diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras

Transcripción

diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras
DIAGNÓSTICO RÁPIDO PARTICIPATIVO SOBRE
CONVIVENCIA CON BARRAS POPULARES
Y ORGANIZADAS DE FÚTBOL DE LA CIUDAD
DE MEDELLÍN
PRESENTADO A:
Mesa Pedagógica y de Convivencia en el Fútbol
Subsecretaría de Ciudadanía Cultural
Secretaría de Cultura Ciudadana
Municipio de Medellín
ELEBORADO POR:
MEDELLÍN
Junio - Septiembre de 2014
TABLA DE CONTENIDO
1.Presentación
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2. Referentes contextuales
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3.Memoria metodológica
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4. Hallazgos del diagnóstico rápido participativo
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4.1 La construcción simbólica y subjetiva en el barrismo
25
4.2Territorialidades, identidad y conflicto
33
4.3Percepciones, iniciativas y propuestas de convivencia
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5. Reflexiones interpretativas sobre los hallazgos del diagnóstico
57
6.Conclusiones y recomendaciones
65
Aníbal Gaviria Correa
Alcalde de Medellín
Alexandra Peláez Botero
Vicealcaldesa de Educación, Cultura, Participación,
Recreación y Deporte
María del Rosario Escobar Pareja
Secretaria de Cultura Ciudadana
Marcela Isabel Trujillo Quintero
Subsecretaria de Ciudadanía Cultural
Óscar Emilio Marín Garcés
Mesa Pedagógica y de Convivencia en el Fútbol
EQUIPO DE INVESTIGACIÓN
Equipo de Consultores/as
Ferney Torres
Trabajador Social. Especialista en asesoría
y consultoría Organizacional.
Candidato a Mg. Gestión de Ciencia,
Tecnología e Innovación.
Milena Meneses
Politóloga
Estudiante de Maestría en Biodanza
Maryluz Ramírez
Administradora de Empresas.
Candidata a Mg. en Administración.
Rubén Echavarría
Antropólogo
Estudiante de maestría en ciencias sociales
Jaime Quintero
Comunicador Social. Especialista
en Estudios Políticos.
Candidato a Mg. en Desarrollo.
Gloria Castañeda
Psicóloga
Especialista en ciencias sociales
Lina Villegas
Trabajadora Social
Estudiante de Maestría en Biodanza
Jhony Arango
Estudiante de Sociología
Ejecución de la propuesta
Visión Consultores SAS.
Medellín, 2014
1.
PRESENTACIÓN
El presente ejercicio de Diagnóstico Rápido Participativo (DRP) surge como una necesidad expresa de la Mesa Pedagógica y de Convivencia en el Fútbol para la ciudad de
Medellín, buscando junto con la Subsecretaría de Ciudadanía Cultural de la Secretaria
de Cultura Ciudadana, identificar la voz directa de los jóvenes y adultos integrantes de
las barras de fútbol tanto populares como organizadas de la ciudad. Reconocer sus
apreciaciones y puntos de vista sobre el tema de la convivencia en el futbol, así como
sus propuestas para mejorar dicha convivencia.
De este modo, el objetivo principal que orientó el proceso de diagnóstico fue: “Describir las percepciones y dinámicas que frente a la convivencia tienen las barras de
fútbol en la ciudad de Medellín”¸ en este sentido se llevó a cabo una ruta metodológica que permitiera el acercamiento directo a los actores de interés, y sus respectivas
visiones sobre el tema es cuestión.
Para cumplir dicho propósito, se contó con la participación activa de 92 integrantes
de 5 barras representativas de la ciudad: Los del Sur (LDS), Rexixtenxia1 Norte (RXN),
Asociación de Barras del deportivo Independiente Medellín (ASOBDIM), Asociación de
Barras del Atlético Nacional (UBANAL) y los Reveldes2 (aunque este último no es reconocido como barra en la instancia de la Mesa, se auto-nombran barra popular).
El informe evidencia por lo tanto los resultados propios del ejercicio de diagnóstico,
con un alcance descriptivo, teniendo como fuente fundamental la voz de los actores
e intentándose por parte del equipo investigador dar cuenta de algunas reflexiones
emergentes, posibles conclusiones y recomendaciones que le permitan a los diferentes actores quizás un acercamiento mayor a la interpretación del fenómeno del barrismo en la ciudad, y por lo tanto mayores posibilidades de continuar construyendo
alternativas para la convivencia.
1 Es importante aclarar que los integrantes de la barra Rexixtenxia Norte escriben su nombre con esta
variación ortográfica aludiendo a su identidad barrista.
2 La barra Los Reveldes, escribe su nombre con “V”, en tanto argumentan que hace parte de su reivindicación de la rebeldía, de su manera de ir en contra de lo establecido.
Referentes contextuales
2.
REFERENTES CONTEXTUALES
El fenómeno del barrismo en la ciudad (y en general en el país) ha estado influenciado por una serie de dinámicas que han delineado la manera como se “vive” actualmente. Dicho fenómeno, es visto por muchos como una copia directa de las dinámicas del barrismo en los países del sur del continente (especialmente Argentina
y Chile); por otros como un fenómeno en pleno crecimiento que busca su identidad
propia diferenciándose de lo que acontece en otros países; y considerado por algunos más como un espejo de las problemáticas sociales que se presentan en una
ciudad como Medellín.
Indiscutiblemente, “las barras colombianas se forman teniendo como referente el
modelo argentino conocido como Barras bravas: [los] cantos, [la] estética y [la] terminología de las Barras gauchas es adoptado [de manera general en el país]” (Garcés,
s.f.). Este proceso de adopción e incorporación del arquetipo de barra “brava” se da
desde finales de la década de los ochenta e inicio de los noventa, en donde jugaron un
papel preponderante los medios de comunicación.
Precisamente es durante estos años que se presenta el apogeo de la televisión cerrada y satelital, la cual permitía observar no sólo partidos de fútbol sino conocer las
experiencias de las barras del sur del continente. “[son] las imágenes, que a finales
de los 80’s y principios de los 90´s nos llegaban provenientes de la parabólica en esos
días y la televisión satelital, ahora último; y que nos mostraban todo lo que rodea las
ligas de fútbol más importantes (las europeas y la Argentina)” (Blanco et al., 2001). De
esta manera:
7
8
Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
El paradigma ´argentino´ de la Barra brava se propaga en las canchas colombianas con ejemplos como el de Rafa Diseo y José Barrita, capos de la 12,
Barra del Boca Juniors [donde prácticas como] el robo de trapos y cantos alegóricos a los enfrentamientos entre hinchadas se convirtieron en los códigos
a seguir para conformar una Barra grande (Garcés, s.f.).
La referencia a las primeras barras en Colombina son “Los Comandos Azules” y “la
Guardia Albirroja Sur” de Bogotá, “El Barón Rojo” en Cali y “Los del Sur” y la “Rexixtenxia Norte” en Medellín (Clavijo, 2004). Sin embargo, en Medellín se reconoce una
importante participación para el desarrollo del barrismo de grupos de aficionados
que se organizaron durante los años ochenta para alentar a sus equipos: “las barras ya existían en la región, por lo menos en la situación de Medellín evolucionaron
de esta manera; en el caso de Los del Sur o la barra de Medellín [La Rexixtenxia
Norte], son evoluciones de lo que antes eran La Maturana, El Escándalo Verde [y
La Putería Roja], [que] fueron los que finalizando los ochenta y a principios de los
noventa cambiaron la idea de lo que se entendía [por] ser hincha” (Entrevista Raúl
Martínez, 2014).
Aquellas primeras expresiones del barrismo en la ciudad tenían como principal característica la transformación de la pasividad de los tradicionales aficionados al fútbol.
Los nuevos barristas alentaban al equipo durante la totalidad del juego. No obstante
“estas barras no permitían el ingreso a sus filas de cualquier individuo, así, los miembros de la barra limitaban la zona de estadía de sus miembros con cintas y demás elementos para marcar el territorio. Además el integrante debía comprar una camiseta
que lo distinguía de los demás espectadores y en algunos casos incluso se implementó la carnetización” (Entrevista Raúl Martínez, 2014).
En estos primeros años aparecen algunos brotes de violencia tanto al interior de los
estadios como fuera de ellos: “el Escándalo Verde y la Putería Roja peleaban en los
estadios delante de todo el mundo y sin embargo nadie decía nada. Estos se juntaban
y se peleaban en la tribuna o incluso fuera del estadio” (Entrevista Raúl Martínez,
2014). De la misma manera, a partir del año 2000, durante la consolidación de las
barras populares (LDS y RXN) se presentan constantes episodios de violencia en el
estadio como en toda la ciudad, incluso en los municipios aledaños; episodios que
con el tiempo han escalado de manera tal que son comunes las agresiones y la
muerte de barristas.
Con esto se empiezan a configurar territorialidades marcadas por la pertenencia a una barra. De esta manera, se establecen fronteras y limites imaginarios para
Referentes contextuales
habitar3 el estadio como la ciudad. Por ejemplo, durante el clásico de fútbol local, los
barristas del Atlético Nacional habitan el sector de la carrera 70 y las inmediaciones
de la estación Estadio del Metro. Los barristas del Deportivo Independiente Medellín,
la avenida Colombia y el Centro Comercial Obelisco. De esta manera:
“Desde la perspectiva de los Barristas, delimitar el territorio lleva a constituir
identidades en espacios urbanos, a partir del espacio compartido donde se
presentan diferentes apropiaciones simbólicas y de hábitos cotidianos, que
conjugan la memoria individual con una memoria del espacio colectivo que
convierte a los parques esquinas del barrio en hogares o fronteras prohibidas
(Salcedo y Rivera, 2007 Citados por Garcés, s.f.).
Construcción DRP con ASOMBDIM.
Sumado a lo anterior se encuentra el cubrimiento, si se quiere parcial, de los diferentes medios de comunicación sobre el barrismo en Medellín y en Colombia. El cubrimiento periodístico ha estado centrado en los episodios de violencia, amplificando y
escalando aún más los conflictos entre las barras. Desde una perspectiva mediática
interesada en la exclusiva del enfrentamiento y los heridos o muertos, y consolidando
aún más el imaginario que la sociedad tiene de las barras como generadoras de conflictos y violencias.
A veces los medios de comunicación [informan que] hay un problema a las
afueras del estadio, entonces [porque] vieron la camiseta [de un equipo, se
quedan con la idea de] que fue la barra no la persona que está ahí. Que hay
problemas si, pero no necesariamente son de las barras (Entrevista Juan Fernando Rivera, 2014).
3 Es importante aclarar que en el texto cuando se hace referencia a “habitar”, se alude a una apropiación del territorio que va más allá de la sola presencia en el mismo.
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
No se trata de soslayar las dimensiones del problema, es evidente que la violencia
asociada al barrismo no es un asunto actual, ni pensar que años atrás no se presentaran episodios violentos. Lo que acontece en la actualidad es un escalamiento
de los enfrentamientos respecto al número de personas que en ellos intervienen, la
frecuencia de los mismos y la utilización cada vez más recurrente de armas con las
cuales se pretende producir daño físico al otro.
Lo anterior, ha hecho que se asuma el fenómeno del barrismo como un problema
de carácter público por las afectaciones que genera no sólo a los barristas sino a las
comunidades donde se presentan los enfrentamientos, “se ha constituido en una
problemática que actualmente afecta la seguridad de las ciudades y preocupa a las
autoridades gubernamentales, a los clubes deportivos y a la sociedad en general” (La
Stampa, 2005 citado por Castaño y Restrepo, 2014); llevando a que las administraciones municipales formulen programas y proyectos tendientes a reducir y/o mitigar los
episodios de violencia entre las barras, especialmente durante los días de clásico.
Pero no sólo la Administración Municipal ha puesto los ojos sobre los barristas, los
constantes enfrentamientos entre barras llamaron la atención de los grupos armados (especialmente paramilitares) que en sus lógicas de control territorial se sirven
de amenazas para diezmar y/o evitar la violencia entre las barras. Para muchos en
Medellín el responsable de la convivencia que se dio entre los años 2000 y 2007 entre LDS y RXN se debe principalmente a la orden de alias “Don Berna” de buscar la
“paz” entre las barras de la ciudad sin importar el modo o el costo en vidas humanas;
situación que se extendió durante los años siguientes debido al control que ejercen
los combos4 en las comunas de la ciudad. Dichos grupos no sólo han amenazado sino
golpeado a muchos barristas con el pretexto de evitar actos violentos y disturbios en
los barrios:
Hace parte como de los mitos urbanos que tiene esta ciudad, que en cierto
momento los líderes de grupos al margen de la ley influyeron en el fenómeno
del barrismo (Entrevista Guillermo Zuluaga, 2014).
Las estructuras armadas han propiciado amenazas a la barra, intimidaciones
de muerte, que hasta el día de hoy siguen pasando, sin ser un control directo
hacia la barra pues no se ejerce dentro de la barra ningún tipo de control, pero
si pasa y han pasado amenazas y asesinatos en la ciudad por medio de estos
grupos hacia integrantes de las barras (Entrevista Raúl Martínez, 2014).
4 En este caso concreto, el término combo se equipara a grupo armado al margen de la ley.
Referentes contextuales
A partir de lo anterior es posible afirmar que las barras son influenciadas por aspectos y dinámicas propias de la sociedad; en el entendido de que muchos de los
problemas existentes en nuestras comunidades son fácilmente observables al interior de las barras.
“[El] fenómeno del barrismo es un reflejo del país, las barras [son] uno de
los pocos escenarios en donde uno puede encontrar realmente una ciudad
reflejada” (Entrevista Juan Fernando Rivera, 2014).
Las barras son un espejo de esta sociedad. Si uno quiere entender un poco lo
que es la sociedad medellinense, la sociedad antioqueña [vasta con] mira[r]
las barras (Entrevista Guillermo Zuluaga, 2014).
Construcción DRP con mujeres barristas.
No es sólo una cuestión de percepción, ni de reforzar el arquetipo que posee la sociedad acerca de las barras y sus integrantes; pero es evidente que las barras son
un espacio donde se reproducen conductas y hábitos considerados como inadecuados o negativos para la sociedad, siendo los más evidentes el consumo de sustancias
alucinógenas (especialmente la marihuana) y alcohol, así como la práctica de actos
delictivos y vandálicos. Todo esto se entrecruza con algunas estéticas salidas de lo
establecido como normal y adecuado por la sociedad, configurando un imaginario
social del barrista como un sujeto que refleja algunos de los problemas sociales que
afectan a los habitantes de la ciudad, especialmente a los más jóvenes. Al respecto,
afirmaciones como:
En Medellín al igual que en otros lugares de Colombia, es evidente el consumo
de sustancias psicoactivas en los estadios durante los partidos de fútbol. […]
Son múltiples los reportes periodísticos de decomiso de drogas por parte de
la Policía a la entrada del estadio (Castaño y Restrepo, 2014).
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
Existen factores asociados como las rupturas familiares, el mal uso del tiempo, la
desintegración de los valores tradicionales, la marginalidad social (Torres, 2005).
Esos muchachos son muy marginados, son muy excluidos en muchas cosas.
[Es] una sociedad que los ignora por completo. Estos muchachos aguantan
hambre, no tienen acceso a una buena educación, no tienen plata para nada5
(Entrevista Luis Javier Botero, 2014).
Vale mencionar que aunque no existe una caracterización cuantitativa de las hinchadas, la mayoría de estas están compuestas por jóvenes adolescentes y sus subgrupos están situados en barrios de estratos socio-económicos populares. Algunas cifras
estadísticas no concluyentes indican que: el 82,6% son hombres y el 17,2% restante
mujeres; por grupo de edad se evidenció que el 75,8% está entre los 13 y los 24 años y
el 22,1% entre 25 y 34 años, con una edad media de 21,08 años. El 58% son estudiantes
y un 11,1% desempleados. En cuanto al nivel educativo, el 46,8% tiene estudios de secundaria, el 31,2% está en la universidad, 17,2% tiene estudios técnicos y 3% estudios
de básica primaria. Sólo un 0,5% no tienen estudios, finalmente el 61,8% son de estrato socioeconómico medio, el 33,2% bajo y 4,2% alto (Castaño Pérez, G. A. & Restrepo
Escobar, S. M. 2014). Contexto de esta investigación: ¿Es local?, ¿Nacional? ¿Cuál fue la
muestra? Finalmente, es factible concluir que:
El fenómeno de las barras ha venido creciendo en Colombia, con tres características comunes e importantes: de un lado, son grupos de jóvenes seguidores de equipos locales; de otro sus formas de expresión son muy similares,
cambian los símbolos y las ciudades, pero no las formas de expresarse como
barras bravas; y, finalmente la violencia física y simbólica es una de sus maneras privilegiadas de expresión (Clavijo, 2004).
Tribuna sur, Estadio Atanasio Girardot.
5 Esta situación de marginalidad no es general en los barristas. Es una realidad presente en muchos de
los integrantes de las barras de los equipos de fútbol de la ciudad.
Memoria metodológica
3.
