Hogar, vivienda y salud

Transcripción

Hogar, vivienda y salud
Colección Informes
Núm. 2
Hogar, vivienda y salud
acción y prevención residencial
Como viven las personas atendidas
por Cáritas Diocesana de Barcelona
2
Redacción:
ACCIÓN Y PREVENCIÓN EN EL
ÁMBITO RESIDENCIAL
Cáritas Diocesana de Barcelona
Departamento de Análisis Social
Programa de Sin Hogar y Vivienda
Servicio de Mediación en Vivienda
Fundación Foment de l’Habitatge Social
VIVIENDA Y SALUD EN
POBLACIÓN VULNERABLE
Ana M. Novoa
Agència de Salut Pública de Barcelona
Edición y Maquetación:
Marta Plujà
Departamento de Análisis Social.
Cáritas Diocesana de Barcelona
Edita:
Cáritas Diocesana de Barcelona
Fotografía de portada:
Daniel Alarcón
Fotografías:
© Alice Sassu (www.alicesassu.com)
© Daniel Alarcón
Archivo de Cáritas Diocesana de Barcelona
Julia Ward
School of Public Health, University of Michigan
Equipo de investigación:
Agència de Salut Pública de Barcelona
CIBER Epidemiologia i Salut Pública
Davide Malmusi
Carme Borrell
Universitat Pompeu Fabra
Jordi Bosch
Cáritas Diocesana de Barcelona
Área de Programas y Servicios
Traducción al castellano:
Montse Gispert-Saüch
Carolina Menéndez
Voluntarias.Cáritas Diocesana de Barcelona
© Diciembre 2013. Cáritas Diocesana de Barcelona
Depósito Legal: XXXXXXXXXX
3
Índice
INTRODUCCIÓN
7
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1. VIVIENDA Y ALOJAMIENTO SOCIAL. VIVIENDAS COMPARTIDAS I UNIFAMILIARES
21
PRESENTACIÓN
1.2. Viviendas compartidas con apoyo socioeducativo
23
29
1.3. Viviendas unifamiliares para personas solas y familias
37
1.4. Conclusiones
47
1.1. Marco teórico de la exclusión social y la exclusión residencial
2. DOS AÑOS DE ACTIVIDAD DEL SERVICIO DE MEDIACIÓN EN VIVIENDA (SMV).
BALANCE Y REFLEXIONES
51
2.1. Origen y razón de ser del SMV
53
2.2. Mediación/Intermediación especializada, un método equilibrador
entre deudores y acreedores
2.3. El funcionamiento del SMV
56
58
2.4. Balance de los primeros dos años del servicio
63
2.5. Características de los hogares atendidos
75
2.6. Incidencia y denuncia pública
87
4
3. VIVIENDA Y SALUD. UN ESTUDIO DEL PROYECTO SOPHIE
93
3.1. Marco conceptual
95
3.2. Características sociodemográficas
98
3.4. Asequibilidad y vínculo emocional con la vivienda
103
106
3.5. Habitabilidad y hacinamiento
110
3.6. Barrio y comunidad donde se ubica la vivienda
113
3.7. Estado de salud
116
3.8. Conclusiones
131
3.3. Tipos de vivienda y composición del hogar
4. CONCLUSIONES
134
BIBLIOGRAFÍA
138
ANEXOS
Anexo II
141
145
Anexo III
165
Anexo I
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Hogar, vivienda y salud
6
7
Presentación
La experiencia de Cáritas se fundamenta en su atención diaria a las personas más débiles que
acuden a sus servicios de atención directa con problemas graves de subsistencia. Fueron alrededor de 60.000 el año pasado (el doble que en 2007), y en la gran mayoría de los casos, la problemática de la vivienda constituyó uno de los aspectos más graves a abordar. Cómo se verá en
el Informe que presentamos, estamos destinando a ayudas económicas en metálico en materia
de vivienda cerca de los 2 millones de euros anuales. Pusimos en marcha, a finales del 2011,
el Servicio de Mediación en Vivienda, con el objetivo específico de prevenir la exclusión social
residencial, evitando el máximo número posible de desahucios, con el cual hemos atendido,
en dos años, cerca de 1.800 familias, hemos evitado 525 desahucios y hemos ayudado a encontrar una nueva vivienda a cerca de 100 familias. Finalmente, hemos triplicado respecto del año
2007 el número de viviendas que gestiona Cáritas, conjuntamente con la Fundación Foment de
l’Habitatge Social, situándonos en las 363, entre pisos compartidos, centros residenciales y pisos familiares de alquiler social, que dan alojamiento a cerca de 1.515 personas que no pueden
acceder ni al mercado libre ni al protegido o público.
Cada uno de estos ejes de trabajo son descritos y analizados en los diversos capítulos del Informe que presentamos, con la voluntad y deseo de que sean de la máxima utilidad para todas las
personas y entidades interesadas por estos temas y también para todos los que quieren conocer
con más profundidad y detalle la tarea que desarrolla Cáritas Diocesana de Barcelona.
Hogar, vivienda y salud
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Toda la acción que aquí encontrarán constituye una experiencia densa que nos ha
permitido poner el foco sobre el que tenemos que considerar hoy, junto con el del
paro, principal problema de nuestra sociedad: el sobreendeudamiento y la entrada
en la exclusión social por imposibilidad de hacer frente al coste de la vivienda. Esta
experiencia, en efecto, nos ha permitido denunciar las carencias de tipo legislativo
y de acción pública que hacen imposible, no sólo que estas graves situaciones no
se produzcan, sino que una vez aparecidas puedan tener garantías de una solución razonable; nos ha permitido, también, emprender las acciones anteriormente
mencionadas que consideramos muy enfocadas y que pueden servir de referente
a la hora de legislar y de crear marcos públicos de intervención de cara a dar solución al sobreendeudamiento de los hogares.
Por otro lado, la atención directa a los hogares con problemas de vivienda y de alojamiento nos ha llevado a colaborar muy fructíferamente con la Agència de la Salut
Pública de Barcelona, en el proyecto europeo SOPHIE, de estudio de las desigualdades de salud entre países, y cómo influyen en estas desigualdades las condiciones de alojamiento. La última parte del Informe que presentamos se dedica a la
publicación de los resultados de este estudio. Querría hacer un énfasis especial en
estos resultados que, al ser la primera vez que se estudian y analizan, por un lado
corroboran e incluso ensanchan la impresión que se tiene, desde una perspectiva
de opinión pública, de la frágil y vulnerable situación de los hogares afectados por
problemas de alojamiento precario o de su pérdida, y, por otro lado, resultan una
herramienta esencial para formular estrategias de actuación y recomendaciones y
demandas de actuación a las administraciones públicas.
Confío en que toda estas informaciones y reflexiones nos ayuden a todos a ser más
solidarios, y a poner como principal foco de nuestras preocupaciones la ayuda a
todas las familias que están viviendo en nuestro entorno una de las peores plagas
sociales de los últimos tiempos como es la pérdida o el riesgo de pérdida de la
vivienda.
Jordi Roglá
Director de Cáritas Diocesana de Barcelona
Barcelona, 18 de diciembre de 2013
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Hogar, vivienda y salud
10
11
Introducción
Dentro del marco más amplio de actuación de Cáritas Diocesana de Barcelona (CDB) –que aborda la
acogida, el acompañamiento y la atención de las necesidades más básicas de las personas y familias
más vulnerables de nuestra sociedad–, desde hace muchos años se ha asumido el compromiso de luchar para hacer efectivo un derecho humano como es el acceso a la vivienda y ofrecer hogares (mucho
más que un techo) a las personas en situación de exclusión social y residencial, con el objetivo de trabajar por el bienestar y la mejora de la calidad de vida de las personas atendidas.
El derecho a la vivienda está reconocido explícitamente en España en el artículo 47 de la Constitución:
“Todos los españoles tienen derecho a una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán
las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho,
regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La
comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.”
Pero su aplicación, en la práctica, abre dudas más que razonables sobre una garantía efectiva de la
proclamación constitucional. En efecto, nos encontramos ante un derecho no directamente exigible, que
requiere de mecanismos de despliegue, como leyes o decretos de desarrollo del principio, y medidas
públicas de concreción; en definitiva, pasos adelante por parte de las autoridades públicas, tal como el
mismo texto constitucional propone. Y también requiere de pasos –de reflexión y de acción– por parte
de la sociedad en conjunto, que nos lleven a una aceptación de las limitaciones que necesariamente
debe tener el derecho a la propiedad cuando topa con el derecho a la vivienda, es decir, que nos lleven
al reconocimiento y la aceptación de la función social de la propiedad, y concretamente de la función
social de la vivienda.
Son continuas en los últimos tiempos las manifestaciones que señalan las grandes carencias de nuestra
sociedad en el reconocimiento efectivo del derecho a la vivienda. Concretamente, hay dos que suponen
una mayor dificultad en la tarea diaria de CDB: los problemas de acceso a la vivienda para determinados
colectivos, y la pérdida o riesgo de pérdida de la vivienda habitual por no poder hacer frente a los pagos
por parte de familias que han sido golpeadas por la crisis.
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El acceso a una vivienda puede hacerse efectivo por dos vías: mediante el parque público o mediante el parque privado, es decir, del que es propiedad de personas físicas o jurídicas privadas
que lo ofrezcan en venta o alquiler a terceros.
Dado que en España los parques públicos de alquiler apenas llegan a una vivienda por cada
1.000 habitantes , resulta evidente que la gran mayoría de la población que necesita vivienda
tiene que satisfacer esta necesidad mediante la oferta privada. Ahora bien, para dar cumplimiento a lo que exige el artículo 14 de la Constitución Española, “Los españoles son iguales
ante la ley, sin que pueda prevalecer ninguna discriminación por razón de nacimiento, raza,
sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”, las condiciones de acceso a los parques públicos están reguladas, pero en ningún caso pueden resultar
discriminatorias. Sin embargo, el respeto a este principio se difumina en el caso de tratar con
viviendas de propiedad privada, cuyos propietarios normalmente entienden que por encima
del derecho a la vivienda del conjunto prevalece el derecho a su propiedad, además, entendido
como un derecho no sujeto a limitaciones, ni tampoco a obligaciones.
A efectos del acceso a la vivienda, este contexto supone que una cantidad muy importante –por
no decir mayoritaria– de colectivos que necesitan vivienda asequible afrontan enormes dificultades para cubrirla. Bien porque no encuentran vivienda pública, bien porque las listas de
espera de la vivienda pública sufren un retraso excesivo, bien porque los propietarios de viviendas privadas se muestran reticentes a venderlas o alquilarlas. Entre estos colectivos se puede
destacar de forma tradicional el de los jóvenes, pero en los últimos quince años ha tomado el
relevo, de una forma casi generalizada, el de las personas inmigradas extracomunitarias.
Por otro lado, la situación de crisis que venimos arrastrando desde el 2008, la precariedad laboral y la pérdida de poder adquisitivo, han provocado que un porcentaje importante de personas en situación de vulnerabilidad se sitúen ahora en una franja de grave exclusión residencial
y social.
La situación de estas personas se agrava mucho más cuando se añaden varias situaciones de
vulnerabilidad personal, de fracturas relacionales y de pérdida de redes de apoyo familiar y
social y cuando se va resquebrajando el sistema de protección social.
En efecto, el cambio de ciclo económico, iniciado a finales del año 2007, ha comportado, como
se puede ver en los gráficos adjuntos, un gran incremento de la tasa de paro y una caída de los
ingresos familiares. Un número creciente de viviendas adquiridas mediante crédito hipotecario
han ido entrando en mora y, posteriormente, en ejecución hipotecaria, provocando los desahucios de muchas familias. Y un número creciente de personas o familias está viviendo en habitaciones realquiladas o pagando alquileres cada vez más alejados de sus ingresos decrecientes,
corriendo el riesgo también de ser desahuciados a causa de dificultades de pago.
(1) La media europea de vivienda en alquiler social –de titularidad pública o concertada con el sector público–
se sitúa alrededor de las 80 viviendas por cada 1.000 habitantes, llegando, en determinados casos a las 120
(Alemania) o 145 (Holanda) viviendas.
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Introducción
Fig. 1. Tasa de paro en Catalunya por tramos de edad. 2001-2013
%
Tasa paro total
16 a 24 años
55 años y más
25 a 54 años
60
50
40
30
20
10
0
FUENTE: Elaboración propia a partir de IDESCAT
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Fig. 2. Renta de los hogares en Catalunya. 2007-2011
FUENTE: Elaboración propia a partir de IDESCAT
Fig. 3. Renta familiar y tasa de pobreza relativa en Catalunya.
2006-2011
FUENTE: Elaboración propia a partir de IDESCAT
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Introducción
Fig. 4. Tasa de riesgo de pobreza o exclusión social en
Catalunya (AROPE). 2006-2011
FUENTE: Elaboración propia a partir de INE e IDESCAT
Fig. 5. Morosidad de las familias en España. 2004-2013
FUENTE: Elaboración propia a partir de datos del Banco de España
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Fig. 6. Indicadores de dificultades de las familias en el pago de
la vivienda. España 2007-2012
FUENTE: Elaboración propia a partir del INE y del Banco de España
Ante estas realidades, Cáritas Diocesana de Barcelona ha querido intensificar, en los últimos
años, sus propuestas de apoyo en materia de vivienda.
Cáritas actúa con tres líneas de apoyo para los hogares y personas que tienen dificultades en
relación con la vivienda:
1. Ayudas económicas directas en metálico a las familias para pagar la vivienda. Se
han multiplicado por cuatro, desde el año 2007 al 2013, pasando de 0,5M€ a 2M€.
Durante el año 2012 estas ayudas supusieron el 71% del total de las ayudas directas en metálico a las familias que concedió Cáritas Diocesana de Barcelona. Y se destinaron, fundamentalmente, a ayudar a pagar gastos relacionados con la vivienda, sobre todo alquileres, habitaciones en realquiler, e hipotecas, pero también recibos de luz, agua, gas, etc. (Figura 7).
Estas ayudas han ido creciendo en los últimos años, fruto del proceso que han tenido que hacer
las familias para ajustar sus exiguos presupuestos a la realidad de la crisis. Y no sólo ha crecido el número de personas beneficiarias sino que también se ha alargado su duración.
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Introducción
Fig. 7. Ayudas económicas en metálico de CDB para Vivienda. 2012
FUENTE: Servicio de Ayudas Económicas. Cáritas Diocesana de Barcelona
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2. Parque de viviendas de alquiler social propio para mejorar las condiciones de los
hogares que están viviendo en precario o en condiciones inadecuadas. Contamos en este
momento con 357 viviendas compartidas y unifamiliares de inclusión y 6 centros residenciales, con un total de 1.515 plazas.
Según el grado de acompañamiento y supervisión, en función de las necesidades y el plan de
trabajo de los usuarios, que implican diferentes intensidades y estrategias, encontramos la
siguiente clasificación de viviendas de inclusión:
• Viviendas supervisadas. Se trata de la vivienda con un menor grado de seguimiento y por
lo tanto, en ciertos aspectos, es la situación más cercana a una autonomía total en vivienda propia. El seguimiento tiene una periodicidad que puede ir desde visitas semanales o
quincenales, a determinarse en función de la demanda de los usuarios. Se fundamenta
en el acompañamiento y el asesoramiento, si bien se pueden continuar trabajando ciertos
aspectos relacionados con la inclusión social y laboral.
En este grupo entran las 294 viviendas gestionadas por la Fundación Foment de l’Habitatge
Social, y las 19 viviendas tuteladas “Almeda”.
• Viviendas con apoyo. Se combina una presencia más constante del profesional, una o
varias veces por semana, con la intención de potenciar la autonomía del usuario en diferentes ámbitos. La vivienda con apoyo responde más a la lógica del acompañamiento y de
un camino hacia la autonomía. Nuestras viviendas se sitúan en esta tipología.
Forma parte de este grupo el parque de 37 viviendas compartidas, y las 7 unidades de convivencia para gente mayor.
• Viviendas asistidas/dirigidas. Incluye las viviendas con una presencia constante de personal de la entidad, generalmente de 4 o 5 días por semana como mínimo. Son viviendas
para personas con un grado alto o moderado de dependencia funcional y social. También
se dirigen a personas que necesitan un grado de seguimiento importante como paso previo a otro recurso de menor supervisión.
Se incluyen en este grupo los centros residenciales (3 casas de acogida para mujeres solas o
con hijos, y 3 centros residenciales para personas sin hogar y con VIH-Sida).
Además de la acción social propia que CDB realiza en materia de vivienda, una parte de las
respuestas se da a través de la Fundación Privada Foment de l’Habitatge Social (FHS), una Fundación promovida por Cáritas en 1990 con la misión de luchar contra la exclusión residencial
y que en 2012 asumió la gestión de las viviendas unifamiliares para familias en situación de
exclusión que hasta entonces gestionaba CDB. La FHS también se hace cargo del desarrollo
del proyecto Oikos de CDB, que tiene como finalidad hacer un trabajo intensivo con las familias
que viven en viviendas de la Fundación, acompañándolas en sus itinerarios y procesos hacia la
plena inserción.
Toda esta oferta residencial da respuesta a las necesidades detectadas a través de procesos
evaluativos y de reflexión internos y en colaboración con otras entidades vinculadas y/o dedicadas al estudio en diferentes aspectos relacionados. Una presentación más detallada de esta
línea de intervención la encontraremos en el Capítulo 1 de este Informe.
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Introducción
3. Servicio de Mediación de la Vivienda, que ha permitido atender, en sus dos primeros años de
existencia, 1.804 hogares (6.256 personas) con problemas graves de pago de la vivienda, y evitar
455 desahucios.
Creado en septiembre de 2011, se dirige a personas y familias que debido a sus bajos ingresos tienen
problemas para pagar su vivienda y pueden perderla por impago. De este servicio, hablaremos en el
Capítulo 2 de este informe.
Gracias a este conjunto de ejes de actividad, podemos decir que en 2013,
• Cáritas habrá asegurado 550.000 pernoctaciones,
• O que cada día, 2.200 personas habrán dormido bajo un techo de CDB,
• O que cada día, 4.600 persones habrán dormido bajo un techo, gracias a las ayudas de CDB.
• O que 11.000 personas habrán recibido ayudas de CDB, en concepto de vivienda.
Como se ha dicho, cada una de estas líneas de actuación son descritas y analizadas en los capítulos
específicos de este informe para dar a conocer la intensidad, profundidad, alcance y limitaciones. Y,
también, para alertar de las dificultades y carencias que implica llevar a cabo esta labor muy a menudo
no de manera subsidiaria sino substitutoria del que tiene que ser el rol de las administraciones públicas
en el ejercicio constitucional de la garantía de los derechos.
Por último, hemos querido incluir en este informe, como Capítulo 3 (Vivienda y Salud Un estudio del
proyecto Sophie), el trabajo “Salud y vivienda en población vulnerable. Muestra de personas atendidas por Cáritas Diocesana de Barcelona”, enmarcado dentro del proyecto europeo SOPHIE (www.
sophie-project.eu), elaborado conjuntamente entre la Agència de Salut Pública de Barcelona y Cáritas
Diocesana de Barcelona, a partir del análisis de una serie de entrevistas realizadas a una muestra de
familias atendidas por CDB, con malas condiciones de vivienda o problemas para hacer frente a los costes de la vivienda. En este informe se describen las principales características sociodemográficas, las
condiciones de vivienda y el estado de salud de estas personas y se pone de manifiesto el mal estado de
salud que sufren algunas de las personas más vulnerables de nuestra sociedad, reflejo de unas malas
condiciones de vida y de vivienda.
En conclusión, es muy importante para Cáritas Diocesana de Barcelona, por un lado, conocer con la
máxima precisión el contexto general para poder dar las respuestas más adecuadas a las personas más
desfavorecidas de nuestra sociedad. Al mismo tiempo, conocer la realidad nos ayuda a entenderla, a
saber cuáles son sus causas y sus efectos, qué tiene de estructural y qué de coyuntural... Y es sólo con
este conocimiento como CDB puede plantear que, más allá de los esfuerzos que las entidades sociales realizan para paliar estas situaciones, los poderes públicos deban poner en marcha mecanismos
para hacer efectivo el derecho a una vivienda adecuada, incluyendo tanto instrumentos para ayudar
a hacer frente al pago del coste de la vivienda de familias con problemas económicos graves, como
poner en marcha una política de promoción de vivienda social y ayudas al alquiler, además de responder a las verdaderas necesidades en cuestión de salud y salud mental que se hacen patentes a
consecuencia del alojamiento precario.
1. Vivienda y alojamiento social
viviendas compartidas y unifamiliares
Dos experiencias de Cáritas Diocesana
de Barcelona en el ámbito residencial
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1.1
Marco teórico de la exclusión
social y la exclusión residencial
Antes de adentrarnos más en la realidad en el ámbito de vivienda, queremos dejar claros algunos conceptos que son básicos en la comprensión de la labor de Cáritas Diocesana de Barcelona en este campo.
Desde CDB entendemos la EXCLUSIÓN SOCIAL como:
• Un hecho estructural con los siguientes factores: paro de larga duración; cambios tecnológicos y
sus consecuencias en el mercado de trabajo, especialmente en las personas menos cualificadas;
cambios en la estructura social y en la familia; evolución en el sistema de valores caracterizado por
el hundimiento de la cohesión y de las formas tradicionales de solidaridad; poca participación en las
instituciones representativas; la evolución de los fenómenos migratorios.
• Un fenómeno dinámico, en el sentido de que es un problema cambiante, que va alcanzando proporciones inesperadas, tanto cualitativa como cuantitativamente: perspectivas en materia de ocupación
poco esperanzadoras, incremento de barrios degradados donde se concentran poblaciones excluidas, poca probabilidad de que se modifiquen las formas de vida y las estructuras familiares.
• Una realidad multifactorial. No sólo es una cuestión de nivel de ingresos, sino que se manifiesta
también en los ámbitos de la salud, la educación, la red relacional, el acceso a los servicios, la
vivienda y además tiende a acumularse a nivel personal y territorial, encadenándose en procesos
interdependientes.
También nos identificamos con el análisis que hacen autores como Robert Castel y Joaquín García-Roca
sobre la exclusión social2.
(2) Referencia extraída del libro “Construyendo relaciones. Intervención psicosocial con personas sin hogar”. AsociaciónRealidades y Fundación RAIS.
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Robert Castel propone que en los procesos de exclusión social en la persona confluyen una
serie de fuerzas y circunstancias que pueden provocar que se desplace de un punto a otro del
espacio social entre la integración y la exclusión. En cada uno de estos niveles, los riesgos de
exclusión son diferentes en función de los procesos concretos desencadenantes. Estos procesos de inclusión-exclusión se encuentran en dos niveles: las relaciones sociales y los recursos
materiales y económicos en sentido amplio.
Distingue entre 3 zonas:
1) Zona de integración: En este espacio las personas cuentan con trabajo estable y relaciones sociales sólidas.
2) Zona de vulnerabilidad: En este segmento los individuos están en riesgo de caer en
la exclusión social. Aquí las personas se caracterizan por tener una situación económica
precaria o inestabilidad laboral y por contar con poco apoyo social.
3) Zona de exclusión social: En este espacio se hace difícil el acceso al mundo laboral,
no hay protección social y existe un aislamiento social que dificulta e impide el regreso a
zonas más estables de integración.
Y en CDB entendemos las CAUSAS DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL, tal como las concibe GarcíaRoca, fruto de tres tipos de rupturas:
a) Rupturas estructurales y económicas.
b) Rupturas sociales.
c) Rupturas vitales.
La primera es el vector económico de la exclusión social y hace referencia a los elementos
macroestructurales de la sociedad. Las principales características de este vector serían la
desocupación, la desigualdad social y las contradicciones de la protección social.
La segunda se caracteriza por “la disolución de los vínculos sociales y la desafiliación y fragilización del entramado relacional” (1995).
Y la tercera hace referencia a “la dimensión personal de la marginación; a la precariedad cultural, caracterizada por la ruptura de la comunicación, la debilitación de las expectativas y la
erosión de los dinamismos vitales (confianza, identidad y reciprocidad)” (1995).
Muchas personas atendidas por Cáritas están en situación de exclusión residencial y en situación de exclusión social, y encontramos los tres tipos de rupturas en sus procesos personales.
Esta es una realidad que, añadida a menudo a otras causas, hace que estas personas padezcan
situaciones de vulnerabilidad y también de sufrimiento que debemos tener en cuenta a la hora
de diseñar los objetivos de los proyectos.
Evidentemente, cuando desde Cáritas hablamos de procesos de exclusión tenemos en cuenta
que las personas que atendemos disponen de una serie de potencialidades y capacidades para
salir de la situación de riesgo o de exclusión en la que se encuentran inmersas, y sólo desde
estas capacidades podemos acompañar a las personas en su camino hacia la inclusión.
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Marco teórico
Desde CDB situamos la EXCLUSIÓN RESIDENCIAL dentro de este concepto más amplio de exclusión
social, compartiendo la definición que hace FEANTSA3 : La situación de sin hogar es aquella que padece una persona/familia que no puede tener acceso ni mantener una vivienda digna sin ayuda de
servicios o entidades sociales, por razones económicas y/o por dificultades personales/sociales.
Y, para categorizar la exclusión residencial, nos acogemos a la tipología ETHOS (tipología europea de sin
hogar y exclusión residencial) que diferencia entre cuatro situaciones:
• Sin techo: cuando la persona no dispone de un espacio físico para vivir.
• Sin vivienda: cuando la persona dispone de un espacio físico, aunque este no reúna las condicio-
nes necesarias de privacidad para considerarlo un espacio propio, y que el ocupante no tenga la
titularidad legal. Se considera una persona sin hogar o sin vivienda aquella que pernocta en equipamientos públicos o de entidades sociales.
• Vivienda insegura: cuando la persona dispone de un espacio físico donde puede desarrollar su
vida privada, pero no tiene permiso legal de utilización del alojamiento.
• Vivienda inadecuada: cuando la persona vive en un espacio que no reúne las condiciones ade-
cuadas de habitabilidad. Dispone por lo tanto de un espacio físico donde puede desarrollar su vida
privada, con permiso legal de utilización o tener la propiedad, pero con las incomodidades derivadas del deterioro de los espacios.
Estas cuatro categorías se han elaborado identificando trece situaciones concretas que cubren todas
las formas de privación del derecho a una vivienda digna. Esta clasificación la están adoptando en toda
Europa las entidades y las administraciones públicas para abordar el problema de la exclusión residencial (Anexo I.A).
Por otro lado, hay muchos procesos que llevan a una persona a estar en situación de sin hogar como
podemos ver en el Anexo I.B, que enumera las causas que generan exclusión o situaciones de vulnerabilidad. Ni que decir tiene que una persona sin hogar, que no tiene acceso a una vivienda, a participar, a
trabajar, a formarse, a tener cuidado de su salud o afrontar sus adicciones, se encuentra en el ámbito
más severo de la exclusión: es una persona que no existe. No está. Es invisible. Estas situaciones
comportan para estas personas:
- Dependencia económica y de necesidades básicas.
- Invisibilidad social. No pertenencia. Soledad permanente.
- Pérdida del sentido personal, de la autoestima, enfermedad mental, adicciones.
(3) FEANTSA: EuropeanFederation of NationalOrganizationsworkingwithHomeless.
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Como no puede ser de otro modo, en CDB entendemos la actividad que desarrollar en el campo
de la exclusión social y residencial dentro de la perspectiva de los DERECHOS HUMANOS:
La satisfacción de necesidades y el desarrollo de las potencialidades van implícitamente unidos a la protección y a la garantía de los derechos de cada una de las personas que acompañamos. Y esta acción integral, actuando sobre una parte (la persona), repercute en la comunidad,
la sociedad y las estructuras.
No podemos negar que la mirada de los derechos humanos está presente en nuestro acompañamiento y, en estos momentos, resulta necesario hacerla más visible y vigente. Esto implica
directamente acciones de defensa y denuncia en la protección de su acceso y su ejercicio.
Es indispensable acompañar en el ejercicio de los derechos humanos para que se reconozcan,
primero como personas, y después como ciudadanos. En su preámbulo, la Declaración Universal de los Derechos Humanos cita que “la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por
base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de
todos los miembros de la familia humana”.
De manera irremisible, el ejercicio o la lesión de un derecho comporta el ejercicio o la lesión
de uno o más derechos diferentes. En nuestro caso, trabajamos cada día con situaciones que
confirman esta tesis: no tener acceso a una documentación o a un padrón comporta no poder
ir al médico, no tener ayudas sociales o no poder estudiar. Hay que ser conscientes de que cada
una de las necesidades del ser humano está relacionada con el ejercicio y la satisfacción de
uno o de varios derechos4.
La situación de “sinhogarismo” paraliza el ejercicio de los derechos humanos, reduce las redes
sociales (que se tienen que volver a reconstruir) y destruye el sentido vital de la persona.
Para Cáritas el acompañamiento a las personas en situación de sin techo y sin hogar es un
prioridad institucional, por este motivo los proyectos de vivienda pretenden dar respuesta a
un derecho fundamental de las personas que se encuentran en estas situaciones.
El concepto de sin hogar, para Cáritas, no se limita al espacio físico sino que también contiene el espacio emocional, afectivo, psíquico y social.
El concepto de hogar en Cáritas no se limita a dar un alojamiento transitorio sino que tiene
en cuenta aquello que es inseparable del concepto de hogar: que sea estable, asequible y
adecuado.
En la definición de FEANTSA se habla de personas sin techo como de aquellas personas que no
tienen un espacio físico donde vivir o lo tienen de forma restringida. Se habla de personas sin
hogar como de aquellas que encuentran espacio físico pero de forma temporal y sin relación
jurídica con ese espacio.
(4) Extraído de la Carpeta NO HAY DERECHO, material elaborado por el Nivel técnico mixto de Cáritas
Española.
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Marco teórico
En este sentido, hagamos nuestras las recomendaciones de FEANTSA para el 2015 con un mensaje
claro:
- El “sinhogarismo” se puede y se debe erradicar, no solo administrar.
- Nadie tendría que dormir en la calle por carencia de servicios de urgencia adaptados a sus necesidades ni permanecer en un alojamiento de urgencia más tiempo del necesario.
- Nadie que viva en una institución como un hospital o una prisión los tendría que abandonar si no
dispone de opciones de alojamiento adecuadas.
- Nadie ha de vivir a la fuerza en un alojamiento juzgado como infravivienda.
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1.2
Viviendas compartidas con
apoyo socioeducativo
Para ofrecer una respuesta a las personas en situaciones diversas de vulnerabilidad personal, de fracturas relacionales y de pérdida de redes de apoyo y a las que se les va reduciendo el sistema de protección social, desde CDB se llevan a cabo diferentes proyectos de viviendas con apoyo socioeducativo que
buscan dar respuesta a la necesidad de disponer temporal o definitivamente de un hogar –compartido
o no– con apoyo que permita estabilizar su situación personal y acceder en un futuro a una vivienda
estable.
De hecho, en su misión, Cáritas explica que está junto a las personas que se encuentran en situación
de mayor exclusión social, los últimos de los últimos; es por ello que se priorizan líneas de actuación
en materia de vivienda en sus diferentes modalidades de atención a las situaciones de exclusión residencial.
En la actualidad, Cáritas Diocesana de Barcelona dispone de un parque de 363 viviendas y alojamientos sociales, que dan cabida diaria a 1.515 personas. Llegar a estas cantidades ha sido un proceso
largo en el tiempo, que se ha intensificado en los últimos años, a medida que la entidad ha ido viendo
cómo se agravaba la situación residencial de las personas y familias que acudían a pedir ayuda.
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A
Tabla 1. Parque total de viviendas y alojamientos de CDB
VIVIENDAS
PLAZAS
2007
2010
2012
2013*
2007
2010
2012
2013*
FFHS
65
89
111
294
269
316
443
1.173
CDB
46
71
177
69
214
317
710
342
111
160
288
363
483
633
971
1.515
TOTAL
(*) Al final de 2012 se transfirieron 106 pisos unifamiliares de Cáritas a la Fundación.
FUENTE: Elaboración propia.
Analizamos en este apartado las viviendas compartidas y centros residenciales con apoyo
socioeducativo que gestiona directamente Cáritas Diocesana de Barcelona, mediante las profesionales de su Programa Sin Hogar y Vivienda, y dejamos para el apartado siguiente el análisis de las viviendas unifamiliares que gestiona la Fundación Foment de l’Habitatge Social, por
encargo de Cáritas.
