Orizon #3 - Spainmedia

Transcripción

Orizon #3 - Spainmedia
Descubre tu lugar en el mundo
Número 3 · 5 €
Rumbo al Este: Berlín, Transilvania, San Petersburgo,
Erevan y la vieja Yugoslavia
BAL-001-MM
902 108 108 / viajesiberia.com
Sumario — nÚmero 3
Proceso de
elaboración de
mezcal en una
destilería del
Estado de Oaxaca
(México).
foto: regiduría de turismo de oaxaca.
110
los magos de oz
18
bazar
28
Los más pequeños son nuestros invitados para que este invierno
se despidan de los molestos catarros, se vistan a la moda y no dejen de deslizarse por las pistas de nieve o por el salón de casa.
22
25
Cada vez son más y cada vez son más indispensables para
revitalizar cualquier ciudad. Los Centros Sociales Autogestionados son lugares normalmente okupados que en Madrid,
Málaga o Barcelona toman la temperatura a la cultura más
asociativa y común.
Hotel california
En la tendencia opuesta a muchos hoteles que no ven con buenos
ojos la compañía de los niños, nosotros proponemos unos cuantos lugares donde juegos y noches sin fin están garantizados.
30
No Molestar
SKyline
La formidable Moscú nos deja hurgar dentro de la fortaleza
del Kremlim y ver el mundo desde el campanario de Pedro el
Grande y entrar en sus magníficas iglesias ortodoxas, mientras
el Moscova fluye a nuestros pies.
8
o rizo n
Escapadas
La primera es a un hotel muy especial: el Ayre de Oviedo, un
monumento que alberga lo mejor del estilo del universalmente
reconocido arquitecto Santiago Calatrava.
La segunda la realizamos de la mano de la escritora Rita Indiana:
nos perdemos en los paraísos de la República Dominicana, lejos
del fragor de Punta Cana buscamos el Santo Domingo más entrañable o los paraísos playeros de la Costa Norte como Samaná,
Puerto Plata o Cabarete.
Muchos sostienen que Teruel no existe básicamente porque
nunca han estado. Nosotros recalamos en el Hotel Consolación
para que nada ni nadie nos moleste.
26
underground
38
comunidad
Algunas ideas sobre cómo reconocer y explorar el País de Oz o
liberar a los gnomos del jardín.
sumario
El legado del
fotógrafo Serguéi
Prokudin-Gorski,
que documentó con
imágenes aquel
Imperio Ruso de
principios del s. XX.
40
foto: serguéi prokudin-gorski
72
86
lín comunista, bailamos en San Petersburgo, contemplamos el
monte Ararat desde Erevan y finalizamos en la Yugoslavia que
sigue rindiendo tributo a Tito.
acción
Ponte tus zapatos bicolores y tu camisa fosforescente. Esta
tarde nos vamos a la bolera con el Gran Lebowsky.
42
33 horas
86
44
La Maleta de
Sin marcas pero con ideas, ésta es la maleta del actor hispanoargentino Juan Diego Botto.
46
98
Nos adentramos en los bosques patrios para descubrir su flora,
su fauna y algunos secretos escondidos.
106
El historiador Francis Spufford nos describe con ironía los años
de los planes quinquenales y la abundancia roja en la URSS.
110
RUMBO AL ESTE
Entramos en otra latitud y otro tiempo. Bienvenido al Este. Comenzamos sin miedo por Transilvania, nos recorremos el Berori zon
Gastro
El mezcal ya es una moda en toda el mundo que está eclipsando
al tequila. Viajamos a la patria del maguey: el Estado de Oaxaca.
portada
10
el viajero
grand hotel
Una antigua casa de campo de la aristocracia irlandesa acoge el
Hotel Ballyfin, un cinco estrellas con aroma a tiempos pasados.
57
bio
Arte
El Museo Balenciaga de Getaria nos abre el armario del maestro
indiscutible de la Alta Costura mundial.
52
Portfolio
Durante la época del zar Nicolás II en la Rusia prebolchevique
el fotógrafo Serguéi Prokudin-Gorski inmortalizó escenas campesinas y los cauces fluviales del Volga.
Una pequeña parada para tomar fuerzas rumbo al Este.
Liubliana, capital de Eslovenia.
117
Bitácora
Guía de las procesiones españolas, salsa en Puerto Rico y un
recorrido visual por los menús americanos.
editorial
Éste no es mi Este
no es del que se habla en este número. Mi Este
se encuentra en el Mediterráneo, donde los melones maduran solos y revientan de azúcar si no
los recoges a tiempo. A unas millas del
Cabo de Palos, a 200 millas de Omán.
Frente a las Islas Hormigas, en Cartagena, Murcia.
Estas aguas de mi infancia vieron
naufragar al trasatlántico italiano Sirio
en el año 1906, fecha en la que vino al
mundo el bisabuelo de mis hijos. Este
barco de vapor había sido construido en Glasgow y siempre hacía la
misma ruta: de Génova a Buenos
Aires. Era un carguero de inmigrantes. Cruzaba el Estrecho para poner
rumbo a Mar del Plata, Argentina.
Eran las tres de la tarde de aquel lejano y dramático 4 de agosto. Imagino
que el mercurio del termómetro no debía bajar de los 35 grados y que el mar estaría
troppo caldo. Por aquel entonces no había ni luz
eléctrica ni teléfono en las casas de aquel pequeño pueblo de pescadores. El capitán, D. G. Piconni, al mando de la nave, conocía perfectamente
el peligro de acercarse a las Hormigas. El faro,
construido en el año 1864, avisaba imponente de
la proximidad de los bajos, hoy convertidos en
reserva natural y lugar de peregrinación de
los turistas que practican el buceo. A las
16 horas, mientras todos los pescadores sesteaban plácidamente ajenos a la
tragedia que estaba por llegar, el Sirio
chocó con violencia contra el bajo de
fuera y su casco se partió en dos.
El capitán y los oficiales abandonaron el barco a bordo de los botes
salvavidas. De los 880 pasajeros que
contabilizaban los registros murieron al menos 440, una macabra estadística.
En pocas horas, el capitán fue escondido en una pensión de Cartagena
y expatriado de manera clandestina a
Italia. Cuentan que a pesar de la ayuda
de un par de barcos de vela que navegaban
cerca y del Mercante María Luisa, la catástrofe
fue dantesca. Durante semanas aparecieron en
las playas de la zona cadáveres mutilados. En el
Este también puede hacer calor.
– Andrés rodríguez / Editor de Orizon
twitter.com/ArodSpainMedia
editor
Andrés Rodríguez ([email protected])
Ramón Reboiras ([email protected]) jefe de cierre Pablo Ortega ([email protected])
Mercedes Abengoza ([email protected]) diseño original Fernando Gutiérrez ([email protected])
editor gráfico Diego Martínez ([email protected])
redactor jefe
jefa de diseño
Rita Indiana, Camino Martínez, Inés García Albi, Vicky Vilches, Alberto Torres Blandina, Lucía Martín, Alfonso Ussía Hornedo,
José Luis Angulo, Andrés Aguayo, Bruno Galindo. fotografía Jonathan Alonso, Kariné Chobanián. agencias fotográfica Getty Images, Cordon Press.
Ilustración Victoria de Diego edición Alejandro Romero asistente del editor Marta Javaloys ([email protected])
han colaborado en este número redacción
spainmedia director general Carlos Sánchez ([email protected]) asistente del director Victoria Álvarez ([email protected])
JEFA DE PUBLICIDAD Cristina Peñalba ([email protected]) delegada comercial barcelona Sandra Serra
([email protected])
coord. de publicidad Sara Gijón ([email protected]) jefe de MARKETING Fernando Yustas ([email protected]) MARKETING Nacho Riaza ([email protected])
administración
Director financiero Juan Alberdi ([email protected]) Contabilidad Fran Arteaga ([email protected])
sistemas
Inquietudes Tecnológicas, S.L (www.inquietudestecnologicas.com)
IMPRIME Cayfosa Impresia Ibérica Ctra. de Caldes, Km. 3 Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona)
distribución SGEL, Avda. Valdelaparra, 29. 28018 Alcobendas (Madrid). Tel 91 657 69 00
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Spain Media, S.L. Depósito Legal B. 35316-2011 ISSN: 2174-8055
www.spainmedia.es
Orizon no se hace responsable de las opiniones vertidas por los colaboradores en sus artículos. Reservados todos los derechos. Prohibida su reproducción,
edición o transmisión total o parcial por cualquier medio y en cualquier soporte sin la autorización escrita de Spain Media, S.L.
12
ori zo n
reparto
Lucía Martín
Empezó a escribir sobre viajes para oxigenarse de la economía, tras ocho agotadores años
pisando el parqué de la Bolsa. Colaboradora
habitual en varios medios, ha publicado un
par de libros: uno sobre el negocio del sexo
y otro sobre la generación perdida. Confiesa
que le harían falta varias vidas para leer todos
los libros que desea y conocer todos los países. Su lema resulta aleccionador: “La maleta
ligera de equipaje y los sentidos bien despiertos”. De su mano nos adentramos en Berlín,
por la puerta del Este.
Alfonso Ussía Hornedo
No le gustan los historiales, pero todos sabemos que pertenece a un linaje de periodistas
y por sus venas corre mucha tinta. Suele decir
que “cuando todos hacen lo mismo es mejor
separarse rápido”. Su mundo siempre ha girado entre los libros, la música y la historia y
sólo escribiendo ha podido unir estos puntos
con algo de calle y mucho de vicio. Alfonso
nos lleva en volandas, casi como un ballet
ruso, por San Petersburgo. Allí asistimos a la
mágica representación de la historia de los zares y también acogemos a los adictos al caviar
y a los trineos.
Vicky Vilches
Su deporte preferido suele ser sentarse en el
lobby de un Gran Hotel y fantasear sobre la
vida de los personajes que entran y salen. A
veces toma nota de estos exquisitos escenarios y el resultado le permite ganarse la vida
como periodista especializada en viajes, estilo de vida y tendencias. Tras curtirse como
colaboradora habitual en ABC, La Vanguar-
14
ori z o n
dia y Magazine, actualmente es colaboradora
habitual de las revistas Fuera de Serie, Ocho
Leguas y Esquire. Esta vez viaja a territorio Ballyfin para contarnos los placeres de la nobleza terrateniente irlandesa.
José Luis Angulo
Desde muy pequeño le entró la enfermedad
de los viajes. Estudió Ingienería Aeronáutica
pero pronto descubrió que lo que realmente
le gustaba era ir en los aviones y no diseñarlos. Abandonó pues la carrera y se dedicó a
vagabundear a lo largo y ancho del planeta.
En el Tibet conoció a alguien que le convenció para que se dedicara profesionalmente al
mundo de los viajes. Escribe en diferentes
revistas y colabora desde hace años en el programa Aventureros de la Cadena SER. No le
gusta llevar la cuenta de los países que conoce
pero superan el centenar. Dice que si no está
de viaje no perdona la hora del aperitivo, para
seguir viajando con un vermut en las viejas tabernas de Madrid.
Rita Indiana
Nació en Santo Domingo en 1977. Figura clave de la literatura caribeña actual, y fenómeno de fans gracias a su grupo de tecno-merengue
Rita Indiana & Los Misterios, es autora de los
libros de cuentos Rumiantes (1998) y Ciencia
succión (2002), así como de la novela La estrategia de Chochueca (2000). Papi, su segunda novela, se convirtió en un texto de culto desde
que se hicieron públicas sus primeras líneas.
Invitada por nuestra revista a rememorar su
isla, nos deleita con su personalísima y sentida visión de Santo Domingo y de los paraísos
de la costa norte como Samaná y Cabarete.
Suscripciones: [email protected] ó 902542045
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LOS MAGOS DE OZ
18 y el frío, para el cole y la
Preparados para la nieve
fiesta. Un Bazar muy pequeño
pero con grandes cosas que
gustarán hasta a los padres.
26 Moscú te invitamos a ver
Si nunca has estado en
su Skyline: el Kremlin, con sus
palacios, torres, catedrales y
las estrellas de rubí.
32 es mucho más que Punta 42 es una pequeña joya de
La República Dominicana
Cana. Escápate de la mano de
Rita Indiana a los paraísos de
Samaná y Cabarete.
La capital de Eslovenia
la cultura eslava. Te aconsejamos cómo recorrer Liubliana
en 33 intensas horas.
SOMOS COMO NIÑOS
Muchos hoteles no aceptan niños. Nosostros queremos invitarles a lugares
adaptados para jugar sin fin. Éstos son nuestros Magos. Y nuestra apuesta.
O RIZ O N
17
LOS MaGOS DE Oz
Conjunto de ropa para bebé
de Armani. Precio: C.P.V.
www.armani.com
babero Sex Pistols.
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Dutti. Precio: 29,95 €.
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de Burberry. Precio: 80 €.
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de Dior. Precio: C.P.V.
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Hogan. Precio: C.P.V.
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Replay & Sons.
Precio: 79 €.
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bota deportiva de niño de
Pepe Jeans. Precio: 49 €.
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18
orI zo N
de niños, con edad comprendida entre los cinco y los
catorce años, son trabajadores, según un informe de UNICEF.
158 millones
bazar
Camisa de Lois. Precio: 38 €.
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Short de Massimo Dutti.
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UGG. Precio: 75 €.
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vestido de lunares, ambos de Massimo Dutti.
Precio: 39,95 y 19,95 €,
respectivamente.
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Precio: C.P.V.
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Pantalón chino y cinturón,
ambos de Massimo Dutti.
Precio: 29,95 y 19’95 €,
respectivamente.
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Zapatos de la línea TWS
de Camper. Precio: 75 €.
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Beisbolera de Pepe
Jeans. Precio: 90 €.
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ori z o n
19
LOS MAGOs DE OZ
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Libro infantil Los animales
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Ilustración de una de las guías
de viaje para niños de Ediciones
Gaesa. Precio: 7,50 €.
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Karaoke MP3 especial
para niños. Precio: 32,90 €.
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Coche de juguete BMW 328
Roadster. Precio: 199 €.
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20
o ri zo n
bazar
de la marca Playmobil fueron expuestas en 2010
68.808 fienguras
Barbastro (Huesca), lo que supuso el récord mundial.
reproductor de música
YP-Z3AW MP4 de
Samsung. Precio: 49 €
(4 Gb) ó 69 € (8 Gb).
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botella de whisky
de The Macallan y
Lalique. Precio: 15.400 €.
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Reader e-book PRS-T1 y funda
con luz, ambos de Sony. Precio:
180 y 49 €, respectivamente.
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Cámara de fotos IXUS 230
HS de Canon. Precio: 245 €.
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Series de cigarros 1945
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reloj modelo Calibre de Cartier
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Cazadora de Gas.
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Pulsera de Uno de 50.
Precio: C.P.V.
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o rIz o N
21
LOS MAGOs DE OZ
The Den, la zona infantil
del resort tailandés Six
Senses Soneva Kiri.
hoteles infantiles
niños cinco estrellas
ahora que cada vez hay más hoteles dedicados exclusivamente
a los adultos, que cierran sus puertas a los menores de edad en pos
de que los padres puedan disfrutar de unas merecidas vacaciones alejados de sus retoños y de la algarabía que suponen, nosotros hemos
querido fijar la mirada en establecimientos con una filosofía totalmente opuesta. No sólo admiten a los niños, si no que se les tiene
muy en cuenta con instalaciones y servicios a su medida. Estos hoteles demuestran que no hace falta excluir a nadie para disfrutar de
22
ori zo n
la tranquilidad y el descanso, y suponen una estupenda oportunidad
para que los más pequeños se sientan como en casa y para que los
mayores –por qué no– puedan revivir un regreso a la infancia.
Siguiendo esta tendencia, uno de los establecimientos más sorprendentes del mundo es el resort tailandés Soneva Kiri, perteneciente a la prestigiosa cadena Six Senses y ubicado en el Golfo de
Siam, en plena selva. Como parte de sus instalaciones han creado
The Den (imagen superior), un colosal espacio inspirado en el re-
hotel california
En el sentido de las
agujas del reloj: zona
de juegos del Sol Meliá
The Flintstones Land,
interior de The Den (Six
Senses Soneva Kiri) e
interior y exterior del
Hotel del Juguete, en
Ibi (Alicante).
fugio de Peter Pan en el País de Nunca Jamás y destinado al divertimento y la educación de los niños.
Se trata de una gran estructura construida a base de
bambú, cien por cien sostenible, suspendida entre
los árboles, con forma de pez manta gigante a la que
se accede mediante un puente levadizo. Siguiendo
al pie de la letra su lema de “aprender jugando”, su
interior está dividido en diferentes estancias temáticas: una sala de arte, otra de música con instrumentos tradicionales tailandeses, una gran biblioteca
con el suelo cubierto de mullidos cojines, donde los
niños pueden relajarse y leer un cuento... Además,
The Den está vigilado por cuidadores profesionales
cualificados, por lo que los padres pueden disfrutar
del resto de servicios del resort con la tranquilidad de
que sus hijos están en buenas manos.
Mucho más cerca
Pero no hace falta viajar miles de kilómetros ni cambiar de continente para hacer realidad uno de los
sueños de todo niño: visitar Disneyland París. Una
vez en la capital francesa, una de las mejores opciones es alojarse en el Explorer Hotel, un tres estrellas
que cumplirá de sobra las expectativas. Este establecimiento ofrece servicio gratuito de autobuses al
parque temático (ubicado a tan solo dos kilómetros),
zonas de juegos, tienda Disney y una decoración ambientada en el legendario explorador Sir Archibald
de Bacle, llena de tesoros, misterios y aventuras para
los más pequeños.
En España también existe una amplia oferta en este
sentido. En la localidad de Ibi (Alicante) se llevan
preocupando por los niños desde hace mucho. De
hecho, es uno de los epicentros de la industria juguetera patria. Aquí se encuentra precisamente el Hotel
del Juguete, un establecimiento de cuatro estrellas
que está totalmente decorado con muñecos de ayer
y de hoy, y que hará las delicias por igual tanto de los
chiquillos como de los adultos más nostálgicos.
Otra original propuesta es la de la cadena Sol Meliá
y su línea de Hoteles The Flintstones Land repartidos por Alicante, Málaga, Mallorca, Menorca, Ibiza,
Lanzarote y Tenerife. Al cruzar sus puertas nos sumergimos en ese maravilloso universo prehistórico
de hombres de las cavernas y brontosaurios ideado
por Hanna-Barbera. Menús especiales, zonas de juegos para todas las edades, talleres de manualidades
y un sinfín de actividades guiadas por los personajes
de la popular serie de dibujos animados.
Menos pintorescos pero igual de interesantes son
los establecimientos de la joven y urbana cadena
High Tech, con hoteles boutiques en el centro de Madrid, Barcelona, Bilbao, Málaga, Sevilla, Salamanca
y Valencia. Además de contar con productos infantiles en las comidas, hay habitaciones familiares con
una estancia aparte para los niños, quienes además
recibirán como regalo de bienvenida un cuento, un
muñeco y algunos dulces. Al fin y al cabo, no son sólo
los reyes de la casa, sino también de los hoteles. Al
menos de algunos. –mateo palacios
six senses Soneva Kiri
110 Moo 4, Koh Kood SubDistrict, Trat 23000, Tailandia.
Tel.: +66 (0) 3961 9800.
www.sixsenses.com/soneva-kiri
explorer hotels
50, avenue de la Fosse des
Pressoirs,77700, Magny le
Hongre (París, Francia).
Tel.: 00 33-1 60 42 60 60
www.explorershotels.com
HOTEL DEL JUGUETE
C/ L’escoleta 4, 03440, Ibi
(Alicante). Tel.: 965 552 945
www.hoteldeljuguete.com
Hoteles sol meliÁ
The Flintstones Land
Establecimientos en Alicante,
Málaga, Mallorca, Menorca,
Ibiza, Lanzarote y Tenerife.
Tel.: 902 144 444
www.sol-hotels.com/es
High Tech hotels
Establecimientos en Madrid,
Barcelona, Bilbao, Málaga,
Sevilla, Salamanca y Valencia.
Tel.: 902 28 36 86
www.hthoteles.com/es
más información y reservas
www.hoteles.com
Tel.: 900 814 936
oriz o n
23
Suscripciones: [email protected] ó 902542045
NO
MOLES
TA R
HOTEL CONSOLACIÓN (MONROYO)
TERUEL EXISTE
No se nos ocurre un mejor plan para una fría tarde de
invierno que abrir un buen libro y sentarnos frente al
crepitar de un fuego de chimenea, acompañados además por un imponente paisaje al otro lado de la ventana. Ésta es la apetecible estampa que encontraremos
en el Hotel Consolación, un establecimiento nada
convencional ubicado en la bella localidad aragonesa
de Monroyo, en la comarca de Matarraña, en Teruel,
fronteriza con Castellón y Tarragona. Su singularidad
reside en que sus habitaciones son cubos de 36 metros
cuadrados fabricados en madera y situados al borde de
un acantilado. Cada estancia es individual, totalmente
independiente y cuenta con una enorme cristalera que
hace las veces de cuarta pared y que permite al huésped disfrutar de la naturaleza que le rodea sin tener
que abandonar su cálida estancia. –DARÍO FRAILE
COCINA COHERENTE
Su oferta gastronómica
se basa en los productos
frescos y de la zona, y en una
carta dotada de cierta creatividad que no se deja llevar
por excesos innecesarios.
www.consolacion.com.es
O RIZ O N
25
LOS MAGOs DE OZ
moscú, rusia
camaradas, el kremlin
Moscú, destino siempre legendario, tiene un corazón de piedra y agua. Mientras
el río Moscova divide la ciudad, el Kremlin se alza en su ribera como una mole
imponente que ha sabido fundir a través de la historia orgullo nacional y religión.
Yakimanka
En Moscú esta margen del río es
sinómino de aristocracia. Aquí,
en Yakimanka, están la vieja
embajada británica, la iglesia
de Santa Sofía (en la foto) y las
casas de campo de los Demirov
o Stroganov. También la galería
Tretyakov. Por estos lares residió
también Boris Pasternak.
26
o ri z o n
río moscova
Afluente del río Oká, el Moscova
es la arteria central del gran
Moscú, ciudad que recorre en
la dirección NO-SE. Tiene una
longitud de 502 kilómetros y al
paso por la capital rusa forma
célebres meandros como esta
isla del Kremlin o la del famoso
Parque Gorki.
el kremlin
En antigua lengua eslava,
kremlin significaba muralla. Sus
primeras fortalezas databan ya
de los siglos XI y XII. La parte almenada de la muralla tiene una
longitud de 2,5 km. que jalonan
19 vistosas torres. El Gran Palacio fue mandado construir por el
zar Nicolás I hacia 1838.
1937
skyline
Durante este año el águila bicéfala del periodo zarista fue retirada de las torres
del Kremlin siendo sustituida por estrellas de rubís (dimensión: 3-3,75 metros).
Iván el grande
Una de las grandes atalayas
de la ciudad y de la fortaleza
con una visión de 30 km. en el
horizonte es este campanario
mandado construir en el siglo
XVI por Iván El Grande. Para su
ascensión hay que recorrer nada
menos que 329 peldaños y en
él se conservan 21 campanas
legendarias. Actualmente sirve
como centro de exposiciones.
foto: xxxxxxxxx
la asunción
La iglesia ortodoxa rusa reúne
en el Kremlin toda una explanada de catedrales a cada cual
más exuberante. La de la Asunción fue construida entre 1505 y
1508 por el arquitecto de origen
italiano Alieviz Nóvy durante la
época de Iván El Terrible. En ella
tuvieron lugar las tradicionales
celebraciones del ejército ruso
para conmemorar sus victorias.
ALGUNAS CANCIONES PARA ESCUCHAR EN EL KREMLIN
“Na grany” - On the edge - Kipelov
“2 Voiny” - Dos guerras - Slot
“1825” - 1825 - Uma2rman
“Doroga Domoy”- Camino a casa - Epidemia
“Winter songs” - Alexei Filomonov
“Anthology of Soviet Jazz” - Vol.1 - Melodya
oriz o n
27
LOS MAGOs DE OZ
foto: Xisco Fernández
Detalle de un grafiti del
ilustrador Borondo en La
Tabacalera de Lavapiés,
en Madrid.
centros sociales autogestionados
laboratorios culturales
la progresiva institucionalización del arte y de los espacios des-
tinados al aprendizaje y la cultura, el que sean unos pocos –del ámbito
público o privado– los que gestionan y deciden qué tiene cabida y que
no en los museos, centros culturales, salas de exposiciones o escuelas,
ha provocado desde hace unas décadas un movimiento popular de okupación –o recuperación, según se mire– de espacios en los que se establecen Centros Sociales Autogestionados (CSA). Se trata de edificios
abandonados que son rehabilitados por un colectivo para desarrollar en
28
ori zo n
su seno actividades de lo más heterogéneas, desde exposiciones hasta
conciertos, pasando por comedores populares, tiendas de comercio
justo, conferencias y debates o talleres gratuitos de todo tipo (música,
pintura, costura, reparación de bicicletas, informática, fotografía, reciclaje...). Y es que absolutamente todo tiene cabida, porque son precisamente los miembros del colectivo (es decir, cualquier persona que quiera participar) los que marcan los contenidos y el ritmo de las actividades
del centro. La organización es absolutamente horizontal y la toma de
underground
decisiones se realiza por sistema asambleario. Nace así
un proceso artístico y educativo 2.0, en el que los usuarios participan en la gestión y marcan la agenda. Supone una democratización absoluta de la cultura, una
brecha con el sistema establecido, un circuito artístico
en el que intermediarios, galeristas o mecenas tienen
muy poco que decir. La propia naturaleza de estos
centros hace que sus estructuras sean tremendamente
flexibles, inmersas en un constante e infinito cambio
que en ocasiones puede llegar a la desorganización o el
caos, un precio que inevitablemente hay que pagar.
La autogestión, por supuesto, requiere que no se
reciba ningún tipo de subvención estatal o privada, y
estos centros se financian exclusivamente mediante
algunas de sus actividades o servicios, como bares, actuaciones o rastrillos, siempre con precios populares,
eso sí. Algunos de ellos también reciben donaciones de
particulares. Por supuesto, los CSA no tienen ánimo
de lucro, y todos los que trabajan en ellos son voluntarios que lo hacen de forma altruista.
Debate legal y social
El principal problema es que los edificios en los que
se llevan a cabo estas actividades tienen un dueño, ya
se trate de una persona física, jurídica o el ente público. Por tanto, con la ley en la mano, esta práctica se
considera ilegal. A partir de la reforma del código penal
de 1996 la okupación de inmuebles está tipificada como
un delito de usurpación, que puede conllevar penas de
cárcel, y lo habitual es que, tarde o temprano, los edificios acaben siendo desalojados por las autoridades.
Sin embargo, parte de la sociedad considera que la
okupación de espacios, siempre que sea con estos fines,
es totalmente legítima. Además, la actual crisis económica ha provocado que un gran número de personas
hayan tomado conciencia de que ahora, más que nunca,
hay que agudizar el ingenio, buscar alternativas al sistema establecido, fomentar el reciclaje de espacios y las
propuestas de ocio y cultura que se alejen del consumis-
mo atroz. Igualmente, movimientos populares como el
15M, sin inventar nada nuevo, han puesto de manifiesto
la capacidad y el poder de la autogestión social.
Existen casos en los que se ha establecido un diálogo
con las autoridades que ha desembocado en una cesión
del uso del edificio. Esto ocurrió con la Eskalera Karakola, un CSA exclusivamente dirigido por mujeres,
situado en la madrileña calle Embajadores, número 52,
en el barrio de Lavapiés. Pese a que fueron desalojadas
de su anterior ubicación (en el número 40 de la misma
calle), el gobierno municipal de Alberto Ruiz-Gallardón accedió a ceder dos pequeños locales, cada uno de
50 m2, a cambio de un alquiler simbólico.
Algo similar ocurre con la Casa Invisible de Málaga.
Tras cuatro años de confrontación con el Ayuntamiento y constantes amenazas de desalojo, en 2011 firmaron
un Protocolo de Intenciones (apoyado por el Museo
Reina Sofía) en el que se establecían una serie de requisitos que se debían cumplir en el plazo de un año para
una cesión del uso del edificio. Entre ellos destacaba la
constitución de una Fundación, que ha visto la luz el
pasado mes de noviembre bajo el nombre Fundación
de los Comunes y que engloba también a otros CSA
e iniciativas sociales como –entre otros– la librería
editorial Traficantes de Sueños, el Ateneu Candela de
Terrasa, La Pantera Rossa de Zaragoza, el Patio Maravillas o La Tabacalera de Lavapiés (ambos de Madrid).
