El cuerpo como espacio de lo político y de las prácticas de poder

Transcripción

El cuerpo como espacio de lo político y de las prácticas de poder
ISBN-13: 978-987-27772-2-5
Titulo: Actas del I Encuentro Latinoamericano de Investigadores sobre Cuerpos y Corporalidades
en las Culturas
Editorial: Investigaciones en Artes Escénicas y Performáticas
Edición: 1a Ed.
Fecha publicación: 8/2012
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported.
Primer Encuentro Latinoamericano de Investigadores sobre Cuerpos y Corporalidades
en las Culturas
Ponencia: Cuerpo Cultura, Cuerpo Escultura
Ponente: Olga Parra Benavides
Atuendo Calima, Colección del Museo del Oro
Abstract: Cuerpo Cultura, Cuerpo Escultura es una reflexión alrededor del cuerpo,
como herramienta de expresión y reproducción de creencias y religiosidades, tomando
como punto de partida la colección de orfebrería precolombina del Museo del Oro de
Bogotá. Con este propósito, un grupo de estudiantes de las Escuelas de Joyería del
SENA, Bogotá y del Instituto de Arte y Diseño de la Universidad de la Ciudad de
Birmingham, Inglaterra, volvieron su mirada hacia los adornos corporales y su
función simbólica para redescubrir el cuerpo en estrecha relación con su capacidad
performativa, ritual y transformadora. El resultado de esta reflexión son piezas
contemporáneas de adorno personal que rescatan el papel activo del cuerpo ataviado
en la recreación de rituales y religiosidades.
Cuerpo Cultura
La colección de orfebrería del Museo del Oro de Bogotá exhibe piezas de adorno
personal elaboradas por las sociedades prehispánicas del actual territorio colombiano.
Narigueras, pectorales, diademas, colgantes, adornos para las orejas, labios y organos
sexuales, así como diversas prácticas de modificación del cuerpo, como la pintura
corporal, la depilación, la modelación y las perforaciones muestran el énfasis que
éstas sociedades le hacían al cuerpo.
El oro, en las sociedades prehispánicas, no estaba asociado a la acumulación de
riqueza o estatus económico. Sin embargo, su uso estaba restringido a los líderes
religiosos y políticos, quienes desarrollaron una tecnología de los metales aplicada a
la elaboración de atuendos con fines rituales y así garantizar su permanencia en el
poder. El oro tenía entonces, un carácter simbólico que legitimaba la existencia del
líder.
La maleabilidad, color y brillo incorruptible del material hicieron posible la
representación de la capacidad creadora y fecundadora del sol como generador de
vida, regulador de las cosechas y las ceremonias rituales y construyendo una estética
del brillo: El cuerpo dorado del líder o chamán era percibido como la personificación
del sol.
Los atuendos transformaban la apariencia de quien los portaba y la percepción de
quien los admiraba, desdibujando así los límites entre la realidad y la representación,
entre lo tangible y lo fantástico. Se trata de adornos corporales con una clara función
performativa, pensados para comunicar ideas e ideologías a través de un lenguaje de
experiencias multisensoriales.
Placas móviles, discos y cilindros que cuelgan de los adornos produciendo sonidos y
destellos de luz cuando el cuerpo entra en movimiento ofrecen un dialogo
multisensorial con el espectador: Imaginemos además el cuerpo ataviado,
contemplado a la luz directa del sol o en bailes alrededor del fuego.
Figura antropomorfa ataviada, Colección del Museo del Oro
Muchas de las piezas de orfebrería corresponden a figuras antropomorfas, zoomorfas
y antropozoomorfas, en las cuales no se observa una clara diferenciación entre
personas, animales o plantas, ya que muchas cosmovisiones prehispánicas entienden a
los seres vivos como diferentes tipos de gente, cada uno con un espíritu. Figuras de
hombres-murciélago, hombres-rana, hombres-jaguar presentan cada uno diferentes
atributos y formas de entender el mundo.
Es el cuerpo el que determina esta forma particular de ver el mundo y es el cuerpo
ataviado, adornado con plumas, pintura corporal y objetos de oro, el que transforma la
perspectiva ante el mundo. Los atuendos de animales, ancestros y espíritus de la
naturaleza conferían a quien los portaba las capacidades y características físicas de los
animales que representaban: la fiereza del jaguar, la orientación del murciélago.
Transformados así en el cuerpo del animal, la persona ataviada podía ver el mundo
como ave, reptil o felino y tenía acceso a otras dimensiones, temporalidades y
realidades. Los hombres-ave podían volar y cazar, adquirían una visión muy aguda y
destreza. Con la ayuda de alucinógenos, el cuerpo ataviado del líder o chamán entra
en movimiento, actos performativos y rituales estableciendo una dinámica social para
la preservación de creencias, normas y tradiciones y cuyo fin político es el control del
poder y del conocimiento adquirido.
