Oc la alquimia espiritual capitulo vii

Transcripción

Oc la alquimia espiritual capitulo vii
Por el Maestro
Omraam Mikhaël Aïvanhov
LA
ALQUIMIA
ESPIRITUAL
3/3
Obras completas – Tomo 2/III
OM-102-03 – 4 conferencias de 11
Centre
OMRAAM
Institut Solve et Coagula
Reus
www.omraam.es
Primer Centro
De difusión de la obra
Del Maestro OMRAAM
En lengua Española
Obras Completas Tomo 2
LA ALQUIMIA ESPIRITUAL 3/3
Relación de 4 conferencias lote 3 de 3
Pensamiento del Maestro
DULZURA Y HUMILDAD
Del 2 de Marzo 1938
EL MILAGRO DE DOS PECES Y CINCO PANES
Del 14 de Mayo 1938
LA PARABOLA DE LA CIZAÑA
Del 21 de Mayo 1938
LOS PIES Y EL PLEXO SOLAR
Del 14 de Marzo 1939
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Palabras del Maestro
sobre
el Plexo Solar y la Risa
“Los hermanos nuevos que llegan, están asombrados al ver
en la manera en que estoy riendo. Pero no saben que aquí en la
Fraternidad somos una máquina a fabricar la risa. Si lo deseáis
podéis comprar dos o tres kilos, os los venderemos. He
observado que, cuando se ríe, se produce una dilatación en el
plexo solar. Me hubiera gustado pedir su opinión a algún
fisiólogo, pero yo creo que los fisiólogos no ríen y los biólogos
tampoco.
Os sorprendería conocer el lado curativo del la risa, si así
fuera reiríais más a menudo al circo. Si los directores de los
circos supieran la propaganda hago en su favor, ellos me tomarían
como miembro honorario! Pero creo que no es necesario que lo
hagan, pues aquí somos un circo. Entonces porque quejarse?.
Cuando veo que entran hermanos que no conozco, me digo a
dulcemente: “Entrad en el circo, entrad, vosotros veréis un animal
a dos cabezas y tres cuernos ¡” Y todos ríen a mi alrededor….
A veces esperáis oír conferencias científicas, pero estas os
volverán enfermos más bien traeros una buena salud. Aquí, no
hay nada, pero vosotros os curáis os rejuvenecéis.”
El Maestro
****
Trozo de la conferencia del 1 de Junio de 1947 – PROPOS
DIVERS. En 1947 nadie había todavía hablado de las influencias
terapéuticas de la risa.
Conferencia del Maestro
OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV
Paris, 2 de Abril de 1938
Del Tomo 2: O.C.
La Alquimia Espiritual
Capítulo I:
DULZURA Y HUMILDAD
Los que quieran profundizar encontrarán aquí la llave de los
grandes misterios cabalísticos, alquímicos y astrológicos.
Cuando el Eterno hubo establecido los cuatro puntos
cardinales: Norte, Sur, Este y Oeste, hizo los cuatro elementos: el
fuego y el aire, el agua y la tierra, con los que todas las cosas fueron
creadas. Los distribuyó así: el fuego, que es cálido y seco, fue puesto
en el Norte, frío y húmedo. El agua, fría y húmeda, fue puesta en el
Sur, que es cálido y seco. El aire, cálido y húmedo, fue puesto en el
Este, que es como él, y sirvió para relacionar el fuego y el agua,
atrayendo hacia él el calor del fuego y la humedad del agua. La
tierra, fría y seca, fue puesta en el Oeste, que se le parece. Sirvió
igualmente de relación entre el fuego y el agua y equilibró el aire del
Este. Como se encuentra situada debajo del agua, del aire y del fuego,
recibió la fuerza de cada uno de los tres elementos y así fue capaz de
alimentar a todos los seres.
Cuando la tierra se unió al fuego del Norte, produjo el oro (el
Sol de los alquimistas). Cuando se unió al agua, produjo la plata (la
Luna de los alquimistas). Cuando se unió al aire, que, a su vez, se
unió al fuego y al agua, se formó el cobre (Venus de los alquimistas).
Cuando se unió al fuego y al agua, se formó el hierro (Marte de los
alquimistas). De esta manera, mediante mezclas apropiadas, se
formaron todos los demás metales, todos los minerales, incluidas las
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piedras preciosas. Por ejemplo, la mezcla de la tierra y de la plata
produjo el plomo (Saturno de los alquimistas), y así sucesivamente...
Situad ahora los cuatro animales simbólicos: el león al Norte, el
hombre al Sur, el águila al Este y el Toro al Oeste, y comprenderéis
muchas cosas.
Sabed también que el Azufre filosófico es una quintaesencia del
fuego que actúa sobre el aire. Que el Mercurio filosófico es una
quintaesencia del aire que actúa sobre el agua, mientras que la Sal es
una quintaesencia del agua que actúa sobre la tierra.
El huevo alquímico
Dulzura y humildad
(Jesús entre los dos ladrones)
"Conducían, al mismo tiempo, a dos malhechores que debían ser
ejecutados con Jesús.
Cuando llegaron al lugar llamado Cráneo, le crucificaron allí,
así como a los dos malhechores, uno a su derecha y otro a su
izquierda. Jesús dijo: Padre, perdónales, porque no saben lo que
hacen. Se repartieron sus vestiduras, echándolas a suertes.
El pueblo estaba allí, y miraba. Los magistrados se burlaban de
Jesús diciendo: Salvó a otros; ¡que se salve a sí mismo, si es Cristo, el
elegido de Dios! Los soldados también se burlaban de él; se
acercaban y le ofrecían vinagre diciendo: Si eres el rey de los judíos,
¡sálvate a ti mismo!
Encima de él había esta inscripción: Éste es el rey de los judíos.
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Uno de los malhechores crucificados le injuriaba diciendo: ¿No
eres Cristo? ¡Sálvate y sálvanos! Pero el otro le reprendía y decía:
¿No temes a Dios, tú que sufres la misma condena? Para nosotros es
justicia, porque recibimos lo que han merecido nuestros crímenes;
pero éste no ha hecho nada malo Y le dijo a Jesús: Acuérdate de mí
cuando llegues a tu Reino. Jesús le respondió: En verdad te digo, hoy
estarás conmigo en el Paraíso."
San Lucas 23:32-44
Todas mis conferencias tienen como tema esencial el ser
humano, y éste será también, esta tarde, nuestro tema de reflexión,
pero desde otro punto de vista que en las conferencias precedentes.
Lo que os diré será muy sencillo y, al mismo tiempo, muy complejo,
porque tendremos que interpretar símbolos.
Para la ciencia materialista el ser humano está compuesto
únicamente de materia (células, moléculas, átomos), no es otra cosa
más que su cuerpo físico. Mientras que la ciencia espiritual enseña
que, más allá del cuerpo físico, el hombre posee también lo que la
religión cristiana llama el alma y el espíritu. No me detendré en las
diferentes divisiones que han sido propuestas por todos aquéllos que
han meditado sobre el psiquismo humano. Hoy adoptaremos la que
dio cuando dijo: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con
toda tu alma, con todo tu pensamiento y con toda tu fuerza." Estas
palabras indican que, para Jesús, el corazón, el intelecto, el alma y el
espíritu son los cuatro principios de nuestra vida psíquica. Porque la
palabra "fuerza" concierne al espíritu; según la Ciencia iniciática,
únicamente el espíritu posee la verdadera fuerza. Si queremos
encontrar también estos cuatro principios en el sistema de los
hindúes, que es también el de los teósofos, diremos que el corazón
designa el cuerpo astral, el alma el cuerpo búdico, el intelecto el
cuerpo mental, y el espíritu el cuerpo causal, que está relacionado
con el cuerpo átmico (la fuerza). Estos cuatro principios juntos
habitan en el cuerpo físico.
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El corazón y el alma son los vehículos de nuestras emociones, de
nuestros sentimientos y de nuestros deseos; pero mientras que el
corazón es la sede de los sentimientos y de las emociones ordinarias
ligadas a los instintos, a las codicias y a las frustraciones, el alma es
la sede de las emociones y de los impulsos espirituales y divinos. Es
en el plano búdico donde se sitúa el amor puro, desinteresado, que
hace que el hombre sea capaz de hacer sacrificios y que le impulsa a
unirse con todos los seres superiores del universo
Entre el intelecto y el espíritu existe la misma relación que entre
el corazón y el alma. El intelecto, el cuerpo mental, es el vehículo de
los pensamientos y de los
razonamientos ordinarios, que
sólo apuntan a la satisfacción de
las necesidades materiales, de los
intereses egoístas. Al contrario, el
cuerpo
causal
(que
está
relacionado con el cuerpo
átmico) es el principio del
pensamiento y de la actividad
puramente espirituales, creativos.
El corazón y el alma no son
más que un mismo y único principio, el principio femenino, que
reparte su actividad entre una región inferior, el corazón o plano
astral, y otra región superior, el alma o plano búdico. El intelecto y el
espíritu también son un principio único, el principio masculino, que se
manifiesta en las regiones del plano mental y de los planos causal y
átmico. Veis, pues, cómo trabajan en nosotros los dos principios,
masculino y femenino, que utilizan cuatro vehículos: el corazón, el
intelecto, el alma y el espíritu. Estos dos principios y estos cuatro
vehículos habitan en una misma casa: el cuerpo físico.
Para aclarar más esta cuestión, que sigue estando todavía
oscura para mucha gente, os daré una imagen muy sencilla cuyas
correspondencias son perfectamente exactas. Imaginaos una casa en
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la cual viven el dueño y la dueña, con un criado y una sirvienta.
Sucede, a veces, que el dueño de la casa se va de viaje y deja a su
mujer, que se queda ahí, triste y lánguida, esperando el regreso de su
marido Pero cuando el marido vuelve cargado de regalos hay una
gran fiesta en la casa A veces, el dueño y la dueña de la casa se van
juntos a hacer un largo viaje; al encontrarse el criado y la sirvienta
solos y sin vigilancia, deciden aprovecharse de esta libertad:
empiezan a explorar los armarios, en los que descubren provisiones,
botellas de vino, etc. Y como es más divertido ser muchos para hacer
festines, invitan a vecinos y vecinas... Tras una noche de orgía, hay,
evidentemente, algunas mesas tumbadas y algunas botellas, y hasta
algunas cabezas, rotas. Cuando vuelven los dueños se horrorizan ante
el espectáculo; naturalmente, reparten castigos, vuelven a arreglar la
casa y a poner orden en todo.
Interpretemos ahora esta pequeña historia. La casa es el cuerpo
físico; la sirvienta es el corazón; el criado es el intelecto; la dueña de
la casa es el alma, y el dueño de la casa el espíritu. A menudo el
espíritu nos abandona y nuestra alma llora y se lamenta; pero cuando
el espíritu vuelve aporta inspiraciones, una abundancia de luz.
Cuando el alma y el espíritu se van de viaje, el corazón y el intelecto
se precipitan para hacer juntos todas las tonterías que pueden, en
compañía de otros corazones y de otros intelectos. Ahí tenéis el origen
de todos los desórdenes y los conflictos en el mundo.
Si queremos profundizar más en esta pequeña imagen,
descubriremos en detalle los papeles respectivos del corazón, del
intelecto, del alma y del espíritu. Por ejemplo, la sirvienta está, más
bien, dedicada al servicio de la dueña de la casa, mientras que el
criado se ocupa del dueño; pero, evidentemente, el criado y la
sirvienta pueden actuar juntos contra el interés de sus dueños. Los
dueños son diferentes de los servidores, por su vida, su conducta, sus
preocupaciones; y no siempre les confían los secretos de su trabajo o
de sus proyectos. De esta manera, el alma y el espíritu actúan sin
revelar sus intenciones al corazón y al intelecto. Pero si. por su
conducta irreprochable, la sirvienta obtiene la confianza total de su
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dueña, el alma, ésta le habla a veces de sus proyectos, de su felicidad,
del amor que ella siente por su esposo, el espíritu. Entonces, la
sirvienta, el corazón, se llena de gozo debido a estas confidencias.
Igualmente, si el criado obtiene, gracias a su trabajo, la confianza de
su dueño, éste empieza a hacerle revelaciones, y el criado, el
intelecto, ve las cosas más claras, es más lúcido Pero para que eso
suceda es preciso que la sirvienta y el criado vivan juntos en perfecta
armonía al servicio de sus dueños. Si están en desacuerdo y lo que el
uno desea es lo contrario de lo que desea el otro, perturban el trabajo
de sus dueños Esta imagen tiene combinaciones y aplicaciones
múltiples sobre las que debéis meditar, porque todos los estados de
salud o de enfermedad, de felicidad o de sufrimiento, pueden
explicarse por la existencia de estos cuatro habitantes de la casa del
hombre.
La relación entre estos cuatro principios explica por qué,
cuando no están sometidos al espíritu y al alma, que son hijo e hija de
Dios, el intelecto y el corazón no saben hacer más que tonterías. En
un futuro lejano, el corazón y el intelecto serán también hijo e hija de
Dios; de momento no son más que domésticos. Simbólicamente, un
verdadero hijo actúa en armonía con su padre, y una verdadera hija
actúa en armonía con su madre. Así pues, cuando el corazón y el
intelecto sepan cumplir la voluntad divina, es decir, cuando sepan
actuar según el amor y la sabiduría, serán hijo e hija de Dios.
Mientras desobedezcan y estén llenos de dudas, de inquietud, de
rebeldía, no son hijo e hija de Dios, sino solamente del hombre
Después de estas explicaciones, podemos volver a la historia de
los dos malhechores crucificados a ambos lados de Jesús. El primer
ladrón injuriaba a Jesús diciendo: "¿No eres Cristo? ¡Sálvate a ti
mismo, y sálvanos también a nosotros!" Pero el otro le reprendía y
decía: "¿No temes a Dios, tú que sufres la misma condena? Para
nosotros esto es justicia, porque recibimos lo que han merecido
nuestros crímenes; pero éste no ha hecho nada malo" Y le dijo a
Jesús: "Acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino." Los caracteres
de los dos bandidos están netamente dibujados, y no es por
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casualidad. Volvemos a encontrar estos dos caracteres por todas
partes, en todos los dominios de la vida, e incluso en nosotros, porque
la escena de la crucifixión de Jesús entre los dos ladrones es también
un símbolo de nuestra vida interior Veréis, más adelante, que el
primer bandido representa el intelecto, y el segundo el corazón, y
cómo Cristo, entre ambos, representa el principio divino que se
manifiesta a través del alma y del espíritu como amor y sabiduría,
como calor y luz.
Os contaré una pequeña anécdota. Un campesino, en su lecho
de muerte, pidió que llamasen al cura y al notario Les hicieron venir y
el campesino, al verles entrar, les hizo señas para que se colocaran a
su cabecera, el uno a su derecha y el otro a su izquierda. Ambos
estaban convencidos de que el moribundo les había hecho venir para
dictar su testamento y para confesarse de sus pecados. El campesino
les miraba, de vez en cuando, con una satisfacción visible, y después
cerraba los ojos sin ocuparse de ellos. Pasó un cuarto de hora, media
hora... y todavía no había dicho nada. El notario y el cura, que
empezaban a impacientarse, rogaron entonces a su hijo que le
preguntase por qué razón les había hecho llamar. El hijo se acercó a
su padre, que le respondió: "Hijo mío, ahora estoy contento, voy a
irme en paz. Solamente deseaba morir como Cristo, entre los dos
ladrones." Se trata de una anécdota, evidentemente, pero es curioso
observar que, simbólicamente, el notario representa, justamente, el
intelecto y el cura el corazón. Si los dos personajes de esta historia
eran verdaderamente un notario deshonesto y un cura malo (a veces
sucede), simbolizaban efectivamente los ladrones tomados en el
sentido esotérico.
Os decía, pues, que el primer bandido representa el intelecto
humano. El intelecto está lleno de orgullo, de dudas, de desprecio y
de críticas; quiere siempre asistir a un milagro, y a pesar de estas
ganas que tiene y de que hay muchos milagros por todas partes en el
mundo, no consigue verlos. El intelecto humano razona siempre así:
"Si Dios existiese se mostraría y me daría la riqueza, la salud, la
belleza, la inmortalidad... El mundo entero me serviría... No sufriría
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nunca..." Según la lógica del intelecto, Dios sólo debe existir para
resolver los problemas de los hombres; ante el más pequeño
inconveniente causado por sus cálculos estúpidos, es Dios quien
recibe sus críticas, sus injurias y sus gritos de protesta.
El corazón, en cambio, sólo desea vivir en el gozo y la facilidad.
Espera que todo sea agradable para él, y si encuentra alguna
amargura se pone furioso al ver que los placeres y el aféelo no le
esperan por todas partes por donde pasa.
