Diez razones para descubrir Helsinki

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Diez razones para descubrir Helsinki
Diez razones para descubrir Helsinki
Los mundiales de atletismo y el Año del Diseño, reclamos en el verano nórdico
CARLOS PASCUAL GIL 18 JUN 2005
La arquitectura de Alvar Aalto, tiendas de objetos de diseño, islas donde comer cangrejo bajo el sol báltico
y bares que animan las noches blancas. La capital de Finlandia seduce más que nunca.
El edificio del Museo Kiasma, en Helsinki, fue proyectado por el arquitecto estadounidense Steven Holl y
alberga una colección de arte contemporáneo. / ELAN FLEI
En la ciudad nórdica, este 2005 es el Año del Diseño, y del 6 al 14 de agosto se
celebrarán además los mundiales de atletismo. Helsinki, una ciudad joven de medio
millón de almas -un millón contando las ciudades satélites de Vantaa y Espoo- está de
moda, y no sólo por esos dos motivos.
1 El diseño
La idea de celebrar un año del diseño nació en Dinamarca en 2004, y compromete a
todos los países escandinavos. En Finlandia, el motor del evento es el Design Forum,
organismo oficial que cuenta con salas de exposiciones y tienda (Erottajankatu, 7),
organiza cursos y premios (como el Kaj Franck o el Fennia, que dotan las empresas) y
edita la revista Form Function Finland (en finés e inglés). El Design Forum cae dentro
de la que se llama Manzana del Diseño, que incluye el Museo del Diseño -edificio
neorrenacentista de 1890 (Korkeavuorenkatu, 23; entrada: siete euros)- y una serie de
tiendas abanderadas, entre las calles Uudemaan, Erottaja y la Esplanadi; en ellas se
pueden ver o adquirir obras de creadores como Alvar Aalto, Eero Aarnio, Paavo Tunell,
Tapio Wirkkala o Timo Sarpaneva, y de las grandes marcas de diseño finlandés: Nokia
(la más conocida, ahora centrada sólo en telefonía móvil), Nanso (moda, creada en
1921), Iittala (fundada en 1930, productora de objetos para cocina y hogar), Fiskars
(fabricante desde 1649 de objetos prácticos como las tijeras de mango naranja, "el
objeto más pirateado del mundo"), Marimekko (tejidos), Polar (moda deportiva) y
Arabia (cerámica).
.
2 La arquitectura
Helsinki es relativamente joven; fue convertida en capital cuando el imperio ruso
desplazó a Suecia en la tutela del país, en 1812. Por ello se pueden apreciar tres tipos de
construcción muy distintos. Al estilo clasicista impuesto por los zares (como el de la
plaza del Senado) le siguió como reacción una arquitectura nacionalista (también
llamada romanticismo o carelianismo), que se distingue por el empleo del granito finés
y motivos inspirados en la naturaleza. Edificios claves de este último son el Museo
Nacional (de Saarinen, Lidgren y Gesellius, 1910), la iglesia Kallio (Lars Sonck, 1912)
y la estación de ferrocarril (Eliel Saarinen, 1914).
Pero lo que asombra en Helsinki es su arquitectura moderna. En ella brilla con luz
propia Alvar Aalto, pero no fue el único: en su magna creación del campus de la
Universidad Politécnica intervinieron también otros, como el matrimonio Raili y Reima
Pietilä, creadores del Centro Dipoli para posgraduados, un icono, y el matrimonio
Heikki y Kaija Siren, que diseñaron en 1956 la iglesia Tiekirkko. En el centro acaparan
la atención dos edificios emblemáticos, el Museo Kiasma y el nuevo Parlamento,
terminado el año pasado por Pekka Heling. A un paso del centro queda Ruoholati, el
llamado barrio tecnológico, integrado por antiguos almacenes o fábricas reciclados,
junto a edificios de nueva planta; allí está el Nokia Research Center (de Tuomo
Siitonen, 1999); la Kaapelitehdas o antigua fábrica de cables de Nokia, reconvertida en
centro cultural con tres museos, teatros y galerías, y el HTC (High Tech Center, 2001),
compuesto por bloques en forma de barcos o proas -con nombres como Pinta, Niña,
Santa María, Kontiki- y que obtuvo en 2003 el Premio Eccs Steel Design.
A pocos minutos de este barrio, en Keilahati (Espoo), a orillas del mar, se alzan las
sedes de las mayores empresas del país (Nokia, Kone, Radiolinja) en un preciso
maridaje de técnica y naturaleza, y poco más allá quedan el campus universitario de
Otaniemi y la ciudad-jardín de Tapiola, un experimento urbanístico de los años
cincuenta.
