Biblioteca Atlántida Nd St. As At Nas
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Biblioteca Atlántida Nd St. As At Nas
B I BL I O T E C A A T L Á N T I D A N S T AS AT N fi L E O P O L D O L U G O NE S g d BU EN OS A I R ES 1 91 9 B I BL I O T EC A AT L Á N T I D A ND S T AS AT NAS LE O P O L D O L U G O N E S BU EN OS A I R ES 1 91 9 O BR A S DEL VE R S L as M o nta ña s A U T OR O ( del Oro t a go a do ) L o s Cr ep ús c u lo s de l J ardin L una r io S en ti me nta l Oda s S "l I /ib ro El l ecu a re s Lib ro F i el de l o s P ai saj es PR OS A t L a R efor ma E ducac io na l ( ) 3 2 e di c ión ) ( a go t a d o ( ) ago ado E l I m p erio J es uí t ico L a G u erra G a uc ha " L a s F ue r zas E x t r a ña s P ied ras L i mi na r es P r o me teo Histor ia de S ar m iento í) E lo gio de A me ghino E l Ej érci to de l a I l ia da E l P a gado r ( o m o p rim e ro ) t EN PR E P AR A CI L a T orr e de Ca sandra " N : " PR L OG O E l año 1 91 5 di e n l a Uni versidad de Tu c um án algunas co nf erencias sobre l as in dust rias de A tenas conforme a una inVi ï tación del gobernador de a quella provincia don Ernesto Padil l a Los apunte s que tomé p ara el caso que daron inédi tos hasta hoy en su prim i tivo desorden y yo sin cumpli r ante la men c io nada ins titución docente el compromiso de arreglarlos con propi ed ad D isc úl p e nm e l a Vida a fanosa y el p rO pio tema que lej os de env e j e cer r emo z a con el tiempo con se rvándo se e tern amente nïl e VO baj o su pe - , . , . . , cl a ra empre y erguida e n el márm ol d e si la columna subsistent nuestra obscura j u v e nt ud de bárb aros t ne que continuar su j eta a tu norma de b e z a y de verdad asi como en torno del fu e viril la sombra de los días sigue girand , W EL T O A TE N I E N S E i Á l in augur ar ‘ il de l N orte , cua r e nta años ha el pr e side n t e A vellaneda hij o de Tucum án t ord o a Gre cia r r o c arr . , , , aparecerá en breve porque el humo de l a loco motora espesa l atmós fera y empaña c uado a los marav illoso s na Ml e z a se han a gregado del me La Grecia n o de s c o m p l e t o l a fascinación de sus . tan a ún la mot o ria sino cuando el el de Fidias aun ó los blanco s m ár es de Paros ; c u do hubo at r aidO p o r n an , ' . 8 la columna subsiste nte nu e stra obscura j u v e nt ud de bárbaros tiene qu e co ntinuar su n j eta a tu norma de belleza y de verdad a si como en torno del fuste la sombra de los días sigue x , . ¡ EL TR ABA J O A l inaugur ar el A TE N I E N S E ferrocarril del N orte cua renta años ha el presidente A vellaneda hij o de T ucum án recordó a Grecia O i go decir que e l Tucum a n poético de s aparecerá en breve porque e l humo de l a locomotora espesa la atmós fera y empaña los cielos N o lo creo Un país e s doble m ente hermoso cuando a los maravil losos aspectos de la naturaleza se han agregado las creaciones del arte La Grecia no d e s plegó por completo la fascinación de sus pro di gios que después de veinte siglos e n cantan a ún la memoria sino cuando el cincel de Fidi as animó los blancos m ar moles de Paros ; cuando hubo at r aído por , , , . . , , . . , 10 comercio las industria s y los cultivos de otros pueblo s al m i smo tiempo que los pintores imitaban en la pureza de sus líneas la suavidad de sus horizontes y los poetas buscaban la luz fulgente de sus creaciones e n el maj e stuo so esplendor de sus cielos " Bien di j o aquello el elocuente N ada hay más griego en e fecto que e sa c o m p at ib i lidad de las humanas tareas armoni zadas por un concepto claro y amable de la vida Pues a la vida precisamente referían aquellos antiguos sus nociones del bien y del mal formatrices d e l susodicho c oncepto bueno e s to do l o que favorece el desarrollo n o rin al d e la Vi da ; malo t o d o a quello que la c o n t r ar ia y la suprime E l goce de la vida completa resul taba , así un estado de b e lleza Vida y libertad eran sinóni mas E n tonces hubo naturalmente un arte de Vivir Entonces la vida fué una Obra de arte Fué algo m ás : la primera de todas las artes En el desarrollo normal de la vida la muerte e r a el final n o sólo in el , , . . , , . , , , . , , . . , , l . . , evi table sino necesa rio Era también el precio del honor y de la libertad pero siempre como fenómeno de l libre albedr ío u e t ip ifi c ab a n acciones sub lim es : así el q sacrificio de aquellos trescientos de l a s T er nió il a s ; así la muerte de Sócrates qui en p pudiendo evitarla no qui so hacerlo p or su so l o l b r io De eso dim an ó e la i n a u d u c o y q e vida griega tuviese por principales condi c iones la nobleza y la sereni dad A quel e s tado d e conciencia m ani fe st ó se exterior mente plasm a ndolo todo desde e l tem plo di vino hasta la forma corporal Porque el griego creia que todo desde el uni verso hasta el hombre m ej ora y se perfecciona de adentr o para a fuera Pero la noción material que la gent e culta suele tener sobre e l arte de los griegos r e ui e r e ta mbién algunas advertencias q Sucede habitual mente que las es culturas de los museos y sus r eproducciones fo t o gr á c as inspiran un falso concepto dé rígida plasticidad co nforme al cual Grecia r e sulta un pueblo d e e statu as Mas est as úl . , , , , , . ‘ . , , . , , . . fi fi , , . 12 timas no revelan por lo común sino las formas convencionales de los númenes Los riegos n o andaban por la ciudad con la g cabeza descubierta ni en sandalias ni con aquellas túni cas a me di o muslo Usaban por e l contrario sombr eros de variadas he churas general mente anchos pues entonces como ahora había e n G r e c l a mucho sol ; y los femeni nos variaban co n la moda tal cual hoy ocur re adop tando las más capri chosas formas Sucedía lo propio con e l 1 peinado de las muj eres ( ) que no con sist ió sino por excepción e n aquellas cocas ondul adas y recogidas hacia atr ás en un sencill o moño según el modelo cl a sico de las diosas ; pues los peinadores de antib o s sexos arreglaban las cabelleras con gran . , . , , , , . , , , , ‘ h m é ic y p b b l m t h t l gue h m b c mp í ll l m édi c t á d l y jetá d l ci t D ebí et m d ie t l c m l i dic l e fe c i l t y E f b 50 5 3) d l el c t X VII ( ve Ilí d S ue l c er rm s s b re é l h ret mb d " de s g e se m j c b ell gr ci s el y l p l t re d y j u t d C R ecu é d e qu é cel defe die te z u u t fm P t i i del Añ D i e z H t 1 820 l c m pe i c ti u u d á t e z y pe i et ( ) E n l os tie mp os 1 as r ra s re n z o n o o or a u or o as, su n a en a n a es r o o ro a s n os o su s a ; an r r c on o o o a es a t o o nza o co n oso s on o a su ar o n o a ro e a a an o a: a o, ro n n o san o s o un a a - u c a oe s a o. o a r c os n r en as a o a a su a se r . r an o en e e o n an rs o s a a a. a a o n as a n ro o s, res o an o na. a on os n o , r o ac . . r n r n as s s as a a , n a. os otras baj aban hasta el pie ; b o r ce guíe s y botas En invierno usaban la capa que hoy ll amaríamos española y e l gabán forrado a veces de pieles Las muj eres usaban traj es muy variados j oyas y di j e s ; pero cons er varon generalmente la costum bre oriental de salir a la calle cosa que e n A tenas por ej emplo suce dí a rara vez envueltas en un manto de color di screto cuyo embozo di sponían con cui dada elegancia La o s b e l t e z se buscaba como siempre e n el alargamiento ligeramente ondul oso de las líneas verticales a que obedecen la empina dura del talón y el aj uste d e l talle pues tanto la pierna como el seno femeninos tienden a caer con pesadez y di cho queda a lo bastante para preveni r al l e c t o r contra y la falsa noción e st a t u aria que recordamos E l tip o escul tural de los n úmenes constituí a un dechado biológico n o una copia Por el contrario los seres vivientes debían tender a co nformarse sobre aquellos patrones y e n esto nc ab a la c o stum bre de fami liarizar a las muj eres encintas con las estatuas he r . . , , , . , , ' . , , fi . 15 mosas Ya ve remos cómo por lo demás todas las vasij as domésticas presentaban análogos ej emplos de armonía d e las formas E l griego que no concebía la bell eza sin la utilidad determ inaba la estética mas culina por el tipo guerrero y la femeni na por el tipo materno La hermosura viril expre saba así el valor como superior r e sumen de las cualidades del hombr e ; la de la muj er la fecundi dad que constituye su verdadera nobleza Hombres valerosos y muj eres fecun das unos y otras bellos de serlo el fenómeno de amor que es el arte enunciaba con eso la salud la alegría la serenidad el honor , la li bertad que con sist e en n o tener O bstác ul os para el des arrollo nominal de la v ida ; pues este úl timo proviene ante todo de que se h all e sano el ser viviente ; Por ello las Venus t ipi c ab an la atracción del amor con sus cuerp o s nor m al m e n t e co nformados para la fe c un dida d senos capaces en su bella redond e z caderas en perfecto desarroll o pies más bien grandes que asientan sóli damente el . , , . , , “ . , , , . , - , , , , , . fi , , , 16 cuerpo dando con ello a los órganos inte r io r e s su natural di sposición ; cintura de amplitud fisiológica por decirlo así ; t orso di spuesto para l a respiración pectoral que es la femeni na ; manos serenas y p r óv ida s que no adolecen de aquella morbidez fo mentada por la blandura d e l ocio ni de aquella esbeltez demasiado concisa con que exageran una nerviosa inqui etud los dedos largos del R enacimi ento T al e r a el modelo di vino Pero bien se echa de ver que las griegas con sus cinturas ceñidas sus pies ajustados por zapatos altos y agudos los dedos de sus manos envaina dos por la noche en e s t u chi t o s para a fin ar l o s arti ficial mente p a r e c í an se m ás a nuestras muj eres u e a las q di o sas de su panteón La elegancia de la moda era ya entonces un resultado indu m e n t ar io "por esto n ót e se bien los di oses que t ipific ab an la belleza biológica de la especie humana estab a n desnudos E l con flic t o procedía de que e l traj e no puede repetir las líneas del cuerpo que viste sin , , s , , , . . ' ‘ , , , . . , , . - , - 17 producir un e fecto grote sco de pesadez y de hi nchazón T iene que buscar con otras combinaciones de líneas el recobro de la esbeltez para el cuerpo así forrado D e ahí los ajustes y las formas fisiológicamente ar adó ic a s d e ciertas prendas como los g p zapatos femeni nos cuya persistencia a través de tantos siglos indi ca algún motivo más poderoso que e l capricho O la elegancia con v e n c io nal E s que la falda al constituir una pirámi de O cili ndr o opacos resul ta de s uyo una masa pesada cuyo e fecto no es posible corregir sino dándole cierta lige r eza aérea O r o l o n án do l a con ondul ación p g a cuática Esto úl timo compens a con la l arga línea resul tante la mencionada am l i f t u d pero n o puede ormar el traj e ario di p c i i callej ero por su o e t e c m d u i o o d i n s n n a d y g E l otro debe aligerarse aparentando que los pies no asientan en e l suelo e fecto que se c onsigue al m ax im um posible con el c al zad o pequeño y agudo que empina el talón disimul ando y re stringiendo las superficies de contacto Por otra parte el traj e pro . . , . , , , . , ' . , , . , 18 cola requi ere aumento de e s tatura en quien lo ll eva si no ha de salirle habiendo menester así del a l ast ado r ; p calzado alto Las damas venecianas con sus inmensos vestidos de terciopelo y d e tis ú necesitaron levantar sus zapatos sobre pedestales cóni cos hasta de treinta centi metros para n o quedar como aplastadas entre b al um b a s de ropa He insistido un poco en estos detalles porque la gente así extraviada suele con siderar a la civilización griega que y O pro pongo como dechado de la nuest ra una cosa irremediablemente remota y di stinta; mi entras lo cierto e s que sigue v1 v1 e n do e n los pueblos de su estirpe a los cuales per t e n e c e m o s por la l at ini da d si bien de fo r mada con gr o se r ía E sta proviene del ma l éfic o aluvión cristiano ; de suerte que l a Obra r e ge n e r at riz consiste e n traer a luz l a A ntigüedad sin compli cación ni prejuicios En o t ra cosa nos par ecemos a los ate y e s en el modo de ir formand o ni e ns e s nuestro pueblo l o n ga do en , ‘ , , . , , , , , . . , , , , , , o . . , . 