El arrebatamiento espiritual y el arrebatamiento literal

Transcripción

William Soto Santiago
Usted también puede obtener información de este
y otros mensajes por Internet en la página Web
www.manaescondido.com
EL ARREBATAMIENTO ESPIERITUAL Y EL ARREBATAM…
17
que deben suceder en este tiempo final, y estar listos para nuestro
arrebatamiento literal, y ser llevados a la Casa de nuestro Padre
celestial, a la Cena de las Bodas delCordero.
Muchas gracias por vuestra amable atención, amables amigos
y hermanos presentes, y que Dios les continúe bendiciendo a todos y
pasen todos muy buenas noches. Con nosotros nuevamente el Rvdo.
Tirzo Ramiro Girón Pinzón para continuar y finalizar nuestra parte
en esta noche. Que Dios les bendiga y buenas noches para todos.
“EL ARREBATAMIENTO ESPIRITUAL Y EL
ARREBATAMIENTO LITERAL DE LA IGLESIA DEL
SEÑOR JESUCRISTO.”
(El Rvdo. William Soto canta “Con la fe puesta en Cristo” - Editor)
Con la fue puesta en Cristo
nunca más he de temer
con la fe puesta en Cristo
nunca más he de dudar
Este mensaje predicado por nuestro amado hermano
William Soto Santiago
es distribuido completamente Gratis
“Y el Espíritu y la esposa dicen ven, y el que oye, diga:
ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del
agua de la vida gratuitamente.” Apoc. 22:17
Ya estamos cerca de las navidades, o sea, del Natal. Y el
recuerdo del nacimiento de Jesús en Belén de Judea produce grande
gozo en nuestras almas; porque allí en Belén nació nuestro Rey, y en
honor a Jesucristo, nuestro Rey, tenemos este cántico titulado “Nació
el Rey.”
Al mundo paz
nació Jesús
nació ya nuestro Rey
el corazón ya tiene luz
y paz a su santa grey
(El Rvdo. William Soto sigue cantando: “Ser como Cristo” - Editor)
Ser como Cristo, ser como Cristo
yo sólo anhelo ser como El
y en mi jornada de aquí a la gloria
yo sólo anhelo ser como El
16
WILLIAM SOTO SANTIAGO
Profeta Mensajero del Día Postrero, o sea, del séptimo milenio, del
Día Postrero, prometido para ser manifestado en este tiempo final.
De los tres Días Postreros el séptimo milenio es el tercero de
los tres Días Postreros; de los tres milenios postreros el séptimo
milenio es el milenio postrero; así como en la semana tenemos siete
días, y los tres días postreros de la semana son jueves, viernes y
sábado; y los tres Días Postreros delante de Dios para los seres
humanos, son quinto milenio, sexto milenio y séptimo milenio.
Ahora, hemos visto este misterio de los Días Postreros, y
hemos visto que estamos viviendo en el Día Postrero, que es el
séptimo milenio, en donde se tienen que materializar todas las cosas
que El ha prometido para este tiempo final, en donde un rapto
espiritual se efectúa al nosotros subir donde Cristo está hablando con
esa Gran Voz de Trompeta y dando a conocer todas estas cosas que
deben suceder pronto; eso es nuestra subida a la Edad de la Piedra
Angular, eso es un arrebatamiento espiritual para oír la Voz de
Cristo, esa Gran Voz de Trompeta dándonos a conocer todos estos
misterios del Programa de Dios correspondiente a este tiempo final.
Y el rapto literal es cuando seamos transformados nosotros
los que vivimos; al ser resucitados los muertos en Cristo y nosotros
transformados, luego nos iremos con Jesucristo a la Cena de las
Bodas del Cordero en el Cielo, a la Casa de nuestro Padre celestial;
ese es el arrebatamiento de la Iglesia de Jesucristo literal, y es para
todos aquellos que estarán escuchando la Voz de Cristo en el Día
Postrero y para los que escucharon la Voz de Cristo en el tiempo en
que ellos vivieron, en las edades pasadas.
