Lo que no hay que perderse

Playas y sol:
emociones únicas
Vivir en perfecto relax entre las playas doradas y el mar
tranquilo de Grado y Lignano. Sumergirse entre las
blancas rocas de la ribera triestina. Con mil posibilidades
para practicar deportes al aire libre, dulces pausas termales
y diversión para toda la familia.
isfrutar del placer de extenderse sobre las
más bellas playas del Nordeste, donde
termina suavemente Italia y el Adriático
se adentra en el corazón de la nueva Europa.
Una larga lengua de arena dorada y fondos
planos con un mar tranquilo dan la bienvenida
a los visitantes en Lignano Sabbiadoro y Grado.
Playas perfectas para el descanso, para masajes
regeneradores, para encendidos partidos de voley
de playa y para vivir una temporada en perfecto
relax, encontrando placeres olvidados. El mar
de Friuli Venezia Giulia ofrece una pluralidad
de experiencias, incluyendo las que usted está
buscando para sus vacaciones ideales. De la
tranquilidad de Grado, Lignano Pineta y Lignano
Riviera, lugares ideales para el descanso de toda
la familia y la diversión de los niños, a las mil
posibilidades para practicar deportes y llevar
una vida activa, que caracterizan los veranos
llenos de vitalidad en Lignano Sabbiadoro.
Y muy cerca, otros mundos y otras sensaciones
por descubrir, gracias al encanto infinito de las
lagunas de Marano y Grado, paraíso del
birdwatching; y también a los secretos de la
ribera triestina, rica de ensenadas escondidas
D
entre blancas rocas. Es posible ir
en bicicleta hasta Lignano, ciudad hecha
a la medida del hombre pero sobre todo
de los niños; o a Grado, caminar sin rumbo
por las estrechas vías y las pequeñas plazas
de encanto veneciano. Es un mar rico de historia
el de Friuli Venezia Giulia: sólo aquí se tiene la
sensación de estar en un punto de encuentro
entre Occidente y Oriente.
Lo que no hay que perderse
Los terrenos anegadizos
Lenguas de arena que emergen de la superficie
de las lagunas de Grado y de Marano. A ellas se
llega fácilmente con las típicas barcas de fondo
plano. El silencio, la luz arrolladora, las aves
marinas que aquí han encontrado su hábitat
ideal, la espesa vegetación lagunera, los ritos
de la pesca, invariados desde hace siglos,
son las perlas de un mundo único y especial.
3
Lo que no hay que perderse
La ruta de los apriscos
Naturaleza
Es una red de senderos que unen Carnia
con Carinzia, conectando los pueblos del
fondo del valle con chozas y pasajes de
frontera por los que en otros tiempos pasaban
mercaderes, pastores y contrabandistas
italianos y austriacos. Hoy abiertos a todos,
incluso a excursionistas no particularmente
expertos, también para paseos en bicicleta de
montaña o a caballo. Ideales para sumergirse
en un territorio rico de atracciones naturales
e históricas y para saborear el gusto único de
los quesos de aprisco acabados de preparar.
Lo que no hay que perderse
Una aldea llamada Carnia
Se llama arquitectura menor, pero es el
fascinante indicio de una cultura lejana, casi
perdida. Casas que encantan por su sencillez,
vinculada a las necesidades básicas de la vida
y del trabajo, últimas huellas de una civilización
campesina que en Italia ha dejado de existir
y regala grandes emociones. Paseando por los
pueblos del territorio de Carnia se aprende a
reconocer las largas galerías, arcos, piedras
almohadilladas y balconajes de madera.
Todos estos manifestación de la arquitectura
más antigua y mejor conservada del arco alpino.
