La Paciencia - Hermanas de la Caridad Dominicas de la

Transcripción

La Paciencia - Hermanas de la Caridad Dominicas de la
«Apurados, más no
desesperados… »
2Co 4,8b
PACIENCIA
…hacer espacio
“Ensancha el espacio de tu TIENDA”
Is 54,2a
“En la Esperanza tenemos nosotros como
un ANCLA firme y segura de nuestra alma”
Heb 6,19
JESUCRISTO, HIJO DE DIOS, SALVADOR
La Paciencia, hacer espacio para recibir las dificultades cotidianas, como oportunidad de
conocimiento y crecimiento personal para la Misión. Paciencia, termómetro, por decirlo de
alguna manera, de creer, de amar y de esperar en comunidad, frente a la Misión.
Contenido
INTRODUCCION ............................................................................................................................................. 3
I.
LA CALIDAD PROBADA DE LA FE PRODUCE PACIENCIA......................................................................... 6
1.1
Calidad de la FE.............................................................................................................................. 6
1.2
Prueba de la FE .............................................................................................................................. 7
1.3
Capítulo XI De las Tentaciones y Penas de Espíritu ..................................................................... 8
II.
LA CARIDAD ES PACIENTE .................................................................................................................... 10
2.1 Unidas en Comunidad ....................................................................................................................... 10
III.
APURADOS, MÁS NO DESESPERADOS (2Co 4,8b) ........................................................................... 13
3.1 La Esperanza ...................................................................................................................................... 13
3.2 El Ser Humano según el Vaticano II ................................................................................................... 14
3.3 Actitud frente al sufrimiento humano .............................................................................................. 15
CONCLUSIONES ........................................................................................................................................... 17
2
INTRODUCCION
Para hablar de la paciencia es importante iniciar diciendo que es propuesta como virtud, y es
entonces donde nos preguntamos y qué es la virtud.
Desde el punto de vista de la doctrina cristiana: la virtud es una disposición habitual y firme a
hacer el bien. Permite a la persona no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma.
Con todas sus fuerzas sensibles y espirituales, la persona virtuosa tiende hacia el bien, lo busca y
lo elige en acciones concretas.1
Desde el punto de vista bíblico: la virtud consiste en una relación viva con Dios en una
conformidad a sus palabras, en una obediencia a su voluntad en una orientación profunda y
estable hacia Él. Los actos del ser humano deben manifestar una docilidad y una fidelidad que
vienen del corazón y que son expresión del amor, tal es la ley fundamental de la Alianza. Esto es
en el corazón que está la raíz de la virtud o del vicio.2
Desde el punto de vista de testimonio: Las virtudes son la ética de Peregrino, del que busca un
camino para ser feliz y libre.3
Hay virtudes cardinales o humanas son actitudes firmes, disposiciones estables, perfecciones
habituales del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras
pasiones y guían nuestra conducta según la razón y la fe. Proporcionan facilidad, dominio y gozo
para llevar una vida moralmente buena. El hombre virtuoso es el que practica libremente el
bien.4
La virtud: literalmente significa “Fuerza”. Las virtudes cardinales: la fortaleza, la prudencia, la
templanza y la justicia. Irán dando fuerza para el viaje.
La fe, la esperanza y caridad son virtudes que nos permiten entrever el fin del viaje: la vida con
Dios. Llegar a ser bueno no es solamente cumplir las reglas, sino llegar a ser un actor ético,
alguien que sabe como discutir con las decisiones difíciles y decidir que caminos tomar. Pero
sobre todo, las virtudes nos dan forma para ser felices con Dios.5
Se define la Paciencia: Del latín “patientĭa” capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse.6
1
Catecismo de la Iglesia católica. no. 1830
X. Dufour p. 1336
3
Timothy RADCLIFFE , OP. Angers, 6 octobre 2006 Rentrée Solennelle de l’Université Catholique de l’Ou Leçon
inaugurale. St John’s College, Oxford.
4
Catecismo no. 1804
5
Idem. Timothy RADCLIFFE.
6
Diccionario de la lengua española. 22ª. Edición.
2
3
 Virtud del que sabe sufrir con resignación.
 Facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho.7
Entre los sinónimos: apacible, manso, dulce y agradable en la condición y el trato; y adjetivos:
de buen temple, tranquilo y agradable.
Según San Agustín, por la paciencia humana toleramos los males con ánimo tranquilo, sin
perturbación de la tristeza. La paciencia es necesaria cuando hay que soportar males, pero será
eterno el bien al que se llega por medio de ella.
Actualmente, encontramos una variedad de soluciones frente a los sufrimientos o dificultades,
por ejemplo: para mantener una buena salud ayuda la tolerancia, conciliación y solicitud;
enfrentar los desafíos del día a día con inteligencia, calma y serenidad. ¿Para qué llevar la vida
tan en serio? Procura sonreír y jugar. Busca tu bienestar a través del contacto con la naturaleza,
ejercicios físicos y relajamiento, de meditación, que te conecta con la fuente de la vida.8 Esta
propuesta para mejorar la salud. En realidad ¿da resultado evadir los males? o por otro lado un
“consuelo” simple, “Dios así lo quiere”. Estos dos extremos los vivimos en diferentes
circunstancias de la vida. La paciencia no es indiferencia ni tampoco aguantar males o
sufrimientos.
