12 - STVDIVM - Revista de Humanidades.
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12 - STVDIVM - Revista de Humanidades.
ISSN: 1137-8417 12 9 771137 841002 ISBN: 978-84-7733-987-8 STVDIVM Revista de Humanidades 9 788477 339878 Vicerrectorado de Investigación Universidad de Zaragoza Stvdivm 12 (2006) ~ Zaragoza 2006 ~ Prensas Universitarias de Zaragoza Revista de Humanidades Facultad de Ciencias Sociales y Humanas Universidad de Zaragoza STVDIVM HOMENAJE AL PROFESOR RAFAEL BLASCO JIMÉNEZ I FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA 12 año 2006 ~ número 12 ~ ISSN: 1137-8417 STVDIVM Revista de Humanidades HOMENAJE AL PROFESOR RAFAEL BLASCO JIMÉNEZ I Edición a cargo de María Luz Rodrigo Estevan PRENSAS UNIVERSITARIAS DE ZARAGOZA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA Stvdivm 12 (2006)~Zaragoza 2006 ISSN: 1137-8417 REDACCIÓN, CORRESPONDENCIA E INTERCAMBIOS: Studium. Revista de Humanidades Facultad de Ciencias Sociales y Humanas Ciudad Escolar, Carretera de Alcañiz, s/n 44003 TERUEL Tel.: 978 61 81 00. Fax: 978 61 81 03 [email protected] SUSCRIPCIÓN Y PEDIDOS: Prensas Universitarias de Zaragoza. Edificio de Geológicas Calle Pedro Cerbuna, 12 50009 ZARAGOZA Tfno. 976 55 54 93 y 976 35 41 00. Fax: 976 55 54 93 Studium. Revista de Humanidades agradece el envío de originales (artículos o reseñas), así como de libros (estudios o ediciones) para la elaboración de recensiones. La revista no mantendrá correspondencia con los autores de los artículos no aceptados para su publicación, no se verá obligada a dar explicaciones sobre las circunstancias de su rechazo ni dará a conocer los informes sobre los mismos. De no ser aceptados para su publicación, sólo serán devueltos los trabajos remitidos a petición expresa de sus autores, para lo cual deberán remitir previamente el franqueo necesario. © De los autores © De la presente edición, Prensas Universitarias de Zaragoza Edita: Prensas Universitarias de Zaragoza y Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Zaragoza, con la ayuda económica del Vicerrectorado de Investigación de la Universidad de Zaragoza, Caja Rural de Teruel y Fundación Universitaria Antonio Gargallo. Periodicidad anual. PRECIO DE CADA NÚMERO: 12 Euros Ilustración de la cubierta: Mirambel, celosías (Foto: Peña Verón) Diseño de cubierta: Virtual Diseño Gráfico ISBN: 978-84-7733-987-8 ISSN: 1137-8417 Depósito Legal: Z-567-2008 Impresión: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Zaragoza DIRECCIÓN Pedro Luis Hernando Sebastián SECRETARÍA María Luz Rodrigo Estevan CONSEJO DE REDACCIÓN Pedro Luis Hernando Sebastián María Dolores Romo Argota María Luz Rodrigo Estevan María Dolores Royo Latorre Marta Gil Lacruz Pascual Rubio Terrado José Manuel Latorre Ciria Juan Carlos Pueo Domínguez Soledad Tovío Sarnago Juan A. Tarancón CONSEJO CIENTÍFICO José Luis Aliaga Jiménez (Lengua Española, U. Zaragoza) Pere Anguera i Nolla (Historia Contemporánea, U. Rovira i Virgili) Ricardo J. Ávila Palafox (Estudios del Hombre, U. Guadalajara, Jalisco) Carlos Barros Guimerans (Historia Medieval, U. Santiago de Compostela) Gonzalo Borrás Gualis (Historia del Arte, U. Zaragoza) Elvira Burgos Díaz (Filosofía, U. 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Zaragoza) Javier Martín Arista (Filología Inglesa, U. La Rioja) María Antonia Martín Zorraquino (Lengua Española, U. Zaragoza) Xavier Medina Luque (Antropología, Institut Europeu de la Mediterrània) José Luis Peña Monné (Geografía, U. Zaragoza) Javier Pons Díez (Piscología Social, U. Valencia) José M.ª Pozuelo Yvancos (Literatura Española, U. Murcia) Inés Praga Terente (Filología Inglesa, U. Burgos) M.ª Ángeles Ruiz Moneva (Literatura Inglesa, U. Zaragoza) Esteban Sarasa Sánchez (Historia Medieval, U. Zaragoza) Francisco Señalada García (Filología Francesa, U. Zaragoza) Josep Manuel Udina i Cobo (Filosofía, U. Autónoma de Barcelona) Pilar Utrilla Miranda (Prehistoria, U. Zaragoza) Norma Vasallo (C. de la Mujer, U. La Habana, Cuba) Alicia Yllera Fernández (Filología Francesa, UNED) STVDIVM 12 (2006) Homenaje al profesor Rafael Blasco Jiménez, I Stvdivm. Revista de Humanidades Zaragoza: Prensas Universitarias de Zaragoza, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Zaragoza. ISSN: 1137-8417 SUMARIO Rafael Blasco Jiménez, 1951-2005 Luis FORTEA LARA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9-11 Avance del estudio sobre la cerámica indígena de Segeda I, área 3 M.ª Ascensión CANO DÍAZ-TENDERO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15-33 Sistemas metrológicos prerromanos en la Península Ibérica Juan Carlos CALVO GARCÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25-55 Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda Raúl LÓPEZ ROMERO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57-84 El horno cerámico de Las Veguillas (Camañas, Teruel) M.ª Esperanza SAIZ CARRASCO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85-102 Intentando socavar una falsa creencia: la identidad del ave de Atenea Lucía RODRÍGUEZ-NORIEGA GUILLÉN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103-111 Consideraciones sobre el prefacio del Arte gramática de Carisio Javier URÍA VARELA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113-125 Autoría y datación de la Summa supra phisonomiam Aristotelis Paula VAL NAVAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127-140 Delitos de lesiones y contra el honor en los fueros locales de la extremadura aragonesa María del Mar AGUDO ROMEO, María Luz RODRIGO-ESTEVAN . . 141-172 Shared Loans from Latin in Modern Magazines: English and Spanish Similarities in Medicine Fernando REPULLÉS SÁNCHEZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173-191 Desarrollo espacial del Arrabal de Teruel en la Baja Edad Media Vidal MUÑOZ GARRIDO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193-207 San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos en los siglos XVII y XVIII Natalia JUAN GARCÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209-230 Una aproximación al estudio iconográfico de San Sebastián Joaquina LANZUELA HERNÁNDEZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231-258 Economic Stability Policies and Social Programs Luis BRUNSTEIN, Marta GIL-LACRUZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259-277 Burnout en el colectivo docente Sonia TIFNER, Pilar MARTÍN, Susana ALBANESI DE NASETTA, Miguel DE BORTOLI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 279-291 Resúmenes/Abstracts . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 295-305 Boletines de suscripción e intercambio . . . . . . . . . . . . . . . . . . 307-309 Normas para la publicación de originales . . . . . . . . . . . . . . . . 311-312 Índice general Homenaje al Profesor Rafael Blasco Jiménez, vols. I y II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 313-320 STVDIVM 12 (2006) Homenaje al profesor Rafael Blasco Jiménez, I Stvdivm. Revista de Humanidades Zaragoza: Prensas Universitarias de Zaragoza, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Zaragoza. ISSN: 1137-8417 CONTENTS Rafael Blasco Jiménez, 1951-2005 Luis FORTEA LARA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9-11 Advance Study on Segeda’s Indigineous Ceramics M.ª Ascensión CANO DÍAZ-TENDERO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15-33 Pre-Roman Metrological Systems in the Iberian Peninsula Juan Carlos CALVO GARCÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35-55 Application of the GIS to the Study of Segeda’s Territory Raúl LÓPEZ ROMERO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57-84 The Ceramic Kiln of the Veguillas (Camañas, Teruel, Spain) M.ª Esperanza SAIZ CARRASCO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85-102 Trying to Undermine a False Belief: The Identity of Athena’s Bird Lucía RODRÍGUEZ-NORIEGA GUILLÉN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103-111 In Regard to the Preface to Charisius’ Ars grammatica Javier URÍA VARELA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113-125 The Summa supra phisonomiam Aristotelis: Authorship and Date Paula VAL NAVAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127-140 Personal Injury Crimes and Honour Offences in the Local Law Codes from the Frontier Regions of Aragon María del Mar AGUDO ROMEO, María Luz RODRIGO-ESTEVAN . . 141-172 Shared Loans from Latin in Modern Magazines: English and Spanish Similarities in Medicine Fernando REPULLÉS SÁNCHEZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173-191 Space Development of Teruel’s Arrabal Neighbourhood in the Late Middle Ages Vidal MUÑOZ GARRIDO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193-207 San Juan de la Peña, the Aragonese Monarchy, and the Armed Conflicts in 17th and the 18th Centuries Natalia JUAN GARCÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209-230 In Regard to the Iconography of Saint Sebastian: An Approach Joaquina LANZUELA HERNÁNDEZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231-258 Economic Stability Policies and Social Programs Luis BRUNSTEIN, Marta GIL-LACRUZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259-277 Burnout and Teaching Sonia TIFNER, Pilar MARTÍN, Susana ALBANESI DE NASETTA, Miguel DE BORTOLI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 279-291 Abstracts/Resúmenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 295-305 Subscription and exchange policy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 307-309 Publication guidelines for contributors. . . . . . . . . . . . . . . . . . 311-312 Table of Contents In memory of Rafael Blasco Jiménez, vols. I and II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 313-320 RAFAEL BLASCO JIMÉNEZ, 1951-2005 «No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento más tu muerte que mi vida [...] que tenemos que hablar de muchas cosas compañero del alma, compañero». Elegía, Miguel Hernández (1936) El profesor Rafael Blasco Jiménez nació en Monegrillo (Zaragoza) el 9 de diciembre de 1951, pero sus raíces eran profundamente turolenses pues su familia desciende de la Sierra de Albarracín, en concreto, de los pueblos Royuela y Albarracín, lugares que amaba profundamente, y falleció repentinamente en Alquezar (Huesca) el día 17 de julio de 2005, donde participaba en una reunión del Consejo de Dirección de la Universidad de Zaragoza, al que pertenecía como Vicerrector del Campus de Teruel. Estaba casado y tenía un hijo y una hija. Su infancia la pasó entre Monegrillo y La Almolda, donde se trasladaron sus padres a vivir cuando tenía siete años. A los nueve años, comenzó a estudiar interno en los PP. Paúles, primero en Teruel y, después, en Cuenca. Terminado el Bachillerato, cursó Preuniversitario en Madrid y en el curso 1970-71 inició sus estudios en la Universidad de Zaragoza (197075), donde se licenció en Filosofía y Letras, especialidad de Filología Inglesa. Años más tarde, en el curso 1992-93, obtuvo el título de Doctor en Filología Inglesa en dicha universidad, con la tesis Estudio de las exigencias de competencia lingüística en la Administración Pública española, con especial énfasis en la lengua inglesa. Comenzó a trabajar como profesor de inglés en el colegio «La Purísima y Santos Mártires» (Terciarias) de Teruel en 1975, donde permaneció hasta terminar el curso 1976-77. En el curso 1977-78 inicia su fecundo paso por la Universidad de Zaragoza, primero como catedrático interino de STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 9-12 10 ][ LUIS FORTEA LARA Rafael Blasco Jiménez, 1951-2005 Inglés en la E. U. del Profesorado de E.G.B. de Teruel; después, en 1984, como Profesor Titular de Escuela Universitaria y, por último, a partir de 1998, como Profesor Titular de Universidad, plaza que le permitió dejar la E.U. del Profesorado de E.G.B. y desempeñar su labor docente en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (actual Facultad de Ciencias Sociales y Humanas) hasta el día de su muerte. Su labor como profesor en la Universidad de Zaragoza se amplía impartiendo numerosos cursos para extranjeros en el Reino Unido y en la Universidad de Verano de Teruel, realizando diversos cursillos para la formación de maestros en Didáctica de Lengua Inglesa y participando como profesor en el proyecto EQUAL. Asimismo, durante varios cursos fue profesor-tutor de Lengua Inglesa en la UNED de Teruel. Su labor investigadora, desarrollada a lo largo de su carrera con numerosos trabajos, se centró en dos líneas, la lingüística aplicada y la política lingüística. Sus aportaciones abordan temáticas como la competencia lingüística y la adquisición de la lengua inglesa, la didáctica de la lengua inglesa o la formación del profesorado de E.G.B. Destacan en su bibliografía el artículo «Vídeo y enseñanza del inglés», presentado y publicado en las I Jornadas de lengua Inglesa celebradas en 1983 y habituales colaboraciones en revistas del ámbito científico como la Revista interuniversitaria de formación del profesorado y la editada en Holanda Diálogos hispánicos de Amsterdam. Paralelamente a su tarea docente e investigadora, el profesor Blasco participó activamente en la gestión universitaria desde diversos cargos y responsabilidades: Subdirector de la E.U. del Profesorado de E.G.B. de Teruel, Director de la E.U. del Profesorado de E.G.B. (1986-89), época de la construcción del nuevo edificio universitario, Presidente de distintos tribunales de Selectividad, miembro de la Coordinadora Pro-Estudios Universitarios de Teruel, miembro de la Junta de Centro de la E.U. del Profesorado de E.G.B. y de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales y de numerosas comisiones de dichos centros, miembro del Consejo Social y del Consejo de Dirección de la Universidad de Zaragoza, miembro y, más tarde, Presidente del C.U.L de Teruel, y Vicerrector del Campus Universitario de Teruel desde abril de 2004 hasta el día de su inesperado y prematuro adiós. Junto a todo ello, hay que destacar su preocupación social y de servicio a la comunidad, estaba afiliado al sindicato U.G.T., del que era vocal nacional de la Comisión de Garantías Confederal. Rafael Blasco era una persona de carácter serio, pero alegre, amable en el trato, abierta y receptora de las opiniones de los demás, reflexiva, em- STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 9-12 Rafael Blasco Jiménez, 1951-2005 LUIS FORTEA LARA ][ 11 prendedora, comprometida con la sociedad, conciliadora, generosa, siempre dispuesta a dar un meditado y acertado consejo. Rafa nos ha dejado, a sus familiares, amigos y compañeros, junto a un inmenso vacío, una profunda huella de amistad sincera, de servicio a la sociedad y de trabajo bien hecho. Luis Fortea Lara Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas La Fundación Universitaria Antonio Gargallo quiere sumarse a este merecido homenaje de Studium. Revista de Humanidades al profesor Rafael Blasco, y yo, personalmente al amigo y al compañero, a Rafa, con el que compartí proyectos, trabajo, conversación y alguna partida a las cartas. Sirvan estas líneas para reconocer —que no saldar—, la deuda de gratitud que la Fundación Universitaria Antonio Gargallo tiene contraída con el profesor Blasco, quien en su corto periodo como Vicerrector del campus turolense consiguió culminar el proceso de creación de esta Fundación. Su buen hacer fue decisivo para superar los últimos escollos, su talante conciliador difuminó posibles recelos y situó a todos detrás de un mismo objetivo: impulsar el crecimiento cualitativo y cuantitativo de nuestro campus. Que su memoria nos estimule a todos a mantener la tensión necesaria para elevar el listón de nuestro compromiso, para hacer del Campus un espacio de estudio y de encuentro, de libertad y de solidaridad, un espacio capaz de poner al servicio de los turolenses todas las oportunidades que genera la sociedad del conocimiento. Carlos Hernanz Pérez Director de la Fundación Universitaria Antonio Gargallo Desde la dirección de la revista queremos expresar nuestro agradecimiento por haber secundado esta iniciativa al decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel, Dr. José Carrasquer Zamora, al decano de la Facultad de Filosofía y Letras de Zaragoza, Dr. Miguel Ángel Ruiz-Carnicer, al Vicerrectorado del Campus de Teruel y, muy especialmente, a todos los profesores e investigadores que con vuestra generosa y esforzada colaboración intelectual habéis posibilitado la materialización de esta publicación que, in memoriam, se suma a la preparada por el De- STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 9-12 12 ][ LUIS FORTEA LARA Rafael Blasco Jiménez, 1951-2005 partamento de Filología Inglesa y Alemana de la Universidad de Zaragoza en el volumen 33 (2006) de su revista Miscelánea. A journal of English and American Studies. Asimismo, queremos dejar constancia del apoyo económico recibido para este proyecto desde el Vicerrectorado de Investigación de la Universidad de Zaragoza, la Caja Rural de Teruel y la Fundación Universitaria Antonio Gargallo. En estos dos nuevos números de Studium. Revista de Humanidades, la presencia de tu ausencia, Rafa, nos une y reúne para brindarte este cálido y sentido homenaje. Pedro Luis Hernando Sebastián y María Luz Rodrigo Estevan STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 9-12 Artículos/Articles AVANCE DEL ESTUDIO SOBRE LA CERÁMICA INDÍGENA DE SEGEDA I, ÁREA 3 Advance Study on Segeda’s Indigineous Ceramics M.ª Ascensión CANO DÍAZ-TENDERO1 Centro de Estudios Celtibéricos de Segeda Resumen Se analiza en este artículo la cerámica indígena aparecida en la excavación del Área 3 de la ciudad celtibérica de Segeda I, identificado como barrio de los Titos. Mediante una metodología específica tanto en excavación como en laboratorio se ha conseguido establecer una clasificación funcional de las diferentes piezas cerámicas identificadas, que ha permitido proponer las áreas funcionales que componen un espacio doméstico. Palabras clave: arqueología, cerámica indígena, celtiberos, Segeda, Aragón. Abstract The present paper analyses the indigenous pottery found at the Area 3 of the Celtiberian town of Segeda, identified as the quarter of the Titos. By means of a specific methodology developed both at the excavation and the laboratory, it has been possible to establish a functional classification of the different pottery vessels identified, which let us to recognize the different functional areas which comprise a domestic space. Key words: archeology, indigenous pottery, celtiberians, Segeda, Aragon. 1. Licenciada en Historia, Universidad Castilla-La Mancha. Investigadora del Centro de Estudios Celtibéricos de Segeda y del Seminario de Arqueología y Etnología Turolense. Correo electrónico: [email protected] Fecha de recepción del artículo: 22 de septiembre de 2006. Fecha de aceptación: 22 de noviembre de 2006. Versión final: febrero 2007. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 16 ][ M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO Avance del estudio sobre la cerámica... 0. JUSTIFICACIÓN El trabajo2 que aquí presentamos corresponde a un resumen del estudio realizado para el periodo investigador del programa de doctorado interdepartamental «Estudios sobre Aragón» impartido en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel, bajo la dirección del Profesor Francisco Burillo Mozota, del Departamento de Ciencias de la Antigüedad y que fue leído en el mes de octubre de 2006. Este estudio se debe encuadrar dentro de las líneas de investigación que se están realizando en el Proyecto Segeda, el cual tiene como objetivo principal el estudio de la ciudad-estado celtibérica de Segeda y su territorio. Es en este marco de la investigación, que pretende profundizar en el conocimiento de la ciudad celtibérica de Segeda, su territorio, su estructura política, su estructura social y económica, donde se encuadra este estudio de las cerámicas indígenas halladas en la excavación del Área 3, ya que dicha excavación realizada en el año 2001 nos ofreció unos resultados arqueológicos excepcionales, por la abundancia de los restos de cultura material y ejemplo de ello son los más de 7.000 fragmentos cerámicos inventariados. La cerámica indígena es el material arqueológico más abundante pero también el más árido de estudiar porque se parte de una falta de referencias respecto a cronología y técnica con las que comparar. Esto es debido a que las excavaciones de los poblados celtibéricos o incluso ibéricos de la zona que se pueden tomar de referencia (territorio del valle medio del Ebro, Guadalajara o Soria) datan en su mayoría de una veintena de años atrás como es el caso de Los Castellares (Herrera de los Navarros, Zaragoza), Alto Chacón (Teruel), Numancia (Soria), etc. y en los que han sido excavados recientemente no se ha realizado un análisis de los recipientes cerámicos en profundidad. Es precisamente con el conjunto analizado de Segeda con el que podemos ofrecer una referencia sólida de la cerámica en uso anterior al 153 a.C. 2. Este trabajo se desarrolla dentro del proyecto I+D: La ciudad celtibérica de Segeda y su territorio: estrategias de análisis y procesos históricos (HUM2005-03369/HIST) financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y los fondos FEDER. Las excavaciones arqueológicas realizadas en el Poyo de Mara, Segeda I, han sido financiadas por la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón y la Diputación Provincial de Zaragoza. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 Avance del estudio sobre la cerámica... M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO ][ 17 Figura 1. Localización de Segeda I STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 18 ][ M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO Avance del estudio sobre la cerámica... 1. INTRODUCCIÓN: SEGEDA I Y ÁREA 3 1.1. Segeda I Bajo el nombre de la ciudad bela de Segeda se esconde la referencia a dos oppida que se suceden en el tiempo. El primero, Segeda I, ocupa el paraje conocido como el Poyo de Mara (Zaragoza), y tras su destrucción en el año 153 a.C. se construye junto a sus ruinas una nueva ciudad, Segeda II, en Durón de Belmonte de Gracián (Zaragoza), a su vez destruida durante las guerras civiles del siglo I a.C. Sin embargo, el proceso de identificación ha sido largo, los datos existentes en las fuentes escritas, numismáticas y arqueológicas se han conjugado en la búsqueda de una propuesta que forma una visión unitaria y coherente de las fuentes disponibles, que ha sido analizado recientemente de forma interdisciplinar (Burillo, 2006). Los acontecimientos desencadenantes de la guerra celtibérica del 153 al 133 a.C., proporcionan una información precisa sobre la existencia de una ciudad denominada Segeda. Esta ciudad es calificada por Diodoro (31, 39) como pequeña urbe de la Celtiberia y por Apiano (Iber. 44-47) como ciudad de los celtíberos belos, grande y poderosa, y a su aliada Numancia como la más poderosa ciudad de los arevacos. Roma declara expresamente la guerra a Segeda al acusarle de incumplir los pactos de Graco por obligar a otras ciudades más pequeñas a establecerse junto a ella y construir una nueva muralla, movilizando un ejército de casi 30.000 hombres a cargo del cónsul Nobilior. También las fuentes nos informan de la alianza de Segeda con los arévacos, formando una coalición con la otra gran ciudad estado celtibérica, Numancia, capaz de levantar 25.000 hombres. El primer enfrentamiento entre estos dos grandes ejércitos supone una momentánea derrota romana, pero de tal calibre que ese día, 23 de Agosto, día de Vulcano, se considerará nefasto por Roma. Segeda I se articula en torno a la elevación del Poyo, cerro testigo situado en la margen derecha del río Perejiles, que desemboca en el río Jalón en frente de la elevación de Bámbola, donde se encuentra la ciudad de Bilbilis Itálica. Las características topográficas del Poyo le confieren a este lugar un papel estratégico indudable, que unido a su situación en la encrucijada de caminos que, por una parte, unen el interior del Sistema Ibérico Central y, por otra, comunican con la zona central de la depresión del Ebro, ayudan a entender el surgimiento y desarrollo en este lugar de la ciudad de Segeda. La ciudad de Segeda había sido identificada por Schulten (1933) en Durón de Belmonte de Gracián. Sin embargo, la valoración del yacimiento inmedia- STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 Avance del estudio sobre la cerámica... M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO ][ 19 to, el Poyo de Mara, como ciudad celtibérica llevó a situar en este lugar la Segeda citada por las fuentes escritas y en Durón la ciudad fundada con el mismo nombre tras la destrucción de la primera (Burillo y Ostalé 1984). Figura 2. Localización de las distintas zonas excavadas de Segeda I 1.2. Área 3 Durante el año 2001, la excavación programada durante los meses de agosto y septiembre en la ciudad celtibérica de Segeda I se centró en la parcela 185, polígono 13 de Mara (Zaragoza), la cual se denominó como Área 3 y se abrió un área que alcanzó la extensión final de 201 m2. Esta zona se sitúa en el terreno sedimentario que se desarrolla entre la elevación del Poyo y la rambla de Orera y la elección del lugar se realizó teniendo en cuenta los puntos que habían dado resultados positivos el año anterior, en las catas preventivas realizadas en esta finca dentro de las Actuaciones de Gestión. Una visión final del resultado de la excavación nos muestra que nos encontramos con una única fase de hábitat, configurada por una manzana de viviendas, situada en un barrio de la ciudad, construido junto a las faldas del Poyo. Se construyeron muros medianiles en la separación de espacios con funcionalidad específica. Se diferenciaron hasta un total de 11 espacios con STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 20 ][ M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO Avance del estudio sobre la cerámica... entidad. De ellos la excavación se ha centrado en los denominados 1, 2, 3, 4 y 7, el resto han sido únicamente identificados en parte y/o excavados muy parcialmente, por lo que no se puede aportar ningún dato sobre ellos. La presencia de tres hogares permitió identificar otras tantas unidades domésticas. Son casas de un solo piso, con muros medianiles realizados con un pequeño zócalo de cantos rodados procedentes de los cauces fluviales próximos y levantados en tapial, con suelos excavados en la propia tierra y con cierto desnivel, con grandes estancias sin compartimentación interna y una extensión algo superior a los 40 m2. La situación de las viviendas, su articulación y el diseño constructivo de las mismas evidencian una ampliación rápida del núcleo principal de la ciudad. El trazado reticular de los muros indica la existencia de una planificación, de un programa urbanístico, donde es fácil prever la existencia de calles con desarrollo paralelo a la parte inferior del montículo y otras perpendiculares a la misma. Todo ello ha llevado a la conclusión de que nos encontramos ante el testimonio arqueológico del sinecismo ejercido por Segeda sobre las poblaciones de los titos y otros vecinos, según los relatos vistos de Apiano y Diodoro (Burillo, 2003). 2. METODOLOGÍA La metodología es una de las partes más importantes del Proyecto Segeda en general y de este estudio en particular. Sin embargo, debemos establecer dos parcelas netamente diferenciadas: Una, es la del trabajo de campo seguida en la excavación con la identificación sistemática de UE, siguiendo los criterios básicos desarrollados por F. Burillo en el Seminario de Arqueología y Etnología Turolense y aplicados en el asentamiento celtibérico de Los Castellares de Herrera de los Navarros (Burillo, 1987) y en el del Bronce Medio de La Hoya Quemada. Esta metodología ha sido actualizada a partir de la propuesta estratigráfica realizada por Harris-Matrix, y las diferentes aplicaciones y revisiones de la misma, especialmente hechas en el ámbito del territorio catalán (Harris, 1991). Coherente con esta metodología es la posterior extracción de material, manteniendo un registro exhaustivo que va desde la recogida individualizada de los fragmentos hasta su dibujo en planimetrías. Estos dos aspectos son los cimientos para la creación de una Base de Datos en el programa FileMaker, creada por Clemente Polo, y especifica para las características de Segeda, en la cual se recogen todos los aspectos significativos de la excavación (UE, cerámica, metales, muestras, etc.). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 Avance del estudio sobre la cerámica... M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO ][ 21 Figura 3. Vista cenital del Área 3 de Segeda I, con retícula 2.1. Criterios de localización de las evidencias excavadas Como referencia espacial de las excavaciones realizadas en la ciudad de Segeda I, se cuenta con varias fotografías aéreas y con un levantamiento topográfico realizado por fotogrametría con precisión de escala 1: 2.000. No obstante, para poder alcanzar una mayor exactitud, antes de comen- STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 22 ][ M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO Avance del estudio sobre la cerámica... zar la excavación del área 3, se trasladaron puntos por medio de un GPS diferencial. Como resultado de todo este proceso contamos con coordenadas UTM en las zonas donde se han realizado las excavaciones, lo que permitió referenciar espacialmente cualquier elemento localizado durante la excavación de esta área arqueológica. Se utilizó la siguiente terminología y criterios, a la hora de identificar áreas excavadas. Se identifican tanto unidades funcionales (Sectores y Espacios) como referencias relativas y absolutas (Cuadros alfanuméricos). Unas servirán para identificar las características de uso de las unidades excavadas, otras para la correcta situación de las evidencias descubiertas y posterior interpretación. 2.2. Metodología seguida en el laboratorio arqueológico En la campaña de excavación de 2001 se inventariaron 7.232 fragmentos cerámicos, de los cuales 5.830 son de cerámica de técnica fina ibérica, caracterizados por su elevado grado de fragmentación aunque con altas posibilidades de reconstrucción, lo que ha permitido contar con formas completas; como hecho excepcional aparecieron dos vasijas sin fragmentar. El que no se encuentre mayor número de piezas completas es debido a los procesos erosivos que actuaron al inicio de la destrucción del yacimiento. Para el inventario de los fragmentos se ha utilizado una base de datos, adaptando los campos de ésta a las características de la cerámica de Segeda, lo que permite hacer búsquedas rápidas de una serie de elementos comunes, agrupaciones, etc. El primer paso seguido en el laboratorio, una vez lavado e inventariado la cerámica, fue extender el material por espacios, separando bordes, bases y asas para, en una siguiente fase, intentar relacionarlos e identificarlos con paredes de la misma pasta o decoración similar, comprobando las posibilidades de unión de estos fragmentos; como resultado final se les asignaba a las agrupaciones logradas un número de pieza individualizado. Otra dificultad añadida se presentaba por el hecho de que muchos fragmentos se encuentran calcinados o con su pasta muy alterada por la acción del fuego, lo que imposibilitaba la unión con otras piezas ya establecidas. No obstante, se consiguió en muchos casos, atendiendo a las características formales de los fragmentos (decoración, pasta, forma, etc.). De este modo se llegaron a identificar 135 formas de cerámicas de técnica ibérica, 57 formas de cerámica a mano, 30 de cerámica común torno y 12 de cerámica de imitación itálica, que nos permitirán estudios de conjunto STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 Avance del estudio sobre la cerámica... M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO ][ 23 de agrupaciones por tipos y producciones cerámicas, así como la realización, a partir del dibujo, de una serie de análisis de capacidades a cargo de Juan Carlos García Calvo (2002). Figura 4. Distintas fases de trabajo con los restos cerámicos. A. Extracción en campo; B. Trabajo de laboratorio Con toda esta información se ha confeccionado el catálogo de vasijas. A este catálogo se le suma un dibujo individualizado de cada pieza realizado de forma manual y en el que han colaborado Raúl López y Esperanza Sainz, que posteriormente se informatizó para facilitar su uso actual mediante el programa de dibujo Freehand. De igual forma se realizaron las dispersiones de los distintos fragmentos de las piezas, que tan importantes son para el posterior estudio de los espacios y de la ubicación primaria de las vasijas. Gracias a la contratación de un técnico restaurador, José Antonio Rodríguez, dentro del Proyecto Segeda y con la ayuda del INAEM, las vasijas más completas se pudieron someter a un proceso de restauración tras el cual se comprobó el dibujo, así como las medidas de las vasijas. 3. LA CERÁMICA INDÍGENA DEL ÁREA 3 DE SEGEDA I Lo primero que debemos destacar es que somos conscientes de la irregularidad del concepto «cerámica» en nuestro estudio, ya que reúne a grupos definidos por la técnica de elaboración (a mano) junto a otros que identifican el origen de la producción de forma puntual (gris ampuritana) o genérica (ánfora). De ahí que en el estudio pormenorizado de las cerámicas no se siga estas agrupaciones sino por su funcionalidad. No obstante, estas agrupaciones indican indirectamente su procedencia, dado que la cerámica a mano tendrá, aparentemente, un origen local, la común ibérica procederá de alfares cercanos, la fina ibérica deberá definirse en sus diferentes producciones, al igual STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 24 ][ M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO Avance del estudio sobre la cerámica... que los grupos de cerámicas romanas, ánforas y campanienses. Así pues, a lo largo de este trabajo hablaremos de los siguientes tipos de cerámicas aparecidos en el área 3 de Segeda I, según su técnica de fabricación: – Cerámica a mano: realizada con pasta poco cuidada, con gran cantidad de intrusiones, sin la ayuda de otro elemento que las manos del alfarero/a que las realiza. – Cerámica común torno: cerámica realizada a torno lento con pasta con inclusiones, similar a la de la cerámica a mano y cocina en un horno de gran capacidad. En este tipo de cerámica se realizan tanto vasijas destinadas al almacenaje como de cocina. – Cerámica fina: se emplea este término (Mata y Bonet 1991) en sustitución del «de técnica ibérica» utilizado con anterioridad (Burillo 1980: 202) para definir las características producciones celtibéricas e ibéricas de cerámicas de pastas oxidantes anaranjadas, realizadas a torno y con factura cuidada, y por tanto, realizadas de forma casi industrial. – Cerámica de imitación segedense de barniz negro: cerámica realizada a mano, con pasta con intrusiones, pero que tiene la peculiaridad de presentar un engobe o barnizado de color negro intenso junto con una forma que se asimila a las cerámicas de barniz negro procedentes de la Campania italiana. 3.1. Análisis descriptivo de las formas cerámicas La tipología que sirve para ordenar las formas de cerámicas descubiertas se genera a partir de los nombres que creemos más coherentes entre los generalizados entre los arqueólogos que han trabajado sobre la cerámica ibérica y celtibérica. Y se ha utilizado los criterios establecidos por Burillo (inédito) en la metodología y descripción cerámica. Algunos de los términos usados suelen tener significado funcional, lo que hace que se deseche su uso cuando existe una contradicción entre palabra y función. Este es el caso del término urna referido a las vasijas de formas cerradas, pero dado que con el se define el recipiente destinado a guardar las cenizas de los muertos desechamos su utilización como nombre genérico para denominar este tipo de vasijas. En otros casos optamos por el nombre más usual, aun cuando la función no siempre coincide con el mismo. El término de plato que empleamos, que si bien su significado se asimila a recipientes destinados para comer puede que ejemplares identificados como tales, en razón de su morfometría pudieron destinarse para la bebida. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 Avance del estudio sobre la cerámica... M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO ][ 25 Referente a aquellas formas derivadas de vasos griegos, se utilizará la nomenclatura de transcripción de Bádenas y Olmos (1988), en los casos de uso del término en griego se pondrá en cursiva como kálathos/kálathoi (cálatos), oinokhóe/oinikhóai (enócoe). Los grupos funcionales establecidos son los siguientes: 1. Cocina Grupo de vasijas destinadas a las distintas labores de cocina. Se divide en dos grupos: 1.1. Procesos culinarios en caliente – Cazuela: «Recipiente de cocina, de barro, ancho y poco profundo, que se emplea para guisar» (Dicc. María Moliner). – Olla: «Vasija para guisar, alta, abombada y con dos asas» (Dicc. María. Moliner), en nuestro caso carecen de ella. Preferible al término marmita, dado que este se refiere a «olla de metal, con tapadera ajustada». – Tapadera: vasija realizada para cubrir una vasija de cocina. Figura 5. Vajilla de cocina 1.2. Procesos culinarios en frío – Morteros: Recipiente para machacar alimentos. – Embudos: vasija destinada a traspasar líquidos de un recipiente a otro. 2. Almacenaje Destinadas a contener y conservar productos sólidos y líquidos. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 26 ][ M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO Avance del estudio sobre la cerámica... – Tinaja: «Recipiente de barro cocido, de forma que se va ensanchando con perfil curvo desde la base hasta llegar a cierta altura en que vuelve a estrecharse rápidamente para formar la boca, generalmente más ancha que la base» (Dicc. María Moliner). Son las vasijas de mayores dimensiones. – Cálatos: Recipiente de almacenaje con cuerpo cilíndrico y borde horizontal saliente, de diferentes proporciones, destinado al almacenaje. – Tapadera: Cerámica destinada a cubrir recipientes de almacenaje. Figura 6. Vajilla de almacenaje 3. De servicio – Botella: Si bien actualmente se utiliza para recipientes de vidrios puede aplicarse a las vasijas medianas, altas, de cuerpo cilíndrico o ligeramente globular, con cuello delgado y carente de asas, destinadas a contener y servir líquidos. – Jarra, Jarro: Vasija mediana de proporción alta, panzuda, con cuello estrecho y un asa. Un subtipo es la enócoe caracterizado por la presencia de un pico en el borde para echar bien el líquido. – Vaso troncocónico: Recipiente con cuerpo troncocónico de tendencia cilíndrica, cuello estrangulado, labio exvasado simple, dos asas planas y base cóncava (Beltrán Lloris 1976, 224). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 Avance del estudio sobre la cerámica... M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO ][ 27 – Vaso crateriforme: Vasija con cuerpo semiesférico, carena y cuello estrangulado, labio redondeado, dos asas planas y base con pie destacado. – Sítula: Vasija de cuerpo globular y borde saliente cuya principal característica es presentar un asa diametral por encima del borde. Se piensa que estaría destinada al transporte de líquidos. – Vasija globular: Recipiente mediano, de borde saliente redondeado, cuerpo globular, carente de asas y que tiene su diámetro máximo en la mitad de su cuerpo. Figura 7. Vajilla de servicio 4. De mesa Las vasijas destinadas para la comida y bebida suelen corresponder a recipientes abiertos. Las diferentes denominaciones se basan en las proporciones, dimensiones y formas de las vasijas. Así se puede hablar de un grupo de piezas de tendencia plana (proporción inferior a un medio, se denominan fuentes y platos) como son las fuentes o platos. El otro grupo es el de tendencia semiesférica o con una proporción entre el diámetro de la boca y la altura superior a un medio, como es el caso de las Escudillas, los cuencos, copas o tazas. Sin embargo, en este estudio hemos diferenciado entre recipientes utilizados para comer como son las escudillas y páteras, así como recipientes destinados para beber como los cuencos, copas y tazas. 4.1. Vajilla destinada a la comida – Fuente: pieza de más de 20 cm. de diámetro máximo. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 28 ][ M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO Avance del estudio sobre la cerámica... – Plato: recipiente con un diámetro máximo entre 12 y 20 cm., con ala o labio destacado. – Escudilla: «Vasija de forma semiesférica, semejante a un tazón, en que, en los pueblos, comen las sopas, las gachas y otras cosas con caldo» (Dicc. María Moliner), se diferenciará del cuenco por su mayor diámetro. 4.2. Vajilla destinada a la bebida – Cuenco, Bol: vasija de forma sencilla, cuerpo semiesférico y carente de asas, con diámetro inferior a 20 cm. – Copa: recipiente formado por un cuenco y un pie destacado. – Taza: formado por un cuenco y provisto de un asa, con un diámetro máximo inferior a 10 cm. Figura 8. Vajilla de mesa 4. LA CERÁMICA Y FUNCIÓN DE LOS ESPACIOS Para adentrarnos en esta estrategia de análisis de la funcionalidad de los espacios excavados es primordial contar con un buen registro arqueológico, con el fin de poder precisar la ubicación exacta del resto cerámico analizado. En el caso de la excavación del área 3 de Segeda I se ha visto como tras tener la ubicación exacta en excavación de cada fragmento cerámico, la unión en laboratorio de cada pieza y su posterior restauración, se pudo señalar el centroide teórico de ubicación de cada vasija. Sin embargo, esta posición no STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 Avance del estudio sobre la cerámica... M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO ][ 29 responde al lugar originario de la misma dentro del espacio antes de su destrucción. Su situación original en el suelo, en una alacena, sobre una mesa o en el hogar es un elemento interpretativo que debe analizarse atendiendo a diferentes variables, como el grado de conservación de la vasija, su fragmentación, la situación estratigráfica de los fragmentos rescatados, etc. y a partir de su análisis, proponer las hipótesis de situación originarias. Estudios realizados en este sentido como los de Burillo (1987) en la casa 1 de los Castellares de Herrera de los Navarros permitió definir la existencia de cinco páteras destinadas a la comida, dispersas en un espacio no superior a 1 m2, y la posible procedencia de una alacena situada en la zona donde se consumían los alimentos. De igual manera, si bien no existía ninguna evidencia constructiva que pudiera identificarse con un hogar, fue la concentración de las únicas tres vasijas de cocina lo que posibilitó identificar la zona de la roca que se había utilizado como hogar. En este caso, inmediato a la zona de comida, por lo que la asociación del lugar de elaboración de alimentos junto con su consumo, en una de las seis habitaciones de una casa de 48 m2 construidas fue una de las conclusiones que se pudieron proponer. El análisis de la distribución de estas cerámicas en cada espacio de la vivienda nos ayudará a conocer la función de cada habitación y el estatus social de sus habitantes y las circunstancias económicas concretas en el momento de la destrucción. En este estudio interpretativo se pudo observar que junto con la excepcionalidad de la abundancia y conservación de los materiales cerámicos y arqueológicos en general, existían espacios libres para realizar la vida cotidiana. En el caso que nos ocupa del área 3 de Segeda I, sólo se ha excavado un espacio completo, el 4, por lo que es únicamente en él donde se pueden realizar el análisis de la función a partir de los restos arqueológicos encontrados. Lo primero que sorprende del espacio 4, son sus dimensiones de 40 m2 sin compartimentar ni dividir internamente. Un elemento articulador de esta habitación, son las estructuras de combustión, donde aparecen asociadas la placa de hogar y la tahona, tal como es frecuente en Segeda I. Su situación en el centro de la habitación convierte el hogar en el punto central de la estancia. Las cerámicas empleadas para cocinar alimentos corresponden a las ollas vistas y sus correspondientes tapaderas, todas ellas con perforación para propiciar la salida de vapor. La dispersión de estas cerámicas nos marcará dos zonas significativas. Una cercana a la zona de combustión, esto es, situadas junto al hogar de uso cotidiano y otras ubicadas en torno a una franja de un metro que discurre STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 30 ][ M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO Avance del estudio sobre la cerámica... junto al muro meridional de la vivienda. Esta ubicación nos indica que es en este lugar donde se deberían encontrar la alacena o ámbito de la casa destinada a guardar los recipientes empleadas para cocinar alimentos. Las vasijas destinadas al consumo de alimentos corresponden a las páteras, escudillas para la comida y copas y cuencos para la bebida. Las escudillas se sitúan en una franja oblicua que cruza en diagonal toda la casa teniendo el hogar como centro. Mientras que las copas y cuencos marcan dos amplias áreas definidas a uno y otro lado del hogar, junto a los muros meridional y septentrional. Si se analiza la dispersión de otro elemento claramente vinculado con la bebida como son las jarras se percibe una concentración junto al muro septentrional, formando una intersección con el área B de los vasos, y otros ejemplares que se sitúan junto al muro occidental. En síntesis no existe una zona de la casa definida en la que se pueda señalar donde se realiza el consumo de los alimentos, tanto la zona septentrional como meridional de la vivienda pudieron servir para lo mismo. Figura 9. Funcionalidad del espacio 4 en base a la distribución de la cerámica indígena del área 3 Las vasijas destinadas al almacenaje de alimentos, cereales y bellotas esencialmente, y bebidas como la cerveza, vino y agua, corresponden a las tinajas. La zona de mayor concentración se sitúa junto al muro más meridional. Eso es, coincidiendo su distribución con la de las ollas que suponíamos en alacena. Por lo tanto, en este lado de la casa se sitúa la zona de STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 Avance del estudio sobre la cerámica... M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO ][ 31 almacenaje tanto de alimentos y bebidas, como de las ollas destinadas en la de cocina. Pero si que se evidencia una zona de vacío y ausencia de concentración de estas vasijas, en donde podemos señalar que no parece que se destinaran para la función de la cocina, comida y almacenaje, como es todo el flaco oriental de la vivienda. En conclusión, podemos señalar que en este gran espacio sin compartimentar realizaba todas las funciones de la casa: el almacén o alacena se sitúa en la zona meridional, el hogar marca el lugar central, en torno al cual se comía, sin que exista un área definida para esta función. Así pues, queda un área de vacío al este de la casa que haría las funciones del dormitorio, junto al calor del hogar. 5. CONCLUSIÓN Tras el estudio pormemorizado de la cerámica indígena hallada en el área 3 de Segeda I, así como de la cerámica localizada en los yacimientos coetáneos de la zona del Valle medio del Ebro y Sistema Ibérico, podemos señalar que con este estudio se ha ofrecido por primera vez un conjunto de cerámica indígena con datación precisa, inmediatamente anterior al 153 a.C., fecha de destrucción del yacimiento por diversos indicios que este estudio de la cerámica indígena no hace sino corroborar. Un conjunto de cerámica protohistórica que servirá de paralelo fijo y estable para los diversos estudios posteriores que se realicen en este ámbito geográfico para este momento histórico. Por otro lado, se ha generado una tipología funcional de estas cerámicas independientemente de la técnica de fabricación con la que estuvieran realizadas y le hemos adjudicado a cada vasija una propuesta de función real que hace que nos acerquemos más al conocimiento que tenemos sobre el uso de esta cultura material por los habitantes de la ciudad de Segeda I y en concreto en el Área 3, aportando ideas a su forma de comer y beber los alimentos. Por otro lado, más allá de este estudio formal y funcional de la cerámica, hemos comprobado que es posible identificar producciones de diferentes alfares, sin necesidad de haber localizado físicamente éstos, aunque cuando se consiga esta identificación se podrá realizar agrupaciones de cerámicas concretas y analizar los flujos comerciales en los que está inmersa su presencia en la ciudad de Segeda. Del mismo modo, debemos señalar, que como se verá a continuación, la mayor parte de las vasijas localizadas en el área 3 proceden de alfares locales que creemos deberían encontrarse en un entorno próximo de la ciudad y solo una mínima parte de las STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 32 ][ M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO Avance del estudio sobre la cerámica... cerámicas indígenas, y en el caso de vasijas muy especiales, proceden de alfares lejanos al núcleo urbano y su territorio inmediato. Así hemos conseguido identificar una producción doméstica realizada, tal vez, por la dueña de la casa como parte de sus labores del hogar. Esta producción está compuesta por toda la vajilla de cocina formada por recipientes realizados a mano como ollas globulares, ollas ovoides o tapaderas. Otra producción local probablemente realizada en un alfar cercano a Segeda, pero siguiendo un proceso de imitación que aparece en otras zonas peninsulares es la formada por la cerámica denominada de «imitación campaniense» y compuesta exclusivamente de escudillas. Como ya se ha señalado, esta cerámica de engobe negro pretende reproducir las cerámicas procedentes de Italia tanto en forma como en aspecto y estarían realizadas por un alfar ubicado en las inmediaciones de la ciudad, dado que es en Segeda donde se concentran estas producciones. Dentro de la cerámica fina también se ha podido identificar, entre todas las producciones de origen local, una netamente segedense, constatado por la abundancia de piezas de diferentes formas que aparecen y que se caracteriza por un engobe blanco y una decoración en color negro. Por último debemos señalar también la existencia de una producción identificada, sin lugar a dudas, como procedente de la zona ampuritana y que solo está presente en la forma de los cálatos (Cano et alii, 2001-02). Este ejemplo es paradigmático ya que no creemos que en posteriores estudios de otras formas cerámicas vuelva a aparecer un ejemplo tan claro de cerámica indígena foránea, debido a que lo normal es que este tipo de cerámicas procedan del entorno inmediato de la ciudad, y solo se produce esta importación en el caso de vasijas muy singulares como es el caso de dichos cálatos ampuritanos. Por otro lado, con este trabajo se ha definido una metodología de estudio para la cerámica indígena basada en el registro metódico en campo, pero que se acompaña de una sistemática exhaustiva en el trabajo de laboratorio, aplicable a otros yacimientos no solo de época celtibérica. Con este método que combina varios programas informáticos y con su evolución gracias a las nuevas tecnologías de Sistemas de Información Geográfica se facilita tanto el registro como la búsqueda y estudio del material cerámico. Pero lo más importante, según nuestro punto de vista, acerca de las conclusiones que podemos extraer de este trabajo son las posibilidades de líneas de investigación futuras que ofrece la cerámica indígena, una cerá- STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 Avance del estudio sobre la cerámica... M.ª ASCENSIÓN CANO DÍAZ-TENDERO ][ 33 mica que normalmente ha sido ignorada en favor de la importada siempre considerada como portadora de más datos. Una de estas posibilidades es el comprobar si a nivel cerámico, igual que ocurre a nivel arquitectónico, existen diferencias entre las distintas poblaciones y sectores sociales que conforman la ciudad estado de Segeda I y que están identificadas en las distintas zonas excavadas. Otro de los estudios posibles reside en la determinación, gracias a las dispersiones del material, de la funcionalidad de los distintos espacios excavados. Y, por último, debemos señalar la posibilidad, gracias al desarrollo de métodos estadísticos, de establecer una evolución cronológica de las diferentes vasijas con el estudio de los parámetros morfométricos de sus bordes. 6. BIBLIOGRAFÍA ARANDA, Ángel, 1986, El poblamiento prerromano en el Suroeste de la Comarca de Daroca (Zaragoza), Zaragoza, Institución Fernando el Católico. ARENAS ESTEBAN, J. A., 1999, La Edad del Hierro en el Sistema Ibérico Central, España, BAR. Internacional Series 780. ARGENTE, J. L. y DÍAZ, A., 2001, Tiermes V: Carratiermes, Necrópolis celtibérica, Valladolid, Junta de Castilla y León. BÁRDENAS, P. y OLMOS, R., 1988, «La nomenclatura de los vasos griegos en castellano. Propuestas de uso y normalización», Archivo Español de Arqueología, 61, Madrid, pp. 61-79. 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Yacimientos de Tariego, Soto de Medinilla y Simancas, Valladolid, Museo Arqueológico. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 15-34 SISTEMAS METROLÓGICOS PRERROMANOS EN LA PENÍNSULA IBÉRICA Pre-roman Metrological Systems in the Iberian Peninsula Juan Carlos CALVO GARCÍA1 Universidad de Zaragoza Resumen En este trabajo se investigan los sistemas metrológicos utilizados por los pueblos ibéricos antes de la llegada de Roma, es decir, sus unidades de medida para longitudes, capacidades y pesos. Para ello se estudian las evidencias arqueológicas proporcionadas por conjuntos de pesas, dimensiones de restos constructivos y, sobre todo, estudio de recipientes cerámicos, mediante un método matemático desarrollado especialmente para la ocasión. Como resultado se aprecia la gran importancia que tuvieron las influencias fenicias y griegas en el desarrollo de las sociedades indígenas prerromanas. Palabras clave: metrología, arqueología, cerámica prerromana, Segeda, Península Ibérica. Abstract This work wants to research metrological systems (measure units for length, volume and weight) used in the Iberian Peninsula before Rome arrival. In this way, we analyze archaeological evidences: weights, building dimensions and pottery vessels, by using a mathematical method especially developed for this purpose. As a result, we got to realize Greek and Phoenician influences in the development of native societies. Key words: metrology, archaelogy, iberian pottery, Segeda, Iberian Peninsula. 1. Profesor del Departamento de Matemática Aplicada, Escuela Universitaria Politécnica de Teruel, Universidad de Zaragoza. Miembro del Centro de Estudios Celtibéricos de Segeda y del Seminario de Arqueología y Etnología Turolense. Correo electrónico: [email protected] Fecha de recepción del artículo: 22 de septiembre de 2006. Fecha de aceptación: 22 de noviembre de 2006. Versión final: febrero de 2007. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 36 ][ JUAN CARLOS CALVO GARCÍA Sistemas metrológicos prerromanos... 1. INTRODUCCIÓN El presente trabajo es un resumen del presentado y defendido por el autor con el mismo título para obtener el título DEA en septiembre de 2005 bajo la dirección del doctor Francisco Burillo, dentro del programa de doctorado «Estudios sobre Aragón» de la Universidad de Zaragoza. La investigación realizada se enmarca dentro de un proyecto multidisciplinar2, el Proyecto Segeda que, dirigido por Francisco Burillo y amparado por el Centro de Estudios Celtibéricos de Segeda y la Fundación Segeda; pretende poner en valor el patrimonio arqueológico mediante la investigación, conservación y difusión del yacimiento celtibérico de la ciudad de Segeda, situado en los términos municipales de Mara y Gracián de Belmonte, en las proximidades de Calatayud (Zaragoza). El objetivo de este trabajo, que tendrá su continuación en la subsiguiente tesis doctoral, es realizar una aproximación a los sistemas metrológicos (es decir, unidades de medida de peso, longitud y volumen) utilizados por los pueblos indígenas de la Península Ibérica antes de la llegada de Roma, que tuvo como resultado la uniformidad cultural después de un largo proceso de romanización. Esta investigación pretende aportar información y metodologías que sean un punto de partida para comenzar a cubrir un vacío existente en el conocimiento de las sociedades antiguas ibéricas. 2. SISTEMAS METROLÓGICOS EN LA ANTIGÜEDAD Desde los inicios de las primeras sociedades organizadas de carácter estatal, se hizo necesario el desarrollo de sistemas métricos estandarizados. Así, por ejemplo, las unidades de longitud y superficie eran imprescindibles para la medición de los campos de cultivo y las distancias. Por otro lado, las unidades de peso y capacidad permitieron la extensión del comercio, más allá del mero trueque y sentaron las bases para la posterior aparición de la moneda. Todas ellas, además, facilitaban la imposición de impuestos y tributos y su posterior recaudación. Las primeras unidades de longitud tomaron como medida el propio cuerpo humano y así encontramos en diversas culturas pies, codos, dedos, 2. Esta investigación se desarrolla dentro del Proyecto I+D: HUM 2005-03369/HIST, financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia y los fondos FEDER. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 Sistemas metrológicos prerromanos... JUAN CARLOS CALVO GARCÍA ][ 37 etc. y sólo más adelante aparecen las unidades abstractas, como la vara, aunque a menudo son múltiplos de algunas de las anteriores. Son los sistemas antropométricos, que guardan unas relaciones constantes entre las distintas medidas, aunque sus valores varían de unos a otros (Pachón y Manzano, 2002). Así, cuatro dedos hacen una palma, tres palmas un palmo y cuatro palmas, un pie (Figura 1); aunque el valor del pie cambie según los sistemas: 296 mm el romano, 373 el egipcio, etc. Figura 1. La palma y el palmo (Pachón y Manzano, 2002) Por encima del pie, un pie y una palma (el palmipes romano o brazo griego) y el codo, que es un pie y medio y era la medida más noble y sagrada en muchas culturas y, junto con el pie, la base de partida definir las demás. Y por último, la braza, que es la anchura de los brazos extendidos y es igual a la altura del cuerpo humano o la vara, que es lo mismo, pero con los brazos doblados. Lo mismo ocurrió con las unidades de masa, puesto que la primera fue el grano de trigo, pero la necesidad de usar grandes múltiplos de éste, debido a su pequeñez hizo que acabaran desligándose de su significado original (Bodega 1998: 1). Pronto, se establecieron además, correspondencias con las medidas de capacidad, surgiendo sistemas cerrados en los que todas las unidades estaban relacionadas (Pellicer 1997: 14). Estos sistemas cerrados se componían habitualmente de una unidad básica de longitud, que solía ser el pie o el codo, cuyo cubo constituía una unidad grande de volumen (talento, ánfora o equivalentes) que tenía sus divisores (Pachón 2002: 6). A su vez, el peso de esta gran unidad de volumen lleno de agua, dividido en 60 o en 80 partes, según sistemas, constituía la unidad de medida de pesos, mina-libra (Pellicer 1997: 194). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 38 ][ JUAN CARLOS CALVO GARCÍA Sistemas metrológicos prerromanos... Veamos como ejemplo el sistema griego, que es, junto con el fenicio, el que más influencia va a tener en la Península Ibérica prerromana. 3. SISTEMA GRIEGO Las primeras unidades que se usaron en la zona del Mar Egeo parece ser que fueron tomadas de Egipto, pero más adelante cada ciudad desarrolló sus propias medidas. Estas unidades compartían nombres, pero sus valores diferían de un lugar a otro. Este orden de cosas permaneció hasta la reforma de Solón, en el año 594 a. C. Solón, uno de los siete sabios de Grecia, impuso en su reforma los patrones áticos para la longitud, los de Egina para el volumen y los eubeo-áticos para el peso monetario, aunque de manera residual continuaron algunas medidas antiguas (Pellicer 1997: 14 y 196). La influencia cultural y comercial griega en la península ibérica alcanzó su máxima intensidad en los siglos V y IV a. C. a partir de la ciudad de Ampurias, fundación de los griegos focenses de Massalia. El establecimiento de numerosas colonias en todo el levante y sureste peninsular jugará un papel importante en el desarrollo de la cultura ibérica en estas áreas (Domínguez 1996). 3.1. Unidades de longitud La unidad fundamental de longitud era el pie, cuyo valor, si bien inicialmente era diferente en cada ciudad estado, finalmente prevaleció el pie de Atenas o pie ático soloniano de 0,296 m. Sin embargo, siguió en vigor el pie ático antiguo (0,306 m), egineta (de la isla de Egina) de 0,326 m; y, en las carreras del estadio, el pie olímpico, de 0,320 m. TABLA 1: Unidades de longitud griegas Longitud (metros) Nombre 1,776 0,444 0,370 0,333 0,296 0,222 0,148 0,074 0,037 0,018 Braza Codo Brazo Puño Pie Palmo Semipie Palma Cóndilo Dedo Equivalencias 1 4 4,8 5,3 6 8 12 24 48 96 1 1,2 1 4/3 1.1 1,5 5/4 2 5/3 2,75 2,5 5,5 5 11 10 22 20 1 9/8 1,5 2,25 4,5 9 18 1 4/3 1 2 1,5 4 3 8 6 16 12 1 2 4 8 1 2 4 1 2 STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 1 Sistemas metrológicos prerromanos... JUAN CARLOS CALVO GARCÍA ][ 39 3.2. Unidades de capacidad Las unidades de capacidad variaban según se usaran para líquidos o para áridos (grano) y sólidos, pero ambas escalas tenían en común la cótila, unidad fundamental (0,283 litros).Como hemos visto, derivan del sistema de la isla de Egina. TABLA 2: Unidades griegas para áridos Volumen litros Nombre 54,4 9,056 4,528 3,4 1,132 0,566 0,283 Mediano Hekteis Hemiecton Xous Quénice Sextario Cótila Equivalencias 1 6 12 16 48 96 192 1 2 2 2/3 8 16 32 1 1 1/3 4 8 16 1 3 6 12 1 2 4 1 2 1 1 4 6 1 1,5 1 TABLA 3: Unidades griegas para líquidos Volumen litros Nombre 40,72 20,37 3,396 1,698 0,283 0,07 0,047 Metreta Ánfora Khous Hemichoes Cótyla Oxibafos Ciata Equivalencias 1 2 12 24 144 566 864 1 6 12 72 288 432 1 2 12 48 72 1 6 24 36 Dentro de las unidades de capacidad directamente relacionadas con nuestro trabajo debemos destacar la cótila (0,283 l.) que, como hemos visto, es la base del sistema griego, siendo común para áridos y líquidos (Pellicer 1997: 90) e incluso dio nombre a una vasija para beber vino, que tenía ese volumen (Domínguez 1996: 20). Es destacable su valor como ración individual de consumo, equivalente a la «caña» de cerveza de nuestros días. 3.3. Unidades de peso Las unidades de peso eran poco usadas por los griegos, que, al igual que los romanos, preferían usar las de capacidad. Principalmente las utilizaban para la acuñación de moneda (Pellicer 1986: 32). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 40 ][ JUAN CARLOS CALVO GARCÍA Sistemas metrológicos prerromanos... TABLA 4: Unidades griegas para pesos Peso (grm) Nombre 26100 435 4,35 0,725 Talento Mina Dracma Óbolo 4. ESTADO Equivalencias 1 60 6000 36000 DE LA CUESTIÓN EN LA 1 100 600 1 6 1 PENÍNSULA IBÉRICA Los sistemas métricos usados en la Península Ibérica antes de la romanización están poco estudiados. En la mayoría de los casos se restringe a la publicación de los conjuntos de ponderales utilizados para pesar en balanzas, localizados en yacimientos arqueológicos, poblados y necrópolis. Aparte de estos trabajos, hay unos pocos artículos dedicados a las unidades de longitud y menos todavía a las de volumen, pero en todos ellos parece deducirse que desde los primeros momentos del desarrollo de la cultura ibérica, se tomaron modelos de origen griego o fenicio-púnico, debido al importante papel que jugaron estos pueblos en el desarrollo del proceso de iberización. 5. UNIDADES DE PESO Los estudios realizados hasta ahora sobre ponderales, identifican dos familias de sistemas de pesos en la Península Ibérica, uno de origen griego y otro tartésico-fenicio, a las que añadimos una nueva propuesta tras revisar los conjuntos publicados, el hispano-cartaginés. El primer sistema sería de origen griego y seguiría el patrón euboicoático, basado en la dracma de 4,36 gramos, y se extendería por la zona ibera de Levante. Ha sido identificado tras estudiar cinco conjuntos de ponderales del País Valenciano y Murcia, hallados en necrópolis y poblados y fechados entre los s. IV y III a.C. (Fletcher y Mata 1981). El segundo tendría origen tartésico-fenicio y estaría basado den el shekel fenicio de la ciudad de Tiro de 9,1 gramos, que a su vez procede del kite egipcio. Tendría su origen en el Sur Peninsular, de influencia tartésico-turdetana y se extendería a través de la Vía de la Plata, hasta la Meseta y la Celtiberia. Ha sido definido a partir del estudio de los conjuntos de ponderales del Santuario de Cancho Roano, en la provincia de Badajoz (García-Bellido 1999 y 2000). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 Sistemas metrológicos prerromanos... JUAN CARLOS CALVO GARCÍA ][ 41 Finalmente, propusimos la existencia de, por lo menos, otra familia de pesos en el levante peninsular, que estaría basada en el shekel cartaginés de 7,25 gramos, que a su vez procede de Siria, a donde llegó procedente del shaty egipcio de 7,6 gramos (Calvo 2005). Encontramos atestiguada esta unidad en la Península Ibérica en las acuñaciones hispano-cartaginesas de los bárcidas de finales del siglo III a. C., con monedas de plata de 3, 2, 1, 1/2 y 1/4 shekels (García-Bellido 1998: 276) y la hemos identificado también en dos conjuntos de ponderales de la Región Valenciana, uno procedente del Puntal del Llops, cerca de Valencia (Bonet y Mata 2002) y el otro de la necrópolis de Orleyl, en Vall d’Uxó, Castellón (Fletcher y Mata 1981), donde parece utilizarse una unidad de 43,5 gramos, que sería el séxtuplo de ese shekel DE 7,25 gramos, que aparece en las pesas más pequeñas (Figura 2). A similares conclusiones han llegado Grau y Moratalla (2003-2004) en su excelente estudio sobre ponderales de la Contestania. Figura 2. Ponderales de Orleyl (Vall d´Uxó) 6. UNIDADES DE LONGITUD Las unidades de longitud se han estudiado mediante el análisis de las medidas de elementos constructivos (adobes, sillares), dimensiones de estructuras (muros, habitaciones) y dimensiones de vasijas cerámicas (altura, diámetro máximo y del borde). En la zona ibera levantina aparentemente se usaban unas unidades de longitud basadas en el pie griego soloniano de 296 cm. Así, hay un estu- STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 42 ][ JUAN CARLOS CALVO GARCÍA Sistemas metrológicos prerromanos... dio del yacimiento de La Picola en Santa Pola (Alicante), de los siglos V y IV a. C. (Moret y Badie 1998: 53), en el que en los sillares de la muralla aparece un módulo constructivo que corresponde al pie griego de 29,6 cm. En la zona celtibérica de la Meseta y el Sistema Ibérico parece ser que habría un sistema de medida de longitudes autóctono, aunque siguiendo patrones antropométricos comunes a las familias mediterráneas, con un pie de unos 24 cm o algo mayor y un palmo 3/4 partes del anterior (unos 18 cm). El único estudio previo conocido es el de Leonard A. Curchin sobre las dimensiones de los adobes en tierras celtibéricas, que propone la existencia de un pie prerromano de unos 24 cm. (Curchin 2002: 248) y nosotros hemos podido identificar esta medida en adobes procedentes del yacimiento de Herrera de los Navarros (Zaragoza) y en las propias dimensiones de sus casas (Figura 3), que presentan módulos constructivos de 210 cm. (Burillo 1983:124), que equivalen a 9 pies de 24 cm. o 12 palmos de 18 cm. Así mismo, en las medidas de las vasijas procedentes de varios yacimientos celtibéricos, como Valmesón en Daroca (Burillo 1980: 109) o Segeda I, se repiten continuamente valores de 18 y 24 cm. y sus múltiplos, reforzando esta conclusión. Figura 3. Casa 1 de Herrera de los Navarros (Burillo 1983) STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 Sistemas metrológicos prerromanos... 7. UNIDADES JUAN CARLOS CALVO GARCÍA ][ 43 DE VOLUMEN Las unidades de volumen se estudian mediante el cálculo de la capacidad de los recipientes cerámicos, que presenta diversas dificultades. El método más simple y directo consiste en rellenar el recipiente con agua, arena o cualquier otro material y después verter el contenido en una probeta graduada. Para ello debemos manipular las piezas, lo cual siempre es difícil, puesto que no es normal la aparición de vasijas completas y raramente los museos y entidades depositarias conceden permiso para ello, y además comporta un riesgo real para la integridad de los recipientes. Un procedimiento no manipulativo consiste en calcular el volumen mediante fórmulas matemáticas, a partir de figuras geométricas sencillas, como pueden ser el cilindro, el tronco de cono o los segmentos esféricos. No necesita acceso a las piezas, sino únicamente sus medidas, pero sólo puede aplicarse a vasijas muy regulares en sus formas, como los kalathos y sus resultados son aproximados. En la Península Ibérica solamente tenemos el estudio realizado Gregorio Fernández (2000) sobre 115 kalathos del país valenciano, en el que calcula de forma aproximada el volumen de estos recipientes mediante fórmulas matemáticas. La conclusión del trabajo es que en la zona levantina se usaban medidas de capacidad intercambiables con las griegas, con la cótila como unidad básica, aunque maneja un valor de 0,273 litros frente al comúnmente aceptado de 0,283 litros (Pellicer 1997: 69). Para llevar a cabo nuestra investigación hemos desarrollado un método matemático que facilita enormemente los cálculos, al usar un programa informático especialmente diseñado para la ocasión. Nuestro método permite calcular la capacidad de una vasija a partir del dibujo de su perfil a cualquier escala. No precisa, por lo tanto, un acceso directo y material al objeto real, sino que es suficiente con un dibujo del mismo, siempre que vaya acompañado de la escala o de sus medidas para poder inferir esta última. Como estas condiciones se cumplen en la mayoría de publicaciones que se realizan sobre materiales arqueológicos, el método nos permite acceder a todos los especimenes que sean de nuestro interés en cualquier parte del mundo. Además, ni siquiera es necesario que se haya conservado la pieza completa, puesto que a partir de unos pocos fragmentos a menudo es posible dibujar su forma con bastante precisión. Sobre el interior del perfil se toman de 10 a 30 cotas de diámetro a intervalos regulares (dependiendo del tamaño y la forma) y estos datos se STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 44 ][ JUAN CARLOS CALVO GARCÍA Sistemas metrológicos prerromanos... introducen en un programa de elaboración propia, realizado sobre la hoja de cálculo Excel. Este programa divide el volumen en una suma de cilindros, obteniendo como resultado la capacidad total de la vasija, así como los parciales a distintas alturas. Esto nos permite valorar su volumen útil (que variará según el tipo de recipiente y su contenido), ya que un recipiente nunca se llena hasta el borde, pues se derramaría el contenido. Este método se ha aplicado a distintos conjuntos cerámicos con los resultados que vamos ver a continuación. 8. LAS CERÁMICAS DE SEGEDA I El primer conjunto que estudiamos fue el formado por las vasijas que aparecieron en el Área 3 de Segeda I, en la campaña de excavaciones del año 2001, bajo la dirección de Francisco Burillo. La ciudad celtibérica de Segeda se halla situada en los yacimientos vecinos del Poyo de Mara y Durón de Belmonte, en la ribera del río Perejiles, cerca de Calatayud (Zaragoza). El primero de los yacimientos nombrados —Poyo de Mara—, corresponde a la primera fase de ocupación de la ciudad, Segeda I, y el otro —Durón de Belmonte— a la segunda, Segeda II (Burillo 2006). Se trata de un conjunto cerrado de cerámica celtibérica, con una datación ante quem del año 153 a. C., correspondiente, por tanto, a los primeros contactos de los pueblos indígenas de las estribaciones del Sistema Ibérico con los romanos. Se estudiaron un total de 54 piezas, agrupándolas según una clasificación tipológica funcional, atendiendo a los diversos usos de los recipientes, estableciendo cuatro grandes grupos: vajilla de servicio, de mesa, de almacenaje y de cocina (Cano et alii, en prensa). De la mayoría de las piezas no se pueden extraer conclusiones respecto a la utilización de unidades estandarizadas de medida, excepto de aquellas dedicadas a funciones de almacenaje, que sí han proporcionado resultados muy interesantes, especialmente los kalathos y las grandes tinajas, como vamos a ver a continuación. 8.1. Los kalathos Hemos visto como uno de los principales problemas a la hora de calcular la capacidad de una vasija, es la determinación de lo que hemos llamado el volumen útil. En el caso de los kalathos esta cuestión se simplifica, puesto que por su forma regular y el uso que se les presupone —almacenaje de sustancias sólidas o semisólidas, como miel y compota de frutas—, pode- STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 Sistemas metrológicos prerromanos... JUAN CARLOS CALVO GARCÍA ][ 45 mos imaginar que se rellenaban hasta su mismo borde, tapándolo después con algún cuero o tela que se mantendría tenso al atarlo por debajo del reborde saliente, al modo de algunos botes de mermelada actuales. Se ha podido determinar el volumen de cinco de ellos, ya que el resto, hasta un total de 15, no presentaban un perfil completo (Cano et alii 2003). Estos cinco kalathos han proporcionado los siguientes resultados: – P114 y P127: Son kalathos de importación, de procedencia catalana, probablemente ampuritana. Son los más grandes, el P114 tiene un volumen de 11,756 litros y el P127 de 11,500 litros, si bien éste último es aproximado, puesto que los fragmentos conservados no dan el perfil completo, aunque se puede reconstruir con bastante exactitud. Figura 4. Kalathos P114 STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 46 ][ JUAN CARLOS CALVO GARCÍA Sistemas metrológicos prerromanos... Figura 5. Kalathos P127 – P121: De procedencia desconocida, pero probablemente de importación. Es una vasija de tamaño intermedio con un volumen de 7,220 litros. Figura 6. Kalathos P121 STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 Sistemas metrológicos prerromanos... JUAN CARLOS CALVO GARCÍA ][ 47 – P123 y 124: Son dos kalathos pequeños de producción local. Sus capacidades son 2,880 litros el P121 y de 1,762 litros el P123. Figura 7. Kalathos P123 Figura 8. Kalathos P124 STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 48 ][ JUAN CARLOS CALVO GARCÍA Sistemas metrológicos prerromanos... Al estudiar las relaciones existentes entre las distintas cantidades se han encontrado las siguientes proporciones. En primer lugar, los kalathos grandes P114 y P127 contienen exactamente cuatro pequeños del P123, como vemos en el siguiente cuadro: Pieza Volumen Proporción P114 P127 P123 11,756 l. 11,500 l. 2,880 l. 1 1 1/4 Por otro lado, el mediano P121 contiene exactamente cuatro pequeños del P124: Pieza Volumen Proporción P121 P124 7,220 l. 1,762 l. 1 1/4 Es decir, tenemos unas piezas mayores de importación, de diferentes procedencias y unas más pequeñas de producción local que son fracciones regulares de las anteriores con relación 1 a 4. Al observar estas proporciones nos planteamos la posibilidad de la existencia de una hipotética unidad métrica normalizada de capacidad. A pesar del diferente lugar de procedencia de las piezas, se ha encontrado un máximo común divisor de los volúmenes, obteniendo un resultado de 0,288 litros. Sobre esta unidad las capacidades obtenidas serían: P114 y P127: P121: P123: P124: 40 unidades 25 unidades 10 unidades 6,12 unidades Esta cifra (0,288 l.) se aproxima mucho, con un error del 1,7 % a la unidad de volumen griega llamada cótila, que es equivalente a la hémina romana y tiene un valor de 0,283 litros (Pellicer 1997). Podemos apreciar estos datos de forma global en la Figura 9. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 Sistemas metrológicos prerromanos... JUAN CARLOS CALVO GARCÍA ][ 49 VOLUMEN (l.) PROPORCIÓN UNIDADES 11.756 1 40 11.500 1 40 2.880 1/4 10 7.220 1 25 1.762 1/4 6.12 Figura 9. Capacidades de los Kalathos de Segeda I 8.2. Tinajas Son vasijas de gran tamaño, con una capacidad que oscila entre los 34 y los 50 litros. Presentan boca ancha, para poder extraer con facilidad los alimentos almacenados, probablemente grano. Su volumen útil habría que considerarlo hasta el mismo borde, que tendría algún tipo de tapadera — la P81 tiene el borde rebajado para encajarla)— para preservar el contenido. Se ha podido calcular la capacidad de tres de estas vasijas, las dos mayores de las cuales presentan un volumen coincidente con la gran medida griega para los áridos, el medimno de 54,4 litros (180 cótilas). Además, la pequeña tiene un volumen de 120 cótilas y un vaso caliciforme encontrado en conexión con estas tinajas y que podría utilizarse para extraer cantidades fijas de ellas, tiene una capacidad exacta de dos cótilas. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 50 ][ JUAN CARLOS CALVO GARCÍA Sistemas metrológicos prerromanos... Figura 10. Tinaja P81 8.3. Conclusiones de Segeda I La investigación realizada a partir de las piezas del área 3 de Segeda I, parece confirmar que en esta zona celtibérica, a mediados del siglo II a. C., se están usando unidades de origen greco-romano, por lo menos al manejar ciertos productos y tipos de recipientes de almacenaje. Así encontramos kalathos de importación con una capacidad estandarizada en cótilas griegas y además, piezas de producción local, que son fracciones exactas de los anteriores. Parece ser que en el manejo de un producto como la miel, sujeto a importantes intercambios comerciales, se ha producido una extensión de estas unidades mediterráneas desde la zona catalana y levantina. Estos hechos parecen indicar la utilización de estas unidades para el almacenaje de productos, pero otros indicios apuntan la existencia de unidades autóctonas anteriores que se utilizaban todavía en las raciones de consumo. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 Sistemas metrológicos prerromanos... 9. LAS JUAN CARLOS CALVO GARCÍA ][ 51 CERÁMICAS Y EL VINO En este capítulo vamos a estudiar varios conjuntos de vasijas relacionadas con el consumo de vino y los rituales que lo acompañan. El interés por el tema viene dado por el hecho de que en Segeda I ha aparecido en el transcurso de las excavaciones un lagar para la elaboración de vino, que es único en la zona norte peninsular. A raíz de este descubrimiento se está desarrollando una nueva línea de investigación sobre los modelos culturales y rituales desarrollados en relación en la cultura del vino en las sociedades indígenas prerromanas. Es el proyecto Segeda Vitivinícola dentro del cual, a modo de avance, se presentan los resultados obtenidos al aplicar el estudio de capacidades a diversos conjuntos de recipientes cerámicos relacionados con el vino, procedentes de diversos ámbitos culturales ibéricos, con la intención de aportar información sobre los patrones de consumo de esta bebida. 9.1. Conjunto de cerámica griega de Orleyl Está formado por una crátera ática de figuras rojas, una patera y un kilix de barniz negro y procede de la sepultura II de la necrópolis de Punta de Orleyl, en Vall d’Uxó, Valencia, con una cronología de mitad del siglo IV a. C (Blánquez y Rouillard 1998: 121 y 263). La crátera ha sido reutilizada como urna funeraria, en una función ajena a su uso original para mezclar el vino. La patera servía de tapa y el ajuar se completaba con un kilix o copa ática, un juego de ponderales —estudiado en el capítulo dedicado a los pesos como perteneciente a un sistema hipano-cartaginés—, el platillo de una balanza y tres plomos inscritos. Estos materiales permiten adscribir la tumba a un comerciante, enterrado con los símbolos de su oficio. Nos encontramos ante un conjunto completo en el que se mezclaba el vino en la crátera y se bebía en el kilix. La capacidad del kilix es de una cótila, que es la ración individual de vino en el mundo griego. La crátera tiene 22,6 cótilas, es decir casi 24 raciones. La patera asociada tiene unas cuatro cótilas, pero no se usaba para beber. 9.2. Conjuntos de la custodia de Viana Los conjuntos que vamos a analizar a continuación proceden del yacimiento de la Custodia de Viana, que corresponde a la ciudad indígena de Uaracos, situada en las proximidades de Logroño, pero en la margen izquierda del Ebro. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 52 ][ JUAN CARLOS CALVO GARCÍA Sistemas metrológicos prerromanos... Su cronología es de principios del siglo I a. C. y pertenece a la etnia de los Berones, asimilable a los celtíberos o muy próxima a ellos (Burillo 1998: 182). El primer conjunto está formado por una crátera para mezclar el vino, con una capacidad de 3460 cm3, un cuenco para beberlo (160 cm3) y un cazo (156,82 cm3) para servirlo, formando un juego completo. El segundo consta de una crátera, muy similar a la anterior, tanto en forma, como en dimensiones y capacidad (3683 cm3); y de un cazo (160 cm3). En el ámbito berón se observa un patrón de consumo similar al griego, pero a una escala menor. Tenemos dos cráteras de unos 3700 cm3 y dos cazos asociados a ellas de unos 160 cm3. Si suponemos que cada cazo es una ración individual, obtendríamos unas 24 raciones de cada crátera, como en el caso griego. Sin embargo, la ración es un poco más de la mitad que la griega, quizá debido a que se rebajaba menos el vino. Estos datos nos permiten sugerir la existencia de una unidad de volumen en este ámbito de unos 160 cm3, pero serán necesarios más datos para confirmarlo y ver si se extiende al resto del territorio celtibérico, labor pendiente para la tesis doctoral. 9.3. Las necrópolis Vacceas Finalmente se estudiaron conjuntos cerámicos relacionados con el vino procedentes de los ajuares de dos importantes necrópolis vacceas. Se trata de la necrópolis de Palenzuela en la provincia de Palencia, con una cronología del siglo I a. C. y de la de Las Ruedas, localizada en Padilla de Duero (Valladolid) y perteneciente a la ciudad vaccea de Pintia, datada en los siglos III-II a.C. Sin embargo, hay que señalar que en la zona vaccea no ha sido posible extraer conclusiones debido a la gran dispersión de los valores obtenidos. 10. CONCLUSIONES A lo largo del trabajo hemos podido comprobar como en todo el ámbito mediterráneo se generaron unos sistemas metrológicos de carácter antropométrico, es decir, basados en las dimensiones del hombre —pie, palmo—, que forman una familia común pues se hallan relacionados entre sí por motivos comerciales, culturales y de conquista. Con la llegada de estas culturas hasta la Península Ibérica, a través de intercambios comerciales primero y por conquista más tarde, se introdujeron los sistemas de medidas entre los pueblos indígenas, que los adaptaron a sus propias realidades sociales y culturales. Entre las influencias más importantes hay que destacar las fenicias, sobre todo en el sur peninsular, STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 Sistemas metrológicos prerromanos... JUAN CARLOS CALVO GARCÍA ][ 53 y las griegas, en el levante, jugando ambas un papel decisivo en el proceso de desarrollo de la cultura ibera. Más adelante, la conquista por parte de Roma supondrá el fin de las sociedades indígenas, en un largo proceso de romanización que abarcará varios siglos y que tendrá como resultado la uniformidad cultural del territorio ibérico. El estudio combinado de las unidades de peso, longitud y volumen parece sugerir la existencia por lo menos tres grandes áreas con respecto a los sistemas metrológicos en la península. La primera, el área levantina, comprendería la zona ibera de Levante y Cataluña, que penetra por el valle del Ebro hasta el interior, en contacto con la Celtiberia. En esta zona tendríamos un sistema de tipo griego, con pesos basados en la dracma eubóica, longitudes en el pie griego y unidades de volumen probablemente también griegas, basadas en la cótila. Las unidades de volumen de tipo griego-romano parecen haber sido adoptadas, al menos parcialmente, en la zona celtíbera próxima al valle del Ebro en fechas tempranas de la romanización, como es el caso de Segeda, a mediados del siglo II a. C. Sin embargo, en esta zona proponemos la coexistencia de otro sistema de pesos de origen cartaginés, basado en el shekel púnico de 7,25 gramos, cuya influencia podría alcanzar la zona celtíbera próxima al valle del Ebro. La segunda área comprendería la zona suroeste peninsular, de influencia tartésica, con pesos de origen fenicios, basados en el shekel de 9,1 gramos, que se extienden por la Vía de la Plata hasta la zona vaccea, berona y la Celtiberia. Finalmente, tendríamos el área central, un gran territorio intermedio que recibe influencias cruzadas de los dos anteriores y que se ubica en la zona central de la península, abarcando la Meseta y la Celtiberia. En esta región encontramos sistemas de pesos de origen fenicio-tartésico, que llegan desde el sur y, probablemente otros de origen cartaginés, que llegan desde levante. Las unidades de longitud parecen estar basadas en un pie autóctono de unos 24 centímetros, con un palmo de unos 16 cm como unidad menor bastante extendido por toda la Celtiberia. En cuanto a las unidades de volumen, como hemos visto en el caso de Segeda, ya en el siglo II a. C. se están adoptando medidas de origen greco-romano como resultado de llegada de los romanos al valle del Ebro. Pero en otras zonas, como en el área vaccea y berona, se mantienen unidades autóctonas que están siendo objeto de investigación en nuestra tesis doctoral. