en el Huerto de Dios
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en el Huerto de Dios
Bridges for Peace (Puentes para la Paz) Los Estudios de Israel Vol. # 770908S Puentes para la Paz Su conexión con Israel con Oficinas Regionales en: n Sede Internacional • Centro de Recursos Hispanos: P.O. Box 1093, Jerusalem, Israel Tel: (972) 2-624-5004 [email protected] n Australia P.O. Box 1785, Buderim, Queensland 4556 Tel: (61) 7-5453-7988 [email protected] Fructifera La Vida n Canadá P.O. Box 21001, RPO Charleswood Winnipeg MB R3R 3R2 Tel: (1) 204-489-3697, [email protected] n Japón Taihei Sakura Bldg. 5F 4-13-2 Taihei, Sumida-Ku, Tokyo 130 0012 Tel: (81) 3-5637-5333, [email protected] n Nueva Zelanda P.O. Box 10142, Te Mai, Whangarei Tel: (64) 9-434-6527, [email protected] n Sudáfrica P.O. 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Confieso que me encantan las exquisitas frutas que encontramos aquí en Israel. Durante el candente y desértico verano, un frío melón de agua es realmente refrescante. También las uvas, las cerezas, las fresas, los mangos, las naranjas y las ciruelas rojas refrescan el paladar sediento. La imagen de abundantes árboles frutales me parece muy deleitosa. Considérelo: ¡el árbol de la vida era un árbol frutal! El Huerto – Un Paraíso La palabra hebrea para “huerto” o “jardín” es gan, pero otra palabra aún más descriptiva es pardes (Strong’s #6508), de origen persa. La encontramos tres veces en la Biblia: en Cantar de los Cantares 4:13, Eclesiastés 2:5 y Nehemías 2:8. Usualmente pardes es traducida como huerto, parque o bosque, pero una mejor traducción es “paraíso.” Según la enciclopedia All About Judaism, pardes está relacionada con la palabra griega de paraíso, o paradeisos. La Biblia de las Américas traduce pardes en el libro de Cantares como “paraíso,” pero en las otras dos citas la traduce como “huerto” y “bosque,” respectivamente. “Tus renuevos son paraíso de granados, con frutas escogidas” (Cant. 4:13). “Me hice jardines y huertos, y planté en ellos toda clase de árboles frutales” (Ecle. 2:5). “…y una carta para Asaf, guarda del bosque del rey…” (Neh. 2:8). Otras versiones en español traducen pardes de manera semejante. Los primeros dos versos claramente describen un huerto de muchas frutas preciosas. La fragancia de la fruta fresca inmediatamente embarga los sentidos. Es posible que el “bosque” del rey persa, al que Nehemías se refería, no consistiera meramente de árboles de madera, sino también de muchos árboles frutales. Según el diccionario de Internet diccionarios.elmundo.es, el paraíso es “un lugar muy hermoso y agradable.” Pero esa idea es muy abstracta para el pensador hebreo; los hebreos buscan sustancia concreta para describir la hermosura y la belleza. A continuación una descripción tomada de All About Judaism [traducción de esta autora]: “A través de la literatura judía, el Edén ha sido considerado el paradigma de la perfección. Por eso, Ezequiel escribió sobre ‘Edén, el huerto de Dios’…con toda clase de piedra preciosa (Ezeq. 28:13) y asombrosos árboles que crecían en el huerto (Ezeq. 31:8-10).” Según Ilumina Encyclopedia [traducción de esta autora], “Se piensa que ‘Edén’ fue derivada de una antigua palabra sumeria que significa ‘estepa’ o planicie,’ o de una raíz semita significando ‘placer’ o ‘lujo.’” El reciente descubrimiento de una inscripción asiria-aramea parece defender la segunda teoría, indicando que el huerto era un lugar exuberante y lujoso, según es descrito en Génesis 2:8-9. El Paraíso - un lugar muy hermoso y agradable. ¿Ha experimentado usted la fragancia de un huerto o la belleza de los árboles en flor, vestidos en todo su esplendor? A menudo pienso con tristeza de personas que nunca han salido de sus junglas de cemento. Su identificación con los colores sólo proviene de las cambiantes luces del semáforo o de las exhibiciones estáticas en las vitrinas comerciales. Sus actividades diarias se limitan a las calles, los pavimentos y una bulliciosa vida de ciudad. Cuando yo