Para mí ha sido un privilegio grande estar con ustedes en esta
ocasión dándoles testimonio de “EL ARREBATAMIENTO
ESPIRITUAL Y EL ARREBATAMIENTO LITERAL DE LA
IGLESIA DEL SEÑOR JESUCRISTO.”
Que las bendiciones de Jesucristo sean sobre todos ustedes y
sobre mí también, y pronto se complete el número de los escogidos
de Dios, y pronto los muertos en Cristo resuciten en cuerpos eternos
y nosotros los que vivimos seamos transformados.
Que las bendiciones de Cristo sean sobre todos ustedes, y nos
abra plenamente el entendimiento para comprender todas estas cosas
15
delante de Dios, que para los seres humanos son tres milenios, ya
han transcurrido dos milenios; y nos queda el último milenio o
séptimo milenio, en el cual Jesucristo envía Su Angel Mensajero y
coloca Su Palabra en la boca de Su Angel Mensajero, y El unge a Su
Angel Mensajero, y Su Angel Mensajero habla ungido por el
Espíritu de Cristo todas estas cosas que deben suceder pronto, las
cuales Cristo coloca en Su boca; y cuando las habla, el pueblo está
escuchando la Voz de Cristo por medio de Su Angel Mensajero, por
medio de Su Profeta Mensajero.
Es un Profeta dispensacional: la primera ocasión en que
Jesucristo envía a Su Iglesia un Profeta dispensacional. De esa clase
de profeta solamente Dios tiene siete profetas, que son: Adán, Set,
Noé, Abraham, Moisés, Jesús y el Angel de Jesucristo; solamente
siete Profetas dispensacionales.
Cada Profeta dispensacional ha sido enviado por Dios con el
Mensaje correspondiente para esa dispensación a la cual ha sido
enviado; ese Profeta mensajero que es enviado en cada tiempo trae el
Mensaje para una nueva dispensación que El mismo abre; y
establece ese Mensaje, Dios comienza a tratar con el pueblo de
acuerdo a ese Mensaje y de acuerdo a esa dispensación. Las
dispensaciones se entrelazan unas con otras.
Ahora podemos ver que nosotros estamos viviendo en el
tiempo final, en el Día Postrero, en el séptimo milenio, si le
añadimos al calendario los años de atraso que tiene, que es el Día
Postrero, en donde todos tenemos la oportunidad de oir la Voz de
Cristo, esa Gran Voz de Trompeta, la Gran Voz de Trompeta del
Alfa y Omega, del Primero y el Ultimo: la Gran Voz de Trompeta de
nuestro amado Señor Jesucristo por medio de Su Angel Mensajero,
dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, y
así abriéndonos el entendimiento para poder comprender todo el
Programa divino correspondiente a este tiempo final, y así ser
alimentados en nuestras almas en este tiempo final. En Apocalipsis
22, verso 16, dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas
en las iglesias.”
¿A quién envía Jesucristo? A Su Angel Mensajero, que es el
14
cada persona debe usar ese libre albedrío para beneficio de su alma,
creyendo la Voz de Dios, creyendo Su Palabra, para así recibir la
bendición del cielo.
Vean lo sencillo que es: la fe viene por el oir de la Palabra de
Dios (Romanos 10:17), necesita escuchar la Palabra de Dios, la Voz
de Dios, en el tiempo que le toca vivir. Todo es sencillo. El ser
humano necesita comprender que el Programa de vida eterna es lo
más sencillo que hay. No tiene que ir al cielo la persona en un cohete
para ir a escuchar la Voz de Dios. La Voz de Dios siempre ha estado
en la Tierra, en diferentes edades y diferentes dispensaciones, y ha
estado hablándole a los seres humanos.
Miren cómo dice San Pablo en su carta a los Hebreos,
capítulo 1, verso 1 al 2:
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras
en otro tiempo a los padres por los profetas (¿cómo habló Dios? Por
medio de los profetas),
en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien
constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.”
¿Y por qué dice que Dios en los Postreros Días hablaba por
medio de Su Hijo, o sea, hablaba por medio de Jesucristo? Porque
cuando Jesús tenía de 4 a 7 años de edad comenzó el quinto milenio,
que es el primero de los Días Postreros. Los Días Postreros delante
de Dios para los seres humanos son los milenios postreros. Segunda
de Pedro, capítulo 3, verso 8, nos dice que un Día delante del Señor
es como mil años, y mil años como un Día; y también lo dice el
profeta Moisés en el Salmo 90 y verso 4.