Como vemos en la Tabla 1, CDB dispone de 69 viviendas compartidas y centros residenciales
con apoyo socioeducativo que alojan diferentes tipologías de usuarios. De estos centros, 63 son
viviendas compartidas, con 268 plazas, y 6 son centros residenciales, con 74 plazas.
El funcionamiento de estos recursos se adecúa a las personas y a los objetivos a los que responden. Las necesidades de las personas usuarias y su situación son lo que determina la temporalidad, la ratio profesional y la modalidad de funcionamiento de las viviendas con acompañamiento socioeducativo.
31
Viviendas compartidas
Tabla 2. Viviendas compartidas con apoyo socioeducativo
de CDB según finalidades
2007
2010
2012
2013
Casas de acogida para mujeres
2
3
3
3
Centros residenciales para personas sin hogar
2
3
3
3
Viviendas compartidas para personas adultas
19
38
38
37
Viviendas tuteladas para mayores
16
19
19
19
Unidades de convivencia para
mayores
7
8
8
7
TOTAL
46
71
71
69
FUENTE: Elaboración propia.
32
32
A
Alojamiento social
Las viviendas compartidas y centros residenciales con apoyo se dirigen a familias “monomarentales”, jóvenes, y personas solas en situación o riesgo de exclusión social, prioritariamente
atendidas por CDB, y se enmarcan dentro de un proyecto para asegurar la coherencia en las
intervenciones y velar por una calidad humana, técnica y material de los diferentes proyectos
que se llevan a cabo.
La finalidad del proyecto es realizar una tarea preventiva, y de apoyo a las personas y familias en
situación de riesgo de exclusión social y residencial para que puedan estabilizar sus procesos
personales, garantizar sus necesidades básicas y disponer del tiempo suficiente para poder
construir un futuro más estable con un alojamiento autónomo.
Por ello, los ejes centrales del proyecto son:
• Intervenir en el alojamiento en el marco de los procesos personales y familiares de recuperación de competencias sociales que favorezcan la autonomía.
• Los proyectos se desarrollan con un conjunto de medidas de acompañamiento social,
ajustando la intensidad, según las situaciones de las personas atendidas y los objetivos
marcados.
• Se tiene en cuenta a la persona, su deseo de cambio, sus capacidades y dificultades.
• Se realiza una intervención integral, global.
Con el proyecto de viviendas compartidas con apoyo socioeducativo, desde nuestra entidad queremos dar a las personas en situación más vulnerable el derecho que les es negado a la vez que
denunciamos y hacemos presión para que los gobiernos correspondientes hagan del acceso a la
vivienda un derecho constitucional de verdad. Queremos ofrecer a las personas un derecho que
los haga sentir ciudadanos, integrados en la sociedad y participantes activos de la comunidad.
La filosofía de las viviendas con apoyo socioeducativo tanto de estancia temporal como de larga
estancia parte de este ideario. Las viviendas de CDB son hogares donde las personas, durante
el tiempo que necesiten, pueden construir su realidad y la de su entorno. Un hogar en Cáritas
es un lugar donde las personas encuentran un espacio donde ser y sentirse personas, donde
vivir con calidad de vida, donde crear nuevas redes y vínculos.
Con estas actuaciones y otras que veremos más adelante, Cáritas quiere irse acercando al modelo anglosajón housing-led5. Este término fue desarrollado por el jurado del European Consensus Conference on Homelessness (Conferencia para el Consenso Europeo sobre Personas
en situación de sin hogar)6, el año 2010, para describir todas las respuestas políticas a la falta
de vivienda que se centran en la propia vivienda. Es decir, aquellas políticas que abandonan
el “modelo tradicional de escala”, en el cual la vivienda es el objetivo final y las personas y
familias tienen que ir superando diversas etapas para, finalmente, acceder a una vivienda autónoma, permanente y segura.
Es decir, desde Cáritas queremos optar por un modelo que evite la gran “rotación” y el
“efecto puerta giratoria” en recursos residenciales temporales (y, en muchos casos, con
una permanencia de sólo días) que no afrontan el elemento fundamental: la carencia de una
vivienda, la carencia de un hogar.
(5) El modelo más conocido de housing-led es el utilizado en Estados Unidos y denominado housing first dirigido a personas sin hogar “crónicas” de largo recorrido en la calle. Proporcionando alojamiento con contratos
de alquiler y con un gran espaldarazo social según la situación de la persona.
(6) http://ec.europa.eu/social/main.jsp?catId=88&langId=es&eventsId=315&moreDocuments=yes&tableNam
e=events.
33
Viviendas compartidas
Fig. 1. Diferentes elementos que determinan un hogar para Cáritas
Donde tengo mi espacio, mi intimidad.
Donde nadie puede entrar arbitrariamente.
Que puedo cambiar de lugar, sin renunciar
a mi identidad. Donde me pueden acoger si ya
no puedo vivir en la que fue mía.
Conformada por mis bienes. Sean muchos
o pocos, ni que sean nada. Por mis sueños,
por mis proyectos. Por aquello compartido o
el recuerdo de lo que compartí.
Mi barrio. Los vecinos, los amigos. Los compañeros de parque, de banco o de pelota de fútbol.
Casa, agua, luz, sin barreras. Salud, educación, formación. Música, fiesta, denuncia.
Unión.
Mía y de todo el mundo. Compartir. Dar y
recibir. Aprendiendo y ayudando a aprender.
FUENTE: Informe “Con techo y sin hogar. Efectos de la vivienda precaria sobre la vida de las personas”. Cáritas de Barcelona,
Sant Feliu de Llobregat y Terrassa, 2010.
Cómo vemos en la figura anterior, los hogares de CDB son algo más que unas paredes que dan albergue, las viviendas quieren dar sentido de pertenencia a las personas que atendemos, quieren dar un
hogar propio, una realidad, quieren dar el sentido de que no se pertenece a ninguna parte, de que formamos parte de algo más; un hogar, una comunidad.
En este sentido es imprescindible el acompañamiento profesional, que garantiza el apoyo adaptado a
cada unidad y a cada miembro de la unidad de convivencia; acompañamiento que se establece en función de la tipología de las viviendas y que se fundamenta en el respeto a las decisiones de las personas
y del grupo convivencial, siendo un punto de referencia y ascendiente.
Como se ha dicho, las viviendas compartidas con apoyo socioeducativo de CDB se dirigen a diferentes
colectivos en situación de exclusión social y residencial y de vulnerabilidad social.
34
34
A
Alojamiento social
a) Familias “monomarentales”.
b) Personas solas en situación de exclusión social.
c) Jóvenes extutelados.
d) Personas mayores.
Pueden acceder familias “monomarentales” o personas solas pero en todas las situaciones
podemos encontrar algunas de las siguientes características:
• No tienen cubierta la necesidad de alojamiento de forma digna (vivienda sobreocupada,
precios inasequibles, realquileres sin condiciones, etc.).
• Con habilidades personales y relacionales suficientes para mantener su autonomía en
una vivienda compartida.
• Con insuficientes ingresos económicos.
• Con una red débil de apoyo familiar y social.
• En seguimiento social por Cáritas, otras entidades sociales o por los servicios sociales.
a) Viviendas para familias monomarentales:
La de las mujeres sin hogar es, sin duda, una realidad oculta e invisible socialmente. Son varias
las razones que hacen que las vidas y las historias de muchas mujeres sean invisibles. A pesar
de los adelantos conseguidos durante las últimas décadas, las mujeres se encuentran todavía
en situación de desventaja prácticamente en la totalidad de ámbitos en los cuales se manifiesta
la exclusión social y son especialmente vulnerables por la desigualdad existente en el acceso al
empleo, por los niveles salariales, la violencia, etc. A esta situación estructural hay que sumar
las consecuencias de la crisis actual, que ha recortado derechos fundamentales y está provocando un incremento de mujeres que pasan de la vulnerabilidad a la exclusión.
La percepción generalizada es que la situación de sin hogar afecta mayoritariamente a los
hombres y que son muchas menos las mujeres. Los datos muestran que, si bien es verdad que
hay menos mujeres sin techo y sin vivienda (entre un 20% y un 30% del total), el número de
mujeres en vivienda insegura o inadecuada llegaría al 50%7.
Desde CDB se atienden muchas situaciones de madres solas con hijos a su cargo, que están
viviendo en una pensión, en centros de acogida, en habitaciones realquiladas o en viviendas con
condiciones precarias, con las consiguientes dificultades que esto puede representar de cara
a la evolución y al desarrollo físico, psicológico y emocional tanto de sus hijos como de ellas
mismas.
También se constata la gran dificultad para conciliar la vida laboral con la familiar, pero en el
caso de las familias “monomarentales” con recursos mínimos y con escasa o débil red social
y/o familiar que los apoye, el problema se agrava.
(7) Investigación de EDIS.SA. citada en el Documento Marco de la Federación de Entidades de Apoyo a la
Perso¬nas Sin Hogar. 2013.
35
Viviendas compartidas
Por este motivo el tratamiento grupal de estas dificultades en las viviendas compartidas de CDB, y el
desarrollo de un proyecto de convivencia de cariz temporal o de larga estancia, puede reconducir su
trayectoria familiar, a través del desarrollo compartido de las responsabilidades familiares con otras
madres iguales, y de una ayuda específica para la búsqueda de empleo y de una vivienda definitiva.
b) Viviendas para personas solas en situación de exclusión social:
Desde CDB también se atiende a mujeres y hombres solos y con relaciones familiares precarias, que
sufren situaciones de paro o enfermedad y con pocas posibilidades de insertarse en el mercado laboral.
Estas personas, que no siempre tienen la posibilidad de percibir los reducidos ingresos provenientes
de pensiones mínimas (de invalidez o jubilación) o rentas mínimas de inserción, viven en la calle, en
pensiones, habitaciones realquiladas, en albergues o centros de acogida, y se encuentran sin ingresos
o con unas prestaciones permanentemente insuficientes, lo que las obliga a destinar todos los ingresos
a pagar el coste de la vivienda.
Muchas de estas personas también sufren dificultades para lograr una autonomía total, ya que han
perdido o roto muchas relaciones, están inmersas en procesos de deshabituación de sustancias tóxicas, padecen ciertas disminuciones y secuelas físicas o enfermedades crónicas como el sida, etc. Son
personas que se encuentran solas y con un aislamiento social importante y a las cuales la posibilidad
de compartir un hogar les permite empezar a estabilizar la situación e iniciar un proceso de inserción
social.
En estas viviendas la estancia es ilimitada y siempre adaptada a las necesidades individuales. Para acceder a ellas hace falta una entrevista de valoración previa con el equipo psicológico de la institución. Se
trata de viviendas para personas que necesitan un apoyo profesional continuado más o menos intenso
para mantener su autonomía. Uno de los objetivos de Cáritas para esta tipología de viviendas es que
en cada una de ellas se constituya un grupo autónomo para gestionarlas y se establezcan relaciones
interpersonales y de interdependencia que propicien un clima familiar.
c) Viviendas para jóvenes:
Según la encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE) de Centros PSH 2012, entre la población
extranjera sin hogar se observa mayor peso de las edades más jóvenes. El grupo de 18 a 29 años supone
casi el 20% del total.
Esta tipología de vivienda está dirigida a población joven extranjera en situación de exclusión social y
especialmente a jóvenes extranjeros en situación administrativa irregular, puesto que el hecho de no
disponer de documentación o de estar en situación administrativa irregular supone ya de por sí un factor de exclusión. Según el documento “Abordar el sinhogarismo en la Unión Europea”, el acceso de las
personas inmigrantes sin residencia a la atención social de emergencia como los albergues, prestaciones sociales, vivienda, atención sanitaria, educación y servicios de integración en el mercado laboral se
encuentra restringida en todos los sentidos.
Desde CDB también atendemos a jóvenes que han finalizado su estancia en un Centro de Estancia Limitada (CIELO) o un Centro Residencial de Acción Educativa (CRAE) porque han llegado a la mayoría de
edad. Muchos de estos jóvenes llegaron a nuestro país como menores no acompañados, huyendo de las
difíciles situaciones en sus países de origen.
36
36
A
Alojamiento social
La mayoría de edad se considera, dentro del proyecto de la vida de una persona, un hito importante, aquel en que la adolescencia pasa el testigo del relevo a lo que se ha dado en denominar
madurez y, según el cual, la persona pasa de joven a adulta. Pero no todos los jóvenes tienen
el mismo grado de madurez para hacer frente inmediatamente a esta nueva etapa, y menos
todavía cuando las circunstancias han propiciado una adolescencia con un proceso dificultoso.
En esta tipología de vivienda ofrecemos al joven una atención personalizada que ayude a consolidar los hábitos de la vida cotidiana, de organización del hogar, control de gastos, compras,
cocina, desempeño de los horarios, uso del tiempo de ocio.
A la vez se trabajan otros aspectos de orientación laboral, formativa, y se aportan herramientas
para la integración en la sociedad con una vida autónoma.
d) Viviendas para personas ancianas:
Estas viviendas son unidades de convivencia de larga estancia, en los que, entre un mínimo de
tres y un máximo de cinco personas mayores conviven con apoyo profesional. Se trata de viviendas asistidas porque la presencia es de cuatro profesionales durante todo el día y cada día de
la semana.
El perfil en las unidades de convivencia es el de personas con dependencia leve o moderada
funcional y alta dependencia social. La finalidad de estas viviendas es tender siempre al fortalecimiento de las capacidades reales y de las potencialidades de las personas, atrasando el
máximo posible la aparición de procesos de dependencia. A CDB pensamos que podemos evitar
mucha de esta dependencia proporcionado los elementos necesarios porque las personas puedan organizarse lo máximo posible su espacio vital y relacional, de forma que el eje vertebrador
pasa a ser la interdependencia, para la cual la ayuda mutua y el acompañamiento profesionalizado son imprescindibles.
Para poder hacerlo con más posibilidades de éxito es necesario reorientar el tipo de intervención hacia un acompañamiento menos directivo, reforzando los aspectos de autoorganización
para favorecer al máximo la responsabilidad de las personas hacia su entorno.
37
1.3
Viviendas unifamiliares para
personas solas y familias8
Hemos visto en el apartado anterior cómo trabaja Cáritas con las viviendas compartidas con soporte
socioedu¬cativo para proporcionar un techo a personas y familias situadas en un punto extremo de exclusión y con graves carencias para desarrollar una vida autónoma. Además de estas situaciones, y en
un grado superior de autonomía, Cáritas atiende a personas y familias que sufren graves dificultades
para disponer de una vivienda propia y digna, pero que tienen capacidades suficientes para vivir en viviendas sociales, contando sólo con un segui¬miento social, más o menos intensivo, según las circunstancias,
pero sin necesidad de convivencia.
El alojamiento precario, como se ha dicho, es uno de los aspectos clave, desde la óptica de Cáritas, de
la exclusión social; evitar estas situaciones es una de las prioridades de la organización. Por ese motivo,
durante los años 2011 y 2012 se llevaron a cabo conjuntamente análisis de las necesidades de vivienda de
las personas usuarias de CDB, especialmente detectadas a través de la concesión de ayudas económicas
directas para el pago de habitaciones realquiladas, de pensiones o de hipotecas y alquileres.
La cuantificación de familias o personas en esta situación permitió determinar las necesidades de vivienda
que Cáritas tendría a corto y medio plazo: entre 300 y 500.
(8) Buena parte de este texto forma parte de la Memoria de Actividades 2012 y Proyecto del 2013 de la Fundación Privada
Foment de l’Habitatge Social. Julio 2013.
38
38
A
Alojamiento social
a) Plan Estratégico de Vivienda, 2012-2015
Como resultado de este análisis se aprobó el Plan Estratégico de Vivienda 2012-2015, con una
estimación cuidadosa de costes de gestión para dar un salto cualitativo en la disposición de
viviendas. El plan preveía llegar a 200 viviendas en el año 2012, 300 viviendas en el 2013, 400
en el 2014 y 500 en el 2015. Según este Plan, después de un crecimiento acelerado en los dos
últimos años, amparado en el Plan Estratégico de Vivienda 2012-2015, CDB dispone hoy de
294 viviendas unifamiliares, tal como se puede ver en el cuadro adjunto, con un total de 1.173
plazas.
Dentro de este marco se debe incluir precisamente la labor que lleva a cabo el Programa de
Sin Hogar y Vivienda de Cáritas, y que comparte con la Fundación Foment de l’Habitatge
Social (FHS).
Tabla 3. Plan Estratégico de Vivienda de CDB.
2012-2015
2007
2010
2012
2013
2014
2015
65
89
111
294
400
500
CDB (compartidas y resi- 46
denciales)
71
177
69
69
69
TOTAL
160
288
363
469
569
FFHS (familiares)
FUENTE: Elaboración propia.
111
39
Viviendas unifamiliares
La Fundación Privada Foment de l’Habitatge Social fue creada el año 1990, promovida por Cáritas Diocesana de Barcelona, con la misión de trabajar para la erradicación de la exclusión residencial y su labor
está totalmente vinculada al trabajo que se hace desde CDB.
Cáritas es tradicionalmente receptora de viviendas dadas o cedidas temporalmente por personas o
instituciones que colaboran y son solidarias con los objetivos de la entidad, mediante estas acciones.
Gracias a esta generosidad, Cáritas Diocesana de Barcelona ha ido reuniendo un parque importante de
viviendas para destinarlas a alojamiento social. En concreto, destacamos el convenio firmado por CDB
con el Departament de Territori i Sostenibilitat, en virtud del cual se han obtenido, hasta hoy, 106 viviendas cedidas en régimen de alquiler o, también, el convenio firmado con la Diputación de Barcelona, con
la cesión de unos primeras 30 viviendas, o el firmado con la Fundación Família i Benestar que ha cedido
el 10% de las viviendas de sus últimas promociones de alquiler protegido.
Asimismo, gracias a donaciones dinerarias, Cáritas Diocesana de Barcelona y la Fundación Foment
de l’Habitatge Social han llevado a cabo promociones específicamente destinadas a vivienda, y en los
tres últimos años, Cáritas ha iniciado una actividad proactiva de busca de viviendas desocupadas para
incrementar su parque. Están colaborando activamente con Cáritas y con la Fundación diversas administraciones públicas, fundaciones, particulares y entidades financieras, mediante convenios de cesión
de viviendas.
Últimamente, CDB y FHS han empezado a crear una red de colaboración en la gestión de viviendas
de inclusión social. Concretamente con la firma de un convenio con la Fundación Mambré (Orde Hospitalària de Sant Joan de Déu, Filles de la Caritat de Sant Vicenç de Paül, Arrels Fundación i Centre
d’Acollida Assís) en virtud del cual se trabajará de forma coordinada en la atención de las problemáticas
más urgentes de las personas que se quedan sin techo.
Así, actualmente, el 33% de las viviendas son propiedad de Cáritas o de la Fundación, el 50% ha sido
obtenido en régimen de alquiler y el 17% restante procede de cesiones gratuitas de particulares.
El plan también puso sobre la mesa la conveniencia de abordar algunos cambios cualitativos, especialmente referentes a las características de los contratos con los usuarios y al trabajo que realizar con las
familias que entran a residir a las viviendas de alquiler social gestionados por la Fundación.
Según el Plan, de lo que se trata es de enfocar de forma más realista las nuevas circunstancias económicas y demográficas que están afectando hoy en día a la población más excluida. Entre otros, estos
nuevos criterios abordan:
• en primer lugar, dar alojamiento no sólo a familias sino a personas solas, sobre todo en casos
en los cuales es muy difícil que puedan recuperar unos estándares de vida que les permitan pasar
a residir en viviendas del mercado libre (ancianos, personas con algún tipo de discapacidad...),
• en segundo lugar, abordar el alargamiento de las estancias de algunas familias en las viviendas,
dadas las dificultades de inserción laboral de muchas personas o la situación de paro de larga
duración de muchas otras,
• en tercer lugar, reforzar al máximo los Planes de Trabajo Social con las familias atendidas,
para entrar con más profundidad y de forma integral en los diversos frentes de problemas que les
afectan; si estas realidades no se tratan intensivamente, impiden salir con éxito de los procesos de
inclusión social, imprescindibles para volver al mercado de la vivienda libre o, incluso, protegido
o público.
Alojamiento social
40
40
A
Como resultado de estas reflexiones, CDB i la FHS firmaron, en octubre del 2012, un convenio
que establece los mecanismos de financiación del encargo de gestión de las viviendas bajo
estos nuevos parámetros. A partir de entonces, tanto las nuevas viviendas que obtiene CDB y
traspasa a la FHS, como las que obtiene la propia Fundación, siempre que se destinen a usuarios de CDB, se rigen por las pautas del Plan Estratégico, las del mencionado Convenio y las
del proyecto OIKOS, aprobado durante el año 2013 y que se detalla más adelante en este mismo
documento.
La entrada a viviendas de la Fundación se articula siempre a través de los conductos de demanda de los trabajadores y trabajadoras sociales de Cáritas. Una parte importante de las
demandas proviene de los servicios de atención territoriales, a raíz de la detección que hacen
de situaciones de infravivienda o de sin techo. Y, la otra fuente de demandas proviene directamente del Servicio de Mediación en Vivienda, cuando se encuentra con personas o familias
que, habiendo perdido su vivienda por problemas de dificultad de pago, no encuentran ni en el
mercado libre ni en el protegido una vivienda adecuada a su precaria situación.
Las condiciones de contrato de las personas residentes en las viviendas se adaptan a sus posibilidades, amparadas en un Plan de Trabajo que es diseñado entre los trabajadores y trabajadores sociales de Cáritas que son referentes, y los educadores sociales de la Fundación.
b) El perfil de las familias usuarias de las viviendas unifamiliares
La mayoría de las familias que entran a una vivienda de la FHS vivían anteriormente en una vivienda compartida o en una habitación de realquiler (51,7%); también hay una parte importante
que se estaba de alquiler (24,1%) o en una institución o servicio de acogida (21,6%); la parte
más pequeña corresponde a personas sin techo o que vivían en pensiones (2,6%). (Figura 3).
El número de personas atendidas por la FHS que provienen de pensiones o sin techo, a pesar
de ser inferior al resto de situaciones, es preocupante porque se incrementó un 0,8% en 2012
respecto del año anterior. En cambio, la cantidad de personas que antes estaban en viviendas
compartidas o en habitaciones de realquiler ha disminuido un 1% entre 2011 y 2012.
41
Viviendas unifamiliares
Fig. 2. Situación residencial antes de entrar en el
proyecto de la FHS. 2012
FUENTE: Memoria Fundación Foment de l’Habitatge Social. 2012
Por tanto, podemos decir que el motivo principal para solicitar la entrada en viviendas de la Fundación
durante el 2012 seguía siendo el hacinamiento (que representa el 43,1% del total de motivos), pero los
motivos que más se incrementaron respecto al año 2011 fueron la falta de condiciones de habitabilidad
y la situación de salida de una institución u otros proyectos residenciales, que crecieron en un punto
porcentual cada uno.
42
42
A
Alojamiento social
Fig. 3. Motivo de la solicitud de
una vivienda de la FHS
FUENTE: Memoria Fundación Foment de l’Habitatge Social. 2012
La duración media de las familias en las viviendas es de 2,4 años, hasta que pueden acceder a
otra vivienda de alquiler permanente, ya sea del mercado libre o protegido.
El 50% de las familias atendidas son unidades familiares de 3-4 miembros, a pesar de que destaca el incremento de las familias que podríamos considerar numerosas con cinco miembros,
que aumentaron un 5,8% en el 2012, respecto del ejercicio anterior.
Son familias que habitualmente viven de las prestaciones públicas, a pesar de que en ese año
se detectó una disminución de esos ingresos, principalmente de las prestaciones por dependencia, las pensiones no contributivas, la Renta Mínima de Inserción y la pensión contributiva,
como resultado de la política de recortes presupuestarios de las administraciones públicas.
Del total de personas atendidas por la FHS, un tercio trabaja con contrato, otro lo hace en ocupaciones irregulares y el restante ni trabaja ni estudia. Y en cuanto a los ingresos familiares,
provienen sobre todo de trabajos sin contrato (39,7%). Los ingresos por trabajos regularizados
(31,9%) se han incrementado en un 2,2% el 2012 respecto al año anterior.
43
Viviendas unifamiliares
c) El proyecto OIKOS
La difícil situación que sufre hoy en día una buena parte de la sociedad ha llevado a Cáritas y a la Fundación a dar un paso más con la finalidad llevar a cabo un trabajo todavía más intensivo con las familias
que viven en las viviendas. Este paso se ha concretado en un proyecto, denominado OIKOS9, que tiene
como objetivo ser más efectivos, no sólo en la satisfacción del derecho a una vivienda digna, sino también en el proceso de inclusión social de los usuarios de las viviendas. De este modo, las viviendas de
Cáritas que gestiona la Fundación dan la posibilidad de atender a más familias a lo largo del tiempo, con
eficiencia social y acompañándolas en sus itinerarios y procesos hacia la plena inclusión social.
El proyecto OIKOS consiste en un trabajo social transversal y profundo con los usuarios del parque de
viviendas sociales de inclusión de Cáritas y de la Fundación, que quiere dar respuesta a las necesidades
urgentes de las familias que se encuentran en situación de exclusión social, o en riesgo de exclusión,
intensificando el plan de trabajo personalizado que tengan definido, de acuerdo con las características
familiares e individuales, que lleva hacia la inclusión social llena y autónoma.
El proyecto OIKOS nace tomando como base, y referencia, el modelo actual de trabajo social y de seguimiento que actualmente ya se lleva a cabo desde Cáritas y desde la Fundación con las familias usuarias
de las viviendas, pero proponiendo una metodología de intervención social más integral, transversal y
profunda. Siempre con el objetivo de ser lo más eficientes posible, tanto en la gestión social, como en
la gestión económica de los recursos, evitando duplicidades y haciendo llegar el proyecto al máximo
número de familias usuarias, según los parámetros de calidad de proyecto exigidos por ambas organizaciones.
Las viviendas unifamiliares o unipersonales gestionadas por la Fundación son el recurso residencial
para personas que se encuentran actualmente mal alojadas, están en riesgo de perder la vivienda o
han pasado por una vivienda compartida. El objetivo final es que estas personas y familias lleguen a una
inserción social y/o laboral plena. La temporalidad de la provisión de la vivienda social y del acompañamiento social viene marcada por el plan de trabajo que se realiza y acuerda, conjuntamente con la familia, y por el grado de desempeño de sus objetivos. La salida de la vivienda social se produce cuando las
familias atendidas puedan acceder con plena autonomía a una solución residencial definitiva: viviendas
de protección oficial, viviendas de mercado, residencias, etc.
Las viviendas sociales gestionadas por la Fundación se consolidan así, con este proyecto, como un recurso a disposición de los trabajadores sociales y de los diversos proyectos de Cáritas para profundizar
en el trabajo de acompañamiento de los itinerarios de inserción de las familias usuarias y lograr con
más eficacia los objetivos que marcan sus respectivos planes de trabajo.
(9) OIKOS es el equivalente en la antigua Grecia del concepto de «hogar», entendido como un conjunto de bienes y personas. El objetivo de este proyecto es proporcionar al máximo número de familias una vivienda digna, y ofrecerles al mismo
tiempo un plan de trabajo social individualizado, teniendo en cuenta las circunstancias personales y familiares de cada
uno de los usuarios. No puede haber mejor suma que la formada por el binomio Hogar + Personas..
44
44
A
Alojamiento social
Los objetivos específicos y de carácter organizativo y ejecutivo de Cáritas, se abordan con la
implantación del OIKOS:
1. Dotando a Cáritas Diocesana de Barcelona de una estructura centralizada de ayuda a
los trabajadores sociales de los diversos territorios a la hora de llevar a cabo su compleja
labor de acompañamiento social de las familias/personas en viviendas de inclusión social.
2. Contando con un equipo capaz de llevar a cabo directamente las tareas de acompañamiento de familias/personas que no provengan de derivaciones de las trabajadoras sociales de los diversos territorios sino de otros programas de Cáritas y, singularmente, del
Servicio de Mediación de la Vivienda.
3. OIKOS trabaja con una metodología personalizada y adaptada a las características, necesidades y situaciones personales de cada familia, siguiendo el esquema descrito en la
Figura 4.
Fig. 4. El ciclo de la atención en el
proyecto OIKOS
FUENTE: Memoria Fundación Foment de l’Habitatge Social. 2012
45
Viviendas unifamiliares
• Económico: se vela para que el coste de la vivienda sea soportable para los ingresos de la perso-
na/familia atendida (“alquiler justo”), modulándolo en función de las variaciones que se puedan
producir durante la estancia en la vivienda. Y que esto permita trabajar los compromisos de pago
con rigor y proporcionalidad.
• Inserción laboral: se vela y se hace seguimiento de procesos de búsqueda de trabajo, y se trabaja
la capacitación profesional.
• Formativo: se facilita formación para aquellas personas que lo requieran.
• Socioeducativo: se intentan mejorar las relaciones de vecindario, hábitos de cuidado personal, há-
bitos de mantenimiento de la vivienda, del ocio, de los aspectos de formación, de la escolarización
de los niños....
• Psicológico / salud mental: se da ayuda a nivel psicológico, y cuando los miembros de la familia
lo requieran.
• Eje retorno: se facilita el retorno de los inmigrantes que así lo deseen a su país.
• Eje entorno comunitario: se propicia el conocimiento del entorno y de las entidades sociales locales.
El proyecto OIKOS se está desplegando hoy en uno de sus ejes más relevantes, el trabajo social orientado al acceso a la ocupación:
• Trabajo integral para la inclusión laboral desde el fortalecimiento individual para que las personas
usuarias del servicio puedan acceder, mantener y cambiar su lugar de trabajo en función de sus
circunstancias personales.
• Metodología de trabajo personalizada y cercana. La Fundación ya ha realizado una primera segmentación de los usuarios que previsiblemente podrán disfrutar de los proyectos de inserción
y formación que se están desarrollando. En esta selección se estima que hay 304 usuarios potenciales del programa de inclusión social y el principal colectivo son las mujeres y hombres en
situación de infraocupación, sin experiencia laboral y sin formación.
Alojamiento social
46
46
A
47
1.4
Conclusiones
Con este conjunto de propuestas residenciales, Cáritas Diocesana de Barcelona y la Fundación Foment
de l’Habitatge Social quieren dar cumplimiento al objetivo de ser lo más eficientes posible, tanto en la
gestión social, como en la gestión económica de los recursos, evitando duplicidades y haciendo llegar
los proyectos al máximo número de familias usuarias, según los parámetros de calidad de proyectos
exigidos por ambas organizaciones.
Quieren encajar sus actividades dentro de las recomendaciones del Parlamento Europeo cuando, en el
ámbito de las personas sin hogar, dice que considera los siguientes elementos fundamentales en las
estrategias para las personas sin hogar:
• unos objetivos claros, principalmente en relación con la prevención de la falta de hogar; la reducción de su duración; la reducción de las formas más graves de falta de hogar; la mejora de
la calidad de los servicios destinados a las personas sin hogar y del acceso a una vida asequible,
• un enfoque integrado que incluya todos los ámbitos políticos relevantes,
• un gobierno adecuado,
• una recopilación adecuada de datos,
• una dimensión sólida en materia de vivienda,
• la toma de consideración del cambio en los perfiles de la población sin hogar y, en particular, el
impacto de la migración.
Alojamiento social
48
48
A
O cuando “Insta a la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE a que preste una mayor
atención a las repercusiones de la pobreza extrema y la exclusión social en cuanto al acceso a
los derechos fundamentales y a su disfrute, teniendo en cuenta que el respeto al derecho a una
vivienda es fundamental para disfrutar de otros muchos derechos, en particular de los políticos
y sociales”.
Cáritas Diocesana de Barcelona y la Fundación Foment de l’Habitatge Social quieren también
aportar una experiencia de trabajo constatable y homologable en el terreno de la inclusión social y la vivienda, desde la óptica de las políticas sociales de Catalunya, encajando dentro de las
recomendaciones de la Unión Europea cuando, en el ámbito de la vivienda social, propone a los
Estados miembros que “elaboren políticas integradas para garantizar el acceso para todos a
una vivienda digna y asequible, persiguiendo, entre otros objetivos, que los programas específicos para personas sin hogar incluyan medidas sociales de acompañamiento”.
