la cerámica en el conjunto arqueológico de madinat al
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la cerámica en el conjunto arqueológico de madinat al
LA CERÁMICA EN EL CONJUNTO ARQUEOLÓGICO DE MADINAT AL-ZAHRA: DE LA RECUPERACIÓN DE MATERIALES A SU DIVULGACIÓN. D. Inmaculada C. Muñoz Matute, restauradora del Conjunto Arqueológico Madinat al-Zahra, Córdoba. Comunicación expuesta en el II Congreso de Cerámica de la AeCC celebrado en La Rambla. Madinat al-Zahra NOTICIA HISTÓRICA La autoproclamación como califa de Abd al-Rahman III en el año 929 supuso la adopción de un conjunto de medidas políticas, económicas y urbanísticas destinadas a consolidar el poder del nuevo régimen. La construcción de una nueva ciudad, Madinat al-Zahra, como residencia personal del ahora califa y sede de los órganos de la administración del nuevo Estado Califa! -hasta entonces en el antiguo Alcázar de Córdoba-, fue, sin duda, la más ambiciosa de sus actuaciones y la que tuvo mayor alcance y repercusión. Con esta fundación, iniciada entre los años 936 y 940, Abd al-Rahman III (912-961) asumía también una práctica habitual en el mundo islámico oriental: la construcción por parte del califa de un nuevo núcleo urbano, adecuado a su recién estrenada dignidad y estatus, como parte de un cuidado programa de propaganda y representación. La ciudad, de forma casi rectangular y de 112 hectáreas de superficie (1.500 m de largo por 750 m de ancho), fue diseñada como un completo centro urbano emplazado al oeste de Córdoba, al pie de las últimas estribaciones de Sierra Morena, en un lugar dotado de un gran valor paisajístico. La adaptación a esta topografía de pie de sierra determinó la disposición aterrazada de sus edificaciones. En las terrazas superiores se encuentra el Alcázar de la ciudad/ es decir, el palacio, en una posición preeminente sobre la terraza inferior, ocupada por el caserío urbano, aún sin excavar, y la Mezquita Aljama. La implantación de Madinat al-Zahra en el territorio precisó de la creación de una compleja infraestructura viaria, hidráulica y de abastecimiento de materias primas constructivas, perceptible aún hoy en los restos de caminos, puentes, acueductos y canteras en el entorno próximo, que nos ofrecen la imagen de una ciudad claramente autónoma, en su funcionamiento, respecto de la metrópoli cordobesa. Los textos medievales árabes nos trasmiten el asombro y la admiración que la ciudad causaba entre quienes la contemplaron en su época de esplendor. Su existencia, sin embargo, fue muy breve: a la intensa actividad constructiva desplegada durante los reinados de Abd al-Rahman III (terminación de la Mezquita Aljama en el año 941, traslado de la Ceca en 947-948, impulso oficial de la edificación privada y poblamiento de la ciudad...) y al-Hakam II (961-976), sobrevino una decadencia casi inmediata con el reinado de Hisam II (976-1009), iniciándose su destrucción, entre los años 1010 y 1013, como consecuencia de las luchas internas que provocaron la caída del califato Omeya de Occidente y la desintegración de al-Andalus en numerosos reinos de taifas. Desde esa fecha Madinat al-Zahra fue sometida al saqueo sistemático de sus materiales de construcción, que se prolongó durante toda la Edad Media y Moderna. Olvidada durante siglos, sus restos pasaron a ser II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 1 conocidos con el nombre de «Córdoba la Vieja». En 1911, con las primeras excavaciones se produjo su descubrimiento. La gravedad de su destrucción y expolio continuado provocaron tal nivel de devastación que incluso se perdió en la memoria la ubicación de la misma, de manera que entre finales de la Edad Media y comienzos del siglo XIX se desconocía dónde se había erigido la ciudad que antaño produjera tal fascinación y que evocaba el esplendor de una civilización avanzada, pero ya perdida. Definitivamente, en 1911 comenzó la recuperación arqueológica de Madinat al-Zahra; en dicho año Ricardo Velázquez Bosco, arquitecto restaurador de la Mezquita de Córdoba y estudioso del arte andalusí, inició una labor de investigación que sucesivos arquitectos y arqueólogos responsables del yacimiento han continuado hasta nuestros días y cuya misión fundamental es conocer y recuperar para generaciones futuras la historia de la ciudad y de quienes en ella vivieron. Lo actualmente excavado constituye sólo una décima parte de la extensión total de la ciudad intramuros, correspondiendo al sector central del Alcázar, que aparece dividido en dos grandes ámbitos urbanos: uno público y "administrativo" al este, donde se ubican los edificios de gobierno y representación, y otro privado o "residencial" al oeste, donde se emplazan las viviendas de la población más importante del palacio. Vista aérea de la ciudad II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 2 Vista aérea del área excavada Museo del sitio Como un instrumento fundamental dentro de las estrategias de conservación y difusión del yacimiento, en 2009 se inauguró el Museo de Madinat al-Zahra, una infraestructura planteada para resolver algunos de los principales retos de la institución: sala de exposiciones, auditorio, almacenes y talleres para conservación y restauración de piezas, biblioteca, aula didáctica, sala de investigadores, etc. La construcción de una infraestructura museística al servicio de Madinat al-Zahra no constituye una exigencia de la modernidad reciente. Por el contrario, viene a significar la consolidación de un proyecto patrimonial de primer orden que arranca de las primeras décadas del s. XX, porque una parte importante de las necesidades a las que responde esta institución se habían iniciado con las primeras excavaciones de 1911 y habían sido planteadas por R. Velázquez Bosco, su primer excavador. Éste se había enfrentado no sólo a un yacimiento del que se desconocía todo y del que tuvo que diseñar un sistema de catas de tanteo repartidas a lo largo de la escasa superficie arrendada para conocer la estructura organizativa del mismo, sino también tuvo que enfrentarse por primera vez a una extraordinaria cantidad de material de decoración arquitectónica y de cerámica de los que se planteó cuál debía de ser su destino y su lugar de almacenaje. El Ministerio de Instrucción Pública, del que dependían tanto las excavaciones como los materiales arqueológicos, dictó sendas Reales órdenes en los años 1914 y 1921 por las que se establecía que esos materiales fueran trasladados al recién creado Museo Arqueológico