`Duérmete niño chiquito...`

Transcripción

`Duérmete niño chiquito...`
16
De 12 a 18 años
¿Qué voy a
estudiar?
20
En la adolescencia
Los sonidos
del silencio
32
Entorno
Un cuento
para la Navidad
Crianza Salud
&
A ñ o 12 • n ú m e r o 6 • d i c i e m b r e 2 0 14 - e n e r o 2 0 15 • p u b l i c a c i ó n b i m e s t r a l • B o g o t á , C o l o m b i a
Para el bienestar de la familia
‘Duérmete niño chiquito...’
Contenido
Así es su mundo
08
Los partidarios del ‘colecho’ dicen que los niños que duermen con sus padres en la misma
cama son más felices, menos ansiosos y tienen
mayor autoestima. Además, que esta práctica
favorece la lactancia y evita el síndrome de
muerte súbita.
Junta Directiva Nacional
2014 - 2016
Presidente
Dr. Nicolás Ignacio Ramos Rodríguez
Vicepresidente
Dra. Marcela Fama Pereira
16
Secretario
Dr. José Fernando Gómez Urrego
Vocales
Dr. Juan Camilo Jaramillo Bustamante
Dr. Mauricio Guerrero Román
Dr. Mauricio Hernández Cadena
Dr. Diego Mauricio Cardozo Rodríguez
Dr. Jûrg Niederbacher Velásquez
Dr. Jairo Enrique Ascencio Gutiérrez
Dra. Mónica Tovar Díaz
20
Rpte. Capítulos
Clara Esperanza Galvis Díaz
Gerente
Gloria Zuccardi
Coordinadora de publicaciones
Mónica Vivas
Opinan los expertos
26
La anestesia y su hijo
32
Un cuento para la Navidad
36
A propósito de ‘Aprender de los hijos’,
sabía usted que:
www.crianzaysalud.com.co
Año 12 - número 6 diciembre 2014 - enero 2015
ISSN 1692-150X
Director
Juan Fernando Gómez Ramírez
Avenida calle 26 No. 82-70
Bogotá D.C.
Tels.: 4255255, 4255262 – Fax.: 4255316
[email protected]
[email protected]
Editora:
Ana Luz Castillo Barrios
Entorno
Preguntas y respuestas
Fotos:
©2014 Shutterstock.com
Foto portada:
©2014 Shutterstock.com
Crianza & Salud es una publicación bimestral de carácter
informativo y educativo, editada por la Sociedad Colombiana de Pediatría, especializada en la crianza y la salud de
los niños, desde el nacimiento hasta los 18 años, dirigida
a la familia y al público general, de circulación gratuita a
pediatras y ginecólogos de todo el país, y por suscripción
a particulares.
Envíe sus cartas, colaboraciones, preguntas o materiales
informativos a nuestra dirección, fax o correo electrónico.
Sociedad Colombiana de Pediatría
Cra. 19 A No. 84-14, oficina 304
Bogotá D.C.
Tel.: 5300757/59/60 • Fax.: 6916110
Correo electrónico: [email protected]
Cuando un niño debe ir al hospital esto genera
ansiedad tanto para los padres como para el pequeño. Cuando la visita comprende cualquier
tipo de procedimiento que requiera anestesia,
la ansiedad es mayor. Lo que debe saber.
Lo que lleva el rey Gaspar.
Lo primero que nos enseña un hijo es a dar. Esa
es la primera gran lección que recibimos como
padres: dar sin esperar recibir y desear poder
dar más.
Coordinadora editorial:
Ana María Gómez Campos
Corrección de estilo: Lina María Martínez F.
Diseño y diagramación: Angélica Gómez Batista
En la adolescencia
Los sonidos del silencio
Los adolescentes que tienen dificultad para
expresar sus sentimientos sufren de enfermedades físicas y emocionales. Por eso, los padres deben estar atentos y mantener un diálogo permanente.
Presidente anterior
Ana Cristina Mariño Drews
Legis S.A.
De 12 a 18 años
¿Qué voy a estudiar?
La elección de carrera debe tomarse desde
el ‘enamoramiento’ y la búsqueda de dones
desde la niñez. El acompañamiento de los padres es ideal, pero con respeto.
Fiscal
Dra. Ángela María Giraldo Mejía
Producción Editorial
IPE- Mercadeo Relacional
Desde el nacimiento
¿Todos en la cama?
Además...
Editorial
Cartas de los lectores
Recomendados
en todos los sentidos
05
06
37
Canción para la Navidad
38
Caricatura
Recuerde que...
Dale vida a tus sueños
3
Editorial
En este tiempo gozoso de la Navidad,
es evocador compartir con nuestros lectores
este hermoso poema del cantautor y poeta
español José Luis Perales:
Cancion para
la Navidad
ad
Navidad, es Navid ra
aleg
toda la tierra se
mar.
la
ce
y se entriste
vas?
e
nd
Marinero, ¿adó
za
re
deja tus redes y
sar.
mira la estrella pa
o,
Marinero, mariner r.
ta
al
haz en tu barca un o,
Marinero, mariner .
idad
porque llegó Nav
hospital,
Noches blancas de noche,
ta
dejad el llanto es r llegar,
po
tá
que el niño es
r,
caminante sin hoga e,
ch
no
ven a mi casa esta dirá.
que mañana Dios
ante,
Caminante, camin r.
lle
deja tu alforja na ,
ante
Caminante, camin
idad.
porque llegó Nav
ve ya,
Ven soldado, vuel as,
rid
para curar tus he
paz.
la
e
rt
ta
para pres
ad
Navidad, es Navid ra
eg
al
toda la tierra se
mar.
la
ce
te
is
y se entr
mi mensaje,
Tú que escuchas
altar,
haz en tu casa un
n conmigo,
deja el odio y ve idad.
porque llegó Nav
5
Ilustraciones: ©2014 Shutterstock.com
Cartas de los lectores
Recuerde que:
Según el artículo 11 del Decreto 806 del 30 de abril de 1998, el niño pue­de
acceder directamente al pediatra sin que tenga que ser visto primero por un
médico general. El artículo dice textualmente:
“Condiciones de acceso: para acceder a cualquiera de los niveles de complejidad del plan obligatorio de salud (POS) se consideran como indispensables y de
tránsito obligatorio las actividades y procedimientos de consulta de medicina
general y/o paramédica del primer nivel de atención. Para el tránsito entre niveles de complejidad es requisito indispensable el procedimiento de remisión. Se
exceptúan de lo anterior solamente las atenciones de urgencias y de pediatría”.
Señores
Revista Crianza & Salud
Sociedad Colombiana de Pediatría
Trabajo en un jardín infantil y
la revista Crianza & Salud
–de la cual he tenido la
oportunidad de adquirir varios números– me
parece que es una herramienta muy útil para las
personas que tenemos
contacto permanente con
los niños.
En este momento estoy
comenzando el período
de gestación de mi primer hijo y me interesa
mucho saber a qué se
refiere la puericultura
prenatal.
Rta./ Muchas gracias por sus comentarios y a continuación le
damos información que le puede ser de utilidad:
La puericultura prenatal se relaciona con los cuidados y
prácticas saludables que debe tener la familia gestante durante el período prenatal, para así brindarle al niño las mejores
condiciones para su crecimiento y desarrollo en el
útero materno.
La puericultura prenatal ha tenido gran desarrollo en los últimos años con el avance en
el conocimiento y comprensión del proceso
de gestación y los factores que lo afectan:
los cambios psicosociales de la familia
gestante, las adaptaciones biológicas,
psicológicas y sociales de la mujer; la importancia del padre durante la gestación
y el proceso de crecimiento y desarrollo
intrauterino del niño; fenómenos cuyo conocimiento es de suma importancia para
ejercer adecuadamente la labor puericultora prenatal.
