Guía Historia y Cs. Sociales

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Guía Historia y Cs. Sociales
LA EUROPA MEDIEVAL Y EL
CRISTIANISMO
Mabelin Garrido
Trinidad Valdés
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Figura 1: “El triunfo de la Muerte”. Óleo de Pieter Brueghel (1562), Museo del Prado.
La Edad Media es el perı́odo intermedio, llamado ası́ por los intelectuales renacentistas del siglo XV,
y comprendido entre el perı́odo Clásico y la Edad Moderna. Esta época se extiende desde la caı́da del
Imperio Romano de Occidente en el 476 hasta la toma de Constantinopla por los turcos en 1453 o hasta
la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492.
Durante este perı́odo diversos procesos tuvieron cabida en Europa, los cuales fueron la base para la
comprensión de lo que hoy conocemos como mundo occidental, entre los que destacamos:
La consolidación de grandes imperios y reinos: Tras la caı́da del Imperio Romano de Occidente, los pueblos germánicos ingresaron a Europa y consolidaron diversos reinos, los que disputaron la
posesión de estos nuevos territorios. En este contexto, dos imperios fueron los que reunificaron Europa occidental: el imperio Carolingio de los Francos y el Sacro Imperio Romano Germánico.
A fines de la Edad Media, la monarquı́a fue el sistema de gobierno que mantuvo cohesionados los
nuevos gobiernos germánicos.
La transculturación: La época medieval tuvo como caracterı́stica, desde sus inicios, la mezcla de
elementos religiosos y culturales judeocristianos, grecorromanos y germánicos. Si bien la influencia
cristiana resultó ser la base de la cultura occidental de ese minuto, los musulmanes aportaron
importantes conocimientos a los modos y ciencia moderna.
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El rol del Catolicismo en la cohesión europea: Pese a la gran diversidad cultural que hoy en
dı́a es posible apreciar en Europa, fue la cristianización iniciada por los romanos como religión del
Imperio, la que dio unidad cultural e identitaria a la sociedad. Incluso los germanos, que llegaron de
las fronteras septentrionales, adquirieron la herencia cristiana, que más tarde fue motivo de pugna
entre los nuevos reinos conformados.
La sociedad estamental y agraria: La sociedad medieval estuvo fuertemente relacionada entre sı́ por lazos de dependencia personal, los que variaban según la condición social en la que se
habı́a nacido. De este modo, un campesino le debı́a servicios a un noble, y éste a su vez debı́a
otorgarle protección y acceso a la religión. Debido al desarrollo de la vida rural, la economı́a se
basó principalmente en la agricultura.
Periodización de la Edad Media
Para estudiar el perı́odo de la Edad Media, ésta se divide en dos perı́odos. El primero, denominado
Alta Edad Media, se caracterizó por la vida rural, agraria y autárquica o autosuficiente de la sociedad
mediante el arraigo a la tierra. Durante esos años también se desarrolló el vasallaje, que fue una forma de
organización social entre el señor feudal y el vasallo, basada en relaciones recı́procas. El segundo perı́odo,
llamado Baja Edad Media, se caracterizó por el resurgimiento del comercio y de la vida urbana, naciendo
las primeras ciudades y monarquı́as.
Alta Edad Media
Siglo V al X
Baja Edad Media
Siglo X al XV
Asentamiento y conformación de
reinos germánicos.
Desarrollo rural del Feudalismo.
Consolidación Imperio Carolingio.
Fortalecimiento del poder de la Iglesia
Católica.
Formación del Sacro Imperio
Germánico.
Renacimiento de las ciudades y del
comercio.
Apogeo cultural y político del Imperio
Bizantino.
Monarquías consolidan su poder sobre
estamentos.
Expansión del Islam.
Impulso de las universidades.
Segunda oleada de invasiones
germánicas.
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1.
La Alta Edad Media
Caı́da del Imperio Romano de Occidente
A pesar de que los útimos emperadores romanos intentaron mantener la unidad del imperio, lograron el efecto contrario: las medidas
que adoptaron llevaron a que éste se fragmentara y sucumbiera una de sus partes. Constantino trasladó la capital del Imperio desde Roma a Constantinopla, lo que dejó desprotegido el imperio del lado occidental. Posteriormente, Teodosio dividió el imperio entre sus hijos
Honorio y Arcadio conformándose los Imperios
Romanos de Oriente y Occidente.
Océano
Atlántico
Imperio de
Occidente
Mar Negro
Imperio de
Oriente
Mar
Mediterráneo
Con el imperio dividido, la protección de sus fronteras se hizo difı́cil, lo que generó que se permitiera el
ingreso pacı́fico de pueblos de origen indoeuropeo, emplazados hasta entonces en los lı́mites de la frontera
nororiental del Imperio Romano. A estos grupos se les denominó germanos y su presencia sirvió estratégicamente para defender las fronteras de oleadas migratorias agresivas, como los hunos que venı́an de Asia.
El año 476 el rey germano Odoacro, destituyó al último de los emperadores romanos de Occidente
(Rómulo Augústulo) y los germanos dividieron el imperio en nuevos reinos. Los germanos fueron grandes
admiradores de la organización polı́tica y económica de los romanos, por lo que intentaron mantenerla,
pero adaptándola a sus costumbres, lo cual generó nuevas formas de convivencia.
1.1.
Reinos germanos de Occidente
El ingreso de estos primeros germanos fue estable en tanto les fue permitido mantener sus costumbres,
administración e idiomas. Los primeros en ingresar y sus respectivos territorios ocupados fueron:
Reino
Territorio Ocupado
Visigodos
España
Ostrogodos
Italia y Dalmacia
Francos
Francia
Anglos y Sajones
Inglaterra (Isla de Bretaña)
Alamanes
Centro de Europa
Vándalos
Norte de África
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Godos / Visigodo
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Ang
Cártago
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Vándalo
Imperio de Imperio de
Occidente Oriente
Mar
Mediterráneo
Figura 2: Primeras invasiones germánicas
Caracterı́sticas generales de pueblos germanos:
Pueblos de origen noreuropeo y asiático, de costumbres variadas. Sus relaciones sociales estuvieron basadas en las relaciones filiales (de sangre), las que por dependencia daban determinación
a la palabra y el honor empeñado.