4
en estado puro
Grandes bosques e infinitos parques donde observar
gamuzas y ciervos en libertad. Suaves colinas, perfectas para
el trekking y la bicicleta de montaña. Un silencio arrollador
ideal para el birdwatching en la laguna. Un ambiente
con tramos aún salvajes que vivir con todos los sentidos.
n Friuli Venezia Giulia, la Naturaleza
es protagonista, y se deja aproximar
fácilmente, con encuentros
inesperados y envolventes, que regalan
intensas emociones. En Carnia, en el
Tarvisiano y en los Dolomitas Friulanos
el amor de la gente por su tierra ha permitido
conservar estos grandes bosques e inmensos
parques naturales. Aquí, no es difícil entrever
gamuzas, ciervos y bicerras en libertad; e
incluso, a veces, se puede sorprender un oso
caminando tranquilamente. Basta imaginar
el silencio de las lagunas de Marano y Grado,
con los “casones” de los pescadores con los
típicos techos de paja, el vuelo majestuoso
de las cigüeñas y de las garzas, los colores
de millares de aves que pueblan los oasis
protegidos. Y quien ama caminar y pasear
en bicicleta no puede perderse una visita
al Collio que desciende entre espléndidos
viñedos, las montañas y los valles
encantados, la rica fauna que acompaña a
los visitantes con continuas y emocionantes
apariciones. No hay que olvidar una visita a
la Reserva natural marina de Miramar, la
más antigua de Italia. Todo es posible en
Friuli Venezia Giulia. El ambiente intacto,
la naturaleza con tramos aún salvajes,
E
atravesada por ríos y torrentes, el mar
tranquilo, la comida, el vino, las tradiciones
y la gente, dan mil reflejos de colores a las
vacaciones. Friuli Venezia Giulia no es una
región como tantas, sino una tierra que vale
la pena descubrir con todos los sentidos.
Lo que no hay que perderse
Los sbilfs
Es decir, en lengua friulana, duendes,
elfos, criaturas que pueblan los bosques.
Se dice que son traviesos y poco
dispuestos a dejarse ver, y que sin
embargo las personas con un corazón
puro, capaces de emocionarse aún ante
el azul intenso de un lago o el verde
profundo de un bosque, logran verlos.
Vale la pena intentar caminar en la paz
de los grandes bosques de Friuli Venezia
Giulia. Talvez se tenga el privilegio de
encontrarlos.
5
Nieve: vivir un
Kilómetros y kilómetros de pistas en Tarvisio, Ravascletto, Forni
di Sopra, Piancavallo y Sella Nevea. Sin largas filas para los remontes.
Descenso, fondo, snow-board, patinaje y escaladas sobre el hielo, para
vivir fuertes emociones en contacto con la naturaleza.
6
sueño
Lo que no hay
que perderse
El hotel distribuido
Friuli Venezia Giulia ha sido
el precursor de este tipo de
alojamiento en Italia. Es un
modelo de hospitalidad que
combina en una fórmula
única el hotel, el residence
y el piso de vacaciones. Se
trata de un servicio hotelero
que ofrece alojamiento en
antiguas casas de pequeñas
aldeas como Comeglians,
Lauco, Monte Prât di
Forgaria, Ovaro, Sutrio
o Sauris. Casas perfectamente
restauradas, equipadas y
decoradas con gusto, según
el estilo típico de la montaña,
que proporcionan todos los
servicios de un hotel (como
una recepción única), pero
ricas de atmósfera y
totalmente involucradas
en la vida del pueblo, con
sus ritmos y sus tradiciones.
ara esquiar sin largas filas para
los remontes, recorriendo descensos
tranquilos sobre trazados seguros,
en la paz que ofrecen montañas intactas,
las pistas de Friuli Venezia Giulia son el
lugar ideal. Tarvisio, Ravascletto, Forni di
Sopra son lugares ricos de aldeas que
parecen pesebres, en los que el anochecer
invita a reunirse entorno al característico
fogolâr con el fuego que arde en una
atmósfera cálida y acogedora. Piancavallo
y Sella Nevea conquistan con su estilo de
modernas estaciones de esquí para vivir
el deporte a 360 grados. Si se busca una
montaña auténtica, en la que sea posible
practicar todo tipo de actividad física y
participar en fiestas y antiguas tradiciones,
vale la pena probar “la otra nieve”: la de las
montañas de Friuli Venezia Giulia. Montañas
que permiten practicar los deportes en
armonía con la naturaleza: del esquí de fondo
al snowboard, del patinaje a la escalada sobre
hielo. Montañas en las que los sueños se
hacen realidad y donde es posible vivir
divertidas aventuras sobre la nieve: dejándose
llevar sobre un trineo arrastrado por perros,
o aprendiendo a conducirlo, haciendo
trekking con las ciaspole, viviendo en un iglú.
