El Castillo, las puertas y las murallas de la Villa

Transcripción

El Castillo, las puertas y las murallas de la Villa
El Castillo, las puertas y las murallas de la Villa
Brihuega no sólo conserva en buen estado cientos de metros de lienzos de la antigua muralla de los
siglos XI – XII, sino que también se mantiene en pie el recinto amurallado de su Castillo, hoy en día
cementerio municipal.
Castillo de la Piedra Bermeja
El Castillo asienta sobre una eminencia rocosa, en el extremo sur de la
población. Sobre el primitivo fortín de los árabes, se añadieron estancias en
el siglo XII, de estilo románico, y posteriormente en el XIII le construyeron la
capilla de tono gótico de transición.
Nos encontramos con que, entrando por la puerta que existe junto a la
iglesia de Santa María, el núcleo central del castillo consta de un espacio
central, el más elevado, en el que hoy aparecen unas construcciones que
debieron pertenecer a salones del palacio. Delante, un amplio espacio
abierto, restos de otras construcciones, sirve de cementerio. Adosado a este primitivo núcleo
constructivo, existe un conjunto de edificaciones al norte, consistentes en una larga nave cubierta de
bóveda de cañón, y que hoy se denomina y utiliza como capilla de la Vera Cruz, a la que se entra por
una sencilla puerta desde el prado de Santa María. Desde el nivel superior se accede a la que fue capilla
del castillo, y que es hoy la pieza artística más singular que en él se conserva. Es un espacio de
dimensiones cuadradas, planta poligonal, con cinco lados, y que constituye un elegante espacio de
arquitectura gótica inicial, obra de los primeros años del siglo XIII, tiene sus cubiertas formadas por
arquerías apuntadas, ojivales, y en el ábside se abren tres ventanales esbeltos y apuntados, mostrando
ménsulas de decoración vegetal, y claves en las bóvedas.
Dentro del patio de armas se alberga la iglesia de Santa María de la Peña, soberbia obra gótica de
transición, edificada en el siglo XIII y con posterioridad mejorada, así como las ruinas del que fuera
Convento franciscano de la reforma alcantarina.
La villa toda de Brihuega estuvo amurallada por completo. Su actual recinto es enorme, de una longitud
de casi dos kilómetros, y puede seguirse con facilidad en su totalidad, aunque donde mejor se observan
hoy en día las murallas briocenses es en su costado noroeste, en el que, incluso restauradas y con
algunas almenas restituidas, evocan con fuerza su aspecto más primitivo.
Un par de interesantes puertas de entrada a la villa merecen también admirarse. Así, el arco de
Cozagón, situado en el extremo sur de la villa, servía de entrada a la misma desde los caminos que
venían desde Toledo. Magnífico elemento de la arquitectura civil gótica, consiste en un par de
solidísimos machones de planta cuadrada, que se unen en lo alto por un apuntado arco. La otra puerta,
situada en el extremo norte de la villa, es la formada por el arco de la Cadena, más sencilla, pero
también escoltada de cubo semicircular, y rematada por murete almenado.
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Leyenda de la Piedra Bermeja
En la antigüedad, vivía en el castillo una muchacha llamada Elisa, de una belleza destacable, de la que
todos los jóvenes querían hacerse con sus amores.
El alcalde y guardián del Castillo Abul, quedó prendado de la hermosura de la bella Elisa y decidió un día
bajar a conocerla.
Elisa estaba disfrutando de un baño en las aguas del río Tajuña, donde su padre disponía de tierras de
labranza y fue en ese momento cuando el taimado moro se acercó sibilinamente acechando a la bella
cristiana, forzándola para obtener lo que la muchacha no le quería dar voluntariamente.
Enfadado al verse rechazado, Abul sacó su espada y la hundió en el cuerpo de la joven, que quedó
apoyada en una piedra cercana a la orilla del río. Dicha piedra quedó teñida de color rojo bermejo.
Llenos de rabia y de dolor, los vecinos briocenses, con Don Alonso, padre de Elisa, a la cabeza,
subieron la piedra al pueblo y la colocaron en un lugar bien visible para recordar a la joven que había
perdido la vida en las aguas del río Tajuña.