era niño, caminaba por amplias cuerdas de terreno, cargando un balde de leche desde una granja lechera local. Eso era tan divertido, aún en las horas tempranas de la mañana antes de ir a la escuela. Mi padre y yo pasábamos muchas horas recogiendo frutas durante las vacaciones, y rápidamente las llevábamos a casa para que mi madre pudiese hacer tartas y postres. Me encantaban las ensaladas de fruta. El autor judío Philip Birnbaum escribió: “Ya que la palabra Edén significa delicia y placer, y por su conexión con el Árbol de la Vida, el Huerto del Edén ha sido considerado por la tradición judía como el hogar eterno de la felicidad que es reservado para las almas de los justos. Uno de los libros apócrifos (2 Esdras 2:19) habla de él como un sitio lleno de todas las delicias sensoriales, con riachuelos de leche y miel, con árboles cargados de toda clase de fruto, con montañas adornadas de lirios y rosas.” La Vida Fructífera en el Huerto de Dios 3 El Pecado entra al Huerto Pero la abundancia del huerto comprobó ser demasiado para Adán y Eva. Dios les había instruido que no comieran del árbol del conocimiento del bien y del mal. El fruto de ese árbol sólo pertenecía a Dios. Claro está, eso fue exactamente lo que hicieron Adán y Eva, y el castigo fue su inmediata expulsión del jardín. “…cuidado ahora no vaya a extender su mano y tomar también del árbol de la vida, y coma y viva para siempre” (Gén. 3:22b). La abundancia del huerto comprobó ser demasiado para Adán y Eva. 4 Los Estudios de Israel Me parece interesante conocer el pensamiento judío, aún cuando quizás no esté en total acuerdo con nuestra teología cristiana. Considere los pensamientos del rabino Michael L. Munk, quien escribió: “En el principio de la Creación, nada se interponía a la voluntad de Dios. Los cielos y la tierra, desde las más enormes galaxias hasta el más pequeño microbio, reflejaban solamente Su voluntad. Ellos existían como testimonio de la revelación sobre Su Unicidad. Pero esa época sublime dejó de existir con la creación del hombre. Sólo el hombre tiene libre voluntad. Sólo él puede aceptar poderes aparte de los divinos; sólo él puede desobedecer la voluntad de Dios. Adán lo hizo cuando permitió que la serpiente lo sedujera para comer del fruto prohibido en el Huerto del Edén. Desde ese entonces, el pecado ha sido la naturaleza del hombre, y la Unicidad de Dios ha estado escondida. Pero la aberración del hombre no es permanente; eventualmente el ciclo regresará a su punto inicial cuando—en tiempos mesiánicos—Hashem [que significa “El Nombre,” una referencia judía a Dios] será reconocido por toda la humanidad como el Gobernante exclusivo y absoluto.” ¿Cuál fue el primer síntoma del pecado? En un instante, Adán y Eva perdieron su inocencia, y reconocieron que estaban desnudos (Gén. 3:6-7). La Serie de Tanaj Artscroll en Génesis señala que “se dieron cuenta que incluso quedaron desnudados del único precepto que les fue encomendado (esto es, quedaron desnudados de su obediencia).” Imagínese el haber estado en el Huerto del Edén en aquel entonces. Antes de que los humanos hubiesen desobedecido a Dios, eran semejantes al árbol de manzana, cereza, naranja o mango. Los humanos también producían aroma agradable al Señor, y le servían. Pero no fueron creados como las otras criaturas de Dios. Fueron creados a la imagen de Su Creador, y tenían el derecho de escoger, pensar y tomar decisiones. El fruto del árbol les tentó y, a pesar de la advertencia de Dios, dieron rienda suelta a su curiosidad. Inmediatamente, esa fructífera e íntima sumisión al Divino fue quebrada. Su posición especial desapareció. El pecado les separó del Huerto del Edén. De Regreso al Huerto— el Pensamiento Judío En el pensamiento judío, ciertamente existe una promesa de restauración celestial cuando los creyentes han de vivir en gran gozo y celebración. En su libro The Wisdom of the Hebrew Alphabet [La Sabiduría del Abecedario Hebreo], el rabino Michael L. Munk explica la comprensión judía sobre las letras