Ahora podemos ver lo que son los Días Postreros. Delante de Dios,
los Días Postreros para los seres humanos son los tres milenios
postreros: quinto milenio, sexto milenio y séptimo milenio; y el
quinto milenio comenzó cuando Jesús tenía de 4 a 7 años de edad.
Por eso San Pablo dice que Dios habló en los Postreros Días
por medio de Su Hijo; y todavía estamos en los Postreros Días, ya
han transcurrido dos mil años de Cristo hacia acá. Si le añadimos al
calendario los años de atraso que tiene ya estamos en el séptimo
milenio de los siete milenios, desde Adán hacia acá; y de Cristo
hacia acá ya han transcurrido dos mil años de los tres Días Postreros
EL ARREBATAMIENTO ESPIRITUAL
Y EL ARREBATAMIENTO LITERAL
DE LA IGLESIA DEL SEÑOR JESUCRISTO
Por William Soto Santiago
Jueves, 19 de noviembre de 1998
Piranha, Brasil
Muy buenas noches a todos los presentes. Un saludo con todo
mi corazón para el Prefecto Honorable Pablo Naves y los integrantes
de la Cámara Municipal Pareadores que le acompañan; que Dios les
bendiga grandemente y a todos los aquí presentes; y que Dios en esta
noche nos hable directamente al corazón y nos abra el entendimiento
para comprender Su Programa correspondiente a este tiempo final.
En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén.
Para esta noche tenemos un tema muy importante: “EL
ARREBATAMIENTO ESPIRITUAL Y EL ARREBATAMIENTO
LITERAL DE LA IGLESIA DEL SEÑOR JESUCRISTO.” Para lo
cual leemos en Primera de Tesalonicenses, capítulo 4, versos 13 al
17, donde dice:
“Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los
que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no
tienen esperanza.
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también
traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que
nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del
Señor, no precederemos a los que durmieron.
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de
arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los
muertos en Cristo resucitarán primero.
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado,
seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir
al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.”
Que Dios bendiga nuestras almas y nos permita entender Su
Palabra.
4
El apóstol San Pablo nos habla del arrebatamiento de la
Iglesia de Jesucristo. Ese arrebatamiento también en el mundo
cristiano se le llama: “El Rapto de la Iglesia de Jesucristo.”
Y ahora tenemos que comprender quiénes serán arrebatados
al Cielo. Es la Iglesia de Jesucristo compuesta por los creyentes en
El, que lo han recibido como su Salvador, han lavado sus pecados en
la Sangre de Cristo y han recibido Su Espíritu Santo; esos son los
que, si físicamente han muerto sus cuerpos, serán resucitados en el
Día Postrero, serán resucitados en un cuerpo eterno; y los que
vivimos en este tiempo final y permanezcamos vivos hasta que los
muertos en Cristo resuciten en cuerpos eternos, seremos
transformados.
Jesucristo prometió la resurrección de los creyentes en El que
han partido, para el Día Postrero. En San Juan, capítulo 6, verso 40,
dice:
“Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo
aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le
resucitaré en el día postrero.”
Es una promesa de Jesucristo la resurrección de todos los
creyentes en El que han partido; y es una resurrección en un cuerpo
eterno para vivir con Cristo por toda la eternidad en Su Reino. Será
un cuerpo eterno, un cuerpo inmortal, un cuerpo incorruptible, un
cuerpo glorificado, un cuerpo igual al cuerpo de Jesucristo; eso es lo
que Cristo ha prometido para todos los creyentes en El. Nadie más
puede hacer una promesa tan grande como esa.
Nosotros en esta vida terrenal luchamos por lo terreno para
sobrevivir la cantidad de años que nos toca vivir en la Tierra; pero al
final, nuestro cuerpo físico tiene que morir. Dios nos da la
oportunidad de vivir en este cuerpo mortal, corruptible y temporal,
para hacer contacto con la vida eterna, que es Jesucristo nuestro
Salvador, recibirlo como nuestro Salvador, lavar nuestros pecados en
la Sangre de Cristo y recibir Su Espíritu Santo, y así recibir vida
eterna; para en el Día Postrero recibir el cuerpo físico y eterno y
glorificado que El ha prometido para todos los creyentes en El.
