Leer presentación de don José Pellicer

Transcripción

Leer presentación de don José Pellicer
Roberto Coll Alcalde
Destinos de un trotarríos
Apuntes a pie de río
Historias, anécdotas y experiencias de un pescador
Como pueden ver es un libro con tres títulos distintos, todos ellos
descriptores de una sola pasión verdadera de su autor por la pesca.
Un libro con tres títulos bien puede tener tres y hasta cuatro
prólogos. Introducciones que te preparan para la lectura de este
libro haciendo casi irresistible la espera.
Roberto utiliza una prosa precisa de frase corta y certera, como sus
lances, diáfana y fresca como las aguas de sus ríos, conceptual y
descriptiva.
En definitiva lenguaje en estado puro, sin aditivos, usando pocos y
oportunos adjetivos. Tal vez por eso tiene la virtud de sugerir mucho
más de lo que define, porque los adjetivos los tiene que poner el
lector que imagina hayedos y choperas, perfumes, colores,
humedad, calor, color, texturas entre vadeadores, cañas y
chubasqueros.
Roberto nos muestra su cariño por la pesca, la naturaleza, sus ríos
y sus montañas. Por cada pino, por cada poza, por cada trucha.
Me puse los conciertos de Brandemburgo para iniciar la lectura.
Cuando me dí cuenta estaba en la página 107 habiendo recorrido
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todo Aragón. No sé cómo el disco había reproducido los conciertos
1,2 y 4 sin que les prestase la más mínima atención. Que nos
perdone el maestro Bach, Roberto.
Me sorprendí en el seno de una reflexión sobre el uso de la lengua.
Como dice Guy Roques en su magnífico prólogo, el libro de Roberto
es una verdadera lección de lengua española. Vean un ejemplo de
valentía: Se imaginan que en vez de decir “El strimer lleva montado
un hackle en palmer sobre un dubbing de liebre” dijésemos: “el
atractor lleva una pluma enrollada a lo largo de la pata del anzuelo
sobre una mezcla de pelo de liebre”. Y en homenaje a Cervantes
nos invita a defender el lenguaje autóctono como lo hacemos con
nuestros peces.
Hay otros ejemplos en el libro de sabiduría sencilla y elegante.
Reflexionando sobre las caídas y el dilema de remontar o bajar,
trazando ideas sobre el esfuerzo y la comodidad, nos encontramos
en poco más de 20 palabras con este pensamiento: “a veces lo que
parece difícil es luego lo que nos da el éxito y lo fácil nos lleva
irremediablemente al fracaso”.
Pocas páginas más allá Roberto mira las estrellas en soledad y nos
sugiere: “Sentirnos insignificantes sea posiblemente la mejor terapia
para volvernos a encontrar con nosotros mismos y retomar la vida
con nuevas ganas de vivir”.
En estas y otras muchas ocasiones nos muestra Roberto Coll su
sensibilidad y su firmeza de convicciones, todo ello en el contesto
de una única pasión: la pesca. Miren una muestra: “la tomada y
posterior lucha de esta trucha no la olvidaré en mi vida”.
Nuestro autor ha decidido compartir sus quereres con todos
nosotros y para ello ha contado con la colaboración de un buen
amigo. Me refiero a Jesús Prieto a quién llamamos cariñosamente
“Chuchi”.
Sus fotografías se intercalan entre las páginas de texto. Nos
muestra montes, ríos, aparejos, parajes y pintonas, retratos de
amigos y momentos inolvidables.
Chuchi ve cosas que los demás miramos y no vemos, aunque estén
ahí. Podría pensarse que el blanco y negro sería una limitación para
fotografías de espacios naturales. ¡Pues no! Es capaz de retratar la
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geometría, la luz, el ritmo y a la vez la música, una caricia, un
suspiro, una ilusión.
Hace unos meses tomé prestada la última fotografía de este libro
para iniciar una presentación que trataba sobre educación para la
salud. Entonces yo no sabía que los autores la incluirían en esta
obra. Ni tampoco que daría lugar a las palabras que Roberto ha
escrito en este ejemplar como dedicatoria: “en agradecimiento a su
visión de la pesca como una actividad saludable”.
Si alguien tiene que estar agradecido Roberto y Chuchi, soy yo,
porque me habéis dado motivos para acercarme de vuestra mano al
mundo de la pesca a través de estos “Destinos de un Trotarríos”.
Claro que es una actividad saludable, para el cuerpo y para el alma.
Tanto que me habéis convencido de que se puede soñar con una
trucha de dos kilos, hacer cientos de kilómetros para luchar con su
bravura, tomarla, acariciarla y luego soltarla a su entorno natural.
Roberto: pescador, maestro, humanista y biólogo de bota que no de
salón. Un idealista en el S. XXI.
Chuchi: contrapunto fiel que nos muestra realidades que nosotros
somos incapaces de ver sin su ayuda.
En definitiva, una pareja de guías inmejorables para descubrir de
su mano un patrimonio natural y cultural que debemos custodiar
para que nuestros hijos también lo puedan disfrutar.
Gracias por haberme ofrecido esta oportunidad de presentar
vuestro libro y a todos ustedes gracias por su amable atención.
Valencia, 16 de diciembre de 2009
Ámbito Cultural Corte Inglés
José Alfredo Pellicer Artés
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