textos de canciones
Transcripción
textos de canciones
CD: “La plaza del dos de mayo” El album de fotos Mirando con un compañero el album de fotos verde momentos vividos, tantos momentos de México a S. Francisco. San Francisco con tranvías amarillos montados adentro como en Tio Vivo. Y el mismo México grande y querido descansando en su plaza del casco antiguo. Fotos de sonrisas mordiendo marisco en la Martinica, en Belice y en las Antillas. Fotos bebiendo Ron en los coches antiguos esos guaguas ruidosos de la Habana amiga. Estribillo: Ay, el tiempo, adorable tiempo vivido cuánto te echo de menos si el recuerdo miro. (bis) Mirando con mi compañero un album de fotos verde momentos vividos, tantos momentos de Venecia a San Marino. San Marino, visitamos su castillo trepando la cuesta de los Apeninos. Y en el carnaval de la linda Venecia bailando en San Marcos con una careta. Fotos sonrientes con los combatientes marineros de otra parte de otro continente. Fotos de postales de aquellos mundiales fotos de mi tio con bigote y traje. Estribillo: Ay, el tiempo, adorable tiempo vivido cuánto te echo de menos si el recuerdo miro. (bis) Cerveza I. Huele a cerveza la parte trasera de la furgoneta que a Francia me lleva tumbado diviso laderas desiertas reparto la manta y duermo la siesta. II. Huele a cerveza el vagón de tercera del tren que me lleva camino de Suecia trepo a la litera destapo botellas y espero la hora en la que amanezca. III. Huele a cerveza de Irlanda a Inglaterra de Escocia a Noruega de Armenia a Eslovenia se venden botellas de fina etiqueta reserva selecta de pinta y de negra. IV. Huele a cerveza la nube violeta del cielo acuarela que pinta la escena tumbado en la hierba desciende la noche que pronto se pone bordada de estrellas. V. Huele a cerveza la vieja doncella que trae la ribera del río del Sena contando monedas recauda la hacienda el trago de absenta dispara su quiebra. VI. Huele a cerveza la vida bohemia de Europa la vieja de Hamburgo hasta Viena de Berna a Valencia en casa de Hermans después de la cena brindamos con ella. Pier Paolo La sera ancora era dolce quando lavoraba piena di stelle e di luna la notte aspettava i suoi piedi nudi vanno per la strada per compagnia la sua belleza per compagnia la sua intelligenza. La sera susurra un vento dolce e amoroso mentre il popolo grida e prega pauroso: “Caro donno, il domani e rosso caro donno, poeta del mondo. Cari abitanti della citta di Roma portare atraverso il mare il suo nomignolo: Pier Paolo, Pier Paolo Pier Paolo il gran Bombarolo Pier Paolo, Pier Paolo Pier Paolo, il gran Bombarolo. Cómo me gustaría Cómo me gustaría siempre abrir tu piel y ser lo que tú sientes ver lo que tú alcanzas limpiaría sueños olvidados miedos que apagan la inocencia yo taparía de montañas de oro tus penas y las dormiría. Cómo me gustaría a veces abrir tu piel llegar hasta tu frente mirar la noche en calma llevaría tus besos en el aire cantando el perfume de tus labios yo bajaría mi hombro cargado de penas y las dormiría. Y hay días que me gustaría abrir tu piel coger lo que tú tienes alzarlo con mis manos… Yo taparía de montañas de oro tus penas y las dormiría. Mi vecina Sé con certeza que mi vecina es la droga fuerte de mi vida. Mejor que el rock mejor que el vino de cosecha acompañado con porros y cerveza. Desconcierta como el viento anaranjado en primavera las fumadas de María ¡ay, mi vecina! En mi casa, en la universidad en la academia de inglés es mi vecina la droga fuerte de mi vida. El sábado al anochecer veo Informe Semanal: Chabolistas sin chabola el lazo azul que está de moda princesas sin amor al político en prisión y a mi vecina la listilla con su novio en la cocina haciendo felonías y yo, y yo arriba tengo que hacerme una de las mías Ay, Dios, cómo es la vida unos joden y otros miran. Las abuelas Cosen las abuelas moviendo la rueda pisan al pedal de la máquina manual. Le dan con el pie calzan zapatillas negras cosen las abuelas cuando quiere amanecer. Remiendan con la tela pantalones de los nietos camisones de la nieta jersecitos del bisnieto la falda azul marina de la hija de otra hija tricotatricoté cosen las abuelas en las máquinas antiguas de coser. Bordan las