Nosotros tenemos que estar conscientes de esta realidad,
porque de otra forma ocuparemos todos los días de nuestra vida en
13
del profeta que El envía; y escuchar al profeta que Dios envía es
escuchar a Dios; porque la Voz de Dios, la Palabra de Dios, está en
la boca de ese profeta; ese profeta es la Voz de Dios hablando a los
seres humanos. Vean, en este mismo capítulo 18, verso 18 al 19 de
Deuteronomio, dice:
“Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú
(o sea, como Moisés); y pondré mis palabras en su boca (¿dónde
Dios coloca Sus palabras? En la boca del profeta que El envía), y él
les hablará todo lo que yo le mandare.”
¿Qué es lo que habla el profeta que Dios envía? Todo lo que
Dios le manda hablar; y eso es lo que Dios coloca en la boca de ese
profeta.
Pedro en una ocasión le dijo a Jesús: “Tú tienes palabras de
vida eterna.” (San Juan 6:68). Porque Dios coloca Su Palabra en la
boca del profeta que El envía. Y Jesús siendo profeta, el Profeta más
grande que haya venido a la Tierra, tenía en Su boca la Palabra
divina, la Palabra de vida eterna.
“Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare
en mi nombre, yo le pediré cuenta.”
San Pedro citando este pasaje en el libro de los Hechos,
capítulo 3, verso 18 al 23, dice que el que no escuche será
desarraigado del pueblo, pierde el derecho a ser parte del pueblo de
Dios, y por consiguiente pierde el derecho a la vida eterna; porque
no escuchó, no a un hombre, sino a Dios hablando por medio de un
hombre. Y no escuchar la Voz de Dios es perder el derecho a la vida
eterna.
Jesucristo en una ocasión dijo: “Mis palabras son espíritu y
son vida.” (San Juan 6:63). Y San Juan, capítulo 5, verso 24: “De
cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me
envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado
de muerte a vida.”
El que oye la Palabra y cree al que envió a Jesucristo, tiene
vida eterna, no vendrá a condenación; pero el que no escucha ya es
condenado. ¿Por qué? Porque no ha creído. Los incrédulos no
entrarán a la vida eterna, solamente los creyentes.
Y ahora vean ustedes, todo ser humano tiene libre albedrío; y
12
Ahora podemos ver que no servir a Cristo es ser un ignorante;
vivir en esta vida sin tener sentido del motivo por el cual ha venido a
esta Tierra. Tenemos que comprender porqué estamos en este
planeta Tierra y tenemos que cumplir el propósito divino para el cual
hemos venido.
Cristo dijo en San Juan, capítulo 14, verso 1 en adelante:
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también
en mí.
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera,
yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os
tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también
estéis.”
El ha prometido Su Segunda Venida, y El viene por nosotros
para llevarnos a la Casa de nuestro Padre celestial; y eso es el
arrebatamiento físico de la Iglesia de Jesucristo. Pero antes de tener
el arrebatamiento físico de la Iglesia de Jesucristo, tenemos que subir
donde El está: a la Edad de la Piedra Angular, y ahí escuchar Su
Voz; ese es un arrebatamiento espiritual, para escuchar la Voz de
Cristo y ser preparados para ser transformados y ser arrebatados en
este Día Postrero, e ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero
en el Cielo.
Por eso es que necesitamos subir donde El está hablando con
esa Voz de Trompeta por medio de su Angel Mensajero todas estas
cosas que deben suceder pronto.
“Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de suceder
después de estas.” (Apocalipsis 4:1).
¿Y por qué habla por medio de un hombre? Pues siempre así
lo ha hecho; siempre El hablado por medio de hombres llamados
profetas. “Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele
Sus secretos a Sus siervos los profetas.” Amós, capítulo 3, verso 7.
Y también en Deuteronomio, capítulo 18, verso 15 en
adelante, dice el profeta Moisés: “Profeta de en medio de ti, de tus
hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis.”
