Curso práctico de avances en endoscopia ecoendoscopia y

Transcripción

Curso práctico de avances en endoscopia ecoendoscopia y
Mesa debate endoscopia: Mucosectomía vs. Disección endoscópica
submucosa
Jesús Espinel Díez, Hospital de León
La mucosectomía o resección endoscópica de la mucosa (REM) es una alternativa
endoscópica al tto quirúrgico de lesiones superficiales del tracto digestivo. La REM
se emplea para extirpar en bloque lesiones menores de 2 cm o mediante la
resección por trozos de lesiones mayores. La principales indicaciones son: 1- el
tratamiento del esófago de Barrett (EB) con cambios displásicos de alto grado o
neoplasia intraepitelial y, 2- el cáncer precoz detectado en el tracto digestivo.
En la evaluación del E. de Barrett con DAG/Ca. hay tres consideraciones principales
que deben ser tenidas en cuenta: la evaluación histopatológica, la endoscópica, y la
estadificación de la lesión.
Evaluación histopatológica. La mucosectomía permite (frente a las biopsias y otras
técnicas fulgurativas) una completa valoración histológica y por tanto, puede
modificar notablemente el grado diagnóstico y facilitar las decisiones terapéuticas,
eliminando el infra y sobretratamiento.
Evaluación endoscópica Las lesiones precoces en el EB son a menudo difíciles de
detectar con la videoendoscopia estándar. A pesar de diferentes técnicas que
permiten aumentar la precisión de las imágenes endoscópicas (cromoendoscopia,
endoscopia de magnificación, tomografía de coherencia óptica), ninguna de ellas se
utiliza de forma rutinaria en la práctica clínica. Las tres reglas generales que deben
seguirse en el examen endoscópico de los pacientes que son considerados para
mucosectomía son: 1 Usar el mejor endoscopio disponible: La mayoría de expertos
coinciden en que la endoscopia de alta resolución es el método preferido para la
evaluación endoscópica del EB. 2. Vigilar para detectar anomalías de la mucosa:
engrosamientos, depresiones de la mucosa, alteraciones vasculares, etc. 3. Enfoque
sistemático y meticuloso: en el esófago se debe eliminar el moco o saliva mediante
la aplicación de agua y, a veces, aplicando acetilcisteina. Es importante aspirar
todas las secreciones gástricas para evitar el reflujo hacia el esófago que podría
interferir con una correcta inspección. Se debe prestar especial atención a la zona
situada entre las doce y las seis horas, donde se encuentran la mayoría de las
lesiones neoplásicas.
Estadificación. La USE tiene un valor añadido limitado para determinar la
estadificación T una vez que la profundidad del tumor ha sido estimada por la
inspección endoscópica de la lesión (semiología endoscópica). La estadificación N
es de crucial importancia, ya que la afectación ganglionar excluye del tratamiento
endoscópico. La USE tiene un alto valor predictivo negativo (> 95 por ciento) de la
ausencia de infiltración tumoral de las capas más profundas de la pared y de los
ganglios linfáticos locales. Sin embargo, actualmente se considera que el mejor
método para la evaluación del riesgo de afectación ganglionar no es la USE, sino la
evaluación de la profundidad de la infiltración de la lesión después de la resección
endoscópica. TC - El valor de la TC se encuentra principalmente en la detección de
metástasis a distancia. El riesgo de metástasis a distancia es muy bajo en pacientes
con DAG o CE que no presentan signos de infiltración profunda submucosa o
ganglios linfáticos sospechosos. Por ello, el valor de la TC se limita a estos
pacientes. REM- El predictor más importante de metástasis de ganglios linfáticos es
la profundidad de infiltración del tumor. La resección endoscópica (RE) de la zona
sospechosa seguida de la evaluación histopatológica permite establecer la
profundidad de infiltración y la estimación del riesgo de metástasis en ganglios
linfáticos locales. La mayoría de los cánceres limitados a la mucosa el riesgo de
metástasis en los ganglios linfáticos es despreciable (insignificante). Para el ADC
asociado a Barrett el riesgo está entre 1-3%. En el ADC gástrico el riesgo está entre
el 0-3% (20% en el caso de afectación submucosa). Generalmente la escisión
incluye la parte media o profunda de la submucosa, y nos permite clasificar la lesión
acorde a la existencia o no de displasia/neoplasia no invasiva o invasiva.
Pero, a qué tipo de lesiones superficiales podemos realizar una mucosectomia?
En el caso del cáncer gástrico precoz los criterios establecidos son:
-
Cáncer bien o moderadamente diferenciado
Extensión en profundidad: Se obtiene de la semiología endoscópica de la
lesión o con USE (20 MHz)
. Lesión ulcerada tipo III: no realizar mucosectomía por alto riesgo de
invasión submucosa.
