Jurado Rota, J.: Análisis de dinámicas de elementos de ocupación

Transcripción

Jurado Rota, J.: Análisis de dinámicas de elementos de ocupación
de la Riva, J., Ibarra, P., Montorio, R., Rodrigues, M. (Eds.) 2015
Análisis espacial y representación geográfica: innovación y aplicación: 661-670
Universidad de Zaragoza-AGE. ISBN: 978-84-92522-95-8
Análisis de dinámicas de elementos de ocupación en playas urbanas de
Tarragona
J. Jurado Rota1
1
Departament de Geografia, Universitat Rovira i Virgili. C. Joanot Martorell,15, 43480 Vila-seca (Tarragona).
[email protected]
RESUMEN: La playa en entornos urbanos representa un espacio estratégico, tanto por sus atributos de lugar público y
de esparcimiento en ciudades marítimas, como por la capacidad que ostenta en relación a la captación de turistas y la
consecuente generación de rentas en destinos vacacionales. A la gran concentración de núcleos de población que se
localizan en el frente costero hay que sumar los estudios que indican que el uso y disfrute de la playa es la principal
motivación para la llegada de turistas nuestras costas. La gestión de este frágil, dinámico y limitado espacio, debe
considerar de manera integral las tres funciones básicas que se le asocian: la ecológica, la protectora y la recreativa. La
función recreativa, centra la propuesta del presente estudio que tiene por objetivo testar un método de trabajo para
analizar las dinámicas de ocupación en playas. A partir de la localización de elementos de ocupación sobre fotografías
aéreas, se desarrolla un análisis espacial para determinar la afluencia, la localización y la densidad de usuarios en dos
momentos de la época de uso preferente de playas: inicio de verano y temporada alta. Los resultados, mostrados en
forma de representación cartográfica y tablas de datos asociadas, permiten caracterizar las dinámicas de ocupación de
ambas playas con parámetros espaciales y temporales. Una vez expuestas las conclusiones que se extraen de la
propuesta metodológica y de los resultados concretos de los casos de estudio, se apuntan algunas reflexiones al
respecto. Se está trabajando actualmente en la producción de imágenes aéreas propias y la extensión del estudio a otras
playas de la Costa Dorada con el fin de comparar y refutar o afirmar las tendencias aquí apuntadas.
Palabras-clave: ocupación, ortofotomapa, playas, Sistema de Información Geográfica.
1. INTRODUCCIÓN
La playa, situada en la ribera de mar, es zona de depósito de materiales sueltos, tales como arenas,
gravas y guijarros, e incluye escarpes, bermas y dunas. Se trata de un complejo sistema, soporte físico de las
actividades sociales y los procesos ecológicos, que es concebido colectivamente como una construcción
social y cultural moderna. El cambio de usos en la playa ha evolucionado de forma inexorable hasta
extenderse en el imaginario colectivo de las sociedades contemporáneas relacionándolos con la práctica de
actividades lúdicas y recreativas, en especial el baño de mar. Así aquellos espacios que fueron repudiados
durante siglos por motivos de salubridad y de seguridad, y a los que muchas ciudades marítimas daban la
espalda, son hoy reclamos turísticos y espacios incorporados a la ciudad (Rieucau y Lagaiste, 2008).
Durante el pasado siglo XX la costa catalana pasa de ser un lugar de veraneo para las clases
acomodadas a un espacio que acoge las actividades de ocio y recreo de todos los estratos sociales. Ese lugar
que era apreciado inicialmente por motivos saludables y prescripciones médicas ahora lo es, además, por
hedonismo, culto al cuerpo y fundamentalmente para la realización de actividades recreativas. El turismo de
sol y playa en el litoral meridional catalán se nutre de la llegada de turistas internacionales atraídos por las
benignas condicionas meteorológicas, la alta accesibilidad y movilidad y las óptimas condiciones sanitarias y
de seguridad. Además, al turismo extranjero se suman las sociedades locales con excedentes de rentas y
tiempo para dedicar al ocio. Esto produce que la playa sea un lugar intensamente utilizado durante la época
preferente para el baño y con una complejidad de formas y funciones según las características económicas y
sociales de su área de influencia urbana. Es necesario apuntar que existe otro grupo de usuarios que no están
relacionados con el veraneo o el turismo de sol y playa y que está formado por los propios habitantes de las
ciudades adyacentes a las mismas.