¿Y por qué el profeta Moisés dice que lo escuchen, que
escuchen a ese profeta? Porque Dios coloca Su Palabra en la boca
5
las cosas terrenales; y las cosas terrenales son temporales, es
solamente por un tiempo. Y el que se ocupa de las cosas terrenales y
se olvida de las cosas de Dios, para ellos Cristo ha dicho: “¿De qué
le vale al hombre si ganare todo el mundo y pierde su alma?” (San
Mateo 16:26). De nada le sirvió vivir en esta Tierra, no comprendió
el propósito de la vida terrenal.
El propósito de nuestra vida aquí en la Tierra no es solamente
para trabajar, dormir y después morir, sino para buscar la vida
eterna, para buscar el Reino de Dios y Su justicia; y las demás cosas
serán añadidas, son las añadiduras de la vida. (San Mateo 6:33).
Ahora, tenemos que comprender estas cosas para estar
conscientes de que todos tienen la oportunidad de vivir eternamente.
Y solamente hay una forma: Cristo dijo: “Yo soy el camino, yo soy
la verdad y la vida; y nadie viene al Padre sino por mí.” (San Juan
14:6). Ahí tenemos el camino al Arbol de la Vida para vivir
eternamente, tenemos la Verdad, la única Verdad, que es Cristo, y
tenemos la Vida, la Vida eterna. Todo lo encontramos en Jesucristo,
nuestro Salvador.
Y ahora, comprendiendo estas cosas entonces aprovechamos
bien nuestro tiempo buscando primeramente el Reino de Dios y Su
Justicia, para tener así el derecho a vivir eternamente en el glorioso
Reino de Jesucristo. En la actualidad, físicamente, vivimos en el
reino de los gentiles, pero el reino de los gentiles va a ser quitado; el
reino de los gentiles comenzó con la cabeza de oro de la estatua que
vio Nabucodonosor (Daniel, capítulo 2), y esa cabeza de oro
representa a Nabucodonosor y su imperio; y luego vino el pecho y
los brazos de plata, que es el imperio Medo-Persa, el cual vino
después del imperio babilónico; y después de ese imperio MedoPersa, vino el imperio de Grecia, representado en el vientre y los
muslos de bronce; y luego de ese imperio griego vino el imperio
romano representado en las piernas de hierro, y los pies de hierro y
de barro cocido, que es el imperio de los gentiles, el cual en el Día
Postrero será quitado.
En la etapa final del reino de los gentiles, que se encontrará
en el Día Postrero en los pies de hierro y de barro cocido, el
anticristo lo estará gobernando; pero Cristo, la piedra no cortada de
6
manos en Su Segunda Venida quitará ese imperio o reino de los
gentiles y establecerá Su Reino aquí en la Tierra; y reinará sobre el
pueblo hebreo y sobre todas las naciones. Conforme a Apocalipsis,
capítulo 11, verso 15 en adelante, donde nos dice:
“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en
el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de
nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los
siglos.”
Ahí podemos ver que los reinos de este mundo vendrán a ser
de nuestro amado Señor Jesucristo en ese glorioso Reino Milenial de
Cristo, donde El estará como Rey de reyes y Señor de señores,
sentado en el Trono de David allá en Jerusalén, sobre el Trono de
David gobernando sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones.
Y para ese Reino la gente tiene que ser preparada; y por eso es que
Cristo ha estado lavando con Su Sangre preciosa a millones de seres
humanos que han venido a vivir en este planeta Tierra, los cuales le
han recibido como su Salvador, y han lavado sus pecados en la
Sangre de Cristo, y han recibido el Espíritu de Cristo; y por
consiguiente han nacido de nuevo, han nacido en el Reino de Dios, y
pertenecen a la Iglesia de Jesucristo. Si murieron sus cuerpos físicos
serán resucitados en un cuerpo eterno, y si permanecen vivos hasta
que ocurra la resurrección de los muertos en Cristo, pues seremos
transformados y tendremos el nuevo cuerpo, y todos seremos iguales
a nuestro amado Señor Jesucristo. Y todo eso ocurrirá cuando la
Trompeta final o Gran Voz de Trompeta o Trompeta de Dios, que es
esa séptima trompeta de Apocalipsis, capítulo 11, verso 15, que les
leí; cuando haya sonado, cuando haya dado todo Su Mensaje,
entonces vendrá la resurrección de los muertos en Cristo y la
transformación de nosotros los que vivimos.
