boletin 48-49-50 web - Estela Socias / Trapolandia

Transcripción

boletin 48-49-50 web - Estela Socias / Trapolandia
1
BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49-50
Asociación Uruguaya de Literatura Infantil-juvenil
(1984-2015)
Redactora Responsable: Dra. Sylvia Puentes de Oyenard
I
ISSN: 0797-1850
BOLETÍN INFORMATIVO A.U.L.I. Nos 48-49-50
1984- 2015
31 años de AULI, 30 años de siembra de amor y cultura
para niños, niñas, jóvenes y educadores.
INDICE
Poemas- Páginas 2 a 6; 14; 21; 23 a 27; 28; 35; 84; 89; 90; 91.
Narrativa – 7 a 13; 15 a 19; 34; 70.
Ensayos - 29 a 32; 38; 39; 40
Noti-A.U.L.I.- 18; 20; 22; 27; 28; 34; 35, 36, 37; 41, 42; 59; 60; 80; 87; 88 a 90
SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49 y 50 - TRAS LAS HUELLAS
DE ZORRO. UNA APROXIMACIÓN A LA PRESENCIA DEL ZORRO EN LA
LITERATURA INFANTIL - Académica Liliana De la Quintana (Bolivia) - I a
XVI
PONENCIAS ACADEMIA URUGUAYA DE LIJ- Toma de posesión de los
sillones académicos: Dra. Sylvia Puentes de Oyenard (Juana de Ibarbourou);
Escritora Mtra. Graciela Genta (poeta Álvaro Figueredo); Experta en LIJ
Escritora María Cristina Laluz (poeta Fernán Silva Valdés); Lic. Álvaro Secondo
(escritor Horacio Quiroga); Experta en LIJ Mtra. Lic. Isabel Del Prete (poeta
Emilio C. Tacconi); Experta en LIJ Prof. Dinorah López Soler (escritor Mtro.
Roberto Bertolino); Mtra. Prof. Graciela Olarreaga Mussio (escritor académico
Julio C. Da Rosa); Prof. Susana Pérez Gomar (ilustradora Cristina Cristar);
Escritor Michell Visillac (Juceca, Julio César Castro); Artista plástico Prof. José
Gómez Rifas (pintor Carlos Aliseris) - 43 a 59; 61 a 79; 71 a 83; 85 a 87; 89, 90.
Ilustración de tapa: Martha Escondeur
Ediciones A.U.L.I.
Asociación Uruguaya de Literatura Infantil-juvenil
Juan B. Alberdi 6257 - Montevideo (11500) - Uruguay
Teléfono: (598) 2600.33.71 - E-mail: [email protected]
TRADINCO S.A. - Minas 1377 - Montevideo - Tel. 2409 4463 - 2409 5589
Marzo de 2015 - Dep. Legal: 331.513 / 15 - Edición amparada en el decreto 218/996 (Comisión del Papel)
2
POEMAS
de autores uruguayos
AMIGOS
A Gianfranco Fumero
Son los hermanos de la vida,
los que custodian la alegría.
Los que están junto a ti en los momentos
en los que hay sol o te azotan los vientos
de los temores, la tristeza ,el frío,
ya sea de soledad o de hastío.
Son los que juegan a crecer contigo,
los que acompañan el camino
de imaginar castillos en el aire
mientras todo es posible en ese viaje.
Te hacen protagonista de mil y una aventuras
y tú les proteges con la fiel armadura
de verlos y aceptarlos tal como ellos son,
de disentir con ellos sin lugar al rencor.
Son los que te ayudan a aumentar el tesoro
de saber que en el mundo no existe otro modo
de recibir sino cuanto más das,
de ser feliz si sabes cultivar la lealtad,
si descubres en todos la más oculta esencia
y están contigo siempre, aún sin la presencia.
Son las personas que hacen más lindo el despertar
porque está la esperanza de salir a jugar,
a entremezclar las risas, las voces, los inventos
con la magia de estar creando junto a ti un nuevo cuento.
El que hace que no se acabe en “colorín- colorado”
porque “había un vez” será siempre el regalo
de vivir cada instante de tu presente historia
con brillos que destellen felices, muy felices,
en el arcón abierto que espera en tu memoria.
María Cristina Laluz
3
JUEGOS DE PÁJAROS Y NIÑOS
A la sombra fragante
de los manzanos,
a las visitas juegan
niñas de blanco.
Festivas ratoneras
dan finos saltos
haciendo un trapecio
de cada rama.
Juego como de pájaros
sobre los campos.
Danza como de niñas
sobre el casto árbol.
Niñas y ratoneras
se dan las manos.
El manzano ha unido
todos los cantos.
Ernesto Pinto
(Uruguay, 1903-1974)
TERNURA
Suavidad
que envuelve,
caricia mágica
celebración de alas,
coraza que protege
de las batallas
de la vida.
Concierto de palabras,
sostienes la
sonrisa.
Ivonne Parodi
PASTORCITO AYMARÁ
Troperito de llamas,
visitante de valles,
hoy te encuentras rendido
junto a un verde alfalfar
desgranando silencios,
encendiendo nostalgias
con ayes y recuerdos
de tu sangre aymará.
Pastorcito de alpaca,
sombrerito de paja,
vas andando caminos
para poder llegar
donde encienden
sus luces las estrellas
y alumbran los senderos
para poder llegar.
Celestina Andrade
MOÑAS EN RONDA
Con moñas azules
palomitas blancas,
afloran mil ángeles
en calles y plazas.
Hay aire de clase
y en los pizarrones
dibuja la risa
arcoíris de flores.
Borrador y tiza,
en un nuevo idioma,
recrean la vida
con sabor y aroma.
Con moñas azules
palomitas blancas
al hogar regresan
¡juego de esperanza!
Ivonne Parodi
4
TERRUÑO
MI PAGO ORIENTAL
Vengo de tierras del Este,
del Este de mi Uruguay,
donde el canto del sabiá
me despierta en las mañanas,
donde cantan los palmares
una canción vegetal;
donde las olas del mar
en claras noches de luna
con arabescos de espuma
escriben versos de sal.
Vengo del pago Oriental,
la heroica tierra de Artigas
que en la “redota” confirma
su amor por la libertad.
Vengo del pago oriental
y en pocas estrofas digo
que no hay pago como el mío,
¡¡¡que lo salgan a buscar!!!
Alma D’Alessandro Arrarte
([email protected])
En un rincón de América perdido,
adonde hace eco mi emoción,
hay un pequeño país de noble gente
cuya silueta parece un corazón.
Mi terruño, mi Patria bienamada,
tierra fecunda sin fueros de cañón,
a su boca la bañan bellos ríos
y los ceibales la besan con pasión.
Allí donde el sauce, el ombú y la palma
oyen a diario coros de jilgueros,
mi Patria acuna la canción más dulce
y brillan sus ojos como dos luceros.
Canten a mi Patria zorzales y horneros,
canten y que el eco vaya hasta los montes,
desde que amanezca las gentes lo entonen
y hasta entre los talas su canción asome.
Estela González Martínez
TOTORA EN FLOR
Con plumones de totora
ya marzo está despertando,
con las torres a lo lejos,
ranchos de paja en el llano.
Desde la cañada asciende
delante nube emplumada,
es ancha franja que ondea
junto a palmera elevada.
Monótono canta el viento,
pinta el hermoso paisaje,
cual mar encrespado en olas
de blanco y níveo ropaje.
Mary Gonçalves Próspero
5
LA ARDILLA ANDARIEGA
Pasea por el parque
la ardilla andariega,
revolea la cola,
corre, salta y juega.
Encuentra a dos sapos
y a una rana vieja,
los saluda atenta,
ágil y traviesa.
El sol con sus rayos
le alumbra el camino.
Feliz doña ardilla
sigue su destino.
Con mucha elegancia,
con cara bonita,
muestra su prestancia
la veloz ardilla.
Como ríe, ríe,
del sapo que al verle
se esconde en su cueva,
muy gordo y muy verde.
Sigue la andariega
feliz su camino,
la rodean las flores
de trigo y de lino.
José Wilman García Abad
EL CASAMIENTO DE DOÑA RATA
Vivían en Ratolandia
Doña Rata y Don Ratón;
Doña Rata Cola-Larga
Don Ratón Rabo-Cortón.
Se vieron en una fiesta
y el ratón se enamoró…
Le regaló rosas rojas
a la dueña de su amor.
Doña Rata Cola-Larga
no quiso complicación
y se fue con una amiga
a comer un requesón.
Las esperaba a la vuelta
Don Ratón Rabo-Cortón
que acompañó a Doña Rata
y le declaró su amor.
La rata lo pensó un rato,
y entre risas respondió
que aceptaba la propuesta
y la boda se fijó.
Se casaron una tarde
Doña Rata y Don Ratón,
ella vestida de raso
él, con traje de señor.
Comieron un rico queso
y refresco se sirvió.
Los ratones invitados
bailaron el “pericón”.
A las doce de la noche
la fiesta se terminó
¡¡¡porque apareció Don Gato
y hasta el novio disparó!!!
Alma D’Alessandro Arrarte
6
LOS DERECHOS DEL NIÑO
ELLOS
El niño tiene derechos,
son los derechos del niño.
Desde el día de nacer,
desde ese instante mismo.
Partes de mi ser,
diferentes,
razón de mi existencia.
Luceros al amanecer
aspas del atardecer,
jugamos y reímos,
lloramos y aprendemos.
Vaivén de complicidad,
fuerza que atrapa
me invade y hace navegar
con otoños y primaveras,
da igual.
Amores con raíces
ellos...los dos.
Tiene todos los derechos
nazca en el país que nazca
blanco, amarillo, negro,
no importa sexo ni raza.
El primer derecho de ellos
es el derecho a nacer
y también junto con este
está el derecho a crecer.
El derecho a la salud
es otro muy importante
y a la vacunación
de siempre, de ahora y de antes.
A llorar, si está triste
o si se siente mal,
porque si lo necesita
así se ha de desahogar
El derecho a la comida,
también a tener abrigo,
recibir educación
y útiles escolares.
Otro es a la diversión,
a pasear, también al juego,
festejar la fantasía,
imaginar un amigo.
Y otro de sus derechos
es a ser bien atendido,
con un NO a la violencia
ser escuchado y comprendido.
Inés Saavedra
María Di Lorenzi
MI SUEÑO POR LA PAZ
que no sea solo una palabra
que sean las manos en las manos,
que todos seamos iguales,
que me duela tu dolor,
que a ti te duela el mío,
que se convierta en realidad,
que si hay lugar para todos,
no habrá que atropellar,
que todos tengan abrigo,
que todos sientan amor,
que a todos alcance el pan,
que haya agua para todos
que cada niño tenga familia,
que haya lugar para el joven,
que el viejo sea respetado,
que el enfermo sea atendido,
que no se necesiten cárceles,
que sea el agua para todos,
que disfrute junto a ti,
que tú disfrutes conmigo,
que agradezcamos a Dios,
que es hermosa su creación.
Eva Rivero de Placeres
7
NARRATIVA
MIRANDO JUGAR A UN NIÑO
José Enrique Rodó
(Uruguay, 1871- Italia, 1917)
... a menudo se oculta un sentido sublime
en un juego de niño
(Schiller, Thecla, Voz de un espíritu.)
Jugaba el niño, en el jardín de la casa, con
una copa de cristal que, en el límpido ambiente
de la tarde, un rayo de sol tornasolaba como un
prisma. Manteniéndola, no muy firme, en una
mano, traía en la otra un junco con el que golpeaba acompasadamente en la copa. Después
de cada toque, inclinando la graciosa cabeza,
quedaba atento, mientras las ondas sonoras,
como nacidas de vibrante trino de pájaro, se
desprendían del herido cristal y agonizaban
suavemente en los aires. Prolongó así su improvisada música hasta que, en un arranque de
volubilidad, cambió el motivo de su juego: se
inclinó a tierra, recogió en el hueco de ambas
manos la arena limpia del sendero, y la fue
vertiendo en la copa hasta llenarla. Terminada
esta obra, alisó, por primor, la arena desigual
de los bordes. No pasó mucho tiempo sin que
quisiera volver a arrancar al cristal, su fresca
resonancia; pero el cristal, enmudecido, como
si hubiera emigrado un alma de su diáfano
seno, no respondía más que con un ruido de
seca percusión al golpe del junco. El artista
tuvo un gesto de enojo para el fracaso de su
lira. Hubo de verter una lágrima, mas la dejó
en suspenso. Miró, como indeciso, a su alrededor; sus ojos húmedos se detuvieron en una
flor muy blanca y pomposa, que a la orilla de
un cantero cercano, meciéndose en la rama que
más se adelantaba, parecía rehuir la compañía
de las hojas, en espera de una mano atrevida.
El niño se dirigió, sonriendo, a la flor; pugnó
por alcanzar hasta ella; y aprisionándola, con
la complicidad del viento que hizo abatirse por
un instante la rama, cuando la hubo hecha suya
la colocó graciosamente en la copa de cristal,
vuelta en ufano búcaro, asegurando el tallo
endeble merced a la misma arena que había
sofocado el alma musical de la copa. Orgulloso
de su desquite, levantó, cuan alto pudo, la flor
entronizada, y la paseó, como en triunfo, por
entre la muchedumbre de las flores.
EL AGUATERO
Don Felipe debió
hacerse aguatero por el
amor que le tenía al arroyo y al agua. Hablaba de
cauces, árboles, camalotes y lamas, haciendo
gustar la sensación de
Juan José Morosoli
(Uruguay, 1899-1957)
frescura de lo que evocaba. Las palabras entraban por la boca. Además era un poeta.
–Esta agua la espero donde se peinan las
rubias...
La recogía al término de un cauce encerrado entre sauces cuyas cabelleras, de raíces
rosadas y rubias, peinaban las aguas clarísimas.
8
–Este barril se lo pedí de favor al berral y la
menta mota, porque la cañada se ha dejado de saltos, y sólo se pasa durmiendo entre las plantas...
–Está fresquita, y si la saca despacio todavía va a encontrar la sombra de los camalotes.
Cuando el verano comenzaba a sorber los
arroyos cercanos, él se iba a buscar las vertientes saltarinas de los cerros.
Decía que ser aguatero no consistía en traer
agua en un barril, sino en “levantar” el agua
del arroyo y traerla hasta la copa, sin que ella
se diera cuenta, descansada y fresca.
Desviaba cauces, llevando la corriente
hasta las tazas de piedra rosada donde el sol
inventaba arañas de oro.
Llevaba tras de sí las cañadas, como si
llevara a un animal amigo.
Se indignaba cuando alguien arrojaba un
terrón en la corriente limpia.
De los aguateros que conocí, ninguno
amaba el agua y el arroyo como él.
La forma en que vertía el agua en las tinajas, era una bella fiesta, que no olvidaré nunca.
MI CASITA DE ADOBES*
Dr. Roberto Rosario Vidal (Perú)
Vacío la caja de juguetes sobre una esterilla
y comienzo a armar el rompecabezas que me
obsequiaron en Navidad en la parroquia de
los Descalzos. Me gusta el olor de la pared
de adobes, del techo de esteras sostenido por
gruesas cañas y del piso de tierra que barrió
temprano mamá. Allí están mi cama, cubierta
con una sencilla colcha, la mesita de madera,
el rústico estante de libros y la fotografía de
mi hermano César, que se fue al cielo. Él era
muy bueno, por eso Diosito lo escogió. Yo
estoy bien, porque Flafi, mi perrita inteligente,
cuida que no me pase nada. Ella sabe pararse
en sus dos patas y arrastrarse cuando mi mamá
le dice: “Arrastradita, arrastradita”.
Mi casita de adobes, construida con amor,
con olor a tierra, a campo, a hierba silvestre,
luce durante las fiestas patrias una bandera roja
y blanca que ondea orgullosa con el viento.
Madre ha pintado la fachada con cal. Ahora
nuestra morada parece una niña con la carita
lavada. A pesar de ser la más pequeña de todas
las de la calle, muchos la miran al pasar, porque
se asemeja a una casita de juguete, con su jardín
de geranios que florecen todo el año.
Pasa un carro levantando una gran polvareda y mi perrita sale tras él corriendo, ladrando,
con su cuerpo menudo y su cola peluda, valiente, renegando por el ruido y el polvo.
—¡Flafi, Flafi! —la llamo con fuerza.
Meneando la cola y gruñendo, de rato en
rato se acerca a la puerta de la calle, como
diciendo: “No hagan polvo, guau, guau, guau”.
*Compartimos un capítulo de la novela homónima.
9
TUCUTUFLISS, TUCUTUFLISSFLISS*
Irene de Delgado (Panamá)
Tucutútucutú, el
tambor suena. Tucutú,
tucutú, el tambor suena
sobre la playa. Juan y
Petra juegan en la arena.
Tucutú, Tucutú. La luna
está redonda sobre sus
cabezas. Tucutú, tucutú
y el agua golpea contra
las rocas. El papá de Juan y Petra no llega. Se
hace tarde. Suerte que la luna alumbra el mar
como un farol inmenso
Los negritos saltan y recogen piedrecitas y
conchas arrojándolas a las olas. Tienen hambre
y saben que su papá traerá buena pesca. En
casa, la mamá enciende la leña, coloca la paila
y se siente un olor a coco dulce. ¡Qué sabroso
estará ese pescado frito en aceite de coco.! A
Juan y a Petra se les hace agua la boca.
Tucutú, tucutu., A lo lejos se alcanza a ver
un movimiento de olas. Parece un remolino.
Seguro es una ballena dando vueltas. El papá
de Petra y Juan es amigo de las ballenas.
Juan y Petra están seguros que su papá estará
pronto a la vista
Tucutú, tucutú, el tiempo de espera se hace
largo. El tambor acelera su ritmo allá en el
caserío. La gente grande baila en el rancho de
la comunidad y los chicos retozan alrededor
del rancho. Juan y Petra no quieren alejarse de
la playa hasta que su papá regrese. La ballena
se acerca cada vez más formando remolinos a
su alrededor. Juan y Petra saben que su papa
llegará con la ballena. Tucutú, tucutú, los tambores suenan cada vez más fuerte.
El tiempo pasa, Juan y Petra tienen hambre
y sueño. A lo lejos, cuando los tambores dejan
de sonar, se oye el silbido de una flauta. Fliiis,
fliiis, fliiis. Así suena la flauta. En la montaña, en
la comunidad indígena, dos niños esperan a su
padre. Flisss, flisss. Wane y Tule, dos indiecitos
emberá, esperan a su padre que anda monteando.
¿Por qué será que la flauta suena tan triste? fliiss, fliiiss, Wane y Tule tienen hambre.
Afuera del tambo, la mamá de Wane sancocha
la yuca, pero Wane y Tule imaginan el sabor
de la iguana que traerá su papá.
A lo lejos unos wichichis sobrevuelan el
monte lanzando sus graznidos al son de la
flauta del cacique. Fliisss, fliiisss, wich, wich.
¿Por qué será que los wichichis están volando
de noche cuando deben estar durmiendo en
las copas de los árboles, cerca del río. Los
dos niños se sientan sobre una roca al pie del
tambo a esperar a su papa. El sueño puede
más. Ambos suben al tambo donde cada cual
busca su hamaca.
Wane y Tule esperan dormidos en el tambo.
Juan y Petra esperan todavía en la playa
Tucutú, tucutú, tucutú repica el tambor en
el silencio de la noche. Y la flauta hace oír su
silbido Fliiisss, fliiisss, fliiisss
-Mira, allá, grita Petra indicando con el
dedo hacia el mar. Un bote se aproxima, es el
bote de papa.
Y arriba en la montaña, un grupo de hombres con un herido a cuestas sobre una camilla
improvisada se acerca al tambo donde Wane
y Tule duermen
En la playa, Juan dijo: no hay nadie en el
bote, ¿dónde está papa? Y el tambor vuelve a
sonar más fuerte, tucutú, tucutú. Esta vez sólo
Juan puede escucharlo
En el tambo, Wane y Tule lloran junto al
herido que es su tío y que no sabe dar noticias
de su papá. Fliiissss, fliiissss, suena la flauta,
pero solamente Wane y Tule la escuchan como
si viniera de sus cabecitas. Al día siguiente los
tambores repican tucutú, tucutú y la gente del
pueblo llora. En la montaña, la flauta gime triste
10
Juan y Petra miran el mar. Wane y Tule
miran el cielo a través de las ramas de los
árboles donde todavía duermen los wichichi.
De pronto, en la playa, un grito: - Allí está,
miren, allí. La ballena está halando un hombre.
Y en la montaña, los wichichis vuelan de
repente formando un círculo sobre el río.
- Allá, miren, es una cometa halada por
los wichichis.
- No, no es una cometa, es un hombre, dice
una mujer.
Tucutú, fliiiss, fliiiss, tucutú, Juan y Petra
saltan sobre la arena mientras su papá nada
hacia la orilla.
En la montaña, Wane y Tule, esperan boquiabiertos a su padre que baja de la montaña
mientras los wichichis se pierden entre las
copas de los árboles.
Tucutú, fliiss, tucutú, fliiiss, Juan y Petra,
Wane y Tule celebran el retorno de sus padres
Ese día, al pie del rancho de la playa todos
comen arroz con coco y pescado.
Tucutú, Tucutú
Ese día en la montaña, al pie del tambo, la
flauta se anima fliiiss, fliiiss, fliiiss.
Los sonidos del tambor y la flauta se mezclan con los olores y sabores de la fiesta que
es de todos, todo el pueblo celebra, los de la
montaña y los de la playa.
Nadie se acuerda de la ballena ni de los
wichichis. Sólo el tambor con su tucutú-splash
recuerda el sonido de la ballena contra el agua.
Sólo el fliiiss, fliisswich de la flauta recuerda el graznido de los wichichis.
Así continúan bailando hasta el amanecer…tucutú, fliiiss, tucutú, fliiss, tucutú, flisss,
tucutú, fliss, tucutú, flissss.
*Mención de honor, Concurso nacional
CUENTOS PARA CRECER
MATILDE, LA RANA ROJA
Todas las ranas eran verdes, pero Matilde no.
Matilde era roja.
Y una rana roja no puede jugar a las escondidas.
Cuando Matilde se ocultaba entre las hojas,
¡la descubrían enseguida!
Entonces le tocaba contar a ella, con los
ojos cerrados, hasta que todas las ranas se
escondieran.
Pero, ¡qué difícil era encontrar una rana
verde entre el pasto verde!
Matilde se pasaba toda la tarde busca que
te busca y... ¡nada!
Oía sus risas entre las hojas.
Escuchaba su canto entre el pasto.
Y Matilde saltaba de un lado al otro tratando de descubrir a sus amigas, hasta que se
aburría o se cansaba.
Raquel M. Barthe
(Argentina)
Entonces, a veces se enojaba y otras se
ponía a llorar.
Y una tarde lloró tanto, que con las lágrimas
se le fue el color y quedó transparente como el
agua del charquito.
El problema fue que, desde ese día, ni ella
misma se puede encontrar y, por lo tanto, hasta
puede jugar sola a las escondidas...
Pero su canto se escucha por todos lados.
¡FELICITACIONES!: AUDAZ COMO
UM URSO, de Raquel M. Barthe, estará este
año en la Feria de Bologna http://issuu.com/
editora.…/…/bologna_catalogue_biruta_2015/1
11
HUBO UN TIEMPO
Hubo un tiempo, abuelo, en que tus
enormes manos no cabían en las mías, ¡tan
pequeñitas!
Tú me las tomabas suavemente y..., a
veces, de tu mano, salía a recorrer el mundo,
maravilloso mundo de mi niñez lejana pero
no perdida.
Así, mientras tú me conducías, fui aprendiendo a amar y a respetar la naturaleza, todos
sus seres. Con tu índice, señalabas cada árbol
del monte y yo iba aprendiendo sus nombres,
sus propiedades y hasta sus leyendas como
la de la vieja aruera a la cual me enseñaste a
saludarla al revés, no muy de cerca... También
aprendí contigo a reconocer por su canto a
varios pájaros nativos que hacían nido en el
monte, en los añosos árboles. Para mí, el más
hermoso era el silbido del benteveo, que se detenía sobre los alambrados luciendo su pechera
amarilla y su penacho elegante.
Tus manos eran expertas en caricias.
Arreglaban mis frazadas cuando la abuela estaba enferma y luego se posaban en mi frente
cuando la fiebre o la tos no me permitía salir
a jugar con mis amiguitos.
¿Te acuerdas de aquel día cuando me puse
a llorar mirando aquella película? "El caballito
valiente" se llamaba. Y me contaste de su autor
que nunca olvido: García Ferré.
Tú me consolabas y, con tu pañuelo siempre impecable, secabas mis lágrimas despacito,
despacito...
Me leías cuentos que aún conservo bien
guardados en los anaqueles de mi memoria.
Yo hacía que me escondía en la barriga de la
ballena porque me transformaba en Pinocho,
o en los laberintos de aquel castillo misterioso del rey solitario que no había aprendido a
Marta Torres Jorajuría
(Uruguay)
reír. Entonces, tú me buscabas afanosamente,
fingiendo no encontrarme.
Ah!, cómo disfrutabas con los libros para
colorear... ¿Será por eso que a mí también me
gustan tanto hasta ahora?
De repente, me parecía que tu sabiduría
era enorme. ¡Todo lo sabías! Nadie como yo
tenía un abuelo tan sabio y..., qué orgulloso
me sentía.
¡Cuán apacible y hermoso era el mundo
de mi infancia!
¿Sabes? Ahora mis manos son tan grandes
como las tuyas y, cuando llevo a mi hijo de la
mano, siento que tú sigues conmigo. Continúo
escuchando tu voz pausada, sin estridencias y
sin apuro. Son ellas que, al sentirme triste me
consuelan llenándome de ternura. Y si estoy
alegre, te oigo reír como antes, ¡sí, como antes!, con aquella risa grandota y destemplada...
Pero tan tierna y tan mía..., abuelo. Sin darme
cuenta casi, percibo una leve y tibia lágrima
resbalando suavemente sobre mi mejilla.
Martha Escondeur
Nacida en 1957 en Santa Lucía,
Uruguay, trabaja con brillantez en
dibujo, pintura, escultura, moldeado
y cerámica, han venido siendo sus
formas de expresión. Mereció premios,
menciones y otros reconocimientos, pues su obra
es bien evaluada considerada por la crítica especializada local e internacional. Su dominio de la
figura humana motivó el llamado de una escuela
florentina para dictar clases y exponer, tanto allí
como en Carrara y Pietrasanta. Ha realizado numerosas exposiciones desde los 12 años y figura
con obras en espacios y en importantes colecciones
privadas de su país y del extranjero.
12
MILAGRO NAVIDEÑO
“Francisco”, llama
el padre al segundo de
sus cuatro hijos. “Anda
y ve quien golpea la
puerta”. El muchacho
de 7 años que jugaba
con su perro, sin titubear, corre perseguido por el animal que
Biyú Suárez y Sarita Mansilla ladra eufóricamente.
Presentación del libro
“¿Quién es?”, pregun“Cuentos con corazón
ta Francisco antes de
guaraní”, 2014
abrir la puerta, recordando una de las muchas recomendaciones
que le hacía su padre. “Abre la puerta, soy tu
abuela Carmen”. Tras escuchar la voz enérgica
de la abuela, Francisco cambia de compostura
y paradójicamente el perro deja de ladrar. “Hola
abuela”, saluda Francisco con voz tímida pero
cariñosa. Sin responder al saludo, la abuela apenas besa a su nieto. ¿Donde están tus hermanos?,
pregunta de manera frugal, más por curiosidad
que por el deseo de verlos. Esto no significa que
los malquiera, claro que no, ella es simplemente
una mujer intolerante, descontenta, toda buena
acción tiene un “pero”, y en los últimos meses,
desde el fallecimiento de su nuera, la esposa de
su único hijo, su actitud ha empeorado. Antes que
Francisco abra la boca para responder, la abuela
entra deprisa, encaminándose hacia las amplias
galerías de la casa, sabiendo que allí encontraría a
su hijo echado en una hamaca desteñida. “Ramón,
que haces aquí, deberías estar atendiendo tu negocio, hoy es el día que más se vende”, le reprocha.
“Ah, hola madre”, responde el hijo sin inmutarse.
Desde la muerte de Julia, su amada esposa, se
aisló completamente, su vida no tiene sentido, no
trabaja y su único bálsamo es permanecer cerca
de sus pequeños hijos. “Nada vas a solucionar
quedándote en tu casa, tienes que salir, distraerte
y por último trabajar porque si no te vas a quedar
en la calle”. La abuela siguió hablando y hablando
Sarita Mansilla Peña
(Bolivia)
sin percibir la profunda tristeza que embargaba a
su hijo, y apresuradamente se despide diciendo:
“los espero esta noche a cenar a las 8 en punto,
que no sea como la Navidad pasada que llegaron
tarde por irse a andar no sé dónde”. Agitando la
mano concretó la despedida, sin advertir que su
nieto, Francisco, había escuchado todos los reproches que le hizo a su padre. Éste recordó que
la anterior Navidad llegaron tarde a cenar porque
habían pasado por la Iglesia para pedirle al Niño
Dios que bendiga a la abuela. Sin responder una
sola palabra, Ramón se mantiene inmóvil, echado
en la hamaca y tan pronto la abuela desaparece
por la puerta, Francisco corre hacia su padre
abrazándolo con mucho amor.
Saliendo de la casa, al cruzar la calle, la
abuela no advirtió que un vehículo velozmente
pasaba y no pudo evitar arrollarla, dejándola muy
malherida. Aún consciente, escuchaba todos los
rumores y los gritos de la gente que pedían se
llame una ambulancia, porque la señora se moría. Fue en ese instante y por primera vez que la
abuela empezó a desenterrar su pasado, pensó en
cuanto amaba a su hijo Ramón. Lo crió sola con
mucho sacrificio, le consagró su vida pero nunca
le demostró su amor, ni a sus nietos ni a su difunta
nuera. Impasible, la muerte le arrebataba la oportunidad de cambiar, de ser una mujer diferente,
de disfrutar la familia y ante todo de ayudar a su
hijo, a volver a amar la vida, la vida que ahora ella
perdía. Tenía deseos de gritar, llorar, pero ya no
tenía fuerzas. En ese instante vio una luz brillante
a lo lejos y una figura conocida que se le acercaba
y le hablaba. Era Julia, su nuera, que con su bella
sonrisa la llamaba: “Abuela, abuela...”. Con un
hálito de esperanza y voz entrecortada la abuela
le responde: “¿Julia, estamos en el cielo?”. Con
voz tierna le contesta: “No abuela, estamos en su
casa. Despiértese, levántese de la cama, vamos a
cenar que su hijo y sus nietos la están esperando
para festejar la Navidad”.
13
CRISPÍN AYUDA A ENRIQUETA, LA PETA
Biyú Suárez C. (Bolivia)
Enriqueta es
muy descuidada.
También es desordenada, por lo
tanto, pierde muchas cosas. Han
desaparecido las
formas de su caparazón y ella las
busca en la orilla
del río entre los
verdes helechos.
Al llegar Crispín, Enriqueta, la Peta* le preguntó -¿Has visto las formas de mi caparazón?
Crispín un poco sorprendido dijo: “No,
Enriqueta, no las he visto”.
-¿Podés ayudarme a encontrarlas?
-¡Sí, Claro, Cómo no! Dijo el puerco
espín. Juntos fueron a preguntar a las ranas
del curichi*. Mariana, la rana, le entregó un
cuadrado y Crispín lo colocó en el lugar que
le correspondía, en el caparazón de su amiga.
Fueron hasta el totaí*, donde vivía el monito Tomasito, él estaba jugando con un rectángulo. Al explicarle que pertenecía a la Peta,
descendió con cuidado y lo puso en su sitio.
Más allá, en la curva del curichi vivía el
lagarto Pancho, éste había hecho un collar con
los círculos del caparazón de Enriqueta, porque
le parecieron muy bonitos, cuando supo que
ella los necesitaba, se los devolvió con mucha
pena. – ¡No sabía que eran tuyos Enriqueta!
Aquí están le dijo.
¿Qué me falta Crispín? Preguntó la peta.
Crispín observando el caparazón dijo: “Tenés
los cuadrados, los rectángulos y los círculos”.
-¡Me faltan los triángulos! - dijo Enriqueta.
Sigamos buscando… Cruzaron el camino,
preguntaron al tordo, al anta* y al tatú. “No
hemos visto nada” dijeron los tres.
Pasaron por las arenas movedizas y en un
tronco vieron a Esther, la serpiente, que dormía panza arriba a pleno sol, mostrando en la
punta de su cola más de cien cascabeles. Ella,
la vieja serpiente cascabel tenía un triángulo
de Enriqueta en la boca.
-“Despertate Esther, dame el triangulo que
tenés como diente. Pertenece a mi caparazóndijo la peta.
La serpiente que había perdido su diente
en una pelea, se enroscó y dijo: “¡Yo me lo
encontré!”
-Pero es de mi amiga -dijo Crispín-. Su
lugar es su caparazón.
A regañadientes la serpiente que perdió su
diente, se lo sacó y lo devolvió a su verdadera
dueña.
-¡Gracias Crispín! -dijo la peta y se fue
muy feliz.
*Peta, tortuga //*curichi, pantano //*totaí,palmera
// *anta, tapir
14
De Elizabeth Mullins Podestá (Uruguay)
CALLE DE LAS
PALMERAS
Calle de las Palmeras
El rumor puedo escuchar
del viento en tus veredas
y en los flecos sin peinar
de tus antiguas palmeras.
Mi recuerdo suele estar
en las extensas hileras
de tus palmas paralelas
y en tu fragancia de mar.
PUNTA DE FLECHA
Entre mis manos, interrogante
oscuro esplendor de signos,
con tu enorme y opaco misterio
mirabas al espacio, solito.
A la luz brotabas de pronto
por un asfixiante y duro camino
oscuro objeto áspero y húmedo
aplastado por graves siglos.
Mensaje lítico y afilado
en tu cueva de arena y olvido
esperabas atravesar los tiempos
y resurgir en este sitio.
¿A mis manos?, ¿desde qué manos
procedes por tortuoso camino?
¿Aquellas que te elaboraron?,
¿con qué magia?, ¿con qué signos?
En arenas y horas portentosas
enterrado en médano testigo
te he hallado, prodigio silencioso,
fiel, inefable, instrumento indio.
EL VELERO SE DESLIZA
El velero se desliza
en la noche calma,
líquidamente,
por un mar de pana.
Verde a babor,
rojo a estribor
y la popa
se derrama blanca.
En las tinieblas de la noche,
el mástil lo delata,
con su luz obligatoria,
advierte por donde avanza.
Un gran bosque de mástiles,
lentamente traspasa,
y la noche,
telón de fondo,
negra lo atrapa.
¿Una sombra
o un barco de papel?
Suavemente se resbala,
una imagen transparente,
escondida en mar de pana.
En el centro del papel,
en el calor de la llama,
florecen velas-ideas
mientras el velero avanza.
15
De Anna Mignone (Uruguay)
AMIGOS DEL BARRIO
En un barrio muy hermoso jugaban liados
y alegres los niños sin rebañadura.
Cada verano de ilusión, llegaba en aeroplano para inaugurar la estación.
Tímidos minutos de un gran desayuno de
niños sorprendidos, desencadenaban las horas
divinas delante del telón.
Todo transcurría en la calle o en la vereda,
y en las casas los días de lluvia. A la playa y a
la piscina se iba andando en armonía y al cine
llevaban almohadones para el culillo aposentar.
Las ciruelas y las uvas, creaban pláticas
ingenuas, y la lengua teñida con polvo de
gelatina era causa de desazón.
Con el reloj en la mano, corrían en bicicleta
y el que menos tiempo hacía, los timbres alocados lo blandían.
Los campings a la luz de la luna infinita, y
las papas fritas crepitantes en las bocas de estos
niños sin peros, de amistad profunda entre juegos,
eran testigos de sus horas, recuerdos de madurez.
Los tiempos han cambiado y nuestro brillo
amigo ha perdurado entre pausas de silencio.
Así es como siento, en el abrazo del reencuentro, palpitar la infancia compartida.
FE
La esperanza es lo último que se pierde.
Hoy a la salida del colegio debajo de un árbol
encontré un pichoncito de torcaza. Apenas se
movía. Imposible devolverlo al nido. Su vida
estaba en peligro. Lo acurruque entre mis manos
para protegerlo. Conseguí una caja y un paño
para resguardarlo. Juan Bautista, mi hijo estaba
emocionado con el encuentro. Enseguida lo
llevamos a la veterinaria en busca de consejos
para hacerle un nidito y nos dieron sugerencias
para alimentarlo. También el veterinario advirtió
que la tarea sería difícil. Las aves comen nutrientes regurgitados por sus madres. Decididos
a intentar los cuidados llegamos a nuestro hogar.
Primero preparamos el nido con una caja y tiras
de papel de diario y luego la papilla con cereales
hidratados y tamizados para asegurarnos de
que la pasta fuera delicada. Mientras ensayába-
mos distintas teorías para tentar su pico, Juan
Bautista acotó "Todo se logra con la fe" y con
ese nombre lo bautizamos. ¡Fe!
Miércoles 27 de noviembre. Anoche hubo
una gran tormenta. Me levanté varias veces
para observar cómo evolucionaba. Acurrucado
y frágil, dormía en su tibio nido. En el amanecer aprontó su partida. Cuando su calor estaba
frío y su panza de color amarillo como la arena
del río, partió en alto vuelo dejando en la Tierra
su sentido. Un ejemplo de Fe en un suspiro.
Jueves 28 de noviembre Adriana nos envía
su sentir...y estuvo en las mejores manitos para
retomar su vuelo…
Viernes 29 de noviembre Analía escribió:
No les regalaron un final feliz pero pasó la vida
y les dejó Fe. Las lágrimas valieron la pena.
¡A sonreír!
UN BOCADO EN EL ESTRIBO
Todos los días mi hijo sale del colegio a tiempo para un bocado antes de la clase de
las seis de la tarde. Su frase en un ejercicio piano. A pocos pasos del conservatorio hay un
escolar –“Cuando veo a mi madre me emocio- horno a leña. En él se cuece un exquisito fainá
no”- es el eco que endulza la espera. Su carita que devoramos en el camino. Con paso firme,
feliz me llena de orgullo. Nuestro encuentro solo intercambiamos miradas y la puntualidad
huele a escuela y trabajo. Los días martes son inglesa nos permite arrugar el papel al son del
especiales, el tiempo apremia y apenas tiene timbre y el color del: ¡Ya terminé!