abuelas flores en floreros tallos de sarmiento con la forma del viñedo. Van sacando el hilo negro del redondo costurero que de mimbre recubierto reluce junto al fuego. Con un hilo algo más grueso bordan ornamentos los escudos y los pétalos los pájaros o el viento. La sisa de camisas el roto de otro siete o recambian un carrete sacando las anillas. Zurcen las abuelas almohadas y manteles sayas y mantillas rematan con puntilla. Zurcen las abuelas vestidas de negro junto al fuego dan consejas sabias a los nietos. El cabello es blanco o negro en un moño o también suelto tejen las abuelas toda la labor del tiempo. Cosen las abuelas penélopes sin ciencia pisan al pedal de la máquina manual. Le dan con el pie calzan zapatillas negras cosen las abuelas cuando quiere anochecer. La chica de ojos verdes Tiene esta chica grandes ojos que parece que me dicen que ellos son la libertad fuertes manos que levantan la cerveza que tomamos en el bar. Tiene esta chica el pelo tan rizado como el rayo de tormenta que estallara frente al mar va dejando en el asfalto alo mágico de maga que uno intenta recordar. Pasea la primavera por el parque de Luxemburgo entre arbustos cuyos nombres inventamos al pasar viene un aire que le arquea la mirada hacia el estanque donde barquitos de vela se distraen con navegar. Si de súbito se para con el haz de la mirada me propone cambiar la sociedad yo me río la persigo al final siempre lo mismo: “Vamos a un café a charlar… Que si piensas tienes frío es mejor llevarte a un sitio no te creas un soldado porque vivas por el metro Stalingrad.” Si me dice ingenuamente: “Cómo puedes saber tanto cómo haces esas cosas que a mí me cuesta lograr.” yo me río la persigo al final siempre lo mismo: “No me quieras imitar… Eres chica yo soy chico diferencia los caminos que se llevan como pueden en un mundo cada vez más informal.” -Pero mira cómo llueve venga vámonos a casa que nos vamos a mojar-. Saint Germain Fantasía verde este París de Saint Germain en primavera con las boutiques de ropa llenas una tras otra como en hileras. Tras de los cristales se pinta un gran color barato y suave la gama del fusia al granate tras de la luna de escaparates. Como si en un cuento parece adivinar perfume rosa que va saliendo de la compra que las mujeres llevan en bolsas. Canto y voy con ella por todo Saint Germain miramos juntos anuncios que en las carteleras en Canne presentan el festival. Venden los kioskos un journal dominical que nos recuerda la vida que a todos aprieta la cigarrera de Saint Germain. Sigo caminando derecho a contemplar la alegre noria el pico amarillo de la concordia que abre la puerta del boulevard. Techos de pizarra y al final…, la catedral de torres blancas que va subiendo el cielo abierto abierto el cielo de Saint Germain. Y por fin El Sena que baja torrencial todo inundado cayeron lluvias todo el año en un París sentimental. Qué de silencios Qué de silencios desaprovechados en la vida cómo nos hacemos voces ecos y voces ecos y voces. Quién tuviera el don de ser callado de ser callado de ser un buen olvido sin más un buen olvido. Te convido a ti y al que no veo a callar a ser silencio sin fin a ser silencio. El silencio impone silencio sed silenciosos sed silenciosos que lo bello del canto es su silencio ¡bellísimo encanto! CD : « Alas Rotas » La mujer que buscamos La mujer que buscamos pudiera ser que fuera el revés de lo que soñamos. La mujer que buscamos pudiera ser el falso reclamo de lo que llamamos. La mujer que buscamos pudiera ser el sueño que nunca tendremos a mano. La mujer que buscamos pudiera ser el doble de noble de lo que esperamos. La mujer que buscamos debe abrazarnos con todo el cariño que necesitamos. La mujer que buscamos debe besarnos igual de despacio que pasan los años. La mujer que buscamos debe cantar y un día admirar los altos tejados. La mujer que encontramos es como es no como nosotros nos la imaginamos. El marinero El marinero al que yo canto vive en la tierra lejos del mar. De marinero en otro tiempo tuvo en su mano la sal del mar. El marinero al que yo canto no tiene barco ni capitán. En otro tiempo de marinero tuvo en el pecho el sol del mar. El marinero de quien os hablo duerme a la