Precisamente esta última, situada en el antigua fábrica
de tabaco de la capital, en la calle Embajadores 53, constituye el ejemplo más claro de CSA totalmente legal, ya
que comenzó su actividad, en marzo de 2010, tras firmar un convenio de cesión con el Ministerio de Cultura. Acuerdo que han renovado a finales de 2011 por dos
años más. Quizá éste sea el camino a seguir, aunque algunos sectores del movimiento okupa están totalmente
en contra alegando que estos acuerdos con las autoridades restan independencia. Algo que los portavoces
de estos centros niegan rotundamente. El debate está
abierto, ahora más que nunca. –pablo ortega
A la izquierda, La Casa Invisible de
Málaga. A la derecha, una obra en La
Tabacalera de Lavapiés, en Madrid.
Top 7
centros sociales
la casa invisible
C/ Nosquera, 9-11. Málaga.
lainvisible.net
la tabacalera
C/ Embajadores, 53. Madrid.
latabacalera.net
can vies
C/ Jocs Florals, 40-42 Sans. Barcelona. canvies.barrisants.org
patio maravillas
C/ Antonio Grilo, 8 (Madrid).
defiendelo.patiomaravillas.net
La Pantera Rossa
C/ San Vicente de Paúl, 28. Zaragoza. www.lapanterarossa.net
Ateneu Candela
C/Sant Gaietà, 73. Terrasa.
ateneucandela.info
La fábrika
Plaza de la Cruz Verde (Callejones de Cardoso, 11). Cádiz.
www.lafabrika.info
o riz o n
29
los magos de oz
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o ri zo n
escapadas oz
ayre hotel oviedo
dormir con calatrava
Un moderno establecimiento de cuatro estrellas superior en las entrañas del
Palacio de Exposiciones y Congresos Ciudad de Oviedo, obra del arquitecto
valenciano, refuerza la oferta de alojamientos de calidad de la capital asturiana.
po r pablo o r t eg a
desde la pasada primavera, Oviedo cuenta con
un nuevo atractivo turístico para sus visitantes que
se suma a su patrimonio monumental. Se trata del
colosal Palacio de Exposiciones y Congresos Ciudad de Oviedo, ubicado en la parcela de Buenavista, donde se encontraba el mítico estadio de fútbol
Carlos Tartiere hasta que fue derribado en 2003.
Comenzaba así a fraguarse este ambicioso proyecto
siguiendo la tendencia –tan habitual en nuestro país
por aquellas fechas– de que toda capital de provincia
que se precie tenía que contar con una megaestructura faraónica, símbolo de modernidad y bonanza.
Oviedo, por supuesto, no iba a ser menos.
La tarea se le encargó al famosísimo arquitecto y
escultor valenciano Santiago Calatrava, que ideó
para la ocasión un edificio en forma de U que rodea
a otro elíptico y abovedado. Todo el conjunto arquitectónico tiene su característico sello personal,
reconocible en el mundo entero, con esas costillas de
acero blanco tan habituales en sus creaciones.
A los conceptos de vanguardismo, luminosidad
y amplitud, se suma también el de funcionalidad.
Además de un espectacular Auditorio, en su interior
hay 14 salas –capaces de albergar 3.500 personas– y
el Ayre Hotel Oviedo, un cuatro estrellas superior
con 155 habitaciones y cuatro suites, "el único hotel
del mundo integrado en una obra de arte de Calatrava", según sus responsables. Precisamente esa
integración suponía un reto nada sencillo que han
superado gracias a un cuidado interiorismo, basado
en una decoración sofisticada y cosmopolita, que sigue la línea estética de Calatrava desde el amplísimo
lobby que nos da la bienvenida hasta todas y cada una
de las estancias que lo componen.
Aunque este complejo ha nacido con la clara vocación de convertirse en un referente en el turismo
de negocios, también supone una buena alternativa
de alojamiento para cualquier viajero exigente, por
lo que se han tenido muy en cuenta las opciones
de ocio de sus huéspedes. Las habitaciones están
equipadas con un dispositivo de cromoterapia que
permite ajustar los tonos y la intensidad de la iluminación, así como de iPod docks para escuchar música. Tampoco podía faltar un sofisticado Lounge Bar,
que supone el verdadero corazón social del hotel,
ni un espacio dedicado al relax: en la última planta, con vistas a la sierra del Áramo, hay un centro
con gimnasio, jacuzzi, sauna, duchas de hidromasaje
y cabinas de tratamientos corporales y masajes. La
guinda –nunca mejor dicho– la pone su restaurante
No Solo Fabes by Paladea & Co., asesorado por Ramón Freixa, donde se ofrece una interesante reinterpretación de la cocina asturiana. Al fin y al cabo,
aquí no se viene (sólo) a trabajar.
Para más información y reservas puedes consultar la página web
oficial de Ayre Hoteles: www.ayrehoteles.com
o riz o n
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Advertorial
del cielo a la tierra
Nos adentramos en República Dominicana, desde Santo Domingo a Samaná, para descubrir
la auténtica esencia del país caribeño huyendo de los clichés turísticos de siempre.
por Ri ta Indi ana Hernández
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ori zo n
escapadas oz
Dos imágenes de Puerto Plata: en la página anterior, un
teleférico sobrevuela su espectacular entorno natural y, en
esta página, vemos la glorieta del parque.
que conecta el Aeropuerto Internacional del mismo nombre con
el resto de la geografía nacional propone tres opciones inmediatas, tan variopintas en temática,
paisaje y atmósfera como las intenciones y expectativas del viajero que aterriza en esta mitad de
la Hispaniola. La primera opción es el este, por
la que en aproximadamente cuatro horas se llega
a Punta Cana, la meca del turismo todo incluido.
La segunda opción es un chapuzón inmediato en
el paroxismo de la ciudad primada de América, a
unos 25 minutos del aeropuerto, donde aguarda
una población heredera de un Caribe estridente, múltiple y veloz. Obviando los animadores y
bufets de la costa este y por esta ocasión, los desiertos del sur, propongo un paseo por el antiguo
centro de Santo Domingo para descomprimir
las caminatas y las vistas de este hormiguero del
Caribe en un encuentro atemperado y delicioso
con la tercera opción; la península de Samaná y la
localidad de Cabarete, dos joyitas que en la costa
norte brillan por su diferencia.
La autopista Las Américas
La Zona Colonial
Es muy temprano por la mañana y las cortinas metálicas que protegen los negocios durante la noche se pliegan con idéntico sonido una tras otra,
un viento, extrañamente frío que ya nombrara el
poeta René del Risco, levanta la basurita que se le
escapa a las empleadas del ayuntamiento que limpian con sus monos fosforescentes las aceras. La
calle El Conde, centro comercial de la zona, alude al Conde de Peñalva o Bernardino de Meneses
Bracamonte, gobernador de la Española, quién en
1655 expulsó a los mismos ingleses que lograrían
en Jamaica mejores resultados.
Lo que sí lleva varias horas abierto es La Cafetera, una antigua cochera convertida en exitosa cafetería durante la década de los treinta por Benito
Paliza, pionero en la torrefacción de café en República Dominicana, quien movido por una gran
afición por las tertulias, las promovió en su local.
El espacio es estrecho y las piernas no me caben
en la barra, lo que no impide mi apreciación por la
anacronía de los letreros originales que anunciaban el precio de un batido y un sándwich cuando
todavía costaban un par de centavos. El menú es
escueto, tostadas, derretidos de queso y huevos.
El café es exquisito, expreso oscurísimo y si se
quiere con leche, servido en tacitas Duralex color
go dominican republic
Si quieres preparar tu viaje a
conciencia, o simplemente conocer más sobre este sorprendente país, te recomendamos
que visites la página web oficial del Ministerio de Turismo
de la República Dominicana
(godominicanrepublic.com).
En esta completa web
encontrarás información
exhaustiva sobre su historia,
su cultura y sus costumbres,
así como recomendaciones
sobre los lugares de mayor
interés turístico, los eventos más destacados de los
próximos meses, sus playas,
el gran abanico de actividades
que es posible realizar o su
extensa red de alojamientos
(que podrás además reservar
directamente haciendo unos
cuantos cliks). También tienes
a tu disposición una extensísima galería fotográfica que te
trasladará hasta este paraíso
terrenal aunque te encuentres
a miles de kilómetros.
ámbar de las que en los setenta aparecían en anuncios de televisión rebotando contra el piso como
bolas de tenis.
La arquitectura en el Conde padece los mismos
males que el resto de la ciudad, una mermelada
de estilos y presupuestos que por momentos convierte en tréboles de cuatro hojas los edificios
hermosos y sus detalles. Hay muestras de distintas épocas, algunos con base colonial y modificaciones art déco, art nouveau y modernista catalán.
El Conde debe caminarse con la mirada en 45
grados. Tiendas, restaurantes y peluquerías han
borrado cualquier vestigio de estilos que se mantienen a partir del segundo piso. Muy pronto este
desemboca en el Parque Colón, plaza de ladrillos
que sirve como antesala a la Catedral de Santa
María la Menor, la más antigua de América y de
la que sobresalen los estilos gótico, plateresco y
renacentista que fueron aplicados en catorce años
de construcción. Cabe mencionar el otro parque
de la Zona: el parque Duarte. En la calle Duarte
con Padre Billini éste es el punto de encuentro
nocturno más diverso de la capital, ganándose críticas de ciencia ficción de la prensa conservadora.
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Advertorial
En el sentido de las
agujas del reloj, la
Isla de los Pájaros,
en el Parque Natural
de Haitises, en
Samaná; la entrada a
la Catedral de Santo
Domingo; una animada terraza de la Zona
Colonial y la subida a
la iglesia La Isabela,
en Puerto Plata.
Con dos almacenes que venden cervezas y ron, sus
regulares disfrutan de ligeras leyes sobre el consumo de alcohol en espacios públicos y de la fachada
del imponente convento de los Dominicos.
Mucho más pequeña que la Habana vieja y más
grande que El Viejo San Juan, la Zona Colonial
no tiene ni los maravillosos excesos del barroco
cubano, ni el cuidado y organización del casco colonial sanjuanero. Lo que sí tiene la Zona es una
vitalidad económica diversa que no comparten las
otras Antillas hispanas. Abundan los talleres de
sastrería con máquinas de coser industriales de los
sesenta, las confiterías caseras con vitrinas llenas
de dulces de cajuil, naranja y papaya, el zapatero,
el ebanista y el frutero en triciclo. La artesanía sigue siendo heredada de manera productiva, a la
sombra de gigantes como IKEA.
El Barrio Chino
En abril de 2008, el presidente Leonel Fernández
inauguró en la avenida Duarte un nuevo nombre
para el conglomerado de tiendas, restaurantes y
residencias de propietarios asiáticos de esta calle.
Lo que antes fuera una cuadra donde unos cuantos conseguíamos ampollas de ginseng y cerdo
asado baratísimos, es ahora un atractivo turístico.
En el Barrio Chino hay una amplia variedad de
servicios económicos de masajes, uñas postizas y
pedicuras, pero los restaurantes son la mejor parte. El Sheng Yuang cuenta con las carnes y arroces
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ori z o n
de todo buen menú chino. El Mei Gui, Sushi Bar y
Lounge Asiático, es una opción más elegante que
incluye pato pekinés, el cual debe ser ordenado
con tiempo. Éste no es un centro histórico oriental construido para turistas, es un vecindario con
basura, ancianos y ropa colgada en los hierros de
los balcones. Casi todos los negocios son atendidos por chinos poco diestros en el manejo del español. Tres supermercados ofrecen exclusivamente productos chinos y hay también tiendas más
especializadas de cerámica no tan barata. Pero en
el Barrio Chino también hay haitianas que hacen
trenzas en una silla, así como iglesias evangélicas
donde se exhiben cientos de muletas abandonadas por los milagrosamente curados. Mi voto es
para el Asadero Chino, no apto para melindrosos.
Hay cerveza Sapporo tan fría como la Presidente.
Las costillas de cerdo cuelgan en una vitrina que
da al interior y la comida es sabrosa, sobre todo la
cazuela de berenjena y bacalao.
Surf, sand and sex
Si estás buscando descanso, silencio y playas solitarias, no vengas a Cabarete. En la ya popular
provincia de Puerto Plata, este pueblo de veloces
vientos, barras y campeonatos de todos los deportes acuáticos que se te ocurran, se ha convertido
en el destino oficial de los capitaleños entre 15 y
25 años, así como de atletas de pelo decolorado
del primer mundo. En esta capital mundial del
Dónde Comer
La Alpargatería: Ricardo y
Elena, celebridades de la escena
creativa dominicana, llevan
más de diez años poniendo
Santo Domingo a gozar con sus
ideas en proyectos musicales,
diseño y vida nocturna. Ahora se
han unido a César para hacer
alpargatas y buenas tapas en
este rinconcito fresco de la Zona
Colonial donde reciben a turistas, diseñadores y estudiantes a
la sombra de un muro cubierto
de musgos y helechos.
C/ Salomé Ureña nº 59.
Dónde dormir
Clave Verde: Es la locación ideal
para vivir Las Terrenas a tu
medida. Es un complejo de tres
casas de distintos tamaños (una
puede albergar hasta siete personas) en la cima de una loma
en La Barbacoa. El silencio se
hace acompañar de un horizonte
de lomas cubiertas por una
exuberante vegetación. Cada
casa cuenta con su cocina y wifi.
Aprovecha la materia prima de
Las Terrenas para preparar tus
propios platos. También se puede pagar por servicio de cocina
(criolla) y limpieza. La playa está
a cinco minutos en coche.
Tel.: 809 802 1146.
escapadas oz
Una serpenteante y hermosa
carretera, rodeada de frondosa
vegetación, en el Parque Natural de Haitises, en Samaná.
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Advertorial
La famosa cascada del Salto
del Limón, en Samaná, una de
las más altas del Caribe.
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escapadas oz
quitectura sostenible y cocina gourmet para cuatro
mesas sin hormigón armado en muchos metros a
la redonda. La carta de playas es exquisita. El Portillo es un banquete para el esnórquel, Punta Popy
es una playita ideal para niños pequeños, Playa
Bonita es como su nombre indica una invitación a
la caminata donde el paisaje cambia drásticamente cada dos o tres minutos y Cosón, quizás la playa
más apta para portada de brochure de las Terrenas,
ofrece kilómetros y kilómetros de palmeras, el
agua es de un azul cobalto y las olas, cuando el mar
está picado, pueden darte un sustito con el que sacudirte un segundo de tanta relajación.
windsurf y su hermano menor el kitesurf, verás el
horizonte tras el intrincado dibujo con que los
cables de cientos de kitesurfistas pueblan el aire.
Hay clases a corto y largo plazo, alquiler de tablas
y equipo, hoteles de precios razonables y eso sí,
muchos bares y mucho DJ de minimal tech y rock
y reggae en vivo. Lo bueno de Puerto Plata es que
tiene otros caminos, el pueblo homónimo posee
varios caramelitos de arquitectura victoriana, una
plaza con glorieta de cine y una replica en miniatura del malecón de la capital que termina en la
Fortaleza San Felipe. La más discreta Sosúa, por
su posición, es como un palco para disfrutar del
mejor atardecer del norte.
Samaná, la tierra prometida
Aunque para su fundación en 1756 se trajeron familias de las islas Canarias, gracias a filibusteros y
bucaneros que aprovecharon la soledad del territorio antes de su fundación y luego a colonos durante la dominación francesa, la influencia gala se
siente en los edificios, los nombres de las playas y
los apellidos de esta ciudad cabecera de provincia.
Tanto las playas como el pueblo hablan de una historia que entreteje de interesantes maneras a Europa, África y América y a conglomerados ya mixturados como los esclavos estadounidenses que
en 1824 arribaron al lugar a por los derechos que
su nueva condición de libertos debía garantizarles. Tras el triunfo de la Revolución Haitiana y su
posterior conquista del territorio español (actual
República Dominicana), el presidente haitiano
Boyer decidió colaborar con la American Colonization Society. Esta última era una hidra de dos
cabezas, formada por quakers abolicionistas que
creían que el esclavo liberto encontraría aún más
libertad en África y de terratenientes que temían
la sobreabundancia de negros ahora libres en territorio norteamericano. Gracias a esta alianza
34 familias de negros libres norteamericanos fueron reubicados en Samaná en 1824. Protestantes
metodistas, estos nuevos samanenses se hicieron
enviar una iglesia en barco desde Inglaterra que
ensamblaron en el pueblo para su congregación.
De madera forrada por zinc corrugado de estilo
victoriano la preciosísima Chorcha (The Church)
sigue ofreciendo cultos regulares en español y
en el inglés que todavía hablan los más de 6.000
descendientes que hay en la región, quienes conservan giros y palabras propias del siglo XIX que
trajeron sus tatarabuelos.
Junto a otros destinos de la costa norte que permanecen casi inmunes al turismo de resort, como
Cabarete, Las Terrenas ofrece una agradable mezcla de comunidades donde los nativos y los injertos comparten pequeñas economías funcionales.
En estas playas las actividades tradicionales
como la pesca sobreviven junto a iniciativas de ar-
la tierra del ron
Al oír hablar de la República
Dominicana el primer producto
que se nos viene a la cabeza es
el ron. Esta bebida se ha convertido en una seña de identidad
del país y en sus fábricas se
producen las botellas que son
consumidas en todo el mundo.
Aunque hay cantidad de marcas
distintas, algunas destacan
sobre el resto por su tradición
y calidad. Una de ellas es Ron
Barceló, que se estableció en
la ciudad de Santo Domingo en
1930 y no tardó en convertirse
en una referencia de los rones
locales. Un rápido crecimiento
que dio lugar a una de las
más grandes y prestigiosas
empresas dominicanas. Otro
claro ejemplo es Brugal, una
casa que lleva más de 120 años
realizando uno de los mejores
rones del planeta y que ha sido
un agente fundamental en el
desarrollo industrial del país.
Prueba de ello es la Fundación
Brugal, que tiene como objetivo
mejorar las condiciones de vida
de los más desfavorecidos.
El equilibrio perfecto
En los años setenta Las Terrenas era el refugio de
algunos intelectuales pudientes de izquierda, solitaria y alejada, era el campamento perfecto para
experimentos en nudismo y liberación sexual.
Poco a poco la pequeña burguesía capitaleña acudió al llamado de este pequeño edén, construyendo allí algunas cabañas para su sano esparcimiento,
cerrando el paso a los que gozaban de la clandestinidad. En los noventa una oleada de veteranos de
Ibiza y de otros lugares de Europa deciden hacer
de Las Terrenas su hogar. Huyendo de las raíces
de la decadencia del techno llegaron a la península
a inyectar marcha y buen vivir. Fueron estos españoles, franceses y alemanes quienes prefiguraron la actual cara de Las Terrenas. Respetando la
comunidad local e interviniendo en el paisaje con
respeto y buen gusto, abrieron pequeños bed and
breakfasts con tres o cuatro bungalows de madera
y también los restaurantes y bares de la playa de
los pescadores y luego las Ballenas y Playa Bonita.
Las Terrenas es un destino gastronómico. Cocina
vasca, pizza en horno de piedra y mesas a tan sólo
dos o tres metros del agua. En el hotel Atlantis el
ex chef de François Miterrand, Gérard Prystasz,
utiliza lo que el mar y la tierra producen en esta
región para maravillar con mezclas de la cocina
francesa y dominicana.
Lejos de la playa y buscando una de las cascadas
más altas del Caribe está el tour hacia el Salto del
Limón. Las críticas tan contradictorias que recibe esta experiencia en Tripadvisor hablan de una
constante en la naturaleza virgen, lo impredecible. Hay panaderías de premio como Sal y Sucre
y el Pan de Antes y terrazas como La Bodega para
bailar bachata en vivo toda la noche. Las fiestas
electrónicas privadas suelen ser de antología. Las
Terrenas es el perfecto matrimonio entre Europa y Santo Domingo y lo mejor es que toda esta
actividad ocurre en una atmósfera de calma y armonía, donde el burro ha sido sustituido por el
motor honda 70 en ruta hacia la playa para elegir
de la pesca del día, bajo el sol naciente, los mejores frutos del mar.
o riz o n
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LoS maGoS dE oZ
LUGares iMaGinarios
dESiERTo inFRanQuEaBLE
el PaíS de oZ
Torre del
espantapájaros
PaÍS dE LoS mucHKinS
ciudad ESmERaLda
PaÍS dE LoS QuadLinGS
GRan YERmo aREnoSo
PostaLes
¡Que vienen
loS cHaRlieS!
Afortunadamente, esta bélica frase pertenece a un lejanísimo pasado y Vietnam
es hoy uno de los destinos más en boga
del sureste asiático, visitado cada año por
miles de turistas llegados de todos los rincones del mundo. Ángel y nai, una joven
pareja viajera, nos enviaron esta postal de
una estampa típica de la actividad agrícola del país; en ella escribían: “¡Un saludo
a mis amigos de orizon! ¡Qué gran revista! Un abrazo desde Ho Chi Minh, la
antigua Saigón”. ¿Encontrarían en estas
lejanas tierras su lugar en el mundo?
Mándanos una postal de tus viajes a la redacción de
oRiZon. calle almirante nº9, 3º izq. madrid. cP: 28004.
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ori zo n
iLuSTRaciÓn: VicToRia dE diEGo
camino de los ladrillos amarillos
castillo del leñador
de hojalata
PaÍS dE LoS WinKiES
aREnaS moVEdiZaS
dESiERTo moRTaL
Este mágico universo, habitado por toda clase de
criaturas fantásticas, es uno de los recuerdos más
tiernos de nuestra infancia. nació de la imaginación
del escritor norteamericano L. Frank Baum y fue
llevado a la gran pantalla por esa factoría de sueños
que es la Metro-Goldwyn-Mayer. El País de oz está
formado por cuatro estados, situados en torno a la
Ciudad Esmeralda, hogar de la Princesa ozma. Ella
es la soberana de todo el reino, aunque estos cuatro
países gozan de una gran autonomía. Al norte está el
País de los Gillikins y al sur el de los Quadlings, ambos en manos de las brujas buenas. Por su parte, las
brujas malas controlan el de los Winkies, al oeste, y
el de los Munchkins al este. El territorio está rodeado por peligrosos desiertos, así que la única manera
de llegar es sobrevolándolos. Así es precisamente
como lo hicieron una niña llamada Dorothy y su perro Toto. Un ciclón hizo volar su casa de Kansas por
los aires hasta que fue a parar al país de los Muckins,
concretamente encima de la Bruja Mala del Este.
Comenzaba así uno de los episodios más memorables de la historia de este lugar, la gran aventura de
esta niña en su empeño por volver a casa, ayudada
por pintorescos personajes como el León Cobarde,
el Leñador de Hojalata o el Espantapájaros. El resto
ya es historia. Una historia que por muchos años que
pasen no nos cansamos de escuchar.
PaÍS dE LoS GiLLiKinS
comunidad
sociedades diferentes
la Revolución del jardín
advertencia
Al ser una sociedad secreta
(y delictiva) no existe una web
oficial ni nada parecido, pero
sí cuentan con grupos en
facebook y rocambolescas
entradas en wikipedia.
No todos los gnomos o enanos de jardín tienen la suerte
que aquel de la película Amelie, quien logra librarse de
su cautiverio y se dedica a recorrer el mundo y a enviarle a su dueño fotografías de los lugares que visita.
Por supuesto, todo se trataba de una pesada broma
de la protagonista, que se vengaba así de su padre por
prestar más atención a estas figuritas decorativas que a
ella. Sin embargo, la realidad supera a la ficción y exis-
te un extravagante colectivo que se hace llamar FLEJ
(Frente de Liberación de los Enanos de Jardín) y que
se dedica precisamente a eso, en una mezcla de gamberrismo y reivindicación estética contra el mal gusto
burgués. Comenzaron su actividad en Francia en 1996
pero se han extendido como la pólvora a otros muchos
países, incluido el nuestro. Así que vigila tu jardín,
pueden actuar en cualquier momento. –darío fraile
oriz o n
39
LOS MAGOs DE OZ
otros deportes
nos vamos de bolos
40
o ri z o n
acción
parece que el origen de este popular deporte, tan
practicado en la actualidad, se remonta al mundo antiguo. Se han encontrado evidencias arqueológicas de
que algunos egipcios, allá por el año 5.000 a.d.C., fueron enterrados junto a pequeñas botellas de mármol,
muy similares a los bolos actuales. Después vinieron
los griegos, más tarde los romanos, y así, de cultura en
cultura, de imperio en imperio, este juego fue evolucionando hasta llegar a nuestros días.
Aunque la mayoría de los historiadores coinciden
en que la génesis del juego de los bolos moderno, tal
y como hoy lo conocemos, se encuentra en los monasterios alemanes del siglo IV. Allí se practicaba un
ritual religioso en el que los feligreses tenían que derribar un palo que simbolizaba el pecado deslizando
algún objeto redondo, normalmente un canto rodado. Con el paso de los años, los monjes encontraron
en esta actividad una buena forma de matar el tiempo. Así, poco a poco, se fueron perdiendo las connotaciones espirituales de antaño hasta convertirse en
una actividad puramente lúdica.
Denominación de origen
Simplificando mucho, se podría decir que este juego
consiste en derribar un conjunto de piezas de madera, cuantas más mejor, mediante el lanzamiento
de una bola. Pero lo cierto es que existen infinidad
de modalidades diferentes, cada una de ellas con sus
propias características y reglas. Sólo en España, prácticamente cada región tiene la suya, y así podemos
encontrar a lo largo y ancho de nuestro territorio el
Bolo Leonés, la Cuatreada (en Asturias), el Pasabolo
Tablón (en Cantabria, Burgos y País Vasco) o el Tres
Tablones (en el norte de Burgos, Álava y Vizcaya),
sólo por citar algunos ejemplos. Pero sin duda la más
famosa es el bowling, la versión más internacional de
todas y la que se puede practicar en todo el país (y
en buena parte del mundo). A diferencia de otras especialidades, se juega en recintos cerrados y la bola
rueda o se desliza en lugar de ser lanzada. Se juega con
diez bolos colocados equidistantes unos de otros, al
final de la pista, en forma de triángulo equilátero.
Cada partida consta de diez turnos, y en cada uno de
ellos se lanza la bola dos veces (a no ser que se realice un pleno, es decir, que se derriben todos los bolos
en el primer lanzamiento). En un principio la pista se
realizaba con listones de madera de arce americano,
pero ahora lo común es encontrar materiales sintéticos que simulan las líneas de los listones originales,
las cuales son muy útiles para los jugadores, ya que
pueden tomarlas como punto de referencia para realizar los lanzamientos.
En nuestro país, el bowling se practica de manera oficial desde el año 1953, cuando se inscribe en la
Federación Española de Bolos, que había abierto sus
puertas doce años antes para acoger algunas de las
modalidades mencionadas anteriormente. Aunque
son innumerables los campeonatos que se disputan a
lo largo de nuestra geografía, las competiciones más
importantes son la Copa de S. M. el Rey, la Copa de S.
M. La Reina y la Liga Nacional. En la actualidad hay
unos 700 federados de bowling, cifra que se ha mantenido estable en las últimas tres temporadas. Aunque
es infinitamente mayor el número de aficionados que
acuden por su cuenta a la bolera a pasar un buen rato
en compañía de amigos o familiares. Y es que una de
las principales características de este deporte es que
es ideal para todo tipo de personas, no entiende de
edades ni de clase social, ya que no precisa de unas
condiciones físicas demasiado exigentes ni supone
un gran desembolso económico (el precio de una partida suele oscilar entre los 2’5 y los 5 ¤, dependiendo
de las instalaciones). Tampoco requiere mucho material técnico para su práctica, tan sólo unos zapatos
especiales que se adaptan a la superficie de juego y,
obviamente, una bola (aunque el uso de muñequeras
y guantes tampoco está de más). Toda esta equipación
se puede alquilar en cualquier bolera, por lo que no es
necesario hacer un desembolso previo.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la inmensa
mayoría de las boleras tienen instalaciones dedicadas
a los niños, con bolas más ligeras y pistas más cortas, para que los pequeños puedan disfrutar de este
deporte sin limitaciones. También es habitual que
ofrezcan la posibilidad de organizar cumpleaños o
cualquier otra celebración infantil.
una partida de película
Corría el año 2002 cuando
cientos de fans de El Gran
Lebowski –aquel alocado y
genial filme de los hermanos
Coen que narra las desventuras de El Nota (Jeff Bridges)– decidieron reunirse
en una bolera de Louisville
(Kentucky) disfrazados de
los distintos personajes de la
película. Nacía así el Lebowski Fest, un evento itinerante
que se celebra desde entonces en distintas ciudades
de Estados Unidos y que
comienza con el visionado
del filme y sigue con una
partida nocturna de bowling.
