construcción de una garita meteorológica artesanal mi nueva garita

Transcripción

construcción de una garita meteorológica artesanal mi nueva garita
Nº 23 - Septiembre de 2004
CONSTRUCCIÓN DE UNA GARITA METEOROLÓGICA ARTESANAL
MI NUEVA GARITA PASO A PASO
Xavier Abajo Veciana “tin”
Joan Veciana Galofré “bricometeoman”
[email protected]
Nota de la RAM. Por expreso deseo del autor, por el trabajo ilusionante bien hecho, reproducimos el trabajo
completo de “tin” , a la hora de hacer su propia garita meteorológica. Gracias por compartir esta experiencia
que para ti ha sido tan importante.
Introducción
Soy aficionado, apasionado a la meteorología desde que era muy pequeño. No sé exactamente cómo me
contagié de esa “enfermedad” tan grave. Recuerdo que cuando estaba en el colegio y veía llover por la
ventana, no podía dejar de mirar, mientras lo que se explicaba en clase dejaba de tener interés para mí.
Siempre veía los “partes” meteorológicos de TVE cuando ésta era la única emisora de televisión que había en
España. El nacimiento de TV3 en Catalunya, fue para mí, y para otros tantos aficionados a la meteorología,
una revolución. TV3 apostó desde el principio por una información meteorológica de calidad, que rápidamente
contagió la “enfermedad” de la meteorología a mucha gente y agravó todavía más la mía. Dos personas, sin
desmerecer a las demás, contribuyeron en buena medida a consolidar mi afición: Antoni Castejón y
especialmente Alfred Rodríguez Picó, para mí el maestro de la comunicación meteorológica.
Fue en esa época cuando le propuse a mi tío la construcción de una garita meteorológica. No era una garita
“oficial”, ni seguía las recomendaciones de la OMM porque no tenía doble persiana, ni suelo de listones
alternos, ni chimenea, ni la puerta estaba orientada al norte. Era una garita de aficionado, la que me sirvió
para empezar a tomar datos diarios. Después de 20 años de uso, había llegado al final de su vida útil, por lo
que pensamos en la construcción de una nueva garita meteorológica.
Construcción de mi nueva garita meteorológica
Para empezar quiero agradecer el trabajo realizado por mi tío, un auténtico manitas del bricolaje. Él ha sido el
“creador” de esta garita, el que hizo los planos y el que la ha montado. Cuando le propuse la idea de restaurar
la vieja garita que tenía desde hacía 20 años y que también él construyó, no dudó un momento en proponer la
construcción de una nueva garita. No sabía dónde se metía. Él sabía lo que le había costado la otra y no se
imaginaba el trabajo que tenía ésta, mucho más complicada en su construcción ya que teníamos pensado
hacer las persianas interiores desmontables para poderlas limpiar y repintar ya que por experiencia sé, y
eso que la garita que tenía era de persiana simple, que la suciedad se mete por todos los sitios y con persiana
fija es muy difícil limpiar y pintar. De todas maneras, disfrutó montándola y está muy orgulloso de su
“criatura”
Yo soy el “instigador” el que tuvo la “brillante” idea de “robarle” 11 sábados seguidos por culpa de mi afición a
la meteo. Bueno, yo también he hecho algo ¡eh!. Durante los dos meses y medio que ha durado la
construcción, mientras mi tío montaba los sábados los elementos de la garita yo, de lunes a viernes,
prácticamente a diario, hacía los trabajos “complementarios”: pintar, pintar, pintar y pintar. He acabado harto
de tanto pintar, creo que es el trabajo más tedioso de la construcción de ésta garita. Aparte de la pintura,
también fue bastante pesado el trabajo de tapar todas las juntas con sellador para madera ya que es una
pasta de color marrón claro que me obligó a pintar nuevamente con dos manos (o tres) la garita una vez
montada, que todavía es más difícil que cuando pinté una a una todas las lamas cuando todavía no estaban
montadas.
El diseño de la garita ha sido totalmente artesanal ya que no he visto nunca una garita con las persianas
interiores desmontables una a una ni sé si existe algo así. Teníamos fotos de garitas oficiales y de otras que
habían construido otros aficionados pero no teníamos ninguna medida sobre la que basar los planos. Bueno sí,
la única medida que teníamos era la del soporte de la vieja garita, que hemos aprovechado para la nueva ya
que es de hierro y sólo necesitaba dos manos de pintura.