Se dice que el día 15 de agosto, día de la patrona de Brihuega, la Virgen de la Peña, la piedra adquiere
un color rojiza más intenso.
Datos a tener en cuenta…
Situación: Sito en el Prado de Santa María, intramuros. El acceso se realiza por la puerta del
Cementerio Municipal.
Horario: de lunes a sábados de 10.00h a 18.00h y domingos de 10.00h a 14.00h.
Entrada: gratuita.
Arco del Cazagón
Fue la puerta más importante de la Villa de Brihuega. Se sitúa al Sur, como acceso al camino que se
dirige al Tajuña primero y al Tajo después. De esta forma, conectaba con el camino que se dirigía a
Toledo.
Se compone de un doble arco, cuya altura máxima es de 10 metros y su anchura de 3.30 metros. Está
toda labrada en piedra de toba, muy blanda a la hora de tallarla, pero de endurecimiento progresivo con
el paso del tiempo.
En ella dejaron los canteros sus señales, siendo repetidas la cruz, el aspa (o cruz de San Andrés), la
escuadra y las paralelas inclinadas, sin que se haya podido encontrar ni una sola señal con la media
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luna, signo inequívoco de haber sido construida por los cristianos y de no
haber intervenido en ella mudéjares, que sí parece que actuaron en la
muralla del castillo (en la puerta del juego de pelota (hoy plaza de Manu
Leguineche) se aprecia la media luna).
Este arco fue notablemente empobrecido en 1965 al construirse la plaza de
toros, puesto que su puerta interior perdió altura.
Por esta puerta penetraron los personajes importantes que visitaron
Brihuega a lo largo de su historia (Alfonso X el Sabio, Rodrigo Ximénez de
Rada, el Cardenal Cisneros…)
Desde este punto para todos aquellos que les guste caminar disfrutando del paisaje, sale una de
nuestras rutas locales de senderismo: “la Ruta del Camino de Toledo”
Arco de la guía
Este arco es el que da acceso al Prado de Santa María.
Fue construido en el siglo XIX por el General Hugo (padre del escritor
Víctor Hugo) durante la Guerra de la Independencia (1808 -1814), con el
objetivo de abrir un hueco por el recinto amurallado para conquistar el
castillo de la Piedra Bermeja.
Con el paso del tiempo se configura como una puerta monumental.
Puerta de la Cadena
La Puerta de la Cadena se abre al Norte de la Villa de Brihuega, siendo denominada en algunos
documentos antiguos como Puerta de Valdeatienza, ya que hasta allí llegaba el camino que se dirigía
hacia la Villa de Atienza.
Está formada por un sencillo arco de medio punto, sobre el
que actualmente podemos ver varias placas conmemorativas
del asalto a la Villa en 1710 durante la Guerra de Sucesión,
en el marco de la Batalla de Brihuega-Villaviciosa que tuvo
lugar en estas tierras alcarreñas.
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Puerta del juego de pelota o Puerta Medieval de Santa María
Se ubica en el sistema defensivo de la parte alta de la Villa, en la muralla que
rodea el Prado de Santa María.
Se trata de una puerta con doble arco apuntado de estilo gótico, y data de la
segunda mitad del siglo XIII, apreciándose marcas de canteros entre las que se
encuentra la media luna.
Presenta excelentes sillares de arenisca y tobas calcáreas, muy regulares y
cuidadas.
Murallas Árabes
La presencia árabe en la villa de Brihuega queda reflejada
en su castillo y en su importante muralla.
Finalizada en el S. XII hoy quedan importantes vestigios en
todo el perímetro del pueblo, conservándose varias de las
puertas de acceso al recinto amurallado (La Puerta de la
Cadena, El Arco de Cozagón, Puerta del Juego de Pelota).
La mayor cantidad de lienzos se encuentra situada en la parte Noroeste de la Villa, en el que, incluso
restauradas y con algunas almenas restituidas, evocan con fuerza su aspecto más primitivo.
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