotiana Inga oerstidiana Inga pezizifera Inga sapindoides Inga sp. Inga thibaudiana Inga umbellifera Lonchocarpus oliganthus Pentaclethera macroloba Pterocarpus rohrii Senna papillosa Unknown 1 Stryphnodendron microstachyum Swartzia cubensis Swartzia sp. Zygia gigantifolia Casearia arborea Casearia commersoniana Casearia corymbosa Laetia procera Ryania speciosa Hernandia sternura Cinnamomum chavarrianum Licaria cufodontsii Licaria sarapiquensis Nectandra cissiflora Nectandra membranacea Nectandra reticulata Ocotea atirrensis Ocotea leucoxylon Ocotea puberula Unknown 1 Unknown 2 Bunchiosa macrophylla 1 3 2 1 1 1 3 1 1 3 1 6 1 1 1 3 21 1 2 2 2 2 1 1 3 1 2 3 21 1 1 1 3 2 3 20 2 2 6 1 1 1 18 1 1 1 2 8 1 1 5 5 1 1 13 10 1 5 1 2 2 1 1 1 1 7 3 5 1 1 5 2 1 2 3 1 2 5 6 1 1 1 4 1 1 10 1 1 2 5 23 1 2 1 2 1 6 1 4 7 1 59 3 2 1 7 1 1 2 31 2 1 11 6 2 4 1 1 1 14 5 6 2 8 1 1 1 a a a a a w a a a d d a a a a a a a a a a a w d w a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a 100 Byrsonima crispa Malvaceae Hampea appendiculata Blakea scarlatina Miconia affinis Melastomataceae Miconia elata Miconia multispicata Miconia sp. Meliaceae Guarea sp. Monimiaceae Siparuna pauciflora Castilla elastica Ficus colubrinae Moraceae Maquira costaricana Sorocea pubivena Trophis racemosa Virola koschnyi Myristicaceae Virola sebifera Myrcia splendens Myrtaceae Myrciaria floribunda Neea elegans Nictaginaceae Neea psychotrioides Olacaceae Minquartia guianensis Piperaceae Piper sp. Rhamnaceae Colubrina spinosa Palicourea guianensis Posoqueria latifolia Rubiaceae Psychotira eurycarpa Psychotria officinalis Psychotria sp. Warszewiczia coccinea Rutaceae Zanthoxylem panamense Sapindaceae Paullinia granatensis Sapotaceae Pouteria silvestris Simaroubaceae Simarouba amara Cestrum megalophyllum Solanaceae Solanum circinatum Unknown sp. Symplocaceae Symplocos sp. Apeiba membranacea Geothalsia meiantha Tiliaceae Luehea seemanii Trichospermum grewiifolium Aegiphila cephalophora Verbenaceae Vitex cooperi Violaceae Rinorea deflexiflora Unknown 1 Unknown 2 Unknown 3 Total number of species Total number of individuals 1 2 1 4 4 1 6 5 3 7 1 1 2 13 39 1 1 1 1 1 1 12 6 2 6 4 1 1 1 1 2 1 1 3 1 6 2 4 1 2 17 7 1 1 12 9 1 1 1 1 5 1 1 2 1 1 1 1 16 1 1 1 2 1 3 1 8 2 4 5 3 1 1 2 3 1 2 5 1 1 74 269 68 208 1 116 619 2 12 2 16 10 1 1 4 2 10 3 1 1 2 15 54 1 1 2 35 2 20 2 1 1 1 3 2 7 1 1 1 27 3 1 1 1 6 7 9 1 1 5 1 1 1 1 53 142 a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a w a a a a a a a a a w w w a a a - 101 An estimate of nitrogen fixation by the lichen genera Cococarpia and Leptogium in a tropical lowland forest Leigh Seeleman and Catherine Cardelús (mentor) Resultados Este proyecto se diseño para estimar la fijación de Nitrógeno en las dos especies más abundantes de líchenes, en la Estación Biológica La Selva, Cococarpia y Leptogium. Líquenes con N fijado son escasos en muchos ecosistemas. En este trabajo voy a examinar las tasas de fijación de N2 bajo diferentes regímenes de luz y humedad, al mismo tiempo que hacer una estimación de abundancia de estos líquenes. Voy a usar esta información para generar un modelo de fijación de N2 por estos géneros al mismo tiempo que estimar la contribución de N fijado for líquenes para este bosque. Este trabajo incrementará nuestro entendimiento de la dinámica del N en bosques Neotropicales y el papel de los líquenes en el ciclo del N. Abstract This project was designed to estimate Nitrogen fixation by the two most abundant species of lichen at La Selva Biological Station, Cococarpia and Leptogium. Nitrogen fixing lichen have been shown to be an important nitrogen source in tropical forests however, quantitative measures of N2 fixation are lacking in many ecosystems. In this work, I will examine N2 fixation rates under multiple light and wetness regimes as well as make an abundance assessment of these lichen. I will use these data to generate a model of N2 fixation by these genera as well as estimate the contribution of fixed N by lichen to this forest. This work will increase our understanding of nitrogen dynamics in the neotropical forest as well as the role of lichen in the nitrogen cycle. Introduction The objective of this study is to estimate nitrogen fixation by the two most abundant genera of lichen (Cococarpia and Leptogium) for the 1500 ha of primary tropical lowland rainforest at La Selva Biological Station. Lichen are an association between a fungus and algae, and often that association is with a blue-green algae that is capable of fixing atmospheric nitrogen into a usable form of nitrogen via nitrogenase activity. There are several ways in which fixed nitrogen in lichen can be transported to the rest of the ecosystem. Rainfall can wash nitrogen leachates from the lichen surface into the ecosystem (Stewart 1963). Fixed nitrogen can also leach out of the lichen and be transferred directly to plant leaves, or can enter the ecosystem through decomposition of lichen on fallen branches and leaves (Jones and Wilson 1978). A lichen abundance survey in a premontane Columbian rainforest found that 82% of lichen were on twigs and branches between 3 and 12 cm diameter, and lichen diversity was greatest on 5 cm twigs (Forman 1975). This indicates that lichen may be most prevalent in the canopy and therefore contribute significantly to nitrogen dynamics within the canopy community as well as to productivity and nitrogen cycling on the whole-ecosystem level. Studies have shown that canopy communities in tropical ecosystems hold a significant portion of plant diversity, biomass, and nutrients (Gentry and Dodson 1987, Nadkarni 1984), and therefore lichen may play an important role in the canopy dynamics and productivity, which also influence ecosystem nutrient cycles and productivity. 102 A study by Forman (1975) estimated the amount of nitrogen fixed by lichen to be 1.5-8 kg N/ha/yr for a premontane tropical forest. This estimate is approximately equal to the estimate of total nitrogen input by rainfall for tropical ecosystems, which is 2-7 kg N/ha/yr (Eriksson 1952, Allison 1965 in Forman 1975). This indicates that lichen may play a significant role as a nitrogen input in the tropics. In a lichen-abundance survey, Forman (1975) found that 82% of lichen were found on twigs and branches between 3 and 12 cm diameter, and lichen diversity was greatest on 5cm twigs. His abundance survey also showed that lichen are most prevalent in the canopy and therefore contribute significantly to nitrogen dynamics within the canopy community as well as to productivity and nitrogen cycling on the whole-ecosystem level. Studies have shown that the canopy community in tropical ecosystems holds a significant portion of plant diversity, biomass, and nutrients (Gentry and Dodson 1987, Nadkarni 1984), and therefore, lichen may play an important role in the canopy dynamics and productivity. The canopy delivers biomass, nutrients, and organic matter to the rest of the ecosystem through branch falls, tree falls, and rainfall, and should be considered in any ecosystem models of the tropics. Since vegetation removal for logging or land-use conversion can affect the nitrogen cycle and have long-term effects on soil fertility and ecosystem resilience (Uhl and Jordan, 1981, Jordan et al 1983; in Nadkarni 1984), current models used for determining the effect of vegetation removal would benefit from a knowledge of the role of lichen in the nitrogen dynamics of the canopy and its ecosystem. In order to estimate nitrogen fixation by Cococarpia and Leptogium for La Selva, I will combine the results of 1) a fixation experiment, 2) long-term micrometeological data , 3) a lichen-abundance survey, and 4) data on tree distribution and size. A lichen abundance survey based on recent treefalls will be scaled up using detailed tree-abundance data to reflect lichen abundance for the primary forest. My nitrogen-fixation experiment will yield the nitrogen fixation rate for both genera under high- and low-light conditions, and at various hours after a rainfall event. I chose to determine nitrogen-fixation rate in terms of hours after rainfall because Frieberg (1998) found that the most important control factor in the nitrogen-fixation rate in cyanobacteria is the availability of liquid water. Using annual light and rainfall data from La Selva Biological Station, I will then estimate the annual nitrogen fixation by Cococarpia and Leptogium I hypothesize that my estimation of nitrogen fixation for these genera of lichen will be significant in terms of the nitrogen budget of La Selva Biological Station.. This work will contribute to the growing knowledge of the nitrogen cycle in tropical forests as well as increase our understanding of the factors that control nitrogen fixation in lichen. Methods This study was conducted at La Selva Biological Reserve, near Puerto Viejo de Sarapiqui in the Heredia Province, Costa Rica. Located in the Atlantic lowlands, where the Puerto Viejo and Sarapiqui rivers meet, the 1500 ha reserve is classified as a Tropical Wet Forest on the west side and Tropical Premontane Wet Forest on the east. Average yearly rainfall is 3,991 + 748 mm and the elevation ranges from 35 -150 meters. There is a short dry season from January/February to April/May. The southern two-thirds of La Selva are covered with well-drained residual soils overlaying basalt bedrock. In the northern part of the reserve, near the Puerto Viejo river, the basalt is covered by old alluvial soils and then recent alluvium that floods occasionally. Land use history includes cacao, laurel and pejibaye plantations, but approximately 40 percent of the site is virgin forest (Janzen, 1994). For the nitrogen-fixation experiment, samples of Cococarpia and Leptogium were collected from trees in the same light level. Wet mass and volume was measured for each sample. Fixation was measured 0, 6, 18, 24, and 48 hours after a simulated rainfall event so that fixation data could be correlated to rainfall data to yield a better estimate of total fixation for the forest. Samples were “rained 103 on” 0, 6, 18, 24, or 48 hours before the experiment and then allowed to sit in an ambient lab until the experiment was run. Samples were placed in airtight glass septum jars. One jar was processed at a time: first 5 ml of ambient air was removed from the jar using a gas syringe and then expelled into the atmosphere, and then 5 ml of 15N enriched N2 gas was removed from the N2 gas canister and injected into the jar. The time was recorded and jars were placed out in the sunlight. Each experiment had 5 controls. A control consisted of a jar for which 5 ml of air was expelled, and then 5 ml of ambient, rather than enriched, air was injected. Jars were incubated for 4 hours in the sunlight, and then the lichen was removed, rinsed in DI water to remove any residual 15N, and dried at 60 degrees for 48 hours. Samples will be ground in a Wiggle-Bug, and then sent to the University of Florida for 15N/14N analysis with a mass spectrometer. A total of 4 fixation experiments must be run so that fixation by both Cococarpia and Leptogium can be determined for both a high-and a low-light level. A measurement of fixation at both a high-and low-light level is essential to estimate total fixation for the forest, because calculations will be made in congruence with weather data, which includes detailed daily light levels. An abundance survey will be completed to determine abundance of the two lichen genera for La Selva. A survey of freshly fallen trees will continue in order to gain a representative sample of trunks, branches, and their diameters. The abundance survey is conducted as follows: For trees with a DBH of less than 10 m the whole trunk is surveyed, and for trees with a DBH of greater than 10m, 2 meter plots are surveyed at 0-2m, 4-8m, 10-12m, etc. The branches of each tree are representatively subsampled in the following fashion: for each tree, a 1 m plot is surveyed on each branch surveyed, and the diameter of the branch is measured at the center of each 1 m branch. For each tree, the accessible first degree branches are surveyed, and then 3 second degree branches, 3 third degree branches, 3 fourth degree branches, and so on until the smallest branches are surveyed. Lichen diameter is measured, and the lichen is classified into 3 size classes. Samples for each size class will be collected, dried for 48 h at 60 degrees C, and then used to estimate lichen biomass for the forest based on the abundance survey. Data from the abundance survey will then be scaled up to the whole primary forest using the detailed tree abundance and diameter data from the CARBONO project to yield an estimate for lichen abundance. Fixation rate under high and low light conditions and at varying hours after rainfall will be calculated using the mass spectrometer 15N data and nitrogen-fixation calculations. Yearly nitrogen fixation for the 1500 ha primary forest at La Selva Biological Station will then be determined using light and rainfall data in combination with the results of the abundance survey and fixation rate. 104 Results Fixation experiment is over halfway complete, and 10 of 30 trees have been surveyed for abundance. Of the 10 trees surveyed, lichen was found on four of them, with a total of 6 lichen found (see Table 1). Tree # Leptogium # Cococarpia DBH (m) 1 2 0 0.90 2 0 0 1.26 3 0 0 0.78 4 0 0 0.68 5 2 0 0.61 6 0 1 0.21 7 0 0 0.30 8 1 0 0.64 9 0 0 0.66 10 0 0 1.37 Table 1: Preliminary results of lichen abundance survey. Each lichen found had a diameter of approximately 1 cm. The following calculations will be used to calculate nitrogen fixation rate based on the fixation experiment. 1) We are given that the atmosphere contains .3663 % 15N and 99.64% 14N 2) Using PV = nRT, we calculate the moles of N2 in the jar, and make sure to subtract the volume of lichen from the volume of the jar. If P= 1atm, Vjar = .040 L, R =.08206 (L atm)/(mol K), T = C + 273.15K=299.15 K, and the volume of the lichen is .005 L, Then: n = (1 atm)(.035L) = .000112096 (.08206 (L atm)/(mol K))(299.15) We are given that air is 78% N2. 3) We now must find the number of mols N2 in 5 ml of air. Still using PV = nRT, we calculate n= (1 atm)(.005L) = .0203681 mols N2 (.08206 (L atm)/(mol K))(299.15) 4) Next, we must calculate the number of mols of 15N2 in 5 mls of 98% 15N2. (Since the gas used in the fixation experiment was 98% N2) (.0002064 mols N2)(.98) = .00202272 mols 15N2 5) Next, we must find the atom % of the mix of gases in the jar. Atom % mix = n1(atm 15N) = n2(98% label) n1 + n2 where: P=1atm atm 15N = initial pressure = .3663 atom % 105 n1=N2 in jar = .001112096 n2 = mols N2 in 5 ml = .000203681 therefore: atom % mix = (.001112096 mols (.3663%))+(.000203681 mols)(.98) .001112096 + .000203681 =.544572 x 100 = 54.547% This gives us the headspace atm % post injection (enrichment). 6) Now we calculate the lichen atom % post-incubation. Lichen atom % = (to Nug/g)(Na) + (t1Nug)(headspace 15N) To ugN + ti ugN Where: to = initial lichen mass Na = natural abundance t1 = post incubation weight 7) Next, we use the delta 15N data from the mass spectrometer to calculate atom percent: Delta 15N = r =(delta15N)(d15N of atm + d15N of atm) 1000 we then use F to calculate atom %: F= r r+1 where r = 15N 14N + 15N atom % = (F)(100) 8) Next we must calculate the Specific N2 Fixation activity (SNF). SNF = uMolN assimulated g lichen n where: %N = Mass % N content of enriched lichen (%N from mass spec x rolled weight) %15Natm = headspace post-injection therefore: SNF = (APE x %N Lichen) x (1/2) (Incubation time (hrs) x N15 atm) and r = (d15N x rstandard) x 1000 1000 where rstandard = .003676 9) This will yield the amount of nitrogen fixed by a certain biomass of lichen under specific weather conditions over a specific period of time. Using the lichen abundance/biomass survey in conjunction with annual weather data, the SNF will allow us to extrapolate and calculate the yearly Nitrogen fixation by Cococarpia and Leptogium for La Selva. 106 Acknowledgements I would like to thank Dr. Catherine Cardelús for mentoring, equipment, logistical and intellectual input, Dr. Beth Anderson and the OTS REU Program, which made this study possible, The Binns-Williams Scholarship, Rigo for all his help in the field, and Julio Baratees and Christian Caruso for their generous help in the lab. Literature Cited Forman, Richard T. 1975. Canopy lichens with blue-green algae: a nitrogen source in a Columbian rain forest. Ecology 56:1176-1184. Frieberg, Elke. 1998. Microclimatic parameters influencing nitrogen fixation in the phyllosphere in a Costa Rican premontane rain forest. Oceologia 17:9-18 Gentry, A.H. and C.H. Dodson. 1987. Diversity and biogeography of neotropical vascular epiphytes. Annals of the Missouri Botanical Gardens. 74:205-233. Janzen, D. H. Costa Rican Natural History. 1983. The University of Chicago Press, Chicago, Illinois, USA. Millbank, J.W. and JD Olsen. 1986. The assessment of nitrogen fixation and throughput by lichens. IV nitrogen losses from peltigera membranacea (Ach.) Nyl. In autumn, winter, and spring. New Phytologist 104:643-651. Nadkarni, N. 1984. Epiphyte biomass and nutrient capital of a neotropical elfin forest. Biotropica 16:249-256. Vitousek, P.M., K. Cassman, C. Cleveland, T. Crews, C. Field, N. Grimm, R. Howarth, R. Marino, L. Martinelli, E. Tastetter, & J. Sprent. 2002. Towards an ecological understanding of biological nitrogen fixation. Biogeochemistry 57/58: 1-45 107 Distribution patterns, herbivory, and chemical ecology of Piper imperiale: Testing the resource concentration hypothesis Leslie A. McGinnis1, Lee A. Dyer2 (mentor) 1 University of Washington, 2Tulane University Resumen El distribución de plantas es importante a las comunidades de herbivoros en ecosistémas naturales y agriculturas. Root (1973) dijo que insectos que comen plantas preferirían groups de plantas puros en vece de plantas mixtas en polyculturas. Los insectos comen mas y pasan mas tiempo en lugares sin plantas que en los lugares con plantas que los insectos no pueden comer. El hipotesis del concentración de recursos es importante al diseño algricultura y los factores afectando la evolución de insectos. Estudié el hipotesis del concentración de recursos en dos reserves en Costa Rica, El Estación Biológica La Selva y La Tirimbina para examinar los efectos de la distribución de plantas en el daño de insectos y la distribución de Piper imperiale. Caminé transectos para describir la distribución de P. imperiale natural. No había una diferencia signífica entre plantas juntas y plantas solas. Pero, el perentaje de daño de geometrids (un tipo de oruga) fue major en grupos de plantas que en plantas solas. Pero el percentaje del daño de coleopteran (escarbajos) fue mayor en plantas solas. P. imperiale crecían en un distribución de plantas juntos en groupos. Mis resultos son differentes que los resultos de otros estudios en este area. Abstract The distribution of plants is of great importance to herbivore communities in both natural and agroecosystems. In 1973 Root proposed that herbivorous insects would prefer pure stands of a host plant over isolated plants in a sea of less palatable material. He also suggested that insects would linger in monocultures longer than in polycultures, causing more damage. Understanding how herbivores respond to plant distribution is of critical importance to improving agricultural design as well as understanding evolutionary pressures on these herbivores. I tested the resource concentration hypothesis in two lowland Costa Rican forests using Piper imperiale, one of the less-studied members of the diverse genus Piper. I established paired plots of single and clumped plants randomly throughout La Selva Biological Station and Tirimbina Rainforest Center to examine the effects of plant distribution on herbivore damage and diversity. Moreover, I walked transects throughout La Selva to survey the natural distribution of P. imperiale. There was no significant difference in the diversity of insect damage found on single versus clumped plants. The percentage of damage area due to geometrids was significantly greater on clumped versus single plants, while the percentage of damage area due to coleopterans was significantly greater on single versus clumped plants. P. imperiale was also found to have a clumped distribution pattern. These results differ from previous results of similar tests on P. cenocladum. Palabras clave: Piper imperiale, Piper cenocladum, concentración de recursos, ecología de la communidad, hebivorismo, defensas quimicas Keywords: Piper imperiale, Piper cenocladum, resource concentration hypothesis, community ecology, herbivory, chemical defense Introduction Many studies have suggested that plant distribution can have a significant effect on herbivore communities. In 1973 Root proposed the resource concentration hypothesis, stating that herbivorous insects would prefer pure stands of a host plant over isolated plants in a sea of less palatable material. 108 He also suggested that insects would linger in monocultures longer than in polycultures, causing more damage. Risch (1981) supported the resource concentration hypothesis in his study of the abundance and movement patterns of beetles in a squash-corn-bean agroecosystem in Costa Rica. He found that herbivores preferred dicultures (plots with squash and beans) or monocultures (plots with just squash or just beans) over plots with a non-host plant corn. Moreover, movement patterns of the adult beetles were responsible for this abundance pattern. Several reasons for avoiding polycultures with non-host plants include; non-host plants may shade and hide host plants, non-host plants may interfere with herbivore movement from one plant to another, and herbivores are expected to spend less time on non-host plants and thus move through polycultures more quickly than they move through monocultures (Risch 1981). Expected patterns of herbivore abundance on host plants are not just functions of the number of host plants and what plants herbivores prefer, but are also functions of the actual density and arrangement in space of the host plant (Root 1973, Risch 1981). While experimental manipulation of plant distribution can provide valuable information on constraints of herbivore diversity, it is also valuable to know the natural distribution of the plant species in question. Plants can have a random, uniform, or clumped spatial pattern (Krebs 1999). Steele (unpublished data) tested the resource concentration hypothesis and found that Piper cenocladum patches supported a higher diversity of insect herbivores. Moreover, she found that P. cenocladum has a naturally clumped dispersal pattern. Piper is a pantropical genus of about 1,000 species, two thirds of which are found in the Neotropics. Approximately 50 species are found in Costa Rica with diversity decreasing with increases in altitude and decreases in precipitation. Pipers have several characteristics that make them an ideal model system. Pipers are extremely diverse and widely distributed, yet differ little morphologically. Almost all produce pearl bodies that are used by ant mutualists in some species. The genus has been used for everything from pesticide control using the chemical piperine to studies on seed dispersal. This extreme diversity allows the scientist to compare very closely related species living sympatricly (Dyer and Palmer 2004). Piper plants root adventitiously, allowing experimental plots to be created easily. Cuttings from parent plants can be collected, stored in water for a short period of time, and planted directly in soil without rooting hormones, and still survive. Piper imperiale is the sister species to P. cenocladum by most recent phylogenetic accounts (Dyer and Palmer 2004). Although these sister species are very similar in appearance and secondary chemistry, they differ greatly in their relationship with ants and in their distribution. P. imperiale produces pearl bodies, but lacks the closed petioles with abundant food bodies for ants found in P. cenocladum (personal communication, R. Fincher). Piper cenocladum, the subject of much ant-plant research, is an understory shrub found in the lowland humid forests of the Atlantic coast of Central America (Dyer and Palmer 2004, Dyer et al. 2003, Dyer et al. in press, Letourneau 1998). This species has 20-40 cm long leaves that live for around two years and typically houses facultative Pheidole bicornis ant mutualists in its stems and petioles (Dyer et al. 2003, Steele et al.). P. cenocladum also contains three defensive amides (Dyer et al. 2003). Because of the extensive research on P. cenocladum and the dearth of research on P. imperiale, the species is an open subject for research in the Piper genus. Furthermore, most tests of the resource concentration hypothesis have focused on agriculture systems and not on tropical forest ecosystems (Risch 1981). 