del abecedario. Éste explica que la letra “kuf” ()ק es símbolo de la santidad y de los ciclos de crecimiento. El rabino Munk expone los ciclos temporales establecidos por Hashem: “…los ciclos de la naturaleza—las estaciones cambiantes, la renovación mensual de la luna, el círculo solar de veintiocho años— todo enseña al hombre que existe un patrón y propósito en el universo…El ciclo de la historia humana comenzó en el Gan Eden [Huerto del Edén], donde el conocimiento de Dios era tan claro como el día, y donde el hombre y los animales vivían en perfecta armonía. Aunque la conciencia humana de Hashem se debilitó con el transcurso de la historia, regresará a su punto inicial en tiempos mesiánicos, cuando—‘El lobo morará con el cordero…y un niño los conducirá’ (Isaías 11:6). En ese tiempo, como en el día cuando fue creado el hombre, toda la humanidad reconocerá nuevamente que Dios es Uno.” El sabio judío Ramban dijo que esa profecía de Isaías habla acerca de un futuro cuando las naciones poderosas del mundo vivirán en paz con el pueblo judío. El rabino Munk observa: “En vez de invertir tiempo, energía y finanzas en la animosidad y la guerra, todos los hombres vivirán en armonía y paz, y se dedicarán a la adquisición del profundo conocimiento y la concíencia de Un Creador, tal como está escrito—‘Pues la tierra estará llena del conocimiento de Hashem.’” (Hil. Melajim 12:1). La letra “hei” ( )הen el abecedario hebreo puede representar vida y arrepentimiento. El rabino Munk explica: “Dios creó la oportunidad para que un pecador pudiera regresar a Él por medio del arrepentimiento (teshuvá). Por esa razón, un lado de la letra ‘hei’ no está conectado con el “techo” de la letra. Permanece una pequeña apertura en el lado izquierdo superior, simbolizando que siempre hay espacio para que el pecador regrese y se acerque nuevamente a Hashem.” De Regreso al Huerto— Unas Reflexiones Cristianas Yeshúa (Jesús) nos ordenó que le siguiéramos para recibir la vida eterna. En Lucas 23:43, Su declaración al ladrón en la cruz fue muy específica: “En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso.” Yeshúa prometió al ladrón que gozaría de comunión con Él en el “paraíso.” Yo creo que Yeshúa se refería al “huerto,” ¡el huerto de Dios! Abundan referencias bíblicas sobre huertos y jardines. Isaías profetizó que el desierto se convertiría en huerto. “Ciertamente el SEÑOR consolará a Sion, consolará todos sus lugares desolados; convertirá su desierto en Edén, y su yermo en huerto del SEÑOR; gozo y alegría se encontrarán en ella, acciones de gracias y voces de alabanza” (Is. 51:3). Es posible que Pablo experimentara la incontable maravilla del paraíso. “Y conozco a tal hombre (si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe) que fue arrebatado al paraíso, y escuchó palabras inefables que al hombre no se le permite expresar” (2 Cor. 12:3-4). La Vida Fructífera en el Huerto de Dios 5 El autor del Evangelio de Juan se refirió al paraíso cuando habló a las iglesias: “…Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios” (Apoc. 2:7). El Fruto del Espíritu Yeshúa declaró al ladrón en la cruz, y al ladrón en mi corazón y en el suyo, que Él es la llave al Paraíso, y prometió darnos el Reino de Dios. “Pero si yo por el dedo de Dios echo fuera los demonios, entonces el reino de Dios ha llegado a vosotros” (Luc. 11:20). También prometió que derramaría el Espíritu Santo en nuestros corazones. “Y he aquí, yo enviaré sobre vosotros la promesa de mi Padre; pero vosotros, permaneced en la ciudad hasta que seáis investidos con poder de lo alto” (Luc. 24:49). “Y reuniéndolos, les mandó que no salieran de Jerusalén, sino que esperaran la promesa del Padre, ‘la cual’, les dijo, ‘oísteis de mí; pues Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de pocos días’” (Hech 1:4-5). Entonces, ¿cuál será la conexión entre el huerto de Dios y el fruto del Espíritu? “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio…” (Gál. 5:22-23). “…Porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, y