Español - Cortes de Aragón

Transcripción

Español - Cortes de Aragón
Palacio de la Aljafería
Capilla de San Martín
del 22 de julio al 2 de noviembre de 2014
diseñográficovíctorlahuerta • impreso en ARPIrelieve
de lunes a domingo,
de 10 a 14 h y de 16.30 a 20 h
Entre los mapas franceses, elaborados generalmente por los cartógrafos
reales, se han incluido cuatro mapas de la península ibérica, dividida en
los distintos reinos y territorios que integraban las coronas de Aragón y
de Castilla, cuya unión tuvo como consecuencia la creación del Reino de
España. Editados en París durante los siglos XVII y XVIII y dedicados a
Luis XIV, el Delfín, y Felipe V, son obra de Nicolas Sanson y Jean Baptiste
Nolin.
Otros nos muestran con mayor detalle los territorios integrantes de la
Corona de Aragón, que ponen de manifiesto su percepción desde el país vecino,
justificándose en ocasiones la ausencia
del Reino de Valencia por razones de espacio. Levantado el primero de ellos en
1653 por Nicolas Sanson, geógrafo de
Luis XIV, los otros tres, pertenecientes al
siglo XVIII, son obra de Didier Robert de Vaugondy, geógrafo de Luis XV.
Se exhiben también cuatro mapas del Reino de Aragón, de Christopher
Tassin, Nicolas Sanson, Jean Baptiste Nolin y Jean Baptiste Bourguignon
d’Anville. El de Nolin, dedicado a Felipe V, lleva una cartela con el texto bilingüe español-francés, el escudo del monarca y el señal del rey de
Aragón. Por su parte, el de Anville, editado en 1719 y dedicado al duque
de Orleans, regente de Luis XV, incluye en el margen superior la leyenda
Theatre de la guerre d’Espagne, en alusión a la recién acabada guerra de
Sucesión a la Corona de España.
El mapa de Nicolas de Fer, que representa el Reino de Aragón junto con
otros territorios del norte de la península ibérica, y el de los Pirineos,
dibujado por Nicolas Sanson, completan la visión de nuestro territorio
en la cartografía francesa de este periodo.
Le royaume d’Aragon ... / par ... I.
B. Nolin ... . – A Paris : chez le Sr.
Julien a l’hotel de Soubise ... , 1762
foAragoniaRegnum.indd 1
La Catalogna li regni di Aragona, ed Alta Navarra. – Venezia : Presso Antonio Zatta, 1775
Se exhiben tres mapas italianos muy diferentes en cuanto a su contenido y tratamiento. El más antiguo, de Giovanni da Montecalerio y Silvestro da Panicale, es un mapa
eclesiástico de
la provincia de
Aragón, incluido
en el atlas de los
Capuchinos, editado en Roma en 1643.
Il regno di Aragona, de Nicolo Cantelli, provisto de una cartela coronada
por el señal real y editado en 1696, llama la atención por la cuidada
representación de las zonas montañosas y del arbolado.
Ilustrado con una hermosa escena campestre, el mapa del reino de Aragón de Antonio Zatta, impreso en Venecia en 1775, incluye, además, los
territorios de Navarra y Cataluña.
Los mapas alemanes exhibidos tienen unos elementos decorativos más
sobrios, pero suelen ser más precisos.
Das Königreich Aragonien, obra del austriaco Franz Joseph von Reilly,
publicado en Viena en 1791, limita su ornamentación a la inclusión de
una losa mínimamente decorada.
Charta Regni Aragoniae in Archiepiscopatum, Episcopatos et Praefecturas divisum..., realizado por Franz Ludwig Güssefeld y editado en Núremberg en 1798, incluye las divisiones administrativas y eclesiásticas y está
basado, como el anterior, en el mapa de Tomás López.
El mapa de Ernst August von Schlieben, procedente del Atlas von Europa nebst den Kolonien, editado en Leipzig en 1825, carece ya de cualquier tipo de decoración.
Tomás López, discípulo de Bourguignon d’Anville y geográfo de Carlos
III, es autor del último gran mapa de Aragón. Fruto del trabajo de gabinete, su falta de precisión obligó a los franceses y británicos a dibujarse
sus propios mapas durante la guerra de la Independencia. Impreso en
cuatro hojas, con las divisiones administrativas y eclesiásticas, fue editado en 1765 y reeditado en 1816.
Tras la división provincial de Javier de Burgos, en 1833, comienzan a editarse mapas provinciales. Los primeros fueron elaborados por José Antonio Elías entre 1846 y 1847, grabados por Alabern y Mabón e incluidos
en el Atlas Geográfico de España.
En 1853 se publica el mapa de Zaragoza
de Francisco Coello, incluido en su obra inacabada Atlas de España y sus posesiones
de ultramar, editado como complemento
del Diccionario Geográfico-EstadísticoHistórico de Madoz. Se basa en los mapas
elaborados por los ejércitos extranjeros, especialmente por los franceses, con motivo de la invasión napoleónica.
Unos años más tarde se publican los mapas de las tres provincias aragonesas en la Reseña geográfico-histórica de las provincias de España, y,
poco después, en el Atlas Geográfico-descriptivo de la Península Ibérica,
de Emilio Valverde y Álvarez.
De la segunda mitad del siglo XIX son las hermosas cromolitografías de
Francisco Boronat y Satorre, incluidas en España geográfica histórica
ilustrada. Los mapas, grabados por Reinoso, van acompañados de una
reseña geográfica e histórica y vistas de ciudades. La aparición de varios
personajes ataviados con trajes regionales completa su ornamentación.
Teruel / J. Reinoso grabó. – Madrid : Cromo Lit. de Fco. Boronat y Satorre, [1870?]
Novissima Arragoniae Regni Tabula / authore Ioanne Baptista Labanna. – Amstelodami : sumptibus Ioannis Ianssonii,
[1641?]
La invención de la imprenta y el desarrollo de las técnicas del grabado
facilitaron la realización y difusión de mapas, convertidos desde entonces en obras colectivas en las que intervienen, además del cartógrafo, el
dibujante, el grabador, el editor-impresor y, en ocasiones, el iluminador,
el calígrafo o el autor de los textos.
Realizados para representar el territorio de forma gráfica –con fines políticos, estratégicos o comerciales–, aportan también, a través de sus textos,
dedicatorias o elementos decorativos, informaciones
de carácter histórico o cultural.
Al ser un artículo de lujo, destinado frecuentemente a las clases sociales
más poderosas, hasta mediados del siglo XIX suelen estar adornados con
cartelas, querubines, escudos de armas, paisajes o escenas diversas.
Algunos tienen una orientación incorrecta por adaptarse a las dimensiones de los atlas en los que se publican. En otros hay varias escalas,
con diferentes medidas de longitud, sustituidas por el kilómetro en la
segunda mitad del siglo XIX.
La representación del relieve varía, dependiendo de la utilización del
sombreado, las curvas de nivel o las normales y del hecho de que se refleje o no la existencia de vegetación. Las poblaciones suelen estar indicadas por conjuntos de edificaciones, incluyéndose a veces la explicación
de los signos convencionales.
Frente a la ausencia de datos en algunos mapas, lo que dificulta su identificación, en otros aparecen informaciones muy diversas: desde la cartografía consultada, hasta el lugar donde podían adquirirse.
Fondo Documental Histórico de las Cortes de Aragón
11/07/14 18:31
Bajo el título de Aragonia Regnum se han reunido cincuenta y
cinco mapas editados desde principios del siglo XVII hasta finales
del siglo XIX en los que se refleja, total o parcialmente, el territorio del antiguo Reino de Aragón. La exposición tiene una doble
finalidad: mostrar las diferentes imágenes de Aragón realizadas,
dentro y fuera de nuestro país, por cosmógrafos y cartógrafos
durante ese periodo y dar a conocer algunos de los materiales
cartográficos que forman parte del Fondo Documental Histórico
de las Cortes de Aragón.
Los mapas expuestos carecen de la perfección y el rigor científico
de los actuales, ya que las técnicas utilizadas para su elaboración
–trabajo de gabinete o exploración directa del terreno– no pueden competir con las de hoy en día, basadas en la toma de fotografías por satélite. Presentan incluso, en ocasiones, una imagen
deformada del territorio y notables inexactitudes; pero, en cambio, algunos de ellos –especialmente los editados en Ámsterdam
durante el siglo XVII– resultan mucho más atractivos que los publicados en la actualidad.
Un recorrido por la exposición nos permite observar desde los
mapas más generales, que abarcan el territorio de la península
ibérica, hasta los más específicos, referidos a una sola provincia.
Aunque predominan los españoles y holandeses, se incluyen también numerosos mapas franceses y algunos italianos y alemanes.
En muchos de ellos aparece el nombre de Labaña. Su mapa de
foAragoniaRegnum.indd 2
La inexistencia de un mapa exento de Aragón, unida a la publicación del
de Cataluña, en 1603, hizo que la Diputación del Reino, por iniciativa de
Lupercio Leonardo de Argensola, encargara a Juan Bautista Labaña la
realización de un mapa de Aragón.
En el contrato, firmado en 1607, se establecía que debía «ir al Reyno de
Aragón y hacer una descripción y mapa
de él tan exacta, y perfectamente cuanto supiere...». Se especificaban sus dimensiones –«6 pliegos de papel real»–,
así como otros elementos para incluir.
Labaña recorrió el reino durante seis meses, haciendo mediciones con un goniómetro y una brújula y anotando
los datos en su cuaderno de campo, que sirvió de base para la edición, en
1895, de su Itinerario del Reino de Aragón.
El mapa manuscrito –de proyección cilíndrica y con la escala expresada
en leguas comunes– estuvo terminado en 1615, pero no gustó demasiado a los diputados. Después de efectuar las correcciones solicitadas por
estos, que alegaron que había dibujado demasiadas montañas y pocas
poblaciones, fue grabado por Diego de Astor en seis planchas de cobre,
traídas expresamente desde Flandes.
Decorado con cuatro cartelas de estilo barroco, donde figuran el título
y la dedicatoria, la escala, las longitudes y unas explicaciones relativas
a su realización, se incluyó a ambos lados un resumen de la historia de
Aragón, redactado por Lupercio Leonardo de Argensola.
Se imprimieron cuatrocientos ejemplares en Zaragoza y, a partir de
1620, otros mil en Flandes. Posteriormente, fue objeto de sucesivas reimpresiones hasta la edición de Lezaun.
Arragonia Regnum / auctore Joanne Baptista Labanna. – [Amsterdam] : [J. Janssonius], [1645]
Aragón fue, probablemente, el mejor de los elaborados en España en esa época. Por ello se reprodujo total o parcialmente en numerosas ocasiones, sobretodo en Holanda, donde los principales
cartógrafos lo incluyeron de forma sistemática en sus atlas, con
ligeras modificaciones.