109 In this study I sought to explore three main questions. 1. How do dispersal patterns affect the herbivore diversity and amount of herbivore damage on P. imperiale? How does this relationship differ from that of its sister species Piper cenocladum? 2. What other factors, such as previous damage, leaf area, and concentration of secondary metabolites affect herbivore diversity? 3. What is the natural dispersal pattern of P. imperiale? Methods Study System Piper imperiale (Miq.) C.DC. in DC. 1869 is a lowland understory shrub in the diverse tropical plant genus Piper. Ranging from Costa Rica to Panama, it is found from sea level to 2,000 m, but is most common between 1,000 m and 1,800 m. It grows up to 6 and rarely 10 m tall, has conspicuously thickened older nodes, deeply vaginating petioles, and lamina 20-60 cm long and 15-35 cm wide. It is easily distinguished from other Piper by its approximately 1.8 mm long gland-like tubercles on the stems. P. imperiale reproduces vegetatively by fragmentation and, less frequently, sexually (Burger 1971). It tends to be found in late successional areas and is associated with swamps (Greig 1991, 47). Study Site All research was conducted within La Selva Biological Station and Tirimbina Rainforest Center in the county of Sarapiquí, province of Heredia, Costa Rica (Figure 1). La Selva is a tropical wet forest reserve of 1,536 ha, located at the confluence of the Sarapiqui and Puerto Viejo rivers (10o 26’ N, 83o 59’ W). The station covers an altitudinal range from 35 m to 137 m above sea level, representing a wide range of forest and soil types. A more complete history can be found in La Selva: Ecology and Natural History of a Neotropical Rain Forest (McDade et al. 1994). Tirimbina Rainforest Center is an 800 ha reserve of mid-elevation premontane rainforest. Elevations here range from 140 m to 220 m above sea level, providing a more extensive range of elevations and terrains on which P. imperiale is found (Tirimbina Rainforest Center 2004). All research was conducted from June to August 2004, during the rainy season. Part I: Testing the Resource Concentration Hypothesis Cutting and Plot Establishment In order to test the resource concentration hypothesis, 26 plots of paired single and clumped plants were placed throughout La Selva Biological Station and Tirimbina Rainforest Center. Between these two sights, a larger portion of the elevational range of P. imperiale and a wide range of soil types were included. Cuttings with 1 to 3 relatively undamaged leaves and 4 to 5 nodes were taken from several separated locations throughout La Selva. Some cuttings with shorter internodal lengths had up to 7 nodes and a few plants with very long internodes had 3 nodes. These few differences were to ensure that each plant could have 2 nodes underground and 2 nodes (or enough distance to raise leaves off the ground) above ground. GIS was used to randomly select 22 trail markers (all trails are marked at 50 meter intervals) from all trails on the front half of La Selva (Figure 2). To represent higher elevation systems, 4 plots were randomly selected at Tirimbina Rainforest Center. Each plot was placed 5-10 m from the trail with the second planting 10 meters away such that there were no P. imperiale plants within 10 m of plots. Order of planting of clumped and single plants was randomized. Whenever possible, efforts 110 were made to ensure that the clumped and single plants were paired in slope and light as much as was possible. Clumped cuttings were planted with one cutting in the center and 4 other plants 25 cm away (Figure 3). Plots were periodically monitored over 4 weeks to replant any uprooted plants and remove any debris that had fallen on the plots. Quantification of Herbivory Herbivory was measured on two levels. For each cutting, all pre-existing herbivore damage was described. Additionally, area of pre-existing herbivore damage by herbivore type was measured for one fully opened leaf using an overlay grid (Figure 4). Accuracy of the grid method was compared with leaf meter measurement techniques. Fifteen leaves with little or no damage were measured three times on a Li-cor Model 3100 Area Meter. The average was compared to the initial leaf area grid measurement minus new damage and percent difference between the two methods was calculated. The areas measured by each method differed by about 5% on average, suggesting that the grid is a reliable method. Each of these leaves was labeled with an individual accession number to assess postexperimental herbivory. I divided herbivory into10 types (Figure 5). 1. Orthoptera (primarily Tettigoniidae): Long smooth cuts along leaf edge, rarely protruding in towards leaf mid-vein. 2. Coleoptera (primarily Curculionidae (weevils), personal communication with R. Fincher): Small round holes, sometimes elongated and distorted after leaf growth 3. Geometridae: Damage from leaf underside leaving square holes following leaf venation. This damage is a white film of leaf tissue at first and is quickly knocked out by rain after dry, leaving a vein skeleton. 4. General Lepidopteran: Holes along the edge that protrude towards leaf mid-vein with cut curves that are smaller and more frequent than those of Orthopteran damage. 5. Hesperiidae: Leaves cut and folded over, small curved scrape marks under folded portion of leaf. 6. Leaf miner: Winding lines made from feeding upon the leaf cells between the upper and lower surfaces of the leaf. 7. Gall maker: Gall growth abnormalities in the steam and leaves. 8. Atta spp. Leaf cutter ants: small round cuts on leaf edge associated with major herbivore damage. 9. Hemipteran: Damage on underside of mid-vein from sucking proboscis. 10. Other: Any other non-mechanical damage that could not be confidently assigned to the above categories. Leaf Samples for Chemical Analysis I collected the focal leaves for each cutting and dried them in brown paper bags at ambient temperature (in the top floor of the old lab at La Selva and in an airconditioned office room at Tirimbina Rainforest Center). I may use these or other samples to determine if concentration of Piper amides had an effect on results. Part IB: Dispersal patterns of P. imperiale GIS was used to randomly select 29 trail markers throughout La Selva (Figure 6, 7). At each point, I walked a transect 100 meters long perpendicular to the trail. I then divided the transect into 4 quadrats, each 50 m long and 5 m wide. Because these four quadrats were contiguous, they are not independent random samples of the P. imperiale population. Thus, they cannot be used to answer questions about 111 population density or other measures of abundance. However, they can describe patterns in overall distribution as well as inform methods for future population density surveys (Krebs 1999). I counted every P. imperiale plant in each quadrat. I then used the Standardized Morisita Index was to describe the dispersal pattern as clumped, uniform, or random. Results Part IA: Testing the Resource Concentration Hypothesis There was no significant difference in the diversity of herbivore damage present between single and clumped plants (paired t-test, P=0.6518). We looked at the percent of new herbivore damage caused by each type of insect. We then took each type of insect damage and ran a paired t-test to ask if percentage of new herbivore damage from each insect type varied significantly between clumped and single plants. Percentage of herbivore damage due to geometrids was significantly higher on clumped versus single plants (P=0.0115). Percentage of damage due to Coleoptera was significantly higher on single versus clumped plants (P=0.0230). All other damage categories were not significantly different between single and clumped plants. Part IB: Dispersal patterns of P. imperiale P. imperiale was found to have a clumped dispersal pattern (Ip=0.59 > 0.50, p=0.05, n=116, chisquared test by Standardized Morisita Index methods in Krebs 1999). Discussion My results differed greatly from studies of this question on Piper cenocladum. Insects feeding on P. imperiale do not uphold the resource concentration hypothesis for all herbivores except geometrids. Steele et al. (unpublished data) found a higher diversity of insects on clumped P. cenocladum plants than on single plants. However, she did not measure previous damage or quantify the amount of damage from each type of insect. Marquis’ (1991) study of Piper herbivores sheds some light on why differences were seen between the two species of Piper. P. cenocladum is ranked as common by Marquis and P. imperiale is ranked as medium in abundance. Perhaps the higher abundance of P. cenocladum caused herbivores of the species to be, on average, closer to the study sites and more likely to colonize and damage the plants. Weevils and geometrids on Piper exhibit a large amount of variance in host specificity (Marquis 1991). Some rely on one species while others feed on up to eighteen (weevils) and six (geometrid) species of Piper. Larger and more abundant Piper species have a greater diversity of herbivores (Marquis 1991). Piper imperiale hosts 3 species of geometrids and 3 species of weevils (family: Curculionidae, weevils) (two Ambates spp. which feed on five and one Piper species and Peridinetus spp. which feeds only on P. imperiale). In comparison, Piper cenocladum’s hosts 2 geometrids and 6 weevil species (Marquis 1991). P. cenocladum’s weevils feed on; Ambates cretifer 4 species of Piper, Ambates sp. 5 species of Piper, Ambates sp. 1 species of Piper, Ambates sp. 3 species of Piper, Peridinetus 14 species of Piper, and Peridinetus 6 species of Piper (Marquis 1991). Thus, P. cenocladum may be subject to more herbivore damage. Insects may be more likely to colonize P. 112 cenocladum cuttings from other Piper species, increasing the chances in seeing a statistically significant pattern in four weeks. According to Marquis (1991) adult weevils feed mostly on developing leaves and rarely attack fully opened leaves. All of my focal leaves were fully opened, and thus, possibly less likely to incur any further adult damage. Smaller amounts of new damage increase the chance that human error in new damage measurement could override actual new damage in analyses. Most species of Geometrid moth larvae feed on mature leaves. This could explain why new damage was seen for geometrids. There are a few key limitations to my study. My plots were only monitored for four weeks. Some insects only damage the plant at particular stages in leaf development (Marquis 1991) and these may not occur within a four-week period. Ideally, this study would run for many months, such that all leaves surveyed for herbivore damage would have been formed after plot establishment. Secondly, I do not yet know if chemical defenses are constitutive or induced in P. imperiale. Current data indicate that P. imperiale’s chemical defensives are most likely constitutive (personal communication, Lee Dyer). However, if defenses are induced they may have a large effect on the results. Cutting the plants could induce defenses which could change secondary plant chemistry and herbivory. Finally, I did not follow the exact location from which each cutting came. Because of the time necessary to find P. imperiale, take cuttings, record previous damage, trace leaves, and establish plots throughout the stations; I was forced to collect cuttings and establish plots in stages. For example, I would collect cuttings from stretches of a few trails, mix those cuttings, and plant them in my experimental design, and then repeat this from similar stretches of trails. Differences seen could be related to the genotypes of maternal plants. Future work should focus on determining whether or not Piper amide chemical defenses are induced or constitutive. This will greatly impact the appropriateness of the cutting propagation method. Maternal sources for cuttings should be tracked throughout the experiment. Additional feeding trials should be done on each insect type to clarify damage shape. Finally, plots should be re-evaluated after longer spaces of time. Other experiments could combine P. imperiale and P. cenocladum plants in dicultures and compare insect damage with single clumps of each plant. Acknowledgements I would like to thank Lee Dyer for amazing statistical skills, knowledge of the forest, and the opportunity to work in Costa Rica. I would also like to thank Karin Gastreich for patient advice on Piper systems and research in general. Many thanks also go to Elizabeth Olivas Anderson, Julio Barrantes, Roberto Garcia Lopez, Gerardo Vega Chavarria, R. M. Fincher, and the wonderful group of students, researchers, and staff at La Selva Biological Station, the Organization for Tropical Studies, and Tirimbina Rainforest Center. Funding was provided by the National Science Foundation Research Experience for Undergraduates (NSF REU) program. Literatura Cited Burger, William. Ed. Flora Costaricensis. Vol 35. Fieldiana Botany. Natural History. Family #41 Piperaceae. Nov. 29, 1971. Chicago: Field Museum of 113 Dyer, Lee A. and Aparna D. N. Palmer. Piper: A Model Genus for Studies of Phytochemistry, Ecology, and Evolution. New York: Kluwer Academic/Plenum Publishers, 2004. Dyer, L.A., D.K. Letourneau, C.D. Dodson, M.A. Tobler, J.O. Stireman III, and A. Hsu. In press. Ecological causes and consequences of variation in defensive chemistry of a neotropical shrub. Ecology. Dyer, L.A., C.D. Dodson, J.O. Stireman III, M.A. Tobler, A.M. Smilanich, R.M. Rincher, and D.K. Letourneau. 2003. Synergistic effects of three Piper amides on generalist and specialist herbivores. Journal of Chemical Ecology 29(11): 2499-2514. Greig, Nancy. Ecology of Co-occurring Species of Neotropical Piper (Piperaceae): Distribution, Reproductive Biology, and Seed Predation. Dissertation, The University of Texas at Austin. Unpublished. 1991. Krebs, Charles J. Ecological Methodology, 2nd Edition. Menlo Park, CA. Addison-Welsey Educational Publishers, Inc. 1999. Letourneau, D. K. 1998. Ants, stem-borers, and fungal pathogens: experimental tests of a fitness advantage in Piper ant-plants. Ecology 79:593-603. Marquis, Robert J. 1991. “Herbivore Fauna of Piper (Piperaceae) in a Costa Rican Wet Forest: Diversity, Specificity, and Impact.” In Plant-Animal Interactions: Evolutionary Ecology in Tropical and Temperate Regions, Eds. P.W. Price, T.M. Lewinsohn, G.W. Fernandes, and W.W. Benson, John Wiley and Sons, Inc. McDade, L. A. et al. La Selva: Ecology and Natural History of a Neotropical Rain Forest. Chicago: University of Chicago Press. 1994. Risch, Stephen J. 1981. Insect Herbivore Abundance in Tropical Monocultures and Polycultures: An Experimental Test of Two Hypotheses. Ecology, 62(5) 1325-1340. Root, Richard B. 1973. Organization of a Plant-Arthropod Association in Simple and Diverse Habitats: The Fauna of Collards (Brassica Oleracea). Ecological Monographs, 43(1), 95-124. Steele, Pamela R., L. A. Dyer, and D. K. Letourneau. Year unknown, NSF REU project. Tests of diversity cascades and resource concentration models in Piper cenocladum and associated arthropods. Unpublished data. May be obtained from [email protected] or [email protected]. Tirimbina Rainforest Center. http://www.tirimbina.org/. Milwaukee Public Museum and Riveredge Nature Center. 2004. 114 Figure 1: Map of Costa Rica and Sarapiquí region. Adapted from OTS station and regional land use maps. Study reserves are indicated by arrows. Figure 2: Locations of plots for Part I: Testing the Resource Concentration Hypothesis. I used GIS to select random points (50m trail-markers) from all non-restricted trail stretches. I then used the 22 sites in the front half of the property for greater accessibility. To represent the elevation and slope typically found at the back of the property, I established 4 plots at Tirimbina Rainforest Center. 115 Figure 3: Part I: Testing the Resource Concentration Hypothesis plot design. I established plots at random points (see Figure 2), randomly selected a side of the trail (unless one side was inaccessible or dangerous), randomly selected a distance 5 to 10 m off the trail, and randomly planted the single or clumped plot first. Figure 4: Part I: Testing the Resource Concentration Hypothesis: focal leaves. Striped leaves indicate traced leaves. Figure 5: Part II: Dispersal Patterns. I walked 29 transects arranged as above. I divided each transect into 4 quadrats 50 m long by 5 m wide and took counts of P. imperiale plants within each quadrat. 116 (a) Coleoptera (b) Orthoptera (c) Geometridae (d) Gereralist Lepidoptera 117 (e) Hesperiidae (f) Leaf-cutter ants (Atta spp.) (g) Leaf miner (Meyer 2004) (h) Gall 118 (i) Hemiptera (j) Other Figure 6: a-j: Various types of damage measured. Figure 7 : Locations of transects for Part II: Dispersal patterns for Piper imperiale. I used GIS to select random points (same points used for plots), divided La Selva into 5 sections, and randomly selected an equal number of points from each section. 119 Aspectos sobre la dinámica poblacional de Euterpe precatoria (Arecaceae) e implicaciones para su conservación Mauricio Fernández Otárola1, Gerardo Ávalos Rodríguez1,2 1 Universidad de Costa Rica, 2 School for Field Studies, Center for Sustainable Development Studies. Resumen Se estudió la estructura poblacional de la palma E. precatoria en varios tipos de bosque en la Estación Biológica La Selva y el Parque Nacional Braulio Carrillo en Costa Rica. La estructura poblacional en todos los sitios muestreados fue dominada por plántulas. En las zonas con disturbios las densidades poblacionales se incrementaban grandemente debido a la germinación explosiva de individuos en respuesta al cambio microclimático. Para el bosque inalterado las densidades eran varias veces menores y los tamaños de las palmas presentes eran mayores. Las palmas reproductivas tuvieron un tamaño promedio de 13.96 ± 3.51 m. Se desarrollaron modelos matemáticos para predecir la altura de la palma en función al diámetro del tronco. Muchos individuos mostraron el crecimiento de plántulas entre sus raíces. Algunas plántulas mostraron producción de tallos secundarios, pero esto se encontró solamente en el bosque alterado. Abstract We studied the population structure of the palm E. precatoria in many kind of forest in La Selva Biological Station and Braulio Carrillo National Park in Costa Rica. The population structure was dominated by seedlings in all sample sites. In disturbed zones the population densities were higher than in undisturbed zones, due to the explosive germination of individuals in response to the microclimatic change. Undisturbed forest have lower densities and the tallest palms. We developed mathematical models to predict the high of the palm with the stem diameter data. The average size of reproductive palms was 13.96 ± 3.51 m. Many palms showed another individuals growing between their roots. Some seedlings showed production of secondary stems, but that was found only in disturbed forest. Introducción Las palmas pertenecen a una de las familias más grandes de plantas existentes, y su distribución está confinada casi exclusivamente a los trópicos. Son de las plantas más abundantes en los bosques tropicales tanto entre las especies del dosel como en las del sotobosque y ecológicamente son de los grupos más importantes en su dinámica (Henderson et al. 1995). Además, los patrones de distribución y abundancia de las palmas reflejan en muchos casos los gradientes ambientales que determinan la diversidad de las plantas tropicales (Chazdon 1995). Desde el punto de vista humano, las palmas representan la tercera familia más importante en cuanto a su uso. De estas se aprovecha prácticamente todas sus partes, desde troncos y hojas para construcción, hasta palmito y frutos para alimentación, extracción de aceite a nivel industrial, extracción de almidón, y muchos otros productos. Además, en muchas culturas aborígenes tienen una gran importancia en la medicina tradicional y otros aspectos tanto culturales como religiosos (Henderson et al. 1995, Haynes & McLaughlin 2000). Precisamente esa gran utilización ha puesto en riesgo a un gran número de especies, las cuales son explotadas indiscriminadamente para satisfacer una demanda cada vez mayor. Este es el caso de varios géneros como Iriartea y Euterpe entre otros en Centro y Sur 120 América, las cuales se usan como alimento y materiales de construcción (Galleti & Fernández 1998, Sedrez dos Reis et al. 2000). Euterpe precatoria es la única especie de este género que se encuentra en Costa Rica y en toda Centroamérica. Se distribuye desde Belice hasta Bolivia en bosque húmedo desde muy bajas elevaciones hasta los 2000 msnm. Alcanza los 20 m de altura y los 23 cm de diámetro, y presenta un tallo monopódico (generalmente único), de color gris que la hace distinguible de otras especies muy similares como Prestoea decurrens. Además produce un cono de raíces fúlcreas característico en la base del tallo (Henderson et al. 1995). Esta especie también ha sido sometida a explotación ilegal en Costa Rica con el fin de extraer el palmito, llamado localmente “palmito mantequilla”, sin embargo, no existen estudios en el país sobre sus poblaciones silvestres ni su estado actual. La información existente sobre el género se basa en las especies suramericanas, especialmente con E. edulis y E. oleracea en Brasil, las cuales son la base de una industria palmitera gigantesca basada casi completamente en las poblaciones naturales, por lo que estas se han visto muy afectadas. El palmito consiste en la zona meristemática apical y hojas jóvenes indiferenciadas del tallo de las palmas. Para extraerlo es necesario cortar todo el tallo de la planta, lo cual para las especies monopódicas representa la muerte del individuo. Es un producto de una gran aceptación comercial debido a su excelente sabor el cual varía entre las especies. Estas características le dan a la producción de palmito un gran atractivo para la implementación de planes de manejo selectivo de las poblaciones naturales (Galleti & Fernández 1998, Sedrez dos Reis et al. 2000). Varios estudios han analizando la industria palmitera en Brasil como es el caso de Galleti & Fernández (1998) y Muñiz-Miret et al. 1996. Estos estudios han evaluado sus implicaciones sociales, ambientales y económicas, así como las posibilidades de manejo que esta especie puede presentar. Orlande et al. (1996) identifica gran parte del problema en que el comercio de palmito es una industria altamente rentable, incluso desde los niveles basales del mercado y además en varias zonas es la única fuente de empleo e ingresos. Estas especies presentan características que las hacen aptas para el desarrollo de estrategias de aprovechamiento que sean sostenibles en el tiempo. La sostenibilidad de una población está principalmente determinada por el balance entre las tasas de nacimientos y muertes de los individuos que la conforman. Por esto los datos de crecimiento y reproducción son claves en el establecimiento de planes de manejo y protección de las especies de atractivo comercial, especialmente en aquellas explotadas de sus poblaciones naturales (Olmsted & Álvarez-Buylla 1995). Van Valen (1975) presenta datos sobre el crecimiento de E. globosa en Puerto Rico, encontrando que es una especie altamente tolerante a la sombra y que presenta un crecimiento extremadamente lento en todos sus estadios de vida, aparte de una gran mortalidad y depredación. Estas condiciones van en contra de la idea de establecimiento de planes de manejo para la especie o de su cultivo, pero no son extrapolables a otras especies, las cuales no han sido estudiadas en detalle. El objetivo del presente trabajo es el análisis de la estructura poblacional de E. precatoria en bosque primario y secundario de la Estación Biológica la Selva, a fin de comparararlas con zonas extraídas de forma intensiva pero puntual en los años recientes en el Parque Nacional Braulio Carrillo y utilizarlos en el establecimiento de tasas de crecimiento y sobrevivencia para la especie. 