Transcripción

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TEMAS: Los Adolescentes, los Padres
UNA PALABRA CONTIGO - Por Ron Hutchcraft
"La Entrega Matutina"
Job 1: 1, 3
Nuestra hija tenía sólo ocho años de edad cuando la dejamos en un campamento de
verano por primera vez. Eso es algo así como un hecho muy significativo para un hijo y
los padres.
En ese momento, estaba al frente del campamento una señora quien había
administrado por años; una tremenda educadora cristiana con mucha sabiduría, con
mucho amor y con mucha experiencia. Y nos llevaron a hacer un recorrido por el
campamento. Nos encantaron las instalaciones y tenían un programa muy bien
concebido que habían planificado para la semana. Ella no iba a estar con nosotros, pero
podíamos relajarnos. Ella estaba en buenas manos.
Hoy quiero tener UNA PALABRA CONTIGO acerca del tema "La Entrega
Matutina."
Nuestra palabra para hoy de la Palabra de Dios viene de Job capítulo 1, en el Antiguo
Testamento. Cuando piensas en Job, probablemente piensas acerca del sufrimiento,
¿verdad? Pero él también es un gran ejemplo para la crianza de los hijos. "En la región
de Uz había un hombre recto e intachable, que temía a Dios y vivía apartado del mal."
Continua diciendo en el versículo 3, “Entre todos los habitantes del oriente era el
personaje de mayor renombre." Luego con respecto a la vida de Job continua diciendo
que tenía 10 hijos – siete hijos y tres hijas – y que después que sus hijos crecieron
acostumbraban a turnarse para celebrar banquetes en sus respectivas casas, e invitaban
a sus tres hermanas a comer y a beber con ellos.
La Biblia continua narrando: "Una vez terminado el ciclo de los banquetes, Job se
aseguraba de que sus hijos se purificaran. Muy de mañana ofrecía un holocausto por
cada uno de ellos, pues pensaba: ‘Tal vez mis hijos hayan pecado y maldecido en su
corazón a Dios.’ Para Job ésta era una costumbre cotidiana." Más tarde, Dios y Satanás
en realidad estaban hablando en el cielo acerca de la vida de Job y su justicia en esta
increíble escena. Y al parecer el diablo estaba bastante frustrado, porque él le dice a
Dios: "Pero extiende la mano y quítale todo lo que posee"
Bueno, aquí está Job, de muchas formas al igual que nosotros, preocupado por sus hijos.
Obviamente, ya ellos no estaban bajo su cuidado. Pero todas las mañanas (¿Entendiste
esto?) se reunía con el Señor en el nombre de ellos. Si eres una madre o un padre, esa
es el arma más poderosa que tienes en tu arsenal de crianza para conformar vidas.
Todos conocemos esa sensación que mi esposa y yo enfrentamos cuando dejamos a
nuestra hija; las preocupaciones acerca de un hijo que va a estar totalmente fuera de tu
control, tu protección, tu supervisión, tu influencia.
Nosotros la tuvimos para nosotros exclusivamente y solamente por muy pocos años, y
luego como todos los demás, comenzó a ir a la escuela, a tener amigos que nosotros no
escogimos. Luego la influencia de muchas otras personas y otras fuerzas aumenta y
empezamos a preocuparnos.
Y a veces hay pánico. Queremos regañarlos, interrogarlos, o poner presión sobre ellos,
tal vez incluso acusarlos o predicarles. Y en ese proceso de tratar de protegerlos de los
errores, a veces termínanos llevándolos a cometer errores a menos que entendamos el
poder de la entrega matutina cuando entregamos a ese niño al cuidado y protección del
Dios viviente. Quien, por cierto, va a todos los lugares con tu hijo donde tú no puedes ir.
Ahora, una oración es para esa cobertura; esa protección de Dios para tu hijo o para tu
hija de Satanás, del pecado, de sí mismos. ¿Sabes una cosa acerca de cada uno de
nuestros hijos cuando eran bebés? De alguna manera nosotros lo dedicamos al Señor en
nuestra iglesia. Ahora ya no podemos llevarlos más en nuestros brazos; a lo mejor son
un poco grandes para eso. Pero todos nosotros debemos repetir ese proceso
diariamente; elevando cada hijo al Señor, comprometiendo cada hijo con el Señor,
devolviéndose a Él de nuevo en una seria intercesión por ellos.
Todos nosotros, como padres podemos sentir paz si diariamente dejamos a nuestros
hijos e hijas en las manos fuertes de Dios. Sin embargo, por muy lejos que parezcan
estar de ti o de Dios, en las palabras de Isaías 40:11, "Él recoge a los corderos en sus
brazos; los lleva junto a su pecho."
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Una Palabra Contigo de Ron Hutchcraft.
458-INT-7050(D)2196 "El Cambio de la Mañana" © 2014 Ronald P. Hutchcraft El permiso para distribuir este
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