Un paraíso alpino constituido por estaciones
de esquí que, aunque pequeñas, ofrecen
P
Lo que no hay que perderse
El Valle Resia
En una valle aislado, vive una población de
antiguo abolengo eslavo que sigue conservando
el idioma, las costumbres, los instrumentos y
las melodías musicales de una tradición que se
remonta al siglo VII. Se trata de los habitantes
del Valle Resia, depositarios de antiguos saberes
y ritos que unen historia y leyenda. Uno de los
muchos aspectos que hacen de Friuli Venezia
Giulia una tierra única, es su gente.
innumerables kilómetros de pistas en medio
de los bosques. Desde Piancavallo, en los
días más claros del invierno, se puede
entrever a lo lejos el mar, mientras se esquía.
En Sella Nevea se puede esquiar hasta la
primavera; en Ravascletto-Zoncolan hay uno
de los centros de esquí mejor equipados y
más modernos; Forni di Sopra es una joya
magníficamente engastada entre los
Dolomitas Friulanos; el Tarvisiano, sumergido
en una naturaleza incontaminada, es el
paraíso para los amantes del descenso y
del esquí del fondo.
7
Bienestar para
Unas vacaciones regeneradoras en baños termales. De la tradición de Grado,
ya apreciada en la época de los austro-húngaros, a la modernidad de Lignano
y Arta Terme, con una equipada wellness farm. Sin dejar a un lado los hoteles
con beauty farm, esparcidos por toda la región.
8
cuerpo y alma
stán en la naturaleza las soluciones
que esta tierra abierta y acogedora
ofrece a los visitantes para el cuidado
del cuerpo y para el bienestar. En el mar o en
las montañas, unas vacaciones en los baños
termales son siempre regeneradoras, gracias
a los tratamientos de bienestar y belleza,
infusiones y cosméticos naturales, fruto
de una antigua tradición de herborización.
Los baños termales de Grado eran famosos
ya en la época del imperio austro-húngaro:
piscinas de agua salada, aguas termales
y baños de arena, hacen parte de una amplia
y tentadora oferta de tratamientos.
Más recientes y con estructuras modernas son
los baños termales de Lignano. En Arta Terme
y en Carnia, los beneficios de las aguas se
unen al clima saludable de las montañas.
Aquí, una modernísima wellness farm ofrece
agradables tratamientos para regenerar cuerpo
y espíritu. Concederse unas vacaciones en
Friuli Venezia Giulia quiere decir también
mimarse; los hoteles con servicio de beauty
farm están presentes por toda la Región.
E
Lo que no hay que perderse
La fitoterapia
La Carnia, territorio del Friuli
noroccidental, entre los más intactos
del arco alpino, es un gran jardín botánico
natural, rico de plantas y hierbas
ampliamente utilizadas, con la sabiduría
de las recetas antiguas, en la fitoterapia
y en la simple y deliciosa cocina
tradicional.
9
Ciudades de arte:
lejos de lo ordinario
Lo que no hay que perderse
El tranvía “Tram di Opicina”
Es un tranvía histórico el de Opicina, que
desde 1902 une a Trieste con Villa Opicina:
la ciudad refinada y su territorio interior
áspero y salvaje. Son sólo cinco kilómetros,
pero la experiencia es la de un auténtico
viaje, especialmente cuando el trayecto
alcanza una inclinación del 26 por ciento
y el tranvía se convierte en funicular.
Viajar en el tranvía de Opicina significa
encontrar un fragmento intacto de la Trieste
austro-húngara.
Trieste y su encanto habsbúrgico, Udine
y su arquitectura veneciana, Pordenone y sus
edificios del quinientos, Gorizia con su elegancia
mitteleuropea. Un caleidoscopio de historia y
cultura, en una tierra habitada por numerosos
pueblos a través de los siglos.
