Descargar - Oscar Tusquets Blanca

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Descargar - Oscar Tusquets Blanca
OSCAR TUSQUETS BLANCA
OSCAR TUSQUETS BLANCA
DEL 19 DE NOVIEMBRE 2010 AL 8 DE ENERO 2011
Carrer de la Missió 7ª - 07003 Palma, Illes Balears
+34 971227347
[email protected]
AGUAS APACIBLES. CALA FUSTAM, 2010. Acuarela, 40,7 x 31 cm
EL MAR, LA MAR,
LOS MARES:
SIEMPRE EL MAR
POR ESTHER TUSQUETS
El mar, la mar, los mares. Siempre el mar. Contaba nuestra madre que se había bañado en una
fase ya muy avanzada del embarazo –nací el 30
de agosto del 36 y supongo que la guerra había
puesto fin el 18 de julio a nuestros veraneos burgueses en los pueblecitos de El Maresme–, en
unos tiempos en que la mayoría de mujeres preñadas no bajaba siquiera a la playa ni se exhibía
en traje de baño. Pero nuestra madre era muy
suya, y hacía lo que se le antojaba, y, después
de toda una vida de pelear como perro y gato
(o como dicen los humanos que pelean perro y
gato), de rechazar sus propuestas y creer que
no coincidía con mamá en nada, he descubierto
que todo lo que amo, o casi, lo aprendí de ella,
lo tomé de ella.
Yo me di los primeros baños dentro de su
barriga –váyase a saber por qué me encanta la
idea–, y aunque con Oscar no pudo ser, porque
nació muy a principios del verano, a los dos se
nos sumergió en el mar enseguida, sin que tuviéramos el menor atisbo de miedo y ni siquiera de
frío (¡cómo odio a los padres que bañan a sus hijos por la fuerza, entre pataleos y alaridos!), sólo
placer. Quizás el más completo de los placeres
–superado sólo por el amor cuando estás enamorado–, porque incluye la caricia, el abrazo
envolvente, un olor picante, salobre, unas imá.4.
genes preciosas, siempre distintas, y un ruido
inconfundible, también siempre cambiante, que
por las noches oíamos desde nuestras camitas,
pautado por el estrépito de los trenes. Porque
los pueblos de El Maresme eran todos parecidos: primero la hilera de las casas, después la
carretera, luego las vías de los trenes y al final
la playa.
Bañarse era –es– una delicia, pero bañarse
en brazos de mamá era el paraíso.
Y estoy segura de que Oscar también amó el
mar desde la infancia: todas las grandes pasiones se establecen muy pronto (o no se establecen
ya nunca), que le transmitió este amor mamá,
que sintió desde la primera vez que lo sumergieron en el agua que aquel era su elemento, y
que no “aprendió” a nadar (que después perfeccionara su estilo es algo distinto), porque ya
sabíamos, desde antes de nacer, flotar cómodos
y distendidos, y movernos en una dirección determinada. Y ya llorábamos desde los primeros
días cuando, tras examinarnos las yemas de los
dedos, para comprobar si estaban amoratadas y
arrugadas, daban por finalizado el baño.
En un camino siempre ascendente, siempre
hacia el norte (papá había renunciado a sus convicciones médicas de que lo saludable era dividir las vacaciones entre la montaña y el mar, en
.5.
AGUAS ABISALES. FORMENTOR, 2010. Óleo, 116 x 73 cm
cuanto nos llevaba a Puigcerdà o a Camprodón,
caíamos los dos hermanos y nuestra madre en
una morriña mortal, una depresión sin remedio,
incapaces de entender y menos de compartir el
encanto de buscar setas, coleccionar hierbajos,
ir de excursión o incluso de bañarnos en un río,
de modo que pasábamos el verano entero en
la playa), llegamos a Lloret, a S’Agarò, a Playa de Aro y finalmente a Cadaqués. Habíamos
sustituido los pueblecitos de pescadores de El
Maresme por la Costa Brava, que sigue conteniendo, todavía hoy, alguno de los rincones más
hermosos del Mare Meum (Nostrum) y que en
los años 50 era una maravilla.
