CAPÍTULO 4. Japón y Australia: Dos modelos diferentes de

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CAPÍTULO 4. Japón y Australia: Dos modelos diferentes de
CAPÍTULO 4.
Japón y Australia: Dos modelos diferentes de organización
del espacio en el Pacífico.
Introducción. (pág. 237-238)
Con grandes limitaciones en recursos naturales, Japón ha logrado una supremacía industrial, financiera
y tecnológica. Actualmente ocupa uno de los primeros puestos en la escena económica internacional. El
dinamismo de sus especializaciones industriales no cesa de crecer, extenderse y perfeccionarse.
Es un territorio inhóspito, constantemente amenazado por desastres naturales y con tan solo el 15%
de suelo cultivable por lo que debe recurrir a la importación. La falta de materias primas y de fuentes de
energía es otro de los factores que le diferencian del resto de países industrializados. Si a ello añadimos su
tardía incorporación al proceso de revolución industrial y el duro golpe que recibió su economía tras la 2ª
Guerra Mundial, es lógico hablar de milagro para entender el rápido desarrollo que la nación ha alcanzado.
Sin embargo, la excesiva concentración de la población y de las actividades en determinadas áreas del
archipiélago ha creado fuertes desequilibrios regionales, al mismo tiempo que un grave deterioro del medio
ambiente. Por su parte, Australia no se configura como Estado hasta una época reciente, apareciendo ya como
un país desarrollado, con gran nivel de vida, con costumbres y cultura europea y alto índice de urbanización.
Por el contrario, Japón es un país con una antigua civilización y su destacada posición en el contexto
económico internacional es fruto de una larga y complicada historia.
En el siglo XIX Australia todavía funcionaba como una economía de tipo colonial, hoy su sistema
económico y su desarrollo económico se hallan ligados a las inversiones extranjeras y supeditados a la presión
de las firmas transnacionales.
Tanto Australia y Japón inician tras la 2ª Guerra Mundial una fase de gran expansión económica y
ambos países experimentan cambios muy significativos en sus sistemas productivos. Los dos consiguen un
importante crecimiento del sector industrial, pero las diferencian las bases de ese desarrollo, Japón invierte en
investigación y nuevas tecnologías y consigue ganar mercados para sus productos industriales y Australia lo
hace recibiendo inversiones de Estados Unidos y Japón.
1.- Japón: alta densidad e intensa concentración de la ocupación humana. (pág. 238-266)
1.1.- El archipiélago japonés: un medio natural desfavorable y un reducido sector agropecuario. (pág. 238-251)
El archipiélago japonés está situado entre los 30o y 45o latitud Norte, abarca una superficie de 372.839
km2, repartidos en varios miles de islas de las que cuatro ocupan el 98% de su extensión total: Hokkaido,
Honshu, Kuyshu y Shikoku. Forma parte de uno de los arcos del cinturón circumpacífico que jalonan la fachada
oriental asiática y que emergió por subducción de la placa tectónica del Pacífico bajo la placa continental
euroasiática.
LAS LIMITACIONES DEL MEDIO NATURAL JAPONÉS:
1. Montañas y llanuras. La erosión ha ido modificando las formas de relieve dando lugar a diferentes paisajes
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morfológicos que implican un desigual aprovechamiento socioeconómico y por tanto un acusado
desequilibrio espacial. Más de las tres cuartas partes del territorio japonés está ocupado por zonas
montañosas con pendientes superiores al 15% y soportando una violenta erosión debida a las fuertes
precipitaciones, estando siempre débilmente utilizadas. La población y la actividad se concentran en las
escasas llanuras formadas por materiales de acumulación y abiertas al mar. Las cenizas volcánicas se unen
con los aluviones formando limos de gran valor agrícola. Los aluviones más fértiles se encuentran en las
zonas más bajas y en ellos se practica la ricicultura. Las bahías han jugado un papel fundamental en la vida
socioeconómica del Japón encontrándose actualmente profundamente transformadas por la construcción
de pólderes para ganar terrenos al mar.
2. Las limitaciones climáticas. El archipiélago japonés posee una peculiaridad climática dentro del mundo
templado y fuerte contrastes regionales debido a su configuración montañosa, a su apertura tanto hacia
los vientos polares septentrionales como a las influencias tropicales meridionales, a su alargamiento en
longitud y a su propio carácter insular.
En Japón se produce una fuerte amplitud térmica, con unos inviernos rigurosamente fríos y unos
veranos excepcionalmente cálidos para su latitud y un elevado volumen anual de precipitaciones. En
general, se puede oponer la costa occidental, que recibe lluvias de invierno en relación con los cientos del
NW, frente a la costa del Pacífico que experimenta dos movimientos pluviométricos: uno en primavera,
relacionado con el monzón del SW, más prolongado, y otro en septiembre, provocado por el paso de los
tifones tropicales.
La isla de Hokkaido recibe un máximo pluviométrico a finales de verano y principios de otoño,
relacionado con el paso de las perturbaciones del Frente Polar. La combinación de todos estos factores y
elementos dan lugar a importantes contrastes regionales. A la mitad septentrional del país, de carácter
inhóspito y tardía colonización se opone un sector meridional, de características monzónicas donde
tradicionalmente se desarrollaron las actividades agrícolas y se asentó la población.
El régimen hidrográfico, la distribución de las formaciones vegetales y los diferentes tipos de suelos
son reflejo de la diversidad climática y de la complejidad del relieve. Como consecuencia los ríos japoneses
son cortos e irregulares con acusadas pendientes que no facilitan la navegación, algunos permiten la
flotación, importante para la explotación forestal. Son ampliamente aprovechados para la
hidroelectricidad y el regadío.
En cuanto a las formaciones vegetales, el bosque es la predominante y cubre el 60% del suelo, uno de
los mayores porcentajes del mundo junto con Finlandia y Canadá. Es más rico en especies que el europeo
al no quedar afectado por las glaciaciones cuaternarias. El bambú es otro elemento característico del
paisaje vegetal con una enorme variedad, desde gigantes hasta enanos.
3. Importantes riesgos naturales. La violencia de la naturaleza en el archipiélago japonés queda reflejad en la
multitud de volcanes, terremotos, corrimientos de tierras, tifones, etc. que afectan a su territorio e inciden
en las áreas más densamente pobladas. Japón es un arco insular montañoso situado en el área de
confluencia entre dos placas tectónicas que determina una gran inestabilidad orogénica, que se traduce en
un intenso vulcanismo y una elevada sismicidad.
Los volcanes son el elemento característico del paisaje morfológico japonés. En su gran mayoría son
volcanes de tipo explosivo, vulcaniano o peleano. Otra forma volcánica muy desarrollada en el
archipiélago japonés son las calderas, ocupadas en su mayoría por lagos, invadidas por el mar o
convertidas en una fértil llanura. Japón es uno de los países del mundo más afectado por los terremotos y
suponen uno de los riesgos naturales más devastadores. Generalmente se localizan en la zona externa del
archipiélago, a lo largo de la costa del Pacífico. Cuando los epicentros se sitúan en el fondo del mar
provocan enormes olas que arrasan las zonas costeras.
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Las condiciones climáticas también ofrecen numerosos obstáculos para el desarrollo de la vida diaria
en el archipiélago japonés. Los tifones son depresiones tropicales muy acusadas, van acompañadas de
fortísimos vientos (150 Km./h) que lo arrasan todo y provocan gigantescas olas. Las lluvias que los
acompañan son aún más devastadoras. Conocer la existencia de este medio inhóspito, violento y hostil a la
ocupación humana resulta indispensable para entender tanto la idiosincrasia del pueblo japonés como su
desigual ocupación del espacio y la desequilibrada distribución de las actividades económicas sobre el
territorio.
REDUCIDA IMPORTANCIA DE LA ACTIVIDAD AGRÍCOLA.
Explotaciones agrarias y sistemas de cultivo. Uno de los factores más decisivos en el reducido sector
agropecuario de Japón es su escasa proporción de superficie cultivada (13,2% del territorio) que se intenta
paliar con la práctica de una agricultura de tipo intensivo. Japón se ve impulsado a recurrir a fuertes
importaciones de productos agrícolas siendo el primer importador mundial, así como de madera y pasta de
papel.
En cuanto al tamaño de las explotaciones existe un predominio casi absoluto de las pequeñas
explotaciones, a menudo subdivididas en pequeñísimas parcelas. La diversidad climática del archipiélago
entraña matizaciones según las regiones., mientras que en el Japón septentrional predominan las
explotaciones de gran tamaño orientadas hacia una cabaña vacuna, con una producción de maíz, forrajes y
algunos frutales, el Japón meridional permanece aferrado a microexplotaciones, cuyo cultivo básico sigue
siendo el arroz.
