Hace 100 años, se inauguró el Museo de Ávila en el edificio

Transcripción

Hace 100 años, se inauguró el Museo de Ávila en el edificio
M VSEO
Hace 100 años, se inauguró el Museo de Ávila
en el edificio Biblioteca y Museo Teresianos de
la Plaza de la Santa.
La crónica que el eminente arqueólogo José
Ramón Mélida publicó sobre la inauguración,
en la que intervino como representante de las
Reales Academias de la Historia y de Bellas
Artes, sirve ahora de guión para conocer las
piezas más significativas que formaron la
primera exposición del Museo.
El Diario de Ávila,
25 de Octubre de 1911
DE
Á V I L A 1911 - 2011
CIEN AÑOS
1
Hay allí antigüedades prehistóricas, hachas de piedra pulimentada.
Hachas de piedra, probablemente de la zona de
El Barco de Ávila, donde residía el donante
Joaquín Manceñido. Piezas de este tipo han
formado parte de muchas colecciones antiguas,
por su belleza, singularidad y misterio; también
se han encontrado en bastantes yacimientos de
la Prehistoria, como elemento más mágico y
ritual que útil.
[En la Sala IV se muestran ejemplares similares,
procedentes de excavaciones arqueológicas]
Recibo y tarjeta
de Joaquín Manceñido (1911)
Del periodo ibérico ó colonial, el
Museo guarda cuatro figuras de berracos ó cerdos esculpidas en granito
y entre ellos el notable de Cardeñosa
2
El 'jabalí' de Las Cogotas, en Cardeñosa, había sido hallado en 1875
por Fausto Rico, activo miembro de la Comisión de Monumentos, que
emprendió excavaciones pioneras en el castro. Esta figura fue el
primer verraco interpretado científicamente como escultura de los
vettones, tras siglos de imaginativas hipótesis para explicar tan
enigmáticas moles.
Alrededor del mundo (23-5-1901)
[En la Plaza de Adolfo Suárez, antiguo Alcázar, donde estuvo
el Museo entre 1916 y 1930]
[En este Almacén Visitable]
[Depositado, en 1981, en el jardín de Hacienda]
Borrador del Inventario (1911)
3
Panoplia de bronces epigráficos, falsificaciones
arqueológicas de los “Bronces de El Berrueco” y una
téssera de hospitalidad en silueta de verraco, que
pretendió haberse hallado en Cardeñosa, a finales del
siglo XIX.
Años después, las sospechas de los eruditos traerán a
Juan Cabré a Ávila, quien dictaminará su falsedad e
iniciará unas fructíferas excavaciones en los castros
abulenses que le permitirán definir las “Culturas de Las
Cogotas”.
[En la Sala IX]
Inventario de los objetos depositados en el Museo y Biblioteca Teresianos (1911-15)
é interesantes figuras simbólicas de
bronce,
4
No faltan antigüedades romanas: tejas planas, mosáicos, monedas, objetos de barro.
La Comisión de Monumentos había canalizado noticias de varios asentamientos romanos
en la provincia, y recogido piezas epigráficas –estelas, verracos, cupas- reutilizadas en
muros de la capital. Así se conocieron tumbas en Becedillas, a través de Mariano Guerras;
otras en La Torre, publicadas por Francisco González Rojas en 1888; y Fausto Rico se
interesó por el hallazgo de mosaicos y sepulturas en San Pedro del Arroyo que aportó a la
Comisión, junto a cerámicas y tejas.
[Similares en la Sala V]
Carta de Fausto Rico a Manuel Gómez-Moreno (1905)
Un elemento arquitectónico labrado en granito con una inscripción
cúfica y un acicate notabilísimo, hallado con otros objetos en una sepultura, representa la época árabe.
5
Son dos testimonios de la influencia islámica en la ciudad de Ávila por la importante
presencia mudéjar: por un lado, tres estelas funerarias entre las que destaca el
monumento que Yuçuf el Rico dedicó a su hijo Abdalá, asesinado en 1492 y
enterrado en la almacabra próxima a la iglesia de Santiago, donde estuvo hasta ser
recogido por la Comisión. Por otro, una espuela procedente del sepulcro de los
Estrada en San Vicente, llegada acaso con las piezas de la restauración de la basílica.