Todo ello amenizado con
conciertos y unos cuantos
tragos, de White Russian, por
supuesto. Si no te quieres
perder la próxima, visita
www.lebowskifest.com.
Boleras para todos
Existen unas 120 boleras en nuestro país, según la
Federación Española de Bolos. Una cifra más que
aceptable que nos sitúa an el top ten europeo. La más
veterana de todas ellas es la madrileña Bowling Chamartin (www.bowlingchamartin.com), situada en la popular estación de trenes de la capital, que lleva más de
treinta años al pie del cañón. A lo largo de este tiempo
se ha ido transformando y modernizando progresivamente y hoy en día sus veinte pistas siguen acogiendo
a un gran número de aficionados y de competiciones.
Si la de Chamartín es la más longeva, la más grande
–con 31 pistas– y la que cuenta con mejores servicios
–según varios expertos– es Bowling Park del Centro
Comercial Plenilunio (www.plenilunio.es), situado en
el noroeste de Madrid y del Corredor del Henares.
Pero todas las ciudades tienen al menos una bolera
a tener en cuenta. Así encontramos Artea Bowling
en Bilbao (www.arteanet.com), Bowling Pedralbes en
Barcelona (www.bowlingpedralbes.com), Bowling Center en Valencia (www.labolera.es), New Park Bowling
en Mallorca (www.newparkbowling.es), Boleras Pleno
en A Coruña (www.boleraspleno.com) y un larguísimo
etcétera que certifica que el que no juega a los bolos
en este país es porque no quiere. O, quizá, porque no
sabe lo que se pierde. –mateo palacios
Para más información puedes visitar la página web de la Federación
Española de Bolos (www.febolos.es), donde encontrarás todo lo relacionado con el bowling y el resto de modalidades de este deporte.
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LOS MAGOs DE OZ
15.00
Almuerzo en las alturas
El restaurante con mejores vistas
es el Gostilna Na Gradu, el comedor del castillo de Liubliana, que
está en una de las tres colinas de la
ciudad. Se puede subir caminando
o en funicular y, una vez arriba, degustar los platos más tradicionales
de la gastronomía eslovena.
Precio medio: 25 €. El funicular se coge
en la plz. Krek por 3 € (ida y vuelta).
16.30
LIUBLIANA fugaz
Elegante y acogedora, la desconocida capital eslovena,
otrora república socialista yugoslava, es un destino europeo
actual muy a tener en cuenta para una escapada exprés.
t e x to: camino martíne z
El Castillo
Una vez saciado el apetito, es tiempo ahora de recorrer la fortaleza
medieval en sí misma, la construcción más emblemática de la ciudad que se levantó en el siglo IX. Entra en su capilla gótica, visita
el museo virtual, pasea por el patio central y, lo mejor de todo, sube
a la torre, desde cuyo mirador de 360º conseguirás las fotos más
espectaculares de toda Liubliana.
Castillo de Liubliana: Grajska Planota, 1. www.ljubljanskigrad.si. Precio: 8 €.
Las visitas al Castillo se realizan desde el 1 de junio al 15 de septiembre a las
10.00 y a las 16.00 h. Y desde el 16 de septiembre al 30 de mayo con reserva.
10.00
fotos: Visit Ljubljana
Llegada
No existen vuelos directos desde
España. Por eso, lo más barato es
volar a algún aeropuerto cercano
(como el de Venecia) y, desde allí,
coger un tren, un bus o, lo más
cómodo, un transfer que te dejará
en tu hotel tras dos horas y media.
Trenes: www.slo-zeleznice.si
Buses: www.ap-ljubljana.si. Transfers:
www.goopti.com, 14 € por persona.
12.45
Paseo urbano
Ésta es una ciudad de bolsillo, así que, en
unas dos horas, puede darte tiempo para
recorrer sus principales alhajas. Lo mejor
es que hagas el tour a pie, para fijarte bien
en sus edificios barrocos y art nouveau,
pasear por las riberas del río Liublianica o
perderte por sus encantadoras callejuelas.
En tu itinerario, no olvides incluir iconos
como la plaza Preseren –lugar de encuentro de los liublianeses–, el puente Triple y
el de los Dragones, o el parque Tívoli.
Para más información sobre la ciudad, puedes
consultar www.visitljubljana.si y www.slovenia.info
42
ori z o n
18.30
Calle Metelkova
Pasea por esta avenida si te apetece visitar algunos museos, entre ellos, el recientemente inaugurado Museo de
Arte Contemporáneo. Pero, sobre todo, para conocer la
Ciudad Metelkova, un antiguo recinto militar yugoslavo,
convertido desde hace años en un curioso centro cultural
y artístico independiente, al aire libre. Tiene galerías,
locales de música en directo, bares para tomar un pivo/
cerveza a media tarde y hasta un hostal construido en lo
que fuera una cárcel, donde ¡se puede dormir en celdas!
Museo de Arte Contemporáneo: Metelkova, 22. www.mg-lj.si
Precio: Adultos, 5 € y estudiantes, 2,50 €.
Hostal Celica: Metelkova, 8. www.hostelcelica.com. Habitaciones/celdas: de 19 a 30 €. Ciudad Metelkova: www.metelkovamesto.org
33 horas
20.30
Hora de cenar
Regresa al centro urbano para disponerte ya a tomar asiento y cenar
en uno de sus restaurantes. Entre
las opciones está, por ejemplo,
este tranquilo y elegante comedor,
donde dar cuenta de una versión
actualizada de la cocina regional a
un precio muy aceptable.
Restaurante Valvas’Or: calle Stari, 7.
www.valvasor.net. Precio: 25-30 €.
10.30
22.00
Mercado Central
Si quieres vivir el verdadero ambiente de Liubliana, acércate a este
mercado. Obra de Joze Plecnik, arquitecto por excelencia de la
urbe, va desde la plaza Vodnik hasta el Puente Triple. En sus puestos
verás desde artesanía local, hasta productos típicos, como el aceite
de calabaza o los corazones de caramelo. La mayoría de lugareños
hablan inglés, y muchos, español (algunos, para nuestro pasmo, por
las telenovelas), así que, lánzate, te entenderán.
Para trasnochar
Pásate por alguno de los bares
que verás a las orillas del río,
cerca de la plaza Preseren. Una
alternativa más tranquila y dada
la tradición vitivinícola del país,
es la que ofrecen las vinotekas,
como Movia, al lado del Ayuntamiento. Si la idea es desmelenarse, también hay clubs abiertos
hasta tarde, como Top o Cirkus.
Abierto todos los días (excepto los domingos) de 8.00 a 14.00 horas.
12.30
Movia: Mestni, 2. www.movia.si
Klub Top: Tomsiceva, 2.
Cirkus: Mladinskih Delovnih Brigad, 7.
Haz un break
Deja atrás la algarabía del Mercado Central para tomarte un
momento de descanso al calor de un buen café. Prueba en los
cercanos Lolita y Zvezda, normalmente llenos de gente que va a
endulzarse la vida con una de sus famosas tartas (la gibanika y la
potica son las más typical slovenian). Otro sitio altamente recomendable –y algo menos bullicioso que los anteriores– es Bi-Ko-Fe,
ubicado en el barrio judío de la ciudad.
Lolita: Cankarjevo Nabrezje, 1. http://kaval-group.si/lolita. Zvezda: Wolfova, 14 (no
tiene web). Bi-ko-fe: Zidovska Steza, 2. www.bikofe.com. Un café cuesta 1,50 €.
13.30
00.00
A la cama
A tan sólo unos pasos de la plaza Preseren, está este emblemático
hotel construido en 1901. En la línea clásica de la fachada siguen
el resto de las instalaciones de este centenario cuatro estrellas: las
habitaciones (dotadas, eso sí, de la tecnología pertinente), el área
de fitness/belleza, sus bares y restaurantes, la boutique, la piscina de la
última planta... Muy completo, por cierto.
Gran Hotel Union Executive: Miklosiceva, 1. www.gh-union.si
Precio de la habitación doble: Desde 194 €.
De compras
Puedes ir a la famosa (y carísima)
Galería Emporium y admirar su
edificio art nouveau de 1903. Más
asequibles son las calles Copova,
Stari o Mestni, con tiendas donde
adquirir chocolate, vino o productos típicos hechos de miel, como
el chupito nacional y, así de paso,
brindar por el viaje. Na zdravje!
Galería Emporium: Plaza Preseren, 5A.
www.galerijaemporium.si
Vuelo de regreso: 19.15 h.
Tiempo en la ciudad: 33:15 horas.
Precio total: unos 200 €.
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LA MALETA DE
¿Un rincón poco conocido?
San José, un pueblo chiquitito de
Almería, que tiene el desierto a la
espalda y unas playas que no están
muy pobladas.
¿Cuál es el medio de transporte que más te gusta?
En el tren tienes conciencia de
viaje, de que te estás desplazando.
Puedes pasear, admirar el paisaje...
es mucho más agradable. Aunque
la emoción de irte lejos, coger un
avión y pensar que vas a aparecer
en cualquier otro lugar del planeta
también es interesante.
Silencio en la nieve (se estrenó
en enero) se ha rodado en Lituania, ¿qué te ha parecido el país?
Es precioso, está muy reconstruido. Su capital, Vilnius, es una ciudad bellísima, como de cuento de
hadas, justo lo que uno espera de
una ciudad del Este. La gente es
amable, muy abierta. El país está
viviendo una apertura, un cambio;
con ingenuidad, con curiosidad. Es
un sitio muy bonito para visitar.
Si pudieras viajar al pasado,
¿a qué época te gustaría ir?
Me gusta la época en la que estamos, con lo bueno y con lo malo.
Es la que nos ha tocado. No iría a
ninguna otra, estoy bien aquí.
JUAN DIEGO BOTTO
¿Cuál ha sido el viaje que más
te ha cambiado la vida?
Buenos Aires hace ocho años. Pasé
allí unos cuantos meses y supuso
un reencuentro con mi pasado.
Charlamos con el actor hispano-argentino sobre los
viajes realizados y aquellos que le gustaría realizar.
¿El último libro que te has leído
durante un viaje?
Articuentos completos, del escritor
valenciano Juan José Millás.
¿Un lugar literario al que te gustaría ir?
Macondo, el pueblo de Cien años
de soledad. Aunque hay lugares que,
aun siendo reales, descritos en una
novela adquieren otra dimensión,
como el París de Rayuela, en el
que la ciudad es dulcificada, poetizada, nostálgica…
1
2
3
¿Un objeto especial que te
acompañe en todos tus viajes?
Un reloj de pulsera que no funciona pero al que tengo mucho aprecio y la discografía de The Beatles.
4
5
¿Con qué personaje te gustaría
realizar un viaje?
Me gustaría conocer Nueva York
de la mano de Noam Chomsky,
Haití con Sean Penn y Chile con
la activista Camila Vallejo.
7
8
ORI ZO N
¿Qué encontraríamos si abrimos tu maleta?
Vaqueros, camisas (siempre de
manga larga, no soporto las de
manga corta), jerseys de lana sin
estampados y abrigos largos de
tela gris o negra.
¿Un gadget sin el que no viajarías nunca?
El portátil. Ahora mismo, estar
desconectado es complicado.
–PABLO ORTEGA
6
44
¿Qué nos puedes contar de tu
próxima película: Dictado (estreno el 9 de marzo)?
Es un thriller psicológico de una
pareja que adopta a una niña, algo
que despierta en mi personaje una
serie de fantasmas que parecía
que habían desaparecido pero que
estaban ocultos en mi interior.
1. Camisa de Springfield.
2. Cartel de la película Dictado.
3. Portada del libro Articuentos
completos, de Juan José Millás.
4. Postal de San José (Almería).
5. Discografía de The Beatles.
6. Postal de Vilnius (Lituania).
7. Maleta de Eastpack.
8. Vaqueros de Springfield.
Para suscripciones y números atrasados: [email protected] ó 902542045
arte
museo balenciaga
alta costura
El legado artístico de uno de los creadores más importantes y visionarios de nuestra
historia pervive en este museo, único en su especie, ubicado en la localidad natal del
diseñador, el idílico pueblo de pescadores de Getaria, en la costa de Guipúzcoa.
po r inés g arcí a albi
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arte
Era otro mundo. Un mundo no muy lejano en el
tiempo, pero sí en el modo de vida. Eran las primeras décadas del siglo XX y los veranos aristocráticos y de la alta burguesía por aquel entonces eran
largos, veranos de baúl, niñera, bailes en el casino,
cenas de gala y baños de mar. Para San Sebastián
todo cambió el día que los doctores de Isabel II,
afectada por incómodos problemas de piel, le
aconsejaron a sus 15 años saludables inmersiones
marinas. La corte se trasladó a la ciudad vasca ese
verano. Los tres meses de estío alejaban, a los pocos afortunados que por aquel entonces cambiaban de residencia en la canícula, del hoy aclamado
y turístico Sur. La aristocracia y las familias influyentes, industriales, burguesía y clase política no
tardaron en llegar. Lo elegante, lo que contaba, lo
in, era la costa Norte y San Sebastián, además de su
magnífica playa, estaba cercana a los centros veraniegos de la aristocracia europea en el vecino País
Vasco francés. San Sebastián se transformó para
acoger a su clientela más selecta, se construyeron
hoteles como el María Cristina, palacetes como
Miramar, el Casino (hoy Ayuntamiento) y el Teatro Victoria Eugenia. Las damas más elegantes del
país y de Europa lucían los modelos de las mejores
casas de moda por el Paseo de la Concha.
No muy lejos de allí, en Getaria, pequeña e idílica
villa de pescadores, vio la luz Cristóbal Balenciaga
en 1895. Él no pertenecía a ese mundo, pero lo vivió de cerca. Su madre era costurera en su pueblo
y, tal como cuenta Miren Arzalluz en su espléndido libro Cristóbal Balenciaga. La forja de un maestro
(1895-1936) de la editorial Nerea, acudía acompañada de Cristóbal, su hijo pequeño, al Palacio
Vista Ona, construído por los Marqueses de Casa
Torres en la segunda mitad del siglo XIX, donde
se encargaba de coser, remendar, confeccionar en
muchas ocasiones el vestuario de los niños de la
casa y algún que otro arreglo en los vestidos que la
marquesa, y también el marqués, compraban cada
año en los establecimientos más elegantes de París y Londres. Cristóbal conoció ya de pequeño el
vestuario de una dama de la alta aristocracia que,
según las crónicas sociales, destacaba por su elegancia. Los marqueses recibían en su villa a la flor
y nata del momento, entre los que se encontraba
la Familia Real española. Lujo, elegancia y refinamiento, joyas, sedas, rasos, encajes, sombreros…
un desfile que se repetía todos los veranos a los
ojos del joven Cristóbal que ya soñaba con dedicarse a la moda.
Todo seguía su cauce hasta que un día la marquesa preguntó educadamente a Cristóbal qué le
gustaría ser de mayor y él contestó solemne: “Haré
ropa preciosa como el traje que lleva usted”. La
marquesa continuó con las pesquisas y el joven no
desaprovechó la ocasión y apostó: “Podría copiar
el traje que lleva puesto si tuviera lino suficiente”.
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ori z o n
EL MENú Y el CARÁCTER
BALENCIAGA
“Era muy vasco de carácter,
introvertido, sencillo, callado,
muy amigo de sus amigos”,
recuerda Díez Rivera. “Le
encantaba ir a comprar el pescado y le encantaba la humilde
pescadilla que se muerde
la cola. También hacía unas
natillas especiales y un postre
con higos maravilloso, era un
hombre de gusto muy refinado,
no alardeaba de nada, no le
interesaba la fama, para él lo
importante era el prestigio”,
continúa. Getaria ofrece una
amplia oferta gastronómica
y las parrillas siempre están
a punto en las puertas de los
restaurantes. Besugo, rodaballo, chipirones… pescado como
el que traía su padre. Exquisito,
sencillo, elegante. Como le gustaba a su vecino más ilustre.
La marquesa aceptó el reto prometiéndole que le
haría llegar el traje y tela suficiente para demostrar su hazaña. Desde el momento que Cristóbal le
hizo llegar su trabajo, la marquesa se convirtió en
su protectora.
Aquí comienza la carrera como modisto de este
humilde vecino de Getaria que le llevó a San Sebastián donde abrió su primer establecimiento en
el que pronto entraron a probarse clientas tan selectas como la reina María Cristina y la infanta Isabel Alfonsa en 1925, Madrid donde abrió en 1933,
Barcelona en 1935 y, finalmente, París en 1936 donde no tardó en triunfar. A partir de ese momento
Balenciaga fue forjando su fama. Creador, artista,
arquitecto de la moda, mago de los hilos, genio, escultor de prendas, son sólo algunos de los adjetivos
que suelen acompañar su nombre.
Su obra casi escultórica, su manejo de los volúmenes, su elegancia, excelencia y honestidad se
pueden contemplar en el nuevo y flamante Museo
Balenciaga inaugurado en junio del 2011 en su villa
natal. Un museo único en su especie. Ningún otro
modisto cuenta con un espacio de estas características, señala Javier González de Durana, director
del Museo. La Fundación Balenciaga atesora 1.200
trajes donados por clientas y amigos, como los 109
vestidos propiedad de su discípulo Hubert de Givenchy, cuatro impecables piezas del armario de
Grace Kelly, el traje de novia de la reina Fabiola de
Bélgica (buque insignia de la colección), 29 piezas
de Bunny Mellon (una de sus más fieles clientas,
mujer del millonario Paul Mellon) y en torno a 200
piezas de Sonsoles Díez de Rivera, vicepresidenta de la Fundación, amiga y clienta desde niña –su
traje de comunión ya fue un Balenciaga– que heredó la amistad que unía al modisto y a su madre,
la marquesa de Llanzol, que incluyen su colección
particular de vestidos y trajes y accesorios, pertenecientes a su madre y a ella, así como fotografías
originales y documentación personal, entre la que
destacan cartas manuscritas del propio Cristóbal.
También hay clientas menos conocidas, mujeres
que tuvieron la suerte de vestir ‘un Balenciaga’ con
el que, según Díez de Rivera “te sentías más guapa,
más segura. Era una maravilla”.
Un entorno idílico
A la villa de Getaria (2.628 habitantes) se accede
por una serpenteante y hermosa carretera al borde
del mar. Es un espectáculo grandioso con diferentes tintes de color y estados de ánimo dependiendo
de cómo esté el océano. Getaria es un pueblo que
conserva todavía ese sabor, ese encanto de villa de
pescadores, por su calles estrechas que conducen
al puerto huele a pescado a la brasa, a mar, a redes.
Nos recibe un monumento dedicado a Juan Sebastián Elcano, otro de los ilustres hombres nacidos aquí, que fue el primero que completó la vuelta
arte
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al mundo. Él y Cristóbal son los dos vecinos más
famosos, dos innovadores, dos precursores. Pero
no son los únicos, ya que aquí también nació la soprano Pepita Embil, madre del tenor Plácido Domingo; y Domingo de Bonechea, explorador del
siglo XVIII que dirigió dos expediciones a Tahití
que dieron como resultado el descubrimiento de
varias islas no reseñadas por los británicos, además
de eruditos y novedosos estudios botánicos y documentación geográfica.
Antes o después de la visita al Museo hay que pasear por sus calles en donde destacan el conjunto
gótico formado por la Iglesia de San Salvador y dos
impresionantes casas torres abrazadas entre sí y
unidas a la Iglesia. Obligatoria la bajada al puerto,
uno de los refugios más seguros del litoral y centro
importante de la pesca de bajura: anchoas, bonito
y verdeles se descargan en temporada en sus dársenas. Verdes, azules, rojos, los vivos colores de los
barcos de pesca protagonizan otra de las postales
típicas de la villa. Un último paseo por el Monte
San Antón, popularmente conocido como el ratón
de Getaria, una pequeña isla que quedó unida al
pueblo y que muestra diversidad botánica y unas
inmejorables vistas del Cantábrico.
El nuevo Museo Balenciaga
El edificio se ve desde la entrada al pueblo. Se ve,
pero no impresiona. Los arquitectos Victoria Garriga y Toño Foraster –del estudio AV62–, encargados
de finalizar la obra y arreglar los desaguisados de un
presunto arquitecto cubano protagonista de una
historia desgraciadamente muy común en los últimos tiempos y que ya está en manos de la justicia,
lucharon para dar discreción y elegancia a la construcción, dos de las señas de identidad del creador
vasco. El Museo consta de dos edificios. El Palacio
de Aldamar, del siglo XIX, refleja ese mundo de refi-
LAS COMPRAS DE GIVENCHY
Givenchy tiene debilidad por
las anchoas de Getaria y no
duda en pedir por favor si
le pueden enviar cuarenta
botes de su producto más
preciado. Le encantan. Pero
tienen que ser del pueblo de
su amigo. Se puede visitar
la casa Itsa Mendi, donde
se elaboran las conservas
de anchoa. Pero además,
el amante de las compras
gastronómicas no puede
olvidarse tampoco del
Txakoli de Getaria –reconocido con Denominación de
Origen desde el año 1989,
perfecto para acompañar a
un buen pescado–, el queso
Idiazábal y el Patxarán, licor
de endrinas para después
de la comida. La tienda Sala
Nort en el centro del pueblo
es otra visita obligada.
namiento y aristocracia del que hemos hablado, que
se utilizará para exposiciones de otros diseñadores
y abrirá sus puertas en marzo con una muestra del
figurinista Carlos Sáenz de Tejada del París de los
años 30, unas ilustraciones que hablan de una nueva mujer, de moda, de Chanel, Schiaparelli, Lanvin,
Vionnet, el París que encontró Balenciaga cuando
se instaló en la capital gala.
Por otro lado, encontramos el nuevo y sinuoso
edificio cuyo interiorismo y proyecto museístico
ha sido realizado por el mismo estudio. Impresiona
por la sencillez interior, los amplios espacios y la estructura de desfile de moda de la colección permanente, que consta de 90 piezas sacadas de las 1.200
que custodia la Fundación y que irán renovándose
en diferentes muestras. Es un museo vivo.
La visita-desfile empieza en el espacio Comienzos,
dedicado a sus primeros pasos en San Sebastián
donde encontramos rarezas como dos trajes de
mediados de la década de 1920 que podría haber
diseñado Chanel y un vestido de novia de 1936 de
color azul marino que fue un escándalo. Sus creaciones ya destacan por su sobriedad e impecable
corte, a lo que se unían sus audaces combinaciones
de colores. La pasarela sigue en el espacio Día,
donde el modisto continúa con el proceso de experimentación de formas y diseños y saldrán a la
palestra sus nuevas propuestas, como la línea semientallada o el vestido saco que convulsionaron
el mundo de la moda en los años 50. El espacio
Cóctel nos adentra en los nuevos hábitos de la clase
adinerada posterior a la Segunda Guerra Mundial,
encajes y bordados alrededor de piezas con siluetas sencillas, cuerpos ajustados y faldas de gran
volumen. Drapeados, faldas abullonadas o siluetas
más audaces como el famoso baby-doll (1958). El
espacio Noche y Novias deslumbran al visitante,
creaciones únicas para noches y ceremonias únicas. Elegancia extrema, nada sobra, nada falta, ni
un adorno de más. Sonsoles Díez de Rivera, cuyo
vestido de novia se encuentra expuesto, recuerda
que en el Madrid de los años 50 y 60 “lo más era
casarse de Balenciaga en los Jerónimos y el cóctel
servido por Jockey”.
Balenciaga marcó una época, definió a un tipo de
mujer, una mujer escultura, siempre impecable, elegante y vanguardista, porque tras la visita del Museo se comprende el legado del creador vasco que
ha vuelto a su tierra a lo grande. La respuesta no
se ha hecho esperar. Más de 80.000 visitantes han
realizado ya su desfile particular. La moda, la alta
costura atrae, interesa, enamora. La visita a Getaria
ya era un clásico entre los amantes del País Vasco
por su paisaje y gastronomía que, como la obra de
Balenciaga, tampoco tiene adornos: buena materia
prima, impecable manufactura, sin florituras en el
plato. Pero el Museo ha atraído a un nuevo perfil de
visitante interesado por la moda, por la historia.
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grand hotel
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ori zo n
grand hotel
hotel Ballyfin (irlanda)
puro country
Una de las mejores casas de campo de la isla esmeralda cobra
vida de nuevo en forma de delicioso hotel de cinco estrellas.
po r V i cky Vi lches
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grand hotel
forma subterránea. La razón: en la puerta del hotel
la propiedad sólo quiere ver a sus huéspedes y a sus
maletas, y ninguna otra cosa que perturbe esta imagen de postal.
la primera vez que el empresario Fred Krehbiel
dejó Chicago para visitar la tierra de sus antepasados irlandeses, quedó fascinado por Ballyfin, pese
al lamentable estado de sus antiguas edificaciones.
Krehbiel, uno de los propietarios del gigante de la
electrónica mundial Molex, intuyó las magníficas
posibilidades de sus 250 hectáreas de campo, lagos y
árboles centenarios situadas a algo más de 100 kilómetros de Dublín y se propuso rehabilitar la ruinosa
mansión construida en 1826 por Sir Charles Coote,
primer baronet de Irlanda. La heredad le pareció
el escenario perfecto para recrear ese particular y
atractivo universo anglosajón entre aristocrático y
campestre que millones de personas de todo el mundo admiran gracias a novelas como Rebeca, Retorno
a Brideshead o Gosford Park. La determinación de la
familia Krehbiel, los inmensos recursos dedicados
al proyecto –se habla extraoficialmente de más de
60 millones de dólares– y casi diez años de obras no
sólo han devuelto a la mansión a sus años de esplendor sino que han hecho de Ballyfin una de las aperturas más comentadas del último año.
Todos los detalles de este exquisito y laborioso rescate de la decadencia se han cuidado de una forma
casi obsesiva. Unas 200 personas han participado
directamente en la restauración del edificio, desde
arquitectos y artesanos hasta un equipo de historiadores que ha asesorado a paisajistas e interioristas,
expertos principalmente en estilo georgiano, predominante en el hotel. Pero tampoco se ha pretendido
un revival nostálgico y no se han ignorado las ventajas de los nuevos tiempos, aunque algunas no se
aprecien a simple vista. Desde los establos del siglo
XVIII discurre un moderno túnel que conduce al
edificio principal, realizado expresamente para que
el transporte de mercancías y servicios se realice de
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ori z o n
Dónde
Ballyfin es un pueblo del Condado de
Laois, en la región central de Irlanda,
junto a las Montañas Slieve Bloom, a
mitad de camino de las ciudades de
Mountrath y Mountmellick.
arquitectura
La casa fue construida en la década
de 1820 y se considera uno de los
edificios neoclásicos más importantes del siglo XIX.
tarifas
Desde 660 € por persona en
habitación doble todo incluido.
No se admiten menores de 12
años, salvo que se alquile el hotel
íntegramente (por unos 17.000 €
diarios). www.ballyfin.com
Invitados, no clientes
“La idea era crear un mundo idílico, un poco al margen del tiempo actual y proporcionar a los huéspedes la experiencia de alojarse en una gran casa de
campo irlandesa más que en un hotel de lujo”, explica la dulce y solícita Aileesh Carew, al mando de
un eficiente equipo de 44 personas que conforman
el staff de Ballyfin. Una cifra elevada para atender a
un máximo de 29 huéspedes y quince habitaciones y
suites en un recinto donde no se permite el acceso a
los no residentes. Para acentuar la sensación de que
son más invitados que clientes, todo está incluido
en el precio: no hay que pagar por ningún extra, ni
siquiera la lavandería.
Tal vez no todo el mundo se sienta como la Reina
Isabel en su residencia escocesa, pero parece predominante la sensación de estar alojado en el casoplón
de un amigo del Gotha cuya familia tiene, además de
mucho dinero, un gusto excelente y una interesante
colección de arte y antigüedades. Espejos Chippendale, estucos, retratos originales de la familia Coote,
paredes recubiertas de seda, frescos, mosaicos, chimeneas y columnas conforman un escenario donde
nada parece desentonar. No falta, naturalmente la
espléndida escalinata por la que hacer una bajada
triunfal a la biblioteca, donde se sirve el cóctel previo a las cenas. Los numerosos salones del hotel dan
cuenta de la función principal de estas nobles casas
de campo: recibir invitados, disfrutar y agasajar. A
veces incluso impresionarlos y hasta sorprenderlos.