La población agraria japonesa es una población envejecida. Las cooperativas agrícolas son instituciones
muy importantes en la vida agrícola del país, son muy activas y poderosas y luchan por el proteccionismo
agrícola.
Los niveles medios de producción están entre los más elevados de Asia y se han ido modificando los
paisajes rurales, con una integración de los mundos rural y urbano, distinta a los países de su entorno.
Se pueden distinguir dos sistemas de cultivo, opuestos y a la vez complementarios: las tierras de
regadío (ta), ocupan más del 50% del suelo agrícola, con el arroz como cultivo principal. Es una ricicultura de
regadío, al contrario de lo que ocurre en la mayor parte de los exportadores asiáticos y hoy día está en lento
retroceso. Y los campos de secano (hataké), en los aluviones de las llanuras y sobre terrazas. Producen una
doble cosecha, de cereales en invierno y de legumbres o tubérculos en verano.
Principales producciones agrarias. Los arrozales son el elemento esencial del paisaje agrario. La ricicultura fue
introducida en el período Yayoi (siglo III a.C.). La utilización del arroz como un impuesto durante siglos,
potenció su cultivo. Se cultiva en todo el país, y con mayor intensidad en Honshu. Ocupa casi la mitad del suelo
cultivado, observándose un paulatino retroceso en la extensión, aunque aumenta su productividad gracias a la
mejora de las condiciones técnicas. A pesar de los cambios en los hábitos alimenticios, el arroz sigue siendo
básico en la dieta y en la actualidad su cultivo está protegido por el gobierno mediante subvenciones, la
importación de arroz está prohibida, siendo autosuficiente en su producción.
Los principales cereales que se cultivan en Japón, además del arroz, son el trigo y la cebada; en menor
proporción la avena, el centeno y el maíz. La extensión dedicada al cultivo de cereales está en retroceso y es
necesario recurrir a la importación.
Legumbres, frutas y hortalizas, han experimentado un fuerte crecimiento
por el cambio alimenticio de la población. Su cultivo, sobre todo bajo invernaderos, se ha extendido por todo
el país. La falta de suelo ha potenciado el desarrollo de un cultivo hidropónico, es decir, las plantas crecen sin
tierra, en bandejas superpuestas que contienen un caldo nutritivo.
Entre los árboles frutales, los agrios se encuentran en plena expansión, sobre todo el mandarino. El
manzano, el peral y el melocotonero son otros frutales representativos. En el Japón subtropical, se practican
los dos cultivos tradicionales del té y la morera. Las exportaciones de seda y té fueron uno de los factores que
permitieron financiar la industrialización del país. A partir de los años cuarenta a cusa de la competencia de la
seda artificial, el cultivo de morera descendió drásticamente.
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Ganadería y pesca. La ganadería ha tenido un limitado papel en la economía japonesa, debido
fundamentalmente a la escasez de pastos. El incremento progresivo de la demanda de productos como leche,
carne, mantequilla, ha provocado un aumento del sector ganadero aunque todavía dista de alcanzar los
niveles de consumo del resto de países desarrollados.
La ganadería vacuna de orientación lechera se localiza en grandes explotaciones alcanzándose altos
rendimientos. La cabaña vacuna destinada a carne es alimentada en su mayor parte con pienso importado,
estabulada y tratada con avanzada tecnología. Es una carne muy apreciada, pero extremadamente
cara.
Japón es un país marino, con 30.000 Km. de litoral. La pesca supone una importante actividad en su
economía y ha completando la dieta proteínica de un país donde la pobreza de la cabaña ganadera limitaba el
consumo de carne. Actualmente ocupa el tercer puesto mundial, por detrás de China y Perú, por su volumen
anual de pesca (capturas en alta mar y acuicultura), pese a lo cual es el mayor importador mundial de pescado
y uno de los mayores consumidores del planeta.
Japón es un archipiélago de gran extensión latitudinal cuyas costas están bañadas por corrientes
marinas de diferentes temperaturas y cada una con especies piscícolas diferenciadas. Hasta principios del siglo
XX en Japón se faenaba con métodos artesanales. A partir de entonces se motorizó la flota costera y comienza
el desarrollo de la pesca de gran altura hacia los mares fríos. Paralelamente, comienzan a instalarse las
primeras empresas frigoríficas, con lo que inició su andadura la cadena del frío, indispensable en toda
actividad pesquera. Las presiones ecologistas de los últimos años han logrado que descienda el número de
ballenas capturadas por balleneros japoneses. La acuicultura, de gran tradición en Japón, juega un papel cada
vez mayor en el abastecimiento del país, acelerándose su desarrollo enormemente. Japón es pionero en esta
técnica en la actualidad, tanto por su volumen como por la variedad de especies. Los criaderos litorales se
dedican fundamentalmente a las ostras y a la cría de mejillones. El cultivo de algas predomina en la bahía de
Tokio, y destaca el alga comestible nori, de gran valor proteico).
1.2.- Recursos naturales escasos, pero intenso desarrollo industrial. (pág. 251-261)
Japón es extremadamente pobre en recursos minerales y energéticos, teniendo que recurrir a la importación
para abastecer a la demanda interna. La necesidad de asegurar la estabilidad en las importaciones es uno de
los factores más originales del desarrollo económico japonés y uno de los principales problemas que tuvo que
afrontar. La rápida industrialización implicó una fuerte dependencia exterior que actualmente se intenta
paliar: subvenciones a la producción nacional, inversiones en los países productores, apoyo a la construcción
naval para abaratar los costos de transporte, política de ahorro energético, etc.
LA ESCASEZ DE RECURSOS NATURALES. Posee mucha variedad de minerales metálicos, pero en calidad y
cantidad insuficientes para sus necesidades. La región minera más importante es Tohoku. Además del mineral
de hierro, son también importantes el cadmio, el cobre, el cinc y el plomo. El cobre es el mineral más
abundante y su producción sólo cubre el 6% de las necesidades nacionales.
El carbón es la fuente de energía
menos escasa, aunque su producción está en continuo descenso por su mediocre calidad, la antigüedad y la
reducida dimensión de las explotaciones que dificultan su extracción a lo que se añade la existencia de unas
vetas poco espesas, inclinadas y falladas. Además, la localización de los yacimientos es muy distante de los
focos industriales del país. Japón es el primer importador mundial de carbón de coque, con casi un 30% del
total mundial, siendo EE.UU. y Australia sus principales proveedores.
En la estructura del consumo energético
cada vez alcanzan mayor importancia los hidrocarburos, siendo la producción nacional de petróleo totalmente
insuficiente. Japón, en la actualidad, es uno de los mayores importadores de petróleo crudo.
Japón es el
cuarto país del mundo por su capacidad de refinado. El asentamiento de las grandes refinerías y los grandes
complejos de la industria petroquímica en las zonas más pobladas del litoral meridional acentúan los graves
problemas de desequilibrio regional y el deterioro en la conservación del medio ambiente.
La hidroelectricidad, ha sido tradicionalmente una de las principales fuentes de energía, sin embargo,
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hoy día juega un papel cada vez menos importante. Por el contrario, la energía térmica conoce un mayor
desarrollo. Estas grandes centrales están alimentadas por fuel y se concentran en la costa meridional, por su
proximidad a las vías de importación petrolera y a la creciente demanda industrial. La distribución de las
fuentes de energía sobre el territorio, de nuevo se suma a la concentración de las actividades económicas y
con ello el incremento de los desequilibrios regionales.
Ante un intento generalizado de reducir la energía
derivada del petróleo, el porcentaje que la energía nuclear alcanza en la estructura del consumo energético, se
incrementa sin cesar. En el 2008, Japón ocupa el tercer puesto en electricidad de origen nuclear. La política
nuclear japonesa debe hacer frente a los factores de riesgo que suponen los terremotos o su peligrosa
cercanía de núcleos urbanos.
Dado el grave problema de abastecimiento de las fuentes de energía fósiles, el gobierno se ve
impulsado a favorecer el desarrollo de las energías renovables, entre las que destacan la solar, la eólica y la
geotérmica.
Japón es la potencia industrial que más depende de los recursos energéticos importados. El
Estado trata de paliar con políticas energéticas esta dependencia y en la actualidad esta ha descendido
sensiblemente, lográndose por una evolución de la estructura de consumo, buscando fuentes alternativas
propias y por el desarrollo de una política de ahorro energético.
UN SECTOR INDUSTRIAL MUY DESARROLLADO:
La industria ha sido y es uno de los pilares de la economía japonesa, con una participación en el 2008
del 26.3% del PIB.
El proceso de industrialización en Japón. Antes del advenimiento Mejí existía una industria artesanal basada en
la seda, la porcelana y los objetos de madera y bambú.
Tras un largo proceso de industrialización, lo que imprimió un carácter original a Japón fue el acelerar
el proceso de reconversión de los sectores en declive y su rápido despliegue hacia las nuevas tecnologías que
tiene una doble ventaja: por una parte aumentan la productividad y el valor añadido de los productos de la
industria tradicional y, por otra, se extienden al sector terciario donde los servicios han supuesto un mercado
fundamental para las nuevas tecnologías.
