PROYECTO CARDENAL AMARILLO

Transcripción

PROYECTO CARDENAL AMARILLO
CARDENAL AMARILLO
(Gubernatrix cristata)
Diagnóstico sobre la situación de la especie en la provincia de
La Pampa y sudoeste de la provincia de Buenos Aires
Responsable: Lic. Marcelo E. M. Pessino
DIRECCIÓN DE FAUNA Y FLORA SILVESTRES – SECRETARÍA DE
DESARROLLO SUSTENTABLE Y POLÍTICA AMBIENTAL
DIRECCIÓN DE RECURSOS NATURALES DE LA PROVINCIA DE
LA PAMPA
Junio de 2001
1
AGRADECIMIENTOS
Agradezco a continuación a quienes han contribuido en forma abierta y desinteresada
para la elaboración del presente trabajo:
* A la señorita Paola Germain y a los señores: Pablo Borrás, Gustavo Carrizo, Raúl
Cuesta, Nestor Del Cueto, Martín de la Peña, Kaspar Delhey, Marcelo Dolsan, Cristobal
Doyni Cabré, Mariano Fernandez, Eduardo Fiorucci, Rosendo Fraga, Enrique Justo, Anibal
Lopez Guerra, Heinz Oppliger (Fundación Federico Wildermuth), Horacio Pazos, Horacio
Riesco, Richard Robert, Miguel Romero, Sergio Salva, Ramón Serracín, Fabián Titarelli,
Rodrigo Tizón (Asociación Tellus) y Marcelo Turnes.
* A los señores aficionados, comerciantes y avicultores, que han transmitido sus
conocimientos y experiencias en el tema.
* A las administraciones del recurso fauna de las provincias de: Buenos Aires, Corrientes,
Chaco, Chubut, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, Mendoza, Misiones, Neuquén, Salta, Santa Fe,
Tucumán, Tierra del Fuego y a la Dirección de Fauna y Flora Silvestres (Nación).
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PROYECTO CARDENAL AMARILLO
Antecedentes e importancia del proyecto
El comercio de fauna ha sido tradicionalmente motivo de controversias entre
distintos sectores de la sociedad, y suele demandar un importante caudal de esfuerzos y
presupuesto a las autoridades administrativas encargadas de regularlo. Ambos
problemas suelen ser consecuencia de la falta de conocimiento sobre cuestiones básicas
tanto de la situación y biología de la especie como de los mecanismos y estructura del
comercio legal e ilegal. Experiencias de uso sustentable como la del loro hablador
(Amazona aestiva), demuestran que, a partir de conocer esas variables no sólo se puede
determinar con alto grado de certeza la posibilidad que una especie sea comercializada
sin sufrir detrimento o mejorar los mecanismos de control, sino que también se puede
implementar un sistema más abarcativo donde tengan relevancia aspectos tales como la
conservación de la especie y la función social que debe tener su eventual comercio.
Entre las especies más controvertidas se encuentran aquellas que están
sometidas a un comercio ilegal y el cardenal amarillo (Gubernatrix cristata) es un claro
ejemplo que merecería una urgente definición. A pesar que las normas vigentes
prohiben su captura, este paseriforme endémico de América del Sur es una especie muy
demandada como ave de jaula desde hace un siglo. Por otro lado, existe una marcada
coincidencia por parte de distintos autores y organizaciones conservacionistas en que la
especie es rara en la mayor parte de su distribución y que sufre una notable declinación
(Chebez, 1994; Narosky y Di Giácomo, 1993; Nellar Romanella, 1993; Ridgely & Tudor,
1994; De Lamo et al, 1995; IUCN, 1996; Bertonatti y López Guerra, 1997). La alteración
de los ecosistemas que la especie habita también ha contribuido a alcanzar esta
situación debido a su transformación en áreas para uso ganadero y extracción maderera.
En consecuencia, resulta necesario adquirir una serie de conocimientos básicos
sobre la especie (tales como datos sobre su biología y ecología, posibilidades de cría en
cautiverio, etc.), y sobre las características de su comercialización (área donde se realiza,
volúmenes implicados, épocas, cadena de comercio, etc.). A partir de estos elementos,
las autoridades administrativas contarán con un claro cuadro de situación sobre las
reales amenazas que pesan obre esta especie y dispondrán de un plan de manejo
preliminar sobre el cual podrán decidir la política de conservación que resulte más
efectiva y oportuna.
3
Diagnóstico sobre la situación de la especie en la provincia de La Pampa y
Sudoeste de la provincia de Buenos Aires.
Para una primera etapa en el marco de este proyecto se ha tenido como objetivo
reunir y resumir el conocimiento existente sobre la especie, a través de la ejecución de
las siguientes tareas:
1- Relevamiento bibliográfico.
2- Encuestas a administradores, comerciantes, aficionados a las aves de jaula,
ornitófilos y conservacionistas.
3- Indagar sobre el status legal y poblacional.
Con esta información se elaboró un diagnóstico sobre la situación del cardenal
amarillo a través del cual se contará con elementos suficientes para decidir con mayor
precisión los datos que serán necesarios obtener durante la realización del proyecto. A
continuación se detallan la metodología utilizada para arribar al objetivo deseado y las
conclusiones obtenidas en las tareas realizadas.
1- Relevamiento bibliográfico
Se reunió información publicada sobre el cardenal amarillo la cual se cita en el Anexo
1. La misma fue obtenida en bibliotecas de entidades vinculadas a la temática y a través
de consultas con especialistas, quedando disponible para quienes sean responsables de
la prosecución del proyecto. Los temas objeto de los trabajos publicados y el número en
que se han producido se detallan a continuación:
Tema
N° de publicaciones
Distribución
10
Conservación (status, factores regresivos)
14
Observaciones. Descripción de hábitos y nidos
5
Descripciones generales
5
Cría en cautiverio
1
4
2- Encuestas y entrevistas a administradores, comerciantes, aficionados e
investigadores y ornitófilos.
