acarotraqueal

Transcripción

acarotraqueal
PARASITARIAS EXTERNAS
ÁCARO TRAQUEAL
A diferencia de Varroa, este ácaro vive en el interior del cuerpo de la
abeja, dentro del sistema respiratorio o traqueal, por lo cual no se
aprecia a simple vista.
AGENTE CAUSAL
Acarapis woodi es un artrópodo de la clase de los arácnidos. Las
hembras y machos son color blanquecino y de tamaño microscópico.
Las hembras miden de 143-174 micrones en longitud y 77-81 micrones de
ancho y los machos 125-136 micrones en longitud y 60-77 micrones de
ancho. El cuerpo es oval, más ancho entre el segundos y tercer par de
patas con una cutícula lisa brillante. Algunos pelos finos largos están
presentes en el cuerpo y las patas.
Otra característica que distingue
a los machos es la presencia de
patas traseras más largas, y con
una sola espina. Además, de las
patas nace un único pelo,
mientras que en la hembra salen
tres.
CICLO BIOLÓGICO
El ciclo biológico del ácaro se
desarrolla dentro de la tráquea.
Los ácaros se encuentran en los
sacos aéreos del tórax y
abdomen. Dentro de la tráquea,
se alimentan y cumplen su ciclo
reproductivo. Los ácaros penetran
en las traqueas y se alimentan de hemolinfa.
Las tráqueas toráxicas normales poseen una coloración blanca, en
cambio luego de la colonización de los ácaros las tráqueas se deterioran
progresivamente y varían de una coloración pardo a marrón. En una
infestación leve, es posible encontrar ácaros adulto y huevos cerca de
los espiráculos. En esta etapa, las tráqueas pueden aparecer claras, o
levemente desteñidas.
En afecciones severas las tráqueas se ven con manchas marrones a
negras y pueden estar obstruidas por presencia de numerosos ácaros en
distintas estadios de desarrollo. En estos casos las tráqueas se tornan
duras y frágiles, también es frecuente la atrofia de los músculos de
vuelo. El número de individuos en traquea varía mucho, desde una sola
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hembra a varios ejemplares de todas las edades y en todos los estadios.
Pueden llegar a alcanzar un número de 108, y se ha observado también
en una reina, 87 adultos y 57 formas inmaduras.
Dentro de 24 horas de emergidas las abejas de sus celdas, los ácaros
atraviesan los espiráculos traqueales y permanecen allí durante toda la
vida de la abeja. Cada hembra pone 5 a 7 huevos en un plazo de 3 o 4
días después de entrar en la tráquea y continúa poniendo huevos en
forma indefinida. Los huevos requieren 3 a 4 días para transformarse en
larva. Los ácaros machos maduran luego de 11, 12 días y las hembras
luego de 14 o 15 días. El número máximo de ácaros por abeja se logra a
los 11, 12 días de vida , y comienza a declinar luego de los 21 días de
vida.
La diseminación se realiza en forma directa, de abeja a abeja, y está
comprobada la tendencia de las abejas jóvenes a controlar la infección.
Los ácaros encuentran dificultades para entrar en la tráquea de las
abejas adultas, pero salen fácilmente. Se trata de un hecho mecánico,
debido al impedimento que supone la corona de pelos que rodea el
primer estigma traqueal y que constituye una barrera mecánica difícil de
superar.
No es muy frecuente que el contagio se produzca a través del material
apícola, ya que los ácaros viven 24 horas fuera del huésped.
CICLO BIOLÓGICO DEL Acarapis woodi
2
Huevos en tráquea
1
Abejas jóvenes
menos de 4 días
3 o 4 días
3
Larva en tráquea
Adultas
7
Abejas jóvenes
infectadas
6
Primer espiráculo
toráxico
El contacto entre
abejas permite
el pasaje de ácaros
de ABEJAS INFECTADAS
a los ESPIRÁCULOS
Macho
TORÁXICOS de
abejas jóvenes
3 o 9 días
4
Hembra
11 o 12 14 o 15
días
días
5
Hembra saliendo del
espiráculo.
