La música de nuestra vida

Transcripción

La música de nuestra vida
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MÚSICA POP - 1
LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
PAUL ANKA
La intención de esta nueva sección es haceros recordar la música que, de alguna manera, nos ha
acompañado a lo largo de nuestras vidas y especialmente, la que escuchábamos y bailábamos cuando éramos más jóvenes que ahora. Para ello, irán apareciendo las biografías de los cantantes y
grupos más conocidos en los años 50, 60 y 70, así como sus grandes éxitos discográficos.
Después de muchas dudas sobre cual debía ser el personaje que inaugurara esta sección, me he
decidido por Paul Anka, porque siendo un cantante de fama mundial, en España tuvo mucho éxito en
su momento. ¿Quién no ha bailado alguna de sus canciones en los guateques que organizábamos
entonces?.
Paul Anka nació el 30 de julio de 1941, en Otawa, Canadá y es uno de los primeros ídolos juveniles de
la historia de la música pop y, sin duda, uno de los pocos surgidos por su propia calidad y fuerza, y no
como otros que fueron creados artificialmente. A los catorce años ya había escrito el tema Diana
con el que se haría famoso, alcanzando el número uno en más de veinte países.
Paul era hijo de los dueños de un restaurante. A los doce años
formó su primer grupo en la Fisher Park High School, y su éxito
fue tal que les llovieron ofertas para actuar en circuitos musicales
estudiantiles y en obras musicales. Paul prefirió seguir solo y obtuvo el permiso paterno para trasladarse a Hollywood, donde residía un tío suyo. Consiguió grabar sin éxito algunos singles, hasta que en 1957 el productor y director de orquesta Don Costa le
llevó a ABC - Paramount, donde grabó Diana, uno de los grandes
temas de la historia de la música pop (dedicado a una chica que
lo cuidaba cuando era pequeño). Hasta 1962 la línea de sus canciones será una constante de éxitos: I love you baby, You are my
destiny, Crazy love, Lonely boy, Put your head on my shoulder, It’s
time to cry, Puppy love y muchos otros.
Sus canciones servían de contrapunto a los excesos del rock &
roll que nacía por aquella época. Las suyas eran, sobre todo, canciones de amor entre adolescentes, mientras que el rock & roll constituía una rebelión contra las
costumbres y forma de vida de los padres. Sin embargo, Paul también compuso canciones para
ídolos del rock & roll como Buddy Holly, y para varias películas.
En 1961, cuando la era de los «teen idols» (ídolos juveniles) comenzó a declinar, Paul Anka, con
apenas veinte años ya era millonario, con más de 125 composiciones propias, su propio sello
discográfico (Spanka) y el reconocimiento de haber sido el autor del segundo disco más vendido
hasta entonces (Diana). En lugar de dormirse en sus laureles, Paul se dirigió al mercado adulto.
Diversificó su carrera, apareciendo en varias películas, como «El día más largo» (1962) basado en
un episodio de la segunda guerra mundial y para el cual compuso también la banda sonora. Fue una
de las primeras estrellas del pop en actuar en Las Vegas y también tuvo varios programas de televisión donde cantaba él y otros artistas invitados.
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Durante los años 60 y la primera mitad de los 70, Anka se dedica a la composición preferentemente.
También hizo giras por Asia y Europa, donde encontró a su esposa, la modelo parisién Anne de
Zogheb, con la que tiene cinco hijas: Amelia, Anthea, Alicia, Amanda y Alexandra. Tradujo al inglés la
canción francesa «Comme d’habitude» que se convirtió en uno de los más grandes éxitos de Frank
Sinatra con el título de «My way» y también compuso para Tom Jones uno de sus éxitos más importantes «She is a Lady».
Por todo el mundo, la música de Paul Anka sigue escuchándose, siendo uno de los cantantes más
populares, debido, en parte, a que ha grabado discos en español, francés, alemán, japonés y especialmente en italiano, ya que vivió en Italia desde 1964 a 1966.
En 1974, volvió a ser número uno en las listas de éxitos con su canción «You’re having my baby»,
cantada a dúo con Odia Coates. Los dos siguientes discos como dúo «One man woman/One woman
man» y «I don’t like to sleep alone», estuvieron entre los diez mejores y en 1975, su canción «Times
of your life», cantada en solitario, llegó al número siete. Paul Anka sigue en activo todavía hoy,
combinando sus actuaciones en casinos y salas de fiestas de Estados Unidos, con apariciones
internacionales y grabaciones de discos.
A continuación, se relacionan algunos de sus más grandes éxitos, el año de grabación y los puestos
que ocuparon en las listas de Estados Unidos.
Diana
1957
nº 1
Crazy love
1958
nº 15
You are my destiny
1958
nº 7
Lonely boy
1959
nº 1
Put your head on my shoulder
1959
nº 2
Adam and Eve
1960
nº 90
I love you in the same old way
1960
nº 40
My home town
1960
nº 8
Puppy love
1960
nº 2
Summer’s gone
1960
nº 11
Cinderella
1961
nº 70
Dance on little girl
1961
nº 10
Tonight my love, tonight
1961
nº 13
A steel guitar and a glass of wine
1962
nº 13
That kiss!
1962
nº 19
Love me warm and tender
1962
nº 12
(You’re) Having my baby
1974
nº 1
One man woman/One woman man 1975
nº 5
I don’t like to sleep alone
1975
nº 8
Anytime (I’ll be there)
1976
nº 2
Times of your life
1976
nº 7
NOTA.- Todas las canciones anteriores y muchas otras de Paul Anka, están disponibles
en formato MP3. Los interesados podéis solicitarlas a la dirección [email protected], indicando la canción
o canciones de vuestro interés. Se enviarán también mediante correo electrónico.
José Manuel Rodríguez Alarcón
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LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
PETULA CLARK
Si el mes anterior inauguraba esta sección un cantante americano como Paul
Anka, este mes, en compensación, será una cantante europea, quizás la más conocida internacionalmente, la que ocupe este espacio.
Petula Clark nació el 15 de noviembre de 1932 en Epson (Inglaterra). Su madre, que era soprano, fue la que la inculcó su afición por la música y la enseñó todo lo
necesario para cantar. Petula empezó sus actuaciones a los siete años. Pronto sus
intervenciones en los programas de radio se hicieron habituales y comenzó a tener
su propio programa («Pet’s Parlour») en el que, sobre todo, se interpretaban canciones patrióticas, destinadas a mantener alta la moral de la audiencia en tiempos
de la segunda guerra mundial. Tenía entonces 11 años y estaba considerada como
la “Shirley Temple” inglesa.
Llegó a participar en más de 200 actuaciones para las tropas británicas junto a otros artistas jóvenes como Julie Andrews, y cuando terminó la guerra fue invitada a cantar en los actos de celebración que
tuvieron lugar en Trafalgar Square. Petula, hizo su debut en el cine con la película «Una medalla para el general» en 1944. En los años 50, Petula Clark se
convirtió en una estrella de cine en todo el Reino Unido con su participación
en más de veinte películas.
En cuanto a su carrera musical, en 1954 consiguió situar su canción
«The little shoemaker» entre las 20 mejores canciones del año, y en 1960
su canción «Sailor» llegó al número uno de las listas británicas. En 1961,
después de vender más de un millón de copias de su canción «Romeo»,
contrajo matrimonio y trasladó su residencia a Francia, donde pronto se ganó
la simpatía y admiración del público francés, cantando en su idioma canciones que se convirtieron en grandes éxitos, como «Ya-Ya Twist», «Chariot»
(que en España fue traducida como «La tierra») y «Monsieur», en los que
ofrecía un nuevo y más sofisticado sonido pop que realzaba su voz, con la que
siempre destacó por su fuerza y expresividad.
En aquellos momentos se estaba produciendo lo que se conoció como
la «Invasión Británica», en la que una serie de grupos y cantantes británicos (como los Beatles y otros
muchos) se colocaban en los primeros puestos de las listas de Estados Unidos y sus actuaciones en
aquel país producían los mismos efectos de histeria colectiva que antes se habían originado en Europa.
Aprovechando esta «invasión», Petula consiguió por fin penetrar en el
mercado americano con el que ha sido el mayor éxito de toda su carrera
«Downtown». Fué en 1965 y obtuvo un premio «Grammy» por esta canción y
además fue la primera cantante inglesa que situó una canción como número
uno en las listas americanas. Fue también el primero de una serie de éxitos que
se colocaron sucesivamente entre los diez primeros puestos de las listas americanas (la mayoría de ellos fueron compuestos por Tony Hatch, que también fue
el autor de «Downtown»). En 1965 fue «I know a place» («Conozco un lugar»),
en 1966 «I couldn’t live without your love» («No podría vivir sin tu amor»), y
«My love» («Mi amor»).
Mientras tanto, seguía siendo una gran estrella en toda Europa y en 1967
alcanzó el número uno en las listas británicas con «This is my song» («Esta
es mi canción»), de la película «La condesa de Hong Kong». Además de tener
su propia serie de televisión en la BBC, en 1968 también protagonizó un programa especial de la cadena americana de televisión NBC dedicado a ella.
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Al final de los años 60, la carrera de Petula Clark comenzó a declinar, a pesar
de que algunas canciones como «Don’t sleep in the Subway» («No duermas
en el Metro»), «The other man’s grass is always greener» («La hierba de los
demás siempre es más verde») y «Kiss me goodbye» («Bésame como despedida») llegaron a los primeros puestos en las listas de ambos lados del Atlántico.
En 1968 retomó su carrera cinematográfica como protagonista en la película
«Finian’s Rainbow» (con Fred Astaire), seguida un año más tarde por «Goodbye,
Mr. Chips» (con Peter O’Toole). En los años siguientes, Petula Clark se dedicó
preferentemente a realizar giras y actuaciones por numerosos países, incluido
España. En 1981 participó en Londres en el espectáculo «The sound of music» («El sonido de la música»). En 1990 protagonizó el musical «Someone like you» («Alguien como tú»), en el que también compuso la música. En 1993 hizo su debut en Broadway con el musical «Blood Brothers».
En cuanto a su carrera musical, en 1988 una nueva versión de «Downtown» llegó a estar entre las
diez mejores canciones de las listas británicas, lo cual fue un nuevo reconocimiento para la cantante que
más premios y discos de oro ha conseguido en la historia de la
música pop británica. De hecho ha grabado más de mil canciones
y vendido más de 68 millones de discos en todo el mundo. En la
actualidad sigue en activo y para este año 2004 tiene programados bastantes conciertos en Australia, Canadá y Estados Unidos.
A continuación se relacionan algunos de sus más grandes
éxitos y los puestos que ocuparon en las listas de Estados Unidos,
Inglaterra y Francia:
Sailor
1960 nº 1
Chariot
1962 nº 1
Ya-Ya Twist
1962 nº 1
You’d better come home
1965 nº 4
Downtown
1965 nº 1
I know a place
1965 nº 3
Round every corner
1965 nº 21
A sign of the times
1966 nº 2
I couldn’t live without your love
1966 nº 1
My love
1966 nº 1
Who am I
1966 nº 21
Don’t sleep in the Subway
1967 nº 1
This is my song
1967 nº 2
Color my world
1967 nº 16
Don’t give up
1968 nº 5
Kiss me goodbye
1968 nº 2
The other man’s grass is always greener 1968 nº 3
Happy heart
1969 nº 62
My guy
1972 nº 70
Wedding song (There is love)
1972 nº 61
NOTA.- Todas las canciones anteriores y muchas otras de Petula Clark, están disponibles en formato MP3. Los
interesados podéis solicitarlas a la dirección [email protected], indicando la canción o canciones de vuestro interés.
Se enviarán también mediante correo electrónico.
José Manuel Rodríguez Alarcón
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LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
LOS ORÍGENES DEL ROCK & ROLL
En esta ocasión el protagonista de esta sección no va a ser ningún cantante o grupo en particular, sino un
género musical, que surgió a mediados de los años 50 y que con muchas variantes ha llegado hasta nuestros
días y parece que con fuerza para seguir por mucho tiempo.
¿Quién no ha intentado en sus años jóvenes bailar un “Rock & Roll” en los guateques que se organizaban
por entonces?. Porque, además de un genero musical muy innovador, el R & R tenía la particularidad de poderse
bailar de una forma muy diferente al típico baile “agarrado” que se llevaba hasta entonces. Además, aportaba una
estética muy diferente a la tradicional, en la que abundaban los pantalones vaqueros muy ajustados, las cazadoras de cuero, etc. También cambió la forma del peinado, con grandes “tupés” y patillas en los chicos, y el pelo
suelto en las chicas.
Parece ser que el R & R nació de la unión de dos tipos de música muy diferentes, que tenían también
seguidores muy diferentes en Estados Unidos. Por un lado estaba el “Rhythm & Blues”, música predominantemente de los negros, con raíces en sus cantos tribales en Africa. Era una música con una gran base rítmica. Y
por otro lado el “Country & Western”, música de los “vaqueros” del Medio Oeste norteamericano, interpretada
casi exclusivamente por blancos, con raíces en sus antepasados irlandeses e ingleses. Se ha dicho que el R &
R fue en sus orígenes, una música de negros cantada por blancos.
A mediados de los años 50 el R & R se convierte en un catalizador de actitudes juveniles. Es una música
excitante, ruidosa, estridente, rompedora y en cierto modo subversiva, lo que ofendía inevitablemente a los adultos. Y eso les fascinaba a los jóvenes, les divertía, les involucraba, les unía y expresaba confusamente lo que
sentían. Ellos querían un nuevo tipo de música propia que expresara su realidad y la industria del disco se lanzó
al nuevo mercado que surgía con fuerza.
Uno de los primeros artistas que entendió esta necesidad fue Bill Halley.
Había iniciado su carrera como cantante de música “country” con su grupo, que
luego se rebautizaría como The Comets, aunque sin mucho éxito. Poco a poco
fue introduciendo composiciones cantadas antes por negros, pero adaptándolas
al nuevo estilo y se dio cuenta de que aquello funcionaba. En 1954 hicieron un
tema que llamaron “(We’re gonna) rock around the clock” basado en un viejo
blues. Al principio tuvo un éxito moderado, pero después de que se incluyera en
la banda sonora de la película “Semilla de maldad” (Blackboard jungle) en 1955,
en la que se trataba de la violencia de los nuevos adolescentes, el éxito se disparó. El disco estuvo dos meses en el número uno de
las listas norteamericanas y proyectó a Bill a la fama,
realizando varias películas y giras por Europa, donde fue recibido como un ídolo de la juventud. Sus actuaciones eran espectaculares,
donde todos los miembros del grupo se contorsionaban al ritmo de la música y
especialmente el saxofonista, que se tiraba por los suelos en pleno éxtasis, mientras el contrabajista tocaba su instrumento en posturas inverosímiles.
Otro de los pioneros del R & R fue Carl Perkins. Nació en 1932, en el sur de
Estados Unidos, en una granja de Tennessee y los primeros rudimentos de guitarra
se los enseñó un negro de la plantación. Perkins tenía una serie de cualidades dignas de mención: además de cantar, componía todo lo que cantaba y era un guitarrista con una técnica admirable,
imitada después por muchos artistas, entre ellos Los Beatles, con los que tuvo una buena amistad. En 1955
compuso y grabó una canción llamada “Blue suede shoes” (Zapatos de ante azul), una de las grandes clásicas del R & R. Era una canción que hablaba sobre la importancia de la indumentaria, especialmente los zapatos,
que también fue grabada por Elvis Presley, quién le robó parte del éxito.
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Los músicos de color se dieron cuenta enseguida de que el R & R, interpretado por blancos, les estaba
robando su protagonismo en la música rítmica y rápidamente pasaron al contraataque. El primero y más conocido de los músicos negros de R & R fue Chuck Berry. Como instrumentista define lo que es el estilo básico de
los guitarristas de rock hasta el presente, simple pero efectivo. Como compositor, sus temas retratan de forma
perfecta el estilo de vida de la América juvenil de los años cincuenta. Son estas cualidades las que le convierten
en el más influyente de los pioneros del género, con centenares de versiones de sus temas grabados por Elvis
Presley, Los Beatles, Jerry Lee Lewis, Bruce Springsteen y muchos más.
Nació en 1931 en Saint Louis (Missouri) y tuvo una adolescencia problemática. Compatibilizaba su trabajo en la fábrica de la General Motors con sus actuaciones en pequeños clubes locales, tocando canciones de
otros intérpretes. Su primer éxito propio fue “Maybellene”, un rock & roll adaptado de un tema de country.
Después le siguieron otros como “Rock and roll music”, “Roll over Beethoven”, “Sweet little sixteen” y
por encima de todos su “Johnny be goode” donde crea y describe el arquetipo del “rockanrolero”. Destacó
también por sus actuaciones en directo, donde hizo famoso el “paso del pato”, recorriendo a la pata coja el
escenario a la vez que tocaba un solo de su guitarra.
Otro de los grandes ídolos de color del R & R fue Little Richard. Nació en 1935 en un pueblo de Georgia.
Aprendió a cantar y tocar el piano en la iglesia local. A los 13 años, su padre, escandalizado por sus escarceos
homosexuales, le pone en la calle y él tiene que aprender a ganarse la vida cantando en bares y tugurios.
Afortunadamente es adoptado por un matrimonio blanco que le permite actuar en el club que regentan. Su
primer éxito es “Tutti fruti” donde se ponen de manifiesto los rasgos característicos de su estilo: la voz estridente y desenfadada, sus famosos y agudos gritos, su interpretación acelerada de las canciones. A este éxito,
le seguirían otros como “Long tall Sally”, “Ready, Teddy”, “Lucille” y “Good golly Miss Molly” que, en la
versión en español que hicieron los Teen Tops, se llamó “La plaga”).
Volviendo a los músicos blancos, hay varios que destacan sobre los demás por lo que han significado
para sus seguidores y por las influencias que han ejercido sobre otros grupos y cantantes. El primero y quizás
más importante es Buddy Holly. Nació en 1936 en una localidad de Texas. A los 11 años empezó a estudiar
piano y guitarra, y pronto formó su primer grupo en compañía de otros compañeros de clase. Las actuaciones
en directo fueron su escuela y donde fue perfeccionando su estilo. En 1957 formó el grupo Los Crickets que
con algunas modificaciones en su composición le acompañaron hasta su muerte prematura en un accidente de
aviación en 1959, en el que también fallecieron otros dos cantantes que empezaban a despuntar en aquel
momento: Ritchie Valens (con su famosa versión de “La Bamba”) y Big Bopper Richardson. Buddy tenia entonces 22 años y un futuro muy prometedor. Nos ha dejado grandes canciones como “Peggy Sue”, “It’s so
easy”, “That’ll be the day”, “Oh, boy” y “Rave on” y, sobre todo, el recuerdo de su aspecto de niño bueno,
su sonrisa y sus características gafas.
Todo lo contrario que Buddy Holly fue Jerry Lee Lewis. Nació en Luisiana en 1935 y a los 15 años ya era
un virtuoso del piano. En 1957 grabó “Whole lot of shakin’ going on”. Se vendieron más de un millón de
copias y Jerry se convirtió en una estrella de la noche a la mañana. Le sucedieron otros éxitos como “Great
balls of fire” (que dio título a la película que se hizo hace unos años con la historia de su vida), “High school
confidencial”, “Breathless”, etc. Todos los que tuvieron la oportunidad de verlo en los años cincuenta, recalcan la espontaneidad y fuerza de sus interpretaciones, que hacía que cada una de sus actuaciones fuera única.
Su forma de tocar el piano con casi cualquier parte de su cuerpo y sus excentricidades también forman parte de
su personalidad (en una ocasión, en que actuaba antes de Chuck Berry, llegó a quemar su piano para robarle
protagonismo). Su carrera continúa en nuestros días, con esporádicas giras de conciertos por todo el mundo,
junto con otros artistas, en los que alterna sus éxitos de R & R con otras canciones tipo “country” y “rockabilly”.
Los que hayan aguantado leyendo hasta aquí se preguntarán ¿y qué pasa con Elvis Presley?. Pues bien, su
historia, aunque corta, es tan intensa y rica que merece la pena dedicarle un capítulo en exclusiva.
José Manuel Rodríguez Alarcón
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LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
EL DÚO DINÁMICO
Después de tres capítulos referidos a artistas y género musical extranjeros, es justo que, en esta ocasión,
se dedique esta sección a unos artistas nacionales. Y ninguno mejor que el Dúo Dinámico, de los que, sin duda,
todos guardamos excelentes recuerdos.
La historia de Manuel de la Calva y Ramón Arcusa como
artistas, es indudablemente una historia fascinante y atípica. Hijos
de familias humildes, de emigrantes vascos y aragoneses respectivamente, encontraron en su Barcelona natal todo lo necesario para
el éxito, que exportaron inmediatamente a toda España y a
Sudamérica.
Manolo fue campeón de España junior de natación, y jugaba como titular del equipo de water polo del Club
Natación Barcelona. Al mismo tiempo frecuentaba el «Club Hondo», de gran raigambre jazzística. Visitaban ese
club músicos de jazz que pasaban por la ciudad. Manolo cantó en algunas ocasiones temas americanos, acompañado por esos grandes músicos.
Ramón estudió música desde los nueve años; por tradición familiar cantaba jotas en el Centro Aragonés
de Barcelona, donde, siendo aún niño, ganó varios concursos de dicha especialidad. Su padre le enseñó los
primeros acordes de guitarra. También dirigió una pequeña coral en un grupo parroquial y formó parte de un trío
musical con un hermano mayor y otro amigo, que actuaba en fiestas benéficas, cantando canciones folklóricas
de Los Panchos y de otros intérpretes populares.