Si el intelecto no está iluminado por el espíritu, es presa del
orgullo; si el corazón no está calentado por el alma, cae en todos los
desórdenes. Ante el menor obstáculo, el intelecto se llena de odio y el
corazón de ira. El orgulloso detesta al mundo entero cuando se da
cuenta de que no es estimado por todos en lo que cree que es su justo
valor. Se vuelve solitario, taciturno, y vive lejos de todos, en el frío
interior; se prepara un destino muy malo porque, a fuerza de
carcomerse interiormente, se envenena. Mientras que el corazón,
ávido, posesivo, es saqueado por los fuegos de la ira cuando siente
que las cosas o los seres se le escapan o que no le pertenecen
exclusivamente. El corazón y el intelecto caen en el infierno cuando se
ven privados de la ayuda del alma y del espíritu, es decir, del amor y
de la sabiduría. Una sola cosa puede salvarles, y es encontrar a sus
dueños y servirles como buenos servidores. Entonces, el corazón será
el receptáculo del alma y manifestará el amor divino; y el intelecto
será el conductor del espíritu y manifestará la sabiduría
El primer ladrón se negaba a reconocer que existe una ley
absoluta de causas y consecuencias. 1 Era orgulloso y no quería
admitir que había merecido su suerte. El segundo malhechor sentía,
en cambio, que merecía su suplicio. Le decía al otro: "¡Cállate! Tú
debes saber que es la justicia divina la que nos castiga, pero que
Cristo, en cambio, es inocente." Desde el punto de vista astrológico,
el primer bandido había nacido bajo la mala influencia de Júpiter en
aspecto disonante con Saturno. El segundo bandido había nacido bajo
la influencia más negativa de Marte, en mal aspecto con Venus. El
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primero había matado a su padre, y el segundo a su mujer, por
celos.* El primero no lamentaba su crimen, pero el segundo se
arrepentía de haber matado a aquélla a la que amaba todavía
*El lector podrá sorprenderse por esta precisión que no se encuentra en los
Evangelios. Sin embargo, no debemos olvidar que al principio de su conferencia el Maestro
Omraam Mikhaël Aïvanhov ha anunciado que interpretaría la escena de Cristo crucificado
entre los dos ladrones como un símbolo de la vida interior. Hay que comprender
simbólicamente, pues, como un drama de nuestra vida psíquica y espiritual, esta afirmación:
"El primer ladrón había matado a su padre, y el segundo había matado a su mujer, por
celos."
Por otra parte, la diferencia establecida entre la falta del corazón, cuyo culpable se
arrepiente y obtiene su perdón, y la del intelecto, cuyo culpable no se arrepiente, corresponde
también a fenómenos de cultura o a tipos psicológicos bien determinados.
Toda rebeldía intelectual se manifiesta culturalmente con un espíritu crítico
exacerbado y destructivo que desemboca en la negación de Dios. Podríamos citar, aportando
para cada una los matices que convengan, las corrientes libertinas y las corrientes nihilistas,
la rebelión contra Dios, que incita al primer ladrón a pedir a Jesús pruebas de su poder, no
es, de hecho, sino la repetición de su parricidio. Matar al padre representa el acto mediante
el cual el hijo quiere liberarse de una tutela que siente como opresiva y de esencia casi
divina. Pero esta muerte no le libera. El drama del intelecto es, pues, el orgullo manifestado
en la afirmación de su poder personal en el momento mismo en que se encuentra desvelada
su total impotencia, puesto que sólo puede dominar destruyendo y que esta destrucción
conlleva, al mismo tiempo, la aniquilación de su dominación.
En cambio, matar por celos a la mujer amada es el acto mediante el cual se busca
inconscientemente una reconciliación, una comunión absoluta. Otelo, por ejemplo, tras la
muerte de Desdémona, reconoce su culpa, implora el perdón de su víctima y el del Cielo... La
puerta del Paraíso sigue abierta para aquél que, a pesar de su acto criminal, ha conservado
su amor, aunque este amor tenga que ser elaborado, porque es demasiado violento,
demasiado exclusivo.
Los psicoanalistas han mostrado, en el estudio del inconsciente masculino, que el
padre es siempre aquél a quien se desea negar (el intelecto), y la mujer, o la madre, aquélla a
quien se desea siempre poseer (el corazón), pero que los dos deseos conducen, en la
radicalidad de su tipología, al mismo acto criminal. (Nota del editor)
El primer bandido no quería reconocer sus culpas y se rebelaba,
mientras que el segundo, que era consciente de su crimen, era
humilde y participaba en los sufrimientos de Cristo. Se confesaba a él
diciendo: "Maestro, yo soy un criminal, he matado a mi mujer, pero
actué llevado por una pasión que no pude dominar. Lo lamento;
puesto que tú eres el hijo de Dios, perdóname.'' Y Jesús le respondió:
"Lo sé, lo sé. En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el
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Paraíso"
Se ha discutido mucho sobre esta respuesta de Jesús al segundo
ladrón, y algunos se imaginan que Jesús se conmovió ante su
humildad y la confianza que le manifestaba. Los que no conocen la
ley de causas y consecuencias pueden contar lo que quieran, pero, en
realidad, los grandes Maestros no pueden ser influenciados por
buenas palabras, ni tampoco vejados por críticas Miran en lo más
profundo del alma lo que el hombre ha vivido en el pasado, lo que
merece, lo que aún debe pagar. Si Jesús le dijo al segundo ladrón que
estaría con él en el Paraíso es porque en otras encarnaciones este
hombre había hecho buenas acciones. Así, según la ley de la justicia,
a pesar de su crimen, debía ser recompensado por estas buenas
acciones El hombre no pasa instantáneamente del mal al bien; sólo
puede hacer el bien si lleva en él un elemento de bien. Si unos
segundos de arrepentimiento bastasen para abrir las puertas del
Reino de Dios, ¿cómo es que todavía hay tantos pecadores en el
Infierno que, sin embargo, pronunciaron palabras de
arrepentimiento?
La respuesta de Jesús prueba la eficacia del arrepentimiento,
pero el arrepentimiento no permite expiar completamente los
crímenes del pasado. El segundo ladrón pudo entrar en el Reino de
Dios con Jesús, pero por un cierto tiempo solamente; después tuvo
que volver de nuevo a la Tierra para seguir reparando sus malas
acciones. Los que ignoran las leyes siempre dan explicaciones
erróneas. 2 El hombre que no ha hecho más que mal no puede entrar
en el Reino de Dios; nadie puede recomendarle para que penetre en él
indebidamente, ni siquiera Cristo, porque Cristo es el primero en
respetar las leyes Es verdad que todos los poderes le fueron dados,
pero no se sirve de ellos para oponerse a las leyes. Un verdadero
Iniciado no actúa nunca abusando de su poder o tomando decisiones
arbitrarias, como hacen los humanos en cuanto tienen la posibilidad
de hacerlo.
La mayoría de los cristianos se imaginan que Jesús actuaba sin
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tener en cuenta las leyes, que podía liberar a cualquier ser de las
enfermedades o de los demonios. Es falso; no salvó a muchos
enfermos y posesos porque su destino era sufrir todavía.
Él mismo dijo: "Tengo muchas otras ovejas que no son de este
rebaño, y a ellas también tengo que llevarlas; oirán mi voz y habrá un
solo rebaño y un solo pastor." Y, en otra parte, añade: "He hecho
conocer Tu Nombre a los hombres que Tú me has dado... Por ellos es
por los que rezo. No rezo para todo el mundo, sino por aquéllos que
Tú me has dado, para que sean Tuyos..." ¿Por qué no salvó Jesús a
los fariseos y a los saduceos? Porque no había venido para ellos, no
formaban parte de sus ovejas Y ésta es la prueba de que las ovejas
que debía salvar estaban contadas y determinadas; y eso no lo saben
los cristianos. Claro que su filosofía, que la enseñanza que dejó es
para todo el mundo, pero eso es otra cuestión...
Diréis: "Pero Jesús fue crucificado, ¿acaso tenía también
deudas que pagar?" No, no tenía pecados. Fue crucificado para la
salvación de los hombres. Por otra parte, ya os lo dije antes, Cristo
crucificado entre los dos ladrones es un símbolo que volvemos a
encontrar también en el hombre, en quien el principio divino es
crucificado sin cesar por el intelecto y el corazón. El intelecto y el
corazón, que deben participar en el trabajo divino, no sólo
obstaculizan este trabajo sino que también se burlan de él o incluso
niegan su existencia. Es de esta manera cómo Cristo es crucificado
sin cesar en nosotros entre los dos ladrones: el intelecto orgulloso y el
corazón iracundo.
El orgullo y la ira son dos venenos violentos que muy pocos
hombres saben neutralizar. Los químicos saben neutralizar los
venenos con antídotos, pero en el terreno de la vida psíquica la gente
es ignorante, no conoce los antídotos. Únicamente los Iniciados se
han ocupado de encontrar los remedios contra el orgullo y la ira;
estos remedios son la dulzura y la humildad. En una cierta tradición
astrológica, Saturno y Marte representan "el gran mal" y "el pequeño
mal", mientras que Júpiter y Venus representan "la gran fortuna" y
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"la pequeña fortuna". Y cuando Jesús decía: "Venid a mí los que
llevéis cargas, yo os aliviaré... porque soy dulce y humilde de
corazón", tendía las manos a los dos grandes males que atormentan a
la humanidad: la ira y el orgullo.
La dulzura y la humildad son las dos virtudes esenciales para
el discípulo, porque le permiten resolver los problemas más difíciles.
El hombre dulce y humilde no es débil, como cree generalmente la
gente; puesto que posee el calor del corazón espiritualizado y la luz
del intelecto espiritualizado, va por el camino del poder. Todos
aquéllos que creen que cultivando la humildad y la dulzura serán
obligatoriamente víctimas de los demás se equivocan grandemente. El
que es dulce y humilde posee reservas de fuerzas acumuladas y está
siempre en seguridad, porque se dice en las Escrituras que Dios se
opone a los orgullosos y eleva a los humildes.
Pero son los astrólogos los que mejor me comprenderán, porque
saben que los planetas Saturno y Marte son considerados como
causantes de desgracia e infortunio, siendo Marte, en sus malos
aspectos, el planeta de la violencia, y Saturno el del orgullo. La
violencia de Marte, debe, pues, ser neutralizada con la dulzura, y el
orgullo de Saturno con la humildad.
En realidad, muchas personas no tienen ideas muy claras sobre
el orgullo y la humildad y toman a menudo el uno por el otro. Cuando
ven a un hombre que tiene ante los poderosos de este mundo una
actitud servil, porque se siente pobre, ignorante y débil a su lado,
dicen que es humilde. Pero, cuando se encuentran con un ser que
quiere realizar el Reino de Dios, dicen: "¡Qué orgullo!..." No, se
equivocan. El primero no es humilde porque se incline ante el rico y
el poderoso; dadle un poco de riqueza, dadle algunas posibilidades de
salir de su condición, y veréis si es humilde! Ponedle también en
medio de las pruebas ¡y veréis si es humilde ante el Señor! ¡Cuántos
hombres, ante las menores dificultades, se rebelan contra Dios o
niegan incluso su existencia! La verdadera humildad no consiste en
humillarse ante los poderosos y ricos, sino en ser humildes ante Dios.
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La verdadera humildad consiste en querer servir al Cielo y cumplir su
voluntad, en tener respeto por todo lo que es sagrado y preservarlo
dentro de nosotros mismos y a nuestro alrededor. Evidentemente, en
opinión de algunos, Jesús era orgulloso porque se decía hijo de Dios,
expulsaba a los mercaderes del templo con un látigo y llamaba a los
fariseos "serpientes, raza de víboras", "sepulcros blanqueados"... No,
en realidad, Jesús poseía la verdadera humildad, porque era humilde
ante el Señor y en medio de los más terribles sufrimientos dijo:
"Padre mío, si no es posible que este cáliz se aleje de mí, ¡hágase Tu
voluntad!" 3
El orgulloso es aquél que se imagina que él lo es todo y que no
depende de nada ni de nadie, exactamente como una lámpara que
creyese poder dar luz por sí misma, sin sospechar que si la central
eléctrica no le suministrase electricidad permanecería oscura. El
orgulloso cree que él es la fuente de todas sus manifestaciones; el
hombre humilde, al contrario, sabe que nada depende de él y que si
no permanece conectado con el Cielo no tendrá ni fuerza, ni luz, ni
sabiduría; no olvida nunca que él, en realidad, no es más que un
conductor. No quiero insistir sobre esta cuestión, pero puedo deciros
que aquél que cree estar por encima de todo y no depender más que
de sí mismo, olvidándose de la fuente de las fuerzas que se
manifiestan a través de él, acaba, tarde o temprano, perdiéndolo todo.
Os contaré una pequeña historia. En la antigüedad vivía en
Babilonia un pobre picapedrero. Trabajaba junto a un camino por el
que pasaba un gran Iniciado todas las mañanas; e intercambiaban un
saludo. Un día, el picapedrero le pidió al Iniciado que hiciese algo
para que pudiese salir un poco de su miseria. El Iniciado, que había
observado que era un buen trabajador, le dijo: "Vete a tal lugar; allí
hay un tesoro, tómalo y serás rico." De la noche a la mañana el
picapedrero se volvió sumamente rico, se puso a frecuentar a la gente
mejor situada y daba grandes fiestas. Un día el Iniciado quiso
visitarle, pero el picapedrero se había olvidado completamente de él
ya que estaba demasiado ocupado con los grandes personajes que
ahora solía frecuentar. Cuando le anunciaron la visita del Iniciado
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respondió: "Estoy con un príncipe, que espere a que esté libre." El
Iniciado esperó durante mucho tiempo y. finalmente, vinieron a
decirle que no podría recibirlo por falta de tiempo. Cuando se fue, un
ángel que le acompañaba le recriminó: "¿Verdaderamente crees que
has sido sabio ayudando a un hombre así? Por culpa tuya ha perdido
su alma y se ha vuelto tan duro y orgulloso. Tienes, pues, que reparar
tú falta. Procura, de ahora en adelante, saber mejor a quién debes
ayudar." El Iniciado lo comprendió y corrigió inmediatamente su
falta: el picapedrero perdió toda su fortuna, tuvo que volver a su
antiguo trabajo, y, de nuevo, cada día, veía pasar al Iniciado por el
camino...
Si os pregunto ahora: "¿Conocéis las cuatro operaciones?", me
responderéis: "Claro, sabemos sumar, restar, multiplicar y dividir."
Sin embargo, puedo afirmaros que estas operaciones son
extremadamente difíciles de realizar. La madre, por ejemplo, se queja
de que su hija haya hecho una suma con un tunante y de que ya no
sepa ahora hacer una resta... El que suma, en nosotros, es el corazón;
el corazón sólo sabe sumar, añade siempre, mezclándolo todo. El que
resta, es el intelecto El alma multiplica y el espíritu divide.
Considerad al ser humano a lo largo de su existencia. Cuando es un
niño tiene tendencia a tocarlo todo y a llevárselo a la boca, incluso lo
que puede hacerle daño. La infancia es la edad del corazón, de la
primera operación, de la suma. Cuando el niño crece y empieza a
manifestarse su intelecto se pone a rechazar todo lo que es inútil para
él, perjudicial o desagradable: resta. Más tarde se lanza a la
multiplicación, y por eso su vida se puebla de mujeres, de hijos, de
relaciones y de adquisiciones de todas clases. Finalmente, cuando es
viejo, piensa que pronto se va a ir al otro mundo y escribe su
testamento en el que distribuye sus bienes a unos y otros: divide.
El ser humano empieza, pues, acumulando y, después, se
desprende de muchas cosas Pero debe plantar lo que es bueno para
multiplicarlo Si no sabemos plantar los pensamientos y los
sentimientos no conocemos la verdadera multiplicación. Si sabemos
plantar hay una multiplicación, toda una cosecha; y después podemos
15
dividir, es decir, distribuir los frutos recogidos. En la vida somos
puestos sin cesar ante las cuatro operaciones. Algo se agita en
nuestro corazón que no conseguimos restar; o bien nuestro intelecto
rechaza a un amigo verdadero con el pretexto de que no es sabio o de
que no tiene una buena situación. A veces multiplicamos lo malo y nos
olvidamos de plantar lo bueno. Debemos empezar por estudiar, pues,
las cuatro operaciones en la vida misma. Después habrá aún otras
cuatro operaciones más a estudiar: las potencias, las raíces
cuadradas, los logaritmos y los antilogaritmos. Pero actualmente
debemos contentarnos con estudiar las cuatro primeras operaciones,
porque hasta ahora ni siquiera hemos aprendido a sumar y a restar. A
veces hacemos una suma con un verdadero bandido, o bien
expulsamos de nuestra cabeza un buen pensamiento, un alto ideal,
porque el primer venido nos ha dicho que, con pensamientos así,
seguro que nos moriremos de hambre.