La Ley 2/2013, de 29 de mayo, de protección y uso sostenible del litoral y de modificación de la Ley
J. Jurado Rota
22/1988, de 28 de julio, de Costas; define los tramos de playa urbanos como aquellos contiguos con suelos
urbanizados. Además, en relación con el uso de las playas, determina que el posterior desarrollo
reglamentario establezca un régimen diferenciado para los tramos de playa urbanos y para los tramos de
playa naturales con el objetivo de mantener el estado natural de aquellas playas distantes a los núcleos
urbanos y preservar el uso común en las playas urbanas. Independientemente del hinterland de cada playa,
ésta tiene tres funciones principales (Montoya et al., 2011; Bird, 1996): la función ecológica, la función de
protección y la función recreativa. La primera hace referencia al papel que juegan dichos espacios como
ecosistemas naturales y los servicios ambientales que suministran al entorno, destacando las dunas costeras
como hábitats más relevantes y de mayor valor ecológico. La función de protección indica la capacidad que
tiene la playa de disipar la energía del oleaje durante temporales y proteger los elementos de interés que se
encuentren en el extradós de la acción directa de éste. También tiene especial importancia la capacidad de la
playa de ofrecer un lugar de descanso y ocio para el usuario, esto es, la función recreativa.
La función recreativa es la que explica que la inversión realizada en el mantenimiento y
acondicionamiento de estos espacios pueda tener efectos multiplicadores evidentes en la renta dejada por
usuarios y turistas. Según Houston (2008), la inversión hecha en las playas tiene una tasa de retorno del
700% en relación al gasto realizado por los turistas. El carácter de espacio abierto, de libre acceso y gratuito
le otorga también una dimensión social muy importante y la convierte en el recinto donde se articula parte de
la experiencia turística de los visitantes y de la vida cotidiana de los ciudadanos (González, 2012). Funciona
como parque urbano dando el protagonismo al usuario, tiene un mantenimiento relativamente barato y
admite inacabables prácticas, comportamientos y usos (Iribas, 2002). Debido, por un lado, a esta capacidad
de generar ingresos y, por otro, a ser un lugar óptimo para realizar actividades de ocio y esparcimiento, la
playa representa un espacio estratégico en entornos urbanos, sean éstos en ciudades tradicionales
consolidadas o en destinos turísticos de nueva creación.
2. OBJETIVOS Y FUENTES
2.1. Objetivos
El objetivo principal es analizar la ocupación espacial y estacional de las dos playas tratadas mediante
una metodología de identificación de elementos de ocupación a través de fotografías aéreas. Se busca
comparar las dinámicas de ocupación de dos playas -El Miracle en Tarragona y La Pineda en Vila-seca- con
la hipótesis de que éstas responden a lógicas distintas determinadas por el área urbana adyacente. También se
pretende comprobar la relación existente entre elementos físicos concretos (accesos, duchas, servicios,
pasarelas en la arena, infraestructuras paralelas a la playa que dificultan el flujo de usuarios, etc.) que puedan
determinar de alguna manera la distribución de la ocupación en dichos espacios.
Poder establecer la cantidad de usuarios y su ubicación de manera objetiva, y en momentos concretos,
puede ayudar a la toma de decisiones en la gestión de playas y a potenciar un sistema de gestión con
inversiones capaces de generar una retroalimentación positiva en el conjunto de las funciones básicas, para
así asegurar la continuidad y la competitividad de estos espacios costeros urbanos. La caracterización de
comportamientos de ocupación y afluencia de usuarios dispares también debe ayudar a implantar medidas
específicas en pro de una planificación diferenciada de cada modelo de playa –urbana y turística-.
2.2. Fuentes
La fuente fundamental para el análisis de ocupación que se propone a continuación son los vuelos
fotogramétricos del servicio OrtoXpres del Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC). Se han utilizado
fotogramas de 25 cm de lado de píxel correspondientes a los años 2011 y 2012.
Aunque con técnicas y resultados dispares, la metodología que se describe a continuación, basada en la
generación de cartografía de elementos de ocupación y su posterior interpretación, se inspira básicamente en
los trabajos realizados por Bouyer (2000) y la Agence Française de l’Ingéneire Touristique (AFIT).