49
Conclusiones
2. Dos años del Servicio de Mediación enVivienda(SMV)
balance y reflexiones
Un servicio deMediación/Intermediación
en vivienda de alquiler y propiedad
Servicio de Mediación
52
53
2.1
Origen y razón de ser del SMV
La experiencia de Cáritas se fundamenta en su atención diaria a las personas más débiles que acuden a sus servicios de atención directa con problemas graves de subsistencia. Fueron alrededor de
60.000 en 2012 (el doble que en 2007) y, en el 70% de las situaciones, la problemática de la vivienda
constituyó uno de los aspectos más graves que abordar ese año. Destinamos a ayudas económicas
en metálico, en materia de vivienda, cerca de dos millones de euros. Pusimos en marcha, a finales
del 2011, el Servicio de Mediación en Vivienda (SMV), con el objetivo específico de prevenir la exclusión social residencial, evitando el máximo número posible de desahucios, y con el que hemos
atendido, en dos años, cerca de 1.800 hogares (una media de 80 mensuales), hemos evitado 455
desahucios, hemos asesorado a cerca de 800 y hemos ayudado a encontrar una nueva vivienda a
cerca de 100 hogares. Finalmente, hemos triplicado respecto del año 2007 el número de viviendas
que gestiona Cáritas, conjuntamente con la Fundación Foment de l’Habitatge Social, situándonos
en las 363, entre viviendas compartidas, viviendas familiares de alquiler social y centros residenciales para proyectos de inserción y viviendas familiares de alquiler social, que dan alojamiento a cerca
de 1.515 personas que no pueden acceder ni al mercado libre ni al protegido o público.
Es una experiencia densa que nos ha permitido poner el foco sobre el que tenemos que considerar
hoy, junto con el paro, el principal problema de nuestra sociedad: el sobreendeudamiento y la entrada
en la exclusión social por la imposibilidad de hacer frente al coste de la vivienda. Esta experiencia nos
ha permitido denunciar las carencias de tipo legislativo y de acción pública que hacen imposible,
no sólo que estas graves situaciones no se produzcan, sino que, una vez aparecidas, puedan tener
garantías de una solución razonable. Y nos ha permitido, también, emprender acciones que consideramos muy enfocadas y que pueden servir de referente a la hora de legislar y de crear marcos
públicos de intervención de cara a dar solución al sobreendeudamiento de los hogares.
Desde Cáritas hemos apoyado y colaborado en la elaboración de las reflexiones y propuestas legislativas en materia de sobreendeudamiento promovidas por el Síndic de Greuges de Catalunya,
(“Mesures per a un sistema de redreçament de deute”, Anexo II.A), por el Parlament de Catalunya,
por la Taula del Tercer Sector, por la Plataforma per un Habitatge Digne, por Cáritas Española y
por muchos ayuntamientos del Área Metropolitana de Barcelona. Nuestra posición en todas estas
colaboraciones se sustenta en los principios siguientes:
Servicio de Mediación
54
1. La gran mayoría de situaciones detectadas tienen un origen desencadenante en
la pérdida del trabajo y la caída de los ingresos. No se cambiará el problema de
la insolvencia de las familias en relación con la vivienda mientras no se emprendan
políticas públicas decididas de ocupación.
2. Las dificultades de pago de la vivienda tienen su origen en la falta de equilibrio
entre los ingresos regulares de los hogares y el coste de la vivienda. La responsabilidad preventiva, por tanto, está en manos de la política de vivienda.
3. Este desequilibrio se produce tanto en las viviendas de compra (pago de hipotecas), como en las viviendas de alquiler. No se pueden, entonces, arbitrar medidas pensando sólo en los primeros, y es del todo rechazable y denunciable haber
introducido cambios legislativos en materia de arrendamientos que hacen aún más
probables los problemas de este régimen de tenencia.
4. El mantenimiento en vivienda es un elemento clave para asegurar la estabilidad emocional, relacional y la recuperación de las personas afectadas por estos
problemas. Todas las aberrantes decisiones que conducen a tener que buscar o
proporcionar una nueva vivienda a una familia que ya tenía una no hacen más que
agravar los daños a personas y hogares.
5. Hay que evitar, por todos los medios, que las familias queden con un lastre que
les impedirá recuperarse si pierden vivienda con una deuda pendiente. La dación
en pago y los finiquitos en las deudas hipotecarias son las únicas vías para evitar
este lastre. Para Cáritas resulta incomprensible que si se pueden pactar condonaciones de deudas una vez producida la ejecución hipotecaria, no se hayan pactado
antes, manteniendo de esta manera al comprador dentro de su vivienda a un precio
razonable.
6. La desigualdad entre la parte deudora y la parte acreedora, reconocida por
jurisprudencias de otros países, incluso por el Consejo Económico y Social Europeo, especialmente en el caso de las deudas de carácter hipotecario, hace imprescindible la posibilidad de recurrir a una instancia mediadora que equilibre las
posiciones y dote de mayor potencia negociadora a la parte débil. La mediación o
Intermediación experta se erige como una vía procedimental justa, proporcional y
adecuada para aproximar los derechos de las dos partes y la defensa en un plano
de mayor igualdad.
7. Para prevenir la exclusión hay que actuar con la máxima celeridad, detectando
y actuando desde los primeros síntomas, para evitar el empeoramiento de las situaciones.
55
Origen y razón de ser
8. Hay que establecer mecanismos de prevención del riesgo de cara al futuro, pero es también responsabilidad de todos ayudar a reparar las situaciones de sufrimiento derivadas
de contratos ya celebrados anteriormente (que son la gran mayoría de los existentes en la
actualidad).
9. Hay que abordar seriamente la lacra que supone el crecimiento exponencial de problemas
de salud y, sobre todo, de salud mental, que hemos tenido ocasión de conocer de primera
mano y que explicamos con todo detalle en el capítulo 3 de este mismo libro, correspondiente
al estudio del proyecto SOPHIE.
A modo de síntesis, podríamos afirmar, pues, que la mediación se está convirtiendo en una de las
vías más eficientes para conocer, asesorar y proporcionar tranquilidad a los afectados. Pero también para conseguir la reconducción de los contratos, la mejora de las condiciones de pago y, en
definitiva, para evitar la pérdida de la vivienda y la caída en situaciones de sin hogar.
Por ello, con la voluntad de atender situaciones que pueden provocar la exclusión social de la familia o de la persona afectada, dejándolas sin hogar y sin posibilidad de recuperarse económica y
emocionalmente, Cáritas Diocesana de Barcelona abrió el SMV. Ahora que este servicio cumple dos
años , este informe realiza una evaluación de sus resultados y actividades y un análisis de la situación económica, social y familiar de los hogares atendidos, al mismo tiempo que intenta explicar su
metodología de trabajo. Ésta, pensamos, puede ser replicada por diferentes entidades sociales y,
especialmente, por las administraciones públicas.
Servicio de Mediación
56
2.2
Mediación/Intermediación especializada, un
métodoequilibradordedeudoresyacreedores
Como se ha dicho anteriormente, el mes de septiembre del 2011, Cáritas Diocesana de Barcelona puso en marcha el SMV con la voluntad de atender familias con problemas graves de pago de
sus viviendas, actuando como mediadora entre estas familias y los propietarios o las entidades
financieras, para encontrar la mejor solución en cada caso.
En el ámbito hipotecario, el reconocimiento del desigual plano de relación entre deudor y acreedor es reconocido por jurisprudencias de otros países e incluso por el Consejo Económico y
Social Europeo cuando dice: “La actual crisis financiera ha revelado las disfunciones debidas a
las deficiencias del mercado y de las normativas, así como al contexto económico, a las prácticas
seguidas por los intermediarios de crédito y los prestadores, y al escaso nivel de cultura financiera de los prestatarios. Todas estas deficiencias se han de evitar en el futuro porque conducen
a una pérdida considerable de confianza.”1
(1) Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la «Propuesta de Directiva del Parlamento Europeo
y del Consejo sobre los contratos de crédito para bienes inmuebles de uso residencial» [COM(2011) 142 final —
2011/0062 (COD)].(2011/C 318/22).
57
Mediación / Intermediación
Pero desde Cáritas hemos querido dar una especial atención a un problema que no parece tan reconocido y mucho menos recogido en las legislaciones, como es el derivado de las dificultades de pagar el
alquiler en caso de hogares de alquiler con problemas graves. Aunque en estos casos la desigualdad
entre deudor y acreedor no es tan acusada, la situación del deudor es particularmente débil por dos
razones fundamentales: detectamos que la población que ahora no puede hacer frente al pago de su
alquiler es, por regla general, población más empobrecida que la que tiene problemas de pago de las
hipotecas. En efecto, suele tratarse de población que no pudo acceder a una vivienda de compra durante
la bonanza económica y, por tanto, su capacidad para recuperarse y para sortear la crisis es menor que
la de la población afectada por las hipotecas.
Es precisamente por ese motivo de base que la Mediación o Intermediación experta se erige como
una vía procedimental justa, proporcional y adecuada para aproximar los derechos de las dos partes y
para mejorar la capacidad de defenderlos en un plano de mayor igualdad. Y es por la misma razón que
la Mediación está siendo una de las fórmulas propiciadas por algunas legislaciones europeas como un
trámite preceptivo previo a la tramitación de la ejecución hipotecaria .
Por otra parte, el procedimiento de desahucio en el ámbito de alquiler es mucho más rápido que en el
ámbito de las hipotecas. También en estos casos hemos creído, y la experiencia nos está dando la razón,
que la Mediación o Intermediación experta aporta la necesaria confianza y la capacidad de diálogo que
muchos hogares, sometidos a graves tensiones, son incapaces de gestionar.
(2) Como por ejemplo, la adaptación de las Comisiones de sobreendeudamiento, que regula la Ley 2010-737, del 1 de julio
de 2010, de reforma del crédito al consumo de Francia. Esta Ley establece dos fases a seguir en el momento en que el
deudor, persona física, no puede hacer frente al pago de las deudas. La primera fase, después de la petición de la persona
sobrendeudada, se materializa en la formación de una Comisión formada por miembros de la Administración, entidades
bancarias y asociaciones de consumidores y usuarios, los cuales evalúan la capacidad de pago, las condiciones de la mora
y proponen un plan de viabilidad a la persona solicitante. En caso que esta persona acepte el plan, el problema queda
resuelto, pero, si finalmente no lo acepta, pasa a la segunda fase. En este caso es una instancia judicial la que realiza el
estudio y determina las medidas de saneamiento del deudor. Este esquema ha sido seguido por Bélgica, pero también
destacan en Europa otros mecanismos, como el alemán, el austríaco o el danés.
Servicio de Mediación
58
2.3
El funcionamiento del SMV
2.3.1. Sistema de trabajo
El SMV atiende las consultas planteadas por personas solas y familias en mora o en riesgo de
mora con relación al pago del alquiler o del préstamo hipotecario relativo a la vivienda de residencia habitual y hace de intermediario entre estas familias y los propietarios o las entidades
financieras concesionarias de los préstamos, con el objetivo de arbitrar las soluciones más proporcionadas y justas y evitar el mayor número posible de desahucios.
La atención a las familias se hace con cita previa. Se analizan las condiciones de la deuda pendiente, de alquiler o del préstamo, la cuantía en mora y los ingresos totales de la familia afectada, con la finalidad de elaborar una alternativa de redención de la deuda o, en su defecto, una
propuesta para su resolución definitiva.
Son objetivos del SMV:
•Prevenir la exclusión social residencial, evitando la pérdida de la vivienda de aquellas
familias que tienen serias dificultades de pago.
•Atender y asesorar familias que se encuentran en situación de grave dificultad de pago
de su vivienda.
•Intermediar ante las entidades financieras y los propietarios de viviendas para garantizar
unas negociaciones en plan de igualdad entre deudor y acreedor, arbitrar las soluciones
más proporcionadas y justas, y evitar el mayor número posible de desahucios.
•Aligerar la carga de endeudamiento de las familias que no pueden pagar sus viviendas de
compra.
•Ayudar a hacer frente a los gastos de alquiler y de suministro de los servicios de agua, luz
y gas.
•Ayudar a conseguir alojamiento asequible a las familias que hayan perdido su vivienda.
59
El funcionamiento del SMH
Las situaciones atendidas se pueden ordenar según la creciente dificultad de solución y, por tanto, de
creciente riesgo de exclusión:
• Las que se pueden resolver con un cambio en las condiciones, sea del alquiler, sea del préstamo (reconducción de la deuda, aplazamiento de pagos, reducción de tipos de interés, carencias,
finiquitos, etc.).
• Las que son claramente transitorias y que, con una ayuda pública o con una ayuda/préstamo sin
interés de Cáritas o con una combinación de ambas, pueden devolver a la situación previa, con
capacidad, en su caso, de devolución de la ayuda recibida.
• Las que no permiten mantener las condiciones de alojamiento previas. Si se trata de viviendas de
alquiler, se negocia con el propietario el tiempo necesario para poder ofrecer a la familia afectada otra vivienda de urgencia con un alquiler asequible. Y, si se trata de viviendas hipotecadas, se
abren dos fórmulas de trabajo, complementarias:
a) se negocia con la entidad financiera la conversión del préstamo hipotecario en contracto de alquiler, con dación de la vivienda en pago de la deuda contraída y condonación de la
deuda pendiente derivada del diferencial de valoración de la vivienda en la actualidad respecto de la valoración hecha en el momento de la concesión del préstamo, y
b) se negocia con la entidad financiera el tiempo necesario para poder ofrecer a la familia
afectada otra vivienda de urgencia a un alquiler asequible.
• Las de familias que ya han sido desahuciadas o que tienen pendiente un desahucio inminente
e irrevocable. Se trata de ofrecer a la familia afectada otra vivienda que le asegure un alquiler
asequible. Y, en su caso, se inician conversaciones con las entidades financieras para intentar
obtener la condonación de la deuda que pueda haber quedado pendiente después de la pérdida
de la vivienda.
Para todos los procesos de mediación en hipoteca está resultando clave la designación de un interlocutor único por parte de cada una de las entidades financieras. Este interlocutor tiene la autoridad
suficiente para dictar órdenes e instrucciones en este tema a las oficinas de la entidad y para resolver
directamente los problemas que se presentan.
En el caso de la mediación en alquiler las claves del éxito consisten en la agilidad y rapidez a la hora
de dar una respuesta. El marco de las conversaciones de Mediación no cuenta, como el ámbito de hipotecas, con la posibilidad de negociar con un interlocutor único, sino que se tiene que tratar caso por
caso de manera específica con cada propietario.
Son destinatarios del SMV:
• Personas o familias con problemas graves de pago de su vivienda, de uso habitual.
• Personas o familias pendientes de ejecución hipotecaria o pendientes de subasta de su vivienda
de compra, de uso habitual.
• Personas o familias pendientes de ser desahuciadas de su vivienda de alquiler, de uso habitual.
• Personas o familias que han perdido su vivienda de compra, de uso habitual, y mantienen una
deuda pendiente con la entidad financiera.
• Personas o familias desahuciadas de su vivienda, de uso habitual, que tienen dificultades para
encontrar una nueva vivienda asequible.
Servicio de Mediación
60
2.3.2. Equipo profesional, voluntariado y financiación
El SMV cuenta con una estructura central formada por: una directora (técnica bancaria) que
es quien mantiene las relaciones con los interlocutores únicos designados por cada una de las
entidades financieras para atender las situaciones de problemas de hipotecas; dos personas
mediadoras (abogadas) que hacen el seguimiento de los trámites de negociación con las entidades, y una persona responsable del ámbito de los problemas de alquiler (trabajadora social) que
mantiene las relaciones con los propietarios de viviendas en alquiler y realiza los seguimientos
sociales de los casos que lo requieran. El equipo también cuenta con un técnico de coordinación
y dos técnicos administrativos.
Este equipo está reforzado por más de cuarenta voluntarios y voluntarias, profesionales en activo
o jubilados recientemente que se distribuyen en equipos de especialistas en sistema financiero,
en arrendamientos urbanos y en legislación inmobiliaria, un equipo de arquitectos y otro equipo de apoyo administrativo. Son los especialistas en sistema financiero y los especialistas en
arrendamientos urbanos y legislación inmobiliaria los que atienden a las familias y realizan la
propuesta de solución, que se estudia y que el equipo profesional del SMV presenta al arrendador
o en la entidad financiera.
El SMV celebra reuniones periódicas con todo el voluntariado para dar información de los resultados obtenidos y poner en común las experiencias, problemas y buenas o malas prácticas
detectadas.
El SMV se financia, como el noventa por ciento de la actividad de Cáritas Diocesana de Barcelona, mediante donaciones privadas –la mayor parte de las cuales son de carácter anónimo y
reservado. La mayoría de las donaciones se dirigen directamente a la concesión de ayudas a las
familias con problemas. Algunas, sin embargo, como es el caso de la otorgada por la Fundación
La Marató de Tv3, del año 2012, se ha destinado también a cubrir parte de la estructura de personal mencionada anteriormente.
2.3.3. Cobertura territorial
El SMV atiende casos dentro del ámbito territorial de Cáritas Diocesana de Barcelona. Este
territorio está compuesto por las diócesis de Barcelona, de Sant Feliu y de Terrassa y alcanza
una población de aproximadamente cinco millones de habitantes.
El planteamiento inicial del SMV fue el de atender a las familias directamente desde los servicios
centrales de Cáritas en Barcelona. La centralización de llamadas y la puesta a disposición de
varios despachos para atención de las familias tenía que permitir llevar a cabo la actividad, con
el apoyo de los voluntarios mencionados.
A medida que iba avanzando el proyecto, la llegada de algunos voluntarios que procedían de municipios del área metropolitana ofreció la posibilidad de poder atender familias directamente en
estos municipios, evitando los desplazamientos costosos y dificultosos. De este modo se abrieron
puntos de acogida del SMV en las oficinas de Cáritas en Terrassa y en las dependencias del Centro El Xiprer de Granollers, siempre pidiendo cita previa con el teléfono de atención centralizado.
61
El funcionamiento del SMH
Por otro lado, algunos municipios que querían ofrecer servicios de características parecidas a los del SMV
a sus ciudadanos afectados gravemente por problemas de pago de sus viviendas solicitaron colaboración, y
esto ha sido la base de la generación de una serie de convenios entre Cáritas Diocesana de Barcelona y varios
ayuntamientos en materia de Intermediación en vivienda. Figuran en este epígrafe Sabadell, Mollet del Vallès,
El Prat de Llobregat, Caldes de Montbui, Santa Coloma de Gramenet, la Mancomunitat de Cerdanyola, Ripollet y Montcada i Reixach, Barberà del Vallès, Sant Feliu de Llobregat, Viladecans, Esplugues de Llobregat,
Castellar del Vallès, Olesa de Montserrat, Sant Vicenç dels Horts, Sant Just Desvern, Molins de Rei y Pallejà.
En cuanto al Ajuntament de Barcelona, Cáritas tiene firmado un convenio en materia de vivienda en el cual se
prevé la coordinación y trasvase de información de las situaciones de problemas graves de pago de la vivienda
que sean atendidas respectivamente en las oficinas de vivienda de la ciudad y en los puntos de atención de
Cáritas.
El sistema de trabajo con estos municipios es fundamentalmente el mismo en todas las situaciones: el establecimiento de un punto de atención en el municipio, gestionado por una o más personas expertas en temas
financieros e hipotecarios (abogados, economistas, técnicos bancarios, etc.), que reciben a las familias que
lo piden, estudian las situaciones y elaboran propuestas de mutuo acuerdo. Estas propuestas se dirigen al
servicio central del SMV, que es quien mantiene la negociación con las entidades financieras y propietarios de
viviendas alquiladas. En algunos casos, los convenios abordan también la atención a problemas de pago de
contratos de alquiler y la búsqueda de viviendas de alquiler en el supuesto de que con la Mediación no se haya
conseguido evitar la pérdida de la vivienda originaria.
Es evidente que esta red de 21 puntos de atención (entre convenios y la atención directa o descentralizada)
aporta riqueza humana y de conocimiento al trabajo de Cáritas y ayuda en gran medida a hacer más próxima
la atención y el acompañamiento de las familias que sufren estas graves situaciones.
¿Dónde encontrar el SMV?
Servicio de Mediación en Vivienda
Cáritas Diocesana de Barcelona
Via Laietana, 5, ent.
08003 Barcelona
Tel. 607 060 592
correo: [email protected]
Servicio de Mediación
62
2.3.4. Alianzas institucionales
Desde el inicio de su constitución, el SMV entendió que le era imprescindible tejer una red de
complicidades, no sólo territoriales sino también institucionales, para dotarse de la máxima
fuerza y potencia en su tarea y asegurar, así, los mejores resultados posibles.
En este sentido, hay que mencionar el convenio firmado con la Generalitat de Catalunya, para
establecer un sistema de colaboración continua con OFIDEUTE, que es el servicio de Mediación
que la Generalitat puso en marcha en 2009.
También se han firmado diferentes convenios de prácticas al SMV para estudiantes de varios
cursos de grado y posgrado: con el Máster en Mediación del Col·legi d’Advocats de Barcelona;
con el Máster en Sociedad Inclusiva y Mediación de la Facultad de Derecho de la Universitat
de Barcelona; con el Máster en Gestión y Resolución de Conflictos: Mediación del Institut de
Formació Contínua IL3 de la Universitat de Barcelona; con la Facultad de Trabajo Social de la
Fundación Pere Tarrés; con la Facultad de Ciencias Políticas y de Sociología de la Universitat
Autònoma de Barcelona, y con el Grado de Trabajo Social de la Universitat de Barcelona.
Y, por último, convenios para la colaboración en diferentes ámbitos que ayudan a mejorar y
completar la tarea del SMV. Se incluirían en este apartado el convenio con la Clínica Jurídica
de la Facultad de Derecho de la Universitat de Barcelona; el convenio con la Fundación Catalunya Caixa, para el programa Alquiler Solidario (de habitaciones), y el convenio con Colegio
de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, para la búsqueda de viviendas de alquiler a precios
asequibles.
En otro orden de cosas, cabe referirse los acuerdos establecidos entre Cáritas/SMV y la Agència de l’Habitatge de Catalunya y algunas fundaciones privadas (Fundación Família i Benestar,
Fundación Grup Qualitat, Fundación Llars de l’Amistat) para la cesión directa o la concesión de
ayudas económicas para la obtención de viviendas destinadas a alquiler a precios muy bajos
para familias que no pueden hacer frente al pago de su vivienda anterior (sea de compra o de
alquiler). Además de estos acuerdos, se debe mencionar a aquellas personas que de forma
anónima también hacen aportaciones dinerarias o de viviendas para el SMV.
Asimismo, y de forma general, en todos los casos de hogares con problemas que se derivan
desde los servicios sociales municipales, el SMV trabaja de manera coordinada con los referentes municipales de los hogares para obtener la mejor solución para la persona afectada.
63
2.4
Balance de los primeros dos años
de funcionamiento del servicio
2.4.1. Tipos de problemas atendidos
En sus dos primeros años de existencia, el SMV ha recibido 2.271 consultas, de las cuales 1.804 han sido
expedientes de Mediación.
Como se ha dicho al inicio de este informe, Cáritas quiso dedicar el SMV no sólo a problemas de pago
de préstamos hipotecarios, sino también a las dificultades para pagar alquileres. La experiencia vivida
en estos dos años ha confirmado el acierto de este enfoque puesto que el 58% de los expedientes de
solicitud de Mediación recibidas venían de hogares hipotecados y el otro 42% de hogares de alquiler.
Esta proporción es muy parecida entre los expedientes resueltos. El 53% han sido de problemas de
hipoteca y el 47%, de problemas de alquiler. En cambio, entre los que están en trámite, aumenta la proporción de los expedientes relacionados con hipotecas debido a la mayor lentitud en la gestión de los
acuerdos con las entidades financieras que con los propietarios de viviendas de alquiler.
Servicio de Mediación
64
Tabla 1. Tipos de problemas atendidos por
el SMV
HIPOTECA
ALQUILER
Expedientes de mediación recibidos
58%
42%
Expedientes resueltos
53%
47%
Expedientes en trámite
72%
28%
FUENTE: CDB. SMV
Fig. 1. Evolución temporal de la actividad del SMV
121
111
106
77
84
68
89
87
76
95
85
82
74
62
59
92
94
90
60
63
47
30
sep-11 oct-11 nov-11 dic-11 ene-12 feb-12 mar-12 abr-12 may-12 jun-12
29
jul-12
23
ago-12 sep-12 oct-12 nov-12 dic-12 ene-13 feb-13 mar-13 abr-13 may-13 jun-13
jul-13
ago-13
FUENTE: CDB. SMV
65
Balance de los primeros años
2.4.2 Procedencia de los hogares atendidos
El acceso de las personas o familias al SMV, como se ha dicho, puede ser por tres vías: (1) Derivación de
las trabajadoras de Cáritas Diocesana de Barcelona, tanto desde los diversos puntos de atención territoriales, como desde los diferentes programas; (2) Acceso directo de los hogares o personas afectadas
a las oficinas centrales del SMV o a los puntos de atención abiertos a los municipios con convenio, mediante correo electrónico o teléfono; (3) Prescripción o derivación de los servicios sociales municipales
sin convenio de colaboración con el SMV.
Durante estos dos años de funcionamiento, la entrada directa de personas al SMV, sin ningún contacto
previo con Cáritas o con servicios sociales municipales, se ha mantenido como el punto de acceso más
importante, con el 57% de las situaciones. La segunda vía de entrada ha sido la interna de Cáritas, con
el 37%. Y el 6% restante es el de los hogares derivados por los servicios sociales municipales.
Estos datos confirman el acierto de haber abierto el SMV, desde el primer momento, a personas y
hogares que no habían tenido contacto previo con Cáritas y que, si no se hubiera puesto en marcha el
Servicio, difícilmente habrían recurrido a la organización solicitando ayuda.
Fig. 2. Procedencia de los hogares atendidos por el
SMV según prescriptores
FUENTE: CDB. SMV
Servicio de Mediación
66
En cuanto a las zonas geográficas de procedencia, y en lógica correspondencia con la distribución demográfica, ha sido la Diócesis de Barcelona la que ha hecho más uso del SMV, con el 58%
de las situaciones, la gran mayoría correspondiente a la ciudad de Barcelona. La Diócesis de
Sant Feliu ha aportado el 31% de las familias usuarias, y el restante 11%, la Diócesis de Terrassa.
Fig. 3. Procedencia de los hogares atendidos por el SMV
según diócesis
FUENTE: CDB. SMV
67
Balance de los primeros años
2.4.3. Actividad del SMV: nombre y tipos de respuestas dadas
Un 20% de las 2.271 consultas atendidas por el SMV han sido cuestiones puntuales tratadas por las
trabajadoras de primera atención del SMV, dando informaciones orientativas o derivándolas hacia otros
servicios especializados. El resto, 1.804 (el 79%), se han concretado en expedientes de Mediación y han
entrado de pleno en el ámbito de trabajo del SMV y en el proceso de gestión social de Cáritas.
Hasta hoy, de estos expedientes atendidos con gestión interna se han cerrado 1.404 y 400 más están
en trámite. De los cerrados, 617 (34%) lo han sido con solución aportada por el SMV y 787 (44%) se han
cerrado habiendo dado apoyo y asesoramiento a las familias.
Tabla 2. Actividad del SMV
Nombre
Distribución sobre
consultas
recibidas
Consultas recibidas totales
2.271
100%
Llamadas sin continuidad
444
20%
Visitas pendientes
23
1%
Hogares con expediente de
mediación
1.804
79%
Personas atendidas
6.256
Septiembre 2011- septiembre 2013
Distribución
sobre hogares
atendidos
100%
Aasesoramiento
787
44%
Casos resueltos con mediación
617
34%
De los cuales: Sólo con mediación
Con mediación y/o
ayuda económica
Casos en trámite
350
267
400
22%
FUENTE: CDB. SMV
Servicio de Mediación
68
Fig. 4. Evolución temporal de los casos atendidos por el SMV
FUENTE: CDB. SMV
En cuanto al tipo de respuestas dadas, es relevante que en el 73% de las solicitudes resueltas por
el SMV se ha negociado una reconducción de la deuda (36%), un mantenimiento del contrato de
alquiler (32%) o una dación con posterior contrato de alquiler con el banco (5%), es decir, manteniendo a las familias en su vivienda originaria. Esto se ha conseguido pactando cuotas mensuales del préstamo o precios de alquiler más ajustados a la capacidad de pago de los hogares. Son,
por lo tanto, 455 desahucios que se han evitado y que seguramente se habrían producido en caso
de no haber recurrido a la Mediación del SMV.
En el resto de casos resueltos no se ha podido conservar la vivienda anterior pero se han conseguido 69 daciones en pago, es decir, resoluciones de las deudas pendientes en los casos de personas
hipotecadas que no han podido seguir pagando el préstamo. Hay que comentar en este sentido el
cambio de actitud de las entidades financieras hacia la Mediación del SMV, fruto de una dinámica de reuniones periódicas para conseguir una mejor fluidez y homogeneidad en las propuestas,
siempre con el objetivo de mejora de las condiciones finales para las familias afectadas.
69
Balance de los primeros años
Fig. 5. Tipos de respuestas positivas dadas por el SMV
6%
34
Vivienda de alquiler social
10%
59
Ayuda al pago de la fianza
5%
Dación en pago | Alquiler social
32
11%
Dación en pago
69
36%
Reconducción de la deuda
32%
Mantenimiento del alquiler
225
198
FUENTE: CDB. SMV
Conviene recordar que uno de los compromisos de Cáritas Diocesana de Barcelona es evitar que los hogares
o personas afectadas por problemas como los descritos se queden sin techo. Por eso, en las situaciones en
las que no se puede evitar la pérdida de la vivienda anterior, el SMV no concluye sus tareas con la negociación
sino que sigue su trabajo ayudando la familia afectada en la búsqueda de una vivienda o proporcionándole
directamente una nueva vivienda –siempre de alquiler. En 59 situaciones (el 10% de las respuestas dadas), se
ha ayudado económicamente a las familias en la búsqueda de una nueva vivienda de alquiler asequible, normalmente haciendo frente a la fianza pedida por el propietario, y en 34 casos (el 6% de las respuestas dadas),
se ha ofrecido a las familias una vivienda de sustitución facilitada directamente por Cáritas.
“
En sólo dos años de actividad,
El SMV ya ha conseguido evitar
455 deshaucios
”
Servicio de Mediación
70
Fig. 6. Respuestas del SMV en relación al mantenimiento de
la vivienda original
FUENTE: CDB. SMV
2.4.4. Ayudas económicas a los hogares
Las soluciones a las que han llevado las negociaciones del SMV han contado, en el 43% de las
situaciones, con las ayudas económicas que Cáritas ha ido concediendo bajo el formato de préstamos light, sin interés, pero el restante 57% se ha conseguido mediante la estricta mediación
de los técnicos del SMV con las entidades financieras o con los propietarios de las viviendas.
Destacamos, pues, el efecto multiplicador que están teniendo las ayudas económicas que dieron pie, en su inicio, a la puesta en marcha del SMV y que han seguido apoyando esta actividad.
En cuanto a la intensidad de las ayudas, podemos observar en la Figura 8 que la gran mayoría
de ayudas está por debajo de los 5.000 euros (84%), con un importe medio de 3.110 euros, cifra
que ha permitido cerrar deudas acumuladas, pagar fianzas de alquileres y ayudar a pagar cuotas
hipotecarias o alquileres durante un periodo acotado de tiempo.
71
Balance de los primeros años
Fig. 7. Expedientes resueltos por el SMV con mediación,
con y sin ayuda económica
FUENTE: CDB. SMV
Fig. 8. Importes de las ayudas concedidas por el SMV
FUENTE: CDB. SMV
Servicio de Mediación
72
El gasto del SMV se añade a la muy importante aportación de fondo que en general está destinando Cáritas Diocesana de Barcelona a cubrir gastos de las familias en concepto de alojamiento y que, en un sentido amplio, vienen a dar respuesta al mismo objetivo de evitar la exclusión
social que se deriva de la pérdida de la vivienda. Recordamos en este sentido que, en 2012, las
ayudas de CDB a las familias en materia de vivienda supusieron el 35% del total de ayudas concedidas por la entidad.
Se observa cómo la evolución de los últimos seis años es de un crecimiento acelerado en este
ámbito, desde los 520.000 euros del 2007, hasta los casi 2.000.000 de euros en el 2012, es decir,
cuatro veces más que hace cinco años. Durante el año 2013, de realización de este estudio, la
previsión era igualar al menos el gasto que se había realizado durante 2012 en vivienda.
