Pasado y presente de la regla biológica del estímulo
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Pasado y presente de la regla biológica del estímulo
Pasado y presente de la regla biológica del estímulo Reckeweg-Journal 01/2008 Pasado y presente de la regla biológica del estímulo Otto Weingártner Introducción Antecedentes «Los estímulos de poca intensidad avivan la actividad vital, los de mediana intensidad la aceleran, los fuertes la inhiben y los fuertísimos la eliminan.» A esta regla se la ha llamado la ley de Arndt-Schulz o la regla biológica del estímulo. En base a los primeros estudios realizados a finales del siglo XIX, cuya mayoría se logró reproducir de manera experimental hasta la primera mitad del siglo XX, esta regla se consideró durante mucho tiempo como posible explicación científica del principio de similitud, una de las piedras angulares de la homeopatía. Constituía un enfoque prometedor que convencía sobre todo al ala científico-crítica de la homeopatía. Como expone Tischner (véanse [17], [18]), los efectos contrarios de los estímulos ya fueron descritos por Hipócrates. El fenómeno se menciona nuevamente en el siglo XVIII, cuando el médico austríaco, de origen neerlandés, Gerard van Swieten1 (1 700 - 1 772) constata que las dosis pequeñas del jugo de amapola causan las sensaciones más animadas, mientras que las dosis mayores causan sueño y las sobredosis provocan derrame cerebral. En 1795, Hufeland escribe en su tratado Ideen über Pathologie (Ideas sobre la patología) que la intensidad de un estímulo hace una diferencia significativa en cuanto a la respuesta intencionada, es decir que el mismo estímulo puede provocar efectos diferentes si se aplica con grados de intensidad diferentes. En 1796, Hahnemann escribió en su trabajo fundamental [7] sobre la homeopatía: «La mayoría de los remedios tienen varios efectos: uno directo que se produce inicialmente, y que se convierte paulatinamente en el efecto segundo, que llamo efecto tardío indirecto. Este último suele ser un estado contrario al efecto primero.» Fue en la segunda mitad del siglo XX que el entusiasmo se enfrió paulatinamente, puesto que las conclusiones que algunos homeópatas habían sacado de la regla del estímulo no repercutían en la medicina tradicional de la manera esperada y no fueron aceptadas como explicación del efecto de los fármacos homeopáticos. Quedó, en fin, un simple objeto de la investigación biológica, es decir, la observación del hecho que los efectos contrarios se pueden producir en numerosos sistemas biológicos. Por «efectos contrarios» se entiende en este contexto el hecho de que en algunos sistemas biológicos, la acción de una baja concentración de una sustancia básicamente tóxica puede causar un efecto estimulante. Queda por aclarar en cuáles sistemas se producen tales efectos y cómo funcionan. Este efecto contrario dependiendo de la dosis se llama hormesis (del griego «estímulo»), justamente bajo este nombre se ha realizado, desde hace algunos años, una nueva serie de estudios sobre algunos aspectos de la homeopatía, incluyendo el principio de similitud. Todavía no se ha aclarado si los efectos contrarios asignados a la ley de semejanza se pueden considerar objetos normales de la investigación biológica o no. En los párrafos 112 y 115 de la quinta y sexta edición del Organon, Hahnemann vuelve a tratar dichos efectos contrarios. Esta vez va más allá de su afirmación anterior y toma en consideración la secuencia temporal y la dosificación. Las intoxicaciones (sobredosis), explica Hahnemann, presentan efectos tardíos que son totalmente contrarios a los efectos iniciales. La idea de Hahnemann sobre la naturaleza de los tóxicos se refleja exactamente en las palabras del poeta clásico alemán Goethe (véase [18], p. 688): «Es giebt kein Gift, alies kommt auf die Dosis an» (Los tóxicos no existen, todo depende de la dosis).2 1 Van Swieten era alumno de Hermann Borhaave (1668-1738), un «far macólogo» altamente respetado en toda Europa y médico personal de la emperatriz María Theresia. 