. Lesión deprimida IIc o sobreelevada y deprimida IIa+IIc: riesgo de
invasión>20%. Resecar solo lesiones < 10 mm.
. Lesión I, IIa, IIb: Hasta 20 mm (no existe compromiso ganglionar).
-
Signo del Lifting: Si la lesión se levanta con facilidad no debe haber invasión
submucosa o solo de la sm1. Si no, lo contraindica.
Lesión ideal: Menor de 10 mm, sobreelevada, bien diferenciada, no ulcerada,
situada en cuerpo/antro.
Los criterios propuestos por la Sociedad Japonesa de Endoscopia Digestiva para la
realización de REM en el cáncer precoz esofágico incluye:
•
•
•
Diámetro de la lesión menor o igual a 20 mm
Afectación inferior a 1/3 de la circunferencia esofágica.
Limitada a la mucosa.
Los criterios propuestos por la Sociedad Japonesa de Endoscopia Digestiva para la
realización de REM en el cáncer precoz de colon incluye:
•
•
•
•
Tipo I y IIa
Extensión lateral menor o igual a 30 mm
Tipo IIb menor o igual a 5 mm.
Tipo IIa+IIc menor a 10 mm
La mucosectomía es posible gracias a la laxa adherencia de la capa submucosa a la
capa muscular en la pared del tracto gastrointestinal al ser su origen embriológico
diferente (la mucosa deriva del endodermo y la muscular del mesodermo). Esto
facilita la inyección de suero y transformar una lesión plana o deprimida en elevada.
Con ello se consigue un plano de disección que da seguridad al mantener al margen
la capa muscular y serosa, disminuyendo el riesgo de perforación.
Técnicas de mucosectomía:
•
Lift and cut: para levantar la lesión (lift) puede emplearse suero salino pero
se absorbe rápidamente. El hialuronato sódico es caro. La dextrosa 50% se
ha asociado a s. post-polipectomía. Al menos se debe inyectar de 10 a 40 ml
de solución para conseguir una adecuada separación.
•
Suck and cut: Las técnicas más populares de REM son las que se realizan
con copa transparente y con ligador con bandas, que se adaptan al
endoscopio estándar. La ventaja del ligador es que permite realizar la técnica
sin necesidad de inyectar suero y que el dispositivo dispone de varias bandas
que se colocarán de forma secuencial. Cuando se han comparado ambas
técnicas en el tratamiento del E. de Barrett los resultados han aportado las
siguientes conclusiones: La ligadura con bandas (LB) es una técnica segura
y rápida, con un mejor tiempo y coste (no necesitan inyección submucosa, y
emplea solo 1 asa), sin complicaciones y si bien el tamaño del espécimen es
menor no hay diferencias en el grosor de la muestre (similar profundidad).
Complicaciones
El sangrado es la complicación más frecuente, y ocurre en el 8% (1,5-24%).
Generalmente se produce durante el procedimiento o en las primeras 24 h (si
bien en el 10% puede ser tardío:>3 días) y cede con tto local endoscópico,
prefiriéndose aquellos que tengan menor riesgo de perforación (clip).
La estenosis, se ha comunicado en el 6-26% de los pacientes, y parece que
ocurre cuando se reseca más del 75% de la circunferencia. Por ello puede
evitarse realizando varias sesiones con intervalos de 8 semanas entre ellas. En
caso de producirse, la estenosis responde bien al tto endoscópico dilatador.
La perforación es la complicación más grave siendo más frecuente en la
disección submucosa. La incidencia estimada es del 1% (4-6% en disección
submucosa). El riesgo se incrementa con la resección por trozos. Advertir esta
complicación durante el procedimiento endoscópico es fundamental para el
pronóstico del paciente. Así el reconocimiento puede permitir colocar un clip y
hacer un manejo conservador. Las perforaciones no reconocidas en el momento
o de gran tamaño precisan tto quirúrgico.
Resultados a largo Plazo de la REM
E. de Barrett - La evidencia disponible sugiere que la REM para estas condiciones
posee una tasa de éxito comparable al quirúrgico, pero con menos complicaciones.
La tasa de remisión completa (es decir, lograr la supresión de la DAG o del CE con
REM) es variable, desde 59 a 99 por ciento en diferentes estudios. La recurrencia
del carcinoma o el desarrollo de neoplasias metacrónicas se han descrito en el 11 al
30 % de los pacientes. Múltiples factores se han asociado con la recurrencia:
diámetro grande de la lesión, EB largo, resección piecemeal, ausencia de tto
adyuvante ablativo, neoplasia multifocal, tiempo transcurrido de más de 10 meses
antes de alcanzar la remisión completa, presencia de displasia residual. En la
mayoría de los casos, las recurrencias fueron tratadas con éxito mediante
endoscopia.
