Ataxia de aparición aguda en la infancia
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Ataxia de aparición aguda en la infancia
ORIGINAL Ataxia de aparición aguda en la infancia: etiología, tratamiento y seguimiento M.J. Martínez-González a, S. Martínez-González a, A. García-Ribes a, S. Mintegi-Raso b, J. Benito-Fernández b, J.M. Prats-Viñas a ACUTE ONSET ATAXIA IN INFANCY: ITS AETIOLOGY, TREATMENT AND FOLLOW-UP Summary. Introduction. Acute childhood ataxia is a cause of referency to the pediatric emergency room. Aim. To characterize the etiology, clinical picture, management, and outcome of acute ataxia in our hospital. Patients and methods. A prospective study was undertaken including 39 children with acute ataxia who were admitted between January 1, 2001 and December 31, 2003. Results. During the study period 159,002 episodes were evaluated, 39 children (0.024%) with acute ataxia. The most common diagnoses were post-infectious ataxia (51.2%) and toxic exposure (25.6%). The mean age at presentation in postinfectius ataxia was 55 ± 27.61 months, 60% females. A prodromal febrile illness was noted in 95%: varicella (10), nonspecific viral infection (6), mycoplasma, enterovirus, and Epstein-Barr virus. The latency from the prodromal illness to the onset of ataxia was 5.86 ± 3.78 days. Lumbar punctures were altered in 11/17. All computed tomography scans performed were normal. At follow up, one boy presented asymmetric signs of cerebellar dysfunction secondary to hemicerebellitis. The media of the patient who showed full-gait recovery was 18 days, and was complete in all children, except one boy who presented hemophagocytic lymphohistiocytosis. Toxic ingestion was the second most common cause. Boys less than 6 years were more commonly affected. Conclusions. Acute childhood ataxia are an uncommon cause of presentation to our pediatric emergency room. Postinfectious ataxia and drug ingestion are the most common diagnosis, with a usually benign and self-limited process. A thorough history and neurology examination should be guided to etiology. Neuroimaging studies and hospitalization are needed only if atypical presentation, asymmetric neurologic examination and prolonged ataxia. [REV NEUROL 2006; 42: 321-4] Key words. Acute ataxia. Ataxia. Hemicerebellitis. Post-infectious ataxia. INTRODUCCIÓN La incoordinación de la marcha de presentación aguda es un proceso relativamente infrecuente en las urgencias pediátricas. Aunque de forma ocasional alteraciones difusas pueden dar lugar a una marcha incoordinada, su asociación con crisis convulsivas o disminución del nivel de conciencia hace que la incoordinación de la marcha sea un dato más dentro de la semiología de disfunción del sistema nervioso central. Otro problema es cuando la marcha alterada es el signo dominante en el cuadro clínico. En esta situación consideramos que nos encontramos ante una ataxia aguda, denominación que aplicamos sea cual sea la causa desencadenante [1,2]. No es excepcional encontrarnos en un niño pequeño una inestabilidad breve y autolimitada durante el brote febril. Esta disfunción transitoria del cerebelo está facilitada por la inmadurez del órgano, que sólo alcanza la morfología adulta a los 24 meses de edad [1]. En el Servicio de Urgencias de Pediatría, ante un episodio de ataxia de aparición aguda y ante la posibilidad de estar en presencia de un proceso potencialmente grave, se realiza –además de una historia clínica y una exploración neurológica detalladas– una serie de estudios complementarios. Si tenemos en cuenta que en muchos de los casos –principalmente en las ataxias de origen postinfeccioso y tras ingesta de tóxicos– esta actitud de estudio exhaustivo no está suficientemente justificada –y ante los escasos Aceptado tras revisión externa: 20.02.06. a Unidad de Neuropediatría. b Servicio de Urgencias de Pediatría. Hospital de Cruces. Barakaldo, Vizcaya, España. Correspondencia: Dra. M.