[El sepulcro epigráfico, en este
Almacén Visitable, excepto un
fragmento que permanece en la
Catedral, que albergó el Museo
entre 1937 y 1964; los otros dos,
en las Bóvedas del Carmen ]
Acta provisional de la Comisión Provincial de Monumentos (20-9-1911)
Acta provisional de la Comisión Provincial de Monumentos (12-10-1911)
6
Sobresale la colección de canecillos de la basílica
de San Vicente, que, por el estado
de descomposición de su piedra, tuvo que desechar el restaurador de
tan importante monumento.
Dibujo de V. Miranda. 1884
Viaje fotográfico por la España de 1900
Foto: Alois Beer. h.1890
La basílica románica de San Vicente, Santa Sabina y Santa Cristeta fue
declarada Monumento en 1882 –el primero de la ciudad-. Dado su
estado, fue restaurada en los años siguientes por Enrique Mª Repullés
y Vargas, Arquitecto Académico de Bellas Artes –autor también del
edificio donde se inauguró el Museo- y de la Comisión abulense a
quien entregó las piezas originales que sustituyó por réplicas, según
los criterios de la época.
[En este Almacén Visitable]
7
Ejemplar interesante de escultura
del siglo XIV es la estatua yacente
del Obispo Roelas, tallada en nogal
y con restos del chapeado de cobre,
que debió estar esmaltado.
Escultura gótica funeraria de un obispo, que el Cabildo depositó en el Museo para
colaborar en su primera inauguración. Es tradicional la atribución a Diego de
Roelas ( 1389), aunque este prelado cuenta con una sepultura en piedra en la
misma Catedral: tal vez perteneciera a su primer sepulcro, y después fuera
utilizada como figura yacente para las ceremonias fúnebres de otros obispos, en
tanto se terminaban sus tumbas definitivas.
[En el Museo de la Catedral]
Documento de cesión temporal por la Catedral de Ávila (1911)
8
En pintura hay un tríptico de primer orden, que denota la influencia
flamenca en España en el siglo XV,
Tríptico flamenco, de finales del siglo XV, que narra la vida de Cristo y la
Virgen. Pertenece a la Diputación Provincial, a donde llegó posiblemente
desde algún inmueble religioso desamortizado, por su indudable
trascendencia y valor, aunque no hay documentación del momento.
La Diputación lo prestó para la inauguración del Museo. Siete décadas
después, en 1971, lo volvió a depositar, ya de forma indefinida, para ser
expuesto tras su restauración en el antiguo ICROA.
[En la Sala VII]
Acta provisional de la Comisión Provincial de Monumentos (20-9-1911)
Cortesia de la Catedral de Ávila
9
Expuestas aparte hay ricas casullas
bordadas, una de labor mudéjar del
siglo XIV, otras del renacimiento,
muy ricas, y otras, en fin, de gusto
barroco.
Ornamentos litúrgicos -dalmáticas, casullas- de distintas épocas que denotan
en su decoración bordada la evolución general de las Artes Decorativas:
desde el siglo XIV, con modos moriscos, al Renacimiento -tondos centrales,
roleos-, al Barroco -cordones aplicados en relieve- y siglo XVIII.
Fueron depositados en el primer Museo de Ávila por el Obispado y las
parroquias de San Pedro y San Antonio.
[En el Museo de la Catedral]
Orden del día de la reunión de la Comisión (29-10-1911)
10
En una vitrina se ven curiosos
pergaminos, entre ellos el precioso
Códice del fuero de Avila.
Códice de las Ordenanzas de la Ciudad de Ávila, que el
Ayuntamiento expuso en la inauguración del Museo. Es una
recopilación de normativa urbana, redactada en 1485, para
sistematizar en un solo volumen las reglas que regulaban la vida
ciudadana, aclarando su sentido y facilitando el conocimiento y
cumplimiento general. El texto se escribió en elegante letra gótica,
con historiadas iniciales que dan al tomo una gran vistosidad.
[En el Archivo Municipal]
Por tierras de Ávila (L. Roch, 1912: 128)
11
Cerca se hallan expuestas las antiguas medidas de cereales de Castilla,
que Avila guarda.
Se trata del llamado “Pote de Ávila” y de un medio celemín y un cozuelo.
El Pote es la media fanega homologada por Juan II, en el siglo XV, que fue
oficial en Castilla hasta la adopción del actual Sistema Métrico Decimal,
avanzado el siglo XIX. Conformaba el calibre legal para las medidas de
sólidos, con la vara de Burgos –longitud- y la cántara de Toledo –líquidos-.