19 A tenas fu é un resultado de la tolerancia y la hospitalidad con que supo acoger en el suelo a tico a los emigrantes corridos por la invasión dórica Esto s fueron los m a s en er i c o s que n o aceptaron la s um i si ón res u l g tando así selectos De ahí originalmente hablando la flexibili dad y mul tiplicidad del geni o ateni ense aquel don de simpatía que fué el o rige n de l heleni smo Dar patr ia a qui enes la perdieron O la dej aron por in habitable es incorporar a la propia tesoros de energía y de gratitud La hospitalidad la tolerancia son formas de la generosidad aquella riqueza que consiste e n dar siendo con ell o la úni ca que verdaderamente ahorra Pues la fortuna que se da con largueza queda li bre de toda preocupación al trans formarse e n felicidad inaccesible a los la drones N O es acaso el Obj eto de la fo r tuna asegurar la di cha La generosidad es el arte de transformar e l oro en elixi r de vida que se incorpora al ser valiendo así mucho más que e l oro R ecordemos lo que dice el rico enfermo to do mi o r O daría por . , , . , , , ' . , . , , , . , « . , , , . , , 20 la salud " no hay cosa más triste que la vida d el av arie nt o La fel icidad e s vida exaltada Al m a di chosa es alma activa de suyo an ima vi As í n Os volvemos comuni cativos vi en te cuando somos felices y toda carga nos p a rece ligera Cami namos elásticos de vigor y sub imos las escaleras cantando De ese estado optimi sta nació la actividad ate ni ens e Cada c ual tendi ó a ha ce r bien las cosas porque estaba conte nto " de hacer todas las cosas lo mej or que cada uno po di a reinó sobre la totalidad de la existencia un criterio de perfección Ese ideal de las cosas bien he chas l l e v ab a consigo la noción de l a justicia per fe ota que e s un estado d e armo ní a entr e las fuerzas sociales la civil ización misma Mej or que en nada se nota e n la manera como había organi zado aquel país pobre la fo r mación de la renta común que el pueblo necesita para mantenerse c o ns t it uido como entidad social a su propio bene ficio Dos principios fundamentales de t e rmi . . . , , . , . . . . , , . , . , . 22 ratura y las cortas exigencias de la Vida to rnaban importante la ex igua suma La aduana que podía haber encarecido los c o n sum o s con impuestos indirectos fu é siempr e muy liberal debiendo calcul arse e l térm i no medi o de sus derechos de im portación y O exp ortación e n un 2 / E l estado socorría 0 con la di o b el ia que e r a una sum a de 1 5 centavos de nuestra moneda a todos los ciudadanos pobres di ariamente E l lo equi val ía a poc o menos de un dec a litro y me di o de cebada : cereal que regul aba los con sumos baj o el doble aspecto alimenticio y rentístico ; pues otra exc elencia de aquel sistema fiscal era la determinación del valor de la tierra por su producción a gr í cola Cuando el trigo encarecía el estado l o sum i m st r ab a al pueblo gra t ui tamente ; y si bien esto e r a co ns uetudi nario no legal obedecía al principio de m oral de m o c r á tica en cuya virtud no) puede ser li bre el ciudadano mí se ro y hambriento E l trigo solía encarecer así porque era artícul o im portado cuya cotización a fectaban de con . , . , , . , , " , . , , . “ , 23 suno las ma ni obras c omerciales de l m e r cado de procedencia que naturalmente 1 y los riesgos obernaba la especulación () g de la navegación antigua ; pero la ceba da de cultivo indígena supl íal o bastant e bien A e sa seguridad de l o indi spensable que constituye el bienestar y el decoro de la vida modesta añadí ase lo llevadero del trabaj o alivia do por largos descans os y por la general bondad d e las costumbres O chenta días festivos a cortaban el año ate ni e ns e sin contar las eventuales asambleas políticas que eran también numerosas Con todo l a prosperidad fiscal demostr aba e fi c azm e n t e la ventaj a de aquella organi zación ues para un presupuesto que no alcan z aba p a tres mi llones de pesos de nuestra moneda la reserva acumul ada baj o la admini stración de Pericles subió alrededor de los treinta y , , , , . , , , . , . , , cu l uced e cu d t t de u p duct li me tici de e dimi e t v i ble ch ; pue u c ell l fe t uf e pe tu b ci e b u c mie t l dem d e tá dete m i d p el p g nu l y p ul ti d l c um 1 ( ) Ta l a n con a o o a an a a no s an r n a O a r a s s e n o r r o ns o . se o ra a ar a r r na a a or en on s n s r ro os e ro o a s n ra s s a s, res o no a 24 cinco mill one s A sí pudo emprenderse las grandes Obras p úblicas que aum entaron la prosperidad y la co mo di dad del pueblo La li bertad de testar c uando el pr o pie tario no tenía hi j os di ó gran movimi ento a la tierra facil i tando su adqui sición La igualdad de educación en las palestras y en las co nferencias gratui tas O cursos libres de l o s fil óso fos proporcionaba al pobre los elementos necesarios para mej orar de con dic ión ; y si e s verdad que los pr incipales cargos p úblicos estab an en mano s de los m ás pu di entes to dos ell o s eran responsab les ante e l jura do popular compuesto por la totalidad d e los ciudad ano s sin distinción alguna : con lo qu e e l pueblo acabó por imponerse y ej ercer el gobierno directo e integral A quella i gualdad de la educación ase gu rab a una cul t ura general tan suficiente que e l sistema de acordar por sorte o los cargos m a s elevados como el de coman dante e n j efe de los ej érc itos y el de ar conte O miembro del poder ej ecutivo plu . . , . , " , . , , r ip e r so nal que gobernaba la rep ública no resul taba inconveni ente sino m uy rara v e z dándose al contrario el caso como suce di ó con el arc o nt ado de A rístides de que fo r za do s o r la opi ni ón p ública los candi datos p se retiraran mo tu pr oprio ante uno solo re conocido como el mej or Pericles que fué el hombre de mayor i nfluencia e n A tenas m udo g obernarla treint a años sin políticos , , , , , . , , E R R A T A Pág 25 , l íneas 9 “ 1 l 0 d o n d e d i c e : s i y , n po í tic os " m m il itares deb e dec ir : “sin o deres l o p p ítico s ni " mil itares . Ent r e t ant q e l ilustre ate ni ense n o perte especie de senado aris n e c ió al areópa go , , t o c r át ic o cuyos poderes combatió y reduj o ni al ar c o nt ado O poder ej ecutivo Fué tan , . 24 cinco mil l ones A sí pudo emprenderse las grandes Obras p úblicas que aumentaron la prosperidad y la como di dad del pueblo La libertad de testar cuando el p ro pie tario no tenía hi j os di ó gran movimiento a la tierra facilitando su adquisición La igualdad de educación e n las palestras y en las co nferencias gratuitas O cur sos libres de los filóso fos proporcionaba al pobre los elementos necesar ios para mej orar de con di c ión ; y si es verdad que los pr incipales cargos p úblicos estab an en mano s de los m as pudi entes todos el l os eran responsab les ante el j ur ado popular compu esto por la totalidad de los ciudad ano s sin distinción alguna : con lo que el pueblo acabó por imponerse y ej ercer el gobierno di recto e . . , . , " , 1 A quell a igualda d de la educación ase gu rab a una cult ura general tan suficiente que el sistema de acordar por sorteo los cargos m as elevados como el de coman dante e n j efe de los ej érc itos y el de ar conte O miembro del po der ej ecutivo plu , E R R A T A 25 , l íneas 9 y 1 0, donde dic e : ni m il itares m il itares " " deb e de c ir : “sin “sin r d s o e e p i l i t cos o p i í i l t c o s n o p 26 ministro de hacienda empleo pura mente a dmi ni strativo e n A tenas debiendo a la exclusiva s uperi o ridad de su honradez y de su talent o la infl uencia de que go zara Gobernó pues sin más poderes que la jus t ic ia y la belleza ; reali zó quizá por úni ca vez entre los hombres e l ideal de la auto ridad sin mando : vale d e c 1 r como un resul tado del raciocini o y de la simpatía ; y t o do ello con severa di gnidad que nunca rebaj ó para a dúl ar al pueblo ante e l cual hablaba muy rara v e z no obstante ser j efe del partido democrático L O que perdi ó la humani dad con e l fracaso de la civilización pagana puede valorarse comparando a las nuestras aquellas cosas Empezábamos a adoptar lab oriosame nte una parte de esas i ns tituciones cuando vino la guerra uni versal que representa la incompatibili dad del dogma cristiano con ellas ; y ese go bierno de Pericles que demostró l a p o sib i lidad de transformar el sistema autoritario en una di rección racionali sta de los esp i ritus comporta para nosotros la quimera s ól O s , , . , , , , , . , . , , 27 anárquica la a c r ac ia antisocial persegui da a R evist e pues un a grande importancia el comentario de la vida griega que siqui era mental mente nos proporcione el recobro de su ni vel Ello eleva desde luego la dig ni dad y pone a la inteligencia en contacto con los fundamentos de nuestra civil i zación cim i entos de l m armol m a s bello y del m ás noble bronce en que el Geni o humano e n carnara j amás a los amables númenes de la vida sana y libre E l resultado más notable de aquella ar moni a funcional que así e n la vida vegeta tiva como en la de relación y en la de so ciedad constituía la norma de la civil i zación pagana es que A tenas la ciudad que mej or supo comprenderlo y practicarlo fué también la m ás artística la m as industrial y la m ás comercial a la vez Lej os de con siderar incompatibles estas actividades las qu e vin c ul ab a sin es fuerzo de un modo t a l el grande éxito de su comercio finc ó en la excelencia de su industria como ésa a su , , , . , , , , . , , , , , . , , , , 28 en la influencia que le comu ni cara el arte De esta última actividad dependí an pues las otr as dos según te ní a que ocurrir al ser ella la más espiritual y noble N ingú n u e su criterio at e m e n s e lo ignoraba puesto q consistía e n saber que embellecer una cosa es aumentarle la prospe rida d vital y tor narla con esto éticamente mej or La razón de la bell eza era para ese antiguo la armoní a funcional de la cosa O del ser en sí mi smo y e n su me di o ambiente : es decir la misma que nuestra ciencia reconoce al triunf o e n la lucha por la vida Una razón vital Verdad bel leza y bien eran e l tr iple aspecto de la v1 da concorde Semej ante estado de espíritu daba e n canto ins uperable al don por excelencia c ar a c e r í st ic o de la civili zación helénica la sociabilidad La raza griega e ra ur ban a de suyo Sus etapas hi stóricas de fini ér o ns e por la fundación y la influencia d e las ciu dades E l predomi nio artístico provino de ahí pues no hay cosa más urbana que el arte Conversar con elegancia baj o un pórtico vez, . , , , . , , , . . . , . , , . . . , . , 29 hermoso en la a ni mación del aire clarís imo que altern ativamente vivific ab an la mon taña y el mar era el placer supremo de aquel los ciudadanos Etica estética di plo macia política economía legislación ap r e n d íanl a s así razonando con gracia La con v e r sa c ión griega organi zó los espír itus mej or que no lo hubiera hecho cualqui er ense ñ an za dogmática O científica N O hubo e n aquella raza de artistas Obra de arte m as e ficaz As í es cómo la poesía e r a el fundamento de la instrucción p ública ; la música el ele mento capital de la hi giene ; la pl a stica her mosa el origen de to do éxito industrial Para e l anti guo m ás educado que nos otros en la resi stencia al dolor y m ás sano por la influenci a de las palestras donde s e e j e r c it ab a d esde l a in fancia hasta la vej ez la pr in c l p al condición de un artefacto O ute nsilio n o era que fuese cómodo seg ún nuestro concepto sino que fue se bello La co m o di dad para nosotros cons iste en la supresión del esfuerz o E l antiguo e x p e ri , , . , , " , , , , . , ‘ . . . , , , , . , , . 30 mentaba su bienestar e n la armoní a del é s fuerzo A sí vivia positivamente más y m e o r que nosotros Su descanso n o era como j para nosotros e l r e nun c iami e nt o de la quie tud sin o el equi librio de las fuerzas con cordes Por donde concebía tanto como sen t í a la razón vital de la belleza Su estética era la filosofía de su emoción n o un canon prescrito ni un dogma impuesto : m ás arte y m ás cien c ia a la v e z E fe c tivamente la armonía funcional de l se r en sí mi smo e s l a salud que engend ra a la alegría de vi vir ; 1a armonía fi m c io n al d e l si n en su medio ambiente es la esta bilidad de ese mi smo ser como tipo de una especie subsistente por haber triunfado e n la lucha vital ; v de suyo produce la segu ridad de vivir que e s otr o estado di choso Cuando una raza practica estas cosas lo cual es todavía mej or que entenderlas vi ve e n b e l l eza como el griego vivió Si los resultados constituyen pr ueba su fic ie nt e y así es a mi entender no ha ha bido e n la hi sto ria de la civilización blanca . . , , , . . , . , , , . , , . , , , 31 un éxito como el de A tenas : es decir que nunca hubo pueblo m as pequeño con in fluencia moral y material m ás grandes En la época de su mayor poderío A tenas tuvo habitantes Sin m a s que eso fué la reina de los mares antiguos ; encabezó una confederación de doscientas setenta ciudades lo cual sometía a su in fluencia nueve mi l kil ómetros de costas ; su moneda reguló los cambios del mu ndo su arte y su filoso fí a le conqui staro n la inmortalidad La prueba es que ahora mi smo estamos hablando de A tenas con util i dad y con simp atía Particularmente interesante resulta esto para Tucum a n que es la provincia m as pequeña de la rep ública Ello no le impide contar entre las m ás civili zadas ser hi s t ó ric am e nt e la primera por su industria y haber dado al país úni ca en esto y su perior tres insignes presidencias La mag reputada como esencial ni t u d geográ fica para la gr andeza de la nación pertenece al materialismo de los b árb ar o s L O gigan . , . , , . . . , , , . , , , . 