121 Materiales y Métodos Sitios de estudio El estudio se realizó en la Estación Biológica La Selva, (10° 26' N, 83° 59' W), propiedad de la Organización para Estudios Tropicales (OET). Comprende 1.600 hectáreas de bosque tropical muy húmedo según el sistema de clasificación de Holdridge. Consta de bosque primario y alterado. Su elevación varía entre los 35 y 150 m y su precipitación promedio alcanza los 4 m de lluvia anualmente (McDade et al. 1994). Esta reserva colinda con el Parque Nacional Braulio Carrillo por su sector sur. Otra parte del estudio se desarrolló en el Parque Nacional Braulio Carrillo que está localizado 23 km al NE de San José. Consta de 44,099 ha y presenta 7 zonas de vida, con al menos 6,000 especies de plantas vasculares. El Parque presenta posiblemente el ultimo gradiente elevacional protegido del Caribe de Centroamérica, con un rango de altitud que varía entre 30 m hasta 2,906 m. El sitio de estudio está localizado en el sector de Quebrada González (10˚ 9’N, 83˚56’W), que presenta bosque húmedo premontano y una altura de 500 m. Determinación de la estructura poblacional El estudio se realizó entre los meses de julio a noviembre del 2004. En La Selva se establecieron 30 parcelas cuadradas con 15 m de lado, 10 de las cuales se encontraban en bosque secundario y 20 en bosque primario. Las parcelas de bosque primario se encontraban distribuidas a lo largo del Sendero Sur Oeste (SSO), ubicándose inmediatamente al lado de este, alternando entre los dos lados del sendero, separándose por 50 metros una de la otra. Para el bosque secundario se ubicaron a lo largo del Lindero Occidental (LOC), colocándose todas al lado noroeste del sendero para alejarlas lo más posible del bosque primario cercano al lado Sureste. Se tomó como borde de la parcela al sendero, para las dos primeras, pero las demás fueron alejadas perpendicularmente de este entre 30 a 50 metros para mantener estándar el tipo de suelo. En ambos senderos se evitaron los sitios de claros y en caso de que el lugar de una parcela coincidiera con uno de estos, se adelantaban 30 metros en el sendero y en el caso del sendero SSO se cambiaba de lado para evitar lo más posible su influencia. En cada parcela se mapeo a cada una de las palmas E. precatoria presentes. A estas se les midió el diámetro del cono de raíces fúlcreas al nivel del suelo (de ser posible) y el DAP usando una cinta diamétrica (o se le midió la circunferencia con una cinta flexible de 1.5 m, para luego calcular el diámetro). Para palmas menores a 1.5 m aproximadamente, el diámetro del tronco se midió a dos terceras partes del tallo, desde el suelo hacia el meristema apical. Se tomaron además las medidas de varias palmas reproductivas que se encontraban fuera de las parcelas, en diferentes partes del bosque para caracterizarlas en diámetro y altura, y poder determinar su tamaño promedio y mínimo. Además se midió la altura del cono de raíces de su lado más alto, evitando hacerlo de los lados a favor y en contra de la pendiente. Finalmente, se midió la altura de la palma desde el suelo a la base de la corona terminal de hojas para aquellas que la tenían bien formada, o a la zona meristemática (aproximadamente la base de la hoja más reciente) para aquellas en las que la corona no estaba bien definida. El cálculo para las más altas se realizó mediante un clinómetro Suunto PM-5, aplicando reglas de trigonometría básica y haciendo una corrección de la altura por la pendiente. Todas las palmas cuya hoja más grande midiera menos de 0.5 m desde el punto de nacimiento de la primera pina hasta el final de la última, no fueron tomadas en cuenta en el estudio. Para cada palma además se hicieron anotaciones sobre su estado reproductivo, así como su agregación (palmas creciendo entre las raíces de otras). 122 En el Braulio Carrillo se colectaron datos en abril del 2004. En este sitio se realizaron 30 parcelas de las mismas dimensiones, distribuidas de forma equitativa entre bosque primario (sendero Las Palmas) , bosque secundario (sendero El Ceibo) y bosque primario con extracción ilegal de la palma (sendero La Botella) con fines de cosechar el palmito que estas producen. Esto en áreas aledañas a la Estación de Guarda Parques Quebrada González. Los datos tomados fueron los mismos que en La Selva y se midieron de la misma forma. No se tomo datos de palmas reproductivas. Resultados Se encontraron un total de 479 palmas, de las cuales 271 se encuentran en la Estación Biológica La Selva y 208 en el Parque Nacional Braulio Carrillo. Para el bosque primario estudiado en La Selva se encontró una densidad de 144.4 palmas/ha, el cual es seis veces menor a la encontrada en el bosque secundario, siendo esta de 920 palmas/ha. Las densidades de palmas mayores a un metro y su proporción con respecto al total se incluyen en el cuadro 1. Además existe una tendencia al aumento en el número de palmas conforme se incrementaba la pendiente de la parcela (figura 1 y 2). Por su parte para el PNBC en el bosque secundario se encontró una densidad de 266.7 palmas/ha, 35.6 palmas/ha para el bosque primario y para el bosque secundario con cuatro años de haber sufrido extracción 613.3 palmas/ha. Para todos los sitios muestreados se encontró que la estructura poblacional estaba dominada por plántulas y muy pocos individuos eran adultos de gran tamaño. Sin embargo, en la zona de bosque primario la altura de las palmas llega a ser el doble que para el bosque secundario (figura 3 y 4). Se encontró una alta relación entre la altura y el diámetro de la palma para cada tipo de bosque estudiado, lo que permitió desarrollar modelos para predecir una variable con respecto a la otra (figura 5). No se realizó este análisis para el bosque primario del PNBC, debido a la pequeña cantidad de individuos encontrados (n = 8). Para las palmas reproductivas se encontró una altura promedio de 13.96 ± 3.51 m, siendo la altura mínima encontrada 9.63 m. En estas, el DAP promedio fue de 12.71 ± 1.76 cm y el valor mínimo fue de 9.0 cm. En total se encontraron 31 palmas que presentaban crecimiento de plántulas en medio de sus raíces, 25 de estas se encontraban en el bosque secundario. El tamaño promedio de estas palmas fue de 2.05 ± 2.09 m con un DAP de 2.88 ± 1.56 cm. Además se encontraron 16 palmas con producción de otros tallos (hijos) muy pequeños en su base, cerca o dentro de la zona de las raíces fúlcreas. No se tiene datos al respecto para el Braulio Carrillo. El tamaño promedio de estas palmas fue de 0.61 ± 0.19 m con un DAP de 1.78 ± 0.67 cm, excluyendo una palma de 4.76 m, que también presentaba este fenómeno. Todas estas palmas se encontraban en el bosque secundario. Al analizar el gráfico de centroides en ejes canónicos (figura 6), para la combinación de las variables altura y diámetro, se observa cómo se da una separación del bosque secundario y primario de La Selva, de las áreas muestreadas en el Braulio Carrillo las cuales se encuentran agrupadas. Además también se observa como los dos ambientes estudiados en La Selva se separan entre sí, o sea, presentando de esta manera una relación diferente entre las variables analizadas con respecto a los otros sitios. Aunque no fue cuantificado se observó una menor abundancia de E. precatoria en suelos aluviales. En muchas zonas en las que estos eran predominantes, la especie se encontraba completamente ausente de grandes áreas. A pesar de que se tomaron datos sobre la altura y diámetro del cono de raíces fúlcreas, estos no se tomaron en cuenta en este análisis, ya que no se pudo estandarizar una forma para colectarlos en la que se disminuyera el error debido a la gran heterogeneidad ambiental 123 y a la gran variación intrínseca en la estructura que estos presentan, lo cual hace que los datos de altura y diámetro del cono no sean verdaderamente representativos de su estructura. Discusión Los árboles en general presentan estructuras poblacionales cóncavas en las que las plántulas o individuos jóvenes son los dominantes y contrariamente hay muy pocos individuos adultos. E. precatoria no difiere de este patrón. La alta densidad poblacional en zonas que han presentado algún grado de disturbio, puede deberse a que esta alteración, al producir la apertura del dosel, genera condiciones ambientales o microclimáticas que benefician a la especie, como puede ser un mayor ingreso de energía lumínica. Esto generaría una tasa de germinación y de establecimiento de las plántulas mayores a lo normal y por lo tanto el gran incremento en los tamaños poblacionales como se refleja en el cuadro 1 y figuras 3 y 4 (Van Valen 1975, Matsuno et al. 2001). Sin embargo, la alta densidad poblacional no necesariamente es beneficioso para la especie. Factores denso-dependientes tales como enfermedades o depredación pueden contribuir a reducir el número de plantas en el fututo afectando a la población, siendo estos disturbios directa e indirectamente perjudiciales a largo plazo. Esto coincide con lo encontrado por Silva Matos et al. (1999) para E. edulis, en la cual los factores denso dependientes afectan principalmente a las plántulas las que sufren las mayores tasas de mortalidad. Otro aspecto que puede incrementar la mortalidad de plántula son los procesos propios de la dinámica del bosque, tales como la caída de árboles y de ramas, los cuales son fenómenos a los que las plántulas son mucho más susceptibles. Esto podría reducir la cantidad de individuos que logran establecerse como adultos, la cual ya es baja como puede observarse en la figuras 3 y 4. Un aspecto interesante, es que aparentemente un individuo que haya alcanzado un metro de altura tiene grandes posibilidades de llegar a adulto, ya que a partir de este tamaño la cantidad de plantas se mantiene casi constante en las diferentes categorías de tamaño para todos los sitios (figura 3 y 4). Silva Matos et al. (1999) encontró que en E. edulis, para palmas con un DAP mayor a dos centímetros la tasa de mortalidad es menor a un 7% y esto podría estarse dando en E. precatoria incluso con diámetros un poco menores. La densidad poblacional para palmas con alturas superiores a un metro para el bosque primario en La Selva es un poco mayor a la encontrada por Clark et al. (1995) de 63 palmas/ha (cuadro 1), pero su estudio fue extensivo y no se limitó a un solo tipo de suelo. El componente de la población correspondiente a este tipo de plantas es mucho mayor en zonas inalteradas que en zonas con fuertes disturbios, lo que es un reflejo de que la alteración beneficia a las plántulas y perjudica directamente a los individuos de gran tamaño, los cuales son los principales afectados por las acciones humanas y además son los preferidos para la explotación ilegal de palmito por generar tamaños mayores y por lo tanto mayor rentabilidad (Sedrez dos Reis et al. 2000). Además los individuos más grandes son los más afectados por tormentas o fuertes vientos, siendo los primeros en caer. La diferencia en las densidades poblacionales para los lugares muestreados puede tener además relación tanto con factores edáficos como topográficos propios de cada sitio. Clark et al. (1995) establecen que existe una clara preferencia de E. precatoria por suelos no aluviales, lo que coincide con observaciones personales en La Selva. Sin embargo, para el Braulio Carrillo, no existen datos al respecto. Otro factor que puede afectar la distribución es la topografía, en este caso la pendiente. En las figuras 1 y 2, se nota como existe una tendencia al incremento en el número de palmas encontradas, 124 conforme aumentaba el ángulo de la pendiente de la parcela. Esto coincide nuevamente con lo que Clark et al. (1995) encontraron en su análisis. El hecho de que las palmas sean reproductivas hasta tamaños grandes (> 9 m) tiene implicaciones directas en su conservación, ya que las prácticas de extracción ilegal se enfocan en esos tamaños y al ser procesos intensivos se está eliminando a los individuos reproductivos de esas poblaciones. Esto puede desencadenar procesos de erosión genética, además de la pérdida de la estructura demográfica de la población que favorezca su regeneración (Sedrez dos Reis et al. 2000). Esto es especialmente importante al considerar datos como los de Van Valen (1975) quien encuentra para E. globosa tasas de crecimiento muy lentas, sin embargo, no se conocen datos al respecto para E. precatoria. Un factor importante a considerar aquí, es que las áreas alteradas estudiadas se encuentran inmediatamente al lado de zonas de bosque primario, lo que facilita los procesos de dispersión desde estos y por lo tanto de regeneración de la gran cantidad de plántulas ya mencionada. El panorama podría ser muy diferente en parches boscosos aislados. Por esto, son necesarios análisis sobre los patrones de viabilidad de las semillas y de la dispersión de estas, ya que, en estudios como el de Janzen (1972) con E. globosa, la depredación sobre las semillas puede alcanzar el 100% en ciertas épocas y Sedrez dos Reis et al. (2000) encuentran con E. edulis, que solo el 2.67% de las semillas producidas logran establecerse como plántulas. El hecho de que se encuentren muchas palmas con plántulas creciendo entre sus raíces puede deberse a que estas ofrecen protección y un ambiente adecuado para que se de la germinación de semillas que lleguen hasta estos lugares. Sin embargo, el encontrar muchas palmas con producción directa de tallos secundarios (conexión vascular directa) , hace pensar en una posible forma de reproducción asexual, dado que las plántulas que crecen entre las raíces, generalmente son individuos independientes. Henderson et al. (1995) describe a E. precatoria como una especie de tallo solitario y que rara vez presenta tallos agregados, sin embargo, no menciona nada sobre la naturaleza de esa unión o asociación. Es normal encontrar palmas adultas entremezclando sus conos de raíces, pero no se puede determinar si estos individuos son clonales o si existe conexión física. La presencia de este fenómeno de producción de “hijos” solamente en el bosque secundario puede estar ligado directamente con las características ambientales, antes mencionadas, que este presenta y que pueden ser un estímulo suficiente para el desarrollo de estas estructuras, que si son comunes en otras especies del género (Henderson et al. 1995). Además llama la atención el hecho de que este fenómeno se da casi exclusivamente en plántulas las que muestran una mayor capacidad para desarrollar tallos secundarios. Sin embargo, no se sabe si el desarrollo de estos individuos es el suficiente para alcanzar tamaños grandes o algún día independizarse de su progenitor, ya que todos eran muy pequeños incluso sin hojas visibles, y solo estudios especiales o un seguimiento a largo plazo de estos individuos podrían aclaran estos aspectos. En la figura 6, se aprecia una separación de las zonas estudiadas según las variables de la estructura de la palma. Esto podría tener relación con el gradiente altitudinal que se está muestreando, dándose 125 una mayor homegeneidad estructural a alturas mayores (Braulio Carrillo) donde todos los centroides son iguales, que en La Selva donde se da una separación muy marcada. Esto es concordante con la regla de Rapoport y su aplicación a nivel altitudinal, donde a mayores altitudes, se espera una mayor homogeneidad en una especie lo que le permitiría tolerar los más amplios gradientes ambientales (Stevens 1992). Dado los datos disponibles puede contemplarse a E. precatoria como una especie que presenta características adecuadas para el desarrollo de planes de manejo. Sin embargo, aún son necesarios los datos sobre la tasa de crecimiento de la especie, la cual, es una de las variable más importantes en estos. Literatura Citada Chazdon, R.L. 1995. Spatial heterogeneity in tropical forest structure: Canopy palms as landscape mosaics. Tree 11(1): 8-9. Clark D.A., D.B. Clark, R. Sandoval & M.V. Castro. 1995. Edaphic and human effects on landscapescale distribution of tropical rain forest palms. Ecology 76(8): 2581-2594 Galleti, M. & J.C. Fernández. 1998. Palm heart harvesting in the brazilian atlantic forest: changes in industry structure and the illegal trade. J. Appl. Ecol. 35: 294-301. Haynes, J. & J. McLaughlin. 2000. Edible palms and their uses. Fact sheet MDCE-00-50 of the UF/Miami-Dade County Extension Office, Homestead, Florida. 13 p. Henderson, A., G. Galeano & R. Bernal. 1995. 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Densidades de E. precatoria con una altura > 1 m y porcentaje que representan del total para cada sitio de muestreo. Estación Biológica La Selva (LS), y Parque Nacional Braulio Carrillo (PNBC), 2004. Tipo de Bosque Figura 1. Relación entre el número de palmas y la pendiente de la parcela (en grados) para la Estación Biológica La Selva. Figura 2. Relación entre el número de palmas y la pendiente de la parcela (en grados) para el Parque Nacional Braulio Carrillo. 127 Figura 3. Estructura poblacional para las áreas muestreadas en La Estación Biológica La Selva: A – SSO (bosque primario), B – LOC (bosque secundario). El eje x representa el número de individuos Figura 4. Estructura poblacional para las áreas muestreadas en el Parque Nacional Braulio Carrillo: A – La Botella (bosque primario con extracción), B – El Ceibo (bosque secundario) y C – Las Palmas (bosque primario inalterado). El eje x representa el número de individuos 128 Figura 5. Regresiones para la altura y el diámetro de los individuos de E. precatoria en cada uno de los lugares muestreados: A- La Botella (bosque primario extraído), B- El Ceibo (bosque secundario), CBosque primario LS, D- Bosque secundario LS. Se muestra la línea de regresión logarítmica sobre los ejes en escala normal. 129 Figura 6. Distribución de los centroides para la combinación de las variables diámetro y altura para cada lugar muestreado. 130 Mutualism Dynamics of the Piper Urostachyum System Michael Whalen Resumen Durante los últimos diez años el concepto de mutualismo en la comunidad científica ha sufrido un cambio, de ser visto como interacciones exclusives, especializadas y que han coevolucionado para ser consistentemente beneficiales para los dos organismos, a ser visto como sistemas completos que podrían involucrar a muchas especies interactuando con uno o más organismos en una mera que no es necesariamente especializada o producto de coevolución. El objetivo de este estudio es aumentar el la comprensión de las dinámicas de mutualismos multiespecíficos, mediante la identificación de los papeles que cada uno de los potenciales mutulistas juegan en el sistema estudiado, y cómo interactúan entre ellos. El sistema estudiado para el estudio es P. urostachyum, un arbusto de tierras bajas, y sus artrópodos asociados, incluyendo los tres grupos de mutualistas potenciales: míridos, hormigas y arañas. (Las arañas también tienen el potencial de ser los depredadores de mayor nivel del sistema). El estudio investigó si los míridos forman una aasociación mutualista con P. urostachyum, el papel de las arañas en el sistema, y si la presencia de hormigas en el sistema se ve reducida debido a la presencia de arañas y míridos. Esto se logró efectuando remociones variadas y monitoreando el cambio de herbivoría y adultos y ninfas de míridos y densidades de hormigas. Los resultados del estudio mostraron evidencia de que los míridos sí forman una relación mutualista con P. urostachyum y ayudan a reducir la presencia de hojas selladas. El estudio confirma la conclusión de que las arañas en la planta están, ya sea no afectando a la planta o a los míridos del todo, o no están actuando de manera unifoprme como grupo. Finalmente, el estudio también provee evidencia de que las hormigas pequeñas van a frecuentar la planta más en ausencia de míridos, y las hormigas medianas frecuentarán la planta más en ausencia tanto de míridos como de arañas separadamente, pero más notablemente cuando ambos están ausentes. Abstract During the last ten years the view of mutualisms in the scientific community has undergone a shift from being seen as exclusive, specialized, coevolved interactions that are consistently beneficial to both partners to being portrayed as complex systems that could involve multiple species interacting with one or more partners in a manner that does not have to be specialized or coevolved. The goal of this study is to further the understanding of the dynamics of multispecies mutualism by addressing the roles each of potential mutualists play in the system being studied and how they interact with each other. The system chosen for this study is P. urostachyum, a lowland understory shrub, and its associated arthropods, including the three groups of potential mutualists: mirids, ants and spiders. (Spiders also have the potential to be top predators in the system.) This study investigated whether mirids formed a mutualistic partnership with P. urostachyum, what role spiders play in this system and if ant presence on the system is reduced due to the presence of spiders and mirids. This was accomplished by performing various removals and monitoring the change in folivory and adult mirid, mirid nymph and ant densities. The results of this study provided evidence that mirids do form a mutualism with P. urostachyum and help reduce the presence of sealed leaves. The study supports the conclusion that the spiders on the plant are either not affecting the plant or mirids at all or not acting as a uniformly behaving group. Finally the study also provides evidence that small ants will frequent the plant more in the absence of mirids and that medium ants will frequent the plant more in the absence of both mirids and spiders separately but most notably when both mirids and spiders are absent. 131 Introduction The scientific community’s view of mutualisms has been undergoing a metamorphosis within the last decade. (Palmer et al 2003) While it is not explicitly stated in most definitions, mutualisms are often viewed in textbooks and during theoretical analysis as exclusive, specialized, coevolved interactions that are consistently beneficial for both partners. Evidence from recent studies has however suggested that mutualisms in the form of exclusive partnerships are actually quite uncommon in nature and that, depending on abiotic conditions, the actual benefit of forming a partnership may vary greatly, with the possibility that the partnership may even be detrimental.