Esófago - Varios estudios han sugerido una baja tasa de recurrencia después de
REM de las lesiones aisladas. En uno de los estudios que incluye 142 pacientes con
cáncer de esófago que fueron seguidos durante nueve años, la tasa de
supervivencia a cinco años fue del 95% y no hubo muertes relacionadas con el
cáncer. Otro grupo no encontró diferencias significativas entre la supervivencia a
cinco años de cáncer esofágico m1 y m2 tratado por REM o esofagectomía (86 vs.
83 por ciento). La recurrencia fue más probable en pacientes con múltiples lesiones
o circunferenciales. Se ha descrito una mayor supervivencia a largo plazo cuando se
combina con la terapia fotodinámica. Estómago – La recurrencia parece ser poco
común después de REM con adecuados márgenes de resección (2mm).
CONCLUSIONES
- La REM es una alternativa a la cirugía y ttos ablativos en pacientes seleccionados
con DAG o cáncer precoz en el E. de Barrett.
- La REM es particularmente útil en pacientes con DAG de aspecto nodular.
- La REM ayuda en el diagnóstico histológico al valorar la profundidad de la
infiltración y la estimación del riesgo de afectación ganglionar.
- Las complicaciones más frecuentes de REM son la hemorragia y la formación de
estenosis esofágica, las cuales por lo general pueden tratarse endoscópicamente.
- Los pacientes tratados con REM requieren un seguimiento periódico para detectar
las lesiones recurrentes. En la mayoría de los estudios, los pacientes son seguidos
cada tres meses durante el primer año y posteriormente cada año.
- Las técnicas óptimas para realizar REM están evolucionando y las nuevas técnicas
de resección endoscópica harán posible que se consiga la resección radical de toda
la mucosa afectada.
Mesa debate Ecoendoscopia: Nuevas técnicas asociadas a la ultrasonografía
endoscópica en el diagnóstico diferencial de los tumores sólidos
pancreáticos: Elastografía guiada por ultrasonografía endoscópica
Dr. Julio Iglesias-García
Servicio de Aparato Digestivo.
Fundación para la Investigación en Enfermedades del Aparato Digestivo
(FIENAD).
Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.
[Introducción]
La ultrasonografía endoscópica (USE) se ha convertido en una herramienta
fundamental en el estudio de los tumores pancréaticos, siendo considerada como
uno de los métodos de elección en el diagnóstico y estadiaje local (1, 2). Sin
embargo, la diferenciación entre un cáncer de páncreas y una lesión inflamatoria
focal, continua siendo un reto. En este contexto, la USE permite la realización de
biopsias dirigidas de las lesiones pancreáticas, permitiendo alcanzar con una
elevada eficacia un diagnóstico cito-histológico (3-6). Sin embargo, la punción
guiada por USE es compleja, y en ocasiones se precisan múltiples punciones para
poder obtener una muestra adecuada para llegar al diagnóstico definitivo. Por ello
esta técnica, a pesar de ser considerada como muy segura, no se encuentra exenta
de presentar complicaciones (7, 8).
La elastografía es un método que permite evaluar en tiempo real la dureza o
elasticidad de los tejidos, desarrollándose inicialmente en la valoración de órganos
superficiales, como la mama (9-12). Las imágenes obtenidas mediante el estudio
elastográfico pueden ser consideradas como una aproximación a las características
histológicas de las diferentes tejidos analizados (13). La asociación de este
tecnología con la USE ha supuesto un avance significativo en el manejo de la
patología pancreática, tanto en el diagnóstico de la pancreatitis crónica como, sobre
todo, en el diagnostico diferencial de los tumores pancreáticos, como veremos más
adelante.
[Elastografia guiada por ultrasonografía endoscópica]
La elastografía (desarrollada por Hitachi Medical Corporation, Japan), permite
estimar la dureza de los tejidos empleando los equipos de ecografía convencionales,
mediante la adicción de un programa informático específico. Se basa en la detección
de pequeñas deformidades estructurales obtenidas en la imagen en modo B
originadas por la compresión del transductor, de manera que la tensión originada es
menor en el tejido duro, con respecto al blando (12). El grado de deformidad se
emplea como un indicador de la dureza del tejido (13, 14). Los diferentes valores de
elasticidad se marcan con diferentes colores, lo que se corresponde con diferentes
patrones de elasticidad. El sistema está programado para emplear un mapa de
colores (rojo-verde-azul), donde las zonas de tejido más duro se muestra en color
azul, las de tejido de dureza intermedia en color magenta, las intermedias en color
amarillo y las más blandas en color rojo (15). Durante la realización de la exploración
ecoendoscópica, se puede apreciar en pantalla una doble imagen, en un lado se
identifica la imagen básica en modo B, en escala de grises, mientras que en el otro
lado de la pantalla se aprecia la imagen obtenida mediante el estudio elastografico.