Su administración fue de tipo monárquico, el cual era relegado por sucesión directa o hereditaria.
Su legislación fue de tipo consuetudinaria, es decir, las leyes se transmitı́an de forma oral y las
faltas eran pagadas dependiendo del caso en particular.
La economı́a estaba basada en prácticas rurales y agropecuarias. La sociedad le otorgó un gran
valor a la tierra por ser la base de la economı́a.
Sector Agropecuario: sector económico vinculado con la agricultura y la ganaderı́a.
Como consecuencias de las invasiones germánicas podemos considerar los siguientes puntos:
a) Cuando desapareció el Imperio Romano de Occidente, desapareció la unidad polı́tica y jurı́dica
que durante tantos siglos habı́a existido alrededor del Mediterráneo. También desapareció la unidad
lingüı́stica. En las regiones fronterizas del Rhin y en Inglaterra, las lenguas de los germanos reemplazaron el latı́n. En las Galias (Francia), España e Italia, por el contrario, continuó predominando la
lengua latina (los visigodos abandonaron su propia lengua). Pero el latı́n se corrompió y mezcló con las
de los germanos hasta originar, siglos más tarde, las lenguas romances: lenguas portuguesas, españolas,
francesas, italianas y rumanas.
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b) Se agravó la decadencia económica de Occidente: se empobrecieron los campos, se despoblaron
las ciudades, se aceleró la ruina de la industria y, sobre todo, del comercio marı́timo, ya que los
germanos no tenı́an ninguna experiencia en esta actividad.
c) La sociedad se volvió rural porque casi todos los germanos se establecieron en los campos. La
gente continuó emigrando de las desoladas ciudades, ya que la agricultura se convirtió en la actividad
económica fundamental.
d) Los ricos propietarios romanos perdieron gran parte de sus tierras porque tuvieron que ceder
a los germanos un tercio de ellas, que era lo que la ley romana exigı́a para el ejército.
e) Desde las invasiones germanas, la civilización occidental no será más comprendida como la civilización mediterránea sino como la civilización de Europa. Los pueblos de la Europa Occidental
Cristiana fueron producto de la fusión de tres elementos:
Océano
Atlántico
De los romanos tomaron el latı́n y el
derecho.
De los germanos rescataron el vigor y la
fuerza de su pueblo.
Europa Occidental
Del cristianismo asumieron la prédica del
Evangelio con su doctrina de igualdad y amor entre los
hombres, que la Iglesia se encargó de difundir.
Figura 3: Europa Occidental
Desde el siglo VIII los pueblos germanos constituyeron monarquı́as subdividiendo el territorio entre
los señores nobles con mayor capacidad económica, siendo el rey una figura simbólica otorgada al señor
con más tierras que desde su llegada contaba con la corona por herencia directa.
Una de las monarquı́as más importantes fue la del Reino Franco, quienes conformaron el Imperio
Carolingio.
Civilización occidental: se refiere a un conjunto de culturas situadas en la parte occidental (oeste) de Europa, sobre el
Atlántico. Esta sociedad comparte una historia en común y ha
influenciado al mundo occidental actual.
1.2.
Imperio Carolingio
En la actual Francia, en el siglo V llegó el pueblo germano de los Francos, quienes establecieron un
reino en toda la Galia nororiental. Su administración estaba dirigida por una monarquı́a de la que
destacaron dos dinastı́as: Merovingia y Carolingia.
En la dinastı́a Merovingia se destacó el rey Clodoveo, quien hacia el año 481 conquistó y expandió su territorio por toda la Galia. Clodoveo, convertido al cristianismo, gobernó en conjunto con los
mayordomos de palacio quienes a fines del siglo VII empezaron a administrar el imperio.
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Uno de los mayordomos de palacio más importantes fue Pipino el Breve, hijo de Carlos Martel,
quien logró destronar al último rey Merovingio y ser coronado por el Papa el año 754. Desde entonces, se
dio inicio a la segunda dinastı́a, denominada Carolingia. Ésta fortaleció su poder a través de una
alianza establecida con el papado. De hecho, fue Pipino el Breve quien donó al Papado los territorios de
la penı́nsula itálica que conocemos como Estados Pontificios.
El primero de los reyes carolingios serı́a Carlomagno, hijo de Pipino, quien el año 800 fue coronado
Emperador por el Papado y tuvo la misión de reunir bajo su territorio a todos los territorios cristianos
de Europa occidental. El gobierno de Carlomagno estuvo marcado por grandes reformas administrativas
y culturales, que pueden clasificarse en:
Polı́ticas: Dividió el territorio en marcas y condados, estando las primeras en
los márgenes (frontera) a cargo de los marqueses, y las segundas en las zonas al
interior del imperio, a cargo de los condes. Se creó, además la institución de los
Missi Dominici, funcionarios encargados de fiscalizar las jurisdicciones y a los
obispos más poderosos.
La institución encargada de administrar los asuntos civiles y eclesiásticos fue la
Cancillerı́a, mientras que las cuestiones legales estuvieron a cargo del Tribunal
Palatino.
Culturales: la administración bajo Carlomagno destacó por sus iniciativas
culturales, denominadas también “renacimiento carolingio”. Los funcionarios
tenı́an la particularidad de ser instruidos para lo cual se creó la Academia y la
Escuela Palatina de Aquisgrán. Las artes que se enseñaron fueron el Trivium
(Gramática, Retórica y Dialéctica) y el Quadrivium (Aritmética, Geometrı́a,
Música y Astronomı́a).