Itinerario del Reino de Aragón / por Juan
Bautista Labaña. – Zaragoza : Diputación
Provincial, 1895
Aragon / de Ioan Baptista Lavaña ; Diego de Astor fecit ; por Thomas Fermin de Lezaun. – Zaragoza : Luis de Cueto, 1777
En 1761, tras la publicación de unas once reimpresiones del mapa de
Labaña, el intendente general del Reino de Aragón encargó su actualización para añadir nuevos topónimos, incluir la red de caminos y dibujar
los límites jurisdiccionales. El trabajo, encomendado a Tomás Fermín de
Lezaun, tuvo como resultado la edición de 1777.
Al detectarse en la
Academia de la Historia inexactitudes en el
trazado de la frontera
con Francia, una gran
parte de la edición fue
confiscada, lo que explicaría el escaso número de ejemplares conservados. Tres años más tarde, Tomás López presentó a la Academia el mapa
con los límites corregidos, pero es dudoso que se publicara.
Esta edición del mapa de Labaña, de dimensiones similares al original e
impreso en seis hojas, es la más conocida. Lezaun, además de incorporar
las divisiones administrativas y la red de caminos, amplió la lista de los
signos convencionales. Mantuvo las cuatro cartelas originales, incluso la
de la dedicatoria a los diputados que lo encargaron, coronada por dos
de los emblemas del Reino de Aragón: el señal real y la cruz de Alcoraz.
Añadió una quinta cartela en la que queda constancia del encargo recibido para actualizar el mapa.
En el margen izquierdo se incluye el texto con la historia de Aragón de
Argensola, mientras que en el derecho aparece otro, firmado por Lezaun,
en el que actualiza los datos y facilita explicaciones sobre las modificaciones realizadas en el mapa original. En el marco, de estilo geométrico,
están insertos los nombres de los cuatro puntos cardinales.
Entre los mapas holandeses, los más cuidados desde el punto de vista estético, se encuentran ocho del Reino de Aragón, publicados a lo largo del
siglo XVII, generalmente en Ámsterdam, por los más importantes cartógrafos de la época para incluirlos en sus atlas. Todos ellos –copiados unos
de otros con ligeras modificaciones en su decoración– están basados en
el mapa levantado por Labaña, aunque su escala es mucho menor.
Jodocus Hondius mantiene la cartela con la dedicatoria a los diputados,
añadiéndole dos querubines. Joan Blaeu inserta la cartela explicativa
de Labaña debajo de dos de los emblemas de Aragón, añade escudos
en los territorios colindantes, y lo dedica a Gaspari Charles. Johannes
Janssonius copia el anterior. Petrus Schenk y Gerhard Valck le añaden
paralelos y meridianos, e incluyen su
firma en la cartela con una tipografía diferente. Frederick de Wit incorpora el señal real con dos querubines
y retira el nombre del autor original.
Las grandes dimensiones del mapa
de Labaña les permiten editar también los mapas de las diócesis aragonesas: el arzobispado de Zaragoza y los obispados de Tarazona, Teruel y
Albarracín, Huesca, Jaca y Barbastro –presentes en la exposición–, publicados por primera vez por Blaeu en el Atlas Maior sive cosmographiae
Blaviana.
En algún mapa, Aragón comparte espacio con otros territorios. Es el caso
de los dos más antiguos, editados por Gerardo Mercator y Pieter van den
Keere en 1606 y 1610, respectivamente, bajo el título de Arragonia et
Catalonia, o del hermoso ejemplar de Aragonia et Navarra, publicado
por Blaeu en 1647. Por último, hay que destacar el precioso grabado de
la batalla de Zaragoza incluido en un mapa de Schenk.
Arçobispado de Çaragossa / [Joanne Baptista Labanna] ... . – [Amsterdam] : [Joan Blaeu], [1662]
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Bajo el título de Aragonia Regnum se han reunido cincuenta y
cinco mapas editados desde principios del siglo XVII hasta finales
del siglo XIX en los que se refleja, total o parcialmente, el territorio del antiguo Reino de Aragón. La exposición tiene una doble
finalidad: mostrar las diferentes imágenes de Aragón realizadas,
dentro y fuera de nuestro país, por cosmógrafos y cartógrafos
durante ese periodo y dar a conocer algunos de los materiales
cartográficos que forman parte del Fondo Documental Histórico
de las Cortes de Aragón.
Los mapas expuestos carecen de la perfección y el rigor científico
de los actuales, ya que las técnicas utilizadas para su elaboración
–trabajo de gabinete o exploración directa del terreno– no pueden competir con las de hoy en día, basadas en la toma de fotografías por satélite. Presentan incluso, en ocasiones, una imagen
deformada del territorio y notables inexactitudes; pero, en cambio, algunos de ellos –especialmente los editados en Ámsterdam
durante el siglo XVII– resultan mucho más atractivos que los publicados en la actualidad.
Un recorrido por la exposición nos permite observar desde los
mapas más generales, que abarcan el territorio de la península
ibérica, hasta los más específicos, referidos a una sola provincia.
Aunque predominan los españoles y holandeses, se incluyen también numerosos mapas franceses y algunos italianos y alemanes.
En muchos de ellos aparece el nombre de Labaña. Su mapa de
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La inexistencia de un mapa exento de Aragón, unida a la publicación del
de Cataluña, en 1603, hizo que la Diputación del Reino, por iniciativa de
Lupercio Leonardo de Argensola, encargara a Juan Bautista Labaña la
realización de un mapa de Aragón.
En el contrato, firmado en 1607, se establecía que debía «ir al Reyno de
Aragón y hacer una descripción y mapa
de él tan exacta, y perfectamente cuanto supiere...». Se especificaban sus dimensiones –«6 pliegos de papel real»–,
así como otros elementos para incluir.
Labaña recorrió el reino durante seis meses, haciendo mediciones con un goniómetro y una brújula y anotando
los datos en su cuaderno de campo, que sirvió de base para la edición, en
1895, de su Itinerario del Reino de Aragón.
El mapa manuscrito –de proyección cilíndrica y con la escala expresada
en leguas comunes– estuvo terminado en 1615, pero no gustó demasiado a los diputados. Después de efectuar las correcciones solicitadas por
estos, que alegaron que había dibujado demasiadas montañas y pocas
poblaciones, fue grabado por Diego de Astor en seis planchas de cobre,
traídas expresamente desde Flandes.
Decorado con cuatro cartelas de estilo barroco, donde figuran el título
y la dedicatoria, la escala, las longitudes y unas explicaciones relativas
a su realización, se incluyó a ambos lados un resumen de la historia de
Aragón, redactado por Lupercio Leonardo de Argensola.
Se imprimieron cuatrocientos ejemplares en Zaragoza y, a partir de
1620, otros mil en Flandes. Posteriormente, fue objeto de sucesivas reimpresiones hasta la edición de Lezaun.
Arragonia Regnum / auctore Joanne Baptista Labanna. – [Amsterdam] : [J. Janssonius], [1645]
Aragón fue, probablemente, el mejor de los elaborados en España en esa época. Por ello se reprodujo total o parcialmente en numerosas ocasiones, sobretodo en Holanda, donde los principales
cartógrafos lo incluyeron de forma sistemática en sus atlas, con
ligeras modificaciones.
Itinerario del Reino de Aragón / por Juan
Bautista Labaña. – Zaragoza : Diputación
Provincial, 1895
Aragon / de Ioan Baptista Lavaña ; Diego de Astor fecit ; por Thomas Fermin de Lezaun. – Zaragoza : Luis de Cueto, 1777
En 1761, tras la publicación de unas once reimpresiones del mapa de
Labaña, el intendente general del Reino de Aragón encargó su actualización para añadir nuevos topónimos, incluir la red de caminos y dibujar
los límites jurisdiccionales. El trabajo, encomendado a Tomás Fermín de
Lezaun, tuvo como resultado la edición de 1777.
Al detectarse en la
Academia de la Historia inexactitudes en el
trazado de la frontera
con Francia, una gran
parte de la edición fue
confiscada, lo que explicaría el escaso número de ejemplares conservados. Tres años más tarde, Tomás López presentó a la Academia el mapa
con los límites corregidos, pero es dudoso que se publicara.
Esta edición del mapa de Labaña, de dimensiones similares al original e
impreso en seis hojas, es la más conocida. Lezaun, además de incorporar
las divisiones administrativas y la red de caminos, amplió la lista de los
signos convencionales. Mantuvo las cuatro cartelas originales, incluso la
de la dedicatoria a los diputados que lo encargaron, coronada por dos
de los emblemas del Reino de Aragón: el señal real y la cruz de Alcoraz.
Añadió una quinta cartela en la que queda constancia del encargo recibido para actualizar el mapa.
En el margen izquierdo se incluye el texto con la historia de Aragón de
Argensola, mientras que en el derecho aparece otro, firmado por Lezaun,
en el que actualiza los datos y facilita explicaciones sobre las modificaciones realizadas en el mapa original. En el marco, de estilo geométrico,
están insertos los nombres de los cuatro puntos cardinales.
Entre los mapas holandeses, los más cuidados desde el punto de vista estético, se encuentran ocho del Reino de Aragón, publicados a lo largo del
siglo XVII, generalmente en Ámsterdam, por los más importantes cartógrafos de la época para incluirlos en sus atlas. Todos ellos –copiados unos
de otros con ligeras modificaciones en su decoración– están basados en
el mapa levantado por Labaña, aunque su escala es mucho menor.
Jodocus Hondius mantiene la cartela con la dedicatoria a los diputados,
añadiéndole dos querubines. Joan Blaeu inserta la cartela explicativa
de Labaña debajo de dos de los emblemas de Aragón, añade escudos
en los territorios colindantes, y lo dedica a Gaspari Charles. Johannes
Janssonius copia el anterior. Petrus Schenk y Gerhard Valck le añaden
paralelos y meridianos, e incluyen su
firma en la cartela con una tipografía diferente. Frederick de Wit incorpora el señal real con dos querubines
y retira el nombre del autor original.
Las grandes dimensiones del mapa
de Labaña les permiten editar también los mapas de las diócesis aragonesas: el arzobispado de Zaragoza y los obispados de Tarazona, Teruel y
Albarracín, Huesca, Jaca y Barbastro –presentes en la exposición–, publicados por primera vez por Blaeu en el Atlas Maior sive cosmographiae
Blaviana.
En algún mapa, Aragón comparte espacio con otros territorios. Es el caso
de los dos más antiguos, editados por Gerardo Mercator y Pieter van den
Keere en 1606 y 1610, respectivamente, bajo el título de Arragonia et
Catalonia, o del hermoso ejemplar de Aragonia et Navarra, publicado
por Blaeu en 1647. Por último, hay que destacar el precioso grabado de
la batalla de Zaragoza incluido en un mapa de Schenk.