La elección de la región de estudio se realiza de forma manual, teniendo en cuenta
que se debe incluir para el análisis tejido adyacente normal, que servirá como zona
de control. Algunas patologías, como los tumores malignos, frecuentemente inducen
cambios en las propiedades mecánicas de los tejidos. La elasticidad de los distintos
tejidos suele ser uniforme en lesiones benignas; sin embargo, los tumores malignos
suelen crecer de forma desorganizada, presentando una elasticidad heterogénea a
lo largo del tumor (16).
En la actualidad existe nuevos avances intentando cuantificar este grado de
elasticidad, obviando los posibles sesgos de una interpretación cualitativa de los
colores obtenidos mediante el estudio convencional. Uno de ellos se basa en la
realización de una transformación numérica, mediante un histograma de vectores de
la región de estudio, realizado mediante el programa ImageJ, desarrollado por el
Instituto Nacional de Salud, Bethesda, Maryland (17). Otro, la elastografía de 2ª
generación, o elastografía cuantitativa, desarrollado por Hitachi, se basa en la
determinación de un ratio de dureza entre dos áreas seleccionadas dentro de la
región de estudio, una de ellas la propia lesión en evaluación y la otra una zona de
referencia, habitualmente de tejido blando normal. Con esto se obtienen tres valores,
uno por cada zona y otro final, que determina el coeficiente de elasticidad (18).
[Diagnóstico diferencial de tumores pancreáticos]
Uno de los campos de mayor interés de ésta técnica es el diagnóstico diferencial de
los tumores pancreáticos. El primer estudio que evalúa esta técnica en este
contexto, fue publicado por Giovannini y colaboradores. Incluyeron 24 pacientes con
tumores pancreáticos, obteniendo con el análisis elastográfico una sensibilidad
diagnóstica del 100% y una especificidad del 67%. A raíz de sus hallazgos,
propusieron un score para identificar los diferentes tumores pancreáticos: el score 1
correspondía al páncreas normal, con un patrón homogéneo sin distorsiones; el
score 2 lo asociaron a lesiones fibróticas/inflamatorias, con un patrón heterogéneo,
pero en el rango de tejido blando y de dureza intermedia (verde, amarillo y rojo); el
score 3 lo relacionaron con adenocarcinomas en fases iniciales, presentándose
como una distorsión en el borde de una lesión de predomino azul, mínimamente
heterogénea; el score 4 representa lesiones hipervascularizadas básicamente los
tumores endocrinos, con un patrón homogéneo azul; y finalmente el score 5 lo
asociaron con adenocarcinomas avanzados, con un patrón heterogéneo de
predominio azul, incluyendo zonas verdes y rojas aisladas (19). Recientemente se
ha publicado un estudio multicéntrico basado en este estudio, presentado por el
mismo autor. Se incluyeron un total de 121 tumores pancreáticos, mostrando la
elastografía una sensibilidad diagnóstica del 92,3%, una especificidad del 80% y una
eficacia global del 89,2% superior a la encontrada en el modo-B (92,3%, 68,9% y
71,9% respectivamente). Destacar que el coeficiente kappa fue de 0,785. En este
estudio determinaron como malignos los scores 3, 4 y 5, y como benignos el 1 y 2
(20). Nuestro grupo ha realizado un estudio sobre 130 pacientes con tumores
pancreáticos y 20 controles sanos. Se pudieron identificar cuatro patrones
elastográficos (similares a los descritos por Giovannini y colaboradores): uno
homogéneo verde, presente sólo en controles sanos; otro heterogéneo de
predominio verde (figura 1), presente en 33 masas inflamatorias y en ningún caso en
tumores malignos; un tercero heterogéneo de predominio azul, con distribución
geográfica irregular (figura 2), presente en 78 tumores malignos pancreáticos y en 9
lesiones inflamatorias (todas ellas en casos de pancreatitis crónica calcificante, en
estadíos avanzados); y finalmente un patrón homogéneo azul (figura 3), asociado
solo a los 10 casos de tumores neuroendocrinos. Con estos hallazgos, la
elastografía ecoendoscópica presentó una sensibilidad diagnóstica del 100%, una
especificidad del 85,5%, con una eficacia global del 94%, en la evaluación de los
tumores sólidos pancreáticos (21). Sin embargo, el trabajo de Jansen y
colaboradores, en el que analizan el papel de la elastografía en el estudio de 20
