Artículo Big Heart Zen Psicoterapía

Transcripción

Artículo Big Heart Zen Psicoterapía
INTEGRANDO el BUDISMO y la PSICOTERAPÍA OCCIDENTAL
El Abhidharma – Filosofía y Psicología Budista
por el Maestro Zen Dennis Genpo Merzel Roshi
Estoy utilizando el término Abhidharma para dar nombre a una manera de
estudiar y de soltar cualquier identificación con el yo; esto nos lleva a vivir
una vida más feliz, más saludable y más alegre. Miro este proceso como el
fundamento de una nueva psicoterapia que abarca tanto la Filosofía y la
Psicología Orientales como las Occidentales.
El Abhidharma es conocido como la Enseñanza Superior del Buda; referiré
a ella como la enseñanza del Ápice. Una de las definiciones de Dharma
incluye a todas las manifestaciones de la Realidad (Buda). Por otro lado,
Abhi (Superior), es aquello a lo que he llamado el Ápice de todos los
Dharmas. Así, cuando lo expresamos utilizando la imagen del triangulo,
todos los yoes son Dharma, es decir, un lado del triángulo, y más allá del
yo, o Buda, es el otro lado del triangulo. Abhi es el Ápice que está
constantemente cambiando: un proceso, no fijo, que incluye y abarca todos
los yoes como perfectos, completos e íntegros. Va más allá de la
individualidad o separación, y no está apegado a ningún yo en particular, ni
tampoco al no apego.
Las enseñanzas tradicionales de Abhidharma constituyen lo que se puede
considerar como la psicoterapia budista. Una de las grandes diferencias
entre la psicoterapia budista y la mayoría de las psicoterapias occidentales
es su punto de partida. El entendimiento de Buda, que vino directamente de
su iluminación, puso de manifiesto que todos los seres sensibles están
completos, totales y perfectos tal como son; cada árbol, cada planta o cada
animal es perfecto tal como es. Normalmente no nos fijamos en un árbol o
en un perro y decimos que son imperfectos. Sin embargo nuestra mente
discriminatoria nos dice que nosotros o los demás no somos perfectos tal
como somos. Dentro de la perfección siempre hay imperfección y dentro de
la imperfección ya existe la perfección. Por el contrario, desde sus inicios,
la psicoterapia occidental se ha basado en la noción de alcanzar bienestar o
integridad, viniendo de un lugar desde el cual, uno no está bien o no está
integrado sino que carece de algo.
1 En el Abhidharma basado en la iluminación de Buda, cada uno de nosotros
consiste en 10,000 estados o aspectos del si mismo. Cada aspecto o cada yo
es perfecto y está completo e integrado tal como es; se haya despierto,
consciente, empoderado, integrado y encarnado. Cada aspecto de uno
mismo tiene una voz y una función, y todos y cada uno de esos yoes tiene
el derecho a ser, y está aquí para llevarnos a la total realización gestalt y a
las verdaderas alegría, liberación y felicidad. Cuando un aspecto, o voz, no
está instalado con propiedad y no es apreciado, actúa con formas inmaduras
y violentas; cuando es reconocido y ocupa su lugar correspondiente,
alcanza la madurez y está preparado para ser transcendido, lo que significa
que en realidad va a ir más allá de sí mismo, se va a sanar y se va a readecuar.
Cada uno de estos aspectos o yoes quiere ser oído y escuchado por el Ápice
o el “yo”. La verdadera salud psicológica y bienestar llega de poder ver
todos estos aspectos de uno mismo, incluyendo el no-yo, como un sistema
que funciona bien, como una empresa que conoce y aprecia a todos sus
empleados y elabora el producto más refinado. El CEO de la empresa, a
quien me refiero como el Ápice o yo, cuida a sus empleados escuchando a
todos y cada uno de ellos con presencia plena y otorgándoles su lugar
adecuado para que sirvan a su propósito más alto.
Este proceso de concesión, comienza sencillamente por permitir a cada uno
que hable y que aclare cuál es su trabajo. Así, primero pedimos que cada
voz hable de forma disociada cuando todavía no es conocida ni apreciada.
Todas las voces quieren ser escuchadas, reconocidas, amadas y apreciadas.
Cuando no lo son, actúan de formas desproporcionadas y agresivas
socavando todo el sistema. Cuando a una voz se la esconde en el sótano,