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 54 ][ JUAN CARLOS CALVO GARCÍA Sistemas metrológicos prerromanos... 11. BIBLIOGRAFÍA BLÁNQUEZ, J. y ROUILLARD, P., 1998, «El vaso griego en los ritos funerarios» en Los iberos, príncipes de Occidente, Barcelona, Fundación La Caixa, pp. 121-123 y 263-265. BONET ROSADO, H. y MATA, C., 2002, El «Puntal dels Llops», un fortín edetano, Valencia, Diputación. 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Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 35-55 APLICACIÓN DE LOS SIG AL ESTUDIO DEL TERRITORIO DE SEGEDA Application of the GIS to the Study of Segeda’s Territory Raúl LÓPEZ ROMERO1 Universidad de Zaragoza/Centro de Estudios Celtibéricos de Segeda Resumen El desarrollo de la denominada Arqueología Espacial siempre se ha encontrado muy influida por los estudios geográficos, puesto que nunca ha dudado en recoger las teorías, conceptos y herramientas desarrolladas por la geografía para aplicarlos en el análisis e investigación de un territorio habitado en el pasado. En este caso mostramos una serie de aplicaciones y análisis realizados para el estudio del territorio rural de la ciudad-estado de Segeda utilizando los Sistemas de Información Geográfica como herramienta de apoyo a la investigación arqueológica de un territorio. Palabras clave: arqueología espacial, sistemas de información geográfica (SIG), celtiberos, Segeda, Aragón. Abstract The development of Spatial Archaeology has always been quite influenced by geographical studies, since it has never hesitated to adopt the theories, concepts and tools developed by Geography in order to investigate a territory inhabited in the past. In this paper several of these approaches are presented. They have been carried out during the analysis of the rural territory of the town-state of Segeda, using Geographical Information Systems as a supporting tool in the archaeological research of a territory. Key words: spatial archaelogy, geographical information systems (GIS), celtiberians, Segeda, Aragon. 1. Becario FPU del Departamento Ciencias de la Antigüedad, Universidad de Zaragoza. Investigador del Grupo de Excelencia Hiberus (Gobierno de Aragón), del Centro de Estudios Celtibéricos de Segeda y del Seminario de Arqueología y Etnología Turolense. Correo electrónico: [email protected] Fecha de recepción del artículo: 22 de septiembre de 2006. Fecha de aceptación: 22 de noviembre de 2006. Versión final: febrero de 2007. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 58 ][ RAÚL LÓPEZ ROMERO Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda 1. INTRODUCCIÓN El artículo presentado es un resumen del trabajo defendido para la obtención del Diploma de Estudios Avanzados en septiembre del 2005 dentro del programa de doctorado «Nuevas Tendencias en la Investigación Prehistórica» del departamento de Ciencias de la Antigüedad de la Universidad de Zaragoza, y realizado bajo la dirección del profesor Francisco Burillo Mozota. La temática de este trabajo se debe encuadrar dentro de los estudios que se están realizando en el Proyecto Segeda cuyo objetivo principal es el estudio de la ciudad-estado celtibérica de Segeda y su territorio2. Las diferentes investigaciones realizadas en el yacimiento de Segeda han ofrecido numerosos datos de interés para conocer la realidad histórica de este territorio en el momento anterior a la llegada de Roma. Estos trabajos nos han mostrado que existía una frontera económica y cultural entre la denominada Celtiberia Citerior y la Celtiberia Ulterior, afirmación confirmada por los datos ofrecidos por los trabajos arqueológicos que actualmente se están llevando a cabo, ya que destaca la ausencia en la Celtiberia Ulterior de una serie de elementos culturales y económicos para la etapa anterior al 153 a.C., como va a ser la acuñación de moneda, el cultivo de vid o las importaciones de productos de lujo, caso de la cerámica campaniense y las ánforas grecoitálicas, productos relacionados con el comercio de vino itálico. Unos elementos que si se localizan en la vecina Celtiberia Citerior, lo que nos indica claramente que Roma había establecido una frontera político-militar en la cara Este del Sistema Ibérico, que había tenido su consiguiente influencia económica (Burillo et alii, en prensa). Además, la ciudad de Segeda fue una de las ciudades de la Celtiberia Citerior que acuñe tanto moneda de bronce como de plata. Una moneda de plata que por su alto valor y por la escasez de sus hallazgos va a indicar que no fue utilizada para su uso rutinario o de mercadeo como la de bronce sino seguramente para pagar una fiscalización a Roma. De este modo, la ciudad celtibérica de Segeda se va a ver obligada a aumentar la presión fiscal sobre el territorio rural, es decir, sobre los pequeños castros agropecuarios y mineros de su territorio. Ello demuestra que este núcleo urbano celtibérico, 2. Este trabajo se ha realizado gracias a la concesión de una beca de Formación de Profesorado Universitario (FPU) por parte del Ministerio de Educación y Ciencia y gracias al apoyo del Proyecto I+D: HUM 2005-03369/HIST financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia y los fondos FEDER. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda RAÚL LÓPEZ ROMERO ][ 59 por diversas razones, debió ejercer un dominio y jerarquización sobre su comunidad natural, lo que le llevó a controlar un extenso territorio rural con el cual mantendría una serie de relaciones recíprocas socio-económicas conducentes a la formación de un sistema estatal que se vería roto con la llegada y conquista de estos territorios por Roma (Burillo, 1998). La formación del estado segedense tuvo que experimentar una serie de procesos evolutivos en el territorio desde el Bronce Final, que posibilitaría la paulatina formación de una jefatura territorial en Segeda que culminará con el enfrentamiento con Roma en el año 154 a.C. y que marcaría el declive y final de esta ciudad-estado, en su ubicación en el Poyo de Mara, y de la aparición de un nuevo paisaje político, con desplazamiento de la ciudad al inmediato Durón de Belmonte de Gracián. Estos estudios se han visto cercenados por el vacío en el conocimiento del territorio rural circundante a la ciudad de Segeda. La necesidad de Figura 1. Mapa del territorio analizado STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 60 ][ RAÚL LÓPEZ ROMERO Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda cubrir ese vacío, dio lugar al ofrecimiento por parte del director del Proyecto de Segeda, Francisco Burillo, de realizar un análisis de la evolución histórica del territorio de Segeda desde su etapa de formación hasta la etapa de interacción con Roma con el fin de buscar aclarar como afectó estos importantes cambios históricos en el entorno rural celtibérico. Si bien, el territorio sobre el que se está aplicando la investigación de nuestra tesis doctoral es bastante mayor, en este primer avance de investigación nos centramos en un rectángulo de 37,1 km x 42,1 km, (1561,91 km2) en torno al yacimiento de Segeda (Mara-Belmonte de Gracián, Zaragoza). Esto fue debido a que con este estudio buscábamos, por un lado, un primer acercamiento al conocimiento del territorio rural de la ciudad de Segeda y, por otro, acercarnos a las posibilidades de apoyo que nos ofrecían las herramientas de los Sistemas de Información Geográfica para los estudios territoriales arqueológicos. De este modo, los límites del territorio seleccionado se centró especialmente en la comarca de Calatayud. Zona que destacará por encontrarse en un terreno orográficamente muy escarpado con fuertes cortes o saltos producidos por el paso del río Jalón que durante años se ha ido encajonando en el terreno. Históricamente nos encontramos ante una zona de paso del Valle del Ebro a la Meseta Castellana y Levante, a través del Jiloca. Una encrucijada de caminos, que en la actualidad se manifiesta por vías de comunicación tan importantes como la Autovía A-II que une Madrid con Barcelona y la línea de AVE Madrid-Lleida. 2. PROCESO DE TRABAJO Es evidente, que para el desarrollo del estudio de un territorio de una sociedad pretérita es necesario realizar un reconocimiento de los datos existentes para su posterior análisis. Al igual que en otras disciplinas de las ciencias sociales es imprescindible una recogida y preparación exhaustiva de los datos, que darán paso a su posterior análisis e interpretación. De este modo, cualquier proyecto arqueológico de análisis de un territorio viene precedido de una fase de prospección y recogida de datos en la zona designada para la investigación. En el territorio a estudio tuvimos la fortuna en la elaboración de la Carta Arqueológica de Calatayud (Burillo, en prensa). Estos trabajos de inventario, catalogación y hallazgo de evidencias arqueológicas en la comarca bilbilitana se iniciaron a finales de los años 80, siguiendo los cri- STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda RAÚL LÓPEZ ROMERO ][ 61 terios metodológicos desarrollados por el equipo dirigido por Francisco Burillo, que a través del Seminario de Arqueología y Etnología Turolense (S.A.E.T.) empezó a realizar a finales en esta década las prospecciones en las comarcas de Daroca, Cuencas Mineras, La Litera y Calatayud, trabajos encuadrados dentro de la Carta Arqueológica de Aragón (C.A.A.)3. En la comarca bilbilitana se llegó a prospectar la mayor parte del territorio, sin embargo, la paralización de la misma no permitió que se finalizasen los trabajos (Burillo et alii, 1993). Posteriormente el Centro de Estudios Celtibéricos de Segeda (C.E.C.S.), también bajo la dirección de F. Burillo, recogerá en el año 2004 el testigo de estos trabajos pero sólo aplicado a la comarca de Calatayud, limitándose a los términos municipales que se encontraban aún sin prospectar o que no se habían completado en su totalidad, siendo finalizados estos trabajos en el siguiente año. El extenso territorio de estudio y la indefinición de una frontera, llevó a considerar esencial para el desarrollo de nuestra investigación la aplicación de los Sistemas Informáticos Geográficos (S.I.G.), no solamente por las altas capacidades que suelen tener estas herramientas informáticas para integrar y gestionar con bases de datos toda la información arqueológica recogida del territorio, sino también por las capacidades de edición y diseño asistido de los datos, pero sobre todo por las grandes posibilidades de análisis y de obtención de nueva información que esta herramienta nos permite obtener del territorio a estudio (Bermúdez, 2000), tal y como han demostrado otros autores en el estudio de la evolución histórica de un territorio como Ignacio Grau (2002) en la Contestania Ibérica o Parcero Oubiña (2002) en su análisis de la evolución de la edad del Hierro en el Noreste peninsular. 2.1. Documentación cartográfica digital. Modelizar la realidad La aplicación de las herramientas SIG en los estudios territoriales arqueológicos va a depender en gran medida de los datos digitales cartográficos que podamos manejar. Estos son la materia prima que modelan estas herramientas informáticas convirtiéndose en la base para la abstracción y repre- 3. La Carta Arqueológica de Aragón quedó interrumpida, sin terminar de completarse, pero llegó a reconocer más de 7000 km2 y localizó cerca de 1900 yacimientos a los que hay que sumar el inventario de 5000 yacimientos conocidos. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 62 ][ RAÚL LÓPEZ ROMERO Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda sentación del mundo real, es decir, el modelo sobre el que vamos a aplicar nuestros análisis. Los SIG se distinguen de otros Sistemas de Información por trabajar con Información Geográfica, por ello es indispensable conocer la naturaleza de estos datos, dado que la información geográfica tiene unas características propias que obligatoriamente tenemos que conocer previamente al manejo de cualquier SIG debido a que de la calidad y resolución de ésta dependerán los resultados finales obtenidos. 2.2. Cartografía vectorial Este tipo de abstracción de la realidad se basa en considerar que existen unidades individualizadas en el espacio geográfico en tanto que poseen determinadas propiedades de entidades del mundo real. Estas pueden ser naturales (un río, un lago, etc.) o artificiales (una carretera, un polígono industrial, etc.). La representación de esas entidades se realiza por medio de los elementos geográficos básicos que son los puntos, las líneas y los polígonos utilizados en la cartografía tradicional. Los puntos se definen por sus coordenadas (x, y), según el sistema de coordenadas cartesianas, las líneas o polilíneas por una sucesión de puntos y los polígonos son polilíneas cerradas, es decir, que la coordenada del primer y último punto son las mismas. A cada una de estas entidades se le da un identificador. En los modelos vectoriales, la aproximación a la realidad, difiere de la raster porque la individualización de las unidades espaciales se realiza en base a propiedades para posteriormente medir la localización de las unidades resultantes. Para realizar nuestra investigación la cartografía vectorial de la que hemos dispuesto será básicamente: Curvas de nivel. Son elementos polilineales. Se ha contado con curvas de nivel del territorio a diferente escala dependiendo de la superficie del territorio a analizar. Para el estudio macroespacial se han utilizado curvas de nivel a escala 1:25000. Estos datos provienen de la digitalización de los mapas de la serie 25000 del IGN, donde las distancias entre curvas equivalen a 10 metros. Para análisis semiespaciales de yacimientos específicos contamos con curvas de nivel a 1:5000 del Ministerio de Agricultura (SIGPAC), donde la equidistancia de la curva equivaldrá a 5 m, consiguiendo una resolución más detallada del terreno (1 x 1 m). Por último, como ejemplo de los microanálisis de yacimientos hemos tenido la posibilidad de contar para el yacimiento de Segeda I con curvas de nivel a escala 1:500, con una equidistancia entre cada curva de 0,5 metros. Datos procedentes STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda RAÚL LÓPEZ ROMERO ][ 63 de un vuelo fotográfico realizado específicamente sobre el yacimiento de Segeda I por encargo de la Dirección General de Patrimonio. Figura 2. Ejemplo de la calidad de cada tipo de curvas. A la izquierda curvas a escala 1:25000, a la derecha a escala 1:5000 Hidrografía: Polilíneas. Se ha tenido acceso a varios tipos. Por un lado los obtenidos de la Confedeeración Hidrográfica del Ebro a escala 1:50.000 de toda la cuenca del Ebro. Además se contaba con la digitalización de la capa de los ríos a escala de 1:25.000 y a 1:10.000. Usos del suelo: Polígonos. Del mismo modo, hemos utilizado los usos del suelo a escala 1:100.000 procedentes del Ministerio de Agricultura. Estos usos del suelo fueron obtenidos a partir de imágenes de satélite. Para simplificar su uso los hemos reclasificado en cuatro categorías dependiendo de la idoneidad de los suelos para los cultivos agrícolas (clasificados en: Muy Buenos, Buenos, Regular y Malos), siguiendo la clasificación utilizada en la Carta Arqueológica de Aragón (Burillo et alii, 1993) Yacimientos arqueológicos. Puntos y polígonos. Son el elemento esencial del trabajo. Los datos de localización de los yacimientos fueron tomados, como hemos indicado más arriba, del proyecto de Carta Arqueológica de Aragón desarrollado por el Seminario de Arqueología y Etnología Turolense (SAET) durante los años 90, trabajo continuado por el Centro de Estudios Celtibéricos de Segeda (CECS) en el año 2004. Dado que el origen de los datos de campo era de diferentes autores la localización ha sido desigual, teniendo que ser las coordenadas revisadas mediante ortofoto georreferenciada. Además los restos arqueológicos sin límites bien definidos han sido referenciados con un punto que representaba una coordenada central del yacimiento. En los que se ha podido definir el perímetro arqueológico han STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 64 ][ RAÚL LÓPEZ ROMERO Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda sido delimitados con un polígono. La coordenada de estos será tomada del centroide del polígono. De este modo conseguimos mejoras sustanciales en el análisis, por ejemplo nos permite obtener mejores cálculos de las visibilidades, ya que se tiene en cuenta todas las posiciones posibles sobre cada asentamiento. Otros datos vectoriales utilizados serían los límites de los términos municipales, de las provincias y de las CC.AA. 2.3. Cartografía raster En la cartografía raster la individualización de las unidades se realiza atendiendo a un criterio posicional, o lo que es lo mismo, su localización en el espacio. Los SIG que utilizan para abstraer el territorio el método raster son aquellos que trabajan con unidades artificiales que se van a corresponder con celdas de igual tamaño y forma, obtenidas mediante la superposición de una malla regular sobre el área de estudio. El espacio enmarcado por cada una de esas celdas constituye la unidad de observación para la que se recoge, en distintas capas, la información temática que necesitamos para su estudio (la vegetación, hidrología, tipos de suelos, etc.). De este modo, podremos seleccionar cualquiera de esas celdas y conocer qué tipo de objeto existe en la porción de espacio que representa esa celda (tipo de vegetación, hidrología o suelo hay en esa celda). El hecho de que las distintas capas que utilicemos tengan la misma distribución regular de celdas hace que se ajusten sin ningún problema, lo que llamaríamos ajuste perfecto, lo que facilitará las operaciones de superposición de mapas, y por ende de diversos análisis. Los sistemas basados en el método raster centran la atención en la componente temática, ya que los límites de las celdas son artificiales, estando sobreimpuestas a la realidad. Sobre los datos raster utilizados tenemos que diferenciar las ortofotos cedidas y los datos generados a partir de la documentación vectorial. De los primeros hemos tenido en cuenta: 1. Ortofotos a escala 1:10000, en escala de grises, realizadas durante los años 1999 y 2000. Su origen proviene de los vuelos del Ministerio de Agricultura para la realización del SIG oleícola y traspasados al Gobierno de Aragón quien a su vez las facilitó al proyecto Carta Arqueológica de Aragón. Tienen una buena escala para trabajos territoriales. Se puede usar como base cartográfica y para el reconocimiento aéreo del terreno. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda RAÚL LÓPEZ ROMERO ][ 65 2. Ortofotos a color a escala 1:5000, utilizados para trabajos intra-site e incluso microprospecciones, realizadas por el Ministerio de Agricultura y la DGA para el control de cultivos, y la actualización del catastro rural (SIGPAC). Figura 3. Ejemplo de ortofotos de la hoja 437 a diferentes escalas de resolución. La imagen de la izquierda a 1:5000, la de la derecha a 1:10.000 Por último, se ha tenido acceso al vuelo experimental realizado sobre el yacimiento de Segeda I, a escala 1:500, bajo el patrocinio de la Dirección General de Patrimonio de la DGA, idóneo para microanálisis territoriales. Acerca de los datos raster generados tenemos que hablar únicamente de los MDT (Modelo Digital del Terreno), generados a partir de las curvas de nivel vectorizadas, sobre los que se realizaron los diferentes análisis. 3. ANÁLISIS DEL TERRITORIO DE LA CIUDAD-ESTADO DE SEGEDA La función básica de un SIG es la construcción de análisis y operaciones espaciales, asociar y relacionar datos y modelar fenómenos geográficos. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 66 ][ RAÚL LÓPEZ ROMERO Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda Con ello podremos efectuar diferentes análisis, operaciones o cálculos que tradicionalmente se habían realizado manualmente con la consecuente dificultad y coste de tiempo. Durante nuestro trabajo se elaboraron diferentes cálculos y operaciones que precisaron de unos datos adecuados y estructurados, así como el conocimiento del funcionamiento de los módulos aplicados y de la naturaleza del programa. La intención de esta parte del trabajo no fue llegar a conclusiones finales definitivas, sino explorar las posibilidades que nos ofrecen las herramientas SIG como apoyo a la investigación del territorio en su dinámica histórica. Este proceso necesitó de la conversión de los datos en información válida para conocer la evolución histórica del territorio a estudio. Los análisis y cálculos efectuados son múltiples, entre ellos debemos destacar la generación de mapas temáticos, combinaciones entre mapas, búsqueda y selección de determinados atributos, cómputo de medidas (distancia, área, perímetros, volúmenes, etc.), análisis estadísticos espaciales, realización de cálculos personalizados, Modelos Digitales del Terreno y derivados de éstos como cálculo de visibilidad, pendiente, intensidad solar, isócronas, energía de cauces, etc. Lógicamente el trabajo inicial fue el trasvase de la información arqueológica del territorio de estudio a formato digital. Para ello se trasladaron los datos más importantes a una tabla relacional donde se hacía mención de los siguientes campos: el topónimo del yacimiento, término municipal, ubicación en coordenadas UTM, altitud máxima y cronología del yacimiento. Los yacimientos seleccionados eran todos los conocidos en el territorio a estudio desde la Edad del Bronce hasta los momentos finales del Hierro II. De este modo los análisis realizados permitirán ver, grosso modo, la evolución de la estructura poblacional desde el inicio del doblamiento estable hasta la inmediata llegada de Roma. En total se ha manejado 77 yacimientos, subdivididos en tres periodos generales como son la Edad del Bronce, Hierro I y Hierro II. La capa creada de yacimientos necesitaba de un modelo de la realidad, es decir, la representación digital del relieve del territorio a estudio. Esta representación se realizó con un Modelo Digital del Terreno (MDT) construido mediante curvas de nivel a una equidistancia de 10 m, digitalizadas de los mapas del IGN 1:25.000. Existió la posibilidad de crearlo a partir de curvas a distancia de 5 m (escala 1:5.000). No obstante, diversos ensayos mostraban que para los análisis y cálculos que se iban a aplicar los resul- STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda RAÚL LÓPEZ ROMERO ][ 67 Figura 4. MDT y yacimientos arqueológicos de la zona a estudio tados finales obtenidos eran muy similares y las diferencias casi imperceptibles, pero el tiempo de cálculo era considerablemente mayor, por ello decidimos utilizar este MDT para otro tipo de análisis más detallado como será el microespacial. Sobre este Modelo Digital de Elevaciones se han sobrepuesto diferentes ortofotos del terreno, a escala 1:5.000 y 1:10.000, georreferenciadas en coordenadas UTM, lo que posibilitó que se acoplasen perfectamente estas ortofotos con el MDT y la capa de yacimientos. Así obtuvimos una representación conjunta del territorio, muy aproximada a la realidad. Algunos STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 68 ][ RAÚL LÓPEZ ROMERO Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda programas SIG nos permiten realizar con los MDT representaciones 3D de nuestro territorio a estudio obteniendo resultados finales de gran calidad, no sólo para la comprensión de los análisis u operaciones realizadas sino para su difusión y divulgación. La introducción de nuevas capas de información o de la combinación de estas aumentaron considerablemente las posibilidades de un SIG. De este modo, a esta primera fase de preparación de la base digital de los datos se van a incorporar otras capas de información territorial como la hidrología, los usos del suelo, etc. con la cual conseguiremos un modelo aproximativo del territorio a analizar. 3.1. Los SIG como herramienta para el estudio del territorio del yacimiento de Segeda 3.1.1. Análisis de la variable de la «distancia de los yacimientos al agua» La intención de este análisis es dar a conocer la distancia y acceso de los distintos asentamientos a los recursos hídricos de la zona. Los SIG actuales nos permiten mejorar la toma de datos de las relaciones entre la hidrología y los diferentes asentamientos, otorgándonos nuevos datos que pueden mejorar las investigaciones de un territorio histórico. El estudio de esta variable busca conocer la distancia existente de cada yacimiento con respecto a un curso hídrico de caudal continuo, el cual permitiría no sólo el abastecimiento estable de agua a los habitantes del asentamiento sino también al ganado. Del mismo modo la cercanía a estos cauces permitiría la explotación de los suelos aluviales posibilitando el cultivo de determinadas especies. Además en esta zona del Sistema Ibérico, los ríos se convierten en caminos naturales por donde discurrirán las rutas comerciales a media y gran escala, no sólo entre los asentamientos más cercanos, sino a su vez con otras regiones próximas. Para la realización del análisis fue necesario la reclasificación de la capa hidrográfica según el caudal de los ríos y barrancos, dividiéndolos en cinco grupos, de menor a mayor categoría dependiendo de su caudal (fig 5). El análisis practicado se basó en la aplicación de dos variables sobre cada grupo de yacimientos arqueológicos. La primera el estudio de la distancia existente de cada asentamiento a los cursos de agua continuos (grupos 3, 4 y 5). La segunda la accesibilidad de los asentamientos a cualquier punto de agua, como serían tanto los ríos como barrancos y cauces de bajo caudal, por lo que se decidió analizar la distancia a los grupos 1 y 2. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda RAÚL LÓPEZ ROMERO ][ 69 Figura 5. Mapa de ríos y altitud, reclasificada. En el grupo 1, y 2 se clasificaron los barrancos estacionales, los arroyos y los ríos de bajo caudad. En los grupos 3, 4 y 5, los ríos de caudal medio, los de caudal medio-alto y los de caudal alto. FUENTE: Confederación Hidrográfica del Ebro Los resultados obtenidos nos mostraros como los emplazamientos de la Edad del Bronce, que se encontraban en su mayoría a más de 1,5 km de distancia de los cursos fluviales, no tienen como prioridad la cercanía a los cauces fluviales principales, sino que en la elección de los asentamientos van a predominar otras variables. Frente a esto los asentamientos del Hierro II muestran una elección del lugar siempre próximos a estos cursos fluviales continuos, siendo su distancia normalmente menor de los 500 m, lo que indica una intención clara de ubicarse cerca de los ríos con fines agrícolas y comerciales aprovechando los valles fluviales como rutas naturales. Aspecto ya observado por Burillo (1981) en su estudio del poblamiento del río Huerva. En general, podemos indicar que la ubicación de los asentamientos de la zona ha ido paulatinamente cambiando según han variado los intereses socioeconómicos, creándose un nuevo paisaje en que la proximidad a los valles fluviales va ganando importancia como variable para la ubicación de los asentamientos. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 70 ][ RAÚL LÓPEZ ROMERO Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda 3.1.2. Análisis de las variables de la altitud y visibilidad Este segundo análisis se ocupará del estudio del dominio visual que tiene cada uno de los yacimientos sobre su entorno más próximo. Es un método aplicado numerosas veces, ya que los puntos elevados suele ser una variable importante para la selección del emplazamiento de los yacimientos, debido a que esta ubicación en alto posibilitaría la defensa natural del asentamiento, pero también la vigilancia y defensa del territorio próximo, como la intercomunicación entre asentamientos que posibilitaría la creación de una cuenca visual acumulativa que controlase en su totalidad un extenso territorio. Las herramientas SIG han facilitado estos cálculos, posibilitando la obtención de numerosos análisis sobre morfología de un yacimiento y su entorno circundante de una forma fácil, rápida y con una relación tiempo-coste muy positiva. Estos sistemas nos permitirán análisis tan variados como la obtención de la cota de un determinado punto, la media de altura de un radio determinado, la cuenca visual de un yacimiento, cálculos de intervisibilidades, etc. En este caso sólo analizamos los yacimientos del Hierro II debido a que eran el conjunto más grande, permitiéndonos una amplia variedad de datos. Además en muchos de ellos se pudo precisar su cronología y diferencias de tamaño-rango, diferenciando ciudades de lo que serían poblados rurales o casas de labor lo cual nos permite realizar comparaciones entre ellos. a) Altitud relativa o porcentaje de dominio visual La altitud relativa o porcentaje de dominio visual no corresponde con una preponderancia visual, sino que analiza en qué medida un determinado asentamiento ocupa un punto elevado con respecto a su entorno próximo. De este modo, aunque conocemos que la mayoría de los asentamientos se encuentran en una posición elevada (sobre cerros testigos, laderas, escarpes, etc.), podremos matizar en que medida variará esta elevación en cada caso, pero también ver cuales son los que se sitúan más por encima de su entorno o si esta posición dominante es algo ceñido únicamente al territorio inmediato. Este cálculo se basa en la resta de la altitud máxima del yacimiento por la media del entorno, donde se encuentra situado, en un radio determinado (en este caso se realizarían sobre radios de 800 y 3000 m.) El resultado obtenido será la diferencia existente entre la cota de cada asentamiento con respecto a su entorno. Estos podrán ser valorados de forma binaria, sien- STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda RAÚL LÓPEZ ROMERO ][ 71 do los valores positivos indicativo de un predominio de la altura del yacimiento con respecto a su entorno, es decir, el yacimiento sobresale posibilitando una buena visibilidad, por el contrario los resultados negativos indicaran que ocupa una posición relativamente baja. Sin embargo, aunque los resultados serían evidentes, podrían ser bastante engañosos porque dos asentamientos pueden tener una altitud media similar, pero su posición relativa con respecto al entorno puede ser muy diferente, como se observa en el cuadro n.º 1. CUADRO 1. Utilizando la fórmula del yacimiento–media de altitud del entorno, se puede establecer el dominio visual de un asentamiento sobre su entorno Dominio = (Altitud máxima – Media del entorno) / Media del entorno Ej: (1010 – 990) / 990 = 0,022 (905 – 910) / 910 = - 0,0054 (Sobre el entorno) (Por debajo del entorno) FUENTE: Parcero Oubiña, 2002. Para estandarizar estas posibles desviaciones se ha introducido una segunda medida, con el fin de valorar si los valores de altitud del entorno de un asentamiento tendían a estar por encima o por debajo de la altura del asentamiento. De este modo se decidió la división de los resultados obtenidos entre la propia media del entorno. Con esta fórmula se consigue un reparto más equitativo, donde los valores positivos reflejan que la mayor parte de los puntos del entorno están más bajos que el yacimiento, y un valor negativo que indica que el asentamiento se encuentra por debajo de este. De este modo se corrigen los falsos porcentajes que nos da una orografía variable. La base sobre la que se han realizado los cálculos ha sido sobre un MDE con un tamaño de píxel de 5 m de lado, por tanto cada uno representa 25 m2 de la realidad. Para ello primero se ha recogido las cotas máximas de cada yacimiento y posteriormente se han realizado buffers sobre cada uno de 800 y 3000 m. Estos buffers han sido pasados a formato raster con el fin de posibilitar el cálculo con el MDT. Posteriormente se ha dividido el MDT con los buffers raster, delimitando únicamente el radio deseado. De este modo se ha podido conseguir la media de la altura de todos los píxeles de cada radio delimitado. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 72 ][ RAÚL LÓPEZ ROMERO Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda Figura 6. Cálculo de la altitud relativa sobre MDT con buffers de 3000 m sobre los yacimientos del Hierro II El estudio de la altitud relativa o dominio del entorno de los yacimientos del Hierro II nos dio importantes datos sobre las características de la ubicación de estos yacimientos, indicándonos que no serán los yacimientos situados en cotas absolutas más altas los que registren un mayor grado de resalte sobre su entorno. De este modo podemos indicar que la aplicación del índice de Altitud Relativa, nos ayuda a la interpretación del control o dominio del territorio por parte de los asentamientos o utilizarse como variable diferenciadora entre yacimientos permitiéndonos interpretar su posible función dentro del territorio. b) Visibilidad e intervisibilidad El estudio visual es utilizado por las sociedades pretéritas no sólo como instrumento de vigilancia y control del territorio sino que también se encuentra ligado a su gestión y organización socioeconómica. Además nuevos estudios han demostrado la importancia de las propiedades visuales de los monumentos prehistóricos en términos de su dimensión escénica y panorámica, como elemento integrador de una comunidad (Villoch 2001: 16). La aplicación de los programas SIG han permitido el cálculo de cuencas visuales muy precisas sobre cartografía topográfica digital de gran detalle. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda RAÚL LÓPEZ ROMERO ][ 73 Nuestro análisis de las visibilidades se aplicó únicamente a los asentamientos urbanos de nuestro territorio de estudio. Y ello porque estas ciudades cubren un amplio espectro cronológico y cultural, desde el Poyo de Mara, identificada por sus excavadores como la ciudad-estado celtibérica de Segeda I (fecha ante quem del 153 a. C.) hasta la ocupación Alto imperial del cerro de Bámbola, donde se asienta Bilbilis Itálica. De este modo pudimos estudiar la evolución de las cuencas visuales. Para todos estos cálculos la cartografía base fue el MDT de 5 x 5 m de lado ya mencionado. Los resultados se representaron sobre un modelo de sombras en escala de gris. El estudio conjunto de las visibilidades de los asentamientos urbanos de esta zona permite observar como los asentamientos urbanos celtibéricos de este primer periodo, el Poyo de Mara, identificada con la ciudad de Segeda I y los restos celtibéricos localizados bajo la actual ciudad de Calatayud, que según algunos autores habría que identificar con una primera fase de Bilbilis I (Royo y Cebolla 2007) visualmente dominan su entorno más inmediato, y de forma conjunta las rutas principales de accesos a este territorio. Durante el traslado de estos asentamientos a ciudades en llano Bilbilis celtibérica, localizada en el páramo de Valdeherrera, Calatayud (Burillo y Ostalé 1983-1984) y Segeda II, ubicada en Durón de Belmonte (Belmonte de Gracián, Zaragoza) el control visual debió seguir siendo una variable básica para la elección de las nuevas ubicaciones, vigilando las principales rutas, incluso, como en el caso de Bilbilis celtibérica, mejorará su cuenca visual con respecto a la primera fase (fig. 7). Para llegar a la tercera fase, donde el asentamiento urbano de Segeda ha desaparecido y solamente existirá una gran ciudad, Bilbilis Itálica en el cerro de Bámbola. Su posición dominante le va a permitir aumentar considerablemente la cuenca visual sobre todos estos puntos de accesos determinantes desde este único punto urbano (fig. 8). c) Otros cálculos visuales: cuenca visual total y cuenca visual acumulativa Del mismo modo, con el desarrollo de los SIG, se han podido realizar nuevos cálculos de visibilidad del territorio. Dos de los más aplicados son los de la Cuenca Visual Total (CVT) y la Cuenca Visual Acumulativa (Cumulative viewshed). El primero se basa en la suma de la visibilidad de todos los asentamientos de un mismo momento histórico obteniendo una capa final raster donde el valor de cada celda expresa el número de sitios desde la cual es visible. Es un cálculo realizado sobre todos para el estudio de la visibi- STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 74 ][ RAÚL LÓPEZ ROMERO Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda Figura 7. Comparativa entre las dos cuencas visuales: Segeda I y II (Mara–Belmonte de Gracián, Zaragoza) Figura 8. Cuenca Visual de Bilbilis Itálica, Cerro de Bámbola (Calatayud) STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda RAÚL LÓPEZ ROMERO ][ 75 lidad de monumentos e hitos del paisaje que pudiesen estar encuadrados en lugares estratégicos del paisaje, por tanto, que adquiriesen una especial prominencia paisajística y simbólica (fig 9). Por el contrario, la Cuenca Visual Total (CVT), aunque es generada del mismo modo que la acumulativa, se diferencia fundamental en que para su cálculo se emplean todas las celdas del territorio estudiado, en este caso en vez de proporcionar una imagen de la estructura visual de una serie de puntos o localizaciones determinados, la CVT nos mostrará una descripción de la estructura visual inherente a un territorio en su totalidad (fig. 10). Es importante saber distinguir la función de estos dos tipos de cálculos de visibilidades que generalmente suelen crear confusión entre los investigadores. El primero sería para conocer que determinadas zonas son más visibles desde los asentamientos seleccionados, mientras que el CVT nos muestra la unión de la visibilidad de todos los asentamientos seleccionados. No obstante, debido a la falta de precisión en las dataciones cronológicas, estos últimos análisis únicamente se aplicaron como modelo de trabajo, no pudiendo llegar a datos concretos aunque esperamos que durante la realización de nuestra tesis doctoral este problema sea subsanado y corregido. 3.1.3. Análisis de las Áreas de Captación (SCA): recursos agrícolas y ganaderos Con este análisis intentamos aproximarnos a los aprovechamientos económicos de los diversos asentamientos objeto de estudio. Para ello centramos nuestra atención exclusivamente en las posibilidades agrícolas y ganaderas del entorno próximo de los asentamientos, dejando de lado otro tipo de recursos susceptibles de ser explotados (metales, minerales, arcillas, etc), puesto que consideramos que las actividades productivas de estos asentamientos se centraron principalmente en la explotación agrícola y ganadera de su entorno. No obstante, este análisis no es preciso porque existe el problema de la carencia de estudios paleoambientales, de palinología, carpología, antracología o paleofauna que nos permitan conocer con un cierto grado de exhaustividad las especies y cultivos existentes y producidos por los agricultores en este periodo a estudio. Ella es, claramente, la principal limitación para el estudio de las actividades agropecuarias. Por esta razón las fuentes cartográficas que utilizamos para este análisis contienen datos actuales y deben ser consideradas meras hipótesis de STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 76 ][ RAÚL LÓPEZ ROMERO Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda Figura 9. Mapa de Cuencas Visuales Acumuladas de los asentamientos coexistentes a Segeda I Figura 10. Mapa de Visibilidad Total del yacimiento de Segeda I y los asentamientos rurales coetáneos STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda RAÚL LÓPEZ ROMERO ][ 77 trabajo orientativas a la espera de que el avance de las investigaciones en esta línea permita contrastar nuestras apreciaciones. La aplicación del SCA (Site Catchment Análisis o análisis del área de captación económica), busca conocer las posibilidades de desarrollo de diversas actividades agropecuarias de los asentamientos seleccionados en función de las capacidades del entorno próximo de cada uno de ello. Estos se fundamentan en el principio de que los recursos básicos de un asentamiento se obtienen de su entorno próximo o inmediato, y que el tamaño de este territorio de explotación dependerá del esfuerzo derivado del recorrido desde el sitio de habitación hasta las fuentes de recursos (Hodder y Orton 1976). El objetivo de este análisis no era realizar una descripción exhaustiva de los suelos que circunvalan cada yacimiento, sino que pretendíamos hacer un estudio comparativo de las posibilidades de explotación del terreno de cada periodo cultural y con ello la exploración de las pautas que regirán las economías de los asentamientos durante las diferentes fases culturales. Con los asentamientos urbanos realizamos un estudio más completo sobre los usos del suelo. Además de analizar sus características productivas añadimos la variable de la accesibilidad al territorio de captación próximo (coste de desplazamiento desde un punto a su entorno) para comprobar posibles cambios de la productividad dependiendo de la distancia existente al yacimiento. Este último análisis será el que se desarrolle en investigaciones posteriores (fig. 11). Debido al gran número de usos del suelo actual optamos por caracterizar los recursos dentro del espacio de explotación, estableciendo una reclasificación de los suelos dependiendo de sus posibilidades agropecuarias. Para ello se agruparon los suelos en cuatro categorías (fig. 12). Los resultado nos mostraron como los yacimiento del periodo del Bronce y los del Hierro II, tienen una buena distribución de recursos agropecuarios que les permitiría un autoabastecimiento de las necesidades económicas primarias, tanto agrícolas como ganaderas. No obstante, documentamos que los asentamientos del Bronce se encuentran situados en terrenos de predominio del cultivo de secano y cercanos a zonas de pastos, frente a los yacimientos del Hierro II que seleccionarán terrenos aptos para el cultivo agrícola intensivo (duplica los valores de los otros grupos). El considerable aumento que van a sufrir los suelos para el cultivo intensivo indica la elección de la ubicación de los asentamientos cerca de estos terrenos para su explotación directa. Estos datos reflejan las nuevas necesidades de este periodo donde el surgimientos de grandes ciudades van a demandar STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 78 ][ RAÚL LÓPEZ ROMERO Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda Figura 11. Mapa de SCA de los diferentes asentamientos urbanos del territorio a estudio aplicando valores de accesibilidad una serie de productos agrícolas para el abastecimiento de la población, por tanto probablemente la agricultura del Hierro II irá encaminada a abastecer el mercado urbano, pasando del sistema de autosubsistencia que debieron tener los poblados del Bronce a una explotación agropecuaria encaminada tanto para el autoconsumo como para la comercialización del excedente agrícola. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda RAÚL LÓPEZ ROMERO ][ 79 Figura 12. Capa obtenida de suelos agropecuarios tras su reclasificación. Los suelos tipo 1 se relaciona con las zonas de bosque denso, los de tipo 2 con las zonas idóneas de pastoreo, los de tipo 3 para el cultivo de secano y los de tipo 4 para el cultivo intensivo 3.1.4. Otros cálculos realizados En este apartado introducimos otras posibilidades de trabajo que permiten las nuevas herramientas SIG para el estudio de un territorio arqueológico, no tanto con el fin de realizar análisis interpretativos sino más bien como apoyo a la investigación territorial. a) Aplicación de los Polígonos Thiessen La utilización de los Polígonos Thiessen (también conocidos como Polígonos Voronoi) ha sido fundamental para establecer zonas teóricas de influencia de los diferentes yacimientos de un mismo periodo histórico dentro de un determinado territorio. La mayoría del software SIG existente permite la aplicación de los Polígonos Thiessen, aunque como veremos no suelen corregir los problemas intrínsecos de estos análisis. Sin STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 80 ][ RAÚL LÓPEZ ROMERO Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda embargo, la rapidez de generación de estos modelos y la posibilidad de modificarlos, aplicando nuevas variables como ponderaciones por tamaño y distancia, junto con la combinación con otros análisis y cálculos nos llevará a que su utilización se siga considerando muy rentable para la investigación espacial arqueológica. b) Cálculo de extensiones A pesar de la sencillez de su propuesta la posibilidad del cálculo del perímetro de un determinado yacimiento es para los arqueólogos una herramienta muy importante. De modo sencillo se puede conocer con precisión datos morfológicos de los yacimientos, los cuales en los estudios espaciales se convierten muchas veces indispensables porque la mayoría de las veces el perímetro o el área es un elemento clasificador de la importancia de un asentamiento, es decir, un yacimiento de 20 ha de extensión siempre tendrán una posición dominante sobre un asentamiento de 5 ha. (Teoría Rango-Tamaño). Desde la introducción de los programas SIG el cálculo de los perímetros y área de un nacimiento va a facilitarse. No obstante, debemos ser conscientes de las limitaciones que supone valorar la extensión de los yacimientos, no porque estos cálculos contengan errores sino sobre todo por la dificultad de reconocer con precisión la extensión o potencia de la ocupación, ya que los yacimientos han podido sufrir fenómenos de superposición de ocupaciones, destrucción y ocultación por procesos geomorfológicos y alteraciones antrópicas. Por ello, de la precisión de los datos originarios dependerá la valoración de los resultados obtenidos. c) Modelos 3D Estos modelos van a permitir obtener una perspectiva tridimensional de un yacimiento, pero también la aplicación de algunos análisis sobre ellos que mejoran nuestra comprensión del territorio a estudio. Una de las posibilidades de análisis de estas imágenes consiste en realizar visiones oblicuas de los yacimientos para apreciar restos estructurales como fosos o murallas que desde la visión vertical de las ortofotos o en el trabajo de campo no se podrían divisar. También existe la posibilidad de sobreponer las capas de visibilidades, pendientes o usos de suelos, así observar que punto son realmente visibles con una perspectiva más cercana a la realidad. Igualmente permiten realizar líneas de intervisibilidades de los yacimientos y análisis estadístico como cálculos de áreas, volúmenes de tierras, etc. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda RAÚL LÓPEZ ROMERO ][ 81 Figura 13. Ejemplo de visión oblicua con 3D sobre los yacimientos de Segeda I y Segeda II 4. CONCLUSIONES El trabajo de investigación desarrollado para la obtención del Diploma de Estudios Avanzados intenta aportar una visión de conjunto de las posibilidades de apoyo que ofrecen los Sistemas de Información Geográfica para el estudio de un territorio pretérito como es el del entorno rural de la ciudadestado celtibérica de Segeda. Para ello el trabajo tuvo dos vías de desarrollo principales. Por un lado, la exposición de las características esenciales del territorio que controló la ciudad-estado de Segeda, recopilando los trabajos arqueológicos desarrollados en este territorio y avanzando las pautas de trabajo de futuras investigaciones. La segunda vía se encaminó a analizar los SIG como herramienta de apoyo a la investigación espacial de un territorio. Los primeros trabajos realizados sobre esta porción del territorio nos han permitido desarrollar unas primeras hipótesis de trabajo que futuras investigaciones deben confirmar o desechar. La primera hipótesis surge STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 82 ][ RAÚL LÓPEZ ROMERO Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda tras el análisis de las variables de los asentamientos de forma diacrónica desde la Edad del Bronce hasta el celtibérico tardío. A grandes rasgos podemos afirmar que documentamos dos paisajes distintos en el territorio. El primero de ellos es el que se viene produciendo en la Edad del Bronce, donde se ha documentado una selección de variables para su ubicación donde predomina la búsqueda de asentamientos en alto, lejos de las principales rutas de los ríos y con un territorio de captación con preeminencia de los cultivos de secano y de las zonas de pastos. Frente a este tipo de paisaje, durante el transcurso del Hierro I se observa que existe un progresivo traslado de los asentamientos a nuevas ubicaciones, quedando abandonadas definitivamente en el periodo siguiente estas posiciones y con ello la defensa natural que ofrecían. Pero, en contraposición, se asentarán cerca de las cuencas de los ríos principales para la explotación de suelos agrícolamente de mejor calidad y mucho más productivos. Por tanto, el mundo rural del Hierro II parece adaptarse a las necesidades del nuevo orden socio-económico originado por el surgimiento de las ciudades-estado, que conllevará a la necesidad de producir un excedente agrario para abastecer a los grupos sociales no-productivos de la ciudad y a los gremios de artesanos de estas urbes. De este modo, la proximidad a las vías naturales de los ríos empezará cobrar su importancia para la mejora del intercambio comercial entre la ciudad y el mundo rural. Estos cambios evidencian dos hechos. Por un lado, la existencia de una nueva estructuración del territorio, donde unos asentamientos mayores predominan y jerarquizan otros menores; y, por otro lado, el cambio de los sistemas productivos de los asentamientos, que evolucionan de una economía de subsistencia y autoabastecimiento a una economía de mercado precapitalista donde el comercio y el intercambio de productos empiezan a tener una importancia tanto a corta como a larga distancia. La segunda hipótesis de trabajo, relacionada con la anterior, dirige al investigador a dilucidar si la búsqueda de mejores terrenos agrícolas para la producción de un excedente va a permitir liberar una mano de obra que influirá en el desarrollo de los nuevos grupos sociales de artesanos o si, por el contrario, la aparición de ciudades-estado va a conllevar a la planificación de una política de colonización de nuevas tierras agrícolas de alta calidad. En este último supuesto, se hace necesario rastrear en qué momento se produjo la colonización y si, además de centrarse en los valles del Jalón y Jiloca, esta política se pudo extender a otros territorios de control de la ciudad segedense. La tercera hipótesis está en conexión con la ausencia de asentamientos del Hierro I en la zona de estudio. Una de las posibilidades que se ha barajado es STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda RAÚL LÓPEZ ROMERO ][ 83 que este traslado a terrenos agrícolas de mayor productividad ya se empezó a realizar durante la fase anterior del Hierro I, culminando durante el Hierro II, localizándose solamente aquellos asentamientos que tuvieron una continuidad con la política de autoabastecimiento del Bronce Final y que son abandonados definitivamente en el siguiente periodo. Sin embargo, solamente se han documentado restos de una fase anterior del Hierro I en el yacimiento del Poyo de Mara, identificado con Segeda I, donde se localizaron restos de un torreón con aporte de materiales del s. VI a. C. (Burillo 2003), en el resto de asentamientos es muy complicado identificar esta fase únicamente con la prospección. A pesar de estas limitaciones, nuestro trabajo debe ir encaminado a realizar prospecciones intensivas capaces de evidenciar si el inicio del cambio de paisaje se empezó a producir durante los siglos VIII-VI a.C. El trabajo realizado ha planteado nuevas líneas de desarrollo de nuestra investigación. Por un lado, tras el análisis de los terrenos de producción primaria, se ha visto la importación del conocimiento de los recursos próximos de un asentamiento, por eso se vuelve necesario aplicar estos análisis sobre otros recursos de captación como los recursos metalúrgicos (hierro, cobre, etc.) o de arcillas y rocas, productos que se explotaron en esos momentos y que son susceptibles de explicar la orientación económica de muchos asentamientos sin necesidad de su excavación. Del mismo modo, estas primeras aplicaciones han demostrado la importancia que tiene para realizar interpretaciones el conocimiento detallado de cronologías absolutas y no tan genéricas o relativas como las que tradicionalmente se utilizan en las catalogaciones de yacimientos. Igualmente, es necesario que en futuros trabajos se comparen los resultados obtenidos con otros territorios para observar si las variables aquí descritas son generales al mundo celtibérico o es un proceso interno diseñado por un estado emergente como sería el de Segeda. De manera general, los SIG proporcionan una ayuda importante en los estudios del territorio arqueológico. Han permitido avanzar en el conocimiento de la dimensión territorial de los grupos culturales prehistóricos completando una serie de operaciones y cálculos que no hubiese sido posible llevar a cabo sin estos programas. No obstante, siempre debemos ser críticos con la calidad de los datos que se manejan pues unos datos defectuosos o parciales lógicamente llevan a resultados erróneos y sesgados de la realidad. Es recomendable, pues, estudiar bien su idoneidad para los cálculos a los que se desean aplicar. Con todo, los Sistemas Informáticos Geográficos son una buena herramienta de apoyo que posibilita analizar una enorme cantidad de información, que de otra manera sería poco factible analizar debido al costoso esfuerzo y tiempo que conllevaría. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 57-84 84 ][ RAÚL LÓPEZ ROMERO Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda 5. BIBLIOGRAFÍA ARANDA MARCO, A., 1986, El poblamiento prerromano en el S.O. de la comarca de Daroca (Zaragoza), Zaragoza/Daroca, IFC/Centro de Estudios Darocenses. ARENAS ESTEBAN, J. A., 1999, La Edad del Hierro en el Sistema Ibérico Central, España, Oxford, BAR Internacional Series 780. 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BURILLO, F., CANO, M.A., LÓPEZ, R. y SAIZ, M.E., en prensa, «Procesos de cambio cultural en la cultura celtibérica ante la llegada de Roma. Un análisis a partir de las excavaciones de Segeda I, Área 3», en IV Congreso de Arqueología Peninsular, Algarve, Universidade. GRAU, I., 2002, La organización del territorio en el área central de la Contestania Ibérica, Alicante, Universidad, Serie Arqueología. HODDER, I. y ORTON, C., 1976, Spatial Analysis in Archaeology, Cambridge, Cambridge University Press. PARCERO OUBIÑA, C., 2002, La construcción del paisaje social en la Edad del Hierro del Noroeste Ibérico, Santiago de Compostela, Fundación Federico Maciñeira/Instituto de Estudios Galegos «Padre Sarmiento» (monografías. Ortegalia 1). ROYO, I. y CEBOLLA, J. L., 2006, «Bilbilis I: una nueva ciudad celtibérica bajo el casco histórico de Calatayud», en F. Burillo, ed.: Segeda y su contexto histórico. Entre Catón y Nobilior (195 al 153). Homenaje a Antonio Beltrán Martínez, Zaragoza/Mara. 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A pesar de que se está llevando a cabo un estudio pormenorizado del alfar en su conjunto, por medio de una prospección microespacial, se ha considerado oportuno exponer un primer avance centrado en la estructura del horno cerámico ya que el conocimiento de este tipo de estructuras en el Sistema Ibérico Central es deficiente. Palabras clave: antigüedad, horno prerromano, alfar, Las Veguillas, Camañas, Teruel. Abstract We present a prerroman kiln that was found in the potter’s workshop of the Las Veguillas (Camañas, Teruel) by R. Alcón y M. Martínez in 1981. At present, we are working in a detailed study of the potter’s workshop, by means of a micro nivel survey, and we have considered appropriate to expose the first advance centred on the structure and characteristics of the kiln because the knowledge of this type of structures in the Iberian Central System is deficient. Key words: antiquity, prerroman kiln, potter’s workshop, Las Veguillas, Camañas, Teruel. 1. Becaria FPU del Departamento Ciencias de la Antigüedad, Universidad de Zaragoza. Miembro del Grupo de Excelencia Hiberus (Gobierno de Aragón). Investigadora del Centro de Estudios Celtibéricos de Segeda y del Seminario de Arqueología y Etnología Turolense. Correo electrónico: [email protected] Fecha de recepción del artículo: 22 de septiembre de 2006. Fecha de aceptación: 22 de noviembre de 2006. Versión final: febrero 2007. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 86 ][ M.ª ESPERANZA SAIZ CARRASCO 1. DESARROLLO El horno cerámico de Las Veguillas... DE LA INVESTIGACIÓN2 Este yacimiento se dio a conocer en 1981 gracias a Ricardo Alcón y Montserrat Martínez, quienes lo descubrieron de forma casual. Precisamente, ese mismo año realizaron labores de limpieza del horno cerámico que se apreciaba en superficie y los materiales recogidos se entregaron al Museo Provincial de Teruel. Debido a la importancia de la citada estructura, R. Alcón llegó a un acuerdo con el dueño de la tierra, José Esteban Cantín, tras explicarle la situación, para que no labrara en ese terreno. Este acuerdo se ha respetado hasta la actualidad, por lo que los hornos cerámicos, o al menos el que se descubrió en 1981 parece mantenerse en un estado de conservación similar al momento en que fue localizado. En la actualidad, hemos realizado una prospección microespacial durante los días 7-10 de febrero de 2006 con el apoyo científico de Raúl López y la colaboración de Mara Cendón, Carlos Abril y Xavi Bermúdez. Figura 1. Foto aérea con la extensión del yacimiento 2. Este trabajo se ha desarrollado gracias a la concesión de una beca FPU del Ministerio de Educación y Ciencia para la realización de la Tesis Doctoral y al Proyecto I+D: HUM 2005-03369/HIST financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia y por los fondos FEDER y dirigido por Francisco Burillo. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 El horno cerámico de Las Veguillas... M.ª ESPERANZA SAIZ CARRASCO ][ 87 La dispersión de material se extiende a lo largo de una superficie de 1,9 hectáreas, y la zona central del yacimiento, ocupa unas 0,39 hectáreas y se encuentra dividido en dos campos por la carretera TE-V- 1009/1008 que une Santa Eulalia, Alfambra y Camañas. En la prospección se tomaron un total de 799 puntos de los cuales 553 pertenecían a cerámicas, 3 pellas de barro, 204 escorias de horno cerámico, 25 paredes de horno y 8 escorias de hierro. En el caso de los tres últimos elementos, solamente se recogieron algunos fragmentos como muestra, dejando el resto en su lugar en el yacimiento. Los diferentes elementos materiales documentados en prospección están siendo estudiados, y hemos considerado conveniente presentar un adelanto centrando nuestra atención en el análisis de la estructura relacionada con la cocción de las cerámicas, por el desconocimiento que existe sobre esta materia para época celtibérica. 2. SITUACIÓN Y DESCRIPCIÓN DEL YACIMIENTO LAS VEGUILLAS (CAMAÑAS, TERUEL) DE El yacimiento se ubica a unos 9,5 km al Sur de Camañas, en la zona centro de la comarca de Teruel, a escasos 200 m del límite municipal entre Camañas y Celadas. El alfar se localiza sobre una llanura aluvial a 1120 m.s.n.m., en la margen derecha del Barranco de la Fuente Umbría. A pesar de la elevada altitud, no presenta una ubicación destacada con relación a su entorno, habiendo primado en su elección las condiciones relacionadas con el acondicionamiento de materias primas necesarias para la función del asentamiento. Se halla bastante alejado del río principal, el Alfambra, en el interior de la Depresión de Alfambra-Teruel. Sin embargo, el Barranco de la Fuente Umbría lo limita en sus lados Norte-Este-Sur, y a unos 200 m hacia el Sur dicho barranco confluye con el Barranco de Villarrosano, cauce de agua de mayor importancia en esta zona, aunque no es tributario del río Alfambra. Otros puntos de agua cercanos son los Barrancos de la Canaleja y de la Torrubia (a unos 500 y 750 m, respectivamente), así como las Fuentes de los Árboles y de la Teja (a 1,2 km de distancia). Todos estos cauces discurren sin agua en la actualidad y están formados por gravas, arenas y arcillas de origen aluvial, aunque sus sedimentos no son muy extensos. Con relación a la red de comunicaciones, el yacimiento ocupa una posición importante, siendo determinante su ubicación en torno a la carretera TE-V- 1009 que en la actualidad une Santa Eulalia con Alfambra y Camañas, y que queda configurada como la vía natural de acceso a estas localidades y se manifiesta como el eje de comunicación entre la depresión STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 88 ][ M.ª ESPERANZA SAIZ CARRASCO El horno cerámico de Las Veguillas... Figura 2. Mapa de situación del yacimiento del Jiloca y la del Alfambra, separadas por Sierra Palomera. Por otra parte, también se localiza a escasos metros del camino natural que lleva de Camañas a Celadas, vía de contacto tradicional entre ambos municipios. Por tanto, esta situación privilegiada en relación con las vías de comunicación garantizaría la salida de los productos cerámicos aquí fabricados. Pero, por otra parte, en la elección para su ubicación en este lugar primaron otros dos elementos básicos, como fueron la existencia de la materia prima para la industria alfarera, las arcillas, y la cercanía al combustible en las cercanas sierras de Camañas y Sierra Palomera (1.529 m). Con respecto a la materia prima, son destacables las afloraciones de arcillas terciarias a escasos 100 m del lugar. Dichas arcillas se han explotado desde la antigüedad, como se demuestra con la instalación del alfar, y lo han sido en época reciente ya que a los pies de estas afloraciones se aprecia todavía en pie una tejería moderna. En el caso del combustible, es destacable el hecho de que actualmente en el entorno del yacimiento se conservan grandes extensiones de matorral y monte bajo, asociado a bosques de frondosas. Las especies predominantes son la encina (Quercus Ilex) y el quejigo (Quercus Lusitanica), con porte no arbóreo, por tanto, tendrían fácil accesibilidad a este combustible para su empleo en el horno. El yacimiento se asienta sobre un afloramiento del Oligoceno inferior constituido por arcillas pardas y rojas en la base con intercalaciones de STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 El horno cerámico de Las Veguillas... M.ª ESPERANZA SAIZ CARRASCO ][ 89 areniscas y niveles carbonatados. Hacia el techo se hacen dominantes los niveles de areniscas y conglomerados rojos. Las condiciones geológicas, litológicas y topográficas del entorno responden a las características de la Depresión Alfambra-Teruel-Mira, aunque junto con ésta debemos destacar otras dos grandes unidades como son la Sierra Palomera y la Depresión del Jiloca, ya que como hemos comentado el yacimiento se encuentra en la zona de contacto entre estas unidades. La Depresión Alfambra es una depresión terciaria, orientada según la directriz Ibérica (NNE-SSO) y sus límites se corresponden al Este con las Sierras del Pobo, Camarena y Javalambre, al Oeste queda enmarcada por Sierra Palomera-Lidón, en el centro une con la Depresión del Jiloca y al Sur entra en contacto con las estribaciones orientales de la Sierra de Albarracín. Parte del relleno de la cuenca de Alfambra-Teruel lo constituyen sedimentos detríticos y carbonatados depositados en régimen continental, que precisamente son las afloraciones pertenecientes al Paleógeno y Neógeno que geológicamente predominan en el entorno del yacimiento. La Sierra Palomera, ubicada al Noroeste del yacimiento, emerge como una barrera que constituye un contrafuerte sobre la depresión del Jiloca y forma la divisoria entre los afluentes de los ríos Jiloca-Pancrudo, Alfambra y Martín. Geológicamente se constituye por materiales mesozoicos y paleógenos y los límites con las depresiones del Jiloca y el Alfambra son de carácter difuso y ausentes de contactos mecánicos. Toda esta superficie se encuentra arrasada por la superficie de erosión fundamental que define los rasgos morfológicos de esta unidad, sobre la que destacan algunos relieves residuales. En el interior del macizo existen áreas deprimidas con acumulaciones cuaternarias como la cuenca de Argente-Camañas, al pie oriental de la Sierra de Camañas. 3. DESCRIPCIÓN DEL HORNO CERÁMICO El horno descubierto en 1981 fue objeto de una limpieza superficial por parte de R. Alcón y M. Martínez. Esta estructura se localiza en la zona que hemos denominado, tras los trabajos de prospección, como Sector 1. 3.1. Características del horno A pesar de que estos investigadores no realizaron ningún informe de la actuación, se pueden extraer algunos datos sobre la situación en que se en- STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 90 ][ M.ª ESPERANZA SAIZ CARRASCO El horno cerámico de Las Veguillas... contraba esta estructura y su morfología y características principales, a través de las fotografías realizadas, depositadas en su momento en el Museo Provincial de Teruel, y la información personal que generosamente nos han proporcionado. En superficie se apreciaba una acumulación de fragmentos de adobe calcinado que indicaban el afloramiento de esta estructura de combustión, lo que motivó su limpieza. La cata superficial, de 3x3 m aproximadamente, permitió el descubrimiento del horno de cocción cerámica de este alfar. Se trata de un horno de planta circular de doble cámara, la inferior o de combustión y la de cocción o laboratorio, separadas por una parrilla y tiro vertical. El arranque de los muros de la cámara de cocción o laboratorio no se advierte en las fotografías, aunque la inmediatez de la parrilla respecto a la superficie nos hace pensar que han sido arrasados por las labores agrícolas continuadas. También cabe la posibilidad de no haber hallado restos de estos muros por el hecho de que no se excavó la superficie seleccionada con la cata, sino que en el momento en que apareció la parrilla, la limpieza se limitó a su perímetro. La parrilla parece ser de forma circular y se encuentra bastante deteriorada en la zona Este. Igualmente se aprecia el abombamiento de esta estructura, habiendo desaparecido en algunos lugares. Las medidas aproximadas de esta parilla son de unos 2 m de diámetro. Figura 3. Vista de la cata realizada en el horno cerámico (Foto: R. Alcón) STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 El horno cerámico de Las Veguillas... M.ª ESPERANZA SAIZ CARRASCO ][ 91 No podemos ofrecer de momento, ningún dato sobre el grosor de de la parrilla, cómo ha sido construida y el elemento de sujeción de la misma (pilar o muro central, etc). Las perforaciones de la parrilla descubierta, en total seis, tienen un diámetro de unos 6 cm y se hallan dispersas por la superficie de ésta sin seguir un patrón regular (distantes entre sí unos 30-40 cm). En las fotos de detalle de estos orificios se puede apreciar como éstos se han realizado en el momento en que todavía el barro empleado en la construcción de la parrilla estaba fresco, ya que se observan las rebabas en la parte superior de los orificios, dando la impresión de haber sido realizadas con algún tipo de elemento de madera circular desde abajo hacia arriba. Quizás los propios elementos de sujeción empleados para construir la parrilla son los que sirvieron de molde para las perforaciones de las toberas como se ha podido comprobar en otros hornos prerromanos peninsulares como La Casa Grande (Broncazo y Coll, 1988), Pajar de Artillo (Luzón Nogue, 1973) o Barranc de la Premsa Cremada (Bermúndez y Massó, 1984-85). Normalmente, las toberas son de forma circular y se sitúan de forma regular en anillos concéntricos, al menos las más exteriores. Son las que facilitan que penetre el calor en la cámara de cocción para que las cerámicas comiencen a perder el agua y pasen del estado de cuero al de bizcochado. Algunas de estas perforaciones se pueden encontrar taponadas, para controlar mejor el tiro del horno y la distribución del calor. Pero como ya hemos visto, este hecho no se pudo constatar en la limpieza del horno de las Veguillas en 1981. El horno tiene una pequeña inclinación hacia el Este, y precisamente este hecho ha permitido que se conserve mejor en el lado Oeste, como se aprecia en la propia fotografía. De hecho, los restos de adobe mejor conservados en la actualidad y que se aprecian en superficie, coinciden con esta zona. Figura 4. Vista de los orificios conservados y detalle de éstos (Foto: R. Alcón) STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 92 ][ M.ª ESPERANZA SAIZ CARRASCO El horno cerámico de Las Veguillas... La ubicación del horno aprovechando la zona de pendiente para su establecimiento es la norma general que se observa en la mayoría de alfares prerromanos peninsulares (Saiz, inédito). Por tanto, la pauta general a la hora de construir los hornos consiste en realizar la excavación de lo que va a ser la cámara de combustión en el terreno natural, aprovechando la pendiente del propio lugar para facilitar el tiro del horno y después se aplica una capa de arcilla o se adosan adobes para reforzar las paredes de dicha cámara. Debido a que solo se actuó a nivel superficial, no sabemos en qué condiciones se encuentra el praefurnium del horno ni si todavía se conserva, aunque es previsible pensar que pueda estar intacto. 3.2. Análisis de la dispersión de paredes vitrificadas y adobes recogidos en la prospección de 2006 En primer lugar, podemos identificar la ubicación de la estructura anteriormente descrita, precisamente en la zona donde hoy se encuentra la mayor acumulación de paredes y escorias de horno cerámico. Especialmente, en superficie lo que se aprecia es una gran concentración de pequeños fragmentos de adobes que parece indicar la descomposición de la propia parrilla del horno que en 1981 quedó al descubierto. Asimismo, se observan restos de adobe que pueden formar parte bien de la propia parrilla o del muro del laboratorio. Se trata de un tramo, interrumpido en dos zonas, con unas dimensiones de 50-73 cm de ancho y una longitud de 1,37 m, muy fragmentado. En la prospección se pudieron documentar un total de 204 escorias de horno cerámico, de tamaños variables, aunque predominan las de tamaño pequeño (5 x 7cm) y medio (12 x 8 cm) existiendo un alto grado de fragmentación de las mismas. Estas escorias se distinguen con facilidad, se trata de fragmentos que presentan un vidriado característico y un aspecto poroso. En general, son de color verdoso y bastante pesadas. Por lo que se refiere a las paredes de horno o adobes, que no han alcanzado el grado de escorias de horno cerámico, debemos señalar que son menos numerosas, y se encuentran bastante concentradas en la zona donde se localiza el horno. Son de color rojizo y anaranjado y por su contacto con el fuego son también pesadas y muy compactas. Por último, también hay que advertir la existencia de una pequeña mancha de cenizas (60 x 30 cm) a 50 cm al Norte del citado muro de adobe que se aprecia en superficie, como ya se ha comentado. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 El horno cerámico de Las Veguillas... M.ª ESPERANZA SAIZ CARRASCO ][ 93 Para concluir, podemos afirmar que tras el estudio de las dispersiones de los materiales recogidos en la prospección decidimos denominar a esta zona como Sector 1, para hacer referencia al lugar donde se realizarían las labores de cocción del material cerámico en estos hornos. Figura 5. Foto aérea con la dispersión de escorias y adobes y ubicación sector 1 STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 94 ][ M.ª ESPERANZA SAIZ CARRASCO El horno cerámico de Las Veguillas... Metodológicamente, creemos que queda probado en este trabajo la validez del método empleado en la prospección superficial y la posterior interpretación de los datos, ya que en este caso al conocer la existencia con seguridad del horno cerámico, vemos cómo la mayor concentración de escorias de horno cerámico y adobes fragmentados coinciden en el estudio con su ubicación. Sin embargo, otras acumulaciones interesantes de estas escorias de horno cerámico al Este del horno conocido con seguridad, nos pueden estar indicando la existencia de más hornos que pueden haber sido destruidos parcialmente, si bien los fragmentos de adobe disminuyen en dicho lugar. Por otra parte, es interesante observar que si bien se advierte la continuación del testar al otro lado de la carretera, en dicho campo no se encontró ningún fragmento de adobe ni escorias de horno cerámico, lo que refuerza la hipótesis de la ubicación de la zona de los hornos. Si atendemos a la distribución interna de los alfares de esta época estudiados en la Península Ibérica, los hornos normalmente no se encuentran aislados sino que suelen estar dispuestos en batería o agrupados en una determinada zona (Saiz, inédito). Por tanto, pensamos que en otros yacimientos donde no se conoce la situación del horno, la existencia de las grandes acumulaciones de escorias de horno cerámico y adobes puede ayudar a su localización. 4. PARALELOS DEL HORNO 4.1. Los hornos cerámicos en el Sistema Ibérico Podemos afirmar que el estudio de los hornos cerámicos prerromanos en el Sistema Ibérico, es una tarea pendiente. A pesar de este hecho, la cifra de alfares conocidos en este ámbito es relativamente alta si la comparamos con otras zonas peninsulares (Valle Duero, Sur peninsular, etc). Para este territorio conocemos un total de 12 alfares, en los cuales se han identificado 4 hornos: dos en Los Vicarios (Valdecebro, Teruel), uno en La Oruña (Vera de Moncayo, Zaragoza) y el de Las Veguillas (Camañas, Teruel). Veamos sus características: Los Vicarios, Valdecebro (Teruel). Los hornos localizados en este alfar son los únicos que han sido fruto de una excavación sistemática (Vicente, Herce y Escriche, 1983-1984). Este yacimiento fue descubierto en 1980 por STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 El horno cerámico de Las Veguillas... M.ª ESPERANZA SAIZ CARRASCO ][ 95 M. Martínez y R. Alcón, durante las prospecciones que estaban realizando en el valle de Valdecebro. Estos investigadores relacionaron los restos con un enclave alfarero y así lo comunicaron al Museo Arqueológico de Teruel, que decidió realizar una campaña de excavaciones tras analizar los restos visibles. De esta forma en mayo de 1981 se llevó a cabo una primera campaña con el objetivo de identificar los restos y evaluar la importancia del asentamiento. Los resultados fueron el descubrimiento de un horno de cerámica ibérica que se excavó completamente en la cata denominada Vicarios I y la aparición, a unos 54 m de un muro de adobe que parecía corresponder a otro horno, en lo que se llamó Vicarios II. En la siguiente campaña, realizada en mayo de 1982, siguieron los trabajos en los Vicarios II para poner al descubierto la estructura localizada el año anterior. La intención del equipo del Museo de Teruel era realizar excavaciones más extensas que pudieran identificar la existencia de más estructuras rela- Figura 6. Planta del Horno I y Horno II de los Vicarios (según Vicente, Herce y Escriche, 1983-1984) STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 96 ][ M.ª ESPERANZA SAIZ CARRASCO El horno cerámico de Las Veguillas... cionadas con el trabajo en el alfar y los hornos, o con el hábitat de los alfareros, sin embargo, finalmente no se llevaron a cabo. Estos hornos son de planta rectangular y de grandes dimensiones (5 x 1,20 m el horno I y 5 x 2,40 m, el horno II), aunque con la diferencia de que uno de ellos es de una sola cámara con toberas laterales y el otro consta de dos cámaras laterales separadas por un muro central. Ambos se hallan conservados a nivel de la cámara de combustión, por lo que se nos escapan ciertos aspectos relativos a su cubierta y a la parrilla de los mismos. Tampoco han conservado el praefurnium completo, aunque la orientación de éste en ambos casos es hacia el Sur, lo que indica que estaban situados en batería. De igual forma no se conoce cómo sería la boca de acceso. La Oruña (Vera de Moncayo, Zaragoza). En este yacimiento se han localizado junto al asentamiento dos zonas alfareras, una ubicada en un campo al Oeste del cerro, y otra, en la ladera Sur, donde se conserva un horno cerámico en muy buenas condiciones. Pocos son los datos que podemos aportar sobre esta estructura, ya que como se ha comentado no ha sido fruto de ninguna excavación sistemática. De hecho, este horno ha sido considerado tradicionalmente como un horno metalúrgico de fundición de hierro (Hernández y Murillo, 1985), hasta que los estudios de Salvador Rovira (2004) demostraron la imposibilidad de dicha función. Con los datos disponibles en este momento, se puede afirmar, sin lugar a dudas, que se trata de un horno para cocción cerámica. Como hemos comentado, el horno se localiza en uno de los bancales de la ladera Sur del propio cerro donde se ubica el yacimiento de La Oruña. Por este motivo, lo que se observa es el praefurnium y la entrada del horno, encontrándose en un buen estado de conservación. En este pasillo se aprecian unas toberas laterales y al fondo del mismo se perciben restos de la parrilla de adobe, que separaría la cámara de combustión de la de cocción o laboratorio. En superficie no se aprecia cuál sería la planta de estas cámaras ya que se halla cubierto de vegetación y el propio bancal está reforzado por un muro de piedras. Sin embargo, es fácil pensar que seguramente la cámara de cocción no se conserva completa o al menos, se halla parcialmente destruida, al igual que parte de la parrilla, ya que a través del praefurnium se aprecia perfectamente como la cámara inferior se encuentra colmatada por sedimentos de derrumbe. Para concluir, tras ver las descripciones de los hornos conocidos en el Sistema Ibérico, hay que advertir que ni los de Los Vicarios ni el de La Oruña presentan la misma tipología que el de Las Veguillas. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 El horno cerámico de Las Veguillas... M.ª ESPERANZA SAIZ CARRASCO ][ 97 Figura 7. Praefurnium y restos de la parrilla conservada in situ del horno de la Oruña 4.2. Paralelos en la Península Ibérica Con los escasos datos conocidos sobre hornos y su estructura, en general, pero más concretamente en el territorio del Sistema Ibérico Central, no consideramos factible establecer una tipología de estas estructuras para dicha zona, por lo que de momento, creemos que es conveniente mantener la tipología existente, realizada por Coll y Broncano (Coll, 1987; Broncano y Coll, 1988), teniendo en cuenta las reservas con que hay que utilizarla, ya que la tipología existente solamente atiende a la forma de la planta de la cámara de combustión y ésta no es definitoria de la del laboratorio. Así se aprecia en algunos ejemplos de alfarería tradicional, como en Huesa del Común (Burillo, 1983), y en algunos yacimientos, donde aunque no se haya conservado el laboratorio, cuando se aprecian sus muros, en muchas ocasiones no coinciden con los de la cámara inferior. Además, en esta tipología, no se atiende a aspectos fundamentales como los materiales empleados en la construcción, las soluciones prácticas aplicadas en su construcción, la existencia o no de praefurnium y el mayor o menor desarrollo del mismo, la planta de la parrilla y el laboratorio, etc. Estos autores parten de la tipología realizada por Duhamel en 1978, que sistematiza las estructuras a partir de la forma de su planta, los elementos de sostén de la parrilla y la forma de los conductos o toberas laterales. De esta forma establecen dos grupos básicos, diferenciados por la forma de su planta, así el tipo A, hace referencia a las estructuras con planta rectangular y el tipo B, son las plantas circulares. Las variantes dentro de estos tipos básicos se establecen siguiendo, la forma y ubicación de los pilares o muros centrales sobre los que apoya la parrilla. En el caso del horno de Las Veguillas a la vista de los pocos datos con los que se cuentan sobre la estructura del horno de las Veguillas y siguien- STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 98 ][ M.ª ESPERANZA SAIZ CARRASCO El horno cerámico de Las Veguillas... do la clasificación realizada por Coll y Broncano (1988), no podemos asegurar a qué tipo pertenecería, aunque parece claro que se integraría en el grupo B (hornos de planta circular) seguramente entre el tipo B-5 y B-6. Figura 8. Tipología de los hornos prerromanos, según Broncano y Coll (1988: 224) STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 El horno cerámico de Las Veguillas... 5. PRODUCCIÓN M.ª ESPERANZA SAIZ CARRASCO ][ 99 CERÁMICA Resulta difícil establecer la producción cerámica del horno sin haber realizado ningún tipo de cata o excavación sistemática. Sin embargo, contamos con un notable número de fragmentos cerámicos recogidos en la limpieza de 1981 y en la prospección realizada durante este año, que además nos facilita conocer la procedencia exacta de cada uno de estos fragmentos. En concreto, la gran mayoría proceden de la zona que hemos establecido como testar o vertedero del alfar, por lo que con este material y las cerámicas calcinadas o desechos de cocción podemos aproximarnos con bastante exactitud a la producción cerámica del alfar3. Las características técnicas que definen la producción del alfar son bastante homogéneas. Tras el estudio conjunto de caracteres tales como la pasta, decoración y formas de las vasijas, pensamos que existe una sola producción centrada principalmente en la fabricación de tinajas. Predominan las cerámicas con pastas de color anaranjado-rojizo, con acabado alisado y espatulado, y una decoración pintada, monocroma en color negro, rojo vinoso y marrón, a base de motivos geométricos (bandas horizontales, semicírculos, dientes de lobo, pilosidades, cayados, segmentos de semicírculo, etc). Sin embargo, dentro del conjunto de la producción del alfar destaca la existencia de un grupo mayoritario con pasta anaranjada y un acabado característico con la presencia de un engobe de tonalidad blanquecina-ocre al exterior, sobre el que se aplica la decoración pintada, de nuevo a base de elementos geométricos, empleando tanto el color rojo vinoso como el negro o marrón. Las formas dentro de este grupo son tinajas, vasos caliciformes, vasos crateriformes, kalathos, enocoe, vasijas globulares y un soporte. Por tanto, en cuanto al tipo de vasijas, sabemos que existe un claro predominio de las vasijas de almacenaje, en concreto de las tinajas de borde cefálico. Este hecho podría significar la especialización del alfar en la fabricación de estos vasos de almacenaje, completando la producción con los diferentes elementos del repertorio de vajilla de mesa y servicio, es decir, con la presencia de vasos crateriformes, vasos caliciformes, enocoes, cuencos, etc. 3. Hacemos referencia a la producción cerámica del alfar y no del horno, porque como ya se ha comentado, seguramente, este horno no sería el único del alfar. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 100 ][ M.ª ESPERANZA SAIZ CARRASCO El horno cerámico de Las Veguillas... Figura 9. Tabla de formas cerámicas del alfar STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 El horno cerámico de Las Veguillas... M.ª ESPERANZA SAIZ CARRASCO ][ 101 6. CRONOLOGÍA Tras el estudio de los materiales cerámicos correspondientes a la producción del alfar y otros elementos localizados, hemos intentado fijar la cronología de funcionamiento del mismo. La abundancia de vasijas con bordes cefálicos y la presencia de kalathos, en concreto de los denominados «sombrero de copa» nos acerca a una cronología centrada en el siglo III y II a. C, época de mayor auge de estas vasijas. Esta fecha quedaría confirmada por la presencia de cerámica Campaniense A, en concreto la forma Lamboglia 31b, Campaniense B y un mortero romano que permiten ampliar la cronología hasta el siglo I a. C. Por otra parte, esta datación se corrobora por la existencia de cerámica ibérica tardía como los fragmentos que podrían corresponder a imitación de cerámicas de paredes finas, en concreto, un borde de cubilete de la forma Mayet II. Para concluir, aunque Coll establece una secuencia temporal de la dispersión de los diferentes tipos de hornos prerromanos en la Península Ibérica, consideramos que por el desconocimiento de muchos de los aspectos relacionados con la estructura y construcción del horno de Las Veguillas, no podemos emplear este elemento para intentar establecer la cronología del funcionamiento de esta estructura. 