Si se desglosa el gasto en ayudas a la vivienda de Cáritas durante 2013 se observa la fuerte
apuesta económica que dedica la entidad al SMV. A estas alturas, casi duplica el siguiente concepto más importante, las habitaciones de realquiler. Resolver problemas de sobreendeudamiento en vivienda en un contexto legal que no favorece a la persona sobreendeudada requiere
de herramientas de Mediación muy buenas, pero también de un importante fondo económico
puesto que las deudas en este ámbito son muy elevadas y no siempre se pueden condonar.
Tabla 3. Gasto de Cáritas Diocesana de
Barcelona en Vivienda por tipo de ayudas
Pensiones
1%
Gastos generales
1%
Residencias/centros
2%
Ayudas alquiler áreas territoriales
9%
Equipamientos y suministros
5%
Habitaciones de realquiler
38%
SMH
44%
Total
100%
FUENTE: CDB. SMV
73
Balance de los primeros años
Fig. 9. Evolución de las ayudas económicas en metálico de Cáritas
Diocesana de Barcelona en Vivienda. 2007-2013
1.904.332 € 2.000.000 €
1.568.732 €
801.721 €
547.643 €
542.640 €
525.188 €
2005
2006
2007
2008
992.344 €
2009
1.136.293 €
2010
2011
2012
2013*
FUENTE: CDB. SMV
(*) Datos 2013 previstos para el final de año
Servicio de Mediación
74
75
2.5
Características de los hogares atendidos
2.5.1. Tipología de los hogares usuarios del SMV
Por lo que respecta a los perfiles de los hogares atendidos, es de destacar que en la gran mayoría de
las situaciones se trata de familias con hijos (Figuras 10 y 11), bien sean parejas con hijos (51%), bien
familias monoparentales (22%). Este total de un 73% contrasta fuertemente con la media de los hogares
catalanes con hijos que se sitúa en el 50%, y pone de relieve las graves repercusiones que está teniendo
la crisis económica actual y la crisis de la vivienda sobre los menores de edad.
Si comparamos los datos de hogares atendidos por el SMV con las del conjunto de Catalunya observamos también la sobrerrepresentación precisamente del sector de los hogares monoparentales (fundamentalmente, monomarentales). Si en Catalunya sólo uno de cada 10 hogares son monoparentales, en
el SMV son dos de cada 10. También en este caso se confirma la especial vulnerabilidad de este tipo de
hogares a efectos de la crisis.
Por el contrario, señalamos la menor presencia de personas solas en las demandas recibidas por el
SMV (12%), respecto al 19% que este colectivo representa en el conjunto de hogares de Catalunya . Es
lógico que así sea si se tiene en cuenta que la mayor parte de compromisos de compra o de alquiler
de vivienda en los años de la burbuja inmobiliaria, según los elevados precios de las viviendas, sólo los
pudieron asumir hogares que contaran con más de una fuente de ingresos, es decir, que estuviesen
formadas, como mínimo, por dos personas adultas con trabajo.
Servicio de Mediación
76
“
Fig. 10. Tipología de hogares atendidos
por el SMV
FUENTE: CDB. SMV
La mayoría de las familias atendidas
por el SMH tienen hijos. Una gran
parte están formadas por una madre
sola. Esta situación familiar es mucho
más frecuente que en el conjunto de
Catalunya
”
77
Características de los hogares
Fig. 11. Comparación de la tipología de los hogares
atendidos por el SMV con los hogares de Catalunya
CDB
IDESCAT
51%
41%
28%
22%
5% 3%
Más de una persona con
parentesco
19%
10%
9%
Monomarental/parental
Pareja con hijos
Pareja sin hijos
12%
Persona sola
FUENTE: Elaboración propia a partir de datos de CDB-SMV e IDESCAT 2011.
Servicio de Mediación
78
2.5.2. Edades de las personas referentes y del conjunto de
personas usuarias del SMH
En cuanto a la edad, la parte más importante de los problemas, cuantitativamente hablando, se
concentra, con el 67% de las situaciones (Figura 12), en las familias encabezadas por personas
adultas jóvenes, de entre 30 y 49 años. Esta es una información particularmente relevante por lo
que supone de incidencia de la crisis sobre los hogares en su fase de formación y crecimiento.
En segundo lugar de importancia, con el 23%, aparecen las familias de adultos de entre 50 y 65
años, con el grave problema que supone para personas en esta franja de edad la pérdida de la
vivienda.
Es de destacar que el porcentaje más bajo es el de las personas de más de 65 años, probablemente por ser las que o bien ya disponen de vivienda de propiedad totalmente pagada, o bien
están en viviendas de alquiler con contratos todavía amparados en la prórroga forzosa. Sin embargo, conviene hacer énfasis en que precisamente en los casos de personas mayores con problemas de vivienda se llega a los niveles más intensos de dramatismo, normalmente provocados
por haber actuado como fiadoras o avaladoras de hijos.
Si en vez de fijarnos en los cabeza de familia, miramos las edades del conjunto de las personas
de los hogares afectados (Figura 12), destaca el peso de los menores de edad y de los jóvenes,
cosa que corrobora la gravedad de las situaciones en esta parte más débil de la población. Los
menores de 18 años, en hogares atendidos por el SMV, son el 36%, cuando este tramo de edad
en la media de Cataluña es del 20%.
“
Constatamos que la crisis de pago de la
vivienda afecta a los hogares en su fase
de formación y de crecimiento
”
79
Características de los hogares
Figura 12. Edad de la persona referente de los hogares atendidos por el
SMV en comparación con el conjunto de Catalunya según tramos de edad.
FUENTE: CDB. SMV
Servicio de Mediación
80
2.5.3. Situación laboral de las personas usuarias del SMV en
edad de trabajar
Cuando analizamos la situación económica de las personas atendidas por el SMV nos encontramos, claramente, con la principal problemática que está impidiendo el correcto pago de sus viviendas. El porcentaje de desempleo entre las persones en edad laboral es, tanto en el problema
de impago de hipoteca (68%) como de impago de alquiler (75%) (Figura 13), mucho mayor que la
tasa de desempleo en Cataluña (22,8% en el tercer trimestre de 2013).
Dentro de esta situación de falta de empleo general, observamos que, en el caso de las familias
que viven de alquiler, la situación presenta perfiles de mayor debilidad: 7 puntos de diferencia en
la tasa de desempleo y 2 puntos de diferencia en trabajo en economía sumergida.
Fig. 13. Situación laboral de las personas atendidas por el SMV
con problemas de hipoteca y de alquiler
FUENTE: CDB. SMV
81
Características de los hogares
2.5.4. Ingresos de los hogares usuarios del SMV
La tipología de ingresos nos ayuda también a dibujar el perfil diferencial que tienen los hogares atendidos por el SMV, respecto del perfil mediano de los hogares catalanes. Vemos en la Figura 14 que sólo
un 37% de las personas/hogares cuentan con ingresos procedentes de un sueldo. Un 39% vive de varias
transferencias sociales (21% prestación de paro, 11% pensiones y 7% PIRMI). Y un 17% no cuenta con
ningún ingreso. Este último grupo de hogares se puede afirmar que vive estrictamente gracias a las
ayudas de todo tipo de Cáritas. Y, desgraciadamente, todo hace pensar que este porcentaje aumente a
medida que se agote la prestación de paro de las personas que ya hace tiempo que las cobran, o que no
se recuperen las prestaciones mínimas de inserción.
En cuanto al volumen de ingresos de los hogares atendidos por el SMV, cerca del 60% se sitúa por debajo de los 9.000 euros anuales, tal como nos muestra la Figura 15. Esto contrasta fuertemente con el
conjunto de población de Cataluña que, en este tramo de ingresos, sólo tiene el 10% de los hogares.
Fig. 14. Fuente de ingresos de los hogares atendidos por el SMV
37%
21%
17%
11%
Sueldo
Prestación de paro
Sin ingresos
Pensión-prestación
7%
7%
Pirmi
Otros ingresos
FUENTE: CDB. SMV
Servicio de Mediación
82
Fig. 15. Ingresos de los hogares atendidos por el SMV y de la población
de Catalunya comparados por tramos
FUENTE: Elaboración propia a partir de CDB-SMV e IDESCAT.
Es evidente que la actual crisis de la vivienda deriva de la carencia de recursos económicos que
lleva a muchos hogares a no poder pagar sus viviendas, ni siquiera renegociando las deudas.
Cosa que vemos claramente confirmada con el elevadísimo porcentaje de hogares por debajo del
umbral de pobreza.
Sin embargo, la Figura 15 también nos muestra una presencia importante de hogares con ingresos entre los 14.000 y los 35.000 euros anuales, (alrededor del 18%), que se han tenido que dirigir
al SMH porque se enfrentan a un problema claro de sobre endeudamiento, medido en términos
de desproporción del coste de la vivienda en relación a sus ingresos, pero que tienen capacidad
para poder reconducir su situación mediante un replanteo de la deuda. En bastantes casos, estos
hogares han utilizado el SMH como órgano de asesoramiento y orientación, pero han acabado
resolviendo la situación por su cuenta.
83
Características de los hogares
2.5.5. Procedencia geográfica de las personas usuarias del SMV
La mayor parte de las personas usuarias del SMV han sido de nacionalidad española (60%). Sin embargo, resulta evidente que, si se tiene en cuenta que una buena parte de los problemas derivados de la
compra de una vivienda a costes excesivos provienen mayoritariamente de préstamos hipotecarios concedidos en el periodo 2004-2007, también son muchas las personas afectadas por este problema que
son de procedencia extracomunitaria (39%). La fuerte llegada de inmigración, llamada por una actividad
febril del sector de la construcción y sus sectores adyacentes, es una de las fuentes más destacadas de
generación de préstamos hipotecarios abusivos y arriesgados, que son muchos de los que desde el año
2009 han entrado en insolvencia.
Esta relación entre personas atendidas de nacionalidad española y extracomunitaria se ha mantenido
bastante estable durante toda la vida del SMV, pero en los últimos meses del segundo año ha habido una
cierta tendencia al incremento de la proporción de personas de nacionalidad española. La problemática
de pago de las viviendas, en los momentos iniciales de la crisis, afectó de manera más fuerte la población más precaria y débil –extracomunitaria, principalmente, contratada en sectores de crecimiento
rápido y reciente, como por ejemplo el de la construcción. Pero, con el paso del tiempo anclados en la
crisis, y en la medida en que el paro ha ido creciendo y expandiéndose hacia sectores económicos con
mano de obra de más larga duración, las deudas en vivienda han acabado por afectar a sectores de la
población que nunca habían tenido relación con servicios sociales o con Cáritas Diocesana de Barcelona, y que son principalmente de nacionalidad española.
Fig. 16. Origen geográfico de las personas
atendidas por el SMV
FUENTE: CDB. SMV
Servicio de Mediación
84
2.5.6. Síntesis del perfil de los hogares atendidos por el SMV
En definitiva, las personas y las familias afectadas por problemas de impago de la vivienda principal tienen un perfil muy diferente del perfil del resto de la población catalana. Esta problemática afecta principalmente a familias con hijos, como muestra la mayor proporción de menores
en los hogares y la estructura de las familias. La principal amenaza para entrar en un periodo
de impagos es el paro y/o la bajada de ingresos, tal como se ve en la comparativa con el global
de la población catalana.
La situación de crisis económica, a pesar de que se pueda aplacar a nivel macroeconómico, deja
un impacto muy importante en la población más débil del país. Que los hogares afectados por el
impago de la vivienda cuenten con una proporción tan elevada de menores es una prueba de que
este impago puede iniciar un proceso de empobrecimiento y de disminución de oportunidades
para la infancia.
85
Características de los hogares
Fig. 17. Perfil de los hogares atendidos por el SMV en comparación
con la población de Catalunya
CDB-SMH
CAT
Paro
Ingresos menores de 9.000€/año
24%
59%
11%
Población extranjera
Personas solas
16%
Menores
39%
10%
19%
Pareja con hijos
Familias monomarentales
71%
39%
9%
51%
22%
20%
36%
FUENTE: Elaboración propia a partir de CDB-SMV e IDESCAT.
Servicio de Mediación
86
87
2.6
Incidencia y denuncia pública
El SMV ha realizado varias acciones de trabajo en red, incidencia, denuncia y sensibilización sobre la
problemática del impago de la vivienda. Muchas de estas acciones se han traducido en convenios con
instituciones, tal y como se explica en el apartado de alianzas institucionales de este capítulo. Pero también ha habido otros que, con el protagonismo de nuestros equipos de profesionales y de voluntarios,
han permitido situar la experiencia del SMV en foros y círculos de debates dirigidos a públicos especializados o al público en general.
La participación del SMV en más de 25 jornadas y debates públicos, tanto en Cataluña como Madrid, Andalucía o Euskadi, ha permitido el intercambio de experiencias con organizaciones y administraciones
de todo el Estado. También se ha compartido la visión del SMV en dos congresos científicos y en más de
20 artículos, divulgativos o profesionales, de varias revistas.
Con todo, las tareas primordiales de incidencia y denuncia pública del SMV se han realizado principalmente mediante los comunicados de prensa, la colaboración con el Síndic de Greuges y el Parlament de
Catalunya y la participación en diferentes redes del tercer sector.
2.6.1. Comunicados de Cáritas Diocesana de Barcelona
El mandato que tiene Cáritas en cuanto a denuncia pública la obliga a realizar una tarea comunicativa y
de incidencia constante. Cáritas puede realizar la denuncia pública con base en las realidades que viven
las personas que se dirigen a la entidad pidiendo apoyo y ayuda. Pero, además, su tarea lleva muy a menudo a Cáritas a realizar propuestas de mejora legislativa y de actuación pública para reivindicar que sea
el estado del bienestar el que dé respuesta a los problemas de las personas más vulnerables. Cáritas
participa en los debates públicos sobre los problemas de pobreza y de exclusión y pone de manifiesto
muchas realidades no contempladas por las administraciones públicas.
Servicio de Mediación
88
El SMV, como servicio de Cáritas, también ha realizado tareas de denuncia e incidencia durante
estos dos años de vida. Desde el mes de septiembre de 2011, se han emitido nueve notas de prensa
denunciando situaciones injustas y legislaciones exiguas o realizando propuestas de mejora del
procedimiento judicial en los casos de impago de la vivienda.
1) El mes de febrero de 2012, como respuesta al Código de Bunas Prácticas (RD 6/2012) (Anexo II.B), Cáritas emitió un comunicado considerándolo insuficiente.
2) Dos meses después se denunció el Anteproyecto de ley de medidas de flexibilización y
fomento del mercado de alquiler de viviendas (Anexo II.C), coincidiendo con el inicio de su
tramitación en el Congreso de Diputados. Cáritas consideró este Anteproyecto un gravísimo
retroceso en las políticas de protección de los arrendatarios.
3) Cáritas también se posicionó en el momento en que se concedió un préstamo de 100.000
millones de euros para las entidades financieras mediante el FROB (Anexo II.D). Así, en junio
de 2012, se reclamó un rescate para las personas y se denunció la falta de política social para
hacer frente al problema de los desahucios. También se propuso dedicar el 1,5% del FROB al
rescate de 30.000 familias y el establecimiento obligatorio de mecanismos de Mediación parecidos al SMV.
4) La aprobación el mes de noviembre de 2012 del RD 27/2012 que establecía una moratoria
de dos años para todos los desahucios en determinadas circunstancias familiares y sociales.
Cáritas lo calificó (Anexo II.E) como la pérdida de una oportunidad histórica en un momento en
que las fuerzas políticas parecían querer establecer un pacto sobre el drama de los desahuciados.
5) Cáritas también ha hecho pública su reivindicación de establecer un mecanismo de segunda oportunidad para las personas sobreendeudadas, aprovechando la tradicional rueda de
prensa institucional de Navidad (diciembre 2012 – Anexo II.F)
6) Con motivo de la aprobación por parte del Ministerio de Economía de la creación del Fondo
Social de Viviendas de Alquiler, en diciembre de 2012, Cáritas hizo pública su opinión al respecto, considerando la medida del todo simbólica y condenada a un escasísimo éxito, por su
confusión de conceptos y la falta de transparencia de sus planteamientos (Anexo II.G).
7) Y, en la nota de prensa sobre los resultados del SMV (febrero 2013 – Anexo II.H), Cáritas reclamó el establecimiento de una quita mediante la rebaja de cuotas hipotecarias, eliminando
intereses y manteniendo la amortización del préstamo, y la obligatoriedad de iniciar una Mediación antes de cualquier procedimiento judicial de desahucio, sea de alquiler o de propiedad.
8) Cáritas celebró la Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre las cláusulas abusivas en contratos de préstamos hipotecarios del mes de marzo de 2013 (Anexo II.I), en
la medida en que suponía un reconocimiento de las carencias e insuficiencias de la legislación
española para evitar contratos abusivos y reconducir las situaciones de sobreendeudamiento.
9) Finalmente, tenemos que mencionar los Comentarios de Cáritas Diocesana de Barcelona
con relación a un estudio de la Generalitat sobre la privatización de viviendas sociales de Incasòl, que muestran la profunda preocupación de la entidad por la posible pérdida del parque
de alquiler social de Cataluña que dejaría aún más desprotegidas a las personas y los hogares
con menos recursos y con más dificultades de alojamiento (Anexo II.J).
89
Incidencia y denuncia
2.6.2. Síndic de Greuges de Catalunya y Parlament de Catalunya
Como se ha dicho en el apartado 1, Cáritas Diocesana de Barcelona ha colaborado intensamente en los
trabajos que ha realizado el Síndic de Greuges de Catalunya, junto con el Tribunal Superior de Justícia
de Catalunya, el Col·legi d’Advocats de Barcelona, el Col·legi de Notaris y la Secretaria d’Habitatge, para
difundir la problemática del sobreendeudamiento de las familias en Cataluña y hacer propuestas legislativas que den un giro al actual marco legislativo que impide hacer un tratamiento de los problemas
asegurando la cobertura social necesaria para asegurar el derecho a la vivienda y evitar la exclusión
social.
El mes de diciembre del 2011, el grupo de trabajo encabezado por el Síndic de Greuges de Catalunya
presentó a la presidenta del Parlament de Catalunya el Document de Mesures per al Redreçament de
Deutes Hipotecaris (ver Anexo II.A).
Por otra parte, el Parlament de Catalunya, por unanimidad de todos los grupos políticos, aprobó el mes
de julio del 2012 la Resolución 722/IX, por la cual se presentaba a la Mesa del Congreso de Diputados
una proposición de ley de medidas contra el sobreendeudamiento personal y familiar y de protección
ante los procedimientos de ejecución hipotecaria de la vivienda habitual (Anexo II.B).
2.6.3. Mesa de Entidades del Tercer Sector Social de Catalunya
Cáritas Diocesana de Barcelona, y en concreto el SMV, ha participado desde el comienzo en la Fundación y actividades del Grupo de Trabajo sobre vivienda que la Mesa del Tercer Sector Social creó en 2013.
En este grupo se comparte información sobre el mundo de la vivienda en el ámbito social y se determina
una estrategia conjunta de las entidades ante las problemáticas existentes. También sirve como interlocutor con las administraciones públicas y, como tal, ha realizado enmiendas al Projecte del Decret del
Pla per al dret a l’Habitatge 2013 propuesto por la Generalitat de Catalunya, o al convenio de creación
del Fondo Social de Viviendas de Alquiler, creado por el Ministerio de Economía del Gobierno estatal.
En la misma línea de actividad de denuncia y de proposición legislativa, Cáritas Diocesana de Barcelona
ha colaborado estrechamente con varias entidades sociales del tercer sector, encabezadas por la Mesa
del Tercer Sector Social de Catalunya, en la preparación de documentos y en la celebración, el día 12 de
junio de 2012, de la Jornada “Dret a l’Habitatge: noves solucions, noves polítiques”, cuyas conclusiones y
propuestas son un claro referente del posicionamiento de las entidades sociales de Cataluña en la grave
problemática de la vivienda y, en concreto, en los aspectos de dificultades de las familias para hacer
frente al coste de sus viviendas3.
3. Conclusiones de la Jornada “Dret a l’Habitatge: noves solucions, noves polítiques” en http://www.tercersector.cat/admin/
repositori/file/2012/Documents/Conclusions-Jornada--Dret-a-l-habitatge-noves-pol-tiques--noves-solucions-.pdf
Servicio de Mediación
90
Como consecuencia del trabajo previo a la celebración de la Jornada y a la posterior redacción de
las conclusiones, las entidades implicadas se coordinaron para dar respuesta a diferentes planteamientos de la Administración Central sobre el problema de la vivienda. Finalmente se hicieron públicos dos comunicados de prensa: un primer documento, Desahucios y Banco Malo: una
oportunidad histórica4, en el cual las entidades sociales pedían a las administraciones públicas
la conversión de la SAREB en un banco social, y un segundo documento de posicionamiento ante
la reforma del mercado de alquiler5, en el cual se denunciaban determinadas medidas de la Ley
4/2013 sobre flexibilización y fomento del mercado de alquiler de la vivienda que se consideraba
que agravarían la situación social actual de los hogares de alquiler o de los que necesitan una
vivienda de alquiler asequible y estable.
4. “Desnonaments i Banc Dolent: una oportunitat històrica” en http://www.tercersector.cat/sites/www.
tercersector.cat/files/np_els_agents_socials_exigim_valentia_per_revertir_les_politiques_dexclusio_habitacional_web.pdf
5. http://www.tercersector.cat/sites/www.tercersector.cat/files/comunicat_lloguer.pdf
91
Incidencia y denuncia
3. Vivienda y Salud.
Un estudio del proyecto Sophie
Muestra de personas atendidas
por Cáritas Diocesana de Barcelona
Vivienda y Salud
94
La investigación “Vivienda y salud en población vulnerable”
forma parte del proyecto SOPHIE, que ha recibido financiación del 7º Programa Marco de la Unión Europea (acuerdo
de financiación 278173).
95
3.1
Marco conceptual
La Figura 1 presenta el marco conceptual utilizado en este estudio, que explica la relación entre las
condiciones de la vivienda y la salud. Pone en evidencia que la influencia de la vivienda en la salud se
puede explicar a través de cuatro ámbitos interrelacionados, tal y como propone la Organización Mundial de la Salud (OMS) (Bonnefoy, 2007): (1) las condiciones económicas, jurídicas y emocionales de la
vivienda, que incluye tanto el vínculo emocional con la vivienda como los aspectos de asequibilidad; (2)
las condiciones físicas de la vivienda, que incluye aspectos como la habitabilidad y el hacinamiento; (3)
el entorno físico y (4) el entorno social (comunidad), del barrio donde está situada la vivienda.
En cuanto a las condiciones económicas, jurídicas y emocionales de la vivienda, en este estudio
interesa hacer hincapié en los ámbitos de coste y de seguridad. Las dificultades de pago, el riesgo de
pérdida de la vivienda, por razones económicas, pero también jurídicas (duración o ausencia de los
contratos de alquiler), pueden repercutir negativamente sobre la salud, por el estrés que generan y
porque pueden dificultar cubrir otras necesidades básicas como la alimentación. También se ha querido analizar el grado de satisfacción con la vivienda, puesto que una vivienda considerada o percibida
como inadecuada por las condiciones físicas o de entorno o por la situación de inestabilidad puede
derivar en problemas de salud física o mental.
Respecto de les condiciones físicas de la vivienda, este ámbito incluye aspectos básicos como la
disponibilidad de baño o agua corriente y de otros como la presencia de plagas, la temperatura y la
calidad del aire interior, el ruido o la seguridad. Todos estos factores pueden incidir en la salud de las
personas que viven en la vivienda.
Finalmente, el hecho de que la vivienda se encuentre en un entorno físico y comunitario inadecuado
también puede ocasionar problemas de salud mental o un aumento de las conductas de riesgo.
Estos cuatro ejes vienen, a su vez, determinados por el sistema de vivienda del país así como por las
políticas del estado de bienestar, las políticas redistributivas y las políticas del mercado laboral.
Todos estos factores incidirán sobre la salud mental y física de las personas, con un impacto diferente
según los diversos ejes de desigualdades (como la clase social, el género, la edad y el origen étnico).
Vivienda y Salud
96
Fig. 1. Marco conceptual de la relación entre vivienda y salud.
FUENTE: Figura extraída de Novoa i Cols (2014)
97
97
97
98
3.2
Vivienda y Salud
Características sociodemográficas
Se han analizado las condiciones de vida, vivienda y salud de personas solas y familias en 320
hogares atendidos por Cáritas Diocesana de Barcelona, 175 (55%) procedentes de los Equipos
de Atención Directa (EAD) –mayoritariamente de realquiler–, identificadas por tener una necesidad urgente de ser realquiladas a una vivienda adecuada debido a las malas condiciones
de habitabilidad o hacinamiento de su vivienda, y 145 (45%) del Servicio de Mediación de la Vivienda (SMV); todos ellos hogares con problemas para hacer frente a los gastos relacionados
con la vivienda y que viven de alquiler o sujetos a una hipoteca.
La información analizada procede de la respuesta de una persona adulta de cada familia a
tres cuestionarios, que recoge información sobre las condiciones y costes de la vivienda, el
barrio donde está localizada y la composición familiar, así como información sociodemográfica y de salud de la persona entrevistada y de un menor (entre 4 y 14 años) en caso de
que haya. Los cuestionarios fueron realizados por un entrevistador en centros de Cáritas de
Barcelona entre los meses de setiembre y diciembre de 2012.
En los siguientes apartados se describen las características sociodemográficas de las personas entrevistadas (y de los menores); la composición del hogar y las condiciones de vivienda y/o infravivienda (clasificadas según los cuatro ámbitos de la Figura 1) y el estado de salud
de las personas entrevistadas (y de los menores). El estado de salud y parte de la información
sociodemográfica y de la vivienda de la población de estudio de Cáritas se compara con la del
conjunto de Barcelona y con la de las personas de clases sociales más desfavorecidas1.
(1) Clasificación de las personas según clase social en base a la ocupación de la persona, utilizando la propuesta de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) del año 1995 y la Clasificación Nacional de Ocupaciones
(CNO) del año 2011. Clase social I (Personal directivo de empresas con diez o más personas asalariadas y
profesionales con licenciatura universitaria); clase social II (Personal directivo de empresas con menos de diez
personas asalariadas, profesionales con diplomatura universitaria, profesionales de soporte técnico, deportistas y artistas), clase social III (Personas asalariadas de tipo administrativo, personas que trabajan por cuenta
propia y personas que supervisan a trabajadores/as con cualificación), clase social IV (Personas que realizan
un trabajo manual cualificado o semicualificado) y clase social V (Personas que realizan un trabajo manual no
cualificado), siendo esta última la más desfavorecida
99
Características...
3.1.1. Personas adultas
En total, se han entrevistado 203 mujeres (63,4%) y 117 hombres (36,6%). Por edades, las personas
adultas entrevistadas se sitúan mayoritariamente entre los 30 y los 64 años: 57,4%, entre 30 y 44
años, y 26,3%, entre 45 y 64. La representación de jóvenes entre 16 y 29 años es menor, el 13,9%, y
la de las personas mayores, de más de 65 años, es de un escaso 2,5%. Esta distribución por edades
concuerda con las tipologías de hogares que están sufriendo más problemas de vivienda, en las que se
concentra la fase máxima de costes de acceso y de desarrollo familiar con hijos. Destaca en el estudio,
dentro de este esquema general, la mayor edad relativa de las personas que provienen del SMV, que son
las compradoras o arrendatarias de vivienda, frente a un perfil más joven de los hogares de los EAD, que
viven más en pensiones o habitaciones de realquiler, coincidiendo con fases más iniciales de emancipación o de llegada de inmigración y entrada en el mundo de la vivienda autónoma (Figura 2).
La mayoría de personas tienen estudios secundarios (56,2%) y pertenecen a las clases sociales IV y V
(89,2%), a pesar de que este porcentaje es más elevado entre las personas de los EAD que entre las
del SMV (Figura 3). Estas cifras contrastan con las del conjunto de personas residentes en Barcelona
ciudad, la mayoría de las cuales pertenecen a las clases sociales I a III (Figura 3) y han logrado un nivel
de estudios más elevado. Así, mientras aproximadamente el 29% de las personas atendidas por Cáritas
sólo tiene estudios primarios o menos, este grupo sólo representa el 7,3% de Barcelona, y el 16% en las
clases IV y V de Barcelona.
Fig. 2. Edad de las personas entrevistadas según sexo
y servicio de procedencia.
16-29 años
100%
30-44 años
2,2
45-64 años
1,4
8,2
11,6
80%
26,7
47,2
60%
40%
65 años y más
31,5
62,8
60,0
48,6
54,8
20%
25,6
0%
11,1
2,8
5,5
EAD - Hombres EAD - Mujeres SMH - Hombres SMH - Mujeres
EAD: Equipos de Atención Directa; SMV: Servicio de Mediación en Vivienda.
100
Vivienda y Salud
Fig. 3. Clase social de las personas entrevistadas según sexo y
servicio de procedencia. Comparación con personas
residentes en Barcelona.
I, II, III
IV
V
100%
10,2
18,1
80%
39,5
12,4
31,4
44,2
31,8
21,7
60%
68,0
51,5
40%
58,2
47,5
2,3
8,3
EAD Hombres
EAD Mujeres
58
65,9
20%
0%
13,9
17,1
SMH Hombres
SMH Mujeres
BCN Hombres
BCN Mujeres
Los datos de Barcelona están estandarizados según la distribución de edad de la muestra de Cáritas.
EAD: Equipos de Atención Directa; SMV: Servicio de Mediación en Vivienda; BCN: Ciudad de Barcelona.
En cuanto al país de nacimiento, el 22,8% de las personas estudiadas ha nacido en España, y el
restante 77,2%, en el extranjero. La proporción de personas nacidas en el extranjero es mucho
más elevada entre las procedentes de los EAD (92,9%) que del SMV (58,7%). La mayoría de estas personas son nacidas en Centroamérica y Sudamérica (58,1%), seguidas de los países del
Magreb (16,7%) y del resto de África (11,5%). Un 24,4% de las personas nacidas en el extranjero
lleva más de 10 años viviendo en España, un 45,3%, lleva de 6 a 10 años, y un 24,4%, 5 años o
menos. Es mucho más alta la proporción de personas nacidas en el extranjero que llevan más
de diez años viviendo en España entre las del SMV (60%) que entre las de los EAD (14,9%). En
lo que respecta a la situación legal, una elevada proporción de personas de los EAD son inmigrantes sin autorización administrativa (43,7%), frente al 2,1% del SMV.
La mayoría de personas entrevistadas se encuentra en situación de paro (72,6% entre los hombres y 41,9% entre las mujeres), tasa mucho más elevada que en el conjunto de la ciudad de
Barcelona y hasta dentro de la misma clase social. Además, hay que matizar las diferencias
entre sexo, teniendo en cuenta que, en un número importante de casos, las mujeres que responden que trabajan, lo hacen en trabajos temporales y esporádicos (Figura 4).
101
Características...
Fig. 4. Situación laboral de las personas entrevistadas según
sexo y servicio de procedencia.
Trabaja con contrato
9,4%
Economía sumergida
8,4%
10,8%
En paro (con o sin prestación)
17,1%
Otra situación
13,9%
15,3%
19,4%
18,0%
66,7%
66,7%
15,0%
12,9%
41,9%
72,6%
26,1%
74,2%
70,0%
7,7%
23,6%
10,3%
EAD Hombres
EAD Mujeres
BCN Hombres
BCN Mujeres
BCN CS IV y V Hombres BCN CS IV y V Mujeres
CDB: Cáritas Diocesana de Barcelona (media entre EAD y SMV) ; BCN: Ciudad de Barcelona; CS: Clase social
102
Vivienda y Salud
Finalmente, se analiza el apoyo social, medido con la escala de Duke y clasificado como adecuado o inadecuado, que recoge si las personas pueden recibir consejo o disponen de personas
con quienes compartir inquietudes y si reciben expresiones de amor, aprecio, simpatía y otras
muestras de afecto por parte otras personas. Según esta escalera, un 69,4% de las personas
presenta un apoyo social inadecuado, siendo menor el apoyo en las personas del SMV (73,2%),
sobre todo las mujeres (76,1%). Estos datos son mucho más elevados que los observados para
el conjunto de Barcelona (34,7%).
En la Tabla 1 del Anexo III.B se muestran con más detalle las características sociodemográficas
según el sexo y servicio de procedencia de las personas entrevistadas.