Ahora, ¿qué es la Trompeta final o Gran Voz de Trompeta o
Trompeta de Dios? Para poder comprender qué es esa Trompeta,
veamos Apocalipsis, capítulo 1, verso 10 al 11, donde nos dice el
apóstol San Juan:
“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor...”
El Día del Señor es el séptimo milenio, es el ciclo divino
mencionado por Cristo como el Día Postrero, en el cual Jesucristo
11
sino que lo usa para alimentarse bien, y lleva una vida buena, una
vida productiva, una vida favorable para su hogar, para su
comunidad, para su nación, para su Iglesia, para todos los que le
rodean, y para él mismo. Y así es como queremos a nuestra juventud.
Pero para eso necesitamos que coman el Alimento espiritual
para el alma; “porque no solamente de pan vivirá el hombre, sino de
toda Palabra que sale de la boca de Dios.” (San Mateo 4:4). Y la
juventud tiene hambre espiritual, hambre de oir la Palabra de Dios. Y
cuando la escucha, allá en el alma siente ese Alimento, esas
vitaminas, y recibe esa fortaleza, y dice: “Esto era lo que yo estaba
esperando, esto era lo que yo necesitaba.” Y comienza a sentirse
fuerte espiritualmente, y le dice a los vicios: “Quítate de mí, échate a
un lado, que yo sirvo a Cristo y sirvo a mi comunidad y sirvo a mi
nación.” Y aprovecha bien los días de vida que Dios le ha dado. Así
es como queremos a nuestra juventud.
Siendo bien alimentados tenemos una esperanza de vida
eterna con nuestro amado Señor Jesucristo, tenemos una fe firme en
lo que Cristo ha prometido para los creyentes en El.
Y ahora, El nos dará un nuevo cuerpo. Por eso tenemos que
hacer buen uso del que ya El nos ha dado. Y si en lo poco somos
fieles, en lo mucho El nos pondrá. Si somos fieles estando en este
cuerpo, que solamente vive de 70 a 100 años normalmente, pues El
nos pondrá en un cuerpo que vivirá por toda la eternidad. Cuando
usted lo reciba lo verá jovencito, representando de 18 a 21 años si se
mira en el espejo; y cuando vuelva a mirarse para ver cuántos años
representa, digamos que dos mil años, usted dirá: “¡Pero si está
igual! ¡Ni una cana le ha salido! ¡Ni una arruga!” Ese es el cuerpo
que Jesucristo tiene, ese es un cuerpo glorificado, y esa es la clase de
cuerpo que El le dará a usted y me dará a mí.
Ahora, vale la pena servir a Jesucristo. El es el único que
tiene vida eterna, porque El es la Vida Eterna, y El ha dicho que nos
ha dado vida eterna, y El ha dicho que nos ha dado un cuerpo eterno.
¿Ven que el servir a Cristo no es una tontería? Sino que es la
cosa más sabia que un ser humano puede hacer, el principio de la
sabiduría es el temor a Dios (Proverbios 1:7).
10
“No solamente de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que
sale de la boca de Dios.”
Algunas veces nos ocupamos de alimentar nuestro cuerpo
físico, pero nos olvidamos de alimentar lo más importante, que es
nuestra alma, y nuestra alma tiene que ser bien alimentada con la
Palabra de Dios que corresponde al tiempo en que la persona vive.
Una persona en lo físico no puede decir: “Yo comí ayer o yo
comí la semana pasada, así que no tengo que comer hoy.” Jesucristo
dijo que, orando, una de las cosas que debíamos pedir era el pan
nuestro de cada día. Una persona no dice: “Como yo comí ayer ya no
voy a comer hoy, ya yo comí ayer, no necesito más comida.” No
dice así, mas bien dice: “Yo comí ayer, pero eso fue ayer, yo
necesito comida, la comida de hoy.” Y así se necesita en lo espiritual
también.