Las encuestas son herramientas útiles para evaluar el estado de opinión de los
diferentes grupos de interés en relación con el objeto de análisis. Numerosos intentos
de gestión de especies silvestres fracasaron por no tener en cuenta estas opiniones. En
este caso, es importante aclarar que las encuestas se dirigieron a personas directamente
vinculadas o con conocimiento de la problemática o el estudio de la especie, y no al
público en general. Dentro de este marco de referencia, el contenido y los objetivos de
las encuestas variaron según el grupo de interés hacia el cual estaba dirigido la misma
(Anexo 2). En este sentido, se consideró administradores a los integrantes de las
reparticiones encargadas de la administración del recurso fauna en las jurisdicciones
provinciales y nacional; comerciantes a personas que se dedican o dedicaron a la venta
de aves de compañía en locales habilitados; como aficionados se incluyeron a quienes
tienen como afición y pasatiempo la tenencia de aves de jaula en sus hogares, de este
grupo se desprenden y agruparon a los criadores que son quienes han tenido
experiencias exitosas de cría en cautiverio de cardenales amarillos. Entre los
investigadores se incluyó a profesionales de campo no necesariamente dedicados en
forma exclusiva al estudio de la especie; el grupo de los conservacionistas comprendió a
integrantes de entidades vinculadas a la protección del ambiente y, finalmente se
consideraron a los ornitófilos, personas que se dedican a la observación de aves con
experiencia suficiente como para lograr su identificación.
El diagnóstico consta de una primera parte en la cual se describen los resultados
obtenidos en el relevamiento entre las administraciones de fauna silvestre (sección A). A
continuación se detalla la información obtenida a través de las encuestas efectuadas a
los sectores involucrados en la problemática: aficionados, comerciantes, investigadores,
conservacionistas y ornitófilos (sección B). Posteriormente, se compilan datos sobre la
crianza de cardenales amarillos (sección C) y se brinda una descripción sobre la
situación de la especie en el sudoeste de la Provincia de Buenos Aires (sección D).
Finalmente se desarrolla el apartado Discusión y conclusiones, como epílogo del trabajo.
5
A. Encuestas a los administradores del recurso fauna silvestre.
La información solicitada estaba referida a aspectos tales como el estado legal, la
magnitud y tendencia del comercio ilegal, posible procedencia de los cardenales
amarillos objeto de esta actividad y tendencia de las poblaciones en los últimos diez
años en las respectivas jurisdicciones. Se recibieron 15 encuestas de las cuales 14
correspondieron a administraciones provinciales (entre las cuales no está incluida La
Pampa) y la restante a la Dirección de Fauna y Flora Silvestres (Nación), brindando las
respuestas la siguiente información:
1- El cardenal amarillo está protegido en todas las jurisdicciones donde la especie se
distribuye e inclusive en otras donde la especie no está presente, las normas legales
contemplan también este aspecto.
2- Respecto del comercio ilegal, el 33% de las administraciones lo consideraron
frecuente en sus jurisdicciones, el 40% de baja magnitud y no observado en el
27% de los casos. (Figura 1)
3- En los últimos 5 años el comercio de cardenal amarillo se incrementó según el
13% de las encuestas, disminuyó para el 20% y se mantuvo en el 13% de las
jurisdicciones restantes. Se respondió no sabe/no contesta en el 54% de los casos.
(Figura 2)
4- Las provincias donde el cardenal amarillo se distribuye (un total de 10) indicaron
que las poblaciones de la especie declinaron durante los últimos 10 años en 7 de las
jurisdicciones, respondiendo las 3 restantes no sabe/no contesta.
5- Los cardenales amarillos incautados procedían de las siguientes provincias o
regiones (el ordenamiento de las mismas es por orden alfabético): Córdoba, Corrientes,
Chaco, Entre Ríos, La Pampa, Mendoza, Río Negro, San Luis, Santa Fé, Santiago del
Estero, Salta y finalmente el noreste del país. Para el caso particular de La Pampa, se
menciona que los especímenes decomisados provenían de la ciudad de General Acha.
6
B. Encuestas a sectores involucrados en la problemática del cardenal amarillo.
Encuestas a comerciantes y aficionados a las aves de jaula en la provincia de La Pampa.
Aquí la información provino de dos grupos que si bien tienen objetivos diferentes, se
encuentran íntimamente ligados sobre todo en el aspecto de la obtención de las aves.
Los aficionados, pese a que no tienen generalmente como propósito prioritario la venta,
es muy frecuente que realicen intercambios entre ellos y con comerciantes para obtener
nuevos ejemplares. En numerosas ocasiones los integrantes de estos grupos fueron
reticentes en responder las consultas e inclusive, en el caso particular de los aficionados,
no accedían a mostrar sus pajareras. Se realizaron 26 encuestas y los resultados fueron
los siguientes:
1- El 96% de los encuestados consideraron al cardenal amarillo como una especie de
alta demanda en la comunidad y solo el 4% de demanda media. Es de mencionar que
quienes optaron por indicar que el cardenal amarillo es una especie de demanda media
fueron comerciantes.
2- Otras especies indicadas como de alta demanda en la comunidad fueron el picahueso
(Saltator aurantiirostris) en el 26% de las encuestas, el cardenal común (Paroaria
coronata) en el 12%, y los canarios en el 8% (Figura 3). Entre las aves consideradas de
demanda media se señaló al cabecita negra (Carduelis magellanica) en el 48% de las
encuestas, a jilgueros (Sicalis flaveola) en el 30%, picahuesos (Saltator aurantiirostris)
27% y a las cotorras (Myiopsitta monacha) en el 19% de las mismas. También se
incluyeron en este grupo a mistos (Sicalis luteola), cardenales comunes (Paroaria
coronata), corbatitas (Sporophila caerulescens), ladrillitos (Poospiza ornata), vizcachitas
(Poospiza torquata), loros barranqueros (Cyanoliseus patagonus), naranjeros (Thraupis
bonaeriensis) y canarios (Figura 4).