Arçobispado de Çaragossa / [Joanne Baptista Labanna] ... . – [Amsterdam] : [Joan Blaeu], [1662]
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Bajo el título de Aragonia Regnum se han reunido cincuenta y
cinco mapas editados desde principios del siglo XVII hasta finales
del siglo XIX en los que se refleja, total o parcialmente, el territorio del antiguo Reino de Aragón. La exposición tiene una doble
finalidad: mostrar las diferentes imágenes de Aragón realizadas,
dentro y fuera de nuestro país, por cosmógrafos y cartógrafos
durante ese periodo y dar a conocer algunos de los materiales
cartográficos que forman parte del Fondo Documental Histórico
de las Cortes de Aragón.
Los mapas expuestos carecen de la perfección y el rigor científico
de los actuales, ya que las técnicas utilizadas para su elaboración
–trabajo de gabinete o exploración directa del terreno– no pueden competir con las de hoy en día, basadas en la toma de fotografías por satélite. Presentan incluso, en ocasiones, una imagen
deformada del territorio y notables inexactitudes; pero, en cambio, algunos de ellos –especialmente los editados en Ámsterdam
durante el siglo XVII– resultan mucho más atractivos que los publicados en la actualidad.
Un recorrido por la exposición nos permite observar desde los
mapas más generales, que abarcan el territorio de la península
ibérica, hasta los más específicos, referidos a una sola provincia.
Aunque predominan los españoles y holandeses, se incluyen también numerosos mapas franceses y algunos italianos y alemanes.
En muchos de ellos aparece el nombre de Labaña. Su mapa de
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La inexistencia de un mapa exento de Aragón, unida a la publicación del
de Cataluña, en 1603, hizo que la Diputación del Reino, por iniciativa de
Lupercio Leonardo de Argensola, encargara a Juan Bautista Labaña la
realización de un mapa de Aragón.
En el contrato, firmado en 1607, se establecía que debía «ir al Reyno de
Aragón y hacer una descripción y mapa
de él tan exacta, y perfectamente cuanto supiere...». Se especificaban sus dimensiones –«6 pliegos de papel real»–,
así como otros elementos para incluir.
Labaña recorrió el reino durante seis meses, haciendo mediciones con un goniómetro y una brújula y anotando
los datos en su cuaderno de campo, que sirvió de base para la edición, en
1895, de su Itinerario del Reino de Aragón.
El mapa manuscrito –de proyección cilíndrica y con la escala expresada
en leguas comunes– estuvo terminado en 1615, pero no gustó demasiado a los diputados. Después de efectuar las correcciones solicitadas por
estos, que alegaron que había dibujado demasiadas montañas y pocas
poblaciones, fue grabado por Diego de Astor en seis planchas de cobre,
traídas expresamente desde Flandes.
Decorado con cuatro cartelas de estilo barroco, donde figuran el título
y la dedicatoria, la escala, las longitudes y unas explicaciones relativas
a su realización, se incluyó a ambos lados un resumen de la historia de
Aragón, redactado por Lupercio Leonardo de Argensola.
Se imprimieron cuatrocientos ejemplares en Zaragoza y, a partir de
1620, otros mil en Flandes. Posteriormente, fue objeto de sucesivas reimpresiones hasta la edición de Lezaun.
Arragonia Regnum / auctore Joanne Baptista Labanna. – [Amsterdam] : [J. Janssonius], [1645]
Aragón fue, probablemente, el mejor de los elaborados en España en esa época. Por ello se reprodujo total o parcialmente en numerosas ocasiones, sobretodo en Holanda, donde los principales
cartógrafos lo incluyeron de forma sistemática en sus atlas, con
ligeras modificaciones.
Itinerario del Reino de Aragón / por Juan
Bautista Labaña. – Zaragoza : Diputación
Provincial, 1895
Aragon / de Ioan Baptista Lavaña ; Diego de Astor fecit ; por Thomas Fermin de Lezaun. – Zaragoza : Luis de Cueto, 1777
En 1761, tras la publicación de unas once reimpresiones del mapa de
Labaña, el intendente general del Reino de Aragón encargó su actualización para añadir nuevos topónimos, incluir la red de caminos y dibujar
los límites jurisdiccionales. El trabajo, encomendado a Tomás Fermín de
Lezaun, tuvo como resultado la edición de 1777.
Al detectarse en la
Academia de la Historia inexactitudes en el
trazado de la frontera
con Francia, una gran
parte de la edición fue
confiscada, lo que explicaría el escaso número de ejemplares conservados. Tres años más tarde, Tomás López presentó a la Academia el mapa
con los límites corregidos, pero es dudoso que se publicara.
Esta edición del mapa de Labaña, de dimensiones similares al original e
impreso en seis hojas, es la más conocida. Lezaun, además de incorporar
las divisiones administrativas y la red de caminos, amplió la lista de los
signos convencionales. Mantuvo las cuatro cartelas originales, incluso la
de la dedicatoria a los diputados que lo encargaron, coronada por dos
de los emblemas del Reino de Aragón: el señal real y la cruz de Alcoraz.
Añadió una quinta cartela en la que queda constancia del encargo recibido para actualizar el mapa.
En el margen izquierdo se incluye el texto con la historia de Aragón de
Argensola, mientras que en el derecho aparece otro, firmado por Lezaun,
en el que actualiza los datos y facilita explicaciones sobre las modificaciones realizadas en el mapa original. En el marco, de estilo geométrico,
están insertos los nombres de los cuatro puntos cardinales.
Entre los mapas holandeses, los más cuidados desde el punto de vista estético, se encuentran ocho del Reino de Aragón, publicados a lo largo del
siglo XVII, generalmente en Ámsterdam, por los más importantes cartógrafos de la época para incluirlos en sus atlas. Todos ellos –copiados unos
de otros con ligeras modificaciones en su decoración– están basados en
el mapa levantado por Labaña, aunque su escala es mucho menor.
Jodocus Hondius mantiene la cartela con la dedicatoria a los diputados,
añadiéndole dos querubines. Joan Blaeu inserta la cartela explicativa
de Labaña debajo de dos de los emblemas de Aragón, añade escudos
en los territorios colindantes, y lo dedica a Gaspari Charles. Johannes
Janssonius copia el anterior. Petrus Schenk y Gerhard Valck le añaden
paralelos y meridianos, e incluyen su
firma en la cartela con una tipografía diferente. Frederick de Wit incorpora el señal real con dos querubines
y retira el nombre del autor original.
Las grandes dimensiones del mapa
de Labaña les permiten editar también los mapas de las diócesis aragonesas: el arzobispado de Zaragoza y los obispados de Tarazona, Teruel y
Albarracín, Huesca, Jaca y Barbastro –presentes en la exposición–, publicados por primera vez por Blaeu en el Atlas Maior sive cosmographiae
Blaviana.
En algún mapa, Aragón comparte espacio con otros territorios. Es el caso
de los dos más antiguos, editados por Gerardo Mercator y Pieter van den
Keere en 1606 y 1610, respectivamente, bajo el título de Arragonia et
Catalonia, o del hermoso ejemplar de Aragonia et Navarra, publicado
por Blaeu en 1647. Por último, hay que destacar el precioso grabado de
la batalla de Zaragoza incluido en un mapa de Schenk.
Arçobispado de Çaragossa / [Joanne Baptista Labanna] ... . – [Amsterdam] : [Joan Blaeu], [1662]
11/07/14 18:31
Bajo el título de Aragonia Regnum se han reunido cincuenta y
cinco mapas editados desde principios del siglo XVII hasta finales
del siglo XIX en los que se refleja, total o parcialmente, el territorio del antiguo Reino de Aragón. La exposición tiene una doble
finalidad: mostrar las diferentes imágenes de Aragón realizadas,
dentro y fuera de nuestro país, por cosmógrafos y cartógrafos
durante ese periodo y dar a conocer algunos de los materiales
cartográficos que forman parte del Fondo Documental Histórico
de las Cortes de Aragón.
Los mapas expuestos carecen de la perfección y el rigor científico
de los actuales, ya que las técnicas utilizadas para su elaboración
–trabajo de gabinete o exploración directa del terreno– no pueden competir con las de hoy en día, basadas en la toma de fotografías por satélite. Presentan incluso, en ocasiones, una imagen
deformada del territorio y notables inexactitudes; pero, en cambio, algunos de ellos –especialmente los editados en Ámsterdam
durante el siglo XVII– resultan mucho más atractivos que los publicados en la actualidad.
Un recorrido por la exposición nos permite observar desde los
mapas más generales, que abarcan el territorio de la península
ibérica, hasta los más específicos, referidos a una sola provincia.
Aunque predominan los españoles y holandeses, se incluyen también numerosos mapas franceses y algunos italianos y alemanes.
En muchos de ellos aparece el nombre de Labaña. Su mapa de
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La inexistencia de un mapa exento de Aragón, unida a la publicación del
de Cataluña, en 1603, hizo que la Diputación del Reino, por iniciativa de
Lupercio Leonardo de Argensola, encargara a Juan Bautista Labaña la
realización de un mapa de Aragón.
En el contrato, firmado en 1607, se establecía que debía «ir al Reyno de
Aragón y hacer una descripción y mapa
de él tan exacta, y perfectamente cuanto supiere...». Se especificaban sus dimensiones –«6 pliegos de papel real»–,
así como otros elementos para incluir.
Labaña recorrió el reino durante seis meses, haciendo mediciones con un goniómetro y una brújula y anotando
los datos en su cuaderno de campo, que sirvió de base para la edición, en
1895, de su Itinerario del Reino de Aragón.
El mapa manuscrito –de proyección cilíndrica y con la escala expresada
en leguas comunes– estuvo terminado en 1615, pero no gustó demasiado a los diputados. Después de efectuar las correcciones solicitadas por
estos, que alegaron que había dibujado demasiadas montañas y pocas
poblaciones, fue grabado por Diego de Astor en seis planchas de cobre,
traídas expresamente desde Flandes.
Decorado con cuatro cartelas de estilo barroco, donde figuran el título
y la dedicatoria, la escala, las longitudes y unas explicaciones relativas
a su realización, se incluyó a ambos lados un resumen de la historia de
Aragón, redactado por Lupercio Leonardo de Argensola.
Se imprimieron cuatrocientos ejemplares en Zaragoza y, a partir de
1620, otros mil en Flandes. Posteriormente, fue objeto de sucesivas reimpresiones hasta la edición de Lezaun.
Arragonia Regnum / auctore Joanne Baptista Labanna. – [Amsterdam] : [J. Janssonius], [1645]
Aragón fue, probablemente, el mejor de los elaborados en España en esa época. Por ello se reprodujo total o parcialmente en numerosas ocasiones, sobretodo en Holanda, donde los principales
cartógrafos lo incluyeron de forma sistemática en sus atlas, con
ligeras modificaciones.