Una fuerte relación entre investigación y empresa generó una producción altamente cualificada.,
donde made in Japan es sinónimo de calidad.
Una peculiaridad de la organización industrial japonesa es la
dualidad de la estructura empresarial. Junto a grandes sociedades (antiguos zaibatsu), integradas en el
comercio mundial, coexisten un gran número de pequeñas y medianas empresas dirigidas al consumo interno.
Ambos elementos de la estructura industrial están fuertemente articulados, lo que permite que el desarrollo
de la actividad económica se desenvuelva en un marco fuertemente integrado y con una gran capacidad de
adaptación a las necesidades del mercado, haciendo mínima la distancia entre la concepción de un producto y
su introducción en el mercado.
Los grandes grupos industriales de la actualidad son consecuencia de la recomposición de los antiguos
zaibatsu, a partir de 1950. La evolución política del momento, obliga a EE.UU. ha contar con un punto de
apoyo en Extremo Oriente y a potenciar una fuerza industrial en Japón, derogándose rápidamente las medidas
restrictivas al desarrollo económico y se autoriza la creación de oligopolios para racionalizar la producción. Ya
no se trata de grupos financieros constituidos en torno a una familia, sino verdaderas sociedades anónimas.
La unión de grandes grupos empresariales con los bancos comerciales dio origen a las más poderosas
sociedades que actualmente dominan la economía japonesa. Estos grandes grupos poseen numerosas filiales
en el extranjero, que les permite ejercer una estrategia mundial.
Frente a los grandes grupos industriales, las pequeñas y medianas empresas tienen una importancia
muy destacada: representan el 97% de las empresas industriales y emplean a más del 80% de la mano de obra
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y su número aumenta constantemente.
Estas pequeñas empresas, muy vinculadas al mundo rural, se pueden
agrupar en dos tipos completamente diferentes: por un lado, parte de ellas se dedican a una industria
artesanal tradicional, cerámica, objetos de bambú, orfebrería del cobre, confecciones textiles tradicionales,
artículos de papel, etc. y por otro, junto a ellas, un gran número de pequeñas empresas se encuentran
fuertemente integradas en la estructura industrial moderna por medio de la subcontratación.
El espectacular desarrollo de la industria japonesa debe mucho a la existencia de estas pequeñas
empresas, las cuales han sabido aprovechar una mano de obra abundante y barata. Los trabajadores de estas
empresas viven en inferiores condiciones laborales que los de las grandes sociedades, apareciendo de nuevo la
dualidad característica de la economía japonesa.
En la actualidad los cambios experimentados en el comercio exterior con la entrada de la OMC de
China y algunos países del sudeste asiático, han implicado que los negocios realizados dentro de un mismo
keiretsu ya no sean tan frecuentes y que las PYMES hayan ido perdiendo ventaja.
Principales ramas industriales. La industria japonesa se caracteriza, en líneas generales, por un alto desarrollo
en la mayor parte de los sectores, una alta productividad y un elevado nivel tecnológico. También son rasgos
comunes, su fuerte dependencia del exterior en materias primas y energía, así como su desigual distribución
sobre el territorio, concentrándose fundamentalmente en el litoral meridional.
La industria textil es la de mayor tradición en Japón y la más importante en exportación hasta los años
cuarenta. La hegemonía alcanzada por la seda y el algodón ha cedido lugar a las fibras sintéticas y se observa
un cierto aumento en el subsector de la lana. Es uno de los escasos sectores que escapa a la generalizada
concentración geográfica de la industria, ofreciendo una gran dispersión por todo el territorio.
La siderurgia comienza en Japón a finales del siglo XIX. Su participación bélica favoreció su desarrollo.
En la década de los ochenta el sector se ha visto perjudicado por la disminución de la demanda internacional y
por la fuerte competitividad de otros países. Al mismo tiempo, es uno de los sectores más consumidores de
energía, lo que supone elevados costos, y por ello perdida de competitividad. Pese a todo, es el segundo
productor mundial de acero. Necesita de importaciones, por lo que los grandes centros están en zonas
costeras, junto a los grandes puertos, contribuyendo al desequilibrio del archipiélago.
En estrecha relación con la siderurgia, la construcción naval es un sector de antigua tradición, que
alcanza su máximo esplendor a partir de 1955. La Guerra de Correa y, más tarde el bloque del Canal de Suez,
influyeron positivamente en un aumento de la demanda, canalizada en la construcción de grandes petroleros,
donde consiguió la supremacía mundial. La disminución de la demanda a raíz de la crisis del petróleo, la
reapertura del Canal de Suez, los problemas de seguridad marítima y la competitividad exterior han incidido
negativamente en este sector, demasiado especializado en la construcción de grandes buques, por lo que se
ve obligado a reorientar su producción. No obstante mantiene uno de los primeros puestos mundiales.
La industria del automóvil representa un buen ejemplo de aquellos sectores industriales de moderna
expansión. Desde los años ochenta ocupa el primer lugar del mundo. El sector ocupa el 10% de la población
activa, representa el 11.9% de la producción industrial y el 25% de las exportaciones. Abastece la demanda
interna (96%), hecho sin precedentes en ningún país industrializado.
Punta de lanza del actual sistema industrial y uno de los subsectores de más reciente desarrollo, la
electrónica, ha conocido un espectacular crecimiento desde los años setenta, impulsada por la demanda. Ha
sufrido una gran transformación en los últimos años, en un principio la producción se basaba en productos de
electrónica de consumo y hoy día, ha ido ganando importancia la producción de ordenadores, robótica y
telecomunicaciones, que sitúan a Japón en uno de los lugares más destacados del mundo, tanto en
investigación como en producción.
La industria química, que representa el 19% de la producción industrial, ha conocido una rápida
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expansión en los últimos años, lo que sitúa a Japón en el segundo puesto mundial. En la actualidad, abastece a
gran parte de la industria manufacturera, en especial la electrónica y el automóvil, lo que le convierte en un
sector clave de la industria japonesa.
Regiones y centros industriales. Desde sus comienzos, la industria se situó en las llanuras arroceras, cerca de
los mercados y de la mano de obra y junto a los puertos marítimos, dada la tradicional dependencia
energética, reduciendo así los gastos de transporte. Esta situación se ha agravado con el paso del tiempo. En la
actualidad, la industria japonesa se concentra en cuatro grandes regiones que giran cada una de ellas en torno
a una gran ciudad y se encuentran localizadas en la franja costera entre Tokio y Nagasaki.
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Keihin: bahía de Tokio y llanura de Kanto. Primera región industrial del país y del mundo. Gran
diversificación industrial.
Hanshin: bahía de Osaka-Kobe y llanura de Kyoto. Segunda región industrial, con industrias
diversificadas.
Chukyo: bahía de Nagoya. La automovilística es la principal actividad de la región. La industria textil es
otro sector importante.
Kitakyushu: norte de la isla Kyushu. Esta región basó su hegemonía en la industria pesada. La crisis del
sector siderúrgico ha propiciado su lenta decadencia.
La unión de los factores económico y demográfico, ha traído consigo graves problemas de urbanismo y
contaminación del medio ambiente, que las diferentes políticas correctores de los desequilibrios regionales
tratan de paliar para una mejor distribución de los hombres y sus actividades. La gran atracción de estas zonas
dificulta el desarrollo en otras más alejadas, por lo que persiste el grave desequilibrio.
1.3.- Una vieja civilización, gran concentración demográfica e intenso desarrollo urbano. (pág. 261-266)
Japón es el décimo país más poblado del mundo (128 millones de habitantes), y poco más del 27% del
territorio se encuentra efectivamente ocupado y utilizado, llegándose a alcanzar densidades de población que
superan los 5.000 hab./km2.
UN PAÍS DE VIEJA CIVILIZACIÓN. Parece ser que los primeros pobladores del archipiélago fueron los aínos, que
procedentes del continente se establecieron, no se sabe con certeza cuando. A principios del primer milenio
a.C., en época de la Jômon, se calcula que alrededor de 250.000 personas habitaban en Kanto y Tohoku. Le
sucede, hacia el siglo III a.C., la cultura Yayoi, de origen mongoloide, que desde el continente se asienta en
Hasai, introduciendo la metalurgia y la ricicultura que lleva consigo el asentamiento en las llanuras húmedas,
en detrimento de las montañas.
La aparición de un Estado, y por tanto de una organización social más compleja, se ve acompañada por
un incremento demográfico que continúa hasta la época de Nara (710- 794). Del siglo VIII al XII, debido quizá a
las continuas luchas que los nuevos inmigrantes mantienen con los aíno, Japón conoce un estancamiento en el
crecimiento demográfico. A finales de la Edad Media cambia el ritmo de su evolución, con una tendencia al
alza que se acelera a partir de los siglos XV-XVI, alcanzando los 17 millones de habitantes.