16
LOS SOFÁS DEL LIVING
He tenido la suerte de encontrar en una
tienda el último sillón que quedaba en oferta.
Apenas lo vi, me enamoré de ese sofá. Rojo
oscuro, más bien bordó, erguido y un poco
ondulado a la vez. Ya en casa, lo instalé como
pude en el living abarrotado de muebles.
***
Apenas la señora se retiró se notó que
el sofá rojo no parecía estar muy feliz. Es
que allí también había desde hace….no sé
cuántos años otro sofá. Y fue el sillón nuevo el que habló: -No entiendo porqué esta
señora me coloca aquí, en un rincón dónde
no hay casi luz y no tengo siquiera el placer
de que alguien me pueda mirar cuando pasa
por el living.
El sillón más viejo lo miró de arriba abajo
y de lado a lado:-Será porque este lugar tan
iluminado es el mío.
-¿Tu lugar? ¿Te has mirado bien? Eres más
pequeño que yo y tu color…bueno, digamos
que era amarillo, porque ahora está muy opaco
y además bastante manchado.
-No lo creerás, pero yo estoy hecho de
terciopelo dorado y tengo dos grandes almohadones que se acomodan para que los que se
sientan estén más cómodos.
-Ja, ja, ja, ¿dorado tú? Eso sería hace muchos años y tu terciopelo parece una arpillera.
-Bueno, te digo que he pasado bastante
tiempo en esta casa y siempre han buscado
en mí el calor y la comodidad. Por eso es que
tengo algunas manchas.
-¿Algunas? Estás todo manchado; ni Mr.
Músculo te podría limpiar ahora.
-Sí, algunas son de los chocolates que han
comido los niños de la casa mientras jugaban…
y hasta una vez una niña aplastó al sentarse
un racimo de uvas.
Ofelia Sarli (Uruguay)
-¿Y todas esas migas de pan y de galletitas que vi a la empleada limpiando hoy de
mañana?
-Es que la señora come galletitas mientras mira novelas y como la tele está frente
a mí, ella también se sienta aquí. Además,
al costado tiene la estufa. No comentes, ella
dice que mira la novela, pero casi siempre se
queda dormida.
-Sí, todo eso está muy confortable, pero
no entiendo porqué siendo tan viejo y lleno de
manchas te pusieron justo donde está la única
ventana de esta habitación; dónde toda la gente
que pasa te puede ver.
- Mira, tú hace muy poco que estás aquí
y te vanaglorias de tu color y tu hermosura,
pero vas a ver que si de veras te quieren te van
a usar para sentarse, para estar cómodos, para
conversar, para jugar, para besarse.
-¿Cómo?
-Sí. Hace un tiempo que el hijo mayor
tiene novia y usan este sofá para estar juntitos
y besarse. Te podría contar muchas cosas
más que sucedieron, pero ya las vas a ver…y
además, ahí viene la señora.
PALABRA DE POETA
La perfección de una estructura no es
poesía.
Tampoco lo son una versificación o una
fábrica de rimas.
Poesía es sangre, comunión, voz sagrada. Nace de la conciencia de nuestra finitud
y despliega en la emoción un mensaje que
atraviesa siglos, almas y ánimos.
Susana Pérez Gomar
17
EL PARQUE DE MIS SUEÑOS
Lillian Olivera (Uruguay)
Para Corrado, en su tiempo.
Cuando era niña me encantaba ir al parque
Rodó, pues vivía cerca y con sólo caminar
unos metros me encontraba en él. Asoman a mi
recuerdo los días de otoño cuando mi madre y
yo lo visitábamos haciendo siempre el mismo
camino: hacia el lago.
Bajábamos una escalera de ladrillo rojo con
escalones tan largos que se apoyaba el mismo
pie al ir bajándola, por lo que mi madre la
llamaba "la escalera del rengo".
Cuando llegábamos al lago caminábamos
bordeándolo. Era hermosísimo cuando los
rayos del sol atravesaban los altos árboles y
llegaban hasta la superficie del agua dándole
reflejos dorados. Las ocas y los patos se paseaban alegremente y, en la mitad del lago, había
una pequeña islita, que atraía mi atención.
Su vegetación era espesa y no permitía verla
interiormente por lo que despertaba en mí el
deseo de abordarla.
Ah, ¡y el aroma atraía con un encanto especial! Era una mezcla extraña de diferentes
olores, que provenían del lago y los árboles
Parque Rodó, Montevideo
que lo habitaban. Yo juntaba unas tapitas que
caían de los eucaliptos y llenaba mis bolsillos
con ellas, con el calor de mi mano desprendían
una fragancia dulzona.
Nuestro paseo terminaba subiendo una
escalera de piedra oscura y húmeda, desde
allí, doblando a la derecha encontrábamos
el castillito que alberga una biblioteca y me
parecía enorme y fascinante, pensaba que en
cualquier momento aparecería una princesa.
Mi madre y yo, durante el paseo hablábamos muy poco, pero sabía, sin que ella me lo
dijera, que también le encantaba recorrer el
parque.
Cuando llegaba la noche, ya en mi cama,
cerraba los ojos, respiraba profundo y olía la
aroma especial del parque, veía la luz dorada
del lago y me dormía.
Hoy mismo, puedo cerrar los ojos, respirar
profundo y sentir las mismas sensaciones.
18
NOCHE
Noche. Noche de Luna llena. Noche de mil
estrellas. Noche en las que pienso en ti. Noches
de soledad. Noches sin ti.
Noche. Noche en las que amo. Noches en
las que extraño. Noches en las que no siento
nada. Noches en las que mi corazón exige tu
presencia.
Noche. Único consuelo. Saber que ambos
una misma Luna vemos. Sentir sobre mi piel
Pedro Lamorte
el tintineo de los astros y compararlo con el
roce de tus labios.
Noche. Noche de tormenta. Tormenta de
mar. En el oscuro horizonte los relámpagos
aclarecen las tormentosas aguas de Poseidón.
Noche. La noche es cuando el Sol se va y
las tinieblas gobiernan, dice la gente. Noche.
Noche es cuando los poetas salen y la magia
cubre el firmamento.
DISTINCIÓN
ROTARY INTERNACIONAL entregó
por primera vez la distinción internacional
PAUL HARRIS en el Día de la Mujer a las
Dras. Dinorah Castiglioni, primera cirujana
de Uruguay y Sylvia Puentes de Oyenard por
su obra para niños. En la foto las homenajeadas con los gobernadores de los Distritos
4970 y 4980, Olga Sánchez Llamosa y Luis
Rodriguez Bosche y el Presidente de Rotary
Internacional Dr. Gary Huang en la Torre de
las Comunicaciones, sala Mario Benedetti. Las
señoras Estela Ilundain y María Laura Visca
oficiaron de magníficas anfitrionas.
Ser creador es transformar el mundo cotidiano en un universo mágico.
Es transitar por el papel convirtiendo la tinta en mensaje de luz.
Es deslumbrarse ante el silencio
y transformar los sonidos en canto.
Es tener lápices de colores para combatir la guerra
y combatir la guerra con palabras
y lápices de colores.
Es tener brazos como si fueran alas
y tener alas como si fueran brazos.
Es remontar el día en el contracielo de las dificultades
y descubrir en una frase el pasaporte a la alegría.
Sylvia Puentes de Oyenard
19
NADIE IMAGINABA
LO QUE IBA A SUCEDER
Natalia Yuvet (Uruguay, 12 años)
Eran las cuatro de la tarde y yo aún preparaba mi mochila, se preguntarán: ¿Por qué
preparaba una mochila? Me iba a pasear con
una amiga. Ya terminada la tarea fui corriendo
a la cocina y agarré una manzana, mi madre
trató de tranquilizarme pero estaba muy ansiosa, fui al portón a esperar a mi amiga. De
repente oigo un: píí-píí, era la moto de mi
amiga, llamé a mi madre para que me abriera
el portón; cuando ya estaba abierto, corrí y
abracé a mi amiga bien fuerte. Ya estábamos
en viaje, el destino era un gran restaurante de
comida china. ¡El restaurante quedaba muy
lejos! De repente la moto se apaga, mi amiga
trató de prenderla y no pudo, yo estaba muy
asustada estábamos lejos de casa y en el medio de un bosque. Pasaron las horas tratando
de buscar soluciones. Ya eran las 19:30 de la
tarde y seguíamos varadas, 5 minutos después
recordé que dentro de mi mochila había comida, la saqué y vi que en el fondo estaba mi
celular y me dije: Puedo llamar a mi madre.
Saqué el celular y traté, pero no había señal.
Iba a ser una noche muy larga… Ya estaba
oscuro y habíamos comido algo, era hora de
que durmiéramos. Nos acostamos y cuando
estábamos a punto de dormirnos sentimos
ruidos. No nos podíamos dormir, estábamos
muy asustadas, de repente vi una sombra, creí
que era mi imaginación, pero cuando mi amiga
dijo: ¿Viste lo mismo que yo? Supe que no fue
producto de mi imaginación. Cinco minutos
después sentimos ruido de nuevo y mi amiga
se paró y me dijo que iba a ir a investigar, me
quedé acostada mirando las estrellas tratando
de distraerme, ya habían pasado 15 minutos
desde que mi amiga se había ido. Estaba preocupándome, me levanté. Un segundo después
siento un grito estremecedor y empiezo a correr
en círculos sin saber qué hacer, escuché otro
y empecé a correr hacia el lado contrario de
los gritos, pero pensé: ¡Mi amiga, mi amiga
debe ser quien grita! Entonces me di media
vuelta y corrí hacia donde se sentían los gritos.
Cuando llegué mi amiga estaba riéndose y yo
no entendía nada. Me explicó que todo había
sido una broma que ella planeó. Yo estaba
enojada, pero al mismo tiempo aliviada. Nos
dormimos y al día siguiente fuimos caminando
a mi casa. Cuando llegamos me dijo: ¡Ja, ja,
ja, te la creíste toda!! Pero no entendí cómo
había hecho las sombras si estaba a mi lado,
entonces le pregunté, ella quedó pensativa
y dijo: -Eso no lo hice yo… Nunca supimos
quién nos acompañó esa noche.
El libro es un encuentro, después del cual ya no somos los mismos.
Alba Marina Riverón
20
20 NUEVAS PALABRAS EN EL DRAE
El DICCIONARIO
DE LA Real Academia
Española de la Lengua
ha presentado la 23ª
edición (DRAE) con
93.111 artículos, seis mil más de los incluidos en 2001, y 1,350 artículos suprimidos.
El Diccionario de la RAE rige en más de 20
países con más de 474 millones de hablantes,
por lo que es importante saber qué términos
nuevos se agregaron. Esta nueva edición ha
generado controversia, puesto que han ingresado una multitud de préstamos de otros
países, principalmente americanismos, que se
oponen a los términos tradicionales. Muchas
de las nuevas palabras se refieren a términos
tecnológicos que se han arraigado gracias a
la expansión de las redes sociales tales como
WiFi, Tuit, Tuitear, Dron, hipervínculo, entre
otros; aunque muchos de estos conceptos no
han tenido gran aceptación entre los usuarios.
Recopilamos algunos de esos términos nuevos:
PALABRO- es el término para referirse a
una "palabra mal dicha o estrambótica".
CULAMEN Y POMPIS - es una incorporación reciente, pero tiene unos cuantos sinónimos:
trasero, pandero, posaderas, nalgas, pompis,
cola.... Todas recogidas en el DRAE con pompis.
OTUBRE, CONCETO – está admitido.
Eso sí, como forma "en desuso".
DESCAMBIAR - sinónimo de destrocar,
esto es: deshacer el trueque o cambio. También
es válido su uso, frecuente en la lengua coloquial, con el sentido de "devolver una compra"
AMIGOVIO: mantener una relación de
menor compromiso que un noviazgo.
LIMPIAVIDRIOS: producto que se utiliza
para limpian los cristales.
ARREMANGARSE – está admitida. No
sucede lo mismo con "arrascarse", que es un vulgarismo muy extendido y que no está admitido.
TOBALLA - está admitida por toalla.
BLUYÍN Y YIN - Al reparar en que en
buena parte de Hispanoamérica nadie habla
de pantalones vaqueros, sino de "blue jeans",
la RAE decidió incorporar el término, eso sí,
adaptando la grafía al español.
GÜISQUI - He aquí otro caso similar al
del bluyín. Nos permitimos fantasear con el
momento de su inclusión:
AGIBÍLIBUS o AGÍLIBUS - Agílibus
hace referencia a la habilidad, el ingenio, a
veces pícaro, para desenvolverse en la vida.
Algo parecido a la "Inteligencia Emocional"
que con tanto éxito acuñó Daniel Goleman.
LONCHERA: recipiente pequeño que sirve
para llevar comida ligera, especialmente los
niños cuando van a la escuela.
PINCHAÚVAS - se refiere al "pillo que en
los mercados comía la granuja, picándola con
un alfiler, palillo u otro instrumento".
APARTOTEL -Ni "apartahotel", ni "aparthotel". La forma correcta para referirse a
un hotel de apartamentos es apartotel. Es un
anglicismo que se ha adoptado tal cual.
PAPAHUEVOS -es el papanatas de toda
la vida. También conocido como pazguato,
cándido o bobalicón.
ZANGOLOTEAR - hace referencia a un
movimiento continuo y violento, de una parte
a otra sin concierto ni propósito.
ZÍPER: cierre.
AHORA SE ESCRIBE: arcoíris.-1.m.
Fenómeno óptico que presenta en forma de
arco de bandas concéntricas los siete colores
elementales, causado por la refracción o reflexión de la luz solar en el agua pulverizada,
generalmente perceptible en la lluvia. MORF.
pl. invar. Los arcoíris.
Y TARÚPIDO, que viene de tarado y estúpido es una VOZ URUGUAYA que también figura.
21
Poemas de Alba Marina Riverón Granese
MI JARDÍN
QUERIDOS MALVONES
Abuela los cuidaba con esmero.
Blancos, rosados, rojos y veteados.
Malvones en macetas de colores.
Pintura deslumbrando los balcones.
El perfume a malvones me recuerda
al sillón y la mesa de las tardes,
al té con tartas de manzana,
y bordado en crochet y punto cruz.
El paisaje inmaculado del jardín.
Hoy planto malvones en mi casa,
blancos, veteados, rojos y rosados.
Son otros, mas mi corazón recuerda
mi niñez y las manos de la abuela.
EL COLIBRÍ
Si alguien pudiera responder
porqué el color del picaflor,
el ígneo mensaje de su vuelo,
el libar entonado de perfumes.
Embriaguez de vida en corazones.
Murmullo de amanecer en primavera.
Flores coronadas de arcoíris.
Reinas de exóticos licores.
Conmovida entrega en la danza.
Hechizados, la flor y el colibrí.
Contacto esencial
del Universo.
Solo Dios.
FLOR DEL PARAÍSO
Qué inmenso dolor sentí en el alma,
vi cómo te arrancaban de tu seno.
Lucías en atardeceres ardientes
y tempranas mañanas luminosas.
No pude salvarte del destierro.
Qué inmenso dolor el de mi alma.
Hoy estás separado en dos,
pero te tengo.
Tiemblo perderte.
¡Vive! ¡Levántate!
Nostalgia de verte florecido,
de mostrar esbeltos tus capullos,
iluminar mi corazón en primavera.
Llevas en tu seno el arcoíris.
Bella, fuerte, sensible, enhiesta;
llevas la más bella de las almas.
Por eso te llamas
Flor del Paraíso.
MI NARANJO
El árbol de naranjo me ha tocado
con una de sus ramas silenciosas.
Caricias de pequeñas hojas.
De sus azahares el aire deslumbrado.
El árbol de naranjo me ha mirado.
Encuentro sus pupilas en mis ojos.
Su sombra tan fresca es mi regazo.
Mi sueño de niña me ha tomado.
En la tierra que sostiene sus raíces
el recuerdo de cosechas ha llegado.
Canasto con delicias en mis brazos.
Jugos, dulces, almíbares… ensueños.
El árbol de naranjo me ha mirado.
22
INSTITUTO DE FORMACIÓN DOCENTE
ELBIO FERNÁNDEZ
“El período desde el nacimiento hasta los seis años es el más importante para el desarrollo del
ser humano; proporcionalmente ese período es el más rico en términos de resultados, tanto en el
aprendizaje como en el desarrollo físico y mental. A los seis años el niño ha desarrollado las principales capacidades físicas y mentales sobre las cuales apoyará su desarrollo posterior” (UNESCO).
Con esta misión en mente, en el Instituto de
Formación Docente Elbio Fernández se trabajó
en la implementación de una Tecnicatura en
Primera Infancia, destinada a :maestros, asistentes sociales, psicólogos, psicomotricistas,
licenciados en educación física, bellas artes,
educación, bachilleres de cualquier orientación
que trabajen o aspiren a trabajar en centros de
educación de la primera infancia.
La novedad del proyecto estuvo en que
dicha formación estuvo en manos de diferentes
instituciones públicas o privadas de primer
nivel que trabajaron como conveniantes en la
misma. AULI y su Club de Narradores es una
de ellas. En el primer año de la tecnicatura
se realiza un trabajo específico en Literatura
Infantil, con el objetivo de que los estudiantes
egresen, entre otros, con:
-conocimientos sobre Literatura Infantil
-talleres de narración de cuentos
-importancia de la narración en el aula
-conocimiento de diferentes autores y su
obra.
La experiencia ha sido muy enriquecedora y las generaciones que han pasado por
el Instituto así lo demuestran. Las clases
estuvieron a cargo de dos expertas en literatura Infantil: Isabel Del Prete y Monserrat Di
Lorenzi, quienes contaron en sus talleres, con
la presencia de distinguidos autores y narradores: Dra. Sylvia Puentes de Oyenard, ilustrador
José Gómez Rifas, narradora María Cristina
Laluz, poeta Ivonne Parodi, entre otras figuras.
En la nota un grupo de alumnas con docentes
y el Presidente de Enseñanza Primaria Mtro.
Héctor Florit.
Apoyan Red Solare y Academia Uruguaya de LIJ y A.U.L.I. A.U.L.I., Asociación Uruguaya
de Literatura Infantil-juvenil , es una asociación civil, sin fines de lucro, con personería jurídica,
fundada por la Dra. Sylvia Puentes de Oyenard el 1º de setiembre de 1984.
23
POEMAS LATINOAMERICANOS
ODA AL URUGUAY
Uruguay es palabra de pájaros,
o idioma del agua.
Es sílaba de una cascada,
es tormento de cristalería.
Uruguay es la voz de las frutas,
es la primavera fragante,
es un beso fluvial de los bosques
y la máscara azul del Atlántico.
Uruguay es la ropa tendida
en el oro de un día de viento.
Es el pan de la mesa de América,
la pureza del pan en la mesa.
GOLOSOS
Comeremos amarillo
en el brillo
del membrillo.
Reventaremos morado
en granos
del moscatel morado.
Chuparemos el naranja
en la esfera jugosa
de tentadora naranja.
Pablo Neruda (Chile)
Yolanda Bedregal
(Bolivia)
POEMA
Canta el viento con voz verde
y con voz azul las olas:
órgano del mar inmenso,
clavicordio de las hojas.
Suelta el chorro del peñasco
límpida escala de gotas,
y el hondo río viajero
melodía caudalosa.
Canciones que no se escuchan,
por sutiles y remotas,
guardan su gama fragante
en el cáliz de las rosas.
Esconde arrullos eternos
el buche de la paloma,
y el jilguero endulza trinos
con mieles de zarzamora.
Claudia Lars (El Salvador)
LOS VERSOS DE LA LLUVIA
Con un viento de lluvia
que vuela en rachas
que cae sobre el río
picando el agua
vamos volando:
la risa se nos moja,
la cara, el canto.
Por las hojas brillantes
y sacudidas
por las ramas que quedan
negras y frías
voy resbalando.
Con el ala del agua
vamos volando.
Circe Maia
(Uruguay)
24
LA PALOMA
Canta cucú
la paloma,
canta cucú.
Come insectos
la paloma,
hojas tiernas
y pedazos
de maíz.
Canta cucú
la paloma,
canta cucú,
canta
canciones
de niños,
canta cucú.
Rubén Berríos
(Honduras)
FIESTA DE PÁJAROS
Filtrándose en las nubes,
la luz de la alborada
diseña un pentagrama.
Los pájaros, entonces,
parados en las ramas
o al borde de los nidos
empiezan a cantar.
Francisco Morales Santos
(Guatemala)
LA MONA SIMONA
La mona Simona
se puso una moña
y un lindo collar,
se miró al espejo
se pintó los labios
y se fue a pasear.
Exclamó un monito:
“¡Qué bella!
¡Qué Hermosa!”
La mona Simona
parece una estrella,
por eso las monas
están envidiosas.
La pondré en un trono,
será ella mi reina,
le haré una corona
cuajada de perlas,
besaré su frente,
le diré al oído:
-Monita preciosa,
¡cásate conmigo!
Berta Suárez de Antelo
(Bolivia)
LIBÉLULAS
¡La fiesta de las libélulas
sobre las aguas trémulas!
Oro y verde; azul y plata;
sol y sauces; cielo y agua.
¡La fiesta de las libélulas
sobre las aguas trémulas!
Carlos Luis Sáenz
(Costa Rica)
UN GALLITO
DE CONFITERÍA
-4Ay, que en su veleta
de lima y limón,
el gallito verde
se acarameló.
Al Sur, la gragea;
al Este, el azúcar;
hacia el Noroeste,
un pastel de fruta.
Su pico en el borde
de la compotera
y su verde cola
chorreando jalea.
...Que el gallito Verde
soñaba despierto,
sentado en la rama
del toronjo seco.
Álvaro Figueredo
(Uruguay)
25
LAS MANOS DE MI MADRE
Las manos de mi madre
parecen pájaros en el aire
historias de cocina
entre sus alas heridas
de hambre.
Las manos de mi madre
saben que ocurre
por las mañanas
cuando amasa la vida
hornos de barro,
pan de esperanza.
Las manos de mi madre
llegan al patio desde temprano
todo se vuelve fiesta
cuando ellas vuelan
junto a otros pájaros
junto a los pájaros
que aman la vida
y la construyen con los trabajos
arde la leña, harina y barro
lo cotidiano
se vuelve mágico.
Las manos de mi madre
me representan un cielo abierto
y un recuerdo añorado
trapos calientes en los inviernos.
Ellas se brindan cálidas
nobles, sinceras, limpias de todo
¿cómo serán las manos
del que las mueve
gracias al odio?
Mercedes Sosa
(Argentina)
CANCIÓN DE CUNA
(Para mi hija Teresita)
I
Ven luna, lunita,
con tus manos de hada
llévate a mi niña
en tu linda barca.
Muéstrale los astros,
enciéndele el alma,
ponle unas alitas
de nube y de gasa.
II
Ramitas doradas,
no cantéis ahora,
pues quiere dormirse
mi blanca paloma.
Estad quietecitas,
estrellitas locas,
que al lucero mío
lo espera la aurora.
III
Ven luna, lunita,
carita plateada,
toma entre tus brazos
a mi niña clara.
Ciérrale los ojos,
cántale una nana
y así dormiremos
los tres hasta el alba.
Teresa Crespo
(Ecuador, 1928-2014)
26
GOLONDRINA
FIESTA DEL MAR
Drina la tonta
la golondrina
se echó un tintero
de tinta china.
Jugando con caracolas
luciérnagas vienen, van,
infinita algarabía
¡peces llegan a espiar!
LA QUENA
Es la quena
lastimera
que quisiera
su honda pena
demostrar,
o bien canta
su garganta
musical
con el viento
de la pampa
celestial.
Sor golondrina
es la monjita
de pecho blanco
y su mantita.
En el convento
de los aleros
reza un rosario
a los luceros.
Hugo Molina Viaña
(Bolivia)
Pepa Martínez Sanabria
(Bolivia)
Los delfines desvelados
van a la orilla del mar,
los cangrejos confundidos
no se quieren acercar.
Pataleando las tortugas
dejaron de navegar
y todos vivieron la fiesta
de luna, arena y mar.
Marta de los Santos
(Uruguay)
GRANO DE MAÍZ
Todas las madrugadas,
en el buche del gallo
se vuelve cada grano de maíz
una mazorca de cantos.
Jorge Carrera Andrade
(Ecuador)
EL MAR
Si el mar fuera una enorme naranjada
yo probaría media cucharada,
pero como es de avena
la dejo allí en la arena,
porque la sopa no me gusta nada.
María Elena Walsh
(Argentina)
TROMPO BAILARÍN
Baila que baila,
mi caballero.
Capa ceñida,
punta de acero.
Cuando tú bailas
florece el viento
en clavelitos
volatineros.
Zumba que zumba,
mi maronero,
¡que te mareas!
¡Remolinero!
Esther Feliciano
(Puerto Rico)
27
30 AÑOS DE A.U.L.I
Los celebramos con una jornada cultural
de LIJ en el ELBIO FERNÁNDEZ con la
participación de Mag. Sonia Scaffo, Expertas
en Literatura Infantil María Isabel Del Prete,
María Di Lorenzi, Dinorah López Soler,
Prof. Lauro Marauda, Club de Narradores
“Dora Pastoriza”, Dra. Sylvia Puentes
de Oyenard, niños del colegio Richard
Anderson. Presentamos la 2ª. edición del
libro LITERATURA INFANTIL. Apuntes y
reflexiones. Rumbo editorial, 2014. Contamos
con el apoyo de la Dirección de Cultura de la
Intendencia Municipal de Tacuarembó.
ODA AL LÁPIZ*
Tú que escribes
y a veces estás guardado
en la cartuchera
junto con la goma y la tijera,
los cuadernos y la cascola
y otros lápices de colores.
Tú que escribes
también dibujas mariposas, autos,
motocicletas, corazones, autobuses,
pelotas, barcos, aviones.
Aviones como los de Da Vinci.
Tú que escribes
llevas también mis sentimientos,
mi corazón, tristezas y alegrías,
mis enojos, mi felicidad, mi vida.
Te quiero y te busco porque
eres parte de mi alma.
NIÑA DE SOL Y AZAHAR
A María Julieta Canon Samur,
en Santa Cruz de la Sierra.
Las flores, alas abiertas,
el nido tibio y en paz,
la luna mecida en olas
y un ángel en el portal.
Arpegios de rama y pinos,
oro en danza, manantial,
para una niña que trae
alforjas de trigo y sal.
Una diadema de estrellas
del Plata a los Andes va
y a coro cantan las aves
que cruzan montaña y mar:
Es por ti la buena nueva
y el ángel en el portal,
¡muy bienvenida Julieta,
niña de sol y azahar!
Sylvia Puentes de Oyenard
Montevideo, 14 de noviembre de 2014.
*Trabajo colectivo con los alumnos de la Escuela N° 206 de Discapacitados intelectuales,
guiados por Sylvia Puentes de Oyenard en jornada de festejo del Día del Libro junto a las
escritoras Susana Pérez Gomar, M. Cristina Laluz y Ana Gracia. 30-V-2011 Directora: Maria
Cristina Martinez Etchegoyen
28
“TE REGALO EL MAR”
Te regalo el mar es la obra de un grupo
de escritores e ilustradores de América Latina
quienes ofrecieron su obra como un regalo a
los niños bolivianos. Los autores respondieron
a la convocatoria que fue realizada desde la
Academia Boliviana de Literatura Infantil,
compilada por el escritor cubano Luis Cabrera
Delgado, impulsada y dirigida por Liliana De
la Quintana y editada por el Ministerio de
Cultura de Bolivia.
Hemos tenido la oportunidad de disfrutar con
nuestra participación en un libro precioso / atractivo; para mirar, leer y colorear; un libro sin edad.
Un remanso con diseños, sabor y color de mar.
Una maravillosa y singular propuesta, una
idea ‘marinera’ que fue navegando por los
países latinoamericanos, y con el aporte de
ilustradores y escritores llegó a buen puerto.
Abrazando cuentos y poesías se despliega a través de sus ondas la esencia del universo infinito
del mar. ¡Gracias a todos quienes participaron!
A UN NIÑO BOLIVIANO
Y... para compartir unas ondas de mi mar,
apenas estas...
Puntillas de mar
El viento suave / y persistente
insistente / empuja las olas,
las despliega contra la arena,
una tras otra…
Espuma leve que borda la orilla.
Primorosa,
glamorosa exhibe,
enagua blanca de incontables puntillas.
Graciela Ricci
A ti, niño pequeño,
te voy a regalar
en una caracola
el cantar de las olas,
la espuma de mi mar.
A ti, niño pequeño,
de mi hermana Bolivia,
te voy a regalar
un velero de sueños
por pasarelas de sal.
A ti, niño pequeño,
te voy a regalar
el verde de mis algas
y mi hermoso pinar.
A ti, niño pequeño,
de mi hermana Bolivia,
te voy a regalar
el canto de mis olas
la espuma de mi mar.
Graciela Genta
29
TRABAJAMOS CON UNA LEYENDA
EL RÍO DE LOS PÁJAROS
Sylvia Puentes de Oyenard
(Uruguay)
Las flechas del sol
y de la luna caían sobre América. Entre las
sombras, los fuegos de
las tolderías relumbraban como guacamayos.
Mientras los ojos destrenzaban lejanías, los
pies de los indígenas
besaban el cobre de la tierra. Los ñacurutúes
velaban el silencio de la noche. El guazubirá
corría libre por los llanos. Era el tiempo en que
el hombre se saciaba con la dorada presa de los
ríos o el fruto dulce del mburucuyá.
Una mañana, el alba despertó al más valiente de los charrúas, al que sus compañeros
llamaban Tubichá durante la guerra. Un ave
tocó su frente y el indio se levantó como hechizado. Penetró en el monte poseído del extraño
canto que emitía el pájaro. La lengua del sol se
confundía con los frutos de arazaes y pitangas.
Aquietó su paso. Esperaba el momento de
poder cazar al animal y, cuando iba a hacerlo,
escuchó una voz que se agitaba en la silvestre
flor que allí crecía:
-Soy el Rey de los Pájaros y hace muchísimas lunas que busco un guerrero como tú. Mi
raza está presa del maleficio de Rhea, la bruja
que habita la cascada. Solo el canto hemos
conservado de nuestra naturaleza primitiva.
Mis súbditos yacen en el lecho del río y cantan
al paso del agua. Ayúdanos.
-Te ayudaré, Rey de los Pájaros. El charrúa
conoce el sufrimiento y muchas flores han
dado su tallo para curar nuestras heridas. La
piel del indio también se marchita si no conoce
los corales de la risa. El pájaro es amigo del
indio y el indio ha de ayudarlo a recuperar su
libertad. Dime cómo lograrlo.
-Debes construir una canoa con el tronco
de un árbol llamado timbó. Navegarás en
la dirección que el sol se pone. Únicamente
llevarás tu flecha. Corta mi flor, te servirá de
escudo. Después de haber cruzado el monte
oirás un intenso rumor que es el anuncio de la
proximidad de la cascada. Es la señal para que
abandones la canoa. Rhea vendrá a combatir
contigo. Debes recordar que son sus dominios
y, solo hiriéndola antes de que te toque, podrás
liberar a mi raza.
El indio cumplió las instrucciones. Cuando
Rhea lo vio, agitando los espejos del agua, saltó
sobre él. Constantemente la bruja intentaba
hacerlo caer en su maleficio. El indio desfallecía, pero de pronto sintió el revuelo de un ave
sobre su cabeza: el canto era el mismo que lo
subyugó en su tribu.
Volvió a la lid con renovadas fuerzas y
clavó su flecha de tacuara en el corazón de
Rhea. Corrió la sangre y el pájaro se bañó en
ella. Su cabeza y su pico se volvieron rojos:
el churrinche había nacido en nuestra tierra.
Rhea, al morir, se transformó en etéreos
penachos de color punzó. Los vilanos giraron
en la brisa y se prendieron en las ramas de los
plumerillos.
Cantó el churrinche y cayó la flor que el
indio retenía en su mano. De los jardines del
agua surgió la más hermosa mujer que el tubichá hubiera visto. Ella le tendió los brazos
agradecida, porque también había roto su maleficio. Mientras, miles de pájaros levantaban
vuelo desde las aguas: eran los que Rhea había
convertido en piedra.
30
En una barca de plumas la pareja emprendió el camino fluvial. Mecida por los trinos
navegó el Río de los Pájaros, el Río Uruguay.
El que tiene en la aurora doradas mariposas.
El que dio a los charrúas sus poderosas manos.
El que ciñe en su canto mil luceros y se abre,
como canto, en las gaviotas. El que altivo da su
luz al Plata y fulgura, en secreto, a sus plantas.
Glosario:
Ñacurutú: ave nocturna semejante a la lechuza.
Guazubirá: especie de venadillo americano.
Mburucuyá: planta de fruto dulce, cuya flor
tiene poder curativo.
Arazá: árbol con ancha copa y fruto amarillo.
Pitanga: árbol con hojas fragantes y fruto
comestible.
Tacuara: caña fina.
Churrinche: pájaro con plumaje rojo.
UBICACIÓN DE LA REGIÓN
La República Oriental del Uruguay está
ubicada en América del Sur, limita al norte
y al este con Brasil, al oeste y suroeste con
Argentina y al sureste con el Océano Atlántico.
Es territorialmente pequeña, pero de elevado
nivel de educación. La lengua oficial es el
castellano. La palabra Uruguay proviene de la
lengua guaraní. La versión de Félix de Azara
afirma que proviene del urú, ave pequeña que
habita en las costas del río Uruguay y significaría entonces "río del país del urú". Otra
interpretación la da un colaborador de Azara,
quien consigna que la palabra está formada por
dos fonemas: caracol y agua (río). Para el Poeta
de la Patria (Juan Zorrilla de San Martín) es el
"Río de los pájaros pintados".
MAPA
FOLKLÓRICO
DEL URUGUAY
Mapa Folklórico
del Uruguay elaborado en la primera
mitad del s. XX por
el antropólogo Dr.
Ildefonso Pereda
Valdés, Gran
Premio Nacional de
Literatura, y cuyo
original regaló a
Sylvia Puentes de
Oyenard.
31
PROCEDENCIA DE LA LEYENDA
“El río de los pájaros” es una leyenda de
autor, refiere a un mito de origen, el nacimiento
de un río (el Uruguay), de un pájaro (el churrinche) y de una flor.
La fantasía crea una fusión con elementos
de la tradición oral que aluden al nacimiento
del churrinche, entre ellas una historia que firma el prolífico escritor de Montiel Ballesteros,
que cuenta que en un monte espinoso y crudo,
hubo un combate feroz. Algunos indígenas fueron recibidos por el agua que allí corría, pero
el cacique no pudo arrastrarse hasta el agua y
“no quería caer vivo en manos de los intrusos,
se alargó la herida que le abría el pecho y sacó
su corazón arisco, rojo y libre, que se volvió
un churrinche encendido y voló a refugiarse
en el seno caliente de los bosques nativos…”
(“La leyenda del churrinche”)
En ese texto, el narrador expresa que no canta, pero en realidad tiene un canto cadencioso,
churrin churrin, monótono pero dulce, que le da
nombre y le permite un cortejo. Es insectívoro,
vuela rápido y en el decir del naturalista y zoólogo Dr. Carlos Torres de la Llosa, parece una
brasa que se atiza al elevarse; parece la sangre
de un charrúa, que del suelo vuelve a la vida.
INFORMACIÓN
CHURRINCHE: es palabra
guaraní y denomina a un pájaro
rojo que habita en toda la
República Oriental del Uruguay
y otros países americanos. Es un
ave migratoria, se la ve en campos
y en los montes ya sea sobre los
alambrados e hilos de telégrafo o
sobre los árboles ralos en hojas, como el molle
y la espina de la cruz.
VILANOS: son apéndices de filamentos
que coronan el fruto de muchas plantas compuestas y transportan por el aire la semilla de
la vida.
EL PLUMERILLO es un arbusto inerme
con abundante ramas débiles. Su flor tiene
un pedúnculo velloso. Crece en la ribera de
los montes y es un elemento ornamental. Su
función es la diseminación de semillas.
TIMBÓ (timbó-puitá, pacará u oreja de
negro (Enterolobium contortisiliquum): árbol
que puede alcanzar 15 metros de altura o más,
de copa amplia y pequeñas flores de color
blanco. Es nativo de las selvas ribereñas del
norte Argentino y se encuentra con facilidad
en Uruguay. Por su madera blanda y medianamente pesada, es resistente a la flexión y se
utiliza en carpintería. Está unido a la tradición
indígena, porque de él se hacían canoas, pero
también por de su fruto lobulado, como un
círculo que se interna en sus puntas, parecido a
un embrión, y al que se llama “oreja de negro”.
La tradición refiere que una princesa indígena
que huye detrás de su amado y, ansioso, su
padre pega la oreja al suelo para escuchar sus
pasos si regresa. Sus súbditos lo encuentran
muerto, unido a la tierra por su oreja de la que
crece un árbol con las características descritas.
COMENTARIO
La leyenda alude a una etapa primigenia de
América en los tiempos en que el Uruguay y el
Plata (los dos ríos que la abrazan por el Oeste,
sur y sureste) “vivían su salvaje primavera”,
como lo expresara el poeta Juan Zorrilla de
San Martín en Tabaré.
El narrador hace uso de varios términos de
la nomenclatura aborigen y de otros que nos
ubican en un entorno especial con flechas,
tolderías, indígenas.
Hay manejo de opuestos entre día/sol/
libertad/pesca y noche/luna/silencio/ñacurutú
alerta; entre paz/enfrentamiento.
La historia relata que una mañana un ave
despertó al más valiente de los charrúas (una de
las tribus que habitaron Uruguay) y comienza
la odisea que tendrá como protagonista al hom-
32
bre y como ayudante, y donante, un pájaro. La
oponente es Rhea, figura maléfica que entabla
con el indígena la lucha ancestral entre el Bien y
el Mal para dar nacimiento a tres presencias: el
churrinche, pájaro característico de América, una
especie de flor, el vilano, que con su etérea figura
de pelos plumosos, contribuye a la diseminación
de las semillas, y un río, el Río Uruguay, también
llamado Río de los Pájaros Pintados.
ACTIVIDADES
Antes de leer el texto:
-Comentar el título, buscar relaciones con
el nombre y la geografía. Recordar los versos
de Pablo Neruda: “Uruguay es palabra de pájaros,/ o idioma del agua.” (“Oda al Uruguay”)
-Dibujar en un mapa de América del Sur la
región a la que alude la leyenda.
-Tomar conocimiento de los avatares de la
población indígena en Uruguay y su exterminio. (“El charrúa conoce el sufrimiento…”)
Después de leer el texto:
-Localizar palabras atribuidas a idioma
aborigen.