Entre los aficionados es frecuente la mención de la reinamora (Cyanocompsa brissonii) y
el rey del bosque (Pheucticus aureoventris) como especies preferidas. En el Anexo 3 se
listan especies no distribuidas o de distribución marginal en la provincia de La Pampa,
que fueron observadas enjauladas a lo largo de la elaboración de este diagnóstico.
3- En relación a la importancia que tiene la captura de las aves como fuente de ingresos
para quienes la practican, en el 40% de las encuestas se consideró que se caza como una
7
actividad económica secundaria, registrándose pocos casos en los que se considera que
la misma reviste importancia para la subsistencia (8%). Una parte importante de la
actividad es realizada por jóvenes pre adolescentes y adolescentes, quienes capturan
sobre todo en áreas periféricas a las ciudades o localidades. Otro sector involucrado es el
de las personas a las que les atrae esta práctica y no tienen trabajo fijo.
4- El comercio de cardenales amarillos se incrementó en los últimos 10 años según el
42 % de las encuestas y decreció para el 38% de las mismas. Se señalaron entre las
causas que motivaron la menor intensidad de esta actividad la merma de la especie
junto a los altos costos que implica salir a capturarlos (60%) y por otra parte debido a
los controles existentes (30%). El 4% de las encuestas indicaron que el comercio se
mantuvo de manera intensa en el período consultado (Figura 5).
5- Las áreas mencionadas como de captura son principalmente Cuchillo Có y La Adela y
en menor medida las de La Reforma, Victorica y Luan Toro. El cardenal amarillo ha
mermado pronunciadamente desde la década del 60’ al norte de la provincia en la zona
de Luan Toro, Victorica y Telén (área donde algunos encuestados han percibido una
recuperación de las poblaciones), Carro Quemado, Caleufú y más al sur en Alpachiri,
Bernasconi, San Martín, Perú, al este de Padre Buodo y en la zona de Lihue Calel. En la
localidad de Guatraché se obtuvieron indicios de flujo de cardenales hacia Santa Rosa y
la ciudad de Bahía Blanca (las localidades mencionadas se indican en el Mapa 2). El
comercio está considerado como la principal causa que ha provocado la disminución de
las poblaciones de cardenal amarillo, en menor medida se señala a los incendios de
campos y ocasionalmente el uso de pesticidas en los cultivos que afectarían las áreas
cercanas de monte. Un comentario reiterado es que en los sitios donde no se permite su
caza se puede observar una pronta recuperación de las poblaciones de la especie.
6- Se menciona la presencia de cazadores y compradores provenientes de Córdoba,
Buenos Aires, Bahía Blanca, Río Colorado y Santa Fé, en el pasado reciente y
actualmente. En la década del 60’ y durante los 70’ era importante la salida de
cardenales a través del ferrocarril, medio de transporte que fue reemplazado en la
década del 80’ por los ómnibus de larga distancia. A través del ferrocarril
se
transportaban hacia Buenos Aires especímenes provenientes de la provincia de San Luis
8
y localidades pampeanas como Luan Toro, Victorica, Caleufú y de la zona de Hucal. Se
obtienen indicios que en la actualidad sigue vigente el transporte de cardenales a través
de ómnibus.
7- Entre los métodos de captura se señaló la utilización de trampas jaula con llamador,
haciéndose uso en ocasiones de grabaciones con el canto de cardenales. Otro elemento
que se utiliza es el vulgarmente conocido como pega-pega, sustancia adhesiva que se
coloca en los alambrados al costado de la trampa, donde las aves quedan pegadas una
vez que se posan. Algunos tramperos evitan su utilización por los daños que provoca al
animal, los cuales quedan adheridos también por las alas al intentar desprenderse. Es
frecuente la mención sobre colectivos adaptados para la caza
de aves, que
transformaban las bauleras en una especie de jaulones. Estas personas vienen
preparadas para capturar con todos los medios conocidos, trampas, redes, gomas
adhesivas, incluso también disponen de amplificadores por los cuales emiten
grabaciones con los cantos de las aves. Debido a la rápida reacción de ataque que tiene
cuando observa la presencia de un congénere, tanto en el caso de los machos como las
hembras (estas últimas sobre todo en el período de nidificación), el cardenal es una de
las aves de jaula más fáciles de capturar. Las hembras son generalmente liberadas
porque no cantan, salvo cuando se quiere constituir un casal, pero entre los encuestados
se menciona que en algunas ferias de pájaros de Buenos Aires se las coloreaba con
témpera amarilla para ser vendidas como pichones de machos ¨pintando¨. Si bien se
indica por parte de los encuestados que hay quienes capturan cardenales todo el año,
otros no lo hacen debido a que numerosos animales mueren cuando se los atrapa en el
período reproductivo. Esto ocurriría a pesar de las prácticas que se realizan para
calmarlos una vez capturados, como por ejemplo el suministro de medicinas, tapar las
jaulas o embolsarlos para dejarlos a oscuras, o retirarles plumas (sangría). La mayoría
de las personas consultadas cazan cardenales desde febrero o marzo, otros desde mayo
hasta agosto y setiembre. Los precios obtenidos varían según se trate de un animal
amansado, un llamador, uno recién cazado, o una hembra. Estos dos últimos tienen
menor valor que un ejemplar amansado, cuyo costo oscila entre $25 y $30 al
consumidor, en menos oportunidades el monto señalado ascendió a $35. Por otra parte
los cardenales llamadores, que generalmente no son vendidos por sus dueños, superan
el valor de $100. Los tramperos venden los ejemplares sin intermediarios a montos de
9
entre $10 y $15, sean comerciantes o particulares. A través de INTERNET se halló una
cita de Tudor G. et al. en la cual se indica que en las cercanías del Parque Nacional Lihue
Calel se observó la venta de un cardenal amarillo a $80, en diciembre de 1992.