En la siguiente foto se puede ver ese soporte, con la garita que tenía hasta ahora:
Mi vieja garita estaba bastante deteriorada aunque no lo parezca. Cuando la hicimos hace 20 años no
pensamos en los efectos de la intemperie sobre la madera y, por ejemplo, tanto el techo como el suelo
como el fondo eran de madera de conglomerado, nada apropiada para resistir los efectos de la humedad y la
lluvia. La pintura tampoco era muy apropiada. Era una pintura Titanlux “esmalte sintético 566 D Blanco
Decoración”, de muy buena calidad y sobre todo de un blanco brillante muy bonito y con una excelente
cubrición con sólo un par de capas pero con el defecto de que hace piel y la madera no respira con lo que con
el paso del tiempo, como se ve en la foto, acaba decapándose. También es cierto que hacía como diez años
que no la repintaba pero vamos que no es la más adecuada para una garita. Para la nueva he utilizado una
pintura a poro abierto para que la madera respire y con un fondo protector contra la pudrición.
Se puede ver también en la siguiente imagen que el techo no era tampoco el más apropiado, ya que era de
plástico, que aunque estaba pintado de blanco, podía absorber calor:
El interior de mi vieja garita no tenía doble persiana, ni suelo listonado, ni chimenea. En aquellos tiempos no
pensamos mucho en las recomendaciones de la OMM. Yo solo quería una garita sencilla para poner los 2
termómetros que tenía y empezar a hacer observaciones:
Era la hora de darle la merecida jubilación y preparar el soporte para su “hermana”.
La siguiente imagen es un poco triste. El nuevo soporte de la vieja garita, hasta la instalación de la nueva ya
que todavía había dentro los instrumentos, son dos sillas de plástico. En el suelo se pueden ver los restos de la
“extracción” de la garita de su soporte, trozos de la madera de conglomerado podrida.
Era el momento de empezar la construcción de la nueva garita. Lo primero es planear sobre papel los
elementos principales con sus medidas:
Las primeras maderas recién cortadas y preparadas para empezar a trabajar. No hay ni la mitad de la madera
que finalmente ha conformado la garita pero es la estructura exterior (faltan los pilares de 40X40 mm) sobre
la que después recalculamos las medidas para las dobles persianas interiores. No podíamos comprar toda la
madera al mismo tiempo precisamente por eso, ya que en el montaje siempre puede haber algunas holguras
que después nos podrían causar problemas para encajar las persianas interiores. La tabla que se ve al fondo
es el techo interior de la garita, donde va la chimenea. A la derecha los tubillones de 9 mm de diámetro que
servirán para mechar las lamas. En primer plano las lamas de 50X9 mm:
Primer paso: como la garita será más grande que el soporte en que irá encajada, necesitamos hacer una
base de la medida exacta de ese soporte, a partir de la cual montaremos toda la garita:
Un viejo termómetro de madera al que se le rompió la columna de alcohol, que me regalaron en un programa
de Catalunya Ràdio que hacía Alfred Rodríguez Picó, sirvió de improvisada escuadra. El perro también quería
salir en la foto:
La primera estructura de la garita terminada. El cuadro interior es el que se apoyará sobre la base
metálica. El exterior, es el que delimitará la estructura exterior y el que soportará la base de listones
alternos.
Después del primer día de trabajo, empieza la tediosa labor de pintar una a una todas las piezas. Primero 2
capas de protector antipudrición para la madera y luego pintura acrílica blanca a poro abierto:
Aquí no hay ni la mitad de la madera. Se puede imaginar el trabajo de pintar una a una cada pieza, varias
capas. Paciencia. La radio al lado, el taburete para no cansarse y poco a poco ir haciendo:
Mientras tanto vamos haciendo pruebas de cómo va a quedar la base:
Así es cómo tiene que quedar:
Una vez pintada, encolada y clavada ya tenemos terminada la base sobre la que se sustentará toda la
garita:
Podemos ver su doble suelo alistonado alterno por la parte frontal:
Desde la esquina:
Y desde el lateral:
Detalle del alistonado alterno:
Empezamos a ensamblar la primera de las paredes exteriores:
Y seguimos pintando:
Detalle del ensamblado de una de las paredes interiores. Vemos que las lamas van mechadas y
ensambladas en los orificios que hemos practicado en los listones laterales. Primero las insertamos todas
en uno de los listones:
Luego cogemos el otro listón lateral y vamos insertando las mechas encoladas de cada una de las lamas en
su respectivo orificio:
Damos unos golpecitos para que entren las lamas en los orificios:
Y comprobamos finalmente que todas las mechas están dentro:
La pared izquierda ya está terminada. Hacemos una prueba de cómo queda el ensamblaje, sin encolar
todavía, de la pared derecha y del fondo:
Vista desde el lado trasero, con la puerta colocada (en segundo plano) para probar que se ajustan las
medidas:
Y seguimos pintando... Hasta mi sobrinito me ayudó:
Paredes laterales ya ensambladas definitivamente y pintadas:
Prueba con la puerta ya encolada y terminada:
Prueba antes del ensamblaje con el fondo, el techo y la chimenea:
En este momento nos planteamos el tema de si el techo superior tenía que ser de madera o de otro
material. Al mismo tiempo teníamos que decidir si la chimenea tenía que salir por la parte superior o, por el
contrario, quedarse entre los dos techos. Finalmente decidimos que sería de madera, ya que nos parecía el
mejor material. Escogimos un tablero de DM de 1 cm. de ancho, suficientemente grueso como para no
doblarse ya que su medida es de 110X90 cm.