Fue depositado por el Ayuntamiento para la inauguración del Museo.
[En el Archivo Municipal]
Petición al Ayuntamiento de Ávila, 1911
y hay, aparte de otras obras curiosas
12
Ofrecimiento del
Ayuntamiento de
Bonilla de la Sierra
(1910)
Lienzo de la Inmaculada, del siglo XVIII, según el modelo iconográfico del
Barroco andaluz. Es una obra que el Ayuntamiento de Bonilla de la Sierra
donó al Museo para contribuir a su formación, atendiendo a la circular del
Gobernador Civil.
Aunque el cuadro llegó en muy mal estado –según apuntan la
correspondencia e Inventarios antiguos- con el tiempo fue restaurado en
el antiguo ICROA.
[En la Sala VIII]
Entre los objetos expuestos particulares,
13
Donación de Manuel Sánchez Ramos
Acta provisional de la Comisión (25-10-1911)
Donación de la Condesa Viuda de Crecente
La colaboración ciudadana se volcó
con entusiasmo en la formación del
Museo, aportando piezas variadas que
ya quedaron integradas en su
colección.
Destacan la respuesta del farmacéutico
Dr. Lapuente, de Dª Marina Prieto, de la
Marquesa Viuda de Crecente, y del
Duque de Valencia; así como las
contribuciones de los propios
miembros de la Comisión que preparó
la inauguración: Manuel Sánchez
Ramos, Calixto Fournier, Manuel de
Depósito de Marina Prieto Guerras
Donación de Mariano Guerras
Foronda y Mariano Guerras.
[En las Salas VIII y IX]
Inventario de los objetos depositados en el Museo y Biblioteca Teresianos (1911-15)
14
Depósito de Calixto Fournier
Acta provisional de la Comisión (20-9-1911 y 25-10-1911)
Depósito del Duque de Valencia
Donación de Manuel de Foronda
Donación de Juan de la Puente.
Ofrecimiento de Juan de Lapuente (1911)
15
hay un interesante cofrecillo
del siglo XIV, depositado por el señor marqués de Benavites, y numerosas piezas de loza de Talavera y de
otros puntos.
La contribución del Marqués de Benavites al Museo fue muy abundante. Aportó
óleos sobre tabla, lienzos, mobiliario, lozas y otros objetos curiosos de su palacio de
verano -el actual Parador de Turismo- donde iba reuniendo una colección universal
con vocación museográfica, inspirada por su saber humanista y su quehacer político,
académico, bibliófilo y de mecenazgo como prohombre de la cultura abulense.
Con el tiempo -en 1968- la colección de Benavites llegaría al Museo, cedida por la
Diputación Provincial tras adquirirla en 1958.
[En las Salas VII y VIII]
Recibo de la Comisión (1911)
J. Laurent, 1864
16
En el patio hay interesantes escudos heráldicos, esculpidos en piedra,
y bellos relieves del Renacimiento.
Son piezas de la Alhóndiga de la ciudad, el pósito de
trigo y otros alimentos que, por decisión del regidor y
el Obispo, se construyó en el Mercado Grande en 1528,
para almacenar excedentes y salir al paso de carestías.
Era un noble edificio, con relieves y heráldica alusivos a
su función, que se derribó en 1882. La Comisión,
reticente al derribo, aconsejó la salvaguarda de los
elementos decorados, aportados luego por el
Ayuntamiento a la inauguración del Museo.
[en las Bóvedas del Carmen, jardines de Prisciliano
y San Segundo, y recolocadas en muros]
Objetos donados y depositados en el Museo (1911-15)
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Hay, en fin, una colección fotográfica de los monumentos de Avila.
Ya en las últimas décadas del siglo XIX se publicaron
colecciones fotográficas de los monumentos de
Ávila, que se difundían como álbumes y
posteriormente -éstas y otras- se editarían como
postales, para recuerdo y para enviar por correo.
Una colección de éxito fue el álbum de los Hermanos
Torrón, “Recuerdos de Ávila” de 1882, que bien pudo
traer algún miembro de la Comisión al Museo.
[Colección de Jesús Mª Sanchidrián]
Por tierras de Ávila (L. Roch, 1912: 128)

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