Provincial de Córdoba. Sin embargo, este traslado no se materializó hasta la década de los años 70, tanto por la falta de espacio expositivo en el Museo como porque el propio Velázquez Bosco, con un criterio moderno, señaló la conveniencia de no descontextualizar dichos materiales, argumentando que las últimas tendencias en conservación apuntaban a la creación de museos en los propios yacimientos. Y, en efecto, ésta empezaba a ser la norma en Europa, pues los denominados “museos monográficos” o “de sitio” iniciaron su andadura a finales del s. XIX de manera simultánea a los grandes museos arqueológicos, en lugares tan relevantes como Pompeya y, en el caso de España, en yacimientos como la Necrópolis de Carmona que fue, junto con el Museo Numantino algo más tarde, el primer referente nacional de esta tipología museística, pues en 1888 se construyó un edificio para albergar un museo de sitio donde presentar las colecciones de objetos y otra información complementaria. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 3 Fue, por tanto, el ingente volumen de materiales de decoración arquitectónica, sobre todo de atauriques, lo que llevó desde el primer momento a exigir como deseable la dotación de una infraestructura expositiva y de conservación para Madinat al-Zahra, aunque, a pesar de este temprano planteamiento, Velázquez Bosco sólo llegó a levantar unos pequeños hangares en la parte norte donde quedaron instalados el ataurique y otras piezas de sus excavaciones. La idea de la creación de un museo fue recogida y ampliada por la comisión Delegado-directora que se hizo cargo de los trabajos tras la muerte de Velázquez en 1923, señalando la necesidad de que dicha institución quedara bajo la dirección de un facultativo del cuerpo de Museos, Archivos y Bibliotecas. En esos momentos se inició el proceso para almacenar y organizar las distintas colecciones de materiales de las excavaciones, y para ello se construyeron una galería junto a la puerta de acceso al yacimiento, en la que quedaron instaladas las piezas de soporte y de decoración arquitectónica más relevantes, y un taller para la recomposición de las cerámicas junto con alguna vitrina. Esta pequeña infraestructura se amplió con una segunda planta en la década siguiente, hasta configurar un edificio que con más o menos cambios ha llegado hasta nuestros días. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 4 Tras la guerra civil, en la década de los años 40, la excavación del Salón de Abd al-Rahman III, el llamado “Salón Rico”, el edificio que se identificó desde el comienzo como el gran salón de recepciones políticas del califato omeya, no hizo más que agudizar el problema de falta de almacenamiento porque esta excavación arrojó un extraordinario y descomunal volumen de material decorativo -decenas de miles de fragmentos de ataurique y otros elementos como capiteles, fustes, basas, etc-, que era incapaz de ser absorbido por los escasos espacios de almacenamiento habilitados hasta ese momento. La propuesta, valiente y arriesgada por parte de F. Hernández, de optar por la reconstrucción in situ del esqueleto arquitectónico y proceder posteriormente a la anastilosis o reposición de la decoración sólo paliaron temporalmente este problema, hasta la excavación unos años más tarde del Pabellón Central, y en cambio evidenciaron otro muy importante como era el de la falta de espacios de trabajo adecuados para la recomposición, es decir, la carencia de talleres y de laboratorios. La mayor parte del ataurique quedó sobre la propia superficie excavada, tapizando los espacios, hasta el punto que la imagen, todavía actual, de los fragmentos decorativos de piedra colocados a la intemperie en el Jardín Alto ha terminado por consolidarse como una imagen tópica y normal. Las críticas que empezaron a surgir sobre la situación de estos materiales en los años 60, y algún hurto sonado, llevaron a F. Hernández a levantar las cinco primeras torres del amurallado del Jardín Alto para su utilización como almacén y en ellas se instalaron diversas piezas importantes desde el punto de vista arquitectónico y decorativo. Esta medida palió sólo muy circunstancialmente el grave problema de la custodia de estos materiales y, en cambio, abrió las puertas a las reconstrucciones guiadas por un objetivo de índole utilitaria y funcional, donde el rigor que había presidido la reconstrucción del Salón Rico quedará también muy matizado y en entredicho. Tras la muerte de F. Hernández en 1975 la mayor parte de las colecciones de materiales que habían sido recompuestos desde el inicio de las excavaciones, fundamentalmente las cerámicas y los vidrios, fueron trasladados al Museo Arqueológico de Córdoba. En estos momentos volvió a plantearse con fuerza la necesidad del museo, aunque ahora con el criterio de utilizar la propia la propia estructura arqueológica como infraestructura museística. Esta idea ya había sido avanzada por R. Castejón en 1945 y en esos años tomó un nuevo impulso con el arquitecto R. Manzano, sucesor de F. Hernández al frente de las intervenciones en Madinat al-Zahra, que planteó la reconstrucción de uno de los grandes edificios basilicales, concretamente el de la terraza superior, como museo del yacimiento. Sin embargo, las dudas que ofrecía el proceso de reconstrucción de este edificio y, sobre todo, la coyuntura política que conducía al Estado de las autonomías, paralizaron definitivamente la obra y los trabajos en Madinat al-Zahra. Lo que se había producido a lo largo de esos 70 años era un extraordinario desfase entre la progresión casi ininterrumpida de las excavaciones, con un aumento espectacular de los materiales que no tenía parangón con ninguna otra zona arqueológica de nuestro país, y el mantenimiento de unos espacios de almacenamiento y exposición que habían sido concebidos para las necesidades de los años 20.Ésta fue, pues, la situación heredada en 1985 cuando se culminó el proceso de transferencia en materia de cultura a la Comunidad Autónoma, de manera que la Junta de Andalucía recibió dos transferencias, por una parte asumió la titularidad y la gestión del yacimiento, y por otra, la gestión del llamado “museo de Madinat al-Zahra”, anejo al Museo Arqueológico de Córdoba. Para la tutela de este vasto patrimonio, el gobierno autonómico creó una figura institucional, el Conjunto Arqueológico, que garantizaba de forma permanente la continuidad de los trabajos y la preservación del sitio. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 5 Almacenes y Talleres de Intervención Los almacenes están divididos en los distintos tipos de materiales que albergan -ataurique, elementos arquitectónicos en piedra y mármol, cerámica, revestimientos murales, vidrio y metal-; las áreas de trabajo técnico, de investigación, laboratorios y talleres de intervención, se encuentran bien dimensionadas, lo cual pone de relieve el énfasis puesto en aquellas funciones que representan la parte más dinámica del proyecto de recuperación de Madinat al-Zahra e implican una constante renovación y puesta al día. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 6 II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 7 Los materiales ceramicos Uno de los materiales más abundantes dentro de los conservados en el Conjunto Arqueológico Madinat al-Zahra es la cerámica. Desde el mismo comienzo de las excavaciones en 1911 apareció un gran número de fragmentos, destacando la cerámica denominada como verde y manganeso, una producción de marcado carácter oficial y propagandístico con un programa decorativo muy desarrollado y coherente con el resto de manifestaciones decorativas omeyas. Igualmente, aparecieron otros grupos de cerámica como las producciones de común u otras vidriadas distintas de la verde y manganeso. A lo largo de cien años de trabajo en el yacimiento se ha ido encontrado una cantidad muy elevada de fragmentos cerámicos, que aportan y deben seguir aportando un importante conocimiento histórico sobre Madinat al-Zahra y el califato de Córdoba. Esta elevada cantidad complican ofrecer una estimación de la cantidad total de cerámica conservada en el Conjunto Arqueológico. De esta manera, y tomando en consideración el número de cajas que únicamente contienen cerámica (450 cajas) y otro grupo de cajas cuyo contenido puede ser, parcialmente, material cerámico (300 cajas), se ha calculado un total de 150.000 o 160.000 fragmentos como cifra aproximada. Para llegar a esa cifra se ha procedido a extrapolar las cantidades de fragmentos cerámicos de la última excavación realizada en Madinat al-Zahra (Muralla Sur, 2007-2008, con un total de 31.000 fragmentos, aproximadamente, en unas 100 cajas) al número total de cajas, llegando de este modo a la cifra indicativa de 150-160.000. En líneas generales, la cerámica predominante entre los fondos del Conjunto Arqueológico es la común, que supone en torno a 70-75% del total, sin incluir elementos arquitectónicos cerámicos, como las tejas. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 8 El segundo conjunto más numeroso, y el más estudiado por su riqueza decorativa y su enorme importancia como elemento de propaganda política y dinástica, es la conocida como verde y manganeso, que supone, grosso modo, en torno al 21% del total, con una elevada presencia de formas abiertas (un 85% del total). II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 9 En un lugar secundario se encuentra la cerámica vidriada en melado o verde, que asciende a un 4% de las piezas y fragmentos encontrados hasta el momento en el Conjunto Arqueológico. Finalmente, en menores cantidades (en torno al 0,5 % cada conjunto) se encuentran pequeños grupos de otras cerámicas, como la que ostenta un vedrío amarillo, la loza dorada o la que pertenece a momentos posteriores como el siglo XII o el periodo medieval cristiano. Una dificultad añadida es la existencia de amplios conjuntos, como los provenientes de la limpieza de las canalizaciones o los materiales de la Muralla Sur, cuyos materiales no se han separado según los grupos apuntados más arriba, por lo que los porcentajes presentados son extrapolaciones de los conjuntos ya separados por grupos. A su vez, se diferencia entre diferentes conjuntos con tamaños y características variados. En primer lugar, el conjunto más amplio lo forman las piezas y fragmentos anteriores a 1984, aparecidos en excavaciones antiguas, especialmente en la zona cercana a la Muralla Norte y en la Mezquita Aljama y del que disponemos de una información incompleta. Un segundo grupo viene formado por la cerámica proveniente de las excavaciones recientes, como la hallada en la última intervención, en la Muralla Sur, o la extraída de la limpieza de las canalizaciones. Éste es el más amplio e interesante, por provenir de contextos bien conocidos, trabajados con metodología científica, y por II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 10 contener el mayor numero de piezas con un grado satisfactorio de conservación, lo que hace más fácil el estudio y la definición de las formas y los tipos. Un factor a tener en cuenta es que existen conjuntos pequeños que, por provenir de diferentes canalizaciones o pozos, están recubiertos con una costra calcárea, que son tratadas antes de poder proceder a su inventario y estudio. Tras esto, se comienza el inventario, estudio, recomposición y documentación de los diferentes conjuntos según su interés arqueológico, es decir, su capacidad de aportar conocimientos útiles sobre la historia de la construcción, existencia, destrucción y expolio de la ciudad. En paralelo a este trabajo se lleva a cabo la restauración algunas piezas, elegidas bien por su decoración, por su grado de conservación o por cualquier otro factor que haga recomendable su exposición. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 11 Conservación y proceso de restauración de piezas cerámicas A diferencia de las actividades investigadoras, principalmente la excavación, y sobre todo de conservación de las estructuras arquitectónicas excavadas en Madinat al-Zahra, caracterizadas por lo sistemático de los procesos de trabajo, y por su planificación como proyectos de intervención ejecutados con cierta regularidad, la restauración de los objetos arqueológicos –elementos arquitectónicos descontextualizados y objetos muebles- recuperados en las excavaciones, hasta este momento no han sido objeto de una intervención planificada y sistemática. Este hecho deriva, obviamente, de la propia dinámica en la recuperación de Madinat al-Zahra y, ante todo, en la circunstancia de no haber contado con el espacio necesario para la instalación de una adecuada “exposición permanente” de objetos complementaria del yacimiento. No obstante, casi desde el inicio de las excavaciones a comienzos del s. XX se han realizado restauraciones, parciales o totales, de objetos aislados o de conjuntos formados por un número variable de ellos. Sin duda, el grupo de materiales más intervenido