-Nombrar los personajes y adjetivarlos.
-Buscar la diferencia entre “vilano” y
“plumerillo”.
-¿Hay algún elemento que se pueda catalogar como simbólico?
-¿Puede una flor ser escudo a pesar de su
fragilidad? ¿Qué sugiere esta imagen?
-¿Cuál es el color que predomina en el
texto y por qué?
-¿Cuál es la relación entre los personajes?
-¿En qué situación viven los indígenas
americanos en la actualidad?
-Busca cuántas veces se menciona el sustantivo “indio” e indícalo.
Ejercicios de comprensión lectora:
1)-¿Por qué se levantó el indio?
2¿Qué debía hacer el charrúa para liberar
a los pájaros del maleficio?
3-¿En qué estaban convertidos los pájaros?
4-¿Cómo surgió la más hermosa mujer?
5-¿Qué significa: “hace muchísimas lunas….?
6-Realiza una lista con las palabras que
encuentres en este texto cuyo significado no
conozcas.
7-Escribe tres adjetivos que figuren en el
texto.
8-Anota los sentimientos humanos que
aparecen en el texto.
9-Explica qué quiere expresar el narrador
cuando dice: “Las flechas del sol y la luna caían
sobre América”.
Producción de textos.
Desarrolla por escrito una de las siguientes
propuestas:(opcional).
1)-Escribe un texto que comience: “En una
barca de plumas…”.
2)-Intenta realizar una breve descripción
del monte (selva) americano.
Se podrían agregar otros aspectos como
señalar la ubicación espacial y temporal o
indicar las comparaciones y metáforas, como
también realizar la visualización de los segmentos narrativos y o descriptivos del texto.
BIBLIOGRAFÍA
ABELLA, Gonzalo: Mitos, leyendas y tradiciones de la
Banda Oriental. Montevideo, Betumsan Ediciones, 2001.
GARCÍA, Serafín: Leyendas y supersticiones.
Montevideo, Mosca Hnos., 1968.
MONTIEL BALLESTEROS, Adolfo: Fábulas.
Fábulas, mitos y leyendas indoamericanos. Buenos
Aires, Editorial Ciencias.
MULLINS, Elizabeth: “Las leyendas de nuestro país”.
En Separata Boletín A.U.L.I. N° 33, Montevideo, 1998.
PUENTES DE OYENARD, Sylvia: Con un ojito abierto.
Montevideo, A.U.L.I., 3ª. Ed., 1988.
PUENTES, Edgardo: Información personal y fotografía
del churrinche.
RAPPALINI, César M.: Crónicas sobre pájaros.
Montevideo, Ministerio de Ganadería, Agricultura,
Departamento de Fauna y Pesca, 1961.
ROCHA, Gabriel: El país de los pájaros pintados.
Montevideo, Ediciones de la Banda Oriental, 2008. Ts. 1 y 2.
TODONE, Lucía: “Semblanza: Dr. Carlos Torres de la
Llosa (1886 – 1960)”. En Internet.
33
DESDE CUBA:
NIÑA EN LA PLAYA
Cecilia se llama.
El sol está vestido,
hoy, de rosado.
Por besarlo anda el aire
muy apurado.
Olas requeteazules
que el viento agita
van lamiendo la arena
amarillita.
¿Es que será la arena
de mantecado?
El mar viene a probarla
entusiasmado.
A la niña las olas
van salpicando...
Poco a poco la niña
se va mojando...
Ríe en sus mejillas
el sol rosado
y los pies se le embarran
de mantecado.
Nersys Felipe
LA GUITARRA
¡Qué sola va con su canto
a la orilla de mi playa,
la baña un rayo de luna
y el silencio bien la guarda!
¡Qué sola va con su canto
y su cuerpo de muchacha,
luna llena, tú le bañas,
a la orilla de mi playa!
Enrique Pérez Díaz
TRES LUNAS
Entre lilas de nube,
la luna asombró tu búsqueda
y se hizo nueva en cada ventana.
Tres lunas cruzaron la noche
sin gitanos, ni mariposas nocturnas.
A saltos, el saludo del ansia,
de la alegría simple.
Tres lunas danzaron en tu sueño,
pero sabrás al despertar
que es una sola:
enigmática, perenne, cotidiana.
Olga Marta Pérez
LA SEMILLA
Jugando a las escondidas
la semillita se oculta.
(En el fondo de la tierra
palpita una estrella ciega.)
¡Qué miedo debe sentir
dentro de la tierra oscura!
(Los niños la buscan y ella
late profunda, escondida.)
Pero la llaman los trinos,
el sol y la primavera;
tímida se asoma y pronto
echa dos alitas verdes.
Emilio Ballagas
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ESPACIO LIBRE
La perrada se alborotaba cuando llegaban
los dueños de la estancia. Los perros principales Nerón, Campero y Cirilo salían al frente,
recorriendo el caminito hasta la portera principal con ladridos fuertes. Los perros chicos iban
detrás, como un coro silencioso.
Los amos eran bien recibidos, con saltos,
lamidas y hasta ciertas "gracias" que daban la
sensación de haber sido preparadas de antemano para ellos.
Parecía que aquel campo perdido recobraba
vida.
La niña invitada -pariente del matrimonio,
de las tías solteras y los niños de la casa- creía
estar en un mundo encantado. Las penurias que
el campo también ofrece le eran desconocidas,
para ella todo era fiesta y misterio.
De noche tenía miedo, pero un miedo lindo,
que la tenía en vilo, nada malo iba a pasar, pero
acostumbrada a la ciudad con sus peligros, todo
la atemorizaba y la excitaba al mismo tiempo.
Los juegos distintos la atraían mucho,
como ir a la cañada a pescar mojarritas con un
viejo sombrero de paja, por ejemplo recogía
decenas de mojarritas que luego volvía a tirar
al agua por lástima que se murieran. Las idas al
chiquero a ver los chanchitos y asustarlos con
Claudia Rossi (Uruguay)
gritos y corridas, el juego de las "casitas" que
construía con ladrillos viejos, ramas, piedras. y,
hasta flores. La escondida alrededor de la tapera con árboles de granadas y azucenas rosadas.
Cirilo era el perro preferido de Elisa. Medio
deforme, pero que imponía su figura de varios
pelajes y unos ojos como pocos, con un mirar
casi humano. A veces salían a pasear, a ver
mariposas multicolores, sapos, y juntos parecían sostener un diálogo de amigos de mucho
tiempo. Él quería quedar bien con la niña y, a
veces ladraba y mostraba los dientes, gruñendo
a enemigos invisibles, solo por complacerla.
Pasaron varios veranos en los que Elisa disfrutaba de esos días magníficos, escuchando las
chicharras al mediodía, los sonidos de los pájaros,
hojas movidas por el viento, un sol que rajaba las
piedras, los paisanos de bombacha de campo y
sombrero aludo, que venían a matear de tardecita,
, el aire puro. La tranquilidad de los días apacibles.
Todo terminó un día cuando el campo y las
propiedades se vendieron. Los perros fueron
distribuidos y algunos murieron de viejos. Pero
el recuerdo tan arraigado en Elisa quedó como
un conjunto de postales animadas, en su mente,
en sus sentidos para siempre.
CONGRESO INTERNACIONAL LECTURA 2015:
PARA LEER EL XXI
El Comité Cubano del
IBBY y su Cátedra latinoamericana y caribeña de lectura y
escritura, con el coauspicio
de la Fundación del Libro Infantil y Juvenil
de Brasil (FNLIJ), el IBBY de Canadá,
Fundalectura Colombia y A Leer / IBBY
México (secciones nacionales de Brasil,
Canadá, Colombia y México, de International
Board on Books for Young People), respectivamente: Convocan al Congreso Internacional
Lectura 2015: Para leer el XXI
«Se ha de conocer las fuerzas del mundo
para ponerlas a trabajar». La Habana, Cuba,
del 27 al 31 de octubre de 2015, en conmemoración del Aniversario 120° de la caída
en combate de José Martí y en saludo al 35°
Congreso Mundial del IBBY
Emilia Gallego Alfonso
(email: [email protected])
María de los Ángeles Torres Benavides
(email: [email protected])
35
POEMAS DE GRACIELA RICCI
¡OTOÑO AL GALOPE!
Acortando los días sin vueltas
el otoño se vino al galope.
Va entre árboles dibujando piruetas
recortando siluetas en bloque.
MI CAJA DE COLORES
Y... hace caer las hojas con una sonrisa,
para que bailen todas al toque
con cada brisa,
con cada viento que sople.
En mi caja de colores,
¡todos los colores!
Tan bellos / todos ellos.
Desde el blanco al negro,
del rojo al amarillo,
verde, azul, naranjo, violeta y añil.
Y los cobres, oros y plateados con todos sus brillos.
NIÑO DE MAR
Niño de mar / que naces libre como las olas,
inquietas,
dulces / saladas / juguetonas.
Viajas con el viento.
Juegas con los colores de cielos y el sol,
con las rocas y el caracol.
Vienes y vas con la brisa / de mil maneras,
incansable de tobogán
y deslizarse al final / para llegar a la arena
en una sonrisa abierta de mar
…y volver a empezar.
36
EL LIBRO COMENTADO
DE “EL MANGRULLO”, ABRIL DE 2015, Nº 177, AÑO 15 Por Raquel M. Barthe
En esta sección no solo se comentan las novedades, sino todos aquellos libros que vale la
pena leer y releer, aunque haya que buscarlos en una biblioteca o librería de viejo.
BLIXEN, Hyalmar, 1916-2007. ¿Y después
de la Ilíada? -Montevideo: De la Plaza, 2000.
-128 p : 24 cm. (Colección Ficciones). Una
excelente novela ambientada en la antigua
Grecia, donde los dioses y semidioses
cohabitan con los seres humanos.
Hyalmar Blixen se plantea la obra homérica
La Ilíada desde otro punto de vista, ya que
considera que hay distintas posibilidades de
interpretarla: ¿cómo saber cuál fue la realidad
de la guerra de Troya?
Esta obra de ficción se amalgama con la
mitología griega poniendo de manifiesto
todos los conocimientos que, como profesor,
transmitió a sus alumnos.
Pero en sus "Palabras liminares" (p. 5)
Hyalmar Blixen se plantea: "Después del
dolor histórico de pueblos contra pueblos ¿no
triunfará un día el amor' ¿Seguirán atadas las
manos de la justicia? El amor, la solidaridad
entre los pueblos ¿no dará un día su gloria a
la Humanidad? Mi mente no me dice que esto
sea seguro... mis sentimientos, sí."
Por todo lo expuesto, considero que esta es
una obra literaria de extraordinaria belleza y
profundidad donde el tema principal es la Justicia,
representada por la diosa helénica Themis.
Sin embargo, esta es una lectura para
receptores juveniles (y adultos) competentes,
donde cada respuesta que logren encontrar
abrirá nuevos interrogantes que les abran un
camino de búsqueda constante donde poder
encontrarse a sí mismos y ser libres para
actuar, tomando sus propias decisiones.
PUENTES de Oyenard. Sylvia 1943-. La
historia de Desuellacaras o cómo nacieron
los sacapuntas / Sylvia Puentes de Oyenard
; ilustraciones Oscar Salas. -Montevideo :
Auli, [200-]. -16 p. : il. col. ; 24 cm. -ISBN
978-9974-552-443.
Según palabras de Antonio Orlando
Rodríguez, de la Unión de Escritores y
Artistas de Cuba: "Estimo que se trata de una
narración sumamente imaginativa, con un
excelente empleo de la poesía y el humor."
Y realmente define este texto con muy pocas
palabras.
Sylvia Puentes de Oyenard juega con las
palabras y con las letras de una forma muy
original y creativa, pero que, aunque infantil,
continúa siendo literario, con un vocabulario
correcto y poético.
37
NOVEDADES BIBLIOGRÁFICAS:
De ALFAGUARA INFANTIL: ¡Un libro! - de Libby Gleeson. Aborda la historia de
un libro, invitando a su revaloración. Y: Lili
Lana - de Paula Vásquez. Una oveja escritora y
gimnasta en un divertido relato para chiquitos,
ilustrado por la propia autora.
EBO - La mancha de humedad - de Juana
de Ibarbourou. Un clásico.
FIN DE SIGLO: La figurita más difícil
del mundo. De Luis Prats, autor de ¡Vamos
al Mundial Brasil 2014!, presenta su nuevo
trabajo dirigido al público infantil, La figurita
más difícil del mundo que revive o despierta el
entusiasmo por coleccionar figuritas.
Cuentos de las tierras olvidadas, de
Claudia L. Córdoba, obra que busca conjugar
aventura, suspenso, misterio, magia y algo
de romance; surgió por una iniciativa de la
Editorial Fin de Siglo, que convocó a distorsionar cuentos clásicos, revisando algunos de
los estereotipos que proponían. Este concurso
fue llamado Concurso MMIRG, nombre que
surgió invirtiendo un apellido de referencia:
Grimm.
FÁBULA VERDE - Autora:
Isabel Mesa Gisbert
//Ilustrador: Sandra
Género: Novela Grupo
Editorial Norma, Año:
2014
Isabel Mesa, por medio
de una entretenida aventura
futurística, nos lleva al mundo de los cuentos
y fábulas de pueblos originarios y épocas
pasadas, centrándose esta vez en fábulas
de animales de diversas zonas de nuestro
territorio.
REPARTO GENERAL DE BIENES Y
DONES
Este libro fue presentado en Tacuarembó en
el Colegio Jesús Sacramentado promoviendo
un encuentro de cultura y vivencias. En la nota
Sylvia Puentes de Oyenard con la ex Directora
Prof. Elisa Barragué y sus nietos.
38
LA POESÍA PARA NIÑOS DE IVÁN PÉREZ ROSSI *
José Gregorio González Márquez (Venezuela)
El lenguaje poético se nutre de la
música; poema más
que palabra es aliento insuflado desde la
música que permea
las rendijas del texto. Siempre caminarán juntas pues todo
poema tiene música
propia, inmersa entre sus fonemas; grafemas que danzan al
ritmo de las notas imperecederas escritas por
el poeta. No hay abandono posible mientras
la poiesis rememore con nostalgia o alegría
toda escritura que llene los espacios lúdicos
de los niños y adultos; esencia que conjuga
sentimientos, colores, ideas, emociones, notas
musicales y pasiones.
Hablar de Iván Pérez Rossi nos remite a
una vida que se mueve entre la poesía y la
música. Escribir y cantar a los niños resulta
loable. Un amor inmenso por los más pequeños recorre nuestra geografía y se proyecta
al mundo desde el corazón de Iván. El poeta
Efraín Subero se refiere al trabajo de Pérez
Rossi así: “…usted le pone dedos al amor. Le
pone pasos y el amor camina. De allí nace
la espora de la ofrenda. La justificación de
la filantropía. La concreción anónima. La
justificación silente del sentimiento heroico.
De allí nace el futuro mucho mejor que éste
que se vive en presente”.
Oriundo de Angostura, desde 1971, canta, escribe y expresa su amor por los niños
junto a Serenata Guayanesa. Bastión desde
el que pregona su poesía y la de muchos ve-
nezolanos que han dedicado sus textos a los
infantes. Su trabajo poético es incomparable.
Sus libros de poemas, que acompaña siempre
con un CD, representan un legado maravilloso que poco a poco conforma un referente
sutil de expresión y libertad conquistada en
cada línea de sus versos. La metáfora recorre
sin ambages ni rebuscamientos los caminos
de la belleza. Proximidad a lo divino, a lo
alcanzable solo para quienes leen y disfrutan
de la palabra comprometida, para quienes
sedimentan en su interior la pureza de la
imagen que refiere a la inocencia. Cantemos
con los niños es un libro sencillo, de increíble composición pues el autor publica junto
a los textos las partituras y un método para
ser acompañadas con el cuatro. Innegable
afán de llegar hasta el núcleo familiar y que
su trabajo sea compartido en la intimidad
del hogar.
… Iván Pérez Rossi poeta de la ternura y
el amor usa el don misterioso de la escritura
para deleitar a los más pequeños. Ataviado
con su propuesta poética recorre el universo
infantil exaltando los valores propios del niño
y los lleva por los caminos inexplorados de
la poesía.
* Fragmento de una excelente ponencia sobre
el intérprete del villancico “Corre caballito” con
el que muchas veces saludamos para Navidad.
Referencias Bibliográficas: Feijoo, S. (2005).
Lo que escribe la mano sin mentira. Madrid:
Signos // Pérez Rossi, I. (1998) Cantemos con
los niños. Caracas: Ex-Libris
39
LOS ESTADOS UNIDOS DE LATINOAMÉRICA:
un tema actual*
Hyalmar Blixen (1917-2008)
Vengo a hablar de
América Latina, quiero
decir lo que creo que
piensa mi generación.
Vengo a expresar lo que
creo que es la verdad,
aunque esta es algo tan
personal, que habrá
dos verdades, mientras
existan dos hombres.
Gestamos una cultura
propia, con mucho de lo español, con mucho
de lo indígena y enriquecida por el aporte de
mentalidades que vienen de todas las razas.
Tienen nuestros pueblos una misma historia:
todos estaban poblados por indígenas, todos
fueron conquistados o colonizados por españoles o portugueses; todos se hicieron independientes en la misma época. Hoy el orden
jurídico los asemeja puesto que aceptaron la
forma de gobierno republicano, con sistemas
presidencialistas; todos hablan el mismo idioma, con la excepción del portugués y plasman
el arte dentro de moldes análogos. Los problemas económicos son los mismos, estados
carentes de industrialización, pero grandes
productores de materias primas, absorbidas
poco más o menos, por los mismos estados
consumidores. Hasta los mismos vicios nos
son comunes: la ausencia a menudo demasiado acentuada de cultura cívica. La misma
inercia o abulia frente al esfuerzo disciplinado
y tesonero.
Verdaderamente, el pasado, el presente y
el futuro nos unen. Hay pues una conciencia
latinoamericana. Nuestra América forma un
solo pueblo-nación fraccionado en distintos
pueblos políticos. Ese ideal, unionista, ha sido
defendido por la pluma de vigorosos escritores:
Juan Bautista Alberdi en 1844 proponía un
Congreso General Americano. Juan Carlos
Gómez hablaba de los Estados Unidos del Sur.
Haya de la Torre también lucha por ese ideal.
¿Cómo llegar a él, pregunta? Aconseja, sobre
todo, proceder a nuestro mutuo conocimiento,
buscando fomentar también el intercambio
comercial y la eliminación de las barreras
aduaneras. Hay dos grandes corrientes de
pensamiento, que se orientan, sobre todo en
el campo del derecho internacional y que son:
El Panamericanismo y el Latinoamericanismo.
El Panamericanismo busca la comprensión, el
entendimiento mutuo de toda América, la unificación espiritual frente a los altos principios
de libertad, derecho, justicia, democracia, paz
y trabajo. El Latinoamericanismo, en cambio,
busca la unión de todos los pueblos de cultura
latina vinculados por confederación. Busca
crear una liga de las repúblicas de nuestro
continente, con un gobierno común, por encima de los gobiernos de los estados. Churchill
en Inglaterra, en un discurso, al referirse a los
problemas de Europa hablaba de la posibilidad
de construir Ligas de las Naciones de carácter
continental.
Y pregunta Blixen: “¿Es posible entonces que se constituyeran los Estados Unidos
de Europa, antes que los Estados Unidos de
Latinoamérica? Entonces es preciso desarrollar una serie de factores tendentes a lograr la
mayor cooperación entre nuestros pueblos. Hay
que preparar la tierra para que sea propicia para
que el árbol de la fraternidad, de la solidaridad,
pueda desarrollarse frondoso y sea capaz de
40
resistir las tormentas. En 1889 en Washington
surge una simple Oficina Internacional de
carácter comercial con la finalidad de recoger
y publicar datos sobre producción, comercio
y reglamentaciones aduaneras de los diversos
estados de América.
Los representantes de distintos países se
reúnen en México en 1901. En Río de Janeiro
en 1906. En Buenos Aires en 1910. A partir
de entonces nace con el nombre de Unión
Panamericana. Otro aspecto importante es
mantener, en su mayor pureza, al idioma castellano que es uno de los vínculos más grandes
que nos unen, salvarlo de su enemigo mortal:
la incultura. Mantengamos y purifiquemos más
aún el sistema democrático representativo y
serán los pueblos los que dirán si quieren o no
vincularse. Porque toda obra hecha contra la
opinión de las multitudes es obra deleznable
y condenada a perecer.
Se debería realizar también una intensa
política de cooperación intelectual, comercial, industrial, aduanera y superar la falta
de comunicaciones para que no suba el valor
de los productos y dejen de estar al alcance
de todos. Ese día los Estados Unidos del Sur
hermanados en un mismo gran ideal, libre y
consciente de sus fuerzas y colocados en un
plano de absoluta igualdad, seguirán velando
por esos conceptos grandiosos y eternamente
jóvenes que son: democracia, paz, justicia y
derecho. Velarán por realizar la síntesis de
esas dos tesis antagónicas para la mentalidad
de hoy: individualismo y socialismo.
Y esa unión de los latinoamericanos, no
se hará jamás, con fines imperialistas, sino de
autoprotección. Y para concluir, yo creo que
ese día ha de llegar. ¿Lejano o próximo? Eso
depende de nosotros mismos. Pero todos los
pueblos de la historia, cuando tuvieron vínculos tan estrechos, se unieron. Es la ley que
nos enseña la historia mundial. Nos la muestra
como una norma que no ha tenido jamás excepciones y no hay porque suponer que no se
cumpla para nosotros.”
*En el año 1943 cuando el Lic. Hyalmar
Blixen tenía 26 años, expuso en el Paraninfo
de la Universidad el tema: “Los Estados
Unidos de Latinoamérica”. Hoy, en una brevísima síntesis, recordamos su pensamiento
que se anticipó en más de cincuenta años a las
organizaciones actuales: la Unión Europea, el
Mercosur y otras.
DÍA DEL LIBRO, TACUAREMBÓ
Entrevista en Canal 4 Tacuarembó, programa se llama ASI SOMOS, junto a María
di Lorenzi, la encargada de Bibliotecas de la Dirección de Cultura de Tacuarembó, Sras.
Mirta Cuadrado –encargada de Bibliotecas Intendencia Municipal de Tacuarembó-,
Alejandra Barrios y Anali Alvarez.
41
NOTI- A.U.L.I.
ARTE EN LA CALLE
Actividad de la Academia Panameña de LIJ, Fundación la Providencia y
Movimiento Acción Cultural, en San Miguel, ciudad de Panamá.
Una mañana divertida para niños y adultos: Se leyeron poemas infantiles que
luego los niños recitaron, dibujaron, pintaron creando su propia interpretación. Al
final de la jornada llegaron sorpresivamente los payasos y todos bailaron en una
actividad divertida y didáctica. Al final de la jornada se ofreció un refrigerio a
los participantes. Estuvo presente la Academia Panameña de Literatura Infantil y
Juvenil con su Presidenta Irene de Delgado, y el artista plástico Rubén Contreras.
CELEBRAMOS A LUIS CABRERA DELGADO
Cumplió siete décadas el escritor cubano y compartió el programa Libro a la
carta, a cargo del periodista y crítico Fernando Rodríguez Sosa, en la Librería
FayadJamís, en La Habana Vieja. Luis Cabrera, re conocido en diversos países,
es autor de más de una treintena de libros, en los géneros de narrativa y teatro,
entre los que aparecen Antonio el pequeño mambí, Tía Julita, Pedrín, Carlos
el titiritero, Ito, El aparecido de la mata de mango, ¿Dónde está La Princesa? y
Muchachos de Jarahueca. Libro a la carta es un espacio mensual de la Librería
FayadJamís, creado en el año 2000, que se propone establecer un diálogo con los
creadores cubanos contemporáneos. Y en este caso lo hizo con quien acaba de recibir el Zarapico
en la sede de la Uneac de Villa Clara, máximo reconocimiento que confiere el gobierno local a
personalidades e instituciones de la Cultura.
MÁS PIMIENTA, PREMIADA en CUATRO GATOS
El libro pimiento Un señor muy recto & una señora con muchas curvas fue premiado por
la prestigiosa Fundación Cuatrogatos y obtuvo un lugar entre los 20 mejores libros de creadores
iberoamericanos. "Se trata de 20 libros altamente recomendados por sus valores literarios y
plásticos, que a juicio de nuestra institución merecen tener la mayor difusión. Es un reconocimiento muy merecido a Susana Aliano Casales. Más info: http://cuatrogatos.org/docs/pdf/
Premio_2015_LowRes.pdf
EL MANGRULLITO CURIOSO ES UNA REVISTA VIRTUAL PARA CHICOS
MUUUY CURIOSOS, entre 5 y 13 años. Artículos de Ciencias Sociales y Naturales. Cuentos,
poemas, acertijos, juegos y todo lo que los chicos quieren leer para divertirse y aprender.
Distribución mensual y gratuita.
Suscripción: [email protected]
Editora responsable: Raquel M. Barthe
-
[email protected]
42
EXPOSICIÓN de nuestro académico
JOSÉ GÓMEZ RIFAS EN EL SOLÍS
En el Teatro Solís se
inauguró una excelente
muestra en homenaje a
los 80 años de la visita del
poeta andaluz a Uruguay,
lo que invitó a recordar
mitos y realidades de sus
andanzas por estas tierras y
transcribimos algunos párrafos del periodista
Valentin Trujillo del 20.08.2014: “Existen muchos mitos sobre la estadía del poeta español
Federico García Lorca en Uruguay en 1934.
Que bajó en el puerto de Montevideo vestido
de mujer, que estuvo en Salto y se enfiestó con
el escritor Enrique Amorim, que terminó de
escribir su drama Yerma en el Hotel Carrasco.
Según quienes han investigado sobre ello, no
hay pruebas de ninguno de los mitos anteriores.
La llegada de unos de los máximos poetas en
lengua española al Río de la Plata cumplió 80
años este año y a modo de homenaje el Teatro
Solís inauguró una muestra titulada Federico
18 días, del artista José Gómez Rifas, porque
justamente esa fue la cantidad de jornadas que
García Lorca pasó en tierra oriental.
Las 18 obras de Gómez Rifas utilizan la
técnica del collage y superponen imágenes
y fotografías de García Lorca con telas,
objetos y otras fotos y objetos (como por
ejemplo escarapelas artiguistas), en un soporte como el cartón usado en embalaje. La
muestra y el homenaje también sirven como
excusa para recordar algunas anécdotas de
aquella ilustre visita y de lo que sucedió en
esas dos semanas y poco de García Lorca
en Uruguay. Como todavía sucede hoy con
escritores y músicos, la llegada de García
Lorca a Montevideo estuvo condicionada por
un viaje a Buenos Aires, donde fue invitado
por la Sociedad de Amigos del Arte a dar un
ciclo de conferencias.” Excelente aporte,
¡gracias, José!
CROACIA -HOMENAJE A PEPITA TURINA
12 de septiembre de 2014 a las 19 horas de Croacia.
Se unieron vía Skype: Split, Sutivan y Santiago de Chile
Con Karen Muller Turina, hija de Orete Plath y Pepita Turina en la Feria del
Libro de Santiago de Chile que homenajeó al investigador.
I
SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49
ACADEMIA BOLIVIANA
DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL
Tesis de Ingreso*
TRAS LAS HUELLAS DE ZORRO.
UNA APROXIMACIÓN A LA PRESENCIA DEL ZORRO
EN LA LITERATURA INFANTIL
Liliana De la Quintana
(Bolivia)
INTRODUCCION
La Literatura Infantil es parte de nuestra vida, nosotros estamos insertos en ella y
ella se nutre de toda actividad y pensamiento
humano y como veremos también del reino
animal y vegetal. Es así que Víctor Montoya
la define como “indispensable en la formación
de la personalidad de los niños y la identidad
cultural de un pueblo, puesto que la literatura
en general, y la Literatura Infantil en particular, es uno de los pilares sobre los cuales
se asientan los valores morales y éticos de
una cultura y época determinadas. Sin una
literatura es más difícil comprender el proceso
histórico de un país, cuyas peculiaridades la
diferencian del resto de las naciones del mundo
“ (Montoya, 2004)
Al ser la literatura un espejo, podemos
ver nuestro contexto, los hechos históricos que
*La lectura de esta tesis se hizo en mayo de 2009 en la ciudad de La Paz, Bolivia
II
se están desarrollando, las personalidades, las
cualidades y los defectos que nos caracterizan
y encuentra el camino para ensalzar a unos y
criticar a los otros. Nuevamente Montoya nos
dice que “se trata de un poderoso instrumento
que sirve no sólo para formar la personalidad
de los niños, sino también para estimular su
fantasía en ciernes y su desarrollo lingüístico
e intelectual”.
Toda la literatura esta llena de relatos de
animales, estos protagonistas cercanos a nuestras vidas han sido observados en sus mínimos
detalles y analizados en su comportamiento,
constituyéndose en ejemplos para aprender de
ellos y criticar lo que no nos gustaría ser. En
estos cuentos, los animales actúan como las
personas, tienen idénticas reacciones, deseos
y artimañas. Los animales tipifican un rasgo
del carácter: la astucia de la zorra, el humor
popular del sapo.
El zorro ha sido siempre un personaje
muy popular de la literatura, una fuente
de inspiración para los cuentos, el folklore,
la mitología, los ritos y otros, probablemente
también por su fuerte presencia física. Es importante conocer más acerca del zorro como
animal para ver los aspectos en los que se basaron para construir el personaje que conocemos.
Los Vulpinos (Vulpini) son mamíferos carnívoros. Se conocen comúnmente como zorros,
zorras, raposos o raposas. Actualmente existen
alrededor de unas 27 especies de zorros que se
encuentran en todos los continentes y viven generalmente en los bosques. Aunque en algunos
casos, por la disminución de bosques es más
frecuente ver zorros por la noche en el casco
urbano de algunos países como Inglaterra. En
otros, los zorros son considerados una plaga
como en Australia.
América del Sur posee en el presente una
notable diversidad de cánidos, representados
en su mayoría por especies de pequeño y mediano porte y hábitos alimentarios omnívoros.
SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49
El zorro es un animal curioso e inteligente que sin embargo por su naturaleza sospechosa y tímida, se ve obligado a evitar el peligro.
Es un animal generalmente solitario, aunque
también pueden vivir en parejas permanentes
o en grupos de un macho y dos o tres hembras,
generalmente emparentadas entre sí y con una
jerarquía establecida entre ellas.
El zorro es un buen corredor, nada con
soltura y puede trepar a los árboles con
relativa facilidad. Es astuto, ágil, inquieto y
ligero. El olfato lo tiene muy desarrollado,
considerándose el mejor de sus sentidos, el que
agudiza durante la noche. El oído está también
muy desarrollado y con él puede localizar
presas que emiten sonidos de baja frecuencia.
La vista la tiene bien adaptada a la visión
nocturna, aunque también ve perfectamente
durante el día. Cuando corre puede alcanzar
una velocidad de 55 km/ hora.
Se alimentan de insectos, aves, roedores,
fruta y bayas. Sus famosas invasiones a los
gallineros tienen lugar en primavera que es la
época en la que la madre debe alimentar a sus
cachorros que nacen en número de tres a siete.
Conociendo un poco más sobre el zorro y
sus principales características, veremos en el
presente trabajo como su presencia ha influido
definitivamente en la literatura universal y la
boliviana en particular. Daremos una mirada
muy general en los cinco continentes, tomando
algunos ejemplos de la enorme cantidad de
tradiciones orales que se han desarrollado,
trabajos de recopilación e investigación y
libros para niños.
PRESENCIA DEL ZORRO EN
DIVERSAS LITERATURAS
El zorro ha sido y es un personaje muy
popular de la literatura, una fuente de inspiración para la mitología y una constante en
la cuentística de todo el mundo. Ya sea en
SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49
África, Asia, Europa o en América, el zorro
está presente de manera directa y consciente
y también en el subconsciente, en la memoria
colectiva en forma de fábulas, cuentos, etc.
Encontramos las primeras huellas del zorro en la antigua Grecia, en el mito de Orfeo
y Eurídice, que cuenta que Orfeo desesperado
por la muerte de su esposa, decidió bajar a los
infiernos en compañía y guía del zorro.
Pero el zorro o la zorra
como
personaje
principal está en las
primeras fábulas, que
son verdaderos textos de
moral popular. En ellas
los animales actúan y
hablan como personas,
en relatos muy breves
que
concluyen
con
moralejas y comentarios.
Los motivos de las fábulas van desde remarcar
defectos y errores humanos como la avaricia,
envidia, mentira, a expresar que hay que
favorecer actitudes correctas, positivas y
buenos sentimientos.
Merecen especial atención las fábulas que
se utilizaron desde la antigüedad grecorromana
por los esclavos pedagogos para enseñar ética
a los niños que educaban. Se dice que este
género literario se inició en la India, continuó
con Esopo en Grecia, con Fedro en Roma y
luego con los más variados autores en diversas
partes del mundo.
La fábula en su origen remoto es probablemente oriental. La paternidad de la fábula
como género literario se atribuye a Esopo
considerado el más antiguo fabulista griego
que vivio en el siglo IV a.de C., se afirma que
fue un esclavo liberado de Frigia. Su nombre
se relaciona con fábulas de animales, transmitidas por tradición oral desde hace muchísimo
tiempo. Las fábulas de animales de Esopo son
III
la colección de fábulas más leídas de la literatura mundial. Encontramos la mayor cantidad
de fábulas donde la zorra es la protagonista
principal. De los títulos más conocidos tenemos: “La zorra y el leñador”, “La zorra y la
serpiente”, “La zorra y las uvas”, “La zorra y
el cocodrilo, “la zorra, el oso y el leon” y “La
zorra y la liebre.
Jean de la Fontaine en el siglo XVII
retoma la zorra para narrar aventuras, como
“La zorra y la cigüeña”. De la misma manera
Félix María Samaniego en el siglo XVIII
escribe fábulas con la zorra, con títulos como
“El león y la zorra”, “La zorra y el cuervo”,
“La zorra y el busto”, “La zorra y el chivo”,
“La mona y la zorra” y otras.
Se puede afirmar que la zorra y el zorro son
animales típicos de este género y se relacionan
con otros animales, con el ser humano, con los
seres inertes y hasta con los dioses.
Así la zorra será astuta cuando quiera
obtener un queso, se convertirá en una animal
débil si con ello obtiene beneficio, es decir se
adaptará a las situaciones del momento para
lograr su objetivo, consciente que los medios
utilizados no son demasiado lícitos.
El zorro en Europa es conocido por
otros nombres, en ocasiones variantes como
Reynard, Renard, Renart, Reinard, Reinecke,
o Reinhardus. Roman de Renart es el título
de un conjunto de poemas en francés, que datan
de los siglos XII y XIII y están ambientados
en una sociedad animal que imita a la humana,
y su principal protagonista es el zorro Renart,
un zorro travieso y astuto y que además tiene
el don de la elocuencia. En otras versiones
encarna al héroe que vive un castillo llamado
Mauperthuis que tiene muchas habitaciones
secretas, pasadizos y salidas inesperadas, pero
èl conoce todo y puede entrar y salir a su gusto
para evadir a sus enemigos que lo persiguen.
En “Renart el zorro”, de William
Caxtons (1485) que se imprimió y fue tra-
IV
ducida por los alemanes en fábulas, narra la
historia de Ysengrin el salvaje y cruel, lobo
eterno enemigo de Renart, pero que siempre
es engañado por éste. Su esposa la loba Dame
Hersent, fue antaño conquistada por Renart,
de ahí su eterno rencor.
En 1498 Hans van Ghetelen imprimió
una versión titulada Reinke de Vos, que fue
traducida al latín y otros idiomas y se hizo un
cuento popular que atravesó Europa.
Merece un llamado especial la mitología
nórdica en la que los Inuits de Siberia, los
rusos, los países del Báltico y los habitantes de
Mongolia que poseen creencias relacionadas
con las luces del norte y la aurora boreal, creen
que el origen de este fenómeno tiene varias
explicaciones y la principal está asociado con
el zorro ártico. Según un cuento popular, un
zorro ártico corre lejos en el norte tocando las
montañas con su piel de modo que las chispas
vuelan hacia el cielo formando las luces del
norte. Otra versión dice que el zorro arroja las
luces del norte al cielo barriendo la nieve hacia
arriba con su cola, mientras que otra versión
explica cómo la luz de la luna se refleja en los
copos de nieve barridos hacia el cielo por la
cola del zorro.
Es a partir del siglo XVIII cuando la
burguesía decide consolidar su poder y la
Ilustración fija sus objetivos educativos y
surge una literatura moralizante y educativa
destinada a un receptor bien concreto como
son los niños.
El libro para niños como lo conocemos hoy,
es un producto del siglo XX y tiene muchas
ventajas respecto a los que se tenía en siglos
anteriores. Algunos ejemplos en los distintos
países europeos son:
En Inglaterra encontramos la obra El zorro
hace amigos de Adam Relf.
En Alemania, El zorrito, libro álbum de
Georg Hallensleben, Al señor zorro le gustan
SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49
los libros de Franziska Biermann, El buscazorros de Irina Korschunow.
En Suecia Trampa para zorros de Sven
Nordqvist.
En España Manuel L. Alonso con La aventura del Zorro con Ilustraciones de Antonia
Santolaya,
Antonio Rodríguez Almodóvar con El
zorro y el lobo libro inspirado en la tradición
oral. Miguel Jiménez Hernández con El lobo y
el zorro en una edición bilingüe y Pedro Pablo
sacristán con “El zorro bocazas”.
Pero también encontramos al zorro, aunque no en un papel protagonista, en algunos
clásicos del cuento como Pinocho, cuyo autor
es Carlo Collodi, donde el zorro desvía a
Pinocho del camino a la escuela para sus fines,
confirmando su astucia.
También en la inolvidable obra El
Principito de Antoine de Saint-Exupery,
tenemos el encuentro del Principito con el
zorro que quiere jugar con él y ser su amigo
y nos habla de la domesticación y la amistad.
Y en el libro álbum El pato, la muerte y
el tulipán de Wolf Erlbruch y de la Editora
Barbara Fiorem, el protagonista es un pato que
notaba algo extraño a su alrededor, hasta que
por fin descubrió que la muerte lo seguía de
cerca. El pato se asustó al verla y le preguntó
si venía por él, y la muerte le contestó que lo
divisaba desde que nació, por si acaso sufría un
accidente, un resfriado serio, pero sobre todo
por la terrible amenaza: el zorro.