2 Tischner supone que Hufeland le contó a Goethe en una de sus frecuentes conversaciones sobre el artículo de Hahnemann, publicado en la revista de Hufeland en 1796, el mismo año en que Goethe dijo aquellas palabras. Es posible que Goethe haya conocido y citado las palabras de Paracelso: «All Ding' sind Gift und nichts ohn' Gift; allein die Dosis macht, dass ein Ding kein Gift ist» (Todas las cosas son veneno y no hay cosa sin veneno, sólo la dosis hace que alguna cosa no sea veneno). (Ambas citaciones se podrían resumir de la siguiente manera: Todas las cosas son veneno; si algo no es veneno es la dosis la que tiene la culpa.) Pasado y presente de la regla biológica del estímulo Reckeweg-Journal 01/2008 En la década de 1820 este desarrollo llega a un fin preliminar. En 1829, el crítico moderado de Hahne-mann Karl Ludwig Kaiser escribe de forma lapidaria en su tratado [11] sobre la fisiología de los estímulos: «Como se sabe y se acaba de mencionar, cada remedio tiene un doble efecto - más o menos visible - o una doble expresión de su efecto: una primaria que estimula la actividad vital, y una secundaria que la disminuye. Ambas tienen una relación puramente polar, como más y menos, como la contracción y la expansión, es decir, son totalmente contrarias.» Kaiser interpreta las dos fases consecutivas de los efectos contrarios de un mismo remedio como aumento (estímulo) y disminución de la actividad vital - la misma interpretación que plantearía Rudolf Arndt más tarde. a continuación de la discusión de la ley de contracciones de Pflüger: «de eso podemos concluir que todos los estímulos de intensidad mediana tienen un efecto acelerador, mientras que todos los estímulos fuertes tienen un efecto inhibidor sobre la actividad nerviosa». En 1792, Eusebio Valli reportó sobre ensayos galvánicos con preparados neuromusculares (véase [18]). Había descubierto que al estimular la parte del nervio que está cerca del centro, el músculo deja pronto de reaccionar con una contracción. En cambio, al estimular el nervio en una parte más cercana del músculo, éste se sigue contrayendo. El círculo alrededor del físico Johann Wilhelm Ritter amplió dichos resultados y el fenómeno reportado por Ritter se llama la ley de Ritter-Valli. Ritter considera este fenómeno como «la prueba de que un permanente galvanismo acompaña el proceso vital en el reino animal». Sin embargo, Emil Heinrich Du Bois-Reymond, uno de los principales fisiólogos del siglo XIX, ha revelado que algunos de los planteamientos de Ritter son poco claros. El fisiólogo Eduard Pflüger realizó unos estudios más exactos basados en las ideas de su maestro Du Bois-Reymond. Así se dio cuenta que la excitabilidad de los nervios varía según la orientación e intensidad de la corriente, lo cual resumió en la dicha «ley de contracciones» (en alemán: «Zuckungsgesetz»). Estos antecedentes constituyen un resumen de las ideas a las cuales se refirió Rudolf Arndt. La observación de Rudolf Arndt Rudolf Arndt (1835-1900) fue profesor de psiquiatría en la Universidad de Greifswald (Alemania). En 1883 escribe por primera vez en su Lehrbuch der Psychia-trie (Manual de psiquiatría), Rudolf Arndt (1835 - 1900), Fuente: Dos años más tarde, Arndt R. Tischner, Geschichte der Homó-opathie. Con autorización de retoma este aspecto en un la editorial Springer-Verlag, Viena. libro sobre la neurastenia y describe la excitabilidad como característica esencial del protoplasma3. Finalmente en 1892, plantea definitivamente en su libro Biologische Studien (Estudios biológicos): «Los estímulos de poca intensidad avivan la actividad vital, los estímulos de mediana intensidad la aceleran, los estímulos fuertes la inhiben y los estímulos fuertísimos la eliminan.» Arndt basa su planteamiento tanto en estudios propios, por ejemplo, el estudio sobre la acción del calor o de algunas sustancias químicas sobre los microorganismos móviles (por ej., sobre los paramecios), como en observaciones más generales, por ejemplo, el crecimiento de los animales y de las plantas y su dependencia de las condiciones del entorno. Arndt estaba convencido de que su enunciado expresaba una ley universal. En cuanto a los estudios de Arndt hay que mencionar que él no contrastaba los hallazgos de un primer ensayo con los hallazgos de otro ensayo, contrario al primero debido a un estímulo más fuerte, es decir que no observaba pares opuestos. Más bien observaba el efecto de los estímulos en el transcurso del tiempo. El procedimiento específico lo describe Tischner en [18]: «para poder observar la acción de una sustancia química, aplicaba un líquido de color en la orilla del cubreobjetos, por ejemplo amoniaco de carmín, para que éste se distribuyera paulatinamente en el líquido observado. En las partes donde el líquido presentaba un tinte de poca intensidad, es decir que contenían poco amo3 