¿Cómo entender que es posible soportar males? ¿Cómo ayuda la paciencia? ¿Cómo entender la
paciencia? Estas son las preguntas que motivan este estudio y porque sutilmente se nos va
enseñando que la impaciencia es falta de Fe, es falta de Amor y falta de Esperanza.
Entonces, nos seguimos preguntando, ¿habrá contradicción en lo que dice la carta a los
romanos: “porque la tribulación engendra la paciencia” y en la carta a Timoteo “oramos para
que podamos vivir una vida tranquila y apacible con piedad y dignidad. Esto es bueno y
agradable a Dios, nuestro salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al
conocimiento de la verdad”.9 ¿Cómo entender esto?
Y aún hay más, el sufrimiento puede ser una bienaventuranza, pues prepara para acoger el
Reino, permite revelar las obras de Dios la gloria de Dios y la del Hijo de Dios.10
En la Biblia encontramos: “mira lo que te hace daño y no te lo permitas. El que se cuida prolonga
su vida”.11 Dios nos ama, quiere nuestro bien “El Señor nuestro Dios es compasivo y clemente,
aunque nos hayamos rebelado contra Él”.12
7
Diccionario de la lengua española.
Texto el mensaje de los órganos internos Mantak Chia Chi nei Tsang. Formación Olga Mendoza psicóloga
Psicoterapia-Naturoterapia-Reprogramaciôn mental. 2007
9
1 Tim 2,2b -4
10
X. Leon-Dufour Vocabulario de Teología Bíblica. p.777
8
4
Para intentar comprender y responder a las cuestiones anteriores, estudiaremos lo que se dice
de la paciencia relacionada con la Fe, el Amor y la Esperanza:
I.
II.
III.
La calidad probada de la Fe produce paciencia13
La Caridad es paciente 14
Apurados, más no desesperados15
La primera parte, la fe expresión de conocimiento personal se relaciona en quien pongo mi
confianza, profundizando el capítulo XI de los Reglamentos de las Hermanas de la Caridad de
Sainville16. La caridad en relación a la vivencia en Comunidad, profundizando el capítulo II de los
Reglamentos y la Esperanza en vista a la misión.
11
Ecle 37, 27b.
Dn 9,9
13
St 1,3. Rom 5,3.
14
1Co 13,4.
15
2Co 4,8b.
16
Hermanas de la Caridad de Sainville, primer nombre de la Congregación Hermanas de la Caridad Dominicas de la
Presentación de la Santísima Virgen.
12
5
I.
LA CALIDAD PROBADA DE LA FE PRODUCE PACIENCIA17
Creer es una manera de ver la realidad y de interpretarla. La fe ve la realidad con los ojos de El
Señor, por eso frente a una dificultad tenemos la oportunidad de purificar lo que creo, en quién
o que pongo mi confianza.
1.1
Calidad de la FE
Al detenernos en la primera palabra “calidad” nos hace remitirnos a la súplica que en varias
ocasiones le pidieron a Jesús “creo, pero auméntame la fe”; y la constante “que vea Señor” nos
habla de que en ocasiones nos falta fe y es por eso, cuando llega una situación inesperada, es
menos fácil ver la presencia del Señor.
¿En quién o qué pongo mi confianza? La paciencia nos invita a esperar para “ver” en la situación
que nos llega, una oportunidad de crecimiento, porque nos permitirá hacer un espacio para “un
diálogo”. ¿Quién soy? No es fácil responder, me doy cuenta que: no soy mis sentimientos, no
soy lo que piensan de mí, no soy lo que hago, no soy lo que conozco, no soy mis logros, no soy
mis fracasos, no soy mis faltas y podríamos continuar enumerando situaciones. Lo anterior
forma parte de mi ser pero no soy solo eso. “La vida es más que el alimento, y el cuerpo más que
el vestido.”18
Para comprender una situación, es necesario pedir ayuda al Señor, nos hizo y somos obra de sus
manos, da la sabiduría a todos generosamente.19 No apresurarse a interpretar porque podemos
fácilmente interpretar objetiva o subjetivamente la situación en la que nos encontremos por
mencionar algunas: enfermedad, conflicto, soledad, una pérdida, fracaso, etc. En estos
momento menos fáciles se nos nubla la vista. Debemos dejar que Dios nos diga una palabra
para interpretar de otra forma. Esta interpretación no la deja a nuestra fantasía, ésta puede que
se nos dé por Dios como un regalo de su parte. En la Biblia, Él nos ha dejado los modelos de
interpretación que pueden explicar bien las situaciones de nuestra vida.20 Pero no se da
inmediatamente.
Para darnos cuenta si la FE es verdadera se hará notar en la transformación del entorno o
ambiente en el que viven las personas. Tener una fe transformadora es una responsabilidad de
todo el que quiera ser discípulo de Jesús. 21
Si recibimos las diferentes circunstancias de la vida, con una mirada de fe, se nos dará la fuerza
para afrontarlas y actuaremos frente a ellas con una actitud interior.
17
St 1,3. Rom 5,3.
Mt 6, 25b.
19
St.1,5
20
Anselm Grun Une méditation pour chaque jour. Ed. L’atelier 2001. p.71
21
Toribio Tapia Bahena. Del Seguimiento al Testimonio. CEM Comisión Episcopal para la Pastoral Profética. 2010.