MEMORIA METODOLÓGICA
Objetivos del diagnóstico
General
Describir las percepciones y dinámicas que frente a la convivencia tienen las barras de
fútbol en la ciudad de Medellín.
Específicos
• Identificar las acciones e iniciativas que se han implementado para la promoción
de escenarios de convivencia entre los integrantes de las barras.
• Visibilizar hallazgos y recomendaciones de actuación pública con la población que
integra las barras de fútbol en la ciudad de Medellín.
Enfoque del diagnóstico
La Investigación Participante (o investigación participativa), como enfoque de investigación cualitativa, consiste en la implementación de una serie de herramientas prácticas, dinámicas y, en ocasiones lúdicas, que permiten que los sujetos de la investigación se involucren decididamente en cada uno de los momentos de la misma: diseño,
recolección, análisis y elaboración de los informes finales. Lo anterior significa que el
proceso se hace de manera cooperativa con los investigadores y la construcción del
conocimiento reconoce el saber popular y el saber científico como partes integrales
para la explicación de una misma realidad.
De esta manera, la Investigación Participativa es una posibilidad para formular y desarrollar un proceso investigativo, considerando a las comunidades como sujetos activos
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
del conocimiento; permitiendo la descripción, comprensión y explicación de la realidad
social, y la orientación de ésta a la creación de alternativas de solución o de mejoramiento de las situaciones que les afecte o les beneficie. Es un enfoque de la investigación
que debe considerarse dinámico, interactivo, formativo y transformador. En el anterior
sentido el Diagnóstico Rápido Participativo (DRP) puede considerarse como una herramienta metodológica de la Investigación Participativa, que posibilita llevar a cabo el análisis de una problemática social, mediante un proceso que contempla a la comunidad
como protagonista de la investigación.
Visto de esta manera, el DRP6 es una adecuada estrategia metodológica para identificar, recopilar y analizar información producida por diferentes grupos poblacionales,
sobre ciertos aspectos particulares de la realidad, mediante la aplicación de herramientas de investigación en un tiempo comparativamente corto frente a otros métodos. Es una actividad realizada sobre el terreno, enfocada a obtener información sobre
la cotidianidad de un grupo poblacional, de forma rápida y eficiente. Es un medio para
estimular y apoyar a los miembros de un grupo en la exploración, análisis y evaluación
de sus limitaciones y potencialidades de desarrollo, en un plazo razonable, para tomar
decisiones argumentadas y oportunas en relación con sus proyectos.
Principios metodológicos del DRP7:
• Triangulación: hace referencia al empleo de varias técnicas que permiten observar un mismo fenómeno o tema desde varios ángulos. Esto implica la existencia
de diversos puntos de vista y que la información levantada ayude a obtener una
imagen lo más completa posible acerca de la realidad que se desea analizar.
• Aprender en los grupos meta: significa aprender de, con y a través de los miembros del grupo social. En la medida de lo posible, los investigadores en su rol de
facilitadores, deben analizar la realidad desde la perspectiva del grupo social.
• Ignorancia óptima: el DRP debe limitarse a obtener la información estrictamente
necesaria y enfocarse en lo esencial, en función de los objetivos que se persiguen.
6 El desarrollo DRP ha perseguido encontrar el “óptimo nivel de ignorancia” y el “adecuado nivel de
precisión” de los datos; es decir, tener la capacidad de decidir lo que no hace falta saber, o encontrar
el adecuado nivel de precisión de los datos. CONTRERAS Armando et al, “Los Métodos Del Diagnóstico Rural Rápido Y Participativo”, documento de trabajo para el curso de Diagnóstico Rural Participativo, El Rincón de Ademuz, 1998.
7 Juntos es Mejor – Módulos de Metodologías participativas para la gestión de organizaciones sociales.
Módulo 2 ¿Con quiénes trabajamos?, Corporación Paisajoven, GTZ, Fundación Corona, Alcaldía de
Medellín, diciembre de 1999.
Memoria metodológica
• Flexibilidad: los procedimientos y los instrumentos deben permitir adaptarse
durante el proceso (situaciones y grupos), lo que no significa que no exija una
planeación previa.
• Instrumentos apropiados: la selección de las técnicas deben responder al grupo
social con quien se realice el DRP, por lo tanto deben ser claras, comprensibles,
sencillas y abiertas a cualquier cambio que se requiera.
• Análisis y presentación en el lugar de trabajo: los investigadores (facilitadores) deben analizar y evaluar conjuntamente con el grupo social los resultados
obtenidos, identificar la información faltante, presentar y discutir los principales
hallazgos y definir los pasos y procedimientos a seguir.
• Autocrítica: los investigadores (facilitadores) deben estar abiertos a nuevas
ideas, ser autocríticos y reflexionar sobre las fallas que se puedan presentar en el
proceso, así como identificar dónde hace falta mayor triangulación.
Equipo investigador - Visión Consultores.
En cuanto a las técnicas que se utilizan en el DRP, éstas no se limitan a su aplicación
aislada y deben verse como medios integrados para la recopilación y el análisis de la
información relevante; dejando de lado la extrema postura científica de muchos investigadores, de aplicar cuestionarios con preguntas fijas y respuestas escuetas que
no facilitan la compresión de la pregunta. Es menester recordar que las herramientas
y las técnicas metodológicas deben ayudar a establecer una comunicación abierta con
las comunidades. La base de todas las técnicas está, pues, en la habilidad de diálogo.
Debe decirse que el DRP no tiene la pretensión de sustituir la investigación y las técnicas de diagnóstico convencional. Su carácter es sobre todo cualitativo, por lo tanto, puede generar criterios importantes sobre los cuales basar una investigación más
exhaustiva, o profundizar en temas concretos. Además, por la relativa rapidez en la
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
documentación de sus resultados, tiene la capacidad de dinamizar el debate sobre el
futuro de una determinada población.
Finalmente, la naturaleza del DRP delimita el alcance del diagnóstico, tanto como los
objetivos del mismo, pues según todo lo anterior, el diagnóstico es básicamente descriptivo, dando un panorama de la realidad diagnosticada desde la perspectiva de los
actores que participan del ejercicio.
Ruta del diagnóstico y momentos del proceso
Momento de ubicación
Este momento se caracteriza por la coordinación e identificación de la necesidad específica del diagnóstico por parte de los interesados, y un primer acercamiento a los
diferentes actores involucrados en el objetivo del diagnóstico.
Para este momento se llevaron a cabo reuniones de presentación y concertación de
la propuesta con cada uno de los líderes de las barras, así como las personas responsables de la Mesa Pedagógica y de Convivencia en el Fútbol y la Subsecretaría de
Ciudadanía Cultural.
Memoria metodológica
Construcción DRP barra Los del Sur
Momento de diseño
Este momento consiste en el montaje, diseño y estructuración de la matriz de investigación, además de un ejercicio de contextualización de la temática a ser abordada.
La estructuración incluye la definición de categorías de referencia para la construcción
de las preguntas de investigación, así como el diseño y preparación de instrumentos.
Se llevaron a cabo en total 8 jornadas de preparación y diseño del diagnóstico, en
algunas de ellas se contó con la participación de los líderes representantes de las dos
barras populares: Los del Sur y Rexixtenxia Norte, así como las personas responsables
de la Mesa Pedagógica y de Convivencia en el Fútbol.
Momento de aplicación o trabajo de campo
Incluyendo una jornada de prueba piloto de los instrumentos metodológicos del
diagnóstico, se llevaron a cabo un total de 4 jornadas (talleres) de levantamiento
de la información primaria, o trabajo de campo directo con los integrantes de las
diferentes barras.
Dichas jornadas consistían en la ejecución de un encuentro de aproximadamente de 6
horas, en los cuales a través de los diferentes instrumentos, se les consulto, se dialogó
y se escuchó a una muestra de jóvenes y adultos, hombres y mujeres, integrantes de
las barras tanto populares como organizadas.
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
Adicionalmente se realizaron 5 entrevistas a personas profesionales que de algún
modo están vinculadas con el tema del diagnóstico, estas entrevistas estuvieron tuvieron como propósito darle contenido a la categoría de contexto, con el fin establecer
un marco contextual sobre el cual actúan las barras de fútbol en la ciudad.
También se realizaron 4 encuestas a la barras objeto del diagnóstico, dichas encuestas
sirvieron como instrumento para la triangulación de la información identificada en los
talleres con los integrantes de las barras.
Momento de clasificación, tabulación y análisis de la información
Este momento consistió en un proceso minucioso y sistemático de transcripción, clasificación según las categorías, tabulación e interpretación de la información producida en el trabajo de campo.
El proceso de clasificación se realizó identificando los hallazgos que respondieron a las
preguntas y estas a su vez a las subcategorías y categorías de referencia. Posteriormente, en un primer ejercicio interpretativo, se identificaron –según el instrumento
de tabulación– las recurrencias, los memos analíticos, los vacíos y las observaciones
de cada una de las categorías.
Y finalmente, durante de 6 jornadas, se elaboró un análisis de los hallazgos por cada una
de las variables, infiriendo los elementos más significativos que describen las percepciones y dinámicas que frente a la convivencia tienen los participantes del diagnóstico.
Construcción DRP barra Los del Sur.
Memoria metodológica
Momento de producción de informes
A partir del proceso de análisis y según los resultados obtenidos con el trabajo de
campo, se construyeron los enunciados descriptivos para la estructuración del informe diagnóstico.
El informe es básicamente un texto descriptivo que da cuenta de los hallazgos, del procedimiento para obtenerlos, de las conclusiones y las recomendaciones propias del DRP.
Momento de socialización y convalidación de resultados
Posterior al ejercicio de escritura, se desarrollaron dos momentos de socialización,
uno preliminar, en el marco del seminario “90 minutos: Fútbol, mujeres, comunicación y convivencia” organizado y convocado por la Mesa Pedagógica y de Convivencia
en el Fútbol y la Secretaría de las Mujeres. Y un segundo momento, con los diferentes
actores integrantes de la Mesa, con el ánimo de generar un espacio más cercano de
conversación sobre los principales hallazgos.
Este último ejercicio de socialización, tiene también el objetivo de ser el espacio que
convalida los resultados.
Grupos participantes del Diagnóstico
Según la Mesa Pedagógica y de Convivencia en el Fútbol, en Medellín existen 4 barras
de fútbol, dos de ellas denominadas populares por su tipo de organización más informal: Rexixtenxia Norte (RXN) seguidores del Deportivo Independiente Medellín, y Los
del Sur (LDS) seguidores del Club Atlético Nacional, los dos equipos de fútbol profesional
de la ciudad. Ambas barras en su interior están conformadas por subgrupos de diferentes zonas y comunas de la ciudad, subgrupos que ellos denominan combos8 o parches.
Las otras dos barras, igualmente seguidoras de los equipos ya nombrados, se denominan “organizadas” debido a su estructuración formal. Están constituidas como:
Asociación de Barras del Deportivo Independiente Medellín (ASOBDIM) y Asociación
de Barras del Club Atlético Nacional (UBANAL).
8 En este caso específico, el término combo, hace referencia a grupo de personas organizadas que
integran una barra de fútbol.
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
De allí que los principales actores del diagnóstico fueron las 4 barras, además se incluyeron otros actores por la importancia de estos para los procesos de convivencia en la ciudad. A continuación se describen los grupos y número de participantes en el diagnóstico:
Actor
ASOBDIM
UBANAL
LDS
RXN
Los Reveldes
Líderes de las Barras
Total Número de participantes
12
0
23
13
16
LDS
RXN
ASOBDIM
UBANAL
5
5
3
5
8
2
Mujeres
TOTAL PARTICIPANTES
92 personas
Algunas anotaciones sobre los participantes:
• Aunque el grupo llamado Los Reveldes no
son inicialmente reconocidos como barra, se
les convocó a hacer parte de la Prueba Piloto,
pues son un combo bastante representativo
y han estado en escenarios de confrontación
y/o conflicto con las demás barras. En particular con Los Del Sur han tenido dificultades
por ser justamente un grupo disidente de esta
barra. Al menos así se auto nombran: como
barra y como disidentes de LDS.
Constricción “trapo” Los Reveldes.
• La principal participación de ASOBDIM estuvo representada por Los Cha77 arrerox9,
una barra también importante que se autonombra como disidente de la barra
Rexixtenxia Norte. Sin embargo, por ahora están vinculados a ASOBDIM, y también
han sido protagonistas de confrontaciones con su barra de origen.
• Infortunadamente no se contó con la asistencia de la barra UBANAL al encuentro
al que se les convocó, por lo tanto su representación estuvo a cargo de los cinco
integrantes que participaron en el taller de líderes.
9 La barra Los Cha77 arrerox ha modificado ortográficamente su nombre, argumentando que hace
parte de su identidad.
Memoria metodológica
• Se convocó a un taller de mujeres integrantes de las diferentes barras, con la
intención de tener una mirada más cercana de ellas, pues en general las dinámicas
de las barras están fundamentalmente representadas en participación masculina.
• No se contó con la participación de LDS en el taller de mujeres, ya que explícitamente manifestaron no tener integrantes mujeres en dicha barra, sin embargo, al taller
de LDS, se vincularon tres mujeres que se asumen como integrantes de la barra.
Adicionalmente se realizaron 5 entrevistas a profesionales que de una u otra forma
tienen relación, interés y/o compromiso con el tema del barrismo en la ciudad. La característica principal para contar con sus aportes y percepciones es que hacen parte o
participaron en algún momento de la Mesa Pedagógica y de Convivencia en el Fútbol.
Socialización historieta mujeres.
Luis Javier Botero
Ingeniero Industrial
De la Universidad Nacional de Colombia
Magister en Sistema Humano integrado
Asesor de la Secretaria de Cultura Ciudadana
Guillermo Zuluaga
Comunicador Social y periodista de la Universidad de Antioquia
Magister en Historia de la universidad Nacional
Escritor de varios libros sobre el tema de fútbol
Juan Fernando Rivera
Antropólogo de la Universidad de Antioquia
Profesor de la Universidad de Antioquía
Calos Darío Patiño
Sociólogo e investigador
Profesor de la Universidad San Buenaventura
Raúl Eduardo Martínez
Hoyos
integrante de la barra Los del Sur desde aproximándome 17
años, actualmente uno de sus lideres
Arquitecto constructor de la Universidad Nacional de Colombia
y Sociólogo de la Universidad de Antioquia.
Nota: los instrumentos empleados y la información producida durante el desarrollo del DRP,
se anexan al presente informe.
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
Construcción DRP barra Rexixtenxia Norte.
Matriz de investigación
CATEGORÍAS
SUBCATEGORÍAS
Motivaciones
BARRISMO
Y FINES
Propósitos
PREGUNTAS
INSTRUMENTOS
¿Cuál es el sentido
de ser Barrista?
¿Cuál(es) es(son)
la(s) finalidad(es)
del Barrismo?
Muro de
Facebook
CONFLICTO
Percepciones
de convivencia
Conflicto
¿Qué aspectos
de las relaciones
con el otro son
generadores de
conflicto?
Historieta
¿Qué iniciativas de
convivencia son
adelantadas por
las barras?
INTERACCIÓN
SOCIAL
Roles
Actores
Vínculos
A través de la representación iconográfica
de un muro de Facebook, los barristas dan
respuesta la pregunta ¿Por qué es importante para ti ser barrista?
Reveldes
Lideres
Los del Sur
Asobdim
Mujeres
Rexixtenxia
Norte
1. ¿Cuáles son los principales conflictos
que se les presenta por su condición
de barristas que hayan afectado la
convivencia?
2. ¿Por qué se presentó el conflicto?
3. ¿Entre quienes se presentó el conflicto?
4. ¿Cómo se desarrolló el conflicto?
5. ¿Cómo tramitaron el conflicto,
Tuvo solución?
6. ¿Qué consecuencias dejó el conflicto?
7. ¿Qué aprendizajes les deja el conflicto?
Reveldes
Los del Sur
Asobdim
Mujeres
Se construye de modo colectivo un mapa
de relaciones, con convenciones previamente definidas que responden a las
siguientes preguntas:
Coexistencia
Relaciones
Inter
e Intra
GRUPOS
Construcción colectiva de una historita
a partir de la priorización de un conflicto
representativo para cada una de las
barras. En la cual dan respuesta a las
siguientes preguntas:
¿Qué conflictos se
presentan y cómo
se tramitan?
Iniciativas de
convivencia
DESCRIPCIÓN
Qué formas de
interacción se presentan entre las
barras y con otros
actores y cómo se
caracterizan?
Red de
relaciones
1. ¿Con quién se relacionan?
2. ¿Qué tan lejano o cercano es la relación?
Por qué?
3. ¿Qué tipo de relación tienen con esos
actores? Por qué?
Oposición, Trabajo conjunto y/o Parcería
4. ¿Qué sucede en las relaciones de oposición con esos actores y dónde?
5. ¿Con los que la relación es de parcería
que actividades hacen?