Manolo y Ramón se conocen en la empresa «Elizalde, S.A.», dedicada al diseño y fabricación de motores
de aviación, donde ambos entraron a trabajar y coinciden, teniendo 16 años cada uno, en la misma sección y
buscando su futuro: los dos quieren ser peritos industriales. Terminan sus estudios y como «hobby» se reúnen, a veces, para cantar. Es en la fiesta de la empresa, por Navidad, donde cantan juntos el «White Christmas», siendo su éxito
definitivo, por cuyo motivo, empiezan a ensayar otras canciones de Paul Anka,
Los Cinco Latinos, Nat King Cole, Frank Sinatra, Everly Brothers, Elvis Presley,
todos ellos ídolos de entonces, aunque siempre tratan de incorporar en las interpretaciones su sello personal.
El Dúo Dinámico, como tal, nace en Barcelona el 28 de Diciembre de
1958. La primera actuación ante el público es en Radio Barcelona. Ellos quieren
llamarse «The Dinamic Boys», pero el presentador del programa dice no saber
inglés y les presenta como «El Dúo Dinámico». Ellos aceptan este nombre artístico y así queda, comenzando, ese mismo día, a firmar sus primeros autógrafos.
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Después de varias actuaciones en Radio Juventud, Radio Nacional y Radio Barcelona, donde su nuevo
estilo y sus nombres empiezan a ser populares, les llama un empresario ofreciéndoles su primer contrato para
actuar en el restaurante «La Masía», de Barcelona, donde cobrarán 400 pesetas por cantar tres tandas de
canciones cada noche. Eso es en el verano de 1959. De día siguen trabajando en la misma empresa. Duermen
cuando pueden, pero poco. Al final del verano deciden dejar la empresa y dedicarse a la música.
Algunos profesionales de compañías de discos les oyen cantar en una de las salas de fiesta que ya les
había contratado y después de varias pruebas y conversaciones, graban su primer disco en el otoño de 1959.
Cuatro canciones (Little Darling, Cow-boy, Alone y Recordándote), forman un E.P. que rápidamente alcanza
gran difusión en la radio y, casi inmediatamente, grandes ventas. Unas importantes ventas, ya que en la España
pobre de finales de los 50 casi nadie tenía tocadiscos. En el segundo disco que graban, intentan la aventura de
la composición: su canción «Linda muñeca», obtendrá el mismo éxito
que otras canciones del disco. A partir de entonces, los nombres de De
la Calva/Arcusa, ya como autores, figurarán en casi todos sus discos,
tres años antes de que los famosos Beatles, Lennon y McCartney,
irrumpieran en el mundo musical. Definen así, de una forma completa
con sus propias canciones, el estilo único que los hace inconfundibles,
imitados y a la vez bandera musical de una juventud que empieza a
despertar como colectivo. El D.D. tiene que luchar contra los ejecutivos de su compañía discográfica para defender sus ideas, porque éstos no quieren grabaciones con grandes coros, grandes orquestas, ni
un repertorio original que el Dúo propone. El Dúo Dinámico, vence y
convence con sus ideas y sus éxitos.
El fenómeno de las fans
está presente en todo el mundo. Elvis y Paul Anka en EE.UU. y Cliff
Richard en el Reino Unido, despiertan locura entre las chicas más jóvenes. El Dúo tiene también suerte en eso. Cantan un tipo de canción con
un estilo nuevo, casi revolucionario, dicen cosas para los jóvenes por
primera vez en este país, su vestuario es informal y los jóvenes se identifican con ellos. Además, saben combinar perfectamente sus propias
composiciones con versiones en español de canciones de otros grandes artistas, que en España todavía no son muy conocidos, en aquel
momento, como Paul Anka (“Adán y Eva” y “Diana”), Neil Sedaka (“Oh Carol”), Everly Brothers (“Bye, Bye
Love”), Ricky Nelson (“Hello Mary Lou”), Johnny Tillotson (“Poesía en movimiento”), etc., contribuyendo a su
introducción en nuestro país.
Su canción «Quince años tiene mi amor» hace estragos. Casi todas las “quinceañeras” españolas
tienen la fotografía o un póster del Dúo Dinámico en sus habitaciones. Los clubs de fans del D.D. se forman de
una manera espontánea por toda la geografía nacional, y allí por donde van a actuar, desatan las emociones de
las colegialas y las iras de los padres, que no entienden lo que pasa. La mili, que también hacen juntos en la
Base Aérea de Zaragoza, les servirá para hacer planes y prepararse para el futuro.
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Siguen grabando discos. Ocupan los primeros lugares de las listas de éxito con cada canción que graban. Aparecen en la portada de más de 200 revistas. Una editorial de Barcelona, Bruguera, lanza un cómic con el
D.D. de protagonista que alcanza la tirada de casi 100.000 ejemplares semanales. Giras por América. Actúan
mano a mano con los grandes de entonces: con The Platters, Chubby Checker,
Luis Mariano, Lucho Gatica... y filman cuatro películas como protagonistas.
El Dúo se hace imprescindible en los festivales de la canción que se
prodigan por toda España. En varios de ellos consiguen premios, ganando el
Festival de la Canción del Mediterráneo en Barcelona con «Como ayer», el
Festival de la Costa Verde con «Somos jóvenes», y segundos premios en el
Festival de Benidorm con «Quisiera ser» y en otra edición, también con
«Amor amargo». El broche final lo consiguen como autores, ganando por
primera vez para España el Festival de Eurovisión en 1968, con «La la la»,
cantada por Massiel. Esta canción iba a ser cantada por Juan Manuel Serrat,
amigo de Manolo y Ramón por tener en aquel tiempo un mánager común.
Serrat al final decidió no ir al festival, al no permitirle cantar en catalán, creando un problema político de cierta importancia en aquel tiempo.
Hacia 1972 el Dúo decide retirarse. El último disco grabado en Londres, con todos los medios posibles
y hasta con la colaboración del productor de los Beatles, George Martin como asesor, no tiene el éxito de ventas
al que estaban acostumbrados, y deciden marcharse sin grandes aspavientos. La música va por otros derroteros. En España soplan los vientos de protesta, preludio natural de un cambio político y nacen por doquier cantantes de música folk, de poetas de temas sociales y de protesta. Admitiendo el cambio y desplazada la música de
diversión de su sitio, el D.D. se va, se va para siempre. Eso es lo que pensaban, pero la vida se encargaría de
demostrarles lo contrario.
Como muchos futbolistas cuando terminan su vida activa en el campo de fútbol y se retiran, a los del Dúo se les ocurre
continuar en la música, pero como «entrenadores». Aplicarán
sus experiencias a otros artistas. Compondrán y producirán a
nuevos cantantes. Es un trabajo nuevo y bastante duro. No les
asusta, acometiendo su nuevo trabajo con entusiasmo. Sendas
compañías de discos les ofrecen un cargo de dirección artística
que ellos aceptan de buen grado.
De allí empiezan a salir «inventos» como Los Chunguitos
o Manolo Otero y producciones de artistas de diversos estilos, desde Rosa León a Víctor y Diego, etc., componiendo canciones para Camilo Sesto o Nino Bravo. Cuando las compañías discográficas se les quedan pequeñas, serán productores de los discos de Miguel Gallardo, José Vélez y más tarde de Julio Iglesias, con el que
colaborarán en la etapa más importante de su vida artística, desde su despegue internacional hasta hoy.
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En 1978 y con la democracia más consolidada en España, la gente vuelve a pensar en divertirse. Varios empresarios quieren hacer volver a cantar al Dúo Dinámico.
Éstos se han retirado y, en principio, dicen
que no. Lo consigue, después de mucho intentarlo, Antonio Asensio del Grupo Z, quién
se empeña en que el Dúo cante en la presentación de «El Periódico» en Madrid y en
Barcelona. En ese tiempo, sus canciones,
incluidas en películas como «El último guateque», «Asignatura pendiente» o en la serie de TVE «Verano azul»,
reverdecen los éxitos de antaño y preparan su retorno, casi a pesar suyo. Julio Iglesias, con el que están grabando como productores el álbum «A mis 33 años», que contiene su canción «Soy un truhán, soy un señor», les
anima y les presta su equipo de sonido y sus músicos para que la vuelta sea posible.
En la Navidad de 1980, la EMI-Odeón, su antigua casa discográfica, decide publicar un L.P. con los «20
éxitos de Oro», las mejores canciones de los 60 del Dúo, colocándose el disco en el Nº 1 como en los viejos
tiempos, logrando vender 650.000 ejemplares.
Lo que menos podían esperar es que, después de 16 años sin grabar, en el año 1986 Sony les ofreciera
un contrato para grabar temas nuevos y popurríes de sus antiguas composiciones. Canciones como «Tú vacilándome...» o «Resistiré», que es elegida por Pedro Almodóvar para su película «Átame”, obtienen
otra vez el éxito.
Hoy en día continúan ofreciendo conciertos
por toda España, sobre todo en la época veraniega,
actuaciones en TV, mientras siguen dedicando los
inviernos a la grabación de sus propios discos y a la
composición. Manolo en Madrid, Ramón en Miami y
a veces, los dos juntos.
Además de los ya mencionados, algunos de
sus grandes éxitos fueron los siguientes:
«Amor de verano», «Baby Rock», «Bailando
Twist», «Balada gitana», «El final del verano», «El tercer hombre», «Eres tú», «Esos ojitos negros»,
«Kansas City», «Lo nuestro terminó», «Lolita Twist», «Mari Carmen», «Muy joven para amar», «My prayer
(Rogar)», «Noches de Moscú», «Perdóname» y «Yo busco una muchacha como tú».
NOTA.- Todas las canciones anteriores y otras del Dúo Dinámico, están disponibles en formato MP3. Los interesados
pueden solicitarlas a la dirección [email protected], indicando la canción o canciones de su interés. También se
puede facilitar alguna otra biografía. Todo se enviará mediante correo electrónico.
José Manuel Rodríguez Alarcón
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MÚSICA POP - 1
LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
ELVIS PRESLEY - 1
Elvis Aaron Presley nació el 8 de Enero de 1935 en Tupelo (Mississipi). Su madre, Gladys, trabajaba cosiendo a
máquina, mientras que su padre, Vernon, era obrero agrícola. Ambos pasaron por muchas penalidades (incluso el padre estuvo
en la cárcel), para sacar adelante a la familia. A pesar de todo parece que Elvis tuvo una infancia relativamente feliz, gracias
sobre todo a los sacrificios de su madre. Con el paso de los años, Elvis se convirtió en un muchacho con cara de buena
persona, poco agresivo y que gustaba de vestirse siempre de modo llamativo, con trajes adornados con botones de brillo,
plateados, en una imitación del legendario Oeste.
No está claro en qué momento de su infancia le regalaron la famosa guitarra que dio origen a
la leyenda y hay quien afirma que fue en el día de su décimo primer cumpleaños. De cualquier
manera, la guitarra llegó un día a sus manos y eso sería el comienzo de un cambio brusco en su
vida. Una vez que consigue rasgar las cuerdas con soltura y manejar los acordes más básicos, se
presenta a un concurso y canta “Old shep” delante de un público sencillo que le aplaude a rabiar.
Vestido con un traje tradicional de cow-boy, rematado por un sombrero, réplica del que llevaban los
legendarios héroes del Oeste, logra que al menos su actuación no pase desapercibida. En esa
actuación quedaron bien claras dos cosas: que Elvis tenía un gran oído musical y que su voz era
algo distinta, alejada del sonido gangoso y nasal de la mayoría de los cantantes. Elvis canta con
la garganta y eso se nota en las bien entonadas notas altas. Su asistencia cotidiana a la iglesia
baptista, en la cual eran habituales los coros que entonaban música negra, empezó a dar sus
frutos. Según cuentan sus antiguos compañeros de colegio, Elvis solía acudir a las clases acompañado siempre de su guitarra y la tocaba incansablemente en las horas de recreo, siendo elegido
el día de fin de curso para que cantara en la fiesta de despedida, haciéndolo con una canción
titulada “Leaf on a tree”.
En 1950 la familia Presley se traslada a Memphis, ciudad muy próspera del estado de Tennessee, sede de las más
importantes compañías discográficas del momento y con una reputada fama de ser el centro neurálgico del Rhythm and Blues
y la música country. El joven Elvis empezaba a soñar con cantar con su guitarra en las emisoras de radio locales. Mientras,
alterna sus estudios con diversos trabajos para poder aportar algo de dinero a la depauperada economía familiar.
En 1953, una vez terminados sus estudios, consigue por fin realizar su sueño más querido:
ser camionero para la Crown Electric Company y llevar nada menos que un Ford de gran tonelaje.
Su destino son las escuelas, tiendas y plantas comerciales y su cargamento toda clase de componentes eléctricos. En sus ratos libres entona música country. Aprende a tocar el piano y con su
escaso sueldo compra toda clase de discos en la tienda más famosa de Memphis, la Charlie’s,
donde se pasa largas horas escuchando las canciones del momento y haciendo nuevos amigos
igualmente aficionados como él.
En su recorrido habitual como camionero estaba una pequeña compañía discográfica denominada Memphis Recording Service y un día, con apenas cuatro dólares en el bolsillo, decide
hacerle un regalo a su madre por su cumpleaños. Acompañado por su primo acude a una de las
diversas cabinas musicales de grabación en las cuales cualquier persona puede dejar impresa su
voz en un arcaico disco de vinilo. Ayudándose con su guitarra, interpreta una balada titulada “That’s
when your heartaches begin”, la cual recita más que canta. Por la otra cara graba la canción
que dedicaría a su madre, “My happiness”. Las condiciones de grabación son muy precarias, por
lo que la calidad de la grabación es muy mediocre. Elvis, a pesar de todo, al día siguiente acude a una emisora más seria de
grabación, la Sun Records Company, y pide efectuar una grabación particular en un estudio decente. La canción es escuchada
por la Miss Radio Local, quien queda ciertamente impresionada por la voz del joven. Hace una copia de la grabación y se la
envía a Sam Phillips, propietario de la casa Sun Records, la casa matriz de la Memphis Recording Service, con una nota que
lo describe como un buen cantante de baladas, en la misma línea que los cantantes negros.
Un día, Elvis vuelve a los estudios para intentarlo de nuevo e ignorando su anterior éxito, no da crédito al recibimiento
que le hace el mismísimo propietario. Nada menos que le está proponiendo grabar un disco bajo su supervisión, con otro
guitarrista y un bajista para dar más intensidad a la canción, pero con un requisito imprescindible: deben ensayar duramente
para lograr un estilo propio y de gran calidad. Por ese motivo, Elvis forma un grupo musical al que denomina los “Blackwood” y
se dedican a cantar espirituales negros por los pequeños pueblos de los alrededores.
MÚSICA POP - 2
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En Marzo de 1954, Sam Phillips escucha de nuevo a Elvis y le propone trabajar con el guitarrista Scotty Moore y el bajista Bill
Black, buscando más que nada improvisar las canciones para tratar de lograr un nuevo sonido. Un día, Elvis introduce una
modificación en un tema muy popular en aquellos momentos “ I love you because” y esa modificación es del agrado de Sam, quien
desde ese instante se interesa por aquel joven de largas patillas, botines blancos y traje con adornos brillantes.
El verano de ese año comienza el nacimiento de un ídolo que marcaría toda una época en la música moderna. Elvis
graba un modesto single en una de cuyas caras canta un blues suave titulado “That’s all right, mama”, el cual había sido
popularizado hacia años por un cantante negro de nombre Big Boy, pero que la voz de Elvis transformaba en una estupenda
canción country, con un gran ritmo y vigor. La otra cara del disco contenía otra canción
country muy popular entonces, titulada “Blue moon of Kentucky” transformada en un
blues romántico. El resultado fue tan bueno que su estilo empezó a ser reconocido
como “rockabilly” o “country rock”, con fuerte impacto sureño, aunque posteriormente
nadie dudaría ya en definirlo como “rock & roll”. En pocos días el disco fue un éxito
extraordinario y se colocó en el tercer puesto de todas las listas de éxito.
La voz de Elvis llenaba no solamente el corazón de las chicas con su fuerte
carga de sensualidad, sino que gustaba por igual a los chicos por su tesitura nerviosa,
inquieta y dura. Era a la vez tierno, angustiado, inmaduro y hasta brusco, siendo escuchado rápidamente fuera de las emisoras de Memphis, alcanzando al público de Nueva
Orleans y Nashville, acostumbrados a valorar adecuadamente a quienes cantaban música country. En poco tiempo era ya un ídolo nacional y la revista Billboard le elige como
la promesa más valiosa de la música moderna, galardón sumamente importante teniendo en cuenta que era su primer disco.
Sin embargo, en las primeras actuaciones en directo, Elvis no gustaba al público. En el escenario era torpe, miedoso
y apenas se movía, debido a su timidez. Hasta que un día todo cambió. Esa tarde Elvis era diferente, agresivo y se movía con
rapidez y decisión por el escenario. Movía su pelvis con movimientos claramente provocadores y su voz ya no temblaba. ¿La
causa de esa transformación?: alguien le había dado una pastilla de anfetaminas, la droga de moda que curaba la timidez y
daba energías extras. Desde ese momento todo salió a pedir de boca. Se produjeron numerosas llamadas con nuevos
contratos, visitas, viajes y actuaciones en directo en las emisoras de radio. Todavía resultaba demasiado provocativo para una
época bastante puritana, pero consiguió el efecto deseado ya que los jóvenes deseaban romper con las normas establecidas.
La música de Elvis aportaba además ciertas novedades que contribuyeron a marcar más profundamente su estilo.
Detrás de la voz del cantante no había ya una gran orquesta y ni siquiera un coro que le diera soporte a la canción. Simplemente había un contrabajo tradicional, una batería y un par de guitarras. Demasiado poco, pero suficiente para que sonase distinto.
Todo era ya agresivo, fuerte, buscando esencialmente un ritmo que se contagiase. El público tenía que bailar en cuanto
comenzase la canción y caer extenuado cuando finalizase.
Durante algunos meses Elvis actuó en pequeñas localidades de Memphis, Mississippi y Tennessee, siendo bien
recibido por todos los demás grupos que solían trabajar en el mismo show. Su estilo era muy peculiar y tan diferente que a
ninguno de ellos les preocupaba, no era un competidor, y por ello siempre le ayudaban y daban consejos. El público asistía
sonriente ante los movimientos del cantante de Memphis, mientras que para sus compañeros era solamente consecuencia
del nerviosismo que tenía.
Elvis dejó ya de conducir camiones, seguro como estaba de llegar a vivir de su música, y trató de dominar mejor su
guitarra, ya que, ciertamente, no alcanzaba una mínima calidad cuando la tocaba, hasta el punto en que le pidieron que
prescindiera de ella y utilizase solamente el micrófono. Pero Elvis necesitaba tener algo en que protegerse cuando salía al
escenario. Siguió empleándola y así sus contoneos de cadera resultaban más naturales.
Los discos nuevos se suceden con rapidez y actúa en Nashville, al lado de cantantes de cierto prestigio. Con el dinero
que empieza ya a ganar con rapidez, Elvis alquila, por fin, una casa decente y al mismo tiempo logra uno de sus sueños: tener
una guitarra acústica marca Martin, en la que graba su nombre. Nunca prescindiría ya de este modelo e incluso lo utilizaba en
la mayoría de sus grabaciones. Lo que sí hizo fue emplear de vez en cuando una guitarra Gibson de doce cuerdas, la cual
proporcionaba un gran relleno a las canciones melódicas.
José Manuel Rodríguez Alarcón
Nota.- La biografía de Elvis Presley continuará en el próximo número 109.
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MÚSICA POP - 1
LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
ELVIS PRESLEY - 2
En 1955 un avispado agente comercial conocido como Coronel Parker, comprendiendo todo el potencial que
había en Elvis, le propone convertirse “de por vida“ en su agente comercial, haciéndole firmar un contrato en exclusiva
que les ligaría para siempre. No se puede considerar esta unión como algo negativo para el entonces joven e inexperto
cantante, ya que los resultados están a la vista, y bien sea por sus habilidades para
vender a Elvis, o por la enorme calidad del cantante, lo cierto es que logró convertirle
en la primera figura mundial, tanto en vida como después de su muerte. El contrato
que firmó con Elvis le otorgaba, además de un control total sobre las actuaciones en
directo, las películas y las canciones, nada menos que un sustancial cincuenta por
ciento de las ganancias, lo que le convertía automáticamente en alguien más rico que
el mismo Elvis, ya que sus gastos eran bastante menores que los de éste.
Después de un segundo disco para la firma “Sun”, emprende una amplia gira.
En julio, en Jacksonville, su concierto provoca por primera vez una estampida de
quinceañeras que tratan de acercarse para tocarle, más que nada porque Elvis las
provoca diciendo que las esperaba detrás del escenario. Allí tienen lugar las primeras
discrepancias con los músicos que le acompañan y con el
resto de artistas invitados, ya que la algarabía que organizan
los fans de Elvis impide escuchar al propio cantante y los demás grupos se niegan a salir después de su actuación, especialmente porque el escenario solía quedar destrozado. Se le empieza a conocer como “El relámpago de Memphis” y sus delirios sexuales en el escenario, más
los labios y las cejas pintadas, sin olvidar sus apretadísimos pantalones de colores, son motivo
de conversación y polémica por donde va. “Elvis, the Pelvis”, fue otro apodo que le acompañaría
durante muchos años.
En 1956, graba su primer álbum de larga duración (LP) y actúa en numerosos shows televisivos, incluido el de Ed Sullivan, que por entonces era el más prestigioso. También interpreta su primera
película “Love me tender”. La compañía de discos R.C.A. adquiere a Sun Records todos los derechos sobre las grabaciones ya efectuadas por Elvis, por la nada despreciable cifra (para aquellos tiempos) de 40.000 dólares.
