PRESENTACION Queridos hermanos en Cristo El Señor les

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PRESENTACION Queridos hermanos en Cristo El Señor les
1 P R E S E N T A C I O N Queridos hermanos en Cristo El Señor les conceda su abundante gracia y bendición con la plenitud de su Santo Espíritu. La Iglesia del Señor Jesús es, en su realidad más íntima, un misterio de comunión y participación, centrada en Cristo, sostenida por el impulso del Espíritu Santo y en permanente camino a la casa del Padre. La Iglesia ha recibido de su Maestro, la encomienda misionera conforme a estas palabras “vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio” (Mc 16, 15). Y ella, ha dedicado y dedica toda su existencia al cumplimiento obediente de este mandato. Precisamente, esta es la experiencia eclesial que hemos vivido durante el desarrollo de la Asamblea Diocesana de Pastoral, celebrada el pasado 11, 12 y 13 junio. Todas las instancias de nuestra Iglesia de Guadalajara fueron convocadas para vivir, en espíritu de fe y discernimiento, este Pentecostés que el Señor nos ha concedido para llevar a cabo la “Nueva Evangelización al Servicio del Reino”. Es momento, ahora, de proseguir con la difusión, la asimilación y la puesta en práctica de los resultados de nuestra Asamblea, a fin de que en las Vicarías Episcopales, Decanatos, Parroquias, Comunidades de Vida Consagrada, Comisiones y Secciones diocesanas de Pastoral, se lleve a cabo este impulso de gracia que haga de nuestras comunidades eclesiales, comunidades vivas de fe proclamada, celebrada y testimoniada. Dios que comenzó esta obra la siga llevando a través de nuestra entrega generosa. + JOSE FRANCISCO CARD. ROBLES ORTEGA Arzobispo de Guadalajara 2 INTRODUCCION 1.
La Asamblea Diocesana de Pastoral, que trasciende los días en que se celebró, ha sido un momento intenso de gracia y bendición, un ejercicio eclesial de comunión y participación. El Espíritu Santo se ha manifestado como el principal artífice de esta experiencia de Iglesia. Los participantes, ya sea por oficio, por representación o por delegación, han expresado su beneplácito y su sentimiento de profunda esperanza en el camino pastoral, por el que ahora quiere transitar el Pueblo de Dios de Guadalajara en su peregrinaje por la historia, guiados por nuestro Pastor, el Emmo. Sr. Cardenal Don J. Francisco Robles Ortega. 2.
Los días 11, 12 y 13 de junio, del año en curso, fueron la coronación de trabajos intensos en las distintas instancias eclesiales. En una comparación con el mundo del campo, se trató de recolectar los mejores granos de la cosecha para disponernos a la próxima siembra. Por eso, la Asamblea no puede reducirse a esos días, pues supone una anterior preparación y una consecuente aplicación, asumiendo con espíritu de comunión eclesial las disposiciones de nuestro Obispo, una vez que ha escuchado a toda la Iglesia diocesana. 3.
El objetivo de esta Asamblea Diocesana de Pastoral, era tener prioridades y objetivo general comunes en toda la Arquidiócesis de Guadalajara para los próximos tres años. Gracias a la asistencia del Espíritu del Señor, logramos nuestro objetivo: «Impulsar la Nueva Evangelización, mediante el anuncio del kerigma a todos y la formación integral permanente, para fortalecer nuestras comunidades eclesiales y nuestro pueblo en Cristo tenga vida». Nuestro Obispo ha asumido la voz de la Asamblea y, en cuanto Pastor de esta Iglesia, dispone que este objetivo sea vinculante para todos en el trabajo pastoral, sin que se piense que es algo opcional. 4.
En este objetivo diocesano se ha condensado todo el trabajo de la Asamblea Diocesana, pues metodológicamente en su estructura misma están contenidos los marcos referenciales, es decir, el marco de la realidad y el marco doctrinal y nuestras prioridades. El objetivo lo hemos dividido en tres partes respondiendo a las siguientes preguntas e inspirándonos en los marcos mencionados: 5.
¿Qué se quiere lograr? Se inspira en el marco doctrinal que nos presenta un gran ideal que se quiere alcanzar: Impulsar la Nueva Evangelización. 6.
¿Mediante qué lo lograremos? Son los caminos concretos que debemos seguir para alcanzar el ideal propuesto. Estos caminos se inspiran en el discernimiento pastoral, por el que hemos elegido y asumido nuestras prioridades: El anuncio del kerigma a todos y la formación integral permanente. 3 7.
¿Para qué? Son las razones por las que se va a trabajar a fin de responder a los vacíos pastorales que nos presenta la realidad y así generar una transformación eclesial que incida en la sociedad. El para qué se inspira en el marco de la realidad que nos está retando: fortalecer nuestras comunidades eclesiales y nuestro pueblo en Cristo tenga vida. 8.
El objetivo diocesano es conciso y preciso, pero sumamente denso. Por esta razón se necesita una glosa que nos ayude a clarificar el contenido y evitar alguna dispersión o mala interpretación. Este subsidio ofrece de forma desmenuzada todo el contenido doctrinal y pastoral del objetivo diocesano. 9.
La glosa se divide en tres grandes partes, siguiendo el esquema metodológico del objetivo. La primera parte versa sobre la Nueva Evangelización, que sin lugar a duda, en la práctica estamos realizando, incluso de forma inconsciente; por ello se ha elegido el verbo impulsar, reconociendo que somos herederos y que no partimos de cero. La segunda parte nos clarifica que el kerigma no son contenidos doctrinales, sino una actitud vital del discípulo misionero, que se ha encontrado con Cristo y que transmite esa experiencia transformadora; la formación integral y permanente nos ayuda a seguir el proceso formativo del discípulo misionero, que permea todas las dimensiones de la persona. La tercera parte clarifica el impacto que debe tener la Nueva Evangelización mediante el kerigma y la formación: fortalecer las comunidades eclesiales con los elementos propios de una comunidad cristiana: la fe que se profesa, se celebra, se vive y se transmite; una fe eclesial que es capaz de dar vida plena en Cristo, especialmente en las difíciles circunstancias de muerte que está sufriendo nuestro pueblo. 10.
El presente subsidio ofrecido por la Vicaría Diocesana de Pastoral está pensado para socializar, es decir, para conocer, entender, y asumir el objetivo diocesano por medio de la glosa. Para facilitar su comprensión, en la parte final, se ofrece un instrumento de trabajo muy sencillo siguiendo el método participativo. Un segundo subsidio, que se ofrecerá en las próximas semanas, pretenderá ayudar a todas las comunidades eclesiales de nuestra Diócesis a elaborar los objetivos específicos y la propia programación, tomando en cuenta los retos y las exigencias que cada instancia consensuó en sus Asambleas. 11.