Figura 4: Carlomagno
Carlomagno unificó la cultura clásica y la religión cristiana, dándole continuidad al desarrollo
cultural de Occidente. Su idea de recuperar la unidad europea de los romanos pervivió en su esfuerzo de
establecer un Imperio. No obstante, el imperio se fragmentó entre sus hijos tras su muerte en 814.
Reino de los Francos
Conquistas de Carlomagno
Marcas fronterizas
Reinos
Británicos
Océano
Atlántico
Sajonia
Residencia
Carlomagno
Bretaña
Reinos
Cristianos
Mar
Báltico
Mar del
Norte
Esclavos
del Norte
Imperio
Carolingio
Estados de
la Iglesia Ducado
de Spoleto
Marca
Hispánica
Principado
de Kiey
Esclavos
del Sur
Imperio
Bizantino
Al Andalus
Reinos Islámicos
Mar
Mediterráneo
Figura 5: Extensión del Imperio Carolingio
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Su hijo Luis el Piadoso, no pudo resolver los conflictos desatados entre sus tres hijos: Carlos el Calvo,
Luis el Germánico y Lotario, quienes a su muerte firmaron el tratado de Verdún (843) con el que dividieron el Imperio en tres zonas: la parte occidental, actual Francia, quedó para Carlos. El sector
oriental, parte de Alemania, resultó para Luis. Mientras que Italia quedó en manos de Lotario quien
además fue nombrado emperador.
Sajonia
Turingia
Lotaringia
Franconia
Tría Regna
Aquitania
Gascuña
Baviera
Suabia
Borgoña
Carintia
Italia
Gotia
Donación
de
Pipino
Territorios de Carlos el Calvo
Territorios del emperador Lotario I
Territorios de luis el Germánico
Figura 6: Tratado de Verdún (843)
Desde entonces, el Imperio Carolingio empezó su declive dando paso a un nuevo foco hegemónico, el
Sacro Imperio Romano Germánico. Hacia el siglo X, controló los grandes señores nobles y eclesiásticos,
comenzando ası́ los primeros conflictos con el Papado por la autoridad europea.
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1.3.
Sacro Imperio Romano Germánico
Hasta el siglo X fue parte del fragmentado Imperio
Carolingio. No obstante a la muerte de Luis el
Niño (911), no habı́a heredero que sucediera el
trono por lo que la corona debió regresar al rey de
Francia, Carlos el Simple. Frente a esto, los duques
de Franconia, Sajonia, Suavia, Baviera y Lorena
se opusieron y acordaron como nuevo rey de Alemania al Duque de Franconia, Conrado I (911-918).
Esta situación provocó que la corona ya no fuera
concebida como un procedimiento sucesorio únicamente, sino que el que los duques eligieran al rey se
consideró como una institución consolidada, que estaba por sobre el rey que estuviera de turno. Tras la
muerte de Conrado I, fue elegido el duque de Sajonia
Enrique I (919-936) quien destacó por vencer a normandos y húngaros lo que permitió que a su muerte
lo sucediera en la corona su hijo Otón I el año 936.
Polonia
Sacro
Imperio
Romano
Germánico
Francia
Hungría
Reino de
Sicilia
Reino de Sicilia
Sacro Imperio
Romano Germánico
Figura 7:
Germánico
Sacro
Imperio
Romano
Otón I tuvo como objetivo restaurar los logros del imperio Carolingio por lo cual consolidó su poder frente a los condes y obispos más
poderosos. Por otro lado, centralizó aún más su poder al vencer a duques
y nombrar a obispos (por carecer de descendencia), quedando los poderes
temporal (rey) y espiritual (catolicismo) estrechamente relacionados
bajo la corona de Alemania en Aquisgrán.
Se dio entonces una fuerte dependencia entre el Emperador Otón I
y la Iglesia, ya que el primero promovió la evangelización de quienes
integraban su territorio y defendió Italia de las invasiones húngaras y
lombardas, mientras que la Iglesia mantuvo los Estados Pontificios. De
este modo, el emperador intervino en los asuntos de la Iglesia mediante
la elección de los pontı́fices. Esta práctica fue consumada hasta que por
Figura 8: Otón I. Representadecreto en 1059, el papa Nicolás II dictó que el Pontı́fice sólo serı́a electo
ción de la unión entre el poder
por el Colegio de Cardenales en la Bula In Nomine Domine.
temporal y espiritual.
Más tarde, en 1073 fue elegido papa Gregorio VII quien para limitar aun más la dependencia al poder
temporal estimó la prohibición del Nicolaı́smo (matrimonio de sacerdotes), la simonı́a y la investidura
laica. Además, sólo el Papa podrı́a elegir obispos y su palabra fue infalible por ser vicario de Cristo.
Simonı́a: se refiere a la compra o venta de lo espiritual mediante bienes materiales. Un ejemplo de ello son los cargos eclesiásticos, los sacramentos, etc.
Enrique IV (1056-1106) emperador del Sacro Imperio, destituyó al Papa y a su vez fue excomulgado
por éste. Se dio inicio entonces a la Querella de las Investiduras, la que terminó con la muerte del
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Papa quien huyó a Salermo (1085). Se formaron entonces dos bandos: los Güelfos que apoyaban al papa
y Gibelinos seguidores del Emperador.
La disputa se resolvió en 1122 con la firma del Concordato de Worms, en donde quedó establecido
que sólo el poder espiritual del Papado podı́a elegir a eclesiásticos. El imperio fue desintegrado tras la
muerte del último representante de la dinastı́a Hohenstauffen en 1228, al regresar el poder a los señores
feudales.
1.4.
El Imperio Bizantino
Océano
Atlántico
Mientras en Europa Occidental se conformaban los
reinos germánicos, en Oriente aún continuaban los
resabios de la antigua Roma, que tuvo a Bizancio
como su capital. Esta ciudad fue fundada por
Constantino en el siglo V y su ubicación responde
a lo estratégico de su emplazamiento geográfico
pues une oriente y occidente a través del dominio
comercial.