3.1.2. Menores y adolescentes
Se recogió información de 177 menores (en una proporción similar de niños y niñas) con edades
comprendidas entre 4 y 14 años (el 50% menores de 8 años; edad media, 8,2 años). La proporción
de menores nacidos en el extranjero es mucho menor que la de las personas adultas (34,7%,
contra el 77,2%). No obstante, hasta un 47,3% de los menores de familias de los EAD y un 20,3%
de los del SMV ha nacido fuera del Estado español, la mayoría en Centroamérica y Sudamérica
(61,7%).
En cuanto a la situación legal, la proporción de menores inmigrantes sin autorización de residencia es más elevada entre los de EAD (39,6%) que los del SMV (4,8%).
En la Tabla 2 del Anexo II.B se muestran con más detalle las características sociodemográficas
según el sexo y servicio de procedencia de los menores.
103
3.3
Tipos de vivienda y composición del hogar
El tipo de vivienda donde residían las personas en el momento de hacer el estudio varió mucho dependiendo de si procedían de los EAD o del SMV. La mayoría de personas de los EAD vivían en un piso
o vivienda unifamiliar de alquiler (45,2%), seguidos de los que lo hacían en una habitación realquilada
(37,7%) y de los que vivían en lugares no calificables de vivienda propia2 (15,4%), y sólo tres personas
(1,7%) vivían en un piso o vivienda en propiedad. En el caso de las personas del SMV, en cambio, las
situaciones mayoritarias eran un piso de compra (42,8%), o una vivienda de alquiler (39,3%), mientras
que las personas en una habitación realquilada, o viviendo en lugares no calificables de vivienda propia,
se encontraban en proporciones más bajas (6,9% y 11% respectivamente) (Figura 5).
(2) Habitación compartida, albergue, local/garaje/almacén, piso ocupado, acogido/a por familiar, otro tipo de vivienda.
Vivienda y Salud
104
Fig. 5. Tipo de vivienda de las personas entrevistadas según
sexo y servicio de procedencia.
Otra situación
Piso o vivienda unifamiliar de propiedad
100%
15,6
15,4
Habitación de realquiler (entera o compartida)
Piso o vivienda unifamiliar de alquiler
8,3
5,6
13,7
51,4
34,2
80%
31,1
60%
2,2
1,5
40%
20%
40,0
8,2
51,1
43,1
34,7
43,9
0%
EAD - Hombres
EAD - Mujeres
SMH - Hombres
SMH - Mujeres
EAD: Equipos de Atención Directa; SMV: Servicio de Mediación en Vivienda.
105
Tipos de vivienda
Respecto a la composición del hogar, predominan de forma clara las familias con hijos (cerca del 70%):
el 43,2% son parejas con hijos, y el 26%, familias monoparentales (32%, en el caso de familias de los
EAD, y 19%, en las del SMV); un 10,3% son personas que viven solas (6%, entre las de los EAD, y 16%,
entre las del SMV) y el restante 20,6% son otras formas de composición (parejas sin hijos, familias no
nucleares, etc.). Sin embargo, esta composición media varía mucho según se trate de hombres o de
mujeres, sobre todo debido al hecho de la mucho mayor presencia de mujeres solas con hijos (monomarentales), que llegan al 40,8%, en el caso de los EAD, y al 34,3%, en el del SMV. Si comparamos la
composición de los hogares de estas personas residentes en Barcelona, se observa que en mujeres las
diferencias son bastante evidentes, sobre todo por la menor proporción de familias monomarentales
que apenas superan el 10% (Figura 6).
Fig. 6. Composición del hogar de las personas entrevistadas según sexo y
servicio de procedencia. Comparación con personas residentes en Barcelona.
Pareja e hijos
Monomarental/parental
Solo/a
Otras composiciones
100%
26,7
17,7
20,8
33,5
80%
21,9
33,9
3,8
11,1
11,1
60%
20,5
2,8
10,1
6,7
7,3
40,8
10,1
7,4
34,3
40%
55,5
65,3
49,0
20%
48,7
37,7
23,3
0%
EAD
SMH
HOMBRES
BCN
EAD
SMH
BCN
MUJERES
Los datos de Barcelona están estandarizados según la distribución de edad de la muestra de Cáritas.
EAD: Equipos de Atención Directa; SMV: Servicio de Mediación en Vivienda; BCN: Ciudad de Barcelona.
106
Vivienda y Salud
3.4
Asequibilidad, inestabilidad y vínculo
emocional con el hogar
En cuanto a la asequibilidad de la vivienda, el 86,8% de las personas han manifestado estar de
acuerdo o muy de acuerdo en que tenían problemas para hacer frente a los costes mensuales
relacionados con la vivienda, y el 78,1% estaban preocupadas por no poder comer por problemas económicos los últimos 12 meses.
La asequibilidad de una vivienda se puede medir también según la proporción que representan
los costes de alquiler o hipoteca sobre los ingresos mensuales familiares. Para considerar una
vivienda asequible, este porcentaje nunca tendría que superar el 30%. Según este baremo, un
87,6% de las personas entrevistadas viven en un hogar inasequible y un 55,2% de éstas, en uno
muy inasequible (>50% de los ingresos familiares).
Hay que destacar también que cerca de un 20% de las personas han vivido alguna vez en una
barraca, albergue, coche o en la calle, proporción ligeramente superior en hombres que en
mujeres (Figura 7).
En cuanto a la inestabilidad residencial y la inseguridad jurídica, son más habituales en las
familias procedentes de los EAD, un 53,1% de las cuales lleva menos de dos años en la vivienda
actual, frente al 36,6% de las familias del SMV (media de tiempo en la vivienda: 2,1 y 6,1 años,
respectivamente).
107
Asequibilidad...
Fig. 7. Porcentaje de personas entrevistadas que han vivido
alguna vez en una barraca, albergue, coche o en la calle
según sexo y servicio de procedencia.
100%
80%
60%
40%
26,7
25
17,7
20%
20,5
0%
EAD - Hombres
EAD - Mujeres
SMH - Hombres
SMH - Mujeres
EAD: Equipos de Atención Directa; SMV: Servicio de Mediación en Vivienda.
El vínculo emocional de las personas con la vivienda donde viven puede explicar parte de la relación entre vivienda y salud. Para medir este vínculo se creó un índice formado por la combinación de seis ítems
que recogen el grado de satisfacción (0=muy insatisfecho/a a 5=muy satisfecho/a) de la persona entrevistada con diferentes aspectos de la vivienda (la vivienda en global, el espacio, las vistas, la aprobación
de la vivienda por otras personas, la sensación de seguridad y si la vivienda representa su personalidad
y valores). Del conjunto de las personas entrevistadas, prácticamente una de cada tres (29,4%) se siente
insatisfecha o muy insatisfecha con su vivienda. Finalmente, otro aspecto fundamental en cuanto a la
salud de las familias es el de la carencia de seguridad para poder seguir residiendo en la misma vivienda;
en este sentido es importante destacar que el estudio muestra como dos de cada tres personas (65,9%)
piensan que en los próximos dos años podrían perder su vivienda, una percepción que es más frecuente
en las personas del SMV (Figura 8).
En la Tabla 4 del Anexo III.B se pueden ver con más detalle las características de la vivienda relacionadas
con la asequibilidad económica y el vínculo emocional según el sexo y el servicio de procedencia de las
personas entrevistadas.
Vivienda y Salud
108
Fig. 8. Grado de acuerdo de las personas entrevistadas
con que en los próximos dos años perderán la vivienda
según sexo y servicio de procedencia.
Muy en desacuerdo/en dasacuerdo/indiferente
De acuerdo
Muy de acuerdo
100%
80%
33,6
44,5
55,6
60%
40%
48,7
23,4
22,2
19,4
23,6
20%
43,0
33,3
20,8
31,9
0%
EAD - Hombres
EAD - Mujeres
SMH - Hombres
SMH - Mujeres
EAD: Equipos de Atención Directa; SMV: Servicio de Mediación en Vivienda.
109
109
“
Las personas atendidas por Cáritas
viven en viviendas con mayor número
de problemas que los del conjunto de
personas de Barcelona, sobretodo en
cuanto a presencia de plagas, humedades y mala ventilación...
”
Vivienda y Salud
110
3.5
Habitabilidad y hacinamiento
La habitabilidad de la vivienda se mide a partir de la combinación de cinco ítems:
(1) si la vivienda dispone de algún tipo de ventilación en todos los dormitorios y en el comedor;
(2) la presencia de humedades u hongos a menudo o siempre;
(3) si el frío o el calor supone siempre un problema en la vivienda en invierno o en verano,
respectivamente;
(4) si la vivienda presenta alguna plaga grave (ratas o ratoncitos, cucarachas, pulgas,
chinches) en el último año, y
(5) si en la vivienda hay falta de luz natural (hay que encender la luz de día).
En la Figura 9 se puede observar la presencia de cada uno de estos problemas en las viviendas
de las familias de los EAD y del SMV. Las personas de los EAD viven en viviendas con mayor
proporción de problemas que las del SMV, en especial en cuanto a la temperatura adecuada
del hogar, la presencia de plagas y la falta de luz natural. En la población de Barcelona, sólo
el 5,5% afirma que su vivienda tiene humedades persistentes y/o mala ventilación (el 6,8% en
las clases sociales IV y V), y el 4,8% que tiene insectos y/o ratas o similares (el 5% en les clases
sociales IV i V).
111
Habitabilidad...
Fig. 9. Problemas de habitabilidad en las viviendas de las personas
entrevistadas según servicio de procedencia.
EAD
SMH
100%
80%
60%
58,1
53,5
44,1
44,1
35,9
40%
20%
20,2 17,6
27,1
23,4 21,4
0%
Habitación sin
ventilación
Humedades u
hongos
Frío o calor es un
problema
Alguna plaga
grave
Falta luz natural
EAD: Equipos de Atención Directa; SMV: Servicio de Mediación en Vivienda.
En cuanto al hacinamiento, en este estudio se considera que una familia vive en una situación de hacinamiento si hay más de una persona por habitación, considerando todas las personas del hogar (incluidas otras familias si conviven) e incluyendo dormitorios, comedor y cocina en el recuento de habitaciones (excluyendo los lavabos). Según esta definición, el 56,6% de las familias de los EAD y el 22,1% de las
del SMV viven en situación de hacinamiento; en comparación, están muy lejos del 3,2% del conjunto de
Barcelona y hasta del 4,7% de las clases IV y V.
Finalmente, también se ha analizado la privación material medida a partir de la disponibilidad en las
viviendas de (1) calefacción, (2) aire acondicionado, (3) lavaplatos, (4) ordenador e (5) Internet. En la Figura 10 se puede observar el porcentaje de viviendas sin la presencia de estos ítems de las familias de los
EAD y del SMV. Se observa que la proporción de privaciones es superior a las viviendas de familias de los
EAD. Tanto la proporción como el tipo de privaciones de las personas atendidas por Cáritas son muy superiores respecto al conjunto de hogares de Barcelona y también al conjunto de las clases sociales IV y V.
En la Tabla 5 del Anexo III.B se pueden ver con más detalle las características de habitabilidad de la
vivienda, hacinamiento y disponibilidad de aparatos y tecnología según el sexo y servicio de procedencia
de las personas entrevistadas.
Vivienda y Salud
112
Fig. 10. Porcentaje de viviendas con privaciones materiales según
servicio de procedencia de las personas entrevistadas.
Comparación con personas residentes en Barcelona.
EAD
SMH
100%
BCN
BCN - CS IV i V
93,1
90,2
81,4
80%
70,3
71,7
66,9
60%
71,4
70,9
56,4
64
52,1
55,9
46,8
38,4
40%
30,3
27,8
21,8
18,7
20%
9,8
11,7
0%
Sin calefacción
Sin aire acondicionado
Sin lavaplatos
Sin ordenador
Sin Internet
Los datos de Barcelona están estandarizados según la distribución de edad de la muestra de Cáritas.
EAD: Equipos de Atención Directa; SMV: Servicio de Mediación en Vivienda.; BCN: Ciudad de Barcelona; CS: Clase Social.
113
3.6
Barrio y comunidad donde se ubica la vivienda
Una amplia mayoría de personas entrevistadas (65%) hacen una valoración positiva del barrio donde
viven. Esta percepción es muy similar en ambos sexos y servicios de procedencia. A pesar de esto, hay
una proporción importante de personas (39,5%) que percibe la violencia como un problema en su barrio.
Y también un 29,7% que percibe el barrio como no seguro (al regresar a casa de noche).
Con relación al ruido procedente del exterior de la vivienda, el 43,4% de las personas han referido
tener problemas para dormir por el ruido exterior, porcentaje que es superior en personas del SMV y en
mujeres (Figura 13).
La Tabla 6 del Anexo III.B muestra con más detalle las características de la vivienda relacionadas con
el barrio y la comunidad donde está localizada la vivienda, según sexo y servicio de procedencia de las
personas.
Vivienda y Salud
114
Fig. 11. Porcentaje de personas con problemas para dormir
por el ruido exterior según sexo y servicio de procedencia.
100%
80%
57,5
60%
40%
41,1
39,4
EAD - Mujeres
SMH - Hombres
33,3
20%
0%
EAD - Hombres
SMH - Mujeres
EAD: Equipos de Atención Directa; SMV: Servicio de Mediación en Vivienda.
115
115
Vivienda y Salud
116
3.7
Estado de salud
3.7.1. Personas adultas
En este estudio se han analizado los siguientes indicadores de salud:
1) El estado de salud percibido, indicador que recoge la percepción de la persona de su
estado de salud físico y mental y que ha demostrado ser un buen predictor de mortalidad
(Idler, 1997);
2) la salud mental, medida con la escala de ansiedad y depresión de Goldberg del General Health Questionnaire (Shapiro, 1985);
3) la presencia de ansiedad o depresión durante el último año;
4) el consumo de tranquilizantes, antidepresivos o pastillas para dormir los últimos
dos días;
5) la media de horas de sueño en día laborable;
6) el consumo de tabaco;
7) la presencia de migraña o dolor de cabeza frecuente;
8) la presencia de dolor de espalda cervical, dorsal o lumbar, y
9) el uso de servicios sanitarios (urgencias, médico o médica de familia y dentista) el
último año.
Tal y como se observa en las figuras, exceptuando el consumo de fármacos y el consumo de
tabaco en hombres y mujeres de los EAD, el estado de salud de las personas atendidas en Cáritas es mucho peor que el del conjunto de las personas residentes en Barcelona ciudad y de
las clases sociales IV y V.
También, para la mayoría de indicadores, el estado de salud es peor en las mujeres que en los
hombres, tanto de la población de Barcelona como la atendida por Cáritas. Entre las personas
atendidas por Cáritas, las del SMV presentan peores resultados en salud.
117
Estado de salud
En efecto, en cuanto a la salud percibida, tres de cada cinco mujeres (60,3%) del SMV y más de la mitad
(53,1%) de las de los EAD han referido tener un estado de salud regular o malo, proporción muy superior
a la observada en las mujeres de la población de Barcelona (15,3%). En los hombres, estas diferencias
son menos acentuadas, pero aun así los hombres de la muestra de Cáritas perciben un estado de salud
mucho peor que los de Barcelona (45,8% y 24,4% a los EAD y SMV, respectivamente, frente el 11,2% en
Barcelona) (Figura 12).
Hay que destacar también que más de dos de cada tres personas de Cáritas (69,4%) presentan mala
salud mental. Las personas provenientes del SMV presentan un peor estado de salud mental (73% de
las mujeres encuestadas y 75% de los hombres) que las provenientes de los EAD (67% y 62%, respectivamente), y con gran diferencia se separan de las cifras de la ciudad de Barcelona que se mueven
alrededor del 15%.
La depresión o ansiedad está presente con una proporción extremadamente alta en todas las personas
encuestadas; llega a unos máximos del 86% en el caso de las mujeres y del 71% en el caso de los hombres que han recurrido al SMV. Esto contrasta fuertemente con la proporción de personas residentes en
Barcelona con estas patologías (un 9% en mujeres y un 6% en hombres) (Figura 13).
Fig. 12. Proporción de hombres y mujeres de Barcelona y de
Cáritas que refieren un estado de salud regular o malo.
100%
Hombres
Mujeres
80%
60%
53,1
60,3
45,8
40%
24,4
20%
11,2
15,3
12,8
20,5
0%
EAD
SMH
BCN
BCN - CS IV i IV
Los datos de Barcelona están estandarizados según la distribución de edad de la muestra de Cáritas.
EAD: Equipos de Atención Directa; SMV: Servicio de Mediación en Vivienda; BCN: Ciudad de Barcelona; CS: Clase Social.
mala salud mental
Fig. 13. Proporción de hombres y mujeres de Barcelona y de Cáritas con
mala salud mentala, con depresión y/o ansiedadb y que han consumido
tranquilzantes, antidepresivos o pastillas para dormirc.
100%
Hombres
80%
75 72,6
60%
62,2
66,9
Mujeres
40%
20%
11,5
15,2
12,1
17,4
0%
EAD
SMH
BCN
BCN - CS IV i IV
100%
86,1
80%
depresión/ansiedad
Vivienda y Salud
118
60%
57,8
63,8
70,8
40%
20%
5,8
9,2
6,8
10,6
0%
EAD
SMH
BCN
BCN - CS IV i IV
119
Estado de salud
100%
consumo de fármacos
80%
60%
40%
30,1
20%
15,4
18,1
6,7
15,7
6,7
8,3
13,8
0%
EAD
SMH
BCN
BCN - CS IV i IV
Los datos de Barcelona están estandarizados según la distribución de edad de la muestra de Cáritas.
a. Medida con la escala de ansiedad y depresión de Goldberg del General Health Questionnaire; b. Según refiere
la persona entrevistada, con referencia a los últimos 12 meses; c. Los últimos dos días.
EAD: Equipos de Atención Directa; SMV: Servicio de Mediación en Vivienda; BCN: Ciudad de Barcelona; CS: Clase Social.
120
Aproximadamente uno de cada tres hombres y dos de cada tres mujeres entrevistadas sufren
migraña o dolores de cabeza frecuentes el último año, mientras que en la ciudad no se supera el 8,5% ni en hombres ni en mujeres (Figura 14).
Vivienda y Salud
La proporción de personas atendidas por Cáritas que refiere dolor de espalda crónico es aún
más desproporcionado respecto a las incidencias medias de la ciudad: 84% de las mujeres que
provienen del SMV y 74% de las de los EAD están afectadas por esa enfermedad, frente al 19%
de mediana de barcelonesas; el 63% de los hombres del SMV, frente a un 16% en el caso de los
barceloneses (Figura 14).
Más de la mitad de las personas de Cáritas dice que duerme seis horas o menos los días
laborables, frente a un porcentaje de menos del 25% del conjunto de personas de Barcelona
(Figura 15).
Finalmente, sin diferencias tan acusadas como las anteriores, en cuanto al uso de servicios
sanitarios, también se observan diferencias entre la población estudiada y la media de la ciudad, especialmente en cuanto a los servicios de urgencia. El porcentaje de mujeres del SMV
que han acudido a urgencias el último año (62%) casi dobla el del conjunto de la ciudad (29%)
(Figura 16). Estos datos son coherentes con el mayor número de problemas de salud que presentan las personas atendidas por Cáritas.
El uso, en cambio, de los servicios de atención primaria presenta unos patrones de comportamiento iguales o inferiores entre los usuarios de los EAD de Cáritas que los de la de Barcelona,
cuestión que contrasta con lo que sería de esperar: un mayor uso de servicios de atención
primaria entre las personas atendidas por Cáritas dado el mayor número de problemas de salud que presentan en comparación con la población de Barcelona (Figura 16). Las condiciones
de precariedad económica y de vivienda en la que viven, la inestabilidad de la residencia y los
problemas de documentación pueden explicar las dificultades de vinculación a los servicios de
atención primaria y su menor uso.
La Tabla 7 del Anexo III.B muestra con más detalle los indicadores de salud según sexo y servicio de procedencia de las personas y la comparación con el conjunto de Barcelona.
Peor estado de salud de la población atendida por Cáritas
Tres de cada cinco mujeres del SMV y más de la mitad de las atendidas
por los EAD refieren tener un estado de salud regular o malo, proporción muy superior a la observada en las mujeres de la población de
Barcelona. Los hombres de Cáritas también perciben un estado de salud
mucho peor que los de Barcelona, a pesar de que estas diferencias son
menos acentuadas. También, aproximadamente uno de cada tres hombres
sufre migraña o dolores de cabeza frecuentes el último año, dos de cada
tres en el caso de las mujeres.
121
Estado de salud
Fig. 14. Proporción de hombres y mujeres de Barcelona y
de Cáritas con migraña o dolores de cabeza frecuentes y con
dolor de espalda cervical, dorsal o lumbar, el último año.
100%
Hombres
Mujeres
migraña
80%
60%
40%
65,8
62,3
38,9
28,9
20%
3,6
8,5
3,6
7,9
0%
EAD
SMH
BCN
BCN - CS IV i IV
100%
83,6
dolor de espalda
80%
73,9
63,4
60%
40%
37,8
20%
12
19,2
15,8 18,2
0%
EAD
SMH
BCN
BCN - CS IV i IV
Los datos de Barcelona están estandarizados según la distribución de edad de la muestra de Cáritas.
EAD: Equipos de Atención Directa; SMV: Servicio de Mediación en Vivienda; BCN: Ciudad de Barcelona; CS: Clase Social.
Vivienda y Salud
122
Fig. 15. Proporción de hombres y mujeres de Barcelona y de Cáritas
que refieren dormir seis horas o menos de media los días laborables.
Hombres
Mujeres
100%
80%
60%
45,5
53,1
56,9
61,1
40%
22,1 24,9
20%
30,6
22,1
0%
EAD
SMH
BCN
BCN - CS IV i IV
Los datos de Barcelona están estandarizados según la distribución de edad de la muestra de Cáritas.EAD: Equipos de Atención Directa; SMV: Servicio de Mediación en Vivienda; BCN: Ciudad de Barcelona; CS: Clase Social.
“
Dos de cada tres personas atendidas por
Cáritas presentan mala salud mental,
proporción muy superior a la del conjunto
de Barcelona (aproximadamente una de
cada seis)
”
123
Estado de salud
Fig. 16. Proporción de hombres y mujeres de Barcelona
y de Cáritas que han acudido a urgencias y al servicio de
atención primaria, el último año.
Hombres
Mujeres
100%
urgencias
80%
61,6
60%
40%
37,8
44,6
38,9
23,3
28,8
26,5
32,9
20%
0%
EAD
SMH
BCN
BCN - CS IV i IV
100%
87,7
atención primaria
80%
60%
71,5
80,3
73,6
58,9
53,3
65,7
59,8
40%
20%
0%
EAD
SMH
BCN
BCN - CS IV i IV
Los datos de Barcelona están estandarizados según la distribución de edad de la muestra de Cáritas.
EAD: Equipos de Atención Directa; SMV: Servicio de Mediación en Vivienda; BCN: Ciudad de Barcelona; CS: Clase Social.
Vivienda y Salud
124
125
Estado de salud
3.7.2. Menores y adolescentes
En menores, se han analizado los siguientes indicadores de salud:
1) el estado de salud referido por la persona informadora;
2) la salud mental medida con el cuestionario de fortalezas y dificultades (SDQ), con cuatro escalas que miden aspectos negativos de salud mental (síntomas emocionales, problemas de conducta, hiperactividad y problemas con los compañeros, que se pueden sumar en una escala global) y
una escala que mide un aspecto positivo (conducta prosocial) (Goodman, 2000);
3) la presencia de otitis de repetición el último año referida por la persona informadora;
4) desayunar cada día antes de salir de casa, y
5) el uso de servicios sanitarios (urgencias y pediatra) el último año.
Tal y como se observa en la Tabla 8 del Anexo III.B, el estado de salud de los menores de familias
atendidas por Cáritas es mucho peor que el de los menores del conjunto de Barcelona; en general, es
mejor la de aquellos procedentes del SMV que la de los EAD. Así, mientras el 0,9% de los niños y el 1,7%
de las niñas de Barcelona presentan mala salud, los problemas de salud en los menores de familias
atendidas por Cáritas afecta a uno de cada cinco.
Todavía más notable es la diferencia que se observa en el tema de la salud mental, puesto que entre los
niños estudiados estas problemáticas se detectan en el 43,2% de las situaciones del SMV, y en el 61% de
los de los EAD, frente al 4,3% en el conjunto de niños de la ciudad; en cuanto a las niñas, a pesar de ser
menor la presencia detectada, también se separa de la cifra de la ciudad (5,1%), con un 37%, en el caso
de niñas provenientes de los EAD, y un 25%, en niñas del SMV (Figura 17).
La proporción de otitis de repetición también es considerablemente superior entre los menores atendidos por Cáritas, de forma que más de uno cada cinco niños y niñas ha presentado este problema el
último año. En cambio, sólo sufrió este problema el 3,6% de niños y niñas de Barcelona (Figura 18).
También hay que destacar que uno de cada cinco menores atendidos por Cáritas no desayuna cada día
antes de salir de casa, mientras esta situación sólo se da en uno de cada diez menores de Barcelona
(uno de cada siete menores de clases sociales desfavorecidas) (Tabla 8. Anexo III.B).
En cuanto al uso de servicios sanitarios, es muy diferente en función de si se consideran los servicios
de urgencias o los de pediatría del centro de atención primaria. Mientras que la utilización del servicio
de urgencias es muy superior (más del doble) entre los menores atendidos por Cáritas que entre los
menores de Barcelona, la proporción es inversa en cuanto a acudir a pediatría, cosa que resulta especialmente preocupante, porque este recurso es el que justamente garantizaría un mejor seguimiento y
prevención de las enfermedades de los menores.
El preocupante estado de salud de los menores justificaría un uso de los servicios de pediatría superior
al resultante de las encuestas. Una de las posibles explicaciones, como ya hemos comentado al hablar
de las personas adultas, sería la precariedad económica y de la vivienda y la inestabilidad residencial.
Los cambios constantes de domicilio no facilitan el seguimiento médico y el mantenimiento de los tratamientos (Figura 19).
Vivienda y Salud
126
Fig. 17. Proporción de niños y niñas de Barcelona y de Cáritas
con mal estado de salud mentala.
Niños
Niñas
100%
80%
60%
40%
61,3
37,5
45,2
25
20%
4,3
5,1
0%
EAD
SMH
BCN
a. Medida con el cuestionario de fortalezas y dificultades (SDQ).
Los datos de Barcelona están estandarizados según la distribución de edad de la muestra de Cáritas.
EAD: Equipos de Atención Directa; SMV: Servicio de Mediación en Vivienda; BCN: Ciudad de Barcelona.
127
Estado de salud
“
El estado de salud de los menores
de familias atendidas por Cáritas es
mucho peor que el de los menores
del conjunto de Barcelona
”
Fig. 18. Proporción de niños y niñas de Barcelona y de Cáritas con
otitis de repetición el último año.
Niños
100%
Niñas
80%
60%
40%
20%
31,9
20,5
19,0
19,5
3,6
0%
EAD
SMH
1,6
BCN
Los datos de Barcelona están estandarizados según la distribución de edad de la muestra de Cáritas.
EAD: Equipos de Atención Directa; SMV: Servicio de Mediación en Vivienda; BCN: Ciudad de Barcelona.
Fig. 19. Proporción de niños y niñas de Barcelona y de
Cáritas que han acudido a un servicio de urgencias y a su pediatra
el último año.
Niños
Niñas
100%
urgencias
80%
81,4
83
85,7
85,4
60%
40%
33,2
37,7
36,1
43,9
20%
0%
EAD
SMH
BCN
BCN - CS IV i IV
100%
86,5 88,4
80%
pediatra
Vivienda y Salud
128
60%
80,3
87,4
55,8
45,0
40%
36,2
36,6
20%
0%
EAD
SMH
BCN
BCN - CS IV i IV
Los datos de Barcelona están estandarizados según la distribución de edad de la muestra de Cáritas.
EAD: Equipos de Atención Directa; SMV: Servicio de Mediación en Vivienda; BCN: Ciudad de Barcelona; CS: Clase social.
129
Estado de salud
Vivienda y Salud
130
131
3.8
Conclusiones
El presente informe pone de manifiesto las malas condiciones de vida y vivienda que sufren algunas de
las personas más vulnerables de nuestra sociedad, así como el mal estado de salud de esas personas,
mucho peor que el del conjunto de personas que residen en la ciudad de Barcelona, incluso que el de
aquellas personas de las clases sociales más desfavorecidas.
Los graves problemas económicos de estas familias, en gran parte ocasionados por las elevadas tasas
de paro que presentan (de hasta un 75% en determinados subgrupos), obligan a las familias a vivir en
viviendas con condiciones subóptimas de habitabilidad o de hacinamiento, o llevan a las familias a no
poder hacer frente a los pagos relacionados con la vivienda, con el estrés consecuente que esto genera
y el riesgo que tienen de perder su vivienda habitual.
Así, una de cada tres familias con malas condiciones de vivienda se ve obligada a vivir en una habitación
realquilada y más de la mitad vive en una situación de hacinamiento. Además, muchas viviendas presentan problemas de habitabilidad en proporción muy superior al conjunto de viviendas de la ciudad de
Barcelona, como es el caso de no poder mantener una temperatura adecuada, haber tenido plagas de
ratas, ratones, cucarachas, pulgas o chinches o presentar graves problemas de humedades u hongos.
Esta situación comporta la insatisfacción de las personas con la vivienda donde viven (una de cada tres
personas se siente insatisfecha o muy insatisfecha con su vivienda).
Prácticamente la totalidad de estas familias manifiesta tener problemas económicos para hacer frente
a los costes relacionados con la vivienda, de forma que dos de cada tres personas piensa que en los
próximos dos años podría perder su vivienda. A consecuencia de estos problemas económicos, las
familias presentan también dificultades para pagar otras necesidades básicas como la alimentación
(cuatro de cada cinco familias manifiestan estar preocupadas para no poder comer debido a sus problemas económicos) o se ven abocadas a situaciones de infravivienda o sin hogar (el 20% ha dormido
alguna vez en una barraca, albergue, coche o en la calle).
Todas estas situaciones son especialmente graves si consideramos que la mayoría de esas familias
tienen niños (el 78,4% son hogares con uno o más menores de 15 años), en especial situación de vulnerabilidad.
132
Vivienda y Salud
Hay abundante evidencia que indica que las malas condiciones de vivienda pueden ocasionar
graves problemas de salud física y mental. Los indicadores de salud analizados en el presente
informe muestran que las personas incluidas en el estudio presentan un estado de salud muy
malo y mucho peor que el del conjunto de personas de Barcelona. Así, por ejemplo, dos de cada
tres persones adultas (70%) padecen mala salud mental (sólo el 15% de las personas de Barcelona). Y más de la mitad de las mujeres y el 25% de los hombres con malas condiciones de
vivienda y el 45% de los hombres con problemas para pagar la vivienda refieren tener un estado
de salud regular o malo (frente el 20% de las mujeres y el 13% de los hombres de las clases sociales más desfavorecidas de la ciudad de Barcelona). En menores, uno de cada cinco presenta
un estado de salud regular o malo (frente a menos del 2% de los niños y niñas de Barcelona) y
más de dos de cada cinco, mala salud mental (el 5% de menores, en el conjunto de la ciudad
de Barcelona). Aun así hay que destacar que este peor estado de salud no se corresponde con
un uso más frecuente de los servicios de atención primaria, puesto que la inestabilidad y la
precariedad en vivienda dificultan la prevención en la salud y el seguimiento médico. El uso de
las urgencias en detrimento de la atención primaria comporta también un empeoramiento del
estado de salud y la cronificación de las enfermedades.
Por otro lado, las familias entrevistadas sufren un menor apoyo social que la media de la ciudad con una importante diferencia, el aislamiento relacional y la carencia de apoyo y red social
también tiene implicaciones en una menor posibilidad de recibir ayuda en situaciones de dificultad económica y comporta, asimismo, problemas de salud mental.
La grave situación de crisis financiera y económica que estamos viviendo afecta con mayor
intensidad a las personas más vulnerables de nuestra sociedad, mientras que la mayoría de
políticas que se están poniendo en marcha no se dirigen de forma específica a esos colectivos.