32 tesco e s mo n struoso de suyo y no puede así durar ni mantenerse mi entras dure sino depredando : con lo cual se vuelve Odiosa y envenenada por ese mi smo Odio que suscita la propia vida de l gigante E l heleni smo que aun permanece como e s tado espiritual fué un fenómeno de sim patia Y no se crea qu e el A tica contó para su prosperi dad con excepcionales O siqui era generosos dones de la natur aleza T odo lo contrario : su suelo e r a ingrato y pobre Su cereal m ás valioso fué la cebada tan i nferior al trigo y al maíz ; su ganado m a s importante e l cerdo y la cabra A quella tierra al volverse próspera resultó pues hij a del ingeni o hum ano conso rte m ás que s úbdi ta d e l h o mbre la borioso qui en la em b ell e c ió al fe c un dar l a seg ún su don nativo La isleta O mej or di cho islote d e E gin a nos sumi ni strar á buena prueba de ello Su suelo hal l ab a se formado de roca estéril y gui j arros baj o los cuales había tierra fértil Los habitantes emplearon aquella piedra , , , , . , , , . . . . , , , , ' , . , , , . . . L A CE R Á MI CA hay cosa menos vali osa y más de spr e c iab l e al parecer que un puñado de tierra Pues con ese elemento un poco de agua un horno elemental y su ingeni o creó el ate una d e ni e n se la industria de la cer ami ca las m as típicas d e A tenas y la más impor tante a la vez como que exce dí a en ello a la j oyería y a las armas Eran estas dos últimas muy prósperas no obstante y sus productos tení an fama entre los mej ores del mundo antiguo con lo que más resalta e l mérito de la otra Concurría a ello fuer a de la demanda comercial un valor humano que le daba singul ar nobleza El vaso de tierra cocida era utensili o No . , , , , \ , , , . , , . , , . 35 esencial para el antiguo en la vida y en l a muerte Vinc ul ab ase a él desde el naci ‘ mi ento por la vajilla el tocador y el cul to reli gioso cuyas o frendas m as fami liares eran las libaciones Las ánforas de fondo pun ‘ t iagu do qu e empleaban para el envase y el transporte en grande escala como nos otros los toneles servían de féretros eco De ahí n óm i c o s enchuf ada s con di cho fin tomaron su origen los sarcófagos de terra co tta que obtení an alto s precios cuando é s taban decorados y esmaltados Y en un va sito precioso rendía e l deudo al finado el tributo de sus lágrimas que dej aba e n la 1 t urñb a para la eternidad ( ) Con a quell as mi smas á nforas encaj adas unas e n otras construí an bóv edas tan ligeras como r e sist e n t e s ; y los cascos de la al farería rot a servían para clar ificar el agua de las cis ternas . , , . , , . , . , . 1 ( ) El v as o dem á de v t l fl i d í im l tum b a l os s o os va r a as os s . As O r n acr o re ro s , as. as l f e d fú e e p i ;p im t i t ab e t e quell l c p pl t de f f u m m p y í l m y p te de l v p cede d la e ra a o r o s, er a n a e ro s, a or ar br con o o r e x c e en c a a se n r a os as o s os or a os as ro u es as e 36 indi ca mej or por úl timo la im que o rt an c ia del v a so e n la vida antigua p la lista casi intermi nable d e los nombres correspondi entes a otros tantos indi viduos e n los di versos menesteres de su aplicación o c ul at o ri o s fruteros y confiteros ( co pa s p N ada , , , . , p ro i n at o r io s p e sc an c iari o s ter a ( ( ba str on p ( ( sta/ I n no s , s t er i c p g un gü e n t ari o s l e b es dari o s ánfora r e fr i e r at o r io s acuarios ( hidria c rá m e ns ur al e s d e sp e ns ari o s co ti l o c al c o n viv al e s r i ton o l ve ro s l eki to s, al a l ib at o rio s i x s i p Los cuatro elemento s o r1 g1 n al e s entraban en la co ns trucción del vaso como e n la del cuerpo del hombre primordi al cuya ‘ forma sucintamente esbozaba : la tierra y e l agua en la masa el aire que la secaba y el fuego que la cocía Co rr e sp On dí al e así el favor de los cuatro grandes di oses : , . , , e e id d de p eci blig m p p e cie t e l gi m que t m del l ti l m y t i t p ible q i e deci c i i t ct a d l di c l y d i e ci A í p md t i p b be ; p p i t i p bi d ; i i u i d p n i que e qui e e e pli c ció ld i y p l v f i g to i 1 ( ) La n c s r os n o o r c ez ra a o r o: r os era a s os : u es n n a ra r n r o , ca sa r , r ro a ar o/ r o o o . s r co nse rv o a or o : er o a ro n con a a n es e no r a o a esca nc a r o , o e as o es ara e car a, r n r ac x on r o r es n a ro ar o , a as na re n . 37 Demeter por la tierra D io ni so s por e l agua A tena por e l aire y He fe st o por el fuego Pero A tena ej ercía adem a s e sp e c í c a mente e l patrocini o de la cerámi ca según veremos luego y genéricamente e l de la industria baj o sus sendas advocaciones de ceram i sta y de industriosa keram iti s y ergan e El torno describía el movimi ento primordi al que organi zó las formas siendo inicial a su vez 1a del botij o como lo prueba el hecho de que ciertas abej as lo construyen T ales eran por decirlo así la ética y la mí stica del vaso Simbolizadas ellas c o n fiestas y resumi das en el patrocini o de A tena la v1 r ge n s ab ia y clara el Oficio r é sul t ab a a ni mado e n su sana hu mi ldad por aquella espiritual satisfacción que produj o e n el siglo X I I I la maravill a de las artes góticas A sistidos por su numen tutelar O por su santo patrono el Obrero antiguo y el m e di o e val disfrutaron de un a alegría y de una confianz a que los nuestros desco Con e so crearon la b e n o c e n totalmente lleza que no viene al taller siniestro de , , fi . , , , , , ' . , , . , , . , , . , . 38 ahora porque siendo l a Virgen I nm orta l a quien se dedi ca Part e n o n e s y catedr ales , , el a l ma m i sma de l p ue b l o en estad o de sere la tristeza y la inquietud que la em bargan equivalen a su aus encia Su propia alm a e n estado de sereni dad e s e fectiva mente lo que e l pueblo ve baj o las formas amables d e la Virgen equitativa O int e r c e sora según los tiempos Entonces donde pone sus manos im prime e n belleza la norma de su vida A sí la sim etría aritmética de los órdenes griegos en el templo de mármol y en el vaso de tierra ; así la mística ge o metria O j iv al en la to rre sublime y e n e l tosco cerroj o El bienestar de una civili zación se patentiza e n ese Mp e rio de su norma A quell os vasos ate ni ens es en cuya fo r mación y decorado no entrab an sino la ar cilla y cuatro colores alcanzaron tal fama que e l mundo antiguo creó con la demanda un rendi mi ento maravil l oso a su industria I nútil añadir que su valor no lo de t e rm i nab an la materia prima ni el trabaj o que n idad, . , , , . , , , . . . , , . 39 su elaboración industrial exigía Fu era de l torno modelador y de la espátul a de al fa rero un sencillo horno de leña bastaba para la cocción Lo que am e rit ab a el Obj eto era la forma elegante y ad e e n primer lugar c ua d a que había llegado a constitui r di eci ocho tipos fundamentales p o r térmi no me di o y después la decoración pictórica cuyos temas fueron los mi smos de la grande escul tura y de la gran pintura clásicas Tal importancia alcanz aron esos dos e l e mentos que en algunos vasos de precio rm ab an a la v ez el modelador y e l deco rador de la pieza A un que desde los tiempos pr e ho m éric o s los antiguos conocían ya v asos de m et al r e ' puj ado y esmaltado con maestría O b t u vieron preferencia co ns tantemente los de b arro ; pues su exquisito gusto podí a con todos a quellos recursos de los orfebr es pasando lo mismo con los de alabastr o d e mármol y aun de pó r do que fueron t a m bién sus contemporáneos Cuando uno los compara e n los mus eos . , , . , , , . fi , . , , fi , , . , 40 que los antiguos te ní an razón La p asta y los colores de la arcill a parece que fueran algo vivo análogo a la carne : algo en que el fuego del horno original no acabara de e n friar s e cons ervando como una tibieza de circul ación Menos duro que el esmalte de nuestras lozas y que el metal aun cuando se a opaco su pulimento es s emej ante a la epiderm i s La mano se redondea con una especie de v o l upt uo sidad e n el pie de la copa O ki l ia ; acaricia la garganta de la j arra vinaria u o ino c o é contorneá el seno del l e b es o bol antiguo resbala suave por l a s caderas del á nfora R eviven así en la plástica del vaso ar t í st ic o las lí neas orgáni cas d e la vasij a pri mi t iva o botij o que segú n lo expresé a su tiempo e s un a forma primordi al de donde nació el pro fundo simbolismo sobre el c ual más adelante insistiré que daba al cuerp o del hombre como formado por los dioses en barro Esta especie de vitalidad latente que el material poseía de suyo resaltaba aún por ve . , , . , , . , , . , , , , . , 42 - En cambio las fami li a s ricas de la Etrur ia gran pro e l A sia Menor y aun el Egipto ductor de cristalería sin embargo pre ferian a los vasos de metal precioso y de cristal que ciertamente po dí an costearse los servicios de aquel barro ateniense qu e así llegó a cons tituir un fuerte ramo de c o m e r c io Y e so duró no menos de tres siglos lo cual prueba la firmeza de la cul tura an tigua Ello r e l ac io n áb ase sin duda con la exportación del aceite y de l vi no productos áticos también pero la cerámi ca fina valía por sí sola más que los dos Una de las ferias anuales más importantes de A tenas era la de los productos c e r á mi cos El barr io donde estaban los talleres había llegado a ser el principal por su lim pieza su desahogo y su e di ficación L l am á base precisamente el Cerámic a y con t e ní a e l cementerio más luj oso de la ciudad con lo que toma ron genéricamente el nombre de c erám ic os todos los otros S u c e sivo s ensanches a lo largo d e l cami no de Eleusis que era donde se hallaban las m ás , , , , , , . . , . , , , . . . , , , , . , 43 s untuosas mansiones y ardi nes particul ares habían dividi do el barrio en dos : el ex t e rio r y e l in terno separados por los fa m o so s pórticos llamados D i pil on En su centro estaba el alta r de los doce grandes núm enes y de allá arrancaban las p ri n c r pales ave ni das e x t e iio r e s de la ciudad Las deidades del barrio eran A tena Cerami sta patrona de los alfareros y H e fe st o numen del fuego artístico E n c o nt r áb ase también a llá el centro de la vida cívica tan intens a e n A tenas y he aquí el motivo : la c e r á mi ca fué quizá la úni ca industria ate ni e n se que tuvo regularmente por e m r e p sa rio s un n úmero apreciable de ciudadanos li bres a los cuales a so c iáb ans e muchos ex t r an j eros ricos naturalizados Poderosa uni ón industrial que contaba natural mente con muchos votos La delicadeza artística de l Oficio rea lzaba el ni vel intelectual de sus Obreros dándoles mayor capacidad poli tica A sí fué cómo el A gora hubo de de spl a z ar se hacia e l Cerámi co del cual llegó a sinóni mo transformándose el barrio se r , , . , . , , , . , , , , " , . , , . , . , , industrial e n la verdadera sede de los n é o c io s políticos y bancarios g La sigui ente decoración de un vaso ( c o 1 lección Caput t i e n R uvo ) ( ) indi ca mej or e nada la importancia artística d e l Oficio u q R epresenta un tall er de alfarero visitado por la di osa A tena y dos Victorias que llevan coronas a los artesanos Al extremo derecho pinta una muj er lo cual nos ia di ca que e l trabaj o femeni no e r a habitual e n el decorado tal cual sucede ahora y co ns tituí a de segur o un recurso favorable a la emancipación y a 1a di gnidad de la Obrera ateni ense Añ a di ré que siendo el Cc r ámi c o e l barrio más cosmopolit a esto le asegur aba una concurrencia mayor de buenos artesanos A quel estado intelectual de los alfareros ate ni ens es hab íal o s llevado a realizar en la decoración de los vasos verdaderas c o n c e c io n e s pictóricas y e sc ul t ur al e s de in p apreciable valor actual E so es e fectiva . , . . , , , , . , . , . 