Durante el primer siglo de la época Tokugawa (1614-1868) el crecimiento demográfico sigue siendo
alto. A partir del siglo XVIII y principios del XIX de nuevo la población sufre un estancamiento, que no finalizará
hasta el advenimiento del período Mejí. La introducción de prácticas abortivas e infanticidas refleja el
sentimiento de vivir en un reducido país ya demasiado poblado.
ALTAS DENSIDADES DE POBLACIÓN. La población de Japón está desigualmente distribuida en el espacio, más
concentrada en el Sur que en el Norte, y más en las llanuras que en las montañas. Las llanuras de la costa del
Pacífico han sido las regiones polarizadoras de la vida socioeconómica del país.
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Se puede dividir el país en dos grandes regiones demográficas netamente contrastadas. La costa del
Pacífico, desde la bahía de Tokio hasta la de Nagoya, las orillas del Mar Interior y el norte de Kyushu, donde la
población sigue creciendo. Por el contrario, el norte del país, la costa del Mar del Japón y sur de Kyushu y
Shikoku, se encuentran débilmente pobladas, con escaso crecimiento de población.
FUERTE CONCENTRACIÓN URBANA. LA MEGALÓPOLIS JAPONESA. La importancia del fenómeno urbano es un
rasgo demográfico característico de Japón. Un acelerado éxodo rural, particularmente acusado desde
mediados de siglo, y al progresivo desarrollo industrial fueron los motores que impulsaron al espectacular
crecimiento de la población urbana.
Japón tiene una larga tradición urbana. Una gran mayoría de ciudades tuvieron su origen en el período
feudal de los Tokugawa. Son las ciudades-castillo (joka-machi), con una estructura interna bastante
diferenciada por barrios son (Edo o Tokyo, Hiroshima, Nagoya). Otro gran número de ciudades creció
alrededor de un templo o santuario; o bien a lo largo de las antiguas rutas del Japón feudal; o también
aquellas otras ciudades-mercado surgidas junto a un puerto marítimo (Nagasaki), o en el interior. Junto a ellas
habría que mencionar una serie de ciudades nuevas nacidas de un planteamiento gubernamental (Sapporo), o
aquellas que crecieron junto a un puerto moderno (Yokohama, Kobe).
El acelerado crecimiento urbano desde mediados de siglo pasado, propulsó la aglomeración en
enormes conurbaciones a lo largo del eje Tokyo-Fukuoka, formando la megalópolis japonesa, la aglomeración
urbana de mayores dimensiones existente hoy en el mundo, se extiende a lo largo de 1200 Km. y concentra a
tres cuartas partes de la población total del país.
Desde el período Edo (siglo XVII), el eje de circulación principal entre Tokyo y Kyoto se conoce como
Tokaido. En él están las conurbaciones de Keihin, Chukyo y Keihanshin, que forman la Megalópolis de Tokaido.
Unidas a la conurbación de Kitakyushu-Fukuoka forman la Megalópolis japonesa.
A partir de los años sesenta, el tradicional peso demográfico de la región de Tokaido se vio reforzado
por el rápido proceso de industrialización, que ya desde un principio afectó de manera casi exclusiva a esta
región en detrimento del resto del país. La concentración de la población en grandes áreas urbanas es un
fenómeno muy significativo de la historia demográfica del archipiélago, en una desequilibrada distribución que
se ha reforzado.
La Megalópolis japonesa representa uno de los rasgos más sobresalientes de la geografía humana de
Japón. A su cabeza está Tokyo, la capital y centro de la región metropolitana del Gran Tokyo (37,5 millones de
habitantes en 2008, el 28% del país), la aglomeración urbana más grande del mundo. Actualmente el proceso
de urbanización atraviesa un período de transición. Se observa un éxodo de habitantes de las grandes
ciudades hacia sus áreas periurbanas, de manera que si las ciudades van perdiendo paulatinamente población,
sus áreas metropolitanas aumenta incesantemente.
Se han llevado a cabo diversas políticas de descentralización de las actividades industriales y de
limitación de la construcción, aunque en la práctica no han obtenido resultados positivos.
2.- Australia: baja densidad y distribución periférica de la ocupación humana. (pág. 266-298)
2.1.- La colonización británica y la configuración del modelo económico y territorial. (pág. 266-270)
DESCUBRIMIENTO Y PRIMEROS ASENTAMIENTOS. El territorio de Australia pasó desapercibido en la gran
época de los descubrimientos. Los holandeses fueron los que iniciaron el reconocimiento de las costas
australianas y neozelandesas. El continente austral fue denominado Nueva Holanda, pero la primera impresión
general fue poco favorable. Cook tomo posesión del pequeño continente en 1770 en nombre del rey de
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Inglaterra. La independencia de Estados Unidos obligó a Inglaterra a buscar nuevos emplazamientos para
presidiarios lejos de su territorio. El primer convoy de convictos, se instaló en Port Jackson (Sidney) en 1788 y a
continuación se fundo la colonia de Nueva Gales del Sur. Australia era un continente casi deshabitado. Los
aborígenes eran pueblos nómadas y vivÍan en el interior, en áreas de caza o recolección. Los europeos no
tuvieron ningún problema para instalarse.
LA CONFIGURACIÓN DEL MODELO ECONÓMICO Y TERRITORIAL. La colonización británica se llevó a cabo a
partir de las colonias penitenciarias del sureste y suroeste. Se trataba de ir creando polos de ocupación a la vez
que se exploraba el interior para evaluar posibilidades. A mediados del siglo XIX casi todo el inmenso interior
estaba reconocido. Por iniciativa de sociedades mercantiles se fueron creando las colonias que se
denominaron Estados: Nueva Gales del Sur, Tasmania, Australia Occidental, Australia Meridional, Victoria y
Queensland. En aquellos años, la lana australiana vino a dar un fuerte impulso a la industria textil de
Inglaterra. A las pequeñas granjas familiares de los primeros colonos, se añadieron las vastas explotaciones
ganaderas mejor adaptadas y orientadas a la exportación de lana. El flujo de inmigrantes, iniciado a finales del
siglo XVIII se hizo cada vez más intenso. Durante gran parte del siglo XIX se sucedieron las rivalidades entre los
settlers (agricultores) y los squatters (usurpadores) que reflejaban la oposición de dos tipos de poblamiento y
de sociedades rurales diferentes.
La segunda mitad del siglo XIX está marcada por la fiebre del oro. Al pasar la fiebre del oro, con la
ayuda de las autoridades coloniales que proporcionaron tierras, la nueva oleada de inmigrantes se
sedentarizó, favoreciendo el desarrollo de la agricultura y la ganadería ovina y bovina en la parte occidental de
la cordillera. La agricultura inició una diversificación. La continua expansión agrícola de Australia estaba
dominada por el monopolio del transporte colonial.
Sin embargo, muchos de los inmigrantes se fueron instalando en las ciudades, ya que estas ofrecían
mejores posibilidades en un sector servicios que crecía por la actividad exportadora. Inglaterra introdujo un
nuevo concepto de colonia, fomentando una mayor autonomía. Se crearon regímenes parlamentarios regidos
por constituciones similares a la de la metrópoli.
El final del siglo XIX fue un periodo lleno de vitalidad tanto en la vida política como económica. Fueron
años de expansión continua de los transportes continentales. El resultado fue el incremento de las
exportaciones de trigo y carne que, desde entonces, formaron junto con la lana, las principales exportaciones
de Australia.
Paralelamente, se avanzaba en la vida política, con nuevos pasos en la autonomía y con una legislación
progresista. Se hace una reforma agraria, frenándose los abusos de los squatters y se reparten lotes de tierras
entre los recién llegados. Se inicia una tímida industrialización.
El modelo territorial respondía desde el principio al esquema de asentamientos periféricos, regidos
por núcleos urbanos autónomos y desconectados entre sí. La colonización desde fuera y la instalación de un
sistema productivo para el exterior explican la localización periférica y la importancia de los asentamientos
urbanos. La penetración hacia el interior se vio dificultada por las adversas condiciones naturales.
En 1901 los siete territorios australianos llegaron a un acuerdo para unirse entre si, creando la
Federación de Estados de Australia (Commonwealth of Australia), con una población cercana a cuatro millones
de habitantes.
LA ENTRADA DE AUSTRALIA EN LA ESCENA POLÍTICA MUNDIAL. En la primera década del siglo XX empieza a
funcionar la Commonwealth Británica que se basaba en una alianza con Inglaterra, una unidad diplomática,
una uniformidad legal y una ciudadanía común. La participación en la Primera Guerra Mundial al lado de
Inglaterra supone la entrada de Australia en la escena política mundial, como miembro de la comunidad
internacional. Con la prosperidad económica de los años veinte se reanuda la inmigración, aumentando el
porcentaje de los de origen no británico.
Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes.
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Australia establece importantes compromisos comerciales con Japón que compran lana y van
entrando en la zona de influencia de Norteamérica.
La Segunda Guerra Mundial, al alinearse con los EEUU y
participar en la ofensiva militar en el Pacifico y en la fabricación de armamento y en la provisión de víveres,
confirma su creciente importancia en la esfera internacional.
En los años de la posguerra la influencia de EE.UU se extendió rápidamente aliándose estrechamente
con la nueva gran potencia. El proceso de distanciamiento paulatino de Inglaterra, implicó un movimiento
hacia la madurez política y hacia la integración nacional, a la vez que acelero el proceso de industrialización.
2.2.- Condicionantes climáticos y localización geográfica de las actividades agropecuarias. (pág. 271-283)
LATITUDES SUBTROPICALES Y PREDOMINIO DE LA ARIDEZ.
Dinámica atmosférica. La localización mayoritariamente subtropical de Australia explica la amplitud superficial
de los climas áridos que cubren casi la mitad el minicontinente. El trópico de Capricornio atraviesa Australia de
oeste a este, dividiendo el continente casi por su mitad. Es el dominio de las altas presiones subtropicales,
cuyas células siguen el balanceo estacional característico de los centros de acción atmosféricos del planeta.
En verano (enero) las células anticiclónicas se sitúan al sur del continente mientras la Zona de
Convergencia Intertropical (CIT) asciende en latitud, desplazándose al sur del Ecuador hasta penetrar en el
sector septentrional de Australia que se ve invadido por una gran masa de aire cálido y húmedo, dando lugar a
fuertes precipitaciones. En la franja meridional reina el buen tiempo puesto que las borrascas del Frente Polar
transitan al sur de las altas presiones y apenas rozan el continente. En el norte, penetran los alisios del norte y
noreste provocando lluvias tropicales de verano con intensidad de tipo monzónico cuando las bajas presiones
son profundas o el relieve costero favorece las precipitaciones. En el centro de Australia dominan los alisios
del sureste que rara vez provocan lluvias. Tasmania recibe lluvias moderadas derivadas de las borrascas que
acompañan el frente polar.
En invierno (junio-agosto), las células anticiclónicas descienden en latitud, aproximándose a la franja
ecuatorial y provocando un desplazamiento de la CIT hacia el norte. En la mitad septentrional de Australia se
establece una masa de aire cálido y seco que marca la estación seca invernal, característica de los climas
tropicales. Por el contrario, el sur queda una franja libre de altas presiones que es recorrida por las sucesivas
borrascas del Frente Polar, es la estación lluviosa invernal del clima mediterráneo.
En el centro de Australia domina la aridez atenuada por las esporádicas lluvias procedentes del sur. La
franja costera occidental continua recibiendo lluvias provocadas por los alisios que al tocar el borde del
continente y el arco montañoso, ascienden en altura, dando lugar a importantes precipitaciones. Tasmania
recibe la influencia de las numerosas borrascas generadas en el frente polar que provocan lluvias muy
abundantes entre mayo y septiembre.
Distribución de precipitaciones y temperaturas. El juego de las presiones, la dirección de los vientos y las
características de las masas de aire explican la desigual distribución de las precipitaciones. A partir del gran
sector árido central se dibujan franjas de intensidad creciente con máximas en los sectores periféricos
costeros, especialmente del Norte, del Este y Sureste. La ausencia de grandes altitudes en el interior ayuda a
explicar la amplitud de la zona árida centro-occidental. Alrededor del 50% del continente recibir menos de 300
mm. de lluvia anual.
A pesar de que las cantidades anuales sean las mismas en cada una de estas franjas de precipitación, la
dinámica atmosférica que rige en cada parte de Australia hace que la distribución mensual y estacional de las
lluvias sea diferente, según se trate del norte, del sur o del este.
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Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes.
Frente a una mayor regularidad estacional de las precipitaciones en Hobart y Sidney, encontramos un
ligero predominio del verano-otoño en Brisbane y Alice Spring y una contraposición entre Darwin, veranoinvierno y Perth, invierno-verano. En cuanto a las temperaturas, la mayor parte de Australia presenta un clima
continental cálido, con medias anuales superiores a 18oC y fuerte oscilación térmica. Sólo en el extremo
sureste y en Tasmania las temperaturas son más frescas y la oscilación moderada, como corresponde a un
clima oceánico templado.
Tipos de clima en Australia. Se pueden distinguir un conjunto bien definido de dominios climáticos delimitados
por amplias franjas de transición.:
1. Clima tropical de matiz monzónico, que afecta al extremo septentrional, desde la tierra de Kimberley hasta
la península del Cabo de York, al norte de Queensland. Se caracteriza por altas temperaturas todo el año y
abundantes precipitaciones, con alternancia de estación muy lluviosa en verano y seca en invierno. En
ciertos sectores del borde montañoso del Noreste las precipitaciones pueden aumentar por la influencia
de los tifones.
2. Hacia el interior se extiende una franja de clima tropical subárido, en la que las precipitaciones de verano
disminuyen paulatinamente hasta el límite estadístico del desierto. Paralelamente aumenta la
irregularidad y los contrastes.
3. El interior está ocupado por una amplia extensión de desierto subtropical, dominado permanentemente
por una masa de aire cálido y seco. Se registran algunas precipitaciones, aunque con gran irregularidad
que puede provocar sequías absolutas de más de cinco años.
4. En el borde meridional del desierto, una franja subárida marca la transición al clima mediterráneo.
5. En latitudes todavía subtropicales, el clima mediterráneo, afecta al sector de Adelaida y Perth. Lo
caracterizan temperaturas suaves de invierno y cálidas de verano; pero lo más significativo es la
alternancia de una estación lluviosa de invierno y otra estación seca en verano.
6. En el sector central de la franja oriental, aparece un clima cálido con lluvias todo el año y máximo en
verano. Se trata del clima litoral de alisios, Hacia el sur, presenta rasgos característicos del clima chino, con
menor volumen de precipitaciones y temperaturas menos altas, especialmente en invierno. La escasa
penetración hacia el interior se debe a la existencia de la barrera montañosa.
7. Por último, el extremo sureste del continente, con una prolongación hacia el norte, registra características
climáticas del tipo oceánico. Temperaturas moderadas excepto en los sectores de mayor altitud, escasa
oscilación térmica y lluvias abundantes y bien repartidas.
Limitaciones de los recursos superficiales: suelo agrícola, agua y bosque. Las características climáticas
señaladas influyen sobre los recursos superficiales de Australia, que se ven fuertemente limitados por la
escasez de precipitaciones en la mayor parte de la isla-continente.
a) Reducida extensión del suelo agrícola. Solamente el 5% del total de la superficie total está dedicada a
los cultivos, limitados por el dominio territorial de la aridez. Sólo los bordes oriental y meridional, en
las escasas llanuras costeras, vertientes montañosas y altiplanicies interiores ofrecen suelos aptos para
la agricultura que, unidos a las suficientes precipitaciones, pueden soportar cultivos tropicales,
templados o mediterráneos. Más al oeste sólo pueden existir tierras de pastoreo extensivo de ovejas y
corderos que sufren periódicamente grandes catástrofes por la irregularidad interanual de las
precipitaciones y las intensas sequias. Australia sufre un inmenso interior desértico. Pero además, las
zonas fértiles son muy frágiles y necesitan medidas de protección antierosiva y antidegradante en el
60% de suelos en zona no árida y en el 90% de las áridas.
Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes.
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b) El problema del agua. A la escasez de precipitaciones y a la mediocridad de los suelos agrícolas hay que
añadir la inexistencia de cursos superficiales de agua en la mayor parte del continente. El único río
importante es el Murray, que con su afluente el Darling, drenan la cuenca sedimentaria del mismo
nombre. En su cabecera reciben las abundantes lluvias que caen en los Alpes australianos. La escasez
de agua es un gran factor limitativo para la ampliación de las tierras cultivadas, la intensificación de los
rendimientos, la penetración del poblamiento, el desarrollo urbano hacia el interior y la puesta en
valor de tierras semiáridas. Se ha generalizado la explotación de las aguas subterráneas, con tendencia
a un descenso peligroso de sus niveles. La medida más importante adoptada para paliar el problema
del agua fue la terminación del proyecto Snowy Mountains Schema, un complejo de 17 presas y varios
túneles que permiten almacenar un gran volumen de agua en los ríos: Snowy, Murray y Murrumbidge,
bien alimentados por la nieve que cae en invierno y trasvasar agua del lado oriental al occidental de la
cordillera. A la vez que se ha logrado la ampliación de los regadíos en las llanuras interiores de Victoria
y Gales del Sur, se ha conseguido una importante producción de energía hidroeléctrica.
c) La escasez de bosques. La escasez de bosques se debe a la pequeña extensión de territorios lluviosos.