10
Lo que no hay
que perderse
En busca de castillos
y palacios
Fortalezas, castillos y mansiones
son manifestaciones que narran un
rico pasado. Recorrer Friuli Venezia
Giulia en busca de castillos y
palacios, da la posibilidad de ver
esta tierra desde un punto de vista
diferente. Venzone, Osoppo,
Cordovado, Spilimbergo, Colloredo,
Villalta, Strassoldo, Zoppola, Porcia
son sólo algunas de las imponentes
fortalezas que salpican el territorio,
desde las montañas hasta el mar.
Es imponente la ciudad de
Palmanova con sus muros y su
modelo con forma de estrella de
nueve puntas. Espectaculares,
también, los castillos del Carso,
protegidos por acantilados o
cortados a pico sobre el mar, como
el de Duino. No hay que perderse
el Castillo de Miramar, cándida joya
de rara belleza que domina el golfo
de Trieste y conserva el mobiliario
y las decoraciones originales
escogidas por Carlota de Bélgica
y su esposo Maximiliano de
Habsburgo, emperador de México.
n qué consiste la magia de las
ciudades de Friuli Venezia Giulia,
con su atmósfera elegante y un tanto
reservada, tan diferente de la de las demás
ciudades de Italia? La diferencia está en la
historia de estos lugares, ocupados por los
romanos, los longobardos, la República de
Venecia y los Habsburgo. Al pasear por
Trieste vale la pena visitar el Borgo
Teresiano con sus trazos austeros que
evocan a Viena, pararse a respirar el aire
mitteleuropeo de sus cafés, recorrer las
calles por las que solían pasear James
Joyce e Italo Svevo. Trieste es arte y
cultura de Europa. O descubrir el encanto
veneciano que sigue existiendo aún hoy
en Udine, en sus plazas, en la Loggia del
Lionello, en la Torre del Reloj.
Dejarse encantar por los frescos de
Gianbattista Tiepolo en el Palacio Arzobispal
y admirar los techos de Udine desde el
mirador de su Castillo, abrazando con la
mirada todo el Friuli hasta llegar a las
montañas. Visitar Pordenone con sus
palacios del quinientos, las iglesias
románicas, los edificios góticos y barrocos,
el centro histórico escandido por una infinidad
de pórticos y fachadas decoradas con
magníficos frescos. Gorizia, elegante ciudad
mitteleuropea en la frontera con Eslovenia,
es el lugar de encuentro entre culturas
diferentes, lo que se percibe en sus calles,
en su arquitectura y en sus monumentos.
Todos sus rincones dan la sensación de estar
en un ambiente único y diferente en cuanto
al arte, las atmósferas y los sabores.
E
11
Historia viva,
tesoros escondidos
y burgos únicos
Vestigios romanos y longobardos, memorias habsbúrgicas, trincheras
de la Grande Guerra y huellas de la Guerra Fría: sumergirse en el pasado
resulta natural.
12
F
riuli Venezia Giulia es parte importante de la historia de Italia y de Europa. Vestigios romanos
y longobardos, memorias habsbúrgicas, trincheras de la Grande Guerra y huellas de la Guerra
Fría se leen en el territorio cual libro abierto. Sumergirse en el pasado, por tanto, resulta casi
natural. Pasear entre las ruinas de Aquileia o caminar sobre mosaicos multicolores hace remontarse
a la época del Imperio Romano. En los lugares de la Grande Guerra, allí donde se hizo la historia
de Europa, las representaciones con los trajes característicos evocan imágenes vivas de las batallas:
es posible caminar por los túneles y trincheras, probar la comida de los soldados preparada como
entonces. Y la intensidad del recuerdo entra en contraste con la belleza y la paz de la naturaleza
alrededor. Friuli Venezia Giulia es el escenario perfecto también para descubrir nuestra historia más
reciente, pues de hecho, por estas tierras de frontera pasaba la Cortina de hierro. Aquí se ha escrito
la historia moderna, aquella oficial así como aquella que no se encuentra en los libros. En el Carso,
en la zona Pedemontana y en el territorio cárnico es posible descubrir los senderos del contrabando
y los espías, donde muchos fugitivos conquistaron la libertad en un pasado no muy lejano. Aún hoy,
con los ojos bien abiertos, es posible percibir en Gorizia la historia de una ciudad dividida por el
último muro de Europa, derribado sólo en el año 2004.