sombra de un encinar. Planta su puño al sol de junio cuando se pone a recordar. Infla su cuello de trompetero y se protege su talismán. Entonces arde toda la tarde entre los árboles del encinar. La clara brisa ultramarina de mediodía le hace cantar: « Canta marino canta conmigo sonidos viejos sones de mar. En el océano de mi desierto ponte tu gorra de capitán » Don Ramiro Don Ramiro el marinero junto al caladero sueña este cantar: « Blanca Cádiz marinera tierra de caletas de la claridad » « Agua dulce de la vega mi barca no lleva que es toda de sal » Don camilo el carpintero junto a sus maderos piensa este cantar: « Pinos verdes de la sierra tienen la madera para trabajar » « Altos pinos de los valles que saben verdades de mi libertad » Don Emilio el panadero junto a sus horneros dice este cantar: « Pan de torta al peregrino le alegra el camino de la soledad » « Vino y queso a tu vecino pero a tus amigos trozos de mi pan » Don jacinto el tabernero junto a sus calderos canta este cantar: « Dice la vieja borracha que el buen vino empacha pero hace bailar » « Como los vinos mejores los viejos amores nunca olvidarás » Refrain : La, la, la, lalalalá la,la, la lalalaá..... Lisboa Todas las penas van Lisboa como tus noches, al mar. Por tus ruas en piedra bajan colores desde San Jorge huele a salobre de pescadores hasta tu mar que es todo azul, Lisboa. Por tus callejas viejas resbalan flores a tus balcones asomarán canciones que son tu encanto desde Do Carmo al mar que es todo azul, Lisboa. Sabías tú, Lisboa que tus tranvías atravesando la vida antigua del Bairro Alto o del Chiado incendiado bajan al mar de allí a las Azores van a descargar -como velerosla fuerza del verso de este poema, Lisboa. Sabías tú, Lisboa que tus mujeres en suaves atardeceres tejen el sueño del hombre sin nombre -rumor de bronceque a las Azores va a descargar -cual marinerola arena del verso de este poema, Lisboa. Estribillo : Lisboa, Lisboa, Lisboa Lisboa, Lisboa, Lisboa… Con el último licor Lisboa sube la luna aguda y al poco la niebla al sol vuelve a bajar desde L´Alfama hasta el mar... Crear ¿Crear? Crear significa soñar hacer de la nada un ramo de flores un ramo de amores. Crear es ofrecer una lluvia de palabras olvidar los pensamientos los malos pensamientos que nos abrasan. Crear es creerse hacer un tren cargado de regalos un tren de mercancías que se va se va, se va… ¿Crear? Crear significa soñar hacer crecer la llama poner fuego a la llama de las cosas inanimadas. Crear es creerse el imposible sueño trabajar el tiempo justo las horas que son nuestras llevar la voluntad al ideal allá, allá… Crear es mirar la catedral mirarla a media noche porque toca aquella noche pasear. Crear significa soñar es verse aquí pasar pasar así sin gloria nada más y amar, amar… María María, María, María te dije: “nunca des el corazón no ves que hacen con él retal de telas para vender y no tienes después con qué tapar tus penas » María tiene la boca roja tiene una boca preciosa pasea esa perla-boca por la ciudad que le nombra. María tiene rosa la cara la piel parece la escarcha su pelo va suelto al viento lo mueve igual que una garza. Luce María sin que se note su cuello largo de bronce al verla todos los hombres comentan por los balcones: « María, María, María ven a animar la cantina a cantar, reir, bailar » María lleva la falda larga rebeca negra de lana zapatos de suela plana y blusa fina de holanda. Sabe María todas las cosas si el viento cuenta las hojas del parque cuando la tarde deshace lentas las horas. Baila María como una loca cuando el amor se desboca le quiere tanto a su novio como la yegua a su potro. María, María, María qué suerte tienen los días de verte a ti, a ti, a ti. Maravilloso Maravilloso salir del trabajo y saber que estás allí esperando mi canción que te canto cuando atardece en París. Maravilloso sentir el abrazo apasionado de ti. Maravilloso coger tan temprano cada mañana ese tren vienes al mismo trabajo en el aire suena la frase je t'aime. Maravilloso saber tan temprano que te he de volver a ver. Hace un momento te vi trabajando ahora a lo lejos huir te cogeré por sorpresa en el aire sin darte tiempo a reir. Maravilloso sentir tu presencia como