Itinerario del Reino de Aragón / por Juan
Bautista Labaña. – Zaragoza : Diputación
Provincial, 1895
Aragon / de Ioan Baptista Lavaña ; Diego de Astor fecit ; por Thomas Fermin de Lezaun. – Zaragoza : Luis de Cueto, 1777
En 1761, tras la publicación de unas once reimpresiones del mapa de
Labaña, el intendente general del Reino de Aragón encargó su actualización para añadir nuevos topónimos, incluir la red de caminos y dibujar
los límites jurisdiccionales. El trabajo, encomendado a Tomás Fermín de
Lezaun, tuvo como resultado la edición de 1777.
Al detectarse en la
Academia de la Historia inexactitudes en el
trazado de la frontera
con Francia, una gran
parte de la edición fue
confiscada, lo que explicaría el escaso número de ejemplares conservados. Tres años más tarde, Tomás López presentó a la Academia el mapa
con los límites corregidos, pero es dudoso que se publicara.
Esta edición del mapa de Labaña, de dimensiones similares al original e
impreso en seis hojas, es la más conocida. Lezaun, además de incorporar
las divisiones administrativas y la red de caminos, amplió la lista de los
signos convencionales. Mantuvo las cuatro cartelas originales, incluso la
de la dedicatoria a los diputados que lo encargaron, coronada por dos
de los emblemas del Reino de Aragón: el señal real y la cruz de Alcoraz.
Añadió una quinta cartela en la que queda constancia del encargo recibido para actualizar el mapa.
En el margen izquierdo se incluye el texto con la historia de Aragón de
Argensola, mientras que en el derecho aparece otro, firmado por Lezaun,
en el que actualiza los datos y facilita explicaciones sobre las modificaciones realizadas en el mapa original. En el marco, de estilo geométrico,
están insertos los nombres de los cuatro puntos cardinales.
Entre los mapas holandeses, los más cuidados desde el punto de vista estético, se encuentran ocho del Reino de Aragón, publicados a lo largo del
siglo XVII, generalmente en Ámsterdam, por los más importantes cartógrafos de la época para incluirlos en sus atlas. Todos ellos –copiados unos
de otros con ligeras modificaciones en su decoración– están basados en
el mapa levantado por Labaña, aunque su escala es mucho menor.
Jodocus Hondius mantiene la cartela con la dedicatoria a los diputados,
añadiéndole dos querubines. Joan Blaeu inserta la cartela explicativa
de Labaña debajo de dos de los emblemas de Aragón, añade escudos
en los territorios colindantes, y lo dedica a Gaspari Charles. Johannes
Janssonius copia el anterior. Petrus Schenk y Gerhard Valck le añaden
paralelos y meridianos, e incluyen su
firma en la cartela con una tipografía diferente. Frederick de Wit incorpora el señal real con dos querubines
y retira el nombre del autor original.
Las grandes dimensiones del mapa
de Labaña les permiten editar también los mapas de las diócesis aragonesas: el arzobispado de Zaragoza y los obispados de Tarazona, Teruel y
Albarracín, Huesca, Jaca y Barbastro –presentes en la exposición–, publicados por primera vez por Blaeu en el Atlas Maior sive cosmographiae
Blaviana.
En algún mapa, Aragón comparte espacio con otros territorios. Es el caso
de los dos más antiguos, editados por Gerardo Mercator y Pieter van den
Keere en 1606 y 1610, respectivamente, bajo el título de Arragonia et
Catalonia, o del hermoso ejemplar de Aragonia et Navarra, publicado
por Blaeu en 1647. Por último, hay que destacar el precioso grabado de
la batalla de Zaragoza incluido en un mapa de Schenk.
Arçobispado de Çaragossa / [Joanne Baptista Labanna] ... . – [Amsterdam] : [Joan Blaeu], [1662]
11/07/14 18:31
Bajo el título de Aragonia Regnum se han reunido cincuenta y
cinco mapas editados desde principios del siglo XVII hasta finales
del siglo XIX en los que se refleja, total o parcialmente, el territorio del antiguo Reino de Aragón. La exposición tiene una doble
finalidad: mostrar las diferentes imágenes de Aragón realizadas,
dentro y fuera de nuestro país, por cosmógrafos y cartógrafos
durante ese periodo y dar a conocer algunos de los materiales
cartográficos que forman parte del Fondo Documental Histórico
de las Cortes de Aragón.
Los mapas expuestos carecen de la perfección y el rigor científico
de los actuales, ya que las técnicas utilizadas para su elaboración
–trabajo de gabinete o exploración directa del terreno– no pueden competir con las de hoy en día, basadas en la toma de fotografías por satélite. Presentan incluso, en ocasiones, una imagen
deformada del territorio y notables inexactitudes; pero, en cambio, algunos de ellos –especialmente los editados en Ámsterdam
durante el siglo XVII– resultan mucho más atractivos que los publicados en la actualidad.
Un recorrido por la exposición nos permite observar desde los
mapas más generales, que abarcan el territorio de la península
ibérica, hasta los más específicos, referidos a una sola provincia.
Aunque predominan los españoles y holandeses, se incluyen también numerosos mapas franceses y algunos italianos y alemanes.
En muchos de ellos aparece el nombre de Labaña. Su mapa de
foAragoniaRegnum.indd 2
La inexistencia de un mapa exento de Aragón, unida a la publicación del
de Cataluña, en 1603, hizo que la Diputación del Reino, por iniciativa de
Lupercio Leonardo de Argensola, encargara a Juan Bautista Labaña la
realización de un mapa de Aragón.
En el contrato, firmado en 1607, se establecía que debía «ir al Reyno de
Aragón y hacer una descripción y mapa
de él tan exacta, y perfectamente cuanto supiere...». Se especificaban sus dimensiones –«6 pliegos de papel real»–,
así como otros elementos para incluir.
Labaña recorrió el reino durante seis meses, haciendo mediciones con un goniómetro y una brújula y anotando
los datos en su cuaderno de campo, que sirvió de base para la edición, en
1895, de su Itinerario del Reino de Aragón.
El mapa manuscrito –de proyección cilíndrica y con la escala expresada
en leguas comunes– estuvo terminado en 1615, pero no gustó demasiado a los diputados. Después de efectuar las correcciones solicitadas por
estos, que alegaron que había dibujado demasiadas montañas y pocas
poblaciones, fue grabado por Diego de Astor en seis planchas de cobre,
traídas expresamente desde Flandes.
Decorado con cuatro cartelas de estilo barroco, donde figuran el título
y la dedicatoria, la escala, las longitudes y unas explicaciones relativas
a su realización, se incluyó a ambos lados un resumen de la historia de
Aragón, redactado por Lupercio Leonardo de Argensola.
Se imprimieron cuatrocientos ejemplares en Zaragoza y, a partir de
1620, otros mil en Flandes. Posteriormente, fue objeto de sucesivas reimpresiones hasta la edición de Lezaun.
Arragonia Regnum / auctore Joanne Baptista Labanna. – [Amsterdam] : [J. Janssonius], [1645]
Aragón fue, probablemente, el mejor de los elaborados en España en esa época. Por ello se reprodujo total o parcialmente en numerosas ocasiones, sobretodo en Holanda, donde los principales
cartógrafos lo incluyeron de forma sistemática en sus atlas, con
ligeras modificaciones.
Itinerario del Reino de Aragón / por Juan
Bautista Labaña. – Zaragoza : Diputación
Provincial, 1895
Aragon / de Ioan Baptista Lavaña ; Diego de Astor fecit ; por Thomas Fermin de Lezaun. – Zaragoza : Luis de Cueto, 1777
En 1761, tras la publicación de unas once reimpresiones del mapa de
Labaña, el intendente general del Reino de Aragón encargó su actualización para añadir nuevos topónimos, incluir la red de caminos y dibujar
los límites jurisdiccionales. El trabajo, encomendado a Tomás Fermín de
Lezaun, tuvo como resultado la edición de 1777.
Al detectarse en la
Academia de la Historia inexactitudes en el
trazado de la frontera
con Francia, una gran
parte de la edición fue
confiscada, lo que explicaría el escaso número de ejemplares conservados. Tres años más tarde, Tomás López presentó a la Academia el mapa
con los límites corregidos, pero es dudoso que se publicara.
Esta edición del mapa de Labaña, de dimensiones similares al original e
impreso en seis hojas, es la más conocida. Lezaun, además de incorporar
las divisiones administrativas y la red de caminos, amplió la lista de los
signos convencionales. Mantuvo las cuatro cartelas originales, incluso la
de la dedicatoria a los diputados que lo encargaron, coronada por dos
de los emblemas del Reino de Aragón: el señal real y la cruz de Alcoraz.
Añadió una quinta cartela en la que queda constancia del encargo recibido para actualizar el mapa.
En el margen izquierdo se incluye el texto con la historia de Aragón de
Argensola, mientras que en el derecho aparece otro, firmado por Lezaun,
en el que actualiza los datos y facilita explicaciones sobre las modificaciones realizadas en el mapa original. En el marco, de estilo geométrico,
están insertos los nombres de los cuatro puntos cardinales.
Entre los mapas holandeses, los más cuidados desde el punto de vista estético, se encuentran ocho del Reino de Aragón, publicados a lo largo del
siglo XVII, generalmente en Ámsterdam, por los más importantes cartógrafos de la época para incluirlos en sus atlas. Todos ellos –copiados unos
de otros con ligeras modificaciones en su decoración– están basados en
el mapa levantado por Labaña, aunque su escala es mucho menor.
Jodocus Hondius mantiene la cartela con la dedicatoria a los diputados,
añadiéndole dos querubines. Joan Blaeu inserta la cartela explicativa
de Labaña debajo de dos de los emblemas de Aragón, añade escudos
en los territorios colindantes, y lo dedica a Gaspari Charles. Johannes
Janssonius copia el anterior. Petrus Schenk y Gerhard Valck le añaden
paralelos y meridianos, e incluyen su
firma en la cartela con una tipografía diferente. Frederick de Wit incorpora el señal real con dos querubines
y retira el nombre del autor original.
Las grandes dimensiones del mapa
de Labaña les permiten editar también los mapas de las diócesis aragonesas: el arzobispado de Zaragoza y los obispados de Tarazona, Teruel y
Albarracín, Huesca, Jaca y Barbastro –presentes en la exposición–, publicados por primera vez por Blaeu en el Atlas Maior sive cosmographiae
Blaviana.
En algún mapa, Aragón comparte espacio con otros territorios. Es el caso
de los dos más antiguos, editados por Gerardo Mercator y Pieter van den
Keere en 1606 y 1610, respectivamente, bajo el título de Arragonia et
Catalonia, o del hermoso ejemplar de Aragonia et Navarra, publicado
por Blaeu en 1647. Por último, hay que destacar el precioso grabado de
la batalla de Zaragoza incluido en un mapa de Schenk.