3 Alvar Aalto
Este genial arquitecto y diseñador, muerto en 1976, es el gran orgullo nacional. La ruta
Aalto puede comenzar en su propia casa, en Munkkiniemi, diseñada por él en 1936,
ahora museo (Riihitie, 20; Munkkiniemi; 00 358 9 48 13 50; entrada: 12 euros). En el
centro dejó una decena larga de edificios, pero su obra cumbre es la Casa Finlandia, que
ideó en 1971 como sala de conciertos y amplió en 1975 para la Conferencia
Internacional de Paz. Revestida con mármol de Carrara, las placas no resistieron el frío,
fueron sustituidas en 1999 y ahora están las originales en jaulas esparcidas por el
parque, como obras de arte que firmaría gustoso Richard Long (visitas guiadas en finés
e inglés, 00 358 9 40 241).
Pero el grueso de la obra de Aalto está en el barrio de Otaniemi, en la ciudad
universitaria. Allí empezó a trabajar en 1949 (en su periodo rojo) construyendo en
ladrillo casas para estudiantes, el anfiteatro (1965), la biblioteca (1970), el depósito de
agua y una central térmica. Aalto diseñaba los muebles y lámparas de sus edificios, y
decía que "la forma es un misterio que se resiste a la descripción, pero hace feliz a la
gente".
4 La música
Jean Sibelius, que vivió a las afueras de Helsinki más de 50 años y murió en 1957, es el
gran músico nacional; se puede visitar la casa diseñada para él por Lars Sonck en 1904
(Ainolantie, en Jarvenpäa, 00 358 9 28 73 22; sólo de mayo hasta el 2 de octubre), o el
monumento levantado en 1967 por Eila Hiltunen en el parque Sibelius, convertido en
símbolo local (Mechelinikatu, 38).
- Información de festivales: www.festivals.fi.
5 El deporte
Del 6 al 14 de agosto se celebrará en Helsinki el Campeonato Mundial de Atletismo,
que acogerá a unos 3.000 deportistas de 200 países. El deporte significa mucho para la
ciudad. En 1938 se construyó el estadio Olímpico (de Säntti y Lindegren) para los
Juegos de 1940; la guerra impidió que se celebraran hasta 1952. El estadio Olímpico y
su torre, que serán el principal escenario de los mundiales, se pueden visitar (Paavo
Nurmen Tie, 1; 00 358 9 436 60 10). Cerca están el Museo Nacional del Deporte (00
358 9 434 22 50; 3,50 euros). Muy cerca, el Hartwall Areena (Areenakuja, 1), destinado
al hockey sobre hielo y patinaje, pero también a grandes espectáculos o conciertos de
rock, lo mismo que el estadio de Hielo (Nordenskiöldinkatu).
6 Un museo
Lo último en arte es el Kiasma, un museo de arte contemporáneo más apreciado por el
propio recinto que por sus contenidos. El edificio es del americano Steven Holl (1998) y
está en la arteria principal, la avenida Mannerheim, entre la estación de Saarinen y el
Parlamento, describiendo una elegante curva que absorbe las sombras y reflejos del
entorno (Mannerheiminaukio, 2; www.kiasma.fi. 5,50 euros).
7 El mar
En Helsinki no hay ríos ni lagos, pero el Báltico asoma por todas partes, en un
astillamiento anfibio que incluye 315 islas. El mar es tan esencial para la imaginería
romántico-nacionalista como para la historia local: en 1748, durante la dominación
sueca, se levantó la fortaleza marina de Suomenlinna, un complejo defensivo sobre siete
islas, declarado patrimonio de la humanidad; en verano es lugar predilecto para pasear y
para ir a comer cangrejo en los chiringuitos y restaurantes de temporada. El mar es
básico también para la economía. Hay dos grandes líneas de cruceros -Viking y Silja
(www.vikingline.fi y www.silja.fi)- que no interrumpen sus idas y venidas a Estocolmo,
Tallin o San Petersburgo ni siquiera en invierno; un rompehielos les abre el paso. La
construcción de rompehielos es lo que mantiene vivos a los astilleros de Helsinki: el
60% de ese tipo de navíos en todo el mundo ha sido fabricados aquí.
8 Túneles y compras
Dicen de Helsinki que es lo más parecido a un queso emmental: más de 200 kilómetros
de túneles horadan sus tripas. Algunos pertenecen al metro: hay una sola línea, con seis
estaciones, suficiente para presumir como la capital más pequeña con metro. Pero la
mayoría están ocupados por galerías y tiendas para burlar al frío.