Durante los trabajos de restauración, Krehbiel se
topó con una de esas anécdotas con la que sueña
todo americano admirador de Indiana Jones. Tras la
falsa biblioteca de uno de los salones, se deslizaba
una puerta que conducía por un pasadizo oculto a
un invernadero con plantas extraordinarias. Hoy
acoge uno de los rincones más agradables del hotel
donde sentarse a tomar el té, posar la vista sobre el
verde infinito de sus campos y olvidarse de vuelos
cancelados y hoteles anodinos en recintos feriales.
Aunque quizá la mejor actividad en Ballyfin no sea
otra que sentarse frente a un gran ventanal o junto a
una de sus chimeneas y sumergirse en la lectura de
Orgullo y prejuicio, hay otras posibilidades que nos
harán sentirnos miembros de ese peculiar coto de
la nobleza terrateniente. Un largo paseo por la finca
nos abrirá el apetito para disfrutar de las suculentas
creaciones del chef Fred Cordonnier, al que podemos
acompañar al huerto ecológico o a la valiosa bodega.
El hotel ofrece además la posibilidad de practicar
pesca en el lago, tenis, croquet o bicicleta. La piscina
interior y el spa son siempre buenas opciones para
los más sedentarios o los días de lluvia.
grand hotel
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PORTADA
58 son guapos y apuestos como 62 mucho pasado comunista 70 San Petersburgo vuelve a 82 ce a un curioso fenómeno
Los vampiros de Transilvania
los de True Blood. El paisaje de
Rumanía resulta también un
hechizo inolvidable.
Todavía hoy en día queda
en Berlín Este. Rastreamos las
huellas de una historia en la que
se rompió felizmente El Muro.
Después de muchos años
ser el ballet efervescente de la
vieja capital de los zares. Caviar
y museos para sibaritas.
Por Yugonostalgia se cono-
que sigue reivindicando a Tito en
todas las repúblicas balcánicas.
Un revival político muy especial.
RUMBO AL ESTE
Para muchos la puerta se abre en Berlín y acaba en Siberia. Te invitamos
a transitar por algunos lugares que no deberías perderte: Transilvania y sus
vampiros, San Petersburgo y sus palacios, Erevan y su monte Ararat.
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rumanía mágica
Buscando vampiros
en Transilvania
Lejos de los tópicos que hablan de vampiros y empaladores, de noches en vilo y castillos
embrujados, recorremos una región montañosa donde la gente es amable, la gastronomía
suculenta y los lugares donde pernoctar inolvidables. Bienvenidos a Transilvania.
Transilvania
POR ALBER TO TOR R ES BLAND INA
Dispuesto a conocer de primera mano la realidad sobre Rumanía y los vampiros, decidí viajar hasta allí.
“Lo primero que debes saber sobre ellos es que son buenos”,
dice Elena Igescu, mi guía en Brasov, una de las ciudades más
bellas de Transilvania y menos tocadas por la fea arquitectura soviética promovida por el ex presidente comunista Caucescu. “Si
quieres asustar a un niño rumano, háblale del hombre del saco,
porque si le dices que viene un vampiro abrirá los ojos entusiasmado y correrá a buscarlo”.
–¿No tienen miedo a que les muerdan?
–Se dice que los vampiros beben sangre y algunas veces roban
bebés, pero no sabemos de nadie a quien le hayan robado el
bebé, así que estamos tranquilos. La idea general es que ellos
viven su vida y nosotros la nuestra. Sin molestarnos los
unos a los otros.
Tarda un poco en continuar.
–Lo segundo que debes saber es que son muy guapos. Y
eso es quizás lo único que tienen en común con el príncipe
Vlad.
–¿Vlad El Empalador? ¿El hombre que inspiró al famoso escritor Bram Stoker y su Drácula?.
–Aquí se le conoce como Vlad El Guapo.
Después de abandonar Brasov viajo con Elena hasta Sighisoara, un precioso pueblo medieval construido en la ladera de
una montaña. Ésta es la ciudad natal del príncipe Vlad, una de
las figuras históricas más importantes en Rumanía. Vlad perte58
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necía a la orden del Dragón, creada para defender la cristiandad de los turcos. Por eso se le conocía como Drácul, que en
rumano significa el dragón o también el diablo. Su leyenda negra
dice que no tenía piedad. Era un hombre muy cruel que empalaba a sus enemigos. De ahí venía su apodo Tepes, que significa
el empalador.
“Los rumanos no creen que el príncipe Vlad fuese un vampiro”,
me dice Elena mientras nos alejamos de la ciudad por un camino de tierra, entre colinas y campos de trigo. “Es nuestro héroe
nacional y su justicia es proverbial. Aún hoy en día mucha gente
afirma que con Drácula de presidente estaríamos mejor pues se
acabaría de una vez la corrupción. Era un gobernante duro pero
justo del que nos sentimos muy orgullosos”.
Se detiene frente a un pozo. Rumanía está llena de pozos, pues
no hay un sistema de abastecimiento de agua potable demasiado desarrollado. Se acerca y coge con su mano el vaso de metal
que descansa sobre la piedra.“Se dice que Vlad El Guapo puso un
vaso en un pozo para que todos sus súbditos pudiesen beber de
él. Por la noche desapareció. Al día siguiente puso otro y volvió
a desaparecer. Enfurecido buscó al ladrón y cuando lo encontró
le cortó las manos. Desde entonces nadie roba los vasos de los
pozos. ¿Ves? Su sistema funcionaba”, bromea.
Comienza a nevar. Volvemos hacia Sighisoara. Cuando aparecen las primeras casas vemos una gitana que va de puerta en
puerta vendiendo escobas hechas con ramas. Nos sonríe mostrando todo el oro de sus dientes.
transilvania
Dos pastores locales
en las frías tierras de
Transilvania.
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fotos: visit transilvania.
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El Castillo de Bran,
una de las postales
más típicas del país.
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transilvania
El siguiente destino es el castillo de Bran. Este
pequeño y fotogénico castillo construido sobre
una roca es la imagen más asociada a Rumanía y al
conde Drácula, pues le sirve de morada en todas
las películas al respecto. En realidad Vlad Tepes
jamás habitó en este castillo, sino en el de Poenari, hoy en ruinas. Pero la curiosa fisonomía de la
construcción de Bran y el bello paraje en el que
se encuentra hacen que la visita sea obligatoria.
Además, es el único lugar donde se puden comprar souvenirs asociados con los vampiros.
“Pensaba que los vampiros estaban más presentes en la cultura rumana”, digo a Elena mientras
observo los valles nevados y los pueblecitos de
tejados rojos desde la torre del castillo.“Que no
haya apenas souvenirs o camisetas con la cara de
Drácula no significa que no están presentes. Lo
están. En decenas de cuentos, chistes y expresiones. Por ejemplo, antes he escuchado a un hombre bromear sobre lo mal que lo están pasando
los vampiros hoy día, con lo que a ellos les gustan
las vírgenes. Y no solo eso, mira allí”.
Aparece un joven de pelo largo y gafas de sol.
Observa el paisaje y vuelve a desaparecer escaleras abajo.
–Ése es el look vampiro. Muy popular en toda
Rumanía.
–En España diríamos que va de estrella del rock.
Elena se pone seria:
–No digas eso. No tiene nada que ver. Los vampiros llevan el pelo limpio y arreglado. Y visten
elegantes. Las estrellas del rock, no.
Después me cuenta que la ministra de Turismo,
tras los malos resultados de la encuesta realizada
por el gobierno, decidió crear una campaña para
atraer visitantes dejando de lado los vampiros y
enfatizando otra cara más amable del país: sus
parajes naturales y el mundo rural, apenas contaminado por la modernidad.
Me despido de Elena, pues es casi fin de año y
quiere pasar esos días con su familia en Brasov.
También me despido de los vampiros: He decidido hacer caso a la ministra de Turismo.
Rumanía en sus caminos
Nadie conoce Rumanía si no pasea por sus caminos, entre campos de cereales y fotogénicos
bosques. Si no se mancha las botas con el barro
de las últimas lluvias o, en mi caso, de la nieve
que el sol de la mañana ha derretido. Si no bebe
agua de un pozo o saluda a la gente de una aldea, ocupada en sus animales y en sus tierras.
Si no tiene que apartarse al paso de un carro de
caballos, el único vehículo que funciona igual
sobre asfalto que sobre tierra. En mi andadura,
me encontré con una familia de gitanos que iba
cantando villancicos de casa en casa. Ellas iban
con sus pañuelos en la cabeza, sus faldas largas y
sus dientes recubiertos de oro. La boca, además
de una fuente de ostentación, es el único banco
de los nómadas. Ahí guardaban y guardan sus
ahorros, pues quién sabe cuándo tendrán que
moverse, quizás con excesiva rapidez, ya que su
mala fama les precede.
dónde comer
Brasov. Restaurante Bella
Muzica: muy céntrico, moderno
y acogedor. Buena carta. También es un hotel.
Restaurante Sergiana: uno de
los lugares preferidos por los
habitantes de la ciudad.
Tequila Bowling: restaurante,
bolera, discoteca… Para las
noches del fin de semana.
Sighisoara. Restaurante Casa
Vlad Dracul: éste es el lugar
donde nació el príncipe Vlad
Tepes. Ahora es un restaurante
de comida tradicional.
Bran. Vila Bran: complejo
turístico en un valle precioso:
alojamiento, restaurantes, piscina, ofertas de ocio, tiendas y
cientos de senderos.
Sibiu. Restaurante La Dobrun:
comida tradicional en el centro
de la ciudad.
Hotel Printul Vlad: precioso
hotelito de cuento en el campo,
en las afueras de Sibiu.
La cabra del gitano
En el tren que me lleva a Sibiu, la ciudad transilvana donde he decidido pasar el último día del año,
vuelvo a ver niños gitanos pidiendo de vagón en
vagón con ese artilugio de madera. Patriciu, mi
compañero de asiento, me explica que representa
a la cabra que tradicionalmente acompañaba a los
gitanos. Después me cuenta cómo el presidente
Caucescu los discriminó (por decirlo de una forma elegante) y muchos de ellos emigraron fuera.
“Los primeros embajadores de Rumanía en el
exterior fueron los gitanos. Después las prostitutas, que llenaron los burdeles de Europa. ¿Qué
idea podéis tener de nosotros? Ahora la gente
emigra en busca de un trabajo para alimentar a
sus hijos y no son bien recibidos, a pesar de que
somos un pueblo honrado y trabajador”, se lamenta Patriciu, con quien converso durante horas, pues la velocidad media de los trenes de este
país es de 25 km/h.
Cuando llegué a Sibiu busqué un restaurante
para la noche de fin de año, que en Rumanía se
conoce como Revelion. Finalmente me decidí
por uno que incluía cena y baile. Era caro, pero
tenía una gran mesa alargada para compartir entre todos los comensales. Me pareció una buena
oportunidad para conocer gente. Fueron llegando en grupos y, aunque lo intenté, no pude integrarme en ninguno. Los rumanos son gente muy
amable, pero también desconfiados al principio.
Para colmo, la comida que habían servido en
el centro de la mesa era escasa. ¿Había pagado
tanto dinero por unas cuantas tapas? La gente se
levantó de sus asientos y comenzó a bailar. Pude
reconocer la influencia del manele (música gitana) tanto en los movimientos como en la música. El manele, al igual que el flamenco en España,
está siempre presente, aunque sea de forma sutil. A las 12 un camarero me dio una botella de
champagne. En realidad dio una a cada persona.
Todos corrieron entonces a la calle. Los seguí y
bajo fuegos artificiales se descorcharon las botellas. Yo iba bastante borracho. Sin comida ni
conversación me había dedicado casi exclusivamente a beber. Borracho y enfadado por aquel
timo de cena. Entonces vi a los camareros preparados para servir el primer plato. En Rumanía la
tradición dice que la cena de fin de año se sirve
después de la medianoche. Y no sólo eso: según
pude observar a mi alrededor, romper la copa era
la forma que utilizaban algunos para brindar por
el año nuevo. ¡Había gritado a una persona que
solamente quería ser amable conmigo!
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Berlín
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La Potsdamer Platz
marca el inicio de
Berlín del Este.
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berlín
la puerta del este
Por las huellas
del Berlín rojo
Desde la caída del Muro en el año 1989, Berlín ha abrazado dos ciudades fundiéndolas
en una misma cultura centroeuropea. La tradicional Puerta del Este se abre hoy como una
excitante amalgama de tiempos pasados que se superponen con alegría y orgullo.
t exto : Lucía méndez
Foto s: Jonat han alonso
La primera vez que pisé Berlín abandoné las maletas en el
hotel y salí veloz para coger el metro en busca de los restos
del Muro. Sentía ansiedad por descubrir cómo era aquella pared de hormigón que había visto en el televisor en los días siguientes al 9 de noviembre de 1989. ¿Lo recuerdan? Fueron las
imágenes de las horas posteriores a la caída de la pared separatista: cientos de berlineses, del Este y del Oeste, se agolpaban encima y delante del muro, festejando el derrumbe de una
frontera que desde el sofá del comedor parecía aterradora.
Tras preguntar a varios transeúntes, sin éxito alguno, conseguí llegar a una avenida en la que había una pared que no
me pareció especialmente amenazadora. Se me antojó que no
podía ser aquello: a plena luz del día y con aquellos grafitis
y pinturas coloridas más parecía una valla publicitaria que el
cinturón opresor que había tenido a la Alemania Democrática
aislada durante años. Sin embargo, aquellos 1,3 kilómetros de
la calle Muhlenstrasse, junto al río Spree, sí que resultaron ser
restos del Muro, de hecho, uno de los pedazos más grandes
que se ha conservado.
Siempre que regreso a la ciudad tengo la misma impresión:
si uno quiere ver una reproducción más o menos fidedigna del
Muro, East Side Gallery, la anterior dirección, no es desde mi
punto de vista el mejor lugar: los murales del Trabant o el beso
entre el presidente Erik Honecker y Leonid Brezhnev le dan
un toque demasiado festivo a algo que no lo fue en absoluto.
Lo mejor para empaparse de la opresión de aquel despropósito es llegar hasta la calle Bernauer: allí, entre Acker y Berg, se
halla el museo dedicado al Muro, que cuenta con un excelente
centro de documentación y justo enfrente, un trozo de hormigón tal y como fue en su día: sobrio, triste y patético.
Cicatrices comunistas
Sin duda son más profundas en unos rincones que en otros y,
por ejemplo, Bernauer es un claro exponente de la locura que
supuso la construcción de una frontera en mitad de la ciudad:
esta arteria fue testigo de momentos especialmente trágicos
ya que las fachadas de sus edificios configuraban la frontera y
la acera era Occidente, por lo que era bastante habitual que
los vecinos se tirasen por la ventana en un intento desesperado de alcanzar la ansiada libertad. La calle también es famosa
porque fue allí donde un fotógrafo captó la imagen que dio la
vuelta al mundo de un joven policía de la RDA saltando sobre
las alambradas para cruzar al Oeste.
Cuando uno piensa en el Berlín dividido la imagen que viene
a la mente es la del Muro que la RDA empezó a levantar en
1961 para evitar la fuga de sus habitantes y que estuvo en pie
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hasta finales de 1989. Esa frontera era la que
se veía pero muchos ignoran que bajo el suelo
existían otros muchos muros.
En los primeros años hubo en el exterior una
pared de primera generación, poco más que
una alambrada; después llegaría la de segunda
generación a la que siguió una de tercera, puesta en marcha a partir del 68. Incluso se planeó
ampliar el muro a finales de los 80, dotándolo
de mayor tecnología. Las dificultades para cruzarlo eran cada vez mayores: perros, militares,
zanjas anti-vehículos, cercas electrificadas…
así que los alemanes del Este se las ingeniaban
para huir bajo tierra, a través de túneles y del
sistema de alcantarillado.
Cada huida era un quebradero de cabeza para
el Estado comunista y por eso se empleaban
a fondo imaginando todo tipo de soluciones
kafkianas para intentar evitarlas, como por
ejemplo, llenar las alcantarillas de desperdicios
que acababan siendo regurgitados a poco que
lloviese. O construir hasta ¡75 puestos fronterizos de control bajo el suelo!
El 95% del Muro fue demolido usando sus restos para construir autopistas, aparcamientos y
algunos pedazos viajaron a otros países. Los
trabajos de demolición llevaron poco tiempo
pero no fue hasta 1996 que no se eliminó el último paso fronterizo construido bajo tierra: lógicamente, estas fronteras generaron más problemas ya que no podía emplearse maquinaria
pesada en su eliminación.
Un reloj parado
Berlín es una metrópoli en constante ebullición
y ha sabido metamorfosearse en pocos años,
pero sigue conservando ese halo que sólo poseen las urbes de pasado comunista. Y es que la
línea divisoria no fue sólo una pared de piedra,
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sino también de tiempo: en el Este parecía que
el reloj se hubiese parado y mientras en el Oeste circulaban vehículos de todo tipo y la gente
vestía vaqueros Levi’s, en el lado oriental sólo
se veían Trabants y los vaqueros eran de producción nacional, de la marca Boxer.
La RDA resultaba la mar de exótica, tanto era
así que los programas turísticos de Occidente
incluían un alto en el camino en la Postdamer
Platz, que en aquel entonces nada tenía que
ver con la actual: desde una especie de pequeña plataforma, los turistas podían ver el terreno yermo al otro lado del Muro y espantarse
ante la imagen del comunismo. Llamados por
la curiosidad, un gran número de berlineses
occidentales cruzaban al Este cuando tenían
oportunidad (al principio no estaba permitido
hacerlo pero luego se estableció un visado que
duraba menos de un día). Para ellos era como
entrar en otro mundo.
Dónde dormir
Westin Grand Berlin. Estupenda dirección para descansar
como un rey. Situado en el corazón de la ciudad, este hotel de
400 amplias habitaciones fue
totalmente renovado en 2008.
Cuenta con un magnífico spa.
Friedrischstrasse 158-164.
Tel.: + 49 30 20270.
www.westingrandberlin.com
Dónde comer
Berliner Republik. Excelente comida e inmejorable
ambiente y decoración: tascabar-restaurante, sus platos
merecen la pena y el personal
destaca por su amabilidad.
Schiffbauerdamm, 8.
www.die-berliner-republik.de
Restaurante Anatre. Situado
en Hackesche Höfe (Rosenthaler Strasse), decántese por
su ensalada Anatre y pruebe
también sus patatas.
Puestos callejeros. Los hay por
doquier. Muy recomendables
las salchichas y las cervezas.
Una de las especialidades es
la salchicha berlinesa al curry
(currywurst), servida con patatas fritas. Un postre que no
hay que dejar de probar es el
strudel de manzana templado.
Uniformidad de los ciudadanos
Esas reminiscencias del pasado se siguen notando en la actualidad en el territorio que antes
perteneció a los rojos, aunque en ocasiones al
visitante le cueste discernir si está del que fuera
lado oriental u occidental. Por ejemplo se nota
en la arquitectura: para ver construcciones socialistas nada mejor que ir a la avenida KarlMarx, denominada anteriormente Stalinallee.
A ambos lados se alinean hileras de edificios
que entre los años 70 y finales de los 80 fueron la joya de la construcción comunista. Tener
una casa era considerado como una necesidad
básica así que los alquileres estaban subvencionados, pero eso sí, la uniformidad de los ciudadanos era tal que se reflejaba en el interior
de los hogares: misma distribución, similares
muebles, mismos productos que consumir…
cuando los había, evidentemente.
El flashback también está garantizado en el
museo de la RDA: en esta curiosa pinacoteca
interactiva uno puede sentarse en el salón de
una casa del Este, hurgar en los cajones de la
cocina, escuchar programas de radio de la época o incluso ponerse los auriculares cual miembro de la Stasi, el temible Ministerio para la
Seguridad del Estado.
La visita se completa con una pequeña tienda
en la que los nostálgicos y los curiosos pueden
encontrar, entre otros, Vita-Cola, la bebida refrescante cuya producción se paralizó con la
caída del Muro pero que volvió a producirse
años después. Otro museo curioso es el DDR
Motorcycle Museum, dedicado a las motocicletas producidas en el sector comunista.
Otras instalaciones de pasado truculento que
pueden visitarse son las relacionadas con la
Stasi. La Stasi fue la policía secreta del partido
berlín
En la página anterior, la librería Karl Marx Buchhandlung.
En esta página, el Checkpoint Charlie, uno de los
puntos más turísticos que
recuerda el Berlín dividido.
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berlín
Grafitis sobre los restos del Muro de Berlín
en la East Side Gallery.
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EL mítico Café Sybille,
en pie desde la época
soviética.
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berlín
oficial de la RDA y el instrumento más importante para sostener la dictadura: llegó a tener
91.000 empleados oficiales y 180.000 colaboradores encargados de vigilar a cualquiera que
pudiera resultar sospechoso. Y cualquiera podía resultarlo, dada su paranoia: para hacerse
una idea de sus métodos y de lo enfermizo del
sistema es de visita obligada el museo de la Stasi, en el barrio de Lichtenberg, anteriormente
su cuartel general.
En este escalofriante edificio, de tintes soviéticos y dimensiones totalmente desmesuradas
se muestran las artimañas empleadas para controlar a la población: micros camuflados, cámaras, armas, un camión cárcel para el traslado de
prisioneros... También puede verse la oficina
de Erich Mielke, director del aparato policial
hasta su desarme. Aunque lo que realmente sobrecoge el corazón es Hohenschönhausen, la
cárcel de la Stasi: fue campo de encarcelación
soviético después de la II Guerra Mundial y
a principios de los cincuenta pasó a manos de
la Seguridad del Estado, que lo utilizó como
cárcel. Allí iban a parar los ciudadanos que intentaban huir, aquellos que discrepaban de las
ideas del régimen, políticos caídos en desgracia, Testigos de Jehová o, incluso, críticos con
el sistema que vivían en el Oeste…
El enorme complejo carcelario era una zona
secreta, ni siquiera aparecía en los mapas, y
ningún ciudadano de la RDA que no trabajase en la Stasi podía acceder a ella. Los propios
prisioneros tuvieron que construir las celdas
en el sótano, denominado U-boot (submarino),
porque sus habitáculos no tenían ni ventanas ni
ventilación. Paradójicamente fueron aquellos
presos que consiguieron salvar la vida quienes
impulsaron el proyecto de conservar el centro
como lugar conmemorativo y centro de exposiciones una vez se acabó el régimen.
Palacio de las Lágrimas
Dividir Berlín conllevó además imaginar una
nueva estructura de transporte público: algunos
trenes occidentales seguían circulando por el
subsuelo oriental, por estaciones denominadas
fantasmas en las que no paraban. En sus andenes era habitual que hubiese militares armados
y, al recorrer dichas estaciones (Jannowitzbrücke, Bernauer Strasse, Unter den Linden fueron
algunas de las quince que existieron), los vehículos aminoraban la marcha (a unos 25 km/h),
situación que era aprovechada por ciudadanos
del Este para intentar colarse en ellos.
Friedrichstrasse, situada en el sector oriental,
fue una excepción: allí confluían las líneas del
este y las del oeste y la estación, que fue conocida como Palacio de las Lágrimas, tenía un andén para la RFA y otro para la RDA. Un telón
de acero que llegaba hasta el tejado separaba
los andenes: el sur se utilizaba para los viajes a
la RFA. Sus ciudadanos podían hacer trasbordo
desde allí hacia otros trenes, pero para los del
Este ésta era la última parada.
Aseguran los lugareños que fue precisamente
este afán por tenerlo todo bajo control lo que
llevó a construir una torre de televisión tan
alta, cuya esbelta figura (368 metros) puede verse desde casi cualquier punto de la ciudad. Se
erigió en 1969, aunque fue ideada mucho antes
por Hermann Henselmann, el planificador de
la Karl-Marx-Allee.
En la actualidad la esfera de la Fernsehturm
acoge un espléndido mirador así como un restaurante giratorio que ofrece una espectacular panorámica de 360 grados de toda la urbe.
Popularmente se la conoce como Telespargel
(mondadientes), y en los años del régimen comunista también se la denominó La Venganza
del Papa. ¿Por qué del Santo Padre? Pues porque curiosamente, al atardecer, la sombra de
la antena dibujaba en los edificios una enorme cruz… Una situación insólita que a ningún
ideólogo comunista se le pasó por la cabeza en
el momento de su construcción.
Planes comunistas
Para una noche sobria. En el
Hotel Ostel un retrato de Erich
Honecker te recibe en el hall y
en cada una de las habitaciones. Su decoración data de la
época comunista, al igual que
sus precios, sin competencia
(9,5 € la habitación compartida. 25 € la individual).
Wriezemer Karree, 5. 10243.
Berlin. Tel.: +49 30 257 686
60. (www.ostel.eu).
Conocer la historia del Muro.
Berlin Wall Memorial Site.
Bernauer Strabe, 111.
www.berliner-mauer-dokumentationszentrum.de
Cómo era la vida del Este.
DDR Museum. Karl-LiebknechtStr. 1. www.ddr-museum.de
Cómo funcionaba la Stasi.
Stasi Head Quarter (Ruschestrabe, 103. www.stasimuseum.de)
y prisión de la Stasi (Genslerstrabe, 66. www.stiftung-hsh.de).
Para más información visita la
página web www.visitberlin.de
La Ostalgie
Aunque las huellas comunistas son más evidentes en lo que fue el Berlín oriental, la zona occidental también se ha visto contaminada por
signos rojos, lo que a buen seguro sería visto
como un éxito por los impulsores del régimen.
Por ejemplo, el Ampelmann, el simpático hombrecillo luminoso de los semáforos creado en
la RDA y que cumplió cincuenta años en 2010,
actualmente es la imagen del Berlín unificado.
Por otro lado, el Muro, otrora pared levantada para protegerse del capitalismo, se vende en
pedacitos por doquier y todos los turistas quieren llevarse el suyo.
El Trabant (el nombre significa literalmente
compañero), vehículo oficial de la época y que
podía tardar hasta 16 años en ser entregado a su
abnegado dueño, constituye un gran reclamo
turístico en la actualidad para realizar recorridos por la ciudad.
Lo llaman Ostalgie, la nostalgia del Este. A
muchos no les gusta que se explote comercialmente este pedazo reciente y doloroso de su
historia, piensan que se ha creado una especie
de parque temático del comunismo e, indudablemente, si los impulsores de la RDA pudiesen verlo, se horrorizarían al comprobar que
los símbolos de su ideología han pasado a ser
souvenirs turísticos.
Pero es que, ironías del destino y aunque parezcan ideas totalmente contrapuestas, el comunismo vende. Y mucho.
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San Petersburgo
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Ensayo del famoso
Ballet Eifman de San
Petersburgo.
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san petersburgo
la ciudad de los zares
San Petersburgo
vuelve a danzar
La capital artística de Rusia retoma con fuerza su pujanza de ciudad de la cultura y los placeres.
Un destino ineludible para los amantes de las bellas artes, pero también para aquellos que no
pueden concebir una vida sin una arquitectura de ensueño.
por Alfo nso Ussí a Ho rned o
que funde frío y gloria a la
perfección. Sus calles, palacios, plazas, iglesias y puentes, nos
recuerdan lo importante que fue en su día, la ciudad más europea de Rusia. Qué no te extrañe su tamaño al llegar: estás
en la ciudad de los zares y si te paras a pensarlo tan sólo un
momento, corres el riesgo de quedarte congelado.
No serás el primero. Bajo su gélido cielo han caído muchos:
desde los obreros que la levantaron, hasta un sin fin de ejércitos que lucharon para hacerse con su control; pero no temas,
porque ya no es tiempo de batallitas ni de estufas de carbón.
Hoy es todavía si cabe más nuestra y cercana. Y es que la razón
fundamental de la creación de esta ciudad tan emblemática no
fue otra que la de acercar la vieja Europa a la gran estepa oriental de la enorme Rusia, bajo el sueño y la batuta de Pedro I El
Grande, el mejor de los Romanov.
Cuando en Europa brillaba Luis XIV convertido por motu
propio en Rey Sol, Pedro el Grande prefería construir barcos
con ingenieros holandeses en sus recién inaugurados astilleros. El gabacho criticaba a Pedro por participar con sus propias manos en tales hazañas, mientras que éste ignoraba con
suma sencillez los ataques de su homólogo francés; al fin y al
cabo, ningún barco hasta la fecha logró superar la destreza y
velocidad de los de Pedro I.
