Pintura y gráfica - México y Nueva York, 1944

Transcripción

Pintura y gráfica - México y Nueva York, 1944
Pintura y gráfica
México y Nueva York, 1944 - 1946
Después de los murales en el Templo de Jesús Nazareno, Orozco no tiene muros. La iniciativa
de regresar y concluir su obra en ese espacio no prospera. Hay invitaciones —a veces sólo son
buenos deseos cuando no ocurrencias— de ir a pintar a Italia, a Rusia y a Colombia o de ocupar
algunos edificios coloniales en Morelia; incluso de decorar los muros de la Catedral Metropolitana.
Sin demasiada pesadumbre vuelve a su estudio y continúa su obra. En 1943 ingresa a El Colegio
Nacional como miembro fundador y a partir de ese año organiza una exposición anual.
La pintura de esta época es una de las más coloridas de su vasta obra. Un tema recurrente,
presente también en sus dibujos a tinta, es la crítica al poder encarnado en dictadores soberbios,
ridículos y vanidosos. En estos óleos vemos un desfile de caciques enfundados en sus casacas
militares, mancillando la patria de manera violenta y demagógica. Otro tema presente es el
circo, tan caro a Picasso, Rouault y María Izquierdo. La vida y la melancolía de sus personajes
entrañables y misteriosos, payasos especialmente, son retratadas con sabiduría e ingenio.
De su último viaje a Nueva York (15 de septiembre de 1945 a 15 de marzo de 1946), Orozco
trae consigo varias obras con resonancias de Broadway y Harlem, pintadas en las coordenadas
de una figuración descompuesta, desmembrada, a punto de entrar en los primeros niveles de la
abstracción. Las danzas afroamericanas lo seducen por su paganismo y catarsis al grado tal que
compone varias piezas excéntricas y fabulosas en tributo a ese encuentro.
Paintings and Prints
Mexico and New York, 1944 - 1946
After the murals at the Templo de Jesús Nazareno, Orozco is out of walls. The initiative to go
back and finish his work in this space does not prosper. There are invitations—some of them
only good wishes if not just flights of the imagination—to go to paint in Italy, Russia or Colombia
or seize some colonial buildings in Morelia; even to decorate the Cathedral in Mexico City. Not
too disappointed he goes back to his study to continue his work. In 1943 he becomes founding
member of El Colegio Nacional where he would organize an annual exhibition from that year.
The paintings of this period are the most colorful in his vast oeuvre. A recurrent subject,
present also in his ink drawings, is the critique of power embodied in arrogant, ridiculous and
vain dictators. We see in these oils a parade of caciques clad in military jackets and soiling the
Country in a violent demagogic way. The circus, so dear to Picasso, Rouault and María Izquierdo,
is another one of his themes. The life and melancholy of its endearing and mysterious characters, especially clowns, are portrayed with wisdom and wit.
From his last trip to New York (15 September 1945 to 15 March 1946), Orozco brings with him
several pieces with echoes from Broadway and Harlem, painted in the coordinates of a wrecked,
dismembered figuration that is about to enter the first levels of abstraction. Afro-American dances
seduce him for their paganism and catharsis and lead him to compose several eccentric and fabulous pieces as tribute to this discovery.

Documentos relacionados