El término protoplasma designa la masa líquida gelatinosa que constituye el interior de las células. Los vitalistas pensaban que la fuerza vital tenía su origen en el protoplasma. Reckeweg-Journal 01/2008 niaco de carmín, los movimientos de los microorganismos se intensificaban. Mientras más intensiva la concentración del amoniaco de carmín, menos fuertes eran los movimientos y a partir de cierta concentración se paralizaban.» Arndt tuvo muy pronto la ¡dea de que la ley formulada por él podría contribuir a la comunicación entre la homeopatía y la alopatía. Esta idea fue criticada con vehemencia, y Arndt se vio en la necesidad de tratar la relación entre ambas disciplinas nuevamente en un artículo publicado en la Berliner Klinische Wochenschrift. Allí expuso que sus ideas habían sido fuertemente criticadas y que se había considerado escandaloso que Arndt hablara a favor de la comunicación con la homeopatía. Recordó que antes se habían criticado también la hidroterapia y las técnicas palabreras de las viejas brujas, y que ahora las compresas de Priessnitz se aplicaban diariamente y los neurólogos más famosos trataban a sus pacientes con la sugestión.4 Pasado y presente de la regla biológica del estímulo disminuir - algo que se había esperado solamente de las soluciones más concentradas. Schulz había pensado durante mucho tiempo que este fenómeno se debía explicar por algún error en el diseño del ensayo. Fue hasta entonces que se dio cuenta que sus ensayos habían confirmado la primera fase de la ley fundamental biológica de Schulz. En su primer trabajo Über Hefegifte (Los tóxicos de levadura) [14], que a la vez fue su publicación más importante, Schulz informó sobre numerosos experimentos realizados con una gran variedad de sustancias tóxicas en los que se confirmaba repetidamen-teque las sustancias altamente diluidas aumentaban la actividad vital, mientras que las sustancias poco diluidas la disminuían. 30 -í- Hugo Schulz y Rudolf Arndt Según nos reporta el biógrafo Tischner, Arndt le contó al farmacólogo Hugo Schulz (1853-1932), de Greifswald (Alemania), sobre su ley fundamental biológica en un paseo. Schulz entendió inmediatamente el impacto sobre diversos fenómenos relacionados con el efecto de las Hugo Schulz (1853 - 1932), Fuente: sustancias adversas a la R. Tischner, Geschichte der Homóo-pathie. Con autorización de putrefacción sobre los la editorial Springer-Verlag, Viena. agentes de la fermentación de la levaduraque hasta aquel momento no había conseguido explicarse. De hecho, Schulz había observado, según Tischner, que al diluir bastante dichas sustancias la actividad de fermentación aumentaba fuertemente en vez de 4 Parece que se refiere a los precursores de las formas terapéuticas sugestivas en psiquiatría. Cantidades de ácido carbónico con diferentes concentraciones de yodo en función del tiempo. Según datos de [14]. Como medida de la actividad vital, Schulz seleccionó un valor que se derivaba de la cantidad de ácido carbónico producido durante la fermentación. 5 5 Schulz explica la medida usada en [14]: «Si el preparado para la fermentación se encontraba en un espacio herméticamente cerrado, el ácido carbónico producido durante la fermentación debía causar cierto nivel de presión. Esta presión se podfa medir mediante el movimiento de una columna de mercurio. La diversidad cualitativa de las levaduras aplicadas a los preparados no tóxicos debía causar diferencias de presión bajo condiciones por lo demás ¡guales. Por eso, no se midió el nivel de presión en sí, sino se midieron las distancias recorridas por cada columna de mercurio durante el mismo período de tiempo.» Es decir que Schulz se basó en la velocidad de fermentación como parámetro. Reckeweg-Journal 01/2008 Pasado y presente de la regla biológica del estímulo La regla biológica del estímulo después de Arndt y Schulz A finales del siglo XIX, Arndt y Schulz habían desarrollado la regla biológica del estímulo desde el punto de vista teórico y experimental. Su aplicación a la homeopatía se debe casi exclusivamente a Schulz. Ya en su adolescencia, Schulz tuvo amistad con un médico homeópata, así que conocía muy bien las ideas de la homeopatía. La regla del estímulo constituía un razonamiento bastante atractivo, por lo menos para el espectro de diluciones en las que hay materia puesto que permitía demostrar el principio de similitud mediante experimentos farmacológicos con microorganismos y levaduras (véase también [16]). A continuación, la ley de Arndt-Schulz dio alas a una vehemente controversia entre los representantes del nuevo enfoque científico-crítico y los representantes de la homeopatía clásica. Los representantes del enfoque científico-crítico aceptaban el principio de similitud como un principio fundamental, pero se oponían al uso de las altas potencias y rechazaban la doctrina de los miasmas. A los homeópatas científico-críticos, los factores de dilución de 100 les parecían demasiado grandes, y prefirieron factores de 10, con lo que se crearon las potencias D. Sin embargo, mantuvieron la potenciación como procedimiento necesario. Algunos de los personajes más influyentes del enfoque científico-crítico fueron Alfons Stiegele y Hans Wapler. Ambos fueron alumnos del homeópata húngaro Theo-dor von Bakody, uno de los primeros representantes del enfoque científico-crítico. Entre otras actividades, Wapler era director del Hans Wapler, Fuente: R. Tischner, «Zweites Homoopathis- Geschichte der Homóopathie. Con autorización de la editorial ches Krankenhaus» Sprin-ger-Verlag, Viena. (Segundo Hospital Homeopático) en Leipzig (Alemania) y redactor de la Allgemeine Homóopathische Zeitung (Revista General de Homeopatía, AHZ). Obviamente, esta posición le facilitó un órgano muy potente para divulgar sus ideas. Stiegele abrió el hospital homeopático de Stuttgart («Stuttgarter Homoopathisches Krankenhaus»), y más tarde, contribuyó significativamente a la fundación del Hospital Robert Bosch («Robert-Bosch-Kranken-haus»), junto con Otto Leeser. También este hecho se puede interpretar como indicio de la posición dominante del enfoque científico-crítico en la homeopatía en aquella época. En sus numerosos artículos, Wapler (véase por ej. [20]) recalcaba cada vez la cercanía entre la medicina tradicional y la homeopatía tal como la visualizaba él mismo. En los años 1954 y 1955, Herbert Neu-gebauer presentó en seis artículos [13] publicados en la Allgemeine Homóopathische Zeitung un sinfín de publicaciones sobre medicina, farmacología y biología, como resultado de sus esfuerzos meticulosos para verificar prácticamente las ideas de Wapler. Todos estos artículos contienen ejemplos de sustancias que, en forma diluida, producen efectos contrarios sobre las sustancias biológicas al efecto de la sustancia pura o poco diluida. Las sustancias que se mencionan son, entre otras, la acetilcolina, adrenalina, atropina, histamina, Digitalis, hormonas, vitaminas y algunos alcaloides. Los sistemas biológicos examinados son animales u órganos de animales. De: Holz (véase [10]), Reizgá'rung durch Jod (Fermentación estimulada por el yodo). Aparatos de Warburg. Cada recipiente del ensayo contiene el mismo esponjamiento de levadura y las adiciones de yodo de diversas concentraciones (K = control). Las dosis medianas de yodo (1/4000 a 1/5000) propician la autofermentación, pero lo hacen en menor grado que las dosis menores (porej., 1/10,000). Pasado y presente de la regla biológica del estímulo Reckeweg-Journal 01/2008 Aún en 1948, Peter Holtz publicó un artículo ([10], véase también [ 9]) en la revista Die Pharmazie (La farmacia), donde confirma nuevamente la validez de la ley de Arndt-Schulz en el experimento de fermentación. El famoso cirujano August Bier (1861-1949), de Berlín (Alemania), conoció la homeopatía a través de Hugo Schulz, y naturalmente también la ley de Arndt-Schulz. A principios de la década de 1920, el dicho «Reizkórperbehandlung» (tratamiento del cuerpo con estímulos) estaba de moda. Bier usó este tratamiento como puente para explicarle a sus oyentes y lectores el modo de acción de la homeopatía (véase por ej. [3]). La terapia de estímulos sería, según Bier, un tipo de homeopatía en el sentido de Hahnemann. Basándose en las ¡deas modernas sobre el estímulo, Bier discutió el efecto del remedio como si fuera un tratamiento de estímulos que actuaba en los órganos, enfatizando cada vez de nuevo la gran importancia de la ley de August Bier (1861 - 1949), Fuente: R. Tischner, Geschichte der Arndt-Schulz6. Homó-opathie. Con autorización de la editorial Springer-Verlag, Viena. En la década de 1950, empezó una nueva era en la que predominaba más bien la homeopatía clásica, representada por Flury, Künzly, Schmidt, Voegeli, Dorc-si y el mismo Eichelberger. En varios sentidos, la ley de Arndt-Schulz era de poca o ninguna importancia para este enfoque: Primero, los homeópatas clásicos usaban