Arçobispado de Çaragossa / [Joanne Baptista Labanna] ... . – [Amsterdam] : [Joan Blaeu], [1662]
11/07/14 18:31
Bajo el título de Aragonia Regnum se han reunido cincuenta y
cinco mapas editados desde principios del siglo XVII hasta finales
del siglo XIX en los que se refleja, total o parcialmente, el territorio del antiguo Reino de Aragón. La exposición tiene una doble
finalidad: mostrar las diferentes imágenes de Aragón realizadas,
dentro y fuera de nuestro país, por cosmógrafos y cartógrafos
durante ese periodo y dar a conocer algunos de los materiales
cartográficos que forman parte del Fondo Documental Histórico
de las Cortes de Aragón.
Los mapas expuestos carecen de la perfección y el rigor científico
de los actuales, ya que las técnicas utilizadas para su elaboración
–trabajo de gabinete o exploración directa del terreno– no pueden competir con las de hoy en día, basadas en la toma de fotografías por satélite. Presentan incluso, en ocasiones, una imagen
deformada del territorio y notables inexactitudes; pero, en cambio, algunos de ellos –especialmente los editados en Ámsterdam
durante el siglo XVII– resultan mucho más atractivos que los publicados en la actualidad.
Un recorrido por la exposición nos permite observar desde los
mapas más generales, que abarcan el territorio de la península
ibérica, hasta los más específicos, referidos a una sola provincia.
Aunque predominan los españoles y holandeses, se incluyen también numerosos mapas franceses y algunos italianos y alemanes.
En muchos de ellos aparece el nombre de Labaña. Su mapa de
foAragoniaRegnum.indd 2
La inexistencia de un mapa exento de Aragón, unida a la publicación del
de Cataluña, en 1603, hizo que la Diputación del Reino, por iniciativa de
Lupercio Leonardo de Argensola, encargara a Juan Bautista Labaña la
realización de un mapa de Aragón.
En el contrato, firmado en 1607, se establecía que debía «ir al Reyno de
Aragón y hacer una descripción y mapa
de él tan exacta, y perfectamente cuanto supiere...». Se especificaban sus dimensiones –«6 pliegos de papel real»–,
así como otros elementos para incluir.
Labaña recorrió el reino durante seis meses, haciendo mediciones con un goniómetro y una brújula y anotando
los datos en su cuaderno de campo, que sirvió de base para la edición, en
1895, de su Itinerario del Reino de Aragón.
El mapa manuscrito –de proyección cilíndrica y con la escala expresada
en leguas comunes– estuvo terminado en 1615, pero no gustó demasiado a los diputados. Después de efectuar las correcciones solicitadas por
estos, que alegaron que había dibujado demasiadas montañas y pocas
poblaciones, fue grabado por Diego de Astor en seis planchas de cobre,
traídas expresamente desde Flandes.
Decorado con cuatro cartelas de estilo barroco, donde figuran el título
y la dedicatoria, la escala, las longitudes y unas explicaciones relativas
a su realización, se incluyó a ambos lados un resumen de la historia de
Aragón, redactado por Lupercio Leonardo de Argensola.
Se imprimieron cuatrocientos ejemplares en Zaragoza y, a partir de
1620, otros mil en Flandes. Posteriormente, fue objeto de sucesivas reimpresiones hasta la edición de Lezaun.
Arragonia Regnum / auctore Joanne Baptista Labanna. – [Amsterdam] : [J. Janssonius], [1645]
Aragón fue, probablemente, el mejor de los elaborados en España en esa época. Por ello se reprodujo total o parcialmente en numerosas ocasiones, sobretodo en Holanda, donde los principales
cartógrafos lo incluyeron de forma sistemática en sus atlas, con
ligeras modificaciones.
Itinerario del Reino de Aragón / por Juan
Bautista Labaña. – Zaragoza : Diputación
Provincial, 1895
Aragon / de Ioan Baptista Lavaña ; Diego de Astor fecit ; por Thomas Fermin de Lezaun. – Zaragoza : Luis de Cueto, 1777
En 1761, tras la publicación de unas once reimpresiones del mapa de
Labaña, el intendente general del Reino de Aragón encargó su actualización para añadir nuevos topónimos, incluir la red de caminos y dibujar
los límites jurisdiccionales. El trabajo, encomendado a Tomás Fermín de
Lezaun, tuvo como resultado la edición de 1777.
Al detectarse en la
Academia de la Historia inexactitudes en el
trazado de la frontera
con Francia, una gran
parte de la edición fue
confiscada, lo que explicaría el escaso número de ejemplares conservados. Tres años más tarde, Tomás López presentó a la Academia el mapa
con los límites corregidos, pero es dudoso que se publicara.
Esta edición del mapa de Labaña, de dimensiones similares al original e
impreso en seis hojas, es la más conocida. Lezaun, además de incorporar
las divisiones administrativas y la red de caminos, amplió la lista de los
signos convencionales. Mantuvo las cuatro cartelas originales, incluso la
de la dedicatoria a los diputados que lo encargaron, coronada por dos
de los emblemas del Reino de Aragón: el señal real y la cruz de Alcoraz.
Añadió una quinta cartela en la que queda constancia del encargo recibido para actualizar el mapa.
En el margen izquierdo se incluye el texto con la historia de Aragón de
Argensola, mientras que en el derecho aparece otro, firmado por Lezaun,
en el que actualiza los datos y facilita explicaciones sobre las modificaciones realizadas en el mapa original. En el marco, de estilo geométrico,
están insertos los nombres de los cuatro puntos cardinales.
Entre los mapas holandeses, los más cuidados desde el punto de vista estético, se encuentran ocho del Reino de Aragón, publicados a lo largo del
siglo XVII, generalmente en Ámsterdam, por los más importantes cartógrafos de la época para incluirlos en sus atlas. Todos ellos –copiados unos
de otros con ligeras modificaciones en su decoración– están basados en
el mapa levantado por Labaña, aunque su escala es mucho menor.
Jodocus Hondius mantiene la cartela con la dedicatoria a los diputados,
añadiéndole dos querubines. Joan Blaeu inserta la cartela explicativa
de Labaña debajo de dos de los emblemas de Aragón, añade escudos
en los territorios colindantes, y lo dedica a Gaspari Charles. Johannes
Janssonius copia el anterior. Petrus Schenk y Gerhard Valck le añaden
paralelos y meridianos, e incluyen su
firma en la cartela con una tipografía diferente. Frederick de Wit incorpora el señal real con dos querubines
y retira el nombre del autor original.
Las grandes dimensiones del mapa
de Labaña les permiten editar también los mapas de las diócesis aragonesas: el arzobispado de Zaragoza y los obispados de Tarazona, Teruel y
Albarracín, Huesca, Jaca y Barbastro –presentes en la exposición–, publicados por primera vez por Blaeu en el Atlas Maior sive cosmographiae
Blaviana.
En algún mapa, Aragón comparte espacio con otros territorios. Es el caso
de los dos más antiguos, editados por Gerardo Mercator y Pieter van den
Keere en 1606 y 1610, respectivamente, bajo el título de Arragonia et
Catalonia, o del hermoso ejemplar de Aragonia et Navarra, publicado
por Blaeu en 1647. Por último, hay que destacar el precioso grabado de
la batalla de Zaragoza incluido en un mapa de Schenk.
Arçobispado de Çaragossa / [Joanne Baptista Labanna] ... . – [Amsterdam] : [Joan Blaeu], [1662]
11/07/14 18:31
Palacio de la Aljafería
Capilla de San Martín
del 22 de julio al 2 de noviembre de 2014
diseñográficovíctorlahuerta • impreso en ARPIrelieve
de lunes a domingo,
de 10 a 14 h y de 16.30 a 20 h
Entre los mapas franceses, elaborados generalmente por los cartógrafos
reales, se han incluido cuatro mapas de la península ibérica, dividida en
los distintos reinos y territorios que integraban las coronas de Aragón y
de Castilla, cuya unión tuvo como consecuencia la creación del Reino de
España. Editados en París durante los siglos XVII y XVIII y dedicados a
Luis XIV, el Delfín, y Felipe V, son obra de Nicolas Sanson y Jean Baptiste
Nolin.
Otros nos muestran con mayor detalle los territorios integrantes de la
Corona de Aragón, que ponen de manifiesto su percepción desde el país vecino,
justificándose en ocasiones la ausencia
del Reino de Valencia por razones de espacio. Levantado el primero de ellos en
1653 por Nicolas Sanson, geógrafo de
Luis XIV, los otros tres, pertenecientes al
siglo XVIII, son obra de Didier Robert de Vaugondy, geógrafo de Luis XV.
Se exhiben también cuatro mapas del Reino de Aragón, de Christopher
Tassin, Nicolas Sanson, Jean Baptiste Nolin y Jean Baptiste Bourguignon
d’Anville. El de Nolin, dedicado a Felipe V, lleva una cartela con el texto bilingüe español-francés, el escudo del monarca y el señal del rey de
Aragón. Por su parte, el de Anville, editado en 1719 y dedicado al duque
de Orleans, regente de Luis XV, incluye en el margen superior la leyenda
Theatre de la guerre d’Espagne, en alusión a la recién acabada guerra de
Sucesión a la Corona de España.
El mapa de Nicolas de Fer, que representa el Reino de Aragón junto con
otros territorios del norte de la península ibérica, y el de los Pirineos,
dibujado por Nicolas Sanson, completan la visión de nuestro territorio
en la cartografía francesa de este periodo.
Le royaume d’Aragon ... / par ... I.
B. Nolin ... . – A Paris : chez le Sr.
Julien a l’hotel de Soubise ... , 1762
foAragoniaRegnum.indd 1
La Catalogna li regni di Aragona, ed Alta Navarra. – Venezia : Presso Antonio Zatta, 1775
Se exhiben tres mapas italianos muy diferentes en cuanto a su contenido y tratamiento. El más antiguo, de Giovanni da Montecalerio y Silvestro da Panicale, es un mapa
eclesiástico de
la provincia de
Aragón, incluido
en el atlas de los
Capuchinos, editado en Roma en 1643.
Il regno di Aragona, de Nicolo Cantelli, provisto de una cartela coronada
por el señal real y editado en 1696, llama la atención por la cuidada
representación de las zonas montañosas y del arbolado.
Ilustrado con una hermosa escena campestre, el mapa del reino de Aragón de Antonio Zatta, impreso en Venecia en 1775, incluye, además, los
territorios de Navarra y Cataluña.
Los mapas alemanes exhibidos tienen unos elementos decorativos más
sobrios, pero suelen ser más precisos.
Das Königreich Aragonien, obra del austriaco Franz Joseph von Reilly,
publicado en Viena en 1791, limita su ornamentación a la inclusión de
una losa mínimamente decorada.
Charta Regni Aragoniae in Archiepiscopatum, Episcopatos et Praefecturas divisum..., realizado por Franz Ludwig Güssefeld y editado en Núremberg en 1798, incluye las divisiones administrativas y eclesiásticas y está
basado, como el anterior, en el mapa de Tomás López.