México p. 289.
18
6
Es decir, “Sabemos que en todas las cosas interviene El Señor para bien de los que lo aman…”22
Nada puede pasarme que El Señor no quiera. Y todo lo que Él quiere, por muy malo que me
parezca es en realidad lo mejor.
Por tanto la calidad de la fe, se refiere si es fe que transforma, impulsa, da vida o no. Frente a
una dificultad tenemos la oportunidad de purificar en quien pongo mi confianza, sufrimiento
purificación de deseos e invitación a tener paciencia para VER, es decir Creo.
1.2
Prueba de la FE
La palabra “Prueba” evoca dos series de realidades. Una orientada, hacia la acción: un examen,
un concurso; la otra replegada en la aflicción: una enfermedad, una pérdida, un fracaso.23
En la Biblia, el pueblo de Israel, narra su historia de salvación donde El Señor los acompaña e
hizo una Alianza con ellos. El pueblo en muchas ocasiones se desvió y adoró a ídolos, es decir,
no al verdadero Dios. Cuando el pueblo se encontraba esclavizado gritaba al Señor para que se
acordara de ellos y los librara de lo que creían su castigo por no respetar la Alianza con el Señor
fiel y misericordioso. Es así como los profetas les van a recordar constantemente el amor del
Señor y la infidelidad del pueblo. Es por eso que encontramos que creían que el Señor los
castigó, que los corregía y los amaba.
Pero, más tarde se preguntaron ¿Por qué sufre el justo? Su respuesta fue, no es un castigo es
una prueba: “nuestro Dios, que ha querido probarnos…” 24 . En el Nuevo Testamento
encontramos con respecto a la prueba que: “ninguno cuando sea probado, diga: Es Dios quien
me prueba…”25 Dios pone en la prueba, pero no le induce al mal. “No digas: me he desviado por
culpa del Señor…”26 Dios es fiel y no permitirá que seamos tentados sobre nuestras fuerzas.27
En los evangelios se nos narra que Jesús fue tentado. El verbo griego que se usa para decir
tentar significa principalmente “poner a prueba” con intención siniestra o perversa. De acuerdo
con el texto de las tentaciones en Lucas, la finalidad principal del tentador no es hacer que
fracase Jesús sino el Plan divino de salvación.28
La 1ª y 3ª tentación inician con una condición: “si tú eres el Hijo de Dios…” el tentador sabe que
Jesús es el Hijo de Dios pero lo invita a que lo demuestre de modo inadecuado, contrario al Plan
de Dios. Si para Lucas Jesús es la plenitud del hombre, el término Hijo de Dios refleja la perfecta
humanidad, que sólo se da entrelazada en profundidad con lo Divino. De este modo, las tres
tentaciones no son sólo lo que aparta de Dios sino lo que elimina la auténtica humanidad. Por
eso no sorprende que las tres tentaciones se relacionen con problemas comunes e importantes
de todo ser humano: vivir sólo de pan, adorar a alguien diferente a Dios y tentar a Dios. Desde
este punto de vista las tentaciones son también una manera de querer ser hombre pero de
22
Rom 8,28
X. Leon-Dufour Vocabulario de Teología Biblica. 1967. p. 655.
24
Judith 8, 25
25
St 1,3
26
Si 15,11
27
1Co 10,13 b
28
Toribio Tapia Bahena. p.103
23
7
modo inadecuado.29 El hecho de que sean tres tentaciones y no más, tratan de resumir, no las
tentaciones de Jesús, sino las de todo ser humano.
Los primeros cristianos no tuvieron dificultad de admitir que Jesús tuvo tentaciones; los llenaba
de esperanza y les garantizaba que Él realmente se había hecho uno de ellos, excepto en el
pecado.30 El pueblo de Israel en el desierto, fue puesto a prueba y falló, Jesús salió victorioso,
esto permite interpretar las tentaciones en sentido comunitario.
Es el sentido comunitario lo que más llama la atención en toda la reflexión de este texto porque
la superación de las tentaciones no tiene como principal frivolidad sentirnos buenos o
autoperfeccionarnos, la superación de las tentaciones nos capacita para ir al encuentro de los
hermanos, para la misión. Queremos ser mejores porque eso nos capacita más para ir al
encuentro de nuestros hermanos y ayudarlos y de tal manera que el tiempo de gracia sea una
realidad para ellos y de este modo para nosotros también. “fijos los ojos en Jesús, el que inicia y
consuma la fe”31
1.3
Capítulo XI De las Tentaciones y Penas de Espíritu 32
Marie Poussepin 33 al hablar de la tentación cita la carta de Santiago refiriéndose
indistintamente prueba y tentación. No es ningún pecado ser tentado, no dar ocasión y alejarse
nos recomienda; en estas ocasiones tener en cuenta que Dios no nos abandona y además tiene
sus designios. Todos somos tentados, oportunidad para practicar las virtudes.
Las pruebas son una oportunidad de crecimiento porque nos hace más atentas para combatir
nuestras imperfecciones, expiar nuestras faltas, recurrir solo a Dios, practicar el mayor número
de virtudes; sobre todo la humildad.