Reveldes
Lideres
Los del Sur
Asobdim
Mujeres
Rexixtenxia
Norte
Memoria metodológica
CATEGORÍAS
SUBCATEGORÍAS
Representaciones
Ritos
IDENTIDAD
Lenguajes
(Símboloscódigos)
Territorialidad
Pertenencia
Determinantes
Sociales:
CONTEXTO
Dinámicas de
relación y de
acción en el
territorio.
Entorno Familiar y Comunitario.
Conflicto social
(Armado)
PROPUESTAS
Propuestas
para mejorar
la convivencia
de las barras
de fútbol de
la ciudad de
Medellín
PREGUNTAS
¿Cuáles son los
elementos que
dan identidad a
las barras? ¿y qué
representan?
INSTRUMENTOS
El Trapo
1. ¿Cuáles son los elementos que le dan
identidad a la barra?
2. ¿ Qué los diferencia de otras barras?
y por qué?.
3. ¿Qué ventajas identifican de ser barrista
Reveldes
Los del Sur
Asobdim
Mujeres
4. ¿Qué desventajas identifican de ser
barrista
5. ¿Los elementos que le dan identidad a
la barra son generadores de conflicto?
Y ¿Por qué?
¿Qué elementos
del contexto de la
ciudad consideran
ustedes que inciden en el fenómeno del barrismo
y cuáles son sus
efectos sobre la
dinámica actual de
las barras?
Entrevista
¿Cuál es su percepción acerca
de la dinámica
de las familias y
su influencia en
la manera como
participación de
los jóvenes en el
barrismo?
¿Qué propuestas
hacen para mejorar la convivencia
en el barrismo en
Medellín?
GRUPOS
De manera colectiva los participantes de los
talleres crean con todo el simbolismo y lo que
representa un trapo y dan respuesta a través
del ejercicio a las siguientes preguntas:
¿Los elementos
identitarios de los
barristas inciden
en la generación
de conflictos?
¿El conflicto social
en la ciudad tiene
incidencia en el
barrismo?, si es así
¿Cómo?
DESCRIPCIÓN
23
Mural de
propuestas
Se realizaron 5 entrevistas a profesionales
que de una u otra forma tienen relación,
interés y/o compromiso con el tema del
barrismo en la ciudad. La característica
principal para contar con sus aportes y
percepciones es que hacen parte o participaron en algún momento de la Mesa Pedagógica y de Convivencia en el Fútbol
Expertos en
el tema
Todos los grupos participantes, integrantes
de las barras de manera individual escribieron sus propuestas
Reveldes
Lideres
Los del Sur
Asobdim
Mujeres
Rexixtenxia
Norte
Hallazgos del diagnóstico rápido participativo
4.
HALLAZGOS DEL DIAGNÓSTICO
RÁPIDO PARTICIPATIVO
4.1 La construcción simbólica y subjetiva en el barrismo
Este apartado hace referencia a la descripción de los elementos aportados por los
barristas durante la aplicación del Diagnóstico Rápido Participativo, relacionados con
la dimensión subjetiva y simbólica del “ser barrista”. Los hallazgos visibilizan -que pese
a estar circunscrito a un fenómeno de masas-, en éstas se configura un lugar como
sujetos, con un fuerte vínculo que los cohesiona como colectivo social, el cual es nombrado como “familia” por los barristas.
En este sentido, se desarrollan las reflexiones y testimonios expresados alrededor
de elementos como: familia, clan, sentimientos y emociones, herencia y elementos
identitarios, que caracterizan la forma como viven, sienten y expresan su sentido de
pertenencia, cohesión, vínculo y adscripción identitaria a una respectiva barra.
El sentido de pertenencia: la barra como familia o clan
El sentido de pertenencia del barrista se configura a partir de la construcción simbólica de un “nosotros”, de una familia que acoge y potencia al sujeto adherido al colectivo, en el que se da una relación de cercanía, proximidad e interacción permanente
que determina un vínculo social de afiliación.
Esta adscripción identitaria se expresa en unas determinadas prácticas, sentidos, lenguajes y recursos simbólicos que marcan su historia de adhesión y pertenencia al
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26
Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
colectivo. Allí, en esa especie de familia o clan, el sujeto es, en tanto su identidad se
refleja en el otro, así mismo se diferencia de los demás.
En algunos de los testimonios de los barristas se evidencia con fuerza el sentido
que tiene para ellos pertenecer a una barra, pues es considerada como su núcleo
familiar. “Los Reveldes son mi familia, mis hermanos. Nacional y Los Reveldes lo son
todo para mí”. (Participante, Taller Los Reveldes, 2014).
Una “familia”, donde encuentran condiciones existenciales para configurar su lugar
de sujeto. Lugar que no tienen en la mayoría de los casos en sus familias de origen
y que la barra reemplaza a través de vivencias de afecto, reconocimiento, apoyo,
valoración, sentido de hermandad, respeto y cooperación. “Cuando comencé en la
barra me quito muchas cosas, deje el trabajo, deje de estudiar, perdí mi hermano
y mi familia me dio la espalda, sin embargo, en el grupo se recupera la esperanza”
(Participante, Taller los Reveldes, 2014)
Expresiones como “son dos amores distintos, el equipo es grande y significativo,
pero la barra son los amigos y el espacio para compartir un lugar de encuentro”
(Participante, Taller Los del Sur, 2014); “creo que se quiere más a la barra porque se
cambia la manera de vivir y pensar. Los muchachos se convierten en la familia, ante
cualquier necesidad uno cuenta con ellos” (Participante, Taller Los del Sur, 2014),
fueron recurrentes para darle significado al sentimiento que les representa estar
vinculados a la barra como colectivo social, y que les diferencia de la connotación
que tiene el barrismo como fenómeno social de masas.
En la barra como familia los barristas reconocen un espacio que acoge y propicia felicidad, sentimiento que en sus familias de origen parece no vivirse con frecuencia, debido a sentimientos de carencia, soledad o poca valoración de su lugar
como sujetos.
En ésta constitución como familia-clan, el vínculo de hermandad es el más fuerte
y sobre el cual hicieron más referencia los participantes del DRP, nombrando que
en su barra, los lazos de hermandad y parcería los hace sentir cercanos, protegidos,
confiados. Además de sentir la pasión por el equipo, se comparten gustos, y se vivencian sentimientos de solidaridad, respeto, amistad y complicidad como principios de su ser barrista.
Hallazgos del diagnóstico rápido participativo
La barra es un espacio de hermandad. La realidad de nuestras vidas es
que tenemos muchos problemas y nuestro grupo se convierte en una
familia donde hay felicidad, donde encuentras a otros que piensan igual
que vos, y nos acompañamos, somos hermanos. (Participante, Taller
Líderes, 2014)
En la barra sus historias de vida confluyen, encuentran sentido en su encuentro con
los demás, denotando un lugar o territorio simbólico común, en el cual se reflejan. Por
lo anterior, su participación en la barra se vive a través de un sentimiento filial intenso
que los identifica, y de un espacio de protección que los unifica. Como lo expresan los
Reveldes, “la barra es un espacio donde se encuentra acogida y se tejen relaciones de
hermandad. La barra es mi familia, tan importante como mi familia de sangre” (Participante, Taller Los Reveldes, 2014).
Herencia
Otro elemento mencionado por los barristas es que el sentido de pertenencia o filiación a un determinado combo o parche, está relacionado con la
tradición familiar. La pertenencia a
una barra hace posible la vivencia
plena de dicha pasión. Aman al equipo, aman sus colores, su historia, su
tradición. El amor por el equipo se forja,
generalmente, en la tradición heredada
por la familia.
Desde niños, la familia incide en la cercanía identitaria
hacia un equipo, lo que determina relaciones de pasión, amor, alegría, euforia por una
escuadra, para el resto de la vida. La manera de expresar ese amor, es a través de su
filiación y sentido de pertenencia a la barra. “El amor al DIM, es un amor desde la cuna.
Es una cosa de raza y de herencia. Si un hijo sale hincha del Nacional, hay que volverlo
del DIM como sea”.
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
(Participante, Taller Rexixtenxia Norte, 2014) o como lo expresaron también algunos
jóvenes de la barra Los del Sur
“Mi papá me llevaba al estadio a ver a Nacional. Nosotros crecimos como barra cargando los hijos nuestros y de nuestros amigos, los hemos visto crecer.
Es la mejor manera de manifestarle amor al equipo. Ser Barrista es amar a un
equipo, sus colores, su tradición, sin importar sus malos momentos”. (Participante, Taller Los del Sur, 2014).
Algunos de ellos relataron cómo esa relación identitaria con su combo, parche o barra
se ha trasladado a sus familias consanguíneas, compartiendo su saber y sentimiento de adhesión al equipo. Entre los más jóvenes este sentimiento de adscripción se
transfiere a los niños o miembros más jóvenes del grupo familiar.
Pero no sólo el amor al equipo es lo que se hereda. Adicional al sentimiento de pasión, también la familia influye en la transmisión de sentimientos de rivalidad por los
equipos adversarios. Estos sentimientos pueden provocar comportamientos agresivos, dado que son formas de asumir el antagonismo con el otro, en algunos casos, con
miembros de otros combos o parches afiliados a su misma barra.
La familia de origen cobra mucha importancia para el barrista, cuando se convierte en
el soporte y apoyo para el cuidado de los hijos, mientras participan en las actividades
de la barra o cuando son acompañados al estadio o a otras actividades propias de la
barra. En dichos espacios, pueden dialogar y conversar en familia sobre sus intereses
en el futbol.
Estilo de Vida
Sentirse parte “de” vinculado “a”, posibilita al barrista ser reconocido y en la mayoría
de los casos encontrar “sentido a su existencia,” hasta el punto de nombrarlo como un
estilo de vida.
“Ser barrista es un estilo de vida, que se vive las 24 horas del día pensando en
eso…y me pasa desde que estoy pequeño…A donde voy estoy “marcado por el
DIM”, es la prioridad de mi vida, y está a la par de los eventos más importantes
de la vida”. (Participante, Taller Líderes, 2014).
29
Es recurrente para los
barristas representar su
experiencia vital como un
estilo de vida que comporta un conjunto de valores, principios y normas.
Si bien para algunos la pasión es trasmitida por las
generaciones anteriores,
también expresaron que
ser barrista es algo que se
gana, para lo cual deben
cumplir las normas internas de cada barra. Por ejemplo deben participar en la elaboración de sus elementos
identitarios: camisetas, gorras, trapos, entre otros. “Esas hay que ganárselas, no todo
el que llega a la barra tiene una prenda, tiene que ganársela con trabajo, con compromiso. Es como cuando en la casa los hijos se portan bien y se ganan las cosas”
(Participante, taller Los Reveldes, 2014).
Cuando se hace alusión al barrismo como estilo de vida, aparecen también expresiones como “la barra es mi vida”, “sin la barra la vida pierde sentido”. El amor
al equipo expresado a través de la vivencia del barrismo, está muchas veces por
encima de aspectos que configuran su vida cotidiana, como el laboral, el académico o el familiar.
“El barrista acompaña a su equipo en cada partido, viajan con ellos, dedican
tiempo a la preparación de bienvenidas y despedidas a su equipo. Es lo primero que pienso al levantarme y lo último al acostarme. Como barristas vivimos inmersos en esto día a día ya que nos interesa mostrar a los hinchas la
historia del equipo y por qué lo respaldamos. Para el barrita no existe ganar o
perder, es una expresión del alma que se llevan dentro de las venas.” (Participante, Taller con Líderes, 2014).
Su condición de ser adscrito a una determinada barra, implica sentirse identificado
con los símbolos que dan identidad a su combo, parche, barra. “En los cantos lo que
se refleja son nuestras experiencias, nuestras historias” (Participante, Taller Los Reveldes, 2014).
Socialización barra Los del Sur.
Hallazgos del diagnóstico rápido participativo
30
Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
Estos símbolos en su conjunto representan una cosmogonía a través de la cual se
diferencian de otros, y viven el rito colectivo de adhesión a su “familia-clan,” permeando la manera de ver, sentir, narrar sus realidades, relacionarse con su contexto y el
mundo que les rodea. “Ser un barrista, es llevar consigo una identidad cultural, social,
ideología que te diferencia del resto de la sociedad, es la pasión en su máxima expresión.” (Participante, Taller con Líderes, 2014).
El barrismo se concibe entonces como un estilo de vida, explicado desde los sentimientos y emociones que produce al sujeto que lo vive, e incide en su forma de
vida. De esta manera, aparecen reflejadas determinadas prácticas, deseos, gustos,
elementos simbólicos que los diferencian de otros y los cuales atraviesan todas las
dimensiones de su cotidianidad. Aparecen referencias en este caso como: “renunciar a la barra es renunciar a parte de la vida”. “Todo gira en torno a esto, todo el día
se piensa en el equipo y las actividades que se pretenden desarrollar” (Participantes,
Taller Asobdim, 2014).
Por otra parte, se plantea una diferencia muy marcada en la manera como se representan: comentan que es distinto ser barrista a ser hincha. Son contundentes en las
afirmaciones que hablan de que “el barrismo es una ‘evolución’ del ser hincha”.
En consecuencia, ser hinchas es para la gran mayoría, “un estado en donde si bien
se vive el futbol, no es con la misma pasión y fanatismo que un barrista. El hincha es
aquel que no sigue constantemente el equipo. El barrista por su parte sigue al equipo
a cualquier parte” (Participante, Taller Los del Sur, 2014).
En este caso, barristas de UBANAL, LDS, RXN y ASOBDIM, fueron enfáticos en expresar que se reconocen como barristas. Al respecto comentaron que:
“El hincha podría relacionarse con un aficionado del futbol y esta afición hace
que puedan ir al estadio a apoyar al equipo, emocionarse con los triunfos de
su equipo o incluso escuchar el partido por la radio, pero nunca sentirán la
pasión y el sentimiento de un real barrista”. (Participantes, Taller DRP, 2014)
En el caso de ‘Los Reveldes’, por el contrario, no hay consenso frente asumirse como
barristas o como hinchas. Expresan que “todos somos hinchas que apoyamos al equipo”, “no vemos la diferencia”, “somos barristas porque alentamos todo el tiempo al
equipo y hacemos actividades que un hincha de radio no hace”. (Participantes, Taller
Los Reveldes, 2014).
Hallazgos del diagnóstico rápido participativo
La barra como expresión genuina de emociones y sentimientos
“El barrismo es la forma de expresar todos los sentimientos
a través del equipo amado, a través de la fiesta y el carnaval”
(Participante, Taller Los del Sur, 2014).
La adscripción al combo, parche o barra aparece a través de sentimientos de filiación
afectiva al equipo de futbol, el cual es el inspirador de su pasión y el referente para
todos sus integrantes hasta el punto de convertirse en su razón de ser.
“Lo que siento como hincha del DIM no tiene explicación: “si pierde mi equipo
ese día no como y cuando gano esa semana no creo en nada”. “Soy feliz por
ser hincha del Medellín, no porque gane o pierda, sino porque existe en mi
vida y los veo cada que abro o cierro el closet…si pierde me siento triste, pero
soy feliz porque existe el DIM” (Participante, Taller Líderes, 2014).
La importancia de ser barrista la refieren como un sentimiento sublime, de amor,
pasión, identidad incondicional, “una sensación que entra por los sentidos, pasión que
se transmite de generación en generación, ubicada en la emoción de centrar la vida
en torno a ser y hacer todo por seguir al equipo.” (Participantes Taller Líderes, 2014).
A través de la barra la expresión de los más íntimos sentimientos contradictorios del
ser humano aparecen: amor y odio, alegría y tristeza, pasión y frustración. La barra se
convierte en la razón de vivir de muchos de sus integrantes, quienes a través de ella
manifiestan su amor al equipo.
La búsqueda y vivencia de sentimientos de pasión, amor, euforia, orgullo, felicidad,
efusividad, es lo que da calidad y cohesión a la barra. El escenario del futbol, es el espacio que los barristas encuentran para vivir y expresar dichos sentimientos: “es una
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
expresión del alma que llevamos dentro de las venas”. La alegría del gol es la euforia máxima. “Aunque tengo otras satisfacciones, ninguna tan grande como un gol de mi equipo. Es
más satisfactorio que el mejor orgasmo” (Participantes Taller con líderes, 2014).
El equipo se convierte en el centro de sus vidas, sentimiento que se canaliza a través
del combo o parche. El equipo es “como un amigo con el que uno está en las buenas
y en las malas” (Participante, Taller con Líderes, 2014).
En la barra no sólo encuentran sentido de existencia, sino una fuerte filiación emocional. Por ejemplo, ‘los Chatarrerox’ sienten que pertenecen a la barra y esa pertenencia
les permite desfogar amores y pasiones en pro de la construcción de una identidad
propia caracterizada por la marginalidad: “somos indigentes y los demás nos tienen
miedo”, “Chatarrero de corazón”, “chatarra y Medallo de la cuna hasta el cajón” (Participantes Taller Chatarrerox, 2014).
En concordancia con las motivaciones y el amor por el equipo, el propósito más claro
y reiterado que nombraron los barristas, es el de apoyar al equipo, apoyar el futbol, a
los jugadores y a la camiseta. Cuando aparecen las otras barras, prima el sentido de la
competencia y la construcción de un imaginario de enemigo o adversario.