2.3. Caso de estudio
El Catálogo de Paisaje del Camp de Tarragona (2010) engloba las dos playas analizadas dentro de la
unidad Reus-Tarragona, la cual cuenta con un paisaje caracterizado por el espacio urbanizado, los polígonos
industriales y una densa red de infraestructuras con una vegetación natural muy restringida. Es
mayoritariamente un paisaje de tipo periurbano en la órbita de los dos grandes núcleos de población. En el
Camp de Tarragona -ámbito funcional territorial catalán que contiene las comarcas marítimas del Baix
Camp, el Tarragonès y el Baix Penedès- las playas suman casi 60 km, el 98% de los cuales se encuentran en
662
Análisis de dinámicas de elementos de ocupación en playas urbanas de Tarragona
entornos urbanos o semiurbanos. Las playas de este sector son mayoritariamente llanas y arenosas, muy
atractivas por tanto para el desempeño de las actividades y los usos recreacionales.
La ciudad de Tarragona cuenta con 133.954 habitantes (Idescat, 2012) y es capital económica y
administrativa, con fuerte presencia industrial y atractivo turístico cultural gracias a su rico patrimonio
arqueológico. En cambio, el municipio de Vila-seca suma 22.052 vecinos (Idescat, 2012) y tiene el papel de
ciudad intermedia. El sector marítimo de Vila-seca, La Pineda, está habitado de forma permanente por unos
3.200 habitantes y se encuentra asentado de forma paralela a la playa del municipio, convertido en la
actualidad en un destino turístico consolidado y de éxito (Anton, 2012). Una muestra de esta divergencia, en
cuanto a modelo económico y estructura urbana, es el cálculo de la población flotante por municipios que
ofrece la Agència Catalana de l’Aigua y en la que incluye la ponderación de segundas residencias y plazas
de alojamiento. En Tarragona la población agregada con dichas ponderaciones para 2011 aumenta sólo en un
11,11% sobre la cifra del padrón del mismo año, mientras que en Vila-seca se acrecienta en un 137,51%.
La playa del Miracle es la más cercana al núcleo urbano de la ciudad de Tarragona de todas con las
que cuenta en su término municipal. Ocupa la mayor parte del frente costero del centro histórico y se
encuentra encajada entre el puerto deportivo (SO) y el Fortín de la Reina (NE). Está orientada hacia el
sureste, ocupa una superficie de 27.853 m2 y tiene una longitud de 1.122 metros con anchuras que oscilan
entre los 10 y los 40 metros. La arena de la playa proviene en gran medida de aportaciones artificiales ya que
el elevado grado de antropización del entorno impide la mayoría de los procesos de erosión y sedimentación.
El usuario habitual de la playa del Miracle es el vecino de Tarragona, un usuario de proximidad, el cual se
desplaza a la playa con pocos bultos y realiza estancias relativamente cortas con finalidades de esparcimiento
como tomar el sol, pasear, leer, bañarse o hacer deporte. La playa de La Pineda, en Vila-seca, es un arenal
abierto y lineal que desde la zona del Racó (S) hasta el espigón de els Prats (NNE) tiene una longitud de 2,5
km, cuenta con anchuras medias de 50 metros y ocupa una superficie total de 100.763 m2. La fachada
marítima de Vila-seca está compuesta por el continuo que forman, de sur a norte, las playas de el Racó, La
Pineda y Els Prats, espacios que presentan pendientes batimétricas suaves y muy apropiadas para el baño.
Aunque cercanas, ambas playas se presentan como espacios con realidades y funciones claramente
diferenciadas y se plantea para su análisis una metodología para determinar la ocupación de estos lugares. Se
trata de intentar apreciar cómo la estructura urbana y productiva condiciona la ocupación y la afluencia de
usuarios.
3. MÉTODO DE TRABAJO
3.1. Obtención de datos
Una de las tareas más complicadas del trabajo de campo es intentar reproducir la ocupación real de la
playa mediante recuentos, instantáneas u otros instrumentos. La mejor opción sería realizar fotografías
aéreas con parámetros temporales establecidos y con una determinada frecuencia, teniendo en cuenta la
época del año y la hora del día y siguiendo criterios homogéneos para poder comparar diferentes playas en
un mismo instante. Una de las alternativas a estos costosos métodos es el uso de material ya existente que ha
sido elaborado para otros fines y que, por sus características, se ajusta a las necesidades del estudio
planteado. Así, se han utilizado los ortofotomapas u ortofotografías del ICC que proporcionan la imagen
aérea junto a información correspondiente al momento de la captura de la imagen. La situación ideal sería
poder contar con una serie de fotografías aéreas de ambas playas del mismo día y hora para diferentes años
lo que permitiría realizar una comparación fiable, pero existe la limitación de la disponibilidad de
fotogramas. Los criterios utilizados para realizar la selección de las imágenes fueron, en primer lugar, la
fecha, intentando que coincidiera con el período del año en que las playas son más frecuentadas (inicio de la
temporada y temporada alta), en segundo lugar, la hora, identificando aquellas que se encontraban dentro de
la franja horaria propia del disfrute de la playa y, en tercer y último lugar, la escala, dado que era necesaria
una resolución mínima que permitiera apreciar los elementos de ocupación de la misma.