ª Jesús Martínez González. Unidad de Neuropediatría. Hospital de Cruces. Plaza de Cruces, s/n. E-48903 Barakaldo (Vizcaya). Fax: +34 946 006 034. E-mail: [email protected] estudios de revisión aparecidos sobre el tema en las fuentes bibliográficas en los últimos 10 años–, decidimos estudiar la etiología, las características clínicas, la actitud diagnóstico-terapéutica y el seguimiento neurológico de los niños que consultaron por ataxia de aparición aguda en nuestro hospital. PACIENTES Y MÉTODOS Presentamos un estudio prospectivo de los casos de ataxia de aparición aguda en el Servicio de Urgencias de Pediatría de un hospital terciario, durante un período de tres años (1 de enero de 2001 al 31 de diciembre de 2003), en el que se recogió un total de 39 pacientes. El diagnóstico de ataxia aguda se basó en los siguientes criterios: pérdida de la coordinación o dificultad para la marcha de aparición aguda –con o sin nistagmo asociado– y duración de al menos 48 horas, todo ello en un niño previamente sano. Estos criterios se cumplían en todos los casos valorados, excepto en las ataxias secundarias a ingesta de tóxicos, en los que la duración debía ser de al menos 24 horas para su inclusión en el estudio. Se registraron los datos en un formulario diseñado para tal fin, en el que se valoraban tres áreas de actuación: urgencias de pediatría, ingreso hospitalario y seguimiento en consultas de neuropediatría. Se recogen los datos epidemiológicos y clínicos (sexo, edad de presentación, presencia o ausencia de pródromos, tiempo transcurrido desde la causa desencadenante hasta el inicio de la ataxia, ingesta de tóxicos, antecedentes neurológicos previos, síntomas asociados, exploración neurológica), y de los estudios complementarios realizados, además del tratamiento aplicado, bien fuera en urgencias, o durante su ingreso hospitalario, así como el seguimiento neurológico de todos los pacientes en consultas de Neuropediatría. La estadística descriptiva se ha realizado utilizando la media con desviación estándar para variables cuantitativas y los porcentajes para las cualitativas. El análisis estadístico se efectuó mediante el programa SPSS 12 para Windows. RESULTADOS © 2006, REVISTA DE NEUROLOGÍA Durante el período de tiempo del estudio, se valoró en el Servicio de Urgencias de Pediatría de nuestro hospital un total de 159.002 episodios, de los REV NEUROL 2006; 42 (6): 321-324 321 M.J. MARTÍNEZ-GONZÁLEZ, ET AL cuales 39 correspondieron a niños que presentaron una ataxia de aparición aguda, lo que representa un 0,024% del total de la patología atendida. Las causas más frecuentes fueron: postinfecciosa, 20 (51,28%); intoxicación, 10 (25,64%); traumática, 2 (5,12%); y un grupo heterogéneo de pacientes, 7 (17,96%). Este último engloba las siguientes patologías: inicio de vértigo recurrente (dos casos), encefalomielitis aguda diseminada (EMAD), tumor paravertebral, síndrome de Guillain-Barré atípico, ataxia en proceso intercurrente en un síndrome de desviación paroxística de la mirada al cenit y ataxia funcional. El grupo de niños con ataxia aguda postinfecciosa presentaba una edad media de 55 ± 27,61 meses, con predominio del sexo femenino (60%). El 55% de ellos tenía entre 2 y 4 años de edad (Fig. 1). El cuadro infeccioso previo se identificó en el 95% de los pacientes; la etiología fue varicela (10), viral inespecífica (6), micoplasma (1), enterovirus (1) y Figura 1. Distribución de las ataxias agudas postinfecciosas por edad (meses). virus de Epstein-Barr (EBV) (1). No se encontraron pródromos en un caso. El tiempo de evolución del cuadro hasta la aparición DISCUSIÓN de la ataxia fue de 5,86 ± 3,78 días. El exantema variceloso precedió a la Las ataxias más frecuentes en pediatría son las de aparición aparición de la ataxia en todos los casos. Los síntomas asociados más freaguda. No obstante, a pesar de ser éste el grupo de ataxias precuentes fueron fiebre, vómitos y cefalea. Los signos neurológicos alterados asociados a la ataxia de la marcha por orden de frecuencia fueron ataxia de dominante, si nos situamos en el contexto global de las urgentronco, dismetría y nistagmo. La alteración de la marcha más grave se obcias pediátricas, es decir, en la práctica pediátrica diaria, constiservó en los niños con varicela, EBV y micoplasma. tuyen una patología infrecuente, ya que sólo representan un Se realizaron estudios complementarios en urgencias al 90% de los niños. 