Poco después, el Zar decidió eclipsar el brillo del Rey Sol y
su Versalles, mandando construir Peterhof: el secreto del gran
emperador.
San Petersburgo es la ciudad
En 1714, el arquitecto J.B. Le Blonde comenzó a construir
este conjunto de palacios, espectaculares fuentes e inmensos jardines que dejarán atónito al visitante. Y es que no es
para menos; lo conforman más de seis palacios (con el Palacio
Grande a la cabeza), dos parques que suman más de 150 hectáreas, y un jardín, que posee el mayor número de fuentes del
mundo, donde destacan, entre otras, la fuente de Sansón con
su cascada hasta el mar del Golfo de Finlandia.
La mayoría de las fuentes, de oro y bronce, se mezclan con
inmensos chorros de agua que acarician con su espuma al viajero. La componen 37 esculturas de bronce dorado, 64 fuentes
y 142 juegos de agua que te harán pensar realmente, que si
alguien estuvo alguna vez cerca de Dios, ese fue Pedro I. Disfruta de esta escapada, el viaje llega a su fin.
Reconocerás también que has llegado al límite soportable
de estar rodeado de lujo y ostentación. ¿Qué buscabas sino
en San Petersburgo? Es así, y la pregunta que te harás cuando abandones la ciudad desde el aeropuerto de Pulkovo será:
¿Cómo calentaban los zares estos inmensos palacios de mármol, oro y hielo, con este frío?
La ciudad, que se protege gracias al río Neva del mar Báltico, ha sido el testigo que mejor podría contar la historia de
los últimos cuatro siglos de Rusia, y si bien el tiempo le ha
quitado y devuelto varias veces su nombre, San Petersburgo,
Leningrado, Petrograv o cómo se quiera nombrar; sus calles,
edificios y casas han conseguido sobrevivir a las peores y más
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duras condiciones para contarnos hoy todo lo
que podemos encontrar en la ciudad donde
más fuerte brilla el sol.
Cuando llegas, posiblemente hay dos cosas
que te dejan boquiabierto: La primera, su conjunto arquitectónico compuesto por un urbanismo de edificios neoclásicos y barrocos que
la hacen excepcional.
La segunda, la conservación y reconstrucción
de los numerosos templos, iglesias y palacios,
que tras dos guerras mundiales y los saqueos
de tiranos de todos los colores, han conseguido
elevar a la ciudad a la altura de Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco.
Contrastes urbanos
San Petersburgo es ordenada, dentro de lo que
el propio río permite. Las enormes avenidas,
rectas y anchas, dan paso a las dos alfombras
que cubren la urbe: una verde y llena de parques, árboles y, sobre todo, maravillosos jardines que te transportan a su pasado más occidental; y una segunda alfombra industrial que
nos demuestra que la ciudad se construyó también con el objetivo de ser la ventana comercial
de Rusia al mundo: fábricas, industrias, puertos
y astilleros que dan un color negro de humo a
lo que también se conoce como el motor de la
nueva Rusia. Pero que nadie se engañe, San Petersburgo es una ciudad llena de colores.
Hay un paseo que es obligado para todo visitante a la ciudad. Más te vale que aproveches
tus vacaciones primaverales, repito, hace un
frío del carajo en invierno. Deberás comenzar
tu recorrido por la calle Nevski Prospekt, una
columna vertebral que destaca por sus pintorescos edificios y por su bullicio.
Además de ser una de las calles más largas que
encontrarás, mide más de cuatro km., Nevski
Prospekt se considera una ciudad aparte dentro
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Una visita especial
Pushkin dista 24 km. de San
Petersburgo y era el refugio
particular de Catalina II. Entre
sus paredes habitó una vez la
octava maravilla del mundo:
una habitación construida
completamente con enormes
paneles de ámbar. La otra habitación corresponde a la sala de
los falos, donde Catalina reunió
una importantísima colección
de penes de madera y otros
materiales. Y es que su refugio
representaba el lugar perfecto
donde dar rienda suelta al
placer. Hoy en día, la sala de
ámbar es un reflejo de lo que
realmente fue. Sus jardines son
otro de los enormes encantos,
desde donde contemplar el
Golfo de Finlandia entre acantilados y cascadas heladas.
Las casas de esta singular
coordenada, representan
un pequeño San Petersburgo, más austero, donde el
turquesa, el azul, el rosa, el
amarillo y el blanco pintan sus
fachadas, algo más bohemias
y destartaladas pero con la
misma firmeza y tradición.
de San Petersburgo. Como dijo Marshall Berman, “es el único espacio de la ciudad que no
estaba dominado, ni por el poder de los zares
primero, ni por el de los socialistas después”.
Piérdete en sus bocacalles y disfruta de la multitud de cafés y restaurantes que se concentran
por sus alrededores. Es un chute de energía recomendado para afrontar la sobredosis de cultura y arte que te espera.
El km. cero de San Petersburgo no es otro que
la plaza del Palacio, que une la Avenida Nevski
con el Puente del Palacio, y por fin entenderás,
por qué San Petersburgo es la ciudad imperial
por excelencia. Aquí se conglomeran una multitud de edificios únicos, como el Palacio Menshikov y el edificio del Estado Mayor, aunque
fija tu mirada bien en el principal.
No es otro que el Palacio de Invierno, residencia oficial de los zares entre los años 1732 y
1917, fecha en la que se los bajaron a cuchillo, y
que representa la gloria y la fortuna de los Romanov. Su principal arquitecto fue el italiano
Bartolomeo Rastrelli, de ahí que predomine su
estilo barroco isabelino, y hoy alberga la colección de arte y las joyas de la maltrecha dinastía,
en lo que es uno de los principales museos del
mundo: el Hermitage.
Es de visita obligada, pero elige bien lo que
quieres admirar, si pecas de intenso y te propones contemplar cada obra un mínimo de un
minuto de tiempo, saldrás dentro cuatro años y
medio; eso si por supuesto no descansas ni un
solo segundo entre obra y obra.
Tras abandonar la plaza, no dejes de cruzar el
Puente Dvortsovi y dirígete hacia las Fortalezas de San Pedro y San Pablo, primeras edificaciones de la ciudad, cuando se la repartían a
tortas en el Báltico, rusos y vikingos noruegos.
El emblema y orgullo de los peters (habitantes
de la ciudad) reside en la Catedral de la Fortaleza, donde descansan los restos de sus creadores
y de los que un día poseyeron el trono de la Madre Rusia. Contempla y aprieta. Tienes muchas
más cosas que ver.
Además de museos, más de doscientos, San
Petersburgo es una ciudad sobrada de fe. De
sus innumerables iglesias y catedrales, el viajero no debe dejar de visitar dos fundamentales: La de San Isaac, principal y desde donde
se puede admirar una panorámica de la ciudad
(es la torre más alta, con 101 metros de altura),
y por supuesto, La Iglesia de El Salvador, que
sobre su sangre derramada por la ejecución de
Alejandro II, se levantó este templo. Si el viajero quiere rendir un homenaje a dos padres de
la cultura local y universal, deberá incluir en su
lista de cruces la de la Iglesia de San Alejandro
Nevski, donde Dostoievsky y Tchaikovski contemplan enlatados el porvenir de los años.
san petersburgo
En la página anterior,
la Catedral de Kazán.
En esta página, unos
policías charlan con una
mujer frente al Monasterio de Alejandro Nevsky.
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portada
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ori zo n
san petersburgo
Plaza del Palacio, con
el Palacio de Invierno
al fondo, uno de los
edificios que acogen el
museo del Hermitage.
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portada
La Iglesia de El Salvador
sobre la sangre derramada o Iglesia de la
Resurrección de Cristo.
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o ri zo n
san petersburgo
Es también una ciudad donde la música y la
danza tienen muchísima importancia. Ya se conoce la fama del ballet ruso, pero aquí existe
uno que manda sobre los demás, y ese es el Ballet Mariisnki. Además de su pasado, sus funciones son las más cotizadas por los locales y
los melómanos que llegan a San Petersburgo
para admirar los salones del Palacio del Gran
Nicolás, donde los acordes y los pasos te transportan a la dorada época barroca.
Hoy en día, sus calles albergan a más de cinco
millones de habitantes. Casi cuatro siglos después de su nacimiento, San Petersburgo vuelve
a brillar. Será porque en el fondo, su razón de
ser sigue más presente que nunca.
En sus Noches Blancas, nombre de las noches
de entre mayo y julio, cuando por su latitud no
oscurece del todo, San Petersburgo se transforma en una ciudad todavía más occidental
y festiva si cabe. Es el auge de Peter y el buen
tiempo que se da entonces, con temperaturas
medias diarias de 10 a 18 grados, hacen de los
meses estivales un momento perfecto para poder navegar por el Neva, y ver así el oro que una
vez un Duque español tiró al fondo del río, o
para poder disfrutar de sus numerosas terrazas
y plazas, donde poder degustar un típico blini,
mientras calentamos nuestros pies con el sabor
a crepe y mar.
Sus más de veinte puentes levadizos dan paso
a los barcos que hacen del Neva su fiesta, y se
funden en el cielo a la perfección las agujas de
sus templos con el leve atardecer. Las nombró
el gran Dostoievski: “Hay algo inefablemente conmovedor en nuestra naturaleza petersburguesa cuando, a la llegada de la primavera,
despliega de pronto toda su pujanza, todas las
fuerzas que el cielo la ha dotado, cuando gallardea, se engalana y se tiñe con los mil matices de
las flores”.
Peter noctámbulo
Entonces San Petersburgo se transforma, sí.
Vive de noche pero las farolas apagadas te
confunden; es de día, pensarás. Aprovecha tus
horas porque los restaurantes y los bares no
cierran. Todas las orillas del Neva son testigos
del fervor al que te llevará el vodka, bebida
obligada si visitas Peter y, más aún, si lo quieres
conocer calentito.
Es recomendable alquilarse un coche o trasladarse en taxi aunque si quieres meterte de lleno
en el papel, atrévete con el metro. Consta de
cinco líneas y aunque quizás sea la número dos
la que mejor atraviese la ciudad de norte a sur,
te recomiendo utilizar la uno, o Roja, que va
desde Devyatkino hasta Prospekt Veteranov, y
fue la primera de la ciudad, desde su inauguración en 1955.
Dónde comer
Restaurante Podvorie. Situado
fuera de la ciudad, cerca de
Pávlovsk y Pushkin, es un
establecimiento asequible de
comida tradicional, un buen
lugar para probar el stroganoff,
uno de los platos más típicos (en
la imagen). www.podvorye.ru
Restaurante Taleón. Una buena
opción si estás buscando un
mayor nivel. Situado en el interior
del hotel de lujo Taleon Imperial,
junto al río Moika, su carta está
compuesta por platos rusos y
europeos. www.taleon.ru
Dónde dormir
Grand Hotel Europe. El bolsillo
manda, pero si dispones de
jurdó, tu elección debe ser ésta.
Un palacio en sí mismo.
www.grandhoteleurope.com.
Arbat Nord Hotel. Recomendado
para el que busca tranquilidad y
recogimiento. Situado en la avenida Artilerivskaya, a dos pasos
del cetro histórico.
www.eng.arbat-nord.ru
Alexander House. Pequeño pero
con unas habitaciones espectaculares. www.a-house.ru
Esta línea te puede aportar otro tipo de arte
petersiense: el de sus estaciones de metro. Y es
que los del Partido, intentaron con estas construcciones poner a disposición de su pueblo los
palacios que un día hicieron sombra a la masa.
En su falsedad, prometían a la gente que todos
podían ser zares, aunque fuera sólo de estación
en estación.
Desde la estación de Avtovo, espectacular
edificio sostenido por columnas de cristal y
alumbrado por enormes lámparas de araña; la
de Kyrovski Zavod, donde los mármoles y el
brillo de sus tragaluces te produce dolor en los
ojos; o Pushkinskaya, en honor al Lord Byron
ruso, donde sus paredes siempre mantienen los
ramos de flores frescos, que devuelven la primavera al poeta.
Desde luego, que esta forma de moverse por
la ciudad te sorprenderá. Como lo hará también
la gente con su prolongación corporal a botella
de vodka y con lo que bajarás en las escaleras
mecánicas. Es el metro más profundo del mundo con estaciones que están entre los 60 y lo
110 metros de profundidad. Esto se debe a que
bajo la ciudad aún rugen hacia el mar varios
ríos, además del Neva, que es de los más caudalosos del continente. Así que elige muy bien tu
forma de moverte.
Si tienes suerte con el tiempo, no dejes de visitar sus enormes parques y jardines. Es un contraste más que disfrutar.
Estando en San Petersburgo hay dos platos
que no puedes dejar de probar. Uno es el stroganoff, plato que inventó el cocinero principal
del General Ruso Stroganoff, durante un concurso en el año 1890. Además de los bistrós, que
abarrotan ahora la ciudad, donde la comida es
tradicional y barata, San Petersburgo posee
restaurantes de primer nivel, como Taleon y
Palkin, y otros más asequibles pero no menos
exigentes, como Suvorov o Podvorie. Otro plato mucho más cotidiano es la sopa borsch, aunque ésta la puedes degustar en las muchísimas
tascas que recorren el casco más antiguo de la
ciudad. Aunque no puedes acabar el viaje sin
tomarte unos blinis con caviar, ¿dónde lo vas a
hacer si no es en Rusia?. Recomendamos el Caviar Bar del Grand Hotel Europe. Ya que nos
ponemos exquisitos, nos ponemos exquisitos
de verdad, ¿no?
Así es San Petersburgo: grande y hace frío,
pero tras sus muros convive la alegría de los locales con la euforia de los visitantes.
Ya no huele a repollo en sus calles, ni es reciente la Revolución, y aunque en sus plazas,
repletas de historia y de vida, hayan ocurrido
los sucesos más importantes de los últimos
cuatro siglos de Rusia, hoy está más abierta y
alcanzable que nunca.
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portada
EREVaN, ARMENIA
La ciudad que mira
al Monte Ararat
La capital armenia sorprende por su vitalidad y su hospitalidad. Música, gastronomía
y un sinnúmero de museos adornan el periplo de un viajero que se siente en el corazón
del Cáucaso, en un país que todavía no olvida el genocidio turco.
Erevan
POR josé luis ang ulo
Decidí viajar a Armenia sin apenas conocer nada de ese
pequeño país situado entre Europa y Asia, tan sólo que desde
1920 hasta que logró su independencia en 1991, había sido una
de las 15 repúblicas que conformaron la URSS. Quizás ese dato
me ayudó a entender un poco más las rudas maneras de un policía que ni siquiera me miró, tan sólo observó mi documentación y con un golpe seco selló mi pasaporte. Acababa de entrar
en Armenia
El trayecto desde el aeropuerto Zvarnots al centro de Erevan
era un contínuo despliegue de neones anunciando diferentes casinos. No había imaginado que a los armenios les gustara tanto
el juego. Recordé entonces haber leído que la población de
este país tenía alrededor de tres millones y medio de habitantes, en cambio los esparcidos por el resto del planeta
casi triplicaban esa cifra, algunos de ellos tan conocidos
como el tenista Andre Agassi, el cantante Charles Aznavour, el galerista Larry Gagossian o el director de cine
Atom Egoyan.
La primera advertencia que me hizo Zsara, mi guía, fue:
“Ten cuidado al cruzar, los coches casi nunca respetan los semáforos y mucho menos los pasos de cebra”. Este apunte sobre
el tráfico, que pude comprobar de inmediato, me mostró que me
encontraba más cerca de Oriente de lo que había imaginado.
Comenzamos la visita callejeando por esta ciudad fundada en el
año 782 a.d.C. y por lo tanto una de las más antiguas del mundo.
En sus inicios fue tan sólo una pequeña fortaleza, Erebuni, que
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ori z o n
se construyó como defensa de los ataques procedentes del norte
del Cáucaso, pero poco a poco fue creciendo hasta ser codiciada
por persas, romanos, turcos, mongoles y rusos.
Sin darme cuenta habíamos llegado hasta la Cascada, una
tremenda escalinata de cinco plantas construida en hormigón
y mármol blanco en los años setenta. Lentamente ascendimos
hasta llegar a la terraza donde varios jóvenes charlaban animadamente. El esfuerzo había merecido la pena puesto que desde este
excelente mirador, con la ciudad a nuestros pies, pude observar
las estrechas callejuelas repletas de antiguas casas construidas
con piedra volcánica o los horrorosos, grises y mastodónticos
edificios levantados durante la época soviética. Pero sin duda lo
más impactante fue divisar a lo lejos la cumbre nevada del majestuoso Monte Ararat, que con sus 5.165 metros de altura es el
símbolo más importante y sagrado para todos los armenios.
El monte Ararat
Zsara me indicó que tomara asiento, quería explicarme algo. En
su mirada percibí una mezcla de tristeza y a la vez orgullo. “Eso
que ves”, comenzó diciendo, “es ahora territorio turco, mientras señalaba la montaña. La URSS se lo regaló tras la división
de fronteras pactadas en 1923, pero para nosotros los armenios,
sigue siendo la Armenia histórica, a pesar que no podamos pisar
ese suelo. En la Biblia, en el libro del Génesis, se afirma que fue
en la cumbre de la montaña donde se posó el Arca de Noé tras el
Diluvio Universal”.
erevan
El Tsitsernakaberd,
monumento dedicado a
las víctimas del genocidio turco de 1915.
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fotos: Kariné chobanián
portada
Fachada del Museo
de Historia de la
ciudad de Erevan.
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o ri zo n
erevan
Descendimos y de pronto Zsara, que hablaba
perfectamente español a pesar de no haber pisado jamás nuestro país, comenzó a hablarme
en armenio. Por supuesto, yo no entendía nada
pero ella sonreía, todo tenía su explicación. Nos
encontrábamos junto a la puerta de entrada del
fascinante museo Matenadaran y frente a una
tremenda escultura en piedra de Mesrop Mashtots, el monje que en el año 405 creó el alfabeto armenio, compuesto de 36 letras, para poder
traducir textos religiosos.
El museo alberga en su interior un verdadero
tesoro compuesto por más de 17.000 libros manuscritos sobre matemáticas, geografía, música,
etc. Tantas explicaciones nos habían abierto el
apetito así que fuimos al Tavern Caucasus, un
espléndido restaurante donde de nuevo percibí, al ver los platos que iban depositando sobre
nuestra mesa, que la cocina armenia tenía mucha influencia oriental. Crema de berenjenas, algunos entremeses y una exquisita sopa caliente
de yogur con maíz y cilantro fueron un excelente revulsivo para poder proseguir nuestra visita
vespertina por la ciudad.
Alrededor de la Plaza de la República se encuentran la Galería Nacional, el Museo de Historia, el edificio de Correos y el fastuoso Hotel
Marriot. Confieso que por lo general estas visitas a los museos me aburren bastante y en esta
ocasión no fue diferente. Prefiero pasear por las
calles o curiosear por los bulliciosos mercados
y esta vez tuve suerte porque muy cerca se encontraba uno cubierto. En su interior decenas
de puestos mostraban sus mercancías. Infinidad
de panes diferentes, decenas de suculentos frutos secos que los vendedores me daban a probar,
quesos, gordas y rojizas granadas –por cierto,
esta fruta es el símbolo nacional de Armenia–,
verduras, hierbas aromáticas, aceites, dátiles y
un sinfín de productos que harían las delicias de
cualquier pintor de bodegones.
Heridas del pasado
Antes de regresar al hotel nos detuvimos en una
de las innumerables terrazas que hay por toda
la ciudad para tomar algo. Yo opte por pedir
una Kotayk, cerveza local de suave sabor. Toda
la noche estuvo lloviendo y el día amaneció frío
y desapacible. Para colmo comenzamos nuestra
nueva jornada yendo a un lugar de esos que encogen el alma, el Museo y el Monumento a las
Víctimas del Genocidio. Mientras descendíamos al interior del museo, escuché con mucha
tristeza y rabia que durante los primeros años de
la Primera Guerra Mundial más de un millón y
medio de armenios desaparecieron bajo las órdenes del partido político (Jóvenes Turcos) que
ostentaba el poder en ese momento en el Imperio Otomano.
DATOS PRáCTICOS
Embajada de Armenia.
C/ Mayor nº 81, Madrid.
Tel.: 91 542 26 27
Email: embajada@
armenia.e.telefonica.net
cómo llegar
En verano hay vuelos directos
a Erevan desde Madrid y
Barcelona con la compañía
aérea nacional Air Armenia.
Otras líneas aéreas como Air
France, Lufthansa, Aeroflot o
Czech Airlines lo hacen con
una escala intermedia. Como
es habitual, los precios varían
mucho según la línea aérea
utilizada y la temporada.
Dónde dormir
El alojamiento en Erevan no
supone ningún problema.
La variedad va desde los
lujosos hoteles de cinco
estrellas, hasta sencillos
establecimientos de dos.
Otra opción es alquilar un
apartamento que puede ser
incluso por días.
Todavía hoy, a pesar de los años transcurridos,
Turquía no reconoce dicho genocidio argumentando que lo que sucedió, a pesar de la gran cantidad de documentos que acreditan lo contrario,
no fue algo premeditado sino que fue debido a las
crueles consecuencias de la guerra. Esta visita me
dejó bastante tocado así que Zsara me propuso ir
al mercadillo Vernissage. Entre infinidad de objetos decorativos de dudosa belleza, medallas de
la época de Stalin y Lenin, relojes, joyas, cubiertos de plata, cuadros, libros y todo lo que pueda
uno imaginar, encontré un curioso instrumento
musical, era un duduk, una especie de óboe hecho
con madera de albaricoque y que es considerado
el instrumento nacional armenio.
Para la tarde, Zsara me propuso un interesante
plan. Uno de sus mejores amigos cantaba en el
grupo Garni, un conjunto de música coral religiosa. Podíamos asistir a uno de sus ensayos en una
iglesia cercana. Acepté encantado. Armenia fue
el primer país que adoptó el cristianismo como
religión de estado allá por el 301 d.C. Años más
tarde, en el 451, se celebró el Concilio Ecuménico
de Calcedonia donde el país defendió la tesis monofisista, es decir una única naturaleza, tanto humana como divina para Cristo. Roma, en cambio,
apoyaba la de dos naturalezas independientes.
A partir de aquel momento la iglesia armenia se
declaro autónoma y comenzó a practicar un rito
ortodoxo oriental diferente al católic0s.
El día siguiente, sería mi última jornada en Erevan y aún quedaban un par de propuestas interesantes. Un a de ellas era el museo de Sergei Parajanov. Esta casa de dos plantas, inaugurada en
1991, alberga en su interior centenares de objetos
de este director de cine, artista multidisciplinar,
celebridad internacional y persona declarada non
grata por el régimen comunista, que incluso llegó
a ser encarcelado. Murió en 1990 a los 66 años
de edad de un cáncer de pulmón. Hay que tomarse la visita con calma para poder disfrutar de sus
extraordinarios y complejos collages, dibujos abstractos, películas, muñecas y un sin fin de obras
que dejó para la posteridad este polifacético y
singular personaje.
Y por último fuimos a la fábrica de cognac Ararat. El escritor ruso Máximo Gorki comentó en
una ocasión: “es más fácil salir sano y salvo de una
ascensión al Monte Ararat que hacerlo de una
visita a la fábrica de cognac”. Este licor es otro
de los emblemas del país y goza de un prestigio
internacional. La visita a la destilería finalizó con
una larga y completa degustación. Esa noche, tomando una copa en el Malkhasz, un afamado club
de jazz, tuve la intuición que en los muchos kilómetros que me quedaban por recorrer en este largo periplo por el Cáucaso iba a encontrarme muchas más sorpresas. Erevan había sido la primera
y por supuesto un agradable descubrimiento.
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Yugoslavia
portada
Retrato fotográfico de
Josip Broz ‘Tito’ expuesto en un restaurante de
Belgrado (Serbia).
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ori zo n
yugoslavia
Serbia, croacia, eslovenia, bosnia, montenegro
Suspiros de
Yugonostalgia
Serbia y las distintas repúblicas de la ex Yugoslavia protagonizan un fervoroso revival
de Yugonostalgia con un personaje de culto: el desaparecido dictador Josip Broz ‘Tito’.
Recorremos los santuarios en esta auténtica peregrinación mitómana.
po r patr icia g o sálvez
de 35.000 metros
cuadrados en un polígono de Subotica (Serbia), entre un concesionario y una imprenta. Tiene 8.000 nacionalizados con
un pasaporte de pega. “Nadie nos preguntó si queríamos dejar
de ser yugoslavos, no hubo un referéndum, así que era nuestro derecho democrático volver a serlo”, explica por teléfono
Blasko Gabric, propietario de la finca. Entre sus 3.000 árboles ha plantado enormes carteles de Josip Broz Tito junto a
líderes mundiales: “De la Reina de Inglaterra a Castro, todos
le querían”, dice. También ha creado un mini monte Triglav
(de 2.864 metros a 14,5) sobre el que ondea la antigua bandera
de la federación y busca un inversor para terminar la piscina
que hará las veces del mar Adriático en su parque temático.
Gabric fundó Yugolandia en 2003, tras pasar treinta años en
Canadá. “Me convertí en un pequeño capitalista”, explica el
impresor de 67 años, “hasta que comprendí que vivía en el infierno y decidí volver al cielo en la tierra”. Lo malo es que
para entonces su paraíso terrenal –“aquella Yugoslavia en la
que vivíamos felices y en paz”– se había desintegrado en la
Guerra de los Balcanes.
La Yugonostalgia “no es un fenómeno masivo ni ubicuo, sin
embargo, su incidencia es tan numerosa, está presente en tantos lugares y entre grupos tan diversos que ni el viajero más
despistado podría no percatarse de ella”, explica el profesor
de sociología de la Universidad Liubliana, Mitja Velikonja. En
su libro Titostalgia (2008) afirma que la añoranza del pasado
Yugoslavia se encuentra en una finca
no distingue edades ni nacionalidades y analiza cientos de
ejemplos. De los típicos souvenirs (llaveros, mecheros, imanes,
camisetas o calcetines con la cara del líder, la bandera o las
siglas SFRJ), a los productos que usan la nostalgia como marca: Broz Voda (un agua de Macedonia), Mariscal (un brandy
esloveno), tabaco de liar Tito, o Titovo vino y Brozovo vino
(ambos de los viñedos de Tito gestionados por su familia en
Croacia). Molestos por una “inaceptable prostitución masiva”
del nombre y la dignidad de su abuelo, los nietos de Josip Broz
obtuvieron en 2006 los derechos exclusivos sobre su nombre
(al menos, durante los próximos diez años y en Croacia).
Sin embargo, es difícil controlar los fantasmas del pasado.
En el Broz Kafe de Skopje (Macedonia, abierto en 2005) los
habituales reciben una cartilla parecida a la de los jóvenes pioneros para conseguir el décimo café gratis. La decoración es
un pastiche de antigüedades y kitsch: reliquias militares, pero
también el nombre de Tito con la tipografía de Coca-Cola.
En un ambiente similar, la juventud de Sarajevo (Bosnia) se
cita en el Caffe Tito, donde el Tequila Sunrise se llama Escuadrón Partisano y la factura incluye el lema Muerte al fascismo.
La peluquería SFRJ de Belgrado (Serbia) ofrece el peinado Jovanka (la viuda de Tito), quien ha sido utilizada como icono de
género en los retretes femeninos del centro de arte emergente Skuc de Liubliana (Eslovenia). Todo ello sin contar los hitos
turísticos oficiales como la casa natal de Tito en Kumrovec
(Croacia), con 35.000 visitantes al año, o su tumba en Belo riz o n
83
fotos: Oficina nacional de Turismo de croacia (izquierda) y parque nacional Brijuni (en la otra página).
portada
Estatua de Tito junto
a su casa natal, en
Kumrovec (Croacia).
84
ori z o n
yugoslavia
grado. Conocido como el Mausoleo de la Casa
de las Flores (ya que era un invernadero que se
mandó construir en 1974 para su uso personal),
fue allí donde se celebró su funeral en 1980,
tras 88 años de vida y 35 de mandato totalitario.