La Vicaría Diocesana de Pastoral espera que este instrumento de trabajo sea de gran ayuda, especialmente para garantiza que sabemos y entendemos lo que asumimos en el quehacer pastoral. En espíritu de comunión y participación, sería enriquecedor que se hicieran llegar a la secretaría de la Vicaría de Pastoral, por cualquier medio, las experiencias de esta socialización, con la finalidad de beneficiarnos mutuamente bajo la misma acción del Espíritu del Señor. 4 Objetivo General de la Arquidiócesis de Guadalajara 12. IMPULSAR LA NUEVA EVANGELIZACIÓN, MEDIANTE EL ANUNCIO DEL KERIGMA A TODOS Y LA FORMACIÓN INTEGRAL PERMANENTE, PARA FORTALECER NUESTRAS COMUNIDADES ECLESIALES Y NUESTRO PUEBLO EN CRISTO TENGA VIDA. Glosa del Objetivo General Diocesano Impulsar la «Nueva Evangelización» Impulsar 13.
El verbo principal «impulsar» que da fuerza al «Qué» de nuestro objetivo general nos indica que somos herederos y continuadores de los esfuerzos pastorales realizados desde la primera evangelización en nuestras tierras. Por esta razón, al emplear el verbo «impulsar» nos referimos a una acción eclesial que ya está en movimiento pero que necesita un nuevo impulso, nuevo vigor, nuevo entusiasmo y nuevos métodos para que responda al momento histórico que estamos viviendo. Nueva Evangelización 14.
Se denomina «Nueva Evangelización» a la capacidad de la Iglesia de vivir en modo renovado la propia experiencia comunitaria de la fe y del anuncio de Jesucristo a todos, dentro de las nuevas situaciones culturales que se han creado en estas últimas décadas1. 15.
La primera vez que el beato Juan Pablo II habló de Nueva Evangelización fue en el viaje a Polonia el año 1979. En Nowa Huta afirmó que donde se levanta la cruz está la señal de que ha iniciado la evangelización. Con ella, continúa el Papa, hemos recibido una señal que «en esta nueva época, en las nuevas condiciones de vida, vuelve a ser anunciado el Evangelio. Se ha dado comienzo a una nueva evangelización, como si se tratara de un segundo anuncio, aunque en realidad es siempre el mismo»2. 1
SÍNODO DE LOS OBISPOS, XIII Asamblea General Ordinaria. La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana. Instrumentum laboris, Ciudad del Vaticano 2012, 47. 2
BEATO JUAN PABLO II, Homilía para los obreros de Nowa Huta (Peregrinación a Polonia). Santuario de la Santa Cruz de Mogila, 8 de junio de 1979. 5 16.
Tiempos atrás, también en nuestra Arquidiócesis los misioneros levantaron, en las Iglesias y en las partes altas de las colinas y montes, la cruz como signo de que ya había llegado el Evangelio, de que ya se había iniciado la evangelización, la cual debía continuarse ininterrumpidamente a lo largo de los años. 17.
En el paso de los años el Beato Juan Pablo II explicitó todavía más en qué consiste la novedad de la Nueva Evangelización. Así en Haití en el año 1983, refirió que la evangelización tendría una significación plena si llegaba a ser un compromiso de los obispos, junto con su presbiterio y fieles; un compromiso, no de re-­‐evangelización, sino de evangelización nueva. Nueva en su ardor, en sus métodos y en su expresión3. En esa misma ocasión señaló los presupuestos fundamentales de la Nueva Evangelización: la necesidad de tener sacerdotes bien preparados y suscitar nuevas vocaciones para darles una formación integral y el empeño de formar un número creciente de laicos, prontos a colaborar eficazmente en la obra evangelizadora4. En esta misma línea el Papa Benedicto XVI, añade que «La Nueva Evangelización será efectiva si se comprometen en ella en profundidad las comunidades y las parroquias» y si se sigue teniendo como prioridad, en el proyecto educativo, la transmisión de la fe5. 18.
La Nueva Evangelización también postula un nuevo modo de expresar el mensaje evangélico, que permita hacerlo comprensible para el hombre de hoy y de sus diferentes culturas. Se trata no sólo de injertar la fe en las culturas, sino también de devolver la vida a un mundo descristianizado, cuya referencias cristianas son a menudo sólo de orden cultural. 19.
Esta vocación de ser apóstoles, de ser heraldos del anuncio del Evangelio ha sido desde los orígenes de la Iglesia una tarea primordial, porque la Iglesia sabe que tiene el deber de anunciar siempre y en todas partes el Evangelio de Jesucristo, pues, Jesús, antes de ascender a los cielos confió a los Apóstoles esa misión: «Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación» (Mc 16,15). Esta misión ha asumido en la historia formas y modalidades siempre nuevas según los lugares, las situaciones y los momentos históricos. 20.
Cuando se habla de Nueva Evangelización se expresa la idea de anunciar un mensaje con alegría. San Pablo en su Carta a los Romanos, inspirándose en el profeta Isaías y en la experiencia de su propia vocación, afirma que los apóstoles han de ser portadores de un mensaje de la salvación y alegría: « ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el que no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Qué hermosos son los pies de quienes anuncian la buena noticia!» (Rm 10,14-­‐15). 21.
Esta misión ha asumido en la historia formas y modalidades siempre nuevas según los lugares, las situaciones y los momentos históricos. En nuestro tiempo, uno de sus rasgos singulares ha sido afrontar el fenómeno del alejamiento de la fe. Es necesario, por lo tanto, salir de nuestras 3
Cf. BEATO JUAN PABLO II, Discurso del Santo Padre Juan Pablo II a la Asamblea del CELAM (Viaje apostólico a América Central), Port-­‐au-­‐Prince (Haití), 9 de marzo de 1983. 4
Ibidem. 5
Cf. BENEDICTO XVI, Visita «ad limina» del tercer grupo de obispos de la Conferencia Episcopal de Francia, 1 de diciembre de 2012. 6 seguridades e ir al encuentro de todos. Es necesario que se transforme nuestra pastoral de conservación a una pastoral misionera. 22.
El adjetivo “nueva” hace referencia al cambio del contexto cultural y evoca la necesidad que tiene la Iglesia de recuperar energías, voluntad, frescura e ingenio en su modo de vivir la fe y de transmitirla. 23.
El hecho de que a la Evangelización se le aplique el adjetivo «nueva» no pretende cualificar sus contenidos que permanecen iguales, sino se refiere a la condición y modalidad en la cual viene realizada. 24.
Hablamos de «Nueva Evangelización», porque nuevo es el contexto en que viven nuestros contemporáneos. 25.