justicia, y verdad…” (Ef. 5:9, Versión Reina Valera, 1909). Permítame sugerirle que el amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio son todas ideas abstractas. Son conceptos típicos del pensamiento griego. El hebreo piensa en términos más concretos. Piense en términos de la verdadera fruta: albaricoque, cereza, fresa, piña, naranja, parcha y uva. Piense en sus sabores y fragancias. ¡Qué presencia! ¡Qué ambiente grandioso y agradable! Piense en un mundo saturado de ese fruto. ¿Cómo será una revolución mundial con el fruto del Espíritu? Eso es lo que Dios desea de la Iglesia, ¡que seamos fruto revolucionario para Él! El mundo cristiano ha decepcionado a Dios en muchas maneras. Tenemos una alta tasa de divorcio, según las estadísticas mundiales. Las divisiones en nuestras iglesias hacen la primera plana en nuestros periódicos por todas las razones equivocadas. Nuestros desacuerdos y discusiones manchan el nombre del Señor, pero seguimos adelante como si el Reino de Dios dependiera de que ganemos otro argumento. No tenemos que ganar ningún argumento para que se manifieste el fruto del huerto de Dios. ¡La batalla ha terminado! Yeshúa ha anunciado: “¡Consumado es!” Nos ha comisionado a vivificar Su huerto. Eso no puede ocurrir cuando nuestra propia opinión sobrepasa a la de Él. Nos ha dado la libertad para escoger Su camino. Adán fracasó; creía saber más que Dios. Sin embargo, el Señor nos ha invitado a regresar al huerto, y nos ha invitado a tener comunión con Él y llevar mucho fruto. Abundancia de Fruto en Israel Durante los años en que he vivido en Jerusalén, he descubierto algo muy fascinante. Mi esposa y yo hemos vivido en continua alerta de potenciales ataques terroristas. Recientemente, unos asesinos atacaron a ciudadanos inocentes en el centro de la ciudad, muy cerca de nuestra oficina. Cada día escuchamos sobre amenazas desde Irán y ataques por Hamás desde Gaza. En medio de todo eso, hemos visto un milagro sorprendente. Según un informe para el año 2000 del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, Israel exportó una cantidad de productos agrícolas valorados en US $800 millones de dólares. Casi una quinta parte del ingreso agrícola provino de lo que es denominado como “frutas exóticas cultivadas exclusivamente para la exportación.” En ese mismo año, 442,000 toneladas [400,975 toneladas métricas] de frutas 6 Los Estudios de Israel www.israelimages.com/ Duby Tal / Albatross y vegetales, el 16% de toda la cosecha, fueron vendidas a fábricas para procesar y exportar. El informe continúa diciendo: “Eso es muy distinto a como era la situación hace un siglo atrás. Cuando los judíos comenzaron a restablecer su terruño a finales del siglo 19, sus primeros esfuerzos iban hacia la rehabilitación de la tierra mayormente árida, mucha de la cual quedó incultivable debido a la deforestación…Luego de que Israel lograra su independencia en 1948, el área total bajo cultivo aumentó desde 165,000 hectáreas [407,723 acres] a unas 420,000 hectáreas [1,037,842 acres], y el número de comunidades agrícolas aumentó desde 400 a 900…Durante ese mismo período, la producción agrícola fue multiplicada siete veces, manteniendo una ventaja sobre el crecimiento poblacional, que fue multiplicado por seis.” El reto que enfrentamos está claro. ¿Somos capaces de producir el fruto del Espíritu aún cuando las circunstancias que nos rodean sean difíciles, y quizás hostiles? Quizás Dios nos llame a florecer y llevar fruto en lugares desérticos. Quizás encontremos una fuerte resistencia a lo que creemos. ¡Pero mire la evidencia física del milagro de Israel! El mundo escucha de guerras y violencia en Israel, pero en todo eso Dios ha estado obrando. Su fruto abunda aún para la exportación. Eso debe ser cierto para cada uno de nosotros, según el fruto del Espíritu. Si nos enriquecemos en Él, tendremos abundancia para la exportación. Los campos agrícolas en el Valle de Jezreel. La Lección de los Primeros Frutos Me gustan los escritos del rabino Abraham Isaac Kook. Escribió sobre los primeros frutos, y citó una frase de la Mishná (primeros escritos de la tradición judía): “¿Cómo se traían los primeros frutos a Jerusalén? Los agricultores de los poblados circundantes se reunían en la capital del distrito, y pasaban la noche en la plaza principal. Por la mañana, el oficial gritaba, ‘Levantémonos y subamos a Sion, ¡a la Casa de Dios!’