pacientes con páncreas normal, 20 con pancreatitis crónica y 33 con lesiones
focales pancreáticas, muestra resultados menos optimistas. En el subanálisis que
realizan sobre los pacientes con lesiones focales, describen en todos ellos un patrón
similar, heterogéneo mixto verde y azul, con distribución irregular, salvo en el caso
de tumores endocrinos que presentan patrones más homogéneos, sin embargo sólo
incluyen un caso de lesión focal en el contexto de una pancreatitis crónica, siendo
difícil comparar con los estudios previos, en los que el número de lesiones
inflamatorias es significativamente mayor (22). En esta misma línea, un estudio
reciente que incluye 70 pacientes con lesiones sólidas pancreáticas y 10 controles
sanos, los autores solo pudieron completar el estudio elastográfico en el 56% de los
pacientes, fundamentalmente por la dificultad de delimitar en la región de estudio
lesiones mayores de 35 mm o en aquellas alejadas del transductor, al no poder
incluir en la región de estudio suficiente tejido normal de control. Obtuvieron una
sensibilidad diagnóstica del 41%, una especificidad del 53% y una eficacia global del
45%, cifras claramente inferiores a la de los estudios previos (23). Destacar el
trabajo de Uchida H y colaboradores. En el se evalúa la elastografia pancreática,
pero no mediante USE, sino mediante la ecografía percutánea clásica. En una
primera fase definen el parénquima normal con un color homogéneo, mientras que
en caso del cáncer de páncreas identifican un área dura, con punteado en su
interior. Los tumores endocrinos se muestran más uniformes. En la fase de
validación, en la que incluyen 53 lesiones pancreáticas, pudieron estudiar 41 de
ellas, concluyendo que mediante la combinación del estudio ecográfico basal y la
valoración elastográfica, la eficacia diagnóstica ascendió del 70% al 90% (24).
En la actualidad es posible realizar una valoración objetiva y cuantitativa mediante
elastografía. Saftiou y colaboradores, añaden la valoración objetiva mediante el
análisis de los histogramas obtenidos del estudio elastográfico convencional. En su
serie incluyeron 22 páncreas normales, 11 pacientes con pancreatitis crónica, 32 con
adenocarcinomas de páncreas y 3 tumores neuroendocrinos pancreáticos.
Empleando un punto de corte de 175 puntos en el histograma, la técnica mostró una
sensibilidad diagnóstica del 91,4%, una especificidad del 87,9%, con una eficacia
global del 89,7% (25). Nuestro grupo está trabajando con la elastografía cuantitativa,
en la que mediante la selección de dos regiones en el área de estudio (una
correspondiente a la lesión en estudio y la otra de una zona blanda de referencia) se
obtiene un coeficiente de elasticidad, medida objetiva de la elasticidad del tejido
(figura 4). En un estudio sobre 86 pacientes con tumores sólidos pancreáticos (49
adenocarcinomas de páncreas, 27 masas inflamatorias, 6 tumores neuroendocrinos,
2 tumores mestastásicos, un linfoma pancreatico y un tumor sólido pseduopapilar),
el coeficiente de elasticidad fue significativamente superior en los tumores malignos
con respecto a las lesiones inflamatorias, con una sensibilidad diagnóstica del 100%
y una especificidad del 92,9% (área bajo la curva ROC de 0,983) (26).
[Conclusiones]
La USE es la técnica más eficaz para el diagnóstico y estadiaje local de los tumores
pancreáticos. La asociación de la punción guiada por USE ha permitido aumentar la
rentabilidad diagnóstica, si bien es muy explorador dependiente (sin obviar el papel
fundamental del patólogo) y no se encuentra exenta de complicaciones.
En este contexto la elastografía pancreática emerge como una técnica de gran
utilidad, mostrando una elevada eficacia diagnóstica, fundamentalmente en el
diagnóstico diferencial de los tumores pancreáticos, al mostrar patrones muy
específicos que apoyan la naturaleza maligna o benigna de las lesiones.
Las ultimas evoluciones tecnológicas pueden permitir superar el hándicap de la
subjetividad de la interpretación de las imágenes, al poder realizar un estudio
cuantitativo de la elasticidad, bien con el análisis de los histogramas con el programa
ImageJ, o mediante el cociente de elasticidad con la elastografía de 2ª generación.