Aquileia para los
romanos, Cividale
para los longobardos.
Patrimonios
históricos
inestimables.
Venzone, rodeada
de muros medievales,
Gemona y su catedral
del 400, Spilimbergo
con la Escuela
de Mosaiquistas,
famosa a nivel
mundial.
Pero la historia
no termina aquí.
Friuli Venezia Giulia es también una tierra de burgos antiguos, ricos de monumentos y obras de
arte. Cividale conserva un patrimonio histórico único en el mundo, del cual hacen parte la Catedral
del cuatrocientos y el pequeño templo longobardo, sin duda una de las obras de arte más
extraordinarias de todos los tiempos. Aquileia, declarada por la Unesco Patrimonio de la
Humanidad, es uno de los principales sitios arqueológicos de Italia. Fundada como colonia
romana, se convirtió en la cuarta ciudad del Imperio Romano, y posee admirables tesoros artísticos
que se remontan incluso al período patriarcal, como los mosaicos del piso de la Basílica, los
más grandes de Europa. En Gemona es posible visitar la extraordinaria Catedral del cuatrocientos,
completamente reconstruida tras el terremoto de 1976. Venzone, protegida por la Unesco,
es un ejemplo único de ciudad fortificada, rodeada por muros medievales. Clauiano, arrabal de
Trivignano Udinese, ha sido incluido entre los “burgos históricos de Italia”. No hay que perderse
una visita a Sacile, el “Jardín de la Serenísima”, con sus cursos de agua y canales; o al encantador
burgo medieval de San Vito al Tagliamento; o a Spilimbergo, conocido por la fachada de su Castillo,
ricamente decorada con pinturas al fresco y por la Escuela de Mosaiquistas, famosa a nivel
mundial. Pequeña ciudad entre las colinas, patria del jamón, San Daniele encanta con sus palacios
del renacimiento y sus iglesias.
Al mar se asoman fascinantes aldeas de pescadores, como Muggia, y a la homónima laguna,
Marano Lagunare; en las montañas, los pueblos de austera arquitectura en piedra y madera se
encuentran construidos en lo alto o engastados en atractivos valles a lo largo de los cursos de
agua. En cada una de estas joyas históricas se respira el encanto de historias lejanas y a la vez
extraordinariamente presentes.
13
Para quien no sabe
estar quieto
14
Trekking, bici de montaña, rafting, canoa, pesca, golf.
Escenario para numerosos deportes al aire libre y una
naturaleza incontaminada. Y variada: en poco tiempo se
pasa de las montañas al mar, atravesando colinas y llanuras.
araíso para los caminantes y los
cultores del trekking; júbilo de los
cicloturistas y gimnasio para la
bicicleta de montaña; diversión pura para el
rafting; adrenalina para los canoistas a lo
largo de torrentes y raudales; ricas aguas
cristalina sde ríos y lagos para los amantes
de la pesca; una naturaleza lozana e
incontaminada, escenario de encantadores
greens para felicidad de los golfistas.
Friuli Venezia Giulia ofrece continuas
sorpresas a quien desea descubrir su
belleza, porque oculta un pequeño, grande
secreto: en una superficie relativamente
reducida, en poco tiempo se pasa de las
montañas al mar, pasando por suaves
colinas y verdes llanuras que terminan en
costas rocosas o en playas de finísima arena.
P
Lo que no hay que perderse
Senderos y águilas
Excursiones y escaladas siguiendo las
huellas de Julius Kugy, alpinista y cantor
de los Alpes Julianos: el Tarvisiano ofrece
posibilidades de practicar deportes y
actividades de todo tipo; senderos,
excursiones, refugios, trekking, pistas de
bicicleta de montaña. La Carnia es un lugar
excelente para pasear en alta cota y vivir
emociones intensas, como divisar las águilas
reales. En el Parque de los Dolomitas Friulanos
es posible practicar todo tipo de actividades
y deportes, durante todo el año, en contacto
con una naturaleza fuerte e intacta.