Cordialmente,
Miriam Bastidas Acevedo
Pediatra puericultora
Muchas gracias,
Josefina Díaz
Ilustración: ©2014 Shutterstock.com
Pág.
Guía de
anunciantes
6
02. Dettol
04. Nestlé
11. Alpina Baby
13. Alpinito
15. Mead J
Pág.
23-24-25. Johnson & Johnson
35. Plaza Sésamo
39. Sociedad Colombiana de Pediatría
40. Chocolisto
08
16
Así es su
20
mundo
“Ningún niño ha recibido tanto afecto como el que necesita”.
E. S. Neill
08 Desde el nacimiento ¿Todos en la cama?
¿Qué voy a estudiar?
16 De 12 a 18 años
20 En la adolescencia Los sonidos del silencio
Así es su mundo Desde el nacimiento
¿Todos en la cama?
cama
Los defensores del ‘colecho’ afirman que los niños que duermen
con sus padres en la misma cama son más felices, menos
ansiosos, tienen mayor autoestima y son más independientes en
la edad adulta. Lo que debe saber al respecto.
Por: Álvaro Posada Díaz
Análisis colectivo
Grupo de Puericultura de la
Universidad de Antioquia
A
finales del siglo XX
se planteó en algunos sitios del mundo una tendencia de
crianza con nombres llamativos
como crianza natural, crianza con
apego, y crianza saludable y feliz,
que se autodefine como crianza basada en el instinto y en la primacía de
las necesidades del niño o niña sobre
las de los padres.
Los defensores promueven el parto
en casa, amamantar a demanda, llevar a los niños en brazos a toda hora
y dormir en la misma cama, entre
otras recomendaciones, con el énfasis de que son prácticas que favorecen la crianza.
Una de las banderas de las prácticas de crianza llamadas naturales es
la del ‘colecho’ sin restricciones de
ninguna clase; postura que cuenta
con defensores y detractores. Es un
debate en el que no se ha dicho la última palabra.
El boom del ‘colecho’ se da a partir de los libros y conferencias del
pediatra español Carlos González,
uno de uno de sus defensores, cuyo
análisis se suele relacionar con el favorecimiento de la lactancia natural
8
Así es su mundo Desde el nacimiento
Fotografías: ©2014 Shutterstock.com
y con el síndrome de muerte súbita
del lactante.
Terminología
La palabra ‘colecho’ aún no es recogida por el diccionario de la Real Academia Española. El término puede ser
entendido como “compartir cama para
dormir” (bed-sharing, en inglés). Otros
términos al respecto son: compartir el
sueño (co-sleeping), cama compartida,
cama familiar, ‘colecho intencionado’ y ‘colecho reactivo’. Al lado de los
términos hace carrera la palabra ‘colechar’, como el verbo que define que
los niños duerman en la cama de los
adultos.
En este texto se entiende al ‘colecho’
como la práctica de compartir cama
para dormir por decisión consciente
de los adultos cuidadores que la compartirán con intención e intencionalidad precisas, que es lo que se llama
usualmente ‘colecho intencionado’.
No se refiere, pues, a la práctica obligada por circunstancias imperativas
de falta de espacio. Tampoco a las
ocasiones en las que un niño por razones de angustia situacional, como
enfermedad, busca quedarse con sus
padres mientras se calma.
El ‘colecho reactivo’, por su parte,
es llamado el del desespero de los
padres, que no aguantan la presión
de un niño o niña que ‘exige’ dormir
con ellos. En algunas publicaciones
al respecto se afirma que el 30% de
los niños empieza su noche en su
cama; de estos, el 70% amanece con
los padres. En otras se afirma que “la
mayoría de los ‘colechos’ son reactivos, ocasionados por trastornos del
sueño como consecuencia de la falta
de armonización de las necesidades
del niño y de una madre que tiene su
maternidad enormemente dificultada por exigencias sociales y legales”.
En los escritos al respecto es común encontrar que los mamíferos,
incluido el hombre, duermen con sus
crías, con las mujeres y los niños en
el centro del sitio para dormir. En
la crianza las crías estaban pegadas
de la madre por protección y para
transporte. Por lo anterior, se puede
afirmar que desde el punto de vista
evolutivo cultural el ‘colecho’ es la
norma, pero no por este hecho antropológico puede considerarse como
una práctica segura.
En el siglo XIX se ampliaron las casas en los llamados ‘países civilizados’,
construyendo otras habitaciones, por
lo cual en esa época pudo empezar el
modo de dormir diferente al ‘colecho’,
con los niños en su propia cuna.
En la actualidad, se hacen preguntas sobre el dormir: ¿dónde?, ¿en
qué?, ¿cómo?, ¿cuántas horas?, ¿es necesario aprender a dormir?, las cuales
se imponen en cualquier discusión
sobre ‘colecho’.
El 30% de
los niños
empieza la
noche en su
cama. De este
porcentaje,
el 70%
amanece con
los padres.
Historia
La primera referencia de lo
que podría ser ‘colecho’ sería la
de una muerte de un niño en la
cama de su madre, en el libro
del Antiguo Testamento, Reyes, 3:19.
9
Así es su mundo Desde el nacimiento
Frecuencia del ‘colecho’
Es claro que la
personalidad
no se define
por la forma
como duerme
el niño, ya sea
en la cama de
los padres o en
su dormitorio.
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La preocupación por el ‘colecho’ es
cultural: en Bolivia, por ejemplo, no
hay ninguna inquietud por el asunto.
En Estados Unidos, la frecuencia de
‘colecho’ es baja en caucásicos puros
y alta en otros grupos étnicos. Hay
datos de ‘colecho’ en Corea: 16% e India, en niños de 3-10 años, 93%. En
el Reino Unido, la mitad de los recién
nacidos y la quinta parte de los menores de un año pasan cierto tiempo de
la noche en la cama de los padres. En
Irlanda es el 21%, en Alemania el 23%
y en Italia el 24%.También se destaca
que es con el último hijo con el que se
hace ‘colecho’.
Ventajas y desventajas del
‘colecho intencionado’
Los defensores del ‘colecho’ afirman que esta práctica de crianza
puede promover a largo plazo la
salud emocional del niño o niña.
Además, que quienes duermen
o han dormido con sus padres son más felices, menos
ansiosos, tienen mayor autoestima, son menos propensos a tener miedo a
dormir, tienen menos
problemas de conducta,
tienden a sentirse más
cómodos con la intimidad
y son más independientes
como adultos.
Sin embargo, para estas afirmaciones no hay estudios científicos que
las avalen o las nieguen.
La discusión sobre el ‘colecho’ se ha
centrado en si tiene o no beneficios y
en si es seguro o no lo es. Dado que es
imposible dar opiniones basadas en la
experimentación con modelos científicos, en el Grupo de Puericultura de la
Universidad de Antioquia se considera que el análisis del ‘colecho’ se debe
hacer en función del interés superior
del niño y, eso sí, con bases científicas
hasta donde sea posible, descartando
lo que son simples opiniones.
Por ejemplo: ¿favorece o no favorece el apego y la vinculación, la
autonomía, la lactancia materna, la
disminución de la muerte súbita del
lactante, o la disminución de otras
muertes?, así como: ¿es seguro?
‘Colecho’ y autonomía
¿El hecho de que el niño o niña
duerma en la cama de los adultos es
determinado por estos o por los adultos? Evidentemente, en el caso del ‘colecho intencionado’ lo es por los adultos y en el del ‘reactivo’ lo es por el
niño. La decisión de los adultos puede
obedecer a muchas razones, inclusive
la de impedir el contacto con el cónyuge. Si el niño pide el ‘colecho’ hay que
averiguar por qué lo hace y efectuar
la recomendación pertinente con base
en el interés superior del niño o de la
niña y las circunstancias específicas.