Reino de
los Francos
Reino
Visigodo
Africa
Dalmacia
Italia
Liria
Tracia
Mar
Mediterráneo
Mar
Negro
Asia
Ponto
Oriente
Egipto
Figura 9: extensión del Imperio Bizantino o Imperio
Romano Oriental
Fue el Emperador Justiniano (527-565) quien logró el auge del Imperio Bizantino, el cual pese
a las múltiples inestabilidades polı́ticas, permaneció con un poder centralizado (Basileus, tı́tulo Griego)
y absoluto. Su sucesión en el poder fue hereditaria, proclamada por el senado, ratificada por el pueblo y
coronada por la Iglesia Ortodoxa, que desde 1054 se separó de la Iglesia Romana (proceso conocido como
Cisma de Oriente, en donde la autoridad la tiene el patriarca de Constantinopla).
En Bizancio además de existir instituciones sólidas y permanentes, se mantuvo el derecho y la polı́tica
fiscal romanas. El Corpus Juris Civilis (la recopilación del Derecho Romano hecha por Justiniano en
el 533) fue utilizado para la institucionalidad judicial estable del Imperio.
En cuanto al arte, Bizancio destacó por el fomento a los centros de estudio y las bibliotecas,
además de continuar con el estilo grecolatino de las artes (mosaicos). Hacia el siglo XV, sus libros y
maestros fueron fundamentales para el surgimiento del Humanismo y Renacimiento Europeo.
1.5.
El Islam
En Arabia, en el siglo VII, un profeta llamado Muhammad o Mahoma (570-632) inició la predicación del Islam (sumisión a Alá). Los pueblos árabes hasta entonces se caracterizaban por ser tribus
politeı́stas, dependientes de la agricultura y pastoreo. Fue en La Meca desde donde Mahoma dio el
mensaje de Alá como único Dios Verdadero, pero no fue bien recibido y debió huir el año 622 a la ciudad
de Medina. Esta migración tomó el nombre de Hégira y es considerada el inicio del calendario musulmán.
Desde Medina, Mahoma hizo la Guerra Santa a quienes no siguieran el Islam y para ello conformó un
gran ejército, pudiendo regresar a La Meca e imponer esta nueva religión monoteı́sta, la cual desde entonces unió al pueblo árabe ante la expansión territorial y de fe.
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El libro sagrado de los musulmanes es el Corán, el cual es la base de su religión y señala ciertos
aspectos fundamentales. Los cinco principios del Islam son:
“Sólo hay un Dios, Alá; y Mahoma es su Profeta”.
El Salat (oración) debe ser cinco veces al dı́a, mirando hacia la Meca
si es de forma privada. Si es pública, se debe realizar los dı́as viernes
y es dictada por un Imán o sacerdote.
Es obligación peregrinar a lo menos una vez en la vida a La Meca.
Se debe ayunar durante el mes de Ramadán.
Se debe hacer Guerra Santa contra los infieles.
Figura 10: El Corán
Expansión Musulmana
Mahoma instauró una teocracia o gobierno religioso, que a su vez es un gobierno polı́tico. A su
muerte, los califas o sucesores extendieron la religión hacia Persia, Siria y Palestina, llegando inclusive
hasta la penı́nsula Ibérica cruzando por el Estrecho de Gibraltar. Para ello, el norte de África también
fue conquistado. En la Galia fueron detenidos por el franco Carlos Martel, en la batalla de Poitiers (732).
Los sabios islámicos aportaron una gran cantidad de logros cientı́ficos y avances comerciales,
entre los que destacan:
Comerciales: creación del bazar, tráfico comercial, instauración de tarifas, confección de cheques,
letras de crédito, sociedades comerciales y por acciones.
Artı́sticas: Ya que por la religión los árabes no pueden representar el cuerpo humano, la utilización
de figuras geométricas fue fundamental para las temáticas de su arte. Es ası́ como desarrollaron los
mosaicos, tallados en marfil, mármol y bronce. En arquitectura destacaron los palacios o alcázar
(siendo la Alhambra en Granada el más conocido) y el templo o mezquita. Incorporaron las cúpulas,
arcos de medio punto, herradura y la ojiva.
Letras: Destacó el libro “Las mil y una noches” que trata de relatos tradicionales.
Ciencias: Los árabes desarrollaron avanzados conocimientos en aritmética, trigonometrı́a, álgebra,
astronomı́a, medicina y agronomı́a. Desarrollaron técnicas de irrigación de cultivos, ası́ como también
introdujeron nuevos cultivos orientales como el arroz. De los chinos además incorporaron la brújula
y el astrolabio, los cuales sirvieron enormemente en la navegación.
Los árabes simbolizaron la confluencia de las culturas del Mediterráneo, Mesopotamia, persas
e inclusive de la India. A pesar de la menor difusión de sus logros, éstos fueron igualmente significativos
para el desarrollo de la cultura occidental. Esto se puede vislumbrar en la influencia que tuvieron sobre
otros territorios, como España, donde se formó el califato de Córdoba.
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Figura 11: Vista superior de la mezquita de Córdoba (España). En el centro se ve la existencia de una
catedral católica, construida tras la Reconquista española. La influencia musulmana sigue estando presente
en este paı́s, sobre todo en la comunidad de Andalucı́a.
Califato: sistema de gobierno establecido por el Islam.
Mezquita: templo sagrado de la religión musulmana.
Océano
Atlántico
Poitiers
Córdoba
Fez
Marraquech
Mar
Negro
Kairúan
Mar Mediterráneo
El Cairo
Samarcanda
Bagdad
Damasco
Jerusalén
Basora
Medina
La Meca
El islam a la muerte de Mahoma
Califas ortodoxos (632-661)
Omeyas (661-750)
Figura 12: Expansión del islam
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2.
La Baja Edad Media
Se inició aproximadamente en el siglo X y se caracterizó por el desarrollo del sistema feudal, y el
posterior renacimiento de las ciudades.