1 ( ) La an tigu an os es , tigu R u b i; ciud d que de de im p t te ce t lf e a o r an s a n ro a ar ro . l os t ie m p os - 45 mente el úni co resto de la pintura griega ue nos haya quedado y por él hemos de q d uc ido cosas muy importantes entre otras la evolución del realismo primitivo con sist e n t e e n la verdad anató mi ca que hace de la ej ecución artística un a autopsia hacia el n at ur al ism o que da la impresión de las cosas pr e se n t án do no sl as tales como las vemos no tales como son ; e n sus mo mentos de vida sens ibilizados por la línea movible y cambiante de la sil ueta no en la plástica pasiva de los meros vol úmenes La copia había que dado defi ni tivamente subs t it u ída por la expresión que es la persona li dad visible de los seres y aun de las cosas Véase por ej emplo e sa adm i rable gura de pedagogo que elij o entre muchi simas de igual mérito para no so b r e ab un dar con la repetición Decora una copa de l museo de Berlín procedente del taller d e E ufr o ni o s famoso al farero ate ni ense con temporáneo de Fidi as a qui en muy pronto volveré a citar con motivo que explicará esta advertencia N o e s en real idad sino , , ¡ x , , , . , fi . , , , . , , . , , , 46 una mancha de arcill a cocida que revelan so brios ra sgos sobre e l fondo negro de la copa ; mas su expresión y su movi mi ento revelan un arte pictórico e n plena madurez O bsérvese entre tantos detalles admi rables por su verdad naturalista el d el coj ín que ha resbalado con lo brusco del movimi ento el de la crispadura simétrica del pie derecho con la mano del mi smo costado que sos tiene e l puntero e sc o l ar dej ando libre el índice a dm o ni tor ; la triangul ación audaz efectuada por el dí ptico O doble pizarra de las nota s con la punta de la barba cuyo avance co mp ul sivo acentú a tal como lo hace a su vez la corona llevándose t o do e l movimi ento de la cabeza N ótese por úl timo la verdadera proyección de flecha con que parecen disparadas por e l arco externo e interior del codo la línea que desde la punta de este úl timo va hasta la del ín di ce pasando por la de la nariz y la que sale de la co yuntur a para rematar en la punta del pie derecho A mbas determinan el total movimi ento de la fi gura con irre , . , , i , , , . , , , , , . 47 así la mi tad superior baj o el arrebato de la cólera un ímpetu de carrera F uria y ve l o cida d son sinónimas en griego y en cas impulso ; y de l cuer po adquiere sist ib l e . t e l l an o . era menos admi rable la combinación de los colores que caracterizaro n tres sis temas decorativos : el de figuras negras 1 sobre fondo roj o ( ) que comenzó c On e l siglo VI a C y que i ni ció la costum bre de firmar los vasos lo cual prueba el incre mento de su valor artístico ; el de las guras roj as sobre fondo negro al cual per t e n e c e la que acabamos de estudiar im perante en fines del siglo VI y durante todo el V ; y el de la decoración policroma qu e empleó además de los colores menci o nad os e l blanco e l morado y e l amarillo de oro particul armente bello en las grandes á nforas negras Hubo también vasos j el c l tu l de l cill d ( ) E te y í debe e te de e f lt de dve te ci e peci l el te t u áb t m bié c e m ill d d ( ) Pe l dec ció m te y p v i l c l ció de l c ll E t úl tim p cedí egul m e te d l p m t i C li d el Ati c No . . fi , , , , , , 1 ro o s as x 2 r o o ra a n n s a se n s a . o o o r na rs a a ra a r a a ar n a ar o a c o cz a s a en . ro a i o e ra a es a a en n un o a a ra ro a a . r ar ar r ar a a o o ra n o ra en a ar n e o ro on o 48 enteramente dorados cuya decoración con escenas i nfantiles y que desti s ist í a e n naban a los aposentos de los ni ños ricos El blanco servía para reproducir las ropas de lino los caball os del mi sm o color las canas y a veces los obj etos de plata El roj o para acentuar algunos rasgos de la fi gur a que sobresalía recortada e n la ar cilla sobre e l fondo negro El oro tal cual vez para dar resalto a ciertas piezas de las armadur as ricas El negro de sl e ído torná base amarillo con la cocción ( lo cual me induce a creer que tení a por base e l ho 1 l l ín ) ( ) y s e r ví a para representar e l pelo rubio Pero entre to dos estos colores el prin c i al e l más característico fué aquel ne ro p g untuoso y como viviente que recuerda al d e l ébano natur al o al de ciertos rasos a fel pados Créese que su fórmul a hoy perdida tuviera por base un óxido de hi erro Su te , . , , . , . , . , ' e . , , , , . , , . de c ee que hubie e v i eg dd l p fu i ó de e te c l v el que p e um l e í di ti t del m e ci d e pá f igui e te ( ) C om o 1 a ro s r a r es s n s n o s r s o or en n o na os o en a r os n rra o a a r s a so s, . ros , s n . o — 49 era tal que resistía como puede verse hoy a todos los ácidos y a todos los deterioros de un entierro de veinte a vein t ic in c o siglos A llá donde el mi smo cristal acaba por alterarse con las peculiares iri él permanece igual Una sa c io n e s Opacas muneca de trapo basta para restab lecer su pulim ento lustroso como un espej o pero nunca frío Basta compararlo con el mej or negro actual que es e l de las porcelanas suecas Este es un esmalte ; aquél una epi dermis El tono general de las decoraciones era semej ante al de los fresco s; y ello es par t ic ul arm e n t e apreciable en los rito n es o vasos pr O pin at o r io s que im itaban cabezas de hombres y de a ni males R ecuerdo una de carnero y otra de lebrel que hay en el Museo Británi co : ambas p o rt e nt o sas de vida y d e a ni mación Todo era se nc il l íslim o como se ve y con sist ía en sólo dos combinaciones recíprocas e l negro del barni z sobr e el roj o natural de la arcil l a o este roj o l ibre sobre el fondo n a c ida d , , , . . , , , . ' . . i . i ' . , , No menos sencillos resultaban los útiles de pintar : dos pinceles solamente uno de varia s cerdas e l otro de una sola que e r a a veces una barba de pluma para mayor de lica deza La cocción e fe c t uáb ase en una hornalla de tiro di recto con lo cual las llamas oxidantes que desorga ni zan los b ar ni ces debían ser frecuentes y causar p ér así at rib uía se esto s dida s sensibles percances a no menos de cinco duendes de la llama La úl tima operación consistía en un bano cuya receta ignoramos tam bién con Obj eto de dar lustre a los colores a d o s por el f u ego j Dada la armo ní a inherente a todas l as concepciones griegas los temas decorativo s eran siempre apropiado s al destino de l a pieza Mas e l decorador no se li mi taba a , , . , , . fi , . , . di ve ecció t éc i c t l ú gi A í X VIII 470 7 3 1 ( ) L as r n a r co , n . s r s as a, en ll m del f eg i du t i l y di cm e pe t m í l H me f j de l de Aquile Ilí d m a u as c o n o c a as la o ro as a r or a s r a n o o o un vie uelles vei t h r ll s l c busti divers viv y dócil ll m p reci it d e se desp rr m e u ere p r ir br c b n e o na a a su O an z an d o , a a r o x s as - n t an l os f A un a a E n om ón a la Que asi p án os y n o , S gú n l o q i H efes to a a su , a, a a a a a an do . e a a, 52 to do Qui tar o poner algo al o b j eto así formado sería destruir su uni dad : a fectarlo mortalmente La estética griega establecía un criteri o de perfección qu e científicamente e s el de la exactitud ma temática y moralmente el de la realización de to dos los actos lo mej or que pueda cada cual La l oso fía y la proporción ma t e ri al engendraban pues la sere ni dad de aquell a belleza reflej ada lo mi smo e n la conducta de Pericles que e n la del artesano e n la pie dr a egregia d e l Partenón y e n el humi lde vaso d e tierra Veamos en tr es tipos de este úl timo di s t in t a m e n t e decorados la proporción de sus elementos v ariadísim o s para apreciar cómo la armo ní a resul tante da la noción sint é tica de una elegante sencill ez El primero e s un l ekito s ateni ense decorado úni camente por zonas blancas y negras : juntas l a s dos primeras y separadas las dos úl timas por el ra n de e s pacio claro que res ta de aquella u l g i entras en el asiento alternan por uni ón ; m simetr ía Los colores así dispuestos contri formarlo . , . , . fi , , , , , . , , , . , . 53 buyen a l a esbeltez del vaso dándole c l a ridad e n su may or volum en y mayor al tura al paso que concentran la mi rada en el tope y en el fondo por me di o de las masas negras Tal di sposición de los colores determina la mi sma oj eada con que apre o íamos una persona al primer golpe de vista s1 endo del caso recordar que el color del calz ado y del sombrero es general mente negro Las di mensiones se corres o n de n así : p El ancho del labio e s i gual a la di stancia má xima de las inserciones del asa ; El ancho medio del cuello e s igual al de la é s t r an gul a c ión de la base y está \conte ni do once veces en la altur a total d e la vasij a y tres veces en su anchura máxima La al tura de la zona negra superior e s el tercio de la altura total que hay desde la boca hasta el par i nferior de líneas negras que l imi tan la zona blanca de la p anza La faj a blanca conteni da entre las lí neas primera y cuarta de los dos pares de líneas negras es el cuarto de la altura de la zona , t , . . , . . , 54 blanca de la panza La faj a negra conte ni da entre la línea ne gra y la segunda lí nea blanca de la parte i nf erior de la panza e s igual al cuarto de la zona negra inferior e i gual además a la altura del asiento El vaso está di vidido e n tres grandes cuerpos de igual longitud : e l alto que tiene por bases el borde del labio y la primera línea negra d e l par superior ; el me di ano cuyas bases son la segunda línea d e di cho par y la línea negra inferior que forma el lím i te de la zona blanca de la panz a el baj o qu e empieza en e l borde de la primera faj a negra de la pa nz a y acaba e n la l ínea mi sma de l asiento Las estrechas zonas cl aras inter medias resultan pues l uces entre los ouer pos ; y comportando a la vez lim i taciones racionales de la triple estructura ante di cha sugieren s imul táneamente ligereza y estabili dad El di ferente volum en de l as tres part es evita l a pesadez monótona di simul ando la igualdad de sus alturas Pues a quí r e quiére se una advertencia Cuando se habla de simetría aritmética . , , . , , . , , , , " . , . . , - 55 esto tiene dos signi ficados : uno co n c e r mente a los va l o res rea l es de la estructur a t al cual acaba de verse ; otro re ferente a la impresión estética que dicha estructura debe causar en el espectador ; y di chos sig A sí e n e l Par ni ficados son recíprocos hay muchos mi embros rea l m ente t e n ón asimétri cos que lo son para dar precisa mente la impresión de la simetría Pero cada uno e s al propio tiempo acabado en su género como los di v ersos aparatos de los orga ni smos vivientes En el vaso que estudiamos el cu erpo blanco sería por separado otro v aso d e l íneas no menos armo ni osas ; el negro in fe rio r inclusi v e el asiento otro i gualmente completo el negro superior otr o m ás sen cillo pero también con existencia propia por úl timo que l o s colores O bsérv ese forman tres pares blanco y negro del lab io y del cuello hasta el asa blanco y negro desde la inserción superior del asa ha sta el pie blanco y negro de las dos z onas de este úl timo Si a ell o se añade la d ecoración , . , , , , . , , . , ' , , , . _ . de las líneas transversales no podrá menos de recordarse la distribución simétrica de colores en los insectos hi m e n óp t e r o s que son precisamente los co ns t ructores de vasos y de panales geométricos He aquí ahora una ánfora típica como e u seg n su letrero t n a then ethen á thl ón ú o q soy un premi o de Atenas consti em i : t uy ó gal a rdón de las famosas fiestas Pana t an e a s do n de l a s daban ll enas de aceite a los vencedores Su decoración es mucho m ás complicada que la del vaso anterior ; pero a fin de no redundar abreviaremos el estu di o al detalle El ancho máximo del labio es igual al , , , . , ' . i , i t t iu f l fue eg M ( ) p gu ld de e t á f pe te ece l ; pe p im e ép c u d ól u b l dec ció eg b e f d j E el f m V B g del Mu e B i tá i c y c tituye el tip de l v t iu f l t i c í m p eci e te c pue demue t S l tigü d d y l lide z de l cultu e tétic Ate él l l e c itu del let e que c e de de ech i zq i e d c f ma t d vi y el m l i te m fe i ci ple del p mi l m i que de pu é quedó b t l did f e i 2 i L u q ue e t 1 v t u e á ( ) g i ó cuell l A te y el P m Gu d g el e cud de l di el p de í d l fí que im b li b v 1 L os ir n a co n r ra r so n e ns e s an . s r a en a o n a ve.l o, os o s r sa a so o so e n na a a, a e fifi r n o ra a ur on as o s s as o , ra a s o r n na s , a a e o, so a e s ra r s s ra a en o rr s s n n s s a a n a es r r os n n o ra a r ro , o en e ec a es os a ra s r r as as rr a on or a se o s a so ro n o o o s a o a an o o e c u ar a s . e u a, ro n ro o ns a an re v o ro o ro o o n n a es as o on r as o s ree n e n . ras a e o e za s e a en n a a s a , son : na r a c os O s o a na s r n a e rrera , o sa o r o segmento de panza comprendi do entre la inserción de las orej as en di cha panza y la l ín ea negra que limi ta las zonas blanca y negra de la misma L O propio ocurre con el otro segmento comprendido entre di cha línea l im ítro fe y la línea blanca i nferior en que termi na la mencionada zona negra Quiere decir pues que una sola curva de termi n a los perfil es del vaso Desde dicha l ínea blanca hasta aquella donde la A tena asienta sus pies la altura es también igual a cada una de las anteriores di mensiones ; y todavía se repite e n la altura de la di osa desde e l borde de su vestido hasta la cima de su penacho El coll ar negro es de i gual longitud que l a l ín e a del asiento y que la distancia entre las inserciones externas de cada asa La altura del gol l ete negro é s igual a la del asiento negro y a la de los triángulos del mi smo color que decoran la parte inferior del v aso La altur a de la zona blanca , inclusive el collar es igual a la de l a zona negra inclusive la decoración trian gul ar y el asiento . . ‘ , , . " , , . i . . . , , . 