15
Mar y viento: una
En el agua con wind-surf,
kite-surf, esquí náutico y
veleros. También para
principiantes, gracias a la
guía de instructores expertos.
En una región que cuenta con
uno de los números más altos
de amarres del Mediterráneo.
16
intensa armonía
n viento fuerte y famoso;
la bora, que es casi parte del
paisaje. Marinas modernas y
eficientes que ofrecen uno de los más
altos números de amarres de todo el
Mediterráneo. Cada velerista, del
principiante al más experto, se siente
como en casa en Friuli Venezia Giulia.
Aquí, no hay que limitarse a admirar
el mar, hay que vivirlo a lo largo y
a lo ancho con wind-surf, kite-surf,
esquí náutico y veleros. Todo bajo
la guía de instructores expertos en los
centros especiales que se encuentran
directamente en las playas.
U
Lo que no hay que perderse
La Gruta Gigante
Grutas, galerías y caminos subterráneos:
un mundo fascinante y misterioso; desde
ciertos puntos de vista, único en el mundo,
se desentraña en el subsuelo de Friuli
Venezia Giulia. Es un panorama que deja
sin aliento aquello de la Gruta Gigante, a
la espalda de Trieste, la caverna turística
más grande del mundo: 107 metros de
altura, con espectaculares estalactitas
y estalagmitas, esculturas naturales de
belleza impactante. Y las aventuras en el
subsuelo no terminan aquí: en las Grutas
de Villanova, equipadas y abiertas al
público, es posible admirar un estrepitoso
torrente subterráneo.
17
Sabores y perfumes
auténticos
18
La frescura de la cocina mediterránea, la rústica bondad
de aquella alpina, los sabores fuertes de los platos eslavos
y austro-húngaros; en una encrucijada de culturas; la historia
habla también en la mesa.
l amor y el respeto por la comida
son un orgullo y una bandera en
Friuli Venezia Giulia. Los itinerarios, las
propuestas artísticas o naturales tienen un
final feliz entorno a una mesa rica de variados
y sorprendentes sabores. Estamos de hecho
en el centro de una encrucijada en la que se
unen, sin confundirse, la frescura de la cocina
mediterránea, la rústica bondad de aquella
alpina, los sabores fuertes de los platos
eslavos y austro-húngaros. Con un único
objetivo y una garantía constante: deleitar
el paladar con intensos e insólitos placeres.
Moluscos, crustáceos y pescado fresco dan
color y sabor a la cocina de la costa.
Pero Friuli Venezia Giulia es sinónimo también
de frico (un manjar a base de quesos pasados
por la sartén), queso Montasio, jamón de San
Daniele, espárragos, gubana (dulce tradicional
con fruta seca), aceite de oliva de la Ribera
triestina y muchísimas otras especialidades
y productos vinculados a lugares
particulares o territorios.
Tanto si se elige uno de
los grandes restaurantes
incluidos en las mejores
guías italianas y
extranjeras, un
agroturismo en las
colinas, una osteria
de pueblo (que
existen aún hoy en
Friuli Venezia Giulia),
o una típica osmizza
del Carso triestino,
Friuli Venezia Giulia,
en la mesa, reserva
siempre agradables
sorpresas.
E
Lo que no hay que perderse
Platos del mar y de las montañas
De los montes de la Carnia y del Tarvisiano
a la costa triestina y las lagunas de Grado y
Marano, es posible descubrir la Región de
Friuli Venezia Giulia usando como guía los
sabores de sus platos: recetas de la montaña
como los cjarsons (un tipo de ravioles
característico de la zona) y los potajes,
productos como el jamón y el speck
ahumado de Sauris; recetas del mar como
el boreto de Grado y los scampi alla busara
(cigalas en salsa a base de cebolla y tomate),
sin olvidar las recetas tradicionales como el
muset e brovada y el gulasch a la goriziana.
19
Vinos y viñedos:
el placer de los
sentidos
El arte del vino es una tradición antigua y común, que penetra profundamente
el alma de los hombres y el paisaje. 1.700 haciendas agrícolas, con bodegas
en las cuales degustar tintos robustos y blancos únicos en el mundo.