La primera canción para esa compañía fue “Heartbreak Hotel”, la cual constituyó un rotundo éxito, llegando a venderse en
pocos días nada menos que un millón y medio de copias, ocupando el número uno en la lista Top 100 del magazine Billboard
y eso que la grabación ni siquiera estuvo bien realizada, ya que carecía incluso de batería de acompañamiento, lo que hacía
disminuir su impacto rítmico. Semanas después, su primer álbum de larga duración, en el que estaban incluidas la popular
“Tutti frutti” y “Blue suede shoes” (Zapatos de ante azul), vendería más de 100.000 discos. Elvis emprende una gira por
todas las salas de la Paramount desde Florida a la Costa Este, necesitándose un servicio de seguridad especial para contener
a sus fans. En esos momentos, Elvis ganaba ya 75.000 dólares por cada actuación (¡unos 10 millones de pesetas!) y ya no
intervienen sus antiguos músicos que son sustituidos por Los Jornadaires, un grupo mejor conjuntado y que aporta un buen
dominio de voces.
Poco tiempo después actúa por primera vez en el programa televisivo de los hermanos Dorsey, logrando causar un impacto ante el público aún mayor que con sus canciones. El movimiento de su cadera –la pelvis– conmocionó a millones de chicas, mientras
que su rebeldía en el vestir y moverse calaba fuertemente en los chicos. Salvo algunas
personas de edad avanzada, no había nadie en esos momentos que no hablara positivamente de Elvis Presley y su nueva música el Rock and Roll. Atrás quedaba una generación de cantantes pulcramente vestidos, incluso con smoking, de refinadas maneras y voz
melosa que habían cautivado a la juventud durante años, al mismo tiempo que les indicaban una manera discreta en el vestir y un deseo por ser buenos chicos. Elvis Presley
estaba en la línea de los ídolos del cine como James Dean, Marlon Brando y Montgomery
Clift, los cuales eran la nueva generación rebelde a los convencionalismos. Su ruptura con
todo lo establecido le hizo aparecer como el ángel malvado ante las generaciones anteriores. Los sectores más conservadores le empezaron a considerar como una amenaza directa para la sociedad y con sus
ademanes chulescos, su peinado y sus canciones, se suponía que trataba de dislocar a la juventud.
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En su primera actuación en el Show de Ed Sullivan, Elvis logró una audiencia de 54 millones de personas, cifra que
solamente logró ser superada años después con una actuación de Los Beatles. Lo curioso del caso es que una música similar
era interpretada por el popular Bill Haley y sus Cometas, el cual había alcanzado una popularidad extraordinaria con su
canción “Rock Around the Clock” y por tanto, el éxito de Presley no podía ser debido solamente al nuevo tipo de música. Por
fuerza debería ser la unión de su carácter rebelde, su voz, su estilo y sus movimientos en escena, lo que le dieron el triunfo tan
espectacular. Existe un dato curioso en ese su primer show con Ed Sullivan y es que Elvis tan sólo fue mostrado por las
cámaras de cintura para arriba, ya que una férrea censura obligó a ello. No era moral mostrarle con sus ondulantes movimientos de cadera. También le prohibieron cantar sus más sonoras canciones, pidiéndole que se vistiera correctamente y sin usar
la guitarra.
Como contrapunto, Elvis intervino el día 4 de julio en un festival benéfico que se celebró en Memphis, que supuso el
reencuentro del verdadero Elvis ante su público, el cual había abarrotado el auditorio tres horas antes y no se vio defraudado. Tenían en ese momento delante de
ellos a su verdadero ídolo, al muchacho seductor de caderas oscilantes, vestido
por fin con pantalones ajustados, zapatos negros, una chaqueta roja y mascando un sonoro chicle para que todo quedase ya bien claro. El demonio blanco
estaba de nuevo en escena para regocijo de sus admiradores. Por supuesto el
éxito fue apoteósico y cada movimiento o susurro era coreado por miles de
gargantas enloquecidas. Ya no había vítores sino rugidos de admiración y la
policía se vio en más de un apuro para evitar que las fans subieran al escenario
a besarle.
En 1957 encuentra por fin lo que sería su residencia definitiva: la mítica
Graceland, la cual acondiciona con un gusto bastante dudoso.
Su siguiente película, “Loving you”, tiene algunos aspectos
autobiográficos. Después rueda “Jailhouse rock” y la canción que da nombre
al film (El rock de la cárcel) se convierte en menos de un mes en el número uno
de todas las listas americanas. Su siguiente película “King Creole” constituye
un éxito total de público y de crítica, confirmando ya las buenas cualidades de
Elvis como actor.
Pero el éxito en Europa no acompaña al de América, especialmente
porque las pocas noticias que llegan del fenómeno Elvis no son agradables. Su actuación en las pantallas de televisión es
traducida como “el fenómeno americano que corrompe a la juventud y le incita a las drogas y al sexo”. Y cuando por fin la
compañía Emi logró planificar la distribución de los discos de Elvis, la BBC se opuso rotundamente a que las canciones de
ese maléfico individuo pudieran ser escuchadas a través de sus emisoras, algo que ya habían hecho anteriormente con Bill
Haley. Lo que no se entiende es por qué no adoptó la misma postura pocos años después con la aparición de Los Beatles.
A pesar de todo, la canción “Heartbreak Hotel” consiguió ser escuchada y en pocos días estaba ya en el número dos
por el volumen de ventas, siendo superado este éxito por “Don’t be cruel” (No seas cruel) unas semanas después, manteniéndose varios meses en el primer puesto de las ventas y no bajando de las listas de superventas hasta dos años después.
Un éxito hasta ese momento inédito, que no volvería a ser repetido hasta varios años después gracias a Los Beatles.
A finales de 1957, cuando mayor era su éxito, le llega el comunicado de que debía incorporarse al ejército. Este hecho
conmocionó a todos sus admiradores los cuales escribieron miles de cartas pidiendo que no se llevaran a su ídolo y hasta
hubo manifestaciones delante de los cuarteles militares. También se pusieron en marcha por parte de la RCA toda clase de
influencias y resortes para impedir que desapareciera del mundo artístico en su mejor momento. Estaban convencidos de que
esa ausencia provocaría su irremediable declive y olvido. Pero Elvis no estaba de acuerdo en ser considerado un débil y un
cobarde, por lo que acudió voluntariamente como un recluta más a tallarse y pesarse. Las cámaras de cine y televisión del
mundo entero asistieron a esos momentos y lo que podía haber sido algo negativo en su carrera, se convirtió en un acto de
patriotismo que le elevó aún más a la categoría de ídolo indiscutible. Después del período de adiestramiento, es destinado a
un cuartel ubicado en Alemania, en donde pasaría el resto de sus dos años de servicio militar. Allí alcanza la graduación de
sargento, alquila una gran mansión y organiza numerosas fiestas en sus días de permiso.
José Manuel Rodríguez Alarcón
Nota.- La biografía de Elvis Presley continuará en el próximo número 110.
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MÚSICA POP - 1
LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
ELVIS PRESLEY - 3
Cuando Elvis conoce a Priscilla Beaulie, ella es todavía una niña mimada y protegida por sus padres que, además,
tiene ya mucho éxito con los chicos por su gran belleza. Los primeros contactos con Elvis no son buenos, ella no es una fan
del cantante y se debate entre las opiniones de quienes dicen la enorme suerte que ha tenido por salir con él y de quienes la
avisan de los enormes peligros en los que va a estar metida. Posteriormente, su padre sería trasladado a Alemania Occidental
y allí vuelve a tener contacto con Elvis mientras hace su servicio militar. Dicen que fue precisamente Priscilla quien introdujo a
Elvis en el mundo de las drogas y las anfetaminas ya que, preocupada por el excesivo trabajo que Elvis debía soportar y sus
continuas juergas nocturnas que le daban un aspecto demacrado, le dio ciertas pastillas blancas, seguramente anfetaminas,
para quitarle el cansancio inmediatamente ya que, por aquel entonces, nadie conocía los importantes y peligrosos efectos
secundarios que tenían. En esa época se vieron en numerosas ocasiones, aprovechando pequeñas fiestas que Priscilla
organizaba y pronto su orgullo empieza a influir en ella al darse cuenta de que, con sólo quince años, se ha enamorado de ella
un chico mayor y, además, el cantante más famoso del mundo. Demasiadas emociones para que se pudiera resistir al encanto
de un chico tan guapo y con tanto dinero. Lo de menos era si el carácter de ambos encajaba.
Durante su servicio militar, su compañía de discos no pierde el tiempo y busca por todos los medios
seguir manteniendo viva la imagen de Elvis, sacando partido al gran volumen de canciones inéditas de que
dispone. En 1958 salen al mercado tres discos sencillos y dos más en 1959. Aprovechando un permiso
graba “Crying in the chapel” (Llorando en la capilla), aunque en ese momento nadie apostó por esta
canción, sería reeditada seis años después, con el rotundo éxito que ya sabemos. En 1960, al terminar sus
obligaciones militares, regresa a América. Le espera en el aeropuerto un recibimiento multitudinario que
nunca olvidaría, demostrándole, por si aún tenía dudas, que sus fans no solamente no le habían olvidado, sino
que le querían aún más. Por si fuera poco, a las pocas semanas sale un sencillo con la canción “Stuck up” con el cual
consigue otro disco de oro.
Pero Elvis había cambiado y no gustaba ya de las giras agotadoras de
estado en estado, ni de las fiestas con cientos de invitados deseando estrecharle
la mano. Se recluyó en su gran mansión y se dedicó a aparecer en determinados
shows de televisión, uno de ellos de la mano de Frank Sinatra con el título de
“Wellcome Elvis”, y a proseguir su imparable carrera cinematográfica. Posteriormente intervendría también junto a otros ídolos de la canción como Dean Martin,
Sammy Davis Jr., Andy Williams y Perry Como.
Su nuevo film “G.I. Blues” trata, por supuesto, de su estancia en el
ejército. Pero, para decepción de sus admiradores, la imagen del rockero indómito ha desaparecido y en su lugar aparece un
responsable caballero que canta baladas y
música suave. No obstante, el entusiasmo del
público no decae, tantas eran las ganas de
volver a verle, que la película es todo un éxito y es considerado como uno de los diez actores
más taquilleros del momento, categoría que no abandonaría en bastantes años.
Para confirmar esa evolución, saca al mercado “Elvis Is Back” un long play de gran
calidad grabado en los estudios de la RCA de Nashville, en el cual incluye una canción
italiana clásica titulada “O Sole mio” a la que rebautiza como “It’s now or never” (Ahora o
nunca), la cual constituye todo un acontecimiento en el mundo de la canción (se vendieron
nueve millones de copias), logrando llegar por fin a los primeros puestos en las listas europeas. Su estupenda voz de tenor, adornada con los matices aterciopelados que le eran
propios, hacen de esta canción un clásico de la música contemporánea. Para afianzar aún
más su imagen más tranquila saca simultáneamente otra balada aún más extraordinaria, si
cabe, que la anterior, siendo considerada con el paso de los años como un auténtico clásico. Su título: “Are you lonesome tonight?” (¿Estás sola esta noche?).
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La RCA quiere derivar claramente las facultades de Elvis hacia la música melódica, más tranquila, alejándole del rock
and roll o de cualquier parecido con Jerry Lee Lewis y otros cantantes del mismo estilo. Y, a pesar de las opiniones en contra
de un sector de sus admiradores, la popularidad del cantante aumenta y con ello las ventas de sus discos, además de
promocionar un fenómeno que posteriormente copiaron todas las casas discográficas, como es el del merchandising. Sus
admiradores ya no solamente se podían llevar a sus casas un disco con canciones, sino que disponían de gorras, camisetas,
pósters, llaveros y figuras -entre otros muchos artículos- con la imagen de su ídolo. Hubo un momento en el cual los beneficios
de este nuevo e inexplorado sector de consumo supuso más dinero que el recaudado a través de sus actuaciones en directo,
con un riesgo personal mucho menor, por supuesto.
Su último show en directo lo hace por una causa noble: en memoria de las víctimas de la agresión japonesa a la base
de Pearl Harbour, trasladándose por ello a Hawaii en 1961 y dando una actuación memorable ante diez mil espectadores.
Durante unos años los nuevos discos que salen al mercado son solamente recopilaciones de las canciones que canta en sus
películas, mientras que promociona de manera especial “Surrender”, que no es nada más que una nueva versión de la
canción napolitana “Torna a Sorrento” pero que, al igual que las anteriores, constituye un éxito rotundo de ventas en todo el
mundo.
Entre los años 1962 y 1966 la fama de Elvis comienza un lento declive, justo con la llegada de la música pop y la
presencia de The Beatles, Jimmi Hendrix, Pink Floyd y The Rollins Stones, los cuales desbancan a Elvis de su puesto de “El
Rey” de la canción moderna.
Elvis, en un alarde de ingenuidad, decide interpretar la película “Kid Galahad” en la cual no canta ni una sola
canción. Con este filme pretende demostrar que es un buen actor, no solamente un cantante que hace cine, pero todo sale mal
y la película es un fracaso total que lo arrastra. Todo ello hace mella en su estado emocional y una depresión profunda le
impide celebrar su cumpleaños en 1964, no dejando ni siquiera que la prensa llegue a su casa para hacerle fotos. Durante este
año se produce un descenso drástico en la venta de discos de Elvis, mientras que irrumpen en todas las listas de éxitos las
canciones de The Beatles, que obligan a “El Rey” a replegarse en espera de una mejor oportunidad.
Su relación con Priscilla no es muy estable, especialmente por sus continuos viajes y por ello, pasan largas temporadas sin verse, ya que los padres de la chica no están muy de acuerdo con que la “niña” vaya tras él. Después de mucho
insistir sobre sus buenas intenciones, logra que la dejen viajar a Hollywood, donde Priscilla entra en un ambiente nuevo que la
embriaga. Las fiestas, la música, las salidas nocturnas y la libertad absoluta para beber y fumar, son cosas demasiado
atrayentes para una chica que hasta ahora había vivido bajo la vigilancia familiar. Antes de que finalice el año 1962 pasa una
noche entera con Elvis sin que sus padres lo sepan y en la fiesta consume tanta cantidad de barbitúricos y alcohol que duerme
cuarenta y ocho horas seguidas. Durante unos meses la vida de la pareja es un idilio continuado, sin preocupaciones y
pensando solamente en disfrutar. Sin embargo, a ella le resulta muy difícil asimilar el éxito que Elvis tiene con las chicas, que
lo acosan continuamente.
La fama de mujeriego de Elvis hace que los padres de la chica lo pongan en una tesitura: o se casan o lo dejan. En
mayo de 1967 se celebra la boda más sonada de esa década. La fiesta que organiza es impresionante, a la que no faltan los
invitados principales: los fotógrafos de todo el mundo. Ese día, el soltero más cotizado había caído por fin en las garras de una
modosita chica de buena familia cristiana. Lo curioso de esa boda es que no produjo un impacto negativo entre sus fans ya
que ellas habían crecido también y la mayoría se habían casado, por lo que no les podía sentar mal algo que en realidad
querían que ocurriese. Aún así, esa boda no sirve para levantarle el ánimo, puesto que el descenso de su popularidad es ya
evidente, lo cual le vuelve malhumorado y depresivo. Es en ese momento cuando establece contacto con el doctor George
Nichopoulos, el cual le inicia en el consumo legalizado de toda clase de barbitúricos y anfetaminas, haciéndole creer que con
esos medicamentos recobrará de nuevo la ilusión por su trabajo.
De todas maneras, no todo es negativo en esos años ya que recibe el premio Grammy a la mejor interpretación
religiosa por la canción “How great thou art”, mientras que aires de cambio en la RCA hacen que se dediquen seriamente
a promocionar de nuevo al que fue su ídolo durante años y el que más dinero les proporcionó. Por ello, los mejores compositores aceptan trabajar de nuevo para Elvis. De esos acuerdos nace la canción que le devolverá la popularidad, “In the ghetto”,
un tema extraordinario que habla de lo difícil que es vivir en un barrio de la gran ciudad, por lo que es casi una demanda de
mayor justicia social.
José Manuel Rodríguez Alarcón
Nota.- La biografía de Elvis Presley concluirá en el próximo número 111.
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MÚSICA POP - 1
LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
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En febrero de 1968 nació su hija Liza Marie. En aquel momento, sus padres aún se querían y permanecieron juntos hasta que cumplió los cinco años, momento en el cual se quedó bajo la custodia de su madre. Elvis no
desaprovechó nunca cualquier oportunidad para estar al lado de su hija, siendo muy populares los costosos
regalos con los que siempre la obsequiaba.
Pero el momento de reencontrarse con el público ha llegado y después de casi diez años de ausencia
aparece en televisión y, contra todo pronóstico negativo, alcanza un rotundo éxito. El año 1969 se puede considerar como el renacer del mito Elvis. Durante su concierto en directo se puede escuchar a un cantante nuevo,
perfectamente acoplado con sus músicos, con voz templada y sensual y con un acento profundo y, al mismo
tiempo, salvaje. Demuestra unas estupendas estructuras sonoras y vocales y está perfecto en la palabra y en la
vocalización. Su magnetismo es incomparable y esa actuación se convierte en
la más famosa de todo el año. Entre el público asistente están todas las personalidades del momento y el prestigio que alcanza es tan alto que logra quitar el
protagonismo a Frank Sinatra y Barbra Streisand. Durante el mes de enero graba frenéticamente y ensaya nuevas canciones y sonidos, haciendo una recopilación de todo en dos LP’s a los que titularía “From Elvis in Memphis” y “Back
in Memphis”, así como algunos sencillos. Su regreso está siendo apoteósico y
el mundo entero vuelve a escucharle y adorarle. Graba canciones tan memorables como “Suspicious minds” y “Don’t cry daddy”, todas dirigidas a un público deseoso de escuchar canciones country bien compuestas y hasta con
mensaje. Las ventas vuelven a superar el millón de copias y son la mejor señal
del retorno del Rey.
Y así, el 26 de junio comienza un intenso trabajo de actuaciones en Las Vegas que se prolonga durante un
mes, con un éxito absoluto. Perfectamente compenetrado con sus músicos, con una voz mucho más modulada
y una manera de moverse viril, el público asiste a una de las mejores actuaciones de toda su carrera musical. Los
anteriores recuerdos relativos a aquella modesta actuación en 1956, en que un joven de veintiún años se contoneaba delante de un público alucinado, habían desaparecido de la mente de los nuevos espectadores, tan maduros como él. Nadie diría que habían pasado 22 años desde los comienzos del mito.
En 1970, Elvis comienza a notar ciertos problemas de salud, en especial un glaucoma que le produce una
aguda miopía que le obliga a ponerse lentes de contacto, así como un aumento de la tensión arterial. Nadie en ese
momento es capaz de responsabilizar a su médico y de pedirle que deje cuanto antes las anfetaminas recetadas
como si fueran inofensivas vitaminas. En plena euforia de triunfos, el cantante no puede disfrutar plenamente de
ellos y se ve en la necesidad de acudir varias veces al Baptist Hospital de Memphis en donde, por fortuna, no le
vuelven a recetar anfetaminas, recuperándose cada vez que ingresa.
Durante el año 1971 interviene en 170 actuaciones en directo, aunque agotado ya físicamente y minado
por una arteriosclerosis impropia de su edad.
En 1972, Priscilla le presenta una demanda de divorcio alegando supuestas infidelidades que luego se
demostraron falsas. En octubre de 1973, Elvis y Priscilla se divorcian, dedicándose ella, entonces, al diseño de
moda, a coordinar pases de modelos y entrar en el mundo del cine y la televisión interpretando diversos papeles.
Elvis, en el año 1976, aún tuvo fuerzas para intervenir en 130 conciertos, el último en diciembre en Las
Vegas, aunque su deterioro físico era ya manifiesto. Los medicamentos le han destrozado la salud, las dietas de
adelgazamiento le producen anemias intensas y sufriendo por mirarse al espejo con sus kilos extras (llega a
pesar 110 kilos) cae en un estado depresivo del que ya no se recupera nunca. Dicen que llamó en más de una
ocasión por teléfono a sus antiguos amigos y que nadie quiso acudir a su llamada conscientes de que, dada su
enfermedad, su carácter le hacía insoportable y difícil de ayudar.
MÚSICA POP - 2
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En enero de 1977, justo el día de su cumpleaños, Elvis se siente fuertemente enfermo y le llevan al
hospital de Memphis, en donde le detectan por primera vez una arteriosclerosis incomprensible para una persona de su edad. El mal en la pared arterial está ya tan extendido que, salvo que adelgace rápidamente, las
consecuencias pueden ser muy graves, especialmente por la hipertensión que lo acompaña. Sus últimas canciones son un buen recuerdo de sus cualidades, incluyendo “My way” y “How great thou art”, aunque debe
realizarlas entre ida y venida del hospital. Cuando ve las nuevas fotografías se encuentra horrible y espera que
“por lo menos” – en un comentario lleno de ironía macabra – “esté bien guapo en su ataúd”. Su último sencillo
incluye las canciones “Way down “ y “Pledging my love”, grabado justo un mes antes de su muerte.
Elvis Presley padecía en sus últimos años una terrible enfermedad llamada hidropesía, la cual se manifiesta con una hinchazón del cuerpo a causa de una invasión del plasma sanguíneo en todos los tejidos. Primero
empieza a notarse en los ojos, posteriormente en las articulaciones y luego en la cara, invadiendo posteriormente todo el cuerpo. El enfermo da la impresión de estar obeso y, por ello, no nos debe extrañar la imagen que el
célebre cantante tenía en los tres últimos años. Esa enfermedad produce además hipertensión, la cual se vio
agudizada por las anfetaminas que contribuían aún más a elevar la tensión arterial hasta límites incompatibles
con la vida. Era lógico que cuando le hicieron la autopsia el médico dijera que había muerto de arteriosclerosis.
El día 16 de agosto de 1977, Elvis estaba en el cuarto de baño de su mansión de Graceland cuando se
sintió enfermo. Allí permaneció bastante tiempo sin que nadie se diera cuenta de que algo iba mal. Cuando al fin
se percataron, le llevaron inmediatamente al Memphis Hospital. Allí, y durante media hora, le aplicaron toda clase
de tratamientos para intentar reanimarlo. Poco después, el médico solamente puede certificar su defunción,
justo a las tres y media de la madrugada. Su padre pide la autopsia pero los resultados nunca se divulgaron.