Una vez revisadas las fuentes disponibles en el ICC (http://www.icc.es/), se detectaron dos juegos de
fotogramas que cumplían con los diferentes requisitos planteados. Así, las fotografías aéreas en las que se
fundamenta el estudio se realizaron el jueves 21 de julio de 2011 -La Pineda-, el jueves 4 de agosto de 2011
–Miracle- y el miércoles 13 de junio de 2012 para ambas playas. Todos los vuelos se llevaron a cabo en días
laborables entre las 10 y las 12 a.m. y corresponden a dos momentos del año: inicio de verano (2012) y
temporada alta de uso de playas (2011). Se revisaron los datos meteorológicos disponibles de los días de la
captura de las imágenes para discriminar posibles resultados determinados por un día con condiciones
desapacibles para ir a la playa. En ambos casos fueron días soleados y con temperaturas máximas de 24.5ºC
663
J. Jurado Rota
el 13 de junio y cercanas a los 30ºC tanto el 21 de julio como el 4 de agosto.
A partir de las imágenes aéreas con suficiente resolución para distinguir elementos situados en la playa
se digitalizan dos capas que serán la base de todo el análisis y los diferentes mapas resultantes. Una
corresponde a un archivo de puntos que simboliza los elementos de ocupación y el otro es un fichero de
arcos que representa los límites de la playa –orilla, lateral e interior-. El área incluida en el análisis que se
propone abarca desde el límite con el paseo marítimo hasta el contacto con el agua, considerando para el
Miracle la totalidad del arenal y para La Pineda la mitad meridional.
La digitalización del archivo de puntos correspondiente a la ocupación se genera a partir de la
observación de la fotografía aérea y procediendo a marcar aquellos elementos visibles (parasoles, toallas y
figuras humana), descartando chiringuitos, toldos, papeleras y otros elementos fijos similares. No siempre un
parasol corresponde a una sola persona, así como se puede dar el caso que un usuario que no está en su toalla
sea marcado dos veces, pero, en todo caso, representa ocupación del arenal de la playa.
Los límites de la playa, aparte de fijar el área y la longitud de sus lados, deben proporcionar
información relativa a la ocupación en relación a la distancia con la orilla. La orilla en una playa es un
elemento muy dinámico que resulta difícil de fijar, ya que varía según las mareas, el estado del oleaje e
incluso la presión atmosférica. Para mitigar este dinamismo y poder trabajar con criterios comparables se ha
fijado como línea de orilla la marca de humedad que delimita la zona que queda bañada por el oleaje en el
momento de hacer la fotografía.
Con estas dos capas generadas –la ocupación y el perímetro- se pueden abordar diferentes análisis
espaciales. En esta propuesta se realiza un mapa de densidad de elementos de ocupación y otro de porcentaje
de ocupación por franjas equidistantes y paralelas a la orilla. Dejando a un lado los dos análisis espaciales
que se detallan a continuación el resultado de la obtención de los datos en sí mismo ya proporciona valores
comparables como los elementos de ocupación totales, los elementos de ocupación por m2 o la concentración
de éstos en lugares concretos.
3.2. Cálculo de densidad
La cartografía de densidad se realiza partiendo del archivo de puntos digitalizado anteriormente sobre
las fotografías aéreas que representa la ocupación de la playa. La densidad se expresa en elementos de
ocupación por hectómetro cuadrado (eo/hm2). Una persona, parasol o toalla ocupa una superficie máxima
aproximada de 3m2, por lo tanto, si se representase el mapa de densidad en metros cuadrados los valores
estarían prácticamente siempre por debajo de 1 lo que dificultaría su comparación. El mapa se genera
mediante una herramienta de análisis espacial en un SIG que permite calcular la densidad a partir de
elementos puntuales. Este proceso calcula la magnitud por unidad de área a partir de entidades de punto
mediante una función kernel generando una superficie raster suavemente curvada a partir de los puntos
originales. De esta manera, el valor de densidad más alto aparece sobre el punto de referencia e irá
disminuyendo de forma progresiva a medida que se aleja de éste, tomando el valor 0 una vez alcanza el radio
máximo de búsqueda o inclusión. Para este estudio se establece un tamaño de celda de 2 metros de lado y un
radio de inclusión de 10 metros para introducir elementos de vecindad en el cálculo de densidad. El resultado
es un mapa de densidad donde se descartan los valores por debajo de 1 eo/hm2. La cartografía resultante
permite comparar la ocupación de las dos playas analizadas en instantes muy próximos en el tiempo y por sí
mismas en diferentes momentos de la temporada preferente de baños.