En la relación de la práctica del ‘colecho’ con la construcción y reconstrucción de la autonomía necesariamente
se debería tener en cuenta el sueño,
en aspectos como si se debe buscar
que el niño se duerma solo (sin que alguien lo acompañe a dormirse) o que
duerma solo (sin otra u otras personas
en su cama), así como si el niño debe
aprender a dormir o este es un fenómeno natural sobre el que no se debe
intervenir. Así mismo, la pregunta:
¿Cómo se concilia el sueño tranquilo
y seguro sin posibilidades de daño por
las prácticas de los adultos?
Por el contrario, dado que el ser humano nace dependiente e incompleto,
es decir, heterónomo y se debe volver
Así es su mundo Desde el nacimiento
Los defensores
del ‘colecho’
dicen que
los bebés
necesitan ser
arrullados de
noche. De día,
también es
absolutamente
necesario que
permanezcan
con la madre.
12
independiente, autónomo, como un
hito del desarrollo, entre otras cosas,
en el dormir, se puede plantear la siguiente pregunta: ¿El ambiente de
seguridad necesario para que se desarrollen las conexiones neuronales
para establecer un hábito, para construir y reconstruir autonomía, debe
ser constante, de veinticuatro horas?
Quienes así piensan afirman que
los niños que aprenden a dormir solos por fuera de la cama de los padres
son más autónomos y consideran que
dado que la postura de límites racionales y oportunos es necesaria para
la construcción y reconstrucción de la
autonomía, el ‘colecho intencionado’
es un obstáculo.
‘Colecho’ y lactancia natural
Una creencia compartida por quienes escriben al respecto es la cercanía
para que los niños establezcan un
apego seguro y los adultos un vínculo
protector. Una de las mejores maneras
de conseguir este ansiado establecimiento es la lactancia natural.
Entre quienes defienden la práctica
del ‘colecho intencionado’ es común
la afirmación de: “El ‘colecho’ favorece la práctica de la lactancia materna”. Sobre lo anterior no hay estudios
que la confirmen o la nieguen pero
lo que sí es claro es que es perfectamente posible establecer una
lactancia natural adecuada,
con todas sus ventajas, sin
recurrir al ‘colecho’.
‘Colecho’ y síndrome de
muerte súbita del lactante
El síndrome de muerte súbita del
lactante (SMSL) se define como la
muerte repentina e inesperada de un
niño menor de un año aparentemente sano después de haberlo puesto a
dormir, al que no se le observan signos de haber sufrido y en cuya necropsia no se encuentra la causa de
la muerte.
Dado que hay suficientes datos
científicos que avalan la lactancia
materna como un factor protector
ante el SMSL, es común que los defensores del ‘colecho’ establezcan el
puente colecho-lactancia maternadisminución del riesgo de SMSL.
A pesar de que entre los defensores
de la práctica del ‘colecho’ es una expresión de argumentación que no aumenta el riesgo de muerte súbita del
lactante, hay estudios, que tampoco
son concluyentes, en el sentido de
que lo aumenta hasta en cinco veces.
La debilidad de todos los estudios
sobre ‘colecho’ y SMSL, sin poner en
medio la lactancia materna, consiste
en que no se tienen en cuenta factores de riesgo como el fumar o el que
los adultos tengan alteraciones del estado de conciencia por alcohol o fármacos, por ejemplo. Además, en algunos casos, se cuentan como SMSL
muertes que no son por esta causa,
como la asfixia por
aplastamiento.
Así es su mundo Desde el nacimiento
Conclusiones
El ‘colecho’ es
una decisión
personal de
los adultos y
no debe ser un
recurso para
lograr que el
niño duerma.
14
A partir de los análisis científicos
de riesgo para SMSL, la Academia
Americana de Pediatría (AAP) ha
ampliado sus recomendaciones de
prevención en el marco de un ambiente seguro para dormir. En este
contexto, no considera segura ninguna práctica de ‘colecho’ y taxativamente recomienda evitar que los
menores de tres meses duerman en
la cama de los adultos.
Entre las recomendaciones para disminuir el riesgo de SMSL, aconseja
que los niños duerman en la misma
habitación que sus padres, acostados en una cuna side-car adosada a
la cama, con lo cual se proporcionan
casi todos los beneficios del ‘colecho’
sin dar lugar a situaciones de riesgo,
especialmente en el caso de niños que
no son amamantados.
Por todo lo expuesto, no se puede
decir ‘colecho’ sí o ‘colecho’ no, máxime si se tiene en cuenta que entre
los derechos de los padres está el
compartir cama entre ellos. La Asociación Española de Pediatría
subraya que no se
puede garantizar
que el ‘colecho’
sea una práctica segura, pero
tampoco está
contraindicada.
Lo que sí es claro es que la decisión
de ‘colechar’ debe ser consensuada
por los padres y no debería ser utilizada como recurso desesperado para
que el niño duerma ni a disgusto de
uno de los integrantes de la pareja.
Tampoco debería ser determinada
como una manera de compensar una
necesidad del adulto.
Cuando se decide utilizar el ‘colecho’ hay que tener en cuenta factores
protectores de seguridad al dormir,
que en muy buena parte son los recomendados para disminuir el riesgo
de SMSL, así como el de muerte durante el sueño en la cama de los adultos. Las siguientes recomendaciones
de ‘colecho’ seguro provienen de
organizaciones como AAP, UNICEF
y OMS, y son aplicables a cualquier
ocasión de sueño de un niño o niña:
• Acueste al niño o niña boca arriba.
• El colchón debe ser plano y firme.
No se deben utilizar colchones de
agua; tampoco debe utilizarse el
sofá o las camas de dimensiones
reducidas.
• Asegúrese de que el niño o niña
no pueda caerse de la cama, ni
quede atrapado en ningún hueco.
• Evite el uso de almohadas, mantas
con pelo, acolchados, cojines o peluches.
• No cubra la cabeza del niño.
• Evite el sobrecalentamiento, por lo
que se desaconseja el uso de edredones y el exceso de temperatura
ambiental en la habitación.
• No duerma en la misma cama si
es fumador. No fume en la habitación en ningún momento.
• No comparta la cama con el niño
si ha consumido bebidas alcohólicas, drogas, somníferos o medicamentos que le alteran el nivel de
conciencia.
• No duerma en la misma cama si padece alguna enfermedad que le disminuya el nivel de respuesta, como
diabetes o epilepsia inestable.
• No comparta la cama si está muy
cansado o si alguno tiene fiebre.
• No les permita a las mascotas
compartir la cama con el niño.
Así es su mundo
De 12 a 18 años
¿Qué voy a
estudiar?
16
Así es su mundo
Por: Ana María Gómez Campos
Con la asesoría de Ana San Bruno y Esther Arranz
Psicólogas de Albenture, Madrid (España), y
Fernando Lozano
Coordinador del programa Contacto
Centro de Atención a Aspirantes, de la Pontificia Universidad Javeriana
¿
Y ahora qué voy a hacer?
¿Para qué soy bueno? ¿Nací
para alguna carrera? ¿Será
que me voy a equivocar? Estas son las preguntas que se hacen
muchos jóvenes cuando están a punto de terminar el bachillerato y no
tienen muy claro cuál será la profesión que van a elegir.
Desorientados y con tantas posibilidades, conviene ofrecerles tranquilidad y apoyo, así como escuchar sus
inquietudes sin juzgarlos.
En el programa Contacto (Centro
de Atención a Aspirantes), de consejería y orientación para estudiantes,
su coordinador, Fernando Lozano,
ve como llegan jóvenes que no saben lo que van a estudiar y padres
preocupados porque sus hijos se inclinan por carreras como Literatura,
Filosofía o Música. También acuden
profesionales que aunque ya tienen
trabajo no se sienten felices con su
elección. “El problema es que de 10
alumnos, cuatro toman la decisión
desde el miedo y lo ideal sería que
salieran profesionales cultivados por
el ‘enamoramiento’. La universidad
debe ser un lugar para ir a soñar”,
sostiene Lozano.