Es desde esta perspectiva de OPORTUNIDAD, de crecimiento, momento favorable, que vamos a
ver las dificultades cotidianas y que nos permiten despojarnos de nuestras “seguridades”.
Es así con esta convicción que somos invitados a hacer espacio, a esperar, a dejar caer, poner
atención, es decir practicar la paciencia.
Dejarnos maravillar por la creatividad de Dios, estar abiertas para recibir las diferentes
circunstancias de la vida, hará posible la destrucción de nuestros ídolos. Entendiendo por ídolo
la proyección de mí deseo. Juan Bautista se despoja de su creencia de Dios… lo descubre Yo no
soy. Quitar el deseo de apropiarme, tomar distancia del dolor, alegría, sensibilidad del ambiente
mismo, vacío de situación de apropiación, hacer el lugar para Dios y Él destruirá los ídolos;
tomar el lugar que nos corresponde, creatura amada de Dios a su imagen y semejanza.
29
Toribio Tapia p. 104
Heb 4,15
31
Heb 12,2
32
Reglamentos para las Hermanas de la Caridad de Sainville
33
Fundadora de las Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación
30
8
Ya hemos mencionado que no soy solo mis éxitos, cualidades, conocimientos, salud, etc. La
tentación se puede dar en rendirles culto y creer que esto es lo que mueve mi vida y sin ello no
puedo vivir. Tenemos oportunidad de purificación de nuestros deseos, destrucción de ídolos
“no vayas a dejarte seducir y te postres ante ellos para darles culto”.34 “Yahvé es Dios y no hay
otro fuera de Él.35
En cada sufrimiento se esconde también una oportunidad de conversión. La conversión no es
automática. El sufrimiento puede volverse maldición y encerramiento de sí mismo. Pero cuando
acepto el sufrimiento como una realidad del ser humano en donde Jesucristo me acompaña,
entonces puede cambiar profundamente, me dará paz, hará nacer en mí nuevas capacidades
que quedarían dormidas sin esta experiencia.36
“Todos los sufrimientos de este tiempo son solamente los dolores de parto que preparan el
nacimiento de Dios en nosotros”. 37 Es decir, las dificultades pueden suscitar el diálogo, una
conversación de manera diferente para experimentar el misterio de Dios en mi historia. Como
Job “sólo de oídas te conocía, pero ahora te han visto mis ojos…”38 lo grandioso de Job no fue
solo soportar las dificultades sino que experimentó la cercanía del Señor en su situación, una
experiencia nueva y purificada de su relación con Dios. “Todo sufrimiento no es meritorio, solo
lo es el que procede de la voluntad y del amor. El sufrimiento no es nada sin la virtud…39 ”el
Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza…”40Mi fuerza se realiza en la flaqueza.41 Aceptar mi
situación puede ser apertura para el diálogo. Una respuesta a la invitación de Dios ha ensanchar
mi tienda42, hacer espacio para encontrarlo presente en mí.
Recordar que algunas de las faltas o errores que cometemos vienen frecuentemente de la
precipitación, por no estar disponibles para la verdad pues estamos demasiado activos.43 Es
entonces preciso esperar, estar atentos cuando las situaciones llegan y no están previstas como
cuando se apaga la luz de un lugar no se ve nada al instante, es necesario esperar para que se
dilaten las pupilas y entre la Luz y comience a distinguir para avanzar. La fe no suprime las
dificultades, hace una relectura de toda situación con nuevos ojos.
“Prepárate para mañana; sube temprano al monte Sinaí y aguárdame allí en la cumbre del
monte”44 de esta frase lo que más llama la atención es “aguárdame” esperar, perseverar, estos
verbos se relacionan con la paciencia hacer espacio para el encuentro.
34
Dt 4,19
Dt 4,35
36
Anselm Grun p. 134
37
Anselm Grun. Cita a Jean Tauler p. 174
38
Job 42,5
39
Alain de Libera Eckhart, Suso,Tauler ou la divinisation de l’homme ;Bayard Editions Paris 1996.p .128
40
Rom 8,26a
41
2 Co12,9
42
Is 54,2a
43
Fray El Estudio 28 p
44
Éxodo 34,2
35
9
Ahora, parece un poco más comprensible porque se dice que frente a una dificultad uno puede
tener paz, alegría y consuelo, pues se apoya en el Señor y nace una nueva experiencia de Dios
que de Él solo tenemos bienes, aunque no veamos y surge la demanda que vea, Señor.
Amar al Señor no por los bienes que recibimos, sin interés, amarlo. El maestro Eckhart dice que
la segunda cosa que ha de tener el hombre que ha de morar en Dios es: que no ame ni éste bien
ni aquel, sino que ame el Bien del cual fluye todo bien, ya que no es placentera ni apetecible
ninguna cosa sino en la medida en la que Dios se halla dentro de él. Por eso no ha de amarse
ningún bien sino en cuanto se ama en él a Dios; y por ende, no se debe amar a Dios ni por su
reino de los cielos ni por ninguna cosa sino que hay que amarlo por la bondad que es Él en sí
mismo. Porque, quien lo ama por otra cosa, no mora en Él sino en aquello por lo cual lo ama.
Por eso: si queréis permanecer en Él, no lo ames por nada fuera de Él mismo.45 Esto es un
camino, la paciencia nos anima para continuar la marcha.