La Nueva Evangelización nos lleva a examinar el modo en que nuestras comunidades cristianas viven actualmente y dan testimonio de la propia fe. La Nueva Evangelización exige, por lo tanto, el discernimiento, es decir, la capacidad de leer y descifrar los nuevos escenarios, que en estas últimas décadas se han creado en la historia de los hombres, para convertirlos en lugares de anuncio del Evangelio y de experiencia eclesial. Se trata del escenario de la familia y educación, del escenario de los adolescentes y jóvenes, de los escenarios culturales, sociales, económicos, políticos, religiosos y de la inseguridad y violencia6. El escenario de la familia 26.
La familia es el lugar indicado donde las personas descubren algunos de los más importantes valores para la vida como el sentido de justicia, la solidaridad y la calidez en la acogida. Es en la familia donde, principalmente, la fe se puede comunicar a las nuevas generaciones. 27.
Sin embargo, la familia está sufriendo, tal vez más que otras instituciones, los impactos de los cambios y transformaciones sociales. En las últimas décadas se ha dado un constante decrecimiento en la tasa de nupcialidad, mientras que se ha duplicado el porcentaje de uniones libres, separaciones y divorcios. Se han promovido las conductas homosexuales. Estudios sobre población juvenil nos dicen que cada vez más jóvenes y adolescentes tienen relaciones sexuales fuera del matrimonio por lo que se ha incrementado también el número de nacimientos a partir de esta difícil realidad. La creciente mentalidad antinatalista es apoyada por campañas publicitarias del sector salud e incluso por la educación oficial. 28.
Entre los presupuestos que debilitan y menoscaban la vida familiar encontramos la ideología de género, en la que la preferencia sexual de las personas se define apelando, exclusivamente, a sus deseos autónomos y no a su estructura profunda como persona. Ideología que se aprende en las escuelas y en los medios de comunicación. 29.
En este escenario es del todo necesario que la familia redescubra su identidad y misión a partir del matrimonio según el plan de Dios, así como que se percate de su importantísimo papel 6
Cf. SÍNODO DE LOS OBISPOS, XIII Asamblea General Ordinaria. La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana. Instrumentum laboris, Ciudad del Vaticano 2012, 51. 7 como comunidad educativa7. Es necesario emplear con creatividad nuevos métodos y lenguajes más comprensibles en la evangelización de los jóvenes, para orientar a la generosidad y vivencia del amor verdadero a quienes les resulta más importante la «realización personal individualista», que el matrimonio y la familia. Es necesario dar testimonio. Si en una familia muy deteriorada, con graves problemas de diverso tipo, uno de sus miembros se esfuerza por hacer presente a Cristo en ella, y persevera en este esfuerzo, la irá transformando. Ese miembro de la familia sabe que por sí solo, nada puede. Pero que unido a Cristo, todo lo puede alcanzar. De ahí la necesidad de orar y frecuentar los sacramentos, especialmente la Confesión y la Eucaristía. 30.
La familia cristiana mexicana, portadora de una gran experiencia de fe y de humanidad, debe seguir siendo el pilar en la educación, en el respeto a la vida, en el aprecio al matrimonio, en el valor de sí misma y en la muy importante tarea de comunicar la fe. Ante los embates y agresiones que constantemente recibe de la cultura de nuestro tiempo, debe saber superar los conflictos con una renovada experiencia del Evangelio, principalmente en la vivencia del amor y del perdón cristianos, que lleve a consolidar la alianza matrimonial y el núcleo familiar8. El escenario de los adolescentes y jóvenes 31.
Los jóvenes y adolescentes, como discípulos misioneros del Señor Jesús, representan un enorme potencial para el presente y futuro de nuestra Iglesia arquidiocesana. Ellos, mediante su unión íntima con Cristo, reciben el llamado a comprometerse en la renovación del mundo llevando la luz del Evangelio. Por el entusiasmo que los caracteriza no temen el sacrificio ni la entrega de la propia vida. Por su generosidad, entregan su vida y tiempo para ayudar a los más necesitados y se sienten impulsados a transmitir su testimonio renovador a otros adolescentes y jóvenes de su edad. Por su ilusión y esperanza poseen la capacidad para oponerse a las falsas ilusiones de felicidad y a los paraísos engañosos de la droga, el placer, el alcohol y todas las formas de violencia que llevan a una vida sin sentido (Cf. DA 443). 32.
Los adolescentes y jóvenes tienen la certeza de que Cristo les ofrece estar con ellos, en su vida y en sus proyectos. Ellos saben que no puede haber energía más poderosa que la que brota del corazón cuando son seducidos por la experiencia de la amistad con Él. A ellos, Jesús les confía el futuro de su propia misión: «Vayan y hagan discípulos»; vayan más allá de las fronteras de lo humanamente posible, y creen un mundo de hermanos. También los adolescentes y jóvenes tienen confianza en Cristo: no tienen miedo de arriesgar con Él la única vida que tienen, porque saben que no serán defraudados9. 33.
El Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud les dice a los jóvenes: 7
Cf. CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO, Educar para una nueva sociedad. Reflexiones y orientaciones sobre la educación en México, México 2012, 34. 8
Cf. CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO, Educar para una nueva sociedad. Reflexiones y orientaciones sobre la educación en México, México 2012, 71. 9
Cf. PAPA FRANCISCO, Ceremonia de bienvenida en los jardines del Palacio Guanabara. Jornada Mundial de la Juventud, 22 de julio de 2013). 8 34.
«La juventud es el ventanal por el que entra el futuro en el mundo. Es el ventanal y, por tanto, nos impone grandes retos. Nuestra generación se mostrará a la altura de la promesa que hay en cada joven cuando sepa ofrecerle espacio. Esto significa tutelar las condiciones materiales y espirituales para su pleno desarrollo; darle una base sólida sobre la que pueda construir su vida; garantizarle seguridad y educación para que llegue a ser lo que puede ser; transmitirle valores duraderos por los que valga la pena vivir; asegurarle un horizonte trascendente para su sed de auténtica felicidad y su creatividad en el bien; dejarle en herencia un mundo que corresponda a la medida de la vida humana; despertar en él las mejores potencialidades para ser protagonista de su propio porvenir, y corresponsable del destino de todos. Con estas actitudes, anticipamos hoy el futuro que entra por el ventanal de los jóvenes»10. 35.
Por otro lado, constatamos con preocupación que innumerables jóvenes de nuestra Arquidiócesis atraviesan por situaciones que les afectan significativamente: el abandono de la vivencia sacramental, ocasionado por la ignorancia religiosa y falta de fe; la pobreza, con todas sus consecuencias; el espíritu acrítico ante la globalización, el relativismo y las nuevas propuestas religiosas y pseudo religiosas; la desintegración familiar, que les ocasiona profundas carencias afectivas y conflictos emocionales; la educación deficiente, que los deja por debajo de los niveles necesarios de competitividad; la inmadurez, que dificulta la toma de decisiones duraderas; la desconfianza a las instituciones debido a las situaciones de corrupción, el desprestigio de los políticos y la búsqueda de intereses personales frente al bien común; la pérdida del sentido de la vida, que les conduce a la esclavitud del placer, droga, libertinaje sexual o al suicidio; la dificultad para estudiar o trabajar; el mal uso de los medios de comunicación debido a un uso indiscriminado y abusivo (Cf. DA 444-­‐445). El escenario cultural 36.