Cuando os hablé de los dos ladrones y de Cristo no os dije que
las palabras del segundo ladrón nos indican un método que podemos
aplicar todos los días. Ya siento que pensáis: "¿Ojalá que este método
nos dé pronto grandes resultados!" Sí, todos buscan métodos que
permitan obtener rápidamente lo que desean; pero estos métodos
rápidos no siempre nos dan los mejores resultados Había una vez un
estudiante que había ido a instruirse con un profesor muy sabio.
Quería aprenderlo todo, y muy rápidamente. El profesor le dijo: "Es
posible, pero escúchame bien; cuando la naturaleza prepara algo en
seis meses fabrica una calabaza; pero si quiere hacer un roble
necesita cien años Si quieres, pues, llegar a ser una calabaza, lo
podrás conseguir muy rápidamente."
Existen muchos métodos, ciertamente; gracias a la Enseñanza
que he recibido de mi Maestro puedo indicaros algunos de ellos, muy
sencillos, que os permitirán avanzar en el camino de la evolución.
Hoy, pues, os indicaré un ejercicio muy fácil que está contenido en las
palabras del segundo ladrón. Cuando sufráis, cuando estéis tristes,
cuando seáis desgraciados y choquéis con los obstáculos o con las
dificultades de la vida, debéis decir: "Señor, Dios mío, merezco lo que
16
me sucede. No he sido obediente, ni bueno, ni justo. Pero ayúdame,
quiero corregirme. Transfórmame, purifica todo en mí." Constataréis
entonces que se produce en vosotros una dilatación una luz, y en el
momento en que sentís este alivio y esta claridad ya estáis en el Reino
de Dios, como el segundo ladrón a quien Jesús dijo: "Estarás
conmigo, esta noche, en el Paraíso." Desgraciadamente, la mayoría
de las veces volvemos a caer después en el estado del primer ladrón y
pronunciamos otras palabras: "No hay ninguna justicia. Todos los
demás son felices y yo no lo soy. Sólo a mí me suceden las
desgracias..." Y entonces, claro, la oscuridad vuelve. Si cada día
pensáis sinceramente que merecéis vuestra suerte como consecuencia
de vuestra ignorancia o de vuestra debilidad, todo cambiará en
vosotros. 4 Sois libres de pensar que éste no es un buen método, pero
yo os digo que os transportará inmediatamente al Reino de Dios.
Os voy a contar una aventura que me sucedió hace años en
Bulgaria. Un amigo que vivía en la pequeña ciudad de Doupnitza me
había invitado a pasar algún tiempo en su casa. A mediodía,
comíamos en las colinas cercanas a la ciudad. Un día yo debía llegar
antes a la colina (porque él trabajaba en una administración y no
podía venir conmigo) y esperarle para comer en un lugar que
habíamos convenido de antemano. Cuando atravesaba la ciudad vi a
mucha gente en las calles que parecía agitada e inquieta. Pregunté
qué sucedía y me dijeron que dos asesinos, perseguidos por la policía,
habían atravesado la ciudad y se habían refugiado en la colina donde
debía comer con mi amigo. Pensé que, de todas formas, tenía que ir al
lugar convenido, puesto que mi amigo iría allí; y fui.
Ya estaba en la colina desde hacía algunos instantes cuando oí
gritos detrás de mí. Me volví y vi a muchas personas y a algunos
policías que me apuntaban con sus armas diciéndome que me
detuviera. Me detuve y me conecté inmediatamente con el mundo
invisible diciendo: "Dios mío, ayúdame en este momento difícil." Me
tomaban, evidentemente, por uno de los malhechores huidos. Más
tarde supe que este error provenía, de que yo llevaba una blusa
marrón muy parecida a las suyas. Esperé y dejé que se acercara toda
17
esta gente. Cuando estuvieron cerca de mí vi que tenían miedo,
porque me tomaban verdaderamente por el asesino. Les dije a los
policías: "Ustedes tienen armas, pero yo tengo otra mejor, más
poderosa que las suyas.” Y como me miraban extrañados, no
sabiendo lo que significaban estas palabras, saqué mi Evangelio del
bolsillo diciendo: "Esta es mi arma, más poderosa que las suyas."
Entonces se acercaron más y me preguntaron qué hacía allí. Respondí
que esperaba a un amigo con el que debía comer. "Está bien, dijeron,
pero síganos"
Bajé con ellos hacia la ciudad donde entré con una escolta
impresionante. Como los falsos rumores nacen y circulan
rápidamente, ya se extendía la noticia de que el primer malhechor
estaba detenido. Yo caminaba tranquilamente porque una voz interior
me decía: "Estate tranquilo, todo se arreglará." Cuando entré en el
cuartelillo de la policía me senté y empecé a explicar a todos los que
estaban allí ciertos pasajes de los Evangelios Una hora más tarde mi
amigo era también detenido en la colina cuando iba a mi encuentro.
Cuando dio mi descripción los policías comprendieron que les había
dicho la verdad; le contaron lo que había pasado y le enviaron al
cuartelillo a buscarme. Cuando mi amigo entró vio con asombro a
todos los policías a mi alrededor ¡que estaban escuchándome y
dejando que les predicase!... Me soltaron; fuera esperaba la multitud.
Cuando me vieron libre y comprendieron que yo no era el malhechor,
sino el invitado de mi amigo que vivía en Doupnitza, empezaron a
reírse de los policías y me hice inmediatamente tan popular que
muchos quisieron hablar conmigo y, los días siguientes, me seguían
para conocerme. Cuando me fui de Doupnitza para subir a Rila, al
campamento de nuestra Fraternidad, algunos vinieron a verme allí
arriba para seguir hablando conmigo. Después, cada año, grupos de
habitantes de Doupnitza vinieron a verme junto a los lagos.
Os he contado detalladamente esta historia en la que durante
unos instantes fui tomado por un malhechor En esta situación, gracias
a mis conocimientos iniciáticos, dije: "¿Debo quizá sufrir porque, sin
saberlo, he transgredido alguna ley?... Pero quiero corregirme... Dios
18
mío, ayúdame." En todas las circunstancias, incluso en las peores,
debemos rezar. Cuando pronuncié estas palabras en mí mismo, oí una
voz interior que me decía: "Estate tranquilo, hoy estarás en el Reino
de Dios", y fue verdad, porque este día fue un día de fiesta para mí:
este contratiempo me atrajo muchos amigos y conservé después muy
buenas relaciones con los habitantes de Doupnitza.
Si aceptamos todo lo que nos sucede con humildad, dulzura,
confianza y alegría interior, todo cambiará.
Un inmenso trabajo se prepara ahora, al que el Cielo nos invita
a participar. Este trabajo consiste en manifestar más amor y luz, en
mostrar que la humildad y la dulzura son susceptibles de transformar
a los hombres y de hacerles encontrar la felicidad. Debemos ponernos
a trabajar con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con todo
nuestro pensamiento y con toda nuestra fuerza en este magnífico
trabajo. Por todas partes, en el universo, los seres evolucionados de
los mundos visible e invisible preparan el advenimiento del Reino de
Dios y de Su Justicia. Pero el Reino de Dios debe realizarse primero
en nuestro corazón, en nuestro intelecto, en nuestra alma y en nuestro
espíritu, porque es ahí, en nosotros mismos, donde las fuerzas
invisibles trabajan para hacer penetrar la vida divina.
Ahora, meditemos juntos durante unos minutos... "Allí donde dos
o tres estén reunidos en mi Nombre, decía Cristo, yo estoy en medio
de ellos." Dos o tres, no significa forzosamente dos o tres personas,
sino el corazón, el intelecto y la voluntad. Cada uno de nosotros
puede ser dos o tres dentro de sí mismo... Podéis estar solos, pero si
vuestro intelecto, vuestro corazón y vuestra voluntad están conectados
con Cristo, Cristo está ahí, en vosotros.
Esta noche, pedid todo lo más hermoso y elevado, porque el
Cielo está ahí escuchándonos. Escucha siempre, pero, a veces, debido
a las condiciones, no podemos hacernos oír. Esta noche, gracias a la
atmósfera que hemos logrado crear en la sala, las entidades
celestiales están ahí, muy cerca de nosotros.
19
Os deseo la paz, el gozo y la luz. ¡Que la dulzura y la humildad
os curen las heridas que los dos ladrones "orgullo" e "ira" os han
hecho.
Centre
OMRAAM
Institut Solve et Coagula
Reus
www.omraam.es
Primer Centro
De difusión de la obra
Del Maestro OMRAAM
En lengua Española
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Conferencia del Maestro
OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV
Paris, 14 de Mayo de 1938
Del Tomo 2: O.C.
La Alquimia Espiritual
Capítulo VI:
“EL MILAGRO DE LOS DOS PECES
Y LOS CINCO PANES”
"Después de eso, Jesús pasó al otro lado del mar de Galilea -o
de Tiberiades-. Una gran multitud le seguía, porque veían los
milagros que Jesús obraba sobre los que estaban enfermos Pero
Jesús subió a la montaña, en donde se sentó con sus discípulos. Y la
Pascua, la fiesta de los judíos, se acercaba. Habiendo levantado los
ojos y viendo a una gran muchedumbre que venía hacia él, Jesús le
dijo a Felipe: ¿Dónde compraremos panes para que esta gente tenga
de qué comer? Decía eso para probarle, porque sabía muy bien lo
que iba a hacer. Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no
bastarían para dar un poco a cada uno. Uno de sus discípulos.
Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí hay un muchachito
que tiene cinco panes de cebada y dos peces: ¿pero qué es eso para
tanta gente?
Entonces Jesús dijo: Hacedles sentar Había mucha hierba en
este lugar Se sentaron, pues, alrededor de cinco mil hombres. Jesús
tomó los panes y, después de haber dado gracias, los distribuyó a los
que estaban sentados; asimismo, les dio peces, tantos como
quisieron. Cuando estuvieron saciados les dijo a sus discípulos:
2
Recoged los pedazos que quedan para que nada se pierda. Los
recogieron, pues, y llenaron doce cestas con los pedazos que habían
sobrado de los cinco panes de cebada, después de haber comido.
La gente, habiendo visto el milagro que Jesús había hecho,
decía: Éste es verdaderamente el profeta que debe venir al mundo.
Entonces Jesús, sabiendo que iban a venir a buscarlo para hacerle
rey, se retiró de nuevo a la montaña."
San Juan 6: 1-15
Muchos esoteristas han hablado de este milagro tratando de
explicar cómo Jesús había
podido multiplicar los dos
peces y los cinco panes
recurriendo a fuerzas ocultas.
Pero hoy os explicaré este
pasaje desde otro punto de vista
para mostraros que contiene
verdades esenciales de la
ciencia espiritual
Olvidemos
por
un
momento este relato y miremos
el círculo del zodíaco.
Sabéis que el Sol recorre los 12 signos del zodiaco en un año. El
punto vivo de la bóveda celeste (intersección del plano de la eclíptica
y del plano del ecuador, correspondiente al equinoccio de primavera)
o punto vernal, gira en sentido inverso al Sol en el zodíaco. Cada
2.160 años este punto vivo cambia de constelación, lo que coincide
con cambios en todos los dominios de la vida. Bajo la influencia de la
nueva constelación, otras fuerzas, otras corrientes empiezan a
3
derramarse sobre la humanidad. Así es cómo los Iniciados de la
Antigüedad, que conocían las influencias particulares de cada signo,
eran capaces de prever los acontecimientos que se producirían cuando
el punto vernal pasase a tal o cual constelación.
Cada religión está situada bajo la influencia de dos
constelaciones
que
están
opuestas en el círculo del
zodíaco. La religión cristiana
está situada bajo la influencia
de
Piscis y del signo opuesto,
Virgo.
En
los
Evangelios
encontramos a menudo los
símbolos de Piscis y de Virgo.
El
símbolo de la Virgen existe
desde tiempos inmemoriales;
es
la imagen de la Naturaleza pura, casta, inviolada, que trae al mundo al
Hijo eterno de la humanidad, el Yo superior o, como nosotros
decimos, Cristo. Piscis tiene también un sitio importante en los
Evangelios. Cuando Jesús llamó a sus primeros discípulos, Pedro y
Andrés, su hermano, que eran pescadores, les dijo: "Seguidme y yo os
haré pescadores de hombres." Los hombres, pues, son comparados
aquí con peces. Un día, en el que reclamaban a Pedro los dos dracmas
del tributo, Jesús le dijo: "Ve al mar, echa el anzuelo y saca el primer
pez que venga a picar, ábrele la boca y encontrarás un estaterio
Tómalo y dalo por ti y por mí." Está también el episodio de la pesca
milagrosa... Y en otro lugar, se dice: "¿Quién de vosotros le dará una
piedra a su hijo, cuando éste le pida pan?, ¿o una serpiente, cuando
le pida un pez?" Estas palabras no son pronunciadas por casualidad.
Los peces y el pan recuerdan por todas partes los signos de Piscis y de
Virgo. Virgo es representado en el zodiaco por una muchacha que
4
lleva espigas de trigo, el trigo con el que se hace el pan. Jesús decía
también: "Yo soy el pan de vida... Yo soy el pan bajado del Cielo. Si
alguno come de este pan, vivirá eternamente.'' Los peces y el pan son
los símbolos esenciales del Nuevo Testamento; Jesús y sus discípulos
meditaban sobre estos símbolos
Estudiemos ahora Piscis y Virgo desde el punto de vista
astrológico. Según la astrología, el signo de Piscis está dominado por
Júpiter y el signo de Virgo por Mercurio. Los antiguos trabajaban con
7 planetas (el Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno)
que repartían entre los 12 signos del zodiaco. Desde el descubrimiento
de Urano, Neptuno y Plutón, los astrólogos modernos añaden a Piscis
la influencia de Neptuno. Esta noche, para estudiar la cuestión que nos
interesa, utilizaremos solamente 7 planetas. Cuando tratemos otras
cuestiones tendremos ocasión de utilizar los 10. De todas maneras
quedan aún otros planetas por descubrir y la elección que podemos
hacer depende siempre del problema que queramos estudiar.
Os decía que Mercurio domina el signo de Virgo y Júpiter el de
Piscis. Mercurio representa a un adolescente, y Júpiter a un hombre de
edad madura; se oponen, pues, por la talla, la actividad, la mentalidad,
etc... Todos los planetas tienen una influencia en relación con las
diferentes edades del hombre. La Luna influencia la concepción, la
gestación, el nacimiento. Mercurio reina sobre la infancia. Venus
sobre la pubertad y la adolescencia. El Sol sobre la juventud, que hace
proyectos para el futuro. Marte influencia al adulto que lucha para
realizar sus ambiciones. Júpiter reina sobre la edad madura; es el
padre, el jefe de familia que vela por su hogar y cuya situación atrae el
respeto y la estima. Saturno reina sobre la vejez; es el viejo abuelo que
tiene una numerosa descendencia y que se prepara para irse al otro
mundo.
5
Hemos visto que Mercurio reina en el signo de Virgo. El
símbolo de la Virgen y del niño (Mercurio) que encontramos también
en la imagen de Isis y de Horus, de la Virgen María y de Jesús, es un
símbolo de la pureza. Mientras que Júpiter, que es el planeta de la
generosidad, de la benevolencia, domina en Piscis, que es el signo de
la vida colectiva y del sacrificio. Virgo y Piscis, éste es el eje de
Cristo. Bajo la influencia de estas dos constelaciones la época
cristiana ha tratado de desarrollar en las almas humanas las dos
cualidades de la pureza y del amor al prójimo. Cristo, nacido de la
Virgen, se manifestó como Piscis. Sabéis que los primeros cristianos
no tenían como símbolo la cruz, sino el pez. Jesús mismo era llamado
Ichthus, palabra que en griego significa "pez", cuyas letras sirven
como primera letra de cada una de ´las
palabras de la frase siguiente: lesous
Cristos Theou Uios Soter (Jesús-Cristo,
Hijo de Dios, Salvador).
No os hablaré en detalle de los peces
(si queréis conocerlos, hay suficientes
libros sobre este tema), pero os hablaré de
ciertos peces, considerados como muy
inteligentes por los humanos: las anguilas. Durante mucho tiempo
estos peces han planteado problemas a los investigadores, que no
comprendían cómo se reproducían. En tiempo ordinario, las anguilas
macho y hembra viven separadas las unas de las otras: las anguilas
macho se quedan en los estanques del litoral y en las desembocaduras
de los ríos, mientras que las hembras son las únicas que penetran en
los afluentes, ríos, estanques y lagos. Además, las anguilas hembras
pescadas en agua dulce no contienen ni huevos ni leche... Pero cuando
se empezaron a estudiar científicamente los mares y los océanos
descubrieron que cada año, en otoño, las anguilas de Europa, machos
y hembras, descienden los cursos de agua y se reúnen todas en el mar,
6
en donde empiezan un largo y penoso viaje hasta una zona llamada
mar de los Sargazos, cerca de las islas Bermudas; y allí tiene lugar la
reproducción. De los huevos puestos por las hembras nacen unas
larvas que, llevadas por las corrientes marinas, vuelven poco a poco
hacia Europa.