ha sido la cerámica y, dentro de ésta, el conjunto del “verde y manganeso”, algunas de cuyas piezas fueron reintegradas en el primer tercio del s. XX al hilo del avance en el proceso de recuperación. Más adelante, ya en los años 80 y 90 se realizaron restauraciones parciales de un buen número de piezas cerámicas, incluyendo las cerámicas comunes y pintadas. Es a mediados del año 2006 cuando se plantea la conservación-restauración de un conjunto de piezas cerámicas de uso de diversas tipologías y se actualizan los criterios que a partir de este momento se utilizaran en las intervenciones de este tipo de piezas, este conjunto de objetos estará destinado a formar parte de la exposición permanente del museo. La recuperación de los bienes muebles de las excavaciones es un objetivo prioritario e irrenunciable para cualquier institución de esta naturaleza, porque estos materiales vienen a completar la visión de todo el conjunto, de todos sus significados, de todos sus contenidos. Las medidas de conservación preventiva que se aplican actualmente en el museo tratan de frenar los efectos nocivos provocados por el medio ambiente en el que hasta ahora se han encontrado los materiales en el yacimiento, bien sea en la sala de exposición o en los almacenes de reserva. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 12 Causas de alteración Una cerámica bien cocida es un material inerte por tanto no tiene causas intrínsecas de alteración. Por ello las alteraciones son por causas extrínsecas a la propia materia constituyente. Las alteraciones externas pueden provenir de la actividad biológica, pero la humedad u los cambios de humedad relativa son la causa más importante debido a las alteraciones de las sales solubles. Las alteraciones también pueden dividirse en mecánicas y fisico-químicas. Entre las primeras se agrupan las deformaciones en grandes cerámicas producidas al liberarse las tensiones de la cocción y las deformaciones por el peso de la tierra, raices... el propio yacimiento. Las alteraciones fisico-químicas se incluyen los cambios de humedad relativa y la migración de sales solubles e insolubles con la patología que estas comportan. Alteraciones por sales insolubles. Son concreciones generalmente calcáreas, muy duras y resistentes, que se adhieren a la superficie proviniendo del suelo, por precipitación de aguas subterráneas. Las concreciones pueden ser puntuales o cubrientes y generalizadas no tienen poder de degradación. Son inertes, por lo que su retirada se plantea como una cuestión estética. Sólo es indispensable en zonas de unión para evitar deformaciones. Carbonatos Aunque en origen es blanco, el material arqueológico suele presentarse con una coloración marróngris, por la mezcla con la concreción de tierra. Existen dos tipos: Alcalinos: de sodio y potasio. Alcalino-térreos: de calcio y magnesio. Silicastos y sulfatos. Se presentan como concreciones muy puntuales y duras en forma de cristales. Los sulfatos son los más frecuentes y no son atacados por ácidos por lo que resulta dificil su eliminación. Alteraciones por sales solubles. Las sales solubles entran en el objeto disueltas en agua o mezcladas entre la tierra que por acción del agua entrarán dentro de cualquier objeto poroso enterrado. También pueden estar entre las impurezas del propio objeto. Pueden permanecer en superficie o invisibles en el interior del objeto. La cristalización de las sales puede provocar daños en los poros provocando fisuras, grietas que fracturan la cerámica. Una barrera como son vidriados, bruñidos, engobes o capas de protección, hacen que las sales se depositen entre la barrera y el soporte y puedan provocar desprendimientos. Las sales solubles más frecuentes son: Cloruros, nitratos, fosfatos. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 13 Cloruros: el más común es el cloruro sódico. Nitratos: son muy frecuentes en terrenos que han sido abandonados. Fosfatos: más abundantes en las piezas procedentes de necrópolis, por el contacto con material orgánico. Puede darse el caso que la cantidad de sales sea tal que estas sostengan las cerámicas cuando esta no está bien cocida. En este caso aísla por oclusión consolidando la pieza evitando que las sales migren de ella. LIMPIEZA Y ELIMINACIÓN DE SALES - Tratamientos de limpieza - Lavado - Desalación de sales insolubles - Carbonatos. - Sulfatos. - Silicato. - Desalación: eliminación de sales solubles. Secado. - Otros métodos de desalación. - método Kraft. - Pasta de papel - Pasta de sepiolita. - Secado. Tratamientos de limpieza La limpieza es un procedimiento irreversible, por lo que debe estar siempre bajo control: De extensión, comenzando por catas o pruebas antes de pasar a la totalidad. De grado, dependiendo de la profundidad, parcial media o total. De tiempo. De referencia, utilizando testigos. La limpieza está supeditada a la dureza del objeto. Comienza por actuaciones suaves pasando a más enérgicas según la respuesta. Los métodos de limpieza pueden clasificarse en dos tipos: En seco, llamada limpieza manual o mecánica. En húmedo, o limpieza química, que en el caso de la cerámica incluye: Lavado Desalación. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 14 Extracción del polvo mediante pincel o cepillo, dependiendo del estado de conservación en el que se encuentre el material. Si el estado de cohesión del material cerámico es deficiente, sólo nos limitaremos a la extracción del polvo y rápidamente procederemos a su consolidación. Si presenta un estado de cohesión suficientemente óptimo, procederemos al lavado con pincel o cepillo, frotando la superficie de la pieza sumergida en agua destilada. En caso de existir concreciones, recurriremos al uso del bisturí. Las hojas recambiables existentes en el mercado son variadas. Nosotros trabajaremos con los números 11, 15, 20, 24. Consolidación de un material cerámico con revestimiento vítreo: La falta de cohesión de la pasta que constituye el soporte cerámico y una mala adherencia del revestimiento vítreo a dicho soporte o cuerpo cerámico, puede ser dos situaciones que reclamen una inmediata intervención de Conservación, evitándose el lavado del material. Una falta de cohesión entre las partículas que componen la pasta del cuerpo cerámico, puede ser solucionada mediante: Su inmersión en una disolución adecuada de Carboxil-Metil-Celulosa, o bien mediante su inmersión en una disolución adecuada de Paraloid B-72 utilizando un recipiente herméticamente cerrado, o bien mediante