la flor de un jardín. Te cogeré un ramo verde para siempre enamorado de ti. Cada mañana que vengo al trabajo vigilo y velo por ti guardo un momento del día para verte con tus alumnos salir. Cada mañana entreabro mi ventana para escucharte pasar entre la gente cantando susurrando una canción por la paz. Maravilloso saber tan temprano que te he de volver a ver. Si el amor Si el amor viene a buscarme si el amor viene a buscarme miraré de buena gana a la luz que se desangra en la tarde colorada. Si el amor viene a buscarme si el amor viene a buscarme claro que subo descalzo sobre el banco de la plaza a cantar una balada. Ya te aviso que el cantante ya te aviso que un cantante pone el pundonor y el arte pone la vida delante cuando el corazón le late. No te pienses que te pongo la mirada vacilante que pa’ ser más elegante pongo el ojo vigilante pongo el ojo en otra parte. Si el amor viene a buscarme si el amor viene a buscarme CD: “Madrid- Bruxelles” La Psicodelia I. Era el tiempo de la psicodelia era el tiempo de la sinvergüenza era el tiempo de maduros duros de chulos tatuados en las tetas. Las camisas eran de colores de color todas igual era el sueño imitar a quien tuviera la actitud hipervital. II. Era el tiempo de los multienfoques era el tiempo de los multiroces era el tiempo de las expresiones: « No te obsesiones no me des mucho la brasa y no me comas la oreja que me mareas ». Hubo un brote de las epidemias la gripe la primera todo el mundo para huir de sus problemas a taichi a yoga o a la discoteca. III. Era el tiempo donde se soñaba con coger el Ave hasta Sevilla por bajar a Cádiz a la playa de Bolonia y de paso a las playas de Almería. Psicodelia la de Noelia tatuada en el culete y pensando en el morbo que eso tiene tatuada hacia dentro del muslete. IV. Se charlaba juntos en terrazas las baldosas con el sol brillaban se comía sano con especias raras con pan untado en queso parmesano. Alpargatas espartanas barbas griegas o ligeras las mujeres por llegar a presidentas se apuntaban a academias y los finde al Fnac o a la filmoteca. V. Se oficiaba un arte en espiral conceptos en horizontal espacios amplios el salón cuadrado y la cama en octogonal. Las paredes eran de colores de frambuesa, azul o beige en la plaza General Vara de Rey Tintín o El Bosco mezclados en los cromos y acrílico soporte el de vinilo en casa de Miguel ¡qué bien qué bien! VI. Era el tiempo de la psicodelia era el tiempo de la sinvergüenza era un tiempo de maduros duros de chulos tatuados en las tetas fin de una era de movida madrileña. Marusella Quién regalara la luz por un beso. Quién regalara el amor por un sueño. Nadie más que Marusella ríndete, ve con ella y cántale una canción. Vive en un desván de Bruselas allí, sueña con Juan bajo filtros de hierba muy buena. Cuando Rossignol llama a la puerta abre en camisón enseñando el pezón que se deja entrever a través de la seda ya vieja. Si su gran amor no regresa sube a los balcones como la hiedra en la piedra. Nadie más que Marusella ríndete, ve con ella y cántale una canción. La sin luna noche de luna nueva pasa tan revuelta que el aire fino le espera. Para que su olor de princesa corra a tutiplén y perfume Etterbeck, Anderlecht, Molenbeeck y la plaza mayor de Bruxelles. Si su gran amor no regresa sube a los balcones como la hiedra en la piedra. Nadie más que Marusella ríndete, ve con ella y cántale una canción. Vamos a hablar Vamos a hablar, tenemos que hablar todo tiene que hablarse para poder descansar más tarde. Me gustaría tanto tenerte en mi cuarto como antes para poder cantarte. Vamos a hablar, tenemos que hablar todo tiene que hablarse. Nos contaremos tanto, como antes, aventuras y curiosidades bajo la vela encendida y tú tranquila, tú tranquila : Vamos a hablar, tenemos que hablar todo tiene que hablarse. No me digas que todo se ha acabado que la llama se ha apagado lo que pasa es que en el amor no estás acostumbrada te llevo la ventaja de ser más grande si es que soy como un gigante. Vamos a hablar, tenemos que hablar todo tiene que hablarse. Yo te susurraré aquello que sentimos al lado del camino hay que ser fuerte la llama enciende si dos se quieren no me digas que en esta plaza no se