7. BIBLIOGRAFÍA BERMÚDEZ MEDEL, A. y J. MASSÓ I CARBALLIDO, 1984-1985, «El horno cerámico del «Barranc de la Premsa cremada» (Botarell, Tarragona)», Butlletí Arqueológic, Época V, 6-7, Tarragona, RSAT, pp. 63-106. BRONCANO, S. y J. COLL CONESA, 1988, «Horno de cerámica ibérico de la Casa Grande, Alcalá de Júcar (Albacete)», Noticiario Arqueológico Hispánico, 30, Madrid, Ministerio de Cultura, pp. 187-228. BURILLO MOZOTA, F., 1983, La alfarería de Huesa del Común, Teruel, SAET. COLL CONESA, J., 1987, «El horno ibérico de Alcalá del Júcar, Albacete», Revista de Arqueología, 80, Madrid, Zugartu eds., pp.16-24. — 1992, «El horno ibérico de Alcalá del Júcar. Reflexiones sobre los orígenes de la cocción cerámica en hornos de tiro directo y doble cámara de la Península Ibérica», Tecnología de la cocción cerámica desde la antigüedad a nuestros días, Alicante, Asociación de Ceramología, pp. 51-64. — 2000, «Aspectos de tecnología de producción de la cerámica ibérica», Saguntum, Extra 3 (III Reunió sobre Economía en el Món Ibèric), pp. 191-202. HERNÁNDEZ VERA, J. A. y MURILLO, J. J., 1985, «Aproximación al estudio de la siderurgia celtibérica del Moncayo», Caesaraugusta, 61-62, Zaragoza, IFC, pp. 177-190. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 102 ][ M.ª ESPERANZA SAIZ CARRASCO El horno cerámico de Las Veguillas... LUZÓN NOGUE, J. M., 1973, Excavaciones en Itálica. Estratigrafía en el Pajar de Artillo. Campaña 1970, Madrid, MEC (Excavaciones Arqueológicas en España, 78). PEÑA MONNÉ, J. L. et alii, 1984, Geomorfología de la provincia de Teruel, Teruel, Instituto de Estudios Turolenses. ROVIRA LLORENS, S., 2004, «Metalurgia celtibérica: estado de la cuestión y nuevas perspectivas», Novedades arqueológicas celtibéricas, Madrid, Museo Arqueológico Nacional, pp. 63-84. SÁIZ CARRASCO, M.ª E., 2004, Producción cerámica de época celtibérica en el Sistema Ibérico Central. Estudio comparativo en el marco de la P. Ibérica, Trabajo de investigación del DEA defendido en la Universidad de Zaragoza, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel, inédito. VICENTE REDÓN, J., A. HERCE SAN MIGUEL y C. ESCRICHE JAIME, 1984, «Dos hornos de cerámica de época ibérica en «Los Vicarios» (Valdecebro, Teruel)», Kalathos, 3-4 (198384), Teruel, SAET, pp. 311-372. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 85-102 INTENTANDO SOCAVAR UNA FALSA CREENCIA: LA IDENTIDAD DEL AVE DE ATENEA Trying to Undermine a False Belief: the Identity of Athena’s Bird Lucía RODRÍGUEZ-NORIEGA GUILLÉN1 Universidad de Oviedo Resumen La idea de que el ave de la diosa Atenea (o su equivalente latino, Minerva) es la lechuza (Tito alba) está fuertemente arraigada en la tradición cultural hispana. Sin embargo, las fuentes literarias y las representaciones figurativas dejan ver sin lugar a dudas que el ave en cuestión es en realidad el mochuelo (Athene noctua). Este artículo ahonda en la cuestión, aportando además datos sobre las diversas rapaces nocturnas de las que han dejado constancia los textos griegos, entre las que justamente no figura la lechuza, por ser esta ave prácticamente desconocida en Grecia. Palabras clave: literatura griega, literatura latina, Atenea, Minerva, mochuelo, athene noctua. Abstract The assumption that the bird of the goddess Athena (the Roman Minerva) is the barn owl (Tito alba) remains firmly rooted in Spanish cultural tradition. However, evidence from both literary and iconographical sources shows that the bird at issue is the little owl (Athene noctua). This paper goes deeply into the matter by bringing forward evidence about the nocturnal birds of pray in ancient Greek literature, and points out that the barn owl was nearly unknown in Greece. Key words: Greek literature, Latin literature, Athena, Minerva, little owl, athene noctua. 1. Doctora en Filología Clásica, Profesora Titular de Filología Griega del Departamento de Filología Clásica y Románica de la Universidad de Oviedo. Correo electrónico: [email protected] Fecha de recepción del artículo: 7 de septiembre de 2006. Fecha de aceptación: 22 de noviembre de 2006. Versión final: febrero de 2007. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 103-111 104 ][ LUCÍA RODRÍGUEZ-NORIEGA GUILLÉN Intentando socavar una falsa creencia... Existe entre los hispanohablantes con un cierto nivel cultural una tradición fuertemente arraigada y, sin embargo, errónea, que hace de la lechuza el ave de Atenea (o de su equivalente latina, la diosa Minerva)2. En efecto, es ésta una noción que ha sobrepasado el ámbito de los Estudios Clásicos para formar parte del acervo de lo que suele llamarse «cultura general», de manera que prácticamente no hay manual, diccionario de mitología o publicación de tipo divulgativo en castellano que trate sobre la citada diosa que no llame «lechuza» (o, más ocasionalmente, «búho», como veremos más adelante) al ave que se vincula con ella3. La tradición viene, efectivamente, de antiguo; por ejemplo, figura ya en la traducción al castellano de la Metafísica de Aristóteles realizada por Enrique de Villena en 1428, y se explica bien en un contexto en el que las Ciencias Naturales todavía no habían llegado a establecer una clasificación correcta de las aves que hoy conforman el género de las estrígidas, al que pertenece la que nos ocupa4. Por otra parte, es de suponer que tampoco quienes se dedicaban por esos siglos a los Estudios Clásicos tenían gran información al respecto, ni seguramente se preocupaban demasiado por ello, así que lo mismo les servía «lechuza» que cualquier otro nombre de rapaz nocturna. Ahora bien, la lechuza tenía dos ventajas sobre las demás: por un lado, resultaba muy familiar, ya que suele compartir hábitat con los humanos (es frecuente en torres, desvanes y graneros) y, por otro, es la única ave de este tipo cuyo nombre castellano es de género gramatical femenino (más exactamente, es de género epiceno con concordancia en femenino), lo que la hacía especialmente adecuada para vincularla con una divinidad de sexo femenino, según una asociación de ideas bastante habitual5. Un tercer factor que posiblemente influyó en dicha identificación, o que 2. Una primera versión de este artículo se presentó como comunicación en el IV Seminario de Filología Clásica celebrado en Oviedo entre el 29 de marzo y el 1 de abril de 2004, bajo el título «A vueltas con el ave de Atenea». 3. Sobre la asociación de determinados animales con diversas divinidades griegas, puede verse L. Bodson, Hiera Zoa. Contribution à l’étude de la place de l’animal dans la religion grecque ancienne, Bruselas, 1975, así como J. Pollard, Birds in Greek Life and Myth, Plymouth, 1975. 4. Sobre el tema de la clasificación de los animales en la antigüedad puede verse R. Bernier, Aux sources de la biologie, I: Les vingt premiers siècles. La classification, Montreal-París, 1975, así como, para las aves en concreto, J. J. Hall, «The classification of birds in Aristotle and early modern naturalists» I y II, History of Sciences 29, 1991, págs. 111-151 y 223-243. 5. Piénsese, por ejemplo, en cómo en nuestra cultura popular, y especialmente en los cuentos (también en los de creación moderna), es frecuente encontrar la lechuza asociada con la bruja (de hecho era creencia general que las brujas podían transformarse en dicho animal) y en cambio el búho con el mago o brujo. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 103-111 Intentando socavar una falsa creencia... LUCÍA RODRÍGUEZ-NORIEGA GUILLÉN ][ 105 por lo menos no contribuyó a clarificar la verdadera identidad del animal, reside en el hecho de que el nombre latino del ave de Minerva, noctua (igualmente epiceno de concordancia en femenino), se empleaba en latín además como nombre genérico para designar a cualquier rapaz nocturna, siendo también «lechuza» el término castellano preferido para traducirlo6. Ahora bien, el enorme desarrollo cobrado por las Ciencias Naturales en época contemporánea permitió que ya desde la primera mitad del s. XX existiese una clasificación bien desarrollada del género de las estrígidas, actualmente divididas en dos familias, las estrígidas (a la que pertenece el ave de Atenea, a la que se dio el nombre científico de Athene noctua) y las titónidas (a la que pertenece la lechuza, o Tito alba). De ello tomaron buena nota quienes se ocupaban del léxico zoológico en el campo de la Filología Clásica y así la excelente obra de W. D’Arcy Thompson7 no deja lugar a duda alguna sobre la identificación del animal. También en el LSJ8, uno de los diccionarios de más uso entre los filólogos clásicos contemporáneos, por más que su primera edición sea de 1843, el término gla¥j, que es como llamaban los griegos al ave de Atenea, aparece correctamente traducido como «little owl» (nombre inglés de la Athene noctua), y no como «barn owl» (que es como se llama en inglés nuestra «lechuza»). Pues bien, la Athene noctua no es otra que el mochuelo común. Ambas aves, la lechuza y el mochuelo, no guardan entre sí más que una semejanza superficial. El mochuelo es con mucho la de menor tamaño de las dos, y presenta, como los búhos, unos llamativos ojos grandes y de color amarillento, mientras que la lechuza posee una inconfundible cara pálida en forma de corazón, con ojos negros y proporcionalmente pequeños. Esta última característica hace especialmente inadecuada la frecuente traducción del epíteto glayk©piq, que a menudo acompaña a Atenea en los textos griegos, como «de ojos de lechuza». Los ojos que los griegos imaginaban para su diosa eran grandes y brillantes en la oscuridad; «de mochuelo», en definitiva9. 6. Cf. J. André, Les noms d’oiseaux en latin, París, Klincksieck, 1967, págs. 109-110; S. Segura Munguía, Diccionario etimológico latino-español, Madrid, Anaya, 1985, s.v. noctua. 7. W. D’Arcy Thompson, Glossary of Greek Birds, Oxford, 1936 (Hildesheim, 1966). 8. H. G. Liddell - R. Scott, A Greek-English Lexicon, Oxford, 1843; 9ª ed. revisada y aumentada por H. Stuart-Jones y R. McKenzie, 1940; 7ª reimpr. con un supl. ed. por E. A. Barber, P. Mass, M. Scheller y M. L. West, 1968; 10ª reimpr. con un nuevo supl. rev. por P. G. W. Glare y A. A. Thompson, 1996. 9. Sobre el sentido de este término cf. W. Pötscher, «Die Bedeutung des Wortes glayk©piq», Philologus 141/1, 1997, págs. 3-20. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 103-111 106 ][ LUCÍA RODRÍGUEZ-NORIEGA GUILLÉN Intentando socavar una falsa creencia... En la cultura hispana, sin embargo, la noción de que el ave de Atenea/ Minerva es la lechuza continúa teniendo tal arraigo en nuestros días que incluso ese paradigma de la lexicografía griega moderna que es el DGE10, pese a que identifica al animal llamado en griego gla¥j con su nombre científico y castellano correctos, cuando pasa a traducir ejemplos concretos en los que aparece la palabra retorna al tradicional «lechuza», en clara incongruencia con la identificación y traducción propuesta al comienzo de la entrada del diccionario. Otro ejemplo similar lo tenemos en una página web que mantiene la Fundación Gustavo Bueno, que lleva por título «Lechuzas» (www.lechuza.org), y en la que pueden verse varios documentos muy interesantes sobre el tema de la identificación del pájaro de Atenea, indicándose con toda corrección que en realidad se trata del mochuelo11. Otra variante menos popular del nombre del ave de Atenea/ Minerva, pero que también gozó de cierta difusión, sobre todo entre los filósofos, es la que la identifica con el búho. Ello se debió a las traducciones al castellano del filósofo alemán Hegel, que llamaba al ave de Atenea Eul, que en alemán es término genérico para búho y otras especies emparentadas, y que los traductores al castellano de su obra vertieron como «búho», y no como «lechuza»12. Así las cosas, no es de extrañar que muchos traductores del griego al castellano se dejen llevar por la tradición recibida y viertan gla¥j por «lechuza» tanto en el contexto de su vinculación con Atenea como fuera de él, incluso en textos de tipo científico, donde el error es más grave si cabe, ya que el vocabulario científico reclama del traductor moderno toda la exactitud de que sea capaz. «Lechuza» es así mismo la primera traducción del término que dan los dos diccionarios griego-español de consulta más habitual, el pequeño Vox de J. M. Pabón, y el más voluminoso de F. 10. Diccionario griego-español, Madrid, CSIC, 1980-. 11. Sin embargo, como decimos, el título de la página es claramente indicativo de que tampoco ellos han logrado sustraerse del todo a la tradición. Aún más, a los documentos a los que me refiero se accede mediante una entrada marcada con el novedoso término «lechuzar». Con todo, no descarto que el reconocimiento de la verdadera identidad del ave haya sido posterior a la creación de esta página web (cuya visita recomiendo a los interesados en el tema), de la que he obtenido la información referente a las fuentes castellanas antiguas que citan la lechuza como ave de Atenea/ Minerva, así como algún otro dato que indicaré puntualmente. 12. En la citada página web de la Fundación Gustavo Bueno puede verse más información al respecto, así como las transformaciones que en relación con este tema sufrió el logotipo de la Revista de Occidente, que comenzó siendo una representación clásica del ave de Atenea, se convirtió luego en un búho, y finalmente retornó a sus orígenes clásicos. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 103-111 Intentando socavar una falsa creencia... LUCÍA RODRÍGUEZ-NORIEGA GUILLÉN ][ 107 Sebastián Yarza en la editorial Sopena13, que también incluyen la traducción correcta, pero sólo como segunda opción14. Como ocurre en general con los denominados realia, y más particularmente con los términos científicos, los nombres griegos de animales presentan a menudo graves problemas de identificación y traducción, sobre todo por falta de documentación, y por ausencia o insuficiencia de descripciones en las fuentes. Tampoco es infrecuente que alguna lengua moderna carezca de nombre para tal o cual ser concreto mencionado en las fuentes griegas, por ser éste desconocido en el ámbito geográfico de dicha lengua moderna. La única solución que queda en estos casos, como ante cualquier otro término de realia sin equivalente moderno, es limitarse a transliterar o bien transcribir la palabra original, y dar al lector las explicaciones pertinentes en una nota al pie. Ocasionalmente, y como mal menor, también se puede acudir a un término genérico ante un animal cuyo género y familia se conocen, pero cuya especie concreta no puede determinarse (así por ejemplo, el término griego gla†koq, cuando se refiere a un escualo sin identificación segura, puede traducirse por el genérico «tiburón», si el contexto no exige mayor precisión). Ahora bien, éste no es en modo alguno el caso del ave llamada por los griegos gla¥j. En primer lugar, como venimos diciendo, la identificación del ave de Atenea no ofrece lugar a dudas, gracias tanto a las descripciones de las fuentes escritas como, sobre todo, a sus frecuentes representaciones escultóricas, pictóricas y en monedas (la más reciente, en la de un euro de curso legal), donde el ave sustituye a la imagen de la propia diosa. Y, en segundo lugar, el animal en cuestión es frecuente en toda la Península Ibérica, de lo que es indicativa su presencia en frases sentenciosas como «cargar con el mochuelo», «sacudirse el mochuelo» o «cada mochuelo a su olivo», por ejemplo15. 13. J. M. Pabón S. de Urbina, Diccionario manual griego-español, Barcelona, 1967 (con múltiples reimpresiones); F. I. Sebastián Yarza, Diccionario griego-español, Barcelona, 1988 (también con varias reimpresiones, las últimas en dos volúmenes). 14. Digamos como curiosidad que esta doble posibilidad lechuza/ mochuelo, tiene igualmente tradición antigua, pues así figura en la obra de Juan Pérez de Moya, Filosofía secreta, donde debajo de historias fabulosas se contiene mucha doctrina provechosa a todos estudios. Con el origen de los ídolos, o dioses de la gentilidad, Madrid, 1585, cuyo libro tercero, dedicado a las «diosas hembras», concretamente en el capítulo VIII («de Minerva»), artículo XI, hay un apartado dedicado a «Por qué la lechuza o mochuelo fue recibido en compañía de Minerva». 15. Véase, por ejemplo, la entrada «mochuelo» en el Diccionario de la Real Academia Española. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 103-111 108 ][ LUCÍA RODRÍGUEZ-NORIEGA GUILLÉN Intentando socavar una falsa creencia... Ya nos hemos referido a algunas diferencias morfológicas entre el mochuelo y la lechuza, que dejan perfectamente claro que ésta no es el ave de Atenea según se desprende de sus representaciones figurativas. Pero para mejor ilustrar nuestro tema resulta conveniente hacer un repaso de las aves emparentadas con el mochuelo y la lechuza, es decir, del orden de las estrígidas, que se mencionan en los textos griegos antiguos. Se trata de las siguientes16: 1) El mochuelo común (Athene noctua)17. Es frecuente en toda la Grecia continental e insular, en Anatolia y en el Ponto; de hecho en Grecia es la más común de las aves de su familia, lo que explica que en los textos antiguos se la utilice como prototípica del resto, tomándosela como patrón de base a la hora de establecer comparaciones de tamaños, etc., como puede verse en algunos de los textos citados más abajo. Es de pequeño tamaño, unos 21-23 cm. y tiene entre 50 y 56 cm. de envergadura alar. Suele dormir en árboles no muy altos, en Grecia especialmente en los olivos, que constituyen justamente otro de los símbolos de Atenea, cuya rama figura junto con el mochuelo en muchas de sus representaciones en monedas. Su nombre griego más habitual es, como ya hemos tenido ocasión de decir, gla¥j (ático gla†j) aunque también recibe otros varios, muchos derivados de la onomatopeyas de su canto18, tales como kikkåbh, kikyb∂›q, kºkyboq, kºkymoq, kikym∂›q, kikymºq y kokobå h, entre otros. Otro de sus nombres es tyt√. De la vinculación del gla¥j con Atenea nos hablan muchas fuentes literarias, como Aristófanes, Caballeros 1092-93, kaº moªdøkei Ô ueØq aªt¸ / ®k pølevq ®lue¡n kaÁ gla†j aªtÎ |pikau∂suai, Y me parecía que la propia diosa salía de la ciudad, y un mochuelo iba posado sobre ella; Aristófanes, Aves 514-16, ¤ d‚ deinøtatøn <g|> ®stÁn ·påntvn, ∏ ZeÂq gÅ ∏ n†n basile¥vn a˝etØn œ nin ’sthken ‘xvn ®pÁ t∂q keφal∂q basileÂq ~n, Ô d | a« uygåth gla†x´, Pero lo más asombroso de todo es que Zeus, el actual rey, se yergue con un águila sobre la cabeza en su calidad de rey, y su hija, a su vez, con un mochuelo; Dión Crisóstomo 12,6 (tras referirse en un largo pasaje al mochuelo), kaÁ tÎ |AuhnÈ l™getai p osφil‚q eµnai tØ 16. El inventario de estrígidas que ofrecemos a continuación lo hemos realizado mediante un despojo exhaustivo del libro de W. D’Arcy Thompson antes citado. 17. Para todas las cuestiones científicas relacionadas con esta ave puede verse, por ejemplo, L. Jonsson, Aves de Europa, con el Norte de África y el Próximo Oriente, trad. esp. Barcelona, 1994 (2001), pág. 324. 18. Que los manuales de ornitología describen como «caiU» (sic) y, cuando está alarmado, «quip-quip-quip»; emite también un reclamo territorial descrito como «couuaj», cf. L. Jonsson, Aves de Europa…, pág. 324. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 103-111 Intentando socavar una falsa creencia... LUCÍA RODRÍGUEZ-NORIEGA GUILLÉN ][ 109 œ neon [sc. tÓn gla†ka], También a Atenea se dice que le era grata esta ave; Porfirio, Sobre la abstinencia 3,5 (en un pasaje en el que pone en relación diversas aves con ciertos dioses), DiØq m‚n Ωetøq [...] |Auhn˙q d‚ a« [...] gla†j, De Zeus, el águila [...], de Atenea, a su vez, [...] el mochuelo. Las fuentes antiguas describen al mochuelo como de hábitos nocturnos (nykte øbioq, Arist. HA 488 a 25), aunque no caza durante toda la noche, sino especialmente al atardecer y al amanecer, alimentándose de ratones, reptiles e insectos (oª katÅ p˙san d‚ tÓn n¥kta to†to poie¡, Ωll| “k aq „sp™ aq kaÁ pe Á œ uon? Uh e¥ei d‚ m†q kaÁ sa¥ aq kaÁ sφond¥laq kaÁ toia†ta zÛdå ia, íd. ibíd. 619 b 20); también dicen que es de garras curvadas (gamc©nyj, íd. ibíd. 592 b 8). 2) El búho real (Bubo bubo)19. Cría y está presente en toda la Grecia continental todos los meses del año. Recibe los nombres de b¥aq o b ¥aq, además de nyktikø aj y st ºj (que en ocasiones pueden hacer también referencia a su pariente de menor tamaño, el búho chico), y, posiblemente, los de Êb ºq o ‹b iq. En la Historia de los animales 592b 9-10, Aristóteles lo describe como semejante al mochuelo en su forma, pero de tamaño no menor al águila (‘sti d| ∏ b ¥aq tÓn m‚n ˝d™an Œmoioq glaykº, tØ d‚ m™geuoq Ωeto† oªd‚n ®låttvn). El búho real es, de hecho, la mayor de las estrígidas europeas, con una longitud que varía entre los 60-75 cm., y una envergadura alar de entre 160-188 cms. 3) El búho chico (Asio otus)20. Está presente todo el año en la Grecia continental a excepción del Peloponeso. Recibe el nombre de ¿toq u ∫tøq, además de compartir con el búho real los de nyktikø aj y st ºj. Aristóteles (HA 597 b 21-22) lo describe como semejante al mochuelo y dotado de las características «orejas» formadas por penachos de plumas, ∏ d| ¿toq Œmoioq ta¡q glayjÁ kaÁ pe Á tå ¿ta pte ¥gia ‘xvn, y en un fragmento del mismo autor transmitido por Ateneo (IX 390 f) se dice que no es nocturno, y que es del tamaño de una paloma (oªk d‚ nykte inøq... m™geuoq pe iste ˙q). El tamaño excluye al búho real, mucho mayor (el búho chico mide aproximadamente la mitad de tamaño que aquél, con unos 35-37 cm. y 84-95 de envergadura), y, por otro lado, es cierto que el búho chico caza fundamentalmente al amanecer y al anochecer, e incluso alguna rara vez en pleno día. 19. Cf. L. Jonsson, Aves de Europa..., pág. 314. 20. Cf. L. Jonsson, Aves de Europa..., pág. 314. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 103-111 110 ][ LUCÍA RODRÍGUEZ-NORIEGA GUILLÉN Intentando socavar una falsa creencia... 4) El cárabo común (Strix aluco)21. Cría y está presente todo el año tanto en la Grecia continental como en toda la costa de Anatolia y el Ponto. Se llama en griego ®l™oq. Aristóteles (HA 592b 10-13) dice que se parece al autillo (sk√c), que es mayor que la gallina (mide, en efecto, unos 37-39 cm. y tiene unos 94-104 cm. de envergadura), y que come arrendajos (meºzvn Ωlekt yønoq [...], uh e¥ei tÅq kºttaq). La dieta del cárabo, muy variada, incluye, en efecto, otras aves. A simple vista se parece bastante al mochuelo, pero no tiene los ojos grandes y amarillos como éste, sino completamente negros. 5) El autillo (Otus scops)22 habita durante todo el año en la Grecia continental (excepto en el Peloponeso), así como en algunas zonas de la costa Anatolia, especialmente al norte. Recibe en griego el nombre de sk√c. Aristóteles (HA 592 b 13-14) lo describe como más pequeño que el mochuelo, ®låttvn glaykøq. En efecto, mide unos 19-20 cms. y tiene entre 5054 de envergadura. La mejor descripción del animal se encuentra en Alejandro de Mindo, citado en Ateneo (IX 391 b): mik øte øq ®sti glaykØq kaÁ ®pÁ molybdoφane¡ tˆ x √mati Êpøleyka stºxmata ‘xei? d¥o te ΩpØ t©n πφ ¥vn pa | „kåte on k øtaφon Ωnaφ™ ei pte å, El autillo es más pequeño que el mochuelo, y sobre una librea de color plomizo presenta manchas blanquecinas, y a partir de las cejas, a cada lado de las sienes, porta dos penachos de plumas que se extienden hacia arriba. En los textos griegos se recogen además otros nombres de aves que tal vez podrían corresponder a estrígidas, pero que en realidad son de identificación totalmente incierta, y podrían pertenecer a aves de otras familias. Se trata, en concreto, de a˝gok™φaloq (que de ser una estrígida podría ser el búho chico o el autillo), a˝g√lioq (que podría ser otro nombre del cárabo), Ωskålaφoq y løkaloq. Como decimos, ni siquiera hay ninguna certidumbre de que se trate de miembros de la familia que nos ocupa. Ahora bien, como puede observarse, la lechuza (Tito alba) falta por completo en nuestro listado. El motivo es bien sencillo, y basta con consultar los mapas de distribución del animal en Europa23 para comprender por qué: la lechuza común, muy frecuente en España, es un animal sumamente raro en Grecia, ya que su área de distribución en el Mediterráneo 21. Cf. L. Jonsson, Aves de Europa..., pág. 318. 22. Cf. L. Jonsson, Aves de Europa..., pág. 324. 23. Cf., por ejemplo, el que se ofrece en L. Jonsson, Aves de Europa..., pág. 312. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 103-111 Intentando socavar una falsa creencia... LUCÍA RODRÍGUEZ-NORIEGA GUILLÉN ][ 111 apenas llega más al Este de Italia. En concreto la región del Ática, de cuya capital, Atenas, es epónima la diosa Atenea, queda totalmente fuera de su área de difusión. En definitiva, nos encontramos ante un curioso caso de error perpetuado por la inercia de la tradición y que, no obstante, debería ser desterrado sin concesiones. El ave de Atenea no es la lechuza, un animal que, además, es prácticamente desconocido en Grecia, sino el mochuelo, y así debería recogerse sin vacilación en diccionarios y traducciones. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 103-111 CONSIDERACIONES SOBRE EL PREFACIO DEL ARTE GRAMÁTICA DE CARISIO In Regard to the Preface to Charisius’Ars grammatica Javier URÍA VARELA1 Universidad de Zaragoza Resumen El prefacio al Arte gramática de Carisio sitúa su obra dentro de una larga tradición literaria de obras en prosa que comienzan con una dedicatoria al hijo del autor. Dada la abundancia de tópicos en estas composiciones preliminares, es preciso realizar un examen atento del texto que trate de dilucidar si la dedicatoria es real o ficticia, pues así se podrán resolver también algunos interrogantes acerca de la condición social del autor y del propósito del manual. Palabras clave: Carisio, ars grammatica, prefacios latinos, literatura latina, siglo IV. Abstract The Preface to Charisius’Ars grammatica places this work within a long literary tradition of prose works beginning with a dedication to the author’s son. Since topics are so frequent in this preliminary pieces, it is necessary to accurately analyse the text, in order to elucidate whether the dedication is true or fictitious. In this way, it will be possible to work out some questions about the author’s social condition and the aim of his handbook. Key words: Charisius, ars grammatica, Latin prose prefaces, Latin literature, 4th century. 1. Doctor en Filología. Profesor Titular del Departamento de Ciencias de la Antigüedad de la Universidad de Zaragoza. Correo electrónico: [email protected] Fecha de recepción del artículo: 7 de septiembre de 2006. Fecha de aceptación: 22 de noviembre de 2006. Versión final: enero de 2007. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 113-125 114 ][ JAVIER URÍA VARELA Consideraciones sobre el prefacio del Arte gramática... 0. Los prólogos, prefacios, exordios de cualquier obra están sujetos, desde la Antigüedad, a unos tópicos difícilmente evitables2. Ello hace que sea complicado verificar la realidad de lo que se afirma en esas composiciones preliminares. Para la literatura romana se constató hace más de un siglo la relativa frecuencia con la que obras en prosa iban precedidas de dedicatorias al hijo del autor, constatación que se ejemplificaba con las figuras de Catón, Cicerón, Tito Livio, Séneca, Asconio, Quintiliano, el jurista Paulo, Marciano Capella, Macrobio y Tiberio Claudio Donato3. Más recientemente se ha hecho notar que las obras didácticas, particularmente los manuales, constituyen un tipo de composición en la que la dedicatoria inicial al hijo es frecuente4. Precisamente del prefacio de uno de esos manuales, el Ars grammatica compuesta por Flavio Sosípatro Carisio en el s. IV d. C., quiero ocuparme en estas páginas, y concretamente para, tras hacer balance de las observaciones que sobre el mismo se han hecho en los últimos años, intentar aportar luz a la cuestión fundamental: ¿es un prefacio «tópico» o «real»? La respuesta a esa pregunta es particularmente importante para un autor como Carisio; en primer lugar, porque es muy escasa la información biográfica5 que sobre el autor puede obtenerse si no es del prefacio; en segundo lugar, porque resulta difícil conciliar el objetivo que el autor declara para su obra con el contenido de la misma. 2. Véase al respecto E. R. Curtius, Literatura europea y Edad Media Latina, I, México D. F., F.C.E., 1955 (trad. española = 1948), pp. 131-136, con ejemplos de la Antigüedad y de la Edad Media. 3. R. Hirzel, Der Dialog, Leipzig, 1895, citado por F. J. LeMoine, «Parental Gifts: FatherSon Dedications and Dialogues in Roman Didactic Literature», Illinois Classical Studies vol. 16, 1991, pp. 337-366. 4. T. Janson, Latin Prose Prefaces. Studies in Literary Conventions, Estocolmo, «Acta Universitatis Stockholmiensis» XIII, 1964; R. Kaster, Guardians of Language. The grammarian and Society in Late Antiquity, Berkeley-Los Angeles-Londres, University of California Press, 1988, pp. 67-68; LeMoine, «Parental Gifts». 5. Véase R. Kaster, Guardians of Language, pp. 392-394; P. L. Schmidt, 1993, «Grammaire et rhétorique», en R. Herzog (ed.), Nouvelle histoire de la littérature latine V. Restauration et renouveau. La littérature latine de 284 à 374 après J.-C., versión francesa, Turnhout, Brépols, 1993, p. 142; D. M. Schenkeveld, A Rhetorical Grammar. C. Iulius Romanus, introduction to the Liber de adverbio as incorporated in Charisius’Ars grammatica II.13 (Edition with introduction, translation and commentary), Leiden-Boston, E. J. Brill, 2004, pp. 1-4; J. Uría Varela, «What can we learn from place-names in Charisius’ “Ars grammatica”?», en I. TAIFACOS (ed.), The Origins of European Scholarship. The Cyprus Millennium International Conference, Stuttgart, Steiner, 2006, pp. 99-107. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 113-125 Consideraciones sobre el prefacio del Arte gramática... JAVIER URÍA VARELA ][ 115 Vayan por delante el texto latino y la traducción de la pieza en cuestión6: FL. SOSIPATER CHARISIUS V. P. MAGISTER. FILIO KARISSIMO SALUTEM DICIT. Amore Latini sermonis obligare te cupiens, fili karissime, artem grammaticam sollertia doctissimorum uirorum politam et a me digestam in libris quinque dono tibi misi. qua penitus inspecta cognosces quatenus Latinae facundiae licentia regatur aut natura aut analogia aut ratione curiosae obseruationis aut consuetudine, quae multorum consensione conualuit, aut certe auctoritate, quae prudentissimorum opinione recepta est. erit iam tuae diligentiae frequenti recitatione studia mea ex uariis artibus inrigata memoriae tuisque sensibus mandare, ut quod originalis patriae natura denegauit uirtute animi adfectasse uidearis. ualeas floreas uigeas aeuo quam longissimo, fili patri tuo karissime «Flavio Sosípatro Carisio, caballero, supervisor, saluda a su hijo queridísimo: En el deseo de atarte, hijo queridísimo, con el amor por la lengua latina, te envío como regalo esta gramática, pulida por la pericia de hombres muy instruidos y distribuida por mí en cinco libros. Leyéndola entera sabrás en qué medida gobiernan la elocuencia latina la licencia, la naturaleza, la analogía, la razón de escrupulosa observancia, el uso, afianzado por acuerdo de muchos, o, por supuesto, la autoridad, tomada del juicio de los más sabios. De tu propia diligencia dependerá ya que, mediante frecuente recitación, estos estudios míos empapados de diferentes tratados los encomiendes a tu memoria y sentidos, y así des la impresión de haber alcanzado por fortaleza de espíritu lo que te negó la naturaleza de tu origen patrio. Que tengas salud, crezcas y prosperes por muchísimos años, hijo de tu padre queridísimo». La breve pieza puede dividirse en tres segmentos: 1. El manual de gramática es un regalo de Carisio a su hijo en cuya redacción aquél ha actuado como un mero compilador. 2. La lectura del manual propiciará el reconocimiento de los criterios del latín correcto. 3. Será responsabilidad del hijo el asimilar mediante el estudio los contenidos organizados por su padre, con el fin de paliar un «handicap» natural: no tener el latín como lengua materna. Tratemos, pues, de valorar el grado de sinceridad de estas afirmaciones. 6. La edición seguida es la de K. Barwick, 1925, Flavii Sosipatri Charisii artis grammaticae libri V, Leipzig, Teubner, 1925 (reimpr. con «addenda et corrigenda» de F. Kühnert, 1964). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 113-125 116 ][ JAVIER URÍA VARELA Consideraciones sobre el prefacio del Arte gramática... 1. Ciertamente la dedicatoria al hijo se incluye en una larga tradición de obras en prosa que en la literatura latina puede remontarse hasta Catón. Pero ello no es prueba inequívoca del carácter tópico del prefacio, y ni siquiera es oportuno, en el caso concreto de Carisio, invocar, como lo hace LeMoine7, la frecuencia con que en el cuerpo de su obra aparecen citas de los discursos de Catón, pues sabemos con seguridad que esas citas no son de primera mano, sino que Carisio las copia de sus fuentes8. Por otra parte, el prefacio de Carisio contiene otro rasgo característico de las dedicatorias a hijos, a saber, que en ellas, a diferencia de lo que ocurre en otras, suelen faltar tanto la idea de un requerimiento previo por parte del destinatario como el tono de excesiva modestia típico de muchas dedicatorias9. En fin, aunque argumentum ex silentio, es de resaltar que Carisio no insiste demasiado en que el hijo es el destinatario único de su manual, algo que es frecuente precisamente en los autores que utilizan al destinatario como pretexto, esto es, como representante del más amplio público al que se dirigen en realidad10. En efecto, enfocada desde los principios de la moderna pragmática, la insistencia en el destinatario único es casi prueba de que el autor está utilizando un tópico, una excusa11 para dirigirse en realidad a un amplio público. Aún en este primer segmento hemos de comprobar la veracidad de otro dato: ¿es Carisio, como dice en dos ocasiones en el prefacio, un mero compilador, o es esta afirmación achacable a una falsa modestia del autor12? En este caso la respuesta no parece admitir discusión. Carisio es un fiel segui- 7. «Parental Gifts», p. 341. 8. Simplificando la cuestión, puede decirse que Carisio sigue una fuente principal, seguramente el manual de su maestro Cominiano, a la que añade secciones eruditas tomadas fundamentalmente de Julio Romano (véase Schmidt, «Grammaire et rhétorique», p. 143). Las citas de Catón aparecen, bien en el erudito capítulo I 15, bien en las secciones tomadas de Romano (sobre ambos véase el apartado 2). 9. Así lo hace notar, para Carisio, Janson, Latin Prose Prefaces, p. 117. 10. Sobre este aspecto véase Janson, Latin Prose Prefaces, p. 148. 11. Se trata, en concreto, de una infracción ya de la máxima de cantidad («No des más información de la necesaria») ya de la máxima de modo («Sé breve (evita la prolijidad innecesaria)») en los términos en los que las expone H. P. Grice, «Logic and Conversation», en P. Cole y J. Morgan (eds.), Syntax and Semantics, vol. 3, New York, Academic Press, 1975, pp. 41-58. 12. Sobre el tópico del opus collaticium como medio de insistencia en la modestia, véase L. Munzi, «Il ruolo della prefazione nei testi grammaticali latini», AION (filol) vol. 14, 1992, pp. 103-126, esp. pp. 116-117. No deja de ser significativo que, dejando aparte la dedicatoria en sí, este es el único de los tópicos de los prólogos gramaticales en los que Munzi logra encuadrar a Carisio. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 113-125 Consideraciones sobre el prefacio del Arte gramática... JAVIER URÍA VARELA ][ 117 dor de sus fuentes, de tal manera que de su obra únicamente se le pueden adscribir referencias internas —ni si quiera todas— y aclaraciones sobre el contenido o la fuente que seguirá en un determinado capítulo. Hasta tal punto llega la fidelidad de Carisio hacia sus fuentes que, en muchas ocasiones, como enseguida haremos notar, encontramos afirmaciones en primera persona que no proceden de él, sino, indiscutiblemente, de su fuente. Así pues, con respecto al primero de los segmentos que hemos aislado en el prefacio de Carisio, podemos decir que existen bastantes posibilidades de que contenga afirmaciones sinceras, de que corresponda más a la realidad que a los tópicos característicos de los prefacios. Por consiguiente, me sumo a los especialistas que, partiendo de la dedicatoria al hijo, han considerado a Carisio como un gramático no profesional, un amateur13, en contra de quienes, basándose fundamentalmente en una problemática conjetura de Usener a un texto de San Jerónimo14 y en la interpretación del magister del titulus como «maestro de gramática»15, prefieren ver en Carisio a un profesor de gramática. Es cierto que la condición no profesional de Carisio contrasta con el influjo que desde muy pronto ejerció en gramáticos profesionales, como, en primer lugar, en Diomedes, que escribió su Ars grammatica, a lo que parece, entre el 370 y el 380 d. C.16, es decir, en torno a un decenio después de la composición del ars de Carisio, y, como él, en el área oriental del 13. Así, Kaster, Guardians of Language, p. 393, y Munzi, «Il ruolo della prefazione», pp. 112-113. A ellos se suma también Schenkeveld, A Rhetorical Grammar, p. 3, aunque este último autor se inclina por admitir la posición contraria en «Charisius and Diomedes writing a Latin grammar for Greeks», en L. Basset, F. Biville, B. Colombat, P. Swiggers, A. Wouters (eds.), Bilinguisme et terminologie grammaticale gréco-latine (Orbis. Supplementa, 27), Lovaina, Peeters, 2007, pp. 181-189. 14. Hier. Chron. a. Abr. 2374 Evanthius eruditissimus grammaticorum Constantinopoli diem obit, in cuius locum ex Africa Charisius adducitur (app. crit.: Charistus B Chretus L C(h)restus ceteri). 15. En Uría, «What can we learn», p. 100 n. 6 ofrezco un argumento que corrobora la idea de que, como ya se había propuesto, magister designa un puesto en la administración imperial (tal vez magister scrinii), a saber, que en el propio Carisio (Char. p. 56, 17) se explica la palabra mediante la griega epistátēs «supervisor». Conviene añadir, con Kaster, Guardians of Language, pp. 109-110, que el praenomen Flavius indicaba, a partir de mediados del s. IV, la distinción del «flaviado», a saber, la de aquéllos que habían servido como militares o funcionarios imperiales, pero que los gramáticos reconocidos con tal distinción lo fueron por sus servicios al emperador, y no por su labor docente (léanse los ejemplos ofrecidos por Kaster en n. 47). 16. Véase R. Dammer, Diomedes grammaticus, Tréveris, Wissenschaftlicher Verlag, 2001, p. 21, siguiendo a L. Holz, Donat et la tradition de l’enseignement grammatical. Étude sur l’Ars Donati et sa diffusion (IVe-IXe siècle) et édition critique, París, C.N.R.S., 1981, p. 83. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 113-125 118 ][ JAVIER URÍA VARELA Consideraciones sobre el prefacio del Arte gramática... Imperio. En la misma zona hay que situar la influencia sobre Rufino de Antioquía, profesor de gramática cuya obra se suele adscribir al s. V17. En cambio, la idea de un Carisio amateur está en consonancia con la ya comentada fidelidad a sus fuentes y con la nula capacidad que muestra para emitir juicios propios sobre cuestiones controvertidas. En efecto, no proceden de él las afirmaciones en primera persona que salpican el capítulo 15 del libro I18, de cuya fuente no se nos da el nombre, ni tampoco las que aparecen en los capítulos tomados de Julio Romano. Tales secciones suelen ocuparse de la polémica entre sistema y uso en la determinación de la corrección lingüística, y en ello da la impresión de que Carisio, sabedor de su incompetencia, prefiere no intervenir en absoluto. 2. Lo hasta aquí dicho contrasta, ciertamente, con la inclusión, dentro del prefacio, de los criterios de corrección lingüística19, por cuanto que éstos nos remiten a una tradición erudita dentro de la tradición gramatical antigua, la de los tratados De latinitate («Sobre el latín correcto»), versión romana de los griegos Perì hellenismoû y cuya presencia en Roma comienza seguramente por el tratado De sermone Latino de Varrón y a la que se pueden adscribir obras como el Dubius sermo de Plinio o el De latinitate de Flavio Capro. Contrasta —digo— porque tal tradición erudita parece extraña en la obra de un amateur. Ahora bien, es precisamente la incorporación al ars grammatica de capítulos eruditos, por enigmático que parezca su propósito, lo que caracteriza el manual de Carisio. Por otro lado, es más que probable que Carisio tomara la referencia a los criterios de la latinitas de una pieza singular incorporada a su obra: la introducción al capítulo 15 del libro I, cuya misma naturaleza introductoria propició su utilización por parte de Carisio para su propia introducción. Tal utilización es evidente, como puede comprobarse por la comparación de los siguientes pares de pasajes: 17. Así, Kaster, Guardians of Language, p. 352. 18. Por ejemplo, en p.114, 4-9, después de la mención de Plauto, César y Verrio Flaco (autores todos ellos que Carisio no conoce directamente), se afirma en primera persona que no debe usarse el plural de panis, invocando su ausencia en los antiguos, y a continuación se dice que el diminutivo pastillus se utilizá todavía en las zonas rurales de Italia (lo cual tampoco encaja con un autor oriental como Carisio). Por otra parte, la mayor parte de los pasajes del capítulo I 15 en que aparece estas afirmaciones «personales» pertenecen a secciones que, por comparación con otras fuentes, se han adscrito a Flavio Capro, gramático datado en torno al 200 d. C. 19. Sobre los cuales véase, en general, E. Siebenborn, Die Lehre von der Sprachrichtigkeit und ihren Kriterien: Studien zur antiken normativen Grammatik, Amsterdam, Grüner, 1976. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 113-125 Consideraciones sobre el prefacio del Arte gramática... JAVIER URÍA VARELA ][ 119 Prefacio: cognosces quatenus Latinae facundiae licentia regatur aut natura aut analogia aut ratione curiosae obseruationis aut consuetudine I 15: p. 62, 8 ...illam loquendi licentiam seruituti rationis addixit. p. 62, 14 constat ergo Latinus sermo natura analogia consuetudine auctoritate. Prefacio: consuetudine, quae multorum consensione conualuit I 15: p. 62, 24 consuetudo..., ideo solum recepta, quod multorum consensione conualuit. Prefacio: auctoritate, quae prudentissimorum opinione recepta est I 15: p. 63, 6 (auctoritas) tantum opinione oratorum recepta est. Es importante tener en cuenta que con el capítulo 15 del libro I da comienzo una serie de adiciones eruditas que Carisio realiza sobre el esquema tradicional de su maestro, un esquema que hasta ese capítulo ha seguido fielmente. No sorprende, por ello, que el prefacio recoja de alguna manera una referencia al componente erudito que se convierte en el principal ingrediente «original» —con respecto al modelo tradicional de ars grammatica— aportado por el compilador. Pero la referencia a la latinitas en el prefacio quedaría definitivamente justificada si fuera posible explicar la finalidad de los mencionados capítulos eruditos. En este sentido, hay que poner de relieve, en primer lugar, el hecho de que el destinatario de Carisio no es un completo ignorante del latín, pues en tal caso no sería capaz de utilizar la gramática, ni siquiera de leer el prefacio a él dirigido20. Recordemos, además, que lo que Carisio pretende con su obra es que su hijo adquiera un conocimiento profundo del latín, un conocimiento que lo iguale, en el dominio de la lengua latina, a los hablantes nativos (ut quod originalis patriae natura denegauit uirtute animi adfectasse uidearis). Y aquí es donde entran en juego, en el diseño pedagógico de Carisio, los célebres criterios del latín correcto. En efecto, tomando como ejemplo la flexión nominal, que ocupa la mayor parte del libro I, observamos que Carisio no se conforma con la exposición de las cinco declinaciones en el capítulo I 10, ni siquiera con su sistematización de acuerdo con reglas, bien sea para la determinación de géneros y números (capítulo I 11), bien sea para la deducción tanto del género como del paradigma flexivo a partir de la forma del nominativo (capítulo I 14); antes bien, añade dos capítulos «eruditos», I 15 y I 17. El capítulo I 15 presenta un contenido en gran parte coincidente con el de I 14, al clasificar los 20. La observación está en Schenkeveld, A Rhetorical Grammar, p. 4. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 113-125 120 ][ JAVIER URÍA VARELA Consideraciones sobre el prefacio del Arte gramática... nombres según sus terminaciones, pero en él llaman la atención dos diferencias importantes: 1) las palabras de género o flexión problemática son ejemplificadas con pasajes tomados de las autoridades, los autores de prestigio, y 2) son frecuentes las apreciaciones directas o indirectas (invocando la autoridad de otros gramáticos) sobre la preferencia de unas formas sobre otras. La estructura de I 15, con la presentación primero de las formas regulares y luego de las quaestiones, es decir, de las palabras problemáticas, supone en sí misma un cambio de nivel pedagógico respecto a los anteriores. En cuanto a I 17, el primero de los capítulos tomados de Julio Romano, puede considerarse una ampliación de las quaestiones de I 15, pues su contenido son una larga serie de entradas, organizadas alfabéticamente, cuyo común denominador es presentar una forma vacilante o, cuando menos, con flexión cuya corrección no es inmediatamente evidente. De nuevo, el método de justificación de una u otra forma pasa por la aplicación de los principios del latín correcto, fundamentalmente de la analogía o la autoridad, y normalmente con la adición de citas de los auctores o, en el caso de que sea la analogía el criterio invocado, de reglas aducidas por gramáticos precedentes (Elio Estilón, Varrón, César, Verrio Flaco, Plinio, Terencio Escauro, entre otros). En suma, pues, la alusión a los criterios de la latinitas no es, en el prefacio de Carisio, un mero tópico, ni siquiera un eco del otro célebre prefacio de la obra, el del capítulo I 15, sino una parte efectiva del programa educativo de Carisio. Cuestión distinta es la de si los contenidos vertidos en los capítulos eruditos (es decir, en los capítulos que ilustran el funcionamiento de los criterios del latín correcto) son adecuados para el autoaprendizaje del latín; para responder a esto hay que fijarse en las dos últimas partes del prefacio. 3. La afirmación de que el éxito en el aprendizaje depende de la fuerza de voluntad del destinatario del manual no parece formar parte de los tópicos de los prefacios a obras didácticas. Antes bien, la función más tópica del destinatario es la de actuar él mismo como demandante de la obra, con lo cual el autor se descarga de parte de la responsabilidad en la decisión de escribirla21. Es cierto, no obstante, que las palabras de Carisio pueden interpretarse en un sentido tópico si se ve en ellas la voluntad de señalar al receptor como único lector previsto22, con el fin de excusar eventuales 21. Véase Janson, Latin Prose Prefaces, p. 124. 22. Ib., p. 148. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 113-125 Consideraciones sobre el prefacio del Arte gramática... JAVIER URÍA VARELA ][ 121 defectos estilísticos. Pero esta posibilidad se descartará a poco que se lean los prefacios en los que esto es realmente un tópico; en ellos, en efecto, tal idea no es más que un nuevo argumento que pone de relieve la humildad y la modestia del autor al declinar todo afán de publicidad. Pero vayamos a la adecuación de lo que se dice a la realidad. ¿Es verosímil que el hijo de Carisio pudiera utilizar por sí sólo el complejo manual que le envía su padre? Porque es precisamente la complejidad del manual lo que hizo que muchos críticos dudaran de la sinceridad de la dedicatoria y que otros buscaran soluciones más o menos ingeniosas, como la de que el manual estaba en realidad concebido como un libro de maestro, es decir, diseñado para ser utilizado no directamente por el hijo de Carisio, sino por su preceptor23. Esta interpretación tiene obvios inconvenientes, como el señalado por Schenkeveld en la nota anterior, al que podemos añadir que, si realmente el libro está compuesto con vistas a ser utilizado por un maestro, pierden su sentido las glosas griegas tan frecuentes en el libro, a las que me referiré con detalle en el siguiente apartado24. Otra propuesta es la de que Carisio escribió el manual para sí mismo, con vistas a la enseñanza de su hijo25. Ahora bien, si Carisio escribía para sí mismo o para un eventual tutor, ¿por qué iba a señalar explícitamente en su prólogo la conveniencia de que su hijo realizara una lectura atenta y una recitación frecuente, con vistas a la memorización, del manual? Esta recomendación no parece adecuarse a ninguno de los tópicos que se identifican en los prefacios a obras didácticas, y no parece que haya que dudar de su sinceridad. En el apartado anterior tratábamos de demostrar que los criterios de la latinitas formaban parte efectiva del programa educativo de Carisio. Toca ahora discutir la oportunidad de esos eruditos contenidos en la educación de un hijo, para así contestar a quienes no creen en la sinceridad (o en la congruencia) de la dedicatoria al hijo. Pero, en primer lugar, ¿de qué educación estamos hablando? Hay que hacerse cargo de que el hijo de Carisio no va propiamente a recibir la educación que los jóvenes romanos adqui- 23. Tal es la solución propuesta por Holtz, Donat, p. 85. Schenkeveld, A Rhetorical Grammar, p. 5 se pregunta por qué Carisio no hace alusión al maestro en lugar de enfatizar la tarea del hijo, y responde que tal vez el padre da por hecho que el hijo estudiará bajo la supervisión de un tutor. 24. Reservas sobre la hipótesis del libro de maestro expresa igualmente P. M. Suárez Martínez en su reseña al libro de Schenkeveld en Exemplaria Classica vol. 10, 2006, pp. 473482, argumentando que no es verosímil que un gramático profesional admitiera la imposición del manual escrito por un amateur. 25. Así Suárez Martínez en la reseña citada en la nota anterior, p. 475. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 113-125 122 ][ JAVIER URÍA VARELA Consideraciones sobre el prefacio del Arte gramática... rían en la escuela del grammaticus26, puesto que él no es un joven romano y parece razonable pensar que esa educación la va a recibir o la ha recibido ya en su propia lengua, con toda probabilidad el griego. En efecto, es preciso situarse en un contexto como el que describe Libanio para la Antioquía de mediados del s. IV d. C: un contexto en el que la posición de la retórica griega en la educación era amenazada por la taquigrafía, el latín y el derecho romano. Estas disciplinas ofrecían más garantías que la retórica griega a la hora de obtener un puesto en la administración imperial27. Carisio, como ya se ha apuntado, seguramente no fue un gramático profesional, sino un funcionario imperial que disfrutó de un ascenso social por sus servicios al emperador, tal y como corrobora su condición de Flavius28. Dado que el «flaviado» no era, al parecer, hereditario29, sino adquirido, no es descabellado pensar que Carisio deseara ese mismo ascenso para su hijo, es decir, que perteneciera al numeroso grupo de padres que hicieron que sus hijos despreciaran, abandonaran o acortaran sus estudios de retórica en favor de los de estenografía, latín o derecho romano. Parece que la popularidad de la estenografía finaliza con el reinado de Constancio II (337-361), mientras que la del latín y el derecho romano se extendió y aumentó en la segunda mitad del s. IV, por razones casi obvias30: el latín era todavía la lengua oficial del Imperio Romano Oriental, hasta el punto de que hasta aproximadamente el año 440 los edictos pretorianos eran redactados en latín, al igual que los documentos oficiales y la correspondencia de las provincias con la administración central de Constantinopla. Por esta 26. Esto es, la educación secundaria, que se centraba en la lengua y en la literatura y precedía al estudio de la retórica; correspondía a los jóvenes de entre once y quince años de edad aproximadamente. 27. Estoy siguiendo ahora a J. H. W. G. Liebeschuetz, Antioch. City and Imperial administration in the Later Roman Empire, Oxford, Clarendon Press, 1972, p. 242. Sobre los estenógrafos (notarii) en particular véase H.-I. Marrou, Historia de la educación en la Antigüedad, traducción española, Madrid, Akal, 1985 (= 1971), pp. 400-401 y Kaster, Guardians of Language, pp. 47-48. 28. Véase más arriba la nota 15. 29. Así lo sostiene J. G. Keenan «The Names Flavius and Aurelius as Status Designations in Later Roman Egypt», Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik vol. 13, 1974, pp. 283304, especialmente p. 197, pese a que el carácter hereditario del flaviado había sido propuesto anteriormente por A. Mócsy, «Der Name Flavius als Rangbezeichnung in der Spätantike», Akte des IV. internationalen Kongresses für griechische und lateinische Epigraphik (Wien, 17. bis 22. September 1962), Viena, Österreichische Akademie der Wissenschaften Wien, 1964, pp. 257-263, especialmente p. 260, donde, no obstante, parece que se da a entender que el título no se heredaba automáticamente, sino por el hecho de que los hijos de los bien situados Flavii progresaban rápidamente en su carrera. 30. Sigo a continuación a Liebeschuetz, Antioch, pp. 246-247. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 113-125 Consideraciones sobre el prefacio del Arte gramática... JAVIER URÍA VARELA ][ 123 razón, el gobierno de Oriente tenía en gran estima a los funcionarios con conocimientos de latín, y tenemos, de hecho, noticia de personajes que ascendieron más de lo en principio previsible gracias a esa competencia31. En el marco sociocultural que acabamos de describir, podemos conjeturar que el hijo de Carisio había recibido una buena parte de la tradicional instrucción en griego, al menos la que le permitiera leer y comprender la terminología griega que aparece por doquier en el manual de su padre, incluida una parte de la instrucción retórica, la relativa a los tropos y figuras, puesto que la parte del libro IV que conservamos, la que trata en su mayor parte la estilística, maneja una terminología esencialmente griega32. Parece también evidente que el joven tenía un cierto conocimiento del latín, pues al menos tenía que ser capaz de leerlo, no sólo porque el prefacio y el resto del manual que se le dedica está en esa lengua, sino también porque en la última parte del prefacio se da a entender que Carisio pretende que su hijo adquiera un dominio del latín parejo al de un nativo, es decir, una competencia muy superior a la de quien sólo necesita entender y expresarse rudimentariamente en esa lengua. Así que de nuevo cobra sentido la mención de los cánones de la latinitas, que se erigen como instrumento precioso para que el no nativo pueda competir con el nativo en competencia lingüística: el nativo es capaz de elegir la forma correcta entre scrimbo y scribo porque conoce de manera natural el léxico latino (Char. p. 62, 18), de manera similar a como los oradores optan por las formas correctas sin saber ellos mismos el porqué (Char. p. 63, 7). Por el contrario, el no nativo debe basarse en reglas (ratio), en los usos (consuetudo), especialmente los de los autores de prestigio (auctoritas), en la memorización de largas listas de nombres «defectivos» —como aquellos que se declinan sólo en un número— organizados por géneros (otro aspecto que el nativo asi- 31. Caso, por ejemplo, de Strategius Musonianus que, según Amiano Marcelino (15, 13, 1) ascendió más de lo esperable gracias a la fama que tenía por su elocuencia en latín y en griego (facundia sermonis utriusque clarus). Véase al respecto, J. N. Adams, Bilingualism and the Latin language, Cambridge, University Press, 2003, p. 10. De esta misma obra nos interesa destacar el comentario a un pasaje de Tácito (Agricola 21, 2) sobre la política educativa que Agrícola desarrolló en la Britannia romana, a saber, la de formar a los hijos de los aristócratas locales en las artes liberales, un pasaje del que se deduce: «It is easy to understand how local nobles might have desired for their sons something which they regarded as a cultural attainment presenting potential advantages in the future» (ib., p. 692). La situación del imperio oriental en el s. IV, con sus peculiaridades lingüísticas y sociales, tiene precedentes en el imperio occidental en el s. I. 32. Aunque también puede pensarse que algunos capítulos del manual son incluidos de manera automática por formar parte del esquema tradicional del ars grammatica y no por su congruencia con el esquema pedagógico de Carisio. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 113-125 124 ][ JAVIER URÍA VARELA Consideraciones sobre el prefacio del Arte gramática... mila de manera natural y el no nativo debe aprender de memoria), o, en fin, en la asimilación de idiomata, esto es, de giros —por lo general construcciones de verbo y complemento— que manifiestan diferencias en latín y en griego. Por lo que acabo de decir, no puedo menos que mostrarme de acuerdo con Schenkeveld33 cuando afirma que, si se toma como referencia su intento de escribir una gramática latina para extranjeros, los logros de Carisio son más importantes de lo que tradicionalmente se ha pensado. En este punto se impone una comparación con otro de los «manuales para griegos», el escrito en versión bilingüe por el gramático Dosíteo34 en el mismo s. IV y a partir también de la fuente principal de Carisio. La brevedad de la obra de Dosíteo, y en especial la total ausencia de referencias a paradigmas nominales y a las conjugaciones regulares se explican por la finalidad concreta del manual: «apprendre à des étudiants déjà versés dans les lettres grecques le discours technique sur la langue latine, et non leur enseigner le latin, qu’ils maîtrisent assez pour se dispenser de passer en revue déclinations et conjugaisons»35. A este respecto, también se ha apuntado con buenos argumentos que Dosíteo se dirige a un público adulto, seguramente de funcionarios que deseaban adquirir competencia específica para la redacción de documentos oficiales en latín36. Comparado con el de Dosíteo, el de Carisio es un manual largo y que sí presenta —con profusión— paradigmas nominales y verbales. A la vista de ello, puede pensarse: 1) que el hijo de Carisio, por edad o por formación, poseía un dominio del latín menor que el de los destinatarios de Dosíteo; 2) que Carisio no ha sabido o no ha querido resumir los paradigmas aportados 33. Schenkeveld, «Charisius and Diomedes», pp. 188. 34. Sobre el cual véase la reciente traducción de G. Bonnet, Dosithée. Grammaire latine, París, Les Belles Lettres, 2005. 35. Bonnet, Dosithée, p. XIV (en n. 12 apunta que no se puede descartar la posibilidad de que se trate de un «livre du maître»). 36. La hipótesis es de M. Lenoble, P. Swiggers, A. Wouters, «L’enseignement grammatical entre latin et grec: le manuel de Dosithèe», en P. Desmet et al. (eds.), The History of Linguistic and Grammatical Praxis. Proceedings of the XIth International Colloquium of the Studienkreis «Geschichte der Sprachwissenschaft» (Leuven, 2nd-4th July, 1998), Lovaina-ParísSterling, Peeters, 2000, pp. 3-22. Notemos que se trataría de un público similar al que Kaster, Guardians of Language, p. 272, señala para la gramática de Diomedes, al proponer, respecto de su destinatario Atanasio: «he was a member of a learned profession —esp. a rhetorician or advocate— or belonged to a branch of the imperial service that recruited heavily from the learned professions, e.g., assessors to provincial governors»; la hipótesis de Kaster es admitida por Dammer, Diomedes Grammaticus, p. 61. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 113-125 Consideraciones sobre el prefacio del Arte gramática... JAVIER URÍA VARELA ][ 125 por su fuente; 3) que se da una combinación de las dos posibilidades anteriores. Desde luego hay que descartar que el hijo de Carisio fuera ya un funcionario imperial, pues, de haberlo sido, no se entienden los desvelos de su padre por su formación; dada la magnitud de la obra y el explícito consejo sobre su memorización, es razonable conjeturar que su destinatario está en «edad de estudiar», y, por tanto, en muy distintas circunstancias a las de los funcionarios mencionados por Lenoble, Swiggers y Wouters. 4. En suma, pese a enmarcarse en una larga tradición literaria, el prefacio de Carisio parece participar en muy escasa medida de los tópicos del exordio. Antes bien, cada palabra de su prefacio se revela congruente con el contenido del manual, caracterizado por una estructura en la que a exposiciones más breves y simples siguen otras más complejas y largas; una estructura, por tanto, que obedece a un plan pedagógico con un ambicioso objetivo: proporcionar progresivamente al no nativo los conocimientos y elementos de juicio que le permitan equipararse al nativo en el dominio de la lengua cuyo conocimiento, en la época en que Carisio escribe, se había convertido en verdadera catapulta para el ascenso social. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 113-125 AUTORÍA Y DATACIÓN DE LA SUMMA SUPRA PHISONOMIAM ARISTOTELIS The Summa Supra Phisonomiam Aristotelis: Authorship and Date Paula VAL NAVAL1 Gobierno de Navarra Resumen La adscripción más común del comentario escolástico conocido como Summa supra phisonomiam Aristotelis es la que atribuye la obra a Guillermo Hispano, aunque no faltan las atribuciones a autores de renombre como Pedro Hispano, Pedro de Alvernia, Tomás de Aquino o Egidio Romano. Este artículo pretende identificar a Guillermo Hispano con Guillermo de Aragón, magister medicine en la Universidad de Montpellier en torno a 1300, por comparación con otras obras del mismo autor, y desechar el resto de adscripciones. Por otra parte, se apuntan referencias para una posible datación de la obra. Palabras clave: Summa supra phisonomiam Aristotelis, Guillermo de Aragón, Guillermo Hispano, escolástica, Edad Media. Abstract The scholastic commentary known as Summa supra phisonomiam Aristotelis is often ascribed to Guillelmus Hispanus, even if there are some other acknowledged authors to whom the work could also be ascribed: Petrus Hispanus, Petrus de Alvernia, Thomas Aquinas or Aegidius Romanus. Our study attempts to identify Guillelmus Hispanus with Guillelmus de Aragonia, magister medicine at the University of Montpellier around the year 1300, by comparing the Summa with other Guillelmus de Aragonia’s works, and to dismiss the other ascriptions. Besides, we quote some information to put a possible date on the work. Key words: Summa supra phisonomiam Aristotelis, Guillelmus de Aragonia, Guillelmus Hispanus, scholastic, Middle Ages. 1. Doctora en Filología Latina. Miembro del grupo de investigación BYCS de la Diputación de Aragón y la Universidad de Zaragoza. Profesora de Educación Secundaria en el I.E.S. Plaza de la Cruz, Pamplona. Correo electrónico: [email protected] Fecha de recepción del artículo: 21 de septiembre de 2006. Fecha de aceptación: 22 de noviembre de 2006. Versión final: febrero de 2007. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 127-140 128 ][ PAULA VAL NAVAL Autoría y datación de la Summa supra phisonomiam Aristotelis Los manuscritos que conservan la conocida como Summa supra phisonomiam Aristotelis atribuyen este tratado a distintos autores, aunque en la mayor parte de los códices la obra aparece como anónima. La adscripción más común —presente en tres manuscritos— es la que atribuye la obra a Guillermo Hispano2, autor sobre el que, en principio, no se posee ninguna otra referencia; sin embargo, no faltan las atribuciones a autores de renombre como Pedro Hispano3, Pedro de Alvernia4, Tomás de Aquino5 o Egidio Romano6. J. F. Meirinhos dedica un interesante artículo al estudio de la atribución de la Summa a Pedro Hispano en el manuscrito vaticano Urb. Lat. 1392. En él expone los motivos según los cuales habría que considerar la mención de Pedro Hispano Portugalense —Juan XXI— como fruto de un error o atrevimiento por parte del copista7. En el folio 65vb del citado códice se lee: Explicit sententia magistri petri yspani super libro phisonomie aristotelis completa die secunda ianuarii 1441. Papie. Según apunta este estudioso, no existen referencias a un comentario de Pedro Hispano sobre la obra pseudo-aristotélica anteriores a 1441, el año mencionado en el Urbinas. Con posterioridad, anota Meirinhos8, se encuentra la atribución a Pedro Hispano en los historiadores eclesiásticos o pontificios, probablemente en Ludovicus Iacobus a S. Carolo9: Scripsit tanquam philosophus & medicus celeberrimus [...] in physiognomia Aristotelis [...] Esta referencia será retomada más adelante por numerosos autores. El Padre Antonio de Macedo, en 1663, cita el manuscrito de Cambridge (Peterhouse 143) bajo la autoría de Pedro Hispano: in Anglia vero, Cantabrigiae ad S. Petri Bibliothecam, reperiri dicuntur praeclarae Ioannis lucubrationes in Physiognomiam Aris- 2. La atribución de la obra a Guillermo Hispano la hallamos en tres manuscritos: Cambridge, Peterhouse 143 (f. 113v); Ciudad del Vaticano, Bibl. Apostolica Vaticana, Ross. Lat. 569 (f. 1r, en un índice de la época); Paris, Bibl. nat., Lat. 16089 (f. 257r). 3. En Ciudad del Vaticano, Bibl. Apostolica Vaticana, Urb. Lat. 1392. 4. En Milán, Bibl. Ambrosiana, R 36 sup. 5. En Erfurt, Amplon. Q 306. 6. Histoire littéraire de la France XXX, 465. 7. J. F. Meirinhos, «A atribuiçao a Petrus Yspanus das Sententie super libro de physonomia de Guillelmus Hispanus, no manuscrito Vaticano, Urb. lat. 1392», Quodlibetaria. Mediævalia. Textos e estudos, 7-8, 1995, pp. 329-359. Contamos, además, con el artículo de J. Agrimi, «La ricezione della fisiognomica pseudoaristotelica nella facoltà delle arti», Archives d’histoire doctrinale et littéraire du Moyen Âge, 64, 1997, pp. 127-188, quien, por otra parte, no se hace eco de la aportación que Meirinhos hiciera dos años antes al estudio de la Summa. 8. J. F. Meirinhos, «A atribuiçao...», p. 337. 9. Bibliotheca Pontificia, lib. I, Lugduni, 1643, p. 137. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 127-140 Autoría y datación de la Summa supra phisonomiam Aristotelis PAULA VAL NAVAL ][ 129 totelis10. Apunta Meirinhos que esta identificación sólo ha podido resultar de la lectura por parte de Macedo del manuscrito Vaticano y del de Cambridge. Meirinhos parece considerar el texto del manuscrito de Cambridge como anónimo, pero este ejemplar es en realidad uno de los dos que atribuyen la obra, en su explicit, a Guillermo Hispano11. También Juan Palatio, en 1688, cita el texto de Cambridge entre las obras de Juan XXI: In physiognomia [sic] Aristotelis. Extat MS. Cantabrigiae in bibliothecae S. Petri vol. 54, n. 312. La misma cita la retomarán, sucesivamente, G. J. Eggs, J. Tobias Köhler, Diogo Barbosa Machado, N. Antonio, P. Daunou y la Bibliografia Geral Portuguesa13. También alude al códice vaticano Gian Battista Petella, en un conocido artículo sobre la oftalmología en Pedro Hispano14. Richard Stapper, a partir de la referencia de Köhler, asociará los manuscritos de Cambridge y del Vaticano con el códice de Erfurt, en el que figura Tomás de Aquino como autor del tratado15. 10. A. de Macedo, Lusitania infulata et purpurata seu pontificibus et cardinalibus illustrata, París, Sebastianum Cramoisi, 1663, p. 54 (ejemplar consultado en la Herzog August Bibliothek de Wolfenbüttel). 11. J. F. Meirinhos, «A atribuiçao...», p. 338. Reproducimos textualmente las palabras del estudioso: «Esta atribuiçâo é algo estranha pois esta cópia, que de facto existe (manuscrito Cambridge, Peterhouse 143), é anónima, razâo pela qual a identificaçâo só seria possível a partir do confronto entre o manuscrito Vaticano e esta cópia de Cambridge». 12. Iohannes Palatio, Gesta Pontificum Romanorum [vol. III]: ab Innocentio IV. Romano Pontifice CLXXX usque ad Leonem X. P.O.M. CCXIX, Venecia, 1688, col. 75. Palatio remite, para las obras de Pedro Hispano, a «Ludou. Iacob. S. Carolo, in Blioth. Pontificia» (ap. J. F. Meirinhos, «A atribuiçao...», p. 338, n. 18). 13. G. J. Eggs, Pontificum doctum, seu vitae, res gestae, obitus aliaque scitu ac memoratu digna Summorum Pontificum Romanorum…, Apud Davidem Ritter, Coloniae 1718, p. 480; J. T. Köhler, Vollständige Nachricht von Pabst Johann XXI. Welcher unter dem Nahmen Petrus Hispanus als ein gelehrter Artz und Weltweiser berühmt ist, Göttingen, Victorinus Bossiegel, 1760; D. Barbosa Machado, Bibliotheca Lusitana, tomo II, Lisboa, Ignacio Rodrigues, 1747, p. 561b (s. v. Ioaô XX, ou XXI); N. Antonio, Bibliotheca hispana vetus, sive hispani scriptores qui ab Octaviani Augusti aevo ad annum Christi MD floruerunt, vol. II, Madrid, Apud Viduam et heredes D. Ioachimi Ibarrae, 1788 (edición facsímil, Madrid, Visor, 1996), p. 77 (Meirinhos, «A atribuiçao...», p. 340, no parece haber advertido esta referencia de Antonio, pues incluye a este estudioso dentro de los bibliógrafos que no señalan esta obra como parte del corpus de Pedro Hispano); P. C. F. Daunou, «Pierre d’Espagne ou le Pape Jean XXI», Histoire littéraire de la France, XIX, Paris, 1838 (reimpresión, Nendeln/Liechtenstein, 1971), pp. 322-334 (p. 327, n. 1); Bibliografia Geral Portuguesa, vol. II, Lisboa, Imprensa Nacional, 1944, p. 376. 14. Petella, J. B., «Les connaissances oculistiques d’un médecin philosophe devenu Pape», Janus, 2, 1897-98, pp. 570-596 (p. 573). 15. Richard Stapper, «Papst Johannes XXI. Eine Monographie», Kirchengeschichtliche Studien, IV, 4 (1898), vii+128 pp. (cf. p. 21, n. 4). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 127-140 130 ][ PAULA VAL NAVAL Autoría y datación de la Summa supra phisonomiam Aristotelis El comentario del manuscrito Urb. Lat. 1392 se cita bajo la autoría de Pedro Hispano en algunos repertorios recientes de obras y autores medievales. Es lo que ocurre con el repertorio de incipit de L. Thorndike y P. Kibre16 y en los trabajos elaborados por Ch. Lohr y Ch. Heusch17. Por otra parte, los biógrafos de Pedro Hispano no señalan la existencia de esta obra dentro de su corpus literario, pese a haber procurado establecerlo con exhaustividad, como hicieron Manuel Alonso, M. C. Díaz y Díaz o P. Glorieux18. A pesar de las numerosas menciones que, como hemos visto, apoyarían la idea de la autoría de Pedro Hispano para la Summa supra phisonomiam Aristotelis, son notables las dudas que surgen a la hora de dar por cierta esta atribución. En primer lugar, habría que poner en tela de juicio el rigor científico de dichas menciones, ya que, como hemos podido comprobar, suelen limitarse a la simple cita del texto del Urbinas como obra de Pedro Hispano, sin llegar a cuestionarse la veracidad de esa autoría y anteponiéndola a la de Guillermo Hispano, que es quien figura como autor del tratado en el manuscrito de Cambridge. Un artículo de J. M. da Cruz Pontes puso en cuestión, quizá por primera vez, la autenticidad de la adscripción a Pedro Hispano19. Para ello aludía a la manera de referirse en la Summa a los tratados zoológicos de 16. L. Thorndike - P. Kibre, A Catalogue of Incipits of Mediaeval Scientific Writings in Latin. Revised and augmented edition, Cambridge, Mass., 1973, col. 1263. Sin embargo, como apunta Meirinhos («A atribuiçao...», p. 339, n. 26) y hemos podido comprobar, el comentario no se nombra entre las obras de Pedro Hispano en L. Thorndike, A History of Magic and Experimental Science, vol. II, New York, Columbia University Press, 1923, pp. 488-516. 17. Ch. H. Lohr, «Medieval latin Aristotle Commentaries. Authors: Narcissus-Richardus», Traditio, 28, 1972, pp. 281-396 (p. 361); Ch. Heusch, «Index des commentateurs espagnols médiévaux d’Aristote (XIIe-XVe siècles)», Atalaya, 2, 1991, pp. 157-175 (p. 172). 18. M. Alonso, Obras de Pedro Hispano II: Comentario al De anima, Madrid, C.S.I.C.,1944 (quien, sin embargo, sí incluye la cita de N. Antonio en una obra anterior; cf. M. Alonso, Scientia libri de anima por Pedro Hispano, Madrid, Instituto Filosófico «Luis Vives», 1941, pp. 23-24, n. 1); cf. asimismo M. C. Díaz y Díaz, Index scriptorum Latinorum Medii Aevi Hispanorum, pars altera, Salamanca, Universidad, 1959, pp. 290-295; P. Glorieux, La Faculté des Arts et ses maîtres au XIIIe siècle, Paris, Vrin, 1971, pp. 284288. Según Meirinhos («A atribuiçao...», p. 340), estas dos últimas obras se basan, en gran parte, en la primera lista de Alonso, al menos en lo que a Pedro Hispano se refiere. 19. J. M. da Cruz Pontes, «On some works attributed in error to Petrus Hispanus Portugalensis», Knowledge and the sciences in Medieval Philosophy. Proceedings of the Eighteen International Congress of Medieval Philosophy (S.I.E.M.P.), Helsinki 24-29 August 1987, vol. III, Työrinoja, R. - Lehtinen, A. I. - Føllesdal, D. (eds.), Helsinki, 1990, pp. 28-33 (pp. 32-33). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 127-140 Autoría y datación de la Summa supra phisonomiam Aristotelis PAULA VAL NAVAL ][ 131 Aristóteles. En ella hallamos citados estos tratados de dos formas diferentes; unas veces se nombran como una sola obra (26, 11: sicut patet XI de animalibus) y otras por sus títulos respectivos (8, 8-9: de generatione animalium; 22, 8: de historiis animalium)20. Expone el estudioso que este segundo modo sólo ha podido producirse a partir de la traducción realizada directamente del griego por Guillermo de Moerbeke en torno a 1260, fecha en que comienza a divulgarse este nuevo modo de citar los tratados aristotélicos sobre los animales. Sin embargo, la versión que Pedro Hispano conoció y utilizó para sus Questiones supra libro de animalibus fue la de Miguel Escoto, realizada a partir de una traducción árabe en Toledo alrededor de 1220. Esta versión circuló bajo el título genérico De animalibus, y englobaba las tres obras (Historia animalium, De partibus animalium y De generatione animalium)21. De este modo, para justificar la atribución de la Summa supra phisonomiam Aristotelis a Pedro Hispano deberíamos presuponer que el futuro Juan XXI habría consultado dos traducciones diferentes de los tratados aristotélicos sobre los animales, lo cual, en su caso, no parece probable. Por otra parte, anota Meirinhos22 que no está totalmente claro por qué la obra se atribuye a Pedro Hispano en el Urbinas. El copista, según el estudioso, podría haber usado un ejemplar, hoy desconocido, donde esa atribución ya constase; de igual manera, no sería del todo improbable —defiende este autor— una explicación paleográfica, resultante de un error de lectura del copista, quien habría transformado el acrónimo G.Y. del original en P.Y. (o bien G. Yspanus en P. Yspanus), resolviéndolo finalmente en Petrus Hispanus. Meirinhos mantiene que la obra no fue compuesta por Pedro Hispano. En su opinión, la falsa atribución pudo producirse por una falta del copista (como hemos apuntado) o bien porque éste trataba de dar cuerpo a la tradición que siempre asoció a Pedro Hispano con el pensamiento natural y astrológico medieval de carácter más heterodoxo23. Siguiendo su criterio 20. Citamos siempre por nuestra edición; cf. P. Val, Estudio, edición crítica, traducción y comentario de la Summa supra phisonomiam de Guillermo de Aragón (c.1300), Zaragoza, Prensas Universitarias, 2006. 21. Cf. A. M. I. van Oppenraaij, Aristotle. De animalibus. Michael Scot’s Arabic-Latin translation. Part three: books XV-XIX: Generation of animals. With a Greek Index to De generatione animalium by H. J. Drossaart Lulofs, Leiden-New York-Köln, E.J. Brill, 1992, p. VII. 22. J. F. Meirinhos, «A atribuiçao...», p. 334. 23. J. F. Meirinhos, «A atribuiçao...», p. 334. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 127-140 132 ][ PAULA VAL NAVAL Autoría y datación de la Summa supra phisonomiam Aristotelis creemos, en suma, que la autoría de Pedro Hispano debe descartarse, por las mencionadas razones. Por otra parte, tampoco debe tomarse en consideración la atribución a Pedro de Alvernia que encontramos en el manuscrito ambrosiano: los tradicionales repertorios que recogen la obra de este importante comentarista de Aristóteles no mencionan este tratado, y, si lo hacen, como en el caso de Ch. H. Lohr, es para incluirlo entre las obras espurias del autor24. V. Le Clerc, en el artículo que dedica a Pedro de Alvernia en la Histoire littéraire de la France, al hablar de la enseñanza escolástica menciona la Summa supra phisonomiam Aristotelis como obra de Guillermo Hispano, sin hacer alusión alguna a la posibilidad de que el autor de la misma pudiera ser el propio Pedro de Alvernia25. Lo mismo puede decirse de la atribución a Tomás de Aquino26. En los numerosos estudios sobre la figura de este erudito como comentarista de Aristóteles no aparece en ningún momento citado nuestro comentario a la Fisiognomía27. Además, la adscripción a Santo Tomás no aparece en los folios manuscritos que contienen el tratado28, sino en la tabula codicis del manuscrito amploniano en cuestión29. Finalmente, debe desecharse la adscripción de la obra a Egidio Romano. En primer lugar, el nombre de este autor no se registra en ninguno de los códices que contienen el tratado. Por otra parte, la Summa supra phisonomiam aparece anexa en varios manuscritos al comentario de Egidio Romano sobre el De bona fortuna; sin embargo, en ellos suele reseñarse 24. Ch. H. Lohr, «Medieval latin Aristotle…», 1972, p. 346. Nombremos, en este caso, la excepcionalidad de la referencia hecha por P. Glorieux (La Faculté des Arts..., p. 278), quien cita el texto del manuscrito ambrosiano como obra de Pedro de Alvernia. 25. V. Le Clerc, «Pierre d’Auvergne, chanoine de Nôtre-Dame, recteur de l’Université de Paris», Histoire littéraire de la France, XXV, Paris, 1869 (reimpresión, Nendeln / Liechtenstein, 1971), pp. 93-118 (p. 101). 26. Una aportación interesante sobre Tomás de Aquino en la red es la proporcionada por la Fundación Santo Tomás de Aquino, que puede consultarse en la página web www.unav.es/filosofia/alarcon/amicis/ctcorpus.html. 27. Cf. Ch. H. Lohr, «Medieval latin Aristotle Commentaries Authors: Robertus-Wilgelmus», Traditio, 29, 1973, pp. 93-197 (pp. 159-172); P. Glorieux, La Faculté des Arts..., pp. 363367. Lohr (ibid., p. 171) incluye entre los tratados espurios de Tomás de Aquino un Liber Physiognomiae distinto del que aquí nos ocupa: se refiere así a un tratado conservado en el manuscrito vaticano Urb. Lat. 230, f. 200v-(201), cuyo íncipit anotamos: Diversae membrorum species secundum artem physiognomiae diversos affectus ac mores indicant. 28. Erfurt, Amplon. Q 306, ff. 47ra-61va. 29. W. Schum, Beschreibendes Verzeichniss..., pp. 542-43; J. Agrimi, «La ricezione...», p. 186. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 127-140 Autoría y datación de la Summa supra phisonomiam Aristotelis PAULA VAL NAVAL ][ 133 una autoría diferente para el caso de la Summa: bien se nombra a Guillermo Hispano30, bien a un auctor incertus que, aunque desconocido, parece indicar un autor distinto del propio Egidio Romano31. La atribución más plausible es, así, la que hace a Guillermo Hispano autor de la Summa supra phisonomiam Aristotelis. Tres de los códices que contienen la obra, pertenecientes, además, a las dos ramas de la transmisión manuscrita independientes entre sí, así lo atestiguan. Parece difícil pensar, en este aspecto, en un error de copia o en una confusión. Siguiendo esta hipótesis, se han realizado estudios tendentes a identificar a Guillermo Hispano, autor por lo demás desconocido, con Guillermo de Aragón, magister medicine en Montpellier en torno a 1300 y autor de un Liber de pronosticatione sompniorum (tratado sobre la posibilidad de predicción durante el sueño)32, un Liber de nobilitate animi (opúsculo acerca de la nobleza)33, de un comentario al De consolatione Philosophiae de Boecio34 y un comentario al Centiloquium de ps.-Ptolomeo35. 30. Es lo que ocurre en dos de los códices: Cambridge, Peterhouse 143, f. 113va y Ciudad del Vaticano, Biblioteca Apostolica Vaticana, Ross. Lat. 569, f. 1r (tabula codicis). 31. Ciudad del Vaticano, Biblioteca Apostolica Vaticana, Barb. Lat. 309, f. 1r (tabula codicis). 32. Cf. la edición de R. A. Pack, «De pronosticatione sompniorum libellus Guillelmo de Aragonia adscriptus», Archives d’histoire doctrinale et littéraire du Moyen Âge, 33, 1966, 237-293. 33. La obra fue editada por M. L. Colker, «De nobilitate animi», Mediaeval Studies, 23, 1961, 47-79. Cf., además, A. Thomas, «Le Liber de nobilitate animi et les Troubadours», Studi Medievali, nuova serie 2, 1929, 163-172 y M. Thomas, «Guillaume d’Aragon, auteur du Liber de nobilitate animi», Bibliothèque de l’École de Chartres, 106, 1945-1946, 70-79. 34. El tratado ha sido recientemente editado, por vez primera, por C. Olmedilla Herrero, Edición crítica de los comentarios de Guillermo de Aragón al De consolatione Philosophiae de Boecio, tesis doctoral inédita, Madrid, Universidad Complutense, 1997. De manera parcial —sólo el prólogo— había sido editado, anteriormente, por R. Crespo, «Il prologo alla traduzione della «Consolatio Philosophiae» di Jean de Meun e il commento di Guglielmo d’Aragona», en W. den Boer (ed.), Romanitas et Christianitas. Studia Iano Henrico Waszink, Amsterdam, North-Holland, 1973, pp. 55-70. Este mismo prólogo se recoge además en un artículo posterior de C. Olmedilla Herrero, «Un accessus medieval: el comentario de Guillermo de Aragón al De consolatione Philosophiae de Boecio», en Actas del II Congreso nacional de latín medieval, 1999, pp. 709-720. Una traducción del mismo al inglés aparece, junto con otros pasajes, en A. J. Minnis - A. B. Scott - D. Wallace, Medieval Literary Theory and Criticism (c. 1100 – c. 1375). The Commentary Tradition, Oxford, Clarendon Press, 1988, pp. 328-331. 35. El comentario permanece inédito; se conserva en tres manuscritos: Basilea, Biblioteca Universitaria, F III 8, ff. 1r-16v; Londres, Museo Británico, Harley I, ff. 76v-85v; París, Bibliothèque nationale, Lat. 7480; cf. M. C. Díaz y Díaz, Index scriptorum..., p. 327; P. Glorieux, La Faculté des Arts..., p. 163; R. Crespo, «In margine a Guglielmo d’Aragona», Medioevo Romanzo, III, 1976, 375-379 (pp. 377-378). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 127-140 134 ][ PAULA VAL NAVAL Autoría y datación de la Summa supra phisonomiam Aristotelis Marcel Thomas, en su estudio acerca del Liber de nobilitate animi, comenta que el gusto de Guillermo de Aragón en esta obra por las consideraciones de fisiognomía es evidente, y alude a este respecto a ciertos pasajes (ya mencionados por Antoine Thomas) como el concerniente a Bradefer de Hainaut, quien —según el De nobilitate— tenía un físico tan poco agraciado que su alma era vil36. De hecho, hemos localizado en el Liber de nobilitate animi varias alusiones a una Phisonomia aristotélica: – XI 31-34: Sed videtur vehementius contra hanc solucionem esse quod dicit Philosophus in Phisonomia sua. Dicit enim quod diverse sunt disposiciones in corpore per diversas virtutes ipsius anime. – XI 54-57: Et istam talem inclinationem significant astronomi per stellas et naturales vel phisionomi per menbrorum figuras. Aliter non est intelligendum quod Philosophus dicit in Phisonomia et Ptholomeus in Centilogio. – XXI 4-5: Et hoc dat intelligere Philosophus per totam Phisonomiam suam iudicando ex parte forme corporis menbrorum mores hominum naturaliter perfectos. – XXII 24-32: Philosophus etiam dicit in Physonomia sua quod grossus oculus rubens et inversus rammosus et expositus inverecundum vel luxuriosum ostendit. Et si cum hoc os grande fuerit et labia grossa et carnosa et brevis nasus sursum versus, significat glutonem et maledicum. Et si cum hiis habuerit tybias et cavillas pedum grossas et uncas et posterius in incessu ad utrunque latus vacillans tamquam in pedibus paciens, talis habebit corpus supreme male figuratum. Et adhuc vilius si cum hoc habuerit manus grossas et duras brevium digitorum [...] Tale corpus vilissimum existit et secundum animam mali moris. 