La secularización y el relativismo animan este escenario. En los últimos años el proceso de secularización ha producido una grave crisis del sentido de la fe cristiana y de la pertenencia a la Iglesia. El secularismo busca construir un mundo sin Dios, donde los seres humanos han de vivir en él como si no existiese algún Dios. Secularismo, de hecho, dice distancia de la religión cristiana; ésta no tiene y no puede tener ninguna voz en el momento en que se habla de vida privada, pública o social. La existencia personal se construye prescindiendo del horizonte religioso que queda relegado a un mero sector privado que no debe incidir en la vida de las relaciones interpersonales, sociales o civiles. Una de sus manifestaciones, incluso en las comunidades cristianas, es la mentalidad hedonista y consumista, que promueve modos muy superficiales de afrontar la vida y las responsabilidades. 37.
Respecto al relativismo el Papa Benedicto XVI lo describía así: «dejarse llevar a la deriva por cualquier viento de doctrina». La dictadura del relativismo no reconoce nada como definitivo y deja como última medida sólo el propio yo y sus antojos11. 10
PAPA FRANCISCO, Ceremonia de bienvenida en los jardines del Palacio Guanabara. Jornada Mundial de la Juventud, 22 de julio de 2012). 11
BENEDICTO XVI, homilía de la Misa Pro eligendo Pontifice, 18 de Abril del 2005. 9 38.
39.
El escenario social de la migración a la ciudad y globalización Las personas dejan su lugar de origen para trasladarse y vivir en contextos urbanizados donde se ponen en peligro los valores humanos y cristianos transmitidos por sus antepasados. Por otra parte, quienes vivimos en esta enorme Metrópoli de Guadalajara corremos el riesgo, influidos por el fenómeno de la globalización, de hacer una interpretación determinista, ligada solamente a la dimensión económica y productiva. El escenario económico Este escenario, en el que se vive una continua crisis económica, además de ser causa directa del fenómeno de las migraciones, ha ocasionado la ruptura de las familias y el surgimiento de tensiones y violencia. 40.
La dedicación y la solidaridad hacia los pobres vividas por muchas comunidades, la caridad de las mismas, su estilo sobrio de vida en un mundo que exalta en cambio el consumo y el tener, son verdaderamente un válido instrumento para anunciar el Evangelio y testimoniar nuestra fe. 41.
Cuando se habla de economía no se trata de ahondar en los conflictos sociales que aquejan a las familias de nuestra Arquidiócesis, sino de promover una sociedad y economía solidarias en la que los más pudientes se comprometan a ayudar a los menos favorecidos; una economía, en la que se compaginen legítimamente las exigencias económicas con el respeto a la dignidad del hombre; en la que se reconozca sin rodeos la prioridad del ser humano sobre los instrumentos de producción, sin sacrificar la eficacia de los métodos económicos, pero que tenga en cuenta la prioridad de los valores éticos12. 42.
43.
El escenario político En este escenario, un gran factor negativo es el recrudecimiento de la corrupción en la sociedad y en el Estado, que involucra los poderes legislativos y ejecutivos en todos sus niveles, y alcanza también al sistema judicial que, a menudo, inclina su juicio a favor de los poderosos y genera impunidad. La corrupción, ilegalidad e impunidad ponen en serio riesgo la credibilidad de las instituciones públicas y aumentan la desconfianza del pueblo. Por otra parte, en amplios sectores de la población, y especialmente entre los jóvenes, crece el desencanto por la política y particularmente por la democracia, pues las promesas de una vida mejor y más justa no se cumplen o se cumplen sólo a medias. En este sentido, se olvida que la democracia y la participación política son fruto de la formación que se hace realidad solamente cuando los ciudadanos son conscientes de sus derechos fundamentales y de sus deberes correspondientes. En algunas ocasiones las cámaras de diputados y senadores aprueban leyes injustas por encima de los derechos humanos, presionados por intereses partidistas o de instituciones internacionales, sin escuchar y dialogar con los ciudadanos. Lo hacen, también, por ignorancia, por dejarse llevar por un irracional laicismo o por miedo a vivir los valores del Evangelio y, porque muchos ciudadanos abdican de su deber de participar en la vida política (Cf. DA 79). 12
JUAN PABLO II, Discurso a la Conferencia Episcopal Mexicana, 12 de mayo de 1990. 10 44.
45.
Es necesario que a la luz del Evangelio los miembros de la Iglesia se concienticen y se empeñen en la promoción de la paz, en la defensa de la vida y los derechos humanos. El escenario de la investigación científica y tecnológica La ciencia y la tecnología corren el riesgo de transformarse en los nuevos ídolos del presente, de convertirse en la «nueva religión». Sin embargo, la ciencia y la tecnología no tienen las respuestas a los grandes interrogantes de la vida humana, que sólo puede venir de una razón y ética integrales iluminadas por la revelación de Dios. Cuando se separan la verdad, el bien y la belleza y cuando la persona humana y sus exigencias fundamentales no constituyen el criterio ético, la ciencia y la tecnología se vuelven contra el hombre que las ha creado (Cf. DA 123). El escenario de la comunicación 46.
Hoy ofrece enormes posibilidades y al mismo tiempo representa un gran desafío para la Iglesia. No existe ningún lugar exento de la influencia de la cultura mediática y digital. Estas nuevas tecnologías digitales han originado un verdadero y nuevo espacio social virtual, cuyas relaciones pueden influir en la sociedad, en la cultura, en la percepción del hombre y del mundo, y en la vida de las personas. Puesto que esta cultura mediática podría propiciar una actitud egocéntrica e individualista estos medios han de ser empleados, sin prejuicios, como recursos, aunque con una mirada crítica y un uso inteligente y responsable. El escenario de la religión 47.
La gran mayoría de los habitantes de nuestra Arquidiócesis son católicos. Esta identidad católica es uno de los rasgos de nuestra cultura; en el lenguaje, en los símbolos, en las fiestas, en los modos de relación de la mayoría encontramos referencias a una religiosidad muy viva, sin que ello signifique siempre coherencia de la vida cristiana. La ignorancia religiosa es uno de los problemas más graves de nuestro tiempo, y la Nueva Evangelización debe ser una respuesta urgente a esto. Ignorancia de la persona de Jesucristo y la ignorancia de la sublimidad de sus enseñanzas, su valor universal y permanente en la búsqueda del sentido de la vida y la felicidad13. El escenario de la inseguridad y violencia 48.