bebe se bebe dos veces y se bebe muchas más si dos se quieren tú me das tranquilidad y yo te doy que hablar : Vamos a hablar, tenemos que hablar todo tiene que hablarse. La ventana La ventana indiscreta es el ojo que cuenta lo que pasa o pasea por las grises aceras los días de feria. La ventana condena con un ojo de obscena al amante que besa y que no es tan sensato como ella quisiera. La ventana recuerda pequeñas colmenas son abejas la boca de las pobres abuelas que o roncan o rezan. La ventana nos tienta a mirar hacia afuera a soñar con un sueño que la tarde ha dejado colgado en el cielo. La ventana batalla con la ronca tormenta con la nieve que el viento arrastra con fuerza contra el marco de piedra. La ventana se esconde de la pálida niebla de los niños que corren detrás de algún gato tirándole piedras. La ventana no habla no se mueve está quieta es ojo de vieja que arriba sentado vigila y observa. La ventana te invita a mirar las estrellas mirarlas colgadas del cielo sin fondo que extiende su lengua. La ventana te ofrece de la noche bohemia mujeres dormidas que lánguidas sueñan tras encajes de seda. La ventana indiscreta es el ojo que cuenta lo que pasa o pasea por las mudas aceras los días de feria. Oledilé Oledilé Mombelé Kolinga Nayo Natamí Senamí Natamí Senamí Mongongo Nayo Mongongo Nayo Solo Nayoki Mongongo Nayo Mongongo Nayo Solo Nayoki Oledilé Mombelé Kolinga Nayo... Ana María Ana María fue Ana María es flor del día y sol. Si duerme reparte luz entre las cosas con su silencio atrapa el débil canto del aire. Viene, va y sobrevive con un tiempo lejano y ninguna primavera escapa a sus encantos. Si su larga mano atrapa cualquier ritmo al viento palmea el ritmo en el tacto de la palma de su mano. Ana María bailando parece un cuento gitano por el vuelo que levanta su cimbrear delicado. Ana María fue Ana María es. La madame vienesa Una madame vienesa lánguida suelta su chal. Abandonada hunde la cara sobre la almohada bordada en Nepal. El gato pardo junto a su mano duerme la siesta dominical. En la terraza los tíos hablan con invitados de la ciudad. Por la cocina bulle una taza de té que da la calma a la vida. En el salón suena el reloj medio dormilón... Y del salón por un ventanal se sale al mar. Esa madame vienesa tiene un velero en el mar. Enamorada / del camarada lleva un vestido /de seda de Amán. El gato pardo juega rodando grandes esferas de oro y coral. En la cubierta los dos se besan con la ternura que sube del mar. Por la cocina bulle la taza de té que le da calma a la vida. El capitán navega a babor medio dormilón... Y del salón por un ventanal se sale al mar. Una Madame vienesa sueña en su cama real. Abandonada hunde la cara sobre la almohada bordada en Nepal. Cornudo y corneado Me miraba una mañana fijamente en un espejo y en el claro de la frente me crecían unos cuernos sorprendiome la cornada de la enorme cornamenta larga y bien ramificada como cuernos de una cierva. Cornudo, corneado por estar siempre alelado. Cornudo, corneado por estar siempre alelado. Variada la cornamenta pitiricorta y picuda comenzada con conciencia acabada con soltura fabricada por la noche rematada por el día más parece una obra de oficio de orfebrería. Cornudo, corneado por estar siempre alelado. Cornudo, corneado por estar siempre alelado. Me decían mis vecinos que por pies tenía ganzúas que me estaba pareciendo a una cabra muy cabruna y en el muro de mi casa el perfil de mi figura parecía reflejado la silueta de la luna. Cornudo y corneado por estar siempre alelado. (bis) Con madera de mis cuernos fabricaba el carpintero bastidores de pintores balconadas de mil metros andamiajes para obreros taburetes pa’ el convento torretas de paradores y tejado a los sin techo. Cornudo, corneado por estar siempre alelado. (bis) Mis cuernos bien los hicieron artesanos extranjeros camaradas del colegio abogados y arquitectos artistas comprometidos niños guapos, atrevidos hasta el cura de mi barrio remató del cuerno el pico. Cornudo, corneado por estar siempre alelado. Cornudo, corneado por estar siempre alelado. La voz con son Lenta y conteniendo su interior por ser así su condición la voz con son nace en un hombre soñador. Crece paso a paso