36. Liber de nobilitate animi XXII 30-33: Et adhuc vilius si cum hoc habuerit manus grossas et duras brevium digitorum qualis fuit in Hanonia Bradefer. Tale corpus vilissimum existit et secundum animam mali moris. Et est adhuc quedam vilitas corporis que causatur magis ex complexione cordis (ed. M. L. Colker, «De nobilitate animi», p. 75; haremos uso de esta edición para ulteriores referencias a esta obra). A. Thomas («Le Liber de nobilitate animi...», pp. 170-71) no conoce ningún testimonio sobre este Bradefer de Hainaut. M. Thomas («Guillaume d’Aragon...», p. 76, n. 1) hace notar, sin extraer conclusiones, que Baudouin I, conde de Flandes en 862 († 879), esposo de Judith de Francia, era apodado «Bras de fer»; que Guillermo IV, conde de Poitiers (935-995), fue bautizado «Fierabras» (Fera Brachia o Ferox Brachium), y que se ha discutido largamente sobre el origen del héroe del cantar Fierabras, un gigante que extrae su nombre a partir de su físico. Comenta el estudioso que podría haber habido contaminaciones entre estos diversos personajes legendarios o reales. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 127-140 Autoría y datación de la Summa supra phisonomiam Aristotelis PAULA VAL NAVAL ][ 135 Estos pasajes resultan difícilmente localizables dentro del contenido del tratado pseudo-aristotélico. Sin embargo, hay que advertir cómo, en el primero de ellos, se alude a la premisa fundamental sobre la que se asienta la fisiognomía: diverse sunt disposiciones in corpore per diversas virtutes ipsius anime. Y en la Summa hay toda una cuestión (capítulos 159-163) dedicada a dilucidar si son las dispositiones del cuerpo las que hacen que el alma sea de una manera determinada o si, por el contrario, es el alma la que hace que el cuerpo tenga una u otra configuración. A este respecto, en la Summa se concluye lo siguiente: dispositiones corporis et membrorum sunt tales vel tales propter potentias anime tales vel tales et non e contrario37. El autor del De nobilitate parece incluso aludir a otros tratados fisiognómicos: Menbra autem corporis que maiorem vilitatem ostendunt sunt ista: oculus manus pes os nasus auris, ut patet in physonomiis philosophorum (De nobilitate animi XXII 16-18). Marcel Thomas establece, por otra parte, una comparación entre algunos pasajes del Liber de nobilitate y la Summa supra phisonomiam Aristotelis, entre los que incluye la cita del Bellum Iugurthinum de Salustio que aparece en ambas obras38. A la inversa, también en la Summa parece observarse una notable similitud con el contenido del Liber de nobilitate: el prólogo está exclusivamente dedicado al tema de la nobleza. Según M. Thomas39, toda la tesis del Liber de nobilitate podría resumirse en esta frase de la Summa supra phisonomiam: Istud etiam valde patet per se, quantumcumque enim quis habuit album patrem, si ipse fuerit niger in se, quis ausus dicere quod sit albus? Certe nullus sane mentis (Summa 10, 10-12). En cualquier caso, lo cierto es que pueden hallarse numerosos elementos de relación entre el breve texto del De nobilitate animi y la Summa supra phisonomiam Aristotelis, notablemente más extensa. A este respecto, nos 37. Summa 161, 1-2. En uno de los argumentos que se dan para poder llegar a esta conclusión, se utiliza la expresión virtutes anime que hallamos en el De nobilitate animi: Dispositiones igitur tales in corpore erunt propter tales virtutes anime, et non e contrario (Summa 160, 4-5). 38. Cf. M. Thomas, «Guillaume d’Aragon...», p. 77. El texto puede consultarse también en la edición de M. L. Colker, «De nobilitate animi», p. 58 (IV 21-31). Compárese este pasaje con los de la Summa 7, 12-13; 8, 1-5; 10, 1-8. Como bien apunta el estudioso, ambos textos se basan en una misma argumentación, y la repetición llega a ser casi literal, en ocasiones. 39. M. Thomas, «Guillaume d’Aragon...», p. 77. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 127-140 136 ][ PAULA VAL NAVAL Autoría y datación de la Summa supra phisonomiam Aristotelis parecen significativas, entre otras, las coincidencias en las citas aristotélicas (en su selección y, a veces, en su literalidad) que hemos podido observar40: Liber de nobilitate animi Summa supra phisonomiam Aristotelis VI 27-29: De hac nobilitate loquitur Philosophus primo Rethorice dicens quod nobilitas est genti et civitati sui iuris antiquos esse presides (cf. también XVI 12-13) 1, 1-2: Sicut dicit Philosophus primo sue Rethorice nobilitas est genti et civitati sui iuris antiquos esse presides XI 13-15: Unde Philosophus in primo Politi-corum dicit quod talium iniusticia sevissima gerit arma, et sicut optimum est animalium homo vivens secundum legem et racionem, separatus a lege et iusticia pessimum est omnium 4, 9-11: Sicut enim dicit Philosophus primo Politicorum, sicut perfectum optimum animalium est homo, sic separatum a lege et iusticia pessimum omnium XI 50-51: in quinto De animalibus dicit Philosophus quod virtus informativa porporcionaliter operatur coordinationi astrorum 1, 24: sicut dicit Philosophus primo 5 Metheororum et XVI de animalibus dicens quod virtus informativa proportionata est coordinationi astrorum motibus (cf. también 60, 18-22; 105, 23-24; 161, 3-7; 213, 1-5) XV 2-4: ut dicit Philosophus in libro De animalibus, pater dat formam, hoc est virtutem informantem, propinquam et mater dat materiam corporalem 57, 10-12: hoc idem arguitur per Philosophum in diversis locis (IX, XVI De animalibus), ubi vult quod in generatione animalis mater det corpus, pater vero animam (cf. también 2, 1-2; 60, 4-7; 107, 3-4) XV 6-9: Hanc questionem generalius positam solvit Philosophus in libro De animalibus capitulo I de similitudine generatorum dicens quod in generacione multi sunt motus et ex parte patris et ex parte matris generales et particulares 8, 8-10: declaratur per Philosophum tertio De generatione animalium, capitulo de similitudine et dissimilitudine generatorum, ubi vult quod in generatione nati sint motus generantium et genitorum (cf. también 109, 1-25) También hemos hallado algunas referencias coincidentes en el De pronosticatione sompniorum41. Consideramos, por otra parte, especialmente significativas las similitudes con el comentario al De consolatione philosophiae, ya que la autoría de Guillermo de Aragón en esta obra es, hoy por hoy, la que menos se pone en duda, y dada la diferencia temática que se da entre ambos tratados. Reseñamos algunas42: 40. Compárese además, respectivamente, De nobilitate animi, pr. 3, pr. 28 y XV 1 (ed. M. L. Colker, «De nobilitate animi», pp. 53, 70) con Summa 2, 8; 4, 3-4 y 107, 1-2. 41. Compárese, respectivamente, De pronosticatione 4 y 18 (ed. R. A. Pack, «De pronosticatione..., pp. 258, 14 y 277, 69-10) con Summa 26, 10-11 y 206, 14-15. 42. Citamos a través de la edición de Ch. I. Terbille, William of Aragon’s... STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 127-140 Autoría y datación de la Summa supra phisonomiam Aristotelis PAULA VAL NAVAL ][ 137 Comentario al De consolatione philosophiae Summa supra phisonomiam Aristotelis Prooem.: Hoc idem experimentum docet nos in viventibus manifeste. Et per quandam proportionem in omnibus entibus reperiemus hoc idem 28, 9-12: Philosophus autem per instinctum nature non intellexit, sicut patet in principio VII de animalibus, nisi quandam potentiam vel virtutem que secundum quandam proportionem invenitur in omnibus viventibus vel etiam in omnibus entibus libro I, prosa 1: artes enim sicut natura procedunt, scilicet ex principiis determinatis per media determinata ad finem determinatum 23, 20-21: omne opus nature opus est intelligentie vel rationis, eo quod natura ex determinatis principiis per media determinata ad finem determinatum procedit libro I, prosa 1: Sicut enim dicitur septimo Physicorum, anima sedendo et quiescendo fit prudens et acquirit philosophiam 144, 2-3: Oppositum videtur dicere in De anima, ubi dicit quod anima in sedendo et quiescendo fit prudens (cf. también 145, 5-7) libro I, prosa 3: Unde Philosophus in Topicis: Loquendum <est> ut plures; sentiendum ut pauci 1, 4-5: Sciendum enim est ut pauci, 1 loquendum ut plures, sicut Philosophus dixit in Topicis libro II, prosa 6: Per se enim, sicut dictum est, dominus est suarum operationum et agit et non agitur, quod in aliis animalibus non convenit 1, 3-5: Est enim unusquisque sui iuris antiquus preses qui secundum sui antiqua dominus suarum operationum existit.Talis enim agit, et non agitur, sed aliis naturaliter dominatur libro III, prosa 9: sol enim, ut dicit philosophus, et homo hominem generant 104, 5: sicut dicit Philosophus secundo phisicorum, homo generat hominem et sol Nos parece digno de mención, además, el siguiente pasaje del comentario al De consolatione, en el que su autor demuestra su interés hacia la disciplina fisiognómica: Color enim vividus temperantiam et bonitatem complexionis et naturalis coloris ostendit et animi benignitatem43. Se observan, por otra parte, notables puntos de unión en las fórmulas introductorias utilizadas en el comentario al De consolatione philosophiae y la Summa supra phisonomiam Aristotelis. Ambos tratados comienzan sus distintas lectiones con la interpretación del texto objeto de comentario, que se inicia con una divisio textus principal encabezada, salvo excepciones, por el lema introductorio de la parte comentada, seguido por un breve recordatorio de lo que se trató en la sección anterior (continuatio, según la denominación de Olmedilla, editora del comentario al De consolatione). Por regla general, en las dos obras observamos la utilización de fórmulas similares: 43. In De Consolatione, libro I, prosa 1 (ed. Ch. I. Terbille, William of Aragon’s..., vol. II, p. 18). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 127-140 138 ][ PAULA VAL NAVAL Autoría y datación de la Summa supra phisonomiam Aristotelis – [lema] Postquam [continuatio] hic – Circa hoc/primum duo facit. Primo [...]; secundo [...], ibi: [lema] – Deinde, cum dicit [lema] Además, ambas obras presentan el mismo tipo de fórmulas para los distintos tipos de explicaciones, como cabía esperar44. Hemos podido observar, asimismo, que las fuentes mencionadas en el De nobilitate, el De pronosticatione y el comentario al De consolatione philosophiae son muy similares a las de la Summa. En las tres obras se nombra, por ejemplo, el Centiloquium de Ps.-Ptolomeo (y el comentario a esta obra realizado por Haly), tratado sobre el que Guillermo de Aragón realizó un comentario. Las obras de Aristóteles, sobre todo los tratados biológicos, son frecuente referencia en todas ellas. Por otro lado, tanto en el De nobilitate como en el comentario al De consolatione se alude al Ars medica de Galeno (bajo el título de Tegni, es decir, Τε′χνη), al igual que sucede en la Summa. En otro orden de cosas, considera Thomas45 que podría suponerse que el hispánico autor de la Summa había viajado fuera de España, concretamente a Languedoc. Debía de saber un poco de provenzal y de francés, a juzgar por algunos pasajes: ...talis cito «s’esbaist» Gallice loquendo [...] (Summa 113, 7) ...ut patet et vidi in terra Narbonensi et in quadam parte Hispanie que dicitur Catholonia (Summa 143, 18-19) ...ortigua [...] quam Gallici vocant «cayla» [...] (Summa 178, 16-17) Del segundo de ellos deducimos que el público al que iba dirigida la Summa no era de origen hispano, ya que la mención de la región catalana requiere una explicación adicional (in quadam parte Hispanie), mientras que la zona narbonense aparece citada sin mayores aclaraciones geográficas. Quizá convendría situar, por ello, la composición de la Summa supra phisonomiam en Francia. Una vez aceptado este supuesto, no hemos de pasar por alto que Montpellier pertenecía a la terra Narbonensis que se cita en la Summa, y que es en la Universidad de Montpellier donde Guillermo de Aragón ejerció su tarea de magister medicine. 44. id est para introducir sinónimos o explicaciones a un término o pasaje de difícil interpretación, scilicet para explicar el contenido de una palabra generalizadora, supple para añadir palabras o frases elididas, etc. 45. M. Thomas, «Guillaume d’Aragon...», p. 77; C. Olmedilla Herrero, Edición crítica..., p. VI. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 127-140 Autoría y datación de la Summa supra phisonomiam Aristotelis PAULA VAL NAVAL ][ 139 La autoría de Guillermo de Aragón viene además reforzada por las numerosas referencias de corte médico que se encuentran en la obra, como, por ejemplo, la descripción de los tipos de voz a través de las distintas complexiones del corazón y del pulmón (72, 1 y ss.), la explicación de la teoría de los humores en relación con el paso por las distintas edades (81, 1 y ss.) o el apartado dedicado a la menstruación (122, 1 y ss.) Para determinar la cronología de la Summa acudiremos, como dato fidedigno, a la información que nos transmiten los propios códices. El manuscrito de Milán, Biblioteca Ambrosiana, R 36 sup. fue escrito en el año 1309, por lo que la composición del tratado es, a su vez, anterior a esa fecha. Los códices más antiguos que contienen la obra datan, asimismo, de finales del siglo XIII o principios del XIV. En nuestra opinión, quizá podríamos concretar un poco más la fecha de composición de la obra. Tal vez podría establecerse una relación entre la Summa supra phisonomiam y la Compilatio physionomie de Pedro de Abano, deducida, en primera instancia, de la definición misma del término phisonomia que hallamos en la Summa (4, 4-7): Que «phisonomia» dicitur, sic dicta a «phisis» quod est «natura» et «noma» quod est «nomen» quasi «nominans naturam» vel naturales dispositiones, quibus possit argui quis qualem habeat naturali inclinatione in bonitate proprie operationis vel malitia qualitatem. En efecto, esta definición —u otra similar, en la obra de otro autor46— aparece refutada en el tratado de Pedro de Abano, quien alude a que, a pesar que hay quien sostiene, etimológicamente, una derivación del término griego œnoma, «nombre», los que realmente conocen la lengua griega lo hacen provenir de nømoq, «norma», «ley». El texto de la Compilatio es el siguiente (Compilatio I): A non nullis autem dicta est phisonomia a «phisis» greca lingua natura et «onoma» nomen, eo quod ipsam naturam nominet. Sunt et alii, nature graecantes, quod determinatio vel lex existat nature a «phisis» et «nomos», quod est lex: ex quadam namque ordinatione et lege nature inest quod talis corporis forma vel potentia anime imprimatur et econtra. Etenim corpus et anima naturalem quandam armonia una optinent consequellam et vicissim sibi ipsis compatiun- 46. Cf., por ejemplo, la nota siguiente. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 127-140 140 ][ PAULA VAL NAVAL Autoría y datación de la Summa supra phisonomiam Aristotelis tur ut et plurimum, quod et nos langores et ebrietates, dicta prius nocumenta corporum, edocent47. Si esta referencia de la Compilatio hiciera alusión a la definición dada en la Summa, deberíamos postular para nuestra obra una fecha de composición anterior al año 1295, fecha en que Pedro de Abano concluyó la redacción de su tratado y ante quem, por tanto, para el nuestro48. Pensamos asimismo que la fecha post quem vendría determinada por la traducción de los tratados zoológicos de Aristóteles realizada por Guillermo de Moerbeke en torno a 1260. Como hemos expuesto con anterioridad, la doble manera de referirse a ellos en la Summa implicaría una consulta de los mismos a través de la traducción de Moerbeke, según J. M. da Cruz Pontes. Esta hipótesis se ve reforzada si comparamos determinados pasajes de la Summa con ambas traducciones del De generatione animalium, la de Miguel Escoto de hacia 1220 y la citada de Guillermo de Moerbeke. Sirva como ejemplo la referencia, en el parágrafo 109, a la figura de Corisco (Coriscus): la versión de Escoto, realizada a partir de un original árabe, anota Korceokoz, a diferencia del Coriscus de Moerbeke que coincide con la lectura de los manuscritos de la Summa. Consideramos, en definitiva, que la Summa supra phisonomiam Aristotelis puede atribuirse en principio a Guillermo Hispano —al que identificamos con el Guillermo de Aragón al que se atribuye el Liber de nobilitate animi y el Liber de pronosticatione sompniorum— y que la fecha de su composición se sitúa entre los años 1260 y 1295 (ó 1309). 47. Compilatio, editio princeps, Padua, 1474, cap. secundum, decisio tertia; cf. E. Paschetto, «La fisiognomica nell’enciclopedia delle scienze di Pietro d’Abano», Medioevo 11, 1985, pp. 97-111 (p. 103); G. Federici Vescovini, «La simmetria del corpo umano nella Physiognomica di Pietro d’Abano: un canone estetico», Concordia discors, Padova, 1993, pp. 347-360 (p. 352, n. 9). Una definición similar hallamos en las Quaestiones super de animalibus de Pedro Hispano (Ms. Matrit. 1877, 258va): et dicitur physonomia a physis quod est natura et nomen-nominis, quasi nominatio sue nature in operibus (ap. J. Agrimi, «La ricezione...», p. 143). 48. Otro punto que mantienen en común ambas obras y que podría apoyar esta teoría es la referencia a la primera parte de la Fisiognomía pseudo-aristotélica como historialis: cf. Summa 66, 3-4 y 140, 1-2; Compilatio, particula prima, cap. tertium, decisio prima (ap. J. Agrimi, «La ricezione...», p. 146, n. 91). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 127-140 DELITOS DE LESIONES Y CONTRA EL HONOR EN LOS FUEROS LOCALES DE LA EXTREMADURA ARAGONESA Personal Injury Crimes and Honour Offences in the Local Law Codes from the Frontier Regions of Aragon María del Mar AGUDO ROMEO1 – María Luz RODRIGO-ESTEVAN2 Universidad de Zaragoza Resumen Este trabajo se centra en el estudio de dos tipos de delitos presentes en fueros municipales medievales pertenecientes a la Extremadura aragonesa. El primero es el de lesiones. En él se atenta contra la integridad física de las personas. Además de castigarse de manera genérica el golpear o herir a alguien, se hallan tipificadas una serie de mutilaciones donde, en consideración al miembro del cuerpo afectado, se impone una pena pecuniaria u otra. El segundo es el delito contra el honor, cuya acción consiste en proferir una serie de denuestos que afectan al honor de la víctima en diferentes ámbitos de la vida. Se presenta también un glosario de términos en latín presentes en los preceptos de los fueros latinos que tratan estos delitos. Palabra clave: delitos de injurias, fueros locales, glosario latino, derecho medieval, Aragón. 1. Doctora en Filosofía y Letras y Licenciada en Derecho. Profesora Titular de Filología Latina, Departamento de Ciencias de la Antigüedad, Facultad de Filosofía y Letras. Miembro del grupo de investigación de excelencia CEMA (Gobierno de Aragón). Correo electrónico: [email protected] 2. Profesora Titular de Historia Medieval, Departamento de Historia Medieval, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas. Miembro del grupo de investigación BYCS (Gobierno de Aragón). Correo electrónico: [email protected] Fecha de recepción del artículo: 27 de octubre de 2006. Fecha de aceptación: 22 de noviembre de 2006. Versión final: enero de 2007. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 142 ][ M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN Delitos de lesiones... Abstract This essay focuses on the study of two types of crime mentioned in the local law codes of the fronteir region of Aragon. One type concers personal injury crimes. In addition to the general punishment for attempted assaults involving beating or hurting another person, a number of other mutilations are also typified whereby the penalty imposed depends on the body part being harmed. The other type refers to honour crimes described as isults hurled at the victim’s honour in various situations. Finally, this essay includes a glossary of Latin terms designating these crimes in the Latin law codes. Key words: injury crimes, honour crimes, local law codes, medieval law, glossary latin terms, Aragon. I. INTRODUCCIÓN 1. Este trabajo se centra en el estudio de dos tipos de delitos. Uno de ellos es el de lesiones en el cual se atenta contra la integridad física de las personas. Se puede distinguir, por un lado, un delito tipo donde se castiga la acción de golpear o herir a alguien y una serie de disposiciones donde, en razón de los sujetos del delito y de determinadas circunstancias, las consecuencias que trae la comisión de dicha acción, se agravan o atenúan, incluso no se considera punible. Por otro lado, se hallan tipificadas una serie de lesiones o mutilaciones donde, en consideración al miembro afectado, se impone una pena pecuniaria u otra. Efectivamente, lo más frecuente es que se paguen penas pecuniarias, pero en alguna ocasión se aplican penas corporales, consistentes a veces precisamente en la mutilación o amputación de algún miembro del cuerpo. Existen asimismo una serie de acciones que podrían ser supuestos punibles de un delito de lesiones, puesto que afectan a la persona física del agredido, pero más importante que el daño físico que se pueda ocasionar, es el que se hace contra el honor. De hecho en el derecho romano la injuria englobaría los dos tipos de delitos que tratamos aquí, ya que se considera que la injuria puede cometerse tanto de obra como de palabra. Así se recoge en el siguiente texto de Labeón, presente en el Digesto3, en el libro 47, título 10, que trata «Sobre la acción de injurias y los libelos difamatorios»: 3. Seguimos la versión castellana de A. D’Ors et alii (1975). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 Delitos de lesiones... M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN ][ 143 (1) La injuria se hace, dice Labeón, de obra o de palabra: lo primero, cuando se hace con las manos, y de palabra en otro caso, cuando es por insulto a voces. (2) Toda injuria o bien se hace al cuerpo o atenta a la dignidad y la fama [...] En las Siete Partidas se documenta este mismo concepto en la Partida 7, Título 9, Ley 1: Que cosa es deshonrra, e quantas maneras son della. Injuria en latin tanto quiere dezir en romance como deshonrra que es fecha, o dicha a otro a tuerto, o a despreciamiento del, e como quier que muchas maneras son de deshonrra: pero todas descienden de dos rayzes. La primera es de palabra. La segunda es de fecho. Precisamente en el fuero de Teruel, entre un grupo de preceptos que abordan el delito de lesiones, se encuentra el § 402 en el que se castigan las canciones difamatorias, incluidas en el apartado de los delitos contra el honor que también vamos a exponer en este trabajo. En esta tipología de delitos, la acción consiste en proferir una serie de denuestos que afectan al honor de una persona en diferentes ámbitos de su vida. Para entender mejor la presencia tan minuciosa de las mutilaciones en los fueros así como para poder comprobar las relaciones existentes entre la literatura y la realidad de la época nos parece oportuno mencionar algunos pasajes de un poema correspondiente a la literatura latina medieval, el Cantar de Valtario4. En él sus héroes se enfrentan en un combate en el que se van seccionando diferentes miembros: Una vez arrojada la lanza, Valterio desenvaina velozmente la espada y se va contra el rey, rompiéndole la parte derecha del escudo y asestándole un tajo tan asombroso que le corta a cercén una pierna a la altura del muslo, más arriba de la rodilla [...] Y, como adelantase Valterio excesivamente la mano, le fue cercenada por Haganón, cayendo al suelo aquella diestra que había hecho temblar a tantos pueblos, razas y reyes, y que tantos trofeos había conquistado. Ni siquiera en aquella tremenda circunstancia desfalleció el coraje del esforzado paladín, que logró superar los dolores de la carne gracias a la fuerza de su espíritu, y no desesperó ni se arredró. Antes bien, embrazó el escudo con el muñón ensangrentado y, con la mano sana, desenvainó la espada corta que colgaba del lado diestro ...y buscó al punto cruel venganza en su enemigo. De un poderoso tajo, en efecto, arrancó a Haganón el ojo derecho, le rajó la sien, le desprendió los labios de la boca y le rompió seis muelas. ... 4. Waltharius es un poema de 1456 hexámetros latinos, que cuenta la historia de Valtario de Aquitania, que con su prometida huye de la corte de Atila, situándose la acción en el siglo V, en el reino godo de Tolosa. Segimos la traducción de Luis Alberto de Cuenca (1998). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 144 ][ M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN Delitos de lesiones... La lucha ha terminado. Ésta es la lista de trofeos: allí yace el pie del rey Gunterio, aquí la mano de Valterio y, junto a ella, el ojo aún tembloroso de Haganón5. Tras estos encarnizados combates, entre copa y copa de vino, se intercambian una serie de alegres chanzas alusivas a las mutilaciones que han sufrido y donde se puede ver algunas de las consecuencias que pueden afectar a su modo de vida: Amigo, de ahora en adelante irás a cazar ciervos, con cuya piel te harás fabricar guantes sin fin que te sirvan de consuelo. Y te aconsejo que el guante diestro lo rellenes de blanda lana, para engañar con su apariencia a quien no esté al corriente de lo sucedido a tu mano. Pero, ¿qué les vas a decir a los que te pregunten por qué te ciñes la espada al costado derecho, contra lo que es costumbre entre tu gente? ¿Y a tu mujer, cuando desees abrazarla y lo hagas, ¡ay!, con el brazo izquierdo, que es el de mal agüero? ¿Para qué continuar? A partir de ahora, todo lo que tengas que hacer le tocará hacerlo a tu mano izquierda». Le responde Valterio: «¡Me maravillo de tu petulancia, tuerto Sicambro! Si yo voy a tener que cazar ciervos, tú tendrás que abstenerte desde ahora de la carne de jabalí. Bizquearás cuando impartas órdenes a tus siervos, y mirarás oblicuamente a las turbas de tus guerreros cuando las saludes. Pero, en recuerdo de nuestra vieja amistad, te voy a dar un consejo: cuando vuelvas a casa y te encuentres junto al hogar, hazte una buena papilla con leche, harina y manteca. Te servirá a la vez de alimento y de medicina6. 2. El corpus examinado se corresponde con una serie de textos legales vigentes en la Extremadura Aragonesa durante la Edad Media. Esta zona se encuentra al sur del río Ebro y durante la concesión de dichos fueros uno de los hechos destacables es su carácter de espacio fronterizo —por lo que se denomina «extremadura»— entre musulmanes y cristianos que luchan por el dominio del territorio. En el enfrentamiento los musulmanes retrocederán ante el poder cristiano que inicia su expansión por estas tierras con Alfonso I el Batallador que concede un número importante de fueros locales. Entre las concesiones de dicho monarca está la que hace a Calatayud en el año 1131. Con esta fecha se data el texto que ha llegado hasta nosotros7, aunque no se ha conservado el original y no hay duda de que esta redacción es posterior. 5. Ed. cit., pp. 87-88. 6. Ed. cit., pp. 89-90. 7. Edición de Ramos Loscertales (1924). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 Delitos de lesiones... M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN ][ 145 La denominada carta de foro bono de Cetina8, aunque sea más breve y no haga ninguna mención al fuero de Calatayud, presenta coincidencias con él, tanto por su contenido como por su lengua. Fue concedida a dicha población juntamente por Ramón Berenguer IV y la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén entre los años 1151-1157, a tenor de los que suscriben el documento, en particular Guillén de Belmes, primer prior de la Orden en Navarra. No se conserva el documento original y en la fórmula final de confirmación se halla también presente Alfonso II. Aunque Daroca9 recibió un fuero por parte de Alfonso I el Batallador, que a su vez lo dio también a Cáseda y a Peña, el que se conserva corresponde a la concesión que le hizo el conde Ramón Berenguer IV en el año 1142, no obstante, con una redacción posterior. Esta escrito en un latín que se acerca mucho más al latín normativo de la época clásica que el que aparece en Calatayud y Cetina. Mención expresa al fuero de Daroca, aunque sin duda a una versión diferente a la que nos ha llegado, se encuentra en el fuero de Alcalá de la Selva10, otorgado por Alfonso II en 1184, en el de la Cañada de Benatanduz11, dado por la Orden del Temple en 1198, y en el de Aliaga12, concedido por Aimerico de Pace, con el Consejo de la Orden del Hospital, en 1216. En los avances de Alfonso II hacia el sur reconquista dos localidades de las que tenemos los dos fueros más extensos, Alfambra y Teruel. Ambos lugares reciben su fuero en fechas muy cercanas, aunque, como sucede en los antes citados, las redacciones conservadas son posteriores. A Alfambra13 le concede su fuero, que sólo conocemos en su versión romance, entre julio de 1174 y septiembre de 1178, el conde don Rodrigo, en nombre de la Orden del Temple. A Teruel14 le otorga una carta-puebla, origen del extenso fuero actualmente conocido, Alfonso II, en el año 1177. Este extenso fuero que nos ha llegado tanto en su versión latina como en la versión romance, parece corresponderse a una redacción del siglo XIII. La familia de los Azagra, 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. Edición de María del Mar Agudo (1999). Edición de María del Mar Agudo (1992). Edición de Lucía Pérez (1988). Edición de María Luisa Ledesma (1983). Edición de León Esteban (1977). Edición de Manuel Albareda (1925). Edición de José Castañé (1989). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 146 ][ M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN Delitos de lesiones... señores de Albarracín, lo aplicaron a su ciudad. Los fueros de Teruel y Albarracín, con las modificaciones pertinentes, siguieron aplicándose hasta el año 1598 y tuvieron dos ediciones impresas en el siglo XVI. Este fuero presenta una gran semejanza con el fuero de Cuenca15, vigente en el ámbito territorial de la Extremadura Castellana. II. DELITOS DE LESIONES 1. Fuero de Calatayud. El § 10 recoge dos supuestos punibles que se castigan con la misma pena, así el vecino que saca armas sobre otro vecino dentro de la ciudad, o el que viniendo en bando o cuadrilla lo golpea o empuja, debe pagar sesenta sueldos que se dividen en tres partes, una la recibe el rey, otra el concejo y la tercera el querellante16. El § 24 aplica la denominada ley del talión al disponer que el vecino que golpea a otro vecino, quede en sus manos, con independencia de que sea un peón, es decir uno que combate a pie, o caballero, es decir que posea y luche a caballo17; la expresión que se utiliza para designar la aplicación de dicha ley es intrare in manus y se verá más abajo cómo se encuentra en otros fueros. No obstante, el § 55 ordena que si un cristiano golpea a un judío no debe quedar en sus manos, aunque si le hace heridas, debe pagárselas, estableciéndose la prueba del delito con dos testigos, uno judío y otro cristiano. Si no hay testigos, el cristiano debe jurar que no lo golpeó o hirió, para verse libre del pago. Ordena el precepto que el procedimiento probatorio sea igual cuando se trata de un moro, o cuando es un judío el que hiere al cristiano18. En el § 58 contempla que el vecino que hace a otro vecino una herida por donde le salen los huesos, queda obligado a pagarle sesenta sueldos19. 15. Cuando citamos este fuero nos referimos a la versión latina sistemática o a la adaptación romance del fuero de Heznatoraf de la edición de Rafael de Ureña (1935). 16. 10. Et uicino qui sacauerit armas super suo uicino intro in la ciuitate, pectet LX solidos: tercia ad Regem, tercia ad concilio, tercia ad quereloso. Similiter qui uenerit in bando super suo uicino, et ferirat, uel peliarat, pectet LX solidos similiter per III partes. 17. 24. Et uicino qui ad alio ferrat intret illi in manus sit pedone, sit cauallero. 18. 55. Et si christiano ad iudeo ferirat non intret illi in manus; et si fecerit liuores, et habuerit iudeo et christiano, pectet los liuores; et si non habet testes, iuret quod non fecit; et de mauro similiter fiat; et de iudeo contra christiano similiter fiat. 19. 58. Et qui fecerit plaga ad suo uicino, unde exeant ossos, pectet qui fecit ad ipso plagato LX solidos. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 Delitos de lesiones... M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN ][ 147 En los preceptos siguientes se tiene en cuenta el miembro del cuerpo afectado por la lesión o mutilación. Así, se castiga con el pago de cien sueldos al vecino que rompe un diente a otro vecino20 y con la pena pecuniaria equivalente a la del homicidio al vecino que corta a otro vecino una mano, un pie o la nariz o le saca un ojo21. En los § 49 y § 50 aparece la mujer como protagonista de la agresión. En el § 49 se contempla el supuesto de que alguien haga algún daño o escarnio a una mujer casada. Si esta acción se puede probar con dos testigos, el que lo hizo debe pagar trescientos sueldos al marido y a los parientes de la mujer. Cuando no hay testigos la prueba procesal subsidiaria es el juramento con seis cojuradores22. En el § 50 se regula la pelea entre mujeres, estableciendo que si una mujer hace un mal a otra, debe quedar en manos de la agredida, aplicando la ley del talión, pero si le hace alguna herida deberá pagar una pena pecuniaria por ello. Si no se puede probar con testigos, la acusada jurará sola que no hizo las heridas, como prueba subsidiaria23. 2. Fuero de Cetina. En el § 5 ordena que el vecino que golpea a otro debe pagar sesenta sueldos a la Orden del Hospital y, si le hace algunas heridas, debe pagarlas al herido24. Tanto el § 22 como el § 23 se hallan incompletos, pero se puede observar que se corresponden con el delito de lesiones, semejantes al § 58 y siguientes del fuero de Calatayud. En el § 22 penaliza a quien hiere a un hombre, se sobreentiende de manera que le salgan los huesos, a pagarle sesenta sueldos25. En el § 23 se castiga al vecino de Cetina que rompe un diente, una mano o un pie a otro vecino del lugar, a pagarle cien sueldos. Como medio de prueba subsidiario se prevé el juramento con seis veci- 20. 59. Et qui crebauerit dente ad suo uicino pectet C solidos. 21. 60. Et qui tallauerit mano de suo uicino, aut pede, uel occulo sacauerit, uel nares tallauerit pectet homicidio. 22. 49. Et qui malauerit uel escabenauerit muliere maritata, et habuerit II testes, pectet qui fecit CCC solidos ad marito, et ad parentes de muliere; et si non habet testes ueniat cum XII, et iurent los VI cum illo. 23. 50. Et si muliere ad alia malauerit intret in manus; et si fecerit liuores, pectet illos si habet testes, et si non habet testes iuret per suo cabo. 24. 5. Et vicino qui ad alio ferirat, pectet ad Ospitali LX solidos. Et si fecerit livores, pectet ad plagato los livores. 25. 22. Et qui fecerit plaga ad homine unde ... pectet qui fecerit ... LX solidos et ad plagato LX solidos. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 148 ][ M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN Delitos de lesiones... nos26. El § 30 equipara cortar las narices a un vecino con la pena pecuniaria del homicidio. El juramento con seis vecinos es también el medio de prueba subsidiario27. El § 29 regula la pelea entre mujeres, con una forma semejante a lo dicho en el § 50 del Fuero de Calatayud, estableciendo que si una mujer hace un mal a otra sea dejada en manos de la agredida, pero si le hace alguna herida deberá pagar una pena pecuniaria por ello. Si no se puede probar con testigos la agresión, la acusada jurará sola que no hizo las heridas, como prueba subsidiara28. Relación asimismo con el § 49 del fuero de Calatayud presenta el § 9 del de Cetina, donde se recogen varios supuestos punibles, siendo sujeto pasivo del delito en alguno de ellos la mujer casada. Así, se castiga a quien la toma como motivo de escarnio29. 3. Fuero de Daroca. En el § 3 se contempla el supuesto en el que el señor de Daroca o cualquier otro caballero golpea a un vecino del lugar, acción que trae como consecuencia que el agresor en persona, con la única excepción del rey, quede en manos del agredido30. Es decir, volvemos a encontrar la aplicación de la ley del talión. En el § 19, en primer lugar, a quien golpea o hiere a otro se le castiga con una pena pecuniaria de sesenta sueldos. A continuación hay una serie de supuestos en los que se especifica la parte del cuerpo que sufre la agresión y, según sea ésta, la pena pecuniaria es diferente. De este modo si alguien rompe un diente a otro o le corta un dedo o le arranca un miembro que se considere semejante a éstos, la pena establecida es de cien sueldos, que se elevan a quinientos cuando como consecuencia de la agresión se revienta un ojo o se arranca una mano o un pie. El medio de prueba subsidiario establecido es el combate judicial o el juramento con doce vecinos, según voluntad del actor o parte acusadora. 26. 23. Et populo ... de Çedina qui ad suo vicino quebraverit dente qui appareat, vel manu aut pede ... C solidos. Et ... firmare ... illi cum sex vicinos. 27. 30. Et qui taliaret nares ad suo vicino, pectet omicidio; et si negaret, iuret cum sex. 28. 29. Si mulier ad alia maiaverit, intret illi in manus; et si fecerit livores, pectet illo. Et si negaret et non potuerint firmare, iuret sola. 29. Et qui ... muliere maritata escavenaverit ... et habet duo testes, pectet qui fecit, ad Ospitali C solidos et ad disornado CC solidos. Et si non habet testes, iuret cum XII. 30. Si dominus Daroce uel quilibet alius miles percusserit hominem Darece, ipse percussor intret in manus clamantis, nisi solus rex. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 Delitos de lesiones... M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN ][ 149 Si se realiza el combate judicial y lo pierde el reo, debe pagar quinientos sueldos31. El § 32 establece la igualdad entre cristianos, judíos y sarracenos en lo referente a las heridas y las penas pecuniarias32. En el § 53, cuando se han dado fiadores y se producen ciertos delitos, se aumenta la pena pecuniaria; así las lesiones, si hay fiadores, se castigan con cuatrocientos maravedíes y trescientos sueldos33, la misma pena pecuniaria que en el § 25 se aplica al homicidio. En el § 92 se halla una relación de parentesco entre los sujetos del delito, disponiendo una pena corporal; en concreto el legislador dispone que sea cortada la mano de quien hiere a su padre o a su madre34. Una compilación privada de derecho aragonés ordena actuar de forma similiar contra el hijo que hiere a su padre o a su madre: se cortará la mano, el pie o el miembro con que ha herido o golpeado a sus progenitores, y además el padre deberá repudiar al hijo35. El fuero de Teruel establece una pena corporal, la de muerte, cuando se mata al padre o a la madre, según el § 33, donde queda recogido que el hijo que cometa tal acción sea enterrado vivo debajo del muerto o quede en manos de sus enemigos para que hagan con él lo que quieran36. En el caso de lesiones, el § 347 del fuero turolense ordena que el hijo sea desheredado y considerado para siempre enemigo de sus hermanos37. 31. Si quis percusserit aliquem, LX solidos pectet. Si autem fregerit dentem aut absciderit digitum uel abstulerit membrum aliquod equipollens istis, C solidos pectet pro unoquoque membro. Ceterum si occulum fregerit aut manum uel pedem abstulerit, D solidos pectet. Si negauerit reus et probari non poterit, faciat bellum aut iuret cum XII uicinis. Hoc autem fiat ad uoluntatem actoris. Si littem fecerit et uictus fecerit, pectet D solidos. 32. Christiani, iudei, sarraceni unum et idem forum habeant de ictibus et calumpniis. 33. Si autem saltum dederit illi super fidanças et percusserit illum, pectet CCCC morabetinos et CCC solidos, si probari poterit, et, si probari non poterit, iuret cum XII uicinis et absoluatur. Et si percussor uoluerit reptare testes alterius, duplet et reptet. 34. Si quis percusserit patrem suum aut matrem, abscidatur ei manus. 35. De filio qui ferit patrem uel matrem cum mano uel cum pede, debet perdere manum uel pedem uel membrum cum quo ferit; et postea debet eum desfillare, ed. de José M.ª Ramos Loscertales (1924), p. 403. 36. [33] Qui patrem sive matrem occiderit. Similiter qui suum patrem sive matrem, ... occiderit, ... vivus sub mortuo sepeliatur, vel mittant eum in manibus inimicorum suorum ... 37. [347] Si debet hereditari filium qui patrem vel matrem percusserit. Et quamvis sit prohibitum quod pater sive mater non exhereditet suum filium, tamen exhereditare illum precipio, qui patrem suum vel matrem percusserit, et insuper sit inimicus fratrum suorum imperpetuum, si probatum ei fuerit iuxta forum. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 150 ][ M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN Delitos de lesiones... En el § 72 se regula la legítima defensa, estableciendo una serie de condiciones para impedir que se produzca una extralimitación de la misma. Se dispone que está permitido repeler la fuerza con la fuerza de manera que si alguien es herido antes por otro y luego a la misma hora y lugar hiere a su agresor, no pague ninguna pena pecuniaria. No obstante, no puede matarlo, ya que en ese caso el castigo impuesto es la pena de homicidio38. 4. Fuero de Alcalá de la Selva. En relación con Daroca en Álcala de la Selva se documenta un supuesto punible cercano al § 19, aunque con alguna diferencia en las consecuencias que trae dicha acción y sin aparecer ninguna referencia a los medios de prueba; así castiga al que golpea a otro vecino del lugar con el pago de sesenta sueldos que reciben los hermanos del monasterio de Santa María. Por un ojo, mano, pie y diente se deben pagar cien sueldos que se reparten por la mitad entre los monjes del monasterio y el hombre herido39. Se halla también un precepto semejante al 32 de Daroca en el cual se iguala a cristianos, judíos y sarracenos en las heridas y en las penas pecuniarias40. 5. Fuero de la Cañada de Benatanduz. En el fuero de este lugar se documenta una disposición que presenta coincidencias con el § 3 de Daroca. Ordena que, si un señor, infanzón o autoridad golpea a alguien, debe quedar en manos del agredido excepto cuando el agresor es el señor mayor de la Cañada41. Una diferencia que se halla con respecto a Daroca y los otros fueros que la toman de modelo es que distingue el medio con el que se realiza la agresión. Así dispone que si un vecino hiere a otro vecino con armas prohibidas, debe pagar sesenta maravedíes de caloña cuyo importe es dividido en tres partes, una para los señores del Temple, otra para los vecinos y 38. Quoniam omnibus uim ui reppelere licet, si quis percussus fuerit prius ab ab aliquo et postea eadem hora eodemque loco percussorem suum percusserit, nullam calumpniam pectet. Caueat tamen ne percussorem interficiat. Si enim interficerit, pectet homicidium et exeat homicida. 39. Qui percusserit suum vicinum, pectet LX solidos ad illos fratres; per occulum, et manum et pede et dentem pectet C solidos, medium ad fratres et medium ad homine de livores, p. 137. 40. Cristiani, mauri atque iudei unum forum et unam consuetudinem habeant de livores et callumpnias, p. 138. 41. Senior vel infanzon aut potestas si percuserit aliquem, ipse intret in manus ad illum nisi solus senior qui fuerit maior in Canada, p. 85. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 Delitos de lesiones... M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN ][ 151 la tercera para el querellante. Cuando la agresión se comete con el puño se deben pagar sesenta sueldos que se dividen y reparten como en el supuesto anterior. Pero si la lesión afecta a un ojo, una mano, un diente o un pie hay que pagar cien sueldos que corresponden íntegramente al querellante42. Esta disposición se acerca a lo dispuesto en Alfambra, cuyo fuero, al igual que el de La Cañada de Benatanduz, lo concede la orden del Temple. Asimismo, se contempla nuevamente que exista un mismo fuero para los que pertenecen a las diferentes religiones en lo referente a las heridas y penas pecuniarias. Ello también se regula expresamente en el supuesto de allanamiento de una casa en que se ha acogido a un homicida43. Un matiz a destacar es que el texto legal se refiere a cristianos, judíos y, en vez de moros o sarracenos, a paganos. 6. Fuero de Aliaga. También este fuero, como los anteriores derivados de Daroca, castiga con el pago de sesenta sueldos a quien golpea a otro vecino del lugar; esta vez los sueldos de sanción se reparten veinte para el querellante, veinte para el Hospital y los veinte restantes para el Concejo. Por un ojo, una mano, un pie y un diente se establece una pena pecuniaria de cien sueldos que, divididos en tres partes, los reciben el querellante, el Hospital y el Concejo44. 7. Fuero de Alfambra. El § 7 castiga al que viene en bando o cuadrilla contra los alcaldes con el pago de cien maravedíes y, si es contra otro vecino, con sesenta sueldos45. Según el § 8 se penaliza con sesenta sueldos a quien hiere a un vecino con el puño o con alguna arma prohibida, acercándose aquí, según se ha visto, al fuero de la Cañada de Benatanduz. Como medio de prueba subsidiaria establece que el acusado «iure con su tercero». Si el herido muere 42. Qui percuserit vicinum suum cum armis proibitis pectet Lª morabetinos de calonia, que dividatur in tres partes, sicut subscriptum est, scilicet una dominis, alia vicinis, tercia conquerenti. Qui percuserit cum pugno pectet LX solidos de calonia, que dividatur modo scilicet in tres partes sicut scriptum est. Per membrum, scilicet per oculum vel manum per dentem aut pedem C solidos et omnes sint de conquerente, p. 84. 43. Qui disrumperit illam casam pectet D solidos ad dominum de illa casa sive sit christianus sive judeus aut paganus, unde forum habeant propter feridas et calummnias, p. 85. 44. Qui percusserit suum vicinum, pectet LXª solidos; et de istis LXª. solidis det clamanti XX solidos; et XX Hospitali, et XX ad Concilium. Per occulum, manum, pedem et dentem Cm. solidos; et de istis C solidos habeat clamans tertiam partem et Hospitale tertiam partem et concilium tertiam partem, p. 58. 45. [7] Qui uiene en bando. Tot omne que uiene en bando contra los alcaldes peche .C. morabetinos et si uiene en bando contra otro uezino peche .LX. solidos. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 152 ][ M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN Delitos de lesiones... como consecuencia de las heridas, el agresor debe pagar doscientos maravedíes y trescientos sueldos y salir del lugar como homicida46. En el § 9 se impone el pago de cien maravedíes a quien quiebra a un vecino un ojo, una mano, un pie u otro miembro. Como medio de prueba subsidiaria se dispone el juramento con doce vecinos47. El § 93 establece la obligación de los vecinos de Alfambra a defender a otro vecino cuando es herido, de manera que, si un vecino sufre una agresión, todos los testigos de dicha agresión deben perseguir y prender al que lo ha hecho; y si no lo hacen, ellos están obligados a pagar la pena pecuniaria, salvo que se libren con el juramento de que el agresor no pudo ser retenido48. El § 30 del fuero de Teruel, según se verá, también manda a los vecinos del lugar que defiendan a otro vecino, si es agredido por un forastero. 8. El Fuero de Teruel y Albarracín. Como los otros fueros examinados, el fuero de Teruel49 y Albarracín presenta, por un lado, ciertas disposiciones de tipo general y ciertos supuestos punibles en los que, en atención a los sujetos del delito o a circunstancias concretas, las penas pecuniarias se agravan o desaparecen. Por otro lado, contiene una gran casuística al especificar la parte del cuerpo que sufre una agresión o mutilación y la pena pecuniaria que se impone, especialmente desde el § 387 al § 403. Vamos a exponerlos en dos apartados debido a su extensión. A. El § 29 manda que si un noble o caballero causa alguna violencia o entra en una posada o se apropia violentamente de algo, y en esas circunstancias es herido o asesinado, no se está obligado a pagar ninguna pena pecuniaria por ello; la disposición tiene validez para todo el término de Teruel50. El § 30 dispone que si algún forastero en el término de Teruel hiere o mata a un vecino de Teruel o se presenta con un grupo armado, y dicho 46. [8] Qui fiere su uezino. Omne que firiere a su uezino con punno o con nulla arma uedada peche .LX. solidos e si negare iure con su tercero et si morra el ferido peche .CC. morabetinos et .CCC. solidos et yxca por omiciero. 47. [9] Qui tuelle miembro. Tot omne que quebrara mienbro a su vezino, oio o mano o pie o otro mienbro alguno, peche .C. morabetinos et si negare iure con .XII.uezinos. 48. [93] De omne que fera. Ningun omne que ferra a otro uezino de Alfambra todos los que lo ueran et lo odiran que lo encalcen et lo prendan. E si lo pueden prender et no prenden aquel que lo lexa yr aquel deue pechar la calonia et si no es prouado iure con su tercero que no lo pudo retener et sea saluo. 49. Seguimos la edición latina del fuero de Teruel realizada por J. Castañé (1989). 50. [29] De nobile qui in villa Turolii et in eius termino vim fecerit. Item mando quod si nobilis aliquis sive miles aliquam forciam fecerit vel hospicia intraverit, vel aliquid violenter acceperit, et ibi percussus vel mortuus fuerit, nullam pro ipso pectare calumpniam teneantur, et hoc sit statutum in omni termino Turolii. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 Delitos de lesiones... M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN ][ 153 forastero es herido o muerto, no se debe pagar ninguna sanción pecuniaria. Pero cuando es el forastero quien mata o hiere a un vecino incurre en la pena doble. Además, la nomativa advierte que si algunos vecinos están presentes, deben socorrer y prestar ayuda a su vecino; el que no lo haga, si se prueba con testigos, tiene que pagar cien maravedíes al juez, a los alcaldes y al querellante; como prueba subsidiaria en este supuesto aparece el juramento del acusado solo51. El § 358 contempla la organización de un bando o grupo violento en la villa, castigando tanto al que lo hace como a los que participan —incluidos el juez o alcaldes—, a pagar doble la pena pecuniaria. Pero no menciona expresamente las lesiones, tal como ocurre en el § 359 donde también se estipula el pago doblado de la pena si se producen lesiones al cometer un asalto. Como precepto tipo en el que entiendo que tanto el sujeto activo del delito o agresor como el sujeto pasivo o víctima son vecinos de Teruel, se halla el § 355 que impone la pena pecuniaria de sesenta sueldos a quien hiere a un hombre con armas prohibidas y se le prueba con testigos, quedando como prueba procesal subsidiaria el juramento del acusado solo52. Según el § 356 se considera arma prohibida que no puede ser sacada con saña ni herir con ella en la villa a todo hierro, palo, piedra y cualquier otra cosa que pueda matar o herir a alguien; además dispone que la pena pecuniaria por las lesiones, una vez sacada la novena parte correspondiente al juez, se divida en tres partes, una para el querellante, otra para el Palacio y la tercera para el Concejo, de manera semejante a la que se hace con la pena pecuniaria correspondiente al homicidio53. 51. [30] De extraneo qui in Turolio homicidium perpetraverit. Item si aliquis extraneus in omni termino Turolii aliquem vicinum percusserit vel occiderit, aut cum bando venerit et ibi ille extraneus percussus aut interfectus fuerit, nulla sit inde calumpnia, iuxta forum. Si vero ille extraneus vicinum Turolii percusserit vel occiderit, pectet calumpniam quamcumque fecerit dupplatam et dampnum similiter. Si autem aliqui vicini presentes fuerint et suo vicino non occurrerint et adiuverint, quilibet de astantibus vicinis pectet Cm aureos iudici et alcaldibus et conquerenti, si probatum fuerit, ut est forum. Sin autem, quilibet se salvet solus. 52. [355] De eo qui hominem cum armis prohibitis percusserit. Item mando quod quicumque hominem cum armis prohibitis percusserit et ei probatum fuerit, pectet LXª solidos, iuxta forum. Sin autem, iuret solus adversarius et credatur. 53. [356] Que sint arma prohibita. Arma prohibita, que in corpore huius ville non licet ullo modo indignanter extrahere vel cum eis percutere quin predicto modo puniantur, sunt hec que secuntur, scilicet: omne ferrum, et omne lignum, et omnis lapis, et omnia quecumque hominem possunt interficere vel etiam vulnerare et, cum ista talis calumpnia evenerit et probatum fuerit, in tribus partibus dividatur, scilicet: quereloso et palatio atque concilio, tracto noveno iudicis, ut in homicidiis iam est dictum. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 154 ][ M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN Delitos de lesiones... En el § 56, al establecerse las penas pecuniarias en las que el Palacio tiene parte, se regula de la misma manera. Es decir, el Palacio recibe una tercera parte de la pena pecuniaria, una vez quitada la novena parte correspondiente al juez, y quedan contempladas varias acciones relacionadas con el delito de lesiones o utilización de armas. Sin embargo, hay que hacer notar que en el delito contra el honor, el Palacio no percibe nada. El § 39 ordena que quien hiera o mate a un moro de paz, es decir un moro libre, pague por él como por un cristiano, si se prueba el delito. Igualmente, cuando un moro de paz hiere a un cristiano, debe pagar la pena como un cristiano, según se dispone en el fuero de Teruel; pero si lo mata, el moro es entregado al querellante que, tras conseguir las penas pecuniarias, puede hacer con su cuerpo lo que quiera54. Sin embargo, según el § 361 la pena pecuniaria se reduce a cinco sueldos cuando el herido es un moro ajeno, es decir, un moro no libre, perteneciente a otro vecino del lugar diferente al que le ha producido las heridas. En este caso, si se origina la muerte se debe pagar como en los homicidios en general55. Por otro lado, el § 410 dispone que si es el moro ajeno el que hiere a alguien, su dueño debe pagar la pena pecuniaria o entregar al causante del daño al querellante, dejando a su elección hacer una cosa u otra56. El § 463 impone la misma pena pecuniaria que dispone el fuero en general, al señor de la casa que hiere al criado o criada que tiene a sueldo57. Dicho precepto lo justifica por el hecho de que los hijos ajenos no deben ser heridos sin que el autor de tal acción se quede sin castigo. El precepto siguiente reitera esta necesidad de que los hijos ajenos no sean azotados o 54. [39] Quicumque maurum pacis percusserit vel occiderit. Similiter quicumque maurum pacis percusserit aut occiderit, pectet pro eo sicut pro christiano, si probatum fuerit, vel salvet se sicut pro christiano. Et si maurus pacis christianum percusserit, pectet calumpniam ad forum Turolii sicut christianus. Set si christianus obierit, pro morte mitant eum in manu querelosi ut ipse extorqueat ab eo peccuniam calumpniarum, et tandem de eius corpore faciat ad suam propriam voluntatem. 55. [361] De eo qui maurum alienum percusserit. Similiter si quis maurum alienum percusserit et ei probatum fuerit, pectet Ve solidos. Pro occisione vero in homicidiis requiratur. 56. [410] ... Similiter si maurus alicuius hominem percusserit vel aliquod dampnum fecerit, dominus eius pectet quamcumque calumpiam fecerit, vel mittat dampatorem in manibus querelosi. Tamen dominus mauri eligat quod sibi placuerit de his dictis. 57. [463] De domino qui mancipium suum percusserit vel occiderit. Si vero dominus domus mercennarium suum percusserit vel occiderit et ei probatum fuerit, pectet quamcumque calumpniam fecerit, iuxta forum, et similiter pro ancilla. Filii enim alieni non sunt percuciendi sine pena et calumpnia, quia quicumque illos percusserit, iuxta leges et forum Turolii punietur. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 Delitos de lesiones... M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN ][ 155 golpeados58, al disponer que, cuando el criado discute con su señor o no trabaja lo que debiera, el señor puede despedirlo pagándole el sueldo que haya ganado hasta ese momento. Pero el § 462 manda que, si es el criado el que hiere a su señor, sufra una pena corporal, a saber, la amputación de la mano derecha y, además, pierda la paga. El mismo castigo se aplica a la nodriza y a la criada que hiere o mata a su señora59. El § 455 que trata sobre los que toman en alquiler a alguien para trabajar, recoge una serie de disposiciones relacionadas con los moros ajenos y los criados60. En relación con los judíos, el extenso § 422 que trata sobre ellos, dedica su parte final a los delitos de homicidio y lesiones producidos entre judíos y cristianos. Establece que si un cristiano hiere o mata a un judío y se prueba, según establece el fuero entre un judío y un cristiano, pague quinientos sueldos, y, si es el judío el que hiere o mata al cristiano, remite al fuero de Teruel. Debido al hecho de que los judíos se consideraban siervos del rey, la pena pecuniaria es íntegra para el rey, incluida la parte de la novena que en los otros casos recibe el juez61. Vamos a presentar otra serie de supuestos punibles en los que en atención a otras consideraciones sobre los sujetos del delito o circunstancias las penas pecuniarias se agravan o atenúan e incluso desaparecen. El § 49 manda que cuando alguien hiere a un hombre que ha dado fianza de salvo y se prueba, paga cien maravedíes alfonsíes y sale expulsado del lugar como traidor. El § 271 castiga el encerrar a un hombre en casa con la ayuda de armas prohibidas y dispone que si se producen heridas en esta acción, se paguen 58. [464] De mercennario qui suo domino refefellerit. ... Verberare autem sive percutere non convenit ulli domino filios alienos. 59. [462] ... Item mando quod si mercennarius sive serviens domino suo percusserit, et ei probatum fuerit, perdat manum dexteram et mercedem; ... Hoc idem dicimus de nutrice et camareria que dominam suam percusserit vel occiderit. 60. [455] ... Si vero conductor ille servum vel sarracenum occiderit vel percusserit sive vulneraverit, seu modo aliquo illum verberaverit, et probatum ei fuerit, pectet quamcumque calumpniam fecerit secundum forum Turolii, vel salvet se pro qualibet ut forum precepit turolense. 61. [422] De disceptacione christiani sive iudei. ... Item si christianus iudeum percusserit aut occiderit, et ei probatum fuerit, ut forum inter iudeum et christianum precepit, pectet Dos solidos. Si autem, pro percussione .iuret solus adversarius et credatur. Si forte iudeus christianum percusserit vel occiderit et ei probatum fuerit, pectet quamcumque calumpniam fecerit ad forum Turolii. Sin autem, pro percussione iuret solus iudeus et sit creditus, iuxta forum. Pro occissione vero salvet se cum XIIcim vicinis iudeis, ut forum precipit, et credatur. Set est sciedum quod iudeus non habet partem in sua calumpnia, sive sit percussionis sive homicidii, quia est domini Regis tota. Nam iudei servi regis sunt et semper fisco regio deputati. Similiter iudex in calumpnia iudei novenum non habeat, cum nullum sudorem in illam habeat exigendam. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 156 ][ M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN Delitos de lesiones... según ordena el fuero. En el § 275 relacionado con el allanamiento de casa, manda que el dueño de la vivienda no pague ninguna pena pecuniaria por expulsar violentamente o herir a quien permanece en la casa contra su voluntad, aunque si lo mata tiene que pagar por ello. Por el contrario, si el que permanece en la casa contra la voluntad de su dueño es quien ultraja, hiere o mata al dueño, debe pagar doblada la pena del delito cometido. El § 503 dedicado a los huéspedes, dispone que si el huésped hiere al dueño de la casa, pague con arreglo al fuero de Teruel. El § 281 contempla la pena impuesta por arrojar armas prohibidas desde alguna casa, si producen un daño. Al regular lo referente a los huertos, el § 297 manda que, si por el agua de riego alguna persona resulta muerta o herida, hay que pagar las penas pecuniarias estipuladas en el fuero. Sin embargo se legisla que las penas pecuniarias se paguen dobles en el § 289, relativo a los guardas de las viñas, si dichos guardas son heridos o muertos en circunstancias relacionadas con la toma de prendas o fiadores, y en el 301 que trata sobre el daño de las mieses, si el meseguero es agredido o muerto con armas prohibidas cuando cumple con su cometido de tomar prendas. En el § 399 se agravan las consecuencias del delito y se paga doblada la multa cuando el delito de lesiones tiene lugar en el tribunal de los plazos, delante de la puerta del juez, en el tribunal de los alcaldes el viernes, en el Concejo o en el mercado. También se dobla la pena pecuniaria cuando es el juez o un alcalde quien hiere a otro compañero. Igual tratamiento se le da a la acción consistente en hacer bajar por la fuerza a un caballero del caballo. En todos estos supuestos el medio de prueba subsidiario es el juramento del acusado solo, por lo que entendemos que es el delito de lesiones penado con sesenta sueldos, multa que se duplica por las circunstancias que se expresan. Existen otras circuntancias donde se establece justamente lo contrario, esto es, que no se pague ninguna pena pecuniaria. Son supuestos en los que se provocan heridas accidentalmente, por ejemplo, cuando en el transcurso de un juego a caballo, éste da una coz a alguien. No obstante, el legislador prevé que si las heridas se producen una vez terminado el juego, se ha de pagar la pena pecuniaria que corresponda al delito que se ha cometido. El § 439 agrava la consecuencia de la acción si se hiere a alguien con armas prohibidas en el ejército y se prueba, ya que la pena impuesta ya no es pecuniaria sino corporal y el autor del delito pierde su mano; si en la lesión no se utilizan armas prohibidas, su comisión en el ejército, como se STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 Delitos de lesiones... M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN ][ 157 ha visto en otras ocasiones, tiene como consecuencia el pago doblado de la pena pecuniaria, pero no aplica pena corporal. Cerramos este apartado señalando que el fuero recoge supuestos en que los animales producen lesiones y sus dueños deben hacer frente a las penas pecuniarias que se legislan. El § 351 manda que el dueño de un animal que ha herido o matado a una persona pague todo el daño. El § 352 ordena que el señor de la bestia que hiera o lesione a un hombre, o le rompa una pierna o un brazo, debe pagar al médico todo lo que cueste su curación. No obstante, según el § 355, si la bestia es espantada por alguien, deberá pagar el daño quien la espante. En este sentido, el fuero de Daroca contempla el hecho de que un animal mate a un hombre, pero no que le cause lesiones. B. Abordamos en este apartado la casuística que el fuero observa al especificar la parte del cuerpo agredida. Del § 387 al § 403 se menciona expresamente la parte o miembro del cuerpo afectados por la agresión o mutilación. Se empieza con el ojo y siguen apareciendo, desde la cabeza hasta los pies, sucesivamente el cabello, las orejas, la nariz, la cara, un diente, la barba, el brazo, un dedo, los genitales, la pierna y el pie. Las penas impuestas difieren y cada precepto expresa los medios de prueba del delito. Observamos que junto a la amputación o rotura de un determinado miembro se incluye el corte del cabello y el pelo de la barba, cuya importancia reside en el significado otorgado al cabello en el universo mental medieval. Como en otras acciones, se castiga más el simbolismo asociado a la acción que el daño físico que provoca. En el supuesto de meter un palo por el ano a alguien fuera de la casa, junto a la agresión física se está penalizando también la acusación pública de homosexualidad que esta acción implica. Manchar a alguien con huevos, pepinos o hacerle comer inmundicias supone, asimismo, atentar contra su honor. Y en el § 402 se castigan las canciones difamatorias a las que nos referimos en el apartado de los delitos contra el honor. En cuanto a la cuantificación del delito según la parte lesionada, el § 387 sanciona con el pago de cien maravedíes alfonsíes el reventar un ojo62. Con cien sueldos castiga el § 389 el cortar una oreja63 y el § 391 el romper un 62. [387] De eo qui occulum alienum fregerit. Mando preterea quod quicumque occulum alienum fregerit et ei probatum fuerit, pectet pro quolibet occulo Cm aureos alfonsinos. Sin autem, iuret cum XIIcim vicinis vel suo pari respondeat, quod magis placuerit quereloso. Si vero complere nequiverit vel victus fuerit, pectet calumpniam iudicatam. 63. [389] De eo qui aurem absciderit. Similiter quicumque alicui aurem absciderit et ei probatum fuerit, pectet pro qualibet Cm solidos. Sin autem, iuret cum XIIcim vicinis. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 158 ][ M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN Delitos de lesiones... diente64. En el § 390 se distingue entre cortar sólo las narices y cortarlas con la cara: en un caso se deben pagar cincuenta maravedíes alfonsíes y en el otro cien65. El § 393 impone sesenta sueldos de multa por romper un brazo y cien maravedíes alfonsíes por cortar un brazo o una mano66. El § 394 prevé una multa de cien sueldos por cortar un dedo, salvo que sea el dedo pulgar, ya que en este caso la pena asciende a quinientos sueldos67. Sesenta sueldos se pagan por romper una pierna y cien maravedíes alfonsíes por cortar un pie68, de acuerdo con el § 397. Según el § 403 cuando alguien golpea o hiere a una persona en un miembro, si éste pierde su fuerza, debe pagar como si fuera un miembro amputado en el que existe herida69. La acción de castrar a un hombre se castiga con el pago de doscientos maravedíes alfonsíes y la salida como enemigo del lugar, según el § 39570. Pero el § 396 dice que esta acción no es punible cuando el que la comete ha sorprendido al hombre castrado manteniendo una relación sexual con su mujer o con su hija71. 64. [391] De eo qui dentem fregerit. Similiter quicumque alicui dentem fregerit et ei probatum fuerit, pectet pro quolibet C solidos. Sin autem, iuret cum XIIcim vicinis vel suo pari respondeat. 65. [390] De eo qui nares absciderit. Item quicumque alicui nares absciderit et ei probatum fuerit, pectet Lª aureos alfonsinos. Si forte cum labio nares abscise fuerint, et ei probatum fuerit, pectet C aureos alfonsinos. Sin autem, pro quolibet istorum dampno, iuret cum XIIcim vicinis vel suo pari respondeat. 66. [393] De eo qui brachium fregerit. Mando preterea quod quicumque alicui brachium fregerit et ei probatum fuerit, pectet LXª solidos, iuxta forum. Si forte brachium absciderit et ei probatum fueri, pectet Cm aureos alfonsinos, et pro manu abscisa pectet similiter, si probatum fuerit, Cm aureos alfonsinos. Si autem, pro quolibet istorum salvet se cum XII vicinis vel suo pari respondeat. 67. [394] De eo qui pollicem absciderit. Similiter quicumque pollicem alicui absciderit et ei probatum fuerit, pectet Dos solidos, et pro quolibet alio digito qui eum alicui absciderit, et ei probatum fuerit, pectet C solidos. Sin autem, pro quolibet istorum, iuret cum XII vicinis vel suo pari respondeat. 68. [397] De eo qui crus fregerit. Similiter quicumque alicui crus fregerit et ei probatum fuerit, pectet LXª solidos, et si pedem absciderit et ei probatum fuerit, pectet Cm aureos alfonsinos. Sin autem, iuret cum XIIcim vicinis vel suo pari respondeat. 69. [403] De eo qui alicui membrum dampnificaverit. Item quicumque hominem in aliquo membro percusserit, si illa occassione vim membri ammiserit, pectet calumpniam sicut de membro absciso in quo sit percussio. 70. [395] De eo qui hominem castraverit. Similiter mando quod quicumque hominem castraverit et ei probatum fuerit, pectet CC aureos alfonsinos et exeat inimicus. Si autem negaverit, salvet se cum XII vicinis vel suo pari respondeat. 71. [396] De eo qui cum uxore vel filia deprensus fuerit. Verumptamen si cum uxore vel filia deprehensus fuerit, et illum caponaverit et hoc probare potuerit, nichil pectet nec exeat inimicus. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 Delitos de lesiones... M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN ][ 159 La misma pena que se impone por castrar a un hombre —doscientos maravedíes alfonsíes y además salir como enemigo del lugar—, se aplica también por cortarle la barba (§ 392)72. Nuevamente, para comprender las consecuencias que trae la comisión de esta acción hay que recordar la consideración simbólica que tenía la barba como signo de virilidad, lo cual hace que esta agresión se convierta en un delito contra el honor. Del mismo modo el § 398 prevé la misma pena de doscientos maravedíes y salir como enemigo del lugar —en este caso se indica además que para siempre—, al que fuera de su casa le introduzca un palo a otro por el ano73, ya que esta acción conlleva acusar a alguien de homosexual74 y, como en los preceptos anteriores, afecta a la virilidad del ofendido. En todos los preceptos que acabamos de ver se impone como medio de prueba subsidiario75 el combate judicial o el juramento con doce vecinos; la aplicación de uno u otro dependerá de la elección del querellante y se hace constar expresamente en cada supuesto. Además, el § 398 dispone con carácter general que cuando el medio probatorio subsidiario sea el combate judicial o el juramento con doce vecinos, el querellante es quien decide si se aplica uno u otro medio de prueba. La acción de cortar el pelo a alguien supone para el que la realiza, pagar sesenta sueldos y llevarle a casa a quien ha sufrido dicha acción todo lo que necesite hasta que le crezca el cabello, según recoge el § 38876. Observamos que la pena pecuniaria prevista es inferior a la de las lesiones o amputaciones de los preceptos anteriores, incluidas las que afectan a la consideración de la virilidad del ofendido. Y el medio de prueba subsidiario es el juramento del acusado solo, es decir, la estipulada en delitos menos graves. 72. [392] De eo qui barbam depilaverit. Item mando quicumque alicui barbam depilaverit et ei probatum fuerit, pectet CCos aureos alfonsinos et exeat inimicus. Sin autem, iuret cum XIIcim vicinis vel suo pari respondeat, quod magis placuerit quereloso. 73. [398] De eo qui palum per anum miserit. Item quicumque extra domum suam palum per anum miserit et ei probatum fuerit, pectet CC aureos alfonsinos et exeat in perpetuum inimicus. Sin autem, salvet se cum XIIcim vicinis vel iuret solus, et suo pari respondeat, quod quereloso magis placuerit. 74. Al final del precepto 399 se castiga severamente la homosexualidad al aplicar la pena de morir quemado a quien sea sorprendido, según dice, in sodomitico vicio. 75. Aunque no se dice expresamente, se sobreentiende que el medio de prueba primero es el que se hace mediante el testimonio de dos testigos. 76. [388] De eo qui hominem totonderit. Similiter hominem totonderit et ei probatum fuerit, pectet XLª solidos, et procuret eum in domo sua de suis necessariis quousque sui capilli, ut primitus, sint completi. Sin autem, iuret solus adversarius et credatur. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 160 ][ M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN Delitos de lesiones... La misma pena de sesenta sueldos y el juramento del acusado solo como medio probatorio subsidiario se impone en los § 400 y § 401. El § 400 castiga a quien golpea a un hombre con un huevo, un pepino, un cohombro o con otra cosa con la que pueda ensuciarle, si se prueba con testigos77. En el § 401 la acción del delito consiste en obligar a alguien con violencia a comer inmundicias o ponérselas en la boca o en la cara78. El fuero castiga de forma severa una acción en la que es la mujer quien sufre la mutilación. Así, el § 372 multa con cien maravedíes alfonsíes el cortar un pecho a una mujer, pena que se dobla si son mutilados ambos pechos. El medio de prueba subsidiario es el juramento con doce vecinos o el combate judicial, según decida la mujer objeto de la agresión, a la que el texto se refiere con el término querelosa. En el caso de que la mujer muera como consecuencia de esta amputación, la acción se considera un homicidio y el agresor debe pagar la pena que corresponde a dicho delito y salir del lugar79. Menos gravedad reviste la acción de agarrar a una mujer por los cabellos o empujarle violentamente; el § 371 contempla en estos casos el pago de sesenta sueldos si se prueba por testigos. La prueba procesal subsidiaria es el juramento del acusado solo80. III. DELITOS CONTRA EL HONOR 1. Fuero de Cetina. El § 11 castiga al vecino del lugar que llama a otro vecino cornuto vel traditore vel gaffo vel ipso verbo de castella a pagar sesenta sueldos al Hospital. Como prueba subsidiaria —esto es, cuando no puede probarse con testigos—, establece el juramento del acusado81. Cornuto hace 77. [400] De eo qui hominem sordidaverit. Item quicumque hominem percusserit cum ovo aut cum butello aut cum cucumere, sive cum alia re que hominem sordidare poterit, et ei probatum fuerit, pectet LX solidos. Sin autem, iuret solus adversarius et credatur. 78. [401] De eo qui inmundum alicui comedere fecerit. Similiter si quis alicui aliquod inmundum fecerit violenter vel fraudulenter comedere, vel in ore sive in facie illud posuerit et ei probatum fuerit, pectet Cm solidos. Sin autem, iuret solus, ut forum precepit, et credatur. 79. [372] De eo qui mulieri mamillas absciderit. Similiter quicumque mulieri mamillas absciderit et ei probatum fuerit, pectet pro unaquaque mamilla Cm aureos alfonsinos, nisi inde obierit illa mulier. Sin autem, iuret cum XIIcim vicinis vel suo pari respondeat, quod magis placuerit querelose. Si forte illa mulier inde obierit, pectet homicidium et exeat inimicus. 80. [371] Item quicumque feminam per capillos arripuerit sive violenter traxerit, et ei probatum fuerit, pectet LX solidos. Si autem, iuret solus et sit creditus blasphematus. 81. 11. Et qui dixerit ad suo vicino cornuto vel traditore vel gaffo vel ipso verbo de Castella, pectet LX solidos ad Ospitali. Et si negaret, iuret sibi altero, ut dictum est. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 Delitos de lesiones... M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN ][ 161 referencia al honor sexual del varón y es entendido que se falta al mismo al considerar que la esposa mantiene relaciones sexuales con otro hombre. La denominación de traditore es un denuesto que puede afectar a la capacidad legal del insultado dentro de la comunidad, ya que el término designa al individuo que ha sido declarado enemigo de toda la comunidad, hecho que, además, trae como consecuencia que quede desprotegido ante la ley. El vocablo gaffo hace referencia a una enfermedad que se consideraba una gran afrenta o desdoro, la lepra; en concreto, gaffo alude a un tipo de lepra que provoca el encorvamiento de los dedos de las manos, como si fuesen las garras de las aves de rapiña, y que también podía afectar a los pies. 2. Fuero de Alfambra. El § 47 castiga al vecino que llama a otro vecino «el nombre vedado o cornudo o tornadizo o gafo»82. Si el delito se prueba con dos vecinos, se impone una pena pecuniaria de quince sueldos. Como prueba subsidiaria se documenta el juramento del acusado83. Se puede observar que la pena pecuniaria es menor que en Cetina, pero los denuestos —«cornudo» y «gafo»— coinciden en parte. Con la voz «tornadizo» la injuria puede aludir al cambio de religión84. 3. Fuero de Teruel. El fuero de Teruel desarrolla ampliamente el delito contra el honor tanto si es un hombre como una mujer el sujeto pasivo del mismo. En el apartado correspondiente al delito de lesiones ya hemos presentado algunos supuestos punibles que son susceptibles de considerarse también como un delito contra el honor. El precepto que tiene mejor cabida en este apartado es el 402, donde se castiga el hacer o componer una canción difamatoria con motivo de injuriar a otra persona; si se prueba con testigos la acción, la pena pecuniaria es de diez maravedíes alfonsíes85. 82. [47]. Calonia del nombre uedado. Tot omne que clamara a su uezino el nombre uedado o cornudo o tornadizo o gafo si sera prouado con .II. uezinos peche .XV. solidos et si no es prouado iure por su cabo. 83. «Si no es prouado iure por su cabo». 84. El DRAE define «tornadizo» como «Que cambia o varía fácilmente. Dícese en especial del que abandona su creencia, partido u opinión». Sebastián de Covarrubias, s. v., lo aplica especialmente a la religión, y así dice: «El que se ha tornado christiano, ora sea del judaísmo ora del paganismo y gentilidad; y este nombre les da la ley 3, de la partita sétima, tít. 25. Algunos quieren sinifique, con rigor, los que aviéndose convertido, apostataron, y después se reduxeron a la ley evangélica; y otros llaman tornadiços a los que aviendo recibido el agua del bautismo, se bolvieron a su primer vómito...». 85. [402]. De eo qui cantinelam malam composuerit. Similiter quicumque cantinelam malam causa dedecoris de aliquo fecerit sive composuerit, et ei probatum fuerit, pectet X aureos alfonsinos. Sin autem, iuret solus et sit creditus blasphematus. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 162 ][ M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN Delitos de lesiones... Esta norma se remonta a las Doce Tablas86 y también aparece en las Siete Partidas87 en las que se destaca el hecho de que se haga por escrito. Según el § 369 los denuestos con que se puede injuriar a un hombre son los de traditor «traidor», que según hemos apuntado, afecta a la capacidad legal del sujeto en el lugar; viciatus88 «homosexual», filius viciati «hijo de homosexual» y cornutus «cornudo», tres términos relacionados con la sexualidad y que en los dos últimos casos referencian a otras personas del ámbito familiar; tornadicius «tornadizo», en alusión al cambio de religión; y, finalmente, leprosus «leproso». La multa impuesta es de diez maravedíes alfonsíes y además el culpable debe jurar que no sabe que exista tal vicio en aquél al que se refiere el denuesto; si no quiere jurar, debe pagarse veinte maravedíes alfonsíes. Especial atención presta el precepto al denuesto de traición, ya que quien recibe tal acusación, si no puede probar con testigos su inocencia, debe mostrarla mediante el combate judicial para poder percibir la pena pecuniaria impuesta a quien ha proferido tal denuesto89. En lineas generales, el fuero de Teruel aumenta el número de insultos verbales documentados en Cetina y Alfambra. El único denuesto que se recoge expresamente contra el honor de la mujer afecta a su sexualidad y es el de meretrix90, término que la versión 86. Efectivamente se halla en la Tabla VIII, castigándose esta acción con la pena de muerte. Esta misma Tabla en el supuesto de que alguien rompa un miembro a otro, dispone que salvo que se pacte, se aplique la ley del talión. 87. De la deshonrra que faze un ome a otro por cantigas, o por rimos. Infaman, e deshorran unos a otros non tan solamente por palabras: mas aun por escrituras, faziendo cantigas, o rimos, o deutados malos, de los que han sabor de infamar, Partida 7, Título 9, Ley 3. 88. Parece que este término hace alusión a la homosexualidad, de hecho sólo aparece junto con el sintagma filius viciati. El verbo viciare se documenta al final del precepto 399 donde se dice: ego te viciavi per anum, aludiendo a la homosexualidad. También se utiliza con este significado el sintagma sodomitico vicio. 89. [369]. De eo qui virum dehonestaverit. Item mando quod quicumque virum dehonestaverit, vocando eum traditorem sive viciaticum vel filio viciati vel cornutum vel tornadicium vel leprosum, et ei probatum fuerit, pectet X aureos alfonsinos, et insuper iuret illud malum se nescire in illo homine, quod predixit. Si vero iurare noluerit, pectet XXti aureos alfonsinos postquam testibus fuerit ipse uictus. Si vero testibus convici non poterit, adversarius iuret solus. Tamen ille qui de prodicione blasphematus fuerit, quamvis calumpiam colligat, si opus fuerit, debet se salvare ut respondeat suo pari. Si vero se salvare oluerit vel nequiverit, pectum non colligat antedictum. 90. [370] De eo qui mulierem dehonestaverit. Similiter quicumque mulierem dehonestaverit, vocando eam meretricem vel aliquid huic simile, et ei probatum fuerit, pectet X solidos et iuret se in ea illud malum nescire. Si vero iurare noluerit, pectet XXti solidos, nisi pro publica meretrice. Quia si quis publicam meretricem vi oppresserit aut dehonestaverit vel expoliaverit, nichil pectet, ut in balneo iam est dictum. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 Delitos de lesiones... M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN ][ 163 romance sustituye por puta, señalando de forma genérica que se castiga igualmente si se le dice algo semejante a dicho denuesto: aliquid huic simile (§ 370). El castigo contemplado para quien comete el delito es pagar sesenta sueldos y jurar que no se conoce que la mujer sea una prostituta. En el fuero de Cuenca los denuestos a la mujer se amplían a rocinam y leprosam91. La parte final del precepto turolense dispone que no se pague la pena que corresponde a este delito cuando sea una publica meretrix la que lo sufre, y se apunta que es considerada como tal la mujer que ha mantenido relaciones sexuales con cinco hombres o más. Debemos hacer notar que la mujer considerada puta pública no sólo se ve sin protección jurídica en este supuesto, sino también en el caso de ser violada o sufrir el robo de sus vestidos en los baños públicos. En el § 409 se castiga a quien se vanagloria de tener trato carnal con una mujer casada92. Hay determinadas acciones que también se consideran delitos contra el honor. Así, el § 285 castiga con el pago de treinta sueldos a quien arroja huesos o cuernos sobre una casa ajena o los coloca delante, pues, según dice el texto, quien de este modo actúa es porque no se atreve a injuriar a otro de manera diferente93. Echar juramentos en contra de Dios o sus santos o injuriarlos o escupir contra el cielo, se castiga en el § 532 con una sanción de treinta sueldos, que en caso de no poder pagarse, es conmutable con la permanencia en la prisión del Concejo. Un último delito contra el honor encontrado en el texto foral turolense es el contemplado en el § 533. Se trata de la injuria al rey. Si es probada, quien la comete debe enfrentar la condena a muerte por ahorcamiento. Y si se hace mediante conjura para dar muerte al rey, la pena es, igualmente, de muerte, pero en este caso el culpable es quemado con toda la familia y todos los cómplices y la casa del autor de la conjura debe quedar destruída hasta los cimientos. 91. Quicumque mulierem alienam dehonestauerit, uocando eam meretricem, aut rocinam, aut leprosam, pectet duos aureos, ..., XI, 29. En la versión romance del fuero de Heznatoraf aparece puta, roçianada y gafa. 92. [409] Quicumque de uxore aliena se iactaverit et ei probatum fuerit, pectet CCC solidos et exeat inimicus. 93. [285] De eo qui ossa super domum alienam iactaverit. Similiter quicumque ossa vel cornua super domum alienam iactaverit vel ante fores posuerit, pectet XXX solidos, si probari potuerit. Sin autem, iuret solus. Hoc statutum est propter illos qui non sunt ausi dehonestare hominem nisi isto modo. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 164 ][ M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN Delitos de lesiones... IV. GLOSARIO LATINO Abscidere «cortar». Verbo del latín clásico. Se usa para expresar la acción de cortar o amputar un miembro del cuerpo, así, en Daroca un dedo —absciderit digitum— y un dedo también en Teruel, especialmente el pulgar —pollicem absciderit—, un pie —pedem absciderit—, etc. Abstulerit vid. Aufero. Aufero «arrancar» «cortar». Voz compuesta del verbo fero, perteneciente al latín clásico. Tanto en el fuero de Daroca como en el de Teruel aparece alternando con el mismo valor que el verbo abscidere para designar la amputación de un miembro del cuerpo. Anus, -i, «ano». Término del latín clásico que se documenta en el fuero de Teruel, siendo sustituido en la versión romance por «natura». Arma, -orum, s. n. «armas». En el latín clásico es un sustantivo neutro plural, que al pasar a nuestra lengua lo hace como si fuera un sustantivo femenino, hecho que ya se observa en Calatayud —sacauerit armas— y Cetina —saccaret armas— donde se documenta armas como si fuese un plural femenino. En Teruel se observa su uso según las normas del latín clásico y recoge el sintagma arma prohibita. En la Cañada de Benatanduz también se halla el sintagma cum armis proibitis. En Daroca se documenta cum vetitis armis. «Arma uedada» se encuentra en el fuero de Alfambra. Arripere «coger» «agarrar». Verbo que pertenece al latín clásico y que lo recoge Teruel para designar la acción de agarrar a una mujer por los cabellos —per capillos feminam arripuerit—. Barba, -ae, f. «pelo de la barba» «barba». Forma del latín clásico que ha pasado a nuestra lengua. Aparece en el fuero de Teruel. Como símbolo de la virilidad barba tomó el significado de «hombre» «persona» (Corominas). Bandum, -i, s. n. «reunión tumultuaria» «pelea». Palabra de origen gérmanico que se halla en parte de los fueros examinados unida al verbo venire, así en Calatayud, Cetina y Teruel —uenerit in bando—. En Alfambra se dice: Qui uiene in bando. En Teruel se ve también el sintagma facere bandum. Documentado por Du Cange. Cantinela, -ae, s. f. «canción». Forma del latín clásico documentada en el fuero de Teruel. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 Delitos de lesiones... M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN ][ 165 Capillus, -i, s. m. «cabello». Voz del latín clásico que ha dado en nuestra lengua «cabello». Se documenta en el fuero de Teruel. Caponare «castrar». Relacionado con el sustantivo capo, -onis, «capón», es una forma vulgar que alterna en Teruel con castrare. La misma alternancia se observa en el fuero de Cuenca. Castrare «castrar» «extirpar o inutilizar los órganos genitales». Término del latín clásico, documentado en el fuero de Teruel alternando con caponare. Cornutus adj. y s. «cornudo» «dícese del marido cuya mujer le ha faltado a la fidelidad conyugal». Está en Cetina, como si fuese un indeclinable —cornuto—, y en Teruel. Tanto en la versión romance del último fuero y en Albarracín como en Alfambra se halla la forma evolucionada al romance «cornudo». Crebare «romper». Aparece en el fuero de Calatayud en un precepto semejante al de Cetina donde se utiliza el verbo quebrare. En Daroca y Teruel con el mismo valor aparece frangere. Crus, cruris, s. n. «pierna». Sustantivo neutro de la tercera declinación latina que se documenta en el fuero de Teruel. Dedecus, -oris, s. n. «deshonor» «infamia». Término del latín clásico presente en el fuero de Teruel. Dehonestacio, -onis, s. f. «injuria». Sustantivo relacionado con el verbo dehonestare, presente como él en el fuero de Teruel. Dehonestatio vid. Dehonestacio. Dehonestare «injuriar». Este verbo se utiliza para expresar la acción punible en el delito de injurias tanto en el caso de que el sujeto pasivo sea hombre como mujer en el fuero de Teruel. Forma compuesta del verbo del latín clásico honestare. Dens, -entis, s. m. «diente». Sustantivo de la lengua latina clásica, de la tercera declinación tema en dental. De él procede nuestra voz «diente». Se halla en todos los fueros examinados y se prefiere su uso con verbos cuyo significado es «romper», así en Calatayud crebauerit dente, en Cetina quebraverit dente y en Daroca y Teruel fregerit dentem. Depilare «depilar». Verbo del latín clásico relacionado con la palabra pilus «pelo». Ha pasado a nuestra lengua: «depilar». Se documenta en el STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 166 ][ M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN Delitos de lesiones... fuero de Teruel para expresar la acción de cortar la barba a un hombre —barbam depilaverit—. Digitus, -i, s. m. «dedo». Aparece en Daroca y Teruel. Sustantivo del latín clásico del que derivan en nuestra lengua «dedo» y «dígito». Escabenare «escarnecer». Forma verbal medieval documentada en Calatayud y Cetina relacionado con delitos que tienen como sujeto pasivo del mismo a la mujer. Escavenare vid. Escabenare. Ferida s. f. «herida». Término relacionado con el verbo ferire, o mejor, con la forma ya romance «ferir», se halla en el Fuero de La Cañada de Benatanduz y también en la versión romance del fuero de Teruel. Du Cange recoge la forma ferita «herida» de ferire. Ferire «golpear» «herir». Esta voz latina ha dado en nuestra lengua «herir». Se usa en los fueros de Calatayud y Cetina en vez de percutere. En Teruel la versión latina no utiliza este verbo, pero en la romance sustituye percutere por «ferir», percussor por «feridor» y percussio por «ferida». También se utiliza la forma romance en Alfambra. Ferrat vid. ferire. Frangere «romper». Vocablo del latín clásico presente tanto en Daroca como en Teruel. Este último fuero en la versión romance lo sustituye por «quebrar». Vid. crebare y quebrare. Fregerit vid. frango. Gaffo vid. gafo. Gafo adj. «leproso». Este término es una forma romance medieval documentada por Martín Alonso con el significado «que padece la lepra llamada gafedad» que a su vez define como «la lepra en que se mantienen fuertemente encorvados los dedos de las manos, a modo de las garras de las aves de rapiña, y a veces también los pies». Sebastián de Covarrubias, s. v., le dedica gran atención. El DRAE en una de sus acepciones presenta «que padece la lepra llamada gafedad». Lo recogen tanto el fuero de Cetina, cuya lengua se puede considerar latina, aunque lejana al latín normativo, así como el de Alfambra, que se conserva en romance, en un delito muy semejante contra el honor cuyo sujeto pasivo del delito es el hombre. El fuero latino de Teruel que presenta este mismo delito usa la voz leprosus. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 Delitos de lesiones... M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN ][ 167 Ictus, -us, s. m. «golpe» «herida». Voz del latín clásico relacionado con el verbo ico. Se documenta en los fueros de Daroca y Teruel. Intrare vid. manus Labium, -i, s. n. «labio». Aparece en Teruel. Documentada ya en Plauto (s. II a. C.), se usaba fundamentalmente en plural: labia, -orum. En el latín clásico parece preferirse la forma labrum, -i que ha dado también nuestro término «labro» con el mismo significado de «labio» y recogido en el DRAE, aunque en desuso. Hasta el siglo XVI también nuestra lengua prefirió «labro» a «labio», derivada de labium (Corominas). Leprosus «leproso». Voz latina que ha llegado a nuestra lengua. Aparece en Teruel, siendo sustituido en la versión romance por «malauto». Vid. gafo. Livor, -oris, s. m. «lividez» «contusión» «herida». Se utiliza con frecuencia el sintagma facere livores. Se documenta en Calatayud, Cetina, Alcalá de la Selva y Teruel. Malefactor, -oris, s. m. «el que obra mal» «malhechor». Nombre de agente formado con el sufijo –tor relacionado con el verbo facio, que ya se documenta en Plauto (s. II a. C.). Aparece en Daroca y Teruel. Mamilla, -ae, s. f. «pecho». Es un diminutivo formado sobre el sustantivo mama ambos existentes en el latín clásico. Aparece en el § 372 del fuero de Teruel; se sustituye este término en el fuero romance por teta. Manus, -us, s. f. «mano». Sustantivo femenino existente en el latín clásico dentro de la cuarta declinación. Se usa, por un lado, al castigarse su lesión o amputación en todos los fueros estudiados. Se documenta la expresión intrare in manus para aplicar la ley del talión, es decir, si alguien golpea a otro o a otra —aparece también en la riña entre mujeres— se permite devolver los golpes. Se halla en los fueros de Calatayud —con la forma mano—, Cetina y Daroca y La Cañada de Benatanduz. Membrum, -i, s. n. «miembro del cuerpo». Forma del latín clásico. Se documenta en Daroca, La Cañada de Benatanduz y en Teruel. Meretrix, -icis, s. f. «meretriz» «puta». Es un sustantivo del latín clásico formado con el sufijo –trix, utilizado para formar nombres de agente de género femenino, equivalente al sufijo –tor para el género masculino. Está relacionado con el verbo mereor «ganar» «merecer» y significaría «la que se hace pagar». La versión romance del fuero de Teruel y de Albarracín presentan la voz romance «puta», de origen incierto. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 168 ][ M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN Delitos de lesiones... Naris, -is, s. f. «nariz». Forma del latín clásico de la tercera declinación usada fundamentalmente en plural: nares. Se recoge en los fueros de Calatayud y Teruel. Occulus vid. Oculus. Oculus, -i, s. m. «ojo». Voz del latín clásico de donde deriva «ojo». Se encuentra en todos los fueros examinados, salvo Cetina. Os, ossis, s. n. «hueso». Término del latín clásico documentado en los fueros de Calatayud, donde aparece como si fuese un masculino plural, ossos, y de Teruel con el plural ossa. Pes, pedis, s. m. «pie». Voz del latín clásico correspondiente a la tercera declinación, tema en consonante dental. Se encuentra en todos los fueros examinados. Percussio, s. f. «golpe» «herida». Forma del latín clásica relacionada con el verbo percutio. Aparece en el fuero de Teruel. Percussor, -oris, s. m. «el que golpea o hiere» «agresor». Es un sustantivo formado con el sufijo propio de los nombres de agente relacionado con el verbo percutio. Existía en el latín clásico con este significado. Se usa para designar al sujeto activo del delito de lesiones en el fuero de Daroca. También se halla en Teruel. Percutere «golpear» «herir». Voz de la lengua latina clásica. Es el verbo preferido en los fueros de Daroca, Alcalá, La Cañada de Benatanduz, Aliaga y Teruel. Según se ha visto Calatayud y Cetina presentan ferire, voz que en nuestra lengua ha dado «herir» y que aparece en los fueros romances. Plaga, -ae, s. f. «herida» «llaga». Se documenta el sintagma facere plaga y se halla en los fueros de Calatayud y Teruel. Plagato adj. y part. « herido». Relacionado con el verbo plagare se encuentra en los fueros de Calatayud y Cetina. En nuestra lengua ha dado «llagado». Pollex, -icis, s. m. «dedo pulgar». Voz de la lengua latina clásica. Aparece sólo en el fuero de Teruel. Quebrare «romper». Forma medieval que aparece en Cetina. En Teruel se halla en la versión romance, para la latina usa frangere. Vid. crebare. Sacare «poner una cosa fuera de donde estaba contenida». Se halla en los fueros de Calatayud —sacauerit armas— y Cetina —saccaret armas—. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 Delitos de lesiones... M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN ][ 169 De origen germánico el término castellano «sacar» es considerado por Corominas exclusivo del castellano y el portugués que en su época primitiva se usaba sobre todo en textos legales de cuyas acepciones derivaría la que se halla aquí. Saccare vid. Sacare. Taliare «tajar» «cortar». Tanto taliare como tallare, que a su vez viene de taliare, derivan del latín vulgar taleare, relacionado con talea «rama», y se usan en preceptos semejantes en el fuero de Calatayud y en el de Cetina. En nuestra lengua han dado los verbos «tajar» y «tallar», ambos con la acepción que aquí presentan, entre otras. En los otros fueros latinos se prefiere el verbo abscidere. Tallare vid. taliare. Tondere «cortar el pelo o la barba». Verbo documentado en el fuero de Teruel perteneciente a la lengua latina clásica. Totondit vid. tondere. Traditor, -oris, s. m. «traidor». Nombre de agente formado con el sufijo –tor. Presente en el fuero de Teruel, documenta en la versión romance «traydor». Venire vid. bandum. Viciatus adj. y s. m. «homosexual». Se encuentra en el fuero de Teruel y parece tener el significado de homosexual, así se halla la expresión ego te viciavi per anum y sodomitico vicio. Se sitúa entre los denuestos a un hombre: viciatus y filius viciati. En la versión romance es sustituido por «ffodido». En el fuero de Cuenca en vez de esta voz usa el término fututus y, asimismo, el sintagma filius fututi. El fuero de Heznatoraf documenta fodido y fijo de fodido. Verberare «azotar» «golpear». Término propio de la lengua clásica, se documenta en el fuero de Teruel. Vulnerare «golpear» «herir». Forma de la lengua latina clásica presente en el fuero de Teruel. Vulnus, -eris, s. n. «herida». También voz del latín clásico relacionada con el verbo vulnerare. Se documenta, como dicho verbo, en el fuero de Teruel. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 170 ][ M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN Delitos de lesiones... V. EPÍLOGO Debido a su extensión, el fuero de Teruel ofrece muchos más preceptos dedicados a los delitos de lesiones que el resto de fueros estudiados en este trabajo. No obstante, el análisis realizado pone de relieve una serie de cuestiones comunes tanto a las regulaciones forales breves como a las extensas. Así, en todos los textos, de manera general, los legisladores castigan la acción de golpear o herir a alguien, siendo la pena pecuniaria más presente los sesenta sueldos. Y romper o amputar determinados miembros del cuerpo conlleva caloñas o multas cuyo monto depende de la consideración y el valor otorgado al miembro amputado o inutilizado. En lo referente a las lesiones existe, en líneas generales, una equiparación jurídica entre los miembros de las diferentes religiones y se imponen las mismas penas pecuniarias. Así expresamente se dice en el fuero de Daroca y en los que derivan de él. Pero se imponen algunas limitaciones como las contempladas en Calatayud cuya normativa no permite que el cristiano que golpea a un judío sea dejado en sus manos —como ocurre entre cristianos aplicándose la ley del talión—, aunque manda que le pague las heridas que le cause. Y en Teruel, a pesar que la pena pecuniaria cuando se trata de un moro de paz es igual que la aplicada para un cristiano, es inferior cuando el herido no es un moro libre sino que es propiedad de alguien diferente a quien le ha causado las lesiones. Además de regularse la legítima defensa en el texto foral de Daroca, en otros ordenamientos se deja al agresor o agresora, cuando se contempla la pelea entre mujeres, en manos del agredido o agredida. De este modo encontramos la aplicación de la ley del talión en los fueros de Calatayud —con la excepción ya señalada—, de Cetina, Daroca y La Cañada de Benatanduz. En Alfambra y en Teruel se impone a los vecinos la obligación de defender a otro vecino, si éste es golpeado o herido. En algunos supuestos la pena pecuniaria se sustituye por una pena corporal, como ocurre en Daroca, donde se dispone la amputación de la mano a quien hiere a su padre o a su madre o, en el caso de Teruel, a quienes hieren a alguien con armas prohibidas en el ejército, al criado que hiere a su señor —diciendo expresamente que sea la mano derecha la cortada—, a la nodriza o a la criada que hiere o mata a su señora. En cuanto a los delitos contra el honor, mucho menos presentes que los de lesiones, sólo se documentan en las regulaciones forales de Cetina, Alfambra y Teruel. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 Delitos de lesiones... M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN ][ 171 Finalmente, en relación con la lengua, en particular con el léxico, hemos observado que los textos que se acercan más al latín normativo de la época clásica son, sobre todo, el de Daroca, los fueros que derivan de este ordenamiento, y el de Teruel. Por su parte, los fueros de Calatayud y Cetina presentan una serie de características que los acercan al romance y su léxico coincide en mayor grado con el fuero romance de Alfambra. Entre todo lo analizado destaca la variedad de términos para designar «herida»: ferida, ictus, livor, percussio, plaga, y vulnus. VI. BIBLIOGRAFÍA AGUDO ROMEO, María del Mar, 1992, El fuero de Daroca. Introducción, edición crítica, traducción, estudio léxico y concordancia, Daroca/Zaragoza, Centro de Estudios Darocences/Institución Fernando el Católico. — 1995, «El léxico de los delitos sexuales en los fueros locales aragoneses», El Ruejo. 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Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 141-172 172 ][ M.ª DEL MAR AGUDO ROMEO - M.ª LUZ RODRIGO-ESTEVAN Delitos de lesiones... una edición facsimil en Tiempo de Derecho foral en el sur aragonés: los fueros de Teruel y Albarracín II, Zaragoza, El Justicia de Aragón, 2007]. GUALLART DE VIALA, Alfonso, 1977, El derecho penal histórico de Aragón, Zaragoza, Institución Fernando el Católico. LEDESMA RUBIO, María Luisa, 1983 «La colonización del Maestrazgo turolense por los Templarios», Aragón en la Edad Media, V, Zaragoza, Universidad, pp. 69-93. Ley de las XII Tablas, estudio preliminar y traducción de César Rascón García y José María García González, Madrid, Tecnos, 1993. MADERO, Marta, 1992, Manos violentas, palabras vedadas. La injuria en Castilla y León (siglos XIII-XV), Madrid, Taurus. NIERMEYER, J. F., 1984, Mediae Latinitatis Lexicon Minus, Leiden, E.J. Brill. PÉREZ GARCÍA-OLIVER, Lucía, 1988, El Dance de Alcalá de la Selva (Teruel), Zaragoza, DGA. 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It also shows comparative charts summarising those findings organised in topics and it ends up by establishing the proper conclusions taking into account the many words found with the same origin. These conclusions will follow the path of a common root for specialised vocabulary in Spanish and English. Key words: linguistic loans, latin terminology, medical magazines, medical vocabulary, English language, Spanish language. Resumen El presente artículo muestra las similitudes que presentan el español y el inglés en cuanto a sus orígenes latinos, especialmente en el lenguaje especializado y concretamente en el de determinadas áreas como la medicina. En el artículo se analiza en 1. Profesor del Departamento de Filología Inglesa y Alemana, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Zaragoza. Correo electrónico: [email protected] Fecha de recepción del artículo: 6 de noviembre de 2006. Fecha de aceptación: 22 de noviembre de 2006. Versión final: febrero 2007. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 173-191 174 ][ FERNANDO REPULLÉS SÁNCHEZ Shared loans from latin in modern magazines... primer lugar la diferente terminología que se usa para referirse a las palabras tomadas de un idioma extranjero (préstamos, calcos…) y se analizan los orígenes latinos comunes al inglés y el español. En segundo lugar presenta una colección de vocablos hallados en distintas revistas de prestigio en el área de la medicina y se presentan dichos hallazgos en tablas comparativas agrupadas por temas. Finalmente, dichos hallazgos se analizan en un apartado final que lleva a reflexionar sobre la importancia de la influencia latina en el vocabulario de ambos idiomas. Palabras clave: préstamos lingüísticos, terminología latina, revistas médicas, vocabulario médico, lengua inglesa, lengua española. 1. INTRODUCTION Along this essay we are going to search for the basic influences most authors agree with when talking about loans from Latin to Spanish and to English. First we must clarify what the term loan is. This term (sometimes called borrowing) is defined by García Yebra (1994: 339-346) as the words that one language gets from another one without translating it. Sometimes, these words remain untouched, but some other times they are derived in the addressed language. Juan Gómez Capuz (1997: 81-94) prefers the term borrowing and even establishes a typology for them as the words are usually changed according to different criteria: formal, morphological, semantic or lexical. However, the definition agrees with that of García Yebra. Both authors also talk about the difference between loanwords and foreign words: when the foreign word is accepted as it came, we use the latter term, that is, a loanword would be a naturalised foreign word. Whatever we call it, the clear fact is that Spanish and English inherited many words from Latin (as we see in rodríguez González (1999: 103-390) not only Anglicisms entered Spain with the development of Science) and those words were so common and widespread in technical, science and medical frames that we can justify the lone study of that great influence. Our next step will be to analyse those Latin loans into both languages. Once we will have established the theoretical framework, we will show the many similarities we find between both languages in this particular field: medicine. We will search for those words that have had a similar evolution up to their modern use or have and we will compare them in order to show how important the loans from Latin have been both for English and Spanish in medical areas. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 173-191 Shared loans from latin in modern magazines... FERNANDO REPULLÉS SÁNCHEZ ][ 175 With this short study, we will try to explain how English and Spanish have some common roots when talking about vocabulary, especially this related to classical science (mainly Medicine) where the loans from Latin origin commonly affected both languages in not so different moments and whose consequences will be proved to be very alike. A search for words in some nurses» magazines will lead us to the conclusion that borrowings from English into Spanish (and vice versa) are important and frequent. However, it will also undoubtedly prove that Latin borrowings into both languages, and with a very similar evolution, are much more numerous and usual. 2. THE LOANS FROM LATIN INTO ENGLISH According to Barber (1964: 190-225), the entrance of French words in the Middle English period had predisposed English speakers to borrow words from abroad. Apart from the ancient influences due to the Roman settlements around the British Isles, the peak period of Latin loans was between 1550 and 1650. The Renaissance and with it the especial devotion to Classical languages like Greek and Latin, as well as the better knowledge this period gave to philosophers and writers from old times in Greece and Rome helped the flood of Latin words as well as Greek ones. However, those were not the first arrivals Latin had provoked. Some words like street, mint or wine had come before with the Roman spread before English being a reality yet. During the Old English period, the client relationships that Caesar had established with certain British tribes were extended by Augustus. Soon afterwards, the emperor Claudius, as a result of his personal ambition, decided to conquer the island. Famous campaigns as that of Legion II under its legate Vespasian were then done, and by the year 47, when Plautius was succeeded as commanding officer by Ostorius Scapula, a frontier had been established from Exeter to the Humber, being Camulodunum, Verulamium (St. Albans), and London, the three chief centres of Romanized life in Britain. By AD 60 much had been achieved by Suetonius Paulinus, and the Roman conquest of Wales was complete by 78, following some more years of Latin prosperity until the times when the emperor Hadrian built his stone wall around 122-130 AD. During the Middle English Period, some other Latin words were also borrowed, especially those religious terms due to the great influence Christians and their religion: words like requiem or Gloria are good examples. Law words related to the previous religious power also appeared (executor, STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 173-191 176 ][ FERNANDO REPULLÉS SÁNCHEZ Shared loans from latin in modern magazines... conviction, memorandum…) and were set by then. Some abstract words and numbers came from Latin influence in this period, too, and so we have words like adoption, conflict, dissent imaginary or implication. Finally, science and medical words (which are essential for our latter corpus) had a clear importance during this period when a good deal of terms appeared, for example recipe, dissolve, distillation, concrete, comet or equator. But, as we previously said, it will be during the early Modern English when Latin loans will become a crowd, and very many times a medical or scientific crowd. This huge door to Latin borrowings will adopt different forms: those preserving their original form (species, cerebellum, radius, specimen, squalor, apparatus, focus, tedium or antenna) with the same meaning most of the times but not always (for example lens comes from Latin word lentil —lentil seed— and takes its meaning from the similar form of both objects); and those adapted and given an English form (Latin ending –atus is normally transformed into –ate). The latter habitually take this reshape due to French derivations of Latin, that is, they become English words by copying French style of adaptation (Latin suffix –ta becomes English suffix –ty like celeritas which changes into celerity) or taking the French adaptation itself. In this way, it is sometimes very difficult to know if the word has come into English directly from Latin or via French. This fact was mainly favoured by the rising prominence of the best well known cultural happening of the modern times: the Renaissance. The revival of classical learning was one aspect of that Renaissance, or spiritual rebirth, which arose in Italy and spread to France and England. It evoked a new interest in Greek and Latin. Paying special attention to the last one, Latin was no longer limited to Church Latin: it embraced all Classical Latin. For a time the whole Latin lexicon became potentially English. Even words that had already entered the language through French were now borrowed again, so that doublets arose: benison and benediction; blame and blaspheme; chance and cadence; count and compute; dainty and dignity; frail and fragile; poor and pauper; purvey and provide; ray and radius; sever and separate; strait and strict; or sure and secure. The Latin adjectives for «kingly» and «lawful» have even given rise to triplets(;) in the forms real, royal, (and) regal and legal, loyal, (and) legal, (they were) imported first from Anglo-Norman, then from Old French, and last from Latin direct. After the dawn of the 16th century, English prose moved swiftly towards modernity. Too many writers vacillated between Latin and English. Sir Thomas More actually wrote his Utopia in Latin. It was translated into French during his lifetime but not into English until 1551, STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 173-191 Shared loans from latin in modern magazines... FERNANDO REPULLÉS SÁNCHEZ ][ 177 some years after his death. Francis Bacon published De Dignitate et Augmentis Scientiarum (On the Dignity and Advancement of Learning, an expansion of his earlier Advancement of Learning) in Latin in 1623. John Milton composed polemical treatises in the language of Cicero: as Oliver Cromwell’s secretary, he corresponded in Latin with foreign states. His younger contemporary Sir Isaac Newton lived long enough to bridge the gap. He wrote his Principia (1687) in Latin but his Opticks (1704) in English, what announced the definite changes into contemporary English. But, again, the most outstanding idea from this period is that very many words came from scientific and medical surroundings (pollen, vacuum, equilibrium, momentum, area, radius, series, calculus) what will give strength to the corpus and the conclusions we will give later. This is not very strange if we consider the Renaissance taste for culture and use of an elevated language, related to a more formal register. In fact, a vast majority of those words coming from Latin are only used on the writing areas and not for everyday speech. As it happened in most languages, Latin had become the normal written instrument for culture and it remained the same for some concrete terms belonging to those areas considered more literary or scientific. To end up this brief part, we must state that those borrowings from Latin also suffered from real opposition and were attacked in the sixteenth century with a pejorative name: the «inkhorn terms». Moreover, very well known authors like Shakespeare or Ben Johnson ridiculed the use of Latinisms. Notwithstanding, Shakespeare himself is no purist and uses many of the in several plays and other purists like Thomas Wilson consider that some of them are not excessively bad. 3. THE LOANS FROM LATIN INTO SPANISH Spanish relationship with Latin is completely different according to famous recognised linguists such as Menéndez Pidal (1941) (1950) or Rafael Lapesa (1981) in their correspondent Histories of Spanish Language, but not so much if we pay attention to the vocabulary used in medicine. This is mainly due to the coexistence of two different linguistic levels relating Latin: Literary Latin (the cult one) which remained untouched for centuries and explains those similarities we will claim between English and Spanish; and colloquial Latin (or vulgar) which evolve according to the language it was in touch with (Spanish in our case). The progressive differentiation between both gave birth to some dialects from the fifth century onwards. Those dialects, as is the case of Spanish, had the same STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 173-191 178 ][ FERNANDO REPULLÉS SÁNCHEZ Shared loans from latin in modern magazines... origin, but were influenced by their own environment and evolved linguistically to the point of dominating others. Then, they transformed into several languages known as vernacular or romance ones. The first important moment for the enthronization of Latin in Spain took place as the Roman conquer triumphed and the previous ancient languages (Iberians, Vascs, Tartessians, Celts, Phoenicians, Greeks or Carthaginians) disappeared, only remaining the accent or some peculiar phonetic aspects which will only make a difference among regions (from this age are suffixes like -osco, -asco, -usco from Ligur origin; -arro, -orro, -urro, -berri, -gorri from vasc origin; and some words like vega, nava, balsa, álamo or cachorro). In 218 BC the Romans enter Iberian Peninsula to fight against Carthage and they will remain there until Rome completely settled down on it by 19 AD. This conquer developed not an open war but more on the cultural way, and that’s why Latin becomes Hispania’s language, what will continue even after the fall of the Roman Empire in the fifth century. Latin was needed in order to join the great variety of languages existing and make communication possible: among people in the country and with the established power in Rome. That’s the reason why most languages in the Iberian Peninsula have a Latin origin: tierra (terra), puerta (porta), ojo (oculus)… However, we must remember some important points, essential for our present study. In the first place, Latin arrived in the peninsula was the vulgar one, oral and popular, which was very different from the literary (or cult) one. In the second place, people who carried out Romanization were soldiers, merchants, immigrants and administrators from Rome whose cultural level was not very high. In the third place, the overspread of Latin was not exactly the same in all places around the peninsula, what normally led to different versions of it and a not very fixed language. All the above mentioned explains why most technical terms, in a similar way to English, will appear in a later period, not far at all from the one commented before for English. In fact, many Latin words will suffer an evolution (and thus differentiate from English) into the Spanish modern ones. Here we include a brief list of examples: lacks of care for pronunciation avoided diphthongs as in speculum (espejo); letter «i» transformed into a consonant sound many times as in ratione (razón); «p-t-k» became voiced consonants as in locum (luego), totum (todo) or apícula (abeja); some voiced consonants like «g-b/v» disappeared between vowels as in frigidum (frío) or rivum (río); the accusative Latin ending «-m» will usually disappear as in pedem (pie); double consonants were usually simplified as in mensa (mesa) or ipse STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 173-191 Shared loans from latin in modern magazines... FERNANDO REPULLÉS SÁNCHEZ ][ 179 (ese); the complicated Latin gender was reduced and simplified to «o-a» as in nomen (nombre) or lumen (lumber); the «f» habitually became «h» as in facio (hacer), and many auxiliary verbs and verbs of movement aroused. This, again, proves how these words borrowed were those used in everyday communication and how they evolved and are nowadays very different from those in English. The next step for Latin was its transformation into dialects and then into romance languages. These languages were influenced by many others reaching the peninsula (Visigothics and Arabs —very important in medical terms— mainly). Five different romance languages appeared: that of Galicia with a hard Celt core; that of Leon and Asturias (Asturleonés) trying to preserve Visigoth traditions in language; that of Castile with some revolutionary ideas and innovations for the language; that of Navarre and Aragon, similar to that of Leon; and that of Catalonia, influenced by Provencal languages from France. The joint of Leon, Asturias, Castile, Navarre and Aragon will originate Spanish as different to the other two romance languages: Gallego and Catalan. However, although this is the longest evolution and the main debt from Spanish to Latin, it is not going to be the main basis of our research, as that version of Latin grew up few Scientific and medical terms. What we need more to understand similarities between Spanish and English regarding Latin influence is literary or cult Latin. This version of Latin is the one used by poets and people related to culture, Science and, the same as for English, those fond of the written language. It basically stayed in Rome and only especial circles in Spain, appearing again with renewed efforts in the same period as it did in England: the Renaissance. This is clearly seen on its own evolution: The Archaic Period (III-II BC.) made Latin harden its foundations toward literary success with Apio, Livio Andrónico, Nevio, Ennio, Plauto or Terencio, but influenced very little on other languages or countries. Nearly the same happened to the Classical Period of Latin (I BC. to I AD.), considered its Golden Age (with Cicerón, César, Tito Livio, Virgilio, Horacio, Catulo or Ovidio) but not discovered entirely until the Renaissance period. The post-classical period (II AD.) will mark the fall of Latin with the baroque, artificial and rhetoric use of it by Seneca, Marcial, Juvenal or Tacito. Late Latin period will put Latin closer to Spanish as Christian priests will start to worry about writing clearer, purer and more literary to transmit culture, it will be the first moment in which Latin will be the means for naming scientific and medical items with Tertuliano, San Jeronimo and San Agustin. The Medieval Latin period, again, stopped the loans to other languages as STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 173-191 180 ][ FERNANDO REPULLÉS SÁNCHEZ Shared loans from latin in modern magazines... Latin hid inside churches, the Court or the colleges in favour of vulgar Latin for the common people and against cult one reserved for medieval intellectuals. The most interesting period for Spanish, as it was for English, was the Renaissance period of Latin; the humanists looked back to the Classical period, the ancient classics, and the use of Latin hardened to the top: Petrarca, Erasmo, Luis Vives or Antonio de Nebrija will write their masterpieces in Latin, apart from their own languages, so the loans and borrowings from this language flooded Spanish, and so, we find many examples of cult words: fructifer>fructífero, benebolus>benévolo, collocare>colocar, frigidus>frígido, dogma>dogma, operarius>operario, articulus>artículo, digitalis>digital, auscultare>auscultar, recitare>recitar, incognitus>incógnita, exponenere>exponente, mimesis>mímesis, evangelium > evangelio, voluntate > voluntad, saeculum>secular, regula>regulación, apostolus>apóstol, episcopus>obispo, miraculum>milagro, periculum>peligro, capitulum>cabildo, regula > reja, tegula > teja, vetulu > Viejo, etc. The next period of Latin, the scientific one, will put English and Spanish even closer, as this language survives up to the second half of the eighteenth century thanks to Scientists like Newton, Descartes, Spinoza or Leibniz who wrote some of their works in Latin, what will push Latin words for Science and medicine into other languages as loanwords. From this period, the corpus generated below will be the best example and can show, in the end, how different the influence of Vulgar Latin was from the cult one. Nowadays, Latin in Spain (and most other countries) remains as a language in use only on its cultural version at university, some restricted areas (laws, for instance) or in some special happenings related to the Catholic Church (Aldrete (1972) y Alatorre (1989)); but its vulgar version is no more used as a different language for communication. 4. A PRACTICAL CORPUS OF MAGAZINES LATIN LOANWORDS FROM NURSING For the construction of the present corpus, we have used two magazines for nurses, Rol (2004), and Metas de Enfermería (2004). From these, the twenty four issues in 2004 were selected. We chose an article of around one thousand and five hundred adding up to a total thirty six thousand words and then we counted up the words coming from Latin, which resulted in more than eight hundred words. This should put more than nineteen thousand words altogether in the total amount of issues. Taking all this into account, more than a fifty per cent of words were from Latin STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 173-191 Shared loans from latin in modern magazines... FERNANDO REPULLÉS SÁNCHEZ ][ 181 origin, (and, from those,) being the most relevant those related to science (over a twenty per cent) from which we showed here an assorted list. After reading those main articles in them, that is, those showing the most technical aspects of medicine (especially in nursing) and science, we have elaborated three minor corpora: a main secondary group for words related to the human containing the highest number of words; another sub-group devoted to actions and techniques in nursing and medicine which resulted a bit lower in number; and a third smaller group including medical and nursing apparatus. The methodology followed is completely comparative, so we have drawn a chart with several columns in order to have the words all together. In each chart, we include the Spanish word in the first column and the English word in the second column, so that we can see the similarities in their spelling and how they could have paced a similar route to arrive in their respective languages thanks to the use of Corominas’ dictionary (1961) and the Oxford’s Dictionary of English Etymology (1966). The third column shows the meaning (establishing differences if any). Finally, the Latin word appears in the fourth column as a definite clue to see how both terms (Spanish and English) are borrowings or loanwords that come from the same Latin word. This way, we will point out three basic lines: first of all, the importance of Latin in Indo-European languages, mainly English. Secondly, the importance of Latin in Romance languages, mainly Spanish, being the most influential branch of Latin the literary or cult one in both cases (as the aim of this study is not the influence, development and evolution of vulgar Latin, but the one which influenced medicine and nursing English the most). Thirdly, showing how English For Specific Purposes is one of the most important and modern parts in teaching English which is daily influenced by overlapping languages in a world highly dominated by mass media, above all newspapers and magazines. This overlapping is what makes languages adopt terms from other languages (loanwords), but it is even more outstanding when one language (Latin) influences two very different ones (Spanish and English) and does it in a very similar way. The following charts show, at a glance, what we have commented before. Most terms and words arrived in each language during the same period approximately (what we named before as Renaissance period of Latin and Scientific period of Latin (spreading up from half the fifteenth century). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 173-191 182 ][ FERNANDO REPULLÉS SÁNCHEZ Shared loans from latin in modern magazines... CHART 1: Latin loanwords related to parts of human body Spanish word English word Latin word Meaning Abdomen Abductor Acetábulo Aductor Alveolo Angina Ano Apex Arteria Axial Basal Bilis Bipolar Bíparo Bronquio Bucal Cadáver Calcaneo Calcio Caloría Callo Cándida Cartilage Cava Cerebro Cervical Cervix Ciática Clavícula Colon Córnea Decúbito Depresión Divertículo Duodeno Enfisema Epidermis Epidural Epífisis Epiglotis Epitálamo Equino Escápula Extrasístole Facies Fascia Fecundación Femur Feto Fibroma Fistula Folículo Foramen Ganglion Genital Globulina Abdomen Abductor Acetabulum Adductor Alveolus Angina Anus Apex Artery Axilla Basal Bile Bipolar Biparous Bronchus Buccal Cadaver Calcaneus Calcium Calorie Callus Candida Cartilague Cava Cerebrum Cervical Cervix Sciatica Clavicle Colon Cornea Decubitus Depression Diverticulum Duodenum Emphysema Epidermis Epidural Epiphysis Epiglottis Epithalamus Equino Scapula extrasystole Facies Fascia Fecundation Femur Fetus/foetus Fibroma Fistula Foliculus Foramen Ganglion Genital Globulin Abdomen Abducere Acetabulum Adducere Alveolus Angina Anus Apex Arteria Axilla Basis Bilis Bi+polus Bi+pario Bronchium Bucca Cadaver Calcaneus Calcium/Calx-cis calor-oris Callum Candidus Cartílago Cavus Cerebrum Cervicis Cervix Sciaticus Clavicula Colon Corneus decubitus De+pressio Diverticulum Duodeni Emphysema Epidermis Epidural Epiphysis Epiglottis Epithalamus Equinus Scapula Extra+systole Facies Fascis Fecundare Femur Fetus Fibra Fistula Foliculus Foramen Ganglion Genitalis Globulus Stomach Separating structure Upper cavity in leg A muscle in the leg Hole for tooth A bulb in mouth Ash ring hole Upper part of sth Pipes for blood Arm pit Fundamental part Part of the liver With two sides 2 babies born together Small spots in lungs Mouth corpse Bone in the foot A body metal Heat measure unit Thick or hard part of body A white fungus A soft bone A vein (as a hole) The brain Back part of the neck A part of the uterus A nerve in the back Cross bone in the back Intestine part Part of the eye Laid down A hole in the body Ill bag inside body cavities Part of the intestine Air in between tissues Upper layer of skin External nerves Organ producing hormones Back part of tongue Part of nerves A bone on the foot Bone in the back (up) Heart beat Face (aspect) Human body fibre Make her be pregnant Longest leg bone Baby in formation Uterus tumour Unnatural hole/tube A small bag Hole Mass of human cells Vagina/penis protein STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 173-191 Shared loans from latin in modern magazines... FERNANDO REPULLÉS SÁNCHEZ ][ 183 CHART 1: Latin loanwords related to parts of human body (continuation) Spanish word English word Latin word Meaning Glomérulo Glotis Granulocito Hymen Glomerulus Glottis Granulocyte Hymen Glomerulus Glottis Granulum+cito/cyte Hymen Hospital Húmero Ileo Impetigo Implante Inguinal Intercostals Intersticial Intestine Iris Lactosa Lacrimal Lanugo Levocerebral Lumbar Maxila/r Meato Meconio Músculo Nasal Núcleo Occipital Ocular Óvulo Papila Parietal Pelvis Pene Pilonidal Hospital Humerus Ileus Impetigo implant Inguinal Intercostals Interstitial Intestine Iris Lactose Lachrymal Lanugo Levocerebral Lumbar Maxilla Meatus Meconium Muscle Nasal Nucleus Occipital Ocular Ovule Papilla Parietal Pelvis Penis Pilonidal Hospitalis Humerus Ileus Impetigo Implantare Inguinalis Inter+costa/l Interstitium+al Intestinus Iris Lac-actis Lacrima Lanugo Laevus+cerebrum Lumbus Maxilla-ae Meatus Meconium Musculum Nasalis Nucleus Occipitum Ocularis Ovulum Papilla Parietalis Pelvis Penis Pila/pilonicus Placenta Plasma Próstata Radio Retina Saliva Sinovia Placenta Plasma Prostate Radius Retina Saliva Synovia Placenta Plasma Prostata Radius Retina Saliva Synovia Sublingual Temperatura Temporal Tendón Tetículo Testosterona Tibia Timo Tímpano Tono Torax Trago Trapecio Sublingual Temperature Temporal Tendon Testis / testicle Testosterone Tibia Thymus Tympanum Tonus Thorax Tragus Trapezium Sub+lingua Temperatura Temporalis Tendo-inis Testis / testiculus Testis+sterol+ona Tibia Thymus Tympanum Tonus Thorax Tragus Trapezium Group of nerves Upper hole in larynx A type of cell Membrane in woman genitals Place for ill people A bone in the arm Stretch at intestine Eruption Put sth added Up between legs Between two ribs Between two body parts Inner viscera Part of the eye Milk component Tears-producing part Special type of hair Left part of brain Down part of back Mouth bones (jaws) Holes/ways to put fluids out Babies first shits Muscles Related to nose Part of a cell Back bone of the head Related to the eye Sexual woman cell Small protuberance The two lateral head bones Hip bone Male sexual organ Hair-surrounding infected hole In-woman baby site Liquid part of blood Male glandule Arm bone Back part of the eye Mouth liquid Lubricator between bones Under the tongue Body heat Temple bones Muscle The two male glandules Male hormone Leg bone (down part) Endocrine glandule Ear membrane Tension Chest part Back part of the ear Bone in the wrist STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 173-191 184 ][ FERNANDO REPULLÉS SÁNCHEZ Shared loans from latin in modern magazines... CHART 1: Latin loanwords related to parts of human body (continuation) Spanish word English word Latin word Meaning Traquea Umbilical Uretra Urticaria Útero Úvea Úvula Vagina Variz Vaso Vena Ventrículo Verruga Vertebra Virus Vitamina Vómer Vómito Vulva Yeyuno Trachea Umbilical Urethra Urticaria Uterus Uvea Uvula Vagina Varix Vase Vein/vena Ventricle Verruca Vertebra Virus Vitamin Vomer Vomit Vulva Jejunum Trachea Umbilical Urethra Urtica Uterus Uva Uvula Vagina Varix-icis Vasum Vena Ventriculus Verruca Vertebra Virus Vita+anima Vomer-eris Vomitus Vulva Ieiunum Throat part Related to belly button Urinal tube Itching eruption Female sexual organ Eye layer End of palatal veil Part of female sex Vein permanent dilatation Small tube for body fluids Blood pipe Heart cavity Hardened skin Spine parts Pathogen germen Organic substance Nose bone Sick External female sex part Part of intestine CHART 2: Latin loanwords related to actions and techniques in nursing Spanish word English word Latin word Meaning Abdomen Abducción Ablación Aborto Abrasion Absorción Abstinencia Acomodación Aducción Angina Bursitis Calor Cancer Candidiasis Caries Celulitis Claudicación Cólico Contracción Contracepción Contractura Contusión Defecación Decúbito Deglución Demencia Depresión Fibrilación Diabetes Abdomen Abduction Ablation Abortion Abrasion Absorption Abstinence Accommodation Adduction Angina Bursitis Calor Cancer Candidiasis Caries Cellulites Claudication Colic Contraction Contraception Contracture Contusion defecation Decubitus Deglutition Dementia Depression Fibrillation Diabetes Abdomen Abduction Ablation Abortus Amburo Absorbere Abstinere Accomodo Aduccere Angina Bursa+itis Calor-oris Cancer Candidus Caries Cellula+itis Claudicare Colicus Contractus Contra+concipere Contrahere Contusio Defaecare Decubitus Deglutire Dementia De+pressio Fibra+c/tion Diabetes Stomach Separation Bring out sth. Kill the foetus Surface injury Digestion Stop consuming sth Rest Push outside in Stretch, close Cavity inflammation From body processes Fatal disease Illness due to fungus Tooth disease Human cell inflammation Bad blood circulation Colon inflammation Compression Stop pregnancy Casual muscle compression Harm due to hit shit Lying on the chest Swallow Mandes, insanity Mental ilness Heart muscles contraction Illness due to glucose STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 173-191 Shared loans from latin in modern magazines... FERNANDO REPULLÉS SÁNCHEZ ][ 185 CHART 2: Latin loanwords related to actions and techniques in nursing (continuation) Spanish word English word Latin word Meaning Dilatación Dilatation Dilatare Disnea Disuria Diuresis Extravasación Fibrosis dyspnea Dysuria Diuresis Extravasation Fibrosis Dyspnoea Dysuria Diuresis Extra+vasus+c/tion Fibra+osis Flexion Fractura Gangrena Generación Germinal Gestación Gingivitis Glaucoma Halitosis Hallux valgus Hernia Herpes Histeria Impotencia Inanición Incontinencia Indigestion Infarto Infección Inflamación Inseminación Insomnio Immune Inspiración Irradiación Irrigación Lactancia Léntigo Lesion Lumbago Luxación Malnutrición Muscular Náusea Noenato Obsession Osificación Ovulación Palpación Rehabilitación Sedación Silicosis Sinusitis Flexion Fracture Gangrene Generation Germinal Gestation Gingivitis Glaucoma Halitosis Hallus valgus Hernia Herpes Hysteria Impotence Inanition incontinece Indigestion Infarction Infection Inflammation Insemination Insomnia Immune Inspiration Irradiation Irrigation Lactancy Lentigo Lesion Lumbago Luxation Malnutrition Muscular Nausea Neonate Obsession Ossification Ovulation Palpation Rehabilitation Sedation Silidosis Sinusitis Flexio-onis Fractura/frangere Gangraena Generation Germenalis Gestation Gingival+itis Glaucoma Halitus+osis Hallus valgus Hernia Herpes Hysteria Impotens Inanition-onis In+contenere Indigestio-onis Infartus/infarcire Infectare Inflammare In+seminatio-onis Insomnium Inmunis Inspirare Irradiare Irrigare Lactare Lentigo-inis Laesio-onis Lumbago Luxatio-onis Malus+nutrire Musculum Nausea Neo(Greek)+natus Obsessio-onis Oss-is+ificare Ovulare Palpare Re+habilitare+c/tion Sedare Silex-silicis Sinus+itis Heart & veins getting bigger Difficulty in breathing Urinate with pain Urinate Liquid getting out tubes An unexpected fibre growth Bending body parts Break a bone Dead part of tissue Create sth Producing new life Evolution of pregnancy Tooth holes inflammation Eyes illness Breathing out smelly ill air Bunion Viscera going out Skin illness Nerves disease Not sexually productive Hunger to death Pissing oneself Bad digestion Heart attack Get an illness To swell up Put a seed in sth Supino Sutura Tendinitis Tensión Terminal Supine Suture Tendonitis Tension Terminal Supinus Sutura Tendo-inis+itis Tension-onis Terminalis Used to an illness Breath in To use rays to cure Watering body parts Giving-milk period Small sunburnt spots Body alteration Lower back pain Dislocation Badly fed Related to muscles Sick-to-vomit feeling Just born Unavoidable desire Become a bone Produce ovules Touch Recuperation from illness Act of calming pain Dust stuck in lungs Inflammation in para-nasal holes Lying on the back Sewing Muscle inflammation Muscle pressure Close to death STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 173-191 186 ][ FERNANDO REPULLÉS SÁNCHEZ Shared loans from latin in modern magazines... CHART 2: Latin loanwords related to actions and techniques in nursing (continuation) Spanish word English word Latin word Meaning Testicular Tétanos Tinnitus Tiña Tisis Torsión Tracto Trance Transfusión Traspante Tuberculosis Tumor Úlcera Viremia Zóster Testicular Tetanus Tinnitus Tinea Phthisis Torsion Tract Trance Transfusion Transplant Tuberculosis Tumour Ulcer Viremia Zoster Testiculus Tetanus Tinnitus Tinea Phthisis Torsio-onis Tractus Transpire Transfusion-onis Trans+plantare Tuberculum Tumor-oris Ulcus-eris Virus+emia Zoster Related to testicles Contraction of muscles Ear disturbing buzz Fungus skin illness Tuberculosis Circular bending Intestinal movement Bad critic state Put liquids together Put a new part into other Infectious bulb illness Lump Skin lesion Virus inside body CHART 3: Latin loanwords related to medical and nursing apparatus Spanish word English word Latin word Meaning Abdomen Aloe Cannabis Cánula Desfibrilador Abdomen Aloe Cannabis Cannula Defibrillator Abdomen Aloe Cannabum Cannulus De/s+fibra+t/dor Emético Enema Forceps Incubadora Emetic Enema Forceps Incubator Emeticus Enhaemon Forceps Incubare+ator/ador Infusion Insecticida Instrumentación Insulina Inyección Laboratorio Lanceta Monitor Nutrición Obturador Pipeta Placebo Radio Infusion Insecticide Instrumentation Insulin Injection Laboratory Lancet Monitor Nutrition Obturator Pipette placebo Radium Tensor Titanio Tomografía Tonómetro Tensor Titanium Tomography Tonometer Infusion-onis Inectus+cida/e Instrumentum Insula Inicere / Iniectus Laborare+torio Lancea Monitor-oris Nutrire Obturare Pipa (diminutive) Placebo (placere) Radium (Latinised invention) Tensor-oris Titanium Tomus+grafía(Greek) Tonus+metre Stomach Medicinal plant Medicinal plant Small pipe or tube Apparatus to stop fibrillation Sth. provoking vomits Putting liquid in intestines Midwife’s pincers Place for children to develop Boiled plants liquid Used to kill insects Apparatus Medicine for diabetes Medical shot Place to experiment Small syringe needle Screen The act of feeding Item used to close Flute-like instrument False medicine Chemical element Tóxico Tracción Trazador Tubo Válvula Toxic Traction Tracer Tube Valve Toxicum Traction-onis Tracitare Tubus Valvula Item to get pressure Light resistant metal Photo of a body part Item to measure muscles tension Poisonous medicine Orthopaedic items Item to do projects Medical pipe One direction closer STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 173-191 Shared loans from latin in modern magazines... 5. RESULTS, OPEN FERNANDO REPULLÉS SÁNCHEZ ][ 187 GUIDELINES AND CONCLUSIONS After having studied the corpus, several conclusions can be drawn. The basic aspects go in four directions, mainly: the accomplishment of the basic characteristics of those words to be a loanword (into its basic typology) from Latin; the similarity of those words in both Spanish and English due to several factors; the coexistence and overlapping of these words with many others (especially Greek ones); and the use of those words in the target language (Spanish or English) combined with other words having similar meanings but different origin (other than Latin). The first direction has its basis on the definitions and types explained by García Yebra (1994: 339-346) and Juan Gómez Capuz (1997: 81-94), as we show at the introduction. As we can observe along the corpus many words from Latin remain as they were in (the) (its) original. That is the case of some Spanish words like infusion, forceps or aloe which, in fact, are exactly the same in English (infusion, forceps and aloe). This is because the words designing objects, apparatus or special parts of the body (abdomen, angina or cervix), did not have any evolution in the target language, as they were adopted in the Renaissance from the cult Latin and were considered the proper words for cult science as there were no words to design such items (Barber 1964: 190-1929). Some others have small changes which cannot be considered as a proper evolution, but a mere adaptation to the language pronunciation (those ending in –cion for Spanish or in –tion for English). Finally, there are some others that have derived into a more different word (abrasión / abrassion; contracepción / contraception; fibrilación / fibrillation; gingivitis / gingivitis; impotencia / impotence; lactancia / lactancy; laboratorio / laboratory, etc). Those words could be studied and included in the tipology of Juan Gómez Capuz (1997: 81-94), what will lead us to the conclusion previously established: the importance of Latin loanwords in English and Spanish nursing, medical and scientific fields. Moreover, in order to form the assorted corpus given (many derivatives and minor words were not included so that the corpus could be printed as a sample), we took a series of twelve magazines (one from each month) from Rol and the same amount from Metas de Enfermería during 2004 and found out that more than a fifty per cent of the words were from Latin origin, and from those, more than a twenty per cent were related to science, nursing or medicine. As a result, a higher and more detailed study should be done about those latter ones, but this leaves an open door to a deeper searching line for next projects. At the moment, the first result seems to be clearly proved. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 173-191 188 ][ FERNANDO REPULLÉS SÁNCHEZ Shared loans from latin in modern magazines... The second direction highlights the similarity of those words in English and Spanish both in meaning (scientific one) and origin (Latin). Looking up Corominas’ dictionary (1961) and to DRAE (2001) and María Moliner’s dictionary (1998), we found out the moment when the words were adopted in Spanish. We did the same looking up Oxford’s Dictionary of English Etymology (1966) to see the same in the English ones. Due to this, we assorted the list even more and we can assure that all the words in our study belong (with the margin of a century or so) to the same Latin period and they evolved in a similar way in meaning both in English and Spanish. This period, as we explained in the previous epigraphs (2 and 3), is known, according to Barber (1964: 1900-1929) as The revival of Classical Latin, which was one aspect of the Renaissance, or the spiritual rebirth, which arose in Italy and spread to France and England and which evoked a new interest in Greek and Latin. The same opinion is given by Aldrete (1972: vol. XIII), Blake (1987: 1-12) or Eberenz (1991: 79-106) when talking about Spanish. Though Spanish has a direct relation to Latin (mainly the vulgar one), it also had a major influence of the Cult version of Latin during the Renaissance, and especially what they call the Scientific period. Having a look at the three charts above, we can see that most of them have similar spelling and come from the same Latin word. Besides, there is only one meaning written in the last column as jus a few words passed to English or Spanish with a different meaning if coming from Latin. Again, the history of Latin and its evolution into two different languages where we find similar terms, with similar meaning, and for similar fields, makes us think it didn’t happen by chance, but due to a cultural moment that spread all over Europe spilling nearly every single place and contributing to rise up the importance of some sciences as international ones. Moreover, the convention and agreement about some aspects which were closed to nations before (medicine for instance), made sciences, and with them the languages, become more important and this new importance of the agreement on languages rose communication as the basic tool for development anywhere. A third direction is derived from the same reasons as the previous one, that is, the influence of the Renaissance and Humanism at the turn of the modern times. If we follow Kraye’s point of view (1996), or that of C.L. Barber (1964), there is a scientific period which started with the Renaissance and continued along the two following centuries and looked back to Latin and Greek as a foundation for the new vocabulary or that not very well developed by the time. The scientists described their items, apparatus or new discoveries and then looked for the correspondent words in Latin or STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 173-191 Shared loans from latin in modern magazines... FERNANDO REPULLÉS SÁNCHEZ ][ 189 in Greek as they were considered the new Cult sources of vocabulary. This way, many words remained the same as the original Greek or Latin ones or suffered little change. Moreover, many words were taken from Latin and were, in fact, an adaptation from Greek (see those starting epyor others like dyspnoea-from Greek dýspnoia-). What is important for us is to prove, again, the huge influence that those ancient languages had over the new ones and how the English and Spanish for Specific Purposes (Medicine and Nursing in this case), had to turn back to those betterconsidered in medieval and modern times for science and science descriptions, as they were the humanist way of communication. In fact, as we said in parts two and three, most well-known writers and scientists did so. This is, in conclusion, another open field to search for. Finally, the last direction gives us evidence that those words were chosen as they were unavoidable because no original word existed to design such a thing or situation, but it also shows that many others were just used at that moment, the so called Renaissance and Humanism, as there were native words to describe such specific situation or fact in both Renaissance and Humanism. However, they were not «upper class» as the Latin or Greek ones and the scientific ground needed to prove how important and serious their work and ground were. We can easily see this if we have a look at some cult words in first column (Spanish) and second column (English) and their meanings in the third column. We could easily find a different autochtonous word to describe the body part (chart 1): abdomen (belly), anus,(Ash hole) biparous (twin), cadaver (corpse), cerebrum (brain), or we find even both the original Latin word and the evolved one, the first one for cult treatment (fascies) and the vulgarised one for informal use (face). We could also see this with words used to describe illnesses, actions or techniques (chart 2): abduction (separation), accomodo (rest), calor (heat), defecation (shit), fracture (break), hallus valgus (bunion), infarction (heart attack), etc. And finally, it is also visible on the part of apparatus (chart 3), tough this part is much less numerous due to two main reasons: the reduced number of words and the fact that they didn’t existed in the target language: injection (shot) or lancet (syringe needle) are clear examples. In conclusion, we have obtained clear results that lead us to the convincement that the influence of Latin in medicine and nursing was and is fundamental and forms more than fifty percent of its technical and cult vocabulary. Moreover, we have opened a door to investigation in four different ways which could very well establish the basis for a longer and more detailed project. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 173-191 190 ][ FERNANDO REPULLÉS SÁNCHEZ Shared loans from latin in modern magazines... REFERENCES ALATORRE, Antonio, Los 1001 años de la lengua española (Realización y diseño de Beatrice Trueblood), México D.F., Bancomer, 1979 (edición corregida y aumentada, México, Tezontle, 1989.) ALDRETE, Bernardo José de, Del origen y principio de la lengua castellana o romance que hoy se usa en España. Edición facsímile y estudio de Lidio Nieto Jiménez. (Clásicos Hispánicos, Serie 1, Vol. XIII). Madrid, CSIC. 1972. 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Se delimitan los espacios urbanos, se fijan aspectos económicos, se aportan datos poblacionales junto con las edificaciones más significativas de la época medieval del Arrabal, todo ello con información procedente de la documentación concejil, eclesiástica, impositiva, foral y de las relaciones de los Jueces de Teruel. Palabras clave: Teruel, Aragón, Edad Media. Abstract This paper shows a study and analysis of the historical and urban development of Teruel Arrabal neighbourhood from the 13th Century (what in fact was its first urbanization) to the 16th Century. Urban spaces are outlined, economic aspects are established, population data are contributed, and the most popular buildings of the medieval period in the Arrabal neighbourhood are studied. The information comes from council, ecclesiastical, and fiscal documents, as well as from local law codes and from the accounts on Teruel judges. Key words: Teruel, Aragon, Middle Ages. 1. Departamento de Historia Medieval, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Zaragoza. Correo electrónico: [email protected] Fecha de recepción del artículo: 20 de septiembre de 2006. Fecha de aceptación: 22 de noviembre de 2006. Versión final: enero 2007. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 193-207 194 ][ VIDAL MUÑOZ GARRIDO Desarrollo espacial del Arrabal de Teruel en la Baja... La organización urbana del Arrabal —Raval en la documentación— fue más lenta que la del casco de la ciudad, pero en el siglo XIII debió existir gran demanda por edificar en ese espacio pues su entidad como área o barrio vecinal es muy atractiva en la Edad Media. No obstante su entidad como área o barrio vecinal es evidente en la Baja Edad Media. El Morabedí de Teruel (1384-1387), en el reparto de Teruel en 11 bloques, presenta, como el décimo espacio turolense con personalidad propia, al Arrabal. El Libro del Compartimiento (1420-14431), al repartir la ciudad en dos mitades, cita como tercera zona, fuera de las murallas, con entidad destacada, al Arrabal. Sus límites vienen marcados por las lindes de extrarradios de la Puerta de Zaragoza y el Convento de la Merced al NO, convento que en documentación de la Inquisición, antes del siglo XVI, aparece con el nombre de convento de la Bienaventurada Virgen María2 y al que el Capítulo General de Racioneros acude una vez al año en procesión, en el mes de enero, el día del Niño Perdido. La línea límite es la calle del Carrel o calle de Murviedro en esos años. Más allá se encuentra, desde el siglo XIV el Rabalejo —arrabal pequeño, como continuación del arrabal principal— que en los libros del Morabedí de Teruel y sus Aldeas del siglo XIV lo citan refiriéndose a la zona de las Cuevas del Siete, como continuación del Arrabal y a los pies de los roquedos de la Puerta de Daroca que bajan desde la muralla hasta el llano, se pasa por el camino de Santa Lucía (hoy calle Bajo los Arcos, pues viene desde bajo el Acueducto de Pierres Vedel), donde hubo pajares y la era llamada de mosén Diego Navarro para desembocar en la rambla de San Sebastián. El nombre de Cuevas del Siete lo adquiere esta zona con la implantación del impuesto del maravedí, impuesto que se inicia en el año 1342, cuya recaudación y realización se verificaba cada siete años hasta el 1387. De ahí surge lo de Siete, junto a las habitaciones o Cuevas que existen excavadas en las laderas del barrio enclavado en torno a la iglesia de San Francisco. Los límites hacia el SE los marca la acequia de la Texería asistiendo de agua a las tejerías turolenses, terminando en el barranco de Río Seco, conocida como rambla de San Julián3. 2. A. López Polo, «Las puertas de la muralla de Teruel», Teruel, 9, Teruel, 1956, p. 90. 3. «Relación inédita de los jueces de Teruel», publicada por Jaime Caruana Gómez de Barreda, en Cuadernos de Historia Jerónimo Zurita, 14-15, Zaragoza, 1963, p. 266. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 193-207 Desarrollo espacial del Arrabal de Teruel en la Baja... VIDAL MUÑOZ GARRIDO ][ 195 Frente a la Puerta de Zaragoza se extienden las Eras del Mercado, junto a la llanada4 para la dula diaria del Concejo. Estas eras eran propiedad del señorío del Capítulo General de Racioneros como indica un censal5 de 1597, señalando los límites con tres casas: La casa de la viuda de Pedro Dobón, esparteñero, que afrenta con casa de la viuda de Marco Dalda y con casa Gerónymo Guillén, sastre, la cual saca puerta a las Eras del Mercado. En la concesión del fuero de Teruel se especifica a la Puerta de Zaragoza como lugar de punto de entrega del ganado al dulero o caballión6 del Concejo. Todos los días recoge las bestias públicas y privadas que, bajo la tutela del dulero del Concejo, acuden a pacer a una llanada que se abría hacia el Oeste. Era una zona de pastos, cubierta de espeso monte de enebro, sabinas y aliagas7. Era, también, acotado de caza verificado en 1409 y refrendado en 1416 por Alfonso V. Se extendía desde el Arrabal —desde el lugar en que hoy se encuentra el Archivo Histórico Provincial— hasta las poblaciones de Valdecebro y Celadas, volviendo hacia la ciudad por el Puente el Cubo, pasando bajo las roquedas de la Puerta de Daroca, bordeando las murallas hasta esta Puerta de Zaragoza. Desde esa zona se estira el Arrabal en torno a un eje —calle Mayor ya en la Edad Media—, hacia el que convergen y a cuyos lados se alinean las casas, fuentes y mesones, extendiéndose hasta la partida agraria de la Avejuela8. Esta área agraria es la parte más septentrional, en las actuales calles de Arreñales del Portillo y limítrofes, extendiéndose hasta las Ollerías, detrás del Convento de la Merced. Sus calles en el medioevo crecieron entre pequeños huertos y viñas, recibiendo el aporte del agua desde las acequias9 que riegan la Avejuela: la de la Texería que derrama hacia la rambla de Río Seco o rambla de San Julián, con varias viñas y un castañar; la de Miguel de Santa Cruz y la de la Peña. 4. Vid. las líneas relativas a la Puerta de Zaragoza. Esta situación, junto a lugares de pastos de la ciudad, también se constata en Zaragoza, pues en esa ciudad, el Raval se extiende sobre la dehesa de la ciudad, como manifiesta Isabel Falcón Pérez, Zaragoza en el siglo XV. Morfología urbana, huertas y término municipal, Zaragoza, 1983, p. 129. 5. Vid. el documento en fol. 197 del Cabreo del C.G.R. que publica Vidal Muñoz en Teruel medieval, (Teruel, 2004). p. 306. 6. Max Goroch, El fuero de Teruel, Estocolmo, 1950, p. 647. 7. A. Floriano, Teruel en el siglo XV. La vida económica y la cuestión monetaria, Madrid, 1926, pp. 12-13. 8. Véase doc. 1042 CG y en cap. V, Plano Término Agrícola en Teruel Medieval, op. cit., p. 104. 9. Ibidem, pp. 104 y 106. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 193-207 196 ][ VIDAL MUÑOZ GARRIDO Desarrollo espacial del Arrabal de Teruel en la Baja... En esta área se documentan en 1357 cuatro piezas de tierras y tres viñas. En el siglo XV, 12 piezas y 21 viñas y en el XVI, 21 piezas y 26 viñas. La medida de estas tierras de cultivo no llega ninguna a la fanega, pero su existencia va unida al hecho económico-social de que la gran mayoría de pobladores son pequeños agricultores. Hoy no se conocen restos arquitectónicos de una muralla o portillo, pero que estuvo amurallado no hay ninguna duda. Por recientes trabajos arqueológicos en la zona del Carrel, a los pies del Acueducto, se puede demostrar que las piedras de sus murallas que se utilizaron para la construcción de los Arcos estaban datadas en la época de la guerra de los Pedros, hacia 1380. Numerosas referencias documentales manifiestan la existencia de puertas y portillos: a) El 14 de Mayo de 1415, el notario Sancho Boyl certifica, en una venta de casas realizada por Johan Calvo, vecino de Teruel, a Gil de Cuenca, vecino de Aldehuela, que están situadas en el portiello o murallas del Raval. b) Llegó este portillo hasta debajo de la calle Fuentebuena, pues el Libro de Actas del Concejo, el 16 de febrero de 1620, denomina a esta calle como la que va desde la fuente a la Puerta que va camino de Valencia. Todo el siglo XVII se citan casas que hacen referencia al portillo y las murallas10. Esta cerca de murallas fue ordenada entre 1336-37 por Pedro IV con ocasión de la guerra que mantuvo con Jaime de Jérica por los problemas familiares en la sucesión. c) El notario Francisco López de Monreal, el 24 de diciembre de 1479, en un establecimiento de un patio para hacer una tiñada lo sitúa contiguo a la muralla vieia del Raval. Las citas como Puerta que sale a Valencia, Puerta del Portal, Portal de Arrabal o Portal de Manuel se reiteran en los libros de actas del concejo11 y en textos notariales12 durante todo el siglo XVII como un manifiesto evidente de la existencia de murallas en el Arrabal. Su extensión fue amplia. Según indica el Libro Verde de la Ciudad o Alcorán13 llegaría hasta la rambla de San Julián, pues al referenciar la pro10. Publica Carlos de la Vega y Ángel Novella, Las calles de Teruel. Evolución de sus nombres entre los siglos XIV y XX, Teruel, 1981, pp. 122-123. 11. Año, 1620,16 de febrero; 1621, 1 de noviembre; 1621, 3 de noviembre. 12. Año 1645, 8 de julio, notario Alegre; 1648, 7 de enero, notario Lucas Soriano; y 1654, 24 de marzo, notario M. J. Escobedo. 13. Fol. 114. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 193-207 Desarrollo espacial del Arrabal de Teruel en la Baja... VIDAL MUÑOZ GARRIDO ][ 197 cesión de la Santa Cruz del 3 de junio, dice que al llegar de San Cristóbal se vuelven a la Merced y a la Fuentebuena y al Portal de Manuel, en la rambla abaxo de San Julián. Desde el siglo XIII, en 1283, se documenta el Horno del Arrabal14, en esos momentos de la señoría templaria de San Redentor que generará una calle con ese nombre. Seguirá abasteciendo a las gentes del Arrabal durante el resto Edad Media y en el siglo XVI. A partir del año 1399 perteneció a la señoría eclesiástica del Capítulo General de Racioneros15. Se documentan dos fuentes: la llamada fuente Buena —que da nombre a la calle que desde la calle Mayor corre hacia el camino de Valencia—, y la fuente Mala, que fue un abrevadero o cahariche, junto al convento de la Merced. Posiblemente esa fuente estaría en la plaza del convento y recibiría el nombre de Mala por el uso cotidiano que le daban los olleros o primeros ceramistas turolenses. Fueron los olleros musulmanes ahí asentados, como han atestiguado los trabajos arqueológicos de finales del año en 2003, realizados en la cuesta de la Merced. También por la cercanía del camino del Carrel16, cuya calle paralela todavía hoy conserva el nombre de Ollerías y donde se han encontrado en obras de algunas solares fragmentos de cerámica y algunos enseres de ollero17. Estos artesanos con sus recipientes manchados de arena, arcillas y ácidos son los que pudieron generar la corriente de opinión de fuente mala para que no fuera empleada como abrevadero de los animales, tanto de carga o montura como ganadero. La estructura de los once hornos alfareros, vasijas y los más de 60.000 restos cerámicos mudéjares del siglo XIII al XV que han salido a la luz en los recientes trabajos de descombro de una vivienda permiten hacer unas breves reflexiones muy significativas para conocer el recorrido espaciotemporal mudéjar turolense. Hasta el descubrimiento de estos alfares —con el meticuloso trabajo llevado a cabo por el arqueólogo Javier Ibáñez y su equipo— para el siglo XIII no habíamos encontrado documentación escrita que indicase que allí vivan olleros o cantareros. Únicamente se encontraba la referencia del tejero-ollero Marco Caphet en su sencillo centro artesano de la Puerta de Valencia. Este hallazgo certifica la existencia de hornos de olleros o de cerámica desde el siglo XIII y que permiten entender la perfección, esbel14. 15. 16. 17. AHN, cod. 466, doc. 441, p. 364. Doc. 208 CGE Vega y Novella Las calles de Teruel..., opus cit, pp. 115-117. Julián Ortega, La cerámica bajomedieval en Teruel, Teruel, 2002, pp. 34-35. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 193-207 198 ][ VIDAL MUÑOZ GARRIDO Desarrollo espacial del Arrabal de Teruel en la Baja... tez decorativa y la insuperable estructura de nuestras torres que se inician en los primeros años del XIV. Para el siglo XIV, en mi obra Teruel Medieval (2003) documentaba hasta cuatro olleros mudéjares de la familia de los Arcos, Mahomat Marco y Yuceff (1321) y sus hijos y sucesores Juceff y Alí (1374) en esa área, sin poder especificar el lugar18. No obstante, varias capitulaciones matrimoniales del siglo XVI indican que había ollerías ubicadas en la encrucijada entre la bajada, desde la muralla de la ciudad a la Merced, y el camino del Carrel. También habíamos publicado en el Teruel Medieval documentación relativa al siglo XV en la que en 1417 se señalaba que Hamet Alcudí, alias Moziello19, poseyó una ollería o patio de tierra frente a la iglesia de la Merced que, sin lugar a dudas, forma parte y albergó los hornos cuya estructura, vasijas y restos cerámicos han salido a luz ahora. Pero no sabíamos la magnitud de su empresa, por así decirlo, con lo que podemos presumir de que en Teruel en la Baja Edad Media existió uno de los centros alfareros de mayor producción y exportación ceramista, unido a la realidad de ser el horno más grande de esa España medieval en cerámica decorada y vidriada. Por otro lado, la existencia de una normativa foral, desde los primeros momentos de la reconquista de la villa, refuerza el peso social y económico de esos artesanos olleros. El fuero delimita la tarea y el reglamento de los olleros o figulis ollarum que fabrican ollas, cántaros y todo tipo de pucheros: se ordena cómo hay que cocer, qué precio cobrar y recomienda que el ollero que cueza mal las ollas, cántaros u otras vasijas de barro y se rompan por la falta de cocción, el ollero la pague20. El emplazamiento de los alfares en esta zona del Arrabal es lógico, pues está en el exterior de la población, (así cumplen con la normativa de vivir el moro en el exterior). Tiene materia prima cerca, la arcilla, y no está alejado en el siglo XIII de su primitivo poblamiento en el altozano de lo que será Judería. Tampoco se alejan de su emplazamiento, a final del siglo XIII, cuando son trasladados al área de San Martín. Todas las referencias documentales de la Edad Media sobre la morería apostillan su ubicación como sitiada detrás de San Martín, junto a la Puerta Daroca con casas adosadas a la muralla. Se instalarán en este espacio a partir de 1278 por 18. Ibidem, p. 78. 19. Ibidem, p. 78. 20. José Castañé Llinás, El Fuero de Teruel, Teruel, Ayuntamiento, 1989, § 787-789, p. 731. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 193-207 Desarrollo espacial del Arrabal de Teruel en la Baja... VIDAL MUÑOZ GARRIDO ][ 199 orden de Pedro III por la que los moros deben abandonar la zona más alta de la villa, donde se ubicará entonces la Judería, ad habitandum et manendum (para habitar y permanecer) y ser confinados extramuros, donde indicase el baile Aaron Abinafia. El Concejo consigue que no salgan de las murallas, yendo a ubicarse en torno al área de la iglesia de San Martín. La preocupación de Pedro III por la promoción de la morería de Teruel se manifiesta en marzo de 1285 extendiendo un privilegio para que los sarracenos extraños que quieran venir a poblar la morería nuestra de Teruel puedan comprar propiedades rústicas. Igualmente les concede que por las que adquieran, sólo paguen la mitad de la pecha establecida. El hecho es que los mudéjares están muy integrados en la vida turolense y su situación económica como colectividad es boyante, como manifiesta el hecho de que Jaime I, en 1268, ordena que Teruel debe satisfacer por rentas y derechos para su hijo Sancho, arzobispo de Toledo, 500 sueldos de la morería. Lo que sí es evidente que el moro turolense no se cerró en un espacio territorial, en su aljama, en torno a San Martín, como sucedió con los judíos en la judería. Se documentan mudéjares fuera de la morería y siempre aparecen citados como moros de Teruel, sin especificar de la morería. Viven en San Bernad (actual calle Amantes), el Estudio (actual Yagüe de Salas), en la plaza de Santa María y en la calle de Puerta de Zaragoza o Tozal. Son áreas alejadas de la morería, de máxima vitalidad comercial, donde establecen sus tiendas generando una convivencia y buena disposición como clientes de los estamentos eclesiásticos y como base de unas relaciones fáciles, fluidas y cordiales entre ambas religiones. Estas buenas relaciones no siempre fueron del agrado del Concejo, como muestra el Manual de la Sala del Concejo de Teruel de 23 de septiembre de 1417, en que mandaron a los honrados Francisco de Galve, menor, y Pedro Lorent, síndicos et procuradores e a qualquiere dellos, que a consello de advocado de la dita ciudat requiriesen a todos e qualesquiere moros que extra lur (fuera) de la Morería habitan por las carreras de la dita ciudat, excediendo la sententia e provisión del senyor Rey, que entren dentro de lur Morería e límite d’aquella a havitar, protestando contra aquellos e qualquiere de aquellos de las penas de la dita sententia contenidas. Et do no quieran entrar, que requieran al Juez, alcaldes et bayle que fagan e executen las ditas penas e bienes de los obtemperantes la dita requisition e protestación. Junto a la fuente Buena, en el principio de la calle Mayor del Arrabal, debajo de la Puerta de Zaragoza, existió la capilla de San Jorge, donde se STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 193-207 200 ][ VIDAL MUÑOZ GARRIDO Desarrollo espacial del Arrabal de Teruel en la Baja... dará culto al patrón de Aragón21 desde 1225, siendo rey Jaime I, pero como compañía de los Caballeros de San Jorge22 se funda en enero de 1360, en la iglesia de San Miguel. A partir del siglo XV se traslada al Arrabal, como capilla independiente, desapareciendo en el siglo XVI su morada física arrabalera para volver definitivamente a la iglesia de San Miguel. En la parte del Sudeste, en el área de San Julián a la sombra de la acequia de la Texería, se sitúan las tejerías donde los hombres del fuero que tratan de figulis tegularum et laterum, fabrican tejas y ladrillos. ¿Qué nombre es antes el de los tejeros o el de la acequia? Sin lugar a dudas el recorrido de esta acequia —que es un brazo de la de Miguel de Santa Cruz—por las tejerías origina su nombre puesto que las primeras citas con esa nomenclatura son del XIV. Señal inequívoca de que ya existen antes los lugares de fabricación de ladrillos y tejas con una normativa foral, también muy clara, indicando la forma de los ladrillos, la medida de las tejas (como se vio al estudiar las casas), los precios de venta y las sanciones si no se cumple lo ordenado por el fuero23. La vida en extramuros, cerca de la Puerta de Zaragoza, con un continuo trasiego de gentes, condicionaría la existencia de una de las tabernas del Concejo y dos mesones: el de los Lamata y el mesón del Cuervo, que darán nombre a dos calles, extendiéndose desde la calle Mayor, al pie de la Puerta de Zaragoza, hasta la cuesta de la Merced, donde se fijaron las primeras ollerías musulmanas. Ante la llanada de la Puerta de Zaragoza, en la cuesta de entrada al Arrabal, se levantó una horca en el último tercio del siglo XV. La instaló la Inquisición para allí exponer a los condenados a las gentes que llegan a la ciudad. Esta tercera horca completaba la labor de las otras dos horcas de la ciudad, pues no eran suficientes para la represión que se implanta por la Inquisición en la ciudad de Teruel a finales del siglo XV. Como todas las ciudades bajomedievales, el Concejo preocupado por satisfacer los deseos lúdicos de los ciudadanos y de los visitantes, dedica un espacio al ocio inmoral24. Se instala el burdel en la taberna del Concejo, tra- 21. Fol. 130rv y 131rv. del protocolo de Pedro Navarro, cf. en Teruel Medieval, pp. 388-389 y en Martínez Ortíz, «Noticia y descripción de la ciudad de Teruel, contendida en un anónimo manuscrito del siglo XVIII», Teruel, 17-18 (1957), p. 20. 22. Doc. 148 CGE. 23. Castañé, El Fuero… opus cit., § 524, pp. 730-731. 24. Vidal Muñoz Garrido, «Manifestaciones lúdicas y festivas del Teruel bajomedieval», Studium, Revista de Humanidades, 3, Teruel, 1997, pp. 354-355. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 193-207 Desarrollo espacial del Arrabal de Teruel en la Baja... VIDAL MUÑOZ GARRIDO ][ 201 tando así de delimitar y ajustar el espacio físico para la profesión más antigua del mundo, en extramuros. La implantación de los burdeles en las ciudades de la Corona de Aragón es resultado de la preocupación de los diversos poderes públicos que intentaron fijar los límites admisibles dentro de los que había de moverse la prostitución25, ya que la prostitución cumple un papel social. Los moralistas de la época la toman como un seguro contra la homosexualidad y el onanismo. Se considera como una forma de evitar las violencias sexuales a que los hombres jóvenes someten a algunas mujeres por no poder contraer matrimonio al no disponer del dinero suficiente. La prostitución se hace pública y se abren mancebías en Palma de Mallorca en 1285, Valencia en 1325 y Barcelona en 1330. Esta ciudad catalana, con dos burdeles, se adelanta a ciudades como Calatayud, Barbastro, Huesca, Jaca, Zaragoza, Daroca y Teruel. La permisión del burdel es la aparición de la prostitución oficial, controlada, que proporcionaba ganancias estables, sin graves sobresaltos. Es una realidad en villas y ciudades con cierta cantidad de habitantes, por lo que en 1391 se ordena por la Corte aragonesa que las prostitutas de las ciudades, villas y lugares del Reino permanezcan en los prostíbulos y si no los hay que los concejos decidan un lugar donde se pueda ejercer el intercambio sexual pero, siempre, en espacios de extrarradios. En 1377 el infante Juan escribía a su padre Pedro IV y le preguntaba que cómo es que la iglesia permite los burdeles. El padre le contestaba que lo hacía para esquivar mayores pecados, para desviar mayores males y por ello está bien hecho26, pues abundaban los hombres solteros sin compañía y la prostitución ayudará a impedir que éstos protagonicen desórdenes e, incluso, eviten la homosexualidad, una de las inclinaciones más denostadas por la iglesia medieval. El burdel hace una misión de cierto control espiritual, pues sólo se puede ejercer la prostitución en él. La iglesia durante todo el siglo XIII y parte del XIV había sido reticente con la prostitución y la considera censurable en toda ocasión. La sociedad medieval mantiene que la fornicación siempre es pecaminosa, pero lo es menos si se mantiene con una profesional que con una vir- 25. María del Carmen García Herrero, «El mundo de la prostitución en las ciudades bajomedievales», Cuadernos del CEMYR, n.º 4, pp. 70-71. 26. Cita Teresa Vinyoles en Les barcelonines a les darreries de l’Edad Mitjana (1370-1410), Barcelona, 1976, pp. 49-50. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 193-207 202 ][ VIDAL MUÑOZ GARRIDO Desarrollo espacial del Arrabal de Teruel en la Baja... gen, casada o religiosa. Desde la jerarquía eclesiástica se consideraba que como la prostituta no obtenía placer de su trabajo sino una mera recompensa, su actividad estaba exenta de pecado, ya que la mujer pública — decían— es en la sociedad lo que la sentina en el mar y la cloaca en el palacio; quita esa cloaca y todo quedará contaminado. El siglo XV es un siglo de permisividad y se dice que la sanción que el poder otorga al pecado radica en el razonamiento de que la prostitución con ser un mal puede evitar males mayores, por lo cual aunque teóricamente debía vetarse, en la práctica resulta útil, pues canaliza las pulsiones sexuales masculinas evitando que tomen derroteros más violentos y difíciles de controlar, tales como la violación o el rapto27. En Teruel, en la taberna concejil, se instala el burdel en el este del Arrabal, bajo las eras del mercado —donde siempre estuvo hasta los años cincuenta del siglo pasado, en el comienzo de la actual Cuesta la Jardinera—, tratando de así delimitar y ajustar el espacio físico para la profesión más antigua del mundo. El fuero de Teruel se ocupa en varios capítulos28 de estudiar las situaciones de la fornicación, la violación y la prostitución como muestra de la preocupación de una sociedad teocéntrica, pero que tiene que utilizar una segunda moral para solucionar problemas cotidianos evidentes. En esta preocupación legal se asienta el funcionamiento del burdel de Teruel. Su alquiler era una fuente de ingresos muy saneados y legalizados por lo que el Concejo elegía un hostalero que dirige el burdel. La nómina de hostaleros documentada es variada: Domingo Narbón (1439)29, Jaime del Pobo (1440)30, Juan Navarro (1477), Pedro Guzmán y su mujer Isabel Narbón (1524) —familiar de Domingo Narbón, antiguo hostalero— junto con la viuda Pascuala Blasco31 y Juan Sánchez (1542)32. La paz y tranquilidad en el burdel no siempre se cumplía rompiendo los deseos de la iglesia y de sus dueños del Concejo. Como prueba baste el citar la relación del cronista de los Jueces que el año 1440 recuerda como 27. María del Carmen García Herrero, «Prostitución y amancebamiento en Zaragoza», En la España Medieval, 12, pp. 306-307. 28. José Castañé, El fuero de Teruel..., opus cit., § 362 a 386, pp. 515-533. 29. Protocolo de Pedro Navarro en Teruel Medieval..., opus cit., fol 51vº, p. 365. 30. Ibidem, fols.115-116, p. 384. 31. Doc. 392CGE. 32. Doc. 415CGE. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 193-207 Desarrollo espacial del Arrabal de Teruel en la Baja... VIDAL MUÑOZ GARRIDO ][ 203 cremaron hun moro porque se avie echado con huna fembra de bordel33, ya que el fuero dictamina que el moro o el judío que sea sorprendido con una fembra cristiana tiene que ser quemado34. En 1477 regentaba el burdel Juan Navarro35, quien al intervenir en una de las reiteradas riñas que se generaban en torno al local dio ciertos golpes con el pomo de su espada a una donna de uno que le dicen Terol, que estaba de ostalera en el Raval y a los pocos días murió dicha donna. El hostalero, a los pocos días, fue condenado a muerte. Estaba tan regulado y controlado36 el trabajo de la prostituta que el fuero no permite la existencia de la alcahueta como mediadora o encubridora de relaciones sexuales irregulares. La mujer que realice esta actividad será quemada y si quiere probar su inocencia tendrá que superar la prueba del hiero candente. Debieron existir muchas alcahuetas en Teruel ya que, en varias ocasiones en el siglo XV, se da poder a los regidores del concejo para que las puedan acusar judicialmente y así remediar la terrible fama de algunas malas mujeres habitantes en la ciudad de Teruel. Las prostitutas o mondarias en el burdel —etimológicamente limpiadoras— deben llevar la cara descubierta y sólo se tapan el Jueves Santo y Viernes Santo en señal de duelo. Deben estar atractivas, pero sólo en el burdel. Sus vestidos, fuera del burdel, deben manifestar su oficio con el color que contamina: el amarillo. Se tocan con un mantón amarillo con ribete azul o un pañuelo amarillo o una toca azafranada y debajo suelen llevar ropas de tipo oscuro que atraigan y despierten pasiones. La normativa concejil indica que no salgan a practicar su oficio fuera del burdel, pero cuando falta clientela van a buscarla al centro de la ciudad, saliendo de allí sin permiso. Cuando eran encontradas en la ciudad o en cualquier otro lugar de su término se les obligaba a volver y a pagar cierta cantidad de dinero que podía variar en función del tiempo que habían abandonado el burdel o de la mayor o menor distancia del burdel. Esta fue una dura batalla entre el concejo y las prostitutas del burdel de Teruel. El concejo, en el libro de acuerdos del año 1472 insiste en la necesidad de que las prostitutas deberían ser recluidas, teniéndolas bajo super- 33. 34. 35. 36. A. Floriano, «Las efemérides turolenses», Jerónimo Zurita, 2, Zaragoza, 1954, p. 59. Castañé, El Fuero… opus cit., § 386, p. 533. Caruana Gómez, «Una relación inédita de jueces de Teruel», opus cit. p. 265. Castañé, El Fuero de Teruel, párrafo 5559-5562, p. 529. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 193-207 204 ][ VIDAL MUÑOZ GARRIDO Desarrollo espacial del Arrabal de Teruel en la Baja... visión y control, imponiendo la pena de exilio a quien de ellas osara salir de la casa de las fembras públicas y adentrarse en la ciudad dispersándose por la plaza donde habitan las buenas mujeres. Se exige el cumplimiento foral de que para evitar el adulterio el enviar a cualquier mujer que se encuentre a solas con un hombre casado al burdel de la ciudad37. Además se establece como castigo a los padres que vendan a una hija para que abusen de ella la pena de ser azotados hasta la muerte, y lo mismo para los hombres casados que prostituyan a su esposa, lo que debía ser relativamente frecuente38. En 1499, se obliga a las malas mujeres, amigadas y bien deshonestamente fuera de sus maridos y otras que hazen excessos de medianeras, alcahuetas y terceras se vayan al público de las malas mujeres o salgan de la ciudad en un plazo de tres días bajo pena de recibir cien azotes. Un mandato en el que, al no causar efecto, se tuvo que reincidir unos meses más tarde al proclamar el estatuto contra rufianes, vagabundos, malandrines y mujeres públicas, amigadas y amancebadas de Teruel39. En los años de la Inquisición, los autos de fe son espectáculo cotidiano, pero destaca el del 30 de agosto del año 1486, martes, en que se levantan dos cadalsos en la Plaza de Santa María. El cronista de los jueces40 cuenta cómo la ciudad estaba celebrando la feria anual de San Bartolomé y los pobladores de Teruel no acuden al burdel, pues tienen diversión en la ciudad con la ejecución de unos judaizantes. Se habían prohibido los juegos programados, se vedó los juegos y se bandeó41 a ciertas mujeres de mal vivir por parte de los inquisidores, con el apoyo de los jurados del concejo. Las prostitutas, mujeres de mal vivir, salen del burdel buscando el movimiento de gentes por las ejecuciones y las fiestas, acudiendo al centro de la ciudad. Son bandeadas, perseguidas y enviadas a su territorio, al burdel del Arrabal, porque sólo podían realizar su trabajo en la taberna del concejo. Esta acción de los inquisidores es la muestra de las primeras restricciones de las prostitutas cuyo burdel, a pesar del apoyo del concejo, desaparecerá con la Contrarreforma de los años de mitad del siglo XVI en que despunta el férreo control de la prostitución y la creación de ciertas instituciones de beneficencia para recoger a mujeres descarriadas por parte del concejo. 37. Castañé, El Fuero de Teruel, párrafo 5459-5472. 38. Varias referencias sobre el tema en El Fuero de Teruel, § 377-388, pp. 525-533. 39. Cita Concepción Villanueva, «La mujer en el Teruel pleno y bajomedieval: formación, trabajo y cooperación familiar», TORVEL, 15, pp. 17-22. 40. Cf. Relación inédita de los Jueces..., opus cit., pp. 272-273. 41. Se persiguió. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 193-207 Desarrollo espacial del Arrabal de Teruel en la Baja... VIDAL MUÑOZ GARRIDO ][ 205 En el siglo XIII, Teruel, llega a unos 230 vecinos o fuegos —unos 11001200 habitantes— siguiendo las noticias de las listas de los libros de los jueces de Teruel. Es el momento en que el recinto de la villa se empieza a amurallar y el progresivo avance poblacional obliga a la expansión hacia el exterior por lo que se inicia el poblamiento de la zona del Arrabal, por sus inmejorables condiciones de acceso desde el casco amurallado y emplazado en una suave vaguada. Es difícil cuantificar la población de entonces, pero debía ser abundante, pues el 26 de mayo de 1269 el pleno del concejo de Teruel ordenó que nadie pudiera edificar casa en el Arrabal sin autorización especial de dicho concejo y si se edificaba sin autorización serían derribadas, perdiendo sus propietarios las posesiones que allí tuvieran. Orden que ratifica Jaime I para favorecer al casco antiguo de la villa de Teruel. Los datos de la primera mitad del siglo XIV los marca el registro del morabedí de los años 1342-1343 que arroja la cifra de 1537 fuegos —6.500 / 6.600 habitante— afectados por la contribución en Teruel. En este registro, en el Arrabal, se datan 339 fuegos, en torno a 1.500 habitantes. La baja demográfica respecto a la primera mitad del siglo se hace patente en el morabedí42 que ordena en 1384 la reina doña Sibila como beneficiaria de esta lucrativa fuente de ingresos que se termina en 1387. La población fiscal de Teruel es de 930 fuegos (788 cristianos, 54 moros), frente a los 1537 del año 1342. Ahora el morabedí43 cita 120 fuegos para todo el Arrabal: 35 en la Plazuela del Raval y otros 85 en el resto del espacio arrabalero44. Un total de 120 fuegos supone en torno a 500 habitantes. Es un porcentaje cercano al 13% de la población de Teruel, ya que la totalidad aproximada, ahora, de la ciudad es de 4.500-4.600, con lo que el descenso respecto a la primera mitad del siglo se sitúa sobre un 30,7%. También añade 8 fuegos (unas 4045 personas) en el Ravalejo. Para el final del siglo sigue el descenso: con 750 fuegos, quedaría una población en torno a 4000, con lo que la población del Arrabal no llegará a los 500. 42. M. Luisa Ledesma Rubio, El morabedí de Teruel y sus aldeas, 1384-1387, Zaragoza, 1982, pp. 13-42. 43. Ibidem, p. 29. 44. Ibidem, pp. 35-38. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 193-207 206 ][ VIDAL MUÑOZ GARRIDO Desarrollo espacial del Arrabal de Teruel en la Baja... El compartimiento de 1420-1431, que se preocupa del control de los impuestos del concejo de Teruel, reseña 126 asientos45, —490-520 habitantes— para el Arrabal, entre los que se incluyen los pobladores que poseen casas de propiedad eclesiástica, siendo una cifra poblacional en línea con los datos del fin de siglo XIV. FUENTES DOCUMENTALES Y ABREVIATURAS AHN = Archivo Histórico Nacional. AMT = Documentos del Archivo Municipal de Teruel. CGE = Documentos del Archivo del Capítulo General Eclesiástico. Teruel. CGR = Libro Cabreo del Capítulo General de Racioneros de Teruel. Publica Vidal Muñoz Garrido, La ciudad de Teruel de 1347 a 1597, vol. II, Teruel, 2000, pp. 279-358. También se publica en Teruel medieval, Teruel, 2004, del mismo autor, pp. 287-336. Fuero de Teruel. Ediciones: 1) Forum Turolii, publicado por F. Aznar Navarro, en Colección de Documentos para el estudio de la Historia de Aragón, 2, Zaragoza, 1905. 2) Fuero de Teruel, publicado por Max Gorosch, Leges Hispanicae Medii Aevi, Estocolomo, 1950. 3) El Fuero Latino de Teruel, edición preparada y con estudio preliminar y análisis histórico de Jaime Caruana Gómez, Teruel, IET, l974. 4) El Fuero de Teruel: su Historia, Proceso de Formación y Reconstrucción Crítica de sus Fuentes, por Ana María Barrero García, Madrid, IET, 1979. 5) El Fuero de Teruel. Edición crítica con introducción y traducción, de José Castañé Llinás, Teruel, Ayuntamiento, 1989. Listas y Relaciones de los Jueces de Teruel. 1) Jueces de Teruel, publicado por Miguel Vilatela en El Ateneo, 1, Teruel, 1891, pp. 119-221 y 245247. 2) Relación de los Jueces de Teruel, publicado por G. Llabres en Revista de Huesca, 6, Huesca, 1904, pp. 10-28. 3) Los Jueces de Teruel, publicado por Juan Manuel Sánchez en Linajes de Aragón, HuescaZaragoza, 1911. 4) Una Relacion Inédita de Jueces de Teruel, publicada por Jaime Caruana Gomez de Barreda, en Cuadernos de Historia Jerónimo Zurita, 14-15, Zaragoza, 1963, pp. 227-280. 5) La Relacion de Jueces de Teruel del Archivo del Ayuntamiento, por Jaime Caruana 45. Luisa Orera y Guillermo Redondo, «Fuentes para la Historia demográfica y social de Teruel», I Jornadas del estado actual de los Estudios sobre Aragón, Zaragoza, 1979, pp. 274. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 193-207 Desarrollo espacial del Arrabal de Teruel en la Baja... VIDAL MUÑOZ GARRIDO ][ 207 Gómez de Barreda en Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, LXVIII, 2, Madrid, 1960, pp. 383-407. 6) Las Efemerides Turolenses, publicado por Antonio C. Floriano, Cuadernos de Historia Jerónimo Zurita, 2, Zaragoza, 1954. pp. 7-59. 7) Lista de los Jueces de Teruel, publicado por Max Gorosch, Archivo de Filología Aragonesa, XII-XIII, Zaragoza, 1961-62, pp. 323-331. 8) Crónicas de los Jueces de Teruel, publicado por F. López Rajadel, Teruel, Instituto de Estudios Turolenses 1994. Morabedí de Teruel y sus aldeas (1384-1387). Publica María Luisa Ledesma Rubio en Colección de Textos Medievales, 54, Zaragoza, 1982. PN = Protocolo del notario Pedro Navarro (1438-39; 1439-1440). Archivo Diocesano. Teruel. Publica Vidal Muñoz Garrido, La ciudad de Teruel de 1347 a 1597, vol. II, Teruel, 2000, pp. 279-358. También se publica en Teruel medieval, Teruel, 2004 del mismo autor, pp. 287-336. BIBLIOGRAFÍA DE LA VEGA, Carlos y NOVELLA, Ángel, Las calles de Teruel. Evolución de sus nombres entre los siglos XIV y XX, Teruel, IET, 1981. FLORIANO, A., Teruel en el siglo XV. La vida económica y la cuestión monetaria, Madrid, 1926. 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Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 193-207 SAN JUAN DE LA PEÑA, LA MONARQUÍA Y LOS CONFLICTOS BÉLICOS EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII San Juan de la Peña, the Monarchy, and the Armed Conflicts in 17th and the 18th Centuries Natalia JUAN GARCÍA1 Universidad de Zaragoza Resumen El monasterio de San Juan de la Peña está considerado como el origen del Reino de Aragón. Desde los primeros momentos de su existencia, este centro monástico se caracterizó por mantener un estrecho contacto con la monarquía aragonesa durante la Edad Media. Esta buena relación entre ambas partes, monarquía y monasterio, no sólo no se debilitó en Época Moderna sino que se mantuvo e incluso se afianzó tal y como demuestra la documentación consultada que recoge este trabajo. Palabras clave: San Juan de la Peña, reino de Aragón, monarquía, conflictos bélicos, siglo XVII, siglo XVIII. Abstract San Juan de la Peña is considered as the origin of the Kingdom of Aragon. From the very first moments of its existence, this monastic centre was significant for having a very close contact with the Aragonese monarchy during the Middle Ages. This good relationship between both parts, monarchy and monastery, not only didn’t disappear in the Modern Times, but it was mantained and it even grew within the centuries, as the consultated documentation demonstrates which this work embodies. Key words: San Juan de la Peña, kingdom of Aragon, aragonese monarchy, wars, modern times, 17th century, 18th century. 1. Licenciada en Historia del Arte. Profesora del Departamento de Historia del Arte en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Zaragoza. Correo electrónico: [email protected] Fecha de recepción del artículo: 25 de septiembre de 2006. Fecha de aceptación: 22 de noviembre de 2006. Versión final: febrero 2007. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 210 ][ NATALIA JUAN GARCÍA 1. LAS San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... BUENAS RELACIONES DE Y LA MONARQUÍA SAN JUAN DE LA PEÑA El monasterio de San Juan de la Peña, desde prácticamente sus orígenes, tuvo una estrecha relación con la monarquía. Desde que este centro monástico fuera fundado por Sancho el Mayor en el año 1025, el contacto con los diferentes monarcas aragoneses fue, tal y como ha estudiado la Dra. Ana Isabel Lapeña, constante2. Esta investigadora asegura que algunos de los miembros de la monarquía, prueba de las buenas relaciones existentes, solían pasar la Cuaresma entre estos muros y así lo hizo Sancho Ramírez quien, como su padre Ramiro I y su hijo Pedro I, manifestó su deseo de recibir sepultura en el antiguo cenobio como otra muestra del fuerte vínculo que mantenía con San Juan de la Peña. El nexo de unión que surgió entre este centro monástico y los monarcas aragoneses se mantuvo a lo largo de las centurias medievales, cuando se consignan importantes donaciones patrimoniales, dotaciones económicas y concesiones que ayudaron a que el patrimonio de San Juan de la Peña aumentase considerablemente3. Esta relación no sólo no se resintió en Época Moderna sino que se afianzó y se consolidó todavía más4. Así lo demuestra la cuantiosa documentación conservada y las numerosas cartas que se intercambiaron ambas partes. Cuando los monjes necesitaron el apoyo de la Casa Real, ésta siempre les contestó, y lo mismo sucedió a la inversa, cuando los reyes pidieron ayuda a los religiosos, éstos siempre supieron estar a la altura de las circunstancias. Durante los siglos XVII y XVIII se mantuvo esta fluida relación cuyo punto de arranque podríamos establecerlo en la presta ayuda que, tras el incendio de 1675, la monarquía española brindó a los monjes pinatenses. Como se sabe la antigua fundación medieval de San Juan de la Peña, el 24 de febrero de 1675, sufrió un terrible incendio que acabó definitivamente 2. Lapeña Paúl, Ana Isabel, El monasterio de San Juan de la Peña desde sus orígenes hasta 1410, Zaragoza, Caja de Ahorros de la Inmaculada, 1989. 3. Remitimos a toda la bibliografía publicada por Ana Isabel Lapeña Paúl quien realizó la tesis doctoral sobre este conjunto monástico medieval y ha seguido trabajando sobre el mismo tema en numerosas publicaciones. 4. Desde el año 2000 me encuentro realizando la tesis doctoral sobre el monasterio alto de San Juan de la Peña. Una aproximación al tema se puede ver en el Diploma de Estudios Avanzados defendido en 2003 en el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza bajo el título «Historia constructiva del monasterio alto de San Juan de la Peña», inédito. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... NATALIA JUAN GARCÍA ][ 211 con la vida conventual en este emplazamiento5. La comunidad pinatense, considerando que tras este incendio (el tercero que sufría el conjunto) la vida en el monasterio antiguo era ya inviable y teniendo en cuenta el mal estado en el que se encontraban en aquella fecha las distintas dependencias pensó, como mejor solución, en un posible traslado. Los monjes decidieron construir de nuevo su casa en un terreno muy próximo, en la planicie de San Indalecio donde se encontraba la ermita dedicada a esta misma advocación a la que solían acudir frecuentemente. Desde que los monjes tomaron la decisión de construir un nuevo monasterio, su principal preocupación fue encontrar fondos económicos necesarios para emprender la fábrica. Ya en el mismo año 1675, aprovechando que estaba vacante la abadía del monasterio por la muerte de Fray Jerónimo Embid (fallecido el 26 de agosto de 16746), la comunidad deci- Imagen 1. Vista del monasterio alto de San Juan de la Peña en la que se aprecia en la parte de la izquierda la ermita de San Indalecio. Archivo de Fotografía e Imagen del Altoaragón de la Diputación Provincial de Huesca, Francisco de las Heras, B-13, aprox. 1916 5. Aldea, Joaquín, Rasgo breve del heroyco sucesso que dio ocasión para que los dos nobles zaragozanos y amantísimos hermanos, los Santos Voto y Félix fundaran el Real Monasterio de San Juan de la Peña. Descripción métrica de su antigua y nueva casa... Zaragoza, Imprenta de Francisco Montero, (1748). Ed. facsimilar, Zaragoza, Librería General, 1985, pp. 118-119. 6. Archivo de la Corona de Aragón (A.C.A.), Consejo de Aragón, Secretaría de Aragón, leg. n.º 165. Cartas y Memoriales. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 212 ][ NATALIA JUAN GARCÍA San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... dió dejar desocupado este puesto para destinar las rentas que percibía este cargo (que consistían en los diezmos de los pueblos de Biel, Martes, Mianos, El Frago y el fruto de algunas pardinas del monasterio7) en la construcción del conjunto8. Para llegar a esta determinación se reunieron previamente en capítulo en la casa de la administración que los monjes tenían en Santa Cilia (puesto que el monasterio se encontraba inhabitable tras el incendio). Allí, mediante votación de habas blancas (como era acostumbre) eligieron a Fray Miguel Jordán9 para que fuese hasta la Corte de Madrid a solicitar la ayuda de la reina regente Mariana de Austria10 y pidiera permiso para dejar vacante el cargo de abad, con el fin de poder utilizar sus rentas en beneficio de la construcción de la nueva casa. Las gestiones realizadas por este religioso fueron eficaces y sus súplicas fueron atendidas. El 13 de septiembre de 1675 la reina Mariana mandó una carta a la comunidad pinatense declarando lo siguiente; «Habiéndome representado el Doctor Fray Miguel Jordán monje de esse Real Monasterio en vuestro nombre el desconsuelo y sentimiento con que os hallays por el incendio y ruina que padeció essa Real casa y que no teneys medios para 7. Archivo Diocesano de Zaragoza (A.D.Z.), Sala 1, Módulo 12, 4- Cuentas y Obras, San Juan de la Peña 1800-1900. Carta del Gobernador Eclesiástico de Jaca, fechado el 11 de noviembre de 1815. 8. Archivo Histórico Provincial de Huesca (A.H.P.H.), Justicia Eclesiástica, 1325/1. Documento fechado 13 de septiembre de 1675. 9. A.H.P.H., Sección Hacienda 15984/12. Este expediente es la limpieza de sangre del monje Fray Miguel Jordan para certificar su ingreso en el monasterio de San Juan de la Peña en el año 1662 cuando tenía cuarenta años. 10. A.H.P.H., Sección Justicia Eclesiástica 1325/1. Documento fechado el 10 de abril de 1679 y documento fechado el 12 de septiembre de 1689. Archivo de las Monjas Benitas de Jaca (A.M.M.B.J.), Actas del Monasterio 1593-1681, fol. 470v- 471r. «Nominación de monge para Madrid. Señor Fray Bernardo Bescós Prior de Zillas, secretario. A 30 de marzo de 1675 en el palacio de Santa Cilia. Junto capítulo el señor Prior mayor y asistieron a él todos los señores monges de la acta antecedente, propuso sumid esa obligación enviar señor monge a Madrid para dar cuenta a sus Magestades de la quema del Monasterio, y a los señores del supremo consejo de Aragón, llevando cartas de su Alteza el Señor Don Juan de Austria, del Reyno, Consejo, y ciudad de Zaragoza y de otros puestos graves, con los memoriales que estaban prevenidos para que la Reina nuestra regente, ossare de su clemencia como Patrona del asistiendo a la reedificación de San Juan de la Peña con algunas sumas de dineros, y otros arbitrios que se le proponen en ellos [...] del primer escrutinio salió el Doctor Fray Miguel Jordán el igual aceptó este viaje con resignación de obedecer al Monasterio y tomar este trabajo por el que se le dieron las gracias, juntamente con la instrucción de la que avía de pedir y como se havía de portar...». A.M.M.B.J., Cartas reales del monasterio 1508-1777. Documento fechado el 13 de septiembre de 1676. Archivo Histórico Nacional de Madrid (A.H.N.M.), Sección Clero Consejos, Legajo 19304, exp. n.º 2, año 1816. Suspensión de la provisión de la abadía. Documento fechado el 13 de septiembre de 1675. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... NATALIA JUAN GARCÍA ][ 213 reedificarla, suplicándome mande aplicar los que mas fueren de mi Real servicio para este efecto. Y condescendiendo con tal piadossa suplica y deseando se continue siempre con esse venerable Santuario y Real casa el culto con que se ha alabado a Nuestro Señor [...] será muy propio de mi Real Obligación el procurar la restauración de esta ruina y que no padescays la descomodidad presente»11. Para llevar a cabo la reconstrucción del monasterio la reina optó por aprobar la propuesta económica que le había traído Fray Miguel Jordán, esto es, decidió «suspender por agora la provisión de la Abadía que está vacante por muerte de Fray Juan Gerónimo Embid y que se apliquen sus frutos y rentas para la fábrica y assí mismo he mandado que por tiempo de cuatro años no se cobre el subsidio y escusado que paga la Abadía y rentas del Monasterio y Monges. Y haceros merced de seys mil ducados por una vez en expediente beneficiaren por este mi Consejo Supremo de Aragón»12. Esta medida, basada en dejar vacante la abadía y apropiarse de las rentas que percibía este cargo, no supuso para los monjes ninguna novedad. Ellos mismos, sin haber pedido permiso a la Congregación Claustral Tarraconense Caesaragustana, lo venían haciendo desde que había muerto su abad, Fray Jerónimo Embid, el 26 de agosto de 167413, es decir, la comunidad percibió las rentas de la abadía «sin legítima autoridad»14. De hecho nunca cursaron una solicitud llegada al monasterio en enero de 1675 (antes de que se produjera el incendio) en la que Gregorio Antillón pedía ocupar el cargo de abad que se hallaba vacante desde septiembre de 1674, tal y como consta en su carta en la que expresaba lo siguiente «El Doctor Don Pedro Gregorio de Antillón vicario que es actualmente y gobernador del arzobispado de Valencia dice que ha sido colexial mayor en el de Santiago de Huesca y catedrático de decretales en la Universidad. Atento a lo qual suplica a las reales plantas de Vuestra Majestad sea servi- 11. A.M.M.B.J., Libro de Cartas Reales. Documento fechado el 13 de septiembre de 1676. 12. A.M.M.B.J., Libro de Cartas Reales Originales 1551-1777, carta del 13 de septiembre de 1675, s.f. 13. Bozzo Reinald, M., «Obituari de la Congregación Benedictina claustral dels anys 16721749, En un Manuscrito B.C. 23 de Montserrat. El titol a la coberta Llibre de obits de tots los abats monjos y monjes benitos clasutrals de la Congregación Tarraconense Cesaragustana que comença en lo mes de mars 1672. 682 obits de monjos y moges», Catalonia Monástica, I, 1927, p. 102. B.P.H., Libro de Actas de Gestis 1681-1721, fol. 51. Capítulo de 20 de abril de 1688. 14. A.H.P.H., Hacienda, 15981/5. Documento fechado el 23 de febrero de 1689. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 214 ][ NATALIA JUAN GARCÍA San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... da de favorecerle y onrarle por la abadía de San Juan de la Peña del Reyno de Aragón que al presente esta vacante en que recibirá merced»15. De haberse aceptado su propuesta como abad pinatense hubiera cambiado la historia de este monasterio. Lo cierto es que a Mariana de Austria no sólo no le importó esta actuación de los monjes (que siguieran beneficiándose de las rentas de la abadía aunque ya no existiese esta figura), sino que permitió que la abadía siguiera quedando vacante con el fin de que sus beneficios, a partir de ese momento, se empleasen, eso sí, en financiar las obras del nuevo monasterio. La vacante de la abadía de San Juan de la Peña fue prorrogada por los sucesivos monarcas con el permiso de Roma. En 1679 los monjes solicitaron a Carlos II que permitiese esta medida y en abril de ese mismo año el monarca concedió la prórroga hasta el año 1689. Carlos II, en una carta fechada el 10 de abril de 1679 se dirigió a los religiosos para comunicarles que había, «resuelto daros las gracias que merece vuestro zelo, que la aplicación fraudo que la continuaseys con el mismo cuydo pues para que lo podays hazer mexor»16. En un primer momento se pensó que diez años (1679-1689) bastarían para dar por acabadas las obras en el conjunto, pues, «el Señor Obispo supone que con aplicar por 10 años esta Mensa Abacial para la reedificación con lo que los monjes podrán contribuir de lo suyo, se puede concluir el Monasterio»17. Cuando estaba próxima la fecha de cumplirse los diez años, a falta de tres para que esto ocurriera, el 20 de abril de 1686, los monjes solicitaron que les fuese prorrogada de nuevo esta gracia18. Carlos II, antes de conceder la prórroga de la vacante de la abadía, quiso saber cómo se estaban empleando las rentas y en qué estado se encontraban las obras en el nuevo monasterio. La Casa Real solicitó conocer el estado de San Juan de la Peña y para ello actuó como mediador el Duque de Hijar, entonces Virrey de Aragón, quien propuso al erudito oscense Francisco Artiga que hiciera el reconocimiento y descripción del 15. A.C.A., Consejo de Aragón, Secretaría de Aragón, Cartas y Memoriales, leg. n.º 165 y leg. n.º 197. Documento fechado el 5 de enero de 1675 en el que Gregorio Antillón solicita ocupar el cargo de abad en el monasterio alto de San Juan de la Peña. 16. A.M.M.B.J., Carta del 10 de abril de 1679, s.f. 17. A.H.P.H., Hacienda 15091/5. Documento fechado el 23 de febrero de 1689. 18. A.H.P.H., Justicia Eclesiástica, 1325/1. Documento fechado 20 de abril de 1686. A.M.M.B.J., Cartas reales del monasterio 1551-1777, carta n.º 82. Documento fechado 20 de abril de 1686 y carta n.º 83. Documento fechado 20 de abril de 1686. A.H.N.M., Sección Clero Consejos, Legajo 19304, exp. n.º 2, año 1816, Suspensión de la provisión de la abadía. Documento fechado el 18 de julio de 1815 que es copia del documento del 20 de abril de 1686. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... NATALIA JUAN GARCÍA ][ 215 nuevo conjunto conventual19. Francisco de Artiga, acompañado del arcediano del Serrablo Manuel Martínez Bueno, visitó el monasterio alto de San Juan de la Peña en 1686 y realizó una descripción de las obras que se habían acometido hasta ese momento y las que era necesario realizar para acabar el plan previsto. Al parecer este informe no fue lo suficientemente convincente como para que el rey permitiese que el cargo de abad del monasterio quedase nuevamente vacante y sus rentas se destinasen a la financiación de las obras. Por ello, en 1687, los monjes encargaron a otro perito, el arquitecto Pedro Tornés que hiciera una nueva visura y redactase el pertinente informe (otro diferente al de Artiga) sobre el estado en el que se hallaba el conjunto monástico para insistir y convencer a Carlos II sobre la urgente necesidad de invertir dinero en la construcción de esta fábrica20. Finalmente, Carlos II concedió el permiso por el cual volvía a prorrogar esta medida económica durante diez años más21, aunque ésta no pudo hacerse efectiva hasta septiembre de 1689 cuando se consiguió el beneplácito del Papa Inocencio XI22. El largo y complicado proceso para conseguir la autorización del Pontífice se desarrolló de la siguiente manera. El rey Carlos II se sirvió de su agente en Roma, Francisco Bernardo Quirós para que fuese el encargado de acometer las gestiones pertinentes. Sin embargo, Francisco Bernardo Quirós no podía hacerle partícipe al Papa de la concesión de Carlos II porque le faltaban unos papeles (concreta- 19. Francisco de Artiga (1650-1711) era natural de Huesca donde fue Catedrático de la Universidad. A lo largo de su vida desarrolló diferentes oficios como matemático, profesor, arquitecto, pintor, literato o astrónomo y ocupó importantes cargos que le valieron llegar a ser una de las personalidades más destacadas el último tercio del siglo XVII en la provincia de Huesca. Debido a la gran cantidad de oficios desempeñados y a la variedad de los mismos, Artiga llegó a ser una de las personalidades más destacadas el último tercio del siglo XVII en la provincia de Huesca, lo que le valió ser nombrado infanzón. Algunos datos sobre Francisco de Artiga se pueden localizar en; Delgado Casado, Juan, «Disurso de la naturaleza, propiedades, causa y efecto de los cometas», en Signos. Arte y Cultura en Huesca. De Forment a Lastanosa. Siglos XVI-XVII, Huesca, Diputación Provincial de Huesca, Ayuntamiento de Huesca, 1994, p. 378 y Martínez Verón, Jesús, Arquitectos en Aragón. Diccionario Histórico, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2001, volumen I, p. 42. Juan García, Natalia, «Un interesante trabajo del erudito y polifacético Francisco de Artiga: la descripción de la planta del monasterio alto de San Juan de la Peña» en Argensola, Huesca, Instituto de Estudios Altoaragoneses, 2007, n.º 116. 20. A.M.M.B.J., Documento fechado el 29 diciembre de 1686. Copia de la planta y relación de esta nueva erección del monasterio de San Juan de la Peña su sitio, forma y disposición. 21. A.M.M.B.J., Cartas reales del monasterio 1551-1777, carta n.º 82. 22. A.C.A., Consejo de Aragón, Secretaría de Aragón, legajo n.º 178. Cartas y memoriales y A.M.M.B.J., Cartas reales del monasterio 1551-1777, carta n.º 83. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 216 ][ NATALIA JUAN GARCÍA San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... mente se trataba de un documento en el que se otorgaba la concesión dada por el rey en 1679 en la que había actuado como mediador el agente del rey en Roma que, por entonces, era el Marqués del Carpio). Mientras tanto, los monjes pinatenses, intranquilos y a la espera de recibir la confirmación de la prórroga, se dirigieron de nuevo al rey instándole a que hiciera todo lo posible para que el Papa concediese esta medida, señalando que de lo contrario no querían ni imaginar las consecuencias que de esto se podrían derivar23. No fue hasta el 23 de febrero de 1689 cuando los religiosos, viendo el poco tiempo que quedaba para la extinción de la última prórroga (tan sólo un mes), solicitaron por carta a la Congregación Claustral que «hallándose vacante la Abadía, pareció bien no nombrarse Abad, para emplear las rentas de la Mensa Abacial en la rehedificación»24 del monasterio. En esta carta además de solicitar la concesión de esta gracia por otro decenio, notificaron la cantidad que hasta el momento habían gastado durante las obras «4.200 libras aragonesas que son otros tantos escudos romanos, y el mismo convento ha gastado en ese mismo tiempo 2.500 escudos para servicio de la sacristía»25. Pero la Congregación tampoco podía conceder este permiso sin el beneplácito del Papa. Durante el transcurso de este periodo de tiempo aparecieron por fin los documentos que se necesitaban presentar al Pontífice para que diera su aprobación26. De este modo, desde Roma el 15 de mayo de 1689 el Sumo Sacerdote permitió dejar vacante la abadía para poder proseguir las obras del nuevo monasterio de San Juan de la Peña27. 23. A.C.A., Consejo de Aragón, Secretaría de Aragón, legajo n.º 178, Cartas y memoriales, ff.1r-1v. 24. A.H.P.H., Sección hacienda, Desamortización, leg. 15981/5. Informe del Señor Cardenal Duraro al Cardenal Presente de la Congregación del Concilio con fecha 23 de febrero de 1689. 25. A.H.P.H., Sección hacienda, Desamortización, leg. 15981/5. Informe del Señor Cardenal Duraro al Cardenal Presente de la Congregación del Concilio con fecha 23 de febrero de 1689. 26. A.C.A., Consejo de Aragón, Secretaría de Aragón, legajo n.º 185. Cartas y memoriales. 27. A.H.P.H., Sección hacienda, Desamortización, leg. 15982/10, Documento n.º 6. Carta de Jorge Solaya a Don Miguel Pascual Marton con fecha 15 de mayo de 1689 en Roma. Documento n.º 7. Carta de Jorge Solaya al Abad del monasterio alto de San Juan de la Peña con fecha 28 de septiembre de 1689 en Roma. Documento n.º 8. Carta de Jorge Solaya a Don Miguel Pascual Marton con fecha 11 de junio de 1689 en Roma. 27. Documento n.º 9. Carta de Jorge Solaya a Don Miguel Pascual Marton con fecha 11 de junio de 1689 en Roma. Documento n.º 10. Carta a Martín Francisco Clemente con fecha 14 de mayo de 1689 en Roma. Documento n.º 14. Carta de Jorge Solaya al Abad Joseph Plácido de Cabrero con fecha 22 de marzo de 1699 en Roma. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... NATALIA JUAN GARCÍA ][ 217 El 22 de mayo de 168928 el Papa Inocencio XI contestó a la comunidad pinatense la autorización de la suspensión provisional de la abadía. De este modo, el propio Papa anunciaba a la comunidad de monjes que los próximos diez años carecerían de abad29 en beneficio de la reedificación de la fábrica30. La misiva llegó al cenobio pinatense el 8 de julio de 1689. Ese día «recivió el monasterio las cartas de Roma [...] confirmó su vacante de esta abadía por diez años y aprobó los otros diez»31. Cuatro meses más tarde, los monjes recibieron una carta de Carlos II en la que se confirmaba la citada concesión; «...venerados devotos religiosos y amados nuestros. Por lo que se me ha representado por vuestra parte del estado que tiene la reedificación dese Real Monasterio de la ruina que padeció con el incendio y que no a vastado la aplicación que hice de los frutos de la vacante de la Abadía por tiempo de diez años, los cuales están próximos a cumplirse, y que es preciso más caudal para continuarla aunque aveis procurado aplicar de vuestros vestuarios lo posible. Y atendiendo a los motibos que concurren en la continuación de esta fábrica y lo que conviene que se acabe. He resuelto haceros merced prorrogar por otros diez años más los frutos de dicha abadía que han de empezarse a correr desde el día en que se cumplan los de la última concesión»32. La autorización que en 1689 concedió Inocencio XI la prorrogó en 1699 su sucesor Inocencio XII (1691-1700)33. Para ello, se siguió el mismo procedimiento que la vez anterior con lo que el Papa Inocencio XII, después de realizar los pertinentes trámites burocráticos, se dirigió a la comunidad de San Juan de la Peña para comunicarles su consentimiento34. Los 28. A.H.N.M., Sección Clero Consejos, Legajo 19304, exp. n.º 2, año 1816, Suspensión de la provisión de la abadía. Documento fechado el 18 de julio de 1815 que copia el documento del 28 de mayo de 1689. 29. A.H.P.H., H-15981/2. Copias de los dos Breves Pontificios de la confirmación de las vacantes de esta Abadía para la fábrica de 1689 y de 1699. «In eantem causam ad decenium proximum intra quod incontum opus perfeci posse redditus erogasse nuesse...». 30. A.H.P.H., Justicia Eclesiástica, 1325/1. 31. Biblioteca Pública de Huesca (B.P.H.), Libro de Fábrica 1681-1721, fol. 62. Capítulo de 8 de julio de 1689. 32. A.H.P.H., Justicia Eclesiástica, 1325/1. Documento fechado 12 de septiembre de 1689. 33. El sucesor de Inocencio XI (1676-1689) fue Alejandro VIII (1689-1691) pero en su breve papado no tuvo que verse relacionado con el cenobio pinatense sino que lo hizo su sucesor Inocencio XII (1691-1700). 34. A.H.P.H., H-15981/2. Copias de los dos Breves Pontificios de la confirmación de las vacantes de esta Abadía para la fábrica de 1689 y de 1699. A.M.M.B.J., Cartas reales del monasterio 1551-1777, carta n.º 103. Documento del 30 de marzo de 1698. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 218 ][ NATALIA JUAN GARCÍA San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... Imagen 2. Copia de la Bula papal en la que se confirmó la prórroga de la vacante de la abadía de San Juan de la Peña como medida económica para financiar las obras del nuevo monasterio. Expediente 15981/2 de la Sección de Hacienda del Archivo Histórico Provincial de Huesca monjes también en 1699 contaron con la supervisión y aprobación de la Casa Real y del Pontificado de Roma35. En definitiva, el rey Carlos II manifestó así su aprecio por los religiosos de San Juan de la Peña otorgando todas las medidas económicas que éstos les solicitaban, afecto que por otra parte era recíproco. En efecto, a partir de este hecho se fortalece una constante correspondencia entre ambas partes como se manifiesta en diferentes episodios históricos. Una prueba de la estima que le profesaban los monjes de San Juan de la Peña se puso en evidencia en los últimos años de su reinado. Efectivamente, en 1693 la comunidad mostró su aprecio por el rey, apoyándolo para favorecerle en sus luchas en Cataluña contra las tropas francesas, ayuda que los monjes volvieron a prestar cuatro años más tarde con un importante donativo para la ciudad de Barcelona. En junio de 1697, el monarca se dirigió al claustro pinatense para que ayudaran económicamente a la ciu- 35. A.H.P.H., H- 15983/4. San Juan de la Peña. Minuta de los gastos en Roma en la prórroga de la Abadía por 10 años. 1698. En este documento se pueden comprobar las distintas fases por las que pasó la aprobación de prorrogar por otros diez años más la vacante de la abadía. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... NATALIA JUAN GARCÍA ][ 219 dad condal ante el amenazador ataque del ejército francés. En su carta, Carlos II señalaba que; «Considerando el inminente riesgo en que ese haya el principado de Cataluña con la entrada del enemigo y adelantando de su exército hasta la vista de la ciudad de Barcelona teniendo por la parte marítima armada de navíos y galeras y otras muchas embarcaciones que amenazan el sitio y bombardeo de aquella ciudad es preciso [...] procuréis servirme con el mayor numero de gente o dinero que pudiereis previniéndola desde luego que teniendo la promesa para en caso de ser necesario socorrer a Barcelona, esperando de vuestro zelo a mi servicio lo dispondréis con la fineza y puntualidad que pide esta precision y habéis manifestado en las demás ocasiones»36. Los ruegos de Carlos II al monasterio pinatense fueron atendidos y la comunidad respondió y ayudó a su rey37. Los monjes se desvivieron por reunir una importante cuantía económica, hecho que este monarca supo agradecer y así lo hizo cuando les contestó efusivamente por carta dándoles las gracias por el donativo de 100 libras jaquesas. Al poco tiempo la comunidad ayudó otra vez a su rey cuando, de nuevo, llegó una carta al monasterio en la que el monarca pedía su apoyo: «en 10 días del mes de agosto de el año 1697. Recibió este Real Monasterio carta de Nuestro Señor Don Carlos 2 (que Dios guarde) en que pide al Monasterio asistencia de gente y dinero para socorrer a la ciudad de Barcelona, sitiada por el Francés»38. Los monjes, de nuevo, volvieron a socorrer a su rey. 2. LOS PINATENSES Y LA GUERRA DE SUCESIÓN A cambio de estos constantes apoyos económicos, los monjes pudieron disfrutar durante todo el reinado de Carlos II de la vacante de la abadía como medida para sufragar el coste de las obras del nuevo monasterio. Esta fuente de financiación fue interrumpida por la Guerra de Sucesión, que estalló al fallecer quien sería el último de los Austrias. Carlos II, antes de morir el 1 de noviembre de 1700, había dejado por escrito en su testamen- 36. A.M.M.B.J., Cartas reales del monasterio 1551-1777, carta n.º 100. Documento del 26 de junio de 1697. 37. El monasterio entregó al Rey la cantidad solicitada y éste les contestó el 10 de noviembre de 1713 dándoles las gracias por el donativo de 100 libras jaquesas. B.P.H., Libro Actas de Gestis 1681-1721, fol. 290. B.P.H., Libro Actas de Gestis 1681-1721, fol. 147. «En 10 días del mes de agosto de el año 1697. Recibió este Real Monasterio carta de Nuestro Señor Don Carlos 2 (que Dios guarde) en que pide al Monasterio asistencia de gente y dinero para socorrer a la ciudad de Barcelona, sitiada por el Francés». 38. B.P.H., Libro Actas de Gestis 1681-1721, fol. 147. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 220 ][ NATALIA JUAN GARCÍA San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... to, fechado el 2 de octubre de ese mismo año39, que le sucediera Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV. El deseo del difunto monarca no agradó a todos sus súbditos, ya que algunos pensaban que, el candidato más idóneo a ocupar el trono sería el Archiduque Carlos de Austria. Esta circunstancia fue la que desencadenó la Guerra de Sucesión en España. Mientras que la Corona de Castilla apoyó al aspirante francés, la Corona de Aragón defendió la causa del Archiduque Carlos de Austria. A pesar de este panorama general, hubo felipistas en Aragón y austracistas en Castilla. De hecho, en el Reino de Aragón hubo algunas excepciones que decidieron apoyar la causa de Felipe de Anjou entre las que se encontraba parte del alto clero aragonés, como el arzobispo de Zaragoza o el obispo de Barbastro, así como algunos miembros de la nobleza, determinadas villas y ciudades como fue el caso de Jaca, principal reducto borbónico durante la contienda, Fraga, Caspe, Borja o Tarazona y, cómo no, la comunidad de monjes de San Juan de la Peña que se mantuvo fiel a los ideales del que sería Felipe V. Desde el principio del conflicto, el monasterio pinatense apoyó concienzudamente la defensa de la ocupación del trono del Duque de Anjou. Los monjes ayudaron en todo lo que les pidió el candidato francés durante la Guerra de Sucesión. Así, cuando Felipe V rogó a los religiosos que contribuyeran económicamente a su causa, hicieron un gran esfuerzo en destinar sus propias rentas a las tropas felipistas y, más tarde, cuando les solicitó que aportaran soldados, los monjes manifestaron que no tenían un ejército pero que buscarían «allá en Zaragoza los soldados por nuestra parte»40 para ampliar las tropas del futuro rey. La comunidad pinatense se reunió en Capítulo y estableció que entregaría a Felipe V algunos milicianos y 100 reales para el auxilio de Barcelona. Años más tarde el monarca agradeció a los monjes pinatenses su colaboración y entrega con estas palabras «venerados y religiosos y amados el prior y claustro del Real Monasterio de San Juan de la Peña habiendo entendido la cantidad con que voluntariamente me habéis servido para los precisos gastos de la importante expedición del sitio de Barcelona. Me ha parecido daros las gracias de ello y significaros quedo con especial estimación por lo que en esta atenta demostración de vuestro zelo manifestáis la propensión con que os halláis para cuanto es de mi Real servicio lo que tendrá siempre muy presente mi Real gratitud»41. 39. A.M.M.B.J., Cartas reales del monasterio 1551-1777, Cartas del 2 de octubre y del 23 de noviembre de 1700. 40. B.P.H., Libro Actas de Gestis 1681-1721, fol. 147. 41. A.M.M.B.J., Cartas reales del monasterio 1551-1777. Documento fechado el 10 de noviembre de 1713. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... NATALIA JUAN GARCÍA ][ 221 Ya en la proclamación y coronación del nuevo rey, celebrada el 24 de noviembre de 1700 en Madrid, y posteriormente cuando el futuro monarca hizo su entrada pública en la Corte, el 14 de abril de 1701, los religiosos celebraron con enorme gozo las festividades preparadas, tal y como consta en la documentación del capítulo celebrado el 1 de mayo de 1701 en el que se anotó «en consideración de que en todos los Reynos de España y los puestos más principales de ella se avían hecho festivas demostraciones en la aclamación y proclamación, entrada y recibimiento en estos Reynos del serenísimo Señor Duque de Anjou para Rey de las Españas con el nombre de Filipo Quinto y Quarto de Aragón, de cuya aceptación de la sucesión y herencia de esta gran monarquía en conformidad del ultimo testamento y disposición del Rey Nuestro Señor Don Carlos (de gloriosa memoria)»42. Los religiosos pinatenses se enorgullecían de formar parte de los fieles súbditos de Felipe V al señalar «entre vasallos tan buenos, (a Dios gracias) todo este partido de Montaña con su capital en la ciudad de Jacca, [...] para mantenerse en la devida fidelidad hasta el último aliento de sus moradores»43. Cuando se proclamó a Felipe V en Madrid los monjes festejaron «con todas las circunstancias, solemnidades, ceremonias y formalidad acostumbradas»44 la coronación de su rey. Del mismo modo, para la entrada de Felipe V en la villa de Madrid los religiosos pinatenses se reunieron en capítulo para disponer que; «después de la tercia de este mismo dia y antes de comenzar la Missa Conventual se cantasse en acción de gracias el Te Deum Laudamus, lo qual se executó entonándole en la iglesia y continuándolo con solemnísima música de la Capilla en procesión por el claustro implorando últimamente la Divina asistencia para los aciertos en su gobierno y felicidad de la monarquía»45 y compartían así su alegría con el primer rey Borbón que tuvo España. No es extraño que, en estas circunstancias, el rey Felipe V también quisiera demostrar su apoyo a la comunidad pinatense y favorecer económicamente al monasterio de San Juan de la Peña. De hecho, el 18 de junio de 1705 se dirigió por carta desde El Retiro a la comunidad anunciando su deseo de prorrogar la vacante de la abadía, una noticia que se celebró felizmente en San Juan de la Peña. Al igual que sus predecesores Felipe V per- 42. 43. 44. 45. B.P.H., Libro Actas de Gestis 1681-1721, fol. 190. B.P.H., Libro Actas de Gestis 1681-1721, fol. 237. B.P.H., Libro Actas de Gestis 1681-1721, fol. 225. B.P.H., Libro Actas de Gestis 1681-1721, fol. 190. La cursiva es nuestra. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 222 ][ NATALIA JUAN GARCÍA San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... mitió que las rentas que percibía el abad del monasterio se empleasen «en esa obra fiando de vuestro celo y atenciones que concurriréis por vuestra parte al mismo fin con todos los medios que pudiereis para que se restituya a su antiguo ser con la mayor brevedad»46. De esta manera, el primer rey Borbón que tuvo España, concedió al monasterio la dotación económica de más de 4754 reales procedentes de la vacante de la abadía pinatense47. Los pinatenses supieron agradecer esta concesión y por eso cuando el 20 de septiembre de 1705 Felipe V llegó a Zaragoza a jurar los Fueros, la comunidad pinatense se dispuso «ir a dar la bienvenida su Majestad y besar su Real mano»48. Para ello se reunieron los monjes en capítulo y acordaron que fuera Fray Thomás Plácido de Sarassa, prior de Luesia, el encargado de acudir hasta Zaragoza y dar la bienvenida al monarca con estas palabras; «La Comunidad del Real Monasterio de San Juan de la Peña de el Real Patronato de Vuestra Magestad donde tuvo su origen este Reyno y Corona de Aragón y Panteón de los Serenísimos Señores Reyes de Aragón, Gloriosos Ascendientes de Vuestra Majestad por espacio de quatro siglos, me envía a ponerme en su nombre a las Reales Plantas de Vuestra Majestad y ofrecer este obsequio de su fidelidad, el prior y monges quedan continuamente rogando con fervientes oraciones a nuestros Señor por la salud y larga vida de Vuestra Majestad como lo necesita esta monarquía para su mayor grandeza y exaltación»49. De esta manera, queda patente la estrecha relación que había entre la comunidad pinatense y la Casa Real, cuyos miembros pedían frecuentemente a los monjes que rezasen en sus plegarias. Por ello el rey les enviaba peticiones como esta: «he querido encargaros dispongáis hacer luego en ese monasterio y demás iglesias de Vuestra jurisdicción oraciones y rogativas continuas encaminadas»50 a la conservación y mantenimiento de la monarquía. A pesar de las continuas oraciones que rezaban los pinatenses para que el monarca reinara por muchos años, en 1705 empezó a surgir un movimiento rebelde antifelipista en Cataluña que pronto se contagió en Valencia 46. A.M.M.B.J., Cartas reales del monasterio 1551-1777. Documento fechado el 18 de junio de 1705. 47. A.H.N.M., Sección Clero Consejos, Legajo 19304, exp. n.º 2, año 1816, Suspensión de la provisión de la abadía. Documento fechado el 18 de julio de 1815. 48. B.P.H., Libro Actas de Gestis 1681-1721, fol. 197. 49. B.P.H., Libro Actas de Gestis 1681-1721, fol. 197. 50. A.M.M.B.J., Cartas reales del monasterio 1551-1777. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... NATALIA JUAN GARCÍA ][ 223 primero y después en Aragón y que derivó posteriormente en la proclamación del Archiduque Carlos de Austria como rey el 29 de junio de 1706 en Zaragoza. Ante esta circunstancia, los fieles que permanecían en el Reino de Aragón se unieron en la «lealtad de su obligación»51 para proteger a Felipe V. Los monjes manifestaron que se ofrecían a cuanto pudieran contribuir para defender el honor de su rey, aunque advirtieron que de la mejor manera que lo podían hacer era única y sencillamente con sus oraciones. El apoyo que brindó el monasterio al rey fue requerido más tarde, como luego veremos. De hecho, ya entonces los propios religiosos le señalaron que, en un futuro, le pedirían que les devolviese el favor «no dudando que en las urgencias que ahora amargan, y estrechasen después a este Real Monasterio logrará en Vuestra Majestad todo el auxilio que necesitasse»52. Favor con favor se paga, ya que si en la mente de Felipe V estaba el poder reinar tranquilamente, en la cabeza de los pinatenses lo que primaba (en aquella fecha) era que se pudiesen acabar las obras del nuevo monasterio que desde que se empezaran en 1676 todavía no se habían podido concluir. En julio de 1706 surgió el rumor de que algunos partidarios del Archiduque Carlos de Austria merodeaban por las montañas jacetanas. El monasterio de San Juan de la Peña corría pues el riesgo de ser atacado por sus tropas. De hecho, el día 15 de julio «algunas compañías de miqueletes subían por esta montaña, esparciendo voces de que avían de saquear y abrasar este monasterio por la fama de tan fiel a su Majestad y por la que tiene de estar rico» pero también, muy especialmente, por su descarado manifiesto apoyo a Felipe V. En estos momentos de tensión, la comunidad pinatense vio en peligro no sólo la fábrica del monasterio sino también sus propias vidas y por ello pidieron ayuda a la ciudad de Jaca que ofreció parte de sus municiones para la defensa de los temerosos religiosos. Entre las armas que la ciudad de Jaca prestó al monasterio se encontraban «doze mosquetes con otras tantas horquillas y flacos, y asimismo hasta 30 libras de pólvora, 18 libras de plomo en balas y 3 de mecha», poniendo de manifiesto la gravedad de la situación. En el Libro Actas de Gestis conservado en el Fondo Antiguo de la Biblioteca Pública de Huesca este episodio se recogió de la siguiente manera; «...atendiendo la Ciudad al resguardo de este monasterio dispuso luego alguna gente, para enviarla aquí en casso de ser necesaria que despachan- 51. B.P.H., Libro Actas de Gestis 1681-1721, fol. 237. 52. B.P.H., Libro Actas de Gestis 1681-1721, fol. 238. Las cinco notas entrecomilladas que siguen han sido extraídas de esta misma referencia documental. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 224 ][ NATALIA JUAN GARCÍA San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... do con la misma brevedad el expresso, embió luego dos Síndicos inmediatamente, que arribaron al monasterio muy de noche del día 16 [...] azia la seguridad y defensa de esta Real Cassa, lo qual se executó el día siguiente 17 [...] después de aver cumplimentado a los embiados y dado las gracias por tan fina demostración de la ciudad, determinaron todos que por ahora, pues no aparecían aún los miqueletes, alargase la ciudad las armas y municiones que pudiesse para que con las pocas que avia en la cassa y la ayuda de algunos de los lugares circunvecinos se pussiese esto en paraje de defensa por si algunas milicias desrregaladas y sin cabos viniesen a insultar al monasterio». El 15 de julio de 1706, cuando los monjes pinatenses iban a ser atacados por demostrar abiertamente su defensa a Felipe V, el síndico jaques envió armas para socorrer a los religiosos. En efecto, la ciudad de Jaca no sólo prestó munición sino que también envió a personas para la defensa de San Juan de la Peña y además para mayor seguridad, se pensó que parte de la plata que tenía el monasterio se trasladase al Castillo de San Pedro de Jaca. El 19 de julio de 1706, los monjes decidieron guardar sus reliquias en la ciudadela jaquesa, las cuales, años más tarde (el 19 de junio de 1714), fueron devueltas al monasterio. En el capítulo del 20 de julio de 1706 se señaló que, en el mismo acto que se hacía entrega de la plata pinatense a la ciudad de Jaca se firmara que éstas serían restituidas «siempre que el monasterio gustase». En cualquier caso, se dispuso que las alajas de plata y; «todo lo que tuviese de precioso y de valor se conduxesse muy desde luego a la Ciudad o Castillo, donde se juzgara mayor seguridad; pareció que se avía ocultado la plata en puesto al parecer muy seguro con lo más precioso, se llevasen algunas piezas [...] para que corriendo la voz, se quitasse un grande motivo de ser insultada esta Real Cassa» puesto que los monjes sentían verdadero miedo. Al año siguiente, en 1707, la situación se invirtió, pues fue Jaca la asaltada53. En esta ocasión los religiosos pinatenses prestaron toda la ayuda que estaba en sus manos a la ciudad como demostración de la «buena correspondencia observada entre ambos puestos»54. Tras la victoria de Felipe de Anjou en el castillo de Almansa en 1707, la guerra pudo considerarse como ganada y el 29 de junio de aquel año, el primer Borbón de 53. A.M.M.B.J., Recopilación de documentos originales 1508-1777, Carta del 14 de agosto de 1707. 54. B.P.H., Libro Actas de Gestis 1681-1721, fol. 238. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... NATALIA JUAN GARCÍA ][ 225 España, en represalia contra la actitud predominante en nuestra región en la que primó la defensa al trono del Archiduque Carlos de Austria, eliminó parte de las leyes e instituciones más representativas de la antigua Corona de Aragón. Los monjes, que se habían mantenido fieles desde un primer momento a los ideales de Felipe V, quisieron aprovechar la coyuntura y solicitaron una nueva ayuda económica a la Casa Real justificándola con el apoyo que habían mostrado durante el conflicto a la sucesión de la Corona. Para ello, el diciembre de 1707 se pensó que en vez de escribir al rey sería más conveniente, o por lo menos más efectivo, que Fray Francisco Antonio López se personase ante la Casa Real como ya se había hecho en otras ocasiones55. El rey frente a esta nueva solicitud de los religiosos les remitió una carta el 22 de marzo de 1708 en el que señalaba; «Atendiendo a la antigüedad, esplendor y lustre del Real Monasterio de San Juan de la Peña, en el mi Reino de Aragón, que sucesivamente ha sido honrado y favorecido de mis gloriosos predecesores; y que en las turbaciones pasadas de dicho reino han acreditado sus monjes el particular celo, amor y fidelidad a mi Real persona, acudiendo a la ciudad de Jaca y su Castillo con las asistencias que cupieron en su posibilidad; y atendiendo también a que, después de recuperado aquél reino, sirvió dicho monasterio con doscientos y veinte y cinco doblones de donativo voluntario, sin otros muchos gastos que ha tenido en la manutención de diversas tropas, he resuelto, a consulta de el mi Consejo de la Cámara, de tres de él próximo pasado mes de abril, confirmar a dicho Real Monasterio todos los privilegios»56. Felipe V, en el año 1708 concedió a San Juan de la Peña un privilegio por el buen comportamiento y la disponibilidad con la que los monjes habían apoyado su causa como Duque de Anjou y pretendiente al trono español durante la Guerra de Sucesión. Otro gesto que manifiesta la clara devoción que tenían los monjes hacia la figura del rey Felipe V queda patente en la visita que el monarca hizo acompañado de su familia a la ciudad de Zaragoza en febrero de 1711. En esta visita «todos los puestos de este Reyno les hacían [al rey, a su esposa y a su hijo] el cumplido del besamanos»57, para lo cual la comunidad pinatense dispuso también que se desplazasen dos monjes (Fray Thomas Plácido de Sarassa y Fray Baltasar Domper) hasta Zaragoza a recibir al monarca y su familia. 55. B.P.H., Libro Actas de Gestis 1681-1721, fol. 248. 56. Arco y Garay, Ricardo del, «Noticias del Monasterio Moderno de San Juan de la Peña», Argensola, número 6, 1951, pp.178-181, esp., p. 180. 57. B.P.H., Libro Actas de Gestis 1681-1721, fol. 270. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 226 ][ NATALIA JUAN GARCÍA San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... La concesión de la vacante de la abadía otorgada por Felipe V en 1705 estaba prevista para catorce años, es decir, hasta 1719, periodo durante el cual los monjes, supuestamente, no tendrían abad y las rentas de este cargo irían destinadas a la construcción del nuevo monasterio58. Sin embargo, el 17 de enero de 1716 Felipe V nombró abad en San Juan de la Peña a Fray Thomas Plácido de Sarassa, «prior de Luesia, y monge de ella, natural de la villa de Ayerbe»59. A partir de 1716, la comunidad contó con menos recursos económicos con los que poder sufragar el coste de las obras. Sin embargo, Felipe V no olvidó a sus monjes pinatenses cuyo afecto demostró una vez en 1738. En esa fecha el Rey hizo a gracia a San Juan de la Peña de dos títulos nobiliarios «uno de Castilla, y otro Aragón, para beneficiarlo y convertir su producto en la fábrica del Panteón de treinta y dos cuerpos reales y en otras obras que necesite aquella Real Cassa»60 para que con los beneficios de su venta pudieran sufragar las obras del nuevo monasterio61. Fray Thomas Plácido de Sarassa fue quien ocupó la abadía desde 1716 hasta que falleció en el monasterio el 14 de agosto de 172662. Parece ser que ya desde un tiempo antes, previo al fallecimiento de Fray Thomas Plácido de Sarassa (que quizá tuvo que dejar el cargo debido a su avanzada edad ya no se encontraba en planas facultades para poder hacer- Imagen 3. Vista del monasterio alto de San Juan de la Peña según grabado de Bernardo Bordas, de 1724 que se incluye en el libro de Fray Joaquín Aldea publicado en 1748 58. En estos años y debido al apoyo prestado a la causa de Felipe V durante la Guerra de Sucesión, los monjes gozaron del apoyo económico de la Casa Real. A pesar de que la mayor parte de los territorios de la Corona de Aragón apoyaban al archiduque Carlos de Austria, la ciudad de Jaca y el monasterio pinatense (entre otros aragoneses) decidieron estar del lado del Duque de Anjou. 59. B.P.H., Libro de Fábrica 1681-1721, fol. 316 r. 60. A.H.P.H., H- 15982/14. Carta con fecha 9 de agosto de 1761. 61. Aldea, Joaquín, op. cit., p. 145. 62. Bozzo Reinald, M., op. cit., p. 118. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... NATALIA JUAN GARCÍA ][ 227 se cargo del monasterio), había ocupado la abadía Fray Melchor Tamón y Valdés (posiblemente en 1725) que estuvo en el cargo hasta 1745. La reciprocidad de los monjes pinatenses con los Borbones se demuestra en la fluida correspondencia enviada a Fernando VI (1746-1759) quien también concedió la misma medida económica por un periodo de catorce años. Esta aprobación debía hacerse efectiva en el mes de noviembre de aquel año de 1745 hasta 1759, precisamente el periodo en el que se prolongó el reinado de este monarca, quien prorrogó la pensión que años antes había concedido su padre al monasterio. La concesión de Fernando VI fue redactada el 24 de septiembre de 1746 y en ella manifestaba que «...el rey mi Señor y mi padre (que de Santa Gloria aya) fue servido señalar, por el tiempo de catorce años sobre los frutos y rentas de esa abadía a favor de vuestro y de vuestros sucesores en vuestro oficio, para que su producto se empleé en la Obra del Panteón a donde sean de trasladar los treinta y dos cuerpos»63. Sin embargo, Fernando VI incumplió lo prometido y en el año 1749 nombró abad a Fray Bernardo Echevez que lo fue hasta su muerte acontecida el 6 de noviembre de 175964. El afecto de los pinatenses a la monarquía española se mantuvo con Carlos III a quien fueron a dar la bienvenida en 1759 en Zaragoza en la persona de Fray Marcos Benito Vico Abadía, monje elegido para esta ocasión65. También este monarca, Carlos III, «deseoso de que la obra llegase a su perfección»66 permitió esta medida y prorrogó por catorce años la vacante de la abadía. Aunque, nuevamente no cumplió su compromiso ya que la abadía pronto fue ocupada por Fray Isidoro Rubio67 durante el periodo 1761-1778 y por Fray Manuel de Bernués y Chueca durante 1778-1792. Conocido es el apoyo que Carlos III proporcionó a los monjes de San Juan de la Peña para que pudieran reconstruir el monumento que guardaba las sepulturas de los primeros monarcas aragoneses. De 63. A.H.P.H., H- 15982/14. Carta con fecha del 24 de septiembre de 1746. 64. A.H.P.H., Libro de Fábrica del Real Monasterio de San Juan de la Peña 1745-1795, fol. 130, fol. 154 y fol. 162. 65. A.M.M.B.J., Recopilación de documentos originales 1508-1777, Documento de 21 noviembre de 1759. 66. A.H.N.M., Sección Clero Consejos, Legajo 19304, exp. n.º 2, año 1816, Suspensión de la provisión de la abadía. Documento fechado el 18 de julio de 1815. 67. A.H.P.H., Libro de Fábrica del Real Monasterio de San Juan de la Peña 1745-1795, fol. 163. A.H.P.H., H- 15983/3, fol.164. «La abadía vacó por muerte del Muy Ilustre Señor Echevez en 6 de Nobiembre de 59. Pasó en Roma Su Santidad A favor del Muy Ilustre Señor Rubio, la Gracia de ella a 25 de mayo de 61. Tomó posesión. Mediado Septiembre del mismo año». STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 228 ][ NATALIA JUAN GARCÍA San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... hecho, la mayoría de las rentas percibidas por el beneplácito de Carlos III fueron destinadas a la construcción del Panteón Real, el cual en ese momento se pensaba construir en la iglesia del nuevo monasterio y no en el viejo cenobio como al final acabó ocurriendo. Existe una cuantiosa documentación epistolar en la que el monarca manifiesta su deseo de colaborar económicamente con las obras del nuevo Panteón Real. La primera de estas misivas data del 9 de agosto de 1761 y en ella Carlos III se dirigió por escrito al monasterio de San Juan de la Peña para manifestar su deseo de colaborar económicamente con las obras del nuevo Panteón Real. Suponemos que esta carta sería la contestación de una previa que había sido mandada por Isidoro Rubio. La misiva del monarca comunicaba a los monjes que, ya que su padre Felipe V (mediante una carta fechada el 22 de noviembre de 1746) había entregado al monasterio una pensión de «ciento quarenta y ocho ducados de oro de cámara y diez y seis dineros moneda romana»68 e incluso había concedido al monasterio dos títulos nobiliarios y viendo que su hermano, Fernando VI, por medio de una Real Cédula del 24 de septiembre de 1747, se había dignado continuar dicha cantidad, él mismo manifestaba su deseo de sumarse a la tradición de sus antepasados prorrogando la citada pensión durante otros catorce años, con el fin de que se acometiesen las obras de reforma del Panteón Real69. Esta misiva ha de considerarse como la primera de una serie de cartas entre ambas partes. Desde 1761 se consignan numerosos documentos entre el abad pinatense Fray Isidoro Rubio y Carlos III relacionados con la construcción del nuevo Panteón Real. La primera de ellas se data a mediados de septiembre de 1761 Carlos III se interesó en conocer de nuevo cómo estaban discurriendo las obras en San Juan de la Peña. El monarca se dirigió por carta para manifestar su deseo de que fuese el Panteón Real la construcción prioritaria a la que se debía atender los monjes y no así la terminación de las obras del nuevo monasterio70. Justo antes de que empezasen los primeros trabajos en 1766, el abad escribió una carta fechada el 5 de junio de ese mismo año, en la que se refería a varias cuestiones sobre el Panteón. Esta carta escrita por el abad pina- 68. A.H.P.H., Sección Hacienda, Desamortización, H-15982/14. Documento fechado el 9 de agosto de 1761. 69. A.H.P.H., H- 15982/14.Carta con fecha 9 de agosto de 1761. A este respecto el monarca dijo que era su deseo el prorrogar por otros catorce años «la referida pensión para que su producto se aplique a la expresada obra del Panteón». 70. A.H.P.H., H- 15982/14. Carta con fecha 9 de agosto de 1761. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... NATALIA JUAN GARCÍA ][ 229 Imagen 4. Dos vistas del Panteón Real de San Juan de la Peña, a la izquierda el medallón con el retrato de Carlos III (aunque en un primer momento iba a ser una escultura ecuestre) y a la derecha el altar del mausoleo tense Fray Isidoro Rubio contestaba a una remitida anteriormente por la Casa Real en la que se preguntaba al abad por tres cuestiones muy concretas. La primera de ellas era que si a la comunidad de monjes parecía «útil o perjudicial las traslación de los huesos y cenizas»71 al monasterio alto donde se barajaba la posibilidad de construirlo. En segundo lugar se preguntaba si ciertamente, en el monasterio bajo, había suficiente espacio para albergar la nueva obra en caso de que se decidiera no trasladar los cuerpos (puesto que esta idea aún no se tenía clara). En tercer, y último, lugar se preguntaba por los fondos económicos con los que contaba la comunidad para emprender esta obra. En la carta de contestación emitida por Isidoro Rubio a la Casa Real, además de responder a cada una de estas cuestiones adjuntaba un diseño de cómo era el espacio así como un plan para ubicar la nueva obra. En efecto, la carta redactada por Isidoro incluía no sólo una breve explicación sobre la ubicación del monasterio, la disposición de la iglesia y especialmente de la sacristía (por ser allí el espacio en el que estaban enterrados los cuerpos reales) sino que se adjuntaba un 71. B.N.M., Manuscrito 13.235, fol. 31 r. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 230 ][ NATALIA JUAN GARCÍA San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos... diseño sobre el que realizaba continuas alusiones en su texto que concluyó con esta frase «con esta breve pintura se podrán percivir mejor los diseños que acompañaban a ésta»72 misiva. Las buenas relaciones de la monarquía española con los monjes pinatenses se mantuvieron también durante el reinado de Carlos IV (17891808) periodo en el que la vida continuó sin apenas sobresaltos y con la tranquilidad que el transcurso de las obras del nuevo monasterio permitían a aquellos monjes. Esta serenidad se vio alterada con la Guerra de la Independencia (1808-1814) que supuso, entre otras muchas consecuencias, una escisión en la vida religiosa de la comunidad pinatense. Los avatares que sufrió el monasterio como consecuencia directa de la contienda bélica no van a ser tratados aquí sino que serán tema de otro estudio73. 72. B.N.M., Manuscrito 13.235, fol. 31 v. 73. Juan García, Natalia, «La reconstrucción del monasterio nuevo de San Juan de la Peña (Huesca) tras los desastres sufridos durante la Guerra de la Independencia (1808-1814)», en La Multiculturalidad en las Artes y en la Arquitectura, Las Palmas de Gran Canarias, 2006, tomo 1, pp. 733-740. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 209-230 UNA APROXIMACIÓN AL ESTUDIO ICONOGRÁFICO DE SAN SEBASTIÁN In Regard to the Iconography of Saint Sebastian: An Approach Joaquina LANZUELA HERNÁNDEZ1 Universidad de Zaragoza Resumen Pretendemos realizar aquí una primera aproximación que nos permita una mejor comprensión, unas veces, un descubrimiento, otras, de la iconografía de San Sebastián, al mismo tiempo que deseamos manifestar nuestra voluntad de querer continuar nuestras investigaciones sobre el conocimiento de un arte que se presenta como un medio de expresión a través del cual el artista plasma el sentimiento religioso, la profundidad del alma popular europea. Por otro lado, y partiendo de un estudio sobre la iconografía de San Sebastián dentro de un amplio contexto europeo, pretendemos sentar las bases que nos permitan descubrir y a su vez comprender mejor la iconografía de este santo militar, patrón de la localidad de Cella. Palabras clave: San Sebastián, iconografía medieval, iconografía moderna, hagiografía, Cella, Aragón. Abstract The aim of this paper is giving a first approach that provides us with a better comprehension sometimes, a discovery some others, about Saint Sebastian’s iconography. Also, this paper will show a continuum in our research about the knowledge of au art presented as a mean of expression through which the artist develops a religious feeling, an inner feeling in the popular European soul. On the other hand inside the wide European context, this paper try to selttle the basis to discover and understand better the iconography of this military saint, the patron of Cella. Key words: Saint Sebastian, medieval iconography, modern iconography, hagiography, Cella, Aragon. 1. Departamento de Filología Francesa, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Zaragoza. Correo electrónico: [email protected] Fecha de recepción del artículo: 7 de noviembre de 2006. Fecha de aceptación: 29 de noviembre de 2006. Versión final: enero de 2007. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 232 ][ JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ Una aproximación al estudio iconográfico... 1. INTRODUCCIÓN No es nuestra intención, en las páginas siguientes dedicadas al análisis de la iconografía de San Sebastián, presentar la totalidad de las representaciones artísticas de dicho mártir, trabajo que, por otro lado, sería imposible realizar, debido a las numerosas obras que, desde época muy temprana hasta nuestros días, han sido realizadas por artistas de procedencia muy diversa. Las obras aquí seleccionadas no se limitan a un área geográfica determinada, tal y como sería de esperar por muchos de nuestros lectores que desearían ver aquí únicamente un estudio de las obras vinculadas a nuestra localidad, en número suficientemente elevado para realizar un amplio análisis de las mismas. Ahora bien, dichas obras, centradas en el martirio del santo, incluso si éste se halla acompañado por otros santos, no presentan la variedad necesaria que permita reflejar la tendencia evolutiva de dicha iconografía a lo largo de los siglos. Las representaciones artísticas de San Sebastián no conocen fronteras, tal ha sido la enorme popularidad y difusión que ha conocido en toda Europa este santo popular. Así pues, sin un orden cronológico riguroso, pero dentro de un amplio contexto europeo, ofrecemos aquí una relación de un grupo reducido de obras, que en ciertas ocasiones no son las más representativas ni han salido de la mano de artistas de renombre internacional. Las obras a las que nos referimos son a veces poco conocidas, pero en todo momento nos sirven de punto de partida y de referencia a las investigaciones que sobre nuestro santo patrón San Sebastián pretendemos realizar. Estas poseen pues un doble objetivo: ampliar, dentro de un contexto europeo, el horizonte de conocimiento de un arte que se manifiesta como testimonio y expresión del sentimiento religioso, así como, y en segundo lugar, poder comprender mejor y profundizar de este modo en el sentimiento de unos hombres y artistas vinculados a Cella que han venerado y representado este popular e insigne santo. 2. EDAD MEDIA Es precisamente en Roma, ciudad donde fue martirizado San Sebastián, donde hallamos las primeras representaciones iconográficas del santo que han llegado hasta nosotros. Citemos, en el siglo V, el fresco de la cripta de Santa Cecilia en la catacumba de Calixto, San Sebastián aparece aquí junto a otros santos togados; así como, en el siglo VII, el mosaico dedicado al mismo en la iglesia de San Pedro Advíncula de Roma, donde se halla representado STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 Una aproximación al estudio iconográfico... JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ ][ 233 como una persona de edad, con barba y pelo blancos y vestido con túnica, sosteniendo con su mano derecha una corona. La inscripción latina de SCS Sebastianus permite su identificación. El hecho notable de que diversos mosaicos y frescos pertenecientes a lugares diferentes de Italia, reproduzcan una imagen idéntica, lleva a Jacques Darriulat a precisar lo siguiente: La suite est monotone, et reproduit pendant plus de huit siècles l’effigie hiératique et impersonnelle du martyr: âgé, barbu, vénérable puisque vénéré, comme l’indique son nom dérivé du grec (sebastos), en position frontale, la couronne, imposante —et non la palme, plus allusive— du martyre à la main. Seul l’identifie le nom qui s’écrit en lettres capitales sous l’image. La continuación es monótona y reproduce durante más de ocho siglos la efigie hierática e impersonal del mártir: de edad, barbudo, venerable puesto que venerado, como lo indica su nombre derivado del griego (sebastos), en posición frontal, la corona, imponente —y no la palma, más alusiva— del martirio en la mano. Sólo lo identifica el nombre que se escribe con mayúsculas bajo la imagen2. La justificación a este tipo de representación la hallamos en Louis Réau, el cual relata lo siguiente: «El tipo anciano y barbudo prevaleció hasta el siglo XV, y está justificado por la leyenda que hizo de san Sebastián un capitán de la guardia del emperador»3. En el otro extremo de la Edad Media, en España, los retablos dedicados a la Coronación —antes de la Purificación— del siglo XV y al Eccehomo de finales del siglo XV o principios del siglo XVI, ambos en la catedral de Teruel, son el resultado de las transformaciones habidas a lo largo de los siglos y que representan a San Sebastián vestido de formas variadas, rejuvenecido, sosteniendo el atributo de la flecha y más excepcionalmente del arco. En la predela del Retablo de la Coronación se halla representado San Sebastián junto a otros santos mártires. Se trata, según la crítica que pretende justificar la presencia de los mismos en dicho retablo, de «devociones particulares»4. Todos ellos aparecen en busto de tres cuartos, lo que permite, como imágenes de devoción que son, una mayor proximidad hacia el espectador. Con aureola y con la palma del martirio como corresponde a su condición, vestidos como nobles, adornados a veces con bro2. Darriulat, Jacques: Sébastien le Renaissant. París, Lagune, 1999, en Lire, fr. Extraits, diciembre 1999/ enero 2000, p. 1. (La traducción es nuestra). 3. Réau, Louis: Iconografía del arte cristiano. Iconografía de los santos P-Z. Tomo 2/vol. 5. Trad. Daniel Alcoba. Barcelona, Ediciones del Serbal, 2002, 2ª ed., p. 196. 4. Sebastián, Santiago: Iconografía e iconología en el arte de Aragón. Zaragoza, ed. Guara, 1980, p. 23. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 234 ][ JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ Una aproximación al estudio iconográfico... che de piedras preciosas llegan incluso a poseer rostros semejantes, careciendo por lo tanto de la individualidad expresiva que sería de esperar. Sin embargo, cada uno de ellos muestra el instrumento martirial que les caracteriza y deferencia entre sí: Santa Catalina y su rueda, San Lorenzo y su parrilla, San Sebastián y la flecha en la mano, Santa Bárbara y su torre. La crítica precisa con respecto a San Sebastián: Su iconografía es muy variada pero en España se le suele representar vestido como un soldado. Sin embargo el San Sebastián de nuestro retablo viste con túnica de terciopelo rojo. No se señala aquí su condición de soldado sino la de hombre noble y destacado. En las manos, la palma y la flecha, simbólicas de su martirio5. San Sebastián. Retablo de la Coronación. Catedral de Teruel. Foto: César Escriche Menos frecuentes, aunque no por eso abundantes, son las imágenes de San Sebastián con el atributo del arco. Un ejemplo de ello, lo vemos en el Retablo del Eccehomo de la misma catedral. El retablo está formado por la figura central de un Cristo cargado con la cruz y acompañado por dos mujeres, la una lo mira con devoción, la otra sostiene en su mano izquierda 5. Mezquita Mesa, M.ª Teresa, « El retablo de la Coronación (Catedral de Teruel)», en Teruel, 67. Teruel, Instituto de Estudios Turolenses, enero-junio, 1982, pp. 73-118, p. 112. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 Una aproximación al estudio iconográfico... JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ ][ 235 los tres clavos martiriales6. Pero es en el frontal de dicho retablo donde el santo, de cuerpo entero, aparece llevando en la mano izquierda una flecha y en la derecha un arco. Sin duda, la presencia de la espada que sobresale por debajo de su amplio manto rojo, alude a su condición de soldado. Una vez más, las observaciones realizadas por Louis Réau pueden ser válidas para aplicarlas al caso que aquí nos ocupa. Éste precisa, refiriéndose a «la escuela española que casi siempre representa a san Sebastián vestido» que «en vez de atribuirle un traje militar o una armadura —lo cual, tratándose de un centurión romano sería lógico— los pintores españoles lo disfrazaron de doncel equiparado para la caza, con arco y flechas en la mano»7. Otro ejemplo, cuya imagen pictórica reproducimos aquí, posee las características anteriormente citadas: rostro rejuvenecido del santo, vestido, con el atributo de la flecha —que en este caso son tres a semejanza de los tres clavos de la Pasión Redentora de Cristo— sin olvidar la espada del San Sebastián. Villar del Cobo, Teruel. Foto Raúl Ibáñez 6. Sebastián, Santiago y Solaz, Ángel: Teruel monumental. Teruel, Instituto de Estudios Turolenses, 1969, p. 108. 7. Réau, L.: Op. cit., pp. 196-7. Véase igualmente, Duchet-Suchaux, Gaston y Pastoureau, Michel: La bible et les saints. Guide iconographique. París, Flammarion, 1990 y 1994, p. 310. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 236 ][ JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ Una aproximación al estudio iconográfico... que fue centurión en tiempos de Diocleciano y que adquiere aquí grandes dimensiones. El fondo dorado sobre el que se destaca la imagen de San Sebastián guarda relación estrecha con el «gótico internacional». Como dice Santiago Sebastián, refiriéndose a la iglesia de los Santos Justo y Pastor de Villar del Cobo (Teruel), lugar en el que se halla depositada esta bella y singular imagen: «Hay tablas del gótico internacional con las figuras de San Sebastián y el Calvario, San Jorge y San Blas, del XV»8. Es igualmente en la Edad Media, cuando aparece un nuevo tipo de representación iconográfica que adquirió una gran difusión y popularidad en siglos posteriores, llegando, después de un tiempo de coexistencia con la imagen rejuvenecida del santo ataviado al estilo de la época, a reemplazar dicha imagen por la de un San Sebastián desnudo y acribillado a flechazos. A este nuevo tipo de representación se refieren Duchet–Suchaux y Pastoureau cuando dicen: «Dès le XIIIème siècle, apparaît un second type juvénile, qui triomphe au XVème siècle. En Occident, les artistes se plaisent à detailler ce beau jeune homme nu criblé de flèches»9. (Desde el siglo XIII, aparece un segundo tipo juvenil, que triunfa en el siglo XV. En Occidente, los artistas se complacen en presentar con todo detalle este hermoso joven desnudo, acribillado a flechazos.) Sin embargo, la crítica no parece estar de acuerdo en lo referente a la aparición cronológica de este nuevo tipo iconográfico que pone en escena el martirio de San Sebastián. Jacques Darriulat, en una cita que reproducimos a continuación, al exponer las incógnitas suscitadas en torno a dicha aparición y considerable difusión del mismo, retrasa su aparición a finales del siglo XIV, así pues: Avant la fin du XIVe siècle, Sébastien n’est jamais représenté nu. Depuis le Quattrocento en revanche, l’image du jeune homme supplicié par les archers résume à elle seule toute l’histoire de Sébastien. Sa brusque apparition, dès la fin du XIV siècle, et surtout son extraordinaire diffusion depuis le milieu du XVe siècle, demeurent énigmatiques. La génération de ce corps offert à la cruauté des archers n’est pourtant spontanée qu’en apparence. Il ne saurait être l’enfant du hasard, et son entrée en scène répond à des raisons qu’on ne pénètre pas10. Antes de finales del siglo XIV, San Sebastián no ha sido representado nunca desnudo. Después del Cuatrocento por el contrario, la imagen del joven ajusti- 8. Sebastián, S y otros: Inventario artístico de Teruel y su provincia. Servicio de publicaciones del Ministerio de Educación y Ciencia, 1974, p. 484. 9. Duchet-Suchaux, G. y Pastoureau, M.: Op. cit., p. 310. 10. Darriulat, J.: Op. cit. (La traducción es nuestra). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 Una aproximación al estudio iconográfico... JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ ][ 237 ciado por los arqueros resume por sí sola toda la historia de San Sebastián. Su brusca aparición, desde finales del siglo XIV, y sobre todo su extraordinaria difusión desde mediados del siglo XV, permanecen enigmáticas. La reproducción de este cuerpo expuesto a la crueldad de los arqueros no es por consiguiente espontánea más que en apariencia. No podría ser fruto del azar, y su entrada en escena responde a razones que desconocemos. 3. EL MARTIRIO DE SAN SEBASTIÁN. FUENTE DE INSPIRACIÓN LA HAGIOGRAFÍA COMO Para la ejecución de sus obras, los artistas recurren a la hagiografía. Los diferentes episodios que narran la vida de los santos han sido plasmados en bellas representaciones artísticas que en ocasiones se presentan como su principal fuente de difusión y de conocimiento de las etapas esenciales de su vida. En lo que se refiere a San Sebastián, numerosas son las escenas de su vida que han sido ejecutadas por artistas de procedencia y de épocas diversas: San Sebastián derribando a los ídolos, San Sebastián exhortando a Marco y a Marcelino, etc. Sin embargo, ningún otro pasaje referente a la vida de este santo ha sido tan ampliamente representado como el pasaje de su martirio. 