El entorno vital de nuestras familias se está deteriorando, a pasos agigantados, por el crecimiento de la violencia e inseguridad, en sus múltiples manifestaciones: robos, asaltos, asesinatos, secuestros; por la proliferación de la delincuencia organizada y del narcotráfico, que fruto de la impunidad, van incorporando en sus redes de muerte a adolescentes, jóvenes y padres o madres de familia; por la lucha de poder entre los cárteles de la droga que ha aumentado la presencia de sicarios, que asesinan y ejecutan a inocentes o a miembros de los bandos contrarios sin ningún temor a Dios ni clemencia; por el crecimiento de la violencia en el hogar, en la escuela y en la vía pública; por la privación de la libertad de niños, adolescentes o jóvenes para el tráfico de órganos y la prostitución; por la extorsión que crea un ambiente de temor y merma la economía de las familias. 13
Cf. BENEDICTO XVI, Visita «ad limina» del tercer grupo de obispos de la Conferencia Episcopal de Francia, 1 de diciembre de 2012. 11 49.
Una de las causas más importantes que contribuye a esta desestructuración de la sociedad y que facilitan esa escalada de violencia, son entre otras, la situación económica precaria que acaba con la esperanza de miles de personas y se manifiesta en la desigualdad, exclusión social, desempleo, bajos salarios, discriminación, pobreza extrema e inhumana. Otra causa, se encuentra en el gran porcentaje de jóvenes que, incluso teniendo estudios, no tiene acceso a empleos estables y bien remunerados, esto hace que muchos de ellos, sean presa fácil de la delincuencia. Otra causa más, es el desencanto de las promesas del mundo político y la deficiente impartición de justicia que desalientan a cualquier persona; una causa, que va más al fondo de nuestro ser y actuar, es la carencia o pobreza de valores humanos, cívicos y cristianos, y el predominio del hedonismo, del individualismo y del machismo. Y qué no decir de una educación que sólo se preocupa de instruir y no de formar14. 50.
En este escenario urge una Nueva Evangelización con nuevo ardor, con nuevos métodos y nuevas expresiones que ponga fin a este terrible escenario. Todos los creyentes, actuando en fidelidad a nuestra conciencia, es necesario que implantemos una nueva cultura del amor y la solidaridad y nos empeños en la implantación de la paz y de la justicia en nuestra Arquidiócesis de Guadalajara. 51.
De esta manera, uno de los objetivos fundamentales de Nueva Evangelización es la transmisión de la fe, mediante la proclamación, celebración y el testimonio de vida, para responder al debilitamiento de la fe de los creyentes y a la falta de la participación personal y experiencial en la transmisión de la fe15. 52.
El Papa Pablo VI nos recuerda que «no hay evangelización verdadera mientras no se anuncie el nombre, la doctrina, la vida, las promesas, el reino, el misterio de Jesús de Nazaret, Hijo de Dios. La historia de la Iglesia, a partir del discurso de Pedro en la mañana de Pentecostés, se entremezcla y confunde con la historia de este anuncio. En cada etapa de la historia humana, la Iglesia, impulsada continuamente por el deseo de evangelizar, no tiene más que una preocupación: ¿A quién enviar para anunciar el misterio de Jesús? ¿En qué lenguaje anunciar este misterio? ¿Cómo lograr que resuene y llegue a todos aquellos que lo deben escuchar?» (EN 22, 25-­‐39). 53.
Otro de los objetivos de la Nueva Evangelización consiste en la evangelización de las culturas. El mismo Pablo VI destacaba que «lo que importa es evangelizar la cultura y las culturas de los hombres, tomando siempre como punto de partida la persona y teniendo siempre presentes las relaciones de las personas entre sí y con Dios. El Reino que anuncia el evangelio es vivido por hombres profundamente vinculados a una cultura, y la construcción del Reino no puede por menos de tomar los elementos de la cultura y de las culturas humanas. Independientes con respecto a las culturas, evangelio y evangelización no son necesariamente incompatibles con ellas, sino capaces de impregnarlas a todas sin someterse a ninguna» (EN 20). 14
Cf. CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO, Que en Cristo Nuestra Paz México tenga Vida Digna. Exhortación Pastoral del Episcopado Mexicano sobre la misión de la Iglesia en la construcción de la paz, para la vida digna del pueblo de México, México 2010. 15
Cf. SÍNODO DE LOS OBISPOS, XIII Asamblea General Ordinaria. La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana. Instrumentum laboris, Ciudad del Vaticano 2012,92. 12 54.
El punto de partida de la Nueva Evangelización es siempre Cristo, el salvador del mundo16, por lo tanto, hemos de decir que la Nueva Evangelización es el fruto del encuentro con Cristo, de la experiencia de ser discípulos de Jesús, de la vida en comunión con él y con los hermanos, de la conversión personal y pastoral, y, en definitiva del testimonio como ya señalaba el Papa Pablo VI: «El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan, o si escucha a los que enseñan es porque dan testimonio» (EN 41) Anuncio del kerygma a todos 55.
El primer momento de la Nueva Evangelización es el kerigma, el alegre anuncio del mensaje evangélico, la buena noticia de las intervenciones salvíficas de Dios en la historia. La palabra Kerygma, es un sustantivo griego cuyo significado es proclamar (anunciar) mediante un enviado un «mensaje». 56.
Por lo tanto, quien lleva el Kerygma, comunica el primer anuncio de la salvación, de la Buena Noticia de que Jesús nos ama y ha muerto y resucitado por nosotros, es decir, proclama a todos que Jesús se ha encarnado por nosotros y que Él es el Camino, la Verdad y la Vida17. 57.
Los elementos constitutivos del Kerygma en el Nuevo Testamento implican el acto de anunciar por parte de un heraldo; la proclamación de un mensaje o contenido y el acontecimiento de salvación vivido por quien encuentra a Jesús por la fe y la conversión.
El acto de anunciar, de comunicar de parte de un heraldo
58.
El kerygma, en cuanto anuncio, es una proclamación, y proclamando alcanza realidad lo divulgado (Cf. 1Co 1,21). Como acto de comunicación, «proclamar» es sinónimo de otros verbos en el Nuevo Testamento: hablar, confesar, enseñar, decir, evangelizar, testimoniar. La proclamación de una persona (mensaje o contenido) 59.
El kerygma, pues, es esencialmente la narración a los que no creen de lo que Jesús -­‐en cuanto Mesías de Dios-­‐ hizo por mí. No es una teoría o una filosofía, es decir, persuasión por argumentos de razón. «El contenido del kerigma, del anuncio, que constituye la esencia de todo el mensaje evangélico, es Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado por nosotros»18.
El acontecimiento de salvación vivido por quien encuentra a Jesús por la fe y la conversión 60.