Esto, junto a los incendios devastadores y las talas abusivas han reducido el bosque australiano, a una
superficie inferior al 5% del país, con muy escaso valor económico. Entre las especies arbóreas domina
el eucalipto, con más de 600 variantes. También están presentes varios tipos de acacias.
LA PRODUCCIÓN AGROPECUARIA Y SU LOCALIZACIÓN.
Australia se configura a lo largo del siglo XIX como un gran país productor de lana y trigo. Sustentado
en gran medida en la exportación de estor artículos, su sistema productivo determina la existencia de algunos
tipos de paisajes agrarios que se extienden montamente por inmensos espacios.
Su prosperidad económica sigue dependiendo todavía de los precios de los productos agrícolas y
ganaderos en los mercados internacionales.
Se ha desarrollado un sistema agropecuario competitivo que ha
incluido una intensa mecanización y junto al carácter extensivo de cultivos y ganadería ha favorecido el fuerte
descenso de la población activa agraria. El sector agrario con el 4% de la población activa genera el 40% de las
exportaciones. La prosperidad económica australiana sigue dependiendo todavía, en pare de los precios de los
productos agrícolas y ganaderos en los mercados internacionales.
Importancia y localización de la ganadería en Australia. Las grandes extensiones dominadas por el clima
tropical y subtropical semiárido, con inmensas superficies de pastos en las sabanas y estepas propiciaron
desde la colonización la existencia de una ganadería ovina y bovina fundamental en la economía australiana.
La producción de lana fue un estímulo decisivo para su crecimiento económico, para la inmigración y
para la ocupación de inmensas áreas con grandes rebaños de merinos. Los altibajos económicos de su historia
se corresponden con las fluctuaciones de los precios de la lana. Australia posee la segunda cabaña ovina
mundial con y es el primer productor y exportador mundial de lana (50%) que vende principalmente a China,
Japón y Rusia. Extensos territorios de la zona semiárida, en el centro-sur de Australia, están ocupados por esta
ganadería. El ganado ovino se destina hoy también al engorde. Igualmente se ha desarrollado la ganadería
bovina para carne, en régimen estabulado intensivo, en explotaciones más pequeñas, más capitalizadas y muy
mecanizadas.
La ganadería vacuna extensiva se halla hoy estabilizada. La localización de la ganadería depende sobre
todo de la cantidad y distribución de las precipitaciones. Se distinguen tres áreas principales, las tierras del
sureste, con ganadería ovina y bovina para leche. Coexiste con el cultivo de cereales. En las grandes llanuras y
mesetas del norte se localiza la ganadería bovina para carne y las regiones con precipitaciones escasas, entre
200 y 500 mm, recorridas por grandes rebaños de ovejas. Las explotaciones son de tamaño medio en las
regiones con mayores precipitaciones y próximas a las ciudades y principales carreteras; por el contrario en las
regiones semiáridas encontramos enormes explotaciones tipo rancho. A lo anterior puede añadirse una
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Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes.
ganadería lechera intensiva, próxima a las ciudades y especializadas en la producción de leche. Son
explotaciones medianas o pequeñas, especializadas, tecnificadas y de altos rendimientos.
Importancia y localización de los cultivos. En muchas ocasiones los ganaderos de ovino son también
productores de trigo. Australia esta entre los primeros exportadores de trigo. Su cultivo extensivo y muy
mecanizado, ocupa la mitad de las tierras agrícolas. En algunas áreas el rendimiento se intensifica por la
aportación del regadío. El cinturón triguero se divide en dos partes: el más importante se localiza en el
creciente situado en el sureste del país y el segundo menos extenso, aparece en el suroeste. Una densa red
ferroviaria garantiza la salida por los puertos.
En cuanto a los cultivos, se ha producido una cierta diversificación y junto al trigo también se cultivan
otros cereales, cebada y avena. También se cultiva arroz en los regadíos de la cuenca del Murray. Además de
estas zonas, se pueden distinguir otros dos sectores de agricultura intensiva, y una producción más variada,
una al sureste, con forrajes, frutales de clima templado y hasta viñedos. Y otro, al noreste, con cultivos
tropicales, como caña de azúcar, frutos tropicales, cítricos y cierta extensión de algodón. A estas dos áreas hay
que añadir la agricultura periurbana, practicada en las proximidades de las grandes ciudades, en la que se
produce de forma intensiva frutas, verduras y forrajes, que son la base de la ganadería lechera.
2.3.- Desarrollo y localización de las actividades industriales. (pág. 283-291)
La economía australiana esta en gran parte basada en su excepcional riqueza en recursos minerales
que, a su vez, está relacionada con la existencia de un extenso zócalo cristalino en todo el continente, y de
plegamientos hercinianos en el arco montañoso oriental. A su vez los hidrocarburos aparecen en las grandes
cuencas sedimentarias del interior y en sectores costeros de la plataforma continental.
LA GRAN RIQUEZA DEL SUBSUELO AUSTRALIANO
Relieve y unidades morfoestructurales. Las tierras australianas formaron parte del antiguo continente de
Gondwana, que se separó del bloque africano hace unos 160 millones de años y de la Antártida hace unos 55
millones. Continente rectangular, de contornos rectilíneos, en un territorio de los más antiguos y estables, no
afectado por procesos orogénicos desde el Paleozoico y en el que millones de años de erosión han acabado
con las elevaciones montañosas precámbricas. A lo largo del tiempo sus escudos han sido fuertemente
erosionados, dando lugar a un relieve monótono (la cumbre más alta tiene 2.225 m, con 210 m de altitud
media), con mesetas de escasa altitud, con disposición tabular, sin vulcanismo activo (único del mundo en la
actualidad) y el menos afectado junto con África por el glaciarismo cuaternario.
Destacan 3 grandes unidades morfoestructurales, dispuestas en bandas paralelas de norte a sur:
1. Mesetas occidentales. De 200-600 m de altura media. Fragmentos de zócalo precámbrico donde
afloran materiales cristalinos y metamórficos. Yacimientos metalíferos y pequeños macizos
montañosos (Arnhem, Kimberley, Hamerley, Musgrave...). En sectores más deprimidos del interior, la
acumulación de depósitos de carácter eólico dan lugar a dunas y barjanes de los desiertos de Gibson y
Victoria. En las márgenes septentrional y occidental hay grandes escarpes de falla como la de Darling,
de 12.000 m de desnivel.
2. Llanuras centrales. Con menos de 200 m. de altura. Se extienden entre el Golfo de Carpentaria y la
Gran Bahía, subdivididas en cuencas individuales:
•
La Gran Cuenca Artesiana, formada por calizas cretácicas y recorrida por sinuosos ríos de escaso
caudal que, si no se pierden, desembocan en el lago Eyre (a -14 m.). Acumulan grandes cantidades
de aguas subterráneas y es considerable la extensión de las salinas.
Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes.
13
•
La Cuenca de Murray-Darling, ocupada por dunas fósiles y lechos fluviales abandonados. El río
Murray consigue llegar al mar aprovechando una línea de falla.
3. La Cordillera Oriental o Gran Cordillera Divisoria. Es un conjunto complejo y arqueado de colinas y
mesetas, extendido a lo largo de 3.000 km de norte a sur y próximo al litoral oriental. Fragmentos
hercinianos de cierta entidad (pizarras y areniscas) re-elevados en el Terciario. Cumbres planas por la
erosión que sólo en el extremo sudoriental se constituyen en un relieve abrupto (Alpes Australianos)
con alturas superiores a 2.000 m. Establece una disimetría bioclimática que condiciona el poblamiento
en la franja costera oriental. La erosión fluvial ha contribuido a la formación de amplios estuarios,
donde se han establecidos los puertos.
La isla de Tasmania, unida a Australia por la plataforma continental, es la prolongación de estos
plegamientos. El zócalo precámbrico aflora en la parte occidental, la meseta central llega a los 1200 metros y
los altiplanos se hallan cortados en el suroeste por valles de origen glaciar.
Recursos minerales inmensos. Australia es uno de los países mineros más ricos del mundo. En la historia de la
minería australiana se distinguen tres etapas con tres fechas iniciales:
14
•
En 1850 se inició el rush del oro que terminó con una gran decepción. Hoy con 267 t , Australia es el
tercer productor mundial. Casi todo se obtiene en el estado de Australia Occidental (Coolgarde,
Kalgoolie, Willuna) y en el Territorio del Norte (Tennant Creek).
•
El año 1880 marca el inicio de la puesta en servicio de las minas de plata, plomo y zinc de Broken Hill,
Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes.
al noreste de Adelaida.