Obstrucción de la
entrada de aire
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El índice de supervivencia varía mucho según la estación del año. En
primavera, se sitúa entre las 12 y las 15 horas, en verano, entre 26 y 28
horas, en otoño, de 30 a 40 horas, y en invierno, alrededor de las 120
horas.
SINTOMATOLOGÍA
Estos parásitos, tras provocar la lesión, en las tráqueas succionan la
hemolinfa de la abeja y se alimentan. Luego de la obstrucción mecánica
de las vías respiratorias, de por sí dañina, se produce una degeneración
de los músculos alares. Esto se manifiesta en evidentes procesos de
necrosis, incapacidad para volar, retención de los excrementos en la
ampolla rectal y en síntomas similares a una intoxicación.
La sintomatología de la acariosis no es específica, y el único
diagnóstico eficaz es el que puede realizar un laboratorio. Sin
embargo, el insecto pierde la capacidad de volar, se arrastra sobre el
terreno delante de la colmena, su cuerpo tiembla, se mueve de forma
desordenada, con el abdomen más o menos distendido, y es probable
que sufra diarrea. Además, las alas pueden estar perpendiculares al
cuerpo, caídas o dislocadas. También podemos observar una alfombra
de abejas ante la piquera, arrastrándose por el suelo, frotándose el
abdomen con las patas traseras y con una tasa de mortandad variable.
El momento álgido de la aparición de la enfermedad es durante el
otoño, y sobre todo al inicio de la primavera, en los “vuelos de limpieza”
que se producen después de la invernada.
Hay que tener en cuenta que se observa en colmenas parasitadas por
acariosis una propensión a la enjambrazón, debido al estrés que causa
el parásito. También es visible un mayor comportamiento defensivo.
OTRA SINTOMATOLOGÍA
Por otra parte, las deyecciones de los ácaros tienen un pigmento, de
melanina, que al contacto con el aire que circula por la tráquea, se oxida
y toma un color oscuro que las mancha.
1
2
3
Tráqueas vistas al
microscopio: 1 - Tráquea
sana, 2 y 3 - Tráqueas
parasitadas.
Este es el motivo por el que las tráqueas infectadas aparecen oscuras o
negruzcas con manchas irregulares. Además, la melanina, al igual que
sucede con la saliva del ácaro, contamina la hemolinfa de la abeja y
provoca una intoxicación del insecto.
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TRATAMIENTOS
Los tratamientos sistemáticos que se aplican para luchar contra la
varroasis actúan también de forma indirecta contra la acariosis, en el
momento que los ácaros salen de los espiráculos para trasladarse de una
abeja a otra.
Otro acaricida utilizado para el control del Acarapis woodi es
NATURALVAR y los acaricidas a base de ácido fórmico como BEEVAR®.
Ver carpeta técnica de cada producto.
MEDIDAS PROFILÁCTICAS Y DETECCIÓN DE LA ENFERMEDAD
Es importante detectar los posibles focos de infestación, para evitar
derivas y zánganos errantes, que van de colmenas parasitadas a otras
que están sanas. También deberemos diferenciar y separar unas
colmenas de otras, y si es necesario, elevarlas, para que las abejas que
se arrastran no penetren en otras colmenas.
Al igual que en otras enfermedades, una medida importante es intentar
evitar la enjambrazón de colmenares sospechosos, y evitar recoger
enjambres de procedencia desconocida. Como método de prevención,
es conveniente hacer un tratamiento acaricida en el enjambre desnudo
o en un paquete de abejas.
En cuanto a la forma de transmisión más frecuente, todos los autores
coinciden en que es el pillaje de colmenas sanas a colmenas enfermas
un factor de suma importancia; por lo que se recomienda evitar el
mismo.
Como ya hemos dicho, la acariosis se controla de forma indirecta
por los tratamientos acaricidas antivarroa, pero esto no es motivo
para olvidarse de las graves pérdidas que ha causado esta
enfermedad.
En Argentina si bien la enfermedad es poco frecuente, existen
numerosos reportes de la presencia de la misma.
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