8- La información suministrada por este grupo indica que el cardenal amarillo prefiere
las áreas de caldenar abierto y alto sin fachinal, que es más utilizado por los picahuesos
(S. auratiirostris). Es común verlos en picadas al borde del monte alto (donde se los
caza) y en aguadas y tanques de molinos. Un comentario recurrente es sobre la
presencia de cardenales en caminos y contrafuegos, lo cual conduce a deducir a los
encuestados sobre su preferencia por habitar áreas cercanas a los mismas y no tan
adentro del monte. Los nidos los construye en renuevos (se mencionan de caldén
(Prosopis caldenia) y molle (Schinus spp.)) en sitios no muy altos, resultando por lo
general difíciles de hallar. Su canto se puede confundir con el de la aurorita (Diuca
diuca), calandrias (Mimus spp.) y en menor medida con el del picahueso (S.
auratiirostris). Por otra parte, el 40% de los encuestados negó tener conocimiento sobre
las cruzas entre cardenal amarillo y la aurorita (Diuca diuca), en cambio el 28%
confirmó haberlos observado en cautividad (12%), capturado (8%) o escuchado de su
existencia a través de otras personas (8%). Durante el desarrollo de este trabajo
posiblemente se haya hallado un ejemplar híbrido en cautividad, obtenido a través de
una trampa.
De acuerdo a lo señalado en el ítem 7 y en el presente, la respuesta de los cardenales a
grabaciones con su canto y lo característico del mismo, sumado al inconfundible aspecto
general del ave, son elementos que delatan su presencia o facilitan la identificación. Ello
provee de herramientas comparativamente ventajosas respecto de otras aves en el
momento de realizar determinadas evaluaciones útiles a los fines de su conservación
(por ejemplo, estimación de abundancias).
9- Ante la consulta sobre si se conocía a personas que criaran cardenales amarillos en
cautiverio exitosamente, el 32 % de los encuestados respondió afirmativamente pero
aclarando que resultaba muy dificultoso y un 12% negó conocer experiencias exitosas
de este tipo. Esta pregunta en particular permitió acceder a criadores con quienes
posteriormente se realizaron entrevistas para conocer más detalladamente sus
experiencias.
10
Entrevistas a investigadores, conservacionistas y ornitófilos
Se entrevistaron a 17 investigadores, conservacionistas y ornitófilos. No solo se trató
de personas residentes en la provincia de La Pampa, sino también del sudoeste de la
provincia de Buenos Aires (principalmente de Bahía Blanca) y especialistas reconocidos
a nivel nacional como es el caso de los señores Martín de La Peña y Rosendo Fraga. Es
conveniente aclarar que prácticamente no se han encontrado personas que tengan como
tema específico de estudio al cardenal amarillo.
Son opiniones coincidentes en este grupo los siguientes puntos:
El cardenal amarillo es una especie en retroceso debido a la captura desmesurada
como ave de jaula y la destrucción de su hábitat.
Requiere de urgentes medidas que reduzcan la presión de caza a la cual está siendo
sometida.
A esta situación contribuye en gran medida la escasa conciencia que tiene la
comunidad sobre la problemática que atraviesa la especie.
El estado de conocimiento sobre el cardenal amarillo es pobre en diversos aspectos.
Las publicaciones elaboradas sobre la especie son escasas. (se dispone en la
bibliografía compilada de gran parte de las publicaciones citadas por los integrantes
de este grupo)
Entre las acciones prioritarias se señalan,
-
coordinación regional de actividades tendientes a la conservación del
cardenal amarillo (fiscalización, investigación).
-
definir metodologías para la evaluación de parámetros poblacionales de la
especie útiles a los fines de su conservación.
C. Entrevistas a criadores.
A continuación se detallan aspectos de la cría en cautiverio desarrollada por 9
criadores que aseguran haber tenido experiencias exitosas. Cabe aclarar que se logró
ubicar a estas personas a través de las encuestas realizadas a los integrantes de los otros
grupos. La mayoría de los criadores entrevistados tuvieron éxito por su dedicación y
perseverancia, probando diferentes alternativas en la medida que no alcanzaban el
objetivo buscado. Los fracasos son frecuentes y a veces pasa mucho tiempo hasta lograr
crías viables. Se apoyan fundamentalmente en la experiencia adquirida, no
11
acostumbrando a llevar anotaciones metódicas que describan el proceso recorrido hasta
alcanzar una experiencia exitosa.
Características del casal.
Obtener una pareja reproductora de cardenales es difícil. Los animales deben estar muy
mansos, acostumbrados a la vida en cautiverio y a la presencia humana, de allí que se
intenta formar casales con cardenales nacidos en cautiverio. Una vez que se ha
confirmado la capacidad de criar de una pareja, no debe separársela. El grado de
amansamiento es tal en algunos casos que he observado como se les abría la puerta y
uno de los cardenales salía del jaulón, se retiraba hasta perderse de vista y volvía a
introducirse al mismo. Se ha indicado que algunos ejemplares han sido mantenidos en
cautiverio entre 11 y 17 años.
El alojamiento: jaulas y jaulones.