La paciencia no solo tiene que ver con lo que creo frente a las dificultades o acontecimientos,
sino también como amo a los demás. Por eso las dificultades que se suscitan en las relaciones
humanas son otra oportunidad de crecimiento en la forma de amar.
II.
LA CARIDAD ES PACIENTE46
Marie Poussepin al hablar de la caridad de las hermanas entre sí, nos remite al amor que
Jesucristo tiene por los seres humanos y no fundada en el parentesco o la afinidad. 47 La
paciencia cotidiana de Jesús frente a las personas con las que se encontraba revela su amor. En
el corazón de Jesús todos tienen lugar, no rechaza a nadie, al contrario, en los Evangelios se nos
narra una y otra vez cómo enseña, escucha, acompaña, anima, ilumina, respeta el proceso de
cada persona a su paso. Y nos da un mandamiento nuevo que se amen unos a otros como Él nos
ha amado. ¿Qué pensaba del ser humano? ¿Por qué lo trataba con tanta delicadeza? ¿Por qué
lo amaba y recomienda a sus amigos hacer lo mismo? La forma de tratar a las personas tiene
que ver con lo que se piensa a cerca del ser humano y, por supuesto, de lo que cada persona
piensa. Las relaciones interpersonales serán menos tensas, si se hace espacio para acoger y por
supuesto escuchar atentamente qué piensa, no solo cómo se expresa de los demás sino de sí
mismo y lo que descubre de sí misma la persona que escucha; pero teniendo como referencia a
Jesús que es nuestra comunión.
2.1 Unidas en Comunidad48
Según los reglamentos antes citados, la comunión de las hermanas tendrá en cuenta que “la
caridad debe ser el alma de la Comunidad”49
45
Sermón XLI Permanecer en Mi Jn 15,4
I Co 13,4
47
Capítulo II De la Unión y de la Caridad de las Hermanas entre sí. Reglamentos para las hermanas de Sainville
48
Constituciones y ordenaciones Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación
46
10
La comunión, Sacramento de unidad con Cristo. La Eucaristía es contemporáneamente
sacramento de la unidad eclesial y de la unidad de la comunidad de consagrados. En definitiva,
es «fuente de la espiritualidad de cada uno y del Instituto». ¿Cómo lo hacemos vida? Para que
se produzca con plenitud los esperados frutos de comunión y de renovación, no pueden faltar
las condiciones esenciales, sobre todo el perdón y el compromiso del amor mutuo.50 ¿Amamos
al estilo de Jesús? Será una constante pregunta para darse cuenta en donde se tiene que
trabajar para la comunión.
En las cartas de San Pablo se nos reitera el mandamiento del Señor, para vivir de acuerdo a su
vocación, amarse los unos a los otros con toda humildad, dulzura y paciencia. 51 Encontramos
también, la recomendación explícita de amarnos con algunas características. Así mismo, en el
libro de los Proverbios ya se habían dado cuenta que era necesario ser paciente con los
hermanos “más vale hombre paciente que un héroe, un hombre dueño de sí, más que un
conquistador de ciudades”.
En la vida cotidiana, las relaciones interpersonales nos harán darnos cuenta de la forma en que
nos amamos. Es necesaria la paciencia para descubrir nuestras carencias, heridas y bloqueos
que según los expertos nos condicionan para amar como Jesús gratuitamente, es decir libre, ir
más allá de las apariencias. Por el contrario, la impaciencia, nos indicará la falta de amor, al no
aceptar a alguna persona tal como es.52 Buscando y descubriendo su singularidad, la huella de la
presencia del Señor que la hace auténtica, única. Es más, la impaciencia es un signo de
inmadurez, falta de amor.
En la constitución número 4, 53 “Nuestra comunión en Cristo fundamenta el estilo de nuestras
relaciones fraternas y nos impulsa a profundizar lo que nos une. En un clima de verdad, de
delicadeza y discreción que favorece la amistad, nuestra diversidad llaga a ser riqueza para la
comunión y la misión”.
“Necesitamos lucidez y rectitud para descubrir en nuestras hermanas, más de sus limitaciones,
sus dones y posibilidades, porque cada una recibe la manifestación del Espíritu en vista del bien
común”. Ir más allá de la función que desempeñe, lo estudios, el origen, etc. Aprender a
escuchar, a poner en común nuestras ideas, no etiquetar, no tener miedo a buscar la causa de la
dificultad, para crecer personal, comunitariamente en vista de la Misión.
Para ver al Señor en el hermano, es necesario recibirlo con un corazón puro, es decir sin
prejuicios. Jean Cassien comenta: No hay vida comunitaria posible entre las personas que no se
detienen de juzgarse, de compararse los unos a los otros. El signo por el que podemos reconocer
un corazón puro: “es que ha muerto el acusador de nuestros hermanos” él no puede acusar más,
es librado del malvado. Puede mirar a sus hermanos sin juzgarlos, tal como son. Es a partir de
49
Reglamentos XIV y XL
Caminar desde Cristo No. 26
51
Ef 4,2 Col 3,12
52
Cfr. Jean Cassien « Les Collations » p.35
53
Constituciones y ordenaciones. Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación de la Santísima Virgen.
2010.
50
11
una mirada sin juicio, nos podemos aceptar a sí mismos y entonces cambiar a partir de la
aceptación personal.