0,024% del total de los pacientes atendidos durante un período Las pruebas realizadas fueron analítica sanguínea (18/20), punción lumbar de tres años en un hospital terciario. El diagnóstico diferencial (17/20), tomografía axial computarizada (TAC) craneal (13/20), electroencede las ataxias incluye tanto procesos benignos como graves falograma (1/20) y radiografía de tórax (5/20). El recuento leucocitario fue [1,2]. Es una patología que no ha sufrido cambios en la actitud normal en todos los pacientes (10,05 ± 3,4/mm3). El examen del líquido cefalorraquídeo (LCR) resultó patológico en 11 casos (intervalo: 7-500 céludiagnóstico-terapéutica a lo largo del último decenio, y esto se las), con predominio linfomonocitario en todos ellos, y una proteinorraquia refleja en las escasas series aparecidas en las fuentes bibliográ(> 45 μg/dL) en tres casos. Todos los cultivos del LCR fueron negativos. La ficas [3-5]. Aunque se han publicado casos clínicos aislados, neuroimagen fue normal en todos los pacientes a los que se les realizó esta carecemos de trabajos actuales de revisión sobre la etiología, el prueba. El tratamiento fue sintomático. Ingresaron cinco niños en la Unidad manejo y el seguimiento de estos pacientes. de Observación de Urgencias (< 24 horas) y 15 (75%) en planta. La duración En nuestra serie no aparecen datos discordantes en relación media del ingreso hospitalario fue de 5,13 ± 2,79 días (intervalo: 2-12 días). con la etiología, a lo ya referido con anterioridad en series Durante éste, se realizó una resonancia magnética (RM) cerebral a cuatro niños que presentaban una exploración neurológica florida junto con una amplias [3,4]. La causa más común de ataxia aguda son las atamarcada pleocitosis en el LCR, todas ellas con el resultado de normalidad. xias postinfecciosas y las secundarias a la ingestión de tóxicos, En el momento del alta, la exploración neurológica persistía aún alterada en lo que corresponde a más de las tres cuartas partes del total de 12 de los 15 niños ingresados (80%) y en el total de los niños ingresados en las ataxias agudas en nuestro medio, seguidas de otras etiolola Unidad de Observación de Urgencias. Se valoró a todos ellos posteriorgías de incidencia mucho menor. Debemos subrayar que duranmente en consultas de neuropediatría. Durante su seguimiento, uno de los te este período no se recogió ningún paciente con ataxia de apaniños presentaba una focalidad hemicerebelosa con limitación de la mirada rición aguda secundaria a un proceso tumoral de fosa posterior lateral, se le realizó una RM cerebral en la que se objetivó una hemicerebelitis que evolucionó a una atrofia posterior; el niño permaneció clínicamente o debut de un trastorno metabólico. asintomático (Fig. 2). La recuperación fue total en todos los casos, con una La ataxia aguda postinfecciosa es más común en niños de media de 18 días (intervalo: 3-45 días), salvo en un paciente con ataxia aguedad preescolar, aunque también puede ocurrir en niños mayoda tras varicela que desarrolló una linfohistiocitosis hemofagocítica. res y adultos, principalmente después de una infección por EBV Los casos de ataxia de aparición aguda tras intoxicación suponen un o tras inmunizaciones. En nuestra serie, el 55% de los niños 1,8% del total de consultas por ingesta de tóxicos realizadas en el Servicio tenía entre 2 y 4 años de edad, con un predominio femenino de Urgencias de Pediatría durante el período del estudio. La edad media fue [4,5]. La etiología prevalente fue la varicela, que correspondía a de 39,55 ± 40,42 meses, con un predomino de varones (67,6%). Los fármacos implicados fueron benzodiacepinas (4), dextrometorfano (3), fenobarbila mitad de los casos, y sin que precediese el cuadro de ataxia tal (1) y etanol (1). Un caso se debió a una sobredosificación del fármaco a la aparición del exantema [6]. Otras causas fueron los proceanticomicial (fenitoína). El tiempo de evolución hasta la aparición de la atasos virales inespecíficos, que eran más frecuentes tras infeccioxia fue de 2,4 ± 1,6 horas. La clínica asociada fue vómitos y somnolencia. nes del tracto respiratorio superior; a las 48 horas del diagnóstiNingún niño presentó signos de focalidad neurológica. Las pruebas realizaco de neumonía por micoplasma; tras un cuadro de enfermedad das en este grupo fueron: analítica sanguínea (3/10), TAC cerebral (2/10), mano-pie-boca y tras una mononucleosis infecciosa por EBV. electroencefalograma (1/10) y pruebas de tóxicos (7/10). Sólo los estudios Además de éstos, numerosos agentes han estado implicados de detección de tóxicos estuvieron alterados. Ningún paciente precisó ingreso hospitalario ni seguimiento neurológico. como causa de ataxia de aparición aguda en la infancia: parotiAdemás de los 39 casos del estudio, tres niños de edades comprendidas ditis [5], parvovirus B19 [7], hepatitis A [8], fiebre tifoidea, maentre 1,5 y 3 años consultaron por episodios de inestabilidad en el contexto laria, legionella, neumococo y meningococo [2,9]. No registrade procesos intercurrentes, pero limitados a las primeras horas de éstos y mos ningún caso de ataxia aguda tras vacunación, aunque se ha con resolución espontánea y completa del cuadro, motivo por el cual no se descrito también tras la vacuna de la varicela [10]. Ninguno de incluyeron en la muestra. 322 REV NEUROL 2006; 42 (6): 321-324 ATAXIA AGUDA EN LA INFANCIA Un cuadro de ataxia prolongada de etiología no aclarada también nos debe hacer descartar un neuroblastoma oculto, aun sin la presencia de opsoclono [22]. La recuperación fue total en todos los casos, salvo en un niño que tras una ataxia posvaricela desarrolló una linfohistiocitosis hemofagocítica [23]. Todo el proceso inicial fue indistinguible de cualquier otro caso, y fue la evolución la que permitió el diagnóstico del cuadro. En el trabajo de Weiss y Carter de 1959 [24], en el seguimiento a largo plazo de 18 casos de ataxia aguda postinfecciosa, el 33% de los pacientes presentó alteraciones neurológicas persistentes. Otros trabajos más recientes [3-5] indican un mejor pronóstico, con recuperación completa en la mayoría de casos. Las diferencias entre estos estudios podrían ser atribuibles a poblaciones diferentes y a la precariedad de los antiguos medios de neuroimagen. Figura 2. Hemicerebelitis tras varicela. Es evidente la presencia de atrofia a las pocas Se han descrito déficit de coordinación y alteraciosemanas de evolución del proceso. nes del habla que pueden persistir en aproximadamente un tercio de los pacientes [4,25]. nuestros pacientes tuvo convulsiones, ni alteración del nivel de El segundo grupo en frecuencia es el de las intoxicaciones, conciencia, datos que hubieran orientado hacia el diagnóstico que se presentan con un predominio masculino, a una menor de una EMAD. edad y con un tiempo de evolución más breve. Las causas más El análisis del LCR generalmente es normal en la ataxia frecuentes fueron las benzodiacepinas y los antitusivos, sin olaguda postinfecciosa, aunque una pleocitosis leve puede estar vidar la ingesta alcohólica en los niños más mayores [1,26]. presente en el 25-50% de los casos (en nuestra serie, en el 64,7%) Mediante una minuciosa historia clínica, el diagnóstico de este [1,4,5]. La proteinorraquia suele ser normal al inicio de la clíni- tipo de ataxia es sencillo. El problema se plantea en aquellos ca, y se puede elevar en el curso de la enfermedad. La ataxia casos en los que el antecedente de ingesta de tóxicos es inicialaguda puede ser el único signo de presentación de una meningi- mente desconocido para la familia, lo