La cistitis y los cólicos en el riñón son más frecuentes en verano
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La cistitis y los cólicos en el riñón son más frecuentes en verano
sumario La cistitis y los cólicos en el riñón son las patologías urológicas más frecuentes en verano. El aumento de las temperaturas en esta época del año hace que se pierda mucha agua a través de la piel y esto incrementa el riesgo de que se precipiten las sales que lleva la orina, hasta crear una piedra. De hecho, en los meses estivales el número de cólicos nefríticos es cinco veces más alto que en el resto del año. Por este motivo, en verano se recomienda incrementar el consumo de líquidos para compensar esas pérdidas de agua y evitar el riesgo de sufrir este tipo de episodios. Los expertos recomiendan incrementar el consumo de líquidos y seguir una dieta variada para evitar este tipo de problemas La cistitis y los cólicos en el riñón son los problemas urológicos más frecuentes en verano E estima que aproximadamente un 20% de la población sufre a lo largo de su vida alguna crisis de estas características. Las piedras en el riñón o litiasis urinaria son concreciones que se forman en el aparato urinario como consecuencia de la alteración del metabolismo mineral, lo que provoca un aumento de calcio y de ácidos sálico y úrico en la orina. Esta patología afecta más a hombres que a mujeres, en una proporción de 2 a 1, lo que responde a diferentes motivos. “En primer lugar, hay que tener en cuenta la mayor complejidad del aparato urinario masculino en su tramo inferior. Asímismo, existen factores genéticos, ya que se ha comprobado que la hormona femenina provoca niveles superiores de inhibidores de la cristalización, lo que reduce el riesgo de formación de cálculos. Finalmente, está la alimentación. Los hom- S 10 bres suelen abusar de una dieta rica en ácido úrico e hiperproteica, como carnes, caza y marisco”, afirma Francisco Ruiz Marcellán, responsable del Departamento de Urología de USP Instituto Universitario Dexeus. El principal síntoma de la existencia de piedras en el riñón es el cólico nefrítico, que se suede acompañar de náuseas y dolor agudo “El primer episodio se suele producir entre los 27 y 45 años”, continúa el especialista, “ya que mientras el ser humano se está desarrollando, los huesos van absorbiendo el calcio. El crecimiento de un individuo finaliza a los 20-22 años, de manera que, teniendo en cuenta que estas piedras tardan en formarse un período de 4 ó 5 años, si el paciente presenta un desequilibrio metabólico, los primeros episodios se producen alrededor de los 30 años. Por el contrario, es extraña la aparición de piedras en la infancia, lo que ocurre sólo en determinados casos de niños afectados por alguna enfermedad metabólica o malformación congénita del aparato urinario que hace que la orina se estanque, provocando infecciones y que, como consecuencia, se formen piedras.” El principal síntoma de la existencia de piedras en el riñón es el cólico nefrítico, que se suele acompañar de náuseas y dolor sumario MAYO-2001 agudo, así como sangre e infección en la orina. El 70% de los pacientes que tienen piedras en el riñón las expulsa espontáneamente o con ayuda de terapia a base de grandes ingestas de agua de baja mineralización y diurética. Además, desde hace 15 años, se viene practicando una técnica denominada litotricia por ondas de choque, que sustituye a la cirugía tradicional muy traumática para el paciente. Este tratamiento consiste en la eliminación de los cálculos por medio de unas ondas que destruyen extracorpóreamente las piedras en pequeños fragmentos para facilitar su eliminación por vía urinaria. Así, consigue destruir el 85% de las piedras de riñón no expulsables. Por otro lado, las infecciones urinarias son la causa de más del 10% de las bajas laborales y las más frecuentes junto con las respiratorias. Así mismo, la infección urinaria constituye la patología más común del aparato urinario. Representa el 10% de las consultas al médico general y más de un 20% de las consultas al urólogo. Cistitis La cistitis afecta sobre todo a mujeres entre 20 y 40 años de edad. El 20% de las mujeres padecerá una cistitis en algún momento de su vida, y de éstas aproximadamente un 4% serán infecciones de repetición, es decir, que presentan varios brotes durante períodos cortos de tiempo. En el verano, al sudar más y orinar menos, la orina permanece muchas horas en la vejiga y esto, junto al incremento de la sudoración de la zona vaginal, facilita que los microbios del intestino provoquen la infección. “Se trata”, explica el doctor Fernando Jiménez Cruz, presidente de la Asociación Española de Urología, “de una infección simple con escasos riesgos pero con síntomas muy llamativos: deseos de orinar con mucha frecuencia, escozor o dolor al mic- cionar o al terminar de orinar, sangrado al terminar de orinar, dolor en el bajo vientre. En muchas ocasiones los signos comienzan a aparecer a las 24 ó 48 horas de haber mantenido una relación sexual”. Varios factores incrementan el riesgo de infección, entre ellos se incluyen las relaciones sexuales, la utilización de diafragma y espermicidas, los problemas de estreñimiento y una higiene inadecuada. Los microbios que producen la cistitis provienen del intestino de la propia mujer, que se instalan en la vagina y de ahí pasan a la vejiga originando la infección. El tratamiento de la cistitis se realiza con antibióticos, que puede darse en una sola dosis o con una terapia de tres a cinco días. “Además”, insiste el doctor Jiménez Cruz, “siempre se deben recomendar una serie de normas para disminuir la cantidad de microbios. Por ejemplo, beber mucha agua, cuidar el aseo de los genitales, orinar antes y después de las relaciones sexuales y regular el hábito intestinal”. La pielonefritis es una infección de pelvis y riñón, que afecta aproximadamente al 8% de las mujeres. Se trata de un cuadro infeccioso llamativo, ya que hace su aparición con fiebre superior a 38ºC, dolor en el riñón y con molestias similares a las de las cistitis. La diferencia está en que en la cistitis nunca hay fiebre. Si una mujer presenta fiebre y molestias al orinar debe acudir inmediatamente a la consulta del urólogo. 11