[Bibliografía]
Mertz HR, Sechopoulos P, Delbeke D, Leach SD. EUS, PET, and CT scanning for
evaluation of pancreatic adenocarcinoma. Gastrointest Endosc 2000; 52: 367-71
Soriano A, Castells A, Ayuso C, et al. Preoperative staging and tumour resectability
assessment of pancreatic cancer: prospective study comparing endoscopic
ultrasonography, helical computed tomography, magnetic resonance imaging, and
angiography. Am J Gastroenterol. 2004; 99 (3): 492-501.
Varadarajulu S, Tamhane A, Eloubeidi MA, Yield of EUS-guided FNA of pancreatic
masses in the presence or the absence of chronic pancreatitis. Gastrointest Endosc.
2005; 62(5): 728-36
1. Chang KJ, Nguyen P, Erickson RA, et al. The clinical utility of endoscopic
ultrasound-guided fine-needle aspiration in the diagnosis and staging of
pancreatic carcinoma. Gastrointest Endosc 1997; 45: 387-93.
Harewood GC, Wiersema MJ. Endosonography-guided fine needle aspiration biopsy
in the evaluation of pancreatic masses. Am J Gastroenterol 2002;97:1386-91.
Iglesias-García J, Dominguez-Muñoz JE, Lozano-Leon A, et al. Impact of
endoscopic-ultrasound fine needle biopsy for diagnosis of pancreatic masses. World
J Gastroenterol 2007; 13(2): 289-93.
Micames C, Jowell PS, White R, et al. Lower frequency of peritoneal carcinomatosis
in patients with pancreatic cancer diagnosed by EUS-guided FNA vs percuteneous
FNA. Gastrointest Endosc 2003; 58: 690-5.
Eloubeidi MA, Tamhane A, Varadajulu S. Frequency of major complications after
EUS-guided FNA of solid pancreatic masses: a prospective evaluation. Gastrointest
Endosc 2006; 63: 622-9.
Céspedes I, Ophir J, Ponnekanti H, Maklad N. Elastography: elasticity imaging using
ultrasound with application to muscle and breast in vivo. Ultrason Imaging 1993; 15:
73-88.
Garra BS, Céspedes EI, Ophir J, et al. Elastography of breast lesions: initial clinical
results. Radiology 1997; 202: 79-86.
Bercoff J, Chaffai S, Tanter M, et al. In vivo breast tumour detection using transient
elastography. Ultrasound Med Biol 2003; 29: 1387-1396.
Itoh A, Ueno E, Tohno E, et al. Breast disease: clinical application of US
elastography for diagnosis. Radiology 2006;239:341-350.
Frey H. Real-time elastography. A new ultrasound procedure for the reconstruction of
tissue elasticity. Radiologie 2003; 43: 850-5.
Gao L, Parker KJ, Lerner RM, et al. Imaging of the elasticity properties of tissue-a
review. Ultrasound Med Biol 1996; 22: 959-77.
Frey H, Dietrich CF. Sonoelastography: a New Ultrasound Modality for Assessing
Tissue Elasticity. En: Dietrich CF editor. Endoscopic Ultrasound. An Introductory
Manual and Atlas. Sttugart-New York: Thieme; 2006: 65-70.
Saftoiu A, Vilman P. Endoscopic Ultrasound Elastography – a New Imaging
Technique for the Visualization of Tissue Elasticity Distribution. J Gastrointestin Liver
Dis 2006; 15: 161-165
Image J. Available at: http://rsb.info.nih.gov/ij/docs/intro.htlm. Accesed August 15,
2006.
Shiina T, Yamakawa M, Nitta N, Ueno E. Real-time Tissue Elasticity Imaging using
the combined autocorrelation method. Medix Supplement 2007: 4-7.
Giovannini M, Hookey LC, Bories E, et al. Endoscopic Ultrasound Elastography: the
First Step towards Virtual Biopsy? Preliminary Results in 49 patients. Endoscopy
2006; 38: 344-348
Giovannini M, Botelberge T, Bories E, et al. Endoscopic ultrasound elastography for
evaluation of lymph nodes and pancreatic masses: A multicenter study. World J
Gastroenterol 2009; 15(13): 1587-93.
Iglesias-García J, Lariño-Noia J, Abdulkader I, et al. EUS-elastography for the
characterization of solid pancreatic masses. Gastrointest Endosc 2009; 70(6): 11018.
Janssen J, Schlörer E, Greiner L. EUS elastography of the pancreas: feasibility and
pattern description of the normal pancreas, chronic pancreatitis, and focal pancreatic
lesions. Gastrointest Endosc 2007; 65: 971-8.