El tema de la chimenea decidimos finalmente que se quedaría entre los dos techos, ya que por experiencia
sé que entraría agua a la mínima que lloviera con un poco de viento. El tiro de la chimenea no se resentirá ya
que el aire que suba por ella se escapa ya que el techo es inclinado.
Cuando empezamos a pensar el tema de la chimenea se nos ocurrió instalar en su interior un pequeño
motorcillo alimentado con energía solar que, unido a una pequeña hélice, nos permitiría asegurar el tiro de
la chimenea, precisamente cuando es más necesario, es decir, cuando le da el sol.
En la siguiente imagen podéis ver el “invento” antes de montarlo. La hélice la encontré en una casa de
aeromodelismo:
El motor en funcionamiento, alimentado por la pequeña placa solar de 1,5V y 500mA. La corriente de aire
que genera no afectará en nada a las medidas de temperatura ya que es bastante débil, pero suficiente para
que el aire circule por la chimenea:
Bueno, la garita ya estaba prácticamente terminada. Esta fotografía es de un mes antes de la “inauguración”.
Se ven las dobles persianas desmontables interiores y la puerta en primer plano:
Mientras tanto, encontramos una solución para sustentar el motor en la chimenea. Una varilla roscada
junto con una abrazadera para el motor. Éste va montado con la hélice en la parte inferior para que el
despreciable calor que pueda desprender sea aspirado fuera de la chimenea por el propio aire que genera:
Aquí podéis ver como ha quedado finalmente el montaje del motor en la chimenea:
Los últimos detalles de la garita se van concretando. Detalle de los imanes que sujetan la persiana interior
izquierda:
Ahora, aparte de poner el techo con la chimenea y el techo superior, solo faltaba tapar las juntas entre las
lamas y los listones para que quedaran perfectamente ensambladas todas las piezas. Esto que parecía que
sería rápido me llevó casi 3 semanas debido a que la selladora que utilicé era de color marrón y manchó
bastante la madera, así que tuve que pintar de nuevo toda la garita como mínimo con 2 capas más. Será por
pintura. Excepto el suelo, que “sólo” lleva 2 capas de pintura blanca (aparte de las 2 del barniz antipudrición),
el resto de la garita lleva como mínimo 4 o 5 capas de pintura:
Mientras tanto, la vieja garita parece pedir a gritos su relevo:
Realmente su estado es lamentable. Al “extraerla” de su base prácticamente se desmoronó. Aquí se puede
ver el suelo descompuesto de conglomerado:
Por su parte trasera la pudrición del conglomerado ha afectado incluso a los pilares. Aunque mi intención
era conservarla o regalarla, no tiene solución. Con profunda tristeza, tendrá que ir directamente al vertedero:
Como recuerdo de la que fue mi primera garita, al menos he podido aprovechar su soporte metálico.
Después de un par de capas de pintura, lo preparo para la nueva garita nivelándolo y anclándolo de nuevo con
cemento al suelo ya que he cambiado su posición. Antes, la puerta de la garita estaba orientada al SE ya que
esa es la orientación de la terraza. Ahora he dispuesto el soporte paralelo a la barandilla de la terraza de
manera que la puerta se abrirá hacia el NE. No es el norte geográfico exacto pero creo que es suficiente para
que el sol no entre en el interior cuando abra la puerta.