3.3. Ocupación en relación a la orilla
La digitalización de los límites de la playa permite realizar una cartografía de ocupación en relación a
elementos lineales. Tomando como entidad de entrada la línea que marca la orilla del mar se genera una capa
de franjas paralelas usando, en un SIG, una herramienta de cálculo de proximidad que crea zonas de
influencia en anillos múltiples. Se establece una longitud de 5 metros para las franjas en relación a la orilla.
La capa de franjas equidistantes se intersecta al polígono de la playa para obtener como resultado el mapa del
arenal dividido en franjas equidistantes y paralelas.
El mapa generado se cruza con el archivo de puntos de ocupación mediante una unión espacial. Como
resultado se obtiene el archivo de puntos de ocupación con un nuevo campo en la base de datos en el que se
indica la distancia a la orilla. Por último se calcula el porcentaje que corresponde a cada franja según los
puntos de ocupación que contiene y se asigna el valor del porcentaje resultante en el polígono de la playa
dividido en fragmentos equidistantes.
664
Análisis de dinámicas de elementos de ocupación en playas urbanas de Tarragona
4. RESULTADOS
El proceso de generación de datos y los análisis realizados para su comparación producen tres grupos
de resultados: los relativos al número total de elementos de ocupación, los resultados fruto del cálculo de
densidades y los que indican la localización prioritaria en relación a la costa, a los accesos o a otros
elementos. En relación a estos resultados, hay que tener en cuenta que se están comparando datos de
diferentes años, el inicio de temporada se refiere a 2012 (junio) mientras que la temporada alta corresponde a
2011 (julio o agosto), lo que implica que pueden existir variaciones interanuales, por ejemplo del número de
turistas, lo que puede afectar a la población presente en la playa. En cualquier caso, las tendencias generales
observadas se aprecian como válidas en este contexto.
El número de elementos de ocupación digitalizado en la playa del Miracle aumenta en un 25% entre
mediados de junio y los primeros días de agosto, pasando de 602 eo a 752 eo. En cambio, para las mismas
fechas, en La Pineda este valor asciende un 281%. Los 1336 eo que en junio se localizan dentro los límites
fijados se convierten en 5097 eo en temporada alta en la playa vilasecana. En todos los casos considerados la
ocupación en La Pineda es siempre entre 2 y 4 veces superior que en el Miracle. También se ha podido
obtener la densidad media para el conjunto de la playa analizada, incluyendo zonas más allá de la distancia
de uso útil –en torno a los 30 metros de la línea de ribera- dónde no es tan cómodo desarrollar prácticas
relacionadas con el baño pero que cuentan con otras potencialidades de ocio. En ambas playas la densidad
total en junio se sitúa entre 1,5 y 2 eo/hm2. En cambio, en temporada alta de uso de playas surgen las
diferencias, ya que en la playa del Miracle se mantiene un valor próximo a 2 eo/hm2 y en La Pineda se
dispara hasta los 7,4 eo/hm2 (Tabla 1).
Tabla 1. Elementos de ocupación (eo) geolocalizados. Elaboración propia.
Junio
Julio-Agosto
Diferencia
eo
eo/hm2
máx. eo/hm2
eo
eo/hm2
máx. eo/hm2
∆ eo totales
∆ eo (%)
Miracle
602
1,59
16,50
752
1,99
16,08
150
24,92
Pineda
1336
1,93
16,99
5097
7,38
45,75
3761
281,51
El cálculo de la densidad kernel atribuye a áreas predefinidas el valor resultante considerando las
entidades puntuales que quedan dentro de la vecindad asignada. En este trabajo, para optimizar la legibilidad
de los resultados, se establece un píxel de 2 metros de lado y se expresa el valor definitivo en elementos de
ocupación por hectómetro cuadrado por los motivos anteriormente comentados. Una vez descartados los
valores por debajo de 1 eo/hm2 se obtiene una cartografía con escalas equivalentes y aritméticas que
permiten comparar la densidad de ocupación de las playas con el detalle suficiente para localizar puntos de
mayor aglomeración. La densidad de elementos de ocupación en la playa del Miracle se mantiene constante
–con máximos que no llegan 17 eo/hm2, aunque en agosto (Figura 1) aparecen nuevas zonas de
concentración de usuarios en el sector central a diferencia de en el mes de junio (Figura 2) cuando éstas se
restringen a los dos extremos. De esta manera el 25% de aumento de la ocupación total de la playa se
distribuye homogéneamente y no hace disparar el valor de la densidad máxima.