A su juicio, se trata de una situación compleja, aunque muchos
dicen que decidir sobre una
oferta amplia no es un problema, pero esto sucede es si
se le ha trabajado al alumno desde su corazón, desde
el alma. “Entenderse como
ser humano es el reto del
proceso educativo. No se
Las habilidades no
necesariamente
indican qué
carrera elegir.
La decisión debe
tomarse desde lo
que apasione al
estudiante.
17
Fotografías: ©2014 Shutterstock.com
La elección de carrera es
una de las decisiones más
importantes de la vida, pues
de ella depende el futuro.
Por eso, debe tomarse desde
el ‘enamoramiento’, sin
pensar solo en lo que sea
mejor para el bolsillo.
El acompañamiento de
los padres es ideal,
pero con respeto.
De 12 a 18 años
Así es su mundo
De 12 a 18 años
Los espacios de ocio, por ejemplo,
son claves para descubrir los dones,
a veces insospechados, que tienen
los jóvenes: si cuentan con capacidad
para resolver conflictos, si se preocupan por la armonía de los espacios.
“Pero la decisión final es del estudiante; los padres solo pueden acompañar y asesorar, y nunca imponer
sus preferencias. Una vez tomada,
deben hacerle saber que están a su
lado en los pasos que tenga que dar”,
recomiendan las psicólogas Ana San
Bruno y Esther Arranz.
Desde temprano
El secreto
es que el
ser humano
descubra sus
dones.
18
trata de sacar alumnos que resuelvan
ecuaciones, pero de entender la vida,
poco o nada sepan”, comenta.
La decisión es emocional
“Conocerse a sí mismo permite
descubrir dones. No solamente para
qué soy hábil, ni qué es lo más conveniente dentro de una lógica económica. Lo mejor que le puede pasar a
un individuo es que se junten pasión
y habilidad. Así, no significa que si
yo soy diestro para algo o tengo las
mejores notas en un área, elija bien
mi profesión”, enfatiza.
El 95% de las decisiones es emocional y desde ahí debe definirse
la búsqueda profesional. “¿Qué me
apasiona? Esa debe ser la pregunta”,
aconseja.
El problema es que los padres,
angustiados, esperan que sus hijos
tengan casa, carro y beca, en vez de
importarles que sean felices y encuentren su lugar.
La orientación educativa debe empezar lo antes posible y no en grado
11, como sucede generalmente. Inclusive se recomienda hacerla desde
cuando el niño ingresa en el colegio,
para conocer sus talentos y virtudes
e ir clarificando sus intereses. Las actividades extracurriculares también
le permiten probar y descubrir sus
capacidades, así como con cuáles se
siente más cómodo. Poco a poco, el
estudiante irá elaborando su proyecto de vida. No obstante, hay que estar abierto a todas las posibilidades.
Según las psicólogas, son tres los
factores a valorar en la elección de
una carrera: en primer lugar, están
los aspectos individuales; no basta
con que el estudiante tenga interés en
una carrera y se identifique con ella,
sino que, a partir de esos intereses
y del conocimiento de sus habilidades, potencialidades y competencias,
tome una decisión consecuente.
En segundo lugar, están los aspectos sociales y del entorno: conocer el
mercado laboral, cuáles son las áreas
de mayor desarrollo, las que generan
mayores empleos y las exigencias
que ese mercado impone.
Y, en el tercero, los aspectos económicos: las condiciones económicas de la familia, las oportunidades
para pagar los estudios y lo que eso
Así es su mundo
De 12 a 18 años
Errores frecuentes
Se calcula que uno de cada
tres estudiantes no termina
la carrera. La falta de motivación y encontrarse con una
realidad que no se ajusta a la
carrera imaginada suelen ser
las causas más frecuentes.
Vale la pena prestar atención
a los errores más comunes:
•No tener suficiente información. Muchos adolescentes deciden qué estudiar sin conocer bien la
carrera, su posible futuro
laboral o cómo está enfocada en la universidad que
han elegido.
significa en inversión y en sacrificio
para todos. Además, es importante
conocer los programas de becas y
créditos que existen para financiar
los estudios superiores.
Sin embargo, las expertas enfatizan en que la actualidad laboral no
debería ser la razón para elegir una
carrera; es mejor elegir la opción que
sea más motivante para el alumno,
frente a la que sea más adecuada
para el contexto laboral.
Tampoco deben estudiar la carrera que sus padres quieran para
ellos o la que no les parezca solo
por contrariarlos. Estas situaciones
pueden terminar en el abandono de
los estudios o en infelicidad laboral.
“Al igual que los padres tomaron (o
no) la decisión sobre su futuro en un
determinado momento, deben dejar
que sus hijos hagan lo mismo y no
intentar que repliquen la vida que
ellos han tenido. La felicidad que ha
podido alcanzar el progenitor con
la decisión que tomó, no tiene por
qué ser la misma para el hijo, pues
en este caso habrá sido una decisión
impuesta”, coinciden las psicólogas.
A pesar de recibir orientación vocacional por parte de sus padres u
orientadores, es posible que muchos
jóvenes se sientan inseguros antes de
comenzar la universidad y decidan
esperar antes de decidir qué quieren
hacer. Esta decisión, en ocasiones,
permite al adolescente definir qué
quiere hacer y puede emplear ese
tiempo en estudiar un curso de algo
que le guste. Este espacio debe considerarse como un año invertido, en
lugar de perdido.
Las claves
Según Fernando Lozano hay tres
pasos claves en la orientación a los
jóvenes: claridad, que significa un
trabajo sobre sí mismo deseado. Implica esforzarse, cambiar la rutina y
la lógica del facilismo. Decisión, que
es el trabajo emocional para enamorarse: conocer es la vía fundamental
para el amor. Y, por último, el paso
final es un acto por la realización,
por el deseo profundo de la construcción del sentido de la vida. Un
largo camino que debería empezar
en la niñez.
•Estudiar sin motivación: ir
a la universidad no es obligatorio. Cuando se elige
una carrera, debe ser algo
que apasione.
•No valorar todas las alternativas: es importante contar con toda la información
para poder tomar una decisión acertada.
•Elegir en función de lo que
dicen o hacen los demás.
•Basar la decisión en lo que
es más fácil o cómodo o lo
más difícil.
•Pensar solo en las oportunidades laborales sin olvidar lo que se siente.
•Decidir de afán. Tomar
buenas decisiones requiere tiempo y dedicación.
19
Así es su mundo
En la adolescencia
Los sonidos
del silencio
La dificultad en los adolescentes
para expresar su ansiedad,
su rabia, miedo y demás
sentimientos se manifiesta a
través de enfermedades físicas o
emocionales. Los padres deben
fomentar espacios para el diálogo.
20
Así es su mundo
En la adolescencia
Por: Carmen Escallón Góngora
Pediatra puericultora y
terapista de familia
El adolescente necesita vivir sus
propias experiencias; de la misma
manera, necesita ser escuchado. Le
sobran los sermones, consejos y críticas. Le molesta que sus experiencias
de vida sean calificadas, criticadas o
confrontadas con las experiencias de
los padres.
Los padres deben vivir la emancipación y el desprendimiento del
adolescente, otorgándole libertad y
manteniendo los límites y el respeto.
Además, permaneciendo al lado de
él, proporcionándole cuidado, practicando un diálogo sincero y maduro
y manteniéndose conectados con las
necesidades del hijo.
Muchas veces el adolescente, ante
sus muchas crisis, huye del mundo
exterior, buscando refugio en su propio mundo, volviéndose silencioso,
incomprendido y triste. Se siente
desamparado, por ello el sentimiento
de soledad es tan frecuente. Se siente
huérfano de los padres del niño, con
unos padres actuales que desconoce y
que le parecen duros e intransigentes.