muchas veces las altas potencias, las cuales no eran idénticas con las altas diluciones, como es sabido. Matemáticamente , a partir de la D24 ya no existe ningún agente estimulador. Segundo, se reconoció que todos los ejemplos en los cuales se había 6 Sin embargo, hay que mencionar que Bier discutía el efecto de las potencias homeopáticas no solamente a nivel teórico, sino que lo comprobó también de una manera muy práctica. Su famosa observación de sulfuro consiste en la constatación de que en algunas personas que se han tratado con la 6a. trituración de Sulfur iodatum, las joyas de plata se colorean de negro, lo que no hacían antes. validado la ley de Arndt-Schulz, constituían meros indicios, sin poder considerarse prueba alguna de la existencia de una ley natural universal. Y finalmente, las diluciones usadas en los ensayos de Hugo Schulz y declaradas como altas diluciones, es decir como estímulos de poca intensidad, presentaban un grado de dilución de más o menos 1:106. La opinión bastante divulgada de que las altas diluciones en el sentido de la ley de Arndt-Schulz eran equivalentes con las altas potencias, se podía considerar, entonces, como una mera extrapolación no justificada. En un artículo [15] publicado en 1982, en el 50 aniversario de la muerte de Hugo Schulz, E. H. Schmeer escribe lo siguiente: «A principios de los años treinta, la ley de Arndt-Schulz - muy elogiada por Wapler y otros - constituía la piedra angular del enfoque científico-crítico de la homeopatía y se consideraba como principal criterio para establecer exitosamente una conexión entre la homeopatía y la medicina tradicional. Ambas ideas se revelaron como erróneas: La ley de Arndt-Schulz no es una regla específicamente homeopática sino una regla biológica general. Por consiguiente, se pudo descartarla también como eslabón entre la homeopatía y la medicina tradicional, la cual nunca había demostrado interés por este acercamiento.» Ya en 1958, Bayr constató en [ 2], basado en un cuidadoso análisis de los tipos de acción según Kótschau (véase [12])7: «Por consiguiente, la ley de Arndt-Schulz difícilmente se puede considerar como 'puente de comprensión' de los efectos homeoterapéuticos. Más bien representa un callejón sin salida de la confusión, puesto que describe tanto unos fenómenos de intoxicación triviales como una parte de las verdaderas reacciones paradójicas como si fueran idénticos. Y la gran mayoría de los resultados de los ensayos a los cuales la regla se refiere, son meros fenómenos de intoxicación.» 7 Kótschau había elaborado una hipótesis sobre los tipos de efectos («Typen-Effekt-Hypothese») en la década de 1920. En ella trata de explicar los resultados de ensayos realizados con sustancias que se usaban en la medicina como dependientes de la dosis, clasificando los sistemas biológicos según tres modos de acción típicos. Pasado y presente de la regla biológica del estímulo Hormesis: ¿el renacimiento de la regla del estímulo? Si de la colección de publicaciones anteriormente mencionada, con la cual Herbert Neugebauer quería comprobar la validez de la ley de Arndt-Schulz, cristalizamos los hechos realmente comprobados, entonces podemos concluir que se pueden observar reacciones contrarias en numerosos sistemas biológicos. Esta interpretación parece estar aceptada por la medicina tradicional e incluso se encuentra en la literatura de la medicina tradicional. En [8], por ejemplo, se expone que después de actuar una cantidad relativamente grande de glucocorticoides8, se produce una clara inhibición del metabolismo mesenquimal, mientras que éste se acelera después de la acción de dosis muy pequeñas. Aquellos efectos contrarios que se producen en dependencia de la dosis se llaman hormesis. En lo que se refiere a la homeopatía el problema consiste en investigar si tales efectos contrarios son manifestación del principio de similitud. A partir de mediados de la década de 1990, Roeland van Wijk y Fred A. C. Wiegand realizaron estudios sobre este problema. Ellos trataron de provocar tales efectos contrarios de una manera sistemática. Publicaron el resultado final preliminar de estos ensayos en 2006 en una monografía con el título The Simila Principie (El principio de similitud, véase [19]). Lógicamente, hemos dedicado la reseña de la presente edición a dicha monografía. En sus experimentos, van Wijk y Wiegand trataron cultivos celulares animales con calor o sustancias tóxicas y demostraron en