aplicación local de este último (corrigiendo siempre los porcentajes de disolución según el caso). La elección de: -El producto adecuado -La técnica adecuada, depende entre otras cuestiones, del estado más o menos avanzado de falta de cohesión del material cerámico en estudio. Una mala adherencia del revestimiento vítreo al cuerpo cerámico, no puede ser intervenida de forma inmediata. Es importante asegurarse del origen de tal defecto. Si se trata de un defecto innato de la propia cerámica, de su elaboración (craquelado, descascarillado, no existencia de estrato semivitrreo, etc.), o bien si se trata de una alteración provocada por unas situaciones de relación ambiente-obra a lo largo del tiempo, como las eflorescencias. En el primer caso, podemos llevar a cabo un proceso de consolidación, mediante aplicación local a pincel de Paraloid B-72 al 3%. Con esta disolución obtenemos una buena penetración de la resina entre el soporte cerámico y el revestimiento, asegurando su adhesión. En el segundo caso, debemos llevar a cabo los análisis químicos necesarios, mediante diversos reactivos para conocer o verificar la naturaleza de la eflorescencia, y así poder atacarla. Lavado El lavado persigue eliminar la suciedad que no se ha podido eliminar en seco, los productos utilizados son: agua agua+detergente neutro agua+alcohol Tanque de ultrasonidos. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 15 Desalación de sales insolubles Carbonatos: Existen diversos tratamientos para la eliminación de carbonatos: Ácidos. Bicarbonatación. Hexametafosfato sódico. Ácidos: la solución de ácido en agua oscila entre un 15-10%. Si se empapa la pieza en agua se evita la excesiva absorción del ácido. Los desgrasantes pueden verse afectados por el ácido. Se debe ayudar siempre con el bisturí. Bicarbonatación: se basa en la transformación del carbonato en bicarbonato soluble en agua, con dos procesos: papeta A-B57, muy lenta y controlable. Mantener en una atmósfera saturada de CO2 y agua. Hexametafosfato sódico. Se aplica por inmersión al 10% en agua destilada, necesita ayuda mecánica, y actúa mejor con calor. Sulfatos: son poco frecuentes, aparecen como concreciones muy duras en forma de aguja; son insolubles en ácidos y pueden llegar a ser cubrientes. Se eliminan con diversos procedimientos: tratamientos térmicos: Con aire caliente. Cambios bruscos de temperatura: por la diferente dilatación de cerámica y concreción aproximadamente a 200Cº. Silicatos: el silicato de calcio es soluble ligeramente en ácido clorhídrico. El de magnesio en ácido fluorhídrico, y los de sodio y potasio ligeramente en alcohol. Los tratamientos pueden ser: mecanico-manuales. Térmico (magnesio) Empleo de quelatos Los quelatos son agentes secuestradores de iones, es el caso del E.D.T.A., utilizado en un baño por inmersión a 70Cº, cambiándolo diariamente y alternando con limpieza binocular. Desalación: eliminación de sales solubles. Secado. Cloruros, nitratos y fosfatos se tratan al mismo tiempo por baños de agua desmineralizada, que se renueva día a día, cepillando suavemente en el interior y exterior. El agua debe cubrir a nivel la pieza, y son convenientes las aplicaciones de calor controladas para dilatar los poros de la cerámica. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 16 La adición de tensoactivos como el detergente neutro o sesquicarbonato sódico aceleran la extracción de las sales. Eflorescencia: Sales que han emergido del cuerpo cerámico, a través del paso de H2O y se han depositado en su superficie, cristalizando. Ocurre, que estos cristales situados entre el soporte y el revestimiento vítreo, pueden provocar el desprendimiento de este último. Una vez conocido el tipo de sal que tratamos, pasamos a atacarla con el reactivo conveniente para su total eliminación. Por último intervenimos consolidando localmente a pincel con Paraloid B-72 a bajo porcentaje de disolución. Otros métodos de desalación. Método Kraft: consiste en hacer pasar una corriente de agua por el objeto con la ayuda de una campana de vacío. Pasta de papel: se humedece la pulpa de papel y se coloca en la pieza hasta envolverla totalmente. La cerámica absorbe la humedad de la pulpa y disuelve sus sales, después al dejar secar la pulpa reabsorbe la humedad arrastrando las sales. En superficies escamadas la pulpa seca puede arrastrarla. Pasta de sepiolita: una mezcla a partes iguales de caolín, talco y sepiolita, a la que se puede añadir detergente neutro. Se aplica sobre la superficie de la pieza y se deja actuar. No se debe secar completamente y se cepilla. Secado Una cerámica puede secarse: En estufa Con agentes desecantes Con baños en alcohol, acetona o eter. La estufa debe utilizarse con la salida de gases abierta, entre 105 y 110 Cº, si se ha utilizado algún tipo de resina termoplástica en la consolidación se hará entre 50 y 60Cº. El tiempo debe de ser aproximadamente de dos o tres horas. Los agentes desecantes se emplean en espacios cerrados. Se utiliza gel de sílice con indicador de cobalto (color azul) que cambia a rosado cuando deja de actuar y puede regenerarse en estufa. La utilización de baños en disolventes se emplea en piezas pequeñas y especialmente sensibles a los cambios de temperatura. El alcohol, acetona o éter desplazan las moléculas de agua evaporan con rapidez II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 17 Reconstrucción formal de la obra de cerámica. Para una previa y no definitiva reconstrucción formal de la obra en estudio, en el caso de presentarse fragmentada es aconsejable la utilización de cinta adhesiva que asegurará una buena unión momentánea. También es aconsejable una señalización de cada fragmento, mediante pequeñas secciones de la misma cinta adhesiva, donde en cada una de ellas se escribirá un nº de orden de reconstrucción, así evitaremos posteriores equivocaciones en el momento de la unión definitiva. El orden se seguirá teniendo en cuenta, cuidadosamente, de que el progresivo encaje sea sin necesidad de forzar en ningún momento la entrada de un fragmento (olvidado). La numeración se realizará en función de esto, siendo norma general comenzar por la supuesta base de la obra. Tras haber realizado estas operaciones se pasará a desmontar de nuevo la obra, y se comenzará así a realizar las uniones mediante la cola elegida en función de la tipología cerámica. Estas uniones se ejecutarán mediante la técnica de la perpendicularidad con la ayuda de una caja con arena de acuario. Una vez