En Asia, encontramos al zorro en la cuentística oral de Irán con la conocida historia de
SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49
El zorro y la urraca astuta en la que el zorro
se destaca por su astucia que siempre engaña a
otros animales del bosque. En la India también
refieren algunos relatos al zorro y tenemos una
obra contemporánea de Idries Shah titulada
“El hombre y el zorro” que narra cuando un
hombre le hace creer a un joven zorro que le va
a dar una gallina. El zorro queda atrapado, pero
usando su creatividad y perseverancia consigue
escapar. Mencionamos también la existencia
de numerosos cuentos del zorro en Rusia de
autores anónimos, y de Alekandr Nikoalevich
Afanasiev en sus cuentos folklóricos rusos.
Pero es Japón donde el kitsune (zorro en
japonés) se presenta en forma poderosa como
el espíritu animal del bosque en forma de zorro.
Es muy travieso y se encarga de cuidar los
bosques y las aldeas y su origen se remonta al
antiguo Japón cuando estos animales vivían
en armonía con los humanos. El zorro ocupa
un lugar privilegiado en la literatura japonesa y de la pluma de muchos autores toma la
forma de espíritus mágicos. Keiko Kasza es
una escritora e ilustradora japonesa que tiene
tantos libros como animales de un zoológico.
El libro "Mi día de suerte", donde se invierte el
encuentro clásico del zorro malo y hambriento
con el inocente y apetitoso cerdito. Es ahora el
cerdito quien busca al zorro en su cabaña y con
astucia lo conduce a un juego de situaciones
divertidas, no exentas de tensión, para terminar
pasándola de lo mejor.
En una mirada rápida vemos que existen
muchos relatos de tradición oral sobre del
zorro en varios países de África. Como referencia encontramos al Zorro Pálido, que es el
Hechicero en la cultura dogo. También tenemos al zorro como responsable del crecimiento
de la humanidad a través de la agricultura en
Sud África. El tigre y el zorro es un cuento
muy conocido en la narrativa de Nepal. En
esta historia es un zorrito que gana a un tigre
y concluye que no siempre gana la fuerza, sino
V
que la inteligencia puede ser una alternativa
interesante para triunfar.
Hace poco tiempo que ha salido el libro
“Diecisiete Fabulas Del Zorro” de Jean Muzi,
donde el zorro astuto de los cuentos tradicionales es el protagonista de estas historias que
acontecen en diversas partes del mundo.
Una obra de Stephen Wyllie y Korky Paul
titulada Una cena con zorro en la que el zorro flaco se las ingenia para comer y volver a
engatusar y zorro gordo se las ve negras con
otro peor que él. Personajes que desarrollan
una historia para niños con increíble dulzura
y sarcasmo.
Cuando ingresamos a Australia, vemos
que los cuentos sobre el zorro son casi inexistentes. Probablemente porque el zorro fue
importado a este continente y por ello no ha
destacado en su literatura. Contamos con Zorro
de Margaret Wild, editora de libros para niños.
Y llegamos a América donde el zorro es
por excelencia el animal más citado en los
cuentos de todas las etapas históricas.
Respecto al punto de partida en América,
sobre el cuento de animales y la asociación
con ciertas características que ellos poseen,
existen controversias. Por un lado, algunos
autores como Delina Anibarro afirman que
los cuentos fueron traídos por los españoles
y se adaptaron a las nuevas circunstancias
(Anibarro, s/ año, 40). Y seguramente habrá los
que afirman que fueron los ingleses o franceses
lo que llevaron los cuentos a Norteamérica.
Mientras que otros sostienen que fueron
los esclavos africanos los que transmitieron
esta tradición por su relación directa con los
indígenas. Pues antes de ser llevados como
esclavos a América, los africanos occidentales
recitaban los relatos del conejo Brer como
parte de su mitología, pero en América el
cristianismo casi borró la religión africana
y, aunque los afroamericanos continuaron
recitando los cuentos del conejo Brer, esas his-
VI
torias perdieron su carácter
mitológico. (Beltran, 2005)
S o s t e n g o u n a t e rcera posición, que los
pueblos indígenas de
Latinoamérica crearon
sus propias historias, sus
propios cuentos, ya que
hasta el día de hoy, muchas
de ellas se encuentran solo
en la tradición oral y en la lengua materna y
no ha sido la escritura y el libro su forma de
difusión. Aunque es indudable que recibieron
aportes e influencias de otras culturas que
llegaron al nuevo continente desde diversas
partes del mundo.
Es así, que ya en las tradiciones de los indios norteamericanos y según la mitología de
los indios nez percé, por ejemplo, antes de la
llegada del hombre habría existido un pueblo
animal. Consideran al zorro como un animal
que suplió su carencia de cualidades físicas con
la astucia, y por ello es muy admirado. El zorro
es reconocido por su inteligencia, desempeña
un papel similar al del coyote. Para los pit
river, el zorro y su ayudante el coyote fueron
los creadores del mundo.
El zorro, famoso por su astucia y habilidad
para cambiar de forma, es también conocido
en Norteamérica como el portador de la lluvia.
Como tal, se asocia con las influencias atmosféricas que ejerce la luna en el clima.
Siempre asociados a la narrativa oral de los
pueblos indígenas, tenemos El tigre y el zorrito, divulgado en Centroamérica y Guatemala
como parte de los Cuentos populares de los
indígenas Akatecos de Guatemala.
A medida que vamos recorriendo los países de Sudamérica, y dependiendo del país,
el zorro recibe diferentes nombres. En Perú
y Bolivia se los conoce como Atój Antoño y
Qamaqe. En Colombia y Ecuador como Tía
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Zorra y en la Argentina se lo conoce como Don
Juan el Zorro.
En el caso de los indios chibchas en territorio hoy Colombiano, veneraban al dios
Nencatacoa, en figura de una zorra. Era el
dios de las borracheras y el protector de los
pintores y tejedores de mantas.
Kujancham es el zorro mítico en la cultura
Shuar en el Ecuador, y es definido como el
que todo lo daña, ser despreciable que engaña a
las mujeres bonitas y necias. Dañino, temerario
y estropeador. Es el causante de la homosexualidad y dificulta la cacería. Se lo considera
mujeriego y ladrón de mujeres ajenas, y las
manchas de la luna son las marcas de sus dedos quemados al querer obsequiársela a Auju,
mujer de Nantu. Dicen que es un ser apestoso,
contraviniendo las normas de limpieza corporal muy importante para los hombres shuar.
De noche le brillan sus ojos, no sabe esconder
sus intenciones, es jactancioso y se pavonea de
sus proyectos antes de cumplirlos. Es ladrón
goloso de gallinas y papayas.
En los andes ecuatorianos, el zorro es considerado un animal muy astuto y es empleado
como símbolo de astucia en muchos relatos
folklóricos.
En la colección de relatos de la mitología
mapuche en Chile y Argentina contamos
con un relato muy difundido sobre el león y el
zorro y El zorro y la vieja leona. (Kuramochi/
Naas,2000)
Resulta muy curiosa la asociación del zorro
colorado en la región de Atacama, Chile a los
buscadores de minas de oro. El zorro aparece
en el lugar exacto donde se encuentra el más
rico yacimiento y su presencia asegura al minero la riqueza y felicidad para toda la vida. Y
a partir de este hecho se han elaborado varios
cuentos. (Pratt, S/a)
En el ámbito folklórico patagónico argentino, etnográficamente fue el dominio
de los tehuelches, puelches, mapuches, y
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en la región más austral los onas y yaganes,
que poseen un tesoro literario compuesto por
leyendas y cuentos, en los que también está
presente el zorro. En los Cuentos Tehuelches
se incorporan animales propios de la región
para inter-relacionarse con el zorro y aventuras
de humor como “el Piche y el zorro”.
Cuentos y leyendas de la pampa, es una
recopilación de la narrativa oral, del cuento y
la leyenda de antiguos pobladores de la pampa
argentina. Los cuentos han sido clasificados
en sectores y uno de ellos es el “Sector de
animales” donde están: “El zorro y el peludo”,
“El tigre y el zorro, “El zorro y el avestruz”.
En el norte argentino, territorio de los
Toba, se escucha con frecuencia un cuento
que trata sobre “el zorro y el carancho”. El
zorro le hizo una apuesta al carancho, jugaron
a quien era capaz de soportar más frío, con
el resultado de que el zorro salió perdiendo.
Este cuento se narra con mucha frecuencia en
los Andes bolivianos cambiando al carancho
por el cóndor.
En el Perú uno de los primeros indicios de
la presencia del zorro en la literatura indígena,
la encontramos en la Nueva Crónica y Buen
Gobierno de Felipe Guaman Poma de Ayala,
que en el capítulo de la edad de Indios, del
Purun Runa cuando ya tejen la ropa con lanas
de colores, tiñen la lana, crían mucho ganado
camélido y alpacas y ya saben trabajar los
metales, hablan sobre la necesidad de proteger
los alimentos de la presencia del zorro y otros
animales, y dice: “protejan bien el maíz, la
papa y las llamas del zorro y del puma. ”
(Guaman, 1985)
En la misma obra encontramos a atuqpa
qurin, el zorro relacionado con el oro. “Oro
del zorro, es una suerte de rejalgar que se halla
en las minas, especie de sandaraca, dicho arsénico por el color amarillo que tiene” (Guaman,
1985, 65)
VII
En la mitología de la cultura chimú se
cuenta que el dios Kon fue el creador de esa
primera generación de hombres que poblaron la tierra pero un día fue vencido por
el dios Pachacamac quien los convirtió en
monos, zorros, lagartos para luego crear una
nueva generación de seres humanos.
Destacamos el libro Dioses y Hombres
de Huarochiri, recopilación de Francisco de
Avila a fines del s. XVI, donde en varios mitos
aparece el zorro como figura principal. Se dice
que cuando estaban reunidos hombres y animales en el cerro Huillcacoto, el agua empezó
a caer en cataratas; entonces allí, apretándose
mucho, estuvieron en un pequeño espacio,
sólo en la punta, hasta donde el agua no pudo
alcanzar. Pero el agua logró tocar el extremo
del rabo del zorro y lo mojó; por eso quedó
ennegrecido. (Taylor, 1987)
En el mito de Cuniraya tenemos la explicación de la eterna enemistad entre el hombre y
el zorro y la encontramos en la maldición del
dios Cuniraya que le dijo al zorro: -"Aunque
andes a distancia, los hombres llenos de odio
te tratarán de zorro malvado y desgraciado.
(Taylor, 1987)
La historia de un zorro de la parte alta
y otro zorro de la parte baja (Taylor, 1987,
85-119) luego fue retomada por José Maria
Arguedas para sostener esa división de los
pueblos indígenas y los mestizos.
Ludovico Bertonio, lingüista jesuita que
confeccionó el diccionario del aymara al inicio
de la conquista, define al zorro como “camaque, larano, pampa ano, Suni ano”. Todos
con referencia al perro, ya que ano es perro
en aymara. (Bertonio, 1987)
En la actualidad, aún existe una gran cantidad en la cuentística folklórica de las áreas
rurales de todos los países latinoamericanos,
donde los pueblos indígenas continúan elaborando una variada y extensa literatura oral.
Su espíritu de observación ha dado a cada
VIII
animal una personalidad de tipo humano y de
esta manera el zorro no pierde actualidad por
la personalidad que le asignan.
Autores contemporáneos que han editado
e impreso numerosos libros para niños, en
la mayoría de los países sudamericanos, han
retomado al zorro para ponerlo en nuevos escenarios acordes con la actualidad, como los
argentinos Luis Franco en Biografías animales, cuyo capítulo “El zorro y su vecindario”
recrea en proyección folklórica, una serie de
fábulas tradicionales, en las que interviene el
zorro con diversos grados de protagonismo y
fortuna. Horacio Clemente con ilustraciones
de Tabaré en el libro Andanzas de Juan el Zorro
presenta el "ciclo del zorro" dividido en ocho
capítulos. A través de diversas aventuras, Juan
el Zorro, despliega su red de trampas y malas
artes con las que pretende vengarse o engañar a
los clásicos animales que forman parte de esta
galería zoológica. Juan Villafañe en Cuentos
y leyendas, narra “las aventuras de Don Juan
el Zorro. De María del Carmen Villaverde
Oprandi tenemos El zorro y el tigre van a
la escuela, Textos que tienen el objetivo de
destacar la transformación que tiene el zorro
en la sociedad actual. Adolfo Columbres con
El zorro que cayó en la luna y El zorro que
se metió a cura muestran otras facetas.
En el caso de Chile destacan Ana Maria
Pavez con Las apuestas del zorro de Editorial
Amanuta, de la Colección ÑANDÚ y Saul
Schkolnik con Travesuras Del Zorro Chilla.
Este libro infantil presenta una serie de doce
cuentos ilustrados que entregan enseñanzas
basadas en relatos tradicionales de la zona
central de Chile.
Existen varios compiladores de la tradición
oral del Perú, entre ellos, Arturo Jiménez
Borja, quien dio a conocer el libro Cuentos y
leyendas del Perú, una selección que incluye
títulos como “La culebra y la zorra”, “El sapo y
la zorra”, “El puma y el zorro” y el conocidísi-
SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49
mo relato “El zorro y el cuy”. Manuel Robles
Alarcón tiene publicado el libro Fantásticas
aventuras de Atoj y el Diguillo. Marcos Sauri
Montero con Las Aventuras del zorro recopila
cuentos tradicionales ancashinos para niños y
presenta siete historias que muestran diversas
aventuras en los andes peruanos donde el zorro
es uno de los animales que protagonizan y
brindan enseñanzas morales a los niños.
En Uruguay tres escritores de valía han
recreado sus andanzas: Francisco Espínola,
Serafín J. García y Montiel Ballesteros.
Destacamos un libro de la coedición
latinoamericana Cuentos de enredos y travesuras que contiene cuentos de doce países,
en los que se destaca la presencia del zorro.
Fue editado con apoyo de UNESCO y Cerlac.
EL ZORRO EN LA LITERATURA
BOLIVIANA
En este repaso por la literatura sobre el
zorro, considero solamente los trabajos que
han sido publicados e impresos, dejando por
el momento la extensa literatura oral de los
pueblos indígenas y mestizos que habitan
nuestro territorio.
En Bolivia el zorro tiene varias denominaciones, se lo conoce con diversos nombres dependiendo de la región y el contexto. El nombre en aymara del zorro es qamaqe, significa
astuto. Tiene varios nombres metafóricos como
Lari (músico) o tambien Tio, Tiwula, Larita
(tío o cuñado por parte de la mujer, se refiere al
tío y otros parientes maternos, ordinariamente
provenientes de otro ayllu), Chumpiponcho
(con poncho rojo), Suwa (ladrón).
También lo llaman Pampa Anu, perro del
campo o silvestre, Achalari (proviene de jach'a
lari , gran tío o tío grande. Laq'u (significa
gusano, pero metafóricamente quiere decir
animal). Kukuli (proviene de cuco, fantasma).
Antuñu, es decir Antonio. Atuq Antuñu.
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Atuq es palabra quechua y quiere decir zorro.
Para quienes creíamos que el zorro estaba solo
en el mundo andino, gran sorpresa ha sido la
recopilación de cuentos sobre este pretencioso
personaje en las tierras cálidas de la Amazonía,
Oriente y Chaco bolivianos, donde se lo llama
sobre todo como pariente.
Félix Layme y Xavier Albó al abordar el
zorro en el mundo aymara nos dice que es un
personaje central en diversos cuentos, especialmente en las fábulas y leyendas del mundo
andino. "Considerando que ningún hecho y
actitud de los personajes de los cuentos aymaras y quechuas son casuales o improvisados,
al contrario, reflejan una realidad y manera de
pensar originales, se le atribuye una personalidad de un individuo astuto, cobarde, parlanchín
y petulante. El zorro es un personaje que siempre pierde cuando actúa de personaje central.
En la cultura aymara el zorro nunca gana, ni
siquiera logra empatar” (Layme, Albo, 1992)
Lucy Jemio ha realizado un monumental
trabajo de recolección de la literatura oral tanto
aymara, quechua, amazónica, y otras, donde
encontramos al zorro totalmente desenvuelto
en todas las geografías de Bolivia, con historias
antiguas como renovadas en cada contexto y en
relación con cada pueblo. Ella ha realizado una
caracterización de la literatura oral boliviana
donde nos demuestra la contundente presencia
de las historias del zorro. En solo tres zonas
donde se recogieron los cuentos, hay 93 variantes de los cuentos del zorro, en base a 15
cuentos que sirven como base. Los narradores
se ubican entre los 9 y los 90 años. Sobre
este trabajo analítico interpretativo sobre los
cuentos del zorro, nos confirma que “ el zorro
protagoniza gran parte de las historias más que
cualquier otro personaje. Todas las historias
del zorro terminan mal, para el que intenta
triunfar en terrenos y pruebas en los que por sus
condiciones innatas sus diferentes oponentes lo
aventajan. Se desenvuelve irreflexivo, crédulo
IX
y fanfarrón frente a sus oponentes que en todos
los casos, sea quien sea, es reflexivo, ingenioso
y discreto. El final adverso del zorro parece
ser consecuencia lógica de sus acciones. Así
los cuentos zorro parecen tener la intención de
reflejar las imágenes de un hombre negativo y
de otro positivo.” (Gemio, 1993)
En Senderos y Mojones, Literatura oral
aymara a cargo también de Lucy Jemio tiene un capítulo especialmente dedicado a los
cuentos del zorro, hay ocho relatos donde el
zorro se relaciona con otros animales y seres
humanos. (Gemio, 2005)
En Bolivia destacan instituciones y ONGS
dedicadas a la recopilación, estudio, investigación e impulso de la narrativa oral.
El taller de Historia Oran andina,
THOA, es una de ellas y se ha dedicado a
recoger de forma sistemática la tradición oral
del área andina y con ello una gran cantidad
de relatos orales sobre el zorro. El THOA
impulsó en 1992 el Encuentro andino amazónico de narradores orales que ha recogido
los cuentos de la tradición oral aymara donde
encontramos la versión de Pedro Mamani
de la comunidad Qisiwilki de Potosí sobre
“El viaje del zorro al cielo” y es una versión
interesante por la asociación del cielo a los
aspectos religiosos católicos, donde el zorro
no llega a una fiesta, sino a una misa y los que
invitan con alimentos son unos ángeles. El final
sigue siendo la caída del zorro a la tierra y con
ello el origen de los alimentos.
X
El Thoa ha desarrollado dos series bilingües Aymara/castellano. La primera en 1997
compuesta por seis libros recopilados por
Maria Eugenia Choque y Carlos Mamani.
Destacan “El zorro Galán”, “El zorro en el
baile”. “El pícaro zorro y el oso”. “El pícaro
zorro y el taimado”. De acuerdo con sus autores y recopiladores estos cuentos se desarrollan
en un “tiempo indeterminado donde los animales convivían con la gente, como si fueran
humanos” y encontramos al zorro en su papel
de galán queriendo casarse con una joven muy
hermosa pero no lo consigue porque finalmente
descubren que es un animal. (THOA, 2000)
La segunda Serie Bilingüe aymara/castellano de 2008 tiene cuatro cuentos recopilados
en Oruro por Ruht Flores Pinaya, dos de ellos
tiene como protagonista al zorro. La comadre
zorra y la comadre pata contiene tres cuentos
de la tradición oral que han sido hilvanados en
una sola historia. El cuento empieza cuando
una zorra pretenciosa busca que sus hijos se
parezcan a los polluelos amarillos de una pata,
y acaba en una tragedia con las crías de zorro
quemadas en el horno. Habla de la ambición
y de la negación de ser un mismo que es criticada por querer cambiar de color, cambiar
de apellido, de ropa, es decir dejar de ser lo
que uno es. En El encuentro entre el zorro y
el cóndor el zorro arrogante hace una apuesta
al cóndor para ver cual es más fuerte frente al
frío de los nevados. Una vez más encontramos
al zorro porfiado, ingenuo que desconoce el
medio geográfico. Pretende ganar una prueba
sin haber pasado por ella, busca tener alimento
de la forma más rápida y sin trabajo. (THOA,
2008)
El Consejo Educativo Aymara, CEA ha
apoyado la creación de producción de materiales impresos relacionados con las culturas
andinas e indígenas. El objetivo es que sean
útiles a los estudiantes y utilizan como recurso
pedagógico con los docentes donde se imple-
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menta la educación Intercultural Bilingüe.
Tienen como objetivo que las nuevas generaciones, sobre todo los que han migrado a las
ciudades, puedan tener el conocimiento de su
cultura y sirva para desarrollar y fortalecer
la identidad cultural. Pedro Apala abre una
nueva narrativa sobre el zorro, con el libro
de cuentos bilingües Yo tambien sé contar
cuentos donde el zorro vive aventuras en “un
contexto moderno, donde está presente la
tecnología”. El zorro va al cine, baila con un
conjunto electrónico, va a la escuela, viaja en
avión y se presenta a hacer su servicio militar
y hasta tiene contactos cercanos del tercer tipo.
Son nuevos escenarios donde está presente el
hombre aymara actual y con él van las historias
de un zorro “moderno” que conserva las enseñanzas de las tradiciones andinas. (CEA, 2006)
El Instituto de Lengua y Cultura Aymara
(ILCA), impulsado por Denise Arnold y Juan
de Dios Yapita, trabajan principalmente en la
región aymara de Oruro, en el ayllu Qaqachaca,
donde realizan una investigacion muy profunda sobre varios aspectos de su cultura, siendo
la recopilación y análisis de su tradición oral
uno de los más importantes. Elvira y Enrique
Espejo son los narradores de los dos cuentos
sobre el zorro. Elvira Espejo con La flor de
papa y el zorro Liq ´uchi cuenta cuando el
zorro estaba en la tierra y luego se va al cielo.
Es una recopilación del libro “Ahora les voy a
narrar” donde hay una serie de cuentos narrados por Elvira cuando ella tiene solamente 11
años. Enrique Espejo en El Zorro y el Cóndor
es una edición trilingüe aymara, castellano e
inglés y forma parte de la Serie "YATIÑA".
Narra el cuento del Zorro y el Cóndor en forma
de un drama con tres escenas: la apuesta entre
los dos protagonistas sobre el hielo, el viaje al
cielo para hablar con Dios y la caída del Zorro
a la tierra para dar a luz a todas las semillas.
Finalmente el narrador del cuento nos dice sus
interpretaciones del cuento y su relación vital
SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49
con la producción agrícola de la región. El libro
viene acompañado con un DVD interactivo con
una animación del cuento y una propuesta de
diseño de figuras moches. (ILCA, 2005)
Juan Carvajal Carvajal, en el marco de
trabajo del Instituto Nacional de estudios
Lingüísticos ha recopilado cuentos de la
tradición oral andina que se caracterizan por
la personificación de los animales donde destacan los cuentos del zorro.
Otro importante recopilador es Antonio
Paredes Candia que en su libro Cuentos bolivianos para niños reúne quince cuentos sobre
el zorro. Inicia con “El banquete en el cielo”
mito del origen de los alimentos para continuar
con las andanzas de un zorro ladino y astuto.
Oscar Alfaro, prolífico autor de literatura
infantil ha escrito el cuento “Dos viejos rivales”, cuento del zorro y el cuervo en el que
la astucia del cuervo se sobrepone a los insaciables deseos del zorro, que además termina
como víctima del cóndor.
Xavier Albo y Felix Layme al abordar la
literatura aymara han incorporado en esta
antología la serie de cuentos contemporáneos
donde están los cuentos de “El zorro y el
mono” y “El zorro hambriento” ambos tienen como protagonistas tanto al zorro como al
mono donde este último sale ganador en estos
encuentros. Acompaña un comic que ilustra
el cuento.
Felipe Costa Arguedas, ha recogido varios
cuentos del zorro, entre los que destacan “La
perdiz y el zorro” y “El zorro y el cóndor”.
Ramiro Molina Rivero en “Mitos y
leyendas de los uru-muratos” recoje cuatro
cuentos sobre el zorro narrados por los comunarios urus, probablamente los más antiguos
pobladores de la zona andina boliviana. Como
parte de su tradición oral esta el mito del origen
de los alimentos bajo el título de “El zorro
y el loro”, otros cuentos son “El zorro y el
ratón” y “El zorro y el quirquincho” donde
XI
nuevamente son los animales mas pequeños
que el zorro, quienes ganan por su astucia. Y
finalmente “El cóndor y el zorro” como lo
galanes ahora cortejando a las jóvenes urus y
que luego son descubiertos con la salida del sol.
César Verduguez Gómez en su obra La
Fábula en Bolivia recoge las fábulas aymaras
y quechuas que se han producido en la región
andina, fábulas guaraníes, tobas, weenhayek
y chiriguanas de la región oriental y fábulas
contemporáneas que abarcan desde los inicios
de la República. Esta compilación en las tres
regiones tiene fábulas sobre el zorro, siendo
algunas extensas y otras breves, algunas en
verso y la mayoría en prosa, donde el autor
reconoce que tienen influencia de las fábulas
de Esopo sobre todo en el planteamiento de
moraleja que dan al final de cada una.
En los valles bolivianos y en las regiones
quechuas encontramos innumerables cuentos
sobre el zorro. Es tambien CENDA, una
ONG en Cochabamba que ha impulsado
Cuentos de los abuelos, una serie de cuentos
en quechua y castellano que fueron recogidos
por el equipo de campesinos de la comunidad
quechua de Raqaypampa, en un experiencia
de rescate de la tradición oral de los abuelos.
Este trabajo se concibió como “parte de
la educación junto a la vida cotidiana de la
comunidad que va dirigida a la construcción
de procesos reales de Gestion territorial”.
Destacan los cuentos del zorro y algunos
títulos son: “Atuqmanta sirpitamantawan”,
“Atuqmanta alqumantawan”, “Atuqmanta
XII
juk'uchamantawan”, “Atuqmanta liunardumantawan”, “El zorro y el sapo”.
El añaskitu, producción de CENDA, es
una revista infantil con testimonio de niños
y niñas de las comunidades de Raqaypampa,
juegos y adivinanzas y acontecimientos de la
escuela.
Delina Anibarro en la Tradición oral en
Bolivia ha utilizado las clasificaciones según
Aaerne-Thompson para analizar los cuentos
del zorro en la zona quechua de Chuquisaca,
Potosí y Cochabamba, donde encontramos:
“El cuento del zorro”, “El atoj y el tigre”,
“El zorro y la perdiz”, “El leon, el zorro y el
hortelano”, “El burro, El atoj y el supilo”,
“El grillito y el zorro”.
Edgar Ernalsteen, investigador belga ha
recogido en el valle de Cochabamba cuentos
sobre el zorro y ha publicado El zorro en los
Andes como una obra donde el zorro es el
protagonista exclusivo.
Y como adelantamos, pensar que el zorro
está solo en la literatura andina es muy limitado, ya que mostraremos la presencia de este
animal en la cuentística de las Tierras Bajas,
con relaciones familiares con las aves, felinos
y reptiles en nuevas aventuras en escenarios
de bosques frondosos, flora propia de la zona,
transportes característicos del lugar como los
carretones.
La serie de cuentos amazónicos ha sido
impulsada por el Ministerio de Educación
y la Dirección de Educación Intercultural
Bilingüe, en un proyecto que tiene por objetivo
la recuperacion y/o creación de cuentos de la
cultura chiquitana, guaraya, guarani, moxeña
y chimán.
Antología del cuento bésiro de Lucas
Chorez, Judith Chuvé, Pedro Ipamo, Juan
Tomichá. En esta antología encontramos al
zorro en cuatro cuentos: "El zorro y el gallo"
en el que el gallo recurre al miedo que tiene
el zorro de su enemigo principal el perro y
SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49
de esta forma se libra de ser atrapado. , "Los
carreteros, el zorro y el tigre" una versión
diferente del zorro y el queso donde es el zorro
quien gana al tigre, como muy pocas veces, "El
zorro y la garza" cuento en el que cada uno
tiene una forma de comer y no se da cuenta de
que el otro no puede hacerlo por la diferencia
de pico y hocico y "La travesura del zorro",
una aventura del zorro donde no es malo y tiene
un final feliz, hace una travesura pero luego la
recompone a favor de los animales que sufrieron las consecuencias. Es interesante destacar
que todos los animales se consideran parientes.
Antología del cuento guarayu de Eduviges
Guirapoigua y otros autores comprende los
cuentos "Cuando el burro atrapó a los zorros" un cuento donde el burro atrapa a los
zorros de una manera creativa, demostrando
quiénes eran los ladrones de cuerdas y "La
vez que el zorro mintió al sapo" una nueva
versión del cuento de los quesos con otro final
en contra del sapo por creer en el zorro.
“El zorro y el tigre" de Basilio Nolvany
Nojune. Una travesura del zorro al tigre en
una version en español del mojeño trinitario.
En Senderos y Mojones, Relatos orales de
los Yungas y de Alto Beni cuya responsable ha
sido Lucy Jemio, encontramos una corta historia del zorro, cuando aparece en el camino y es
una señal de buena suerte para los viajeros. De
la misma manera en la recopilación de relatos
orales benianos y memoria Tsimán hay un
capítulo especial del tigre y el zorro con cuatro
cuentos donde el zorro es protagonista en un
ambiente selvático y recibe la denominación de
“tío”, hablando con modismos y entonaciones
particulares del oriente como el puej.
El zorro y el loro, publicado por el Instituto
Lingüístico de verano, recoge este cuento
chiquitano, basado en la fábula de Esopo del
cuervo y la zorra, en una versión que tiene
ilustraciones muy sencillas y atractivas.
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A MODO DE CONCLUSIONES
Siguiendo las huellas del zorro a través
de la literatura, de la creación de diversos
autores colectivos e individuales y en los
cinco continentes, podemos esbozar algunas
conclusiones:
El zorro está presente en todo el mundo
desde tiempos muy antiguos, lo confirman
las fábulas, los relatos orales, los mitos, los
cuentos tradicionales y los modernos que están
dispersos en todas las geografías, pero sobre
todo en el imaginario de las personas sean
adultas o niños, hombres o mujeres, urbanos
o rurales.
La literatura como obra específicamente
dirigida a los niños, es un producto tardío.
Durante muchos años, niños y adultos oían y
leían indiscriminadamente las mismas historias. Los cuentos no nacieron solo para niños,
tuvieron y tienen un público más amplio.
La observación cuidadosa de la naturaleza
y en especial de la conducta de los animales
ha dotado al ser humano de un conocimiento
profundo para su interrelación con lo que le
rodea. Por lo que el zorro ha sido uno de los
animales observados en todos los territorios
y de esa actitud se han sacado numerosas características de su acotamiento para crear los
cuentos, personificarlo, criticarlo o exaltarlo.
XIII
La personalidad del zorro se ha visto influenciada también por los hechos históricos
y el contexto social y político donde han sido
concebidos.
El zorro que inicialmente vivía en los
bosques y aunque no se conoce de un ataque
al ser humano, ha constituido un peligro para
la vida cotidiana y regular de los seres humanos, porque han visto mermados sus rebaños
o atacadas sus granjas.
Considerando el excelente funcionamiento
de sus sentidos, buen olfato, vista aguda y
oído ultra sensible, son características que los
autores han tomado en cuenta para asociarlos
a su viveza. Sus sentidos están despiertos, es
ágil, trepador y corre muy bien y por ello lo
toman como mascota de equipos deportivos y
también como estereotipo de políticos sagaces.
Actualmente su habitat está en algunos
casos cercano a la ciudad, y ahora él es quien
está en peligro. Este aspecto puede ser motivo
del cambio de tratamiento respecto al zorro,
que en la literatura europea consultada se trata
de zorros huérfanos en busca de una madre o
zorros vulnerables que requieren ayuda.
Encontramos al zorro y a la zorra, coinciden ambos en su personalidad astuta. Llama
la atención que un antecedente literario de su
cercanía a la muerte, ya se inicia con Orfeo
que le acompaña cuando baja al infierno para
enfrentarse con la muerte y muchos siglos
después vemos al zorro en un cuento alemán
moderno muy interesante que es El pato, la
muerte y el tulipán que trata de explicar a los
niños este fenómeno.
En el campo literario actual se ha comprobado que está presente en los cinco continentes,
no solo como literatura para niños, sino como
parte de la cuentística oral y tradicional de
muchas culturas y pueblos del mundo. Se han
recopilado numerosas versiones tradicionales
pero también se han creado nuevas propuestas
XIV
que cambian la percepción que teníamos del
zorro o la ratifican.
El rápido repaso por las fábulas y sus
creadores, confirman su gran influencia hasta hoy en la cuentística de todo el mundo.
Probablemente por su brevedad, eficacia y su
relación directa con la conducta humana. El
zorro está presente en obras clásicas de la literatura infantil, como Pinocho y el Principito,
aunque no como personaje principal, pero
sí como símbolo de lo no domesticado y el
camino del error.
La presencia del zorro en la literatura latinoamericana, en especial en la mitología y el
relato oral de las diversas culturas indígenas
desde Tierra del Fuego hasta el Polo Norte,
sostiene que los cuentos del zorro han sido
creados en nuestro continente con sus propias
características y que han sufrido la influencia
de otras culturas, de las fábulas europeas, de las
historias de la conquista, de la luchas de independencia, de la resistencia, de la religión, de la
modernidad, de las nuevas tecnologías y otras
que seguramente seguirán creando nuevos
escenarios y características para el zorro. De
esta manera, encontramos versiones variadas
en cada uno de los países de un mismo cuento
o mito pero no cambia en su esencia.
En el caso de Bolivia, contamos con trabajos muy profundos y amplios que demuestran
la fuerte presencia del zorro en nuestra lite-
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ratura. En el área andina está presente entre
los aymaras, quechuas, urus y las últimas
recopilaciones de la literatura en tierras bajas,
impulsadas por la Reforma Educativa y proyectos alternativos de educación nos muestran
el gran abanico que existen sobre los cuentos
del zorro entre los chiquitanos, guarayos, tsimanes, guaraníes y otros.
En varios cuentos el zorro juega el papel de
forastero, del extraño que viene a aprovecharse
de la comunidad, a extraer su riqueza de la
manera más fácil. Al zorro le gusta mucho el
baile, pero solo el baile protegido por las sombras de la noche, con imillas (muchachas) que
abandonan su casa y su cama para danzar. El
obstáculo que tiene que ocultar con un disfraz
adecuado es su cola coposa, que cuando está
pegada al cuerpo le calienta mucho y le hace
sudar. Sin embargo procura que pase desapercibido y baila. El zorro es tan zalamero con
las mujeres que muchas veces las convence
para lograr sus objetivos de galán. El zorro
disfrazado de huayna (joven) es otra de sus
características. Vemos en varios cuentos que
tiene un pocho de vicuña y está bien vestido
para conquistar a las jóvenes (Gemio) o se
burla de la ingenuidad de todos los animales y
luego tropieza con un animal más listo que él.
Un aspecto importante es la cantidad de
cuentos sobre el zorro que aún permanecen en
la oralidad de las diferentes culturas y pueblos,
que siguen llevando un mensaje educativo, una
moraleja y se relatan siempre con nuevas
variaciones, detalles chistosos inventados en
el momento y aún con elementos foráneos:
“Un día el zorro iba a escuchar misa...” Solo
un grupo reducido de estos relatos ha pasado
a la forma impresa y algunos libros se pueden
considerar una obra de arte en cuanto a la
propuesta de ilustración y de texto.
El zorro es parte de nuestra realidad, de
nuestras más profundas creencias, de nuestros
anhelos, miedos y rechazos.
SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49
El zorro tendrá la capacidad de acomodarse a otras situaciones y permanecerá como
protagonista de historias, porque forma parte
de nuestro imaginario.
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SEPARATA BOLETÍN A.U.L.I. Nos. 48-49
ICONOGRAFÍA Y SIMBOLOGÍA DEL LOGO
DE LA ACADEMIA BOLIVIANA DE
LITERATURA INFANTIL
Potolo es un pequeño pueblo situado en el departamento de Chuquisaca, en el límite con Potosí. Sus
pobladores se llaman a sí mismos jalq´as y se dedican a elaborar textiles. Estos son considerados como
los más famosos tejidos de Bolivia, por su calidad
estética, siendo los más hermosos del área andina.
Los colores más utilizados son el negro y el verde,
sobre un fondo carmín o naranja. Los diseños de
los textiles potolos no muestran influencia hispana
ni posterior y pueden considerarse como uno de los
estilos que ha conservado su origen precolombino.
La figura que decora el logo de la Academia
muestra una figura zoomorfa que une animales
diversos sin definir los límites entre uno y otro. Se
trata de un ave que tiene cabeza de mamífero, alas,
cuatro patas y una extraña cola que termina en una
flecha. Tiene una lengua larga, también terminada
en flecha. Estas características lo identifican como
un ser del inframundo, de un mundo salvaje y sin
domesticar. Las tejedoras lo denominan "khuru".
La Academia Boliviana de Literatura Infantil lo
ha elegido como su ícono, ya que corresponde a uno
de los diseños que existen en los textiles andinos
bolivianos más representativos. Además, porque los
tejidos son considerados por los expertos como una
manera precolombina de comunicación, ya que en
sus expresiones creadoras mantienen hasta el día de
hoy el testimonio de su identidad cultural.
Información iconográfica y simbólica de Arte
Textil y Mundo Andino de Gisbert, Arze y Cajías,
La Paz (2006).
43
PONENCIAS ACADEMIA
URUGUAYA DE LIJ
PRESENCIA RELIGIOSA EN
LA OBRA DE JUANA DE IBARBOUROU
Dra. Sylvia Puentes de Oyenard,
Sillón
Abordar la trayectoria de Juana de
Ibarbourou (Melo, 1892 - Montevideo, 1979)
puede ser una tarea ardua, por la profusión de la
obra y la longevidad de la autora más laureada
de Uruguay. La que recibió honras y estocadas,
la que cultivó la poesía y fue herida a traición,
pero también la que respondió siempre con la
verdad insoslayable de su corazón y una fe
que, al crecer, se hizo pilar de su existencia.
La presencia religiosa va evolucionando en
su discurso literario. Actitud que no es contemplación o éxtasis, pues en un país ateo con
tolerancia a diferentes cultos no existe -como
en otros- una auténtica corriente de literatura
mística, sino algunos momentos reveladores de
comunión entre Dios y el hombre. Por eso, en
su obra, más que un camino ascendente hacia
la perfección, encontramos aquel que se integra
espontáneamente con los elementos naturales
para llegar a Dios a través de algunas experiencias, a veces tan simples como “La oración de
los grillos” en El cántaro fresco (1920):
Quizás ni sabios ni poetas sepan explicar
nunca esa especie de tristeza o de unción que
el atardecer anuda en nuestra alma. Tal vez,
únicamente, el hombre que implantó el rito de
la oración de la tarde lo supiera. Y quizás lo
sepan también los grillos, que de día trabajan o
duermen y en las nochecitas de enero elevan su
canto, que puede ser muy bien un Padre Nuestro
o una Salve. Desde que he pensado esto, cuando
oigo sus notas agudas entre la hierba de los
caminos, ya no le digo a mi alma:
-Los grillos cantan.