Tanto padres como adolescentes
deben afrontar estos cambios, no
como falta de amor, sino como parte
de la metamorfosis adolescente. El
resentimiento y el dolor por parte
de los padres e hijos hacen más difícil el proceso.
Fotografías: ©2014 Shutterstock.com
E
xiste un viejo refrán que
dice: “Cuando no lloran los
ojos, lloran los órganos”,
refiriéndose a la necesidad
que tiene el ser humano de expresar
su dolor, sufrimiento o aflicción. El
cuerpo habla lo que la palabra ha callado. Cuando el ser humano calla lo
que necesita decir, entonces lo expresa por medio del cuerpo.
El adolescente se siente frustrado y
fracasado cuando al tratar de obtener
su libertad la familia reacciona de
manera represiva. Cuando el adolescente no puede expresar su ansiedad,
su rabia, miedo y demás sentimientos, se expresa mediante el cuerpo,
enfermándose o alterando la función
física o emocional.
Muchos padres presionan a sus
hijos adolescentes al sentirse amenazados por los cambios que viven los
chicos, sobre todo, con lo que tiene
que ver con la exigencia de libertad,
con las salidas y los horarios, con la
defensa de ideologías de tipo religioso o político, con la libertad de vivir
el noviazgo y con la elección de un
proyecto de vida.
El resultado de esta presión puede
ser un adolescente calificado de rebelde, el cual a grito pelado exige la
libertad que se le niega. El adolescente
intenta protestar con palabras o con el
lenguaje no verbal, como la ropa que
usa, los tatuajes, el uso de alcohol y
la conducta desafiante. Puede, igualmente, reaccionar guardando silencio.
Cuando el adolescente opta por el
silencio, aparecen entonces las manifestaciones físicas, consistentes en
acné (barros), colon irritable, asma,
cefaleas, dolores menstruales, anorexia y bulimia, entre otros.
Es necesario establecer un diálogo
amoroso y respetuoso entre padres e
hijos adolescentes. Este diálogo debe
originarse en la primera infancia,
para garantizar una adecuada comprensión en la adolescencia.
Los adolescentes
necesitan un
tiempo
para pensarse, para
acomodarse al
nuevo cuerpo,
a los padres,
a la sociedad.
21
Así es su mundo
En la adolescencia
Recomendaciones
•Creen diálogo entre los
miembros de la familia.
•Usen rituales ante los cambios que vive la familia.
Cuando los adolescentes reflexionan acerca del tiempo futuro se
sienten incómodos y muchos sienten
angustia por no sentirse aptos para
afrontar un mundo que los adultos se
han empeñado en dejar a los jóvenes
para que sean ellos los salvadores. El
sentirse como responsables del mundo les genera rabia, ansiedad y miedo.
Muchos adolescentes sienten que
no existe un tiempo para ellos y se
sienten lesionados cuando se refieren
a ellos como ociosos.
Silencio que enferma
¿A quién contarle sus angustias?
No existen espacios ni personas con
las que el adolescente se sienta cómodo y pueda hablar. Por ello, se hace
necesario crear estos espacios y cada
día son más necesarios esos adultos
significativos que sean confidentes
del joven, lo cual permitiría el diálogo tranquilo, sereno y armónico.
El silencio es perjudicial para la
salud. El adolescente que vive en soledad estos cambios se enferma. Es
necesario darle la palabra: hablar
acerca de lo que está viviendo, de sus
sensaciones y sentimientos permite
en los adolescentes la recuperación de
los síntomas.
La familia debe propiciar espacios
de expresión, mediante rituales, juegos, conversaciones informales, la
literatura, o la recreación.
22
La familia como sistema tiene una
fuerza que hace al adolescente permanecer estático y otra que le empuja hacia el cambio. Una familia es
tanto más sana cuanto más abierta
está para ser transformada por los
cambios y sin que por ello pierda su
peculiaridad de base.
Las familias rígidas se enferman fácilmente, se oponen al cambio y producen miembros con pobre posibilidad de independencia, de autonomía.
Una familia que sabe escuchar, que
refuerza la palabra, que no juzga ni
califica al joven, seguramente facilitará que este hable con el lenguaje
que cambió la estructura del cerebro
hace miles de años: la palabra.
•Elijan espacios para fomentar el uso del lenguaje verbal entre padres e hijos.
•Mantengan en la familia
un clima de comprensión y
respeto.
•Soliciten ayuda externa
ante la aparición de síntomas físicos en el hijo adolescente.
•No juzguen ni califiquen
la conducta del hijo adolescente.
•Expresen sus propios sentimientos ante sus hijos.
Opinan los expertos
La anestesia
y su hijo
26
Opinan los expertos
C
uando un niño debe ir al
hospital esto genera ansiedad tanto para los padres
como para el pequeño.
Cuando la visita comprende cualquier tipo de procedimiento que
requiera anestesia, la ansiedad es
mayor. Entre dichos procedimientos
figura la cirugía, ciertos tipos de rayos X y algunas pruebas para examinar el estómago o los intestinos.
El propósito de la anestesia es hacer posible que el niño sea sometido
a una cirugía, evaluación médica o
tratamiento sin dolor, sin recordar el
procedimiento o sin moverse.
El bienestar y la seguridad de su
hijo son muy importantes. La persona que le suministra la anestesia evaluará su ritmo cardíaco, presión arterial, respiración, temperatura y nivel
de oxígeno en la sangre antes, durante y después de la anestesia. Las
necesidades singulares de su hijo, el
procedimiento como tal y la salud del
niño ayudarán a determinar qué tipo
de anestesia se aplicará.
La mayoría de proveedores de anestesia trabajan en equipo. Este equipo
puede estar compuesto por anestesistas (doctores), residentes (doctores en
entrenamiento), enfermeros anestesistas certificados asistentes, médicos
y enfermeros.
Preparándose para
la anestesia
Antes de recibir anestesia, su hijo
debe someterse a un chequeo físico.
Durante el chequeo su pediatra o un
miembro del equipo de anestesia revisarán la salud actual y el historial médico del niño. Usted deberá contestar
algunas preguntas sobre la salud de su
hijo, ya sea el mismo día de la cirugía,
de los exámenes o del tratamiento, o
en los días previos al procedimiento
como tal. Es importante que le cuente
al doctor cualquiera de las siguientes
circunstancias que se ajuste a su hijo:
• Alergias, incluyendo alergias a alimentos, medicina o látex (caucho).
•Todos los medicamentos que su
hijo esté tomando, incluyendo medicinas naturistas o hechas con
hierbas y medicinas inhaladas
(que se aspiran).
• Problemas respiratorios, incluyendo
asma, crup o jadeo, ronquidos y apnea (períodos durante el sueño en
los que la respiración se contiene).
•Cualquier enfermedad reciente,
especialmente resfriados fuertes.
•Cualquier problema que su hijo
haya tenido de recién nacido, tales
como parto prematuro, problemas
respiratorios como crup o asma o
defectos congénitos.
•Problemas cardíacos, incluyendo
agujeros entre las cámaras del corazón, problemas de las válvulas
cardíacas, soplo cardíaco o ritmo
cardíaco irregular.
•Cualquier otro problema médico
que su hijo haya tenido, especialmente si requirió una visita al doctor u hospitalización.
• Cualquiera cirugía o procedimiento previo que haya requerido el
uso de anestesia.
•Problemas anteriores relativos a
la anestesia o cirugía, tales como
trastornos de las vías respiratorias,
problemas de sueño o al despertar
después de la anestesia, o problemas de náuseas y vómitos después
de una cirugía.
• Problemas con la anestesia que
hayan tenido familiares del
niño (de ambos lados de la
familia).
•Historia familiar de problemas de sangrado.
• Si su hijo o alguien en la casa
fuma.
• Si su hijo tiene un diente flojo (en ocasiones es conveniente extraer los
dientes flojos para
proteger al niño).