Las sociedades prehispánicas encontraron en el cuerpo ataviado una rica metáfora de
orden/desorden social, que posibilitó un pensamiento recíproco de las construcciones
culturales a través del cuerpo y del cuerpo a través de lo cultural. El cuerpo,
mediante el ritual y el simbolismo del atuendo, establecía orden social y cultural, y
más que representar este orden social, producía experiencias y emociones durante el
ritual, el cual, podía ser transformado para resolver peligros, amenazas y riesgos al
control del poder dentro del grupo social.
El cuerpo ritual entonces, ordena la estructura social, centraliza el poder, establece
jerarquías y diferenciación social y funciona por medio del símbolo como cuerpo
político.
El atuendo prehispánico nos muestra como el cuerpo era el instrumento natural y
primario a partir del cual se definieron una serie de movimientos, posturas y formas
que dieron origen a los rituales y que fueron probablemente aprendidos o adquiridos
por transmisión de conocimiento para cumplir con una función política. Se trata de
establecer por medio de las creencias relaciones de poder, resolver conflictos, crear
conciencia y control de la existencia de jerarquías sociales y de una diferencia entre lo
sagrado y lo profano.
Cuerpo Escultura
En el contexto de la orfebrería de las sociedades prehispánicas de la colección del
Museo del Oro, el cuerpo es entendido como un actor cultural, una estructura a partir
de la cual se construyen y se reproducen rituales y religiosidades por medio de signos
y símbolos compartidos. El líder definía su capacidad de agencia a partir de su propio
cuerpo, ataviado para comunicar los mensajes y las explicaciones del mundo, sus
orígenes y sus relaciones y para representar las creencias colectivas y materializar la
identidad de pertenencia al grupo social. El cuerpo entonces, como construcción
social constituía un sujeto/imagen, un cuerpo central en el que confluían los
imaginarios colectivos. Este sujeto/imagen se puede considerar como un documento
portador de identidad, memoria y territorio de un pueblo, en el que se registran los
imaginarios que dan vida a sus creencias y la construcción de sus estructuras sociales.
El atuendo prehispánico, sin embargo, no es solamente visual, es una experiencia
multisensorial que era vivida y no solamente representada, ya que conectaba las
emociones y percepciones de los espectadores configurando así un cuerpo escultura y
portador de cultura.
Teniendo este análisis en mente, un grupo de estudiantes de las Escuelas de Joyería
del SENA, Bogotá y del Instituto de Arte y Diseño de la Universidad de la Ciudad de
Birmingham, Inglaterra, volvieron su mirada hacia los adornos corporales y su
función simbólica para redescubrir el cuerpo en estrecha relación con su capacidad
performativa, ritual y transformadora. El resultado de esta reflexión son piezas
contemporáneas de adorno personal que rescatan el papel activo del cuerpo ataviado
en la recreación de rituales y religiosidades.
Imágenes del proyecto “Transformando el Brillo” Bogotá-Birmingham 2011, piezas de atuendo para la
recreación de rituales contemporáneos.
Los estudiantes colombianos e ingleses se preguntaron: ¿cómo podemos crear puentes
entre los objetos prehispánicos y la joyería contemporánea?¿Cuáles son mis propios
rituales o ceremonias actuales y cuáles pueden ser los atuendos que transmitan su
experiencia y los representen? Los resultados de este proyecto son piezas únicas,
llenas de simbolismo, alrededor de rituales contemporáneos como salir al campo los
fines de semana, tomar café con los amigos, volver a casa en vacaciones, ir al cine y
celebrar la Navidad, los quince años etc.
Las piezas contemporáneas muestran la desacralización de los rituales y la
sacralización del cuerpo. En la sociedad contemporánea los rituales se construyen y se
reproducen en forma individual y se da importancia a la experiencia individual. Los
rituales representados expresan un orden personal.
El cuerpo ataviado muestra el contexto del ritual individual, expresa un espacio, un
tiempo, un gesto y comunica información de la sociedad a la que pertenece,
ofreciendo un vínculo entre el cuerpo y las creencias.
Bibliografía
Dolmatoff, Reichel
Orfebrería y Chamanismo: Un estudio iconográfico del Museo del Oro. Editorial Colina, Medellín,
1989.
Nicholson, H. B. (editor)
Origins of Religious Art and lconography in Preclassic Mesoamerica. Latin American Center,
University. 1976.
Plazas de Nieto, Clemencia & Ana María Falchetti de Sáenz
La orfebrería prehispánica de Colombia. Museo del Oro, Banca de la República, Bogotá. 1983.
Plazas, Clemencia & Ana María Falchetti
Cultural Patterns in the Prehispanic Goldwork of Colombia. En: Janes, 1985.
Williams, Simon J. y Bendelow Gillian
The lived Body. Sociological Themes, Embodied Issues. Routledge, London, 1998.

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