con la edad fortaleciendo la amistad la voz con son es mi primera profesión. Cubre con corsé la mocedad desparramando su verdad la voz con son es la coraza del cantor. Tiene tal tesón en la vejez al alcanzar la madurez la voz con son que es el bastón del luchador. Zúmbala y retumbará el balcón pasando al otro mirador la voz con son será el murmullo del amor. Siempre se la siente amenizar los barrios viejos de Amsterdam la voz con son es el buen ron del algún pintor. Lenta y desviando la intención sin ton ni son la voz con son de un español comenzará la rebelión en la región del corazón que cambiará la condición de aquel que escuche mi canción. ¡Tarátatá, tarátatá ! Liabas en tu mano / La caracola Liabas en tu mano el último cigarro de tabaco que nos había dado el último borracho de ese barrio. Tú con tus dedos largos alumbras el cigarro mientra yo te miro distanciado. Fumábamos despacio mirábamos tranquilos flotar el humo blanco en ese coche antiguo tuneado Refrán: “Susurré una caracola blanca toda de nacar a tu oído entretenido era mi cuento del mar.” Recogí una rama verde era retama del jardín de enfrente para poder mejor entretenerte. El cuento te evocaba la rama te picaba pero no, no te dejabas eras desconfiada hasta el final. (Refrán…) En la calle había gente caminantes de mañanas que a la falda de montaña iban a buscar la paz. El reloj de aquella torre daba las siete tú tenías que perderte porque tu padre te podía castigar me quedé con la retama de rama verde todavía conservada el “2 CV” lo tengo en foto de postal. (Refrán… ) Tengo en la cara tristeza Tengo en la cara tristeza me da por cantar. Cuando vengo del silencio de la catedral. Cantar mi vida tranquila junto al palmeral. Notar la brisa caliente que sube del mar. « Y allá va mi canto cógelo en tu pensamiento enciéndelo. » Tengo en la cara tristeza me da por cantar. Cuando paso por la iglesia de San Nicolás. Cantar la luz de tus ojos dentro del altar. Cantar la misa que dice el buen capellán. « Y allá va mi canto cógelo con tu pensamiento envuélvelo. » Quien traiga tristeza triste cantará. Tengo en la cara tristeza me da por cantar. Me da por cantar. Yo-yo Yo-Yo, la mañana se levanta sonrosada con campanas. En tu ausencia la brisa vuelve marinera calentando la hierba verde en la alameda no sé, si son tus ojos de lluvia pero en tu ausencia hay arreboles de carmín en S. Esteban. Por tu ausencia los hombres de la calle van perdiendo el encanto gris de otros inviernos no sé, si son tus ojos de lluvia fondo de perlas. Con tu ausencia la tarde esparce calma amarillenta y el patio aquel donde el amor vivía ayer, se seca, no ves eran tus ojos de lluvia -delicadísima ausencialos que al amante verdeaban la pureza los que al amante verdeaban la tristeza. En tu ausencia la piedra pide al viento tu presencia cuando la noche tan callada calla sin tu niebla, yo sé, que son tus ojos el mundo mago amable migo belga Dónde está la luna Dónde está la luna que me traiga, aunque sea de lejos, tu perfil para cantarte. Dónde está el encanto blanco de la luna. Dónde están tus veinte años que vengan a mis cuarenta con primaveras. Cual es el encanto, de tu boca, que calla cuando hablas. Porque ya no te imagino sino muy lejos y ese dichoso color de tu cuerpo blanco, como la luna, es que me invita a cantarte. Porque ya no te imagino sino muy lejos porqué, porqué tienes que marchar si sabes tú, que al fin y al cabo todo es nada todo es nada. Recitado : Te dejo escrito en unas frases hechas el dolor de la espera. Las hermosas visiones que tuve en mi conciencia cuando estuve tan solo. He luchado durante años contra el telar del tiempo tejiendo sin parar canciones en tu nombre para así no olvidar que existes todavía. CD: “juanGoa” Habanera del querubín Querubín quiero bajarte al mundo en este otoño que me he parado a pensar que si supieras cómo va el mundo desconsolado bajarías más. Querubín quiero sentirte cerca mirar contigo la paramera nevada poner un rezo junto a la nube que vuela lejos hacia la ciudad. Querubín quiero salirte al paso para que veas la vida a flor de piel completo el llanto repleto el canto con tu mirada sacarías la hiel. Dale al yunque moribunda que la vida da para más