Sino: -Los grillos rezan.
RITO, MITO Y DIOS
Si aludimos a rito, mito y Dios en su discurso lírico, especialmente entre la primera
entrega (Las lenguas de diamante, 1919) y
la última (La pasajera, 1967), encontraremos
que con un lapso de cuarenta y ocho hay una
evolución entre el panteísmo auroral y la fe
signada por el dolor y la solidaridad con el
mundo y sus prójimos. En primera instancia su
44
cuerpo y sus sentidos serán el núcleo germinal
de su experiencia y su relación con el mundo.
Si entendemos por rito el conjunto de acciones significantes que por ley de causalidad
cumplen el deseo del mago, podríamos analizar
esa confluencia de acciones que pretenden
controlar fuerzas ajenas:
LA PEQUEÑA LLAMA
Yo siento por la luz un amor de salvaje.
Cada pequeña llama me encanta y sobrecoge;
¿no será, cada lumbre, un cáliz que recoge
el calor de las almas que pasan en su viaje?
Hay unas pequeñitas, azules, temblorosas,
lo mismo que las almas taciturnas y buenas.
Hay otras casi blancas: fulgores de azucenas.
Hay otras casi rojas: espíritus de rosas.
Yo respeto y adoro la luz como si fuera
una cosa que vive, que siente, que medita,
un ser que nos contempla transformado en hoguera.
Así, cuando yo muera, he de ser a tu lado
una pequeña llama de dulzura infinita
para tus largas noches de amante desolado.
Se evidencia el protagonismo del yo lírico que es la
fuerza integradora de algunos elementos de la naturaleza. La luz, potencial de
materia y energía, que
asociamos con vida y espíritu se opone inmediatamente a ese “amor de salvaje” que puede remitir al
inconsciente en su aspecto
peligroso, incontrolable. La palabra “cáliz” nos
ubica ante un elemento de la liturgia cristiana
que, a través del sacrificio renovado se abre a
un mensaje superior y, en este caso afirma los
conocimientos de la hablante, no su fe.
El manejo del color de las llamas, como
en alquimia, liturgia o heráldica, permite hacer referencia a la gradación del texto: azules
son cielo, agua, la devoción, la inocencia;
el blanco, de enorme prestigio en diferentes
religiones, alude a la pureza y el rojo a los
sentidos, a la pasión, a la guerra.
Con respecto a la propia llama, que motiva
el poema, la creemos ligada a mitos de origen
y ritos urbanos. Es suficiente recordar que
los griegos veneraban a Hestia, manteniendo
encendido el fuego del atrio comunal. Para los
romanos fue Vesta la regente del fuego, de la
casa y la ciudad, también presente en los ritos
de fundación. La hablante respeta y adora esa
luz con toda la fuerza de su paganismo y propone varios binomios entre el comienzo y el
fin del poema: va de la luz a la noche; del amor
salvaje a la dulzura infinita; del yo a la pareja;
de una gradación cromática y térmica al afecto;
de la vida a la muerte; de la fugacidad de una
llama a “las largas noches” de la eternidad. Se
advierte una intención de modificar los principios naturales y hacer válido el pensamiento
de Heráclito que consideró al fuego como un
elemento de transformación.
Enmarcaríamos este poema dentro de los
ritos primitivos del fuego como dador de vida
y en aquellos de magia imitativa donde lo
semejante produce lo semejante.
Al inicio de la bibliografía ibarbouriana es
fácil distinguir la presencia de elementos de la
cultura grecolatina en conjunción con el deseo
de una vida azarosa como la de Magdalena,
la castidad de Diana, los pecados de Thais o
la belleza de Venus. Afrodita y Dafne asisten
al cuidado de su cuerpo, a la eclosión de los
sentidos. Toda la energía parte del yo lírico que
anima el mundo y los elementos naturales, actúa
como sacerdotisa capaz de lograr cambios de
estado. Las alusiones a la presencia divina son
esporádicas y en forma de interjecciones, no hay
duda que el mundo se termina con la juventud
y la risa, y la boca -que ha mordido manzanas
y ha besado otros labios y ha huroneado en la
selva- sólo “será cenizas bajo la tierra negra”.
Otro poema válido para ejemplificar
nuestra exposición es “Rebelde” donde el yo
45
lírico apela a un mito de antiguo prestigio para
proponerle una orgía sensorial.
DOMUS AUREA
Caronte: yo seré un escándalo en tu barca.
Mientras las otras sombras recen, giman o lloren,
y bajo tus miradas de siniestro patriarca
las tímidas y tristes, en bajo acento, oren,
yo iré como una alondra cantando por el río…
El tono desafiante y las sílabas tónicas presentan la primera antinomia: yo/ tú; yo: ella, la
luz, la vida, el presente, la actitud erguida; tú:
el otro, la sombra, el futuro, la muerte.
Luego se establecerá un paralelismo yo/
ellas; yo: la diferente, la alondra, la plena
de luz, la aromada; ellas: una masa informe,
anónima. Pero poco a poco la relación se va
invirtiendo, la sensualidad aparece en la figura
mítica revalorizada por Dante que, además, al
hacer guiños, se erotiza. La seducción encuentra su primer punto de contacto al descalificar
al mito y ubicarlo en un plano de igualdad. Es
la primera batalla ganada.
Frente al duro trance de la muerte no
renuncia a su origen campesino y llevará “su
perfume salvaje”. Actitud que no se corresponde con el panteísmo del libro, porque en este
caso no hay integración con la naturaleza, sino
un aporte sensorial. El verso comparativo “yo
en tu barca seré como un escándalo”, diluye el
impacto inicial (“seré un escándalo”). Anuncia
el final que se dará con la claudicación:
“Extenuada de sombra, de valor y de frío”
para rematar en el final con la entrega total
que, incluso, introduce la figura del violador:
el mítico Caronte es sustituido por “vándalo”.
Este soneto alejandrino es perfecto en su estructura y anécdota, la hablante se rebeló contra la
muerte, la enfrentó, presentó su lucha y el hallazgo de la sustitución de la metonimia inicial por la
última nos remite a la precisión de los términos
en que el seducido se transforma en seductor, en
la que el dios de la muerte se transforma en dios
del amor. En este poema Caronte es el mito y el
mitema, la ceremonia del tránsito.
Quince años después del libro primigenio –
período en el que da a conocer otros poemarios
entre los que citamos Raíz salvaje (1922) y La
rosa de los vientos (1930)- surgirán Loores a
Nuestra Señora, prosa de exquisita expresión en
la que la Virgen es saludada da con sus distintas
advocaciones. Prosa poética, plegarias que, como
han comentado algunos religiosos, podrían ser
lecturas de un devocionario. Allí la voz narrativa
transita desde el fervor nacido en una imagen
humilde y un tanto deslucida de la Virgen del
Perpetuo Socorro que presidía su casa:
Me crié en la amada costumbre de su oración diaria y sus ofrendas florales como a una
madrina reverenciada y poderosa, a la que yo
acudía de continuo en mi cuita infantil y mi
ensueño adolescente. Ella, la Madre celeste, y
la otra, la humana se me confundían en ternura
entrañable y poderío amoroso.
A la hermosa iglesia de Arroyo Seco, uno
de los tesoros arquitectónicos de Montevideo,
llevó siempre el primer ejemplar de sus obras.
A esa imagen acudió en la gloria y también en
el desamparo “de la mano cordial y la boca
enemiga”. Su fe se fue haciendo consciente
y profunda y las alabanzas se multiplican a la
Madre amable, la del Buen Consejo, a la que
salva, a la que protege, a la que es tan “limpia
como la luna”, la que es lirio del valle, planta
fructífera, la que consuela y da vida, la que es
torre de David y puerta del cielo, la que es luz,
bálsamo y estrella matutina. La que es “huerto
cerrado a todo peligro y a toda intromisión
46
impura”, la que le permite protegerse de los
chacales que aúllan afuera y las pasiones que
crispan con “sus máscaras lívidas”. Se apartará
de las emboscadas -¡oh deseo incumplido!- y
ha de regresar siempre a esa Casa de Oro,
donde la vida recobra la belleza y es “pétalo
de azahar sobre los párpados”. Por eso clama
en “Maris Stella”:
Sobre la tiniebla trenzada de alaridos, tú,
Maris Stella; sobre el remolino y el naufragio,
tú, lámpara de Dios.
¡Ah, que no me faltes cuando tenga que
subir, temblorosa, al navío de las desconocidas
travesías; que tú guíes entonces mi barca y yo te
vea brillar magnánima sobre mi mar!
A ese mismo año, 1934, pertenece Estampas
de la Biblia, fino retablo de hombres y mujeres que iluminaron la Historia Sagrada y le
permitieron a Juana la lectura diaria que le
regaló paz y belleza, descubriéndole un mundo
de maravilla que se transformó en milagro al
escribir el texto, casi por dictado de una voz
inspirada que se labró en el misterio. Así nacen
de su recreación Adán, Caín, Noé, Nemrod,
Sarah, Abraham, Rebeca, Agar, Lía, Moisés,
Josué, Ruth, Esther y tantos otros que cierran
el recuerdo con “La madre de los macabeos”,
figura ejemplar que ante el dolor, duplica su fe,
como la voz narrativa. En el concepto de Ida
Vitale esplende aquí la sensualidad oriental que
Gálvez advirtió en Las lenguas de diamante.
Afirma que, como en los Loores, hay convicción
de fe de una católica practicante que se expresa
con un lenguaje rico que remite a Voltaire quien,
en las antípodas de su fe, expresaba: “La poesía
está hecha de detalles hermosos.”
A partir de estos libros podemos identificar
un pensamiento religioso activo, bien diferente
al expuesto y a partir del cual confirma su credo
católico, apostólico y romano en el que tiene
destacado lugar la investidura episcopal de
Pedro por Jesús.
Eterna es, eterna y dominante
La casa del pastor, la que se adorna
Con las más bellas cosas de la tierra
Para honrar al Señor. La primorosa
Con garganta de bronce resonante
Y pecho de azucenas y palomas.
¡Iglesia nuestra, madre y confesora
asentada en el trono pontificio!
La de Esteban el Santo, y de los Papas;
La de San León el Grande y el Concilio
De Trento. La infalible, la romana,
La triunfante y la única,
En la unidad completa de alma y cuerpo.
(“Iglesia católica”, II)
LA PACIFICADORA
El sentido religioso está presente en Chico
Carlo (1944), una de sus obras con claros rasgos autobiográficos, y se manifiesta desde una
infancia plena de duendes y “feitizos” que se
mezclaban con novenas y cantos a la Virgen.
No estuvieron ajenos a este sincretismo la
proximidad con la frontera brasileña y su folclore popular, así como el contacto con su aya
Feliciana, quien fue maestra fermental para su
fantasía prodigiosa. Las Sagradas Escrituras le
proporcionaron preciosas imágenes de vírgenes azules y la del Supremo Hacedor de larga
barba blanca. Precisamente este hecho motiva
sentimientos encontrados por una confusión en
la niña quien, al ver a un hombre parecido en
su casa, corre y exclama: “-Señor Dios querido: para mí una muñeca negra bien motuda,
como la de Juanita Portos. Y una pulsera de
oro como la de María, y un...” Hasta que
alguien, entre carcajadas, la saca de su inocencia y con vergüenza y cólera comprende
su equivocación.
Este es un aspecto del tema, el otro será
el de las horas de solaz que le brindaron esas
páginas tan llenas de vida y que por su pluma
conocemos de este modo:
“Más que todos los cuentos de hadas, el
Antiguo Testamento fue para mí la presencia
47
de lo sobrenatural en mi pequeña vida de siete
años. Abraham y Moisés, Elías y Jonás cumplieron conmigo el deber de todos los héroes
para con los niños: me dieron lo tremendo y lo
maravilloso. La fantasía de Perrault, la riqueza
deslumbrante de Las mil y una noches, la gracia de la fábula con sus animales filósofos, no
pudieron ofrecerme más, nunca. Cuando arribé
al mundo de los cuentos que podía leer yo sola,
venía de vuelta del mayor de los prodigios:
la creación del universo con la realidad, y el
milagro de la y las fuerzas arrolladoras completándose a favor o en contra de los intereses
comunicación de lo eterno con lo perecedero;
Dios dialogando con el hombre; los elementos
terribles de los hombres. Nada me ha dado
después la impresión fantástica de aquella
Arca de Noé en vivos colores primarios...( )
Nada después me ha dejado una sensación tan
grandiosa de belleza, como aquel Moisés majestuoso, apretando contra el pecho las Tablas
de la Ley, en coloquio con el Señor...()El miedo,
el asombro, el deslumbramiento, el terror, la
admiración, la piedad, casi todas las emociones
humanas, nacieron para mí ingenuamente, en
las páginas de aquel libro. Pero de él me vino
también la primera sensación de ridículo...”
La terrible figura de Caín perseguido por el
ojo de Dios se depurará en sucesivas imágenes
para expresar en su último poemario:
Tuve la rosa, el ruiseñor, el río
En que danzaban los azules peces;
Tuve la leche de las blancas reses
En las mieladas albas del estío.
Tuve el amor, la risa, el sueño mío,
El himno envuelto en las jocundas preces
Y el ángel de oro, centinela a veces,
Del giratorio sol de mi albedrío.
Caí de bruces en la seca tierra;
Empecé a conocer tristeza y guerra,
A ser el despojado y el proscrito.
Miré hacia Dios y me cegó su niebla,
Me levanté jadeante en la tiniebla
Y sobre el mundo comenzó mi grito.
(“Caín”)
Otro faceta de la particular visión del culto
religioso fue su percepción religiosa durante las
vicisitudes del enfrentamiento fratricida -que
se dio en 1897 y 1904, entre los partidos tradicionales (blanco y colorado), se refiere en un
recuerdo de Chico Carlo: “Reinaba la guerra,
sorda, ardiente, dentro mismo de la Catedral de
mi pueblo. La conocí aquel día, yo, que no había
podido comprenderla aún.” En los altares de fundían joyas antiguas y exvotos de oro, en uno raso
celeste, seda alba, azucenas y jazmines del Cabo,
en el otro flores purpúreas, ceibos, tulipanes.
Ninguna blanca hubiese encendido un cirio
ni murmurado un padrenuestro ante el altar
donde se rezaba por el triunfo de los enemigos.
Ninguna de las otras hubiera sido capaz de
inclinarse ante aquella imagen con los pies
florecidos de auténtico oro procedente de las
alhajas de los insurrectos.
Pero a Susana -la protagonista- le llamó la
atención aquel Jesús de manto cesáreo con sorprendente sinfonía de rojos y la faz apenas inclinada hacia un corazón en llamas. Ensimismada
junto a las señoras que oraban con el mismo
fervor que su madre, se siente sacudida por ella
que le dice si no sabe que “su” altar es el de enfrente. Y una de las mujeres le grita: “-Andá nomás, blanquilla retobada, que ya te arreglaremos
cuentas cuando vengan los nuestros.” Su madre
replica: “-No lo querrá la Inmaculada, salvajona.
Ella no abandona a los suyos.”
Esa noche la niña tuvo su castigo y comprendió el valor de las imágenes de piedad y paz.
Por ellas, sin embargo, supe lo que era la
guerra y la sentí en el dolor y la vergüenza del
castigo infamante. Nada como esa dura pena
infantil, y aquella colorida escena en la casa de
Dios, me ha dado una sensación más aguda e
imborrable del abismo que la rivalidad política
puede encender, como un mal fuego, entre las
humanas criaturas. No podía razonar aún, pero
me quedó en el corazón, como encogido por un
48
miedo sobrenatural, una instintiva sensación de
repulsa y terror por las luchas de los hombres.”
(“La guerra”)
Ya mujer, Juana de Ibarbourou amplía su
mundo y asiste a dos conflagraciones mundiales que acuciarán su espíritu, como las guerras
civiles. Así escribe:
¡Santo Padre, Señor y Jefe Nuestro
que ves el sufrimiento de los pueblos:
ruega por nos y por la paz del mundo.
Te lo aseguro yo: ya no podemos
Con nuestra cólera. Somos como niños
Que jugamos al mal, tan indefensos,
Que se nos cansan puños y gargantas
En la fatiga del tremendo juego.
Ruega por nos, oh Padre inmenso y albo.
¡Solo tu voz puede llegar al cielo!
(“Súplica al Sumo Pontífice”)
En otro momento, preocupada por los
jóvenes que están cerca aún de juguetes y
ángeles, y sin embargo se alzan entre fusiles
con su canto, pide:
Juventud con el ceño de tormenta,
Y estrechos fiesta, porvenir y calle,
Con la esperanza como un cono trunco,
Y la amargura de Miguel Hernández.
Hay que rezar por ella, abate Pedro,
Y enmudecer las fiestas de campanas
Hasta que vuelva por sus ricos fueros
Y el mismo Dios le grite fuerte: ¡Basta!
Juventud que se mata al propio niño
Que cada uno lleva entre la sangre
Y que solo el dolor triste del hombre
Puede, de un solo tiro, asesinarlo.
Hay que luchar por ella, abate Pedro,
Y que se encuentre al fin con sus derechos
De ser alegre en una tierra alegre,
De lucir su amapola sobre el pecho,
Y de cantar los himnos de la vida
Sin fusil en la mano ni en el sueño.
(“Juventud armada”)
ADVOCACIONES
Como apunte anecdótico diremos que Juana
Fernández Morales, luego de Ibarbourou, no
es bautizada hasta los ocho años, momento en
el que –aunque no lo registren los documentos- ejercerá el padrinazgo el caudillo blanco
Aparicio Saravia. También la ceremonia del casamiento religioso (28-VI-1921) se efectuará
años después del contrato civil (28-VI-1913),
de acuerdo con la escritora, por el ateísmo de
su padre. En este momento oficiaron de padrinos Juan Zorrilla de San Martín y María del
Carmen Izcua de Barbat. La boda tuvo lugar
en la Iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo
Socorro quien será para siempre su guía:
Tú presides la casa donde moro.
Mi azor ante tu imagen se detiene
Y en el pico te trae flor o manzana.
Si trina en mi capilla tu campana,
Todo mi amor hacia tu amor adviene.
De mis íntimas huestes, Capitana.
Por Ti, mi sol, todo combate libro,
Por Ti, médula y sangre yo entregara.
Por Ti, los ojos, brasa de la carne,
Por Ti, toda fortuna y todo libro,
Por Ti, fieras y górgolas domara,
Santa María, llama de mi ara.
(“Santa María del Perpetuo Socorro”)
Su fervor religioso se multiplica en poemas
a Dios, a “Santa María Guadalupe”, que le da
a su casa serafines; al “Sagrado Corazón” que
“desde el pecho de Cristo luz derrama/ y traspasa
con flecha alucinante/ todo seno que quémase
en su flama.”; a “San Cayetano”, “flor de los
teatinos/ y flor de sacerdotes ejemplares...”; a
“San Vicente de Paul”, “libertador de remos y
galeras”; a “Domingo Savio, beato”; “Invocación
a San Isidro” que es “Patrón de las cosechas, del
buen mosto,/ el buen trigo / y el tesoro frutal,/
de la rosa nacida por sorpresa entre el lino, /de
49
la lluvia de enero, del sudor campesino, /de los
soles de estío convertidos en pan.”
Azor (1953), libro en el que aparecen estas
plegarias se divide en “Amor divino”, que las
contiene, y “Divino amor”, la primera, en la
que se enriquecen esencialmente las imágenes
religiosas a punto de partida de las profanas.
Hay una conjunción espiritual entre la fe y el paganismo del primer momento, por eso anuncia:
Porque es puro y es fiel y avizorante,
Y en el dolor me hubo acompañado,
Porque a las fieras hubo amordazado,
Canto a mi azor con lenguas de diamante.
Esa ave simbólica logra la armonía de
mundo terrenal con el espíritu y en su carácter
de instrumento de caza supera al halcón en
hermosura y faena, pues no mata, sino que
persigue y obliga a la presa a elevar el vuelo.
En este caso también acompaña el tránsito de
su evolución:
El caracol del eco y el triunfante
Clarín de oro anuncia la victoria
De mi azor que en combate resonante,
A Pan venció, a Cristo ofrece gloria
Y escoltado de alondras y elefantes
Levanta, desde el hoyo de la escoria,
Blanca bandera que el Austral tremola
Y sobre el cielo es nieve y es corola.
A pie descalzo le hago compañía
Mas no a su par sino a paso distante
Pues solo por idilio y elegía
Estoy en el cortejo alucinante
Para cantar con exaltado yambo
Su áureo y relumbrante ditirambo.
(“Ditirambo del azor”)
Entre otras entregas descubrimos su amor
de madre en “Ruego por el hijo de veinte años”
(Dualismo, 1953) en el que pide por quien ya
no es la flor ni el gajo:
Pon en mi boca las palabras justas,
las que a su corazón desciendan rectas,
las del convencimiento y el consuelo,
las que sean más sabias y más buenas.
Ahora que ya es un hombre tengo miedo
de no saber llevarlo de la mano,
de ser ciega en su error y de ser débil...
o de estar sorda y que me llame en vano.
Con la frente en el polvo te suplico
que por él veles y me des la vida,
mientras él mi ternura necesite,
Madre divina!...”
También es interesante recordar que en su
“Autobiografía lírica” señala que es demasiado
católica para ejercitarse en poderes ocultos,
pero puede asegurar que experimentó el poder
de mandatos invisibles y escribió algunos libros bajo ese dictado, que más que un arrebato
místico era un estado de exaltación. Afirma:
Esto me hace más humildemente consciente
del valor y las potencias de las fuerzas mentales
y espirituales del hombre, servidoras de otras
superiores y que nos vienen de la fuente universal que es Dios, quien mide y dirige las obras
determinadas por su Omnipotente Voluntad.
Quizás corro un riesgo de ingenuidad al hacer
estas confesiones. Pero yo sé que muchos de
los poetas presentes descubrirán quizá en este
momento que a ellos les ha pasado lo mismo
y que Dios está en el poema como está en el
viento y en el mar. La inspiración es su Divina
Voluntad y Mandato determinantes.
En Argentina se musicalizó “Angor dei”,
poema que se tradujo y publicó en Washington
y Luis Gianneo orquestó como “Cantata”
para soprano y orquesta. Se estrenó en
Tucumán en 1963, en el Teatro Colón (1965)
interpretado por Carmen Favre con la dirección de Juan Carlos Zorzi y en la Facultad
de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos
Aires, donde se realizó una grabación que
se retransmitió varias veces. Allí ofrecía –si
fuera digna de la cruz - su cuerpo y sangre
por la paz del mundo.
En 1941 pronuncia una emotiva alocución en el SODRE sobre la vida de Santa
Rosa de Lima, pero no todo es fe, también
50
se cuestiona, así escribe en la madrugada
del 19 de febrero de 1946:
No duermo, estoy ordenando papeles escritos, versos y páginas originales. Hay ya en mi
vida una presencia de muerte, tranquila y tan
sola me preparo para el fin. Yo pienso en El y
cada día marcará un paso hacia el término.
He amado mucho la vida, pero hoy estoy muy
cansada. Esta larga lucha económica me agota
y me enerva, a pesar del bondadoso gesto del
Gobierno de mi país ( ), aún el porvenir es
oscuro y de lucha. ¿Cuánto tendré aún que
batallar? Y vuelvo a repetir, y tan sola. Dios
proveerá, como ha sido hasta ahora, pero Señor
¿Puedes apresurarte? un poco de seguridad
y de paz me daría tiempo para tu servicio de
oración. Óyeme Señor.
ANTE LA NATURALEZA
Dale un ojo a mi gato, San Francisco de Asís,
Y toma para ello mi esmeralda de Muzo.
Te doy con mi sortija todo mi lujo abstruso.
Ha de quedar hermosa entre la cuenca gris.
Que un pequeño animal puro como tú mismo
Vuelva a ser como antes ileso y sin temores.
¡San Francisco de Asís, padre de resplandores,
acepta mi sortija e ilumina su abismo!
En su conferencia sobre “El héroe de Asís”
habla del hombre que fue ejemplo de esperanza, perdón, solidaridad, comprensión. Siempre
“padre o hermano”, nunca juez, “porque los
jueces son una implacable invención humana,
y los verdaderos santos saben que hay solo
uno, infalible, con todos los derechos del
juicio: Dios.”
VIDA – MUERTE
Frente a la dualidad vida-muerte observamos una posición que varía con los años, en la
juventud vive el instante y tiene un fiador: Dios,
cuando la acosan ansias destructoras expresa:
Dejar por ti el pan claro, la leche sosegada,
El perro de la sombra y el corro de las voces;
Dejar por ti los jaspes y el caballo del agua,
Los órganos del viento, los vegetales roces.
Juana y Sylvia, 1970.
En su carácter de hablante ficticia la autora
va ubicándose frente a la naturaleza con una
actitud panteísta en los primeros libros y, más
tarde, integradora donde el viento será “citarilla
de Dios” que “tañe el ángel con uña de oro”. Ama
la naturaleza hasta sentir piedad por una higuera
y a los animales al punto de besar un caballo
muerto, conmoverse por el atropello a una liebre
o escribir en “Carta a San Francisco de Asís”:
Tú que hasta puedes darle a una loba un arcángel,
San Francisco de Asís, dale un ojo a mi gato.
Lo perdió en una riña feroz con otro gato,
Porque tal vez estaba distraído su ángel.
Dejar por ti, más ocre que toda la miseria,
Mi fulgurar de abejas, de flautas y luciérnagas,
Y aun tú, la cegadora, no quererme en tu valle
Donde todos los días los caminos entregas.
(“Palabras del frustrado suicida a la muerte”)
En otro momento advertimos (Oro y tormenta, 1956):
Conozco hielo y sombra infecundos,
Mano zurda de Dios sobre los mundos,
Que ni el demonio a disputar se atreve.
Ya sé lo que es morir y no estar muerta,
Lo que es golpear sobre ferrada puerta
Con puño de mujer cansado y leve.
(“Ya sé lo que es morir...”
51
“¿De dónde vienes, di, la melodiosa?
¿De dónde llegas, di, la bien callada?
............................................................
¡Ah, cazadora pura, imperturbable,
Que no quieres cobrarme todavía!”
(“Muerte”)
Concepto más elocuente y preciso en
“Elegía”: “Quise marcharme...y me quedé
conmigo.” Pero estos instantes –comunes a
muchos- son transitorios. En la obra de Juana
de Ibarbourou es más frecuente el énfasis en
la vida y en la resurrección.
Morir y renacer es mi ejercicio
En el sabio deleite del oficio.
(“Sobre un leño”)
Está labrando en mí la nueva vida,
Pequeña y casta como oscura rosa.
Tu mirada de amor en mí se posa
Para el anhelo de que estoy transida.
Llegaste a mí, tu mano conducida
Por las de Aquel, celeste, que reposa
Sobre toda la luz esclarecida.
Tú eres tierno y perfecto; yo, amorosa.
Amorosa, torcaza, deslumbrada,
Corola erguida y alta, condenada
A la ancha sombra y al seguro frío
Pero tan dulcemente enamorada
Que de rodillas ante Dios, sonrío
Porque en tu sueño triunfo de la nada.
(“Triunfo”)
En el extenso periplo de la obra de Juana de
Ibarbourou, signada por más de sesenta años de
fidelidad a la palabra, encontraremos también
su lealtad a sí misma, a los diferentes momentos de su trayectoria afectiva e intelectual.
LA PASAJERA
El último poemario édito es
La pasajera, donde el texto
homónimo cierra el periplo
lírico, es la confirmación de
que en su extensa trayectoria mantuvo algunos motivos esenciales como el
amor, la muerte, la soledad.
Sobre estos aspectos es
suficiente recordar “La estrella” de La rosa de los vientos (1930), donde
puede leerse: “...En el dibujo de Doré/ soy un
alma que espera la última barca/ y aprieta
entre sus manos el sueño puro y silencioso/
que tendrá para el barquero el valor de un
óbolo de plata.” La hablante ya no ofrece un
universo plurisensorial, sino un sueño “puro y
silencioso” ¿el de su arte? Quizás.
Ella, la que nunca el mar anduvo y nunca
entre sus manos timón tuvo, comandaba el día,
era su barco y surcaba la luz, era su río y se
lanzó por mares de sal entreverada y crinados
vientos. En casi toda su obra pueden advertirse
alusiones al tránsito y, su barca:
¡Que yo sepa, Señor, su cifra pura;
que yo entienda, Señor, esta presencia
que llega hasta mi círculo sombrío
inesperada y tensa!
La barca, más ingrávida, más leve,
Más traslúcida y pálida sustancia,
Criatura de ascención vertical, lirio del aire,
Iba subiendo en la marina escala.
Deslumbrada
Incliné la cabeza. Al levantarla
Temblando ya por sus nacientes alas,
Se había esfumado en la creciente sombra
Como borrada por un golpe de aire,
No estaba más sobre el espejo de agua.
Yo sentí que un mensaje misterioso
La barca me alcanzaba,
52
Y grité a Dios como San Pablo un día:
-¡Señor! ¿Qué quieres que yo haga? ¡Manda!
En “La pasajera” hay un paralelismo sicocósmico, esa mujer que avanza hacia la noche
mientras se deshila la llama del crepúsculo,
no abandona su ser primero, mantiene viva “la
brasa del verso en la garganta y en el pecho
la sed de la aventura”. Antes llevaba su obra
como óbolo de plata, ahora asciende sola, entra
en terreno de humildad, de despojamiento de
lauros y bienes terrenales, “como si hubiera
estado en los crisoles/ donde se funden el clamor y el miedo”. Ha de arribar a una mañana
nueva, desmadejada por el sufrimiento sí, pero
convencida de que hay otra vida, “aunque no
pudo vislumbrar el cielo”. Ella será “la pasajera única e insomne”, la misma en distintas
barcas y situaciones que la llevan a confirmar el
concepto de Pompeyo: “Vivir no es necesario,
navegar sí.”
Y aquella menuda mujer que fue en sus
primeras obras una poetisa pagana, panteísta,
de un erotismo trascendente, supo también
escribir sobre la “Fundación de la Iglesia
Católica” y perduró en sus versos:
Porque me diste la palabra y pudo
Ser ella en mí, oficio de universo
En la menuda gema de mi verso
Que adivino luego en reluciente escudo,
Me siento tu deudora y a ti acudo,
En noche y día y esplendor diverso...”
(“Soneto a Dios”)
De Dios fue la grave voz con la que supo
orar y de Él también, el dulce acento. Frente al
“monstruo de la vida, devorador y tenso” en Él
halló la paz, la palabra y el silencio. Tal vez
porque sin conocer qué traía la barca de su tarde de azucenas estuvo pronta para todo viaje:
El de imprevistos mares verticales.
El de concretos mares de la tierra.
El del juicio y la luz, alucinante.
El del desierto de quemada arena..
O ese otro, encendido de diamantes
En una nueva tarde de azucenas.
(“La barca”)
Sólo esperó la señal de sus arcángeles. Los
mismos que hoy la traen para decirnos: “Ora
y canta, que Dios es alegría/ hasta en la hora
del dolor supremo.”
BIBLIOGRAFÍA:
Ibarbourou, Juana de – Obras completas. España, Aguilar,
1968. 3ª ed.
Pickenhaym, Jorge Oscar - Vida y obra de Juana de
Ibarbourou. Argentina, Plus Ultra, 1980.
Puentes de Oyenard, Sylvia - Juana de Ibarbourou. Obras
escogidas. Santiago de Chile, Ed. Andrés Bello, 1998.
Sesto, Isabel: Juana de Ibarbourou. Montevideo, Ed. de
la autora, 1981.
Suiffet, Norma y Rubinstein Moreira: Tres poetas de
Cerro Largo: Emilio Oribe, Juana de Ibarbourou y
José Lucas. Montevideo, Ed. Viterbo, 1978.
Uhrhan Irving, Evelyn - Juana de Ibarbourou (1892-1979)
Uruguay en Escritoras de Hispanoamerica: Una guía
bio-bibliográfica Compilación de Diane E. Karting,
siglo veintiuno editores. México, Madrid, Buenos Aires,
Bogota. 1990.
Vitale, Ida: Juana de Ibarbourou. Vida y obra. Capítulo
Oriental. Número 20. Montevideo. 1968.
Zum Felde, Alberto: Proceso Intelectual del Uruguay.
Tomo III. Montevideo, Imprenta Nacional Colorada,
1930.
53
Ponencia
EL INOLVIDABLE PROFESOR
GRACIELA GENTA
Sillón Álvaro Figueredo
El tren ululaba en la Estación Sayago, ya
pronto para partir.
Mi padre y mi madre, con los ojos llorosos,
agitaban sus manos en la despedida.
Una hermana mía había enfermado de
tuberculosis, cuando esta enfermedad era casi
mortal y el médico creyó conveniente que yo,
que apenas tenía 14 años y estaba en pleno desarrollo, debía alejarme de casa, no así mis otros
tres hermanos, más saludables y menos frágiles.
No iba lejos. El destino era el kilómetro 110
donde se encuentra la fábrica de portland de
ANCAP, muy cerca de Pan de Azúcar.
Traté de no llorar por no hacer más grande
la pena de mis padres, a la que ahora se sumaba
que una de sus hijas debiera ir a casa de unos
amigos, allí en ese kilómetro.
Partió el tren y yo recostada a los vidrios no
podía vencer la tristeza que llenaba mi corazón
de chiquilina romántica y sensible.
Llegamos por fin a destino. Me esperaban
los dos hermanos amigos de mis padres, que
me abrazaron con todo afecto. El paisaje me
parecía desolador. Yo venía de estar cursando
3er año en los Institutos Normales y debía revalidar algunas asignaturas, así que lo primero
era abocarse al estudio.
Concurría en el mismo ferrocarril hasta la estación de Pan de Azúcar, donde por divergencias
de horarios debía esperar en un hotel de gente
cálida, donde almorzaba junto a otro compañero
que vivía allí con su padre, Vicente y juntos íbamos al Liceo, que quedaba a unas pocas cuadras.
El local era pobre pero su director, Don
Emilio Lafernanderie era tan rico de sentimien-
tos y mis compañeros tan generosos y cálidos
que pronto la tristeza se fue haciendo menor.
Álvaro el día de su casamiento con la poeta
Amalia Barla.
Pero la más inmensa de las emociones fue que
mi profesor de Literatura era nada más ni nada
menos que Don Álvaro Figueredo, el poeta, el
gran poeta inolvidable.
Yo me sentaba junto a Yayo, su hijo, y cada
clase era un viaje maravilloso a la palabra.
Él supo que me gustaba escribir desde los
8 años y daba sus clases estimulando siempre
con sus palabras o sus conceptos en los escritos
aquel don que Dios me había regalado.
Poemas simples, transparentes, nostálgicos, pero que cuando él los leía sonreía y me
decía: ¡Sigue así! ¡Continúa soñando! ¡La
poesía nace de las entrañas!
54
Y llegó el día en que, cumplido el año y habiendo dado las materias que me había exigido
volver a dar por la diferencia de programa, yo
debía volver a casa, a mis padres, subsanado
ya el peligro de un contagio.
Pero cumplía 15 años el 10 de noviembre
y aún estaba en clase.
Ese día Don Álvaro y su señora, maestra
incomparable, me invitaron a tomar la leche en
su casa. Fue allí donde recibí el mayor de los
regalos. Ese que perdurara en mi memoria y
que llevaría en el corazón para siempre.
Don Álvaro me da un papel y me dice:
“Escribí esto para ti. Aprenderás a valorarlo
cuando crezcan tu poesía y tus años.”
Aquel papel se perdió en el trajín de una
vida llena de idas y vueltas, pero quedó para
siempre su regalo en mi memoria.
ADIÓS GRACIELA
Adiós, iluminada niña
que entre cristal y rosa miro
ofreciéndole a Bécquer un suspiro
y a Garcilaso un alma enamorada.
Le digo adiós, a la ilusión que vuela
tú eres de aire, y el aire nos convida
a recoger tu imagen detenida
allí donde la luz, se llamará Graciela.
Allí aire, allí niña de seda
lámpara en flor, cuyo fulgor perdura
te miraré sin tiempo ni quebranto.
¿Cómo te irás, si es que en el aire queda,
el resplandor azul de tu dulzura.
niña de miel, ¡Graciela del encanto!
Gracias don Álvaro, desde la estrella donde
me mira, yo lo encuentro cada noche.
¿QUIÉN ES ÁLVARO FIGUEREDO?*
Del libro VOCES PARA UNA IDENTIDAD
EN LA LIJ URUGUAYA de Sylvia puentes de
Oyenard, Montevideo, RUMBO Editorial, 2011:
ÁLVARO FIGUEREDO (1907-1966) nació
en Pan de Azúcar, departamento de Maldonado (6
de noviembre) y allí falleció (19 de enero). “Quiso
siempre vivir en su pueblo de origen. Ningún
halago, ninguna perspectiva, ninguna posibilidad; ni las insistentes voces de los amigos fueron
para él tentación vencedora", comentaba Esther
de Cáceres. Maestro de Enseñanza Primaria y
Profesor de Literatura, en 1935 contrajo enlace con
Amalia Barla, maestra y poeta, mujer de exquisita
sensibilidad con la que tuvo dos hijos: Álvaro Tell
y Silvia Amalia.
Editó el periódico literario Mástil, desde
donde convocó al primer Congreso de Escritores
del Interior, que se realizó en 1938 en el Ateneo
de Montevideo. Su periplo lírico —aunque escaso— lo convierte en un creador de altísimo nivel:
Desvío de la estrella (1936) y Mundo a la vez
(1956). Diversificó su pluma en diversos géneros,
así conocemos, entre otros opus, en narrativa: La
vergüenza de ser niño, Dos hombres bajo la luna,
Los apóstoles; en ensayo: Sentido y trayectoria
del pensamiento arielista de Rodó, Lo fáustico
en la narrativa de Francisco Espínola, María
Eugenia Vaz Ferreira y la soledad, Viaje a la
poesía de Roberto y Sara de Ibáñez, Vida y obra
de Cervantes, El mundo humano y plástico de “Los
trabajos de Persiles y Segismunda”, Cómo aman
los poetas, Visión de Martí, Sentido del campo en
mi vida y mi poesía, La soledad del poeta en la
tierra, Contralor del trabajo escolar; en teatro dio
a conocer dos textos, Diana cazadora y El metal
y la sangre. Miembro de la Academia de Letras,
recibió lauros de diversos países. Colaboró con
la revista escolar El grillo y publicaciones de
Venezuela, Argentina y México. Para niños tiene
el poemario El ABC del gallito verde. El Liceo
y una calle de Pan de Azúcar llevan su nombre.