58 La altur a de la zona blanca del cuello es igual al diámetro vertical del escudo y a la de las dos zonas que fo rman la decoración triangular y e l asiento consideradas como un solo mi embro seg ún resul ta a la vista O bsérvese que a la vez las tres partes mencionadas son semej antes por la combi n ación d e l negro y d e l blanco Cada una de estas alturas está conteni da siete veces en la total de l vaso A sí pues la altura del cuell o e s el séptimo de la altura del vaso tal como e n el canon de la estatur a humana e l rostro lo e s de esta úl tima La línea in fe rio r del gollete e s i gual al l ete superior del coll ar ; y la longitud d e cada una de estas do s bases e s igual al tercio de la an chur a de la panza Esto excede e n otro tanto la proporción humana de cuello a vientre y de aquí el aspecto Obeso del án fora N ótese por úl tim o que ell a parece compuesta de tr es vasos : dos grandes opuestos por las bocas y uno m ás pequeno que l a corona y r e ér a se a esta estructura las co ns ideraciones ins piradas por la d el l e si to s supra di cho , , , , . . . , , , fi . , s . ‘ , . , , fi , ¡ . 59 sigui ente pomo de aromas O a l a b as 1 tron ( ) aunque fué encontrado e n Chipre e s del tipo clásico y merece l a pr e fe r e n c ia por su de li c adísim a y difícil decoración El hecho 2 de hallarse firmado ( ) indi ca su impor tancia Sabido es que las decoraciones pro fusas y compli cadas perjudican generalmente a la esbeltez del vaso m áxim e cuando éste e s muy pequeño según sucede Sólo un concepto tan riguroso como fino de la pro porción puede entonces salvar la di El , ' . . , “ , . , , c ul t ad , fi , . fi éste resul ta modelo N o sólo con tiene una escena c o n st it uida por tres guras ammadas ( pues se trata de una garza y dos muj eres ) sino accesorios como el plato de la comi da la rama y e l espej o colgado que debieron mul tiplicar las con A sí , . ' , , A pe de que Pli i ( Hi t N t X III ) t ibuye l v de l b t l cu lid d de c n e v m ej l pe f m y de que g ieg dich pied ll m l mi m el ige del m b e l b t L s dud c m etí p b blem e te t m i m fué P i de cid l m b e de c ( ) S u ut que l gí h t u h ll z g E t pie z pe t e ece l Mu e B itá i c ‘ sa r a as o s os r u os o ro s ar or n a o o or a, r ' ar a as a n ro o . s a a . r un a n a no o. r s a or r a se a a a a s ron e a s, ar s r o o r a r . a a no an o s a en es, a n os s o as r o a a o, 3 n o s os o an o n o ono a o r n a a os . as a en . a a 60 dic io n e s adversas . Veamos sus características proporcionales Empezando por la bo ca hal lamos que su longitud e s igual a la anchura de la zona negra del cuello y a las dos alturas de l a zona clara superior : la que cuenta desde la base de l cuello negro hasta e l tope de l as letras y la que mi de el espacio entre di cho tope y el p ri mer filete de la zona blanca La guarda blanca y negra del borde superior de la panz a es igual a la del asiento e n longitud y en anchura La anchura de la faj a blanca que contiene e l letrero es igual a la mitad de la altura de la garza La anchura de la faj a blanca i nf erior c o m prendida entre e l filete donde pisa e l ave y el borde superior de la guarda e s el tercio de la altur a de la muj er La longitud comprendi da entre los dos l etes O sea el espacio de la escena decorativa contiene tres veces la altura de la faj a inferior y cinco la de la superior con sus guardas in c l u siv e La altura de la mujer es doble de la altura de la garza La altura del gollet e . , , . , . . , . , , fi . , , . . - di c io n e s adversas . 60 Veamos sus característic as proporcionales Empezando por la boc a hall amos que su longitud e s i gual a la anchur a de la zona negra del cuell o y a las dos altur as de la zona clara superior : la que cuenta desde la base del cuello negro hasta e l tope de la s letras y la que mi de el espacio entre di cho tope y el primer filete de la zona blanca La guarda blanca y negra del borde superior de la panz a es i gual a la d e l asiento e n longitud y en anchura L a anchura de la faj a blanca que contiene el letrero e s i gual a la mi tad de la altur a de la garza La anchura de la faj a blanca i nf erior com prendi da entre e l filete donde pisa e l ave y e l borde superior de la guarda es e l tercio de la altura de la muj er La longitud comprendi da entre los dos l etes O sea e l espacio de la escena de c orativa contiene tres veces la altura de la faj a inferior y cinco la de la superior con sus guardas in c l usiv e La altura de la muj er es doble de la altura de la garza La altur a del gollete . ' , , , . . , . , , fi . , , . . 61 negro es igual a la del espej o y a la de la ca beza de la muj er inclusive el cuello Esta mi sma altura e s el tercio de la garza y el sexto de la muj er La rama tiene la mi sma l ongitud del brazo de la muj er desde el hombro hasta e l dorso de la mano que es su extremo visible ; y cada un a de estas dos longitudes e s igual a la altura de la faj a blanca infe rro r La anchur a del labio del vaso e s igual a cuatro veces la altura de est e úl timo desde el centro de la boc a al punto de asiento en el suelo horizontal E l ancho máxim o de l vaso es el tercio de su altur a máxima La anchura de l labio se repite dos veces : una en el terc1 o superior y otra e n e l i nferior del vaso de suerte que está tres veces con teni da e n su altura Lo propio acontece con todas l as otras líneas tra ns versales que rodean el cuerpo de la vasij a y de aquí proviene la uni dad perfecta de esta última que al revés de l as anteriores presenta e l aspecto y la inte gridad de una larga gota Por úl timo el ancho del goll ete es el tercio d e la anchura máxima del v aso . , . , ' . , . . . , , , . , . - 62 Para que l a s figuras domi n ante s de la d e co ración no amengüen la esbeltez así la mayor de el las debe tener co ns e guida c ua ndo más l a m i tad de la altur a del vaso y es lo qu e ocurr e mientras l a menor debe alcanzar a su v e z l a mi tad de l a altura de l a más grande como vi mos también que suce dí a Al propio tiempo l a imagen de la muj er guarda también la proporción c a e l cuello e x n óni c a puest o que su rostro c l us iv e e s la séptima parte de su altura total La altura del cuell o negro concurre a robus t ecer toda esta armonía c o n un nuevo valor pues se halla contenida c á to rce ve c es e n l a d e l vaso A hora para c o m p e ns ar n o s de esta a r idez analítica con algo más interesante dej ando c omp r obado que así e n e l grande arte co mo en el humilde oficio imperaba el mi smo concepto de proporción exami nemos bre vemente esta cabeza d e " eus que completa en el museo de Dresden la restauración de una estatua de As kl epios Co nvienen eminentes arqueólogos e n que , , , , . , , , . , . , , , . — 63 fi si esta cabeza no salió del taller de Fidi as pertenece a la mejor escuela di an a ; cir c un st a n c ia importante por haber sido aquel escultor qui en creó el tipo plástico del padre de los dioses La altura de esta c abeza desde e l naci mi ento del cabello es igual a la de la frente desde di cho último punto hasta el entre cej o Esta igualdad se repite en la di stancia que hay desde la punta externa de cada cej a hasta e l perfil de la nar iz que corres ponde a cada lado y también en la que hay desde dicha punta de cada cej a al borde externo de cada ala de la nariz L a punta de esta última está a igual di stancia del na cim i ento de los cabellos y d e la extremi dad inferi o r de la barba El a ncho de la boc a entre comisuras e s igual a la altura de la frente sin contar la entrada d e los cabell o s En la belleza pr o t o t ípic a del dios impe raba pues la mi sma norma simétrica Por lo que respecta al mérito artístico de la decoración e n el citado vaso la guía del Museo Británi co ( A ntigüedades , , . , , , . , . , . , . , , , . , , , 64 Griegas y romanas pág 21 8 ) recuerda al arte j aponés cuando menciona el e x quisito di buj o de la garza Mas no so lamente e n esto consiste el parecido N ó t a se l o en cosas de importancia mucho m ayor como e l ya enunciado concepto ‘ im p r e sio ni st a del arte la armoní a de los colores análoga a la de estampas y k ak emonos y hasta ciertos detall es como la manera de tomar e l pincel empuñándolo e n v e z de e m ul arl o o orme hacemos c n f p g nosotros N i faltaba a los di chos colores aquella armo ní a c o n e l ambiente que así resul ta otro don común de todas las artes griegas E fectivamente en e l paisaj e ate ni ense no había sino t res colores dominantes : e l blanco el anaranj ado y el azul profundo d e l mar y de la montaña Faltaba casi e n t er am e n t e el verde O sea el color que di vide la parte cali ente de la fría en el e s e c t ro i m a lo cual debe la má x a a n a di r se p intensidad luminosa que corresponde al anaranj ado Con ello el paisa j e flo t ab a en . , . . , , , , , . . , , . , . , 66 m ej or que e n estas otras nos fué dado apreciar la dul zura y la gracia la di screción y la sereni dad características de esa vida Un puñadi t o de barro gul in o animado por el arte nos la revela así como el árbol i nm enso se define por una flor La animación del arte que fué vida con temporánea ( pues a ni mar "signi fica poner alma se ha tra ns formado con el tiempo e n el don de inm ortalidad "a entonces e l oro resultaba inferior a ese barro artístico puesto que sólo s ervía para comprarlo ; I n m o rt al iz a do co m o ahora está dicho barro es algo mucho mej or todavía Su mérito ex cede a todo precio Figura co mo obj eto de insuperable valor en el tesoro de los pueblo s y de los reyes , , fi . ' , , . , . , , , . . 7 . L A S FL A U TA S ante s de prosegui r dos p á labras que serán útiles respecto a la diosa patrona de los alfareros : A tena a qui en llam aban Minerva l os romanos y que según acaba de verse llevaba el mi smo nombre de la divina ciudad c o n st it uida desde ento nces sin rivalidad posible en Capital de l a Belleza En la j e rarquí a de los di oses homéricos A tena ocupa el segundo lugar después de " e us y por esta situación m ás ele vada que la del mismo A polo fué p atrona de toda s las artes y to das las industrias de la paz El artista y el artesano hal l á b a n se baj o su protección lo cual manifiesta baj o otro Pe r m ít ase m e , , , , , , . , , , , . , 68 concepto que e l de la norma estética más arriba enun ciada aquella « noble 1 gual dad de todas las hum anas a c t ivida de s c o n que e l anti uo reconocía la di gni dad i ni cial del g esfuerzo La gran virgen pagana representó lo que después la Virgen María para las cor li rac io n e s obreras si bien con amp tud o p mucho may o r y aun cuando la segunda tomó no pocos de sus atributos De tal modo su templo morada de la inteligencia y de la pureza fué también el sa ntuario d e la democracia Si e l obrero m e dio e val tuvo muchos s antos patronos fuer a de la virgen que e r a el más común el griego no conoció otro que A tena A sí se i gualaba repito baj o una mi sma protección co n el artista e l sabio e l pro fesor el gobernante e l industrial e l marino el labriego la esposa casta la íntegra doncella Y co n ellos la ciudad ente ra puesto que la diosa e r a e sp e c í c a mente guardi ana de sus lla ves : A tena Cl eóduc os A sí trabaj aban baj o la iluminación ins pir at riz de su mi rada que era el azul , ' . , , . , , . , , . , , “ , , , , , , , , , fi . , . - , firmamento Fidias en su material cri 1 f se l e fan t in o y el al arero en su mot a de () tierra ; Al c ab íade s ideando como Luis X V un coqueto calzado y el remendón en su t e n du c ho del A gora S o l ó n redactando hoy sus leyes inmortales y t r a c an do ayer por los mares al soplo propicio de l viento de A tena ; y el aceitero y el bodeg uero de l Emporio que exp ortaban para las islas y el consignatari o que recibía los trigos del Que rso n e so los cueros d e l Ponto las ma deras de la Macedo ni a el marfil de la I ndi a el co bre español y el estaño británi co T al e r a como p e r so ni c ab a A tena y glo r i c ab a la democracia Las tareas del hogar empezando por e l hi lado que co nfería a la antigua dama la nobleza doméstica fueron también de su p atrocini o así como las obras de la inteli e n c ia en l o s varios ramos del saber g de l , . , fi , , , , , , fi fi . , , , . cci i c d émi c egi t s u c m pue t de l p l b y l éf t m l E té mi c r ie te l hi t i del te y pl i l de ig l e t tu de m de ch pe d c m l Ate del P te ó l y m b de Fidi 1 ( ) La ci s ra , e no r o ro a n o s, e ar a o vo z ra a , a a co n as . f r sel e a n ti no n fi fi o ar c a se o ar . , que el as s o r s a o ro s di no nar o o o n ar o a a a a o r as a o r as n s a na en a s or a a as ar ra n n, 70 i Un arte entre todas la música resumía estas actividades dando a la deidad su nombre de A ten a E rgane O industriosa ; si bien la raíz ergón r e ér e se genéricamente a la actividad Vital cuya expresión superi o r era e l ali ento que se vuelve armoní a en el sens ible tubo de la fl a uta Esta advocación j unto con la que denomi naba el patro c ini o de la cerámi ca K eram iti s eran las más importantes ; pues si una r e feríase al 50 plo animador la otra simbolizaba con la arcilla moj ada para modelar e l proto plasma de la creación orgáni ca cuyo tipo superior e s e l hombre A tena hab íal o fo r mado de la arcil l a primordial síntesis de los elementos anim ándolo con su soplo e iluminándolo con su mirada que era según ya dij e el cielo azul conforme a otra de sus grandes ad vocaciones : la de Ka l in i tis A sí nuestro cuerp o nuestro aliento y nuestra l uz toda la vida humana como se ve eran respectivamente la arcil l a el soplo v la mi rada de A te na T al es lo que se simbo li zab a con la m ú sica de la flauta : pedazo , , , , fi ' , . , , , . , , , , , . , , , . 