¿Se investiga lo suficiente la posibilidad de embarazo antes de
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¿Se investiga lo suficiente la posibilidad de embarazo antes de
¿Se investiga lo suficiente la posibilidad de embarazo antes de iniciar la anestesia? JEGIER, MARIO ALBERTO. NEIMAN, M. Dr. Mario Alberto Jegier: Av. Santa Fe 2674 2° L. (1425) Buenos Aires. Introducción Es frecuente que una paciente grávida deba ser sometida a una anestesia general y en ese caso debe tenerse especial cuidado en preservar a la madre y al feto de agresiones innecesarias que hagan peligrar el desarrollo de la gestación. Distintas publicaciones indican que la incidencia de cirugía durante el embarazo varía del 0,3 al 2,2%.1,2 En 1997 se produjeron 700.374 partos en nuestro país3, de tal modo que durante ese año se realizaron alrededor de 10.000 intervenciones quirúrgicas en pacientes grávidas. Una de las preocupaciones máximas de los anestesiólogos es que la utilización de ciertos fármacos anestésicos pudiera generar anomalías congénitas o provocar abortos. Objetivos Como existe la posibilidad de que se le administren drogas anestésicas a una mujer embarazada desconociendo su estado, nosotros consideramos que es necesario averiguar fehacientemente la factibilidad de preñez en la visita preanestésica y por ese motivo nos hemos abocado a investigar si la posibilidad de embarazo en las mujeres de edad fértil es lo suficientemente tenida en cuenta por los colegas anestesiólogos. Con ese objetivo diseñamos una encuesta destinada a responder este último interrogante. Diseño Durante el mes de marzo de 1999, con la autorización de la Secretaría Científica de la Asociación de Anestesiología de Buenos Aires, presentamos a los socios un escrito como el que se reproduce a continuación. Estimado colega: Le rogamos que responda (sólo una vez) las siguientes preguntas: Cuando usted realiza la evaluación preanestésica de una mujer en edad de procrear: 1. ¿Le pregunta cuál fue la fecha de su última menstruación? SI NO 2. ¿Averigua si existe alguna posibilidad de que esté embarazada? SI NO Se obtuvieron 475 respuestas sobre un universo estimado de aproximadamente 1.500 anestesiólogos. Los resultados se describen en la tabla I y el gráfico 1. Tabla I Número de respuestas obtenidas a las preguntas realizadas en la encuesta y valor porcentual con relación al total SI NO Nº de respuestas Valor porcentual Nº de respuestas Valor porcentual Pregunta 1 42 8.84 433 91.16 Pregunta 2 69 14.53 406 85.47 Gráfico 1 Discución Anomalías congénitas J.G. Wilson4 analizó la incidencia de anomalías congénitas en la población general (aproximadamente el 3%) y describió las causas de la aparición de estas anomalías en seres humanos (véase tabla II). Tabla II Etiología de las anomalías del desarrollo humano Causas de aparición de defectos en seres humanos Incidencia (%) Transmisión genética 20 Aberraciones cromáticas 3-5 Radiaciones <1 Infecciones 2-3 Desequilibrios metabólicos maternos 1-2 Sustancias químicas y drogas 2-3 Desconocidas Total 65-70 100 Teratogenicidad de los fármacos Los principales fundamentos de la teratología5 son: • La susceptibilidad del embrión depende del estadio del desarrollo en que se encuentra cuando se administra el agente. • Cada agente teratógeno actúa de manera específica sobre un aspecto particular del metabolismo celular. • Las influencias genotípicas pueden aumentar o disminuir el efecto del agente teratógeno. • Un agente capaz de causar malformaciones puede producir un aumento de la mortalidad embrionaria. • El agente teratógeno no tiene por qué alterar el organismo materno. Los fármacos que se utilizan durante el acto anestésico en general deprimen el metabolismo de las células germinativas y su división.6 Como ya se ha mencionado, el estadio del desarrollo fetal y el tiempo de exposición al fármaco son cruciales para la presentación de anomalías teratogénicas. Existe una cantidad de fármaco con la cual no aparecen efectos teratogénicos; éstos se presentan en forma abrupta con el incremento de la dosis. A medida que la dosis se va aumentando, la teratogénesis desaparece por muerte embrionaria, hasta que llega a un punto en el que surge la morbimortalidad materna. (Figura 1.) Figura 1 El período de organogénesis -que comprende el primer trimestre de la gestación- es el más crítico para este tipo de anomalías. El pico de mayor susceptibilidad se sitúa entre los 13 y los 56 días7 posteriores a la concepción y luego va disminuyendo progresivamente hasta resultar mínimo durante el resto de la fase de organogénesis. En este período crítico algunos órganos son susceptibles en diferentes momentos y, por lo tanto, el período de mayor sensibilidad es distinto para los diferentes órganos (véase tabla III).8 Tabla III Días de embarazo y órganos sensibles a las complicaciones teratogénicas Días de embarazo Organos sensibles 18-38 días SNC 18-40 días Corazón 24-40 días Ojos 24-36 días Pulmones 37-50 días Gónadas 45-70 días Genitales masculinos 40-150 días Genitales femeninos Fármacos utilizados durante el acto anestésico y teratogénesis La FDA (Administración de Drogas y Alimentos) de los Estados Unidos9 ha clasificado a los fármacos que se usan habitualmente durante la anestesia y la cirugía -según su seguridad fetal- en: A y B. Fármacos sin ningún riesgo fetal demostrado en seres humanos o animales en el primer trimestre del embarazo. C. Fármacos