Una frazada,
un muñeco de
peluche
o un juguete
podrían ayudar
a sosegar
al niño.
27
Opinan los expertos
Si su hijo se
inquieta cuando
le hable
acerca de la
anestesia,
explíquele
que es normal
sentir miedo.
• Si existe la posibilidad de que su
hija esté embarazada.
Es posible que su hijo necesite exámenes de sangre antes de la anestesia. A veces se requieren otros exámenes, como rayos X. En la mayoría
de los casos se necesitan pocos exámenes o ningún tipo de ellos.
¿Qué riesgo corre mi hijo al
recibir anestesia?
Entre los efectos colaterales leves
que suele tener la anestesia figuran
dolor de garganta, náuseas y vómitos.
Es raro que se presenten problemas serios. Pida al anestesista que le explique
los riesgos específicos para su hijo.
¿Qué debo contarle a mi hijo
acerca de la anestesia?
Si su hijo es mayor de cuatro años,
comience a hablarle de la visita al hospital cinco a seis días antes. Si es menor de cuatro años, comience a hablarle de dos a tres días antes. Háblele con
franqueza. Dependiendo de la edad
que tenga, emplee palabras conocidas
tales como ‘dolor’ o ‘hacer una siesta’
para referirse a la sedación.
Explíquele que el sueño producto de
la anestesia es distinto al sueño diario.
Gracias a la anestesia, no sentirá dolor
ni se despertará en medio del procedimiento. Al final de la cirugía, examen
o tratamiento, el anestesista interrumpirá la medicina que provoca este tipo
de ‘sueño’ y el niño se despertará y
volverá a ver a su familia.
28
Muchos niños entre los tres y los
12 años no están listos para escuchar
cuáles son los riesgos de la cirugía o
de la anestesia. A menudo, entienden
lo suficiente como para sentir miedo,
pero no lo suficiente como para sentirse confiados. Tal vez el anestesista
prefiera hablarle de los riesgos cuando el niño no esté presente.
Si su hijo se inquieta cuando le hable acerca de la anestesia, explíquele
que es normal sentir miedo. Dígale
que el equipo de anestesia velará por
su seguridad y bienestar. Para ayudar
a atenuar los temores de su hijo, trate
de mantener la calma y la confianza.
Algunos hospitales ofrecen programas especiales que explican el
proceso de anestesia y cirugía a niños y familiares. Solicite libros y
videos que le ayuden a prepararse y
preparar a su hijo.
¿Qué pasa si mi hijo se
enferma justo antes del día
programado?
Llame al equipo de anestesia y a
su doctor si su hijo se enferma poco
antes de la fecha del procedimiento.
Si tiene un resfriado o cualquier otra
enfermedad, la cirugía, examen o tratamiento podría ser postergado para
otro día debido a que los riesgos implícitos podrían aumentar. Si su hijo
ha estado expuesto al sarampión en
las tres semanas previas al procedimiento, éste podría ser postergado
debido al riesgo de contagiar a otros
pacientes. El sarampión se puede diseminar antes de que comiencen a
aparecer las manchas en la piel.
El día del procedimiento
¿Puede mi hijo comer, beber
o tomar medicinas el día de la
anestesia?
A no ser que se trate de una emergencia, el estómago de su hijo debe
estar vacío cuando empiece a ser
anestesiado. Esto ayuda a prevenir
vómitos, lo que podría hacer que alimentos o ácidos estomacales asciendan a los pulmones. Es importante
que le pida al anestesista indicaciones
Opinan los expertos
¿Quién es un anestesista
pediátrico?
Un anestesista pediátrico
tiene la experiencia y el entrenamiento para ayudar
a que la cirugía, examen o
tratamiento de su hijo se
efectúe con éxito.
específicas antes del día del procedimiento. Estas son algunas recomendaciones generales:
Los niños menores de un año
pueden ingerir:
• Alimentos sólidos hasta ocho horas antes de recibir la anestesia
(nota: las compotas y cereales para
bebé son alimentos sólidos).
• Fórmula láctea hasta seis horas antes de recibir la anestesia.
• Leche materna hasta cuatro horas
antes de recibir la anestesia.
• Bebidas claras hasta dos a cuatro
horas antes de recibir la anestesia.
Los niños de cualquier edad pueden
ingerir:
• Alimentos sólidos hasta ocho horas
antes de recibir la anestesia (nota: las
compotas y cereales para bebé son
alimentos sólidos). En general, no se
permite ingerir alimentos después
de cierta hora de la noche en la víspera de la anestesia.
•Bebidas claras (ejemplo: jugo de
manzana, refrescos claros, paletas
o agua o solución de electrolitos ya
preparada) hasta dos horas antes de
recibir la anestesia (nota: el jugo de
naranja con pulpa, la leche y la fórmula láctea no son bebidas claras).
Recuerde: cada institución médica tiene sus propias pautas sobre lo
que se puede comer o beber antes
de la anestesia. Pida instrucciones al
equipo de anestesia que atenderá a su
hijo. Si no sigue las pautas de la institución médica, el procedimiento se
podría retardar.
Así mismo, pregúntele a su anestesista qué medicamentos rutinarios,
si es el caso, puede seguir tomando
el niño en el día de la anestesia. Algunos medicamentos se pueden suministrar en la mañana de la anestesia con pequeños sorbos de agua,
pero sin mezclarlos con sólidos, tales
como salsa de manzana. Sin embargo, otras medicinas, tales como
fármacos naturistas y hechos con
hierbas, pueden interactuar con las
drogas que se usan para anestesiar al
paciente y deben suspenderse antes
de la anestesia.
¿Qué hará mi hijo mientras
espera a que le apliquen la
anestesia?
Un anestesista pediátrico es
un anestesista cabalmente
entrenado que ha realizado
por lo menos un año de entrenamiento especializado
en el suministro de anestesia para bebés y niños.
La mayoría de cirujanos
pediátricos atienden a sus
pacientes en la sala de operaciones junto con un anestesista pediátrico. Una gran
cantidad de niños que necesitan cirugía tienen problemas médicos muy complejos que afectan varias
partes del cuerpo. El anestesista pediátrico está debidamente calificado para
evaluar estos complejos
problemas y elegir el anestésico más adecuado y seguro para cada niño.
La mayoría de los hospitales grandes tienen una sala de espera especial
equipada con juguetes. En este momento usted conocerá al equipo de
anestesia, si es que ya no lo ha hecho.
Este personal revisará los expedientes del niño, lo examinará brevemente, le explicará a usted cómo velará
por la seguridad del niño, comentará
los riesgos y contestará cualquier pregunta o inquietud pendiente.
¿Estará mi hijo preocupado?
Una familia calmada y que le
brinde apoyo al niño, puede ayudar
29
Opinan los expertos
Cuando se usa
una máscara,
no hay
que aplicar
inyecciones
y, por
consiguiente,
el paciente no
siente dolor.
a que este no se preocupe o inquiete demasiado. Como dijimos antes,
una frazada, un muñeco de peluche
o un juguete podrían ayudar a sosegar al niño.
Antes de empezar a administrar la
anestesia, a menudo se suministran
sedantes para ayudar a tranquilizar
y relajar al niño. La decisión de suministrarle o no sedantes dependerá de la edad del niño, el grado de
ansiedad, el estado médico y los
parámetros del hospital. Los sedantes se pueden suministrar por la
boca, la nariz o el recto (la apertura
del ano), o como inyección.
¿Cómo se le administrará la
anestesia a mi hijo?
En la mayoría de los casos, se elige
uno de los siguientes modos de iniciar la administración de anestesia
en un niño:
30
• Respirando gases anestésicos a través de una máscara.
• A través de una aguja que se inyecta
a la vena (intravenosamente).
• A través de una aguja que se inyecta
a un músculo (inyección).
Cuando se usa una máscara, no hay
que aplicar inyecciones y, por consiguiente, el paciente no siente dolor.