Había muerto el que posiblemente haya sido el mejor cantante de música popular de toda una generación y que,
además, contribuyó a cambiar la forma de ser de la juventud de su tiempo. Solo tenía 42 años, pero su vida había
sido intensa y apasionante.
Desde el mismo momento en que se conoció la muerte de Elvis Presley, toda la prensa del país dio la
noticia y se emitieron resúmenes de su biografía en todas las cadenas de televisión. De repente, el ídolo caído unos meses antes pasaba a ser la persona
más llorada de todo el mundo. Nadie estaba interesado ya en hablar mal de él,
quizás porque su muerte era motivo más que suficiente para vender. Elvis estaba en su ataúd impecablemente vestido, con un traje blanco, camisa azul adornada por una corbata plateada, además de una pulsera que le puso Priscilla.
Los días siguientes a su muerte se vendieron nada menos que ocho millones de
discos. Memphis nunca olvidó a su ídolo y hoy todavía se puede ver una enorme
estatua que le representa en su última época de cantante, coronando un monumento a su memoria. Su tumba, que se encuentra en el cementerio de Graceland,
Memphis, Tennesse, es visitada todos los años por miles de personas, especialmente coincidiendo con el aniversario de su muerte.
Además de los éxitos ya mencionados, otros títulos indispensables de su discografía son: “Hound dog”,
“I forgot to remember to forget” y “I want you, I need you, I love you” (los tres fueron números uno en
1956), “All shook up” y “Let me be your teddy bear” (1957), “Don’t” y “Hard headed woman” (1958),
“Stuck on you” (1960), “Can’t help falling in love”, “Good luck charm” y “Return to sender” (1962),
“(You’re the) Devil in disguise” (1963), “Kentucky rain”, “The wonder of you” y “You don’t have to say
you love me” (1970) y “There goes my everything” (1971).
NOTA.- Todas las canciones anteriores y muchas otras de Elvis Presley, están disponibles en formato MP3. Los
interesados podéis solicitarlas a la dirección [email protected], indicando la canción o canciones de vuestro interés.
Se enviarán también mediante correo electrónico.
José Manuel Rodríguez Alarcón
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MÚSICA POP - 1
LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
JOAN MANUEL SERRAT
Joan Manuel Serrat nace el 27 de Diciembre de 1943 en Barcelona. Su padre es Josep Serrat, de
origen catalán y de profesión lampista. Su madre, Angeles, es costurera y de ascendencia aragonesa. Vive en el denominado Poble Sec, un barrio obrero de Barcelona. Crece en el seno de una
familia humilde, dentro del bando de los perdedores de la guerra civil española.
A los 12 años, se matricula como alumno interno en la Universidad Laboral de Tarragona, donde
acabará el Bachiller Laboral Superior con la especialidad Industrial Minera y modalidad de tornero
fresador. Cuando tiene 17 años, su padre le regala su primera guitarra. En 1960 ingresa en la
Escuela de Peritos Agrónomos de Barcelona. Es en esa época cuando, junto a tres de sus
compañeros, forma un conjunto musical.
En 1964 acaba las Milicias Universitarias. A finales de ese año, Serrat interviene en el programa
Radioscope de Radio Barcelona. Se trata de un programa en directo en el que intervienen cantantes catalanes que quieren iniciarse en la música. Joan Manuel canta tres canciones y obtiene un
gran éxito por la frescura de su voz y el encanto de sus letras. También entra a formar parte con
el número 13 en el movimiento “Els Setze Jutges” (Los dieciséis jueces). Se trata de un
grupo de cantantes que defienden su derecho a cantar en catalán, hecho que estaba
vetado por el franquismo.
En 1965 graba su primer disco con la casa Edigsa. Es un EP con cuatro temas. Acaba
los estudios de Perito Agrónomo con premio extraordinario. Decide matricularse en la
Facultad de Ciencias Biológicas, carrera en la que llegó a hacer tres cursos. Graba su
segundo disco EP. La canción “Ara que tinc vint anys” (Ahora que tengo 20 años) se
convierte en un éxito y va a ser la que determine la vocación de Serrat, abandonando su
trabajo como Perito Agrónomo para dedicarse a la canción.
En 1967 sale su tercer disco con “Canço de matinada” y “Paraules d’amor” que se
convierte en el primer disco en catalán que es número 1 en las listas de España. En mayo
actúa por vez primera en TVE y canta tres temas en catalán, en contra de la costumbre
que impedía la emisión por televisión de canciones en dicho idioma. Lasso de la Vega, que le pone el mote de “el Nano “, se
convierte en su mánager. Firma con la casa discográfica Novola/Zafiro para grabar discos en castellano.
En 1968 aparece su primer single en castellano: “El Titiritero” y “Poema de amor” son las dos canciones que lo integran.
En la carátula aparece el nombre de Juan Manuel Serrat en lugar de Joan Manuel Serrat. Es designado representante de TVE
para Eurovisión. La canción elegida es el “La, la, la”, cuyos autores son Manuel de la Calva y
Ramón Arcusa (el Dúo Dinámico). Serrat la graba el 2 de marzo, en Alemania, en varios idiomas.
En España, el disco sale a la venta acompañando a “Mis gaviotas”, un precioso tema. El 8 de
marzo se emite un Especial en TVE para promocionar en televisión al recién nombrado representante en Eurovisión. Canta cuatro temas en catalán y los tres que hasta el momento había grabado en castellano. También interviene en diferentes especiales en las televisiones europeas.
Serrat empieza a recibir muchas presiones de algunos miembros de la Nova Cançó y de otros
sectores catalanistas por cantar en castellano. Influido quizás por estas presiones, el 25 de
marzo, escribe una carta al Director General de RTVE en la que le pide que acepte su renuncia a
participar en Eurovisión si no es cantando en catalán. Da una conferencia de prensa y explica sus
motivos. Se inicia una campaña brutal de toda la prensa en contra de Joan Manuel. Vetos de TVE
y RNE que prohíben la difusión de sus canciones.
Cuando aún no se ha apagado la polémica por su renuncia a Eurovisión, Serrat publica un nuevo
disco single en castellano: “Manuel” y “Poco antes de que den las diez”. También aparece el single en catalán con los
temas “Per Sant Joan” y “Marta”. La primera de las canciones es una versión de un tema de Juan y Junior, cuya letra fue
cambiada por Serrat para describir las costumbres de su barrio durante la fiesta de la noche de San Juan.
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En 1969 sale el cuarto single de Joan Manuel Serrat en castellano. Incluye los temas “Tu nombre me sabe a yerba” y
“Balada de otoño”, que fueron dos auténticos éxitos en el panorama musical español de aquel año, llegando a copar los
primeros puestos en las listas de ventas. El 8 de mayo nace su primer hijo, Queco, hecho no divulgado hasta cuatro años
después, fruto de su relación con la modelo catalana Mercedes Domènech. Graba su LP “Dedicado a Antonio Machado”
donde pone música a varios poemas del insigne autor. Las ventas se disparan y lo convierten en el álbum más vendido de la
discografía española. Durante el verano, presentará el disco por toda España con una expectación extraordinaria. A la par,
empieza a rodar “La larga agonía de los peces”, su segunda película. Sale a la venta el que sería su último disco EP con
las canciones “Mare Lola”, “Bon dia” y “Temps de pluja”, aparecidas en la banda sonora de dicha película. En octubre,
comienza su primera gira sudamericana por diez países, cosechando grandes éxitos en todos ellos.
En 1970 aparece el single con los temas en castellano “Como un gorrión” y “Si la muerte pisa mi huerto”, dos canciones
de muy diferente temática, pero que auparon nuevamente a Serrat a las listas de discos más vendidos. En otro single incluye
dos famosísimos temas: “Señora” y “Fiesta”. En este último, tuvo que modificar parte de la letra por exigencias de la
censura. También, en el último mes de este año, Serrat (que siempre ha sido una persona muy comprometida y consecuente
con sus ideas) se encierra en el monasterio de Montserrat junto a otros 300 intelectuales y artistas como acción de protesta
por el llamado Proceso de Burgos.
En julio de 1971, Serrat anuncia que se retira temporalmente. La noticia cae como una bomba entre sus seguidores En este
período de retiro compone “Mediterráneo”, un álbum histórico y, sin duda, su disco más emblemático, que ocupará durante
muchas semanas el número uno en las listas de discos más vendidos. Además de la canción que da nombre al álbum, se
incluyen otros ocho temas insuperables cada uno en su estilo. Aunque es difícil destacar alguno, se pueden citar “Lucía”,
“Aquellas pequeñas cosas” y “La mujer que yo quiero”.
En el mes de septiembre de 1972, inicia la grabación del álbum dedicado al poeta Miguel Hernández. En 1974, por fin, TVE
levanta el veto que pesaba sobre Serrat desde 1968. Y así, el día 28 de marzo se emite el Especial “A su aire”.
En 1975, mientras se encuentra en México, Joan Manuel condena públicamente los últimos fusilamientos del franquismo y se
solidariza con la postura del presidente de México que había roto relaciones diplomáticas con España. En España se orquesta
una campaña de desprestigio hacia él; se prohíbe la radiodifusión de sus canciones, se
retiran de la venta sus discos, y se dicta una orden de busca y captura. Todo ello hace
que Joan Manuel pase a ser un exilado más, un refugiado político, lo que le obliga a
permanecer fuera de España por un total de once largos meses, hasta agosto de 1976 en
que pudo regresar tras la amnistía general concedida por el Rey Juan Carlos.
Joan Manuel se casa –por lo civil– el 23 de diciembre de 1977 con Candela Tiffón, de
verdadero nombre María Luz, de veinte años y modelo publicitaria de profesión, a la que
había conocido tras su vuelta de México. El 13 de diciembre de 1979 nace su hija María.
El 14 de noviembre de 1986 nace Candela, la segunda hija del feliz matrimonio.
Durante toda su carrera han sido innumerables las giras efectuadas por Serrat por toda
España y sobre todo por Latinoamérica donde es considerado un ídolo, especialmente en
Argentina y Chile. Entre las efectuadas por España destaca la que en 1996 realiza junto
a Ana Belén, Víctor Manuel y Miguel Ríos. El espectáculo, que se llamó “El gusto es nuestro”, les llevó por gran parte de la
geografía española. Un éxito extraordinario de cuatro “monstruos”, cada uno en su género. Y además, ese mismo año, Serrat
se convierte en abuelo.
Desde entonces hasta nuestros días, Serrat no ha parado de trabajar (salvo breves períodos de descanso), grabando numerosos discos, con su habitual maestría para componer letras inspiradas y poéticas junto con otras de denuncia social, si bien no
han alcanzado la popularidad de los temas de su primera época (salvo honrosas excepciones). Asímismo, ha colaborado con
otros artistas en grabaciones y actuaciones, ha recibido infinidad de galardones y premios y ha pasado a ser ya una leyenda
en todo el mundo de habla hispana.
Actualmente se recupera de una intervención quirúrgica como consecuencia de un cáncer de vejiga que padece. Esperemos
que pronto nos vuelva a deleitar con sus canciones, tanto en persona como a través de sus discos.
José Manuel Rodríguez Alarcón
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MÚSICA POP - 1
LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
POP Y ROCK EN FRANCIA
En los años 60, en España, no había grandes figuras de la canción a nivel internacional, por lo que triunfaban
sobre todo los cantantes y grupos de otros países cercanos, especialmente Francia, Inglaterra e Italia. Estados
Unidos quedaba lejos y su influencia se recibía a través de estos países y con las versiones que cantantes y
grupos españoles hacían de los éxitos americanos.
En esta ocasión vamos a trazar una somera reseña de la música en Francia durante
los años 60 y su influencia en España. En Francia era sobre todo la música melódica la
que se imponía, aunque también había representantes de la nueva corriente musical, el
rock & roll, como luego se verá.
Salvatore Adamo es uno de los iconos de la canción romántica. Este cantautor nacido
en Sicilia en 1943 (aunque afincado en Francia) tuvo su esplendor en las décadas de
los 60 y 70 y logró mantener una cierta ascendencia en las generaciones posteriores,
además de vender millones de discos y ser interpretado por cientos de artistas. En
España fue todo un ídolo de masas que encandiló a jovencitas con sus tiernas y sencillas canciones de amor: Un mechón de tu cabello, Cae la nieve, Mis manos en tu
cintura, Ella, La noche, Quiero, etc.
Charles Aznavour es, quizás, el cantante francés más conocido a nivel internacional,
pues además de sus giras por todo el mundo, sus canciones han sido traducidas a
muchos idiomas e interpretadas por grandes cantantes (incluido Frank Sinatra). Nacido
en París en 1924, aunque sus padres eran de origen armenio de donde huyeron por la
invasión de los turcos. De joven actuaba en nightclubs y hacía teatro a la vez que componía canciones. Gracias a la ayuda de la gran cantante Edith Piaf aprendió a aprovechar sus escasos recursos vocales a la vez que componía canciones que fueron interpretadas por la Piaf. Poco a poco su carrera musical fue progresando a la vez que hacía teatro y cine. En cuanto a la
música, Aznavour siempre se ha considerado más un compositor que un cantante.
En España sus grandes éxitos fueron: C’est fini (Se acabó), Et pour tant (Y por
tanto), Il faut savoir, Isabel y sobre todo, La mamma y Venecia sin ti, que en sus
versiones en español alcanzaron los primeros puestos de popularidad.
Françoise Hardy nació en París en 1944. Françoise irrumpió en el panorama musical francés de los años 60 con una imagen diferente. Su largo pelo y sus ojos tristes
estaban en consonancia con sus melancólicas canciones. Su voz suave y los temas
de sus canciones sintonizaron inmediatamente con la juventud “existencialista y progre” de aquellos años en Francia, donde adquirió una inmensa popularidad, que ha
conservado hasta nuestros días. En España su mayor éxito lo obtuvo con su canción
Tous les garçons et les filles (Todos los chicos y chicas), que habla de la
tristeza que siente una chica al ver cómo todos los jóvenes de su edad tienen
pareja y ella los ve con envidia, aunque con la esperanza de que algún día ella
también tendrá su propio amor.
Jacques Brel, aunque nacido en Bélgica en 1929, desarrolló su carrera musical
en París. Cantante minoritario, pero que, sin embargo, ha influido en gran número
de cantantes de otros países como Leonard Cohen, David Bowie y la española
Mari Trini, que han cantado sus canciones, especialmente Ne me quitte pas,
que fue su mayor éxito y que también ha sido cantada por Tom Jones, Frank
Sinatra y Neil Diamond. Desgraciadamente murió joven, a los 49 años, víctima
de un cáncer de pulmón.
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Gilbert Bécaud nació en 1927 en Toulon y fue uno de los pianistas, cantantes y compositores franceses más populares de los años 50 y 60. Actuó en el Olimpia de París
en treinta ocasiones (más que ningún otro artista). Sus interpretaciones estaban siempre llenas de energía y entusiasmo. Desde joven actuó como pianista y cantante, a la
vez que componía canciones que luego han sido cantadas por grandes figuras de todo
el mundo. Bécaud consiguió el mayor éxito de su carrera en 1961 con la canción Et
maintenant, que traducida al inglés como What now my love, fue grabada por grandes artistas como Shirley Bassey, Sonny & Cher, Frank Sinatra, Elvis Presley, Andy
Williams, y muchos más. En España también obtuvo un cierto éxito con Nathalie (1964)
y L’important c’est la rose (1967), apareciendo en numerosas ocasiones en TVE. Colaboró con Neil Diamond
en sus éxitos September Morn (1980) y Love on the Rocks (1981), y ha continuado
en activo con actuaciones y grabaciones hasta el año 2001, en que murió también de
cancer de pulmón.
Johnny Hallyday (su verdadero nombre es Jean-Philippe Smet), nació en París en
1943. Desde muy pequeño participó en las actuaciones de música y danza que su
familia realizaba por toda Francia. En 1957 descubrió a Elvis Presley a través del cine
e inmediatamente decidió que él quería ser una estrella del rock & roll. Comenzó cantando en pequeños clubs y cabarets, hasta que poco a poco se fue convirtiendo en un
artista conocido. Su repertorio estaba formado principalmente por éxitos americanos
que él traducía al francés. Su vida era una pura imitación de sus ídolos americanos,
con sonados romances, problemas con las drogas, pasión por los coches y motos.
Pero en el escenario transmitía toda la fuerza y el ritmo que le gustaba a la juventud. Pronto se convirtió en un
ídolo para ellos y su carrera se ha prolongado hasta nuestros días. En España sus discos más conocidos
fueron: Diana (versión del éxito de Paul Anka), Maybellene (Chuck Berry), Retiens la
nuit (Charles Aznavour), Sam’di soir, Be bop a lula y Ya Ya Twist.
Sylvie Vartan nació en 1944 en Bulgaria. Desde muy pequeña demostró un gran talento para cantar y actuar, apareciendo en 1950 en un film búlgaro. Dos años después
emigra a Francia con su familia. Su hermano Eddie, que era músico, forma un grupo
musical que acompaña a Johnny Hallyday en sus actuaciones. Esto hace que Sylvie se
introduzca en el mundillo musical francés y empiece a obtener sus primeros éxitos,
hasta convertirse en la estrella indiscutible de la música pop francesa, con innumerables discos grabados, apariciones en televisión, conciertos, etc. En 1965 se casó con
Johnny Halliday, convirtiéndose ambos en la pareja de moda en Francia y sus desavenencias y posterior divorcio fue material muy apreciado por las revistas musicales y del corazón. En España sus
mayores éxitos fueron: La plus belle pour aller danser (La más bella del baile) y Si je chante (Si yo canto).
Otros artistas franceses que tuvieron éxito en España fueron:
France Gall, que nació en París en 1947, hija de un reconocido compositor,
tuvo una dilatada carrera en Francia, aunque en España
su único éxito fue con la canción Poupée de cire, poupée
de son, con la que ganó el Festival de Eurovisión de 1965.
Marie Laforet, de quien se pueden destacar, además de
sus preciosos ojos, las canciones La plage (La playa),
Les vendanges de l’amour (Y volvamos al amor), Ivan,
Boris et moi y Viens, viens.
Alain Barrière, de quien se pueden destacar sus dos mayores éxitos en España: Elle était si jolie (Ella era tan
bonita) y Ma vie (Mi vida).
José Manuel Rodríguez Alarcón
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MÚSICA POP - 1
LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
MÚSICA POP Y ROCK EN ITALIA
En esta ocasión vamos a hacer un recorrido por la música italiana de los años 50, 60 y 70, así como su influencia
en España. Como en seguida veremos, la música de esos años en Italia giraba en torno al Festival de San Remo,
de donde han salido, o en donde se han consagrado, todas sus grandes figuras. En su época de máximo esplendor, participaron en el festival las más grandes figuras internacionales. La mecánica del festival consistía en que
cada canción se interpretaba dos veces, una por un artista italiano y otra por una figura internacional, que servía
de reclamo para dar mayor relieve al festival. La canción ganadora y algunas de las finalistas se convertían
inmediatamente en grandes éxitos en toda Europa y especialmente en España, por la similitud del idioma, llegándose a hacer, en la mayoría de los casos, versiones en español. Algunos de los intérpretes italianos que más
fama alcanzaron en España son los siguientes:
ADRIANO CELENTANO: Nació en Milán en 1938. Se consagró en el primer
festival de Rock & Roll que se realizó en Italia, en 1957. En 1958 grabó sus
primeros temas, clásicos del Rock & Roll, que interpretaba en un inglés muy
particular. En 1959 comenzó a interpretar temas propios y de otros autores italianos. Se presentó en 1961 en el Festival de San Remo, obteniendo el segundo
puesto con «24.000 Baci», que vendió más de un millón de copias. Otro éxito de
ese año fue «Buonasera signorina». Durante toda la década sigue colocando
sus temas entre los más vendidos: «Peppermint Twist», «Serafino
Campanaro», «Il ragazzo della via Gluck», «Preghero» (en España es quizás su canción más conocida, tanto en italiano como en español, con el título de
«Rezaré», siendo en definitiva una versión del éxito
de Ben E. King «Stand by me»), «Ciao ragazzi»
y «Azzurro». En el año 1970 volvió a San Remo triunfando con «Chi non lavora
non fa l’amore», cuando ya alternaba su carrera musical con el cine.
BOBBY SOLO: Su nombre real es Roberto Satti. Nació en Roma en 1945. Se
consagró en el Festival de San Remo 1964 compartiendo con Frankie Laine la
interpretación de «Una lacrima sul viso». El tema no ganó pero llegó a la final, y
su versión tuvo una gran repercusión y consiguió excelentes ventas. En 1965 logró
el primer puesto con «Se piangi, se ridi», repitiendo el triunfo con «Zingara» en el
año 1969, compartiendo el tema con Iva Zanicchi.
DOMENICO MODUGNO: Nació en 1928 en un pueblito cerca de Bari. De niño
se inició en la música como un medio para sobrevivir en un hogar muy humilde.
Por unas monedas cantaba, tocaba la guitarra, hacía acrobacias o se arrojaba al
mar desde gran altura, entreteniendo primero a turistas y luego a los soldados
que combatían en la Segunda Guerra Mundial. Cuando terminó el conflicto se
trasladó a Roma. Inició estudios de actuación, que pagaba con lo que obtenía
cantando en siciliano en locales nocturnos o directamente en la calle. A mediados de los 50 comenzó a componer y grabar. Obtuvo algunos éxitos menores,
hasta que en 1958 se impuso en el Festival de San Remo con su tema «Nel blu
dipinto di blu» (Volare). El tema lo consagró mundialmente, sirviendo además
para proyectar internacionalmente al Festival, que inició su época de oro. Modugno
repitió su triunfo al año siguiente con «Piove» (Ciao, ciao, bambina) y volvió a
imponerse en 1962 con «Addio, addio» y en 1966 con «Dio, come ti amo». «Vecchio frac» es otro de sus
temas más escuchados y aplaudidos. En 1984 lo afectó una parálisis, pero eso no impidió que siguiera apareciendo en los escenarios, a veces en silla de ruedas. Murió en 1994, reconocido como figura indiscutida de la
canción y de la comedia musical en todo el mundo.