El acceso a una vivienda digna y adecuada es un derecho fundamental que, además de estar
recogido en la Constitución española y en el Estatut de Catalunya, a nivel internacional también
se ha incorporado en la Declaración Universal de Derechos Humanos, así como en el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Sin embargo, el sistema de vivienda española es uno de los que menos presupuesto destina a
las personas con problemas de acceso a la vivienda (Domanski y Norris, 2007). Es necesario,
especialmente en la situación de crisis que estamos viviendo, que se pongan en marcha mecanismos para garantizar este acceso, a través de herramientas para ayudar a hacer frente al
pago de las hipotecas y de los alquileres en familias con problemas económicos, para reducir
a corto plazo los desahucios y, más a largo plazo, poner en marcha una política de promoción
de vivienda social y ayudas al alquiler, instrumentos que hoy por hoy son prácticamente inexistentes en nuestro país.
Problemas económicos y mala vivienda
Los graves problemas económicos de estas
familias hacen que una de cada tres familias
con malas condiciones de vivienda se vean
obligadas a vivir en una habitación realquilada y más de la mitad vivan en una situación
de hacinamiento. Además, muchas viviendas
presentan problemas de habitabilidad en proporción muy superior al conjunto de viviendas
de la ciudad de Barcelona.
133
Conclusiones
Hogar, vivienda y salud
134
Conclusiones
• Es muy importante para Cáritas Diocesana de Barcelona conocer con la máxima precisión
el contexto general para poder dar las respuestas más adecuadas a las personas más desfavorecidas de nuestra sociedad. Por este motivo trabajamos en profundidad los datos de la
Acción Social diaria y las contrastamos con los estudios y análisis generales que elaboran los
organismos oficiales y las entidades especializadas. Este Informe quiere ser un reflejo de este
propósito, muy centrado en las problemáticas relacionadas con la vivienda y el alojamiento de
los colectivos más vulnerables.
• Con el conjunto de propuestas residenciales de Cáritas Diocesana de Barcelona y de la Fundación Foment de l’Habitatge Social queremos dar cumplimiento al objetivo de ser lo más
eficientes posible, tanto en la gestión social, como en la gestión económica de los recursos,
evitando duplicidades y haciendo llegar los proyectos de vivienda y alojamiento al máximo número de familias usuarias, según los parámetros de calidad de proyecto exigidos por ambas
organizaciones.
• En relación con las Personas sin Hogar, queremos encajar nuestras actividades dentro de
las recomendaciones del Parlamento Europeo cuando dice que considera los siguientes elementos, como fundamentales en las estrategias para las personas sin hogar: “Unos objetivos
claros, principalmente en relación con la prevención de la carencia de hogar; la reducción de su
duración; la reducción de las formas más graves de carencia de hogar; la mejora de la calidad
de los servicios destinados a las personas sin hogar y del acceso a una vida asequible; con un
enfoque integrado que incluya todos los ámbitos políticos relevantes, un gobierno adecuado,
una recopilación adecuada de datos, una dimensión sólida en materia de vivienda y la presa en
consideración del cambio en los perfiles de la población sin hogar y, en particular, el impacto
de la migración.”
• O cuando insta la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE a que preste “una mayor
atención a las repercusiones de la pobreza extrema y la exclusión social en cuanto al acceso a
135
Conclusiones
los derechos fundamentales y a su goce, teniendo en cuenta que el respeto al derecho a una vivienda es fundamental para disfrutar muchos otros derechos, en particular de los políticos y sociales”.
• Para Cáritas el acompañamiento a las personas en situación de sin techo y sin hogar es una prioridad
institucional; por este motivo, los proyectos de vivienda pretenden dar respuesta a un derecho fundamental de las personas que se encuentran en estas situaciones. Y el concepto de hogar, en Cáritas, no se
limita a dar un alojamiento transitorio sino que tiene en cuenta aquello que es inseparable del concepto de
hogar: que sea estable, asequible y adecuado.
• Hacemos nuestras las recomendaciones de FEANTSA para el 2015 con un mensaje claro:
o El “sinhogarismo” se puede y se ha de erradicar, no solo administrar.
o Nadie tendría que dormir en la calle por falta de servicios de urgencia adaptados a sus necesidades ni
permanecer en un alojamiento de urgencia más tiempo del necesario.
o Nadie que viva en una institución como un hospital o una prisión los tendría que abandonar si no tiene
opciones de alojamiento adecuado.
o Nadie tiene que vivir a la fuerza en un alojamiento que se ha juzgado como infravivienda.
• En el ámbito de la prevención de la pérdida de la vivienda, desde Cáritas hemos apoyado y colaborado en
la elaboración de las reflexiones y propuestas legislativas en materia de sobre endeudamiento promovidas
por el Síndic de Greuges de Catalunya, (“Mesures per a un sistema de redreçament de deute”, Anexo II), por el
Parlament de Catalunya, por la Taula del Tercer Sector, por la Plataforma per un Habitatge Digne, por Cáritas
Española, y por muchos ayuntamientos del Àrea Metropolitana de Barcelona. Nuestra posición en todas esas
colaboraciones se sustenta en los principios siguientes:
oLa gran mayoría de situaciones detectadas tienen un origen desencadenante en la pérdida del trabajo
y la caída de los ingresos. No se cambiará el problema de la insolvencia de las familias en relación con
la vivienda mientras no se emprendan políticas públicas decididas de ocupación.
oLas dificultades de pago de la vivienda tienen su origen en la falta de equilibrio entre los ingresos regulares de los hogares y el coste de la vivienda. La responsabilidad preventiva, por tanto, está en manos
de la política de vivienda.
oEste desequilibrio se produce tanto en las viviendas de compra (pago de hipotecas), como en las viviendas de alquiler. No se pueden, entonces, arbitrar medidas pensando sólo en los primeros, y es del
todo rechazable y denunciable haber introducido cambios legislativos en materia de arrendamientos
que hacen aún más probables los problemas de este régimen de tenencia.
oEl mantenimiento en la vivienda es un elemento clave para asegurar la estabilidad emocional, relacional y la recuperación de las personas afectadas por estos problemas. No hacen más que agravar
la ruptura de personas y hogares todas las aberrantes decisiones que conducen a tener que buscar o
proporcionar una nueva vivienda a una familia que ya tenía una.
oHay que evitar, por todos los medios, que las familias queden con un lastre que les impedirá recuperarse si pierden la vivienda con una deuda pendiente. La dación en pago y las quitas en las deudas
hipotecarias son las únicas vías para evitar este lastre. Para Cáritas resulta incomprensible que, si se
pueden pactar condonaciones de deuda una vez producida la ejecución hipotecaria, no se hayan pactado
antes, manteniendo de esta manera el comprador dentro de su vivienda a un precio razonable.
oLa desigualdad entre la parte deudora y la parte acreedora, reconocida por jurisprudencias de otros
países, y hasta por el Consejo Económico y Social Europeo, especialmente en el caso de las deudas
de carácter hipotecario, hace imprescindible la posibilidad de recurrir a una instancia mediadora que
equilibre las posiciones y dote de mayor potencia negociadora a la parte débil. La Mediación o Intermediación experta se erige como una vía procedimental justa, proporcional y adecuada para aproximar los
derechos de las dos partes y la defensa en un plano de mayor igualdad.
Hogar, vivienda y salud
136
oPara prevenir la exclusión, hay que actuar con la máxima celeridad, detectando y actuando desde los primeros síntomas, para evitar el empeoramiento de las situaciones.
oHay que establecer mecanismos de prevención del riesgo de cara al futuro, pero es
también responsabilidad de todos ayudar a aliviar las situaciones de sufrimiento derivadas de contratos celebrados anteriormente (que son la gran mayoría de los hoy existentes).
oHay que abordar seriamente la lacra que supone el crecimiento exponencial de problemas de salud y sobre todo de salud mental que hemos tenido ocasión de conocer de
primera mano y que explicamos con todo detalle en este Informe.
• A modo de síntesis, podríamos afirmar, entonces, que la Mediación se está convirtiendo
en una de les vías más eficientes para conocer, asesorar y proporcionar tranquilidad a los
afectados, pero también para conseguir la reconducción de los contratos, la mejora de las
condiciones de pago y, en definitiva, para evitar la pérdida de la vivienda y la caída en situaciones de sin hogar.
• Finalmente y en cuanto a la relación entre el alojamiento y la salud de la población, hay
abundante evidencia que indica que las malas condiciones de vivienda pueden ocasionar graves problemas de salud física y mental.
• Los indicadores de salud analizados en el presente Informe muestran que las personas incluidas en este estudio presentan un muy mal estado de salud y mucho peor que el del conjunto de personas de Barcelona. Y tienen un menor apoyo social que la media de la ciudad con una
importante diferencia; el aislamiento relacional y la falta de apoyo y red social también tiene
implicaciones en una menor posibilidad de recibir ayuda en situaciones de dificultad económica y comporta, también, problemas de salud mental.
• La grave situación de crisis financiera y económica que estamos viviendo afecta con mayor
intensidad a las personas más vulnerables de nuestra sociedad, mientras que la mayoría de
políticas que se están poniendo en marcha no se dirigen de forma específica a estos colectivos.
El acceso a una vivienda digna y adecuada es un derecho fundamental que, además de estar
recogido en la Constitución española y en el Estatut de Catalunya, a nivel internacional también
se ha incorporado en la Declaración Universal de Derechos Humanos, así como en el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Y, sin embargo, el sistema de
vivienda española es uno de los que menos presupuesto destina a las personas con problemas
de acceso a la vivienda.
• Estas consecuencias que la crisis está teniendo sobre la salud de las personas nos llevan
a pensar que la salida de la crisis no tiene que ser sólo económica, pues, sin unos servicios
públicos dirigidos a subvenir las necesidades de las personas, la sociedad no podrá sortearla.
• Más allá de los esfuerzos que las entidades sociales realizamos para paliar estas situaciones, desde Cáritas Diocesana de Barcelona subscribimos lo que recomienda la Unión Europea en el ámbito de la vivienda social cuando dice que los Estados Miembros deben elaborar
políticas integradas para garantizar el acceso a todos a una vivienda digna y asequible, persi-
137
Conclusiones
guiendo, entre otros, el objetivo de que los programas específicos para personas sin hogar incluyan medidas
sociales de acompañamiento.
• Es decir, que los poderes públicos tienen que poner en marcha mecanismos para hacer efectivo el derecho a una vivienda adecuada, incluyendo tanto instrumentos para ayudar a hacer frente al pago del coste
de la vivienda de familias con problemas económicos graves, como políticas de promoción de vivienda social y ayudas al alquiler, además de responder a las verdaderas necesidades en cuestión de salud y salud
mental que se constatan a consecuencia del mal alojamiento.
• Hay que establecer un pacto estatal para la recuperación de la ocupación, sin el cual no es posible cambiar la espiral de caída en la exclusión social de los hogares que pierden el trabajo y la vivienda.
• Y hay que reforzar al máximo los mecanismos de ayuda médica y psicológica a las familias y personas
sometidas a las consecuencias de la crisis con:
oapoyo psicológico;
oacción proactiva para evitar el no afloramiento y el enquistamiento de los problemas;
oacción de sensibilización para desculpabilizar a las personas afectadas por la crisis, y
orefuerzo de los circuitos de coordinación entre servicios de atención primaria, servicios sociales, servicios de viviendas y centros de salud mental.
Hogar, vivienda y salud
138
Bibliografía
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G9602500.pdf?OpenElement
• (WHO, 2011)
The WHO European Centre for Environment and Health.” Environmental burden of disease associated
with inadequate housing”. Copenhagen: WHO Regional Office for Europe; 2011.
140
141
Anexo I
1142
42
A. Clasificación ETHOS de formas de privación del derecho a una vivienda digna
SITUACIÓN
CATEGORÍA
CONCEPTUAL
SIN HOGAR
Sin techo
Sin vivienda
CATEGORÍA
OPERATIVA
TIPO DE ALOJAMIENTO
1. Personas viviendo al raso
1.1. Espacio público o exterior
2. Personas que pasan la noche
en albergues para personas sin
hogar
2.1. Refugio nocturno
3. Personas que viven en equipamientos para personas sin hogar
3.1. Hogares y albergues para
personas sin hogar
3.2. Centros de estancia limitada
3.3. Alojamientos con apoyo
para momentos de transición
4. Personas que viven en refugios
para mujeres
4.1. Refugios para mujeres
5. Personas que viven en equi5.1. Centros de recepción o de
pamientos residenciales para
alojamiento temporal
inmigrantes
5.2. Alojamientos para trabajadores inmigrantes
6. Personas en proceso de
salida de instituciones
6.1. Centros penitenciarios
6.2. Instituciones de tratamiento médico
6.3. Casas de acogida para
menores y jóvenes
7. Personas que reciben apoyo 7.1. Residencias para persode larga duración (por haber
nas ancianas que han pasado
estado sin hogar)
por situación de sin hogar
7.2. Centros residenciales con
apoyo para personas que han
pasado por situación de sin hogar
143
Anexo I
SITUACIÓN
EXCLUSIÓN DE
LA VIVIENDA
CATEGORÍA
CONCEPTUAL
Vivienda insegura
CATEGORÍA
OPERATIVA
8. Personas que viven en un
alojamiento inseguro
TIPO DE ALOJAMIENTO
8.1. Con amigos o familiares
8.2. Realquiler
8.3. Ocupación ilegal de inmuebles
9. Personas que viven bajo
amenaza de deshaucio
9.1. En proceso de desalojo
por impago del alquiler
9.2. En proceso de ejecución
hipotecaria
Vivienda inadecuada
10. Personas que viven bajo
amenaza de violencia
10.1. Hogares con antecedentes
de violencia doméstica o con
denuncias interpuestas en la
policía
11. Personas que viven en estructuras “no convencionales”
y temporales
11.1. “Mobile homes”, caravanas
11.2. Edificación “no convencional”
11.3. Estructuras temporales
FUENTE: FEANTSA
12. Personas que viven en
viviendas insalubres
12.1. Viviendas no adecuadas
para la vida cotidiana
13. Personas que viven en
situación de hacinamiento
13.1. Viviendas ocupadas hasta la
condición de hacinamiento
1144
44
B. Factores de riesgo y acontecimientos desencadenantes del sinhogarismo
ÁMBITO
FACTOR DE RIESGO
DESENCADENANTE
Procesos económicos (pobreza, desocupación...)
Mercado de la vivienda
• Retrasos en el pago del alquiler o la
hipoteca
• Deshaucio del propio hogar (en
régimen de alquiler o de propiedad)
• Pérdida de alojamiento
• Cambio de lugar en la búsqueda de
trabajo
Estructural
• Llegada a un nuevo país
• Cambio en el estatus legal o la
situación administrativa
Protección social
• Imposibilidad de acceso a un hogar
Inmigración y derechos de ciudadanía
asequible
• Imposibilidad de acceso a protección social
Institucional
Escasez de servicios adecuados o falta de coordinación entre los servicios • Interrupción del apoyo institucional
existentes para conocer las necesidao no adecuación a necesidades
des y las demandas apropiadamente
emergentes
Mecanismos de asignación de recursos
Institucionalización (vivir en un centro
de acogida, una cárcel, una institución para el tratamiento de enferme- • Liberación después del encarcelamiento
dades mentales...)
• Perder la vivienda después de entrar a vivir en una institución
Procedimientos administrativos relacionados con la institucionalización (entrada o salida de centros, transiciones...)
Relacional
Personal
Situación de la familia (situación
socioeconómica, laboral...)
Dejar el hogar familiar
Relación con la familia (conflicto con
los padres u otros parientes, abusos,
maltratos...)
Violencia doméstica
Rupturas (divorcios, separaciones, muertes...)
• Vivir solo/a
Diversidad funcional, enfermedades
crónicas o de larga duración, enfermedades mentales
• Aparición de una enfermedad o
recaída
• Desaparición del apoyo externo o problemas de acceso a redes de apoyo
• Recaída o incremento en el abuso
de alguna sustancia adictiva
Bajo nivel de instrucción y capacitación profesional
Adicciones (alcohol, drogas, juego...)
FUENTE: European Review of Statistics on Homelessness, 2010.
145
Anexo II
1146
46
A. Medidas para un sistema de reestructuración de deudas
15 de diciembre de 2011. Documento presentado por el Síndic de Greuges de Catalunya, el Tribunal Superior
de Justicia de Catalunya, el Colegio de Abogados, el Colegio de Notarios, la Secretaría de Vivienda y Cáritas
Diocesana de Barcelona a la Presidenta del Parlament de Catalunya.
“La crisis económica ha hecho emerger en la opinión pública el problema que se plantea cuando, a raíz de
la ejecución de una hipoteca, las personas interesadas se ven privadas de sus viviendas y continúan siendo
deudoras respecto a la parte de los préstamos o los créditos hipotecarios que no han podido ser saldados con
la realización de la hipoteca. Emerge un colectivo de personas que para satisfacer su derecho a la vivienda
tienen que buscar la ayuda de la Administración.
Ciertamente, la contratación de los préstamos y los créditos hipotecarios para la adquisición de vivienda se
han regido y se rigen por la autonomía de la voluntad de las partes y por el principio de libertad de pactos.
Ahora bien, también es indudable que:
1. La renegociación de la deuda es voluntaria por parte de la entidad financiera.
2. El ordenamiento actual no recoge el sistema de dación en pago en el ámbito hipotecario, excepto que haya
un pacto entre las partes.
3. El procedimiento de ejecución hipotecaria es prácticamente un puro trámite, puesto que el deudor no puede
alegar nada a su oposición que haga referencia a las circunstancias del impago o a la posible nulidad de una
cláusula hipotecaria. El legislador lo remite a un procedimiento declarativo que nunca paralizará la subasta
ni el lanzamiento.
4. Las condiciones con que la entidad bancaria se puede adjudicar el inmueble en caso de subasta desierta
(60% del valor de tasación) pueden determinar que la deuda que quede pendiente a la persona afectada, a
pesar de haber perdido la vivienda, sea muy elevada.
5. Esta situación, ciertamente dura, se podría mitigar con la vigencia de una normativa de sobre endeudamiento, como en tantos otros países, tal como prevé la disposición adicional única de la Ley 38/2011, de 10 de
octubre, de reforma de la Ley 22/2003, de 9 de julio, concursal (BOE 245 de 11 de octubre de 2011).
6. El deudor, en cuanto que se pueda ver compelido a pactar unas condiciones de cumplimiento imposible
con sus recursos, en muchos casos necesita que se le ayude a organizarse para hacer frente a sus deudas
o pagos, a saber qué ayudas puede solicitar a la Administración y a qué Administración se tiene que dirigir”.
Ahora bien, concurren dos circunstancias que dificultan estas tareas mediadoras:
1. Por un lado, el tratamiento fiscal de estas operaciones, vigente actualmente, en determinados acuerdos no
tan sólo las entidades financieras, sino también los deudores que los subscriban.
2. Por otro lado, el carácter voluntario de estos acuerdos. Si bien algunas entidades financieras están dispuestas a colaborar y a llegar a un acuerdo, otros no lo valoran del mismo modo.
147
Anexo II
Para buscar soluciones que ayuden a superar los obstáculos expuestos, el Síndic propone tres recomendaciones:
A) Buscar la manera de difundir entre las personas que lo necesitan los servicios de Ofideute1 y Cáritas. Fomentar
que las entidades financieras participen y colaboren en estos procesos de arreglo de deudas hipotecarias.
Promover los acuerdos en que los deudores no pierdan su vivienda, como son la transmisión de la propiedad de
la vivienda a la entidad financiera y la reconversión del préstamo o el crédito hipotecario en un contrato de alquiler
asequible a favor del deudor, incluso previendo la readquisición futura de la vivienda cuando las circunstancias económicas de la persona afectada mejoren.
Por todo esto, convendría que las entidades financieras, al detectar los primeros impagos y al requerirlo la persona
interesada, la informaran de la posibilidad de dirigirse a Ofideute, Cáritas o cualquier otra entidad que de manera
reconocida ejerza las mismas funciones, y también que subscribieran acuerdos tendentes en la reconversión del
contrato hipotecario en contrato de alquiler.
B) .... hay que establecer una serie de modificaciones fiscales sobre las operaciones que puedan acordar el acreedor y el deudor hipotecario, para que las entidades financieras no se encuentren desincentivadas para llevar a cabo
ciertas operaciones debido a su tributación y, por otro lado, que favorezcan el dar una salida a las personas que se
encuentren en una situación de sobre endeudamiento....
C) Y, a introducción en el ordenamiento jurídico de un sistema de reestructuración de deudas en caso de sobre endeudamiento, voluntario y gratuito, mediante una comisión de carácter administrativo que pueda elaborar un plan
de reconducción de la deuda obligatoria, tanto para el deudor como para los acreedores...
También es importante destacar que, dentro de la “Proposición de ley de medidas contra el sobre endeudamiento
personal y familiar y de protección frente a procedimientos de ejecución que afectan la vivienda habitual”, aprobada
por unanimidad por el Parlament de Catalunya el mes de julio del 2012, se incluye un apartado específicamente dedicado a la necesidad de una instancia mediadora/intermediadora que garantice un tratamiento de equilibrio entre
deudor y acreedor:
“Artículo 5. Tramitación del procedimiento extrajudicial de liquidación ordenada de las deudas
1. El deudor tiene que pedir el inicio del procedimiento ex­trajudicial de liquidación ordenada de las deudas mediante
una solicitud dirigida a la sección territorial de la comisión de sobre endeudamiento correspondiente
Artículo 6. Comisiones de sobre endeudamiento
2. Las comisiones de sobre endeudamiento están formadas por un mínimo de cinco miembros, entre los cuales
debe haber personas de prestigio reconocido o de experiencia contrastada en los ámbitos jurídico, de la mediación y
de la administración concursal y personas en representación de las organizaciones de consumidores y usuarios y de
las entidades financieras que participan en el mercado hipotecario en el ámbito territorial de la comisión. Uno de los
miembros preside la comisión y otro, que tiene que ser funcionario con el título de licenciatura o grado en derecho,
ejerce las funciones de secretaría, que incluyen la fe pública de los acuerdos de la comisión”.
(1) OFIDEUTE es la Oficina que la Generalitat puso en marcha en 2009 con el objetivo de mediar en problemas hipotecarios
entre ciudadanos con dificultades y entidades financieras. Es el antecedente inmediato del Servicio de Mediación en Vivienda
de Cáritas Diocesana de Barcelona.
1148
48
B. Desalojamientos, deshaucios y vulneración del derecho a la vivienda2
29 de febrero de 2012. La confluencia en España del estallido de una burbuja inmobiliaria enloquecida, con
una caída en una durísima fase de estancamiento y de recesión económica –no desvinculable, por cierto,
una cosa de la otra- con una legislación que, poco previsoramente, no ha contemplado la eventualidad del
fenómeno de sobre endeudamiento, nos ha conducido a la aparición de un problema social de la máxima gravedad, asociado a las dificultades de pago de la vivienda de uso habitual. Es decir que nos ha conducido a un
problema de fractura social por crecimiento de la marginación. La pérdida de la vivienda es el eslabón que,
unido a la pérdida del trabajo, conduce de forma inexorable hacia la exclusión social.
Es imprescindible poner sobre la mesa todos los mecanismos que tienen que ayudar a paliar las nefastas
consecuencias de un mal entendido crecimiento económico, que tienen que asentar las bases para no reincidir, funcionando como una vacuna que actúe donde el sistema no parece propicio por él mismo a crear
anticuerpos.
Así, de manera complementaria a los debates que hoy son de rabiosa actualidad alrededor de fórmulas como
la segunda oportunidad, o la dación en pago de las viviendas en casos de no poder continuar con una hipoteca, se tendría que tener presente un decálogo de aspectos esenciales en la resolución de la problemática
generada:
1.- Que los desahucios no se producen sólo por deudas hipotecarias, sino también por deudas de alquiler. La
dificultad de pago de la vivienda está en la base del problema y es, sin duda, la causa principal a combatir. No
podemos, por lo tanto, ignorar esta realidad y diseñar políticas que supongan agravios comparativos.
2.- Que no nos encontramos ante un problema coyuntural sino ante un fenómeno íntimamente vinculado a la
crisis económica que exige, en consecuencia, blindajes de fondos.
3.- Que si la economía de un país se puede permitir un Fondo de Rescate de Ordenación Bancaria (FROB) para
amortiguar la carga de deuda que soportan los bancos, cuánto más no tendría que articular un min FROB
para ayudar a las familias sobre endeudadas (por la compra o por el alquiler de sus viviendas habituales), tal
como estamos pidiendo desde Cáritas Diocesana de Barcelona desde hace más de dos años.
4.- Que las fórmulas como la dación en pago expres tienen que ser consideradas desde una perspectiva
temporal, que impida situaciones abusivas para los casos en los que la permanencia en la vivienda sería la
solución lógica, justa y de más garantía de futuro.Las decisiones no pueden ser fruto de las angustias y emociones del momento. Es decir que se tendrían que arbitrar mecanismos no especulativos –no basados en la
obtención de las viviendas a precios ridículos, previendo una revalorización más o menos inmediata– que permitan la permanencia en la vivienda por parte de la familia afectada, en forma de alquiler, con la posibilidad
de una eventual recuperación de la propiedad a precios razonables, en el supuesto de mejora de su situación
económica.
5.- Que las medidas que se adopten tienen que ser forzosamente de carácter legislativo para dar la seguridad
jurídica que los ciudadanos y las entidades necesitan imprescindiblemente. Medidas que tienen que ser procedimentales, fiscales y de defensa de los derechos básicos.
6.- Que la acumulación de viviendas vacías por parte de las entidades financieras no es sólo un despropósito
en términos económicos, si no un escándalo social cuando hay población mal alojada o sin hogar.
(2) Nota de prensa “Desalojos, desahucios y derecho a la vivienda”, de Cáritas Diocesana de Barcelona, con motivo de la aprobación por parte del Gobierno del estado del RD Ley, 6/2012, de 9 de marzo, de medidas urgentes de protección de deudores
hipotecarios sin recursos.(“Código de Buenas Pràcticas”). http://www.caritasbcn.org/ca/node/2215.
149
Anexo II
7.- Que se trata de “rescatar” del sobre endeudamiento a familias sencillas e inexpertas. El reconocimiento
de la desigualdad de plano de relación entre deudor y acreedor se está reconociendo por jurisprudencias de
otros países e incluso por el Consejo Económico y Social Europeo, cuando dice. “La crisis financiera actual
ha revelado las disfunciones debidas a las deficiencias del mercado y de las normativas, así como al contexto
económico, a las prácticas seguidas por los intermediarios del crédito y los prestamistas, y al escaso nivel de
cultura financiera de los prestatarios. Todas estas deficiencias se tienen que evitar en el futuro porque pueden
conducir a una pérdida considerable de confianza”.
8.- Que un parámetro fundamental a tener en cuenta en cualquier solución es que hoy las familias afectadas
por problemas de pago de su vivienda difícilmente pueden hacer frente a costes superiores a los 150 euros
mensuales, afectadas como están por el paro pero también por la pérdida de poder adquisitivo debido al descenso de sus ingresos. Y que, la carencia de este tipo de oferta nos está conduciendo fatalmente a un alarmante aumento de personas realquiladas y en infravivienda.
9.- Que en consecuencia, el problema que hoy afecta España no es sólo un problema de solvencia de las familias sino un verdadero problema de política de vivienda y de oferta de vivienda de alquiler a precios sociales.
10.- Y que, sea cual sea la fórmula de futuro para la reconducción o redención de deudas vinculadas a la vivienda de residencia habitual, los ciudadanos endeudados necesitarán imprescindiblemente instancias donde
dirigirse para encontrar asesoramiento y el respaldo en la negociación. Los mecanismos de mediación o de
intermediación para dirimir conflictos de deuda excesiva de particulares, establecidos legislativamente en
muchos países, se tienen que introducir en España y con celeridad, como única vía para garantizar la igualdad
de trato para todos y para conseguir una implicación real y efectiva de todas las entidades financieras.
En este sentido, se tendría que considerar –como lo ha hecho el Síndic de Greuges– la buena práctica del
Servicio de Mediación en Vivienda de Cáritas Diocesana de Barcelona, el cual con una mediación o intermediación experta lleva atendidas más de trescientas familias, con resolución de cien casos, bien sea con reconducción de las deudas, bien habiendo conseguido daciones en pago, bien con la provisión de nuevas viviendas
a un precio de alquiler social. Siempre bajo el móvil de ayudar a asegurar a todo ciudadano el derecho a una
vivienda digna.
1150
50
C. Comunicado de Cáritas Diocesana de Barcelona en relación al “Anteproyecto de ley de medidas de flexibilización y fomento del mercado de
alquiler de viviendas”3 .
14 de mayo de 2012. El Gobierno del Estado anunció el viernes 11 de mayo la aprobación de un anteproyecto
de ley de medidas de flexibilización y fomento del mercado de alquiler de viviendas, el cual, en caso de ser
aprobado, supondría un gravísimo e inadmisible retroceso en las políticas de protección de los arrendatarios
de viviendas en nuestro país.
Cáritas Diocesana de Barcelona quiere manifestar con contundencia su total desacuerdo y su reprobación
de esta propuesta legislativa que, en vez de abordar con valentía los dramáticos problemas sociales que está
viviendo la población en relación con el derecho a la vivienda, mistifica el problema y se dobla a las presiones
de los sectores económicos que exigen todavía más ventajas legislativas, financieras y fiscales para limpiar
contablemente activos inmobiliarios, exentos de cualquier consideración social.
La situación real de nuestro país viene marcada por:
• 5,7 millones de personas en paro (837.000 en Catalunya).
• 24,4% de tasa de paro (22,2% en Catalunya).
• 1,6 millones de jóvenes entre 18 y 30 años (250.000 en Catalunya).
• 35% de tasa de paro joven (de entre 18 y 30 años) (32% en Catalunya).
• 78.000 ejecuciones hipotecarias (14.000 en Catalunya).
• 58.000 desahucios (7.000 en Catalunya).
• 2.000.000 de viviendas en venta (360.000 en Catalunya).
• 690.000 viviendas vacías sin vender (120.000 en Catalunya).
• 600.000 viviendas vacías “problemáticas”, en manos de bancos y cajas (100.000 en Catalunya).
• 450.000 millones de euros de endeudamiento del sector financiero en viviendas “problemáticas”.
• 11% de viviendas de alquiler (18% en Catalunya), frente al 30/35% de media de los países europeos occidentales.
• 1,5% de viviendas de alquiler público/social, frente a una media europea del 18%. Para llegar a este
porcentaje medio europeo, harían falta 3,5 millones de viviendas en España y 550.000 en Catalunya.
Ante una situación de tal gravedad, el Gobierno del Estado proclama que la única solución para conseguir
flexibilizar y agilizar el mercado del alquiler es:
• Abrir la posibilidad de pacto en las actualizaciones anuales del alquiler (en vez de la aplicación automática del IPC).
• Abrir la posibilidad de renuncia a la actual opción de compra automática, en contratos de menos de 5 años.
• Reducir el plazo de los contratos de alquiler, de 5 a 3 años.
• Reducir los plazos de la prórroga forzosa (posterior a los 5 años), de 3 años a 1 año.
• Posibilidad de recuperación de la vivienda por parte del propietario por causas familiares totalmente
abiertas, sin necesidad de hacerlo constar en el contrato.
• Posibilidad de despido libre del arrendatario si el contrato no está inscrito en el Registro de la Propiedad.
• Acelerar los procesos de desahucio.
• Reducir el plazo para poder saldar las deudas del arrendatario.
(3) Nota de prensa de Cáritas Diocesana de Barcelona con motivo del anuncio de aprobación por parte del Gobierno del Estado del anteproyecto de Ley de medidas de flexibilización y fomento del mercado de alquiler de viviendas .http://www.caritasbcn.org/ca/node/2324.
151
Anexo II
Todas estas medidas, que, evidentemente, no han sido reclamadas por los colectivos necesitados de vivienda,
pero tampoco por las asociaciones de propietarios, administradores de fincas, o agentes inmobiliarios, sólo
confunden el problema y bajo la cínica afirmación de que se tiene que mitigar “el escaso equilibrio entre
arrendador y arrendatario”, vienen a dar respuesta a unas exigencias evidentes del sector financiero de poder
alquilar viviendas por un periodo corto de tiempo –en espera de volver a la época de la venta fácil– con el mínimo de compromisos, y con las máximas facilidades para los desahucios.
