El Tiemblo

El Tiemblo
Fiestas
A lo largo de todo el año, se celebran diversas fiestas; unas de carácter religioso y otras
profano.
Muchas fiestas tradicionales se han perdido y sólo se conservan en la memoria de los
mayores. Otras han logrado llegar hasta nuestros días y se siguen celebrando.
LAS FIESTAS PATRONALES.
Las fiestas dedicadas a San Antonio de Padua tienen lugar, normalmente, los días 13, 14 y
15 de junio, aunque en realidad, el verdadero comienzo es la víspera, la noche del día 12,
con los fuegos artificiales.
Son muy conocidos, en todos los contornos, los festejos taurinos, en los que suelen actuar
los novilleros más punteros del momento.
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Tiene fama El Tiemblo de lidiar novillos de buena presencia y peso. se han convertido en
tradicionales los "desencajonamientos", en los que los novillos, que serán lidiados en la
tarde, antes de meterlos en los corrales y chiqueros, se los saca a la plaza. A estos
"desencajonamientos" asisten gran parte del vecindario, sobre todo los aficionados, que dan
su aprobación o reprobación según sean o no de su agrado los novillos.
El programa se completa con diversas actividades deportivas, culturales y folclóricas
teniendo que resaltar en estas fiestas La gran participación de las peñas que con su música y
bullicio, dan color y alegría a las fiestas.
Las celebraciones religiosas vienen preparándose desde el día 5 de junio con las novenas al
Santo.
CARNAVALES.
Los carnavales siempre han tenido un gran arraigo entre la población tembleña. En los años
posteriores a la Guerra Civil, en los que se prohibieron, no llegaron a desaparecer del todo.
Comparsas y personas individuales continuaron disfrazándose y el baile de Carnaval, si no
oficialmente, se continuó celebrando.
Con el advenimiento de los tiempos democráticos, el Carnaval se revitaliza y toma nuevos
bríos, y si bien es cierto que ha perdido, en El Tiemblo, parte de su carga satírica y
burlesca, ha ganado en participación y en vistosidad, gracias al entusiasmo de los grupos,
que trabajando durante todo el año en prepararlo, lo hacen posible.
En los últimos años se han establecido concursos de comparsas, carrozas, parejas, disfraces
y jota, con el fin de hacerlos más competitivos y lograr una mayor participación.
El baile de Carnaval se hace en la Plaza, amenizado por la Banda Municipal, alrededor de
la cual bailan disfrazados el "rondón" y el resto de los vecinos rodean, como espectadores,
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a los participantes.
Durante esos días el Ayuntamiento invita a todos los vecinos al típico sequillo, vino y
limonada.
Además de los tradicionales días de Carnaval, domingo, lunes y martes, se ha añadido el
sábado, y se ha recuperado el Domingo de Piñata.
LAS FERIAS.
Los días 13 y 14 de septiembre se celebran las fiestas conocidas como Ferias. Su nombre es
recuerdo de las ferias de ganado que tenían lugar, durante esos días, en las Eras del Tejar.
Allí se efectuaba la compraventa de ganado y los vecinos acudían, algunos con sus
caballos y burros, más con carácter simbólico que con ánimo de vender.
Era costumbre consumir, en las casetas que se instalaban, tajadas de bacalao rebozado.
Hoy, despojadas de su verdadero significado, se reducen a ser una repetición, en un tono un
poco menor, de las patronales de junio.
Merece destacarse la procesión del día 13, también de San Antonio, a la que asisten
toledanos y madrileños de los pueblos próximos, en cumplimiento de alguna promesa o
simplemente como tradición.
LAS FIESTAS DE VERANO.
Son estas fiestas de reciente creación. Surgieron en los años sesenta, años del auge
económico y turístico, como reclamo para atraer visitantes a la población.
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Entre los festejos, destaca la ya tradicional becerrada, en la que participan cuadrillas de la
localidad y de veraneantes, destinándose los fondos recaudados a la lucha contra el cáncer y
Cruz Roja.
LA EMPANADA.
Sin ninguna duda, es la más tradicional y antigua de las fiestas tembleñas. Esta romería
tenía lugar en el Cerro de Guisando, situado a unos doce kilómetros del pueblo, aunque en
la actualidad ha cambiado de escenario y se celebra en el paraje conocido como San
Gregorio, el lunes de Pascua (el siguiente a la Semana Santa).
En la actualidad la participación es muy elevada y continúa siendo una fiesta entrañable.
LA CALBOTADA.
La tarde del 1 de noviembre, día de Todos los Santos, los amigos y las familias, se reúnen y
se asan castañas, que se comen con chocolate y churros.
El nombre de Calbotada proviene de la palabra "calbote", nombre con el que se conoce a la
castaña asada.
Aparte de esta celebración, más o menos pagana, había otras de matiz religioso, ya no en
uso, como doblar las campanas durante la noche. Un campanero, al que se contrataba por
una determinada cantidad de dinero, la cena, un litro de vino y las castañas, era el
encargado de ello. Para protegerse del frío hacía fuego en el campanario y el resplandor se
veía a través de las ventanas, lo que contribuía a crear una atmósfera acorde con el recuerdo
de los muertos que en ese día se celebra.
También, al venir la noche, el sacristán y los monaguillos recorrían las oscuras calles del
pueblo, haciendo sonar una campanilla y diciendo :"Animas benditas del Purgatorio", con
el fin de recaudar limosnas para responsos.
OTRAS FIESTAS.
Aparte de las citadas, en El Tiemblo se celebraban otras fiestas, la mayoría con un carácter
religioso como son:
La Semana Santa, La Cruz de mayo, Corpus Christi, La noche de San Juan, La enramada...
Datos del libro "El Tiemblo, Villa de Avila" de Antonio Estrella Grande y Carlos E.
Reviejo Hernández.
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