(Stanton 2003) The old view of coevolved, pair-wise mutualisms is being abandoned in favor of the concept of mutualisms in which multiple species may interact with one or more potential partners in a manner that does not have to be specialized or coevolved over many generations. (Palmer et al. 2003, Thomson 2003) With this conceptual shift it has become apparent that little is known about the dynamics of the interspecies interactions in mutualisms involving multiple species and one or more potential partners. (Palmer et al. 2003) The endeavor of this study is to further the understanding of these dynamics as well as expand our understanding of generalized multispecies mutualisms, which are increasingly considered the norm in most ecological communities. One of the fundamental questions pertaining to the dynamics of mutualisms involving multiple species is how coexistence can occur while both species are vying for the same partner, especially if access to partners or the resources and/or services they supply is a limited. Determining whether access to partners or the resources and/or services they supply is limited is of critical importance to understanding the dynamics of the mutualism since interspecific competition will arise when one species hinders another species’ ability to utilize a limited resource. If competition is not present no mechanism is needed to explain the coexistence, however if competition is present a mechanism is needed. Various mechanisms have been proposed in previous literature. A large portion of the mechanisms represent some type of niche partitioning in a heterogeneous habitat, where variance in abilities allows different species to dominate in different conditions. Other types of mechanisms include ones where there are trade-offs in colonization and competition abilities and ones where disease, predators or parasites will afflict the more plentiful competitor in a disproportionate manner. The potential for multiple mechanisms to be operating at the same time exists as well. (Palmer et al. 2003) This study addresses these issues by examining potential mechanisms of competition in the system being studied and how they influence the role of different potential mutualists. A second aspect of the dynamics of multispecies mutualisms that this study addresses is the effect indirect interactions have on the strength of mutualistic partnerships. Indirect interactions are defined as interactions where, “the change in a variable that characterizes species A (the initiator species) produces a change in a variable associated with species B (the receiver species) by changing one or more other variables, at least one of which is associated with a third species C (a transmitter species).” (Abrams et al. 1996) Two different types of indirect interactions have been defined: traitmediated indirect interactions (TMII) and density-mediated indirect interactions (DMII). DMII are indirect interactions in which the variable that is altered in the transmitter species is population density and TMII are ones in which the variable being altered in the transmitter species is anything other than population density. Both TMII and DMII may occur simultaneously and with varying degrees of strength in the same link of species. The two are often very hard to distinguish from one another in experimentation, especially when the strength of each in the interaction is trying to be determined, since in manipulative experiments indirect interactions can generally only be indirectly viewed through the net effect they have. (Abrams et al. 1996, and Werner & Peacor 2003) This study examines what, if any, indirect effects spiders, as top predators in the system; have on potential mutualists and how they affect the dynamics of the mutualism. 132 The system chose for this study, the lowland understory rainforest shrub P. urostachyum and its resident arthropods, is an excellent one for studying multispecies mutualisms for a variety of reasons. First, it has many adaptations that make it suitable for generalist potential mutualists. The plant has enlarged vein junctures, which may serve as domatia for smaller arthropods (mirids, their nymphs, smaller ants and smaller spiders in the Theridiidae family have all been observed in the vein junctures). The plant also produces foliar food bodies, which are densest on younger leaves and at the vein junctures. Mirids and ants have both been observed utilizing these as a food resource. Lastly the plant also has large trichomes, which are more prevalent on the younger leaves and offer protection to a variety of potential mutualists including ants, mirids and smaller spiders. P. urostachyum also supports a wide variety of arthropods many of which could serve as potential mutualists and/or top predators in the system. The list of potential mutualists include one species of mirid (family Miridae), a variety of ant species (with Pheidole the most common genus followed by Crematogaster) and a vast array of spiders (with Theridiidae, Anyphaenidae, Ctenidae, Pholcidae, Scytodidae, and Salticidae as the major families being represented). Spiders also serve as potential top-predators in the system. They are thereby capable of creating indirect interactions and playing a very complex role in the system. P. urostachyum is also a plentiful plant, found in patchy distributions, that is easily accessible in the forests of the La Selva Biological Station. (Gastreich & Gentry, in press, and personal observations) This study tested the following hypotheses: 1) Mirids participate in a mutualistic partnership with P. Urostachyum. 2) Spiders role in the system may include: a. Preventing herbivory on P. urostachyum (e.g., by preying on potential herbivores). b. Facilitating herbivory on P. urostachyum (e.g., via predation or change in behavior of insect mutualists) c. Facilitating the mirid-plant mutualism by providing the mirids with an enemy-free space 3) The absence of mirids and spiders will enable alternative arthropod predators, which could serve as potential mutualists, to gain increased access to the plants. The predictions made were as follows (numbers and letters correspond to the above hypotheses): 1. Removal of mirids will cause an increase in folivory 2. a. Removal of spiders will cause an increase in folivory b. Removal of spiders will cause a decrease in folivory (predation would be supported by increase in mirid density with the removal of spiders and a change of behavior would be supported by no change in mirid density) c. Removal of spiders will cause an increase in folivory, decrease in mirid densities 3. Removal of mirids and spiders will cause an increase in alternative predatory arthropods Methods Study Area This study was performed at La Selva Biological Station from June 8th to August 15. La Selva is located in the Heredia province of Costa Rica, adjacent to the Parque Nacional Braulio Carrillo, and contains almost 1600 hectares of protected forest that is run by the Organization for Tropical Field Studies (OTS). La Selva consists mainly of premontane wet tropical rainforest. Total annual rainfall is about 4100mm, with an average temperature of around 24 degrees Celsius and an elevation varying 133 from 35 meters to 150 meters. (Rachowiecki 1997) This study was conducted during the wet season, which is characterized by higher temperatures and increased rainfall. The system used in this study, the understory shrub Piper urostachyum, is found abundantly in a patchy distribution in the forests of La Selva, called Piper urostachyum. Its most notable characteristics pertaining to the recruitment of potential mutualists would be enlarged vein junctures, the presence of foliar food bodies, and large trichomes, which cover the leaves. P. urostachyum served as an ideal subject for the studying of mutualism dynamics and indirect interactions due to the large amount and variety of arthropod fauna it supports as well as the evidence shown in previous research suggesting the existence of a mirid-plant mutualism with the potential for indirect interactions from the spider guild. (Gastreich & Gentry, in press) The plots This study included 90 plants, all between .5 m and 2 m, from three different plots in La Selva, with 30 plants in each plot originally. The three plots were located at 100 m on the STR, in the forest between the lab and SUR path, and behind the gazebo in the arboretum. The height, # of branches, # of leaves and # of stems of the plants were recorded, and these characteristics were used to distribute the plants, with a random number generator, into four separate groups in such a manner that each of the four groups had a relatively equal representation of plant heights and amount of leaves. Effect of spider and mirid removal This experiment is designed to test the effect removing mirids, spiders and both mirids and spiders has on folivory levels, and the densities of mirids, nymphs and ants on the plant. This was accomplished by applying four treatments to various plants and maintaining them for five weeks. The three experimental treatments applied to the plants were a removal of mirids, a removal of spiders and a removal of both spiders and mirids. These three experimental treatment groups were compared to a control group, which received no manipulations. To support the hypotheses that this experiment was designed to test, the level of folivory each of the plants received along with the variation in mirid, nymph and ant densities was monitored. To measure the effects the treatments had on the amount of folivory the plants received a census of the percent area of folivory for each of the three leaves was performed at the start and finish of the manipulation period. This was accomplished by tracing the sample leaf, measuring its area using a Licore leaf area meter, and then finding the area of folivory by cutting out the area of folivory and either using millimetric paper to calculate the area (if the folivory was less than 2 cm^2) or running the leaf through the Licore machine again and subtracting the difference (if the area of folivory was greater than 2 square cm). The percent area lost for each of the four groups was then compared using a one-way ANOVA. To measure the effect the treatments had on the mirid adult, mirid nymph and ant densities on the plants a census of their populations were performed at the start and the finish of the experiment. The census was performed by surveying any leaves present on the two knobs down from a new leaf, and included the new leaf. Observations of ants anywhere on the plant were also recorded for the three treatment groups for thirteen days near the end of the experiment. Separate Wilcoxon/Kruskal-Wallis tests were used to analyze the comparisons of mirid, nymph and ant densities between the groups. Separate Wilcoxon/Kruskal-Wallis tests were also used to analyze the comparisons of total ant, small ant and medium ant observation densities between groups. A contingency table was also used to compare the presence or absence of medium ants and small ants. 134 Spider distribution on plants To determine the density of the six predominate families of spiders on the plants (Anyphaenidae, Ctenidae, Pholcidae, Salticidae, Scytodidae and Theridiidae), as well as where on the plants they were spending most of their time, a website survey was performed. For this survey the presence of spiders and/or their webs was recorded for every plant in the control and mirid removal group. Each spider was identified to family and certain characteristics about its position or the position of the web were noted. These characteristics were whether the web or spider was on a new leaf, on an old leaf, on the bottom of the leaf, on the top of the leaf, close to the vein, over a vein juncture and/or touching the branch. A one time survey for the number of opoliones found on the plant was also done on all the plants. Results Folivory Results The amount of folivory that occurred during the five week period that the manipulations were being performed was measured in 179 leaves from 85 plants. A one-way ANOVA comparison of the folivory data from the control group of this study to the control groups of two previous studies done at La Selva (one last year and one two years ago) showed a statistically significant (p=.0008) increase in the level of folivory that the control group in this study was subject to. (See Figure 1) A comparison of the amount of folivory that each site received yielded no significant trends (p=.4610) so the data from all three sites could be compared together. A Wilcoxon/Kruskal-Wallis test comparing the amount of folivory the treatment and control groups were subject to yielded an insignificant (p=.1764) trend showing that the plants in the mirid removal treatment group were subject to a higher level of folivory than the other three groups.(See Figure 2) A Wilcoxon/Kruskal-Wallis test comparing the number of sealed leaves (this term is being used in this paper to describe leaves where an unidentified larvae has curled the leaf around itself, sealed the edges together and is living inside it) in the four groups showed a statistically significant trend (p=.0189) that the plants subject to mirid removals have a higher mean of sealed leaves. This result was supported by a contingency table comparison of the presence or absence of sealed leaves on a plant in the four groups that showed a statistically significant trend where more plants in the mirid removal treatment group had at least one sealed leaf. (See figure 3) A comparison of the presence or absence of sealed leaves on plants between sites yielded no significant trends (p=.8808) so the data from all three sites could be compared together. Mirid and Ant Density Results All new leafs along with any other leaves growing from the same knob or the knob one down from it on the branch were surveyed for the presence of mirid adults, mirid nymphs and ants, before the manipulations were imposed upon the plants and at the very end of the experimental period. A comparison of the adult mirid densities, nymph densities and ant densities between the control and spider removal treatment groups all separately using Wilcoxon/Kruskal-Wallis tests yielded no statistically significant trends. A one-way comparison of the amount of folivory with adult mirid density, nymph density and ant density, all separately, yielded no statistically significant differences, although this could be due to a lack of data points. One-way comparisons of the change in adult mirid, nymph and ant densities separately between the control and spider removal groups using a Wilcoxon/Kruskal-Wallis showed no statistically significant trends. Spider Density Survey Results A survey was performed on 16 plants in the control group and 21 plants in the mirid removal group to determine the density of total spiders on the plant and the density of spiders in each of the six major families present on P. urostachyum. The survey yielded 103 spiders overall, with 37 Theridiids, 16 Anypheinids, 26 Pholcids, 8 Ctenids, 8 Scytodids, 2 Salticids and 6 unidentified spiders. (See figure 135 4) A comparison of spider density between the control group and the mirid removal group using a oneway ANOVA comparison showed an insignificant (p=.0951) increase in the average mean of spider density in the control group. A comparison of spider presence or absence on the plants between the two groups using a contingency table yielded a statistically significant trend (p=.0025), which showed the control plants having on average more spiders present. A comparison of the densities of various spider families between the treatment groups using a Wilcoxon/Kruskal-Wallis or ANOVA test yielded no statistically significant trends. A comparison of spider family presence or absence on plants between the control and mirid removal groups yielded no statistically significant results. Ant Observation Results All the plants in the mirid removal, spider removal and mirid and spider groups were observed for 7-8 days and the presence of small, medium or large ants was recorded. Plants in the control group were observed for 3-4 days. Separate bivariate fits comparing the number of small, medium and total ant observations per day with the number of leaves yielded a marginally (p=.0672) significant positive correlation between the number of leaves and total ants observed. (This shows that the number of leaves on the plant only had to be included in analyses involving the total amount of ant observations) A oneway comparison of the total ants observed per day per leaf between the treatment groups using a Wilcoxon/Kruskal-Wallis test yielded statistically significant (p=.0267) increase in the number of total ants observed per day per leaf on plants in the mirid and spider removal group relative to the control group. A one-way comparison of small ants observed per day between the treatment groups using a Wilcoxon/Kruskal-Wallis test yielded a statistically significant (p=.0488) increase in the number of small ant observations per day in the mirid removal group relative to the mirid and spider removal group and the control group. A one-way comparison of medium ants observed per day between treatment groups yielded a statistically significant (p=.0043) increase in medium ants for all experimental treatment groups relative to the control with the mirid and spider removal group having the highest mean. (See Figure 5) Discussion The results from this study support the hypothesis that mirids form a mutualistic partnership with P. Urostachyum. A statistically insignificant (p=.1764) increase in the mean folivory levels of plants in the mirid removal group can be seen in the analysis of the data. While this trend does not have statistically significance, previous research supports it having biological significance. (Hodson 2003, unpublished data) Its lack of statistical significance may be more a reflection of the varying degree of benefit the mutualistic partnership may actually offer, as well as the higher amounts of folivory pressure that the plants were subject to in this study, than the lack of significant interaction. The differences in folivory pressure that the plants were subject to can be seen in the statistically significant (p=.0008) increase in overall folivory that the plants of this study have been subjected to relative to the past two years. Although the increase in overall folivory was relatively large, there was only a small increase in the difference of the mean level of folivory between the control groups and the mirid removal groups (8.2 % difference in Ahlstrom’s study and an 8.9% difference in this study) when comparing this study to one done by Betsey Ahlstrom in 2002. This evidence supports that the benefits offered by the partnership are relatively consistent from year to year. Unfortunately the presence of mirids on the plants was recorded using different methods so no comparison of mirid densities could be made. The hypothesis that mirids form a mutualistic partnership with P. Urostachyum is also supported by the statistically significant (p=.0189) increase in the amount of sealed leaves on plants where the mirids have been regularly removed. This evidence suggests that the presence of mirids prevents folivory by the larvae that seal the leaves. This evidence, in combination with the lack of variation of 136 the level of folivory and amount of sealed leaves between the mirid and spider removal group and the control, also supports the hypothesis that in the absence of mirids and spiders other arthropod predators that prevent the larvae that seal the leaves are present on the plant in greater frequencies. The observations of mirids making use of the enlarged vein junctures as domatia and consuming of foliar food bodies as a food resource provides the other piece of critical evidence supporting the hypothesis of a mirid-plant mutualism.(Gastreich & Gentry, in press, and personal observations). This study provides evidence against all three potential roles that were proposed for spiders in the second hypothesis. The lack of any significant correlation between the levels of folivory of the control and spider removal groups provides evidence that is contrary to the hypothesis that spiders are preventing herbivory on P. Urostachyum by preying on herbivores, and the hypotheses that spiders are either facilitating a potential mirid plant mutualism by providing enemy-free space or facilitating herbivory by disturbing a potential mirid-plant mutualism either through predation of mirids or by modifying their behavior. This evidence was contrary to the results a previous study performed by Betsey Ahlstrom, where folivory was found to be significantly lower in a treatment group that was subject to spider removals than the control group. This difference in trends could have been the result of the higher density of spiders per plant that was found in Ahlstrom’s survey of her plants (5.2 spiders/plant in Ahlstrom’s survey and 3.3 spiders/plant in this study’s survey) or a difference in the density of particular families of spiders present during that year. (This possibility could not be examined since Ahlstrom’s survey did not distinguish families) (Ahlstrom, unpublished data) Further evidence disproving both the hypothesis that spiders are facilitating herbivory on P. Urostachyum by preying on mirids and the hypothesis that spiders are facilitating a potential mirid-plant mutualism by providing mirids with enemy-free space is shown by the lack of any significant difference in adult mirid, nymph and ant densities between the control and spider removal group. It should be noted that the lack of statistically significant trends and contrary evidence in the results involving spider removal and density could be a result of the spiders not acting as a uniformly behaving group in the system or being abundant enough to affect folivory and mirid, nymph and ant densities significantly. It is most likely that the various families of spiders play various roles in the system and that the results of these roles may become muddled in this experiment, which was not designed to test how individual families are acting in the system. It is therefore unsafe to come to any conclusions about the role that spiders may play in this system except that the spiders are either not acting as a uniformly behaving group or not having an effect on folivory or mirid, nymph and ant densities due to behavior or a lack of abundance. Any future researchers planning to study the system should be advised that examining the effect of one of the more prolific families of spiders individually may lead to more beneficial results. The results of this study support the hypothesis that in the absence of mirids and/or spiders other arthropod predators will frequent the plant more often. As stated in a previous paragraph the lack of a significant difference between the folivory levels of the control group and the mirid and spider removal group support this hypothesis. The potential mutualists whose frequency of presence this study focused on are ants. This study showed a statistically significant increase in the amount of total ant observations per day per leaf in the mirid and spider removal group relative to the control group, which also supports the hypothesis addressed above. Further investigation was then done to see how different sized ants reacted to the removals. This study shows a statistically significant increase in the number of small ants observed per day in the mirid removal group, relative to the control group and the mirid and spider removal group, supporting the hypothesis that in the absence of mirids and spiders other arthropod predators would 137 frequent the plant more often. Further research is needed to determine whether it was competition, predation or indirect effects from the mirids that was reducing the frequency that small ants were observed on the plant. The fact that the small ants were not found in the same abundance or with an equivalent degree of permanence as the mirids, once the mirids were removed, suggests that the ants were not as specialized a partner as the mirids were for P. urostachyum. It is also unclear how much benefit, if any, the small ants offer to the plant. It is also interesting to note that while the removal of mirids caused an increase in the amount of small ants observed the removal of mirids and spider did not. The overall conclusion that this study supports is that small ants will utilize the plants more in absence of mirids but not form a mutualistic partnership with the same degree of strength and specialization as the mirids do. This study shows a statistically significant increase in the amount of medium ants observed per day on all three of the experimental treatment groups relative to the control, with the mirid and spider removal group having the highest mean, supporting the idea that the presence of medium ants was being reduced by the presence of both mirids and spiders. The data supports the idea that both mirids and spiders have separate effects on medium ant presence and the increase in the mean of plants where both mirids and spiders are removed relative to the mirid removal and spider removal groups can be seen as the compounded effect of this. This higher amount of medium ants observed on the mirid and spider removal plants could possibly be a factor that prevents small ants from increasing their presence on the plants. The evidence of this study also supports the idea that medium ants are opportunistic partners who will utilize the resource more in the absence of mirids and/or spiders but are not the specialized partners that mirids are. It is unclear how much the plant benefits from the presence of medium ants although the lack of a statistically significant difference between the control and the mirid and spider removal suggests that the increased presence of medium ants did offer some assistance to the plants. It should be noted that all comparisons of ant presence between the groups were done with a data set that consists of relatively few days of observation, especially of the control group, and that all the observations were done while the removals were being performed due to time constraints. Also ant presence on the plants was still quite rare even with the removals in effect. This section of the experiment would definitely be worth repeating in a more comprehensive manner where surveys of the entire plant for the presence of ants would be done throughout the duration of the experiment for every plant and, if time allowed, performed separate from the regular removals. A more substantial data set would help to clarify the results and provide stronger evidence to support them. Overall this study provided evidence that supported the existence of a mirid-plant mutualism and that the mirids particularly prevent the presence of sealed leaves. The study supported the conclusion the spiders on the plant are either not affecting the plant or mirids at all or not acting as a uniformly behaving group, thereby indicating that future research should concentrate on particular families of spiders found on the plant. Finally the study also provides evidence that small ants will frequent the plant more in the absence of mirids and that medium ants will frequent the plant more in the absence of both mirids and spiders separately but most notably when both mirids and spiders are absent. It also suggests that ants are opportunistic partners who will utilize the resource more in the absence of mirids and/or spiders but are not specialized partners like mirids. This study opens up many avenues for future research. Future studies could easily be performed to investigate what types of herbivory the presence of mirids prevents. It would also be interesting to compare how changes in mirid density from year to year affect the amount of folivory the plants receive. The investigation into the role spiders play in the system would be worth repeating with a single abundant family of spiders. Observations from this study suggest that using spiders from the 138 family Theridiidae might lead to the most beneficial results, due to their high abundance on the plant and website location at the base of the leaf and usually over vein junctures. The experiment with ant observation would be worth repeating in a more comprehensive manner to back this study with a more substantial data set. An investigation into whether competition, predation, a combination of the two or some type of indirect interaction is reducing the number of ants present on the plant would also lead to very beneficial results in terms of further understanding the system. Acknoledgements I would like to thank Karin Gastreich for all her help, guidance and constant support throughout every part of this study. This study was funded by a grant from the National Science Foundation in cooperation with the Organization for Tropical Studies. Literature Cited Abrams, P. A., B. A. Menge, G. G. Mittelbach, D. A. Spiller, and P. Yodzis. 