Sin embargo, a algunos niños no les
gusta que les pongan máscaras en la
cara. Una inyección puede causar dolor pasajero y angustias al niño. No
obstante, es un método rápido y el
niño no tiene que permanecer quieto. Si se aplica intravenosamente, se
puede poner un anestésico local para
entumecer la zona donde se clava la
aguja y hacer que el procedimiento
sea menos doloroso.
Si se va a usar una máscara para
administrar la anestesia, háblele de
esto a su hijo antes del día de la cirugía, examen o tratamiento. Explíquele que la máscara contiene un
aire especial que le ayudará a sentir
sueño. La máscara puede contener
un olor especial para que el procedimiento sea más confortable. Este
método no se usa en casos de emergencia, cuando hay problemas estomacales o intestinales o si el niño ha
comido recientemente.
A partir de los 10 años de edad, la
anestesia se suele administrar intravenosamente. Sea cual sea el método
que se use, su hijo permanecerá cómodo y dormido con una combinación
de gas y anestésicos intravenosos.
No se despertará durante la cirugía,
examen o tratamiento. Se despertará
Opinan los expertos
¿Lo afectarán mucho las
náuseas y vómitos?
una vez que el procedimiento finalice,
a menos que en ese momento se requiera un cuidado intensivo. Si su hijo
necesita este tipo de atención, su anestesista se lo explicará.
¿Podré estar con mi hijo al
momento en que le apliquen la
anestesia?
Algunos hospitales permiten que
un acompañante (por lo común uno
de los padres) entre con el niño a la
sala de operaciones o al lugar donde
vaya a recibir la anestesia. Revise la
política del hospital con anticipación.
El anestesista de su hijo tomará la decisión final.
Muchos anestesistas consideran
que el darle sedantes a los niños facilita la separación y evita la necesidad
de que los padres estén presentes.
Sea cual sea la decisión, recuerde que
el equipo de anestesia sabe por experiencia cómo ayudar a los niños a estar serenos en tales momentos.
Si le permiten estar presente cuando empiezan a anestesiar a su hijo,
pregúntele al anestesista con anticipación qué verá y cómo podría reaccionar el niño. Esto le ayudará a mantener la serenidad.
Tenga en cuenta que, aunque le
permitan estar con su hijo al momento en que lo anestesian, esto no significa que el niño estará tranquilo hasta perder el sentido. Todo depende de
la edad del niño, su temperamento y
sus experiencias del pasado.
Después del procedimiento
¿A dónde llevarán a mi hijo
después del procedimiento?
Su hijo será llevado a una sala de
recuperación o a una unidad de cuidados intensivos, dependiendo del
tipo de cirugía, examen o tratamiento, así como del estado del niño. Por
lo común, se permite a los padres que
estén presentes una vez que el niño
es admitido a estas áreas y que su estado se estabilice. Después de un procedimiento rutinario, el tiempo de
recuperación suele ser de 30 minutos
a dos horas. Después su hijo podrá ir
a una cama de hospital regular o a
una unidad de permanencia corta, o
ser dado de alta para volver a casa.
¿Cómo se comportará mi hijo
después del procedimiento?
Cada niño se despierta de la anestesia de distinto modo. Algunos
están vivaces y calmados de inmediato. Otros pueden permanecer
atontados por un tiempo más largo.
Los bebés y niños pequeños pueden
estar irritables hasta que los efectos
de la anestesia se disipan. En tales
casos, se les pueden suministrar
más sedantes hasta que los efectos
de somnolencia de la anestesia terminen de desaparecer.
¿Mi hijo sentirá dolor?
Una de las principales metas de la
anestesia es prevenir el dolor durante y después del procedimiento. Si su
hijo tiene dolor en la sala de recuperación, se le podrían suministrar más
calmantes. Estos vienen en diversas
formas y se pueden administrar de
muy distintos modos. Los doctores
comentarán las opciones con usted y
su hijo previamente.
Las náuseas y vómitos son efectos
muy comunes de la anestesia y se
pueden deber al estado de su hijo,
al procedimiento en cuestión o a los
efectos colaterales de la anestesia. Si
su hijo está vomitando mucho, tal
vez tenga que permanecer en el hospital por un tiempo más largo. A veces se necesita una noche más en el
hospital de lo planeado. Existen medicinas que se pueden dar durante o
después de la anestesia para reducir
la posibilidad de que esto se convierta en un problema.
Comente cualquier pregunta o inquietud con el equipo de anestesia
y el pediatra o con los doctores que
están involucrados. Estos profesionales de la salud están entrenados para
velar por el bienestar y seguridad de
su hijo durante el proceso.
No olvide mantener al
equipo de anestesia
informado sobre la salud
del niño justo antes del
procedimiento, y si su
hijo tiene un resfriado
u otra enfermedad o si
ha estado expuesto a
sarampión tres semanas
previas al procedimiento.
No deberá usarse la información contenida en esta publicación a manera de sustitución
del cuidado médico y consejo de su pediatra. Podría haber variaciones en el tratamiento, las cuales su pediatra puede recomendar basado en los hechos y circunstancias individuales.
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Ilustración: ©2014 Shutterstock.com
Entorno
Un cuento para
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a
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a
N
la
32
Entorno
Lo que lleva el rey Gaspar
L
os tres reyes han salido de
sus palacios. Los tres son
viejecitos. El rey Melchor es
alto, con una barba blanca, con sus ojos azules, con sus anteojos de oro. El rey Baltasar es bajo, un
tantico encorvado, con un bigote largo
y una perilla más larga todavía. El rey
Gaspar no usa nada en la cara; va afeitado, pulcro, correcto, pero su nariz
cae un poco en gancho sobre la boca,
y en la comisura de sus labios hay algo
como una sonrisa equívoca, inquietante, como una ironía vaga, desconsoladora. Yo os digo desde este instante,
pequeños amigos míos, que no perdáis
de vista a este viejecito...
Los tres reyes van caminando durante la noche por un camino largo; las
estrellas brillan, serenas, rutilantes, en
la bóveda negra; abajo, en la tierra, tal
vez en la lejanía remota, se oye un grito perdido o se ve el resplandor incierto
de una lucecita. Esta lucecita indica una
ciudad. Los reyes han llegado ya a
esta ciudad. Ya van a detenerse ante las casas;
ya van a meter las
manos en sus grandes arcases; ya van
a dejar en los balcones sus dádivas ansiadas. Pero los tres se detienen un momento antes de penetrar en la ciudad.
Antes ya lo habréis oído contar, estos
reyes eran muy ricos y les ponían regalos a todos los niños de todas las casas,
de todas las ciudades; pero el tiempo ha
corrido mucho; las circunstancias han
cambiado mucho para los reyes, y estos tres excelentes monarcas, a fuerza
de prodigar sus dones, han venido a
ver grandemente mermado su caudal.
Quiero deciros que Gaspar, que Baltasar y que Melchor se ven todos los años
en el terrible compromiso de no dejar
sus recuerdos preciosos, sino a tales o
cuales niños que el azar les designa.
Los tres reyes se han detenido a las
puertas de la ciudad. Melchor, el de la
barba blanca y los ojos azules —no
creáis a quien os lo pinta con la tez negra—, tiene delante de sí una gran arca,
que él ha abierto para inspeccionar qué
es lo que queda en ella. Baltasar, el de la
perilla y el bigote —reíros de los que os
lo representan de otro modo—, tiene
también su arca, y en ella, con el mismo
fin, ha hecho su recuento. Gaspar, pequeños amigos míos, no tiene arca, no
33
Entorno
tiene equipaje, no tiene ningún camello, ni caballo, ni asno en que llevar
lo que ha de regalar a los niños, pero
tiene una nariz un poco encorvada y
unos labios que expresan una ironía
suave, vaga, inquietadora.