55
Ponencia
A LA BÚSQUEDA DE CARTAS
ENVIADAS AL CIELO
Escritora María Cristina Laluz
SILLÓN FERNÁN SILVA VALDÉS
El otoño invade con suavidad el cielo y el
aire. Todo lo que está abajo se impregna de
una ternura ocre, amigable, placentera. Cada
mirada a través de la ventana es un cuadro
diferente… Una hoja de menos en el tilo...
Un pájaro balanceando su trino en el cable...
El humo de la fogata trepando en espirales
remolones...
La ensoñación acaba cuando aparece Bruno,
mi nieto, con toda la energía de sus ocho años
intacta, luego de ocho horas de Colegio.
Después de la merienda que pasa entre
charlas y risas reviso su mochila, tratando de
adentrarme, como siempre, en ese mundo de
color y aroma especiales que aún me envuelve
al recordar mis pasados días de maestra.
Una fulgurante mariposa me observa con
su ojo central definitivamente abierto desde la
carátula del libro Mar de cuento sol de poesía,
selección de textos de autores uruguayos compilados por la Dra. Sylvia Puentes de Oyenard,
para una edición especial de AULI (Asociación
Uruguaya de Literatura Infantil), presentando
a nuestro país como invitado especial a la VI
Feria del libro de Panamá, en agosto de 2010.
Paso las páginas adelante y atrás. Encuentro
voces conocidas. Invito a Bruno a leer.
-Empiezo yo. Algo que no sea muy largo.
-¿Por qué no eliges por el título? Fíjate si
hay alguno que te llame la atención.
-Está bien.
Revisó con el ceño fruncido detrás de sus
lentes.
-¡Ya está!:“Pienso tres cosas lindas y las digo”.
-¿Quién es el autor?
-Pedro Leandro Ipuche.
Leyó el poema. Nos miramos y sonreímos.
Siguió buscando.
-¿Qué te parece ”Cuento medio de miedo”
de Visillac?
-Creo que te va a gustar.
Lo leyó y volvimos a sonreír, como también
con “Humor desopilante” de Ignacio Martínez.
-Ahora te toca a ti.
Pasé las páginas tersas y encontré un título
entrañable.
-Bruno: anda leyendo en silencio mientras yo recito y fíjate si me olvido de algo.
Empecé…
LEYENDA DE LA FLOR DE CEIBO
Me lo dijo un indio viejo y medio brujo
que se santiguaba y adoraba al sol:
“Los ceibos del tiempo en que yo era niño
no lucían flores rojas como hoy.
Pero una mañana sucedió el milagro
-es algo tan bello que cuesta creercon la aurora vimos al ceibal de grana,
cual si por dos lados fuera a amanecer.
Y era que la moza más linda del pago,
esperando al novio toda la velada,
por entretenerse se había pasado
la hoja del ceibo por entre los labios.
Entonces los ceibos como por encanto
se fueron tiñendo de rojo color…”
Tal lo que me dijo aquel indio viejo
que se santiguaba y adoraba al sol
Fernán Silva Valdés
56
-¡La sabes toda de memoria!
-La aprendí cuando estaba en Tercer Año,
como tú. Mi maestra era la señorita Elena.
Un viernes nos dijo que el único deber para
el lunes era memorizar la leyenda. Mientras
leía, yo “vi” un indio de largo cabello blanco,
muy delgado, que movía sus manos arrugadas.
Él me hablaba en voz baja. Iba dibujando la
historia para mí. Me hizo imaginar una muchacha alta, morocha, apoyada en el tronco de un
ceibo como aquél, que está cerca del muro del
fondo. Cuando Fernán, (con la voz del indio),
cuenta que la moza se pasó la hoja por entre
los labios yo hasta sentí el calor del fuego. Vi
una llamarada. Cerré los ojos. Cuando los abrí,
el ceibo estaba cubierto de racimos de flores
rojas. Rojísimas. Nunca olvidé la leyenda.
Cuando nos conocimos con Tata charlamos de
varios temas. Coincidíamos en muchos. ¿Sabes
qué pasó cuando hablamos de la flor preferida?
-¡Los dos preferían la flor del ceibo!
-¡Exactamente! Por eso, cuando nos mudamos a esta casa, plantamos el ceibo. Era chiquito, como tu mamá y la tía. Creció. Cuando
florece nos emocionamos.
-Abu, tú te emocionas con todo.
***
Todo lo que queda en mi memoria tiene que
ver con la emoción. Tanto es así que creo que
elegí a Fernán Silva Valdés en mi infancia, por
su capacidad de crear imágenes indelebles, tan
tiernas como contundentes.
El libro Poesías y leyendas para niños fue augural. Yo quería ser como
la señorita Elena: andar
por la vida enseñando los
misterios de la naturaleza, de la historia, de la
geografía, de los números, pero, sobre todo, de
las palabras. Sembrar
palabras. Iluminarlas de sentido. Preñarlas de
color. Amanecerlas de sueños. Provocar el
hambre y la sed de ellas. Y allí estuvo Fernán
para acompañarme en la reflexión y el goce.
A LA MANCHA
Por allá en la tardecita
dentro del espacio azul,
están jugando a la mancha
diez mil bichitos de luz.
Como va siendo de noche
todos llevan un farol
que apagan para esconderse
como diciendo: a mí no;
que encienden para mostrarse
como diciendo: aquí estoy.
Por allá en la tardecita
dentro del espacio azul
están jugando a la mancha
diez mil bichitos de luz.
EL NIDO
Los árboles que no dan flores
dan nidos;
y un nido es una flor con pétalos de pluma;
un nido es una flor color de pájaro
cuyo perfume entra por los oídos.
Los árboles que no dan flores
dan nidos.
57
LA COMETA
Empieza a hacer calorcito,
ya viene la primavera,
se fue el tiempo de los trompos
y llega el de las cometas.
Frente a casa hay un campito
que dicen no tiene dueño;
allí me voy los domingos
a remontar mi lucero.
Le emparejo bien los tiros
y le acorto algo el del medio
para que vaya hacia arriba,
bien arriba mi lucero.
Y lo recojo y le aflojo
hasta hacerlo tocar tierra;
¡qué lindas son las cometas,
aflojale que colea!
Veinte tiritas de trapo
lleva la cola lo menos:
trapo que en casa se pierde
mamá lo encuentra en el cielo.
Por ver si le corto el hilo
a alguna otra cometa,
en la cola le ato un vidrio
que brilla como una estrella.
Vengan a ver mi lucero;
cuando está bien serenito,
por intermedio del hilo
le mando una carta al cielo.
A LA MANCHA
Por allá en la tardecita
dentro del espacio azul,
están jugando a la mancha
diez mil bichitos de luz.
Como va siendo de noche
todos llevan un farol
que apagan para esconderse
como diciendo: a mí no;
que encienden para mostrarse
como diciendo: aquí estoy.
Por allá en la tardecita
dentro del espacio azul
están jugando a la mancha
diez mil bichitos de luz.
En el libro, dedicado a su hijo Yuyo, junto
a estos poemas más conocidos y repetidos por
varias generaciones de escolares uruguayos
es posible acercarse a poemas que describen
diferentes juegos infantiles, plantas, aves y
otros animales típicos; leyendas que dan vida
al origen de “La flor del camalote”, “La derrota
del sol”, “El color de los pájaros”, “El copete
del cardenal”, etc.
***
Pasar de la vivencia sensible al conocimiento del hombre concreto, implica ahondar
en su tiempo, su quehacer, su inserción en el
mundo de las letras abarcando tópicos y estilos
diferentes. Y, a pesar de eso, saber que su realidad es inasible como “una tropilla de estrellas”.
Fernán Silva Valdés nació en Montevideo
el 15 de octubre de 1887. Vivió sus primeros
años en Sarandí del Yi, departamento de
Florida, en contacto con la naturaleza, hecho
que marcaría su vida. Fue hasta Quinto Año a
la escuela que funcionaba en una vieja capilla.
“Allí aprendí todo aquello de lo que luego
me olvidé. Lo que sé lo aprendí solo y es lo que
hay que saber”.
De familia lectora, una vez entró en contacto con el “Fausto”, poema gauchesco de
Estanislao del Campo. Le gustó tanto que
memorizó partes de él. En una ocasión recitó
algunos fragmentos en una reunión de paisa-
58
nos. Ellos le contestaron con los consejos del
Viejo Vizcacha, del “Martín Fierro”.
Desde ese momento el “Fausto” y el poema de José Hernández fueron mi plataforma
literaria, el inicio de mi pasión por la poesía
y por lo nuestro”
A los catorce años comenzó a escribir poemas y seguiría haciéndolo por el resto de su
vida. Siendo un joven de alrededor de veinte
años, regresa a la capital con su familia. Pasa
de buen mozo, guitarrero y payador a ser casi
un malevo de barrio bajo, aficionado al tango,
diestro bailarían.
Sus primeros dos libros editados; Ánforas de
barro, 1913 y Humo de incienso, 1917, se enmarcan dentro de la corriente del modernismo.
Aparece luego como creador del nativismo
con Agua del tiempo, 1921.
“El nativismo es el arte moderno que se
nutre en el paisaje, tradiciones y espíritu
nacional, (no regional) y que trae consigo la
superación estética y el agrandamiento geográfico del viejo criollismo que se inspiraba
en los tipos y costumbres del campo” (La cruz
del Sur”, Nº 18, Montevideo, 1927)
En un reportaje autobiográfico declaró:
“Yo hubiera querido ser un hombre de campo
y no de ciudad”
Imposible saber lo que habrá sentido al
recibir este mensaje de Pablo Neruda: “¿Le
escribo? ¿No le escribo? Y al fin como ve, le
escribo. ¿Para qué? No sé. Tal vez para decirle
que Agua del tiempo me gusta mucho”.
Y menos aún cuando recibió el comentario de
Jorge Luis Borges: “He hallado, (en sus versos),
la presencia de la belleza vivaz e indestructible
como la de la andariega sangre en el pulso”.
Silva Valdés tomó como personajes al
indio y al gaucho, jerarquizando sus elementos característicos. Evoluciona tanto en su
quehacer literario como en su vida personal.
De la bohemia montevideana a la parisina.
De un quebranto de salud a la sanación y el
encauce en el amor verdadero junto a Tulia
Pérez Gambin.
La profusión de su obra creativa se concreta
en continuas publicaciones: Poemas nativos,
1925 – Intemperie, 1930.
La tendencia descriptiva del autor busca
animar lo inanimado. Combina distintas formas métricas logrando un ritmo propio, rico
en metáforas y comparaciones. Su estrofa
anárquica parece progresar para armonizarse
con las sonoridades del verso. Pero, al decir
de Domingo L. Bordoli: “la forma es de un
descuidado desaliño”.
Contrastando con “Intemperie” y casi simultáneamente, publica “Poemas y leyendas
para niños”, rezumando ternura al abordar, con
sencillez y humildad, los aspectos expresivos
de la infancia. Partió del indio, del gaucho,
del criollo y más adelante del gringo venido
de allende el mar. Cierra un círculo. De aquel
pasado se instala en el presente como trampolín
hacia el futuro. Es el mundo de la niñez el que
abre sus alas para proyectarlo como un auténtico
poeta de América. Admiro el proceso creativo,
la búsqueda incesante a través del tiempo. Pero
me detengo en el remanso de su voz cuando,
desde su niño interior, es voz de todos los niños,
voz de gozo, de asombro, de descubrimiento.
Siguen apareciendo títulos: Romances
chúcaros, 1933 - Cuentos y leyendas del río
de la Plata, 1936.
En el Romancero del sur, 1938, el poeta
va cediendo su paso al cantor. Se desliza por
el verso de manera fácil y cómoda. Jorge Luis
Borges opina ahora que “Ha sembrado de
torpes hispanismos sus versos criollos”. Pero
para Silva Valdés quizá era una manera de
enriquecer y animar el idioma.
Pasan los años y su intensa labor creativa
sigue acrecentando el acervo de títulos editados:
Ronda catonga, 1941 – Corralito, 1944 Cuentos del Uruguay, 1945.
59
En 1952 comienza a incursionar en el teatro
con Santos Vega, Barrio Palermo, 1952 y Vida
de dos cuchillos, 1957.
En 1958 aparece su autobiografía. A través
del tiempo muchos de sus textos fueron musicalizados como milongas, por ejemplo: “Yo
me llamo Juan te quiero”, “Margarita punzó”
y tangos: “Canción del árbol del olvido”, “En
blanco y negro”, entre otros.
Colaboró en periódicos y revistas importantes del país y de América. Durante muchos
años presidió la Asociación General de Autores
del Uruguay, (en la que hay registrados ochenta
y tres títulos de su autoría).
Fue electo miembro de la Academia
Nacional de Letras. En 1972 recibe el Premio
Nacional de Literatura. Falleció en Montevideo
el 10 de enero de 1975.
Vuelvo a elegirte, Fernán, por el prodigio
de tu voz que se enraiza en el tiempo,
se eleva en sutiles y coloridos artificios
y envía cartas infinitas hacia el cielo.
María Cristina Laluz
Fuentes:
Antología de la poesía uruguaya contemporánea- Montevideo.-Departamento de
publicaciones de la Universidad de la república
Oriental del Uruguay – 1966
Celuja, Antonio- Fernán Silva Valdés-–
Suplemento literatura uruguaya. Diario La
mañana - 1989
Pereira Rodríguez, José - Estudio preliminar sobre la obra en Poemas chúcaros – 1930
CON VOZ(S) CUENTO”
Es un proyecto inclusivo que busca motivar y potenciar el hábito de la
lectura y el acercamiento tanto al libro como a otros formatos o soportes.
Surge de la necesidad de contar con material de audio y formatos accesibles
para personas con discapacidad visual promoviendo mayor autonomía,
inclusión social y acceso al capital cultural y educativo. Se han editado 6
tomos. Cada disco contiene, un archivo de información de autores. Realizan
este proyecto: Programa APEX, Subprograma Infancia-Animación
Sociocultural y Recreación, Universidad de la República – Centro
MEC Mercedes-Soriano. Y la coordinación y entusiasmo de Carlos
Torrado merece nuestro más sincero apoyo y así lo dio la Academia Uruguaya de LIJ.
Participan, entre otros autores: Ignacio Martínez,
Susana Olaondo, Gabriela Armand Ugon, Malva
Bengua, Sylvia Puentes de Oyenard, Samantha Navarro,
Mónica Dendi, Silvia Iroldi, Guillermina Prunell y
Silvia Prida.
ZONTA INTERNACIONAL, DÍA DE LA
MUJER 2014, en Ateneo de Montevideo distingue labor
de Dra. Sylvia Puentes de Oyenard. Rodean Pta. Lilian
García Philatoff y ex Pta. Lillian Olivera.
60
PERÚ:
La Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil - APLIJ, realizó el XXXIII
ENCUENTRO NACIONAL DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL, en la ciudad de
Ayacucho del 27 al 31 de octubre de 2014. Asistieron por A.U.L.I. la Experta en Literatura
Infantil María Di Lorenzi y la escritora Marta de los Santos desarrollando una interesante
labor de intercambio.
Académicos Dres. Marcial Molina Ritcher y Roberto Rosario, Marta Dos Santos y María
Di Lorenzi, junto al Rector interino de la Universidad Nacional de Huamanga, escritor Oscar
Espinar y Vicerector de la Universidad Nacional de San Cristobal de Huamanga Dr. Eulogio
Pisfil Chavesta.
La ACADEMIA ARGENTINA DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL (AALIJ)
Con el auspicio de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE),
invita al Curso Breve, gratuito y con entrega de Certificados de
asistencia que se darán en SADE, Uruguay 1371 3er. Piso, según
el programa y fechas que se explicita, en el horario de 18 a 20 p.m.
(4º jueves de abril a julio de 2015): Jueves 23 de abril: Una
experiencia sobre lectura creadora y su relación con la educación
por el arte. A cargo de la Prof. Zulma Prina.
Jueves 28 de mayo: ¡Seño: Queremos leer! Una inclusión de la literatura y la plástica en el
aula, sobre textos del libro Cosquillitas en el corazón de Cecilia María Labanca e ilustraciones
de Alejandra Romero. Por las autoras. // Jueves 25 de junio- ¿Nos subimos al tren de la poesía?
Panorama de la poesía infantil actual. Distintos géneros. El humor, el disparate. Marìa Elena
Walsh. Cecilia Pisos. El Limerick. Presentación del libro Diversión en la laguna de María Julia
Druille. Por la autora.// Jueves 23 de julio: Cuando el teatro representa al teatro. Romeo y Julieta
20 años después de Viviana Manrique. El drama de Shakespeare, una posibilidad para el amor.
Contexto político, religioso y artístico de la obra. // Inscripción por mail a la Coordinadora,
Lic. Bertha Bilbao Richte: [email protected]
Zulma Prina, Presidenta
María Julia Druille, Secretaria
61
Ponencia
PALABRAS, TERNURA, EMOCIÓN.
Mtra. Lic. Isabel Del Prete
Experta en Literatura Infantil
Sillón EMILIO CARLOS TACCONI
Querido don Emilio:
Donde quiera que esté, estoy segura de que
se siente muy orgulloso con la noticia que ha
corrido estos días por nuestro país. Se solicitará
que el barrio Peñarol sea nombrado Patrimonio
Histórico de la Humanidad. Y justamente usted, que nació, creció y valoró como pocos su
lugar de nacimiento, se sentirá honrado, feliz,
emocionado.
Hace ya muchos años, en noviembre de
1981, tuve la dicha de conocerlo. En el Elbio
Fernández se le hizo un homenaje que usted
recibió con la humildad que lo caracterizaba,
con la emoción que siempre ponía en sus palabras y con la ternura que anidó en su pecho
cuando Gianella evocó con su voz de niña
aquellos versos dignos de figurar entre las
mejores lecciones de moral. “Tengo las manos
ásperas, pero hay pan en la mesa…”.
Pocos meses después, volví a tener la
dicha de verlo en mi otra escuela, la “Juana
de Ibarbourou”, donde volvió a recibir el
amor de los niños y nos dejó como recuerdo
aquella frase: “Donde está el nombre de Juana
está mi corazón…” ¿Recuerda la escuela toda
formada y los niños recitando sus poemas con
el corazón puesto en ello? Estoy segura que, al
igual que el otro homenaje, ha de haber sido
de los que quedan guardados para siempre en
un rinconcito del alma.
También yo, guardo en mi memoria momentos muy especiales que viví con usted. Una
nochecita de un noviembre de hace muchos
años, fui hasta su abarrotado apartamento de
la calle Durazno donde recibo de sus manos
unos ejemplares de Con delantal blanco que
pretendía regalarles a mis alumnos de 6º año
cuando egresaran de la Escuela. ¡Qué linda
charla con usted y Celia, su querida esposa,
en aquella noche de primavera! Tuve el privilegio de escuchar de sus labios, algunos de
los poemas que hacían vibrar a mis alumnos
cuando los leíamos;
Yo no me vi nacer…Pero la gente
y la matrícula de nacimiento
le dan ochenta a este adolescente
que juega a las cometas en el viento…
aquel otro que nos acunaba con su vaivén. O aquel otro que nos acunaba con su vaivén:
El viento de los pinos, con vaivenes de ola,
hace bailar la luna en medio del pinar.
El viento de los pinos es una caracola
de canción marinera; marinera y lunar…
Y cómo no recordar…
Era el más recio del bosque
pero el viento lo volteó.
Era el de raíz más honda
pero el viento lo volteó.
Era el de cresta más alta
pero el viento lo volteó.
………………………………
¡Ay cuando el viento alborero
pierde la gracia de Dios!
¡Ay las cosas de la tierra
qué cosas frágiles son!
Bien conocía usted la fragilidad de la vida
y de las cosas. Porque realmente su vida no
62
fue fácil. ¿Recuerda su escuelita, hoy llamada
gracias a usted “María Víttori”? Allí fue hasta
5º año y luego a la Escuela Artigas. Pero, el
hogar era modesto y todo era poco para ayudar a los padres. Por eso tan joven comenzó
a trabajar en la Oficina del Central Uruguay
Railway (hoy AFE). Luego da concurso para
trabajar como Auxiliar en UTE y allí culminó
su carrera como Secretario General, cincuenta
años más tarde.
Pero eso era parte de su vida. El resto,
el que a nosotros nos llega con más afecto y
sensibilidad, corre por otros carriles que no son
específicamente los de los trenes.
Durante los últimos años, se han retomado
determinadas tendencias en el abordaje de
temas históricos. Estas tendencias nos hablan
de un estudio de la “historia total”, es decir, dar
importancia no sólo a aquellos hechos bélicos
o sociales que ocurrieron, sino dársela también
al testigo, a las condiciones de producción de
testimonio tanto como a su propio contenido, a los testimonios escritos, iconográficos
o arqueológicos, a los testimonios orales o
registrados.
Emilio Tacconi y Sylvia Puentes, 1980.
Por ello, su obra, don Emilio, la lectura de
sus textos, nos permite descubrir nuestro pasado reciente, nuestras raíces, nuestra identidad
nacional a través de sus “artículos de costumbres” a la manera de Larra; nos hace valorizar
el aporte que la inmigración hizo a nuestra
idiosincrasia y acercarnos con la emoción,
tanto como con el conocimiento a formas de
cultura de las cuales aún hoy tenemos vesti-
gios, para comprender nuestro presente cultural
y preparar nuestro futuro.
Usted nos enseña a través de la lectura de
sus textos, que la formación demográfica del
Uruguay, francamente aluvional, nos dio una
fisonomía muy característica. Es la inmigración italiana y española la que ha calado más
hondo en la formación de nuestro pueblo.
La España analfabeta, labriega, tradicionalista, de gente cuyo paisaje materno era similar
a las concepciones del mundo, será la gran
protagonista de la aventura tras-mediterránea.
Y con ellos los italianos preferentemente del
sur que salen de esas tierras inhóspitas y los
traen a la ciudad y su arrabal, a sus conventillos
construidos para recibirlos. Y serán mozos de
cordel en el puerto, sirvientas, empleados de
barracas, dependientes de almacén, peones. Y
pronto se instalarán en los ascensores sociales de una colectividad urbana muy fluida y
propicia a la promoción de elementos activos.
Por ello, en una generación o más, ganarán
posiciones y serán comerciantes, chacareros,
pequeños propietarios.
Pero, junto a ellos, viene el rico patrimonio
de sus culturas regionales. Gallegos, catalanes,
andaluces, vascos, napolitanos genoveses,
etc., traen consigo los valores cualitativos de
culturas milenarias. La sobriedad, religiosidad, modestia, laboriosidad gallega, se unen
a los hogares patricios, junto a su espíritu de
empresa, sus gaitas, alegría y romerías. La
influencia italiana se ve claramente en el lenguaje cotidiano, en las prácticas culinarias, la
gesticulación, las supersticiones, las normas
de trato, la música tanguera, la organización
familiar y social.
El italiano, así como el español, llega
con su cultura a cuestas pero se asimila con
rapidez a los valores de su patria adoptiva, a
las circunstancias geográficas y humanas que
lo rodean.
63
Y todo esto que dijimos, lo descubrimos a
través de su prosa y su poesía, don Emilio. En
el fragmento que antes recogimos de “Manos
ásperas” usted se refiere orgullosamente a los
valores trasmitidos por su raza: áspera como
símbolo de trabajo, de trabajo honrado que
llevaba el alimento a la mesa familiar. Es el
mismo orgullo con que repite esa máxima que
tantas veces escuchamos en nuestro hogar inmigrante: “Los niños aprendíamos de memoria
de labios de nuestros mayores: ganarás el pan
con el sudor de tu frente” (“Mi pueblo”).
Esa valorización del trabajo manual, del
trabajo honrado que si bien no llevaba a la
riqueza era símbolo de calidad moral, es un
típico valor que inculcaba a sus hijos el inmigrante.
“…Aquel era don Pascual Conini; mano
rústica, encallecida de tanto andar entre hierros; mano de seda para las rosas de su huerta,
el cerco más fragante del entorno; mano de
artista para encañar el lujo púrpura de sus
tomates y diagramar los frescos esmeraldas de
acelga y lechuguina…
Aquel era don Pascual Conini; padre de
nueve hijos. El italiano gritón y seriote, capataz
de maniobra de la Estación Peñarol…
Aquel era don Pascual Conini…Prototipo
del ímpetu, de la vitalidad, del coraje…(“Don
Pascual Conini”)
Y frente a él se yergue la figura de otro
inmigrante, Mr. Rolan Moor, proveniente de
la Inglaterra culta, emprendedora, moderna.
“Culto, dinámico, emprendedor… Mr.
Roland Moor: inglés de pies a cabeza. Genio
y figura. Un gentleman. Fino, cordial, caballeresco. Siempre con la palabra “all right” a flor
de labios: la sonrisa en los ojos y la gravedad
racial en los bigotes, el ánimo dispuesto a festejar un chiste y la flema inglesa….
Él tenía vocación andariega. La llevaba
en la sangre. Herencia marinera de su abuelo
materno.
Se enamoró de nuestra ciudad. Por su
clima, por la cordialidad de las gentes, por la
nobleza del espíritu criollo…”
Los dos inmigrantes, ¡tan diferentes! pero
¡tan similares! Esas tipologías que formaban
como ya dijimos, la colcha multicolor de
nuestra población.
Los niños de hoy, de su mano, don Emilio,
recorrerán el camino de la historia a través de
las páginas de su libro. Y reconocerán los valores de una época no tan remota y valorarán el
legado de estos inmigrantes que con seguridad
están en las mismas raíces de su vida personal.
Yo tengo que reconocer que mi alma “gallega y tana” se conmueve tremendamente
con sus libros. Porque en ellos reconozco a
mis padres, a sus amigos, a la forma de vida
que era común en la época. Yo también nací
en mi casa, ayudada por una “partera” que no
era “su doña Manuela” pero cumplió con el
mismo afán su trabajo. “No tenía diploma ni
estudios; pero le sobraba temple y coraje. Y
oficio. Era una intuitiva: humanista y audaz.
Audaz en el noble sentido. ¿Su vocación?
Servir al prójimo… Doña Manuela de Arteaga
es uno de los temas dignos de figurar en la
serie de “Sonetos vascos” de Julio Herrera y
Reissig…” (“Doña Manuela”)
¿Sabe don Emilio? Ahora, se ha descubierto la importancia de acompañar a la parturienta
en esos momentos y hay una nueva profesión
para la mujer: la de acompañante para el parto.
¡Qué novedad para doña Manuela!, ¿no es así?
Y qué decir de los comerciantes de la época, para los cuales evidentemente, el quilogramo pesaba mil gramos sin discusión.
“Con su pequeña provisión de comestibles y
bebidas, honrado y feliz, vive en paz con clientes
y vecinos, rodeado de la estima y el afecto de
todos. No ambiciona ser rico. -¿Para qué? Suele
decir. Me basta con ser honrado. Ese título no
se compra con plata.
64
Por eso se le aprecia y se le quiere. El
quilogramo de su balanza es de mil gramos.
Exactamente. Y en ese orden toda su actividad
comercial. Jamás adulteró un artículo o una
bebida para obtener mayores rendimientos…
le asigna un valor relativo al dinero. Nunca
pisó los umbrales de un juzgado a no ser para
casarse y otra vez para inscribir a Genarito…Y
menos a una comisaría…” (“Don Bachicha”)
A mí me parece, don Emilio que usted
conoció a mi padre. ¿Cómo si no va a contar
ese incidente con el señor que quería comprarle
toda la papa a un buen precio a don Bachicha
en momentos de racionamiento, si es lo mismo
que hacía don Francisco, mi papá en épocas
difíciles? Siempre defendiendo al que menos
tenía, dándole las mismas posibilidades a
todos, ayudando a sus vecinos sin pensar en
recompensas. Es que era una forma de ver la
vida, ¿no es verdad? La solidaridad, la ayuda
al prójimo, la justicia, la humildad. Valores que
debemos rescatar, que deben hacernos sentir
orgullosos de ser uruguayos y descendientes
de aquellos inmigrantes que trajeron, junto a
sus artes de vida, la moral, la ética, la justicia,
la solidaridad.
Yo estoy segura, don Emilio, que usted
acompañó a nuestros muchachos “celestes”
cuando el 13 de julio recorrieron las calles de
la ciudad con ese 4º puesto traído de Sudáfrica
con orgullo por el deber cumplido. Porque a
usted le encantaba el fútbol. Pero aquél, el
del Centro Artesano que fue un pedazo de la
historia de Peñarol.
Fue el primer lugar donde se reunieron los
mozos del pueblo para proyectar sus partidos.
Y él vio crecer allí a don Tomás Bornio.
“Él armaba la cancha, colocaba las banderitas en los corners, armaba las redes en los
goles; les servía agua a las ovejitas que, con
permiso de los ingleses, soltaba don Juan Pippo
para comer el césped, aunque de vez en cuando
era necesario usar la hoz y hasta la guadaña
para emparejar la alfombra verde…
Los domingos de mañana aparecía, rodeado
de chiquilines del barrio para iniciar la marcación de la cancha. Temprano, con el pasto
fragante de rocío. Uno llevaba la regadera
con la tiza líquida; otro, el carrito de una sola
rueda-invento del carpintero don Ramón de
Frutos, que, al girar sobre el pasto, iba trazando
la raya. Un tercero, los banderines del corner;
aquél, el rollo de chaura y las estacas para
tender la guía de marcación; su compañero el
martillo y otras herramientas; éste el pincel de
brocha gorda y un balde. Don Tomás, marchaba
adelante, con el pesado fardo de las redes. Y a
veces…alguien con la bolsa de aserrín para
mejorar las condiciones del área chica. ..
Todo era primitivo, fundacional, con decorosa modestia, en el kindergarten futbolístico…”
Creo don Emilio, reconocer allá en una
nube su sonrisa, ese frío día invernal, pero
tan cálido en afectos. Porque usted sabe que
ése es el camino. Volver a la humildad, a
la generosidad, al acatamiento de normas,
a la vida sana, al compañerismo, a la solidaridad. Por eso, amo sus libros, Por eso,
me siento orgullosa de tener un sillón con
su nombre en la Academia. Porque usted
marcó el camino con sus libros y está en
nosotros continuarlo.
Muchas gracias y hasta siempre.
Con todo cariño
Isabel
Bibliografía: Personajes de mi Pueblo y
Con delantal blanco.
***
POEMA BREVE
Para hacer una pradera
se necesitan
un trébol
una abeja
y un sueño.
Si nos falta la abeja
alcanzará con el sueño.
Emily Dickinson
65
Ponencia
HABÍA UNA VEZ UN SEÑOR
QUE ESCRIBÍA FANTÁSTICOS CUENTOS…
Álvaro Secondo
Sillón Horacio Quiroga
—Papi ¿me cuentas un cuento?
—Mira Marquito, vamos
a hacer lo siguiente. Tengo
que escribir un breve texto,
para niños, acerca de la
vida y la obra de Horacio
Quiroga, uno de mis autores
predilectos. Así que te lo voy
a contar a ti, como si fuese un cuento, y mato
dos pájaros de un tiro. ¿Te parece bien?
—No lo sé, después que me lo cuentes te
digo. Pero además… ¿Qué es eso de matar
dos pájaros?
—Eh…bueno, es sólo un dicho, significa
que se puede cumplir con dos tareas a la vez…
Tú ya sabes que adoro a los animales y que
soy incapaz de matar siquiera una mosca.
Pero, en cierta forma, esa expresión le viene
bien a este cuento porque Horacio Quiroga
era un gran cazador, era diestro con las armas,
en especial las escopetas. Vivió muchos años
en la selva, allá en Misiones, en la costa del
Río Paraná, cerca de San Ignacio, donde las
armas eran necesarias. Por cierto, él tampoco
cazaba animales porque sí. Sólo cazaba a los
peligrosos, como la serpiente o el yaguareté, a
los dañinos como el jabalí o el zorro, y quizás,
de vez en cuando, algún pato, algún conejo o
alguna liebre para comer, lo cual no está mal.
Pero vayamos a nuestro cuento…
—¿Qué es un yaguareté?
—Un gran felino de las selvas americanas,
parecido al leopardo y al tigre, pero algo más
pequeño.
Escritor
—¿Por qué las armas eran necesarias?
—Porque en la selva, a veces, había que
defenderse de los peligros con armas.
—¿Los peligros eran los animales?
—Sí. Y también los hombres. Eran épocas
de pioneros, de los primeros pobladores de
esas regiones selváticas. No había o había muy
pocas seguridades, los pueblos y las comisarías
quedaban lejos y uno debía protegerse como
pudiera...
—Ah…
—Horacio Quiroga fue, como te decía,
un gran cuentista, escribió más de doscientos
cuentos y alcanzó, en ese arte, una gran maestría. Intentó, en su juventud, escribir poesía,
pero no le fue bien. También escribió alguna
novela y una obra de teatro. Pero no era lo suyo.
Lo suyo era el cuento; y en él fue un auténtico
maestro, un pionero, alguien quizá tan importante como Edgar Allan Poe en Norteamérica,
un escritor a quien Horacio mucho admiraba,
tanto que durante años fue su lectura más que
predilecta, su lectura única, su lectura obsesiva,
como él mismo decía. Tanto le gustaba que, al
principio, lo imitaba; pero después adquirió su
propia voz y fue, para la lengua castellana, un
cuentista tan importante como aquél para la
lengua inglesa.
—¿Qué es obsesivo?
—Que no se lo puede sacar de la cabeza,
que está todo el tiempo pensando en lo mismo.
—La abuela es obsesiva de que me lave
las manos a cada rato y de que termine toda
la comida…
—Y eso está muy bien, Marquito. Pero ya
te digo, Horacio superó la obsesión por Poe y
66
adquirió su propio estilo, su voz inconfundible,
su identidad.
Escribió con claridad, sencillez y precisión.
Él decía que “un cuento debe ser como una
flecha lanzada a un blanco. Toda mariposa que
se pose sobre su vuelo para adornarlo, no hará
más que entorpecerlo.” ¿Entiendes?
—Si…la mariposa podría desviar la flecha.
—¡Exacto, Marquito! Y el cuento, que es
como una flecha, debe ir directo hacia donde
fue lanzado.
—¿Y hacia donde apunta un cuento?
—Hacia el corazón y el cerebro del lector…
—Pero si es una flecha, ¿no lo lastima?
—De algún modo sí, Marquito. El cuento,
la literatura, las artes todas, deben herir la
sensibilidad y la razón de quien los recibe,
el receptor. Deben conmoverlo, deben transformarlo, deben lograr que la persona ya no
sea igual después de haber leído ese cuento,
después de haber visto esa pintura, después
de haber escuchado ese concierto, después de
haber estado en contacto con cualquier manifestación de arte.
Pero bueno, vamos al principio.
Hace mucho tiempo, más de ciento treinta
años…
Reunión en Buenos Aires, 1928: Horacio Quiroga
(parado, primero de la izquierda), su amigo Leopoldo
Lugones (cruzado de brazos), Baldomero Fernández
Moreno (sentado, a la izquierda) y Alberto Gerchunoff
(sentado, al centro).
—¿Es mucho tiempo ciento treinta años?
—Según para qué. Pero sí, en relación con
la vida, es mucho; es mucho más que la edad
de tu abuela…
—¡Uf!
—…bueno, hace más de ciento treinta
años, en una ciudad entonces pequeña, Salto,
llena de sol y fragante a naranjas, en la costa
de un río de nombre muy dulce y musical, el
Río Uruguay que le prestó el nombre a nuestro
país…
—¿Por qué le prestó el nombre?
—…quizá porque es un nombre tan lindo,
que el país quiso llamarse como el río…
—…nació un niñito pequeño y esmirriado…
—¿Qué es esmirriado?
—Flacucho.
—¿Por qué hay olor a naranjas?
—Porque en Salto hay grandes naranjales…
—…a quien sus padres le pusieron Horacio
Silvestre. Era uno de cuatro hermanos, dos de
los cuales murieron muy jóvenes. En verdad,
la tragedia y las muertes prematuras y violentas
siempre rondaron al pobre Horacio, como un
signo fatal.
—¿Qué es eso?
—Oh, bueno, algo como la mala suerte,
pero muy mala suerte. Como si alrededor de
Horacio se hubiesen concentrado muchas desgracias, en fin, una vida muy trágica.
—Ah, pobre. ¿Y eso le hacía escribir cosas
tristes?
—No diría tristes. Pero sí algo tenebrosas.
Fue un maestro del cuento fantástico y cultivó
el género del horror, sobre todo en sus inicios,
cuando tanto admiraba a Poe.
Pero sobre las desgracias, Marquito, no te
diré más que eso, porque quiero contarte las
cosas buenas que extrajo Horacio de esa vida
con episodios tan dolorosos.
67
No fue un gran estudiante. Sus maestros
y profesores lo encontraban contestador e indisciplinado, lo cual lo llevó a cambiar varias
veces de escuela e institutos de enseñanza.
Aunque era de baja estatura y físico pequeño,
su carácter hosco lo llevaba a arreglar a veces
a golpes las diferencias con sus compañeros
de clase. Pero si no era un buen estudiante,
era, en cambio, un gran lector que leía todo lo
que cayera en sus manos. Era muy curioso y
ávido de conocimientos y de una gran habilidad
manual e interés por los oficios, en especial la
mecánica y la carpintería. Pasada la adolescencia, se dulcificó algo su carácter, se volvió
un gran bailarín, se vestía como un dandy y…
—¿Qué es un dandy?
—…así se les decía a los muchachos de
aquella época que gustaban vestir con elegancia y asumir ciertas actitudes para lucirse ante
las chicas… Y a Horacio, en verdad, no le iba
nada mal con las jóvenes salteñas. Era muy
popular entre las chicas y sumamente enamoradizo, características que le acompañarían
durante toda su vida.
Por esos tiempos, todo aquel que como
Horacio aspirase a una carrera literaria, debía
viajar a París. Así que, como escala previa,
Horacio se vino a Montevideo y, al poco
tiempo, se embarcó en un vapor hacia París.
Todavía no había escrito casi nada, era apenas
un joven y bisoño proyecto de escritor, bastante
petulante, así que puedes imaginar cómo le
fue en París…
—¿Cómo le fue?
