la alimentación

salud natural
PURIFICANDO EL CUERPO
la alimentación
satvica.
Una parte sutil de lo que consumimos
se convierte en nuestra conciencia.
Swami SIVANANDA (En su obra Senda Divina)
L
Universo Holístico ofrece a sus lectores, de la
mano del Centro internacional de Yoga Sivananda
Vedanta de Madrid, una serie de artículos en los
que, desde una óptica práctica iremos presentando
los conceptos fundamentales de la dieta del Yoga.
Para que todos podamos incorporar a nuestras vidas
una nueva forma de alimentarnos.
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a alimentación constituye junto con el ejercicio
físico adecuado (asanas), la respiración adecuada (pranayama), la relajación adecuada (savasana), el pensamiento positivo y la meditación
(vedanta y dhyana), uno de los pilares fundamentales del
estilo de vida yóguica en el camino hacia la conquista de
la paz del ser. Así lo propuso Swami Vishnudevananda en
“El libro del Yoga”, siguiendo las enseñanzas de Swami
Sivananda.
El yoga ayuda al individuo a encontrar un camino para
llegar al final de este laberinto que es la vida. Para ello
recomienda una dieta puramente vegetariana basada en
el antiguo conocimiento del ayurveda. Así se expone
en “El libro de Yoga y Cocina”, donde encuentra un
extenso y claro recetario de
la cocina que se adapta a la
meditación, elaborado por
los Centros Internacionales de Yoga Sivananda Vedanta. De acuerdo con el
ayurveda, una de las bases
para tener una buena salud
es nutrirnos en armonía
con nuestra constitución. La ciencia del ayurveda nos
enseña la importancia de la dieta en el tratamiento de
PURIFICAMOS E L S E R :
las enfermedades. La longevidad, la fuerza, la energía, el
crecimiento, la complexión y la buena apariencia dependen de un buen aparato digestivo y de una buena dieta.
Cuidar la forma en la que combinamos los alimentos
que ingerimos es muy importante a la hora de nutrirnos
de forma eficaz.
La dieta óptima para la práctica de la meditación es una
dieta sencilla. Eso no significa que las comidas deban
ser poco apetitosas, sino que los alimentos que afectan
negativamente a la mente no deben formar parte de ella.
Estamos sometidos a un bombardeo continuo de
información y consejos sobre nutrición y dietas. Muchas
veces no tenemos la oportunidad de valorarlos con
una cierta perspectiva, y los consejos que recibimos
aparentemente contradictorios, nos confunden.
La práctica espiritual (sadhana) no dará un resultado
satisfactorio, a menos que modifiquemos nuestros
hábitos de alimentación; todo esto debe ir acompañado
de la purificación del corazón y de la conciencia y es allí
donde la alimentación desempeña un papel dominante.
Todo lo que comemos se convierte en energía espiritual
“ojas”, entendiendo este término como la expresión más
pura del metabolismo; el producto final de la digestión
correcta y de la asimilación de la comida.
Sería necesario un aparato digestivo extraordinario para
producir “ojas” a partir de los restos de un pedazo de pizza
con tres días de antigüedad. La dieta yóguica constituye el
camino hacia una alimentación sana utilizando el prana
(la energía) de los alimentos que se convierten en “ojas”
con menos esfuerzo por parte del cuerpo. El ayurveda
llama a estos alimentos sattvicos o puros.
Una dieta sattvica no se basa únicamente en los alimentos
que tomamos a través de nuestras bocas, es también
el aire puro que inhalamos por nuestra nariz, la visión
pura que vemos a través de nuestros ojos, los sonidos que
oímos a través de nuestros oídos y los objetos puros que
tocamos con nuestros pies.
¿Qué es la comida sattvica?.
Las verduras y las legumbres crudas así como las frutas
forman parte de una dieta que purifica el ser. Las raíces
y los tubérculos son sattvicos. Las verduras que crecen
por encima de la tierra son más indicadas para el buen
desarrollo mental que las raíces que crecen bajo tierra.
La harina integral, la leche, la fruta y las semillas son
sattvicas. La comida que hace felices a los hombres, que
es atractiva, jugosa, aceitosa, tierna, sabrosa y deliciosa,
muchas veces puede ser comparada a la comida sattvica.
salud natuaral
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Las especias picantes y caústicas,
el ajo, la cebolla, el exceso de sal,
el café, el té negro y la carne agitan
la mente, haciendo más difícil el
control de los pensamientos en la
práctica de la meditación. También
existe otro tipo de alimentos que
entorpecen la mente, induciéndola
a un estado de ensueño en vez de
propiciar la concentración. Entre
estos se encuentran los alimentos
precocinados y demasiado maduros,
así como también el alcohol y,
aunque no estén considerados como
alimentos, la marihuana y el tabaco.
El paso hacia una vida yóguica es un
proceso que conlleva una iniciación
y una posterior transición hasta
formar parte total del ser. La práctica
de los asanas y del pranayama hará
que resulte mucho más fácil. Los
hábitos dañinos caerán por su propio
peso, simplemente por el cambio
de mentalidad que se experimenta
cuando se empieza a meditar.
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CONSEJOS
AYURVÉDICOS
PARA UNA DIETA
IDEAL
La dieta debe ser sabrosa.
Debemos quedarnos
satisfechos.
Debe proporcionar energía
tanto a corto como a largo
plazo.
Debe ingerirse en la cantidad
correcta.
Debe aumentar la vitalidad
y la memoria.
Debe contribuir a la
longevidad.
Según el Ayurveda Maharishi, “esta
dieta es la mejor para lograr fortaleza
física, una mente clara, buena salud y
longevidad. Conduce a la felicidad y
las emociones afectuosas, pues está a
tono con la naturaleza en su totalidad.
La lista de alimentos sattvicos es
corta y no cubriría los requerimientos
alimenticios de una persona normal,
aunque una dieta bien estructurada,
limitada a leche, hortalizas, arroz y
frutas, sería excelente para la salud."
No cabe ninguna duda de que
somos lo que comemos, como señala
Swami Sivananda en su obra “Senda
Divina”. Una parte sutil de lo que
consumimos se convierte en nuestra
conciencia. La conciencia se refina, la
mente se calma y se centra con más
facilidad. Es entonces con el tiempo
y con la práctica como se conquista
un cuerpo y una mente ligeros,
despiertos y llenos de energía.
Colaboración del Centro
Internacional de Yoga
Sivananda Vedanta de
Madrid
Telf. 91 361 51 50
www.sivananda.org/madrid