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GIANNI MORANDI: Gianluigi Morandi nació cerca de Bolonia, en 1944. Fue
uno de los cantantes más famosos de Italia en los 60, con «In ginocchio da
te» (De rodillas ante ti), «Non son degno di te» (No soy digno de ti), que
fueron las más conocidas en España. Otros éxitos en Italia fueron «C’era un
ragazzo come me che amava i Beatles e i Rolling Stones», «Se non avessi
più di te» y «La Fisarmonica».
GIGLIOLA CINQUETTI: Nació en Verona en 1947. Comenzó a actuar a los
cinco años en su ciudad natal. En 1963 triunfó en el festival «Voci Nuove» y al
año siguiente fue invitada al Festival de San Remo. La edición del año 1964 fue
seguramente la más igualada de la historia del
festival, siendo ganadora la que cantó Gigliola:
«Non ho l’età (per amarti)» (No tengo edad para amarte). Gigliola representó
a Italia en Eurovisión con la misma canción, y se convirtió en la única intérprete
en imponerse en los dos festivales más importantes de Europa en el mismo
año. Vendió más de dos millones de copias en Italia y llegó a ocupar posiciones
destacadas en las listas de varios países, incluso en el difícil mercado inglés.
Gigliola volvió a San Remo en 1965 con «Ho bisogno di viderti», junto con
Connie Francis, llegando a la final, y en 1966 compartió con Domenico Modugno
«Dio, come ti amo», volviendo a triunfar. La «Dolce Gigliola» se había consagrado definitivamente como una de las grandes de la música italiana. Hasta
mediados de los setenta la carrera de Gigliola fue una sucesión de éxitos, aunque en España no tuvieron mucha repercusión. Fue figura en shows de la TV
italiana y participó en películas. Después contrajo matrimonio y espació sus actuaciones y grabaciones, sin
dejar de contar con el apoyo de sus seguidores.
GINO PAOLI: Cantante y autor que nació en
1934. Comenzó a cantar en Génova, integrando un grupo con otras futuras estrellas del mundo musical, como Luigi Tenco y Umberto Bindi.
En 1961 debutó en el festival de San Remo y
obtuvo luego fama mundial con su clásico
«Sapore di sale». Otros temas suyos,
«Senza fine» e «Il cielo in una stanza», fueron grandes éxitos interpretados por Ornella
Vanoni y Mina. En la actualidad, ya cumplidos
los 70 años, con la imagen de la derecha copiada de su página web, realiza una gira por toda Italia, en compañía, precisamente, de Ornella Vanoni, con el título de «Ti ricordi?. No, non mi ricordo».
Con las mejores interpretaciones de estos conciertos, que han durado casi
cuatro meses, se publicará un álbum con el título citado de la gira veraniega.
IVA ZANICCHI: Nació en 1941 en un pueblo cerca de Módena. Logró su primer
éxito con «Come ti vorrei», en 1964. Debutó en San Remo en 1965. En 1967
logró el primero de sus tres triunfos en el festival con «Non pensare a me»,
compartida con Claudio Villa. Repitió el triunfo con «Zingara» en 1969, cantada también por Bobby Solo. Su tercer triunfo llegó en 1974 con «Ciao cara,
come stai». Otros grandes éxitos suyos han sido «Sola più che mai» (versión italiana de «Strangers in the night»), «La riva bianca, la riva nera» (La
orilla blanca, la orilla negra), «Come prima», «Fra noi», etc.
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JIMMY FONTANA: Nombre verdadero: Enrico Sbricolli, nacido en 1934. Comenzó su carrera musical en orquestas de jazz. En 1965 grabó su gran éxito «Il mondo» (El mundo), que le
dio fama internacional. Desde entonces se transformó en uno de los autores más requeridos
por las grandes estrellas, aunque también siguió interpretando ocasionalmente sus temas.
Uno de los grandes éxitos de su autoría fue «Che sará» (Que será), cantada en San Remo
1971 por José Feliciano y el grupo Ricchi e Poveri. El tema obtuvo el segundo lugar y una gran
repercusión, con numerosas versiones en todo el mundo.
LUIGI TENCO. Nacido en 1938. Apasionado por el Jazz, comenzó tocando
guitarra, saxo y clarinete en varias orquestas que formó con sus amigos, entre
los que se hallaban Umberto Bindi y Gino Paoli. En 1958 se volcó al rock and
roll, creando con Paoli el grupo I Diavoli del Rock. En 1962 se trasladó a Milán
y debutó en el cine, mientras sus canciones empezaron a hacerse conocidas.
En 1965 uno de sus temas batió records de venta y se transformó en el gran
éxito de su carrera: «Ho capito che ti amo» (He sabido que te amo). Otros
éxitos de ese año fueron «Tu non hai capito niente» y «Vedrai, vedrai». En
el Festival de San Remo 1967, para el que Luigi compuso «Ciao amore, ciao»,
compartió la interpretación con su novia en esos momentos, Dalida. La canción resultó eliminada en la primera ronda, Tenco no logró sobreponerse y se
suicidó. Este gesto desesperado impulsó su canción a los primeros puestos
de venta por varios meses, y para algunos se transformó en un mito. Dalida
intentó también quitarse la vida un mes después, y aunque en ese momento no lo consiguió murió también por
suicidio en 1987, al cumplirse los veinte años de la muerte de Tenco.
MINA: Mina Anna Mazzini nació en las afueras de Milán, en 1940. Comenzó a
cantar en 1958. En 1959 grabó su primer disco, con dos temas en italiano y
dos en inglés. Su primer gran éxito fue «Il cielo in una stanza». Debutó en San
Remo en 1960 y también participó en 1961. Desilusionada por la escasa repercusión de sus canciones decidió no volver a participar en el Festival. Su carrera se vio interrumpida cuando en 1962 quedó embarazada del actor Corrado
Pani sin casarse con él, protagonizando un gran escándalo para aquella época. La televisión le cerró sus puertas y por un par de años permaneció sin
actuar y con escasas grabaciones. Retornó al éxito en 1965 con «E se domani»,
uno de sus grandes éxitos. En 1970 contrajo enlace con el periodista Virgilio
Crocco. Al año siguiente obtuvo gran triunfo con «Parole... parole...», pero
sufrió en 1973 la pérdida de su esposo
en un accidente automovilístico y desde entonces comenzó a espaciar sus presentaciones en público.
NICOLA DI BARI: Nombre real, Michele Scommegna. Nació en 1940.
Comenzó a cantar en 1960, pero su particular tono de voz tardó en imponerse. Participó en el festival de San Remo de los años 1965, 1966 y
1967 sin llegar a la final. Su carrera discurrió sin grandes éxitos, hasta
que logró un éxito enorme en San Remo 1970, donde alcanzó el segundo
lugar con «La prima cosa bella». La consagración definitiva le llegó en la
edición de 1971, que ganó con «Il cuore è uno zingaro» (El corazón es
un gitano). Repitió el triunfo en 1972 con «I giorni dell’arcobaleno». (Los
días del arco iris). Otros éxitos: «Vagabondo», «Chitarra suona più piano», etc.
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PATTY PRAVO: Nombre real, Nicoletta Strambelli. Nació en Venecia en 1948. Criada por sus abuelos, se destacó tanto por sus dotes artísticas como por sus continuas fugas de la escuela. Se inició como bailarina en un local
nocturno romano, cuyo propietario le dio la oportunidad de cantar. En 1965 adoptó el nombre artístico que le dio
la fama, que se inició con «Ragazzo triste» y alcanzó su punto culminante con el éxito mundial de «La bambola»,
que fue el más conocido en España.
PINO DONAGGIO: Nacido en Burano, en una familia de músicos, Giuseppe «Pino»
Donaggio empezó estudiando violín a los diez años, primero en el Conservatorio de
Venecia y luego en el de Milán. El descubrimiento de la música rock durante el verano de
1959 acabó la carrera clásica de Donaggio, cuando hizo su estreno cantando con Paul
Anka. Empezó a escribir sus propias canciones y se convirtió en un cantante-compositor importante de Italia. En el Festival de San Remo triunfó con «Come sinfonia». Sin
embargo, su canción más popular en todo el mundo fue en 1963 el tema: «Io che non
vivo» (Yo que no vivo sin ti), que vendió 60 millones de copias. En inglés como «You
don’t have to say you love me» ha sido cantada por Elvis Presley y Dusty Springfield.
RICCHI E POVERI: Grupo genovés formado en 1967 por dos chicos y dos chicas. Desarrollaron una sólida
carrera, basada en temas comerciales y pegadizos. Se consagraron definitivamente en San Remo en 1970,
donde obtuvieron el segundo puesto con «La prima cosa bella», compartida con Nicola Di Bari. Repitieron su
actuación en 1971, nuevamente segundos con «Che sarà» (Que será), con José Feliciano. Sus éxitos continuaron en 1981, en que fueron finalistas en San Remo con «Sarà perchè ti amo» (Será porque te amo). Su tema
«Voulez-vous dancer» fue el más vendido en Europa en 1983 y en 1985 llegó el ansiado triunfo en el festival,
con «Se mi innamoro» (Si me enamoro).
RITA PAVONE: Nació en Turín en 1945. Comenzó su carrera cuando fue descubierta por el cantante y productor Teddy Reno, en un festival para nuevos cantantes
organizado en 1962. Teddy Reno se convirtió inmediatamente en su representante
y guió su carrera. Su primer disco, «La partita di pallone» (El partido de fútbol),
batió records de venta, con más de un millón de copias en poco tiempo. El segundo
disco, «Come te non c’è nessuno» (Como tú no hay ninguno), le otorgó el reconocimiento del público internacional, con extraordinaria repercusión en Alemania, España, Brasil, Argentina e incluso en Japón. Interpretó sus éxitos en alemán, inglés y
español, lo que aumentó aún más su popularidad internacional y aseguró el éxito de
sus giras, que tuvieron su punto culminante con una notable presentación en el
show de Ed Sullivan en Estados Unidos. Contrajo enlace con Teddy Reno, con
quien lleva más de treinta años de matrimonio. Las actuaciones de Rita Pavone en España, en la década de los
60, fueron casi seguramente los eventos más exitosos de la época. Por aquel entonces, Rita era una de las
figuras internacionales más conocida de nuestro país. «La pecosilla», como se la conocía, arropada por el
cariño de miles de seguidores logró en sus actuaciones en TV records de audiencia, interpretando canciones
inolvidables como «Che m’importa del mondo» (Que me importa del mundo), «Cuore»
(Corazón), «Il ballo del mattone», «Viva la pappa col pomodoro», y otros éxitos.
TONY RENIS: Cantante y compositor. Nombre real: Elio Cesari. Nació en Milán en 1938.
Su máximo éxito como autor e intérprete lo consiguió con «Quando quando quando»,
tema que presentó en el Festival de San Remo de 1962. No ganó, pero pronto la canción
subió a los primeros puestos en todo el mundo, dando a Renis una gran fama en USA.
Curiosamente, al año siguiente logró el triunfo en San Remo, con «Uno per tutte», pero
este tema no alcanzó la trascendencia del anterior. Como autor logró otro segundo puesto
con «Quando dico che ti amo» (Cuando digo que te amo) en 1967. En los setenta se radicó en USA, donde
compuso canciones para Barbra Streisand y Julio Iglesias, entre otros.
José Manuel Rodríguez Alarcón
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LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
LOS EVERLY BROTHERS
Después de dos artículos dedicados a la música pop y rock en nuestros países vecinos Francia e Italia, y su influencia en España, vamos a dar otra vez
un salto al otro lado del Atlántico para centrar nuestra atención en un dúo que,
si bien no fue muy conocido en España en su momento, ha ejercido sin embargo una gran influencia en grandes artistas cuyas biografías veremos en
próximos artículos, como Simon & Garfunkel, The Mamas & The Papas, Los
Beatles y, en España, nuestro Dúo Dinámico.
El dúo estaba formado por los hermanos Donald y Phil Everly, de extraordinario parecido físico, nacidos en Brownie (Kentucky) respectivamente el 1 de
enero de 1937 y el 19 de enero de 1939. Ambos fueron muy precoces en
introducirse en el ambiente musical de aquellos años, ya que sus padres se
ganaban la vida cantando música country en emisoras de radio de todo Estados Unidos. A los siete años, Don tenía un programa radiofónico diario (“El
show del pequeño Donnie”) en el que, durante un cuarto de hora, el pequeño
artista cantaba en directo sus canciones, como la dedicada a su padre “That silver-haired daddy of mine”
(Ese padre mío con el cabello plateado). De este modo se formó la familia cantante de los Everly y transcurrieron muchos años en los que el aprendizaje de todas las cuestiones relativas a técnica vocal, primordialmente,
y composición, en segundo término, ocupaban casi todas las horas disponibles de estos dos jóvenes, además
de atender a sus estudios. No es de extrañar que al terminar éstos, era ya tal la categoría artística del dúo, que
su triunfo fue meteórico, porque estaba basado en años de duro esfuerzo y aprendizaje.
Cuando la familia se trasladó a Knoxville (Tennessee), los hermanos, ya casi mayores de edad, marcharon a la
cercana Nashville, que durante muchos años fue la cuna de la música rock y country, tratando de vender sus
propias composiciones. Allí fue el gran guitarrista Chet Atkins quien les presentó en la casa discográfica donde
él grababa.
Desde las primeras grabaciones su estilo se reveló absolutamente personal, aunque influido por los grandes
mitos del rock’n’roll que en aquel momento triunfaban, como Elvis Presley y Little Richard. Su forma de cantar,
sus armonías vocales, en las que las voces de Don en primer plano y Phil haciendo la segunda voz, se
conjuntaban perfectamente, creando una escuela que luego seguirían los artistas ya citados y muchos otros,
aunque ninguno ha conseguido superarlos.
Con la experiencia que tenían a sus espaldas, Don y Phil, pese a su juventud, poseían ya la soltura necesaria
para conquistar el éxito inmediatamente. Resulta asombroso el hecho de que ya sus primeras composiciones
tuvieran la entidad de las obras importantes. Más aún, fueron esos primeros éxitos los que condicionaron y
caracterizaron su inspiración y su carrera. Se trataba de canciones sencillas en las que ellos mismos se
acompañaban con sus guitarras acústicas y con la ayuda de un contrabajo y una batería, conseguían un
sonido limpio y un ritmo pegadizo basado en los rasgueos típicos de la música country, aunque con toques de
la música que se imponía en aquel momento, el rock’n’roll, de la que fueron unos de sus precursores. En
definitiva hacían una música muy agradable de escuchar, sin caer en la estridencia ni en los excesos de
algunos de sus competidores y, sobre todo, con un gusto exquisito. Quizás por todo ello gustase su música no
solo a los que iba dirigida, sino a toda clase de públicos.
Aunque han sido más conocidos por sus baladas y canciones melódicas, los Everly Brothers recibieron un
impulso increíble con el boom del rock’n’roll. En todos sus discos incluían composiciones propias en ese estilo,
o bien versiones de grandes éxitos de Elvis o de Little Richard.
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Muchos de los éxitos de los Everly Brothers fueron compuestos por el binomio formado por Felice y Boudleaux
Bryant, que consiguieron crear el sonido característico de los Everly. Generalmente las composiciones firmadas por los Bryant llevan un ritmo más
marcado y se aproximan más al espíritu del “rockabilly”, mientras que las
escritas por los Everly suelen ser más melódicas. Su estilo era tan fresco y
cautivador que los temas se colocaban en las listas de éxitos con extraordinaria rapidez. Uno de sus más grandes éxitos “All I have to do is dream”
(Todo lo que tengo que hacer es soñar), tardó solo cuatro semanas en llegar
al número uno en 1958 y permaneció en él nada menos que treinta y dos
semanas. Se trata de una balada en la que las armonías creadas por las
voces de los Everly llegan a su máxima expresión.
En el año 1957 ya habían alcanzado el número uno con dos canciones, “Bye, bye love” (Adiós, adiós amor)
y “Wake up little Susie” (Despierta pequeña Susie), que más tarde fueron cantadas por Simon & Garfunkel.
El siguiente año, además del éxito ya citado (All I have to do is dream), tuvieron otro número uno, “Bird dog”,
y otros éxitos menores, “Claudette” (versión del tema de Roy Orbison), “This little girl of mine” (Esta
chiquilla mía), “Problems” (Problemas), las tres con un ritmo influido por el rock’n’roll imperante en aquellos
años, y “Devoted to you” (Dedicado a ti), otra balada melódica.
En el año 1960 volvieron a alcanzar el número uno con el tema “Cathy’s
clown” (El payaso de Cathy) y otros éxitos menores, como su versión del
clásico del rock’n’roll “Be Bob A-Lula”, la balada “Like strangers” (Como
extraños), y su versión de “Let it be me”, un tema del cantautor francés
Gilbert Bécaud, en el que por primera vez los
Everly Brothers utilizaron instrumentos de
cuerda en su acompañamiento.
En 1962 obtuvieron los que serían sus últimos
grandes éxitos: “That’s old fashioned” (Eso
está pasado de moda) y “Crying in the rain”
(Llorando bajo la lluvia), que fueron números
4 y 6, respectivamente. Después siguieron grabando y actuando durante bastantes años, aunque nunca volvieron a colocar ninguna de sus canciones entre los diez primeros títulos de las listas de éxitos. De todas formas se calcula
que hasta 1965 vendieron más de
veinte millones de discos, lo cual es
una cifra impresionante para un dúo que durante sus años de esplendor solo actuaba en su propio país (solo salieron en una ocasión a
Inglaterra) y dadas las limitaciones de comunicación existentes en la
época, apenas eran conocidos en otros mercados.
Probablemente los Everly Brothers son los representantes más genuinos de todos los que convirtieron el rock’n’roll en un género de
consumo, pero también son los fundadores de un estilo vinculado a
las armonías vocales, como ya se ha dicho, que tuvieron una repercusión increíble en la música de artistas como los Beatles (John
Lennon y Paul McCartney en una ocasión se autodenominaron como
los “Foreverly Brothers”), los Hollies, los Lovin’ Spoonful, etc.
José Manuel Rodríguez Alarcón
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LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
SIMON & GARFUNKEL
Este mes seguimos en los Estados Unidos, con un dúo continuador, en ciertos aspectos, de los Everly Brothers, cuya vida
descubríamos en el anterior capítulo de esta serie sobre la música que oíamos y bailábamos cuando éramos más jóvenes.
Simon y Garfunkel desde su infancia soñaban con ser artistas. En 1955, con solo catorce
años, ya registraron sus primeras composiciones. En 1957 grabaron su primera maqueta con
un tema de Paul Simon. Una casa de discos se interesó por el tema y lanzaron el disco
poniendo a la pareja el nombre de Tom y Jerry. Llegaron al puesto 49 de las listas, lo que no
está nada mal para unos principiantes, e incluso llegaron a actuar en televisión en un programa en el que también cantó Jerry Lee Lewis.
Los siguientes discos de Tom y Jerry no lograron interesar a casi nadie porque solamente
eran imitaciones, más o menos veladas, de las canciones y el estilo de los Everly Brothers.
Así que los dos amigos terminaron la escuela y siguieron caminos diferentes, estudiando en
diferentes universidades. Paul Simon siguió cantando y componiendo para otros artistas y
llegó a grabar discos con tres nombres diferentes. Garfunkel también grabó algún disco con
el nombre de Artie Garr. Corrían los primeros años sesenta y Simon empieza a interesarse
por las nuevas corrientes folk que se mueven en los clubes de Nueva York.
En 1964 Paul Simon actúa en Londres en algunos clubes, donde coincide otra vez con Garfunkel. Deciden formar un dúo y
regresan a Nueva Cork donde firman un contrato con la CBS, con el nombre definitivo de Simon and Garfunkel. El primer
álbum que publican, en octubre del 64, se titula “Wednesday morning 3 a.m.”. Es una mezcla de temas tradicionales, alguna
canción de Bob Dylan y composiciones propias de Paul Simon. Entre estas canciones esta “The sound of silence” (El
sonido del silencio), cuya calidad nadie es capaz aún de apreciar, por lo que el disco pasa sin pena ni gloria y el dúo se
desvanece de nuevo.
Sin embargo, su productor Tom Wilson está convencido del potencial del tema y sin avisar a los artistas y aprovechando que
tenía una sesión de grabación con Bob Dylan, usó los mismos músicos que había en el estudio, añadió guitarras eléctricas
y percusión a “The sound of silence” y la relanzó en un disco sencillo. En
poco tiempo la canción llega al número uno de las listas. El dúo se vuelve a
reunir para reanudar una carrera que se adivina triunfal. Vuelven a lanzar el
primer LP, que esta vez ya obtiene cierto renombre, y lanzan un segundo en
el que ya figura la nueva versión de “El sonido del silencio”.
En 1966 editan su tercer disco grande “Parsley, Sage, Rosemary and
Thyme”, donde se incluye la canción “Dangling conversation”, que trata
del deterioro de la relación entre las personas y su incapacidad para comunicarse, un tema recurrente en las canciones compuestas por Paul Simon,
como ya se podía apreciar en “El sonido del silencio” y en otros temas de su
primera época. También contenía un bellísimo arreglo de “Scarborough
fair” (La feria de Scarborough) al que Garfunkel añade la melodía de un
“Canticle” en contrapunto con el de la balada tradicional, logrando otro de los temas clásicos de la pareja. Otros temas que
alcanzaron cierta fama en estos sus primeros tiempos fueron: “Homeward bound”, número 5 en 1966 y “I am a rock”
(Soy una roca), número 3 en el mismo año, donde continúan desarrollando el tema del aislamiento personal. El estribillo de
la canción repite continuamente “Soy una roca, soy una isla”.