1996. Pages 371–395 in Food webs: Integration of patterns and dynamics. G. Polis and K. Winemiller, Editors. Chapman and Hall. Palmer, T. M., Stanton, M. L., Young, T. P. 2003. Competition and coexistence: exploring mechanisms that restrict and maintain diversity within mutualist guilds. The American Naturalist. 162:S63S79 Rachowiecki, R. 1997. Lonely Planet: Costa Rica. Lonely Planet Publishing. p. 348-349 Stanton, M. L. 2003. Interacting guilds: moving beyond pairwise perspective on mutualisms. The American Naturalist. 162:S10-S23 Thomson, J. 2003. When is it mutualism?. The American Naturalist. 162:S1-S9 Werner, E. E., Peacor, S. D. 2003. A review of trait-mediated indirect interactions in ecological ommunities. Ecological Society of America. 84(5):1083-1100 139 arealost By DataSet 30 20 10 0 Ahl02 Hod03 Each Pair Wha04 Student's t 0.05 DataSet Oneway Anova Summary of Fit 0.19685 RSquare RSquare Adj 0.172138 Root Mean Square Error 6.552322 3.7021 Mean of Response 68 Observations (or Sum Wgts) Analysis of Variance F Ratio Mean Square Sum of Squares Source DF Model 2 683.9797 341.990 Error 65 2790.6399 42.933 Prob>F C Total 67 3474.6196 51.860 0.0008 7.9657 Means for Oneway Anova Std Error Mean Number Level Ahl02 31 2.46341 1.1768 Hod03 18 0.61450 1.5444 Wha04 19 8.64821 1.5032 Std Error uses a pooled estimate of error variance Means Comparisons Hod03 Ahl02 Wha04 Dif=Mean[i]-Mean[j] 0.00000 Wha04 6.18480 8.03371 Ahl02 -6.18480 0.00000 1.84891 Hod03 -8.03371 -1.84891 0.00000 Alpha= 0.05 Comparisons for each pair using Student's t t 1.99714 Abs(Dif)-LSD Wha04 Ahl02 Hod03 -4.24563 2.37211 3.72952 Ahl02 2.37211 -3.32382 -2.02888 Hod03 3.72952 -2.02888 -4.36197 Wha04 Positive values show pairs of means that are significantly different. Figure 1 Comparison of folivory levels between the this study and a study done on the same system in the summer of 2003 by Amanda Hodson and another done in the summer of 2002 by Betsey Ahlstrom 140 changeinfolivory Oneway Analysis of changeinfolivory By Group 110 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 -10 NoMS NoMirid NoSpider control Group Wilcoxon / Kruskal-Wallis Tests (Rank Sums) Level Count Score Sum NoMS 20 784.5 NoMirid 21 950 NoSpider 19 583 control 19 842.5 Score Mean (Mean-Mean0)/Std0 39.2250 -0.169 45.2381 1.216 30.6842 -2.027 44.3421 0.942 1-way Test, ChiSquare Approximation ChiSquare DF Prob>ChiSq 4.9379 3 0.1764 Figure 2 Comparison of folivory levels between the four treatment groups of this study, using a Wilcoxon/Kruskal-Wallis test 141 Contingency Analysis of P/A of sealed leaf By Group Mosaic Plot 1.00 P/A of sealed leaf 1 0.75 0.50 0 0.25 0.00 NoMS NoMirid NoSpider control Group Contingency Table Group By P/A of sealed leaf 142 Count Total % Col % Row % No MS No Mirid No Spider control Tests Source Model Error C. Total N DF 3 77 80 81 -LogLike 4.319779 27.859088 32.178867 0 1 19 23.46 27.14 90.48 14 17.28 20.00 66.67 19 23.46 27.14 95.00 18 22.22 25.71 94.74 70 86.42 2 2.47 18.18 9.52 7 8.64 63.64 33.33 1 1.23 9.09 5.00 1 1.23 9.09 5.26 11 13.58 21 25.93 21 25.93 20 24.69 19 23.46 81 RSquare (U) 0.1342 Test ChiSquare Prob>ChiSq Likelihood 8.640 0.0345 Ratio Pearson 9.651 0.0218 Warning: 20% of cells have expected count less than 5, ChiSquare suspect Figure 3. Contigency table comparison of the presence or absence of sealed leaves between the four treatment groups Spider Family Distribution on P. urostachyum Amount of spiders 40 35 30 25 total 20 Percent 15 10 5 0 ther anyph phol cten scyt salt other Spider Type Figure 4 Representation of the major spider families found on P. urostachyum - 144 - Oneway Analysis of medant/day 2 By Treatment 0.9 0.8 medant/day 2 0.7 0.6 0.5 0.4 0.3 0.2 0.1 0 -0.1 control mirid ms spider Treatment Wilcoxon / Kruskal-Wallis Tests (Rank Sums) Level Count Score Sum Score Mean (Mean-Mean0)/Std0 control 22 759 34.5000 -3.011 mirid 23 1028.5 44.7174 -0.215 ms 23 1281 55.6957 2.874 spider 22 1026.5 46.6591 0.312 1-way Test, ChiSquare Approximation ChiSquare DF Prob>ChiSq 13.1664 3 0.0043 Means Comparisons Dif=Mean[i]ms Mean[j] ms 0.00000 spider -0.06250 mirid -0.06910 control -0.12500 Alpha= 0.05 spider mirid control 0.06250 0.00000 -0.00660 -0.06250 0.06910 0.00660 0.00000 -0.05590 0.12500 0.06250 0.05590 0.00000 Figure 5 A comparison of medium ants observed/day between the four treatment groups using a Wilcoxon/Kruskal-Wallis - 145 - Diurnal patterns of stomatal conductance of four species of Calathea (Maranthaceae) in two light regimes in a tropical rainforest Piero Protti1, Jennifer Sun2 & Philip W. Rundel2 (mentors) 1 Universidad de Costa Rica, 2University of California. Resumen Las hierbas del sotobosque tropical han sido objeto de estudios sobre características fenológicas de floración, dispersión y crecimiento, pero pocos estudios exploran las características fisiológicas que les permiten sobrevivir en este ambiente tan cambiante. Este estudio se enfocó en conocer los patrones de conductancia estomática en cuatro especies de Calathea en la estación Biológica La Selva en Costa Rica. Se propone que C. micans presenta una plasticidad fenotípica que le permite adaptarse a condiciones muy cambiantes de luz, en contra a las descripciones de que es una especie de sombra. Se propone también que C. gymnocarpa es un especie de sucesión tardía en la regeneración de claros. Abstract Understory herbs in tropical rainforests have been studied on phenological characteristics such as blooming periods, dispersion and growth, but few studies explore the physiological traits that allow them to thrive in this ever-changing environment. This study was focused on the study of the stomatal conductance patterns of four species of Calathea at La Selva Biological Station in Costa Rica. It is proposed, that C. micans presents a phenotypical plasticity that allows it to adapt to changing-light conditions, against the descriptions of it being a shade-adapted species. It is also proposed that C. gymnocarpa is a species that appears late under gap regenerating conditions. Introduction Tropical rainforests are dynamic communities with an incredibly high occurrence of natural disturbances (Chazdon & Fetcher 1984). These disturbances, mainly gap-producing tree falls, create a wide variety of light environments in the understory (Chazdon & Fetcher 1984, Fetcher et al 1994, Chazdon et al 1996). In tropical forests, light availability affects plant succession and life-history strategies such as those of climax and pioneer species. Thus, large disturbances such as multiple treefalls completely alter the microclimate (Chazdon & Fetcher 1984; Denslow & Hartshorn 1994; Valladares et al 1997). In the specific case of the understory, solar radiation is likely to be the limiting factor controlling growth, survival and reproduction (Chazdon et al 1996). Due to the multiple obstacles light encounters on its path to the forest floor, only few wavelengths are actually transmitted to the bottom layers to the understory. Through reflection and refraction, light is also spectrally altered during its passage through the canopy, inevitably affecting the quantity and quality of the photosynthetically active radiation (PAR) (Tinoco-Ojanguren & Pearcy 1995; Chazdon et al 1996; Valladares et al 1997; Rijkers et al 2000). In vascular plants, stomatal aperture is responsible for the ability to control CO2 uptake and transpirational water loss. For this process, irradiance has been regarded as the major environmental condition modulating stomatal aperture (Kaiser & Kappen 1997). Studies addressing the response of understory plants to this ever-changing light environment have focused primarily on shrubs, tree saplings and pioneer trees (Tinoco-Ojanguren & Pearcy 1995; Chazdon et al 1996; Kitajima 1996; Hogan 1996; Valladares et al 1997), but very few have examined herbs (Denslow & Hartshorn 1994, Kaiser & Kappen 1997). In the case of Calathea, previous studies have largely focused on studying reproductive and dispersal patterns (Le Corff 1996; Horvitz & - 146 - Schemske 1994; Horvitz & Schemske 2002). Furthermore, micropropagated plants have been treated to investigate the adaptive traits related to stomatal responses to the environment (Van Huylenbroeck et al 1997; Van Huylenbroeck et al 1998). It has also been reported that at least one species of Calathea (C. inocephala) is a pioneer in newly formed tree-fall gaps, but can survive long after forest regeneration greatly reduces light transmission (Jennifer Sun personal communication). Thus, adaptations to variable-light environments are reportedly present in this species. The aim of my experiment was to characterize the diurnal patterns of stomatal conductance in four species of Calathea in order to better understand gas exchange and transpiration responses to the changes in the environment. Materials and Methods The study was conducted at La Selva Biological Station in Sarapiquí, Heredia, Costa Rica. The vegetation is classified as a tropical wet forest (Holdridge 1978), and has a mean annual rainfall of about 4000 mm. There is a high year-to-year variability in the precipitation patterns, but there is usually a dryer season from February-April, and a shorter dry period in September-October (Chazdon and Fetcher 1984, McDade and Hartshorn 1994). I examined four Calathea species in this study- Calathea gymnocarpa, C. marantifolia, C. micans and C. cleisantha. C. gymnocarpa and C. marantifolia are common forest edge inhabitants, while C. micans and C. cleisantha are obligate understory species (although I found large populations of C. micans growing in almost every light condition at La Selva). Four plants of each species were selected, tagged, and potted in the forest. For acclimatization purposes, they were left in their original habitat for two weeks, and transported to a shade house for an additional two weeks prior to measurements. Two light treatments, 50% and 20% light transmission, were created using neutral shade cloths to mimic high- and low-light forest conditions. C. cleisantha and C. micans were subjected to the lowlight treatment (20% total PFD), while C. gymnocarpa and C. marantifolia to the high-light treatment (50% total PFD). These light environments were chosen according to rough characterizations of the plants’ habitats by Chazdon & Fetcher (1984), Le Corff (1996), Valladares et al (1997), Philip Rundel and Jennifer Sun (personal communications) and personal observations. After acclimatization, stomatal conductance readings were obtained using a LI-1600 steady-state porometer (Li-Cor Biosciences, Lincoln, NE). Measurements were taken every 60 minutes for each plant, along with leaf temperature. Ambient relative humidity and PAR readings (μmol m-2 s-1) for both treatments were taken every 30 minutes with the instrumentation included in the porometer. Ambient temperature was also recorded every 30 minutes. In order to standardize readings, measurements were performed on the youngest mature leaf present at time of transportation to the shade house. Furthermore, the cuvette was always clamped about five cm from the right margin of the leaf tip. In the case of C. micans measurements were taken at mid-blade due to its relatively small leaf size. Stomatal conductance values correspond only to the abaxial surface of the leaves for all species. Results Stomatal conductance is strongly influenced by light. These values are significant for all species except C. gymnocarpa, which was almost significant (Table 1), but they also present very low r2 values. Environmental relative humidity, ambient temperature and leaf temperature do not seem to affect conductance directly (Table 1). - 147 - As seen in figure 1, all species increased their stomatal conductance at different rates throughout the day, and a decrease was shown in the afternoons when light intensities decreased. Reactions to high-light intensities produce a decrease in the stomatal conductance in all species. Maximum stomatal conductances found for each species are shown in table 2, with C. marantifolia being the one with the highest rate of conductance to water vapor (269.45 mmol m-2 s-1). C. gymnocarpa tended to have the lowest maximum conductance of all four species (117.18 mmol m-2 s-1). Discussion Stomatal conductance seems to be affected directly by the intensity of light. Light availability inside the shade house seemed to represent poorly the existing conditions in the forest understory. This because the average direct light reaching the understory via sunflecks and diffuse light is less than 20% in a given time (Rasoul Sharifi, personal communication). Nonetheless, it helped maximize the responses of C. cleisantha to the changing light availability. This species reflects everything that was expected from an understory plant -relatively low and constant stomatal conductance rates and responses to direct light-, but odd readings were also present (figure 1 pointed by the arrow). This can be interpreted as light-stress, because of the reasons stated above. In the case of C. micans, a phenotypic plasticity is apparent in the field due to its ability to adapt to changing-light environments. In spite of having relatively low rates of stomatal conductance compared to C. cleisantha, it is found growing wild in different light habitats. This species was reported to be understory-dwelling (Philip Rundel and Jennifer Sun, personal communications), and this agrees with the data presented here, but Le Corff (1996) and personal observations of plants growing both in the understory and in large gaps report some kind of adaptability of the species to different light habitats. Therefore, it is suggested that this species should be considered for more studies on the physiology and natural history, and on germination and establishment experiments under different light regimes. C. marantifolia exhibits the highest rates of conductance (see figure 1 and table 2). This can be inferred to be an adaptation with a two-fold purpose: avoid mechanical damage to the photosynthetic apparatus, and increase its light use efficiency to optimize carbon sequestration (Nobel 1983). It also presented changes in its leaf orientation depending on the intensity of light, with almost-vertical positions during midday direct-light periods. This was the only species with this kind of response. Both high conductance values and changes in leaf orientation support information describing this species as a gap inhabitant. It is presumably an aggressive pioneer in newly-formed disturbances and edges, and a common plant in the open landscape at La Selva’s forest and gardens (personal observations). On the other hand, C. gymnocarpa, also described as a gap and edge inhabitant (Jennifer Sun, Philip Rundel and Carol Horvitz via Jennifer Sun, personal communications), showed the lowest conductances of all. Furthermore, no changes in its leaf orientation during high-light periods were present throughout the experiment. This data and observations seem to contradict the species’ habitat. Nevertheless, one casual and one causal explanation are proposed. First, some degree of stress to the planting environment may have occurred. This stress can cause roots to strangle each other, as was found at the moment of replanting in the wild. The pots were completely filled with new roots, and it was even necessary to cut some of the newly-developed ones in order to get plants out (Figure 2). This - 148 - strangling may reduce the ability of plants to absorb water, thus reducing the amount of water reaching the aerial organs (Gerardo Ávalos and Javier Espeleta, personal communications). Low stomatal conductances may have reflected this water-stress produced –indirectly- by the planting pots. The other explanation proposed is that C. gymnocarpa is a late pioneer in the open areas. This species may not have the ability to deal with high radiation; therefore its establishment may be subjected to late succession periods after some forest regeneration has reduced the amount of direct sunlight reaching the understory. In fact, no plants were either found in the understory or in open gaps. All plants found were located in somewhat shaded edges and clearings (personal observations). In order to better understand the physiological characteristics of these and other understory herbaceous species, more thorough studies should be considered. Data revealed some clues on the natural history and adaptations of the studied species, but answered few questions on the real significance of these plants’ role in the understory. It is clear, though, that new ideas have been proposed, as in the case of the physiological plasticity found in C. micans and the late-succession nature of C. gymnocarpa. Some recommendations proposed to expand this research are to perform measurements (both in the field and under shade house conditions) more frequently, instead of once every 60 minutes. Also, it would be useful to have comparison basis between the wet and dry seasons, and for a longer period of time. Studies on the physiology of other species of Calathea as C. inocephala (mentioned earlier) and C. lutea (a gap and open-pasture inhabitant, able to dwell under full-sun conditions) are also suggested. Aknowledgements I would like to thank Jenny Sun (UCLA) for her valuable help in the development, execution and analysis of this project, Elizabeth Anderson (OTS) for her tutorial, support and interest, Rasoul Sharifi (UCLA) for his valuable comments and suggestions and Drs Walter Marín (UCR) and Craig Martin (KU) for their support and ideas. Special thanks to everyone at OTS-La Selva for their hard work in order to have a nice research-living environment. Also, thanks to CR-USA Foundation for funding the REU-CR program, and to the fellow REU’s (both Costa Rican and Americans) for the join experience during the duration in the program. I would also like to thank my father, Roberto, and my brother, Bruno, for their assistance in the field transporting in and out the plants. - 149 - Literature Cited Chazdon, R.L. & N. Fetcher. 1984. Photosynthetic light environments in a lowland tropical forest in Costa Rica. Journal of Ecology 72: 553-564 Chazdon, R.L., R.W. Pearcy, D.W. Lee & N. Fetcher. 1996. Photosynthetic Responses of Tropical Forest Plants to Contrasting Light Environments. Pages 5-55 in S.S. Mulkey, R.L. Chazdon & A.P. Smith (eds). Tropical Forest Plant Ecophysiology. Chapman & Hall. New York. Denslow, J.S., G.S. Hartshorn. 1994. Tree-fall Gap Environments and Forest Dynamic Processes. Pages 120-127 in L.A. McDade, K.S. Bawa, H.A. Hespenheide & G.A. Hartshorn (eds). La Selva: Ecology and Natural History of a Neotropical Rain Forest. University of Chicago Press, Chicago. Fetcher, N., S.F. Oberbauer and R.L. Chazdon. 1994. Physiological Ecology of Plants. Pages 128-141 in L.A. McDade, K.S. Bawa, H.A. Hespenheide & G.A. Hartshorn (eds). La Selva: Ecology and Natural History of a Neotropical Rain Forest. University of Chicago Press, Chicago. Hogan, K.P. 1996. Ecotypic Variation in the Physiological Ecology of Tropical Plants. Pages 497-530 in .S. Mulkey, R.L. Chazdon & A.P. Smith (eds). Tropical Forest Plant Ecophysiology. Chapman & Hall. New York. Holdridge, L. 1978. Ecología Basada en Zonas de Vida. Editorial Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas. San José. Horvitz, C.C. & D.W. Schemske. 1994. Effects of dispersers, gaps, and predators on dormancy and seedling emergence in a tropical herb. Ecology 75(7): 1949-1958 Kitajima, K. 1996. Ecophysiology of tropical tree seedlings. Pages 596 in S.S. Mulkey, R.L. Chazdon & A.P. Smith (eds). Tropical Forest Plant Ecophysiology. Chapman & Hall. New York. Le Corff, J. 1996. Establishment of chasmogamous and cleistogamous seedlings of an ant-dispersed understory herb, Calathea micans (Maranthaceae). 