dale al yunque moribundo que la tierra debe despertar y si acaso no hay con que dar con los ojos hay que gritar tanta vida para morir como el sueño del querubín. Gautama Puede ser que aquella joven que ahora ves no es más que la ilusión de querer volver a ser joven como eras. Puede ser que aquel amor en el que crees no es más que la ilusión de querer poner remedio a tu tristeza. Puede ser que aquella estrella que ahora ves no sea más que la ilusión por reclamarle al cielo tu presencia. Puede ser que aquella sed que crees tener no es más que una ilusión de defender tu erronea idea. Cada acto es como es es Tao y lleva Zen pudiera ser, también, que las cosas son como se sueñan Gautama. Pincelada Ay, la primavera (marca del azul) que viste la alameda. La llanura languidece con oro del poniente y la plazuela sueña el brillo de otra estrella. Llanura amarillenta que tiñe la corteza de este barco de piedra izada… Una luna te prepara, caminante, el olor de otro verano exultante. Suave madrugada baja las calzadas de callejas marineras suave madrugada baja las escalinatas que te ven por San Martín: Paredes arrugadas te emplazan a ese fondo matinal de la Plaza Oriental. Luego la tarde tal vez soñada con volumen de cigüeñas castellana estampa que busca el sur... y a la que Roma llamó Segovia la de las torres de oro Namaste Teresa Namaste Teresa te bendigo namaste es mi canción-testigo namaste Teresa en el camino namaste. Sabes que el cortejo de los niños sembró tu corazón joya pura por los siglos del inmenso amor. Tiene la mirada de esos niños destello de ilusión perla pura por los siglos de tu compasión. Pasa por las calles tu mirada como la luz del sol blanco velo es tu corona Nueva Delhi Varanasi Bombahia Teresa de Calcuta os bendiga namaste. Baba Baba, take my money, laugh at me Baba, your smile makes me Forever within me free. Baba, take my money smile to me Baba, your faces makes me feel Farangly sabaily free. Baba, make me happy I’ll make you rich Baba, you’re far from me But together we live in peace. Maggie Maggie, J’avais mis ma belle chemise pour jouer Maggie, J’avais mis ma belle chemise pour chanter Mais souvent c´est la pluie qui persiste Il faut sourire de toute manière C’est pas interdit. So Maggie, It doesn’t matter when it’s raining on the beach When you will sing the people’s eyes will flow with tears Your voice, oh, it roll like thunder Maggie, the people will come and be free When you sing. Maggie You have enough to be as happy as you need You share this happyness with everybody here Belive in your life there is magic In every wave of this blue sea So please… sing Invierno goeño I Llega el invierno (el invierno) mece palmerales arremolina el ramaje tiempo templado -y tú a mi lado-. Cuelga la tarde (la tarde) duerme los paisajes anuncia lluvia en los cristales trinos de ausencia Keith Jarret. Llega el invierno (el invierno) entumece ventanales desalienta a los viajantes trinos de ausencia cuervos que graznan en el aire. II ¡Tus zapatos negros! ¡Tus zapatos negros! Ataúdes que pisan el suelo ¡Tus zapatos negros! marchando a lo lejos por caminos secos. De la libertad son la referencia sentirte amarrado sujetado a formas que hay en la existencia. ¡Tus zapatos negros! (En su revés la suela que pisa la tierra.) III Recuerdo un momento grave Recuerdo un momento grave: Un frío que traspasaba soportales enrojecía la mejilla de las chicas y la cristalería de la rica galería. Recuerdo ese momento grave: Un frío como un cuchillo de hoja fina que metía para adentro la sonrisa la lágrima y la vida la estación de tren y la cornisa. Recuerdo un momento grave en la tarde-noche de una calle. Surcan aviones Bajo un cielo azul -a compáscruzan aviones escuadras o cartabones. En la infinitud del azul cruzan renglones romboides o trapezoides. El rapaz gandul -ve volarlos escuadrones de aviones a rreacciones. Él, que nunca coge apuntes que prefiere ver pintarse azul la tarde allá en el aire. Él que no va a bares aprendiz ya de poeta divulgador de sueños en los cielos del Levante -ve volarlos escuadrones de aviones a rreacciones. Alis “Alis se viste antigua sabe elegir muy bien se va con su mantilla a misa de las diez. Mañana de domingo