2.1.
La sociedad feudal
El Feudalismo consistió en un sistema de interrelaciones personales de dependencia, en donde
distintos grupos sociales otorgaron servicios a otro, generando de este modo una estructura social jerárquica mediante la institucionalidad del vasallaje.
El feudalismo tuvo sus orı́genes en valores germanos y romanos, y fue potenciado por el inicio de
la vida rural, el desarrollo de economı́as autárquicas o autosuficientes, la decadencia de las urbes y del
comercio, además del aumento de la sensación de inseguridad e inestabilidad tras la caı́da de los Imperios
Franco y Germánico.
Con ello, el feudalismo se consolidó alrededor de los siglos IX y X. Los reyes debilitados sucumbieron
ante el poder local de los nobles quienes defendieron aisladamente en sus castillos a todo aquél que buscara
refugio a cambio de ceder sus servicios de trabajo. Se instauró ası́, el vasallaje.
El Vasallaje: institución que estableció la dependencia entre una
persona más poderosa que otra, adscribiéndose un contrato y juramento de fidelidad, en donde se estipulaban los derechos y deberes de cada
parte. Este régimen tenı́a socialmente una estructura, en la que el rey
estaba a la cabeza, y cuyos vasallos eran los nobles (duques, condes y
otros señores). A su vez los nobles tenı́an la fidelidad de los vasallos más
humildes que trabajaban en el feudo la tierra.
El contrato se efectuaba bajo ceremonia mediante los siguientes ritos:
Contrato de vasallaje: Se establecı́an derechos y obligaciones del señor y el vasallo.
Homenaje: Rito por el cual el vasallo acudı́a con las manos atadas ante el rey o señor, ofreciéndole
ası́ sus servicios. De ser aceptado, el señor tenı́a la obligación de protegerlo a cambio de servicios
militares, lealtad y trabajo.
Juramento de fidelidad: El vasallo juraba comprometerse a ser fiel a su señor y a prestarle los
servicios que se le solicitaran.
Investidura: Ceremonia por la cual se materializaba el trato, siendo donado un puño de tierra o
realizando un rito con otro objeto material que representara el pacto, como por ejemplo una espada.
Las nuevas oleadas de invasiones bárbaras (siglo XI) sobre Europa fueron de carácter agresivo
y los invasores solı́an atacar villas y campos desprotegidos, ante lo cual se buscó refugio en los grandes
castillos y las tierras que lo circundaban. Los invasores llegados fueron: Normandos en Rusia, Inglaterra
y Francia; Eslavos en el centro de Europa, Húngaros y Búlgaros en la cuenca del Danubio y piratas Berberiscos, quienes asaltaban Italia y Francia.
En la Edad Media se creyó que habı́a sido el mismo Dios quien habı́a establecido roles entre los
humanos, definiendo que unos fueran más fuertes que otros, dependiendo de su orden natural. De este
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modo, los más adinerados y poderosos polı́ticamente debı́an proteger a la comunidad y ofrecerles atención
espiritual. Mientras que los más desprotegidos debı́an trabajar para su señor o atender sus requerimientos
en los cuerpos militares.
Se constituyó una sociedad estamental, la que se organizó en grandes grupos jerárquicos a los cuales
se pertenecı́a desde el nacimiento, quedando inamovible su condición por el resto de su vida.
Los grupos privilegiados eran los nobles y el clero. Los nobles eran señores de grandes feudos. El mismo
rey también tenı́a para sı́ tierras y vasallos a su cargo. El grupo de no privilegiados estaba compuesto
por el estado o pueblo llano, que representaba el estrato más numeroso y lo integraban trabajadores,
campesinos y artesanos.
Este sistema de estamentos puede comprenderse como una pirámide en donde la categorı́a en la que
se encuentran define los privilegios de que gozan sus integrantes. Este sistema sólo estuvo avalado y
regido bajo la costumbre y perduró hasta el resurgimiento de las ciudades, del comercio y de un nuevo
componente social: el burgués.
Desgloce de la
Pirámide feudal
Rey
ent
tam
Es
Alto
Clero
Pequeña
Nobleza
Bajo
Clero
Campesinos
2.2.
s
ale
ud
fe
os
Alta
Nobleza
Burgueses
Economı́a en el Feudo
En el mundo rural del feudo, la economı́a se basó principalmente en la agricultura. Cada aldea producı́a independientemente sus productos de consumo interno (autarquı́a). Los campesinos libres eran
llamados colonos o villanos, mientras que aquéllos adscritos a la tierra recibı́an el nombre de siervos de
la gleba. Éstos trabajaban en el feudo sin remuneración y eran concebidos como propiedad del dueño del
territorio.
El feudo estuvo dividido en mansos y reservas. El primero, correspondı́a a la tierra de propiedad del
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señor feudal, y para que los campesinos pudieran intervenir en ella debı́an pagar un impuesto especial.
En caso que los campesinos quisieran tener derecho al bosque, al uso del molino y de los hornos, tenı́an
que pagar con trabajo agrı́cola en las tierras del señor, llamadas reservas.
En estos poblados, el emplazamiento consistı́a en villas dispuestas alrededor de un castillo o abadı́a.
Cercano a las viviendas campesinas se encontraban las tierras de cultivo donde cosechaban principalmente
cereales y viñedos. Muchas veces, rodeando estas aldeas y castillos se encontraban bosques pertenecientes
al señor de donde se sacaba leña, se cazaban animales y se recolectaban frutos.
Técnicas Agrı́colas
En principio se siguió con la tecnologı́a romana, como el uso del arado, aunque la tracción se permutó de
caballo a bueyes. A partir del siglo XI, comenzó a implementarse nueva tecnologı́a con el fin de aumentar
las cosechas:
Rotación de cultivos: Alternancia del uso de la tierra para mantener siempre una tercera parte en
barbecho o descanso, mientras los otros dos tercios eran usados para avena, trigo y otros cultivos.