Dios nos ha dado comida espiritual para Días anteriores, para
etapas anteriores, para edades y dispensaciones anteriores. Y para
este tiempo necesitamos la comida espiritual de nuestra edad, de
nuestro Día espiritual, del Día Postrero; y ese Alimento es la Palabra
de Dios prometida para este tiempo, el Mensaje de la Gran Voz de
Trompeta, que es el Mensaje del Evangelio del Reino dándonos a
conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.
Sin ese Mensaje la persona estará con hambre en su alma, y
se debilitará. Pero cuando come el Alimento espiritual
correspondiente al Día Postrero, recibe fortaleza espiritual para vivir
y para luchar y para caminar siempre hacia adelante sirviendo a
nuestro amado Señor Jesucristo. Y los vicios de la juventud
desaparecen, porque los vicios son como los gérmenes, como esas
enfermedades que se le pega a las personas, y si están débiles los
tiran a la cama, los mandan para el hospital. Pero las personas,
cuando se mantienen bien alimentadas, mantienen bien alto su nivel
inmunológico, se mantienen en buena salud. Y nuestra juventud
necesita estar en buena salud, y la salud espiritual es indispensable
para tener una juventud sana mentalmente, espiritualmente y también
físicamente; porque cuando la juventud está sana espiritualmente,
obtiene una buena salud mental, y también obtiene una buena salud
física, ¿por qué? Porque el dinero que gana no lo invierte en vicios,
7
resucitará a los muertos en Cristo que han partido, y nos
transformará a nosotros los que vivimos. Eso es para el Día del
Señor, que es el séptimo milenio.
“ ...y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta...”
Esta Voz como de trompeta, no es una trompeta literal, es la
Voz de una persona hablando en el Día Postrero, hablando en el
séptimo milenio; y por cuanto es una Gran Voz de Trompeta
contiene un Mensaje urgente para el pueblo de Dios.
“...que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el
último.”
¿Quién es esta persona que se llama Alfa y Omega, Primero y
Ultimo, el que habla con esa Gran Voz de Trompeta en el Día
Postrero? El Alfa y Omega es nuestro amado Señor Jesucristo,
hablando en el Día Postrero a Su Iglesia, en la Edad de la Piedra
Angular y Dispensación del Reino, donde se entrelaza la
Dispensación del Reino con la Dispensación de la Gracia.
Y ahora podemos ver lo que es esta Gran Voz de Trompeta o
Trompeta de Dios o Trompeta final. Es la misma Trompeta de
Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, que dice:
“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el
cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo,
dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de
estas.”
Esa Voz de Trompeta es la Voz de Cristo, el que promete
darnos a conocer todas las cosas que han de suceder en este tiempo
final, luego de las que han sucedido en estos dos mil años que han
transcurrido de Jesucristo hacia acá.
Y ahora, para escuchar Su Voz y obtener el conocimiento de
todas estas cosas que deben suceder, tenemos que subir a donde El
está. El ha estado en Su Iglesia de edad en edad, Su Iglesia ha estado
siendo construida por Creación divina; a medida que han ido
pasando los siglos, Cristo ha estado hablando en medio de Su Iglesia
por medio de Sus mensajeros, y ha estado llamando y juntando a Sus
escogidos de edad en edad, y así han estado viniendo millones de
seres humanos a Cristo, recibiéndolo como su Salvador, lavando sus
pecados en la Sangre de Cristo y recibiendo Su Espíritu Santo, y así
8
obteniendo el nuevo nacimiento en el Reino de Dios, naciendo de
nuevo en el Reino de Dios, en la Iglesia de Jesucristo; y ha venido a
ser parte de ese Cuerpo Místico de creyentes.
Y la Iglesia de Jesucristo ha ido creciendo en la forma de un
monte, porque un monte representa un reino; y ese es el Reino de
Dios, el Reino de Jesucristo, el Monte de Dios, la Iglesia de
Jesucristo. Y en este tiempo final se encuentra en la etapa más
gloriosa, la etapa de la cúspide del Monte de Dios, llamada la Edad
de la Piedra Angular.