que ocurrió en dos de tis bacteriana [2,9,11]. En raras ocasiones se han aislado gérme- nuestros casos, y originó una actuación más activa en cuanto a nes en el LCR de pacientes con ataxia aguda infecciosa, lo que la actitud y manejo del cuadro. sugeriría una invasión viral directa del sistema nervioso central. Las causas menos comunes son muy variadas, y algunas de No obstante, en la mayoría de los casos, la evidencia de una ellas pueden asociarse a una alta morbimortalidad [1,2]. En ésinfección previa a la ataxia mantiene la hipótesis de un proceso tas, creemos necesaria la realización de estudios e ingreso hosautoinmune, debido a una reacción cruzada de anticuerpos con- pitalario, aunque individualizado en cada caso. Así, una ataxia tra epitopos del cerebelo, en el que se identifican los autoanti- de origen traumático precisa de una neuroimagen para descartar cuerpos específicos aisladamente [12-14]. un proceso neuroquirúrgico. La ataxia asociada a una alteración Todas las neuroimágenes (TAC, RM) realizadas fueron nor- del nivel de consciencia nos debe hacer sospechar una EMAD males, salvo en un único caso donde se observó una focalidad [27]. Un cuadro raro y poco conocido, englobado dentro de los hemicerebelosa secundaria a hemicerebelitis. Es una rara enti- trastornos paroxísticos del movimiento, es la desviación parodad, cuya fisiopatología de afectación unilateral es difícil de xística de la mirada al cenit, que puede acompañarse de ataxia explicar, y es necesaria su consideración ante una ataxia aguda en los procesos febriles, y que debe conocerse para evitar estupostinfecciosa con marcada asimetría de los signos cerebelosos dios innecesarios en estos niños [28]. El pronóstico de la ataxia y hemiparesia asociada [15,16]. En algunos casos puede con- de aparición aguda depende de la etiología, que –como puede fundirse con un proceso tumoral [17]. La evolución suele ser observarse– es amplia [1,2]. hacia una hemiatrofia cerebelosa, con buen pronóstico clínico [15]. En ausencia de alteración de conciencia, signos de focali- En conclusión, las ataxias de aparición aguda son un motivo dad neurológica o marcada asimetría de la ataxia, el rendimien- poco frecuente de consulta en el Servicio de Urgencias de Peto de la neuroimagen es muy bajo [3-5]. En ocasiones se han diatría. Las ataxias agudas postinfecciosas y tras intoxicación identificado en la RM cerebral lesiones sugestivas de desmie- son las más usuales, y siguen por lo general un curso benigno y linización cerebelosa, incluso en casos benignos [9,18,19]. La autolimitado. Creemos que una historia clínica completa (que evolución hacia una atrofia cerebelar es muy poco frecuente incluya ingestión de tóxicos, procesos intercurrentes asociados, [18-20]. Muy rara vez, la cerebelitis se puede complicar por una etc.) y la exploración neurológica detallada nos orientarán hacia hidrocefalia obstructiva [21]. la etiología y –en función de ésta– al uso adecuado de los estuLa desaparición de los signos cerebelosos se observó en torno dios complementarios. La neuroimagen y el ingreso hospitalaal día 18. La duración de la ataxia varía según estudios previos rio deberían reservarse para presentaciones atípicas, signos de desde 15 días [5] a dos o tres meses [2,4]. La ataxia posvaricela y focalidad neurológica y duración prolongada del cuadro. No tras EBV suele ser de las más graves, pero su recuperación es la obstante, creemos que sería necesario realizar más estudios para más rápida [4]. En nuestra serie la ataxia más prolongada fue la –con un mayor número de pacientes– comprobar esta impresión secundaria a la infección por Mycoplasma pneumoniae (45 días). y así poder unificar criterios de manejo consensuados. a REV NEUROL 2006; 42 (6): 321-324 b 323 M.J. MARTÍNEZ-GONZÁLEZ, ET AL BIBLIOGRAFÍA 1. Prats-Viñas JM, Martínez-González MJ. Ataxia y síndrome cerebeloso. In Fejerman N, Fernández-Álvarez E. Neurología pediátrica. 3 ed. Buenos Aires: Médica Panamericana 2006 [in press]. 