Este viaje de vuelta dura alrededor de dos años. Llegadas cerca
de las costas de Europa, las anguilas tienen siete u ocho centímetros;
las anguilas macho se dispersan en las desembocaduras de los ríos,
mientras que las hembras remontan los cursos de agua e invaden los
ríos, los lagos y los estanques. Todos los especialistas se preguntan
por qué van las anguilas a desovar en el mar de los Sargazos, y hasta
ahora no han podido descubrir la razón. Por otra parte, se sabe que un
frente de nubes se forma igualmente encima del mar de los Sargazos,
principalmente cerca del cabo Hatteras. Estas nubes se dirigen hacia
Europa y la atraviesan de oeste a este.
Así pues, este punto que he señalado en el mapa es, a la vez, el
lugar de puesta de las anguilas y aquél en el que se forman las
principales masas nubosas que atraviesan Europa; y está situado a 75°
de longitud Oeste y a 30° de latitud Norte.
¿Qué influencia actúa en este lugar? El verdadero Iniciado sabe
que en la naturaleza todas las cosas están relacionadas entre sí y que
nada sucede por casualidad. Lo que es secreto para la ciencia
ordinaria, que estudia los hechos aislados sin relacionarlos entre sí, no
lo es para la ciencia divina. La región que acabo de mostraros en el
mapa es muy importante; allí se encontraba antaño la Atlántida,
continente desde hace mucho tiempo desaparecido. En el pasado hubo
allí un gran centro iniciático cuyas influencias se manifiestan todavía
hoy. Pero ésta no es la única causa de la migración de las anguilas.
Existe en el globo otro punto que es el origen de las influencias que se
ejercen en esta región del Atlántico
7
Cada año, las anguilas emigran en la época en que el Sol pasa
por las constelaciones de Escorpio y de Sagitario. Escorpio es el más
misterioso de los signos del zodíaco. Es un signo de agua que es, a la
vez, serpiente, escorpión, águila y paloma. En otra ocasión os
explicaré por qué los cuatro seres vivientes que constituyen la esfinge
(el toro, el león, el hombre, y el águila) corresponden a los cuatro
signos del zodíaco: Tauro, Leo, Acuario y Escorpio. Sin duda os
preguntaréis: "¿Y por qué está ahora el escorpión en lugar del águila?"
Es algo simbólico; la sustitución del águila por el escorpión es el
símbolo de un accidente sobrevenido en la evolución humana. El
águila, que volaba muy alto en el espacio y que cayó al suelo, donde
se transformó en escorpión, es el símbolo de la caída del hombre
arrastrado hacia abajo por su fuerza sexual mal dominada y mal
dirigida. Otros dos símbolos ilustran la misma idea: la paloma y la
serpiente, que, por otra parte, son mencionados por Jesús: "Sed
prudentes como la serpiente y sencillos como la paloma."
Las anguilas, cuya forma recuerda la de la serpiente (y
etimológicamente anguila significa "pequeña serpiente") escogen para
emigrar la época en que el Sol se encuentra en Escorpio. Tardan 6
meses en alcanzar el lugar de su puesta y llegan allí, por tanto, en
primavera, en el momento en que el Sol entra en la constelación de
Tauro.
Pero lo que es también extraordinario es que, en la misma época,
anguilas humanas, es decir, los Iniciados, que nadan en el océano de la
vida, van a reunirse, obedeciendo a una orden misteriosa, a un lugar
opuesto a aquél en el que las anguilas deben reunirse para su puesta
Los Iniciados van a asistir a una ceremonia que se desarrolla en un
lugar bien determinado del Himalaya. Desde todos los continentes se
dirigen hacia este lugar que les atrae magnéticamente, exactamente
8
como el mar de los Sargazos atrae a las anguilas; y esta migración
tiene lugar en la época de la Luna llena de mayo. Y hoy, 14 de mayo,
es exactamente el día de la Luna llena, porque, después de
medianoche, la Luna entrará en Sagitario. Esta noche, todos los
Iniciados, con su alma y con su espíritu, se dirigirán hacia el Himalaya
para asistir allí a una gran ceremonia que se desarrolla en presencia de
los grandes Maestros de la humanidad. (OM-26-02-Ceremonia de
Wesak).
Lo mismo que las anguilas se reúnen en el mar de los Sargazos
para poner sus huevos, igualmente los Iniciados se reúnen en el
Himalaya para dar nacimiento a los sentimientos y a los pensamientos
más puros y más elevados que difundirán después por el mundo
entero. Mirad ahora de nuevo el mapa: contad 75° de longitud Este y
30° de latitud Norte y determinaréis la posición del Himalaya; éste es
el lugar en donde se juntan los Iniciados y en donde se desarrolla la
ceremonia a la que vienen a asistir. Estos dos puntos son
diametralmente opuestos.
Los Iniciados van al Himalaya en el mes de mayo, cuando el Sol
se encuentra aún en el signo de Tauro, que es el signo más fértil y más
prolífico del zodiaco; en este momento, las anguilas, que habían
abandonado Europa mientras el Sol estaba en Escorpio (signo
diametralmente opuesto al de Tauro), están poniendo en el mar de los
Sargazos, región diametralmente opuesta al Himalaya.
Normalmente está prohibido hacer tales revelaciones, pero esta
noche tengo permiso para deciros unas palabras sobre este tema,
aunque estas explicaciones no sean para todo el mundo. Quizá esta
noche, algunos de vosotros puedan ir allí, con los Iniciados, para
participar en su magnífico trabajo...
Volvamos ahora al relato de la multiplicación de los peces y de
los panes.
9
Ya sabéis que, según la astrología, cada parte de nuestro cuerpo
está relacionada con una constelación del zodíaco, y que el plexo solar
está relacionado con Virgo y los pies con Piscis. Puesto que Virgo y
Piscis están relacionados entre sí y representan el eje de Cristo, existe
también una conexión entre los pies y el plexo solar. * Ver la conferencia
siguiente: "Los pies y el plexo solar".
El plexo solar forma parte del sistema simpático, que es un
conjunto de filamentos nerviosos, de
ganglios y de plexos de los que os daré
un esquema muy sencillo.
Cadena de
simpático.
ganglios
del
sistema
Está situado detrás del estómago y
está formado por cinco ganglios
ordinarios y dos ganglios llamados
semilunares que tienen forma de peces.
Pues bien, éstos son los cinco panes y
los dos peces, macho y hembra,
reunidos.
A los 12 años. Jesús dejó Palestina
(que se encuentra también a 30° de latitud Norte) y se fue al
Himalaya, en donde unos Iniciados le instruyeron en los grandes
misterios de la naturaleza y de la vida. Algunos de vosotros estarán
quizá extrañados de lo que digo, porque en ninguna parte de los
Evangelios se dice que Jesús fuera al Himalaya, y porque, además,
piensan que, puesto que Jesús era Cristo, el Hijo de Dios, ya lo sabía
todo y no tenía necesidad de aprender nada, Bueno, pero entonces yo
les preguntaré sobre lo que piensan que hizo Jesús entre los 12 y los
10
30 años ¿Quién puede explicar esta laguna de un periodo de 18 años
de los que los Evangelios no dicen nada?
Para los Iniciados la cuestión está muy clara. Todos aquéllos que
descienden a la Tierra, aunque sean hijos de Dios y traigan un
inmenso saber, se ven obligados a estudiar. Para hacer salir este saber
a través de la espesa materia deben ponerse en unas condiciones
convenientes que permitan que sus cualidades y sus poderes se
despierten. Jesús, pues, se vio obligado a recibir una Iniciación. Los
que no conocen las fases necesarias de la evolución de un ser humano
negarán esta explicación diciendo que Jesús era, desde su nacimiento,
omnisciente y todopoderoso. Si es así, les pediría que me explicasen el
pasaje en el que se dice que, después de haber ayunado cuarenta días,
fue tentado por el diablo, ¿Por qué las tentaciones? ¿Acaso Dios no
sabía que Cristo era perfecto y no tenía necesidad de ser probado?...
Es fácil leer los Evangelios sin profundizarlos, sin reflexionar, sin
relacionar diferentes pasajes entre sí, pero de esta forma no se pueden
interpretar correctamente.
Entre los 12 y los 30 años Jesús fue a la India y al Himalaya,
regiones que la tradición pone bajo el signo de Virgo, para ser iniciado
allí en los grandes misterios que existen desde la creación del mundo.
Se preparaba así para manifestar las cualidades divinas de las dos
constelaciones de Virgo y de Piscis: la pureza y la abnegación
Todo lo que aquí os explico está inscrito en el gran libro de la
naturaleza; podéis encontrarlo en él vosotros mismos Mientras el niño
se encuentra en el seno de su madre está conectado con ella a través
del cordón umbilical. A través de este cordón se alimenta. La madre
representa, pues, la naturaleza. Al nacer, se corta el cordón y el niño
es así separado de su madre. Pero existe otro cordón, invisible éste,
que sigue conectando al niño con la madre naturaleza y que continúa
alimentándole. Este cordón no debe ser cortado antes de que el
11
hombre esté bien preparado para tener una vida separada. Si esta
conexión se corta prematuramente, el hombre, hijo de la naturaleza, ya
no es alimentado por ésta y muere. Es a través del plexo solar, órgano
que según la astrología está relacionado con el signo de Virgo, como
este cordón invisible nos conecta con la madre naturaleza.
Los dos ganglios semilunares permiten al hombre que ha
trabajado con sus cuerpos sutiles viajar por el espacio, y los cinco
ganglios son los cinco panes que alimentan a la multitud de las células
de su organismo. Cada ganglio está relacionado con una de las cinco
virtudes la bondad, la justicia, el amor, la sabiduría y la verdad.
Mercurio -que domina Virgo- es el niño que ha traído los panes y los
peces con los que después es alimentada la multitud. El pueblo son
todas las células que componen el cuerpo físico que, cada día, son
alimentadas por los dos peces y los cinco panes del plexo solar.
Muchos pensarán que estas explicaciones son puramente
fantasiosas y que no corresponden al milagro real que hizo Jesús... Les
pediría, entonces, que se remitan al texto de San Mateo en el que Jesús
dijo a sus discípulos: "Guardaos bien de la levadura de los fariseos y
de los saduceos." Los discípulos razonaban entre sí y decían: "Es
porque no hemos tomado panes." Sabiéndolo Jesús dijo: "¿Por qué
razonáis en vosotros mismos, hombres de poca fe, que no habéis
tomado panes? ¿Acaso sois aún sin inteligencia, y ya no os acordáis
de los cinco panes de los cinco mil hombres y de cuántas cestas os
llevasteis, ni de los siete panes de los cuatro mil hombres y de cuántas
cestas os llevasteis? ¿Cómo no comprendéis que no es de panes de lo
que os he hablado?"
Por otra parte, San Marcos relata también: "Habiendo llegado la
noche, la barca estaba en medio del mar y Jesús se encontraba sólo
en tierra. Vio que les costaba mucho remar, porque el viento les era
contrario. Alrededor de la cuarta vigilia de la noche fue hacia ellos,
12
caminando sobre el mar. e iba a dejarles atrás. Cuando le vieron
caminar sobre el mar creyeron que era un fantasma y gritaron,
porque le veían todos y estaban turbados. Entonces Jesús les habló y
les dijo; Tranquilizaos, soy yo. ¡no tengáis miedo! Después subió con
ellos a la barca y el viento cesó Estaban estupefactos y llenos de
asombro, ya que no habían comprendido el milagro de los panes,
porque su corazón estaba endurecido"
Estos dos pasajes muestran bien que, en primer lugar, los peces y
los panes cuya multiplicación relatan los discípulos no son panes y
peces reales, materiales; y que, por otra parte, este milagro está en
relación con el poder que tenía Jesús de viajar por el espacio y, en este
caso preciso, sobre el agua. Y que este poder extraña a los discípulos
"porque -dice el Evangelio- no habían comprendido el milagro de los
panes".
¿Empezáis a sentir más claramente que este relato del milagro
que hizo Jesús alimentando a una multitud de varios miles de personas
con dos peces y cinco panes es un relato simbólico que no debemos
comprender literalmente? En cada uno de nosotros el plexo solar
alimenta a millones y millones de células con sus dos peces y sus
cinco panes. En otro pasaje de los Evangelios Jesús dice: "Si alguno
tiene sed, que venga a mí y que beba. Pues según lo que dijo la
Escritura, de su seno brotarán fuentes de agua viva" También aquí
hablaba Jesús del plexo solar.4
Para que Cristo pueda alimentar a esta multitud de células es
necesario que la conciencia superior del hombre esté despierta. Todos
los hombres tienen un plexo solar, pero para la mayoría de ellos este
trabajo sutil no se realiza debido a la vida desordenada que llevan,
hundidos en la materia. Todos los hombres tienen dos peces y cinco
panes, pero la mayoría se alimentan sólo parcialmente, físicamente,
13
sin saber que la nutrición debe también realizarse en el plano
espiritual.
Si comprendemos las cosas literalmente y materialmente, Jesús
no hizo gran cosa. Alimentó un día a miles de personas, y eso está
muy bien, pero fue en un pasado lejano, y ahora todo está olvidado: no
fue, pues, demasiado útil. Imaginaos que alguien os da hoy una
comida suculenta y abundante, mañana estaréis de nuevo hambrientos
y ni siquiera os acordaréis de lo que habéis recibido el día anterior. La
multitud existe aún hoy en día y Jesús no puede alimentarla cada día
físicamente. ¡Hay tantos hambrientos en la Tierra! En cambio, en el
plano espiritual, Cristo puede alimentarnos cada día. Y nosotros
también debemos llegar a ser como Cristo y alimentar cada día
nuestro pueblo con una vida pura y llena de amor.
Esta noche no os doy alimento físico, porque mañana
reclamaríais más. Os doy algo mucho mejor: el medio para que
vosotros mismos bebáis en la fuente inagotable de la vida que os
saciaré.
Nadie puede penetrar en este lugar sagrado del Himalaya si no es
puro. Sólo con pensamientos puros, sentimientos puros, actos puros,
se puede obtener la autorización para entrar. Los que puedan penetrar
en él tienen la posibilidad de viajar por el espacio y de alimentar a
todas sus células; saben contentar tan bien a su pueblo que quedan
todavía doce cestas llenas de sobras para los animales y los pájaros
Algunos se preguntan por qué Jesús sufrió, a pesar de su pureza,
de su elevación, de su divinidad, por qué tuvo enemigos, los fariseos y
los saduceos y, sobre todo, Judas, que le traicionó. El eje Virgo-Piscis,
que concierne a la sexta y duodécima casas astrológicas, nos lo
explica. La casa VI (Virgo) es la casa de la salud y de la pureza. Jesús
curaba a los enfermos gracias a la pureza; enseñaba que sólo se puede
expulsar a los demonios y gobernar a los espíritus mediante el ayuno y
14
la oración. Jesús expulsaba a los demonios, pero éstos, al abandonar al
enfermo o al poseso, buscaban inmediatamente entrar en otros
hombres susceptibles de acogerles, y en particular en los fariseos y los
saduceos, para vengarse a través de ellos. Al expulsar a estos espíritus
impuros Jesús estaba obligado a pagar las deudas kármicas de los
enfermos a los que había liberado. Así hacía un gran sacrificio. Sabía
que tendría que sufrir, que sería traicionado por Judas y crucificado,
porque la duodécima casa astrológica, Piscis, es la de las pruebas, de
las enemistades ocultas, de las traiciones. Pero Judas era un ser
colectivo, su papel era necesario.
En apariencia, todos los hechos están dispersos en la naturaleza;
pero, en realidad, están relacionados entre sí. Y nosotros debemos
encontrar esta relación para poder comprenderlos. Tomemos un
ejemplo sacado de la química: si tenemos oxígeno e hidrógeno, con
ello no basta para obtener agua, aunque los dos gases se mezclen en
las proporciones adecuadas. Todavía hace falta combinarlos, lo que
sólo es posible gracias al fuego (una chispa eléctrica) que produce la
reacción La diferencia entre la química y la alquimia es que la química
no menciona nunca al fuego y no le da un símbolo como a los demás
elementos. Todas las reacciones químicas se producen gracias al
fuego, pero el fuego no se menciona en ninguna parte en las fórmulas.
Se dice solamente H2 + O = H2O. Los químicos establecen las
fórmulas como si el fuego no existiese o no tuviese ninguna
importancia. Mientras que la alquimia, al contrario, pone al fuego por
encima de todo, como el elemento indispensable sin el que nada se
hace.
El oxígeno representa el principio masculino, el hidrógeno el
principio femenino, y el agua es su hijo. El oxígeno es el padre, el
hidrógeno la madre; y el hijo, el agua, no se parece ni a su padre ni a
su madre. En nosotros, el oxígeno es el intelecto y el hidrógeno el
corazón.