Para la crianza de cardenales amarillos se observó la utilización de diversos tipos de
jaulas y jaulones (o pajareras), diferenciados de esta manera según el tamaño de los
mismos. Algunos criadores preferían mantener a la pareja de cardenales aislados
durante el período reproductivo, en tanto otros indicaron que el casal podía tener crías
conformando un grupo mixto de pájaros, pero evitando la presencia de otros cardenales
amarillos. Para parejas aisladas las dimensiones de las jaulas variaron entre 1,0 x 0,40
mtrs.; 3,0 x 2,0 mtrs., y 1,5 x 2,0 x 2,0 mtrs. de altura. Un jaulón observado tenía un
tamaño de 5,0 x 4,0 x 2,5 mtrs. de altura, en este caso (y en la generalidad de los
jaulones) los cardenales convivían con numerosas especies de pájaros y otras aves de
hábitos caminadores como tinámidos y codornices e inclusive faisanes. En los
alojamientos de mayores dimensiones se suele colocar un renuevo de caldén u otro
árbol, el cual es utilizado como percha o para instalar los nidos. Debe cuidarse la
presencia de ratas por lo que se debe mantener la higiene de la pajareras, teniendo
algunas de ellas el piso de cemento con el fin de facilitar su limpieza.
Construcción del nido.
Las características de los nidos también varían según los diferentes criadores. Así hay
quienes dejan disponibles a los cardenales nidos de canarios, o pre–armados de alambre
y palos de caldén, colocados en ocasiones sobre plantas ubicadas dentro del jaulón (en
12
los sitios donde se insertan ramas). También se utilizan canastos de damajuana o símiles
de alambre tejido con gramilla o paja por dentro, colgados del alambrado y cajas de
madera con techo tipo alero de 17 cm² de base y 25 cm de altura. En el piso se dejan
diversos elementos que serán utilizados por los cardenales amarillos para dar forma
definitiva al nido como hilo lonero blanco, trozos de trapo de piso, hebras, cerdas de
caballo, cuero de ciervo, ramitas de caldén con espinas, pajitas, gramilla, palitos, alfalfa.
Algunos criadores dejan disponible lana pero otros evitan hacerlo.
Apareamiento, incubación, nacimiento de los pichones.
Para aparearse la pareja debe tener tranquilidad y según algunos deben estar aislados.
Otros criadores que tienen al casal en jaulones junto a otras aves, las cuales nunca deben
ser cardenales amarillos, dicen que esta situación no estorba el proceso reproductivo. El
cortejo es muy llamativo, la hembra ¨llama¨ al macho aleteando en el piso o sobre una
rama o palo. El número de huevos por nidada es generalmente de 2, aunque también se
dan 3 y hasta 4. Los pichones no nacen sincrónicamente, crían 2 en la mayoría de los
casos, cuando nacen tres perece muy frecuentemente el que proviene del último huevo
en eclosionar. Es común la pérdida de nidadas por huevos ¨sin engalladura¨. Para
favorecer el proceso de incubación se suele compartimentar el sitio donde se halla el
nido, o se lo ubica en la jaula donde este propósito se logre en mayor medida. La
incubación dura entre 12 y 14 días luego de la puesta del último huevo, otros señalan
que la misma se prolonga 16 días. En este período y hasta que los pichones salen del
nido, la hembra no debe molestarse. Realizan 3 y hasta 4 puestas de setiembre a enero y
según algunos de los criadores hasta febrero.
Cuidado del pichón.
Desde el nacimiento de las crías en adelante se produce el período más crítico de la
crianza en cautiverio y el mayor escollo se plantea con la alimentación del pichón. Es
muy frecuente que quienes se propongan criar cardenales amarillos, observen que este
proceso se produzca en condiciones normales hasta la puesta y nacimiento de las crías,
pero es a partir de este momento cuando hay mayores posibilidades que este proceso se
interrumpa. La primera semana de vida del pichón es clave y suelen morirse por carecer
del alimento adecuado que los padres no pueden suministrarle.
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Aquí se proponen diversos alimentos que varían en función del éxito que han tenido los
distintos criadores. Las propuestas pasan desde alimentos ¨vivos¨ de origen silvestre
hasta balanceados. Para algunos criadores es necesario darle alimentos que el cardenal
encontraría en el medio natural y vivos, de tal manera que su movimiento estimule la
captura. Así les ofrecen lombrices, mariposas (vivas o muertas), mariposas de luz,
bichos canasto, tenebrios, hormigas, gusanos de mosca, gusanos de la cera de abejas,
gusanos que proliferan en el pan con agua y caracoles. Otros alimentos consisten en
galletas o bizcochos en agua, pan con leche, huevo duro. También se utilizan
balanceados solos y mezclados con insectos o directamente balanceados elaborados a
base de insectos secos.
La alimentación de los pichones está a cargo tanto del macho como la hembra. La
hembra permanece más tiempo en el nido. Hay criadores que prefieren dar el alimento
espaciadamente, observando cuando el pichón tiene hambre pero ello sin perder
continuidad. También algunos sugieren sacar el macho cuando el pichón comienza a
alimentarse solo, porque suele atacarlo.
Antes de aprender a volar los pichones tienen el hábito de lanzarse desde el nido y
desplazarse en el piso de la pajarera. Esto puede provocar que los mismos se lastimen,
sobre todo si el nido está muy alto. Para solucionar este tema se coloca una chapa o
tabla por debajo del mismo para evitar una caída que pueda resultar peligrosa para la
integridad de las crías.
D. Situación del cardenal amarillo en el sudoeste de la Provincia de Buenos Aires.
Con la finalidad de obtener un panorama de la situación de la especie en el
sudoeste de la provincia de Buenos Aires, se consultó a investigadores pertenecientes a
la Universidad Nacional del Sur, ornitófilos de la zona de Bahía Blanca y Carmen de
Patagones y miembros de entidades conservacionistas de la primera de las ciudades
mencionadas.