Es como la escalera que vio Jacob en sus sueños, que se
apoyaba en tierra, y la parte alta de la escalera llegaba al cielo, y en
la parte alta de la escalera vio a Dios sentado, y desde allí le habló a
Jacob. (Génesis 28:10-22). Y en la parte alta de la Casa de Dios, de
la Iglesia de Jesucristo, de ese Monte espiritual, para el Día Postrero
estará Jesucristo hablándole a Su pueblo, con esa Gran Voz de
Trompeta, todas estas cosas que deben suceder pronto.
Y ahora la pregunta es: ¿Por medio de quién estará
hablándonos Jesucristo todas esas cosas que deben suceder pronto?
Porque El en el pasado estuvo hablando por medio de Sus
mensajeros. En Apocalipsis, capítulo 22, verso 6 en adelante, nos
dice por quién hemos de obtener el conocimiento de todas estas
cosas que deben suceder pronto. Dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el
Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel,
para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”
¿A quién ha enviado? A Su Angel Mensajero. ¿Para qué?
Para mostrar a Sus siervos las cosas que deben suceder pronto.
Porque por medio de ese Angel Mensajero es que Jesucristo habla en
el Día Postrero todas estas cosas que deben suceder pronto.
Ese Angel Mensajero de Jesucristo viene ungido con el
Espíritu Santo, con el Espíritu de Cristo; y en ese Angel Mensajero,
Jesucristo coloca Su Palabra, y ese Angel Mensajero habla la Palabra
de Jesucristo a la Iglesia de Jesucristo y al mundo entero, y al pueblo
hebreo, y da a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.
Y por cuanto esa es la Voz de Cristo, el Mensaje de Jesucristo, y Su
Angel Mensajero es la Trompeta final o Gran Voz de Trompeta
9
sonando en este tiempo final, y llamando y juntando a todos los
escogidos de Dios en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Iglesia de
Jesucristo, y completando así el número de los escogidos de Dios,
completando así el Cuerpo Místico de Cristo, completándose así la
Iglesia de Jesucristo. Y cuando sea completado el Cuerpo Místico de
Cristo, entonces vendrá la resurrección de los muertos en Cristo y la
transformación de nosotros los que vivimos.
Por eso es tan importante escuchar esa Gran Voz de
Trompeta o Trompeta final, y subir donde está esa Voz hablando por
medio de Su Angel Mensajero todas estas cosas que deben suceder
pronto.
Jesucristo se encuentra en la Edad de la Piedra Angular
hablando por medio de Su Angel Mensajero, Jesucristo en Espíritu
Santo manifestado en Su Angel Mensajero dándonos a conocer todas
estas cosas que deben suceder pronto.
Sobre la raza humana hay hambre y sed, no hambre de pan ni
sed de agua, sino de oir la Palabra de Dios, la Palabra de Dios
correspondiente a este tiempo final. Y esa Palabra de Dios
correspondiente a este tiempo final es el Mensaje de la Gran Voz de
Trompeta dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder
pronto en este tiempo final.
Hay hambre en el alma de los seres humanos, hay hambre
espiritual en el alma de la juventud; por eso encontramos que en
algunos países se ha descarriado una gran parte de la juventud y se
ha ido a los vicios, a las drogas, y a un sinnúmero de cosas negativas
que han afectado a la juventud, y por consiguiente han afectado a las
familias, y por consiguiente han afectado a las naciones. Es que hay
hambre en el alma de las personas.
Y como sucede físicamente: cuando la persona no tiene qué
comer siente hambre; y si no consigue qué comer la persona se va
debilitando, se va enfermando, y le vienen los problemas de salud a
la persona, y cualquier enfermedad se le pega y se muere la persona
o se muere de debilidad. Y así sucede con la juventud en todas las
naciones, como también los niños y como también los adultos; así
como necesitamos comida física para nuestro cuerpo físico,
necesitamos comida espiritual para nuestra alma. Jesucristo dijo:

El arrebatamiento espiritual y el arrebatamiento literal

Transcripción

Documentos relacionados

perfil_Juan Eduardo Vargas Duharrt

Jesús como el mejor ejemplo de integridad demanda de nosotros