3.1. Exageración de los tormentos aplicados El dominico italiano Santiago de la Vorágine (1230-1298), que resume y recopila en el siglo XIII las obras hagiográficas en su célebre Legenda Aurea, fuente de inspiración para los artistas, relata lo siguiente acerca del martirio de San Sebastián: «El emperador mandó que lo sacaran al campo, que lo ataran a un árbol y que un pelotón de soldados dispararan sus arcos contra él y lo mataran a flechazos. Los encargados de cumplir esta orden se ensañaron con el santo, clavando en su cuerpo tal cantidad de dardos que lo dejaron convertido en una especie de erizo»11. Con posteridad, Pedro de Ribadeneyra, en Flos Sanctorum, relata igualmente: «Hízose así como el emperador lo mandó: arrebatan al santo caballero de Jesucristo los soldados y ministros de Satanás: sácanle al campo: desnúdanle: átanle y descargan tantas saetas en él, que su sagrado cuerpo no parecía cuerpo de hombre, sino un erizo»12. 11. Voragine, Santiago de la: La leyenda dorada, 1. Trad. de José Manuel Macías. Madrid, Alianza Editorial, 1982, pp. 111-116, p. 115. 12. Cit. por Pacheco, Francisco: El arte de la pintura. Madrid, Cátedra, 1990, p. 683. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 238 ][ JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ Una aproximación al estudio iconográfico... A su vez, el célebre estudioso de la vida de los santos, Hippolyte Delehaye (1859-1941), al referirse a los suplicios relatados en las Pasiones de los santos, reconoce que existen diferentes procedimientos para captar la atención del lector y conmover su espíritu. Uno de ellos consiste en exagerar la realidad aplicando los suplicios de forma intensa y brutal. El mismo nos dice poco después con respecto al martirio de San Sebastián: «Il ne suffit pas que S. Sébastien soit percé de quelques flèches; il en est criblé comme un hérisson»13. (No basta con que San Sebastián sea atravesado por algunas flechas; es acribillado como un erizo). Se trate o no de un simple recurso para atraer la atención del lector y conmover así su espíritu, lo cierto es que, apoyándose en fuentes históricas, este investigador belga llega a reconocer que durante el imperio de Diocleciano y sus colegas el furor de las persecuciones aumentó de forma notable y fueron ejercidas con un rigor desconocido hasta entonces14. Este centurión de Diocleciano que fue San Sebastián, fue ante todo soldado de Cristo que, revestido con la fuerza divina, no sólo alentó a otros a no desfallecer en los momentos del martirio, sino que el mismo se mostró capaz de sufrir los peores tormentos, siendo de este modo elevado, al igual que numerosos mártires, por encima del común de los mortales15. Sin duda la imagen más representativa del santo con el cuerpo cubierto de flechas, como si en realidad se tratase de un erizo, es la de Giovanni del Biondo, el Martirio de San Sebastián, hacia 1370, conservado en el Museo de la Opera del Duomo, en Florencia. Dicha imagen, que ocupa la parte central de un tríptico dedicado a la vida de este insigne santo, conmueve al espectador por la atroz tortura del martirio que aplica con ensañamiento el pelotón de soldados encargado de matarle. Numerosas son las variantes del acto de la sagitación que los artistas han puesto en escena. Estos últimos varían, probablemente de forma caprichosa, el número de flechas clavadas en su cuerpo. A este respecto, Millard Meiss, al referirse a la obra de Giovanni del Biondo, confirma lo siguiente: «La concepción de Giovanni es única. En las representaciones pintadas con posterioridad, muy a finales del siglo XIV o en el siglo XV, 13. Delehaye, Hippolyte: Les passions des martyrs et les genres littéraires. Bruselas, Société des Bollandistes, Collection Subsidia Hagiographica, n.º 13 B, 2ème éd., 1966, p. 205. (La traducción es nuestra). 14. Ibid., p. 202. Véase también, Voragine, S. de la: Op. cit., p. 113. 15. Delehaye, H.: Op. cit., pp. 205 y 207. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 Una aproximación al estudio iconográfico... JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ ][ 239 el cuerpo del santo está atravesado por flechas que van desde un mínimo de tres hasta quince. En la pintura de Biondo, sin embargo, el santo está acribillado por docenas de flechas. Es una figura inexorablemente torturada, en la que la sangre fluye por más de treinta heridas»16. 3.2. La sangre derramada Sin duda alguna, la escena del martirio de San Sebastián conmueve igualmente al espectador por la sangre derramada por cada una de sus numerosas heridas. Las afirmaciones de Hippolyte Delehaye con respecto a los procedimientos utilizados por los hagiógrafos para captar la atención del lector sirven, una vez más, para ser aplicadas con cierta facilidad a los artistas, pues unos y otros actúan de manera semejante. Éste precisa con exactitud: «l’hagiographe […] comprend que, pour impressionner son lecteur, il faut qu’on sente l’odeur de la chair brûlée, que le sang coule, que les os soient mis à nu, que les entrailles s’échappent par une plaie béante»17. (El hagiógrafo […] comprende que para impresionar a su lector, es necesario que se huela el olor a la carne quemada, que la sangre corra, que los huesos se hallen al descubierto, que las entrañas se escapen por una herida abierta). En la imagen del Martirio de San Sebastián, de 1440, atribuida a Peter Maggenberg, y que se halla expuesta en la iglesia de Nuestra Señora de Valère, en Sion, Suiza, la sangre fluye abundante por las heridas de su cuerpo y cosa poco frecuente en la iconografía de San Sebastián, las flechas alcanzan, en frente y por detrás, la cabeza del santo atado a una columna. Igualmente sangre y violencia se hallan expresadas de manera simbólica en el color rojo que cubre el fondo de la escena. Por otro lado, los arqueros, situados dos a su derecha y dos a su izquierda, persisten todavía en su intento de seguir martirizando a un santo que, familiarizado en vida con Dios, recibe de Éste el consuelo y la bendición divinas. 16. Meiss, Millard: Pintura en Florencia y en Siena después de la peste negra: arte, religión y sociedad a mediados del siglo XIV. Versión española de Agustín Valle Garagorri. Madrid, Alianza Editorial, 1986, p. 101. 17. Delehaye, H.: Op. cit., p. 212. (La traducción es nuestra). Las canciones de gesta, que cronológicamente suceden a la hagiografía, han podido fácilmente inspirarse en las pasiones épicas de los mártires en cuanto a las torturas infringidas y a la capacidad de resistencia de sus héroes al dolor se refiere, véase al respecto, Payen, J.-Ch. y Weber, H. (dirs): Histoire littéraire de la France. T. I. Dès origines à 1600. París, Les éditions sociales, 1971, p. 104. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 240 ][ JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ Una aproximación al estudio iconográfico... 3.3. La intervención celeste En circunstancias semejantes, la intervención divina no se hace esperar. Dios no abandona nunca a sus fieles seguidores. Así pues, llegado el momento de su pasión, un emisario o mensajero es enviado por Dios al lugar del suplicio para infundirles fortaleza en medio del sufrimiento. Precisamente, cuando el mártir expira o está próximo al desenlace final —como reconoce Hippolyte Delehaye— «c’est le moment de montrer jusqu’où peut aller la toute-puissance divine et de quelle sollicitude elle entoure le martyr […] un envoyé du ciel paraît sur le lieu du supplice»18. (Es el momento de mostrar hasta dónde puede ir la omnipotencia divina y de qué solicitud rodea al mártir […] un enviado del cielo aparece en el lugar del suplicio). a) Reconfortar el espíritu del mártir: el papel de los sentidos. Pero no sólo en la hagiografía sino también en el arte, las manifestaciones de lo sobrenatural acompañan al santo en el momento de la prueba más difícil de su vida, su martirio. El ángel, vínculo entre el cielo y la tierra, entre Dios y los hombres, unas veces en el cielo, otras al lado mismo del mártir con gesto muy familiar, viene a aliviar su dolor y cuya expresión se halla en ciertas ocasiones reflejada en su rostro. Para reconfortar el espíritu del mártir, los ángeles, o bien se hacen visibles, o bien mantienen con él un diálogo confidencial, familiar. A veces, ambos acontecimientos, visión y audición, a los que podemos añadir el tacto, son inseparables. Sucede también, con bastante frecuencia, que las manifestaciones de lo sobrenatural no son visibles para el espectador, sólo el mártir las percibe, como sólo él puede escuchar la voz que procede de lo alto. La dulce mirada, la expresión gozosa del santo nos conducirían sin dificultad a la temática de la dulce muerte19 tan estrechamente relacionada con la hagiografía. Los gestos expresivos de sus rostros no proceden únicamente de la visión o comunicación con los emisarios enviados por Dios al lugar del suplicio, sino que proceden ante todo de ese contacto que el santo mantiene con la realidad trascendente e íntima que le conduce, una 18. Delehaye, H.: Op. cit., p. 212. (La traducción es nuestra). 19. Véase al respecto Sales, San Francisco de: Introducción a la vida devota. Trad. de Fr. de Cubillas Donyague. Madrid, Barco López, 1807, pp. 6 y ss; así como «La dulce muerte», en Lanzuela Hernández, Joaquina, «San Francisco de Sales y Pierre Corneille», Studium. Filología. Colegio Universitario de Teruel, Universidad de Zaragoza, n.º 9, 1993, pp. 65-77, pp. 74-77. Los versos ahí citados, relativos a las obras teatrales de Polyeucte y Théodore, vierge et martyr del dramaturgo francés del siglo XVII, Pierre Corneille, se hallan en la misma dirección. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 Una aproximación al estudio iconográfico... JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ ][ 241 vez transformada la angustia del sufrimiento, a saborear la dulzura que mana de la fuente divina, o en términos de Pedro Ribadeneyra, el cual sustituye los ángeles por Dios, a abrasarse en la hoguera del amor divino: «mas su bendita alma en medio de las saetas y de las penas estaba muy alegre y regalada, y entretenida con Dios, y el corazón abrasado del divino amor deseaba padecer mucho más de lo que padecía»20. b) Otras misiones. Las misiones encomendadas a los ángeles son muy variadas. Estos seres espirituales, que son los ángeles, tienen también como misión liberar el cuerpo malherido del santo de las ataduras que le sujetan al tronco o columna y retirar con un cuidado especial las flechas clavadas en él, que en estos casos parecen ser poco numerosas. No podían faltar tampoco, aunque estas son muy escasas, las representaciones en las que El alma de San Sebastián es llevada al cielo por los ángeles. Bajo este amplio título es conocido un detalle perteneciente a un fresco realizado por Pietro da Saluzzo, en el siglo XV, para decorar la Capilla de San Sebastián de Monterosso Valgrana, (Cuneo, Italia)21. El autor de este fresco no ha querido despojar el cuerpo de San Sebastián de unas saetas que, como si de su único atributo se tratase, actúan aquí, junto a la sangre que fluye por sus heridas, como señal equívoca de su propia identificación. Mencionemos finalmente que, suspendidos en el aire, unos, aportan la palma del martirio, otros, la corona de la victoria, o ambas cosas a la vez, a un santo que, como sucede en la representación de Peter Maggenberg, recibe desde lo alto —aunque la mano que sale de entre unas nubes minúsculas sea poco visible— la bendición divina. Como reconoce Hippolyte Delehaye, «toutes les formes de l’intervention céleste ont été épuisées pour montrer que le martyr est l’objet privilégié des faveurs divines». (Todas las formas de intervención celeste han sido agotadas para demostrar que el mártir es el objeto privilegiado de los favores divinos22. 20. Cit. por Pacheco, Fr.: Op. cit., p. 683. 21. El paralelismo existente entre el arte y la literatura se refleja igualmente en la aparición de lo sobrenatural. Precisamente en la Chanson de Roland, editada y traducida por Joseph Bédier, en el pasaje que se refiere a la aparición de los tres arcángeles, San Gabriel, San Rafael y San Miguel, a la muerte de Rolando, verso 2396, leemos lo siguiente: «Ils portent l’âme du conte en paradis». (Llevan el alma del conde al paraíso). 22. Delehaye, H.: Op cit., p. 215. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 242 ][ JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ 4. PARALELISMO CON LA PASIÓN Una aproximación al estudio iconográfico... DE CRISTO En 1931 el investigador francés Emile Mâle en su brillante estudio sobre el arte religioso a finales de la Edad Media, refiriéndose a San Sebastián, precisaba lo siguiente: «il fut pour les artistes de la fin du moyen âge le martyr par excellence»23. (El fue para los artistas de finales de la Edad Media el mártir por excelencia). Este cristiano ejemplar, acusado por defender su fe y alentar a otros a permanecer en ella, fue pronto condenado a morir asaetado. Como «alter Christus», tras comparecer ante el emperador Diocleciano, fue despojado de sus vestiduras y atado luego a un árbol, su cuerpo fue acribillado a flechazos por los soldados de la guardia. La celebridad de San Sebastián como mártir de la Iglesia se debe en buena medida al hecho de que, por coincidencias múltiples, su muerte guarda un cierto paralelismo con la Pasión de Jesús. Para Louis Réau, «El santo está casi siempre de pie, atado a un árbol, a un poste o a una columna, a causa de una contaminación con Cristo atado a la columna, o La flagelación de Cristo»24. A la Pasión de Jesús y al martirio de San Sebastián se refiere de forma conjunta Claudio Magris, el cual, deteniendo por un instante su atenta mirada de observador en los monasterios barrocos de Austria y concretamente en el de San Florian, nos dice: «En el altar de San Sebastián, Albrecht Altdorfer pintó algunos de sus cuadros más impresionantes, escenas de la Pasión de Cristo y del martirio del santo. Bajo cielos trágicos e incandescentes, se desencadena una violencia bestial y estúpida que se encarniza con los dos condenados, se recortan caras torpes y torvas, que muestran toda la obtusidad del mal»25. Para Magris, Jesús es el modelo —en este caso también San Sebastián— de «la bárbara pasión y crucifixión que se inflinge constantemente a los hombres»26. Pero la identificación del martirio de San Sebastián con la Pasión de Jesús, se produce también por el número de flechas que atraviesan su cuerpo y que en el caso de ser tres se hallan en clara correspondencia con los tres clavos martiriales o bien, y ante todo, con las heridas ocasionadas por 23. Mâle, Emile: L’art religieux à la fin du Moyen Âge. Étude sur l’iconographie du Moyen Âge et sur ses sources d’inspiration. París, Armand Colin, 1931, p. 192. (La traducción es nuestra). 24. Réau, L.: Op. cit., p. 197. 25. Magris, Claudio: El Danubio. Trad. de Joaquín Jordá. Barcelona, Anagrama, 1988. 26. Ibid., p. 137. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 Una aproximación al estudio iconográfico... JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ ][ 243 las flechas que en número de cinco, guardan igualmente relación muy estrecha con Cristo, pues se identifican con las cinco llagas de su Pasión Redentora. Aunque refiriéndose a San Sebastián, Louis Réau no puede evitar el mencionar a un santo célebremente conocido como San Francisco de Asís, cuyo cuerpo se hallaba marcado, ya en vida, por los estigmas de la Pasión de Jesús. Así pues, para L. Réau, a San Sebastián, «tal como ocurriera con san Francisco de Asís, sus devotos llegaron a asimilarlo a Jesucristo. El árbol al que lo ataron se comparaba con la cruz de Jesús, y sus cinco heridas con las llagas de Cristo»27. San Sebastián. Saint–Ségal, Finisterre, Francia. Foto: Jean–Paul Gisserot, 1989 La estatua de San Sebastián, en la capilla del mismo nombre, en el Finisterre francés, concretamente en la localidad de Saint-Ségal, es una más entre las numerosas imágenes que representan a San Sebastián con el cuerpo atravesado por cinco flechas. La sencillez de la escultura, desprovista de todo escenario de fondo que pueda retener la atención del espectador —al contrario de lo que sucede en la mayoría de las representacio- 27. Réau, L.: Op. cit., p. 194. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 244 ][ JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ Una aproximación al estudio iconográfico... nes pictóricas provistas de un rico decorado donde se desarrolla la acción— conduce al observador a centrar su mirada en las cinco flechas clavadas en su costado y extremidades. A su vez, observamos aquí una de las características que, sin ser exclusiva de la iconografía de San Sebastián ni del arte bretón, se halla presente en dicha escultura, la serenidad del rostro de un santo que como San Sebastián ha sufrido los tormentos del martirio. La sencillez de la composición, la serenidad del rostro, unidas al aplomo de su cuerpo, transmiten al espectador una sensación de concentración y serenidad, de firmeza y seguridad. No podemos olvidar, por otro lado, el papel notable desempeñado por las cofradías a lo largo de los siglos. A ellas les debemos la realización de numerosas obras de arte y de objetos destinados al culto. Emile Mâle recoge algunas indicaciones acerca de la importancia y del protagonismo de éstas: Les confréries ne se contentaient pas de faire construire des chapelles, et de demander aux artistes des vitraux, des tableaux et des statues; on découvre de temps en temps qu’un beau candélabre, un ornement d’autel, […] ont appartenu à des confréries28. Las cofradías no se contentaban con mandar construir capillas y encargar a los artistas vidrieras, cuadros y estatuas; descubrimos de vez en cuando que un bello candelabro, un adorno de altar, […] han pertenecido a cofradías. Ellas mismas encargaban igualmente retablos indicando incluso el tema central que debían representar los artistas destinados a ejecutar dichas obras. El Retablo del Cristo de la iglesia de Commana, en la región francesa de Bretaña, de finales del siglo XVII, es un ejemplo evidente de lo que acabamos de decir. Dicho retablo, que se conoce también con el nombre de las Cinco Llagas, fue realizado por los escultores de la Marina de Brest29 para y por encargo de la cofradía de las Cinco Llagas o de la Salvación Redentora. El Divino Redentor, situado en la parte central del retablo barroco, se halla sentado en actitud de mostrar a los fieles las cinco llagas de su Pasión, hecho éste que justifica, independientemente de que su cuerpo se halle atravesado por seis flechas, la presencia de San Sebastián, situado a la izquierda de Cristo. Al parecer, la contemplación de dichas imágenes produciría un efecto de alivio y consuelo en el hombre que desea verse liberado del dolor que padece a lo largo de su vida y en especial de los sufrimientos provocados 28. Mâle, E.: Op. cit., p.177. (La traducción es nuestra). 29. Pelletier, Yannick: Les enclos bretons. Jean–Paul Gisserot, 1989, p. 46. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 Una aproximación al estudio iconográfico... JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ ][ 245 Retablo del Cristo de las Cinco Llagas. Iglesia de Commana, Finisterre, Francia. Foto: Jean–Paul Gisserot por la epidemia de peste. Así nos lo demuestran las observaciones siguientes, tomadas, por un lado, a Yannick Pelletier, en el libro que dedica al conocimiento del arte religioso en el Finisterre francés: Mais l’âme humaine conjointe au corps sait aussi la douleur qui point la pauvre créature en ce bas monde. Les travées latérales abritent donc les statues de sainte Marguerite et de saint Sébastien. […]. Le second endure avec conscience et sérénité le supplice qui consista à l’atteindre de flèches sans toucher aucun centre vital, mais ne sait–il pas que ses souffrances peuvent prévenir ou guérir le terrible fléau de la peste? Ne fallait–il pas qu’il manifestât une fière assurance pour calmer l’angoisse de ses fidèles?30. Pero el alma humana unida al cuerpo conoce también el dolor que hiere a la pobre criatura en este mundo. Las calles laterales contienen pues las estatuas de Santa Margarita y de San Sebastián. […]. El segundo sufre con conciencia y serenidad el suplicio que consistió en herirle con flechas sin tocar ningún centro vital, ¿pero no sabe que sus sufrimientos pueden prevenir o curar la terrible plaga de la peste? ¿No era necesario que él manifestase una gran serenidad para calmar la angustia de sus fieles? 30. Ibid., p. 46. (La traducción es nuestra). STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 246 ][ JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ Una aproximación al estudio iconográfico... y, por otro, a Emile Mâle, quien a su vez afirma: «A ces flèches qui le criblaient, le peuple reconnaissait le patron des archers et sans doute le céleste médecin qui guérit la peste»31. (Por estas flechas que lo acribillaban, la gente reconocía al patrón de los arqueros y sin duda al médico celestial que cura la peste). 5. SAN SEBASTIÁN Y SU VINCULACIÓN CON LA PESTE En un principio San Sebastián fue un santo fundador, pero a partir del siglo VII pasó a ser un santo protector al que se le invocaba contra la peste. Paul Diacre, en su Historia de los Lombardos, relata cómo en el año 680 una peste terrible se extendió por Italia, asolando las ciudades de Roma y de Pavía. La peste no cesaría hasta que no se construyera un altar dedicado a San Sebastián en la Iglesia de San Pedro Advíncula en Roma32. A partir de entonces se comenzó a invocarlo en epidemias de peste. Numerosas son las epidemias de peste que asolaron Europa a lo largo de los siglos. Jean Delumeau confirma al respecto que la peste atacó con virulencia Europa, concretamente la cuenca mediterránea, entre los siglos VI y VIII con epidemias que duraron entre nueve o doce años. Posteriormente a mediados «del siglo XIV y por lo menos hasta principios del XVI, la peste reapareció casi cada año en un lugar o en otro de Europa Occidental». En algunas ciudades «golpea casi por decenios» creando entre la población un estado general de ansiedad y miedo. Otros brotes posteriores, aunque cada vez más esporádicos y localizados, se repitieron en los siglos posteriores, hasta llegar a desaparecer en Occidente en el siglo XVIII33. 5.1. Monumentos de carácter votivo En circunstancias semejantes, países como Francia, Italia, Austria, la República Checa, Hungría, Rumania, etc. erigieron monumentos en acción de gracias por la retirada de la peste o, en frecuentes ocasiones, por verse libres de ella. Las cruces de los numerosos calvarios sembrados por la geografía bretona: Suzin, Guimiliau, Lampaul-Guimiliau, Plougastel-Daoulas, Saint-Thégonnec, Pleyben, etc. con los bubones de la peste; la iglesia de 31. Mâle, E.: Op. cit., p. 192. (La traducción es nuestra). 32. Cit. por Voragine, S. de la: Op. cit., p. 116. 33. Delumeau, Jean: El miedo en Occidente. (Siglos XVI-XVIII). Una ciudad sitiada. Trad. al español de Mauro Armiño. Madrid, Taurus, 1989, pp. 156-157. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 Una aproximación al estudio iconográfico... JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ ][ 247 Nuestra Señora de la Salud en Venecia, edificada en acción de gracias como consecuencia de un voto formulado contra la peste de 1630, o también la iglesia de San Carlos en Viena, realizada con motivo del voto que Carlos VI hizo a su patrón y homónimo San Carlos Borromeo para que cesara la peste de 1713, sin olvidar, por otro lado, las numerosas pestsaüles o columnas de la peste austriacas de carácter votivo —«Austria, según Jacques Delumeau, cuenta por sí sola más de doscientas columnas de éstas»34— son tan sólo algunos, entre los múltiples ejemplos, de lo que acabamos de decir. Un viajero infatigable, el germanófilo Claudio Magris, en su obra maestra sobre el Danubio, recoge algunos datos acerca de la ubicación, dedicatoria e incluso justificación de la erección de dichas columnas, que poseen características comunes en todas las ciudades de la «Mitteleuropa». Acerca de la ciudad austriaca de Linz nos dice: La devoción religiosa de su gente, que sorprende a las viajeros ingleses del siglo XVIII, no parece haberse apagado: en la plaza principal, delante de la columna de la Trinidad —una de esas columnas que se levantan en las plazas de toda la Mitteleuropa, en recuerdo de las pestes domadas y a mayor gloria de la majestad de la creado—, un grupo de personas, en el crepúsculo glacial y nevado reza en voz alta»35. Resulta fácil observar que en gran parte de estas construcciones votivas no se halla representada la imagen de San Sebastián. En la República Checa, por ejemplo, ni en la columna coronada en este caso por la Inmaculada Concepción, levantada en la plaza de la Ciudad del Castillo de Praga en 1726, en acción de gracias porque la ciudad no fue invadida por la epidemia de peste y en donde figuran gran cantidad de santos relacionados estrechamente con el país, tales como San Juan Nepomuceno, San Wenceslao, San Vito, San Adalberto, etc. ni en aquella otra, dedicada a la Santísima Trinidad en la ciudad checa de Karlovy-Vary y decorada en buena parte con motivos judíos por ser construida en colaboración con la comunidad judía, figura la imagen de San Sebastián acribillado a flechazos. No sucede así en ciudades como Timisoara, en el oeste de Rumania o en Budapest, en Hungría. Concretamente, en esta última y en el centro de la ciudad medieval de Buda, nos encontramos con una columna coronada —como parece ser tradición en muchos de estos casos— por las estatuas de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Dedicada, pues, a la 34. Ibid., p. 217. 35. Magris, Cl.: Op. cit., p. 117. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 248 ][ JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ Una aproximación al estudio iconográfico... Santísima Trinidad, fue levantada en 1713, en el centro de la plaza que lleva su mismo nombre, en acción de gracias por el cese de la peste acaecida a principios del siglo XVIII. Atado de pies y manos a un tronco, atado incluso por la misma cintura con una gruesa cuerda, lo que sirve para sostener el paño que cubre parcialmente su cuerpo, San Sebastián se halla asaetado por tres flechas, dos de las cuales han desaparecido. La limpieza, aunque incompleta, como puede observarse en la parte posterior de la estatua, nos permite ver con claridad, en medio del brazo y de la pierna del lado derecho, la huella de las dos flechas desaparecidas con el paso del tiempo. San Sebastián se encuentra aquí acompañado por otros santos considerados abogados contra la peste, como San Roque ataviado con el hábito de peregrino, San Cristóbal, portando al Niño Jesús, etc. San Sebastián, detalle de la Columna de la Santísima Trinidad. Budapest (Hungría). Foto, José Luis Égeda Hernández, 2005 Las esbeltas y suntuosas columnas de la peste que se yerguen en el centro de plazas importantes de las capitales u otras destacadas ciudades de Europa guardan un paralelismo evidente con aquellas otras representaciones escultóricas, mucho más sencillas y modestas, que, sobre un pilón, sitúan a San Sebastián en las calzadas que dan acceso a algunas localidades, como sucede en ciertas ciudades de la República Checa. San Sebastián es STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 Una aproximación al estudio iconográfico... JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ ][ 249 aquí un muro de contención, el símbolo de protección al que se invoca para que la temible peste no entre y se aleje de la ciudad y de sus habitantes. El mismo sentido podrían poseer, a nuestro parecer, aquellas otras que, situadas igualmente encima de un pilar, se hallan colocadas a la entrada, delante de fachadas de notables edificios donde vive una comunidad importante de personas, como sucede en el monasterio de Brevnev, a las afueras de Praga, o bien en el edificio mismo decorando la fachada como ocurre, por otro lado, en la calle Karlova de la misma ciudad. 5.2. El manto protector de la Virgen A su vez, el culto a la Virgen, bajo diferentes advocaciones, se extendió notablemente en épocas de epidemias de peste. La Inmaculada Concepción, Nuestra Señora de la Piedad, la Virgen de la Misericordia o de Gracia, etc. son las más representativas. Hemos podido observar que, junto a la Santísima Trinidad, es la imagen de la Virgen María bajo la advocación de la Inmaculada Concepción la que frecuentemente corona las columnas vinculadas con las epidemias de peste. Sabemos igualmente que en España, en la ciudad de Zaragoza, el culto a Nuestra Señora de la Piedad se extendió de manera considerable con motivo de la peste habida en los años 1563. También numerosas representaciones pictóricas de la Virgen de la Misericordia o de Gracia, con su amplio manto extendido para proteger a sus devotos contra los males y las epidemias de peste, se hallan en la misma dirección. Ahora bien, si en un principio los santos abogados contra la peste no figuran representados junto a la Virgen María —una muestra de ello es la pintura conservada en el Museo diocesano de Teruel, dedicada a la Virgen de la Misericordia o de Gracia36— vemos en seguida cómo, según el crítico Jean Delumeau: La Virgen del manto que protege de la peste figuró a partir del siglo XIV en pinturas italianas, francesas, alemanas, etc. —tema que se perpetuó hasta el siglo XVIII—. Pero pronto se enriqueció con prescripciones, porque, frecuentemente, se presentó a María reinando gloriosa en el trono entre los santos antipeste y recibiendo por su mediación las preces de los enfermos37. 36. Para más información véase Sebastián, S.: Iconografía…, pp. 28-29, así como Sebastián, S. y Solaz, A.: Teruel monumental, p. 230 y ss. 37. Delumeau, J.: Op. cit., p. 220. Véase igualmente Mitre Fernández, Emilio: Fantasmas de la sociedad medieval, enfermedad, peste, muerte. Valladolid, Universidad de Valladolid, 2004, p. 127. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 250 ][ JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ Una aproximación al estudio iconográfico... Así sucede, por ejemplo, en la pintura al óleo perteneciente a la Escuela Pasarese del siglo XVIII, Madona de la Misericordia con San Roque y San Sebastián, donde la Virgen, coronada por dos ángeles, y acompañada por ambos santos, protege con su manto a un grupo de personas que, a juzgar por el hábito blanco y el roquete negro, podrían pertenecer a la Congregación de Nuestra Señora de la Misericordia. Existe desde muy antiguo la creencia de que la peste —simbolizada por las flechas— era un castigo enviado por la cólera divina contra las faltas cometidas por los hombres a lo largo de su vida38. Así, por ejemplo, en la Ilíada, a comienzos del Canto I, el dios Febo Apolo lanza sus flechas durante nueve días consecutivos contra el ejército aqueo. Peste y guerra hieren a todo ser viviente. A su vez, el Antiguo Testamento posee también varios pasajes en los que el Dios de los judíos envía sus flechas a los hombres para castigar sus pecados (Salmo 7, 12-14). Ciertamente, y como reconoce M. Trens: «La idea de representar los efectos de la ira divina, la muerte con todo su cortejo de males, por medio de flechas, es antiquísima. Se halla en el fondo de toda literatura y de las tradiciones populares»39. Los artistas a la hora de representar a San Sebastián no tardaron en apropiarse de la temática del manto de la Virgen que, como hemos observado, gozó de gran popularidad a partir del siglo XIV, y de las flechas lanzadas por Dios contra los hombres para darles a estas últimas el sentido metafórico de calamidad o epidemia. Una obra muy célebre es San Sebastián intercesor, realizada por Benozzo Gozzoli en 1464–1465 para la nave de San Agustín en San Giminiano, Italia. El santo protege bajo su manto extendido por dos ángeles y sobre el cual vienen a romperse las flechas de la peste, una multitud de fieles que le invocan. En el frontón del zócalo en el que se halla instalado figura la inscripción siguiente que nos permite adentificarlo: «sancte Sebastiane intercede prodevoto popvlo tvo». El papel de intercesor contra la epidemia de peste atribuido a San Sebastián viene justificado por su propia muerte a flechazos. A ello se refieren S. Sebastián y A. Solaz en esta amplia cita que reproducimos a continuación: «Es muy probable que la gran boga de San Sebastián, como protector contra las epidemias, sea debida a sus flechas, que le hirieron pero no lograron matarle. Un místico del siglo XV, Jean Raulin, […] explicaba 38. Duchet-Suchaux, G. y Pastoureau, M.: Op. cit., p. 309. 39. Cit. por Sebastián, S. y Solaz, A.: Teruel monumental, p. 235. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 Una aproximación al estudio iconográfico... JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ ][ 251 que las imágenes de San Sebastián, erizadas de flechas significan que el Santo intercede por nosotros delante de Dios, presentándole sus heridas para inclinarle a nuestro favor. Esta idea fue la que en 1464 expresó Benozzo Gozzoli, en el fresco de la iglesia de San Agustín, en San Gimignano (Italia), en el cual vemos a San Sebastián protegiendo de las flechas de la ira de Dios a sus devotos, que se guarecen bajo su manto extendido»40. Al parecer, tanto el manto como su propio cuerpo actuarían de escudo protector, liberando a todos los que invocan su intercesión de morir víctimas de la enfermedad de la peste, representada metafóricamente por el ataque de las flechas. Para aplacar la cólera divina numerosos santos fueron erigidos como protectores o abogados contra la peste. La lista sería larga de enumerar, citemos entre otros: San Sebastián, San Roque, San Egidio, San Cristóbal, San Valentín, San Carlos Borromeo, apadrinado por los jesuitas, San Juan Nepomuceno, San Crispín, etc.41 Aunque cada país posee en este caso su propio santo, han sido sin embargo San Sebastián y San Roque, los santos más populares y universalmente invocados contra las epidemias de peste. 6. CELLA Y SAN SEBASTIÁN 6.1. Posible vinculación de San Sebastián con la peste La comparación —según Jean Delumeau— entre el ataque de la peste y de las flechas que se abaten de improviso sobre las víctimas tuvo por resultado la promoción de San Sebastián entre la piedad popular […]. Como San Sebastián había muerto acribillado a flechazos, se convencieron de que alejaba de sus protegidos las flechas de la peste. A partir del siglo VII se le invocó contra las epidemias. Pero sólo después de 1348 adquirió su culto un amplio desarrollo. Y a partir de entonces, en el universo católico, hasta el siglo XVIII incluido, no hubo apenas iglesia rural o urbana sin una representación de San Sebastián acribillado a flechazos42. De la lectura de esta amplia cita podríamos deducir que la elección de San Sebastián como santo protector y patrono de nuestra ciudad y de sus gentes, respondería a esta tendencia general, ampliamente difundida por 40. Ibid., p. 235. 41. Véase Delumeau, J.: Op. cit., pp. 97-98; Blanco, Ángel: La peste negra. Madrid, Anaya, 1988, p. 69 y Mitre Fernández, E.: Op. cit., p. 33. 42. Delumeau, J.: Op. cit., p. 170. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 252 ][ JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ Una aproximación al estudio iconográfico... todo el orbe católico y que consiste en invocar a San Sebastián en época de epidemia de peste. Las numerosas representaciones artísticas del martirio de San Sebastián que se conservan en Cella, la construcción de la ermita y su posterior ampliación —«queriendo hacer de ella una verdadera iglesia»43—, la existencia de una importante cofradía, así como la procesión celebrada el día de su festividad son indicios suficientes que nos hablan en todo momento de la favorable acogida dispensada por las gentes de nuestra localidad a tan insigne y popular santo. Cuando en 152044 se obtuvo licencia para edificar la ermita de San Sebastián —según documento del Archivo Parroquial citado por Pascual Deler en varias ocasiones45— la devoción al santo debía estar ya suficientemente consolidada entre las gentes de nuestra localidad, e incluso podría existir, con anterioridad a 1520, una cofradía del mismo nombre, a petición de la cual fuese edificada la ermita. Recordemos una vez más las indicaciones de Emile Mâle: Les confréries ne se contentaient pas de faire construire des chapelles, et de demander aux artistes des vitraux, des tableaux et des statues; on découvre de temps en temps qu’un beau candélabre, un ornement d’autel, […] ont appartenu à des confréries46. Las cofradías no se contentaban con mandar construir capillas y encargar a los artistas vidrieras, cuadros y estatuas; descubrimos de vez en cuando que un bello candelabro, un adorno de altar, […] han pertenecido a cofradías. Aunque Pascual Deler aporta un dato relevante que nos permite conocer la existencia de la Cofradía de San Sebastián en 1628, pues el Vicario general del obispado de Teruel con motivo de la visita que realizó a la Parroquia de Cella, recuerda «a los mayordomos de la Compañía de San Sebastián que den cuenta de las obligaciones, encargos, gastos y cobranças»47, tal dato, sin embargo, por muy importante que sea, no nos permite conocer la fecha exacta de la creación de la cofradía. Dicha fecha sería 43. Aguirre Lahuerta, A.: El ángel de los Silaos. Precedida de unas noticias históricas del pueblo de Cella y biografía de sus hijos más ilustres. Valencia, ed. Guerri, 1952, p. 16. 44. Fecha en la que se erigió la ermita según A. Aguirre: Ibid., p. 16. 45. Deler Hernández, Pascual Pedro, La parroquia de Cella. Prontuario de datos históricos. Teruel, Perruca, 1990, p. 28; «Los patronos de Cella», Zaida, 9, abril, 1994, p. 7; «La ermita de San Sebastián y la cofradía», Zaida, 35, enero 2001, p. 4. 46. Mâle, E.: Op. cit., p. 177. (La traducción es nuestra). 47. Deler Hernández, P. P., La parroquia… p. 41. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 Una aproximación al estudio iconográfico... JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ ][ 253 en todo caso posterior al siglo XIV, si tenemos en cuenta las afirmaciones de la crítica europea que, en su intento por hallar una explicación a la rápida expansión de las cofradías de San Sebastián en el continente europeo, vincula a éstas con las epidemias de peste: Ce sont les grandes épidemies de peste qui frappent terriblement les populations européennes au XIVe, mais encore au XVe siècle, qui expliquent la soudaine multiplication des Confréries de saint Sébastien48. Son las grandes epidemias de peste que atacan terriblemente las poblaciones europeas en el siglo XIV, pero también en el siglo XV, las que explican la repentina multiplicación de las Cofradías de San Sebastián. No obstante, y a pesar de tales consideraciones, ningún documento hasta ahora nos permite afirmar que la ermita dedicada a nuestro patrón fuese levantada como consecuencia de la formulación de un voto realizado por la ciudad para alejar de ella el azote de la epidemia de peste ni tampoco, que la cofradía y la procesión solemne que sus gentes vienen realizando año tras año, el día de su festividad, el 20 de enero, tuvieran carácter penitencial o votivo. Que San Sebastián es un santo protector vendría confirmado, en cierta medida, por la decoración artística de la ermita. Ésta posee una pintura mural que representa un manto de grandes dimensiones, en la parte superior del cual figura una inscripción que reza «se doró en el año 1801», inscripción a la que se ha añadido «y en 2005», con motivo de su ultima restauración. La fecha de 1801, bastante tardía según el contexto europeo, no nos impide vincular el manto que orna nuestra ermita con la temática del manto de la Virgen. Este último fue utilizado por los artistas de numerosos países como elemento protector contra los males y epidemias de peste que asolaron Europa durante siglos, llegando a condicionar la iconografía de los santos abogados contra la peste, como sabemos49. Ahora bien, la fuerte carga simbólica que adquiere el manto pintado en el muro del crucero, al hallarse reforzado por el simbolismo del propio muro y al ser ambos símbolos inequívocos de refugio y de protección, queda claramente debilitada, en la medida en que el manto-muro, por un lado, y el santo, por otro, se hallan representados de forma aislada. Es el santo, restaurado al igual que la ermita en 2005, el que actúa finalmente de escudo protector y al que vienen a fijarse las seis flechas repartidas en sus costados. 48. Darriulat, J.: Op. cit., p. 2. (La traducción es nuestra). 49. Supra, pp. 19-20. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 254 ][ JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ Una aproximación al estudio iconográfico... A su vez, un cuadro, bastante dañado, que probablemente en otros tiempos formaría parte del mobiliario de la ermita y que hoy se halla expuesto en la iglesia parroquial, podría vincular a San Sebastián con la epidemia de peste. San Sebastián aparece representado aquí junto a otros santos dentro de una escena que podríamos incluir —a juzgar por la disposición y actitud de diálogo de sus tres protagonistas— dentro de la serie conocida como Santas Conversaciones, frecuentes en el arte de numerosos países europeos y sobre todo en las cortes italianas a partir del siglo XIV. Aunque desconocemos la identidad del santo que ocupa la parte central del cuadro, el hecho de que figure a su derecha San Juan Bautista —fácilmente reconocible por su indumentaria tradicional y por el cordero que siempre lo acompaña— relacionado en ciertos lugares con la peste50, nos conduce a suponer que los personajes aquí representados, podrían guardar todos ellos una conexión muy estrecha con la temática de la peste. De hecho, Cella ha manifestado poseer un gran interés por tener entre sus santos aquellos que se hallan vinculados con ciertas enfermedades, tales como San Cristóbal y San Roque asociados a la peste o San Blas a las enfermedades de garganta. Sin embargo, ni San Cristóbal ni San Roque, invocados por ser patronos de los conductores y de los pastores respectivamente, ni San Sebastián, por ser patrón de los soldados, se hallan asociados —al menos en la conciencia de sus gentes de los últimos siglos— a la enfermedad contagiosa de la peste. ¿Lo estuvieron alguna vez entre sus habitantes? Probablemente, si nos atenemos al contexto europeo en el que en todo momento nos hemos apoyado para realizar nuestras investigaciones. No obstante, y aunque así fuera, ¿a qué se debe esta pérdida de conciencia que impide vincular a San Sebastián con la peste, cuando en otros países de Europa el recuerdo permanece muy vivo en la memoria de sus gentes? Dichas reflexiones nos conducen a pensar que en Cella, si en algún momento hubo peste, no debió provocar estragos devastadores que dejaran una huella profunda para que una asociación tan estrecha se perpetuara en la memoria colectiva de sus gentes a lo largo de los siglos. 6.2. San Sebastián, soldado y mártir Así las cosas, aunque resulta difícil desligar a San Sebastián del contexto europeo, marcado por las epidemias de peste que asolaron Europa y cuyo 50. Véase al respecto Le Prioux, C. y Champollion, H.: La cathédrale d’Amiens Rennes, éd. Ouest-France, p. 28. La capilla dedicada a San Juan Bautista en la catedral de Amiens, en Francia, fue edificada con motivo de un voto formulado durante la peste de 1668. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 Una aproximación al estudio iconográfico... JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ ][ 255 culto, junto a otros santos abogados contra la peste, se extendió de manera considerable entre los siglos XIV y XVIII, lo cierto es que los habitantes de Cella, al menos en los últimos siglos, vinculan a San Sebastián con el soldado mártir defensor de la fe y de la Iglesia. Il existe, écrit Pie XII dans sa Lettre Apostolique du 3 mai 1957, de nombreuses associations qu’elles soient civiles ou militaires, qui vénèrent saint Sébastien en tant que modèle de vertus chrétiennes. […] Saint Sébastien étant considéré au Moyen Age comme le patron des archers, il devint aussi le patron des soldats51. Existe, escribe Pío XII en su Carta Apostólica del 3 de mayo de 1957, numerosas asociaciones ya sean civiles o militares, que veneran a San Sebastián como modelo de virtudes cristianas […] San Sebastián, considerado en la Edad Media como el patrón de los arqueros, llegó a ser también el patrón de los soldados. Existe igualmente en Europa una tendencia clara en asimilar a San Sebastián con otros santos militares célebremente conocidos. La crítica reconoce que «Sébastien est, avec Martin et Maurice, un saint militaire, et son culte a eu une immense diffusion au Moyen Âge»52. (San Sebastián es, con San Martín y San Mauricio, un santo militar y su culto tuvo una inmensa difusión en la Edad Media). Numerosas son las imágenes de San Sebastián que se conservan en la iglesia de la Inmaculada de Cella. El Retablo de San Sebastián contiene en Retablo de San Sebastián. Cella, Teruel 51. Cit. por Butler, A., Thurston, H. y Attwatter, D.: Les saints patrons. Trad. del inglés por Florence Paban y Pierre Kemner. París, Brepols, 1996. (La traducción es nuestra). 52. Duchet-Suchaux, G. y Pastoureau, M.: Op. cit., p. 309. (La traducción es nuestra). Véase igualmente, Alison, J.: Les saints. Trad. por Silver Roger. París, Bordas, 1995, p. 219. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 256 ][ JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ Una aproximación al estudio iconográfico... su hornacina central una bella talla escultórica del santo asaetado por cuyas heridas fluye la sangre. A su vez, —y cosa poco frecuente— se halla acompañado por una imagen pictórica, ubicada en el alero del retablo, que reproduce el martirio del santo. Apoyándonos en fuentes cercanas a nosotros y a falta de estudios más detallados y pormenorizados, citamos aquí una vez más a Santiago Sebastián, el cual afirma: «del mobiliario del siglo XVI quedan varios retablos e imágenes, como los de San Sebastián y el de la Virgen del Rosario, con sus correspondientes pinturas, ya inspiradas en el manierismo»53. A falta, pues, de investigaciones que nos permitan sacar del anonimato y así poder identificar en su totalidad los santos que lo acompañan en el retablo de San Sebastián, pero también en el Retablo de Jesús con la cruz a cuestas —donde, junto al martirio de San Sebastián, que guarda relación con la Pasión de Cristo, hallamos en la predela un santo con los atributos del libro y de la espada— no podemos afirmar que existan representaciones pictóricas ni de San Martín ni posiblemente de San Mauricio en la iglesia parroquial de Cella. Así pues, si la lista de santos vinculados a ciertas enfermedades, algunas de ellas contagiosas, es abundante en nuestra parroquia, en el caso de los santos militares, San Sebastián ocupa un lugar privilegiado, por no decir único, convirtiéndose así en el santo militar por excelencia. La ultima obra pictórica dedicada a nuestro santo patrón, realizada por Juan Antonio Pumareta en la década de los setenta, no puede ser, a nuestro parecer, desvinculada de estas reflexiones de carácter general, pues responde a la existencia de un sentimiento común a lo largo del siglo XX. Cuando Juan Antonio Pumareta fue encargado de pintar el cuadro de San Sebastián —destinado, junto con otros cuadros más, a cubrir los huecos del retablo que, procedente de la ermita de Nuestra Señora de la Langosta, en Alpeñés (Teruel), debía reemplazar por falta de valor artístico al hasta entonces Retablo del Altar Mayor de nuestra iglesia parroquial—54 no dudó en colocar al lado de la figura alargada del mártir asaetado por tres flechas, al pie del árbol frondoso al que se halla sujeto, el yelmo y el escudo depositados en tierra. La presencia de dichos símbolos, la figuración del santo, que a imagen de Cristo clavado en la cruz, se halla en comunión con lo divino, acreditan su condición de soldado modelo, fiel a Dios hasta su muerte. 53. Sebastián López, Santiago y otros: Inventario artístico de Teruel y su provincia. Servicio de publicaciones del Ministerio de Educación y Ciencia, 1974, p. 155. 54. Véase al respecto Deler Hernández, P. P.: La parroquia… pp. 70-71. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 Una aproximación al estudio iconográfico... JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ ][ 257 Por otro lado, la existencia en 2005 de una imagen de San Sebastián grabada en una losa funeraria, perteneciente a un cofrade que, soldado en su juventud, falleció en vísperas de la festividad de San Sebastián, viene a confirmar una vez más el papel otorgado a dicho santo no sólo como patrón de los soldados, sino también como protector e intermediario entre Dios y los hombres que, en definitiva, es el papel otorgado a todos los santos. Si con el transcurrir de los siglos no parecen producirse cambios notables, en cuanto a las representaciones artísticas de San Sebastián se refiere —un ejemplo más de ello se halla en la pequeña escultura del mártir asaetado, obra del profesor de la Escuela Taller, Játiva († 2006), colocada en 2005 en la portada de la ermita— sí que aparecen, por el contrario, transformaciones evidentes de diferente índole que atañen a los ritos procesionales y a la estructura interna de la propia cofradía. Así pues, en la primera mitad del siglo XX, cuando el cumplimiento del servicio militar duraba varios años, eran los soldados en periodo de permiso, los que, vestidos con el uniforme militar, portaban al santo en procesión por el centro de la ciudad hasta la iglesia parroquial. En la segunda mitad del siglo, eran los quintos, destinados a cumplir el servicio militar obligatorio por el periodo de un año, los que, vestidos ahora de civiles, llevaban la escultura que preside el Retablo de San Sebastián de la iglesia parroquial a la ermita y de ésta, pasando nuevamente por las ermitas de Nuestra Señora de Loreto y de San Clemente, a la iglesia parroquial. Sin duda, era ésta la ocasión propicia para que muchos de esos jóvenes entraran a formar parte de la cofradía de San Sebastián. Su naturaleza exclusivamente masculina le imprimía un carácter singular vinculado de manera muy estrecha a la profesión de soldado. Sin embargo, la creación de un ejército profesional a finales del siglo XX —hecho que trajo consigo la desaparición del servicio militar obligatorio—, la ausencia notable de jóvenes cofrades, por otro lado, y finalmente la reciente incorporación de la mujer, en un intento de renovación y vitalidad de la misma —no importa por consiguiente la edad en la que se ingresa— han protagonizado un cambio significativo en la estructura de la cofradía, desapareciendo así una larga tradición que dataría con toda seguridad de tiempos de su fundación, y que viene marcada por la trayectoria evolutiva de la propia sociedad. 7. CONCLUSIÓN Así pues, y a guisa de recapitulación, aunque somos conscientes de no haber realizado un estudio completo y exhaustivo de todas y cada una de las STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 258 ][ JOAQUINA LANZUELA HERNÁNDEZ Una aproximación al estudio iconográfico... obras dedicadas a San Sebastián en nuestra localidad natal, queremos dejar constancia de que ha sido el hecho destacado de habernos apoyado en un amplio contexto europeo para llevar a cabo nuestras investigaciones —la ausencia de documentación así nos lo aconsejaba— el que ha facilitado en todo momento nuestra labor investigadora y nos ha permitido llegar a una mejor comprensión de la iconografía de San Sebastián existente en Cella, abriéndonos, por otro lado, un horizonte que de no haber sido así no hubiéramos llegado posiblemente a vislumbrar. Independientemente de que el gran auge y difusión del culto a San Sebastián se hallase vinculado en Europa con las epidemias de peste que frecuentemente la asolaron a lo largo de los siglos, —hecho éste que no parece pervivir en la conciencia de nuestras gentes pero que vendría confirmado por algunas de las obras conservadas hoy en día, tales como la decoración de la ermita con el manto protector o el cuadro que a falta de título hemos denominado Santa Conversación— lo cierto es que las obras artísticas, que la iglesia de Cella posee, reflejan poca variedad en cuanto a su contenido temático se refiere. Ajenos por completo a aquellas representaciones que desde los inicios de la Edad Media representan a San Sebastián como una persona de edad, barbudo, con la corona en la mano y su nombre identificándolo; ajenos igualmente a aquellas otras que muestran a San Sebastián rejuvenecido y ataviado con sus vestiduras, sosteniendo los atributos de la flecha y del arco, nuestros artistas, inalterables, por otro lado, en su manera de representar a San Sebastián, se sumergen de lleno en un nuevo tipo de representación que no es otro que aquel que, hundiendo igualmente sus raíces en la Edad Media y triunfando en siglos posteriores, muestra al mártir atado de pies y manos a un tronco o árbol y asaetado por fidelidad a Dios. Las numerosas escenas martiriales, ya representen a San Sebastián en actitud de diálogo con otros santos, ya en comunicación íntima con lo sobrenatural e intercediendo a su vez por los hombres, pero sobre todo, y como era de esperar, en paralelismo con la Pasión Redentora de Cristo, todas ellas tienden a privilegiar la escenificación de un momento único y crucial de la vida del santo militar, la de su martirio por amor a Dios, en defensa de la fe y de la Iglesia. Santo militar, San Sebastián es, también en nuestros días, el santo «mártir por excelencia»55. 55. Supra, p. 12. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 231-258 ECONOMIC STABILITY POLICIES AND SOCIAL PROGRAMS Políticas de estabilidad económica y programas sociales Luis BRUNSTEIN1 – Marta GIL-LACRUZ2 Rowan University, Glassboro, N. J./Universidad de Zaragoza Abstract In an ever more integrated world all countries face potential economic shocks from outside and social and political instability from inside. To deal with these problems many governments have adopted restrictive monetary and fiscal policies to accumulate monetary reserves while sacrificing resources away from social programs. Hence, governments trade economic stability for domestic political risk. This paper argues that the presence of such risk forces governments to adopt a heterodox, eclectic and very flexible approach to policy formation in order may maximize their chances to achieve long term social objectives. Key words: financial instability, contagion, monetary and fiscal policy, political risk. Resumen En un mundo cada vez más interdependiente, los gobiernos estatales se ven avocados a enfrentar las turbulencias y riesgos económicos que se originan en el panorama internacional y la inestabilidad política que se genera en el interior de sus naciones. Una estrategia común de afrontamiento ha consistido en la adopción de políticas fiscales y monetarias restrictivas para acumular reservas monetarias, recortando los recursos dedicados a los programas sociales. Esto supone priorizar la estabilidad económica frente al riesgo político. El presente artículo expone como se pueden adoptar políticas más flexibles, heterodoxas y eclécticas que nos permitan maximizar nuestras posibilidades de conseguir objetivos sociales a largo plazo. Palabras clave: inestabilidad financiera, contagio, política monetaria y fiscal, riesgo político. 1. Assistant Professor. Department of Economics Rowan University, Glassboro. New Jersey (USA). Correo electrónico: [email protected] 2. Profesora Titular, Departamento de Psicología y Sociología, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas. Correo electrónico: [email protected] Fecha de recepción del artículo: 25 de octubre de 2006. Fecha de aceptación: 22 de noviembre de 2006. Versión final: febrero de 2007. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 259-277 260 ][ LUIS BRUNSTEIN - MARTA GIL-LACRUZ Economic stability policies... In an ever more connected world we find forces that unite us over time: commerce, the movements of integration, technical diffusion and the financial markets. However, the uneven degree of development, the volatility of the financial markets, the different demographic rhythms of the developed and developing countries and the control over the energy resources are some of the forces that separate us. The world economy is progressively getting united but the centrifuged forces held up the potential growth that the world economy could gain and trigger the crises (Requeijo, 2002). There is little doubt that both developed and developing countries are vulnerable to global economic fluctuations. In the last week of May 2006 rumors doubting the degree of commitment of the then recently appointed Chairman of the Federal Reserve System of the United States, Ben Bernanke, to keep inflation at bay, as his predecessor Alan Greenspan did, coupled with the uncertainty generated by the designation of Henry Paulson as the new Treasury Secretary were enough to send a ripple of fear through the channels of the global financial system that were felt in the stocks markets across the world. In Latin America, for instance, analysts were busy trying to explain why the repercussions were different among neighbors. Some countries experienced a mild shock mitigated by timely monetary intervention while others were less able to cushion the blow. For example, while in May 30 2006 the Dow Jones fell by 1.63%, Argentina’s index fell by 3.53%, Mexico’s by 3.38% and Brazil’s by 4.54%3. All and all, however, the impact, vis-à-vis previous shocks was mild. Various analysts argued that most countries in Latin America today have been able to accumulate enough reserves to absorb mild exogenous changes. They also argue that a solid financial position, with surpluses in their current account and government budget account, low inflation, growing economies and increasing levels of investment were, along with capital controls and a healthier debt structure leaning towards longer term structures, significant factors to protect the real economy when the funds began to flow out during the last week of May. However, further uncertainty during May and June led to a fall of 18.9% in the stock market in Turkey, 14.6% in India, 13.9% in Brazil, 10.7% in Mexico, 10% in Argentina and 6.3% in Chile4. 3. Clarin.com, «Temor en la City: caen la Bolsa y los bonos, y el Central frenó el dólar,» May 31, 2006, at www.clarin.com 4. Clarin.com, «El mal clima financiero le costó 1.100 millones de dólares al país,» July 13, 2006, at www.clarin.com. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 259-277 Economic stability policies... LUIS BRUNSTEIN - MARTA GIL-LACRUZ ][ 261 Exogenous shocks give rise to financial instability which may contribute to derail the development program of a government. And while according to Schinasi (2004: 3-8) «…there is no single, widely accepted and used definition of financial stability» the author argues that «[a] financial system is in a range of stability whenever it is capable of facilitating (rather than impeding) the performance of an economy, and of dissipating financial imbalances that arise endogenously or as a result of significant adverse and unanticipated events». According to Mishkin (1999: 6) «…[f]inancial instability occurs when shocks to the financial system interfere with information flows so that the financial system can no longer do its job of channeling funds to those with productive investment opportunities». Whereas, in a broader sense financial stability implies monetary stability, employment levels close to the natural rate, confidence in the operation of key institutions and markets and where the relative prices of real and financial assets are stable (Foot, 2003). However, exogenous shocks are just one of the problems facing economies, where certain degree of monetary and fiscal policy autonomy is needed to address unemployment and poverty issues. Hall and Taylor (2002) argue that «domestic policy —particularly the scope for adjustment to shocks through fiscal, monetary and exchange rate polices— can also influence the impact of transmitted shocks. For example, active and preemptive policy responses appear to have had a material impact in reducing spillovers in some countries in previous EME crises» (p. 129). The market economy confronts two great challenges during this millennium: the weight of the public sector and the problem of unemployment. The size and intensity of the public sector’s intervention are polemic questions, and while some believe it to be excessive because it exacerbates the rigidities of the economic system inhibiting productivity growth, from a different perspective it can be argued that such intervention is needed to address the many social inequalities to be found everywhere today. Furthermore, governments that attempt to reduce external vulnerability may have to give up certain policy autonomy whereby social objectives and financial stability may mutually constrain each other within a multiobjective policy set. Shielding the economy from external risk may inhibit the attention to domestic social problem, perhaps, leading to greater political risk arising from social discontent. By setting the forthcoming analysis largely within the theoretical framework of macroeconomic financial stability and buttressing its development on the relevant empirical literature this paper sits at the STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 259-277 262 ][ LUIS BRUNSTEIN - MARTA GIL-LACRUZ Economic stability policies... vortex of both while attempting to characterize the fundamental tradeoffs faced by governments today when shaping economic policy. Furthermore, the paper addresses one of the central dilemmas of current stabilization policy; its opportunity cost. The paper proceeds by characterizing the mechanism for contagion. Then, it proposes various ways to conceptualize and measure macroeconomic financial fragility. Then the paper discusses what type of policies could be used to shield the economy from exogenous shocks. The next section discusses political risk and its impact on policy formation. In the discussion section the paper tries to characterize the main issues confronting policymakers and proposes some guidelines. The last section summarizes the main points of the paper and suggests research extensions. 1. PROPAGATION CHANNELS Requeijo (2002) indicates six major characteristics of globalization: the rapid increase in the flow of commerce (visible and invisible), and specially the flow of capital across borders, the increasing importance of transnational corporations, the worldwide competition in almost all markets, financial and otherwise and the questioning of national policies. In the period of time between 1989 and 2000 the international trade of goods and services and in particular that of capital has increased significantly. This was fostered by the technological development in the information and communication sectors and the fallen of economic borders. Hence, it is not surprising within this global context that financial crises are born. Changes to monetary and fiscal policy abroad, changes in expectations, unexpected political and social events, shocks to natural resources, natural disasters and other changes affecting economic variables, real and financial, will find their way into the economies of less developed and industrialized countries affecting them in various and different ways. The freedom of capital movement and the simultaneity of transactions facilitate the contagion tendencies across financial markets. The international diversification of portfolios, the greater integration of the markets across time zones and the increasing importance of the derivatives’ markets contribute in a significant fashion to this tendency. There are direct and indirect or secondary channels of transmission or contagion. For example, a restrictive monetary policy in the United States may induce greater capital outflows in, for example, Brazil and Argentina STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 259-277 Economic stability policies... LUIS BRUNSTEIN - MARTA GIL-LACRUZ ][ 263 as funds seek higher returns in dollar denominated deposits. This is the direct channel. The secondary channels that have proven to be significant may be more complex to conceptualize because their profile depends on the following factors: the level of bilateral trade among the affected countries, the degree to which they share a common creditor or creditors, thei degree to which they share common trade markets and the exposure of investors to their economies, Hall and Taylor (2002: 128-134), IMF (2006: ch. 3: 30-5). De Alessi Gracio et al. (2005: 96-97) argue that the behavior of institutional investors contributes to propagate crises as they are forced to sell some of their instruments in various markets to cover their margin calls, reduce their portfolios’ risk or reduce the risk arising from their exposure to other markets when a crisis erupts in at least one market where investors are significantly exposed. The problem is further complicated by a combination of herd behavior and rational ignorance. When some of the largest investors, presumably better informed, begin to pull away from one market the rest may follow without spending the effort to research the fundamentals, amplifying the effect of the shock in the original and connected markets. The momentum may be exacerbated by risk-averse managers whose remuneration is based on performance comparisons to other fund managers. Calvo and Mendoza (2000: 81) support these arguments. Chui et al. (2004: 14) argue that «small rumors can trigger herd behavior among investors, and shift an economy from a good equilibrium to a bad one, with large capital outflows unrelated to economic fundamentals». Kaminsky et al. (2003: 56-72) provide empirical evidence from five crises showing that common leveraged creditors play a significant role while propagation via trade links seems nonexistent. The data also shows that the degree of propagation depends on how markets were anticipating crises episodes. Canova (2005: 231), also finds that the trade channel is not important but monetary policy in developed countries, direct channel, is. Villar Frexedas and Vayá (2005: 15) and Van Rijckeghem and Weder (2001: 305) show, additionally, that the common lender factor is a significant propagation channel. Contrary to other papers, Glick and Rose (1999: 604) argue that «…trade is an important channel for contagion, above and beyond macroeconomic influences. Countries who trade and compete with the targets of speculative attacks are themselves likely to be attacked». STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 259-277 264 ][ LUIS BRUNSTEIN - MARTA GIL-LACRUZ Economic stability policies... As the literature suggests, emerging and developed economies are exposed to the rest of the world via trade and financial markets. The effects of financial and commercial crises amplified by the speculative processes will inhibit national and international investment. This phenomenon is due to various reasons: the impoverishment of investors and the contraction of expectations, the fact that the international trade of goods and services will feel the effects from them and because when the profit rate falls in one area its importation of goods and services will also fall. The sequence acquires a global dimension. The «real» consequences of these crises will be a reduction in the growth capacity and the levels of employment and profits in the affected countries, developed and developing ones (Requeijo, 2000). Both, the trade and financial markets, particularly the latter, will develop new channels as the markets for commodities and securities evolve. By their own nature, as countries become more developed these markets will offer more complex instruments, greater depth, allowing agents to trade greater risk. Presumably then, these economies in particular will have to enhance their monitoring efforts in an attempt to reduce the impact of future crises in order to support a stable path for economic development. 2. ASSESSING MACROECONOMIC FINANCIAL FRAGILITY All countries are vulnerable to exogenous shocks. Emerging economies may be more vulnerable because their fundamental structure is, or may be perceived to be, weaker and their regulatory system may lack some of the controls needed to deal with sudden capital flows. This is logical because in the root causes and consolidation of a crisis we already can find the loss of confidence in the country’s economy due to various reasons: inability to pay the foreign debt, the persistence of strong macroeconomic disequilibria, foggy expectations regarding assets’ profitability, clear signs of fragility of the financial system or the sum of all these factors. In light of this picture we need a series of economic variables that could be used to monitor the fundamental macroeconomic health of a country. In the face of an exogenous shock funds will tend to flow out faster from those countries perceived ex-ante to have a greater risk of collapsing and a longer period of recovering. The status of the current account, the government’s budget, the level of employment, investment and saving, foreign currency reserves, anti-cyclical fund accumulation, level and structure of public debt, functioning of the financial regulatory institutions, degree of enforceable capital control mechanism and political and social situation STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 259-277 Economic stability policies... LUIS BRUNSTEIN - MARTA GIL-LACRUZ ][ 265 will be used by banks and non-bank financial institutions to gauge the reliability of the system at the time of the shock. Like a person who contracts a virus, the healthier the body the shorter it will take for the individual to recover. According to Hilbers et al. (2000: 53), «...data on aggregate and sectoral growth, trends in the balance of payments, the level and volatility of inflation, interest and exchange rates, the growth of credit, and changes in asset prices, especially stock and real state prices…» along with information regarding the vulnerability of the financial system and indicators of contagion and investor behavior are all relevant macroeconomic indicators to asses the country’s ability to cope with capital flow reversals and currency crises. The quality of regulatory institutions, including the legal infrastructure should also be part of the analysis. And the authors add that «…assessments need to be based on a comprehensive set of indicators, taking into account the overall structure and economic situation of a country and its financial system» (pp. 53-54). Grabel (2003: 252-3 and 2004: 28-30) argues that an exogenous shock leading to a rapid devaluation of the domestic currency may have a significant effect on the ability of domestic borrowers to repay foreigncurrency denominated debt. This in turn may amplify the initial effect of the shock giving rise to a massive sell off of assets as panic ensues and possibly promoting and amplifying the initial contagion effect. Hence, exposure to the risk of foreign currency fluctuations needs to be continuously assessed by the monetary authority. The International Monetary Fund’s, IMF, Global Financial Stability Report introduces a series of variables to assess financial fragility: volatility measures, debt cross correlations, equity indexes, returns on bonds and global yield spreads, and other financial soundness indicators for emerging markets (Statistical appendix, 2006: 163-195). 3. POLICIES TO DEAL WITH EXOGENOUS SHOCKS The importance of having an economy the either seems to be in good shape, or at least one that is able to portray an image of strength to the world, has been established earlier in this paper as an important factor in shaping the expectations and, consequently, the behavior of economic actors, in particular institutional investors, in the face of an exogenous shock. Obviously any government is not only concerned with the cosmetic aspects of the model as the fundamental variables do change partly in response to STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 259-277 266 ][ LUIS BRUNSTEIN - MARTA GIL-LACRUZ Economic stability policies... the workings of an economic program rather than to intended manipulation alone. Aside from reaping the benefits stemming from window dressing governments could engage in various explicit policies in an attempt to isolate the economy from external changes. In past decades governments had at their disposal a series of policies that would allow them to modulate the economic activity: monetary, fiscal and political strategies. In a globalized context the efficiency of domestic policy is difficult to evaluate. «For the case when the national interest is not validated by the international financial markets, the value of the currency will suffer, with undesired appreciations or depreciations and the ensuing effects on the current account balance and the level of prices. If taxes increase, to pay for an increasing public sector’s expenditure, it would be possible for some part of the national capital to leave the country and that some corporations would do the same to maintain their competitive level; if taxes do not increase, to avoid the mentioned consequences, then the government’s budget deficit will increase and consequently interest rates and inflation, so investment will suffer, leading to a deterioration of, again, the current account balance (Requeijo, 2002: 341). The accumulation of international reserves to defend the domestic currency during capital flight episodes along with the limited use of capital control tools may contribute to partly shield the economy from exogenous shocks. The Central Bank could also implement a policy to change the structure of the public debt towards longer maturity along with the emission of debt denominated in domestic currency in an attempt to decrease the exposure of public finances to currency fluctuations. In sum, the monetary authority could take a battery of measures, consistent with the current literature, to minimize the impact of exogenous shocks on the financial and ultimately the real sector of the economy. However, shocks could also be generated internally as a consequence of unstable socio-economic conditions leading to political instability. This source of risk is important and must be taken into consideration by the policy-makers. 4. POLITICAL RISK It has been accepted by the literature on financial risk that the political and social situation of a country is at least as important as the state of its finances. Lensink et al. (2002) find a robust correlation between political STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 259-277 Economic stability policies... LUIS BRUNSTEIN - MARTA GIL-LACRUZ ][ 267 risk and capital flight. Kashiwase and Kodres (2005: 43) incorporate government stability, socioeconomic conditions, external conflict, internal conflict, corruption, military in politics, law and order and bureaucratic quality among the political risk rating variables used in their regression analysis. Erb et al. (1996, 1999) include political risk into the analysis of bond spreads and Bilson et al. (2002: 1) argue that «…political risk is important in explaining return variation in individual emerging markets…» Along with the IMF’s Global Financial Stability Report the papers utilize the data provided by the Political Risk Services. Le and Zak (2006: 308) state that «…political instability is the most important factor associated with capital flight». The authors argue that political risk is captured by socio-political instability and regime change (p. 314). An unstable social situation, such as high unemployment and chronic poverty may promote political instability leading to uncertainty about the government and its economic plan, Tokman (2003: 95-96), Holzmann and Jorgensen (1999: 22-23), Stiglitz (2003: 27-28). As analysts revise their risk factors capitals may modify the speed and direction of their flow affecting the real economy via changes in currencies and interest rates and amplifying the effect through the country-specific sentiment component. The length and gravity of the ensuing crises following a shock will depend on the initial economic and political conditions at the time of the shock, internal and external, and the history of the country. The internal dynamics of the momentum propelling the inertia of chronic poverty in some countries may map itself into decreasing policy credibility and ultimately political resistance leading to greater political risk. Henceforth, policies addressing poverty and unemployment, above and beyond those that favor market-based incentives for direct investment, should become a de facto component of a complex set of policy measures within the larger framework of prudential risk management. In other words, governments may need to assume a proactive role in order to support the path to achieve their policy goals. Undoubtedly, thanks to the Keynesian legacy and its theory regarding the failures of markets, in many developed countries government intervention is recognized to be important in three significant areas: public goods, distribution of resources and to stabilize economic growth (Musgrave, 1992): – The provision of public goods is in regards to those goods and services that are available to all citizens, where no one can be excluded from consumption and they are non-rivalrous in consumption, for example national defense and the space research program. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 259-277 268 ][ LUIS BRUNSTEIN - MARTA GIL-LACRUZ Economic stability policies... – The government attempts to mitigate the socioeconomic inequalities generated by the market by caring for the less favored groups in society via the provision of free education, public health and pension plans. The principle of equality guides the government’s effort. – Governments concerned with the achievement of sustained growth of production and profits tend to stabilize the national economy in order to maintain a high level of employment. They try to avoid sudden falls in economic activity associated to the cycle and mitigate the effects of the change. Monetary and fiscal polices are the main tools of a stabilizing policy but not exclusively because others such as a currency control mechanism may also contribute in the effort. Conceptually the policy-maker faces the ongoing dilemma of having to choose between allocating resources to obtain additional units of risk insurance versus diverting funds towards improving social conditions. In this sense, it is relevant to mention the evolution of the concept of capital and investment in human resources and social conditions for the OECD, Organization of Economic Cooperation and Development (2001). In the human capital concept we find knowledge and individual motivation. In the social capital concept they include the norms and networks that facilitate the cooperation between and within groups, consequently decreasing the socioeconomic inequalities. The relationship between human and social capital and economic growth has been shown in several studies (Barro, 2001, Durkin, 2000, Hanushek y Somers, 2000, Temple, 2001, Veenstra, 2001, Wasmer, 2001). However, it is extremely difficult to find and measure social capital due to the variability, context and characteristic of the process (Bankston and Zhou, 2002). Ironically, both policies, contractionary and expansionary, can increase political risk if implemented outside a sort of «optimally balanced range». Finding this «balance» requires a continuous close reading of the local economy contextualized by the global conditions. In any event, the experience of the context generates the knowledge, practices and alternatives of progress that simultaneously adjust themselves to the conditions within which people and groups live with each other (Campbell and Jovchelovitch, 2000). In other words, in the face of potential destabilizing threats to the economic program from outside and inside policymakers are forced to implement a sort of risk management approach to policy formation. This means that a choice must be made among the set of social programs in STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 259-277 Economic stability policies... LUIS BRUNSTEIN - MARTA GIL-LACRUZ ][ 269 need of attention whereby a ranking of priorities could be used as an instrumental method to allocate scarce resources. However, the degree of instability outside each country also plays a fundamental role in each domestic economic program. Whereby the initial economic, social and political conditions in each country combined with the magnitude and frequency of the exogenous shocks will play a major role in constraining the ability of each government to address their domestic social problems. This is the central problem faced by most countries today when designing macroeconomic policy. 5. DISCUSSION The discussion presented above suggest that monetary policy could be hijacked by its own purpose away from its expansionary capacity to accomplish the dual goal of simultaneously stabilize relative prices and to minimize the impact on them, and in turn on the real economy, arising from exogenous shocks. Fiscal policy is constrained by the need to accumulate international reserves and to form an anti-cyclical fund. Both funds provide a degree of financial robustness and support such perception in the eyes of investors. This means that even if a country has been growing at a fast pace and even if tax revenues have increased the government’s ability to redirect the newly created wealth is limited by its own stabilization policy. The limited ability of monetary and fiscal policy to reduce the levels of unemployment and poverty above and beyond what the market mechanism and the structure of the economy can bear essentially characterizes the central problem being faced by the government. The internal dynamics of the system suggest that for such policy to be successful in the long run it needs to yield enough improvement in the unemployment and poverty indexes to mitigate a political backlash and ensuing risk that may arise from it otherwise. For some time now the theory of public choice has argued that politicians will offer their constituencies programs and policies in exchange for their votes5. The demand on the politicians is compounded by the reaction that 5. For example - Downs A., «An Economic Theory of Democracy». New York, Harper, 1957. — Buchanan, J. y G. Tullock, «The Calculus of Consent: Logical Foundations of Constitutional Democracy». University of Michigan Press, 1962. — Nieskanen, W. Bureaucracy and Representative Government. Chicago, Aldine Atherton, 1971. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 259-277 270 ][ LUIS BRUNSTEIN - MARTA GIL-LACRUZ Economic stability policies... the common citizen has when facing various market failures, the pollution advocacy groups, the power sported by monopolies and the central role played by the media. But the criticisms to the restrictive fiscal policies and the functioning of the welfare state are always easier to address than the risks arising from a non interventionist policy. For example, in the case of unemployment, according to the OECD there are three pernicious factors that threaten the entire society: First, the economic cost that can be decomposed into two elements, forgone production and crisis of the system. Second, there is a social cost associated to unemployment that is difficult to measure. Not only income falls, along with the quality of life, but it is accompanied but a worsening of the expectations, in particular for the middle class. The most affected groups run the risk of falling into the trap of poverty, out of which they would have a very difficult time escaping. Social cohesion would be damaged as those who remain employed would see the unemployed group as a fiscal threat. In the city where ghettos are formed by the less favored people unsafe conditions are constant factors. The third factor is one of political nature: the survival of democracies requires the support of the people. If the system is not supported by an ample social base the totalitarian temptation could materialize itself. Unemployment and poverty are threats to our social achievements and social rights and they require urgent government action. This should demand a constant monitoring of the social and political conditions of all social classes in the country in order to manage political risk appropriately. In other words, this risk needs to be managed and characterized like any other risk. This suggests that a trade off exists, that some aspects of the policy could be altered to mitigate the long run political risk associated with the negative externalities arising from structural poverty and unemployment such as economic crime and perpetual exclusion. A slight modification of this policy may include a more dynamic conception of internal financial flows whereby resources do not sit idle, or earning nominal fees, but rather flow sporadically to nodes in the system where risk factors are beginning to mount above prudential levels. For example, a portion of the fiscal surplus could be used as temporal collateral to extend credit to small domestic ventures that are labor intensive in order to reduce unemployment in an impoverished locality without increasing risk in the banking system. In other words, credit could be extended to STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 259-277 Economic stability policies... LUIS BRUNSTEIN - MARTA GIL-LACRUZ ][ 271 higher risk groups without affecting the integrity of the banking system. This would amount to a sort of macroeconomic prudential risk management technique where the market provides signals and incentives and the public sector acts as a backstage catalytic instrument, thereby minimizing market distortions. Similar arguments have been launched whereby the optimality of reserve accumulation has come under scrutiny. The main argument is that many developing countries have been accumulating more than traditional benchmarks, measured in terms of months of imports for example, and that the excess could be put to better use. The literature, along with this paper, disagrees on benchmarks and measurements, but agrees on that developing countries in particular can do better than simply holding dollars or highly liquid low-yield instruments. Rodrik (2006) argues that there is a social cost to pay for holding excess reserves and posits that capital controls may be used as a tool to stabilize flows without sacrificing the opportunity cost of holding foreign currency, but acknowledges that capital controls are politically less feasible. Summers (2006) also believes that reserves are too high in many countries and calls for a reform in their strategies. Hauner (2005) attempts to measure the opportunity cost of holding reserves and argues that countries should diversify their holdings into instruments with longer maturities. Aizenman and Lee (2005) argue that most developing countries hold excess reserves mostly as a precautionary measure, a self-insurance. On a slightly different approach García and Soto (2006) argue that the levels of reserves need to be compared to the potential cost of a crisis. From their perspective most countries are holding adequate levels. Their method controls for the quality of political institutions and concludes that it is better to be liquid than to depend on the technocrats to solve a shortage of cash. This also may, to some extent, be a sentiment at the Central Bank. Their argument supplements the agency problem argued in Summers (2006). The Chairman of any Central Bank may take a riskier approach and allocate some of the reserves into higher-yield instruments. However, they will not do so because the public recognition from earning greater returns on the bank’s reserves is significantly lower than the derision they will get if they earn negative rents. Then it becomes a rational choice to act conservatively unless the terms for chairmanship become long enough to provide additional incentives for them to take additional risks, but this may introduce moral hazard problems. Higher returns may be earned in the long run, but the Chairman’s election cycle may not coincide with the business cycle. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 259-277 272 ][ LUIS BRUNSTEIN - MARTA GIL-LACRUZ Economic stability policies... The combination of extreme precaution, fear of corruption and agency issues combined may partially explain why monetary policy in many countries seems to be overly conservative to the point of becoming either irrational or suboptimal. But, the importance of all these factors ought to be assessed on the country by country bases. A crucial question then arises: can, or will, the government, any government in general today, deviate significantly from the current precautionary policy without increasing the risk of fomenting additional doses of financial instability? This paper argues that the answer is no. The cost of the policy is not negligible, but it is not clear at this point that reallocating these resources to other uses would yield greater pay offs to the country. A more aggressive redistribution policy may alleviate the pain of some portion of the population for a limited time but may expose the country to cycles of volatility and capital outflows, sudden stops, thereby defeating the policy’s main objective and setting the bases for greater levels of political risk. Additionally, without the proper complementary policies, funds transfers could amount to nothing more than dumping money and harvesting corruption and expectations of future transfers leading to greater political risk as the government is unable to meet expectations. One option is for the government to identify those programs that affect groups that pose a higher political risk. That may be amoral but rational and may lead to long term effects of greater inequality. By caving into the demands of those groups that have a greater political clout, stronger lobbies, the government may implement policies that could increase poverty and unemployment thereby defeating it own agenda. Woo (2003) supports this argument. On the other hand, by attempting to implement a program without, al least, enough support from the political establishment it may promote enough political risk to bring the program to a stand still. This suggests that once political risk is considered the political feasibility of a program may play an important role in shaping the dynamics of it. In other words, the impact of the program on the socio-economic structure of the country endogenizes, among other things, the political risk. Implicitly the policy-maker will be continuously searching for a set of policies that would minimize risk while simultaneously attempting to achieve multiple and linked objectives. However, this paper does not suggest that risk analysis should dominate industrial policy and its complementary social policies, it rather suggests that risk analysis should complement the formation of policy in order to asses its feasibility, particularly in the long STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 259-277 Economic stability policies... LUIS BRUNSTEIN - MARTA GIL-LACRUZ ][ 273 run or until some horizon long enough for a set of policies to yield some tangible results. How long can the more relegated groups wait before they act upon their frustrations? That is difficult to tell and, as argued earlier, it should not be a relevant question; it may actually be a self-defeating one. Instead, the government ought to recognize that the welfare of the entire society must be taken into consideration when designing a set of policies that aspire to achieve long run objectives. This may be done by giving appropriate weights to the various sources of risk so that in the process the set of dynamically adaptive policies may be able to fluctuate about a range of motion such that risk or the perception of it thereby, is minimized. Following previous arguments, the greater the degree of social exclusion and the longer it exists the greater the weight it should be attached to the problem. For economies to be able to adapt to a complex and interdependent world it seems necessary to have some degree of macroeconomic stability, improve the educational system, eliminate the obstacles to the creation of entrepreneurship, invest in infrastructure and give priority to the development of social capital. These policies, among others, are incompatible with unjust and highly unequal social systems. Expenditures on education and employment suggest a long term investment. Its classification as human capital is rooted in its intrinsic importance as a factor to optimize the technological and financial innovation framed within the development and welfare models (GilLacruz and Gil-Lacruz, 2006). To combat social exclusion and to promote cohesion should be a priority of the social policies of the developed countries (Bjørnskov, 2003; OCDE, 2001). Even though we do not have a unique measure of cohesion certain social indicators like the percentage of suicides, the violence or abuse of drugs, not only points to personal crises but also to certain environmental conditions. If in the case of addictions it can be observed that the abuse of these substances increases during times when the unemployment level is high or when the country experiences economic recessions then a connection can be made between stress and economic factors (Dee, 2001). Therefore, the government may need to implement a dynamic approach to policy-making by continuously adapting to the internal and external changes while attempting to minimize the total risk so as to maximize its chances of achieving its various and simultaneous policy objectives. In the final analysis an eclectic approach to policy formation STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 259-277 274 ][ LUIS BRUNSTEIN - MARTA GIL-LACRUZ Economic stability policies... may be the only real option many governments have today to clear the path towards stable development. 6. CONCLUSIONS The main objective of this paper was to characterize the dilemma being faced by many governments when trying to maintain financial stability and simultaneously decrease poverty and increase employment in their economies before their policies loose credibility and, consequently political support. By conceptualizing the problem as one where chronic levels of poverty and unemployment lead to political risk the paper argues that such risk ought to be part of the overall risk management approach. Hence, monetary and fiscal policies do not have to fall prey to stabilization goals thereby inhibiting their ability to address social problems but rather ought to be used to minimize financial and political risk. In other words, the analysis presented here suggests that rather than just follow strict conservative economic programs governments will find it more advantageous to approach policy formation from an eclectic angle. This requires a constant monitoring of the economic system in order to address social and political problems as they present themselves by reallocating resources in a dynamic fashion among the various sectors of the economy. Given that this paper characterizes the fundamental trade offs facing any economic system in a global environment a natural extension to this work would be to apply it to case and comparative studies. From an interdisciplinary perspective those authors researching the effect of social policy on poverty, immigration and social capital formation this papers should provide a global context that recognizes the fundamental impact that the flow of capital has today on the welfare of all social classes in each country, in particular the lower classes. In the final analysis, as the Nobel Prize in Economics Manfred Max Neff said, the policymaker designing the strategies to foster economic development must always include the human dimension. It is about creating a competent environment where the wealth generated could be distributed more equitable to foster not only a more balanced development but also one that will be sustainable. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 259-277 Economic stability policies... LUIS BRUNSTEIN - MARTA GIL-LACRUZ ][ 275 7. REFERENCES AIZENMAN, J. and L. JAEWOO, International reserves: precautionary vs. mercantilists views, theory and evidence, International Monetary Fund, working paper 198, Washington D.C., 2005. BANKSTON, C. and M. ZHOU, «Social capital as process: the meanings and problems of a theoretical metaphor», Sociological Inquiry, vol. 72 (2002), pp.285-317. BARRO, R. «Education and economic growth», In J. 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Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 259-277 BURNOUT EN EL COLECTIVO DOCENTE Burnout and Teaching Sonia TIFNER1, Pilar MARTÍN2, Susana ALBANESI DE NASETTA, Miguel DE BORTOLI Universidad Nacional de San Luis/Universidad de Zaragoza Resumen A mediados de los setenta, el burnout fue identificado y descrito como un cuadro polifacético y plurisintomático de intensidad y amplitud variable, en los profesionales que brindan asistencia a personas, entre los que cabe destacar al colectivo docente, ya que a menudo se señala que se trata de una profesión afectada de un modo importante por este síndrome. En este contexto, el presente trabajo tiene como objetivo fundamental revisar la literatura existente respecto del burnout en el colectivo docente, para tener una aproximación más detallada a la problemática, con indicadores concretos intervinientes en su formación, refuerzo o atenuación con el fin de dar cuenta de la importancia de su estudio. Palabras clave: estrés, burnout, colectivo docente. Abstract Burnout was identified and described as a polifacetic and plurisintomatic syndrome, with a variable intensity and extent, in the middle seventies in those professionals who gave their help and assistance to others, like teachers. Teachers are frequently signed as a profession affected by this syndrome in an important way. In this context, the main aim of this work is to review the existing literature on burnout, in order to obtain a more detailed approach to this problematic, identifying those variables which are presented in its formation, reinforcement, or attenuation to show the importance of its study. Key words: stress, burnout, teachers. 1. Sonia Tifner, Susana Albanesi de Nasetta y Miguel de Bortoli son titulados de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), Argentina. De Bortoli es investigador del Proyecto 419501 de la UNSL. Tifner es becaria doctoral de la Universidad de Zaragoza. Correo electrónico: [email protected] 2. Departamento de Psicología y Sociología, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Zaragoza. Correo electrónico: [email protected] Fecha de recepción del artículo: 30 de octubre de 2006. Fecha de aceptación: 22 de noviembre de 2006. Versión final: marzo de 2007. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 279-291 280 ][ S. TIFNER Y OTROS Burnout en el colectivo docente Las Naciones Unidas reconocen que el disfrutar en el mayor grado posible la salud es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano (OMS, 2006). Este derecho es vulnerado cuando el trabajador es expuesto a riesgos psicosociales en los entornos de trabajo. Una exposición que parece más frecuente e intensa en el caso de aquellas profesiones, como por ejemplo la docente, que genéricamente podríamos denominar de servicio humano. De este modo, los profesionales que desarrollan estas actividades de servicio hacia personas, suelen estar expuestos permanentemente en su práctica a situaciones generadoras de estrés, lo que origina un deficiente ejercicio de su función como consecuencia de una merma en su salud y el consecuente gasto sanitario. Desde tales referencias, el estudio del estrés emerge como un compromiso obligado para preservar ese derecho a la salud de las personas. El conocimiento sistemático, fruto de la investigación científica en ese campo permitiría aplicar políticas promotoras de la salud laboral. El conocer las fuentes que lo generan y/ o refuerzan facilitaría prevenir e inhibir su aparición, así como controlar sus consecuencias una vez instaurado. La accidentabilidad, la impuntualidad, las interrupciones, el absentismo, el abandono, las bajas laborales, la evitación y disminución de la calidad del trabajo, con sus consiguientes repercusiones, son algunas de las manifestaciones de este fenómeno del estrés, con las que tiene que convivir la sociedad en su conjunto. Un fenómeno que dicho sea de paso parece haber aumentado de un tiempo a esta parte, fundamentalmente debido al cambio que se ha operado en la naturaleza misma del trabajo, que cada vez es más una actividad mental, con lo que su carga mental y emocional se han visto incrementadas. Un incremento de carga mental y emocional que puede terminar derivando en el malestar y la disfunción psicológicos. De entre los diversos modos a través de los cuales puede expresarse tal malestar, y sobre todo si centramos nuestra atención en el colectivo docente, destaca el burnout, a menudo considerado como una forma específica de reacción de estrés. Frente a las dificultades definicionales que presenta el concepto de estrés, el término burnout ha sido aceptado en su delimitación conceptual casi unánimemente, por la comunidad científica al tiempo que se trata de una experiencia, lamentablemente y como se pondrá de manifiesto, bastante frecuente entre la profesión docente a lo largo y ancho de la geografía mundial. Tanto es así que en España, el burnout está reconocido como accidente laboral de dicha profesión desde el primero de enero de 2007. En este contexto, el presente trabajo tiene como objetivo fundamental revisar la literatura existente respecto del burnout en el colectivo docente STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 279-291 Burnout en el colectivo docente S. TIFNER Y OTROS ][ 281 para tener una aproximación más detallada a la problemática, con indicadores concretos intervinientes en su formación, refuerzo o atenuación con el fin de dar cuenta de la importancia de su estudio. 1. EL CONCEPTO DE BURNOUT Y SUS DIMENSIONES A mediados de los años 70, Freudenberger (1974) describió un cuadro polifacético y plurisintomático, de intensidad y amplitud variable, en los profesionales que brindan asistencia a personas, como respuesta al estrés laboral crónico que denominó síndrome de burnout (Albanesi de Nasetta, Tifner y Nasetta, 2005). Desde la perspectiva psicosocial, el Burnout se conceptualiza como un síndrome tridimensional (Maslach y Jackson, 1981) en el que intervienen, variables emocionales como el agotamiento emocional, variables actitudinales como la despersonalización) y variables cognitivo-aptitudinales como la baja realización personal en el trabajo (Marrau, 2004). Guerrero Barona (2003) en su referencia a estas dimensiones identifica el agotamiento emocional, como el cansancio y la fatiga que puede manifestarse física, psíquicamente o como una combinación de ambas: es la sensación de no poder dar más de sí mismo a los demás. Este agotamiento de los recursos emocionales propios, es debido al contacto con personas destinatarias de esta prestación en condiciones no ajustadas al trabajador los cuales pueden expresar disgusto y hartazgo con su tarea, o de otro modo, sentirse agobiados por la misma. La segunda dimensión o despersonalización se entiende como el desarrollo de sentimientos, actitudes y respuestas negativas, distantes y frías hacia las personas beneficiarias del propio trabajo. El profesional despersonalizado intenta distanciarse tanto de las personas receptoras de su trabajo como de los miembros del equipo con el que labora, mostrándose cínico, irritable, irónico a la vez que les atribuye la culpabilidad de sus frustraciones y la merma en su rendimiento ocupacional. Este endurecimiento afectivo es evaluado por los usuarios como deshumanizado. La tercera dimensión —bajo logro profesional y/o personal— surge cuando comprueba que las demandas que se le hacen exceden su capacidad para atenderlas de forma capaz. Supone respuestas negativas hacia sí mismo y hacia su trabajo, evitación de las relaciones personales y profesionales, bajo rendimiento laboral, incapacidad para soportar la presión y baja autoestima. Se caracteriza por una acusada desilusión e impotencia para dar sentido al trabajo. Se experimentan sentimientos de fracaso personal —falta de competencia, esfuerzo o conocimiento—, carencias de expectativas laborales y una generalizada insatisfacción. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 279-291 282 ][ S. TIFNER Y OTROS Burnout en el colectivo docente Desde una revisión conceptual del síndrome (Fidalgo Vega, 2006), las conclusiones a las que se puede llegar son: 1. El burnout es resultado de la exposición a estresores laborales; de tal manera que la interacción del trabajador con condiciones de trabajo de riesgo puede provocar el síndrome, con las subsecuentes consecuencias sobre su salud. 2. Para su desarrollo es preciso que la realización del trabajo implique un intercambio relacional intenso y duradero del trabajador-clientetrabajador-paciente o trabajador-usuario. Así, se trata de un síndrome que se desarrolla en mayor medida en trabajos de servicios humanos de ayuda, aunque se ha identificado en otros profesionales. 3. A partir de que Maslach delimitara el concepto, (Maslach y Jackson, 1981) la comunidad científica lo aceptó casi en su totalidad y lo define como una respuesta de estrés crónico formada por los tres factores anteriormente mencionados: cansancio emocional, despersonalización y baja realización personal. 4. Los constructos de burnout y estrés son conceptos diferentes. 2. EL BURNOUT Y EL COLECTIVO DOCENTE: ALGUNOS DATOS El síndrome del quemado en el colectivo docente se menciona ya desde los años 70 (Keavney y Sinclair, 1978; Kyriacou y Sutcliffe, 1977) y a mediados de los 80, en una revisión de 71 artículos desarrollada por Hierbert y Farber (1984), hallaron evidencias para considerar a la docencia una profesión estresante. Se trata de un colectivo cuyo estatus ha cambiado considerablemente, que en términos generales ya no es visto como una fuente de conocimiento y un personaje respetado y reconocido socialmente, sino que su profesión está siendo desvalorizada en todos sus aspectos. De este modo, apenas se reconoce que el docente es quien brinda uno de los servicios más importantes para el individuo, ya que la educación es uno de los valores más significativos de cualquier sociedad (Albanesi de Nasetta, De Bortoli y Tifner, 2006) y que la escolarización afecta directa o indirectamente a todos los integrantes de la comunidad. Si bien Gil-Monte (2005: 144-147) analiza muy detalladamente los problemas metodológicos que presentan los datos sobre la incidencia y prevalencia de este síndrome, lo cual impide conocer realmente los porcentajes de las personas que padecen este trastorno, algunos datos parecen sugestivos. Así, entre los docentes de primaria de la zona educativa de Cádiz (Cordeiro, Guillén, Gala, Lupiani, Benítez y Gómez, 2003), el 41% STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 279-291 Burnout en el colectivo docente S. TIFNER Y OTROS ][ 283 presenta una elevada prevalencia de burnout. En Guadalajara (México), en 25 escuelas primarias elegidas aleatoriamente, el 80% presentaba el síndrome de quemarse por el trabajo (Aldrete Rodríguez, Pando Moreno, Aranda Beltrán y Balcázar Partida 2003). El riesgo epidemiológico en los docentes oficiales de Medellín se estima en el 46,8% (Restrepo-Ayala, Colorado-Vargas y Cabrera-Arana, 2005). Un estudio en Lima sobre maestros de educación primaria del área metropolitana, reveló una prevalencia del 43% de docentes con elevados niveles de burnout, y un 21% adicional con riesgo de desarrollarlo a corto plazo (Fernández, 2002). Es en este marco, y a modo de cierre de este punto, donde cabe destacar la revisión sobre el burnout en maestros realizada por Ochiai (2003). Señala este autor cuatro cuestiones fundamentales. La primera, que el burnout es tan específico y generador de mecanismos que debería ser estudiado por separado del estrés en el colectivo que nos ocupa. La segunda, que las perspectivas culturales, sociales y el entendimiento de las características únicas de cada sistema educativo y de la cultura del maestro son importantes elementos a tener en cuenta. En tercer lugar, apunta que sería conveniente utilizar métodos longitudinales, como la investigación de la historia de vida de los maestros, ya que la duración es una variable significativa en el burnout. Y, en cuarto lugar propone que deberían incorporarse aproximaciones cualitativas ya que los enfoques cuantitativos no han reflejado completamente el estado real del docente con estrés laboral. 3. LA INVESTIGACIÓN SOBRE BURNOUT EN DOCENTES El burnout en docentes se ha investigado en relación a distintos tipos de variables, tanto externas como internas al individuo. Comenzando con las externas, cabe destacar aquellos hallazgos que indican que la interacción entre rigidez y ambiente cerrado de la escuela explicaban en parte la varianza del burnout (Kremer-Hayon y Kurtz, 1985). En escuelas primarias y secundarias japonesas se encontró que los estresores intrínsecos del trabajo tuvieron causa directa, y los conflictos del lugar del trabajo causa indirecta del burnout (Takagi y Tanaka, 2003). Jackson y Rothman (2005) observaron que la sobrecarga laboral, la inexistencia de oportunidades de ascenso, la falta de control explicó el 35% de la varianza en cansancio emocional. La variable carencia de oportunidades de crecimiento, inestabilidad en el trabajo y falta de control explicó el 23% de la varianza en despersonalización. El cansancio emocional explicó el 17% de la varianza en salud-enfermedad física, si el agotamiento emocional, la despersonalización y la baja eficacia profesional explicaban el 38% de la varianza en STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 279-291 284 ][ S. TIFNER Y OTROS Burnout en el colectivo docente salud-enfermedad psicológica. (Jackson y Rothman, 2005). En los docentes españoles, la presencia de altas demandas laborales produce un incremento del estrés laboral a corto plazo, que influye en la elevación de la ansiedad docente (Llorens, Cifre, Salanova y Martínez, 2003). Por su parte, Salanova y colaboradores (2003) encontraron que los estresores que consideran más importantes los docentes son, en orden de mayor a menor importancia: la sobrecarga de trabajo y de tipo emocional (pues se les exige que se impliquen a nivel personal con los alumnos, padres, sociedad, en situaciones conflictivas), ambigüedad y conflicto del rol, falta de apoyo social por parte de los compañeros y/o el centro, ausencia de coordinación para realizar trabajo en equipo, desmotivación, apatía e indisciplina por parte de los alumnos y obstáculos técnicos. En aquello que hace referencia a las variables internas, la mayoría de la literatura científica señala que los docentes con más locus de control externo tienen mayor tendencia a sufrir burnout (Byme, 1994; Farber, 1991; Fielding, 1982; McInyre, 1981; Spector, 1984; Stone, 1982). Hastings y Bham (2003) investigaron el burnout y la percepción de los maestros sobre la mala conducta de sus alumnos, hallando que la subescala falta de respeto predijo cansancio emocional y despersonalización en los docentes y la desadaptación social lo hizo en despersonalización y falta de realización personal en ellos. También se estudió la percepción de burnout de los estudiantes respecto de sus maestros y de estos últimos con la ocurrencia de la conducta perturbadora de los primeros en clase, hallándose que los reportes de estudiantes y maestros diferían significativamente en despersonalización, logro personal y competencia para afrontar la conducta disruptiva. El análisis de regresión de los informes de los docentes mostró que la competencia para tratar con la conducta perturbadora del alumno contribuyó significativamente a la despersonalización y al bajo logro personal siempre y cuando la edad de los maestros estuviera asociada significativamente con el logro personal (Evers, Tomic, Brouwers, 2004). En este apartado relativo a tales variables internas, se han estudiado las respuestas psicofisiológicas del estrés en este colectivo de trabajadores en sus días laborales comparados con los no laborales y otras variables (Moya-Abiol et al., 2005). Los datos obtenidos indican que en los días hábiles los niveles de testosterona son menores en las mujeres; que los sujetos tienen un humor negativo mayor y estrés percibido y latidos cardíacos incrementados. En relación al sexo, algunos datos sugieren que los profesores varones están más despersonalizados que sus colegas mujeres (Schwab e Iwanicki, STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 279-291 Burnout en el colectivo docente S. TIFNER Y OTROS ][ 285 1982; Seisdedos, 1986; Gil Monte y Peiró, 1997; Sari, 2004; Tifner, De Bortoli y Pérez, 2005) aunque las docentes mujeres parecieran más cansadas emocionalmente (Maslach y Jackson 1981, Salanova et al, 2003; Sari, 2004; Kokkinos, 2006), y que el patrón de conducta A se encuentra más relacionado con las escalas de quemazón en este género (Aluja Fabregat, 1997). Por su parte, en relación a la edad, los resultados aparentemente son contradictorios, y como señalan Moriana y Herruzo (2004), la relación edad-burnout ha de ser examinada tomando en consideración el tiempo de experiencia del individuo en la profesión, su nivel de maduración y la pérdida de una visión irreal de la vida en general. Teniendo en cuenta tales cuestiones, y como de nuevo se señalará más adelante en el apartado relativo al posible perfil del «profesor quemado», algunos datos indican que los profesores más jóvenes podrían experimentar mayor cansancio emocional y fatiga. Respecto de las asociaciones entre variables, se hallaron correlaciones negativas entre el sentido de autoeficacia de los maestros, burnout y ausentismo laboral (Toro y Ursua, 2005), o que a mayor burnout peores hábitos de salud en maestros de educación primaria (EGB), dependiendo la magnitud de dicha relación del tipo de hábito de salud valorado (ejercicio físico, hábitos alimenticios, prudencia y prácticas saludables). A su vez, los maestros que presentan menor frecuencia de prácticas saludables informan de un peor estado de salud (Fernández, Doval y Edo, 1994). Se observó una elevada relación entre psicopatología y problemas de salud con cansancio emocional, despersonalización y baja realización personal (Aluja, 1997). Se hallaron asociaciones entre la intención de dejar el trabajo, apoyo social y burnout en maestros chinos; el factor dominante fue el cansancio emocional (Leung Doris y Lee Wincy, 2006) y el apoyo del supervisor, teniendo una influencia directa sobre el propósito de abandonar e indirecta sobre el cansancio emocional. Se ha observado en docentes correlaciones positivas entre despersonalización y cansancio emocional y negativas de realización personal —o positivas con baja realización personal— con las dos primeras (Guerrero, 2003; Tifner, De Bortoli y Perez 2005; Cordeiro et al., 2003). Además los puntajes de burnout correlacionaron positivamente con el humor negativo (Moya et al., 2005). Por último, la investigación conducida a este nivel ha identificado algunos predictores del trastorno que nos ocupa. Neuenswander (2003) observó que la variación en el burnout pudo ser explicada por el estrés escolar en maestros secundarios y en los de escuelas vocacionales, pero sólo mínimamente por la red social (fuentes sociales extra escolares) y la STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 279-291 286 ][ S. TIFNER Y OTROS Burnout en el colectivo docente edad de los maestros. Peeters y Rutte (2005) observaron que la combinación de elevadas demandas de trabajo y baja autonomía fueron predictoras del burnout para maestros primarios con poco tiempo para organizarlas, específicamente para la variable cansancio emocional y parcialmente confirmada para la dimensión de baja realización personal. En un estudio de varios países europeos, el proyecto EUROTEACH, en el cual se investigó la relación entre los componentes del modelo de Karasek y el burnout, las quejas somáticas y la satisfacción laboral en los maestros, se halló que en los docentes secundarios belgas se asocian las altas demandas laborales con burnout, específicamente la dimensión de cansancio emocional. Se encontró también en este colectivo mayores niveles de esfuerzo físico, demandas laborales, quejas somáticas y más bajo control laboral, apoyo social y logros personales que sus colegas de otros países (Kittel y Leynen, 2003). En su par danés, se halló que éstos se hallaban más despersonalizados, menos satisfechos, con mayores niveles de logro personal que los de los países restantes (Verhoeven, Krij, Joekes, Maes, 2003). En los finlandeses (Rasku y Kinnunen, 2003) se hallaron dentro de las condiciones de trabajo: más bajas demandas laborales y más elevado control laboral, pero también en bienestar: mayor satisfacción laboral y menores niveles de despersonalización y quejas somáticas, como mejor que sus símiles europeos. En maestros londinenses (Griva y Joekes, 2003), el análisis de regresión mostró que de los componentes del modelo de Karasek, las demandas de trabajo fueron el predictor más consistente de los resultados de este estudio, teniendo el apoyo social y el control menor valor predictivo. Respecto del perfil del docente quemado, en España, se halló en maestros secundarios, (Salanova y colaboradores, 2003) que las mujeres son las más agotadas, menos eficaces y que muestran mayores síntomas depresivos. Para Cordeiro Castro y colaboradores (2003), en los primarios se halló coincidencia en la variable depresión, aunque éste corresponde a varones, casados, con una media de 40 años de enseñanza. En Turquía, en lo tocante a la variable años de experiencia, los docentes más experimentados mostraron mayor cansancio emocional y despersonalización y menor satisfacción en el trabajo que sus colegas menos experimentados (Sari, 2004), dato este último no coincidente con sus coetáneos de Hong Kong (Lau, Yuen y Chan, 2005) donde se encontró que los maestros más jóvenes, solteros, sin creencias religiosas, menos experimentados, sin terminar su práctica profesional y en un rango de enseñanza junior son los más quemados laboralmente. De este modo, la juventud predijo cansancio emocional y despersonalización. En los docentes griegos, se observó que STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 279-291 Burnout en el colectivo docente S. TIFNER Y OTROS ][ 287 si bien los de enseñanza primaria puntuaban más elevado en cansancio emocional, los de enseñanza secundaria lo hacían en despersonalización (Kokkinos, 2006). Otros datos hallados por investigadores anteriormente mencionados (Salanova et al., 2003) muestran que si bien los niveles de burnout en los profesores de secundaria no son elevados, sí se observa un incremento del agotamiento y de las actitudes cínicas y una disminución de los niveles de competencia profesional a medida que avanza el curso escolar. Son los profesores de entre 43 y 57 años en los que se observan mayores niveles de cinismo, menos eficacia profesional, más síntomas depresivos y menos satisfacción laboral. Los que imparten a grupos mixtos de Enseñanza Secundaria y Obligatoria son los que muestran mayores niveles de agotamiento y despersonalización. 4. SÍNTESIS El trabajo que aquí se cierra tiene como objetivo fundamental revisar la literatura existente respecto del burnout en el colectivo docente para poder contar con una aproximación más detallada a tal problemática. En este sentido, y una vez definido y delimitado el concepto de burnout e identificadas sus tres dimensiones —agotamiento emocional, despersonalización y baja realización—, han sido expuestos distintos datos que indican que se trata de un síndrome con una importante prevalencia entre el colectivo docente. Así por ejemplo y en nuestro país, los datos obtenidos por Cordeiro y colaboradores (2003) indican que un 41% de los profesores de primaria señalaban padecer burnout, mientras que en México este porcentaje se eleva hasta el 81% (Aldrete et al., 2003). Teniendo en cuenta tal prevalencia y las importantes consecuencias que de tal síndrome pueden derivarse, no resulta extraño que el burnout en docentes haya sido investigado desde numerosas y diversas ópticas. Han sido tenidas en cuenta las relaciones que este síndrome mantiene tanto con variables externas como internas al individuo, poniéndose de manifiesto cómo la sobrecarga laboral explica una parte importante de la experiencia de cansancio emocional (Jackson y Rothman, 2005), y la influencia de aspectos como la autoeficacia y el sexo en el síndrome que nos ocupa, al tiempo que se han identificado algunos predictores de este trastorno, apuntándose incluso un posible perfil del profesor quemado. En este amplio cuerpo de investigación destacan aquellos resultados que indican por ejemplo que el sentido de autoeficacia correlaciona negativamente con el burnout, que los hombres padecen más despersonalización que las mujeres, que las demandas laborales se revelan como un importante predictor del burnout, y que STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 279-291 288 ][ S. TIFNER Y OTROS Burnout en el colectivo docente en términos generales el profesor más quemado laboralmente es aquel que posee una menor experiencia laboral. Si bien y en relación esta última afirmación, cabe mencionar que la evidencia no es concluyente. A la luz de los datos expuestos, esperamos que este trabajo pueda contribuir a concienciar de la importancia de continuar investigando sobre el tema en la población docente, pues los efectos adversos que genera afectan a toda la sociedad: a los alumnos de modo directo debido a que reciben una educación con menor calidad que aquella que recibirían si sus docentes no padecieran este trastorno, a los demás integrantes, indirectamente ya que se formarán ciudadanos de diversas profesiones, oficios, trabajos con bases educativas de calidad inferior a la que se podría llevar a cabo si sus maestros no padecieran de esta psicopatología. Aún queda mucho camino por recorrer para conocer exactamente los mecanismos que intervienen y cómo lo hacen en el burnout en educadores, ya que los datos son en muchos casos contradictorios, pero eso tan sólo señala que se necesitan más investigaciones para llegar a conclusiones más sólidas. 5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ALBANESI DE NASETTA, S., DE BORTOLI, M. y TIFNER, S., 2006, «Aulas que enferman», Psicología y Salud, 16 (2), 179-185. ALBANESI DE NASETTA, S, TIFNER, S. y NASETTA, J., 2005, «Estrés laboral en los profesionales de la Salud», Revista de la Asociación Odontológica Argentina, 93 (2), 125-130. ALDRETE RODRÍGUEZ, M.G., PANDO MORENO, M., ARANDA BELTRÁN, C. y BALCÁZAR PARTIDA, N., 2003, «Síndrome de burnout en maestros de educación básica, nivel primaria de Guadalajara», Investigación en salud (en línea). Disponible en http://www.cucs. udg.mx./invsalud/abril2003/entrada.html. Consultado el día 20 de septiembre de 2006. 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Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 279-291 Burnout en el colectivo docente S. TIFNER Y OTROS ][ 289 FARBER, B. A., 1991, Crisis in Education: Stress and burnout in the American teacher, San Francisco, C.A.: Jossey-Bas. FERNÁNDEZ, M., 2002, «Desgaste psíquico —burnout— en profesores de educación primaria. Lima metropolitana», Revista Facultad de Psicología, 4 (5), 29-66. FERNÁNDEZ CASTRO, J., DOVAL, E. y EDO, S., 1994, «Efectos del estrés docente sobre hábitos de salud», Ansiedad y estrés, 0, 127-133. FIDALGO VEGA, M., 2006, «Síndrome de estar quemado por el trabajo o burnout (1): definición y proceso de generación». Notas Técnicas de Prevención, vol. 10, 20º serie. En línea, consultado el 10 de octubre de 2006. Disponible en http://empleo.mtas.es/insht/ntp704.htm FIELDING, M., 1982, Personality and situational correlates of teacher stress and burnout, Oregon, Universidad de Oregon, Tesis Doctoral. 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Revista de Humanidades Zaragoza: Prensas Universitarias de Zaragoza, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Zaragoza. ISSN: 1137-8417 RESÚMENES M.ª Ascensión CANO DÍAZ-TENDERO. Avance del estudio sobre la cerámica indígena de Segeda I, área 3 Se analiza en este artículo la cerámica indígena aparecida en la excavación del Área 3 de la ciudad celtibérica de Segeda I, identificado como barrio de los Titos. Mediante una metodología específica tanto en excavación como en laboratorio se ha conseguido establecer una clasificación funcional de las diferentes piezas cerámicas identificadas, que ha permitido proponer las áreas funcionales que componen un espacio doméstico. Palabras clave: arqueología, cerámica indígena, celtiberos, Segeda, Aragón. Juan Carlos CALVO GARCÍA. Sistemas metrológicos prerromanos en la Península Ibérica En este trabajo se investigan los sistemas metrológicos utilizados por los pueblos ibéricos antes de la llegada de Roma, es decir, sus unidades de medida para longitudes, capacidades y pesos. Para ello se estudian las evidencias arqueológicas proporcionadas por conjuntos de pesas, dimensiones de restos constructivos y, sobre todo, estudio de recipientes cerámicos, mediante un método matemático desarrollado especialmente para la ocasión. Como resultado se aprecia la gran importancia que tuvieron las influencias fenicias y griegas en el desarrollo de las sociedades indígenas prerromanas. Palabras clave: metrología, arqueología, cerámica prerromana, Segeda, Península Ibérica. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 295-305 296 ][ Resúmenes / Abstracts Raúl LÓPEZ ROMERO. Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda El desarrollo de la denominada Arqueología Espacial siempre se ha encontrado muy influida por los estudios geográficos, puesto que nunca ha dudado en recoger las teorías, conceptos y herramientas desarrolladas por la geografía para aplicarlos en el análisis e investigación de un territorio habitado en el pasado. En este caso mostramos una serie de aplicaciones y análisis realizados para el estudio del territorio rural de la ciudadestado de Segeda utilizando los Sistemas de Información Geográfica como herramienta de apoyo a la investigación arqueológica de un territorio. Palabras clave: arqueología espacial, sistemas de información geográfica, celtiberos, Segeda, Aragón. M.ª Esperanza SAIZ CARRASCO. El horno cerámico de Las Veguillas (Camañas, Teruel) Se presenta el horno de cocción de cerámica prerromano localizado en el alfar de Las Veguillas (Camañas, Teruel) por R. Alcón y M. Martínez en 1981. A pesar de que se está llevando a cabo un estudio pormenorizado del alfar en su conjunto, por medio de una prospección microespacial, se ha considerado oportuno exponer un primer avance centrado en la estructura del horno cerámico ya que el conocimiento de este tipo de estructuras en el Sistema Ibérico Central es deficiente. Palabras clave: antigüedad, horno prerromano, alfar, Las Veguillas, Camañas, Teruel. Lucía RODRÍGUEZ-NORIEGA GUILLÉN. Intentando socavar una falsa creencia: la identidad del ave de Atenea La idea de que el ave de la diosa Atenea (o su equivalente latino, Minerva) es la lechuza (Tito alba) está fuertemente arraigada en la tradición cultural hispana. Sin embargo, las fuentes literarias y las representaciones figurativas dejan ver sin lugar a dudas que el ave en cuestión es en realidad el mochuelo (Athene noctua). Este artículo ahonda en la cuestión, aportando además datos sobre las diversas rapaces nocturnas de las que han dejado constancia los textos griegos, entre las que justamente no figura la lechuza, por ser esta ave prácticamente desconocida en Grecia. Palabras clave: literatura griega, literatura latina, Atenea, Minerva, mochuelo, athene noctua. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 295-305 Resúmenes / Abstracts ][ 297 Javier URÍA VARELA. Consideraciones sobre el prefacio del Arte gramática de Carisio El prefacio al Arte gramática de Carisio sitúa su obra dentro de una larga tradición literaria de obras en prosa que comienzan con una dedicatoria al hijo del autor. Dada la abundancia de tópicos en estas composiciones preliminares, es preciso realizar un examen atento del texto que trate de dilucidar si la dedicatoria es real o ficticia, pues así se podrán resolver también algunos interrogantes acerca de la condición social del autor y del propósito del manual. Palabras clave: Carisio, ars grammatica, prefacios latinos, literatura latina, siglo IV. Paula VAL NAVAL. Autoría y datación de la Summa supra phisonomiam Aristotelis La adscripción más común del comentario escolástico conocido como Summa supra phisonomiam Aristotelis es la que atribuye la obra a Guillermo Hispano, aunque no faltan las atribuciones a autores de renombre como Pedro Hispano, Pedro de Alvernia, Tomás de Aquino o Egidio Romano. Este artículo pretende identificar a Guillermo Hispano con Guillermo de Aragón, magister medicine en la Universidad de Montpellier en torno a 1300, por comparación con otras obras del mismo autor, y desechar el resto de adscripciones. Por otra parte, se apuntan referencias para una posible datación de la obra. Palabras clave: Summa supra phisonomiam Aristotelis, Guillermo de Aragón, Guillermo Hispano, escolástica, Edad Media. María del Mar AGUDO ROMEO, María Luz RODRIGO-ESTEVAN. Delitos de lesiones y contra el honor en los fueros locales de la extremadura aragonesa Este trabajo se centra en el estudio de dos tipos de delitos presentes en fueros municipales medievales pertenecientes a la Extremadura aragonesa. El primero es el de lesiones. En él se atenta contra la integridad física de las personas. Además de castigarse de manera genérica el golpear o herir a alguien, se hallan tipificadas una serie de mutilaciones donde, en consideración al miembro del cuerpo afectado, se impone una pena pecuniaria u otra. El segundo es el delito contra el honor, cuya acción consiste en proferir una serie de denuestos que afectan al honor de la víctima en diferentes ámbitos de la vida. Se presenta también un glosario de términos en latín presentes en los preceptos de los fueros latinos que tratan estos delitos. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 295-305 298 ][ Resúmenes / Abstracts Palabra clave: delitos de injurias, fueros locales, glosario latino, derecho medieval, Aragón. Fernando REPULLÉS SÁNCHEZ. Préstamos compartidos del latín en las revistas modernas: similitudes entre el inglés y el español en Medicina El presente artículo muestra las similitudes que presentan el español y el inglés en cuanto a sus orígenes latinos, especialmente en el lenguaje especializado y concretamente en el de determinadas áreas como la medicina. En el artículo se analiza en primer lugar la diferente terminología que se usa para referirse a las palabras tomadas de un idioma extranjero (préstamos, calcos…) y se analizan los orígenes latinos comunes al inglés y el español. En segundo lugar presenta una colección de vocablos hallados en distintas revistas de prestigio en el área de la medicina y se presentan dichos hallazgos en tablas comparativas agrupadas por temas. Finalmente, dichos hallazgos se analizan en un apartado final que lleva a reflexionar sobre la importancia de la influencia latina en el vocabulario de ambos idiomas. Palabras clave: préstamos lingüísticos, terminología latina, revistas médicas, vocabulario médico, lengua inglesa, lengua española. Vidal MUÑOZ GARRIDO. Desarrollo espacial del Arrabal de Teruel en la Baja Edad Media Presentamos un estudio y análisis del desarrollo histórico y urbanístico del barrio turolenses del Arrabal desde el siglo XIII —momento de su primera urbanización— hasta comienzos del siglo XVI. Se delimitan los espacios urbanos, se fijan aspectos económicos, se aportan datos poblacionales junto con las edificaciones más significativas de la época medieval del Arrabal, todo ello con información procedente de la documentación concejil, eclesiástica, impositiva, foral y de las relaciones de los Jueces de Teruel. Palabras clave: Teruel, Aragón, Edad Media. Natalia JUAN GARCÍA. San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos en los siglos XVII y XVIII El monasterio de San Juan de la Peña está considerado como el origen del Reino de Aragón. Desde los primeros momentos de su existencia, este centro monástico se caracterizó por mantener un estrecho contacto con la monarquía aragonesa durante la Edad Media. Esta buena relación entre ambas partes, monarquía y monasterio, no sólo no se debilitó en Época Moderna sino que se mantuvo e incluso se afianzó tal y como demuestra la documentación consultada que recoge este trabajo. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 295-305 Resúmenes / Abstracts ][ 299 Palabras clave: San Juan de la Peña, Reino de Aragón, monarquía, conflictos bélicos, siglo XVII, siglo XVIII. Joaquina LANZUELA HERNÁNDEZ. Una aproximación al estudio iconográfico de San Sebastián. Pretendemos realizar aquí una primera aproximación que nos permita una mejor comprensión, unas veces, un descubrimiento, otras, de la iconografía de San Sebastián, al mismo tiempo que deseamos manifestar nuestra voluntad de querer continuar nuestras investigaciones sobre el conocimiento de un arte que se presenta como un medio de expresión a través del cual el artista plasma el sentimiento religioso, la profundidad del alma popular europea. Por otro lado, y partiendo de un estudio sobre la iconografía de San Sebastián dentro de un amplio contexto europeo, pretendemos sentar las bases que nos permitan descubrir y a su vez comprender mejor la iconografía de este santo militar, patrón de la localidad de Cella. Palabras clave: San Sebastián, iconografía medieval, iconografía moderna, hagiografía, Cella, Aragón. Luis BRUNSTEIN, Marta GIL-LACRUZ. Políticas de estabilidad económica y programas sociales En un mundo cada vez más interdependiente, los gobiernos estatales se ven avocados a enfrentar las turbulencias y riesgos económicos que se originan en el panorama internacional y la inestabilidad política que se genera en el interior de sus naciones. Una estrategia común de afrontamiento ha consistido en la adopción de políticas fiscales y monetarias restrictivas para acumular reservas monetarias, recortando los recursos dedicados a los programas sociales. Esto supone priorizar la estabilidad económica frente al riesgo político. El presente artículo expone como se pueden adoptar políticas más flexibles, heterodoxas y eclécticas que nos permitan maximizar nuestras posibilidades de conseguir objetivos sociales a largo plazo. Palabras clave: inestabilidad financiera, contagio, política monetaria y fiscal, riesgo político. Sonia TIFNER, Pilar MARTÍN, Susana ALBANESI BORTOLI. Burnout en el colectivo docente DE NASETTA, Miguel DE A mediados de los setenta, el burnout fue identificado y descrito como un cuadro polifacético y plurisintomático de intensidad y amplitud variable, en los profesionales que brindan asistencia a personas, entre los que cabe destacar al colectivo docente, ya que a menudo se señala que se trata STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 295-305 300 ][ Resúmenes / Abstracts de una profesión afectada de un modo importante por este síndrome. En este contexto, el presente trabajo tiene como objetivo fundamental revisar la literatura existente respecto del burnout en el colectivo docente para tener una aproximación más detallada a la problemática, con indicadores concretos intervinientes en su formación, refuerzo o atenuación con el fin de dar cuenta de la importancia de su estudio. Palabras clave: estrés, burnout, colectivo docente. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 295-305 STVDIVM 12 (2006) Homenaje al profesor Rafael Blasco Jiménez, I Stvdivm. Revista de Humanidades Zaragoza: Prensas Universitarias de Zaragoza, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Zaragoza. ISSN: 1137-8417 ABSTRACTS M.ª Ascensión CANO DÍAZ-TENDERO. Advance Study on Segeda’s Indigineous Ceramics The present paper analyses the indigenous pottery found at the Area 3 of the Celtiberian town of Segeda, identified as the quarter of the Titos. By means of a specific methodology developed both at the excavation and the laboratory, it has been possible to establish a functional classification of the different pottery vessels identified, which let us to recognize the different functional areas which comprise a domestic space. Key words: archeology, indigenous pottery, celtiberians, Segeda, Aragon. Juan Carlos CALVO GARCÍA. Pre-Roman Metrological Systems in the Iberian Peninsula This work wants to research metrological systems (measure units for length, volume and weight) used in the Iberian Peninsula before Rome arrival. In this way, we analyze archaeological evidences: weights, building dimensions and pottery vessels, by using a mathematical method especially developed for this purpose. As a result, we got to realize Greek and Phoenician influences in the development of native societies. Key words: metrology, archaelogy, Iberian pottery, Segeda, Iberian peninsula. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 295-305 302 ][ Resúmenes / Abstracts Raúl LÓPEZ ROMERO. Application of the GIS to the Study of Segeda’s Territory The development of Spatial Archaeology has always been quite influenced by geographical studies, since it has never hesitated to adopt the theories, concepts and tools developed by Geography in order to investigate a territory inhabited in the past. In this paper several of these approaches are presented. They have been carried out during the analysis of the rural territory of the town-state of Segeda, using Geographical Information Systems as a supporting tool in the archaeological research of a territory. Key words: spatial archaelogy, geographical information systems, celtiberians, Segeda, Aragon. M.ª Esperanza SAIZ CARRASCO. The Ceramic Kiln of the Veguillas (Camañas, Teruel, Spain) We present a prerroman kiln that was found in the potter’s workshop of the Las Veguillas (Camañas, Teruel) by R. Alcón y M. Martínez in 1981. At present, we are working in a detailed study of the potter’s workshop, by means of a micro nivel survey, and we have considered appropriate to expose the first advance centred on the structure and characteristics of the kiln because the knowledge of this type of structures in the Iberian Central System is deficient. Key words: antiquity, prerroman ceramic kiln, potter’s workshop, Las Veguillas, Camañas, Teruel. Lucía RODRÍGUEZ-NORIEGA GUILLÉN. Trying to Undermine a False Belief: the Identity of Athena’s Bird The assumption that the bird of the goddess Athena (the Roman Minerva) is the barn owl (Tito alba) remains firmly rooted in Spanish cultural tradition. However, evidence from both literary and iconographical sources shows that the bird at issue is the little owl (Athene noctua). This paper goes deeply into the matter by bringing forward evidence about the nocturnal birds of pray in ancient Greek literature, and points out that the barn owl was nearly unknown in Greece. Key words: Greek literature, Latin literature, Athena, Minerva, little owl, athene noctua. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 295-305 Resúmenes / Abstracts ][ 303 Javier URÍA VARELA. In Regard to the Preface to Charisius’Ars grammatica The Preface to Charisius’Ars grammatica places this work within a long literary tradition of prose works beginning with a dedication to the author’s son. Since topics are so frequent in this preliminary pieces, it is necessary to accurately analyse the text, in order to elucidate whether the dedication is true or fictitious. In this way, it will be possible to work out some questions about the author’s social condition and the aim of his handbook. Key words: Charisius, ars grammatica, Latin prose prefaces, Latin literature, 4th century. Paula VAL NAVAL. The Summa supra phisonomiam Aristotelis: Authorship and Date The scholastic commentary known as Summa supra phisonomiam Aristotelis is often ascribed to Guillelmus Hispanus, even if there are some other acknowledged authors to whom the work could also be ascribed: Petrus Hispanus, Petrus de Alvernia, Thomas Aquinas or Aegidius Romanus. Our study attempts to identify Guillelmus Hispanus with Guillelmus de Aragonia, magister medicine at the University of Montpellier around the year 1300, by comparing the Summa with other Guillelmus de Aragonia’s works, and to dismiss the other ascriptions. Besides, we quote some information to put a possible date on the work. Key words: Summa supra phisonomiam Aristotelis, Guillelmus de Aragonia, Guillelmus Hispanus, scholastic, Middle Ages. María del Mar AGUDO ROMEO, María Luz RODRIGO-ESTEVAN. Personal Injury Crimes & Honour Offences in the Local Law Codes from the Frontier Regions of Aragon This essay focuses on the study of two types of crime mentioned in the local law codes of the fronteir region of Aragon. One type concers personal injury crimes. In addition to the general punishment for attempted assaults involving beating or hurting another person, a number of other mutilations are also typified whereby the penalty imposed depends on the body part being harmed. The other type refers to honour crimes described as isults hurled at the victim’s honour in various situations. Finally, this essay includes a glossary of Latin terms designating these crimes in the Latin law codes. Key words: injury crimes, honour crimes, local law codes, medieval law, glossary latin terms, Aragon. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 295-305 304 ][ Resúmenes / Abstracts Fernando REPULLÉS SÁNCHEZ. Shared Loans from Latin in Modern Magazines: English and Spanish Similarities in Medicine The present article shows the similarities of Spanish and English languages regarding their Latin origins, especially when these languages are used in specialised areas, as it is the case of medicine. The article starts showing the different terminology used to refer the words taken from a foreign language (borrowings, calcs…) and analyses the common Latin origins of both English and Spanish. It continues by showing findings of Latin words in both Spanish and English magazines dealing with medicine. It also shows comparative charts summarising those findings organised in topics and it ends up by establishing the proper conclusions taking into account the many words found with the same origin. These conclusions will follow the path of a common root for specialised vocabulary in Spanish and English. Key words: linguistic loans, latin terminology, medical magazines, medical vocabulary, English language, Spanish language. Vidal MUÑOZ GARRIDO. Space Development of Teruel Arrabal Neighbourhood in the Late Middle Ages This paper shows a study and analysis of the historical and urban development of Teruel Arrabal neighbourhood from the 13th Century —what in fact was its first urbanization— to the 16th Century. Urban spaces are outlined, economic aspects are established, population data are contributed, and the most popular buildings of the medieval period in the Arrabal neighbourhood are studied. The information comes from council, ecclesiastical, and fiscal documents, as well as from local law codes and from the accounts on Teruel judges. Key words: Teruel, Aragon, middle ages. Natalia JUAN GARCÍA. San Juan de la Peña, the Aragonese, and the Armed Conflicts in 17th and the 18th Centuries San Juan de la Peña is considered as the origin of the Kingdom of Aragon. From the very first moments of its existence, this monastic centre was significant for having a very close contact with the Aragonese monarchy during the Middle Ages. This good relationship between both parts, monarchy and monastery, not only didn’t disappear in the Modern Times, but it was mantained and it even grew within the centuries, as the consultated documentation demonstrates which this work embodies. Key words: San Juan de la Peña, kingdom of Aragon, aragonese monarchy, wars, modern times, 17th century, 18th century. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 295-305 Resúmenes / Abstracts ][ 305 Joaquina LANZUELA HERNÁNDEZ. In Regard to the Iconography of Saint Sebastian: An Approach The aim of this paper is giving a first approach that provides us with a better comprehension sometimes, a discovery some others, about Saint Sebastian’s iconography. Also, this paper will show a continuum in our research about the knowledge of au art presented as a mean of expression through which the artist develops a religious feeling, an inner feeling in the popular European soul. On the other hand inside the wide European context, this paper try to selttle the basis to discover and understand better the iconography of this military saint, the patron of Cella. Key words: Saint Sebastian, medieval iconography, modern iconography, hagiography, Cella, Aragon. Luis BRUNSTEIN, Marta GIL-LACRUZ. Economic Stability Policies and Social Programs In an ever more integrated world all countries face potential economic shocks from outside and social and political instability from inside. To deal with these problems many governments have adopted restrictive monetary and fiscal policies to accumulate monetary reserves while sacrificing resources away from social programs. Hence, governments trade economic stability for domestic political risk. This paper argues that the presence of such risk forces governments to adopt a heterodox, eclectic and very flexible approach to policy formation in order may maximize their chances to achieve long term social objectives. Key words: financial instability, contagion, monetary and fiscal policy, political risk. Sonia TIFNER, Pilar MARTÍN, Susana ALBANESI DE NASETTA y Miguel DE BORTOLI. Burnout and Teaching Burnout was identified and described as a polifacetic and plurisintomatic syndrome with a variable intensity and extent in the middle seventies in those professionals who gave their help and assistance to others, like teachers. Teachers are frequently signed as a profession affected by this syndrome in an important way. In this context, the main aim of this work is to review the existing literature on burnout, in order to obtain a more detailed approach to this problematic, identifying those variables which are presented in its formation, reinforcement, or attenuation to show the importance of its study. Key words: stress, burnout, teachers. STVDIVM. Revista de Humanidades, 12 (2006) ISSN: 1137-8417, pp. 295-305 STVDIVM ][ 307 BOLETÍN DE INTERCAMBIO Deseamos iniciar y mantener intercambio con Studium. Revista de Humanidades, de la que deseamos recibir _________volúmenes anuales, a partir del número ________. NOMBRE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . UNIVERSIDAD/ORGANISMO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . DNI/NIF . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .TELÉFONO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . DIRECCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . POBLACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .C.P. . . . . . . . . .PAÍS . . . . . . . . . . . . . . . . PRECIO DE CADA NÚMERO SUELTO: 12 Euros. A cambio, les remitiremos automáticamente__________volúmenes anuales de la Revista _____________________________, que se publica con una periodicidad: ❒ trimestral ❒ semestral ❒ anualmente (táchese lo que no proceda) a partir del número _________________, para lo que les enviamos junto con este Boletín un ejemplar gratuito de muestra. Renovaremos el intercambio para cada nuevo volumen mientras no se dé orden expresa de lo contrario. Esta propuesta de intercambio será sometida a la aprobación del Consejo de Redacción de Studium. Revista de Humanidades de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas (Universidad de Zaragoza). Enviar a: SERVICIO DE PUBLICACIONES DE LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA Edificio de Geológicas. C/ Pedro Cerbuna, 21. 50009 ZARAGOZA Tfno. 976 76 13 30 Fax: 976 76 10 63 308 ][ STVDIVM BOLETÍN DE PEDIDO Deseo recibir los números atrasados de la revista Studium. Revista de Humanidades indicados a continuación: ________________ NÚMERO EJEMPLARES .............................................................................. .............................................................................. .............................................................................. .............................................................................. .............................................................................. .............................................................................. .............................................................................. .............................................................................. .............................................................................. .............................................................................. .............................................................................. NOMBRE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . UNIVERSIDAD/ORGANISMO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . DNI/NIF . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .TELÉFONO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . DIRECCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . POBLACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .C.P. . . . . . . . . .PAÍS . . . . . . . . . . . . . . . . PRECIO DE CADA NÚMERO SUELTO: 12 Euros. Enviar a: SERVICIO DE PUBLICACIONES DE LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA Edificio de Geológicas. C/ Pedro Cerbuna, 21. 50009 ZARAGOZA Tfno. 976 76 13 30 Fax: 976 76 10 63 STVDIVM ][ 309 BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN Deseo suscribirme a Studium. Revista de Humanidades de la que recibiré _______ volúmenes anuales, a partir del número ________: NOMBRE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . UNIVERSIDAD/ORGANISMO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . DNI/NIF . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .TELÉFONO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . DIRECCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . POBLACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .C.P. . . . . . . . . .PAÍS . . . . . . . . . . . . . . . . PRECIO DE CADA NÚMERO SUELTO: 12 Euros. Precio de suscripción: 18 Euros anuales (incluye los números misceláneos de la revista y los números monográficos). Marque con una X la forma de pago: ❒ Pago contrarreembolso (sólo para España). ❒ Cheque a nombre de Studium. Revista de Humanidades. ❒ Giro Postal ❒ Transferencia bancaria a nombre de Studium. Revista de Humanidades. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Zaragoza. 310 ][ STVDIVM STVDIVM. REVISTA DE HUMANIDADES La Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Zaragoza ofrece a la comunidad científica Stvdivm. Revista de Humanidades, creada en 1995 como resultado de la fusión de dos publicaciones periódicas, —Studium. Geografía, historia, arte, filosofía y Studium. Filología—, producidas desde 1984 en el entonces denominado Colegio Universitario de Teruel. Desde sus inicios, la revista cuenta con un consejo de redacción o comité editorial, un consejo científico y una cartera de expertos que actúan como evaluadores externos de los originales recibidos. El consejo de redacción de Stvdivm. Revista de Humanidades se ocupa de la edición, difusión y gestión de cada nuevo volumen, ajustándose en este cometido a los criterios y buenos usos para la presentación de publicaciones periódicas recomendados desde el Centro de Información y Documentación Científica del CSIC y desde los organismos internacionales como ISO, AENOR, UNE o el PGI de UNESCO. Con el objetivo de difundir y fomentar el estudio y la investigación de las Humanidades desde unos presupuestos multidisciplinarios, el Consejo de Redacción admite la publicación de trabajos sobre cualquiera de las materias propias de las Humanidades. Para mantener la calidad científica de Stvdivm, los artículos recibidos son revisados por, al menos, dos evaluadores externos (peer review). Con esta misión, la revista cuenta con la colaboración del Consejo Científico y de una veintena de investigadores y especialistas de reconocido prestigio tanto en el ámbito nacional como internacional. A través de intercambios y suscripciones y de la distribución que realiza Prensas Universitarias de Zaragoza, Stvdivm. Revista de Humanidades tiene una amplia difusión dentro de España y en distintos países europeos y americanos. Esta política editorial permite que la revista y sus contenidos estén presentes en distintos servicios nacionales e internacionales de indización, resumen, información bibliográfica y documentación científica en el ámbito humanístico tales como ISOC, REBIUN, Latindex, CINDOC, MLA International Bibliography Database, MLA Directory of Periodicals, Dialnet o Regesta Imperii. STVDIVM ][ 311 NORMAS PARA LA PRESENTACIÓN DE ORIGINALES Stvdivm. Revista de Humanidades admite para su publicación trabajos originales, revisiones bibliográficas, reseñas sobre obras de reciente aparición y comentarios de libros, tanto en castellano como en otros idiomas. Los autores y las editoriales podrán enviar sus publicaciones a la dirección postal de la revista a fin de que el Consejo de Redacción estime la pertinencia de su inclusión en la sección de reseñas y comentarios de libros. En los artículos y trabajos enviados cada autor hará constar en folio aparte los siguientes datos: nombre y apellidos, dirección postal completa, dirección electrónica, títulos académicos, categoría profesional, adscripción académica y fecha de entrega de la colaboración. La extensión de los artículos deberá oscilar entre las 20 y 25 páginas escritas en DIN A4, con tipo de letra Times 12 y separadas por un espacio interlineal de 1.5. Las páginas irán numeradas e incluirán las notas a pie de página escritas en Times 9 y separadas por un sólo espacio interlineal. Deben contener: 1) título del trabajo en el idioma del texto y su versión inglesa; 2) nombre y adscripción institucional del autor o autores; 3) resumen en castellano e inglés de hasta 200 palabras que contenga los aspectos y resultados esenciales del trabajo; estos resúmenes se escribirán sin punto y aparte y no contendrán tablas, gráficos ni referencias bibliográficas; 4) palabras clave en el idioma del texto y en inglés. En la redacción de los estudios se recomienda seguir el esquema general de los trabajos de investigación: a) introducción que exponga los fundamentos del trabajo y especifique claramente sus objetivos; b) descripción de las fuentes, métodos y materiales empleados en su realización; c) exposición de los resultados y discusión de los mismos; d) conclusiones finales. Podrán añadirse los apéndices que se consideren necesarios. Si el artículo contiene figuras y/o tablas, se adjuntarán en documento aparte, siendo necesario indicar con claridad el lugar del texto donde deben ir colocadas. Irán numeradas y llevarán un encabezamiento conciso. Las tablas se numerarán con números romanos (Tabla I) y las figuras con números arábigos (Figura 1). Las referencias bibliográficas incluidas en las notas se harán constar en minúscula según la siguiente estructura: Fernando López Rajadel, Crónicas de los jueces de Teruel (1176-1532), Teruel, Instituto de Estudios Turolenses, 1994. Jaime Caruana Gómez de Barreda, «Organización de Teruel en el siglo XII», Teruel, 10, 1953, pp. 9-108. María del Mar Agudo Romeo, «El combate judicial en el fuero de Teruel», en José Manuel Latorre Ciria, coord., Los fueros de Teruel y Albarracín, Teruel, Instituto de Estudios Turolenses, 2000, pp. 77-86. 312 ][ STVDIVM En caso de bibliografía al final del artículo, se limitará a las obras citadas en el texto. Se invertirá la mención de autoría (apellidos, nombre) con objeto de ordenar alfabéticamente las obras según el apellido de su autor. Si se opta por el sistema Harvard, el año de edición se colocará a continuación de la mención de autoría y se separará por una coma del título del libro o artículo. Se seguirán las normas de publicación habituales en las ediciones científicas en cuanto al uso de signos de puntuación, mayúsculas, versalitas, cursivas, negritas, abreviaturas, cantidades, citas en párrafo aparte y entrecomillados así como en cualquier otro aspecto que no halla sido especificado en estas líneas. Con la intención de facilitar la elaboración técnica del volumen, las colaboraciones se remitirán en soporte electrónico, pudiendo utilizar para ello tanto la dirección postal como el correo electrónico de la revista: [email protected] El autor enviará, además, una copia del artículo en papel, sin que figure su nombre, con objeto de ser remitida a los evaluadores externos encargados de realizar los informes solicitados por el Consejo de Redacción. Cada autor recibirá un ejemplar de la revista y diez separatas de su trabajo. El Consejo de Redacción de Stvdivm. Revista de Humanidades no mantendrá correspondencia con los autores de los artículos no aceptados para su publicación, no se verá obligado a dar explicaciones sobre las circunstancias de su rechazo ni dará a conocer los informes sobre los mismos. De no ser aceptados para su publicación, los trabajos remitidos sólo serán devueltos a petición expresa de sus autores, previo envío del franqueo necesario. Correspondencia y recepción de colaboraciones: Stvdivm. Revista de Humanidades Facultad de Ciencias Sociales y Humanas Universidad de Zaragoza C/ Atarazana, s/n – Campus Universitario 44.003 TERUEL Tel: +34 978 618100 Fax: +34 978 608103 [email protected] Índice general ][ 313 STVDIVM 12 (2006) y 13 (2007) Homenaje al profesor Rafael Blasco Jiménez, I y II Stvdivm. Revista de Humanidades Zaragoza: Prensas Universitarias de Zaragoza, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Zaragoza. ISSN: 1137-8417 ÍNDICE GENERAL Homenaje al profesor Rafael Blasco Jiménez, I Stvdium 12 (2006) Rafael Blasco Jiménez, 1951-2005 Luis FORTEA LARA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9-11 Avance del estudio sobre la cerámica indígena de Segeda I, área 3 M.ª Ascensión CANO DÍAZ-TENDERO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15-33 Sistemas metrológicos prerromanos en la Península Ibérica Juan Carlos CALVO GARCÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25-55 Aplicación de los SIG al estudio del territorio de Segeda Raúl LÓPEZ ROMERO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57-84 El horno cerámico de Las Veguillas (Camañas, Teruel) M.ª Esperanza SAIZ CARRASCO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85-102 Intentando socavar una falsa creencia: la identidad del ave de Atenea Lucía RODRÍGUEZ-NORIEGA GUILLÉN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103-111 Consideraciones sobre el prefacio del Arte gramática de Carisio Javier URÍA VARELA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113-125 Autoría y datación de la Summa supra phisonomiam Aristotelis Paula VAL NAVAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127-140 314 ][ Índice general Delitos de lesiones y contra el honor en los fueros locales de la extremadura aragonesa María del Mar AGUDO ROMEO, María Luz RODRIGO-ESTEVAN . . 141-172 Shared Loans from Latin in Modern Magazines: English and Spanish Similarities in Medicine Fernando REPULLÉS SÁNCHEZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173-191 Desarrollo espacial del Arrabal de Teruel en la Baja Edad Media Vidal MUÑOZ GARRIDO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193-207 San Juan de la Peña, la monarquía y los conflictos bélicos en los siglos XVII y XVIII Natalia JUAN GARCÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209-230 Una aproximación al estudio iconográfico de San Sebastián Joaquina LANZUELA HERNÁNDEZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231-258 Economic Stability Policies and Social Programs Luis BRUNSTEIN, Marta GIL-LACRUZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259-277 Burnout en el colectivo docente Sonia TIFNER, Pilar MARTÍN, Susana ALBANESI DE NASETTA, Miguel DE BORTOLI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 279-291 Resúmenes/Abstracts . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 295-305 Boletines de suscripción e intercambio . . . . . . . . . . . . . . . . . . 307-309 Normas para la publicación de originales . . . . . . . . . . . . . . . . 311-312 Índice general Homenaje al Profesor Rafael Blasco Jiménez, vols. I y II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 313-320 Índice general ][ 315 Homenaje al profesor Rafael Blasco Jiménez, II Stvdium 13 (2007) Rafael Blasco Jiménez, 1951-2005 Luis FORTEA LARA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9-11 La fe de erratas de un «escritor sin título» María Dolores ROYO LATORRE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15-22 The Pragmatics of Irony in the Author-Reader Relationship in Gulliver’s Travels María José AURÍA LABAYEN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23-44 L’Univers Romanesque de Michel Tournier: vers une nouvelle dimension de la sexualité Ana SOLER PÉREZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45-57 Reading the Short Fiction of Richard Ford Juan A. TARANCÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59-71 El lenguaje en el cine de Jean-Luc Godard Maite NOENO CARBALLO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73-86 Elephant o algunas causas de la violencia adolescente Carlos GARCÍA GARCÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87-95 The Power of Mimesis and the Mimesis of Power: Plato’s Concept of Imitation and his Judgment on the Value of Poetry and the Arts Santiago JUAN-NAVARRO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97-108 Realidad y deseo: la utopía y el sentido de la historia Luis CANTARERO ABAD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109-122 El rompecabezas antropológico Darío FRÍAS PAREDES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123-140 Fenomenología de la creencia. La primera reflexión sobre el concepto de creencia en Ortega y Gasset Rafael LORENZO ALQUÉZAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141-170 Leo Strauss y la rehabilitación de la filosofía política clásica José Luis LÓPEZ DE LIZAGA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171-184 316 ][ Índice general Pensar más allá del humanismo con Nietzsche, Heidegger y Foucault Luisa Paz RODRÍGUEZ SUÁREZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185-198 El azafrán. Aspectos socioeconómicos y culturales Pascual RUBIO TERRADO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199-228 Turismo deportivo en la provincia de Teruel Juan Félix ROYO GRACIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 229-255 Capital social e inmigración: conceptualización operativa de la inserción sociolaboral de los inmigrantes Pilar MARTÍN-HERNÁNDEZ, Elena OCHOA, Alicia IZQUIERDO, Marta GIL-LACRUZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257-281 Resúmenes/Abstracts . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 285-299 Boletines de suscripción e intercambio . . . . . . . . . . . . . . . . . . 301-303 Normas para la publicación de originales . . . . . . . . . . . . . . . . 305-306 Índice general Homenaje al Profesor Rafael Blasco Jiménez, vols. I y II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 307-314 Table of Contents ][ 317 STVDIVM 12 (2006) y 13 (2007) Homenaje al profesor Rafael Blasco Jiménez, I y II Stvdivm. Revista de Humanidades Zaragoza: Prensas Universitarias de Zaragoza, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Zaragoza. ISSN: 1137-8417 TABLE OF CONTENTS In Memory of Rafael Blasco Jiménez, I Stvdium 12 (2006) Rafael Blasco Jiménez, 1951-2005 Luis FORTEA LARA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9-11 Advance Study on Segeda’s Indigineous Ceramics M.ª Ascensión CANO DÍAZ-TENDERO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15-33 Pre-Roman Metrological Systems in the Iberian Peninsula Juan Carlos CALVO GARCÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35-55 Application of the GIS to the Study of Segeda’s Territory Raúl LÓPEZ ROMERO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57-84 The Ceramic Kiln of the Veguillas (Camañas, Teruel, Spain) M.ª Esperanza SAIZ CARRASCO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85-102 Trying to Undermine a False Belief: The Identity of Athena’s Bird Lucía RODRÍGUEZ-NORIEGA GUILLÉN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103-111 In Regard to the Preface to Charisius’ Ars grammatica Javier URÍA VARELA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113-125 The Summa supra phisonomiam Aristotelis: Authorship and Date Paula VAL NAVAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127-140 318 ][ Table of Contents Personal Injury Crimes and Honour Offences in the Local Law Codes from the Frontier Regions of Aragon María del Mar AGUDO ROMEO, María Luz RODRIGO-ESTEVAN . . 141-172 Shared Loans from Latin in Modern Magazines: English and Spanish Similarities in Medicine Fernando REPULLÉS SÁNCHEZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173-191 Space Development of Teruel’s Arrabal Neighbourhood in the Late Middle Ages Vidal MUÑOZ GARRIDO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193-207 San Juan de la Peña, the Aragonese Monarchy, and the Armed Conflicts in 17th and the 18th Centuries Natalia JUAN GARCÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209-230 In Regard to the Iconography of Saint Sebastian: An Approach Joaquina LANZUELA HERNÁNDEZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231-258 Economic Stability Policies and Social Programs Luis BRUNSTEIN, Marta GIL-LACRUZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259-277 Burnout and Teaching Sonia TIFNER, Pilar MARTÍN, Susana ALBANESI DE NASETTA, Miguel DE BORTOLI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 279-291 Abstracts/Resúmenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 295-305 Subscription and exchange policy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 307-309 Publication guidelines for contributors. . . . . . . . . . . . . . . . . . 311-312 Table of Contents In memory of Rafael Blasco Jiménez, vols. I and II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 313-320 Table of Contents ][ 319 Homenaje al profesor Rafael Blasco Jiménez, II Stvdium 13 (2007) Rafael Blasco Jiménez, 1951-2005 Luis FORTEA LARA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9-11 Addenda et Corrigenda of a «Writer without Title» María Dolores ROYO LATORRE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15-22 The Pragmatics of Irony in the Author-Reader Relationship in Gulliver’s Travels María José AURÍA LABAYEN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23-44 Michel Tournier’s Romanesque Universe: Towards a New Sexual Dimension Ana SOLER PÉREZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45-57 Reading the Short Fiction of Richard Ford Juan A. TARANCÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59-71 Language in Godard’s Cinema Maite NOENO CARBALLO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73-86 Elephant or Some Causes for Teenage Violence Carlos GARCÍA GARCÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87-95 The Power of Mimesis and the Mimesis of Power: Plato’s Concept of Imitation and His Judgment on the Value of Poetry and the Arts Santiago JUAN-NAVARRO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97-108 Reality and Desire: Utopia and the Meaning of History Luis CANTARERO ABAD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109-122 The Anthropological Puzzle Darío FRÍAS PAREDES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123-140 Phenomenology of Belief. Ortega y Gasset’s first Reflection about the Concept of Belief Rafael LORENZO ALQUÉZAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141-170 Leo Strauss’s Restitution of Classical Political Philosophy José Luis LÓPEZ DE LIZAGA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171-184 320 ][ Table of Contents Thinking beyond Humanism with Nietzsche, Heidegger and Foucault Luisa Paz RODRÍGUEZ SUÁREZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185-198 Saffron: Socioeconomic and Cultural Aspects Pascual RUBIO TERRADO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199-228 Sports Tourism in the Province of Teruel Juan Félix ROYO GRACIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 229-255 Social Capital and Migration: Operationalizing Migrants’Work and Social Insertion Pilar MARTÍN-HERNÁNDEZ, Elena OCHOA, Alicia IZQUIERDO, Marta GIL-LACRUZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257-281 Abstracts/Resúmenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 285-299 Subscription and exchange policy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 301-303 Publication guidelines for contributors. . . . . . . . . . . . . . . . . . 305-306 Table of Contents In memory of Rafael Blasco Jiménez, vols. I and II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 307-314