Daniel Pacheco "Porte una dosis de personalidad"

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Daniel Pacheco "Porte una dosis de personalidad"
Porte su dosis de personalidad
Por: Daniel Pacheco
Tomado de: El Espectador.com (marzo 9 de 2009)
SOY CONSUMIDOR DE DROGAS. Y SI es cierto que el Gobierno tiene los
votos para aprobar la penalización del consumo y porte de la dosis personal en
el Congreso, estas pueden ser mis últimas palabras cuerdas.
discurso oficial, en su sexto intento por tumbar la dosis mínima, es cada vez
más miedoso. Ahora resulta que “la intención del Gobierno nunca ha sido penalizar al enfermo”,
según Miguel Ceballos, viceministro de Justicia. Si eso es cariño, no me quieran tanto: entre criminal y
enfermo me quedo con la primera. Al menos los criminales se pueden defender, en cambio todo lo
que dicen los “loquitos” carece de validez porque están “confundidos”.
Peor todavía es que el Gobierno se esté atribuyendo por ley la responsabilidad de curarnos,
mandándonos a tribunales con psicólogos y médicos. Sobre todo cuando el médico en jefe es el
ministro de Protección Social, Diego Palacio. En una carta, publicada por este diario, Palacio hace gala
de su conocimiento numérico de la conducta humana: “Los expertos plantean que las medidas
educativas modifican los conocimientos de la población; el control social, las actitudes y el
entrenamiento, las prácticas. De la modificación de los primeros depende sólo el 20% de las
conductas, mientras de la modificación de las actitudes, el 60%”. Además de que sus porcentajes sólo
suman 80% (el 20% restante de la conducta debe ser modificado por la fe en el Espíritu Santo), esta
afirmación carece de sustento científico y no revela sus fuentes (tal vez se hizo a partir de
experimentos con las ratas del Gobierno, cuya identidad no puede ser revelada).
Me imagino entonces los tratamientos de sus “expertos”. Lo encierran a uno en un cuarto con un
moño de marihuana, una Biblia y un encendedor. Naturalmente uno se arma un porro con una hoja
de la biblia, pero cuando acciona el encendedor recibe un electroshock. Después de varias descargas,
uno no sólo no volverá a fumar bareta, sino además será un ciudadano “entrenado” para temer a
Dios.
Creo que lo que está pasando debe preocupar a todas las personas que disfrutan la libertad para
hacerse sujetos sin la interferencia del Estado, y no sólo a los consumidores de droga. En el fondo, lo
que plantea esta nueva ley es que el Estado es la instancia superior que determina quién es normal y
quién anormal. Después de la droga puede seguir la regulación a la sexualidad, la apariencia física y las
ideas, “por el bien de la sociedad”.
Pero para evitar que este nuevo orden nos sea impuesto no es suficiente la discusión. A pesar de sus
malos argumentos, el gobierno de Uribe va a insistir en el desmonte de la dosis personal: algo natural
para un proyecto paternalista y moralista. Y aunque uno diría que hay reformas más importantes,
están en todo su derecho de acudir al Congreso.
Por eso quiero invitarlos a pasar a la acción ciudadana, haciendo parte de “Porte su dosis de
personalidad”, un grupo (está en Facebook) de más de 2.500 personas que el jueves 26 de marzo, a
las 6 p.m. va a portar una dosis de “lo que sea que usted consume al disfrutar su vida: juegos, música,
libros, arte, drogas, etc.” en la Plaza de Bolívar. A esa hora vamos a tomarnos una foto alzando
nuestras dosis para mostrar que estamos cuerdos y somos legales. Al menos hasta que los políticos
digan lo contrario.
Tomado de: http://www.elespectador.com/opinion/columnistasdelimpreso/danielpacheco/columna125669-porte-su-dosis-de-personalidad

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