El kerygma proclama un acontecimiento de salvación que transforma la persona y, por ella, su entorno. Es la predicación de un acontecimiento que se ofrece ahora y aquí, y que se hace actual por la fe y la conversión (Cf. Rm 6,4). Por lo mismo, heraldo es quien proclama lo que él 16
Cf. JUAN PABLO II, Santa Messa nello stadio dell’Ill a Mulhouse. Omelia di Giovanni Paolo II (Pellegrinaggio Apostolico in Francia), 11 ottobre 1988. 17
Cf. JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica post-­‐sinodal Christifideles Laici, Ciudad del Vaticano 1998, 34. 18
Papa Benedicto XVI, Homilía. Visita pastoral a Verona, con ocasión del IV Congreso Nacional de la Iglesia Italiana, Estadio municipal “Bentegodi”, jueves 19 de octubre de 2006. 13 primero está viviendo: que en «el nombre de Jesucristo» (Mt 12,21) se perdonaron sus pecados y es ya criatura nueva (Cf. Rm 8,15-­‐17). En este anuncio del Kerygma es indispensable, de parte del oyente, la respuesta de fe que le pone en el camino de la conversión.
Formación integral permanente
61.
Si hablamos del sustantivo «Formación» es porque se busca desarrollar y orientar claramente las diferentes dimensiones o potencialidades que poseemos. Si a ese sustantivo le añadimos el adjetivo «Integral» es para decir que ese desarrollo abarca la totalidad del ser humano. 62.
Dada esta consideración, podemos definir la «Formación Integral» como el proceso continuo, permanente y participativo que busca desarrollar armónica y coherentemente todas y cada una de las dimensiones del ser humano, a fin de lograr su realización plena en la Iglesia y en la sociedad. 63.
Concretamente, en nuestra realidad arquidiocesana, mediante la «Formación integral» se pretende ayudar a todos los miembros de la Iglesia a encontrarse con Cristo para que reconozcan acojan, interioricen y desarrollen la experiencia y los valores que constituyen su propia identidad y misión cristiana en el mundo. Por eso, la formación, hemos dicho, debe ser integral, es decir, que considere todas las dimensiones (espiritual, humana, cultural, social, comunitaria, intelectual, pastoral y misionera) y las armonice entre sí en unidad vital. En la base de estas dimensiones, está la fuerza del anuncio del kerigma (Cf. DA, 279-­‐280). 64.
Al mismo tiempo, la formación debe ser, también, permanente, porque abarca, de modo armónico e integral, toda la vida del bautizado. Esta formación no consiste sólo en programar cursos, sino que abarca todos los aspectos de la vida del cristiano. Esta formación permanente mantiene vivo el proceso de crecimiento o maduración cristiana, profundizando en la vivencia de los sacramentos, en la fidelidad generosa, en la libertad interior y en todos los aspectos: humano-­‐cristiano, espiritual, intelectual, apostólico, comunitario, carismático, etc. 65.
Aparecida propone cinco aspectos fundamentales del proceso formativo del discípulo misionero que «aparecen de diversa manera en cada etapa del camino pero que se compenetran íntimamente y se alimentan entre sí» (DA, 278): El encuentro con Jesucristo 66.
El Kerygma, no es el anuncio de una fe racional ni únicamente doctrinal sino de la experiencia personal de Cristo que transforma nuestras vidas. El kerigma nos permite el encuentro personal con Jesucristo, vivo. De esta manera, el encuentro con Jesucristo vivo es el primer aspecto del proceso de formación del discípulo misionero, que se realiza mediante el kerigma, es decir, el anuncio de que Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, que murió y resucitó por nosotros19. Este anuncio se hace en forma de testimonio entusiasta de parte de quien ha encontrado a Cristo para suscitar la fe del oyente20. 19
Papa Benedicto XVI, Homilía. Visita pastoral a Verona, con ocasión del IV Congreso Nacional de la Iglesia Italiana, Estadio municipal “Bentegodi”, jueves 19 de octubre de 2006. 20
Cf. G. FLOR SERRANO – RRANLONSO SCHÖKEL, «Kerigma» en Diccionario de la ciencia bíblica, Estella 2000. 14 67.
Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. «No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva». Con estas palabras inicia el Papa Benedicto XVI su encíclica «Deus caritas est» (Dios es amor), haciendo una afirmación que resulta radical en el cristianismo: sólo es cristiano quien se ha encontrado personalmente con Jesús y ha tenido una experiencia de estar con él.21. 68.
¿Dónde podemos tener un encuentro con Cristo? En la Iglesia, en la Sagrada Escritura, en las celebraciones litúrgicas, en la Eucaristía, en el sacramento de la Reconciliación, en la oración, en el encuentro con el hermano pobre y sufriente, en la familia, en las prácticas de piedad popular, en la devoción a la Virgen y a los santos, en el testimonio de nuestros mártires. La conversión 69.
El segundo aspecto del proceso formativo de los discípulos misioneros es la conversión personal y pastoral. 70.
La conversión personal es el primer fruto del encuentro con Jesús. Tal encuentro es tan profundo que impacta toda la vida y dispone al converso a asimilar y vivir el Evangelio. 71.
La conversión pastoral implica escuchar con atención y discernir lo que el Espíritu Santo está diciendo a la Iglesia a través de los signos de los tiempos (Cf. DA 366; Ap 2,29). Presupone, indiscutiblemente, «recomenzar desde Cristo» y, en fidelidad al Espíritu Santo, que conduce a la Iglesia, iniciar una verdadera revisión y renovación eclesial, que implicará reformas espirituales, pastorales y también institucionales (Cf. DA 367). 72.
La conversión pastoral implica no tener miedo a la novedad, como indicó el Papa Francisco: «La novedad nos da siempre un poco de miedo, porque nos sentimos más seguros si tenemos todo bajo control, si somos nosotros los que construimos, programamos, planificamos nuestra vida, según nuestros esquemas, seguridades, gustos. Y esto nos sucede también con Dios. Con frecuencia lo seguimos, lo acogemos, pero hasta un cierto punto; nos resulta difícil abandonarnos a Él con total confianza, dejando que el Espíritu Santo anime, guíe nuestra vida, en todas las decisiones; tenemos miedo a que Dios nos lleve por caminos nuevos, nos saque de nuestros horizontes con frecuencia limitados, cerrados, egoístas, para abrirnos a los suyos»22. 73.
El discipulado 74.
No podemos hablar de discípulo sin una referencia explícita al Maestro por antonomasia, Jesús. De esta manera, el discípulo vive una comunión esencial y existencial con Jesús. Si alguien dice que es discípulo pero su vida y su testimonio desmienten esa relación no es en realidad discípulo. El discípulo aprende de Jesús y comunica que lo ha aprendido; el discípulo está dispuesto correr la misma suerte que Jesús, incluso hasta la entrega de la propia vida. 21
BENEDICTO XVI, Carta encíclica Deus caritas est, 25 de diciembre de 2005. Cf. DA 243. PAPA FRANCISCO, Homilía en la Santa Misa con los Movimientos Eclesiales en la Solemnidad de Pentecostés, 19 de mayo de 2013. 22
15 La comunión 75.
El cuarto aspecto es la vida cristiana vivida en comunión, criterio inequívoco de autenticidad, pues confiere el sello tan necesario de eclesialidad. Hoy, algunos cristianos ceden a la tentación, muy presente en la cultura actual, de ser cristianos sin Iglesia, cristianos de espiritualidades individualistas. La fe en Jesucristo nos fue transmitida a través de la comunidad eclesial, que es nuestra familia (Cf. DI 3). 76.