Una regla de oro del desierto: “jamás acusar a los otros, siempre acusarse a sí mismo”. Si amo a
mi prójimo como a mí mismo, todo eso que observe en él, puedo observarlo en mí: somos un
mismo cuerpo, miembros los unos de los otros. Si quieres corregir algo en él, debo comenzar
por corregirlo en mí. Cambiar uno mismo antes de querer cambiar a los otros. Entonces podré
aceptar como un Don de Dios a mi hermana.
Luchar contra las injusticias que están en el mundo, es empezar por luchar contra todo lo que
hay de injusticia en nosotros mismos. 54
Marie Poussepin nos recomienda juzgar siempre favorablemente las acciones de las demás, o a
excusar la intención cuando no pueden justificar sus acciones. También señala sabiamente
“advertir a nuestros hermanos con prudencia y dulzura, de sus defectos a fin de destruir el mal
que de esto pudiera nacer”.55 Resaltar prudencia y dulzura porque lo palabra puede ser muy
dura, puede ser muy cruel y puede herir. El silencio puede suavizar la fuerza de la palabra para
hacer vivir.56
Como antes se mencionaba, el conflicto, puede ser oportunidad de crecimiento no solo
personal sino comunitario, si al momento que se suscita una tensión, damos el espacio para
descubrir: su causa. Si el conflicto se suscitó por alguna mentira hay que denunciarla y
terminamos la discusión, pero, si en el conflicto hay circunstancias que llevan a Cristo pero hay
ideas contrarias, hay que continuar dialogando para descubrir en apertura y docilidad al Espíritu
el bien común, la Verdad57, la voluntad de Dios. “Examinen qué es lo que agrada al Señor, y no
participen en las obras infructuosas de las tinieblas, antes bien, denúncielas”58
El Espíritu sopla donde quiere, poner atención no solo es hacer espacio para acoger la
experiencia de la hermana sino reconocer en ella la obra de Dios y escuchar atentamente para ir
más allá de quien habla sino de lo que dice el Espíritu Santo que se manifiesta en cada persona.
Será así como acogeremos la gracia que se nos da en abundancia, que viene de Dios y nos llama
a la comunión.
De lo anterior, se hace referencia en el documento Caminar desde Cristo “La comunidad debe
ser Escuela de comunión, acoger las diversidades como riqueza y a integrar los diversos modos
de ver y sentir. La interculturalidad, las diferencias de edad y el diverso planteamiento
caracterizan cada vez más a los Institutos de vida consagrada. La formación deberá educar al
diálogo comunitario en la cordialidad y en la caridad de Cristo, enseñando a acoger las
diversidades como riqueza y a integrar los diversos modos de ver y sentir. Así la búsqueda
constante de la unidad en la caridad se convertirá en escuela de comunión para las
54
Idem p. 36
Cfr. Marie Poussepin « Reglamentos para las hermanas de Sainville » p.18
56
La Palabra como acontecimiento. Centro de Estudios Marie Poussepin.
57
Jn 16, 13 El Espíritu de la verdad. Homilía de Fr. Eric de Clermont T
58
Ef 5,10-11
55
12
comunidades cristianas y propuesta de fraterna convivencia entre los pueblos. 59 Como se vuelve
a resaltar, para que se dé el diálogo, es necesario hacer espacio, es decir apertura para recibir la
novedad de la hermana o hermanos, con los que comparto no solo la vida sino en vista de la
misión a dar testimonio de la esperanza que nos habita.
Como hizo el buen Samaritano, junto al sufrimiento de su prójimo, el tener « compasión », y
finalmente el dar ayuda. En el programa mesiánico de Cristo, que es a la vez el programa del
reino de Dios, el sufrimiento está presente en el mundo para provocar amor, para hacer nacer
obras de amor al prójimo, para transformar toda la civilización humana en la « civilización del
amor ».60 Este párrafo, nos ayuda a profundizar en la manera de situarnos en la Misión. ¿A
quién anunciamos? Al Señor, resucitado.
“Habla a los hombres para su edificación, exhortación y consolación61
Ámense unos a otros como yo los he amado. Se purifica, fortalece, se aprende en la comunidad,
en las relaciones interpersonales reguladas por el amor que el Señor tiene por los seres
humanos, nos abre a la misión. El Señor Jesús dice: hagan lo mismo que Yo; promotor de la vida,
fortalecer la vida, que hagan crecer para elevar los obstáculos.
Es así que Anunciamos el sentido de la vida, es decir, abrirse a la vida, estar a favor de la vida;
hay pruebas, pero nos conduce a su alegría que es el Señor.62
III.
APURADOS, MÁS NO DESESPERADOS (2Co 4,8b)
En esta parte, la reflexión será sobre la esperanza, virtud que nos hace anhelar la felicidad
eterna, en relación con la práctica de la paciencia. “necesitamos la paciencia para que,
cumpliendo la voluntad de Dios, alcancemos la promesa”63 y el compromiso de “dar cuenta de
la esperanza que habita en nosotros”64
3.1 La Esperanza
“La esperanza que nos hace predicadores de la buena nueva no es un vago optimismo, una
alegría sincera que silba en la oscuridad. Es la fe en que al final podemos descubrir un cierto
significado para nuestra vida, significado no impuesto sino que está ahí, esperando que lo
descubramos.”65 “El que espera en Ti no queda defraudado…”66
59
Caminar desde Cristo No. 18 párrafo 4°
Carta Apostólica sufrimiento humano No.30 Párrafo 3°
61
1Co 14,3
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Comentario Fr.