15
El intelecto es una cosa, el corazón es otra, y pueden vivir el uno
al lado del otro sin relacionarse; pero, justamente, si no se relacionan
no pueden dar el agua, la vida. Actualmente, esta separación del
corazón y del intelecto existe en todas partes: en la familia, en donde
el marido no está conectado con su mujer; en la sociedad, en donde los
hombres de intelecto luchan contra los hombres de corazón; y, sobre
todo, en el ser humano mismo, cuyos pensamientos van en un sentido,
mientras que los sentimientos van en sentido contrario. Para relacionar
el corazón y el intelecto hay que introducir el fuego, el fuego del
amor. Cuando el fuego los ponga en relación, el intelecto y el corazón
traerán al mundo un hijo, la acción, resultado de su unión, de su
equilibrio armonioso. Cuando los intelectos y los corazones se unan,
producirán el agua, el agua de la vida. Por intermedio de los dos
principios, masculino y femenino, el fuego produce el agua Así es
cómo se verifica la gran verdad expresada por los Iniciados: el amor
aporta la vida; la vida nace del amor. Mientras vuestro corazón y
vuestro intelecto no vayan en la misma dirección estaréis privados de
agua y os secaréis.
Muchas enfermedades nerviosas vienen de esta separación en el
hombre del corazón y del intelecto. La medicina puede decir lo que
quiera respecto a las enfermedades nerviosas, en realidad, su principal
causa es muy simple, se encuentra en la separación del corazón y del
intelecto. Por eso, procurad reconciliarlos y conoceréis la felicidad en
su trabajo en común. Cuando el agua, cuando la vida está ahí, es la
mayor prueba de que los dos principios están unidos y trabajan en
plena armonía.
Todo lo que sucede actualmente en las familias y las sociedades
no es más que un reflejo de lo que sucede en el alma humana; los
seres están conectados sólo en apariencia. Para que exista por fin una
familia verdadera, una sociedad verdadera, hace falta un fuego que
una a todos sus miembros y un agua que los vivifique...
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Conferencia del Maestro
OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV
Paris, 18 de Marzo de 1939
Del Tomo 2: O.C.
La Alquimia Espiritual
Capítulo VII:
“LOS PIES Y EL PLEXO SOLAR”
"Durante la cena, cuando el diablo había ya inspirado en el
corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, el designio de entregarle.
Jesús, que sabía que el Padre había puesto todas las cosas en sus
manos, que había venido de Dios, y que se iba a Dios, se levantó de
la mesa, se quitó sus vestiduras, y tomó una toalla y se la ciñó.
Después, vertió agua en un barreño y se puso a lavar los pies a sus
discípulos y a enjuagarlos con la toalla que se había ceñido. Fue,
pues, a Simón Pedro; y Pedro le dijo: ¡Tú Señor, no me vas a lavar
los pies! Jesús le respondió: Lo que hago, tú no lo comprendes
ahora, pero pronto lo comprenderás. Pedro le dijo: No, nunca me
lavarás los pies, Jesús le respondió: Si no te lavo, no tendrás parte
conmigo, Simón Pedro le dijo: Señor, no sólo los pies, sino también
las manos y la cabeza. Jesús le dijo: El que está lavado sólo necesita
lavar sus pies para ser interiormente puro..."
San Juan 13: 1 -17
Este pasaje que acabo de leeros es muy conocido, porque a todo
el mundo le ha llamado la atención este gesto que hizo Jesús en el
transcurso de la última cena que tomó con sus discípulos. Siempre ha
sido interpretado como una lección de humildad que Jesús habría
querido dar a sus discípulos. Esta interpretación es exacta, pero
2
incompleta y, si me lo permitís, os daré algunas explicaciones muy
importantes para vuestra evolución espiritual. Pero todo depende
también de la forma en que vayáis a considerar estas explicaciones.
Suponed que os doy una semilla diciéndoos que tiene propiedades
milagrosas. Si la tiráis o la dejáis en un rincón en vez de sembrarla y
de regarla, ¿cómo podrá germinar? De la misma manera, lo que
encontréis en esta conferencia depende de vosotros. Aquél que busca
con el deseo de beneficiarse de todo lo que oye encontrará ciertamente
en ella algo muy precioso.
Jesús, pues, se levantó, tomó una toalla y empezó a lavar los pies
a sus discípulos. Y San Pedro se negó, al principio, a dejarse lavar los
pies por su Maestro, pero Jesús le dijo: "Lo que hago no lo
comprendes ahora, pero pronto lo comprenderás," Tenía, pues,
intención de explicar a sus discípulos el significado de su gesto. Jesús
dio a sus discípulos numerosas explicaciones que no han sido
relatadas. Al final de su Evangelio, San Juan dice que, si se tuviesen
que escribir todas las palabras y todos los actos de Jesús, el mundo
entero no bastaría para contener los libros que se escribirían.
Muchos se imaginan que los apóstoles eran hombres sin ninguna
instrucción ni inteligencia. En absoluto; Jesús les escogió porque, en
el pasado, habían sido Iniciados, grandes magos. Es imposible que
alguien se convierta en discípulo de un gran Maestro si no se lo ha
merecido, si no ha trabajado en el pasado para poseer las virtudes
necesarias. Incluso el más incrédulo, Tomás, era la reencarnación de
Salomón, y era feliz de ser un humilde discípulo de Jesús. Si no me
creéis, ¡id a verificarlo!
A menudo, los religiosos piensan que Jesús pudo realizar
milagros sin haber estudiado ni trabajado, Pero desde los doce a los
treinta años los Evangelios no mencionan nada de la vida de Jesús.
¿Dónde desapareció durante estos 18 años? En los archivos de la
3
Fraternidad Blanca Universal, donde su vida está inscrita en detalle,
podemos leer que durante todo este periodo Jesús viajó: se fue hasta el
Himalaya y allí fue instruido por grandes Iniciados.
La ciencia contemporánea estudia los fenómenos de la
naturaleza de forma incompleta todavía, es decir, sin relacionarlos
entre sí. Pero Jesús conocía todas las relaciones que existen entre los
diferentes órganos de nuestro cuerpo físico y los diferentes dominios
de la naturaleza, y nosotros debemos conocer también estas relaciones
si queremos comprender por qué Jesús lavó los pies a sus discípulos.
Cuando os expliqué el milagro de la multiplicación de los dos
peces y de los cinco panes con los que Jesús alimentó a cinco mil
personas os hablé de ciertas correspondencias astrológicas entre los
pies y el plexo solar, Jesús nació cuando el punto vernal entraba en la
constelación de Piscis. La era cristiana está, pues, bajo la influencia de
Piscis y del signo opuesto, Virgo. Jesús nació de la Virgen (Virgo) y
representa a Piscis, Hoy vamos a tratar otra vez de este eje VirgoPiscis, pero desde otro punto de vista.
Os dije, pues, que en el cuerpo humano los pies corresponden a
la constelación de Piscis y et plexo solar a la de Virgo, Jesús lavó los
pies de sus discípulos para mostrarles esta conexión muy importante
que existe entre los pies y el plexo solar. Hoy os hablaré más en
detalle del plexo solar, así como del sistema simpático del que forma
parte.
El sistema simpático comporta unos centros escalonados a lo
largo de la columna vertebral, desde el cerebro hasta la base de la
médula espinal, y una parte periférica constituida por nervios y
ganglios comunicados entre sí por redes de filamentos nerviosos
llamados plexos. El plexo solar, situado al nivel del estómago, es uno
de ellos.
4
Los ganglios del sistema simpático se reparten así (ver figuras):
3 pares de ganglios intracraneales situados en el trayecto del nervio
trigémino.
3 pares de ganglios cervicales, en relación con el corazón.
12 pares de ganglios dorsales, en
relación con los pulmones y el
plexo solar.
4 pares de ganglios lumbares, en
relación con el plexo solar y, a
través del plexo solar, con el
estómago, el intestino delgado, el
hígado, el páncreas, los riñones,
4 pares de ganglios sacros, en
relación con el recto, los órganos
genitales y la vesícula.
Hay, pues, en total 26 pares
de ganglios. Este número 26 no es
casual: es el número de las 4 letras
del nombre de Dios, ‫ה ו ה י‬
En efecto, ‫ = י‬10, ‫ = ה‬5, ‫ = ו‬6, ‫ = ה‬5. Lo que da 26 El nombre de
Dios está, pues, construido según las mismas leyes que rigen la
estructura del sistema simpático.
Los 2 grupos de 3 pares de ganglios intracraneales y cervicales
están en relación con el mundo divino; corresponden al lado psíquico
de la naturaleza, a la Cábala.
5
Los 12 pares de ganglios dorsales están en relación con el
mundo espiritual; corresponden al lado fisiológico de la naturaleza, a
la astrología
Los 2 grupos de 4 pares de ganglios lumbares y sacros están en
relación con el mundo físico; corresponden al lado anatómico de la
naturaleza, a la alquimia.
Estudiemos cada uno de estos grupos más en detalle (ver figura)
2 veces 3 pares de ganglios intracraneales y cervicales: el 3 es el
número divino, el número de la Cábala, que nos revela los factores,
los principios que actúan en el universo. La Cábala responde a la
pregunta "quién": ¿quién ha creado?, ¿quién actúa?, ¿quién decide?
12 pares de ganglios dorsales: el 12 es el número de la
naturaleza, el número de la astrología (las 12 constelaciones del
zodíaco), que estudia las influencias de los planetas y de las
constelaciones, las funciones de los órganos del cuerpo cósmico. La
astrología está en relación con la circulación y la respiración. El punto
vernal, por ejemplo, retrograda un grado cada 72 años; pero 72 es
también el número de latidos del corazón por minuto. Para las
respiraciones la norma es 18 por minuto, y 18 es, justamente, el cuarto
de 72. La astrología responde a la pregunta "¿cuándo?".
2 veces 4 pares de ganglios lumbares y sacros: el 4 es el número
de la alquimia, porque representa los 4 estados de la materia: tierra,
agua, aire y fuego. La alquimia responde a la pregunta "¿qué?".
El sistema simpático juega un papel considerable en el
organismo:
1. Con sus vías sensitivas, que conectan los órganos de nutrición
con la sustancia gris de la médula espinal.
6
2. Con sus vías motrices y secretoras, que conectan la sustancia
gris de la médula espinal con las fibras lisas de los órganos internos,
con las fibras musculares
del corazón y con las
glándulas.
El
sistema
simpático regula, pues,
los mecanismos de la
digestión,
de
la
respiración,
de
la
circulación,
de
la
excreción. Todos estos
procesos tienen lugar en
nosotros sin que seamos
conscientes
de
ello.
Algunos
Iniciados
consiguen actuar sobre el
sistema simpático y.
desde allí, sobre los
órganos que dependen de
él. Se ha creído durante
mucho tiempo que no existía ninguna relación entre el sistema
simpático y el cerebro. En nuestros días se sabe que ambos tienen una
relación muy estrecha
El cerebro no puede actuar directamente sobre los órganos, actúa
a través de un conductor que es el gran simpático. Los Iniciados
trabajan para hacer consciente en ellos la conexión entre el plexo solar
y el cerebro porque, una vez que esta conexión se realiza
conscientemente, todo se vuelve más fácil.1 Hay ciertos yoguis, en la
India y en otras partes, que se han entrenado durante mucho tiempo en
trabajar con el plexo solar, y así logran cicatrizar, en muy poco
7
tiempo, heridas que se han hecho ellos mismos o que les han hecho los
demás.
Como
habéis
podido
observar, los 26 ganglios del
sistema
simpático
están
divididos en 5 grupos. Estos 5
grupos de ganglios están
relacionados con tas 5 virtudes:
la pureza, la justicia, el amor, la
sabiduría y la verdad.
La pureza está relacionada
con los 4 pares de ganglios
sacros, que constituyen la base
de la cadena de tos ganglios,
porque la pureza es la base, el
fundamento.2
La justicia corresponde a
los a pares de ganglios lumbares
(situados en la región de los riñones, con los que está relacionado
Libra -la Balanza-, símbolo del equilibrio), en relación con todos los
órganos de la nutrición: estómago, hígado, intestino, etc. Cuando el
hombre no sabe alimentarse correctamente, el equilibrio se rompe, y
los problemas que de ello se derivan revelan que la justicia tiene
siempre la función de restablecer el orden.
El amor está relacionado con los 12 pares de ganglios dorsales.
El amor es una fuerza que nos dilata (y esta dilatación la encontramos
también en los movimientos de la respiración), que nos conecta con
todos los seres, con todo el universo resumido en las 12 constelaciones
del zodiaco.
8
La sabiduría está relacionada con los 3 pares de ganglios
cervicales, porque la verdadera sabiduría viene del corazón.
La verdad está relacionada con los 3 pares de ganglios
intracraneales, porque la verdad está por encima de todo, es lo más
alto, la meta a alcanzar.
La verdad, la sabiduría, el amor, la justicia y la pureza nos ponen
en contacto con todas las fuerzas armoniosas del universo, del que
recibimos las bendiciones. Cada virtud mejora el funcionamiento de
los ganglios y de los órganos con los que éstos están relacionados, lo
mismo que cada falta contra estas virtudes perturba este
funcionamiento.
Existe una conexión estrecha entre los estados psíquicos y los
estados físicos. Cuando estamos tristes, por ejemplo, este estado actúa
sobre las vías simpáticas que, al tener un papel vaso-constrictor,
empiezan a contraer el sistema arterial. Entonces nos sentimos pobres,
aislados, abandonados. No es así exactamente, pero ésa es la
impresión que sentimos. Esta contracción producida por la tristeza
obstaculiza, pues, la circulación de la sangre y, por consiguiente
también, la digestión, la respiración, etc. Al contrario, para poner en
acción los nervios que dilatan, debemos recurrir al gozo, al amor, y
cada día al levantarnos, en vez de pensar: "No tengo dinero, mi marido
-o mi mujer- me engaña, no he recibido las cartas que esperaba."
debemos esforzarnos en tener pensamientos positivos. Cada mañana,
al levantarse, el verdadero discípulo lleva en él este pensamiento:
"Señor Dios, Creador nuestro, te doy gracias por encontrarme vivo y
con buena salud, por poder respirar, caminar, cantar, mirar, oír...
porque todo esto son tesoros inestimables." Debemos levantarnos
alegremente dando gracias al Señor. Si los hombres envejecen tan
9
rápidamente es porque no saben cómo recurrir todos los días a la
alegría.
Pero volvamos al gesto de Jesús lavando los pies a sus
discípulos. Con este gesto quería decir "Os doy un ejemplo. Más
tarde, vosotros también deberéis mostrar la misma humildad y el
mismo desinterés ante los demás." Jesús lavó también los pies a Judas,
y sin embargo sabía que ya le había traicionado. Simbólicamente, el
que renuncia a vengarse de los seres que le han hecho daño les lava
los pies.
Pero, sobre todo, al lavar los pies de sus discípulos, Jesús quería
despertar en ellos las fuerzas constructivas del plexo solar. En ciertas
circunstancias muy simples de la vida corriente algunos de vosotros
habéis notado, sin duda, la existencia de esta conexión entre los pies y
el plexo solar. Cuando tenéis mucho frío en los pies sentís una
contracción en el plexo solar y, si coméis en este momento, la
digestión se hace mal. Mientras que si os bañáis los pies, por ejemplo,
con agua caliente, constatáis que sentís una dilatación en el plexo
solar, una sensación muy agradable que os pone en buena disposición.
Ante una persona con la que os encontráis, o ante un espectáculo
penoso, sentís, a veces, que vuestro plexo solar se contrae y estáis
indispuestos. Al contrario, ante otra persona, o ante un espectáculo
agradable (una cascada, un jardín florido, una montaña) os sentís
dilatados. ¿Por qué? Evidentemente no todo el mundo siente estos
efectos o se da cuenta de ellos. No todos los hombres saben sentir y
analizar lo que sucede en su plexo solar, Pero los discípulos de la
ciencia espiritual deben llegar a ser cada vez más sensibles, cada vez
más conscientes y capaces de observar lo que sucede en ellos, y así
pueden hacer numerosos descubrimientos. El plexo solar se convierte
en un guía para ellos, les da informaciones sobre muchas cosas y
10
personas. A veces se habla del sexto sentido: este sexto sentido es el
plexo solar.
El plexo solar es un centro extremadamente importante para
nosotros y debemos evitar todo aquello que pueda contraerlo, porque
ello conlleva, automáticamente, la contracción de los vasos
sanguíneos y de los diferentes canales del organismo, Y cuando la
sangre y los demás líquidos circulan mal se forman posos que. con el
tiempo, acaban provocando toda clase de trastornos.
Lo que más perturba al plexo solar y, por consiguiente, a los
órganos internos, el hígado, los riñones, el estómago, etc... es el
miedo, la ira, las preocupaciones, la duda, el amor desordenado. Los
pensamientos y los sentimientos caóticos destruyen la armonía del
plexo solar y, como el plexo solar es el depósito de las fuerzas, la
consecuencia de esta desarmonía es una desmagnetización total.