La escasa capacidad para asumir la frustración que genera la pérdida desata durante
la euforia, en la mayoría de casos, comportamientos y actitudes que derivan en situaciones de agresión y conflicto. De acuerdo a los gestos de los barristas, cuando narran
episodios que derivaron en situaciones conflictivas o ante la pérdida de su equipo en
un partido, aparecen emociones como tristeza, desconcierto, cólera y rencor.
“El barrismo es la forma de expresar el amor a un club, la cual es manifestada a través de diferentes expresiones como viajar, alentar, estar en las
buenas y en las malas, trasmitir la energía a los jugadores. Le brindamos
apoyo a nuestro equipo y nos hacemos romper la voz”. (Participante, Taller
Los Reveldes, 2014).
Aunque existen diferentes posturas respecto a qué es más importante: si el amor por
el equipo o el amor por la barra, algunos manifestaron que “se tiene más pasión por
el equipo. Aunque uno se vuelve hermano de los barristas, es más grande el amor al
equipo” (Taller Líderes, 2014).
Respecto a la barra, otros expresaron que: “al contrario creo que se quiere más a la barra
porque se cambia la manera de vivir y pensar. Los muchachos se convierten en la familia,
Hallazgos del diagnóstico rápido participativo
ante cualquier necesidad uno cuenta con ellos” (Taller Líderes, 2014). Es recurrente y
enfático el amor por la barra, el sentimiento que más identidad les confiere.
Lo anterior, teniendo en cuenta que la barra es la posibilidad de expresar la pasión
–en sus diversas formas– por el equipo amado. Comparten que “es la forma cómo
podemos expresar todo nuestro amor hacia Nacional”, “es mi manera de ver y vivir el
fútbol”, “es la mejor manera de manifestar amor a mi equipo”, en síntesis: “el fútbol
tiene sentido en tanto existen las barras” (Taller Líderes, 2014).
4.2 TERRITORIALIDADES, IDENTIDAD Y CONFLICTO
La territorialidad en la vivencia del barrismo se practica de diversas maneras sociogeográficas. Es decir, en espacios físicos como los barrios, algunos sectores de la ciudad, las tribunas del estadio y las zonas cercanas al mismo. Pero también se advierten
prácticas para “marcar territorio”, para establecer diferencias o “fronteras” con otros
actores con quienes las relaciones son de tensión.
Estas prácticas son evidentes, por ejemplo, en los comportamientos particulares de
las barras, en las maneras de nombrar al otro, en la exhibición de elementos identitarios y en la disposición del cuerpo como territorio por medio “marcas de identidad”,
que determinan las formas cómo se quieren presentar ante los demás. Dichos elementos identitarios, como se verá en el desarrollo de este capítulo, además de tener
una elevada valoración simbólica para los barristas, ocasionan tensiones permanentes entre los diferentes actores.
Salida Atlético Nacional.
Salida Deportivo Independiente Medellín.
Elementos identitarios
Antes de repasar los elementos identitarios que señalaron los participantes en los
diferentes talleres, cabe mencionar que la gran mayoría se identificó como barrista,
salvo contadas excepciones.
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
Lo que caracteriza a un barrista está relacionado con asuntos como: asistencia permanente a los partidos, acompañamiento nacional e internacional al equipo, compromiso con las diferentes actividades al interior de la barra, compromiso con las actividades que resultan de la relación de la barra con otros actores, entre otros aspectos.
Parte fundamental del barrismo como estilo de vida son los elementos identitarios.
Así, en el universo de elementos que referenciaron, es factible establecer una clasificación que permita comprender con mayor claridad cuales los ponen en permanente
tensión con otros actores. Por lo anterior, se proponen dos grupos, a saber: a) elementos identitarios que los barristas portan o exhiben de manera individual o colectiva, y
b) prácticas y actividades en general que los diferencian de otras barras.
Respecto al primer grupo, los barristas identificaron elementos como los trapos, las
banderas, los cánticos, los tatuajes, las camisetas, accesorios varios, prendas de vestir alusivas a los equipos de fútbol, entre otros elementos que portan o exhiben de
manera individual o colectiva. Con relación al segundo grupo, hicieron hincapié en la
“ideología”, en aspectos como tener una sede social o una empresa logística (Los del
Sur), practicar el barrismo social10 (Los Reveldes), La Murga, como escuela musical
(La Rexixtenxia). Y así, las diversas actividades de carácter educativo, recreativo y
cultural que desarrollan en la ciudad, y que consideran son asuntos identitarios que
los diferencian de otras barras. En el caso concreto de Los Chatarrerox, fue posible
identificar que cierto comportamiento agresivo y temerario también hace parte de
su acervo identitario. Con base en lo anterior, aparecen comentarios como: “nos
identificamos con los colores […] sin el DIM yo soy un cero a la izquierda, sin él yo no
valgo nada. Primero el DIM, luego el de arriba, y después la familia” (Participante,
Taller Asobdim, 2014).
Con relación a lo que denominan “ideología”, en general los barristas populares enfatizaron en que hace parte de su identidad y que es un aspecto que los diferencia
de otras barras. Aunque algunos nombran el concepto con mayor claridad que otros,
consideran que es la manera de pensar, de concebirse como barra, de establecer sus
prioridades y objetivos.
Así, para los barristas, la ideología tiene varias connotaciones: estilo de vida, forma de
alentar el equipo, manera de desarrollar los proyectos sociales. Según los discursos la
‘ideología barrista’ se nutre de una ética: esta es el amor por el equipo. En el caso de
10 El Barrismo social, fue una denominación característica de Los Reveldes. De esta manera hicieron
alusión al trabajo social que la barra realiza. Concretamente, nombraron el apoyo a entidades que
atienden animales de la calle y otras actividades de corte comunitario.
Hallazgos del diagnóstico rápido participativo
Los Reveldes, lo que denominan ideología determina su orientación como barra y les
permite decidir con criterio sobre las actividades: “tener ideología significa que vamos
todos para el mismo lado […] somos de izquierda, luchamos por los derechos” (Taller
Los Reveldes, 2014).
Del universo de elementos identitarios descritos por los barristas, los que portan o exhiben de manera individual o colectiva son los que tienen mayor potencial de generar
tensiones y choques violentos con otros actores, en tanto constituyen también una
práctica territorial, un “distintivo de manada”. Lo anterior, debido a la configuración
paulatina de un comportamiento agresivo e intolerante hacia el otro diferente, el opositor, que se percibe por parte de algunos actores en la práctica del barrismo.
De esta manera, portar, lucir los elementos identitarios se convirtió en una práctica
que representa riesgo permanente de agresión por parte de barristas de otros equipos. O de otros actores como la Policía y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD),
“que llegan prevenidos con los barristas y abusan de su autoridad” (Talleres: Los Reveldes, Los del Sur, Rexixtenxia, Líderes, Mujeres). En términos generales, los participantes coincidieron en que lucir la camiseta de un equipo de fútbol es un peligro en
la ciudad.
Tanto barristas populares como organizados manifestaron que las agresiones físicas
se materializan generalmente por fuera del estadio, dado que los problemas al interior están controlados. Ahora cualquier lugar de la ciudad puede ser escenario para
desencadenar una agresión por el hecho de portar o lucir alguna prenda alusiva a un
equipo de fútbol o que les vincule con alguna barra en particular. Aunque comentaron que el peligro es mayor dependiendo del lugar donde se encuentren, en general,
sienten temor de sufrir una agresión.
Para los barristas en general, lucir elementos identitarios en su vida cotidiana los hace
objeto de señalamientos por parte de la ciudadanía y les genera dificultades permanentes con la Policía, en tanto el estigma que hay sobre el barrista en dicha Institución.
Consideran que un agente no trata de la misma manera a un ciudadano común que a
un ciudadano que viste la camiseta de un equipo de futbol, plantean que “si queremos
protegernos tenemos que vestirnos decentes” (Taller ASOBDIM, 2014).
Los elementos identitarios son de gran valor para los barristas, en tanto posibilitan
la expresión genuina de sentimientos, emociones, empatías, conexiones simbólicas y
reales con sus pares. Además, hacen parte de la libertad de expresión de ciudadanos
que optaron por vivir el fervor del fútbol a través del barrismo. Incluso, personas que
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36
Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
en muchos casos consideran que ser barrista es su estilo de vida, su manera de ser y
de estar en el mundo. En los diferentes talleres realizados comentaron asuntos como
“la barra es todo para mi” “la barra es mi vida” “sin la barra el fútbol no tendría sentido”.
Y parte fundamental del amor a un equipo, manifestado a través de la barra, son los
elementos que les dan identidad.
Hacen un esfuerzo por marcar diferencia con otras barras cuando ponen el acento en
las maneras de hacer las cosas y la pasión, el amor, el “aguante”, la entrega y el compromiso para alentar a sus equipos. “El trapo es amor por la historia, los cantos, el sentido de no sólo gritar un gol, las salidas son para hacerle ver al equipo que siempre lo
apoyamos. Reveldia es el don que tenemos” (Participante, Taller Los Reveldes, 2014).
En general cada barra considera que sus elementos son únicos. Así, a pesar de que
la gran mayoría tiene trapos, banderas, cánticos, instrumentos, tiras, entre otros elementos identitarios; cada barra considera que los propios los diferencian de los demás. “Nosotros tenemos la bandera, sede social, la escuela de futbol, la tienda donde
se venden productos de la misma barra, revistas, producciones discográficas, libros
[…] un documental” (Participante, Taller Los del Sur, 2014).
Como se puede observar, el conjunto de elementos identitarios configuran su práctica como barristas y son connaturales a su esencia vital. Y dichos elementos, gracias
a cierta percepción cultural, les pone en situación permanente de agresión y señalamiento. Lo anterior, requiere una comprensión amplia del fenómeno que permita
tramitarlo con base en transformaciones culturales en la ciudad.
El valor simbólico de los elementos identitarios
Los elementos que configuran la identidad del barrista están cargados de simbología. De esta manera, una camiseta con los colores de un equipo es mucho más que
una simple prenda de vestir. Representa el amor, la pasión que pueden sentir por un
equipo de fútbol. Además, es la conexión emocional con la barra a la cual pertenecen,
la cual, en muchos casos, es tan o más importante que la familia de sangre (Taller
ASOBDIM, 2014).
Ese fervor lo manifiestan no sólo portando o exhibiendo elementos alusivos a los equipos de fútbol, sino manifestando pertenencia a la barra, que es el vehículo que les permite desfogar -en asocio con otros-, toda la pasión que sienten por un equipo. Con base
Hallazgos del diagnóstico rápido participativo
en lo anterior, es que muchos llevan tatuados en sus cuerpos escudos, banderas, fechas
significativas, estrellas, nombres de las barras o nombres de los combos o parches.
En general, los elementos identitarios hacen parte de la historia que han ido forjando las relaciones y los momentos significativos de su vida como barristas. Así, por
ejemplo, un trapo con “historia”11 contiene momentos, pasiones, sentimientos, razones, sentidos. Evoca situaciones significativas, duelos, recuerdos, pérdidas, alegrías, en
fin. Posee una carga histórica y simbólica tan importante para un barrista, que incluso
manifiestan que por el trapo estarían dispuestos a dar la vida.
Para los barristas populares un trapo es un “tesoro” que se cuida, se protege y se defiende a cualquier costo. Representa humillación (si se pierde) y un trofeo muy valioso (si
se quita a otra barra). El trapo no sólo tiene el nombre del combo o el parche, da cuenta
de la trayectoria, de la historia, es parte de la vida de la barra. “La gente dirá que es un
pedazo de tela, pero vale el honor para nosotros” (Participante, Taller Los del Sur, 2014).
Socialización ASOBDIM
Esa importancia que los barristas confieren al trapo, parece ser una especie de código
implícito en la relación entre las barras. Es decir, lo protegen con celo al tiempo que
buscan quitárselo a las demás. Representa una especie de botín de guerra, con lo cual
humillan o reducen la moral del adversario. “A nosotros nos robaron el trapo y ya hubo
muertos por eso, pero sabemos dónde está y lo vamos a recuperar” (Participante,
Taller Los Reveldes, 2014). “El trapo representa la vida de la barra, la mayor ofensa, la
mayor humillación para el adversario es robarle el trapo, el trapo del otro es el trofeo,
es el signo de la humillación” (Participante Chatarrerox en Taller ASOBDIM, 2014).
11 Que lo tienen hace varios años, que lo han llevado a partidos importantes, que contiene símbolos
cargados de momentos, historias y significados. En uno de los talleres, los participantes elaboraron
un trapo y dibujaron unas estrellas. Cuando se les preguntó por su significado respondieron que era
la manera de tener presente a sus compañeros de barra asesinados en disputas con otros barristas.
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
En el estadio, como escenario de “contienda”12, entre los equipos y las barras, los elementos identitarios cobran toda su fuerza y valor simbólico. Por ello, los barristas se
esmeran en preparar muy bien una “salida”13, en tanto no sólo es la posibilidad de dar
“un golpe anímico” al equipo, sino el momento para demostrar poderío a las barras
del equipo contrario.
Territorio y territorialidad
Como se mencionó al inicio de este
apartado, la territorialidad en la vivencia del barrismo se practica de diversas
maneras socio-geográficas. Los barristas comentaron que existen espacios físicos “demarcados” en algunos barrios,
en zonas cercanas al estadio y otros
sectores de la ciudad. Marcas de territorio que se advierten por medio de grafitis, murales, pintas alusivas a las barras, o
con la demarcación territorial por la presencia permanente de barristas que alientan a uno u otro equipo.
Socialización barra Los del Sur.
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Pero también se evidencian prácticas con las cuales se establecen fronteras con otros
actores con quienes las relaciones son de tensión. Entre ellas están los “modos de ser”
de las barras, es decir, sus comportamientos, características y prácticas comunes; así
como las maneras de nombrar al otro, la exhibición de elementos identitarios y la
disposición del cuerpo como territorio.
12Aunque etimológicamente este término tiene varias significados, la manera común de usarlo es
como sinónimo de batalla, guerra, riña, pelea. En la jerga del fútbol comúnmente se denomina contienda al partido. En el momento de un clásico, por ejemplo, las barras también entran en “contienda”,
asunto que debería permitir una exploración del estadio y el momento de un partido como escenario
de “contiendas simbólicas” entre barras, donde sea posible un desfogue de pasión y adrenalina que
“descargue” la pulsión de agredir físicamente al otro.
13 Las actividades de las barras antes, durante y al finalizar un juego son asumidas como parte de una
fiesta o un carnaval, pues asumen que es algo de carácter popular y con una carga importante de
elementos folclóricos tales como la música, las canciones y todos los elementos estéticos que disponen en su territorio (tribuna). Es posible considerar que esta fiesta es para las barras un elemento
que posibilita mayor cohesión entre sus integrantes, que consolida el sentido colectivo del “nosotros”
y el reconocimiento por parte de los demás.
Hallazgos del diagnóstico rápido participativo
Tribuna sur, Estadio Atanasio Girardot.
Los espacios físicos
Concretamente en los barrios, las marcas territoriales y el desarrollo de actividades
por parte de los barristas, depende de la simpatía o no que tengan los líderes de grupos armados al margen de la ley con uno u otro equipo de fútbol. Comentan que “en
el barrio [están] muy cerca, [y] es muy maluco que vengan a darle órdenes a uno”
(Taller, Los del Sur, 2014). Lo que incide en la posibilidad de pintar un mural, hacer un
grafiti, exhibir elementos identitarios o celebrar un triunfo de uno u otro equipo, en
tanto manifiestan que “en el barrio hay códigos con los grupos armados y a veces los
pelaos tienen choques con eso” (Taller, Los del Sur, 2014).
Los sectores cercanos al estadio están marcados por la apropiación del territorio, así,
los barristas del Nacional se concentran en los alrededores de la carrera 70 y los barristas del Medellín hacen lo propio en las inmediaciones del centro comercial Obelisco. Ambos sectores son espacios físicos reconocidos donde los barristas realizan
diversas actividades antes y después de los partidos. Lo anterior, teniendo en cuenta
que sus diferentes actividades no sólo las desarrollan al interior del estadio, sino que
trascienden dicho espacio físico y el momento concreto de un partido de fútbol, así
plantean que “no sólo somos barristas dentro del estadio” (Taller Los Reveldes, 2014).
Las tribunas también son territorios “delimitados”. Los participantes no manifestaron
inconvenientes en que cada una de las barras populares cope un determinado sector
del estadio. No obstante, plantean que al interior de las barras si se presentan conflictos por las determinaciones de los líderes respecto asuntos logísticos u otros aspectos
relacionados con la vivencia de la tribuna como territorio; por ejemplo, “ellos son los
que deciden si un trapo se exhibe o no” (Participante, Taller Los Reveldes, 2014). En el
caso concreto de Los Reveldes y Los Chatarrerox, se advierte inconformidad por haber
sido expulsados de sus territorios originales: tribunas Sur y Norte, respectivamente.