En La Pineda, dada la gran diferencia de afluencia de usuarios para las dos fechas analizadas, se pasa
de densidades máximas de 17 eo/hm2 a 45 eo/hm2 (Figuras 4 y 5). A diferencia del Miracle, donde se ha visto
que los usuarios se ubican en los dos extremos de la playa y a medida que avanza el verano ocupan la parte
central buscando distanciarse de otros bañistas, en La Pineda, gracias a la alta accesibilidad a la playa con
múltiples entradas, el reparto de los usuarios es muy homogéneo en ambos momentos. Aún así se pueden
apreciar picos de densidad en puntos del sector meridional de la playa, en la zona del Racó y en la
intersección del paseo marítimo con una calle principal del área urbana que funciona como vía principal de
acceso desde las calles situadas en la segunda y tercera línea de playa.
La digitalización de los límites de la playa permite realizar análisis de ocupación en relación a elementos lineales, en este caso la orilla del mar, el contacto entre el agua y la arena. El resultado del proceso de
análisis espacial basado en la generación de franjas equidistantes y paralelas a la línea de costa y su unión
espacial con los puntos de ocupación muestra la localización frente al principal atractivo de los usos de la
playa: el agua (Tabla 2). En este aspecto las dos playas estudiadas tienen comportamientos similares. Las
principales acumulaciones de elementos de ocupación se encuentran a distancias del agua de entre 5 y 30
metros. Observando con mayor precisión los datos obtenidos se aprecia como en agosto los usuarios se localizan más próximos al agua resultando las zonas más ocupadas las que se encuentran a distancias de entre 5 y
665
J. Jurado Rota
15 metros de la orilla. En cambio, para mediados de junio los resultados señalan las franjas situadas entre 15
y 20 metros del agua como las más ocupadas. Estos resultados muestran en ambas playas una zona de uso
útil localizada a distancias máximas de 30 metros de la orilla y una tendencia de los usuarios a acercarse a
ésta avanzado el verano, siendo los diez primeros metros de playa los más ocupados en el momento de mayor afluencia.
Figura 1. Densidad de elementos de ocupación. Playa del Miracle (Tarragona) - 13/06/2012. Escala
1:80.000. Elaboración propia. Fuente: OrtoXpres - ICC
Figura 2. Densidad de elementos de ocupación. Playa del Miracle (Tarragona) - 04/08/2011. Escala
1:80.000. Elaboración propia. Fuente: OrtoXpres – ICC
666
Análisis de dinámicas de elementos de ocupación en playas urbanas de Tarragona
Figura 4. Densidad de elementos de ocupación. Playa de La Pineda (Vila-seca) - 13/06/2012. Escala
1:62.500. Elaboración propia. Fuente: OrtoXpres – ICC
667
J. Jurado Rota
Figura 6. Densidad de elementos de ocupación. Playa de La Pineda (Vila-seca) - 21/07/2011. Escala
1:62.500. Elaboración propia. Fuente: OrtoXpres – ICC
Tabla 2. Porcentaje de elementos de ocupación en los primeros 40m de la playa. Elaboración propia.
Distancia a la Miracle
Miracle
Pineda
Pineda
orilla (m) (13/06/12) (04/08/11) (13/06/12) (21/07/11)
5
10
15
4
14
10
29
7
36
24
15
29
16
21
31
20
15
12
14
22
25
6
6
13
10
30
6
1
13
6
35
2
0
7
4
40
1
0
5
3
668
Análisis de dinámicas de elementos de ocupación en playas urbanas de Tarragona
5. CONCLUSIONES
Los resultados del análisis espacial de los elementos de ocupación permiten confirmar que, al menos
en los dos casos de estudio –probablemente extrapolable a otras playas de características similares-, el
objetivo se cumple y la hipótesis planteada se confirma en gran medida. Gracias al análisis de fotografías
aéreas de años precedentes y en diferentes fechas se han podido determinar rasgos de ocupación y de
afluencia, tanto espacial como estacional, que sirven para distinguir el funcionamiento de cada modelo de
playa –metropolitana y turística-. Como una limitación de este estudio hay que señalar la restricción que
presentan las fuentes puesto que únicamente ha sido posible estudiar dos fechas -inicio de temporada y
temporada alta- que corresponden a años diferentes -2011 y 2012-. Para una mayor fiabilidad de los
resultados sería conveniente corroborarlos ampliando el estudio a otros años y, preferentemente, a otras
playas.
