Piropos: ¿halagos o insultos?

Transcripción

Piropos: ¿halagos o insultos?
Siglo nuevo
sexualidad
Piropos:
¿halagos o insultos?
En México los piropos hacia las mujeres son cosa de todos
los días, pues abundan los hombres que no titubean en recorrerlas con la mirada, lanzarles sin pudor frases ingeniosas o
comentarios y simples silbidos. Para el común de las féminas
esta acción, lejos de agradar, fastidia y produce rechazo.
Por: Psicólogo Sexólogo Silvestre Faya
Foto: Archivo Siglo Nuevo
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ada uno de nosotros puede llegar
a convertirse en el
objeto del deseo de otro. En
nuestra cultura el acto de piropear -exaltar alguna cualidad o atributo físico de una
persona- es muy común y aparentemente está compenetrado en la sociedad. Sin
embargo incontables mujeres
Si no existe una mutua cercanía entonces cualquier observación,
por fina que sea, suena a invasión territorial, a imposición.
Hecho de esta forma no es alabanza sino ofensa
se quejan de dicha conducta
masculina, especificando que
lejos de sentirse halagadas por
los comentarios que reciben al
ir pasando por la calle o entrar
a un lugar, se sienten insultadas, pisoteadas, transformadas en depositarias de inten-
ciones malsanas, cosa que no
buscan voluntariamente -sin
totalizar, pues bien puede haber excepciones.
Dentro de lo que se denomina etiqueta sexual se incluye que el varón debe ser atinado y oportuno, y no convertirse en un patán ofendiendo a
las féminas que encuentre a
su paso en cada rincón del
planeta.
Un buen piropo puede ser
válido y bienvenido, siempre y
cuando sea hecho en el contexto adecuado, pues de lo contrario es más bien una agresión.
INSPIRADORES DE RECHAZO
¿De quién sí se aceptan los
piropos? De aquél que reúne
la condición de ser apreciado,
querido o reconocido.
Los primeros halagos hacia nuestra persona provinieron de nuestros padres al alabarnos por nuestra apariencia física, metas alcanzadas o
modo de pensar y actuar. Los
elogios de la infancia reunieron e integraron al ‘yo ideal’
que nuestros padres ansiaban
formar. Sus palabras eran
una guía para conducirnos
por el camino del bien saber y
mejor actuar.
Así, sus cumplidos eran
un alimento al espíritu y por
ello las adulaciones provenientes de los seres amados se
valoran inmensamente, mas
no así los comentarios fuera
de contexto, o los soeces, dizque brillantes por su doble
sentido, que insultan y maltratan a quien es objeto de ellos.
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La condición primera para dama que no anda buscando provocarles enojo o confusión, un piropo de un desconocido,
que un piropo sea bienvenido esas ‘flores’. Para ella es sin lu- dichos sentimientos se rever- aquellos que le son obsequiaes que se emita como resul- gar a dudas una molestia, un tirán en una conducta similar dos en su vida de pareja cumtado de una buena comuni- estorbo, e incluso se le vuelve a la de su progenitor.
plen un propósito importante:
cación entre dos individuos, un problema pasar por el sitio
De las primeras experien- ser el constante recordatorio
pues evidencia el cuidado en en donde la piropean. Lejos de cias y la observación de la con- del deseo y el amor que le une
el trato mutuo, la aspiración gustarle lo que escucha, pen- ducta de los hombres adultos con su ‘otra mitad’.
a elevar el valor individual sará cómo evitarse la desagra- al acosar a las mujeres, presioLos amantes que cotidiay propiciar la empatía entre dable incomodidad de ver y nándolas con miradas impru- namente se retroalimentan
quien lo dice y quien lo recibe. oír al ‘galán’.
dentes, agresiones verbales con comentarios positivos enSi no existe una mutua cercadisfrazadas de piropos, surge tre sí mantienen viva la flama
nía entonces cualquier obserla tendencia machista de so- del erotismo.
vación, por fina que sea, suena APRENDIENDO
meter a la fémina a consentir
El elogio es esencial dentro
a invasión territorial, a impo- A SER UN MACHO
sus apetitos lúbricos o de lo del entorno amoroso, por ello
sición. Hecho de esta forma no Las parejas que tienen hijos contrario arrebatar, robar un el varón no debe escatimar en
es alabanza sino ofensa.
deben recordar que éstos les beso, o pisotear la voluntad ningún momento al validar en
Si le pisan un pie con la observan y de la enseñanza femenina.
voz alta las cualidades de su
punta del zapato en vez de que den con sus acciones hanovia o esposa.
con el zapato entero, ¿deja de cia ellos como padres y entre
No dé por sentado que ella
ser pisotón? Lo mismo ocurre sí como amantes, crearán sus ELOGIANDO A LA MUJER
sabe que usted la quiere y la
con la frase, silbido, suspiro modelos a repetir en el futu- Al contrario del rechazo que desea, hágaselo saber.
o expresión dirigidos hacia la ro. Aunque de infantes pueda le provoca a una mujer recibir
El cumplido del compañeSn • 19
ro es anhelado y valorado por
la fémina.
SEA OPORTUNO
Un piropo hecho de manera
oportuna y sincera elevará el
tono afectivo y optimizará la
comunión interior. Saberse
amada y sentirse deseada son
dos requisitos para que la mujer dé pie al encuentro erótico.
Toda relación íntima se basa
en la comunicación verbal,
gestual y corporal que se da
entre los cónyuges.
Así, los halagos son el anuncio del placer anticipado,
encienden los ánimos y favorecen la excitación. Es necesario
remarcar que los piropos entre dos personas que se aman
abarcan también expresiones
como: “Me gustas”, “quiero tenerte siempre cerca de mí”; o
recordando al inolvidable Barry White: “Eres mi única, mi
todo”.
Aquellos hombres que se
precien de ser buenos amantes necesitarán tener siempre
palabras sinceras de reconocimiento a las virtudes físicas,
emocionales y espirituales de
su ‘otra mitad’, si es que quieren que cada minuto compartido refleje nuevas y excitantes emociones. Si usted tiene
pareja no escatime en tiempo
y dedicación para esa dama
que comparte su lecho. En
gran parte de eso dependerá
que su relación sea capaz de
enfrentar los vendavales de la
existencia.
Y si aspira a atraer la atención de una mujer que no conoce, asegúrese de que ésta
sea positiva y no molesta;
guarde los elogios para cuando ya exista entre usted y ella
algún tipo de diálogo, de tal
forma que sus frases -siempre
bien pensadas, nunca vulgares- sean recibidas con agrado
y no con disgusto. §
www.sexologosilvestrefaya.
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