Al año siguiente, el director de cine Mike Nichols les encarga que compongan la banda sonora de la película “El graduado”.
Así lo hicieron, pero al final el director prefiere incluir temas ya grabados por el dúo y sólo incluye una canción nueva “Mrs.
Robinson”, retrato de la frustración del ama de casa media americana. El disco salió en 1968 y rápidamente se convirtió en
número uno de las listas americanas, donde permaneció más de dos meses, siendo sustituido por otro disco de la pareja,
“Bookends”, que también incluía el tema “Mrs. Robinson”. Para muchos es el mejor disco de Simon and Garfunkel, donde
ya mostraban su madurez artística y profesional y con el que ganaron dos premios Grammy como “Mejor disco del año” y
“Mejor interpretación vocal”.
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Y llega el año de la crisis, 1969. Comienzan a preparar un nuevo álbum, pero las
diferencias de criterio empiezan a resultar insalvables. Garfunkel se niega a grabar un
tema titulado “Cuba si, Nixon no” que Paul había escrito decepcionado por la actitud del
presidente americano. Como represalia, Paul se niega a grabar una coral de Bach que
Garfunkel quería incluir en el disco. Hasta que se resuelvan las diferencias, la compañía de discos decide sacar una de las canciones ya compuestas para el nuevo álbum,
“The boxer”, uno de los mejores temas de toda la carrera del dúo, y que rápidamente
se convirtió en su nuevo éxito, llegando hasta el número 3 de las listas.
Al fin consiguen terminar el LP (¡después de más de cien sesiones de grabación!), pero
los resultados merecen la pena. El disco incluye
la canción “Bridge over troubled water” (Puente sobre aguas turbulentas) que daba nombre al
álbum. Es una de las más hermosas canciones
sobre la amistad que se han escrito nunca. Cuando empezaron a cantarla en directo, toda la gloria fue para Garfunkel, que realizaba un
espléndido trabajo solista, con su prodigiosa voz, mientras que Paul solo intervenía en
la parte final de la canción, haciendo la segunda voz. Los celos artísticos que Paul
reconocería luego como inexplicables, pusieron punto y final a la carrera de uno de los
dúos más importantes de la historia de la música pop. Una pena, porque el que fue su
último disco con canciones nuevas, obtuvo nada menos que ocho premios “Grammy” en
las categorías más importantes: Mejor disco del año, mejor canción del año, etc.
El disco contenía otras grandes canciones, que quedaron un poco eclipsadas por el
enorme éxito de “Puente sobre aguas turbulentas”. Así ocurrió con “El cóndor pasa”,
una versión exquisita de un tema tradicional peruano, que llegó al número 6 en 1970, o con “Cecilia”, una canción menos
profunda y más divertida, que llegó al número 4. También incluía “The boxer”, ya mencionada, y una versión del “Bye, Bye
love” de los Everly Brothers.
Hasta 1972 no volverán a cantar juntos y lo hacen en apoyo a la candidatura de George McGovern a la presidencia del país.
Luego se vuelven a reunir en diferentes ocasiones para cantar juntos, pero graban discos por separado. Así consiguen dos
nuevos números uno: “My little town” (Mi pequeña ciudad) en 1975, y “What a
wonderful world” (Que mundo tan maravilloso) en 1978. En ambos casos las canciones las grabaron juntos, pero luego cada uno las incluyó en sus propios discos.
Su reencuentro más sonado es el que se produce el 19 de septiembre de 1981, cuando
juntos ofrecen un concierto en el Central Park de Nueva York, ante más de cuatrocientos mil espectadores. Con las grabaciones del concierto se edita un disco, que también
obtuvo un gran éxito, aunque se trata de versiones de sus propias canciones o versiones
de canciones conocidas de otros artistas.
A lo largo de 1982, en Europa,
y de 1983, en Estados Unidos,
realizan importantes y triunfales giras. Las cosas van tan bien
que se piensa en un nuevo disco que se iba a titular “Think too
much”. Y aunque entran juntos al estudio y se someten a la disciplina de numerosas sesiones de grabación, al final se desestima el
proyecto y el álbum se convierte en el “Hearts and bones” de Paul
Simon en solitario. Y es que resulta imposible tratar de repetir lo
irrepetible.
Tanto Paul Simon como Art Garfunkel han continuado sus carreras
por separado, consiguiendo éxitos menores que nunca han conseguido igualar los que obtuvieron juntos.
José Manuel Rodríguez Alarcón
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MÚSICA POP - 1
LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
POP Y ROCK EN INGLATERRA
Después de dedicar los dos últimos artículos a dos grandes dúos norteamericanos (Everly
Brothers y Simon & Garfunkel) volvemos otra vez al viejo continente para ver como se encontraba el panorama musical en Inglaterra durante los últimos años 50 y primeros 60, muy influido
por el éxito imparable del rock & roll en Estados Unidos.
Si hay un cantante representativo de esa época en Inglaterra, ese es Cliff Richard. Su verdadero nombre es Harry Webb nacido en Lucknow (India) el 14 de octubre de 1940. Cliff Richard,
guitarrista y cantante solista, fue uno de los fundadores de The Drifters (aunque luego se le
cambió el nombre por el de “The Shadows” para no confundirse con el grupo estadounidense
del mismo nombre). El grupo consiguió un contrato y grabó su primer disco en los estudios
Abbey Road en 1958. El tema “Move It” alcanzó el número 2 en las listas de éxitos, a pesar
de que era la cara B del disco. Se trataba de un rock & roll lleno de ritmo y fuerza instrumental.
Los componentes de la banda fueron cambiando a lo largo
del tiempo, de forma que el único que quedó de la formación original fue Cliff Richard.
La formación con la que consiguieron sus mayores éxitos estaba formada por Hank
Marvin (guitarra solista), Bruce Welch (guitarra rítmica), Jet Harris (contrabajo) y
Tony Meehan (batería). Los dos primeros se han mantenido juntos a lo largo del
tiempo, mientras que los dos últimos se separaron del grupo para grabar en solitario, obteniendo también algunos éxitos instrumentales.
En el periodo entre 1958 y 1963, Cliff Richard y The Shadows se mantuvieron como
el grupo más importante en Gran Bretaña. Estuvieron de gira en los Estados Unidos, y con frecuencia le robaban el protagonismo al grupo estadounidense al que
acompañaban. Al volver a Inglaterra, convencieron a EMI, que era su empresa discográfica, para que diera mucha mayor importancia al fenómeno del rock & roll que
estaba arrasando en Estados Unidos. Tal era su fama en Inglaterra que otra empresa discográfica, PARLOPHONE, competidora de EMI, contrató a The Beatles, que por entonces eran unos desconocidos, para tratar de hacerles la competencia.
La indudable calidad de las canciones que interpretaba, muy en la línea de lo que la juventud quería oír, y el indudable
atractivo juvenil de Cliff, le convirtieron rápidamente en un ídolo en su país. Se suceden los éxitos con canciones como
“Living doll”, “Travellin’ light”, “Please don’t tease”, “The young ones”, “Bachelor boy”, “Lucky lips”,
“Dancing shoes”, “Do you want to dance”, “High class baby”, y muchos otros. Todos en la línea de la música
que se hacía en Estados Unidos por los grandes interpretes del rock & roll, pero siempre con un estilo muy personal,
basado en su cálida voz y en el extraordinario acompañamiento de The Shadows.
Muchos grupos conocidos de los años 60 y 70 comenzaron imitando a Cliff y The
Shadows, interpretando únicamente material suyo, y se enseñaba a los grupos a
copiar como ellos hacían las cosas. A The Beatles los llevaban a conciertos de Cliff
y The Shadows para que se fijasen en las ropas, la presencia en el escenario y varias
cosas más, y como grababan en los mismos estudios, se hicieron buenos amigos.
Cliff y The Shadows aparecieron en una serie de películas, enfocadas al público
juvenil, destacando The Young Ones, Summer Holiday, Wonderful Life y Finders
Keepers. Su mejor papel como protagonista tuvo lugar en la película de finales de los
60 Two a Penny, en la que Cliff interpretaba a un joven que se ve envuelto en un
asunto de drogas mientras se cuestiona su vida por un cambio de comportamiento
de su novia. También representó dos veces al Reino Unido en el Festival de la Canción
de Eurovisión. En su primer intento, “Congratulations” quedó en segundo lugar, después de nuestra Massiel con su
“La, la, la”, aunque fue un rotundo éxito en Gran Bretaña y en todo el mundo.
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Cliff grabó en algunas ocasiones sin The Shadows, principalmente para probar otros
estilos, y esto contribuyó a extender la errónea idea de que se habían separado,
pero la verdad es que en directo casi siempre actuaban juntos y esto se ha mantenido
hasta la actualidad.
En 1960, The Shadows lanzaron “Apache”, lo que supuso el nacimiento del rock
instrumental británico. Esto dio pie a los que pensaban que se habían separado,
pero la verdad es que Cliff participó en la grabación, aunque no quiso que apareciese
su nombre. El disco supuso un nuevo camino para The Shadows en solitario, y
pronto se convirtieron en el grupo instrumental más grande de todos los tiempos,
aunque sin dejar de trabajar junto a Cliff en sus grabaciones y actuaciones. A este
éxito de The Shadows siguieron otros como “Guitar Tango”, “Atlantis”,
“Wonderful Land”, “Kon-Tiki”, “Dance On!”, “Foot Taper”, “Gerónimo”,
“Theme for young lovers”, “Blue Star” y muchos otros con los que consiguieron en varias ocasiones llegar al
número uno de las listas británicas. En todos ellos destacaba la impecable labor de Hank Marvin en la guitarra solista,
si bien los demás no desmerecían en absoluto, creando un sonido muy peculiar basado en sus extraordinarias cualidades
como instrumentistas. Era un sonido limpio en el que cada instrumento se podía distinguir claramente de los demás,
sin dejar por ello de conseguir un sonido de conjunto muy armonizado. Grandes
guitarristas como Eric Clapton, Mark Knopfler y muchos otros han reconocido que
en sus comienzos aprendieron a tocar la guitarra imitando el estilo de Marvin.
A lo largo de los 60, Cliff se mantuvo en la cima, sin embargo no tuvo los privilegios
que tenían los nuevos grupos de editar música y colocarla directamente en los
Estados Unidos, por lo que allí no ha tenido nunca el reconocimiento que se merece.
Por entonces, The Beatles se habían convertido en un fenómeno gracias a la acogida
del público estadounidense.
En los años 70, debido al éxito de la gran cantidad de grupos que surgieron tras el
triunfo de The Beatles, Cliff decidió dar un giro a su carrera y se involucró fuertemente
en el mundo de la televisión, lo que hizo ver a Cliff como un personaje popular, y no
solamente como un cantante. Estaba en casa de todos, y entretenía a toda la
familia y, aunque aún grababa con bastante éxito, su compañía decidió volver a convertirlo en un artista “rock”. En esa
época lanzó un disco en el que el tema “Devil Woman” alcanzó un gran éxito.
En el mercado aparecieron una serie de nuevos discos, y en el año 1979 alcanzó el número uno con “We Don’t Talk
Anymore”. Un verdadero resurgimiento de Cliff estaba sucediendo. En los años
siguientes y durante los 80, Cliff fue la mayor estrella del pop en el país, y se
convirtió en un imán para otros grandes de la música. En unos pocos años, había
trabajado con Elton John, Mark Knopfler, George Harrison, Freddie Mercury, Stevie
Wonder, Phil Everly (de los Everly Brothers), por nombrar unos pocos. También
trabajó con Olivia Newton-John (con la que se rumoreó que iba a casarse) y para
finalizar la década, llenó el estadio de Wembley varias noches seguidas con un
grandioso concierto titulado “The Event”.
Desde entonces ha continuado su carrera, aunque sin conseguir los éxitos de su
primera época. Se ha convertido en un artista que no ha sido encasillado en un
único patrón, sino que ha sido un rockero salvaje y un cantante de baladas, que
incluso encontró natural cambiar a ritmos de baile. En Gran Bretaña es toda una
institución, lo que fue reconocido por la Reina cuando fue nombrado Sir. Es el artista
que ha vendido más discos en Gran Bretaña, por delante de The Beatles y de Elvis Presley. Para el otoño de 2006
tiene prevista una gira de actuaciones por todo su país.
La explosión del “beat” británico, que trataremos en otro artículo, influyó negativamente en las ventas de los discos de
The Shadows quienes, en 1968, decidieron disolverse, aunque luego se han vuelto a juntar en numerosas ocasiones
para realizar giras y también actuaciones junto a Cliff Richard. Hank Marvin ha seguido grabando en solitario durante
muchos años y colaborando con otros grandes artistas en sus grabaciones y actuaciones.
José Manuel Rodríguez Alarcón
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LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
POP Y ROCK EN INGLATERRA (THE BEATLES)
Este mes nos vamos a ocupar de un grupo que revolucionó la música pop y rock en todo el mundo. ¿Qué se puede
escribir sobre The Beatles que no se sepa ya?. Musicalmente recuperaron la mejor tradición del rock & roll, pero fueron
capaces de abrir nuevos caminos. Desde su aparición dominaron los años sesenta, tanto por su capacidad musical
como por su habilidad para influir en las costumbres y las modas de la juventud de su tiempo. En su vida como grupo
se pueden distinguir cuatro etapas:
Los orígenes: John Winston Lennon, nacido en Liverpool el 9 de octubre de 1940,
se distinguió desde pequeño por ser un chico rebelde, inquieto, muy mal estudiante, que prefería la guitarra a los estudios. Siendo muy joven formó un grupo musical
denominado “The Quarrymen”. A este grupo se incorporó poco después James
Paul McCartney (nacido el 18 de junio de 1942) y dos años después George Harrison
(nacido el 25 de febrero de 1943). John y Paul forman el alma del grupo, componen
canciones y llegan a presentarse como dúo con el nombre de “The Nurk Twins”.
En 1959 abandonan los estudios para dedicarse a la música, pero no consiguen un
trabajo estable por lo que “The Quarrymen” desaparecen. A principios de 1960 renacen como “Long John and The Silver Beatles”, denominación demasiada larga
que al final queda reducida al nombre por el que luego serían conocidos mundialmente. Además de los ya citados,
forman el grupo el batería Pete Best y el bajista Stu Sutcliffe. Van de gira como acompañantes de cantantes de
segunda fila y en verano marchan a Hamburgo donde actúan en varios locales de no muy buena reputación. Son
actuaciones muy largas, atendiendo las peticiones del público y tocando las canciones de moda en aquel momento.
Esto les aporta una gran experiencia de cara al público y como instrumentistas. Allí es donde a la novia de Sutcliffe se
le ocurre la idea de cambiarles la forma de peinarse, adoptando el famoso pelo largo con flequillo que luego será
conocida como “melena beatle”. Sutcliffe se queda en Alemania para casarse.
Regresan a Liverpool y se convierten en grupo habitual de “The Cavern”, un club donde ya exhiben las “tablas” adquiridas en Hamburgo. Allí es donde les descubre el que luego sería su manager, Brian Epstein, que por entonces era el
responsable de una cadena de tiendas de discos. Queda entusiasmado con sus canciones y su forma de actuar y,
aunque no tenía ninguna experiencia previa, se ofrece como manager a cambio del 25% de sus ingresos.
El lanzamiento: Brian Epstein, aprovechando sus contactos con las empresas
discográficas, trata de conseguir que les contraten, pero ninguna de las importantes demuestran estar interesadas. Solamente detecta un cierto interés en George
Martín, un productor de una pequeña discográfica (Parlophone), pero aún así le
cuesta mucho conseguir el primer contrato, teniendo que aceptar ciertas condiciones. La primera es que tienen que cambiar sus cazadoras de cuero y sus vaqueros, por trajes de corte moderno y su aspecto desgreñado por otro más decente.
La segunda es que tienen que cambiar al batería Pete Best por otro más profesional. Eligen a Richard Starkey, un tipo simpático al que llaman Ringo Starr.
El primer disco que graban “Love me do” llega al número 17 de las listas de Gran
Bretaña. El siguiente “Please, please me” llega al número 2. Se desata la
“Beatlemanía” y a partir de “From me to you” están en lo alto de las listas
a los pocos días de cada lanzamiento. Así ocurre con “She loves you”,
“Twist and shout” y “I want to hold your hand” en 1963, “Can’t buy me
love”, “A hard day’s night”, y “I feel fine” en 1964, y “Ticket to ride”,
“Help!”, “Yesterday” y “We can work it out” en 1965.
Casi nadie se explica lo que está ocurriendo. En sus conciertos la histeria
desatada apenas deja oír lo que cantan. Masas de chicas les siguen adonde
van, cercan sus hoteles y se pelean con la policía por intentar acercarse a
ellos. Primero en Europa, luego en Estados Unidos y después en el resto del
mundo, sus canciones arrasan en las listas y empieza a hablarse de lo que
luego se denominaría “la invasión británica”, cuando los grupos ingleses
copaban las ventas de discos, especialmente en Estados Unidos.
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La explicación podría radicar en que ellos retornan a las fuentes del rock & roll, pero añaden toques modernos en una
combinación muy atractiva. Instrumentalmente ninguno es un virtuoso de su instrumento, pero, sin embargo, como
conjunto consiguen un sonido muy personal que les diferencia de todo lo oído hasta entonces. Vocalmente, sus
armonías recuerdan en muchos aspectos a los Everly Brothers, pero también son grandes admiradores de los grupos
vocales negros, lo que se aprecia en muchas de sus primeras canciones. Pero, además, está su actitud personal: en
sus entrevistas y conferencias de prensa, los Beatles toman el pelo a sus interlocutores y se muestran como tipos
divertidos, incisivos y avispados. Cada uno adopta un papel que desarrolla de maravilla: Paul es el bello romántico,
John ejerce de rebelde con inquietudes intelectuales, George hace de serio al lado de un Ringo feo y gracioso.
Tanto contribuyen a difundir la cultura británica y a mejorar la balanza de pagos de su país que en 1965 se les nombra
Caballeros de la Orden del Imperio Británico.
La madurez: A partir de 1965 dejan prácticamente las actuaciones en directo, vuelven a Londres y se concentran en
la composición y grabación de sus siguientes discos. Su siguiente álbum “Rubber soul” es un hito en su carrera.
Hasta entonces todos los artistas lanzaban primero sus canciones en discos “singles” (dos canciones) o “EPs”
(cuatro) y los “LPs” o discos grandes solían servir como recopilación de éxitos. Pero los Beatles lanzan su nuevo
álbum con todas sus nuevas composiciones, destacando “Norwegian Wood”, “Nowhere man” y “Michelle”.
En su siguiente álbum “Revolver” (1966) se nota ya la influencia de las filosofías orientales y su afición por las drogas,
especialmente el LSD. Usan músicos con instrumentos indios, y también instrumentos de cuerda y viento. Todos son
elementos muy vanguardistas para la música que se hacía en esa época. Destacan “Eleanor Rigby”, “Yellow
submarine”, “Here, there and everywhere” y “Got to get you ito my life”.
La culminación de esta etapa es el álbum “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band” (1967), algo así como La Banda de
los Corazones Solitarios del Sargento Peppers, máxima expresión de la música psicodélica, con canciones tan
enigmáticas como “Lucy in the Sky with Diamonds”, en cuyo título algunos creen descubrir las siglas de la droga
alucinógena LSD. Otras canciones interesantes del disco son la que da nombre al álbum y “With a little help of my
friends”.
EL álbum “Magical Mistery Tour”, continúa en la misma línea aportando canciones como “The fool on the hill”,
“Hello Goodbye”, “Strawberry fields forever”, “Penny Lane” y sobre todo “All you need is love” que se
convierte en un himno para la cultura hippy.
La decadencia: Empiezan los malos tiempos. Fallece su manager Brian Epstein
por sobredosis de barbitúricos y ellos se van a la India donde el sabio hindú Maharishi
Mahesh Yogi les introduce en la meditación trascendental. George muestra su interés
por las religiones orientales, mientras John provoca escándalos con su nueva
acompañante Yoko Ono. Crean su propia productora de discos, Apple Records.
En 1968 aparece el álbum doble “The Beatles”, también conocido como el “álbum
blanco”, porque su portada es de ese color, tan diferente de las abigarradas portadas
anteriores. Solo contiene de interesante un rock & roll “Back in the U.S.R.R.”, una
canción muy pegadiza “Ob-la-di ob-la-da” pero de dudosa calidad, y la excelente
“While my guitar gentle weeps”.
Comienzan a aparecer diferencias entre los miembros del grupo, a lo que contribuye
el desastre económico de Apple, que casi les deja arruinados. La presencia de
Yoko Ono causa irritación. Paul intenta tomar un papel dominante en el grupo, lo que le enfrenta a John. Tras muchas
discusiones, intentan recomponer el espíritu del grupo. Graban el álbum “Abbey Road” en 1969, curiosamente el disco
más vendido del grupo. En él vuelven a aparecer buenas canciones como “Come together”, “Here come the sun”
y en especial “Something” donde destaca la labor e inspiración de George Harrison.
A pesar de todo continúan las diferencias y su último álbum con canciones nuevas “Let it be”, lo graban cada uno por
separado en 1970, demostrando que ya es imposible la reconciliación. Además de la canción que da nombre al álbum,
merecen destacarse “The long and winding road” y “Get back”.