Imagen del soporte en el proceso de nivelamiento:
Y sigo tapando juntas:
Entre junta y junta aprovecho para colocar la chimenea en su lugar y sellarla con silicona:
Una vez acabada la tarea de sellar las juntas y repintar la garita, instalo el techo principal y lo sello también
con silicona:
Aprovechando unas lamas y listones que habían sobrado, hemos montado un soporte para los
instrumentos para no tener que poner ganchos en el interior de la garita:
Y por fin llega el gran día. Antes de instalar la garita en la terraza, montamos la puerta y su pestillo:
Como si fuésemos “cirujanos gariteros”, para no manchar la garita, que tanto ha costado de pintar,
trabajamos con guantes:
Y por fin. 22 de mayo de 2004. INAUGURAMOS LA NUEVA GARITA. Instalamos la garita en su soporte,
montamos el techo superior y lista para cortar la cinta. Que ilusión:
Salud y larga vida a la nueva garita:
Los primeros “instrumentos” instalados en la garita: el termómetro de máxima, el termómetro de mínima y
el evaporímetro. La “máxima” fue de 3 copas, la “mínima” 1 copa y el evaporímetro “evaporó” todo el cava
perfectamente:
La doble persiana desmontable tal y cómo va dispuesta en el interior de la garita:
Y ya instalada en el interior, con el soporte para los instrumentos:
Detalle de la doble persiana derecha:
El interior:
La puerta:
Vista del lateral:
El suelo de listones alternados:
Imponente:
Mi estación meteorológica al completo: la garita, a su izquierda el Hellmann, a su derecha el
pluviómetro de la Davis, y arriba a la derecha la veleta de forja y en su mástil la veleta y anemo de la
Davis:
¿Dónde está Wally? Hasta desde la calle se ve:
Y la nueva garita empieza a “trabajar”:
Para finalizar, hemos instalado la placa solar que alimenta el “extractor solar” de la chimenea.
Hemos estado pensando un sistema adecuado para colocar la placa solar de tal manera que pudiéramos
orientarla en los ejes X e Y para conseguir captar la luz del sol con la máxima eficiencia posible. Sabíamos
el mecanismo que queríamos, el que utilizan los espejos retrovisores de los coches, pero no se nos ocurrió
nada parecido y más barato. Al final hemos optado precisamente por esto. Hemos utilizado un espejo
retrovisor interno de coche y encima, con unas bridas de plástico, hemos puesto la placa solar. La placa
siempre estará orientada al sur, pero dependiendo de si estamos en verano o en invierno, podemos darle más
o menos inclinación (azimut) para aprovechar al máximo la radiación solar.
Detalle del “retrovisor solar” con la placa unida con un par de bridas de plástico:
Hemos montado el “retrovisor solar” en el mástil de madera dónde también he instalado un “viejo”
pluviómetro electrónico de la marca Rain-O-Matic, que no utilizaba desde hacía tiempo, y que he rescatado
por su eficiencia y sencillez de funcionamiento, aunque su sensibilidad sea sólo de 1mm:
Detalle del mástil, con el pluviómetro electrónico y la placa solar, con la inclinación adecuada:
Habiendo acabado ya el trabajo de construcción de la garita en sí misma, faltaba todavía instalar en su interior
los instrumentos que tenía. Para el psicrómetro, decidí cambiar el soporte por uno más pequeño y de madera
ya que el anterior estaba bastante deteriorado. Aproveché el viejo termómetro de Catalunya Ràdio que he
mostrado anteriormente como nuevo soporte:
En un “Todo a 100” he comprado un “tupper” pequeño que me sirve, atornillado a la base con dos tornillos,
como depósito de agua del termómetro húmedo. Se puede ver también en esta imagen el estado del viejo
soporte del psicrómetro. Todo lo que sea de metal y no esté bien protegido acaba oxidándose con el tiempo, y
más si está en contacto con el agua:
Los instrumentos ya finalmente instalados en la garita. De izquierda a derecha: la probeta del Hellmann de
120 mm, el termómetro de máxima y mínima de mercurio (muy preciso), las tablas psicrométricas, el
psicrómetro en su nuevo soporte, el contador del pluviómetro electrónico Rain-O-Matic, dos sensores T/H de
Oregon Scientific, el sensor T/H de la Davis, y la botella de agua destilada para el psicrómetro.
Conclusión
Después del trabajo que ha costado la construcción de ésta garita, ha merecido la pena. Hemos disfrutado
viendo cómo iba tomando forma y cómo las piezas iban encajando según teníamos previsto. Sabemos que es
una garita bien hecha y de larga duración, por los materiales que hemos utilizado y la construcción en sí
misma. El salto de calidad respecto a la vieja garita que tenía es importante. En los primeros días después de
la instalación y comparando las lecturas entre la nueva garita y la vieja, que todavía conservo para comparar
los datos, las diferencias de temperatura son realmente sorprendentes, de hasta 3ºC en las horas de máxima
insolación, mientras que por la noche se igualan. Realmente, la incorporación de la doble persiana, la
chimenea, el techo superior de madera y no de plástico y el suelo listonado, como indica la OMM, tiene que
notarse de alguna manera y este ejemplo es espectacular.
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