Hirche TO, Ignee A, Barreiros AP, et al. Indications and limitations of endoscopic
ultrasound elastography for evaluation of focal pancreatic lesions. Endoscopy 2008;
40(11): 910-7
Uchida H, Hirooka Y, Itoh A, et al. Feasibility of Tissue Elastography Using
Transcutaneous Ultrasonography for the Diagnosis of Pancreatic Diseases.
Pancreas. 2009; 38 (1): 17-22.
Saftoiu A, Vilmann P, Gorunescu F, et al. Neural Network Analysis of Dynamic
Sequences of EUS Elastography Used for Differential Diagnosis of Chronic
Pancreatitis and Pancreatic Cancer. Gastrointestinal Endoscopy 2008; 68(6): 108694
Iglesias-García J, Lariño-Noia J, Abdulkader I, et al. Quantitative Endoscopic
Ultrasound Elastography: An Accurate Method for the differentiation of solid
pancreatic masses. Gastroenterol 2010 (in press)
Figura 1. Estudio elastográfico de una lesión nodular, localizada a nivel de cuerpo de
páncreas, mostrando un patrón heterogéneo de predominio verde, correspondiente
una lesión focal inflamatoria en el contexto de una pancreatitis crónica.
Figura 2. Estudio elastográfico de un adenocarcinoma de cuerpo de páncreas, en el
que se identifica un patrón heterogéneo e irregular de predominio azul.
Figura 3. Estudio elasográfico correspondiente a una lesión localizada a nivel de
cabeza pancreática, en proximidad con la vena porta, que muestra un patrón
homogéneo azul, en relación con un tumor neuroendocrino (insulinoma)
Figura 4. Estudio elastográfico basal y con elastografía de 2ª generación de un
adenocarcinoma de páncreas, localizado a nivel de transición cabeza-cuerpo
pancreático. El estudio basal muestra un patrón heterogéneo de predominio azul,
mientras que el estudio cuantitativo el coeficiente de elasticidad muestra un valor del
10,17% (área tumoral A: 0,04%, área normal blanda B: 0,44%).
Colonoscopia: Una vieja técnica para una nueva indicación.
Adolfo Parra Blanco.
Unidad de Endoscopia, Servicio de Aparato Digestivo.
Hospital Universitario Central de Asturias.
La colonoscopia es la técnica más exacta para el estudio de la patología neoplásica
precoz del colon, ya que permite la observación de la mucosa colónica con imagen
de alta calidad, así como la toma de muestras para biopsia y la extirpación de
lesiones.
Como ocurre con cualquier otra técnica, existen diferentes grados de calidad de la
colonoscopia, en los que influyen el personal que realiza la prueba, el instrumento
empleado, los accesorios utilizados para realizar técnicas complementarias, etc.
Podemos esperar que diferentes grados de calidad proporcionen resultados
dispares, lo que incluye la detección o no de lesiones (especialmente de las de tipo
plano, que son de más difícil identificación), o la posibilidad o no de extirpar lesiones
endoscópicamente.
En la actualidad la aparición del cribado del cáncer colorrectal (CCR) obliga a
replantearse qué estándares de calidad debemos exigir a la colonoscopia. Sin
olvidar que el resultado de una colonoscopia de cribado puede determinar diferentes
recomendaciones para el seguimiento según se hayan detectado o no lesiones,
debe considerarse también que toda colonoscopia debería realizarse con los
mismos parámetros de calidad, sea con indicación de cribado o no, especialmente
en personas en edad de riesgo de desarrollar CCR.
En la presentación se revisarán los aspectos que pueden tener una relación más
estrecha con la calidad de la colonoscopia, tanto en su vertiente diagnóstica como
terapéutica. Se tomarán para ello como referencia las recomendaciones existentes
(especialmente de la ASGE/ACG), y los protocolos empleados en el National Cancer
Center de Tokio, como institución líder mundial en este campo.
Colonoscopia diagnóstica:
Desde finales de los años 90 se ha venido demostrando la existencia de lesiones
neoplásicas colónicas de tipo plano no sólo en Japón pero también en el mundo
occidental. Esto obligó a los endoscopistas occidentales a replantearse si estaban
haciendo todo lo necesario para poder detectar dichas lesiones. Como se sabe, las
lesiones planas (y especialmente las de tipo deprimido) presentan un mayor riesgo
de malignidad, y se localizan preferentemente en el colon proximal. Es muy probable
que las limitaciones de la colonoscopia para prevenir el CCR proximal sean debidas
a dificultades para detectar dichas lesiones.