No es este, en absoluto, el punto de vista de Cáritas Diocesana de Barcelona, sino más bien al contrario y, a
raíz de la experiencia que llega diariamente a nuestros centros de atención, entendemos que lo que nos está
faltando es un verdadero paquete de medidas de choque –respetuoso y garante del derecho constitucional a
la vivienda– para conseguir un auténtico refuerzo del mercado del alquiler y de la oferta de alquiler social a
nuestro país:
1. Puesta inmediata en alquiler social de titularidad pública de las viviendas en manos de las entidades
financieras intervenidas por el Estado.
2. Exigencia de puesta en alquiler social de las viviendas que están en manos de entidades financieras
que reciben o han recibido fondos públicos para su rescate.
3. Limitación del alquiler social a precios máximos de 200 euros mensuales.
4. Duración del alquiler social a un mínimo de 10 años.
5. Establecimiento de la posibilidad de opción de compra de las viviendas de alquiler para sus usuarios,
a precios proporcionales con los alquileres.
6. Puesta en marcha de un sistema de garantías públicas a los propietarios de viviendas de alquiler
como el Avalloguer, de Catalunya.
7. Desgravación fiscal total de las rentas de alquiler, tanto de propietarios como de arrendatarios de
vivienda de residencia habitual.
8. Reforzamiento de los programas estatales y autonómicos de ayudas al alquiler para los arrendatarios
que no están en parques públicos o de alquiler social.
9. Establecimiento de un sistema de mediación –como la Autoridad de Conciliación suiza– entre propietarios y arrendatarios para pactar alquileres, y rebajas de alquileres cuando los precios del mercado
inmobiliario bajan y los ingresos familiares menguan.
10. Establecimiento de un sistema de mediación –como el de Cáritas Diocesana de Barcelona– previo a
las sentencias judiciales de desahucio, para aclarar las situaciones de insolvencia y poder poner remedio sin lanzamiento y pérdida de la vivienda.
Y, en lógica consecuencia, retirada inmediata del anteproyecto de ley de medidas de flexibilización y fomento
del mercado de alquiler de viviendas.
Estamos convencidos que la gran ocasión histórica de España de aproximarse verdaderamente a las medias
europeas de parque de alquiler público o social sería hoy una realidad, si fuéramos capaces de aprovechar,
con la máxima intencionalidad social, los parques de vivienda que hoy están ociosos en manos de las entidades financieras, para convertirlos en alojamiento de futuro, con garantía de tranquilidad y con seguridad
pública de no caer en la exclusión social.
Entendemos este reto no sólo como una oportunidad inestimable de cambiar una situación dramática por un
horizonte esperanzado, sino también como el verdadero e ineludible compromiso como país, de avanzar hacia
el derecho a la vivienda universal y de infundir confianza en la población.
1152
52
D. Declaraciones de Cáritas Diocesana de Barcelona en relación a la
operación de rescate de la banca española
11 de junio de 2012. Y el rescate de las personas, ¿para cuándo? Ante el anuncio de obtención de 100.000 millones de euros de fondos europeos para el rescate de la banca española vía FROB, Cáritas Diocesana de Barcelona
se reafirma en su desacuerdo por el hecho que gobiernos y entidades financieras se hayan manifestado reiteradamente en contra de un posible rescate a las personas sobre endeudadas que pierden su vivienda de uso
habitual y que son desahuciadas por los mismos bancos y cajas que están siendo rescatados. En este sentido,
ponemos de manifiesto que:
1. Cáritas Diocesana de Barcelona está pidiendo, desde hace más de dos años, la articulación de un
mini FROB para el rescate de familias con problemas graves de pago de sus hipotecas sobre la vivienda
de uso habitual (ver nota de prensa de Cáritas del mes de febrero de 2010).
2. Un vez se ha sabido que el Gobierno español ha obtenido 100.000 millones de euros para rescatar la
banca española (que se añaden a los 20.000 millones de euros que el FROB ya ha ido obteniendo y canalizando hacia la banca hasta hoy), ya no hay ningún tipo de excusa para no arbitrar el mencionado mini
FROB para las familias endeudadas y con situación más precaria, y evitar así la pérdida de la vivienda
que las conduce a la desesperanza y a la exclusión social.
3. El destino de un 1,5% de los fondos obtenidos por el FROB a rebajar la deuda de las personas permitiría salvar del desahucio a 30.000 familias que no tienen ingresos suficientes para abordar el coste de
sus hipotecas y están abocadas a la pérdida de la vivienda de uso habitual.
4. Del mismo modo que se acepta que bancos y cajas reconozcan pérdidas contables y se les permite
compensarlas con las nuevas ayudas, el mini FROB para las familias tendría que servir para compensar el diferencial de deuda que las personas no pueden asumir, rebajando la deuda (con la aplicación
de una quita) hasta valores soportables para estas familias en sus circunstancias actuales.
Así mismo,
Pedimos la puesta inmediata en régimen de alquiler social de titularidad pública o de alquiler social de las
viviendas en manos de las entidades financieras rescatadas e intervenidas por el Estado (o por la Unión Europea), a precios máximos de 200 euros mensuales, y con duraciones de los contratos de un mínimo de 10 años.
Reiteramos la petición de retirada del anteproyecto de ley de medidas de flexibilización y fomento del mercado
de alquiler de viviendas.
Y, proponemos que la llegada de los fondos de rescate para la banca vaya acompañada de medidas y políticas
que también velen por las necesidades más básicas de la ciudadanía, como un plan de choque para las cerca
de 1.728.000 familias que ahora mismo y en todo el Estado español tienen todos sus miembros al paro.
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Anexo II
E. Nota de Cáritas Diocesana de Barcelona en relación al Real Decreto-Ley
27/2012, de 15 de noviembre, de medidas urgentes para reforzar la protección a
los deudores hipotecarios
16 de noviembre de 2012. A raíz de la aprobación ayer, por parte del Gobierno del Estado, del RD-ley 27/2012,
de medidas urgentes para reforzar la protección a los deudores hipotecarios, Cáritas Diocesana de Barcelona quiere hacer pública su profunda decepción por la pérdida de la nueva oportunidad de conseguir un
acuerdo de consenso entre todos los agentes sociales y los grupos políticos para articular una verdadera
solución a los problemas más angustiosos y penetrantes que tiene, hoy, nuestra sociedad, que son el paro y
la pérdida de la vivienda por parte de las familias endeudadas o arrendatarias que han visto caer sus ingresos
y no pueden hacer frente al coste de la vivienda.
Tal como hicimos público esta semana, las medidas que se tienen que tomar en una situación así tienen que
abordar el nuevo fenómeno para conseguir EQUILIBRAR EL COSTE DE LA VIVIENDA CON LOS INGRESOS
FAMILIARES. Cualquier otra fórmula no nos llevará más que a aumentar y a perpetuar el problema.
No nos encontramos ante un problema coyuntural, sino ante un fenómeno íntimamente vinculado a la crisis
económica que exige, en consecuencia, medidas estructurales.
Cáritas Diocesana de Barcelona viene reclamando desde el año 2009 la moratoria en los desahucios para dar
tiempo a resolver con rigor, justicia y equidad, todos los aspectos relacionados con el sobre endeudamiento de
las familias a causa de la vivienda principal, y poniendo el énfasis en la necesidad de dar una segunda oportunidad y de establecer uno mini FROB para las familias sobre endeudadas que les permita seguir adelante.
Todo y reconociendo, pues, la necesidad de la moratoria, Cáritas Diocesana de Barcelona lamenta que se haya
perdido una nueva oportunidad de abordar el problema con valentía y se haya dictado una norma que deja
graves e importantes interrogantes abiertos:
• Para poder acogerse a la moratoria, la condición de ingresos máximos familiares (19.200 euros anuales) sólo se toma en consideración si se trata de familias con condiciones muy especiales de estructura
familiar o de características de todos sus componentes. ¿Cómo se sentirán las familias con hijos que
constituyen el 52% de las atendidas por el Servicio de Mediación en Vivienda de Cáritas Diocesana de
Barcelona, en riesgo de exclusión social por pérdida de su vivienda?
• Los dos años de moratoria, son a contar desde ayer, pero no desde el momento en que se vayan produciendo futuras ejecuciones. Por lo tanto, ¿tenemos que suponer que la moratoria de las próximas
ejecuciones se irá acortando a medida que vayan pasando los dos años? ¿Y que asistiremos a derechos
desiguales de familias iguales?
• ¿Cómo afectará la demora del desahucio a la evolución de los procesos judiciales?
• ¿No se tratará de una dilación en el tiempo de los compromisos, agravándolos por la acumulación de
intereses de demora que harán todavía más insoportable la situación al final del periodo?
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54
• ¿Por qué sólo se aborda el problema de los desahucios provenientes de deudas hipotecarias? ¿No se
sentirán discriminadas las familias en proceso de desahucio provenientes de dificultades de pago de
contratos de alquiler cuando el dramatismo de las situaciones de pérdida de la vivienda es idéntico en
ambos casos?
• ¿Hasta cuando se pospone la adopción de medidas de efecto inmediato y de limpieza inmediata de la
situación económica de las familias afectadas, que les permita rehacer su vida y reiniciar su proceso de
inserción laboral y de reestructuración personal y familiar?
• ¿Cómo es que se aborda el tema del fondo social de viviendas como una mera declaración de intenciones, sin concretar de qué viviendas se habla, de quién los gestionará y de cuáles serán las condiciones
de acceso?
Por lo tanto, desde Cáritas Diocesana de Barcelona, exigimos una revisión inmediata del RD Ley y la adopción
de las medidas que hicimos públicas en el Comunicado de Prensa del martes 13 de noviembre.
155
Anexo II
F. Nota de prensa de Cáritas Diocesana de Barcelona en relación a la actividad
del Servicio de Mediación de la Vivienda y el sobreendeudamiento de las familias
12 de diciembre de 2012. Desde el 2009, Cáritas Diocesana de Barcelona ha venido denunciando reiteradamente el aumento escandaloso del número de familias afectadas por la grave problemática de los desahucios
y el retraso vergonzoso en la adopción de medidas que aborden de raíz el problema.
Las ayudas en materia de vivienda que Cáritas da a las familias usuarias se han triplicado entre los años
2007 y 2011, pasando de los 500.000 euros a los 1,5 millones, para hacer frente, mayoritariamente, a pagos de alquileres, cuotas hipotecarias, realquileres, pensiones y, en definitiva, para evitar la pérdida de la
vivienda o de un techo de familias en situación económica grave.
Mediante el Servicio de Mediación en Vivienda (SMH), puesto en marcha el septiembre de 2011, Cáritas
Diocesana de Barcelona ha podido reforzar y sustentar todavía con más fuerza esta denuncia y ha abordado
con más profundidad dramáticas situaciones de dificultad o de imposibilidad de pago de la vivienda de nuevas
familias.
El SMH ha atendido 900 familias –cerca de 3.500 personas–, con gravísimos y angustiosos problemas de pago
de su vivienda, muchas de las cuales nunca habrían creído que pedirían ayuda o apoyo a una organización
como Cáritas y para las cuales llegar a este punto ha ido precedido de sufrimiento, ansiedad, desorientación
y depresión con pérdida de la autoestima.
El 76% de las familias atendidas por el SMH tienen hijos; el 67% tienen, como cabeza de hogar, una persona entre los 30 y los 49 años; el 37% de los integrantes de estas familias son menores de edad y el 70% se
encuentran en situación de paro.
Estos datos divergen de los de la media de la población de Cataluña y alertan, claramente, de las graves
consecuencias que el paro está teniendo en la vivienda de familias de edad adulta joven y con hijos. Estas
personas representan los tramos de la sociedad que están en proceso de desarrollo y consolidación familiar
y tendrían que ser la base del sostén de la sociedad en su conjunto: de los menores de edad, de los jóvenes y
de las personas jubiladas.
Ante esta realidad conocida de manera directa a través de su gestión diaria, Cáritas Diocesana de Barcelona
considera inaplazable la adopción de medidas legislativas y normativas que pongan freno inmediato a la sangría de exclusión social que se está generando por los problemas de pago de las viviendas y que no ha encontrado un muro de contención oportuno y justo en ninguna de las iniciativas que hasta hoy han sido adoptadas
por el Gobierno. Por todo esto, proponemos trabajar en 4 ejes:
1. Segunda oportunidad y rescate financiero de las familias.
La segunda oportunidad tendría que ser la regla de oro de todas las modificaciones legislativas. Hay que evitar por todas las vías posibles la pérdida de las viviendas por parte de sus usuarios. Se tiene que articular, por
lo tanto, uno mini FROB para ayudar las familias sobre endeudadas. Sólo destinando un 1,5% de los fondos
obtenidos por el FROB a rebajar la deuda de las personas se salvarían de los desahucios 30.000 familias.
2. Regulación y legislación urgente del tratamiento del sobre endeudamiento de las familias.
Toda nueva legislación en materia de sobre endeudamientos tiene que prever la obligatoriedad de mecanismos de mediación e intermediación, que son los que tienen que garantizar en el futuro la máxima seguridad
y protección de los usuarios de viviendas.
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56
3. Parque público y social de viviendas de alquiler.
Hay que aprovechar la creación de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de Reestructuración Bancaria (SAREB) para la puesta inmediata en régimen de alquiler social –gestionados por las administraciones
públicas o por entidades privadas sin ánimo de lucro–, de las viviendas en manos de las entidades financieras, a
precios máximos de 200 euros mensuales y con contratos de un mínimo de 10 años de duración.
4. Moratoria inmediata de los desahucios (de hipotecas y de alquileres) de viviendas de primera residencia mientras no se hayan resuelto todos los temas anteriores.
Estas cuatro líneas de trabajo se tienen que acelerar de forma coordinada y nos tienen que permitir superar
la grave situación actual de forma coherente.
Entendemos que se han agotado todos los plazos de prudencia que podían aconsejar medidas de prueba y
error en la conducción de la dramática situación descrita y conocida hoy por todo el mundo. Los datos son
claros y las experiencias demuestran las enormes carencias que tenemos para situar nuestras familias en un
plan de solvencia económica razonable en relación con sus viviendas.
Cualquier medida parcial e incompleta agravará todavía más la situación, alargando la agonía de los más débiles.
Pedimos, por lo tanto, un acuerdo entre todos los agentes, públicos y privados, para aprobar en el plazo más
corto posible el marco legislativo que cambie la situación, que nos permita avanzar –y no retroceder, como
está pasando ahora– hacia el derecho a la vivienda universal e infundir confianza y sosiego en la población.
157
Anexo II
G. Consideraciones entorno al anuncio del Convenio para el “Fondo
social de viviendas de alquiler”
28 de diciembre de 2012. El día 20 de diciembre el Gobierno del Estado aprobó el “Convenio para el fondo social de viviendas en alquiler” para ofrecer 6.000 pisos de alquiler, de los que tienen las entidades
financieras desocupados, a personas desahuciadas desde el 1 de enero de 2008, y que se encuentren en
especial situación de vulnerabilidad social.
El Convenio se pondrá en marcha a partir del primer trimestre de 2013 y cuenta con el respaldo del Ministerio
de Economía y Competitividad, Sanidad y Servicios Sociales, Fomento, Banco de España, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), la Plataforma del Tercer Sector (Organizaciones no Gubernamentales), y la mayor parte de las entidades financieras. La firma está prevista para la tercera semana de enero.
A raíz de la presión llevada a cabo por todas las organizaciones sociales, por los Síndicos de agravios de todo
el país, por algunos partidos políticos y algunas administraciones públicas, el Gobierno, ha decidido destinar
una parte de las viviendas que tienen desocupadas las entidades financieras, a alquiler a precios moderados.
Si bien, el anuncio se tiene que entender como una concesión a las reivindicaciones recibidas, y por lo tanto,
se tiene que valorar como una señal de receptividad, lo cierto es que la decisión está extremadamente lejos
de las propuestas realizadas hasta hoy por el conjunto de organizaciones y entidades que hacen frente al dramático problema de los desahucios y de las dificultades de pago de la vivienda.
Estas reivindicaciones, sucintamente son:
1. Establecimiento, dentro del FROB, de una línea de ayudas para familias con grave riesgo de pérdida
de su vivienda, para reducir la deuda pendiente y permitir así que puedan seguir manteniendo la compra
de la vivienda a un coste soportable para sus ingresos actuales. (mini FROB para las familias).
2. Aplicación de las mismas rebajas de precios previstas para la transferencia de viviendas a la SAREB
(54,2%), a las viviendas que todavía están pagando familias con graves dificultades y que todavía no han
recuperado los bancos/cajas.
3. Publicidad y transparencia sobre el inventario de bienes inmuebles que pasarán a la SAREB, para que
sean del conocimiento de toda la ciudadanía.
4. Participación activa de las administraciones públicas competentes en materia de vivienda y urbanismo
en el proceso de elaboración de la SAREB.
5. Territorialización y proximidad a los ciudadanos de la gestión de la SAREB.
6. Destino a alquiler social del 30% de los inmuebles obtenidos por la SAREB a bajo coste y, por lo tanto,
subvencionados por el Estado, susceptibles de ser destinados a primera residencia.
7. Destino a alquiler social del 30% de las viviendas valoradas en menos de 100.000 euros, que no pasan
a la SAREB pero que están en manos de entidades financieras subvencionadas por el Estado, susceptibles de ser destinados a primera residencia.
8. Cesión de todos estos inmuebles destinados a alquiler social a administraciones públicas y a entidades sociales sin ánimo de lucro (especialmente fundaciones especializadas en la gestión de parque
social de vivienda), en condiciones económicas que les permitan asumir una gestión y destino a alquiler
a bajo coste, a largo plazo .
1158
58
9. Establecimiento de mecanismos de control público de la eventual entrada especulativa de inversionistas privados para evitar que se lleven a cabo operaciones de compra de los inmuebles a bajo coste
sin garantizar la libre concurrencia de posibles inversores públicos y sociales.
10. Establecimiento de mecanismos de control público de las plusvalías generadas por la realización
en el futuro de los inmuebles obtenidos a bajo coste y, por lo tanto, subvencionados por el Estado, asegurando que un mínimo del 20% de las plusvalías reviertan a la administración pública, es decir que se
devuelvan a la comunidad que es la que con su esfuerzo presupuestario está haciendo posible la adjudicación de los inmuebles a la SAREB a bajo coste.
11. Destino del 30% de los suelos calificados como residenciales en zonas de fuerte necesidad de vivienda
social a construcción de viviendas de protección oficial, o a equipamientos residenciales dotacionales.
12. Previsión de la posibilidad de que suelos que durante la fase de burbuja inmobiliaria fueron calificados como residenciales en zonas claramente inadecuadas, puedan ser recalificados para darles la
condición de zona verde o no urbanizable.
En vez de atender estas demandas, el anuncio del “Convenio para el fondo social de viviendas en alquiler”
propone:
Número de pisos:
La puesta en alquiler de 6.000 pisos, que supone:
• Menos del 10% del total de 89.000 que se estima que están en manos de entidades financieras intervenidas.
• La no información del inventario de pisos y suelos en manos de las entidades financieras intervenidas, sin el cual es imposible valorar qué criterios de selección se aplican para la determinación de
los pisos que se ponen en alquiler.
• La no información detallada de los pisos que se ponen en alquiler, sin la cual es imposible saber las
características y ubicaciones exactas.
Gestión de los pisos:
La gestión directa de los pisos desde cada una de las entidades financieras, en vez de cederlos a las entidades
sociales, aún contando con informes de los servicios sociales municipales, y asesoramiento en el proceso y
en el acceso a la información por parte de las organizaciones sociales, cosa que comportará los graves problemas siguientes:
• Que implican las entidades sociales como prescriptoras de estos pisos sin que tengan ni idea de lo qué
hay en oferta.
• Que se mantiene la idea de la lejanía y opacidad en la información y la gestión, ambas cosas absolutamente contrarias a la eficiencia social.
• Que el sistema traerá una complejidad y una desorientación total a las administraciones públicas, a las
entidades sociales, y a la ciudadanía, como todas las experiencias de vivienda que se han querido llevar a
cabo de forma centralizada (Sociedad Pública de *Alquiler; “Renta Básica de Emancipación”, etc), que se
pueden calificar de verdaderos desastres administrativos, y, por lo tanto, de verdaderos fiascos sociales.
• Que los usuarios de estos pisos no tendrán ningún seguimiento y acompañamiento social.
159
Anexo II
Condiciones del alquiler:
El alquiler es por una duración máxima de 2 años, prorrogables 1 año más, en clara contradicción con las necesidades de una población sometida a unas condiciones laborales durísimas, sin expectativas de mejora en
el medio plazo, que pide seguridad en el alojamiento y, por lo tanto, alquileres de larga duración y/o alquileres
con opción de compra en el medio plazo.
Características de los beneficiarios:
• Que hayan sido desahuciados después del 1 de enero del 2008.
• Que el desahucio se haya producido por impago de un préstamo hipotecario iniciado por la misma entidad financiera que constituye el Fondo Social de viviendas de Alquiler. Cosa que podría llegar a llevar
al dramático absurdo que una familia pudiera recibir en alquiler el mismo piso del que fue desahuciada
y del cual la entidad financiera se negó a concederle un finiquito de la deuda para que pudiera seguir
pagando la hipoteca, y se negó a mantenerla en alquiler.
• Que el conjunto de los ingresos de los miembros de la unidad familiar no supere el límite de tres veces
el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (1.597,53 euros mensuales, en la actualidad). Y que
se encuentre en alguno de los siguientes supuestos de especial vulnerabilidad:
1º Familia numerosa.
2º Unidad familiar monoparental, con dos o más hijos a cargo.
3º Unidad familiar de la cual forme parte, como mínimo, un menor de tres años.
4º Unidad familiar en la que alguno de sus miembros tenga declarada una discapacitad superior al
33%, situación de dependencia o enfermedad que lo incapacite de forma permanente para realizar
una actividad laboral.
5º Unidad familiar en la que el deudor hipotecario se encuentre en situación de paro y habiendo agotado las prestaciones.
6º Unidad familiar con la que convivan, en la misma vivienda, una o más personas que estén unidas
con el titular de la hipoteca o su cónyuge por vínculo de parentesco hasta el tercer grado de consanguinidad o afinidad, y que alguno de sus miembros se encuentren en situación personal de discapacitad, dependencia, enfermedad grave que las incapacite de forma temporal o permanente para
realizar una actividad laboral.
7º Unidad familiar en la que exista alguna víctima de violencia de género.
Es decir que las familias “normales” que han sido desahuciadas y se encuentran al paro no pueden optar,
con imposibilidad de encontrar vivienda a precio razonable en el mercado libre, que son la mayoría que se
están atendiendo desde los varios servicios de mediación existentes hasta hoy.
Es inaudito que una vez más las autoridades públicas se plieguen a las presiones del sector financiero,
el cual sigue pensando que la situación de crisis durará dos años, después de los cuales todo volverá a la
“normalidad”, y que, por lo tanto, no hay que constituir parques sociales de alquiler estables en el tiempo,
con opción de compra en el medio plazo, a los cuales puedan optar sin más requisitos las familias desahuciadas, y que sean gestionados por operadores especializados, que son los que verdaderamente pueden
garantizar el cumplimiento de condiciones, el acompañamiento a las familias y la verdadera función social
que hoy la sociedad está pidiendo en el parque de viviendas desocupado.
1160
60
H. Nota de prensa de Cáritas Diocesana de Barcelona en relción a la
mediación hipotecaria
28 de febrero de 2013. Cáritas Diocesana de Barcelona ha evitado cerca de 300 desahucios en un año y
medio, desde que abrió el Servicio de Mediación en la Vivienda.
En un año y medio de existencia, el Servicio de Mediación en Vivienda de Cáritas Diocesana de Barcelona ha
atendido 1.300 familias con problemas graves de pago de su vivienda, de las cuales, 556 han recibido asesoramiento, 377 han resuelto su situación (más del 70%, con mantenimiento en la vivienda originaria), y el resto
están en trámite de negociación con bancos o con propietarios. De las situaciones atendidas, el 47% han sido
por problemas de hipoteca, y el 53%, por problemas de alquiler.
El objetivo básico del Servicio de Mediación en Vivienda es dar a las familias una VERDADERA SEGUNDA
OPORTUNIDAD, evitando la pérdida de la vivienda.
Pero, para que haya una VERDADERA SEGUNDA OPORTUNIDAD para todas las familias sobre endeudadas
con una hipoteca de su vivienda de uso habitual, hace falta que cualquier nueva ley en relación al sobre endeudamiento se plantee como temas primordiales:
1. La validación y la obligatoriedad de las instancias de mediación con las entidades financieras, a petición
del deudor, como el Servicio de Mediación en Vivienda. Es esta la única vía justa de paliar la desigualdad entre
las partes en la negociación.
2. El establecimiento del sistema de negociación de los finiquitos o rebajas de las deudas para adaptar las
cuotas de amortización de los préstamos a los umbrales de ingresos soportables de las familias. Es este un
sistema ya previsto en el “Código de Buenas Prácticas”, que tendría que determinar, caso por caso, y bajo las
mismas instancias de mediación antes mencionadas, las reducciones o condonaciones de deuda para evitar
el drama de la pérdida de la vivienda y el peregrinaje penoso hacia un nuevo alojamiento inexistente.
3. La aplicación de lo que desde Cáritas se está reclamando desde el año 2009, que es un Mini Frob para el
rescate de las familias. Habría sido posible, y sería todavía posible que una parte del FROB que han recibido
las entidades financieras se articulara a través del rescate de las deudas de las familias, haciéndolas más
solventes de forma automática al reducirles la cuota de amortización.
Si no se consigue el mantenimiento de las familias en sus viviendas, y se procede a la ejecución hipotecaria,
se entra en una espiral perversa de búsqueda de una nueva vivienda que forzosamente tiene que ser a un
coste proporcionado con los ingresos –cosa que no existe actualmente en el mercado libre, y que tampoco se
encuentra en el parque público por la clamorosa insuficiencia de este parque–, y que lleva al mal alojamiento
y a la infravivienda. El coste social y emocional de este viaje a la desesperación es lo que por todos los medios
tendríamos que evitar.
Evidentemente, este camino es más soportable y equitativo si hay dación en pago y condonación de la deuda
pendiente, figuras que consideramos absolutamente imprescindibles en las situaciones de pérdida irremediable de la vivienda.
161
Anexo II
Y, en cuanto a las familias con problemas de pago del alquiler, que representan el 53% de las situaciones atendidas por el Servicio de Mediación en Vivienda (el 85% de los de la ciudad de Barcelona), tenemos que denunciar el proceso –que está pasando injustamente desapercibido ante la opinión pública–, de modificación de la
Ley de Arrendamientos Urbanos, que tiene como objetivo endurecer –a instancias del sector financiero–todavía
más las condiciones de los inquilinos, con un conjunto de propuestas ignominiosas: mayores facilidades para el
desahucio en cualquier momento, reducción de la duración de los contratos a dos años, registro de morosos....
En un país y en un momento en el que la principal dificultad de los hogares es encontrar vivienda de alquiler
a precio razonable, si estas modificaciones legislativas prosperan, y si las viviendas de la banca que tendrían
que pasar a ampliar los parques públicos o sociales no lo hacen, no nos podremos extrañar de que, en el futuro en España nadie quiera vivir de alquiler. Y no nos podremos extrañar de que las entidades sociales, como
Cáritas, tengan que multiplicar su actividad para atender familias que no encontrarán cobijo en ningún recurso
de alojamiento normalizado, contrariamente a lo que preconiza el derecho constitucional a una vivienda digna.
1162
62
I. Nota de prensa de Cáritas Diocesana de Barcelona en relación a la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre las cláusulas
abusivas en contratos de préstamos hipotecarios
14 de marzo de 2013. A raíz de la publicación de la Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea
sobre las cláusulas abusivas en los contratos de préstamos hipotecarios al Estado español, Cáritas Diocesana
de Barcelona considera oportuno hacer publicas las siguientes consideraciones:
1. Que la Sentencia supone un paso adelante de la máxima trascendencia en la consideración y respeto
que tienen que tener en España los derechos de los consumidores, en la medida que determina que el
respeto de estos derechos se tenga que adaptar a lo que prevé la Directiva 93/13/CEE.
2. Que valora positivamente que la Sentencia afirme que el procedimiento de ejecución hipotecaria en
España es contrario a la Directiva europea y obligue, por lo tanto, a dar pasos en el sentido de conseguir
esta adaptación.
3. Que, es relevante que, desde la publicación de la Sentencia, se pueda pedir la suspensión de los procesos de ejecución hipotecaria si el juez cree que los contratos de préstamos hipotecarios contienen
cláusulas abusivas. Esto es de la máxima importancia porque cambia totalmente la situación que se
ha tenido hasta hoy, en la que la consideración de las cláusulas abusivas no ha impedido la ejecución
hipotecaria.
4. Que la Sentencia pone de relieve otro aspecto destacado, que desde Cáritas Diocesana de Barcelona
hemos ido denunciando reiteradamente, como es el “desequilibrio importante” entre deudor y acreedor,
en detrimento del consumidor, (“el sistema de protección que establece la Directiva se basa en la idea
de que el consumidor se encuentra en situación de inferioridad respecto del profesional , en lo que hace
referencia tanto a la capacidad de negociación, como al nivel de información”).
5. Que la Sentencia, en tanto que paso adelante, pone en manos de los responsables políticos de nuestro
país las herramientas y también la responsabilidad de adaptar la legislación española a sus contenidos.
6. Que en esta fase ya inaplazable de adaptación de la legislación española a los contenidos de la Sentencia –y a los de la Directiva 93/13/CEE– es imprescindible que se recoja un sistema de intermediación
entre deudores y acreedores que garantice la verdadera tutela del consumidor .
7. Que, desde el Servicio de Mediación en Vivienda de Cáritas Diocesana de Barcelona, estableceremos
los mecanismos necesarios para asesorar las familias con problemas de pago de hipotecas y con procesos de ejecución hipotecaria ya iniciados para hacerlas conocedoras de los contenidos de la Sentencia,
de los derechos que los amparan a partir de hoy, y de los procedimientos a seguir para hacerlos efectivos.
163
Anexo II
J. Comentarios de Cáritas Diocesana de Barcelona en relación a un estudio
de la Generalitat de Catalunya sobre la privatización de viviendas sociales
del INCASOL
15 de noviembre de 2013. A raíz de la noticia que diferentes medios de comunicación han publicado en los
últimos días sobre un estudio del Gobierno de la Generalitat que hace referencia a la posible venta de pisos
sociales propiedad del Incasòl, desde Cáritas Diocesana de Barcelona –entidad que cada noche facilita un
techo a unas 2.500 personas– queremos exponer las siguientes consideraciones:
1. El parque público de viviendas (de alquiler) titularidad de la Generalitat de Cataluña (14.000 pisos) es
de los más bajos de la Unión Europea puesto que representa entre un 0,5% y un 1% del total. La media
de estas viviendas en la UE es del 18%.
2. Podríamos afirmar que un parque público de viviendas de alquiler es hoy la garantía básica –y única–
del derecho a la vivienda para los hogares con más dificultades y que no pueden acceder a viviendas del
mercado libre o del mercado protegido privado.
3. Los rasgos esenciales de un parque público de viviendas (de alquiler) son:
a) Alquileres bajos y proporcionales a los ingresos de las familias que residen en ellos.
b) El mantenimiento de la familia en la vivienda no debe supeditarse a una duración prefijada en un
contrato en función de la ley de arrendamientos urbanos vigente, sino que tiene que estar vinculado
a la situación de dificultad económica de la familia residente.
c) Acompañamiento social de las familias que viven una situación de mayor exclusión con eventuales
ayudas directas o indirectas complementarias a la vivienda.
d) Distribución no discriminatoria en el territorio.
4. Cáritas pide que el parque público y social de alquiler se incremente para poder dar respuesta a la
demanda alarmante y creciente de familias que son desahuciadas o que tienen dificultades insalvables
para poder acceder a una vivienda del mercado libre.
Por todo este conjunto de motivos, manifestamos que hace falta:
1. Una economía al servicio de las personas.
Actualmente, hay cerca de 300.000 familias que no pueden acceder al mercado inmobiliario y, por eso instamos las administraciones a velar para que ahora, más que nunca, la economía esté al servicio de la persona.
Ahora toca el rescate de las personas.
2. La subsidiariedad.
Que la Generalitat no dé ningún paso como cerrado sin abrir un debate con la sociedad, representada como
mínimo por las entidades y organizaciones integrantes del Pacto Nacional por la vivienda o por el Consejo
Asesor de la Vivienda. Además, creemos que, en este contexto, la Generalitat tendría que tener en cuenta la
tarea humana que ya estamos haciendo muchas entidades sociales en el territorio a efectos de garantizar la
continuidad del actual acompañamiento social a las familias.