Cuando sentís pánico, o una fuerte impresión, inmediatamente os
vaciáis de fuerzas, vuestras piernas ya no os sostienen, vuestras manos
tiemblan y ya no tenéis ninguna idea en la cabeza. Eso significa que
vuestro plexo solar ha agotado sus fuerzas.
El plexo solar puede, pues, vaciarse, pero también puede
llenarse, y eso es, justamente, lo que el discípulo debe aprender; cómo
llenar su plexo solar. Os daré algunos métodos.
Cada árbol es un depósito de fuerzas salidas del Sol y de la
Tierra; y podemos extraer estas fuerzas. Escogéis un árbol grande: un
roble, un haya, un abeto, etc... Os respaldáis contra él poniendo
vuestra mano izquierda en vuestra espalda, con la palma apoyada
contra el tronco del árbol; al mismo tiempo ponéis la palma de vuestra
mano derecha sobre el plexo solar. Os concentráis entonces en el árbol
pidiéndole que os dé una parte de sus energías, que recibís por vuestra
mano izquierda y que vertéis, con vuestra mano derecha, sobre vuestro
plexo solar. Después, dais gracias al árbol. Se trata de una especie de
11
transfusión de energías. Pero también podéis reforzar vuestro plexo
solar contemplando y escuchando cómo mana una fuente, una
cascada, un manantial, Estos métodos son. en apariencia,
insignificantes, pero dan grandes resultados. El agua que fluye
influencia at plexo solar que se pone a trabajar expulsando los
materiales nocivos. Miramos, a veces, el agua fluir, pero
inconscientemente, sin darnos cuenta de la utilidad del agua que fluye,
y por eso no hay muchos resultados.
Podéis también sumergir vuestras manos en el agua, o mejor
aún, vuestros pies, porque éste es el método más poderoso. Cuando os
sintáis desmagnetizados, turbados o contraídos, preparad
conscientemente agua caliente, sumergid en ella vuestros pies y
empezad a lavarlos con atención; así actuáis sobre el plexo solar
dándole fuerzas, y vuestro estado de conciencia quedará
inmediatamente transformado. Si un día, en vuestra casa, no lográis
meditar, tomad un baño de pies y veréis que tendréis mucha más
facilidad para concentraros
No es necesario sumergir los pies en el agua durante mucho
tiempo, pero al lavarlos suavemente podemos decir: "Mis queridos
pies, ahora comprendo todos los servicios que me prestáis. Nunca
presto atención a que soportáis el peso de mi cuerpo y me conducís a
todas partes a donde quiero ir. De ahora en adelante, os estaré más
agradecido por vuestra humildad y vuestra paciencia." Los pies son,
para ciertas células, una escuela en la que deben hacer un periodo de
prácticas. Las células de los pies son seres vivos, y un día estos seres
pasarán exámenes. Cuando aprueben, la Inteligencia cósmica les dirá:
"Ahora podéis subir más arriba"; y subirán a los pulmones, al corazón,
al cerebro, para continuar su evolución. Estos seres están actualmente
en los pies porque en el pasado se mostraron orgullosos y crueles, y
les han puesto en los pies para que aprendan la humildad y la bondad.
12
Lo mismo sucede en la vida de los hombres, Todos aquéllos que
son duros, orgullosos, malvados, serán enviados por el destino a unos
pueblos o a unas familias que deben sufrir para aprender la ley de la
justicia, de la humildad y del sacrificio. Así habla la Ciencia iniciática,
lo crean o no.
Todas las células deben seguir una evolución. Las más
desinteresadas, las más evolucionadas están en el corazón. Mientras
que las demás células duermen, se divierten o descansan, tas células
del corazón trabajan sin cesar para sostener el organismo y repartir las
fuerzas en él. Las células son seres que deben trabajar juntos para el
bien del organismo. Cuando algunas de ellas desean liberarse y formar
un reino separado, una enfermedad grave se declara. Pero si las
células se separan de la armonía común, no son ellas las culpables. El
culpable es el hombre, porque es él, con su comportamiento, quien las
arrastra, y es el responsable. Las enfermedades son el resultado de
nuestros pensamientos, de nuestros sentimientos, de nuestros actos
que actúan indirectamente sobre nuestro sistema simpático.
La ciencia futura enseñará a los hombres a vivir
armoniosamente, y vivir armoniosamente es, en primer lugar, saber
encontrar todo lo que puede reforzar el plexo solar. ¡A cuántas
personas les gusta contemplar la puesta de Sol o la caída de las hojas
en otoño, dejándose ir a pensamientos melancólicos, a los recuerdos
de sus amores perdidos...! Hay que evitar eso; un discípulo debe
conectarse únicamente con aquello que es vivo y ascendente en la
naturaleza, con lo que le ilumina, le fortifica, le eleva. Todo lo que
vivimos, comemos, respiramos, tocamos, actúa sobre el plexo solar;
por eso hay cosas que no debemos ni tocar, ni comer, ni oír, ni mirar,
porque actúan sobre el plexo solar para debilitarlo. Al contrario, si
vamos a mirar cómo se levanta el Sol por la mañana, sentimos que
13
algo se levanta también en nosotros. Y si salimos a la naturaleza en
primavera, cuando todo brota y florece, sentimos también florecer
algo dentro de nosotros.3
Pero volvamos a la importancia de los pies. Nunca debemos
olvidar que con los pies estamos sin cesar en contacto con la Tierra y
las corrientes telúricas. Los pies son como antenas. Tenía un amigo
que con los dedos del pie sentía venir las tormentas y las lluvias con
mucha antelación Era un servicio meteorológico perfecto Pero las
corrientes eléctricas y magnéticas que suben de la Tierra, o descienden
a ella, sólo circulan normalmente en los pies si no son detenidas por
capas de fluidos y de polvo; por eso es bueno lavarse los pies cada
noche.
Os acordáis que San Pedro se negó primero a que Jesús le lavase
los pies; pero después quería que le lavase incluso las manos y la
cabeza, y Jesús le dijo: "El que está lavado sólo necesita lavarse los
pies para ser enteramente puro," Los pies son la parte del cuerpo que
está más en contacto con la Tierra; representan, pues, el plano físico
del que debemos liberarnos para tener acceso a los planos superiores.
Por eso, si nos lavamos los pies concentrándonos conscientemente en
los centros situados encima y debajo de los mismos, trabajamos para
esta liberación del plano físico. ¿Habéis reflexionado por qué el dios
Hermes era representado con alas en los talones? Hermes era el
mensajero de los dioses y sus alas eran el símbolo de su poder de
viajar por el espacio, Pero las alas de los talones de Hermes deben ser
también interpretadas como una representación de los centros, de los
chakras que el hombre posee en sus pies. Si estos centros están
despiertos, el hombre tiene la posibilidad de trasladarse por el espacio
y en los planos sutiles. Acordaos, por otra parte, de lo que os dije a
propósito del plexo solar en la conferencia "Los misterios de los dos
peces y de los cinco panes": el milagro de la multiplicación de los
peces y de los panes está en relación con el poder que tenia Jesús de
14
viajar por el espacio, puesto que San Marcos, que relata cómo llegó
Jesús hasta la barca caminando sobre las aguas, dice: "Quedaron
estupefactos y llenos de asombro porque no habían comprendido el
milagro de los panes." Este texto nos da la prueba de la
correspondencia que existe entre los pies y el plexo solar, relacionada
con la posibilidad de viajar por el espacio
Os decía que los pies están relacionados con el plano físico; sin
embargo, es en el plano físico donde somos siempre víctimas, porque
éste está siempre más o menos en contacto con el mundo subterráneo,
los infiernos. Por eso, simbólicamente, los pies representan el lugar en
donde el hombre es vulnerable. Esto es, por otra parte, lo que expresa
otro mito, el de Aquiles. Para hacerle invulnerable, su madre Tetis le
había sumergido cuando era muy joven en las aguas del Styx, pero le
sostenía por el talón que, por lo tanto, no se había mojado; y Aquiles
murió bajo las murallas de Troya por una flecha envenenada que le
hirió en el talón.
¿Comprendéis ahora el significado del gesto y de las palabras de
Jesús: "El que está lavado sólo necesita lavarse los pies para ser
enteramente puro."? Puesto que los pies son el símbolo del plano más
material, lavarse los pies representa el final de la purificación.
Habría aún muchas cosas que deciros con respecto a los pies.
Desde tiempos inmemoriales, los sabios descubrieron las
correspondencias que existen entre el microcosmos y el macrocosmos.
Esta ciencia de las correspondencias revela que no solamente el
cuerpo del hombre está en relación con las constelaciones del zodíaco
(la cabeza con Aries, el cuello con Tauro, etc.), sino que cada parte
misma está en relación con el conjunto del organismo, con el
universo.4 Se han estudiado estas relaciones para las manos, pero
también existen para los pies. Los pies tienen unos puntos precisos
que están relacionados con los demás órganos del cuerpo, y actuando
15
sobre estos puntos podemos curar ciertos trastornos en los órganos
correspondientes.
Pero, esta noche quería, sobre todo, mostraros que este gesto de
Jesús lavando los pies a sus discípulos tiene un significado mucho más
profundo que el que se había visto hasta ahora. Reflexionad en todo lo
que os he dicho, haced un trabajo espiritual con los pies y el plexo
solar y pronto sentiréis todas las bendiciones que os aportarán estas
prácticas.
¡Que la luz y la paz sean con vosotros!
****
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OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV
Paris, 21 de Mayo de 1938
Del Tomo 2: O.C.
La Alquimia Espiritual
Capítulo VIII:
“LA PARÁBOLA DE LA CIZAÑA
Y DEL TRIGO”
"Jesús les propuso otra parábola, y dijo: El Reino de los Cielos
es semejante a un hombre que ha sembrado una buena simiente en su
campo. Pero, mientras la gente dormía, vino su enemigo, sembró
cizaña entre el trigo, y se fue. Cuando la hierba hubo crecido y dado
fruto, la cizaña apareció también. Los servidores del amo de la casa
vinieron a decirle: Señor, ¿acaso no sembraste una buena simiente en
tu campo? ¿De dónde viene, pues, que haya cizaña? Él les respondió:
Es un enemigo el que ha hecho eso. Y los servidores le dijeron:
¿Quieres que vayamos a arrancarla? No. les dijo, tengo miedo de
que, al arrancar la cizaña, arranquéis el trigo al mismo tiempo. Dejad
crecer ambos hasta la siega, y, en la época de la siega les diré a los
segadores: Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para
quemarla, y recoged el trigo en mi granero. "
San Mateo 13: 24 - 30
Jesús utilizó varias veces las imágenes del campo, del
sembrador, de la simiente, etc... y él mismo dio su interpretación. No
volveré, pues, sobre ello. Me ocuparé solamente de la respuesta que el
amo del campo dio a sus servidores que le preguntaban si debían
arrancar la cizaña: "No, respondió, tengo miedo de que al arrancar la
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cizaña arranquéis también el trigo. Dejad crecer ambos hasta la
siega..."
Detengámonos primero en el trigo y la cizaña. Se trata de
símbolos de realidades que no sólo existen en el dominio vegetal, sino
también en los animales, los pájaros, en la sociedad, en nuestros
propios organismos físico y psíquico. El trigo, que es un elemento
esencial para el hombre, y la cizaña, una mala hierba, que impide el
crecimiento de los cereales, son dos símbolos que podemos también
encontrar en todas partes bajo una u otra forma.
La cizaña contiene unos elementos que podrían, sin duda, ser
utilizados. Existen muchas hierbas, plantas, frutos, que la ciencia no
tuvo en cuenta durante mucho tiempo hasta el día en que descubrió
que poseían ciertos elementos capaces de operar curaciones o de servir
para la fabricación de ciertos productos. Nada es inútil en el gran
laboratorio de la naturaleza.
Si comprendéis esta parábola del trigo y de la cizaña habréis
comprendido una de las leyes más importantes de la vida: cómo
crecer, a pesar de las condiciones aparentemente desfavorables que el
destino ha puesto en nuestro camino, cómo conformamos a la regla
que dio el dueño del campo: "Dejad crecer el trigo y la cizaña juntos
hasta la siega." Esta cuestión es de la más alta importancia desde el
punto de vista pedagógico, social. Los hombres siempre gritan contra
el mal, contra los malos, los vicios, y su lenguaje está lleno de
expresiones que hablan de extirpar, de arrancar, de eliminar, de
aplastar, etc. Pero desde que el mundo existe nunca han logrado
extirpar el mal ni hacer desaparecer a todos los seres malvados.
Cada día os quejáis de que estáis obligados a vivir al lado de
gente detestable que para vosotros son comparables a la cizaña, y
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queréis desembarazaros de ellos, pero ¿acaso es éste un buen método?
¿No hay un medio mejor que la violencia y la destrucción? Nos
creemos que una vez que nos hayamos desembarazado de los
malvados estaremos tranquilos... Pero es exactamente como si
tratásemos de destruir los mosquitos olvidándonos de desecar la
ciénaga que favorece su proliferación. Para aniquilar el mal no basta
con desembarazarse de los malvados, porque los malvados son
producidos por ciertas condiciones. Hay que cambiar, pues, las
condiciones, es decir, desecar la ciénaga, y ya no habrá más
mosquitos. Decís que eso ya lo sabéis. No lo dudo, pero ignoráis que
en vosotros existe también una ciénaga que produce el mal y los seres
malvados. Os pasáis el tiempo matando a los mosquitos que os
molestan pero no hacéis nada para desecar vuestra ciénaga. ¡Y eso es
tan cierto para todos nosotros!
Mirad cómo reaccionan los pedagogos, los religiosos, los
moralistas. Todos tienen un vocabulario lleno de: "¡Erradiquemos los
vicios!... ¡Extirpemos las malas costumbres!" La intención es muy
buena, pero ¿cómo realizarla? Todos llegan con armas para aniquilar
el mal, pero eso no impide que éste siga existiendo, y hasta sucede a
veces que aquéllos que han logrado extirpar ciertos vicios se
convierten en presa de vicios todavía mayores.
Se ha dicho que el campo de trigo representa el mundo, y la
cizaña y el trigo a los hombres malvados y buenos que un día serán
separados. Esta interpretación es exacta pero insuficiente. El campo de
trigo no sólo representa el mundo sino también al hombre mismo, que
lleva dentro de él el trigo y la cizaña, es decir, su naturaleza buena y
su naturaleza mala. Podemos preguntarnos cómo es posible que el
hombre, creado a imagen de Dios y habiendo recibido de su Creador
tantos dones excepcionales, manifieste, al mismo tiempo, toda clase
de tendencias deplorables, el deseo de mentir, de robar, de matar, de
traicionar. ¿Cómo es posible que Dios sea el Creador de un ser tan
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malvado y criminal? La parábola responde a esta cuestión. Dice que
un enemigo vino mientras dormíamos y sembró en nosotros los
gérmenes de otra naturaleza, distintos de los que habíamos recibido de
Dios, de forma que dos clases de simientes crecen juntas en nosotros.
Las palabras: que "mientras la gente dormía" lo explican todo. Y eso
se produce incluso en los seres más evolucionados. Cuando la
conciencia se duerme, la inteligencia se ensombrece; el enemigo (que
simboliza aquí una gran colectividad de seres muy inferiores que
tienen objetivos contrarios al orden de la evolución) siembra sus
pensamientos, sus sentimientos y sus deseos en el alma humana. Por
eso los discípulos de la Fraternidad Blanca Universal deben estar muy
vigilantes, muy despiertos, e incluso durante su sueño, cuando su
cuerpo duerme, su alma no debe dormir.
Desde que el mundo existe, la cizaña es objeto de estudio para
los humanos. En los hospitales, en las escuelas, en los tribunales,
tratan de analizar los elementos de la cizaña, pero es imposible
descubrir lo que es el mal en todas sus manifestaciones. El mal y el
bien están estrechamente entremezclados y, si queremos arrancar uno
de ellos, corremos gran riesgo de arrancar también el otro al mismo
tiempo. Sólo hay que separarlos, como aconseja Hermes Trismegisto,
que dice: "Separarás lo sutil de lo espeso con gran industria."
El hombre no posee aún el saber ni las capacidades suficientes
que le permitan desembarazarse del mal. La mejor solución es dejar
que el bien y el mal vivan juntos, y utilizar la actividad y las fuerzas
extraordinariamente poderosas contenidas en los elementos del mal, es
decir, tomar dosis infinitesimales del mal para reforzar y tonificar las
fuerzas del bien. Exactamente como en el injerto. ¿Qué hace el
jardinero? Sobre el tallo de un joven peral salvaje con frutos
incomestibles adhiere, por ejemplo, la rama de un peral de buena
calidad que va a aprovecharse del vigor del árbol salvaje. De la misma
manera, debemos aprender a injertar en los árboles del mal las ramas
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de los árboles del bien. Lo mismo que las fuerzas del mal se
aprovechan de las fuerzas del bien para transformarlas y utilizarlas
para sus designios, también el bien tiene todo el derecho de extraer las
fuerzas del mal y de transformarlas para ponerlas al servicio de un
ideal elevado.