•
La tercera fecha relevante el 1960, tras un periodo de fuertes inversiones, con el descubrimiento de
importantes yacimientos de hierro, bauxita y níquel.
o
o
o
El hierro es de un alto contenido metálico; Australia es el 4o productor mundial y el primer
exportador debido a su escaso consumo interno.
En bauxita es el primer productor mundial e igualmente el primer exportador.
En cuanto al níquel, ocupa la segunda posición mundial.
Australia es uno de los grandes abastecedores de materias primas del mundo, y ésta es una de las
claves para entender su situación económica actual.
Posibilidades energéticas. Los plegamientos hercinianos son el origen de las cuencas carboníferas de
la franja oriental. Se calcula en 14.000 millones de toneladas las reservas de hulla y 38.000 las de lignito. Es el
2º exportador mundial de hulla. A partir de los años 60 se ha descubierto en los márgenes del continente y en
algunas cuencas sedimentarias interiores cierta cantidad de petróleo y reservas importantes de gas. La
producción petrolífera cubre ya las 2/3 partes de las necesidades del país y las reservas de gas se consideran
semejantes a las del Mar del Norte. Las reservas de uranio son también cuantiosas y el valor de su exportación
supera ya al de la lana y el trigo.
LA FORMACIÓN DE UN GRAN SECTOR INDUSTRIAL. Ya el final del s. XIX, hubo en Australia una
primera fase de incipiente industrialización. La elaboración de productos alimentarios, la confección y los
materiales de construcción se beneficiaron de la larga distancia de Inglaterra y del fuerte creciente
demográfico y urbano. A principios de s. XX, Australia seguía comprando en el exterior casi todos los productos
manufacturados que necesitaba. Así llegó a la 1ª Guerra Mundial como país exclusivamente productor de
materias primas. Las dos guerras mundiales fueron dos momentos de impulso industrial, debido a la dificultad
de proveerse de ciertos productos manufacturados y a la necesidad de colaborar en la fabricación de
armamentos y medios de transportes. Al terminar la 2ª Guerra Mundial, Australia aprovechó las numerosas
fábricas que habían estado produciendo para crear una industria de base propia. Tuvo que hacer frente a
numerosas limitaciones, como la escasez de mano de obra solucionada con el impulso de la política de
inmigración, la estrechez del mercado interior y la lejanía de los mercados exteriores que han dificultado el
incremento de las exportaciones industriales. Durante décadas, la función exclusiva de Australia fue la de
abastecer de productos básicos al mercado europeo, pero varias causas dieron un giro a su política económica:
- La desintegración del Imperio Británico.
- El surgimiento de una política nacionalista.
- La progresiva influencia de los EE.UU. en el Pacífico.
El crecimiento de la industria australiana se debe fundamentalmente a 3 hechos principales:
- la presencia de materias primas facilitó la instalación de industrias básicas.
- el apoyo total del Estado con fuerte limitación a las importaciones.
- la llegada masiva de capital extranjero, sobre todo de EEUU y Japón.
El resultado es que hoy día el sector secundario ocupa en 2008 un 21% de la población activa y
participa en un 30% en el PIB y en las exportaciones. Entre las industrias base destacan:
La siderurgia:
•
La siderurgia, que no ha pasado de tener un tamaño mediano, en contraste con la gran exportación de
hierro y carbón.
Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes.
15
•
•
•
Debido a la existencia de minerales no ferrosos ha desarrollado una potente industria de tratamiento
de cobre, plomo y zinc.
Más recientemente, creación y rápido crecimiento de la metalurgia del aluminio, gracias los grandes
yacimientos de bauxita.
También la del cemento, para cubrir las necesidades del crecimiento urbano.
Las industrias de transformación y de equipo:
•
La construcción naval, muy desarrollada a partir de la 2aGuerra Mundial pero que ha sufrido la
competencia de los nuevos productores del Sureste asiático.
•
La industria automovilística, agrupa el 12% de la mano de obra. Debido a su calidad y competitividad,
una gran parte de la producción se exporta. En los años 80 perdió parte de su vitalidad con el cierre de
algunas grandes fábricas.
Industrias ligeras y de consumo. Desarrolladas a partir de la autarquía impuesta por la guerra y al abrigo
de las fuertes barreras aduaneras: rama textil, cuero y calzado, alimentarias, etc. La distribución espacial
de la industria continúa manteniendo una dependencia respecto a la localización de la población. Junto
con la vinculación al mercado, las necesidades de mano de obra han favorecido una concentración
portuaria.
Podemos afirmar que la industria australiana es fundamentalmente urbana y periférica. También hay
desequilibrios entre el este y el oeste, más fuertes que los que se dan en el reparto de población. Nueva Gales
del Sur y Victoria son las más favorecidas. Sydney y Melbourne son los centros de decisión. La macrocefalia es
el punto más importante, ya que todas las capitales (excepto Hobart) reúnen hoy más de 2/3 del empleo y
producción industrial (Perth y Melbourne 90%).
2.4.- Distribución periférica de la población y peculiaridades de la red urbana. (pág. 291-298)
Tres rasgos definen a la población australiana:
•
•
•
La importancia de la inmigración en su crecimiento y el progresivo aumento de la diversidad étnica.
La baja densidad con una distribución muy desigual y periférica.
Alto índice de población urbana.
CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN E IMPORTANCIA DE LA INMIGRACIÓN. Desde los primeros asentamientos
europeos, la población en Australia ha ido creciendo a un ritmo notable, con una media anual del 2%. La
presencia de inmigrantes ha representado una parte decisiva: en 2008 el 23% de la población australiana era
inmigrante. Las primeras grandes oleadas de inmigrantes llegaron a Australia a lo largo del s. XIX:
16
•
Una primera fase a partir de 1820 cuando desde Inglaterra se fomenta el 'sueño colonial': los 10.000
habitantes de 1800 pasan a 190.000 en 1840 y a 400.000 en 1850.
•
La fiebre del oro hacia 1850 hizo que la población llegase a 1.146.000 habitantes en 1860. En 1901 la
población era de casi 4 millones de habitantes. Con la Inmigration Restriction Act el gobierno dispone
de un recurso para controlar la inmigración: la primera consecuencia fue la limitación de los
inmigrantes de color. Al finalizar la 1ª Guerra Mundial se produce una segunda ola inmigratoria desde
Europa. Pero la crisis del 29 eleva el paro al 30% e impone nuevas restricciones de entrada. •
La tercera ola inmigratoria se inicia al final de la 2a Guerra en una fase de fuerte crecimiento
económico, con entradas anuales de hasta 120.000 personas, llegando a representar en algunas zonas
Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes.
el 70% del crecimiento total. Australia acoge a 2,5 millones de emigrantes entre 1949 y 1970.
•
A partir de 1973 se registra una nueva recesión que no recobra su pulso inicial hasta el final de los 80
con más de 100.000 inmigrantes anuales. La selección es muy severa: no ha desaparecido el recelo al
inmigrante de color pero se ha facilitado la entrada de refugiados políticos del sureste asiático y de
asiáticos dispuestos a invertir (por ejemplo, de Hong-Kong).
Australia es hoy el segundo país del mundo en cuanto a proporción de personas foráneas de su
población, sólo por detrás de Israel: 1 de cada 5 habitantes ha nacido en el extranjero.
En cambio, la
población aborigen apenas representa hoy poco más del 1%, y se encuentra relativamente dispersa en el
territorio, aunque su mayor proporción se alcance en las regiones áridas del interior y noroeste.
Este grupo sufre un gran retraso en su nivel y condiciones de vida; en los últimos 20 años su situación
ha cambiado bastante y se les ha reconocido la ciudadanía y el derecho al voto.
Otro grupo desfavorecido es
el de los asiáticos (actualmente unos 800.000, el 4,5% del total). A pesar de la excelente adaptación, no ha
desaparecido el recelo que mantiene la población blanca desde principios del XX.
La Australia blanca es absolutamente mayoritaria, representando el grupo británico el 74% del total.
En los últimos años han sido los emigrantes de Europa del sur y del este los que han introducido mayor
diversidad y ya representan el 20% del total.
BAJA DENSIDAD CON UNA DISTRIBUCIÓN MUY DESIGUAL Y PERIFÉRICA. El primer dato para caracterizar la
ocupación actual de Australia es su escasa población, equivalente al 40% de la española, lo que resulta una
densidad media de 2 hab/km2. Las condiciones ecológicas (aridez) son factores que limitan las posibilidades de
asentamiento estable, pero las razones esenciales de este subpoblamiento son de origen histórico y
económico (poblamiento tardío).
La distribución espacial de la población en el momento presente sigue sometida a fuertes contrastes.
El aspecto más relevante es el carácter costero del poblamiento con un 85% de la población residiendo a
menos de 80 km de la costa. Las condiciones económicas y el sistema de explotación colonial se suman a la
hora de justificarlo.