71 de cana que aderezado y a nimado por el a rte c o n v e rt ía se en superior instrumento de belleza De esta suerte las cañas a ticas gramín eas comunes que crecían a orillas d e los lagos y de los ríos ll egaron a al c anz ar precios respetables que la demanda rogresiva encareció a ún Y puesto que su p c omercio constituyó uno de los más fuertes y característicos ramos de la expo rtación ate ni ense procuremos precis ar sus detalles m ás interesantes Con el culto de su num en patrono introducido de B e o c ia que era la comarca flautista por e x c e l e n c 1 a el di cho instrumento adquirió en A tenas una im i o rt an c ia capital T omemos pues la n p dust ria e n su pun to de mayor desarrollo La r e stauración democrática que suce di ó a la caída de los treinta tiranos c ar ac t e ri z ó se por un vasto movimi ento artístico en e l cual adquirió particul ar importancia la rev olución musical que am e rit ó l a música u r a subor di nada hasta entonces al canto p introduciendo los solos y los d úos de flaut a T eni endo este instrum ento v o z propia y , . , , . , . , , , . , , . , , 72 modulada por acción neumática como la palabra podí a r eemplazar al canto mientras que como es sabido difícil m ente armoni za co n él Bajo e ste úl timo concepto puede decirse que sólo se la empleaba e n el reci tado musical ; pero e n cambio era grande su i nfluencia sobre la danza Conocida es la importancia asignada por los antiguos a este ej ercicio indispensable según ellos en una buena educación y que mi smo Sócrates practicó ya anciano ; el l o cual prueba que no lo consideraba entre las artes superfluas tan despreciables para él Constituía aquello como una gim nasia de belleza puesto que principal mente estaba compuesto de actitudes pl ás ticas ; y e l mundo antiguo vió tal cual ahora ocurre las extraor di narias suertes de bailarinas casadas con príncipes La se f ué ni a nda muj er de Filipo de Macedo u g la bailarina Larisa cuyo hi j o A ride o su ce di ó a Al ej andr o i l i E t e eg el l cu el t c d i ú G g ( ) y l etó ic T d l cult i clu ive el c i ti ni m t nid d n g d h , , , . , . , , , , , , . , . 1 a an s as r e r o n r an , s a . a o os or o s, os z as sa r a a s, as . n o a n ar a , a s r s a s or o, 74 de di cha institución y de la democracia r e saltaban en las sendas advocaciones del numen que así ve ní an a constitui r la glo r i c a c ión d e la rep ública A demás la flauta instr umento de los campesinos humi ldes hal l áb an se e n oposición natural con la lira aristocrática y costosa La plebe barquera hab íal a adoptado mucho antes de la revo lución y de sus filas salieron después las flautistas pro fesionales que tanta boga al c a nz ar o n e n las di versiones La importancia del i ns trumento que nos ocupa resalta e n los cuidados de su cons tru cción Famosas eran entre todas las canas ade c u a da s las b e o c ia s que crecían e n las m ár genes del l ágo Cop á is cerca de la desemboca dura de l Ce so fo c e o Había allá un villorrio ll amado L e b ade a abundante e n varias especies de cañas y que por esto quedó clásico ; pero no citaré de aquéllas sino las delgadas y sin nudos llamadas , fi , . , , . , . , . , fi , , , ( ) D is tin to 1 f o rm a b a la ra fi del C á tic que p d del Pi e e a so r o . o asa b a p or At n e as y 75 s i r in a s , g con las cuales se fabricaba zampo ñ as y las aul eticas O fl aut e r a s por de fi ni ción puesto que a ul ós en griego es flauta El crecim iento completo de esta caña du raba nueve años R e c o n o c ía se en ell a tres variedades sexuales : la caña macho c á r a c t e r iz a da como ahora por una arista lon i t u d i n al m e r ée r o s que seg n los da su ú g mayor valor a los juncos de Malaca ; la hembra enteramente cilíndrica y l igera mente vellosa y la capona O neutra que era completamente glabra El sexo de las canas revestía importancia en la fabrica ción instrumental lo propio que sus di versas partes : la m ás próxima a la raíz formaba la flauta izqui erda mi entras la m ás cercana al tallo daba la flauta di estra ; pues el m úsico antiguo t ocaba simul tánea mente c on dos flautas Co rt áb ase las cañas cua ndo estaban maduras pero e n oto ño no r e se c as o hendi das a ún por la escarcha sometiéndolas después al un estacionami ento de tres anos e n p ar aj e seco El estrangul O boqui lla debía ser de la misma cana O ' , , , . . , , , . , , , ' , . , , i . , — 76 por lo menos de un a de l mi smo sexo ; y c re íase que la lengü eta de c e r a daba al son mayor suavi dad Esta materia servía tam bién para los tapones con que se graduaba al tanteo e n e l interior d el tubo la "column a de aire correspondi ente al to no que cada flauta debía dar : Operación deli cada que requería a n a do r e s muy expertos La altura absoluta de cada soni do resul taba de la proporción entre el n úmero de vibraciones por segundo y la velocidad de aquél di vi di da por cuatro longitudes d e tubo C o mo los griegos no te ní an inst ru mentos de precisión con qué determi nar 1 a quell as cantidades ( ) todo debía há c e r se según di j e al tanteo Ello de muestra e l grado de nur a que alcanzaba la educación de los sentidos ; pues seme j ante procedi mi ento supondría hoy fá c ul t a d e s nativas excepcionales Por es to es . fi . , , . , fi , . . cu y vi tud el i d t m c á cte ( ) p ti de l e e t vib ci e p egu d m u ic l i fu é det mi d p H elm h lt z h ce m e de cin cue t el i e 340 m et ñ L vel cid d m ed i del id i l eg d q uedó e t bl c d l e te m p pM vm m t d del igl 1 La s a le y os . or s na a un r a ar s no a er a en a r as s s n a or o a o a o s a ' I a s o x so n . ra a so n e o no on s a or s ar n r o, n os n a a r ro s o en a so a o n en a e ra — 78 bias de asno que producí an un so ni do ronco Las largas flautas frigias de tres aguj eros daban la extrema gravedad del sonido y las más a gudas eran las lidi as En la ej ecución simultánea con dos flautas la de la mano derecha era la m ás gr ave y la de la izquierda la más aguda corres o n dién do l e s respectivamente seg ún lo que p ya sabemos los canutos m ás cercanos a la pu nta y a la raíz E l r efinami ento artístico fu é tal que l legó a contarse hasta doscientas clase s de flautas T odo lo cual 1 n dic a en la construcción de dicho instrumento cuidados semej antes a los que tomamos para hacer nuestros vio lines : verdaderos seres vivos a los cuales t r a n sm 1 t e e l m ú sic o parte de l s uyo propio con lo que progre san cuanto m ás se to c a en ellos A l a flauta antigua p a sáb al e lo mismo El m ú sico t r an sm it íal e su alma en su soplo la a nima ba para decirlo mej or puesto que soplo y ánima eran sinóni mos en griego Y de aquí que A tena el numen del aire . , ' . , , , , . , . , , . . , , . , 79 considerado como elemento vital fuera p á trona de las flautas Durante años enteros las ensayaban antes de ponerlas en venta para que di eran sus sones con j usteza y flexibilidad Figu en to dos raban en todas las ceremo ni as los actos importantes de la vi da desde la enseñanza primaria que comenzaba con la gimnasia y el so l fe o llamado específi camente 1 m usica por los antiguos ( ) hasta los entierros en que acompañaban el canto de las plañi deras N ada tenía de singular la ej ecución como no fuera la ya mencionada de dos flautas simultánea s qu e procedía de Frigi a El r son o a ro consistía en una especie de doble p clarinete cuyas boquillas soplaba el fl au tista a la vez Para e vit ar las fugas de aire y dar mayor resistencia a los m ú s c ulos suj e t áb anl a s a la boca con una especie de bozal de cuero llamado fo r b eia O cabe lum n o t c b ( ) Ad ve ti é i em b g que l l fl ut p que def m b l b c y l m ej ill E l l ped g g q u i e ejecut b cu d el y m e t , . , . , , , . , . . , 1 a r a a a o a s ro o r , s n or or o a ar o e ra os a o, a n a a o o os o a n as a a a, as . an o no an — 80 zada con lo c ual se conseguía e l dúo p er fecto de una sobriedad expli cable dados sus recursos pero también de una gran expresión A quellas flautas dobles debían s er como las que hoy llamamos armón ica s y que consisten asimi smo en dos a n adas con intervalo de una tercia Dicha ej ecución simul tánea procedí a de una peculiaridad de la música griega Esta e r a homó fon a es decir que no adm i tía la combinación de sones di ferentes hasta r é sul t ar l e una audacia la mi sma de las voces masculi nas y femeni nas Los instrumentos acompañaban la voz al u ní sono O a la o c tava como l as guitarras de nuestros gau chos ; y tal cual ocurre en e l canto por cifra que éstos usan l imi t áb ans e a dar el tono callando durante la ej ecución vocal A demás las flautas li dia y frigia o sean la aguda y la grave que co ns tituían como qui en di ce e l par de columnas fundamentales d e toda aquella música representaban las sendas innovaciones introducidas así en Grecia por los ej ecutantes de di chas nacio , , , . fi , , . . , . , , . , , , , , , 82 el órgano E fectivamente al principio no representó éste otra cosa que un a z am p o ña gigantesca animada por fuelles que movía e l agua A sí lo decía su nombre hidra u l os formado por las voces hidr o a gua y a ul o s flauta que denominan genéricamente la ciencia de la hi dráulica cuya loa siguen canta ndo con cristalina variedad musical l a s acequi as y las cascadas las norias y los molinos las ro ldanas matinales y las fuentes Cosa análoga su o b s eso r a s del crep ú sculo cedi ó con el piano transfo rmación de la cítara aun cuando él es tan i nf erior al ór gano como debe resul tar por sí mi sma la dura percusión al soplo b l an díso n o E l si gui ente hi mno délfico uno de los muy escasos que han llegado hasta nos 1 otros co n relativa integridad ( ) va a revelarnos e n toda su amplitud la tras c e n d e n c ia d e aquella evolución Basta Oir lo e n efecto para comprender que la voz d el Gran Pan cuya fuera la zam , , , . , , , , , , , , . , , . , . , , ejecució du te l c nfe e ci u el fide c e v l t z e pe del c t ll que l c t tuí ( ) La a r m o ni m 1 m ás s sa ra n n, c on o ns n an o a an o r n o r o ar a o ns i a, ro a se o hiz o en el l a tessi tur a e n nuestras originaria si u e sonando g p catedrales con idéntico fin : remontar el espír itu hacia los númenes bienh echores que según los ti empos A tena y María so n A polo y J es ús N ada revela mej or por lo demás el origen heléni co de nuestra c ul tura al conciliar prácticamente lo que p a e l di os a siá r e c ía m ás antagó ni co e n ella tico de los cristianos con la pagana deidad del occidente En ese eco de los tiempos abolidos la misma voz que suena es la de l espíritu idéntico El verbo comuni cativo h al l ól o el nuev o di os en la c o sa dél c a que según sus fanáticos venía a substitui r Pero este verbo es la esencia mi sma d e toda di vini dad según la definición apoca l íp t ic a ; y Cristo A polo resul ta pues un a entidad concorde La belleza reafirma con ello su inmortalidad inevitable como l a razón matemática que a la vez co ns tituye un fundamento estético : toda armonía es proporción numéri ca así en e l templo hermo so como en la flauta rusticana L O que revive e n nosotros cuando oímo s o ña , , , . , , . , . ' , fi . , - , , . , , . 84 esta m úsica e s el germen indestructible que palpitaba al soplo de los labios anti e n e l á ni ma de la caña b e o c ia s u o A s í g debió tomarlo el nuevo c ul to para hacerse intel igible al heleno y al latino As í porque e r a una expresión defi ni tiva para e l alma d e nuestra gente que e n e l seno del propio templo cristiano ne ce sita recurrir a la flauta pá ni ca cuando qui ere comuni carse con su dios Esta maravi ll a es un triu nfo de A tenas : e l res ul tado de la per fección que lo rara g y que para toda la civi l ización greco latina de la cual somos constituye una ley cuyo imperio repito es inevitable Sobreviviente al aluvión bárbaro t r e di ez siglos de sistemática destrucción ; a horrenda cruzada contra los albige n se s r pareció ahogarla en retono ; a la con t uc ió n del absolutis mo que alcanz ara a el R e y Sol una especie de c r ist al iza c ió r mítica habría que suprimi r la ra z a des poblando me di o mundo que es dec ir ate n tando contra la misma especie humana p art derogar efectivamente esa l e y , . . , , . , - , , , . , - , , , , . 