Según la revista Time, “las plañideras oficiales
llegaron de 123 países: cuatro reyes, 32 presidentes y jefes de estado, 22 primeros ministros
y más de 100 secretarios o representantes de
partidos comunistas”. A Tito le sobraban los
amigos. En su lujosa finca de verano en Brijuni
(Croacia) entretenía a personajes como Sofia
Loren, Orson Welles o Richard Burton. También a sus amantes, tenía fama de mujeriego y
se le atribuyen hasta 16 hijos, y a los más de 100
altos mandatarios que recibió en su residencia
estival desde que se hizo con ella tras la Segunda Guerra Mundial. Así, en Brijuni, hoy un
Parque Nacional, se puede alquilar el Cadillac
que Eisenhower regaló a Tito (por 720 euros la
hora) o contemplar en el Safari Park los animales exóticos que le obsequiaron otros líderes
como presentes diplomáticos; salvo el elefante
Sony, regalo de Indira Gandhi en 1970, que murió en abril de 2010.
Internet tampoco es inmune a la Yugonostalgia (de muestra, www.titoville.com). El mayor
grupo de Facebook sobre el tema, SFR Jugoslavija, tiene más de 120.000 seguidores. Tamara Matijevic, serbia de 39 años y residente en
Madrid desde los 20, se ha sumado hace poco
y se declara yu-romántica por partida doble,
como emigrante y como miembro de una de las
últimas generaciones de yugoslavos. “La gente
intercambia viejos himnos, recuerdos, imágenes que hace mucho que no veía”, dice. “Lo más
impresionante es que de repente mola echar de
menos Yugoslavia cuando, hasta hace no tanto,
era algo por lo que te podían mirar mal”.
La decepción del presente
“Algunos se declaran abiertamente yugonostálgicos, otros no quieren definirse así, pero
subrayan que añoran cosas de su juventud: ya
sean éstas las bandas de Yu-rock o la solidaridad, la libertad para viajar o la Cockta (la respuesta yugoslava a la Coca-Cola)”, explica por
email Aleksandra Vedernjak, una de las autoras del documental austriaco Yunostalgia. ¿No
es país para el presente? (2010) que cuenta con
unas cincuenta entrevistas grabadas por toda
la ex república. “A veces la nostalgia es un vehículo activo para manejar el pasado de forma
positiva; otras, una forma de permanecer en el
pasado sin energía para seguir adelante”. Indagando en la contradicción, el profesor Velikonja niega que el fenómeno sea político: no
se trata de que vuelva Tito, sino de asimilar lo
que vino después. La nostalgia es “la creación,
VISITAS
Casa natal de Tito. Kumrovec
(Croacia). www.mdc.hr/kumrovec
Caffe Tito. Sarajevo (Bosnia).
www.caffetito.ba
Broz Kafe. Skopie1 (Macedonia). Facebook: Kafe Broz.
Parque Natural de Brijuni. Brijuni (Croacia). www.brijuni.hr.
Centro de Arte Skuc. Ljubljana
(Eslovenia). www.skuc.org
Museo de Historia de Yugoslavia.
Aloja la Casa de las Flores, el
mausoleo de Tito. Dedinje, Belgrado (Serbia). www.mij.rs
INFORMACION TURíSTICA
Turismo de Serbia.
www.serbia.travel
Turismo de Croacia.
www.visitacroacia.es
Turismo de Bosnia.
www.bhtourism.ba
Turismo de Eslovenia.
www.slovenia.info
Turismo de Macedonia.
www.exploringmacedonia.com
Turismo de Montenegro.
www.exploringmontenegro.com
no el mero embellecimiento, de un pasado que
nunca existió en realidad”, que así se convierte en un arma subversiva contra “la decepción
del presente”. O como dice Gabric desde Yugolandia: “Con Tito teníamos educación gratuita, sanidad pública, alegría, trabajo... Ahora tenemos democracia, ¿pero se puede comer
la democracia?”.
Mayo es el mes más cruel para los yugonostálgicos como Gabric. El próximo día 4 de abril
se cumplirán 32 años de la muerte de Tito, que
de estar vivo cumpliría 120. Su cumpleaños coincide oficialmente con el Día de la Juventud
(Dan Mladosti). Ambos se celebraron siempre
juntos, el 25 de mayo, aunque lo más probable
es que Tito naciese el día 7. Cuando Tito estaba vivo era un festejo por todo lo alto: una
carrera de relevos recorría el país pasando de
mano en mano un cetro con los mejores deseos del pueblo para el Mariscal, que lo recibía en un estadio ante de decenas de miles
de personas y la pompa de una inauguración
olímpica. Para Gabric, el Dan Mladosti sigue
siendo “la mayor fiesta del año”, pero ya no
es lo mismo. Ahora lo celebra en su finca con
un picnic de comida tradicional y bailes folclóricos. Este año hubo unos 2.000 asistentes y
un pequeño grupo de ellos viajó en autobús
hasta Belgrado para rendir honores ante la
tumba del dictador. “Allí había unas 10.000
personas, pero los medios lo minimizaron”, se
queja Gabric. “Cubrimos este tipo de eventos
porque generan imágenes muy interesantes: la
parafernalia nostálgica es muy llamativa”, explica Zoran Baranac, productor ejecutivo de
Fox News en Serbia. “Pero hay que ser cauto y
ponderado, ya que todavía hay mucha división
de opiniones: desde dentro, no puedes tratarlo como algo kitsch, para mucha gente es un
asunto muy serio y emocional”.
“La nostalgia se aventura más allá del retro,
que se satisface con reproducciones más superficiales e irónicas”, argumenta el profesor
Velikonja. El coleccionista y anticuario Bostjan
Troha (36 años) lo confirma por teléfono desde
Liubliana: su pasión por recordar “los felices
viejos tiempos” no es política, pero tampoco
“una broma irónica”. Él también viaja cada 25
de mayo con otros coleccionistas de coches de
la era yugoslava hasta la tumba de Tito. Este
año su cabalgata no ha contado con imitador
de Tito ni coro de partisanos “por la crisis, pero
en Belgrado había muchos grupos disfrazados
de pioneros y una asistencia récord”, explica.
“Lo que celebramos es un pasado más feliz;
no se trata sólo de rodearnos de los objetos de
nuestra infancia, sino de recuperar el espíritu
de entonces, cuando éramos mejores vecinos y
más humanos”.
oriz o n
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Pinkus Karlinski, supervisor
de la cuenca y los diques
de Chernigov, a los 84 años.
86
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portfolio
Por los ríos de la
Madre Rusia
En los albores del pasado siglo xx el eminente fotógrafo
serguéi prokudin-gorski documentó la gran variedad de paisajes
y tipos del Imperio Ruso con fines pedagógicos. Éste es un tributo.
SERGUÉI MIJÁILOVIC PROKUDIN-gorski
fue un pionero de la fotografía gracias al
cual subsisten cientos de imágenes que documentan a la perfección la cultura popular
y los avances tecnológicos, sobre todo en
canales y vías fluviales, que se desarrollaron
en el Imperio Ruso entre los años que van
de 1905 hasta 1916.
Las ironías del destino, tan crueles en los
artistas rusos de ese momento, hicieron
que Prokudin-Gorski abandonase su país
natal en 1918 y se estableciera en París. La
muerte del Zar fue para él el final de una
época y en la capital francesa reside, como
tantos exiliados, hasta el año de su muerte
en 1944. En 1948, la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de América adquirió todo su legado, miles y miles de placas en gelatina de plata la mayoría de ellas,
que pueden verse libremente y dan fe de
ese sueño imperial que fue destruido por la
revolución bolchevique de Octubre.
Prokudin-Gorski consiguió para su ingente tarea el apoyo incuestionable del zar
Nicolás II que llegó a donarle un vagón
de tren provisto de cámara oscura y laboratorio, por lo que el fotógrafo vivió unos
años felices deambulando por regiones y
provincias al servicio de una misión antropológica: inmortalizar los tipos humanos,
los pasiajes y construcciones de un mundo
que ya se presentía sería rápidamente derribado por el empuje tanto de la revolución
industrial como de la política.
A la vista de estas bellas imágenes, sobre
todo del Volga y otros cauces navegables,
hay un sentimiento de nostalgia, pero también la felicidad de que alguien se ha preocupado por fijar para siempre aquellos
años de un imperio que ya no existe. –r. r.
oriz o n
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Vistas de las iglesias de los
pueblos de Chernoe, sobre
estas líneas, y de Kukiriagi,
a la derecha.
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Dos tipos populares de la provincia de Olonetskaya. Sobre
estas líneas, campesina en
traje tradicional. A la derecha,
anciano de la misma región.
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ori z o n
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o ri zo n
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Sobre estas líneas, vista del
pueblo de Ostrechiny. A la
derecha, imágenes de prisioneros austriacos cerca de su
barraca, hacia 1915.
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Sobre estas líneas, troncos
preparados para armar diques
en el Gran Canal de Pedro El
Grande. A la derecha, la aldea
de Kozva, sobre el río Volga.
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o ri z o n
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En esta página, ermita popular
de los tiempos de Pedro El
Grande en la aldea de Sumskoe. A la derecha, retrato de
tres muchachas campesinas.
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ori zo n
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oriz o n
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BIO
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o ri zo n
bio
Piérdete en los bosques
La riqueza y variedad forestal de España representa uno de
nuestros grandísimos patrimonios. Por eso te proponemos una
excursión visual por la flora y fauna de la geografía ibérica.
PO R pablo ort eg a
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fotos: juan tébar (doble página anterior), Kim Castells (arriba a la izquierda) y josé antonio martínez (abajo y a la derecha).
BIO
CAMBIO DE ESTACIóN
A lo largo del año nuestros bosques cambian
de apariencia, tiñéndose de distintos colores.
En la página anterior, las nieves del invierno
cubren a los pinsapos, una extraña variante
del abeto que en la Península únicamente
se encuentra en la sierra de la Grazalema de
Cadiz y en la malagueña de las Nieves.
En esta página, el otoño dora las hojas de los
albares (sobre estas líneas), el más grácil de
todos los robles, muy común en las dehesas
del norte de Burgos; así como las de los castaños (derecha), que predominan en Zamora.
Por su parte, la primavera nos trae el verde
y la vida, y supone la mejor época del año
para disfrutar de la flora y fauna en todo su
esplendor. Una buena opción es visitar el
Parque Nacional de Aigüestortes, en la parte
central del Pirineo catalán y disfrutar de su
enorme variedad de árboles y animales,
como el urogallo de la página siguiente.
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bio
reserva de la biosfera
Los bosques son los pulmones del planeta,
por lo que su conservación es una necesidad capital. Con el objetivo de protegerlos, la
Unesco otorga la denominación de Reserva
de la Biosfera a algunos lugares de vital importancia ecológica. Uno de ellos es el Parque Natural de Montseny, el más antiguo de
Cataluña y uno de los más importantes del
país. Está situado en la Cordillera prelitoral
catalana, de la que es el macizo más alto,
entre las comarcas de Osona, Vallés Oriental
y La Selva. Según lo recorremos, vemos que
la vegetación va variando progresivamente
debido a la diferencia de humedad y altura
que hay entre unas zonas y otras. De este
modo, hay encinas, alcornoques y pinos en
la parte más baja; robles un poco más arriba; abetos y hayas (como las de la imagen)
a partir de los mil metros; para terminar con
matorrales y prados en las cumbres.
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fotos: Francesc Muntada i Sagrado (doble página anterior), Martí Boada (imágenes de la izquierda y de la derecha) y xurxo lobato (abajo a la derecha).
bio
regalos escondidos
Nuestros bosques encierran grandes sorpresas para el
explorador que los recorre. Así por ejemplo es posible aún –no
sabemos por cuanto tiempo– admirar a osos pardos en los
Pirineos (izquierda) y otras especies en peligro de extinción.
También es habitual encontrar monasterios y ermintas
románicas rodeados de un entorno natural tan privilegiado
que ya lo quisieran para sí muchos hoteles de lujo, como ésta
de Santa Creu de Palou, Pont de Vilomara, provincia de Barcelona (arriba). O, simplemente, descubrir parajes tan bellos y
evocadores como el de la derecha, en tierras gallegas, que parece sacado del lienzo de alguno de los muchos artistas que
han encontrado en los bosques patrios su inspiración.
Las imágenes de este reportaje pertenecen a los libros:
Boscos de Catalunya, Martí Boada y Francisco Javier Gómez
Lunwerg Ed. 2011. 256 pp. 39,50 €.
Bosques de España, Joaquín Araújo, Lunwerg Ed. 2010.
252 pp. 39,50 €.
Agradecemos la colaboración de Lola Escudero.
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el viajero
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ilustración: detalle de la portada del libro 'abundancia roja. sueño y utopía en la urss', diseñada por fernando gutiérrez.
el viajero
Abundancia roja
Durante décadas la URSS vivió el cuento de hadas de la llamada
economía planificada como un milagro de la abundancia. El autor inglés
Francis spufford novela a base de argumentos la historia de aquella utopía.
S
e acercaba un tranvía; el metal
lanzaba al aire del invierno chispas blancas
y azuladas al rechinar contra el metal. Sin
pensar en lo que hacía, Leónid Vitálevich
sumó su incremento de fuerza al de la multitud y se elevó con el resto de la colectividad hasta
la plataforma trasera del tranvía para embutirse en el
amasijo de carne humana amontonada al otro lado de
la puerta de fuelle. “¡Ciudadanos, empujen!”, ordenó
una mujer bajita que estaba a su lado, como si tuvieran elección, como si pudieran decidir si moverse o
no moverse, cuando todo el que subía a un tranvía en
Leningrado quedaba atrapado en la lucha por avanzar desde la puerta de entrada, detrás, a la de salida,
delante, en el momento de apearse. Sin embargo, se
obró el milagro social: una pequeña turba de pasajeros
apiñados en algún rincón al otro extremo del tranvía
saltó a la acera como proyectada por un eructo, un reguero exprimido y compacto avanzó por el vehículo,
y la onda peristáltica impulsada por hombros y codos
generó el espacio necesario para que otros pudieran
subir y amontonarse a su vez antes de que la puerta se
cerrara. Las bombillas amarillas parpadearon en el techo y el tranvía se estremeció con un rumor creciente. Leónid Vitálevich iba encajado entre una barra de
metal y la mujer bajita, encajada por su parte contra
un hombre alto, de pelo rubio y barbilla grande. Tras
el hombre en cuestión se encontraban un oficinista
de ojos vidriosos, como un arenque, y tres soldados
jóvenes que, a juzgar por su aliento, ya habían comenzado su juerga vespertina. El olor a vodka se mezclaba
un poco más adelante con el sudor ácido de los trabajadores que vivían hacinados en barracones sin cuarto
de baño, y el intenso perfume de rosas que llevaba la
mujer bajita se fundía con el olor caliente y amalgamado de la carne humana, al tiempo que todas las puntas
y partes de mangas y cuellos que Leónid Vitálevich
alcanzaba a vislumbrar confluían en un compacto caleidoscopio de prendas zurcidas, cuero viejo y ropa de
soldado demasiado grande.
Él llevaba lo que consideraba su “indumentaria de
profesor”: el viejo traje que le habían confeccionado
a toda prisa su madre y su hermana y que supuestamente debía darle el aspecto plausible de profesor L.
V. Kantoróvich cuando, seis años antes, a la edad de
veinte, empezó a dar clases en la universidad. Entró
en el anfiteatro, se instaló junto a la pizarra y, tiza en
mano, aspiró hondo para adentrarse en los fundamentos de la teoría de conjuntos, en el preciso instante en que una oportuna voz procedente de la primera
oriz o n
1 07
el viajero
fila dijo: “Deja ya de enredar. Aquí se toman las cosas
muy en serio. Te meterás en un lío cuando llegue el
profesor”. Comprendió que tenía que aprender a ser
severo, a hacer visible su presencia. Incluso entonces, cuando el mundo comenzaba a llenarse de científicos, oficiales del Ejército y directores de fábrica
asombrosamente jóvenes –desde que a los mayores
les dio por desaparecer de repente una noche, dejando tras de sí solo silencio, y desde que cada hueco
de la jerarquía pasó a estar ocupado por ambiciosos
veinteañeros dispuestos a trabajar todas las horas del
día para aprender nuevos oficios–, incluso entonces,
apretujado y cansado como estaba, demacrado como
todos los que viajaban en el tranvía, a veces seguía
teniendo problemas con alguien que se llamaba a
engaño por sus ojos grandes, sus orejas de soplillo y
su nuez prominente. Eso era lo malo de ser lo que la
gente llama un prodigio. Uno siempre tenía que decir algo o hacer algo para convencer a los demás de
que no era lo que creían ver. No recordaba haber sido
distinto, aunque presumía de que, antes de aprender
a hablar y casi inmediatamente después a contar, a
hacer ejercicios de álgebra y a jugar al ajedrez, hubo
un tiempo de lactancia en el que tan solo fue un bebé
normal y corriente, el hijo del doctor y la señora
Kantoróvich. A los siete años, tras echar un vistazo
al libro de texto de radiología de su hermano mayor y
deducir al momento que podía determinarse la edad
de un mineral por la cantidad de carbono intacto que
contenía, tuvo que superar la indulgente sonrisa de
Nikolái, estudiante de medicina, para que le prestara
atención y se mostrara dispuesto a discutir el asunto
en serio, tal como él necesitaba. “Tienes que haberlo leído en alguna parte. Seguro que lo has leído. O
alguien te lo ha contado…”. A los catorce tuvo que
convencer a sus compañeros del Instituto de Física
y Matemáticas de que no era un molesto renacuajo
que se había colado allí por error; de que merecía su
compañía, pese a que todos le sacaban una cabeza y
tenía que ir dando saltos por el pasillo para participar
en la conversación general. A los dieciocho, cuando
presentó un trabajo original en el Congreso Nacional de Matemáticas, consideró que lo había logrado
cuando los genios, con los dedos amarillos a fuerza
de fumar como chimeneas, dejaron de tratarlo con
condescendencia.
Cuando cesaron de animarlo, cuando hicieron el
primer comentario sarcástico, cuando empezaron a
despreciarlo y a tratar de hacer añicos sus teoremas,
supo que habían dejado de ver a un niño y empezaban
a ver a un matemático.
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Leónid Vitálevich sujetaba mecánicamente su cartera en el bolsillo de los pantalones para protegerla
de los carteristas. Había bandas que trabajaban en
los tranvías, y uno no sabía cuáles de aquellas caras,
de aquellas caras educadas, agresivas o ebrias, era la
de un carterista, la máscara de una mano dispuesta
a obtener plusvalía. No veía nada por debajo del pecho, de ahí que adoptara esta cautela; no se veía los
pies, aunque los sentía ahora que el aire caliente y
viciado del tranvía había derretido la costra de hielo que cubría el molesto agujero que ese mismo día
había aparecido en la suela de su zapato izquierdo.
Se había metido una almohadilla de papel de periódico, y el papel empezaba a estar empapado. Era la
tercera vez ese invierno que se abría en sus zapatos
una vía de agua. El domingo tendría que recurrir una
vez más a Denísov, el zapatero jubilado, llevarle algún obsequio y volver a escuchar los contradictorios
recuerdos del anciano sobre sus aventuras con las
mujeres. Claro que sería mucho mejor comprarse un
par de zapatos nuevos, o unas botas. ¿A quién podría
recurrir? ¿Quién conocería a alguien que conociera
a alguien? Tenía que pensarlo. Miró por la fina franja de ventanilla entre el mar de cabezas y vio pasar
fragmentos de ciudad: un coche patrulla aparcado
en una esquina, espléndidas fachadas agrietadas por
las fugas de las tuberías, destellos de neón rojo que
decían cinco - de - cada - cuatro, cinco - de cada - cuatro,
la palabra “más” escrita en la esquina inferior de un
cartel que de inmediato asoció con la frase: ¡La vida
se ha vuelto mejor, más alegre! Esos carteles estaban por
todas partes. El eslogan anunciaba el champán soviético. O el champán soviético anunciaba el eslogan,
Leónid Vitálevich no estaba seguro. Pero miraba sin
ver. Estaba plenamente concentrado en su cartera de
mano, que sujetaba con fuerza. Una página par del
cuaderno de notas en que garabateaba sus ecuaciones con tinta azul se había rasgado por la mitad, y sus
pensamientos regresaron a ese instante: comenzaba
a vislumbrar el paso siguiente, el hilo que prolongaba
la idea. Ese día había ocurrido algo.
Dedicaba parte de su tiempo a la asesoría. Tenía que
hacerlo, por estar adscrito al Instituto de Construcción Industrial: había que hacer el papel de vez en
cuando para ganarse las lentejas. Y no le disgustaba.
Era un placer poner su lúcido orden mental al servicio de una finalidad práctica. Más que un placer era
casi un alivio, pues cada vez que la estructura de las
matemáticas puras se revelaba válida para explicar
el funcionamiento del mundo, se revelaba capaz de
descubrir el hilo secreto que controlaba cualquier
el viajero
objeto caótico, compuesto y aparentemente arbitrario, Leónid Vitálevich encontraba la cantidad mínima
de energía necesaria para confirmar lo que deseaba
creer, lo que necesitaba creer, lo que creía cuando era
feliz: que todo, todo ese remolino de fenómenos que
avanzaban a sacudidas a través del tiempo, ese desorden de sistemas interrelacionados, exquisitos como
filigranas unos, enormes y sencillos otros, ese tranvía
con su aire viciado y lleno de personas extrañas, esa
ciudad de Pedro construida sobre un
montón de huesos humanos, todo
en última instancia cobraba sentido,
todo era el complejo resultado de algún principio inteligible o conjunto
de principios que operaban por sí
mismos en múltiplesplanos simultáneos, aun cuando todavía no existieran las expresiones capaces de captar
buena parte del proceso.
No, no le importaba. Además, lo
consideraba un deber. Si podía resolver los problemas que la gente
sometía a la consideración del instituto, el mundo sería un poco mejor.
El mundo comenzaba a emerger de
las tinieblas y a brillar, y él contribuía
con las matemáticas a que así fuera.
Las matemáticas eran su contribución al mundo. Eran lo que
él podía aportar, de acuerdo
con sus capacidades. Tenía la
inmensa fortuna de vivir en el
único país del planeta donde
los seres humanos habían tomado el poder para modelar
los acontecimientos de acuerdo con la razón, en lugar de limitarse a dejar que las
cosas ocurrieran como ocurrían en el pasado; en lugar
de permitir que las viejas fuerzas de la superstición y
la codicia impulsaran a las personas. Allí, y solo allí, la
razón estaba al mando. De haber nacido en Alemania,
Leónid Vitálevich iría esa noche en un tranvía rebosante de miedo. Luciría una estrella de algodón en su
traje de profesor, y en los rostros de los demás pasajeros detectaría sentimientos oscuros, solo porque su
abuelo llevaba tirabuzones en las sienes, por haberse
suscrito a una versión ligeramente distinta de la inverificable fábula del mundo. Allí lo habrían odiado sin
ningún motivo.
Y si hubiera nacido en Estados Unidos, ¿quién sabe
si tendría siquiera los dos kopeks necesarios para pagar
el tranvía? ¿Podría un judío de veintiséis años ser profesor de universidad en Estados Unidos? Quizá sería
un mendigo, quizá estaría tocando el violín en la calle,
bajo la lluvia, y a nadie le interesarían lo más mínimo
las ideas que brotaban en su cabeza, porque con las
ideas no podía ganarse dinero.
La crueldad, el despilfarro y las ficciones permitían
zarandear a los hombres y a las mujeres de acá para allá:
solo en su país la gente había escapado de ese negro
sinsentido para convertirse deliberadamente en artífices de la realidad, en
lugar de ser sus juguetes. Claro que la
razón era una herramienta complicada. Se trabajaba con ella para ver un
poco más allá, y a lo sumo se atisbaban
verdades incompletas; pero esos atisbos siempre valían la pena. Claro que
el nuevo mundo conscientemente elegido seguía presentando unos perfiles
toscos, y sus imperfecciones eran muy
llamativas, pero todo eso cambiaría.
Eso solo era el comienzo, el amanecer
del reinado de la razón.
El caso es que ese día le había llegado una solicitud de la Fábrica de
Contrachapado de Leningrado. “De
tenerlo a bien el camarada profesor,
etc., etc., agradecidos por cualquier
observación, etc., etc., con
nuestros más cordiales saludos,
etc., etc.”. Tenían un problema
de gestión de los recursos. La fábrica producía tropecientas variedades de contrachapado con
tropecientas máquinas diferentes, y sus gestores buscaban la
fórmula más eficaz de asignar a las distintas máquinas
su limitado stock de materias primas. Leónid Vitálevich
no había estado nunca en la fábrica, pero podía imaginársela. Sería como todas las demás factorías que en
el curso de los últimos años habían proliferado como
setas alrededor de la ciudad, levantadas al fondo de una
calle, con chimeneas que llenaban el aire de inmundicias y desagües que vertían al río remolinos de residuos
químicos. Todas las inversiones que no se destinaron a
ropa nueva y a comodidades cotidianas terminaron en
las fábricas: eso era lo que la gente cansada que viajaba
en el tranvía había obtenido a cambio [...].
“El mundo comenzaba
a emerger de las
tinieblas y a brillar”
‘ bundancia roja’, está editado por Turner Publicaciones.
A
Traducción de Catalina Martínez Muñoz.
oriz o n
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Mezcal, para todo mal
El destilado del maguey vive una edad dorada en todo el mundo entablando
una guerra hegemónica con el tequila. Viajamos al epicentro de Oaxaca.
por and r és ag uayo
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or i zo n
gastro
La fachada de Casa Mezcal
Oro, empresa que se dedica a
la producción de esta bebida
en el estado de Oaxaca.
o riz o n
111
gastro
y para todo bien,
también”. El refrán se refiere a un licor mexicano, de entre 45 y 60 grados, que se hace con la
pulpa de un cactus. Mezcal, en náhuatl, significa
‘maguey (cactus) cocido’ y se sigue elaborando de
la misma forma en que se hacía antes de que los
españoles conquistaran América. Durante siglos
fue un licor denostado, tachado de bebida para pobres porque se producía y consumía en el campo.
El agave, el cactus con el que se elabora, crece
en climas áridos, que en México suelen ser las
zonas con más miseria. En las ciudades lo que se
tomaba era el tequila que, de hecho, es el mezcal
más famoso (y también tardó en abrirse paso en
el gusto citadino). El tequila se elabora con agave
azul, mientras que existen más de cien variedades
de agave para hacer mezcal.
En los últimos años los gustos han cambiado
radicalmente. En un solo lustro (2005-2010), la
producción de mezcal se triplicó y las exportaciones se duplicaron, según el Consejo Mexicano
Regulador de la Calidad del Mezcal (Comercam),
que se creó en 1997 al igual que la Denominación
de Origen. Los bares y restaurantes de moda de
las principales ciudades del país tienen ahora cavas de mezcal y cócteles vanguardistas. También
han ido abriendo mezcalerías en los barrios más
in del D.F., Guadalajara, Monterrey... El cambio
ha sido tan drástico que en La Botica, la primera
mezcalería que abrió en Madrid (c/ Palma nº2)
hace tres años, ni siquiera venden tequila. Su
propietario, Erick Maass explica que así “la gente aprenderá de mezcales”.
Capital del Mezcal
Un cartel en la carretera anuncia que Santiago
Matatlán es “la capital mundial del mezcal”. Sus
3.800 habitantes viven de la producción de este
aguardiente y todo el año suben al monte en busca de agave para prepararlo. Cada penca de Agave tarda un mínimo de ocho años en madurar y
los hombres pasan el día cortando las hojas hasta
que pelan el cactus y parece una piña. No hay una
fórmula para preparar mezcal. Cada lote es único
porque depende de la región en la que se haga, del
agave que se use (hay más de cien variedades), del
maestro mezcalillero que lo elabore y de la época del año en la que se fabrique. Cuando llueve,
por ejemplo, hay gusanos de maguey que le dan al
mezcal un sabor muy especial.
Una piña puede pesar entre 20 y 250 kilos. Una
vez recolectadas se llevan al palenque, donde se
fabricará el mezcal. Primero las cuecen en un
horno cavado en la tierra. Una hoguera calienta
unas piedras sobre las que reposan las piñas recién cortadas. El horno se tapa con hojas de agave, palma y tierra y se descubre después de 3 ó 5
días. Las piñas cocidas se muelen, normalmente
con una enorme piedra redonda y una yunta, y
112
orizon
ruta del mezcal
La explosión del consumo de
mezcal en México y en todo
el mundo ha coincidido con
un renacimiento nacionalista
de las tradiciones precolombinas y de figuras modernas
como Diego Rivera y Frida
Kahlo. La oficina de Turismo
mexicano a través de su
activa web visitmexico.com
incluye la ruta mezcalera
entre sus novedades más
recientes. En en el centro
de todo está el estado de
Oaxaca de Juárez, donde se
concentra la mayor cantidad
de destilerías y bodegas. A
través de la Regiduría de
Turismo y Patrimonio cultural
(turismo.patromoniocultural@
gmail.com) se pueden satisfacer muchas preguntas y
curiosidades en torno a este
emergente fenómeno gastronómico. Durango, Tamaulipas y Guerrero también son
estados donde se produce un
afamado mezcal.