El método propuesto ha proporcionado datos que permiten fijar las tendencias de ocupación de cada
playa, la interpretación de las cuales se desarrolla en estas conclusiones y facilita la diferenciación de tipos
de playas urbanas y la determinación de una serie de propuestas específicas (Jurado y Pérez, 2014). Así pues,
la metodología de aproximación al objeto de estudio con un SIG ha permitido distinguir las dinámicas de
ocupación que son un reflejo, a su vez, de la realidad urbana y socioeconómica de los núcleos adyacentes. El
hinterland condiciona el uso, la afluencia y la tipología de usuarios de cada tipo de arenal. Dicha
metodología podría ser sustancialmente mejorada ampliando las fechas de análisis y los casos de estudio.
La ocupación en La Pineda es en todos los casos entre 2 y 4 veces superior que la del Miracle y hay
una marcada diferencia en el aumento estacional de la ocupación entre mediados de junio y temporada alta ∆ 25% en el Miracle, ∆ 281% en La Pineda-. En las playas metropolitanas, que funcionan como parques
urbanos y espacios de recreo cotidiano y de proximidad, la ocupación se mantiene estable y no varía en
exceso durante los meses de uso preferente de la playa. En cambio, en la playa de un destino turístico, en el
que ésta es uno de los principales reclamos, la ocupación se cuadriplica en tan solo cinco semanas. La
hiperfrecuentación y la marcada estacionalidad se deben considerar como una de las principales amenazas
derivadas del uso social de este tipo de playa.
En cuanto a la distribución espacial cabe destacar la influencia de los accesos, de la disponibilidad de
espacio de arenal suficiente e incluso de la situación de algunos servicios. Se observa que a partir de las
entradas se puede intuir cierta distribución de los usuarios en efecto abanico. En el Miracle se ha visto que la
zona central, más estrecha, queda poco ocupada a finales de primavera mientras que el ligero aumento de la
ocupación en pleno verano hace redistribuir los usuarios hacia este sector. En un primer momento no se
sitúan en esta zona por la falta de accesos principales, ya que la línea del ferrocarril es una barrera física
importante y las zonas de acceso a la playa se localizan en sus dos extremos. Por otro lado, en La Pineda se
aprecia una masificación homogénea. Debida a las altas densidades de ocupación en agosto y el gran numero
de accesos a pie de playa, los usuarios se distribuyen por el espacio sin un lugar a destacar. No obstante,
puede intuirse en cierta medida, una ligera concentración hacia el sur, en la zona del Racó, debido muy
probablemente a la mayor amplitud de este sector, la presencia de algunos servicios adicionales y la
disponibilidad de aparcamientos cercanos y de una parada de autobús.
Otro aspecto de la distribución espacial a subrayar pero directamente conexo con el factor estacional
es la ocupación en relación a la orilla. La ocupación es sensiblemente más cercana al agua al iniciar el mes
de agosto. En general siempre resultan las zonas más ocupadas las que se comprenden en los primeros 15
metros desde la orilla, pero pueden apuntarse algunos matices: a finales de primavera la acumulación está
próxima a los 15 metros y en pleno verano cercana a los 5 metros. Esta distribución estacional, que se
reproduce prácticamente idéntica en ambos casos de estudio, se explica por las épocas del año en las que es
más frecuente el baño debido a una temperatura más agradable del agua.
Con lo expuesto, cabe señalar que la ocupación estacional se ve condicionada por el tipo de
usuario -habitante o turista- y las características del núcleo urbano contiguo, mientras que la ocupación
espacial se determina por las actividades preferentes en cada época, la anchura del arenal y la cantidad y
localización de los accesos en la playa. Así, si la administración competente en la gestión de estos espacios
quiere, por ejemplo, redistribuir los usuarios en sus playas por problemas de congestión puntual, puede
potenciar actividades alternativas o crear o anular accesos como medida correctora.