Es un feo final para una historia tan brillante. Complicadas batallas ante los tribunales, insultos y acusaciones terminaron
por dividir a los cuatro miembros y aunque con el tiempo se reconciliaron, ya no fue posible volver a reunirlos, a pesar
de las jugosas ofertas que recibieron. Cada uno inicia su carrera por separado. Paul con una trayectoria muy brillante
que dura todavía, tanto en solitario como con el grupo Wings fundado por él. John, con su muerte prematura por
asesinato, truncó lo que podía haber sido otra buena carrera, aunque lo convierte en un mito. George, sin la fuerte
influencia de Paul y John, destapó todo su potencial creativo. Y Ringo también grabó algunos discos con cierto éxito.
José Manuel Rodríguez Alarcón
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MÚSICA POP - 1
LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
POP Y ROCK EN INGLATERRA (LA ERA “BEAT”)
Como continuación a los dos artículos anteriores (Cliff Richard & The Shadows y The Beatles), este mes terminamos
de hacer un repaso a la situación musical de Inglaterra en los años 50 y 60. Los Beatles abrieron el camino y después
de su éxito, todos los grupos medianamente decentes de Liverpool fueron fichados por las compañías discográficas
con la esperanza de repetir el milagro. Pero el “sonido de Liverpool” fue eclipsado rápidamente por docenas de
grupos procedentes de Manchester, Londres y otras ciudades británicas. Las canciones de todos ellos, sus vestimentas, peinados y actitudes fueron copiados en todos los rincones del mundo, y dieron un poderoso impulso a la música
juvenil. La mayor parte de los grupos que formaron lo que los norteamericanos llamaron “La invasión británica”,
tuvieron carreras breves, pero algunos, como los Rolling Stones y algún otro, se mantienen
activos y son venerados por músicos y aficionados de varias generaciones. A continuación
vamos a hacer un pequeño resumen de los más importantes.
The Animals: Junto con los Rolling Stones, son los más importantes representantes del rhythm
& blues británico. Procedían de Newcastle y contaban con músicos tan importantes como
Eric Burdon y Alan Price (ambos dejaron el grupo años después para participar en otras formaciones). Su principal éxito a nivel mundial fue una versión electrificada y electrizante de una
canción del Folk tradicional norteamericano, “The house of the rising sun” (La casa del sol
naciente), que llegó al número uno en 1964. Es una canción en la que destaca la voz de Eric
Burdon y el acompañamiento de órgano electrónico que hace Alan Price. Otros éxitos suyos
fueron “Don’t let me be misunderstood” y “We gotta get out of this place”, ambos
en el año 1965.
The Kinks: Procedían de Londres y estaban formados por Ray Davies y su hermano
Dave, junto con otros músicos que fueron cambiando con el tiempo. Evolucionaron desde
un rock duro hasta un pop elegante y con letras que trataban de reflejar la sociedad de su
tiempo. Su primer gran éxito fue “You really got me” en 1964, en la que el cantante
Ray Davies repite insistentemente esa frase, mientras con la guitarra trata de imitar su
propia voz. Otros éxitos fueron “All the day and all of the night” (1964), “Tired of
waiting for you” (1965), “Sunny afternoon” (1966), y “Lola” (1970). En 1966 estuvieron
en España, pero tuvieron muchas dificultades para actuar, debido a su fama de “chicos
malos”. Siguieron actuando y grabando hasta el año 1986 y
después de forma esporádica.
Billy J. Kramer y Los Dakotas: Salieron de Liverpool y en 1963 consiguieron su primer éxito con
un tema de Lennon y McCartney “Do you want to know a
secret”. Además de canciones, compartieron con los Beatles el
apoderado, el productor y la casa discográfica. En 1965 obtuvieron
su último éxito con el tema de Burt Bacharach “Trains and boats
and planes”.
Dave Clark Five: Quinteto formado en 1962 en Tottenham.
Su mayor éxito lo tuvieron en 1964 con la canción “Glad
all over”, que les introdujo en el difícil mercado
norteamericano, donde triunfaron como Los Beatles y
abrieron la puerta para que otros muchos grupos británicos
lo hicieran. Se diferenciaron de la mayoría de sus
contemporáneos por la utilización del órgano, piano y saxo,
y sus canciones se enmarcaron en un estilo intermedio entre el pop y el rhythm & blues.
Gerry and the Pacemakers: Comenzaron en 1959 en Liverpool y fueron uno de los grupos
más representativos del “Sonido Mercey” con una canción “Ferry cross The Mercey”,
que se convirtió en himno de la ciudad. Una de sus canciones “You’ll never walk alone”
(1964) todavía se canta en los campos de fútbol ingleses.
MÚSICA POP - 2
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Herman’s Hermits: Se formaron en Manchester en 1963 alrededor de la figura de Peter
“Herman” Noone, actor y cantante ya conocido por sus actuaciones en la BBC.
Interpretaban canciones sencillas, desenfadadas, pegadizas, que les convirtieron en
uno de los grupos de mayores ventas, con más de 17 millones de discos hasta 1967.
Sus mayores éxitos fueron: “Can’t you hear my heartbeat”, “Mrs. Brown you’ve
got a lovely daughter”, “Silhouettes” (todas en 1965) y, “No milk today” y “There’s
a kind of hush”, en 1967.
The Hollies: Las armonías vocales llevadas a su
máxima expresión gracias a la calidad de sus dos
cantantes: Graham Nash (que después participó en el
“supergrupo” “Crosby, Stills, Nash & Young”) y Allan
Clarke. Formados en Manchester en 1962, The Hollies
consiguieron un buen número de éxitos, solo superados por The Beatles. Su primer gran
éxito fue “I’m alive” (1965) que llegó al número uno. En 1966 continuaron con “Bus stop”
(su mejor canción, quizás). En 1967 tuvieron otros dos éxitos “Carrie Anne” y “On a
carousel”, seguidos en 1968 por “Jennifer eccles”, en 1970 con “He ain’t heavy, he’s
my brother” y en 1974 con “The air that I breathe”.
The Searchers: Los más elegantes. Perfectas voces,
instrumentistas con clase, gusto para elegir versiones y trajes de corte impecable. El
cuarteto se formó en Liverpool en 1961 y alcanzó en 1963 su primer éxito “Sweets for
my sweet”. Un año más tarde su primer número uno con “Needles and pins” y
también su primer millón de discos vendidos. En 1965,
obtuvieron mucho éxito con su versión de “Love potion
number nine”.
Peter and Gordon: Compañeros de clase en Londres,
comenzaron pronto a actuar en pequeños pubs imitando a
los Everly Brothers. En 1963 obtuvieron su gran éxito con su
primer disco “A world without love”, una composición de
Paul McCartney, novio de la hermana de Peter. Su estilo
romántico, con baladas perfectamente construidas, duró hasta su separación en el año 1968.
The Rolling Stones: Merecerían dedicarles un capítulo entero porque alguien dijo de ellos: “No
son un grupo más, sino todo un estilo de vida”. Aunque en sus comienzos vestían pulcramente, enseguida cambiaron su
aspecto. Cabellos largos, vestimenta descuidada, sin ninguna moralidad, actitud a medio camino entre la provocación y la
indiferencia, escándalos, drogas, etc., etc. Musicalmente, sus orígenes estaban en el rhythm & blues norteamericano al
que añadieron toda la fuerza y dureza de sus letras y sus guitarras, para crear un estilo característico e inimitable. Mick
Jagger (cantante) y Keith Richard (guitarra) han sido siempre la base del grupo y los
autores de la gran mayoría de sus canciones. El resto de la formación inicial estaba
formada por Brian Jones (guitarra), Bill Wyman (bajo), Charlie Watts (batería) y Ian
Stewart (piano). En julio de 1969 muere Brian Jones y es sustituido por Mick Taylor, que
a su vez deja la banda en 1974 y es sustituido por Ron Wood. Su primer gran éxito fue
“(I can’t get no) Satisfaction”, que llegó al número uno en 1965, lo mismo que “Get
off of my cloud”. En 1966 llegarían “19th Nervous breakdown”, “As tears go by” y
sobre todo “Paint it black”. En 1967 “Ruby Tuesday”, en 1968 “Jumpin’ Jack
Flash”, en 1969 “Honky Tonk women”, en 1971 “Brown sugar” y en 1973 su balada
más famosa “Angie”.
Su actividad musical ha continuado hasta nuestros días, con altibajos, retiradas
temporales, giras mundiales y discos que no alcanzan los éxitos de sus primeros
tiempos pero que les sirven para mantenerse como “la más grande banda de rock
and roll de todos los tiempos”. Con el tiempo se han convertido en un mito conocido
como “Sus satánicas majestades”, manteniendo en la práctica su lema de “Sexo, drogas y rock & roll”.
José Manuel Rodríguez Alarcón
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LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
CONJUNTOS ESPAÑOLES (1)
Este mes y, también, en los próximos boletines, nos vamos a ocupar de los grupos que fueron pioneros en el surgimiento y futuro desarrollo de la música pop y rock en España. Se trataba, en casi todos los casos, de jóvenes con
escasos o nulos conocimientos musicales, pero que estaban deslumbrados y muy influidos por las escasas noticias
que llegaban a España del fenómeno que se estaba produciendo en todo el mundo, partiendo de Estados Unidos e
Inglaterra: el rock and roll.
LOS ESTUDIANTES: Es el grupo pionero de todos los que se formaron en Madrid. A mediados de los 50, José
Barranco, a través de las emisoras de la base de Torrejón, empieza a oír el nuevo ritmo del rock & roll. Él, con una
guitarra española, y su amigo José Alberto Gonsalvez con un tambor, comienzan a hacer música emulando a su ídolo
Elvis Presley. En una actuación en el paso del ecuador de la Facultad de Medicina se les acerca un chico, Rafael
Aracil, para ofrecerles su guitarra eléctrica, instrumento desconocido por entonces en España. Después se uniría al
grupo cuando aprendió a tocar la guitarra. Montan todo el repertorio de Elvis Presley y Gene Vincent. Su primer trabajo
serio fue en Alicante donde ganaban 600 pesetas diarias durante los tres meses de verano. De vuelta a Madrid entra en
el grupo Adolfo Abril tocando el contrabajo. También mejoran la batería y comienzan a ser conocidos, actuando en
varias salas de fiestas. Por entonces se llamaban «Los Cuatro Estudiantes». Actúan en el programa «Boite» en Radio
Intercontinental, presentado por Ernesto Lacalle. También actúan en «Cabalgata fin de semana» de la Cadena SER.
Hacen su primera película «Pasa la Tuna». Adolfo Abril deja el grupo por los estudios y José Alberto pasa al bajo.
Entran en el grupo Fernando Arbex, con una batería completa, y Luis Palacios, con su guitarra en forma de ancla y
pasan a llamarse «Los Estudiantes».
Desde el programa «Caravana musical» de Ángel Álvarez, en La Voz de Madrid, reciben una gran ayuda. Su repertorio estaba
formado por temas de Chuck Berry, Richie Valens, Buddy Holly, Elvis, Johnny Burnette, Gene Vincent, etc. Rafa se va a
Inglaterra y su puesto lo ocupa Luis Arbex, hermano de Fernando. En 1959 graban su primer disco para Philips, «El Rock &
Roll de Los Estudiantes», que alcanza buenas ventas. Poco después se va José Luis Palacios y entra al piano Manolo
Fernández, que más tarde pasaría a Los Sonor.
Participan en una actuación conjunta de grupos de toda España en el Palacio de los Deportes de Madrid, con «Los Pájaros
Locos» y «Los Blue Star» por Barcelona, «Los Milos» por Valencia, y «Los Pekenikes» y «Los Teleko» por Madrid. Un amigo
común, Luis Sartorius, les da a conocer a Cliff Richard con el que quedan impresionados y especialmente con The Shadows.
Desde entonces incluyen en su repertorio muchos temas instrumentales de este mítico grupo inglés.
Se va Manolo y vuelve Rafa Aracil a ocuparse de la guitarra solista. Luis Sartorius se ocupa
de la rítmica y Luis Arbex del bajo, con Fernando a la batería y Barranco como cantante
solista. Hacen su tercera película «Diferente». Graban su segundo disco, transcurridos
tres años desde el primero. En invierno actúan en Madrid, en el «Club Castellano» y en
Alicante. En verano en Cala Ratjada, en Mallorca.
En el año 1963 se va Luis Sartorius para ocuparse del Departamento Artístico y de Promoción de la casa discográfica Philips. Los otros cuatro tienen que hacer «la mili». Como han
ganado bastante dinero deciden mejorar el equipo, de lo que se ocupa Sartorious en Londres ayudado nada menos que por Hank Marvin de The Shadows. Guitarras Fender, amplificadores Vox y Ampex, eco y
equipo de voz Dynacor. Graban su tercer disco con tres temas instrumentales de Fernando Arbex. Es en ese tiempo cuando
acompañan a The Blue Diamonds y mantienen correspondencia con The Shadows, que les animan a seguir por ese camino.
En 1964 muere Luis Arbex, en un accidente en la «mili». Es un golpe tan fuerte que deciden disolver el grupo. Sartorius pasa
al sello Zafiro para hacerse cargo de una nueva marca «Novola», trabajando estrechamente con Fernando Arbex en lo que
luego serían Los Brincos. Barranco entra de cantante en Los Pekenikes, ocupando el puesto de Juan Pardo que se va al
nuevo grupo. Una noche, Sartorius al volver a casa en su «seiscientos», tiene un accidente en la Puerta de Alcalá al patinar
el coche y muere. Rafa se dedica a los negocios y Barranco deja Los Pekenikes para formar otro grupo réplica de Los
Brincos, Los Flecos, con escaso éxito.
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LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
(continuación de la página anterior)
Aunque su producción propia fue muy escasa, supieron introducir en España los éxitos de otros artistas que triunfaban
en el mundo. Sus versiones de esos éxitos, cantadas en inglés, eran bastante fieles al original. De sus filas salieron
dos de los componentes de Los Brincos (Fernando Arbex a la batería y Manolo González al bajo).
LOS PEKENIKES: Unidos por la afición común de «hacer música» , en 1959, Ignacio Martín Sequeros, Pepe Nieto y los
hermanos Sainz, estudiantes todos del Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid, deciden formar un grupo musical y lo
denominan Los Pekenikes. En 1961 graban su primer disco en Hispavox. Y
durante los años siguientes siguieron sacando más discos, incorporándose a
ellos otros músicos como Tony Luz, Eddy Guzmán, que era a la vez vocalista
y batería, Junior, Juan Pardo y José Barranco que se sucedieron como cantantes, pasando por Pablo Argote, Jorge Matey y Félix Arribas de baterías. Los
Pekenikes parecían una pequeña escuela de corto aprendizaje y estancia pasajera para terminar sus componentes en otros grupos como Los Brincos, Los
Flecos o Los Sonor. De esta época destacan las versiones realizadas de éxitos extranjeros, aunque también grababan algunos temas instrumentales, como
su versión de «Los Cuatro Muleros».
En 1966 aparecen Los Brincos con gran éxito y Los Pekenikes no tienen voz solista, por lo que ante el apremio por parte de
Hispavox de grabar un LP, «como recurso», Los Pekenikes graban finalmente temas sin voz, es decir instrumentales: «Hilo
de Seda», «Frente a Palacio» y «Sombras y rejas», entre otros. Resultó de tan enorme éxito a nivel internacional que a
todos sorprendió, obligando con ello a proseguir con el nuevo estilo. A ese LP le siguieron otros, para cuya grabación se
incorporaron nuevos músicos como Félix Arribas y Vicente Gasca, consiguiendo otros nuevos éxitos como «Embustero y
bailarín» y «Lady Pepa».
En 1971 se liquida el contrato con Hispavox y Los Pekenikes abren una nueva etapa en Movieplay junto a músicos como José
Vicente Losa, Manuel Mas y Juan Jiménez, insistiendo en esa modalidad instrumental
que los dejó para la historia de la Música Pop Española como un grupo especial y muy
diferenciado del resto de grupos, al gusto de la mayoría de los españoles de todas las
edades.
Durante los años 80, prácticamente dejan de grabar discos como Pekenikes, pero sin
abandonar la ejecución personal ante su incondicional y numeroso público mientras también colaboran individualmente en multitud de producciones y eventos musicales, bien
como intérpretes o como compositores para otros artistas, el cine, la televisión o la radio.
En los años 90, sin haber dejado de subirse cada año a los escenarios, Los Pekenikes,
dedicados mas a otras actividades individuales, deciden volverse a reunir para grabar,
fieles a su estilo, algo serio y digno. Acabando el año 1996, publican un nuevo CD bajo el
nombre genérico de DIÁSPORA que contiene once números absolutamente nuevos e instrumentales, fieles a su más tradicional estilo, pero en una nueva onda evolucionada, temas compuestos íntegramente por los miembros de Los Pekenikes.
LOS RELÁMPAGOS: Si Los Estudiantes y Los Pekenikes interpretaron rock instrumental, sin duda alguna la mayor expresión de este tipo de música fue desarrollada por Los Relámpagos. El grupo tuvo su comienzo en el momento en que José Luis
Armenteros, guitarrista de Los Morgans, y Pablo Herrero, que era organista de Los Tigres, se encontraron durante una
actuación en el Parque Móvil, donde comenzó su amistad. Vuelven a coincidir de nuevo en el programa de radio «Rueda la
Bola» donde se encuentran con Juan, Ignacio y Ricardo, también de Los Tigres, y crean en septiembre de 1961 «Dick y Los
Relámpagos», nombre escogido en una tormentosa noche de ensayo en una destartalada tienda de ultramarinos. El nombre
es un velado homenaje a uno de sus grupos americanos favoritos, «Johnny and the Hurricanes». Tras unos primeros apuros
económicos a la hora de comprar los instrumentos, pronto comienzan los ensayos, así como también, las actuaciones en
radio y en festivales juveniles.
MÚSICA POP - 3
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En el «Club Castelló» conocen al cantante Mike Ríos con el que eventualmente graban en dos ocasiones. En Septiembre de
1962 graban su primera maqueta y atraen la atención de los directivos de Philips. Al final de ese año graban su primer EP,
«Los Vikingos» que fue un éxito. También acortaron su hombre a «Los Relámpagos». El grupo incluía ahora a José Luis
Armenteros, guitarra; Pablo Herrero, órgano; los hermanos Juanjo e Ignacio Sanchez-Campins con el bajo y guitarra rítmica,
respectivamente, y Ricardo López Fuster a la batería. Ricardo provenía de una conocida familia de músicos clásicos, los
cuales no entendieron la modernización de su hijo. Los Relámpagos comienzan a deslizarse en el camino de la música
instrumental en una línea de trémolo de guitarras al estilo de sus admirados The Shadows. «Los Vikingos» se basa en la
película del mismo título. En el plano del rock instrumental, Los Relámpagos crean muy interesantes temas como «Babieca», rememorando el caballo del Cid, al igual que The Shadows lo hacen con el caballo «Mustang». Otro tema, «Vacaciones
en España» se encuentra dentro del mismo ritmo, y en cuanto a la era espacial y los satélites, Los Relámpagos crean el
magnífico tema «Constelación», emulando el «Telstar» de The Tornados, aunque en realidad fue grabado antes.
Desde el momento en que su primer EP apareció llegaron a ser uno de los mejores grupos instrumentales de España,
acompañando de forma regular a cantantes como Mike Ríos o Juan Pardo. Además, al ser instrumental, su música fue
accesible en otros mercados, llegando a escucharse en Portugal y Alemania, donde «Los Vikingos» fue un pequeño éxito,
en Francia y, por supuesto, en Sudamérica.Aparte de sus melodías originales, tomaron temas y melodías del folklore español
desarrollando creaciones sorprendentes, siempre apoyadas por el órgano de Pablo Herrero. En 1965, grabaron una canción
popular con un arreglo rítmico de una melodía catalana, llamada «Nit de Llampecs» o «Noche de Relámpagos». El órgano
de Pablo Herrero da a esta canción un aire único y espectacular, convirtiéndola en uno de los grandes éxitos de la banda.
A lo largo del tiempo, surgió una intensa rivalidad entre Los Relámpagos y Los Pekenikes, especialmente cuando Los
Pekenikes decidieron dejar al vocalista y profundizar más en los sonidos instrumentales que Los Relámpagos habían explorado durante años. De todas formas, Los Relámpagos siempre habían sido un grupo de cuerdas con el apoyo fundamental del
órgano electrónico, mientras que Los Pekenikes pronto incorporaron sonidos de metal tan característicos en muchas de sus
grabaciones.
Durante el resto de los 60 continuaron produciendo música en su estilo único. Surge así, a partir de 1965, un estilo propio del
grupo que definiría muy personalmente a Los Relámpagos: interpretar con instrumentos y ritmos modernos viejas melodías
españolas y composiciones clásicas de Albéniz, Turina, Granados, etc. Música que era bailada por jóvenes y escuchada por
mayores que reconocían en ella sus melodías clásicas favoritas. «La danza
del fuego», estupenda creación pre-psicodélica, «Alborada Gallega» o «La
Santa Espina», son excelentes ejemplos de su estilo. En 1969, comienzan un
ambicioso proyecto denominado «Páginas Musicales de la Historia de España», donde se embarcaron en un viaje musical de la Edad Media y Antigua
de España. Canciones como «Aníbal», «Covadonga» o «Abderramán» beben en las fuentes de la historia y la música a parte iguales. El grupo se separó
en 1971 y Armenteros y Herrero continuaron juntos como productores y compositores, bajo el seudónimo de «José Luis de Pablos», formando un equipo esencial
en la música popular de los 70.
No volveremos a ver juntos a Los Relámpagos hasta 1987, actuando en el
programa de TVE «Qué noche la de aquel año». En 1990 los hermanos Sánchez Campins, refundan el grupo con otros músicos más jóvenes y sacan un
nuevo disco, pero falta el sonido del órgano de Pablo Herrero y el trepidante
ritmo de los 60. En la década de 1990 aparecen en el programa de TVE «Qué
pasó con...». En 2001 graban un nuevo disco, «Ayer, hoy y siempre», compuesto por temas absolutamente inéditos, cuatro
de los cuales son composiciones propias de los hermanos Sánchez Campins, y el resto versiones de temas de la música
clásica española, de la copla y de la zarzuela, en el que se ha recuperado plenamente el sonido clásico de Los Relámpagos.