Arado de Vertedera: Profundiza los surcos haciéndolos más profundos.
Gracias a estas nuevas tecnologı́as, la producción agrı́cola medieval fue en ascenso, lo que permitió que
la población aumentara, debido al aumento de comida disponible. Las familias estaban compuestas por
un núcleo básico de herencia romana y germana, del que nacı́an muchos infantes, pero sobrevivı́an muy
pocos por la alta tasa de mortalidad infantil.
El desarrollo favorable de los campos, hizo posible generar excedentes agrı́colas lo que sirvió de mercancı́a para reimpulsar el comercio. Paralelo a ello, los transportes terrestres, marı́timos y fluviales mejoraron sus tecnologı́as. Las cruzadas abrieron nuevos mercados, rutas y productos, lo que hizo aún más
atractiva la conversión comercial local en foránea.
En ciertas fechas, se establecieron ferias en las cuales convergı́an comerciantes, forjándose un espacio
de intercambio: el mercado.
En la Baja Edad Media, dos instancias comerciales tuvieron auge en Europa: la Liga Hanseática
(agrupación comercial del norte europeo, S.XII) y los comerciantes de las ciudades italianas.
El nuevo sistema Financiero
A partir del siglo XI, se comenzó a utilizar nuevamente el dinero, que habı́a desaparecido junto al
Imperio Romano de Occidente, lo que facilitó el intercambio comercial y la acumulación de riquezas. Este
capital excedente fue puesto a disposición del comercio y la producción. Empezaba ası́ el capitalismo y
el surgimiento de los bancos y los banqueros. Los Médicis en Florencia, los Fugger y los Wesler en
Augsburgo, se transformaron en el prototipo de la nueva mentalidad capitalista.
Los nuevos contactos culturales entre europeos y árabes, trajeron consigo la adopción de nuevas
prácticas de intercambio comercial: la moneda, letras de cambio, cheques o aplicación de intereses.
Estas nuevas prácticas obedecieron a las grandes cantidades de dinero intercambiable, con lo cual se
formaron los primeros bancos, iniciándose el desarrollo comercial capitalista.
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2.3.
El surgimiento de la Burguesı́a
A partir del siglo X, se observó un renacer de la vida ciudadana. La paz y la relativa seguridad de los
caminos favorecieron la actividad de los mercaderes. Al mismo tiempo, los excedentes del campo se empezaron a intercambiar por los productos elaborados que los artesanos hacı́an en las ciudades. Ası́ artesanos
y mercaderes se fueron concentrando en lugares estratégicos, a la sombra de viejas ciudades o castillos
señoriales. De esta forma, al lado de los antiguos burgos (un lugar fortificado), surgieron barrios en los
que vivı́an los mercaderes y los artesanos.
Generalmente, las ciudades se hallaban enclavadas en territorios sometidos a la jurisdicción de un
señor, que podı́a ser un obispo o un laico. Sin embargo, pronto nació entre los habitantes de las ciudades,
ahora llamados burgueses, un sentimiento de unión, que los llevó a luchar por conquistar ciertas libertades. Ası́, se formaron las comunas, integradas por burgueses que habı́an jurado defender sus intereses.
Amparados en el desarrollo comercial y el resurgimiento de las ciudades, los mercaderes y artesanos
tuvieron una consolidación dentro del nuevo orden
social. Este nuevo grupo basó su poder en el dinero y
apoyo que le brindaba la monarquı́a, en detrimento
de los señores feudales. Sin embargo, a pesar de
su riqueza, debido al sistema estamental no eran
beneficiarios de privilegios nobles.
Figura 13: Representación del mercado en
las ciudades de la Edad Media
Los artesanos se unieron en grupos acorde a sus talleres de oficios llamados gremios. Esta institución
contó con una estricta normativa de perfeccionamiento y jerarquı́a, la que consistı́a en:
Maestros: Dueños del taller en el que oficiaban la instrucción de este.
Oficiales: Trabajadores permanentes del taller, vivı́an en él y recibı́an mantención por ello.
Aprendices: Estudiantes principiantes del oficio. Vivı́an en el taller, pero no recibı́an suelo.
Estas agrupaciones sociales y laborales tenı́an estipuladas estrictas medidas de horario, salarios, calidad
y precio de sus productos. Por otro lado, también cumplı́an el rol social de apoyo y ayuda mutua en caso
de socorro o emergencia. Contaban con un santo patrono a quien veneraban.
2.4.
La Iglesia católica en el Medioevo
Mientras el poder temporal concentró sus esfuerzos en centralizar el poder y hacer la administración
lo más eficiente posible, la Iglesia por su parte replicó esta estructura realizando esfuerzos para mantener
cohesionado el catolicismo sin perder con ello su estructura organizacional.
Para ello se siguió la división de territorio del Imperio, correspondiendo los sectores menores a los
obispos y sacerdotes, mientras que por sobre ellos, estaba la máxima autoridad de la Iglesia: el Papa.
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La Iglesia Católica tuvo procesos de inserción, difusión y conflictos. Desde el emperador Constantino
(337) se efectuaron grandes modificaciones que afectaron más tarde la estructura misma de esta iglesia.
Entre los cambios más importantes destacan:
Edicto de Milán (313): Estableció la tolerancia entre los distintos cultos del Imperio Romano,
sin embargo el cristianismo fue considerado con ciertos beneficios.
Concilio de Nicea (325): La Iglesia católica ratificó el dogma de la Santı́sima Trinidad en respuesta
al Arrianismo que lo refutaba.
Edicto de Teodosio (394): El cristianismo fue declarado religión oficial, única y exclusiva del
Imperio Romano.