Es generalizada la opinión de la delicada situación de la especie en la región. Se
considera que su captura es uno de las causas de la disminución, pero el desmonte es un
factor determinante para el futuro del cardenal amarillo (Los caldenares del sudoeste
de la provincia de Buenos Aires son considerados por Bertonatti (1997) un área a
proteger con carácter prioritario). Sobre todo en la zona de Carmen de Patagones se
mencionan los efectos negativos de los incendios en campos naturales. Tanto en las
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zonas de influencia de Bahía Blanca como de Carmen de Patagones y Viedma (provincia
de Río Negro), es opinión coincidente que los cardenales amarillos han desaparecido y
cada vez hay que alejarse más para poder observar algunos pocos animales. En el caso
de las dos últimas ciudades mencionadas, uno de los encuestados señaló que hay que
recorrer entre 80 y 150 km para encontrar cardenales. El conocimiento de la especie se
limita en la región a citas de avistamientos. Las áreas donde aún es frecuente hallarlo
son las zonas de transición entre el Monte y el Espinal, en los partidos de Puan y
Villarino, sin embargo su presencia no es frecuente. K. Delhey (Univ. Nac. del Sur, com.
pers.) registró en el área de Laguna Chasicó un leve incremento de las poblaciones
comparando con observaciones de hace 7 años, pero aclarando que ello puede deberse
a cuestiones de índole metodológica. Precisamente esta laguna está comprendida en un
área protegida provincial, que hasta el momento no tiene una implementación efectiva
como tal.
En la ciudad de Bahía Blanca, se comprobó que el cardenal amarillo era
comercializado ilegalmente en al menos cinco comercios durante el año 2000, variando
sus precios entre $12, $15 y hasta $50. Aparentemente la especie no es de las más
demandadas por la comunidad y por otra parte no existen prácticamente actividades de
fiscalización en la ciudad (Asociación Tellus, com. pers.). En la ciudad de Guatraché (La
Pampa) se registró la posible compra (en forma regular) de cardenales por parte de un
comerciante de la ciudad de Bahía Blanca. Por otra parte, procedimientos realizados por
la Dirección de Fauna y Flora Silvestres (Nación), comprobaron la procedencia de
especímenes de la ciudad de Carmen de Patagones. En esta ciudad y Viedma, si bien se
continúa comercializando, no es en la misma escala que hace 8 o 10 años atrás cuando
numerosos ejemplares eran destinados a Constitución, Pompeya y Wilde, entre otros
lugares. En el mapa 3 se pueden ubicar las localidades mencionadas en el desarrollo de
este punto.
Discusión y conclusiones
En la bibliografía relevada se observa que son escasos los conocimientos sobre la
biología y ecología de la especie. El grueso de las publicaciones se restringen a registros
sobre su distribución y trabajos que indican el estado de conservación del cardenal
amarillo. Estas últimas hacen referencia fundamentalmente a que la especie está
categorizada como amenazada, siendo las principales causas de este estado la captura
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para ser comercializada como ave de jaula y la modificación de sus hábitats. Sin embargo
prácticamente no existen evaluaciones que indiquen la real magnitud del efecto de
ambos factores regresivos para las poblaciones silvestres.
Por otra parte, si comparamos publicaciones recientes o datos obtenidos a través de las
consultas realizadas para este diagnóstico, con referencias de naturalistas de las
primeras décadas del siglo pasado como las brindadas por Wetmore (1926) y Pereyra
(1923 (en Collar et al. 1992), 1937, 1938), se evidencian los contrastes entre las
distintas opiniones. Estos autores señalan lo común que era observar cardenales
amarillos en la zona de Victorica, Conhelo y los caldenares del noroeste de la provincia
de La Pampa, áreas donde las poblaciones se han retraído notablemente según
información brindada por las personas encuestadas. Inclusive en el Museo Argentino de
Ciencias Naturales se encuentran depositados ejemplares colectados en General Pico
durante los años 1938 y 1943 (Collar et al. 1992), área en la cual si se capturara hoy un
espécimen sería lógico pensar que se trata de un cardenal escapado de alguna jaula.
Según información brindada por Bascarán (1987; en Collar et al. 1992) la distribución
del cardenal amarillo incluye las localidades de Santa Isabel, Algarrobo del Águila, La
Copelina y Veinticinco de Mayo, ubicadas en los departamentos más occidentales de la
provincia y comprendidos en la región del Monte. Estos sitios se encuentran
prácticamente en el límite occidental de la distribución brindada para la especie por
distintos autores (Narosky e Yzurieta 1987, Canevari et. al. 1991, Ridgely & Tudor 1994,
Bertonatti y López Guerra 1997), siendo esta información coincidente con la brindada
por los encuestados para la provincia de La Pampa.
En un trabajo elaborado por Bertonatti y López Guerra (1997) se describen
fenómenos naturales de hibridación entre cardenales amarillos y auroritas (D. diuca),
posiblemente desencadenados por la sobrecaptura de machos de cardenal amarillo para
el mercado ilegal de mascotas. Además, se dan a conocer 15 casos de hibridación
registrados en su mayoría en el extremo sudeste de la provincia de La Pampa, sur de
Buenos Aires y este de Río Negro. Durante el desarrollo del diagnóstico se halló en
cautiverio uno de estos ejemplares híbridos el cual fue capturado en un área de
simpatría entre estas especies, pero en esta oportunidad situada en el norte de la
provincia de La Pampa.
La presencia del cardenal amarillo ha sido registrada en dos áreas protegidas con
implementación efectiva como tal situadas en la provincia de la Pampa, el Parque
16
Nacional Lihue Calel y la Reserva Provincial Parque Luro. Sin embargo, las mismas
estarían albergando un bajo número de individuos y en algunos casos de presencia
esporádica, situación que genera un interrogante sobre la eficiencia de las mismas como
resguardo de poblaciones viables de la especie.