85 Por esto ‘ cuando oím os cantar la voz a o l ín e a e n el ins trumento moderno la v p sentimos sin di ficul tad volvemos un ins tante a la vida de A tenas R eco nocemos por nuestro ese hi mn o destinado a despert ar en los fieles de otro cul to hace más de dos mi l años la devoción dél c a que era un estado de belleza y de bondad , , . , , fi . 84 esta m ú sica e s e l germen indestructible que palpitaba al soplo de los labios anti e l áni ma d e la caña b e o c ia en os u í A s g debió tomarlo e l nuevo cul to para hacerse intel igible al heleno y al latino A s í porque e r a una expresión defi ni tiva para e l alma d e nuestra gente que en e l seno del p rO p iO templo cristiano necesita recurrir a la flauta pá ni ca cuando qui ere comuni carse con su di os Esta maravill a e s un triunfo de A tenas : e l resul tado de la per fección que lograra y que para toda la civili zación greco latina de la cual somos co ns tituye una l e y cuyo imperio repito es inevitable Sobreviviente al aluvión bárbaro t r e di ez siglos d e sistemática destrucción ; a horrenda cruzada contra los albige ns es r pareció aho garla en retoño ; a la co ns t u c ió n del absolutismo que alca nza ra c o el R e y Sol una especie de c r ist al iza c ió mítica habría que suprimir la raza d es" poblando medi o mundo qu e e s decir at e rrg tando contra la mi sma especie humana pard derogar efectivamente esa ley , . . , , . , - , , , . , " - , , , , i . LA MI E L Hemos di cho qu e e l suelo ático era más bien ingrato y pobre Su cul tivo e x igía é s fue rz o s constantes cuyo mérito p at e n t íz al o la importancia que costumbres y educa ción daban a la agricultura A gricul tor e r a para el ateniense sinónim o de patriota ; y por esto si e l ej ercicio de cualqui er acti vidad industrial o comercial no impedía la naturalización del extranj ero honor in signe codiciado por los m á s opul entos m e te cos el de la agricultura predi sponí a a ello especialmente así como daba a los rí a t ur al e s la más alta co ns ideración social Sólo e l tráfico del di nero rebaj aba de con dic ión banqueros y prestamista s por gran . . , . , , . , 87 su fortuna eran irr e m e dia b l e m e n t e plebeyos Tales motivos daban pues al aprovecha mi ento del su e l p una importancia capital Y cuando éste era in útil por consistir para suponer l o peor en e l declive pedre goso de una árida colina donde no habrían prosperado la siembra la plantación ni e l pastoreo el ingeni o ático sabía t r an sfo r marlo aún e n fuente pr o c ua de otra muy característica y floreciente industria at e como ni e n se : la industria de la mi el que se sabe era el az úcar de los antiguos R e viste pues una especial importancia para Tucumán donde también existe una ci 1 vil i z a c ión de la dul z ur a "( ) y ello m e per mi tir a lo creo i ns istir sin preocup aciones en detalles más minuci osos que los emplea dos hasta ahora A dvierto por lo demás que la colina de mi suposición no e s un recurso arbitrarl o sino que constituía r é lieve frecuent e en el suelo del A tica fuese que de , . , , . , , , , fi , , . , , , , , . , , , . 1 ( ) ( mas S ecul e L p ld Lug e ar s . eo o o o n s, 1 91 0 . « A Tu 88 La im p o an c ia de la apicultura e r a tal que c o nt ab como una de las tres grandes categorías signadas por la reli gión la a gro nomia y l aley a los trabaj os campestres ; ‘ e l pas siendo los GI O S dos la labranz a toreo El c pat a z O « tuto r de las abej as " como se lla aba al encargado de l col menar e r a un ver dero agrónomo veterinario cu yos c o n o c irie nt o s requerían anos de é s t u dio sum am e O pues c e n el mugre t , , . , , - , ex tr 88 La import ancia de la apicultura e r a tal e contaba como un a de l as tres grandes u q categorías asignadas por la reli gión la agro nomi a y la l e y a los tr abaj os campestres ; siendo los o t ros dos la labranza e l pas toreo El capata z O « tuto r de las abej as " como se llamaba al encargado de l col menar e r a un verdadero agrónomo veterinario cu yos conocimi entos requerían anos de é s t u dio Debía s er sumamente lim pio pues las abej as aborrecen el olor de la mugre humana hasta el extremo de abandonar l a col mena ; no comer aj o ni embriagarse por análoga razón y llevar una vida pura La di gni dad pro fesional que indi can estos requi sitos prueba mej or que nada la im aquella industria r t an c ia d e o p I ns t al áb a se e l col menar mi rando al sur sobre alguna pr a de r il l a florida cruzada por un arroyito natur al O artificial El campe sino griego como e l actual labrador j aponés cui daba la estética del paraj e at rib uy én dole impo rtancia material por donde aque lla instalación resultaba al p I O p io tiempo , , ' . , , - . , , . , . . , , — útil 89 y amena La pedregosa colina que hemos . supuesto e m b e l l e c ía se a su vez con la p o b l a c ión de las abej as A tena e r a la abogada de la apicultura ; pero Demeter O Ceres otro numen de la inteligencia y de la castidad pr o t e gíal a también A t rib uíase a esta di osa e l origen de las abej as que había hecho nacer de l cuerpo de una d e sus monj as llamada Me lisa qui en sa c ri c ó su vida por no revelar los misterios del culto De ahí de c íase tomó la abej a su nombre que es en griego m el isa T odas las monj a s de l o s conventos p a ganos que como las actuales hacían voto de castidad sacri ficaban sus cabellos y llevaban hábitos y tocas l l am áb an se ge n ér ic am e nt e m e l i sa s o abej as A sí sobre to do las que pertenecían a los m o n ast e rios más famosos como el Tesm ofor eon de Eleusis , el A r tem ision de E fe so y desde luego el P artenón de A tenas cuyo mi smo nombre celebraba la virginidad p arthen eia La industriosa actividad de aquellas r e c l u sas y su estado de pureza e n séñan n o s que , . , , ' . fi , . , , . , , , . , , ' , , . , 90 los antiguos conocían bien a las interesantes neutras d e l colmenar O tro h e cho que nos in di ca la importancia de la mi el e n la antigüedad e s la clase y el n úmero de los autores que de ello se ocu paron A ristóteles dedicó a las abej as varios capítul os de su H istor ia de l o s A nim a l es siendo aquéllas la especie de que se ocupara con mayor atención Ar istarco de Soles condens ó e n un tratado que Pli ni o cita sus Observaciones de cincuenta y ocho años Fué sin duda el decano de los api culto res lo cual demuestra hasta qué punto inter esaban a los hombres cultos las abej as Fili sc o de Ta so s e n c ariñó se de tal modo con ellas que se retiró a un desierto donde no tení a otra sociedad ; razón por la cual siér o nl e el sobrenombre de El u a l va e s p j poeta y naturalista A l ej andrino N ic an dro fué a lo que e s cuenta una especie de a n t iguo Maeterlinck De las dos úni cas obras suyas que han llegado hasta nosotros habla extensamente de la miel e l tratado sobre . , . , . , . , , , . , . , , , . , tias del insecto t e n íanl a s estu diadas S a bian que éste aborrece los perfumes arti c ial e s Habían hallado e l método de cruzar las col menas por me di o del inj erto de f e r o c ha s importando al e ecto las el u d q vigoroso género que a oril las del Term o dón m e l i c ab a e n los árboles y e n las cuevas A quellas abej as p ón t ic a s e r an c él e b r e s por e l rendimiento y la calidad d e su mi el ; y ya e n nuestros dí as Huber e l famoso na t ur al ist a s ui zo compro bó que e fectivamente su especie más común la A pi s fa sc iata es entre todas la m ás hábil para elegir las flores Con to do esto e s curioso que los anti o s ignoraran tan completamente la r é u g producción de las abej as desconociendo e l sexo de la reina pues para ell os era r e y e l obj eto de los zánganos y la orga ni zación sexual de la colmena Este hecho comporta una preciosa lección para qui enes confí an demasiado e n e l testimo ni o de los sentidos e el mate rialismo filosófico pretende e s u q t ab l e c e r como fundamento de la ciencia y . fi . , fi . ‘ , , , , , . , , , , . 93 criterio de la verdad dando por cierto y negando a la v e z co nforme cree conocer O no las cosas En cambio la importancia de la indus tria había perfeccionado los métodos de crianza Co n o c ía se siete clases de colmenas : las de mimbre qu e to davía usan e n varios puntos ; las de corcho ; las construidas con barro y estiércol que eran las más abri ‘ gadas ; las de tabla ; las de adobe qu e tení an aspecto de casitas r ús ticas y las de tubos de tierra cocida Esta úl tima forma que es la más curio sa para nosotros con sist ía en largos cilindr os huecos ap ilados horizontalmente y cuyos extremos cerrados perforaban con varios aguj e rit o s La col mena más antigua e n el A tica par e ce haber sido la de corcho formada por una hoj a de esta substancia que doblaban en espiral sobre sí misma y que t e c hab an con paj a Homero en el canto X I I I de la Odisea al describir el puerto de Forcis recuerda la gruta de las ni nfas di ciendo ( versos 1 05 , , . , . ' , , . , . , . ' , , . ¡ , , , 94 — e tr h y crate r s y les l b ej s D n P ane o a a as a a ánfo r s de p iedr a en a b ric q ue fa an . Esta mención h áll a se confirmada por el descubrimi ento hecho e n Pompeya de una col mena artificial que e r a un cántaro de bronce di vi di do interiormente en piso s y perforado po r a guj e rit o s que a ellos daban acceso H e sio do habla en la T eo go nia de las « t e c ha da s colmenas refir iéndose pro b ab l e m e n t e a las de pa j a que ya fueron comunes en el Egipto faraó ni co N a di e ignora que la miel del H im e t o e r a la más preciada e n la antigüedad ; y ahora mi smo conserva su renombre D e b íal o prin c i al m e n t e r o d u a la clase to llo e m i d p p cido por aquella montaña : hi erba tan é s e c ial que aun llevada de se illa a otros m p lugares perdí a luego su peculiar aroma Esta c o ns e rv áb a se además genui na y de l ic a da e n el sabor de la mi el porque los meleros áticos no c ast r ab an sus colmenas a hum án do l a s C o mpetían solamente con la del Him e t o sin alcanz ar no obstante su la de la isla Cal im n o y la del fama . . . , . , , , , . , , , , 96 Creían los antiguos que l a mi el era más abundante e n las primaveras secas y du rante e l pleniluni o y más espesa e n los días serenos El color de la miel más fina era dorado ; su aroma e l d el tomi llo ; y su aspecto ligeramente granul oso Había mi eles e m b r iaga do r as y venenosas p r o c e dentes del néctar qu e sumi ni straban ciertos azalea s y mi eles falsi r o d o d e n dr o n e s y c a d as como ahora por los comerciantes inescrupul oso s La H istor ia de He r o do t o contiene al respecto una mención importante Luego dice ( Po l im ni a X X X I ) que dej ada la Frigia entró e l ej ército a la Lidi a dió con una encrucij ada donde el cami no se bi furca ll evando por la izquierda hacia Caria y por la derecha hacia Sardes Si i e n d o éste hay que pasar f orzosamente u g . . , fi , ' . . , , , ' . , 1 ( ) E ta cción lun s a c t á s t i c a H o r a io . la en a r , n o e ra , sá ue c de l lu " el h ch lu c ál g l a infl n ia l o s m úr ic e s son m o s os A na a e . an o ti o ra so es qui z á e te ram en te n , del egu d lib ecue d b e l ple i tud pe iódic de c ie t l m ej il l e que I V n s r a r o ro o en os pú rp r s c lm u a o a la l on s ev una nu a. r r r n os : l a s l ú b n cas fa n a a el río Meandro y tocar e n la ciudad de Ca t al e b o donde hay gente que tie ne por Oficio la fabricación de miel artificial sá c án d o l a d e l tamarindo y del trigo " La ciudad citada quedaba pues cerca d e l emporio de Esmirna cuyo tráfico era di re cto con las Cíc l ada s y con la Eubea ; de suerte que los atenienses debían ser c o ns u m ido r e s de aquella mi el Sabido es que los cereales son sac ar ífe r o s ; mas la cuali dad laxante de l tamarindo me hace presumir que se tratara e n el caso de algún producto farmacéutico análogo al az úcar segú n v e re n os E n todo caso aquella industrial iza ción tiene grande importancia r especto al estudi o de la mi el natural En esta materia adolecían los antiguos de otro notable error consistente en creer que la miel llovía del cielo formando una especie de rocío di rectament e libado por las abej as sobre las hoj as de ciertas planta s donde se perfumaba De aquí en parte su fa ma medi cinal : así cuando llo v ia la mi el después de sali r el arco iris , . , , . , . . , , . , , - — 98 en seco O al apuntar las constelaciones