El mapa de Ernst August von Schlieben, procedente del Atlas von Europa nebst den Kolonien, editado en Leipzig en 1825, carece ya de cualquier tipo de decoración.
Tomás López, discípulo de Bourguignon d’Anville y geográfo de Carlos
III, es autor del último gran mapa de Aragón. Fruto del trabajo de gabinete, su falta de precisión obligó a los franceses y británicos a dibujarse
sus propios mapas durante la guerra de la Independencia. Impreso en
cuatro hojas, con las divisiones administrativas y eclesiásticas, fue editado en 1765 y reeditado en 1816.
Tras la división provincial de Javier de Burgos, en 1833, comienzan a editarse mapas provinciales. Los primeros fueron elaborados por José Antonio Elías entre 1846 y 1847, grabados por Alabern y Mabón e incluidos
en el Atlas Geográfico de España.
En 1853 se publica el mapa de Zaragoza
de Francisco Coello, incluido en su obra inacabada Atlas de España y sus posesiones
de ultramar, editado como complemento
del Diccionario Geográfico-EstadísticoHistórico de Madoz. Se basa en los mapas
elaborados por los ejércitos extranjeros, especialmente por los franceses, con motivo de la invasión napoleónica.
Unos años más tarde se publican los mapas de las tres provincias aragonesas en la Reseña geográfico-histórica de las provincias de España, y,
poco después, en el Atlas Geográfico-descriptivo de la Península Ibérica,
de Emilio Valverde y Álvarez.
De la segunda mitad del siglo XIX son las hermosas cromolitografías de
Francisco Boronat y Satorre, incluidas en España geográfica histórica
ilustrada. Los mapas, grabados por Reinoso, van acompañados de una
reseña geográfica e histórica y vistas de ciudades. La aparición de varios
personajes ataviados con trajes regionales completa su ornamentación.
Teruel / J. Reinoso grabó. – Madrid : Cromo Lit. de Fco. Boronat y Satorre, [1870?]
Novissima Arragoniae Regni Tabula / authore Ioanne Baptista Labanna. – Amstelodami : sumptibus Ioannis Ianssonii,
[1641?]
La invención de la imprenta y el desarrollo de las técnicas del grabado
facilitaron la realización y difusión de mapas, convertidos desde entonces en obras colectivas en las que intervienen, además del cartógrafo, el
dibujante, el grabador, el editor-impresor y, en ocasiones, el iluminador,
el calígrafo o el autor de los textos.
Realizados para representar el territorio de forma gráfica –con fines políticos, estratégicos o comerciales–, aportan también, a través de sus textos,
dedicatorias o elementos decorativos, informaciones
de carácter histórico o cultural.
Al ser un artículo de lujo, destinado frecuentemente a las clases sociales
más poderosas, hasta mediados del siglo XIX suelen estar adornados con
cartelas, querubines, escudos de armas, paisajes o escenas diversas.
Algunos tienen una orientación incorrecta por adaptarse a las dimensiones de los atlas en los que se publican. En otros hay varias escalas,
con diferentes medidas de longitud, sustituidas por el kilómetro en la
segunda mitad del siglo XIX.
La representación del relieve varía, dependiendo de la utilización del
sombreado, las curvas de nivel o las normales y del hecho de que se refleje o no la existencia de vegetación. Las poblaciones suelen estar indicadas por conjuntos de edificaciones, incluyéndose a veces la explicación
de los signos convencionales.
Frente a la ausencia de datos en algunos mapas, lo que dificulta su identificación, en otros aparecen informaciones muy diversas: desde la cartografía consultada, hasta el lugar donde podían adquirirse.
Fondo Documental Histórico de las Cortes de Aragón
11/07/14 18:31
Palacio de la Aljafería
Capilla de San Martín
del 22 de julio al 2 de noviembre de 2014
diseñográficovíctorlahuerta • impreso en ARPIrelieve
de lunes a domingo,
de 10 a 14 h y de 16.30 a 20 h
Entre los mapas franceses, elaborados generalmente por los cartógrafos
reales, se han incluido cuatro mapas de la península ibérica, dividida en
los distintos reinos y territorios que integraban las coronas de Aragón y
de Castilla, cuya unión tuvo como consecuencia la creación del Reino de
España. Editados en París durante los siglos XVII y XVIII y dedicados a
Luis XIV, el Delfín, y Felipe V, son obra de Nicolas Sanson y Jean Baptiste
Nolin.
Otros nos muestran con mayor detalle los territorios integrantes de la
Corona de Aragón, que ponen de manifiesto su percepción desde el país vecino,
justificándose en ocasiones la ausencia
del Reino de Valencia por razones de espacio. Levantado el primero de ellos en
1653 por Nicolas Sanson, geógrafo de
Luis XIV, los otros tres, pertenecientes al
siglo XVIII, son obra de Didier Robert de Vaugondy, geógrafo de Luis XV.
Se exhiben también cuatro mapas del Reino de Aragón, de Christopher
Tassin, Nicolas Sanson, Jean Baptiste Nolin y Jean Baptiste Bourguignon
d’Anville. El de Nolin, dedicado a Felipe V, lleva una cartela con el texto bilingüe español-francés, el escudo del monarca y el señal del rey de
Aragón. Por su parte, el de Anville, editado en 1719 y dedicado al duque
de Orleans, regente de Luis XV, incluye en el margen superior la leyenda
Theatre de la guerre d’Espagne, en alusión a la recién acabada guerra de
Sucesión a la Corona de España.
El mapa de Nicolas de Fer, que representa el Reino de Aragón junto con
otros territorios del norte de la península ibérica, y el de los Pirineos,
dibujado por Nicolas Sanson, completan la visión de nuestro territorio
en la cartografía francesa de este periodo.
Le royaume d’Aragon ... / par ... I.
B. Nolin ... . – A Paris : chez le Sr.
Julien a l’hotel de Soubise ... , 1762
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La Catalogna li regni di Aragona, ed Alta Navarra. – Venezia : Presso Antonio Zatta, 1775
Se exhiben tres mapas italianos muy diferentes en cuanto a su contenido y tratamiento. El más antiguo, de Giovanni da Montecalerio y Silvestro da Panicale, es un mapa
eclesiástico de
la provincia de
Aragón, incluido
en el atlas de los
Capuchinos, editado en Roma en 1643.
Il regno di Aragona, de Nicolo Cantelli, provisto de una cartela coronada
por el señal real y editado en 1696, llama la atención por la cuidada
representación de las zonas montañosas y del arbolado.
Ilustrado con una hermosa escena campestre, el mapa del reino de Aragón de Antonio Zatta, impreso en Venecia en 1775, incluye, además, los
territorios de Navarra y Cataluña.
Los mapas alemanes exhibidos tienen unos elementos decorativos más
sobrios, pero suelen ser más precisos.
Das Königreich Aragonien, obra del austriaco Franz Joseph von Reilly,
publicado en Viena en 1791, limita su ornamentación a la inclusión de
una losa mínimamente decorada.
Charta Regni Aragoniae in Archiepiscopatum, Episcopatos et Praefecturas divisum..., realizado por Franz Ludwig Güssefeld y editado en Núremberg en 1798, incluye las divisiones administrativas y eclesiásticas y está
basado, como el anterior, en el mapa de Tomás López.
El mapa de Ernst August von Schlieben, procedente del Atlas von Europa nebst den Kolonien, editado en Leipzig en 1825, carece ya de cualquier tipo de decoración.
Tomás López, discípulo de Bourguignon d’Anville y geográfo de Carlos
III, es autor del último gran mapa de Aragón. Fruto del trabajo de gabinete, su falta de precisión obligó a los franceses y británicos a dibujarse
sus propios mapas durante la guerra de la Independencia. Impreso en
cuatro hojas, con las divisiones administrativas y eclesiásticas, fue editado en 1765 y reeditado en 1816.
Tras la división provincial de Javier de Burgos, en 1833, comienzan a editarse mapas provinciales. Los primeros fueron elaborados por José Antonio Elías entre 1846 y 1847, grabados por Alabern y Mabón e incluidos
en el Atlas Geográfico de España.
En 1853 se publica el mapa de Zaragoza
de Francisco Coello, incluido en su obra inacabada Atlas de España y sus posesiones
de ultramar, editado como complemento
del Diccionario Geográfico-EstadísticoHistórico de Madoz. Se basa en los mapas
elaborados por los ejércitos extranjeros, especialmente por los franceses, con motivo de la invasión napoleónica.
Unos años más tarde se publican los mapas de las tres provincias aragonesas en la Reseña geográfico-histórica de las provincias de España, y,
poco después, en el Atlas Geográfico-descriptivo de la Península Ibérica,
de Emilio Valverde y Álvarez.
De la segunda mitad del siglo XIX son las hermosas cromolitografías de
Francisco Boronat y Satorre, incluidas en España geográfica histórica
ilustrada. Los mapas, grabados por Reinoso, van acompañados de una
reseña geográfica e histórica y vistas de ciudades. La aparición de varios
personajes ataviados con trajes regionales completa su ornamentación.
Teruel / J. Reinoso grabó. – Madrid : Cromo Lit. de Fco. Boronat y Satorre, [1870?]
Novissima Arragoniae Regni Tabula / authore Ioanne Baptista Labanna. – Amstelodami : sumptibus Ioannis Ianssonii,
[1641?]
La invención de la imprenta y el desarrollo de las técnicas del grabado
facilitaron la realización y difusión de mapas, convertidos desde entonces en obras colectivas en las que intervienen, además del cartógrafo, el
dibujante, el grabador, el editor-impresor y, en ocasiones, el iluminador,
el calígrafo o el autor de los textos.
Realizados para representar el territorio de forma gráfica –con fines políticos, estratégicos o comerciales–, aportan también, a través de sus textos,
dedicatorias o elementos decorativos, informaciones
de carácter histórico o cultural.
Al ser un artículo de lujo, destinado frecuentemente a las clases sociales
más poderosas, hasta mediados del siglo XIX suelen estar adornados con
cartelas, querubines, escudos de armas, paisajes o escenas diversas.
Algunos tienen una orientación incorrecta por adaptarse a las dimensiones de los atlas en los que se publican. En otros hay varias escalas,
con diferentes medidas de longitud, sustituidas por el kilómetro en la
segunda mitad del siglo XIX.
La representación del relieve varía, dependiendo de la utilización del
sombreado, las curvas de nivel o las normales y del hecho de que se refleje o no la existencia de vegetación. Las poblaciones suelen estar indicadas por conjuntos de edificaciones, incluyéndose a veces la explicación
de los signos convencionales.
Frente a la ausencia de datos en algunos mapas, lo que dificulta su identificación, en otros aparecen informaciones muy diversas: desde la cartografía consultada, hasta el lugar donde podían adquirirse.