20
si el objetivo del viaje no fueran los
lugares, los paisajes y el arte, sino
todo su perfume contenido en una
copa? Las sorpresas en Friuli Venezia Giulia
nunca tienen fin. En cada vuelta de esquina,
en cada paseo por las colinas se encuentra
una viña, una casa, una bodega. En esta
región, el vino es cultura, historia, color,
tonalidades ligeras que jamás se acaban
de conocer. Las bodegas son lugares
acogedores en los que la degustación se
convierte en amistad. Vale la pena dejarse
guiar por el paladar y por el olfato...
el regusto será inolvidable. Ésta es una tierra
de grandes blancos y robustos tintos,
con más de 1.700 haciendas vinícolas
distribuidas en las nueve zonas DOC y DOCG.
Los nombres de Friuli Venezia Giulia bastan
para garantizar un viaje sin igual: Friulano,
Ribolla Gialla, Pinot Grigio, Sauvignon y los
Y
tintos Refosco, Cabernet, Merlot y Pinot
Nero (sólo para citar algunos) y, para cerrar
con broche de oro, el dulce Ramandolo y el
Picolit, apreciado vino de meditación.
Lo que no hay que perderse
Las rutas de los vinos
y de los sabores
Un viaje para descubrir la magia
del vino y de su mundo que lleva a
visitar haciendas agrícolas y bodegas
en las colinas y en la llanura, hasta
llegar al mar Adriático. Viñas para
deleitar la vista, bodegas para deleitar
el paladar, agroturismos para concederse
un agradable relax.
21
Mil atracciones
y fiestas por
descubrir
22
Lo que no hay que perderse
El golf
Siete greens con dieciocho hoyos en
escenarios naturales de rara belleza,
aptos para todos los niveles de experiencia:
Friuli Venezia Giulia es una región en la
que se puede jugar al golf durante todo el
año. De los montes del territorio Tarvisiano
a la costa, pasando por las colinas de la
franja del pie de monte, los campos de la
región tienen características técnicas y
paisajísticas de gran interés.
Grandes fiestas internacionales dedicadas
a la música, al cine, a la cultura
mitteleuropea, al arte contemporáneo
y al deporte. Reseñas enogastronómicas
para deleitar el paladar. Friuli Venezia
Giulia; una región viva durante todo
el año, que despierta burgos antiguos,
villas y castillos.
eta ideal para un viaje breve o para
un fin de semana, Friuli Venezia
Giulia ofrece en cualquier período
del año estímulos y emociones que no hay
que perderse: una muestra que invita a
jugar con el arte contemporáneo en la
magnífica Villa Manin de Passariano;
evocaciones históricas que proyectan en
el pasado antiguos castillos o pintorescos
burgos; un festival literario como el de
pordenonelegge.it, en el que es posible
encontrar autores famosos; o incluso
fiestas internacionales como el Rototom
SunSplash, que ve en el escenario los
grandes del reggae; Folkest, la principal
reseña europea de música folk; el Mittelfest
de Cividale, grande kermés de teatro,
música y baile de los países de Europa
Central; el Far East Film Festival de Udine,
prestigiosa vitrina del cine del Extremo
Oriente. Tantas y tan variadas, en todas las
estaciones, las fiestas que hacen de Friuli
Venezia Giulia la destinación ideal: la
Barcolana, la regata a vela con el mayor
número de participantes del mundo, las
Jornadas del Cine Mudo de Pordenone, el
principal festival internacional dedicado a
los albores del séptimo arte, los festivales
enogastronómicos como Friuli Doc en
Udine, Aria di Festa en San Daniele y Ein
Prosit en Tarvisio.
M
23
AUSTRIA
TARVISIO
CARNIA
SLOVENIA
UDINE
PORDENONE
GORIZIA
TRIESTE
Spagnolo
Fácil de llegar, difícil de olvidar
TURISMO FRIULI VENEZIA GIULIA
Piazza Manin, 10 loc. Passariano
33033 Codroipo (Ud) Italy
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