En resumen, la playa que se localiza en un entorno turístico es una importante fuente de captación de
visitantes para el conjunto del destino vacacional, hecho que hace que reciba gran volumen de usuarios que
permanece buena parte del día en la arena y requieren mayor variedad de servicios. No obstante, y a pesar de
las nada desdeñables rentas que son capaces de generar estos espacios de manera indirecta, la masificación
669
J. Jurado Rota
estacional se presenta como la principal amenaza. En cambio, la playa metropolitana, localizada en una gran
ciudad marítima que no basa en el turismo sus principales actividades económicas, se incorpora al entramado
urbano como un espacio con funciones de parque o zona verde que experimenta ocupaciones
significativamente menores pero más estables. Los usuarios de estas playas acostumbran a estar menos lapso
de tiempo que en las turísticas, ya que son visitantes de proximidad que requieren escasos servicios. Son
espacios de recreo cotidiano y de cercanía, y pueden cubrir las posibles demandas de espacio público en la
ciudad.
6. BIBLIOGRAFIA
Agencia Catalana de l’Aigua (2013): Datos municipales de volúmenes facturados y carga contaminante,
http://aca-web.gencat.cat/aca/appmanager/aca/aca/, [Consulta: 17/05/2013]
Ajuntament de Vila-Seca (1993): Revisió-adaptació del Pla General d’Ordenació Urbana. Text Refós.
Memòria Justificativa, volum I. Ajuntament de Vila-seca. Vila-seca.
Anton, Salvador (ed) (2012): 10 Lliçons sobre turisme. El repte de reinventar les destinacions, Barcelona,
Planeta.
Bird, Eric C.F. (1996): Beach management, John Wiley & Sons Ltd, Chichester.
Boletín Oficial del Estado (BOE) (2013): Ley 2/2013, de 29 de mayo, de protección y uso sostenible del
litoral y de modificación de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas, BOE-A-2013-5670.
Bouyer, Christine (dir) (2000): Fréquentation touristique des plages. Étude de clientèles, Agence Française
de l’Ingénierie Touristique-AFIT.
Observatori
del Paisatge
(2010): Catàleg de Paisatge del Camp
http://www.catpaisatge.net/cat/catalegs_presentats_T.php, [Consulta: 10/05/2013]
de
Tarragona,
González, Francesc (2012): “Instruments per a la recuperació, manteniment i gestió de la platja” en:
ANTON, Salvador .(ed) (2012): 10 Lliçons sobre turisme. El repte de reinventar les destinacions, Planeta,
Barcelona.
Houston, James R. (2008): ”The economic value of beach. A 2008 update”, en línea: Shore & Beach. nº76,
http://www.leegov.com/gov/dept/NaturalResources/Documents/Economic_Value_of_Beaches_%282008
%29_COE_JHouston.pdf, [Consulta: 04/04/2013]
Institut Cartogràfic de Catalunya (2013): Descarga de productos digitales. http://www.icc.cat/vissir3/
[Consulta: 04/04/2013]
IDESCAT (2013): Padrón municipal de habitantes, Institut d’Estadística de Catalunya,
http://www.idescat.cat/territ/BasicTerr?TC=8&V0=3&V1=0&V3=669&V4=446&PARENT=1&ALLIN
FO=TRUE&VN=1&CTX=B#FORM, [Consulta: 15/05/2013]
Iribas, José Miguel (2002) “Una perspectiva sociológica sobre las playas”, en línea: OP Ingeniería y
territorio, nº 61, http://www.ciccp.es/revistait/portada/index.asp, [Consulta: 22/03/2013]
Jurado, Joan; Pérez, Yolanda (2014): “Dinámicas de ocupación en playas urbanas de Tarragona: estabilidad
metropolitana y estacionalidad turística” en CyTET-Ciudad y Territorio:Estudios Territoriales,Vol.
XLVI, nº 181.
Montoya, Isabel; Sánchez, María José; Rodríguez, Inmaculada (2011): El litoral Tarraconense, Barcelona.
Rieucau, Jean.; Lageiste, Jérôme (2008): “La plage: Un territoire atypique”, en: Géographie et Cultures,
nº67.
Servei Meteorològic de Catalunya (2013): Xarxa d’Estacions Meteorològiques Automàtiques.
http://www.meteo.cat/xema/AppJava/SeleccioPerComarca.do, [Consulta: 11/03/2013]
VV. AA. (2010): Estat de la zona costanera a Catalunya, Laboratori d’Enginyeria Marítima, UOC, CIIRC.
Barcelona.
670

Documentos relacionados