Mientras que las regiones con menos de 350 mm se identifican con los principales vacíos
demográficos, las costas del Pacífico y sobre todo su mitad meridional, de clima suave y precipitaciones
relativamente abundantes, concentran lo esencial de la población, destacando la llanura costera de
Melbourne y Brisbane que, a lo largo de un eje de 1500 km de longitud por apenas 200 km de anchura, reúnen
más de 8 millones de personas.
La mayor parte de esta población periférica es urbana, lo que sitúa a Australia en uno de los principales países
del mundo en cuanto a tasa de urbanización.
EL SISTEMA URBANO AUSTRALIANO
El proceso de concentración urbana. Australia es una sociedad urbana: un país de ciudades. La urbanización en
Australia se caracteriza por una macrocefalia: las 7 capitales de estado más la capital federal concentran el
64% de la población total (13,6 millones de habitantes).
La red urbana en Australia y ciudades principales. El fenómeno urbano presenta un alto grado de macrocefalia,
más propio de países subdesarrollados que de sociedades desarrolladas. La red urbana se caracteriza por
disponer de un primer nivel básico formado por un gran número de pequeños centros comerciales, junto a
otro nivel superior de muy pocas grandes ciudades (capitales de estado o de isla), dejando un nivel intermedio
sin apenas ciudades de tamaño medio. Lo normal es que la ciudad principal supere en 10-25 veces el tamaño
Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes.
17
de la que le sigue en importancia. El resultado final es un modelo polinuclear de organización:
•
•
•
Las pequeñas ciudades son centros de servicios en áreas rurales o mineras; a veces son terminales de
la red ferroviaria o de carreteras.
Las ciudades medianas son escasas y muchas de ellas gravitan en la órbita de alguna de las grandes
metrópolis.
El Papel fundamental en la organización del territorio lo ejercen las ciudades-puerto. El crecimiento y
tamaño de cada una de ellas ha dependido, en principio, de las posibilidades de su área de influencia;
desde su origen estas ciudades se han comportado como competidoras y apenas han desarrollado
relaciones mutuas.
En resumen, la organización básica del territorio australiano puede explicarse como yuxtaposición de
una serie de subsistemas espaciales, cada uno de los cuales gravita en torno a un nodo central, identificado
con la capital estatal.
Principales ciudades:
18
•
Darwin y Hobart. Son las más pequeñas. La primera (79.000 hab) es la capital del Territorio del Norte,
con mayoría de población aborigen, puerto natural y terminal de ferrocarril y de carretera. Hobart
(195.000 hab) es capital de Tasmania, puerto bien resguardado y centro industrial de la isla.
•
Adelaida (1.079.000 hab). Es la única gran concentración de Australia meridional, fundada con plano
estrictamente ortogonal y con el objetivo de desempeñar funciones administrativas. Es también
centro industrial y puerto con importante tráfico.
Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes.
•
Perth (1.295.000 hab). Es una ciudad frontera a miles de km del centro económico. A finales del XIX
creció por la fiebre del oro; después con las industrias y la función de gran nudo de comunicaciones.
Además es centro administrativo y mercado agrícola y ganadero de una amplia región.
•
Brisbane (1.521.000 hab). Situada en la región más urbanizada de Australia. Su puerto fluvial registra
gran actividad junto con el desarrollo industrial de una gran región minera en expansión.
Recientemente se ha convertido en un activo centro turístico (la llamada Gold Coast o Sun Belt
australiano).
•
Melbourne (3.283.000 hab). Capital de Victoria, el estado más rico y poblado. De trazado regular se
abre al fondo de la bahía de Port Philip y está considerada como la más británica de las ciudades
australianas.
Segundo núcleo financiero del país y centro de la mayor región industrial; también un
gran centro de distribución.
•
Sydney (3.879.000). Es a la vez la ciudad más antigua y la de mayor población (concentra casi la cuarta
parte de la población total). Es por tanto el mayor mercado de consumo y de mano de obra. Su puerto
es uno de los más grandes del Pacífico y gestiona gran cantidad de mercancías (importación y
exportación).
•
Camberra (300.000 hab). Capital federal y sede del Parlamento, creada expresamente para ser la
capital política del Estado. Ejerce la función de descongestión para Sydney y Melbourne, a la vez que
de enlace entre ellas. El sector terciario emplea a casi toda la población activa.
•
Auckland-NZ (1.000.000 hab). En la isla Norte, y a pesar de su situación se ha convertido en el centro
económico del país. Centro industrial y financiero en el corazón de una región industrial. Primer
puerto y primer centro comercial, con una densa área metropolitana.
•
Wellington-NZ. Capital de NZ ocupa una posición muy ventajosa en la comunicación entre las islas y
entre el continente. Además de ejercer funciones administrativas, industrial y universitaria, es un gran
nudo de comunicaciones.
•
Christchurch-NZ. En la isla del sur, su planta ortogonal con la catedral en el centro responde al modelo
de los inmigrantes anglicanos. Núcleo cultural y universitario, es también centro de una densa red
ferroviaria. La estructura interna de las ciudades australianas tiene bastantes elementos en común con
el modelo urbano norteamericano. Es un ejemplo de ciudad “dispersa”, con altas densidades de
edificación, edificios modernos y cifras elevadas de población flotante, que contrasta con un entorno
de espacios residenciales, de baja densidad, muy extendidos horizontalmente y constituidos por
viviendas unifamiliares, entre las que se intercalan los centros comerciales, servicios o
establecimientos industriales.
La expansión industrial y el rápido crecimiento de las últimas décadas
han generado una fuerte diferenciación interna.
Mientras los grupos con menor categoría socio- profesional y nivel adquisitivo (identificados
frecuentemente con inmigrantes del sur de Europa, Próximo Oriente e Indochina) tienden a ocupar las áreas
próximas al centro, generalmente más deterioradas y con densidades superiores, los de mayor renta se
localizan en los espacios suburbanos. El tradicional dominio WASP (White Anglo Saxon Protestant) se hace más
evidente ante la mayor heterogeneidad de la población.
Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes.
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CONCLUSIÓN: Japón y Australia, espacios desarrollados con importantes problemas
pendientes. (pág. 299-300)
Japón ocupa actualmente uno de los primeros puestos en la escena económica internacional. Sin embargo
resulta paradójico que este país haya alcanzado un grado de desarrollo tan importante partiendo de unos
medios negativos tan acusados.
A pesar de los grandes esfuerzos realizados, las políticas territoriales
siguen chocando con numerosas dificultades y el alto desarrollo sigue sin afectar por igual a todas las
regiones del país y a todas las categorías sociales. La fuerte atracción de la capital nipona y el progresivo
abandono de las regiones más excéntricas se presentan como rasgos característicos de la geografía
humana de Japón y uno de sus mayores problemas.
Otro problema es el grave deterioro del medio
ambiente causado por el rápido crecimiento económico, que llegó a situar a Japón en el país más
contaminado del mundo. La implantación industrial no solo destrozó la franja costera sino también las
aguas marinas y los ríos y lagos. A partir de los 80 se establecieron medidas de prevención más eficaces
que han mejorado la calidad del medio ambiente.
Japón fue el anfitrión del Protocolo de Kioto en 1997, donde la mayoría de países se comprometieron
a reducir la cantidad de gases de efecto invernadero, fomentando el uso de energías limpias.
En Australia, con una población venida de Europa, se ha construido un Estado moderno, desarrollado y de
alto nivel de vida. Su economía se asienta en intercambios comerciales en los que los productos primarios
dominan las exportaciones y los artículos industriales las importaciones; una economía abierta, de
exportación, de tipo colonial que ha generado un sistema territorial periférico.
Entre los retos planteados actualmente, uno es el establecimiento de nuevas relaciones más amplias,
la lejanía de Europa y del Atlántico Norte es un “hándicap” económico, por lo que se intentan potenciar las
relaciones con los países asiáticos y con la cuenca del Pacifico.
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Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes.
La falta de articulación territorial y la polarización de las actividades es un problema de difícil solución,
la forma de ocupación del espacio y el modelo urbano polinuclear y periférico no han favorecido la
interrelación de los diversos centros económicos del país, unidos directamente con mercados exteriores.
La existencia en Australia de un inmenso núcleo árido es una de las razones de la escasa integración de las
regiones australianas, pero la dinámica económica y urbana ha favorecido la permanencia de tal situación.
También preocupa a Australia la diversificación de la sociedad. Su población ha sufrido el mayor
crecimiento de los países desarrollados en cuanto a población. La heterogeneidad cultural que reconoce el
pluriculturalismo ha vuelto a Australia más cosmopolita: se ha dado paso a una nueva política de
integración.
Las nuevas relaciones económicas y comerciales con China y la participación activa en el proceso de
integración y desarrollo de los países del Pacifico Sur, son signos evidentes de esta nueva etapa en
Australia.
Geografía regional del mundo: Desarrollo, subdesarrollo y países emergentes.
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