terminada la reconstrucción total de la forma, con todos aquellos elementos que con seguridad corresponden, se procederá a la limpieza final. Limpieza que atenderá sobre todo a los posibles puntos de cola que han podido dejar manchada la superficie visible del cuerpo cerámico. La limpieza se realizará con el diluente que corresponde al tipo de cola en uso, haciendo rigurosa atención a que no dañe lo más mínimo a la superficie cerámica original (que no provoque manchas, cambios o desaparición de color o pátina del material original) Proceso de rotura. Reconstruir es unir los distintos fragmentos de una misma pieza fragmentada para así obtener la forma original. La cerámica es un material duro pero frágil y sin capacidad de amortiguar un impacto fuerte, produciendose grietas y fracturas. El número de fragmentos, sus tamaños y formas dependen de la calidad, del grado de dureza y, sobre todo, de la forma de la cerámica. Adhesivos. Propiedades: - Adecuada resistencia mecánica. - Transparencia. - Totalmente reversible. - Totalmente inicuo. - Con nulo o poco índice de contracción al secar. - Inerte respecto a la pieza. - No tóxico. Un adhesivo debe ser menos fuerte que el material que reconstruimos, para que en caso de tensiones la pieza se fracture por la grieta existente. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 18 Transparente porque se observa la línea de fractura. Reversible para que permita rectificar. Inocuo para que no altere la pieza reaccionando químicamente con ella. Resistente a la oxidación, luz, hidrólisis, poco exotérmico. Mínima contracción para evitar tensiones durante el secado. Inerte para que no se descomponga o degrade. No tóxico por contacto o por inhalación para manipular con seguridad. Tipos de adhesivos. Pueden clasificarse en dos tipos: a) Adhesivos que actúan por evaporación de disolventes. Compuestos por un sólido, resina sintética o cola, agente endurecedor que actua por evaporación de un vehículo o disolvente. Suelen ser termoreversibles, se puede rectificar con el uso de una fuente de calor. Es efectivo en materiales porosos pues en los no porosos puede llegar a no endurecer. b) Adhesivos que actúan por reacción química. Se le denomian termoendurecibles, pues la reacción química suele desprender calor, son dificilmente reversibles. Adhesivos más utilizados Lo tradicional han sido las colas orgánicas de pescado o de conejo y las celulósicas como el engrudo. Los adhesivos nitrocelulósicos aparecieron en los años cincuente, son cómodos de usar y no amarillean con el tiempo, pero se vuelven quebradizos y no soportan grandes pesos. Los adhesivos tradicionales se vienen sustiutyendo por: - Resinas acrílicas. Paraloid B-72, estable a la luz, no contrae excesivamente al secar, seca lentamente evitando tensiones. Se disuelve en hidrocarburos como tolueno y xileno, disuelto en acetona con el tiempo amarillea y cambia de color. - Emulsiones acrílicas vinílicas. En este apartado se incluye el acetato de polivinilo como Mowilitr, o las emulsiones acuosas de primal o bedacryl. Su reversibilidad no es posible en medio acuoso sino con disolventes orgánicos. Factores de adhesión. Por parte de la cerámica, depende de la superficie de contacto y del estado de esa superficie, una superficie oblicua y con rugosidades adhiere mucho mejor. La rotura no pede estar pulverulenta. Por parte del adhesivo, el vehículo o disolvente elegido, la concentración del sólido, el uso de aditivos, el método de aplicación. Por parte de la forma de aplicación, el adhesivo se aplica en una fina capa en el centro de uno de los bordes a unir, antes de juntar los fragmentos. A continuación se separan para comprobar si se ha repartido uniformente. Son perjudiciales la falta y el exceso de adhesivo. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 19 Metodología a seguir Preparación de fragmentos. El objeto debe estar totalmente seco. Los bordes deben estar totalmente limpios de suciedad, polvo, grasa, o restos de otro adhesivo. Los bordes de la cerámica no deben estar pulverulentos. En caso de grieta, se limpia a fondo con agua e hipoclorito sódico, dejando el agua salir por la grieta o por inmersión. Selección de fragmentos. Se realiza una clasificación de los fragmentos agrupándolos por características comunes: decoración, huellas de torno, grosor. Reunión de los grandes fragmentos. Se unen en seco los pequeños fragmentos que constituirán los tres o cuatro grandes fragmentos de la cerámica. Hay que poner especial atención a los fragmentos que dejan un ángulo agudo pues la pieza faltante puede no entrar si se encola antes. Orden de pegado. Se comienzan a unir los pequeños fragmentos y los medianos haciendo pruebas en seco del conjunto completo. Las pruebas en seco nos permiten pensar en opciones para sujetar y presionar el objeto mientras seca el adhesivo, cinta adhesiva, pinzas, asegurando el alineamiento en los extremos. Presión. Cajas de arena, elásticos, cuerdas. Deformaciones. Todos los objetos cerámicos sufren en el momento de la ruptura una especie de liberación de tensiones que se traduce en deformaciones del material. Suele ser inmediato y acrecentarse con el tiempo, siendo una alteración irreversible. La cerámica vidriada se deformará más liberando tensiones muy fuertes entre el esmalte y la cerámica provocando al mismo tiempo la perdida de fragmentos. No hay que confundir estas deformaciones con el hecho de la acumulación de adhesivo en las fracturas que se traduce en resaltes entre los distintos fragmentos. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 20 Limpieza de rebabas Hay que eliminar los restos de adhesivo en la rotura antes de que endurezca totalmente, con un instrumento más blando que la cerámica, o empapar la rebaba con el disolvente empleado con cuidado de que no provoque el despegue. Despegado Si es necesario corregir no esperar a que el adhesivo seque sino despegar, limpiar y corregir, si el adhesivo es termoplástico se puede corregir acercándolo a una fuente de calor. El despegado se realiza por inmersión del disolvente, sin tirar dejando que actue y despegue sólo, utilizar pincel y jeringuilla por aplicación nunca algodón pues deja restos de fibra. Reintegración. Reintegrar es rellenar faltas o lagunas con intención de devolver a la pieza su integridad. No es una estapa que haya que realizar siempre sino que va a intervenir diversos criterios. Materiales utilizados para la reintegración formal de la obra cerámica: Cinta adhesiva. Cola: Imedio banda azul. Aconsejable para este tipo de material cerámico, por su naturaleza no excesivamente fuerte. Debemos hacer atención a no aplicarlo con espesor excesivo. Las colas en general se pueden aplicar sobre fracturas (siempre que el material esté completamente seco) a modo de clavos o puntos, o bien como una línea continua aplicada sobre una de las dos fracturas, teniendo cuidado de no llegar a los extremos ya que al presionar una sobre la otra provocará la salida del producto manchando la superficie de la cerámica visible. Para la limpieza final es posible la utilización del bisturí (con ayuda de la lente de aumento) que facilitará el levantamiento de las manchas más gruesas, ya consolidada la cola, y la utilización del diluente adecuado en cada caso (aplicación por pincel). No es aconsejable la utilización del algodón, ya que este material fácilmente queda adherido a la superficie. Diluyente: Acetona. Instrumental: Bisturí Pincel Papel celulósico para limpieza. Bastoncillos de algodón. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 21 Resina epoxi Pueden usarse las de mayor peso molecular especialmente Araldit madera, que admite estucado, pintado y puede lijarse y manipularse cómodamente una vez seca. - Es estable. - No contrae ni dilata. - Reversible mecánicamente o con calor. PROTECCIÓN DEL MATERIAL CERÁMICO: La protección del material cerámico, en la medida de lo posible, aumenta las posibilidades de conservarlo intacto durante la intervención de restauración, tanto en el proceso de integración formal como en la pictórica. Empleamos un producto: Latex amónico, que aplicamos mediante una punta de algodón limpio, enganchado a un alambre preparado. Material: Algodón Latex amónico Alambre preparado Bastoncillos de algodón LA INTEGRACIÓN FORMAL Protección del material cerámico. Se realiza mediante la aplicación de una capa de Latex amónico, sobre el interior y exterior de la pieza (para ello enganchamos algodón a la punta del alambre preparado). Debe ponerse atención en que las fracturas queden completamente limpias para la integración del material de reconstrucción formal. Para lagunas medianas o grandes se utilizan dos métodos : - Vaciado. - Terraja. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 22 Vaciado. Se construye un molde univalvo o bibalbo con las siguientes características: - Reproduce textura y detalles de superficie. - No debe tener altas temperaturas por el riesgo sobre la superficie cerámica. - Debe mermar y contraer lo mínimo posible. - resistencia al calor de polimeraciones en caso de usar por ejemplo poliester. Se pueden realizar en silicona. Terraja. Se utiliza en zonas grandes, cuando se requiere un acabado perfecto, se saca el perfil interno y externo de la pieza, con ayuda de un conformador. Se confecciona el interior con arcilla, el exterior con una placa metálica, vertiendo la escayola sobre la arcilla y pasando la terraja sobre el exterior de la pieza. Precauciones: - No manchar la cerámica. - Sellar los bordes. - Utilizar el material en buen estado. - Acabar desde el exterior al interior de la laguna para no rayar ni deteriorar la cerámica. Acabado: El acabado final debe diferenciarse del original pero sin exagerar. El entonado o color y la textura o nivel, combinados o separados pueden conseguir un entonado perfecto. La reintegración a bajo nivel es muy usual en material arqueológico, consiste en rellenar la laguna con una diferencia de algunos milímetros sobre la superficie original. El bajo tono consiste en aplicar el mismo color del original pero un poco más claro de modo que puedan distinguirse. INTEGRACIÓN PICTÓRICA Este tipo de integración sigue la norma por la que el color aplicado, responde a un tono más bajo del presente en el material cerámico original. Esto responde, a darle protagonismo frente a la integración cromática-decorativa realizada. La elaboración del color, debe ser el resultado de diversas pruebas aplicadas sobre una placa de material igual al de la integración formal. Este modo de proceder es el que nos dará una máxima confianza en el resultado que buscamos. La reintegración cromática puede realizarse también con puntinatto o divisionismo y con rigattino. El puntinatto consiste en la reintegración de color utilizando tramas superpuestas de pequeños puntos a pincel, utilizando vibración e interacción de colores puros. El rigattino se realiza con tramas de trazos verticales a pincel. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 23 Nuestro objetivo es el de reproducir la misma decoración, sólo en los casos de completa seguridad. Los elementos ornamentales decididos para reproducir, se ejecutaran en sus respectivos colores, pero respetando la norma expuesta de que debe responder a un tono menos intenso del original. La reintegración formal siempre se realizará con fragmentos coincidentes pero no así el relleno de lagunas. En este punto es donde intervienen los criterios, es el límite entre conservación y restauración; entre el conservar lo que queda y reconstruir lo que falta que hablamos en su momento. Se diferencia entre: - Reintegración formal consolidante. - Reintegración didáctica. Las reintegraciones consolidantes son aquellas que se realizan para completar la reconstrucción de la cerámica añadiendo fragmentos que no tienen continuidad pero que es evidente que pertenecen a la misma cerámica; o para completar una base de sustentación. Las reintegraciones didácticas son aquellas que motivadas por razones estéticas o didácticas obligan a reintegrar una pieza entera cuando se dispone de una mínima parte. Las lagunas pequeñas cuando el tamaño no afecta a la percepción total-global del conjunto, pueden considerarse no reintegrables. Salvo que el tamaño o carácter de la laguna hagan que esta sea más importante que el motivo en sí mismo, lo que centrará la atención en lo que falta más que en lo que ya existe. La laguna es en este caso reintegrable. TÉCNICA Y MATERIALES: Revisión de limpieza y protección del material cerámico original. Nos interesa, en este caso, asegurarnos que el material original (sobre todo alrededor de la laguna) esté limpio. Para ello, extraemos la película de Latex Amónico, en su totalidad, repasamos la limpieza en los puntos que creamos conveniente y, acto seguido, volvemos a aplicar el Latex Amónico para continuar protegiendo el material cerámico en esta nueva fase de trabajo. Materiales: - Bisturí - Cepillo de cerda natural (jabalí) - Brocha de pelo de cerda - Pincel de pelo de cerda - Agua destilada - Alambre y algodón - Bastoncillos de algodón. - Látex amónico. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 24 PRUEBAS DE COLOR Realización de pruebas de color que aplicamos sobre nuestra superficie preparada para esta función. Cada color que investigamos debe responder, al mismo color de nuestro material original, bajando ligeramente el tono. Cada prueba es una pincelada que aplicamos, clasificamos (para poder re-elaborar dicho color), y dejamos secar. Una vez elegido el color, pasamos a su reproducción en una cantidad un tanto superior a la que calculemos necesaria (ya que volver a reproducirlo a mitad de trabajo, siempre trae complicaciones). Materiales: - Color acrílico blanco semi-mate - Pigmentos colorantes (los utilizados hasta ahora) - Pincel de pelo de buey - Agua destilada - Papeles adhesivos y lápiz - Superficie del material de integración formal - Botes de cristal con tapadera de cierre hermético. El resultado de este tipo de restauración, contiene un valor didáctico que lo hace idóneo para su aplicación a cualquier tipología cerámica que vaya a ser expuesta a un público variado, no necesariamente entendido en el tema de la Cerámica. RESEÑA DE MATERIALES QUE INTERVIENEN EN LA CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DE CERÁMICA. AGUA DESTILADA El agua corriente o del grifo es un agua químicamente impura que contiene gran cantidad de sales disueltas principalmente cloruros de Sodio, Magnesio, Calcio, carbonatos, oxigeno disuelto que son las que dan su característica de dureza y potabilidad. El agua corriente puede ser utilizada en la mayoría de los casos satisfactoriamente sin problemas pero en ciertos casos se exige el trabajo con agua químicamente pura para obtener resultados. El agua destilada se obtiene por destilación simple del agua corriente, aunque normalmente el agua destilada que puede encontrarse en cualquier laboratorio nunca se obtiene de esta manera. La manera usual de obtenerla es haciendo pasar agua corriente por unas resinas de intercambio iónico tales que sustituyen cualquier catión (átomos cargados positivamente) por un átomo de hidrógeno cargado positivamente y cualquier anión por (molécula cargada negativamente) por el grupo OH, el resultado global es cambiar cualquier molécula que no sea agua por una de agua. Se habla entonces de agua desionizada. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 25 PARALOID B-72 Paraloid es el nombre comercial genérico para referirse a un tipo de resinas acrílicas termoplásticas (que se vuelven plásticas al llegar a una cierta temperatura). Las resinas acrílicas son copolímeros u homopolímeros formados por diversos tipos de monómeros. Por tanto la variedad de productos es enorme. Las propiedades físicas y químicas que ofrecen estas resinas hacen que su gama de aplicaciones en recubrimientos de superficie sea muy extensa. El Paraloid puede ser disuelto fácilmente en disolventes tanto aromáticos como polares, siendo el más recomendable de ellos la Acetona (disolvente polar). Muchas resinas acrílicas pueden ser también disueltas en la mayoría de los disolventes de hidrocarburos alifáticos (propano, butano, pentano, hexano, gasolinas y sus derivados son ejemplos típicos), mientras que otros son solubles completamente en etanol e incluso en agua. Las ventajas generales de las resinas acrílicas son por ejemplo: - fácilmente solubles - Rápida liberación o desprendimiento de los disolventes. - Leves olores residuales. - Resistencia al envejecimiento ante los factores climatológicos de luz y calor. ACETONA En el contexto de restauración de cerámica, el uso de la acetona se limita prácticamente a su uso como disolvente del Paraloid. Su fórmula química es CH3-CO-CH3 y es un disolvente extraordinariamente volátil: a la temperatura de 23ºC su presión de vapor es de 200 mmHg y hierve a 56.5ºC. Para hacerse una idea el agua a 23º tiene una presión de 21mmHg y hierve a 100º. Es por tanto un disolvente inflamable que exigirá todo el cuidado posible en su manipulación. La acetona se utiliza para limpiar restos de algún pegamento que haya podido utilizarse. ADHESIVO NITROCELULÓSICO.PEGAMENTO IMEDIO- BANDA AZUL. Tipo de adhesivo. - Adhesivo de aplicación a dos caras. - Transparente - Rápido - Resiste a los hidrocarburos y a las temperaturas ambientales más extremas. Aplicaciones Este producto tiene una gran versatilidad en tipos de pegados, como puede ser: Cloruros de polivinilo, ABS, metacrilato, Poliestireno, cerámica, metales, madera, corcho, laminados, cristal, cartón, papel, textiles, etc. sobre si mismos y entre sí. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 26 Características Técnicas - Tipo Bilateral - Base Resinas sintéticas en solución - Color Transparente - Viscosidad - Contenido en sólidos Contiene 40 poises 31% Acetato de etilo Acetona Acetato de amilo. LATEX AMÓNICO En la naturaleza, el látex es una sustancia lechosa, generalmente blanquecina, que corresponde al jugo celular de las células que componen los árboles del látex. Compuesto por agua, proteínas e hidratos de carbono. En contacto con el aire, por rotura de los vasos que lo contienen, suele coagular y sirve para la obtención de diversas materias de interés industrial, como el caucho, el opio etc. MODOSTUCO Pasta preparada emulsionando, en agua yeso previamente calcinado, con látex y una pintura de homopolímeros acrílicos. El resultado es una pasta de excelentes propiedades idóneas para tapar grietas y hacer pequeñas formas. Formas muy grandes y precisas no se pueden modelar debido a la excesiva plasticidad que posee este tipo de pastas. Por el contrario tienen una contracción al secado muy pequeña debido al gran contenido en sólidos que contienen. Las superficies acabadas tienen una gran lijabilidad lo cual permite obtener superficies con un grado de pulido más aceptable. La composición de Modostuc permite que las superficies puedan ser repintadas con facilidad debido a la escasa porosidad de las mismas, siempre se deje un tiempo de secado de aproximadamente de 4 horas. Una vez secado el producto ya no se podrá disolver nuevamente en agua pero siempre puede pensarse en alguna acción mecánica. II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 27 II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 28 II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 29 II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 30 II Congreso de Cerámica de la AeCC Pagina 31