que implican riesgo en animales o sobre los cuales existen datos dudosos. D. Fármacos con evidencias de riesgo en seres humanos. E. Fármacos contraindicados durante el embarazo. En la categoría D se incluyen el ácido acetilsalicílico, los cumarínicos, los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina y las tetraciclinas. En la categoría E sólo se destaca el protóxido de ázoe (N2O). En relación con este gas, J. M. Baden y col.10 investigaron sus efectos sobre la síntesis de timidina y metionina en ratas gestantes -después de haberlas expuesto a niveles de N2O del 7,5% al 75%- y observaron una inactivación dosis-dependiente de la vitamina B12 (co-factor esencial de la metionina sintetasa) que interviene en el metabolismo de los folatos; éstos participan en la conversión de la uridina en timidina y su inhibición altera la síntesis de ADN sin recuperación posterior. Existen otras teorías que intentan explicar este efecto del óxido nitroso pero sin centrarse exclusivamente en su efecto enzimático. Como conclusión, si bien todavía no se conocen las causas precisas de la teratogenicidad del protóxido de ázoe, se exhorta a no utilizarlo debido a sus potenciales efectos teratogénicos. En relación con los tranquilizantes menores -si bien los datos no proporcionan evidencias concluyentes- la FDA sugiere que deben evitarse en mujeres embarazadas por la asociación entre su administración durante el embarazo y la aparición de anormalidades fetales (labio leporino y paladar hendido). Con respecto a los antibióticos, 9 los aminoglucósidos son ototóxicos y nefrotóxicos para el feto y la tetraciclina produce manchas en los dientes y desmineralización ósea. Fármacos utilizados durante el acto anestésico y abortogénesis Si bien no existen trabajos concluyentes en los que se vincule la inducción de un aborto con el suministro de fármacos utilizados en una única exposición anestésica, es menester señalar que, ya en 1975, Adolfo Venturini11 comunicaba "los resultados estadísticamente significativos de riesgo aumentado en el personal de sexo femenino que desarrolla sus actividades en el quirófano y está expuesto a los gases anestésicos durante el primer trimestre de embarazo y el año inmediatamente anterior. Este riesgo es 1,3 a 2 veces mayor que en el personal no expuesto". En 1978 Almiro Dos Reis (Jr.)12 señalaba que "se sospecha fundadamente que las condiciones especiales de la práctica de la anestesia influyen, de alguna manera aún no bien aclarada, en el aumento de la frecuencia de infertilidad, esterilidad y abortos espontáneos en el personal que labora en los quirófanos". Finalmente, este autor concluye que "no es posible en el momento actual asociar el posible aumento de la incidencia de abortos espontáneos, de anomalías congénitas y de infertilidad con un determinado agente anestésico. Por el contrario, todos los anestésicos inhalatorios deben seguir siendo sospechosos". Conclusiones Del resultado de la encuesta se desprende que debería ponerse mayor énfasis para indagar la posibilidad de embarazo en las mujeres de edad fértil. Es evidente que una mayor preocupación permitiría implementar conductas profilácticas. Tal vez sería conveniente una campaña institucional que tienda a atenuar esa falencia. En el preoperatorio, es esencial el interrogatorio dirigido y la solicitud de los estudios de laboratorio para la investigación de gravidez. Una vez confirmado el diagnóstico de embarazo, las cirugías electivas se pospondrán hasta después del parto o bien se las realizará, preferentemente, en una fase avanzada del segundo trimestre (es decir, después del período de organogénesis y antes del período de riesgo aumentado de parto prematuro). Si la operación es imprescindible, es conveniente consignar en el consentimiento informado las aclaraciones expuestas a la gestante y recalcar los recaudos adoptados para no provocar daño en la madre, en el feto o en ambos y para evitar la producción de un aborto. Si bien no se ha demostrado fehacientemente que exista una relación directa entre la administración de anestesia y la aparición de trastornos durante la gestación, en cuanto a la técnica anestésica a aplicar es primordial considerar las siguientes pautas:13, 14 • Se elegirá la técnica anestésica que brinde mayor protección a la madre y al feto en el siguiente orden de preferencias: 1. Anestesia espinal. 2. Anestesia epidural. 3. Bloqueos regionales. 4. Anestesia general más anestesia peridural (habida cuenta de la disminución de la necesidad de drogas anestésicas para el mantenimiento). 5. Anestesia general. • Se prescindirá del uso de las drogas con potencialidad teratogénica señaladas en el presente trabajo. • Se monitoreará la contractilidad uterina durante el perioperatorio para iniciar el tratamiento con tocolíticos lo más pronto posible. • Se evitarán los factores capaces de producir hipoxemia materna e hipoxia fetal. • Se tratará enérgicamente el dolor postoperatorio. Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. Gomar C y Fernández C. Situaciones poco frecuentes en la paciente gestante. En Miranda A. Tratado de anestesiología y reanimación en obstetricia. Barcelona, Masson SA, 1997, 27: 837-867. Cohen SE. Non obstetric surgery during pregnancy. En Chesdtnut DH. Obstetric Anesthesia. St. Louis, USA, Mosby Inc.-Year Book; 1994, 16: 273-289. Estadísticas Médicas 1997. 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