En la calle de Alejandro, la arteria más comercial, el frío se combate con calefacción
bajo las aceras; nunca hay nieve o hielo. Esta calle corre paralela a la Esplanadi y va
desde los grandes almacenes Stockman hasta la plaza del Senado, retaguardia de la
plaza del Mercado: en esta última, delante del puerto, se monta diariamente (incluso en
invierno) un mercadillo al aire libre de hortalizas y frutas, y también de artesanía. A un
paso, en el mercado cubierto anclado en los muelles, se puede comprar comida y
delicatessen.
Las mejores tiendas están por la Manzana del Diseño: Ivana Helsinki, moda
(Marjaniementie, 30), y más adelante, en la calle Erottaja, está la tienda del Design
Forum y Aero, lámparas y muebles; entre otros, la silla burbuja de Eero Arnio, tan
solicitada para películas de los setenta o futuristas (Yrjönkatu, 8). Saliendo a la
Esplanadi está Artek, la tienda fundada en 1935 por Aalto y un par de socios para
comercializar sus diseños (Eteläesplanadi, 18), y al otro lado del paseo, Marimekko, la
más conocida en diseño textil y moda, y Aarikka, joyas y artículos de madera
(Pohjoisesplanadi, 27).
9 Comer y beber
Entre los restaurantes (ravintola, en finés) más elegantes figuran el Savoy, diseñado por
Aalto (Eteläesplanadi, 14), y el Kapelli, un quiosco modernista en plena Espa (así
llaman allí a la Esplanadi). En el Mecca se alían diseño y platos exquisitos
(Korkeavuorenkatu, 34), y en Sasso hay mucho ambiente (Eteläranta 10). Un
restaurante muy popular y asequible es Demo (Uudenmaankatu, 11) y al lado, Nº 9,
menú a ocho euros.
10 Cafés y movida
No hay mucha tradición de cafés en Helsinki, pero sí algunos con cierto historial. Como
el Strindberg, abierto por un descendiente del dramaturgo sueco y que fue galería de
arte y nido de intelectuales (Pohjoisesplanadi, 33), o el café Aalto, en el piso superior de
la Librería Académica, diseñada por el propio Aalto (Pohjoisesplanadi, 39). En el café
Esplanad se puede leer gratis los periódicos saboreando un Korvaduust (napolitana de
canela); el segundo café es gratis (Pohjoisesplanadi, 33).
Por la noche, bares y cafeterías cierran pronto, y la vida nocturna se refugia en pubs
irlandeses o locales como Teatteri, tal vez el más popular, al principio de la Espa, con
bar, restaurante y club nocturno. En Helsinki Club (Yliopistokatu, 12) se deja ver gente
guapa en la pista de baile, ambiente algo kitsch. Studio 51 (Fredrikinkatu, 51) es la
discoteca más grande y reciente. En Jumo Jazz Club (Pursimiehenkatu, 6), jazz en vivo,
y en Uniq Ice Bar (Yliopistokatu, 5), un remedo de Laponia, con barra, vasos y
esculturas de hielo. El rey de los restaurantes, Sedu Kostinen, personaje muy conocido,
abrió en febrero dos locales, Cocoon (Annankatu, 10) y Punavuoren Soho (en el sótano
de la Casa de Ingenieros, de Aalto Ratakatu, 9). Para los seguidores de Tom de
Finlandia: Con Hombres (Eerikinkatu, 14), Mann's Street (Mannerheimintie, 12 A, 2º
piso), y DTM, el más grande, con espectáculo de drag queens (Iso Robertinkatu, 28).
GUÍA PRÁCTICA
Datos básicos- Prefijo telefónico: 00 358 9.
- Temperatura media en julio
(el mes más caluroso): 17,2 grados.
- Población: 560.000 habitantes,
1,2 millones en toda la región.
Cómo ir
- Finnair (www.finnair.com/es; 902 17 81 78) ofrece vuelos de ida y vuelta a Helsinki
desde Madrid y Barcelona, por 200 euros más tasas y gastos.- SAS (www.flysas.com;
902 11 71 92) ofrece vuelos a Helsinki, vía Copenhague, desde Madrid, a partir de 65
euros más tasas y gastos de emisión por trayecto.- Iberia (902 40 05 00;
www.iberia.com). De Madrid, a partir de 362 euros más tasas y gastos.InformaciónOficina de turismo de Finlandiaen Madrid (www.visitfinland.com; 917 49 77 45).Turismo de Helsinki (169 37 57; www.hel.fi). Ofrece en su web un listado de hoteles
de la ciudad, con descripción, links a sus páginas de Internet y otros datos de contacto.www.hel2.fi/tourism.- Helsinki Expert (22 88 14 00; www.helsinkiexpert.fi) es una
central de reservas hoteleras. También venden la Helsinki Card, para transporte público,
válida para uno, dos

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