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Heb 10,36
64
1Pe 3,15. Constitución 88 de las Hermanas de la Caridad.
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Caminar desde Cristo
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Sal 24,7
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La palabra resignación, significa según el diccionario de la Lengua Española entrega voluntaria
que alguien hace de si poniéndose en las manos y voluntad de otra persona. Increíble que en
algún momento se invitaba frente una dificultad a resignarse. Pero, con esta definición ambigua,
distorsiona la confianza, porque al decir: en las manos de otra “persona”, no es posible, pues
nuestra vida descansa en las manos de Dios. Poner mi confianza en otra cosa o situación y
darme cuenta que no es lo que creía, puede causar desesperanza, o tengo una oportunidad de
purificación para descubrir en quien pongo mi confianza y cambiar. Esto no es posible hacerlo
solo una vez, sino ir cada vez más profundamente.
Es así, que la forma de compartir la esperanza que nos habita, es presentar a Jesucristo, quien
está a su puerta y llama para cenar con Él. “Lo que se diga o se haga por Dios debe provocar
vida…”67 La fe y la esperanza en la resurrección deben provocar que las personas vivan más que
con deseos de prolongar su existencia con el compromiso de vivir con sentido.68
“El género humano se halla en un período nuevo de su historia, caracterizado por cambios
profundos y acelerados, que progresivamente se extienden al universo entero.”69
3.2 El Ser Humano según el Vaticano II
Frente a una sociedad que confunde el lugar del ser humano dentro de la creación, salvando
especies en extinción y aprobando leyes contra la vida humana “aborto” y las diferentes
situaciones de muerte que encontramos individualismo, consumismo, hedonismo por
mencionar algunas, es necesario retomar lo que hace más de 40 años se defendió: Es Dios
creador el que constituye al hombre inteligente y libre en la sociedad y, sobre todo, el hombre
es llamado, como hijo, a la unión con Dios y a la participación de su felicidad. Enseña además la
Iglesia que la esperanza escatológica no merma la importancia de las tareas temporales, sino
que más bien proporciona nuevos motivos de apoyo para su ejercicio. Cuando, por el contrario,
faltan ese fundamento divino y esa esperanza de la vida eterna, la dignidad humana sufre
lesiones gravísimas -es lo que hoy con frecuencia sucede-, y los enigmas de la vida y de la
muerte, de la culpa y del dolor, quedan sin solucionar, llevando no raramente al hombre a la
desesperación.70
En resumen el ser humano creado a imagen de Dios, con capacidad para conocer y amar a su
Creador, usa la creación glorificando a Dios, exaltándose a sí mismo como regla absoluta o
hundiéndose hasta la desesperación, la duda y la ansiedad se da como consecuencia.
La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del ser humano a la unión con
Dios. Desde su nacimiento, el hombre es invitado al diálogo con Dios “Hacer espacio” frente a
una dificultad como oportunidad. Existe pura y simplemente por el amor de Dios, que lo creó y
67
Toribio Tapia.
Toribio Tapia p. 314
69
Gaudium et spes no. 4
70
Ibídem. No. 21
68
14
por el amor de Dios, que lo conserva y se puede decir que vive en la plenitud de la verdad
cuando reconoce libremente ese amor y se confía por entero a su creador. 71
3.3 Actitud frente al sufrimiento humano
En el número 1.2 del primer capítulo de este documento, se habló del sufrimiento humano,
pero en esta parte se trata de la manera en la que nosotros nos aproximamos al hermano que
sufre, consolando, presentando a Jesucristo. Me parece que la explicación del Buen Samaritano,
en la carta sobre el sufrimiento, presenta la manera propuesta frente a esta realidad.
La parábola del buen Samaritano, testimonia que la revelación por parte de Cristo del sentido
salvífico del sufrimiento no se identifica de ningún modo con una actitud de pasividad. Es todo
lo contrario. El Evangelio es la negación de la pasividad ante el sufrimiento. El mismo Cristo, en
este aspecto, es sobre todo activo. De este modo realiza el programa mesiánico de su misión,
según las palabras del profeta: « El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ungió para
evangelizar a los pobres; me envió a predicar a los cautivos la libertad, a los ciegos la
recuperación de la vista; para poner en libertad a los oprimidos, para anunciar un año de gracia
del Señor. Cristo realiza con sobreabundancia este programa mesiánico de su misión: Él pasa
«haciendo el bien», y el bien de sus obras destaca sobre todo ante el sufrimiento humano.72
Compromiso de las personas consagradas, de ser portadoras de vida, pacientes, dispuestas a
comenzar cada día, a dejarnos interpelar, confiadas en el Señor “todo lo podemos en aquél que
nos fortalece y nada podemos sin Él. “Las personas consagradas tienen el deber de ofrecer con
generosidad, acogida y acompañamiento espiritual a todos aquellos que se dirigen a ellas,
movidos por la sed de Dios y deseosos de vivir las exigencias de su Fe. Cuando la escucha del
otro es auténtica, ofrece la ocasión propicia para proponer la propia experiencia espiritual y los
contenidos evangélicos que alimentan la Vida Consagrada. Se testimonia así la esperanza que
hay en nosotros.73
Anunciar a Jesucristo es nuestra misión, la visión de fe, aprendiendo a ver la realidad y los
acontecimientos con la misma mirada de Dios, hasta tener el pensamiento de Cristo. La santidad
no se concibe si no es a partir de una renovada escucha de la Palabra de Dios, es necesario que
la escucha de la Palabra se convierta en un encuentro vital, que permita encontrar, la Palabra
viva que interpela, orienta, y modela la existencia. Es allí donde el Señor, el Maestro se revela,
educa el corazón y la mente. Es allí donde se madura la visión de la Fe.