La afirmación de Collar et al. (1992) sobre una explotación constante y crónica
del cardenal amarillo como ave de jaula, se ajusta ampliamente a la realidad de la
especie en la provincia de La Pampa. A través de la información obtenida se evidencia
su extracción durante unos 40 años, período en el cual ha sido fuente de especímenes
para pobladores de esta y otras provincias, generándose sobre todo en nuestro medio
un costumbrismo respecto de su tenencia que ante lo extendido aparece como una
práctica lícita. Más del 90% de los encuestados coincidieron que el cardenal amarillo es
una especie con alta demanda en la comunidad.
La mayoría de las personas consultadas opinan que el tráfico se ha incrementado o
mantenido intenso en los últimos 10 años y quienes aducen que el comercio ilegal ha
menguado explican que ello se debe a razones de índole económico (porque a la especie
hay que ir a buscarla cada vez más lejos) y en menor medida debido a motivos tales
como la fiscalización o la toma de conciencia ambiental por parte de la población. Se
desprende de las encuestas la existencia de dos áreas más o menos definidas de
extracción en la provincia de La Pampa. Una de ellas se encuentra en el centro norte de
la provincia e involucra la zona que se extiende desde Telén hasta Caleufú por el norte, y
Jaguel del Monte y Carro Quemado al sur. De esta región, que parece haber sido
históricamente la más castigada por la extracción, se trasladarían cardenales hacia Santa
Rosa y General Pico, además de existir la posibilidad de tráfico hacia las provincias
limítrofes (Córdoba, San Luis y Mendoza). La otra zona, mencionada como la de mayor
abundancia de cardenales en la actualidad, comprende el área situada entre Cuchillo Có,
Padre Buodo, La Adela y el límite con la provincia de Buenos Aires. Desde aquí se
estarían destinando cardenales a las ciudades de Santa Rosa, Bahía Blanca y Río
Colorado en una primera instancia. Esta es una zona también señalada como de
frecuente incursión por parte de tramperos de otras provincias.
De acuerdo a la información provista por las administraciones provinciales de
fauna, la frecuencia de comercialización del cardenal amarillo en otras jurisdicciones es
de un orden menor al movimiento de especímenes que se observa en el interior de la
provincia de La Pampa. Conforme a lo percibido de las encuestas en el ámbito de esta
17
provincia, era de esperar una mayor magnitud del comercio de la especie en otras
regiones del país, pero ello no ha quedado evidenciado a través de las respuestas
recibidas. Entonces quedan planteados varios interrogantes, ¿Cuál es el destino del
grueso de los animales capturados en las provincias de La Pampa y Río Negro? ¿Es el del
consumo a nivel local? ¿La declinación de las poblaciones es el motivo de su actual
menor oferta en otras jurisdicciones? Lo que sí queda claro es que en las provincias
donde la especie se distribuye el decremento de sus poblaciones aparece como un hecho
concreto, 7 de 10 jurisdicciones indicaron que las poblaciones de cardenal amarillo
declinaron.
La cría en cautiverio como una alternativa viable que pudiera satisfacer la
demanda existente de cardenales amarillos, parece una posibilidad lejana. Se
describieron ejemplos de cría, pero los mismos han sido desarrollados a un nivel
doméstico y el éxito ha sido fruto de un sentido esfuerzo que se alcanza en contadas
ocasiones. Sólo en uno de los casos se indicó que los animales nacidos en cautiverio eran
vendidos, y en ninguna oportunidad se observó una cierta rigurosidad en el manejo de la
actividad que demostrara una producción sostenida y eficiente desde el punto de vista
de su rentabilidad. De todas maneras, la información compilada sobre la cría en
cautiverio y el haber accedido a avicultores dispuestos a transmitir sus experiencias, son
hechos positivos que brindan la posibilidad de contar con antecedentes en el caso que se
desee profundizar en el conocimiento de esta práctica. Queda, por otra parte, la
alternativa de desarrollar la cría en cautiverio, para posibilitar la reintroducción de la
especie en sitios donde sus poblaciones han sido diezmadas o reducidas. Ello a expensas
de evaluaciones previas que confirmen si esta posibilidad es realmente viable y efectiva.
Las experiencias de este tipo requeridas en otras provincias tenían un incipiente grado
de desarrollo, por lo que no es posible tener una conclusión definitiva al respecto. Las
opiniones recopiladas respecto de la cría en cautiverio del ¨amarillo¨, exhortan a ser
cuidadosos cuando iniciativas de este tipo son elevadas por particulares a las
administraciones del recurso fauna silvestre para su aprobación. En este sentido la
Dirección de Fauna y Flora Silvestres (Nación) ha permitido la exportación de
cardenales amarillos criados en cautividad. Sería positivo que este organismo diera a
conocer a las agencias de fauna del interior del país, las pautas que han definido su aval
para que esta actividad se hiciera efectiva.
18
La realidad del cardenal amarillo en la provincia de La Pampa, sin temor a
equívocos similar a las de las otras provincias que comparten el extremo meridional de
su distribución (Río Negro y Buenos Aires), indica que lo hecho para salvaguardar la
integridad de la especie es una ínfima porción de lo que queda por hacer. La carencia de
información científica en aspectos tales como abundancia, productividad y
requerimientos de hábitat entre otros, son escollos que conspiran contra toda intención
de implementar medidas de manejo adecuadas. Tampoco se conocen los posibles efectos
de la fragmentación y/o deterioro de las áreas de Espinal y Monte sobre las poblaciones
de cardenales. Este cúmulo de información, por ahora no disponible, sumado al
conocimiento de la idiosincrasia del poblador local, puede resultar en el ensayo de
experiencias de aprovechamiento sustentable en áreas previamente seleccionadas.