...Un buey caminaba frente a la procesión, sus cuernos cubiertos de oro y una corona de ramas de olivo sobre su cabeza. Sonaban la flauta delante de ellos, hasta que se acercaban a Jerusalén.” El rabino Kook explica que el buey, el clásico animal de trabajo, representa el valor de una labor productiva. Para que produzcamos el fruto del Espíritu durante tiempos de dificultad, requiere que pongamos gran énfasis en nuestra relación personal con el Señor. Esa dedicación es siempre productiva, porque Él es fiel. Los cuernos del buey se cubrían de oro, indicando la riqueza que producen nuestros sinceros esfuerzos. Las ramas de olivo nos recuerdan el aceite de olivas, que simboliza la iluminación y la sabiduría. Cuando los días son oscuros, nuestros pensamientos también podrían ser deprimentes y lúgubres, pero la presencia de Dios produce la luz de la sabiduría. Él torna nuestra tristeza en gozo. El rabino Kook dijo que la flauta se tocaba en bodas y funerales judíos. La flauta es símbolo tanto de gozo como de tristeza, y esas son las emociones que también luchan en nuestro interior hoy día. Podemos alcanzar el gozo del Espíritu como resultado de nuestra La Vida Fructífera en el Huerto de Dios 7 Será como árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente… comunión con el Señor, pero la situación mundial nos puede ocasionar tristeza. Eso también puede ser una maravillosa oportunidad, porque no hay nada difícil para el Señor. Esa historia de la Mishná es sobre una procesión que nos conduce a Jerusalén, y tenemos Su promesa de que la palabra de Dios saldrá de Sión (Is. 2:3). Eso hace que la flauta suene con gozo. Restaurados en el Huerto de Dios Yo animo a los cristianos para que se consideren restaurados en el huerto de Dios. Él promete enriquecernos con toda cosa buena. Acepte estas palabras de Yeshúa: “Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a vosotros, y os designé para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda” (Juan 15:16). Medite sobre esta otra asombrosa promesa: “Bendito es el hombre que confía en el SEÑOR, cuya confianza es el SEÑOR. Será como árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente; no temerá cuando venga el calor, y sus hojas estarán verdes; en año de sequía no se angustiará ni cesará de dar fruto” (Jer. 17:7-8). Por Ron Ross Anfitrión Radio Mosaico Israel de Puentes para la Paz Bibliografía All About Judaism (a software package). Davka Corporation, Skokie Il, 2006. Birnbaum, Philip. Encyclopedia of Jewish Concepts. New York: Hebrew Publishing Company, 1993. Fedler, Jon. “Israel’s Agriculture in the 21st Century”—Israel Ministry of Foreign Affairs—Focus on Israel, 24 Dec., 2002. Ilumina Encyclopedia. Tyndale House Publishers, 2006. Morrison, Rabbi Chanan. Gold from the Land of Israel. New York: Urim Publications, 2007. Munk, Rabbi Michael L. The Artscroll Mesorah Series: “The Wisdom of the Hebrew Alphabet.” New York: Mesorah Publication, Ltd., 2003. Zlotowitz, Rabbi Meir. The Artscroll Tanakh Series: Genesis, Brooklyn: Mesorah Publications, Ltd., 1988. All Scripture is taken from the New King James Version, unless otherwise noted. M 8 uchos pastores, maestros bíblicos y personas laicas han escrito preguntando si pueden utilizar estas notas para sus mensajes y clases. La respuesta es un enfático, ¡sí! Por tal razón enviamos estos Estudios de Israel. Es mi esperanza que la información contenida en ellos pueda ser dise-minada vez tras vez, ya sea oralmente o por medio de copias fotostáticas. “Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.” (Is. 2:3) Los Estudios de Israel