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
Respecto a las relaciones que los barristas (hombres) establecen con las mujeres en la
tribuna, es clara la “delimitación” del espacio en un ejercicio de territorialidad motivado por actitudes machistas. En términos generales, los barristas populares comentan
que las mujeres no son bienvenidas en las tribunas, pues consideran que “causan
problemas entre los integrantes de las barras […] pueden salir lastimadas en una ‘avalancha’ por la celebración de un gol” (Taller La Rexixtenxia, 2014). Por lo anterior, las
mujeres sólo pueden estar en la parte baja de la tribuna.
La marca territorial que impide la estadía de la mujer en la tribuna, es un
aspecto más notable en los barristas
de Los del Sur, quienes en su gran
mayoría estuvieron de acuerdo en
aceptar que son machistas. Aunque
los barristas de la Rexixtenxia Norte
parecen un tanto más abiertos a la
presencia de las mujeres en la tribuna, también manifestaron reservas.
Unos y otros argumentaron su reticencia a la presencia de las mujeres en las barras por el riesgo que corren si se llegara
a presentar un enfrentamiento con otro actor. También manifestaron que “por cada
mujer hay un hombre menos para pelear” (Taller Los del Sur, 2014). Las mujeres participantes, especialmente cercanas a los barristas de Los del Sur, coincidieron en manifestar que por eso se consideran “hinchas y no barristas, pues no nos dejan participar
libremente en la barra” (Mujeres en Taller Los del Sur, 2014).
El cuerpo como territorio
El cuerpo aparece también como territorio y escenario para la territorialidad. Exhibir
tatuado el escudo del equipo, tatuarse una fecha importante en sus vivencias como
barristas, tatuarse las estrellas del equipo, el nombre del combo o del parche, lucir la
camiseta y demás prendas distintivas que se portan en el cuerpo, son maneras de
presentarse ante los demás buscando forjar ciertas percepciones.
El asunto del cuerpo como territorio en la vivencia del barrismo en el fútbol, cobra
relevancia por dos asuntos concretos; primero, por la importancia que tienen los
elementos identitarios para el barrista, asunto que les lleva a tener el cuerpo como
“dispositivo” para portar o exhibir elementos: tatuajes, prendas de vestir, accesorios
Socialización barra Los del Sur.
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Hallazgos del diagnóstico rápido participativo
decorativos, otros; y segundo, porque portar o exhibir dichos elementos en el cuerpo
representa riesgo de agresión por parte de barristas contrarios, mal trato por parte
de la Policía o el ESMAD o señalamientos por parte de la ciudadanía. En general, tanto
barristas populares como organizados, manifestaron temor de sufrir agresiones por
tener sus cuerpos marcados con tatuajes o por portar elementos identitarios.
Otras formas de territorialidad
Las prácticas, las maneras colectivas de pensar y de actuar, los comportamientos
como barra también aparecen como marcas de territorio: “somos agresivos, nos tienen miedo” (Los Chatarrerox); “somos rebeldes, de izquierda, practicamos el barrismo
social” (Los Reveldes); “somos la única barra que cuenta con una empresa logística”
(Los del Sur); tenemos la mejor instrumental del país (La Rexixtenxia Norte).
En síntesis, se advierte un cierto afán de diferenciarse de los demás. A pesar de tener
bastantes elementos en común, tanto barristas populares como organizados tratan de
establecer diferencias en un claro ejercicio de territorialidad. Aquí cobran relevancia
las maneras particulares de nombrar al otro, en el acto de concebirse como distinto.
A manera de ejemplo ilustrativo, durante los talleres fue posible advertir representaciones de los otros como: “son unos gamines […] son agresivos y ellos si quieren ser
una barra brava” (Rexixtenxia nombrados por Los del Sur). “Son unos elitistas prepotentes […] una plaga que se regó por todas partes” (Los del Sur nombrados por la
Rexixtenxia). “Son unos títeres del Comité Central” (Los del Sur nombrados por Los
Reveldes). “Son delincuentes, drogadictos que no les interesa el fútbol sino generar
problemas” (Barristas nombrando a los ‘falsos barristas’ o ‘los de afuera’). “Son amarillistas, sólo les interesa mostrar violencia, no hablan de las cosas buenas que hacemos” (Barristas refiriéndose a los medios masivos de comunicación). “Son “provocadores, no median en el conflicto sino que lo alientan (Barristas en general refiriéndose
a la Policía y al ESMAD).
La manera como se representa al otro incide concretamente en las formas de establecer las relaciones. Es común entre los participantes, especialmente los barristas
populares, escuchar el término: “enemigo” para referirse al barrista contrario. Calificativos denigrantes como “marranos” “cosas” “mierdas”, etc. para nombrar al otro,
determinan las formas de relacionarse, en tanto en el momento de tensión parece
ser que a quien se tiene en frente es precisamente a un “marrano” a una “cosa” a una
“mierda” y no a otro ser humano.
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
Por ejemplo, es común que en sus discursos expresen que los violentos son los otros.
Que los demás inician los problemas y les toca defenderse. En general expresan que
están cansados de tanta violencia en el barrismo, pero aseveran que si los agreden
responden en legítima defensa (Reveldes, Chatarrerox, Los del Sur, Rexixtenxia).
En el caso concreto de Los Chatarrerox, se advierte un ejercicio de territorialidad determinado por el deseo de presentarse como marginados, en extremo diferentes: los
malos, los bravos, “orgullosamente gamines” (Chatarrerox en Taller ASOBDIM, 2104).
Se percibe un discurso agresivo, coherente con las acciones que describen, con lo
cual han logrado forjar una imagen que es funcional a las maneras en que establecen
relaciones con los demás.
No obstante la particularidad observada en el grupo de Los Chatarrerox, parece que
han logrado establecer relaciones respetuosas con las demás barras de ASOBDIM (a
donde pertenecen ahora) y con los integrantes de Los Reveldes, con quienes realizan
actividades comunitarias y comparten espacios recreativos y formativos.
Finalmente, se perciben marcas territoriales entre los barristas, para diferenciarse
de los que ellos denominan “falsos barristas” o “los de afuera”. Lo anterior, plantean,
debido a que los falsos barristas no ingresan al estadio, consumen drogas, están armados y generar actos violentos cuando terminan los partidos. Comentan que estas personas visten camisetas de los equipos, provocando que las barras en general
sean estigmatizadas. El estigma del cual son objeto por ser barristas, lo relacionan
directamente con el comportamiento de los falsos barristas. Ese estigma les genera
problemas con la Policía, la Administración Municipal, los vecinos cercanos al estadio,
los transportadores y la comunidad en general. Adicional, alimenta la percepción negativa que los medios de comunicación tienen de los barristas.
Regionalismo que exacerba la confrontación
En las dinámicas para marcar territorio en la relación entre barristas, aparece otro
asunto importante: el regionalismo. Los participantes coincidieron en manifestar que
el regionalismo en Colombia exacerba los choques entre las barras. Expresaron que a
las barras de los equipos de la ciudad de Medellín las agreden en muchas ocasiones no
por alentar a determinado equipo de fútbol, sino por ser paisas. Comentaron que, “en
algunos estadios nos sacan pancartas con mensajes como: paisa raza maldita” (Taller
Líderes, 2014).
Hallazgos del diagnóstico rápido participativo
Concretamente entre los participantes de las barras populares, se evidencia cierto
orgullo por ser paisas. Dicen que, “nos tienen envidia”, “Medellín es la mejor ciudad”
(Los del Sur, Chatarrerox, Rexixtenxia). Manifiestan que “al paisa le llevan la ‘mala’ en
todas las ciudades”. “Nos tratan de “paisas viciosos, paisas sicarios” (Taller, ASOBDIM,
2014). Ante los ataques verbales y físicos, los barristas comentan que “nosotros no
atacamos, sólo nos defendemos” (Talleres Los del Sur, Rexixtenxia Norte, 2014).
Establecen claras diferencias territoriales que se expresan en la confrontación con barristas de otras ciudades. Comentan que “los paisas tenemos más rivalidad con los costeños,
los bogotanos y los caleños” (Taller Líderes, 2014). Aparece entonces el territorio geográfico
en escala nacional como condimento adicional en la confrontación entre las barras.
Historie
tas con
struida
s por ba
rristas.
Un aspecto relevante a mencionar es que los barristas consideran que son maltratados
por la Policía –entre otras cosas-, porque los agentes son de otros lugares de Colombia.
“El maltrato a los barristas por parte de la Policía es mayor en Medellín […] los Policías de
aquí están en otras ciudades por eso allá es diferente” (Taller Mujeres, 2014).
Conflictos en espiral
Como puede observarse, los elementos identitarios del barrista hacen parte de su
esencia, de su historia y, en muchos casos, de su razón existencial. Pero, portarlos o
exhibirlos genera tensiones y conflictos violentos con otros actores.
De manera complementaria, aparecen las marcas de territorio físico en la ciudad y el
cuerpo como escenario para la territorialidad, lo que representa, además de fronteras
en las relaciones que establecen los barristas con otros actores, un potencial de conflictividad incubado en violencias estructurales que Estado y sociedad no han logrado
resolver de manera satisfactoria.
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
Lo anterior para plantear que no son los elementos identitarios ni las marcas de territorio per se, los detonadores de los múltiples conflictos que existen en el barrismo
en el fútbol en la ciudad de Medellín. Existen condiciones sociales estructurales que
hacen que la práctica del barrismo sea caldo de cultivo para la expresión de violencias
entre los diferentes actores.
Los participantes, tanto de barras populares como organizadas, tipificaron conflictos
varios, algunos con manifestaciones de violencia, otros caracterizados como tensiones entre actores. Sobresalen tres actores principales y activos en la generación, desarrollo y transformación de los enfrentamientos y conflictos en el barrismo: la fuerza
pública representada en la Policía y el ESMAD, barras de otros equipos de fútbol y
otros combos o parches dentro de la misma barra.
Según la información reunida, los principales conflictos se presentan por tensión entre:
1. Las barras en general con la Policía y el ESMAD
2. Los Reveldes y el Comité Central de Los del Sur
3. Los Chatarrerox y La Rexixtenxia Norte
4. Los del Sur y la Rexixtenxia Norte
5. Barras de Nacional y Medellín con barras de otros equipos
6. Hinchas y barristas de uno y otro equipo
7. Las barras en general y los “falsos barristas”
8. Entre combos y parches en las barras
9. Barras con vecinos del sector estadio
10. Barras con transportadores públicos
11. Barras con las instituciones (Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo
de Desastres - DAGRD, Instituto de Deportes y Recreación de Medellín - INDER,
Comité de Convivencia y Seguridad, Administración del estadio).
Los conflictos que con frecuencia derivan en manifestaciones violentas se presentan entre barras y Policía/ESMAD, entre barras de Nacional y Medellín, entre barras
locales y barras de otros equipos y entre barras y “falsos barristas”. A pesar de que la
atención está puesta en el choque entre barristas, los participantes coincidieron en
afirmar que es con la Policía y el ESMAD con quienes tienen mayores enfrentamientos: “tenemos más problemas con la Policía que entre Los del Sur y la Rexixtenxia”
(Taller Líderes, 2014).
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Hallazgos del diagnóstico rápido participativo
Debido a la tensión permanente con
la Policía en diferentes espacios de la
ciudad, se aprecia una animadversión por parte de los barristas, que
les lleva generalmente a ponerse en
situación de defensa ante dicho actor. Manifiestan la necesidad de que
la Policía respete sus derechos y dignidad, en tanto es un actor que “agrede constantemente y muchas veces sin razón”.
(Barristas en general).
Historietas construidas por barristas.
Policía vs barristas
Esta tensión motiva un ejercicio de territorialidad como barristas, es decir, se pelean el
derecho de estar en sus espacios, luciendo sus prendas y en las actividades propias de
los barristas, sin que sean atropellados por la Policía. Esa tensión exacerba el instinto
de “marcar” y “defender” sus espacios socio-geográficos. Al respecto mencionan que
“si no existen problemas ellos los crean” refiriéndose concretamente al ESMAD. “Con
ellos es imposible dialogar. No aceptan razones o argumentos, sólo les interesa agredir” (Barristas en general). La hostilidad permanente de la Policía es percibida tanto
por los integrantes de barras populares como de barras organizadas.
Argumentan que la Policía en general agrede a los barristas incluso sin que haya motivo: “estamos tranquilos compartiendo y llegan agrediendo a los barristas” (Taller Los
Reveldes, 2014). Consideran que este actor abusa de su autoridad, inclusive plantean
que en muchas ocasiones es la Policía la que llega provocando y maltratando a los
barristas (Líderes, Los del Sur, Rexixtenxia Norte, Reveldes, ASOBDIM, Mujeres, 2014).
Con relación al ESMAD, consideran que es una fuerza de choque, que están preparados para el enfrentamiento, entonces si no lo hay, lo generan (Taller Líderes, 2014).
Los barristas ven a la Policía como un actor negligente, incluso comentan que son
responsables de la muerte de barristas en enfrentamientos, en tanto no cumplen con
rigor los protocolos de seguridad previamente establecidos (Taller Líderes, 2014). Comentan que no hay unidad de criterio y que falla la comunicación en dicha institución,
pues cuando hacen acuerdos en las estancias de negociación, los mandos medios y
Policía en general las desconocen y actúan a criterio personal.
Con lo anterior, no sólo desnudan fallas internas permanentes sino un desconocimiento flagrante de las dinámicas del barrismo. Por ello el mal trato, el abuso de po-
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
der y las arbitrariedades que inciden en la violencia en un espectáculo que debería
ser una fiesta (Taller Líderes, 2014). Particularmente, los líderes de las barras califican
de “buena” la relación con la Policía, únicamente en el Comité de Seguridad, pues allí
tienen opción de dialogar y de pactar acuerdos. Los mismos que en el estadio generalmente se incumplen.
Los barristas en general consideran que la Policía detona el conflicto, “su actitud guerrera, negligente y autoritaria hace que la única manera de interactuar con ellos sea
desde el choque. Policía y ESMAD no median el conflicto lo alientan, lo anticipan, lo
provocan” (Barristas en general).
El conflicto entre las barras
En el ámbito local, los participantes
comentan que son mayores las tensiones entre Los del Sur y Los Reveldes o entre Los Chatarrerox y La
Rexixtenxia que entre barras que
alientan equipos contrarios. No obstante, destacan la labor de la Administración Municipal en la mediación de dichos conflictos, lo
que ha permitido que hayan logrado bajar la tensión entre los actores.
Con relación a los conflictos entre barras locales o de otras ciudades, consideran que
son producto de la rivalidad por las pasiones que desata el fútbol. Dichas rivalidades
están determinadas por la historia de agresiones entre unos y otros. Por ejemplo, los
integrantes de la Rexixtenxia Norte relataron en varias ocasiones una “disputa” que
tienen con los integrantes de la barra Frente Radical Verdiblanco (FRVB), que alienta
al Deportivo Cali. Los sucesos ocurridos en siete años de enfrentamientos, hacen que
los barristas consideren que “ese problema no tiene solución” y que cada que se encuentren habrá problemas (Taller Rexixtenxia Norte, 2014).
Respecto a los “falsos barristas”, coinciden en afirmar que con ellos las dificultades
son permanentes. Reiteran que no pertenecen a las barras, no ingresan al estadio,
consumen drogas, están armados y dispuestos para generar enfrentamientos a la
salida del estadio. Pareciera que el problema con “los de afuera” les está perjudicando
tanto que en uno de los talleres se escuchó un comentario como: “por eso es que los
queremos exterminar” (Taller Los del Sur, 2014).
Hallazgos del diagnóstico rápido participativo
La tensión con los medios de comunicación
Aunque no aparece explícito como un actor con quien los barristas tengan conflictos
declarados, si se menciona la tensión con los medios de comunicación masiva: impresos, noticieros de televisión, programas radiales y medios digitales. Tanto barristas
populares como barristas organizados plantean que dichos medios se caracterizan
por no cumplir de manera neutral con su función de informar. “Comunican de manera parcial, son amarillistas […] sólo les interesan los enfrentamientos y los problemas
porque es lo que vende” (Taller Los del Sur, 2014).
Consideran que los medios distorsionan la información, generando desinformación
en los ciudadanos y profundizando las tensiones entre los barristas con los demás actores en la ciudad. Según los participantes, es común que los medios de comunicación
masiva estén presentes cuando hay enfrentamientos entre las barras o problemas de
las barras con la Policía o el ESMAD. No investigan, no documentan los acontecimientos y sólo se dedican a ahondar el estigma que posa sobre los barristas. Comentan que
los medios masivos casi nunca informan sobre las actividades educativas, recreativas
o culturales que desarrollan los barristas, por eso es que las ciudadanía en general
poco sabe de “las cosas buenas que hacemos” (Taller Los Reveldes, 2014).
Destacan que existen medios independientes que cuentan las buenas acciones de las barras. Son medios generalmente estudiantiles o comunitarios, donde no tienen tanta presión para mostrar sólo la información negativa. “Hay programas de televisión que presentan de una manera agradable lo que es el barrismo en el fútbol” (Taller Líderes, 2014).