Al igual que las primeras comunidades de cristianos, hoy nos reunimos asiduamente todos los domingos, en la Eucaristía, para «escuchar la palabra de Dios y alimentarnos del pan eucarístico (Cf. Hch 2,42). La Iglesia, donde celebramos la Eucaristía, es «casa y escuela de comunión» (Cf. NMI 43), donde los cristianos, discípulos misioneros, compartimos la misma fe, esperanza y amor al servicio de la misión evangelizadora (Cf. DA 158). 77.
Las Parroquias, células vivas de la Iglesia (Cf.AA 10; SD 55) son el lugar privilegiado en el que la mayoría de los fieles tienen una experiencia concreta de Cristo y de comunión eclesial ( Cf. EAm, 41). Ellas, por lo tanto, están llamadas a ser casas y escuelas de comunión (Cf. DA 170). La misión 78.
El último aspecto del proceso formativo es la misión, ya que el discípulo que conoce, ama y sigue a su Señor se ve en la necesidad de compartir con otros su alegría de ser enviado a anunciar al mundo a Jesucristo muerto y resucitado, a hacer realidad el amor y el servicio a los más necesitados, a construir el Reino de Dios. No hay verdadero discipulado sin la misión. Hemos, por lo tanto, de salir a encontrar a nuestros hermanos que se han alejado. Fortalecer nuestras comunidades eclesiales Fortalecer 79.
El verbo «fortalecer» que tiene como destinatario a «nuestras comunidades eclesiales» implica dar nuevo vigor, infundir nueva vitalidad, garantizar mayor eficacia. Comunidades eclesiales 80.
Cuando hablamos de «comunidades eclesiales» no sólo nos referimos a la Parroquia, comunidad de comunidades, y las pequeñas comunidades eclesiales que conforman la Parroquia sino también a las comunidades eclesiales presentes en los movimientos, en la vida consagrada y en la que conforma el seminario. 81.
En una parroquia comunidad de comunidades es donde normalmente tendremos la experiencia de encuentro con Jesucristo. Ya lo apunta así Aparecida: 82.
Entre las comunidades eclesiales, en las que viven y se forman los discípulos misioneros de Jesucristo, sobresalen las Parroquias. Ellas son células vivas de la Iglesia y el lugar privilegiado en el que la mayoría de los fieles tienen una experiencia concreta de Cristo y la comunión eclesial. Están llamadas a ser casas y escuelas de comunión (DA 171). 83.
Las pequeñas comunidades eclesiales son el lugar privilegiado para la Nueva Evangelización y para que los bautizados vivan como auténticos discípulos misioneros, porque en ellas se 16 propicia la escucha y vivencia de la Palabra de Dios, la formación en la fe, la experiencia de oración, la fraternidad (Cf. DA 307). Si se quiere que estas pequeñas comunidades sean vivas y dinámicas, es necesario suscitar en ellas una espiritualidad sólida, basada en la Palabra de Dios, que las mantenga en plena comunión de vida e ideales con la Iglesia local y, en particular, con la comunidad parroquial con el fin de que se transformen en verdaderas comunidades eclesiales (Cf. DA 307-­‐310). 84.
Tanto la Parroquia como las pequeñas comunidades eclesiales han de ser fortalecidas para que lleguen a ser: a) Comunidades fraternas, en las que el mandamiento del amor a Dios se viva en relación a los hermanos; b) De fe viva, en las que todo se oriente por la fe, esperanza y caridad; c) Litúrgicas, donde se profundice en los misterios del Reino a través de la vivencia y celebración de los misterios pascuales (Cf. DA, 250); d) Solidarias, para que tengan una mirada compasiva y misericordiosa y sean solícitas en ayudar a quienes sufren o tienen alguna necesidad apremiante; e) Promotoras de vocaciones, que mediante su testimonio y vivencia de fe sean una fuente de vocaciones al sacerdocio, a la vida religiosa, a la vida laical dedicada al apostolado, y, f) Misioneras, que salgan al encuentro de los alejados, se interesen por su situación, a fin de reencantarlos con la Iglesia e invitarlos a volver a ella (Cf. DA 226). Nuestro pueblo en Cristo tenga vida 85.
El cristiano, que ha experimentado un encuentro transformador con Cristo y no ha tenido miedo de iniciar la nueva vida como discípulo misionero, es impulsado por la conversión personal y pastoral no sólo a aceptar la Buena Noticia y ponerla en práctica, de manera individual, sino que se siente, interpelado a descubrir los signos de los tiempos, en nuestro pueblo, con el fin de vivir y transmitirle de palabra y mediante su testimonio «la vida en Cristo» y su experiencia de Fe. Se trata de que el Evangelio se arraigue y el Reino de Dios se haga presente bajo signos concretos, reales y efectivos en él. De esta manera, el destinatario de esta vida nueva, fruto de la formación integral, del anuncio del kerigma y de la Nueva Evangelización, es nuestro pueblo. ¿A qué nos referimos con estas expresiones de: «nuestro pueblo» y «en Cristo tenga vida»? Nuestro pueblo 86.
Con esta expresión no nos referimos sólo a los miembros de nuestras parroquias, a nuestros agentes pastorales o a quienes se acercar ordinariamente a nuestra Iglesia, sino a todos los interlocutores de la Nueva Evangelización, porque no hay parte ni porción de la Iglesia, ni de la sociedad, que quede fuera de este nuevo empeño eclesial de transmitir la fe y la vida nueva en Cristo (Cf. DA 365). 87.
En esta misión son indispensables: el encuentro con Cristo, el discipulado, la comunión, la misión y la conversión, porque la renovación es movimiento, es vida, y la transmisión de la fe también es movimiento y vida; por consiguiente, la pasividad o estancamiento no hacen más que detener la cadena de la fe que se transmite de boca en boca, de acción en acción, de mirada en mirada, de catequesis en catequesis, de liturgia en liturgia, de acción social en acción social. Las estructuras que ayer y nuestra manera de ser y actuar transmitían la fe, quizás hoy ya no lo hacen, y permanecer en ellas por el capricho de no cambiar o por la inocente 17 concepción de que la transformación de lo tradicional es una especie de pecado, no es en absoluto interpretar los signos de los tiempos. 88.
Es por eso que se requieren cristianos que den testimonio, porque el mundo está cansado de palabras y requiere testigos auténticos y congruentes (Cf. EN 41).
89.