José Manuel Rodríguez Alarcón
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MÚSICA POP - 1
LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
POP Y ROCK EN ESPAÑA (2)
LOS MUSTANG: Si Los Estudiantes, Pekenikes y Relámpagos fueron grupos eminentemente madrileños, Los
Mustang, Los Sirex y Los Salvajes les dieron la réplica desde Barcelona. Los Mustang fueron uno de los conjuntos primitivos del Pop español. Lo componían Santiago Carulla como cantante, Miguel Navarro, guitarra bajo,
Antonio Mercadé en la guitarra rítmica, Antonio Mier en las baquetas y Marco Rossi en la guitarra solista, aunque
después fue reemplazado por Juan José Calvo. El conjunto se formó a
finales de 1962, comenzando a grabar a finales de 1963.
Los Mustang se limitaron en sus principios a traducir los éxitos de The
Beatles y otros triunfadores foráneos. Lo mismo hacían versiones de
las canciones triunfadoras en el Festival de San Remo que interpretaban en español canciones famosas de Simon & Garfunkel. Aunque empezaron con una aceptable canción compuesta para ellos, «No lo ves»,
se convirtieron pronto en los versioneros por excelencia de todo el panorama musical español. Primero con canciones francesas e italianas,
y algún instrumental, y después adaptándose con facilidad a cualquier
moda sucesiva, llenaron 14 años de trayectoria musical que finalizó
cantando a David Bowie. Mayor espíritu camaleónico no lo ha habido en
30 años. Eso si, todo lo hacían con un gusto exquisito y con un sonido
que igualaba e incluso mejoraba al de las canciones originales. Apenas
grabaron canciones propias, pero su inmensa discografía contiene la
mayor parte de los éxitos de la llamada Década Prodigiosa.
Los Mustang formaron un grupo que hoy es recordado por sus versiones de Los Beatles, de las que vendieron
miles de discos en España, a veces incluso más que los propios originales. En el curso de su existencia tuvieron
varios cambios, incorporándoseles ex miembros de Los Gatos Negros. Volvieron fugazmente en los primeros
ochenta.
LOS SIREX: En España, uno de los primeros grupos que ya, desde 1959, comenzaron a tocar Rock & Roll
fueron Los Sirex. Corría el mes de junio de 1959 cuando tres jóvenes amigos, entre 15 y 17 años, deciden
reunirse periódicamente para ensayar juntos, con la intención de formar un conjunto musical. Los tres son vecinos del mismo barrio, se conocen desde hace tiempo y comparten la misma afición por la música moderna. La
música que los atraía era la que venía de fuera y que en nuestro país apenas se hacía. Era la primera época del
Rock y en los únicos sitios de Barcelona donde podía escucharse en vivo,
eran las actuaciones de conjuntos musicales universitarios.
Cuando surgió la idea de formar el grupo disponían de mucha afición y de un
enorme entusiasmo, pero de unos conocimientos musicales muy rudimentarios. Guillermo Rodríguez, que desde un principio fue el impulsor de la idea,
ni sabía música ni tocar un instrumento, ni siquiera tenía una guitarra. Manolo
Madruga, que vivía al lado, sí tenía guitarra, y hasta la tocaba un poco. Antonio
Miers, otro vecino, que había tocado el tambor en una banda juvenil de trompetas y tambores, era el candidato idóneo para la batería.
A principios de 1960 se une a ellos, como cantante, Santi Carulla, compañero de colegio de Guillermo. Durante siete u ocho meses ensayan y ensayan,
con apenas dos o tres actuaciones. El padre de Santi opina que la vida nocturna de artista no es la apropiada para un muchacho de su edad, sobre todo si el muchacho es su hijo, y le obliga
a apartarse del conjunto, aunque luego terminó como cantante de un grupo rival, Los Mustang.
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A consecuencia de esto, se incorporan Antonio Miquel, alias «Leslie», como cantante quien en aquellos mismos momentos actuaba con un grupo llamado Los Meteors y el batería Luis Gomis, que tocaba en un conjunto
instrumental llamado Los Wildes. Más adelante se completará el grupo con el fichaje de Pepe Font Seré con la
guitarra rítmica. La incorporación de Leslie, como cantante-contorsionista, es un éxito ya que coincide con la
idea del incipiente conjunto de no limitarse a hacer música, sino de montar una especie de «show» en cada
actuación. El grupo, desde el principio, hacía la música que le gustaba, el Rock & Roll. Sus actuaciones eran
verdaderos espectáculos, bailando además de cantar y tocar, con cazadoras de cuero y cadenas, con una
indumentaria igual de «heavy» que la que los «teddy boys» de aquella época llevaban en Inglaterra. Su estilo era
espectacular, diferente.
En aquellos años prácticamente todo el mundo musical español estaba afincado en Barcelona, los estudios de
grabación y las principales casas discográficas. Esto les permitió acudir con frecuencia, durante una larga
temporada, a un estudio tras otro, haciendo continuas pruebas, hasta que apareció un promotor de la compañía discográfica VERGARA, que les propuso un contrato y grabaron un disco. Era a finales de 1962 y apareció
en septiembre de 1963 con cuatro canciones, donde figuraban, entre otras, «Muchacha bonita». Este primer
disco tuvo mucho mayor éxito del esperado, siendo la acogida del público muy favorable, hasta el punto de que
la compañía discográfica se llevó la gran sorpresa.
Inmediatamente se organizó la grabación de otro disco, en el que se incluyó el tema «San Carlos Club», en
homenaje al local de la calle Mayor de Gracia donde estuvieron actuando el invierno 1963/64. El San Carlos
Club era en aquella época el local juvenil más popular de Barcelona, donde se podía escuchar la música más
moderna. Los Sirex actuaban todos los sábados por la tarde.
Los Sirex, al empezar a grabar discos y a tener un nombre dentro del mundo musical, decidieron un cambio de look. Comenzaron por suprimir las chaquetas de cuero y empezaron a vestir
con traje negro y corbata. Este cambio de aspecto les permitió
comenzar a actuar de vez en cuando en TVE, lo que, con su
indumentaria anterior, les hubiera estado vedado.
En 1965 con «La Escoba» y «Que se mueran los feos», logran alcanzar su mayor popularidad. Son temas alegres y desenfadados, dentro del estilo que los caracteriza. Continúan después con temas como «Yo grito» y «Estrella fugaz», en 1966.
El año 1967 fue otro de buena fortuna para ellos y de esta época son «Brindis» y «Faldas cortas, piernas
largas», un tema dirigido al uso de la minifalda, muy de moda en esos años. Algo muy destacable de Los Sirex
fue que su música no era copia de nadie, ellos no representaban a ningún grupo, pues todo su trabajo fue idea
propia y en sus presentaciones en directo no defraudaban a sus seguidores por el buen trabajo que realizaban.
Los días 2 y 3 de julio de 1965 son dos días históricos para el pop español. Los Beatles, de gira por Europa,
actúan en la Plaza de Toros de las Ventas. en Madrid y en la Monumental de Barcelona. En esta última se elige
a Los Sirex como conjunto acompañante. El éxito de las actuaciones se debió, naturalmente, a Los Beatles por
su categoría y su fama, pero, en parte también fue debida a Los Sirex, ya que la plaza estaba llena de sus fans.
En torno a 1970 se inicia la decadencia de los conjuntos clásicos de la música pop. El 10 de abril de 1970 suena
el gran aldabonazo de la disolución de Los Beatles. Los Sirex sensatamente, toman la decisión de abrir un
paréntesis en su actividad artística. Durante aproximadamente cinco años, desde 1972 a 1976, el grupo deja de
actuar como tal. En 1977, aprovechando los aires de renovación cultural que corren tras la muerte del general
Franco en 1975, deciden reiniciar sus actividades. Pero en otro plan, actuando más tranquilamente, espaciando las actuaciones. La mayoría tienen otras actividades que deben compaginar.
José Manuel Rodríguez Alarcón
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LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
POP Y ROCK EN ESPAÑA (3)
Si en los anteriores capítulos contemplábamos la aparición de los primeros grupos de rock en España, en éste vamos
a examinar la consolidación de este fenómeno en nuestro país. Se produjo una enorme proliferación de lo que entonces
se llamaban “conjuntos”. Cualquier grupo de amigos, con una afición común por la música, se compraban unas guitarras y unos amplificadores (con muchos sacrificios, normalmente) y se ponían a ensayar los temas que eran éxitos en
aquellos momentos. Hasta que la “mili”, en muchos casos, la falta de recursos y la necesidad de trabajar, hacía que
desaparecieran con la misma celeridad con que se habían formado. Solo unos pocos de sus miembros sobrevivían, los
mejores, que se iban integrando en otros grupos más importantes, con una trayectoria más profesional.
Así apareció una segunda generación de grupos, formados casi siempre por gente que antes había estado en otros
conjuntos que habían desaparecido o se habían transformado. Es el caso de Los Brincos, Los Bravos, Los Pop-Tops,
Los Pasos, etc.
LOS BRINCOS: En su formación inicial estaban formados por Fernando Arbex (Batería) y Manolo González (Bajo),
que procedían de los desaparecidos Estudiantes, y Juan Pardo y Antonio Morales (Junior) que habían pasado por varios
grupos como cantantes, entre otros por Los Pekenikes. Querían llamarse “Las Ovejas Negras”, por su situación personal (eran hijos de buenas familias, con padres militares en el caso de Fernando y Juan). Pero entonces apareció Luis
Sartorius, antiguo miembro de Los Estudiantes y que en ese momento era director artístico de la casa discográfica
Novola (Zafiro). Él lo que buscaba era un grupo que hiciera la competencia a Los Beatles a escala nacional, con
canciones propias, calidad vocal e instrumental, imagen castiza, etc.
Se rebautiza al grupo como “Los Brincos” para buscar una similitud fonética con los Beatles y se prepara un gran
lanzamiento, como nunca se había hecho antes en el mundo discográfico hispano: Se lanzan a la vez un LP (disco
grande), un EP (disco pequeño con cuatro canciones) y un “single” de dos canciones. Se cuida mucho su imagen:
modernos, pero no extravagantes (llevan flequillos pero no melenas), internacionales (algunos temas cantados en
inglés) pero a la vez muy españoles (aparecen con capas españolas y zapatos con cascabeles). Sus temas, compuestos en su mayor parte por Fernando Arbex con la colaboración a veces de la productora Mariní Callejo, siendo, sin
embargo, firmados por todos como grupo.
El éxito es arrollador. Su tema “Flamenco” es un gran éxito de ventas a
comienzos de 1965, lo mismo que “Baila la pulga”, revalidado ese mismo
verano por “Borracho”. Estas canciones simpáticas y desenfadadas son
complementadas por otras más “serias” como “Un sorbito de champán”,
“Mejor” y “Sola”. Incluso cantan en un inglés muy aceptable “Cry”, “I try to
find” y “Dance the pulga” (la misma “pulga” pero en inglés).
Venden cantidades ingentes de discos. Mantienen un repertorio variado,
siempre con canciones originales, e incluso tienen canciones para regalar
a Marisol o Rocío Dúrcal. Poseen unas voces perfectamente acopladas e
instrumentalmente logran un sonido limpio y correcto. Sus discos suenan
extraordinariamente bien para lo habitual en las producciones españolas
(su segundo LP fue grabado en Milán que tenía, por entonces, uno de los
mejores estudios de grabación de Europa).
Aunque siguen teniendo éxitos a nivel nacional (“Tu me dijiste adiós”, “El
segundo amor”, “Renacerá”), falla su proyección internacional, pues aunque lanzan discos en inglés, italiano y francés, no consiguen penetrar en esos mercados. Además se produce un
choque entre las dos personalidades dominantes del grupo: Juan Pardo por un lado y Fernando Arbex por otro. Este
último, que en un alarde de vista comercial, ha registrado a su nombre la marca “Los Brincos”, se queda con el grupo,
y los disidentes, Juan Pardo y Junior, tienen que salir. Son reemplazados por Ricky Morales (hermano de Junior) y
Vicente Ramírez, que después sería sustituido por Miguel Morales (otro hermano de Junior).
MÚSICA POP - 2
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Siguen obteniendo algunos éxitos importantes (“Lola”, “Nadie te quiere ya”, “Amiga mía”, etc.), pero el grupo ya no
suena como en sus primeras grabaciones. Intentan adaptarse a las nuevas corrientes vanguardistas con “Mundo,
demonio y carne”, un LP que editan en español e inglés, pero que no obtiene el respaldo esperado y el grupo termina
por desaparecer.
Los otros componentes del grupo primitivo se lanzan bajo el nombre de “Juan y Junior” y obtienen un gran éxito con
“Anduriña” y otras canciones como “La caza”, “Nos falta fe”, “En San Juan”, “Tres días”, “Nada” o “Bajo el sol”. El
año y medio que estuvieron juntos fue un tiempo intenso de actuaciones en directo y en televisiones, tanto en España
como en el extranjero. Y podemos decir que nunca un grupo de tan corta duración ha dejado una huella tan fuerte en
el recuerdo de la música española. Después sus caminos se separan. Juan Pardo inicia una brillante carrera en
solitario hasta nuestros días, y Junior, después de algunos pequeños éxitos, se retira de la música en vivo, aunque
continúa como productor y compositor para otros artistas, entre ellos, su mujer, Rocío Durcal.
LOS BRAVOS: Fueron el resultado de una operación de marketing musical. Ante el enorme éxito de Los Brincos, un
productor francés afincado en España (Alain Milhaud), decide crearles una réplica, un grupo rival que pudiera hacerles
la competencia. En principio había seleccionado a cinco jóvenes de entre los que despuntaban en las actuaciones en
directo que se celebraban los domingos por la mañana en el Circo Price de
Madrid y contrató a Manolo Díaz, componente entonces de Los Sonor,
para que les preparara un repertorio roquero y juvenil.
Mientras estos jóvenes ensayaban el nuevo repertorio, Los Sonor fueron a
tocar a Mallorca durante el verano del 65 y allí coinciden con un grupo
local, Los Runaway, que tenían un cantante alemán realmente prodigioso,
Mike Kogel. Cuando regresaron a Madrid, Manolo le habló a Alain Milhaud
de ese grupo y le sugirió que tomando algunos elementos de Los Sonor y
otros de Los Runaway, podían formar un grupo realmente interesante. A
Milhaud le pareció muy bien la idea y dejó a los primeros candidatos compuestos y sin contrato.
Así, dos componentes de Los Sonor, Tony Martínez y Manolo Fernández,
y tres de Los Runaway, Pablo, Miguel y Mike como cantante, aparecieron
en el panorama musical, sin nombre todavía, como indicaba su canción
“No sé mi nombre”. El programa de la cadena SER “El Gran Musical” les
apoyó desde el primer momento, convocando un concurso para encontrarles un nombre apropiado. Esto provocó un aluvión de cartas con las más variadas propuestas, entre las que se “eligió”
la de Los Bravos (el nombre ya estaba decidido de antemano, pero el concurso contribuyó en gran manera a su
lanzamiento comercial).
Tras algunos éxitos en español como “La moto”, “Los chicos con las chicas” o “La parada del autobús”, Alain
Milhaud se llevó el grupo a Londres, donde con una canción australiana, unos músicos de estudio ingleses, un
productor francés y un cantante alemán, se grabó lo que se convertiría en el primer gran éxito “español” a nivel
internacional, el famoso “Black is black”. El tema, en cuya grabación solo participó el cantante Mike Kogel por parte
del grupo, llegó al número dos en Inglaterra y al cuatro en Estados Unidos, en competencia con Los Beatles, Los
Rolling Stones y otros grandes nombres de la canción a nivel internacional que por entonces copaban las listas de
éxitos.
Los Bravos tampoco duraron mucho. Tuvieron algún otro éxito como “Bring a little loving”, rodaron dos películas,
editaron cuatro discos grandes y Mike Kogel se convirtió en cantante solista con el nombre de Mike Kennedy. El resto
del grupo se mantuvo en activo durante algún tiempo, pero ya sin los resultados de sus comienzos.
José Manuel Rodríguez Alarcón
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LA MÚSICA DE NUESTRA VIDA
POP Y ROCK EN ESPAÑA (y 4)
LOS PASOS: El grupo que inicialmente iban a ser Los Bravos, al
quedarse sin nombre, se convirtieron en “Los Pasos”. Comenzaron
cantando el repertorio que Manolo Díaz les había preparado y por
eso coincidieron en algunos temas como “La moto”, que lanzaron
de forma casi simultánea, llegando a superar la versión de Los Bravos. Instrumentalmente eran mucho mejores, pero les faltaba una
voz tan característica como la de Mike. “Ayer tuve un sueño” era
también obra de Manolo Díaz, pero al poco tiempo empezaron a
crear sus propias canciones, con las que obtuvieron éxitos como
“Tiempos felices”, “No encuentro comprensión” y sobre todo
“Anoustka”. El grupo desapareció hacia 1972.
LOS POP-TOPS: Fueron
otro de los aciertos del productor Alain Milhaud. Su origen hay que buscarlo en un grupo madrileño denominado Los Tifones (en cuyas filas militaba un hermano de nuestro compañero Juan
Angulo, que después tuvo una breve pero intensa carrera como
solista con el nombre de Luis Fierro y con éxitos como la canción
“Ella“). Con este nombre se presentaron y ganaron un concurso de
conjuntos musicales que se celebró en León. Allí les conoció Milhaud
y pensó que podían convertirse en un grupo de corte internacional.
Para ello les añadió un cantante caribeño, Phil Trim, que ya había
actuado en España, pasando a llamarse los Pop-Tops.
Triunfaron con un repertorio basado en temas de música clásica.
Así en 1968 una cantata de Bach se convirtió en “La voz del hombre caido”, homenaje a Martin Luther King, que había sido asesinado por entonces. Pero su primer éxito
fuera de nuestras fronteras fue “Oh Lord, why Lord”, esta vez basado en otro tema clásico: el “Canon” de
Johann Pachelbel. En 1971, con la canción francesa “Mamy Blue”
se les oyó en medio mundo. Consiguieron un nuevo disco de oro
para la música española.
LOS CANARIOS: El caso de Los Canarios es muy diferente a
todos los anteriores. Se llamaban “Los Idolos”, cuando se formaron
en sus islas natales y con ese nombre llegaron a grabar tres discos,
con versiones de Los Beatles y otros grupos, sin apenas repercusión. Luego les llegó un contrato para cantar en Estados Unidos, en
donde grabaron un disco con su nuevo nombre en inglés “The
Canaries”. Allí se dieron cuenta del retraso que llevaba el pop español respecto al norteamericano. Mientras en España se intentaba
imitar el sonido “beat” británico, en América lo que hacía furor era el
“soul” con figuras como Otis Redding, Wilson Pickett y Aretha
Franklin.
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El líder de la banda era Eduardo (Teddy) Bautista, su compositor y cantante, con su voz desgarrada, y
además el grupo estaba formado por siete u ocho personas, porque al tradicional cuarteto de rock (dos
guitarras, bajo y batería) habían añadido un trío de metal, al estilo de los que se utilizaban en el “soul”
americano.
Cuando volvieron a España, les contrató Alain Milhaud, les cambió su nombre por el de “Los Canarios” y
les orientó en su nueva carrera. Su primer gran éxito, cantando siempre en inglés, fue “The incredible
Mrs. Perryman” que Carlos Saura utilizó en su película “Peppermint frappé”. Hacían un soul poderoso y
convincente que llegó a su máxima expresión con su gran éxito “Get on your knees” (Ponte de rodillas),que
les convirtió en figuras a nivel internacional.
Pero su carrera no iba a durar mucho. El servicio militar de Teddy
hizo que el grupo buscara un sustituto provisional, Pedro Ample,
que después triunfaría como solista con el nombre de Pedro RuyBlas. No llegaron a grabar con el nuevo cantante, aunque si hicieron numerosas actuaciones, y cuando Teddy volvió, decidió que ya
no había que seguir haciendo “soul”, porque lo que entonces se
llevaba era el “rock progresivo”. Disolvió la formación, (aunque continuaron con el nombre de “Alcatraz”), y con nuevos músicos se
embarcó en una aventura de la que no saldría muy bien parado.
Grabó “Ciclos” que era una versión electrónica de “Las cuatro estaciones” de Vivaldi. A partir de ahí Los Canarios desaparecieron
como grupo, continuando Teddy Bautista su carrera en solitario
como cantante (participó en el musical “Jesucristo Superstar”, junto a Camilo Sesto y Angela Carrasco), compositor, productor y últimamente como presidente de la SGAE (la Sociedad General de Autores de España).
OTROS GRUPOS: Aunque sin la trascendencia de los anteriores, merecen destacarse otros grupos
como “Los Ángeles” procedentes de Granada (“Mañana, mañana”, “98.6”, etc.), los madrileños “Fórmula V” (“Cuéntame”, “Busca un amor”, etc.), “Los Iberos” (“Summertime
girl”, “Las tres de la noche”, etc.), los catalanes “Lone Star” (“Mi calle”,
“Layla”, etc), los también madrileños “Micky y los Tonys” (“Sha-la”, “No
sé nadar”), los bilbainos “Los Mitos” (“Es muy fácil”) y por último los
también catalanes “Los Salvajes”
que destacaron por sus versiones
de los éxitos de los Rolling Stones.
Para finalizar este último capítulo,
como dato anecdótico podemos citar a “Los Rangers” que grabaron
también algún disco y dos de cuyos
componentes eran nuestros compañeros Miguel y José Antonio Soler de Arespacochaga.
Bibliografía consultada:
·
“Una historia del Pop y el Rock en España: los 60”, de José María Íñigo y José Ramón Pardo.
·
“Historia del Rock” editada por “El País”.
José Manuel Rodríguez Alarcón

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