El sentido de la Providencia supera todo el pesimismo como tragedia y el fatalismo. Siempre es
hora de Dios y por tanto, el interviene. El Espíritu sopla donde quiere, para que nos demos
cuenta, no solo de una situación concreta sino para tener la oportunidad de purificar lo que creo
y espero de Dios. Apertura para recibir los frutos del Espíritu, más que una demanda concreta,74
contemporánea.
71
Gaudium et spes No. 19
Carta Apostólica el sentido cristiano del sufrimiento humano. 1984 No. 30
73
Caminar desde Cristo No. 24
74
Fr. Jean Etienne Long. Filosofía Contemporánea .
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15
Si no se anuncia a Jesucristo, se corre el riesgo de presentar ideas o principios que pueden ser
interpretados ligeramente y suscitar confusión. En la historia de la humanidad, la paz y la
felicidad del mundo jamás fueron tan dependientes de una búsqueda inteligente de la verdad.
Dos peligros mayores, en efecto, nos amenazan. De un lado, Fundamentalismo que pretende
detentar toda la verdad. Del otro, el relativismo para el que la verdad no es Accesible.
Por ejemplo, los Cristianos de los Estados Unidos sostienen que, “Armagedón es muy próximo y
que hay que prepararse para la guerra - sin temor, ya que Dios salvará a los Cristianos buenos y
se los llevará con Él en su Paraíso. Existen también unos fundamentalistas Musulmanes de los
que se nos promueve cada día que cometen atentados: se transforman en Bombas vivas y
matan a inocentes. En la India, nos damos cuenta d la subida del fundamentalismo Hindú y
ataques perpetrados contra otras religiones. Hasta pensamos hablar de Fundamentalistas
Budistas.
En esta realidad debemos “Anunciar a Jesucristo”, que dignifica el sufrimiento. Es capaz de
cambiarlo en gozo; Jesús no suprime el sufrimiento, pero lo consuela; no suprime las lágrimas,
únicamente enjuga algunas a su paso en signo de gozo que unirá a Dios a sus hijos el día en que
enjugue las lágrimas de todos los rostros.75
La paciencia, la constancia, madurada en la prueba produce a su vez la esperanza, que no
decepciona. 76 Busquen primero el Reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas se les darán
por añadidura.77 Ver las dificultades cotidianas o de un momento decisivo de la vida como
oportunidad de crecimiento, nos invita a la depuración del deseo (ídolos).
“Cristo, que se hizo solidario de los que sufren, deja a los suyos la misma ley, es firme nuestra
esperanza respecto de ustedes; pues sabemos que, como son solidarios con nosotros en los
sufrimientos, así lo serán también en la consolación”.78
75
Xavier Defour
Rom 5,3
77
Mt 6,33
78
Xavier Defour p. 771
76
16
CONCLUSIONES

…el diálogo consigo mismo para dejar que el Señor purifique los deseos (ídolos) y tomar
el lugar que corresponde de creatura amada de Dios. Como virtud y don del Espíritu
Santo.

…recibir las dificultades cotidianas como oportunidad de conocimiento y crecimiento
personal.

…para recibir a las hermanas de comunidad como un Don, donde las tensiones favorecen
un conocimiento y crecimiento comunitario; porque nos interpelan en la forma de amar,
al estilo de Jesús.

…escuchar atentamente, los gritos de la humanidad que sufre y solidarizarse. Anunciar a
Jesucristo, que espera la apertura de cada persona para darle vida, vida en abundancia.

…impulso, fuerza, para empezar nuevamente superando la fatiga de las dificultades
cotidianas.

… implica una purificación de la fe, de la caridad y la esperanza que hay en cada persona
como dones de Dios.
Y recordemos que frente al estudio, es necesario desarrollar la atención, porque no solo se
aprende en los libros sino en la vida, hay que tener paciencia y orar.
Señor Jesús
Enséñame a recibir cada dificultad como oportunidad para conocerte mejor y conocerme.
Concédeme un corazón puro para amar gratuitamente a tu estilo. Un espíritu firme, que te
reconozca presente en cada situación. Enséñame a sorprenderme de tus iniciativas, de tu forma
tan creativa de seducirme, de llamar mi atención, de invitarme a comenzar de nuevo, a esperar.
Compárteme de tu ternura, delicadeza y apertura para consolar.
Hna. Georgina González Velázquez
Hermana de la Caridad Dominica de la Presentación
Centro de Estudios Marie Poussepin (CEMP 9/mayo/2011)
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