El rol de los medios de comunicación en la exacerbación de los conflictos aparece
como una recurrencia entre los barristas en general. Coinciden en identificar a los
medios masivos como un actor determinante en el estigma social que tienen, asunto
que alimentan –puntualizan- con la práctica de generar información errónea, descontextualizada y tratada sin el rigor informativo que requiere.
Múltiples conflictos entre diversos actores
De esta manera, es factible afirmar que el conflicto en el barrismo no es uno, ni se
presenta entre dos actores. Como se ha planteado, la tensión entre barristas es quizás
la expresión más visible de un conflicto estructural con diferentes matices y entre
múltiples actores, que se va tejiendo en una espiral de tensiones y conflictividades
hasta detonar en violencia.
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
Aunque se advierte en algunos de los integrantes de las barras populares una tendencia agresiva que camuflan con discursos de respeto por el otro o no agresión, no es un
asunto generalizado. Representan minorías integradas por jóvenes que encuentran
la emoción del barrismo en el enfrentamiento (generalmente físico) con el otro. Un
comportamiento menos primario, un tanto más racional, significa para ellos una renuncia que quizás no estén en condiciones de asumir. Asunto bastante marcado en
Los Chatarrerox, cuando plantean sin miramientos: “somos Chatarrerox, nos tienen
miedo” (Chatarrerox en Taller, ASOBDIM, 2014). Cambiar, para algunos de ellos, significaría renunciar a una identidad que los congrega en la marginalidad.
Los barristas coinciden en afirmar que el comportamiento agresivo de pequeños
grupos, algunos camuflados entre las barras y otros simplemente aprovechando la
oportunidad de un partido para generar violencia, está afectando de manera general
a los barristas tanto populares como organizados. La dificultad para establecer quién
es quién en el momento de un problema, hace que el estigma recaiga de manera general sobre los barristas. Lo anterior, predispone a otros actores como policía, medios
de comunicación, comunidad, transportadores, Administración Municipal, entre otros,
generando una espiral compleja de tensiones donde no es factible considerar la esencia del fenómeno, sino atender la eventualidad puntual.
Concretamente sobre los conflictos que tienen los barristas con las instituciones, comentan que, especialmente con el DAGRD, la relación es como “una pelea de niños,
pues confunden su misión con un asunto moralista y parroquial” (Taller Líderes, 2014).
Complementan su postura con que dicha entidad,
[…] decide sobre lo que debe o no ocurrir en una tribuna. No reconocen la
dinámica de las barras. Es una entidad principalmente prohibicionista, desconocedora del sentir de los hinchas y del futbol. Su función esta exclusivamente centrada en la definición de normas estructurales de prevención para
salvaguardar la infraestructura del estadio. La postura de los barristas frente
a esta ‘irracionalidad moralista’ es no cumplir con lo que nos dicen, las normas
siempre serán contradichas, incumplidas, pues estos organismos (DAGRD e
INDER) son vistos como ‘trogloditas’, godos […] quieren ver en el fútbol un
deporte de élite, cuando el futbol es un deporte popular. Ellos siempre se
relacionan con nosotros desde la prohibición, nos ponen muchas trabas para
disfrutar de la fiesta futbolera […] las prohibiciones son irracionales: prohibir
las tiras, por ejemplo (Taller Líderes, 2014).
Hallazgos del diagnóstico rápido participativo
No obstante la complejidad del problema, con base en lo que fue posible apreciar en
los talleres con las diferentes barras, existen posibilidades para comenzar a desescalar -no un conflicto-, sino un escenario amplio de conflictividades donde convergen
múltiples actores.
Las causas de los problemas son diversas: desde asuntos de violencia estructural e
inoperancia estatal hasta excesos en la manifestación de pasiones por un equipo de
fútbol. Esa síntesis abordada sólo desde la represión y la prohibición, sin comprender
la filigrana del fenómeno, sólo contiene momentáneamente el problema, mientras se
acomodan las fuerzas para disponer -en cualquier momento- un nuevo escenario de
confrontación violenta, poniendo como pretexto un partido de fútbol.
4.3 PERCEPCIONES, INICIATIVAS Y PROPUESTAS DE CONVIVENCIA
Este capítulo refiere al modo como las diferentes barras y barristas entienden, desarrollan y proyectan la convivencia; en ese sentido, se describen las percepciones que
tienen los barristas sobre la convivencia en el futbol. Igualmente las iniciativas de convivencia que adelantan las barras desde sus capacidades, propuestas y visiones para
aportar a que el fútbol sea escenario de convivencia. Y por último, se describen las
propuestas para mejorar no sólo la convivencia en el fútbol, sino su proyección hacia
el resto de la sociedad desde la perspectiva del barrismo social.
Percepciones de convivencia
La convivencia para los barristas está ligada a la percepción que de ellos tiene la comunidad, si bien la convivencia se puede ver afectada por hechos de violencia hay
otras formas mucho más simbólicas que entran a determinar la percepción que las
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
barras tienen de la convivencia en el futbol. Una recurrencia significativa que emergió
durante el ejercicio con las barras (Los Reveldes, Líderes, Los del Sur, Rexixtenxia Norte, Mujeres, y ASOBDIM), es el estigma social que pesa sobre los barristas, este es el
primer elemento que los barristas nombran como algo que no posibilita que haya una
buena convivencia en el futbol. Mencionan, además, que el estigma que recae sobre
ellos se refuerza por el hecho de que algunos barristas protagonizan hechos violentos,
lo cual no ayuda a la transformación de dicho estigma.
En este sentido, la mayoría de las barras tratan de establecer una diferencia con quienes nombran como los “falsos barristas”; personas que muchas veces ni siquiera entran al estadio y que provocan hechos de violencia. Para los barristas esto se hace
necesario, pues les permite diferenciarse de otros hinchas y, en consecuencia, que no
sean vistos como los responsables de generar actos violentos.
Un aspecto que ha contribuido a reducir significativamente este estigma, es el trabajo
que realizan los barristas a partir de lo que denominan: ‘barrismo social’; una práctica que les permite mejorar la convivencia alrededor del futbol. Un participante, por
ejemplo, comentó que:
“Para mí es importante ser barrista porque por medio de esto podemos dar
un ejemplo de paz y tolerancia a las demás personas que ven el barrismo
como una forma de generar violencia y lo que queremos es dar a conocer lo
que es ser un verdadero barrista.” (Integrante Los Reveldes, Taller, 2014).
Para las barras la convivencia, los conflictos y la violencia en el fútbol están permeados
por situaciones del contexto social; con ello se manifiesta que no todo lo que pasa en
convivencia alrededor del fútbol le corresponde o es responsabilidad de las barras, sino
que involucra otros actores. De acuerdo al texto: Las barras de fútbol en Colombia:14
“Se aprecia que sobre las barras de fútbol existe una percepción generalizada
de que estas siempre están asociadas a hechos de violencia, los cuales nublan
la totalidad del fenómeno y no permiten verlo en sus dimensiones de identidades, falta de inclusión social, falta de oportunidades educativas y laborales,
y en su dimensión de organización urbana; es decir, sus dimensiones sociales,
económicas, culturales y políticas.” (Aponte, 2009:30 – 31).
14 Las barras de fútbol en Colombia: Balance de la producción académica y algunas reflexiones sobre
su cubrimiento periodístico, programas y normatividad. (2000-2008). Aponte, David. Pinzón Paz,
Diana Carolina. Rodríguez, Diego. Vargas R., Andrés. CERAC (Centro de Recursos para el Análisis de
Conflictos). AFSC – América Latina y El Caribe. 2009
Hallazgos del diagnóstico rápido participativo
Los barristas perciben la convivencia como la posibilidad de ser reconocidos y respetados en su singularidad, en su ideología y en la naturaleza de pertenencia a una
barra, desde ese lugar desean ser nombrados, desde su condición de sujetos pertenecientes a una barra.
Si bien tienen nociones particulares sobre lo que significa la convivencia en el futbol, es evidente en los barristas un discurso adquirido sobre la convivencia desde la
lógica de la institucionalidad –entiéndase Administración Municipal, empresa, entes
descentralizados, etc, para quienes hay un interés en establecer escenarios de debate
de las ideas y las diferencias. Cabe señalar que esta perspectiva de la convivencia se
diluye en las dinámicas del barrismo, toda vez que se establece la idea del otro como
opositor y en muchos casos como “enemigo”. Por lo anterior, generalmente no media
el debate de ideas o la razón; actúan instintivamente, con la intención de someter al
opositor o defenderse de una agresión.
En las barras se evidencian dos nociones antagónicas en el abordaje de la convivencia: en primer lugar, sobresale una noción de la convivencia basada en el respeto,
el reconocimiento de la diferencia, la pluralidad y la importancia de generar buenas
relaciones entre las distintas barras. En segundo lugar, aparece otra lógica donde la
agresión, la confrontación, la eliminación del otro/a se legitima con el argumento de
la defensa personal.
Las mujeres barristas asumen la convivencia con base en otras lógicas que trascienden la agresión. A pesar de ser conscientes de las dinámicas de confrontación y violencia permanente en el barrismo, plantean con mayor claridad el límite ético respecto al cuidado de la vida del otro. Por ejemplo, una participante expresó que aunque en
ocasiones sienta deseos de agredir a otro físicamente -de ahí, a hacerlo-, había una
diferencia muy grande (Taller, Los del Sur, 2014). No obstante, las escasas posibilidades de participación activa de la mujer en las barras, su concepción del límite ético en
la convivencia podría arrojar luces sobre posibles alternativas para tramitar los conflictos en la práctica del barrismo.
Se tiene entonces que la percepción de convivencia pasa por la opinión que la ciudadanía tiene sobre los barristas, aspecto en el cual los medios de comunicación masiva
cumplen un rol determinante. Así como también pasa por una construcción discursiva,
donde los barristas expresan la importancia de respetar la diferencia y la diversidad,
pero mantienen prácticas y lenguajes agresivos donde impera la idea de “eliminación”
de quien se considera rival.
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
Finalmente, aparece La Mesa Pedagógica como un escenario importante para los diferentes actores, dado que es una instancia legítima para tramitar los aspectos inherentes a la convivencia del barrismo en el fútbol. Esta debe ser una instancia abierta,
donde confluya la diversidad de actores involucrados en el tema. Lo anterior, en tanto
algunos barristas, principalmente de la barra Los Reveldes, manifestaron la necesidad
de participar en dicho escenario.
Frente al enfoque de convivencia que plantea la Mesa, cabe preguntar si dicho enfoque está en función de forjar una percepción amplia y holística de la convivencia en la
práctica del barrismo en el fútbol, si considera la pluralidad de visiones, percepciones,
prácticas y apuestas de los diferentes actores involucrados.
Iniciativas de convivencia
Las iniciativas de convivencia son las propuestas que las diferentes barras llevan a
cabo para superar estigmas y enfocar su trabajo a partir del barrismo social. Son recurrentes los siguientes mecanismos para tramitar el conflicto y generar convivencia:
1. La mediación institucional.
2. La negociación entre actores.
3. La acción directa y el trabajo con la comunidad (Barrismo Social).
Sobresalen distintas propuestas de convivencia nombradas como barrismo social, los
barristas, especialmente Los Reveldes y LDS hacen alusión a una serie de iniciativas
que adelantan para superar los conflictos y aportar a la convivencia.
Dichas iniciativas de intervención social de algunas barras, están orientadas al beneficio de poblaciones y grupos en territorios marginados, logrando niveles importantes
de posicionamiento como barra entre sus beneficiarios. Para Los Reveldes en particular, el tema del barrismo social, como sentido del barrismo, es fundamental, tanto por
la labor social directa que pueden hacer en sus comunidades como por su expectativa
de transformar la imagen que la ciudadanía tiene de la barra.
De otro lado, se resalta el dialogo con los líderes de otras barras, lo cual ha permitido
llevar a cabo actividades conjuntas. “Se llega a acuerdos, hay mediaciones para evitar
conflictos cuando hay viajes o cuando los otros barristas visitan la ciudad. Para ello
coordinamos rutas cuando las barras salen a ver jugar a sus equipos en otras plazas,
para evitar enfrentamientos” (Taller ASOBDIM, 2014).
Hallazgos del diagnóstico rápido participativo
La otra iniciativa ha sido la mediación institucional. Según las barras falta mucho para
mejorar esta interacción; toda vez que en la institucionalidad hay elementos que aún
falta por trabajar, básicamente en el entendimiento del fenómeno barrista, como se
menciona en el siguiente texto:
“En términos generales, en la Ley 1270 de 2009 se observa una predominancia de los mandatos relacionados con el control y la coacción sobre las medidas pedagógicas, lo que sugiere que está propuesta más desde un enfoque
de provisión de seguridad a través de la coacción que de intervención social y
cultural para promover la convivencia. Esta característica refleja hacia dónde
ha tendido la interpretación del fenómeno de las barras de fútbol desde las
instancias gubernamentales. Esta interpretación del fenómeno todavía debe
ser objeto de un debate profundo, acercándose a su complejidad y analizando
sus múltiples dimensiones” (Aponte, 2009:20 – 21).
Y aunque la mediación institucional es diferenciada, es decir, confluyen diferentes
entes: Policía, DAGRD, INDER, y otros, en general, los barristas consideran que la institución es una, pero perciben que no hay unidad de criterio y coherencia para tramitar
los diferentes aspectos relacionados con la convivencia del barrismo en el fútbol. Lo
que más preocupa o reclaman las barras es el escaso entendimiento del fenómeno
barrista por parte de la institucionalidad, lo que deriva en medidas generalmente represivas y de coacción ante alguna situación determinada.
De esta manera, medidas represivas, como las que impone la Policía específicamente,
hacen que se agudicen los conflictos. Hay una petición reiterada y clara de los barristas respecto a que se acaben estas medidas de choque por parte de la institucionalidad, para lograr tramitar los conflictos y generar condiciones para la convivencia. Con
base en lo anterior, Aponte argumenta que:
Es de esperarse que la ley tenga influencia sobre los procesos organizacionales estándares que se implementan en los estadios durante los espectáculos
de fútbol; sin embargo, quedan reservas sobre lo que pueda aportar positivamente en las problemáticas sociales y de seguridad y convivencia que están
asociadas al fenómeno de las barras de fútbol en los barrios y comunas de las
ciudades del país (2009:21).
Por tanto, la aplicación de las leyes y normas debe hacerse también con suma atención, dado que ha sido un factor que de alguna manera profundiza los conflictos y no
genera buen ambiente para la convivencia. No obstante, debe reconocerse que en
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
algún grado la mediación institucional ha posibilitado que se generen espacios de concertación con las barras en torno a la convivencia en el fútbol. Como ya se mencionó, la Mesa
Pedagógica es reconocida como instancia para el acercamiento diplomático y tranquilo
con el “adversario”, lo que ha permitido que se configuren mediaciones para la convivencia.
Por lo que fue posible apreciar, en general, las barras orientan sus propuestas de convivencia hacia el desarrollo de actividades que permitan transformar las percepciones
negativas que la ciudadanía y la institucionalidad tienen de ellas. En cuanto al trabajo
de las instituciones, se percibe una limitada comprensión del fenómeno del barrismo
en el fútbol, lo que configura también maneras limitadas de ver los conflictos que
allí aparecen, por tanto una actuación restringida, puntual que no permite el trámite
adecuado de dichos conflictos.
De esta manera, un aspecto determinante para la convivencia es comprender en su
real dimensión la naturaleza de los conflictos. Una comprensión de parte de todos los
actores involucrados, con el ánimo de que cada uno asuma las responsabilidades que
le competen en el proceso de tejer condiciones para la convivencia en la ciudad.
Propuestas de las barras en torno a la convivencia
Las propuestas de las barras giran en torno a tres aspectos:
A. Generar acciones para transformar las percepciones negativas que la ciudadanía
tiene de ellas.
B. Promover el barrismo social para aportar a la convivencia en la ciudad.
C. Desarrollar proyectos apoyados por las instituciones y, en este sentido, generar
espacios de diálogo e interlocución con dichas instituciones.
A continuación se presentan las diferentes propuestas realizadas por los barristas, las
cuales se agrupan a modo de recurrencia, teniendo en cuenta las diferentes posiciones de cada una de las barras:
Hallazgos del diagnóstico rápido participativo
• La promoción de valores para la convivencia es la propuesta más reiterativa,
mencionada de formas como: respeto por la diferencia, la diversidad, el dialogo, la
tolerancia, la no estigmatización, el respeto por la vida, la coherencia en las decisiones y las acciones de los barristas y el buen comportamiento.
• Procesos de educación para los barristas en función de la convivencia, pero también otros aspectos que aporten a mejorar los procesos de relacionamiento (generar consciencia, promover el conocimiento de la historia de las barras, sensibilizar a los niños, comprensión del fenómeno del barrismo), así como oportunidades
de educación.
• Coaliciones, fortalecimiento de dialogo y relacionamiento de todos los actores involucrados en los conflictos: Clubes15, División Mayor del Fútbol Colombiano (DIMAYOR),
instituciones, barristas -no sólo los líderes-, la fuerza pública, entre otros actores.