pri m av e r al e s Si la aparición de Sirio coincidía Venus o Mercur io e l co n la de J úpiter poder curativo de la mi el libada en tales días i gualaba al del néctar d ivino La miel dí j el o ya era para los antiguos lo que el az ú car para nosotros La c o n teria la l i c o r er ía la farma c opea elabo pro r áb anl a en cantidad mucho mayor o r c i o n al m e n t e ; a lo cual hay que aña di r p su con sumo como alim ento natural Cons t it u ía así una industria tan importante como la de l vino y la del aceite qu e con taban entre las más prósperas del A tica El az ú car conocido también fu é un ar tícul o exclusivamente medi cinal hasta los tiempos de Pli ni o Los romanos r e c ib íanl o de la I ndi a e n terrones como avellanas Con su nombre indio O sanscrito pasó al latín y de ahí deriva nuestra voz c hacr a e no e s qui chua ni árabe como se había u q creído Conocía n también los antiguos e l fresno y e l arce sa c ar ífe r o s que dan r e s ú e c t iv am e n t e maná y az car aunque sin p . " , , . fi , , . . , , , . , , . , , . . , . , 1 00 segú n Pli ni o son di ec i sei s : trece ge n e r al e s y tres sui gen er i s el de la mi el ocu paba e l primer lugar La l i c o r ería emple a bala ante todo en el hi dromel que fu é el primer vino de los antiguos hasta que con la adopción del vino de uva quedó depreciado ; y he aquí por qué baj o esta forma inferior Baco protegía también la indus tria S in embargo en las D ion isiaca s d e l Oopioso N ono de Alej andr ía el canto X I X describe la querella de la mi el y d e l v1 n o que sostuvieron ante los di oses Aris teo y B aco obteni endo éste e l triunfo con su esp e cífica bebida T al escena po é tica era a no dudarlo simbólica de la an t e di c h a sustitución l el úme de B c m i te i ( ) R ec d é que c e p dí l gu p d z e u m íti c que h ll á t mi P m t pá g 226 y l : i que p ve í del hech igui e te L g ieg t di u c t m b el vi pu que p l cl e de y l i el b c ó l l i c ce t d y ce b m p y l eg vi de l p e m h m é i c — i m cl d gu gu y mi el t l cu l t p em gu y j be de g m cie t li c e fue te pu de te t d ct de b ch B ebe vi u cm l í h t m je j i m e zcl L p p ció di g t m bié de ecue d p u b ied d i tí de vi y d de g A í l ti n te ci c c i ó ó p c me e t g del l l gü d d e u q , . “ , , , . , , , ' . 1 or o rr s su u or — os r o o con a a e a ro no o se r a. a no c o h o l is m o . sa es co n a n r ono o as a o n e ra a u o o sa ar a no , o o o n o s, a ua os so . o s. o rra ro a . r a a s s ra os , o ez r o a or s s no or s a r a n os o r o s a r os n a os o a a o os n o s n r r r o os u va as n ra on co n r os . a a o ra a n , a na , or a os o ra . ro , a o on s : o s a ra a a en u o e eo, ro n os ra n a no a, or a no n r os , s ro an ro na n, s s en o ra a os vo z a ro a o «n o n ar a a e a a n a ra n a n a a on se en ar o, or co n an a 1 01 Pert enecía igual mente a la especie de los hi dro m e l e s y aloj as palabra de origen griego a su v e z el m el itis O mezcla de mi el y jugo de uva que dej aban fermentar para conservarlo E l o in ome l i O vino añej o mezclado con mi el cocida era ya un licor de luj o que sólo figuraba e n los más sun t uo so s banquetes y al cual se atribuía las propiedades de un verdadero elixir de — ' . , . j uv e n c ia . Por úl timo la leche melada constituía para los antiguos el alimento ideal que e m l e b a n con pre ferencia e n la nutrición de a p los mnos débil es La l ic o r e r ía antigua fué tan pro fusa que los romanos conocieron sesenta y seis clases de vinos artificiales en cuya preparación casi nunca dej aba de entrar la mi el Esta substancia servía también e n nu m er o sa s industrias Los j oyeros lim m ab an y lustraban las ágatas de uso tan frecuente entonces hirvién do l a s en mi el Y la mi el era el mordiente co n que los tintoreros tornaban indeleble la p úrpura Parece que , . , . . . , " . 1 02 entraba junto con la goma en la compo sición de algunos c o l o r e s de la pintura ar tística ; y e s seguro que con cera blanca h al l áb an se formados los panes de aquel encausto cuya firmeza procuraron infru c t u o s am e n t e readqui rir los pintores cris t ia n o s hasta e l siglo X V cuando la invención defi ni tiva de la pintura al óleo ab r iól e s otra vía aunque sin darles en tal forma la equi valente solución Los usos d e la mi el e n la perfumería fueron casi innum erables ; y algunos como la mezcla de di cho ingrediente con leche de almendras han l legado hasta nosotr os La habili dad de aquell o s perfum i stas ra yaba muy alto ; e r a grande e l luj o de sus tiendas y no pocos ej ercían la agencia de los amores clandestinos Digno es de citar er entre sus inventos e l llamado p fume real compuesto de veinticuatro aromas cuyo excipiente era una mezcla i “ , , ‘ , , . , . L f c s d te t tiv de e t u ció que d efectu p pi t l B t ll de A g hi i ( ) A sí l a 1 e o n ar o ra a a a ra a a ra n a n ar a a r a a s a a ra n n ar . 1 03 vino y mi el Co nt e n ía nl a también los aceites de tocador y aquella famosa p o mada de sésamo lino y leche que las se ñoras romanas l levaban sobre el rostro d urante dí as enteros para mej orar la piel dándole el nombre de « máscara marital porque al ser un secreto doméstico sólo el marido podía v e rl a u A quellas damas cometían como se ve e l mi smo error de las e ahora aburren y u q o fenden a sus esposos con su de sarr e gl o privado atrayendo muchas calami dades sobre el hogar ; pues en todos los tiempos la seguridad de la familia reposó en e l de coro de la muj er que no sólo e s vir tud sino también bell ez a Penélope no obstante su dolor j amás anduvo desarreglada Su fidelidad m anife st áb ase e n la co ns ervación de la pureza y de la hermosura Porque ambas antes que suyas eran de su ma rido en virtud del don que de sí misma le había hecho de , , , , , , , , , , . , . , . , , . c it é p f m p ducció de e e ci de l i i d t il b t m b ié t ct de fl e de vid cuy ecue d vie e l c ( ) L a pe rfum e ra 1 ro ra n o s n or s Egin a e , que r o, o r or a y es r o a a n v a a a osa e n la n un e x as o . 1 04 Mas para di scretas y casqui vanas las unciones revestían una importancia mucho mayor que no la tienen actualmente con ser tan gr ande pues abarcaban como es sabido el cuerpo entero Favorecían su acción con tomas de mi el que figuraba seg ún he di cho e n la mayor parte de los cosméticos El actual consej o inglés : « mi el por dentro y fuera " que r e sM e las reglas de bel leza del cutis e r a también ateni ense La cera blanqueada por medi o del salitre y del agua marina entraba asimi smo e n la composición de muchos ungü entos Conocid o es su empleo peculiar en el r é v e st imi e n t o de las tablitas portátiles que usaban los antiguos como libretas de apun t e s ; y ya mencioné los colores de la e n cáustica Usaban también di cha substancia para carenar embarcaciones estucar paredes lus trar muebles y pisos Mucho era su gasto en la fundición y el modelado de m uñ e c as flores artificiales y aquellos e st at ui t a s retratos d e los antepasados qu e los ricos de , , , , . , , , . , . , , . . , , . , , , 1 06 Los productos api á rios vinc ul ados al hombre en la vida y en la muerte así c omo el vaso y como la flauta seguían rin di én d o le servi ci o s cuando había dej ado ya de existir En el embalsama mi ento de primera intención la cera servía para conservar e l cadáver por medi o de la oclusión d e los p o ros : con lo qu e se le daba desde luego un baño d e cera La mi el e r a t ambién un preservativo de la co rrup ción que los an t iguo s empleaban como e l alcohol noso tros para cons ervar frutas cuya hez así di suelta formaba un nuevo licor ; para tra n spo r tar monstruos O a ni males raros como los que Al ej andro enviaba de O ri ente a su maestro Ar istóteles y para embalsamar los c a dá veres cuya cremación debía retardarse preci samente el A sí fué embalsamado cadáver de Al ej andro Homero qui en re c o r d ém o sl o de pas o conocía e l hi dromel contemporáneo e n su época del vino describe cómo en los funerales de Patroclo A qui les vertió sobre el cadáver ánforas de aceite y mi el ante s de dar fuego a la pira , , , . , , , . , , , . , , . , , , , , , ( X X I II , 1 07 El primero tenía por Obj eto acelerar la combustión ; la segunda e r a un símbolo de inmortalida d ( por la mencionada vir tud preservativa ) y al constitui r un rito demuestra que exi stía ya una producción regul ar e industrializada La mi el co ns umida por los antiguos recuerda un hecho import ante en cuanto al poder alimenticio de los dul ces condi , . m e n t ar io s . j ignora que e l az úcar de la miel e s igual al de la caña y qu e las abej as no l i ban sino las flores cuyo néctar lo contiene Dicho producto o frece pues en uno y otro caso el reducido pero precioso porcentaj e de sílice que influye di rectamente en la robustez de los huesos dándole notable li su e n o r 1 da d a menticia sobre el az ú car p de remolacha Por esto en I nglaterra país que cui da tan bien a sus mnos prefieren para ell os el az úcar de caña El cul tivo m ás ingrato para la cosecha de las abej as es precisamente el de remolachas La colmena era el símbolo del país N a di e , . , , , , . , , . , . 1 08 bien organizado y de la colo ni zación La abej a e l emblema de la elocuencia en aten ción a la « dulzura de la palabra He ahí el estado azucarero flo r e c ie n do co n la e l o cuencia ilustr e de A vellaneda y acopiando e n la Uni versidad col mena del co nocí mi ento " aquella mi el d e la sabiduría que trae con e l deleite el provecho como los néctares florales de la elab o ración Y aquí para conclui r con los detalles uno entre to dos importante puesto que precisa la mej ora d el elemento pobre por medio de la actividad ingeni osa : " no se l laman las fábricas azucareras « ingenios " por antonomasia l A quellos terr e n os inútiles aprovechados para la apicultur a adquirirían con el lo tanto valor que la fanega O lote de metros cuadrados cubierta para el Obj eto de cultivos baratos como las habas las amapolas la mej orana y el romero l legaba a producir sumas equivalent es a pesos anuales o s e a cincuenta centavos por metro cuadrado : lo c ual entra en la . , . , , , . , , , , , , , , , , 110 rayo va a dar e n la punta de la dorada lanz a con que A tena Pr óm ac o s vela sobre la ciudad desde la A crópolis donde e rigie r an su bronce gigante sco El recinto urbano es todavía un lóbrego pozo azul que las casas siembran ac á y allá de bloques c al c ár eo s M ás lej os v ago r o so como e l rumor que sensibili za incesantemente el á ni ma de un tubo de madera se escucha el despertar del mar Vendrán ya entrando al Pireo las naves que aprovecharon el viento de l a noche A quel hum o que se levanta es sin duda de un horno de l Y bruscamente al saltar el sol en e l cielo desbaratando la visión enco ntr á m o sn o s l úgubres ant e la soledad N o hay alrededor más que espectros Las hordas bárbaras están cerca otra vez Otra vez quizá va a pia far sobre los úl timos m ar moles el caballo de Al arico Un sombrí o recelo frunce e n el horizonte las bor ras cosas cej as del Kro ni da A sí de nuevo , . . , , . . , , . , , . , . , . i ecu é de e e t f u é e c t ( ) q el t que t G ec me z b 1 a R na a r a a ue s r ia s o a a s r , 1 91 5 m án en o a us r o a - le . cu d an o l l l en las edades recuerda ese espectácul o la 1 r o n ía lastimera de Sinesio : « A ntigua patria de la glori a donde no se ve hoy día " sino vendedores de mi el " Pues efectivamente : en las qui ebras del mont e natal rico todavía del to mi llo que A nacreonte amaba las abej as a ticas siguen m e l i c an do Seres vivientes qu e persista n no hay y a m ás que ellas y los v ersos que las cantaron A sí en el sími l de los guerreros ar giv o s que nos muestra saliendo del consej o el canto I I ( versos 87 90 ) de la I líada : be j e j mb r e r e t d C l vi e e l um er bles dej l e c ver s S i " vu el r c m s s b re l fl d r d 0 um r s a y ll á esp rcid s ¡ , , , fi , . , . - ua n n i nn as en as a an a an en a a ac i o a n a p ña a e on o a a en h ues te o, a ap no a , o n p o, a e o a. A sí cuando d etienen el ataque troyano I canto X I 1 1 67 0 ante el muro que es 7 ( ) su úl tima defensa : visp s vib r tes b j s C m i c ll s d su u eb r defi e de C tr c lm e er s p ele d su cri - , o Ro o a on a o a ani a l os an a o ar o n, n q y o q ue O a e a , a i an o en la v n a n p or a. La gloria de A tenas fu é tal que con sist ió so bre todo en una ampli ficación de , 112 la simpatía El heleni smo que señaló la c ul m i n a c l o n de su i n fluencia entre las na ciones fué para decirlo con dos palabras una grande ami stad Por esto baj o los escombros de una existencia tan noble que su rui na es todavía belleza la capital amable para todos los dioses la ciudad a mi ga del género hum ano se so brevive e n la armoní a de los versos y en la dul zura d e la m i el . , , , . , , , . FI N