Paralelamente a ello, es necesario informar a la opinión pública sobre la importancia y
necesidad de promover programas de este tipo, que favorecen y son compatibles con la
conservación de las especies y los ambientes que habitan.
Un aspecto que merecería especial desarrollo es el de la divulgación de la
problemática de conservación de la especie en la comunidad, como un intento de
disminuir la demanda vigente. La implementación de un programa de estas
características actuaría además como paraguas para otras especies que también sufren
los efectos del mascotismo. La actual situación económica por la que atraviesan las
provincias, es en muchas ocasiones un impedimento para incrementar el personal y/o
las acciones de fiscalización de una administración de fauna. Es ante este tipo de
realidades cuando más se deben fomentar las actividades educativas, dirigidas
especialmente a niños y adolescentes quienes son los más permeables a iniciativas de
esta naturaleza. Es claro que las mismas no deberían restringirse a charlas o
exposiciones aisladas ni a la simple entrega de un folleto o afiche alusivo, sino que deben
formar parte de un programa organizado, sostenido en el tiempo y que se ajuste a las
necesidades y particularidades de cada región que se visite. Resultaría redundante
explayarse en como acceder a los distintos sectores de la comunidad para su
sensibilización respecto de este tema, pero sin lugar a dudas es una de las alternativas
más ventajosa en distintos aspectos que solo ha sido explorada superficialmente.
Una alternativa que puede ser punto de partida para intentar frenar la tendencia
negativa por la que atraviesa el cardenal amarillo, sería convocar a las partes
interesadas como administradores, técnicos e investigadores en un taller que tenga
19
como objetivo general definir una estrategia de conservación para la especie y en este
marco discutir y aunar criterios respecto de acciones prioritarias, que en una segunda
instancia pueden ser tratadas junto al resto de los sectores involucrados (comerciantes,
conservacionistas).
En ese ámbito es ineludible el tratamiento de temas como
fiscalización, evaluación de parámetros poblacionales y metodologías para su estudio,
difusión de la problemática en la comunidad y la crianza en cautiverio de la especie. El
lugar geográfico de reunión bien puede ser alguna de las provincias que comparten el
sector meridional del área de distribución de los cardenales amarillos, considerando que
en esta región aún es localmente común y está estrechamente vinculado a la vida
cotidiana de sus habitantes.
20
ANEXO 1.
Bibliografía sobre el cardenal amarillo
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25
ANEXO 3.
Aves observadas enjauladas durante la realización del diagnóstico o decomisadas
en procedimientos realizados en la provincia de La Pampa.
1. Especies no distribuidas o con distribución marginal en la provincia de La Pampa.
Reinamora (Cyanocompsa brissonii)
Urraca (Cyanocorax chrysops)
Loro Hablador (Amazona aestiva)
Cardenal común (Paroaria coronata)
Tordo chaqueño (Fam. Icteridae)
Dragón (Pseudoleistes virescens)
Carpintero blanco
Zorzal mandioca
(Melanerpes candidus)
(Turdus amaurochalinus)
Federal (Amblyramphus holosericeus)
Burrito (Laterallus spp.)
Cardenal imperial
Zorzal herrero (Turdus nigriceps)
(Stephanophorus diadematus)
Brasita de fuego
(Coryphospingus cucullatus)
2. Especies con distribución en la provincia de La Pampa.
Misto (Sicalis luteola)
Corbatita (Sporophila caerulescens)
Aurorita (Diuca diuca)
Yal negro (Phrygilus fruticeti)
Loro de los palos (Aratinga acuticaudata)
Ladrillito (Poospiza ornata)
Vira vira (Saltratricula multicolor)
Picahueso (Saltator aurantiirostris)
Chingolo (Zonotrichia capensis)
Vizcachita (Poospiza torquata)
Verdón (Embernagra platensis)
Martineta (Eudromia elegans)
Loro barranquero (Cyanoliseus patagonus)
Tordos (Molothrus spp.)
Cotorra (Myiopsitta monacha)
Caburé (Glaucidium brasilianum)
Cardenal amarillo (Gubernatrix cristata)
Cabecita negra (Carduelis
Zorzal chiguanco (Turdus chiguanco)
magellanica)
Piquito de oro (Catanemia analis)
Jilguero (Sicalis flaveola)
Naranjero (Thraupis bonariensis)
26
Figura 1.- Intensidad del comercio ilegal de cardenales amarillos según las
administraciones de fauna.
frecuente
33%
no observado
27%
baja magnitud
40%
Figura 2.- Tendencia del comercio ilegal de cardenales amarillos en los últimos 5
años según las administraciones de fauna.
no sabe, no
contesta
54%
disminución
20%
se mantuvo
13%
incremento
13%
27
Figura 3.- Especies de mayor demanda en la comunidad según los
aficionados y comerciantes encuestados.
96%
100%
80%
60%
26%
40%
12%
8%
20%
0%
cardenal amarillo
picahueso
cardenal común
canarios
Figura 4.- Especies de demanda media en la comunidad según los aficionados y
comerciantes encuestados.
50%
48%
40%
30%
27%
30%
19 %
20%
8%
8%
8%
10%
0%
cabecita
negra
jilguero
picahueso
co to rra
cardenal
co mún
lo rro
barranquero
naranjero
28
Figura 5.- Características del comercio ilegal en los últimos 10 años según
los aficionados y comerciantes encuestados.
no sabe, no
contesta
16%
se mantuvo
intenso
4%
altos costos de
captura
60%
controles
30%
incrementó
42%
decreció
38%
no sabe no
contesta
10%
29

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