—Muy mal. Pasó por completo inadvertido y ni siquiera llegó a integrarse al grupo de
artistas y literatos latinoamericanos que vivían
(y algunos triunfaban) allá. Gastó sus pocos
ahorros y volvió en tercera clase, en condiciones
bastante peores que las que se fue. Ese fracaso,
sin embargo, no cambió su decisión de ser escritor, pero se volvió, si es posible, más ensimismado e individualista. En realidad nunca fue bien
aceptado por la mayoría de sus colegas quienes
no pocas veces le dedicaron críticas severas, una
dolorosa indiferencia y hasta burlas, como suele
pasarles a quienes no se integran, por distintas
razones, a sus círculos de pertenencia; esos que
suelen llamarse “out siders”.
A Horacio, en realidad, no le satisfacía su
mundo, el mundo que le había tocado vivir y
padecer; pero en vez de resignarse y amoldarse
al mismo, intentaba, con gran valentía y tenacidad, cambiarlo. Y lo hizo construyendo su
propio mundo, de dos modos diferentes, pero
igual de trabajosos. Uno virtual, a través de
la literatura. Y otro real y concreto, transformando un trozo de selva en su paraíso propio.
Después de París y de vivir poco tiempo
en Montevideo, donde otra vez una terrible
tragedia enlutó su vida, se marchó para Buenos
Aires y tras fracasar en varias empresas muy
delirantes…
—¿Qué son empresas delirantes?
—Empresas alocadas, mal estudiadas, sin
planificación, llamadas a fracasar, …bueno
después de intentar con varias de esas aventuras más románticas que prácticas, adquirió
unas hectáreas de tierra en la selva de Misiones,
en la costa del Río Paraná. Con sus propias
manos construyó allí su casa y su taller y
escribió, acaso lo mejor de su obra, acerca de
las peripecias de los hombres que poblaban
esa región casi virgen. Eran hombres rústicos,
venidos de todas partes, que trabajaban en
oficios durísimos en medio de la naturaleza
intacta, lidiando con los animales salvajes, el
68
río, la soledad y la nostalgia, la vida bravía y
la muerte siempre ahí, como una presencia
cercana y tangible.
Se casó Horacio, con una chica mucho más
joven que había conocido en Buenos Aires, y
se la llevó con él a la selva, donde tuvieron
dos hijos: una niña llamada Eglé y un varón,
Darío, que pasaron su niñez allí, fascinados con
las enseñanzas y los cuentos de su papá. Éste
enviudó muy pronto, volvió a casarse años después y tuvo otra niñita, a quien llamaba Pitoca.
Sus tres hijos, así como su primera mujer, su
padre, su padrastro y uno de sus mejores amigos tuvieron todos finales trágicos, pero ya te
dije, Marquito, que de eso no quiero contarte.
Volvió Horacio a Buenos Aires empujado
por su precaria economía y por la necesidad
de sus hijos de continuar con sus estudios escolares y liceales. Después de vivir un tiempo
en un departamento pequeño, en un subsuelo,
alquiló una casa quinta en Vicente López y,
de algún modo, mudó para allí “su selva”. Su
casa parecía un zoológico, con coatíes, víboras, lagartos, búhos y cualquier cantidad de
animales exóticos vivos y también disecados;
y rebosaba de objetos artesanales traídos de
Misiones, muchos de ellos hechos por él mismo. Repartidos por el predio había embarcaciones, canoas, motocicletas, bicicletas, carros
y sulkys (aunque ya tenía auto y lo conducía
de un modo terrorífico) y herramientas de
todo tipo almacenadas en su atiborrado taller.
Quizá la distancia y la nostalgia de “su lugar
en la Tierra” hayan sido el detonante que hizo
estallar lo mejor de su literatura porque por
esos años escribió mucho y muy bueno.
Entre muchas otras cosas, ensayó un
“Decálogo del Perfecto Cuentista”.
Julio Cortázar, otro genial narrador, dice
que esa intención de establecer un canon del
cuento y, sobre todo, ese adjetivo “perfecto”,
deben ser tomados por el lector con un guiño
sarcástico por su desmedida pretensión.
Sin embargo, reconoce que si bien nueve
de los diez preceptos le parecen prescindibles,
hay uno que le resulta una gran revelación:
“Escribe como si la historia sólo tuviese interés
para el pequeño ámbito de sus protagonistas,
de los que pudiste ser uno.”
Horacio escribió también, por ese entonces, bellísimos cuentos para niños, basados
en general en sus experiencias en la selva y
en su contacto estrecho con los animales y
la naturaleza. No fueron bien recibidos por
las autoridades educativas de la época que le
reprochaban la falta de lecciones morales o
moralejas que se desprendiesen de los mismos.
Por el contrario, decían, de muchos de sus
cuentos se deducen enseñanzas impropias para
los niños, porque derivan de la vida natural
y de la sobrevivencia de cierto animalitos,
basada más en la picardía y en la astucia, que
en atributos morales, ¡habrase visto! También
le reprochaban cierta pobreza de lenguaje y
errores de sintaxis.
A mi me parece Marquito que no era pobreza, sino austeridad de estilo. A ese propósito,
Horacio nos legó un buen consejo estético.
Recuerda —aconsejaba Horacio— que para
decir que una brisa fría sube desde el río, no
hay mejores palabras que “una brisa fría sube
desde el río.” Significaba que es bueno no
caer en la tentación de usar palabras difíciles y
giros rebuscados, que sólo le quitan sencillez y
69
claridad a la narración a cambio de una dudosa
pretensión de belleza.
Fue muy criticada la obra de Horacio por
despareja, por excesiva, hasta por chapucera.
Muchos no le perdonaron su exotismo.
Otros no juzgaban la obra sino el carácter
hosco y reconcentrado del autor, nada afecto a
la lisonja ni la zalamería hacia las autoridades
políticas y culturales, ni hacia los brillos sociales. Sufrió también uno de los peores tipos de
crítica: la indiferencia y el ninguneo por parte
de muchos de sus colegas y ciertos críticos hoy,
por cierto, merecidamente olvidados.
Pero el tiempo y la historia que abominan
de las modas y las injusticias, ponen todo en
su lugar. Y a Horacio Quiroga lo han puesto
donde merece estar. En el sitial de uno de
los mejores y más originales cuentistas de la
lengua castellana, donde vivirá para siempre.
En una de sus biografías se cuenta que,
poco antes de su muerte, cuando ya estaba
muy enfermo, tenía permiso de su médico para
salir, algunas tardes, del hospital. En una de
esas salidas se encontró con su hija Eglé que
ya tenía unos veinticinco años. Conforme con
la costumbre de Horacio de gran caminante,
caminaron largamente por la ciudad, del
brazo, admirados del progreso y de los autos
que, ya por entonces, aturdían las calles. En
determinado momento Eglé apoyó su cabeza
Salón de Actos del Palacio Municipal de
Colonia durante la presentación de Ramón
de Roberto Bertolino. De esa manera a
en el hombro del padre, sin dejar de caminar,
y le pidió:
—Papaíto —así lo llamaba desde siempre
—cuéntame un cuento.
Seguro ella sabía que en cada cuento iba
lo mejor de su papaíto y era, desde luego, lo
que ella quería atesorar, porque no ignoraba la
inminencia del fin.—¿Qué cuento quieres, cachorrita? —quizá le haya preguntado Horacio.
—Uno de allá, papaíto, uno de allá…
Ambos sabían que “allá” era la selva entrañable, el exuberante barranco sobre el Paraná,
su lugar en el mundo, la mágica patria de la
infancia de ella, de Darío y, después, de la
pequeña Pitoca. Y siguieron caminando y recreando en el cuento de Horacio, aquél lugar
con tanto, tanto sol…
—¿Te gustó Marquito? Eh…¡Marquito!
¡Quién sabe cuánto hace que te has dormido!
Mira, hijito, ya que no me oyes, te voy a
dejar escrito un texto de Horacio que cierra
un cuento, mejor dicho, una parábola sobre la
libertad, acerca de un potro salvaje; pídele a
mamá que te lo lea mañana, dice así:
“Joven potro: tiéndete a fondo en la carrera
aunque apenas se te dé para comer. Pues si llegas sin valor a la fama y adquieres estilo para
trocarla fraudulentamente por pingüe forraje,
te salvará el haberte dado un día, todo entero,
por un puñado de pasto.”
¡Que tengas dulces sueños, hijito del alma!
iniciativa de la Dra. Sylvia Puentes de
Oyenard y la adhesión del Intendente Dr.
Walter Zimmerman y el escritor Álvaro
Secondo, se homenajeó al escritor carmelitano.
Su viuda, Elena, recibió una plaqueta
de manos del Intendente que invitó a
valorar el libro como herramienta indispensable para la formación del individuo.
70
EL RÍO URUGUAY VIENE EN TSUNAMI
Isidra Solari (Uruguay)
Tarde de espera, naufragios y perdones.
La tarde se hace larga y fría con viento
sostenido del pampero. El río Uruguay está en
creciente. Catorce cero cinco metros de altura
sobre el puerto de Salto. Se espera que las
aguas lleguen a catorce y treinta para la tarde.
No se sabe que pasará mañana. Un desastre
cubre la ciudad. Cientos de refugiados han
abandonado sus casas por las aguas desbordadas, como pocas veces, en un mes de julio
de infortunio histórico.
La espera es larga y tensa por el mal pronóstico. Anuncian que crecerá otros veinticinco
centímetros en la tarde y esto hace una dramática diferencia que arrasará las contenciones
naturales de barrancas y zanjones, anegará los
barrios de la costa y los del centro bajo, con
casas humildes, resignadas, donde permanece
todavía la sombra de otras embestidas en sus
paredes frías y mojadas.
La espera es solitaria, silenciosa, sin tráfico
ninguno. Los caminos vecinos están cortados
por el río. Sólo se oye el sonar de las aguas en
vértigo del río, ritmadas por los motores de
helicópteros que patrullan en emergencia las
costas argentinas. Pasan lanchas que vigilan el
río y enfrentan en grandes surcos la corriente
de aguas libres que se vierten desde la represa
de Salto Grande con sus compuertas abiertas
para dejar pasar los miles y miles de metros
cúbicos por segundo en riadas de tsunami.
Estas aguas vienen de muy lejos, del Brasil,
del estado de Santa Catarina desde una ciudad,
donde arrasaron una represa que le daba luz,
conocida porque se jugó allí un partido de
fútbol del último mundial.
Las esperas, ya se sabe, son largas, el río
permanece por ahora “estable”, palabra técnica
que se acata como natural y calma por momentos los sobresaltos de ayer cuando devastaron
las orillas. Los troncos descuajados que pasan
dan cuenta de la masacre río arriba.
Hoy muy temprano, apenas había madrugado la mañana, encontré un gato grande, guarecido en mi ventana. De pelaje espeso, oscuro,
parecía salvaje, quizás fuera pariente del gato
montés que alguna vez habita el monte de la
orilla. Era un "evacuado" más, como tantos
otros, pero anónimo, de incógnito. Los informes oficiales, seguro, no lo tenían consignado.
Lo dejo estar en el resguardo de mi ventana
ancha y le otorgo, solamente por hoy, el perdón de
una mirada. Me hago cómplice y me olvido que
ayer nomás en recorrida de desastres, encontré
uno muy grave y doloroso. Un crimen violento
se había cometido. Las plumas blancas y grises,
de la torcaza que habita y clamorea en el jardín,
estaban esparcidas en los senderos de las hojas
secas. Eran una pena infinita en el camino.
El cazador culpable estaba en mi ventana,
mojado y vulnerable.
Los dos resistíamos, solitarios, vigilantes.
En el riesgo y a la espera.
Tejimos, sin saberlo uno del otro, una amistad interesada, ambigua que no tenía sentido.
Una amistad entretejida entre seres extraviados, sobrehumana. Efímera y eterna que no
tiene destino como todo lo del río. Un caminar
presuroso de náufragos unidos por la inminencia del peligro.
Sin saberlo recibimos esa tarde el perdón
cósmico del río.
Nos otorgó la tregua del perdón, que sabe
de la muerte y de la vida.
Esa tarde el río también se quedó manso
en el jardín, en actitud de espera, sin subir los
escalones.
Como un náufrago más en busca de asilo.
Salto, 19 de julio 2014
71
Ponencia
AL RESCATE DE LAS
LLAMARADAS DEL TIEMPO
JULIO DA ROSA, EL
MEMORIOSO*
Mtra. Prof. Graciela Olarreaga Mussio,
Sillón Julio C. Da Rosa
TIEMPO DE ESCRITURA
Julio Da Rosa se revela artísticamente entre
los años 1945 y 1950. Por este motivo se lo
ubica, dentro de la Literatura Uruguaya, en
la Generación del 45. Situar a un escritor
dentro de una generación conduce a tres interrogantes: ¿Qué es una generación? ¿Cuáles
son los rasgos propios de su generación? ¿En
qué medida participa de esas peculiaridades?
Para iniciar la búsqueda de respuestas a las
dos primeras preguntas elegimos de las múltiples caracterizaciones, sobre las generaciones
literarias, la que expresa Pedro Salinas1: “lo
que la generación tiene de común es el problema de su tiempo…Yo diría que las escuelas
literarias no son otra cosa que las distintas
soluciones que una generación ofrece a un
único problema literario”
¿Cuál era “el problema de su tiempo” para
los escritores del 45? Así lo explica uno de sus
miembros, Emir Rodríguez Monegal: “El
examen de la realidad nacional revela muy
claramente la emergencia de un grupo hacia
1945. Ese grupo tiene indudable gravitación,
casi de inmediato, y continúa teniéndola hasta
1 Salinas, Pedro El concepto de generación literaria aplicado al
98. Revista de Occidente, España,1935
hoy (…) Algunos estudiosos se han dedicado
a determinar aspectos de esa generación
literaria. Hay coincidencia en casi todos con
respecto a lo que puede llamarse fecha de
iniciación del grupo. Esa fecha es 1940, es
decir a sólo medio año de la fundación de
“Marcha”. Tal fecha básica –que marca el
comienzo del período de gestación del grupo,
es decir: el momento en que irrumpe en la
vida literaria y comienza a polemizar con la
generación anterior para hacerse sitio (…)Si
hay un acuerdo casi total en cuanto a la fecha
de iniciación, ese año de 1940, en que Marcha
tiene seis meses, no hay acuerdo sin embargo
en cuanto al nombre que corresponde a la
generación. En uno de los primeros estudios
que hice la bauticé de Generación del 45 y el
nombre ha sido repetido (...)aunque ha encontrado opositores(...) Se ha propuesto llamarla
Generación del 40 (por la fecha de iniciación)
o Generación del 50 (cuando ya estaban muy
activos todos sus integrantes). De hecho el
asunto resulta trivial, y de ponerse algunos
muy cejijuntos o coléricos puede resultar cómico. El nombre de una generación no depende
nunca de un cálculo matemático exacto(…)
La fecha misma tiene una significación muy
especial. Ese año marca el final de la segunda
guerra mundial, el comienzo de la guerra fría
y la entrada (primero subrepticia, luego cada
*
NOTA: Conocer a Julio Da Rosa, compartir largas charlas con él, en las que nunca faltó su “risa tan linda”, fue tener el
privilegio de vivir la hermandad que lo unía a los seres anónimos de nuestros pueblos olvidados y de nuestra campaña postergada; fue
escuchar la voz de un hincha de la vida y de la maravilla, capaz de hacer de la sabiduría de un Juan Carmona la superación de la de
mil intelectuales. Por eso, en la difícil tarea de elegir una obra suya para analizar, he optado por “Juan de los Desamparados”, novela
que no fue escrita para el público infantil. Hago mías aquellas palabras de Juan Ramón Jiménez: “creo que el niño puede leer los libros
que lee el hombre, con determinadas excepciones que a todos se le ocurren”.
72
vez más visiblemente) del hombre en la era atómica(…) En el terreno económico el Uruguay
pasa por un falso período de prosperidad por
lo que se ha ganado y acumulado sin mayores
posibilidades de gasto durante la guerra. La
subsiguiente contienda de Corea habrá de extender una moratoria a esa falaz prosperidad
que la milagrosa recuperación europea y la
revolución industrial del automatismo contribuirá en pocos lustros a convertir en ceniza.
Pero en 1945, el Uruguay parece haber salido
ya del oscuro período de Terra (…) Los nuevos
líderes son hombres de la generación del 32 (o
generación del Centenario de 1830, como se
les ha llamado) para quienes este año de 1945
marca el punto casi central de su período de
gestión, es decir de dominio(...)”2
La Generación del 45 o Generación
Crítica, como la llamó Ángel Rama por su
“actitud impugnadora”3, estuvo constituida
por un grupo de jóvenes escritores cuyo
método consistió en “abarcarlo todo: en
comprender que la palabra sólo manifiesta la
plenitud de su riqueza cuando es leída en el
contexto de su entera realidad” 4.
Julio Da Rosa se integra a dicha Generación
a través de Juan José Morosoli, formando parte del grupo de la revista Asir, cuya sede era
la casa de los Bordoli. Los domingos era el
día en que, puntualmente, se reunían. Nunca
faltaron Arturo Sergio Visca, Trillo Pays,
Guido Castillo y, por supuesto, él. A menudo
“caían” Roberto Ibáñez y Paco Espínola.
Años más tarde afirmará “qué universidad
fue para mí, eso (…) Después nos juntamos
con la gente de Número, la otra revista; una
revista dirigida por Rodríguez Monegal, por
Benedetti (…). Había cierto contrapunto del
2 Rodríguez Monegal, Emir. Prólogo e Introducción en Literatura
Uruguaya del Medio Siglo, Alfa,Montevideo,1965
3 Di Candia, César. Entrevista en Búsqueda, 8/III/90, citada en
Historia de la Literatura Uruguaya Contemporánea, RavioloRocca, Banda Oriental, Montevideo,1996
4 Tomás Eloy Martínez “Ángel Rama o el placer de la crítica”.
University of Maryland, 1985
punto de vista de la orientación estilística y
estética, pero éramos amigos y un buen día nos
juntamos todos y fundamos esa cooperativa. Yo
puse dinero pero mi libro salió. Cada cual colocaba (…) publicó Onetti, publicó Benedetti,
Trillo, Visca, Bordoli, yo (…)
Si seguimos la terminología de Julius
Petersen5, la “experiencia generacional” del
45 quedaría explicada, aunque brevemente. Si
bien Da Rosa compartió “la demanda y el
quehacer”6 de ese tiempo, no puede afirmarse
lo mismo respecto a “la comunidad personal”
y al “lenguaje de la generación”7. Con sus
propias palabras damos respuesta a la tercera
pregunta, que hiciéramos al iniciar este estudio8: “fui la oveja negra del grupo porque ellos
integraban una generación muy exigente, muy
erudita, muy docta (…) Yo en cambio era nada
más que un campesino que se había puesto a
escribir y lo hacía con un lenguaje totalmente distinto al de mis compañeros de época.
Pretendía ser auténtico, ser trasmisor directo
de mi tierra, de mi gente y sus costumbres, de
su forma de hablar (…) Ellos contraponían el
regionalismo al universalismo y sigo pensando
que estaban equivocados”.
En una narrativa que se debate entre dos
tradiciones, lo urbano, y el campo, Da Rosa, sin
establecer antagonismos, se ubica en la última
llevándonos de la mano a donde se ha ido a
refugiar “el alma de criatura del pueblo viejo”.9
TIEMPO DE INFANCIA
En la Segunda Sección de Costas del
Arroyo Porongos (Treinta y Tres) nació y se
educó “Juancito”10, en una familia “donde
5 Petersen, Julius. Las Generaciones Literarias. Filosofia de la
ciencia literaria. Fondo de Cultura Económica, México,1954 .
6 Íd. Nota 1
7 Íd. Nota 5
8 Íd. Nota 3
9 Da Rosa . Hombre Flauta. Cuentos Completos. Ed. de la Banda
Oriental,Montevideo,1966
10 Nombre que más tarde no sólo asumirá el protagonista de
73
se leía mucho”. Su padre “aunque era un
paisano salido de segundo año de escuela
rural- era un hombre que siempre andaba con
libros”. Además, tuvo la suerte de asistir a la
Escuela Rural Nº 10 que “tenía un centenar de
libros”11 . Allí lee por primera vez la “Ilíada”
y “Don Quijote”. Allí comienza a forjarse
quien será uno de los mejores escritores de la
Literatura Uruguaya para Niños y Jóvenes (si
es que las obras de arte permiten ser clasificadas según el público al que, supuestamente,
se destinan). Allí inicia un diálogo con los
habitantes del campo y de sus más pequeños
pueblos, que más tarde se convertirá en “un
singularísimo estilo coloquial que abarca
con absoluta naturalidad todo el cuerpo de la
narración”12. Y allí, también, se desenvuelve
ese tiempo de infancia, cuyo recuerdo irá
revelándose en Buscabichos (1970), Gurises
y Pájaros (1973), Yunta Brava (1990), Mi gato
Gato (1990) y Tata Viejo (1999).
género; y por otro , una gran inhibición de
hacerlo. Lo primero incentivado por el influjo
de los grandes maestros de dicho quehacer (…)
Lo segundo, amenazado por el temor de incurrir en los desastres de muchos y malísimos
autores de literatura infantil”13. Ninguna obra
había tenido tanto éxito, después de Perico de
Morosoli. Éxito que Heber Raviolo sintetiza
en tres razones: “el placer de escribir con la
única finalidad de contar”(…) el escritor no
se siente obligado a achicarse, ni a achicar
su lenguaje (…) el autor sortea airosamente
el didactismo.”14
De la campaña a Treinta y Tres , de la
Escuela Rural Nº 10 a la Escuela Urbana de
Varones Nº 2 , de la aldea treintaitresina a la
ciudad asfaltada y de allí a Montevideo... El
sentimiento de destierro es la consecuencia
de una existencia que se siente sometida
a cambios continuos y que terminan con el
convencimiento que la vida son “ratos” , que
“los había perdido para siempre” 15. La forma
de sofocar “las llamaradas del tiempo” es
entregarse a la escritura, “al quehacer de de su
rescate, con la premura de quien se aprestara
a salvar una imagen querida” 16 .
TIEMPO DE DESAMPARO
Con Buscabichos se convierte en clásico
de la Literatura Infantil Uruguaya, a pesar
de los dos sentimientos contradictorios que
experimentó frente a esta clase de Literatura:
“por un lado un profundo deseo de asumir el
varios de sus relatos, sino que será el seudónimo, “ Juancito de
por allá”, con el que publicará en el suplemento escolar del diario
El Día.
11 Lucio Muniz. Julio C. Da Rosa: Escritor de Memorias.
Entrevista en letrasuruguay.espaciolatino.com.
12 Raviolo, Heber. Julio Da Rosa y el Criollismo. Historia de la
Literatura Uruguaya Contemporánea. Tomo I. Raviolo-Rocca.
Ed. de la Banda Oriental, Montevideo,1996
Sus obras son un ejercicio de memoria
frente al suceder inevitable del tiempo en las
cosas. El vaciamiento paulatino de la campaña
se transforma en crecimiento demográfico del
pueblo, el pueblo se transforma en señora ciudad, pero hay algo que permanece: el alma del
pueblo viejo en la figura de los desamparados.
13 Da Rosa, Julio. Buscabichos. Un Clásico de Nuestra
Literatura para Niños. Boletín Nº14 y 15. Asociación de
Literatura Infantil-Juvenil- AULI, Montevideo, 1989
14 Raviolo, Heber. La Narrativa Infantil de Julio Da Rosa,
Boletín de AULI, Montevideo,1990
15 Da Rosa, Julio. Ratos de Padre. Ediciones de la Banda
Oriental, Montevideo,1968
16 Ídem. anterior
74
Entre las particularidades de estilo de su
prosa, cinco están íntimamente ligadas a la
nostalgia de un tiempo que considera perdido:
el habla rural de sus creaturas, que las convierte en portavoces de la comunidad a la que
pertenecen, potenciando la función referencial
de la historia; el uso de los diminutivos, que
manifiesta la función emocional de la narración
o, para decirlo con las palabras de Leo Spitzer,
evidencia “una ternura para con el idioma,
un enamoramiento de la lengua que acaricia
las palabras como si fueran personas”; el
dotar de principios sensitivos a los elementos
inanimados de la naturaleza, trabajándolos
como materia prima de reveladoras relaciones, capaces de transformar la experiencia
cotidiana del mundo rural en una suerte de
rousseauniana edad paradisíaca; la nominación
de sus personajes, estrategia de la cual hablaremos; y el uso de verbos de estado, donde
“ser” se transforma en el eje vertebrador del
contenido narrativo. En razón de la extensión
del presente trabajo, nos detendremos en este
último procedimiento estilístico.
A continuación analizaremos dos constantes de su narrativa: la temporalidad y el
desamparo, en la “nouvelle” Juan de los
Desamparados.
A la hora de titular17 sus obras se caracteriza por la elección de títulos simples, no
complejos, cuya función es la de informar,
adelantar o resumir lo que desarrollará en
la historia. Muchas veces las nomina con el
nombre o el apodo del protagonista: Loco
o Solterón, Buscabichos, Ceferino, Juan
Velorio, Margarito, Doroteo Alza, Tata Viejo,
Yunta Brava ( la unión de Juan, “rubio más
bien zanahoria” y el negro Severiano “más
negro que un margullón” genera una nueva
identidad). En Juan de los Desamparados el
protagonista es Juan Carmona. El título como
17 Eco, Umberto. El Título. Apostillas a "El nombre de la
rosa" . Ed. Lumen, 1985
paratexto18 oficia de discurso auxiliar, al servicio del texto narrativo, comprometiéndose con
las expectativas que genera en el lector. Puede
considerarse emblemático, ya que guarda una
estrecha relación con el relato; pero también
puede ser epónimo, porque es el nombre de
un tipo humano, consecuencia de otro tipo, el
de los pueblos olvidados19.
Desde el primer párrafo, la dimensión
pretérita se apropia de la construcción del
protagonista, causando una aparente ausencia
de expectación: “Parecía un cuento la vida de
Juan Carmona. No un cuento para esta época.
Un cuento para la época en que todavía los
hombres hubiesen podido creer en su posible
verosimilitud”(…) Hubo un hombre, sin embargo, capaz de probar la existencia carnal y
terrenal, en plena mitad del siglo que corre, de
este Juan Carmona. Ese hombre fue el doctor
Céspedes.”
El uso de los verbos parecer y ser puede
inducirnos al error de considerarlos “no
plenos”, como meros oficiantes de nexos con
los sustantivos. Sin embargo, poseen el valor
semántico y estilístico de pensar la realidad
como el comportamiento del sujeto (Juan
Carmona) y su ayudante (Alfredo Céspedes)
frente al oponente (una sociedad portadora de
un progreso basado en el “asco por la tierra”),
quien pretende obstruir la consecución del
objeto de deseo (amparar a los desamparados), suscitado en el sujeto por el destinador
(Anarolino Sena) y cuyo destinatario ha de
ser quien en definitiva quiera “ser hombre”.
El narrador cumple una función testimonial: “Hubo un hombre, sin embargo, capaz
de probar la existencia carnal y terrenal”.
“Hubo” se transforma en un: existió un
18 Genette, Gerard.“Transtextualidades”. Maldoror- Revista de
la ciudad de Montevideo- Nº 20. Montevideo, 1985
19 El lector de este estudio queda en libertad de considerar
a Juan Cármona como el verdadero protagonista o al Dr.
Alfredo Céspedes, nombre de ficción por demás simbólico del
Dr. Cáceres, psiquiatra, esposo de la poeta Esther de Cáceres y,
amigo de Da Rosa, quien le narró la historia.
75
testigo, quien no sólo tuvo la capacidad de
comprenderlo, sino también de hacer que no
muriera por medio de su relato. Adquiere valor
estilístico como verbo de estado; expresa la
íntima necesidad de vivenciar el tiempo no
en sus cambios, sino en una deseada permanencia. El autor es un transcriptor20, que bajo
la figura del narrador presenta el singular relato
del Dr. Céspedes, quien “a fuerza de tanto
lidiarlo durante los diez años que estuvo en
el pueblo (…) acabó por conocer a Cármona
<de derecho y de revés>”
El afán de testimoniar lo que Céspedes
le contó sitúa a la materia novelística dentro
del realismo. Fielmente, sigue los vaivenes
espaciales y temporales de la existencia de
Juan Cármona, cuya capacidad de amar al
prójimo resulta hiperbólica frente a la acción
despiadada de “una fiebre de gigantismo
que sacudió al país en pocos años”. Aunque
parezca paradojal, del tratamiento verista del
ser de Juan resulta un realismo optimista, que
soslaya los aspectos más negativos de la vida,
a pesar de las circunstancias que rodean a este
héroe en nada paradigmático, poseedor de
“una sangre acostumbrada a no recalentarse
mucho” y que como dice el narrador: “Ya
era semejante hombre <formado>, y seguía
siendo el mismo gurí sin formalidad (…) no
podía resolver ningún asunto propio en forma definitiva, con una anticipación mayor al
tiempo de una corazonada”. ¿Cómo lo logra?
Una estrategia es el relato heterodiegético, en el que el mundo narrado se
ordena jugando entre un estilo directo, el
indirecto o el indirecto libre, que “a modo
de chispazos súbitos, como rendijas que nos
dejan ver interioridad”21 del protagonista.
Así nos enteramos de: las “goteras” que el
Dr. Céspedes le curó; “los males de adentro”
de Juan Cármona; “ la alegría de dar que
20 Tacca, O Las voces de la novela. Ed. Gredos, 1973
21 López Blanquet, Marina. El estilo indirecto libre en español.
Montevideo, 1968
siempre lo desbordaba” ; la protección dada
al “medio bastantito flojón de arriba” viejo
Bienvenido Soria, gracias al cual conoce “al
dotor de gente”; cómo cobijó a un “vultito
negro”, abandonado por una asustada negra
adolescente y que llamó Anarolino Cármona;
Olimpia, “la misma que por seguir al pardo
Jinés lo había plantado a él con la libreta de
casamiento recién estrenada con un hijo de
ella y un tercero”, “el Aligio”; la familia de
Olimpia, los Duarte , con sus salidas “como
detrás de la puerta”; Rosa “una mujer muerta” que en carretilla la llevó a su rancho y que
gracias a sus cuidados “era una mujer viva”.
Y también nos informamos de otros dos personajes, tan esenciales en su vida como el Dr.
Céspedes: Dominga Carmona, su madre,
quien tuvo que abandonar la estancia porque
“ya eran épocas en que <una mujer con gurí
no rinde lo que consume>” y Anarolino Sena,
a quien no le importaba “lo de con gurí o sin
gurí”, sólo exigía “que fuese medio limpia, que
no exigiese mucha dedicación, y la principal:
que estuviese callada”.
Con el ejercicio de la paternidad por parte
de Anarolino el ser se instala para siempre en
su vida, ya que su “padre era de los de marca
borrada”. Fueron “siete años cortitos” pero
de penetrante aprendizaje para madre e hijo.
Dominga aprendió que “sobre la inmensidad
de la tierra y bajo la inmensidad del cielo,
hay rinconcitos de tierra con sus correspondientes redondeles de cielo, que valen ellos
solos mucho más-pero mucho más- que todo
el resto. Y que en uno de esos rinconcitos, con
nada más que un rancho, unas pocas cosas y
unos pobres bichos, bien merece la vida ser
vivida”. Juan aprendió a escuchar al hombre
que “suave con el cuidado de quien estuviese
regando una plantita” le hablaba
A-“¿Ust´es hombre o no es hombre?(…)
Y sabe lo qu´es ser hombre (…)Escuche bien:
ser amigo de toditos los hombres ,¿oyó? (…)
76
J-¿Pa qué?
A-Pues pa ser hombre. Y además, porqu´es
lindísimo (…) Vamos a ser compañerazos,
noverdá (…)
J-¿Qué es tener un padre?(…)
A-Escuche bien a usté no le gustaría que
yo fuese su padre”
Por todo lo vivido junto a Anarolino, al
morir éste, su madre, cuando debió dejarlo en
una estancia como “gurí de los mandaletes” y
seguir ella con el cuzco por el camino que la
vida le deparara, un consejo le dio: “-Si querés
ser hombre, acordate siempre de lo que fueron
ese rancho y el dueño pa tu madre y pa bos.”
Si como Aristóteles decía, las oraciones
con la predicación de ser son del tipo fundamental del juicio, en Juan de los desamparados los verbos de estado son los que
jerarquizan lo primario sobre lo secundario,
lo constante sobre lo ocasional. Sitúan el
problema de la significación originaria del
hombre, privilegiando el compromiso entre la
solidaridad y el recuerdo “de las costumbres
más antiguas y circunstanciales de la idiosincrasia criolla” perdidas “tiempo adentro”.
El héroe novelesco se parece a cada uno de
sus lectores, porque es la consecuencia de un
nuevo estado social donde cada ser humano es
el portador de una voluntad ética de vivir. De
aquí que el tiempo tenga un ritmo propio, que
no es el de los acontecimientos que se suceden
sino el de un ser , Juan de los Desamparados,
que lucha por permanecer en su ser y para
que los hombres de su entorno también lo
sean… Y, en definitiva, es tan fácil: “Con
sólo uno dejarse ser, ya está”. Con sólo sentir “moverse el silencio”, mientras “Verdean
(aban) las laderas regadas por las vertientes;
negrea(aba) la tierra rica en humus, como
jugando vitorea(aba) un arroyito por entre las
piedras” el hombre desborda su infinito amor
por los seres que pueblan la vida ,y acaso sea
entonces perfectamente feliz. En este aspecto,
hay quienes han acusado al autor de idealizar
y simplificar la vida rural, confiriéndole a su
obra un tono arcádico. Quienes así lo hicieron
demostraron incapacidad para reconocer una
poética donde, entre otras cosas, la animación de los elementos de la naturaleza no es la
consecuencia de una percepción ingenua en
su propensión hacia lo antropomórfico, sino
la concreción de una voluntad estética en su
acción más compleja y exacta : dar el alma.
Pero, en el juego entre la idealidad del recuerdo y la realidad del presente, fatalmente la
chacra de Juan se convierte en gallinero, aunque ni siquiera sea él el único gallo que cante
, porque tuvo que acomodar la pobreza de la
gente en su “cuadra cuadrada” de tierra. La
tragedia se instala… el pueblo da “tremendo
estirón”… y tienen “todos que salir de allí”.
Llegada la noche para Juan Cármona,
dos hombres, uno negro y otro rubio, finalizan
esta historia llevando “el pequeñísimo cajón
donde habían encerrado su cuerpo. Parecía un
cajón de angelito”.
En un cuento bien logrado, dice Horacio
Quiroga22, las tres primeras líneas tienen casi
la misma importancia que las tres últimas.
Con un “Parecía un cuento la vida de Juan
Cármona” se abre el relato y con un “Parecía
un cajón de angelito” se cierra.
Parecer, haber y ser no han sido meros instrumentos ingenuos que la lengua prestó a la narración, sino las causalidades que manejadas con
agudo y delicado humor dejan en el lector, más
que risa, una sonrisa frente a su propio tiempo
de desamparo, advirtiéndole que, como “islotes
de recuerdos”, en el Uruguay rural todavía existe
un gigantesco árbol, clavado en la tierra, “capaz
de dar sombra a toda criatura viviente.”
22 Quiroga, Horacio. Decálogo del Perfecto Cuentista. Cuentos
Escogidos. Ediciones de la Banda Oriental. Montevideo,1980
77
CRISTINA CRISTAR
Susana Pérez Gomar Capurro
Escritora
Sillón Cristina Cristar
La Academia Uruguaya de Literatura Infantil
y Juvenil me honra al permitirme acceder al
sillón, Cristina Cristar, reconocida ilustradora
y cofundadora de esta institución y de A.U.L.I.
Pensar en su obra, tan valiosa en aportes
originales en un momento en que la ilustración
de los libros para niños y niñas era secundaria,
me remite a la historia de las imágenes vinculadas a textos.
Quizás el Libro de los muertos y documentos orientales, rollos, tablas papiros, pergaminos, muros y demás soportes de escritura son la
primera referencia a la intención de “iluminar”
como dice el diccionario: “Dar color a las figuras, letras, de una estampa, libro, etc.”
Las imágenes a veces hablan más que las
palabras, como dice Leonardo da Vinci: “…
las obras que el ojo ordena a las manos son
infinitas; tal como el pintor lo confirma fingiendo infinitas formas de animales, árboles,
parajes, etc.
Ilustraciones de Juan Hurus para La vida de Ysopet
El siglo XV aporta un cambio revolucionario en la historia del libro: Con la imprenta
de Gutenberg cambiarán los libros y se multiplicarán los receptores.
Si en la escena editorial que aparece en los
siglos XV y XVI se evidencian publicaciones
que pasarían por las manos de los niños, no
podemos considerarlos “literatura infantil” y
tampoco “libros ilustrados para niños”.
Esto recién llega en 1658 con el Orbis
Sensualim Pictus, del moravo Joan Amos
Comenio, publicado en Nüremberg: un libro
pedagógico pero muy innovador.
De acuerdo con Bernat Vistarini, es interesante el recorrido en la presentación gráfica
de la fábula si comprobamos su conexión con
el emblema. Hemos visto que en la definición
dada por Teón en sus Progymnásmata, la fábula es —o, mejor, produce— una imagen. Texto
e imagen se unen y permanecen a lo largo de
los siglos y con la base de las versiones latinas
y vulgares, y de los conocidos Ysopetes historiados o moralizados (sobre todo en Francia
y en España).
78
y reconstruye con todo detalle aspectos de
la sociedad peruana después de la conquista.
En el siglo XIX, la ilustración es entendida definitivamente como parte importante
del discurso de las publicaciones en general y
sobre todo de los infantiles.
En América con los huehuetlatolli o huehuetlahtolli (significa en náhuatl: Los dichos
de los antiguos) consistían en extensos libros,
que en forma de relato, describían las normas
de conducta, la visión moral, las celebraciones
y las creencias del pueblo de los Nahuas.
Fueron recopilados después de la conquista
por fray Andrés de Olmos y Bernardino de
Sahagún. La masacre y devastación que siguió
a la conquista nos privó de un riquísimo legado
de los libros precolombinos.
Perduró el libro Dioses y hombres del
Huarochiri, libro de sabiduría quechua que
algunos consideran punto de partida de la
literatura infantil peruana, la primera crónica
totalmente ilustrada, que entre 1580 y 1615
hiciera, en el recién creado Virreinato del Perú,
(23) el indio Felipe Huamán Poma de Ayala y
por su análisis y resolución gráfica permitían
al aborigen la ilustración latinoamericana.