La Iglesia Católica tuvo un rol principal en la
cohesión social de la Edad Media debido a que se
mantuvo centralizada y jerárquica (se divide en
parroquias y jurisdicciones eclesiásticas); además
siempre contó con recursos abundantes los que obtenı́a del diezmo y de la donación de tierras. Para
ejercer el control por sobre los fieles, utilizó herramientas de persuasión tales como: perseguir a los
credos diferentes mediante el tribunal de la Inquisición, la excomunión, entre otros.
La polı́tica y la religión tuvieron una división muy delgada en la pertinencia de sus asuntos ya que los
pontı́fices intervenı́an activamente en las cuestiones polı́ticas o administrativas de los Estados Cristianos,
mientras que los Emperadores nombraban obispos según sus intereses.
Los funcionarios de la Iglesia eran denominados Clero, y éstos a su vez estaban divididos en: Clero
secular y Clero regular. El primero, estaba compuesto por el alto clero, los sacerdotes, párrocos y sacerdotes locales. El clero regular estaba conformado por monjes que vivı́an bajo un estricto sistema de
vida amparado en normas y el estudio riguroso en las escuelas monacales. Dos órdenes de vida monástica
fueron las más importantes del perı́odo:
Cluniacenses: Buscaban la autonomı́a del Papado y acabar con la investidura laica. Uno de sus
mayores aportes fue el estilo artı́stico románico.
Cistercienses: Ahondaron en la vida volcada a la reflexión y el ascetismo. El gótico fue una de las
expresiones artı́sticas que caracterizó a esta orden.
Otras órdenes monásticas fueron los Domı́nicos y los Franciscanos. Sin embargo estas órdenes religiosas no practicaron el completo aislamiento, sino que se integraron en la vida urbana para tener mayor
contacto con la gente. A estas órdenes se les conoció como Mendicantes, pues dependı́an de la caridad de
la gente, viviendo en la pobreza.
La influencia de la religión se podı́a apreciar en la misma cotidianeidad de las personas inclusive si
se trataba de prácticas aparentemente mundanas. Un ejemplo de ello es la periodización del tiempo, el
cual estaba normado por los ritos religiosos de veneración, los dı́as por el santoral y las fechas festivas por
acontecimientos importantes para el dogma cristiano. Inclusive, hasta hoy en dı́a la vida de los cristianos
está marcada por etapas de desarrollo espiritual desde el nacimiento con la ceremonia del bautismo, hasta
la muerte con el último sacramento de la extremaunción.
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Elementos de continuidad y cambio
La Iglesia católica ha sido importante a lo largo de la historia occidental. Su
esplendor y consolidación se logró durante la Edad Media, y en la actualidad,
es posible apreciar una gran cantidad de católicos en todo el mundo.
Las Cruzadas
Una vez iniciada la expansión musulmana, en Europa se
resintió la ocupación de Palestina por parte de los turcos
seléucidas, pues fue allı́ donde Jesús vivió, predicó y murió, incluyendo el lugar de entierro, el Santo Sepulcro. A
estos territorios se les denominó Tierra Santa, y por ellos
se organizaron empresas de fieles armados para recuperarlos.
Bajo el mandato papal fueron organizadas ocho expediciones en las que participaron importantes señores feudales
quienes perdieron sus fortunas y vidas en batalla. Las iniciativas para asistir fueron variadas, entre las que se cuenta: la
fe, el espı́ritu de aventura, fines comerciales y económicos, ası́ como también polı́ticos.
De las ocho cruzadas realizadas, sólo las primeras cuatro tuvieron mayor importancia:
Primera Cruzada: convocada por el Papa Urbano II en 1095. Conformada por sectores humildes
sin mayor armamento y una segunda expedición a cargo de nobles quienes bien armados lograron
recuperar Tierra Santa.
Segunda Cruzada: convocada por el Papa Eugenio III en 1145. Resultó un fracaso por las discrepancias entre los mercenarios que iban a combate.
Tercera Cruzada: Tras la pérdida de Tierra Santa en manos de los musulmanes saladinos, el Papa
Gregorio VIII llamó a esta nueva cruzada el año 1187, la cual fue un fracaso.
Cuarta Cruzada: Convocada por el Papa Inocencio III el año 1202. Fue un fracaso ya que evidenció los múltiples propósitos de quienes participaban. En esta oportunidad, los cruzados terminaron
su rumbo saqueando Constantinopla.
Las consecuencias de las Cruzadas tuvieron, como primer punto, la imposibilidad de recuperar
Tierra Santa. Por otro lado, debido al extenso tiempo de ausencia en sus tierras y a los préstamos adquiridos con los burgueses (sector conformado por propietarios comerciantes) los grandes señores feudales
perdieron poder polı́tico y económico. Al retornar empobrecidos a sus tierras, debieron pagar con lo único
que les quedaba: sus propiedades. De este modo, se abrieron los feudos a los burgueses, quienes dieron
dinamismo a la anterior ruralidad de los feudos. En consecuencia, se devolvió el poder centralizador a los
reyes, al volver a ser éstos quienes poseı́an la mayor cantidad de tierras entre todos los nobles de su reino.
En el plano cultural, hubo gran cantidad de intercambios con la cultura árabe. Las cruzadas
permitieron conocer otro estilo de vida y prácticas cotidianas. Ası́ se introdujo el gusto por las riquezas,
los lujos, y nuevos productos (sedas, especias y perfumes).
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Hacia el siglo XII, Bizancio ya no contaba con un auge económico y comercial, dando cabida a que
otros focos comerciales se desarrollaran, utilizando el Mediterráneo como medio de contacto. Tal fue el caso de las ciudades italianas de Génova, Venecia y Pisa, que emergieron como grandes ciudades comerciales.
En cuanto a las nuevas órdenes religiosas que florecieron amparadas en la necesidad de propagar el
Catolicismo, se forjó la orden de los Templarios. Ésta tuvo la particularidad de ser adinerada y extremadamente militarizada. Se creó en Jerusalén en 1118 y llegó a tener gran influencia tanto en Europa como
en Cercano Oriente.
3.