Fondo Documental Histórico de las Cortes de Aragón
11/07/14 18:31
Palacio de la Aljafería
Capilla de San Martín
del 22 de julio al 2 de noviembre de 2014
diseñográficovíctorlahuerta • impreso en ARPIrelieve
de lunes a domingo,
de 10 a 14 h y de 16.30 a 20 h
Entre los mapas franceses, elaborados generalmente por los cartógrafos
reales, se han incluido cuatro mapas de la península ibérica, dividida en
los distintos reinos y territorios que integraban las coronas de Aragón y
de Castilla, cuya unión tuvo como consecuencia la creación del Reino de
España. Editados en París durante los siglos XVII y XVIII y dedicados a
Luis XIV, el Delfín, y Felipe V, son obra de Nicolas Sanson y Jean Baptiste
Nolin.
Otros nos muestran con mayor detalle los territorios integrantes de la
Corona de Aragón, que ponen de manifiesto su percepción desde el país vecino,
justificándose en ocasiones la ausencia
del Reino de Valencia por razones de espacio. Levantado el primero de ellos en
1653 por Nicolas Sanson, geógrafo de
Luis XIV, los otros tres, pertenecientes al
siglo XVIII, son obra de Didier Robert de Vaugondy, geógrafo de Luis XV.
Se exhiben también cuatro mapas del Reino de Aragón, de Christopher
Tassin, Nicolas Sanson, Jean Baptiste Nolin y Jean Baptiste Bourguignon
d’Anville. El de Nolin, dedicado a Felipe V, lleva una cartela con el texto bilingüe español-francés, el escudo del monarca y el señal del rey de
Aragón. Por su parte, el de Anville, editado en 1719 y dedicado al duque
de Orleans, regente de Luis XV, incluye en el margen superior la leyenda
Theatre de la guerre d’Espagne, en alusión a la recién acabada guerra de
Sucesión a la Corona de España.
El mapa de Nicolas de Fer, que representa el Reino de Aragón junto con
otros territorios del norte de la península ibérica, y el de los Pirineos,
dibujado por Nicolas Sanson, completan la visión de nuestro territorio
en la cartografía francesa de este periodo.
Le royaume d’Aragon ... / par ... I.
B. Nolin ... . – A Paris : chez le Sr.
Julien a l’hotel de Soubise ... , 1762
foAragoniaRegnum.indd 1
La Catalogna li regni di Aragona, ed Alta Navarra. – Venezia : Presso Antonio Zatta, 1775
Se exhiben tres mapas italianos muy diferentes en cuanto a su contenido y tratamiento. El más antiguo, de Giovanni da Montecalerio y Silvestro da Panicale, es un mapa
eclesiástico de
la provincia de
Aragón, incluido
en el atlas de los
Capuchinos, editado en Roma en 1643.
Il regno di Aragona, de Nicolo Cantelli, provisto de una cartela coronada
por el señal real y editado en 1696, llama la atención por la cuidada
representación de las zonas montañosas y del arbolado.
Ilustrado con una hermosa escena campestre, el mapa del reino de Aragón de Antonio Zatta, impreso en Venecia en 1775, incluye, además, los
territorios de Navarra y Cataluña.
Los mapas alemanes exhibidos tienen unos elementos decorativos más
sobrios, pero suelen ser más precisos.
Das Königreich Aragonien, obra del austriaco Franz Joseph von Reilly,
publicado en Viena en 1791, limita su ornamentación a la inclusión de
una losa mínimamente decorada.
Charta Regni Aragoniae in Archiepiscopatum, Episcopatos et Praefecturas divisum..., realizado por Franz Ludwig Güssefeld y editado en Núremberg en 1798, incluye las divisiones administrativas y eclesiásticas y está
basado, como el anterior, en el mapa de Tomás López.
El mapa de Ernst August von Schlieben, procedente del Atlas von Europa nebst den Kolonien, editado en Leipzig en 1825, carece ya de cualquier tipo de decoración.
Tomás López, discípulo de Bourguignon d’Anville y geográfo de Carlos
III, es autor del último gran mapa de Aragón. Fruto del trabajo de gabinete, su falta de precisión obligó a los franceses y británicos a dibujarse
sus propios mapas durante la guerra de la Independencia. Impreso en
cuatro hojas, con las divisiones administrativas y eclesiásticas, fue editado en 1765 y reeditado en 1816.
Tras la división provincial de Javier de Burgos, en 1833, comienzan a editarse mapas provinciales. Los primeros fueron elaborados por José Antonio Elías entre 1846 y 1847, grabados por Alabern y Mabón e incluidos
en el Atlas Geográfico de España.
En 1853 se publica el mapa de Zaragoza
de Francisco Coello, incluido en su obra inacabada Atlas de España y sus posesiones
de ultramar, editado como complemento
del Diccionario Geográfico-EstadísticoHistórico de Madoz. Se basa en los mapas
elaborados por los ejércitos extranjeros, especialmente por los franceses, con motivo de la invasión napoleónica.
Unos años más tarde se publican los mapas de las tres provincias aragonesas en la Reseña geográfico-histórica de las provincias de España, y,
poco después, en el Atlas Geográfico-descriptivo de la Península Ibérica,
de Emilio Valverde y Álvarez.
De la segunda mitad del siglo XIX son las hermosas cromolitografías de
Francisco Boronat y Satorre, incluidas en España geográfica histórica
ilustrada. Los mapas, grabados por Reinoso, van acompañados de una
reseña geográfica e histórica y vistas de ciudades. La aparición de varios
personajes ataviados con trajes regionales completa su ornamentación.
Teruel / J. Reinoso grabó. – Madrid : Cromo Lit. de Fco. Boronat y Satorre, [1870?]
Novissima Arragoniae Regni Tabula / authore Ioanne Baptista Labanna. – Amstelodami : sumptibus Ioannis Ianssonii,
[1641?]
La invención de la imprenta y el desarrollo de las técnicas del grabado
facilitaron la realización y difusión de mapas, convertidos desde entonces en obras colectivas en las que intervienen, además del cartógrafo, el
dibujante, el grabador, el editor-impresor y, en ocasiones, el iluminador,
el calígrafo o el autor de los textos.
Realizados para representar el territorio de forma gráfica –con fines políticos, estratégicos o comerciales–, aportan también, a través de sus textos,
dedicatorias o elementos decorativos, informaciones
de carácter histórico o cultural.
Al ser un artículo de lujo, destinado frecuentemente a las clases sociales
más poderosas, hasta mediados del siglo XIX suelen estar adornados con
cartelas, querubines, escudos de armas, paisajes o escenas diversas.
Algunos tienen una orientación incorrecta por adaptarse a las dimensiones de los atlas en los que se publican. En otros hay varias escalas,
con diferentes medidas de longitud, sustituidas por el kilómetro en la
segunda mitad del siglo XIX.
La representación del relieve varía, dependiendo de la utilización del
sombreado, las curvas de nivel o las normales y del hecho de que se refleje o no la existencia de vegetación. Las poblaciones suelen estar indicadas por conjuntos de edificaciones, incluyéndose a veces la explicación
de los signos convencionales.
Frente a la ausencia de datos en algunos mapas, lo que dificulta su identificación, en otros aparecen informaciones muy diversas: desde la cartografía consultada, hasta el lugar donde podían adquirirse.
Fondo Documental Histórico de las Cortes de Aragón
11/07/14 18:31
Palacio de la Aljafería
Capilla de San Martín
del 22 de julio al 2 de noviembre de 2014
diseñográficovíctorlahuerta • impreso en ARPIrelieve
de lunes a domingo,
de 10 a 14 h y de 16.30 a 20 h
Entre los mapas franceses, elaborados generalmente por los cartógrafos
reales, se han incluido cuatro mapas de la península ibérica, dividida en
los distintos reinos y territorios que integraban las coronas de Aragón y
de Castilla, cuya unión tuvo como consecuencia la creación del Reino de
España. Editados en París durante los siglos XVII y XVIII y dedicados a
Luis XIV, el Delfín, y Felipe V, son obra de Nicolas Sanson y Jean Baptiste
Nolin.
Otros nos muestran con mayor detalle los territorios integrantes de la
Corona de Aragón, que ponen de manifiesto su percepción desde el país vecino,
justificándose en ocasiones la ausencia
del Reino de Valencia por razones de espacio. Levantado el primero de ellos en
1653 por Nicolas Sanson, geógrafo de
Luis XIV, los otros tres, pertenecientes al
siglo XVIII, son obra de Didier Robert de Vaugondy, geógrafo de Luis XV.
Se exhiben también cuatro mapas del Reino de Aragón, de Christopher
Tassin, Nicolas Sanson, Jean Baptiste Nolin y Jean Baptiste Bourguignon
d’Anville. El de Nolin, dedicado a Felipe V, lleva una cartela con el texto bilingüe español-francés, el escudo del monarca y el señal del rey de
Aragón. Por su parte, el de Anville, editado en 1719 y dedicado al duque
de Orleans, regente de Luis XV, incluye en el margen superior la leyenda
Theatre de la guerre d’Espagne, en alusión a la recién acabada guerra de
Sucesión a la Corona de España.
El mapa de Nicolas de Fer, que representa el Reino de Aragón junto con
otros territorios del norte de la península ibérica, y el de los Pirineos,
dibujado por Nicolas Sanson, completan la visión de nuestro territorio
en la cartografía francesa de este periodo.
Le royaume d’Aragon ... / par ... I.
B. Nolin ... . – A Paris : chez le Sr.
Julien a l’hotel de Soubise ... , 1762
foAragoniaRegnum.indd 1
La Catalogna li regni di Aragona, ed Alta Navarra. – Venezia : Presso Antonio Zatta, 1775
Se exhiben tres mapas italianos muy diferentes en cuanto a su contenido y tratamiento. El más antiguo, de Giovanni da Montecalerio y Silvestro da Panicale, es un mapa
eclesiástico de
la provincia de
Aragón, incluido
en el atlas de los
Capuchinos, editado en Roma en 1643.
Il regno di Aragona, de Nicolo Cantelli, provisto de una cartela coronada
por el señal real y editado en 1696, llama la atención por la cuidada
representación de las zonas montañosas y del arbolado.
Ilustrado con una hermosa escena campestre, el mapa del reino de Aragón de Antonio Zatta, impreso en Venecia en 1775, incluye, además, los
territorios de Navarra y Cataluña.
Los mapas alemanes exhibidos tienen unos elementos decorativos más
sobrios, pero suelen ser más precisos.
Das Königreich Aragonien, obra del austriaco Franz Joseph von Reilly,
publicado en Viena en 1791, limita su ornamentación a la inclusión de
una losa mínimamente decorada.
Charta Regni Aragoniae in Archiepiscopatum, Episcopatos et Praefecturas divisum..., realizado por Franz Ludwig Güssefeld y editado en Núremberg en 1798, incluye las divisiones administrativas y eclesiásticas y está
basado, como el anterior, en el mapa de Tomás López.