Poseemos órganos cuyas funciones no nos parecen ni
espirituales ni estéticas pero que, sin embargo, son extremadamente
necesarios; y hay que aceptarlos. Debemos saber también que en la
naturaleza cada cosa está relacionada con otra: cada célula, cada
órgano, están relacionados con otras células y otros órganos, de la
misma forma que las raíces de un árbol están relacionadas con las
ramas, con las hojas, con las flores y con los frutos. Y si el hombre
corta sus raíces, es decir, si suprime los órganos que son los
fundamentos de su existencia, se derivan de ello consecuencias
terribles. Es verdad que estos órganos provocan, a veces,
acontecimientos trágicos, pero debemos dejarlos vivir y tratar de
extraer sus fuerzas y transformarlas.
A menudo nos extrañamos, leyendo las biografías de los
hombres más notables, al constatar que muchos llevaban dentro de sí
tendencias anormales, o hasta criminales y monstruosas. Cuando no se
conoce la estructura del hombre no se comprende que eso sea posible;
en realidad, se trata de algo muy simple: debido a sus tendencias
inferiores, contra las cuales estaban constantemente en lucha, estos
hombres llegaban a practicar, consciente o inconscientemente, injertos
en su ser. Cuanto más terribles y ardientes eran sus pasiones (sus
raíces), tanto más daban frutos sabrosos, obras notables. Mientras que
muchos otros, que no tenían ninguno de estos defectos, no dieron nada
a la humanidad y vivieron de una forma sumamente insignificante y
mediocre.
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No quiero decir con eso que haya que tolerar, justificar o cultivar
el mal en el mundo, no, sino que debemos, simplemente, comprender
esta sublime filosofía que enseña cómo utilizar incluso las fuerzas del
mal para glorificar al bien. Cuanto más arriba se elevan el tronco y las
ramas, tanto más están profundamente hundidas las raíces en la tierra.
El que no comprende eso se asusta al constatar la fuerza del mal. No
hay que tener miedo; todo en la naturaleza está construido según unas
leyes extraordinarias. Si no tenemos profundas raíces seremos
incapaces de extraer la vida del suelo.
La naturaleza es muchísimo más sabia que nosotros. Pensamos
que un veneno es obligatoriamente malo porque puede ser mortal. Sin
embargo, algunos sabios recogen el veneno de las víboras u otras
sustancias nocivas y, gracias a ellas, curan ciertas enfermedades. El
veneno es una sustancia muy concentrada que, tal cual es, no puede
ser tolerada por el organismo; pero, si sabemos dosificarlo, podemos
servirnos de él para salvar vidas humanas. Igualmente, los que viven
junto a personas malvadas deben comprender que lo que éstas poseen
no son más que grandes fuerzas concentradas. Si las diluimos, estas
fuerzas pueden hacer mucho bien. Todo el trabajo del discípulo
consiste en la utilización de las fuerzas, en su dosificación perfecta.
Aventurarse en elucubraciones filosóficas sobre el origen o la
existencia del mal y ocuparse sólo de eso es peligroso. Nadie ha
podido aniquilar el mal. Aquéllos que quisieron luchar contra él sin
poseer aún el verdadero saber fueron vencidos. Únicamente los
grandes arcángeles y las divinidades pueden resolver la cuestión del
mal. No debemos ocuparnos del mal ni luchar contra él; debemos
ocuparnos solamente del bien, porque así es como transformaremos el
mal extrayendo de él fuerzas considerables; el mal hay que ponerlo a
trabajar al servicio de las fuerzas del bien: el amor, la sabiduría y la
verdad. Pero únicamente el que posee la pureza en su corazón, la
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sabiduría en su intelecto, el amor en su alma y la verdad en su espíritu
puede transformarlo y mejorarlo todo.
No os ocupéis del mal, dejad crecer la cizaña junto al trigo,
porque ¿cómo podréis arrancar la cizaña dejando el trigo intacto? La
cizaña crece en cada familia, en cada sociedad y, entonces, ¿cómo
arrancar al marido y dejar sólo a la mujer (o al contrario), cuando
ambos están tan interrelacionados y se niegan a ser separados? Hay
que ser un cirujano muy hábil para quitar sólo la parte enferma sin
tocar las células sanas.
Hay que ser un juez experimentado para castigar a los culpables
sin afectar a los inocentes, como se ve tan a menudo actualmente.
Y, por otra parte, preguntad a los sabios y a los eruditos si
estarían contentos de que se suprimiese a los ignorantes. Pondrían el
grito en el Cielo diciendo que perjudicaríais sus intereses porque ya no
tendrían a nadie a quien instruir y deslumbrar. ¿Qué harían los
médicos y los farmacéuticos si se hiciese desaparecer a los enfermos y
las enfermedades? Se morirían de hambre. ¿Qué dirían los hombres de
negocios si se suprimiese a los ingenuos a quienes acostumbran a
timar? Gritarían: "Dejad crecer esta cizaña en medio de nosotros;
nosotros sacamos provecho de ella."
Detengámonos un momento en las palabras del dueño del
campo: "En la época de la siega diré a los segadores: Arrancad
primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla." ¿Veis?, la
cizaña es echada al fuego. Nos liberamos de nuestra ganga pasando
siete veces por el fuego, porque únicamente el fuego puede separar el
bien del mal. Cuando tenéis fiebre, ¿qué sucede? Que la hora de la
siega ha llegado. Quizá sea sólo una pequeña siega: la gran siega
habría sido más difícil de soportar, ¡y nadie sabe si habríais sido
puestos en el granero o quemados! Cuando el fuego (la fiebre) está
ahí, hace fundir la cizaña que hay en vosotros y la quema, es decir,
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elimina el mal, los desechos, las materias que os impiden crecer.
Cuando el fuego ha acabado su trabajo suspiráis aliviados porque os
sentís mejor. Así hay grandes y pequeñas siegas, y la fiebre viene para
liberaros de cierta cizaña. La cizaña existe en los tres planos: físico,
astral y mental.
Existe un intercambio sumamente fecundo entre los buenos y los
malvados. En la Tierra existen montañas y llanuras, y, entre ellas,
circulan corrientes que provocan ciertas manifestaciones de la vida. Si
la Tierra fuese absolutamente llana no habría vida. Jesús, que conocía
bien esta ley, estaba siempre en medio de los pobres, de los pecadores,
de los criminales. Mientras que los fariseos y los saduceos, que
ignoraban las leyes de la naturaleza, despreciaban a Jesús y le
acusaban de frecuentar a la masa ignorante y pecadora. Su orgullo les
mantenía alejados de los pobres y de los desheredados, mientras que a
Jesús le gustaba vivir cerca de los seres débiles, enfermos, caídos, para
realizar intercambios con ellos. Les daba su luz, su amor, su pureza,
pero, al mismo tiempo, extraía de ellos las materias brutas, groseras,
semejantes a las que absorben las raíces del suelo y gracias a las
cuales el árbol podrá dar flores y frutos. Los malvados suministran las
energías y los buenos las absorben, las transforman y las distribuyen
bajo una forma elaborada: bondad, caridad, saber. Este intercambio es
necesario. Jesús tomaba los pecados de los hombres, es decir, extraía
de ellos energías brutas que transformaba en las hojas de su ser, que
redistribuía bajo forma de luz y de amor.
El que se niega a tener contactos con los ignorantes y los
malvados y sólo quiere frecuentar a los hombres distinguidos, sabios,
virtuosos, no evoluciona mucho porque no es un buen alquimista, y se
ve privado de ciertas cualidades y virtudes que son, sin embargo,
indispensables para su evolución. Por eso, a pesar de todo su saber, los
fariseos eran ignorantes, porque se mantenían apartados de la masa, lo
que no les impidió ser tan pecadores y tan malvados como ésta. Al
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contrario. Jesús descendió lo más bajo posible, se mezcló con el
pueblo, pero conscientemente, trabajando para instruirlo y purificarlo,
para elevarlo hasta Dios. La desconfianza y el orgullo de los fariseos
abrían ampliamente la puerta de su alma a las impurezas y a las
debilidades, mientras que la audacia, la convicción y el amor de Jesús
purificaban la atmósfera por todas partes por donde pasaba.
No digo eso para incitaros a frecuentar a todos los
desvergonzados y criminales. Antes de acercarse a éstos es
indispensable empezar por estudiar profundamente la cuestión de la
cizaña y del trigo, es decir, saber operar esta transformación del mal
en bien de la que acabo de hablaros Hay mujeres virtuosas y
encantadoras que se casan con borrachos y libertinos con la esperanza
de salvarlos, pero, como el deseo no basta para arrancar a un ser de
sus vicios, en vez de salvar a su marido son ellas las que son
arrastradas tan abajo como él. Para transformar el mal hay que poseer
un inmenso saber. Los Iniciados pueden ayudarnos, porque se cargan
con nuestros pecados, con nuestros errores, con nuestras debilidades y,
a cambio, nos dan su luz, su paz, su amor. Sólo los Iniciados saben
cómo operar la transmutación del mal en bien; sólo ellos saben lo que
contiene la cizaña y son capaces de sacar provecho de ella. Pero no
tengo permiso para hablaros más de esta cuestión, porque todavía no
podréis utilizar los elementos preciosos de la cizaña.
Pero este intercambio del que os hablo, y que los Iniciados
realizan con la masa, se realiza también en nosotros, en las
profundidades de nuestro ser. El estómago, por ejemplo, es una
fábrica en donde se transforma la materia bruta; ahí es donde se
encuentran las raíces de nuestro ser físico. La materia prima que le
damos al estómago se elabora después en los pulmones, el corazón, el
cerebro; sube, se convierte en pensamientos, sentimientos, y estos
pensamientos y estos sentimientos descienden, a su vez, al organismo
para alimentar a las células con sus energías sutiles. Así es como se
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hacen intercambios permanentes entre el lado inferior y el lado
superior de nuestro ser. Sin estos intercambios, sin esta circulación de
energías, moriríamos.
San Pablo dijo: "Una astilla me ha sido puesta en la carne...
Tres veces he rezado al Señor para que la alejara de mí, y Él me ha
dicho: "Mi gracia te basta, porque mi poder se cumple en la
debilidad." El que posee una debilidad en su cuerpo físico o en el
alma quiere desembarazarse de ella, sin saber que esta debilidad es en
él la fuente de grandes riquezas. Si el hombre estuviese en unas
condiciones en las que todo fuese fácil, no sentiría ningún dolor que le
aguijonease para obligarle a avanzar y permanecería estancado. Es su
imperfección, esta astilla en su carne, la que le obliga a trabajar en
profundidad, a acercarse al Cielo, al Señor. A veces el Cielo nos deja
debilidades para empujarnos en nuestro trabajo espiritual; porque lo
que en apariencia es una debilidad es, en realidad, un poder, una
fuerza. Si nuestro espíritu está iluminado, si nuestro intelecto tiene
claridad, podemos utilizar las debilidades, los deseos y los instintos
que nos atormentan. Son laboratorios en los que podemos trabajar
cada día para extraer fuerzas, materiales, y convertirnos en grandes
alquimistas.
Podéis estar, pues, contentos, porque todos vosotros sois muy
ricos, puesto que todos tenéis debilidades; pero es indispensable saber
utilizarlas para ponerlas a trabajar. Debemos hacer trabajar a nuestros
estados interiores de la misma manera que han sido puestas a trabajar
las fuerzas de la naturaleza: el viento, los torrentes, el fuego, la
electricidad, el calor, la luz. Los hombres encuentran normal utilizar
las fuerzas de la naturaleza, pero si se les habla de utilizar el viento,
las tormentas, las cascadas, los rayos que hay en ellos, se extrañan. Sin
embargo, no hay nada más natural, y cuando conozcáis las reglas de la
alquimia espiritual sabréis transformar y utilizar las energías que hay
en vosotros.
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Vamos a seguir estudiando este esquema, del que ya os he
hablado, porque es una llave que abre las puertas secretas de la
naturaleza y de nuestra alma. Pero esta tarde lo estudiaremos desde
otro punto de vista.
Veis, en primer lugar, que representa las diferentes categorías de
hombres: los brutos (plano físico), los hombres ordinarios (plano
astral), los hombres de talento (plano mental), los genios (plano
causal), los santos (plano búdico), y los grandes Maestros (plano
átmico).
Utilicemos ahora la analogía entre estas diferentes categorías de
hombres y las diferentes partes de un árbol. Los brutos son las raíces
de la vida, trabajan bajo tierra. Los hombres ordinarios trabajan en el
tronco, dejan pasar a través de ellos la materia prima que otros van a
transformar. Los hombres de talento representan las ramas que envían
esta materia hacia las hojas y, una vez que esta materia es elaborada,
la hacen volver a bajar hacia abajo; toman, por tanto, para dar a la
humanidad, se ocupan de los intercambios. Los genios son los brotes
de donde salen las hojas; ahí es donde empieza el gran trabajo: la
elaboración de la savia bruta gracias a los rayos del Sol. Los santos
son las flores del árbol cósmico; con sus colores, su belleza, sus
perfumes, atraen a las mariposas, los insectos, los pájaros, los
hombres. Su predestinación es formar frutos; gracias a ellos la vida se
vuelve pura y bella. Finalmente, los grandes Maestros son los frutos
del árbol cósmico, el alimento celestial, "el pan bajado del Cielo";
poseen el sabor de todos los jugos.
El ser humano representa un árbol, con raíces, tronco, ramas,
hojas, flores y frutos. Todos los hombres poseen raíces, tronco y
ramas, pero muy pocos son visitados por la primavera; la mayoría son
árboles sin frutos, sin flores, y hasta sin hojas, árboles de invierno,
tristes, negros y sin adornos. Sin embargo, en cada ser existen unas
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flores de loto: pero hay que trabajar mucho, poseer un gran saber y
sacrificar mucho tiempo para que estas flores puedan florecer, exhalar
sus perfumes y formar sus frutos. Los frutos son las obras de las
diferentes virtudes.
La idea del nacimiento de la divinidad es expresada, en la India,
por el símbolo de la flor de loto
en la que nace Krishna. El
nacimiento de Krishna es el
nacimiento del Yo superior, de
Cristo en nosotros. Mientras
que el mito de Saturno,
derrocado por su hijo Júpiter y
exiliado bajo tierra, donde
trabaja en las minas, representa
la caída del ser humano al nivel
más denso de la materia. Es el
nivel de las raíces, en donde
reinan la oscuridad y una gran
limitación, Pero, a medida que se sube al tronco, a las ramas, a las
hojas... la posibilidad de moverse aumenta, así como la luz, el calor, el
gozo
Las hojas, las flores, los frutos, son la sabiduría, el amor y la
verdad. Las hojas representan la sabiduría, las flores el amor, y los
frutos la verdad. Las hojas transforman con una gran sabiduría la savia
bruta en savia elaborada, igual que los alquimistas transforman los
metales en oro gracias a la piedra filosofal. Las flores están
relacionadas con el amor; somos atraídos por sus colores, su perfume,
la materia pura de sus pétalos; en ellas está depositado el néctar que
los insectos vienen a libar. Finalmente, los frutos representan la
verdad, que es el resultado de la unión de la sabiduría y del amor.
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Las hojas, las flores y los frutos de los árboles se caen en ciertas
épocas del año; sólo les quedan las ramas, el tronco y las raíces que,
en cambio, siempre permanecen. De la misma manera, los brutos, los
hombres ordinarios y los hombres de talento nunca faltan en el
mundo, mientras que los genios, los santos y los grandes Maestros son
mucho más raros. En invierno, de las hojas, de las flores y de los
frutos de verano sólo subsiste el recuerdo de sus colores, de sus
sabores, de sus perfumes; toda esta belleza se queda grabada en la
memoria. Así sucede igualmente con los genios, los santos y los
grandes Maestros; la humanidad habla de sus obras y del gozo que
esparcían a su alrededor mucho tiempo después de su desaparición. En
la Tierra, el amor, la sabiduría, la belleza, la verdad, no tienen muchas
condiciones para permanecer. Los genios, los santos, los grandes
Maestros, vienen a visitar la Tierra para esparcir en ella sus colores,
sus perfumes, sus sabores, y después se van. Lo que queda en
permanencia en la Tierra es la mediocridad, la fealdad, Pero en el
Cielo, al contrario, las hojas, las flores y los frutos son eternos,
mientras que todo lo demás es pasajero.
Observaos, y constataréis que, en vosotros también, lo que es
estable, resistente, tenaz, son las raíces, el tronco y las ramas, es decir,
aquello que corresponde a los instintos, a las pasiones, a las tendencias
puramente personales. De vez en cuando aparecen hojas en vuestra
inteligencia (pensamientos luminosos), flores en vuestra alma
(sentimientos cálidos), y frutos (actos impersonales y desinteresados).