sin comida o sin agua, o no digamos si se la deja sin televisión, Blackberry
o iphone, actúa de forma no sana, patológica o cuanto menos, inmadura. Se
hace daño a sí misma y a las demás voces. Bajo circunstancias extremas,
puede incluso expresarse de forma negativas y violenta con adiciones y
narcisismo. Estas mismas voces, cuando son reconocidas y se les da la
oportunidad de hablar, de tomar su lugar y de ser consentidas, se
transcenderán a si mismas y funcionarán en formas positivas, sanas y
maduras.
Cuando se pide a una voz que imagine cómo sería si fuera una voz
reconocida, honrada y apreciada, comienza a ver su potencial para servir a
todo el sistema y alcanza la madurez y el bienestar psicológico. Más tarde,
cuando esa voz disociada es considerada, integrada y fortalecida, todo el
sistema se da cuenta de su potencial y capacidad. Esto permite que cada
aspecto de uno mismo pase de funcionar desde la negatividad a la
2 positividad, a la salud y al aprecio a todo tipo vida, a si misma así como a
la vida de los demás.
La siguiente etapa, después de incluir e integrar, es separarse y desidentificarse de cada aspecto para obtener la libertad en cada estado de la
mente. Desapegarse y no estar identificado es algo muy diferente de
disociarse de aquello que cada voz aprecia como puro, perfecto y completa;
no estar apegado significa más bien no ser controlado por alguna otra voz.
Cuando todos los yoes son vistos como intrínsecamente perfectos,
completos e integrados, son apreciados como despiertos y por lo tanto son
Buda. El Buda dijo que todos los seres sensibles tienen la misma virtud y
sabiduría que el mismo Buda. Esto significa que todos los aspectos de la
mente, o voces, son Dharma y por lo tanto son Buda. No hay Dharma más
allá de Buda y no hay Buda aparte del Dharma. Todos los Budas son
Dharma y todos los Dharmas son Buda. Todos los seres sintientes son
Buda y todos los Budas son seres sintientes, y cada aspecto del todo, ya que
es un Dharma que se manifiesta como Buda, es una manifestación perfecta
de la sabiduría y la compasión, es Buda, es Dharma.
Una diferencia fundamental entre la psicoterapia Abhidharma y
psicoterapia occidental es que en Abhidharma la noción de sí mismo es
vista simplemente como eso: una idea, un concepto, algo no sólido,
sustancial o fijo. En el Buddha Dharma se le llama sunyata (vacío). El "noyo" o lo trascendente, es aceptado de la misma manera que el "yo". "La nomente" es estimada igual que la "mente".
En Abhidharma el abandono de uno mismo es una parte indispensable del
proceso de auto-realización. Con el fin de abandonar el yo, tenemos
primero que conocer el yo. Aquí es donde la profundidad de la práctica del
proceso Big Mind realmente nos permite conocer a ese yo íntimamente,
antes de soltarlo y dejarlo caer. ¿Cómo se puede soltar aquello que no se
conoce? Sin apreciar el soltar del yo no podemos realmente apreciar el
Ápice en su totalidad. Hay dos lados en un ser humano: el humano y el
lado del ser. Para funcionar bien como humano es necesario reconocer,
abrazar y trascender ambos lados así como el Ápice. El ser humano tiene
todo el potencial para sentir, para tener emociones como el miedo, y para
estar dañado. El lado del ser simplemente es, hay ausencia de las
emociones como el miedo o el daño. Hay un lado personal y un lado
impersonal en cada ser humano. Hay un lado relativo así como un lado
absoluto en esta realidad; hay una plenitud así como hay un vacío que nos
hace seres humanos completos.
3 Cuando cada voz o yo que es encarnado y trascendido va al Ápice. Esto es
lo que yo llamo "Zen Abhidharma," la integración de las enseñanzas de mi
maestro zen Maezumi Roshi y de aquellas que he recibido de los
psicoterapeutas los Dres. Hal y Sidra Stone, haciendo un puente entre la
psicoterapia occidental y la oriental del Buddha Dharma desde nuestra
salud psicológica como seres humanos en el siglo 21.
(traducción por Denis Criado)
Copyright © 2015 by Dennis Genpo Merzel.
May not be reproduced or used in any form (including translation) without written permission.
4 

Documentos relacionados