En esta obra de más de mil página y 398
dibujos da la visión indígena del mundo andino
Los principios morales, las figuras estereotipadas y los símbolos patrios, eran mecánicamente reproducidos en los volúmenes
para niños. Hasta que José Martí, con La
Edad de oro, marca el pasaje a una nueva
representación icónica. Los cuatro números
de esta revista aparecidos en 1889 señalan una
etapa que crecerá y transformará el papel de la
ilustración en los siglos siguientes.
Como afirma la Dra. y Escritora Sylvia
Puentes de Oyenard en la Separata del Boletín
N° 24 de A.U.L.I.: “Nos detendremos en La
Edad de oro publicada José Martí (1853-1895)
desde Nueva York, pues marcó una política
editorial en género eludiendo el colonialismo y
defendió la riqueza cultural de nuestra América.
En carta a Manuel Mercado expresaba
Martí el 3 de agosto de 1889: “…a nuestros
niños lo hemos de criar para niños de su tiempo
y hombres de América. Si no hubiera tenido en
mis ojos esta dignidad, ya no habría entrado
en esta empresa”. Martí fue un visionario, al
plantear: “no hay culturas superiores o inferiores, hay culturas.”
Inauguró en América una línea editorial con
poemas y narraciones dedicadas a niños con
validez universal, sabiendo equilibrar ética y
estética en el espíritu infantil con naturalidad.
79
Martí creyó importante de hacer una publicación periódica y escribió: “Los artículos
de La edad de oro irán acompañados de láminas de verdadero mérito, bien originales,
bien reproducidas por los mejores métodos
de entre las que se escojan de las obras de los
dibujantes, para completar la materia escrita,
y hacer su enseñanza más fácil y duradera, y
el mismo estará impreso con gran cuidado y
claridad, de modo que el periódico convide al
niño a leerlo, y le dé ejemplo vivo de limpieza,
orden y arte.”
El comienzo de Cristina Cristar está, precisamente, en una publicación periódica que
es “El día de los niños”. Para esta artista, con
larga experiencia en la ilustración de libros
para niños y niñas deben contemplarse las
siguientes características en la imagen:
1. Debe comunicar. La imagen puede ser
realista o abstracta, única o múltiple, o ser
similar a una historieta. Es libre el ilustrador
en buscar diferentes lenguajes y no limitarse a un solo estilo.
2. Las imágenes dan gran apoyo a la construcción del sentido del texto. Enriquecen
su comprensión.
3. Propician la oportunidad de realizar una
doble lectura: aportando sentidos al texto y
a la imagen. Es necesario, pues realizar una
lectura múltiple de los signos lingüísticos y
visuales, ver las relaciones que se puedan
establecer entre ellos.
4. La imagen no solo funciona como descripción, también puede hacerlo como
narración, o como complemento del texto.
5. Construye la imagen del niño en la sociedad, sin discriminación. Ofrece una función
crítica y liberadora.
6. Las ilustraciones postmodernas contribuyen
a la autonomía del lector pues les da una
participación activa en la construcción de
diversos significados.
7. Entretienen y divierten. No pierde de vista
el aspecto lúdico de la ilustración, tan vital
para el niño.
8. Sus imágenes tienen movimiento. Esto se
debe al cine, la TV, y una gran influencia
del comic.
9. Estimula al niño para acercarlo al libro.
El texto acompaña a sus imágenes y viceversa.
Cristina Cristar afirma: “En lo personal
creo que un libro debe conformar un todo y
ese todo debes ser-necesariamente-de de una
labor conjunta de autor, diagramador, ilustrador y editor.
“…les digo a mis colegas que si se quiere
elevar la profesión y redimensionar la labor
del ilustrador por el bien del niño hay que
prepararse y estudiar con entusiasmo siempre,
siempre”.
Sobre su dibujo:
Cristina Cristar supo evolucionar y adelantarse a la tecnología.
Llega a los cambios dándoles movimiento
a sus personajes y poniéndose en el lugar del
niño o la niña.
Con una línea segura, firme y limpia y muy
sensible, donde innova romper con el cuadrante.
Le da expresiones diferentes a los personajes, donde se observan los contrastes como
alegría tristeza, asombro, miedo…
En el momento que Cristar comienza a difundir sus trabajos las técnicas de su impresión
limitaban sus tareas por lo que debió moverse,
muchas veces solo con negro y blanco.
Sortea esta dificultad con diferentes grafismos que logra texturar el dibujo.
Donde las superficies blanco-negro se
equilibran.
El movimiento y lo estático dependen lo
que quiere trasmitir.
Aparece la fantasía y realidad permitiéndole al niño cultivar la imaginación.
80
Su dibujo universal y sobre todo, no discriminatorio.
Se ha dicho que en cuanto al color:
El rojo representa la vida, el ardor, lo
activo; el amarillo, curiosidad y alegría
de vivir; el naranja, necesidad de contacto
social y público; el azul, la paz y la tranquilidad; el verde, cierta madurez, sensibilidad
e intuición; el negro el inconsciente; el marrón, la seguridad y planificación.
Leo Lionni, ilustrador holandés confiesa que
lo esencial es recuperar imágenes y sentimientos
del más temprano contacto con el mundo.
Un libro para niños, asegura y describe ese
lejano tiempo de libertad sin exigencias
Para los niños es más relevante el lenguaje
visual que lo hablado o escrito, no sólo porque
vivimos en una sociedad dominada por la imagen, sino porque la ilustración es un poderoso
medio de comunicación y un excelente recurso
didáctico. Cristina Cristar lo logra y por eso
merece ser parte de las ilustradores destacados
para niños, niñas y jóvenes del Uruguay.
Diseños para concursos del INSTITUTO
NACIONAL DEL LIBRO
PREMIO LATINOAMERICANO DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL 2015
Inca Garcilaso de la Vega
El Concurso Latinoamericano de Cuento lleva el nombre del Inca Garcilaso de la Vega
en razón de ser el iniciador de este género en nuestra América, al incluirse en su obra cumbre
Comentarios Reales de los Incas, publicada en 1609, textos llenos de encanto, aventura y magia que constituyen la más auténtica literatura infantil, pieza simbólica de la historia de Pedro
Serrano, antecedente -110 años antes- del Robinson Crusoe de Daniel Defoe.
Las obras se recibirán hasta el 30 de agosto del 2015.
Bases: [email protected]
81
Ponencia
ROBERTO BERTOLINO:
UN CLÁSICO OLVIDADO
Dinorah López Soler *
Sillón Roberto Bertolino
Algunos libros son inmerecidamente olvidados: ninguno es inmerecidamente recordado.
Wystan H. Auden:
Ocupar un sillón en la Academia Uruguaya
de Literatura Infantil y Juvenil es un honor y
un compromiso ético - profesional con la institución y con el autor elegido para homenajear.
Conocí a Roberto Bertolino a través de
Sylvia Puentes de Oyenard, quien ha cumplido
una elogiable labor de difusión y estudio de
la LIJ nacional y universal en nuestro país.
Bertolino es uno de sus queridos autores. Ella
nos transmitió, a quienes la escuchamos, ese
amor por la obra de este autor, de singular
estilo, que debiera ocupar un lugar dentro de
los clásicos nacionales. Aunque, lamentablemente, no ocupa un sitio en los Diccionarios
de Autores Uruguayos. Está consignado en
dos obras de referencia de la Dra Puentes,
Uruguay: niños y jóvenes, libros y autores
(AULI, 1990) y Voces para una identidad,
literatura infantil uruguaya (Rumbo, 2011).
Cuando en el 2007, celebré los diez años
del programa radial “Había una vez…”, lo hice
con las Jornadas Rioplatenses de reflexión y
análisis de Literatura Infantil y Juvenil que
llevaron su nombre, pues entendí que era una
forma de homenajearlo, de recordarlo, pero
también de difundirlo. Los maestros, profesores, bibliotecarios que concurrieran a las
jornadas preguntarían quién es, qué escribió,
y de esa manera sencilla, propiciaríamos el
interés por leerlo y llevarlo a las aulas.
Roberto Bertolino nació en Carmelo
el 22 de Octubre de 1944. Escribió desde
niño. Fue maestro Director de Enseñanza
Primaria, Profesor de Enseñanza Secundaria
y del Instituto Normal, Locutor de radio,
Guionista de TV infantil y juvenil. Consultor
de UNESCO en el área de la promoción de la
lectura. Puso en prácticas sus propios métodos
y los de Monserrat Sarto a fin de buscar la
unión de lectura y juego para promocionar en
los niños el gusto por la lectura. Publicó más
de 40 libros que han merecido premios internacionales y ediciones en Japón, Bélgica, España,
Holanda, Argentina, Suecia y Uruguay.
Escribió libros de teatro para niños, realizó
numerosas conferencias, seminarios y talleres
en Uruguay, Argentina, Alemania y España.
Estas breves líneas conforman la reseña de
una vida dedicada a la infancia desde el aula
y la literatura., pero ¿qué pretendía Bertolino
con ese accionar? ¿Apostaba a la sensibilidad
y solidaridad frente a un mundo hostil? ¿Era
un escritor que filosofaba o un filósofo que
escogió la creación literaria como camino
para transmitir sus ideas sobre la humanidad? Estas interrogantes serán la base para la
semblanza y glosa que, en estas breves líneas,
intentaré fundamentar, cabalmente, en relación
al hombre y al escritor.
Su prosa concisa tiene historia, música y
sentencia. El mundo externo que se describe y
82
narra es visto con emotivos ojos de quien entiende que la literatura debe hablarle al hombre, para
ayudarlo a ver en la naturaleza y en su corazón
lo que tiene para recapacitar: “Vivir es…iniciar
la marcha y preguntarnos ¿quién soy? Y ¿hacia
dónde voy? Y esperar la respuesta de nuestro
Ser interno, antes de caminar”.
Bertolino construye enunciados breves en
los que condensa conceptos profundos en imágenes de alto nivel poético. El libro “Ramón“,
es ejemplo de ello. Sus breves relatos, presentan una luminosidad espiritual plasmada en
una profunda concepción ética del hombre y la
relación que éste debe tener con la naturaleza.
Dice al respecto la Dra Sylvia Puentes: “Su
temática aborda el paisaje rural, la soledad,
la no inclusión, la vida del niño en el campo.
“Ramón” es libro que ha vencido las décadas
de los relojes a cuerda, porque habla del niño
universal”. “…libro ineludible en toda biblioteca bien constituida”.
Bertolino aborda temas sociales complejos
y dolorosos, las injusticias e inequidades del
hombre, con un lenguaje elevado y a la vez,
emotivamente comprensible. Sin caer en
moralejas ni en panfletos ideológicos, sabe
crear auténtica literatura que le habla al niño,
sin subestimarle su inteligencia y capacidad
de empatía.
Recordemos, por ejemplo algunos pasajes:
“Tal vez el frío, en su sueño, de noche,
lloraba”
“A veces las grietas de la tierra reseca se
representaban color fantasma aportillando el
cielo panzudo…”
“Había una vez una plomada que era muy
sensible. Porque tenía el corazón de madera. Y
todos los que tienen corazón blando son tiernos
y sensibles. Y sensibles.”
“De noche, la noche bajó por el ciruelo y
con la luna pintó pintitas rama por rama. Y los
niños, que todo lo dan, al otro día, al ver que el
cielo no tenía flores, soltaron sus barriletes.”
Este autor observa la naturaleza con ojos
líricos, siente con cada ser vivo que lo rodea;
el prójimo en su obra es todo aquél que se encuentre en su entorno, sin jerarquías. Tal vez,
lo jerárquico será entender, como señala en el
libro de aforismos Vivir es…, “Comprender que
solo somos huéspedes de un planeta, aunque nos
hayamos apropiado de él.” La vulnerabilidad
y fragilidad que puede contemplar en el afuera,
en las diferentes estaciones o en la vegetación,
estarán en sintonía con la soledad, el desamparo
y la desprotección en las que se encuentran los
personajes humanos de sus historias.
Su estilo discursivo homenajea a escritores nacionales de la talla de un Rodó y un
Morosoli. La estructura parabólica de algunos
relatos nos hace recordar al primero y el enfoque descriptivo con lenguaje lugareño, nos
remiten al segundo: “para testimoniar nuestra
hazaña, les dejábamos el trocito de gajo estribadero de donde se sostenían. Y volvíamos al
pueblo cargados de nidos….”.
Los objetos y situaciones más sencillas se
describen con un conocimiento de lo local, del
ambiente del campo, pero fundamentalmente
con un conocimiento del alma humana y un
respeto hacia ella. La narración es siempre
amena, cautiva con la palabra y carga a ésta
de una polifonía de voces y sentidos. Sus personajes son profundamente humanos, con sus
luces y sombras, sus actitudes y acciones son
metáfora o símbolo de un concepto filosófico
al que deberá arribar el lector atento y suspicaz.
Como señaláramos, no hay moralejas en
sus relatos, la enseñanza surge de manera natural y motivada por cada planteo realizado,
en el que anécdota, imaginación y experiencia,
se unieron para resaltar un mirar al hombre
con ojos líricos, con ojos de niño, de infancia
eterna. Tal como lo expresara en su momento:
“Escribir ha sido en mi vida, esa tarea sencilla
de atrapar, con la trampera de las letras, el
83
color, el sabor y los sonidos de las cosas. El
regresar a mi infancia”.
La postura estética y ética de Bertolino
frente a la literatura es digna de imitación, debiera tomarse como modelo por ser de calidad
superior a nivel expresivo y conceptual. Al
decir de Domingo Bordoli, “los clásicos, los
ejemplares, son los que mejor nos descubren
nuestros poderes, nuestros recursos y nuestros
límites (…) Asimismo, enseñan los confines
de lo humano…” Bertolino cumple con esa
función. A su vez, la palabra clásico puede
tener en LIJ dos acepciones si consultamos el
Diccionario de Términos Literarios de Ayuso,
y otros: “clásico es el autor que consigue plasmar una creación que le supera, que puede ser
revivida por otras personas de distintos lugares y de distintas épocas. Clásico es también,
el autor arquetípico de una tendencia”.
Sueños transparentes: Los sueños más
sublimes no acuden a nosotros. Nosotros debemos elevarnos hasta alcanzarlos.
Sin sueños: El placer sin sueños acaba
temprano.
Sueños de poder:Los sueños de poder no
tienen alma.
Cuánta filosofía y poesía encierran esas
palabras, cuántos caminos posibles para que
niños y niñas reflexionen sobre ellas, y los
acompañen en su crecimiento socioafectivo.
Un escritor como Roberto Bertolino debiera
ser leído en nuestras aulas, degustado, y analizado, porque en él encontramos la tradición
intertextual de lo mejor de la literatura universal y nacional. Porque en él la palabra es una
puerta para que el lector se eleve de la mera
materialidad, apostando a la trascendencia.
* Profesora de Literatura egresada del Instituto de
Profesores Artigas. Experta en Literatura Infantil
y Juvenil, de la promoción 1996 que llevara el
nombre Roberto Bertolino. Directora y conductora
de “Había una vez…”, el único programa radial
uruguayo, dedicado exclusivamente a la difusión y
análisis de literatura para niños y jóvenes.
Fuentes consultadas:
En tiempos de pragmatismos exacerbados
y sociedad líquida, los relatos de Ramón, las
relaciones dialógicas presentes en Ayer y Hoy,
así como los aforismos de Vivir es… y las
definiciones de Libro para soñadores, son un
canto a la vida, una herramienta artístico – filosófica para que el hombre se descubra en y con
el otro. Ejemplo de la vigencia de su palabra
descarnada son algunos pasajes de “Libro para
soñadores, propuestas para seguir soñando”:
Grietas: Esa multitud que pasa compacta,
que no deja espacio ni para un te quiero, lleva,
sin embargo, consigo las grietas que provoca
la ausencia de sueños.
Ayuso, M, García, V, y Solano, S. - Diccionario de
términos literarios. Madrid, Editorial Akal. 1997.
Bordoli, Domingo- Los clásicos y nosotros.
Montevideo, Ediciones de la Banda Oriental 1965)
Cruz, Ana- “Roberto Bertolino: narrador lírico” en
Revista “Había una vez…un mundo de palabras”,
Nº1 (Revista uruguaya de análisis de literatura infantil y juvenil). Montevideo, Editorial Psicolibros,
2008, Redactora responsable Dinorah López Soler.
Neira, Luis- Intervención en ciclo “Detrás de las
huellas de entrañables amigos” realizado en el
programa “Había una vez…”, 2010.
Puentes de Oyenard, Sylvia - Uruguay: niños y
jóvenes, libros y autores. Montevideo, AULI, 1990.
- Voces para una identidad
.Literatura Infantil Uruguaya.
Montevideo, Rumbo Ed., 2011.
84
CANDOMBE EN LA COSTA SUR
Hoy domingo seis de enero
los mulatos conmemoran
la fiesta de Baltasar
en el paseo de moda.
Entre el ruido y la alegría
y el sol resplandeciente;
los morenos con levita,
negra Rita con pendientes.
En medio de la bullanga
y los sones del tambor,
el bastonero anuncia
que el candombe comenzó.
Calunga,calunga,calungan-gué
calunga,calunga,calungan-gué.
Ya se formó la rueda
de bailarines;
zambos,negros y mulatos
su tierra natal reviven.
Mamá Inés al tata viejo
hace remilgos,
que camina y bailotea
apoyado en su bastón.
Con levita y con galera
es el "doctor"...
le llaman el gramillero
porque cura el corazón.
En medio de aquella rueda
llama mucho la atención
un moreno muy resuelto
orgullo de la nación.
Es el clásico escobero
que hace malabarismos,
para mover su escobilla
con lujo y vivacidad.
El sol se viene agachando
allá por el barrio sur;
los tamboriles se duermen;
dieron vida, dieron luz...
Calunga, calunga calungan-gué
calunga, calunga calungan-gué.
Elba Díaz (Uruguay)
¿EL GATITO DÓNDE ESTÁ?
-¿Dónde estás gatito
de mi ensoñación?
- Estoy aquí, abuelita,
a tu alrededor..
¿Dónde estás gatito
murmullo del aire?
- Velando tu sueño
a tu lado estoy.
-Si tú no estuvieras
yo te buscaría
por cielos y tierra,
por aire y por mar.
¿Dónde estás gatito
de mi corazón?
-Estoy aquí, abuelita,
en tu corazón.
MARTINICO ERA UN BORRICO
(poema musicalizado)
Martinico era un borrico
un borrico chiquitín
que tenía veleidades
de cantor y bailarín.
Martinico, Martinico,
Martinico bailarín,
tú te mueves y das coces
Martinico chiqutin,
sólo eres un borrico
muy cantor y bailarín.
¡Borricoooo Martinicoooo!
borriquito y bailarín.
Diana Gastellú (Uruguay)
85
Ponencia
¡ESTÁ COMPROBADO!
Michell Visillac,
Escritor
Sillón Julio César Castro
En Uruguay, era el año 1962 y la pluma de
Julio César Castro hacía nacer a su personaje
"Don Verídico". Y sobre plumas, ese mismo
año, llegaba yo en la cigüeña, pero hablemos
de Julio César:
Julio César Castro, el Flaco Juceca, o
simplemente "El Flaco" como lo llamaban los
amigos, había nacido en 1928 y desde joven
comenzó su carrera de escritor, destacándose
en radio y televisión, como guionista y autor
de espectáculos, como dramaturgo, cuentista,
columnista, libretista y finalmente, también
como actor en la película "El Viaje hacia el
Mar" sobre un cuento del uruguayo Juan José
Morosoli. "Juceca" tenía el don del humor. Yo
pienso que es casi un don divino. La más fina
ironía y el absurdo, eran ingredientes perfectos
en sus obras. Un hombre con la chispa siempre encendida, observador, crítico, analítico
y muy ocurrente. Un verdadero genio en lo
suyo. "Hombre que supo ser creativo, el flaco
Juceca" bien podría haber dicho Don Verídico.
En sus creaciones, uno de sus más famosos
escenarios, es el boliche "El Resorte" donde se
reúnen los entrañables personajes de decenas
de historias relatadas por ese Don Verídico en
sus sorprendentes cuentos camperos.
Un boliche sin bolichero, perdido en el
medio de la nada, en el interior profundo del
país y con un gato barcino de inquilino fijo.
Allí en "El Resorte" suelen encontrarse un variado grupo de gente de campo que
desde sus propios nombres pintan lo surrealista
del relato que se viene a continuación.
Truculento Moquete, Anton Pirulero,
Depravada Bonanza, Embutido Escoria,
Socotroco Finito, BarImplicado Corrupto,
Dorremí Fasolá, Deprimente Jolgorio,
Maloliente Pingajo, Suficiente Mendrugo,
Supositoria Renuente, son algunas de las figuras secundarias que desfilan por sus relatos,
dándonos siempre la referencia de su entorno
familiar y el por qué de los nombres disparatados de algunos de ellos.
Pero el tape Olmedo, Rosadito Verdoso y
la Duvija son los más destacados parroquianos de esa famosa pulpería y serán quienes
compartirán las locas historias que según nos
cuenta Don Verídico, generalmente se desencadenan ante la llegada de un forastero. Y
además, cada extraño que llega allí, siempre
hace palpitar de amor a la Duvija, única mujer
habitué del lugar.
Las dotes de narrador oral de Julio César
Castro, hicieron que sus obras ganaran con la
riqueza de su voz, de sus palabras y su forma de
contar y actuar. Pudimos disfrutarlas ya hace
casi 50 años en la radio EL ESPECTADOR en
sus inicios como comunicador y luego en los
años 80, en la radio NACIONAL.
Allí el espacio de Juceca era un momento
esperado impacientemente por la audiencia
para gozar de ese rato de excelente humor nacional y poder darse el gusto de escuchar algo
que nos regalara una explosiva carcajada y nos
diera un momento de felicidad, tan necesario
en estos tiempos de ataques de pánico y de
permanente stress y vértigo. Esos cuentos de
Juceca iban transportándonos a esos lugares
increíbles plagados de maravillosos persona-
86
jes tan queribles como imaginarios logrando
fascinar a niños, jóvenes y adultos.
Julio César Castro siempre fue un hombre
muy comprometido con su tiempo y la sociedad en la que vivía. Un destacado de la cultura
uruguaya, con conciencia social y amor por
su pueblo y su gente.
Como si fuera nuestro Luis Landriscina,
Juceca sabía del oficio del contador de cuentos
y podía ponerle a sus historias el clima perfecto en gestos y tonos para hacerlas aún más
atractivas. Verlo con su enorme y característico
bigote blanco, su melena y su decir ameno
y humilde eran una experiencia inolvidable
para quienes disfrutamos de su presencia y su
obra. Era como estar frente a "Don Verídico"
en carne y hueso.
Julio César Castro trabajó tanto en
Uruguay como en Argentina y sus obras
han sido representadas en algunos países de
Latinoamérica.
Escribió varios libros, fue actor de teatro y
TV y enriqueció las páginas del diario YA, el
prestigioso semanario MARCHA, las revistas
EL DEDO y GUAMBIA en Uruguay, y las
revistas CRISIS y EL PORTEÑO en Argentina,
repartiendo su buen humor por todo el Río de
la Plata. Pertenecía a ese exclusivo grupo de
personas que nos alegran la vida sin conocerlos
y que dejan un legado impagable en el que
uno puede refugiarse para encontrar un rato
de diversión y desenchufe de la realidad, tan
necesario y saludable.
Así como el inolvidable rosarino Roberto
Fontanarrosa y su "Inodoro Pereira", Juceca era
uno de esos genios que nos envolvía con su rica
imaginación y nos transportaba a su mundo del
humor absurdo. Jugaba siempre con la fineza y
la ternura de relatos carentes de cualquier tipo
de vulgaridad pero además, vigentes, ocurrentes y desopilantes. Era un intelectual del humor
con la habilidad de ponerle verdadera poesía y
magia a sus obras.
Y para que conozcas un poquito de su obra,
te presento una página del cuento
"Se bañó en el arroyo y las aguas bajaron
turbias" de su libro Hay barullo en El Resorte:
Porotita Porosa supo estar de novia con
un tal Batalito Fakir, que le decían "El gato"
porque le disparaba al agua.
Una ignorancia pa`l respeto de la higiene,
que un día le regalaron un jabón y no lo quiso
porque dijo que la manteca le pateaba el hígado.
Eso sí, un hombre que gustaba usar
perfumes, es que los fabricaba él mismo con
creolina, ajo pisado en mortero, azafrán para
darle un tono
y un chorrito de alcohol para que evaporara.
A Porotita Porosa, la primera vez se le pudo
acercar un poco para conversarla porque tenía
el viento a favor.
Mejor dicho, tenía el viento en contra, de
frente para él que iba y de atrás para ella, que
venía.
Parece que el hombre la impresionó, y
arreglaron para volver a verse a la tardecita.
Llegó la hora, y cuando se estaban acercando va y le cambia el viento y a ella se le
remangó la ñatita, le flameó la nariz y reculó.
Le hizo señas a Batatito de que se quedara
en su sitio, y le pegó el grito:
-¡Se me baña mañana mismo, o lo denuncio!
Al otro día, Batatito agarró coraje y se tiró
al arroyo para pegarse un baño.
Fue la mortandad de pescados más grande
que se conoció en la historia, que unos muchachos ecologistas le hicieron una marcha de
protesta frente al rancho, y al arroyo le tuvieron
que cambiar el agua.
Julio César Castro nos dejó tempranamente
en sus jóvenes 75 años. Era un 11 de setiembre
y otra torre caía dejándonos devastados por su
ausencia.
Aún con mucho para darnos y mucho para
alegrarnos con sus ocurrencias, Juceca se fue
y Don Verídico quedó acá, sin nuevas historias
para compartir pero muchas para recordar.
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Sentarme a escuchar una grabación radial
de su clásico Don Verídico es un regalo que
suelo darme, así como releer sus obras y reconocer sus genialidades. Y una frustración
que cargo es la de no haber podido concretar
un ciclo de micros que pensé producir cuando
era Director General Teve CIUDAD, el canal
de la Intendencia de Montevideo. Se trataba de
una serie de programas sobre los guiones de
"Los Guapos", otra serie de humor que hiciera
el Flaco junto al "Corto" Horacio Buscaglia,
sobre dos arrabaleros del novecientos, y que
ambos interpretarían vestidos de época y parados en una esquina al lado de un farolito.
Una serie exitosa en radio que merecía ser
llevada a la pantalla para disfrute de todos.
En aquel momento, con mucho avanzado, se desencadenó la fatal enfermedad de
Buscaglia y nos dejó con un guapo menos.
Sin duda hubiera sido un material audiovisual
para el archivo histórico. Pero al menos tuve el
honor y el placer de haberlo conocido y alguna
vez haber compartido una mesa de boliche con
su alta y simpática figura.
Ahora, que JUCECA fuera mi elegido para nominar un sillón de la Academia
Uruguaya de Literatura Infantil y Juvenil, y
que he propuesto que lleve su nombre, es
un privilegio y un orgulloso en este humilde
homenaje que puedo hacerle.
Porque el Flaco JUCECA es un ejemplo
y un maestro para quienes hacemos de la
creatividad una forma de vida y una actividad
constante. Porque es fuente de inspiración y
modelo para los que gozamos con la escritura
y la comunicación.
JUCECA pasó a la historia como otro
de los grandes de las letras uruguayas en un
género que no siempre tiene mucho prestigio
como lo es el humor. Pero se destacó en todas y
cada una de las actividades que encaró, a fuerza
de inteligencia, inventiva, profesionalismo, su
enorme don de gente y su culto por la amistad.
Y esto, tal como diría Don Verídico: "¡Está
comprobado!".
DESDE DURAZNO:
3° Y 4° B de la Escuela Nº 75 de Durazno junto a las maestras Verónica Zavala y Gabriela Hastoy
: que trabajaron el cuento de la escritora Sylvia Suanes "El oso y la gaviota”. Junto ellos, la Mtra.
Directora Julia Sica. ¡¡¡¡Gracias por comunicarse y enviarnos la foto, adelante!!!!!
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EN EL CILELIJ, Santiago de Chile, febrero de 2010, grupo de académicos horas
previas al terremoto. Están junto a Jaime
García Padrino y Lucía Solanas, Edna Iturralde
(Ecuador), Danilo Sánchez Lihon (Perú), de
Bolivia: Liliana de la Quintana, isabel Mesa,
Jeanette Medrano y Verónica Linares, Estela
Socías (Chile), Sylvia Puentes y Jorge Oyenard
(Uruguay), Sara Montalván (Perú). No figuran,
pero compartieron vivencias, Elena Dreser
(México) y Luis Cabrera (Cuba).
LA VISITA DE RICARDO
ALCÁNTARA, quien está junto a
las Expertas en Literatura Infantil
Dinorah López Soler, M. Cristina
Laluz, Isabel Del prete, María Di
Lorenzi y Sylvia Puentes de Oyenard.
ACADEMIA DE LETRAS DE BAHIA, Brasil, momento en que firmó como PRIMERA
ACADÉMICA DE HONOR DE LA ACADEMIA LATINOAMERICANA DE LITERATURA
INFANTIL Y JUVENIL, la escritora de libros infantiles Zelia Gattai de Amado, esposa de Jorge
Amado, quien se hizo presente con sus hijos y está en la nota gráfica a la izq. de la Dra. Puentes
de Oyenard junto al cónsul de Uruguay Dr. Álvaro González Otero, hoy Embajador en Angola,
y autoridades académicas.
DÍA INTERNACIONAL
DEL MÉDICO
3 de diciembre Día Internacional del Médico
Salón Nacional de Artes Plásticas 2014
Dra. sylvia Puentes de Oyenard
El Sindicato Médico del Uruguay celebró el Día Internacional del Médico. El evento contó
con la presencia de médicos, estudiantes, autoridades del SMU y la participación destacada
del decano de la Facultad de Medicina, Fernando Tomassina. Durante el evento, fueron homenajeadas las Dras. Dinorah Castiglioni, primera mujer cirujana, Hilda Martínez Camusso, la socia
de mayor antigüedad en el padrón y Sylvia Puentes de Oyenard por su obra cultural.
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Ponencia
EL PINTOR DE LA VIDA
Sillón Académico Carlos Aliseris
Prof. José Gómez Rifas*
Carlos Aliseris nace el 19 de enero de 1898
en una casa solariega del Prado de Montevideo.
En 1922 contrae matrimonio con Elena
Bernadá Duran y 1923 nace su única hija:
Raquel.
Se forma en escultura con el maestro Luis
Falcini en la Escuela Industrial y Domingo
Bazzurro en el
Círculo de Bellas Artes. Recibe consejos
pictóricos de Milo Beretta y el pintor ruso
Boris Grigoriev.
En 1928 comienza una intensa y continua
actividad artística que sólo se detendrá con su
muerte en 1974.
Una férrea disposición por el trabajo y
el estudio riguroso caracterizaron su misión
artística. En sus estudios europeos, propios de
la época de los pintores americanos, frecuentó
el taller de Magritte en Bélgica, André Lhote
en Francia y de Zuloaga en España.
En Uruguay gozó de la admiración y de la
amistad de destacados intelectuales de su tiempo: Juana de Ibarbourou, Fernán Silva Valdés,
Alfredo Mario Ferreiro, Emilio Oribe, Susana
Soca, Fernando García Esteban. En el exterior
Alfonso Reyes, Cándido Portinari, Antonio
Bento, Camón Aznar, Mario de Andrade,
Waldemar Georges, Paul Valery, Manuel Abril.
Su obra figura en los más importantes
museos del mundo: Museo Nacional de Artes
Visuales, Histórico, Municipal de Arte de
Montevideo, museos del interior del país,
Museo Nacional de Arte de Buenos Aires,
Río de Janeiro, San Pablo, Madrid, Amberes,
Tokio, México, Lima, Tel Aviv, Bogotá.
Abarcó todos los géneros pictóricos: retratos, marinas, paisajes, naturalezas muertas,
lenguajes abstractos, mancha y geometría. Por
la década del cincuenta compromete su pintura
con planteos oníricos y surrealistas. Sus últimas
expresiones integraron con gran acierto la geometría y la figuración de objetos y naturaleza.
Bibliográficamente se destaca el importante libro de Gabriel Peluffo Linari editado en
Buenos Aires en 2006 (Aliseris), la publicación
más abarcativa de su obra realizada hasta el
momento.
Insertamos este poema de Juana de
América, que testimonia de qué manera el
trasfondo de poesía y ensueño que emana de
las flores tropicales de Aliseris, fue captado
por el lirismo de la gran poetisa:
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FLORES DEL BRASIL
POR EL PINCEL DE ALISERIS
¿El Brasil te dio su flor
O tú le hurtaste sus flores,
Aliseris, Aliseris,
Mago de los mil colores?
* José Gómez Rifas escribió un libro sobre
la obra del artista, Aliseris, publicado por
la Biblioteca Nacional (1975) donde detalla
exposiciones individuales, colectivas y bibliografía, además de un análisis crítico de sus
últimos dibujos.
Inclinada hacia tus lienzos
Siento la Victoria Regia,
En pecho y ojos clavárseme
Con su belleza perfecta.
Ay, respiración del “matto”…
Secreto del río sellado
En el loto, cera casta,
En el nenúfar, morado,
En la flor de la laguna
¡Marginadas de palmeras!
Y en la orquídea “fazendeira”
De las selvas amazónicas
¿Qué sueños te han inspirado,
Desde la flor del café
A la del butiá, menuda,
Que sólo el viento la ve?
¿Con qué mago hiciste pacto?
¿De la macumba en qué fiesta
Te adueñaste del color
Para pintar la floresta?
Ah, tus flores, Aliseris,
Tus flores de morro y llano,
Nutridas de sol y fuego,
¡Guárdame la más pequeña
De Amazonas y pantanos!
La que apenas ha de ver
El ángel que ha de llevarme
Más allá de toda sed.
¡Déjamela sobre el pecho,
Aliseris de mi fe!
Juana de Ibarbourou
Montevideo, 1972
DESDE PERÚ:
ODA A ARLEQUÍN
Soy payaso, gracioso, burlón,
mamarracho, jocoso y bufón.
Voy divertido , títere festivo,
delicioso cómico atractivo.
Encantador, grácil, coquetón
precioso juglar y pantaleón.
Ocurrente, famoso, genial
oportuno, alegre y jovial.
Entretenido, deleitoso, histrión
adefesio, extravagante guasón.
Precioso saltimbanqui ocurrente,
alocado monigote inconsecuente.
Sandunguero, truhán, cotorrón
parrandero, clown y chistozón.
Disparate, desacierto, desatino
fantasía y ocurrencia es mi destino.
De risa y locura sin fin
viviré siempre, soy el Arlequín.
Sara Montalván Arteta (Perú)
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ORACIÓN POR EL LIBRO
Danos, Señor, el libro nuestro de cada día.
Danos el libro que todos puedan leer;
el que sea para todos como el sol y todos lo entiendan como el agua.
El que nos alumbre en este largo camino que llaman vida: queremos luz.
El que nos levante de esta tierra en que nos arrastramos: queremos alas.
Lo deseamos suave de corazón, lleno de cantos como un árbol
y que descanse en nuestras orillas como un niño.
No importa que sea humilde,
con tal que se ofrezca a la mano como un fruto;
O que sea débil en apariencia, como caña al viento,
con tal que lleve un nido.
Le haremos su casa para que en ella viva con decencia;
Lo defenderemos de las manos pérfidas que lo acechan,
para que sirva a todos;
Lo levantaremos del suelo cuando caiga, para que otros no lo ultrajen.
Lo vestiremos, si está desnudo,
con la seda de nuestra devoción contenida.
En él viven almas que tuvieron el dolor de nuestro mismo llanto;
pero él no estará quieto en su casa,
porque fue hecho con la inquietud de cada día;
y por eso, cuando sea más oscura la noche
y el camino más pavoroso de peligros,
él saldrá a dar el pan y el vino
a los que tienen sed de justicia y hambre de amor.
Danos, Señor, el libro-antena;
aquel que repercuta en el grito de los otros hombres,
el que copia el paisaje de las otras lontananzas.
Y deja, Señor, que él nos alumbre en este largo viaje de la vida,
y nos sea claro, como el torrente,
generoso como un fruto, blando como un nido.
Rafael Heliodoro Valle
(Honduras)
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OBITUARIO
CARLOS PÁEZ VILARÓ
(Montevideo, 1º - XI- 1923 –
Casa Pueblo, 24, II- 2014)
Calló tú voz.
Enmudeció tu rítmico tambor
y tus pinceles estáticos quedaron
sin tú hábil mano de pintor.
En “Casa Pueblo” soles y lunas,
brillantes peces multicolores.
Rastros de tu huella,
símbolos junto al mar.
El sol poniente que amaste
latirá en los corazones
al ritmo de los tambores
que tu ausencia llorarán.
Elena Villanueva
-Montserrat del Amo (Madrid, 15 de
junio de 1927 - Madrid, 26 de febrero de
2015) Licenciada en Filosofía y letras, en la
especialidad de Literatura Hispánica, profesora
de Lengua y Literatura se dedicó a la literatura
infantil y juvenil de creación, con más de 50
obras publicadas. Participó en Encuentros
con Escritores de Literatura Infantil y Juvenil
organizados por el Instituto de Cervantes y en
Chile por la Fundación SM, allí compartimos
congreso, hotel y terremoto en el 2010.
-Dr. Ovide Menin, ex Decano de la
Facultad de Psicología, asesor en la carrera de Literatura para niños y jóvenes de la
Universidad Nacional de Rosario y Miembro
de Honor en la AALIJ, lo honró Zulma Prina,
Presidenta.
-Horacio Semeraro, Vicepresidente de la
Academia Argentina de Literatura Infantil y
Juvenil, ser atento, transparente, predispuesto,
colaborador, relacionado con la literatura como
cuentista, poeta, crítico, ensayista.
-Sergio Bueno Venegas, Director de la
Sociedad de Escritores de Chile, Vicepresidente
de la Academia Chilena de Literatura InfantilJuvenil. Estela Socías Muñoz, Presidenta de
Academia Chilena, manifiesta su dolor ante
irreparable pérdida del amigo y miembro
fundador de la Institución.
En marzo de 2015 abrió sus alas a la inmensidad nuestra entrañable amiga y escritora
española LUZMARÍA JIMÉNEZ FARO,
poeta sensible y dinámica editora preocupada
por el quehacer literario iberoamericano. Llevó
adelante una labor pionera y la dirección de
Editorial Torremozas, prestigioso sello español
que hoy continúa su obra bajo la atenta mirada
de su hija Marta.
“No hay espectáculo más hermoso que la
mirada de un niño leyendo.”
Günter Grass
(Premio Nobel de Literatura, 1927-2015)
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