• Promover el cambio de imaginario sobre las barras a nivel social – acciones para
desestigmatizar las barras respecto a la violencia: acciones sociales, deportivas,
culturales para promover integración y convivencia entre los diferentes actores:
barras, hinchas, instituciones, comunidades. Así como acciones de barrismo social como: prevención de la violencia, de la drogadicción, promoción cultural, barrismo en los colegios, etc.
• Acciones de sensibilización y educación a la fuerza pública para la convivencia
“Más acciones de convivencia y menos de represión”.
• Apoyo del Estado en diferentes necesidades no sólo de las barras como colectivos, sino en la generación de oportunidades de vida para los jóvenes integrantes
de las barras. Así mismo el apoyo a las acciones sociales de las barras.
• La configuración de escenarios formales de combate, regulados, sin armas, es
una propuesta que surge, como una forma de no renunciar a la contienda con el
opositor, sino de menguar las condiciones y los riesgos, pero que permanezca la
posibilidad de ganarle, someter al opositor (Escuela de combate).
• Mayor vinculación y participación de las mujeres en los procesos con las barras,
tanto por el reconocimiento de ellas como barristas, como la convocatoria a los
diferentes espacios en los que interactúan con las instituciones.
15 Los equipos de fútbol profesional de la ciudad de Medellín: Club Atlético Nacional y Deportivo Independiente Medellín.
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
• Que las sanciones ante las dificultades de convivencia sean por igualdad de condiciones, sin privilegiar más a unas barras que a otras, igualdad y justicia en el trato.
• Creación de una personería que vele por los derechos del hincha y los vendedores
ambulantes con el fin de hacer una recepción de las situaciones que perjudican el
bienestar de esas personas.
• Proceso de paz entre barras completas.
• Una plataforma virtual a nivel nacional donde se cree un curso para barristas: qué
es ser barrista y que al final haya una certificación. Pueden incluirse temas como
el proyecto de vida, autoestima, drogadicción, entre otros.
• Un torneo de fútbol a nivel nacional donde antes de cada partido las barras del equipo visitante jueguen con el equipo local, todo esto patrocinado por la DIMAYOR.
• Reformar la ley 1445 donde se incluya sanción a la Policía por malos operativos y
se le dé voz y voto a las barras en las mesas de convivencia.
Reflexiones interpretativas sobre los hallazgos del diagnóstico
5.
REFLEXIONES INTERPRETATIVAS SOBRE
LOS HALLAZGOS DEL DIAGNÓSTICO
En las últimas décadas, el fenómeno del barrismo ha sufrido significativas transformaciones en su sentido y su forma. En otros tiempos, la contienda futbolística de un
clásico paisa, aseguraba una fiesta multitudinaria, emociónate llena de colores, papelitos, música, locura, frases desobligantes contra adversario y algunos actos agresivos
aislados, rápidamente superados por la euforia de la fiesta vivida. Partidos en los que
el clamor de los cánticos hacían estallar las más profundas fuerzas para alentar al
equipo de preferencia, tal como lo plantea un hincha en una reflexión cibernética,
“¿cómo faltar a un partido que te entretenía por una semana? Un partido en el que
rugían almas que se escuchaban a kilómetros del estadio, un partido en que la música, las canciones, los papelitos, las bombas, el humo, la pólvora y demás elementos
llenaban tus sentidos”.
Hoy, se asiste en la ciudad a una tensión que flota en el ambiente cuando se anuncia
un clásico y hasta cuando juega alguno de los equipos locales con un adversario foráneo. En la actualidad, fenómenos como el vandalismo, las conductas violentas, el
consumo y distribución de drogas, los hurtos, las lesiones personales y los homicidios
opacan la otrora fiesta futbolera.
En la actualidad, algunos barristas de la ciudad importaron, copiaron, las prácticas
de las barras bravas de algunos países latinoamericanos y europeos. Protagonizando
acciones violentas en el marco de la contienda fueron opacando la alegría de la fiesta
futbolera y consolidando un problema social de múltiples facetas.
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
Los desórdenes provocados en las inmediaciones del estadio ocupan los titulares de
la prensa y los noticieros tanto locales como nacionales. Hoy los barristas se encuentran estigmatizados de manera indiscriminada por las autoridades, por los medios de
comunicación, por los ciudadanos del común y hasta por los mismos hinchas.
La naturaleza de la hinchada, de las barras se ha transformado, y es el adversario -ya
no el hincha del otro equipo a quien había que ridiculizar por la condición de perdedor
ocasional, sino el enemigo-, el blanco que debe ser eliminado real o simbólicamente,
por el solo hecho de no pertenecer a tal o cual barra. Podemos decir que en la manifestación socialmente más visible del fenómeno del barrismo en Medellín, pasamos
de la comedia divertida y eufórica a la tragedia de la más salvaje manifestación de la
violencia encubierta en las pasiones del fútbol.
¿Cómo interpretar las causas de esta transformación?
Dar cuenta de las causas del fenómeno del barrismo en Medellín y sus múltiples manifestaciones sociales, implica reconocer múltiples dimensiones, que a la manera de
un caleidoscopio, configuran las formas, los actores, los escenarios, los sentidos de
un fenómeno social bastante complejo. Fenómeno en el cual entran en juego dimensiones subjetivas de los barristas, aspectos colectivos que se presentan en ellas, determinantes sociales, económicos y políticos propios de este momento histórico y del
modelo societal que nos define en la actualidad.
Factores como la violencia estructural e histórica que junto con la inequidad social y la
inoperancia estatal, permean la mayoría de los fenómenos sociales en los que la agresión y la violencia representan un código de interacción y abordaje de las diferencias,
lo cual incuba las actuales problemáticas asociadas al barrismo.
Sumado a lo anterior, la idiosincrasia antioqueña es reconocida como un factor cultural que contribuye al asentamiento de prácticas violentas en el fenómeno del barrismo, dado que la representación del poderoso, del avivato, del guerrero, ha servido
de telón de fondo para que la réplica de las barras bravas foráneas haya encontrado
adeptos entre algunos barristas locales.
En una cultura guerrerista, que lleva el “hacha por herencia” tal como reza el himno
antioqueño, cobra sentido la eliminación real o simbólica del opositor, del diferente,
enarbolando, legitimando prácticas propias de la idiosincrasia paisa: desvalorizar al
otro, someterlo, superarlo.
Reflexiones interpretativas sobre los hallazgos del diagnóstico
La representación del otro, del opositor como un sujeto degradado, disminuido en el
valor es una fuente viva que alimenta el comportamiento agresivo. Cosifican al adversario como una forma de restarle valor, y como una manera de justificar la agresión
sin medida, esta lógica se repite en todos los actores que participan en la contienda.
En este sentido, la representación que se tiene del otro, es una proyección afuera de
su propia valoración. Estas representaciones justifican la respuesta agresiva, pero no
favorecen el reconocimiento de la responsabilidad de cada uno de ellos en vías alternas de resolución, pues sólo se podrán hallar formas diferentes a la agresión cuando
cada actor reconoce su participación y responsabilidad en conflicto. De lo contrario,
toda acción encuentra la justificación en la defensa legítima: “yo me defiendo, porque
ese otro me agrede”.
La dimensión familiar juega un papel importante en la explicación causal del fenómeno del barrismo y de las manifestaciones agresivas y conflictivas del mismo.
De un lado, se reporta la pasión por el equipo y la aversión por el adversario como una
herencia familiar, no obstante cabe preguntarse: ¿Es también herencia el propósito
frenético de algunos barristas de eliminar al adversario o al disidente? ¿Qué de las
dinámicas familiares, de los barristas que incluyen la eliminación del adversario como
parte de la ideología, influye en la percepción del diferente como un enemigo?
Surgen otras preguntas en torno a la familia: ¿Qué funciones no cumple la familia de origen, que la barra viene a cumplir, en tanto la contención y el reconocimiento de su lugar y
sentido de vida?, ¿De qué familias provienen y qué tipo de familia representan en la barra?
¿Cuáles son los referentes de los límites y las normas en las familias de los barristas que
protagonizan actos violentos? ¿En estas familias la agresión es un lenguaje cotidiano?
De otra parte, la rivalidad es una herencia no sólo en el marco de la contienda deportiva, sino en el marco de los sucesos trágicos de cada una de las barras, lo que hace que
se desencadene un ciclo de retaliaciones y venganzas de nunca acabar, en una lógica
irracional y primaria, de algunos jóvenes que protagonizan el cobro de los muertos
que a veces ni siquiera conocen, pero que representan la motivación emocional que
justifica la agresión al otro, al diferente, al opositor.
En relación con el lugar de la familia en el fenómeno del barrismo, cabe señalar que la
barra como espacio de contención y encuentro familiar, representa un lugar de identificaciones en lo común, al parecer, las familias y barrios de procedencia de algunos
barristas entrevistados, son excluyentes y abandónicos. Cabe suponer que en estos
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lugares estos sujetos no son nombrados amorosamente. Podría decirse que la barra
como familia representa para algunos barristas, el lugar por excelencia de identificación en la marginación y la diferencia.
La barra representa el lugar emocional de una familia que en tanto los nombra, los
acoge; responden lealmente a sus principios y criterios para pertenecer, lo que implica
que se alinean sin reproche a las acciones e iniciativas propuestas por “la familia barrista” y en consecuencia, desobedecer constituye una falta que merece la exclusión,
el señalamiento y el ataque, tal cual es el origen de los grupos disidentes de ambas
barras representativas de los equipos locales.
Puede pensarse que la barra como representación del escenario familiar, obedece
a una lógica similar a la de las familias de procedencia: relaciones autoritarias, roles
distorsionados, líneas de poder, relaciones asimétricas, en las cuales se desenlazan
rivalidades, disidencias, odios, amores, celos. Todas lógicas de los afectos y emociones
en las dinámicas internas de las familias.
Por otra parte, la naturaleza del fenómeno barrista implica el reconocimiento de dinámicas que marcadas por la alienación y la sugestión, como elementos subjetivos,
definen los fenómenos de masas.
En el marco de ese fenómeno psicosocial, los barristas configuran el sentido de su
existencia en la pertenencia a la barra, que como núcleo dinámico, tiene al equipo de
preferencia. No obstante, más allá del equipo, es común encontrar que la razón de ser,
de estar, de vivir, de soñar es la barra en sí misma. En algunos sujetos que las conforman, su manera de pertenecer a la barra esta signada por la agresión, por la rebelión,
por la discordancia con lo social, en ese sentido la barra sirve como escenario colectivo
que alienta y justifica las más primarias pasiones de los sujetos.
Si la barra es lo que mayor sentido da a la existencia, y en razón de ella y del “amor
al equipo” se responde con la vida: la propia y la ajena, ¿Qué ha pasado entonces con
las otras dimensiones de la historia de unos sujetos, para quienes su único y mayor
sentido de vida, está en la pertenencia y dinámica de un grupo de personas afines con
esta naturaleza pasional de la existencia?
Al parecer, algunos barristas no tienen en la cotidianidad otros referentes de contención que den sentido a sus vidas, en esa medida, el triunfo o la derrota, la ofensa o el
sometimiento del adversario, representa para ellos la oportunidad de sentir-se, de
saberse vivos aún en la cercanía con la posibilidad de la propia muerte.
Reflexiones interpretativas sobre los hallazgos del diagnóstico
En consecuencia con lo anterior, para algunos barristas los eventos de agresión con la
Policía u otros barristas, son concebidos como la emoción en la acción, en la contienda
guerrerista, en la estrategia de sometimiento y de humillación. La evocación, la repetición con lujo de detalles de los hechos que marcan su existencia a través de la barra
y del equipo, recrean lo que han nombrado como su motivación para vivir.
Las barras configuran así el escenario por excelencia para desencadenar las pasiones
y movilizar a la vez los más sublimes y aterradores sentimientos. Es un mundo de
pasiones desenfrenadas, un amor excesivo, irracional e inescrupuloso, que incluye el
sometimiento del adversario como parte de los sentimientos más intensos y en algunos casos, como uno de los elementos de la ideología.
En dicha ideología, se encuentran contenidos elementos actitudinales en torno a
cómo es visto el opositor, como alguien a quien hay que agredir, humillar, eliminar
y ofender. La contienda parece hacer parte de la ideología, y como parte de ella, los
iconos, el trapo, las banderas, cargados de símbolos, sentimientos, historia, terminan
representado un botín detonador de intensas pasiones que pueden llevar a los más
salvajes actos de agresión y violencia.
Las formas bizarras de expresar esos sentimientos representa en muchos casos una
manera de configurar una identidad diferenciadora que, por ejemplo, en Los Chatarrerox dirigen una imagen hacia el otro asociada con el miedo, representándose
así como los más irracionales y temidos, siendo esta representación la que entregan
simbólicamente a su equipo: “nos hacemos matar por el DIM”.
En el escenario de la contienda entre barristas, la delimitación territorial es uno de los
detonadores principales de la agresión, siendo el cuerpo tatuado, cicatrizado, significado por el equipo y la barra, el que porta orgullosamente las huellas de la historia de
pertenencia. Y es precisamente el cuerpo el que se expone en la agresión territorial,
que espacialmente trasciende el adentro y el afuera del estadio, para extenderse desde y hacia muchos de los barrios de procedencia de los barristas, no son gratuitas las
delimitaciones sectoriales: los del norte y los del sur.
La complejidad del fenómeno barrista exige el reconocimiento de diversos conflictos
y actores que convergen y participan directa o indirectamente en lo que se hace más
visible de este fenómeno: la conducta violenta.
El uso arbitrario del poder, tanto de las figuras representativas de las autoridades públicas (Policía, ESMAD) como de algunos líderes de barras, constituye un
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
elemento fundamental que alienta y desencadena violencia, dado que el sometimiento, la discriminación, el desplazamiento territorial de las barras, constituyen detonadores inevitables de actos violentos.
En el caso de los abusos de poder de los líderes de barras, se generan segmentos
segregados que constituyen posteriores desencadenantes de rivalidades, rencillas y
venganzas entre los miembros de una misma barra, diversificando la naturaleza de la
agresión. Por otra parte, la representación social que se ha construido en la comunidad en general y en especial en las instituciones de control (Policía, ESMAD), sobre los
barristas o cualquiera que porte una camiseta o elemento distintivo de un equipo o de
una barra, constituyen en sí mismos una fuente de agresión.
Dicha estigmatización ha limitado la posibilidad de comprender las otras dimensiones,
principios y dinámicas del barrismo. Sus necesidades de hacerse ver desde los iconos: la
fiesta, la música, el cantico; lo que ha sesgado las opciones de tratamiento de los conflictos asociados al barrismo e incluso ha potenciado las tensiones, pues se coartan arbitrariamente las manifestaciones de la identidad y la fiesta futbolera al interior del estadio.
Finalmente, es importante mencionar que hay en el fenómeno del barrismo y sus
manifestación violentas, un alto grado de fragmentación y complejidad en las características y naturaleza de cada parche, combo o barra: su ideología, sus prácticas, sus
estéticas y su lugar en el conflicto.
Dicha fragmentación también obedece a los múltiples actores que participan de los fenómenos y conflictos que se desencadenan, pero que no aparecen visibles, no reconocen su lugar activo en el fenómeno. Es decir, las instituciones de control del Estado, los
medios de comunicación, los grupos armados, la Administración Municipal, la comunidad en general, todos estos actores forman parte directa o indirectamente en esta problemática, pero sólo se ha focalizado en las barras como responsables y protagonistas.
Por ejemplo, la presencia del ESMAD, quien es denunciado constantemente por su
actitud negligente y agresiva, constituye un elemento que detona, provoca, crea el
ambiente propicio para el ejercicio de la violencia. Un escenario simbólico: caballos,
trajes blindados, armas, escudos protectores, gestos ofensivos, miradas inquisidoras.
Este actor, que representa la institucionalidad estatal, en su actitud guerrerista y estigmatizadora, es visto como un adversario más de la contienda.
Reflexiones interpretativas sobre los hallazgos del diagnóstico
Por su parte, los medios de comunicación alientan la estigmatización, toman partido,
profundizan las tensiones entre los barristas con los demás actores en la ciudad, exaltando lo grotesco del acto violento.
De otro lado, las diferentes administraciones municipales, en sus propuestas de
abordajes del fenómeno del barrismo y las opciones de convivencia, han sesgado
el fenómeno sin comprenderlo suficientemente, en términos de sus finalidades, su
naturaleza, sus dinámicas, sus sentidos, y se ha abordado principalmente desde las
manifestaciones problemáticas.
Desde esta perspectiva las acciones se centran precisamente en este foco, desconociendo y afectando en ocasiones, una de las dimensiones originalmente identitarias
del barrismo: la fiesta futbolera, la competencia por la mejor expresión del fervor por
el equipo y por la barra. Lo anterior, provoca la exacerbación de ese otro componente
emotivo y pasional de la agresión como forma de desencadenar la emoción de la contienda con el opositor.
En ese sentido, cabe plantear: ¿Cómo lograr, entre los diferentes actores, establecer los
acuerdos esenciales en materia de convivencia para el disfrute de la fiesta del fútbol?