un tratamiento subsiguiente con dosis subtóxicas de estas mismas sustancias que aumentaba la tasa de supervivencia. En cambio, las dosis subtóxicas no provocaron ninguna respuesta en células sanas. En [ 1 ] , Madeleine Bastide (1935-2007) describe la ley de Arndt-Schulz, los fenómenos de hormesis y el efecto de rebote desde el punto de vista bioquímico. En el resumen de su artículo escribe: «Horme-tic models and application of the Arndt-Schultz law are based on the identity principie and are related to 8 Sistema: Administración de glucocorticoides (5 mg de glucocorticoides sobre 0.2 g de piel de rata en solución de encubación 35S) y observación de la integración de sulfato en el SMPS. Reckeweg-Journal 01/2008 variations of concentration. They are presented and differentiated from the self recovery process which exists as a function of time. By using unsuccussed molecular and succussed non-molecular dilutions, the hormetic model supports a learning process which must be related to informative concepts. Starting from this primary level of informative process and by comparison with the phylogenic evolution of the im-mune system as an informative system we can elabórate a progressive Information organisation of the high dilution effects. Endogenous molecules have a specific regulatory function while highly diluted exo-genous molecules will only be informative in the fra-mework of the simila principie.» En una discusión totalmente diferente, se plantea el fenómeno de hormesis en el año 2003 en una publicación de Nature ([ 4], [ 5]) de los científicos Ed-ward Calabrese y Linda Baldwin, de la Universidad de Massachusetts en Amherst (EE.UU.). Ellos recopilaron de la literatura científica miles de ejemplos sobre efectos paradójicos de cantidades menores de sustancias o radiación y dedujeron de estos datos el carácter universal de la hormesis. La explican con una respuesta defensiva sobrecompensada del organismo, es decir una especie de efecto de entrenamiento o endurecimiento. Por eso consideran totalmente erróneo asustar al público con la nocividad de cantidades mínimas de las sustancias y determinar valores límites exageradamente bajos. Finalmente, se hace una vez más referencia a la homeopatía y su relación con el fenómeno de hormesis. En una publicación del año 1999 (véase también [ 6]) en la renombrada revista Archives of Internal Medicine, Daniel Eskinazi establece la hipótesis que la homeopatía9 es compatible con los procesos bio-médicos. Sus argumentos se basan esencialmente en una lista de respuestas a sustancias básicamente tóxicas, que tienen efectos terapéuticos en dosis menores - una argumentación bastante semejante a la de Neugebauer (véase arriba) y Calabrese. 9 Básicamente se refiere al principio de similitud. 9 Pasado y presente de la regla biológica del estímulo Conclusiones En esta exposición sobre el pasado y el presente de la discusión sobre los fenómenos de hormesis se ha demostrado de nuevo que al investigar un campo desconocido siempre es recomendable diferenciar. Por un lado está el principio de similitud, que constituye una de las piedras angulares de la homeopatía, junto con la potenciación y la prueba farmacológica en personas sanas. Por el otro lado, están los sistemas biológicos y su respuesta a las concentraciones tóxicas y subtóxicas de diversas sustancias. Encontrar la relación entre ambos fenómenos sigue siendo un reto para la ciencia del futuro. En este momento, se pueden proponer los siguientes objetos de investigación: 1. La ley de Arndt-Schulz como fenómeno reproducible en el rango material de las diluciones merece una investigación en sí. 2. Sigue vigente el planteamiento sobre la validez que tiene la sugerencia de Hugo Schulz de que la ley de Arndt-Schulz podría explicar el principio de similitud. 3. Queda por confirmar de manera experimental una posible extrapolación de efectos en los cuales se puede comprobar la validez de la ley de ArndtSchulz con diluciones de 1:106 hasta 1:108. Referencias bibliográficas [ 1] Bastide, M: Basic Research on High Dilution Effects, inTaddei, C, Marotta P (Edts.): High Dilution Effects on Cells and Integrated Systems, World Scientific, Singapore, New Jersey, London, 1998, 3 - 1 8 . [ 2] Bayr, G: Der Geltungsbereich des Arndt-Schulzschen Satzes, AHZ 7/1958, 331 -340. [ 3] Bier, A: Wie sollen wir uns zu der Homóopathie stellen ?, AHZ 3, 1949, 73 -104. 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