3.- Recuperar la dignidad perdida.
El motivo principal de las situaciones de la vivienda o carencia de la cobertura de necesidades básicas para
las familias radica en la falta de trabajo. El Papa Francisco, aunque parezca duro, nos lo recuerda: “Donde no
hay trabajo, falta la dignidad”.
Por todo esto, tenemos que actuar sobre las causas y pedimos, una vez más, un consenso sobre la ocupabilidad
de todas las fuerzas políticas, económicas y sociales.
164
165
Anexo III
166
A. Metodología
Población de estudio y fuentes de información
A partir de la base de datos de personas atendidas por Cáritas Diocesana de Barcelona, se han seleccionado
un total de 320 familias (o personas que viven solas), 175 identificadas por los trabajadores sociales como
familias con una necesidad urgente de ser realojadas en una vivienda adecuada (ya sea por las malas condiciones de habitabilidad de su vivienda como porque viven en una situación grave de hacinamiento) y 145
familias atendidas por el Servicio de Mediación en Vivienda de Cáritas por tener problemas para hacer frente
a los costes relacionados con la vivienda, ya sea de alquiler o de propiedad.
De cada familia se seleccionó, de forma aleatoria, el responsable principal o su pareja y al que se invitó a
participar en el estudio. Se contactaron alrededor de 700 familias, obteniendo una tasa de respuesta del 45%.
La persona reclutada contestó tres cuestionarios realizados por un entrevistador en un centro de Cáritas de
Barcelona entre septiembre y diciembre de 2012: (1) el cuestionario de la vivienda, que recoge información
sobre la composición familiar del hogar, el tipo y las condiciones de la vivienda, los costes relacionados con
la vivienda y la satisfacción con la vivienda y el barrio; (2) el cuestionario del residente, que recoge información sociodemográfica y de salud de la persona entrevistada; y sólo para las familias con algún niño entre 4
y 14 años: (3) el cuestionario del menor, que recoge información sociodemográfica y de salud de un menor
de la familia (seleccionado aleatoriamente en caso de que haya más de uno), reportada por el progenitor
entrevistado.
Información analizada
Se describen las características sociodemográficas, las condiciones de vivienda y el estado de salud de las
familias incluidas en el estudio, analizando la información por separado de hombres y mujeres (o niños y
niñas) y en familias procedentes de los Equipos de Atención Directa (EAD) y del Servicio de Mediación en
Vivienda (SMH). El estado de salud de las personas entrevistadas así como algunas variables sociodemográficas y de la vivienda se comparan con las del conjunto de personas residentes en la ciudad de Barcelona y
con el subgrupo de residentes de clases sociales IV y V, información obtenida a partir de la Encuesta de Salud
de Barcelona del año 2011. La información relativa a la población de Barcelona se estandariza por edad utilizando la distribución de edad de la muestra de Cáritas. Esto permite comparar la información entre ambas
poblaciones, pues las personas atendidas por Cáritas son más jóvenes que el global de Barcelona y determinados indicadores, sobre todo de salud, pueden variar considerablemente según la edad de las personas.
167
Anexo III
B. Tablas adicionales
A continuación se incluyen varias tablas que describen con detalle las características sociodemográficas
de las personas entrevistadas (Tabla 1) y de los menores (Tabla 2), el tipo de vivienda y composición del
hogar (Tabla 3), las características de la vivienda relacionadas con la asequibilidad económica y el vínculo
emocional con la vivienda (Tabla 4), las características de la vivienda relacionadas con la habitabilidad, con
la disponibilidad de aparatos y tecnología y con el hacinamiento (Tabla 5), las características de la vivienda
relacionadas con el barrio y la comunidad (Tabla 6) y el estado de salud de las personas entrevistadas (Tabla
7) y de los menores (Tabla 8).
168
TABLA 1
Características sociodemográficas de las personas entrevistadas
EQUIPOS DE ATENCIÓN
DIRECTA
Hombres Mujeres
Total
SERVICIO DE MEDIACIÓN
EN VIVIENDA
Hombres Mujeres
Total
TOTAL
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
175
72
73
145
320
33 (25,6)
38 (21,8)
2 (2,8)
4 (5,5)
6 (4,1)
44 (13,8)
27 (60,0)
81 (62,8)
108 (62,1)
35 (48,6)
40 (54,8)
75 (51,8)
183 (57,4)
12 (26,7)
15 (11,6)
27 (15,5)
34 (47,2)
23 (31,5)
57 (39,3)
84 (26,3)
1 (2,2)
0 (0,0)
1 (0,6)
1 (1,4)
6 (8,2)
7 (4,8)
8 (2,5)
-
1
1
-
-
-
1
Estudios primarios o
menos
15 (33,3)
37 (28,5)
52 (29,7)
20 (27,8)
21 (28,8)
41 (28,3)
93 (29,1)
Estudios secundarios
o bachillerato
24 (53,4)
74 (56,9)
98 (56,0)
40 (55,5)
42 (57,5)
82 (56,5)
180 (56,2)
Estudios superiores
6 (13,3)
19 (14,6)
25 (14,3)
12 (16,7)
10 (13,7)
22 (15,2)
47 (14,7)
-
-
-
-
-
-
-
1 (2,3)
10 (8,3)
11 (6,7)
10 (13,9)
12 (17,1)
22 (15,5)
33 (10,8)
IV
25 (58,2)
57 (47,5)
82 (50,4)
49 (68,0)
36 (51,5)
85 (59,9)
167 (54,8)
V
17 (39,5)
53 (44,2)
70 (42,9)
13 (18,1)
22 (31,4)
35 (24,6)
105 (34,4)
2
10
12
-
3
3
15
6 (4,8)
12 (7,1)
n (%)
n (%)
n (%)
45
130
16-29 años
5 (11,1)
30-44 años
45-64 años
Número de
personas
Edad
65 años y más
Sin información
Nivel de estudios
Sin información
Clase social
I, II, III
Sin información
Inmigración
Nacidas en España
6 (14,0)
26 (36,6)
33 (45,8)
59 (41,3)
71 (22,8)
Nacidas en el extranjero
37 (86,0)
119 (95,2) 156 (92,9)
45 (63,4)
39 (54,2)
84 (58,7)
240 (77,2)
Centro y Suramérica
20 (57,2)
75 (63,1)
95 (61,7)
21 (48,8)
20 (54,1)
41 (51,1)
136 (58,1)
Países del Magreb
5 (14,3)
15 (12,6)
20 (13,0)
11 (25,6)
8 (21,6)
19 (23,8)
39 (16,7)
Resto de África
4 (11,4)
16 (13,4)
20 (13,0)
3 (7,0)
4 (10,8)
7 (8,8)
27 (11,5)
Otrosa
6 (17,1)
13 (10,9)
19 (12,3)
8 (18,6)
5 (13,5)
13 (16,3)
32 (13,7)
2
-
2
2
2
4
6
País de nacimiento
(extranjeras)
Sin información
n=número de personas
a. UE-15, Resto de Europa, Resto de Ásia y Oceanía.
169
169
Anexo III
EQUIPOS DE ATENCIÓN
DIRECTA
Hombres Mujeres
Total
SERVICIO DE MEDIACIÓN
EN VIVIENDA
Hombres Mujeres
Total
TOTAL
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
45
130
<=5 años
12 (32,4)
41 (35)
6-10 años
17 (46,0) 61 (52,2)
78 (50,7)
18 (42,9) 10 (26,3) 28 (35,0)
106 (45,3)
>10 años
8 (21,6)
15 (12,8)
23 (14,9)
22 (52,3) 26 (68,4) 48 (60,0)
71 (30,3)
-
2
2
Española o
comunitaria
8 (17,8)
19 (14,7)
27 (15,5)
41 (56,9) 46 (63,1) 87 (60,0)
114 (35,7)
Inmigrante con
autorización
20 (44,4) 51 (39,5)
71 (40,8)
30 (41,7) 25 (34,2) 55 (37,9)
126 (39,5)
Inmigrante sin aurorización
17 (37,8) 59 (45,8)
76 (43,7)
1 (1,4)
2 (2,7)
3 (2,1)
79 (24,8)
Número de
personas
n (%)
n (%)
n (%)
175
72
73
145
320
53 (34,4)
2 (4,8)
2 (5,3)
4 (5,0)
57 (24,4)
Tiempo en España
(extranjeras)
Sin información
3
1
4
6
Situación legal
Sin información
-
1
1
-
-
-
1
Trabaja con
contrato
2 (0,6)
29 (9,1)
31 (51,6)
10 (3,1)
19 (5,9)
29 (48,3)
60 (18,7)
Trabaja en economía
sumergida
9 (2,8)
40 (12,5)
49 (79,0)
0
13 (4,1)
13 (20,9)
62 (19,3)
30 (66,7) 53 (40,8)
83 (47,4)
55 (76,4) 32 (43,8) 87 (60,0)
170 (53,1)
Situación laboral
En paro con o
sin prestación
Otra situaciónb
4 (8,9)
8 (6,2)
12 (6,9)
7 (9,7)
9 (12,3)
16 (11,0)
28 (8,8)
Sin información
-
-
-
-
-
-
-
Apoyo social (Duke)
Inadecuado
28 (63,6) 86 (67,2) 114 (66,3) 50 (70,4) 54 (76,1) 104 (73,2) 218 (69,4)
Sin información
1
2
3
1
2
n=número de personas
b. Trabajo doméstico, incapacitado/a o con invalidez permanente, jubilado/a, otra situación.
3
6
170
TABLA 2
Características sociodemográficas de los menores
Número de
personas
EQUIPOS DE ATENCIÓN
DIRECTA
Niños
Niñas
Total
n (%)
n (%)
n (%)
SERVICIO DE MEDIACIÓN EN
VIVIENDA
Niños
Niñas
Total
n (%)
n (%)
n (%)
TOTAL
n (%)
44
48
93
42
41
84
177
4-7 años
25 (56,8)
21 (43,8)
46 (50,0)
18 (42,8)
22 (53,7)
40 (48,2)
86 (49,2)
8-11 años
11 (25,0)
17 (35,4)
28 (30,4)
12 (28,6)
11 (26,8)
23 (27,7)
51 (29,1)
12-14 años
8 (18,2)
10 (20,8)
18 (19,6)
12 (28,6)
8 (19,5)
20 (24,1)
38 (21,7)
-
-
1
-
-
1
2
Nacidas en España
29 (65,9)
19 (39,6)
49 (52,7)
30 (71,4)
36 (87,8)
66 (79,5)
115 (65,3)
Nacidas en el extranjero
15 (34,1)
29 (60,4)
44 (47,3)
12 (28,6)
5 (12,2)
17 (20,5)
61 (34,7)
-
-
-
-
-
1
1
Centro y Suramérica
11 (73,3)
18 (62,1)
29 (65,9)
7 (63,6)
1 (20,0)
8 (49,9)
37 (61,7)
Países del Magreb
2 (13,3)
2 (6,9)
4 (9,1)
1 (9,1)
2 (40,0)
3 (18,8)
7 (11,7)
Resto de África
1 (6,7)
5 (17,2)
6 (13,6)
0 (0,0)
1 (20,0)
1 (6,3)
7 (11,7)
Otros
1 (6,7)
4 (13,8)
5 (11,4)
3 (27,3)
1 (20,0)
4 (25,0)
9 (15,0)
-
-
-
1
-
1
1
Española o
comunitaria
20 (46,5)
16 (33,3)
36 (39,6)
33 (78,5)
27 (65,8)
60 (72,3)
96 (55,2)
Inmigrante con
autorización
7 (16,3)
12 (25,0)
19 (20,9)
7 (16,7)
12 (29,3)
19 (22,9)
38 (21,8)
Inmigrante sin
autorización
16 (37,2)
20 (41,7)
36 (39,6)
2 (4,8)
2 (4,9)
4 (4,8)
40 (23,0)
Sin información
1
-
2
-
-
1
3
Edad
Sin información
Inmigración
Sin información
País de nacimiento
(extranjeras)
a
Sin información
Situación legal
Nota: Hay dos menores sin información sobre su sexo.
n=número de personas.
a. UE-15, Resto de Europa, Resto de Asia y Oceanía.
171
Anexo III
TABLA 3
Tipos de vivienda y composición de los hogares de las familias
EQUIPOS DE ATENCIÓN
DIRECTA
Hombres Mujeres
Total
n (%)
n (%)
n (%)
Tipo de vivienda
Piso o vivienda unifamiliar de alquiler
Piso o vivienda unifamiliar de propiedad
Habitación de realquiler (compartida o no)
Otra situacióna
Sin información
Composición del
hogar
Pareja con hijos
Monomarental/
parental
Sola
Otras composiciones
Sin información
Hogares con menores
de tres años
Sí
Sin información
Hogares con menores
de 15 años
Sí
Sin información
Hogares con personas
de 65 años y más
Sí
Sin información
SERVICIO DE MEDIACIÓN EN
VIVIENDA
Hombres Mujeres
Total
n (%)
n (%)
n (%)
TOTAL
n (%)
23 (51,1)
56 (43,1)
79 (45,2)
25 (34,7)
32 (43,9)
57 (39,3)
136 (42,5)
1 (2,2)
2 (1,5)
3 (1,7)
37 (51,4)
25 (34,2)
62 (42,8)
65 (20,3)
14 (31,1)
52 (40,0)
66 (37,7)
4 (5,6)
6 (8,2)
10 (6,9)
76 (23,8)
7 (15,6)
-
20 (15,4)
-
27 (15,4)
-
6 (8,3)
-
10 (13,7)
-
16 (11,0)
-
43 (13,4)
-
25 (55,5)
49 (37,7)
74 (42,3)
47 (65,3)
17 (23,3)
64 (44,1)
138 (43,2)
3 (6,7)
53 (40,8)
56 (32,0)
2 (2,8)
25 (34,3)
27 (18,6)
83 (25,9)
5 (11,1)
12 (26,7)
-
5 (3,8)
23 (17,7)
-
10 (5,7)
35 (20,0)
-
8 (11,1)
15 (20,8)
-
15 (20,5)
16 (21,9)
-
23 (15,9)
31 (21,4)
-
33 (10,3)
66 (20,6)
-
22 (48,9)
-
51 (39,5)
1
73 (42,0)
1
24 (33,3)
-
11 (15,1)
-
35 (24,1)
-
108 (33,9)
1
35 (77,8)
-
117 (90,7)
1
152 (87,4)
1
55 (76,4)
-
43 (58,9)
-
98 (67,6)
-
250 (78,4)
1
3 (6,7)
-
1 (0,8)
1
4 (2,3)
1
3 (4,2)
-
9 (12,3)
-
12 (8,3)
-
16 (5,0)
1
n=número de personas
a. Piso protegido/tutelado/compartido, habitación compartida, albergue, local/garaje/almacén, piso ocupado, acogido/a por familiar,
otro tipo de vivienda.
172
TABLA 4
Características de la vivienda relacionadas con la asequibilidad económica i vínculo emocional
EQUIPOS DE ATENCIÓN
DIRECTA
Hombres Mujeres
Total
SERVICIO DE MEDIACIÓN
EN VIVIENDA
Hombres Mujeres
Total
TOTAL
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
3 (6,7)
22 (17,7)
25 (14,8)
7 (10,0)
9 (12,7)
16 (11,3)
41 (13,2)
De acuerdo
14 (31,1)
34 (27,4)
48 (28,4)
16 (22,9)
17 (23,9)
33 (23,4)
81 (26,1)
Muy de acuerdo
28 (62,2)
68 (54,9)
96 (56,8)
47 (67,1)
45 (63,4)
92 (65,3)
188 (60,7)
Sin información
-
6
6
2
2
4
10
3 (6,8)
18 (14,9)
21 (12,7)
6 (9,1)
10 (14,7)
16 (11,9)
37 (12,4)
Hogar poco asequible
(>30-50%)
16 (36,4)
43 (35,5)
59 (35,8)
22 (33,3)
16 (23,5)
38 (28,4)
97 (32,4)
Hogar muy inasequible
(>50%)
25 (56,8)
60 (49,6)
85 (51,5)
38 (57,6)
42 (61,8)
80 (59,7)
165 (55,2)
1
9
10
6
5
11
21
38 (84,4)
99 (76,7)
137 (78,7)
55 (76,4)
57 (78,1)
-
1
1
-
-
-
1
12 (26,7)
23 (17,7)
35 (20,0)
18 (25,0)
15 (20,5)
33 (22,8)
68 (21,3)
-
-
-
-
-
-
-
Menos de 2 años
25 (55,6)
68 (52,3)
93 (53,1)
23 (31,9)
30 (41,1)
53 (36,6)
146 (45,6)
2 años o más
20 (44,4)
62 (47,7)
82 (46,9)
49 (68,1)
43 (58,9)
92 (63,4)
174 (54,4)
-
-
-
-
-
-
-
Problemas para hacer
frente a los costes mensuales de la vivienda
Muy en desacuerdo, en
desacuerdo, indiferente
Asequibilidad de la
vivienda
(% alquiler o hipoteca/
ingresos familiares)
Hogar asequible
(<=30%)
Sin información
Preocupación por no
poder comer por
problemas económicos
(últimos 12 meses)
Sí
Sin información
112 (77,2) 249 (78,1)
Ha vivido alguna vez en
una barraca/ albergue/
coche/calle
Sí
Sin información
Tiempo en la vivienda
Sin información
173
Anexo III
EQUIPOS DE ATENCIÓN
DIRECTA
Hombres Mujeres
Total
SERVICIO DE MEDIACIÓN EN
VIVIENDA
Hombres Mujeres
Total
TOTAL
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
Muy insatisfecha o
insatisfecha
16 (35,6)
38 (29,2)
54 (30,9)
16 (22,2)
24 (32,9)
40 (27,6)
94 (29,4)
Indiferente
13 (28,8)
35 (26,9)
48 (27,4)
24 (33,3)
22 (30,1)
46 (31,7)
94 (29,4)
Muy satisfecha o
satisfecha
16 (35,6)
57 (43,9)
73 (41,7)
32 (44,5)
27 (37,0)
59 (40,7)
132 (41,2)
-
-
-
-
-
-
-
Muy en desacuerdo/en
15 (33,3)
desacuerdo/indiferente
55 (43,0)
70 (40,5)
15 (20,8)
23 (31,9)
38 (26,4)
108 (34,1)
De acuerdo
10 (22,2)
30 (23,4)
40 (23,1)
17 (23,6)
14 (19,4)
31 (21,5)
71 (22,4)
Muy de acuerdo
20 (44,5)
43 (33,6)
63 (36,4)
40 (55,6)
35 (48,7)
75 (52,1)
138 (43,5)
Sin información
-
2
2
-
1
1
3
Vínculo emocional con
la vivienda (índice)a
Sin información
Percepción de que se
puede perder la vivienda
los próximos 2 años
n=número de personas
a. Combinación de seis ítems que recogen el grado de satisfacción (0=muy insatisfecho/a a 5=muy satisfecho/a) de la persona entrevistada con diferentes aspectos de la vivienda (la vivienda en global, espacio, vistas, aprobación por otras personas, sensación de
seguridad, representa su personalidad y valores).
174
TABLA 5
Características de la vivienda relacionadas con la habitabilidad, disponibilidad de aparatos
y tecnología y hacinamiento
EQUIPOS DE ATENCIÓN
DIRECTA
SERVICIO DE MEDIACIÓN EN
VIVIENDA
TOTAL
Hombres
Mujeres
Total
Hombres
Mujeres
Total
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
8 (17,8)
27 (21,1)
35 (20,2)
12 (17,1)
13 (18,1)
25 (17,6)
60 (19,0)
-
2
2
2
1
3
5
9 (20,0)
32 (24,6)
41 (23,4)
13 (18,1)
18 (24,7)
31 (21,4)
72 (22,5)
-
-
-
-
-
-
-
20 (45,5)
72 (56,2)
92 (53,5)
30 (41,7)
33 (46,5)
63 (44,1)
155 (49,2)
1
2
3
-
2
2
5
26 (60,5)
74 (57,4)
100 (58,1)
26 (36,1)
38 (52,1)
64 (44,1)
164 (51,7)
2
1
3
-
-
-
3
20 (45,5)
41 (32,5)
61 (35,9)
20 (28,2)
19 (26,0)
39 (27,1)
100 (31,8)
1
4
5
1
-
1
6
0
4 (9,8)
16 (13,2)
20 (12,3)
22 (31,9)
13 (18,6)
35 (25,2)
55 (18,3)
1
13 (31,7)
38 (31,4)
51 (31,6)
18 (26,1)
23 (32,9)
41 (29,6)
92 (30,5)
2
12 (29,3)
30 (24,8)
42 (25,9)
17 (24,6)
21 (30,0)
38 (27,3)
80 (26,6)
3
10 (24,4)
21 (17,4)
31 (19,1)
8 (11,6)
4 (5,7)
12 (8,6)
43 (14,3)
4
1 (2,4)
12 (9,9)
13 (8,0)
2 (2,9)
5 (7,1)
7 (5,0)
20 (6,6)
5
1 (2,4)
4 (3,3)
5 (3,1)
2 (2,9)
4 (5,7)
6 (4,3)
11 (3,7)
4
9
13
3
3
6
19
27 (60,0)
71 (55,5)
98 (56,6)
16 (22,2)
16 (21,9)
32 (22,1)
130 (40,9)
-
2
2
-
-
-
2
n (%)
Algún tipo de ventilación
en todos los dormitorios y
comedor
No
Sin información
Vivienda con problemas
de humedades u hongos
A menudo/siempre
Sin información
El frío o el calor es un
problema en la vivienda
Siempre
Sin información
Alguna plaga gravea
(últimos 12 meses)
Sí
Sin información
Falta de luz natural en la
viviendab
Sí
Sin información
Número de problemas de
habitabilidadc
Sin información
Hacinamiento
(>1 persona/habitación)
Sí
Sin información
175
Anexo III
EQUIPOS DE ATENCIÓN
DIRECTA
SERVICIO DE MEDIACIÓN EN
VIVIENDA
TOTAL
Hombres
Mujeres
Total
Hombres
Mujeres
Total
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
34 (75,6)
87 (68,5)
121 (70,3)
43 (59,7)
54 (74,0)
97 (66,9)
218 (68,8)
-
3
3
-
-
-
3
41 (91,1)
115 (89,8)
156 (90,2)
54 (75,0)
50 (68,5)
104 (71,7)
260 (81,8)
-
2
2
-
-
-
2
43 (95,6)
118 (92,2)
161 (93,1)
54 (75,0)
64 (87,7)
118 (81,4)
279 (87,7)
-
2
2
-
-
-
2
22 (48,9)
59 (46,1)
81 (46,8)
21 (29,2)
23 (31,5)
44 (30,3)
125 (39,3)
-
2
2
-
-
-
2
25 (55,6)
85 (66,9)
110 (64,0)
36 (50,0)
45 (61,6)
81 (55,9)
191 (60,3)
-
3
3
-
-
-
3
0
1 (2,2)
4 (3,2)
5 (2,9)
5 (6,9)
4 (5,5)
9 (6,2)
14 (4,4)
1
2 (4,4)
2 (1,6)
4 (2,3)
11 (15,3)
4 (5,5)
15 (10,3)
19 (6,0)
2
4 (8,9)
16 (12,7)
20 (11,7)
12 (16,7)
9 (12,3)
21 (14,5)
41 (13,0)
3
13 (28,9)
34 (27,0)
47 (27,5)
17 (23,6)
21 (28,8)
38 (26,3)
85 (26,9)
4
9 (20,0)
27 (21,4)
36 (21,1)
13 (18,1)
24 (32,8)
37 (25,5)
73 (23,1)
5
16 (35,6)
43 (34,1)
59 (34,5)
14 (19,4)
11 (15,1)
25 (17,2)
84 (26,6)
-
4
4
-
-
-
4
n (%)
Vivienda con
calefacción
No
Sin información
Vivienda con aire
acondicionado
No
Sin información
Vivienda con
lavaplatos
No
Sin información
Vivienda con
ordenador
No
Sin información
Vivienda con
Internet
No
Sin información
Número de
privacionesd
Sin información
n=número de personas
a. Incluye ratas o ratones, cucarachas, pulgas y chinches; b. Deben encender las luces durante el día; c. Consiste en la suma de problemas relacionados con la habitabilidad (mala ventilación, humedades u hongos, temperatura inadecuada, plagas graves, carencia de
luz natural), d. Consiste en la suma de privaciones (calefacción, aire acondicionado, lavaplatos, ordenador e Internet); e. Incluye
dormitorios, comedor y cocina.
176
TABLA 6
Características de la vivienda relacionadas con el barrio y la comunidad
EQUIPOS DE ATENCIÓN
DIRECTA
SERVICIO DE MEDIACIÓN EN
VIVIENDA
TOTAL
Hombres
Mujeres
Total
Hombres
Mujeres
Total
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
n (%)
15 (33,3)
53 (41,1)
68 (39,1)
28 (39,4)
42 (57,5)
70 (48,6)
138 (43,4)
-
1
1
1
-
1
2
Mal o muy mal
8 (17,8)
23 (17,7)
31 (17,7)
13 (18,1)
18 (24,7)
31 (21,4)
62 (19,4)
Indiferente
6 (13,3)
26 (20,0)
32 (18,3)
9 (12,5)
9 (12,3)
18 (12,4)
50 (15,6)
Bien o muy bien
31 (68,9)
81 (62,3)
112 (64,0)
50 (69,4)
46 (63,0)
96 (66,2)
208 (65,0)
Sin información
-
-
-
-
-
-
-
16 (35,6)
53 (40,8)
69 (39,4)
27 (37,5)
30 (41,7)
57 (39,6)
126 (39,5)
4 (8,9)
7 (5,4)
11 (6,3)
11 (15,3)
7 (9,7)
18 (12,5)
29 (9,1)
25 (55,5)
70 (53,8)
95 (54,3)
34 (47,2)
35 (48,6)
69 (47,9)
164 (51,4)
-
-
-
-
1
1
1
14 (31,1)
38 (29,7)
52 (30,1)
12 (16,7)
30 (41,7)
42 (29,2)
94 (29,7)
0 (0,0)
7 (5,5)
7 (4,0)
2 (2,8)
5 (6,9)
7 (4,9)
14 (4,4)
31 (68,9)
83 (64,8)
114 (65,9)
58 (80,5)
37 (51,4)
95 (65,9)
209 (65,9)
-
2
2
-
1
1
3
n (%)
Problemas para dormir
por el ruido exterior
Sí
Sin información
Evaluación del barrio
como lugar de convivencia
La violencia no es un
problema en el barrio
En desacuerdo o muy
en desacuerdo
Indiferente
De acuerdo o muy de
acuerdo
Sin información
Percepción de seguridad
volviendo a casa de noche
En desacuerdo o muy
en desacuerdo
Indiferente
De acuerdo o muy de
acuerdo
Sin información
n=número de personas
177
Anexo III
178
TABLA 7
Comparación de algunos indicadores de salud de las personas entrevistadas con la población de Barcelona
HOMBRES
Conjunto
Barcelona
Barcelona
clases sociales
IV i IV
Equipos de
Atención Directa
Servicio de
Mediación en Vivienda
11,2
12,8
24,4
45,8
5,6
4,4
35,6
51,4
5,8
6,8
57,8
70,8
6,7
8,3
6,7
18,1
22,1
22,1
45,5
56,9
25,7
28,5
26,7
31,9
Migraña o dolor de cabeza frecuente (%)
3,6
3,6
28,9
38,9
Dolor de espalda cervical, dorsal o
lumbar (%)
12,0
15,8
37,8
63,4
Servicio de urgencias (%)
23,3
26,5
37,8
38,9
Médico o médica de familia (%)
58,9
59,8
53,3
73,6
Dentista (%)
23,6
13,2
42,2
21,1
Salud percibida
Regular o mala (%)
Salut mentala
Mala (%)
Depresión y/o ansiedad
Refiere haber tenido los últimos 12
meses (%)
Consumo de tranquilizantes, antidepresivos o pastillas para dormir
Refiere haber consumido los últimos 2 días (%)
Horas de sueño
(media, en día laborable)
<=6 horas (%)
Consumo de tabaco
Fumadores (%)
Transtornos crònicos
(último año)
Uso de servicios sanitarios
(último año)
179
Anexo III
MUJERES
Barcelona
Conjunto
clases sociales
Barcelona
IV i IV
Equipos de
Servicio de
Atención Directa Mediación de Vivienda
Salud percibida
Regular o mala (%)
15,3
20,5
53,1
60,3
15,2
17,4
66,9
72,6
9,2
10,6
63,8
86,1
15,7
13,8
15,4
30,1
24,9
30,6
53,1
61,1
21,0
19,6
6,9
28,8
Migraña o dolor de cabeza frecuente (%)
8,5
7,9
62,3
65,8
Dolor de espalda cervical, dorsal o
lumbar (%)
19,2
18,9
73,9
83,6
Servicio de urgencias (%)
28,8
32,9
44,6
61,6
Médico o médica de familia (%)
65,7
80,3
71,5
87,7
Dentista (%)
29,0
16,4
33,3
39,7
Salut mental
a
Mala (%)
Depresión y/o ansiedad
Refiere haber tenido los últimos 12
meses (%)
Consumo de tranquilizantes, antidepresivos o pastillas para dormir
Refiere haber consumido los últimos 2 días (%)
Horas de sueño
(media, en día laborable)
<=6 horas (%)
Consumo de tabaco
Fumadores (%)
Transtornos crònicos
(último año)
Uso de servicios sanitarios
(último año)
a. Medida con la escala de ansiedad y depresión de Goldberg del General Health Questionnaire.
180
TABLA 8
Comparación de algunos indicadores de salud de los menores amb la población de Barcelona.
NIÑOS
Barcelona clases sociales
IV i Va
Equipos de
Servicios Sociales
Servicio de
Mediación en
Vivienda
0,9
22,7
7,1
Anormal – Escala global de
dificultades [D] (%)
4,3
61,3
45,2
Anormal – Síntomas
emocionales [D] (%)
3,1
40,9
31,0
Anormal – Problemas de
conducta [D] (%)
9,0
52,3
35,7
Anormal – Hiperactividad
[D] (%)
6,9
52,2
42,9
Anormal – Problemas con
compañeros [D] (%)
6,2
61,4
50,0
Anormal – Conducta
prosocial [F] (%)
3,3
4,5
0,0
15,9
26,2
20,5
19,0
Conjunto
Barcelona
Salud percibida
Regular o mala (%)
Salud mental (fortalezas
[F] y dificultades [D])a
Alimentación
No desayuna cada día antes
de salir de casa (%)
6,4
15,4
Transtornos crònicos
(último año)
Otitis de repetición (%)
3,6
Uso de servicios sanitarios
(último año)
Servicio de urgencias (%)
33,2
36,1
81,4
85,7
Pediatría (%)
86,5
80,3
55,8
36,6
181
Anexo III
NIÑAS
Conjunto Barcelona clases
Equipos de
Barcelona
sociales IV i Va
Servicios Sociales
Servicio de
Mediación de
Vivienda
Salud percibida
Regular o mala (%)
1,7
22,9
22,0
Anormal – Escala global de
dificultades [D] (%)
5,1
37,5
25,0
Anormal – Síntomas
emocionales [D] (%)
6,6
47,9
19,5
Anormal – Problemas de
conducta [D] (%)
6,3
27,1
31,7
Anormal – Hiperactividad
[D] (%)
5,4
25,0
22,5
Anormal – Problemas con
compañeros [D] (%)
3,7
52,0
43,9
Anormal – Conducta
prosocial [F] (%)
1,0
2,1
4,9
20,8
22,0
31,9
19,5
Salud mental (fortalezas
[F] y dificultades [D])a
Alimentación
No desayuna cada día antes de salir de casa (%)
8,4
14,5
Transtornos crònicos
(último año)
Otitis de repetición (%)
1,6
Uso de servicios sanitarios
(último año)
Servicio de urgencias (%)
37,7
43,9
83,0
85,4
Pediatría (%)
88,4
87,4
36,2
45,0
D: Desviación Estandar.
a. Medida con el cuestionario de fortalezas y dificultades (SQD), con cuatro escalas que miden aspectos negativos de salud
mental (síntomas emocionales, problemas de conducta, hiperactividad y problemas con los compañeros, que se pueden
sumar en una escala global) y una escala que mide un aspecto psitivo (conducta prosocial).
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