Por otra parte, no es posible ser cristianos sin Iglesia, ni vivir la fe de manera individualista sacando del horizonte de la vida y de nuestras preocupaciones cotidianas a los hombres y mujeres con quienes compartimos nuestro caminar por la historia; por ello la vocación cristiana incluye el llamado a construir comunidades fraternas y justas23. En Cristo tenga vida
90.
La persona de Jesús es pues para nosotros, en sí misma, una buena noticia de vida. El encuentro con Jesús ha sido, desde los inicios de nuestra fe, la puerta de entrada al camino de la salvación. En Él el Padre nos revela el camino, la verdad y la vida (Cf. Jn 14,6). Se trata de una experiencia personal, que se vive en comunidad, en la que es determinante el encuentro vivo y persuasivo con Cristo, anunciado por testigos fieles24. 91.
Nuestro pueblo anhela, sobre todo en esta época, la plenitud de esta vida que Cristo nos ha traído: «Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia» (Jn10, 10). 92.
Esta vida en Cristo presupone, en primer lugar, la promoción del conocimiento de Dios, de la vivencia de la fe, de la paz, de la cultura de la vida, del bien común, del desarrollo integral. En segundo lugar, nos pide el esfuerzo común para acabar con la ignorancia religiosa, la violencia, la inseguridad, la corrupción, el atropello de los derechos humanos, la impunidad, los feminicidios, las ejecuciones, el desempleo, la pobreza extrema, las desigualdades sociales y de todas las estructuras de pecado (Cf. DA, 4). 93.
Estas estructuras de pecado social tienen como raíz: la crisis de legalidad (desgraciadamente hoy la ley no es una norma a cumplir sino a negociar), el debilitamiento del tejido social y la crisis de moralidad25. 94.
Testigos que evangelicen con la propia vida y el ejemplo: fidelidad a Jesucristo, pobreza y desapego de los bienes materiales, libertad frente a los poderes del mundo, santidad encarnada, sentido eclesial, pasión por la salvación de todos, opción por los últimos y a partir de ellos a ejemplo de Jesús. 23
CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO, Que en Cristo Nuestra Paz México tenga Vida Digna. Exhortación Pastoral del Episcopado Mexicano sobre la misión de la Iglesia en la construcción de la paz, para la vida digna del pueblo de México, México 2010, 148. 24
CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO, Que en Cristo Nuestra Paz México tenga Vida Digna. Exhortación Pastoral del Episcopado Mexicano sobre la misión de la Iglesia en la construcción de la paz, para la vida digna del pueblo de México, México 2010, 141. 25
CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO, Que en Cristo Nuestra Paz México tenga Vida Digna. Exhortación Pastoral del Episcopado Mexicano sobre la misión de la Iglesia en la construcción de la paz, para la vida digna del pueblo de México, México 2010, 102-­‐105. 18 Instrumento de trabajo para conocer, entender y asumir el Objetivo Diocesano En la Asamblea diocesana se nos recordó que para elaborar un objetivo es necesario tener en cuenta tres elementos: A) ¿Qué se quiere lograr?: Se inspira en el marco doctrinal ya que nos presenta el ideal que queremos alcanzar. B) ¿Mediante qué?: Son los caminos concretos que debemos seguir para alcanzar el ideal propuesto. Se inspira en el discernimiento pastoral. C) ¿Para qué? Son las razones por la que se va a trabajar; se inspira en el marco de la realidad. Por tanto, para conocer nuestro objetivo diocesano y asumirlo en nuestro trabajo pastoral, proponemos este instrumento de trabajo con tres momentos, uno para el Qué, otro para los Mediantes y un tercero los Para qué. Se trata de tres momentos que pueden distribuirse en una o tres jornadas, según convenga a cada instancia. Primer momento: Impulsar la Nueva Evangelización. 1.-­‐ Espacio de oración común. 2.-­‐ Compartir la experiencia de la Asamblea diocesana: - Pasos de la metodología participativa que se dieron en la Asamblea diocesana. - Dos personas comparten su experiencia de la Asamblea diocesana. - Primera parte del video elaborado por CAPTA. 3.-­‐ Lectura atenta de la glosa en los números 13 al 54. Después de la lectura se puede reforzar lo leído mediante la exposición en Power Point, sobre el “impulsar la Nueva Evangelización”. 4.-­‐ Trabajo en equipos: - ¿Qué entendimos por Nueva Evangelización? - ¿Qué acciones pastorales sí están respondiendo a la Nueva Evangelización y cuáles no? - Teniendo presente nuestros hechos englobantes, ¿cuáles son los escenarios que nos impulsan a dar una mejor respuesta desde la Nueva Evangelización?, ¿por qué? 5.-­‐ Plenario. 6.-­‐ Oración final. Segundo momento: Mediante el anuncio del kerigma a todos y la formación integral permanente. 1.-­‐ Espacio de oración común. 2.-­‐ Compartir la experiencia de la Asamblea diocesana: - Hablar de la dinámica de trabajo que se empleó en la Asamblea diocesana: trabajo por equipos, sub-­‐plenarios y plenarios. - Dos personas comparten su experiencia de la Asamblea diocesana - Segunda parte del video elaborado por CAPTA. 19 3.-­‐ Lectura atenta de la glosa en los números del 55 al 78. Después de la lectura se puede reforzar lo leído mediante la exposición en Power Point, sobre el kerigma y la formación integral permanente. 4.-­‐ Trabajo en equipos: - ¿Qué entendimos sobre lo que es el kerigma? - ¿De nuestras acciones pastorales cuáles son verdaderos anuncios kerigmaticos y cuáles no? - Teniendo presente nuestros retos y exigencias, ¿qué es lo más importante de la formación integral permanente? 5.-­‐ Plenario. 6.-­‐ Oración final. Tercer momento. Para fortalecer nuestras comunidades eclesiales y nuestro pueblo en Cristo tenga vida. 1.-­‐ Espacio de oración común. 2.-­‐ Compartir la experiencia de la Asamblea diocesana: - Hablar del ambiente que se creó en la Asamblea: la apertura y la participación de los asambleístas, la celebración Eucarística, la visita de la Virgen de Zapopan. - Dos personas comparten su experiencia de la Asamblea diocesana. - Tercera parte del video elaborado por CAPTA. 3.-­‐ Lectura atenta de la glosa en los números del 79 al 94. Después de la lectura se puede reforzar lo leído mediante la exposición en Power Point, sobre las comunidades eclesiales y la vida en Cristo. 4.-­‐ Trabajo en equipos: - ¿Qué entendimos que es una auténtica comunidad eclesial? - ¿Qué entendemos por pueblo? - ¿Qué entendemos por vida plena? - Partiendo de nuestros retos y exigencias, ¿qué situaciones de muerte debemos transformar en situaciones de vida? 5.-­‐ Plenario. 6.-­‐ Oración final. 

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