En Playa de Aro está, me parece, el segundo punto de encuentro de esta larga historia de
amor en que coincidimos los dos hermanos. El
hotel se yergue sobre unos peñascos, algo adentrados en el mar, en el punto donde confluyen
Playa de Aro, a la derecha, y otra playa, mucho menor que llamábamos “del hotel” porque
sólo la utilizábamos sus huéspedes. Había agua
por todas partes, se veía (y se oía y se olía) el
mar desde todas las ventanas, desde las terrazas, desde el comedor; se bajaba hasta él por
dos escaleras o saltando entre las rocas. A cualquier hora del día o de la noche (sobre todo de la
noche y todavía mejor al amanecer), te ponías
el bañador y en menos de tres minutos estabas
inmersa en un mar de colores inverosímiles. Y
casi siempre sola, el océano entero para mí. Y
era fantástico, porque algunos grandes placeres
no precisan ser compartidos. Algunos grandes
placeres son solitarios.
Me pregunto si Oscar se escaparía también
algunas noches mágicas, oscuras o lunares, y
si en alguna ocasión nos estaríamos bañando
juntos sin saberlo. Con el mismo entusiasmo,
el mismo arrojo, la mismo ilusión con que na.6.
vegábamos en el bote a remos que nos habían
regalado nuestros padres.
Después han transcurrido años, muchos,
hemos envejecido (sólo de tarde en tarde hemos coincidido en un crucero, pues, aunque hayamos perdido –al menos yo– la ilusión por
muchas cosas, conservamos la ilusión por embarcarnos: el mar, la mar, los mares, sigue ahí.
Siempre el mar. Y algunas veces me he precipitado en él desnuda, o vestida de pies a cabeza,
si ha surgido inesperada una playa de cuya presencia nadie me había advertido. Ahora sé que
es sólo nuestro en el sentido de que nosotros le
pertenecemos, en que lejos de él nos devora la
angustia, de que nos tentará subir a todos los
navíos y echarnos a todas sus aguas, de que en
las ciudades sin mar, en las que sabes que, tomes la dirección que tomes y por mucho que andes, no has de llegar a ningún puerto, a ninguna
playa, sentiremos asfixia, nos faltará el aire.
También hemos recorrido otras tierras y
surcado otros mares. Y nos hemos dado baños
maravillosos en sus playas. Pero no ha sido lo
mismo, aunque el azul del agua sea exclusivo,
y las palmeras y otras plantas desconocidas
crezcan al borde de las olas, y las más terribles
tempestades nos dejen sin aliento. No es Mare
Nostrum, a cuyos más remotos rincones llegó
el poder de Roma, donde las sirenas cantaron
para Ulises, y Zeus, convertido en toro, raptó a
Europa, y a cuyas orillas lucharon ferozmente
griegos y troyanos, y Dido se suicidó por amor
lanzándose a una hoguera, ni siquiera es el mar
en que se combatió contra los turcos y en que
presumieron los catalanes de que hasta los peces
llevaban impresas en el lomo las cuatro barras…
No es el mar que nuestra madre nos enseñó a
amar y junto al cual me gustaría morir, oyendo
el rumor de las olas y percibiendo su olor a sal.
.5.
AGUAS A FLOR DE ARENA. EL PRAT DE LLOBREGAT, 2008. Óleo, 116 x 73 cm
.8.
.9.
ILLA MARGARIDA, 2002. Acuarela, 15 x 27 cm
. 10 .
ROCA A MALLORCA, 1995. Acuarela, 12,4 x 18 cm
BIMBA MORENTE, 2010. Óleo, 73 x 50 cm
. 11 .
DEIÀ, 1985. Acuarela, 24 x 18 cm
PUERTO RICO, 1979. Óleo , 115 x 89 cm
. 13 .
FORMENTOR, 1989. Acuarela, 18 x 23 cm
. 14 .
CAP FERRAT, 1990. Acuarela, 18 x 24 cm
ANNA CORONADA, LATERAL, 1979. Óleo, 20 x 23,7 cm
. 15 .
PI SOBRE PENYA-SEGAT. MALLORCA, 1995. Acuarela, 12,4 x 18 cm
ANNA EN EL VENTANAL, 1977. Óleo, 30,6 x 23 cm
. 16 .
FORA DEL LABERINT. HORTA, 2010. Óleo, 55 x 33 cm
PER LABERINTS, 2010. Óleo, 102 x 43 cm
. 18 .
. 19 .
MI JARDÍN Y VECINOS, 1999. Óleo , 60 x 92 cm
. 20 .
SON GENER-1, 2000. Acuarela, 25 x 36 cm
SON GENER-2, 2000. Acuarela, 25 x 36 cm
. 21 .
BIMBA, 2010. Acuarela, 40,7 x 31 cm
. 22 .
ACRÓPOLIS, 2003. Acuarela, 20 x 20 cm
. 23 .
EL CIELO ENTRE LAS PIERNAS, 2010. Óleo, 27 x 41 cm
. 24 .