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Plant Science 134: 21-30 - 150 - Anexos Stomatal conductance (Dependent variable) df F P r2 Stomatal conductance (Dependent variable) df F P r2 Stomatal conductance (Dependent variable) df F P r2 Stomatal conductance (Dependent variable) df F P r2 Ambient T C. marantifolia 1 2.383 0.157 0.209 1 0.723 0.417 0.074 1 0.669 0.437 0.077 1 0.037 0.852 0.005 Relative humidity C. gymnocarpa 1 3.626 0.089 0.287 1 0.816 0.390 0.083 1 0.000 0.984 0.000 1 0.997 0.347 0.111 PAR C. cleisantha 1 7.352 0.024 0.450 1 10.196 0.011 0.531 1 4.190 0.071 0.318 1 34.404 0.000 0.793 Leaf T C. micans 1 2.456 0.151 0.214 1 1.138 1 0.004 1 1.781 0.314 0.112 0.95 0.001 0.219 0.182 Table 1. Regression analyses of the effects of ambient temperature, relative humidity, light and leaf temperature on the stomatal conductance of each species, for the most significant results. Significance for each regression is given. Species Stomatal conductance (mmol m-2 s-1) C. micans 164.67 C. cleisantha 177.75 C. gymnocarpa 117.18 269.45 C. marantifolia Table2. Maximum stomatal conductance values per species. - 151 - Figure 1. Stomatal conductance for each species during a day’s measurements, and compared with light intensities. Dotted lines represent the light treatment (50% light) and solid lines represent the shade treatment (20% light). Arrow indicates an abnormality. Figure 2. Picture of strangled roots in C. gymnocarpa. Notice the density of roots wrapped around the soil that was inside the planting pot. - 152 - Mecanismos de regulación de herbívoros por parte de la hormiga depredadora Pheidole bicornis en la especie Piper cenocladum. Rebeca Brenes Roldán1, Robert Matlock2 (tutor) 1 Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica, 2 Universidad de Tulane. Resumen En el siguiente trabajo se pretende señalar los factores que interviene en el mecanismo de regulación de herviboría en el sistema Piper cenocladum – Pheidole bicornis. El objetivo final era la creación de un modelo matemático que explicará los factores de regulación, basandose en la hipotesis ‘Green World”, la cual manifiesta que la herviboría esta controlada principalmente por los depredadores en niveles tróficos superiores. Por esta razón se asumió que la regulación del hervíboro especialista de la especie Piper cenoladum (la larva de la polilla Eois apyraria), esta dada por la colonia de hormigas que habita en ella y le brinda una defensa mecánica (hormiga depredadora Pheidole bicornis), suponiendo que el mecanismo de regulación bridado por la hormiga es dependiente a la densidad y patrón de ovoposición de las polillas adultas. Abstract This work will show the factors involved in the herbivory mechanisms of regulation for the system Piper cenocladum – Pheidole bicornis. The final objective was the creation of a mathematical model to explain regulation factors, based on the Green World hypothesis, which says that herviborism is mainly controlled by predators in superior trophic levels. This is why it was assumed that regulation of specialized herbivores of Piper cenoladum (the caterpillar of the moth Eois apyraria), is given by the ant colony that inhabitat the plant and gives mechanical defense (predator ants Pheidole bicornis), supossing that regulation mechanism given by the ant is dependant to the density and ovoposition pattern of the adult moths. Introducción Introducción Piper cenocladum es un arbusto pequeño (menor de 4 metros de altura) común en los sotobosques húmedos, que se desarrollan en las tierras bajas del Atlántico de Costa Rica. La especie se reproduce vegetativamente por fragmentación y en menor grado a través de semillas. Las hojas son largas (aproximadamente entre 20 – 40 cm de longitud) y de larga vida (aproximadamente 2 años). La especie Piper cenocladum se caracteriza por la relacion mutualista que forma con la especie de hormiga depredadora Pheidole bicornis. Esta especie pertenece a familia Formicidae; es una hormiga pequeña, dimórfica, que cosecha los cuerpos alimenticios que produce la planta, y remueve los huevos de insectos y partículas que se encuentran en las hojas (Risch et al., 1977; Letourneau, 1983, 1998). La producción de cuerpos alimenticios por la planta, es inducido por un compuesto producido por las hormigas, aún desconocido. Estos cuerpos alimenticios son producidos continuamente como fuente alimenticia de las hormigas (Dyer et al., 2000). La reina de la especie coloniza el pecíolo y estimula la producción de cuerpos alimenticios. Cuando la colonia crece en tamaño, las hormigas obreras se encargan de ir eliminado el tejido de la medula formando cavidades dentro de los pecíolos y de esta manera la colonia de hormiga se expande por toda la planta. También, las hormigas obreras se encargan de patrullar la superficie de la hoja. Cuando encuentran huevos de insectos, insectos de cuerpo blando u otras partículas, ellas lo consumen o lo lanzan desde la hoja. Piper cenocladum presenta dos tipos de defensa antiherviboría: - 153 - 1- Cuerpos alimenticios: estos brindan una defensa mecanica a la planta, pues la planta brinda refugio y alimento (cuerpos alimenticios) a la colonia de hormigas y como respuesta la hormiga patrulla las hojas de la planta y elimina los huevos e insectos de cuerpos blandos que se alimentan de ella. En este caso específico las hormigas se encargan de eliminar los huevos que ovoposita la polilla Eois apyraria, cuyas larvas se alimentan de las hojas de Piper cenocladum(Letourneau & Dyer, 1998). 2- Defensas químicas: estas se refieren a los metabolitos secundarios que produce la planta. Se han reportado tres alcaloides dihydropyridone, los cuales incluyen el compuesto activo piplartine; además se han reportado otros compuestos (4-desmethylpiplar y cenoclamidas) . Estos compuestos son conocidos como repelentes de la hormiga herbívora Atta cephalotes y otros insectos generalistas (Duh, Wu & Wang, 1990; Capron & Wiemer, 1996). .Las plantas de piper cenocladum que no presentan colonias de hormigas, muestran dosis tres veces mayores en la cantidad de estos compuestos, pero presentan condiciones de menor biomasa en términos de área foliar y menor éxito en la reproducción asexual. Figura 1. A la izquierda planta joven de la especie Piper cenoclaum , a la derecha, imagen de un corte transversal del pecíolo hueco de la especie Piper cenoclaum (en el cual habitan las hormigas). Antecedentes Por décadas, los ecologistas han investigado los mecanismos de regulación entre los diferentes niveles tróficos , y como estos mecanismos afectan la estructura y dinámica de las comunidades biológicas. Esto ha llevado a la formación de debates entre hipótesis basadas en la regulación de herbívoros por la depredación desde los niveles tróficos superiores y la regulación por de alimento del nivel trófico inferior (Letorneau & Dyer, 2003) Actualmente los modelos más importantes que explican la regulación de las poblaciones de herbívoros son: 1- El modelo “green world”, en el cual se propone la regulación en la cadena trófica de arriba hacia abajo, en donde los depredadores (tercer nivel trófico) regulan a los herbívoros y afectan positivamente la biomasa de la planta. 2- El modelo “green desert”; en el cual se intenta explicar la regulación de los herbívoros a través de la calidad nutricional de las plantas y su toxicidad debido a los componentes secundarios. (inversión en la producción de defensas químicas). En estudios realizados anteriormente por Dyer et al, se han determinado diversos factores que intervienen en el sistema de regulación en el sistema Piper cenocladum-Pheidole bicornis, que incluyen tanto los mecanismos de regulación de herviboros tanto de arriba hacia abajo, como de abajo hacia arriba en los niveles tróficos que componen el sistema - 154 - Como se observa en la siguiente figura 2 Las interacciones se presentan en los niveles tróficos presenten en el sistema Piper cenocladum – Pheidole bicornis. El primer nivel lo presenta la planta y la biomasa de esta, la cual provee refugio y alimento a la hormiga Pheidole bicornis (tercer nivel), asimismo las larvas de la polilla Eois apyraria se alimentan de las hojas de la planta, pero se cree que su densidad esta regulada tanto por la biomasa misma de la planta, así como el control que ejerce la hormiga sobre su éxito de nacimiento (suponiendo que los mecanismos de nacimiento y mortalidad de los huevos de Eois apyraria son dependiente a la cantidad de hormigas). Como cuarto nivel trófico se encuentra la larva del escarabajo Tarsobaenus letourneauae, que se alimenta de los huevos de la colonia de hormigas y engaña a la planta haciéndose pasar como colonia, por lo que la planta continua produciendo cuerpos alimenticios, quedando vulnerable al ataque de la Eois apyraria. Escarabajo Tarsobaenus letourneauae (4° Nivel Trófico) Hormigas Pheidole bicornis (3° nivel trófico) Hervíboros Eois apyraria (2° nivel trófico) Figura 2. Resumen de la interacción entre Piper cenocladum, Pheidole bicornis, herbívoros y Tarsobaenus letourneauae. Piper cenocladum (1° nivel trófico) En los estudios realizados por Letourneau y Dyer (1998) se determinó para el sistema Piper – Pheidole, que los hervíboros son consumidores regulados por sus depredadores ( Pheidole bicornisvrs Eois apyraria), mientras las plantas y los consumidores secundarios son regulados por los recursos. . Por lo que estos resultados apoyan los componentes del modelo green world, en las cadenas tróficas (cantidad de depredador vrs cantidad hervíboros vrs recursos de la planta). En sí, las hormigas tienen un efecto indirecto en el tamaño de las plantas y reducen la tasa de herviboría (plantas sin colonias de hormigas presentan menor altura y biomasa). (Dyer et al, 1998). Además Letourneau determinó una correlación positiva entre el tamaño de la planta y la presencia de colonias de hormigas; por el contrario se determinó que en las plantas que no presentan colonias de hormigas, la producción de químicos defensivos es tres veces mayor, con una reducción significativa en el tamaño de la planta. Por esta razón el siguiente trabajo trata de determinar la relación con la hipótesis “ Green World” en el mecanismo de regulación mecánica de la herviboría por parte de la colonia de hormigas presente en las plantas de Piper cenocladum, y si esta es dependiente en cuanto a la densidad y distribución en la ovoposición de los hervíboros, tomando en cuenta factores que pueden intervenir indirectamente en estos mecanismos, tales como la altura de planta, el tamaño de la colonia, edad de la hoja y posición. - 155 - Como producto final se pretende desarrollar un modelo matemático de la interracción mutualista presente en el sistema Piper cenocladum – Pheidole bicornis Hipótesis En el siguiente trabajo se pretendió determinar los factores que intervienen en la regulación de regulación de herbívoros por parte de la hormiga depredadora Pheidole bicornis en la especie Piper cenocladum. Para lo cuál se establecieron las siguientes preguntas. 1. ¿Es la capacidad de respuesta de Pheidole bicornis, proporcional a la tasa de oviposición de los herbívoros (i.e. densidad de huevos puestos). 2. ¿Es el tamaño de la planta proporcional con la respuesta de acción de la comunidad de especie de la especie Pheidole bicornis? 3. ¿Esta relacionada la capacidad de respuesta de la especie Pheidole bicornis, con el patrón de distribución de la ovoposición (agregado-aleatorio-regular) ? Modelo experimental El estudio será evaluado a través de un diseño factorial, con un total de 18 tratamientos y 4 repeticiones. Para el analizar los datos se utilizó un análisis de covarianza (ANCOVA) En el cuadro 1 se identifican las variables de independientes, covarianbles y variables de respuesta Variable Número de Tratamiento Independiente tratamientos 1. Agregado Patrón de 2. Aleatorio 3 dispersión del 3. Uniforme huevo. Densidad de huevos. 1. Baja ( 5) 2. Mediana (20) 3. Alta (40) 3 Edad de la hoja 1. Juvenil 2. Madura 2 Covariable Variable de Respuesta 1. Área foliar de hoja. 2. Área foliar de la planta entera. 3. Tamaño de colonia de hormigas. 4. Edad de la hoja 5. Altura de la planta. 6. Numero de hojas por planta 7. Tipo de suelo (aluvial – volcánico) 1. Tiempo de detección del huevo. 2.Tiempo de eliminación de huevos 3. Mecanismo de eliminación de huevo. 4. Numero de hormigas patrullando (máximo y promedio). Total de 18 tratamientos 4 Total de repeticiones repeticiones 72 TOTAL Cuadro 1. Variables a analizar para la elaboración del modelo matemático sistema Piper cenocladum – Pheidole bicornis Metodología El estudio se llevó a cabo en la Estación Biológica la Selva, específicamente en áreas donde se encuentran colonias de Piper cenocladum (Camino Experimental Sur- Camino Circular Cercano – Sendero Hartson.) Ver anexo 1. - 156 - Para la aplicación de los tratamientos en el campo se diseño una matriz (ver Anexo 2). La toma de datos se realizo de manera aleatoria por planta y bloque, una ves enumeradas las plantas en el campo se generaron números aleatorios del 1 al 9, para determinar el tipo de tratamiento que le correspondía a cada planta. 5.1. Medición de variables independientes 5.1.1 Patrón de disposición de los huevos. Para el uso la simulación de la ovoposición de Eois apyraria, se utilizó ninfas de termitas recolectadas en el bosque de las estación biológica. Se diseño una cuadrícula de 54 cuadras (2,5 cm x 2,5cm), para facilitar la ubicación de las ninfas en el campo, según patrón de distribución. - Distribución agregada: se utilizó la distribución negativa binomial, para generar la cantidad de ninfas correspondientes a cada cuadra en la cuadrícula. - Distribución aleatoria: se utilizó la distribución Poisson para determinar el número de ninfas por cuadra (generador de números aleatorios en Excel) - Distribución uniforme o regular: se determino según la cantidad de ninfas a poner entre la cantidad de cuadras en la cuadrícula 5.1.2. Numero de huevos. Se determinó el numero de ninfas a utilizar tratando de utilizar números extremos, pues hasta el momento no se ha determinado la capacidad de ovoposición de la especie Eois apyraria. - Alta densidad: 40 ninfas - Mediana densidad: 20 ninfas - Baja densidad: 5 ninfas 5.1.3. Edad de la hoja Para calcular la edad de la hoja se asumió que el patrón de disposición de las hojas en la planta esta relacionado con la edad de la misma. Se tomó en cuenta las 5 primeras hojas de la planta, en donde la hoja más joven será la que se encuentre en la parte más alta de la planta (contando desde le pináculo hacia abajo). Estas se clasificaran en: 1. Hojas juveniles: las hojas que se encuentren en la posición 1 ó 2 2. Hojas maduras: las hojas que se encuentren entre la posición 3 ó 5 5.2. Medición de covariables 5.2.1. Área Foliar. Se medió el área foliar de las hojas observadas, así como, el área foliar de la planta entera; por medio de la máquina de medición foliar. 5.2.2. Tamaño de la colonia Se realizaron disecciones a todas las plantas observadas (total 36) y se contó la colonia de hormigas según castas (obreras, soldados, machos alados, reinas) 5.2.3. Número de hojas y altura de la planta. Estas mediciones se realizaron por medio de una cinta métrica y observación directa en el campo. - 157 - 5.3. Medición de variables dependientes Para la medición de estas variables se realizaron observaciones por un periodo de tiempo de 2 horas por planta - Tiempo de detección de ninfa - Tiempo de eliminación de ninfa - Mecanismo de eliminación de ninfa - Número de hormigas patrullando entre tiempo: para esto se contó el número de hormigas cada 10 minutos en las plantas en las cuáles se aplicaron los tratamientos. 5.4. Elaboración de modelo matemático Con el estudio se pretendió llegar a la siguiente ecuación de predicción de las variables dependientes, en donde cada covariable se incluyó en el modelo de análisis como una regresión lineal : Yijkl = μ + δi + ρj + βl + ηk + αijkl + ωijkl + ϕ ijkl + εijkl donde , Yijkl es el valor del variable de respuesta por observación remoción, Mecanismo de remoción) μ el promedio. δi es el valor del tratamiento de dispersión ρj es el valor de densidad de huevos. βl es el bloque. ηk es la edad de la hoja α ijkl es la altura de la planta. ϕ ijkl área foliar de la planta ωijkl es la densidad de hormigas en la colonia. εijkl el error que pertenece a la observación ijkl. ijkl (Tiempo de detección, Tiempo de Para la elaboración de la ecuación se deben utilizar las variables independientes y covariables que presenten mejor bondad de ajuste Resultados No se encontraron diferencias significativas entre las variables de respuesta (utilizando un alpha de 0.05), como se muestra en el siguiente análisis: - Variable de respuesta analizada: Tiempo de detección de ninfa Parámetros estimados en el modelo Término Intercepto Numero de bloque Edad de la hoja[joven] Patrón[Regular] Patrón[agregado] Densidad[alta] Densidad[baja] Estimador 108,37 2,3149 -10,98 -10,97 6,6799 -6,464 12,017 Error estándar 28,59 5,112 4,904 8,467 7,473 7,419 7,186 Prob>|t| 0,0004 0,6523 0,0288 0,1997 0,3750 0,3871 0,0997 - 158 - Tiempo de detección (min) Actual Término Área foliar total (cm²) Altura (m) Numero de hojas Colonia Tipo de suelo[Aluvial] Estimador 0,0211 -29,96 -1,993 -0,132 4,4079 Error estándar 0,007 18,10 2,759 0,081 5,911 Prob>|t| 0,0062 0,1030 0,4729 0,1099 0,4588 120 100 80 60 40 20 0 0 20 40 60 80 100 120 140 Tiempo de detección (min) Predicted P=0,1132 RSq=0,23 RMSE=41,616 Gráfico 1. Tiempo de detección actual vrs tiempo de detección predicho Los resultados obtenidos se vieron afectados por la poca actividad de respuesta que se observó durante las 2 horas, como se muestra en el gráfico anterior las observaciones se concentran en los 120 minutos es decir, que en la mayoría de la plantas estudiadas ( 47%) no observó ninguna actividad de las hormigas durante las observaciones de campo. (ver anexo 3) Con el modelo corrido anteriormente se obtuvo un r² de 23%, y una media en la respuesta de 80, 38 minutos. Pero a pesar de esto, se observaron algunas diferencias que pueden indicar diferencias en el comportamiento de la especie Pheidole bicornis, con respecto a su mecanismo de patrullaje y por consecuencia en la respuesta ante la posible herviboría. - En el caso de Tiempo de detección de la ninfa vrs la edad de la hoja, se obtuvieron los siguientes datos: - 159 - Tiempo de detección (min) 120 100 80 60 40 20 0 joven vieja edad de la hoja Each Pair Student's t 0,05 Gráfico 2. Analisis One-way para Tiempo de detección (min) por edad de la hoja A pesar de que estadísticamente las diferencias no son significativas (P= 0,0315), en el gráfico anterior se muestra una pequeña diferencia entre el tiempo de detección en las hojas jóvenes vrs hojas viejas. - Promedios Analisis de una vía (Oneway) Variable Hoja joven Hoja vieja Número de Promedio observaciones 36 69,4000 36 91,3722 Error estándar 7,0791 7,0791 Inferior 95% 55,281 77,253 Superior 95% 83,52 105,49 En la hoja joven se observa una respuesta de acción por parte de la hormiga mas rápida con un tiempo de detección promedio de 69 minutos, mientras las hojas viejas presentan un tiempo de detección de 91 minutos en promedio. 6.1. Otras relaciones A pesar que no se encontraba en las hipótesis establecidas para este estudio, es importante mencionar que se encontró una relaciones significativa (alpha 0.05) con respecto a la Cantidad de hormigas en la colonia vrs el número de hojas presentes en la planta Esto es de esperar, pues si el mecanismo de defensa de Pheidole bicornis esta regulado por la densidad de herviboros, es de esperarse que a mayor número de hojas mayor posibilidad de presentar herviboría. - 160 - 550 500 450 Colonia 400 350 300 250 Linear Fit 200 150 100 4 6 8 10 12 14 16 18 20 Numero de hojas Grafico 3. Ajuste lineal bivariado para tamaño de colonia vrs Número de hojas - Ecuación Tamaño de Colonia = 41,87705 + 26,165406 Numero de hojas. Se obtuvo un R² de 0,51 y un P <.0001 6.1.1. Patrón de patrullaje de la hormiga Pheidole bicornis Número de hormigas patrullando vrs tiempo Número de hormigas 3,0 2,5 2,0 1,5 1,0 0,5 0,0 0 20 40 60 80 Minutos 100 120 140 Gráfico 4. Número de hormigas patrullando vrs tiempo de observación En las 72 observaciones realizadas se pudo determinar que general hay una hormiga patrullando las hojas tanto por el lado inferior como superior, si las hormigas detectan algún tipo de insecto de cuerpo blando o huevos, el numero de hormigas patrullando la hoja tiende a aumenta. Discusión No se encontraron diferencias significativas en las variables de respuestas observadas vrs las variables independientes y las covariables, debido principalmente a la poca respuesta durante las 2 horas de observación establecidas en el experimento (lo que no significa que la hormiga no cumple con su función de protección, sino que esta puede tomar más tiempo) Esto señala que el patrullaje de la hormiga Pheidole bicornis, en las plantas de Piper cenocladum no esta relacionada directamente con el patrón de ovopisición, o el número de huevos en la - 161 - ovoposición. Se pudo observar que las hormigas cumplen un papel de defensa ante la herviboría, al remover los huevos, ya sea votándolos por el borde la hoja ó llevándolos adentro del peciolo. Se debe tener cuenta los factores que pudieron afectar la aplicación de este experimento: - Lluvia Tipo de carnada (probar con otras, tales como huevos de otros insectos o artificiales) Tiempo de observación (2 hrs) Número de repeticiones Por lo que se recomienda que para posteriores estudios de este tipo, se utilicen menos variables de respuesta, pero que sean mas específicas, se puede empezar utilizando solo dos tipos de densidades (preferiblemente valores extremos), y más horas de observación (aumentar a 4 horas por planta). Además se cuentan con muchos más factores independientes que pueden afectar este sistema y el tiempo de respuesta en la hormiga, tales como: - Presencia de otro tipo de especies de hormigas en planta - Depredación de la colonia - Ecología de la especie Pheidole bicornis (patrones de patrullaje según hora, temperatura, lluvia) Agradecimientos Quiero agradecer a todas aquellas personas que de una u otra manera ayudaron y colaboraron a la realización de este proyecto: - Fundación CR-USA, por brindar la beca que nos permitió llevar a cabo esta experiencia de investigación en la Estación Biológica La Selva - A Robert Matlock, por ser una guía fundamental en la elaboración de este proyecto, por todo el tiempo, paciencia y amistad que me brindó. - Elizabeth Anderson, por brindar su ayuda incondicional, su tiempo y amistad en todo momento. - Estudiantes Reus, por toda la amistad y colaboración que brindaron durante este tiempo Bibliografía Dyer, L. A., & Letourneau, D. K.2003. Top- down and bottom-up diversity cascades in detrital versus living food webs. Ecology Letters, 6: 60–68 Dyer, L. A., & Letourneau, D. K.2001. Trade offs in antiherbivore defense in Piper cenocladum: ant mutualists versus plant secondary metabolites. Journal of Chemical Ecology. 27, 3 Dyer, L. A., & Letourneau, D. K.2000. Cenocladamide, a dihydropyridone alkaloid fron Piper cenocladum. Phytochemistry 53, 5 Dyer, L. A., & Letourneau, D. K.1999. Trophics cascades in a complex terrestrial community. Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A, 96, 5072. Dyer, L. A., & Letourneau, D. K. 1999. Relative strengths of top – down and bottom – up forces in tropical forest community. Oecologia, 119, 265. Letourneau, D. K., & Dyer, L. A.1998.Experimantal test in lowland tropical forest shows top-down effects through four trophic levels. Biotropica, 30, 162. - 162 - Anexos Anexo 1. Ubicación de los tratamientos aplicados en el campo Bloque Bloque Bloque Bloque 1 2 3 4 1 Agregado-alta densidad 1-1 2-1 3-1 4-1 2 Al azar-alta densidad 1-2 2-2 3-2 4-2 3 Regular-alta densidad 1-3 2-3 3-3 4-3 4 Agregado-mediana densidad 1-4 2-4 3-4 4-4 5 Al azar-mediana densidad 1-5 2-5 3-5 4-5 6 Regular-mediana densidad 1-6 2-6 3-6 4-6 7 Agregado-baja densidad 1-7 2-7 3-7 4-7 8 Al azar-baja densidad 1-8 2-8 3-8 4-8 9 Regular-baja densidad 1-9 2-9 3-9 4-9 Anexo 2. Aplicación de tratamientos en el campo según bloque Tratamientos - 163 - 40 30 20 10 Std. Dev = 43,60 Mean = 80,4 N = 72,00 0 0,0 20,0 10,0 40,0 30,0 60,0 50,0 80,0 70,0 100,0 90,0 120,0 110,0 Tiempo de detección (min) Anexo 3. Histograma para variable de respuesta Tiempo de detección - 164 - Habitat and Prey Selection in two Species of Imantodes (Serpentes: Colubridae) Ryan A. Adasme1, Matthew I. Williams2, Craig Guyer2, Maureen A. Donnelly3 1 North Carolina State University, 2Auburn University and 3Florida International University. Resumen. Imantodes cenchoa y Imantodes inornatus son dos especies simpátricas de serpientes bejuquillo encontradas en Costa Rica. Observaciones previas de la historia natural han sugerido que las dos especies difieren en sus hábitats y en preferencia de presa. Utilizamos observaciones de campo para confirmar que I. cenchoa prefiere hábitats en bosque y que I. inornatus prefiere hábitats de pantano en La Selva, Costa Rica. En un experimento en el que se utilizaron los movimientos de la lengua dirigidos a aplicadores de algodón impregnados con aroma de presas para analizar la preferencia de las serpientes para una presa particular, I. cenchoa prefirió lagartijas anoles sobre ranas y huevos de rana contra un control inerte (agua), e I. inornatus mostró una preferencia hacia los huevos de rana sobre tanto lagartijas anoles y ranas cuando fue comparado contra el mismo control. Finalmente, documentamos que la preferencia de presas de cada especie es la más abundante en los hábitats preferidos por cada especie. Abstract. Imantodes cenchoa and Imantodes inornatus are two sympatric species of vine snake found in Costa Rica. Previous natural history observations suggest that the two species differ in their habitat and prey use. We use field observations to confirm that I. cenchoa selects forest habitats and I. inornatus selects swamp habitats at La Selva, Costa Rica. In an experiment in which tongue-flicks directed at a prey-scented cotton swab were used to assess interest by snakes in a particular prey item, I. cenchoa preferred anoles over both frogs and frog eggs when compared to an inert control (water), and I. inornatus showed a preference towards frog eggs over both anoles and frogs when compared to the same control. Finally, we document that the preferred prey items are more abundant in the habitats selected by each species. Introduction Intraspecific competition is a strong driving force in maintaining habitat separation of sympatric phylogenetically-related organisms. Such competition can result in reduced growth and lower fecundity rates in individuals, and is one of the major causes of extinction (Purves et al., 1992). Habitat separation reduces the likelihood of extinction by allowing each competitor to occupy a competitor-free space (Schluter, 2000). This ecological principle is extremely important in species, like snakes, that have small, dispersed populations and frequently have sympatric congeners. The genus Imantodes contains six species with an aggregation range that extends from Mexico to Bolivia (Zug et al., 1979). Two of these six, I. cenchoa and I. inornatus are broadly sympatric throughout various Lowland and Premontane habitats from the Atlantic to the Pacific coasts of Costa Rica (Savage and Scott, 1985). With large, protuberant eyes containing vertically elliptical pupils and vertebral scales that are conspicuously enlarged and associated with a mechanism that allows these vine snakes to bridge large gaps between branches, Imantodes has adapted to a nocturnal and arboreal life (Gans, 1980; Savage, 2002). By day, Imantodes cenchoa is thought to roost in bromeliads (Henderson and Nickerson, 1976). At night, this species is thought to inhabit primary and secondary forests whereas I. inornatus is thought to inhabit streams and swamps (Guyer and Donnelly, in press). Prey - 165 - items of the two species are largely known from anecdotal reports. Imantodes cenchoa is known to feed on reptile eggs, and adults of Gonatodes, Norops, and Eleutherodactylus. (Landy et al., 1966; Wehekind, 1995; Savage, 2002). However, Henderson and Nickerson (1976) conclude that this species specializes on Anolis (=Norops) because captive, individual snakes failed to consume frogs when they were offered as prey. Imantodes inornatus is known to consume eggs of tree frogs in the genus Agalychnis, and is thought to eat adult frogs, anoles, and Hyla ebraccata eggs (Greene, 1997; Savage, 2002; Guyer and Donnelly, in press). The pattern that emerges from these natural history observations is that Imantodes cenchoa and I. inornatus occupy different habitats when they cue on differing prey items. In this study we quantify habitat and prey selection of I. cenchoa and I. inornatus and correlate these variables with prey availability. We document that populations of the two species differ in the proportion of occurrences in swamp and forest habitats. We use elevated number of tongue-flicks to determine prey preferences of the two species and demonstrate that prey preference correlates with prey abundance in the habitat selected by each species. Methods Habitat Selection The La Selva Biological Station, in the Atlantic Lowland rainforest of Costa Rica, served as the site for this study. Two data sets were used to examine habitat associations for the two species of Imantodes. The first set consisted of localities where snakes were observed 31 March 1982 to 16 August 1984; this set contained 49 observations of Imantodes cenchoa and 14 of I. inornatus. The second set included localities of snakes observed 22 June 2004 to 14 July 2004 and were comprised of 13 observations of I. cenchoa and 7 of I. inornatus. For both data sets, localities were stored in a GIS database and projected onto a habitat map. A 1983 land use map from La Selva’s Arcmap database was used for the first data set, and a 2004 land use map was used for the second. The boundary between the two habitats was modeled to be five meters from the edge of a swamp. Prey Selection We used rates of tongue-flicking as an index of prey selectivity, following protocols of Cooper et al. (2000). Individuals from the second data set were used for the prey selection experiment. Nine adult and one juvenile I. cenchoa and six adult I. inornatus were used in this portion of the study. All snakes were caught between 1 and 14 July 2004. Upon capture, the mass, snout-vent length, total length, and sex of each snake were recorded. Sex was determined by probing the caudal portion of the cloacal opening. Because everted hemipenes for the genus Imantodes are four to eight subcaudals in length (Savage, 2002), we used probe depth lengths greater than 3 subcaudal rows to distinguish males from females. Each snake was housed in a translucent, plastic terrarium of one of three sizes, 16 x 16 x 7 cm, 24 x 15 x 10 cm, or 27 x 19 x 12 cm. Cage size was matched to the size of the snake. Ambient temperature was 29oC, and lighting was provided by an incandescent bulb on a 12L:12D cycle. Both temperature and lighting were controlled by housing all terraria in a wooden enclosure that was maintained inside the lab building. Prey categories were anoles, frogs, and frog eggs. Within the anole category, four species were used: Norops limifrons, N. lemurinus, N. humilis, and N. oxylophus. Within the frog category, four taxa were used: Hyla rufitela, Eleutherodactylus fitzingeri, Scinax eleaochroa, and Agalychnis callidryas. Within the frog egg category, two kinds of leaf-breeding frog eggs were used: Agalychnis callidryas and Hyla ebraccata eggs. Two controls were used. Water was used as a negative control, and Adidas cologne was used as a positive control. Thus, a total of 12 trials were used in this study, 10 prey trials - 166 - and 2 control trials. All of the frogs and anoles were wild-caught at La Selva, remained alive for the entire experiment, and kept in an individual one gallon Ziploc bag so as not to cross-contaminate the scents. The frog eggs were obtained from local ponds, and were maintained in a refrigerator for the duration of the experiment. Prey trials were run from 14 to 19 July 2004. Each of the sixteen snakes was randomly assigned a letter code to determine which order of trials they would receive. Each of the twelve trials was assigned numbers using a random number generator to determine the order in which the scents would be presented. Only two trials were run per day to maintain snake motivation, and each snake received each treatment only one time over the course of the six-day experiment. From the time the snake entered a terrarium until the start of its first trial, no exposure to prey vomodors occurred (Cooper et al., 2000). Trials were presented on sterile cotton swabs, and were dipped into deionized water and rubbed across the surface of a prey item, dipped into the negative control fluid, or misted with the positive control. To begin a trial, we carefully removed the lid of a terrarium and positioned a swab approximately 1 cm anterior to the snake’s snout. After the first tongue-flick occurred, every subsequent tongue-flick directed toward the cotton swab was counted for a period of 60 seconds. In one instance, the swab was bitten and it took us ten seconds to remove it. For that trial, the tongue-flick rate was adjusted to account for the lost time. One of the Imantodes cenchoa flicked uniformly high for all trials with a range of 32-71 tongue-flicks per minute and a mean of 42.6, and was discarded for the purpose of the experiment. Each day a 30 minute interval separated the two trials. Because Imantodes are nocturnal, all trials were run between 2100 and 0100 hours, and inside a darkened room, illuminated only by a red flashlight. The twelve-hour light cycle for the snakes was terminated at least one hour prior to each pair of trials so that the snakes would be awake and responsive (Henderson and Nickerson, 1976). At the end of the experiment, all subjects were returned to their point of capture and released. To determine relative abundance values for the prey items, surveys of available prey items were taken in forested and swamp habitats where the snakes were found. We conducted time constrained searches of three person hours in one swamp, and in three portions of forested trails. Surfaces were carefully surveyed up to three meters high for anoles and frog eggs. Statistical analysis We summarized habitat data in a contingency table with habitat (forest or swamp) as one axis and species (I. cenchoa or I. inornatus) as the other. Because observed frequencies of two cells were low, we used Fisher’s Exact procedure to test the null hypothesis that the proportional occurrence within habitats did not differ between the two species (Zar, 1999). To determine relative prey availability, the mean number of the ten prey items found in the habitat transects was used to generate an observed value of prey category (anoles, frogs, and frog eggs) per habitat. With regards to prey selection, the individual trials were grouped into the three prey categories, and paired t-tests were run comparing the controls to each other, and each prey category to the negative control within each species. If a preference for one prey category was found, paired t-tests were run to compare the species within the category. Linear regressions were used to analyze correlations of tongue-flicks within a species regarding mass, length, and time since capture. Two-sample t-tests were used to compare the mean number of tongue-flicks between sexes within a species, and to compare mean tongue-flicks based on the order of scent presentation. All tests were performed in JMP. - 167 - Results Nearly all occurrences of Imantodes cenchoa were in the forest, while the vast majority of occurrences of I. inornatus were in swamps (Figure 1). These data indicate a statistically significant difference in habitat selection between the two species (Fisher’s Exact, p<0.001). 70 60 Frequency 50 40 I. cenchoa 30 I. Inornatus 20 10 0 Forest Swamp Habitat Figure 1. Habitat selection for Imantodes, shown is data used in the Fisher Exact Test. No significant linear correlation was found between mean tongue-flicks and mass (r2=0.209, p=0.087, df=14), length (r2=0.013, p=0.676, df=14), or days since capture (r2=0.009, p=0.729, df=14). No significant difference was found in tongue-flick rates between the two sexes within Imantodes cenchoa (t=0.053, p=0.9593). There were not enough of both sexes of I. inornatus to analyze statistically (one male, five females). Order was not a significant factor in determining number of tongue-flicks in the two sample t-test (t=0.898, p=0.404). Imantodes cenchoa was found to have a statistically significant increase in the rate of tongueflicks when offered swabs of anoles compared to the negative control, and no significant difference when offered swabs of the positive control, frogs, or frog eggs, compared to the negative control (Table 1A). Imantodes inornatus was found to have a statistically significant increase in the rate of tongueflicks when offered swabs of frog eggs compared to the negative control, and no significant increase in the rate of tongue-flicks when offered swabs of the positive control, anoles, or frogs, compared to the negative control (Table 1B). - 168 - A Comparison Mean SE t p Neg. control x Pos. control 2.78 5.22 0.53 0.6092 Neg. control x Anoles 7.72 3.81 2.03 0.0386 Neg. control x Frogs 0.03 2.94 0.01 0.4963 Neg. control x Frog eggs -1.89 2.50 -0.76 0.7645 B Comparison Mean SE t p Neg. control x Pos. control 3.50 3.00 1.17 0.1478 Neg. control x Anoles 3.54 3.45 1.00 0.1811 Neg. control x Frogs 3.46 3.30 1.07 0.1664 Neg. control x Frog eggs 20.92 5.08 4.11 0.0046 Table 1. Paired comparisons for (A) nine wild-caught Imantodes cenchoa, and (B) six wild-caught Imantodes inornatus. Mean and SE are the mean and standard error for differences between the negative control and a prey category or positive control. T and p are paired design t-values and onetailed probabilities. Bold indicates a statistically significant difference from zero. For Imantodes cenchoa, there was no significant difference in the rates of tongue-flicks elicited among the four species of anoles offered as prey except for the comparison where Norops lemurinus was significantly preferred over N. oxylophus (Table 2A). For Imantodes inornatus, there was a significant difference in tongue-flick rates elicited between the two types of frog eggs offered, with a preference for Agalychnis callidryas eggs (Table 2B). A Comparison Norops limifrons x N. lemurinus N. limifrons x N. humilis N. limifrons x N. oxylophus N. lemurinus x N. humilis N. lemurinus x N. oxylophus N. humilis x N. oxylophus B Comparison Mean 5.56 0.44 4.89 5.11 10.44 5.33 SE 6.43 5.56 5.94 5.61 4.19 5.19 t p 0.86 0.4125 0.08 0.9383 0.82 0.4344 0.91 0.3892 2.49 0.0374 1.03 0.3345 Mean SE t p Agalychnis callidryas eggs x Hyla ebraccata eggs 13.50 4.58 2.95 0.0320 Table 2. Paired comparisons for species within preferred prey categories for (A) nine wild-caught Imantodes cenchoa, and (B) six wild-caught Imantodes inornatus. Mean and SE are the mean and standard error for differences between the prey species. T and p are paired design t-values and twotailed probabilities. Bold indicates a statistically significant difference from zero. Frog eggs were found to have a greater relative abundance in swamps (38.7 egg clutches per person hour) compared to anoles (1.0 anole per person hour), whereas anoles were found to have a greater relative abundance in forests (3.3 anoles per person hour), compared to frog eggs (0 egg clutches per person hour) (Figure 2). - 169 - 45 Frequency/person hour 40 35 30 25 Anoles 20 Frog eggs 15 10 5 0 Forest Swamp Habitat Figure 2. Relative prey abundances of preferred prey categories by habitat. Frequency per person hour refers to the mean number of specimens found during one person-hour of searching a habitat. Discussion We conclude that Imantodes cenchoa prefers anoles and selects forested habitats where anoles are more abundant., and that Imantodes inornatus prefers leaf-breeding frog eggs and selects swamp habitats where those frog eggs are more abundant. While it is possible to document this habitat and prey partitioning, we are unable to say what has caused it. It is possible that Imantodes inornatus, being the slightly larger snake, drove Imantodes cenchoa out of the swamps and therefore I. cenchoa was forced to adapt to the more abundant prey item in the new habitat. However, body size could be a completely opposite cause to partitioning. The lighter-bodied I. cenchoa is less likely to disturb a Norops sleeping at the end of a branch or on a leaf, and perhaps the inability to capture anoles drove I. inornatus to a much easier target, leaf-breeding frog eggs. Recent studies have also shown that frog eggs in the genus Agalychnis have evolved to evade the frog egg specialist Leptodeira septentrionalis when the tadpoles sense an imminent predatory attack (Warkentin, 1998; Guyer and Donnelly, in press). We suggest that the widely sympatric Imantodes inornatus has also played a part in this tadpole evolution. Long-term sperm storage and delayed fertilization have been documented for L. septentrionalis (Haines, 1940; Savage, 2002). Based on the small populations and observed female to male ratio of I. inornatus (16 females to 7 males), it is possible that this closely phylogenetically-related snake might also exhibit such reproductive traits (Scott, 1969). Experimentally, water was used as a negative control to establish a baseline for each individual and determine how often they would tongue-flick at random. Adidas cologne was used as a positive control to determine how often each snake would tongue-flick to any foreign or strong scent. Cooper et al. (2000) suggest that snakes can distinguish prey scents down to the species level. Regarding Imantodes cenchoa and anoles, this hypothesis cannot be excluded. Norops lemurinus, an arboreal anole that most commonly resides in the forest, is much more likely to be encountered than N. oxylophus, a semi-aquatic anole that is most commonly found in swamps and streams (Savage, 2002). This was reflected with a significant preference of N. lemurinus over N. oxylophus by I. cenchoa. N. humilis and N. limifrons were both seen in forested and swamp habitats, which might explain the lack of a significant preference regarding those anoles over the other two (pers. obs.). The two frog eggs in particular were used because they are the only two anurans at La Selva that lay their eggs outside of water and are easily accessible to terrestrial snakes (Guyer and Donnelly, in press). A specific - 170 - preference for Agalychnis callidryas eggs is most likely due to the higher number of those clutches as opposed to the lesser-encountered Hyla ebraccata eggs (pers. obs.). Since all of these snakes were wild-caught, we are unable to conclude whether these prey preferences are innate or learned. A repeat of this study with newly-hatched, unfed Imantodes could possibly answer this question (Burghardt, 1967, 1968, 1970; Burghardt and Abeshasheen, 1971; Cooper et al., 2000). The description of how Imantodes cenchoa consumes their prey documented by Henderson and Nickerson (1976) was also confirmed. On 19 June 2004 at 0016 hours, we observed an adult I. cenchoa on the forest floor eating what was confirmed to be an adult, gravid Norops humilis (Figure 3). Upon our initial contact, the anole was still alive. The neck of the anole was in the mouth of the snake, and was clearly being chewed upon so that the rear-fangs of the snake could administer venom. The snake then proceeded to consume the anole head first, and completely disregarded both our presence and light. By 0043 hours the anole was completely swallowed, and the snake was distended to at least 150% of initial body circumference. Figure 3. Field observation of an Imantodes cenchoa eating a Norops humilis on 19 June 2004. It has been suggested that Neotropical snake activity varies based on temperature (Neill, 1962) and rainfall (Henderson and Hoevers, 1977). Since La Selva has a relatively consistent temperature year-round, the latter is probably more specific to our location (McDade et al., 1994). One important aspect of this experiment is that it took place in the middle of La Selva’s prolific rainy season. Anoles do not appear to have a breeding pattern that coincides with rainfall, so it is quite likely that Imantodes cenchoa has its preferred prey available consistently. However, vine snakes such as Imantodes inornatus that cue in on anuran prey have a much more inconsistent prey availability. Just as it is unknown where the tree frogs go during these dry times, what it is the frog and frog-egg snake predators do for this period of time still remains unsolved. Henderson and Hoevers (1977) hypothesize that arboreal snakes in particular are most closely tied to precipitation and that during these dry times those snakes do not necessarily emigrate from the area, but rather utilize macro- or macrohabitats that cannot be conventionally sampled. With the development of new tracking technology, it may be possible to determine what habitats these arboreal snakes take up during the dry season and determine if they have a seasonal shift in prey preference. - 171 - Acknowledgements We would like to thank the National Science Foundation and their Research Experience for Undergraduates program for their financial support, and MINAE (Costa Rica) for the permission to conduct this study (Resolución No 109-2004-OFAU, Licencia No 36862). The senior author would also like to individually thank John Steffen, Elizabeth Anderson Olivas, Julio Barrantes, C. Gerald Van Dyke, Jim Gilliam, Roger Woodard, Dave Davenport, Kris Kaiser, Mahmood Sasa, Luiz Diego Gomez, Javier Guevara Sequeira, Iván Gómez Mestre, Jeriann Day, Ann Rothe, the rest of the OTS staff, and all of my fellow REU cohorts for their continued support. Literature Cited Burghardt, G.M. 1967. Chemical-cue preferences of inexperienced snakes: comparative aspects. Science. 157: 718-721. Burghardt, G.M. 1968. Chemical preference studies on newborn snakes of three sympatric species of Natrix. Copeia. 1968: 732-737. Burghardt, G.M. 1970. Intraspecific geographical variation in chemical food cue preferences of newborn garter snakes (Thamnophis sirtalis). Behaviour. 36 :246-257. Burghardt, G.M. and J.P. Abeshasheen. 1971. Responses to chemical stimuli of prey in newly hatched snakes of the genus Elaphe. Animal Behavior. 19: 486-489. Cooper, W.E., Jr., G.M. Burghardt, W.S. Brown. 2000. 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Smithsonian Contributions to Zoology. 