- La calidad de la limpieza para la colonoscopia es un factor limitante y clave para el
éxito de la prueba. El objetivo debe ser conseguir la limpieza total de la mucosa
colónica, en toda su extensión. Se ha demostrado que la administración total o
parcial del agente para la preparación pocas horas antes de la colonoscopia
proporciona un mejor grado de limpieza especialmente en el colon proximal, una
mayor detección de adenomas, y de lesiones planas. En las instituciones japonesas
se administra la preparación 2-3 horas antes de la colonoscopia. A pesar de existir
suficiente evidencia en este sentido, aproximadamente el 80% de las colonoscopías
en horario de mañana en nuestro país reciben toda la preparación el día anterior.
- La técnica de inserción en la colonoscopia se considera también importante, ya que
debemos conseguir introducir el endoscopio hasta el ciego con el endoscopio
rectificado, sin bucles, porque se asocia a una mejor tolerancia, y facilita las
maniobras finas de diagnóstico y tratamiento. Las técnica de manipulación del
colonoscopio exclusivamente por el endoscopista (técnica de “una persona”) se
considera recomendable para realizar técnicas que requieren elevado grado de
coordinación, como la endoscopia de magnificación y las resecciones endoscópicas
complejas. Esta es la técnica empleada en las instituciones japonesas actualmente.
- Debe garantizarse una buena tolerancia por parte del paciente, para lo cual debe
practicarse una adecuada técnica de inserción, y emplearse sedación/sedo
analgesia según sea necesario.
- La técnica de retirada y exploración debe ser meticulosa, empleando suficiente
tiempo (>6 minutos), y lavando y aspirando los restos siempre que sea posible.
- El empleo de tinciones endoscópicas (cromoendoscopia) mejora la observación de
las características de las lesiones planas y el diagnóstico diferencial. El método más
empleado es el índigo carmín, pero actualmente existen equipos dotados de una
función de cromoendoscopia virtual, bien con un cambio en las características de la
luz emitida (NBI), o con un procesamiento informático de la imagen (FICE, iScan).
- El empleo de endoscopios de magnificación junto con la aplicación de
cromoendoscopia facilita el diagnóstico adecuado, permitiendo predecir la naturaleza
de la lesión, así como estimar la existencia de invasión profunda. Por ello estos
endoscopios son útiles para establecer la indicación de tratamiento endoscópico o
quirúrgico de las lesiones detectadas.
Colonoscopia terapéutica:
La forma de realizar la extirpación endoscópica de un pólipo admite múltiples
posibilidades diferentes, y es inevitable que las preferencias individuales y
experiencia de cada endoscopista resulten en la elección del método aplicado, y
probablemente también en el resultado final. Prácticamente no existen estudios
aleatorizados que comparen diferentes técnicas endoscópicas o accesorios para
llevarlas a cabo, exceptuando unos pocos trabajos que evalúan la utilidad de
diversas acciones para prevenir la hemorragia postpolipectomía. De cualquier forma,
el objetivo debe ser extirpar las lesiones de forma eficaz y segura, y se debe
disponer del consentimiento del paciente para llevar a cabo las intervenciones
terapéuticas específicas.
Los pólipos detectados deben clasificarse según su aspecto macroscópico
(Clasificación de París) y tamaño. Esto ayuda a estimar el estadío de las lesiones
(existencia o no de invasión profunda >1000µm a submucosa).
Los pólipos de pequeño tamaño (<5 mm) pueden extirparse por diferentes métodos,
que han sido insuficientemente comparados.
Aunque el objetivo ante un pólipo debe ser su extirpación en bloque para facilitar el
diagnóstico histológico, en algunos pólipos grandes puede ser recomendable la
extirpación en múltiples fragmentos para evitar complicaciones. Para tratar lesiones
de tipo plano se emplea la técnica de mucosectomía, inyectando soluciones en la
submucosa.
Algunas lesiones no malignas deben ser remitidas para tratamiento quirúrgico por la
dificultad técnica para tratarlas endoscópicamente (insuficiente elevación tras la
inyección submucosa, extensión sobre más de dos pliegues, localización cecal
afectando a la válvula, etc). La Disección Endoscópica Submucosa, técnica compleja
que permite extirpar en bloque lesiones prácticamente sin límite de tamaño, es en
Japón el método de elección para el tratamiento del Cáncer Gástrico Precoz
intramucoso. En los últimos 5 años se ha aplicado también el neoplasias
colorrectales con buenos resultados en manos expertas. Está indicada en lesiones
planas de >2-3 cm, y en adenomas recurrentes tras polipectomía incompleta. Sin
embargo en la curva de aprendizaje la tasa de complicaciones es elevada. Su
aplicación en nuestro medio sería posible sólo después de suficiente entrenamiento,
incluyendo práctica en modelos animales.

Documentos relacionados