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Conclusiones y recomendaciones
6.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
CONCLUSIONES
Sobre las barras
• Las iniciativas que las diferentes barras adelantan respecto al tema de convivencia, buscan transformar más la percepción que se tiene de ellas, que tramitar los
conflictos existentes entre las barras y de estas con otros actores. Esto llama la
atención, pues tanto su percepción de la convivencia como sus apuestas por esta,
no necesariamente están reconociendo ni la extensión, ni la magnitud de los conflictos presentes.
• Particularmente, se podría anotar que la mayoría de las interacciones de las barras, sobre todo las populares, están centradas en la tensión y el conflicto. De
algún modo esto puede ser el punto de partida respecto a la comprensión del
conflicto como una motivación en sí mismo, que dinamiza los procesos de interacción y acción de las barras en la ciudad.
• Sumado a lo anterior, la lectura del conflicto desde los barristas es algo paradójica, pues aunque se reconoce la existencia del mismo, no necesariamente se asumen como parte de él, lo cual implica generar nuevos interrogantes: ¿hay deseos
de transformar conflictos de los cuales no se sienten parte?, es decir, si se sienten
ajenos a los conflictos, aunque los nombren, da cuenta precisamente del lugar
que ocupa cada parte en el escalamiento del conflicto.
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
• Lo que sí reconocen los barristas del conflicto es el efecto negativo en ellos, es el caso
de la estigmatización, la cual es una preocupación recurrente, pues de algún modo
esto limita sus posibilidades de interlocución con la Administración Municipal, y limita
la posibilidad de asumirse plenamente como barristas en diversos escenarios sociales.
• La fragmentación de las barras hace compleja la posibilidad de salidas a los conflictos, de igual forma las visiones parcializadas que se tienen de él, pues en la
lucha por el poder representado en el territorio, en la mejor fiesta, en la guerra a
muerte, la salida más representativa que han construido es la violencia. El conflicto lo genera la amenaza de perder, de ser humillado, disminuido.
• Otro asunto que llama la atención es que los barristas representan la convivencia
desde el conflicto, es decir, cuando se les preguntó por convivencia, realmente la
noción, la representación e imaginario más claro que tienen de esta, es la instancia del conflicto, más que la interacción o la coexistencia con otros actores.
• Por lo que representa para los diferentes barristas su práctica y los espacios para
vivirla, podría decirse que los combos, parches y la barra no son un instrumento
para alentar al equipo de futbol, sino que se convierten en un fin. Aunque en la
respuesta por el sentido de ser barristas aparece muy fuerte el amor por su equipo
y su camiseta, cuando se profundiza en la naturaleza de sus procesos organizativos,
realmente estos superan el fervor por un equipo, estos espacios son de encuentro,
de complicidad, de construcción de identidad, de proyectos y estilos de vida.
• Pese a los esfuerzos de la Administración Municipal por promover salidas pacificas enmarcadas en propuestas de convivencia, se observa en los barristas que
participaron, una cierta alineación estratégica y a conveniencia con el discurso
institucional de la convivencia que se propone desde la institucionalidad, lo que
indica que este paradigma no ha sido suficientemente legitimado por ellos, y aparece en ocasiones como un apéndice, un semblante que permite el acercamiento
con la institucionalidad; pero que paralelo con este, siguen legitimando la salida
violenta a los conflictos existentes.
Sobre los conflictos desde otros actores
• En los escenarios formales de negociación, la tensión generada por la presencia del
opositor se tramita por la vía de la degradación a veces sutil y a veces frontal o por la
vía de la diplomacia, estrategias que no alcanzan a reconocer, ni a mitigar la naturaleza
del conflicto.
Conclusiones y recomendaciones
• El gobierno municipal no aborda el problema para solucionarlo, pues hasta el momento las acciones empleadas más visibles para los barristas, son más de reacción, más acciones de choque que por el contrario aportan en el escalamiento del
conflicto. No hay continuidad en los pocos acuerdos que se establecen, depende
de la institución y de la voluntad de las personas que la representan, por lo tanto
se quiebra permanentemente la confianza entre las partes.
• Las propuestas de convivencia desde la institucionalidad son percibidas como la
eliminación del conflicto, lo que hace que no sea efectivo su accionar, pues además de que desconoce la naturaleza misma del conflicto, también antepone una
visión parcializada, inmediatista y poco trascendente que no logra aunar a la tramitación de los conflictos existentes.
• Es bastante recurrente y significativo el conflicto con las instituciones de control
del estado (fuerza pública), lo cual le pone una tarea bastante importante a la Administración Municipal en miras a la concreción de posibles salidas y alternativas,
pues mientas por parte del mismo Estado no haya una acción planificada, coherente, articulada y reconocedora de la complejidad del fenómeno, seguirán sumándose mayores razones y justificaciones para el escalamiento del conflicto mismo.
Otras apreciaciones generales
• No hay un único conflicto. Son muchos los conflictos que se entretejen (configuran)
históricamente entre las barras, y entre estas y otros actores. Por lo tanto comprender este entramado de historias, de relaciones, de significancias y significados para
los mismos barristas es poder comprender la naturaleza misma del conflicto. Esto
implica no se puede tener un visión simplistas de los conflictos que allí se presentan.
• Se da también la negación del otro como actor y parte del conflicto. Nadie quiere
asumirse como parte y generador del conflicto. Lo que podría llevar a afirmar que
este es un conflicto también de percepciones.
• Por los lenguajes, las prácticas y la comprensión de los barristas, casi se podría
asumir el escenario del futbol como la representación simbólica de la guerra. El
enfrentamiento entre dos actores se proyecta en diferentes escenarios (tribuna,
calle, barrios) donde los barristas asumen prácticas de guerreros. Quizás esta forma simbólica de la vivencia del conflicto, sumado al hecho de estar inmersos en
una cultura donde la guerra se ha naturalizado, hace que el conflicto pueda leerse
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
no como un escenario donde hay agredidos y agresores, sino como un escenario
para demostrar quién tiene el poder de hacer más daño.
• Un hallazgo de alta complejidad y que pone una alerta importante, es el conflicto
y sus manifestaciones violentas como un elemento que hace parte de la configuración de la identidad en las barras, sobre todo las populares, pues ubican el
“adversario” como central, en tanto le da sentido a la existencia de la barra, hay un
propósito sentido: ser mejor que la otra barra, es tener más poder, más lugar, más
territorio, mejor fiesta, entre otros asuntos, pero eso sólo lo posibilita el hecho de
que exista un “rival”. En el marco de la llamada fiesta futbolera es a penas comprensible, pero cuando se lleva a otros escenarios fuera del estadio y se convierte en la razón, en la justificación para la agresión, pone un nuevo elemento que
complejiza aún más la posibilidad de tramitar los conflictos existentes.
• El vínculo y el sentido de pertenencia más fuerte se da al interior de los combos o
parches, más que en la barra como tal. Por lo tanto para poder profundizar mucho más en la comprensión del fenómeno del barrismo y posiblemente los conflictos existentes y sus manifestaciones, es necesario acercarse mucho más a las
dinámicas y practicas propias de los combos o parches que conforman las barras.
• Finalmente podría afirmarse que las barras se convierten en un escenario para
vivir la idea del “no limite”, pues ante un modelo de ciudad que tradicionalmente
se ha caracterizado por la restricción de los espacios públicos, los espacios para
el encuentro, el estadio es un territorio que ha sido ganado por las barras, donde
construyen identidad y pertenencia. La barra misma es un escenario, un espacio
conquistado, allí ponen sus propias reglas, aunque a veces estas no concuerden
con los imaginarios y las representaciones sociales y cultuales tradicionales.
RECOMENDACIONES
• Un ejercicio institucional que permita la real dimensión y comprensión del fenómeno del barrismo. Lo anterior, en tanto la necesidad de trascender lecturas
simplistas y compartimentadas de una realidad compleja que amerita apertura,
abordaje interdisciplinario y participación de diversos actores.
• Desde la institucionalidad pública, es necesaria la construcción de criterios unificados para tramitar los conflictos asociados al barrismo en el fútbol. Es decir,
criterios que permitan forjar actuaciones coherentes y coordinadas entre las diferentes instancias e instituciones.
Conclusiones y recomendaciones
• Un proceso de sensibilización de la fuerza pública: Policía/ESMAD, respecto a su
papel fundamental en la promoción de condiciones para la convivencia. Antes
que reprimir, la acción de la fuerza pública debería estar orientada a la pedagogía
de la convivencia.
• La Institución Policial debe comprender la dimensión del fenómeno del barrismo
en el fútbol: su historia, motivaciones, simbología, representaciones y actividades
diversas, con el ánimo de que transforme el estigma que tiene de los barristas
en general, y que su accionar esté acorde con el respeto que todo barrista, como
ciudadano, merece.
• Reducir paulatinamente la presencia de Policía y ESMAD en los alrededores del
estadio. El exceso de fuerza pública predispone el escenario para permanentes
choques. Podría explorarse también la opción de una presencia policial con mayor disposición al acompañamiento ciudadano, con una función más cívica que
represiva (Policía deportiva).
• Tramitar los conflictos que se presentan por la práctica del barrismo en el fútbol
a manera de proceso. Las soluciones aisladas y puntuales no permiten abordar
dichos conflictos de manera holística, integral y en relación con otros fenómenos
asociados. Asumir el trámite de los conflictos como proceso, permitiría comprender que las transformaciones son lentas, paulatinas y de largo plazo. Y con base
en dicha comprensión, concebir las propuestas de transformación en diferentes
etapas, con diversos actores, en distintos escenarios y con variadas estrategias.
• Es importante un trabajo de promoción de la convivencia en los territorios (barrios y comunas), donde se encuentran los combos y parches que pertenecen a
las barras de fútbol, asunto que debería estar promovido por los mismos Clubes
y quizás acompañado por los líderes de las barras. Esto permitiría ir impulsando
otros referentes del barrismo, sobre todo en las nuevas generaciones, y comprometer a los equipos en un rol mucho más activo frente al tema de la convivencia.
• Dado que, la transformación de prácticas culturales es un proceso lento, paulatino y a largo plazo, la Administración Municipal debería concebir una apuesta
pedagógica que permita sensibilizar a los niños y niñas en las instituciones educativas sobre el valor de la diferencia asociada a la práctica del barrismo en el fútbol.
• Es necesario lograr el compromiso real de los Clubes de Fútbol de la ciudad en los
procesos de convivencia, dado que son un actor con posibilidades de incidir en la
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Diagnóstico rápido participativo sobre convivencia con barras populares y organizadas de fútbol de la ciudad de Medellín
transformación de las representaciones simbólicas que configuran la identidad
de los barristas, las cuales son detonantes permanentes de conflictos.
Todos los actores en la dinámica del barrismo en fútbol, deberán trabajar por la transformación de prácticas culturales violentas. Nada deberá justificar perder o quitar la
vida a otra persona por ser diferente, por alentar al equipo contrario.
• Una manera de abordar los conflictos es transformando la representación simbólica de los elementos que le dan identidad a las barras. Ahí radica gran parte
del problema. Es decir, dinamizar transformaciones culturales en la práctica del
barrismo, sin que se pierda la esencia de lo identitario, pero que no motive la eliminación del otro.
• Para abordar el problema de convivencia entre barras, desde las propuestas institucionales, se deben trascender la instrumentalización de los elementos simbólicos. En el tratamiento de los conflictos, se debe tener como principio la sutileza
con el valor de lo identitario y lo simbólico en la práctica del barrismo.
• Una posibilidad para el abordaje de algunas de las problemáticas, es la construcción de sinergias con los medios de comunicación alternativos, pues para la mayoría de los barristas, estos se han convertido en aliados. Quizás mediante la publicación de aspectos positivos del barrismo, que contribuyan a mitigar los efectos
de la estigmatización de la cual son objeto. Lo anterior, al ir forjando otra visión del
barrismo y sus prácticas entre los ciudadanos, también iría comprometiendo a los
barristas públicamente con el cuidado de su “nueva imagen”.
• Respecto a los medios masivos de comunicación, es necesario también un proceso de sensibilización frente la responsabilidad que tienen en el escalamiento de
los conflictos en la práctica del barrismo. Si bien es necesario que la opinión pública se entere de los problemas que se presentan, también es vital un abordaje riguroso del fenómeno: mayor investigación, contextualización de los hechos, rigor
en el tratamiento informativo, entre otros aspectos. Las barras tienen mucho para
contar, pueden ser fuente de información permanente sobre diversos aspectos.
Unos medios de comunicación con una mirada amplia sobre las dinámicas del
barrismo en la ciudad, podría contribuir con una ciudadanía menos prevenida y
más dispuesta a comprender la práctica del barrismo en el fútbol.
• La Mesa Pedagógica tiene un rol fundamental en el trámite de los conflictos.
Debe estar abierta a la participación de todos los actores y tener presencia en
Conclusiones y recomendaciones
diferentes escenarios. Es decir, no sólo debe ser un espacio para el encuentro de
líderes y representantes de instituciones. También podría pensarse en una figura
como: La Mesa en los Barrios, donde haya mayor acercamiento con los combos
o parches. Lo anterior, le permitiría mayor contexto y mejor comprensión de las
diferentes problemáticas y posibles soluciones de los conflictos.
• La Mesa debe promover actitudes, discursos y acciones pedagógicas en función
de la convivencia. Es un escenario válido de encuentro para los diferentes actores, donde aún pueden dialogar para dirimir diferencias y resolver conflictos. Si
la Mesa pierde credibilidad y deslegitima su función, se puede perder un espacio
muy valioso para abordar las problemáticas del barrismo en el fútbol.
• La Mesa debe ser garante del cumplimiento de los acuerdos pactados entre los
diferentes actores. Cuando, por diferentes razones un acuerdo se incumple, se
afecta la confianza. Cabe señalar que la confianza es la característica fundamental de cualquier instancia de diálogo genuino. ¿Conocen, por ejemplo, la frustración de los barristas cuando no les permiten ingresar algún elemento al estadio
para sus actividades, cuando previamente se había acordado que podían hacerlo?
Ese tipo de fallas deterioran la confianza y le restan credibilidad a las instancias
de diálogo y negociación. A pesar de que los barristas también incumplan con
muchos de los acuerdos que pactan, la Mesa, como instancia institucional, debe
insistir y persistir en la pedagogía de la convivencia, con base en la construcción
de confianza entre los diferentes actores.
• Buscar formas alternativas reales de tramitación de conflictos donde se permita la “agresividad instintiva”, mediado por el límite del cuidado de la vida como
máxima en la convivencia social. Es decir, explorar creativa y constructivamente
la concepción del estadio como “escenario de batalla”, de batalla simbólica. Donde
sea posible el “enfrentamiento” en el plano metafórico entre barras: desfogue
pleno de pasión, adrenalina, alegría, diversión, con toda la parafernalia de la fiesta
del fútbol en la tribuna. Acompañar pedagógicamente a los barristas hasta lograr
que ese desfogue anímico no trascienda la simbología de la “batalla” y que disminuya la pulsión de agredir físicamente al otro.
• Es necesario el acompañamiento de la Personería y Defensoría del Pueblo en los
procesos para tramitar los conflictos por la práctica del barrismo.
• Explorar opciones creativas que vayan disponiendo escenarios para una mayor
participación de la mujer en el barrismo. Si bien el machismo en las barras es una
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práctica cultural que limita la presencia de la mujer en la tribuna, trabajar por ir
generando transformaciones en dicha práctica, podría ayudar a disminuir la tensión permanente que existe en un espacio copado por hombres.
La Administración Municipal debe tener en cuenta que los conflictos en la dinámica del
barrismo en el fútbol no se acabarán. Seguirán siendo parte de la expresión de un deporte que, por naturaleza, invita al enfrentamiento (partido), a la batalla, a la guerra entre contrincantes (equipos) que esperan vencerse mutuamente, propinándose heridas
(goles), hasta quizás provocar la muerte del adversario en el campo de lucha (cancha).
El reto es comprender en su real dimensión la génesis del barrismo y las prácticas
que emulan la batalla que se libra en un campo de juego. ¿Cómo aprovechar la carga
simbólica y de representaciones que han forjado los barristas en sus prácticas para
convertirla en posibilidad para tramitar y transformar los conflictos?
La carga simbólica de los elementos identitarios en las dinámicas del barrista, están
alentando un exceso pasional desbordado que pone en juego la vida. Transformar esa
carga simbólica, de manera que no estimule la agresión física del otro, que contenga
la pulsión de eliminar al “contrario”, que sugiera un límite ético en la relación entre
barristas, donde la vida y la integridad de las personas estén por encima de cualquier
consideración, podría ser una posibilidad para comenzar a explorar.
Como en cualquier apuesta de transformación social que implique cambios culturales, en este fenómeno están a prueba la creatividad, la iniciativa, la perseverancia y
el compromiso para inspirar las transformaciones. Nunca se logrará un estado ideal,
pero sí es factible comenzar a trabajar para disponer las condiciones y tramitar de
manera asertiva e integral la problemática.

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