300 (1): 1-20. - 173 - A comparison of structure and function in Neotropical forest and pasture streams Suzanne Alvarez1, Liabeth Yohannes2,Elizabeth Anderson3 and Marcelo Árdon3 1 Princeton University, 2Wesleyan University, 3Organization for Tropical Studies Resumen La transformación del bosque neotropical a pastizales resulta en la mayoría de los casos en una cobertura boscosa reducida o ausente en zonas ribereñas, reduciendo consecuentemente a la integridad ecológica de las quebradas. Estudios anteriores confirman el hecho de que un acercamiento complementario tanto a los atributos tanto estructurales (patrones) como funcionales (procesos) es necesario para comprender los efectos que las actividades antropológicas, como la ganadería, imponen en la integridad de ecosistemas de quebradas basados en detritos. El objetivo de este investigación fue comparar los efectos en quebradas de la presencia o ausencia de cobertura boscosa usando el estudio de cuatro factores: (1) las comunidades de macroinvertebrados (estructura), (2) la acumulación de sedimentos (estructura), (3) las tasas de descomposición de hojas (función) y (4) la deposición de materia orgánica (función). Las quebradas de bosque se localizaron en la Estación Biológica La Selva en Costa Rica, y las de pastizales en el Tigre, una comunidad rural cercana. No encontramos diferencias en la abundancia de invertebrados o en la presencia de chironómidos entre los sitios de bosque y de pastizal. Sin embargo, un análisis mas fino reveló mayores números de taxas sensitivas en las quebradas de bosque. En términos de función ecológica, la acumulación de sedimentos y materia orgánica fue generalmente mayor en el bosque que en los pastizales aunque no vimos diferencias en la tasa de descomposición de hojas entre los sitios. Con respecto a la deposición de materia orgánica, una quebrada de bosque presentó una cantidad significativamente mayor de deposición de hojas que las dos quebradas con la deforestación más severa. De manera interesante, la quebrada de pastizal que presentó una cobertura boscosa mayor en sus márgenes, también fue la que contó con la mayor cantidad de presencia de semillas. Este estudio demuestra la importancia de los árboles remanentes a las quebradas que drenan tierras dedicadas a la ganadería. Aún mas, las quebradas en pastizales aparentan ser un ejemplo de un ecosistema en transición, los cuales no deberían pasar inadvertidos para los planes de conservación o investigación. Abstract Conversion of neotropical forest to pasture most often results in reduced or absent forest cover in riparian areas, with potential effects on stream ecological integrity. Previous research has shown that a complementary approach of both structural (pattern) and functional (process) attributes are necessary to understand the effects anthropological activities, such as cattle grazing, impose on detritus-based stream ecosystem integrity. Our objective was to compare the effects of the presence or absence of riparian forest cover on streams by measuring four factors: (1) the macroinvertebrate community (structure), (2) sediment accumulation (structure) (3) rates of leaf decomposition (function) and (4) organic matter inputs (function). Forest streams were located in La Selva Biological Station in Costa Rica, and pasture sites in el Tigre, a nearby rural community. We found no difference in invertebrate abundance or percent chironomids between forest and pasture sites. However, finer analysis revealed greater numbers of sensitive taxa in forested streams. In terms of ecosystem function, accumulation of sediment and organic matter was generally greater in forest than pasture yet we found no difference in rates of leaf decomposition between the sites. With respect to organic matter inputs, one forest stream had significantly more leaf inputs than the two most severely deforested streams. Interestingly, the pasture stream with highest riparian tree cover showed highest seed inputs of all sites. This study demonstrates the importance of riparian remnant trees to streams draining cattle grazing land. Furthermore, streams in pasture appear to be an example of an ecosystem in transition, which should not be ignored in conservation planning or research. - 174 - Introduction Conversion of neotropical rainforests to agricultural land uses, such cattle pastures and banana plantations, began in the middle of the last century and continues today (McDade et al. 1994). Land use changes in the Sarapiquí region of Costa Rica’s Caribbean lowlands follow a pattern of deforestation characteristic of the neotropics. Government efforts to promote settlement in this once isolated frontier resulted in homesteading of unclaimed primary forest during the 1960s through 1980s (Butterfield 1994). The most common method of maintaining land claim was by clearing and converting forest to cattle pasture and consequently, forest cover in Sarapiquí has decreased from roughly 70% in the 1960s to less than 30% today and the cattle pasture is the predominant land use of the region (Butterfield 1994). Extent and connectivity of riparian vegetation is often reduced as a consequence of deforestation (Allan 1995; Heartsill-Scalley & Aide 2003). This is the case in Sarapiquí, where the pasture grasses now cover streamside areas once dominated by tropical trees and herbaceous vegetation. The effects of riparian forest clearing or fragmentation on stream physical characteristics have been well studied (Brooks et al. 2002). Less known, however, is the influence of deforestation on stream structure and function (Whiles & Wallace 1997), particularly in neotropical streams. Riparian forests are a key interface between aquatic and terrestrial systems that regulate physical stream characteristics (e.g. water temperature, bed sediments), provide a source of organic matter for detritus based food webs and mediate steam bank processes (Ormerod et al. 1993; Iwata et al. 2003, Parkyn et al. 2003). Severe disturbance to these crucial areas may affect distribution, diversity, and assemblage structure of stream invertebrates (Benstead & Pringle 2004; Heartsill-Scalley & Aide 2003; Iwata et al. 2003; Ormerod et al. 1993). Riparian deforestation may also influence key ecosystem processes such as organic matter decomposition in neotropical streams by changing the timing, quantity, and quality of allochthonous organic matter inputs in these detritus-based ecosystems (Whiles & Wallace 1997; Young & Huryn 1999, Rosemond et al. 2001). The importance of using stream ecosystem structure versus function to measure ecosystem integrity is heavily debated (Gessner & Chauvet 2002). The most common method used to assess stream integrity is via its structural attributes, with such spatiotemporal patterns such as water quality, invertebrate community, stream bank and substrate characteristics emphasized. Ecosystem processes are largely ignored or inferred from structural attributes (Jonsson & Malmqvist 2003). However, because pattern (structure) and process (function) directly affect each other, they are complementary approaches to describing an ecosystem. Furthermore, it is not guaranteed that changes in pattern lead to modifications of ecosystem processes, and thus studies employing both complementary components are more comprehensive in their ability to infer the impacts of land changes on streams (Gessner & Chauvet 2002). The objective of this study was to examine the effects of deforestation on lowland neotropical streams by comparing functional and structural attributes of steam draining forested and pasture land uses. Structural parameters measured included aquatic macro-invertebrate abundance and diversity, and sediment accumulation within the stream system. To assess ecosystem function, we measured organic matter decomposition, a process involving a range of organisms from fungi and bacteria to insects and fishes. We also quantified organic matter input to measure the potential consequences of deforestation on a primary energy source of lowland neotropical streams. Our study tested the hypothesis that macroinvertebrate abundance and diversity would be greater and that the rates of organic mater decomposition would be faster in forested streams. In addition we expected a greater quantity of organic matter inputs to the forested streams. However, we expected no difference in sediment accumulation between forest - 175 - and pasture due to the influence of complex variables such as topography and differing riparian vegetation characteristics. Methods Study area A paired watershed design was used to compare structure and function of streams draining forested and deforested lands on the Caribbean slope of Costa Rica, in the county of Sarapiquí, Heredia province (Figure 1). The Sarapiquí region, a tropical wet forest, receives almost 4000 mm of rainfall a year. For both forest and pasture, three streams were chosen which included a first, a second and a third order stream. Forest streams drained 100% old growth forest and were located within La Selva Biological Station (10° 26’ N, 83° 59’ W). Streams draining pasture lands were located in el Tigre, a neighboring rural community approximately 3 km southeast of La Selva (Figure 1). The dominant land use of el Tigre was cattle pasture, with intermittent plots of heart of palm crops. Livestock frequently accessed the 2nd and 3rd order streams in pasture while the 1st order stream was protected by barbed wire. Stream width, depth and velocity were measure multiple times during the study using a meter stick and tape, and a Marsh-McBirney Flowmate flow meter (Table 1). Leaf Decomposition To measure and compare rates of leaf decomposition between forest and pasture catchments, newly fallen Ficus insipida leaves [Family: Moraceae] we collected within La Selva Biological Station in early June 2004. F.insipida is a common riparian species, and was chosen for its medium -fast decay rate. Leaves were dried for 3-5 days, assembled into 5-gram leaf packs using binder clips and transported to each study stream. Eight leaf packs were placed at 3 randomly selected sites along a 30 meter transect at each stream. One pack from each of the 3 sites was collected at days 0 (to correct for mass lost during transport), 2, 6, 10, 14, 18, 21, and 26. After collection, leaves were washed, dried (48 hours at 70°C), and weighed. Samples were ground and a 1 gram sub-sample weighed and ashed (1 hour at 500°C) to obtain ash free dry mass (AFDM). Percent organic matter biomass was calculated for each leaf pack using the following formula: %OM = (DM sample – AM sample) x 100 % DM sample Initial and final AFDM were calculated using the following equations, respectively: Initial AFDM = Initial DM sample x %OM; Final AFDM = DM x %OM Macro-Invertebrates We examined macro-invertebrates on leaf packs collected on days 2, 14, and 21. Leaves were washed over <150µm sieves. Macro-invertebrates, sediment, and organic matter were then separated from F. insipida leaves and preserved in 5% formalin solution. All macro-invertebrates were later sorted from sediment and organic debris and preserved in 70% alcohol. Aquatic insects were identified to order, or family when possible, and abundance, percent chironomids, and number of sensitive and tolerant taxa was calculated (Table 2). Litter input Litter input traps (0.53 m3) were constructed using 1 meter stakes and mesh netting. Using a stratified random design, traps were placed at three sites per stream to capture vertical and lateral leaf litter and woody debris inputs on four collection days (6, 14, 21, and 36). Organic matter was separated from sediment and sorted into 3 categories (woody debris, leaves, and seeds), dried for 48 hours at - 176 - 70°C, and weighed. To measure organic matter in streams, a Surber sampler was used, organic debris was separated from sediment to obtain organic matter dry mass. Sediment Accumulation After washing leaves over a sieve (<150 µm ) and sorting out invertebrates, the sediment collected from leaf packs was dried, ashed (1 hour at 500°C) and massed to obtain AFDM. Data Analysis Analysis of covariance (ANCOVA) was used to determine differences in rates of leaf decomposition. Decomposition rates were then compared to insect abundance. One-way analysis of variance (ANOVA) was used to test differences in invertebrate abundance between streams. One-way ANOVA was also used to establish whether there were differences in sediment accumulation between streams. One-way ANOVA was also employed to demonstrate differences in organic matter inputs and trends in streambed organic matter were analyzed for streams in forest and pasture. Results Leaf decomposition rates of F.insipida leaf packs were found to be significantly different for stream site (ANCOVA: d.f. = 11, 123, F = 73.46, p < 0.0001). A Tukey-Kramer test confirmed packs in the 3rd order forest had faster breakdown rates than any other stream (Figure 2). The remaining streams all had similar rates of leaf decomposition and there was no significant difference between them. In fact, it was interesting to note that overall, the forest streams and the pasture streams had very similar breakdown rates. There was no significant difference between the overall breakdown rate of forest streams versus the overall breakdown rate of pasture streams. There were significant differences in the abundance of macro-invertebrates between collection days (days 2, 14, 21) (ANOVA: d.f. = 2, F = 14.3368, p < 0.0001). A Tukey-Kramer test revealed a higher abundance on day 2. There was no significant difference in macro-invertebrate abundance between streams (ANOVA: d.f. = 5, F = 0.5494, p = 0.7380) (Figure 3). There was also no significant difference for percent chironomids between sites (ANOVA: d.f. = 5, F = 2.0359, p = 0.0903) (Figure 4). However, once macro-invertebrates were separated as tolerant and sensitive taxa based on the Save Our Streams classification, our data indicated that there were a greater number of sensitive taxa in forested streams (Figure 5). Chironomids are often used to and highly tolerant of a less pristine environment and thus, although they are not a bio-indicator of degraded systems, per se, if high chironomid abundance is coupled with low abundance of other taxa, this can indicate poor stream system integrity. The percentage of chironomids between forest and pasture draining streams was very similar. However, when the total number of macro-invertebrates was further divided into tolerant and sensitive orders a trend became readily apparent. Sensitive orders consist of those species of macro-invertebrates found in higher quality water and who are highly susceptible to a degraded environment. Tolerant orders are those that can be found in lower quality water and are more resistant to the effects of a lesser quality environment. A higher percentage of tolerant species was found in the pasture streams, as compared to forest streams, and could indicate a reduced state of ecosystem health. These findings are similar to research conducted in several New Zealand streams, which found greater number of orders tolerant of organic enrichment and silt substrates in pasture streams (Parkyn et al. 2003). - 177 - There was a significant difference in sediment accumulated on leaf packs between streams (ANOVA: d.f. = 5, F = 3.7013, p = .0671). A Tukey-Kramer test showed that the 2nd order forest stream had the highest rate of sediment accumulation (Figure 6). Streambed organic matter was generally higher in the forest sites than in the pasture sites; although the 1st order pasture stream had the highest biomass of all the streams (Figure 7). Leaf litter inputs were also significantly different among stream sites (ANOVA: d.f. = 5, F = 5.7815, p = 0.0492). A Tukey-Kramer test confirmed that the 3rd order forest stream had the greatest amount of leaf inputs. Woody debris was found to be significantly different between streams (ANOVA: d.f. = 5, F = 3.1967, p = 0.0198). A large biomass of seed inputs was found for the 1st order pasture stream, however the difference was not statistically significant (ANOVA: d.f. = 5, F = 2.544, p = 0.0492) (Figure 8). Discussion This study argues that a comprehensive assessment of stream integrity includes an understanding of structural and functional ecosystem attributes. Thus, we used this complementary approach to investigate how pasture land affects lowland neotropical streams. We used macroinvertebrate abundance and an index of tolerant and sensitive orders to analyze ecosystem pattern, and rates of leaf decomposition and organic matter inputs to examine ecosystem processes. Our results indicate that total macro-invertebrate abundance did not differ in streams draining forest and pasture, nor did the relative abundance of chironomids. However, once macro-invertebrates were separated as tolerant and sensitive taxa data indicated that there were a greater number of sensitive taxa in forested streams. This leads to several interesting implications. As mentioned earlier, chironomid abundance in conjunction with abundance of other taxa can be used as an indicator of stream system integrity. When the streams in the forest and pasture sites were first compared (in terms of chironomid abundance), there was no significant difference between the two meaning that neither site had particularly poor stream system integrity. Closer inspection resulted in the discovery of a higher percentage of tolerant species found in the pasture streams, as compared to forest streams. This could be an indication of a reduced state of ecosystem health in pasture streams. Even more interesting though, is the apparent shift in stream health between sites upon closer analysis of the macroinvertebrate community. This shift leads one to draw the conclusion that although the pasture streams are not badly degraded yet (in terms of stream health), they are moving in the direction of poor stream health. Currently, the damage is small and only noticeable if one studies the macro-invertebrate community very closely but the signs are there (as shown by the difference between forest and pasture sites in regards to the amount of sensitive taxa found in each) . The loss of sensitive taxa in pasture streams, as well as the lack of chironomid overabundance, point to the pasture streams as being ecosystems in a state of transition, slowly changing from a healthy stream ecosystem to a poor one. However, this degradation is not obvious yet meaning that there is still time to reverse this recently occurring trend. Our data suggest that pasture land uses do not affect leaf decomposition rates in lowland tropical streams. While one of our forest sites had significantly higher leaf breakdown rates than all other sites, we believe that water velocity, rather than land use was the key reason for this difference. In addition the greatest number of shredding insects was present in this stream compared with other cites and the rapid breakdown of CPOM may be due to their presence in this ecosystem. This potential relationship is similar to findings by Huryn et al. (2002) that showed shredder abundance to be positively related to - 178 - rates of leaf decomposition. Since both pasture and stream sites had very similar amounts of macroinvertebrates found in them, the similar rates of breakdown are to be expected. The amount of total organic matter inputs (litter fall) was lower in the pasture sites as compared to the forest sites. This is most likely due to the fact that streamside vegetation was primarily made up of a few large remnant trees, peace lilies and grasses. Organic matter was divided into 3 categories (seeds, woody, leaves). The forest sites had a greater amount of leaves and wood debris than the pasture sites, due to the extensive canopy. Conversely, pasture streams had a greater overall amount of seeds than forest streams. Seeds found in the pasture were found mainly at the 1st order stream site and consisted almost exclusively of Pentaclethra macroloba seeds which are very large and heavy. The majority of remnant trees found at this particular site were P. macroloba which explains the large amount of P. macroloba seeds from this site. In the forest, however, there was a greater amount and diversity of trees, with the majority of seeds collected in input traps within La Selva being smaller and weighing much less than P. macroloba. The nature of the seeds found at each site explains the counterintuitive result of a greater overall amount of seeds found in the pasture sites than in the forest sites. The quantity of seeds was measured using seed weight, which allows a small number of heavy seeds to count disproportionately more than a larger number of light seeds. Since the pasture had a few heavy seeds collected and the forest had numerous light seeds collected, the results were skewed in favor of the pasture due to the method of measurement (weight) whereas in reality the forest had a greater abundance of seeds in terms of quantity and diversity. Additionally, forest cover is generally characterized as having multi-level canopies. Trees of varying height and crown cover may have essentially captured fallen leaves and seeds, increasing the time at which inputs reach the ground. In conclusion, this study illustrates the importance of using both structural and functional attributes to assess stream ecosystem integrity. Streams draining pasture are an example of an ecosystem in transition and our results suggest that these systems should not be overlooked or dismissed in conservation planning. Riparian reforestation efforts are important in cattle grazing areas. The large effect of even a small number of remnant trees was shown by the results of the 1st order pasture stream. It had the greatest amount of riparian forest cover out of all of the pasture streams (and was most similar in that sense to a forest stream) and consequently is also had the highest amount of organic matter inputs, which is a vital factor in stream health and energy when considering a detritus based stream ecosystem. Literature Cited Allan, J.D. 1995. Stream ecology: Structure and function of running waters. Kluwer Academic Publishers. Dordrecht, The Netherlands. Benstead, J.P. and C. 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Huryn, A.D., V.B. Huryn, C.J. Arbuckle, and L. Tsomides. 2002. Catchment land-use, macroinvertebrates and detritus processing in headwater streams: taxonomic richness versus function. Freshwater Biology 47: 401-415. Iwata T., S. Nakano, and M. Inoue. 2003. Impacts of past riparian deforestation on stream communities in a tropical rain forest in Borneo. Ecological Applications 13 (2): 461-473. Johnsson, M. and B. Malmqvist. 2003. Mechanisms behind positive diversity effects on ecosystem functioning: testing the facilitation and interference hypotheses. Ecosystems Ecology 134: 554-559. McDade, L. A., Bawa, K. S., Hespenheide, H. A., and Hartshorn, G. S. La Selva: Ecology and Natural History of a Neotropical Rain Forest. 1994. University of Chicago Press, Chicago. Niyogi, D. K., K.S. Simon, and C.R. Townsend. 2003. Breakdown of tussock grass in streams along a gradient of agricultural development in New Zealand. Freshwater Biology 48: 1698-1708. Parkyn S.M., R.J. Davies-Colley, N.J. Halliday, K.J. Costley, and G.F. Croker. 2003. Planted riparian buffer zones in New Zealand: Do they live up to expectations? Restoration Ecology 11 (4): 436447. Rosemond AD, Pringle CM, Ramirez A, et al. 2001. A test of top-down and bottom-up control in a detritus-based food web. Ecology 82 (8): 2279-2293 Whiles, M.R. and J.B. Wallace. 1997. Leaf liter decomposition and macroinvertebrate communities in headwater streams draining pine and hardwood catchments. Hydrobiologia 353: 107-119. Young, R.G. and A. Huryn. 1999. Effects of land use on stream metabolism and organic matter turnover. Ecological Applications 9 (4): 1359-1376. - 180 - Appendix Stream Site Width (m) mean range Depth (m) mean range 3 Velocity (m /s) mean range Substratum % Canopy Cover Canopy Description Forest Saltito (SA) 1.01 0.65-1.50 0.21 0.11-0.38 0.15 Bushwhack (BW) 2.62 2.30-2.84 0.38 0.28-0.49 0.13 mixture of sand, pebble & large 0.02-0.37 woody debris large boulders, woody debris & 0.04-0.22 sand 0.19 large boulders, woody debris & 0.07-0.32 sand Rainy Reach (RR) Pasture 3.65 3.22-3.95 0.52 0.30-0.78 100 full coverage 95 mostly covered, few clear areas downstream 85 mostly fully covered, few clear areas downstream Dead Dog (DD) 1.50 0.88-2.14 0.11 0.07-0.20 0.06 woody debris & 0.01-0.14 boulders 45 Tilapia (TA) 1.44 0.82-2.80 0.48 0.34-0.69 0.21 grass, soft 0.05-0.41 muddy bottom 25 0.33 rocky gravel, grass, & woody 0.24-0.56 debris 15 Chino Toro (CT) 1.66 1.10-2.30 0.62 0.28-1.03 sparse understory of mostly palm, herbaceous species, & pentaclethora macroloba; remnant trees few trees left bank, small forest patch right bank. Dominant species pentaclethora macroloba & peace lily sparse remant trees, mainly 4 riparian species: p. macroloba, apeiba, and guayaba, each having many epiphytic plants Table 1 Site description for both La Selva Biological Station (forest) and el Tigre (pasture) streams. Fig. 1a Map of La Selva Biological Station marked with 3 study streams. - 181 - Chironomids SA 8 1 22 19 10 10 7 BW 1 0 24 8 14 12 8 RR 0 0 75 12 5 37 9 DD 0 1 0 1 25 9 16 TA 0 0 0 0 25 6 27 CT 0 2 0 2 12 16 14 Table 2 Macro invertebrate orders identified from forest and pasture streams. Hemiptera Odonata Coleoptera Diptera Trichoptera Ephemnoptera Megaloptera Sites Plecoptera Fig. 1b Map of el Tigre marked with 3 study streams. 0 0 1 2 16 20 234 174 122 262 230 98 - 182 - Leaf Decomposition 0.12 Breakdown Rate 0.1 0.08 0.06 0.04 0.02 0 SA Forest BW RR DD Pasture TA CT Site Fig. 2 Comparison of leaf decomposition rates between 3 forest and 3 pasture streams. Avg. Abundance by Site 50.00 45.00 # insects per gAFDM 40.00 35.00 30.00 25.00 20.00 15.00 10.00 5.00 0.00 SA BW RR DD Forest TA CT Pasture Sites Fig. 3 Comparison of invertebrate abundance between 3 forest and 3 pasture streams. - 183 - 700 # Chironomids # Non Chironomids 600 total # of insects 500 400 300 200 100 0 Forest Pasture Fig. 4 Comparison of percent Chironomids versus non-Chironomids in forest and pasture streams. Sensitive to Tolerant Taxa by Site Sensitive Tolerant 300 # of insects 250 200 150 100 50 0 SA BW RR DD Forest TA CT Pasture Sites Fig. 5 Comparison of total amount of sensitive versus tolerant invertebrate taxa between forest and pasture streams. - 184 - Avg. AFDM Sediment by Site 4 3.5 g of sediment 3 2.5 2 1.5 1 0.5 0 SA Forest BW RR DD Pasture TA CT Site Fig. 6 Sediment accumulated in forest and pasture streams. Organic Matter in Stream Channel 60 Organic Matter Mass (g) 50 40 30 20 10 0 SA Forest BW RR DD Pasture TA CT Site Fig. 7 Amount of organic matter collected in stream bed. - 185 - Organic Matter Inputs 4 Avg. Seeds Avg. Wood Avg. Leaves Organic Matter mass (g) 3.5 3 2.5 2 1.5 1 0.5 0 SA Forest BW RR DD Pasture TA CT Site Fig. 8 Comparison of amount and type of organic matter inputs collected in traps. Inputs subdivided into 3 categories: seeds, wood, and leaves. - 186 - Fotografías / Pictures Antes y Despues de la Oficina / Ofice Before and After Termales / Hot Springs - 187 - Monteverde - 188 - De Fiesta en Heredia / Partying in Heredia - 189 - Bananera / Banana Plantation - 190 -