Pero ¡ay!, esta primavera no dura mucho tiempo; todo se borra y
desaparece. Estas inspiraciones, estos estados sutiles de vuestra
supraconsciencia desaparecen rápidamente y os volvéis a encontrar
como antes, con vuestras necesidades de comer, de beber, de pelearos,
y de aprovecharos de todo.
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Pero vayamos más lejos para descubrir aún algunas
correspondencias extraordinarias que existen en la naturaleza. Al
mirar el esquema, veis que las raíces están conectadas con los frutos;
son el punto de partida, mientras que los frutos son el punto de
llegada. Cuando los frutos están maduros el trabajo de las raíces se
interrumpe. Los frutos y sus pepitas son las futuras raíces; a partir de
ahí el tallo empieza a crecer. El hecho de que ciertas plantas tengan
frutos en sus raíces (tubérculos) indica la existencia de esta conexión
entre las raíces y los frutos. Las plantas con tubérculos son aquéllas
que no han sabido desarrollarse en el mundo espiritual; se han
quedado bajo tierra... Veis también que existe una conexión entre el
tronco y las flores, y entre las ramas y las hojas. Lo mismo sucede en
el hombre, cuyo cuerpo físico está conectado con el espíritu, el
corazón con el alma, y el intelecto con el cuerpo causal. Por eso
existen intercambios y una relación estrecha entre los brutos y los
grandes Maestros, entre los hombres ordinarios y tos santos, y entre
los hombres de talento y los genios.
Estudiaremos ahora este esquema desde el punto de vista
musical
Todos conocéis el ruido, y sabéis qué difícil es soportarlo. El
ruido nos dispersa, nos fatiga, nos irrita. AI contrario, la música, la
armonía, nos alegran, nos inspiran, nos dilatan; nos revelan el mundo
superior, nos conectan con él. El ruido puede ser considerado como un
símbolo de la desarmonía y lo encontramos en los planos físico, astral
y mental.3 Con los planos superiores, al contrario, entramos en el
dominio musical: la armonía, la melodía, la sinfonía. Si estudiáis la
música desde el punto de vista mágico, constataréis que cada sonido
posee un gran poder y que las vibraciones musicales producen formas
múltiples y variadas. Los sonidos armoniosos producen formas
simétricas y los sonidos discordantes formas asimétricas. Si
comprendieseis el poder mágico de los sonidos, cantaríais "Aum" de
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otra manera, porque este canto, que tiene un origen muy lejano,
produce unas formas espléndidas en el alma. Cuando estéis
preparados, os daré unos ejercicios
gracias a los cuales podréis crear
formas armoniosas en vosotros y a
vuestro alrededor. Cuando hacemos,
por ejemplo, el acorde do - mi - sol,
creamos una forma magnífica; este
acorde es un mundo que nace...
Un verdadero Iniciado conoce
la música y la comprende; puede
servirse de ella para serenar a los
hombres, para curarles, e incluso
para domar a los animales salvajes, porque las vibraciones sonoras son
un verdadero poder.
Sí supieseis qué riqueza posee nuestra Fraternidad en cantos y en
melodías haríais esfuerzos para cantar bien y poder beneficiaros de
ello. Eso depende de vosotros. Si venís a nuestras reuniones después
de haberos preparado interiormente, sentiréis, poco a poco, grandes
transformaciones, porque estáis rodeados de seres superiores que sólo
desean trabajar con vosotros; si os abrís a ellos, sembrarán buenas
simientes, y aquello que ya está sembrado en vosotros germinará y
crecerá. Si permanecéis solos no podréis hacer germinar las simientes
que hay en vosotros. Es preciso que seres luminosos del mundo
invisible vengan a las almas humanas para que las semillas se pongan
a crecer.
¿Sabéis la forma que toma una llama cuando es puesta en el
campo vibratorio de un instrumento de música? Después de haber
regulado la llama para que sea muy sensible, se toca con un violín un
sonido muy puro, y la llama toma la forma de una espiga de trigo.
16
Pero, si se produce un sonido discordante, la llama toma la forma de la
cizaña.
Eso significa que el
ser que trabaja con la
sabiduría (la armonía
eterna), con el amor
(melodía eterna), con la
verdad (la sinfonía eterna,
esta música de las esferas
que sólo los grandes
Maestros han llegado a
oír), produce trigo, flores,
frutos y todo lo que es
magnífico en la vida.
Mientras
que
los
pensamientos
y
los
sentimientos de todos aquéllos que hacen el mal dan nacimiento a la
cizaña: las espinas, las bestias feroces, las plantas venenosas. El trigo
es el símbolo del alimento más puro que debe alimentar nuestro
cuerpo físico, nuestro corazón y nuestro intelecto.
La cizaña, como su nombre indica, produce borrachera :
disminuye, pues, la claridad en la inteligencia y rompe el equilibrio de
las fuerzas. Los que están borrachos de placeres, de bebidas, de
locuras, de glorias efímeras, se alimentan de cizaña. Observad bien las
formas de la espiga de trigo y de cizaña y comprenderéis un mundo de
verdades. En la forma de la cizaña encontraréis el desorden, el caos; y
en la forma del trigo encontraréis el equilibrio, la armonía.
* la palabra francesa "ivraie" -cizaña- es muy parecida a "ivresse" -borrachera- (nota
del traductor).
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En la parábola se dice: "Mientras la gente dormía vino su
enemigo a sembrar cizaña." Y eso es lo que se hace por todas partes
en el mundo, en donde hay seres que lanzan pensamientos y
sentimientos tenebrosos que producen efectos nocivos en las almas.
Las flores y los frutos son formados por los ángeles, los arcángeles y
las divinidades: sus cantos, sus sentimientos, sus pensamientos,
penetran nuestra atmósfera y dan nacimiento a todo lo mejor, lo más
bello y lo más espiritual que hay en la Tierra... Igualmente, los
hombres justos y buenos aumentan la cosecha de frutos y de trigo,
mientras que la cizaña es producida por seres que alimentan
pensamientos y sentimientos de celos, de odio, de venganza. Si
existiesen muchos seres buenos y puros habría una gran abundancia.
Desgraciadamente, hay muchos más hombres ocupados en lanzar en el
mundo muchos pensamientos y sentimientos destructivos, y la cizaña
se encuentra por todas partes: en la filosofía, las ciencias, la
educación, la literatura, tas artes...
Os mostraré también a qué se parece la cizaña. Prestadme una
moneda de 1 franco... ¿Veis?, la introduzco en este sobre, que cierro y
meto en otro sobre... Doy tres golpes, y la moneda se convierte en
polvo. Es asombroso, ¿verdad? Ahora, para consolar a la persona que
me ha prestado esta moneda voy a reconstruirla. Pongo el polvo en
estos dos sobres, hago un pase mágico, ¡y ahí está de nuevo la
moneda!... Desgraciadamente, se trata de un truco solamente y vuestra
admiración no está justificada. Así encontraréis en el mundo a gente
que quiere deslumbraros con trucos y mentiras, haciéndoos promesas
espléndidas que nunca cumplen. Sí, ¡cuántos seres os dan a comer
cizaña, tratando de persuadiros de que es trigo!
Debéis saber, y esto es muy importante, que una filosofía o una
enseñanza que no os aporte a la vez la dilatación interior, la fuerza, la
luz, el amor, no es más que cizaña, porque el trigo debe alimentaros,
haceros fuertes, llenos de amor, luminosos y felices.
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El trigo es el símbolo de la perfección entre las plantas. Estudiad
su historia: los hombres lo cortan, lo atan en gavillas, lo baten y
envían al molino para ser triturado por la muela. Cuando está
convertido en harina, lo mezclan con el agua, lo amasan durante
mucho tiempo, y lo ponen en el horno en donde el fuego lo cuece. Y
cuando piensa que esta serie de pruebas toca a su fin, los dientes de
los hombres comienzan a masticarlo. ¡Cuántos misterios hay
escondidos en la vida del trigo! La evolución del hombre se desarrolla
siguiendo el mismo proceso hasta el momento en que, como el trigo,
esté por fin preparado para ser ofrecido en holocausto para la
salvación de la humanidad.
Cuando coméis pan, el grano de trigo le cuenta su historia a
vuestro subconsciente. Os dice: "¡Tened paciencia!... Dios es bueno y
os guiará a través de todas las pruebas. ¡Ánimo! Yo, et pequeño grano
de trigo, estoy aquí para ayudaros Os doy la vida, la fuerza, et gozo.
Tomad ejemplo de mi; soy muy pequeño, pero alimento al mundo
entero, mientras vosotros, que sois grandes, ni siquiera lográis
alimentar a otra persona distinta a vosotros sin quejaros y rebelaros.
¿Creéis, acaso, que yo no estaba también rodeado de cizaña? Sin
embargo, no dije nada, lo soporté todo."5
Cuenta una tradición que Venus dio el trigo y las abejas a la
Tierra, y que la Tierra creó la cizaña y las avispas, por celos.
Hay un relato muy bello de Tolstoi, sacado de una leyenda sobre
el grano de trigo. Cuando yo era director de un colegio, en Bulgaria,
tuve la idea de hacer en base a él una obra que representaron mis
alumnos. Esta leyenda cuenta que, un día, un rey encontró un grano de
trigo del tamaño de una avellana cuya procedencia no pudo descubrir.
Recurrió a la ciencia de todos los sabios de su Corte, pero ninguno
pudo decirle de dónde venía este grano. Se enteró, sin embargo, de
que en su reino vivía un hombre muy anciano que quizá pudiera
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informarle. El rey mandó buscar a este hombre que llegó apoyándose
en dos muletas y casi ciego El anciano observó un buen rato el grano y
finalmente dijo: "Majestad, ignoro lo que es este grano gigante, pero,
si me lo permitís, voy a llamar a mi padre que quizá se acuerde de
haber visto otros parecidos." Llegó el padre, apoyado en una sola
muleta y todavía robusto. Estaba muy enfadado porque su propio
padre le había pegado con el pretexto de que no trabajaba suficiente,..
Le enseñaron el grano pero no pudo dar ninguna información al rey.
Propuso, pues, a su vez, hacer venir a su padre. Pronto llegó éste, tenía
un aire joven, robusto, alegre, etc. Cogió el grano y exclamó: "Pero si
es un grano de trigo de los que crecían en mi infancia, dijo; en aquella
época el trigo tenía unos granos muy grandes, pero después de que los
hombres empezaran a hacerse daño los unos a los otros, a robarse y a
exterminarse, los granos de trigo se volvieron cada vez más
pequeños... Y si me veis a mí tan robusto y más joven que mi hijo y
que mi nieto es porque yo continúo viviendo según las reglas de la
honestidad y de la bondad que reinaban en mi infancia." Esta obra
tuvo un gran éxito.
Actualmente, los hombres tratan de arrancar la cizaña, pero
destruyen todo lo bueno que hay junto a ella, y es una lástima. La
única enseñanza eficaz es la enseñanza del trigo, Pero el mundo sólo
comprenderá el secreto del trigo cuando todo el trigo haya sido
destruido y se vean privados de pan. Los hombres comprenderán,
pues, con el sufrimiento lo que significa el otro método, el del amor.
No depende de nosotros que los malvados sean suprimidos; sólo
Dios hace justicia. Nosotros sólo debemos ocuparnos del bien,
debemos estudiar, trabajar para el bien. Cuanto más aumentemos el
poder espiritual del bien, tanto más los malvados se encontrarán
limitados por éste. Las fuerzas superiores pueden transformar a los
malvados, pero nosotros somos incapaces de hacerlo. Si no entramos
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en contacto con el espíritu de Dios somos impotentes contra el mal, e
incluso le reforzamos hasta darle el poder de destruirnos.
Ya llegará el tiempo de la siega; entonces, el mal que hay en el
mundo será absorbido por la Tierra. No sabéis, queridos hermanos y
hermanas, el trabajo que se está haciendo en las regiones del espíritu.
Entidades sublimes han recibido la misión de bajar a la Tierra para
poner orden en ella y, al bajar, expulsan del mundo invisible a las
entidades tenebrosas que huyen y van a refugiarse en los animales y
los hombres. Por eso aquéllos que están abiertos al mal reciben a estas
entidades tenebrosas que les incitan a actuar en el desorden y la
anarquía. Eso continuará hasta la exterminación de todo lo malo. Y la
Tierra tiene la misión de absorber y engullir el mal, tal como es
mencionado en el Apocalipsis, en donde San Juan habla del Dragón
(el mal) que será atado y echado al abismo. Si hay tantos crímenes en
la Tierra es porque los hombres reciben a estas entidades tenebrosas
que huyen. Ésta es también la razón por la cual no debemos comer
animales: porque éstos pueden ser el receptáculo de entidades
inferiores.
Nos equivocamos cuando nos imaginamos que nos
desembarazamos de un criminal matándole porque, una vez muerto, se
va al plano astral y al plano mental inferior y aumenta el mal allí.
Quiere vengarse, y así es todavía más peligroso, porque se infiltra en
la cabeza de los humanos y les empuja a cometer crímenes para
realizar a través de ellos sus proyectos maléficos. Incluso tiene más
posibilidades de acción que antes de su muerte, puesto que ya no está
limitado, y puede actuar a través de numerosas personas. Cuando un
líquido de olor nauseabundo está encerrado en un frasco, el olor no
puede difundirse, pero, abrid el frasco y el olor invade toda la casa. De
la misma manera, mientras el criminal está vivo permanece encerrado
en su cuerpo, pero, en cuanto está muerto, queda liberado y su espíritu
visita a un gran número de cerebros humanos para influenciarles. No
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se debería castigar con la muerte a los criminales debido a las
consecuencias que esta muerte produce en el plano invisible. Lo que
hay que hacer es organizar las condiciones de la vida para que no haya
más malhechores. Una filosofía, una educación que no están basadas
en las leyes espirituales, son como ciénagas, y las ciénagas sólo
pueden dar nacimiento a mosquitos. Nunca disminuirá el número de
malhechores si no nos decidimos a fundar la vida social sobre unos
principios que ya existen en la naturaleza misma.
No se debe matar a los criminales, ni dejarles en libertad, sino
ocuparles, darles trabajo. Los más grandes criminales pueden
transformarse gracias a las leyes del amor, de la sabiduría y de la
verdad. Si no podemos transformarles, es que no tenemos ni amor, ni
sabiduría, ni verdad. ¿Cómo pudo Pestalozzi, que no era ni gran
Maestro, ni Iniciado, descubrir el verdadero método pedagógico? Fue
uno de los más grandes pedagogos; recogía a niños delincuentes y les
transformaba gracias al amor. Encontró las verdaderas leyes
pedagógicas porque amaba a los seres, deseaba transformarles, y para
ello hacia sacrificios. No podemos cambiar a los hombres si no
queremos hacer sacrificios por ellos. Pero, hoy en día, todo el mundo
busca lo que es fácil, agradable, y espera obtener grandes resultados
sin hacer esfuerzos. Desgraciadamente, esta ley no existe en la
naturaleza. La naturaleza, al contrario, dice: "Cuando se da poco, se
sabe poco y se recibe poco." No existe otra ley: cuanto más damos
nuestro corazón, nuestro intelecto y nuestra voluntad a la causa divina,
tanto más recibimos la sabiduría, el amor y la verdad. Cuanto más nos
consagramos al mundo superior, tanto más recibimos gozo, libertad,
riquezas y bendiciones. Esto es lo real.
Lo repito: "Llegará un tiempo, y ya está cerca, en que el mal será
expulsado de la Tierra, el Arcángel Mikhaël vendrá a atar al dragón y
a encerrarle por mil años. Será la hora de la siega." Todo lo que hay de
malo en nosotros está conectado con el mal cósmico, y cuando éste
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(bajo la forma del dragón) descienda bajo tierra, arrastrará consigo
todo el mal que hay en nosotros. Entonces habrá lloros y rechinar de
dientes, porque esta purificación se hará con un gran calor y grandes
sufrimientos. El mundo invisible enviará un fuego para purificar la
Tierra y entonces se producirá una separación en nosotros entre la
cizaña y el trigo. Actualmente, la Tierra está ya bajo el fuego y el que
posea mucha cizaña dentro de él sufrirá enormemente porque el fuego
que viene penetrará por todas partes. Pero el que posea trigo se
alegrará y será semejante a una lámpara cuya llama se vuelve cada vez
más luminosa, porque este fuego del Cielo, que quemará la cizaña,
iluminará a los Hijos del Reino de Dios."
Que la luz y la paz estén con vosotros.
* Esta conferencia fue pronunciada antes de la segunda guerra mundial y las alusiones al
fuego son dobles: por una parte, al fuego físico, el de la guerra, y, por otra, al fuego interior
psíquico. (Nota del editor).
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