Los tres reyes han hecho ya su arqueo y se disponen a entrar en la
ciudad. Como van siendo ya pobres,
ellos no llenan las cestas que hay en
todos los balcones, sino que, según la
comodidad o el capricho, dejan sus
mercedes y regalos en unos —que
son pocos— y pasan de largo ante
otros —que son muchos—. He de
deciros que, para que sean más los
niños favorecidos, los tres reyes han
convenido, no en donar los tres sus regalos a todos los niños elegidos, sino
en que cada uno haga su donación
a cada niño. Y así, de tarde en tarde,
Melchor se para delante de una casa
y abre su arcón; luego deja en la ventana su dádiva. Lo que este rey de la
barba blanca regala se llama: inteligencia. Al cabo de un largo rato, Baltasar se detiene ante otra casa y mete
la mano en su tesoro; después pone su
dádiva en la ventana. Lo que este rey
del bigote y de la perilla dona tiene por
nombre: bondad.
Y solo este histórico rey Gaspar,
este rey de la nariz picuda y de los labios apretados, solo este rey pasa, y
pasa, y pasa ante los balcones y no se detiene sino ante
uno, o dos, o tres de cada
ciudad. Y ¿qué es lo que hace
entonces el rey Gaspar? ¿Qué
es lo que regala este rey? ¿Por
qué es tan sórdido, tan avaro, tan riguroso en sus regalos? Todo el tesoro de este rey está en una diminuta
caja de plata que él lleva en uno de
los bolsillos de su levita —no olvidar
que los reyes usan ahora levita—.
Cuando Gaspar se detiene ante un
balcón, allá, muy de tarde en tarde,
él echa mano de su pequeña caja, la
abre con cuidado y pone su donativo
en el balcón. No es nada lo que ha
puesto; es una cosa insignificante; es
como humo que se disipa al menor
viento; pero este niño favorecido con
tal regalo gozará de él durante toda
su vida y no se separarán de él ni la
felicidad ni la alegría.
El rey Gaspar ha depositado ya su
regalo. Sus ojos verdes —no os he
dicho antes que eran verdes— brillan fosforescentes; su nariz parece
que baja más sobre la boca, y en los
labios se dibuja con más profundidad su ironía vaga. Acercaos, pequeños amigos míos; yo os quiero decir
lo que el rey Gaspar lleva en su caja.
Sobre la tapa, con letras diminutas,
pone: ilusiones.
José Augusto Trinidad Martínez Ruiz (Azorín)
34
Visitando
al doctor
Ya sea que su hijo o hija sienta algún malestar o tenga un chequeo de rutina,
ir al médico es indispensable para mantener la buena salud, aprender y jugar.
Hable con su hijo o hija sobre lo que hacen los doctores; explíquele que son personas expertas en el cuidado
de la salud y que nos examinan para chequear todo el cuerpo (corazón, músculos, huesos, etc.) y saber que
estamos bien. Expóngale con un ejemplo algunas visitas al médico que haya tenido que hacer. Por ejemplo,
“¿te acuerdas cuando papá tenía mucha tos? Él visitó al doctor para que averiguara qué tenía y lo ayudara a
sentirse mejor”. Pueden conversar sobre las medicinas y cuidados que ayudan a que se cure rápidamente.
Prueben esto en casa
Usted, el niño y su pediatra son un equipo. Su hijo o hija debe saber que están todos del mismo lado.
Materiales:
•Papel y lápices.
•Ahora, imaginen que deben realizar un examen
de sangre o tomar una radiografía.
Pasos:
•Por último, pídale a su hijo que escriba una pres•Realicen un juego de roles. Incentive a su hijo o
cripción médica sobre los medicamentos que
hija a imaginar ser un doctor. Usen objetos que
debe tomar. Al estar al tanto de la labor del métengan en casa para jugar a escuchar el coradico, su hijo o hija tendrá menos ansiedad cuanzón, chequear sus oídos, mirar su lengua y decir:
do deba visitarlo.
“AAAAAA”.
Para conversar
Los niños pueden tener preocupaciones y miedos sobre ir al médico
aun cuando no expresan su temor o ansiedad. Limite su exposición a
medios de comunicación en los que se hable de enfermedades y otras
preocupaciones que no son apropiadas para su edad. Anime la discusión
familiar para contestar las preguntas que ellos pueden tener y, al mismo
tiempo, asegúreles que los adultos especiales en sus vidas están ahí para
ayudar a mantenerlos seguros y saludables.
©2014 Sesame Workshop. All rights reserved
Preguntas y respuestas
A propósito de
‘Aprender de los hijos’*,
sabía usted que:
Por: Juan Fernando Gómez Ramírez
Pediatra puericultor
E
s el título de un libro escrito por Pilar Guembe y
Carlos Goñi, educadores españoles, referido a los
‘pequeños maestros’ que nos enseñan cosas grandes. A continuación, compartiremos con nuestros
lectores algunas de sus sabias reflexiones:
●Lo primero que nos enseña un hijo es a dar. Esa es la
primera gran lección que recibimos como padres: dar sin
esperar recibir y desear poder dar más.
● Un hijo nos hace ser mejores, nos hace plantearnos nuestra forma de vida, nuestros hábitos, nuestros principios.
Nos obliga a mejorar porque queremos darle lo mejor de
nosotros mismos.
● Cada hijo nos trae el mismo mensaje: “A partir de ahora
todo va a ser al revés: aprende el que enseña, recibe el
que da, queda lleno el que se vacía”.
●No basta con querer a los hijos con locura, hay que
hacerlo también con cordura.
●Los hijos nos obligan a ser mejores, a desarrollar las
virtudes que quizás no teníamos o habíamos perdido;
a ser constantes.
● Los hijos nos obligan a sacar tiempo de donde no lo
hay, a estirar los días al máximo, a aprovechar los
minutos como si fueran pepitas de oro.
●Los hijos son pequeños maestros que nos enseñan
grandes cosas: optimismo, ilusión, imaginación,
*Fuente: Guembe, Pilar y Goñi, Carlos. Aprender de los hijos.
Plataforma Editorial, Barcelona, 2012.
Ilustraciones: ©2014 Shutterstock. Catwalker
36
humor, alegría, perdón, constancia, curiosidad y rebeldía,
entre muchas otras.
●Los hijos nos ilusionan porque nos erigen como los principales expendedores de sus ilusiones. Nos implican en
sus sueños y nos hacen soñar.
●Llegar a ser prescindible es nuestro destino y nuestro
triunfo como padres, pues los hijos nos necesitan para
llegar a no necesitarnos.
Recomendados en todos los sentidos
Dale vida
a tus sueños
D
ale vida a los sueños que alimentan el alma,
no los confundas nunca con realidades vanas.
Y aunque tu mente sienta necesidad, humana,
de conseguir las metas y de escalar montañas,
nunca rompas tus sueños, porque matas el alma.
Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco,
no los dejes que mueran de hastío, poco a poco,
no les rompas las alas, que son de fantasía,
y déjalos que vuelen contigo en compañía.
Dale vida a tus sueños y, con ellos volando,
tocarás las estrellas y el viento, susurrando,
te contará secretos que para ti ha guardado
y sentirás el cuerpo con caricias, bañado,
del alma que despierta para estar a tu lado.
Dale vida a los sueños que tienes escondidos,
descubrirás que puedes vivir estos momentos
con los ojos abiertos y los miedos dormidos,
con los ojos cerrados y los sueños despiertos.
Mario Benedetti
“Donde hay educación no hay distinción de clases”.
Ilustraciones: Juan Carlos Sánchez
Frases
Confucio
“Aprender a ser padres es un proceso a largo plazo, todos
cometemos errores, y se aprende a ser padres más a través
de los errores que de los éxitos”.
T. Berry Brazelton
“Pon amor donde no hay amor y sacarás amor”.
San Juan de la Cruz
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Recomendados en todos los sentidos
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