ACROPOLIS LINDOS, 1991. Tinta china, 21,5 x 13,5 cm
ANNA EN BIKINI, FRONTAL, 1978. Lápiz sobre papel, 26 x 16 cm
ANNA EN BIKINI, DORSAL, 1978. Lápiz sobre papel, 26 x 16 cm
CRUSIN 2, 1977. Tinta china sobre papel, 15 x 23 cm
CRUSIN 1, 1977. Tinta china sobre papel, 23 x 15 cm
PAESTUM, 1981. Tinta china, 21,5 x 13,5 cm
ACROPOLIS LINDOS, 1991. Tinta china, 13,5 x 13,5 cm
PINEDA A S’AGARÓ, 1977. Lápiz, 15,7 x 23 cm
EVA A LA PLAGE TAHITI, 2010. Óleo, 27 x 41 cm
. 33 .
PINS A CALA TURQUETA, 2010. Acuarela, 12,7 x 20,3 cm
. 34 .
UN PINO Y DOS CIPRESES, 2001. Óleo, 21 x 35,5 cm
. 35 .
DÒRIC A VILLA ANDREA, 2001. Óleo, 100 x 81 cm
PILOTÍ A PLATJA D’ARO, 1978. Óleo, 81 x 65 cm
. 36 .
.5.
AMICHE AL TRAMONTO, 2010. Óleo, 46,3 x 46,3 cm
AGUAS COMUNICANTES. CANAL DE CORINTO, 2010. Óleo, 116 x 73 cm
. 38 .
AGUAS VISLUMBRADAS. SAINT TROPEZ, 2010. Óleo, 33 x 55 cm
. 40 .
MOLLY ON THE BEACH, 2009. Óleo y acrílico, 38 x 46 cm
. 41 .
AUTORRETRATO CON BOMBILLA DE ALTO CONSUMO, 2010. Óleo, 34,6 x 23,5 cm
El artista de niño en Platja d’Aro, 1949
OSCAR TUSQUETS BLANCA
ARQUITECTO POR FORMACIÓN, DISEÑADOR POR ADAPTACIÓN, PINTOR POR
VOCACIÓN Y ESCRITOR POR DESEO DE GANAR AMIGOS, OSCAR TUSQUETS BLANCA
ES EL PROTOTIPO DEL ARTISTA INTEGRAL QUE LA ESPECIALIZACIÓN DEL MUNDO
MODERNO HA LLEVADO PROGRESIVAMENTE A LA EXTINCIÓN.
Nacido en Barcelona en 1941, acudió a la Escola d’Arts i Oficis (Llotja) y al Cercle Artístic de
Sant LLuc desde los trece a los diecinueve años. Se graduó como arquitecto en 1965 en la Escuela
Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. Socio fundador del ya disuelto Studio Per, realizó
junto a Lluís Clotet la gran mayoría de sus proyectos hasta 1984.
Socio fundador de Bd Barcelona Design. Con esta productora se inició como diseñador de muebles y objetos. Más tarde ha colaborado con prestigiosas productoras españolas, iltalianas y alemanas. Algunas de sus piezas forman parte de las colecciones de importantes museos como el Moma de
Nueva York o el George Pompidou de París.
Entre otras distinciones ha recibido, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, el Premio
Nacional de Diseño, la Palme de Chevalier de l’Ordre des Arts et des Lettres, y la Creu de Sant
Jordi. Además tiene dos premios Ciutat de Barcelona, y varios FAD de Arquitectura y Delta de
Diseño, entre otros.
En 1994 se reveló como ensayista con Más que discutible (Tusquets Editores). Desde entonces
ha publicado en Editorial Anagrama varios libros con notable éxito de crítica y público.
Aunque pinta desde hace cincuenta años, realizó por primera vez una exposición exclusivamente de su obra pictórica a finales de 2009 en la galería Artur Ramon de Barcelona, muestra que
tuvo una acogida muy favorable. Recientemente ha expuesto en Las Palmas de Gran Canaria con
motivo de la inauguración de las nuevas salas proyectadas por él en el Auditorio de aquella ciudad.
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DISEÑO GRÁFICO EVA BLANCH / EDICIÓN ART CONVENT DE LA MISSIÓ
FOTOGRAFÍAS LLUIS CASALS, JAUME BLASSI, GUILLEM FH, OSCAR TUSQUETS BLANCA
IMPRESIÓN Y FOTOMECÁNICA GRÀFIQUES ORTELLS S.L. / DEPÓSITO LEGAL B- XXXXX-2009

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