Los Danzantes
“En los noventa, la gente tiraba el mezcal a las jardineras, lo consideraban una bebida de pobres”,
recuerda Eduardo Lucero, que entonces trabajaba como camarero en Los Danzantes en el Jardín
Centenario de Coyoacán. El restaurante había
puesto en marcha un palenque e intentaban, con
poco éxito, que la gente de D.F. probara su mezcal. Las cosas han cambiado mucho desde entonces aquí: tirar un mezcal en las jardineras es casi
un sacrilegio y en 2008 abrieron una mezcalería al
otro lado de la Plaza: Corazón de Magüey, del que
Lucero es Gerente Operativo.
Coyoacán es un barrio de calles adoquinadas
y de casas coloniales. Desde hace décadas, en
el Jardín Centenario se monta un mercadillo de
artesanías mexicanas los fines de semana. Era el
lugar natural para abrir un restaurante como Los
Danzantes, que apostaba por una cocina mexicana contemporánea. “Hacia 1994, los años de
la mexicanización en México, se empezó a revalorizar todo lo nuestro: la ropa, las tradiciones,
la gastronomía y las bebidas”, expone Lucero.
También eran los años del boom del tequila, y el
restaurante se planteaba abrir una destilería. Lo
descartaron y apostaron por recuperar los mezcales. Fueron pioneros cuando pusieron en marcha
un palenque en Matatlán, en 1998, para surtir a
su restaurante y al que abrieron en Oaxaca tres
años después.
La carta de Los Danzantes apuesta por la comida tradicional (como el mole), con alguna interpretación moderna (como la fondue de huitlacoche).
fotos: regiduría de turismo de oaxaca.
el mosto que se recoge se deposita en unas tinas
(que suelen ser de madera o de cuero) para que
fermente entre 10 y 15 días. Los palenques siempre están junto a un río o arroyo porque necesitan
agua corriente para destilar el alcohol dos veces.
Normalmente usan ollas de barro y alambiques
de cobre. Ésta es quizás la parte más pesada para
el maestro mezcalillero que puede estar 36 horas
sin dormir, cambiando los envases y separando
los tres tipos de alcohol que se destilan y que, al
combinarlos, se convertirán en mezcal.
El precio del mezcal dependerá del agave que se
use. En el horno del mezcal Alipús, por ejemplo,
con nueve toneladas de Agave Espadín fabrican
1.500 litros de mezcal. Sin embargo, se requieren
dos toneladas de Agave Tobalá para producir sólo
seis litros. La actividad en Matatlán no cesa, salvo en julio. Ese mes los hombres no suben tanto
al monte, se van a Oaxaca, la capital del estado
para participar en la Feria Internacional del Mezcal, que se celebra desde 1997. Siempre coincide
con la Guelaguetza, la fiesta más importante de
Oaxaca que atrae a miles de turistas. Es un gran
escaparate para que los productores de todo el
país muestren, con orgullo, su trabajo.
“Para todo mal, mezcal…
gastro
oriz o n
113
gastro
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o r i zo n
gastro
fotos: regiduría de turismo de oaxaca.
Los paladares aventureros deben apostar por los
tacos de chapulines, o saltamontes, un manjar de la
cocina oaxaqueña.
Al otro lado del Jardín Centenario está Corazón
de Magüey, que también sirve comida mexicana
tradicional con una filosofía muy particular. “Ésta
es una casa de mezcal, no nos dedicamos a emborrachar a la gente”, explica sin atisbo de ironía
Lucero, y sentencia: “El mezcal lo entendemos
como el movimiento slow food. Hay que tomarlo lento, es muy diferente a otros alcoholes. Si
tomas muy rápido o demasiado puedes tener la
peor borrachera de tu vida. Y no queremos malas
experiencias, cuidamos a la gente y los guiamos
para que le entren bien al mezcal”.
La Botica: Resacón en Oaxaca
César González es el dueño de La Botica, una cadena que tiene cuatro sucursales repartidas por
México y una en Madrid. Probó su primer mezcal
hace ocho años, en la boda de una amiga en Oaxaca. “El sabor me recordó al tequila que tomaba mi
abuelo”, afirma, “era una feria de efectos, sabores
y olores que nunca había probado”. González
solía trabajar de arquitecto y, aprovechando que
no tenía ningún proyecto, se quedó en Oaxaca:
“Ocho meses investigando, probando mezcales,
conociendo a los productores y borracho perdido”. Cuando volvió al D.F., en mayo de 2005,
abrió La Botica.
“El primer mes fue horrible. La gente sólo conocía un mezcal terrible que se vende en botella
de plástico”, asegura González. Él mismo atendía
el local y salía a la calle a “jalar a la gente”. “Les
explicaba cómo se hacía y prácticamente lo regalalaba para que lo probaran, vieran que no hacía
nada y que, incluso, estaba muy bueno”, recuerda
González. Su estrategia tuvo un efecto dominó:
“A la gente no parecía interesarle la bebida, pero
sí su historia. Volvían al día siguiente con un amigo y yo lo explicaba otra vez … Claro, mientras lo
hacía caían unos traguitos de mezcal”. Cayeron
muchos traguitos en ese segundo mes porque al
tercero abrió su segunda sucursal y al año tenía
siete. “Crecimos demasiado rápido y por eso ahora redujimos a cinco”, reflexiona González.
La Botica ofrece una cava de casi 50 mezcales,
entre ellos su propia marca: Mezcales de leyenda.
La barra de su primera sede, en la calla Campeche, es un flashback a la infancia pues esta repleta
de juguetes viejos. “Al ver un juguete de cuando
tenías seis años, tienes una sensación muy similar
a la que tienes cuando tomas mezcal. Algo en el
estómago y atrás de la cabeza”, explica González
de este inusual maridaje. Los juguetes van cambiando porque hay gente que se los lleva, otros
que piensan que son para intercambiar y dejan los
suyos. El diseño, obra del propio González, respondía a una necesidad muy clara: “Tuvo que ver
con el momento por el que pasaba la Condesa. Se
había empezado a llenar de bares lounge, loft y fusion… y todas esas palabras odiosas. Así que quise
hacer lo contrario: una cantina pitera (cutre) de
los años cincuenta”.
Recetas de mezcal
Juana Sangrienta
Mezcal minero.
Cerveza.
Clamato.
Se sirve en vaso escarchado
con sal de gusano.
Receta de La Botica
(c/ Palma 2, Madrid;
botica.com).
Tamazcal
1 oz. Pulpa Tamarindo.
1 1/2 oz. Cointreau.
1 1/2 oz. Mezcal Espadín
Blanco.
2 oz. Zumo de Naranja.
Hielo.
Se mezcla en la batidora y se
sirve en una copa de martini
escarchada.
Receta de Lulú Taco Bar
(Calle de la Luna 22, Madrid;
Tel.: 91 522 54 01).
Beso de Sabina
1 oz. Mezcal Alipus San Juan.
1 oz. Crema de mezcal Rez.
Zapoteco de Zarzamora.
4 Zarzamoras.
1/2 oz. Zumo de Limón.
1 oz. Jarabe de Agave.
Sprite.
Se sirve en un vaso high ball
con hielo.
Receta de Corazón de Maguey (Plaza Jardín Centenario
9-A, Coyoacán, México D.F.).
La Logia de los Mezcólatras
“En México hay 21 Estados (de 32) donde se produce mezcal, pero la Denominación de Origen
abarca sólo siete. ¡Están dejando fuera a otros 14!”,
denuncia Cornelio Pérez, Tio Corne, que junto
con otros productores encabezan, desde 2004, el
movimiento de ‘Mezcales tradicionales’. Abogan
por mantener el proceso de elaboración intacto
y sin aditivos: “Todos estos mezcales han llevado
cientos, quizás miles de años, en desarrollar sus
sabores. No los genera una misma persona, sino
toda una comunidad a lo largo de su historia”,
explica Pérez quien también tiene una columna
semanal sobre mezcal en un periódico nacional y
es fundador de la Logia de los Mezcólatras.
¿Cuándo se tomó Tío Corne su último tequila?
“El asunto, más bien, es cuando probé el primero.
Mi padre viajaba, en los años treinta y cuarenta
todavía probó tequila de calidad. Se usaban diez
variedades distintas de maguey, ahora sólo se
usa el agave azul para ahorrar costes”, sostiene.
El tequila de ahora puede tener hasta un 49% de
aditivos y por ello, en sus columnas, lo tilda de
“destilado chatarra”. Le preocupa que la moda
mezcalera haga que se industrialice la producción
y que el mezcal siga los mismos pasos del tequila.
De hecho, la Comercam ya permite añadir hasta
un 20% de azúcares al mezcal. Sin embargo, el
mezcal tradicional no debe tener más azucar que
la que produce naturalmente. “Es como si en España le pusieran algo al jamón ibérico para rebajar el sabor y el aroma…”, ilustra Pérez.
El buen mezcal perla, como debería de hacer el
tequila sin azúcares añadidos. Cuando se vierte
crea unas burbujas o perlas que permite a los conocedores saber los grados de alcohol, el tipo de
maguey, el lugar del que proviene, el sistema de
elaboración y hasta el nombre del maestro mezcalillero. “A lo mejor es un sueño quijotesco pero
yo creo que el boom en el consumo debe estar
aparejado por un interés del consumidor”, expone Tío Corne. Por ello, en 2005 fundó la Logia
de los Mezcólatras, que hoy tiene más de 1.500
miembros que se reunen periódicamente (entre
50 y 90 personas) para hacer catas. “Siempre hay
gente nueva y la charla es muy cordial: en estas
reuniones puedes encontrar a un trotskista y un
panista (de derechas) que tan sólo discuten respetuosamente de mezcal”, explica Tio Corne, quien
resume de esta forma el objetivo de la Logia: “que
el que se acerque sepa lo qué es e identifique los
sabores. Si después se quiere comprar un destilado chatarra, allá él.”
o riz o n
115
Emprendemos el vuelo
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BITácora
118 ra o Sevilla, el cirio y la fe, 122 un arte. El gran volumen 124 Thompson, una pareja
Ya sea en Calanda, Zamo-
el capirote y la fiesta van detrás
del nazareno en Semana Santa.
Desayunar en América es
Menu Design in America te
descubre el porqué.
Johnny Depp y Hunter
poco recomendable, en el
Puerto Rico del mambo y los 50.
126 los Oscar en Los Ángeles
Delacroix en Barcelona,
o ver a los Foo Fighters en
Santiago de Chile. Tú eliges.
SEMANA DE PASIÓN
En España la Semana Santa posee un atractivo que va
más allá de lo religioso. Ésta es la Guía para no perderte
detalle de algunos de los mejores viacrucis.
o riz o n
117
bitácora
En la página anterior, imagen de
un nazareno en Sevilla. En ésta,
la Hermandad de Jesús Yacente
de Zamora. En la siguiente, la
tamborada de Calanda.
sigue estos pasos
La moderna España del siglo XXI sigue paseando con fervor por las calles de todas y cada una de sus localidades, por grandes
o pequeñas que éstas sean, una de sus tradiciones más profundamente enraizadas. Es Semana Santa y toca procesión.
PO R pablo ort eg a
la llegada de la primera luna llena después del solsticio de
primavera marca el calendario de la celebración más importante
para la comundidad cristiana del mundo entero: la Semana Santa, la
conmemoración de los últimos días de la vida de Jesús de Nazaret;
su pasión, muerte y resurrección. Este año comenzará el 1 de abril
y finalizará el día 8. Un periodo que comienza con el Domingo de
Ramos, cuando Cristo entra triunfal en Jerusalén aclamado por sus
118
orizon
seguidores, sigue con la instauración de la Eucaristía en la Última
Cena, la traición de Judas y su posterior detención (el Jueves Santo), continúa con la crucifixión (el Viernes Santo) y culmina, tres
días después, con el Domingo de Resurrección. Se trata por tanto
del clímax, del punto álgido de esa apasionante historia que narra el
Nuevo Testamento y que marca el culto de una de las tres grandes
religiones del mundo.
procesiones
Son días de rezo, meditación, sacrificio y vigilia
para millones de fieles. Pero también de ritos y tradiciones de lo más pintorescas, que varían de un
lugar geográfico a otro, y que encuentran su máxima expresión en las procesiones. Éstas comienzan
a finales de la Edad Media, cuando los franciscanos
organizan estos pasos –es decir, la representación
mediante imágenes– para que el pueblo, en su mayoría analfabeto, pudiera conocer las historias del
libro sagrado.
Dada la arraigada cultura católica de España
–los protestantes no usan iconografía religiosa–
nuestro país es uno de los lugares del mundo donde más se celebra la Semana Santa e infinidad de
procesiones toman las calles en una extraña y actractiva mezcla de profunda veneración religiosa y
folclore popular. Miles de turistas procedentes de
todos los rincones del mundo visitan nuestro país
en esas fechas atraídos por el aire misterioso de los
nazarenos y sus capirotes; por el contraste entre
la delicadeza de los pasos y los fornidos costaleros
que los soportan estoicamente; por los sacrificios
de los penitentes que caminan descalzos con la
cruz a cuestas o que incluso se autoflagelan como
muestra de arrepentimiento por algún pecado cometido. Nadie se quiere perder lo que consideran
un exótico espectáculo.
Un color especial
Dios nos libre de cuestionar en estas páginas la religiosidad del resto de Comunidades Autónomas,
pero lo cierto es que la devoción en Andalucía en
general, y Sevilla en particular, alcanza niveles inimaginables. Aquí la Semana Santa se vive con una
intensidad especial. Prueba de ello es la imagen de
las lágrimas derramadas por cientos de sevillanos
cuando las inclemencias meteorológicas impiden
que salgan los pasos.
Quizá precisamente por esto, por la gran pasión
con que los sevillanos viven estas fechas, las procesiones de la capital andaluza son las más internacionales de todas las que se celebran en nuestro país y
en sus abarrotadas calles no cabe ni un alfiler. Tal es
su proyección fuera de nuestras fronteras que estas
procesiones han sido declaradas de interés turístico internacional. Incluso han sido llevadas a la gran
pantalla de Hollywood en alguna que otra ocasión
(aunque sin mucho tino, la verdad). La Semana Santa es por tanto la fiesta más importante del año en
Sevilla, por encima incluso de su sagrada Feria de
Abril. Y es que el impacto sociocultural, turístico y
económico que supone para la ciudad es inmenso.
Durante estos días, un total de 57 hermandades
llevan sus pasos desde su iglesia hasta la Catedral y
de vuelta, haciendo un ejercicio de precisión milimétrica para que las figuras pasen por algunas de
las estrechísimas calles sevillanas, protagonizando
así momentos de enorme emoción. La noche más
importante es la Madrugá (del Jueves al Viernes
gastronomía
Como toda tradición, la Semana
Santa también está vinculada a
una serie de recetas típicas de
esta época del año. Muy común
es la sopa de ajo en el Norte o
el potaje de vigilia, realizado con
bacalao en salazón (por aquello
de no comer carne). Pero por
encima de todo están las
torrijas. Cada maestrillo tiene su
librillo. Éste es el nuestro:
-1 barra de pan del día anterior.
-1 litro de leche.
-Vainilla en polvo.
-1 rama de canela.
-6 cucharadas de azucar.
-2 huevos.
-Aceite de oliva.
Cortar la barra en rebanadas.
Calentar la leche con la vainilla
hasta que esté templada.
Empapar las rebanadas en la
leche. Batir los huevos. Sacar el
el pan de la leche y rebozarlo en
los huevos. Meter las rebanadas
en la sartén con aceite caliente
hasta que se doren por los dos
lados. Por último, rebozar en el
azúcar mezclado con la canela.
Dejar enfriar antes de servir.
Comerlas e ir a la procesión.
Santo), cuando las hermandades del Silencio, el
Gran Poder, El Calvario, los Gitanos, la Esperanza
de Triana y la Macarena emprenden su procesión a
la Catedral.
Pero aquí la Semana Santa no dura sólo unos
cuantos días, sino mucho más. En realidad se vive
durante los doce meses del año. Al menos es así
para las hermandades y cofradías, que trabajan día
a día en los tres pilares fundamentales que las definen: formación, culto y caridad, realizando múltiples obras sociales. Y aunque la salida procesional
sea su actividad más importante, también realizan
otros muchos cultos internos durante el resto del
año (novenas, pregones, conferencias...). Una forma de vida en sí misma.
Tambores lejanos
La percusión es la protagonista absoluta de la Semana Santa en el municipio de Calanda, en Teruel, una
de las más originales de todo el territorio nacional.
Cientos de hombres y mujeres de todas las edades,
ancianos y niños incluidos, ataviados con túnicas
moradas hacen sonar sus bombos y tambores ininterrumpidamente durante 36 horas. Una tradición
que viene de lejos. Parece ser que en el año 1127,
mientras los cristianos de la localidad celebraban la
Semana Santa, los árabes se aproximaban. Un pastor
que estaba en las montañas les vio y empezó a golpear un rústico pandero para avisar del peligro. Esta
señal fue oída por otro pastor que a su vez hizo lo
mismo, y así sucesivamente hasta que aquel sonido
llegó a los vecinos del pueblo y se percataron de la situación. A partir de entonces, cada año se recuerda
esta hazaña con una gran tamborada.
Todo comienza el Viernes Santo al medio día con
el ritual de romper la hora, que describía así Luis Buo riz o n
119
bitácora
ñuel, calandés de nacimiento, en su libro autobográfico Mi último suspiro: “La multitud se congrega
en la plaza. Todos esperan en silencio, con el tambor en bandolera. Si algún impaciente se adelanta
en el redoble la muchedumbre entera le hace enmudecer. A la primera campanada de las doce del
reloj de la iglesia, un estruendo enorme como de
un gran trueno retumba en todo el pueblo con una
fuerza aplastante. Todos los tambores redoblan a la
vez. Una emoción indefinible que pronto se convierte en una especie de embriaguez que se apodera de los hombres”.
A partir de ese momento, da igual que llueva o
truene, no importa que las fuerzas flaqueen y que
las manos comiencen a sangrar por el continuo
golpeo del tambor. Es el acontecimiento que llevan esperando y preparando todo el año y nadie va
a estropearlo. Aquí el silencio no existe. Y el eco
profundo y vibrante de la percusión sirve de banda
sonora a las distintas procesiones que surcan sus
calles. La máxima intensidad llega a la hora en la
que Cristo muere. Surge entonces un enorme estallido que nos recuerda al mismísimo terremoto que
hizo temblar Jerusalén entera según el Evangelio.
Y después, ahora sí, vuelve la paz a Calenda. La calma que precede a la tempestad. Una tempestad que
volverá con la Semana Santa siguiente.
120
or i zo n
Top 5
películas
jesucristo superstar
(1973)
La pasión de Jesús convertida en
musical a ritmo de ópera rock.
jesús de nazaret (1977)
Mini-serie para la televisión que
narra la vida de Cristo según los
cuatro evangelios canónicos.
la vida de brian (1979)
Irreverente filme de los geniales
Monty Python en el que un niño
nace el mismo día que Jesucristo y es confundido con él.
La última tentación
de Cristo (1988)
Polémica cinta de Scorsese
en la que Jesús es liberado de
la cruz para llevar una vida terrenal junto a María Magdalena.
La pasión de cristo (2004)
Mel Gibson nos muestra los últimos días de Jesús con crudeza
y una estética sobrecogedora.
Nocturnidad y alevosía
La Semana Santa también es muy especial en Zamora. Detrás de este evento religioso se esconde un
conglomerado de tradiciones, sentimientos y vistosidad, un auténtico acontecimiento festivo y popular que hace que se considere el más importante del
año en la ciudad. Entre sus tradiciones destaca la del
canto del Miserere por parte de la Hermandad de
Jesús Yacente. Se realiza el Viernes Santo en la Plaza
de Viriato sobre la una de la madrugada. Un silencio
sepulcral envuelve el lugar mientras el Cristo Yacente es paseado por la Plaza. Comienza a sonar este
solemne himno funerario, cantado a la luz de unas
velas. Los pelos como escarpias.
Igualmente representativa es la figura del Merlú, que
son las parejas de la Cofradía de Jesús el Nazareno que
el Viernes Santo –después del Miserere– recorren los
barrios de la ciudad antes de las cinco de la madrugada y
convocan a sus hermanos a la procesión mediante el sonido de una corneta con sordina y un tambor destemplado. Una vez reunidos comienza la procesión del Camino
del calvario, también conocida popularmente como la de
el cinco de copas –porque la estructura del paso recuerda a
esta carta de la baraja francesa– o procesión de los borrachos
por las intempestivas horas a las que se celebra. Aunque
las malas lenguas aseguran que es porque más de uno se
une a ella después de visitar unos cuantos bares...
PROCESIONES
En la página anterior, un costalero en una procesión de Madrid.
En ésta, el capirote rojo de la
Cofradía del Silencio de Zamora.
o riz o n
121
bitácora
BREAKFAST IN AMERICA
Una magna obra visual recoge el esplendor gráfico de los menús americanos entre los años
1850 y 1985. Un legendario asalto a las barras y estrellas de los Estados Unidos.
PO R ramó n reboiras
desayunar es un arte en amÉricA,
pero hubo una edad de oro
en que lo fue más si cabe. La inagotable y copiosa fotogenia de
drive ins y moteles y café y donuts y camareras con membrete sobre el mandilón y camioneros y viajantes de comercio, apostados
en la barra de aluminio, mientras al fondo alguien introduce una
moneda en el juke box y suena una canción de Elvis Presley o Hank
Williams forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
Pero muy pocos habían reparado hasta el momento en esos
menús donde los huevos revueltos y los arenques ahumados, los
cereales y la tarta de ruibarbo o de arándano, las patatas fritas y
los huevos escalfados se escribían como un manifiesto artístico.
Tanto es así que la magna edición de Menu Design in America,
realizada por Jim Heimann, Steven Heller y John Mariani para
la editorial Taschen, constituye un acontecimiento editorial que
aúna varios alicientes: desde el gastronómico hasta el gráfico pasando evidentemente por una historia de las costumbres americanas cifradas entre los años 1850, cuando empiezan a confeccionarse las primeras cartas al estilo modernista, hasta 1985, cuando
122
orizon
el posmodernismo pop invade los desayunaderos de la Unión en su
versión más fast-food. Esta historia icónica y culinaria es por tanto
un monumento a aquellos artistas artesanales y tantas veces anónimos que, desde El Paso hasta Baltimore, y desde Portland hasta
Atlantic City, han ayudado a levantar una marca de identidad que
ha permanecido en el tiempo como parte sagrada del american
way of life, es decir, no importaba tanto la tortilla francesa o las
costillas de cordero, el cuenco de cereales o el zumo de arándanos
como esa manera de invitar al consumidor a ingresar en una era
moderna llena de alicientes y emociones publicitarias.
Nunca se ha vuelto ha repetir ese prodigio gráfico, sobre todo
con el advenimiento de la televisión y el cine, y aunque son muchos los establecimientos siguen teniendo a gala adornar sus menús, aquellos años de oro del lounge y del kon-tiki siguen constituyendo una escala obligatoria para cualquier viajero que se adentre
en los establecimientos norteamericanos y pida un café y acaso
una tarta de queso.
Menu Design in America, Jim Heimann Ed, Taschen, 392 pp. 40 €.
libros
la RUTA DE LA SEDA
No podía faltar en este número que
toma los vientos del Este y camina en la dirección de Marco Polo un compendio de dos mil años de
exploración, lo que en breve se ha dado en llamar La Ruta de la Seda,
pero que va mucho más allá en el tiempo y en el espacio. La bella edición de Phaidon examina la labor de los exploradores como Fernando
de Magallanes, Vasco da Gama o Sir Francis Drake, todo ellos geniales
navegantes y se apoya en más de ochenta mapas elaborados por cartógarfos tan conocidos en el mundo medieval y antiguo como Abraham
Ortelius, Diogo Homen, Fernao Vaz Dourado o Johannes Jansonius.
Todos ellos hombres que han tomado las medidas a un mundo que estaba en plena fiebre de los descubrimientos, sobre todo en Europa, hacia el mar de Japón y zonas de las Indias Orientales como Goa y Macao
que descubrieron los portugueses. Misioneros y comerciantes, científicos y navegantes, bucaneros y buscavidas confluyen en esta Ruta que
cuenta entre su tesoros con legenadrios reinos como el de Siam y que
ya delimita perfectamente las islas de Java, Japón, Filipinas y Borneo.
Todo un placer embarcarse en ese mundo que todavía reconocemos
por el perfil de sus costas y arrecifes.
Mapping The Silk Road and Beyond, Kenneth Nebenzahl, Phaidon Press. 176 pp. 49,95 €.
LOS COMANCHES
The New York Times, que en lo
americano marca tendencia y opinión, definió este ensayo como un
libro “que deja polvo y sangre en
los pantalones vaqueros”. No es de
extrañar. La tribu más resistente y
guerrera de todas las naciones indias marcó una epopeya dramática antes de hincar
la rodilla. Todas las peripecias están aquí narradas
por un avezado periodista del Times licenciado en
Historia por Princenton y que actualmente se ha
refugiado en las páginas del Dallas Morning. Absolutamente recomendable.
Top 3
webs Gastronómicas
ZAGAT
El imperio de la luna de agosto, S. C. Gwynne, Turner, 486 pp. 28 €. Desde hace unos años es la
CONVENTOS MORELENSES
En el mexicano Estado de Morelos, los avatares de la Conquista
española emprenden un itinerario de once conventos construidos por las distintas órdenes de
dominicos, agustinos y franciscanos que la Unesco declaró ya en 1988 Patrimonio de la Humanidad. Este libro ilustrado es un
homenaje a esos pilares de la fe y una de las invitaciones más auténticas a recorrer el México que
conserva intacto aquellos primeros años en que las
dos culturas iban a hermanarse. Un viaje al pasado
de mucha enjundia.
Conventos Morelenses, Lunwerg, 240 pp. 16,35 €.
nueva Biblia de lo más exclusivo y de esos lugares que no
fallan. Además ha conseguido
el aval de ser una marca ya
indiscutible del bon-ton.
www.zagat.com
Michelin
Por mucho que irrite a la gran
mayoría y consuele a unos
pocos talibanes de la alta
gastronomía, la venerable
publicación sigue siendo una
estrella indiscutible.
www.viamichelin.es
El comidista
El blog de Mikel López Iturriaga en El País sigue sorprendiendo por su frescura, nuevos
matrimonios y haciéndonos
reir con recetas viejunas.
ABSOLUT INDIA
Ambiciosa y tremenda la propuesta
de Lonely Planet en esta guía que
quiere intentar abarcar algo tan inabarcable como el continente India
en toda su latitud. Por si bastan estas son las coordenadas: 17 autores
a la tarea, 83 semanas de plazo de
ejecución, 132 templos antiguos al detalle y unos
196 mapas de todo el territorio. Además de necesaria para el lector español, la guía conserva el ya
proverbial espíritu práctico, bien actualizado y muy
low-cost marca de la casa. Un acierto que no cabe facilmente en el bolsillo.
India, Lonely Planet, 1.286 pp. 37 €.
DEPORTE DE RIESGO
Los entusiastas lectores de El antropólogo inocente volverán a frotarse
las meninges con este irónico y por
momentos delirante viaje a las costumbres del pueblo toraja de Indonesia, en el que esta especie de mochilero encuentra solaz y refugio en
una de las etnias que consideran, más que ninguna
otra en el mundo, que no hay apenas diferencias entre los muertos y los vivos. Barley, sesudo etnógrafo
del British Museum, vuelve a hacernos pensar que
la antropología puede estar en cualquier rincón del
mundo ya sea moderno o primitivo.
No es un deporte de riesgo, N. Barley, Anagrama, 276 pp. 18,90 €.
oriz o n
123
bitácora
puerto rico era una fiesta
Retrocedemos a los años cincuenta con la novela El diario del ron –ahora adaptada al cine–,
en la que Hunter S. Thomson nos muestra una época de libertinaje, alcohol y música.