pasea sin rubor intima con la brisa peinando su dolor.” Alis la inglesa rompe a llorar que vive lejos que vive en Senegal. No vive en Londres ni en Madagascar sólo se sabe que vive en Senegal. “Alis se viste antigua sabe elegir muy bien se va con su mantilla a misa de las diez. Mañana de domingo pasea sin rubor intima con la brisa peinando su dolor.” Casas de adobe son de arrabal ecos de ocre barrios de Senegal. Tarde francesa retumba el mar la londinesa que vive en Senegal. CD: “Grabados dos nombres” Sara Sara recuerdo tu mirada mirada que dulcificaba hace tanto cómo vas a acordarte amiga Sara. Eras mágica sencilla, conmovedora tanto confortabas que no importaba que nos guiaras. Eras mágica alegre, compartidora tanto encandilabas que el más macarra se te inclinaba. Es lo que hay pasó el tiempo de veladas ¡cómo lo ves! mira la montaña qué bien te reconoce, Sara no llores sigues siendo mágica proclama que baja el puerto Guadarrama ¡Reina Sara de treinta y nueve españas! Dos desamparados Se cogen de la mano caminan calle abajo la piedra gris del suelo la niebla ha ocultado. Juegan a ser soldados a creerse realizados llevan fuego del verano en un otoño pálido soportan el camino que yo ya he caminado paso a paso dos desamparados. La ciudad se duerme faroles sobre un puente cobijan el aliento prenden un cigarro se alejan solitarios cogidos de la mano paso a paso dos desamparados. El cuerpo volcado la sonrisa cae de lado como adolescentes pasan sonrientes caminan tiritando cogidos de la mano paso a paso dos desamparados. Abajo el río lento va, lleva despacio sombra de un naufragio cogido de la mano que no sabe del amor más que el verbo estar pegados paso a paso dos desamparados. Mis dos mujeres Tengo una novia de noche tengo una novia de día quién dijera que no tengo dónde elegir compañía. Enamorado de una enamorado de dos quién dijera que no tengo donde elegir el amor. La una sale a media noche la otra llega al mediodía las mujeres que yo tengo van ocupando los días. La una dice qué bien canto la otra dice qué bien bailo las dos dicen qué bien hago lo que no se dice en alto. La una es de un país del norte la otra es de un país del sur las dos llevan en el alma los secretos de la luz. La una vive calle arriba la otra vive calle abajo a las dos traigo a mi casa que está en medio de dos barrios. La una sale a su ventana la otra sale a su balcón a las dos veo sentadas desde el alto mirador. No me decido por una no me decido por dos me decido solamente por tenerlas a las dos. Vendrán tiempos más largos Vendrán tiempos más largos no tan intensos tal vez y sí más largos. En ese entretiempo es cuando tú verás eso que miras que traza el horizonte frente al mar. La palabra no será ni envenenada por mí ni equivocada será sonrisa a tu mejilla y si acaso alguien sabe dónde estás dile al portero: “marchamos a una isla.” Dejaremos los dos la obligación en la pared llenándonos de encanto “serán tiempos más largos...” Nuestras almas volarán como dos llamas alegres como hermanas esta carcel de amor que llamamos tierra extraña. Remontaremos las idas y venidas de los días en calidad de mando navegaremos de sol a sol en compañía. Serán tiempos más largos no tan intensos quizás y sí más largos. Grabados dos nombres... Fue tu pelo renegrido tu pecho caído tu labio dormido fue tu mano en mi bolsillo tu diente en mi oído tu brazo en el mío fue la voz de tus amigos de plaza de Tirso y Cuatro Caminos « lo que trajo aquel destino que cada domingo compartí contigo». Yo era amigo de los pinos amigo del frío del monte y del vino tú la amiga del corrillo con los que se cuelgan la vida de un hilo fue tu trato alicaído tu raro sentido tu labio en el mío « lo que guardo del destino que un día subimos bordeando el río». Yo era parte de mi ritmo un libre bandido un fiel fugitivo tú la parte de tus primos Rufino y Gabino Elías y Pinto. Fue tu mano en mi bolsillo tu diente en mi oído tu brazo entre el mío « lo que trajo aquel destino que cada domingo compartí contigo». Y a la vuelta del destino doblando el camino verás otro sitio con un cielo matutino y un campo extendido de verdes olivos que en sus troncos blanquecinos graban los nombres de Juan y el olvido.