Fines de la Edad Media
Entre los siglos XII y XIII Europa se vio beneficiada por los adelantos técnicos del comercio y la
agricultura que repercutieron en ascensos demográficos. No obstante, hacia el siglo XIV el panorama occidental sufrió un gran vuelco que pondrı́a fin al desarrollo del periodo: el hambre, la guerra y la peste.
Los cultivos fueron modificados en beneficio de los nuevos mercados textiles, lo que repercutió directamente en el abastecimiento de alimentos. Sumado a ello, una oleada de frı́o afectó la producción de
cereal produciendo una seria hambruna entre los años 1315 y 1317. En este estado de desnutrición de la
población y de malas condiciones higiénicas, llegó a Europa la peste negra, contagiada a través de las
pulgas de las ratas en los barcos de comerciantes. Esta crisis se extendió hasta principios del siglo XV,
momento en el que nuevos cultivos ingresaron para abastecer a la disminuida población. Europa habı́a
perdido un tercio de su población.
Entre los conflictos armados más importantes destacó la Guerra de los Cien Años en 1337, que involucró a las coronas de Francia e Inglaterra en disputas dinásticas resultando ambas profundamente
dañadas económicamente. Más tarde, a mediados del siglo XV, cayó Constantinopla en manos de los
turcos otomanos. Unos años después Cristóbal Colón llegó a América. Estos acontecimientos significaron
el fin de la Edad Media.
Distintas interpretaciones
En cuanto a la perspectiva historiográfica, la Edad Media ha sido evaluada
desde distintos puntos de vista. Algunos historiadores consideran que fue un
perı́odo donde se produjo un apagón cultural, por ello la han denominado como una edad
oscura. No obstante, nuevas interpretaciones han valorado el gran desarrollo que se logró mediante la arquitectura, la creación de universidades y la influencia religiosa (catolicismo e
islam), entre otros elementos.
La Edad Media y el origen de la idea de “Europa”, estudio polı́tico y lingüı́stico del
mapa europeo actual y su correlación con la era medieval
La idea de Europa como una unidad cultural, se desarrolló durante la Edad Media. Tras la caı́da del
Imperio Romano de Occidente, los nuevos pueblos que ingresaron al continente fueron configurando una
identidad en torno a tres elementos: la fe cristiana, la ascendencia étnica germana y la conciencia del
orden polı́tico romano, basado en el derecho. Ası́, el territorio que hoy se conoce como Europa, durante
la Edad Media, fue comprendido como la Cristiandad, en cuya cabeza se encontraban el Emperador y
el Papa. El idioma de la alta cultura europea siguió siendo el latı́n.
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Si se compara el mapa polı́tico de Europa actual con el de la Edad Media, podrá evidenciarse cómo
los distintos reinos germanos, suevos y Bizancio fueron dando forma territorial y de identidad a las actuales repúblicas nacionales, en su correspondencia: visigodos en Portugal y España; francos en Francia,
Bélgica, Suiza y norte de Italia; lombardos y ostrogodos en Italia; bizantinos en el sur de Italia, Grecia,
Turquı́a, Bulgaria, Serbia y Albania; suevos en Rumania, Ucrania, Bielorrusia, Estonia, Letonia, Lituania,
Finlandia y Rusia; anglos y sajones en el Reino Unido, mientras que celtas y britanos en Irlanda; vikingos
en Noruega, Suecia e Islandia y por último, alamanes y otros reinos germanos, fueron congregados en el
Sacro Imperio Romano Germano, bajo la corona de Alemania en Aquisgrán, con alcance a las actuales
Alemania, Holanda, Dinamarca, Austria, Hungrı́a, Polonia y República Checa.
Lingüı́sticamente, destacan tres grupos idiomáticos. Para identificarlos es importante tener en cuenta el mapa del Imperio Romano y las provincias más romanizadas, pues fueron éstas las que dieron origen
a las llamadas lenguas románticas de Europa: castellano, catalán, gallego, portugués, francés, italiano
y rumano. Las lenguas germánicas y anglosajonas se ubicarán al norte del rı́o Rhin y en la región Escandinava. Por último, las lenguas eslavas se ubicarán en la región Este de Europa, sobre el rı́o Danubio
y bajo Hungrı́a y Rumania.
Bélgica
Océano
Atlántico
Francia
Luxemburgo
Suiza
España
Po
rtu
gal
Mónaco
Italia
Córcega
Español
Catalán
Gallego
Portugués
Islas
Baleares
Cordeña
Moldavia
Rumania
Albania
Grecia
Mar Mediterráneo
Francés
Occitano
Franco - Provenzal
Provenzal
Italiano
Rumano
Sardo
Romancho
Figura 14: Distribución actual en Europa de las lenguas derivadas del latı́n.
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4.
Esquema de sı́ntesis
La Europa Medieval
y el Cristianismo
Se divide en
Alta
Edad Media
Baja
Edad Media
Se caracteriza por
Se caracteriza por
Reinos Germanos
de Occidente
La Sociedad
Feudal
Imperio Carolingo
La Economía en
el Feudo
Sacro Imperio
Romano Germánico
Imperio
Bizantino
Islam
Fines de la
Edad Media
El surgimiento de
la Burguesía
La Iglesia Católica
en el Medioevo
Bibliografı́a
[1 ] Claramunt, Salvador y otros (1992). Historia de la Edad Media. Barcelona: Ariel.
[2 ] Duby, George y Braudel, Fernand. (1992). El Mediterráneo, los hombres y su herencia. Ciudad
de México: Fondo de Cultura Económica (FCE).
[3 ] Garcı́a, José (1988). La época Medieval. Madrid: Alianza.
[4 ] Le Goff, Jacques (1990). El hombre Medieval. Madrid: Alianza.
[5 ] Rivera, Carla (2007). Historia del Mundo. Santiago: Santillana.
[6 ] Valdeón, Julio (1995). La Alta Edad Media. Madrid: Ediciones Generales Anaya.
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