PO R bruno g alind o
Hunter S. Thompson nació en 1937 ó 1939 –la duplicidad del natali-
cio, seguramente una duda impostada, es fundamental en toda biografía
de gran personaje–; vale decir que cuando llegó a Puerto Rico tenía 22,
año arriba, año abajo. Venía el hombre del Village neoyorquino –los picos de la camisa dando el cante, el panamá desaforado, el cigarrillo en
la boquilla: absurdo atenuante para los pulmones del rey del exceso–, e
iba en pos de un trabajo como periodista en el San Juan Daily News. Ni
el trabajo era lo que él pensaba ni el rotativo era tan profesional como
podía transmitir su nombre. Pero el encuentro entre el de Kentucky y
el reporterismo isleño más bastardo inspirarían la primera novela del lúcido preconizador del periodismo gonzo. Hablamos de El diario del ron,
inexplicablemente inédito hasta 1998.
124
o r i zo n
Se unen en estas páginas varias debilidades: nuestro amor desquiciado
por Thompson, nuestra simpatía incondicional por Johnny Depp –que
interpreta a Dr. Gonzo en los dos filmes que se han hecho con su obra,
Miedo y asco en Las Vegas y The rum diary–, y esta última cinta, inédita aún
en España. Sumamos, claro, el libro propiamente dicho. Es decir, la historia de Kemp, “bebedor de ron y álter ego del autor –resume la editorial
Anagrama–, que encuentra en el San Juan Daily News una variopinta
fauna de personajes: misántropos, desengañados, fracasados, ambiciosos
dispuestos a rehacer el mundo, todos ellos parias en busca de una existencia mejor en el trópico”. La encuentran por la vía del sol, el sexo y el
alcohol y, como a veces sucede, viene sucedida por el drama. Pero con una
arrebatadora banda sonora con la que hoy queremos solazarnos.
música
En la otra página y a la derecha, dos escenas de la película
The Rum Diary. Sobre estas líneas, calle de San Juan de
Puerto Rico, en la que se aprecia la arquitectura colonial.
Así que estamos en los cincuenta. Los hombres llevan
guayaberas, y las mujeres estilosos peinados ahuecados
y ondulados. Las casas son de estilo colonial: colores
pastel, altos techos e inevitables ventiladores. Los coches son gigantescos y resplandecientes. Y el ron se
ingiere y transpira con un rutina de pocos minutos.
Bonanza económica, hedonismo y malevaje marcan
esta especie de maravilloso y perverso día a día, efímero
como una ficha de casino en el bolsillo de un ludópata,
tórrido como un futuro anuncio de Bacardi. De acuerdo, muchos de los grandes músicos puertorriqueños
están trabajando en Nueva York en esta época, pero la
música viaja a la velocidad de la radio y en compañía del
gramófono. Ubiquémonos: hay nombres clave como
el del timbalero Tito Puente, cuyo estilo incorpora el
baile al mejor jazz (¿o es al revés?) que se escucha en la
calle 54 neoyorquina. En la ciudad de los rascacielos
se encarnan, ya en la piel de las primeras generaciones
de nuyoricans, los experimentos salseros que aglutinan,
bajo pulsión urbana, ritmos tradicionales puertorriqueños –y también cubanos– tales como la bomba y la plena.
Allí los ídolos también se llaman Ray Barreto y Eddie
Palmieri. La fiebre es el boogaloo. ¡La salsa!
Pero estamos en el centro de Puerto Rico. Allá está
el viejo San Juan; del otro lado de la avenida Ponce de
León, el Caribe Hilton. Más allá, Condado Lagoon, y
frente a la avenida Ashford los hoteles Condado Beach
y La Concha... En medio queda Isla Grande, reserva
naval de los EE UU (las bases militares yanquis siempre están al día en lo último que se escucha en la gran
nación americana). Aunque en Puerto Rico no sólo se
escuchan estas músicas que vienen de Nueva York; aquí
la cadencia es otra distinta a la que impone el asfalto en
la metrópoli; el calor pide otras cosas. Y no olvidemos
que Cuba y México están a tiro de piedra. Es tiempo de
orquestas: está Tito Puente –timbalero al que se rifan
cantantes tan dotadas como La Lupe y Celia Cruz–;
Top 5
ritmo puertoriqueño
Gran Combo de Puerto Rico
No hay cama pa’ tanta gente
(1985). Ni hay grupo salsero
más importante en la isla.
Tito Puente
Oye como va (1963). Reconocible desde las primeras notas,
una de las piezas más grabadas
de la historia de la música latina.
Eddie Palmieri
Vámonos pa’l monte (1971).
El mayor éxito del pianista de
origen puertorriqueño y de
ascendencia corsa, considerado
arquitecto de la salsa progresiva.
Ray Barretto
El Watusi (1962). Uno de los
grandes éxitos de la música
tropical el de este gran percusionista de origen puertorriqueño.
Héctor Lavoe
Periódico de ayer (1975). El
despecho, hecho salsa por el
genio de Ponce.
también nuestro Xavier Cugat con su Waldorf Astoria
Orchestra. Y el descomunal Pérez Prado, cuyos Mambo Nº 8 y Mambo Jambo rompen las pistas de la isla.
Otras orquestas son anglosajonas, sí, como la de Desi
Arnaz, Tex Beneke, Billy May. Poderosas secciones de
vientos, vivas percusiones y cuerdas, juguetones xilófonos... También están presentes los ritmos afrolatinos y
caribeños. Por ejemplo, se escucha La cumparsita argentina. O Carioca, a través de la enloquecida y genial chica
boom chic, versión brasileña de Lola Flores: la afrutada
Carmen Miranda. Quedan bandas vocales estadounidenses como las Andrews Sisters. Y es tiempo de crooners, como Dean Martin, muy presente en Puerto Rico
solo o en trío con Frank Sinatra y Sammy Davis Jr. (es
decir, con el Rat Pack). Tico tico, Beguine the beguine, Bésame mucho son hits del momento. Vaya época, ¿eh?
Ahí está nuestro hombre, “en prolongadas borracheras, peleas sin fin y fiestas desmelenadas, de una sexualidad salvaje –sigue Anagrama–. Y mientras lucha contra
la irrisoria libertad del aburrimiento, asiste a la lenta
agonía de una isla corroída por el dinero, las ambiciones de EE UU y el hipócrita compromiso de los periodistas”. Conviene no olvidar cómo acaba la década: con
el derrocamiento de Batista en Cuba. También Puerto
Rico sucumbe a su propia decadencia, y queda atorada
entre su condición de estado de EE UU y la posibilidad
de la independencia. El que vuelve a casa es Hunter S.
Thompson, tras una tragedia que dejamos descubrir
al lector. O al espectador, si es que ha preferido ver a
Johnny Depp, que ha debido reconstruir el papel de su
amigo y maestro in absentia (recordemos que se quita de
enmedio descerrajándose un tiro en 2005). La música
no para: quedan por venir el Apollo Sound, la Sonora
Ponceña, El Gran Combo de Puerto Rico... pero esa es
otra historia. Y la contaremos otro día.
El diario del ron, H. S. Thomson, Anagrama, 2002.
La adaptación cinematográfica está dirigida por Bruce Robinson.
o riz o n
125
bitácora
mandalay
celebraciones populares:
Thingyan o Fiesta del Agua
En Mandalay, y en el resto de localidades de Myanmar –anteriormente conocida como República
de Birmania–, los años siempre
comienzan en la segunda semana
de abril. Para celebrarlo, tiene lugar el Thingyan (que significa literalmente “pasar de un año a otro”
en el idioma local), una arraigada
tradición que consiste en que
una multitud de todas las edades
tome las calles para arrojarse
agua en una frenética guerra de
todos contra todos, al tiempo que
se recitan oraciones para purificar
de esta forma a los espíritus de
todos los pecados cometidos en
el año que acaba de terminar. Sin
duda, una manera muy divertida
de limpiar el karma.
Thingyan o Fiesta del Agua, Mandalay (Myanmar), 12 de abril,
www.myanmar-tourism.com
londres
arquitectura: Ecobuild
exposición en el caixa forum
delacroix visita barcelona
Eugène Delacroix
será el protagonista absoluto de la actividad cultural del Caixa Forum de Barcelona en los próximos
meses. Nunca antes en nuestro país habíamos podido disfrutar de una exposición tan completa
sobre el emblemático artista francés, cuya influencia se extendió hasta los pintores impresionistas.
Esta muestra nace fruto de una estrecha colaboración entre la fundación catalana y el Museo del
Louvre parisino, sin la que no hubiera sido posible llevarla acabo. La exposición propone un interesante recorrido por la trayectoria del artista, en la que se recogen desde las primeras etapas creativas del pintor hasta su edad madura, en la que Delacroix extrae sus temas de la realidad, haciendo
especial hincapié en sus obras de historia así como en sus trabajos orientalistas. La exhibición está
compuesta por más cien cuadros, entre los que se encuentran algunas famosísimas creaciones como
Grecia expirando sobre las ruinas de Missolonghi, uno de los bocetos de Muerte de Sardanápalo, Las
mujeres de Argel en su aposento o El rapto de Rebeca –imagen que acompaña estas líneas– junto a
otras más desconocidas por el público general. Y es que muchas de estas obras han viajado desde
distintos rincones del mundo hasta la Ciudad Condal, desde instituciones artísticas de la talla de la
National Gallery londinense, el Metropolitan Museum neoyorkino o el Art Institute de Chicago.
Un hecho que acentúa, aún más, la importancia de este evento.
considerado uno de los pintores más influyentes del Romanticismo,
Exposición ‘Delacroix (1798-1863)’, en el Caixa Forum de Barcelona. Hasta el 20 de mayo. obrasocial.lacaixa.es
126
or i z o n
No es ningún secreto que las
ciudades del futuro estarán diseñadas en base a la ecología. Para
conocer las últimas tendencias
al respecto, los profesionales del
sector de la construcción se darán
cita en la capital británica en esta
feria de marcado carácter internacional en la que se presentan
las últimas novedades en lo que a
diseño y arquitectura sostenibles
se refiere. Empleo de energías
renovables, sistemas eficientes
de alcantarillado, aislamiento y
revestimientos de nuevos materiales para viviendas y mobiliario
urbano, estructuras de madera o
elementos reciclables son algunas
claves para respetar un poco más
este planeta herido de muerte.
Feria Ecobuild, Londres (Inglaterra), del 20 al 22 de marzo.
www.ecobuild.co.uk
“Yo a esa mierda de música llamada Rock and Roll no le doy ni cinco años de vida”,
Frank Sinatra en el año 1959 haciendo gala de sus grandes dotes de visionario.
agenda oz
maastricht
ARTE: Feria TEFAF
girona
Música: Black Music Festival
La música negra estará muy presente en la escena cultural de esta
ciudad catalana durante el mes de
marzo. Maceo Parker, Trombone
Shorty & Orleans Avenue, Freak
Power, The Jim Jones Revue o The
Brew son sólo la punta del iceberg
del extensísimo elenco de artistas
y bandas que se subirán a los
escenarios de diferentes salas de
conciertos y teatros repartidos por
toda la ciudad. Las actividades se
completan con otras propuestas
culturales relacionadas con este
estilo musical, como un taller de
gospel, proyecciones de películas
y la exposición del fotógrafo Rubén
Garcia Carvallo.
Girona, Black Music Festival,
del 2 al 30 de marzo.
2012.blackmusicfestival.com
estocolmo
fotografía:
Muestra de Aitor Ortiz
La arquitectura es la musa de este
artista bilbaíno. A través de su
objetivo descontextualiza elementos
constructivos que se presentan ante
los ojos del espectador de una manera distinta a la habitual, rodeados
de un contínuo juego de contrastes
entre luces y sombras, entre rectas y
curvas. Ahora, estas evocadoras fotografías traspasan nuestras fronteras
para ser expuestas en Estocolomo,
en el Museo Sueco de Fotografía,
donde se realiza una extensa monografía sobre su obra.
Si eres de los que asocian los festivales musicales con el buen tiempo
e incluso con la playa, te vamos a
romper un poco los esquemas. En
la estación alpina de Mayrhoffen
(Austria), sobre la fría nieve y con
temperaturas bajo cero, se celebra
este festival en el que el baile más
que una diversión se convierte en
una obligación para entrar en calor.
De ello se encargarán una legión de
artistas, entre los que se encuentran, por ejemplo, Dizzee Rascal, DJ
Shadow o Fatboy Slim.
Festival Snowbombing, Mayrhofen
(Austria), del 9 al 14 de marzo.
www.snowbombing.com
Hace unos años, al festival de
música avanzada más prestigioso
de nuestro país (y posiblemente de
toda Europa) se le quedó pequeña
Barcelona y decidió que era hora de
expandirse por otras latitudes. Las
ciudades escogidas fueron la brasileña São Paulo y la japonesa Tokio,
ni más ni menos... Por esta última
desfilarán en el mes de abril artistas
tan importantes como The Cinematic Orchestra, Clark, Mount Kimbie o
Anarchord. Todos ellos se encargarán de que el sonido y la esencia
del Sónar original permanezca
inalterable a miles de kilómetros de
Barcelona. Estate pendiente de su
web, porque todavía queda mucho
cartel por confirmar...
Sónar, Tokio (Japón), 21 y 22 de
abril. www.sonarsound.jp/en/
Muestra de Aitor Ortiz, Estocolmo
(Suecia), hasta el 4 de marzo.
en.fotografiska.eu
Mayrhofen
música: Festival Snowbombing
tokio
Música: Sónar
Salamanca
Literatura: Congreso
dublÍn
celebraciones populares:
Día de San Patricio
Lo que empezó siendo una celebración religiosa para honrar la memoria
del patrón de Irlanda en el aniversario
de su muerte, se ha convertido en un
festejo popular que se celebra en todo
el país (y buena parte del mundo).
Destaca el desfile de Dublín, que
forma parte de un festival que dura
cinco días, en el que participan más
de medio millón de personas. Los
litros de cerveza que se concumen,
sin embargo, son incalculables.
Día de San Patricio, Dublín (Irlanda),
17 de marzo. www.visitireland.com
La Feria de Bellas Artes y antigüedades más prestigiosa del mundo,
que reúne tanto obras de arte antiguo como vanguardistas, cumple
25 años en la presente edición.
Como parte de las celebraciones,
se inaugurará un nuevo y espectacular hall de entrada, tendrá lugar
un simposio sobre los cambios y la
evolución en el mercado del arte
entre 1988 y 2012, y se editará un
libro especial para el 25 Aniversario. Entre las obras que se exhibirán se encuentran un colgante de
extraordinaria belleza en forma
de libélula de René Lalique (en la
imagen), un autorretrato fotográfico
único del pintor Edgar Degas o una
figura egipcia shabti de 3.000 años
de antigüedad.
Feria TEFAF, Maastricht (Holanda),
del 16 al 25 de marzo. www.tefaf.com
zagreb
gastronomía:
de Novela y Cine Negro
Hay géneros literarios y cinematográficos que jamás pasarán de moda.
El negro es uno de ellos. Y es que no
nos cansamos de ver o leer tramas
relacionadas con los más bajos
fondos de la condición humana. Bajo
el lema Historia, memoria y sociedad
en el género negro, la capital charra
acoge por octavo año consecutivo
este evento que reúne a escritores,
directores de cine, estudiosos,
libreros y aficionados a este tipo
de obras. Un congreso que poco a
poco va consolidándose y aspira a
convertirse en una de las grandes
citas para el sector.
Festival Int. Gourmet y Vino
Inexplicablemente, la gastronomía
croata es una gran desconocida. Y
sin embargo su oferta es rica y variada, fruto de la mezcla de diferentes culturas como la húngara, vienesa, turca, griega, romana o francesa.
Por no hablar de sus vinos... Para
dar a conocer las delicatessen que
esconden sus recetarios, se celebra
la cuarta edición de este encuentro
gastronómico, que en esta ocasión,
y por primera vez en su corta
historia, tendrá como telón de fondo
la ciudad de Zagreb, concretamente
el Museo de Arte Contemporáneo.
Los asistentes podrán conocer (y
degustar, por supuesto) propuestas
culinarias croatas de ayer y de hoy.
Congreso de Novela y Cine Negro,
Salamanca, del 20 al 23 de marzo.
www.congresonegro.com
Festival Internacional Gourmet y
Vino, Zagreb (Croacia), 25 y 26 de
febrero. zagrebwinegourmet.com
o riz o n
127
bitácora
los
Ángeles
Cine: Ceremonia de entrega
basilea
RELOJERÍA:
Feria Baselworld
Lejos de ser meros instrumentos
funcionales para medir el paso del
tiempo, los relojes levantan pasiones en muchísimas personas,
se han convertido en un símbolo
de estatus social y, actualmente, constituyen una potentísima
industria. Un fenómeno que se
hace palpable cada mes de marzo
en la macroferia Baselworld, que
se celebra en la ciudad suiza de
Basilea –¿dónde si no?–, donde
las marcas más importantes del
sector presentan sus últimas novedades ante una multitud de profesionales y aficionados que acuden
(puntuales) a la cita relojera más
importante del planeta.
Baselworld, Basilea (Suiza), del 8 al
15 de marzo. www.baselworld.com
melbourne
Deporte: GP de Fórmula 1
En el Circuito Albert Park se dará
el Pistoletazo de salida a una
nueva edición del campeonato del
mundo de Fórmula 1. Con el Gran
Premio de Melbourne comienza una nueva y emocionante
temporada de este deporte que
cada día tiene más adeptos en
nuestro país. Una de las grandes
incógnitas de este año es si el
Ferrari de nuestro compatriota
Fernando Alonso dará la talla y el
asturiano podrá revivir los éxitos
de antaño. Por su parte, el alemán
Sebastian Vettel, vigente campeón
del mundo, tratará de defender su
título a los mandos de su Red Bull.
Que gane el mejor.
GP de Melbourne (Australia), 16 y 17
de marzo (entrenamientos) y 18 de
marzo (carrera). www.formula1.com
128
orizon
de los Premios Oscar
Un año más, el Kodak Theatre de
la ciudad de Los Ángeles vestirá
sus mejores galas para recibir a
la flor y nata de la industria cinematográfica norteamericana en la
84ª gala de entrega de los Oscar.
Billy Chrystal hará de maestro de
ceremonias –por novena vez en
la historia de los premios– tras la
polémica renuncia de Eddie Murphy. La cinta francesa The Artist
y La invención de Hugo, el último
filme de Scorsese, acaparan el
mayor número de nominaciones y parten como las grandes
favoritas. Pero todo puede pasar...
Hagan sus quinielas.
Ceremonia de entrega de los Oscar,
Los Ángeles (California, EE UU),
26 de febrero. oscar.go.com
nueva
york
arte: Feria Scoope
Esta feria –que también se
celebra en las ciudades de Miami,
Londres y Basilea– constituye uno
de los eventos de arte contemporáneo más importantes del año.
Un espectacular edificio de cristal
de 35.000 metros cuadrados
acoge las propuestas de más de
medio centenar de galerías que
exhibirán las creaciones de artistas emergentes pertenecientes a
cualquier disciplina y provenientes de todo el planeta.
Feria Scoope, Nueva York (Nueva
York, EE UU), del 7 al 11 de marzo.
www.scope-art.com
AUGUSTA
Deporte: Máster de Golf
madrid
ARTE: Exposición
de Hans Haacke
Este artista germano-estadounidense es considerado pionero y uno de
los principales representantes de la
llamada crítica institucional surgida
a finales de los años sesenta. A través de sus conceptuales creaciones
cuestiona la creciente influencia de
estos organismos en la economía,
la política, el arte y la sociedad en
general. La exposición que acoge
ahora el Museo Reina Sofía de
Madrid está compuesta por las
obras que forman parte del último
proyecto de Haacke, así como por
otras que repasan las principales
preocupaciones del artista a lo largo
de su trayectoria profesional.
Exposición de Hans Haacke,
Madrid, hasta el 23 de julio.
www.museoreinasofia.es
berlín
música: Festtage Festival
Cada año los amantes de la ópera
y de la música clásica en general
marcan en rojo en su calendario
la fecha en las que se celebra el
Festtage Festival, en la solemne
Staatsoper de la capital alemana.
En esta decimosexta edición los
platos fuertes serán las versiones
de Wozzeck –ópera en tres actos
con libreto de Alban Berg– y de la
famosísima Valkiria –la segunda
de las cuatro óperas del Anillo
de los Nibelungos, de Richard
Wagner–. También cabe destacar
la actuación del famoso pianista
chino Lang Lang, que interpretará
el concierto de música de cámara
con la Filarmónica de Berlín.
Festtage Festival, Berlín (Alemania), del 16 al 25 de abril.
www.staatsoper-berlin.org
También conocido como Masters –a
secas–, es una de las cuatro competiciones más importantes de este
deporte y la primera que se celebra
cada año. La ronda final siempre
tiene lugar el segundo domingo
del mes de abril y, a diferencia del
resto de majors, su sede es fija:
el Augusta National Golf Club, un
recorrido ideado por los jugadores
Clifford Roberts y Bobby Jones, así
como por el diseñador de campos
Alister MacKenzie. El jugador que
se haga con la codiciada chaqueta
verde de vencedor será invitado a
jugar en el resto de majors durante
los siguientes cinco años y en esta
competición de por vida. ¿Quién se
la pondrá este año?
Masters, Augusta (Georgia, EE UU),
del 2 al 8 de abril. www.masters.com
VENECIA
CELEBRACIONES POPULARES:
Carnaval
En ningún lugar esta celebración
tiene la elegancia y el glamour de
Venecia, donde predomina el uso de
máscaras y trajes del s. XVIII. Se respeta así el origen de esta tradición,
cuando las clases altas se disfrazaban para poder mezclarse con el
populacho. Si estás pensando en
ponerte el disfraz hortera de turno,
mejor será que busques otro destino.
Carnaval, Venecia (Italia),
hasta el 21 de febrero.
www.carnevale.venezia.it
es la duración de las película más larga de la
240 horas
historia, Modern Times Forever, rodada en 2011.
agenda oz
óBidos
gastronomía: Festival
NAVARRA
CINE: Festival Punto de Vista
Aunque no abundan en las salas
comerciales, las películas documentales en ocasiones son más
interesantes y de mayor calidad
que algunos taquillazos. Por eso
nos interesa la propuesta del
festival navarro Punto de Vista que,
centrándose en este tipo de cine,
presta especial atención a aquellos
creadores audiovisuales que hacen
de su obra una propuesta arriesgada y de búsqueda, valorando el
compromiso ético de los responsables de estas obras. Pasen y vean.
Festival Punto de Vista, Navarra,
del 22 al 25 de febrero.
www.puntodevistafestival.com
la
habana
placeres: Festival del Habano
Ahora que en Europa fumar es
políticamente incorrecto, cruzamos
el charco hasta la isla de Cuba,
cuna del mejor tabaco del mundo
(el Habano) y sede de este festival.
En esta ocasión, el evento homenajeará especialmente a las marcas
Cohiba y Romeo y Julieta, dos de
las más prestigiosas del planeta.
Los asistentes podrán degustar las
últimas vitolas que están a punto
de lanzarse al mercado, conocer un
poco más su historia y su complejo
proceso de elaboración mediante
las visitas a plantaciones y fábricas.
Festival del Habano, La Habana
(Cuba), del 27 de febrero al 2 de
marzo. www.festivaldelhabano.com
Internacional de Chocolate
En Orizon somos fans incondicionales del chocolate. Por eso nos
parece un muy apetecible plan acercarnos al país vecino, concretamente a la localidad de Óbidos, para
ponernos las botas en este festival
que se celebra por décima vez. Con
motivo de este aniversario tan especial, y aprovechando que Disneyland
París también cumple años –veinte
en su caso–, la presente edición
estará dedicada y ambientada en el
mágico mundo de Mickey, Donald
y compañía. Pero que nadie se
confunda, aquí no sólo se trata de
devorar –que también–, sino que
es posible aprender mucho sobre
toda la cultura que rodea a este
suculento producto participando en
catas, cursos de cocina y otras muchas actividades. No te preocupes,
todavía queda tiempo para empezar
la operación bikini.
Festival Int. de Chocolate, Óbidos
(Portugal), del 2 al 25 de marzo.
www.festivalchocolate.cm-obidos.pt
jerez
Danza: Festival de Jerez
Con el objetivo de fomentar el
encuentro y el mestizaje musical,
compartir nuevas propuestas y
apoyar la creatividad de aquellos
artistas que se esfuerzan por
encontrar innovadores caminos
estéticos y expresivos en el
flamenco del siglo XXI, se celebra
la 16ª edición de este festival.
Tendrán lugar una treintena de
funciones en tres emblemáticos
puntos de la ciudad de Jerez: el
Teatro Villamarta, la Sala Compañía y el Palacio de Villavicencio.
El festival arrancará con el Ballet
Flamenco de Andalucía y su
actuación Metáfora; por su parte,
La mar de flamenco de Joaquín
Grilo pondrá un broche de oro a la
edición de este año.
Festival de Danza, Jerez, del
24 de febrero al 10 de marzo.
www.festivaldejerez.es
Los integrantes de la banda de rock Foo Fighters, uno de los cabezas
de cartel de la segunda edición del festival Lollapalooza Chile.
santiago de chile a ritmo de rock
el lollapalooza desembarca en la capital chilena
El Lollapalooza es uno los festivales de música más importantes de
los últimos veinte años. Se podría decir que para aquella rabiosa
generación que surgió en los noventa –denominada por algunos
Generación X– fue algo parecido a lo que el mítico Woodstock supuso para los hippies de la ya lejana década de los sesenta.
El festival comenzó su andadura en 1991 como una iniciativa de
Perry Farrell, cantante de Jane’s Addiction, que lo concibió con un
formato itinerante, cada año se celebraba en un lugar distinto de
los Estados Unidos. Aunque lo cierto es que el evento ha sufrido
serios altibajos a lo largo de su historia y varios parones (de 1997
a 2003 y de 2005 a 2011), parece que actualmente goza de una
envidiable salud y este 2012 contará con tres ediciones diferentes:
Chicago, São Paulo (por primera vez) y Santiago de Chile (donde ya
se celebró el año pasado). Esta última es precisamente la que nos
ocupa y la que reunirá un cartel de lujo encabezado por las formaciones de rock alternativo Foo Fighters y Artic Monkeys, así como
por la polivalente islandesa Björk. Junto a estos tres pesos pesados,
se subirán a sus escenarios durante todo el fin de semana una
infinidad de bandas no menos interesantes, como TV on the Radio,
MGMT, Thievery Corporation, Band of Horses o Cage The Elephant,
entre muchísimas otras. Por supuesto, el festival cuenta con zona
de acampada, mercadillo de productos ecológicos y gran variedad
de actividades relacionadas con la cultura underground. Y es que
no sólo de música vive el hombre.
Festival Lollapalooza Chile, Santiago de Chile, 31 de marzo y 1 de abril.
Puedes consultar el cartel completo en la web www.lollapaloozacl.com
o riz o n
129
check out
sin mota de polvo
¿qué pinta un kit de limpieza de zapatos de la marca John Lobb en el resort
Mandarin Oriental de Hong Kong? Cosas de la globalización. O quizá simplemente del buen gusto, que no conoce fronteras. Y es que este lujoso cinco estrellas ha firmado un acuerdo de colaboración con la emblemática firma británica,
crème de la crème del calzado artesanal, para que sus huéspedes puedan disfrutar
de una limpieza de sus zapatos muy especial, a imagen y semejanza de como
se hacía en la Inglaterra victoriana y empleando exclusivamente productos y
utensilios de esta marca. Este servicio se suma al resto de atractivos de hotel:
habitaciones con vistas al famoso Victoria Harbour y al skyline de la ciudad, una
infinita oferta culinaria (tiene diez restaurantes y bares) e impagables momentos de relax en su spa de inspiración oriental. Acomodados en una silla situada
en el lobby del hotel y fabricada a mano con madera y piel de búfalo –solo existen tres ejemplares en todo el mundo–, un experto abrillantador se pondrá a la
faena mientras los clientes saborean una humeante taza de café y leen la prensa
diaria o –quién sabe– el último número de esta revista.
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Central, Hong Kong, China.
Tel.: +86 2522 0111
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El precio incluye: Estancia en hotel elegido y noches indicadas en régimen de alojamiento y desayuno. El nombre del hotel se confirmará 48
horas después de realizar la reserva. Forfait. Precios por persona en habitación doble para determinadas fechas de marzo y abril (consulta
fechas exactas). Condiciones generales según Catálogo Esquí Invierno 2011 - 2012 de Orizonia Life. Plazas limitadas.
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