2. Ryan M , Engle EC. Acute ataxia in childhood. J Child Neurol 2003; 18: 309-16. 3. Gieron-Korthals MA, Westberry KR, Emmanuel PJ. Acute childhood ataxia: 10-year experience. J Child Neurol 1994; 9: 381-4. 4. Conolly AM, Dodson WE, Prensky AL, Rust RS. Course and outcome of acute cerebellar ataxia. Ann Neurol 1994; 35: 673-9. 5. Nussinovitch M, Prais D, Volovitz B, Shapiro R, Amir J. Post-infectious acute cerebellar ataxia in children. Clin Pediatr (Phila) 2003; 42: 581-4. 6. Belcher R. 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Durante este período se valoraron 159.002 episodios, 39 niños (0,024%) presentaron una ataxia aguda. Las causas más frecuentes fueron: postinfecciosa (51,28%) e intoxicación (25,64%), seguidas de un grupo heterogéneo de patologías. En la ataxia postinfecciosa, la edad media fue 55 ± 27,61 meses, el 60% niñas. El 95% tenía un cuadro infeccioso previo: varicela (10), viral inespecífica (6), micoplasma, enterovirus, y virus de Epstein-Barr. El tiempo de evolución hasta la aparición de ataxia fue 5,86 ± 3,78 días. El líquido cefalorraquídeo fue patológico en 11 de 17. La neuroimagen fue normal. Durante el seguimiento, un niño presentó focalidad hemicerebelosa secundaria a una hemicerebelitis. Todos se recuperaron (media: 18 días), excepto un niño que debutó con una linfohistiocitosis hemofagocítica. La intoxicación fue la segunda causa más frecuente, con predominio en niños (o varones) menores de 6 años. Conclusiones. Las ataxias agudas son un motivo de consulta infrecuente en urgencias. Las ataxias postinfecciosas y tras intoxicación son las más usuales y siguen por lo general un curso benigno y autolimitado. La historia clínica y exploración neurológica nos orientarán hacia la etiología. La neuroimagen y el ingreso hospitalario deberían reservarse para presentaciones atípicas, signos de focalidad neurológica y duración prolongada del cuadro. [REV NEUROL 2006; 42: 321-4] Palabras clave. Ataxia. Ataxia aguda. Ataxia postinfecciosa. Hemicerebelitis. ATAXIA AGUDA NA INFÂNCIA: ETIOLOGIA, TRATAMENTO E SEGUIMENTO Resumo. Introdução. A ataxia aguda na infância é uma causa de referência no Serviço de Urgências de Pediatria. Objectivo. Descrever a etiologia, a atitude diagnostico-terapêutica e o seguimento das crianças que foram consultadas por ataxia aguda nas urgências. Doentes e métodos. Estudo prospectivo de 39 crianças diagnosticadas com ataxia aguda entre 1 de Janeiro de 2001 e 31 de Dezembro de 2003. Resultados. Durante este período avaliaram-se 159.002 episódios, 39 crianças (0,024%) apresentaram uma ataxia aguda. As causas mais frequentes foram: pós-infecciosa (51,28%) e intoxicação (25,64%), seguidas de um grupo heterogéneo de patologias. Na ataxia pós-infecciosa, a idade média foi 55 ± 27,61 meses, 60% meninas. 95% apresentavam um quadro infeccioso prévio: varicela (10), viral inespecífica (6), micoplasma, enterovírus, e vírus de Epstein-Barr. O tempo de evolução até ao surgimento de ataxia foi 5,86 ± 3,78 dias. O líquido cefalorraquidiano foi patológico em 11 de 17. A neuroimagem foi normal. Durante o seguimento, um menino apresentou focalidade hemicerebelosa secundária a uma hemicerebelite. Todos recuperaram (média: 18 dias), excepto um menino que iniciou uma linfohistiocitose hemofagocítica. A intoxicação foi a segunda causa mais frequente, com predomínio em crianças (ou homens) com menos de 6 anos. Conclusões. As ataxias agudas são um motivo de consulta pouco frequente nas urgências. As ataxias pós-infecciosas e após intoxicação são as mais usuais e seguem, em geral um curso benigno e auto-limitado. A história clínica e exploração neurológica orientar-nos-à para a etiologia. A neuroimagem e o internamento hospitalar deverá se reservar para apresentações atípicas, sinais de focalidade neurológica e duração prolongada do quadro. [REV NEUROL 2006; 42: 321-4] Palavras chave. Ataxia. Ataxia aguda. Ataxia pós-infecciosa. Hemicerebelite. 324 REV NEUROL 2006; 42 (6): 321-324