El mapa de Ernst August von Schlieben, procedente del Atlas von Europa nebst den Kolonien, editado en Leipzig en 1825, carece ya de cualquier tipo de decoración.
Tomás López, discípulo de Bourguignon d’Anville y geográfo de Carlos
III, es autor del último gran mapa de Aragón. Fruto del trabajo de gabinete, su falta de precisión obligó a los franceses y británicos a dibujarse
sus propios mapas durante la guerra de la Independencia. Impreso en
cuatro hojas, con las divisiones administrativas y eclesiásticas, fue editado en 1765 y reeditado en 1816.
Tras la división provincial de Javier de Burgos, en 1833, comienzan a editarse mapas provinciales. Los primeros fueron elaborados por José Antonio Elías entre 1846 y 1847, grabados por Alabern y Mabón e incluidos
en el Atlas Geográfico de España.
En 1853 se publica el mapa de Zaragoza
de Francisco Coello, incluido en su obra inacabada Atlas de España y sus posesiones
de ultramar, editado como complemento
del Diccionario Geográfico-EstadísticoHistórico de Madoz. Se basa en los mapas
elaborados por los ejércitos extranjeros, especialmente por los franceses, con motivo de la invasión napoleónica.
Unos años más tarde se publican los mapas de las tres provincias aragonesas en la Reseña geográfico-histórica de las provincias de España, y,
poco después, en el Atlas Geográfico-descriptivo de la Península Ibérica,
de Emilio Valverde y Álvarez.
De la segunda mitad del siglo XIX son las hermosas cromolitografías de
Francisco Boronat y Satorre, incluidas en España geográfica histórica
ilustrada. Los mapas, grabados por Reinoso, van acompañados de una
reseña geográfica e histórica y vistas de ciudades. La aparición de varios
personajes ataviados con trajes regionales completa su ornamentación.
Teruel / J. Reinoso grabó. – Madrid : Cromo Lit. de Fco. Boronat y Satorre, [1870?]
Novissima Arragoniae Regni Tabula / authore Ioanne Baptista Labanna. – Amstelodami : sumptibus Ioannis Ianssonii,
[1641?]
La invención de la imprenta y el desarrollo de las técnicas del grabado
facilitaron la realización y difusión de mapas, convertidos desde entonces en obras colectivas en las que intervienen, además del cartógrafo, el
dibujante, el grabador, el editor-impresor y, en ocasiones, el iluminador,
el calígrafo o el autor de los textos.
Realizados para representar el territorio de forma gráfica –con fines políticos, estratégicos o comerciales–, aportan también, a través de sus textos,
dedicatorias o elementos decorativos, informaciones
de carácter histórico o cultural.
Al ser un artículo de lujo, destinado frecuentemente a las clases sociales
más poderosas, hasta mediados del siglo XIX suelen estar adornados con
cartelas, querubines, escudos de armas, paisajes o escenas diversas.
Algunos tienen una orientación incorrecta por adaptarse a las dimensiones de los atlas en los que se publican. En otros hay varias escalas,
con diferentes medidas de longitud, sustituidas por el kilómetro en la
segunda mitad del siglo XIX.
La representación del relieve varía, dependiendo de la utilización del
sombreado, las curvas de nivel o las normales y del hecho de que se refleje o no la existencia de vegetación. Las poblaciones suelen estar indicadas por conjuntos de edificaciones, incluyéndose a veces la explicación
de los signos convencionales.
Frente a la ausencia de datos en algunos mapas, lo que dificulta su identificación, en otros aparecen informaciones muy diversas: desde la cartografía consultada, hasta el lugar donde podían adquirirse.
Fondo Documental Histórico de las Cortes de Aragón
11/07/14 18:31
Palacio de la Aljafería
Capilla de San Martín
del 22 de julio al 2 de noviembre de 2014
diseñográficovíctorlahuerta • impreso en ARPIrelieve
de lunes a domingo,
de 10 a 14 h y de 16.30 a 20 h
Entre los mapas franceses, elaborados generalmente por los cartógrafos
reales, se han incluido cuatro mapas de la península ibérica, dividida en
los distintos reinos y territorios que integraban las coronas de Aragón y
de Castilla, cuya unión tuvo como consecuencia la creación del Reino de
España. Editados en París durante los siglos XVII y XVIII y dedicados a
Luis XIV, el Delfín, y Felipe V, son obra de Nicolas Sanson y Jean Baptiste
Nolin.
Otros nos muestran con mayor detalle los territorios integrantes de la
Corona de Aragón, que ponen de manifiesto su percepción desde el país vecino,
justificándose en ocasiones la ausencia
del Reino de Valencia por razones de espacio. Levantado el primero de ellos en
1653 por Nicolas Sanson, geógrafo de
Luis XIV, los otros tres, pertenecientes al
siglo XVIII, son obra de Didier Robert de Vaugondy, geógrafo de Luis XV.
Se exhiben también cuatro mapas del Reino de Aragón, de Christopher
Tassin, Nicolas Sanson, Jean Baptiste Nolin y Jean Baptiste Bourguignon
d’Anville. El de Nolin, dedicado a Felipe V, lleva una cartela con el texto bilingüe español-francés, el escudo del monarca y el señal del rey de
Aragón. Por su parte, el de Anville, editado en 1719 y dedicado al duque
de Orleans, regente de Luis XV, incluye en el margen superior la leyenda
Theatre de la guerre d’Espagne, en alusión a la recién acabada guerra de
Sucesión a la Corona de España.
El mapa de Nicolas de Fer, que representa el Reino de Aragón junto con
otros territorios del norte de la península ibérica, y el de los Pirineos,
dibujado por Nicolas Sanson, completan la visión de nuestro territorio
en la cartografía francesa de este periodo.
Le royaume d’Aragon ... / par ... I.
B. Nolin ... . – A Paris : chez le Sr.
Julien a l’hotel de Soubise ... , 1762
foAragoniaRegnum.indd 1
La Catalogna li regni di Aragona, ed Alta Navarra. – Venezia : Presso Antonio Zatta, 1775
Se exhiben tres mapas italianos muy diferentes en cuanto a su contenido y tratamiento. El más antiguo, de Giovanni da Montecalerio y Silvestro da Panicale, es un mapa
eclesiástico de
la provincia de
Aragón, incluido
en el atlas de los
Capuchinos, editado en Roma en 1643.
Il regno di Aragona, de Nicolo Cantelli, provisto de una cartela coronada
por el señal real y editado en 1696, llama la atención por la cuidada
representación de las zonas montañosas y del arbolado.
Ilustrado con una hermosa escena campestre, el mapa del reino de Aragón de Antonio Zatta, impreso en Venecia en 1775, incluye, además, los
territorios de Navarra y Cataluña.
Los mapas alemanes exhibidos tienen unos elementos decorativos más
sobrios, pero suelen ser más precisos.
Das Königreich Aragonien, obra del austriaco Franz Joseph von Reilly,
publicado en Viena en 1791, limita su ornamentación a la inclusión de
una losa mínimamente decorada.
Charta Regni Aragoniae in Archiepiscopatum, Episcopatos et Praefecturas divisum..., realizado por Franz Ludwig Güssefeld y editado en Núremberg en 1798, incluye las divisiones administrativas y eclesiásticas y está
basado, como el anterior, en el mapa de Tomás López.
El mapa de Ernst August von Schlieben, procedente del Atlas von Europa nebst den Kolonien, editado en Leipzig en 1825, carece ya de cualquier tipo de decoración.
Tomás López, discípulo de Bourguignon d’Anville y geográfo de Carlos
III, es autor del último gran mapa de Aragón. Fruto del trabajo de gabinete, su falta de precisión obligó a los franceses y británicos a dibujarse
sus propios mapas durante la guerra de la Independencia. Impreso en
cuatro hojas, con las divisiones administrativas y eclesiásticas, fue editado en 1765 y reeditado en 1816.
Tras la división provincial de Javier de Burgos, en 1833, comienzan a editarse mapas provinciales. Los primeros fueron elaborados por José Antonio Elías entre 1846 y 1847, grabados por Alabern y Mabón e incluidos
en el Atlas Geográfico de España.
En 1853 se publica el mapa de Zaragoza
de Francisco Coello, incluido en su obra inacabada Atlas de España y sus posesiones
de ultramar, editado como complemento
del Diccionario Geográfico-EstadísticoHistórico de Madoz. Se basa en los mapas
elaborados por los ejércitos extranjeros, especialmente por los franceses, con motivo de la invasión napoleónica.
Unos años más tarde se publican los mapas de las tres provincias aragonesas en la Reseña geográfico-histórica de las provincias de España, y,
poco después, en el Atlas Geográfico-descriptivo de la Península Ibérica,
de Emilio Valverde y Álvarez.
De la segunda mitad del siglo XIX son las hermosas cromolitografías de
Francisco Boronat y Satorre, incluidas en España geográfica histórica
ilustrada. Los mapas, grabados por Reinoso, van acompañados de una
reseña geográfica e histórica y vistas de ciudades. La aparición de varios
personajes ataviados con trajes regionales completa su ornamentación.
Teruel / J. Reinoso grabó. – Madrid : Cromo Lit. de Fco. Boronat y Satorre, [1870?]
Novissima Arragoniae Regni Tabula / authore Ioanne Baptista Labanna. – Amstelodami : sumptibus Ioannis Ianssonii,
[1641?]
La invención de la imprenta y el desarrollo de las técnicas del grabado
facilitaron la realización y difusión de mapas, convertidos desde entonces en obras colectivas en las que intervienen, además del cartógrafo, el
dibujante, el grabador, el editor-impresor y, en ocasiones, el iluminador,
el calígrafo o el autor de los textos.
Realizados para representar el territorio de forma gráfica –con fines políticos, estratégicos o comerciales–, aportan también, a través de sus textos,
dedicatorias o elementos decorativos, informaciones
de carácter histórico o cultural.
Al ser un artículo de lujo, destinado frecuentemente a las clases sociales
más poderosas, hasta mediados del siglo XIX suelen estar adornados con
cartelas, querubines, escudos de armas, paisajes o escenas diversas.
Algunos tienen una orientación incorrecta por adaptarse a las dimensiones de los atlas en los que se publican. En otros hay varias escalas,
con diferentes medidas de longitud, sustituidas por el kilómetro en la
segunda mitad del siglo XIX.
La representación del relieve varía, dependiendo de la utilización del
sombreado, las curvas de nivel o las normales y del hecho de que se refleje o no la existencia de vegetación. Las poblaciones suelen estar indicadas por conjuntos de edificaciones, incluyéndose a veces la explicación
de los signos convencionales.
Frente a la ausencia de datos en algunos mapas, lo que dificulta su identificación, en otros aparecen informaciones muy diversas: desde la cartografía consultada, hasta el lugar donde podían adquirirse.
Fondo Documental Histórico de las Cortes de Aragón
11/07/14 18:31

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